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TRATAMIENTO
FARMACOLÓGICO
DE LA DIABETES EN LA GESTACIÓN
Reyes Luna Cano, Luis Felipe Pallardo Sánchez
12
La insulina es el fármaco de elección en el tratamiento permitido reducir drásticamente la morbimortalidad
de la diabetes durante la gestación. Esta afirmación es materno-fetal (2). En el caso de la diabetes gestacional, la
indiscutible en el caso de la mujer con diabetes pregesta- instauración del tratamiento con insulina, una vez que
cional. Hasta la década de 1980, la coexistencia de diabe- fracasa el programa de dieta y ejercicio físico inicial, es un
tes y gestación suponía una alta morbimortalidad para la axioma sujeto en este momento a controversia. La expe-
madre y, en especial, para el feto, que podía alcanzar una riencia actual con antidiabéticos orales, especialmente
tasa de mortalidad perinatal del 25-30% (1). Un estricto glibenclamida y metformina, tanto por su eficacia como
control metabólico de la madre, gracias a las pautas de por su seguridad, plantea una posible alternativa a la
insulinoterapia intensiva y monitorización glucémica, ha insulinización, que será tratada al final de este capítulo.

TRATAMIENTO INSULÍNICO

La insulina es la piedra angular en el tratamiento de la • Diabetes secundaria a patología pancreática (pancrea-


diabetes desde que fue descubierta por Banting y Best en titis crónica, cáncer de páncreas, mucoviscidosis, etc.).
1921 y administrada por primera vez al hombre en 1922
(3). Las indicaciones del tratamiento con insulina son:
PREPARACIONES DE INSULINA
• Diabetes mellitus tipo 1.
• Cetoacidosis diabética y descompensación hiperglucé- ORIGEN (4, 5)
mica hiperosmolar.
• Diabética gestante. La tradicional distinción entre insulinas de origen ani-
• Diabetes mellitus tipo 2 en cualquiera de las siguientes mal e insulinas humanas tiene hoy poca trascendencia.
situaciones: sintomatología cardinal grave; control insu- Puede considerarse, al menos en nuestro medio, que las
ficiente con dieta y antidiabéticos orales; presencia de insulinas bovina o porcina han desaparecido de la prácti-
factores potencialmente desencadenantes de una des- ca clínica habitual. De igual manera, ha sido abandona-
compensación metabólica grave (infarto agudo de mio- da la insulina humana semisintética, obtenida por trans-
cardio, ictus, traumatismos, intervenciones quirúrgicas, peptidación de alanina frente a treonina en la posición
infecciones, etc.), y hepatopatía o nefropatía graves. B30 de la insulina porcina.

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En la actualidad, la insulina humana biosintética es Los análogos de acción rápida alteran la porción termi-
prácticamente la única utilizada en clínica; se fabrica por nal de la cadena B, evitando así la unión no covalente
técnicas de recombinación genética en cultivos de bacte- estable de monómeros de insulina para formar dímeros y
rias (Escherichia coli) o levaduras. Inicialmente se sinte- posteriormente hexámeros que enlentecen su absorción.
tizaban las cadenas A y B de la insulina por separado y se Se consigue así una insulina con una absorción subcutá-
ensamblaban después. En la actualidad, se transfecta la nea y un pico de actividad más rápidos.
molécula completa de proinsulina, que es purificada y Por el contrario, en los análogos de acción prolongada
tratada enzimáticamente para desprender el fragmento de se busca una absorción lenta, perfil sin picos y duración
péptido C. De esta manera, se asegura la adecuada estruc- prolongada. Los cambios moleculares de la insulina glar-
tura tridimensional de la molécula (6, 7). gina alteran su pH (ácido), y de paso su solubilidad en el
Las insulinas humanas son mucho menos antigénicas tejido subcutáneo (neutro), provocando una precipita-
que las de origen animal y, con respecto a éstas, su ción a ese nivel que enlentece la absorción. En el caso de
comienzo de acción es más rápido y la duración de su la insulina detemir, la adición de un ácido graso a la
efecto menor. Su introducción ha reducido drásticamen- molécula insulínica favorece su unión a la albúmina cir-
te la aparición de lipoatrofia y alergia a la insulina (8). culante y reduce su biodisponibilidad.
En la última década se ha avanzado espectacularmente Son de reseñar también los intentos llevados a cabo
en el desarrollo de análogos de insulina que intentan para utilizar la proinsulina en el tratamiento de la diabe-
modificar su perfil de absorción y de acción, buscando tes, que mostraría un perfil de acción semejante a las
una mejor aproximación a la secreción fisiológica de insulinas intermedias. Su menor afinidad por el receptor
insulina. Difieren de la insulina humana en la secuencia de la insulina (1-10%) requería dosis hasta 4 veces supe-
de aminoácidos o en algún cambio estructural, como por riores y su aclaramiento era mucho más lento. Los ensa-
ejemplo la unión a una cadena de ácido graso, pero se yos, sin embargo, tuvieron que suspenderse al haberse
unen de igual manera al receptor de la insulina y desen- detectado una mayor frecuencia de mortalidad cardiovas-
cadenan la misma acción. cular en los individuos tratados (15, 16).
Los primeros análogos desarrollados de insulina de En la tabla 1 se detallan las diferencias moleculares
acción rápida (Asp B10, Asp B9 y Glu B27) tuvieron que entre insulina humana, animales y análogos de insu-
ser desechados por su potencial efecto cancerígeno, dada su lina.
alta afinidad por el receptor de insulina y por el del insulin
like growth factor 1 (IGF-1) (9). En la actualidad se han TIPOS DE INSULINA (4, 5)
integrado en la práctica clínica habitual tres análogos de
acción rápida: insulinas lispro, aspart y glulisina y dos aná- Entre las insulinas comercializadas hay disponibles per-
logos de acción lenta: insulinas glargina y detemir (10-14). files de acción rápida, intermedia o prolongada, así como

Tabla 1. Diferencias con respecto a insulina humana (sustitución de aminoácidos)

