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Compendio de

Thomas F. Flemmig
Compendio de
PERIODONCIA
OTRAS OBRAS DEL FONDO EDITORIAL
843452716 Anderson-McCabe: Materiales de aplicación dental (S)
843451983 Becker: Patología de la cavidad bucal (S)
844580289 Bert: Complicaciones y fracasos en implantes osteointegrados: Causas, tratamiento y prevención (M)
843110668 Bert: Implantes osteointegrados (M)
843110358 Borel: Manual de prótesis parcial removible (M)
843110596 Bourjat: Macizo facial normal. Tomodensitomeiría e 1RM (M)
843110581 Burdairon: Manual de biomateriales dentarios (M)
844580131 Canut: Ortodoncia clínica (M-SI
843110620 Cavézian: Diagnóstico por la imagen en odontoestomatología (M)
843110564 Cuenca: Manual de odontología preventiva y comunitaria (M)
844580322 Dawson: Evaluación, diagnóstico y tratamiento de los problemas oclusales (M-S)
843452739 De Lucas: Medicina oral (S)
844580252 Echeverría-Cuenca: El manual de odontología (M-S)
843110560 Fischer: Técnica ortodóncica(M)
843110449 Fortier-Demars: Manual de odontopediatría (M)
844580128 Geering: Atlas de prótesis total y sobredentaduras (2.8 ed.) (M-S)
844580101 Graber: Atlas de prótesis parcial (2.* ed.) (M-S)
844580083 Horch: Cirugía odontoestomatológica (M-S)
843110417 Klewansky: Manual de periodoncia (M)
844580080 Lang: Atlas de prótesis de coronas y puentes: Planificación sinóptica de tratamiento (M-S)
844580025 Lasala: Endodoncia (4.* ed.) (M-S)
843452995 Lcwis: Gestión profesional de la consulta dental (S)
844580041 Marcotte: Biomecánica en ortodoncia (M-S)
844580024 Marks: Atlas de ortodoncia del adulto: Tratamiento funcional y estético (M-S)
843452142 Menaker: Bases biológicas de la caries dental (S)
843452758 Mjór: Embriología e histología oral humana (S)
843452671 Morrovr: Procedimientos en el laboratorio dental (3 tomos) (S)
843452139 Mount: Atlas práctico de cementos de ionómero de vidrio (S)
843110664 Moya-Roldan: Odontología legal y forense (M)
844580037 Pasler: Atlas de radiología odontológica (M-S)
844580011 Pasler: Radiología odontológica (2. J ed.) (M-S)
844580201 Pindborg: Atlas de enfermedades de la mucosa oral (5. J ed.) (M-S)
844580212 Planas: Rehabilitación neuro-oclusal (RNO) (2.* ed.) (M-S)
844580019 Rakosi: Atlas de ortopedia maxilar: Diagnóstico (M-S)
843452381 Raspall: Enfermedades maxilares y craneofaciales. Atlas clínico (S)
844580208 Rateitschak: Atlas de periodoncia (2.' ed.) (M-S)
843452964 Riethe: Atlas de profilaxis de la caries y tratamiento conservador (S)
843452961 Rivas: Metodología dental básica (3.» ed.) (S)
843452972 Rose: Medicina interna en odontología (2 tomos) (S)
843110646 Roth:Loscomposites(M)
843452054 Silverman: Atlas en color de las manifestaciones orales del SIDA (S)
843452466 Smith: Planificación y confección de coronas y puentes (2.* ed.) (S)
844580103 Tronstad: Endodoncia clínica (M-S)
843451624 Weine: Terapéutica en endodoncia (S)
844580186 Witzig: Ortopedia maxilofacial (3 tomos) (M-S)
843452731 Woodall: Tratado de higiene dental (2 tomos) (S)
843451817 Zegarelli: Diagnóstico en patología oral (2.* ed.) (S)

(M) = Masson
(M-S) = Masson-Salvat
(S) = Salvat
Compendio de
PERIODONCIA

Priv.-Doz. Dr. Thomas F. Flemmig


Oberarzt, PoliWiník tur Zahnerhattung und Parodontologie,
Uníversiíatskíinfk und Pofikliniken
für Zahn-r Mund- und Kieferkrankheiten.
Bayerísche Julius-Maximilians-Universitat, Würzburg

150 figuras, 15 tablas

m
MASSON, S. A.
Barcelona - Madrid - Pans - Milano - Asumaófi - Bogotá - Buenos Aires - Caracas - Lima - Lisboa
México - Montevideo - Rio de Janeiro - San Juan de Puerto Rico - Santiago de Chite
MASSON, S JV
Avda. Príncipe de Asturias, 20 - G80f2 Barcelona

MASSON, S A.
120. Bd. Saim-Genuain - 75280 París Cedex 06

MASSON SJPJL
Via Statuto, 2 - 20í21 Milano

Traducción
Dr. Ignacio Navaseués Benllocb

Hevisiem científica
Dr. José Javier Echeverría García
Profesor Titular de Periadoncia, Facultad de Odontología. Universidad de Barcelona

Advertencia importante. La medicina, como toda ciencia, se baila en continua evolución. La investigación y ía
experiencia clínica aumentan día a día nuestros conocimientos, sobre todo en el área del tratamiento y. concretamen­
te, de ía terapéutica farmacológica. H lector puede estar seguro de que los autores, los directores y la editorial han
procurado que ía mformaeióit sobre una determinada dosis o triodo de admirtistracióo que aparece en esta obra se
ajuste, en todo momento, a fos conocimientos actuales que existan al concluir la redacción de la misma.
Sin embargo, la editorial no se responsabiliza de las indicaciones sobre posología y modo de administración. Se
recomienda, pues, a todos los lectores que verifiquen cukíadosarnente el prospecto de tos preparados y, en su caso,
consulten al. especialista con objeto de contrastar sí las recomendaciones sobre posoíogía o las contraindicaciones di­
fieren de las especificadas en esta obra. Este tipo de comprobación se aconseja especialmente para, todo* tos prepara­
dos de uso poco común o recien comercializados. La posología y el modo de administración de cada preparado son
responsabilidad del usuario.

Reservados todos los derechos.


No puede reproducirse, almacenarse en un sistema de recuperación.
o cnmsimtirse en forma alguna por medio de cualquier procedimiento,
sea éste mecánico, electrónico, de fotocopia, grabación o cualquier otro.
sin el previo permiso escrito del editor.

© 1995. MASSON. S .A.


Avda. Príncipe de Asturias, 20 - Barcelona (España):
ÍSBN 84-458-0262-3 Versión española
Versión española de la obra original en lengua alemana Paroáant&logie: Eim Kompendium de Thomas- F. Flemniig,
pubítcada dentro de ta serieDent-Praxis (dirigida por E. Korbery B. KlaibeT)porGeorgThieine VerlagdeStuttgart

© 1993. Georg Thieme Veriag - RüdigerstraBe, 14 - 70469 Stuttgart


ESBN 3-13-799401-2 Edición originai

Depósito Legal: B. 16.299 -1995


Composición y compaginarían: Grane- 5, SJL. - Riera Biaraca. 115 bis-1L7 - Barcelona (1995)
Impresión: Aieu, SLA. - Zamora, 45 - Barcelona (1995)
Printed in Spain
Prefacio

Los conceptos sobre prevención, diagnós­ métodos preventivos, diagnósticos y terapéuti­


tico y tratamiento de las periodontopatías se cos universalmcntc reconocidos. Las contrain­
hallan en constante evolución conforme se dicaciones e indicaciones, y las probabilidades
producen nuevos datos de la investigación clí­ de éxito de los distintos procedimientos se va­
nica o de las ciencias básicas. En épocas pasa­ loran de manera crítica sobre la base de la li­
das, el lector interesado podía mantenerse al teratura publicada, discutiendo cómo abordar
día en el campo de la periodoncia. Sin em­ los fracasos. Así mismo se exponen las inter­
bargo, hoy resulta cada vez más difícil revisar acciones del tratamiento de la gingivitis y de
todos los aspectos de la periodoncia y de las la periodontitis con otras especialidades de la
áreas vecinas como consecuencia de los estu­ odontología. En esta obra se desarrolla un
dios clínicos tan complejos, análisis estadísti­ concepto integral de prevención, diagnóstico y
cos diferenciados y la aplicación de métodos tratamiento de las periodontopatías margina­
sumamente específicos en las ciencias básicas. les, para incorporarlo a la consulta diaria. Al
Por esta razón, es necesario transformar de tratarse de un compendio o tratado abreviado,
una manera constante y comprensible los da­ se ha renunciado a una discusión exhaustiva
tos científicos a la periodoncia clínica sobre la de todas las bases de las afirmaciones o con­
base de métodos consolidados. Este es el ob­ ceptos que se exponen.
jetivo de este compendio sobre periodoncia. Con este compendio, el lector podrá acce­
Los aspectos esenciales de la periodoncia der a las exigencias crecientes en el campo de
clínica se ilustran en esta obra, partiendo de la periodoncia y a la conciencia progresiva de
las publicaciones efectuadas hasta otoño de la población general acerca de la prevención,
1992. Los fundamentos teóricos se explican, diagnóstico y tratamiento de las periodonto­
siempre que se consideran necesarios para la patías marginales.
comprensión del tema. Sin embargo, el capí­
tulo más importante de este compendio con­ Würzburg, julio de 1993
siste en una exposición didáctica de todos los THOMAS F. FLEMMIG

Agradecimientos. El autor desea agradecer Dietrich, N. Askarjar, D. Kerzdórfer y E. Sch-


al Prof. Dr. B. Klaiber y al Prof. Dr. E. Kórber matloch, quienes prepararon las ilustraciones
su colaboración en esta obra. Así mismo desea clínicas, y a M. Eichinger, quien cedió amable­
expresar su agradecimiento a Ch. Lapins, L. mente el formulario periodontal.
índice de capítulos

PARTE TEÓRICA Placa supragingival 17


Placa subgingival 17
1. Anatomía del periodonto 3 Cálculos dentales 18
Encía 3 Traumatismos oclusales 18
Fibras de tejido conjuntivo 4
Cemento radicular 5 5. Patogenia de las periodontitis
Apófisis alveolar 5 marginales 19
Adherencia y colonización de las
2. Clasificación de las periodontopa- bacterias bucales 19
tías marginales Histopatología de las lesiones pe-
Gingivitis 8 riodontales 19
Periodontitis del adulto 8 Progresión de las periodontitis
Periodontitis incipiente precoz 9 marginales 20
Periodontitis prepuberal 9 Destrucción tisular en las perio­
Periodontitis juvenil 9 dontitis marginales 20
Periodontitis rápidamente pro­ Defectos óseos en las periodonti­
gresiva 11 tis marginales 21
Manifestaciones gingivoperiodon-
tales de las enfermedades sisté- 6. Efecto del sistema inmune sobre
micas 11 la infección periodont al 23
Gingivitis y periodontitis ulcero- Principios generales 23
necróticas agudas 12 Predisposición a las periodontitis
Periodontitis refractaria 12 marginales 23
Hiperplasia gingival 12
Epulis 13
Recesión 13 PARTE PRÁCTICA
Absceso periodontal 13
Absceso gingival 14 7. Fases del tratamiento de la perio-
dontitis 29
3. Epidemiología de las periodonto- Anamnesis y recogida de datos .... 29
patías marginales 15 Tratamiento y revisión 29
Gingivitis 15
Periodontitis 15 8. Anamnesis 31
Recesión gingival 16 Antecedentes familiares 31
Antecedentes personales de ca­
4. Etiología de las periodontitis mar- rácter general 31
ginales 17 Antecedentes personales específi­
Hipótesis sobre la placa 17 cos 31

IX
X índice de capítulos

9. Recogida de datos 32 Cicatrización después del ras­


Datos generales 32 pado y alisado de la raíz 69
Datos específicos 32 Reevaluación 69
Examen extrabucal 32 Pulido 69
Examen intrabucal 32 Afilado de los instrumentos 70
Datos radiológicos 39 Determinación del afilado 70
Radiografía intrabucal 39 Piedras de afilar 70
Radiografía extrabucal 41 Aparatos para afilar 71
Interpretación radiológica 41 Técnica de afilado 71
Otros datos 43
15. Cirugía periodontal 73
10. Diagnóstico 45 Objetivos de la cirugía periodon­
tal 73
11. Pronóstico 46 Indicaciones y contraindicaciones 73
Pronóstico general 46 Técnicas de cirugía periodontal ... 73
Pronóstico específico 46 Criterios para la elección de la
técnica 74
12. Plan de tratamiento 49 Recogida preoperatoria de datos . 74
Higiene y esterilidad 74
13. Objetivos del tratamiento de la
gingivitis y de la periodontitis ... 51 16. Curetaje gingival 75
Objetivos del tratamiento de la Indicaciones y contraindicaciones 75
gingivitis 51 Técnica quirúrgica 75
Objetivos del tratamiento de la
periodontitis 51 17. Gingivectomía y gingivoplastia .... 76
Indicaciones y contraindicaciones 76
14 Tratamiento inicial 52 Incisión 76
Información 52 Electrocirugía 76
Motivación 52 Cicatrización tras la gingivecto­
Instrucciones 53 mía 77
Control químico de la placa su-
pragingival 55 18. Operaciones con colgajo 78
Eliminación de los lugares de re­ Objetivos de la cirugía de colgajo 78
tención de la placa 56 Principios básicos de la cirugía de
Ferulización 56 colgajo 78
Raspado y alisado de la raíz 56 Incisión 79
Objetivos del raspado y alisado Colgajo mucoperióstico 80
de la raíz 57 Colgajo de mucosa 81
Raspado supra y subgingival y Diseño del colgajo en la región
alisado de la raíz 57 posterior 82
Indicaciones y contraindicacio­ Colgajo no movilizado 82
nes 57 Colgajo palatino 82
Cálculo dental 57 Colgajo con movilización apical 84
Postura en el sillón 59 Colgajo distal al último molar .. 84
Raspado con instrumentos sóni­ Diseño de los colgajos en la re­
cos y ultrasónicos 60 gión anterior 86
Raspado y alisado de la raíz con Colgajo en cortina 87
instrumentos manuales 60 Colgajo de Widman modifica­
Finalización del tratamiento 68 do 89
Eficiencia del raspado subgingi­ Colgajo de conservación papi­
val 69 lar 89
índice de capítulos XI

Diseño de los colgajos en los pón- Objetivos de la cirugía mucogin­


ticos 90 gival 110
Colgajos en la cirugía de recons­ Extensión gingival 110
trucción penodontal 91 Autoinjerto libre de la encía 110
Colgajo de conservación papi­ Colgajo mucoso desplazado
lar 92 apicalmente 111
Colgajos en la regeneración ti- Resultados de la extensión gin­
sular guiada 92 gival 112
Colgajo con movilización coro­ Recubrimiento de la raíz 112
nal 94 Grados de retracción gingival... 112
Cicatrización tras la cirugía de Indicaciones y contraindicacio­
colgajo 94 nes 113
Autoinjerto libre de encía 113
19. Cirugía ósea 96 Colgajo desplazado coronal-
Objetivos de la cirugía ósea 96 mente 113
Indicaciones v contraindicacio­ Injerto de tejido conjuntivo
nes 96 subepitelial 114
Diseño de los colgajos en la ciru­ Colgajo desplazado lateral­
gía ósea 97 mente 114
Osteoplastia y ostectomía 97 Resultados del recubrimiento
Cicatrización tras la cirugía ósea .. 98 radicular 116

20. Cirugía de reconstrucción peño- 23. Cirugía periodontal prepotésica ... 118
dontal 99 Alargamiento quirúrgico de la co­
Objetivos de la cirugía de recons­ rona 118
trucción periodontal 99 Anchura biológica 118
Injertos óseos 99 Indicaciones y contraindicación
Autoinjertos óseos 99 nes 118
Aloinjertos óseos 100 Técnica quirúrgica 118
Injertos aloplásticos 101 Extensión gingival 118
Regeneración tisular guiada 101 Extensión del vestíbulo 120
Combinación de la regeneración Posición del margen de restaura­
tisular guiada con injertos ción 120
óseos 103 Cierre marginal de las restaura­
Colgajo de desplazamiento coro­ ciones subgingivales 120
nal 103
Factores de crecimiento y diferen- 24. Aspectos periodontales de la or-
ciación 103 todoncia 121
Tratamiento ortodóncico en las
21. Resección radicular 105 periodontitis marginales 121
Lesión de la furca 105 Medida ortodóncica para consoli­
Plastia de la furca 105 dar el tratamiento de la perio­
Tunelización 105 dontitis 121
Amputación radicular 106 Prevención de la retracción gingi­
Hemisección 107 val 121
Premolarización 108 Frenicectomía 122
Resultados de la resección radicu­
lar 108 25. Técnicas de sutura 123
Técnicas de sutura en la cirugía
22. Cirugía mucogingival 110 con colgajo 123
Problemas mucogingivales 110 Suturas circulares 123
XII índice de capítulos

Sutura deslizante continua e in­ 33. Tratamiento de la hiperplasia gin-


dependiente 124 gival 137
Sutura de colchonero 124
Sutura de anclaje 125 34. Tratamiento oclusal y ferulización 138
Técnicas de sutura en la cirugía Movilidad dental 138
mucogingival 125 Indicaciones y contraindicaciones 138
Sutura perióstica 125
35. Hipersensibilidad radicular 139
Vendaje gingival 125
Causas 139
Tratamiento 139
26. Lesiones endo-periodontales 126
Periodontitis retrógrada 126 36. Tratamiento de mantenimiento ... 140
Pulpitis secundaria 127 Reevaluación 140
Lesión endo-periodontal combi­ Reinstrucción y remotivación 140
nada 127 Raspado y alisado de la raíz 141
Intervalos de revisión 141
27. Fracturas radiculares 128 Periodontitis marginal recurrente 141
Integración del personal auxiliar . 141
28. Perforaciones radiculares 129
37. Resultados del tratamiento de la
29. Tratamiento de las urgencias pe- gingivitis y periodontitis 142
Resultados del tratamiento de la
riodontales 130 gingivitis 142
Absceso periodontal 130 Re.sdtutio ad integrum 142
Gingivitis o periodontitis ulcero-
Profilaxis de la periodontitis 142
necróticas agudas 131
Resultados del tratamiento de la
30. Tratamiento de las periodontitis periodontitis 142
incipientes precoces 132 Cicatrización tras el tratamiento
Tratamiento de la periodontitis de la periodontitis 142
prepuberal 132 Mantenimiento del nivel de in­
serción y óseo 142
Tratamiento de la periodontitis
juvenil 132 Mantenimiento de la función
Tratamiento de la periodontitis dental 144
rápidamente progresiva 133 Prevención de la pérdida dental 145
Regeneración del periodonto ... 145
Fracasos del tratamiento de la
31. Tratamiento de la periodontitis
periodontitis 145
refractaria 134
Análisis microbiológico 134 Lista de instrumentos 146
Control químico de la placa sub- Recogida de datos 146
gingival 134 Tratamiento inicial y revisión 146
Antibióticos sistémicos 134 Cirugía periodontal 146
Antimicrobianos tópicos 135
Bibliografía 147
32. Tratamiento de la gingivitis y pe-
riodontitis por VIH 136 índice alfabético de materias 149
Parte teórica
1. Anatomía del periodonto

Los tejidos que forman el periodonto com­ nal que en el área radicular (fig. 1-1). En el
prenden la encía, el hueso alveolar, el liga­ área de los dientes posteriores, el trayecto fes­
mento periodontal y el cemento radicular. toneado del margen gingival es menos acu­
sado que en los dientes anteriores. Las papilas
interdentales vestibular y lingual rellenan com­
ENCÍA pletamente, junto con el col interproximal, el
espacio entre el septo interdental y la región
La encía consta de un epitelio plano mul- de contacto (fig. 1-2). Las papilas interdenta­
tiestratificado y queratinizado, que contiene les del área visible son de importancia capital
muchas fibras colágenas. La encía sana tiene para la estética de la encía. El epitelio gingival
un color rosa claro y muestra un punteado bucal limita con el margen gingival (reborde
más o menos intenso en su superficie. La encía gingival) por el epitelio del surco. El epitelio
libre se sitúa coronal a la inserción del tejido de la unión (inserción epitelial) que se adhiere
conjuntivo. La encía insertada, asociada al ce­ al esmalte dental a través de hemidesmoso-
mento radicular y a la apófisis alveolar, queda mas constituye el suelo del surco gingival ana­
apical a la inserción del tejido conjuntivo. El tómico que mide aproximadamente 0.5 mm.
margen gingival discurre en los dientes ante­ La encía se transforma en mucosa alveolar
riores por las papilas interdentales, más coro­ a nivel de la línea mucogingival. La mucosa al-

jr-E.

Papila interdental

Margen gingival


Surco gingival

"il
5 S
Ijn*a mucogingival
--^ ^
11

Fig. 1-1. Anatomía macroscópica de la encía sana.

3
Parte teórica

veolar se desplaza sobre la apófisis alveolar y


se compone de un epitelio plano multiestrati-
ficado, no queratinizado. El tejido conjuntivo
subepitelial. además de fibras de colágeno.
contiene también fibras elásticas y está rica­
mente vascularizado (fig. 1-3). El paladar
Papila interdental duro se halla totalmente cubierto por un epi­
lingu
telio plano multiestratificado y queratinizado
unido al hueso. La línea mucogingival falta en
el paladar.

FIBRAS DE TEJIDO CONJUNTIVO

Apicales al epitelio de la unión se insertan


las fibras supraalveolares de tejido conjuntivo
(inserción de tejido conjuntivo) al cemento ra­
dicular. Los haces de fibras supraalveolares se
clasifican, según su trayecto, como dentogingi-
Fig. 1-2. Col interproximal y papilas interdentales vales. alveologingivales. interpapilares, trans-
vestibular y lingual. (De Schroeder, 1987.) gingivales. intergingivales, circulares, semicir-

Ligaroenlopcriodonlal Apófisis alveolai

Fig. 1-3. Anatomía microscópica del periodonto. (De Schroeder, 1987.)


Anatomía del periodonto 5

culares, dentoperiósticas, transeptales, perios- furcas. El cemento celular-intrínseco-fibrilar


togingivales e intercirculares. El ligamento pe- no contiene fibras de Scharpey y se localiza,
riodontal se sitúa aún más apicalmente. Se dis­ en general, en las lagunas de reabsorción
tingue entre los haces de fibras cementoalveo- ósea. Además de estos 4 tipos fundamentales
lares de la cresta del hueso alveolar, las fibras de cemento radicular se ha descrito una capa
cementoalveolares horizontales, las fibras ce- intermedia de cemento en la mitad apical de la
mentoalveolares que se dirigen oblicuamente raíz entre el cemento celular mixto y la den­
hacia el ápice, las fibras cementoalveolares tina. Se discute si esta capa intermedia de ce­
apicales y las fibras cementoalveolares in­ mento puede ser el producto de una anomalía
terradiculares. El diente forma una sindesmo- en el desarrollo.
sis con el hueso a través del ligamento perio-
dontal. Las fibras de tejido conjuntivo del pe­
riodonto se componen fundamentalmente de APÓFISIS ALVEOLAR
colágeno. Los haces de fibras del ligamento
pcriodontal se insertan, por una parte, en el La porción de los maxilares, sobre la que
cemento radicular y. por otra, en el hueso al­ asientan los dientes, se conoce como apófisis
veolar. Las porciones de los haces fibrilares alveolar. Se compone de la cortical vestibular
incluidas en el cemento radicular o en el y lingual, el hueso alveolar y la esponjosa. La
hueso alveolar se conocen como fibras de cresta del hueso alveolar, picuda (reborde al­
Scharpey. El ligamento pcriodontal se en­ veolar, cresta alveolar), es el lugar en donde
cuentra muy vascularizado y contiene nervios se reúnen la cortical vestibular y lingual (fi­
tanto sensitivos como autonómicos. El dolor y gura 1-3). La distancia media entre la unión
la presión son reconocidos por los receptores amelocementaria y la cresta alveolar es de 1,0-
del ligamento periodontal. 2,4 mm en el plano vestibular. 1.5 mm en el
lingual y 0,8-1.5 mm en el interdental. La
cresta alveolar tiene una forma festoneada en
CEMENTO RADICULAR los dientes anteriores (la denominada arqui­
tectura ósea positiva). Esta disposición festo­
El esmalte dental y el cemento radicular se neada resulta menos acusada en la región de
unen por el límite o unión amelocementaria. los dientes posteriores (fig. 1-4). Si la cresta
En la mayoría de los casos, el cemento radicu­
lar se superpone al esmalte. Más raramente, el
cemento se continúa sobre el esmalte. Más
raro aún es que el esmalte y el cemento radi­
cular no entren en contacto, permitiendo que
la dentina de dicho lugar quede libre.
s Dependiendo del componente celular o fi-
% brilar se diferencian 4 tipos de cemento. El ce-
= mentó acelular-afibrilar no posee elementos
\o celulares ni fibrosos. Este cemento se opone
¡5 coronalmente al esmalte y también se detecta
s como componente del cemento acelular-ex-
S trínseco-fibrilar. El cemento acelular-exirín-
8¡ seco-fibrilar no contiene células y se caracte-
■| riza por un denso cúmulo de fibras de
| Scharpey que cubren fundamentalmente la
* mitad cervical de la raíz. El cemento celular­
io mixto se compone de cementoblastos y fibro-
Fig. 1-4. Disposición festoneada de la cresta alveo­
0 blastos y contiene fibras tanto extrínsecas lar en los dientes anteriores (parte superior) con un
5 (Scharpey) como intrínsecas; se sitúa princi- carácter más marcado que en la región posterior
1 pálmente en la mitad apical de la raíz y en las (parte inferior).
6 Parte teórica

alveolar termina en un punto más apical, se tración. El hueso alveolar (lámina cribiforme)
habla de dehiscencia. Las dehiscencias son es una lámina ósea perforada por los canales
más frecuentes en los dientes anteriores y pre­ de Volkmann, de 0,1-0,4 mm de grosor. El gro­
molares que en los molares y dependen, entre sor de la cortical vestibular y lingual varía en
otros, de la posición del diente. La dehiscen­ las distintas capas del maxilar. El septo inter­
cia puede pasar clínicamente inadvertida, si dental se sitúa entre los dientes. La forma
no se produce una pérdida de inserción ni y la altura del septo interdental y el trayecto de
tampoco recesiones. La presencia de un frag­ la cresta alveolar dependen de la posición del
mento radicular libre, apical a la cresta alveo­ diente, de la anchura del espacio interdental y
lar, en posición fisiológica se denomina fenes- del contorno de la unión amelocementaria.
2. Clasificación de las periodontopatías
marginales

Las enfermedades del periodonto (perio­ coz, entre las que se encuentran las formas
dontopatías) pueden ocurrir en la zona margi­ prepuberal, juvenil y rápidamente progresiva;
nal o apical. A continuación, se expondrán manifestaciones gingivoperiodontales de las
únicamente las periodontopatías marginales. enfermedades sistémicas; periodontitis ulcero-
Dentro de las periodontopatías marginales necrótica y periodontitis refractaria (tabla 2-3).
se diferencian las formas inflamatoria, hiper- Estas periodontitis son consideradas como en­
plásica, traumática e involutiva, así como las tidades patológicas propias con características
manifestaciones gingivoperiodontales de las
enfermedades sistémicas. Las más importan­
tes son, sin duda, las periodontopatías margi­ Tabla 2-1. Nomenclatura de las periodontopatías
nales ¡nñamatorias. Entre ellas se encuentran margínales
las gingivitis, en donde la reacción inflamato­
1. Formas inflamatorias
ria se limita a las partes blandas, y las perio- 1.1. Gingivitis
dontitis marginales, que se caracterizan por la 1.1.1. Gingivitis ulceronecrótica aguda
pérdida de la inserción de tejido conjuntivo y 1.1.2. Gingivitis aguda
óseo. Según la intensidad de la lesión, se dis­ 1.1.3. Gingivitis crónica
tingue en el ámbito sajón la periodontitis mar­ 1.2. Periodontitis marginal
ginal superficial (pérdida de la inserción/ósea 1.2.1. Periodontitis marginal superficial
1.2.2. Periodontitis marginal profunda
< 30 %, sin lesión de la furca) y la periodonti­
tis marginal profunda (pérdida de la inser­ 2. Manifestaciones gingivoperiodontales de
ción/ósea > 30 % y/o lesión de la furca) (ta­ las enfermedades sistémicas
bla 2-1). Esta clasificación dicotómica no suele
2 resultar útil a efectos clínicos. Así, por ejem- 3. Formas hiperplásicas
3.1. Hiperplasia fibrosa gingival
1 pío, un diente unirradicular con un 31 % de 3.1.1. Hiperplasia fibrosa gingival idiopática
| pérdida de inserción/ósea y un diente multi- 3.1.2. Hiperplasia fibrosa gingival de origen medica­
■o rradicular con un 80 % de pérdida de inser­ mentoso
ía ción/ósea y lesión de la furca de grado III pue- 3.2. Épulis
% den sufrir la misma lesión (periodontitis mar-
¡g ginal profunda), aunque el pronóstico es muy 4. Formas traumáticas
4.1. Traumatismo gingival
% diferente. La clasificación de la intensidad de
4.2. Traumatismo periodontal
•| la lesión como leve, moderada o grave es mu-
2 cho más práctica en la periodoncia clínica (ta- 5. Formas involutivas
J bla 2-2). Además, este sistema permite una 5.1. Recesiones periodontales
<» valoración pronostica aproximada. 5.1.1. Recesiones periodontales únicas
o Las periodontitis marginales se clasifican 5.1.2. Recesiones periodontales generalizadas
5.2. Atrofia alveolar
? también como periodontitis del adulto, lenta-
s mente progresiva; periodontitis incipiente pre­ Deutsche Gesellschaft 1ür Parodontologie, 1988.

7
8 Parte teórica

Tabla 2-2. Grados de intensidad de las perio-


dontitis marginales

Leve
Pérdida de la inserción/ósea de 1-30 % sin lesión de
la turca

Moderada
Pérdida de la inserción/ósea del 31-60 % y/o lesión
de la turca I y II

Grave
Pérdida de la inserción/ósea > 60 % y/o lesión de la Fig. 2-1. Gingivitis producida por el depósito de
furca III placa supragingival.

Tabla 2-3. Clasificación de las periodontitis mar­ pocos días, se transforma en una gingivitis
ginales crónica. Clínicamente se manifiesta por el en­
1. Periodontitis del adulto rojecimiento de la encía libre y. en parte, de la
insertada. Además, se observa una tumefac­
2. Periodontitis incipiente precoz ción variable de la encía y la formación de una
2.1. Periodontitis prepuberal bolsa gingival. De todos modos, no ocurre
2.1.1. Generalizada ninguna pérdida de la inserción ni de tejido
2.1.2. Localizada
óseo. El punteado desaparece en mayor o me­
2.2. Periodontitis juvenil
2.2.1. Generalizada nor medida. La enría sangra fácilmente al
2.2.2. Localizada roce (p. ej.. al cepillarse los dientes) o tras
2.3. Periodontitis rápidamente progresiva sondar la bolsa (fig. 2-1). La gingivitis suele
ser indolora. La gravedad de la gingivitis se
3. Manifestaciones gingivoperiodontales de relaciona directamente con la cantidad de
las enfermedades sistémicas placa acumulada. La gingivitis es una lesión
4. Periodontitis ulceronecrótica
completamente reversible (restitiitio ad inle-
grum).
5. Periodontitis refractaria
Amanean Academy of Periodontology. 1989.
PERIODONTITIS DEL ADULTO

La periodontitis del adulto aparece a par­


clínicas, microbiológicas e inmunológicas dife­ tir de los 35 años y puede ser localizada en
rentes. dientes aislados o generalizada, afectando
toda la dentición. Clínicamente se manifiesta
por bolsas periodontales, pérdidas de la inser­
Las periodontopatías marginales son ción y del tejido óseo, y eritema y/o tumefac­
específicas de cada localización. Dentro de ción de la encía, que sangra con frecuencia
la misma dentición pueden observarse pe- con el roce. En las fases más avanzadas se ob­
riodontos sanos y. al mismo tiempo, dife­ serva también movilidad dental. Otra mani­
rentes periodontopatías marginales. festación son las recesiones. La gravedad de la
periodontitis del adulto se corresponde direc­
tamente con la acumulación de la placa y de
los cálculos dentales. La progresión de la pér­
GINGIVITIS dida de inserción suele ser escasa en la perio­
dontitis del adulto (fig. 2-2).
La acumulación de la placa produce, en Los términos «periodontosis» o «paraden-
primer lugar, una gingivitis aguda que. a los tosis». de uso relativamente frecuente, indican
Clasificación de las periodontopatías marginales 9

Fig. 2-2. Periodontitis del adulto con defectos óseos leves o moderados.

una periodonlilis marginal. Estos términos


proceden de la época en la que aún se pen­
saba que las enfermedades periodontales obe­
decían a procesos crónicos y degenerativos
(de aquí el sufijo «osis») y no, como se sabe
en la actualidad, a procesos inflamatorios (su­
fijo «itis). Los términos de periodontosis y pa-
radentosis ya no se corresponden con el
nuevo léxico profesional.
Hasta la fecha, no se han descrito defectos
inmunes en los pacientes con periodontitis del
adulto. Los títulos de IgG y/o de IgA en el
suero contra Porphyromonas gingivalis, Eike- Fig. 2-3. Periodontitis prepuberal localizada en una
nella corroclens, Fusobacterium nucleatum, niña de 6 años. Se observan signos inflamatorios y
Campylobacter rectus, Actinobacillus actino- tumefacción gingival en los dientes temporales y per­
myeetemeomitans, Treponema vincentii y/o manentes. (Colección del Prof. H.-D. Mierau.)
Treponema denticola suelen estar elevados en
los pacientes con periodontitis del adulto, de­
bido a la integridad de las defensas inmunes. ralizada y afecta un número menor de dientes
(fig. 2-3). La pérdida ósea ocurre más lenta­
mente.
PERIODONTITIS INCIPIENTE PRECOZ
Periodontitis juvenil
Periodontitis prepuberal
Esta enfermedad ocurre durante la puber­
La periodontitis prepuberal se inicia con la tad. Suele ser de carácter hereditario. Se dis­
erupción de los dientes temporales y suele cute si la herencia es autosómica recesiva o
afectar después los permanentes. Puede ser dominante ligada al cromosoma X. La forma
localizada o generalizada. El cuadro grave de generalizada afecta, por lo general, toda la
la periodontitis prepuberal generalizada dentición (fig. 2-4). En la forma localizada se
afecta, por regla general, toda la dentición y afectan típicamente los incisivos y primeros
se acompaña bastante a menudo de infeccio­ molares permanentes. Las manifestaciones clí­
nes respiratorias y de otitis media. Los neutró- nicas gingivales suelen ser muy poco llamati­
filos y los monocitos de estos enfermos suelen vas. Si se comparan las lesiones periodontales
presentar trastornos funcionales. La forma lo­ de los jóvenes con las del adulto, se observa
calizada de la periodontitis prepuberal sigue una cantidad mínima de placa y cálculo dental
una evolución menos fulminante que la gene- en la periodontitis juvenil (fig. 2-5).
10 Parte teórica

■ 181

Fig. 2-4. Periodontitis juvenil generalizada en un muchacho de 23 anos con defectos óseos moderados o
graves en todos los dientes.

Fig. 2-5. Periodontitis juvenil localizada en un muchacho de 18 años con defectos óseos moderados en los
incisivos y primeros molares superiores.

La respuesta quimiotáctica de los granulo- intensidad. La fagocitosis bacteriana por parte


titos neutrófilos disminuye en el 70-75 % de de los neutrófilos se halla también limitada,
los pacientes con periodontitis juvenil. En en parte, en la periodontitis juvenil. Por otro
cambio, los monocitos se afectan con menor lado, se ha descrito que los neutrófilos de es-
Clasificación de las periodontopatías marginales 11

«M*'4¿J:*LIJ

Fig. 2-6. Periodontitis rápidamente progresiva en un adulto de 30 años con pérdidas óseas moderadas o gra­
ves en casi todos los dientes.

tos enfermos son incapaces de digerir Actino- de granulos», neutropenia benigna crónica,
bacillus actinomycetemcomitans después de la leucemia mieloide y síndrome de inmunodefi-
fagocitosis. En este proceso, los neutrófilos ciencia adquirida (SIDA), sufren enfermeda­
producen mayores cantidades de radicales de des periodontales con más frecuencia e inten­
oxígeno libres, elastasa y lisozima. y es proba­ sidad de la habitual.
ble que todo ello contribuya a la destrucción Aparte la gingivitis, se han descrito casos
rápida del tejido periodontal. de periodontitis en pacientes afectados por
Los enfermos con periodontitis juvenil VIH, La gingivitis por VIH se caracteriza por
suelen mostrar títulos elevados de IgG, IgA lesiones puntiformes con un enrojecimiento
y/o IgM contra Actinobacillus actinomycetem­ marcado de la encía libre. La periodontitis tí­
comitans y/o Capnocytophaga ochracea. pica por VIH se asocia a necrosis graves de
partes blandas y a una rápida pérdida de la in­
serción y del tejido óseo. Debido a la recesión
Periodontitis rápidamente
gingival, no suelen formarse bolsas periodon­
progresiva
tales. El cuadro clínico de la periodontitis
La periodontitis rápidamente progresiva por VIH se corresponde prácticamente con el
ocurre entre la pubertad y los 35 años de vida. de la periodontitis ulceronecrótica aguda
y suele afectar toda la dentición. La gravedad (PUNA) (fig. 2-7).
de las lesiones se corresponde directamente
con la acumulación de la placa y del cálculo
dental (fig. 2-6). Este proceso se manifiesta
por una destrucción rápida del hueso. El 85 %
s de los pacientes muestran una reducción de la
I quimiotaxis de los neutrófilos y el 74 %, una
| disminución de la de los monocitos.

1 MANIFESTACIONES
1 GINGIVOPERIODONTALES
i DE LAS ENFERMEDADES SISTÉMICAS
al

2 Los pacientes con enfermedades sistémi-


^ cas. como el síndrome de Papillon-Lefévre.
» síndrome de Chediak-Higashi. síndrome de
o Down. diabetes mellitus juvenil, «síndrome Fig. 2-7. Periodontitis por VIH en un paciente de 30
< del leucocito perezoso», neutropenia cíclica. años con necrosis localizada de los tejidos blandos
B agranulocitosis secundaria, «déficit específico gingivales y pérdidas de inserción y óseas.
12 Parte teórica

De acuerdo con investigaciones epidemio­ GINGIVITIS Y PERIODONTITIS


lógicas recientes, las periodontitis marginales ULCERONECROTICAS AGUDAS
graves no son más frecuentes en los pacientes
con enfermedad de Crohn o colitis ulcerosa La gingivitis ulceronecrótica aguda
que en las personas sanas, en contra de la opi­ (GUNA) se caracteriza por necrosis de las pa­
nión prevalente en la literatura. pilas interdentales, hemorragias espontáneas,
dolor intensísimo y foetor bucal. No es raro
observar linfadenitis regional. Después de epi­
Las periodontitis marginales previa­
sodios recidivantes de gingivitis ulceronecró­
mente descritas suelen cursar sin dolor y al
tica aguda suele apreciarse una pérdida de la
principio pasan inadvertidas al paciente.
inserción. En este caso, la enfermedad tam­
bién se conoce como periodontitis ulcerone­
Sólo en las fases avanzadas se producen crótica aguda (PUNA) (fig. 2-8).
movilidad dental, migración dental, recesión
gingival, abscesos periodontales dolorosos y/o
halitosis, que advierten al enfermo de su pro­ PERIODONTITIS REFRACTARIA
blema. La periodontitis marginal puede deter­
minar la caída del diente, si no recibe trata­ La periodontitis refractaria es toda enfer­
miento. medad resistente at tratamiento no quirúrgico
convencional o quirúrgico. En la periodontitis
refractaria se observan pérdidas de la inser­
ción y óseas, a pesar del tratamiento.

HIPERPLASIA GINGIVAL

La hiperplasia gingival puede ser secunda­


ria a una gingivitis o a una periodontitis mar­
ginal. Las zonas hiperplásicas de la encía apa­
recen con un color rosa, duras y fibrosas (figu­
ra 2-9) o con un color rojo intenso, blandas,
con superficie lisa, friables y edematosas. En
las personas con respiración bucal es fre­
cuente observar este último tipo de hiperpla­
Fig. 2-8. Periodontitis ulceronecrótica aguda con
áreas necróticas gingivales (a la izquierda) y pérdidas sia gingival que se limita, por lo general, a los
óseas (a la derecha). dientes anterosuperiores.
La administración sistémica del antiepilép­
tico fenitoína. del inmunosupresor ciclospo-
rina o de los antagonistas del calcio nifedi-
pino. nitrendipino, verapamilo y diltiazem se
asocia a menudo a una hiperplasia gingival fi­
brosa. Los cambios hiperplásicos ocurren ha-
bitualmente en las papilas interdentales al
principio y afectan otras áreas gingivales sólo
en fases más avanzadas. En la mayoría de los
casos se delimitan a la encía queratinizada y
se acompañan, a menudo, de una mayor acu­
mulación de placa. Más del 10 % de los pa­
cientes que reciben tratamiento crónico con
Fig. 2-9. Hiperplasia fibrosa gingival en un caso de
los antagonistas del calcio desarrollan una hi­
gingivitis crónica. perplasia gingival. Cuando se administra nife-
Clasificación de las periodontopatías marginales 13

dipino junto con la ciclosporina, la prevalen-


cia de la hiperplasia gingival se eleva hasta
más del 30%.

ÉPULIS

El épulis se refiere a diferentes alteracio­


nes tumorales de la encía. Dependiendo del
cuadro histológico se distingue el épulis gigan-
tocelular (épulis de células gigantes, granu­
loma periférico de células gigantes) (fig. 2-10),
el granuloma telangiectásico (granuloma pio- Fig. 2-10. Épulis gigantocelular del diente 21.
génico), el fibroma gingival y el fibroma gi-
gantocclular.

RECESIÓN

La recesión periodontal se caracteriza por


la exposición de parte de la raíz como conse­
cuencia del desplazamiento apical de la encía.
La posición del epitelio de inserción deter­
mina la situación verdadera de la encía y el
margen gingival, la posición aparente de la
misma. La recesión periodontal se compone,
por lo tanto, de la denominada recesión gingi­ Fig. 2-11. Recesiones gingivales múltiples.
val visible (unión amelocementaria hasta el
margen gingival) y de la recesión oculta (mar­
gen gingival hasta el epitelio de la unión). Si
no se matiza más el tipo de recesión, general­
mente se habla de recesión gingival. La rece­
sión gingival puede afectar uno o a varios
dientes (fig. 2-11). La recesión gingival se aso­
cia siempre a una dehiscencia o a una pérdida
del hueso alveolar. La etiología de las recesio­
nes periodontales es controvertida. Entre los
1 factores etiológicos discutidos se encuentran
| fundamentalmente las técnicas de cepillado
| incorrecto de los dientes, las malposiciones
% dentales, las inflamaciones y la inserción alta
| del frenillo. Fig. 2-12. Absceso periodontal agudo en la profun­
o
Cd
didad del periodonto, poco antes de la perforación es­
a pontánea (a la izquierda) como consecuencia de una
I ABSCESO PERIODONTAL periodontitis marginal grave (a la derecha).
EL

8 Los abscesos periodontales pueden ocurrir


s
en la profundidad del periodonto o en la pa­ lación localizada de granulocitos neutrófilos
to red de una bolsa periodontal, generalmente vitales y desvitalizados dentro de la pared de
o profunda. Habitualmente, el absceso se desa- la bolsa. La liberación de las enzimas lisosó-
¡g rrolla sobre una periodontitis marginal grave. micas produce una considerable destrucción
. El absceso periodontal consiste en la acumu- tisular. Los neutrófilos y los productos de de-
14 Parte teórica

gradación del tejido periodontal producen el


pus del centro del absceso.
Los abscesos periodontales de la profundi­
dad del periodonto se caracterizan casi siem­
pre por una tumefacción enrojecida de la en­
cía o de la mucosa del tercio medio de la raíz,
con dolor a la presión (fig. 2-12). Si el absceso
se abre al exterior, se forma una fístula. El
absceso periodontal de las paredes de las bol­
sas periodontales profundas se manifiesta por
una tumefacción enrojecida de la encía margi­
nal, con dolor a la presión. El absceso se
puede vaciar espontáneamente por el orificio
Fig. 2-13. Absceso periodontal agudo en la pared de entrada de la bolsa periodontal (fig. 2-13).
de una bolsa periodontal profunda (a la Izquierda) en
un caso de perlodontitis marginal grave (a la dere­
Los síntomas más comunes del absceso perio­
cha). Se observa la tumefacción gingival. dontal agudo comprenden un dolor pulsátil e
irradiado, dolor al roce de la encía y del
diente, movilidad dental y linfadenitis. Una
vez que se desarrolla la fístula o se produce el
vaciamiento a través de la bolsa periodontal,
el absceso periodontal agudo y doloroso suele
transformarse en un absceso periodontal cró­
nico, casi siempre asintomático. El pus del
absceso periodontal crónico se evacúa a través
de la fístula o del orificio de entrada de la
bolsa periodontal (supuración) (fig. 2-14).

