Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
La selección de los documentos que se publican en el presente libro estuvo a cargo de César
Alva Orihuela, en el marco del proyecto «Consolidación de los Órganos Técnicos del Consejo
Consultivo Laboral Andino» que financia AECI y la Fundación Paz y Solidaridad de España.
Diciembre 2007
Distribución Gratuita
Presentación
Desde la década de los noventa del siglo XXI a la fecha, de eso hace un poco más de 17 años,
se han producido una serie de cambios profundos en el mundo del trabajo a nivel mundial en
perjuicio directo de los trabajadores como consecuencia del proceso de globalización, pero
que, en el análisis del tiempo, se ha demostrado que no son ni deben ser irreversibles.
OIT 7
LA SUBCONTRATACION LABORAL 9
MÉXICO 31
PERÚ 55
COLOMBIA 81
ECUADOR 137
VENEZUELA 155
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL.
Bomba de tiempo a la paz social 157
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
6
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
OIT
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL
Arturo S. Bronstein
7
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
8
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
La subcontratación laboral
Arturo S. Bronstein1
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN 10
SOLUCIONES JURÍDICAS 20
COMENTARIOS FINALES 27
1
Director, Equipo Técnico Multidisciplinario de OIT para Centroamérica, Cuba, Haití, México, Panamá y
República Dominicana. El presente artículo es una versión revisada de una ponencia presentada por el autor
en el Seminario Internacional sobre el Derecho del Trabajo ante el Nuevo Milenio, celebrado en Santo
Domingo, República Dominicana, en abril de 1999. El autor expresa sus puntos de vista personales.
9
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
INTRODUCCIÓN
ENTORNO SOCIOECONÓMICO
Y JURÍDICO DE LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL
El hecho de que la Conferencia Internacional del Trabajo no pueda adoptar una norma
internacional que se le ha sometido para su examen, es un evento poco menos que
2
Conforme al Reglamento de la Conferencia Internacional del Trabajo, se había llevado a cabo una primera
discusión, en 1997, en el curso de la cual ya se habían puesto de manifiesto las dificultades conceptuales que
enfrentaba este tema. No obstante ello, la Conferencia en 1997 había adoptado conclusiones con miras a la
adopción de un Convenio completado por una Recomendación, que se sometieron a segunda discusión en
1998. Consciente de los problemas que enfrentaba este tema, la Oficina Internacional del Trabajo había,
excepcionalmente, propuesto un proyecto alternativo. Sin embargo esto no fue suficiente para que la
Conferencia pudiera llegar a un acuerdo susceptible de permitir que se adoptasen el Convenio y la Recomen-
dación sobre trabajo en régimen de subcontratación.
10
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
3
El Reglamento de la Conferencia Internacional del Trabajo contempla la posibilidad de que el Consejo de
Administración decida la Agenda de la Conferencia mediante un voto. Sin embargo, los casos en que se
procede a fijar la Agenda por votación han sido excepcionales. La decisión de incluir el trabajo en régimen de
subcontratación dentro de la Agenda de la Conferencia de 1997 y 1998 fue adoptada por consenso.
11
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
Por consiguiente, si para los sindicatos parecía esencial limitar la posibilidad de recu-
rrir a la subcontratación de trabajo, para los medios empresariales era no menos
esencial conservar la libertad de hacerlo; entre estas dos posiciones extremas fue
muy difícil encontrar una transacción satisfactoria y esto explica que la Conferencia
no pudo adoptar ninguna norma internacional sobre el trabajo en régimen de subcon-
tratación.
Además, la redacción de los convenios de la OIT debe tener una gran precisión
idiomática, pues tanto su versión inglesa como la francesa hacen igualmente fe; mo-
tivo por el cual ambos textos deben tener exactamente el mismo alcance jurídico.
Esto añade una dificultad suplementaria a la elaboración de las normas internaciona-
les del trabajo, en la medida en que un texto literalmente único debe respetar el
espíritu de los sistemas de la Common Law tanto como del romano-germánico, los
que ofrecen la característica de que a menudo llegan a las mismas soluciones a tra-
vés de metodologías y formas de razonamiento jurídico opuestos.
En el caso del trabajo en régimen de subcontratación, esto significó una tarea suma-
mente ardua y que en definitiva no pudo llegar a buen término, pues a la luz de las
discusiones de la Conferencia quedó evidenciado que en los distintos países del mun-
do la expresión trabajo en régimen subcontratación cubre formas muy heterogéneas
4
Si bien la asunción de obligaciones internacionales, dimanante de la ratificación de un Convenio de la OIT, no
es irreversible, hay que saber que los Convenios de la OIT sólo se abren para su denuncia durante un año de
cada diez (por ejemplo, si un Convenio ha entrado en vigor en enero de 1990 recién se abrirará para su
denuncia en enero del año 2000). La otra posibilidad de denuncia se da cuando un Convenio ha sido revisado
por otro Convenio. En ese caso la ratificación del Convenio revisor implica la denuncia automática del revisado.
12
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
de organización del trabajo, que a veces tienen poca relación entre sí. Ello sin hablar
de la manera muy diversa según la cual una misma modalidad de subcontratación
puede ser abordada en los sistemas jurídicos de los distintos Estados Miembros de la
OIT, quienes a veces pueder ser muy permisivos y otras muy restrictivos con respecto
a ella. Para una mayoría de países de lengua inglesa el término sub-contracting tien-
de a aplicarse a la sustitución de una relación de trabajo por un contrato comercial
(por ejemplo, un conductor asalariado de una empresa deviene un transportista autó-
nomo, con contrato con ella, sin que la naturaleza de sus tareas haya variado), mien-
tras que contract labour correspondería al suministro de mano de obra mediante
intermediación laboral. Para los países de lengua española la palabra subcontratación
se identifica a veces con el suministro de fuerza de trabajo, pero otras veces (como
en España) se emplea dicho término para la subcontratación de obra (en este caso se
habla de contrata), reservándose el de intermediación para la de trabajo. A su vez los
de lengua francesa distinguen entre la sous-traitance para los servicios y la sous-
entreprise para la mano de obra, a la que también pueden denominar marchandage si
asume una forma prohibida por la ley, o mise à disposition (de trabajadores) cuando
la ley lo permite (por ejemplo cuando se hace con la intermediación de una empresa
de trabajo temporal).
A falta de una definición clara sobre el tipo de subcontratación a la que quería referir-
se, la Conferencia se encontró ante el dilema de no poder precisar qué formas o tipos
de trabajo en régimen de subcontratación serían abordados por los instrumentos
internacionales, ni definir un campo de aplicación para el nuevo convenio, ni tampoco
precisar el alcance de las obligaciones dimanantes de las nuevas normas. El único
acuerdo al que pudo llegar consistió en pedir a la Oficina Internacional del Trabajo que
continuase estudiando el tema, haciendo hincapié en aquellas categorías de trabaja-
dores afectados por el fenómeno en cuestión y que necesitasen protección, y que con
ese fin convocase reuniones técnicas con miras eventualmente a volver a proponer
normas internacionales del trabajo a más tardar en su reunión del año 2002. Más
precisamente, pidió que se examinasen las cuestiones siguiente:
En las secciones que siguen pretendemos ofrecer un marco conceptual para el examen
jurídico del fenómeno de la subcontratación. Con ese objeto examinaremos sucesiva-
mente los siguientes puntos:
13
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
Formas tradicionales
a) Contrato de equipo.
b) Contratistas de mano de obra.
c) Intermediarios.
d) Trabajo a domicilio (subcontratación de producción en condi-
ciones de dependencia y subordinación personales).
Formas recientes
Como se dijo, una de las principales dificultades que enfrentó la Conferencia Interna-
cional del Trabajo durante sus discusiones se relacionaba con el propio término trabajo
en régimen de subcontratación, pues el mismo cubre muchas prácticas y conceptos
jurídicos diferentes. En una de sus formas más corrientes la subcontratación es el
acuerdo que se celebra entre una persona o empresa con un contratista, para que el
mismo realice determinados trabajos aportando sus propios conocimientos, herra-
mientas, capitales y personal. Esta definición se ajusta por ejemplo a las prácticas
prevalecientes en la industria de la construcción en donde una persona o empresa que
es dueño de la obra contrata una construcción civil con un constructor o arquitecto (el
contratista), quien a su vez subcontrata partes de la obra con diversos gremios (alba-
ñiles, pintores, plomeros, electricistas, etc).
Sin embargo ésta no es la única forma de subcontratación; son muy numerosas las
industrias distintas de la construcción en donde también se recurre a la subcontratación,
y ello bajo muy diferentes modalidades, y conforme a prácticas y arreglos que pueden
ser tan distintos entre sí que a veces lo único que tienen en común es que se las llama
subcontratación. Por lo tanto, más que hablar de una sola forma de subcontratación
convendría hablar de las distintas formas de arreglos o prácticas que se conocen como
subcontratación y preguntarnos si es posible establecer alguna tipología de ellas. Por
esta vía llegaremos a distinguir por lo menos la subcontratación de producción, la de
14
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
Sin embargo, aun cuando parece relativamente fácil poder conceptualizar las diferen-
tes formas de subcontratación, la realidad también nos enseña que en la práctica
existen numerosas modalidades que pertenecen a una zona gris, siendo muy difícil
identificar a qué tipo de subcontratación corresponden, y todavía más difícil determi-
nar cuánto tienen de laboral y cuánto de civil o comercial.
5
Una descripción de las prácticas chilenas de colocación inter-empresas ha sido publicada por Magdalena
Echeverría y Verónica Uribe, Condiciones de Trabajo en Sistema de Subcontratación, Documento de Trabajo
núm. 81, OIT, Equipo Técnico Multidisciplinario para MERCOSUR y Chile, Santiago, 1998.
6
Otros países específicamente excluyen al trabajo a domicilio del campo de protección de la legislación
laboral. Por ejemplo, en Panamá en virtud de una reforma de 1986 se dispuso que los trabajadores a
domicilio no son trabajadores con el alcance que el Código de Trabajo da a la palabra trabajador.
Rasgos comunes a ambas formas de subcontratación y definición propuesta por la OIT.
15
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
Sin embargo:
16
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
un servicio), o bien porque tiene una relación de empleo con un tercero (contratista o
intermediario).
I Factores determinantes
II Factores coadyuvantes
17
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
Uno de ellos es la especialización, relacionada con la evolución que han conocido los
sistemas de organización empresarial luego del abandono del modelo llamado fordista,
que se caracterizaba por la concentración en la empresa de todas las funciones, en
beneficio de otros modelos como el toyotista que tiende a concentrar en la empresa lo
que llamaríamos sus actividades nucleares, externalizando aquéllas que se consideran
periféricas, cuya ejecución es encomendada a contratistas externos. Al principio esta
subcontratación tenía por objeto actividades o servicios claramente separables de lo
que constituía el giro principal de la empresa; por ejemplo ya es clásica la
subcontratación de servicios como la seguridad, mantenimiento y restauración del
personal de la empresa usuaria. Sin embargo, este fenómeno se ha acentuado última-
mente para comprender un número creciente de tareas, relacionadas con actividades
en las que se tiende a reconocer que hay empresas especializadas que pueden ofrecer
servicios también especializados, en condiciones más ventajosas que si la empresa
usuaria los tomara directamente a su cargo; por ejemplo, se recurre a empresas
prestadoras de servicios para actividades como la computación y el bodegaje.
Adviértase que en este último caso la subcontratación tiene por objeto una actividad o
servicio cuyo suministro o gestión se aseguran por una empresa contratista con su
propio personal. Además, aun cuando las tareas subcontratadas se llevan a cabo den-
tro del recinto de la usuaria, en la mayor parte de los casos no se dan situaciones de
relacionamiento directo entre la empresa usuaria y la mano de obra de la prestadora
del servicio. De ahí que en una inmensa mayoría de casos no parecería que deba haber
motivos para cuestionar la autenticidad de la subcontratación, ni tampoco para pre-
tender que los trabajadores del prestador de servicios deban ser asimilados a los de la
empresa usuaria. Sin embargo, también es claro que esta práctica tiene como efecto
secundario la ruptura de la unidad del colectivo laboral en la empresa usuaria.
El segundo motivo se relaciona con el costo de la mano de obra que emplea directa-
mente la empresa usuaria, sumado al carácter más o menos rígido de la legislación
laboral y que limita las posibilidades que tiene el empleador de ajustar su plantilla de
personal en función de sus ciclos de actividad. Ambos factores inducen a que la empre-
sa defina su plantilla permanente dentro de los límites de lo que considera indispensa-
ble para operar en condiciones de baja actividad, recurriendo a lo que se conoce como
mano de obra periférica (es decir a la contratación de mano de obra externa) cuando
aumenta la demanda, con lo que minimizará sus costos fijos de personal. Otra estrate-
18
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
gia puede consistir en guardar la mano de obra más calificada dentro de la empresa,
externalizando el suministro de personal para las tareas que demanden menor calificación.
19
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
Si ya hemos visto las ventajas que la subcontratación laboral ofrece a los empleadores
corresponde también que examinemos las desventajas que de ella se derivan para los
trabajadores.
De ellas, sin duda la más importante es la desigualdad de trato con respecto a los
empleados de la empresa usuaria, para la cual directa o indirectamente prestan servi-
cios. Cuando la relación jurídica en la que son parte asume la forma de una
subcontratación de mano de obra, los trabajadores de la empresa subcontratista casi
siempre son reclutados con salarios y condiciones de trabajo inferiores a aquéllos de la
empresa usuaria, que a menudo ejecutan tareas similares o equivalentes. Tampoco
gozan de la misma seguridad del empleo, en la medida en que la empresa subcontratista
por lo general está limitada por un contrato de duración determinada con la empresa
usuaria; motivo por el cual sus trabajadores no tienen expectativas de empleo más allá
de la duración del contrato en cuestión.
SOLUCIONES JURÍDICAS
20
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
21
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
Relaciones triangulares:
distinción entre contratistas e intermediarios
La primera regla importante es la que tiene por objeto distinguir aquellas perso-
nas que son contratistas de los meros intermediarios de mano de obra. En ese
sentido varias legislaciones disponen que los contratistas son empleadores en
sentido estricto del término, cuando contratan obras o partes de obra en benefi-
cio de otro para ejecutarlas por cuenta propia y sin sujeción a éste (México Ley
Federal del Trabajo, art. 13., República Domincana, Código del Trabajo, art. 12;
Panamá, Código del Trabajo, art. 89). Cuando se cumplen esos requisitos el con-
tratista no es intermediario, sino patrono, a condición de que ejecute trabajos con
equipo o capitales propios (Guatemala, Código del Trabajo, art. 5º, Costa Rica,
Código del Trabajo, art. 3). Se debe entender, sin embargo, que los contratistas
asumen todos los riesgos, y realizan los trabajos con sus propios medios y auto-
nomía técnica y directiva, como lo aclara el Código Sustantivo del Trabajo de
Colombia, art. 34. Si se cumple con esas condiciones la empresa usuaria no asu-
mirá ninguna obligación con respecto a los trabajadores del contratista, pues se
entiende que no ha existido fraude laboral.
22
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
Las reglas antedichas conocen sin embargo diversas excepciones, cuyo número a decir
verdad se encuentra en aumento. Su objeto es permitir el establecimiento de una
relación triangular en donde el trabajador mantiene un contrato de trabajo con un
intermediario, quien lo ha contratado con el objeto de ponerlo a la disposición de una
empresa usuaria. En estos casos la responsabilidad como empleador incumbe en su
mayor parte al intermediario y no a la empresa usuaria, con la excepción de algunas
que por sus propias características sólo pueden exigirse a esta última (en particular el
mantenimiento de condiciones de higiene y de seguridad indispensables para que el
trabajo pueda ejecutarse).
El régimen jurídico del trabajo temporal difiere según los países, pero un rasgo común
es que no se permite que la empresa usuaria recurra al mismo con el objeto o con el
efecto de cubrir de manera permanente una vacante atinente a su actividad normal.
7
Este convenio contemplaba la prohibición de las agencias privadas de colocación con fines de lucro, o una
reglamentación bastante rígida. Por colocación se entendía la actividad consistente en proporcionar un
empleo a un trabajador, o un trabajador a un empleador. En 1966 la Oficina Internacional del Trabajo había
emitido una opinión (no vinculante) a tenor de la cual las empresas de trabajo temporal hacían una actividad
de colocación y correspondía por lo tanto que se las incluyese en el campo de aplicación del Convenio 96.
8
Para una presentación del Convenio 181, y la Recomendación núm. 188 que lo completa véase Nuevas
normas de la OIT sobre las Agencias de Empleo Privadas, en la página INTERNET del Equipo Técnico
Multidisciplinario de OIT para Centroamérica, Cuba, Haití. México, Panamá y República Dominicana : http:/
/www.oit.or.cr/mdtsanjo/papers/notah1.htm.
23
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
Por lo común el recurso al trabajo temporal sólo está permitido cuando se dan deter-
minados supuestos que lo justifican. Por ejemplo se lo permite para reemplazar a
trabajadores ausentes, para cubrir vacantes de manera transitoria en la espera de un
reclutamiento definitivo, para cumplir tareas no permanentes que demanden una es-
pecialización determinada, o para atender necesidades estacionales o excepcionales
de producción o de demanda de servicios. Por otra parte, el recurso al trabajo tempo-
ral puede ser prohibido en determinadas circunstancias. Por ejemplo, se lo puede
prohibir cuando tiene por objeto reemplazar a trabajadores ausentes por causa de
huelga, o para atender tareas de alto riesgo (pues no se tienen garantías sobre la
formación de los trabajadores para el trabajo en condiciones de riesgo), o que deman-
dan un control periódico de la salud del trabajador. Acotemos que en algunos países
como Alemania, Bélgica o los Países Bajos, se ha prohibido el recurso al trabajo tem-
poral en la industria de la construcción, aparentemente debido a la propensión que
tiene esta industria para los tráficos de mano de obra.
Por último, la entidad empleadora cubana es una respuesta a las implicaciones jurídi-
cas de una política de apertura económica que tuvo lugar en Cuba a partir de 1992, a
la luz de la cual se permitió la inversión extranjera en el país, por lo general en asocia-
ción con el Estado. En el marco de esta política la inversión extranjera ha aportado
capitales, tecnología, organización y gestión; sin embargo, las empresas en las que
ésta participa no tienen permitido contratar a su mano de obra ni remunerarla direc-
24
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
25
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
26
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
COMENTARIOS FINALES
27
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
El Derecho del Trabajo ha sabido elaborar fórmulas para enfrentar a estos dos retos,
pero no ha podido impedir que la subcontratación se extienda bajo cualquiera de sus
modalidades. Si para algunos esto puede ser visto como un fenómeno criticable tam-
bién está indicando que la organización del trabajo se ha vuelto extremadamente com-
plicada y que las empresas se enfrentan con un entorno competitivo tan fuerte que
deben extremar su inventiva para sobrevivir. Así como antes se cuestionaba la razón
de ser de la flexibilidad laboral, hoy día las preguntas se formulan más bien en torno a
los límites que debe tener aquella flexibilidad, pues ya todos acuerdan que en algún
grado debe existir. Esta preguntas deberían formularse con respecto a la subcontratación
28
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
Por encima de estos retos se encuentra un tercero, que quizás es el más importante
de todos. Se trata del creciente cuestionamiento ideológico del Derecho del Trabajo,
como lo hace la filosofía neoliberal predominante, al punto que emplea la expresión
Reglamentación del Mercado de Trabajo, siendo así que su diferencia con la denomina-
ción Derecho del Trabajo va mucho más allá de la pura semántica.
Hasta hace relativamente pocos años pensábamos que el Derecho del Trabajo sólo
podía evolucionar de manera por así decirlo geológica, o por sedimentaciones sucesi-
vas, asumiéndose que toda nueva legislación laboral solamente podía mejorar las ga-
rantías sociales ya existentes, que se suponían definitivamente adquiridas e intangibles.
Hoy debemos convencernos que la realidad muestra otra cosa, y que casi al iniciarse
un nuevo milenio, el Derecho del Trabajo se encuentra en una verdadera encrucijada.
No sólo retrocede sino que además se lo cuestiona en su propia esencia, y a menudo
se lo ofrece en sacrificio, como víctima propiciatoria en los altares modernos de la
mundialización, la eficacia, la competitividad y otras deidades que nos prometen una
riqueza futura que supuestamente será para todos. Resta que quedan bastantes du-
das sobre la eficacia de estos sacrificios, y aún más sobre la llegada de la riqueza
prometida para todos; en cambio, es de mucho temer que sin los valores de justicia y
progreso social que encarna el Derecho del Trabajo, nuestra humanidad será un poco
más pobre.
29
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
30
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
MÉXICO
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL
Y SUS CONSECUENCIAS:
¿problemas de diseño institucional
o de implementación?
Graciela Bensusán
31
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
32
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
Graciela Bensusán
El propósito de este artículo es analizar las distintas formas que han asumido los
procesos de subcontratación laboral en el contexto de la globalización y la
restructuración productiva e identificar la causa de los problemas que se registran
para proteger a los trabajadores bajo estas modalidades, que equivalen a más del 10
por ciento de la totalidad de los asalariados mexicanos1. De esta forma, se espera
contribuir al debate acerca de qué aspectos de la legislación laboral deben ser refor-
mados, con miras a lograr un mejor equilibrio entre los requerimientos de flexibilidad
en el manejo de las relaciones obrero-patronales en los que se inspira la
subcontratación de servicios, productos y mano de obra y la protección para los
trabajadores en sus condiciones de empleo.
La hipótesis de trabajo que orienta esta indagación sostiene que los principales
problemas para proteger a los trabajadores subcontratados se relacionan tanto con
un diseño inadecuado de la legislación como con la dificultad para hacerla efectiva por
la debilidad y mala calidad del sistema de representación sindical y el enorme déficit
de fiscalización estatal en el cumplimiento de derechos fundamentales, todo lo cual
desemboca en una ciudadanía laboral de baja intensidad y una mayor vulnerabilidad
para los trabajadores en el nuevo contexto económico.
1
En total, se estima que dos millones y medio de trabajadores mexicanos se encuentran bajo este tipo de
relaciones. Sin embargo, el porcentaje que éstos representan dentro del total de asalariados equivale a la
tercera parte del que corresponde a Chile, donde la flexibilización extrema en el manejo de las relaciones
laborales en el ámbito de la legislación no ha resultado suficiente para los empleadores, al punto de que se
estima que 35% de la fuerza laboral, equivalente a un millón doscientos mil trabajadores, no son contratados
en forma directa por las empresas principales, sino a través de la subcontratación y el suministro (estima-
ciones del Ministerio de Trabajo citadas en Union Network Internacional, http://www.union-network.org).
33
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
legal alguno.2 Otros factores se relacionan con el contexto adverso en el que funcio-
nan estas instituciones: baja legitimidad de la protección a los asalariados en el discur-
so gubernamental y empresarial, debido a las fuertes presiones competitivas, y el
lento crecimiento de empleos formales protegidos, lo que redunda en una mayor dis-
posición de los trabajadores a aceptar trabajos de segunda o sin la debida protección
institucional (Bensusán, 2006 y 2007).
2
El accidente en la mina de Pasta de Conchos, en febrero de 2006, puso de manifiesto las implicaciones de los
procesos de subcontratación en cuanto a la desprotección de los trabajadores bajo este régimen. Casi la
mitad de los trabajadores fallecidos (un total de 65) trabajaban para una empresa subcontratada, percibían
menores salarios, no estaban dados de alta en el IMSS o lo estaban con salarios menores a los reales. La
empresa principal terminó haciéndose cargo de las indemnizaciones. (Cereal, 2007).
3
En relación con los problemas de efectividad de la legislación laboral mexicana y, en particular, los que atañen al
sistema de inspección del trabajo y de justicia laboral en una perspectiva comparativa, véase Bensusán, 2006.
4
Es necesario aclarar que el carácter atípico de las contrataciones no significa que quienes estén contratados bajo
estas modalidades estén fuera de la protección legal, ya que ésta existe como regla general cuando se configura
una relación de tipo subordinado entre el trabajador y el empleador, cualquiera que sea la modalidad que asuma.
Por el contrario, los trabajadores independientes y quienes están en una situación intermedia se encuentran
como regla general desprotegidos. Para el caso. de Argentina y México véanse respectivamente Goldín, 1999;
Castillo Reynoso, 1999; y De Buen, 2001. Estas situaciones intermedias han dado lugar en cambio a diversas
formas de protección en otros continentes (Sánchez Castañeda, 2006, pp. 35-37).
34
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
aprendizaje o contratos de formación, tales como becas o pasantías, los empleos even-
tuales a través de agencias de contratación o de empresas que se ocupan del manejo
de las relaciones laborales, así como otras formas de subcontratación (de procesos,
productos o servicios) que buscan aumentar los márgenes de discrecionalidad del
empleador, reducir costos, eludir la presencia de sindicatos y/o una mayor especiali-
zación (Supiot, 2005)5.
Algunas de estas formas tienen larga data pero cobraron mayor relevancia en el nuevo
contexto. Ejemplos de trabajos atípicos tradicionales son el trabajo a domicilio en
general (históricamente muy extendido en la industria del vestido), el trabajo eventual
o el trabajo de tiempo parcial, que ha aumentado significativamente en algunos paí-
ses. Algunas modalidades son posibles por las nuevas tecnologías informáticas, como
el trabajo a domicilio de telemarketing. Otras recuperan viejas prácticas, como los
empleos triangulados por medio de empresas que se hacen cargo del manejo de las
relaciones con los trabajadores (conocidas como empresas de mano de obra), contri-
buyendo a que las empresas usuarias eludan sus responsabilidades laborales. Estas
formas atípicas de contratación se han extendido de mayor manera en la industria y
los servicios en las dos últimas décadas pero han existido desde siempre en sectores
como la construcción, donde la figura del contratista trianguló tradicionalmente las
relaciones laborales entre los trabajadores y los dueños de las obras.
Segúna Córdova (1986), las formas atípicas son denominadas así por contraste con
el trabajo típico o subordinado a cambio de un salario y para un solo empleador, en el
local del empleador, bajo jornada completa y por lo general por tiempo indefinido. La
ausencia de una de estas características da lugar a la atipicidad, misma que es clasifi-
cada en tres modalidades: trabajo por cuenta propia, contrataciones atípicas (bajo
relaciones de intermediación o triangulares; a domicilio y a distancia, en jornada par-
cial y tiempo de trabajo flexible o trabajo de duración por tiempo u obra determinada,
entre las más importantes) y trabajo clandestino (no declarado, familiar o en
microempresas evasoras). Estas formas atípicas incluyen por tanto desde la auténtica
intermediación por la cual intervienen en la contratación agencias que proporcionan
personal temporal o definitivo a las empresas (que se asumen directamente como
empleadoras)6 hasta relaciones triangulares de subcontratación entre empresas por
las cuales la empresa beneficiaria o usuaria externaliza parte del proceso de trabajo
5
En relación con estas modalidades en Argentina, véase Goldín y Feldman, 1999.