Posición Cadena A Cadena B

A8 A10 A21 B3 B28 B29 B30 B31+ 32


Humana Thr lle Asp Asp Pro Lys Thr

Bovina Ala Val Ala


Porcina Ala
Análogos de acción rápida

Lispro Lys Pro


Aspart Asp
Glulisina Lys Glu
Análogos de acción lenta

Glargina Gly Arg + Arg


Detemir Ácido —
mirístico

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mezclas en diferente proporción de insulinas rápidas e de acción pueden ser superponibles a los de los análogos
intermedias (17, 18). rápidos, la duración de su efecto es algo más prolongada.
Farmacológicamente, los parámetros más importantes • Insulinas de acción corta (insulina regular). Fueron el
que se deben tener en cuenta en cada una de las insulinas prototipo de insulina «rápida» durante décadas. La rea-
disponibles son: inicio de acción, pico y duración del lidad es que su perfil de acción exige una correcta ade-
efecto. En la tabla 2 se hace referencia al espectro de cuación entre los tiempos de inyección y la ingesta
acción de los diferentes tipos de insulinas humanas y de (30-60 minutos antes) para poder obtener un adecua-
los análogos de insulina disponibles (19). do control posprandial. Aunque parcialmente despla-
Desde un punto de vista práctico, pueden agruparse en (5): zadas por los análogos de acción rápida, sigue teniendo
cabida en diversas circunstancias: necesidad de cubrir
• Insulinas de acción rápida (10, 20-22). Este perfil de pequeñas ingestas entre comidas principales, posibili-
acción incluye los análogos insulínicos de acción rápi- dad de reducir el número de inyecciones, gestación, y
da: lispro, aspart y glulisina. La secuencia de aminoáci- cuando el coste económico pueda ser un problema (son
dos modificada disminuye y debilita la agregación de más baratas que los análogos).
las moléculas de insulina en hexámeros y, por tanto, • Insulinas de acción intermedia. Cuando a las insulinas
favorece una disociación más rápida en el tejido subcu- de acción rápida o corta se les añade un exceso de zinc
táneo. Al igual que la insulina humana regular, pueden (insulinas lentas) o una proteína básica como la prota-
administrarse por vía intravenosa, intramuscular o sub- mina (insulinas intermedias), se enlentece su absor-
cutánea. En comparación con la insulina humana, ción y se prolonga su efecto. En la actualidad, las insu-
existen mínimas diferencias en cuanto a poder antigé- linas lentas retardadas con zinc han desaparecido
nico o mitogénico y, por este motivo, no se han publi- prácticamente del mercado, por lo que se encuentran
cado efectos secundarios diferentes a los descritos con sólo suspensiones de protamina con insulina regular
las insulinas tradicionales. (NPH, neutral protamine Hagedorn) o con análogos
Las principales ventajas de su empleo son un mejor de acción rápida (NPL, neutral protamine lispro; NPA,
control de la glucemia posprandial, una menor inci- neutral protamine aspart). Su administración es exclu-
dencia de hipoglucemias (especialmente las nocturnas) sivamente subcutánea y se requieren al menos 2 dosis
y una mayor comodidad para el paciente, porque la diarias para mantener unas concentraciones circulan-
inyección se realiza más próxima a la comida e incluso tes suficientes. El control de la glucemia basal se consi-
puede realizarse ocasionalmente después de la ingesta. gue mejor con la administración de la dosis nocturna al
También entran en este perfil de acción los preparados de acostarse, en vez de antes de cenar (25).
insulina (polvo o suspensión líquida) empleados para • Insulinas de acción prolongada (análogos). Comprenden
inhalación pulmonar (23, 24). Aunque el inicio y el pico las insulinas glargina y detemir, diseñadas para conseguir

Tabla 2. Espectro de los diferentes tipos de insulina

Tipo de insulina Comienzo de acción (h) Pico de acción (h) Duración (h)

Acción rápida-análogo
Lispro < 15 min 1-2 4
Aspart < 15 min 1-2 4
Glulisina < 15 min 1-2 4

Acción corta
Insulina regular 30-45 min 2-4 4-6

Acción intermedia
Insulina NPH 2-4 4-8 10-16
Insulina NPL 1-2 4-8 18-24

Acción prolongada-análogo
Insulina glargina 2 Sin pico 20-24
Insulina detemir 2 Sin pico 18-20

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un perfil de acción casi plano, sin picos, y que con 1 o VÍAS DE LA ADMINISTRACIÓN
2 administraciones diarias cubren las necesidades «basa-
les» de insulina con un menor riesgo de hipoglucemias. Se DE INSULINA
ha extendido ampliamente el empleo de estos análogos de
acción prolongada, combinados con análogos de acción Hay que distinguir las vías empleadas de forma habitual
rápida en las denominadas pautas «bolo-basal». No obs- en la práctica clínica de las que sólo se han venido explo-
tante, aún no está asegurada su seguridad en la gestación, rando en el campo experimental (39-41).
por lo que de momento no se recomienda su empleo La más empleada es la inyección subcutánea de insuli-
durante ésta (26, 27). na (múltiples dosis o perfusión continua), seguida por la
• Insulinas de acción bifásica. Se consiguen mediante la intravenosa e intramuscular (descompensación metabóli-
asociación de una insulina de acción rápida o corta y ca) y la intraperitoneal (diálisis peritoneal o «bombas»
de una insulina de acción retardada con protamina implantables de perfusión continua de insulina). La
(NPH, NPL o NPA), en diferentes proporciones fijas: reciente comercialización de insulina intrapulmonar ha
25:75; 30:70 y 50:50 (28). Estos preparados pueden ser sido suspendida por escasa rentabilidad económica (42).
cómodos para algunos pacientes, ya que permiten redu- Desde el punto de vista experimental, se han explora-
cir el número de inyecciones. Sin embargo, las necesi- do, con muy dudoso éxito, otras múltiples rutas de admi-
dades insulínicas cambiantes del paciente con diabetes nistración de insulina: vía digestiva (oral o rectal), trans-
tipo 1, que exigen un ajuste estrecho y frecuente de las dérmica, ocular, transvaginal e intranasal.
dosis dependiendo de niveles de glucemia y raciones de
carbohidratos de la dieta, hacen que en las pautas de
insulinoterapia intensiva se utilice como alternativa la MODALIDADES DE INSULINOTERAPIA
inyección separada de ambos tipos de insulina o, en
ocasiones, la realización por el propio paciente de la Se distinguen dos tipos de insulinoterapia en función
correspondiente mezcla manual. de los objetivos de tratamiento, complejidad de éste y
grado de implicación del paciente en el proceso: insuli-
noterapia convencional e insulinoterapia intensiva. El
FARMACOCINÉTICA DE LA INSULINA objetivo último de optimizar el control metabólico del
paciente diabético se consigue más frecuentemente con
Para establecer una insulinoterapia es conveniente te- las pautas intensivas, pero esta afirmación no es válida en
ner en cuenta determinadas consideraciones sobre el com-
portamiento farmacocinético de la insulina (4, 5, 29).
La tasa de absorción de la insulina administrada por Tabla 3. Factores condicionantes de la absorción
vía subcutánea es variable, dependiendo no sólo de su subcutánea de insulina
origen y de su perfil de acción, sino también de otros
factores locales y sistémicos (tabla 3) (30-36). La insu- 1.Origen de la insulina (humana > bovina o porcina)
lina, una vez absorbida y hurtado el «trayecto portal»
fisiológico, pasa a la circulación sistémica, donde se 2.Espectro de acción (análogo rápido > regular > intermedia
> análogo prolongado)
halla fundamentalmente en forma libre o activa. En
ocasiones, se puede unir a anticuerpos antiinsulina (más 3.Características físicas:
frecuentes cuando se empleaban insulinas de origen ani- • Soluble > cristalizada
mal o no purificadas), formando un complejo que a • ↓ absorción: volumen, concentración, dosis
veces puede explicar situaciones de prolongación de su
4.Características de la inyección
efecto, moderada insulinorresistencia o bien hipogluce-
mia, por su brusca liberación a partir del citado comple- • Lugar (abdomen > brazo > muslo)
jo insulina/anticuerpo. Las insulinas humanas también • ↑ absorción: profundidad, inyección tipo jet
tienen potencial inmunogénico, aunque menor, proba- 5.Factores locales:
blemente en relación con la protamina y el zinc emplea- • ↓ absorción: frío, lipodistrofia u obesidad, degradación
dos en su preparación y con la presencia de agregados de subcutánea de la insulina
insulina en el tejido subcutáneo después de su inyec- • ↑ absorción: calor, masaje o ejercicio en la zona de
ción. Algunos análogos de insulina (detemir) favorecen inyección
su unión a la albúmina circulante para así poder retrasar
su liberación (37, 38). 6.Factores sistémicos:
La insulina «libre» se distribuye por difusión a través • ↓ absorción: tabaco, hipoglucemia, cetoacidosis
del espacio extravascular, alcanzando los receptores insu- 7.Variaciones individuales e interindividuales
línicos de las células diana.