ABSCESO GINGIVAL

El absceso gingival, raro, ocurre en dientes


con un periodonto sano. Se limita a la encía
Fig. 2-14. Absceso periodontal crónico con supura­ marginal y casi siempre ocurre por el depósito
ción. de cuerpos extraños.
3. Epidemiología de las periodontopatías
marginales

GINGIVITIS de los trabajadores (entre 18 y 64 años)


presentaban pérdidas de inserción de más de
La gingivitis puede ocurrir ya en niños de 2 mm; el 45 %, de más de 3 mm; el 24 %, de
3 a 5 años con dentición temporal. Su preva- más de 4 mm, y el 14 %, de más de 5 mm. El
lencia aumenta al comenzar la pubertad y dis­ 18 a 22 % de los trabajadores de 35 a 64 años
minuye después de los 14 años. Un 70 a 80 % mostraban una profundidad de sondaje de las
de los niños sufren alguna vez gingivitis. El bolsas superior a 2 mm en el 11 a 13 % de
porcentaje de adultos con gingivitis disminuye las superficies dentajes.
con la edad y varía entre el 35 y el 50 %. El El 14 % de los trabajadores presentaban
número de superficies dentales afectadas au­ sondajes de más de 3 mm: el 4 %. de más de
menta, en cambio, en los enfermos. 4 mm. y el 2 %, de más de 5 mm. La prevalen­
cia y gravedad de las pérdidas de inserción y
de la profundidad de sondaje de las bolsas au­
PERIODONTITIS mentan con la edad.
Las personas con una escasa educación su­
Las pérdidas de la inserción periodontal fren una periodontitis marginal 5 veces más
generalmente no ocurren antes de la pubertad frecuente que aquellas que gozan de una edu­
y sólo se observan en menos del 5 % de los cación elevada. En Alemania el 40 a 45 % de
adolescentes. El cuadro grave de periodontitis los adultos presentan, por lo menos, una bolsa
prepuberal es extraordinariamente raro y la de 4 a 5 mm de profundidad y un 15-19 % la
prevalencia de la periodontitis juvenil repre­ muestran de más de 5 mm.
senta el 0,06-0,36 %. Antiguamente se pen- A pesar del tratamiento correcto de la pe­
| saba que las muchachas sufrían periodontitis riodontitis. que incluye las revisiones periódi­
■8 con una frecuencia dos veces mayor a los mu- cas en intervalos trimestrales o semestrales,
= chachos. Sin embargo, de acuerdo con investi- aproximadamente un 10 % de los enfermos si­
s gaciones recientes, la distribución por sexos es guen sufriendo pérdidas de inserción y de pie­
I muy similar. zas dentales. Los molares son los más afecta­
El número de adultos con pérdida de la in- dos por esta periodontitis refractaria.
$ serción periodontal de más de 1 mm y el nú-
Si mero de superficies dentales afectadas au-
Estos datos ponen de manifiesto que
a. menta con la edad.
o prácticamente todos los adultos sufren en­
i De acuerdo con una encuesta epidemioló- fermedad periodontal.
¡J gica realizada hace poco tiempo en Estados
• Unidos, aproximadamente el 80-92 % de los La pérdida prematura de las piezas denta­
0 trabajadores entre 35 y 64 años presentaron les como consecuencia de la periodontitis
< pérdidas de inserción de más de 1 mm en el marginal depende de su progresión.
1 20-47 % de las superficies dentales. El 77 %
15
16 Parte teórica

RECESIÓN GINGIVAL sión gingival en el 9-38 % de las superficies


dentales. Con la edad aumentan la prevalen-
Aproximadamente el 11-86% de los tra­ cia y también la gravedad de las recesiones
bajadores entre 18 y 64 años sufren una rece­ gingivales.
4. Etiología de las periodontitis marginales

La importancia decisiva de las bacterias en PLACA SUPRAGINGIVAL


la etiología de las periodontitis marginales se
describió ya en 1882. Los estudios microbioló- La placa supragingival interviene funda­
gicos recientes, las encuestas epidemiológicas mentalmente en la patogenia de la gingivitis
y los experimentos animales han confirmado la y representa un requisito imprescindible para
significación etiológica de la placa dentobacte- la colonización bacteriana del espacio subgin­
riana en la patogenia de la gingivits y de las gival.
periodontitis.

PLACA SUBGINGIVAL
La periodontitis es una enfermedad in­
fecciosa. La placa subgingival se adhiere, en parte, al
diente y se comunica parcialmente con el epite­
lio de la bolsa. El frente apical de la placa sub­
HIPÓTESIS SOBRE LA PLACA gingival se sitúa aproximadamente a 0,5-1 mm
de la inserción de tejido conjuntivo, en el suelo
En la actualidad, se discuten tres hipótesis de la bolsa periodontal, y es responsable de la
sobre la importancia de la placa dentobacte- progresión apical de la inflamación.
riana en la etiología de las periodontopatías Hasta la fecha, se han identificado más de
marginales. La hipótesis inespecífica afirma 300 tipos de bacterias en la placa dental, aun­
que el aumento del número de bacterias es que sólo muy pocas participan en el origen de
responsable de la periodontopatía marginal, las periodontitis marginales. Entre las bacte­
es decir, se trata de una infección oportunista. rias patógenas para el periodonto se encuen­
Esta hipótesis de la placa es aplicable a la ma- tran fundamentalmente las bacterias gramne-
| yoría de las periodontitis marginales. La hipó- gativas Actinobacillus actinomycetemcomitans,
1 tesis específica explica, por otro lado, la pato­ Porphyromonas gingivalis, Prevotella interme­
ja genia y la progresión de la periodontopatía dia, Bacteroides forsythus, Eikenella corro-
s marginal por medio de la colonización del es- dens, Fusobacterium nucleatum, Campylobac-
I pació subgingival a cargo de bacterias perio- ter rectus, Selenomonas sp. y espiroquetas, así
§ dontopáticas. De acuerdo con esta teoría, la como las bacterias grampositivas Eubacterium
g> periodontitis marginal es una infección especí- sp. y Peptostreptococcus micros. La mayoría
I fica en el sentido de los postulados de Koch. de las bacterias que contribuyen al origen y
° Esta hipótesis es más plausible para explicar progresión de las enfermedades periodontales
t. la periodontitis juvenil producida por Actino- pertenecen a la flora fisiológica normal de la
Jj bacillus actinomycetemcomhans. La hipótesis boca. Muy pocos microorganismos tienen un
3 exógena, propuesta recientemente, se basa en origen extrabucal.
o que la periodontitis marginal es producida por La mayoría de los gérmenes que producen
< una infección por bacterias que no pertenecen la infección del periodonto se limitan a la
8 a la flora fisiológica de la placa. bolsa periodontal y no suelen detectarse en el

17
18 Parte teórica

tejido gingival. Únicamente en la periodontitis TRAUMATISMOS OCLUSALES


juvenil, el Actinobacillus actinomycetemcomi-
tans penetra en el tejido gingival (invasión Las sobrecargas oclusales en los dientes
bacteriana) debido a los defectos funcionales con un periodonto sano no provocan la for­
de los neutrófilos y a la producción de una mación de bolsas ni tampoco pérdidas de in­
leucotoxina por parte de este microorga­ serción.
nismo. Al contrario, se establecen procesos de re­
cambio del hueso alveolar, que indican una
adaptación fisiológica, y se ensancha el espa­
CÁLCULOS DENTALES cio periodontal. El signo clínico de esta sobre­
carga es la movilidad dental.
El cálculo dental se compone fundamen­ Las sobrecargas oclusales pueden acelerar,
talmente de bacterias muertas y sales minera­ en determinados casos, la progresión de las
les y no participa directamente en la etiología perdidas de inserción y de] hueso alveolar,
de las enfermedades periodontales. De todas sólo en los dientes con una periodontitis mar­
maneras, el cálculo dental favorece la coloni­ ginal de origen bacteriano. Sin embargo, los
zación bacteriana de la placa, debido a su su­ traumatismos oclusales sólo pueden conside­
perficie rugosa, y, por otro lado, dificulta su rarse, como mucho, cofactores en la etiología
eliminación. de las periodontitis marginales.
5. Patogenia de las marginales

ADHERENCIA Y COLONIZACIÓN HISTOPATOLOGÍA DE LAS LESIONES


DE LAS BACTERIAS BUCALES PERIODONTALES

La anatomía tan especial del periodonto Las lesiones periodontales se clasifican en


marginal influye en la patogenia de las perio- 4 estadios histológicos. La lesión inicial se
dontitis marginales. En la zona de transición origina a los 2 a 4 días después de la acumula­
entre el tejido dental duro y el tejido blando ción de la placa y se manifiesta por una dila­
del periodonto se reúnen las condiciones ne­ tación de los vasos gingivales y una mayor mi­
cesarias para la infección microbiana, como gración de neutrófilos a través del epitelio del
probablemente no sucede en ningún otro lu­ surco gingival. La lesión precoz tiene lugar a
gar del organismo. Como ya se ha expuesto los 4 a 7 días. Se caracteriza por la aparición
anteriormente, las periodontitis marginales de linfocitos y las primeras destrucciones de
son procesos inflamatorios producidos por las fibras de colágeno gingival. La lesión esta­
una infección bacteriana. blecida se desarrolla entre la segunda y ter­
Un requisito fundamental para la infección cera semana y se asocia a un aumento en el
periodontal es la adherencia de la bacterias al número de las células plasmáticas productoras
diente. La mucina de la saliva se deposita so­ de anticuerpos. La destrucción de las fibras
bre la superficie dental y crea una cutícula o gingivales de colágeno continúa y el epitelio
película sobre el diente (película adquirida). El del ribete gingival prolifera en sentido apical y
depósito de estas glucoproteínas facilita la ad­ lateral, creando la bolsa gingival. Las altera­
herencia selectiva de las bacterias a la superfi­ ciones descritas hasta ahora se corresponden
cie supragingival del diente. La selectividad de con el cuadro clínico de la gingivitis. Sólo en
este mecanismo de adherencia determina la algunos casos se origina la lesión avanza­
cronología, con la que las distintas bacterias da que cursa con pérdidas de la inserción, pér­
5 colonizan el diente (sucesión bacteriana). Las didas óseas y creación de una bolsa periodon­
| bacterias grampositivas pioneras en la coloni- tal. Entonces, se establece el cuadro clínico de
% zación (primero Streptococcus sp. y luego Ac- la periodontitis (fig. 5-1).
8 tinomyces sp.) son seguidas de las bacterias
I gramnegativas. De esta manera, crece la com-
I plejidad de la placa. La placa supragingival se No todas las gingivitis evolucionan ha­
I extiende hasta el espacio subgingival por el cia periodontitis, pero, en cambio, toda pe­
í crecimiento y/o migración de las bacterias mó- riodontitis va precedida de una gingivitis.
I viles. Si no se elimina la placa, se produce una Se desconocen, por el momento, los facto­
o reacción inflamatoria aguda y posteriormente res que fomentan la evolución de la gingi­
< crónica en la encía, es decir, gingivitis. vitis hacia la periodontitis.

19
20 Parte teórica

Bacilos grampoiitivos
y gramnegalivoi
Cocos grampostlivos

Bacilos grampositivos
Bacilos gramncgaiivos
y cocos, espiroquetas

Adherencia de la placa Gingivitis (lesión eslablecida) Períodonlitis (lesión avanzada)

Fig. 5-1. Patogenia de la periodontitis marginal. (De Schroeder, 1991.)

PROGRESIÓN DE LAS PERIODONTITIS rrelación positiva entre el contenido de elas-


MARGINALES tasa, /3-glucuronidasa, prostaglandina E2, as-
partato-aminotransferasa e IgGj en el líquido
gingival y la progresión de las pérdidas de in­
serción. En el espacio subgingival se observa
La progresión de las pérdidas de inser­ con frecuencia Porphyromonas gingivalis,
ción y óseas tiene lugar, según la hipótesis Campylobacter rectus, Prevoiella intermedia,
de los «brotes», de una manera disconti­ Actinobacillus actinomyeetemeomitans o Bac-
nua, es decir, con fases de exacerbación teroides forsythus si la lesión es activa. Las le­
(lesión activa) y remisión (lesión inactiva) siones activas ocurren cuando el huésped está
(fig-5-2). predispuesto a la enfermedad, hay bacterias
patógenas para el tejido periodontal y faltan
Hasta la fecha, se han realizado numerosos los microorganismos beneficiosos (fig. 5-3).
intentos para hallar los parámetros que indi­
can o predicen las lesiones activas. Sin em­
bargo, ninguno de los parámetros habituales DESTRUCCIÓN TISULAR
en clínica posee un valor predictivo elevado EN LAS PERIODONTITIS MARGINALES
de las lesiones activas. Únicamente, la ausen­
cia repetida de sangrado tras el sondaje, en las La destrucción tisular que ocurre en las
revisiones consecutivas, indica con un valor periodontitis se debe al efecto directo de los
predictivo bastante elevado la conservación productos de eliminación bacteriana y/o a los
de la salud periodontal (lesiones inactivas). efectos indirectos de los mecanismos nocivos
Así pues, si el periodonto no sangra después de defensa orgánica. Así, P. gingivalis, A. acti­
de sondajes repetidos, la probabilidad de una nomyeetemeomitans y Capnocytophaga sp.
pérdida de la inserción es muy reducida. Se producen, entre otros, colagenasa, sustancias
han examinado multitud de enzimas del lí­ similares a la tripsina, fosfolipasa A extracelu-
quido gingival en la búsqueda de marcadores lar, fosfatasa acida y alcalina, lipopolisacári-
de lesiones activas. Se ha observado una co­ dos, aminopeptidasa, epiteliotoxina, inhibidor
Patogenia de las periodontitis marginales 21

P. gingivalis
C. reetus Aciinomyxes sp.
P. ¡ntermedius C. ochróchea
A. actinomycetemcomitans milis
B. fürsylhus «*£>//
párvula

Lesión inactiva Lesión inactiva

Fig. 5-2. Progresión de la periodontitis marginal. (De Schroeder, 1991.)

Bacterias patógenas
Predisposición del huésped
Defectos de la función r "N
de los neutrófilos A. acíinomyceiemcomiíans
B. forsyíhus Ausencia de bacterias
Respuesta inmune beneficiosas
Lesión inadecuada o descontrolada E. corrodens
F. nuclealum Acíinomyces sp.
activa Diferencias en la respuesta P. micros
de lipopolisacáridos C. ochracea
P. gingivalis S. milis
SIDA P. intermedia
Diabetes mellitus juvenil S. sanguis II
C. rectus V. pan'ula
Tabaco Selenomonas sp.
Ingesta de medicamentos Eubacterium sp.
Espiroquetas

Fig. 5-3. Factores que modifican la actividad de la periodontitis marginal. (De Socransky y Haffajee, 1992.)

de los fibroblastos y una toxina que induce teoclastos e inducen una reabsorción del
una reabsorción ósea. A través de sus pro­ hueso alveolar.
ductos de eliminación, las bacterias produ­
cen la destrucción tisular característica de
las periodontitis marginales. Se ha observa­ DEFECTOS ÓSEOS
do una destrucción de los tejidos en un EN LAS PERIODONTITIS MARGINALES
radio de 1,5-2,5 mm alrededor de la placa
bacteriana (el denominado radio de influen­ La actividad de los osteoclastos en las pe­
cia de la placa) en la periodontitis. La hidró­ riodontitis marginales modifica la morfología
lisis del tejido conjuntivo asociado a la infla­ de la apófisis alveolar. Los defectos óseos y su
mación obedece a los radicales de oxígeno morfología dependen de la anatomía de la
libres y a enzimas lisosómicas del tipo de apófisis alveolar (anchura vestibulolingual de
elastasa. colagenasa y gelatinasa segregadas la apófisis alveolar, grosor de la cortical vesti­
al medio. La prostaglandina E, la interleu- bular y lingual, grosor del tabique interdental)
cina 1-/J y los lipopolisacáridos activan los os- y de la posición y forma del diente.
22 Parte teórica

Pérdida horizontal del hueso alveolar

Pérdida vertical del hueso alveolar

Defecto óseo de una Defecto óseo Defecto óseo de dos Defecto óseo de tres
pared (hemisepto) de dos paredes paredes (cráter óseo) paredes (defecto intraóseo)
Fig. 5-4. Defectos óseos la periodontitis marginal.

Los defectos óseos más frecuentes consis­ te vecino. Una forma especial de los defectos
ten en una pérdida horizontal del hueso alveo­ óseos de dos paredes es el cráter óseo. En este
lar, en que la cresta alveolar se dirige casi per­ caso, el hueso interdental sufre una reabsor­
pendicular al eje del diente. Las pérdidas ción, mientras que la cresta alveolar vestibular
óseas horizontales se asocian a bolsas perio­ y lingual se halla prácticamente intacta. El
dontales supraóseas, es decir, el fondo de la cráter óseo constituye un tercio de todos los
bolsa periodontal se sitúa coronal a la cresta defectos óseos y aproximadamente dos tercios
alveolar (fig. 5-4). de los defectos óseos de la mandíbula. Los de­
En el caso de las pérdidas verticales de fectos óseos de tres paredes, conocidos tam­
hueso alveolar, el hueso interdental se dirige bién como defectos intraóseos, se caracterizan
de manera oblicua y apical hacia la raíz. El por una pérdida ósea limitada al territorio di­
suelo del defecto óseo vertical es apical a la recto de la superficie radicular. Los defectos
cresta ósea circundante. Dependiendo del nu­ óseos circulares, generalmente en forma de
mero de paredes óseas afectadas (la raíz no es bebedero, suelen afectar dos o tres paredes.
considerada como pared para el recuento), se Los defectos óseos verticales cursan con bol­
clasifican los defectos óseos como de una, dos sas periodontales infraóseas, es decir, el fondo
o tres paredes o mixtos (fig. 5-4). El hemisepto de la bolsa periodontal es apical a la cresta al­
es un defecto óseo de una pared con reabsor­ veolar. En los dientes multirradiculares pue­
ción del hueso vestibular y lingual y conser­ den ocurrir pérdidas óseas en la furca, con le­
vación del hueso alveolar interdental del dien- sión de ésta.
6. Efecto del sistema inmune
sobre la infección periodontal

PRINCIPIOS GENERALES mento; c) leucocitos y macrófagos, y d) sis­


tema de regulación inmune. El sistema for­
Los componentes celulares y humorales mado por los neutrófilos, anticuerpos y com­
del sistema inmune que participan fundamen­ plemento resulta decisivo para la defensa
talmente en la respuesta inmune periodontal inmunológica frente a las infecciones perio-
son los leucocitos, las inmunoglobulinas, el dontales. Cuando se producen defectos fun­
sistema del complemento y la lisozima. Si las cionales de los neutrófilos, aumenta la fre­
defensas inmunes funcionan correctamente, el cuencia de las periodontitis marginales graves.
periodonto se encuentra protegido del efecto La figura 6-2 muestra un esquema de la inte-
nocivo de las sustancias patógenas segregadas rrelación estrecha entre los distintos compo­
por los microorganismos. El huésped inmuno- nentes del sistema inmune en la reacción in­
competente es capaz de defenderse frente a flamatoria del periodonto.
los ataques microbianos que ocurren todos los
días. De esta manera se previenen las infeccio­
nes, es decir, la multiplicación de los microor­ PREDISPOSICIÓN A LAS PERIODONTITIS
ganismos dentro del periodonto. La inflama­ MARGINALES
ción periodontal es una reacción local a una
lesión tisular cuya finalidad es la destrucción Los estudios longitudinales han puesto de
de la noxa causal, su dilución o su encapsula- manifiesto que la progresión natural de las pe­
ción. Los signos clínicos de la inflamación (do­ riodontitis marginales es muy variable en las
lor, rubor, calor, tumor e impotencia funcio­ distintas personas. Así, el 8 % de las personas
nal) indican que el sistema inmune se enfrenta que no realizan ninguna higiene bucal ni si­
| a una cantidad inusitada de antígenos, una lo- guen tratamiento por el especialista muestran
1 calización atípica de éstos o bien antígenos di- una alta progresión (pérdida de la inserción
jj fíales de digerir. La enfermedad periodontal de 0,1-1,0 mm/año) y un número elevado de
3 se produce en el momento en que el ataque pérdidas dentales (las primeras pérdidas ocu­
| microbiano reforzado supera las defensas in- rren a los 20 años, y a los 45 faltan todos los
1 tactas del organismo o bien éstas se encuen- dientes); el 81 % presentan una progresión in­
g tran reducidas de por sí, sin que se modifique termedia (pérdida de la inserción de 0,05-
S el ataque (fig. 6-1). La inmunodeficiencia se 0,5 mm/año) con reducidas pérdidas dentales
a asocia a un mayor número de infecciones y (las primeras pérdidas ocurren a los 30 años y
I también a una mayor predisposición a las pe- a los 45 faltan, por término medio, 7 piezas
¡j riodontitis marginales. dentales), y el 11 % muestran una progresión
™ El sistema inmune humano se puede clasi­ reducida o mínima (pérdidas de inserción de
ca ficar, según su función dentro del periodonto, 0,05-0,09 mm/año) con conservación de toda
< de la siguiente manera: a) sistema secretor; b) la dentición. Hasta la fecha no se ha podido
e neutrófilos, anticuerpos y sistema de comple­ identificar la causa de esta diferente predispo-

23
24 Parte teórica

Defensas inmunes intactas-ataque bacteriano mínimo

a. Alteración de las defensas inmunes-ataque bacteriano mínimo o masivo


■o
r.
■e

1 / /

■ft^Ctf.

Fig. 6-1. Defensas inmunes Intactas y alteradas en las periodontopatías marginales.


Efecto del sistema inmune sobre la infección periodontal 25

Fago ñtosis
Secr» ción

Fig. 6-2. Mecanismos inmunopatológicos en las periodontopatías marginales.

sición a las periodontitis marginales en los ridos, el SIDA, la diabetes mellitus juvenil, el
¿ adultos sanos ni tampoco los factores que pre- tabaco y el consumo de determinados medica-
I dicen los grupos de mayor riesgo. mentos.
Entre los factores de riesgo de la perio-
« dontopatía marginal se encuentran los trastor-
La predisposición a las periodontitis
I nos funcionales de los neutrófilos, una res-
marginales varía considerablemente entre
I puesta inmune inadecuada o descontrolada,
las distintas personas.
¡ diferencias en la respuesta de los lipopolisacá-
Parte práctica
7. Fases del tratamiento de la periodontitis

ANAMNESIS Y RECOGIDA DE DATOS TRATAMIENTO Y REVISIÓN

Antes de todo tratamiento dental, es nece­ El plan terapéutico comienza por el trata­
sario efectuar una anamnesis general y especí­ miento inicial. Sus resultados se vuelven a eva­
fica, y recoger los dalos clínicos y radiológicos. luar y comprobar a las 2 a 4 semanas con el fin
Con esta información se elabora el diagnós­ de saber si es necesario continuar el trata­
tico. miento inicial o efectuar su modificación. Si
El plan de tratamiento preliminar se esta­ no se requiere ninguna intervención de cirugía
blece considerando el pronóstico de cada periodontal, se pasa a las revisiones (trata­
diente, el estado de toda la dentición, el cum­ miento de mantenimiento). En esta fase inicial,
plimiento terapéutico óptimo y la salud gene­ se pueden iniciar todos los demás tratamien­
ral que presenta el enfermo. tos requeridos (restauraciones, endodoncia,

Anamnesis
Recogida de datos
Diagnóstico
Pronostico
Plan de tratamiento

Cirugía b u c a l )

C Tratamiento restaurador)

Fig. 7-1. Fases del tratamiento de la periodontitis.

29
30 Parte práctica

ortopedia maxilar y cirugía bucal). Sin em­ concluir el tratamiento de la periodontitis ac­
bargo, si después de la reevaluación se ob­ tiva (tratamiento inicial y, si fuera necesario,
serva alguna indicación de cirugía periodontal, cirugía periodontal). Esta pauta es muy im­
ésta es la siguiente fase que hay que seguir. A portante cuando el diente con un pronóstico
las 4 a 6 semanas de la cirugía periodontal, se periodontal dudoso requiere tratamiento pro­
reevaluan los resultados y se continúa con la tésico. Únicamente las restauraciones agudas
revisión del paciente. Si el enfermo necesita y provisionales deben colocarse antes de fina­
tratamiento con restauraciones o bien orto- lizar el tratamiento de la periodontitis (figu­
doncia, éstas suelen proponerse después de ra 7-1).
8. Anamnesis

Los antecedentes familiares y personales medicamentos que favorecen el desarrollo de


se recogen de la forma habitual. De todos mo­ las hiperplasias gingivales se enumeraron en
dos, en este apartado se recordarán algunos «Hiperplasias gingivales».
aspectos de especial interés para la valoración Antes de proceder a la recogida de datos o
de las enfermedades periodontalcs. al tratamiento de los enfermos cardiópatas
con un mayor riesgo de endocarditis, es nece­
sario realizar una profilaxis antibiótica para
ANTECEDENTES FAMILIARES evitar este problema. La mayoría de las mani­
pulaciones dentales, incluido el sondaje de la
bolsa, pueden causar bacteriemia y predispo­
Conviene interrogar a los padres y herma­
ner a endocarditis, que puede resultar mortal.
nos de los pacientes con periodontitis prepu-
En un informe sobre 52 pacientes cardiópatas
beral o juvenil, si se advierte movilidad dental
que sufrieron endocarditis. 48 (92 %) habían
y caída dental prematura. Muchas veces, es
sido sometidos a tratamiento dental previo.
necesaria una valoración precisa, con examen
Sólo 6 de los 52 (12 %) recibieron profilaxis
de la salud periodontal, de los hermanos y pa­
antibiótica correcta antes del tratamiento den­
dres de estos niños.
tal.

ANTEDECENTES PERSONALES ANTECEDENTES PERSONALES


DE CARÁCTER GENERAL ESPECÍFICOS

Las enfermedades sistémicas y algunos En este apartado se interroga al paciente


medicamentos y costumbres que influyen en acerca de sus molestias subjetivas. Más con­
f la salud periodontal o pueden modificar el tra- cretamente, es necesario descartar hemorra­
| tamiento de la periodontitis tienen un interés gias gingivales, movilidad dental, migraciones
| especial. Las enfermedades generales que pre- dentales, caídas de piezas dentales o abscesos
s disponen a las periodontitis marginales se se- periodontales. Asimismo, se anotará la edad
I ñalaron en «Manifestaciones gingivoperio- de colocación de las posibles restauraciones
| dontales de las enfermedades sistémicas». Los protésicas.

31
9. Recogida de datos

DATOS GENERALES CPITN (community penodontal índex oftreat-


ment needs) para detectar la necesidad de trata­
Los datos generales no suelen recogerse miento penodontal e identificar en la consulta
en la consulta dental. Si los antecedentes per­ general a los pacientes que requieren tra­
sonales requirieran una determinada explora­ tamiento periodontal. Con este método se
ción general (clínica o de laboratorio), habría puede valorar de manera rápida y eficaz las
que remitir al enfermo a un médico de la es­ periodontopatías marginales con una docu­
pecialidad correspondiente. mentación mínima.
La exploración del periodonto, por ejem­
plo. con el CPITN, al igual que el diagnóstico
DATOS ESPECÍFICOS de la caries, constituye un elemento inherente
a toda primera exploración o revisión de ru­
Examen extrabucal tina en la consulta dental.
Para el examen selectivo y registro del pe­
En las periodontitis marginales sólo se ob­ riodonto se divide la dentición en sextantes y
servan hallazgos extrabucales patológicos en se determina la profundidad de sondaje de las
caso de inflamación aguda. Entre estas mani­ bolsas en 6 áreas dentales (mesiovestibular,
festaciones se encuentran la tumefacción ex­ vestibular, distovestibular, mesiolingual. lin­
trabucal de partes blandas en los abscesos pe- gual y distolingual).
riodontales extensos y las linfadenopatías La sonda periodontal (Organización Mun­
regionales, con dolor a la palpación, que ocu­ dial de la Salud [OMS], PCP 11.5) recomen­
rren en los abscesos periodontales y en las dada para el sondaje de las bolsas dispone de
gingivitis y periodontitis ulceronecróticas agu­ un extremo redondeado y de marcas de colo­
das (GUNA y PUNA). res entre 3,5 y 5,5 mm. La necesidad de trata­
miento (grados 0-4) se determina a partir de
Examen intrabucal la profundidad de sondaje de las bolsas, la
presencia de cálculo dental y/o las restauracio­
En los tratados sobre el tema se describe nes sobrecontorneadas (fig. 9-1). Únicamente
con detalle la exploración de las partes blan­ debe anotarse el valor máximo de cada sex­
das (labios, pómulos, lengua, suelo de la boca. tante en el formulario (fig. 9-2). El resto de las
paladar y faringe) y de los dientes. En este medidas preventivas, diagnósticas y/o terapéu­
apartado sólo se expondrá la explotación del ticas dependen de los hallazgos que hayan
periodonto. sido realizados (tabla 9-1).
Conviene subrayar, una vez más, que esta
Examen selectivo del periodonto valoración selectiva y registro del periodonto
sólo sirve para su evaluación rápida y superfi­
La American Academy of Periodontology cial. Esta medida pretende no pasar por alto
(1991) recomienda el índice conocido como periodontopatías marginales inaparentes en

32
Recogida de datos 33

Grado 0. La marca de co­ Grado 1. La marca de co­ Grado 2. La marca dé co­ Grado 3. La marca de co­ Grado 4. La marca de co­
lor se aprecia completa­ lor se aprecia totalmente. lor se ve completamente. lor prácticamente no se ve lor desaparece en la bolsa
mente. No se observa cál­ No se observan cálculos Se observan cálculos den­ en la bolsa más profunda más profunda del sextante.
culo dental, restauraciones dentales ni restauraciones tales y/o restauraciones so­ del sextante, es decir, la es decir, existen bolsas con
sobrecontomeadas ni san­ sobrecontomeadas. Apa­ brecontomeadas en el sex­ profundidad d e sondaje una profundidad mayor de
grado tras sondaje en el rece sangrado tras el son­ tante varía entre 3.5 y 5,5 mm 5.5 mm
sextante daje en el sextante

Fig. 9-1. Valoración periodontal selectiva con determinación de los grados de necesidad de tratamiento con
la sonda de la OMS.

Fecha: Tabla 9-1. Medidas que hay que tomar depen­


diendo del grado de necesidad de tratamiento (o-4)

Grado 0 Medidas preventivas

Grado 1 Instrucciones sobre la higiene bucal


Eliminación de la placa supra y subgin-
glval
Fig. 9-2. Formulario para la valoración selectiva y
registro periodontales. Grado 2 Instrucciones sobre higiene bucal
Eliminación de la placa supra y subgingival
y de los cálculos dentales
clínica (sin sondaje de la bolsa) o en la radio­ Corrección de las restauraciones con luga­
grafía durante la primera visita o revisiones res de retención de la placa
posteriores. Además, permite el diagnóstico Grado 3 Estudio clínico y radiológico exhaustivo del
precoz. En los enfermos con una necesidad tejido periodontal en los sextantes afec­
ostensible de tratamiento periodontal (por la tados
clínica o la radiografía), no se requiere la valo­ Si se afectan varios sextantes, hay que
ración selectiva. Los datos que se recogen con realizar una exploración meticulosa de
toda la dentición
este método sólo indican si existe o no necesi­ Planificación del tratamiento
dad de tratamiento. Si no está indicado nin­ Tratamiento de la periodontitis
gún tratamiento, se procederá a la valoración
selectiva del periodonto durante las revisiones Grado 4 Estudio meticuloso de toda la dentición
o. por lo menos, una vez al año. Si se aprecia (v. formulario periodontal)
necesidad de tratamiento (grados 3 y 4), es Planificación del tratamiento
Tratamiento de la periodontitis general­
imprescindible efectuar un examen minucioso mente complejo
del periodonto.
34 Parte práctica

Examen minucioso del periodonto de índices clínicos de la placa y de la inflama­


ción. Se distingue entre los índices graduales
Cuando se observa la necesidad de trata­ (p. ej., grados 0,1,2, y 3 del índice de placa de
miento periodontal, el examen detallado de Silness y Loe, o del índice gingival de Loe
los dientes y del periodonto es esencial para la y Silness) y los índices dicotómicos (sí/no del
planificación posterior del tratamiento. Para índice de la placa interproximal de Lange y
describir correctamente la periodontopatía cois, o del sangrado tras el sondaje), que cuan-
marginal, es necesario recoger una serie de tifican la acumulación de la placa en los dien­
datos clínicos y radiológicos en cada diente. tes o el grado de inflamación de los tejidos
Entre los primeros se encuentran: depósito de blandos periodontales. Los índices graduales
placa, inflamación gingival, profundidad de ofrecen la ventaja de separar la lesión según
sondaje, anchura de la encía queratinizada, su gravedad. Sin embargo, la reproducibilidad
movilidad dental, lesión de la furca. oclusión y depende de la constancia del examinador, lo
articulación. que resulta dudoso en las condiciones clínicas.
Para cuantificar el depósito de la placa y la Los índices graduales indican la cantidad me­
inflamación gingival se han descrito multitud dia de placa o el grado medio de inflamación
en el periodonto examinado. En cambio, los
índices dicotómicos estiman el porcentaje del
tejido periodontal explorado con placa o infla­
mación. Este tipo de índice se caracteriza por
su mayor reproducibilidad. En la práctica, los
m m índices dicotómicos son preferidos por su sen­

#
B' m,
cillez y eficacia sobre los graduales.
Los dos índices dicotómicos. que se descri­
3
# F« #
S° ben a continuación, poseen un valor predic-
tivo adecuado para las necesidades clínicas y
m í i Zi
^B
son muy fáciles de aplicar. El índice de la
placa interproximal se calcula tiñendo con un
^
Suma máx. revelador de la placa los espacios interproxi­
| Sesiones 4 3 2 1 2 3 4 Sesiones | males linguales del primer y cuarto cuadrante,
Suma mand. y los espacios interproximales vestibulares del
7 segundo y tercer cuadrante (fig. 9-3). En los
• 5 ^B pacientes que no desean la tinción sistemática
Z J 2
J
de la placa se puede exponer la placa inter­
• proximal introduciendo la punta de la sonda

W 2 X
A periodontal en el diente. Si la sonda periodon­
tal recoge la placa, eso significa que el espacio
A*F • interproximal está cargado de ella. La exten­
sión de la inflamación se cuantifica, como se
describe más adelante, mediante el sangrado
Iras el sondaje (SS).
Para documentar el resto de los datos clí­
Sesión _ Fecha IPI (%) SS (%)
nicos se puede usar el formulario periodontal.
1
2 Este tipo de formulario debe ser detallado, fá­
cil de revisar y flexible. El traslado de los da­
tos esenciales al formulario periodontal de las
Fig. 9-3. índice de la placa interproximal (IPI). Se entidades aseguradoras (formulario BEMA).
investigan los espacios interproximales indicados con
los números 1-7 y se indica si existe (+) o no (-)
imprescindible para planificar el tratamiento.
placa. Se calcula y se registra el porcentaje de espa­ no debe ofrecer ningún problema. El formula­
cios interproximales con placa. Asimismo, se indica el rio permitirá introducir los cambios produci­
porcentaje de zonas de sangrado tras sondaje (SS). dos por la enfermedad o el tratamiento. Sólo
Recogida de datos 35

Policlínica de Odontología conservadora y Penodoncia de la Universidad de Würzburg


Director: Univ.-Prof. Dr. B. Klaiber; Sección de Penodoncia. coordinador: univ.-Prof. Dr. H.-D. Mié Formulario clínico

rl8 <rrpe pfér Í 4 <13 22^ 23^ ^ > 2V12 ^ 2Ti 2íh
S.-T.1:
S.-T. 2:
S.-T. 3:
lecha

r /11 «\

S.-T. 4:
S.-T. 5:

Vestibular

f%8p,l ^ 6 -^5 rú r3
S.-T.1:
S.-T. i:
S.-T. 3:
Fecha

r /« 3 l \ 32] 33^
n * 3o^
"1 38^

S.-T. i:

S.-T. 5:

Nombre: Diagnóstico: (c)ElchlnoK1981


Fecha de n

Fig. 9-4. Formulario periodontal (a) de la Policlínica de Odontología Conservadora y Periodoncla de la Uni­
versidad de Würzburg.
36 Parte práctica

de esta manera se facilita el control evoluti­ La punta de la sonda periodontal se intro­


vo a lo largo de varias sesiones. El formula­ duce, manteniendo el contacto con el diente,
rio periodontal que se muestra en la figura 9-4 dentro de la bolsa gingival o periodontal y se
se ha utilizado con plena satisfacción en la desplaza apicalmente hasta advertir cierta re­
Policlínica de Odontología Conservadora sistencia. Con algo de experiencia se llegan a
y Periodoncia de la Universidad de Würz- diferenciar los cálculos dentales (resistencia
burg. firme) del fondo de la bolsa (resistencia
Este formulario permite anotar por sepa­ blanda y elástica). Si la punta de la sonda in­
rado los datos vestibulares y ünguales. La cide sobre un cálculo dental, hay que rodearlo
parte superior se refiere al maxilar y la infe­ hasta alcanzar el fondo de la bolsa. La angula-
rior, a la mandíbula. Los datos vestibulares se ción de la sonda periodontal depende de la
introducen en las filas de arriba (maxilar) o en anatomía y de la posición del diente. La sonda
las de abajo (mandíbula), y los linguales, en la periodontal debe mantener siempre contacto
segunda (maxilar) o tercera (mandíbula) filas. con el diente en dos puntos. Para ello, la
Este formulario sólo debe contener datos clí­ punta debe contactar con la raíz, y la porción
nicos. supragingival, con el ecuador dental. Con es­
En primer lugar, se anotan todos los dien­ tos dos puntos se obtiene la angulación co­
tes ausentes, restauraciones, restauraciones rrecta para medir la profundidad de la bolsa
sobrecontorneadas, lesiones cariadas y pro­ (fig. 9-5). Para las mediciones en el espacio in­
blemas visibles de oclusión y articulación. Si terdental, se angula ligeramente la sonda en
los datos clínicos o radiológicos posteriores dirección a la región de contacto, para recono­
hacen dudar de la vitalidad de algún diente, se cer los posibles cráteres de esta zona.
realizará una prueba de sensibilidad en dicho Si se desea obtener resultados reproduci-
diente y se anotarán los resultados en el for­ bles, debe aplicarse una fuerza constante de
mulario periodontal. 0,2 N durante el sondaje. Aplicando esta
Luego, se procede a medir la profundidad fuerza mínima se obtienen las lecturas más
de las bolsas con la sonda en 6 áreas de cada precisas con un traumatismo tisular mínimo.
diente (mesiovestibular, vestibular, distovesti- Si se aplica una fuerza mayor durante el son­
bular, mesiolingual, lingual y distolingual) y se daje, el enfermo suele experimentar dolor.
anotan los resultados, redondeando hasta el Conviene que el clínico desarrolle una sensa­
milímetro. No basta con el sondaje de cuatro ción para aplicar la fuerza de sondaje reco­
o dos zonas por cada diente, porque con fre­ mendada. Esta sensación se puede experimen­
cuencia pasan inadvertidas alteraciones pato­ tar, por ejemplo, con una balanza para cartas
lógicas («diagnóstico falsamente negativo»). o sondando el propio lecho ungueal (debajo
Entre las numerosas sondas periodontales co­ de la uña). Se se aplica una presión de sondaje
merciales, las más útiles son la sonda CP-12 y mayor de 0,2 N, se produce dolor al sondar el
CP-15 UNC (sonda de Carolina del Norte). lecho ungueal. Durante las revisiones con­
Las marcas de colores de 3-6 mm y de 9- viene utilizar el mismo tipo de sonda que en la
12 mm permiten una lectura rápida y fiable primera exploración.
con la sonda CP-12. Esta sonda es suficiente­ El valor hallado depende de la profundi­
mente precisa para las necesidades clínicas, si dad de la bolsa gingival y periodontal clínica,
bien obliga a extrapolar la medición en milí­ el grado de inflamación del tejido periodon­
metros a partir de incrementos de 3 mm. La tal, el grosor de la sonda periodontal utilizada,
sonda de Carolina del Norte tiene una marca la angulación de la sonda y la fuerza de son­
de color en cada milímetro y un anillo cromá­ daje. Este valor se corresponde, en general, de
tico mayor para las marcas de 5, 10 y 15 mm. manera no exacta con la profundidad de la
La lectura con esta sonda es algo más difícil, bolsa histológica, puesto que la sonda penetra
aunque, después de habituarse a ella, la medi­ en el epitelio del surco y se apoya, con la
ción de la profundidad de la bolsa se puede punta, en el área coronal de las fibras dento-
realizar con la misma rapidez que con la gingivales de tejido conjuntivo (fig. 9-6). Por
sonda CP-12. consiguiente, en el lenguaje clínico, el término
Recogida de datos 37

Fig. 9-5. Determinación de la profundidad de sondaje de la bolsa. La punta de la sonda se introduce, ha­
ciendo contacto con el diente, en la bolsa gingival o periodontal, hasta que se aprecia una discreta resistencia.
La sonda periodontal debe contactar con el diente en dos puntos. La angulación de la sonda periodontal es di­
ferente en la cara mesial que en la distal (a la izquierda). En el espacio interdental, la sonda debe angularse de
forma que la punta se sitúe por debajo de la región de contacto (a la derecha).