6
Las conocidas como empresas de mano de obra se dedican a proporcionar personal temporal para cierto
tipo de servicios especializados, si bien en el contexto de la restructuración han tendido a hacerse cargo de
la contratación de los trabajadores, por lo cual desaparece la relación laboral entre éstos y la empresa
beneficiaria. Un ejemplo mundial, con presencia en diversos países de la región, lo ofrece la empresa Man
Power, que principalmente proporciona trabajadores temporales. En México, la legislación laboral busca
evitar que la utilización de intermediarios encubra la figura del empleador y beneficiario real de los servicios.
Sin embargo, se ha extendido esta modalidad por la cual la empresa a cargo de la contratación de los
trabajadores para prestar servicios a otra le garantiza que no habrá demandas de los trabajadores durante
o al terminar la relación laboral, otorgando incluso una fianza a la empresa beneficiaria de los servicios, lo que
se ha visto como una maniobra fraudulenta que burla las disposiciones legales. En Perú se han desarrollado
las cooperativas de mano de obra, cuyos miembros se alquilan para prestar sus servicios como miembros
de la cooperativa y perciben una parte proporcional como utilidad social (De Buen, 2001, p. 95).
35
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
En este trabajo nos ocupamos de las distintas formas atípicas que se inscriben bajo el
concepto de subcontratación laboral. Sin embargo, se trata de un fenómeno difícil de
abarcar jurídicamente en un solo concepto y que asume modalidades y denominacio-
nes diferentes en los distintos países, todo lo cual explica en cierta medida por qué no
se pudo adoptar, como estaba previsto, un Convenio internacional al respecto en 1998,
a pesar de la decisión tomada por el Consejo de Administración de la OIT en 1995 y de
las conclusiones a que se llegó en la Conferencia Internacional de 19979. Otra parte de
la explicación seguramente más influyente tiene que ver con el hecho de que las
posiciones empresariales y las de los sindicatos eran completamente opuestas en
relación a cómo regular este tipo de prácticas (Bronstein, 1999; Fressmann, 2005).
7
Se ha extendido, por una parte, la práctica de que las tareas de limpieza, mantenimiento y otros servicios
ajenos a los fines de la empresa se presten a través de otras empresas independientes. Al mismo tiempo, las
grandes empresas como las marcas automotrices o de prendas de vestir, utilizan el outsourcing para
proveerse de los insumos, limitándose al ensamblaje final. (De Buen, 2001).
8
El interés de eludir los costos no salariales es uno de los motivos de la extensión de estas formas atípicas. Por
ejemplo, en Argentina, el costo no salarial entre un empleo temporal y uno indefinido pasaba de 42.6 a 32%,
aproximadamente, a fines de los años noventa. En Brasil pasaba de 67 a 37%, en 1998. (Vega Ruiz, 2005,
p. 53). Tómese en cuenta que un trabajador no registrado suele percibir exclusivamente el salario bruto, sin
incluir prestaciones, lo que supone ahorros aún más importantes para el empleador que superan 40% del
valor de éste en la mayor parte de los países. En relación con Argentina, Brasil, Chile y México, véase
Bensusán, 2006.
9
Sobre las dificultades para acordar este Convenio en el seno de la OIT, véase Bronstein, 1999.
36
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
pero con independencia jurídica. En ambos casos los trabajadores no tienen una rela-
ción directa con la empresa usuaria, pero quedan integrados económicamente y de-
penden de ella en los hechos.
Como se desprende de lo anterior, hay que delimitar las relaciones que se establecen
entre las empresas que participan en los procesos de subcontratación, de naturaleza
civil o comercial, respecto de las que involucran a los trabajadores y requieren ser
protegidas (derecho del trabajo), si bien existe una zona gris en donde es difícil
identificar la naturaleza de las relaciones y si estamos o no ante una subcontratación
auténtica o ante una simulación con el propósito de eludir responsabilidades laborales
por parte de la empresa usuaria. En este caso, como veremos en el siguiente aparta-
do, las regulaciones laborales tienden en principio a descubrir el velo que oculta quién
trabaja para quién, asignando responsabilidades solidarias y estableciendo la equipa-
ración de las condiciones de trabajo entre trabajadores de la empresa contratista y la
empresa usuaria, lo que de todas maneras no evita que se fragmente la comunidad
laboral y se dificulte el ejercicio de los derechos colectivos (Bronstein, 1999, p. 10;
Fressmann, 2005, pp. 26-28; Reynoso Castillo, 2005, pp. 15-22).
La definición propuesta por la OIT para dar cuenta amplia de las distintas modalidades
del trabajo bajo relaciones de subcontratación laboral sigue estos criterios. Se entien-
de por subcontratación laboral:
...todo trabajo realizado para una persona física o jurídica (designada como
empresa usuaria) por una persona (designada como trabajador en régi-
men de subcontratación) cuando el trabajo lo realiza el trabajador en régi-
men de subcontratación personalmente, en condiciones de dependencia o
de subordinación efectivas respecto de la empresa usuaria, análogas a las
que caracterizan una relación laboral de conformidad con la legislación y la
práctica nacionales, siempre que el trabajador en régimen de subcontratación
no sea empleado de la empresa usuaria.
(Bronstein, 1999, p. 9.)
Diversos factores han incidido en la expansión de este tipo de prácticas: desde el lado de
las empresas, las presiones competitivas y los cambios en la organización del trabajo (en
aras de una mayor especialización) y la tecnología, así como la flexibilización de las
regulaciones laborales, cuentan de manera importante. Desde el lado de los trabajado-
res, las altas tasas de desempleo e informalidad, así como el debilitamiento del poder de
los sindicatos, los han llevado a aceptar empleos menos ventajosos. Por su parte, los
gobiernos han impulsado políticas industriales sectoriales que buscan alentar encadena-
mientos productivos entre las pequeñas, medianas y grandes empresas, así como políti-
cas laborales encaminadas a facilitar cualquier estrategia empresarial que favorezca la
flexibilidad en el manejo de la mano de obra, cerrando muchas veces los ojos a las viola-
ciones de los derechos laborales (Supiot, 2005; y García, Mertens y Wilde, 1996).10
10
Una investigación que incluye cinco estudios de caso en distintos sectores industriales de México expone las
diversas lógicas que animan a los actores involucrados en este tipo de prácticas. Las principales ventajas,
no siempre conseguidas, aluden al interés de optimizar la utilización de la capacidad instalada de las
37
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
Entre los principales derechos laborales que resultan amenazados por esta forma de
contratación y que establecen una desigualdad de trato respecto de los trabajado-
res en relaciones estándar o típicas, se encuentran el principio de la estabilidad en el
trabajo, el derecho a un salario remunerador y a condiciones de trabajo dignas, los
derechos colectivos, la protección en caso de insolvencia de la empresa contratista, las
normas en materia de seguridad social y de seguridad e higiene en el trabajo. En
cuanto a la estabilidad laboral, que como se sabe es la fuente de los demás derechos
laborales, hay incluso razones objetivas que la afectan en estas circunstancias como
es el hecho de que las contratistas tengan por lo general contratos de corta duración
con las empresas usuarias (Bronstein, 1999, pp. 12 y 13).
38
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
Igualmente, las empresas que utilicen trabajadores más expuestos al riesgo de quedar
desprotegidos, como los trabajadores en relaciones de subcontratación, deberían ser
objeto de una fiscalización mucho mayor por parte de la autoridad laboral (se trate de
la Inspección del Trabajo o de las dependencias que están a cargo de la seguridad
social) y reconocerles a aquéllos plenas garantías para el ejercicio de los derechos
sindicales, muy particularmente la negociación colectiva en el nivel de ramas. Así se
podría compensar su mayor debilidad y la fragmentación de la comunidad laboral que
estas prácticas implican, controlando el riesgo de que derechos laborales fundamenta-
les como los antes mencionados resulten sacrificados en aras de la reducción de cos-
tos o la mayor flexibilidad laboral. Veamos entonces qué es lo que la legislación lati-
noamericana contiene para proteger específicamente a los trabajadores bajo relacio-
nes de subcontratación y cómo se ubica México dentro de estos parámetros.
12
Por ejemplo, a partir de 2003 la proporción de asalariados es menor que la de los no asalariados en la PEA
en México. Según Perry et al. (2007), el sector informal estaría ocupando a 60% de los trabajadores en
México (frente a 54% en promedio en América Latina), a la vez que 75% de los trabajadores no están
inscritos en sistemas de retiro. Véase también Samaniego, 2005.
39
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
13
Según Bronstein (1999), este principio proviene de la doctrina uruguaya, expresada en la obra del jurista Plá
Rodríguez, y ha sido recogida en diversas legislaciones como la mexicana que desde 1970 establece una
presunción de existencia de la relación de trabajo entre quien presta un trabajo personal y quien lo recibe,
así como en República Dominicana y Panamá.
14
De acuerdo con la propuesta de recomendación sobre el trabajo en régimen de subcontratación discutida
por la OIT en 1997 y 1998, los criterios para decidir cuándo la subcontratación de tareas debe ser
equiparada a una relación laboral serían los siguientes: a) forma de determinar el trabajo (general o particu-
lar); b) tiempo de trabajo y otras condiciones de trabajo (considerando qué tanto se equiparan a las normas
laborales); c) forma de efectuarse el pago (a intervalos regulares o irregulares); d) trabajo personal,
supervisión y control disciplinario (supervisado o no supervisado); e) inversiones, suministro de materiales o
maquinaria; y f) otros, como la distribución de ganancias y pérdidas, la regularidad o exclusividad del
trabajo, etc. (Bronstein, 1999, p. 21).
40
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
Una restricción importante es que no se permite que por esta vía se cubran puestos
de trabajo permanentes correspondientes a la actividad normal de la empresa, ade-
más de que se exige que se cumplan determinados supuestos para que se admita la
intervención de estas agencias o empresas, tales como que se trate de puestos de
trabajo temporales normales o de una especialización determinada, de necesidades
extraordinarias o estacionales de producción o servicios17. El convenio 181 de la OIT
15
Es de suponerse que al no cumplirse este requisito en procesos de subcontratación laboral internacionales,
como los que se realizan en la industria del vestido o la electrónica, en tanto las firmas proveedoras carecen
por lo general de autonomía técnica respecto de las marcas internacionales, estas últimas resultarían en
Colombia responsables frente a los empleadores, lo que no ocurre en otros con fuerte presencia de la
subcontratación laboral internacional, como es el caso de México y de otros países centroamericanos. Sin
embargo, en industrias como la electrónica y el vestido, los códigos de conducta de las empresas trasnacionales
vinculadas a proveedores nacionales están jugando un papel importante para asegurar el cumplimiento de los
derechos laborales fundamentales de los trabajadores, lo que sin embargo no está exento de numerosos
problemas. En relación con la industria maquiladora del vestido en México y el papel de los códigos de
conducta, véase Bensusán, 2007.
16
Un ejemplo en México de este tipo de prácticas se encuentra en empresas electrónicas como IBM, donde se
ocupaban indirectamente más de siete mil trabajadores y se reconocían como propios menos del 10%, bajo
una doble protección para dicha empresa: por una parte, utilizando proveedores externos y por otra,
agencias de empleo que proporcionan a éstos el personal. Véase al respecto CAFOD, 2003.
17
En algunos países se prohíbe el uso de empresas de trabajo temporal en actividades como la construcción,
donde la vulnerabilidad de los trabajadores es mayor. (Bronstein, 1999, p. 17).
41
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
(1997) sobre agencias de empleo privadas, legitima esta figura. Otros ejemplos se
encuentran en Perú (cooperativas de trabajadores)18 y en Cuba (entidad empleadora)19.
18
Está regulada en la Ley del Empleo de 1992, en la que se permite la formación de cooperativas de
trabajadores con el fin de promover el empleo autónomo, las que pueden llegar a cubrir hasta 50% de la
plantilla de personal, sin que se establezcan vínculos de naturaleza laboral con los trabajadores, si bien éstos
tienen derecho a recibir de las cooperativas, en su calidad de socios, ingresos y condiciones de trabajo
semejantes a las de los demás trabajadores de la empresa usuaria. (Bronstein, 1999, p. 18).
19
Esta figura, adoptada en el contexto de la apertura económica de 1992, es un ente estatal que proporciona
trabajadores a la empresa usuaria con inversión extranjera (la cual no puede contratar trabajadores direc-
tamente), si bien aquéllos no tienen un vínculo contractual con ésta. Mientras la empresa usuaria paga en
moneda extranjera por este servicio a la entidad empleadora, ésta retribuye a los trabajadores en moneda
nacional y con base en los salarios fijados por el Estado. (Bronstein, 1999, p. 18).
20
Véase al respecto García Vior, 2007.
21
Se estima que la mitad de las empresas con más de 500 empleados han utilizado, al menos en una ocasión,
esquemas de tercerización, mismos que se extienden anualmente a una tasa de 19.5 por ciento. Estas
prácticas son utilizadas con frecuencia en sectores como el manufacturero, los servicios financieros y de
tecnología de información. Igualmente, se registra en 13% de las dependencias gubernamentales. Datos
provenientes de diversas fuentes oficiales y privadas consultadas en Milenio, 4 de junio de 2007.
42
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
rio solamente cumple el papel de articular inicialmente al que busca y al que ofrece el
empleo para desaparecer una vez realizada su función. Por ello, se establecen en la
Ley Federal del Trabajo los siguientes principios para deslindar y, a la vez, regular
ambas figuras:
43
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
Hay que hacer notar aquí la escasa actividad judicial de interpretación de las normas
relativas a intermediación y subcontratación laboral tres fallos en los últimos quince
años, cuando se extendió en forma significativa este tipo de prácticas, lo que consti-
tuye una prueba más de la frágil ciudadanía laboral en México, más aún entre trabaja-
dores bajo relaciones laborales atípicas23.
22
Registro núm. 174282; localización: novena época; instancia: Tribunales Colegiados de Circuito; fuente:
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, XXIV, septiembre de 2006; p.: 1416; tesis: I.3o.T.145 L,
tesis aislada; materia(s): laboral. Para otros precedentes jurisprudenciales sobre la intervención de interme-
diarios, véase Fressmann, 2005, pp. 40-42.
23
Fressmann encontró este resultado en una revisión de fallos de la Suprema Corte de Justicia a partir de la
búsqueda de la palabra intermediario (2005, p. 40). Esto confirma otros hallazgos que muestran la baja
tasa de demandas entabladas por los trabajadores al perder el empleo, estimada en alrededor de 6% para
los años 2001- 2003. Véase al respecto, Bensusán, 2006.
44
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
24
Para el caso de Argentina, donde la regulación impone a la empresa principal la obligación de controlar el
cumplimiento de las obligaciones de los contratistas con sus trabajadores, incluyendo las relativas a la
seguridad social, véase Goldín y Feldman, 1999; para México, De Buen, 2001.
25
En una reciente reunión en la Canacintra el secretario del Trabajo reconoció que cerca de la mitad de los casi
2 400 sindicatos registrados son ficticios y que la mayor agremiación se inscribe en sindicatos blancos,
aunque manifestó que el problema más grave no es de competencia de esa dependencia federal sino de los
gobiernos locales. El Financiero, 30 de mayo de 2007.
26
En el XVI Congreso de la Organización Regional Interamericana de Trabajadores (ORIT), se incluyó en su
documento de base el objetivo de la sindicalización de los trabajadores tercerizados bajo formas de fraude/
disimulo de la relación laboral, subcontratación con un solo beneficiario, cooperativas con falsos socios,
profesionales con un solo beneficiario. Igualmente se planteó como eje de su estrategia la incorporación del
criterio de red sindical, lo que permitiría su vinculación con los trabajadores que forman el núcleo central
de la empresa de la que dependen. Igualmente, en 2006, los congresos de la CUT de Brasil y de la CUT de
Colombia decidieron adoptar nuevas medidas para organizar a los trabajadores tercerizados, negociar
cláusulas en el nivel de las empresas sobre tercerización que incluyan el derecho de información previa y
garantías sociales, laborales y de seguridad social para el conjunto de los trabajadores, además de presen-
tar proyectos de ley para evitar que las tercerizaciones sean usadas como variable de ajuste de los costos
por parte de las empresas. En el caso de Colombia, se propuso eliminar los contratos sindicales (semejan-
tes a las cooperativas de trabajadores) que proveen remplazantes para sustituir a los trabajadores propios
de las empresas, sindicalizados y protegidos por convenios. Por lo que se refiere a España, las comisiones
obreras habían planteado en 2003 la necesidad de adecuar la acción sindical a las distintas situaciones de
descentralización productiva, permitiendo a la organización atender la heterogeneidad de intereses laborales
conjugando la reivindicación de la autonomía de movilización y reivindicación de quienes trabajan en la
empresa principal y en las contratistas con la solidaridad entre los distintos grupos e intereses, para lo cual
se requieren nuevas formas de coordinación sindical federal, territorial y sectorial. (CSI-ORIT, en: <http:/
/www.cioslorit.org>).
45
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
27
Declaraciones del secretario del Trabajo y Previsión Social, Milenio, 4 de junio de 2007.
28
Un importante antecedente de esta ley tiene su origen en la preocupación del Sindicato de Trabajadores de
Coca Cola y de la Federación de Obreros y Empleados de la Bebida, debido a que desde 1986 esa empresa
había recurrido a la tercerización de diferentes actividades de transporte, mantenimiento, limpieza y segu-
ridad, a través de empresas que pagaban a los trabajadores hasta siete veces menos que el personal de la
empresa beneficiaria que realizaba la misma tarea. Esto llevó a la presentación de un proyecto en 2000 que
finalmente, se presentó otra vez en 2006, bajo un nuevo gobierno de izquierda cercano a las posiciones de
46
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
los trabajadores. Desde 2004, el sindicato había logrado la confianza de los trabajadores de las empresas
contratistas y negociar un piso salarial decente para todos, aprovechando la coyuntura de mayor disposi-
ción de la empresa matriz para que sus subsidiarias respetaran plenamente la legislación laboral de los
países en que prestaban sus servicios, a fin de evitar los graves conflictos experimentados en las plantas de
Guatemala y Colombia, donde las violaciones a los derechos y libertades sindicales habían conmovido a la
opinión pública. (CSI-ORIT, en: <http://www.cioslorit>).
29
Entre los principales cuestionamientos del sector empresarial a través de las cámaras de industria a estas
nuevas reglas, se encuentra el argumento de que esta ley atenta contra la tendencia mundial a la especiali-
zación de las empresas y el hecho de que transfiere al empresario la obligación de fiscalizar a sus contratis-
tas, cuando se trata de una responsabilidad exclusiva del Estado. (CSI-ORIT, en: <http://www.cioslorit.org>).
47
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
Finalmente, es de gran valor para México la nueva regulación adoptada en Chile, país
en donde el porcentaje de trabajadores bajo relaciones de subcontratación o suminis-
tro de trabajo temporal ha sido estimado entre los más altos de la región (entre 35 y
40 por ciento de la totalidad de trabajadores asalariados), más de la mitad de las
empresas externaliza parte de su producción y más de 20 por ciento subcontrata la
realización de su principal actividad económica. La nueva legislación, aprobada des-
pués de más de cuatro años de haberse presentado al Congreso, se debe a que en la
actualidad, no solamente en el gobierno de la Concertación (coalición que tuvo la
mayoría necesaria para aprobar la legislación pero buscó el apoyo de la oposición de
derecha) sino incluso en medios empresariales se reconoce la necesidad de proteger
mejor a los asalariados30. Existe en este caso una evidente preocupación por las posi-
bles consecuencias del descontento causado por los altos niveles de desigualdad so-
cial, en gran medida provocada por la persistencia de un modelo laboral altamente
flexible, lo que posiblemente explica que se hayan podido vencer o reducir los costos
políticos de las posiciones adversas de la derecha a cualquier tipo de regulación del
mercado laboral que reduzca los márgenes de discrecionalidad empresarial31. Esta
30
Este proyecto fue impulsado por la coalición gobernante, las organizaciones sindicales (CUT y otras), el
Partido Comunista y el Humanista, así como la Conferencia de Obispos Católicos. En palabras del más alto
líder sindical de la CUT, el proyecto se impulsó para poner fin a la precariedad laboral: Queremos estabili-
dad laboral, exigimos terminar con la desprotección social, el abuso y la sinvergüenzura de los empresarios
(<http://spanish.xinhuanet.com/spanish/2006-05/10/content_251350.htm>).
31
Entre los sectores con mayores abusos por el uso de intermediarios y subcontratistas en Chile se encuentran
las grandes tiendas comerciales, donde las personas bajo este tipo de relaciones son consideradas como
48
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
legislación contiene las siguientes innovaciones que la convierten en una de las más
protectoras en la región:
49
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
Conclusiones
Aunque México lleva más de dos décadas sin introducir reformas en su legislación
laboral si bien se hicieron cambios sustanciales en los hechos y en el régimen de
seguridad social sigue experimentando fuertes presiones para impulsar una agenda
flexibilizadora. Mientras tanto, otros países ya han vivido las consecuencias negativas
de esta estrategia unilateral extrema y hoy están volviendo a preocuparse por poner
un freno a la precariedad laboral y la elusión de las responsabilidades patronales32.
32
En relación con la importancia de la legislación laboral como instrumento del Estado para restaurar el
equilibrio roto por las imperfecciones del mercado, la competencia y la dirección de las empresas, dando una
voz a los trabajadores y fortaleciendo la eficiencia económica general, véase Stiglitz, 2002.
50
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
33
Un estudio acerca de la relación entre estabilidad laboral y productividad demuestra la importancia de las
relaciones de largo plazo como acicate de la innovación, la formación y la productividad a la luz de la
comparación de diversos países. Véase Auer, Berg y Coulibaly, 2005.
34
Con relación a las propuestas de reforma laboral, véanse las distintas contribuciones en Bouzas et al., 2003
y 2004.
51
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
Bibliografía
AUER, Peter, Janine Berg e Ibrahim Coulibaly (2005): ¿El trabajo estable mejora la
productividad?, en Revista Internacional del Trabajo (Ginebra), vol. 124, núm. 3, OIT,
pp. 345-372.
(2006 a): Diseño legal y desempeño real: México, en Graciela Bensusán
(coord.), Diseño legal y desempeño real: instituciones laborales en América Latina,
México, UAM-X / Editorial Porrúa.
BOUZAS, Alfonso (coord.) (2003): Reforma laboral / Análisis crítico del Proyecto
Abascal de Reforma a la Ley Federal del Trabajo, México, UNAM.
Cereal (2007): A cien años de Cananea: El protagonismo minero bajo el acoso del
Estado mexicano / Informe sobre las violaciones a los derechos humanos laborales de
los trabajadores mineros durante el 2006, México, Cereal.
52
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
CÓRDOVA, Efrén (1986): Del empleo total al trabajo atípico: ¿hacia un viraje de las
relaciones laborales?, en Revista Internacional del Trabajo (Ginebra), vol. 195, núm. 4,
octubre-diciembre de 1986, OIT, pp. 431-449.
DE BUEN, Néstor (2001): La decadencia del derecho del trabajo, México, Editorial
Porrúa.
GARCÍA Vior, Andrea E. (2007): Aspectos críticos del plenario Ramírez, mimeo.
GOLDÍN, Adrián (1999): Para reformar la Ley General del Trabajo, mimeo (Reporte
elaborado para la OIT), Bolivia.
53
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
SUPIOT, Alain (2005): Beyond Employment / Changes in Work and the Future of
Labour Law in Europe, A report prepared for the European Commission, Oxford, Oxford
University Press.
VEGA Ruiz, María Luz (2005): La reforma laboral en América Latina, Lima, OIT.
54
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
PERÚ
55
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
56
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
La literatura laboralista está cada vez más llena de estudios respecto de un fenómeno
que venido acentuándose cotidianamente y que se caracteriza por el surgimiento o
incremento de modalidades atípicas de prestación de servicios, vinculadas, principal-
mente, y en lo que a nosotros interesa, a las nuevas maneras de organización de Ia
producción y del trabajo, que involucran fenómenos que rompen con la necesidad de
centrar todas las funciones productivas (y el personal consiguiente) en la empresa
(modelo fordista), y se dirigen hacia la concentración en ésta de las actividades nu-
cleares (con personal propio y cedido), externalizando aquéllas que se consideran
periféricas, cuya ejecución es encomendada a contratistas externos (BRONSTEIN,
1999, p. 10), todo ello dentro de un modelo que PIORE y SABEL (1993) denominan
«especialización flexible1.
A este fenómeno se lo denomina de muy diversas maneras, siendo las más comunes
las de subcontratación, tercerización, externalización, exteriorización del empleo, des-
centralización o desconcentración productiva o funcional (RACCIATI, 1997, pp. 137 -
138). De todas ellas, preferimos para este estudio el nombre de subcontratación,
* Ius et veritas Nº 29. Revista de la Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad Católica del Perú.
** Doctor en Derecho, Profesor de Derecho del Trabajo de la Pontificia Universidad Católica del Perú.
1
Este fenómeno ha merecido incluso la publicación de un específico y muy interesante libro del emblemático
Grupo de los Miércoles montevideano, llamado Cuarenta y dos estudios sobre la descentralización empre-
sarial y el Derecho del Trabajo» (Fundación de Cultura Universitaria, Montevideo, 2000).
57
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
porque engloba con mayor facilidad las principales modalidades existentes, que en
algún caso significativo (intermediación) parecería no estar plenamente recogido en
las otras alternativas, y porque además es el término que viene usando la OIT. Aun-
que, también somos conscientes de las dificultades de esta denominación, sobre todo
por el diverso contenido que tiene en muchos países2.