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todas las circunstancias. Algunos pacientes pueden con- culares o neurológicas avanzadas, con condiciones cul-
trolarse perfectamente con una terapia convencional y turales, sociales, de entrenamiento, educación y moti-
otros, aunque su control no sea óptimo, son especialmen- vación óptimas (DCCT, 1993) (44).
te vulnerables a las hipoglucemias graves que puede oca- • Enfermas diabéticas durante la gestación y el periodo
sionar el tratamiento intensivo. preconcepcional.
• Diabéticos sometidos a trasplante renal.
INSULINOTERAPIA CONVENCIONAL

Generalmente comprende la aplicación de 2 a 3 pin- SISTEMAS DE INFUSIÓN CONTINUA


chazos de insulina, autoanálisis glucémico esporádico y
escasa modificación de la pauta de insulina por el pacien- DE INSULINA
te, en relación con los cambios glucémicos, variaciones
En la insulinoterapia intensiva, además de MDI, se
dietéticas o la práctica de ejercicio.
pueden emplear sistemas de infusión continua de insuli-
na por vía subcutánea, en general, o intraperitoneal (39,
INSULINOTERAPIA INTENSIVA (43-45)
40, 46, 47).
Contempla no sólo el empleo de múltiples dosis de
insulina subcutánea (MDI) o de bombas de infusión sub- SISTEMAS DE INFUSIÓN CONTINUA
cutánea continua de insulina (ISCI), sino que debe abar-
DE «ASA ABIERTA»
car además estos aspectos:
Son dispositivos mecánicos programables que suminis-
• Establecimiento de un programa dietético y de ejerci- tran insulina de forma continua con arreglo a un perfil
cio individualizado y de los objetivos glucémicos que se basal establecido (40-50% de dosis diaria total), acompa-
quieren alcanzar. ñado de la administración de bolos preprandiales, depen-
• Autoanálisis glucémico frecuente y reglado (4-7 medi- diendo de las concentraciones glucémicas y la cuantifica-
das/día) y autocontrol (ajuste dietético e insulínico ción de carbohidratos de la dieta.
según los valores glucémicos obtenidos). Pertenecen a este apartado los sistemas portátiles ISCI
• Existencia de un equipo asistencial (médico/enfermera/ y las bombas implantables de infusión intraperitoneal
dietista), experimentado en esta forma de tratamiento, (IPCI).
que desarrolle un programa de educación y moti- Las indicaciones, ventajas y desventajas de la ISCI
vación para implicar al paciente en el control de su enfer- están reflejadas en la tabla 4. En general, con respecto a
medad y que permita el contacto frecuente entre ambos. las dosis múltiples de insulina, la ISCI no consigue un
control metabólico claramente superior y, por tanto, no
Los pacientes candidatos a insulinoterapia intensiva es el tratamiento de elección en todos los pacientes con
son: diabetes mellitus tipo 1. Sin embargo, resulta una alter-
nativa terapéutica muy útil en los que no consiguen un
• Afectados de diabetes mellitus tipo 1 (13-40 años de adecuado control con MDI, especialmente cuando
edad) de reciente comienzo o sin complicaciones vas- muestran dificultades para el control nocturno de la glu-

Tabla 4. Indicaciones, ventajas y desventajas del uso de las bombas de infusión subcutánea continua de insulina (ISCI)

Indicaciones • Flexibilidad en horarios de comidas


• Optimización de control metabólico no conseguida con múl- • Flexibilidad en bolos preprandiales (estándar, expandido, bifá-
tiples dosis de insulina sico, etc.)
• Hipoglucemias graves frecuentes, sobre todo si son inadverti- • Mayor motivación e implicación en el control de su diabetes
das
• Embarazo Desventajas

• Marcado fenómeno dawn • Problemas locales


• Rápida instauración de cetoacidosis en caso de interrupción
Ventajas • Necesidad de un equipo asistencial entrenado en ISCI
• Suministro de un ritmo basal continuo uniforme • Mayor coste económico
• Posibilidad de establecer distintos ritmos basales o modificar- • Exige importante compromiso por parte del paciente
los temporalmente • Necesidad de periodos de desconexión y complejo de «prótesis»