«profundidad de la bolsa» suele sustituirse por El sangrado iras sondaje (SS) es un índice
los términos «profundidad de sondaje de la dicotómico de la inflamación del tejido perio­
bolsa» o «profundidad de sondaje». El surco dontal que se determina directamente después
gingival clínico mide, de acuerdo con la deter­ de medir la profundidad de sondaje de la
minación de la profundidad de sondaje del pe- bolsa. Las zonas sangrantes se rodean con un
riodonto sano, aproximadamente 1,5-2 mm. círculo (rojo) en el formulario periodontal y

Margen gingival

Nivel de inserción
clínica

Fig. 9-6. Profundidad de sondaje de la bolsa, nivel de inserción clínica y pérdida de inserción clínica.
38 Parte práctica

luego se calcula el porcentaje de puntos san­


grantes. La supuración tras el sondaje de la

■1
bolsa o espontánea también debe anotarse.
El nivel de inserción clínica y la pérdida de
inserción clínica (distancia entre la punta de la
sonda durante la medición y la unión amelo-
cementaria) constituyen los indicadores más
precisos de la pérdida de inserción periodon-
tal. Sin embargo, la determinación de la pér­
dida de inserción clínica con las sondas perio-
dontales actuales, sobre todo en el espacio
interdental y en las uniones amelocementarias
subgingivales, suele ser inexacta y muy labo­ Fig. 9-8. Visualización de la línea mucogingival.
riosa. A efectos clínicos resulta más práctico
el cálculo aritmético de la pérdida de inser­
ción clínica, sumando las profundidades de las sondas periodontales manuales. Sin em­
sondaje de la bolsa y la recesión gingival, o bargo, el tiempo necesario para la medición
restando la hiperplasia gingival coronal a la con casi todas las sondas periodontales elec­
unión amelocementaria de la profundidad de trónicas actuales es mayor que con las sondas
sondaje. El nivel de inserción se corresponde. manuales. Por eso, estas sondas electrónicas
por regla general, con la cresta alveolar. Sin generalmente se utilizan con fines científicos.
embargo, se sitúa 1 mm coronal a ésta (figu­ En los lugares de recesión o hiperplasia
ra 9-7). gingivales, la distancia entre la unión ameloce­
En la actualidad, existen en el mercado mentaria y el margen gingival se puede medir
dental una serie de sondas periodontales elec­ con una sonda periodontal y anotar en el for­
trónicas e incluso con control por computa­ mulario. Los posibles problemas mucogingiva-
dora, con las que se mide la profundidad de les (fig. 9-8). es decir, las zonas en donde no se
sondaje de la bolsa. La mayoría de estas son­ observa encía queratinizada, también se ano­
das periodontales ofrecen la ventaja de que se tarán, indicando la disposición del margen
aplica siempre la misma fuerza de sondaje y se gingival y de la línea mucogingival. Las hendi­
evitan los errores de lectura o interpretación. duras de Stillman y los festones de McCall, ra­
Algunas de ellas muestran, además, una exac­ ros, son otros datos que conviene registrar
titud y reproducibilidad mayores que las de cuando aparecen.
Las furcas de los dientes multirradiculares
(molares y primeros premolares superiores) se
sondan con la sonda de Nabers. La sonda pe­
riodontal no es adecuada para el sondaje del
componente horizontal de la furca afectada
(fig. 9-9). Es necesario sondar todos los con­
ductos de entrada de la furca. En la mandí­
bula. el acceso a las furcas linguales se realiza
por la cara lingual y el acceso a las vestibula­
res, por la cara vestibular. En el maxilar, las
furcas vestibulares se sondan por la cara vesti­
bular. La furca mesial y distal de los molares
superiores suelen sondarse por vía palatina.
Fig. 9-7. La posición del nivel de inserción se La furca mesial prácticamente sólo puede son­
puede estimar después de medir la profundidad de darse por vía palatina, debido a que las raíces
sondaje de la bolsa (a la izquierda); este dato da una
mesiovestibulares suelen ensancharse en sen­
¡dea de la pérdida de inserción (en el centro). La pér­
dida de inserción se correlaciona, en general, con la tido bucopalatino. La furca mesial y distal de
pérdida ósea (a la derecha). los primeros premolares se pueden sondar por
Recogida de datos 39

vía vestibular y también palatina. La magnitud Tabla 9-2. Grados de intensidad de la afectación
de la pérdida horizontal de inserción clínica de la furca
en el área de la furca se clasifica en tres gra­ Grado I Sondaje de la furca hasta 3 mm en sen­
dos de acuerdo con Hamp y cois. (1975) (ta­ tido horizontal
bla 9-2).
La movilidad dental también debe indi­ Grado II Profundidad de sondaje horizontal mayor
de 3 mm, pero sin pérdida completa de
carse en el formulario periodontal. La movili­ la inserción clínica interradicular
dad se estima por el movimiento ascendente o
descendente de la corona dental. Para valorar Grado III Pérdida completa de la inserción clínica
la movilidad, lo mejor es utilizar los mangos interradicular y furca permeable
de los instrumentos (p. ej., mangos de la De Hamp y cois., 1975.
sonda periodontal o del espéculo). Los dien­
tes unirradiculares suelen movilizarse más que
los multirradiculares debido a la forma de la Tabla 9-3. Grados de intensidad de la movilidad
raíz y a la superficie del ligamento periodon­ dental
tal. La tabla 9-3 muestra la clasificación más
Grado 0 Movilidad fisiológica
utilizada, según la gravedad del problema.
Para recoger los datos de una manera efi­ Grado I Movilidad horizontal perceptible
ciente y completa es necesario seguir una sis­
temática muy clara. Esta sistemática se debe Grado II Movilidad horizontal visible
acordar entre el examinador (odontólogo) y
Grado III Gran movilidad horizontal y también verti­
su ayudante y respetar rigurosamente en to­ cal
dos los casos. Con ello se pretende recoger los
datos en la misma secuencia y cambiar lo me­
nos posible el instrumental. La secuencia cro­
nológica para la recogida eficaz de los datos una oclusión incierta, se determinará la rela­
junto con los instrumentos necesarios se re­ ción maxilar correspondiente.
sume en la tabla 9-4. El cuadro clínico debe examinarse antes
La documentación se completa con la ela­ del tratamiento, después de concluir el trata­
boración de los modelos de situación. Con­ miento inicial (reevaluación) y después de la
viene reproducir la relación maxilar auténtica posible cirugía periodontal. A continuación,
en estos modelos. En el caso de que desapa­ suele bastar con revisiones semestrales o
rezcan algunas zonas de apoyo o se observe anuales. La comparación frente a los datos
previos sirve para elaborar conclusiones re­
trospectivas sobre la evolución de la perio-
dontitis marginal.

La documentación de los hallazgos es


de importancia capital para establecer el
plan de tratamiento detallado, revisar sus
resultados y proceder al control evolutivo.

DATOS RADIOLÓGICOS

Radiografía ¡ntrabucal
La radiografía constituye un elemento in­
trínseco a la recogida de los datos periodon-
tales. La imagen radiológica contiene infor­
jor a las turcas (a la derecha). mación esencial para el diagnóstico de la pe-
40 Parte práctica

Tabla 9-4. Sistemática para la recogida de documentación de los datos


Hallazgos Idealización Instrumental

Periodonto
índice de la placa interproximal Espacios interproximales marca­ Espéculo, sonda periodontal, (reve­
dos en el formulario IPI lador de la placa)
Profundidad de sondaje Seis áreas de medición en cada Espéculo, sonda periodontal
diente
Sangrado tras sondaje Seis áreas de medición en cada Espéculo, sonda periodontal
diente
Recesión vestibular y lingual Problemas mucogingivales Espéculo, sonda periodontal
Movilidad Todos los dientes Espéculo, sonda periodontal
Afectación de la furca Dientes multirradiculares Espéculo, sonda de la furca

Caries/restauraciones
Caries Todos los dientes Espéculo, sonda dental
Restauraciones Dientes restaurados Espéculo, sonda dental
Restauraciones sobrecontor- Dientes restaurados Espéculo, sonda dental
neadas

Oclusión/articulación
Contactos prematuros Todos los dientes Espéculo, lámina de oclusión, seda
dental
Obstáculos al deslizamiento Todos los dientes Espéculo, lámina de oclusión, seda
dental

Modelos
Impresión, determinación de Maxilar y mandibular Cureta de impresión
las relaciones maxilares Cera de mordida

riodontopatía marginal, pero no sustituye en interdentales. Si sólo se realizan 10 radiogra­


ningún caso la exploración clínica. Las radio­ fías o menos, no es posible visualizarlos todos.
grafías intrabucales con la técnica del parale­ Las proyecciones en aleta de mordida se pue­
lismo son las más idóneas para valorar el pe­ den realizar de manera complementaria, siem­
riodonto marginal. Para el estudio periodon­ pre que esté indicado. Sin embargo, en las
tal, lo mejor es realizar, por lo menos. 14 pro­ pérdidas óseas marginales intensas, muchas
yecciones intrabucales (fig. 9-10). Lo más im­ veces no exponen adecuadamente el perio­
portante es que se visualicen todos los septos donto marginal. Si se desea una comparación,

ILUiií
' á é ,i i i I 1 IV' AV ^ l v

Fig. 9-10. Estudio radiológico con 14 proyecciones. Todos los septos interdentales aparecen claros y se pue­
den valorar sin problemas.
Recogida de datos 41

conviene saber que las radiografías en aleta


de mordida muestran una mayor distancia en­
tre la unión amelocementaria y el hueso en el
94 % de los casos con relación a las radiogra­
fías intrabucales.
La radiovisiografía se caracteriza por una
mínima radiación y la eliminación del reve­
lado químico de las radiografías convenciona­
les. Los sistemas que actualmente se ofrecen
en el mercado dental no sustituyen la radio­
grafía convencional, debido al pequeño ta­
maño de la imagen. Sin embargo, la radiovi­
siografía resulta útil para valorar cada uno de Fig. 9-11. La ortopantomografía suele ser suficiente
los periodontos. para exponer las estructuras periodontales de los
dientes posteriores. En cambio, esta técnica no suele
resultar adecuada en los dientes anteriores.
Radiografía extrabucal
La ortopantomografía suele ofrecer una
menor nitidez de la imagen que la radiografía
intrabucal en la región posterior, aunque re­
sulta suficiente. Sin embargo, en el área de los
dientes anteriores, la resolución no es sufi­
ciente para efectuar un diagnóstico detallado
del periodonto marginal (fig. 9-11). Algunos
autores proponen complementar los ortopan-
tomogramas con radiografías intrabucales de
determinados dientes, como alternativa al es­
tudio radiológico completo. La ventaja de la
ortopantomografía reside en la visualización
completa del maxilar, incluidos los senos para-
nasales y el seno de la cavidad maxilar.

Interpretación radiológica
La cresta alveolar vestibular y lingual se
superpone en la radiografía y no resulta fácil
á de diferenciar. A nivel de las raíces, la cres-
| ta alveolar, poco translúcida, también mues-
= tra imágenes de superposición. La cresta
S alveolar del periodonto sano aparece apical
| a la unión amelocementaria. como corres-
| ponde a las relaciones anatómicas (aproxima-
<j¡ damente 1.5 mm X factor de aumento).
| El septo interdental y la cresta alveolar in-
■g terdental se visualizan perfectamente. El tra-
g yecto de la cresta interdental se orienta según
£
la línea que une las uniones amelocementarias
» de los dientes vecinos y suele ser perpendicu-
Fig. 9-13. Discrepancia de la unión amelocementa­
o lar a la superficie radicular (fig. 9-12). Si la po-
ria. La cresta alveolar es paralela a la supuesta línea
5 sición de la unión amelocementaria de los que comunica las uniones amelocementarias veci­
9 dientes vecinos es diferente (discrepancia en nas.
42 Parte práctica

la unión amelocementaria), la cresta alveolar


interdental discurre oblicua a la superficie ra­
dicular. La discrepancia amelocementaria se
observa en casos aislados de elongación o in­
clinación (generalmente mesial) de los dientes
(fig. 9-13). La disposición de la cresta inter­
dental en caso de discrepancia en la unión
amelocementaria no debe interpretarse erró­
neamente como un defecto óseo vertical.
El hueso alveolar (lámina cribiforme) apa­
rece en la radiografía como una línea opaca
(lámina dura) que limita en la periferia con el
espacio periodontal transparente. La visuali-
zación de la lámina dura y del espacio perio­
dontal depende, entre otros, de la dirección
del haz central. La anchura del espacio perio­
dontal varía considerablemente en la radio­
grafía de los dientes anteriores. Si la proyec­
ción es oblicua, muchas veces no se observa el
espacio periodontal. Por eso. estas estructuras
Flg. 9-14. Aumento del espacio periodontal por no deben ser objeto de excesivas conjeturas.
traumatismo oclusal. dada la variabilidad en la visualización de la
lámina dura y del espacio periodontal. Si se
aprecia un aumento del espacio periodontal,
generalmente indica un traumatismo oclusal
(fig. 9-14). El correlato clínico consiste en la
movilidad dental, con o sin pérdida de la in­
serción.
La radiografía no muestra hallazgos pato­
lógicos en la gingivitis, porque no se afecta el
hueso. Sin embargo, en la periodontitis margi­
nal se observan signos patológicos que depen­
den de la gravedad. Las pérdidas óseas míni­
mas. como ocurren en las periodontitis
marginales leves, no suelen reflejarse en la ra­
diografía. De ahí la importancia decisiva de la
Fig. 9-15. Defecto óseo horizontal. exploración clínica, sobre todo para el diag­
nóstico precoz de las periodontitis marginales.
La radiografía muestra la posición real de
la cresta alveolar, con respecto a los dientes y
los maxilares. La gravedad de la pérdida ósea
se determina comparando con la posición fi­
siológica de la cresta alveolar. Asimismo, es
necesario reconocer la distribución de las pér­
didas óseas en cada diente y el tipo correspon­
diente de pérdida. Se diferencia entre los de­
fectos óseos horizontales (fig. 9-15) y verticales
(fig. 9-16). Las paredes óseas vestibular y/o
lingual que muchas veces se hallan intactas en
Fig. 9-16. Defectos óseos verticales mesial y distal los defectos óseos verticales no suelen presen­
al primer molar. tar signos de lesión en la radiografía. Como
Recogida de datos 43

los métodos radiológicos utilizados para valo­


rar las periodontitis marginales producen un
aumento variable, la medición sobre la radio­
grafía tiene muy poca utilidad. En la práctica,
parece más razonable expresar la pérdida
ósea considerando la posición fisiológica de la
cresta alveolar con relación (p. ej., porcentaje)
a la longitud radicular del diente en cuestión.
La lesión de la furca de los molares inferio­
res se suele reconocer sin problemas en las ra­
diografías intrabucales (fig. 9-17). Por el con­
trario, la lesión inicial de la furca no suele
detectarse. De hecho, aunque la transparencia Fig. 9-17. La pérdida ósea interradicular en los mo­
de la furca aumente mínimamente, hay que lares inferiores con lesión de la furca de grado III casi
sospechar su lesión. Los hallazgos radiológi­ siempre se reconoce en la radiografía.
cos en las furcas de los molares superiores son
más difíciles de interpretar, puesto que mu­
chas veces se superponen la furca vestibular y
la raíz palatina. Además, las furcas mesial y
distal se solapan con la raíz mesial o distal res­
pectivas. Admitiendo que los tres conductos
de entrada a la furca se situarán al mismo ni­
vel, pueden reconocerse algunos signos de
afectación de la furca por el trayecto de la
cresta alveolar. Si la cresta interdental es api­
cal a la furca vestibular, que suele reconocerse
perfectamente, cabe pensar en una lesión de la
furca mesial o distal. A veces, se observa un
triángulo translúcido como signo de la lesión
de la furca mesial o distal. La furca de los pri­
meros premolares superiores sólo se reconoce Fig. 9-18. El defecto óseo vertical mesial al molar
inferior (a la izquierda) no aparece en la proyección
en la radiografía, por regla general, con una
oblicua (a la derecha).
proyección oblicua. La imposibilidad de proce­
der al diagnóstico radiológico en el área de la
furca explica, una vez más, la importancia de
los datos clínicos para el diagnóstico definitivo. OTROS DATOS
2 La visualización radiológica de los defec-
| tos óseos interdentales e interradiculares de- Hasta la fecha, las periodontopatías margi­
= pende, sobre todo, de la dirección de la radia- nales se diagnostican casi exclusivamente por
S ción primaria. Una proyección ortorradial medio de los hallazgos clínicos y radiológicos
| permite casi siempre visualizar todo el espacio citados. Ambos métodos permiten elaborar
| interdental y obtener una información radio- una valoración retrospectiva de la progresión
Z lógica óptima (fig. 9-18). de la enfermedad periodontal. Para determi­
I En los casos más intensos se pueden apre- nar el momento de la destrucción tisular ac­
I ciar cálculos dentales supra y/o subgingivalcs. tiva del pcriodonto o prevenirlo, se investigan
§ como hallazgo secundario en la radiografía. en la actualidad nuevos métodos diagnósticos
en periodoncia. Los objetivos de estas prue­
En general. las alteraciones radiológi- bas diagnósticas se resumen en la tabla 9-5. Si
cas suelen reflejar una lesión extensa y se pudiera determinar cuáles son los perio-
dontos con actividad y predecir las pérdidas
grave.
de inserción, sería posible dirigir la preven-
44 Parte práctica

Tabla 9-5. Objetivos de las pruebas diagnósti­ ventajas de este método diagnóstico comple­
cas complementarias en periodoncia mentario. Como ello ofrece graves problemas
Identificación de las personas con alto riesgo de pe- logísticos, incluso en condiciones experimen­
riodontitis marginal antes de que se manifieste la tales, hay que seleccionar los lugares que hay
enfermedad que explorar de acuerdo con los parámetros
Diagnóstico precoz de las lesiones periodontales clínicos, por lo que este tipo de pruebas
Identificación y pronóstico de las lesiones periodonta­
les activas
pierde gran parte de sus ventajas. Es mejor
Consolidación del tratamiento elegido utilizar pruebas con las que se puedan extraer
consecuencias terapéuticas. Sin embargo, es­
tos análisis, de valor probado en la periodon­
cia clínica, dependen, por el momento, de la
ción y el tratamiento de manera selectiva al existencia de un laboratorio de microbiología,
tejido periodontal amenazado. que, además de identificar las bacterias pa­
Las pruebas diagnósticas complementa­ tógenas para el periodonto, determina tam­
rias, que se hallan actualmente comercializa­ bién la resistencia a los antibióticos (antibio-
das, comprenden la medición de proteínas grama).
(enzimas de las células inflamatorias o pro­ El campo principal de aplicación de las
ductos de degradación del tejido conjuntivo) pruebas comerciales son las periodontitis re­
en el líquido gingival o los microorganismos fractarias e incipientes y precoces. Por consi­
patógenos de la placa subgingival (marcado­ guiente, estas pruebas diagnósticas se restrin­
res). Aunque algunas de estas pruebas poseen gen a un número limitado de pacientes con
una especificidad, sensibilidad y valor predic- periodontitis marginal. Cabe esperar que los
tivo elevados de las pérdidas de inserción, su esfuerzos de los científicos en este tema per­
aplicación en la periodoncia clínica resulta mitan progresar y disponer de pruebas diag­
muy poco práctica. El problema fundamental nósticas de apoyo que cumplan todos los re­
consiste en que hay que examinar el perio- quisitos citados y puedan aplicarse de forma
donto de todos los dientes para aprovechar las rutinaria.
10. Diagnostico

La anamnesis y los datos clínicos y radioló­ Los datos que, en un determinado caso, se
gicos sirven para establecer el diagnóstico de desvíen de las manifestaciones habituales se
la periodontopatía marginal, según !a clasifi­ pueden registrar de forma complementaria. El
cación descrita anteriormente. Si se desea una diagnóstico debe contener una información
descripción más exacta, se añadirán indicacio­ aproximada de la edad de comienzo de la en­
nes acerca de la gravedad (leve, moderada o fermedad, la edad actual del paciente y la
grave) y la distribución (localizada o generali­ etiología, gravedad, distribución y progresión
zada) de la enfermedad. de la periodontopatía marginal. El diagnóstico
La periodontopatía marginal se debe diag­ permite la documentación y facilita la comuni­
nosticar en cada paciente, describiendo el cua­ cación entre el personal sanitario (odontólo­
dro clínico con sus síntomas característicos. gos, médicos, personal auxiliar).

45
11. Pronóstico

En el pronóstico se valoran la duración, la La calidad y cantidad del control de la


evolución, y el posible resultado terapéutico placa supragingival y la motivación del pa­
de la periodontopatía marginal. El pronóstico ciente ejercen una influencia trascendente so­
se elabora después del diagnóstico y del plan bre el resultado del tratamiento y se deben in­
terapéutico. Conviene examinar el pronóstico corporar al pronóstico. La edad del paciente y
periodontal, endodóncico y protésico. Dentro las pérdidas de inserción son datos que sirven
del primero se distingue entre el pronóstico para valorar la progresión de las pérdidas de
general de toda la dentición y el pronóstico inserción hasta ese momento. Una vez cono­
particular de cada diente. A continuación, se cida la evolución, se pueden predecir las pér­
describirá únicamente el pronóstico periodon­ didas futuras de inserción. Este tipo de extra­
tal. En la tabla 11-1 y en la literatura sobre el polación es de carácter puramente especula­
tema se ofrecen más detalles para valorar el tivo, pero es el único método disponible por el
pronóstico endodóncico y protésico. momento. Así. ante una pérdida de inserción
similar, un enfermo anciano posiblemente
muestra un pronóstico más favorable que otro
PRONÓSTICO GENERAL joven. Sin embargo, la capacidad de regenera­
ción de los enfermos jóvenes durante el trata­
El pronóstico general depende fundamen­ miento suele considerarse mayor que la de los
talmente del diagnóstico, gravedad y distribu­ ancianos.
ción de la periodontopatía marginal, así como
de la higiene bucal del enfermo. La periodon­
titis más frecuente del adulto se caracteriza PRONÓSTICO ESPECÍFICO
por una progresión lenta y suele responder al
tratamiento convencional. En cambio, en la Para la valoración pronostica de cada
periodontitis incipiente precoz, la progresión diente se requieren los parámetros recogidos
de las pérdidas de inserción y las óseas es muy durante la exploración. La gravedad de la pér­
rápida. dida de inserción indica si el diente será capaz
La mayoría de las periodontitis juveniles y de soportar la carga funcional después del tra­
rápidamente progresivas responden al trata­ tamiento. Se trata del parámetro clínico más
miento mecánico y antibiótico combinados. importante para la valoración pronostica de
Sin embargo, la respuesta de la periodontitis cada diente. Las profundidades de sondaje se
prepuberal a menudo es limitada. El pronós­ corresponden con las pérdidas de inserción,
tico periodontal de las manifestaciones gingi- siempre que el margen gingival se encuentre a
voperiodontales de las enfermedades sistémi- la altura de la unión amelocementaria. Cuan­
cas depende, en principio, de la gravedad y de do se produce una recesión o hiperplasia de la
la respuesta al tratamiento de la enfermedad encía, se observan diferencias notables entre
sistémica. La periodontitis refractaria se carac­ ambos valores. En general, puede afirmarse
teriza, por definición, por el fracaso del trata­ que un diente con una bolsa profunda y una
miento convencional. escasa pérdida de la inserción presenta un

46
Pronóstico 47

Tabla 11-1. Pronóstico periodontal, endodóncico y protésico


Pronóstico periodontal Pronóstico endodóncico Pronóstico protésico

Pronóstico general Estado de la pulpa Diente


Diagnóstico Estado del periodonto apical Caries
Gravedad Morfología del conducto radicular Longitud de la corona clínica
Distribución Obturaciones radiculares Relación corona-raíz
Higiene bucal Reabsorción radicular Malposición dental
Enfermedades sistémicas
Edad del paciente Oclusión y articulación
Progresión Paraf unciones
Nivel de oclusión
Pronóstico especial Dimensión vertical
Pérdida de la inserción
Tipo de pérdida ósea Restauraciones previstas
Afectación de la furca Anchura de los pónticos
Profundidad de sondaje de Restauraciones existentes
la bolsa Restauraciones con perno y muñón
Morfología radicular Posición estratégica de los pilares
Posición dental
Movilidad
Encía insertada
Inflamación gingival

Valor periodontal Valor endodóncico Valor protésico

pronóstico más favorable que un diente con vecinos también influyen en la capacidad de
una bolsa reducida y una alta pérdida de in­ limpieza dental.
serción. El tipo de pérdida ósea también tiene
significado pronóstico. Así, las medidas rege-
La posibilidad de la limpieza de todas
nerativas suelen dar resultado en las pérdidas
las superficies dentales por parte del profe­
óseas verticales, pero resultan casi siempre
sional y del enfermo desempeña un papel
inútiles en los defectos óseos horizontales. En
esencial en el pronóstico periodontal de
contra de la hipótesis general, las superficies
cada diente.
dentales con una destrucción ósea vertical no
se asocian a pérdidas de inserción más inten­
sas que las superficies con una destrucción La movilidad dental constituye un signo de
ósea horizontal. La lesión de la furca general­ las pérdidas de inserción y óseas y/o de los
mente empeora el pronóstico de un determi­ traumatismos oclusales. La movilidad de­
nado diente, pero no siempre significa que sea pende considerablemente de la forma de la
irrecuperable. El principal problema en la raíz. Así, los dientes unirradiculares muestran
afectación de la furca es que el control de la en general una mayor movilidad, para el
placa de la furca es muy complicado tanto mismo grado de pérdida de inserción y ósea,
para el profesional como para el propio en­ que los dientes multirradiculares. especial­
fermo. De la misma manera, la morfología ra­ mente aquellos que poseen tres raíces. La mo­
dicular tiene un significado pronóstico. Los vilidad constituye un factor pronóstico desfa­
dientes unirradiculares se limpian, por regla vorable, por sí misma. La anchura de la encía
general, mejor que los multirradiculares. y las queratinizada no influye habitualmente en el
raíces redondas, mejor que las cóncavas. La pronóstico dental, mientras se mantenga una
posición dental y su proximidad a los dientes adecuada higiene bucal. Cuanto mayor es la
48 Parte práctica

inflamación gingival (en sangrado tras sondaje datos permite una valoración pronostica, pro­
y/o supuración), mayores son las posibilidades vechosa desde el punto de vista clínico. El
de curación después del tratamiento. pronóstico general y particular de cada diente
Ninguno de los parámetros clínicos citados se expresa, de acuerdo con las consideracio­
posee un valor pronóstico suficiente para pre­ nes expuestas, como bueno, dudoso o malo.
decir la progresión futura de la periodontopa- Los valores pronósticos periodontales, endo-
tía marginal o el resultado del tratamiento. dóncicos o protésicos de cada diente ayudan a
Únicamente la combinación de los diferentes elaborar el plan de tratamiento (tabla 11-1).
12. Plan de tratamiento

El plan terapéutico permite establecer los Aunque la elaboración del plan terapéu­
tratamientos necesarios y determinar su se­ tico varía en cada persona, es necesario seguir
cuencia cronológica. El tratamiento periodon- los distintos pasos con una secuencia prede­
tal requiere una larga planificación. Su ob­ terminada (tabla 12-1).
jetivo consiste en mantener la dentición fun­ Durante la reevaluación, que tiene lugar
cional hasta la conclusión de la vida y satisfa­ después del tratamiento inicial, de la cirugía
cer los deseos del paciente con respecto a la periodontal y de manera periódica durante las
estética y al bienestar. Dependiendo del pro­ revisiones, se determina el nivel óptimo de­
nóstico periodontal, endodóncico y protésico seable en cada caso. Este nivel óptimo de­
se decidirá si es necesario extraer algún pende, entre otras, de la higiene bucal, rela­
diente. Los intentos heroicos por conservar ciones anatómicas y defensas inmunológicas.
dientes con un mal pronóstico raramente cum­ Si el nivel óptimo se encuentra muy por de­
plen el propósito de mantener la función den­ bajo del objetivo terapéutico proyectado in-
tal. Sin embargo, el tratamiento está justifi­ cialmente, hay que modificar la valoración
cado en dientes estratégicos con un pronóstico pronostica o incluso el plan terapéutico. Si
periodontal dudoso, pero no malo. De todas después de la reevaluación continúan las in-
maneras, el paciente y el terapeuta deben ser certidumbres sobre el pronóstico a largo plazo
conscientes del riesgo de fracaso de la medida. de determinados dientes, se procederá a nue­
Los dientes con un pronóstico periodontal de­ vas valoraciones al cabo de 6 y 12 meses.
sesperado generalmente no influyen negativa­ Lo que se considera más importante es to­
mente en la salud periodontal de los dientes mar las decisiones que son irreversibles, co­
vecinos. Además, se establecerá qué dien­ mo, por ejemplo, las restauraciones fijas, úni­
tes requieren raspado y alisado de la raíz o in­ camente después de la elaboración del plan
cluso una intervención periodontal. Los trata- definitivo de tratamiento.
1 mientos endodóncicos y protésicos también
| deben incorporarse al plan terapéutico. Estos
| tratamientos se anotarán en el plan de tratá­ Todo plan para tratar las periodontitis
is miento periodontal. que servirá de guía du- marginales debe incluir el tratamiento pe­
1 rante su ejecución. riódico de mantenimiento.


s

:
50 Parte práctica

Tabla 12-1. Medidas de las distintas fases del tratamiento de la periodontitis


Preparación. Tratamientos de urgencia
Extirpación de dientes con pronóstico irrecuperable
Tratamiento protésico provisional

1.*fase. Tratamiento inicial


Información, motivación e instrucciones sobre higiene bucal
Raspado supra y subgingival, y alisado de la raíz
Tratamiento de las caries y restauración temporal o definitiva
Tratamiento del conducto radicular
Eliminación de los lugares de retención de la placa
Tallado de los contactos ociusales patológicos
Férula provisional

Reevaluación
índice de la placa
Medición de la profundidad de sondaje
Sangrado tras sondaje

2.* fase. Cirugía periodontal


Cirugía de colgajo
Cirugía mucogingival

3.a fase. Tratamiento restaurador


Restauraciones definitivas
Prótesis removibles y/o fijas

4. a fase. Tratamiento de mantenimiento


Raspado supra y subgingival, y alisado de la raíz
Reevaluación anual

Reevaluación
índice de la placa
Medición de la profundidad de sondaje
Sangrado tras sondaje
13. Objetivos del tratamiento de la gingivitis
y de la periodontitis

OBJETIVOS DEL TRATAMIENTO OBJETIVOS DEL TRATAMIENTO


DE LA GINGIVITIS DE LA PERIODONTITIS

Los objetivos para elaborar un plan básico Los objetivos del tratamiento de la perio­
de tratamiento de la gingivitis comprenden dontitis consisten en conservar el nivel de in­
restitutio ad inlegrum y la prevención de la pe­ serción actual, el nivel del hueso alveolar y la
riodontitis marginal. capacidad funcional del diente, prevenir las
pérdidas dentales y regenerar el periodonto.

51
14. Tratamiento inicial

En este lugar conviene recordar una vez val en intervalos trimestrales o semestrales.
más la importancia de las infecciones en la En este mismo sentido, el paciente debe cola­
etiología de la gingivitis y periodontitis margi­ borar en el control de la placa supragingival
nales. Sólo de esta manera es posible afirmar para retrasar la nueva colonización de la bolsa
que todas las medidas para el tratamiento de periodontal por las bacterias patógenas. El
las gingivitis y periodontopatías marginales se tratamiento de la peridontitis sólo dará un re­
dirigen, de una manera directa o indirecta, a sultado satisfactorio a largo plazo, si el trata­
combatir la infección. miento inicial, la posible cirugía periodontal
requerida, las revisiones periódicas (control
subgingival de la placa) y la higiene bucal dia­
INFORMACIÓN ria (control de la placa supragingival) se reali­
zan de una manera coherente. El calendario y
Antes de comenzar el tratamiento, hay las molestias que ocurrirán durante la fase de
que informar al enfermo sobre el tipo de pe- tratamiento activo y durante la revisión «inde­
riodontopatía marginal que padece, sus causas finida» son otros aspectos que el enfermo
y sus posibles secuelas. Además, debe comen­ debe conocer. La comunicación es fundamen­
tarse de una manera exhaustiva el plan de tra­ tal, puesto que el paciente contribuye de ma­
tamiento previsto para que el enfermo se nera decisiva al resultado terapéutico.
pueda preparar adecuadamente. Durante la
conversación se explicará al paciente que pa­
dece una enfermedad infecciosa producida MOTIVACIÓN
por bacterias, cuya evolución es crónica y
puede determinar una movilidad o caída del El terapeuta y el enfermo deben realizar el
diente si no se realiza tratamiento (siempre tratamiento de prevención secundaria de las
que aún no se haya iniciado). El paciente periodontitis marginales de común acuerdo.
debe saber que el objetivo del tratamiento es El terapeuta es responsable de explicar al en­
la conservación de todos los dientes con un fermo el calendario terapéutico y de vigilar su
pronóstico favorable o dudoso. Sin embargo, ejecución. El paciente debe verificar los resul­
los dientes con un pronóstico irrecuperable tados del tratamiento, para que comprenda la
serán extraídos durante el tratamiento y susti­ importancia y la necesidad de su colaboración
tuidos por prótesis dentales. Además, se indi­ (cumplimiento).
cará al paciente que el tratamiento de la pe­ El cumplimiento suele mejorar si el en­
riodontitis marginal se dirige contra las fermo conoce los motivos del tratamiento. De
bacterias de la bolsa periodontal responsables todas maneras, para que los enfermos con una
de la lesión. Conviene que conozca que las higiene bucal inadecuada no se sientan frus­
bacterias patógenas para el periodonto vuel­ trados y puedan motivarse de nuevo, el tera­
ven a colonizar la bolsa periodontal a las 6 a peuta debe entender que la higiene bucal es
25 semanas después de la limpieza y se re­ un hábito que se adquiere durante decenios y
quiere un control regular de la placa subgingi- no se modifica de la noche a la mañana con

52
Tratamiento inicial 53

unas cuantas palabras bien intencionadas.


Únicamente los controles regulares y la remo­
tivación continuada del enfermo pueden mo­
dificar de manera definitiva los hábitos de hi­
giene bucal.

INSTRUCCIONES

La higiene bucal adecuada (control mecá­


nico de la placa supragingival) desempeña un
papel esencial en la prevención primaria y se­
cundaria de las periodontopatías marginales. Fig. 14-1. Cepillos dentales (de varias hileras), ce­
La eliminación periódica de la placa supragin­ pillos del surco, cepillos unipenacho, cepillos inter­
gival en intervalos menores de 48 horas im­ dentales y estimulador gingival (de izquierda a dere­
pide la aparición de la gingivitis. Además, si se cha).
logra un control adecuado de la placa supra­
gingival se retrasa el establecimiento de la
placa subgingival después del tratamiento ini­ erosiones gingivales. Los cepillos dentales se
cial. la cirugía periodontal y las revisiones. sustituirán en cuanto se doblen las cerdas, lo
que ocurre, por regia general, al cabo de los 3
meses de su uso general.
Las medidas de higiene bucal se deben
La técnica de cepillado descrita por Bass
adaptar a las condiciones anatómicas de
(1954) se aconseja para la limpieza de las su­
cada paciente.
perficies dentales gingivales y del surco gingi­
val. Esta técnica se basa en angular las cerdas
Para elegir el método más idóneo para la 45° con respecto al eje longitudinal del diente
limpieza dental diaria es necesario tener en e introducirlas en el surco gingival, extra­
cuenta la capacidad de comprensión, es decir. yendo la placa supragingival mediante movi­
el «CI dental» y la habilidad del enfermo. Los mientos continuos de vaivén. La técnica modi­
medios para la higiene bucal han de permitir ficada de Stillman se aplica a las resecciones
que el paciente limpie con eficacia todas las gingivales. Para ello, se colocan los extremos
superficies dentales. de las cerdas en sentido apical sobre la encía y
Los cepillos dentales con cerdas de nylon luego se aplican movimientos vibratorios con
son mejores que los de cerdas naturales (p. ej., rotación coronal.
porcinas), porque el nylon posee propiedades Los cepillos dentales eléctricos son también
más homogéneas y se mantiene constante en útiles. Algunos de los más recientes permiten
el tiempo. Las diferentes cerdas son agrupadas limpiar la superficie dental supragingival con
en haces y éstos se disponen en 2 a 4 hileras. la misma eficacia que los cepillos dentales ma­
Los cepillos dentales de 4 hileras muestran nuales y la seda dental.
una mayor superficie que los de 3 o 2 filas y Para la superficie interproximal se re­
resisten mejor a las fuerzas de compresión, sin quiere, además, la seda dental, los cepillos in­
doblarse (fig. 14-1). Para los adultos se reco­ terdentales o los cepillos unipenacho. La seda
miendan los cepillos dentales con cerdas de dental resulta más idónea para los espacios in­
nylon blandas (aproximadamente 0,2 mm de terdentales estrechos. El efecto limpiador de
diámetro y 10 mm de longitud), redondeadas la seda dental encerada o no encerada es el
y en 4 hileras. Para los niños se prefieren los mismo. Las ventajas de la seda dental no en­
cepillos dentales más pequeños con cerdas cerada residen en que es más fina, se desliza
más delgadas (aproximadamente 0.1 mm de mejor por los puntos de contacto estrecho y se
diámetro) y cortas (aproximadamente 9 mm extiende mejor en caso de tensión (fig. 14-2).
de longitud). Las cerdas duras suelen causar Sin embargo, la seda dental encerada es más
54 Parte práctica

terdental depende de la amplitud del espacio


interdental y de las relaciones anatómicas (fi­
gura 14-3).
A pesar de que los cepillos dentales ma­
nuales, algunos cepillos eléctricos y los cepi­
llos interdentales penetran en la bolsa perio-
dontal hasta una profundidad de 0,5-1,4 mm,
en la práctica su efecto limpiador se restringe
prácticamente a la superficie dental supragin-
gival.
El efecto abrasivo de las distintas pastas
dentífricas es muy variable. La pasta refuerza
Fig. 14-2. La seda dental no encerada se abre en
el efecto limpiador del cepillo. Si se utilizan
abanico durante su aplicación. Para la limpieza, se pastas muy abrasivas sobre recesiones gingiva­
debe mover sucesivamente en dirección coronoapi- les. pueden aparecer defectos cuneiformes del
cal. área radicular expuesta. Las abrasiones clíni­
cas del esmalte dental son mucho más raras.
La raíz es aproximadamente 35 veces más re­
fácil de aplicar sobre las superficies ásperas de sistente a la abrasión que el esmalte dental,
la obturación o en los bordes sobrecontornca- mientras que la dentina es 25 veces más sensi­
dos, aunque tiene el inconveniente de dejar ble, Las pastas dentífricas también pueden ser
restos de cera. Las superficies dentales vecinas portadoras de quimioterápicos que reducen el
a los espacios interproximaies muy dilatados o inicio de la placa, los cálculos dentales, la ca­
piezas intermedias del póntico se limpian me­ ries o la sensibilidad de las raíces expuestas.
jor con los cepillos interdentales, cepillos uni- Entre estas sustancias, el flúor es el que mayor
penacho o Super Floss. Las superficies inter­ predicamento tiene en la profilaxis de las ca­
proximaies cóncavas son difíciles de limpiar ries. Los antimicrobianos triclosán y citrato de
con la seda dental y generalmente se tratan cinc, que se incorporan a las pastas dentífricas.
con el cepillo interdental. Los palillos de dien­ pueden reducir el inicio de la gingivitis. Los
tes con una sección triangular también son úti­ pirofosfatos añadidos a las pastas dentífricas
les para limpiar los espacios interdentales disminuyen la producción del cálculo dental.
abiertos. La elección del medio de higiene in-
En general se recomienda limpiar los dien­
tes. como mínimo, dos veces al día y los espa­
cios interproximaies con seda dental, una vez
al día. La eficacia de la higiene dental resulta
decisiva para la conservación de la salud pe-
riodontal. La aplicación rigurosa de los me­
dios de higiene bucal puede producir un trau­
matismo periodontal. Por eso, nunca debe
sobrepasarse una compresión de 2 N con el
cepillo dental.
La aplicación de irrigadores (una vez al
día), además de la higiene bucal normal, me­
jora significativamente la salud gingival, pero
no contribuye a la eliminación de la placa. Es­
tos resultados que contradicen los conceptos
prevalentes hasta el momento sobre la corre­
lación entre acumulación de placa y gingivitis
Fig. 14-3. Para la higiene interdental se usa el cepi­
se explican porque los irrigadores eliminan las
llo unipenacho, el cepillo interdental o la seda dental, toxinas de las bacterias y favorecen la salud
dependiendo del tamaño del espacio interdental. gingival. Los irrigadores se recomiendan para
Tratamiento inicial 55

el tratamiento y prevención de la gingivitis. La mación de la placa y de la gingivitis durante


aplicación diaria del irrigador reduce también por lo menos 3 semanas. Además de la higiene
significativamente las superficies dentales san­ mecánica de la boca, la aplicación de dos en­
grantes tras el sondaje en las periodontitis juagues diarios con una solución de digluco­
marginales. Los irrigadores no poseen efectos nato de clorhexidina al 0,12-0,2 % mejora la
secundarios significativos en los pacientes con salud gingival a lo largo de los 6 a 24 meses de
enfermedades sistémicas. De todas maneras, observación.
conviene conocer que la aplicación de los irri­ La aplicación diaria de una solución de di­
gadores, al igual que los cepillos dentales y el gluconato de clorhexidina al 0,06 % con un
raspado subgingival, puede dar origen a bac- irrigador posee un mayor efecto sobre la salud
teriemias transitorias. La incidencia de bacte- gingival que los dos enjuagues diarios con la
riemias transitorias no aumenta en exceso si el solución de digluconato de clorhexidina al
irrigador se aplica junto con el cepillo dental o 0,12 %. Este fenómeno se ha explicado por­
el raspado subgingival. Los irrigadores se de­ que la irrigación supragingival introduce los
saconsejan en los pacientes con alto riesgo de compuestos antimicrobianos hasta aproxima­
endocarditis. damente la mitad de la profundidad de la
Para no sobrecargar al paciente, las medi­ bolsa periodontal. En cambio, el efecto de los
das necesarias para eliminar la placa deben re­ enjuagues bucales suele limitarse al margen
ducirse al máximo. supragingival.
Un aspecto decisivo para comprender la
eficacia clínica del digluconato de clorhexi­
CONTROL QUÍMICO DE LA PLACA dina es su tiempo de permanencia en la cavi­
SUPRAGINGIVAL dad bucal. El digluconato de clorhexidina
continúa con su efecto antibacteriano durante
El control químico de la placa supragingi- más de 2 horas después de su aplicación en la
val sólo sirve, por regla general, para reforzar cavidad bucal (persistencia). Las soluciones
el control mecánico de la placa supragingival y antimicrobianas persistentes se pueden aplicar
no sustituye, a la larga, los métodos conven­ con menos frecuencia que las pasajeras, de­
cionales de higiene bucal. El control químico bido a su eficacia clínica. En general, el cum­
de la placa está indicado cuando el control plimiento en la aplicación de estos medica­
mecánico de la placa supra y subgingival no mentos es mayor que el que se produce en
da el resultado esperado o se halla limitado aquellos que exigen varias dosis diarias. Para
por otras circunstancias, como ocurre, por evitar las interacciones, el flúor debe adminis­
ejemplo, en la fase de cicatrización posterior a trarse, como máximo, 30-60 min después de
las intervenciones de cirugía periodontal y/o aplicar el digluconato de clorhexidina.
en los enfermos debilitados. Los principales efectos secundarios del di­
2 Las sustancias antimicrobianas, además de gluconato de clorhexidina comprenden la tin­
| aplicarse al control mecánico de la placa, me- ción exógena y reversible del diente, el au­
= joran significativamente la salud gingival. El mento de la formación de cálculos dentales y
% compuesto mejor conocido y estudiado como una alteración pasajera del gusto (sabor sa­
I medio contra la placa y la gingivitis es el diglu- lado).
s conato de clorhexidina. El digluconato de La administración del digluconato de clor­
0 clorhexidina produce una desorientación de la hexidina resulta muy segura. Este fármaco se
¡ estructura lipoproteica de la membrana celu- puede administrar durante 2 años sin que apa­
1 lar, que aumenta su permeabilidad, tras el rezcan cepas bacterianas resistentes ni compli­
o contacto con los microorganismos. El efecto caciones clínicas significativas. De todas ma­
": bactericida del digluconato de clorhexidina neras, en la práctica no suele administrarse de
<n depende de la coagulación intracelular. Se ha manera prolongada, debido a los efectos se­
o demostrado que la administración aislada de cundarios, sobre todo a la tinción dental. En
3 un solución de digluconato de clorhexidina al la actualidad se están desarrollando fármacos
s 0.12-0,2%, dos veces al día. previene la for­ para combatir la placa y la gingivitis que po-
56 Parte práctica

sean la misma eficacia clínica que el digluco- interdentales cerrados por las prótesis dificul­
nato de clorhexidina, pero ninguno de sus tan el control de la placa. Debajo de los bor­
efectos secundarios. des exagerados de las restauraciones pueden
Los lavados con una solución de superó- aparecer colonias de bacterias patógenas que
xido de hidrógeno al 3 %. soluciones de ex­ invaden el espacio subgingival. Estas bacterias
tracto de sanguinaria, soluciones de cloruro determinan la inflamación del periodonto. Por
de cetilpiridinio. soluciones de aminofluoruro consiguiente, es necesario eliminar los lugares
o soluciones de benzoato sódico apenas dismi­ de retención de la placa, según convenga, du­
nuyen la placa. Su eficiencia en el tratamiento rante el tratamiento de la periodontitis. Asi­
de la gingivitis es más que dudosa. mismo, se sustituirán todas las prótesis que
produzcan daños yatrogénicos del periodonto
y no reúnan las exigencias debidas. En gene­
Las sustancias antibacterianas locales ral, las superficies convexas se pueden limpiar
reducen la placa y la gingivitis, siempre que mejor que las cóncavas.
se administren de forma regular.

