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CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE ICA

SEGUNDA SALA MIXTA DE CHINCHA

EXPEDIENTE : 2000-394
DEMANDANTE : HENRY EDUARDO VALERIO MANRIQUE.
DEMANDADO : EMPRESA EPESCA PERÚ S.A.
MATERIA : INDEMNIZACIÒN POR DESPIDO ARBITRARIO Y OTROS.
PROCEDENCIA : JUZGADO LABORAL DE CHINCHA.
JUEZ : DRA. CARMEN ANGULO NAVARRO.

RESOLUCIÓN Nº 76.-

Chincha, dieciséis de Agosto


Del dos mil diez.-
VISTOS; Observándose las formalidades previstas por el artículo 138° de la
Ley Orgánica del Poder Judicial; interviene como Vocal ponente, el señor GONZALO
MEZA MAURICIO; y,
CONSIDERANDO:
PRIMERO. MATERIA DE GRADO
1.1. Que, viene en grado de apelación la Sentencia contenida en la Resolución número
sesenta y cuatro, de fecha dieciséis de marzo del año dos mil diez que obra a fojas
trescientos sesenta y seis y siguientes en los extremos que declara fundada la pretensión
de indemnización por despido arbitrario e infundado el reintegro de remuneraciones, con
lo demás que contiene.
1.2. Asimismo viene en grado de apelación sin efecto suspensivo y con la calidad de
diferida, el auto contenido en la resolución número seis, expedida en el acto de la
Audiencia Única de fojas cincuenta y seis a cincuenta y ocho, que declara infundada la
excepción de falta de legitimidad para obrar del demandado, deducida por la emplazada.

SEGUNDO. DEL RECURSO DE APELACION


De conformidad con lo previsto por el artículo 364º del Código Procesal Civil, el recurso de
apelación tiene por objeto que el órgano jurisdiccional superior examine, a solicitud de
parte o de tercero legitimado, la resolución que les produzca agravio, con el propósito de
que sea anulada o revocada, total o parcialmente. Es importante señalar que por el
principio, el superior tiene las mismas facultades que el inferior, así puede examinar todo
el material probatorio, considerar cuestiones no abordadas por éste, e incluso examinar la
demanda en todos sus aspectos.

TERCERO. DE LA NULIDAD DE LA RESOLUCIÓN NUMERO SEIS


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3.1. Teniendo en cuenta las resoluciones que han sido materia de grado, corresponde
resolver en primer lugar la que se pronunció sobre la excepción de falta de legitimidad
para obrar de la demandada, esto es, la resolución número seis.
3.2. Según el escrito de contestación de demanda de fojas treinta y uno, la emplazada
propuso la excepción de falta de legitimidad para obrar de la demandada, indicando que la
embarcación pesquera “Bravo 3” (donde prestó servicios el actor), fue adquirida de su
anterior propietario en el año mil novecientos noventa y siete, aceptando mantener la
tripulación con la que contaba dicha nave, declarando la vendedora que no adeudaba
importe alguno a los trabajadores. Por lo tanto el reclamo de beneficios desde que se
inició la relación laboral con otra empresa resulta contraria a la norma.
3.3. De conformidad con lo establecido por el artículo 8° de la Ley procesal del trabajo
tienen capacidad para ser parte material en un proceso toda aquella persona que tenga o
haya tenido la condición de empleador a lo que se suma el hecho que la determinación de
la relación laboral se establecerá en la sentencia; además quien tiene la capacidad de
contradecir legalmente una pretensión, tiene legitimidad pasiva, razón por la que la
excepción es infundada, debiendo confirmarse la resolución seis.