Un conjunto importante de causas de diversa índole han sido identificadas por la doctrina
como las que fundamentan la aparición de las nuevas modalidades de subcontratación o
el incremento considerable de aquéllas que tienen larga data y se inscriben en este
fenómeno. Dentro de las principales causas podemos destacar las siguientes:
2
Sobre el particular véase las discusiones de la Comisión de Trabajo en Subcontratación, OIT, (1998). En tal
sentido, sostiene BRONSTEIN (1999, pp. 4-5) que «para una mayoría de países de lengua inglesa el término
subcontracting tiende a aplicarse a la sustitución de una relación de trabajo por un contrato comercial (por
ejemplo el conductor asalariado de una empresa deviene en transportista autónomo, con contrato con ella,
sin que la naturaleza de sus tareas haya variado), mientras que contract labour correspondería al suministro
de mano de obra mediante intermediación laboral. Para los países de lengua española subcontratación se
identifica a veces con el suministro de fuerza de trabajo, pero otras veces (como en España) se emplea dicho
término para la subcontratación de obra (en este caso se habla de contrata), reservándose el de intermediación
para la de trabajo. A su vez los de lengua francesa distinguen entre la sous- traitance para los servicios y la
sous-entreprise para la mano de obra, a la que también pueden denominar marchandage si asume una forma
prohibida por la ley, o mise a disposition (de trabajadores) cuando la ley lo permite (por ejemplo cuando se
hace con la intermediación de una empresa de trabajo temporal).
3
Según la Encuesta de niveles de empleo del Ministerio de Trabajo y Promoción Social (1997).
4
En función de ello, algunos economistas del trabajo (CHACALTANA, 1999) consideran dos tipos de subcontratación:
directa, que incluye a los trabajadores «sin contrato» (trabajadores clandestinos) y a las demás formas de
encubrimiento de la relación laboral; e indirecta, que está referida a los mecanismos de intermediación.
58
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
Por todo ello, este tema viene siendo estudiado hace algún tiempo por la OIT, con
miras a aprobar un Convenio que establezca las pautas internacionales aceptables
para todos los que intervienen en esta nueva configuración productiva. Sin embargo,
la complejidad y heterogenidad del tema, así como lo radicalmente encontrado de las
posiciones de los trabajadores y empleadores, ha llevado a que inusitadamente en
1998 no haya sido posible aprobar tal norma y se haya dado un plazo adicional para
volver a ocuparse del tema (aunque con un espectro mayor).
59
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
5
La primera referencia al tema de la intermediación en los instrumentos de la OIT se encuentra en la
Recomendación N° 1, sobre el desempleo (1919), en la que se aboga por la prohibición de las «agencias
retribuidas de colocación o empresas comerciales de colocación». Sin embargo, es recién en 1933 cuando se
aprueba el primer Convenio específico (N° 34), de allí que hayamos tomado esta fecha como el punto de
partida de esta esquemática presentación de la normativa de la OIT.
6
Revisado por el Convenio N° 96.
7
Revisado por el Convenio N° 181.
8
Que se acompaña de la Recomendación N° 188.
9
Este Convenio establece que los Estados tienen la siguiente opción en materia de agencias de colocación: o
suprimen progresivamente las agencias lucrativas y regulan de manera muy estricta y controlista las demás
agencias (autorización de funcionamiento, mecanismos de vigilancia permanentes, fijación de tarifas), o
simplemente reglamentan con tal carácter todo tipo de agencias, según aceptaran los Estados la Parte 110
II ó III del Convenio.
10
Único Convenio de OIT en el que se encuentra una referencia expresa a la flexibilidad, como lo señala VEGA
RUIZ en su trabajo Flexibilización y las normas internacionales de trabajo, publicado en el libro Estudios
sobre la Flexibilidad en el Perú, OIT, Lima, 2000.
60
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
Si nos acercamos al punto esencial para la determinación del supuesto, veremos que
se trata sin lugar a dudas de la existencia de dos empleadores, uno formal y otro real,
sin que exista una relación laboral entre el empleador real y el trabajador. Se rompe
con la tradicional relación jurídica directa entre quien presta y quien recibe un servicio
subordinado y dependiente, a partir de la presencia de un tercer actor que se configu-
ra como empleador desde el punto de vista formal de unos trabajadores que son
destacados a otra empresa para prestar servicios bajo las órdenes de esta última.
También hay otros elementos como el que el trabajo sea hecho en beneficio del
empleador real y se realice en el local del empleador real, pero creemos que se trata
en todo caso de elementos no esenciales en tanto también se pueden encontrar en
otras formas de subcontratación.
Con peculiaridades propias en cada caso, tiene como sustrato común el que se propor-
ciona determinados servicios de forma organizada o bienes, bajo la dirección y el con-
trol del contratista. El ejemplo típico se da en la construcción, donde por la especiali-
zación de las labores, el titular de la obra contrata con empresas especializadas en
partes del proceso productivo, sin que los trabajadores de la contratista se encuentren
bajo las órdenes y control del contratante. Lo mismo se puede decir respecto de los
subcontratistas.
11
Subcontratación de trabajo, en términos de la OIT (1995).
12
En tal sentido, el Convenio N° 181 al definir la expresión agencia de empleo privada establece como uno de
los servicios que puede prestar el «emplear trabajadores con el fin de ponerlos a disposición de una tercera
persona, física o jurídica (en adelante empresa usuaria), que determine sus tareas y supervise su ejecución»
(artículo 1). A estas funciones de intermediación, las agencias de empleo privadas pueden añadir funciones
de mediación, consistentes, según la misma norma internacional, en «servicios destinados a vincular ofertas
y demandas de empleo, sin que la agencia de empleo privada pase a ser parte en las relaciones laborales que
pudieran derivarse», por tanto se mueve en el terreno precontractual y busca tan sólo acercar la oferta con
la demanda de trabajo.
13
En la terminología de la OIT (1995).
61
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
14
Artículo 27.
15
Artículo 32.
16
Artículos 146 a 154 y 175 a 184 de su versión original.
62
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
Esta regulación dispersa ha sido sustituida por la Ley N° 27626, vigente desde el 10 de
enero del 2002, que regula íntegramente el fenómeno de la intermediación laboral en
los términos que veremos a continuación, y que ha sido reglamentada por el Decreto
Supremo N° 003-2002-TR (el reglamento, en adelante).
Con carácter general, se puede afirmar que la nueva normativa sobre intermediación
laboral, establecida por la Ley N° 27626 y su reglamento, trae un tratamiento siste-
mático de este instituto, que si bien mantiene bajo su ámbito a figuras de descentra-
lización productiva que responden a fenómenos de subcontratación distintos del sumi-
nistro de mano de obra, significa una inversión del signo excesivamente permisivo de la
regulación precedente, redefiniéndola dentro de parámetros bastante más adecuados
a la naturaleza y función de la cesión de trabajadores, y estableciendo mecanismos de
garantía del cumplimiento de los derechos de los trabajadores objeto de ella, que, es
de esperar, conduzcan a una utilización más razonable y eviten la constante defrauda-
ción de los derechos laborales. Veamos seguidamente los alcances de esta regulación.
La nueva regulación sobre intermediación laboral permite el recurso a ella sólo cuando
medien supuestos de temporalidad, complementariedad o especialización
63
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
17
17 Se podría discutir si estas empresas pueden ocuparse de labores secundarias, en la medida en que tales
son el ámbito de actuación de las empresas de servicios complementarios, Nosotros consideramos posible
tal dedicación, en la medida en que se trate de una cobertura temporal del puesto de trabajo, y cuando sea
la propia empresa usuaria la que se ocupe de tales labores con sus propios trabajadores,
18
Los contratos temporales de naturaleza ocasional o de suplencia, se encuentran previstos en el Título II del
Texto Único Ordenado del Decreto Legislativo N° 728, Ley de Productividad y Competitividad Laboral,
aprobado por el Decreto Supremo N° 003-97- TR (artículos 60 y 61).
64
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
Además de ello, porque se sabe que las principales cooperativas de trabajadores son
«fachada» de personas que utilizan esta forma empresarial para encubrir sus activida-
des lucrativas en el terreno de la intermediación20, presentándose un supuesto de
empresas vinculadas económicamente que no han encontrado hasta la fecha una res-
puesta legislativa que las regule.
La clasificación antes esbozada, que pone en evidencia las diferencias existentes entre
una y otra modalidad de subcontratación, nos lleva a replantearnos la naturaleza que
tiene en el Perú la utilización de empresas de servicios complementarios y especializa-
dos, que son las que se dedican a actividades accesorias (limpieza, vigilancia, seguridad)
19
Ob. Cit, pág. 18, También cuestionan la participación de las cooperativas de trabajadores en el campo de la
intermediación NEVES (1996, pp. 155-156), y FERRO (2001, p.163).
20
Como lo señala ELlAS MANTERO, F., ob. cit., pág. 16.
65
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
Sin embargo, nosotros consideramos que tal asimilación no es del todo exacta ya que
la contratación de servicios complementarios y especializados se encuadra dentro del
fenómeno de tercerización o descentralización productiva y no dentro de la interme-
diación laboral.
Por tanto, se puede señalar también, que estas empresas no entran dentro del para-
digma de la intermediación de mano de obra, sino en una participación empresarial
en un segmento autónomo de las actividades de la empresa usuaria, que incluso en
21
Véase, en tal sentido, BERRERA GONZALES-PRATO (1993), TOYAMA MIYAGUSUKU (1995) FERRO
DELGADO (1996) y NEVES MUJICA (1996). En contra sólo se pronuncian ELÍAS MANTERO, 1998,
pág. 21) y VILLA VICENCIO Rios (2001. págs. 88-89).
22
Al que se remite el artículo 12 para el caso de las cooperativas de trabajo y fomento del empleo.
66
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
algunos casos hasta requiere de una autorización administrativa23 . Por ello, la activi-
dad de las empresas complementarias es bastante más similar a la realizada por las
entidades que prestan servicios especializados o contratas y subcontratas que a la de
las que se ocupan del suministro de mano de obra para labores temporales de carácter
ocasional o de suplencia24 .
Coherentemente con esta situación, nuestra legislación dispone que los trabajadores
de las empresas que brindan servicios complementarios no están incluidos en el cálcu-
lo del porcentaje limitativo del 20% de la planilla de la empresa usuaria y además,
difícilmente se podrá aplicarles la equiparación de beneficios y derechos laborales res-
pecto de los directamente contratados por las empresas usuarias, en la medida en que
la contratación del servicio complementario o especializado conducirá a que no existan
trabajadores en la empresa usuaria que se ocupen de tales funciones.
Por ello, creemos que académicamente hay que considerarlas como expresiones de la
tercerización o descentralización productiva, y ello en lo que hace a todos los sujetos
que presten servicios complementarios y especializados, al margen de su forma
institucional (ya sean empresas de servicios o cooperativas de trabajadores).
Tras estas precisiones conceptuales, que no se reflejan en una normativa que continúa
englobando en el instituto de la intermediación a expresiones de la subcontratación o
descentralización productiva que responden a otra naturaleza, pasamos a presentar el
régimen jurídico establecido para la actuación de las empresas de servicios y coopera-
tivas que actúan en estos terrenos, señalando que aún queda como labor pendiente la
discusión y aprobación de una regulación específica para la tercerización o outsourcing
que permita afrontar con alguna solvencia jurídica el importante fenómeno de la des-
centralización productiva y encadenamiento empresarial cada vez más presentes en
nuestra realidad, más aún cuando el artículo 4 del reglamento excluye de la aplicación
de la Ley de Intermediación a los fenómenos de subcontratación productiva.
Fuera del marco previsto por la Ley 27626, lo que ha llevado al cuestionamiento de su
validez por algún sector importante de la doctrina, el artículo 4 del Reglamento, buscan-
do al parecer compensar la rigidez legal, excluye del ámbito de la intermediación (y por
tanto de lo normado) a un conjunto de supuestos de subcontratación, abriendo una
peligrosa puerta por la que pueden ir escapándose fácticamente parcelas que las relacio-
nes laborales que hubiesen venían siendo consideradas como de necesaria regulación.
En tal sentido, la norma comentada establece que no constituye intermediación labo-
ral los contratos de gerencia, conforme al artículo 193 de la Ley General de Sociedades,
23
Es el caso de las empresas de vigilancia que requieren autorización del Ministerio de Interior.
24
En esta línea, sostiene ELlAS MANTERO (ob. cit) que a su juicio «no existe lo que se conoce como
intermediación laboral por medio de las empresas de servicios complementarios ya que el personal que se
utiliza no está vinculado directamente a la empresa usuaria a la que concurre como parte de la prestación de
un servicio integral que tiene a la mano de obra como uno de varios componentes».
67
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
los contratos de obra, los procesos de tercerización externa, los contratos que tienen
por objeto que un tercero se haga cargo de una parte integral del proceso productivo
de una empresa y los servicios prestados por empresas contratistas y subcontratistas,
siempre que asuman las tareas contratadas por su cuenta y riesgo, que cuenten con
sus propios recursos financieros, técnicos o materiales, y cuyos trabajadores estén
bajo su exclusiva subordinación. Agregando, a continuación, que pueden ser elemen-
tos coadyuvantes para la identificación de tales actividades la pluralidad de clientes, el
equipamiento propio y la forma de retribución de la obra o servicio, que evidencien que
no se trata de una simple provisión de personal.
Sin duda, y ante el carácter cerrado de la ley, se ha tratado, aunque sin mucho rigor
técnico, de permitir que algunas formas de descentralización productiva, incluso muy
antiguas como las contratas y subcontratas, puedan seguir existiendo. Sin embargo,
creemos que, en general, la norma resulta cuestionable puesto que, desde el
punto de vista formal, siendo su naturaleza reglamentaria, regula originariamente
temas referidos al ámbito de aplicación de la ley que le corresponden únicamente a
ésta (a quienes no se les aplica la regulación legal por considerar que no son manifes-
taciones de intermediación).
De otro lado, y desde el punto de vista material, tenemos que la amplitud de los
supuestos excluidos y las condiciones generales que tienen que cumplir para no estar
regidos por la normativa aplicable a la intermediación, son coincidentes en gran medi-
da con los previstos para las empresas que prestan servicios complementarios y espe-
cializados, habida cuenta que, como acabamos de ver en el punto anterior, se trata de
manifestaciones del fenómeno de tercerización, que por mandato del propio regla-
mento (artículo 3), deben materializarse asumiendo plena autonomía técnica y res-
ponsabilidad para el desarrollo de sus actividades.
En tal sentido, con esta disposición cualquier empresa que preste servicios especiali-
zados o complementarios, podría acogerse al ámbito de la tercerización ajeno a la
regulación legal y no cumplir con las obligaciones legales previstas en las normas sobre
intermediación.
Con ello, no queremos decir ni dar a entender que ahora defendemos la aplicación de
la legislación de intermediación a fenómenos cuyo carácter diferenciado hemos trata-
do de dilucidar (servicios complementarios y especializados). A ellos se les aplica la
regulación legal simplemente porque así está dispuesto. Sobre lo que queremos lla-
mar la atención es que con el artículo 4 del reglamento, habrán muchas empresas
que brinden estos servicios (y a las que, por ende, se debería aplicar la ley), que
buscarán eludir esta sujeción normativa por considerarse dentro de las excepciones
reglamentarias.
En función de ello, creemos que dentro de lo posible se debe tener claro que las
empresas que desarrollen actividades que caigan dentro de los supuestos legales de-
finidos como servicios complementarios, siendo manifestaciones de tercerización, de-
ben sujetarse al régimen previsto para la intermediación laboral, no siendo válida su
exclusión. Esta situación, sin embargo, es más compleja en el caso de los servicios
68
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
especializados, por lo que hay que insistir en una regulación aunque sea mínima de la
tercerización, dirigida al menos a impedir el recurso a estas empresas con el fin de
defraudar los derechos de los trabajadores involucrados: previendo una razonable res-
ponsabilidad solidaria. A este respecto, en el Ministerio de Trabajo y Promoción del
Empleo se ha trabajado un proyecto de ley que establezca el régimen legal de la
tercerización, que ha sido sometido al Consejo Nacional del Trabajo. Esperemos que
esta iniciativa permita el tratamiento apropiado de este fenómeno.
69
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
25
25 En tal sentido, sosteníamos analizando la legislación precedente (VILLAVICENCIO 2000, pág. 94) que
«a pesar de esa asimilación general, los trabajadores destacados han continuado teniendo en la práctica
menores derechos y beneficios que los correspondientes a los trabajadores de la actividad privada, ya sea
porque la equiparación no incluye los conceptos no remunerativos y los remunerativos cuyo origen sea un acto
no normativo, o porque los requisitos para su aplicación permiten que ésta sea enervada con alguna facilidad.
Así tenemos que, en primer lugar, se establecen diferencias ficticias para evitar la existencia de la analogía.
En segundo lugar, y cuando lo anterior no es posible, los requisitos para que opere la equiparación, tales como
la antigüedad, la experiencia laboral y la capacitación, permiten establecer diferencias «justificadas» que
enervan el trato igual. Y, en tercer lugar, la no existencia de un puesto similar en el mismo centro de trabajo,
aunque si lo hubiera en otro de la misma empresa, abre la puerta para la elusión. Con todo ello, se evita la
aplicación de la regla comentada y se pasa a pagar en consecuencia sólo el equivalente a la remuneración
mínima a estos trabajadores. De allí que se haya hecho necesaria la regulación específica de ciertos derechos
para los socios-trabajadores de las cooperativas con el fin de evitar el reiterado incumplimiento. En tal
sentido, se ha requerido, por ejemplo, que una norma expresa les reconozca su derecho a la compensación
por tiempo de servicios».
70
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
mulada por la norma referida. Más aún cuando el reglamento ha previsto sólo que la
extensión de remuneraciones y condiciones de trabajo está referida a los que sean de
alcance general, de acuerdo con la categoría ocupacional o función desempeñada,
mientras dure el destaque, agregando que no son extensivos los que sean otorgados
por la existencia de una situación especial objetiva, inherentes a las calificaciones
personales, desarrollo de actividades específicas, particularidades del puesto o el
cumplimiento de condiciones específicas (artículo 5). Si se excluye irracionalmente
hasta las que responden a criterios objetivos, como las peculiaridades del puesto, que
deberían ser la base de la homogenización, no se puede tener expectativas respecto
a que por fin la equiparación deje de ser simplemente declarativa.
Además de ello, hay que señalar que esta equiparación tiene una complejidad mucho
mayor en el caso de las cooperativas, en donde sus integrantes tienen la condición
híbrida de socios-trabajadores y están sujetos a la Ley de Cooperativas. Sin embar-
go, por mandato legal expreso se les reconoce que gozan de los derechos y beneficios
que corresponden a los trabajadores sujetos al régimen laboral de la actividad priva-
da (artículo 7 de la Ley 27626).
26
Véase, al respecto, las ejecutorias recaídas en los expedientes 2217 -91-CD y 2553-93-SL.
71
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
27
27 Agregando, a continuación, que el incumplimiento de los beneficios o derechos laborales quedará acredi-
tado en los siguientes casos: a) con la resolución administrativa firme que determine un incumplimiento de
obligaciones laborales como resultado de un procedimiento de inspección de trabajo; b) por incumplimiento
del acta de conciliación celebrado con la intervención de la Autoridad de Trabajo que contenga una obligación
de pago de un monto determinado; y. c) cuando se ordene el pago de beneficios o derechos laborales como
consecuencia de una sentencia o laudo arbitral.
72
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
con ello a la legislación comparada al respecto. Habida cuenta que el peso de la res-
ponsabilidad solidaria es mayor, dado fundamentalmente a que no tiene los costos y
problemas burocráticos de la fianza, se debe resaltar que con ello el legislador está
buscando que sean las propias empresas usuarias las que se preocupen por que la
entidad de intermediación cumpla con sus obligaciones de carácter laboral y provisio-
nal, habida cuenta que sino, como la fianza es bastante pequeña, le tocará a ella
responder por tales conceptos.
En materia de acceso a la justicia habría que señalar que en tanto que los trabajadores
de empresas de servicios (temporales o complementarios) están en la misma situa-
ción que cualquier trabajador, en lo que hace a los socios-trabajadores de las coopera-
tivas que realizan actividades de intermediación, su situación ha motivado una posibi-
lidad dual en materia de tutela judicial. Así, se ha establecido que los Juzgados de
Trabajo son los órganos competentes para conocer de las pretensiones en materia
laboral de los socios trabajadores28. En tanto que cuando la controversia esté referida
a materias de corte asociativo, la competencia la tendrá el fuero común. Esta dualidad
tiene alguna zona gris muy importante en el campo de la exclusión de los socios-
trabajadores, en el que convergen normas laborales y comunes, la que hasta ahora se
ha venido venciendo mayoritariamente a favor de la aplicación de las normas propias
del régimen cooperativo.
5. SITUACIONES DE DESPROTECCIÓN
DE LOS TRABAJADORES INVOLUCRADOS
EN RELACIONES DE INTERMEDIACIÓN LABORAL
28
Sobre el particular, véase las sentencias reca[das en los expedientes 272-92-CD y 6220-97- BS(A),
73
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
Y ello se produce también si vemos la cuestión desde la óptica del impacto que tiene la
intermediación en el terreno de las relaciones colectivas de trabajo29 , puesto que la
presencia de trabajadores «destacados» dentro de la empresa usuaria hasta el 20% de
la plantilla, conlleva una disminución del personal contratado directamente, con lo que
las posibilidades en la empresa usuaria de una tutela colectiva son menores30 o la
eficacia de la acción colectiva se ve también dinamitada en su línea de flotación ya que
la capacidad de presión de estos trabajadores (una huelga, por ejemplo) se ve bastan-
te reducida al recaer un volumen importante de la producción en el personal «externo»
a la empresa. Y ello, a no dudarlo, repercute en las condiciones individuales de trabajo.
Si bien es cierto que la nueva regulación expresamente prohíbe el recurso a la
intermediación laboral para cubrir personal que se encuentre ejerciendo su derecho de
huelga (artículo 8, numeral 1), el tema antes presentado no hace referencia a la utili-
zación de esquiroles, sino al sólo hecho indudable de disminución de la capacidad de
presión ante la presencia de trabajadores de otra entidad a los que no se puede invo-
lucrar en la huelga.
En este contexto, hay que puntualizar, además, que estas consecuencias negativas no
tienen la misma intensidad en las distintas modalidades de empresas o cooperativas
dedicadas a labores de intermediación, puesto que la naturaleza de los servicios pres-
tados hace que la precariedad sea mayor en el caso de los trabajadores que prestan
sus servicios en las que se dedican a labores temporales, respecto de los que trabajan
29
Al respecto, habría que señalar que el artículo 4 de la Ley N° 27626 establece que la intermediación laboral
será nula cuando haya tenido por objeto o efecto vulnerar o limitar el ejercicio de los derechos colectivos de
los trabajadores de la empresa usuaria, lo que resulta a todas luces loable pero cuya aplicación es muy poco
probable por las dificultades de prueba que entraña.
30
Ya que puede jugar con el volumen de la plantilla para evitar que se pueda contar con el número mínimo de
trabajadores necesarios para constituir una organización sindical.
74
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
De allí que es necesario que el ordenamiento jurídico establezca todos los mecanismos
preventivos, sancionadores y reparadores respecto de la utilización de relaciones
triangulares para evitar que tengan por finalidad o, simplemente, por consecuencia el
impedir el correspondiente disfrute de los derechos laborales a los colectivos depen-
dientes de las empresas de servicios y cooperativas de trabajadores.
No se cuenta con datos estadísticos respecto de las dimensiones del recurso al fraude
en materia de intermediación, sin embargo, se sabe que dentro del altísimo porcentaje
de reclamaciones presentadas por trabajadores de entidades dedicadas a la
intermediación ante el Ministerio de Trabajo, un buen grupo de ellas corresponde a
trabajadores o socios-trabajadores que han visto desaparecer su empleador ficticio y
31
Respecto de la interposición laboral, ha dicho muy gráficamente MARTÍN VALVERDE (1971, p. 37), que su
función es la elusión de la responsabilidad inherente a la posición de empresario, jugando la persona inter-
puesta como un «diafragma jurídico» que filtra hacia el empresario real los efectos beneficiosos de la relación
de trabajo y detiene todas o algunas de las situaciones jurídicas pasivas que le habrían de corresponder en
una configuración normal de la relación laboral. Nos movemos, pues, en el campo de los «testaferros» o
«sociedades de fachada» que, como señala HERRERA GONZALEZ PRATTO (1993, p. 10), se insertan
como un contratante ficticio entre las dos partes de la relación laboral, con la finalidad de ocultar generalmen-
te al empleador real, librándolo así de las responsabilidades correspondientes.
75
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
con ello esfumarse los beneficios laborales que les corresponden. De ello se tiene poca
constancia también en el ámbito judicial puesto que al tratarse de los asalariados con
los menores ingresos, su reclamación no pasa del ámbito administrativo, donde el
tema es gratuito.
Sin embargo, es de esperar que con la reducción considerable del ámbito de actuación
de las modalidades de intermediación en el terreno de prestación de servicios tempo-
rales, así como de la exigencia de fianza y la imposición de la responsabilidad solidaria
de las empresas usuarias, la interposición laboral tenga un severo descenso en nues-
tro país.
76
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
BIBLIOGRAFÍA CITADA
AA.W.
2000 «Cuarenta y dos estudios sobre la descentralización empresarial y el Derecho
del Trabajo», Fundación de Cultura Universitaria, Montevideo.
AMEGLIO. Eduardo
1984 «Las empresas suministradoras de mano de obra temporal». Amalio Fernández,
Montevideo.
1999 «La regulación de las empresas de empleo temporal en Argentina, Colombia y
Uruguay», en W.AA., «¿Empresas sin trabajadores? Legislación sobre las em-
presas de trabajo temporal», Cuadernos de Investigación N° 10, Departamen-
to de Estudios de la Dirección del Trabajo, Santiago de Chile.
BRONSTEIN, Arturo
1998 «La intermediación laboral en las normas de la OIT», Revista de Trabajo, N° 6.
1999 «Entorno socioeconómico y jurídico de la subcontratación laboral», Mimeo.
CHACALTANA,Juan
1999 «Los costos laborales efectivos: una estimación para el caso peruano», en:
«Costos Laborales en Argentina, Brasil, Chile, Colombia y Perú», OIT.
CORIAT, Benjamín
1982 «El taller y el cronómetro. Ensayo sobre el taylorismo, el fordismo y la produc-
ción en masa», Siglo XXI Editores, México.
77
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
OIT
1995 «Trabajo en régimen de subcontratación Informe VI (1), para la 85° Reunión de
a Conferencia Internacional del Trabajo, Ginebra.
1997 «Trabajo en régimen de subcontratación», Informe VI (1), para la 85° Reunión
de la Conferencia Internacional del Trabajo, Ginebra.