Ya a las 48 horas de interrumpir los enjua­ FERULIZACIÓN


gues con clorhexidina, el número de bacterias La inmovilización de los dientes con un
de la saliva vuelve a los valores iniciales. Los aumento de la movilidad sólo está indicada
compuestos antimicrobianos disponibles en la cuando peligra la función dental o el enfermo
actualidad no poseen un efecto prolongado, sufre molestias.
que se mantenga durante semanas o incluso La férula dental puede ser provisional o
meses. definitiva. Se han propuesto multitud de me­
didas para la fijación provisional de los dien­
tes con movilidad. Se han obtenido resultados
ELIMINACIÓN DE LOS LUGARES clínicos aceptables con una combinación de
DE RETENCIÓN DE LA PLACA mallas metálicas o de plástico, composite o la
técnica del grabado ácido (fig. 14-4). Con es­
Para poder llevar a cabo una higiene bucal tos métodos se alcanza una fijación rígida.
eficaz, es necesario que todas las superficies provisional y duradera de los dientes móviles.
dentales resulten accesibles. Los recovecos. El composite, que suele aplicarse sin ningún
los rebordes exagerados de las restauraciones. otro tipo de refuerzo sobre las regiones de
las coronas sobrecontorneadas y los espacios contacto de los dientes vecinos grabadas, se
fractura con bastante frecuencia al poco
tiempo (fig. 14-5). Después de la fractura, es
muy complicado retirar el composite, sin da­
ñar el esmalte dental. Por eso, este método se
desaconseja.
La fijación definitiva de los dientes suele
realizarse en combinación con el tratamiento
protésico definitivo.

RASPADO Y ALISADO DE LA RAÍZ


El raspado y alisado de la raíz son esencia­
les para tratar las periodontitis marginales. El
resultado del tratamiento de la periodontitis
Fig. 14-4. Férula provisional de un incisivo lateral depende, en gran medida, de la calidad del
con gran movilidad combinando una malla metálica raspado y del alisado de la raíz durante el tra­
con composite y la técnica del grabado ácido. tamiento inicial y de mantenimiento.
Tratamiento inicial 57

los tejidos blandos conviene eliminar las en-


dotoxinas. El aüsado de la superficie radicular
reduce la adherencia de la placa después de la
limpieza.
El raspado y el alisado de la raíz constitu­
yen una de las técnicas más difíciles de domi­
nar de la odontología. Para aprender correc­
tamente esta técnica, se requiere una prepara­
ción intensiva. En general, el raspado y ali­
sado de la raíz se realizan bajo anestesia local
en las bolsas periodontales profundas (de 4-
6 mm o más). La anestesia local mejora el bie­
Fig. 14-5. Férula provisional con composite y la téc­ nestar del paciente y también la ejecución del
nica del grabado ácido en la región de contacto (a la tratamiento por el odontólogo.
izquierda); suele fracturarse al poco tiempo (a la de­
recha).
Indicaciones y contraindicaciones

Objetivos del raspado y alisado de la raíz El raspado supragingival está indicado en


las gingivitis y periodontitis marginales. En las
El objetivo inmediato del raspado y alisado periodontitis marginales debe procederse,
de la raíz es procurar una superficie dental y además, al raspado subgingival y alisado de la
radicular más limpia, lisa y dura. El objetivo a raíz.
largo plazo es la recuperación y/o manteni­ El raspado subgingival y alisado de la raíz
miento de la salud periodontal. así como la están contraindicados en las personas con un
preservación del nivel de inserción. periodonto y una profundidad de la bolsa de
3 mm o menos tras el sondaje. El raspado sub­
R a s p a d o supra y subgingival y alisado gingival y alisado de la raíz reiterados produ­
de la raíz cen pérdidas de la inserción en los sujetos con
periodonto sano.
Durante el raspado supragingival se elimi­
nan la placa y los cálculos dentales coronales Cálculo dental
al margen gingival, y durante el raspado sub­
gingival, la placa y los cálculos dentales apica­ El cálculo dental se puede localizar a nivel
les al margen gingival. El raspado supra y sub­ supra o subgingival. El cálculo dental supra­
gingival se deben realizar en la misma sesión gingival es de color blanquecino y contiene
con el fin de eliminar todos los posibles cálcu-
• los supra o subgingivales de los dientes trata-
| dos. Sólo en casos de depósitos calcificados e
= intensos a nivel supra y subgingival, se mani-
0 pularán inicialmente las superficies supragin-
| givales y luego las subgingivales. En todos los
| casos, el raspado debe seguirse del alisado ra-
| dicular. medida con la que se pretende elimi-
1 nar todos los restos del cálculo dental que
•| quedan adheridos a las microporosidades del
| cemento de la raíz y toda alteración patoló-
•2 gica de éste. Hasta ahora, no se conoce la ex-
<fí tensión del cemento radicular con endotoxi-
o ñas que debe extirparse para favorecer la
5 nueva inserción. De todas maneras, se admite
* en general que para la cicatrización óptima de quecino. y el subgingival tiene un color pardo.
58 Parte práctica

minerales de la saliva, por lo que afecta funda­ retención de la placa. El cálculo dental se aso­
mentalmente los dientes situados en la proxi­ cia mecánicamente al esmalte o al cemento ra­
midad de los orificios de desembocadura de dicular. Debido a la mayor aspereza del ce­
las glándulas salivales (primeros molares su­ mento radicular expuesto, la unión entre el
periores y dientes anteriores e inferiores). El cemento radicular y el cálculo dental es mayor
cálculo dental subgingival es de color pardo que entre el esmalte y el cálculo dental.
(fig. 14-6) y contiene minerales que proceden
fundamentalmente del líquido gingival, por lo Detección del cálculo dental
que se desarrolla una vez formada la bolsa pe-
riodontal. El cálculo dental subgingival no El cálculo dental supragingival suele reco­
constituye, por consiguiente, una causa sino nocerse mediante soplos secos. El cálculo den­
una consecuencia de la periodontitis marginal. tal tiene un color blanco, parecido a la tiza
Su localización es independiente de los orifi­ (fig. 14-7). El cálculo dental subgingival se vi­
cios de desembocadura de las glándulas sali­ sualiza en los márgenes de la bolsa periodon-
vales. Las bacterias bucales que colonizan el tal soplando sobre la encía (fig. 14-8). En las
cálculo dental son difíciles de eliminar con regiones más profundas de la bolsa periodon-
los medios de higiene bucal descritos ante­ tal sólo se detecta en forma de aspereza o de­
riormente. debido a la superficie rugosa del pósito con una sonda fina como la sonda 3A.
cálculo. Por consiguiente, la eliminación Las irregularidades de la superficie dental
del cálculo dental permite eliminar también subgingival como restauraciones sobrecontor-
las bacterias que residen en él y los lugares de neadas. restauraciones defectuosas o reabsor-

Fig. 14-7. El cálculo dental supragingival se visua- Fig. 14-8. La porción marginal del cálculo subgingi-
liza secando la encía (a la derecha). val se visualiza soplando la encía.

Cálculo dental Cálculo dental Restauración Restauración Reabsorción


sobremodelada sub modelada radicular
Fig. 14-9. Diferenciación de los hallazgos gingivales con la sonda 3A.
i raismíento inicial 59

Tabla 14-1. Posición del terapeuta para el raspado y alisado de la raíz


Maxilar/ Posición del
mandíbula Grupa dental Superficie dental terapeuta Fute/o

Maxilar derecho Dientes posteriores 9-11 horas Dorso de la mano


e izquierdo 9-11 horas Palma
Dientes anteriores Superficies visibles 8-9 horas lintrabocal
Superficies linguales 11-12 horas íntrabucal

Mandíbula dere­ Dientes posteriores 8-9 horas íntrabucal,


cha e izquierda 9-11 horas íntrabucal
Dientes anteriores. Superficies visibles 8-9 horas íntrabucal
Superficies linguales 11-12 horas íntrabucal

Fíg. 14-10. Postura en: et sillón para el raspado y alisado de la raíz: posición a tas 9 horas (a) y a las 11 ho­
s ras fb).

cíón radicular se diferencian de los cálculos lajada. Los pies deben apoyarse sobre el
dentales subgingivales por sus propiedades de suelo: los muslos, estar paralelos al suelo: la
superficie (fig. 14-9). espalda recta, estar apoyada sobre el respaldo
del sillón: la cabeza, estar mínimamente incli­
Postura en ei sillón nada: los hombros, estar colgando: ios ante­
brazos. hallarse a la altura de la cintura, y el
Para realizar un raspado y alisado de ia peso del cuerpo, estar repartido de manera
I raíz ergométricos, se requiere que el odontó­
logo se siente en el sillón con una postura re­
homogénea (fig. 14-10). El paciente debe co­
locarse de manera que el odontólogo pueda
60 Parte práctica

ver la boca sin abandonar la postura descrita. hay que limpiar y se mueve constantemente
La cabeza del paciente, apoyada en la silla de aplicando una ligera presión (fig. 14-11). De
exploración, debe quedar sobre el regazo del esta manera se evita la lesión por el calenta­
terapeuta. Para el raspado de cada una de las miento excesivo de la superficie dental y/o de
superficies dentales, es necesario variar la pos­ los tejidos circundantes.
tura del terapeuta (según las horas del reloj). Cuando se trabaja con instrumentos sóni­
La tabla 14-1 muestra la postura habitual del cos o ultrasónicos, la superficie radicular
terapeuta para la limpieza de los distintos gru­ muestra una gran aspereza y contiene una
pos y superficies dentales (fig. 14-10). cantidad prácticamente ocho veces mayor de
endotoxinas que cuando se trabaja con los ins­
Raspado con instrumentos sónicos trumentos manuales.
y ultrasónicos
Los raspadores sónicos y ultrasónicos son Siempre que se utilicen instrumentos
instrumentos impulsados por aire comprimido sónicos o ultrasónicos, debe alisarse des­
o eléctricos, con los que se elimina la placa, el pués la raíz con un instrumento manual.
cálculo dental y las tinciones dentales exóge-
nas. Los instrumentos sónicos de aire compri­ Los instrumentos ultrasónicos pueden al­
mido trabajan con oscilaciones de una fre­ terar la función de los marcapasos y no deben
cuencia comprendida entre 2.300 y 6.300 Hz. utilizarse en enfermos con este dispositivo.
Los instrumentos ultrasónicos o piezoeléctricos Por otro lado, los instrumentos sónicos y ul­
utilizan frecuencias de 20.000 a 40.000 Hz. trasónicos no se recomiendan en los pacientes
Para la refrigeración se introduce agua a tra­ con enfermedades infecciosas, como la hepati­
vés o por fuera de la punta del instrumento. tis o la infección por VIH, ya que los aeroso­
Los instrumentos sónicos y ultrasónicos están les producidos durante el raspado pueden di­
indicados en caso de grandes acumulaciones seminar los microorganismos.
de cálculo dental, cálculo dental difícil de ex­
traer o tinciones extrínsecas intensas. Los ins­
trumentos sónicos y ultrasónicos son muy úti­ Raspado y alisado de la raíz
les para la limpieza previa y macroscópica. con instrumentos manuales
Además, en las afectaciones de la furca de
grado II y III suelen ser más eficaces que los Resulta inevitable proceder al raspado y
instrumentos manuales. El extremo de trabajo alisado de la raíz con instrumentos manuales
de los instrumentos sónicos y ultrasónicos se en el tratamiento de la periodontitis marginal.
coloca plano sobre la superficie del diente que Los instrumentos manuales ofrecen un aca­
bado más liso y con menos endotoxinas de la
superficie radicular que los sónicos o ultrasó­
nicos. A pesar de que la eficacia de los instru­
mentos sónicos o ultrasónicos y de las curetas
manuales es muy similar en lo que a la elimi­
nación del cálculo y de la placa subgingival se
refiere, el nivel terapéutico óptimo sólo se al­
canza con instrumentos manuales después de
los instrumentos sónicos o ultrasónicos. La
combinación de los instrumentos sónicos o ul­
trasónicos, seguida de los manuales, se ha aso­
ciado a la máxima eficacia en clínica.

Instrumentos manuales

Fig. 14-11. Adaptación de los instrumentos sónicos Los instrumentos manuales se caracterizan
y ultrasónicos. por el mango, el vastago con una pieza supe-
Tratamiento inicial 61

Extremo de trabajo

Superior
Inferior i n , e r m e d ¡ o
Vastago
Fig. 14-12. Componentes del instrumento de mano utilizado en la limpieza.

caracterizan por un extremo puntiagudo,


mientras que en las curetas es redondeado. La
superficie facial y el vastago inferior forman
Superficie facial
un ángulo recto (90°) en los raspadores y cure-
Borde córlame
tas universales. La superficie facial de las cure-
Superficie lateral tas especiales de Gracey forma un ángulo de
Superficie lateral 70°. Los raspadores y curetas universales tie­
Fig. 14-13. Superficies y bordes de los extremos de nen un extremo de trabajo recto y dos bordes
trabajo de los raspadores y curetas. cortantes. En cambio, las curetas de Gracey
disponen de un extremo de trabajo romo con
un solo borde cortante. El borde cortante es
rior. intermedia e inferior y el extremo de tra­ convexo y se sitúa mucho más abajo del borde
bajo (fig. 14-12). Éste suele dividirse en los opuesto, no cortante (fig. 14-14).
tercios anterior, medio y posterior. La superfi­ A continuación, se describirá la técnica de
cie facial se continúa con el borde cortante y fi­ raspado y alisado de la raíz con los raspadores
nalmente con la superficie lateral. Las dos su­ y las curetas de Gracey. No se ilustrará, en
perficies laterales se unen en el dorso del cambio, el uso de las curetas universales.
instrumento (fig. 14-13). Dependiendo del
tipo y del diseño del instrumento manual, se
Sujeción del instrumento
diferencian los extremos y ángulos de trabajo
con los que se construyen los vastagos. El instrumento se puede sujetar como si
fuera un lápiz, con una versión modificada de
Raspadores y curetas esta maniobra o con la palma y el pulgar. En
la prensión de «lápiz», el pulgar y el dedo ín­
Los raspadores y las curetas son los instru­ dice se sitúan encima del instrumento, y el
mentos manuales más eficaces e importantes anular, por debajo. De este modo, la mano.
en la periodoncia clínica. Los raspadores se relajada, fija el instrumento de una manera in-

Raspador
Cúrela universal * C u r d a de Gracey
Fig. 14-14. Diferencias de diseño entre raspadores, cúrelas universales y curetas de Gracey.
62 Parte práctica

«lápiz», modificada, el instrumento es suje­


tado con las yemas del pulgar, índice y dedo
medio. El pulgar se sitúa entre el dedo índice
y medio, sobre el otro lado del instrumento.
Al producirse un contacto en tres puntos dife­
rentes, el instrumento queda perfectamente fi­
jado en la mano. Este tipo de sujeción se
aplica para el raspado y alisado de las raíces
(fig. 14-16). La prensión con la palma y el pul­
gar es la que mejor fija el instrumento en la
mano, pero sólo se aplica para el afilado de
los instrumentos (fig. 14-17).
Fig. 14-15. Prensión de «lápiz»
Fulcro

Para que el raspado y alisado de la raíz re­


sulten eficaces, la mano debe apoyarse correc­
tamente. Si se desea transmitir al máximo la
fuerza, el fulcro debe quedar cerca del lugar
de trabajo, es decir, en la proximidad de la su­
perficie del diente que hay que tratar. Si el
fulcro es lejano, la transmisión de la fuerza se
reduce. Así pues, el fulcro intrabucal ideal se
encuentra a dos dientes de la superficie dental
tratada (fig. 14-18). El apoyo sobre el diente
tratado es muy poco recomendable. El fulcro
intrabucal se debe realizar siempre con el
dedo anular (dedo de apoyo). El dedo meñi­
que resulta demasiado débil para el fulcro.
Fig. 14-16. Prensión de lápiz modificada. Los dientes posteriores y superiores no
son accesibles con la maniobra indicada (ta­
bla 14-1). En estas áreas se recurre al fulcro
extrabucal. Para la manipulación instrumental
de los dientes posteriores y superiores del
lado derecho, el dorso de la mano (fig. 14-19)
se apoya sobre el cuerpo mandibular: cuando
se requiere el tratamiento de los dientes pos­
teriores y superiores del lado izquierdo, se
apoya la palma de la mano (fig. 14-20) sobre
el cuerpo de la mandíbula.

Adaptación y angulación

La adaptación del instrumento establece la


relación tridimensional entre el extremo de
Fig. 14-17. Prensión de pulgar y palma. trabajo y el diente. El tercio anterior del ex­
tremo del instrumento se aplica sobre la su­
suficiente, ya que el contacto con él se halla li­ perficie dental. La adaptación sobre el pie (de
mitado a un área muy circunscrita (fig. 14-15). punta) o sobre el tercio intermedio posterior
Esta prensión no resulta idónea para el ras­ produce un traumatismo dental y/o gingival
pado y alisado de la raíz. En la prensión de (fig. 14-21). La angulación del borde cortante
Tratamiento inicial 63

Tercio anicrior

Tercio medio

Fig. 14-18. El fulcro intrabucal se establece a una Fig. 14-21. Adaptación del tercio anterior del ex­
distancia de dos dientes de la superficie dental tra­ tremo de trabajo de la cureta. Si se adapta el tercio
tada. medio o la punta se produce un traumatismo gingival
o dental.

k
Fig. 14-19. Fulcro extrabucal con el dorso de la
mano apoyado sobre el cuerpo de la mandíbula para
la instrumentación de los dientes posterosuperiores
del lado derecho.

Fig. 14-22. Angulacion de la superficie facial con


respecto a la dental. El ángulo ideal varía entre 60 y
80=, y nunca debe ser menor de 45° ni mayor de 90°.

sobre la superficie dental debe ser de 60-80°


para el raspado y alisado correctos de la raíz.
El ángulo nunca será menor de 45° ni mayor
de 90°, porque la eficacia del raspado fuera de
estos ángulos es muy reducida (fig. 14-22).
Para obtener una angulacion ideal, se gira el
Fig. 14-20. Fulcro extrabucal con la palma de la borde cortante sobre el diente y el dorso so­
mano apoyada en el cuerpo mandibular para la ins­ bre el epitelio de la bolsa. El diseño de las cu-
trumentación de los dientes posterosuperiores del retas de Gracey facilita la angulacion correcta
lado izquierdo. del borde cortante, siempre que el vastago in-
64 Parte práctica

ferior quede paralelo a la superficie dental. El


vastago inferior debe angularse 10-30° con res­
pecto a la superficie dental en los demás raspa­
dores, para obtener una angulación de la su­
perficie facial de 60-80°.

Movimientos durante el raspado


Antes del raspado y durante este, el tera­
peuta debe valorar la extensión y localización
de los cálculos dentales supra y subgingivales.
que desea extraer. El cálculo supragingival de
las superficies interproximales y los cálculos
subgingivales deben palparse antes del ras­
pado con la sonda 3A y durante éste con el
raspador o la cureta. Para poder reconocer la
aspereza con el raspador o la cureta. se aplica
un movimiento de exploración con una ligera
presión lateral. En general, los cálculos supra-
gingivales son fáciles de detectar en las caras
vestibular y lingual. Fig. 14-24. Después de extirpar el cálculo dental
(raspado) se alisa la raíz.
Para el raspado y alisado de la raíz se
adaptan los raspadores y curetas al diente y se
colocan apicales al cálculo, es decir, a la aspe­
reza palpable. Luego, se oprime el tercio ante­ tensa presión lateral. Esta elevada presión la­
rior del extremo de trabajo del instrumento teral es necesaria para que el cálculo dental se
contra la superficie dental y se inicia el movi­ desprenda de su unión al diente. Si se aplica
miento de trabajo. Estos movimientos pueden una presión lateral reducida, el cálculo dental
ser verticales, oblicuos u horizontales (figu­ se alisa en su superficie, sin ser eliminado por
ra 14-23). Los movimientos verticales son los completo. En general, es más fácil extraer los
más utilizados. Los movimientos oblicuos y cálculos dentales supragingivales que los sub­
horizontales se aplican sobre muy pocas su­ gingivales. Para el alisado de la raíz, el movi­
perficies dentales. Durante el raspado, los mo­ miento aplicado es mayor, pero la fuerza late­
vimientos. cortos, se transmiten con una in- ral se reduce. La transición del raspado al
alisado de la raíz debe ser continua (fig. 14-24).
Durante el raspado subgingival y alisado
de la raíz, el dorso de la cureta gira contra el
epitelio de la bolsa, pero resulta casi siempre
inevitable el curetaje involuntario y mínimo
de la encía.
Durante la cirugía de colgajo, las fresas
diamantadas de grano fino permiten tratar la
raíz con la misma eficacia que las curetas.

Activación de ios movimientos de trabajo

El movimiento de trabajo se activa con un


desplazamiento combinado de la muñeca y an­
tebrazo. Dependiendo de la superficie dental
Fig. 14-23. Movimientos de raspado verticales, obli­ que haya que tratar, se giran o se balancean la
cuos y horizontales. muñeca y el antebrazo. Para ello, se aplica el
Tratamiento inicial 65

principio físico de la palanca. El punto de ro- dependiendo del apoyo. Para los dientes pos­
tación (hipomoclion) es el dedo de apoyo teriores y superiores se aplica un fulcro extra-
(dedo anular). El brazo corto de la palanca se bucal, y la mano y el antebrazo se desplazan
compone del mango, vastago y extremo del en la dirección del movimiento de trabajo.
instrumento, y el largo, de la mano, muñeca y Es esencial no modificar la posición de la
antebrazo. Aplicando una fuerza reducida al mano durante el movimiento de trabajo. La
brazo largo de la palanca, se transmite una activación digital errónea del movimiento de
gran fuerza al brazo corto (fig. 14-25). En la trabajo es frecuente y obedece únicamente al
región anterior de ambos maxilares se prefie- movimiento de los dedos. Esta activación pro-
ren los movimientos rotatorios. En cambio, en duce un agotamiento prematuro de los múscu­
los dientes posteriores e inferiores se pueden los de la mano, demasiado débiles para esta
practicar movimientos de rotación o balanceo labor.

Fig. 14-26. El raspado se realiza de forma sectorial.


66 Parte práctica

Fig. 14-27. Adaptación del extremo de trabajo al ro­


dear el perímetro dental. Se produce un raspado en Fig. 14-28. Curetas de Gracey 5/6, 7/8, 11/12 y
toda la superficie. 13/14.

Para evitar la activación digital, no de­


ben separarse los dedos de apoyo y de su­
jeción (dedos anular y medio) durante el
movimiento de trabajo.

El extremo de trabajo pasa de un sector de


la superficie dental a otro (fig. 14-26). Para
que se adapte correctamente, hay que girar el
instrumento sobre su eje longitudinal (figu­
ra 14-27).
Fig. 14-29. Adaptación de la cureta de Gracey 5/6 a
Raspado y alisado de la raíz con las curetas los dientes anteriores.
de Gracey
Las curetas de Gracey disponen de un di­
seño específico para cada superficie dental.
Todo el conjunto se compone de 7 curetas. En
general basta con 4 de los instrumentos (figu­
ra 14-28). La cureta 5/6 se aplica en todas las
superficies de los dientes anteriores (figu­
ra 14-29): la cureta 7/8. en las superficies vesti­
bular y lingual de los dientes posteriores (fi­
gura 14-30), y las superficies linguales de los
dientes anteriores e inferiores; la cureta 11/12,
en las superficies mesiales de los dientes pos­
teriores (fig. 14-31), y la cureta 13/14, en las
superficies distales de los dientes posteriores
(fig. 14-32 y tabla 14-2). Las áreas de trabajo
de las diferentes curetas se superponen entre Fig. 14-30. Adaptación de la cureta de Gracey 7/8 a
la superficie vestibular de los dientes posteriores (a la
sí (fig. 14-33). Las curetas 5/6,11/12 y 13/14 se
izquierda). La adaptación de la cureta a la superficie
aplican con movimientos verticales, mientras lingual de los dientes posteriores es similar. Adapta­
que la cureta 7/8 se desplaza en sentido obli­ ción incorrecta de la cureta de Gracey 7/8 (a la dere­
cuo u horizontal. Para adaptar correctamente cha).
Tratamiento Inicial 67

13/14

n/12

7/8
Fig. 14-31. Adaptación de la cureta de Gracey Fig. 14-33. Superposición de las áreas de trabajo
11/12 a la superficie mesial de los dientes posteriores de las curetas de Gracey 7/8, 11/12 y 13/14. Por de­
(a la izquierda). Adaptación incorrecta de la cureta de bajo del área de contacto, las curetas de Gracey
Gracey 11/12 (a la derecha). 11/12 y 13/14 se superponen en la cara vestibular y
lingual.

las curetas, el odontólogo debe conocer per­


fectamente la anatomía radicular de cada
diente.
Las bolsas estrechas y profundas no son
totalmente accesibles a las curetas de Gracey
convencionales, si no es a costa de traumatizar
la encía. En estos casos excepcionales se utili­
zan las minicuretas de Gracey.

Raspado con los raspadores


El diseño de los raspadores se destina ex­
clusivamente al raspado supragingival. Si los
Fig. 14-32. Adaptación de la cureta de Gracey raspadores se aplican al área subgingival,
13/14 a la superficie distal de los dientes posteriores puede ocurrir una lesión grave de la encía y/o
(a la izquierda). Adaptación incorrecta de la cureta de de la raíz dental. El alisado de las raíces es
Gracey 13/14 (a la derecha). prácticamente imposible con los raspadores.
Los raspadores con vastago recto, como, por
ejemplo, el raspador de Towner-Jacquette.
permiten limpiar los dientes anteriores (figu­
Tabla 14-2. Áreas de aplicación de las curetas
ra 14-34). Los raspadores se utilizan funda­
de Gracey. El lote reducido de curetas de Gracey
contiene sólo las curetas marcadas en negrita mentalmente en las zonas de contacto de difí­
cil acceso para las curetas (fig. 14-35).
Curetas Superficie
de Gracey dental Los raspadores con un vastago angulado,
para trabajos en los dientes posteriores, se
1 Dientes anteriores 1/2 Todas aplican en muy pocas ocasiones.
«i
.a 3/4 Todas
5/6 Todas
8
7/8 Lingual Sistemática del raspado y alisado de la raíz
w Dientes posteriores 7/8 Vestibular y lingual Para proceder a un raspado eficaz, es ne­
9/10 Vestibular y lingual cesario actuar de manera sistemática. Todo
11/12 Mesial instrumento debe aprovecharse completa­
13/14 Distal
mente en cada uno de los cuadrantes maxila-
68 Parte práctica

El raspado debe practicarse a nivel supra y


subgingival en las correspondientes áreas den­
tales. Para el trabajo subgingival, debe ras­
parse la raíz dental hasta el fondo de la bolsa
\ periodontal.

El instrumento sólo se movilizará hasta


la superficie dental vecina, cuando se haya
completado la limpieza supra y subgingival
del diente. De esta manera, se evita aplicar
una cureta varias veces sobre la misma
área dental.
Fig. 14-34. Raspador de Towner-Jaquette.

Dependiendo de la intensidad y del


tiempo previsto para cada sesión, se pueden
limpiar de uno a cuatro cuadrantes. El trata­
miento por cuadrantes ofrece la ventaja de
limpiar por completo cada sector maxilar y no
olvidar ningún diente. Muchas veces, el odon­
tólogo siente la tentación de abandonar esta
sistemática y tratar únicamente los dientes
con cálculos dentales visibles, es decir, supra-
gingivales. Sin embargo, habitualmente la ma­
yor acumulación de cálculos dentales se en­
cuentra en los dientes anteriores e inferiores,
por lo que esta medida constituye una elec­
ción totalmente incorrecta de los dientes que
Fig. 14-35. Adaptación del raspador de Towner-Ja­ mayor resistencia ofrecen a las periodontitis
quette a la región de contacto. marginales (premolares y caninos), dejando
de lado aquellos que muestran mayor sensibi­
res. Sólo cuando se hayan limpiado todas las lidad a la periodontitis marginal (molares). Si
superficies dentales con un instrumento, se se prevé tratar en una misma sesión dos cua­
continuará con el siguiente. El cambio conti­ drantes bajo anestesia local, se limpiarán el
nuo de los instrumentos exige tiempo y, ade­ primero o el cuarto, o bien el segundo y el ter­
más, no resulta productivo. cero. de manera simultánea. De esta manera,
Utilizando como ejemplo uno de los cua­ la anestesia y el dolor radicular quedan limita­
drantes se explicará cómo aplicar esta siste­ dos a un solo lado de los maxilares.
mática con una eficiencia óptima. Para empe­
zar, se limpiarán las superficies distales de los Finalización del tratamiento
dientes posteriores desde las caras vestibular y
lingual con la cureta 13/14. Luego, se tratarán El objetivo inmediato del raspado y ali­
las superficies mesiales, por la cara vestibular sado de la raíz se alcanza cuando las superfi­
y lingual, con la cureta 11/12. A continuación, cies dentales y radiculares aparecen limpias,
se proseguirá la limpieza de las superficies lisas y duras. Después de la instrumentación
vestibulares y linguales con la cureta 7/8, y, se procede a la inspección visual y con una
por último, se limpiarán todas las superficies sonda 3A.
redundantes de los dientes anteriores con la Hasta la fecha, no se ha demostrado cuál
cureta 5/6. Conviene que las áreas de trabajo es la influencia que el alisado radicular ejerce
de los diferentes instrumentos se superpongan sobre la cicatrización radicular después de eli­
entre sí. minar los cálculos subgingivales. Sin embargo,
Tratamiento inicial 69

el alisado radicular constituye el único pará­


metro clínico que determina el fin del trata­
miento tras la eliminación de los cálculos den­
tales subgingivales.

Eficiencia del raspado subgingival


La eficiencia del raspado subgingival dis­
minuye la profundidad de la bolsa. La eficien­
cia de las cúrelas en la limpieza completa de
todas las superficies radiculares subgingiva­ Fig. 14-36. Estado del periodonto antes del ras­
les se sitúa en un área de 1,6 mm (media de pado y alisado de la raíz (a la izquierda) y 4 semanas
3,73 mm). La máxima profundidad que al­ después (a la derecha).
canza el instrumento varía entre 2 y 10 mm. El
raspado subgingival y alisado de la raíz no lo­
gra limpiar un 20-40 % de las superficies radi­ del tratamiento inicial. Éste es el momento
culares en las bolsas con una profundidad de óptimo para examinar el tratamiento, porque
sondaje mayor de 5 mm. Es muy frecuente la cicatrización tisuiar ya ha concluido en su
que los cálculos dentales se queden en las re­ mayor parte y todavía no se ha podido resta­
tracciones. transición de las caras interproxi- blecer la placa subgingival. En este momento
mal, vestibular y lingual, y en la unión amelo- se registran el índice de la placa interproxi-
cementaria. mal. la profundidad de sondaje de las bolsas y
el sangrado tras sondaje en los correspondien­
tes formularios. Dependiendo de los resulta­
Cicatrización después del raspado
dos, se decide el tratamiento ulterior (revisio­
y alisado de la raíz
nes o cirugía periodontal).
La cicatrización tras el raspado y alisado
de la raíz ocurre generalmente a través de un
epitelio de unión largo. Los casos de nueva in­ PULIDO
serción o regeneración histológica son muy ra­
ros. Los signos inflamatorios gingivales (eri­ El pulido de la superficie dental supragin-
tema, tumefacción, sangrado tras sondaje y gival es la última fase. El objetivo del pulido
supuración) desaparecen (fig. 14-36). Además, es alisar la superficie dental y eliminar los po­
se reduce la bolsa periodontal y/o aumenta la sibles restos de la tinción dental exógena. Para
inserción clínica. El aumento de la inserción este procedimiento se utilizan pastas de pulido
clínica es consecuencia de una menor penetra- y las copas de goma. Las copas de goma se co­
s ción de la sonda periodontal en la bolsa, en el locan sobre el diente, de forma que el borde
ig tejido periodontal sano. En las bolsas perio- de la copa se abra y pueda abarcar tanto el es­
= dontales con una profundidad inicial de 4- pacio interdental como el área coronal de la
2 6 mm se observa, en general, una reducción bolsa periodontal. Los cepillos no son adecua­
8 clínica de aproximadamente 1 mm. y en aque- dos para el pulido, ya que producen erosiones
| lias que presentan una profundidad inicial de gingivales y apenas penetran en el espacio in­
g¡ 7 mm o más, la reducción media es de 2 mm. terdental y subgingival.
c
o El pulido por pulverización de aire se rea­
I Reevaluación liza pulverizando una mezcla de agua y bicar­
o bonato sódico a alta presión sobre la superfi­
": Después de concluir el tratamiento inicial, cie dental. Este método resulta especialmente
w hay que valorar su resultado. En este mo- útil para la eliminación de las tinciones denta­
o mentó se analiza si se ha alcanzado el objetivo les extrínsecas y de la placa en las áreas de
S a largo plazo del raspado y alisado de la raíz. más difícil acceso. Este tipo de pulido se em­
, La reevaluación tiene lugar a las 2-4 semanas plea exclusivamente para la limpieza del es-
70 Parte práctica

malte dental, ya que la pulverización de la


mezcla sobre el cemento radicular y la dentina
provoca pérdidas considerables de sustancia a
los pocos segundos. Este aparato causa erosio­
nes gingivales transitorias que suelen cicatri­
zar después de 1 semana. El pulido por pulve­
rización de aire está contraindicado en los
enfermos que siguen dietas pobres en sodio.
con afectación grave del aparato respiratorio
o enfermedades infecciosas (infección por
VIH, hepatitis). Por otro lado, tampoco se re­
comienda a los pacientes que toman medica­
mentos que alteran el equilibrio salino ni a las Fig. 14-37. Fractura de una cureta durante el ras­
mujeres embarazadas. pado subgingival.

AFILADO DE LOS INSTRUMENTOS eliminación de estos pequeños fragmentos


ofrece casi siempre grandes dificultades.
Los instrumentos deben estar bien afilados
para que el raspado y alisado de la raíz resul­ Determinación del afilado
ten eficaces. Para poder eliminar los cálculos
dentales con instrumentos romos se requiere El afilado del instrumento se puede com­
una mayor presión lateral y mayores movi­ probar por vía visual y táctil. Para la inspec­
mientos de desplazamiento que con los instru­ ción visual, se lleva el extremo de trabajo con
mentos afilados. Los instrumentos romos pro­ el borde cortante hacia arriba a la luz. Si se re­
ducen un cansancio prematuro en el terapeuta conoce el borde cortante por la línea reflec­
y se asocian, por tanto, a una limpieza incom­ tora. el instrumento está romo (fig. 14-38). Un
pleta de los dientes. borde cortante bien afilado no refleja la luz
(fig. 14-39). La prueba táctil consiste en pro­
bar si el instrumento está afilado con un cilin­
Con los instrumentos romos no se des­ dro de plástico. La cureta debe pelar el plás­
prende el cálculo dental, sino que única- tico si está afilada. Durante el raspado
mente se alisa. también es fácil percibir si el instrumento está
correctamente afilado. Si después de una
Todos los instrumentos deben afilarse (di­ adaptación correcta y de la aplicación de una
rectamente) antes de cada tratamiento y. según presión lateral elevada el instrumento no
sea necesario, durante el mismo. Sería una in­ «muerde», sino que alisa la superficie radicu­
genuidad pensar que un instrumento afilado lar, significa que está romo.
se mantiene así durante mucho tiempo o el
afilado esporádico del material ofrece un re­ Piedras de afilar
sultado perpetuo. El afilado regular produce
pérdidas de sustancia en los extremos de tra­ Para afilar los instrumentos se utilizan pie­
bajo de los instrumentos. Como estos extre­ dras de la India y de Arkansas. Las piedras de
mos deben ser suficientemente gruesos para la India, gruesas, sólo se aplican cuando el ins­
poder aplicar la presión lateral, hay que dese­ trumento se encuentra muy romo. Si los ins­
char los instrumentos que se vayan quedando trumentos se afilan periódicamente, es decir,
cada vez más finos. Las curetas y los raspado­ antes de cada tratamiento, en general se
res son objetos que se gastan y tienen una va­ puede aplicar la piedra de Arkansas. La pie­
lidez limitada. Cuando se fractura el extremo dra de afilar es un elemento imprescindible
fino de trabajo, el fragmento suele quedarse del material de raspado. Siempre se debe co­
dentro de la bolsa periodontal (fig. 14-37). La locar junto con los raspadores y curetas. Des-
Tratamiento inicial 71

Técnica de afilado
Para afilar el instrumento, debe sujetarse
con la prensión de la palma y el pulgar. Las
personas diestras deben sujetar el instrumento
con la mano izquierda. La mano de sujeción
puede apoyarse a través del brazo sobre el tó­
rax o sobre la mesa para mayor estabilidad.

La piedra de afilar se sujetará con la


mano derecha, haciendo un ángulo de 100-
110° con respecto a la superficie facial.
Fig. 14-38. Borde cortante romo. El borde cortante
refleja la luz.
Para ello, se orienta la superficie facial del
instrumento paralela al suelo, se coloca la pie­
dra formando ángulo recto con el borde cor­
tante y se abre el ángulo 10-22°. Este ángulo

Fig. 14-39. Borde cortante afilado que no refleja la


luz.

Cúrela de Gracey

pues del tratamiento, se esterilizan las piedras


de afilar.

I Aparatos para afilar


i
También se pueden aplicar aparatos para
* afilar los instrumentos. Estos aparatos, si se
I utilizan correctamente, conservan con gran
1 precisión el diseño del instrumento. Sin em-
gj bargo, no existe ninguna garantía de que el
I instrumento quede bien afilado si se usan in-
■| correctamente. El afilado con estos aparatos
o sólo es posible entre cada sesión terapéutica.
J En general, el afilado durante el tratamiento
<ñ es demasiado complejo. Un terapeuta o un
g ayudante expertos no precisan mayor tiempo
< para afilar los instrumentos a mano que con Fig. 14-40. Afilado de las curetas de Gracey y de
e los aparatos. los raspadores.
72 Parte práctica

El afilado tiene lugar subiendo y bajando


la piedra de afilar, sobre su eje longitudinal.
La piedra de afilar debe dirigirse siempre con
el mismo ángulo sobre el borde cortante para
mantener el diseño del instrumento. En el
caso de las curetas de Gracey hay que respe­
tar la curvatura convexa (fig. 14-40). La punta
Corréela Aplanamiento En pico Recone de las curetas de Gracey sólo debe afilarse si
de la curvatura excesivo se produce una esquina entre las superficies
Fig. 14-41. Formas correcta e incorrectas de los ex­ laterales y el pie.
tremos de trabajo de las curetas de Gracey después Si se afila con demasiada frecuencia el pie.
del afilado. el extremo de trabajo se va recortando y al fi­
nal queda inutilizado. La superficie facial es la
última que debe afilarse, dirigiendo la piedra
de afilado sirve para casi todas las curetas y hacia abajo, para retirar las pequeñas virutas
raspadores. Sólo se afilan las superficies late­ de metal que se producen con el movimiento
rales y no la facial. Todos los bordes cortantes ascendente.
deben ser afilados. En el caso de los raspado­ El afilado incorrecto de las curetas de Gra­
res y de las curetas universales hay que afilar cey suele aplanar la curvatura convexa, afilar
dos bordes, y en el de las curetas de Gracey. en exceso la punta y/o acortar el extremo de
uno. trabajo (fig. 14-41).
15. Cirugía periodontal

OBJETIVOS DE LA CIRUGÍA
PERIODONTAL El principal objetivo del tratamiento de
la periodontitis es la eliminación de la in­
fección periodontal y no la eliminación de
Los objetivos de la cirugía periodontal
la bolsa periodontal.
consisten en aumentar la eficacia del raspado
subgingival y alisado de la raíz, restablecer la
morfología fisiológica de la encía y del hueso INDICACIONES Y CONTRAINDICACIONES
alveolar, mejorar el acceso a la higiene de las
áreas radiculares expuestas de manera patoló­ La cirugía periodontal está indicada en to­
gica y/o regenerar (parcialmente) el perio­ dos los casos en que. después de un trata­
donto. miento inicial correcto, la encía continúe infla­
La eficacia del raspado subgingival dismi­ mada, existan posibilidades de regeneración
nuye con la profundidad de la bolsa. Cuando del periodonto y las relaciones anatómicas im­
la bolsa tiene una profundidad de sondaje su­ pidan el control de la placa supragingival y/o
perior a 3 mm, la limpieza del área radicular subgingival.
subgingival mediante cirugía periodontal es La cirugía periodontal está contraindicada
mucho más minuciosa que mediante el ras­ en las bolsas con una profundidad de sondaje
pado subgingival aislado. de 3 mm o inferior, en los dientes con un mal
Todo lo expuesto en el párrafo anterior no pronóstico y/o en los casos de higiene bucal
significa que siempre esté indicada la cirugía inadecuada. La cirugía periodontal tampoco
periodontal en este tipo de bolsas. debe aplicarse en las enfermedades sistémicas
El restablecimiento de la morfología fisio­ ni en los cuadros que contraindiquen las inter­
lógica de la encía y del hueso alveolar suele venciones quirúrgicas.
1 asociarse a la eliminación de la bolsa. La bolsa
% periodontal se puede eliminar extirpando la
= pared de la bolsa (p. ej., gingivectomía con un TÉCNICAS DE CIRUGÍA PERIODONTAL
:o colgajo no movilizado), la raíz (p. ej.. amputa-
| ción radicular) o regenerando el periodonto (p. Dentro de la cirugía periodontal se distin­
i ej.. implante óseo). guen las técnicas resectivas. reconstructivas y
Los defectos óseos también se pueden eli- mucogingivales. Las técnicas resectivas consis­
% minar extirpando las paredes óseas (osteo- ten en la extirpación del tejido duro y/o
| plastia u ostectomía) o regenerando el hueso blando con la finalidad de eliminar la bolsa
2 alveolar (implantes óseos). La eliminación de periodontal. Las técnicas reconstructivas se ba­
^ las bolsas mejora el acceso a la limpieza de las san en la implantación de hueso o de barreras
■* superficies radiculares expuestas, permitiendo biocompatibles para regenerar (parcialmente)
o la higiene bucal al paciente y el raspado y ali- el periodonto o lograr una nueva inserción.
< sado de las raíces regulares durante la revi- Las técnicas mucogingivales se realizan para
corregir los problemas mucogingivales.
e sión.

