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CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DEL SANTA

SEGUNDA SALA PENAL


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EXP. N° 2009-00158-0-2501-JR-PE-6

PROCESADO : SEGUNDO JUAN RODRÍGUEZ REYES.


DELITO : FALSEDAD IDEOLÓGICA
AGRAVIADO : EL ESTADO y OTRO.
PROCEDENCIA : SEXTO JUZGADO PENAL

Resolución número
Chimbote, diecinueve de marzo
Del año dos mil diez

VISTOS:

Dado cuenta con el recurso de apelación de páginas ciento setenta y dos a


ciento setenta y cinco, formulado por el sentenciado SEGUNDO JUAN
RODRÍGUEZ REYES contra la sentencia de fecha diez de setiembre del dos mil
nueve, obrante en páginas ciento sesenta y dos a ciento sesenta y ocho; y, en
disconformidad con lo opinado por el Señor Fiscal Superior en su dictamen
agregado en páginas ciento ochenta y cuatro a ciento ochenta y cinco.
Interviniendo como ponente el Juez Superior, Dr. Walter Lomparte
Sánchez.

Y CONSIDERANDO:

PRIMERO: Fundamentos de los apelantes:


1.1.- Que el A quo no ha tenido en cuenta que el proceso de división y partición
de bienes fue archivado, ya que se declaró improcedente la liquidación de
bienes solicitado por la agraviada Rufina además fue confirmada en la
suprema, donde se le impuso una multa a la referida agraviada, por tanto

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no se debió considerar agraviada en este proceso a la señora Rufina


Morales.
1.2.- Que además debe tenerse en cuenta que a pesar de haberse divorciado,
jamás existió división y partición de bienes de la sociedad conyugal, por
cuanto su ex esposa y él seguían viviendo bajo el mismo techo hasta el día
en que falleció.
1.3.- Que el bien materia de litis fue adquirido el siete de mayo del año mil
novecientos setenta y tres, y el otro bien inmueble ubicado en el progreso
fue adquirido el primero de diciembre del año mil novecientos setenta y
cinco, ambos durante su matrimonio, pues el primero de los bienes fue
donde constituyó su hogar conyugal con su ex esposa Ana Potania Romero
Ramos y sus hijos, hasta que se mudaron al segundo bien inmueble antes
referido.
1.4.- Que cuando se acercó a averiguar sobre sus propiedades a la SUNARP, se
dio con la sorpresa que los bienes inmuebles no se encontraban registrados
a su nombre, por lo que le solicitaron que presente los documentos con los
cuales acreditaba su propiedad, regresando al día siguiente con toda la
documentación que se firmó y se hizo en la fecha que estuvo casado esto
es cuando su esposa estuvo viva, por lo que le indicaron que hiciera
algunos pagos y adjuntara su copia de DNI.
1.5.- Que en ese orden, si bien los documentos se inscribieron con
posterioridad, sin embargo, nunca se realizaron declaraciones falsas, pues
los documentos presentados son reales.
1.6.- Que si se cuestiona el porqué no se hizo ver al momento de la inscripción
que su ex esposa había fallecido, es por que para dicha inscripción sólo se
requiere de la presentación de los contratos acompañados por un
formulario que es llenado por los propios trabajadores del registro, quienes

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sólo le pidieron la copia de su DNI, en el cual claramente se puede ver que


en el rubro de su estado civil figura como divorciado, en tal sentido no
existe falsa declaración.

SEGUNDO: Que el hecho materia de imputación consiste:


2.1.- Que, con fecha dos de enero del año dos mil ocho, el procesado Juan
Rodríguez Reyes, inscribió en la SUNARP – Chimbote, el inmueble ubicado
en la Urbanización 21 de Abril Mz. B-6, Lote 15, a su nombre y el de ex-
cónyuge Ana Romero Ramos, a pesar que ésta falleció el diecinueve de
diciembre del año dos mil cinco y a pesar de tener conocimiento que dicho
inmueble es parte de los bienes materia de división y partición en la causa
seguida en su contra por la agraviada Morales Florentino, quien era su
conviviente.
2.2.- El hecho fue calificado como delito contra la fe pública en la modalidad de
falsedad ideológica, el mismo que se halla previsto y sancionado en el
artículo 428° primer párrafo del Código Penal, en los términos siguientes:
“El que inserta o hace insertar, en instrumento público, declaraciones
falsas concernientes a hechos que deban probarse con el documento, con
el objeto de emplearlo como si la declaración fuera conforme a la verdad,
será reprimido, si de su uso puede resultar algún perjuicio, con pena
privativa de libertad no menor de tres ni mayor de seis años y con ciento
ochenta a trescientos sesenta y cinco días-multa...”
2.3.- Al respecto señala Carlos Creus: “…La falsedad ideológica –que algunos
también llaman histórica recae exclusivamente sobre el contenido de
representación del documento, sin que se modifiquen ni imiten para nada
los signos de autenticidad. En ella nos encontramos con un documento
cuya forma es verdadera, como lo son también sus otorgantes, pero que

