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caracterizan por los rasgos que se describen en jeres, y su influencia en la relación médico-pa-
el capítulo 1 y que, lógicamente, ejercen un im- ciente, se presenta como un tema de progresivo
portante efecto en la práctica de la medicina. interés científico por varias razones, que se resu-
Estas características se mantienen constantes a men en la tabla 1.
pesar de los cambios y reformas en las diferen-
tes sociedades. El género, entendido como aque- Sin embargo, a pesar de este interés, son escasos
llas pautas culturales en las que la sociedad ha los estudios sobre el tema y la metodología usa-
diferenciado interesadamente a hombres y mu- da no siempre es satisfactoria.
Tabla 1. Razones para el incremento del interés por los factores de género en la relación médico-paciente
Es importante resaltar que, pese a lo que tradi- Es interesante destacar que en diferentes estu-
cionalmente se había pensado, estudios recien- dios (Todd, 1989) se confirma que la fuente de
tes demuestran que las mujeres no se quejan en conflictos más importante entre el género fe-
exceso de síntomas somáticos (es decir, no son menino y la clase médica tiene que ver con los
unas «quejicas» como se les ha estereotipado ne- procesos relacionados con la reproducción,
gativamente). Ante la paradoja de que las muje- que no son enfermedades como tal, sino una
res viven más pero consultan más al médico, parte de la vida diaria y social de las mujeres.
manifiestan más síntomas y muestran mayor Aparte de diferencias en la forma de entender
discapacidad y morbilidad, la idea general era la reproducción claramente sesgada por el gé-
que la mujer percibía de forma amplificada los nero, los médicos tienden más a centrarse en
síntomas somáticos, los expresaba más fácil- los aspectos puramente biológicos y técnicos,
mente y buscaba ayuda médica por trastornos mientras que las mujeres se encuentran más
menores. Estudios recientes (Macyntire y cols., preocupadas por el impacto de la enfermedad
1999) confirman que no es así: cuando se con- de una forma global en su funcionamiento so-
trola la gravedad de la enfermedad somática, las cial y personal. Este fenómeno, muy evidente
mujeres no comunican ante las preguntas del en las décadas de 1970-1980 cuando el ratio
médico un mayor número de quejas «menores» o de mujeres en la profesión médica era aún ba-
más síntomas psicológicos, lo cual desmiente jo, cabe esperar que haya ido disminuyendo
uno de los más importantes mitos sobre el tema. con la progresiva feminización de la medicina,
aunque no tenemos estudios que lo confir-
Por último, cuando quiere conocerse la satis- men. Estas divergencias vuelven a ponerse de
facción de los pacientes con las habilidades manifiesto en el tratamiento de las enferme-
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dades crónicas. A diferencia de los procesos Quizá por esto se sabe que los pacientes varones
agudos, susceptibles de intervención exclusi- prefieren médicos de su sexo en trastornos uro-
vamente técnica, los trastornos crónicos exi- genitales y anales. Sin embargo, las mujeres pre-
gen una planificación del impacto en la vida fieren médicos de su mismo género para tratar
diaria y, por eso, las necesidades y expectativas problemas sociales y familiares. Por eso, también
de las mujeres con estos procesos son diferen- suelen preferir una mujer en la profesión de tra-
tes y más amplias que las de los hombres. Un bajo social. Cuando un paciente elige a un pro-
buen ejemplo de este fenómeno lo experimen- fesional de su mismo sexo es porque considera
tamos en la actualidad con la fibromialgia, que puede hablar con él más fácilmente. Como
trastorno al que, por su elevada prevalencia e resumen, en la tabla 2 se describen las principa-
importancia de los factores de género, dedica- les diferencias entre hombres y mujeres respec-
mos un capítulo específico. to a la relación médico-paciente.