73
74 Parte práctica

CRITERIOS PARA LA ELECCIÓN exostosis y el diseño de las restauraciones


DE LA TÉCNICA existentes.
Para obtener una imagen tridimensional
La elección del tratamiento depende de las del trayecto de la cresta alveolar se introduce
características que ofrezca la bolsa periodon- la sonda periodontal en la bolsa y se desplaza
tal (profundidad, configuración, relación con con fuerza suficiente (bastante más de 0,2 N)
el defecto óseo), el acceso al control de la hasta hacer contacto con el hueso. Con ello, se
placa supragingivnl y subgingival. la anchura perforan las fibras dentogingivales de tejido
de la encía queratinizada. la respuesta tisular conjuntivo y se palpa el trayecto de la cresta
obtenida tras el tratamiento inicial, el tipo de alveolar. Este procedimiento, combinado con
periodontopatía marginal, los criterios estéti­ la radiografía, ofrece una idea de las relacio­
cos. el tratamiento previo de la periodontitis, nes tridimensionales de la cresta alveolar y del
la calidad de la higiene bucal, el cumplimiento defecto óseo. Las radiografías sólo ofrecen in­
óptimo, la edad y el estado general del pa­ formación del trayecto de la cresta alveolar en
ciente. el espacio interdental. En general, la porción
radicular de la cresta alveolar, es decir, la que
discurre sobre la raíz, y los defectos óseos de
dos o tres paredes no se visualizan claramente
RECOGIDA PREOPERATORIA DE DATOS en la radiografía.
La recogida preoperatoria de datos com­
pleta la recogida inicial. En este caso es nece­
sario obtener una idea precisa de las relacio­ HIGIENE Y ESTERILIDAD
nes anatómicas del área quirúrgica. Después
de anestesiar la encía, se mide la profundi­ Para la cirugía periodontal se recomiendan
dad de sondaje de las bolsas, el trayecto de la las mismas medidas cautelares de higiene y es­
cresta alveolar, la lesión de las furcas, la an­ terilidad que para las demás intervenciones de
chura y exposición de la encía queratinizada cirugía bucal. Las técnicas adecuadas se descri­
(vestibular, lingual), la posición dental, las ben con detalle en la literatura sobre el tema.
16. Curetaje gingival

INDICACIONES Y CONTRAINDICACIONES

La indicación del curetaje gingival se li­


mita a las bolsas periodontales supraóseas cdn
encía edematosa. Como los resultados clínicos
del raspado y alisado de la raíz no se diferen­
cian de los obtenidos con las medidas anterio­
res asociadas al curetaje gingival, en general
se renuncia a este procedimiento.

TÉCNICA QUIRÚRGICA
Curetaje gingival

Durante el curetaje epitelial se extirpa el Curetaje *ub$in$iva|


epitelio de la bolsa, el epitelio de la unión y el
tejido conjuntival subepitelial. El curetaje sub-
gingival. además de la extirpación de los teji­ Fig. 16-1. Curetaje subgingival y gingival.
dos blandos citados, comprende la elimina­
ción de las fibras de tejidos conjuntivo
supraalveolares. Durante el raspado y alisado
de la raíz, que se comentó con detalle antes, se El curetaje gingival suele realizarse con
escinden involuntariamente porciones del epi­ curetas. Para ello, se coloca el borde cortante
telio de la bolsa. Sin embargo, este curetaje de la cureta sobre el epitelio de la bolsa (figu­
gingival involuntario no constituye un método ra 16-1). El curetaje gingival debe ir precedido
diferente. siempre del raspado y alisado de la raíz.

75
17. Gingivectomía y gingivoplastia

INDICACIONES Y CONTRAINDICACIONES tención (fig. 17-1). Los inconvenientes de la


gingivectomía y gingivoplastia explican por
La gingivectomía está indicada en las bol­ qué este método ha sido ampliamente susti­
sas supraóseas con una anchura adecuada de tuido por la cirugía de colgajo, que no crea
encía queratinizada. pero contraindicada en ninguna herida abierta externa.
las bolsas infraóseas o con una anchura inade­
cuada de la encía queratinizada.
ELECTROCiRUGIA

INCISIÓN La gingivoplastia es el único procedi­


miento periodontal que se puede practicar por
La incisión de gingivectomía externa se di­ electrocirugía. En todos los demás procedi­
rige con un ángulo apicocoronal de 45° res­ mientos se utilizan exclusivamente bisturíes o
pecto al eje dental. La incisión acaba apical al cuchillos para la incisión. La ventaja de la
epitelio de unión. Tras la incisión interdental. electrocirugía es la hemostasia inmediata tras
se extirpa el tejido conjuntivo escindido y el la incisión. Sin embargo, la electrocirugía
nivel creado se suaviza con una gingivoplastia. puede provocar daños irreparables del hueso.
Las superficies abiertas de la herida pueden quemaduras del cemento radicular y/o pérdi­
sangrar intensamente y curan por segunda in- das de la inserción por el contacto con la apó-

Gingiveciomía Gingivoplastia

Fig. 17-1. Gingivectomía y gingivoplastia.

76
Gincivectomia y gingivoplastia 77
>
fisis alveolar o el cemento radicular. Por eso, por un coágulo de sangre. A continuación, las
la electrocirugía debe restringirse a tratamien­ células epiteliales de los márgenes de la herida
tos que sólo sean superficiales. migran entre el tejido conjuntivo y el coágulo.
El tejido conjuntivo se organiza, con cierto re­
traso, respecto al epitelio. El hueso alveolar
CICATRIZACIÓN sufre inicialmente una reabsorción superficial.
TRAS LA GINGIVECTOMÍA Luego, se produce la aposición de hueso. La
cicatrización, con la formación del epitelio de
El tejido conjuntivo expuesto se cubre in­ unión, concluye aproximadamente al cabo de
mediatamente después de la gingivectomía 35 días.
18. Operaciones con colgajo

OBJETIVOS DE LA CIRUGÍA PRINCIPIOS BÁSICOS DE LA CIRUGÍA


DE COLGAJO DE COLGAJO

Los objetivos primordiales de la cirugía de La nutrición del colgajo se garantiza por


colgajo comprenden: mejorar el acceso a la los vasos sanguíneos que discurren en el tejido
raíz, expuesta patológicamente, para el ras­ conjuntivo subepitelial. Para que la cicatriza­
pado y alisado; recuperar la morfología fisio­ ción postoperatoria no se asocie a complica­
lógica de la encía y reducir el nivel del hueso ciones. es fundamental que la nutrición del
alveolar; mejorar el acceso de la raíz, expuesta colgajo sea adecuada. Por eso, la base del col­
patológicamente, para el control de la placa gajo debe ser, en principio, más ancha que su
por parte del paciente, y/o regenerar el tejido vértice, y el colgajo sólo puede reducirse de
periodontal desaparecido como consecuencia espesor, si queda suficiente tejido conjuntivo
de la enfermedad. Para cubrir estos diferentes denso por debajo del epitelio. La manipula­
objetivos se requieren disúntos diseños del ción atraumática del colgajo, es decir, la pre­
colgajo. paración fina, evitando compresiones y desga­
Las ventajas fundamentales de la cirugía rros, contribuye al mantenimiento de su
de colgajo frente a la gingivectomía/gingivo- nutrición funcional. Si se altera la nutrición
plastia se enumeran en la tabla 18-1. del colgajo, puede producirse su necrosis en el
postoperatorio.
La cicatrización en estos casos ocurre por
El raspado y alisado de la raíz constitu­ segunda intención, es decir, tardía y con un
yen un elemento inherente a toda cirugía mayor dolor postoperatorio.
de colgajo. El raspado incompleto o nulo y Durante la primera incisión debe quedar
la ausencia de alisado de la raíz durante la una anchura «mínima» de encía queratinizada.
cirugía de colgajo se consideran mala prác­ Aunque se ha demostrado que el periodonto
tica. se puede mantener sano con un control ade­
cuado de la placa, incluso sin encía queratini­
zada, la experiencia práctica demuestra que
no se puede extirpar completamente toda la
Tabla 18-1. Ventajas de la cirugía de colgajo
frente a la gingivectomía y gingivoplastia encía queratinizada presente.
La encía queratinizada resiste mucho me­
Cicatrización fundamentalmente por primera inten­ jor a las irritaciones mecánicas que la mucosa
ción
Posibilidad de conservar al máximo la encía querati-
alveolar y facilita, por consiguiente, el control
nízada de la placa de las superficies dentales próxi­
Mayor flexibilidad del método mas a la encía.
Mayor adaptación de la técnica a las particularidades Por eso. lo más importante en la cirugía de
anatómicas colgajo es garantizar su perfusión adecuada y
Acceso al hueso con los colgajos mucoperiósticos conservar una anchura mínima de encía que­
Posibilidad de regeneración del tejido periodontal
ratinizada.

73
Operaciones con colgajo 79

INCISIÓN prolongación de la incisión horizontal se di­


rige, en estos casos, por el surco (fig. 18-1).
Para crear un colgajo en cirugía periodon- Si se analiza desde una sección transversal,
tal se requieren incisiones horizontales y verti­ las incisiones se pueden clasificar como intra-
cales. Las incisiones horizontales tienen una creviculares o sulculares, marginales o para-
forma festoneada y se practican de manera marginales, según la distancia con el diente.
que el colgajo posterior se adapte a la mor­ En la incisión intracrevicular se respeta el epi­
fología de las raíces dentales. Las incisiones telio de la bolsa y de la unión y sólo se seccio­
horizontales se alejan más o menos de los nan las fibras supraalveolares. En las incisio­
dientes, dependiendo de la localización post­ nes marginales y paramarginales se extirpa el
operatoria prevista del reborde gingival. Las epitelio de la bolsa y de la unión. Las incisio­
incisiones verticales se practican para movili­ nes que se aplican a la cirugía de colgajo tie­
zar el colgajo sin ninguna tensión. Estas inci­ nen una dirección coronoapical, con una an-
siones paramedianas se dirigen en sentido api­ gulación aguda con respecto al eje longitu­
cal, alejándose del colgajo, para ensanchar dinal del diente. Las incisiones marginales y
su base. En general, se considera contraindi­ paramarginales se denominan también incisio­
cada la incisión vertical palatina o lingual a los nes de gingivectomía interna (fig. 18-2).
molares superiores o inferiores, puesto que En primer lugar, se comentarán las incisio­
puede producirse una lesión de la arteria pala­ nes marginales o paramarginales. por razones
tina y del nervio lingual. Lo mismo cabe decir de sistemática y ergonomía. La incisión para-
de las incisiones vestibulares a los premolares marginal se lleva a cabo de forma diferente en
inferiores en el territorio de salida del nervio las distintas intervenciones con colgajo.
mcntoniano. En aquellas regiones en donde la Luego, tiene lugar la incisión intracrevicular y
incisión vertical pueda comprometer estructu­ finalmente la interdental. La incisión intracre­
ras anatómicas vitales, la movilización sin ten­ vicular discurre por la bolsa periodontal y ter­
sión del colgajo se puede lograr prolongando mina en la cresta del hueso alveolar; con ella
mesial o distalmente la incisión horizontal. La se seccionan las fibras dentogingivales. La in-

Incisiones verticales

iz
o Incisiones horizontales
< Fig. 18-1. Incisiones horizontales y verticales. Prolongación de la incisión horizontal en caso de peligro de le­
sión de estructuras anatómicas esenciales con la incisión vertical (').
80 Parte práctica

la apófisis alveolar y el espacio interdental. La


extirpación del epitelio de la bolsa, encía y
cuello interdental, que provoca una denuda­
ción de la raíz y de la apófisis alveolar, se de­
nomina desgranulación.
El lugar de la primera incisión depende de
la situación postoperatoria prevista del mar­
gen gingival, la profundidad de sondaje de la
bolsa y la anchura de la encía queratinizada.
La práctica de las distintas incisiones se co­
menta con más detalle a continuación con
cada uno de los diferentes colgajos.

COLGAJO MUCOPERIÓSTICO

Para el colgajo mucoperióstico (de todo el


Fig. 18-2. Localización de la incisión intracrevicular espesor tisular), la primera incisión debe lle­
o sulcular, marginal y paramarginal. gar hasta el hueso; luego, el colgajo junto con
el periostio se desprende con un raspador. En
consecuencia, se expone la apófisis alveolar.
cisión interdental se practica en dirección ho­ La creación del colgajo mucoperióstico está
rizontal, desde la cara lingual a la vestibular indicada en la cirugía de resección ósea y/o en
directamente por encima del hueso interden­ los métodos de cirugía reparadora. Por ello, el
tal para desprender las papilas interdentales colgajo mucoperióstico es el más utilizado en
con el cuello. La incisión intracrevicular e in­ cirugía periodontal. Este tipo de colgajo se
terdental se realizan de forma muy similar con puede crear en regiones que no poseen encía
todos los colgajos mucoperiósticos. Es necesa­ insertada o donde la anchura de la encía que­
rio preparar el epitelio de la bolsa y las por­ ratinizada es mínima. Sin embargo, está con­
ciones gingivales de forma completa y fina traindicado en casos que precisen sutura pe-
para poder exponer correctamente las raíces, rióstica para la fijación posterior del colgajo.

Fig. 18-3. Colgajo no movilizado. La primera incisión, paramarginal, se practica a una distancia de la unión
gingival de aproximadamente dos tercios de la profundid ad de sondaje de la bolsa. Luego, el colgajo se repone
1-2 mm coronal al hueso alveolar. TST = profundidad del sondaje de la bolsa.
Operaciones con colgajo 81

Fig. 18-4. Colgajo no movilizado. La incisión para-


marginal se practica a una distancia de tos dientes
que se corresponde con dos tercios de la profundidad
de sondaje de la bolsa (a). La movilización posterior
del colgajo mucoperióstico y la desgranulación permi­
ten el acceso a las raíces y apófisis alveolar. El cráter
óseo interdental de este caso (b) se elimina median­
te osteoplastia y osteotomía mínima de la apófisis al­
veolar lingual (c). Luego, se coloca el colgajo 1-2 mm
coronal al hueso alveolar y se fija mediante sutura
continua (d). En el postoperatorio se observa la elimi­
nación de la bolsa. Además, aparecen tinciones den­
tales como consecuencia de los enjuagues con una
solución de digluconato de clorhexidina al 0.2 %
(dos veces al día) (e).
i
4K

1 C O L G A J O DE M U C O S A el espesor de ia encía o de la mucosa es el ade­


I cuado. Así sucede en las distintas técnicas de
extensión gingival. En general, el colgajo de
& En el colgajo de mucosa (de espesor par- mucosa está contraindicado cuando se desea
•| cial) la primera incisión acaba por encima del realizar cirugía ósea. Otras contraindicaciones
8 periostio, es decir, no entra en contacto con el relativas comprenden la cirugía palatina a los
* hueso. La mucosa alveolar y el periostio que­ molares superiores en sujetos con paladar
co dan separados entre sí, ya que este último si- plano, lingual a los molares inferiores y vesti­
o gue fijado al hueso. La creación del colgajo de bular a los premolares inferiores en caso de
% mucosa está indicada cuando se requiere una destrucción masiva del hueso. La preparación
! sutura perióstica para fijar el colgajo y cuando
82 Parte práctica

del colgajo de mucosa en estas áreas se asocia tensión, después de la sutura, aproximada­
al peligro de lesión de estructuras anatómicas mente 1-2 mm coronal a la cresta del hueso al­
vitales. veolar. La incisión se practica de forma que el
colgajo se dirija suavemente desde la base ha­
DISEÑO DEL COLGAJO cia el vértice, en un corte transversal. El col­
EN LA R E G I Ó N P O S T E R I O R gajo no movilizado generalmente es de tipo
mucoperióstico (figs. 18-3 y 18-4). Si el área
Colgajo no movilizado de la encía queratinizada es muy fina, de
modo que se extirpa completamente la encía
El colgajo no movilizado está indicado queratinizada con la primera incisión, el col­
cuando la anchura de la encía queratinizada es gajo no movilizado está contraindicado. La in­
adecuada, existen (seudo) bolsas gingivales, cisión del surco (segunda) e interdental (ter­
bolsas supraóseas, bolsas infraóseas o lesión cera) se practican de la forma convencional.
de la furca de grado I, o se requiere cirugía
ósea. En general está contraindicado cuando Colgajo palatino
la anchura de la encía queratinizada no es
adecuada o se prevé la cirugía reparadora del En el paladar, a diferencia de la superficie
periodonto o en zonas anteriores. vestibular y lingual de los maxilares, no existe
La primera incisión es paramarginal y la mucosa alveolar móvil, no queratinizada, sino
distancia, con respecto al diente, depende de únicamente mucosa y encía queratinizadas y
la profundidad de sondaje de la bolsa. Para el adheridas. Ello condiciona que no se pueda
colgajo no movilizado, la primera incisión se movilizar el colgajo palatino. Por consi­
practica a una distancia del diente que se co­ guiente, éste es una variante especial del col­
rresponde aproximadamente con dos tercios gajo no movilizado. La primera incisión deter­
de la profundidad de sondaje de la bolsa. Con mina la situación postoperatoria del margen
este procedimiento se elimina la bolsa perio- gingival. También en este caso, la primera in­
dontal y se garantiza el recubrimiento com­ cisión queda a una distancia del diente (para­
pleto del hueso tras la adaptación del colgajo. marginal) equivalente a dos tercios de la pro­
El vértice del colgajo debe quedar sin ninguna fundidad de sondaje de la bolsa.

Bóveda palatina elevada Bóveda palatina plana

Fig. 18-5. Colgajo palatino. La incisión paramarginal se puede practicar en una sola etapa si la bóveda pala­
tina es elevada. En cambio, si la bóveda palatina está aplanada, la incisión paramarginal se practica en tres
etapas: 1, incisión festoneada; 2, corte a través del espesor del colgajo; 3, incisión del periostio. TST = profun­
didad de sondaje de la bolsa.
Operaciones con colgajo 83

Fig. 18-6. Colgajo palatino combinado con un col­


gajo distal al último molar. La incisión paramarginal
se practica a una distancia de los dientes que se co­
rresponde con dos tercios de la profundidad de son-
daje de la bolsa (a). Después de recortar el colgajo
palatino, se visualiza el área de la encía extirpada (£>).
El colgajo mucoperióstico permite acceder a las raí­
ces y a la apófisis alveolar (c). El colgajo se repone 1-
2 mm coronal a la cresta alveolar y se fija con una su­
tura continua, combinada con suturas acolchadas
verticales (d). En el postoperatorio se observa la de­
saparición de la bolsa (e).

g La altura de la bóveda palatina determina mera se determina la posición del reborde gin­
% las condiciones de la primera incisión. Si la gival postoperatorio. La incisión no se dirige
• bóveda palatina es elevada, la primera inci- hasta el hueso, es decir, se crea un colgajo de
8 sión se puede realizar en una sola etapa. Con mucosa. Luego, el bisturí se introduce bajo el
i. ella se define el lugar postoperatorio del mar- colgajo de mucosa, se levanta ligeramente éste
o gen gingival y se recorta, al mismo tiempo, el y se dirige casi paralelamente al epitelio, dise­
* colgajo. En esta ocasión, se crea un colgajo cando apicalmente el colgajo. Finalmente, se
<ñ mucoperióstico. Si la bóveda palatina es separa el periostio y se crea un colgajo muco­
5 plana, las coronas dentales impiden que la pri- perióstico apical (figs. 18-5 y 18-6). Durante la
% mera incisión se realice de la forma descrita. creación del colgajo palatino hay que prestar
\ Por eso, se requieren tres etapas. En la pri- atención a la arteria y vena palatinas. La le-
84 Parte práctica

sión de estos vasos puede determinar hemo­ La movilización apical del colgajo periós-
rragias difíciles de cohibir, ya que no es posi­ tico se logra mediante una sutura deslizante
ble ligar los vasos en la proximidad del agu­ continua. El colgajo se fija a los dientes a 1-
jero. 2 mm coronal a la cresta del hueso alveolar
(figs. 18-7 y 18-8). El colgajo mucoso se des­
Colgajo con movilización apical plaza lo más posible en sentido apical durante
la extensión gingival, de forma que queden sin
Los colgajos mucoperiósticos movilizados cubrir 2-3 mm del periostio de la cresta del
apicalmente están indicados en las (seudo) hueso alveolar. En esta posición, se fija el col­
bolsas gingivales, bolsas supraóseas e infra- gajo con material de sutura absorbible al pe­
óseas, afectación de la furca de grado I y ciru­ riostio. El periostio expuesto cura por se­
gía de resección ósea. El colgajo de mucosa gunda intención. Luego, se forma una encía
movilizada apicalmente permite, además, la queratinizada y adherida (figs. 18-9 y 18-10).
extensión gingival. El colgajo movilizado api­
calmente está, por regla general, contraindi­ Colgajo distal al último molar
cado cuando se prevé cirugía reparadora del
periodonto y en zonas anteriores. El colgajo distal al último molar está indi­
La primera incisión es de tipo marginal y cado en las (seudo)bolsas gingivales, bolsas
con ella se crea un colgajo mucoperióstico que supraóseas e infraóseas, y cuando se requiera
llega hasta el hueso. Si se prepara un colgajo cirugía ósea. El colgajo distal al último molar
de mucosa, la incisión debe terminar coronal (escisión en cuña) se puede realizar solo o
al periostio. La incisión intracrevicular (se­ combinado con otras operaciones de colgajo.
gunda) y la interdental (tercera) se realizan de Como los defectos solitarios distales al último
la forma convencional. Como el colgajo se molar son raros, en general se combina con
moviliza apicalmente con objeto de reducir la otro tipo de colgajos. El concepto de escisión
bolsa, es muy importante reducir el espesor de en cuña se refiere a la cuña tisular (que se ob­
sus partes más gruesas. Si se deja un colgajo serva en una sección transversal), que se ex­
grueso, se mantiene la profundidad de la bolsa tirpa con esta técnica.
en el postoperatorio y fracasa el objetivo de la Se practican dos incisiones paralelas, dista­
cirugía, que consiste en eliminar la bolsa. En les al último molar. Las incisiones terminan a
general, el colgajo se debe reducir de espesor nivel del hueso. Su distancia depende de la
en las zonas vestibulares y linguales a nivel de profundidad de la bolsa distal al molar. Sin
las papilas, tuberosidad maxilar y triángulo re- embargo, se debe elegir de tal manera que el
tromolar. y por la cara palatina en toda su ex­ colgajo vestibular y palatino/lingual se puedan
tensión. reponer sin tensión alguna, después de recor-

Fig. 18-7. Colgajo movilizado apicalmente. La primera incisión es marginal. Los colgajos más gruesos deben
recortarse. Luego, el colgajo se moviliza apicalmente y se coloca 1-2 mm coronal a la cresta alveolar.
Operaciones con colgajo 85

Fig. 18-8. Colgajo mucoperiós:ico movilizado apicalmente. La primera incisión es marginal (a y b). Después
de crear el colgajo mucoperióstico y proceder a la eliminación del tejido de granulación se exponen las raíces y
la apófisis alveolar (c). Las irregularidades óseas bucales se nivelan, en este caso, mediante osteoplastia (d).
Luego, se moviliza apicalmente el colgajo, que se coloca 1-2 mm coronal a la cresta alveolar y se fija con una
sutura continua combinada con una sutura acolchada horizontal (e). Esta fotografía del postoperatorio muestra
la eliminación de la bolsa (/).
86 Parte práctica

Fig. 18-9. Colgajo mucoso movilizado apicalmente. La primera incisión termina coronal al hueso alveolar y se
continúa apicalmente, por encima del periostio. Luego, el colgajo se moviliza apicalmente y se coloca 2-3 mm
apical a la cresta ósea. El periostio no se recubre en esta zona. El colgajo mucoso se sutura al periostio. La en­
cía insertada y queratinizada se desarrolla mediante un proceso de cicatrización secundaria sobre el periostio
expuesto.

tar su espesor, y queden directamente sobre el DISEÑO DE LOS COLGAJOS


hueso. Las incisiones paralelas deben quedar. EN LA REGIÓN ANTERIOR
a ser posible, a nivel de la encía queratinizada.
En la porción distal se unen entre sí por me­ La cirugía de colgajo, combinada con la ci­
dio de una incisión vertical que facilita la mo­ rugía reparadora del periodonto. está indicada
vilización del colgajo (figs. 18-11 y 18-12). en los defectos óseos verticales de la zona an­
Las condiciones anatómicas de la tuberosi­ terior (visible). En general se trata de defectos
dad maxilar suelen ser más favorables que las óseos de dos o tres paredes. Sin embargo, en
del triángulo retromolar. En la tuberosidad la mayoría de los casos, la cirugía de colgajo
maxilar suele observarse una amplia zona de está contraindicada en la zona anterior. La ra­
encía queratinizada. tejido fibroso y una dis­ zón principal obedece a los resultados estéti­
tancia suficiente con respecto a los arcos pala­ cos postoperatorios, que no suelen ser muy
tinos y al espacio pterigomandibular. En cam­ buenos. La cicatrización tras la cirugía de col­
bio, en el trígono retromolar suele faltar una gajo se acompaña habitualmente de una escle­
zona adecuada de encía queratinizada, lo que. rosis de las papilas interdentales y de recesión
dada la proximidad a la rama ascendente, difi­ gingival en grado variable. En condiciones fi­
culta la reducción de la bolsa. La incisión siológicas. el espacio interdental está relleno
debe practicarse, tanto en el maxilar como en de papilas interdentales con forma piramidal.
la mandíbula, siguiendo la disposición de la El aplanamiento de las papilas interdentales,
encía queratinizada. La ejecución técnica del que hace aparecer el espacio interdental como
colgajo mesial a los dientes residuales se co­ un triángulo oscuro, perjudica la estética. La
rresponde con la descrita anteriormente para magnitud de la recesión gingival, como se ha
el colgajo distal al último molar. descrito anteriormente, depende de la técnica
quirúrgica. Por eso están contraindicados en
Al practicar el colgajo distal al último zonas anteriores los métodos que persiguen la
molar en la mandíbula hay que prestar eliminación de la bolsa. Las únicas excepcio­
atención especial al nervio lingual y en el nes comprenden la hiperplasia gingival y las
maxilar, a la arteria palatina. operaciones de alargamiento de coronas pre­
vias a la prótesis. Las alteraciones estéticas
Operaciones con colgajo 87

Fig. 18-10. Colgajo mucoso movilizado apicalmente. No se observa encía queratinizada ni insertada en la
raíz mesial del diente 26 (a). Después de movilizar un colgajo mucoso, se cubre la apófisis alveolar del perios­
tio (b). Luego, se moviliza apicalmente el colgajo mucoso y se fija con un material de sutura reabsorbible al pe­
riostio (c). En el postoperatorio se observa el grado de desaparición de la bo!sa y se reconoce la extensión gin­
gival (o).

que produce esta última se deben compensar puede trabajar con instrumentos de mango
con el tratamiento protésico. Muchas veces no recto, con los que se obtiene la máxima efi­
queda otra solución que recurrir a una próte­ ciencia en el curetaje.
sis telescópica. Uno de los objetivos esenciales
de la cirugía de colgajo, que es mejorar el ac­ Colgajo en cortina
ceso al raspado y alisado de la raíz, tiene una
importancia muy secundaria en la zona ante­ El colgajo en cortina está indicado para la
rior. Las raíces de los dientes anteriores sue­ reducción de las bolsas en el área palatina,
len tener una sección transversa redonda y cuando se desea conservar la mayor cantidad
ofrecen las condiciones más adecuadas para el posible de encía vestibular. Sin embargo, está
raspado subgingival y alisado de la raíz. Las contraindicado en las bolsas profundas y en
concavidades y furcas. que dificultan funda­ los defectos óseos verticales.
mentalmente el raspado y alisado de la raíz, La primera incisión se dirige en el surco,
son más frecuentes en la región posterior. A por la cara labial, con objeto de conservar al
ello se añade que en los dientes anteriores se máximo la encía queratinizada y la papila in-
88 Parte práctica

Incisión vertical

Incisión vertical

Fig, 18-11. Colgajo distal al ultimo molar. Las dos incisiones paralelas, que prolongan la arcada dentaria (en
el maxilar debe mantenerse siempre el contacto óseo; ¡atención con el nervio lingual!), se unen mediante una
incisión vertical. La movilización sin tensiones del colgajo, mesial al lado vestibular, se logra mediante una inci­
sión vertical y en la cara palatina/lingual, prolongando la incisión horizontal (").

Fig. 18-12. Colgajo distal al último molar combinado con un colgajo no desplazado en el primer molar supe­
rior. Las incisiones paralelas se unen con una incisión vertical y se continúan mesialmente con la incisión para-
marginal (a). El colgajo se diseña {b) de manera que pueda fijarse directamente y sin tensiones con una sutura
de anclaje cerrada a la apófisis alveolar (c). La cicatrización concluye al cabo de 4 semanas (d).
Operaciones con colgajo 89

Fig. 18-13. Colgajo en cortina. La primera incisión se practica en el surco por la cara labial y paramarginal
por la palatina. En el postoperatorio se mantiene la estética gingival de la cara labial y se reduce la profundidad
de sondaje de la bolsa en el lado palatino.

terdental- El colgajo movilizado no se recorta. ción del tejido de granulación y posterior ras­
En el área palatina, la primera incisión es pa­ pado y alisado de la raíz, se reponen los colga­
ramarginal, como corresponde a los criterios jos vestibular y lingual con suturas circulares
del colgajo no movilizado. Durante la sutura, interdentales. Como consecuencia de ello, el
el colgajo labial se repone en la posición pre­ colgajo queda colocado prácticamente en su
operatoria para cubrir al máximo la raíz (figu­ posición original (fig. 18-15). El colgajo de
ras 18-13 y 18-14). Widman modificado no se suele combinar con
la cirugía ósea.
Colgajo de Widman modificado El procedimiento descrito antes ha moti­
vado que el colgajo modificado de Widman se
El colgajo de Widman modificado está in­ conozca también como curetaje abierto o col­
dicado en las bolsas periodontales supra e in- gajo de reposición.
fraóseas, así como en la afectación de la furca
de grado I. Los objetivos del colgajo de Wid­ Colgajo de conservación papilar
man modificado comprenden: mejorar el ac­
ceso a la raíz para su raspado y alisado, extir­ El colgajo de conservación papilar está in­
par el epitelio de la bolsa y conservar al dicado fundamentalmente para el recubri­
máximo el tejido periodontal. miento primario de los injertos o implantes
La primera incisión se dirige marginal y di­ óseos en los defectos interdentales. Sin em­
rectamente hasta la cresta del hueso alveolar. bargo. también se puede aplicar en la región
El objetivo consiste en escindir el epitelio de anterior cuando se desea conservar al máximo
la bolsa. La segunda y tercera escisión se prac­ las papilas interdentales. El requisito indis­
tican de la forma convencional. Luego, se mo­ pensable para esta intervención es una an­
viliza el colgajo mucoperióstico únicamente lo chura adecuada del espacio interdental. La
necesario para el raspado y alisado de la raíz. presencia de espacios interdentales estrechos
En general, la movilización no debe traspasar contraindica los colgajos de conservación pa­
pilar.
la línea mucogingival. Después de la elimina­
90 Parte práctica

Fig. 18-14. Colgajo en cortina. La primera incisión


se practica en el surco por la cara labial y paramargi-
nal en la cara palatina, como corresponde a los crite­
rios del colgajo no movilizado (a y b). En la cara labial
se respetan al máximo las papilas interdentales (c).
Después de eliminar el tejido de granulación, el col­
gajo labial se repone en el lugar original y el palatino
se coloca como un colgajo no movilizado (d). Como
se ve en el postoperatorio, la estética gingival se
mantiene atácticamente sin cambios (e).

La técnica del colgajo de conservación pa­ protésicos. Para lograr acceder a las porciones
pilar se describe con más detalle en «Colgajos de la apófisis alveolar próximas al póntico,
en la cirugía de reconstrucción periodontal». hay que crear, en uno de los lados, un colgajo
pediculado por debajo del puente. La incisión
horizontal, paralela al póntico, debe situarse.
DISEÑO DE LOS COLGAJOS como mínimo, a 3 mm de su superficie lateral.
EN LOS PÓNTICOS Si el colgajo situado por encima de la cresta
maxilar es muy grueso, debe adelgazarse. La
No es raro que la cirugía de colgajo esté sutura del colgajo suele ofrecer problemas en
indicada en dientes que constituyen pilares las incisiones próximas al póntico (fig. 18-16).
Operaciones con colgajo 91

Fig. 18-15. Colgajo modificado de Widman. Después de la incisión marginal, se moviliza el colgajo y no se
recorta. El colgajo se repone en su posición original, después de eliminar el tejido de granulación, y se sutura
con suturas interdentales de un solo nudo.

Fig. 18-16. Diseño del colgajo en los pónticos. La incisión horizontal debe quedar, como mínimo, a 3 mm de
la pieza intermedia.

COLGAJOS EN LA CIRUGÍA La primera incisión se realiza por el surco


DE RECONSTRUCCIÓN PERIODONTAL con el fin de respetar al máximo la encía que-
ratinizada y la papila interdental. En general,
El recubrimiento completo del injerto o im­ este tipo de colgajo no se recorta, sobre todo a
plante óseos resulta esencial para el éxito de la nivel de la papila interdental, si se pretende
cirugía de reconstrucción penodontal. Si el reparar defectos óseos interdentales. El recu­
implante no es recubierto de forma primaria o brimiento de los implantes óseos en espacios
se produce una dehiscencia de la sutura en interdentales estrechos es bastante problemá­
esta región, suele desaparecer. Por eso, el col­ tico. Con frecuencia, no se consigue un cierre
gajo necesario para la cirugía de reparación adecuado de las papilas interdentales vestibu­
penodontal se debe practicar de forma que el lares y linguales (fig. 18-17). En los defectos
lecho del implante óseo quede recubierto al óseos distales al último molar, el colgajo se
máximo y garantice su cicatrización. crea de la forma descrita. El colgajo distal al
92 Parte práctica

Incisión oblicua

Recubrimiento incompleto
Fig. 18-17. Los injertos/implantes óseos colocados en espacios interdentales estrechos no pueden cubrirse
de forma completa. Por eso, se produce la pérdida del material implantado. Si la anatomía permite practicar
una incisión oblicua en el espacio interdental, se prefiere este tipo de incisión para la cirugía de reconstrucción
ósea.

último molar suele ser grueso, por lo que a ve­ se inicia desde la cara lingual, separa las papi­
ces hay que recortarlo mínimamente. Sin em­ las interdentales del hueso interdental. El col­
bargo. no debe dañarse en ningún caso la gajo mucoperióstico creado se movili/a desde-
zona de recubrimiento primario de! implante. la cara lingual a la vestibular y las papilas pa­
Si no se logra recubrir completamente el latinas se movilizan vestibularmente a través
implante óseo con el diseño de colgajo des­ del espacio interdental. El espacio interdental
crito anteriormente, se puede suturar un in­ debe ser suficientemente amplio para garanti­
jerto autógeno de encía sobre el implante. zar la nutrición del colgajo interdental. Una
vez relleno el defecto interdental con un im­
Colgajo de conservación papilar plante óseo, se repone el colgajo sobre el es­
pacio interdental y se sutura lingualmente.
El colgajo de conservación de las papilas Este tipo de incisión garantiza que los lugares
está indicado para el recubrimiento primario de contacto del colgajo vestibular y lingual
de los injertos e implantes óseos en los defec­ queden por encima del hueso intacto y no so­
tos interdentales. Ya se ha indicado anterior­ bre el implante óseo (figs. 18-18 y 18-19).
mente su apücación en la región anterior.
Para poder practicar el colgajo de conserva­ Colgajos en la regeneración tisular guiada
ción papilar es esencial disponer de suficiente
espacio interdental. El colgajo de conserva­ La exclusión del epitelio y del tejido con­
ción papilar está contraindicado en espacios juntivo del área del defecto en el procedi­
interdentales estrechos. miento de regeneración tisular guiada se logra
La primera incisión se practica por el interponiendo una membrana entre el colgajo
surco, comenzando en la cara vestibular; la in­ y el hueso alveolar. De esta manera, las célu­
cisión se dirige por el espacio interdental las del ligamento periodontal y del hueso al­
hasta la cara lingual. De esta manera se logra veolar pueden colonizar la raíz expuesta pato­
una incisión completa alrededor de cada lógicamente y el defecto óseo antes de que lo
diente incluido en el colgajo. Luego se realiza hagan las células epiteliales y de tejido con­
una incisión semilunar, que rodea la papila juntivo del colgajo. En los casos ideales, se
lingual. La incisión interdental posterior, que produce una nueva inserción en el área radi-
Operaciones con colgajo 93

Papila interdental
Fig. 18-18. Incisiones en los colgajos de conservación de la papila.

Fig. 18-19. Colgajo de conservación de la papila. La primera incisión se practica en el surco por el espacio
interdental. Las incisiones interdentales se unen en la cara palatina con una incisión semilunar. Luego, se mo­
viliza la encía interdental vestibularmente, a través del espacio interdental (a y b). Para cubrir et material im­
plantado, se tracciona de la encía interdental y se fija con una sutura acolchada horizontal (partes izquierdas
de c y d). En el postoperatorio se observa el recubrimiento completo del espacio interdental (partes derechas
de cy d).
94 Parte práctica

se elimina el epitelio de la bolsa. En general,


el colgajo mucoperióstico no se modifica al
implantar la membrana. Si fuera necesario, se
puede reducir el espesor del colgajo al retirar
la membrana (fig. 18-20).

Colgajo con movilización coronal

El colgajo movilizado coronalmente está


indicado en la afectación de la furca de grado
II y se basa en el principio de estabilización
del coágulo de fibrina en el área de la furca.
En casos de recesión gingival, este colgajo
también se puede utilizar, tras la extensión
gingival previa, para cubrir la raíz expuesta.
Esta última indicación se comenta con detalle
en el capítulo 22. «Cirugía mucogingival». El
colgajo con movilización coronal está con­
traindicado en el paladar, porque no se dis­
pone de mucosa alveolar móvil. Otra con­
traindicación relativa es la cirugía lingual a los
molares inferiores. En esta región cabe el peli­
gro de lesión del nervio lingual durante la in­
cisión del perióstico.
La primera incisión tiene lugar en el surco
Fig. 18-20. Colgajo para la regeneración tisular y su finalidad es conservar al máximo la encía
guiada. Tras la incisión intracrevicular y la extirpación queratinizada y la papila interdental. En gene­
del epitelio de la bolsa, se crea un colgajo mucope-
rióstico. La encía queratinizada y las papilas interden­ ral. no se reduce el espesor del colgajo. Des­
tales se conservan al máximo, para poder cubrir por pués de su movilización, se abre el periostio
completo la membrana de Teflon. en la base del colgajo mucoperióstico para fa­
cilitar su movilización coronal sin ningún tipo
de tensión. El acondicionamiento de la super­
ficie radicular con ácido cítrico (pH 1) durante
cular expuesta patológicamente, es decir, apa­ 3 min se recomienda siempre que se realiza
recen cemento y fibras nuevas y funcionales esta técnica. El colgajo se moviliza coronal-
del ligamento periodontal. mente y se sutura a un tubo de plástico, fijado
La regeneración tisular guiada está indi­ a la corona dental con materiales adhesivos
cada en los defectos de la furca de grado II y (fig-18-21).
en ios defectos óseos de dos o tres paredes.
Entre las indicaciones relativas se encuentran
los defectos óseos interdentales, los de la CICATRIZACIÓN TRAS LA CIRUGÍA
furca de grado III y los de la región anterior. DE COLGAJO
Es necesario disponer de suficiente encía que­
ratinizada en el área quirúrgica, para evitar su El coágulo de fibrina facilita la adhesión
perforación por la membrana. La regenera­ inicial del colgajo a la apófisis alveolar des­
ción tisular guiada está contraindicada en los pués de la cirugía. La proliferación epitelial
defectos óseos horizontales. ocurre con mayor rapidez que la neoforma-
La primera incisión se practica marginal o ción de las fibras de tejido conjuntivo supraal-
en el surco con la finalidad de respetar al má­ veolares. La proliferación acaba cuando se es­
ximo la encía queratinizada y la papila inter­ tablece contacto con el tejido conjuntivo. El
dental. Después de la incisión intracrevicular epitelio intracrevicular y el de unión aparecen
Operaciones con colgajo 95

Fig. 18-21. Colgajo movilizado coronalmenle. Después de la incisión intracrevicular, se incide el periostio en
la base del colgajo. Éste se moviliza coronalmente y se fija a un tubo unido con materiales adhesivos a la co­
rona.

al cabo de aproximadamente 7-10 días, y las capitales para que ocurra la cicatrización.
fibras de tejido conjuntivo supraalveolares Cuando la apófisis alveolar no queda suficien­
(reinserción), al cabo de 10-30 días. El princi­ temente cubierta, se produce una necrosis
pio, se produce una reabsorción superficial ósea superficial que aumenta el grado de re­
del hueso alveolar que se sigue de la aposición absorción ósea.
ósea. La pérdida ósea resultante asciende a Además, a veces se forma un coágulo de
0,6-0,9 mm. sangre por debajo del colgajo que impide la
Aunque existe cierta controversia, la cica­ cicatrización de la herida. Los factores oclusa-
trización tras el colgajo mucoso o mucoperiós- les no alteran la cicatrización.
tico es muy similar. De todas maneras, con­
viene preparar el colgajo mucoso con un
Las mediciones de la profundidad de
grosor suficiente, para garantizar su nutrición
sondaje y los trabajos restauradores en el
por los vasos del tejido conjuntivo subepite-
surco gingival deben comenzarse después
lial. Generalmente, los colgajos mucosos muy
de la cicatrización completa del perio-
finos se necrosan.
donto, es decir, después de la cuarta se­
El recubrimiento completo de la apófisis mana del postoperatorio.
alveolar y la adaptación íntima del colgajo son
19. Cirugía ósea

Como ya se ha indicado anteriormente, las OBJETIVOS DE LA CIRUGÍA OSEA


periodontitis marginales cursan con pérdida
del hueso alveolar, que suele determinar un El objetivo de la cirugía ósea consiste en
defecto en su arquitectura ósea, por el cual la crear una arquitectura ósea positiva de la apó­
cresta alveolar queda más apical en el septo fisis alveolar a un nivel más apical. Cuando se
interdental que en la raíz. Además, se obser­ habla de arquitectura ósea positiva, quiere de­
van artistas, recovecos y rebordes sobresalien­ cirse que la cresta ósea alveolar queda más co­
tes. La encía no sigue los cambios bruscos de ronal en la región del septo interdental que en
dirección- de la cresta ósea alveolar, sino que la raíz, La arquitectura ósea positiva es muy
se extiende de forma armónica sobre los pun­ acusada en condiciones fisiológicas en la re­
tos más coronales del hueso alveolar. Este re­ gión anterior. En la región posterior suele ob­
cubrimiento del defecto óseo por la encía pro­ servarse una arquitectura ósea mínimamente
duce bolsas periodontales infraóseas (figu­ positiva o plana (v. cap. 1 «Anatomía del pe-
ra 19-1). riodonto»).

