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MUJER DE 75 AÑOS
CON FIEBRE, LEUCOCITOSIS
Y ALTERACIONES
DE LA BIOQUÍMICA HEPÁTICA
CASO CLÍNICO
FIG. 1. Masa heterogénea en segmento IV. FIG. 2. Vesícula con paredes engrosadas.
G. de la Poza Gómez, V. F. Moreira Vicente e I. Gallego Rivera 235
Aerobios
Escherichia coli 25,00% TABLA 2. Microbiología de los casos
Streptococcus milleri 14,20% de Lee [7]
Enterococcus spp 14,20% Aerobios
Pseudonomas spp 14,20% Klebsiella pneumoniae 66,00%
Klebsiella spp 8,30% Escherichia coli 10,70%
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Mientras que el cultivo del material del absce- HALLAZGOS EN LAS TÉCNICAS DE IMAGEN
so es positivo en el 86% de los casos, sólo lo son
el 57% de los hemocultivos. En la radiografía de tórax se puede observar,
en un tercio de los pacientes, elevación del hemi-
CLÍNICA diafragma derecho, derrame pleural y atelecta-
sias o consolidaciones basales; estos signos
Existe un amplio espectro de presentaciones indirectos deben hacernos pensar en una patolo-
clínicas, desde molestias abdominales difusas gía infradiafragmática.
hasta sepsis, como en el caso clínico presentado. Para descartar la presencia de un absceso
Los signos y síntomas más frecuentes son los hepático, las técnicas de imagen más utilizadas
más inespecíficos, como fiebre, dolor abdominal son la ecografía y la TC. Quizás inicialmente sea de
y pérdida de peso. En la tabla 3 se resumen las elección la ecografía por su bajo coste y alta sen-
formas de presentación más frecuentes. sibilidad (85-95%), aunque con la TC se pueden
detectar colecciones de 0,5 mm de diámetro, con
DATOS DE LABORATORIO [8, 9] la ventaja de que su eficacia diagnóstica no depen-
de del radiólogo, pero con el inconveniente de la
No existen hallazgos analíticos específicos utilización de contraste i.v. Ambas técnicas permi-
en esta patología. El parámetro que más fre- ten guiar un eventual drenaje de la colección [3].
cuentemente se encuentra alterado es la fosfata- La RM identifica pequeñas lesiones en el
sa alcalina, que está elevada en el 56-90% de los parénquima con una elevada sensibilidad, y es
casos, con valores desde 63 a 1.520 U/l. Suele característica la captación de la pared del absce-
haber leucocitosis (17,5 ⫻ 103 ± 7,6 leucoci- so tras la administración de gadolinio. Sin embar-
tos/µl), anemia moderada (11,6 ± 1,9 g/l), hipoal- go, esta técnica es menos utilizada por su menor
buminemia (33,5 ± 5,7 g/l) y discreta hiperbilirru- accesibilidad y porque no permite la terapéutica.
binemia con hipertransaminasemia, que será Con las técnicas de imagen puede estable-
más llamativa cuando el absceso sea secundario cerse una clasificación de los abscesos según su
a patología biliar. Además, es frecuente el tamaño [10, 11].
aumento de los valores de creatinina y de nitró-
geno ureico. Microabscesos
DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
Dolor en el cuadrante superior derecho del abdo- Dolor en el cuadrante superior derecho del abdo-
men men
Fiebre y mal estado general Fiebre y mal estado general
Lesión hipoecoica solitaria de márgenes regulares Lesiones hipoecoicas múltiples de márgenes irre-
(> 50%) gulares (> 50%)
Serología positiva antiamebiana (> 1:512) Serología antiamebiana negativa
— Cultivos hepáticos, sanguíneos o biliares positivos
En un estudio prospectivo aleatorio que táneo disminuye el tiempo de evolución del abs-
comparaba ambas técnicas (drenaje con catéter ceso en comparación con el drenaje percutáneo
frente a aspiración) la aspiración con aguja se aislado [24, 25].
