Año 5.

nº 14

Cría salud y
PORCINO
b á s i c o s
La castración en ganado porcino;
sus efectos y alternativas
PORCINO
básicos
editorial
En los últimos años junto con la acepción clásica de
protección animal (evitar el maltrato físico e imponer la
obligación de mantener a los animales en buenas con-
diciones higiénico-sanitarias), se ha ido desarrollando el
término de bienestar animal. Paralelamente las distintas
administraciones han ido elaborando nuevas normas.
La evolución de esta legislación, no sólo en el ámbito del
bienestar, sino también en el del medio ambiente, obli-
ga a la mayoría de las explotaciones a afrontar cambios
en sus instalaciones, aparte de optimizar sus sistemas de
producción y sus técnicas de explotación.

En este sentido, existe un debate muy importante

en Europa sobre la castración física y su evidente
repercusión negativa en el bienestar animal, hasta
el punto de que algunos países han prohibido ya la
castración de los lechones a menos que esta se realice
con anestesia.

La reciente aprobación en Europa de una vacuna

para el control del olor sexual, que constituye una
alternativa a la castración física acorde con el bienestar
animal, abre nuevas expectativas para solucionar este
problema.

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PORCINO
La castración en ganado porcino; sus efectos y alternativas

La castración en
ganado porcino;
sus efectos y
alternativas
La castración física de los machos porcinos es un procedi-
miento de manejo que se realiza desde hace años en las gran-
jas de cerdos, de hecho se estima que en la Unión Europea se
castran unos 100 millones de cerdos. En nuestro país se cree
que, en la actualidad, sólo se castran un 30 % de los machos
producidos.

Aunque existen varios motivos por los que los cerdos se

castran, como reducir el comportamiento agresivo que desa-
rrollan los machos con su madurez sexual y favorecer así su
manejo, la principal razón es evitar la presencia en las canales
porcinas del llamado ¨olor sexual¨, un olor y sabor desagrada-

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 básicos
ble que puede ser percibido durante el cocinado de la carne
de algunos machos y que crea rechazo en los consumidores.

Para evitar la presencia del olor sexual tradicionalmente se

han seguido dos estrategias; la producción de machos enteros
que se sacrifican a edades tempranas, o la castración física.

Castrados Machos
físicos enteros

Ganancia diaria (g) 920 1040

Indice de conversión 3,23 2,94

Ingesta de pienso (kg/día) 2,86 2,70

% de grasa de la canal 30,8 20,1

% de proteína de la canal 14,2 16,4

Rendimiento productivos y composición de la canal de animales PIC castra-

dos físicamente vs. machos enteros que consumían pienso ¨ad libitum¨de los 30 a
los 90 kg de peso vivo (Krick et al, J.Anim. Sci, 1992; 70, 3024-3034).

1. Castración física
En la actualidad existe una directiva Europea por la cual
los lechones pueden ser castrados en la primera semana de
vida. Si la castración se realiza a edades mayores, debe ser rea-
lizada con analgesia, anestesia y con supervisión veterinaria.
Sin embargo, el bienestar animal es cada vez más importante
en Europa, y de hecho, en este año se ha prohibido la castra-
ción física sin anestesia en Suiza y en Noruega.

Independientemente del uso de anestesia o no, evidente-

mente la castración física tiene muchas desventajas. Debido
a las hemorragias y hernias consecuentes a la castración se
producen mortalidades en los animales que pueden rondar el

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La castración en ganado porcino; sus efectos y alternativas

1 %. Además el dolor agudo que sigue a la castración hace

que se den alteraciones en el comportamiento de los cerdos
que pueden persistir hasta 4 días post-castración.

Otro problema asociado es que la castración elimina fac-

tores anabolizantes que, de modo natural, están presentes en
el cerdo lo que da lugar a una disminución significativa en la
eficiencia productiva de los animales y al engrasamiento de
las canales. De hecho, en relación a los machos enteros, los
animales castrados físicamente pueden requerir hasta un 9 %
más de pienso y ser hasta un 14 % menos eficientes.