En general, las bolsas periodontales se INDICACIONES Y CONTRAINDICACIONES


crean cuando el nivel y/o la morfología de
la cresta ósea alveolar y de la encía no se La cirugía ósea está indicada en los defec­
corresponden. tos óseos leves o moderados y se practica en

Recubrimiento Surco gingival

Bolsa periodontal

Fig. 19-1. El recubrimiento de la encía en los defectos óseos verticales se asocia a bolsas periodontales in­
fraóseas (a la izquierda). La osteotomía y osteoplastia (línea de trazos de la izquierda) establecen una arqui­
tectura positiva o plana del hueso alveolar, a un nivel más apical. Si el colgajo mucoperióstico se coloca conve­
nientemente, desaparece la bolsa periodontal (a la derecha).

96
Cirugía ósea 97

Osteotomía

Osieoplaslia

Fig. 19-2. Osteoplastia de una exostosis vestibular y osteotomía de la pared lingual para eliminar un cráter
óseo.

combinación con la cirugía de colgajo para eli­ pretende crear una cresta alveolar fina y pun­
minar la bolsa. La cirugía ósea suele estar con­ tiaguda en sentido coronal. Con ella se elimi­
traindicada en los defectos óseos graves y en nan las aristas, tractos o exostosis y se crean
zonas anteriores. Las excepciones en estas zo­ nuevamente las depresiones alveolares a nivel
nas comprenden los dientes que posterior­ de los septos interdentales (fig. 19-3). Esta
mente son tratados con una prótesis telescó­ técnica también permite compensar los defec­
pica y las coronas clínicas excesivamente tos óseos verticales en dientes aislados (figu­
cortas desde un punto de vista estético («son­ ra 19-4). La osteoplastia consiste en modelar
risa gingival»). con instrumentos rotatorios las zonas de la
apófisis alveolar que no soportan directa­
mente el diente. El hueso alveolar, que con­
DISEÑO DE LOS COLGAJOS tiene los dientes (lámina cribiforme), se debe
EN LA CIRUGÍA ÓSEA respetar completamente (fig. 19-2). Cuando se
utilizan instrumentos rotatorios, hay que vigi­
En general, con la primera incisión se pla­ lar su adecuada refrigeración, ya que, cuando
nifica el trayecto posterior de la cresta ósea al­ se alcanzan temperaturas de 47 °C, se produ­
veolar; el colgajo debe quedar 1-2 mm coronal cen lesiones óseas.
a la cresta alveolar. Por regla general, la ciru­
gía ósea se practica con un colgajo mucope-
rióstico movilizado apicalmente o no movili­
zado y asociado a un colgajo palatino. Excep-
cionalmente se pueden combinar colgajos mu-
coperiósticos y mucosos movilizados apical­
mente.

La cirugía ósea facilita una adaptación


estrecha del colgajo a la apófisis alveolar.

OSTEOPLASTIA Y OSTEOTOMÍA
Fig. 19-3. Osteoplastia. Extirpación de las aristas y
En la cirugía ósea se utilizan la osteoplas­ rebordes óseos y formación de las concavidades al­
tia y la ostectomía (fig. 19-2). La osteoplastia veolares interdentales.
98 Parte práctica

Fig. 19-4. Osteoplastia del segundo molar inferior Fig. 19-5. Ostectomía y osteoplastia palatina al pre­
solitario. El defecto óseo vertical (a la izquierda) se molar superior para eliminar el defecto óseo interden­
compensa mesialmente (a la derecha). tal entre el segundo premolar y primer molar.

La ostectomía se aplica para eliminar los


defectos óseos verticales y crear una arquitec­
tura ósea positiva o plana. En la ostectomía, el
hueso alveolar que soporta el diente (lámina
cribiforme) se extirpa mínimamente, con ob­
jeto de exponer aún más la raíz (fig. 19-2). La
ostectomía se practica siempre en combina­
ción con la osteoplastia, y debe ser lo más li­
mitada posible (fig. 19-5). La posición del Fig. 19-6. La ostectomía por la línea de trazos daría
tronco radicular es la región posterior, es de­ lugar a la exposición de la furca como consecuencia
cir, la situación de la furca representa el factor del tronco radicular corto (primer molar). En cambio,
limitante de la magnitud de la ostectomía. En la ostectomía podría llevarse a cabo si el tronco radi­
cular fuese largo (segundo molar).
todo caso debe evitarse siempre la apertura de
una furca previamente cerrada con la ostecto­
mía. Dependiendo del grado de defecto óseo
que se desee reparar y de la longitud de la
furca, la cirugía de resección ósea puede tener consiguiente, en cada uno de los pacientes
un carácter definitivo o limitado (fig. 19-6). debe hacerse una valoración de la pérdida de
Cuando se producen cráteres óseos, suele bas­ inserción y de las retracciones gingivales re­
tar con compensar lingualmente el defecto y sultantes frente a las ventajas que representa
dejar intacta la pared vestibular (fig. 19-2). la eliminación de la bolsa.
Para la ostectomía se prefieren instrumentos
manuales, que minimizan el peligro del daño
radicular. CICATRIZACIÓN TRAS LA CIRUGÍA ÓSEA
La cirugía ósea definitiva es aquella en que
se crea una arquitectura ósea positiva, mien­ Después de la cirugía ósea se produce, en
tras que la limitada se restringe a reducir el principio, una reabsorción ósea superficial
defecto óseo, pero sin eliminarlo. que se sigue de la aposición de hueso. En ge­
Las opiniones relativas a la cirugía ósea neral, la pérdida neta carece de significación
varían considerablemente en la literatura. Por clínica.
20. Cirugía de reconstrucción periodontal

OBJETIVOS DE LA CIRUGÍA perar en estos defectos es mínimo. Los resul­


DE RECONSTRUCCIÓN PERIODONTAL tados que se obtienen en caso de que se afecte
la furca con los injertos e implantes óseos ac­
El objetivo de la cirugía de reconstrucción tuales son frustrantes.
periodontal consiste en reparar el tejido des­ La cirugía de colgajo que se aplica en las
truido por la pcriodontitis marginal. Para que intervenciones de reconstrucción periodontal
ocurra la regeneración es necesaria la neofor- con injertos óseos se describió en «Diseño de
mación de cemento radicular, hueso alveolar y los colgajos en la cirugía de reconstrucción pe­
fibras del ligamento periodontal con una riodontal». Los injertos óseos se introducen
orientación funcional e insertadas en el ce­ en el defecto óseo sometido a desbridamiento
mento radicular y hueso alveolar. La regene­ cuidadoso, con una ligera compresión. Hay
ración completa se caracteriza por la restitutio que procurar rellenar el defecto hasta los bor­
ad integrum. La nueva inserción de las fibras des. sin excederse con el material.
del ligamento periodontal en el cemento radi­
cular nuevo en las áreas radiculares patológi­ Autoinjertos óseos
camente expuestas se denomina new attach-
ment (nueva inserción). Este concepto de En los autoinjertos, el donante y receptor
nueva inserción no incluye la formación de son el mismo individuo. El lugar de extracción
nuevo hueso alveolar. Cuando se crea un epi­ puede situarse fuera o dentro de la cavidad
telio de unión largo se habla de reparación, ya bucal.
que en este caso no se restaura la estructura ni El lugar extrabucal más adecuado es la
tampoco la función del periodonto. cresta ilíaca. El trasplante de la esponjosa con
Para la cirugía de reconstrucción perio­ la médula ósea de la cresta ilíaca permite una
dontal se utilizan materiales autógenos, alóge- aposición ósea media de 3.62 mm. con regene­
* nos y aloplásticos. Además, se aplican mem- ración parcial del periodonto en los defectos
| branas y técnicas quirúrgicas que excluyen el óseos verticales. En raras ocasiones se produ­
S epitelio y tejido conjuntivo del colgajo muco- cen reabsorciones radiculares y anquilosis.
| perióstico de la superficie radicular durante la Como para obtener la esponjosa y médula
| cicatrización y protegen el coágulo de fibrina ósea de la cresta ilíaca se requiere un conside­
| que aparece. rable equipo técnico y personal, y. además,
a esta intervención se asocia a una elevada mor­
s bilidad. este método ha sido abandonado.
l INJERTOS ÓSEOS Los lugares de extracción intrabucales
O
O
comprenden la cortical en zonas de dientes
o
operados, la región de la tuberosidad, las cres­
Los injertos óseos están indicados en los
tas maxilares desdentadas y los alveolos de
<o defectos óseos verticales de carácter modc-
dientes ya extraídos. El hueso se extrae con
o rado o grave. En cambio, si ocurre un defecto
cinceles, fresas metálicas, fresas de trepana­
5 óseo vertical leve, es preferible la cirugía ósea.
ción o pinzas huecas de cinceles.
: ya que el grado de regeneración que cabe es­
99
100 Parte práctica

óseo que se introduce en el defecto. Aunque


en algunos casos sólo se logra rellenarlo par­
cialmente, la eficacia de este método no se ha
confirmado definitivamente. Los resultados
obtenidos con el coágulo óseo son variables e
imprevisibles.
La esponjosa y médula óseas se pueden ex­
traer de las regiones de la tuberosidad (figu­
ra 20-1), crestas maxilares desdentadas o al­
veolos correspondientes a dientes extraídos 8
a 12 semanas antes. La extracción de la espon­
josa y médula ósea requiere una intervención
quirúrgica en una segunda zona.
Este método permite rellenar 3.44 mm de
media en defectos óseos o más del 50 % (figu­
ra 20-2). El autoinjerto óseo, extraído del inte­
rior de la cavidad bucal, se asocia a una rege­
neración parcial del periodonto. es decir, con
nueva formación de cemento radicular, fibras
de ligamento periodontal con orientación fun­
cional y hueso alveolar en los defectos óseos
verticales. Se han descrito buenos resultados
buenos a los 18-24 años después del implante
de autoinjerto óseo. En los autoinjertos óseos
intrabucales casi nunca se logra la regenera­
ción en lesiones de la furca de grado II o III.

Aloinjertos óseos

En los aloinjertos óseos, el donante y el re­


ceptor son dos individuos diferentes de la
misma especie.
Los aloinjertos óseos liofilizados y los liofi-
lizados y desmineralizados son los más impor­
tantes en la cirugía de reconstrucción perio­
dontal. El hueso extraído del donante es
triturado hasta obtener granulos de 250 a
800 fim de tamaño y liofilizado. El aloinjerto
Fig. 20-1. Autoinjerto de esponjosa y médula ósea
óseo liofilizado y desmineralizado es sometido
procedente de la región de la tuberosidad (a) en un
defecto óseo de tres paredes dista! al segundo molar a mayor elaboración, con objeto de liberar las
inferior (b). proteínas de la matriz osteoinductora como la
proteína morfogenética ósea, que estimulan la
diferenciación de las células mesenqifimatosas
hacia osteoblastos.
La cortical en zonas de dientes operados El aloinjerto óseo liofilizado se asocia en
representa el lugar de extracción más sencillo. un 64 % de las ocasiones a un relleno de más
puesto que no requiere una segunda interven­ del 50 % del defecto óseo. Con el aloinjerto
ción quirúrgica en otra área. La cortical se ex­ óseo liofilizado y desmineralizado se obtienen
trae superficialmente con fresas metálicas o mejores resultados. Se han descrito aposicio­
cinceles y se mezcla con la sangre del área qui­ nes óseas medias de 1,8-2,9 mm y rellenos del
rúrgica. De esta forma se obtiene un coágulo defecto óseo del 61 al 73 %. Con el aloinjerto
Cirugía de reconstrucción periodontal 101

Fig. 20-2. Defecto óseo vertical profundo distal al primer molar inferior (a la izquierda). Dos años después del
autoinjerto de hueso, el defecto se encuentra prácticamente rellenado en la radiografía (a la derecha).

óseo liofilizado y desmineralizado es posible tos óseos, sólo la hidroxiapatita y el fosfato ¡3-
la regeneración parcial del periodonto, que tricálcico ofrecen resultados clínicos satisfac­
ocurre más a menudo que tras la cirugía ais­ torios. De todos modos, las investigaciones
lada de colgajo. En general, el tratamiento de histológicas demuestran que el injerto de este
las lesiones de las furcas con aloinjertos óseos tipo de material no fomenta la regeneración
liofilizados no da resultado. del periodonto. En general, los materiales alo-
El aloinjerto óseo liofilizado. que se im­ plásticos se hallan encapsulados dentro del te­
planta en los defectos óseos, no ejerce un jido conjuntivo. Habitualmente. entre el in­
efecto antigénico significativo en clínica. Sin jerto y la superficie radicular se interpone un
embargo, cuando se injerta tejido alogénico. largo epitelio de unión (fig. 20-3).
se pueden transmitir algunos agentes infeccio­ Como consecuencia de la nula regenera­
sos. Aunque el riesgo de contagio derivado ción. los injertos aloplásticos han quedado ob­
del aloinjerto óseo liofilizado y desminerali­ soletos en la cirugía de reconstrucción perio­
zado se considera menor que. por ejemplo, el dontal.
de la transfusión de sangre, conviene explicar
el riesgo al paciente (aproximadamente 1:8
millones). Más concretamente, debe señalarse REGENERACIÓN TISULAR GUIADA
la posibilidad de infección por los virus de la
hepatitis o del SIDA (VIH). Para la regeneración tisular guiada se apli­
can las operaciones de colgajo comentadas en
«Diseño de los colgajos en la cirugía de re­
En los defectos óseos de tres paredes,
construcción periodontal». La regeneración
la probabilidad de aposición ósea no de­
pende del método y suele ser mayor que tisular guiada está indicada en las lesiones de
en los defectos de una o dos paredes. la furca de grado II y en los defectos óseos
verticales.
Después de la cirugía de colgajo, el epite­
lio, el tejido conjuntivo, el ligamento perio­
Injertos aloplásticos dontal y el hueso alveolar compiten por relle­
nar el espacio que queda entre el colgajo y la
Entre la multitud de materiales alopásticos superficie radicular o el hueso (fig. 20-4). Al
que se han investigado para rellenar los defec­ parecer, las condiciones más favorables para
102 Parte práctica

Flg. 20-3. Tres años después de injertar hidroxiapattta en un detecto óseo vertical, mesial al primer molar su­
perior (a), se reconoce todavía la hidroxiapatita {b).

la regeneración del periodonto ocurren


cuando las células del ligamento periodontal
pueden colonizar, sin problema alguno, la su­
perficie radicular patológicamente expuesta.
Sin embargo, como el epitelio prolifera más
rápidamente que los demás tejidos que compi­
ten con él. después de la cirugía de colgajo
suele crearse un epitelio de inserción largo y
no se produce la regeneración.
La regeneración tisular guiada consiste en
excluir el epitelio y el tejido conjuntivo de la
región de la herida, interponiendo una mem­
brana no reabsorbióle o reabsorbible entre el
colgajo y la superficie de la herida o la apófisis
alveolar. Las membranas no reabsorbióles se
retiran en una segunda intervención quirúr­
gica a las 4-6 semanas, mientras que esta inter­
vención no es necesaria en el caso de las mem­
branas reabsorbibles.
Los primeros datos sobre la aplicación de
membranas no reabsorbibles de politetrafluo-
retileno expandido (e-PTFE) resultaron muy
prometedores en las lesiones de la furca de
grado II (fig. 20-5). así como en los defectos
óseos verticales de tres paredes. Sin embargo.
según algunas investigaciones recientes y de
acuerdo con la experiencia clínica acumulada.
los resultados que se obtienen con este tipo de
Fig. 20-4. Tras la cirugía de colgajo, ei epitelio, el
tejido conjuntivo, el ligamento periodontal y el hueso
membranas son sumamente variables. En
alveolar compiten por el espacio entre el colgajo y la principio, la regeneración tisular guiada per­
superficie radicular o hueso alveolar. mite una neoformación de cemento radicular
Cirugía de reconstrucción periodontal 103

Fig. 20-5. Regeneración tisular guiada en una afectación de la furca de grado II con una pérdida ósea hori­
zontal de 5 mm (a y o). Seis semanas después de retirar la membrana, no se logra sondar ya la furca (c).

y una nueva inserción sobre el área radicular lar. Después de acondicionar la superficie ra­
expuesta patológicamente. Sin embargo, en dicular con ácido cítrico (pH 1) durante 3 min.
general no se observa una aposición ósea sig­ suele lograrse un cierre inicial de la lesión de
nificativa en el hombre. la furca de grado II si el colgajo se ha movili­
Los escasos datos publicados hasta la fe­ zado coronalmente. Sin embargo, no es raro
cha con las membranas reabsorbibles de poli- que 4 a 5 años más tarde recidive la lesión de
glactina son muy alentadores, pero se requie­ la furca. Según los experimentos animales,
ren nuevos estudios antes de poder valorar este método puede asociarse a regeneración.
definitivamente su significado. Hasta la fecha, no existen datos histológicos
sobre la eficiencia del método en el hombre.

COMBINACIÓN DE LA REGENERACIÓN
TISULAR GUIADA CON INJERTOS FACTORES DE CRECIMIENTO
ÓSEOS Y DIFERENCIACIÓN

La combinación de la regeneración tisular En la actualidad se investigan multitud de


guiada con los injertos óseos es una técnica factores de crecimiento y diferenciación que
muy atractiva. Los primeros datos sugieren pudieran ayudar a la regeneración periodon­
que esta técnica combinada puede resultar tal.
muy útil en los defectos óseos de tres paredes Entre los factores de crecimiento más im­
si y en las lesiones de la furca. portantes para la cirugía de reconstrucción
periodontal se encuentran el factor de creci­
miento fibroblástico (FGF), el factor de cre­
COLGAJO DE DESPLAZAMIENTO cimiento derivado de las plaquetas (PDGF), el
CORONAL factor de crecimiento insulina-//^ (1GF-1),
el factor de crecimiento epidérmico (EGF)
El colgajo desplazado coronalmente se y el factor de transformación del crecimiento
describió en «Diseño de los colgajos en la ci­ (TGF). Estos polipéptidos estimulan, entre
rugía de reconstrucción periodontal». Este otras acciones, la migración de las células del
tipo de colgajo únicamente está indicado en ligamento periodontal y endoteliales, la proli­
las lesiones de la furca de grado II. feración de las células endoteliales y la nueva
El principio del colgajo desplazado coro­ formación de hueso alveolar y de cemento ra­
nalmente se basa en la exclusión del epitelio y dicular. Uno de los prototipos de los factores
estabilización del coágulo de fibrina que se in­ de diferenciación es la proteína morfogenética
terpone entre el colgajo y la superficie radicu- ósea (BMP). que estimula la diferenciación de
104 Parte práctica

las células pluripotenciales hacia células pro­ y diferenciación, deben resolverse los proble­
ductoras de cartílago o de hueso. mas de su producción industrial, purificación y
De todos modos, antes de que puedan uti­ formulación en sistemas adecuados de libera­
lizarse en clínica estos factores de crecimiento ción.
21. Resección radicular

LESIÓN DE LA FURCA grado de odontopiastia depende de la posi­


ción de la pulpa vital. Es muy importante pro­
Cuando ocurre una pérdida ósea y de la ceder al tratamiento protésico, si se reduce el
inserción u ósea a nivel de la bi o trifurca. contorno de la corona de la furca con la odon­
la eficiencia del control de la placa por el su­ topiastia (fig. 21-2).
jeto o el profesional suele ser muy reducida.
El objetivo del tratamiento en la lesión de la
TUNELIZACIÓN
furca es la regeneración del periodonto en la
furca o el acceso ai control de la placa en La tunelización está indicada en casos de
la furca. Las opciones de regeneración del pe­ lesión de la furca de grado II (forma grave),
riodonto se trataron en el capítulo 20. «Ciru­ grado III o divergencia marcada de las raíces.
gía de reconstrucción periodontal». Por lo general, la tunelización sólo se practica
A continuación, se comentarán los trata­ en los molares inferiores. La tunelización está
mientos que mejoran el acceso al control de la contraindicada en las raíces situadas próximas
placa por el individuo como por el profesional entre sí. es decir, en casos de furca estrecha.
en caso de lesión de la furca. La furca se expone mediante un colgajo
mucoperióstico y se continúa abriendo con os­
PLASTIA DE LA FURCA teoplastia o incluso ostectomía, de manera
que, después de adaptar el colgajo, se pueda
La plastia de la furca está indicada en los introducir sin problemas un cepillo interden­
casos de lesión de grado I o II (forma leve). tal. El colgajo se moviliza luego apicalmente y
La furca se expone con un colgajo mucope- se sutura (fig. 21-3). En la fase postoperatoria
rióstico y los componentes horizontales se re- es esencial instruir al paciente en la la lim­
. ducen mediante odontopiastia o, si fuera ne- pieza diaria de la furca con un cepillo inter­
I cesario, osteoplastia añadida (fig. 21-1). El dental. Si se desea evitar la caries radicular,

< Fig. 21-1. Plastia de la furca lingual al segundo mo­ Fig. 21-2. Después de la plastia de la furca, la re­
lar inferior (osteoplastia y odontopiastia). tracción se dirige coronalmente a la restauración.

105
106 Parte práctica

cha. que se dirige en sentido vestibulolingual,


también se puede realizar si la indicación está
justificada. Sin embargo, las raíces palatinas
sólo deben extirparse excepcionalmente, ya
que con ello las cúspides palatinas de trabajo
pierden su apoyo. No obstante, si se amputa la
raíz palatina, deberá reducirse la superficie
oclusal en sentido palatino durante la restau­
ración posterior, para disminuir al máximo las
sobrecargas excéntricas, que podrían fracturar
la raíz.
La decisión acerca de cuál es la raíz que
hay que conservar depende de la situación pe-
riodontal y/o endodóncica y del tratamiento
protésico previsto. La amputación radicular
está contraindicada en los siguientes casos: fu­
sión radicular: nivel inadecuado de inserción
óseo y de las raíces que se pretende conservar;
excesiva movilidad tras la separación; imposi­
bilidad de tratamiento endodóncico: relación
corona-raíz inadecuada, imposibilidad de res­
tauración.
La furca se expone mediante un colgajo
mucoperióstico y se procede al raspado y ali­
sado de las raíces que se desea conservar. La
Fig. 21-3. Tunelización para exponer una lesión de raíz amputada se secciona por su tronco (apro­
la furca de grado III del primer molar inferior (a). Des­ ximadamente dos tercios de su diámetro), se
pués de crear el colgajo mucoperióstico se abre la
furca mediante osteoplastia y osteotomía, y se movi­ fractura con un elevador y se extirpa. Luego, se
liza apicalmente el colgajo (parte izquierda de b). alisa el lugar fracturado para evitar el daño de
Después de la cicatrización, se puede introducir el las raíces vecinas. La corona se talla (odonto-
cepillo interdental para controlar sin problemas la plastia) hasta obtener una línea armónica en­
placa (parte derecha de b). tre el área vestibular y distal de la corona y la
nueva apertura de la furca. Además, se pro­
hay que proceder a la fluoración regular del cede a la osteoplastia. que generalmente está
área de la furca. Habitualmente. los dientes indicada, de la apófisis alveolar.
tunelizados no requieren tratamiento endo- La amputación radicular se puede practi­
dóncico ni restaurador. car después del tratamiento endodóncico o
con pulpas vitales. Si está claro cuál de las raí­
ces se piensa intervenir, las raíces que se desea
AMPUTACIÓN RADICULAR conservar deben recibir tratamiento endodón­
La amputación radicular está indicada en cico antes de la amputación radicular. El ter­
casos de lesión de la furca de grado II (forma cio superior del conducto radicular de la raíz,
grave) y III, raíces aisladas de dientes multi- que se desea resecar, se oblitera con un mate­
rradicular no candidatas al tratamiento endo- rial de obturación plástico (amalgama o ce­
dóncico, fractura o recesión grave de raíces mento de ionómero de vidrio) hasta el lugar
aisladas y perforación del suelo de la pulpa. de resección o bien se ocluye al orificio del
En general, la amputación radicular sólo se conducto radicular con la restauración final.
realiza en los molares superiores. En caso de La amputación radicular sólo está indicada
lesión de la furca, se extirpa preferentemente en casos de pulpa vital, si no se determina an­
la raíz más débil, es decir, la distovestibular. tes de la intervención qué raíz debe resecarse.
La amputación de la raíz mesiovestibular an­ La decisión se toma durante la intervención,
Resección radicular 107

inspeccionando el área de la furca. La pulpa


abierta, tras la amputación radicular, se recu­
bre con una pasta de hidróxido calcico, como
si se procediera al recubrimiento pulpar di­
recto (figura 21-4). El tratamiento del con­
ducto radicular de las raíces conservadas
se iniciará entre la segunda y cuarta semana
de la operación. Hasta entonces la pulpa sue­
le mantenerse asintomática. La probabilidad
de síntesis de dentina terciaria en el muñón de
amputación es muy escasa. Si no se procede al
tratamiento radicular, suele producirse una
pulpitis y periodontitis apical. Los dientes con
amputación radicular se deben restaurar, para
protegerlos de las fracturas.

HEMISECCIÓN
La hemisección está indicada en casos de
lesión de la furca de grado II (forma grave) y
III, raíces de dientes multirradiculares no can-
didatas al tratamiento endodóncico. fracturas
por recesión grave de la raíz o perforación del
suelo de la pulpa. En general se practica sobre
los molares inferiores y raramente sobre los
superiores (en este caso, se habla de trisec­
ción). En los molares inferiores suelen conser­
varse las raíces distales que poseen un con­
ducto radicular ancho, que se adapta mejor al
tratamiento endodóncico y a la recepción de
espigas que las raíces mesiales, que suelen
contener dos conductos. La decisión acerca de
cuál de las dos raíces debe conservarse de­
pende. sin embargo, de la situación periodon-
tal y/o endodóncica y del tratamiento proté­
sico previsto. La hemisección está contrain-
£ dicada en los siguientes casos: fusión radicu-
% lar: nivel de inserción u óseo inadecuado de
; las raíces que se pretende conservar; excesiva Fig. 21-4. Amputación radicular de la raíz distoves-
tibular del segundo molar superior con pulpa vital en
:Q movilidad tras la separación; imposibilidad
una lesión de la furca bucal y distal de grado III (a).
§ de tratamiento endodóncico; relación corona- Después de separar el colgajo mucoperióstico se am­
I raíz inadecuada e imposibilidad de restaura- puta la raíz distovestibular, se recubre directamente
© cíon. la pulpa aoierta con hidróxido de calcio y se moviliza
La furca se expone con un colgajo muco- apicalmente el colgajo (o). De 2 a 4 semanas des­
| perióstico y se divide el diente a través de la pués de la intervención, se procede al tratamiento en­
dodóncico (c).
| furca en dos mitades. Al seccionar, hay que
^ dirigir el instrumento ligeramente hacia la mi-
» tad dental extraída. Luego, se extrae una de
o las mitades dentales (corona y raíz) y, si es ne- tirpar una de las mitades dentales de la an­
< cesario, se modela la apófisis alveolar me- tigua área de la furca. debe procurarse que la
¡ diante osteoplastia (fig. 21-5). Después de ex- transición entre raíz y corona sea lo más lisa
108 Parte práctica

Fig. 21-5. Hemisección del primer molar inferior con lesión de la furca de grado III. Tras separar el colgajo
mucoperióstico (a la izquierda) se divide el diente (en el centro), respetando la mitad dista!, y se extrae la mitad
mesial (a la derecha).

posible. Si se deja una arista a nivel del anti­ premolarización sólo se aplica a los molares
guo fórnix de la furca, se crea una zona de re­ inferiores. Dadas la indicación tan restringida
tención de la placa, hecho indeseable. y la necesidad de restauración del diente pre-
La hemisección generalmente tiene lugar molarizado. este método apenas se utiliza. La
después del tratamiento endodóncico de la raíz premolarización está contraindicada en las raí­
conservada. Si se procede a la hemisección de ces muy próximas, es decir, en casos de furca
un diente con pulpa vital durante la interven­ estrecha. En estos casos debe preferirse la he­
ción. se debe extirpar la pulpa y obturar pro­ misección.
visionalmente la raíz (p. ej.. hidróxido cal­ El procedimiento se corresponde, en esen­
cico). Los dientes hemiseccionados deben ser cia. con el de la hemisección. salvo que la divi­
restaurados y pueden incluirse dentro de pró­ sión del diente se practique directamente por
tesis fijas o removibles (fig. 21-6). el centro de la furca y se conserven ¡as dos mi­
tades dentales.

PREMOLARIZACIÓN
RESULTADOS
La premolarización está indicada en las le­ DE LA RESECCIÓN RADICULAR
siones de la furca de grado II (forma grave)
y III si se dispone de un nivel de inserción y El tratamiento de la lesión de la furca por
óseo suficiente en las dos raíces, así como en las técnicas citadas anteriormente permite
raíces muy divergentes. Por regla general, la conservar los dientes multirradiculares du­
rante. por lo menos. 5 años. Aplicando crite­
rios rigurosos (menos del 50 % de hueso al­
veolar presente, ausencia de fractura radicu­
lar. ausencia de lesión endodóncica. ausencia
de caries), los resultados favorables de la am­
putación radicular y de la hemisección a los 10
años ascienden únicamente al 62 %. Más de la
mitad de los fracasos ocurren entre e! quinto y
séptimo año del postoperatorio. Los fracasos
ocurren dos veces más en la mandíbula que en
el maxilar. Las causas principales son las frac­
turas radiculares, las lesiones endodóncicas y
las pérdidas cementarias. Sólo una cuarta
parte de los fracasos se producen por la pro­
Fig. 21-6. Restauración de la raíz mesial del primer
gresión de las pérdidas de inserción. Después
molar con un póntico parcial. de la tunelización. más de la mitad de los
Resección radicular 109

dientes desarrollan una caries radicular en el años, incluso sin resección radicular. De todas
plazo de 5 años. Por eso, los resultados a lar­ maneras, la pérdida de inserción continúa
go plazo de la tunelización son muy limitados. avanzando en un 25 % de los dientes.
La ventaja principal, frente a la amputación Las raíces y mitades dentales residuales
radicular, hemisección y premolarización, ra­ deben recibir tratamiento endodóncico y res­
dica en que no se requiere tratamiento endo- taurador en los casos de amputación radicular,
dóncico ni restauración. hemisección o premolarización. Por eso, con­
Debe señalarse, asimismo, que con los col­ viene valorar cuidadosamente el pronóstico
gajos movilizados apicalmente, revisiones pe­ de las raíces conservadas antes de establecer
riódicas y tallado oclusal se ha logrado mante­ la indicación. Para la restauración es necesario
ner la «función» de un 88 % de los dientes con tener en cuenta el cambio de la forma de la
lesión de la furca durante períodos de 5 a 24 corona y de la raíz.
22. Cirugía mucogingival

PROBLEMAS MUCOGINGIVALES ción. En estos casos, el grosor de la encía que­


ratinizada resulta aparentemente decisivo
Antiguamente se otorgaba una importan­ para que ocurra la retracción gingival. Sin em­
cia decisiva a la encía insertada en el manteni­ bargo, mientras el diente sólo se mueva orto-
miento de la salud del periodonto. De dóncicamentc dentro de la apófisis alveolar, el
acuerdo con el concepto de la barrera tisular, epitelio de unión y el nivel de inserción suelen
el tejido fibroso de la encía insertada retra­ conservarse si existe un control adecuado de
saba la extensión apical de los procesos infla­ la placa (v. cap. 24. «Aspectos periodontales
matorios y la progresión de las pérdidas de in­ del tratamiento ortopédico maxilar»).
serción. Se admitía que una zona inadecuada
de encía insertada favorecía la formación de
placa subgingival. pérdida de inserción y re­ OBJETIVOS DE LA CIRUGÍA
tracción gingival, y dificultaría la higiene bu­ MUCOGINGIVAL
cal.
Sin embargo, diversos experimentos ani­ Los objetivos de la cirugía mucogingival
males y estudios clínicos en humanos han re­ consisten en corregir la morfología, posición
velado que con un control adecuado de la o anchura defectuosas de la encía. La ciru­
placa el tejido periodontal puede mantenerse gía mucogingival comprende procedimientos
sano, incluso con una encía insertada estrecha plásticos y quirúrgicos, con los que se ensan­
o inexistente. De todas formas, en las regio­ cha la zona de encía insertada y queratinizada
nes. en donde el control de la placa es más y/o se cubren las raíces expuestas. La cirugía
problemático, una zona suficientemente ancha mucogingival se puede realizar de manera ais­
de encía queratinizada resulta muy útil. Así. la lada o en combinación con las intervenciones
encía de los dientes con márgenes de restaura­ de colgajo.
ción subgingivales y encía queratinizada ancha
se mantiene más sana que ia de dientes simila­
res con una encía insertada estrecha. Las res­ EXTENSIÓN GINGIVAL
tauraciones con márgenes subgingivales au­
mentan el riesgo de pérdidas de inserción y Los distintos procedimientos de extensión
retracciones gingivales en zonas de encía in­ gingival permiten ampliar la zona de encía in­
sertada mínima o ausente (v. cap. 23. «Cirugía sertada y queratinizada.
periodontal preprotésica»).
Cuando ocurre una dehiscencia del hueso Autoinjerto libre de la encía
alveolar durante los movimientos ortodónci- Indicaciones y contraindicaciones
cos labiales de los dientes anteriores o los mo­
vimientos bucales de los dientes posteriores, El autoinjerto gingival libre está indi­
es decir, cuando el diente sobresale parcial­ cado en dientes con una zona mínima o nula
mente del lecho alveolar, pueden producirse de encía insertada que presentan una retrac­
retracciones gingivales y pérdidas de inser­ ción gingival progresiva, muestran una restau-

110
Cirugía mucogingival 111

ración de márgenes subgingivales o posible­ Cicatrización


mente desarrollen una dehiscencia con los
movimientos ortodóncicos. Asimismo, se re­ Entre el autoinjerto libre de encía y el le­
comienda para la extensión del vestíbulo, an­ cho del trasplante se desarrolla un coágulo de
tes de proceder al tratamiento con prótesis re- fibrina, trasplante que es nutrido, al principio,
movibles. a través de la denominada circulación plasmá­
El autoinjerto gingival libre suele estar tica. El epitelio del injerto se necrosa casi
contraindicado para la extensión gingival en completamente en los primeros 5 días del
casos de encía sana, con retracción estable o postoperatorio. Hacia el 11.° día del postope­
nula, márgenes de restauración supragingiva- ratorio se observa una reepitelización y revas­
les y movimientos ortodóncicos dentro de la cularización inicial, así como fijación fibrosa
apófisis alveolar. del injerto gingival al lecho del trasplante. La
maduración del tejido conjuntivo y la querati-
nización del epitelio se hallan prácticamente
Técnica quirúrgica concluidas a los 28 días. Durante el proceso
Para preparar el lecho del injerto se prac­ inicial de cicatrización, el autoinjerto libre de
tica una incisión en la línea mucogingival o li­ encía se contrae en un 25 %. Después de la
geramente coronal a ella y se moviliza apical- cuarta semana del postoperatorio ya no se
mente el colgajo mucoso, que a continuación producen nuevos cambios dimensionales dig­
se fija apicalmente con sutura reabsorbible. nos de mención. La región donante cura me­
Luego se recorta una lámina estéril (p. ej., en­ diante cicatrización por segunda intención.
vase del material de sutura), con las mismas El autoinjerto libre de encía se diferencia
dimensiones del lecho del trasplante. Esta lá­ de la encía circundante por su coloración más
mina sirve de plantilla para el injerto. El in­ clara. Por eso, en zonas anteriores es preferi­
jerto gingival (epitelio y tejido conjuntivo) ble el autoinjerto libre del tejido conjuntivo,
debe extraerse, preferentemente, del paladar, puesto que es menos claro y se asocia a resul­
ya que a este nivel se dispone de suficiente en­ tados estéticos más favorables. Su utilización
cía queratinizada. Las zonas donantes son las se asemeja a la del autoinjerto libre de encía.
distales a las arrugas del paladar. También se Sin embargo, en este caso, el trasplante se
puede extraer la encía de la tuberosidad o zo­ compone únicamente de tejido conjuntivo, es
nas desdentadas del maxilar con suficiente en­ decir, no contiene epitelio. La extracción del
cía insertada. El grosor del injerto gingival injerto de tejido conjuntivo se comenta con
que se requiere para la extensión gingival es más detalle en «Injerto de tejido conjuntivo
de aproximadamente 0,5-0,75 mm. Sin em­ subepitelial». Como el tejido conjuntivo sub-
bargo, si se desea evitar la retracción gingival epitelial determina el tipo de epitelio que
previa a los movimientos ortodóncicos (con el se crea sobre él, para la extensión gingival se
& peligro consiguiente de dehiscencia), es mejor puede utilizar un autoinjerto libre de tejido
I que el espesor del injerto sea de aproximada- conjuntivo de una región donante con encía
§ mente 1,25-1,75 mm. La extracción del injerto queratinizada (p. ej., el paladar). La en­
S con un bisturí ofrece la ventaja, frente a otros cía queratinizada procede del injerto de tejido
1 métodos, de poder determinar exactamente la conjuntivo.
2 forma y el grosor. No debe dañarse en ningún
g> caso la arteria y la vena palatinas, puesto que
Colgajo mucoso desplazado apicalmente
| las hemorragias de estos vasos son difíciles de
| cohibir. El injerto se fija en el lecho del tras- Indicaciones y contraindicaciones
| piante, colocándolo hacia abajo, por la super-
J ficie conjuntiva y se adhiere al periostio con El colgajo mucoso desplazado apicalmente
a un material de sutura reabsorbible. Mediante está indicado en zonas con encía insertada re­
o compresión digital durante 3 min se impide en ducida, asociadas a bolsas gingivales, supra-
3 general que se forme un coágulo de sangre óseas e infraóseas, y/o en la lesión de la furca
" por debajo del injerto (fíg. 22-1). de grado I, y está contraindicado en general
112 Parte práctica

Fig. 22-1. Extensión gingival con un autoinjerto libre


dé encía {a}. Después de preparar el colgajo mucoso,
se reconocen las rugosidades alveolares {b). E\ in­
jerto gingiva] se extras del paladar de acuerdo con
las dimensiones del lecho del trasplante (c) y se su­
tura eí periostio (d). Después de la cicatrización, se
ensancha la encía queratinizada e insertada (e).

en casos de cirugía regenerativa y en zonas un método seguro y previsible para ensanchar


anteriores. la encía queratín izada e insertada. En algunos
casos, después del autoinjerto libre de encía se
Técnica quirúrgica produce un recubrimiento progresivo de la
raíz por la migración coronal del epitelio de la
La técnica quirúrgica del colgajo mucoso unión (creeping attachment).
desplazado apicalmente se describe en el capí­
tulo 18, «Operaciones con colgajo».
RECUBRIMIENTO DE LA RAÍZ
Resultados de ia extensión gingival
Grados de retracción gingival
Los autoinjertos libres de encía o de tejido
conjuntivo permiten extender la encía en 3,7- Las retracciones gingivales se clasifican en
4,6 mm, por término medio, durante varios cuatro grados según MiLler (1985) (fig. 22-2).
años. El autoinjerto libre de encía constituye En ios grados I y II, generalmente se puede
Cirugía mucogingival 113

Grado IV. La recesión gingival


Grado L La recesión gingival sobrepasa la linca mucogingi­
no sobrepasa la línea mucogin­ val, y se observan pérdidas in­
gival. No se observan pérdidas terdentales graves de inserción
de la inserción interdental ni y óseas y/o malposiciones den­
ósea tales

Grado U. La recesión gingival Grado ID. La recesión gingival


sobrepasa la linea mucogingi* sobrepasa la linca mucogingi­
val. No se observan pérdidas val, y, además, se observan per-
interdentales de inserción ni didas interdentales de inserción
óseas u óseas y/o malposiciones den­
tales

F¡g. 22-2. Grados de retracción gingival. (De Miller, 1985.)

lograr recubrimiento completo o al menos La incisión del lecho de trasplante tiene,


parcial de la raíz. En cambio, en el grado III, esta vez, una forma trapezoidal. Se crea un
el recubrimiento es limitado y, en el grado IV, colgajo mucoso que se sutura al periostio
resulta imposible. El nivel de inserción inter­ apicalmente. Luego, se extrae un injerto lo
dental y alveolar limita el recubrimiento má­ más grueso posible (aproximadamente 1,25-
ximo de la raíz. Para obtener un buen resul­ 1,75 mm), que se ajuste a las medidas del le­
tado con el recubrimiento de la raíz, es cho del trasplante, y se fija con sutura de sus­
necesario elegir y seleccionar cuidadosamente pensión al periostio (fig. 22-3).
al paciente. Algunos autores consideran que los resul­
Se han descrito multitud de métodos para tados del recubrimiento radicular dependen
el recubrimiento de la raíz. En este apartado extraordinariamente de que se acondicione
sólo se hará mención de algunos de los méto­ previamente la raíz durante 3 a 5 min con
dos más estudiados y consolidados. ácido cítrico (pH 1). Sin embargo, la utilidad
del acondicionamiento radicular con ácido cí­
i Indicaciones y contraindicaciones trico, que sirve para exponer la matriz del co­
o lágeno de la dentina y, en menor medida, del
"O
= El recubrimiento de la raíz está indicado cemento radicular, es controvertida.
2 en las retracciones gingivales de grado I-III
| con alteraciones estéticas. En cambio, el recu- Colgajo desplazado coronalmente
| brimiento de la raíz está contraindicado en las
• retracciones gingivales de grado IV. El recubrimiento radicular se puede llevar
ao a cabo con un colgajo desplazado coronal-
f Autoinjerto libre de encía mente si se dispone de suficiente encía quera-
tinizada y tras la extensión gingival con un au­
* El autoinjerto libre de encía, además de toinjerto gingival libre. En este último caso,
» aplicarse para la extensión gingival, se puede deben transcurrir 4 a 6 semanas entre una y
o utilizar para el recubrimiento de la raíz. En otra intervención.
S? este caso, se modifica mínimamente la técnica Se crea un colgajo mucoperióstico o mu­
~ descrita con anterioridad. coso trapezoidal. El periostio se incide hori-
114 Parte práctica

Injerto de tejido conjuntivo subepitelial

Técnica quirúrgica

La incisión tiene también una forma trape­


zoidal (lecho del trasplante). Las incisiones
verticales se practican aproximadamente a
una distancia de una anchura media o com­
pleta del diente, mesial o distal a la resección.
Habitualmente se unen con la incisión hori­
zontal a la altura de la unión amelocementa-
ria, respetando las papilas. Luego, se prepara
un colgajo mucoso. Dependiendo de la exten­
sión del lecho del trasplante, se recorta una
plantilla y se traslada el contorno del tras­
plante a la zona de extracción palatina. A di­
ferencia del autoinjerto libre de encía, para
extraer el tejido conjuntivo no hay que incidir
la base cercana al rafe palatino. Se levanta un
colgajo mucoso fino y se extrae el tejido con­
juntivo subyacente; se repone el colgajo mu­
coso y se sutura. Luego, se fija el injerto de te­
jido conjuntivo con suturas circulares sobre el
diente receptor y se sutura el colgajo mucoso
Fig. 22-3. Recubrimiento radicular con autoinjerto li­ del lecho del trasplante sobre el injerto de te­
bre de encía en una retracción gingival de grado I. jido conjuntivo (fig. 22-5).
Apical a la retracción gingival se observa un injerto
gingival incorrectamente colocado (parte izquierda de
a). Se crea un colgajo mucoso trapezoidal (parte de­ Cicatrización
recha de a) y se fija un injerto grueso de encía con
suturas suspensorias al lecho del trasplante (parte iz­ El injerto de tejido conjuntivo subepitelial
quierda de ó). Después de la cicatrización se advierte combina las ventajas del autoinjerto libre de
el recubrimiento parcial de la raíz y la extensión gingi­
val (parte derecha de b). tejido conjuntivo (adaptación estética del co­
lor) con las del colgajo desplazado coronal-
mente (buena nutrición). La nutrición del in­
jerto de tejido conjuntivo subepitelial es
mejor que la de los autoinjertos libres gingival
zontalmente en la base del colgajo mucope- y de tejido conjuntivo, debido a la doble vas­
rióstico. Luego, se desplaza coronalmente cularización (lecho del trasplante y colgajo
para cubrir la raíz y se fija al diente con una mucoso).
sutura circular (fig. 22-4). El colgajo despla­
zado coronalmente se nutre a través de su Colgajo desplazado lateralmente
base.
Cuando se inserta un autoinjerto aislado El colgajo desplazado lateralmente está in­
de encía libre y se desplaza coronalmente el dicado cuando se dispone de suficiente encía
colgajo tras el injerto, es frecuente que éste se queratinizada sobre la apófisis alveolar o la
diferencie por su color más claro del resto de cresta maxilar directamente relacionada con
la encía. El inconveniente principal del col­ la retracción que hay que cubrir. Si la encía
gajo desplazado coronalmente en las áreas queratinizada es mínima o nula y el hueso al­
con encía queratinizada reducida consiste en veolar, fino, o se observan dehiscencias en los
que se requieren dos intervenciones diferen­ dientes próximos a la retracción, el método
tes. está contraindicado.
Cirugía mucogingival 115

Fig. 22-4. Recubrimiento radicular en una retrac­


ción gingival de grado III mediante un colgajo despla­
zado coronalmente (parte izquierda de a). Inicial-
mente, se extiende la encía con un autoinjerto libre
de encía (parte derecha de a). Cinco semanas más
tarde (parte izquierda de b) se crea un colgajo muco-
perióstico trapezoidal (parte derecha de b) y se des­
plaza coronalmente (parte izquierda de c). Una vez
completada la cicatrización, se observa el recubri­
miento de la mayor parte de la raíz y la extensión gin­
gival (parte derecha de c).