1998 «Comisión de Trabajo en Subcontratación», Informe V (28) Addendum, para la 86°
Conferencia Internacional del Trabajo, www.ilo.org./public/spanish, Ginebra.
RACCIATI, Octavio
1997 ««Tercerización»: exteriorización del empleo y descentralización productiva»,
Derecho Laboral, N° 185, Montevideo.
78
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
79
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
80
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
COLOMBIA
LA DESLABORALIZACIÓN
DE LAS RELACIONES DE TRABAJO:
el caso de Colombia
Carlos Rodríguez Mejía
PANORAMA DE LA FLEXIBILIZACIÓN
LABORAL EN COLOMBIA
Mauricio Velásquez Ospina
Catherine Cañón Sarmiento
81
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
82
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
En los últimos años la OIT ha propuesto y promovido como uno de sus principales
objetivos generar oportunidades de trabajo decente y productivo para hombres y
mujeres, en condiciones de libertad, seguridad y dignidad humana2 .
La OIT ha insistido en que La generación de trabajo decente, constituye la mejor vía
para superar la pobreza y afianzar la gobernabilidad democrática4 .
1
Este trabajo se ha basado en el capítulo III del Informe LOS DERECHOS LABORALES Y LAS LIBERTA-
DES SINDICALES EN COLOMBIA, Política hostil de gobierno y empresarios para el ejercicio de las
libertades sindicales y hacia derechos laborales, Evaluación y propuestas para el desarrollo del acuerdo
tripartito, de las Centrales Sindicales Colombianas (CUT, CGT y CTC) y la Confederación de Pensionados
de Colombia (CPC), Bogotá, Octubre de 2007, cuya redacción final se encomendó a Lina Paola Malagón de
la CCJ, Luciano Sanín de la ENS y Alejandra Trujillo y Carlos Rodríguez Mejía del Equipo Jurídico CUT-
CTC.
2
http://www.ilo.org/global/langes/index.htm, consultada en octubre de 2007.
3
http://www.ilo.org/global/About_the_ILO/Mainpillars/WhatisDecentWork/langes/index.htm, consul-
tada en octubre de 2007.
4
Conclusiones de la Conferencia Regional de Empleo del MERCOSUR (Buenos Aires, abril de 2004), de la
Conferencia Regional Andina sobre Empleo (Lima, noviembre de 2004), y del Foro Tripartito Subregional
para el Empleo (Tegucigalpa, Honduras, junio de 2005).
83
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
Una de las mayores polémicas que han surgido en Colombia en los últimos años, es la
de las cifras y estadísticas que proporciona el ente oficial Departamento Administrati-
vo Nacional de Estadística (DANE). Los dos últimos directores de este Departamen-
to, que fueron designados por el Presidente Álvaro Uribe Vélez, se retiraron de la
entidad por no compartir la utilización de las cifras que el Gobierno quiere darles en
función de avalar su política económica.
5
Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotá, Facultad de Ciencias Económicas, Centro de Investigacio-
nes para el Desarrollo, Bien-estar y Macroeconomía, 2007 más allá de la retórica, Bogotá, octubre de 2007.
84
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
Y concluye: Por lo pronto, se puede decir que, hasta donde se puede comparar la
ECH6 , hasta el segundo trimestre de 2006, el crecimiento de los ocupados era noto-
riamente inferior e insuficiente respecto del crecimiento económico (
)7 .
En el 2006, con un crecimiento del 6.8% del PIB, la tasa de ocupación bajó 4 puntos, el
desempleo se incrementó en más de un punto, la tasa de subempleo en 4.5 puntos y
la tasa de inactividad, que encubre miles de desempleados y desempleadas que se
retiraron del mercado de trabajo luego de años de rechazo, se incrementó también 4
puntos. Y lo más grave: en un año los y las trabajadoras ocupados se redujeron en
1.136.965 personas, y al cabo de 4 años de aplicación de la reforma laboral, ésta no ha
cumplido los objetivos, generando, por el contrario, mayores utilidades a los empresarios.
Salvo las maniobras estadísticas que puedan presentarse, lo que hasta ahora indican
los resultados económicos de los últimos años es que las tasas de crecimiento alto y
sostenido, superiores al 5%, no se han acompañado de creación suficiente de empleo,
mucho menos de calidad y en condiciones dignas9 .
6
Encuesta Continua de Hogares.
7
Ricardo Bonilla González, Crecimiento, empleo, seguridad social y pobreza, en Universidad Nacional, obra
citada, págs. 95 y 96.
8
Ibídem, p. 93.
9
Ibídem, p. 82 ys.s.
10
Proexport Colombia, Reporte de Inversión Extranjera Directa 2006, Bogota, 2007, p.2.
11
CEPAL, La inversión extranjera en América Latina y el Caribe 2005, Santiago de Chile, 2006, pp. 6-7.
85
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
Según los datos del Banco de la República, el sector de minas y canteras recibió el
monto más grande de inversión en 2006, equivalente a US $2.010 millones, 31,9% de
la IED total en el país ese año, siguiendo una tendencia de alta inversión que comenzó
en el año 2004 en dicho sector. El sector que recibió el segundo monto más grande de
IED en 2006 fue el sector petrolero, con inversiones de US $1.770 millones, una par-
ticipación de 28,1% del IED total para el año12.
Esta inversión es tipificada por sus altos impactos ambientales, que se traducen en
problemas de deforestación y contaminación del agua y la atmósfera, y al mismo
tiempo, poca generación de empleo según el DANE, el sector de minas, canteras y
petróleo, apenas representa 1,13% del empleo nacional13.
Los impactos laborales de la IED en los últimos años no han sido muy positivos para
los y las trabajadoras. Según la Escuela Nacional Sindical (ENS), las compañías mul-
tinacionales emplean aproximadamente 300 mil trabajadores y trabajadoras direc-
tos14 . En las empresas registradas en esta base de datos, 22.573 trabajadores son
sindicalizados, un equivalente a 7,6% de la fuerza laboral, inferior a la de otros países
latinoamericanos que son grandes receptores de IED, como Brasil, donde el 23,58%
de la población económicamente activa es sindicalizada15.
Varios factores explican los bajos niveles de empleo y sindicalización en las filiales
colombianas de las multinacionales: la concentración de IED en las industrias extractivas
que utilizan poca mano de obra, la preeminencia de IED en los sectores de manufactu-
ra y servicios realizada a través de adquisiciones de empresas nacionales, en vez de la
construcción de nuevas unidades de producción y prestación de servicios por parte de
las multinacionales, y la utilización generalizada de los y las trabajadoras tercerizados,
quienes son inhibidos por la ley y en la práctica de afiliarse a organizaciones sindicales.
12
Proexport Colombia, Reporte de Inversión Extranjera Directa 2006, pág. 3.
13
Margarita Ramírez Madrid, Sectores económicos: Estructura económica y laboral. En Observatorio de los
Derechos del Trabajo, número 8, agosto. Medellín: 2006. p. 70.
14
Base de Datos sobre empresas multinacionales, que contiene datos sobre las operaciones colombianas de
679 empresas transnacionales.
15
CUT Brasil, Congreso de la CUT, http://www.unesco.org.uy/shs/docspdf/correosindical/
CSLAtematico8.pdf.
86
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
La ley 789 de 2002, tenía por objetivo dictar normas para apoyar el empleo y ampliar
la protección social, y para ello se modificaron aspectos claves en la remuneración de
los y las trabajadoras: se suprimió el pago del 35% por trabajo nocturno entre las 6 y
las 10 p.m.; se redujo en un 25% el pago por trabajo en días dominicales y festivos, y
las tablas de indemnización por despido sin justa causa se redujeron a la mitad.
16
Son cuatro los estudios publicados entre 2004 y 2005: Alejandro Gaviria. Ley 789 de 2002: ¿Funcionó o
No?, CEDE: 2004; Jairo Núñez. Éxitos y fracasos de la Reforma Laboral. Ministerio de la Protección
Social: (noviembre) 2005; Hugo López, Remberto Rhenals y Elkin Castaño. Impacto de la Reforma laboral
sobre la Generación y Calidad del Empleo. Cuadernos de Protección social, Cuaderno No.1, noviembre.
Ministerio de la Protección Social: 2005; Verónica Amarante, Rodrigo Arim y Mauricio Santamaría. Los
efectos de la reforma laboral de 2002 en el mercado laboral colombiano. Revista Perfil de Coyuntura
Económica, diciembre de 2005.
17
Evaluación de la reforma laboral (ley 789 de 2002), Universidad Nacional de Colombia, Facultad de Ciencias
Económicas, Centro de Investigaciones para el Desarrollo CID-, marzo de 2007, pág. 75, estudio encarga-
do por el Equipo Jurídico de la CUT-CTC. En el mismo sentido ver Universidad Nacional, Bien-estar y
Macroeconomía, obra citada, págs. 104 ys.s.
18
En este sector la situación es crítica; señala el estudio de la Universidad Nacional que: Sumando los
resultados de todas las medidas que afectaron a los vigilantes, es decir, extensión de la jornada diurna y
reducción de recargos de dominicales y festivos laborados, tendríamos que cada vigilante perdió para 2005
en promedio $1.151.000, suma que retrasa el ingreso de los trabajadores del sector a niveles de hace cinco
años.
87
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
Hasta ahora esta comisión ni siquiera se ha designado, por lo que luego de tres años
no se conoce cuál es el balance oficial sobre el impacto que sobre el empleo ha tenido
la reforma laboral, pero estudios independientes, que hemos mencionado antes, han
concluido que el resultado de la reforma, en cuanto a la creación de nuevo empleo, ha
sido negativo20 .
19
Las normas son del siguiente tenor: ARTÍCULO 45. A partir de la vigencia de la presente Ley, confórmese
una Comisión de Seguimiento y Verificación de las políticas de Generación de Empleo, previstas en la
presente ley, conformada por dos (2) Senadores de la República, dos (2) Representantes a la Cámara,
designadas por las Mesas Directivas de Senado y Cámara respectivamente, el Ministro de Trabajo y
Seguridad Social, el Director del Departamento Nacional de Planeación o su delegado, el Director del DANE
o su delegado y un representante de los trabajadores elegido por las centrales obreras y un delegado de los
empleadores. PARÁGRAFO transitorio. La Comisión será nombrada por el término de cuatro (4) años, a
partir de la vigencia de la presente ley.
ARTÍCULO 46. La Comisión de Seguimiento y Verificación de la políticas de generación de empleo, tendrá
las siguientes funciones: (
)
c) Rendir informes trimestrales de la disminución de la tasa de desempleo como consecuencia de la genera-
ción de empleo prevista en la presente ley;
d) Dar a conocer a la opinión pública por todos los medios de comunicación las empresas que han creado
empleos adicionales con base en las medidas adoptadas a partir de la vigencia de la presente ley.
(
)
PARÁGRAFO. Transcurridos dos años de la vigencia de la presente Ley, la Comisión de Seguimiento y
Verificación aquí establecida presentará una completa evaluación de sus resultados. En ese momento el
Gobierno Nacional presentará al Congreso un proyecto de ley que modifique o derogue las disposiciones que
no hayan logrado efectos prácticos para la generación de empleo.
20
Al momento de escribir este documento, octubre de 2007, ha sido admitida a trámite una demanda de
inconstitucionalidad de la ley 789 de 2002 presentada por la CUT con el apoyo del Equipo Jurídico CUT-
CTC que, con fundamento en el estudio de la Universidad Nacional de Colombia (supra nota 12), pide la
inconstitucionalidad de la reforma y la restitución de los derechos conculcados a los trabajadores, en la
medida en que estos fueron eliminados para que se generara empleo y este hecho no ocurrió. El Procurador
General de la Nación conceptuó favorablemente a las pretensiones de la demanda (Ver supra nota 14, el
texto de las normas).
88
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
En esta Recomendación se establece que las políticas nacionales, entre muchas otras
características, deberían (8.1):
b) velar por que no se puedan crear o utilizar cooperativas para evadir la legis-
lación del trabajo ni ello sirva para establecer relaciones de trabajo encu-
biertas, y luchar contra las seudo-cooperativas, que violan los derechos de
los trabajadores, velando porque la legislación del trabajo se aplique en
todas las empresas.
21
Pero fueron CTA que nacieron torcidas, huérfanas del espíritu de la ley que las creó, según la cual su objetivo
primordial es posibilitar que los asociados, mediante la unión de sus recursos y su fuerza laboral, generen sus
propios empleos y a la vez sean dueños de su propia empresa, manejada por ellos mismos con autonomía. Por
eso es que no pueden subcontratarse como mano de obra para otros agentes económicos, no es propio de
su naturaleza jurídica. Pero eso, subcontratarse, es justamente lo que todo el tiempo han hecho las CTA en
el puerto de Buenaventura. Figuran como tales en la papelería y los avisos de sus oficinas (cuando las tienen),
pero en la práctica sólo han servido como simples intermediarias laborales
. Ricardo Aricapa. Las CTA en
el Puerto de Buenaventura: Caos y degradación laboral. Ensayos Laborales, número 59. Escuela Nacional
Sindical.
22
La Ley 79 de 1988 define las Cooperativas de Trabajo Asociado como
Aquellas que vinculan el trabajo
de sus asociados para la producción de bienes, ejecución de obras o la prestación de servicios. En el mismo
sentido el Decreto 468 del 90 que desarrolla la anterior ley dice:
Las cooperativas de trabajo asociado
son empresas asociativas sin ánimo de lucro, que vinculan el trabajo personal de sus asociados y sus aportes
económicos para la producción de bienes, ejecución de obras o la prestación de servicios en forma
autogestionaria.
23
En el Valle del Cauca se concentra el 97% de la agroindustria azucarera colombiana. Allí 13 ingenios
ocupan un área sembrada de 200 mil hectáreas de caña y producen 2.7 millones de toneladas de azúcar al
año, que en el 2004 le dejaron ganancias por $174.000 millones y generaron 36.000 empleos directos, lo
que lo hace el sector productivo que más impacto tiene en el empleo de la región. Son cifras que, sin
embargo, esconden la situación de iniquidad laboral en que viven los corteros, como se llama a quienes
realizan el corte de la caña en el campo. Las cooperativas de trabajo asociado a las cuales pertenece el 90%
de ellos, tiene mucho que ver con esa situación de inequidad
Ricardo Aricapa. Las Cooperativas de
Trabajo Asociado del Sector azucarero: ¿Flexibilización o salvajización laboral? Medellín: Escuela Nacional
Sindical. Pág. 2.
89
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
Cuadro 1
Crecimiento Cooperativas de Trabajo Asociado
(CTA) 2000- 200624
24
Fernando Urrea Giraldo. "La rápida expansión de las Cooperativas de Trabajo Asociado en Colombia.
Principales tendencias y su papel en algunos sectores económicos". En: Controversia, número 188, junio.
pág. 117-169. Medellín: CINEP, 2007. Estudio realizado para la Escuela Nacional Sindical ENS - 2006.
Estas cifras no revelan la totalidad de las cooperativas de trabajo asociado existentes en el país pues existe
un gran subregistro; algunos dirigentes del sector cooperativo afirman que en Colombia actualmente pueden
existir mas de 8.000 cooperativas, con cerca de un millón de trabajadores asociados.
25
Artículo 59 de la ley 78 de 1988. En las cooperativas de trabajo asociado en que los aportantes de capital
son al mismo tiempo los trabajadores y gestores de la empresa, el régimen de trabajo, de previsión,
seguridad social y compensación, será establecido en los estatutos y reglamentos en razón a que se originan
en el Acuerdo Cooperativo y, por consiguiente, no estará sujeto a la legislación laboral aplicable a los
trabajadores dependientes y las diferencias que surjan, se someterán al procedimiento arbitral previsto en
el Título XXXIII del Código de Procedimiento Civil o a la justicia laboral ordinaria. En ambos casos, se
deberán tener en cuenta las normas estatutarias, como fuente de derecho.
26
Las compensaciones, para decirlo en términos cooperativos, distan mucho de los salarios que ganan los
corteros vinculados a los ingenios, empezando porque los de las CTA no trabajan los lunes festivos, la
Semana Santa, el 25 de diciembre y el primero de enero, y por tanto por esos días los corteros no tienen
paga. Las diferencias salariales son grandes: mientras en el 2005 los corteros vinculados a los ingenios
recibían $5.682 por tonelada, los asociados a las CTA recibían $3.900, o sea casi dos mil pesos de diferencia
por hacer el mismo trabajo
. Ricardo Aricapa. Las Cooperativas de Trabajo Asociado del Sector azuca-
rero: ¿Flexibilización o salvajización laboral? Medellín: Escuela Nacional Sindical.
27
Artículo 59 Ley 79 de 1988. En las cooperativas de trabajo asociado en que los aportantes de capital son
al mismo tiempo los trabajadores y gestores de la empresa, el régimen de trabajo, de previsión, seguridad
social y compensación, será establecido en los estatutos y reglamentos en razón a que se originan en el
Acuerdo Cooperativo y, por consiguiente, no estará sujeto a la legislación laboral aplicable a los trabajadores
dependientes.
28
Ley 79 de 1988 Artículo 5: Toda cooperativa deberá reunir las siguientes características: 1. Que tanto el
ingreso de los asociados como su retiro sean voluntarios
90
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
miento a los que son sometidos antiguos trabajadores para mantener sus ingresos
pero sin vinculación por contrato de trabajo. Igualmente, se considera fundamental
que la toma de decisiones al interior de la cooperativa sea resultado de procesos
democráticos y deliberativos. Sin embargo, los supuestos socios generalmente ig-
noran lo que significa tener esa calidad, no realizan asambleas periódicas y no tienen
ninguna influencia en la dirección y administración de la cooperativa.
La organización de cooperativas no sólo sirve para ahorrar costos laborales sino que es
un medio eficaz para cercenar las libertades sindicales al interior de las empresas,
porque tal como se interpreta la legislación a quienes son socios y no trabajadores subor-
dinados29 , se les niega el derecho a sindicalizarse, a la negociación colectiva y a la huelga.
A pesar de los múltiples intentos porque se vigile y sancione aquellas CTA que no
cumplen con todos los requisitos y que se hacen para servir de intermediarias en las
relaciones laborales, el Estado no ha tenido la voluntad política para hacerlo. En efec-
to, a finales del 2004, en medio de las negociaciones del tratado de libre comercio
entre los Estados Unidos y Colombia (TLC), se expidió el decreto 2879 que estaba
destinado a prohibir que las Cooperativas de Trabajo Asociado, se ocuparan de prestar
servicios en los eventos específicamente previstos por el artículo 7730 de la Ley 50 de
1990 para las Empresas de Servicios Temporales.
29
Sentencia C 211 de 2000 (Revisión de Constitucionalidad artículos 57,58 y 59 de la ley 79 de 1988) Las
cooperativas de trabajo asociado se diferencian de las demás en que los asociados son simultáneamente los
dueños de la entidad y los trabajadores de la misma, es decir, que existe identidad entre asociado y
trabajador. Siendo así no es posible hablar de empleadores por una parte, y de trabajadores por la otra,
como en las relaciones de trabajo subordinado o dependiente. Esta la razón para que a los socios-trabajado-
res de tales cooperativas no se les apliquen las normas del Código Sustantivo del Trabajo, estatuto que
regula solamente el trabajo dependiente, esto es, el que se presta bajo la continuada dependencia o
subordinación de un empleador y por el cual el trabajador recibe una retribución que se denomina salario.
30
ARTICULO 77. Los usuarios de las empresas de servicios temporales sólo podrán contratar con éstas en
los siguientes casos:
1. Cuando se trate de la labores ocasionales, accidentales o transitorias a que sé refiere el artículo 6o. del
Código Sustantivo del Trabajo.
2. Cuando se requiere reemplazar personal en vacaciones, en uso de licencia, en incapacidad por enfermedad
o maternidad.
3. Para atender incrementos en la producción, el transporte, las ventas de productos o mercancías, los
períodos estacionales de cosechas y en la prestación de servicios, por un término de seis (6) meses
prorrogable hasta por seis (6) mes más.
(Aparte subrayado declarado constitucional por la Corte Constitucional, mediante Sentencia No. C-330-95
del 27 de julio de 1995, Magistrado Ponente Dr. Jorge Arango Mejía).
91
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
Esta disposición no estuvo vigente más de 20 días y fue derogada por un decreto del
mismo gobierno31, que sólo hace referencia a los pagos parafiscales32 .
Debe tenerse en cuenta que desde la ley 50 se estableció, que Las empresas de
servicios temporales deberán constituirse como personas jurídicas y tendrán como
único objeto (Art. 72), contratar la prestación de servicios con terceros beneficiarios
para colaborar temporalmente en el desarrollo de sus actividades, mediante la labor
desarrollada por personas naturales, contratadas directamente por la empresa de
servicios temporales (Art. 71). Esto quiere decir sin lugar a dudas, que aun sin la
expedición del decreto, la intermediación de las Cooperativas ya era ilegal porque no
puede ser su único objeto social y, además, no podrían contar con autorización admi-
nistrativa para hacerlo.
Sin la expedición del decreto 4588, ya estaba previsto en el decreto 24 de 1998, que el
Ministerio de Protección Social gozaba de la facultad de sancionar a las personas que
contrataran servicios temporales con empresas no autorizadas para desarrollar esta
actividad, mediante la imposición de multas sucesivas de hasta 100 salarios mínimos
mensuales vigentes.
Por otro lado, dicho decreto deja abierto el espacio para que se continúen usando de
forma fraudulenta las Cooperativas y no es por tanto el medio más eficaz para el
desmonte de esta forma de burlar la ley laboral, puesto que el parágrafo del artículo 5
establece: Las Cooperativas de Trabajo Asociado cuya actividad sea la prestación de
servicios a los sectores de salud, transporte, vigilancia y seguridad privada y educa-
ción, deberán ser especializadas en la respectiva rama de la actividad
dando opcio-
nes para que se siga manejando la intermediación laboral.
31
Decreto 2996 de 2004.
32
Se denominan cargas parafiscales, los porcentajes que sobre el valor total de la nómina tienen que pagar las
empresas y que se distribuyen así: 4% para las Cajas de Compensación Familiar; 2% para el servicio
Nacional de Aprendizaje SENA y 3% para el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar ICBF.
92
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
Los altos niveles de evasión y de elusión en que incurre una buena parte del empresariado
y de las instituciones estatales, respecto de su obligación de afiliar a los trabajadores
y trabajadoras a la seguridad social y de respetar los derechos del trabajo en general,
se refuerza por la propia política del Estado en relación con la labor de inspección del
trabajo que debe cumplir.
33
Convenio 81, Artículo 10: El número de inspectores del trabajo será suficiente para garantizar el desempe-
ño efectivo de las funciones del servicio de inspección, y se determinará teniendo debidamente en cuenta:
a) la importancia de las funciones que tengan que desempeñar los inspectores, particularmente:
i) el número, naturaleza, importancia y situación de los establecimientos sujetos a inspección;
ii) el número y las categorías de trabajadores empleados en tales establecimientos;
iii) el número y complejidad de las disposiciones legales por cuya aplicación deba velarse;
b) los medios materiales puestos a disposición de los inspectores; y
c) las condiciones prácticas en que deberán realizarse las visitas de inspección para que sean eficaces.
93
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
Y en tercer lugar, las acciones del Ministerio se muestran dóciles, lentas y poco efectivas en lo
que respecta a la inspección del trabajo cuando se trata de las denuncias de los trabajadores y
trabajadoras contra las empresas, mientras que aparecen fuertes, ágiles y efectivas en el
momento de ejercer la función del registro sindical, en el que tienen que pronunciarse sobre el
surgimiento y funcionamiento de las organizaciones sindicales de trabajadores.
Sobre el Convenio 129 de inspección del trabajo (agricultura), la omisión por parte del
Gobierno es lamentable, puesto que a pesar que Colombia adquirió la obligación de
tener inspectores de trabajo especializados en lo agrícola, en mucho dista de la reali-
dad en este punto. Según las estadísticas del DANE en Colombia hay una población
económicamente activa en la zona rural de 4675.00034 .
Cuadro 2
Distribución de la población ocupada según categoría ocupacional
Población
17.065.785 18.092.892 18.004.879 18.804.843 17.667.878 100 -6,0
ocupada
Empleado
6.036.566 6.263.519 6.122.911 6.807.667 6.721.395 38.04 -1,3
particular
Jornalero o peón 740.412 847.961 842.895 959.935 1.191.762 6.74 24,2
Empleado
1.050.297 1.106.540 1.066.685 1.075.352 1.034.610 5.85 -3,8
Gobierno
Empleada
837.735 910.875 822.640 823.862 688.468 3.89 -16,4
domestica
Trabajador
6.561.846 6.927.571 7.188.410 7.133.301 6.419.483 36.33 -10,0
cuenta propia
Patrón o
861.892 851.737 957.470 1.006.020 802.934 4.54 -20,2
empleador
Trabajador
familiar sin 977.037 1.184.689 1.003.868 998.706 809.226 4.58 -19,0
remuneración
Fuente: DANE
34
Serie trimestre móvil oct-dic 2006 DANE.
94
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
Cuadro 3
Población ocupada según sectores económicos
Población
17.065.785 18.092.892 18.004.879 18.804.843 17.667.878 -6,05
ocupada
Agricultura 3.534.449 3.861.727 3.914.981 3.830.033 3.405.285 -11,09
Minas 107.464 156.676 212.741 175.833 264.600 50,48
Industria 2.371.884 2.454.628 2.512.420 2.592.715 2.264.626 -12,65
Elect. gas y
82.094 69.673 69.671 73.086 79.285 8,48
agua
Construcción 730.269 816.016 836.386 879.901 849.614 -3,44
Comercio 4.291.445 4.553.043 4.483.027 4.876.251 4.596.536 -5,74
Servicios 5.929.237 6.175.290 5.971.532 6.376.061 6.193.855 -2,86
No informa 18.936 5.840 4.120 962 14.077
Fuente: DANE.
Cuadro 4
Indicadores de protección social
95
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
Población
afiliada a 875.785 844.648 831,047 847.253 4.79
sindicatos (8)
Convenios
colectivos (9) 700 284 620 360 355
Cobertura
convenciones 176.774 72.244 134.244 99.362 60.462 0.90
colectivas (10)
* Incluye los pensionados por vejez, invalidez y las personas que reciben pensión de sobrevivientes.
Fuentes: 1. DANE, Balance del mercado laboral por trimestres. 2, Superintendencia Financiera. Estadísti-
cas de los Fondos administrados. www.superfinanciera.gov.co. 3. ASOCAJAS. www.asocajas.org.co. 4, 5,
6, 7, 9, 10: Ministerio de la Protección Social, Informes al Congreso de la República. 8. ENS Censo Sindical.