CUARTO. DE LA SENTENCIA APELADA


4.1. Corresponde ahora pronunciarnos sobre la apelación de la sentencia. Sobre el
particular debe indicarse que, mediante escrito de fojas catorce a diecinueve Henry
Eduardo Valerio Manrique, interpuso demanda contra la empresa EPESCA S.A., sobre
pago de indemnización por despido arbitrario, compensación por tiempo de servicios,
utilidades y reintegro de remuneraciones.
4.2. En sentencia se declaró fundada la demanda respecto de la indemnización por
despido arbitrario, teniendo como sustento que el demandante viene laborando desde el
01 de diciembre de 1994 en la embarcación pesquera “Don Jorge” hoy “Bravo 2” desde el
año mil novecientos noventa y cuatro, y que con fecha 16 de julio del 2000, se formalizó el
contrato de trabajo intermitente con vigencia a partir de su suscripción hasta el 14 hasta el
once de setiembre del 2000, el mismo que puede darse por suspendido o concluido antes
de su vencimiento, sin embargo se detalló que después de haber concluido el contrato, el
actor continuo laborando hasta el 11 de setiembre del 2000, fecha en que la emplazada,
pasa Carta Nro. 138-E-FL-2000, es decir el actor continuo laborando 28 días posteriores
al vencimiento del contrato, por ende el trabajador tiene el derecho preferencial en la
contratación, que operará en forma automática, determinándose así que el trabajador se
encontraba protegido contra el despido arbitrario, siendo así se determina que el actor fue
despedido de manera injusta.
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QUINTO. DE LA INDEMNIZACIÓN POR DESPIDO ARBITRARIO
5.1. De la prueba obrante en autos se ha determinado que el accionante prestó servicios
permanentes desde diciembre de mil novecientos noventa y cuatro hasta agosto del año
dos mil en la misma embarcación, la cual se denominaba “Don Jorge” y posteriormente
“Bravo 2”, por lo tanto ha quedado plenamente establecido que, el actor siempre prestó
sus servicios en el mismo “centro de trabajo”, esto es en la misma embarcación, de allí
que para el trabajador resulta irrelevante quien sea el propietario de la embarcación, ya
que en estos asuntos el trabajador no tiene injerencia alguna.
5.2. Una proyección del principio del derecho del trabajo denominado principio de
continuidad es la prolongación del contrato en casos de sustitución del empleador, ya que
en la realidad el contrato de trabajo puede sufrir novaciones subjetivas respecto del
empleador lo cual no supone la terminación del contrato ya que este continúa a pesar de
esa sustitución entre otras razones por que las empresas al crearse para durar en el
tiempo deben ser inmunes a los cambios subjetivos de las personas que agrupan incluida
la del empresario. En este sentido resulta aplicable la regla de que las alteraciones
relativas a la persona del empresario no afectan el contrato de trabajo. La idea directriz es
que la empresa constituye una universalidad cuyos elementos pueden cambiar sin que se
altere la unidad del conjunto. El empleador puede transferir a otro la empresa, los
miembros del personal se renuevan sin que se altere esa unidad. Cuando el nuevo
empleador continúa la explotación en las mismas condiciones que su predecesor, la
unidad económica y social que constituye la empresa permanece (siendo) la misma1.
5.3. De lo expuesto queda claro que, el contrato de trabajo del actor con la demandada es
una prolongación del contrato suscrito con la anterior propietaria de la embarcación en la
que el actor prestó siempre sus servicios (mas aún si en autos no obra prueba alguna que
evidencie que el vínculo laboral se extinguió en algún momento). Por lo tanto el nuevo
propietario (y por lo tanto empleador) no podía suscribir con el trabajador nuevos
contratos a plazo fijo (sujetos a modalidad), pues su relación laboral era una por tiempo
indeterminado y cualquier modificación se debe tener por no puesta o inexistente por
atentar contra el principio de irrenunciabilidad.
5.4. En conclusión, cuando la demanda despide al actor basado en la existencia de un
contrato modal que le permite extinguir la relación laboral, no hace sino poner en
evidencia la inexistencia de causa justa de despido, ya que como se ha dicho el
accionante, según la ley era considerado como un trabajador con un contrato de trabajo
por tiempo indeterminado. Consecuentemente, el actor debe ser indemnizado por haber
sido despedido arbitrariamente y por lo tanto la sentencia en este extremo debe ser
confirmada.
1
Plá Rodríguez, Américo. Los principios del derecho del trabajo, páginas 267 a 273.
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SEXTO. DEL REINTEGRO DE REMUNERACIONES


