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PIAGET

Para piaget el juego ayuda a consolidar esquemas psicofísicos de


comportamiento mental y nervioso, así pues, es parte integrante del desarrollo
de la inteligencia. Para Piaget, juego e inteligencia pasan por los mismos
periodos y clasifica el juego en tres grandes manifestaciones: juego
sensoriomotor, juego simbólico (caracterizado por la construcción de
símbolos a partir de distintas capacidades y esencial para el equilibrio afectivo
e intelectual del niño) y juego reglado (caracterizado por practicar y adquirir un
grado de conciencia de la regla).
Juego sensoriomotor (aproximadamente desde el nacimiento hasta los 2
años): en esta etapa el niño obtiene placer al realizar ejercicios en los que
interviene la coordinación sensorial y motriz. En este momento el juego
constituye una repetición de movimientos (reacciones circulares) y en el
aprendizaje de otros nuevos. Son juegos de ejercicio simple.
"La forma primitiva del juego, la única representada a niveles sensorial y motor,
pero que se conserva en parte después, es" el juego de ejercicio ", que no
entraña ningún simbolismo ni técnica alguna específicamente lúdica, pero que
consiste en repetir con placer actividades adquiridas con un fin de adaptación.
Por ejemplo, el niño que ha descubierto por azar la posibilidad de balancear un
objeto suspendido, reproduce enseguida el resultado para adaptarse a él, para
comprenderlo, lo que no es un juego, ya que, hecho esto, utiliza esa conducta
por simple placer funcional".
juego simbólico (aproximadamente de 2 a 6 años) Su función principal es la
asimilación de lo real. En esta etapa aparece la capacidad de evocación de un
objeto o fenómeno ausente y con ello las circunstancias propicias para que se
manifiesten en él conflictos afectivos latentes. Durante este periodo los
aprendizajes más significativos tienen lugar a través del juego. Son de imitación
(2-4 años), de escenificación y socialización (4-6).
"el juego simbólico aparece aproximadamente al mismo tiempo que el lenguaje,
pero independientemente de éste desempeña un papel considerable en el
pensamiento de los pequeños, como fuente de representaciones individuales (a
la vez cognoscitivas y afectivas) y de esquematización representativa
igualmente individual"
Juego reglado. (a partir de los 6 años): en esta modalidad se combina la
espontaneidad del juego con el cumplimiento de las normas que comporta.
Tienen una función esencialmente social y suelen ser juegos organizados, que
con frecuencia se realizan en equipo y que entrañan algún tipo de
competitividad. De origen mágico y religioso, son juegos de ejercicio sensorial y
motor que se vuelven colectivos. Con anterioridad a los 6 años, los niños no
conocen más que una fracción de las reglas y no tienen en cuenta las reglas de
los otros jugadores. Sin embargo a partir de esta edad tienden a fijar la unidad
de las reglas admitidas durante una misma partida y se controlan unos a otros
con el fin de mantener la igualdad ante una ley única.
"En tercer lugar, aparecen los juegos de reglas (canicas, rayuela...), que se
transmiten socialmente de niño a niño y aumentan en importancia, por tanto,
con el progreso de la vida social del niño"
HERBERT SPENCER

Define el juego como una actividad de los seres vivos superiores como medio
de eliminación del exceso de energía.

Según Spencer, el hombre, como especie superior, no tiene que dedicar toda
su energía a satisfacer sus necesidades básicas, así que el juego le sirve para
liberar o derrochar el excedente de energía que no consume: el hombre invierte
esa energía en actividades superfluas que no son necesarias para la
supervivencia, como el juego, sobre todo si es de carácter físico-motor.

Aplicado a la infancia, el organismo infantil también suele acumular una energía


o tensión que no se gasta en ninguna ocupación física o creativa importante,
así que utiliza el juego como sustituto del trabajo. Los adultos se entregan de
igual modo a actividades superfluas que aparentemente no tienen utilidad, pero
que contribuyen a su desarrollo físico, como los deportes Así el placer que
produce el juego permite, en el niño y en el adulto, descansar tanto el espíritu
como el cuerpo, lo que tiene indudables beneficios terapeúticos.

postula que el juego sirve, para gastar el sobrante de energía que todo
organismo joven tiene y que no necesita, pues sus necesidades está
satisfechas por otros.