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cemia (hipoglucemias nocturnas, fenómeno «alba») o que aparece a los pocos minutos de la inyección (enro-
presentan un ritmo de vida irregular (horarios, viajes, jecimiento local, prurito) y desaparece en más o me-
etc.). No existen por el momento estudios concluyentes nos 1 hora, aunque puede provocar reacciones bifási-
que permitan contemplar el empleo de ISCI en la diabe- cas con reaparición de los síntomas después de 24 ho-
tes tipo 2 (48). ras. También se presentan con menor frecuencia reac-
Las bombas implantables de infusión peritoneal conti- ciones de hipersensibilidad retardada, entre 4-6 horas
nua de insulina (IPCI) (40) pueden ser consideradas posinyección, reacción tipo Arthus (inflamación do-
como un paso más en los sistemas de perfusión continua. lorosa). Más graves, pero muy raras en la actualidad,
La administración de insulina dentro de la cavidad peri- son las reacciones sistémicas, como la urticaria o la
toneal remeda mejor la liberación fisiológica de la insu- anafilaxia.
lina en la circulación portal. Para impulsar la adminis- • Insulinorresistencia. Debida a la presencia de anticuer-
tración de insulina, a partir de un depósito subcutáneo, pos bloqueantes IgG que se unen a la insulina e impi-
se utilizan diferentes principios físicos: reservorio de den su unión al receptor. Este fenómeno aumenta los
freón con presión positiva (Infusaid) o negativa requerimientos insulínicos del paciente.
(Minimed) y peristálticas (Medtronic). Se trata de una • Lipoatrofia. Afecta especialmente a mujeres y se carac-
modalidad terapéutica con la que aún no existe una teriza por la pérdida de tejido subcutáneo en el punto
experiencia consolidada. de inyección. Descrita inicialmente en pacientes trata-
dos con insulinas animales, también se han publicado
SISTEMAS DE INFUSIÓN CONTINUA casos semejantes en pacientes tratadas con análogos de
insulina, sobre todo con ICSI (50-52). El cuadro se
DE INSULINA DE «ASA CERRADA»
resuelve con la inyección de insulina humana en torno
O «PÁNCREAS ARTIFICIAL» (49) a la zona afectada.
Estos dispositivos integrarían un sistema que monitori-
zaría continuamente los valores de glucosa (sensor) y un NO INMUNOLÓGICAS
sistema de infusión de insulina (bomba), conectados • Infecciones cutáneas. Son más frecuentes en ISCI por
entre sí por un procesador que, usando un algoritmo ade- la implantación permanente de la aguja y siempre en
cuado, establecería la tasa de perfusión de insulina ade- relación con malas condiciones higiénicas.
cuada en cada momento. Aunque el concepto y los pri- • Lipohipertrofia. Proliferación local de tejido adiposo,
meros estudios se empezaron a desarrollar hace más de como consecuencia de inyectar reiteradamente insuli-
25 años, su utilización clínica no se ha hecho realidad na (acción lipogénica) en una misma zona. Es relativa-
aún en la actualidad. mente frecuente y, junto con el consabido problema
estético, dificulta (al igual que la lipoatrofia) la absor-
COMPLICACIONES ción de la insulina administrada en ese lugar.
• Hipoglucemia. Se trata de un efecto secundario inhe-
DE LA INSULINOTERAPIA rente al mecanismo de acción de la insulina (53). Los
factores desencadenantes más comunes son: ingesta
Las complicaciones derivadas del empleo de insulina
inadecuada, sobredosificación (objetiva o relativa a
pueden agruparse en dos grandes apartados, inmunológi-
modificaciones en su tasa de absorción), ejercicio físi-
cas y no inmunológicas.
co inadecuado, disminución de las necesidades insulí-
nicas (nefropatía, posparto inmediato, etc.), consumo
INMUNOLÓGICAS de alcohol u otras drogas (salicilatos, beta-bloquean-
La insulinoterapia puede generar la producción de anti- tes), etc. Se ha debatido la posible mayor frecuencia de
cuerpos en relación con la procedencia de la insulina hipoglucemias inadvertidas con el empleo de insulinas
(bovina o porcina), modificaciones químicas de su humanas, circunstancia no fehacientemente confirma-
estructura, contaminación con otros productos hormona- da. La tasa de hipoglucemias es superior en los pacien-
les (glucagón, polipéptido pancreático) o empleo de tes sometidos a terapia intensiva (54, 55). En relación
agentes retardantes (protamina, zinc). Con la purifica- con el estricto control metabólico perseguido, son más
ción de las insulinas y el empleo exclusivo de las actuales frecuentes las hipoglucemias nocturnas y las «inadver-
insulinas humanas biosintéticas y de los análogos de insu- tidas» (incapacidad del diabético de percibir los signos
lina estas manifestaciones son excepcionales. premonitorios o de alerta de éstas).
Se distinguen en este apartado (37, 38): • Edema insulínico. Afecta, sobre todo, a extremidades
inferiores y al tejido periorbitario. Se relaciona con el
• Alergia a la insulina. Caracterizada por fenómenos de inicio de la insulinoterapia en pacientes muy descom-
hipersensibilidad local inmediata, mediada por IgE, pensados. Parece deberse a una acción antinatriuréti-

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ca de la insulina y se resuelve espontáneamente en • Ganancia ponderal. Más frecuente en la insulinotera-
pocos días. pia intensiva.
• Alteración de la refracción ocular. Trastorno pasajero • Empeoramiento pasajero de la retinopatía diabética.
que surge por cambios bruscos en la osmolaridad del cris- Tras la rápida normalización de los niveles glucémicos
talino, paralelos a oscilaciones glucémicas importantes. en paciente previamente mal compensados.

INSULINOTERAPIA EN LA GESTACIÓN

Al establecer el tratamiento insulínico más adecuado linorresistencia) provocan un descenso brusco de las
para la paciente diabética durante la gestación (56), hay necesidades insulínicas.
que tener en cuenta las siguientes consideraciones.
Langer et al. (1988) (62) encontraron en un grupo de
63 diabéticas tipo 1, las siguientes dosis medias de insuli-
REQUERIMIENTOS INSULÍNICOS na necesarias: 1.er trimestre, 0,86 U/kg; 2.o trimestre, 0,95 U/
Los objetivos de glucemia que se establecen para la ges- kg, y 3.er trimestre, 1,19 U/kg. De igual manera, en 40 dia-
tante diabética deben tener en cuenta los valores de glu- béticas tipo 2, las dosis medias alcanzadas fueron: 1.er tri-
cemia normales en la gestante no diabética. El autoaná- mestre, 0,86 U/kg; 2.o trimestre, 1,18 U/kg, y 3.er trimes-
lisis frecuente de glucemia capilar y, últimamente, el uso tre, 1,62 U/kg. Las necesidades insulínicas en el 2.o y 3.er
de dispositivos para el continuo control de la glucemia ha trimestres de gestación, significativamente superiores en
permitido conocer mejor este aspecto (57-60). la diabetes tipo 2, podrían estar en relación con la mayor
De acuerdo con estos datos, los valores medios de glu- insulinorresistencia de estas mujeres. Jovanovic y
cemia basal durante la gestación están entre 61 y 75 mg/ Peterson (1982) (65) ya habían referido en diabéticas
dl, y van descendiendo a lo largo del embarazo. El pico gestacionales las siguientes dosis de insulina para admi-
posprandial máximo se alcanza entre los 60 y 90 minutos, nistrar a lo largo del embarazo: semanas 6 a 18, 0,7 U/kg;
con un valor medio de 97 a 120 mg/dl. semanas 18 a 26, 0,8 U/kg; semanas 26 a 36, 0,9 U/kg,
A lo largo de la gestación, y por lo que respecta a la dia- y semanas 36 a 40, 1 U/kg. Las necesidades insulínicas en
betes pregestacional, se observa: diabéticas pregestacionales, según la experiencia de Pa-
llardo et al. (1999) (66) se reflejan en la figura 1.
• Primer trimestre. Descenso de necesidades insulínicas
(10-20% dosis pregestación) por el potencial aumento ELECCIÓN DEL TIPO DE INSULINA
de la sensibilidad a la insulina, vómitos, etc. No obs-
tante, algunos autores han observado un aumento de INSULINAS HUMANAS
las citadas necesidades, achacándolo al aumento fisio-
lógico de las hormonas tiroideas en este periodo (61). El mayor potencial inmunogénico de las insulinas de
• Segundo trimestre. Aumento progresivo de las necesida- origen animal hace que se recomiende exclusivamente la
des insulínicas (62, 63) en relación con el incremento utilización de insulinas humanas en diabéticas pregesta-
de los valores de lactógeno placentario. Algunos autores
lo relacionan también con el peso inicial de la madre, la
ganancia ponderal durante la gestación y, de forma 0,84
inversa, con el tiempo de evolución de la diabetes (64). 0,69
0,63
• Tercer trimestre. Disminución de los requerimientos
Insulina (U/kg)