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contiene declaraciones falsas sobre hechos a cuya prueba está destinado:


en él se hacen aparecer como verdaderos –o reales–, hechos que no han
ocurrido, o se hacen aparecer hechos que han ocurrido de un modo
determinado, como si hubiesen ocurrido de otro diferente. Es, pues, un
primer presupuesto del documento ideológicamente falso, la veracidad de
su autenticidad o genuinidad; esto es, tiene que tratarse de un documento
auténtico con todos los signos que lo caracterizan como tal. Y es esa
autenticidad lo que se aprovecha para mentir, para hacer que contenga
declaraciones falsas, es decir, no verdaderas; el autor se sirve de los signos
de autenticidad formalmente verdaderos para hacer pasar, como tales,
hechos o actos relatados en el documento, pero que no lo son. En resumen,
en el documento ideológicamente falsificado hay una forma auténtica y un
contenido falso”1.
2.4.- Que en ese orden de ideas, sobre este delito, el Colegiado precisa: a) El
artículo 428° del Código Penal tiene como bien jurídico la fe pública
contenida en un documento público. La norma jurídica conexa es el artículo
235 del Código Procesal Civil, norma que define cuando estamos ante un
documento público; b) En cuanto a la tipicidad objetiva, el sujeto activo
puede ser una persona común o un funcionario público en ejercicio de sus
atribuciones o notario público; el sujeto pasivo siempre será el Estado; c)
La acción típica, según la descripción legal consiste en “insertar” o “hacer
insertar”; d) El objeto material, está constituido por el documento público,
lo falaz está contenido en dicho documento; e) El elemento normativo solo
admite el instrumento público, en el que recae la acción típica concerniente
a hechos que deban probarse con el documento como si la declaración

1
CREUS, Carlos. DERECHO PENAL. Parte Especial. Tomo 2. Editorial Astrea, 6ta Edición, Editorial Astrea,
Buenos Aires 1998, p. 426 - 427.

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fuera conforme a la verdad, estableciéndose como condición objetiva de


punibilidad que la conducta de falsedad se realice de tal modo, que de ella
pueda resultar perjuicio, es decir “…que para la falsedad documental no
basta que se incluya una mentira en el documento, sino que es
imprescindible que esa mentira tenga aptitud para producir perjuicio. Y,
claro está, en un documento público la mentira que lleva en sí ese germen,
es la que recae sobre algo que el documento tiene que acreditar como
verdadero según su específica finalidad jurídica y que, por dicha
funcionalidad, es oponible a terceros…”2, f) En cuanto a la tipicidad
subjetiva, siguiendo a Creus “... el dolo estriba en el conocimiento del
carácter de documento del objeto y de lo falso que en él se introduce
extendiéndose también al de la posibilidad de perjuicio…”3

TERCERO:
3.1.- Que el presente proceso se inició con la denuncia formulada por la
agraviada Rufina Morales Florentino de páginas uno a cuatro, quien señaló
ser perjudicada por el delito de falsedad ideológica por cuanto el procesado
Juan Rodríguez Reyes a sabiendas que el inmueble ubicado en la
Urbanización 21 de abril B-6-15-Chimbote es parte de los bienes materia de
división y partición, registró la propiedad como bien propio, consignando
que es casado con doña Ana Romero Ramos De Rodríguez, haciendo
parecer esta persona está viva, no obstante que dejó de existir con
anterioridad, al respecto la agraviada para probar su dicho presentó la
demanda de liquidación de sociedad de gananciales y división y partición,
de fecha seis de diciembre del año dos mil, obrante en páginas dos a diez.