asoció a menor estancia hospitalaria, menor mor-
talidad y mayor éxito de tratamiento, aunque no Antibioterapia
se hallaron diferencias estadísticamente signifi-
cativas [17]. Se recomiendan al menos 2 semanas de tra-
Incluso en abscesos múltiples se ha propues- tamiento parenteral completadas con 4 a 6 sema-
to de elección la aspiración con aguja, antes que nas de tratamiento por vía oral. Siempre que sea
el drenaje con catéter percutáneo o el quirúrgico posible se recogerán hemocultivos y se tomarán
[18, 19]. muestras del absceso previas al inicio de la anti-
El drenaje quirúrgico, que era el tratamiento bioterapia.
estándar en el pasado, se reserva actualmente El tratamiento será inicialmente empírico y
para los pacientes que presenten patología qui- se modificará posteriormente según los resulta-
rúrgica concomitante como apendicitis, diverticu- dos de los hemocultivos y del material del abs-
litis, patología biliar, o en caso de perforación o ceso. Si el absceso resulta polimicrobiano hay
rotura del absceso. Además se usará en caso de que tener en cuenta que deberán cubrirse tam-
mala evolución con el drenaje percutáneo, o bién microorganismos anaerobios, ya que es
cuando por la localización del absceso sea poco muy posible que estén implicados aunque no se
accesible a éste. También se ha propuesto en hayan cultivado.
caso de ascitis para evitar una eventual contami- Las pautas empíricas más habituales son:
nación secundaria al drenaje percutáneo [4, 14,
17, 20]. – Metronidazol junto con una cefalosporina de
Cuando el absceso hepático tiene un origen tercera generación (ceftriaxona o cefotaxima) o
biliar, otra opción terapéutica es el drenaje una quinolona.
endoscópico, que se basa en la realización de – Monoterapia con carbapenems o piperacilina-
esfinterotomía endoscópica y la colocación de un tazobactam o ticarcilina-clavulánico o ampicili-
drenaje nasobiliar o de una prótesis biliar [21]. na-sulbactam.
Se han publicado varias series de abscesos
hepáticos comunicados con vía biliar tratados En la figura 5 se presenta un algoritmo para el
con drenaje endoscópico. Dull et al. [22] descri- tratamiento de los abscesos hepáticos piógenos.
bieron en 1999 20 abscesos hepáticos comuni-
cados con la vía biliar tratados con éxito median- COMPLICACIONES Y PRONÓSTICO
te un drenaje nasobiliar, con antibioterapia a
través de éste, además de por vía sistémica. Sin Las complicaciones pulmonares son las más
embargo, Sersté et al. [23] describieron en 2007 frecuentes, fundamentalmente el derrame pleural
otra serie de 14 pacientes de los que 10 fueron en el hemitórax derecho. Otras mucho menos fre-
tratados de forma efectiva únicamente con dre- cuentes, aunque más graves, son la rotura del
naje endoscópico, pero el resto —es decir, el absceso, la tromboflebitis de la vena porta o
28%— necesita asociar un drenaje percutáneo. esplénica, el shock séptico o la embolización de
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En el momento actual no hay estudios que metástasis sépticas, lo que sucede en el 3-8% de
demuestren que el drenaje endoscópico per se los casos.
sea suficiente para drenar el absceso hepático de Secundariamente a un émbolo séptico se
origen biliar. puede producir una endoftalmitis, que es espe-
Sí se ha establecido, y es aceptado por to- cialmente frecuente en pacientes diabéticos con
dos los clínicos, que en caso de un absceso abscesos hepáticos por K. pneumoniae. En este
hepático comunicado con la vía biliar debe reali- caso hay que instaurar con rapidez antibioterapia
zarse drenaje endoscópico siempre que exista intraocular (generalmente cefalosporinas de ter-
obstrucción de ésta (coledocolitiasis, neoplasias, cera generación) para evitar la progresión de la
etc.). Si no hay obstrucción, aunque no es nece- infección que puede llevar a la pérdida irreversi-
sario, el drenaje endoscópico añadido al percu- ble de la visión [26].
