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Los Libros Litúrgicos

Los libros eclesiásticos o litúrgicos, en el rito bizantino, son, propiamente


hablando, doce. Algunos aumentan su número a causa de ciertas subdivisiones
introducidas por razones prácticas. Trataremos de dar aquí una idea general de
cada uno de ellos y de su contenido.

El typikon

Este libro merece ocupar el primer lugar en una enumeración científica y


metódica, por razón de su contenido. Es una especie de ceremonial en el que se
hallan reunidas las rúbricas de los diversos oficios divinos de cada día del año.
La reglamentación de los oficios y ceremonias, inaugurada por los obispos para
sus respectivas diócesis, fue poco a poco completándose según los usos de los
monasterios. Así se formó el Typikon de San Sabas, el más célebre de todos,
con el del Sinaí. San Sofronio de Jerusalén habría completado el primero con el
segundo; San Juan Damasceno lo habría retocado. Después de otros retoques
sucesivos, para fijar los detalles, el typikon de San Sabas vino a ser el gran
regulador de las ceremonias sagradas para todo el Oriente. No obstante, en
siglos posteriores, una nueva influencia monástica vino a juntarse a la de San
Sabas y del Sinaí: fue la de San Teodoro Studita (759-826), que pasó
especialmente a los monasterios ítalo-griegos de Sicilia y de Calabria. El typikon
actual de Constantinopla es el de San Sabas notablemente modificado.
Comprende: una introducción general sobre ciertas fórmulas o prácticas
comunes a un gran número de oficios; después de un examen detallado, día por
día, del Propio de los Santos y del Propio del Tiempo; la reglamentación de los
días de ayuno, etc.; un apéndice relativo a ciertas ceremonias peculiares de la
Iglesia Patriarcal de Constantinopla, así como al oficio del Acathisto, a las
Ordenaciones, a la concelebración, a los funerales, y finalmente, una tabla de
ocurrencia y concurrencia de las fiestas fijas entre el 11 de enero al 25 de mayo,
es decir, el tiempo litúrgico que comprende el Triodion y Pentecostarion.
El Leiturgikón

Es el libro que contiene, en primer lugar, los tres Ordinarios de la Liturgia, o sea,
las liturgias de San Juan Crisóstomo, de San Basilio y de Presantificados.
Después viene, generalmente, un compendio de Eucologio o Ritual para la
administración de los sacramentos más usuales: Bautismo, Confirmación,
Matrimonio, Unción y Confesión. Esto le ha valido, también el nombre de
Eucologio menor (Eucologion to mikron). Por razón de utilidad se inserta, a
veces, las fórmulas finales (apolyseis) de la misa y de los oficios que son propios
de las principales solemnidades del año; pero, especialmente, las Epístolas y
Evangelios de las fiestas más importantes de cada mes y las de lo que
podríamos denominar Propio de los Santos: Ángeles, apóstoles, profetas,
mártires, pontífices y no pontífices, confesores, vírgenes, santas mujeres, y,
finalmente, de los difuntos. Todo esto hace del leiturgikón una especie de misal y
ritual portátil.

Algunos hacen más larga la parte del Ritual introduciendo el rito de los Colybes,
especie de pastel que se bendice en honor de los difuntos; el menologio de los
doce meses, especie de martirologio resumido; el oficio de la Santa Comunión,
etcétera.

Además de este liturgikón, existe el Liturgikón arkieratikón, que a las tres


liturgias añade las funciones propiamente episcopales: ordenaciones,
consagraciones de los antimensia, etcétera.

El Eucologio

Se lo llama también el Gran Eucologio; contiene los ritos completos de los


sacramentos y sacramentales, más un Ritual-Bendicional que implica: el Ritual
monástico; el Ritual de los difuntos; la consagración de una Iglesia; la bendición
y consagración de objetos sagrados; Bendición de las casas; Bendiciones para
las diversas necesidades de la vida; Bendiciones de los animales, de las plantas,
etc.; Bendiciones y ceremonias para ciertos días determinados.
El Apóstolos

Es el libro que contiene las Epístolas y los Hechos de los Apóstoles


correspondientes a todas las fiestas del año. El nombre de Apóstolos tiene su
razón de ser en que la mayoría de las perícopas contenidas en él están sacadas
del Apóstol San Pablo. También se lo denomina Praxapóstolos, por causa de los
Hechos (Praxeis) de los Apóstoles, y, a veces, Biblion apostolikón: Libro
apostólico. A continuación del Apóstolos se imprime, con frecuencia, el
Menologio.