2
CREUS, Carlos; Ob. Cit. p. 429.
3
CREUS, Carlos; Ob. Cit. p. 432.
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3.2.- Al respecto se debe indicar que dicha demanda de división y partición de


bienes, fue declarada improcedente con la sentencia de fecha treinta de
noviembre del año dos mil cuatro, según se aprecia de páginas noventa y
cinco a no venta y seis, de la misma manera la Sala Civil Transitoria de la
Corte Suprema, con fecha nueve de enero del año dos mil seis, declaró
improcedente el recurso de casación interpuesto por Rufina Morales
Florentino contra la sentencia de vista de fecha trece de setiembre del dos
mil cinco, que confirmó la improcedencia de su demanda, es decir en
ninguna de las instancias se atendió la pretensión de Rufina Morales
Florentino, aunado a ello se tiene que la inscripción del bien ubicado en la
Urbanización 21 de abril B-6-15-Chimbote que realizó Juan Rodríguez Reyes
en la SUNARP, en la que se habría insertado hechos falsos, se hizo con
fecha dos de enero del año dos mil ocho, según se aprecia de páginas
cuatro a cinco, lo que demuestra que a la fecha de inscripción del referido
bien inmueble en la SUNAR, el mismo no era materia de división y
partición, como lo afirmó Rufina Morales Florentino, por lo que Rufina
Morales Florentino, resulta ajena al presente proceso en tal sentido de
ninguna manera fue perjudicada no debiendo haber sido incluida como
agraviada.

CUARTO:
4.1.- Que en cuanto a que se introdujeron hechos falsos por el procesado al
inscribir el inmueble ubicado en la Urbanización 21 de Abril Mz. B-6, Lote
15, en la SUNARP, y otro, con fecha dos de enero del año dos mil ocho,
siendo el hecho falso el haber inscrito el inmueble a su nombre y el de ex-
cónyuge Ana Romero Ramos, a pesar que ésta falleció el diecinueve de
diciembre del año dos mil cinco.

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4.2.- Al respecto es de tener en cuenta que en la copia literal de la inscripción


de compra venta, páginas quince a dieciséis, en efecto se inscribió como
compradores titulares de los bienes inmuebles en inscripción al procesado
Segundo Juan Rodríguez Reyes, y a su ex esposa Ana Romero Ramos de
Rodríguez, señalándose que ambas son casados, de la misma manera en
dicha inscripción, se indican los títulos que dan mérito a la inscripción de la
compra venta de los bienes inmuebles, siendo tales, el contrato privado de
fecha siete de mayo del año mil novecientos setenta y tres, certificado por
notario público, así como el contrato de compra privado de fecha
diecinueve de setiembre del año mil novecientos setenta y ocho, también
certificado por notario público.
4.3.- Ahora bien, según se aprecia de los contratos (ver páginas ochenta y siete a
ochenta y ocho y ochenta y nueve a noventa ) que dieron mérito a la inscripción de
los bienes inmuebles antes referidos, dichos bienes inmuebles, fueron
comprados a plazos por el procesado Segundo Juan Rodríguez Reyes y Ana
Romero Ramos de Rodríguez, esposa del primero de los citados en el
momento de la adquisición de los bienes inmuebles, en tal sentido los
datos insertados en la inscripción de compra venta de los bienes
inmuebles, son reales, ya que efectivamente el procesado era casado con
Ana Romero Ramos de Rodríguez al momento de la compra venta, más aún
que no existe perjuicio tal como quedo determinado en el considerando
tercero de la presente.
4.5.- En consecuencia, el comportamiento de Segundo Juan Rodríguez Reyes,
no cumple con los elementos objetivos y subjetivos para la configuración
del tipo penal de falsedad ideológica, debiendo revocarse la sentencia
condenatoria y absolvérsele de los cargos atribuidos.

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DECISIÓN:

Por todas estas consideraciones, los Magistrados integrantes de la Segunda


Sala Penal de la Corte Superior de Justicia del Santa, RESOLVIERON:
a) REVOCAR la sentencia de fecha diez de setiembre del dos mil nueve,
obrante en páginas ciento sesenta y dos a ciento sesenta y ocho, que
CONDENA a Segundo Juan Rodríguez Reyes como autor del delito contra la fe
pública, en la modalidad de falsedad ideológica, en agravio del Estado y
Rufina Morales Florentino.
b) REFORMANDOLA: ABSOLVIERON a Segundo Juan Rodríguez Reyes,
por el delito contra la fe pública, en la modalidad de falsedad ideológica, en
agravio del Estado y Rufina Morales Florentino.
c) MANDARON: Se anulen los antecedentes policiales y judiciales que se
hayan generado por la presente causa contra el absuelto.
d) ARCHIVÁNDOSE definitivamente los actuados. NOTIFÍQUESE Y
DEVUÉLVASE.
S.S.

TICONA CARBAJAL.
VÁSQUEZ CÁRDENAS.
LOMPARTE SÁNCHEZ.

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