240 Mujer de 75 años con fiebre, leucocitosis y alteraciones de la bioquímica hepática
Obtener hemocultivos
Valorar serología amebiasis
- Patología quirúrgica
No concomitante Sí
- Ascitis grave
- Coagulopatía intensa
- Riesgo quirúrgico aceptable
Drenaje
No Sí quirúrgico
Sospecha
de origen biliar
Sí No
Mejoría clínica en 48-72 horas
al finalizar tratamiento
- Repetir aspiración CPRE
- Reponer catéter Drenaje
quirúrgico
Mejoría clínica
Sí No
FIG. 5. Tratamiento de los abscesos hepáticos. AB: antibiótico. Modificado de Johanson y Stapleton [3].
G. de la Poza Gómez, V. F. Moreira Vicente e I. Gallego Rivera 241
La mortalidad actual oscila entre el 6 y el 26% esplénicos. Tienen similar presentación clínica y
según las series, a pesar del correcto tratamien- no hay diferencias en las alteraciones analíticas.
to, y es prácticamente del 100% en ausencia del Al contrario que en los piógenos, no se obtienen
mismo. microorganismos al cultivar el material del abs-
Según la serie de 133 pacientes de Álvarez et ceso.
al. [6], los factores de riesgo independientes rela- Si se realiza una PAAF de estos abscesos se
cionados con mayor mortalidad hospitalaria son obtiene: en el estadio precoz, necrosis central,
el origen biliar del absceso, las lesiones múltiples, abundantes polimorfonucleares y algunas células
el aumento del nitrógeno ureico, los valores bajos gigantes, y en estadios más avanzados se detec-
de hemoglobina y el shock séptico. ta un mayor grado de fibrosis, menor número de
Además, parecen implicar peor pronóstico polimorfonucleares y algunas células epitelioides
los hemocultivos positivos, la infección polimicro- y gigantes.
biana, el distrés respiratorio, el aumento de crea- En una serie reciente de 30 casos [30] se des-
tinina y el aumento del tiempo de protrombina. cribe que 21 de ellos se asociaban a enfermedad
En una reciente revisión española se estable- inflamatoria intestinal (EII), que incluso era diag-
ce como único factor de riesgo independiente nosticada años después de haber presentado el
para mortalidad la presencia de sepsis o de absceso aséptico. La edad media de estos
shock séptico [27]. Sin embargo, Wong et al. [9], pacientes era de 24 años al diagnóstico del abs-
en un estudio retrospectivo de 80 abscesos ceso. No se encontró relación con el grado de
hepáticos piógenos, encontraron como único actividad de la EII.
factor de riesgo independiente la patología tumo- En los casos no asociados a EII, la edad
ral [9]. media al diagnóstico del absceso fue de 42 años.
De estos 9 pacientes, 2 presentaban policondritis
ABSCESOS CON CARACTERÍSTICAS PROPIAS recidivante y 3 gammapatía monoclonal de ori-
gen incierto.
Absceso por K. pneumoniae Estos abscesos no responden a antibiotera-
pia, pero sí a corticoides, aunque el 66% recidi-
Esta bacteria es responsable del 55 al 80% va y en el 43% se requiere asociar inmunosu-
de los abscesos hepáticos en Asia, y su inciden- presores.
cia está aumentando en Estados Unidos [8, 28].
Típicamente produce abscesos monomicro-
bianos de aspecto sólido en la ecografía y con BIBLIOGRAFÍA
escasa cantidad de pus. Esto último parece
estar en relación con un gen de virulencia (mag
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A) que hace que la bacteria sea resistente a la Conectado en febrero 2007.
fagocitosis [8]. 2. Álvarez JA, Baldonedo RF, González JJ, Sanz L, Carreño G,
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