El Apóstolos está dividido en dos partes correspondientes al Propio del Tiempo y


al Propio de los Santos. Las perícopas correspondientes al Propio del Tiempo se
hallan distribuidas de la siguiente manera: desde Pascua hasta el lunes de
Pentecostés están tomadas del libro de los "Hechos de los Apóstoles" y forman
una lectura seguida, desde el lunes de Pentecostés hasta el Sábado Santo,
están sacadas de las Epístolas, propiamente dichas, y se suceden en cinco
períodos de ocho series, conforme a los ocho tonos de la música religiosa, y
cada serie comprende siete perícopas, una para cada día de la semana.

Ahora bien, como toda esta división está hecha en función de la fiesta de
Pascua cuya fecha no es fija, se requiere la previa determinación de esta fecha
para poder distribuir las diversas series, de manera que concuerden en sus
períodos propios.
El Evangeliario (Evangelion o Tetraevangelion)

Como lo indica su mismo nombre, es el libro que contiene los cuatro Evangelios
divididos en perícopas según el orden en que deben leerse en la Liturgia
Eucarística y en las Horas. Es el libro del diácono, por excelencia, así como el
anterior lo es del subdiácono. En el rito bizantino no se pasa de un evangelista a
otro, salvo raras excepciones en algunas grandes fiestas. Por el contrario, se lee
de manera seguida, durante un período determinado, todas las perícopas del
mismo evangelista. San Marcos, considerado como un resumen de San Mateo y
de San Lucas, ocupa los cinco primeros días de las siete últimas semanas
reservadas a San Mateo y de las seis últimas reservadas a San Lucas. La
lectura de San Juan dura siete semanas, desde Pascua hasta Pentecostés; el
de San Mateo dura once semanas, a partir del lunes de Pentecostés, más otras
seis semanas que comparte con San Marcos; de este modo la lectura de San
Mateo llega hasta el Domingo después de la Exaltación de la Santa Cruz; San
Lucas llena el espacio de 19 semanas, a partir del lunes siguiente a la Exaltación
de la Cruz, y llega el primer domingo de Cuaresma. Sin embargo, a partir de las
13 semanas, a San Lucas se le reserva sólo el domingo y el sábado, los otros
cinco días se lee el Evangelio de San Marcos. Sólo teniendo en cuenta esta
división de las perícopas evangélicas se pueden entender ciertas expresiones de
las rúbricas, como por ejemplo, cuando se refieren al domingo tercero de San
Mateo o de San Lucas, etcétera.

A continuación del Evangeliario se imprime siempre el Evangelistarion, o sea el


conjunto de normas y tablas que regulan la lectura del Evangelio durante el año.

El Evangeliario, juntamente con el Eucologio y el Apóstolos, son los tres libros


empleados para la celebración de la Liturgia. El primero aparece con frecuencia
ricamente decorado con medallones de oro o plata, y permanece habitualmente
colocado sobre el altar. Es el modo de honrar a Cristo Doctor, paralelamente con
Cristo Sacramento.
El Psalterion

Después de hablar de los libros empleados para la celebración de la Divina


Liturgia, pasamos a tratar de los empleados para la celebración de las Horas. El
primero de ellos es el Psalterion, que como lo indica su nombre, es la colección
de los 150 salmos repartidos en kathismata o secciones. Este término de
kathismata tiene su origen en la costumbre antigua de cantar los salmos de pie,
sentándose solamente en determinados momentos en que se interrumpía la
recitación. La palabra kathisma, que designa cada una de estas interrupciones,
fue luego aplicada a cada grupo de salmos que se recitaban entre cada una de
las interrupciones. Hay 20 kathisma divididos en 3 staseis, terminados cada uno
por la doxología: Doxa to Patrí...

Hoy en día, la recitación de los salmos se hace permaneciendo sentados, y


solamente se levantan para la doxología. La lectura de la Biblia, que tenía lugar
antiguamente durante los kathismata, está ahora reemplazada por los troparios
y los cánones, de composición eclesiástica. Estos troparios y cánones han
pasado a ser la parte más importante del oficio.

A continuación del kathismata 20, se encuentra el salmo 151, que no aparece en


la Vulgata, pero que sí se halla en la versión de los Setenta, y con algunas
variantes, en las versiones siríaca, árabe y etiópica. Se los denomina psalmos
idiografos porque no pertenecen al Canon de la Escritura. A continuación vienen
las 9 odas o cánticos bíblicos introducidos en el oficio del Orthros,. El libro
termina con unas rúbricas sobre el uso del salterio.