Fig. 22-5. Recubrimiento radicular de una retrac­


ción gingival de grado II con injertos de tejido conjun­
tivo subepitelial (parte izquierda de a). Él lecho del
trasplante se crea con un colgajo mucoso trapezoidal
(parte derecha de a). Después de preparar un colgajo
mucoso pediculado en el paladar, se extrae un injerto
de tejido conjuntivo (o). Éste se sutura bajo el colgajo
de mucosa de la zona receptora (parte izquierda de
c). Después de la cicatrización, prácticamente toda la
raíz está cubierta (parte derecha de c).
116 Parte práctica

extiende, por lo menos, de una a una y media


anchuras dentales sobre la retracción. Luego,
se practican tres incisiones verticales. Las inci­
siones verticales se unen con la horizontal. És­
tas deben ser paralelas entre sí y traspasan la
línea mucogingival. La primera incisión verti­
cal se inicia en el extremo de la incisión hori­
zontal distal del trasplante. La incisión vertical
media se dirige por el lado del trasplante, más
próximo a la recesión; esta incisión elimina el
epitelio de la bolsa y de la unión. La última in­
cisión delimita el injerto. Para desplazar mejor
el injerto, la tercera incisión termina con un
trayecto que se dirige hacia el injerto. Luego,
se crea un colgajo mucoperióstico, que se des­
plaza lateralmente para cubrir la raíz y se su­
tura (fig. 22-6). La principal ventaja de este
método es que no se requiere un segundo
campo quirúrgico.

Resultados del recubrimiento radicular


Los autoinjertos libres de encía permiten
el recubrimiento radicular del 95.5 % del de­
fecto, por término medio, en retracciones me­
nores de 3 mm; del 80,6 % en retracciones de
3-5 mm, y del 76,6 % en retracciones mayores
de 5 mm. Si se acondiciona, además, la super­
ficie radicular con ácido cítrico, se puede lo­
grar un recubrimiento completo de la raíz en
todas las retracciones de grado I y en un 87 %
de las de grado II. El inconveniente esencial
del recubrimiento radicular con autoinjerto li­
bre de encía es su color claro, en comparación
con la encía circundante.
Con el colgajo desplazado coronalmente y
el autoinjerto libre de encía, así como con los
Fig. 22-6. Recubrimiento radicular con un colgajo colgajos desplazados lateralmente, se logra un
desplazado lateralmente en una retracción gingival recubrimiento medio de 2,71 mm de la raíz. Si
de grado II (a). Se crea un colgajo mucoso (/?), se la indicación es errónea, el colgajo desplazado
desplaza lateralmente y se sutura (parte izquierda de
c). En el postoperatorio se advierte el recubrimiento lateralmente puede asociarse a una retracción
parcial de la raíz y la extensión gingival (parte dere­ del diente próximo. Este peligro es mayor
cha de c). cuando los dientes vecinos presentan dehis­
cencias o están cubiertos por un hueso alveo­
lar muy fino. Debido a estas restricciones, el
Técnica quirúrgica
colgajo desplazado lateralmente apenas se uti­
liza.
Se practica una incisión horizontal a la al­ El injerto de tejido conjuntivo subepitelial
tura de la unión amelocementaria, respetando permite recubrir 2-6 mm de la raíz. Sin em­
las papilas. La incisión discurre aproximada­ bargo, si se compara con el autoinjerto libre
mente a 2 mm de la cara distal del injerto y se de encía, con esta técnica se logra una menor
Cirugía mucogingival 117

extensión gingival, porque sólo se expone una tores etiológicos responsables de la retracción
porción del injerto de tejido conjuntivo sub- gingival. Entre ellos se encuentran la técnica
epitelial (fígs. 22-3 y 22-5). Aunque esta téc­ incorrecta de cepillado dental, las malposicio-
nica no se ha estudiado con mucho deteni­ nes dentales, las inflamaciones y los frenillos
miento, como sucede, en cambio, con el au- de inserción alta. Además, en el resultado
toinjerto libre de encía, goza de una popu­ también influye la morfología de la encía y del
laridad creciente. hueso alveolar. A ello se añade que los resul­
Los resultados que se obtienen con el in­ tados de la cirugía mucogingival se relacionan
jerto de tejido conjuntivo subepitelial son ex­ íntimamente con la técnica utilizada. Se desa­
traordinariamente satisfactorios por la exce­ conseja la odontoplastia que algunos reco­
lente adaptación del color. Es muy probable miendan para aplanar las raíces que hay que
que este método se consolide en el futuro. cubrir, ya que, si no se obtiene resultado, la
El resultado del recubrimiento radicular raíz expuesta presenta una gran hipersensibili-
depende, en gran medida, de eüminar los fac­ dad.
23. Cirugía periodontal preprotésica

ALARGAMIENTO QUIRÚRGICO la cresta alveolar, retención insuficiente de la


DE LA CORONA corona, fracturas de la corona o raíz, fracturas
radiculares en el tercio marginal o vías falsas
Anchura biológica en el tercio radicular marginal. En general,
esta técnica está contraindicada en zonas ante­
La altura coronoapical de la inserción de riores, en donde es preferible la técnica de ex­
tejido conjuntivo es bastante constante y trusión forzada de ortopedia maxilar combi­
mide, por término medio, 1,07 mm, con inde­ nada con la fibrotomía.
pendencia de la posición del nivel de inserción
y del hueso alveolar. La profundidad del surco
gingival (por término medio, 0,69 mm) y la Técnica quirúrgica
longitud del epitelio de inserción (por término
medio. 0,97 mm) se hallan sometidas a mayor El alargamiento quirúrgico de la corona se
variación. En un periodonto sano, la distancia realiza con un colgajo mucoperióstico despla­
entre el margen coronal del epitelio de unión zado apicalmcnte o uno no desplazado aso­
y la cresta del hueso alveolar se conoce como ciado a osteoplastia y ostectomía. El objetivo
anchura biológica y mide 3 mm. Si la anchura es recuperar la anchura biológica. La cresta
biológica se altera por un margen de la restau­ del hueso alveolar se reduce de manera que la
ración situado en la proximidad de la cresta posición del borde de la restauración quede a
alveolar, se pueden producir pérdidas de in­ 3 mm de ella (figs. 23-1 y 23-2).
serción y óseas significativas, como conse­
cuencia de la dificultad en controlar adecua­
damente la placa bacteriana de la zona. EXTENSIÓN GINGIVAL

El margen de la restauración y el de la Como se señaló en el capítulo 22, «Cirugía


mucogingival», para mantener la salud del pe­
cresta del hueso alveolar deben quedar,
riodonto en las restauraciones con margen
como mínimo, a una distancia de 3 mm.
subgingival, se requiere una encía queratini-
zada ancha.
Aunque hasta ahora no se ha podido de­ Si no se dispone de encía queratinizada o
mostrar la teoría que propone conservar la an­ ésta es escasa, y el margen de la restauración
chura biológica, se trata de un concepto admi­ es gingival, está indicada la extensión gingival
tido de forma unánime en periodoncia. con un autoinjerto Ubre de encía (fig. 23-3).
Por otro lado, en las regiones que tengan una
Indicaciones y contraindicaciones encía queratinizada ausente o estrecha, que
estén expuestas a sobrecarga mecánica por si­
El alargamiento quirúrgico de la corona llas o que estén elementos de retención de las
está indicado en zonas posteriores con defec­ prótesis removibles, también está indicada
tos por caries que alcancen la proximidad de practicar la extensión gingival.

118
Cirugía periodontal preprotésica 119

Fig. 23-1. Alargamiento quirúrgico de la corona con un colgajo desplazado apicalmente, osteoplastia y osteo­
tomía.

Fig. 23-2. Alargamiento quirúrgico de la corona del


segundo premolar superior (a). Después de crear el
colgajo mucoperióstico, se reconoce la reducida an­
chura biológica dista! al diente {parte izquierda de b).
Mediante osteoplastia u osteotomía se crea una dis­
tancia aproximadamente de 3 mm entre la posición fi­
nal del margen de la restauración y la cresta alveolar
(parte derecha de b). Luego, se desplaza apical­
mente el colgajo (c). El tratamiento protésico puede
continuar a las 4 semanas de la intervención.

Fig. 23-3. Encía queratinizada mínima en el premo­


lar inferior (izquierda). Antes del tratamiento con una
restauración de márgenes subgingivales, se aumenta
la encía con un autoinjerto libre de encía (derecha).
120 Parte práctica

POSICIÓN DEL MARGEN


DE RESTAURACIÓN

Cuando el margen de restauración queda


subgingival, la encía suele mostrar signos in­
flamatorios acusados, en comparación con los
márgenes supragingivales de la restauracio­
nes. Por eso, cuando el margen de restaura­
ción es subgingival, la progresión de las pérdi­
das de inserción es más intensa que cuando el
margen queda supragingival.
Por consiguiente, en las regiones posterio­
res, si la retención es suficiente, los márgenes
de las restauraciones deben ser supragingiva­
les. En las regiones anteriores o cuando la re­
Fig. 23-4. Vestíbulo muy corto tras una intervención tención es insuficiente, muchas veces es impo­
por una fisura labio-maxilo-palatina (parte superior). sible evitar que el margen quede yuxta o
Antes del tratamiento protésico, se profundiza el ves­ subgingival.
tíbulo con un autoinjerto libre de encía (parte inferior).

CIERRE MARGINAL
DE LAS RESTAURACIONES
EXTENSIÓN DEL VESTÍBULO SUBGINGIVALES
Cuando el vestíbulo es muy limitado, el Las restauraciones de márgenes supra o
tratamiento con las prótesis removibles re­ subgingivales sólo deben incorporarse si el se­
sulta problemático. En estos casos, está indi­ llado marginal es óptimo. En general, los már­
cada la extensión del vestíbulo con un autoin­ genes supragingivales no influyen en la salud
jerto libre de encía (fig. 23-4). La utilización periodontal; sin embargo, la colocación de
de este injerto ofrece la ventaja, frente a otras una restauración de márgenes subgingivales
técnicas de extensión vestibular, por ejemplo, sobresalientes favorece la aparición de una
la de Edlan-Mejchar, de que al mismo tiempo flora subgingival patógena en el plazo de bre­
se ensancha la encía queratinizada. Ésta re­ ves semanas e inflamación gingival. Si este
siste mejor las cargas mecánicas que la mu­ tipo de restauración se deja durante mucho
cosa no queratinizada resultante de los otros tiempo, se producen pérdidas de inserción y
métodos. óseas significativas. Por consiguiente, la colo­
La extensión vestibular como medida ais­ cación de una restauración con márgenes sub­
lada para el tratamiento de las periodontitis gingivales puede causar daños yatrogénicos
marginales es una técnica obsoleta. irreversibles en el periodonto.
24. Aspectos periodontales de la ortodoncia

TRATAMIENTO ORTODONCICO MEDIDA ORTODONCICA


EN LAS PERIODONT1TIS MARGINALES PARA CONSOLIDAR EL TRATAMIENTO
DE LA PERIODONTITIS
El tratamiento ortodóncico puede provo­
car pérdidas de inserción y óseas si el diente El tratamiento ortodóncico puede facilitar
presenta placa dentobacteriana. Por eso, es el control de la placa supra y subgingival, y fa­
fundamental que durante el tratamiento orto­ vorecer el tratamiento de la periodontitis, al
dóncico se logre un control óptimo de la corregir las malposiciones dentales. Además,
placa. Si existe una periodontitis marginal, se los defectos óseos también se pueden com­
debe tratar antes de iniciar las medidas de or­ pensar parcialmente mediante el endereza­
todoncia. Únicamente cuando el periodonto miento o la extrusión de dientes aislados.
se encuentra sin inflamación, se puede iniciar
el tratamiento ortodóncico. En el tratamiento PREVENCIÓN
activo de la periodontitis y en el tratamiento DE LA RETRACCIÓN GINGIVAL
ortodóncico es necesaria la revisión periódica
de la higiene oral. Como los aparatos de orto­ Como ya se indicó en el capítulo 22, «Ciru­
doncia suelen dificultarla, el paciente debe gía mucogingival», durante los movimientos
acudir a revisiones en intervalos cortos. ortodóncicos labiales de los dientes anteriores
Sólo en estas circunstancias se puede lle­ y vestibulares de los posteriores pueden
var a cabo tratamiento ortodóncico en pacien­ producirse retracciones gingivales, si existen
tes con periodontitis marginales. El nivel óseo dehiscencias del hueso alveolar (fig. 24-1).
y de inserción en pacientes con periodontitis La retracción gingival depende, claramente,
marginales debe ser tomado en consideración del grosor de la encía queratinizada sobre los
en la planificación del tratamiento ortodón­ dientes sometidos a tratamiento ortodóncico.
cico. Existe un riesgo mayor de retracción en los

¿ Fig. 24-1. Aparición de una retracción gingival durante el tratamiento ortodóncico. Un año después de iniciar
8 el tratamiento (segunda imagen por la izquierda), se advierte la raíz del incisivo inferior central izquierdo a tra-
< vés de una mucosa muy fina. Al segundo año de tratamiento (tercera imagen de la izquierda) ya ha ocurrido la
retracción que continúa en eí siguiente año (cuarta imagen de la izquierda). (Colección del Prof. Dr. E. Witt.)

121
122 Parte práctica

do se planifica el tratamiento ortodóncico,


suele dar mejores resultados y más previsi­
bles que el tratamiento de la retracción gin­
gival establecida mediante recubrimiento ra­
dicular.

FRENICECTOMÍA

El cierre ortodóncico de un diastema me­


Fig. 24-2. La raíz de los incisivos inferiores dere­
dial puede ser difícil cuando existe un frenillo
chos se manifiesta a través de una mucosa muy fina.
Si se aplica un movimiento labial ortodóncico a estos grueso insertado muy coronalmente. Si se ob­
dientes, existe el peligro de que se desarrolle una re­ serva la isquemia de la papila incisiva al trac-
cesión gingival. cionar del frenillo, puede admitirse que las fi­
bras del frenillo están insertadas en el espacio
interdental. En estas casos, el peligro de reci­
dientes con rebordes alveolares notorios a la diva aumenta tras el cierre ortodóncico del
palpación (paredes óseas vestibulares y lin­ diastema medial.
guales finas o con dehiscencias), los dientes Cuando se piense cerrar mediante orto-
que muestran raíces amarillentas a través de doncia un diastema medial con un frenillo
la mucosa (encía queratinizada fina y/o au­ como el mencionado, está indicada la freni-
sente) y los movimientos ortodóncicos vesti­ cectomía. Esta suele estar contraindicada an­
bulares y linguales (fig. 24-2). tes de la erupción de todos los dientes anterio­
La extensión gingival está indicada para res y/o como medida exclusiva.
prevenir las retracciones gingivales en ios La frenicectomía consiste en practicar un
dientes con riesgo de dehiscencia durante corte en V del frenillo, desprenderlo del
los movimientos ortodóncicos vestibulares hueso y extirparlo. Luego, se suturan los már­
o linguales o con encía queratinizada fina o genes de la herida a nivel de la mucosa (figu­
ausente. Prevenir la retracción gingival, cuan­ ra 24-3).

Fig. 24-3. El diastema central se asocia a un frenillo


potente de inserción muy coronal (parte izquierda de
a). Al traccionar del frenillo, se produce la isquemia
de la papila incisiva (parte derecha de a). El frenillo
es recortado en V (parte izquierda de b) y extirpado
(parte derecha de £>). Después de la cicatrización y
cierre ortodóncico del defecto, se mantiene la estética
gingival (c).
25. Técnicas de sutura

TÉCNICAS DE SUTURA EN LA CIRUGÍA Suturas circulares


CON COLGAJO
Las suturas circulares se aplican en el col­
Para la coloración precisa del colgajo se gajo de Widman modificado, colgajo en cor­
requieren diversas técnicas de sutura en las tina, colgajos de la regeneración tisular guiada
distintas operaciones con colgajo. La sutura y en las incisiones verticales.
fija el colgajo a los dientes y a la apófisis al­ La sutura circular interdental aproxima las
veolar. papilas interdentales opuestas del colgajo ves­
La adaptación íntima del colgajo a la apó­ tibular y lingual. El colgajo no se fija directa­
fisis alveolar es de importancia capital para la mente al diente. Las suturas circulares inter­
cicatrización de la herida. Si aparece un coá­ dentales ejercen una tracción coronal suave
gulo de sangre por debajo del colgajo, se re­ del colgajo y permiten reponer sus bordes en
trasa la cicatrización y aumenta el riesgo de la misma posición en la que se encontraba el
inflamación. margen gingival antes de la cirugía. Los colga­
En general, en la cirugía de colgajo el or­ jos linguales y vestibulares quedan a la misma
den de los procedimientos es el siguiente: se altura. La sutura circular interdental no per­
suturan primero las incisiones verticales, lue­ mite colocar el colgajo en una posición con­
go la incisión distal y/o mesial en cuña, y, por creta, adaptada a la morfología del hueso al­
último, las papilas interdentales. veolar (fig. 25-1).

Sulura circular interdental

Fig. 25-1. Sutura circular interdental para reponer el colgajo.

123
124 Parte práctica

Sutura circular

Sutura de anclaje dista! Sutura de anclaje mesial

Sutura de colchonero vertical


Fig. 25-2. Sutura continua combinada con sutura de colchonero horizontal y vertical para el desplazamiento
apical del colgajo (a y b).

Sutura deslizante continua diente mesial y suturando con el extremo ves­


e independiente tibular. Con esta técnica de sutura, los colga­
jos lingual y vestibular se fijan de forma inde­
La sutura deslizante continua se aplica en pendiente a los dientes y son desplazados
los colgajos no desplazados, colgajos palatinos apicalmente, debido al recorte del tronco radi­
y colgajos desplazados apicalmente. cular. Por eso, cada uno de los colgajos, el lin­
El colgajo vestibular es suturado, comen­ gual y el vestibular, pueden adaptarse a la
zando por la cara mesial, mediante lazadas morfología del diente y del hueso alveolar
circulares incompletas. Para que la sutura ves­ (fig-25-2).
tibular y lingual quede independiente, se fija el
hilo al último diente. Luego, el colgajo lingual
Sutura de colchonero
es fijado de la misma manera, aunque comen­
zando desde la cara distal, efectuando lazadas Las suturas de colchonero se utilizan como
incompletas en cada diente, fijando el hilo al sutura interdental única o combinada con
Técnicas de sutura 125

Fig. 25-3. Sutura de anclaje de un colgajo distal al último molar.

la sutura de arrastre continua e indepen­ Los dos bordes opuestos de la herida se


diente. Se distingue entre las suturas acolcha­ unen mediante una sutura circular, que luego
das horizontales o verticales, según su relación se fija mediante una lazada única o doble al
con la arcada dental. diente. De esta manera, el colgajo se tracciona
Para la sutura de colchonero horizontal, la sobre el diente, en dirección apical (fig. 25-3).
aguja se introduce mesial y distal a la papila
interdental a través del colgajo. El hilo se di­
rige, en un trayecto corto, por debajo del col­ TÉCNICAS DE SUTURA
gajo, paralelo a la arcada dental. Las suturas EN LA CIRUGÍA MUCOGINGIVAL
de colchonero horizontales son preferidas a
las suturas aisladas en los espacios interdenta­ Sutura perióstica
les anchos y tras la cirugía de injertos óseos.
Permiten una buena adaptación del colgajo y La sutura perióstica se utiliza fundamen­
se evita que ocurra una infección del injerto talmente en la cirugía mucogingival para fijar
óseo interdental, por el efecto del material de el colgajo de mucosa o el injerto de encía o te­
sutura (fig. 25-2 a). jido conjuntivo al periostio. Las suturas pe-
Para la sutura de colchonero vertical, hay riósticas son circulares y penetran bajo el pe­
que introducir la aguja en la proximidad y en riostio. Casi siempre se practican con material
la lejanía del diente. El hilo discurre, en un reabsorbible para evitar su retirada, en gene­
pequeño trayecto, por debajo del colgajo, per­ ral dolorosa.
pendicular a la arcada dental. Las suturas de
6 colchonero verticales prácticamente sólo se
| utilizan en los colgajos palatinos y permiten VENDAJE GINGIVAL
§ una mejor adaptación del colgajo a la apófisis
| alveolar que las suturas únicas (fig. 25-2 b). Después de la gingivectomía, cirugía de
colgajo o cirugía mucogingival suele colocarse
I Sutura de anclaje un aposito gingival para proteger la herida. El
o aposito se utiliza fundamentalmente para au­
La sutura de anclaje se utiliza en los colga- mentar la comodidad del paciente. Su aplica­
I jos distales al último molar, colgajos mesiales ción no influye prácticamente en la cicatriza­
I a dientes aislados y colgajos en zonas de pón- ción del colgajo. Los apositos gingivales sin
£ ticos. cugenol son preferibles a los que lo tienen.
<
00
26. Lesiones endo-periodontales

El diagnóstico de la lesión endo-periodon- PERIODONTITIS RETRÓGRADA


tal suele ser difícil por la superposición de los
síntomas. Sin embargo, es esencial identificar La pulpitis suele acompañarse de una pe­
la etiología de la lesión, si se desea obtener un riodontitis apical. En la mayoría de los casos,
buen resultado con el tratamiento. la inflamación se extiende hasta el periodonto
a través del orificio apical. Con menos fre­
cuencia, la pulpitis se disemina por conductos
accesorios hasta el periodonto del tercio me­
dio o marginal de la raíz y, desde aquí, alcanza
el surco gingival. En este caso se habla de pe­
riodontitis retrógrada. Los signos clínicos fun­
damentales consisten en una gran profundi­
dad de sondaje aislada y un test de vitalidad
negativo del diente correspondiente. Debido a
la gran frecuencia de los conductos accesorios
a este nivel, lo más frecuente es observar una
periodontitis retrógrada en el área de la furca.
Siempre que se observe una afectación aislada
de la furca en una dentición, por lo demás, sin
problemas periodontales, debe sospecharse
una periodontitis retrógrada.
En general, la práctica del test de vitaüdad
es muy útil porque permite establecer el diag­
nóstico definitivo.
En la periodontitis retrógrada, lo primero
que hay que realizar es un tratamiento del
conducto radicular y esperar a su cicatriza­
ción. La lesión periodontal no se trata en prin­
cipio, excepto si ocurre un absceso periodon­
tal agudo.
La lesión suele regenerarse casi completa­
mente después del tratamiento endodóncico
Fig. 26-1. Periodontitis retrógrada de! segundo mo­ aislado. Un tratamiento prematuro de la pe­
lar inferior desvitalizado. En el área de ia turca se riodontitis (raspado y alisado de la raíz o ciru­
aprecia un absceso periodontal con una profundidad gía periodontal) puede alterar la regeneración
de sondaje de la bolsa de 9 mm (a). Cuatro meses
después de abrir el absceso y proceder al tratamiento
periodontal. Sin embargo, si la lesión perio­
endodóncico (sin tratamiento de la periodontitis), se dontal se mantiene a los 3 a 6 meses después
observa la regeneración clínica completa del defecto del tratamiento endodóncico, se debe iniciar
periodontal (£>). su tratamiento (fig. 26-1).

126
Lesiones endo-periodontales 127

PULPITIS SECUNDARIA LESIÓN ENDO-PERIODONTAL


COMBINADA
Por el camino inverso al de la periodontitis Las lesiones endo-periodontales pueden
retrógrada, en un caso de periodontitis margi­ aparecer simultánea e independientemente en
nal, la pulpa se puede infectar a través del ori­ el mismo diente. Si se observa una comunica­
ficio apical o de los conductos accesorios, ori­ ción entre ambas lesiones, se habla entonces
ginándose una pulpitis secundaria. de una lesión endo-periodontal combinada.
En la pulpitis secundaria, lo primero que En las lesiones endo-periodontales combi­
debe tratarse es la periodontitis. El trata­ nadas es necesario iniciar el tratamiento si­
miento endodóncico sólo es necesario si el multáneo de la periodontitis y del problema
diente no es vital. endodóncico.
27. Fracturas radiculares

El diagnóstico de la fractura radicular es Los dientes sometidos a tratamiento endodón-


con frecuencia difícil. En la radiografía, las cico o con espigas son más propensos a la frac­
fracturas radiculares sólo se visualizan si el tura radicular (fig. 27-1).
haz central es paralelo a la línea de fractura. Las lesiones periodontales con fracturas
Los signos clínicos principales consisten en le­ radiculares no suelen responder al trata­
siones periodontales aisladas con aumento de miento convencional de la periodontitis. En
la profundidad de sondaje de la bolsa y signos general, el pronóstico de las fracturas radicu­
inflamatorios gingivales más o menos acusa­ lares verticales es desfavorable. El único trata­
dos. Además, puede ocurrir dolor por la so­ miento posible suele ser la extracción del
brecarga oclusal y/o movilidad del fragmento. diente correspondiente -

Fig. 27-1, Fractura radicular vertical y absceso periodoníal en ei incisivo superior central, tratado con una es­
piga. Al movilizar la espiga, se observa la línea de fractura (a y b).

128
28. Perforaciones radiculares

Las perforaciones radiculares suelen aso­ de la punta radicular, amputación radicular,


ciarse a un tratamiento endodóncico o a una hemisección, alargamiento de la corona (figu­
espiga. El períodonto se lesiona en el lugar de ra 28-1) o cierre de la perforación.
perforación. Dependiendo de su locaiización, Sin embargo, en algunos casos hay que
el tratamiento puede consistir en la resección proceder a la extracción.

Fig. 28-1. Vía falsa en el tercio marginal de ia raíz


a). El lugar de perforación se sitúa a nivel supragin-
gival mediante el alargamiento quirúrgico de la co­
rona (£>), lo que permite el tratamiento restaurador (c).

129
29. Tratamiento de las urgencias
periodontales

Las formas crónicas de las periodontopa- sia insuficiente o en ambos casos se debe colo­
tías marginales no suelen causar dolor. Este car una gasa en la cavidad del absceso. La tira
sólo aparece en el absceso periodontal agudo, de gasa se cambia inicialmente todos los días y
gingivitis ulceronecrótica aguda, periodontitis luego cada dos días. Coincidiendo con los
ulceronecrótica aguda y periodontitis por cambios del aposito, se lava conveniente­
VIH. mente la cavidad del absceso.
En los abscesos más apicales se requiere a
veces una incisión para el drenaje. La incisión
ABSCESO PERIODONTAL debe tener dimensiones adecuadas y en gene­
ral no basta con una incisión puntiforme. Para
El absceso periodontal agudo de localiza- mantener abiertos los márgenes de la herida
ción marginal suele drenar a través de la bolsa incisa, debe introducirse una tira de gasa en la
periodontal. Por eso, hay que introducir un profundidad de la cavidad abscesificada, pro­
raspador en la bolsa periodontal y abrir el curando que la gasa quede suelta en su inte­
absceso. Para prevenir las recidivas es muy rior.
importante raspar y alisar después cuidadosa­ Después de la curación del absceso perio­
mente las raíces (fig. 29-1). En los abscesos dontal agudo, se debe tratar de forma conven­
periodontales extensos, cuando la raíz no se cional la periodontitis del diente afectado.
puede limpiar adecuadamente por una aneste- Aunque los abscesos periodontales agudos

Fig. 29-1. Absceso periodontal agudo profundo, ori­ Fig. 29-2. Absceso periodontal crónico en un inci­
ginado en el incisivo lateral superior, a punto de sivo central superior (a la izquierda). Después del
abrirse espontáneamente (a la izquierda). Después raspado y el sellado de la raíz, el absceso ha curado
del raspado y alisado de la raíz, el absceso cura com­ completamente (a la derecha).
pletamente (a la derecha).

130
Tratamiento de las urgencias periodontaies 131

suelen originarse como consecuencia de perio­


dontitis marginales graves, ello no significa
que deba extraerse siempre el cliente después
de un absceso periodontal. La capacidad de
regeneración en las lesiones agudas suele ser
mayor que en los defectos de tipo crónico.
El absceso periodontal crónico se trata me­
diante raspado y alisado de la raíz y, si fuera
necesario, mediante operación con colgajo
(fig. 29-2). En general no produce dolor ni re­
quiere tratamiento de urgencia.

GINGIVITIS O PERIODONTITIS
ULCERONECRÓTICAS AGUDAS Fig. 29-3. Después de la curación de una periodon-
ttts ulceronecrótica aguda, se observan cráteres inter­
La gingivitis o periodontitis ulceronecróti- dentales de los tejidos blandos.
cas agudas (GUNA o PUNA) se tratan me­
diante raspado y alisado de la raíz. Cuando el
dolor es muy intenso, se recomienda utilizar de linfadenitis marcada con fiebre, se puede
únicamente instrumentos sónicos o ultrasóni­ añadir penicilina V (1 millón UI, 4 veces al
cos, ton anestesia local, en la primera sesión. día, hasta que desaparezcan los síntomas sisté-
En las sesiones posteriores se aplicarán instru­ micos) o metronidazol (250 mg, tres veces al
mentos manuales para el raspado y alisado de día, durante 7 días).
la raíz. Para favorecer la higiene bucal, que Después de la curación de la gingivitis o
suele limitarse por el dolor, se aconseja el con­ periodontitis ulceronecróticas agudas suelen
trol químico de la placa con una solución de quedar cráteres interdentales, que requieren
digiuconato de clorhexidina al 0,2 %. En caso corrección quirúrgica (fig. 29-3).
30. Tratamiento de las periodontitis
incipientes precoces

TRATAMIENTO DE LA PERIODONTITIS TRATAMIENTO DE LA PERIODONTITIS


PREPUBERAL JUVENIL

En el momento actual no existe ninguna La eliminación de la bacteria probable­


norma unánimemente reconocida para tratar mente responsable de la periodontitis juve­
la periodontitis prepuberal. Como la preva- nil, Actinobacillus actinomyeetemeomitans, es
lencia de la enfermedad es muy reducida, no esencial para que el tratamiento resulte satis­
se pueden comparar entre sí las diferentes factorio. Si la bolsa periodontal continúa in­
modalidades terapéuticas y los conceptos de fectada por A. actinomyeetemeomitans, la pér­
tratamiento sólo se derivan de casos aislados. dida de inserción progresa. Para eliminar A.
Así, se desconoce cuál es la influencia del tra­ actinomyeetemeomitans de la bolsa periodon­
tamiento de la periodontitis en los dientes tal y evitar, en la medida de lo posible, la re­
temporales sobre la salud periodontal del colonización, hay que eliminar la placa sub­
diente permanente posterior. gingival y el A. actinomyeetemeomitans del
El raspado y alisado de la raíz a intervalos tejido gingival. Las bacterias del tejido gingi­
regulares, apoyado con el control químico de val son a veces responsables de la reinfección
la placa supragingival, constituyen claramente de la bolsa periodontal.
el tratamiento de elección en la periodontitis El A. actinomyeetemeomitans se puede eli­
prepuberal. También se ha descrito la admi­ minar mediante cirugía con colgajo, pero la
nistración sistémica de antibióticos. Si se eliminación no es posible si sólo se procede al
puede analizar la microflora subgingival y de­ raspado y alisado de la raíz. Para evitar la re­
terminar la resistencia antimicrobiana, se ad­ colonización por A. actinomyeetemeomitans o,
ministra entonces un tratamiento antimicro­ al menos, retrasar su presencia, se recomienda
biano específico dirigido contra las bacterias a menudo el tratamiento sistémico adicional
patógenas para el periodonto. Sin embargo, con tetraciclina (250 mg, 4 veces al día, du­
no deben utilizarse los antibióticos que están rante 3 semanas). También se puede adminis­
contraindicados en los niños (p. ej., tetraci- trar doxiciclina (100 mg, dos veces al día du­
clina). rante el primer día, seguidos de 100 mg, una
Muchas veces es necesario extraer los vez al día durante 14 días) o una combinación
dientes afectados. En una descripción de dos de metronidazol (250 mg, tres veces al día, du­
pacientes con periodontitis incipiente precoz rante 7 días) y amoxicilina (375 mg, tres veces
como consecuencia de un síndrome de Papi- al día, durante 7 días).
llon-Levévre, la extracción de los dientes tem­ La tetraciclina es el antibiótico más investi­
porales antes de la erupción de los permanen­ gado en el tratamiento de la periodontitis. Se
tes, combinada con la administración sisté­ trata del antibiótico de primera elección,
mica de antibióticos, evitó la afectación de los cuando no se dispone de análisis microbiano
dientes permanentes. ni se pueden determinar las resistencias. La

132
Tratamiento de (as periodontitis incipientes precoces 133

tetraciclina (250 mg, 4 veces al día) posee me­ control químico adicional de la placa supra-
canismos independientes de acción que ejer­ gingival.
cen efectos bacteriostáticos frente a casi todas Además de las revisiones clínicas regula­
las bacterias subgingivales en las concentra­ res, es necesario controlar la flora de la placa
ciones que se alcanzan en el líquido gingival e subgingival en los enfermos con periodontitis
inhibe, además, la colagenasa segregada por juvenil, para poder iniciar el tratamiento anti­
los neutrófilos, que resulta decisiva para la microbiano en caso de reinfección por A. acti-
destrucción del tejido conjuntivo gingival. La nomyeetemeomitans antes de que prosiga la
tetraciclina es eliminada en altas concentra­ pérdida de inserción. La vigilancia microbiana
ciones en el líquido gingival, en comparación se lleva a cabo con las pruebas microbiológi-
con el plasma. La concentración de la doxici- cas descritas en el capítulo 9, «Recogida de
clina (100 mg, dos veces al día durante el pri­ datos».
mer día, seguidos de 100 mg, una vez al día)
en el líquido gingival se encuentra por debajo
de la concentración mínima inhibitoria de mu­ TRATAMIENTO DE LA PERIODONTITIS
chas bacterias patógenas para el periodonto. RÁPIDAMENTE PROGRESIVA
Sin embargo, estas concentraciones inhiben la
colagenasa. El tratamiento de la periodontitis rápida­
Se han obtenido resultados clínicos satis­ mente progresiva se corresponde con el de la
factorios a largo plazo con un tratamiento de periodontitis del adulto. En la mayoría de los
combinación basado en el raspado y alisado casos es necesaria la cirugía con colgajo. Dada
de la raíz, operación con colgajo, administra­ la elevada progresión de la enfermedad, es
ción sistémica de tetraciclina (250 mg, 4 veces fundamental proceder a una revisión a fondo.
al día, durante 3 semanas) y revisiones perió­ Si, a pesar del tratamiento de mantenimiento
dicas. regular, se observa una periodontitis refracta­
Los defectos óseos verticales de los pa­ ria, deben añadirse antibióticos por vía sisté­
cientes con periodontitis juvenil se pueden re­ mica y el control químico de apoyo de la placa
llenar con aloinjertos óseos con excelentes supragingival. Los antibióticos sistémicos re­
resultados, como en los enfermos con perio­ comendados son la tetraciclina (250 mg, 4 ve­
dontitis del adulto. ces al día, durante 7 a 14 días) o una combina­
Aproximadamente el 25 % de los pacien­ ción de metronidazol (250 mg, tres veces al
tes con periodontitis juvenil sufren una enfer­ día, durante 7 días) y amoxiciíina (375 mg,
medad refractaria, a pesar de las revisiones re­ tres veces al día, durante 7 días). Los resulta­
gulares. En estos casos se recomienda admi­ dos del tratamiento antibiótico sistémico se
nistrar de nuevo antibióticos y proceder al deben revisar con pruebas microbiológicas.
31. Tratamiento de la periodontitis refractaria

No todos los pacientes en los que el trata­ adquirida por mutación o plásmidos. Sin em­
miento de la periodontitis no da el resultado bargo, las pruebas de resistencia a los antibió­
apetecido (v. cap. 13, «Objetivos del trata­ ticos sólo pueden realizarse de rutina en muy
miento de la gingivitis y periodontitis») sufren pocos laboratorios especializados en micro­
una periodontitis refractaria. Las posibles cau­ biología oral. La identificación aislada de las
sas del fracaso se enumeran en la tabla 31-1. bacterias patógenas para el periodonto en la
Sólo un 10 % de los pacientes en los que se microflora subgingival sólo tiene utilidad para
observan pérdidas progresivas de inserción, a controlar el tratamiento antibiótico.
pesar del control adecuado de la placa supra-
gingival y del tratamiento de mantenimiento,
presentan una periodontitis refractaria. CONTROL QUÍMICO
El tratamiento de las periodontitis refrac­ DE LA PLACA SUBGINGIVAL
tarias se ha basado, hasta la fecha, en muy
pocos estudios controlados. No existen proto­ Antibióticos sistémicos
colos de tratamiento de la periodontitis re­
fractaria. Por eso, sólo pueden esbozarse algu­ Los antibióticos se utilizan por vía sisté-
nas recomendaciones generales. mica únicamente para reforzar el resultado
del raspado y alisado de la raíz. Si es posible,
el antibiótico se debe elegir tras identificar las
ANÁLISIS MICROBIOLÓGICO bacterias patógenas que intervienen en la in­
fección periodontal y proceder a un análisis
El análisis de la microflora subgingival de su resistencia. Los antibióticos sistémicos
está sólo indicado en las periodontitis refrac­ sólo están indicados en la periodontitis refrac­
tarias, siempre que tenga alguna consecuencia taria y la periodontitis incipiente precoz como
terapéutica. En la mayoría de los casos, ade­ medida complementaria del raspado y alisado
más de identificar las bacterias patógenas para de la raíz. Los antibióticos por vía sistémica
el periodonto, se puede determinar la resis­ no aportan, en general, nada en la periodonti­
tencia antibacteriana y conocer el antibiótico tis del adulto.
más eficaz contra la microflora. Las bacterias La administración de amoxicilina y ácido
muestran, a veces, una resistencia natural a un clavulánico (250 mg, tres veces al día, durante
determinado antibiótico o bien una resistencia 2 semanas) puede mejorar la salud gingival y
aumentar la inserción clínica en los pacientes
con periodontitis refractaria, siempre que se
Tabla 31-1. Factores que contribuyen ai fracaso
combine con e] raspado y alisado de la raíz.
del tratamiento de la periodontitis
La administración sistémica de clindami-
Control inadecuado de la piaca supragingival cina (150 mg, 4 veces al día, durante 7 días),
Revisiones inadecuadas junto con el raspado y alisado de la raíz,
Gran virulencia de la microflora
Disminución de las defensas inmunes
puede reducir significativamente la frecuencia
de sangrado tras sondaje durante varios meses

134
Tratamiento de la periodontitis refractaria 135

en los pacientes con periodontitis refractaria. nución de las reacciones adversas de natura­
Sin embargo, la concentración de clindami- leza sistémica. Sin embargo, los efectos quími­
cina que se alcanza en el líquido gingival suele cos y microbiológicos del raspado y alisado de
ser inferior a la concentración mínima inhibi­ la raíz apenas mejoran con la aplicación sub-
toria de la mayoría de los microorganismos gingival aislada de los antimicrobianos. Ello
patógenos para el periodonto. Por eso, el tra­ se debe al escaso tiempo de contacto de los
tamiento con clindamicina, como medida de antimicrobianos utilizados en el foco de infec­
apoyo del tratamiento de la periodontitis, se ción, es decir, en la bolsa periodontal.
debe recomendar con reservas, debido a los Algunas sustancias, de desarrollo reciente,
posibles efectos secundarios graves como la que liberan la sustancia microbiana durante
aparición de colitis seudomembranosa. varios días o semanas en el interior de la bolsa
El metronidazol resulta eficaz contra los periodontal, han mostrado unos resultados
microorganismos anaerobios obligados, pero muy prometedores. Así, las fibras de acetato
menos contra los microorganismos anaerobios de propiienvinilo impregnadas de tetraciclina
facultativos. La combinación de metronidazol se asocian durante 9 días a concentraciones de
(250 mg, tres veces al día, durante 10 días) y tetraciclina en el líquido gingival 10 a 100 ve­
amoxicilina (250 mg, 4 veces al día, durante 10 ces mayores que cuando se administra la te­
días) produce una mejoría de la salud gingival traciclina por vía sistémica.
en la mayoría de los pacientes con periodonti­ La administración selectiva de estos siste­
tis refractaria. mas antimicrobianos puede abrir nuevas pers­
pectivas terapéuticas en las periodontitis re­
Antimicrobianos tópicos fractarias y recurrentes. Sin embargo, antes de
valorar éstas u otras formas similares de admi­
La administración de los antimicrobianos nistración de los antibióticos de forma defini­
directamente en el foco de infección debería tiva, es necesario investigar con precisión sus
asociarse, a diferencia de la antibioticoterapia indicaciones concretas en el tratamiento de la
sistémica, a una mayor eficacia y a una dismi­ periodontitis.
32. Tratamiento de la gingivitis
y periodontitis por VIH

El tratamiento de la gingivitis y periodon­ un medio químico como una solución de di-


titis por VIH se corresponde con el de la gin­ gluconato de clorhexidina al 0,2 %.
givitis y periodontitis ulceronecróticas agudas. En los casos graves se recomienda añadir
En la mayoría de los casos, se requiere, ade­ metronidazol al tratamiento (250 mg, tres ve­
más, el control de la placa supragingival con ces al día, durante 5 días).

136
33. Tratamiento de la hiperplasia gingival

El control de la placa desempeña un papel fibrosa generalmente se requiere el trata­


primordial en el tratamiento de la hiperplasia miento quirúrgico adicional. El tratamiento
gingival Las normas de higiene bucal, el ras­ quirúrgico consiste en gingivectomía u opera­
pado y alisado de la raíz y la extirpación qui­ ción a colgajo, aunque es preferible esta úl­
rúrgica de las áreas de hiperplasia gingival son tima debido a que la herida abierta que se
las medidas más habituales. La hiperplasia produce es menor que mediante la práctica de
gingival edematosa responde habitualmente al la gingivectomía.
control aislado de la placa supra y subgingival Las recidivas ocurren raramente, si se rea­
(fig. 33-1). Para reducir la hiperplasia gingival liza un tratamiento correcto.