— Las pacientes mujeres realizan más preguntas y reciben más información de sus médicos que los hom-
bres. Es posible que la causa sea porque la información que reciben es menos sustancial, aunque las pre-
guntas se realicen con el mismo «nivel técnico» en ambos sexos
— Parece ser que aspectos como el nivel cultural/clase social, edad o grupo étnico modulan la forma en que
las mujeres obtienen esta información deseada
— El tiempo que dedican los profesionales en la consulta a ambos sexos, pese a que dedican más tiempo a
contestar preguntas las mujeres, es similar
— Las mujeres expresan con más facilidad sus preocupaciones y sus sentimientos negativos
— Los profesionales son más empáticos con las mujeres que con los hombres (p. ej., abandonan significati-
vamente menos la consulta con ellas)
— Las mujeres son más capaces que los hombres de discriminar las habilidades de comunicación de su mé-
dico diferenciándolas de la eficacia del tratamiento prescrito. La causa podría ser la mayor familiaridad
con la consulta médica (ya se ha referido que acuden más a consultas) y/o ciertos aspectos de persona-
lidad descritos
— Las mujeres, para el mismo nivel de gravedad de enfermedad somática, no aquejan más síntomas ni
muestran más malestar psicológico que los hombres
— La mayor fuente de conflictos en la comunicación mujer-médico surge en los procesos relacionados con
la reproducción, porque sólo se tienen en cuenta los aspectos biológicos y no las implicaciones sociales y
personales
— Las enfermedades crónicas también son fuente de necesidades y expectativas propias, y más amplias en el
género femenino, y constituyen un problema que los profesionales no están resolviendo adecuadamente
tas de obstetricia y ginecología y de medicina Un metaanálisis (Hall y Roter, 2002) de siete es-
interna. Aunque son necesarios estudios sobre la tudios (cinco a médicos generales, de familia e
influencia del género en las consultas de las res- internistas y dos a especialistas en obstetricia y
pectivas especialidades y patologías, se da por ginecología), encontró hallazgos significativos
hecho que los datos que describiremos a conti- que revelan que, en conjunto, los pacientes ha-
nuación son extrapolables a todo tipo de con- blan más a las médicas que a los médicos, reve-
sultas. lan más información biomédica y psicológica y
hacen manifestaciones más positivas a las médi-
Uno de los estudios clásicos sobre el tema de la cas que a los médicos. También encuentran que
comunicación, que analiza las interrupciones a los pacientes son más asertivos y tienden a inte-
las que se ven sometidos los médicos por sus rrumpir más a las médicas que a los médicos. Las
pacientes en dependencia del género (y de la pacientes hacían manifestaciones de su pareja
etnia), observa que las doctoras son interrum- más a las médicas que a los médicos, pero no
pidas por los pacientes varones (sean de la et- ocurría lo mismo en la visita obstétrico-gineco-
nia que sean) significativamente más que los lógica. Otro metaanálisis posterior (Roter y Hall,
médicos hombres. Sin embargo, los médicos 2004) encontró que el tiempo de las consultas
varones apenas son interrumpidos por los pa- de las médicas es, en promedio, 2 minutos más
cientes varones y, aún menos, por las pacientes. largo que el de las de los médicos. Durante este
El proceso se incrementa aún más en la etnia tiempo las médicas centran más su comunica-
negra respecto a la blanca, ya que ambos sexos ción en el paciente, en sus consultas incluyen
interrumpen mucho menos que su contraparti- más la charla positiva y el consejo psicosocial
da de la etnia blanca. Las principales conclusio- que sus compañeros varones y sus preguntas
nes de los estudios sobre este tema se resumen son más de tipo psicosocial y enfocadas emocio-
en la tabla 3. nalmente. Además, los pacientes de las médicas
Tabla 3. Principales conclusiones de los estudios sobre la influencia del género del médico
en la relación con el paciente
— Las médicas son interrumpidas por sus pacientes en más ocasiones que los médicos
— Las médicas ofrecen explicaciones más claras sobre el riesgo, la etiología y el pronóstico de la enferme-
dad y dedican más tiempo a las actividades preventivas. Influyen de manera más efectiva en la provisión
de los servicios de cribado y consejo en relación con los médicos varones (Henderson y Weisman, 2001)
— Las médicas alargan más el tiempo de la consulta (un promedio de 2 min, es decir, un 10 % del total). Sus
