Boletín de la Cultura Funeraria
o como la cera, las manos
Num. 2 Gdl. Jal. 25/09/10
(Coord.) Isabel E. Méndez Fausto.
LA ESTÉTICA DE LA MUERTE
María del Rosario Gutiérrez Tello
Es común que en los funerales
casi todos los asistentes sientan la
necesidad de acercarse al cadáver y
frente a él reflexionen sobre la vida y la
muerte. Cualquier individuo consciente
que haya asistido a un velatorio se podrá
dar cuenta que para la mayoría de las
personas un funeral representa la
oportunidad para encarar a la muerte y
observar de cerca qué sucede cuando existe un prejuicio sobre la fotografía post púrpura y blando
una vida se pierde: mortem que nos aleja de ellas y y los pies se vuelven azules, los músculos
erróneamente nos convence de que se se tensan y la temperatura corporal
El momento de la muerte es
trata de imágenes grotescas, perversas desciende.
una experiencia que nos permite
y enfermas que no pueden ser bellas
bellas.
reafirmar la fe en Dios, el amor a la vida
y la amistad […] estos momentos nos
La fotografía post mortem es
permiten revisar cómo estamos
pues, una lucha continua entre la belleza
cuidando de la vida, o cómo y porqué
de la muerte y la repugnancia que suele
se está muriendo alguien antes de
tiempo […] tanto para el que fallece, transmitir.
como para sus familiares y la
Desafortunadamente, es común
comunidad, la muerte es un momento
1 que la mayoría de las personas no mire a
de fe y de vida .
las cosas como realmente son, sino como Sin embargo, no todos los
No obstante, existe otra manera las considera su conciencia práctica
práctica, por muertos son iguales. Hay algunos cuyos
mediante la cual podemos contemplar a la lo tanto, generalmente no saben apreciar rostros tienen una singular belleza: la
muerte mientras intentamos comprender la belleza que implica una representación belleza de lo consumado.. La vida se
algunos aspectos de su misterio. Nos de la muerte. No obstante, la fotografía escapa y abandona a nuestro cuerpo
referimos a las fotografías post mortem, post mortem cumple la función de que un dejándolo vacío y frío, pero imprime en él
cuya práctica en todos los círculos acontecimiento fatal se convierta en una la marca de aquello que por fin termina.
sociales data desde el inicio de la expresión
esión estética, es decir, la fotografía Hemos cumplido entonces con nuestro
fotografía comercial en 1839. post mortem es la estética de la destino. Por eso, podemos identificar en
fatalidad. algunos rostros de cadáveres el
Pese a que son imágenes
semblante de la serenidad y la belleza
sumamente interesantes y cautivadoras, Cuando sobreviene la muerte, los
de la muerte.
cuerpos inevitablemente se transforman:
1 los ojos se hunden en el cráneo, los labios
Irma García Cruz, Pues el alma se va,
Ediciones DABAR-CEB, México D.F., 1994, palidecen, la piel adquiere un aspecto
p.10.

La fotografía post mortem no hace
más que registrar la estética de lo fatal en
esos rostros serenos, quietos
imperturbables donde se esconde el
misterio más grande de nuestra condición
humana, ayudándonos por medio de la
imagen a meditar sobre el sentido que
tienen nuestras vidas.
La serenidad de la muerte es el
resultado estético de una vida que se
ha ido para siempre. Pareciera que las
experiencias y los momentos vividos por
el fallecido se esculpieran en su rostro,
dotándolo de una singular expresión que
desaparecerá a través del tiempo por
efecto de una natural putrefacción.
Entonces, sólo nos quedarán las
fotografías post mortem, tan poderosas
como la muerte que ellas mismas aprender a dominar ese “lenguaje” y contenido ignorando su forma estética,
representan. Gracias a ella, se perpetuará desarrollar una aptitud para la siendo que en la vida práctica la mayoría
la imagen de nuestro ser querido, dándole contemplación que la mayoría no tiene. de las personas acostumbran
un lugar en el tiempo y eternizando su concentrarse en la forma exterior de las
recuerdo, para que así las generaciones cosas más que en algún otro elemento.
futuras sepan quiénes son, de dónde Con esto podemos comprobar que la
vienen y ante quién están, gente está muy familiarizada con las
recordándoles además la fatalidad que les formas de la vida, pero no con las formas
espera. estéticas.
Claro está que en la expresión Cuando decidimos observar una
e
estética de la fotografía post mortem hay fotografía post mortem,, podemos darnos
una gradación casi infinita y para la cuenta que nuestro sentido más dormido y
apreciación de muchos de esos grados se torpe es precisamente el de la forma,
requiere una preparación, la cual consiste pues comúnmente no sabemos apreciarla.
en pasar de la descripción vulgar de las Ahora bien, la mayor parte de las Saber apreciar la forma de una imagen es
imágenes, a la verdadera visión personas no goza observando a una una habilidad que se desarrolla con el
estética de éstas. fotografía post mortem y el ideal sería que ejercicio, es decir, con la costumbre de
el espectador pudiese gozar de ellas y ver.. Por lo tanto, el gusto por la fotografía
Cuando esto sucede, nosotros disfrutarlas, pues es un género muy post mortem puede alcanzarse con el
mismos podemos sorprendernos al ignorado y todavía no tenemos conciencia hábito de observarlas.
encontrar en dichas fotografías cosas de colectiva de su enorme importancia Desde siempre los seres
las que antes ni siquiera sospechábamos cultural. humanos hemos utilizado a la muerte para
su existencia. Resulta curioso que a pesar de entender la vida, aceptar la ausencia,
Para poseer y valorar plenamente que
ue el tema de la muerte tiene una asimilar el dolor y proyectarnos
a una fotografía post mortem, es increíble fuerza persuasiva sobre las espiritualmente.
e. Es por ello que resulta
necesario entender su lenguaje estético, masas, las personas tiendan a rechazar natural que la muerte también esté
por lo cual, es absolutamente necesario las fotografías post mortem por su presente en representaciones estéticas.