Según informes oficiales del Ministerio, los casos y las tasas de muertes en el trabajo
han aumentado después de la aparición de la ley 100 de 199335 y de la configuración
del SGRP. El promedio anual de muertes en el trabajo en el periodo 1994- 2006 es de
868 (tasa de 15,88 x 100.000), es decir, casi tres trabajadores y trabajadoras por día.
Por otro lado, ocurren unos 688.53636 accidentes relacionados con el trabajo (2006),
es decir, 1.892 accidentes diarios, a razón de 1,31 por minuto. Además, en cuanto a
enfermedades profesionales, 2.935 personas se enferman.
El propio Gobierno reconoce estas cifras como inferiores a la realidad, debido a la baja
tasa de cobertura y por tanto al no registro de los eventos ocurridos a trabajadores y
trabajadoras no afiliados al sistema.
35
A partir de esta ley, la responsabilidad por la salud ocupacional y los riesgos profesionales, pasó del
empleador al SGRP.
36
Ministerio de la Protección Social. Fondo de Riesgos Profesionales: www.minproteccionsocial.gov.co
96
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
Cuadro 5
Principales indicadores de salud y trabajo en Colombia
Muertes
357 370 697 865 860 852 895
Tasa x100.000
Accidentes
ocurridos 9.85 10.14 16.73 18.80 17.73 16.70 15.87
(calificados +
presuntos)
Accidentes
ocurridos
(calificados + 559.248 540.493 590.551 688.536
presuntos)
Enfermedades
profesionales 1.215 1.042 920 1.121 1.105 1.909 2.935
calificadas
Afiliados 3.622.402 3.650.061 4.164.975 4.602.468 4.849.754 5.104.050 5.637.676
Aislados del mercado laboral, impedidos para vivir una vejez activa, los adultos y adul-
tas mayores, se convierten en actores invisibles y carentes de derechos sociales y
económicos, sin el protagonismo cultural que en otras sociedades cuentan las perso-
nas de la tercera edad.
Los viejos sin seguridad social se convierten en individuos marginados, sin políticas
públicas que los aíslen no sólo de la violencia sociopolítica que aqueja a Colombia, sino
de la violencia intrafamiliar que los ha convertido en uno de los sectores más agredidos
en este ámbito, sólo superados por los niños38.
37
Art. 2.1
38
Para un mayor desarrollo de esta problemática, ver: Confederación de Pensionados de Colombia. Ponencia:
Análisis, Posición y Desarrollo de la Situación actual del Pensionado Colombiano y el Adulto Mayor en el
Enfoque de la Seguridad Social, mimeo, Bogotá, 30 de mayo al 15 de junio de 2007 e ibídem, Ponencia: En
Colombia no existe Trabajo Decente, mimeo, Bogotá, 30 de mayo al 15 de junio, ambas presentadas ante
la 96 Conferencia Internacional del Trabajo.
97
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
Resulta evidente mostrar que en este caso se encuentran todos los elementos de la
relación laboral: las madres comunitarias realizan las actividades de cuidado de los
niños y las niñas personalmente. Se encuentran en una situación de subordinación
clara frente al ICBF, ya que esta institución les indica los parámetros bajo los cuales
deben prestar el servicio e incluso tiene la potestad de imponerles sanciones cuando
así lo considere. - La actividad dentro de los hogares de Bienestar se realiza durante
una jornada laboral que comprende 8 horas diarias, aunque en múltiples ocasiones
para colaborar a las madres y padres que usan el programa, se vean en la necesidad
de extender su jornada sin pago adicional.
39
Una madre comunitaria recibió en el 2002 una bonificación de $132.120, en el 2003 el monto fue de
$153.000, para el año el 2004 la bonificación representó la suma de $161.070, en el 2005, $168.480 y este
año de $185.780, en todo caso, siempre por debajo del salario mínimo legal vigente, que para el año 2007
fue de $436.000 (Un dólar de los Estados Unidos equivale aproximadamente a 2.000 pesos colombianos).
98
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
40
En los 80, la lucha gremial de las madres comunitarias obligó al Estado su reconocimiento y afiliación al
Sistema de Seguridad Social, mediante el Decreto 1791 de 1990, el cual estableció ...para dar protección
en la salud básica a este contingente poblacional y cumplir con ellas la justicia social a que tienen derecho.
Aquí las madres, comienzan a gozar del seguro de enfermedad general y de maternidad, sin incluir medicina
familiar, haciendo titulares además del pago de incapacidades y licencias por maternidad como afiliadas al
ISS, pero quedaron desprotegidas para accidentes de trabajo y enfermedad profesional, lo mismo que
fueron excluidas de los servicios de invalidez, vejez y muerte. Con la promulgación de la Ley 100 de 1993,
se incluyen dentro del Régimen Subsidiado de Salud y en el Contributivo de Pensiones a las madres
comunitarias; con la Ley 223 de 1995, se aumentó en dos puntos adicionales el IVA con al menos un 30%
para gastos del régimen subsidiado de salud establecido en la Ley 100/93, con el fin de completar el valor
de las unidades de pago por capitación (UPC) de las madres comunitarias y para garantizar su afiliación
como trabajadoras solidarias al Instituto de Seguros Sociales o a una Empresa Promotora de Salud de su
libre decisión, recibiendo de este modo los beneficios establecidos para el régimen contributivo. Sin embargo
los recursos previstos por esta Ley, no se han destinado a la seguridad social de las madres comunitarias.
Con la promulgación de la Ley 1023/2004 la contribución al régimen contributivo en salud quedó, para las
madres comunitarias en 4% sobre medio salario mínimo.
41
Asocaña, Energia: La nueva agenda del sector azucarero, en Informe 2006 2007, http://
www.asocana.org/informes/2006_2007.aspx?Cid=167
42
Asocaña, Anexo estadistico 2006 2007, en Informe 2006 2007, http://www.asocana.org/informes/
2006_2007.aspx?Cid=165
99
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
De los empleos directos, 31% de los trabajadores y trabajadoras que son contratados
directamente por los ingenios, el 33% es contratado a través de Cooperativas de
Trabajo Asociado (CTA), 23% son trabajadores contratados por los cultivadores de
caña, el 22% por contratistas independientes, y el 2% son trabajadores con contrato
sindical43.
Unos 16.000 trabajadores directos del sector se desempeñan como corteros de caña,
el oficio de mayor esfuerzo físico pero el peor remunerado dentro del proceso de
producción del azúcar. El 90% de los corteros son contratados a través de las CTA, una
modalidad de subcontratación que no permite la afiliación a una organización sindical y
sobretodo que exime a las empresas del pago de las prestaciones sociales de los
asociados de las CTA, quienes en cambio tienen que asumir ellos mismos este gas-
to; y ni siquiera garantiza que los trabajadores y las trabajadoras que laboran bajo
esta forma de contratación devenguen un salario mínimo legal.
Como ejemplo, en el año 2005, un cortero con un contrato directo cobijado por una
convención colectiva recibía $5.682 pesos colombianos por tonelada de caña cortada,
mientras un trabajador o trabajadora vinculado a través de una CTA recibía apenas
$3.900 pesos colombianos, un 31,4% menos44. Por ende, el uso generalizado de mano
de obra contratada a través de las CTA en este sector está generando mayores ga-
nancias para los ingenios, pero al mismo tiempo sacrificando los derechos de los y las
trabajadoras azucareras a un salario digno y a las libertades sindicales.
10.2 Flores
Según una encuesta realizada en 2006 por la ONG colombiana Cactus, 66% de los
trabajadores y trabajadoras de flores son contratados directamente por las empresas,
43
Ricardo Aricapa. Las Cooperativas de Trabajo Asociado del Sector azucarero: ¿Flexibilización o salvajización
laboral? Medellín. Escuela Nacional Sindical. Pág. 6.
44
Ricardo Aricapa. Las Cooperativas de Trabajo Asociado del Sector azucarero: ¿Flexibilización o salvajización
laboral? Medellín: Escuela Nacional Sindical. Pág. 11.
45
Future looks rosy for Colombia´s flower trade, Daily Telegraph, 29 de junio, 2007, http://
www.telegraph.co.uk/gardening/main.jhtml?xml=/gardening/2007/06/29/gcolombia29.xml
46
Asocolflores, Economia y mercados, http://www.asocolflores.org/site/new/mercados.html.
100
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
mientras 34% son tercerizados, 21% a través de agencias temporales, 8,7% a través
de las CTA, y 4,3% a través de contratistas47 .
Del total de trabajadoras con contratos directos con las empresas, 62% tienen contra-
tos de termino indefinido y 31% tienen contratos de termino fijo, la mayoría por perio-
dos que no superan los cuatro meses48 , lo que implica una inestabilidad laboral total.
Según las investigaciones realizadas por la ONG Cactus, el salario promedio de las
trabajadoras del sector equivale al salario mínimo legal, $436.000 pesos colombianos
mensuales (US$ 218), un sueldo que no alcanza ni para la mitad de los gastos de la
canasta básica familiar, valorada en $891.598 pesos mensuales (US$ 446).
Cuando los y las trabajadoras floricultoras han intentado formar organizaciones sindi-
cales para exigir mejores niveles salariales y condiciones laborales menos precarias,
algunas empresas han respondido con prácticas anti-sindicales. Por ejemplo, después
de la formación de un sindicato en la filial colombiana de la empresa norteamericana
Dole Fresh Flowers en 2004, la empresa impugnó la inscripción de la organización en el
registro sindical del Ministerio de la Protección Social; frenó un proceso de negocia-
ción colectiva con el sindicato; e incluso en octubre de 2006 cerró dos de sus fincas en
las cuales había una mayor presencia del sindicato.
Este sector también se caracteriza por utilizar mucha mano de obra, generando aproxi-
madamente 600.000 empleos directos e indirectos en el país, principalmente en el
área metropolitana de Bogotá y en el Departamento de Antioquia. Se estima que 80%
de la fuerza laboral es femenina. En el sector de confecciones, casi ningún trabajador
tiene un contrato laboral con las empresas comercializadoras y exportadoras de ropa.
Dado que no existe ninguna obligación laboral entre la empresa comercializadora y los
trabajadores de la empresa maquiladora, tampoco existe un deber a darles una remu-
47
Diana Alexandra Castañeda. Mujeres, floricultura, y multinacionales en Colombia. Bogota: Corporación
Cactus, 2006. Pág. 5.
48
Corporación Cactus. La contratación directa y la organización: Derechos para reconquistar, 2006. http://
www.cactus.org.co/documentos/encuesta_14_feb_2006.doc.
49
Textiles y confecciones. Revista Dinero, 25 de Mayo, 2007, pág. 124.
101
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
neración que equivalga o supere el salario mínimo, o cubrir sus costos del seguro
social, o pagar los recargos para horas extras laboradas por estos trabajadores.
El convenio 181 sobre las agencias de empleo privadas señala que los Estados deben
adoptar las medidas para asegurar que los y las trabajadoras contratados por las
agencias de empleo privadas que prestan los servicios a los que se hace referencia en
el artículo 1 no se vean privados del derecho de libertad sindical y del derecho a la
negociación colectiva.
El Decreto también se refiere a la seguridad social y establece que dentro de los diez
(10) primeros días de cada mes, las EST deberán informar a la correspondiente usua-
ria del servicio, sobre la afiliación y el pago de cotizaciones al Sistema de Seguridad
Social Integral, del personal que, en misión (como se les denomina a las personas
contratadas bajo esta modalidad por cuenta de la EST), le ha prestado sus servicios
durante el mes inmediatamente anterior.
50
Rosado, Juan Bernardo. Hay que hilar filo con los derechos laborales de las mujeres, 2007. http://www.ens.
org.co/colombiamoda/la_moda_de_medellin.pdf.
102
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
Los cambios en el empleo público generan un gran impacto en las relaciones laborales,
porque en Colombia el Estado es un importante generador de empleo; durante mu-
chos años se pensó que trabajar con el Estado era un privilegio, porque ofrecía estabi-
lidad y todas las garantías derivadas de un contrato típico, pero con el avance de las
privatizaciones de las Empresas Estatales: TELECOM, INRAVISIÓN, ISS, etc. y el
auge de los formas atípicas de vinculación laboral se comprobó que estamos ante un
Estado que además de comportarse de manera permisiva con los empresarios en la
violación de los derechos laborales, cuando actúa como patrono desconoce los Conve-
nios de la OIT y las garantías mínimas de los y las trabajadoras.
Por tanto, no resulta extraño comprobar cómo, sin ninguna consideración, se despiden
masivamente trabajadores y trabajadoras, y se desintegran organizaciones sindicales,
en medio de la consolidación del modelo estatal impuesto por el FMI y el Banco Mun-
dial que insiste en reducir cada vez más el tamaño del Estado y dejar más espacios de
actuación y maniobra a la iniciativa privada.
Una muestra palpable de la forma como el Estado hace las veces de patrono se en-
cuentra en el reciente cierre de las clínicas del Instituto de Seguros Sociales (ISS). No
solo se desconoció la organización sindical como interlocutor válido, sino que se milita-
rizaron estos centros de salud en la noche para evitar acciones de los y las trabajado-
ras que pusieran en peligro el propósito gubernamental.
51
El desempleo se resiste a bajar. Portafolio, 1 de agosto de 2007.
103
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
El Estado empleador ocupa un poco más de un millón personas de las cuales casi la
mitad devengan menos de 2 salarios mínimos legales. El Estado paga salarios de
subsistencia. La libertad sindical para los servidores públicos es restringida, porque a
la mayoría se le niegan los derechos de negociación colectiva y de huelga, pese a que
los Convenios 87, 98, 151 y 154 de la OIT fueron ratificados.
A pesar que las estadísticas muestran una disminución en 3.9 puntos porcentuales del
2001 al 2005 según el DANE, aún existen en el país 1.059.000 niños y niñas trabajando
y, si se considera la definición amplia de trabajo infantil, deben agregarse los 961.507
que dedican más de 15 horas semanales a oficios del hogar.
Por mayor disminución que se haya presentado, tener 2.020.317 niños y niñas traba-
jando no puede ser considerado como un gran avance, puesto que ello significa que de
cada 10 niños y niñas del país uno está trabajando. Además el 19% de estos niños no
asisten a la escuela y los demás combinan las dos actividades.
52
Creado por el Decreto 859 de 1995.
53
Valoración de los avances del III Plan Nacional para la Erradicación del Trabajo Infantil y la Protección del
Trabajo Juvenil 2003-2006 en Colombia.
54
En la reciente campaña electoral para elegir gobernadores departamentales, alcaldes y las respectivas
corporaciones, cuyas elecciones tuvieron lugar el 28 de octubre de 2007, el Presidente de la Republica
utilizó, en contra de lo que manda la Constitución y la ley, este programa de familias en acción para promover
las y los candidatos del Partido de Unidad Nacional, que hace parte de la coalición de Gobierno.
104
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
Las principales razones por las que los niños y niñas trabajan son: en primer lugar,
para ayudar a los gastos de la familia y en segundo lugar, para ayudar en la actividad
económica del hogar, esto demuestra que la pobreza continúa siendo una causa prin-
cipal y estructural del trabajo infantil. La principal actividad laboral es la agricultura
con 393.038 niños y niñas, seguida del comercio con 338.96555.
El logro del trabajo decente requiere de múltiples políticas y medidas sostenidas du-
rante varios años, por ello las centrales sindicales han propuesto concertar un Plan
Nacional de Trabajo Decente, atendiendo a la gravedad de la precariedad laboral y
aprovechando la presencia permanente de la OIT en el país.
55
DANE. Resultados del Modulo de trabajo infantil 2005.
56
Art. 56 de la Constitución, leyes 278 de 1996 y 990 de 2005, Convenio 144 y Recomendación 113 de la
OIT.
105
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
57
Adicionalmente es necesario ratificar el Convenio 81 en la segunda parte, porque la mayor parte del trabajo
infantil y el trabajo en condiciones indignas se da en el sector del comercio.
106
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
58
En este sentido son notables los resultados de la administración del Distrito Especial de Bogotá, presidida
por el antiguo Presidente de la CUT, Luís Eduardo Garzón, en donde se ha logrado la total gratuidad para
la educación en los estratos más pobres de la ciudad y se ha mejorado la infraestructura y calidad de la
enseñanza pública.
107
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
PRESENTACIÓN
La legislación progresiva que hizo evidente la diferencia a favor del trabajador como
parte débil de la relación laboral y que desterró el concepto de igualdad de las partes
propia del derecho civil, ahora enfrenta los embates de una nueva conceptualización.
El trabajo en el mundo contemporáneo viene a ser la mercancía de que dispone el
trabajador en un mundo de transacciones comerciales.
El trabajo que ya no tiene nombre laboral impide la organización de las personas que
laboran pero ya no son trabajadores.
* Miembro del Equipo Jurídico de la Central Unitaria de Trabajadores. Abogado de la Universidad Nacional de
Colombia.
** Abogada de la Universidad Nacional de Colombia.
108
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
PLAN GENERAL
Desde la segunda mitad del siglo XX, aproximadamente, ha tenido desarrollo una serie
importante de mecanismos de flexibilidad laboral. Entre ellos, encontramos la contra-
tación temporal a través de empresas creadas con ese específico fin, y la subcontratación
(llamada también tercerización, outsourcing). Su papel en la dinámica de la relación
de trabajo ha sido importante, para cada una de las partes involucradas.
El propósito del presente artículo es, de manera breve, presentar el panorama dejado
por estas prácticas en nuestro país. Esto, teniendo en mente el desarrollo legal y
jurisprudencial del tema, y pensando siempre en la manera en que las actuales diná-
micas flexibilizadotas han afectado al Derecho laboral en general y colectivo en par-
ticular.
Para tratar el tema que nos ocupa, es necesario hablar de algunas de las formas más
importantes adoptadas por la flexibilización, en materia laboral. El outsourcing, en sus
modalidades más comunes, y la contratación a través de Empresas de Servicios Tem-
porales serán nuestros tópicos principales. Aparte de hacer una presentación corta de
cada figura, puesto que de hacerlo en extenso se han ocupado otros autores, haremos
algunas precisiones sobre el abordaje jurídico y su relevancia respecto a los derechos
laborales. Se verán no sólo referencias a aquellos derechos de índole individual, sino
también algunas a los de carácter colectivo como el derecho de asociación sindical y de
huelga.
I. DE LA TERCERIZACIÓN,
SUBCONTRATACIÓN U OUTSOURCING
1
ROTHERY, Brian otro. Outsourcing. Ed Limusa Noriega, 1996. Es quizá el referente teórico más
importante sobre el outsourcing, tanto que el texto referenciado se encuentra en la bibliografía de casi todos
los trabajos sobre el tema. Quienes han escrito al respecto y son citados en este trabajo, son ejemplo de ello.
109
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
resto del mercado. Se puede decir que, en consecuencia y como ventaja adicional
(como se verá) también impide la confrontación por mejoras laborales con asociacio-
nes sindicales, otrora formadas por los empleados de las áreas suprimidas u objeto de
subcontratación.
Hay varias salidas para el personal cuya relación laboral se termina, debido a la rees-
tructuración y subcontratación de sus antiguas labores: el empleador trata de reubicar
a los que se pueda en otros cargos, redefiniendo condiciones laborales y demás; puede
también despedirlos, reconociendo las prestaciones sociales contempladas por la Ley
para el caso; o puede hacer que la empresa contratista, subcontratista o outsourcer
los incluya en su nómina y se encargue de su condición laboral. Esta última opción y
sus repercusiones a nivel de los derechos laborales, en especial los de carácter colec-
tivo, serán objeto de análisis en los párrafos siguientes.
Modalidades de tercerización
2
Antonio José Valencia Manzano. Formas de contratación laboral- Parte II. En Revista Médico Legal,
Sección Legislación y Jurisprudencia. Sociedad Colombiana de Anestesiología y Reanimación SCARE.
Edición de mayo- agosto de 2001, año VII, No. 2. Disponible en el siguiente vínculo electrónico, consultado
en julio de 2007: http://www.medicolegal.com.co/ediciones/2_2001/leg_jur_1.htm
110
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
Se puede observar, en esta primera figura, cómo es posible usarla de manera nugatoria
respecto a los derechos laborales. No solamente se contrata con cooperativas para
enrolar a personas que deberían ser vinculadas mediante contrato de trabajo, para
evitarse costos laborales e impedir la conformación de sindicatos; también éstos han
hecho uso de la figura para evitar los despidos masivos, hacer frente a su imposibilidad
de ejercer actividades comerciales, entre otros propósitos3.
Con esta figura ocurre algo parecido a la anterior, sólo que con ciertas variaciones. Su
regulación legal se encuentra en la ley 10 de 1990, y su decreto Reglamentario 1100 de
1992. Retomando la definición dada por Antonio José Valencia, se caracterizan por ser:
3
Marcel Silva Romero hace una exposición más larga acerca del desarrollo, tanto normativo como material, de
las cooperativas de trabajo asociado, en su texto Flujos y Reflujos- Proyección de Un Siglo de Derecho
Laboral Colectivo Colombiano. Páginas 356 a 370, Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, 2005.
Tercera Edición.
4
Esta providencia, cuyo magistrado ponente fue Manuel Cepeda, retoma la T-286 de 2003 que trata este
mismo asunto.
111
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
En este caso concreto, la Corte Constitucional dijo a una trabajadora de una EAT que
no tenía su relación con ella ningún carácter laboral. Esto, en virtud de las disposicio-
nes contenidas en la Ley 10 de 1991 y el Decreto 1100 de 1992, y mediante la senten-
cia T-433 de 2005. Sin embargo, sí se ha considerado la posibilidad de establecer un
vínculo laboral entre un cooperado y su cooperativa, y dada la similitud entre ambas
figuras, quizá podamos definir que se podría predicar lo mismo en este escenario
siempre que se presenten los mismos elementos de hecho.
3. Contratistas independientes
5
Op cit.
6
Para identificar de manera más concreta las características formales de las EAT, se sugiere hacer remisión
al texto de Miguel Pérez García y Victoria Aragón de Pérez: Flexibilización laboral y outsourcing. Biblioteca
Jurídica Dike, Bogotá, 1999. Este texto es ampliamente citado y reseñado en la mayoría de textos referidos
a estas formas de outsourcing.
7
Del mismo magistrado ponente, la sentencia de mayo 13 de 1997.
112
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
En ninguno de los casos anteriores, como habíamos dicho, se establecen vínculos labo-
rales ni en su interior, ni con relación a los terceros que contratan sus servicios. Sin
embargo, cuando deben recurrir a otras personas para cubrir aquellas actividades que
sus asociados no pueden, sí establecen relaciones de carácter laboral con ellos. La
razón es muy sencilla: son terceros, ajenos a la asociación. Esto parece no tener
mayor complicación, pero en la práctica sí la tiene.
Nos encontramos frente a la que, quizá, es la más común de todas las figuras de
tercerización: cuando una empresa decide que no necesita, no le conviene o no puede
realizar cierta actividad propia de su giro negocial, retomando los términos del Código
de Comercio, simplemente acude a otro. Y ese otro es, en una buena parte de los
casos, una empresa distinta.
Es interesante ver una de las principales razones por las cuales, entre otras, la figura
de la subcontratación es vista como sumamente útil para reducir costos y optimizar
procesos: la dificultad que impone a la génesis y desarrollo de los derechos colectivos
laborales.
Y esta es considerada como una ventaja desde el punto de vista productivo, por parte
de un sector importante de administradores de empresas, de empleadores e incluso
de empleados. No es necesario redundar en la opinión negativa de muchas personas,
respecto al papel de los sindicatos y su asociación, en el imaginario popular y político,
con corrupción y subversión9.
8
Op cit., pág. 30. Debe decirse que el impacto negativo en la producción, debido a factor humano, es también
imputable a los empleadores que velan únicamente por sus intereses personales. Esto se puede leer en la
misma página.
9
Fuera de las referencias y citas traídas a continuación, hay trabajos que dan cuenta de esta realidad mucho
mejor. Por ejemplo, el Manual de Derecho Colectivo de Artemo de J. Quintero H., Edición Asitel, 1998 en
sus páginas 159 a 171.
10
Sonia A. Estupiñán y otra. Outsourcing como herramienta administrativa en los Centros Comerciales.
Tesis de grado para optar al título de Administrador de Empresas, Universidad Externado de Colombia,
Facultad de Administración. Bogotá, 1996. Los resultados de las pesquisas realizadas, en la parte que
señalamos aquí, se encuentran en las páginas 55 y 56.
113
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
Hemos visto cómo las diferentes formas de subcontratar, tal y como se han venido
usando, pueden tener repercusiones serias a nivel laboral. Pero también hemos seña-
lado el criterio de la jurisprudencia constitucional respecto a la posibilidad de generar
relaciones laborales al interior de las Cooperativas (lo cual plantea un escenario simi-
lar al de las EAT). No obstante, su utilización sigue siendo un riesgo cuando tiene por
objetivo minar la capacidad colectiva. Con relación a este punto, debe decirse que las
organizaciones sindicales de toda índole, especialmente las de mayor cobertura, tie-
nen como tarea establecer líneas de acción que hagan frente a estas situaciones.
Hasta ahora, así van las cosas.
114
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
diante sistemas extraños al Derecho del Trabajo, como se está viendo con
todo el tema de la tercerización en sus variadas expresiones, que no son
nada distinto a la hipócrita utilización de figuras no laborales para disfrazar
relaciones que tienen la condición de tales11.
Esta situación ha sido ampliamente denunciada por asociaciones sindicales, sobre todo
en cuanto a la utilización de diversas figuras contractuales para la disolución de aque-
llas. Entre dichas figuras se encuentra la escisión empresarial, la reestructuración de
entidades del orden público y la subcontratación u outsourcing.
11
En Evolución y tendencias de las relaciones laborales en Colombia- Homenaje al Doctor Guillermo López
Guerra, Colegio de Abogados del Trabajo, 2006. Página 89.
12
El informe completo de la Comisión, titulado Observación Individual sobre el Convenio sobre la libertad
sindical y la protección del derecho de sindicación, 1948 (núm. 87) Colombia (ratificación: 1976), se
encuentra también en la siguiente página en internet: http://www.ilo.org/ilolex/cgi-lex/pdconvs.pl?host=
status01&textbase=ilospa&document=8424&chapter=6&query=Colombia%40ref&highlight=&querytype=bool
115
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
Entre los años 1998 y 1999, dentro de un proceso de escisión del que resultaron tres
hijas de la Empresa de Energía Eléctrica de Bogotá S. A. ESP, una de ellas aplicó
políticas de despidos masivos de empleados con años de experiencia en la compañía
madre. Las funciones desempeñadas por ellos fueron cedidas, mediante los corres-
pondientes modelos de subcontratación, a terceros.