entrevistas incluyen más contenido emocional y psicosocial, hacen más comentarios positivos al pacien-
te, preguntan más y dan más respuestas sobre antecedentes obteniendo, a su vez, de los pacientes, más
respuestas sociales e información médica (Hernández y cols., 1992)
— Se comunican con los pacientes de manera distinta a sus colegas médicos ya que utilizan un estilo más
igualitario, empleando modelos cooperativos en la relación médico-paciente y facilitan más y de una ma-
nera más efectiva que los médicos varones la participación del paciente en la consulta. Además, mani-
fiestan más que los médicos sus preferencias por los pacientes y muestran más insatisfacción por la fal-
ta de tiempo en la consulta (Hall y Roter, 2002)
— Tienden a trabajar más en equipo que solas, sobre todo con enfermería (Delgado y cols., 2001)
— Es percibida por los pacientes como más democrática o con mayor humanidad (Delgado y López, 2004)
— Sin embargo, no hay estudios que confirmen que los pacientes de las médicas obtengan mejores resulta-
dos de salud
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hablan más globalmente, aportan más informa- fuerte influencia social. Lo que se describe en es-
ción psicosocial y biomédica y hacen más afir- tos estudios es un claro sesgo en el perfil pres-
maciones positivas de sus médicas que los pa- criptor de los profesionales, que consiste en que
cientes de sus médicos. los médicos tienden a minimizar el malestar en
las mujeres mientras que se maximiza cuando el
Otro aspecto que se debe evaluar es si la díada mismo malestar afecta a los hombres (Gil García
médico-paciente según el género (médico-pa- y cols., 2005). A estas mismas conclusiones se ha
ciente varón; médico-paciente mujer; médica- llegado también mediante estudios cuantitativos
paciente varón y médica-paciente mujer) presen- (Moreno Luna y cols., 2000). La explicación pue-
ta diferencias entre sí en cuanto a la relación en de ser la denominada «profecía autocumplida»
la consulta. Los estudios (Van den Brink-Muinen que consiste en que es más probable que a las
y cols., 2002) parecen demostrar que hay diferen- mujeres se les prescriban fármacos porque en la
cias: la díada que más se diferencia del resto es la bibliografía se presentan como más necesitadas.
doctora-paciente mujer, que permite unos patro- Estos autores (Gil García y cols., 2005) afirman
nes de entrevista biopsicosocial, centrada en el que en el grado en que se percibe y se espera un
paciente, en la que se da gran importancia a las determinado comportamiento, se diagnostica y
emociones y sentimientos. Esto es común en los se trata en la misma línea. Esta profecía auto-
seis países europeos occidentales del estudio, in- cumplida comporta un doble efecto perverso:
cluida España. Las mayores diferencias entre paí- por un lado, infravalora las enfermedades psi-
ses surgen cuando en la díada se incluye al mé- quiátricas de las mujeres y, por otro, confiere un
dico varón, independientemente del género del estado patológico a malestares sociales y favore-
paciente. Su orientación biopsicosocial es muy ce su medicalización. También estos estudios de-
variable y determina estas diferencias desde mo- muestran que los pacientes varones se encuen-
delos muy biológicos y exclusivamente centrados tran descontentos con las médicas jóvenes, y que
en la enfermedad, hasta otros con mayor in- parece que se debería a prejuicios de desvaloriza-
fluencia psicosocial y centrados en el paciente. ción. De este modo, las médicas describen que
los pacientes identifican autoridad con eficacia,
Una última fuente de datos son los estudios me- rapidez y experiencia, y estas cualidades las iden-
diante métodos cualitativos, metodología impor- tifican con médicos varones, de modo que ellas
tada de las ciencias socioantropológicas, y que se no reciben el mismo reconocimiento que sus
está imponiendo en trabajos sobre temas de compañeros (Delgado y López, 2004).
Conclusión
El estudio sobre la influencia del género en los tante, de una sensibilidad sobre el tema en los
aspectos comunicacionales y de los cuidados de profesionales del sistema, pacientes y sociedad
salud ha sufrido un incremento espectacular en en general. En este capítulo hemos intentado re-
los últimos años. La consecuencia ha sido el de- sumir de forma didáctica los datos más impor-
sarrollo de unos conocimientos específicos, de tantes sobre el tema y el estado de la opinión
unos dispositivos ad hoc y, lo que es más impor- pública sobre la cuestión.