6.1. De conformidad con la Casación número 1867-2006- DEL SANTA MENTE, la
Suprema Sala señaló que, respecto del Convenio Colectivo suscrito por la Federación de
Pescadores del Perú el doce de junio de mil novecientos ochenta y cinco, ha operado la
caducidad de pleno derecho, por lo que los derechos que reconoce dicho acuerdo se
extinguieron.
6.2. El actor, no ha probado tener derecho a los reintegros reclamados, razón por la que la
sentencia en este extremo merece ser confirmada por los argumentos expuestos líneas
arriba.

SETIMO. DE LA LIQUIDACION DE LA INDEMNIZACIÓN POR DESPIDO ARBITRARIO


7.1. Del documento denominado “producción por beneficiario”, que obra a fojas cinco y
siguientes, expedido por la Caja de Beneficios y Seguridad Social del Pescador, se
aprecia que el actor, si bien es cierto, era un trabajador con contrato a tiempo
indeterminado, no es menos cierto que su labor no fue continua sino que tenía períodos
de inactividad propios del giro de la actividad de su empleador. Por lo tanto la
indemnización por despido arbitrario debe ser calculada sobre el período efectivamente
laborado pues la paralización de labores del accionante no se debía a la decisión
unilateral de su empleador sino como ya se dijo líneas arriba, a la naturaleza propia de la
actividad del negocio.
7.2. Respecto de la remuneración computable para el calculo de la indemnización debe
indicarse que, del documento de fojas cinco a siete, fluye que el actor percibía una
remuneración principal imprecisa, de allí que la remuneración computable debe
establecerse en base al promedio de lo percibido por el trabajador en el semestre
respectivo, esto de conformidad con lo previsto por el artículo 55° del Decreto Supremo
001-96-TR, concordado con el artículo 17° del Decreto Supremo 01-97-TR.
7.3. Efectuado el calculo correspondiente tenemos que, la remuneración mensual
promedio asciende a S/. 2,216.96, que equivale al promedio de lo percibido en el
semestre anterior al despido del actor (a partir de la semana siete del año dos mil a la
semana treinta y uno que según fojas siete es la ultima semana que laboró). Teniendo
presente que para este concepto la indemnización equivale a un sueldo y medio es decir
S/. 3,325.44 (S/. 2,216.96 x 1.5), por año de servicios mas los dozavos y treintavos
correspondientes por los meses y días laborados. Por 607 días laborados, según se
aprecia de fojas 5 a 7, debe percibir S/. 5,608.68.

POR ESTAS CONSIDERACIONES:


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CONFIRMARON: el auto contenido en la resolución número seis, expedida en el acto de


la Audiencia Única de fojas ciento seis a ciento ocho, que declara infundada la excepción
de falta de legitimidad para obrar del demandado, deducida por la emplazada. Asimismo.
Se CONFIRME el extremo de la sentencia que declara INFUNDADA el reintegro de
remuneraciones por las semanas 49 de 1994 a la semana 31 de 2000; y el extremo que
declara FUNDADA la indemnización por despido arbitrario; sin embargo SE REVOQUE
en cuanto ordena abonar a favor del actor por concepto de indemnización por despido
arbitrario por el periodo 01 de diciembre de 1994 al 11 de setiembre de 2000 la suma de
S/. 3 948.19 nuevos soles y REFORMANDOLA se ordene abonar que la entidad
emplazada pague al actor por concepto de indemnización por despido arbitrario del
periodo que va del 01 de diciembre de 1994 al 14 de agosto de 2000 la suma de
S/.5,608.68; con intereses legales, costas y costos; y los devolvieron.
S.S.-
BENAVENTE QUISPE.-
CÁRDENAS MEDINA.
PAUCAR ZAMUDIO.-