116
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
Otra razón dada por ellos es que las circunstancias de cargos suprimidos, labores
tercerizadas y cambios tecnológicos explicados en detalle (
) (sus palabras), fueron
las que les llevaron a despedir a un número importante de trabajadores con años de
servicio. También dijeron mantener los cargos administrativos relacionados, directa-
mente, con el ejercicio de su objeto social, así como el personal de planta para cumplir
las funciones derivadas de ese núcleo funcional esencial. En otras palabras, se que-
daron con quienes podían cubrir lo indispensable, operativamente hablando. Lo demás
fue subcontratado.
De otro lado, ésta sí podía saber cuales trabajadores pertenecían a sindicatos, y cua-
les no. La ley asigna a los empleadores una serie de funciones en cuanto al recaudo de
cuotas sindicales, y no todas se pueden descontar del salario de todos los trabajado-
res. Por ende, si debía hacer esta discriminación para hacer los descuentos correctos,
¿cómo no iba a saber quiénes forman parte del sindicato y quiénes no?
117
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
Para sustentar su tesis, presentan sentencias del año 2000 como la T-436, a la cual
nos referimos arriba, la SU-998 (la cual tutela los derechos al trabajo y la asociación
de 20 trabajadores de La Previsora S.A., afiliados en su mayoría a Sintraprevis y
Asdecos) y la SU-1067 (en la cual la parte actora estaba vinculada a Sintracremil, y se
dirigió contra la Caja de Retiro de las Fuerzas Militares). Todo esto habla de reintegro
de trabajadores desvinculados en diferentes circunstancias, pero con el denominador
común de la protección constitucional a sus derechos. Claro está, aparte de su desvin-
culación laboral por causa de una escisión, reestructuración, tercerización o cualquier
otro que implique encoger para optimizar.
13
En Principios del Derecho Laboral- Líneas jurisprudenciales, Página 85. Ed. Uninariño- Centro de Investi-
gaciones y Estudios Socio- Jurídicos. San Juan de Pasto, 2006.
118
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
ARTICULO 417. 1. Todos los sindicatos tienen, sin limitación alguna, la facul-
tad de unirse o coaligarse en federaciones locales, regionales, nacionales, pro-
fesionales o industriales, y éstas en confederaciones. Las federaciones y con-
federaciones tienen derecho de personería jurídica propia y las mismas atribu-
ciones de los sindicatos, salvo la declaración de huelga, que compete
privativamente, cuando la ley la autoriza, a los sindicatos respectivos o grupos
de trabajadores directa o indirectamente interesados (Subraya fuera de texto).
119
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
Aunque ese antecedente es bien conocido, es menester recordarlo una vez más como
un intento de lograr un solo paquete de prerrogativas para los empleados de todo un
sector. El problema que tuvo ese procedimiento conflictual, por así decirlo, fue que
cada sindicato de rama de actividad se debió entender con los empleadores, de mane-
ra individual. Por eso, los resultados fueron diversos en ciertos aspectos. Además, el
esfuerzo fue mucho más arduo debido a la poca posibilidad de convocar a todos los
patrones del área bancaria en un punto geográfico, en un momento único de encuen-
tro de todos con todos (por llamarlo de alguna manera). El panorama hoy, al menos
por lo que se puede colegir de las normas, no es muy diferente.
Un sindicato por rama es para hacerse sentir en todos sus efectos sociales
y laborales, mas no para actuar como una suma de pequeños sindicatos de
empresa, inoperantes y sin ningún futuro frente a la arremetida del
neoliberalismo15.
Debido a que el derecho de asociación fue concebido para ser ejercido desde varios
frentes, es menester reflexionar sobre la posibilidad de replantear la manera en que la
ley desarrolló esos frentes. Por ejemplo, alimentando la posibilidad que se abre al no
existir un sindicato de base (por migración forzada de personal), pero con algunos
miembros del de industria en la empresa. La cuestión de las mayorías necesarias para
lograr la representatividad, en esos casos, debería darse en términos de la rama de
actividad y no de la empresa concreta.
14
Corte Suprema de Justicia, Sentencia de homologación del laudo arbitral del sector bancario.
15
Op Cit, página 246.
120
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
indagar la manera de hacer frente a los retos del sindicalismo hoy en día. Sin embar-
go, recordemos que fue un sindicato de industria, no de base, el que gestionó la pro-
tección constitucional de derechos de sus asociados. Ese es un escenario importante,
al menos mientras aún se permita su uso como hasta ahora. Sin embargo, queda
pendiente plantear la manera de dar manos y pies jurídicos al sindicalismo para
sobrevivir y lograr sus objetivos en este escenario nuevo y cambiante.
Introducción
Las empresas de servicios temporales han sido, dentro del actual derecho laboral, una
de las instituciones más cuestionadas, a la vez que han sido, desde el principio, una de
las herramientas más importantes en el proceso de flexibilización empresarial y del
trabajo.
La pugna por mantener o abolir las EST, tiene su fundamento en la manera en que
operan, la finalidad con la cual son utilizados sus servicios y las afectaciones impues-
tas, en la práctica, a los derechos de los trabajadores. Para explicar estos motivos,
baste la exposición que se hará más adelante sobre el funcionamiento y naturaleza de
esta institución.
Concepto y origen
121
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
En este contexto, el cual ha sido descrito con suficiencia en otros trabajos relacionados
con el tema16 , surgen las primeras empresas de servicios temporales. Más concreta-
mente, por 1948, cuando se inició la compañía más antigua y cuya referencia es obli-
gada en cada trabajo hecho sobre el tema; se trata de MANPOWER, que es una de
las EST más importantes y de mayor cobertura a nivel mundial. Más adelante habla-
remos de cómo entró a nuestro país, y su importancia en la regulación legal de las
EST.
Más adelante, mediante el Convenio 34, se dio carácter vinculante a dichas sugeren-
cias y se hizo una excepción: las agencias de carácter no lucrativo, así fueran retribui-
das de algún modo en su tarea, debían ser reguladas sin que esto implicara su desapa-
rición, y las gratuitas privadas funcionarían en concordancia con las públicas. Las retri-
buidas y con ánimo de lucro debían ser eliminadas en un lapso de 3 años, desde la
16
El trabajo de Luis Felipe Arana Madriñán y Francisco Javier Duque Villegas es una muestra de ello: Las
Empresas de Servicio Temporal. Su problemática a la luz de las actuales realidades un examen crítico-.
Pontificia Universidad Javeriana, Facultad de Ciencias Jurídicas y Socio- Económicas. Tesis de grado,
Bogotá, Colombia. 1989. Pág. 3 y ss. Complementa su estudio el realizado por Victoria Aragón de Pérez y
Miguel Pérez García: Flexibilización laboral y outsourcing. Biblioteca Jurídica Dike, Bogotá, 1999. Pág. 13
y ss.
122
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
aprobación del Convenio en cada país. Sin embargo, nótese que se habla de interme-
diación laboral en general, cuando las EST siempre han reclamado tener un carácter
distinto a éste.
En 1997 se aprobó el último convenio vigente sobre el tema, el cual revisó el 96. Se
trata del Convenio 181, el cual se acompañó de la Recomendación 188 del mismo año.
Allí, se señaló con claridad el concepto de empresa de trabajo o servicio temporal,
definiéndola como aquella que presta el servicio de emplear trabajadores para poner-
los al servicio de un tercero (empresa usuaria); es ésta quien determina sus tareas y
supervisa su ejecución (artículo 1).
Es importante resaltar lo dicho por el artículo 11 del Convenio, según el cual cada
Estado miembro debe procurar la adopción de las medidas para la protección de los
trabajadores temporales. Entre las áreas donde se debe procurar la aplicación de esta
norma, se encuentran la libertad sindical, negociación colectiva, salarios mínimos, con-
diciones de trabajo, indemnizaciones y demás prestaciones, así como las condiciones
de trabajo en general.
123
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
público de empleo con el cual se coordinen las agencias públicas; como se dijo anterior-
mente, ésta ha sido la idea desde el comienzo y en protección de los intereses del
trabajador.
1. Antecedentes normativos
La ausencia de normas concretas sobre el tema se presentaba como crítica, para una
actividad que crecía cada vez más (según los datos traídos por Pérez García y Aragón
de Pérez, para 1970 ya habían 11 EST funcionando en el país17). Sin embargo, ya se
encontraba en 1935 una definición normativa sobre trabajadores en misión. El artículo
22 del Decreto 652 de ese año, los definió como los llamados a sustituir a aquellos
empleados temporalmente ausentes, por causa de enfermedad u otras licencias, o
quienes se ocuparan en labores permanentes.
Por eso, y por iniciativa de MANPOWER, se buscó la elaboración de una Gran Con-
vención Colectiva que amparara derechos para los trabajadores temporales, vincula-
dos con ella y a través de la Unión de Trabajadores de Colombia (UTC). Esta iniciativa
buscaba emular lo hecho por la misma compañía con los sindicatos franceses, con los
cuales se pudo celebrar una Gran Convención especial para los empleados tempora-
les. Sólo que allá sí se encontraban agremiados estos últimos; aquí no. Por eso, y la
oposición del Ministerio de Trabajo, esta iniciativa fracasó.
Luego de este intento, nació el Decreto 2676 de 1971, que reguló las agencias particu-
lares y lucrativas de colocación o empleo equiparándolas. Es decir, de acuerdo a la
definición traída por la norma, se incluía a toda persona cuya actividad consistiera en
suministrar trabajadores a terceros, de manera temporal o permanente (artículo 1).
Más adelante, en mayo de 1983 y luego de una intensa tarea por parte de ACOSET
(la asociación que reúne las EST en Colombia), se expidió el Decreto 1433.
17
Op cit, pág. 23.
124
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
obligaciones con el Seguro Social, el Sena, el ICBF entre otros. Esto, durante el
tiempo que durare la misión del trabajador en la empresa beneficiaria.
Retomando la idea del Decreto 625 de 1935, y de la Gran Convención propuesta por
MANPOWER en su oportunidad, el trabajador temporal no gozaba de indemnización
por la terminación unilateral e incausada del contrato de trabajo. En la práctica, el
temporal no gozaba de las mismas prerrogativas conferidas a los demás empleados de
la compañía cliente, dado su mismo carácter.
18
Op Cit, pág. 61- 62.
125
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
2. Legislación vigente
Es interesante examinar, aunque sea de manera muy rápida, los antecedentes que
rodearon la expedición de esta ley: la deuda externa era bastante elevada, más que la
capacidad de pago del país y su crecimiento económico. Además, se manifestaban las
consecuencias de la crisis del sistema socialista, los movimientos obreros y el modelo
económico proteccionista mismo. Todo esto, de acuerdo al trabajo de Benjamín Ochoa
Moreno19, en el cual se retomaron las cifras oficiales de la época.
19
En La Reforma Laboral. Análisis crítico. Rodríguez Quito Editores. Bogotá, 1991.
126
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
La supervisión a esta clase de empresas, a juzgar por las denuncias sobre engaños y
abusos a los trabajadores, ha debido ser más fuerte en esta legislación. Solamente
tómese como punto de referencia las palabras de Arana y Duque citadas arriba, pues-
to que hasta aquí no se habían planteado normas de protección clara y contundente al
trabajador temporal. Así se puede observar una contravención al Convenio 181, pues-
to que allí se estableció la obligación de regular una serie de aspectos no abarcados
por la Ley 50 (negociación colectiva, seguridad social de manera concreta, indemniza-
ción en caso de insolvencia de alguna de las empresas, etc.).
Luego de cierto tiempo de haberse expedido la ley, surgieron voces que reclamaban
mayor protección a los empleados temporales. Entre las dudas y vacíos notados en la
ley, se encuentra la no prohibición de celebrar otro contrato con el mismo empleado,
por parte de la misma usuaria una vez que caduca el término legal (es decir, los seis
meses prorrogables por otros seis). En consecuencia, se puede decir que autoriza una
nueva vinculación del temporal, en la misma condición, en esa u otra labor e inmedia-
tamente se termine el servicio inicial.
De acuerdo con los mismos preceptos de la Ley 50, lo que caduca no es la facultad de
contratar al temporal, sino el servicio para el cual fue enviado a la usuaria. Si bien esto
significa que el temporal puede ser llamado para otra misión, también que ella puede
tener lugar dentro de la misma empresa (con las posibilidades de fraude de allí deriva-
das). Se ve aquí otra violación al Convenio 181, pues no se consagró protección alguna
frente a estos usos abusivos de la contratación temporal.
1. Una de las modificaciones más evidentes, que responde a una de las dudas más
importantes, es la prohibición para la usuaria de celebrar otro contrato para la
prestación del servicio atendido con la misma u otra EST, o de prorrogar el que
se ha vencido. Esto, cuando la circunstancia que originó el recurso a la EST se
mantiene, aún después de haberla atendido mediante la labor de un trabajador en
misión. Como se dijo antes, la posibilidad de abusar de la temporalidad para usar
mano de obra más barata se pretende eliminar con esta norma. Recoge un impor-
tante criterio jurisprudencial, del cual se hablará un poco más adelante (Art. 6).
127
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
Con las anteriores normas, como se puede ver, se trató de cumplir con algunas de las
obligaciones impuestas en el Convenio 181. Además, se quiso hacer eco de las denun-
cias más sentidas sobre abusos cometidos al amparo de la contratación con EST. Sin
embargo, otros asuntos se quedaron por fuera: por ejemplo, la causa del despido sigue
siendo indeterminada en cierto sentido, en cuanto el servicio puede terminarse antes
de lo previsto (y muy pocos están dispuestos a correr el riesgo de mantener activo a
un empleado que ya no necesitan). Como no hay un mínimo de permanencia en el
puesto, salvo la duración de la misión encomendada, se puede o terminar antes el
contrato (aunque no necesariamente por finalizar la labor), o romperlo y celebrar otro
para una función temporal distinta.
Tratamiento jurisprudencial
Por lo general, las normas legales han necesitado del respaldo de la jurisprudencia
para tener alcance material, en ocasiones en que no ha bastado con ella para la regu-
128
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
Uno de los lugares más grises que podemos encontrar, es el asunto de la temporalidad
de la labor. Teniendo en cuenta el último aspecto que tratamos en el acápite anterior,
necesitamos traer a colación las siguientes sentencias:
1. La C-330 de 1995 (MP Jorge Arango Mejía). Allí de definía la exequibilidad del
artículo 77 de la Ley 50, el cual habla precisamente- del tema de la tempora-
lidad. El argumento principal de la demanda era que las EST no debían ser
limitadas por el legislador, en cuanto a la libertad conferida por la Constitución
a la economía. El hecho de imponer límites de tiempo a los contratos que ella
podía celebrar con otros, implicaba una injustificada discriminación respecto al
resto del sector empresarial.
129
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
Dijo la Corte:
Estima la Sala (
) que si bien en principio las empresas de servicios tem-
porales son verdaderos patronos (
), no es lícito ni legítimo que un usuario
aproveche los servicios de esta clase de trabajadores para atribuirles funcio-
nes que escapan totalmente de los deberes propios del contrato de trabajo
celebrado por el empleado con la EST y luego pretenda desconocer las natu-
rales consecuencias del marco obligacional (
) para así evadirse de la inelu-
dible responsabilidad laboral que surge con su comportamiento culposo (
).
20
Radicación 9435, MP Francisco Escobar Enríquez.
21
Esta posición cambiaría más tarde, viéndose esto reflejado en sentencias como la de marzo 2 de 2006,
donde se responsabiliza a la usuaria por esta clase de infortunios (radicación 25941, MP Luis Javier
Osorio López), generados por su culpa.
130
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
No se ha encontrado otra sentencia, anterior a 2006, que hubiera brindado una con-
clusión tal sobre este asunto. Allí se citan otros pronunciamientos anteriores, pero fue
sumándolos todos que la Corte construyó su posición. Sin embargo, hacía falta una
puntada final que garantizara a los empleados temporales, de manera clara y definiti-
va, la protección contra los abusos derivados de su condición de temporales.
Recuerda esta sentencia, aunque no lo cite, a Ochoa Moreno cuando explica los
eventos en que la usuaria, o aparente usuaria, es verdadera empleadora22 (esto
es, hay contratación fraudulenta de un empleado temporal vía EST). Desglosando los
preceptos normativos y los lineamientos arriba vistos, la usuaria no es tal cuando:
22
Op cit, Pág. 91 y ss.
131
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
(
) Claramente se colige que las entidades del Estado que desconozcan
los límites de la contratación de trabajadores en misión también deben ser
consideradas como empleadores de acuerdo con las reglas que determinen
la clasificación de sus servidores; posición que tiene pleno respaldo en el
principio de primacía de la realidad previsto en el artículo 53 de la Constitu-
ción Nacional, toda vez que no puede entenderse nada distinto a que cuando
una entidad del Estado contrata irregularmente trabajadores en misión que
prestan directamente sus servicios para ella deban ser considerados como
servidores suyos.
132
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
Podemos concluir así: cuando una persona, que inicialmente entra a una empre-
sa cualquiera como trabajadora en misión (y depende laboralmente de la em-
presa de servicios temporales que la vinculó), sigue prestando el servicio a la
usuaria después del año establecido por la ley, quien ostenta la calidad de
empleadora es ahora dicha usuaria. Ello, independientemente de si se realiza
otra labor distinta a la inicial o se continúa con ella. Esta es la conclusión brinda-
da por esta sentencia, cuyos argumentos pueden ser aplicados en diversos es-
cenarios de contratación fraudulenta, tanto en el sector público como en el
privado.
23
Radicaciones 26605 (MP Gustavo Gnecco) y 25476 (MP Francisco Javier Ricaurte), respectivamente.
24
Diario El Tiempo, Sección Economía. Artículo titulado Trabajadores temporales en el país llegaron a 925.000,
más del doble que tres años atrás. Edición de agosto 1 de 2007. Se encuentra en este vínculo del Portal
en Internet del Diario, que fue consultado en septiembre 6 de 2007: http://www.eltiempo.com/economia/
2007-08-01/ARTICULO-WEB-NOTA_INTERIOR-3661601.html
25
Información disponible en la página de Caracol Radio en Internet, donde fue publicada en enero 8 de 2007
en la sección Economía. Se encuentra en el siguiente vínculo, consultado en septiembre 9 de 2007: http:/
/www.caracol.com.co/noticias/461367.asp?id=461367.
26
Íbidem.
133
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
Podríamos ahondar en las razones por las cuales ha sucedido esto, pero baste con
recordar que la mano de obra obtenida por esta vía, es más barata para el usuario (no
tiene que responder por prestaciones sociales en la medida en que lo haría con el
permanente, la vinculación de la persona es sólo transitoria y permite movilidad en el
personal, además de impedir la consolidación de movimientos sindicales). Además,
para muchas personas el acceder al trabajo por esta vía les sirve para hacer hoja de
vida27.
Sin embargo, el hecho que aún hayan empresas falsas que abusen de la necesidad de
los desempleados, y los engañen adoptando la forma de EST, hace mucho más urgen-
te una firmeza, eficiencia y eficacia de los procesos informativos (el Registro Nacional
debe ser más claro al señalar las empresas sancionadas o suspendidas) y punitivos
(debe haber un procedimiento administrativo de investigación y sanción expedito, ofre-
ciendo los mecanismos de denuncia más aptos con miras a la protección de los dere-
chos del trabajador). Aún falta mucho por recorrer en este tramo, y lo reciente del
Decreto refuerza esta idea.
27
Así lo encontramos señalado, por ejemplo, en el artículo de Julieta Rodas para el portal elempleo.com,
Tendencias del Mercado Laboral. La otra cara de los empleos temporales. Publicado en la sección Con-
sejos Profesionales de Elempleo.com, el siguiente vínculo consultado en septiembre 6 de 2007: http://
www.elempleo.com/clientes/cons_prof.asp?not_tem_id=12&xnot_tem_nombre=Tendencias%20del%20
mercado%20laboral?_id=1160¬_id=1377.
28
El registro de EST en Colombia, actualizado a junio de 2007, se encuentra en el siguiente vínculo consultado
en septiembre 6 de 2007: http://www.minproteccionsocial.gov.co/VBeContent/library/documents/
DocNewsNo14884DocumentNo4419.XLS
134
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
3. Arana Madriñán, Luis Felipe, y Duque Villegas Francisco Javier. Las Empre-
sas de Servicio Temporal. Su problemática a la luz de las actuales realidades
un examen crítico-. Pontificia Universidad Javeriana, Facultad de Ciencias
Jurídicas y Socio- Económicas. Tesis de grado, Bogotá, Colombia. 1989.
9. Goyes Moreno, Isabel y Mónica Hidalgo. Principios del Derecho Laboral- Lí-
neas jurisprudenciales. Ed. Uninariño- Centro de Investigaciones y Estudios
Socio- Jurídicos. San Juan de Pasto, 2006.
10. Ochoa Moreno, Benjamín. La Reforma Laboral. Análisis crítico. Rodríguez
Quito Editores. Bogotá, 1991.
11. Rodas, Julieth La otra cara de los empleos temporales. Publicado en la
sección Consejos Profesionales- Tendencias del Mercado Laboral de
135
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
13. Sánchez Castañeda, Alfredo: La Nueva Era del Derecho del Trabajo, la Era
de la Flexibilidad Laboral. En Estudios Jurídicos En Homenaje A Don Santia-
go Barajas Montes De Oca. UNAM. Instituto de investigaciones jurídicas
serie g: estudios doctrinales, núm. 179. Primera edición, 1995, Pág. 375 a
385.. Consultado en la siguiente página, en septiembre 6 de 2007:
http://www.bibliojuridica.org/libros/1/139/47.pdf
15. Quintero H., Artemo de J. Manual de Derecho Colectivo. Edición Asitel, 1998.
17. Valencia Manzano, Antonio José: Formas de contratación laboral- Parte II.
En Revista Médico Legal, Sección Legislación y Jurisprudencia. Sociedad
Colombiana de Anestesiología y Reanimación SCARE. Edición de mayo-
agosto de 2001, año VII, No. 2.
http://www.medicolegal.com.co/ediciones/2_2001/leg_jur_1.htm.
19. Portal en Internet del Diario El Tiempo, Sección Economía, artículo titulado
Trabajadores temporales en el país llegaron a 925.000, más del doble que
tres años atrás:http://www.eltiempo.com/economia/2007-08-01/ARTICU-
LO-WEB-NOTA_INTERIOR-3661601.html. Edición de agosto 1 de 2007. Vín-
culo consultado en septiembre 6 de 2007.
20. Organización Internacional del Trabajo, OIT. Página Web oficial, www.oit.org
136
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
ECUADOR
LA INTERMEDIACIÓN LABORAL
Y TERCERIZACIÓN
Dr. Gerardo J. Villacreces C.
LA INTERMEDIACIÓN LABORAL
Y LA TERCERIZACIÓN DE SERVICIOS
Dr. Marcelo Erazo Bastidas
LA TERCERIZACIÓN LABORAL
EN ECUADOR
Juan Páez Parral
LA REGULACIÓN
DE LAS TERCERIZADORAS A DEBATE
Dr. Marco Navas Alvear
137
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
138
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
Intermediación laboral
La colocación de empleo consiste en la actividad mediante la cual una persona natural
o jurídica, a través de una agencia privada de colocación, ofrece servicios destinados a
vincular ofertas y demandas de empleo y poner a disposición de personas jurídicas o
naturales, personas para que sean empleadas como trabajadores directamente por
aquellas, sin que la agencia privada de colocaciones de empleo, pase a ser parte en las
relaciones laborales que pudieran derivarse. La colocación no implicará ni intermediación
laboral ni tercerización de servicios complementarios. Como vemos la ley hace una
distinción entre cada una de estas modalidades.
139
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
Formalidades
Para la prestación del servicio de intermediación laboral se deberán firmar dos contra-
tos y cumplir con ciertas formalidades.
140
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
La ley dispone que todas las actividades de la usuaria pueden ser atendidas por una o varias
empresas de intermediación laboral, ya sea bajo las modalidades de contratación a plazo fijo,
ocasional, eventual, por horas u otros contratos precarios, con la excepción de aquellas funcio-
nes de confianza o representación. El porcentaje máximo de trabajadores que se pueden
mantener bajo el mecanismo de intermediación laboral no deberá pasar del 50%.
141
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
rios de confianza que en virtud del artículo 36 del Código del Trabajo son solidaria-
mente responsables conjuntamente con el empleador frente a los trabajadores.
El trabajador tendrá todos los derechos que contemple la Constitución, la ley de segu-
ridad social, el código del trabajo y los convenios de la OIT. Adicionalmente los traba-
jadores que presten sus servicios bajo la modalidad de intermediación laboral, podrán
presentar a la usuaria las reclamaciones relacionadas con las condiciones de ejecución
de su actividad, debiendo hacerlo también a la intermediaria. Se aclara adicionalmente
que los trabajadores bajo el sistema de intermediación laboral, tendrán derecho a usar
en las mismas condiciones que los trabajadores directos de la usuaria, las mismas
instalaciones, servicios, transporte, atención médica, etc., que disponga la usuaria en
beneficio de sus trabajadores.
De igual manera, tanto la usuaria como sus representantes legales son responsables
solidarios de la empresa de intermediación frente al trabajador intermediado, conse-
cuentemente éste podrá reclamar a éstos sus derechos, sin perjuicio del derecho de
repetición de quien pague frente a la empresa de intermediación.
142
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
Sobre la base de algunos de los puntos de la ley comentados, se pueden obtener las
siguientes conclusiones:
143
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
La intermediación laboral
y la tercerización de servicios
Las siguientes son las principales normas contenidas en la Ley Reformatoria del
Código del Trabajo que regula la intermediación laboral y la tercerización. Esta
Ley fue publicada en el Suplemento del Registro Oficial No. 298 de 23 de Junio
del 2006:
Intermediación laboral
Es la contratación de una persona jurídica que ejecuta, con su propio personal, activi-
dades complementarias al proceso productivo de la contratante, denominada usuaria.
Los trabajadores de la tercerizadora no son trabajadores de la usuaria.