"El juego es la descarga agradable y sin formalidad de un exceso de energías.


Spencer buscó la razón del juego en la existencia de un excedente de energía,
que pugnando por evadirse del organismo infantil se desplegaría por los
centros nerviosos"

Critica: El juego no siempre es para gastar energías, sino parar reponerse.


Los niños no solo imitan a los adultos, sino también ellos tienen su propia
actividad creadora
KAZT GROOS

Plantea la Teoría de la práctica o del pre - ejercicio la cual concibe el juego


como un modo de ejercitar o practicar los instintos antes de que éstos estén
completamente desarrollados. El juego consistiría en un ejercicio preparatorio
para el desarrollo de funciones que son necesarias para la época adulta.

El fin del juego es el juego mismo, realizar la actividad que produce placer.
Considera que los juegos sirven para adiestrar a niños /as y prepararlos para el
futuro. Jugarían para ejercitarse en tareas y habilidades que les resultarán
imprescindibles en su vida adulta.

Sostiene que el juego es necesario para la maduración psicofisiológica y que


es un fenómeno que está ligado al crecimiento.

Enfocó al juego dentro de lo que definió como la teoría del pre-ejercicio, y la


definía como un ejercicio de tendencias instintivas que posteriormente
encontrarían en la vida adulta, su aplicación concreta en el trabajo, en el
deporte o en la vida cotidiana. Los dividía en juegos de experimentación o
juegos de funciones generales y en juegos de funciones especiales. Los
primeros comprenden a los juegos sensoriales, como por ejemplo, auditivos,
visuales, táctiles, silbidos, etc.; los juegos motores: carreras, saltos, canicas,
etc. ; los juegos intelectuales: de imaginación, de resolución de problemas, de
curiosidad, etc.; los juegos afectivos y de ejercitación de la voluntad: contener
la respiración el mayor tiempo posible, adoptar posiciones difíciles, etc.; los
juegos de funciones especiales comprenden a los juegos de persecución, de
lucha, de imitación, de actividades familiares y sociales.

La teoría del pre-ejercicio tiende a comprender la naturaleza del juego por fines
instintivos y biológicos de predisposición hereditaria; en razón de que ciertos
instintos se desarrollarán con el ejercicio y, por lo tanto, se perfeccionarán para
operar posteriormente en la vida adulta. El valor concedido al juego como factor
estimulante para el sistema nervioso y del desarrollo de los órganos corporales.
Por lo que está teoría, considera que el juego es como un ejercicio preparatorio
para la vida y tiene como objeto el libre desarrollo de los instintos heredados
todavía sin formar, el juego resulta así un agente natural educativo.

"No se debería decir de un niño solamente crece, habría que decir que se
desarrolla por el juego. Mediante el juego hace actuar las posibilidades que
fluyen de su estructura particular; realiza las potencial virtuales que afloran
sucesivamente a la superficie de su ser, las asimila y las desarrolla, las une y
las complica, coordina su ser y le da vigor".
GARVEY

Considera que mediante el juego los niños tienen la oportunidad de ejercitar las
formas de conducta y los sentimientos que corresponden a la cultura en que
viven. El entorno ofrece al niño las posibilidades de desarrollar sus
capacidades individuales mediante el juego, mediante el “como si”, que permite
que cualquier actividad se convierta en juego (Teoría de la simulación de la
cultura). Dentro de esta misma línea, pone en relación los distintos tipos de
juego con los valores que cada cultura promueve: El predominio en los juegos
de la fuerza física, el azar o la estrategia estarían relacionados con distintos
tipos de economía y organización social

Según C. Garvey, en sus características básicas el juego infantil no se


diferencia sensiblemente del juego del adulto.. En lo único en que insiste algo
más Garvey es en el aspecto ‘agradable’ de lo lúdico, especialmente en lo que
al juego de los niños se refiere. También subraya con especial énfasis el
carácter ‘ficticio’ del juego, mediante el contraste entre la simulación y el
comportamiento del cual deriva el juego es un comportamiento en el modo
simulativo”). Las características serían las siguientes:

1)    El juego es placentero y divertido. Aún cuando no vaya acompañado


por signos de regocijo, es evaluado positivamente por el que lo
realiza.

2)     El juego no tiene metas o finalidades extrínsecas (es inherentemente


improductivo).

3)      El juego es espontáneo y voluntario.