Fig. 33-1. Gran hiperplasia gingival tras la administración sistémica de ciclosporina y antagonistas del calcio
_| en un enfermo sometido a trasplante cardíaco (a). El raspado y alisado de la raíz, junto con la motivación o ins-
5 trucciones para el control de la placa supragingival, lograron reducir considerablemente la hiperplasia (b). (Co­
ja lección de Z. A. Steffens.)

137
34. Tratamiento oclusal y ferulización

MOVILIDAD DENTAL inserción en un periodonto no infectado, el


traumatismo oclusal es reversible.
Los dientes poseen una movilidad fisioló­ Las pérdidas del hueso alveolar, que se ob­
gica, por la suspensión del tejido conjuntivo, servan, por ejemplo, en las periodontitis mar­
que apenas se aprecia en condiciones clínicas. ginales, también se asocian a un aumento de
Sin embargo, el aumento de la movilidad se la movilidad dental. Como el tratamiento
puede diagnosticar y constituye un signo de de la periodontitis se asocia a una neoforma-
ensanchamiento del espacio periodontal y/o ción mínima o nula de hueso alveolar, la mo­
pérdida del hueso alveolar. vilidad dental en estos casos no se logra redu­
Las sobrecargas oclusales determinan, al cir de forma clínicamente significativa.
igual que las fuerzas ortodóncicas, una reab­
sorción del hueso alveolar en la zona de
compresión y un ensanchamiento del espacio INDICACIONES Y CONTRAINDICACIONES
periodontal (traumatismo oclusal). Si el perio-
donto se encuentra sano y sin infección, este Las indicaciones del tratamiento oclusal
proceso no determina ninguna pérdida de in­ (equilibrado oclusal) y de la ferulización de­
serción, sino que se trata de una adaptación penden de la gravedad y de la progresión de
fisiológica del periodonto a la mayor sobre­ la movilidad dental, del ensanchamiento del
carga. El ensanchamiento del espacio perio­ espacio periodontal y del nivel del hueso al­
dontal sólo se reconoce en una radiografía veolar (tabla 34-1). La férula está justificada
tangencial. El signo predominante del au­ en los dientes con mayor movilidad, cuando se
mento del espacio periodontal es la movilidad altera su función o el enfermo reñere moles­
dental patológica. Si se reduce la carga oclu­ tias. La ferulización de un diente no significa
sal, por ejemplo, mediante el ajuste oclusal, se que el diente aumente su resistencia. Única­
produce una aposición ósea en el lugar de la mente se une el diente móvil a los dientes ve­
reabsorción previa. El espacio periodontal cinos, menos móviles. La curación tras el tra­
disminuye, al igual que la movilidad dental. tamiento de la periodontitis no se ve afectada
Como este proceso no produce pérdidas de por la movilidad dental.

Tabla 34-1. Tratamiento de la movilidad dental patológica


Movilidad Espacio Nivel del
dental periodontal hueso alveolar Tratamiento

Aumentada Ensanchado Normal Equilibrado oclusal


Aumentada Ensanchado Reducido Tratamiento de la periodontitis y equilibrado oclusal
Aumentada Normal Reducido Tratamiento de la periodontitis
Posible ferulización
Aumento Ensanchamiento Reducido Tratamiento de la periodontitis
progresivo progresivo Ferulización

133
35. Hipersensibilidad radicular

CAUSAS mientos para disminuir la hipersensibilidad


radicular, aunque ninguno se asocia a un re­
La hipersensibilidad radicular es frecuente sultado satisfactorio previsible. Al parecer, lo
después del tratamiento de la periodontitis, más importante para disminuir la hipersensi­
sobre todo tras la cirugía a colgajo. Por eso, es bilidad radicular es el control adecuado de la
muy importante advertir al paciente, antes de placa supragingival. Las pastas dentífricas con
comenzar el tratamiento de la periodontitis, cloruro de estroncio al 10 % o nitrato potásico
acerca de la posibilidad de la hipersensibilidad al 5 %, aplicadas diariamente, disminuyen la
radicular. La cansa principal son ías áreas ra­ sensibilidad radicular térmica que ocurre tras
diculares expuestas con los lúbulos abiertos el tratamiento de la periodontitis en algunos
de dentina. El raspado y alisado de la raíz se enfermos. La abrasividad de la pasta dentí­
asocian a una oclusión de los túbulos de la frica no posee ningún efecto desensibilizante.
dentina con una capa protectora: sin embargo. Por otro lado, la aplicación de hidróxido cal­
esta capa desaparece con los ácidos débiles, eteo al 5 % durante 5 min también puede dar
presentes en la dieta. Los estímulos térmicos, resultado. Debido a su pH bajo, el hidróxido
mecánicos y/o químicos determinan un des­ calcico no debe entrar en contacto con la en­
plazamiento de los líquidos en los túbuios de cía, Los adhesivos de la dentina, que se apli­
dentina expuestos, lo que estimula las fibras can para fijar los materiales de obturación,
dolorosas de la pulpa (teoría hidrodinámica). producen una desensibilización adecuada de
la dentina hipersensibíe después de la prepa­
ración dental. Sin embargo, no se ha investi­
TRATAMIENTO gado suficientemente su aplicación en la hi­
persensibilidad radicular. Además, tampoco
La hipersensibilidad radicular que aparece se conoce qué efecto ejercen estas sustancias
% por primera vez tras el tratamiento de la pe- plásticas, aplicadas a la superficie radicular ex­
f riodontitis suele desaparecer al cabo de 1 se- puesta, sobre la adhesión de la placa en el pe-
» mana sin necesidad de tratamiento. La hiper- riodonto marginal. Hasta ahora, la aplicación
| sensibilidad radicular persistente representa local de fluoruro se asocia a un resultado muy
| una perturbación para el paciente y el tera- desfavorable a largo plazo en las raíces hiper-
1 peuta. Se han investigado multitud de trata­ sensibles,

139
36. Tratamiento de mantenimiento

El tratamiento de mantenimiento b revi­ pérdida de la inserción (lesión activa). El ob­


sión es fundamental en las periodontitis. A jetivo de las revisiones es eliminar la micro-
partir de él se procede a la cirugía periodon- flora subgingival, antes de que exceda de di­
tal, tratamiento restaurador,- endodoncia y/o cho valor.
ortodoncia. El terapeuta y el paciente deben
saber que el tratamiento de la periodontitis
sólo da un resultado adecuado a largo plazo REEVALUACIÓN
con unas revisiones regulares y consecutivas.
Al comenzar el tratamiento de manteni­
Si no se procede a las revisiones, el tra­ miento hay que registrar el índice de higiene
tamiento inicial y la cirugía periodontaí bucal y de placa. La profundidad de sondaje
apenas evitan la progresión de la periodon- de las bolsas y las retracciones gingivales, con
titis marginal. las que se estiman las pérdidas de inserción, se
deben medir una a dos veces al año. Para su
documentación, se aplican los documentos ci­
El raspado subgingival elimina la micro-
tados en el capítulo 9. «Recogida de datos».
flora subgingival y acelera la curación del pe~
Las radiografías intrabucales se requieren
ríodonto. Sin embargo, sus efectos sólo duran
cada 2-4 años. Aunque las pérdidas de inser­
6-25 semanas hasta que se desarrolla de nuevo
ción sólo se pueden valorar retrospectiva­
la microflora subgingival patógena. El perio-
mente, es decir, una vez que han aparecido
donto responde a la reinfección con una
durante las revisiones regulares, estas sesiones
nueva inflamación (fig. 36-1). Si la patogenia
permiten diagnosticar la progresión de la pe-
de la microflora subgingival supera el valor
ríodontitis marginal. En la actualidad, se están
wbliminal individual, se produce una nueva
investigando métodos que permitan diagnosti­
car o incluso pronosticar las lesiones activas.
Hasta la fecha, ninguna de las pruebas conoci­
^/^Inflamación ^ ^ ^
das tiene suficiente valor predictivo o resulta
^s*^\^ periodontaí j ~^~~~ práctica.

f RccotunizaÜóü " \ /"Raspado y a l i s a d a


^ <fr2S semanas) J V, d c k rai
* J REINSTRUCCIÓN Y REMOTIVAC1ÓN

El resultado del tratamiento de la perio-


^ Salud ~~*~\^-^ dontitis depende tanto del control eficaz de la
\pcii*>dcnital ] placa supragingival como del tratamiento de
Fig. 36-1. Círculo vicioso de salud y enfermedad mantenimiento regular. El control de la placa
del periodorrto durante el tratamiento de manteni­ supragingival permite reducir la recoloniza­
miento. ción de la microflora subgingival.

140
Tratamiento de mantenimiento 141

RASPADO Y ALISADO DE LA RAÍZ pero las pérdidas de inserción suelen afectar


sólo un número limitado de dientes. Los sig­
El raspado y alisado de la raíz no se dife­ nos clínicos de la periodontitis recurrente se
rencian del tratamiento inicial. Los objetivos y caracterizan por inflamación y aumento en la
variables terapéuticas son los mismos. Todos profundidad de sondaje de la bolsa, pérdidas
los dientes requieren un raspado supragingi- de inserción, pérdidas de hueso alveolar y/o
val. El raspado subgingival y alisado de la raíz movilidad dental.
se limitarán a los dientes con pérdidas de in­ Las causas más frecuentes de la periodon­
serción y bolsas periodontales, es decir, con titis recurrente comprenden el control inade­
periodontitis marginal. Luego, se pulen todas cuado de la placa supragingival, el control in­
las superficies dentales supragingivales. suficiente de la placa subgingival, es decir, la
El raspado y alisado de la raíz suele ser presencia de cálculo dental subgingival y placa
menos laborioso durante las revisiones que en subgingival, y/o intervalos excesivos de revi­
el tratamiento inicial, porque los depósitos sión.
disminuyen en número y son más fáciles de Si se corrigen estos defectos del trata­
eliminar. Las revisiones se facilitan tras la eli­ miento y no se detiene la progresión de la pe­
minación quirúrgica de las bolsas, debido al riodontitis marginal, se trataría de la perio­
mayor acceso a las raíces dentales expuestas. dontitis refractaria. El tratamiento de la pe­
En general, para la sesión de revisión se re­ riodontitis refractaria obliga a la administra­
quiere sólo 1 hora. ción de tratamiento antimicrobiano coadyu­
vante.

INTERVALOS DE REVISIÓN
INTEGRACIÓN DEL PERSONAL AUXILIAR
Durante el primer año después del trata­
miento inicial y de la cirugía pcriodontal, las El terapeuta tiene la obligación ética de
revisiones se deben efectuar a intervalos bi o ofrecer a todos sus pacientes con periodontitis
trimestrales. Luego, el intervalo se ajustará a marginal revisiones periódicas. Aunque du­
las necesidades de cada paciente. Si persisten rante los primeros 5 años después del trata­
los signos inflamatorios o las lesiones activas, miento inicial aproximadamente un 60 % de
se acortará el intervalo de revisión o se recu­ los pacientes abandonan el tratamiento de
rrirá a medidas antimicrobianas de apoyo. El mantenimiento, el 40 % restante confía enor­
intervalo se puede alargar progresivamente en memente en su odontólogo. Esta confianza
los enfermos con un periodonto sano. En la sólo se puede mantener si las revisiones se de­
mayoría de los casos, se precisan profilaxis legan en el personal auxiliar. La higienista
dentales profesionales cada 3 a 6 meses para dental, la ayudante del odontólogo o la ayu­
<s mantener la salud periodontal. dante de profilaxis pueden asumir perfecta­
1 mente el tratamiento de mantenimiento. Sólo
5 en caso de reevaluación se requiere el examen
1 PERIODONTITIS MARGINAL del odontólogo.
| RECURRENTE Si la periodontitis recidiva o es refractaria,
la misión del personal auxiliar es informar al
La periodontitis marginal puede progresar odontólogo para que éste pueda iniciar el tra­
I durante el tratamiento de mantenimiento, tamiento correspondiente.
37. Resultados del tratamiento
de la gingivitis y periodontitis

RESULTADOS DEL TRATAMIENTO neoformación del hueso alveolar. En ambas si­


DE LA GINGIVITIS tuaciones, la posición del nivel de inserción
prácticamente no se modifica. Cuando se pro­
Restitutio ad integrum cede a la eliminación quirúrgica de la bolsa pe-
riodontal, se crea un surco gingival «fisioló­
La restitutio ad integrum resulta, en princi­ gico» reducido. El nivel óseo y de inserción
pio, posible en la gingivitis. Como esta enfer­ prácticamente no se alteran. La nueva inser­
medad no se asocia a pérdidas de inserción ni ción (new aitachment) constituye una forma
reabsorción ósea, las lesiones que cursan con de cicatrización más favorable. En este caso
gingivitis son completamente reversibles si se aparece nuevo cemento radicular y fibras de
controla adecuadamente la placa supragingi- tejido conjuntivo con orientación funcional
val. que se insertan en este nuevo cemento radicu­
lar. Si, además de nueva inserción, se produce
Profilaxis de la periodontitis hueso alveolar nuevo, se habla de la regenera­
ción del periodonto. Habitualmente, sólo se
El control periódico de la placa subgingi- logra una regeneración parcial y no una resti­
val a intervalos menores de 48 horas evita la tutio qd integrum. La forma de cicatrización
gingivitis. Como la periodontitis marginal va no deseada tras el tratamiento de la periodon­
siempre precedida de una gingivitis, un trata­ titis se caracteriza por reabsorción radicular y
miento y profilaxis adecuados de la gingivitis anquilosis, aunque raramente adquiere rele­
previenen la periodontitis marginal. vancia clínica (fig. 37-1).

Mantenimiento del nivel de inserción


RESULTADOS DEL TRATAMIENTO y óseo
DE LA PERIODONTITIS
Control de la placa supragingival
Cicatrización tras el tratamiento
de la periodontitis La eficiencia en el control de la placa su­
pragingival es fundamental para el resultado
Los procesos de cicatrización que ocurren del tratamiento de la periodontitis. Así, en los
en las distintas formas de tratamiento de la pacientes con un control insuficiente de la
periodontitis son diferentes y se describen a placa supragingival durante el tratamiento de
continuación. mantenimiento, se observan pérdidas de in­
Cuando el epitelio de la bolsa tratada se serción significativamente mayores que en los
adhiere a la superficie radicular, se habla de pacientes con un control adecuado. Sin em­
un epitelio de unión largo. En algunos casos, bargo, el control aislado de la placa supragin­
este epitelio de unión largo se acompaña de la gival sin un raspado subgingival y alisado de la

142
Resultados del tratamiento de la gingivitis y periodontitis 143

Anquilosis
Neoformación de hueso
y epitelio largo de unión
Fig. 37-1. Formas de cicatrización tras el tratamiento de la periodontitis.

raíz no es suficiente como tratamiento de la que se haya producido una nueva inserción.
periodontitis marginal. De hecho, ante profundidades iniciales de
sondaje de la bolsa superiores a 7 mm en los
Raspado y alisado de la raíz dientes anteriores y premolares, se pueden al­
canzar aumentos de la inserción clínica con el
Después del raspado y alisado de la raíz tratamiento de mantenimiento durante varios
suele crearse un epitelio de unión largo sin años.
nueva inserción ni neoformación de hueso al­ El raspado subgingival y alisado de la raíz
veolar. repetidos producen pérdidas de inserción en
En los dientes con una profundidad inicial los dientes con profundidades iniciales de son­
de sondaje de la bolsa elevada, el raspado y daje de la bolsa inferiores a 4 mm.
alisado de la raíz mejoran la salud gingival, Curiosamente, los resultados clínicos del
aumentan los niveles de inserción cb'nica y re­ raspado con instrumentos ultrasónicos no se
ducen la profundidad de sondaje de la bolsa. diferencian significativamente de los obteni­
Este aumento de la inserción clínica refleja la dos con los manuales. El raspado con instru­
menor penetración de la sonda periodontal en mentos ultrasónicos produce incluso mejores
la bolsa periodontal sana, pero no significa resultados clínicos que el raspado con instru-
144 Parte práctica

mentos manuales en las lesiones de la furca de En una serie de investigaciones no se han


grado II y III. hallado diferencias esenciales en cuanto a la
Ello no significa que la infección de la eficacia clínica del raspado y alisado de la raíz,
bolsa periodontal en la periodontitis marginal la operación con el colgajo modificado de
responda siempre al raspado y alisado de la Widman y el colgajo desplazado apicalmente.
raíz, sin más. Cuando la profundidad del son- Para poder interpretar correctamente estos
daje de la bolsa es elevada, la limpieza subgin- datos, conviene recordar que sólo se indican
givai de las áreas radiculares patológicamente los valores medios de cada paciente y, por
expuestas resulta incompleta. Si la inflama­ tanto, se mezclan las diferentes reacciones de
ción gingival persiste (p. ej., sangrado tras las lesiones periodontales (p. ej., defecto óseo
sondaje) después del raspado y alisado de la horizontal o vertical) a los distintos tratamien­
raíz, suele indicarse la cirugía con colgajo. tos. No existe ningún indicio de que ninguno
de estos métodos reduzca en todos los casos la
Cirugía periodontal profundidad de sondaje de la bolsa y man­
tenga el nivel de inserción clínica. Por eso, lo
Las operaciones con colgajo permiten una más coherente es utilizar las distintas técnicas
limpieza más minuciosa, aunque incompleta, del tratamiento de la periodontitis según sus
de las raíces dentales patológicamente expues­ indicaciones. Así, en algunas lesiones perio­
tas que el raspado subgingival y alisado de la dontales, como, por ejemplo, la lesión de la
raíz, cuando la profundidad de sondaje de la furca, suelen emplearse operaciones a colgajo
bolsa es superior a 3 mm. Así sucede especial­ para lograr el resultado terapéutico. En cam­
mente con los dientes multirradiculares, cuya bio, otras lesiones periodontales se tratan me­
limpieza completa mediante el raspado sub­ diante el raspado y alisado de la raíz combina­
gingival y alisado de la raíz se dificulta por su dos con la cirugía a colgajo. En general, en
compleja morfología. zonas anteriores, se prefiere el tratamiento no
Después de la cirugía con el colgajo modi­ quirúrgico de la periodontitis por motivos es­
ficado de Widman se procede al relleno par­ téticos. La calidad del desbridamiento subgin­
cial de los defectos óseos verticales. Sin em­ gival es, en principio, más importante que la
bargo, entre el hueso alveolar neoformado y la técnica utilizada.
raíz se observa un epitelio largo de unión, es
decir, no ocurre una nueva inserción ni tam­
poco regeneración. Tratamiento de mantenimiento
Al igual que tras el raspado subgingival y
El tratamiento de mantenimiento a inter­
alisado de la raíz, la operación con el colgajo
valos de 3 a 6 meses es fundamental para al­
modificado de Widman puede mejorar la sa­
canzar un buen resultado. El nivel de inser­
lud gingival, aumentar la inserción clínica y
ción se puede mantener constante durante
reducir la profundidad de sondaje de la bolsa
más de 10 años con revisiones periódicas. Sin
en los dientes con una profundidad inicial de
embargo, las periodontitis marginales progre­
sondaje elevada. Si la profundidad de sondaje
san después del tratamiento inicial satisfacto­
inicial es reducida, estas medidas producen
rio, si no se procede al tratamiento de mante­
pérdidas de la inserción.
nimiento.
Los colgajos desplazados apicalmente de­
terminan un surco gingival «fisiológico» o un
nivel reducido. No se observa epitelio largo de Mantenimiento de la función dental
unión, nueva inserción, neoformación de
hueso alveolar ni tampoco regeneración. La movilidad dental suele aumentar míni­
El colgajo desplazado apicalmente mejora mamente después de la cirugía a colgajo y re­
la salud gingival, aumenta la inserción clínica torna a los valores iniciales en unas semanas.
y reduce la profundidad de sondaje de la Durante el tratamiento de mantenimiento
bolsa. Si se combina con la cirugía ósea, pro­ puede reducirse levemente la movilidad den­
duce, en cambio, pérdidas de inserción. tal.
Resultados del tratamiento de la gingivitis y periodontitis 145

Prevención de la pérdida dental totalmente previsible, la regeneración parcial


ocurre con más frecuencia e intensidad tras la
Los estudios a largo plazo revelan que el cirugía de reconstrucción periodontal que con
tratamiento de la periodontitis previene casi los demás métodos de tratamiento de la perio­
por completo las pérdidas dentales durante dontitis.
varios decenios. Así, en un estudio, el 89 % de
los enfermos con periodontitis marginal no su­ Fracasos del tratamiento
frieron ninguna pérdida dental después de un de la periodontitis
período de observación medio de 12,9 años,
mientras que el 83 % de los enfermos segui­ Los fracasos del tratamiento de la perio­
dos durante una media de 22 años perdieron dontitis se caracterizan por la inflamación gin­
entre ninguno y 3 dientes. Los caninos y pre­ gival persistente, pérdidas ósea y de inserción
molares son los que mejor se conservaron. progresivas y pérdidas dentales.
Los dientes con lesión de la furca también
responden al tratamiento. El 88 % de los
dientes con lesión inicial de la furca mantuvie­ Los fracasos en pacientes que reciben
ron su función, sin ningún síntoma, durante un tratamiento adecuado de la periodonti­
un período de 5 a 24 años en un estudio. Sin tis ocurren sólo en raras ocasiones.
embargo, se observaron pérdidas óseas conti­
nuadas en un 25 % de estos dientes, después Así, en un estudio, después de un período
del tratamiento inicial. medio de observación de 22 años, el 13 % de
los pacientes con periodontitis marginales per­
Regeneración del periodonto dieron 4-9 dientes y solamente un 4 %, 10-23
dientes.
La regeneración parcial del periodonto En conjunto, el 17 % de los pacientes per­
puede ocurrir con algunos procedimientos de dieron el 60 % de todos los dientes evaluados
cirugía de reconstrucción periodontal. En ge­ durante el período de observación. En gene­
neral, no se logra la regeneración completa ral, los resultados obtenidos en las superficies
del periodonto (restitutio ad integrum). vestibular y lingual de los molares son peores
Aunque ninguno de los métodos de rege­ que en la mesial y distal, o que en los premo­
neración utilizados en el momento actual es lares, caninos e incisivos.
Lista de instrumentos

RECOGIDA DE DATOS Sonda de furca de Nabers


Sonda 3A
Examen periodontal preliminar Instrumento sónico o ultrasónico
Cureta de Gracey 5/6
Sonda periodontal de la OMS Cureta de Gracey 7/8
Espéculo bucal plano, sin reflejos Cureta de Gracey 11/12
Cureta de Gracey 13/14
Recogida de datos periodontales Cureta de Kramer 1
Cureta de Kramer 2
Espéculo bucal plano, sin reflejos Cureta de Kramer 3
Sonda periodontal de Carolina del Norte Raspador de Towner-Jacquette
Sonda de f urca de Nabers Raspador de Crane-Kaplan
Piedra de afilado de Arkansas
Mando de bisturí
TRATAMIENTO INICIAL Y REVISIÓN Hoja de bisturí 15
Hoja de bisturí 15 C
Espéculo bucal plano, sin reflejos Hoja de bisturí 12 D
Sonda periodontal de Carolina del Norte Bisturí de gingivectomía 1/2 de Orban
Sonda de furca de Nabers Raspador de Prichard
Sonda 3 A Raspador 24 G
Instrumento sónico o ultrasónico Raspador de Goldman-Fox
Cureta de Gracey 5/6 Cincel óseo de TG de Kirkland
Cureta de Gracey 7/8 Cincel óseo Rhodes Back-Action
Cureta de Gracey 11/12 Fresa metálica 018 y 027
Cureta de Gracey 13/14 Fresa ósea cónica 016
Raspador de Towner-Jacquette Aspirador de Coupland
Piedra de afilado de Arkansas Pinzas mosquito curvas de Halsted
Aceite de afilar Portaagujas de Crile-Wood
Copa de goma con cepillo negro Pinzas quirúrgicas
Pasta de pulido Tijeras curvas de Joseph
Gasas Seda 3-0 trenzada con aguja XI
Seda 4-0 trenzada con aguja Jl
Vicrilo 5-0 con aguja TF
CIRUGÍA PERIODONTAL Jeringa desechable con cánula roma
Solución salina fisiológica estéril
Espéculo bucal plano, sin reflejos Gasas
Sonda periodontal de Carolina del Norte Coe Pak

146
Bibliografía

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147
índice alfabético de materias

Los números de página en negrita se refieren a aquellas páginas que contienen información y aclaraciones mas detallada;
sobre el concepto; los números de página en cursiva indican figuras, tablas o pies de figuras. Los nombre de microorganis­
mos aparecen en cursiva.

Bacteria, patógena periodonto, 17.


- sucesión. 19.
Absceso gingival, 14. Bacteriemia, 31,55.
— periodontal, 13. Baeteroidesforsythus, 17, 20.
— tratamiento, 130. Barrera tisular. 110.
Actinobacillus actinomyeetemeomitans, 9, 11, 17, 18, 20, Benzoato sódico, 56.
132,133. BMP. V. Proteína morfogenética ósea.
Actinomyces, 19. Bolsa. 8,19.
Afilado, aparato, 70. -eliminación, 74.82. 84, 86, 97,141,142.
— instrumento manual. 70-72. - gingival, 8, 19.
— piedra. 70. - histológica. 20.
Agranulocitosis secundaria. 11. -periodontal, 8, 19.22.96.
Alisado radicular, 56. - infraósca, 22.
Aloinjertoóseo, 100-101. - supraósea. 22.
— esponjosa, médula ósea. 100. - profundidad. 37. V. también Profundidad sondaje bolsa.
— liofilizado. 100. Brote, hipótesis. 20.
desmineraüzado, 100.
Aminopeptidasa, 21.
Amoxicilina, 134.
Amputación radicular, 106-107.
Análisis microbiológico. 134. Cálculo dental. 18,43.
Anamnesis, 29,31. — detección, 58.
-específica, 31. — subgingival, 58.
-familiar, 31. — supragingival. 57.
— general, 29. Campylobacter rectas, 9. 17.20.
Anatomía periodonto. 3. Capnocytophaga, 11.20.
Anquüosis, 142. Cavitron. V. Instrumento ultrasónico.
Antibiograma. V. Resistencia antibiótico. Cemento radicular, 5.
Anticuerpo, 23. V. también IgA; IgG; IgM. Cepillado, técnica, 53. •
Apófisis alveolar, 5. --Bass,53.
Arquitectura ósea, 5. — modificada Stillman, 53.
— negativa. 96. Cepillo dental, 53.
— positiva, 96. — interdental, 53.
Aspartato-aminotransferasa, 20. -unipenacho.53.
Autoinjerto libre encía, 110-111,110-111. Cetilpiridinio, cloruro, 56.
— tejido conjuntivo, subepitelial. 114. Ciclosporina, 12.
-óseo. 99-100. Cigarrillo, humo, 25.
— coágulo óseo. 100. Cinc, citrato, 54.
Cirugía mucogingival. 73,110-117.
— extensión gingival. 110-112.
— objetivo, 110.
— recubrimiento radicular. 112-117.
Bacteria, 17. -ósea. 96-98.
-adherencia, 18. — contraindicación, 96.
-colonización, 19. — definitiva, 98.
-invasión, 17. — furca,98.

149
150 índice alfabético de materias

Cirugía ósea, indicación, 96. Dato específico, 32.


- - limitada, 98. — extrabucaf, 32.
- objetivo, 96. — intrabucal, 32.
- ostectomía, 97, 98. estudio periodontal. 32.
- tronco radicular, 98. recogida dato periodontal, 34.
- periodontal, 30,73-74. — general, 32.
- cirugía mucogingival. 73,110-117. — lista instrumentos, 146.
- contraindicación, 73. — otros, 43.
- indicación, 73. Defecto óseo periodontal, 21.
- lista instrumentos, 146. Dehiscencia, 6, 110.
- objetivo, 73. Desgranulación, 80.
- - preprotésica, 118-120. Destrucción tisular, 20.
extensión gingival, 118. Diabetes mellitus, 11,25.
vestíbulo. 120. Diagnóstico, 29,45.
--reconstrucción, 73,99-104. Diltiazem, 12.
diseño colgajo, 91 94. Doxicilina, 132,133.
--resección, 73,96-98. Ducha bucal. V. Irrigador.
- técnica, 73.
Clindamicina, 134.
Clorhexidina, digluconato, 55. E
Col interproximal. 3.
Coiagenasa, 20,21. Edad, 46.
Colgajo, cicatrización, 94. EGF. V. Factor crecimiento epidérmico.
- conservación papilar. 89,92. Eikenella corrodens. 9, 17.
- cortina, 87-89. Eiastasa,20, 21.
- desplazado apicalmente, resultado. 144. Electrocirugía. 76.
-diseño, 82-91. Encía. 3.
- - anterior, 86-90. - insertada, 3.
- cirugía reconstrucción periodontal, 91-94. - libre, 3.
- póntico. 90. -queratinizada.47.
- posterior, 82-86. Endocarditis. 31,55.
- distal último molar, 84. -profilaxis, 31.
- modificado Widman, resultado. 144. -riesgo, 31,55.
- movilización apical, 84. Endodoncia. V. Lesión endo-periodontal; Pulpitis secunda­
- coronal, 94, 103,113-114. ria; Tratamiento endodóncico.
- mucoperióstico. 80,83. Enfermedad, 23.
- mucoperióstico-mucosa, 97. - C'rohn, 12.
-mucosa, 81,83. - sistémica, manifestación gingivoperiodontal, 7.
- no movilizado, 82. Epidemiología. 15.
- operación. 78-95. - gingivitis, 15.
- palatino, 82-84. - periodontitis, 15.
- principio básico, 78. -recesión, 16.
- reconstrucción, 90. Epitelio, 3.
- regeneración tísular guiada, 92. - gingival bucal, 3.
- Widman modificado. 89. - plano multiestratificado no queratinizado, 4.
Colitis ulcerosa, 12. queratinizado, 3.
CPC. V. Cetilpiridinio, cloruro. - surco bucal, 3.
Cráter óseo. 22. - unión, 3.
Cumplimiento, 52. - largo, 69, 99,101,102,142,143,144.
Cureta,61. neoformación hueso alveolar, 142, 143,144.
-especial Gracey, 61. 63. 66-67. Epiteliotoxina. 21.
- universal, 61. Épulis, 13.
Cureíaje abierto, 89. - células gigantes. V. Épulis gigantocehdar.
- gingival. 75. -gigantocelular, 13.
- involuntario, 75. Escisión cuña, distal. V. Colgajo,operación.
- subgingival, 75. Espacio periodontal, 42.
Cutícula dental, 19. - ensanchamiento, 42.138.
Esterilidad, 74.
Estroncio, cloruro, 139.
i) Estudio, registro periodontal, 32.
Etiología, 17.
Dato, 29,32-44. -gingivitis. 17.
- documentación, 39. - periodontitis, 17.
índice alfabético de materias 151

Eubacterium. 17. Granulocito neutrófilo. fagocitosis, 10.


Extensión gingival. 110-112,118. — quimiotaxis, 11.
— autoinjerto libre encía. 110-111. Granuloma periférico células gigantes. V. Epulis giganto­
tejido conjuntivo, 111. celular.
— colgajo mucosa desplazado apicalmente, 111. — piogénico. V. Granuloma telangiectásico.
— resultado. 112. — telangiectásico, 13.
-vestíbulo, 120. GTR. V. Regeneración tisular guiada.
GUNA. V. Gingivitis ulceronecroiizante aguda.. V. Gingi­
vitis ulceronecrótica aguda.
F

Factor crecimiento, 103. H


- epidérmico. 103.
- fíbroblástico. 103. Hemisección. 107-108.
- insulina. 103. Hemisepto, 22.
- plaqueta. 103. Herencia, 9.
- diferenciación. 103. Hidrox i apatita. 101.
- transformación crecimiento. 103. Higiene, 74.
Fenitoína, 12. — bucal. V. Placa supragingival. control.
Ferulización, 56, 138. Hiperplasia gingival, 12,38.
- definitiva, 56. — tratamiento. 137.
- provisional. 56. Hipersensibilidad radicular. 139.
FGF. V. Factor crecimiento fíbroblástico. — tratamiento, 139.
Fibra, 4. Histopatología estadios enfermedades periodonto, 7.
- Scharpey, 5. H2O2. V. Superóxido hidrógeno.
- supraalveolar, 4. Hueso alveolar. 6,42.
Fibroma gigantocelular, 13. — pérdida. 8. 22.42,47.138.
-gingival, 13. horizontal, 22,42.
Fluoruro. 54-55. vertical. 22,42.
Formulario periodontal. 34.
Fosfatasa, 20.
- acida. 20. 1
-alcalina, 20.
Fosfato p-tricálcico, 101. lgA,9, 11.
Fosfolipasa A extracelular, 20. 1GF. V. Factor crecimiento insulina.
Fractura radicular. 128. IgG.9,11,20.
Furca, 98. IgM, II.
- afectación. 22. 38,43.47. 145. Incisión, 79.
- lesión, tratamiento. 105-109. - gingivectomía extema, 76.
-plastia. 105. - interna, 79.
Fusobacterium nucleatum. 9.17. - horizontal, 79.
- interdental, 79.
- marginal, 79.
G - paramarginal, 79.
- surco, 79.
Gelatinasa,2l. - vertical, 79.
Gingivectomía. 76-77. índice. 34.
- cicatrización, 77. -gingival (IG), 34.
- gingivoplastia, 76. - inflamación, 34.
Gingivitis, 8,19. - placa, 34.
-epidemiología, 15. - interproximal (IPI). 34.
-etiología, 17. Infección, 23.
- tratamiento. 50-51. Inflamación, 23.
- objetivos, 51. Información, 52.
--resultado. 142. Inhibidor fibroblasto, 21.
- ulceronecrótica aguda, tratamiento. 131. Injerto aloplástico. 101.
- ulceronecrotizante aguda. 12. -óseo, 99-101.
-VIH, 11. - regeneración tisular guiada, 103.
- tratamiento. 136. Inserción. 4.
Gingivoplastia, 76. - clínica aumento, 69, 143.
(J-Glucuronidasa, 20. - nivel, 57, 38.
Granulo, déficit específico. 11. - pérdida, 57. 38.
Granulocito neutrófilo. 9, 10. 13. 25. - creeping attachment. 112.
152 índice alfabético de materias

Inserción epitelial, 3. Nitrato potásico, 139.


-nivel,37. 38, 142. Nitrendipino. 12.
— mantenimiento, 142. Nueva inserción. V. New attachment.
-pérdida. 38. 142,46.
— histológica, 20.
— tejido conjuntivo, 2.3. O
Instrucción, 53.
-reinstrucción, 140. Oclusión, 18.138.
Instrumento manual. 60. V. también Cureta; raspador. -tratamiento. 138.
— sónico, 60. - traumatismo, 18,138.
— ultrasónico. 60. Ortodoncia. consolidación tratamiento periodontitis, 121.
Interleucina 1-p, 21. - frenulectomía, 122.
Irrigador. 54. - periodontitis marginal. 121.
- prevención retracción gingival, 121-122.
- tratamiento, aspecto periodontal. 121-122.
L

Lámina cribiforme, 6,42. V. también Hueso alveolar. P


— dura, 42.
Lesión endo-periodontal. 126-127. Palillo dientes. 54.
— combinada, 127. Papila interdental, 3.86.
— periodontitis retrógrada, 126. PDGF. V. Factor crecimiento plaqueta.
— pulpitis secundaria. 127. Peptostreptococcus micros. 17.
-periodontal, 19.126. Pérdida ósea. V. Hueso alveolar, pérdida.
— activa, 20. Peridontitis rápidamente progresiva, 11.
— avanzada, 19. Periodontisis VIH. U .
— establecida. 19. Periodontitis, 7, 8-11, 12.
— inactiva. 20. - adulto, 8.
--inicial, 19. - defecto intraóseo, 22.
— precoz, 19. - óseo,21.
Leucemia mieloide, 11. dos paredes. 22. 101.
Leucocito. 23. V. también Granulocito; Monocito. tres paredes. 22. 101.
Ligamento periodontal, 5. una pared, 22, 101.
Línea mucogingival. 3. - distribución. 45.
Linfadenitis, 12. -epidemiología. 15.
Lipopolisacárido, 21,25. -etiología, 17.
Lisozima, 23. -gravedad, 45.
Lista instrumentos, 146. - incipiente precoz. 9,44.
-juvenil. 9.
- tratamiento, 132-133.
M -marginal. 7.
- profunda, 7.
Macrófago, 23. V. también Monocito. - superficial. 7.19.
Marcapasos, 60. -patogenia. 19.
McCall, festón. 38. - precoz, tratamiento, 132-133.
Membrana, 102. - predisposición, 23-25.
Metronidazol. 135. - prepuberaf. 9.
Microbiología, 17. - tratamiento, 132.
-análisis, 134. - progresión. 20.
Monocito, 9. 10. - rápidamente progresiva, tratamiento, 133.
Motivación, 52. - recurrente, 141.
-remotivación. 140. - refractaria. 12,44.
Movilidad, 39,47.138. - tratamiento, 134-135.
Mucosa alveolar, 3. -retrógrada, 126.
- sistema inmune, 23,25.
- tratamiento, 50-51.
N - cicatrización. 142.
- - fases, 29.
Neutropenia, 11. - fracaso, 145.
- benigna crónica. 11. - objetivos. 51.
- cíclica, 11. - resultado. 142-145.
Ne\vattachment.99. 103, 142. - ulceronecrótica aguda, tratamiento. 131.
Nifedipino, 12. - ulceronecrotizantc aguda. 12.
índice alfabético de materias 153

Pcriodontitis, VIH, tratamiento, 136. Radiología, hallazgo intrabucal, aleta mordida, 40.
Periodonto, 3. - - - estado radiológico, 39.
-anatomía, 3. - - - radiovisiografía, 41.
Periodontopatía marginal, 7. Raíz, amputación, 106-107.
- clasificación, 7. - morfología, 47.
- hiperplásica,7. -resección, 105-109.
- inflamatoria, 7. - - después tratamiento endodóncico, 108.
- involutiva, 7. --premolarización. 108.
- - manifestación gingivoperiodontal enfermedad sistémi- - - p u l p a vital, 108.
ca,7,46. --resultado, 108.
- traumática, 7. - reseción, hemisección, 107-108.
Persistencia, 55. Raspado, 56-69,141.
Personal auxiliar, 141. - adaptación. 62.
Pirofosfato, 54. - alisado raíz, 56.
Placa, 17. - - - cicatrización. 69.
-control, 134-135. - cureta Gracey, 66-67.
- hipótesis, 17. ---reevaluación. 69.
- índice. 34. - - - resultado terapéutico final, 69.
- lugar retención. 56. - angulación, 62.
- radio influencia, 21. - fulcro, 62.
- subgingival. 17, - 134-135. - - extrabucal. 62.
- antibiótico sistémico, 134. --intrabucal. 62.
--antimicrobiano tópico, 135. - instrumento manual. 60.
- control mecánico. V. Raspado. - sónico, 60.
químico, 134-135. - ultrasónico, 60.
- supragingival, 55-56. - maniobra prensión dedo, 62.
- control, 46, 52-55. lápiz, 61.
químico, 55-56. - - — modificada, 62.
Porphywmonas gingivalis, 9, 17, 20. - - - palma-pulgar, 62,71.
Posición dental, 47. - maniobras sujeción, 61-62.
Predisposición periodontitis, 23-25. - mantenimiento nivel inserción, 143.
Premolarización. 108. - movimiento raspado. 61,64.
Prevención, 51, 142. —--movimientoexploración, 64.
-gingivitis, 51. - - — trabajo, 64.
- pérdida dental, 145. - objetivo inmediato. 57.
-periodontitis, 51, 142. - - l a r g o plazo, 57.
- primaria, 53. - posición terapeuta, 59.
- retracción gingival, 121. - postura, 59.
- secundaria, 52. - prensión dedo apoyo, 62.
Prevoie/la intermedia, 17, 20. - raspador, 67.
Problema mucogingival, 38.110. -subgingival-57.
Profilaxis. V. Prevención. - - eficiencia. 69,87.
Profundidad sondaje bolsa, 32, 36.46. - supragingival, 57.
Progresión periodontitis, 20.46. Raspador, 61.
Pronóstico, 29.46. Reabsorción radicular, 142.
- específico, 46. Reborde alveolar. 5.
- general, 46. - gingival, 3.
Prostaglandina E2, 20, 21. Recesión, 13.
Proteína morfogenética ósea, 100, i 03. - epidemiología, 16.
Pulido, 69. -gingival, 13, 38.
Pulpitis secundaria, 127. - periodontal, 13.
PUNA. V. Periodontitis ukeroneerótica aguda. Recubrimiento gingival, 96.
Punteado. 3. 8. -radicular, 112-117.
Pus, 14. - autoinjerto libre encía, 113.
- cicatrización, 114.
- colgajo desplazado coronalmente, 113-114.
¡( lateralmente, 114-116.
- contraindicación. 113.
Radiología, hallazgo. 39-41. - indicación. 113.
— extrabucal, 41. - injerto tejido conjuntivo subepitelial, 114.
ortopantomografía, 41. --resultado, 116-117.
— interpretación, 41. Reevaluación, 30, 69. 140.
— inirabucal. 39. Regeneración. 99, 142,145.
154 índice alfabético d e materias

Regeneración üsular guiada, 101-103. Sutura perióstica, 84. 86, 125.


diseño colgajos, 92. - suspensión, 113.
injerto óseo, 103. -técnica, 123-125.
Reinserción. 95. %
Reparación, 99.
Resección radicular. 105-109. T
Resistencia antibiótico, determinación. 44. 134.
Restauración, margen, 110. 120. Tabaco- V. Cigarrillo, humo.
— cierre marginal, 120. Tejido conjuntivo, fibras, 4-5.
— posición. 120. Teoría hidrodinámica. 139.
— subgingival. 110. Tetraciclina, 132-133.
Restimiio ad integrum. 142. TGF. V. Factor transformación crecimiento.
Retracción gingival, grados, 112. Tratamiento endodóncico. 108, 126.
-prevención, 121. -inicial. 52-72.
Revisión, 29,140-141. — información, 52.
-intervalo, 141. — instrucción. 53.
-resuliado. 145. — lista instrumentos. 146.
— motivación, 52.
— mantenimiento. V. Revisión.
S — plan. 29,49.
Traumatismo oclusal, 18. 138.
Sangrado tras sondaje. 34. 37. Treponema denticola. 9.
Sanguinaria, 56. — vincentti, 9.
Seda dental. 53. Trie losan. 54.
Selenomas. 17. Trisección. 107.
Septo interdental. 3,6,41. Tronco radicular. 98.
SIDA. V. Síndrome inmunodeficiencia adquirida. Tunelización. 105.
Síndrome Chediak-Higashi. 11.
-Down.il.
- inmunodeficiencia adquirida. 11.25.101. U
- leucocito perezoso. 11.
- Papillon-Lefevre, II. Unión amelocementaria, 42.
Sistema inmune, 23. — discrepancia, 41.
Sonda periodomal, 36. Urgencia periodomal. 130-131.
Stillman, hendidura. 38. — absceso periodomal, 130.
Streptococcus, 19. — GUNA, PUNA, 131.
Sucesión bacteriana, 19.
Superóxido hidrógeno, 56.
Supuración, 14. V
Surco gingival, 3.
- anatómico, 3. Valoración, 47-48.
- clínico, 37. - endodóncica, 47.48.
Sustancia similar tripsina. 20. - periodomal. 47.48.
Sutura, 123-125. - protésica, 47,48.
- anclaje, 125,125. Vendaje gingival, 125.
-circular, 89, 123. Verapamilo. 12.
-colchonero, 93.124-125. VIH. V. Virus inmunodeficiencia humana.
- deslizante continua e independiente, 84, 124. Virus inmunodeficiencia humana, 101.

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