Actividades complementarias
Autorización
Prohibición
Las personas naturales no podrán prestar servicios de intermediación laboral ni de
tercerización de servicios complementarios, excepto en los sectores de la construc-
ción y agrícola.
144
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
Duración de la autorización
Contratos
El contrato de trabajo que se suscriba entre la intermediaria y cada uno de los traba-
jadores intermediados, será por el plazo de duración del contrato mercantil de
intermediación laboral celebrado con la usuaria, a menos que las partes acordaren un
plazo diferente, caso en el cual el contrato deberá celebrarse bajo cualquiera de las
modalidades previstas en el Código del Trabajo. Los contratos de trabajo deben ser
escritos y deben registrarse dentro de los treinta días subsiguientes a su celebración
ante el inspector del trabajo.
Actividades
145
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
Número máximo
Contratación directa
Es nula toda cláusula que impida que el trabajador intermediado o de una tercerizadora
sea contratado directamente por la usuaria.
Infracciones y sanciones
Infracción leve:
Infracciones graves:
146
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
Las infracciones graves, serán sancionadas con multa de seis (6) remuneraciones bá-
sicas mínimas unificadas, por cada infracción.
Las infracciones muy graves serán sancionadas con la revocatoria definitiva de la auto-
rización y registro concedidos.
147
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
Facultades de la usuaria
Los trabajadores intermediados tendrán derecho a hacer uso de los medios de trans-
porte así como de las instalaciones y servicios con los que cuente la usuaria tales como
comedores, atención médica y otros que se encuentren a disposición de los demás
trabajadores de la usuaria, en las mismas condiciones.
Prohibición y sanciones
Prohibición de vinculación
Las intermediarias y las usuarias no pueden entre si ser matrices, filiales, subsidia-
rias ni relacionadas, ni tener participación o relación societaria de ningún tipo. Hay
vinculación cuando la usuaria y la intermediaria, sus socios o accionistas, comparten
intereses societarios, patrimonio o administración financiero-contable. La usuaria del
sector privado que contrate a una intermediaria vinculada se convertirá en empleadora
del trabajador contratado por la intermediaria vinculada. Si la vinculación ocurriere
en el sector público, el funcionario que contrate a la intermediaria se convertirá en
empleador, a título personal, de los trabajadores.
Responsabilidad solidaria
Fondo de reserva
148
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
Trabajo de menores
Prohibición de rotación
Capital mínimo
Las empresas de intermediación laboral deberán contar con un capital social mínimo
de diez mil dólares. El aporte será en numerario.
Utilidades
Los trabajadores intermediados participarán del 15% de las utilidades de las usuarias.
Si las utilidades de la intermediaria fueren superiores a las de la usuaria, el trabajador
solo percibirá las de la intermediaria. En el caso de tercerización de servicios comple-
mentarios, el pago de utilidades corresponderá únicamente a la empresa tercerizadora.
Plazo
En el plazo máximo de 120 días, contados a partir del 23 de junio de 2006, las interme-
diarias y las tercerizadoras deberán adecuar sus estatutos, capital social y actividades
a los términos de la ley.
La respectiva escritura pública deberá ser inscrita en el Registro Mercantil dentro del
indicado plazo. De no cumplir con este requisito, la autorización de funcionamiento
será revocada definitivamente.
En el plazo de 120 días contados a partir del 23 de junio de 2006, las intermediarias y
las tercerizadoras deberán adecuar los contratos de trabajo con sus trabajadores a los
términos de la ley, respetando los derechos vigentes de los trabajadores.
En el mismo plazo se adecuarán los contratos mercantiles celebrados entre las inter-
mediarias y las usuarias.
149
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
Con fecha 14 de octubre de 2004 se publicó en el R.O. No. 442 el Decreto Ejecutivo No.
2166 que contiene las normas que regulan la tercerización laboral en el Ecuador. Prelimi-
narmente es cuestionable que se dicte un Decreto Ejecutivo para regular una relación
jurídica lícita prevista en el Código del Trabajo, como es la de la tercerización laboral.
Sobre los requisitos que deben cumplir quienes prestan el servicio, se encuentran
como novedades en el Decreto Ejecutivo la exigencia de la exclusividad en la actividad,
de tal forma que si se lo hace por medio de una empresa, esta tenga como único
objeto, la prestación de los servicios de personal para terceros. Las disposiciones exi-
gen también la celebración de un contrato escrito entre la prestadora y la usuaria y
contiene determinados requisitos que deben observarse en forma obligatoria.
150
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
es positiva, ya que, si bien es cierto nuestro sistema jurídico no requiere del contrato
de trabajo expreso escrito para que se acredite la existencia de la relación laboral, si
es útil que en estos casos exista esta exigencia.
En el artículo seis del Decreto Ejecutivo se definen a las empresas de servicios tempo-
rales como aquellas que vinculan a los trabajadores con la empresa usuaria, al amparo
de contratos laborales individuales suscritos bajo las modalidades previstas en el Art.
17 del Código del Trabajo; éstas son, eventuales, ocasionales, de temporada y por
hora. En esta norma no se hace discriminación alguna respecto a la naturaleza de las
labores prestadas, si son permanentes o transitorias.
El artículo ocho del Decreto Ejecutivo define a las empresas que prestan servicios de
tercerización complementarios como las que brindan servicios permanentes u ocasio-
nales en actividades no vinculadas a la actividad principal de la empresa usuaria, e
151
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
incluye a los servicios que requieren de un alto nivel de conocimientos técnicos, cientí-
ficos o particularmente calificados.
El decreto contiene la declaración innecesaria sobre la protección del ejercicio de los derechos
colectivos de los trabajadores contratados bajo esta modalidad. Declara que el Estado garan-
tiza el derecho de libre organización de los trabajadores de las sociedades de servicios de
intermediación laboral o tercerizadoras y su libre desenvolvimiento conforme a la ley. No ha
existido un régimen de excepción, por lo que esta declaración es absolutamente innecesaria.
Sobre las utilidades, se declara que los trabajadores de las tercerizadoras estarán
sujetos a lo dispuesto en el Art. 100 del Código del Trabajo, por lo que percibirán las
utilidades que se generen en la empresa que se beneficia del servicio, salvo que las
utilidades de la prestadora sean superiores que las de la usuaria. No se ha modificado
esta figura, por lo tanto resulta ocioso mencionarla en el Decreto.
En cuanto al honorario que tiene derecho a percibir la empresa prestadora del servicio, el
Decreto Ejecutivo declara que el valor que se solicite a la empresa usuaria por parte de la
empresa de servicio de tercerización para pagar la remuneración a sus trabajadores, será
igual al que efectivamente reciba el trabajador tercerizado, salvo los descuentos legales
como aportes personales al IESS, Impuesto a la Renta u órdenes judiciales.
152
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
La regulación de la tercerización
153
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
En la actualidad, según cifras del Ministerio de Trabajo, se estima que existirían cerca
de 3.500 intermediarias operando en el mercado laboral, pero tan solo 100 compañías
de este tipo están registradas en este Ministerio. Además, se estima que 1.000 de
estas empresas estarían vinculadas a las industrias empleadoras principales o recep-
toras. En total de los 4.600.000 trabajadores de la PEA, se estima que cerca de 700
mil laboran bajo este esquema de tercerización.
Entre los aspectos más importantes que deberían ser contemplados y que ya este
proyecto de reglamento prevé, en muchos casos, se pueden mencionar los siguientes:
Garantizar los mismos beneficios que tienen los empleados de las empresas principa-
les hacia los contratados por tercerización. En el proyecto de reglamento se señala
que esta garantía abarca el tema de remuneraciones, beneficios y condiciones de
trabajo, como salubridad e higiene, seguridad social, reconocimiento de utilidades,
estabilidad laboral y derecho a la organización, entre otros.
Así mismo, este proyecto de reglamento establece que hasta el 31 de diciembre todas
las intemediarias deberían inscribirse en el Ministerio del trabajo a fin de que éste
pueda efectivizar los controles.
Más allá de la regulación, que la consideramos necesaria, lo que se requiere es una autoridad
eficiente y capaz de ejercer la tutela necesaria para que las empresas de intermediación de
personal, llamadas tercerizadoras cumplan con la normativa laboral vigente.
154
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
VENEZUELA
LA SUBCONTRATACION LABORAL.
Bomba de tiempo contra la paz laboral
Consuelo Iranzo
Jacqueline Richter
155
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
156
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
La subcontratación laboral.
Bomba de tiempo a la paz social *
RESUMEN EJECUTIVO
ÍNDICE
1. Introducción 158
* Publicado por: Centro de Estudios del Desarrollo (Cendes) Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas.
Universidad Central de Venezuela. Caracas, 2005.
** Consuelo Iranzo es socióloga. Doctora en Sociología del Trabajo de la Universidad Paris VII. Profesora del
Centro de Estudios del Desarrollo (CENDES) de la Universidad Central de Venezuela (UCV). Jacqueline
Richter es abogada con Especialización en Derecho del Trabajo, doctorada en Sociología del Trabajo de la
Universidad Autónoma de Barcelona y profesora de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la UCV.
Ambas son miembros del Grupo Bolonia-Castilla-La Mancha- Turín.
157
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
6. Conclusiones 189
1. INTRODUCCIÓN
Los mercados de trabajo han sufrido profundas transformaciones en los últimos trein-
ta años. La mundialización de la economía, el agotamiento del modelo de sustitución
de importaciones, el avance tecnológico, el crecimiento de la inversión especulativa
por citar algunos factores, han transformado profundamente las características del
modelo de acumulación y con ello las de los mercados de trabajo. Esta reciente reali-
dad se observa con fuerza en las nuevas propuestas, tanto para la organización del
trabajo como para las relaciones laborales. Se habla de un nuevo modelo de relacio-
nes de trabajo, en el cual la presencia sindical parece ser muy reducida.
Los estudios gerenciales señalan que cada empresa debe concentrarse en mejorar y
optimizar su labor medular y entregar a otras empresas el resto del proceso producti-
vo. Las relaciones que se establecerían entre todas las empresas que participan en el
proceso productivo serían de cooperación, con un definido compromiso mutuo de ge-
nerar un producto de calidad. Desde esa óptica se promueven las alianzas estratégi-
cas entre empresas, para conquistar o consolidarse en un determinado mercado
(Vásquez Barquero, 1999; Castells, 1998; Fonseca, 1999; Trias, 1999).
158
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
Elevar los niveles de eficiencia para enfrentar un ambiente cada día más competitivo y
adecuarse a los vaivenes de un mercado mundial muy dependiente de las oscilaciones
de la demanda, de las incidencias de los cambios en las bolsas de valores y de las crisis
energéticas son objetivos presentes en las nuevas propuestas de organización de la
producción y el trabajo. La externalización de los procesos productivos ocupa un lugar
privilegiado para alcanzar dichas metas.
La externalización, pensada así, busca maximizar las ventajas tanto para las empresas
como los clientes, pero poco se preocupa de la situación de los trabajadores implica-
dos. Incluso se reconoce que ciertos segmentos inicialmente pueden salir desfavorecidos,
lo que se atribuye a rigideces que aún conservan los mercados de trabajo, producto
tanto de la existencia de la legislación laboral como de los contratos colectivos.
Cuadro Nº 1
Diversas modalidades de subcontratación
159
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
Como puede observarse del cuadro precedente las diferencias entre el outsourcing y
las otras formas de descentralización se refieren a dos aspectos centrales: qué se
entrega y cómo son las relaciones entre las partes.
1. Se trata de una parte del proceso productivo que antes se efectuaba directa-
mente o se hubiese efectuado por la empresa matriz y ahora se entrega a otra
empresa. En los casos de procesos informáticos de reciente data, probable-
mente la empresa no los desarrollaba antes y pudiese pensarse que nacen
externalizados, pero si analizamos con detenimiento veremos que similares pro-
cesos estaban antes dentro de la empresa y si no hubiese ocurrido el cambio en
la concepción en torno a la organización del trabajo, estos procesos hubiesen
sido asumidos directamente por la empresa que los necesitase para desarrollar
su producción.
2. Otro elemento clave es que puede identificarse una empresa matriz y varias
satélites que efectúan diversos trabajos para la primera, algunas con alto gra-
do de independencia y otras absolutamente subordinadas técnica y económica-
mente a la principal.
3. Por último y es lo que terminó siendo central para esta investigación es que son
procesos que implican romper la relación de trabajo directa. Todas esas formas
de organización de la producción implican la prestación de servicios a través de
terceros. En términos jurídicos son lo que en lenguaje de OIT se denomina
relaciones triangulares. El contratista y las formas particulares de intermediación,
160
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
como lo son, las empresas de trabajo temporal (ETT), las empresas de servicios
complementarios y especializados, y las cooperativas de trabajo asociado, se
expanden como nunca dentro de las relaciones de trabajo.
Las nuevas formas de la organización del trabajo en los procesos productivos corres-
ponden a una nueva fase del modelo de acumulación capitalista, que se basa entre
otras cosas en la recuperación por parte del capital de los espacios perdidos en el uso
y la disposición de la fuerza de trabajo. En su versión más radical, la propuesta legis-
lativa ha sido impulsar la desregulación de los mercados de trabajo 1 (De la Garza,
2000a; Bronstein, 1998).
En síntesis, los cambios en los procesos de organización del trabajo están produciendo
diversos efectos tanto para las empresas como para los y las trabajadoras, las y los
consumidores y en la sociedad en general. Afectan diversos aspectos de las relaciones
de trabajo y a la vez sus consecuencias se sienten cada día con más fuerza en los otros
aspectos de la vida social. En la investigación realizada se trató de estudiar esos
efectos, haciendo énfasis en lo que ellos implican para las y los trabajadores y para la
convivencia democrática.
1
La desregulación laboral promueve un derecho individual del trabajo mínimo y una presencia sindical muy
reducida, ya que los sindicatos son vistos como una especie de monopolio que dificultan el funcionamiento
libre del mercado de trabajo. En cambio, la flexibilización laboral plantea una reducción de derechos laborales
pero ésta puede ser concertada con los sindicatos.
161
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
los procesos productivos han significado que fenómenos, que en las anteriores formas
de organización del trabajo eran periféricos, hoy han pasado a ser centrales.
Sin embargo, la Conferencia no logró llegar a ningún acuerdo sobre las relaciones
triangulares, término jurídico adoptado por la OIT, para referirse a las diversas moda-
lidades de prestación de servicios a través de terceros. Los representantes patronales
son reacios a admitir restricciones que pudiesen afectar sus relaciones comerciales4 .
Para ellos, el tema de la descentralización y subcontratación entra en el área de los
negocios y consideran que las previsiones legales existentes sobre las contrataciones
laborales a través de terceros son suficientes5 . Para los trabajadores dado los usos cada
vez mayores de diversos tipos de contratación a través de terceros, se requiere más que
nunca una legislación de carácter internacional que garantice, para los trabajadores so-
metidos a esas prácticas, sus derechos laborales, en especial la libertad sindical6 .
2
En Chile, el proyecto de ley que se discute actualmente en el Congreso se denomina trabajo en régimen de
subcontratación, lo que muestra la fuerza del término aun en la legislación.
3
Después de diversas consultas a los mandantes, entre ellas un cuestionario que abarcaba las relaciones
triangulares, se elaboró una propuesta de Recomendación, que fue discutida por la Conferencia del 2006 y
adoptada con el nombre de Recomendación sobre la relación de trabajo, 2006.
4
En el informe de la Comisión sobre la relación de trabajo del 2006, los empleadores volvieron a insistir en el
impacto negativo que sobre las relaciones comerciales tendría la recomendación. Sostuvieron que el texto
propuesto entorpecía la subcontratación o externalización legítimas e imponía una carga inaceptable a las
empresas y a los trabajadores que les prestaban sus servicios (OIT, 2006).
5
Los empleadores manifestaron que estarían de acuerdo en combatir mediante un convenio internacional el
fraude a la legislación laboral, pues se le asume como una manifestación de competencia desleal. De hecho,
así lo asumió una sentencia de un tribunal de Nueva York (OIT, 2003).
6
La discusión y los estudios nacionales pueden consultarse en The employment Relationship www.ilo.org/
public/english/dialogue/ifpdial/II/er_back.htm.
162
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
Desde los primeros códigos del trabajo aparecieron algunas restricciones para el uso
de los intermediarios y contratistas, formas jurídicas típicas previstas por la legislación
laboral para contratar válidamente trabajadores a través de terceros (De la Cueva,
1938; Caldera, 1960; Pozzo, 1948; Walker Linares, 1947).
Las dos figuras tienen en común que un tercero aparece en la relación de trabajo. Pero
tanto en su esencia como en sus efectos son diferentes. Veamos en qué consiste cada
una de dichas figuras para poder entender cómo ha sido la evolución de su consagra-
ción legal.
163
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
efecto de las reformas flexibilizadoras. Hoy los retos de regulación se presentan con
las nuevas formas de la intermediación: las empresas de trabajo temporal (ETT), las
cooperativas de trabajo asociado y las empresas de servicios complementarios y espe-
cializados.
a. El período garantista
En los primeros 20 años del siglo XX se comienzan a dictar las leyes laborales en
América Latina. Eran momentos del nacimiento de las economías de exportación de
carácter trasnacional y de incipientes procesos de industrialización, dejando atrás el
modelo basado en la hacienda agroexportadora. Es justamente para satisfacer las
necesidades de los nuevos modelos de producción que dos formas típicas de triangulación
laboral comienzan a surgir. La primera fue la colocación de trabajadores, pues, sobre
todo, los enclaves económicos requerían de una mano de obra muchas veces no dispo-
nible en la región donde se instalaba. Los abusos que se cometían con las ofertas de
trabajo y las condiciones de explotación a las cuales eran sometidos los trabajadores
contratados bajo dicha modalidad llevó a que fuese inmediatamente prohibida. La
experiencia europea con el marchandage reforzó la idea de que el lucro con la coloca-
ción de trabajadores debía ser combatido y que la colocación de trabajadores era una
función de los Ministerios de Trabajo. Por ello, en todos los países se crean oficinas de
7
La expresión está tomada de un trabajo de Oscar Hernández Álvarez (2002) referido a las reformas legales
en la región.
164
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
empleo dependientes del Ministerio del Trabajo y se somete a estrictos controles a las
agencias privadas de colocación de trabajadores. También los intermediarios clásicos
fueron regulados, pues eran usados por los patronos para evadir sus responsabilida-
des. Puede decirse que el intermediario desde sus inicios fue visto con mucho recelo
por la legislación laboral, pues como bien lo califica la literatura jurídica argentina era
un hombre de paja, es decir, un artificio creado por el patrono para eludir sus respon-
sabilidades laborales.
En la década del 30, los códigos y leyes laborales regulan con mucho más detalle el uso
de estas figuras. Se puede sostener que el recelo inicial se profundiza y las restriccio-
nes se acrecientan. Razones sobraban pues en todos los países se reportan abusos
con las figuras del intermediario y el contratista. La prohibición del lucro con la coloca-
ción de trabajadores no había impedido que esto ocurriese. Pero los intermediarios
que causaban más daño a los trabajadores no eran los que simplemente los colocaban
en una obra o hacienda determinada, sino los que cumplían otras funciones como los
jefes de cuadrillas. En estos casos el intermediario colocaba a los trabajadores en
diversas plantaciones u obras, les pagaba el salario y muchas veces eran el único
contacto con el patrono. Esto llevó a que las legislaciones reforzasen las responsabi-
lidades del intermediario frente a esos trabajadores, aunque nunca se les llegó a con-
siderar como el patrono principal. Todas las legislaciones partían del supuesto de que
patrono era quien recibía el servicio y el intermediario, en su condición de mandante
autorizado del primero, debía responder también frente a dichos trabajadores.
La figura del contratista también fue limitada y se ampliaron las responsabilidades del
comitente, es decir, del patrono que utilizaba contratista para desarrollar parte de su
proceso productivo.
Entre las décadas de los años 40 hasta los años 70 las legislaciones laborales acentua-
ron su carácter proteccionista. Dos razones confluyeron para transitar ese camino en
la legislación laboral. En primer lugar, el modelo de sustitución de importaciones re-
quería para funcionar un mercado interno. La capacidad de comprar de los trabajado-
res era un componente esencial para el éxito de las políticas económicas de ese mo-
mento. Por ello, la noción trabajador-consumidor adquirió mucha relevancia. La legis-
lación laboral cumplió un importante papel en ese sentido al mejorar las conquistas
laborales, lo que redundó en una mayor capacidad adquisitiva de los trabajadores. En
segundo lugar, los cambios en los bloques dominantes produjeron fuertes transforma-
165
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
Esta doble necesidad, política y económica, terminó por consolidar la figura clásica del
trabajador asalariado, reforzando la estabilidad en el trabajo y el salario fijo, limitando
los supuestos de contratación por tiempo determinado y restringiendo el uso de con-
tratistas e intermediarios, con lo que se fortaleció la noción de contrato de trabajo
bilateral y directo. Esta era la forma común de prestar servicio y en torno a ella se
profundizaron las protecciones. Las relaciones triangulares fueron reguladas con la
misma filosofía de la relación de trabajo directa, pues se trataba de garantizar a los
trabajadores sometidos a estas modalidades de contratación, los mismos derechos
laborales que poseían los trabajadores directos. La estabilidad en el empleo fue uno de
ellos. Independientemente cómo se efectuase la contratación, directa o por triangulación,
la legislación promovía la conversión de todos los asalariados en trabajadores estables
a tiempo completo con salario fijo.
Por estas razones, las relaciones laborales triangulares contaron con un marco jurídico
restrictivo hasta la década de los setenta. En todas las legislaciones se establecieron
claras limitaciones para su uso y se reforzaron las responsabilidades patronales frente
a los trabajadores sometidos a esas modalidades de prestación de servicios, como
puede observarse en el siguiente cuadro.
Cuadro Nº 2
Intermediarios Contratistas
Fuente: Elaborado a partir de De La Cueva, 1938; Caldera 1960; Pozzo, 1948; Walker Linares, 1947.
166
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
Del cuadro precedente puede observarse que la figura del intermediario generaba las
mayores responsabilidades patronales. Esta situación va a variar en las décadas si-
guientes y aparecerán formas de intermediación que disminuyen fuertemente dichas
obligaciones laborales y otras que las hacen desaparecer. En varios países se aprue-
ban reformas legales que sacan del ámbito de aplicación del Derecho del Trabajo, al
trabajo prestado a través de las cooperativas de trabajo asociado, los contratos de
formación profesional y las pasantías educativas remuneradas. El carácter protector
del Derecho del Trabajo se pone en entredicho y retrocede frente a las necesidades de
ajustar los aparatos productivos a los nuevos requerimientos del mercado.
b. El período de la flexibilización
Desde los inicios de los años setenta comienza a hacerse evidente el agotamiento del
modelo de sustitución de importaciones en varios países de América Latina. Varios
factores confluyeron en esa crisis, siendo determinante el peso de la deuda externa,
cuyo aumento se debió fundamentalmente al alza de las tasas de intereses en los
Estados Unidos de Norteamérica (Stiglitz, 2003).
En los años ochenta la salida a la crisis económica, en particular el déficit fiscal y los
altos índices de inflación, se promovió con un cambio de modelo de desarrollo econó-
mico y la mayoría de los países comenzaron a adoptar las recomendaciones de los
entes multilaterales y enrumbaron sus economías hacia el modelo de fomento de las
exportaciones. Esta nueva concepción implicaba una reformulación drástica de la or-
ganización del trabajo y de las relaciones laborales.
167
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
las fases o servicios que sea posible. Dos consecuencias emanan de estas tendencias:
por una parte, la polarización de la división del trabajo en términos de calificación y
condiciones de trabajo y por la otra la dualización de la organización de la producción
entre la especialización en las actividades estratégicas, con mayor valor agregado de
un lado, y la subcontratación de las actividades periféricas o no vinculadas directamen-
te a la actividad o giro fundamental de la empresa, del otro.
Los estudios sobre los encadenamientos productivos reportan una situación compleja
y desigual, predominando las relaciones jerárquicas sobre las de cooperación. Algu-
nos estudios señalan que existen diversos grados de explotación de las pequeñas
empresas que realizan labores periféricas o con reducido valor agregado (Leite, 1996;
Abramo, 1998; De la Garza, 1998).
Esta nueva forma de organizar los procesos de trabajo requería una nueva
institucionalidad laboral, que le posibilitase reducir y ampliar las plantillas de trabaja-
dores con absoluta libertad. De ahí que las legislaciones laborales que ponían trabas
para ese manejo discrecional del personal fuesen vistas como contrarias al proceso
de modernización y su reformulación formó parte de las adaptaciones que se debían
emprender para hacer competitivos los aparatos productivos de la región. La genera-
ción de empleo también se utilizó como argumento para bajar las protecciones labo-
rales (Bronstein, 1998; Hernández Álvarez, 2002; OIT, 2004).
168
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
Las cooperativas de trabajo asociado pueden ser asumidas como una modalidad radi-
cal de flexibilización, y en algunas legislaciones se podría estar casi en presencia de
una manifestación de desregulación. Con excepción de Venezuela, que lo haría en el
2001, las cooperativas de trabajo asociado no generan responsabilidades laborales
para quienes contraten con ellas. Las legislaciones expresamente establecieron que
los miembros de las cooperativas no son trabajadores asalariados.
Los casos más emblemáticos fueron Argentina y Perú, cuyas reformas legales posibi-
litaron las más variadas formas de contratación temporal directa e indirecta. Las em-
presas de servicios eventuales, las especializadas en tareas complementarias, las de
empleo temporal aparecieron en esas legislaciones. En todos esos casos, la condición
de patrono la asume la empresa que contrata al trabajador y no quien recibe el servi-
cio. A ello se le sumaba la posibilidad de utilizar las cooperativas de trabajo asociado,
cuyos miembros no tienen la condición de trabajadores y por tanto no se les aplica la
legislación laboral. Disminución de la protección y deslaboralización fueron los hitos
identificadores de dichas reformas.
Los países que han conservado su legislación garantista no han logrado que estas
modalidades no se utilicen. En México se reporta que funcionan con absoluta libertad
al margen de la ley (Reynoso, 1999). Ello habla de las insuficiencias de los servicios de
inspección y de las dificultades de los trabajadores para usar los tribunales para hacer
valer sus derechos. En Chile incluso, existe una organización que agrupa a las empresas
169
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
Diversas razones han confluido para que una contrarreforma de carácter garantista
comience a aparecer en la región. En Chile, sin duda, la vuelta a la democracia ha sido
un factor decisivo. En Argentina fueron gobiernos democráticos los que impulsaron la
flexibilización y han sido gobiernos democráticos los que han desandado el camino.