insulínicos en un 30% a partir de las 32-34 semanas de


embarazo (64) o a partir de las 36 semanas en un 12%
(63). Se ha tratado de explicar este hallazgo por un
fenómeno de senescencia placentaria (disminución de
la secreción de lactógeno placentario) y por el consu- 1.er trimestre 2.o trimestre 3.er trimestre
mo fetal excesivo de glucosa.
• Parto. El gasto energético del parto (contracción mus- 1 Dosis diaria de insulina empleada en los tres trimestres de
cular) y la expulsión fetal y placentaria (factor de insu- embarazo.

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cionales gestantes o que desean un embarazo, así como en aspart contemplan en su ficha técnica su administración
toda diabética gestacional que precise insulinoterapia durante la gestación.
(67). Este planteamiento resulta actualmente ocioso, ya La experiencia en animales con insulina glargina no
que, en la mayoría de los países del mundo occidental, las demuestra daño fetal (88). En el hombre se dispone úni-
insulinas animales no están disponibles. camente de comunicaciones puntuales de casos clínicos
La hipótesis de que los anticuerpos (IgG) antiinsulina (89-93), hasta la reciente publicación de un estudio pilo-
generados por la madre se ligarían a la insulina y, una vez to caso-control (94). La evidencia acumulada en estos
atravesada la placenta, contribuirían a fomentar el hipe- estudios es insuficiente para deducir conclusiones defini-
rinsulinismo fetal y, por tanto, la macrosomía, no ha sido tivas, y se precisan más datos para establecer la ausencia
confirmada de modo consistente (68-70). de riesgos. Menos datos existen aún a este respecto con la
Jovanovic-Peterson et al. (1992) (71) encontraron tasas insulina detemir, hasta que no se conozcan los resultados
similares de anticuerpos antiinsulina, comparando el de los ensayos clínicos en marcha (95).
empleo de insulina animal frente a insulina humana. En el Además de la seguridad para el feto, también hay que
grupo tratado con insulina humana objetivaron menores examinar la repercusión materna de los análogos de insu-
necesidades insulínicas, menos oscilaciones glucémicas y lina. Parece que tanto la insulina lispro como la aspart
menor tasa de macrosomía, en probable relación con un mantienen un poder inmunogénico semejante al de la
mejor control glucémico y no con una mayor inmunogeni- insulina humana (96, 97). La experiencia en pacientes,
cidad de las insulinas animales. Por su parte, Rosenn et al. tanto gestantes como no gestantes, no demuestra reper-
(1991) (72) tampoco confirmaron que las gestantes tratadas cusión clínica por la presencia de anticuerpos (98-101).
con insulina humana presenten menos macrosomía fetal. Mayor preocupación surgió por la publicación de Kitz-
Balsells et al. (1997) (73) observaron que el 50% de las miller et al. (1999) (102) de 3 pacientes sin retinopatía pre-
diabéticas gestacionales y el 92% de las pregestacionales, via que desarrollaron una retinopatía proliferativa durante
tratadas con insulina humana, presentaban anticuerpos la gestación, en la que recibieron insulina lispro. Aunque
antiinsulina, con una tasa proporcional a la dosis admi- podían existir otras causas responsables de este agravamien-
nistrada, aunque sin influir en el pronóstico fetal. La pre- to, la constatación de que la insulina lispro parece tener una
sencia de anticuerpos puede aumentar las necesidades mayor afinidad por el receptor de la IGF-1 (103) hizo pen-
insulínicas, pero no parece dificultar la optimización del sar en una relación con el análogo. Estudios posteriores,
control metabólico (74). tanto retrospectivos como prospectivos, no han confirmado
en absoluto esta sospecha (104-108). Los datos a este res-
pecto de otros análogos son limitados (109).
ANÁLOGOS DE INSULINA
Además de establecer su seguridad, es importante deter-
La necesidad de optimizar los valores glucémicos en la ges- minar si el empleo de análogos de insulina aporta un
tante diabética hace que se contemple la administración de beneficio real durante la gestación, en relación con el
los análogos de insulina disponibles, para así aprovechar los control metabólico. El metaanálisis realizado por Plank et
potenciales beneficios en cuanto al perfil de acción, tanto al. (2005) (110), que examina ensayos clínicos aleatoriza-
rápido como lento, que presentan estos fármacos (75). dos y controlados con insulina lispro frente a insulina
Antes de recomendar su prescripción hay que tener en regular, sólo encuentra una leve reducción de los niveles
cuenta consideraciones tanto de seguridad (para el feto y de HbA1c (0,12%) en pacientes con diabetes tipo 1, pero
para la madre) como de eficacia (en comparación con la no existen modificaciones en diabéticos tipo 2 y en ges-
insulina humana), aunque la insulina lispro parece no tantes diabéticas. Mathiesen et al. (2007) (111), en un
tener paso transplacentario durante el 3.er trimestre (76, ensayo aleatorizado con insulina aspart frente a insulina
77). La descripción hecha por Diamond y Kormas (1997) regular humana, concluyen que la insulina aspart es tan
(78), de dos casos de malformaciones congénitas mayores segura y efectiva como la insulina humana y potencial-
múltiples en mujeres diabéticas tratadas con lispro duran- mente puede ofrecer beneficios en el control posprandial
te el periodo de embriogénesis, despertó una alarma que y la incidencia de hipoglucemias graves, aunque estos
no parece haber sido confirmada en estudios posteriores datos son escasamente significativos. El resto de los estu-
(79-84). La tasa de malformaciones fetales en las pacien- dios observacionales no permiten aconsejar, aunque tam-
tes tratadas con lispro se establece en el 5,2%, frente al poco rechazar, el empleo de análogos de acción rápida en
5,5% registrado con insulina humana regular. las pacientes gestantes (83, 84, 107, 108, 112). Por lo que
Con respecto a la insulina aspart, los estudios animales respecta a la insulina glargina, existen referencias sobre
y su empleo en pacientes con diabetes gestacional y dia- casos aislados, sin que por el momento puedan confirmar-
béticas tipo 1 no han revelado diferencias con la insulina se diferencias ostensibles con la insulina humana (90-94).
humana en cuanto a embriotoxicidad y teratogenicidad En resumen, no parece preceptivo el empleo de análo-
(85-87). En la actualidad, tanto la insulina lispro como gos de insulina de acción rápida (lispro, aspart) en ges-