EL SECRETARIO DE LA SALA MIXTA DE CHINCHA CERTIFICA QUE EL VOTO DEL


DOCTOR GONZALO MEZA MAURICIO EN EL EXPEDIENTE No. 2000-394 SEGUIDO
POR HENRY EDUARDO VALERIO MANRIQUE CONTRA EMPRESA EPESCA PERU
S.A. SOBRE INDEMNIZACION POR DESPIDO ARBITRARIO Y OTROS; ES COMO
SIGUE:
PRIMERO: MATERIA DE APELACIÓN
Viene en grado de apelación, la sentencia contenida en la resolución número sesenta y
cuatro, de fecha dieciséis de marzo del dos mil diez, obrante a fojas trescientos
sesenta y seis, en el extremo que declara fundada la demanda respecto a la
pretensión de indemnización por despido arbitrario por el periodo laborado del
01 de diciembre de 1994 al 11 de setiembre del 2000, en consecuencia ordena
abonar la suma de S/. 3,948.19 nuevos soles; además respecto al extremo
sobre reintegro de remuneraciones de la semana dos de 1995 a la semana 31
del 2000, con lo demás que contiene.

Viene también en apelación, sin efecto suspensivo y con la calidad de diferida, el auto
contenido en la resolución número seis, expedida en el acto de la Audiencia Única de
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fojas cincuenta y seis a cincuenta y ocho, que declara infundada la excepción de falta de
legitimidad para obrar del demandado, deducida por la emplazada.

SEGUNDO: FUNDAMENTOS DE APELACIÒN:


2.1.- DEL DEMANDADA.- La empresa Epesca S.A., formula su recurso de apelación
mediante escrito de fojas trescientos setenta y uno y siguientes contra la
sentencia, expedida mediante resolución número sesenta y cuatro en el
extremo que declara FUNDADA en parte la demanda respecto a indemnización
por despido arbitrario; expresando los siguientes agravios:
a) La incorrecta aplicación del Principio de Continuidad: Que, para el caso de autos no
resulta aplicable el referido principio, toda vez, que EPESCA S.A. nunca absorbió o se
fusionó con Extracción Pesquera Pisco S.A.; pues solo se limitó a comprar una de sus
embarcaciones la cual se denominaba “CHIMBOTE 7”, en tal sentido, que el Aquo
considere que su empresa debe asumir los adeudos laborales anteriores a mil
novecientos noventa y siete, que pudo tener Extracción Pesquera Pisco S.A. a favor del
actor, carece de sustento legal, más aún, cuando EPESCA S.A recién adquiere la fuerza
de trabajo del demandante como consecuencia de la compra de la embarcación citada
realizada con fecha ocho de enero de mil novecientos noventa y siete.
b) Por otro lado, el Aquo, otorga la indemnización por despido arbitrario, porque según su
criterio se ha desnaturalizado el contrato de trabajo, pues sostiene que el demandante ha
venido prestando servicios en la empresa demandada desde el primero de diciembre de
mil novecientos noventa y cuatro, conclusión a la que llega después de revisar los
reportes de producción de la Caja de Beneficios de Seguridad Social del Pescador, lo que
según probaría que las labores desarrolladas sobrepasan el límite fijado por ley, y por
ende al tener el vínculo laboral del actor la calidad de indeterminado, EPESCA S.A. debió
alegar una causa justa de despido. Discrepando totalmente con el criterio del Aquo en
tanto que los reportes a los que hace mención si bien señalan la supuesta embarcación
donde se hizo efectiva la labor del trabajador, estos no precisan el nombre del empleador
a quien el Sr. Valerio puso a su disposición su fuerza de trabajo.
2.2.- DEL DEMANDANTE.- Don Henry Eduardo Valerio Manrique, interpone recurso
impugnatorio de apelación, mediante escrito de fojas trescientos setenta y siguientes
contra la sentencia contenida en la resolución número sesenta y cuatro, en los extremos,
que declara infundada el reintegro de remuneraciones de la semana 2 de 1995 a la
semana 31 del año 2000, expresando los siguientes agravios:
a) Que, el Aquo no se ha pronunciado correctamente respecto a su petición sobre
reintegro de remuneración por participación de pesca, pese haber acreditado en autos con
la tabla de precios de venta por tonelada de pescado que corre a fojas diez y el reporte de
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producción de beneficiario que obra a fojas cinco; por lo que la apreciación del Juez, en
sus considerandos quinto y sexto, no tiene sustento, ya que se encuentra demostrado que
la demandada pago el 18% por participación de pesca de los 22.40%, que señala la ley.
b) Respecto al rubro de indemnización por despido arbitrario, si bien es cierto que el
Juzgador ha reconocido su derecho; se ha aplicado erróneamente los artículos 38 y 64 del
D.S Nro. 003-97-TR, para el cómputo de la indemnización, teniendo en cuenta que su
relación laboral con la demandada, ha sido bajo la modalidad de trabajo pesquero
intermitente, por lo que debió aplicarse lo dispuesto por el segundo párrafo del artículo 55
del D.S. Nro. 001-96-TR, para el caso concreto.

