“toda doncella deberá ser llevada al lecho de su señor en su noche
nupcial. Después su marido podrá tener conocimiento carnal de ella” Derecho de Pernada (Ius primae noctis).
Cuando en el año 2006, la entonces presidenta de Chile, Michelle Bachelet, le expuso a las comunidades indígenas mapuches, y al mundo entero, que “…Chile es un Estado de Derecho, y como tal, la ley es de estricto cumplimiento…” la respuesta de los dirigentes indígenas no pudo ser más contundente: “…nosotros no creemos en sus leyes…”.
Y tal afirmación no puede ser más cierta: las leyes que ceden el usufructo de la tierra y sus recursos madereros en la región austral de Chile, fundamentan un despojo. Cuando las empresas madereras se instalaron en el sur de Chile, los mapuches ya tenían miles de años en esa región, pero el Estado de Derecho burgués, no les reconoce ni presencia ni autoridad.
De aquí, que el Artículo 2 de nuestra carta magna, cobre una especial importancia: “Venezuela se constituye en un Estado democrático y social de Derecho y de Justicia…”
Para los revolucionarios, el derecho no puede estar ajeno a la justicia.
Las leyes y todo su marco legal ha sido construido por personas que responden a la ideología imperante, lo conocido como superestructura social. Si esa ideología es la burguesa, no esperemos que respondan en beneficio del resto del pueblo.
Aunado a esto, todo sistema es dinámico, más aún si estamos hablando de un sistema social. En este sentido, el marco legal debe irse ajustando a lo cambiante de la sociedad. Una ley que no sea modificada, más que una perfección, es un anacronismo.
Así, que el papel de todo revolucionario es velar por la consistencia del marco legal en el ámbito en donde se desenvuelve. Este debe interpretar los intereses de la mayoría y estar en correspondencia con la nueva superestructura social: la socialista.
Y esto se aplica a toda ley o marco legal: sea Ley Orgánica de Educación, o PDUL.
De no ser así, estaríamos avalando el Estado de Derecho burgués… y llevando a nuestras hijas “a la prima nocte” con el señor feudal.
Es todo, por ahora, camaradas. Jesús A. Guerrero O.