DIABETES Y EMBARAZO
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tantes diabéticas, pero si resultase preciso su empleo para Tabla 6. Ejemplo de ajuste del tratamiento insulínico
conseguir un buen control metabólico, no existe incon- en la diabetes pregestacional
veniente alguno en su utilización. Con respecto a los aná-
logos de acción retardada (glargina, detemir), no es pru- A. Ajuste básico (para optimizar los valores glucémicos)
dente por el momento su empleo. Aumento o disminución de 1 o 2 U de insulina ante la repe-
tición, durante 2 días consecutivos, de valores superiores o
inferiores a los considerados como objetivo
MODALIDAD DE INSULINOTERAPIA
• «Objetivo preprandial»: 70-100 mg/dl
Durante la gestación, en diabéticas pregestacionales, • «Objetivo posprandial»: (1 h) 100-140 mg/dl
debe emplearse una pauta de insulinoterapia intensiva, (2 h) 90-120 mg/dl
bien con dosis múltiples de insulina (MDI) o con perfu-
sión subcutánea continua de insulina (ISCI). • 03.00 h: no < 70 mg/dl

MDI Pautas de insulina


Desayuno Comida Cena 24 h
Las dosis de inicio, dependiendo de los requerimientos
previos de la paciente, pueden estar en torno a las 0,7 U/ (a) R R + NPH R + NPH
kg/día (113), repartidas en 2 o 3 dosis de insulina NPH y, (b) R R + NPH R NPH
generalmente, 3 dosis de insulina regular (o análogo de
acción rápida) preprandial. La distribución proporcional de
cada una de las insulinas a lo largo del día depende, como Insulina que se debe modificar, según glucemia alterada (auto-
es lógico, de las condiciones particulares de cada paciente control glucémico)
(horarios, actividad, etc.). Algunos autores han publicado
Pauta (a) (b)
algoritmos matemáticos para establecer las dosis (114).
Las pautas terapéuticas más empleadas a tal efecto se aDe NPH Ce NPH Ce
reflejan en la tabla 5 (66). Puede iniciarse el tratamiento dDe o aCo R De R De
insulínico con la pauta a. En situaciones de hiperglucemia
dCo o aMe R Co R Co
antes del desayuno y tendencia a la hipoglucemia noctur-
na (03.00 horas), se podrá acudir a la pauta b, desdoblan- aCe NPH Co NPH Co
do la inyección de la cena y trasladando la administración dCe R Ce R Ce
de la insulina intermedia al acostarse (24.00 horas). Cuan-
03 h R Ce/NPH Ce R Ce
do existe un espacio amplio de tiempo entre desayuno y
comida, y el espectro de acción de la insulina rápida del
desayuno no puede cubrir este intervalo, para conseguir un B. Dosis suplementarias (para corregir de manera inme-
adecuado control se puede recurrir a la asociación de insu- diata cambios glucémicos puntuales)
lina intermedia en desayuno, pautas c y d. También se con- Una vez estabilizadas las dosis de insulina según el ajuste
siguen buenos resultados con las pautas e y f. básico antes enunciado, de acuerdo con los controles glucé-
Posteriormente, el autoanálisis domiciliario de gluce- micos preprandiales pueden, en ocasiones, emplearse dosis
mia capilar permitirá ir ajustando la dosis de insulina no suplementarias de insulina rápida

Glucemias antes de Insulina Tiempo entre


Tabla 5. Insulinoterapia con dosis múltiples las comidas (mg/dl) rápida insulina y comida*
de insulina (DMI) < 70 Reducir 2 U Ninguno
Desayuno Comida Cena 24 h 70-110 No modificar 30 min

Pauta a R NPH + R NPH + R 110-150 Aumentar 1 U 30 min


Pauta b R NPH + R R NPH 150-200 Aumentar 2 U 30 min
Pauta c NPH + R R NPH + R 200-250 Aumentar 3 U 45 min
Pauta d NPH + R R R NPH 250-300 Aumentar 4 U 45 min
Pauta e NPH + R NPH + R NPH + R 300-350 Aumentar 5 U 45 min
Pauta f NPH + R NPH + R R NPH
R: insulina rápida. NPH: insulina NPH. aDe: antes del desayuno. dDe: después
del desayuno. aCo: antes de la comida. dCo: después de la comida. aMe: antes de
R: insulina de acción rápida (insulina humana regular o análogo de acción rápida la merienda. aCe: antes de la cena. dCe: después de la cena. * Con análogos de
[lispro]). NPH: insulina de acción intermedia. insulina rápida los tiempos entre inyección y comida son muy inferiores.