TERCERO: DEL RECURSO DE APELACIÒN.


3.1. Previo a resolver, conviene señalar que son requisitos del recurso de apelación: i) el
objeto, pues se requiere que el recurso sea interpuesto con el fin que el Órgano
Jurisdiccional Superior anule o revoque la apelada en forma total o parcial; ii) la
legitimidad, pues se requiere que quien formule apelación invoque agravio en su contra y
refleje clara posición de disconformidad y/o ánimo de no consentirla; iii) el tiempo, se
exige que el recurso se interponga en el plazo que concede la ley; y, iv) la
fundamentación del agravio, que consiste en describir el error de hecho y/o derecho
incurrida en la resolución que se impugna.
3.2. Este último requisito fija la competencia o radio de acción del superior en grado
(thema decidendum) y es que en función del agravio que se denuncia en el recurso -que
comprende la indicación de los errores de hecho y derecho de la impugnada- es que el
Órgano Jurisdiccional Superior debe pronunciarse. Véase que el artículo 366° del citado
Código Procesal Civil, señala: “(E)l que interpone apelación debe fundamentarla,
indicando el error de hecho o de derecho incurrido en la resolución, precisando la
naturaleza del agravio y sustentando su pretensión”.
3.3. Siendo ello así, corresponde absolver el grado de apelación de la sentencia,
únicamente en atención a la expresión de agravios en el que se sustenta el recurso de
apelación (que se ha descrito supra), ello independientemente de la revisión que se haga
del proceso respecto del cumplimiento de las disposiciones que garantizan la existencia
de un debido proceso.

CUARTO: EXCEPCIÒN DE FALTA DE LEGITIMIDAD PARA OBRAR.


4.1.- Sobre el particular, debemos señalar que la excepción de falta de legitimidad para
obrar, prevista por el inciso 6), del artículo 446º del Código Procesal Civil, es aquella que
está destinada a denunciar la falta de identidad entre las partes que conforman la relación
jurídica procesal respecto de quienes formaron la relación material.
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4.2.- Dando un orden sucesivo a lo que es materia de grado, es del caso resolver primero,
la apelación de la resolución número seis. Por tanto se debe hacer mención que frente
a la demanda interpuesta por Valerio Manrique Henry Eduardo contra EPESCA PERÚ
-en la que se le reclama el pago de indemnización por despido arbitrario, compensación
por tiempo de servicios, utilidades y reintegro de remuneraciones-, la demandada en su
escrito de contestación de demanda; de fojas setenta y uno y siguientes, propuso la
excepción de falta de legitimidad para obrar, argumentando que ella adquirió la
embarcación pesquera “Bravo 2”, en la que laboró el actor, recién en mil novecientos
noventa y siete, por tanto no le corresponde asumir obligaciones que le corresponden al
anterior propietario de dicha embarcación.
4.3.- En el caso de autos, dado que las partes han tenido una relación sustancial previa,
se concluye que la excepción propuesta debe desestimarse, por cuanto de los
documentos probatorios presentados por ambas partes, se tiene que entre el accionante y
la demandada existe una vinculación, la misma que se deriva de la compra de la
embarcación pesquera Bravo 2 y Bravo 3, contrato en que acepta mantener a la
tripulación, en la cual se encontraba el demandante incluida, de allí se colige que
EPESCA S.A. asume el pasivo laboral que correspondía a dichas embarcaciones, por
tanto se constituye en parte obligada de la relación laboral anterior, de ello proviene su
legitimidad para obrar en condición de demandada. Por lo que debe confirmarse la
apelada que resuelve en el mismo sentido.