Perú mantiene su legislación flexibilizadora y el presidente Toledo es un reconocido
defensor de políticas neoliberales. Con todo la vuelta a la democracia en ese país han
permitido una recuperación del sindicalismo y las voces de los trabajadores han co-
menzado a oírse. Actualmente se discute una reforma constitucional y legal que retoma
el carácter garantista de la legislación del trabajo en ese país.
Chile y Argentina son los países que más han avanzado en devolver su carácter pro-
tector a la legislación del trabajo. En ambos países se ha tratado de adecuar la legis-
lación interna a los principios de libertad sindical, aunque en Chile los avances en esta
materia son aún tenues, pues se conservan muchas limitaciones para la negociación
colectiva de los trabajadores temporales, claves en la industria agroexportadora chilena.
En Argentina diversas reformas efectuadas a partir del año 2000 han eliminado las
posibilidades de las contrataciones precarias previstas en las reformas de 1991 y
170
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
1995. La reforma del año 2004 estableció controles fuertes para evitar el uso fraudu-
lento del periodo de prueba, mejoró las indemnizaciones por despido injustificado y
castiga el fraude con las cooperativas de trabajo asociado, pues en el caso de que la
cooperativa se utilice para disfrazar una relación de trabajo, la ley señala que los
asociados serán considerados trabajadores de la empresa usuaria.
En Chile a partir de los años noventa se han realizado varias reformas que poco a
poco han restaurado derechos individuales y colectivos suprimidos por la dictadura.
Las reformas han mejorado las indemnizaciones laborales, restringido el despido libre,
limitado las posibilidades de contrataciones temporales y a tiempo determinado y
disminuido la jornada de trabajo, por citar algunos de sus aspectos más resaltantes.
En materia del contratista se trata de garantizar los derechos de los trabajadores con
mayores potestades a la inspección del trabajo, pues ésta está obligada a poner en
conocimiento de la empresa beneficiaria las infracciones de sus contratistas y
subcontratistas. En materia de intermediación en la agricultura establece la obliga-
ción de los intermediarios de inscribirse en un registro especial en la Inspección del
Trabajo. Un elemento novedoso de la reforma del 2001 es que parece haber dilucidado
la situación legal de las empresas de suministro de personal, las cuales estarían defi-
nitivamente prohibidas. En efecto, esa reforma estableció que los patronos que simu-
len la contratación de trabajadores a través de terceros serán sancionados con multas
altas. Adicionalmente se establece la responsabilidad solidaria del empleador y los
terceros por los derechos laborales y previsionales del trabajador. La reforma situó
claramente el problema del suministro de personal, ya sea temporal o permanente,
como una manifestación de prácticas de fraude a la ley del trabajo (Urgate, 2004).
Venezuela es un caso bien complejo que refleja muy bien la tensión entre garantismo
y flexibilidad. La reforma de 1990 no trastocó el carácter protector de la legislación
laboral, aunque se abrieron espacios a la flexibilización en materia salarial y en menor
medida en jornada de trabajo.
171
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
tro tema llega incluso a penalizar el fraude a la ley laboral, lo que incluye el uso de
intermediaciones fraudulentas. En cambio en materia de libertad sindical profundiza la
tendencia histórica de intervenir en las relaciones colectivas del trabajo, pues le da
atribuciones a órganos estatales para organizar elecciones sindicales, prohíbe la sindi-
cación de ciertas categorías de funcionarios públicos del sistema de administración de
justicia y obliga a la alternabilidad en los cargos sindicales, a efectuar elecciones direc-
tas universales y secretas. La intervención en la libertad sindical toca nuestro tema,
pues para hacer valer los derechos de los subcontratados es necesario reforzar la
independencia de los sindicatos.
Con todo se puede sostener que se ha iniciado una contrarreforma garantista, aunque
aún está localizada en ciertos países y dejan muchos cabos sueltos, como, por ejem-
plo, el hecho de que en el proyecto de reforma de Chile no establezca la igualdad de
condiciones entre los trabajadores de la contratista y la empresa beneficiaria. Pero a
pesar de sus limitaciones las contrarreformas suponen giros cualitativamente muy
importantes respecto a lo que parecía ser una tendencia irreversible.
172
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
laboral con la empresa temporal y no con la usuaria. Las legislaciones limitan el sumi-
nistro de trabajadores a supuestos muy restringidos que no satisfacen todas las nece-
sidades de las usuarias y por ello la tendencia ha sido a su uso más allá de lo legalmen-
te permitido.
Cuadro Nº 3
País Permitidas No reguladas*
Argentina X
Brasil X
Colombia X
Chile X
México X
Perú X
Uruguay X
Venezuela X **
* En estos países funcionan de hecho y podría sostenerse que en fraude a la ley. La reforma de Chile del 2001
así lo estableció, aunque el actual proyecto en discusión las legaliza.
** En el momento en que se realizó este trabajo, las ETT estaban permitidas por el RLOT. Hoy la situación ha
variado, pues el presidente Chávez derogó expresamente los artículos del RLOT que autorizaban su
funcionamiento. Por ello, más que no reguladas estarían prohibidas, pues la ley de condiciones y medio
ambiente del trabajo del 2005 las considera intermediarios.
Las legislaciones que han posibilitado el funcionamiento de las ETT han provocado
quiebre en la noción jurídica de patrono, pues se aceptó que puede ser patrono quien
no recibe el servicio y no ejerce la potestad de mando. De esta tendencia no ha
escapado ni siquiera la OIT. En 1997 se promulgó un convenio internacional que permi-
te su funcionamiento.
173
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
Las Cooperativas de Trabajo Asociado son tal vez una de las formas más perversas de
flexibilización no sólo por la desprotección absoluta que producen en los trabajadores
sometidos a esta modalidad de prestación de servicios, sino porque desvirtúan uno de
los pilares de la construcción de una economía solidaria, basada en una organización
democrática del trabajo.
Desde los noventa en Argentina, Brasil, Perú y, a partir del 2001, en Venezuela se ha
posibilitado legalmente usar esta vieja figura de trabajo autogestionario para escapar
del manto protector del Derecho del Trabajo.
8
Se permitía la contratación de personal a través de esta figura para la realización de una obra o prestación
cuya ejecución, aunque limitada en el tiempo, fuese de duración incierta.
174
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
terceros. Esta situación cambió. Desde la reforma del 2000 se prohíbe a las coopera-
tivas actuar como empresas de intermediación laboral, es decir, les prohíbe actuar
como empresas de provisión de servicios eventuales, de temporada, o de cualquier
otro modo brindar servicios propios de las agencias de colocación. En la reforma del
2004 se profundizó la protección, pues en caso de fraude a la ley, el trabajador se
considera ahora subordinado de la empresa usuaria y no de la cooperativa.
En Brasil han sido utilizadas de manera masiva para escapar de la legislación laboral,
sobre todo en las zonas rurales. Muchas de ellas han sido creados por los propios
patronos o en otros casos han obligado a los trabajadores ha constituirse en coopera-
tiva. El autor del informe de ese país señala que no hay lugar a duda que se trata de
una estrategia patronal para evadir la legislación laboral.
En Perú, las reformas de Fujimori posibilitaron uso amplio, tan amplio, que el propio
gobierno tuvo que retroceder y reconocerles a los trabajadores de las cooperativas
ingresos y condiciones de trabajo no inferiores que los que corresponden a trabajado-
res de la empresa usuaria que realizan labores análogas. Pero se ha mantenido la
disposición de que el trabajo asociado no está protegido por la legislación laboral.
El uso de las Cooperativas de Trabajo Asociado muestra una nueva faceta de los
procesos de desregulación de los mercados de trabajo, pues no se baja los niveles de
protección sino que ésta desparece. Las reformas legales han autorizado la existencia
de un trabajo sin protección social.
Los abusos que se han presentado con esta figura llevaron a establecer límites al uso
de esta figura y a consagrar derechos similares a los laborales. Argentina muestra un
camino a seguir, pues la reforma del 2004, ha situado claramente el problema en su
sitio: son una manifestación de fraude la ley y por ende la empresa usuaria debe
responder frente a esos trabajadores.
175
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
en Chile, o los sindicatos son débiles, lo que ocurre en Brasil. Al lado de los sistemas
de relaciones de trabajo formales convive un segmento considerable de trabajadores
que no gozan de protección social. El sector informal o el trabajo en negro en la
construcción es una realidad común a casi todos los países y su crecimiento ha sido
sostenido en los últimos años.
Razgos comunes en todos los países son la contratación temporal, ya sea por tempo-
rada o el contrato para obra determinada, y una alta tasa de accidentes de trabajo.
Este tipo de contratación tiene efectos muy negativos, pues no se goza de estabilidad
y ciertos beneficios laborales, como las vacaciones, utilidades, primas por antigüedad
y prestaciones por término del contrato de trabajo, son casi imposibles de disfrutar
por parte de los trabajadores concernidos. La temporalidad también dificulta el ejerci-
cio de los derechos colectivos del trabajo. Por ello, no es de extrañar que los países
que tienen sindicatos fuertes en este sector sean justamente los que se han organiza-
do por rama de industria, lo que ha posibilitado la celebracion de convenios colectivos
que abarcan a todas las contratistas y subcontratistas. La informalización del sector
ha reducido el radio de acción de los sindicatos y minado esta estrategia sindical,
quedando en los hechos sin protección una gran cantidad de trabajadores en esta
rama.
En la tienda como espacio de trabajo conviven trabajadores que realizan tareas simila-
res, que se prestan colaboración y que responden a una misma cadena de mando,
176
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
Choferes de camiones
Un informe de OIT (2003) señala que la situación laboral de los camioneros refleja muy
bien los cambios que se están produciendo en una ocupación tradicional que se realiza
en un sector también tradicional. La semejanza de dichas transformaciones ocurre en
distintos países, con sistemas rígidos o flexibles en materia de relaciones de trabajo,
y con estructuras de costos diversas.
9
En Irlanda una demostradora de la empresa Denny, quien fue obligada por la empresa a firmar un contrato
como trabajadora independiente y efectuaba demostraciones de los productos en las tiendas que la empresa
le asignaba, logró mostrar ante los tribunales que su contrato era renovado anualmente y pasó a formar parte
del personal permanente de dicha empresa (OIT, 2003).
177
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
Altas jornadas de trabajo, sin vacaciones, sin seguridad social y con riesgos de acci-
dentes por cansancio o por mal estado de los camiones son reportes comunes en los
informes nacionales elaborados para la OIT.
Taxistas
El servicio de taxi fue durante muchos años, un buen ejemplo en América Latina de
trabajo autónomo o autogestionario. Las cooperativas o asociaciones civiles de taxis-
tas eran y siguen siendo comunes en este servicio de transporte.
En los últimos años han aparecido empresas de taxi y otras de administración de taxi.
En estos casos, la situación se complica pues puede haber encubrimiento de verdade-
ras relaciones de trabajo. En muchas de las empresas de taxi se usa la modalidad de
arrendamiento diario del taxi. Son empresas sin trabajadores. Un caso especial de
triangulación se da en los supuestos que el dueño del taxi lo entrega a una empresa
para que se lo administre. En algunos casos, la empresa asume todas las relaciones
con el chofer, pero en otros casos éste le reporta directamente al dueño del taxi.
Como se puede observar, al igual que en el caso de los choferes de carga existe una
transformación en las formas tradicionales de prestar el servicio, apareciendo modali-
dades que dificultan saber si se está en presencia de una relación de trabajo asalariado
directa o triangular o es un trabajador autónomo.
178
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
10
En este aspecto podría sostenerse que se elevaron de rango flexibilizaciones previstas en normas de
carácter sublegal. La posibilidad de renovación de los contratos por tiempo determinado estaba prevista en
el reglamento de la ley del trabajo de 1973 y la renovación indefinida de los contratos para obra determinada
en la industria de la construcción estaba contemplada en el reglamento de la LCDI.
179
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
Además, esta ley deroga las disposiciones del Reglamento de la Ley Orgánica del
Trabajo que habían autorizado el funcionamiento de las ETT, estableciendo expresa-
mente su condición de intermediarios. Sin embargo, un recurso ante la Sala Constitu-
cional del Tribunal Supremo de Justicia que solicitaba la nulidad de dichas disposicio-
nes fue admitido, con efecto suspensivo de las disposiciones cuestionadas hasta sen-
tencia definitiva. Finalmente, en mayo de este año, el Presidente de la República
derogó las disposiciones reglamentarias que permitían los contratos de formación pro-
fesional hasta los 24 años y las que autorizan el funcionamiento de las ETT. Como
puede observarse, las últimas actuaciones legislativas son de carácter protector, aun-
que la deslaboralización se ha intensificado con las cooperativas de trabajo asociado.
Los estudios de casos, efectuados para esta investigación entre 2003 y 2004, reporta-
ron que funcionaban con absoluta libertad diversas formas de flexibilización laboral en
país.
11
En conversaciones informales con funcionarios de las inspectorías del trabajo éstos señalaron que les era muy
difícil atacar la situación, pues se consideraban incompetentes por la materia, pues se trataba de casos en
que debe establecerse la relación de trabajo, tema que corresponde a la jurisdicción y no administración del
trabajo.
180
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
anteriores dueños. En los últimos años, mediante buenas ofertas de retiros voluntarios,
se redujo casi a la mitad la nómina fija. El sindicato trató de enfrentar esta estrategia sin
éxito y ha visto mermada su base de afiliación considerablemente, tal como en el caso de
la telefónica. Las condiciones de trabajo de las contratistas son precarias y con beneficios
muy inferiores a los existentes para los trabajadores fijos. También han aparecido las
famosas contratistas de personal, que prestan servicios dentro de la empresa, aunque su
impacto es menor que en la telefónica. El sindicato ha tratado de abarcar a los
subcontratados, pues es de carácter profesional, pero los intentos han sido infructuosos.
En el momento en que se realizó la entrevista a los directivos del sindicato, éstos estaban
intentando introducir un proyecto de negociación colectiva por rama de industria, pero
no han encontrado mucha receptividad en la Inspectoría del Trabajo.
Tal como en el resto de los países de la región, las ETT están siendo utilizadas más
allá de lo previsto por las normas legales. Una empresa de bebidas contrata a los
ayudantes de choferes a través de esta modalidad, en franca violación a la ley, pues
dicho trabajo escapa a la noción de eventual o temporal prevista en el RLOT. Éstos
presentaron un reclamo ante la Asamblea Legislativa y ni siquiera se ha iniciado una
investigación.
181
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
Las entrevistas con los gerentes de las compañías de capital nacional nos mostraron
por parte de éstos una fuerte sensación de incertidumbre y recelo frente al marco
institucional vigente en la actualidad. Los entrevistados sienten que caminan por un
terreno pantanoso y temen que las nuevas reglamentaciones, como la que autoriza las
ETT, puedan ser cambiadas en forma abrupta. De hecho así ocurrió: las empresas de
trabajo temporal fueron prohibidas.
12
La inspectoría del trabajo, según algunos directivos de ETT, ha tratado de aplicar los decretos de inamovilidad
a los trabajadores de estas empresas a los cuales se les había terminado el contrato temporal en la empresa
usuaria.
13
La retaliación política con las empresas que se sumaron al paro de diciembre del 2002 explica en gran parte
las aprensiones de los empresarios nacionales, porque los transnacionales no se sumaron.
14
Entrevista a Oscar Bastidas efectuada en el 2004.
182
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
Las áreas que se han entregado son las de actividades menos complejas, aunque
algunas de mediana complejidad también están pasando a manos de cooperativas e
incluso en un área como la de los buzos se creó una de ellas porque su contratista se
incorporó al paro; pero la mayoría de las áreas de alta complejidad que están
externalizadas continuaron bajo el control de grandes contratistas, sobre todo
transnacionales, porque éstas se mantuvieron al margen de la confrontación política.
Los sindicatos del sector han comenzado a sentir las consecuencias de esta estrategia
pues pierden afiliación y el ámbito de aplicación del contrato colectivo se reduce. Las
cooperativas comienzan a restar fuerza a la acción sindical15 .
La flexibilización laboral parece que cumple varias finalidades en los actuales momen-
tos en el país. En primer lugar posibilita presentar un buen ambiente laboral a las
transnacionales. En segundo lugar, las empresas nacionales pueden seguir usando las
diversas modalidades, pero la fragilidad legal de algunas de ellas, como las ETT, puede
ser usada para asegurar un buen comportamiento político por parte de sus dueños. En
tercer lugar, posibilita un ablandamiento de los sindicatos duros, en especial los del
sector público, que han mostrado ser un bastión muy fuerte de la oposición. Al sindica-
lismo oficialista le limita su posibilidad de crecimiento en el sector público y le muestra
sus techos en la representación de la clase trabajadora.
15
Los sindicatos afiliados a la Unión Nacional de Trabajadores (UNT) también comienzan a sentir los efectos
de las cooperativas. En Carabobo han proliferado tanto en los sectores públicos como privados.
183
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
Pero en todos estos fenómenos jurídicos hay un elemento en común que hace posible
su estudio en conjunto. En todas estas formas de prestación de servicios se presentan
por lo menos dos grandes retos para el Derecho del Trabajo: la determinación de las
responsabilidades patronales y las condiciones de trabajo que deben poseer dichos
trabajadores.
Son situaciones que expresamente han sido diseñadas por las empresas con el objeto
de salirse del manto protector del Derecho de Trabajo. En estos casos no hay descen-
tralización productiva o externalización real, pues la empresa matriz sigue controlando
todo el proceso productivo.
El intento de salirse del ámbito de aplicación del Derecho del Trabajo puede efectuarse
tratando de interponer una figura entre el trabajador y la empresa o efectuando una
contratación directa pero bajo formas mercantiles o civiles. En el primer supuesto
estamos frente a lo que la doctrina y jurisprudencia argentina había denominado el
hombre de paja, cuando se utilizaba una persona natural para tal intermediación. Hoy
son empresas de paja, creadas por la propia empresa y que normalmente están com-
puesta por personal de confianza de la empresa matriz.
184
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
labor de los servicios de inspección y fiscalización es vital. En la medida que las multas
sean numerosas y cuantiosas la estrategia no será tan rentable.
Los sindicatos tampoco parecen preocuparse mucho del problema. En Venezuela, los
sindicatos que afilian a trabajadores vinculados al proceso productivo de elaboración
de las bebidas no visualizan como un problema suyo la situación de los choferes, pues
sólo si la empresa los reconoce como trabajadores, el sindicato plantea la posibilidad
de incorporación de ese personal al sindicato. Estos han intentado sindicalizarse apar-
te y tampoco han recibido apoyo de otras organizaciones sindicales que hacen vida en
esas empresas.
El empleador es quien debe responder por diversas obligaciones tanto frente al traba-
jador como al Estado. El empleador no sólo paga el salario sino que efectúa una serie
de contribuciones a los sistemas de salud, formación y de seguridad social. Esas
contribuciones se calculan con base al salario del trabajador, por lo que a mayor
salario mayor será el aporte a los sistemas de seguridad social y formación. Igual cosa
ocurre con los aportes del trabajador.
Para el Derecho del Trabajo, lo que se denomina subcontratación laboral abarca su-
puestos de contratistas, subcontratistas e intermediarios16 . No toda contratación de
parte del proceso productivo genera responsabilidades para la empresa beneficiaria en
relación a los trabajadores de la contratista. Para que ello ocurra deben darse algunos
supuestos contemplados en la legislación. Pero la determinación de responsabilidad de la
beneficiaria se torna mucho más compleja, cuando los trabajadores de la contratista, ya
sea de servicios o de producción, prestan sus servicios directamente a la beneficiaria.
16
Así lo contempla el proyecto de ley chileno que bajo la denominación trabajo en régimen de subcontratación
regula las tres figuras mencionadas.
185
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
La regulación laboral de esta relación triangular, que puede multiplicarse a lo largo del
proceso productivo, es lo que genera mayores problemas en la actualidad, por las
diversas formas que puede estar asumiendo y sobre todo por los efectos legales que
cada legislación atribuye al uso de intermediarios en estas nuevas modalidades de
organizar los procesos productivos y de trabajo.
Para la legislación laboral el contratista es un patrono que con sus propios elementos
se encarga de una parte del proceso productivo de otro empleador. Para la legisla-
ción no importa mucho si el trabajo se realiza dentro o fuera del sitio del trabajo de la
empresa principal sino el grado de independencia del contratista con la empresa
beneficiaria. Así, un servicio de vigilancia, de limpieza, de informática, puede perfec-
tamente tener un régimen de trabajo diferente al que tienen los trabajadores inter-
nos de la misma empresa que realizan funciones similares, si el contratista es abso-
lutamente independiente de la beneficiaria. Un ejemplo puede servir para aclarar la
cuestión: el servicio de vigilancia. Una empresa puede contratar vigilantes externos a
una compañía especializada y tener un servicio propio de vigilantes para ciertas áreas
que considera confidenciales y de acceso restringido. Ambos vigilantes cumplen fun-
ciones similares, pero es lícito que tengan condiciones de trabajo diferentes, aunque
sea injusto.
Sin embargo, los estudios nacionales efectuados para la OIT (2003) reportaron que en
la actualidad las figuras del beneficiario, contratista e intermediario pueden presentar
problemas en la legislación laboral por varias razones:
186
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
Otra vertiente de triangulación que genera graves problemas de protección son cier-
tas figuras de intermediación que han aparecido en la legislación laboral en las últi-
mas décadas.
En estos casos se visualiza una acción estatal que da un marco legal a la desprotección
y produce quiebres importantes en figuras y nociones básicas del Derecho del Trabajo.
17
En Brasil, se discute si la CT establece responsabilidad subsidiaria o solidaria.
18
El caso de Chile es un buen ejemplo de ello. Hay consenso entre los actores políticos y laborales que la
protección es insuficiente. De ahí que se prevea cambiar la responsabilidad de subsidiaria a solidaria.
187
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
Los tribunales del trabajo pudiesen comenzar a reconstruir las figuras clásicas del
Derecho del Trabajo. Para ello, las normas constitucionales y los principios generales
del Derecho del Trabajo son una herramienta privilegiada en manos de los jueces para
devolver la protección disminuida o eliminada por las reformas legislativas. Nueva-
mente surge el tema del acceso a la justicia y la acción de los sindicatos. Serían éstos,
los llamados a utilizar las acciones de nulidad de las leyes que quiebran los principios
rectores del Derecho del Trabajo.
d) Situaciones de fronteras
Ejemplos más modernos son los trabajadores telemáticos, muchas veces reclutados a
través de internet. Su selección se hace a través de páginas web, reciben instruccio-
nes en correos electrónicos y trabajan desde sus casas en servidores ubicados dentro
de la propia empresa, creando bases de datos, auditando a las existentes. Su pago se
realiza a través de depósitos en cuentas bancarias que el propio trabajador le designa
a la empresa. Probablemente este personal no tenga que acudir personalmente a la
188
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
empresa, pero puede estar trabajando en un servidor de ella por todo el día, cumplien-
do funciones esenciales para la misma y recibiendo instrucciones sobre qué tipo de
trabajo realizar y en qué tiempo debe entregarse el mismo.
6. CONCLUSIONES
Las razones que se esgrimen para entregar parte del proceso productivo a un tercero
son las mismas en todas partes. Necesidad de racionalizar la producción, un uso más
eficiente de los recursos, adaptación a las fluctuaciones del mercado mundial y la
obtención de un producto de calidad a justo tiempo. Los estudios sobre productividad,
eficiencia y calidad de la producción muestran que éstas siguen siendo unas de las
tareas pendientes para la mayoría de las empresas de la región.
Las reformas flexibilizadoras fueron promovidas con dos objetivos. Mejorar la capaci-
dad de respuesta de nuestros aparatos industriales a objeto de insertarlos
eficientemente en la economía mundial y promover la creación de empleo en el sector
formal de la economía. Pocos éxitos se han obtenido en ambas metas y se puede
sostener que a la inversión en flexibilización la han superado con creces los retornos
en empleos y productividad. El empleo sigue siendo generado por el sector informal y
la eficiencia y productividad muestra un largo trecho por recorrer para alcanzar niveles
mínimamente aceptables.
189
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
Las contrarreformas de los últimos años han posibilitado recuperar ciertos espacios
garantistas, pero como se dijo anteriormente, reflejan una tensión entre protección y
190
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
19
Al parecer la primera rectificación le toca al Estado chileno. Según datos de los sindicatos de los subcontratados,
Codelco posee 14 mil trabajadores directos y 28 mil subcontratados.
191
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Abramo, Laís (1998): Um loar de genero. Visibilizando precarizacoes ao longo das
cadeias produtivas en Lais Abramo y Alice Rangel de Paiva Abreu: Genero y trábalo
na Sociología Latino-americana. ALAST/SERT, Sao Paulo.
Caldera, Rafael (1966). Derecho del Trabajo. Segunda edición. Liberia El Ateneo
Editorial. Buenos Aires.
De La Cueva, Mario (1938). Derecho Mexicano del Trabajo. Librería de Porrua Hnos.
y Cia. Ciudad de México.
192
LA SUBCONTRATACIÓN LABORAL análisis y perspectivas
Hernández Alvarez, Oscar (2002). Las fuentes en el Derecho del Trabajo comparado en
XIII Encuentro Iberoamericano de Derecho del Trabajo y la Seguridad Social. Academia
Iberoamericana de Derecho del Trabajo y Seguridad Social. Puebla, México.
Leite, Marcia (1996): Da linha de montagem robotizada ao trábalo escravo. Sao Paulo
(Relatorio Técnico de Pesquisa) Mimeo.
Pozzo, Juan (1948). Derecho del Trabajo. Tomo I. Ediar Soc. Anóm. Editores. Buenos
Aires.
Recio, Albert (1999): La segmentación del mercado laboral en España en Faustino
Mígueles y Carlos Prieto (dir y coord.): El empleo en España. Siglo XXI de España,
editores. Madrid.
Reynoso Carlos (1999): La Protección de los Trabajadores en México. Informe técnico.
Stiglitz, Joseph (2003): El rumbo de las reformas. Hacia una nueva agenda para
América Latina en Revista de la CEPAL N° 80, agosto.
193
CUADERNOS DE INTEGRACIÓN ANDINA 20
Ugarte, José Luis (2004): El nuevo Derecho del Trabajo. Editorial Universitaria. San-
tiago de Chile.
Walker Linares, Francisco (1947). Nociones elementales de Derecho del Trabajo. Edi-
torial Nacimiento. Santiago, Chile.
194