148 TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO DE LA DIABETES EN LA GESTACIÓN


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sólo al equipo sanitario (médico/educadora), sino, espe- Tabla 7. Tratamiento insulínico intraparto
cialmente a la propia paciente (autocontrol). en la gestante diabética
La frecuencia óptima de estos análisis de glucemia capi-
lar será de 6 controles diarios (3 preprandiales y 3 pos- 1.Infusión intravenosa de suero glucosado al 10% (500 ml)
prandiales), más la determinación periódica de la gluce- con 10 mEq de cloruro potásico para pasar en 4 h
mia a las 03.00 horas de la madrugada. En la tabla 6 se
2.Se prepara una solución de 500 ml de suero salino fisioló-
especifica el modelo de ajuste de dosis de insulina en la
gico con 50 U de insulina regular y se conecta a una bomba
diabetes pregestacional (66). de infusión intravenosa* en «Y» con el suero glucosado
El ritmo de infusión de insulina se modificará según los valo-
ISCI res glucémicos horarios:
Desde la década de 1980, son muchos los grupos que
recomiendan la ISCI en las gestantes con diabetes pre- • < 70 mg/dl No se pondrá insulina
gestacional, dado que permiten una disminución en las • 70-100 mg/dl 1 U/h
oscilaciones glucémicas y un descenso de la HbA1c, al • 101-130 mg/dl 2 U/h
tiempo que mejoran la calidad de vida y hacen descender
el número de hipoglucemias graves, sin que se aumente • 131-160 mg/dl 3 U/h
de forma significativa la tasa de cetoacidosis (46, 115). • 161-190 mg/dl 4 U/h
La revisión de los estudios sobre el empleo de ISCI en la • > 190 mg/dl 5 U/h
gestación no son tan concluyentes (116). Son pocos los
estudios prospectivos, controlados y aleatorizados (117, * 1 U/h = 10 microgotas/min = 10 ml/h.
118). En éstos se encuentran resultados similares en ambos
grupos, tanto en control metabólico como en morbilidad
materna y fetal. En estudios más recientes, Gabbe et al. INSULINOTERAPIA EN EL PARTO
(2000) (119) refieren mejores resultados en las pacientes
que utilizaron ISCI desde el periodo preconcepcional fren- La hiperglucemia materna es la principal causa de la hipo-
te a las que inician su uso durante la gestación o emplean glucemia neonatal. Por este motivo, el control glucémico en
MDI. Lapolla et al. (2003) (120), en un estudio retrospec- el periparto debe ser exquisito (124). Los valores recomen-
tivo, tampoco encontraron diferencias entre los dos grupos dados varían según los autores: entre 70-90 mg/dl (124) para
de tratamiento, salvo que las pacientes elegidas para ISCI los más estrictos, o entre 80-120 mg/dl para otros (125).
eran las que tenían mayores dificultades para optimizar su Cuando la madre inicia el trabajo de parto, la insulino-
control y tenían más frecuentemente retinopatía o nefropa- rresistencia decae bruscamente y los requerimientos insu-
tía. Por último, Giménez et al. (2007) (121) han encontra- línicos pueden ser mínimos o incluso nulos (126). En
do también los mismos resultados de control metabólico y algunos casos, la paciente puede mantenerse euglucémi-
morbilidad materno-fetal en el grupo de MDI y el de ISCI. ca simplemente con la administración de suero salino o
El empleo de ISCI estaría indicado, por tanto, en las alternando sueros salinos y glucosados (127).
pacientes que no consigan optimizar su control metabóli- En general, se mantiene una perfusión de glucosa a
co con un programa correcto de MDI, preferentemente ritmo fijo (2,5 mg/kg/min) y una perfusión de insulina en
en el periodo de preparación preconcepcional. Es vital paralelo, a ritmo variable dependiendo de la determina-
que la paciente esté adecuadamente adiestrada en el fun- ción horaria de la glucemia. Si no se dispone de una
cionamiento de la bomba, en el conocimiento de la dieta, bomba para la perfusión intravenosa de insulina, se puede
autocontrol y manejo de las situaciones agudas que pue- utilizar la perfusión conjunta de glucosa e insulina (124).
dan presentarse (hipoglucemias, interrupción del catéter, En la tabla 7 se ilustra una de estas pautas para el trata-
etc.) (116). La experiencia con IPCI en mujeres gestan- miento intraparto de gestantes con diabetes pregestacio-
tes es muy limitada (122, 123). nal o con diabetes gestacional que hayan necesitado tra-
El capítulo siguiente se dedicará a analizar pormenori- tamiento con insulina (66). Se puede aplicar la misma
zadamente el papel de la ISCI en la gestante diabética. pauta bien sea un parto espontáneo, inducido o cesárea.

TRATAMIENTO ESPECÍFICO DE LA DIABETES GESTACIONAL

La necesidad de tratar de forma intensiva a las pacientes te aceptado. A pesar de numerosos estudios que demues-
con diabetes gestacional (DG) no es un aserto plenamen- tran que el mal control de la DG incrementa de 3 a 8 veces