4)      El juego implica cierta participación activa por parte del jugador.

5)      El juego guarda ciertas conexiones sistemáticas con lo que no es


juego.

Señala que las conversaciones de los niños, cuando juegan entre sí, tiene una
riqueza lingüística y una complejidad que no alcanzan cuando la conversación
se establece con un adulto o en su presencia.

Estas diferencias entre el comportamiento en situaciones de interacción


espontánea con los iguales frente al adulto, llevan a valorar más aún las
experiencias

Cabe la hipótesis de que, al igual que ocurre con ciertos aspectos del lenguaje
las situaciones de juego nos proporcionen una visión más realista de las
auténticas capacidades del niño preescolar.
VIGOSTKY

El juego es una actividad social, en la cual gracias a la cooperación con otros


niños, se logran adquirir papeles o roles que son complementarios al propio.
También este autor se ocupa principalmente del juego simbólico y señala como
el niño transforma algunos objetos y los convierte en su imaginación en otros
que tienen para él un distinto significado, por ejemplo, cuando corre con la
escoba como si ésta fuese un caballo, y con este manejo de las cosas se
contribuye a la capacidad simbólica del niño demuestra que el juego y el dibujo
son precursores del lenguaje escrito, porque en todos se produce el mismo
tránsito de simbolismo..." El dibujo y el juego serían los antecesores del
simbolismo de la escritura.
El juego es la principal actividad para la interiorización y la apropiación del
ambiente socio-histórico-cultural

El juego como valor socializador

El ser humano hereda toda la evolución filogenética, pero el producto final de


su desarrollo vendrá determinado por las características del medio social donde
vive. Socialización: contexto familiar, escolar, amigos…

Considera el juego como acción espontánea de los niños que se orienta a la


socialización. A través de ella se trasmiten valores, costumbres…

El juego como factor de desarrollo

El juego como una necesidad de saber, de conocer y de dominar los objetos;


en este sentido afirma que el juego no es el rasgo predominante en la infancia,
sino un factor básico en el desarrollo.

La imaginación ayuda al desarrollo de pensamientos abstractos, el juego


simbólico. Además, el juego constituye el motor del desarrollo en la medida en
que crea Zonas de Desarrollo Próximo (ZDP).

ZDP: es la distancia que hay entre el nivel de desarrollo, determinado por la


capacidad de resolver un problema sin la ayuda de nadie (Zona de Desarrollo
Real), y el nivel de desarrollo potencial, determinando por la capacidad de
resolver un problema con la ayuda de un adulto o de un compañero más capaz
(Zona de Desarrollo Potencial).
R FAJEN

El juego un contexto de desarrollo y aprendizaje

La fuerza motivadora y el interés intrínseco que los niños incluyen en sus


juegos nacen de la propia naturaleza epistemológico de ser humano; por eso
juego y aprendizaje necesariamente están relacionados. Se considera el juego
infantil como una actividad de gran potencialidad para el desarrollo y
aprendizaje.

El juego infantil constituye un escenario psicosocial donde se produce un tipo


de comunicación rica en matrices que permite a los niños y niñas indagar en su
propio pensamiento poner a prueba sus conocimientos y desarrollarlos
progresivamente en el uso interactivo de acciones y conversaciones entre
iguales.

El juego nunca deja de ser una ocupación de principal importancia durante la


niñez. La vida de los niños s jugar y jugar la naturaleza implanta fuertes
inclinaciones o propensiones al juego en todo niño normal el juego
profundamente absorbente es esencial para el crecimiento mental.los niños
capaces de sostener un juego intenso acercan a la probabilidad de llegar al
éxito cuando haya crecido.

Durante el juego el niño inicia gozosamente su trato con otros niños ejercito su
lenguaje hablando y mímica desarrolla y domina sus músculos adquiriendo
conciencia de su utilidad.

Es necesario recordar que el niño juega es un ser esencial activo y porque sus
actos tienen que devolverse de acuerdo con el grado de su desarrollo mental.
FREUD

Freud habla del juego como un proceso interno de naturaleza emocional. El


juego como un proceso análogo de realización de deseos insatisfechos y como
una oportunidad de expresión de la sexualidad infantil (sentimientos
inconscientes).

El juego está relacionado con la expresión de los deseos que no puede


satisfacerse en la realidad y por lo tanto las actividades lúdicas que el niño
realiza le sirven de manera simbólica.