QUINTO: DE LA SENTENCIA APELADA.


5.1.- Corresponde ahora pronunciarnos sobre la apelación de la Sentencia. Para
entender el asunto, se debe hacer mención que mediante escrito presentado con fecha
cinco de octubre del año dos mil, obrante de fojas catorce a diecinueve, don Henry
Eduardo Valerio Manrique, interpuso demanda contra la empresa EPESCA S.A., sobre
pago de indemnización por despido arbitrario, compensación por tiempo de servicios,
utilidades y reintegro de remuneraciones. Precisando que ingresó a laborar para la
empresa emplazada con fecha primero de diciembre de mil novecientos noventa y cuatro
al once de septiembre del dos mil, desempeñándose en el cargo de tripulante.
Seguidamente señala, respecto de la indemnización por despido arbitrario, que la
demandada lo despidió el once de septiembre del dos mil sin existir motivo alguno y sin
haber cometido falta grave, agregando que el contrato en el que se sustenta la carta de
despido que se le cursó no tiene valor alguno ya que al encontrarse el actor laborando
desde el 01 de diciembre de 1994, tiene el carácter de estable.
5.2.- El Señor Juez en sentencia, declaró fundada la demanda respecto de la
indemnización por despido arbitrario, teniendo como sustento que el demandante viene
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laborando desde el 01 de diciembre de 1994 en la embarcación pesquera “Don Jorge” hoy
“Bravo 2” desde el año mil novecientos noventa y cuatro, y que con fecha 16 de julio del
2000, se formalizó el contrato de trabajo intermitente con vigencia a partir de su
suscripción hasta el 14 hasta de Agosto del 2000, el mismo que puede darse por
suspendido o concluido antes de su vencimiento, sin embargo se detalló que después de
haber concluido el contrato, el actor continuo laborando hasta el 11 de setiembre del
2000, fecha en que la emplazada, pasa Carta Nro. 138-E-FL-2000, es decir el actor
continuo laborando 28 días posteriores al vencimiento del contrato, por ende el trabajador
tiene el derecho preferencial en la contratación, que operará en forma automática,
determinándose así que el trabajador se encontraba protegido contra el despido arbitrario,
siendo así se determina que el actor fue despedido de manera injusta.

SEXTO: DE LA CONTRATACIÒN Y EL DESPIDO ARBITRARIO:


6.1.- Nuestro ordenamiento jurídico nacional, brinda protección al trabajador frente al
despido arbitrario, mediante la reposición a través de un proceso de amparo, o con una
indemnización en la vía laboral (según elija el trabajador). Véase que el artículo 27° de la
Constitución Política, señala: “La ley otorga al trabajador adecuada protección contra el
despido arbitrario”. El despido arbitrario se configura, cuando: a) se produce por causal no
prevista en las normas legales; b) no se cumplen con las formalidades establecidas
(como por ejemplo, cuando no se efectúe por escrito); o, c) se imputa alguna causa, pero
judicialmente se demuestra que esta no existe o no era de tal magnitud para efectuar el
despido.
6.2.- Entre los contratos de carácter excepcional o sujetos a modalidad, se encuentra los
“Contratos Intermitentes”, regulado por el artículo 64º de la Ley de Productividad y
Competitividad Laboral, que establece que éstos: “son aquellos celebrados entre un
empleador y un trabajador, para cubrir las necesidades de las actividades de la empresa
que por su naturaleza son permanente pero discontinuas. Estos contratos pueden
efectuarse con el mismo trabajador, quien tendrá derecho preferencial en la contratación,
pudiendo consignarse en el contrato primigenio tal derecho, el que operará en forma
automática sin necesidad de requerirse de nueva celebración de contrato o renovación”.
6.3.- Si bien, dicha disposición legal no establece un plazo límite de contratación, el
artículo 74º de la acotada ley, sí lo hace estableciendo que en los casos que corresponda,
podrá celebrarse en forma sucesiva diversos contratos bajo distintas modalidades siempre
que en conjunto no superen la duración máxima de cinco años. Cabe agregar a todo
esto, que el artículo 77º de la precitada ley, establece que los contratos de trabajo de
trabajo sujetos a modalidad, se consideran como de duración indeterminada, entre otros
supuestos, cuando: a) el trabajador continua laborando después de la fecha de
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vencimiento del plazo estipulado, o después de las prórrogas pactadas, si exceden del
limite máximo permitido; o, b) se trata de un contrato para obra determinada o de servicio
específico, si el trabajador continúa prestando servicios efectivos, luego de concluida la
obra materia de contrato, sin haberse operado renovación.
6.4.- Estando al caso de autos, de la valoración de la hojas de “Producción por
Beneficiario” que en copia corren de fojas cinco a siete expedidas por la Caja de
Beneficios y Seguridad Social del Pescador, se advierte efectivamente, que el actor,
Henry Eduardo Valerio Manrique, ha laborado en forma permanente e intermitente, en la
embarcación pesquera denominada “Bravo 2” -antes Don Jorge- desde diciembre del año
mil novecientos noventa y cuatro hasta el año dos mil (específicamente hasta el once de
septiembre del dos mil fecha en que recibió la carta de despido que en copia corre a fojas
ocho).

SETIMO: PRINCIPIO DE CONTINUIDAD


7.1.- A merced de lo previsto por el artículo 4º del Decreto Supremo N.º 003-97-TR2,
existe consenso en aceptar que en el régimen laboral peruano, el principio de continuidad
opera como un límite a la contratación laboral por tiempo determinado. Por ello el Tribunal
Constitucional ha señalado en la STC 1874-2002-AA/TC que hay una preferencia por la
contratación laboral por tiempo indefinido respecto de la de duración determinada, la que
tiene carácter excepcional y procede únicamente cuando las labores que se van a prestar
(objeto del contrato) son de naturaleza temporal o accidental. Como resultado de ese
carácter excepcional la ley establece formalidades, requisitos, condiciones y plazos
especiales para este tipo de contratos, e incluso sanciones cuando a través de estos,
utilizando la simulación o el fraude, se pretende evadir la contratación laboral por tiempo
indeterminado.
7.2.- Ahora, si bien es cierto que la empresa demandada, EPESCA S.A., adquirió la
referida embarcación pesquera –en la que el actor prestó su fuerza de trabajo- recién el
dos de enero del año mil novecientos noventa y siete según se aprecia del Testimonio de
Escritura Pública de Compra-Venta de Embarcaciones Pesqueras de fojas cuarenta y tres
a cuarenta y seis, este Colegiado, advirtiendo que con dicha compra lo único que ha
ocurrido es una transferencia de titularidad manteniéndose en cambio el elemento
patrimonial y el elemento personal (pues el actor continuó prestando sus servicios en la
referida embarcación) arriba a la conclusión que la demandada asume la continuidad
laboral del actor desde diciembre de mil novecientos noventa y cuatro, fecha a partir del