DIABETES Y EMBARAZO
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el riesgo de complicaciones neonatales (128-131), algunos mático de insulina en toda diabética gestacional. Se basa en
autores cuestionan incluso si se trata de una entidad clíni- la observación de complicaciones fetales en presencia de un
ca que precise tratamiento (132) y, en general, persisten clásico buen control metabólico, en la dificultad de preci-
dudas sobre la necesidad de diagnosticar y tratar a todas las sar los niveles de glucemia verdaderamente normales y en
mujeres con DG, especialmente los casos leves. el posible papel de otros nutrientes (aminoácidos) con res-
Al menos hasta la publicación de los resultados del estu- pecto al hiperinsulinismo fetal (142, 143). Determinados
dio HAPO (Hyperglycemia and Adverse Pregnant estudios (144, 145) encuentran una menor incidencia de
Outcome) (133) deben considerarse candidatas a trata- macrosomía y traumatismos fetales en gestantes sometidas
miento farmacológico todas las pacientes con DG que no a insulinoterapia profiláctica.
consigan obtener los objetivos de control metabólico desea- En cuanto a los riesgos posibles para la madre, la hipo-
dos con un programa adecuado de dieta y ejercicio físico. glucemia es rara en general en pacientes con DG tratadas
con insulina, pero se ha observado el aumento de los
niveles de tensión arterial (146). Por último, la reducción
INSULINOTERAPIA EN LA DIABETES
excesiva de los niveles glucémicos se asocia también a un
GESTACIONAL (134) aumento significativo de los recién nacidos con bajo peso
para su edad gestacional (147, 148). Por tanto, aunque
La importancia del control de la glucemia posprandial en algunos grupos defiendan la instauración de insulinotera-
la DG (135) hace que el empleo de análogos de insulina de pia profiláctica en la DG, los consensos actuales (136,
acción rápida (lispro) pueda proporcionar un beneficio 137) apoyan el uso de insulina sólo cuando falla el trata-
añadido en estas pacientes, sin especial preocupación por miento dietético.
posibles efectos teratógenos, ya que el tratamiento suele
iniciarse en la segunda mitad de la gestación. No obstante, REQUERIMIENTOS DE INSULINA (134)
los estudios realizados no muestran claras ventajas del
empleo de estos análogos frente a la insulina humana con- Según Langer et al. (1987) (149), las necesidades de
vencional (87). Por tanto, aunque la administración de insulina se van incrementando en la paciente con DG
insulina lispro o aspart parece segura desde el punto de hasta la semana 30-32 y después se estabilizan. Las dosis
vista materno-fetal, no existe indicación preferente de son variables, dependiendo del índice de masa corporal
análogos de insulina durante la gestación (67). materno, y oscila entre 0,8-0,9 U/kg que refieren grupos
La insulinoterapia en la DG se establecerá en las americanos, como el de Langer, hasta la dosis más habi-
pacientes que no obtienen un adecuado control metabó- tual en nuestro medio, de 0,2-0,3 U/kg.
lico con el tratamiento dietético. Las pautas de insulinoterapia suelen ser también muy
Los objetivos de control metabólico establecidos en la 4.a variadas y van dirigidas a corregir las alteraciones glucémi-
y 5.a International Workshop-Conference on Gestational cas específicas de cada paciente, bien sea la glucemia basal,
Diabetes (136, 137) son: las glucemias preprandiales y/o las posprandiales. Una
pauta de inicio adecuada sería insulina NPH (0,2-0,3 U/
• Glucemia basal: ≤ 95 mg/dl (5,3 mmol/l). kg) en 1 o 2 dosis, a la que se añadiría insulina regular o
• Glucemia 1 hora posprandial: ≤ 140 mg/dl (7,8 mmol/l). análogo rápido de insulina (1 U/10 g de hidratos de carbo-
• Glucemia 2 horas posprandial: ≤ 120 mg/dl (6,7 mmol/l). no de la dieta) si la glucemia posprandial está elevada. En
la tabla 8 se reflejan las pautas más frecuentes (150).
Para su valoración se realizará autoanálisis diario de la
glucemia capilar. Aunque, en general, 2 semanas son sufi-
Tabla 8. Insulinoterapia en la diabetes gestacional
cientes para establecer si la dieta y el ejercicio pueden
lograr estos objetivos, cuando la DG se diagnostica después
Glucemia alterada Desayuno Comida Cena 24 h
de la semana 30, el margen de espera debe ser menor.
Varios estudios (138-141) apoyan el empleo de paráme- Basal NPH
tros ecográficos fetales (circunferencia abdominal) para Basal + PreP NPH NPH
indicar la necesidad de tratamiento insulínico. No obs-
PreP + PosP NPH + R R NPH + R
tante, el perímetro abdominal fetal medido mediante
ecografía en la semana 28 de gestación no siempre refle- PreP + PosP NPH + R R R NPH
(si hipoglucemia
ja la progresión del crecimiento fetal durante el 3.er tri-
nocturna)
mestre y debe ser considerado tan sólo un dato adicional
y complementario a los parámetros metabólicos mater- Sólo PosP* R R R
nos, y no el elemento único de decisión.
PreP: glucemia preprandial. PosP: glucemia posprandial. R: insulina de acción rápi-
Hace tiempo que algunos autores vienen defendiendo la da (humana regular o análogo rápido [lispro]). NPH: insulina de acción interme-
insulinoterapia profiláctica, que aboga por el empleo siste- dia. *: sólo en la comida afectada.

150 TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO DE LA DIABETES EN LA GESTACIÓN


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Durante el parto, la paciente con DG tratada con insu- ensayo controlado, aleatorizado, que emplea metformina
lina ha de ser considerada igual que la paciente con dia- durante el tercer trimestre en DG (MiG trial) (170).
betes pregestacional (tabla 7). En el posparto inmediato, 6. La información disponible en el hombre es inadecuada
se suspenderá la administración de insulina, aunque debe para evaluar el riesgo de la glipizida y la rosiglitazona
continuarse durante los primeros días el control de la glu- en la gestación.
cemia capilar, especialmente en loa casos en los que se 7. La excreción en la leche materna de metformina, gli-
sospeche una diabetes mellitus tipo 2 no diagnosticada blencamida y glipizida (171) es mínima o indetectable.
antes de la gestación.
A pesar de las publicaciones iniciales (172, 173), en las
que se apuntaba un mayor riesgo de malformaciones con-
CONSIDERACIONES SOBRE EL EMPLEO génitas y otras alteraciones fetales (macrosomía e hipo-
DE ANTIDIABÉTICOS ORALES EN LA DG glucemia neonatal), en pacientes tratadas con sulfonilu-
reas de primera generación, estos resultados adversos eran
El empleo de antidiabéticos orales, en vez de insulina más achacables al mal control metabólico materno que al
en la DG, es una alternativa atractiva por su más fácil fármaco en sí. Un metaanálisis posterior no pudo demos-
administración y mejor aceptación por la paciente. trar un incremento en el riesgo de anomalías fetales con
El análisis de los estudios realizados permite obtener sulfonilureas (174).
determinadas conclusiones (151): La experiencia con otros antidiabéticos orales, como la
repaglinida, se limita a comunicaciones puntuales de expo-
1. Los estudios con gliblenclamida (152, 153) y glipizida sición durante el 1.er trimestre (175, 176), sin haberse
han encontrado una mínima o nula transferencia placen- detectado repercusiones fetales. La acarbosa podría tener
taria, mientras que tanto la metformina (154) como la una aplicación potencial en la DG por su nula absorción
rosiglitazona (155, 156) sí parecen atravesar la placenta. intestinal y su empleo fuera del periodo teratogénico, pero
2. A diferencia de los estudios en embriones de ratón que no existen muchos datos en la literatura médica (177), al
demostraban el potencial teratogénico de la clorpropa- igual que ocurre con la rosiglitazona (178).
mida y la fenformina (157, 158), los estudios en anima- De todo lo expuesto, se puede concluir que ni la gli-
les realizados con otros fármacos no encuentran datos blenclamida ni la metformina parecen afectar el desarro-
que sugieran este riesgo. llo fetal en humanos. La glibenclamida ha demostrado su
3. En la DG, la glibenclamida es segura y eficaz, aunque eficacia en el tratamiento de la DG y la metformina se ha
un 16-19% de las pacientes no alcanzan los objetivos administrado con buenos resultados en mujeres con ova-
de control (159-166). rio poliquístico que subsecuentemente quedaron embara-
4. No se ha observado toxicidad fetal en las gestaciones zadas. En el caso de la metformina, los resultados pen-
tratadas con metformina por síndrome de ovario poli- dientes del MiG trial permitirán establecer con mayor
quístico (167). seguridad sus indicaciones en la gestación. Con respecto
5. Aunque un estudio previo encontraba una mayor inci- a la glibenclamida, parece razonable contemplar su uso
dencia de preeclampsia en pacientes tratadas con met- en las situaciones en las que la insulina no pueda ser
formina (168), un estudio aleatorizado posterior no lo empleada como primera elección: limitaciones económi-
confirma (169). En la actualidad se está efectuando un cas, rechazo de la paciente, etc.

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DIABETES Y EMBARAZO
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