Freud dice que el juego del niño es simbólico porque, apuntalado en un


fragmento de la realidad, le presta un significado particular y un sentido
secreto. De este modo, se encuentra al servicio de la realidad de su deseo. El
niño que juega crea un mundo propio donde inserta las cosas en un orden de
su agrado, un mundo amable, apto para ser amado. el niño mismo que juega
no conoce el sentido profundo de su juego. Es por ello que los niños no se
ocultan para jugar; en todo caso, lo que se nos oculta en la inocencia de sus
juegos es el carácter inconsciente y sexual de su deseo. Freud concluye que el
juego constituye una reproducción lúdica completa de la desaparición y
reaparición de la madre. El aporte de este giro nos hace pensar que el juego es
el mundo, no de la satisfacción plena sin restricciones, sino el lugar en el cual
el niño realiza un serio intento de elaboración, precisamente de las renuncias
pulsionales a las que la realidad lo somete. Si el juego es simbólico, lo es en
tanto siempre se juega sobre un fondo de ausencia. se explica el juego en su
aspecto simbólico en función de su concepción de la repetición lúdica como
forma de tramitación psíquica. La interpretación será, pues, posible en la
singularidad de cada caso.

Freud, el juego es una actividad simbólica que permite al niño renunciar a una
satisfacción instintiva, haciendo activo lo sufrido pasivamente, cumpliendo una
función elaborativa al posibilitar la ligazón de las excitaciones recibidas”

El juego sería según puede interpretarse (ya no como una teoría perfectamente
definida, sino como una especie de definición derivada) como el resultado del
intentar satisfacer los impulsos eróticos y/o agresivos, algo que se conjugaría
con la necesidad innata al hombre de expresar y comunicar.

El juego es un instrumento de elaboración de experiencias traumáticas


mediante la repetición simbólica; una fuente de placer, incluso la repetición de
experiencias penosas se enlaza con el placer; un disfraz de la líbido, realizador
de deseos y vía de descarga de la vida pulsional infantil; relevancia del juego
en el desarrollo de la personalidad infantil
STANLEY HALL

Teoria propuesta por Stanley Hall, que consideró primero que el juego era un
instrumento eliminativo que facilitaba la desaparición de funciones
rudimentarias inútiles. Y modifico después, en el sentido de que esa
eliminación facilitaba el desarrollo de otras funciones necesarlas; Instrumento
no sólo eliminativo, sino también conformador de otras funclones.

Los juegos son rudimentos de las actividades de las generaciones pasadas y


en ellos se hace una recapitulación de la historia de la humanidad. Cuando el
niño juega repite la historia de la raza, es decir el niño realiza por atavismo los
actos que ejecutaron sus ancestros (construye arcos, trepa por los árboles...) y
así se enlazan las conductas que ocurren durante la evolución del hombre
(herencia) Para Hall, el juego es un resurgir de las tendencias atávicas, es
decir, el desarrollo del niño es una recapitulación breve de la evolución de la
especie, por lo tanto en el juego ve las primitivas formas de supervivencia
(lucha, persecución, búsqueda ...)

Fija la causalidad del juego en los efectos de actividades de generaciones


pasadas.

La Teoría de la Recapitulación, se basa en la rememorización y reproducción a


través del juego tareas de la vida de sus antepasados.
Plantea que cada individuo repite en su desarrollo personal la evolución de la
especie humana. La ontogénesis sería un réplica de la filogénesis. Así,
distingue cuatro etapas:
1.- La infancia, de 0 a 4 años, representa nuestra etapa animaloide. Pasamos
por el andar a cuatro patas, el gateo, y predominan las conductas sensoriales y
los aprendizajes de autopreservacion.
2.- La niñez, de 4 a 8 años, es la etapa de la caza y de la pesca. A través del
juego simbólico, el niño recapitula la era del hombre de las cavernas.
3.- La juventud, de 8 a 12 años, recapitulamos la era del salvajismo.
4.- La adolescencia, a partir de 12 años representa un segundo nacimiento, con
el ingreso en el estado civilizado, el sometimiento a las exigencias de la norma
social.
Años más tarde, Hall renuncia a su teoría y la completa defendiendo que las
actividades lúdicas sirven también de estímulo para el desarrollo

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