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Articulo 4º del Decreto Supremo N.º 003-97-TR: “(E)l contrato individual de trabajo puede celebrarse
libremente por tiempo indeterminado o sujeto a modalidad. El primero podrá celebrarse en forma verbal o
escrita y el segundo en los casos y con los requisitos que la presente Ley establece (…)”.
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cual se constató supra, prestó sus servicios laborales en la embarcación “Bravo 2” -antes
Don Jorge.
7.3.- Atendiendo entonces a dicha continuidad laboral, tenemos que el actor al estar
laborando en forma permanente en la embarcación “Bravo 2” -antes Don Jorge- desde
diciembre mil novecientos noventa y cuatro hasta el año dos mil, ha superado en exceso
el plazo límite de cinco años que una persona puede ser contratada a plazo determinado
bajo cualquiera de los contratos sujetos a modalidad que regula la Ley de Productividad y
Competitividad Laboral, Decreto Supremo Nº 003-97-TR. En tal sentido, se entiende que
su relación laboral, desde el quinto año de trabajo (desde diciembre de mil novecientos
noventa y nueve), se convirtió en uno de naturaleza indeterminada y por tanto no podía
ser despedido sino por causa justa. Al no haber ocurrido esto, es claro que el despido que
se produjo es arbitrario, y en consecuencia, debe atenderse la pretensión indemnizatoria
del actor.
7.4.- Para efectos de brindar mayor argumento, debemos señalar que la empresa
demandada justifica su decisión de haber dado por terminada su relación laboral con el
actor, en el hecho que en el Contrato de Trabajo Pesquero Intermitente que celebró con el
actor con fecha dieciséis de julio del dos mil (fotocopiado de fojas sesenta y cinco a
sesenta y siete), se pactó como fecha de vencimiento del contrato, el catorce de agosto
del dos mil. Conforme a lo expresado, consideramos que este contrato carece de
virtualidad y/o eficacia jurídica en cuanto a la fecha de vencimiento pactada toda vez que
el actor a la fecha de celebración de aquel, ya tenía la condición de un trabajador a plazo
indeterminado.

OCTAVO.- DEL REINTEGRO DE REMUNERACIONES:


8.1.- Respecto el extremo apelado que declara Infundada el reintegro de remuneraciones
equivalentes al 22.40%, por el periodo comprendido entre la semana 02 de 1995 a la
semana 31 del año 2000, manifiesta el Juzgador en el sexto considerando de la recurrida
que no se ha adjuntado la tabla de precios de venta de pescado. Sobre referido extremo,
señala el actor en su recurso de apelación obrante a fojas trescientos setenta y nueve y
siguientes que la tabla de precios se encuentra adjunta en autos a fojas diez y siguiente;
sin embargo si bien a folios diez obra la tabla de precios de venta por tonelada de
pescado, esta solo contiene por los periodos comprendidos a las semanas del año 1993
y 1994; más no adjunta los del año 1995 al 2000, no pudiendo liquidarse los antes
mencionados, motivos por el cual el Colegiado procede a confirmar dicho extremo.
NOVENO: Con todo lo expuesto, quedan desestimados los argumentos expuestos por las
partes en sus recursos de apelaciones. Siendo ello así, y atendiendo que el A quo de
primera instancia ha resuelto en el mismo sentido, esto es, ha concluido que existe
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despido arbitrario y por tanto se debe otorgar la indemnización que se reclama así como
declarar infundado el extremo de reintegro de remuneraciones por el pago de las
utilidades, tal decisión debe ser confirmada.

POR ESTAS CONSIDERACIONES:

MI VOTO: ES porque se CONFIRME el auto apelado contenido en la resolución número


seis, expedida en el acto de la Audiencia Única de fojas ciento cincuenta y seis
y y siguiente, que declara infundada la excepción de falta de legitimidad para
obrar del demandado, deducida por la emplazada mediante su escrito de fojas
setenta y uno y siguientes; asimismo, CONFIRMARON la sentencia contenida
en la resolución número sesenta y cuatro y a trescientos setenta, de fecha
dieciséis de marzo del año dos mil diez, en el extremo que declara FUNDADA
EN PARTE la demanda interpuesta por don Henry Eduardo Valerio Manrique,
contra la Empresa EPESCA S.A., respecto de la pretensión de indemnización
por despido arbitrario en consecuencia ordena abonar la suma de S/. 3,948.19
e INFUNDADO el reintegro de remuneraciones de la semana 2 de 1995 a la
semana 31 del año 2000 por no haber acreditado el demandante el precio de
venta de la tonelada de pesca, con lo demás que contiene; y los devolvieron.

MEZA MAURICIO.

ACEVEDO VEGA.

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