El Horologion

Este libro contiene el rito ordinario de la celebración de las Horas con todas las
oraciones que le son propias; el calendario eclesiástico con los kontakia o
troparios de cada día; un cierto número de cánones u oficios votivos; las
oraciones de la comunión, etc. Finalmente, en un apéndice, diversas piezas
relativas al cómputo eclesiástico, el pascalion o tabla indicadora de la fecha de la
Pascua y de las fiestas movibles del año.

El Octoékhos ("Libro de los ocho tonos")

En realidad, este nombre designa en la actualidad dos libros distinto: uno


abreviado: el Pequeño Octoékhos, y el otro más amplio: el Gran Octoékhos.

El Pequeño Octoékhos contiene ocho oficios dominicales, uno por cada tono, a
saber:

1) Stikheres o Versos de la Resurrección (Anctstásima) para las Vísperas del


sábado;

2) Canon triadikós (a la Ssma. Trinidad) de Metrófanos de Esmirna, para el


Mesonykitón o Nocturno;

3) para el Orthros u Oficio de la Aurora, presenta una serie de troparios llamados


Kathísmata anastásima, y de Anabathmoi, versículos o antífonas de
composición eclesiástica que son como "elevaciones" inspiradas en los salmos;

4) un Canon anastásimos (sobre la Resurrección) de San Juan Damasceno,


también para el Orthros;

5) un segundo Canon a la Cruz y a la Resurrección (Stauroanastásimos) para el


mismo oficio de la Aurora;

6) un nuevo Canon en honor de la Ssma. Virgen; finalmente, una suerte de


apéndice que reúne once troparios de la aurora (troparia eothina) compuestos
por el emperador León VI el Sabio, y otra serie de troparios que preceden
inmediatamente a Laudes (Ainoi), compuestos por Constantino Porfirogénito.
El Gran Octoékhos, que es denominado más comúnmente Parakletiké, encierra,
además del oficio dominical del Pequeño Octoékhos, el oficio de los ocho tonos
para cada día de la semana. Esta colección constituye una obra aparte que San
José el Himnógrafo organizó definitivamente, con un total de 96 cánones, de los
cuales 48 le pertenecen a él, otros 32 son de un tal Teófano y los otros de
diversos autores.

El Triodion

Contiene el propio de las diez semanas que preceden a la Pascua, y abarca, por
tanto, desde la dominica del "fariseo y el publicano". El nombre le viene del
hecho de que la mayor parte de los Cánones de que consta cuentan solamente
con tres Odas, en lugar de 9. Dos santos hermanos, músicos por naturaleza,
trabajaron de común acuerdo para componerlo: San Teodoro Estudita y San
José de Tesalónica.

El Pentecostarion

Consta del Propio del tiempo pascual, es decir, desde Pascua hasta el primer
domingo después de Pentescostés o domingo de "Todos los Santos", inclusive.
Es una obra que depende también de la escuela de Studium, y tal vez se debe a
los mismos autores que el anterior.

Los Menaia

El Propio de los Santos forma por sí solo una verdadera biblioteca, pues a pesar
de que está todo él reunido en una sola obra: los Menaia, sin embargo, ésta
consta de 12 volúmenes, un Menaion para cada mes. Estos doce volúmenes
tienen el Oficio de todas las fiestas de fecha fija desde el primero de septiembre
hasta el 31 de agosto. Después se añaden algunas rúbricas extractadas del
Typikón; y, finalmente, el texto del Acoluthia, cuya parte principal está constituida
por el Canon o composición himnográfica de 9 Odas. Entre la sexta y séptima
Odas se intercalan las noticias históricas, junto con el anuncio de la fecha del
mes, anuncio de la fiesta del día, etc., todo ello terminado por una doxología al
Padre, pidiéndole la gracia de la salvación por intercesión de los santos.

Cuando estas noticias históricas se hallan separadas de sus oficios respectivos


y reunidas en una colección especial, ésta lleva el nombre de Sinaxis (colección)
o Menologio.
El Heirmologion

Es la colección de Heirmoi, palabra griega que significa, literalmente,


"encadenamiento". Con este término ha sido designado el tropario sobre cuyo
modelo se han compuesto otras series de troparios dándoles su ritmo y su
melodía. Esta colección de heirmoi se remonta a la época en que se dejó de
cantar la totalidad de los cánones y se comenzó a leer simplemente la mayor
parte de los troparios, cantando únicamente el heirmos de cada Oda.

Con información tomada de:

Panfleto Misionero #
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Ortodoxa Rusa de la Santa Protección
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Editor: Obispo Alejandro (Mileant).

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