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 básicos
2. Producción de machos
enteros
La producción de cerdos enteros presenta numerosas
ventajas, en relación a la producción de animales castrados.
Evidentemente se evita el dolor consecutivo a la castración,
manteniéndose en todo momento la integridad del animal.
Además, como ya se mencionó, se evitan las pérdidas en el
índice de conversión que se producen en los castrados, por el
mayor consumo de pienso para producir un determinado peso
de la canal.

Los machos castrados, además con frecuencia crecen más

lentamente y producen una canal más grasa, y por lo tanto el
rendimiento magro es inferior. Paralelamente hoy en día el con-
sumidor cada vez está más preocupado por su salud y deman-
da productos menos grasos y con mayor porcentaje de magro.

El menor índice de conversión de los animales enteros re-

dunda en una menor necesidad de cereales, y menor excreción
de purines y nitrógeno al medio ambiente, reduciendo, por ello,
la polución medio ambiental.

Otro aspecto positivo es que se eliminan los costes rela-

cionados con la mano de obra para realizar la castración física
y las pérdidas de animales asociadas a la misma.

Si todo esto es así, sin embargo, ¿por qué se castran la

mayoría de los cerdos en el mundo?. El motivo es que la pro-
ducción de enteros también tiene sus desventajas. La más im-
portante es la ya mencionada presencia de olor sexual que en
animales enteros, incluso en los sacrificados a edad temprana,
oscila entre el 10 y el 75 %. De hecho, se considera que entre
un 0,3 a un 0,8 % de los cerdos son criptórquidos lo que sig-
nifica que los testículos no descienden y no son aparentes, por
lo que, no se castran y presentan olor sexual.

Otro aspecto muy negativo es que el sacrificio temprano de

los animales implica un coste productivo muy alto. El sacrificio
de animales a los 70-80 kg de peso vivo es menos beneficioso

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La castración en ganado porcino; sus efectos y alternativas

que el sacrificio a mayores pesos como 120 ó 130 kg de PV

ya que las tasas de crecimiento y el índice de conversión son
mucho más eficientes durante los periodos de finalización. A
tener en cuenta también es que al incrementar el peso final
se diluyen los gastos fijos de la producción como es el coste
del lechón. De hecho, recientemente se ha visto una tenden-
cia mantenida a nivel mundial a incrementar el peso de las
canales, lo que permite a los productores el incrementar sus
beneficios en un mercado cada vez más competitivo.

Otra desventaja de la producción de animales enteros es

el comportamiento agresivo y sexual que presentan estos ani-
males lo que puede dar como resultado lesiones en las canales
y problemas de cojeras por montas repetidas.

3. La alternativa actual;
la vacunación frente al
olor sexual
La vacunación frente al olor sexual constituye una alter-
nativa muy atractiva a la castración física pues posee los be-
neficios productivos y de calidad de carne de la producción de
machos enteros con la garantía de ausencia de olor sexual que
proporciona la castración física posibilitando, por ello, el llevar
a los animales a mayor peso beneficiándonos de su eficiencia.

La vacunación funciona mediante el uso del propio sis-

tema inmunológico del cerdo para suspender, de modo tem-

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 básicos
poral, la función del testículo y como consecuencia de ello la
producción y el acúmulo de las sustancias responsables del
olor sexual.

Recientemente se ha aprobado una vacuna frente al

olor sexual por la Agencia Europea para la Evaluación de
Medicamentos (EMEA) para su comercialización en los 27
países de la Unión Europea. Con esta nueva aprobación el
producto ya está disponible en 52 países de los 5 continentes.

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PORCINO
La castración en ganado porcino; sus efectos y alternativas

Modo de acción de la vacunación frente al olor sexual.- La

vacunación actúa mediante la inducción de anticuerpos
frente al Factor de liberación de Gonadotropinas (GnRF). Como
consecuencia se bloquea finalmente la liberación de esteroides
testiculares como la testosterona (comportamiento sexual) y la
androstenona (responsable del olor sexual).

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 básicos
Real Decreto 1135/2002

La entrada en vigor del Real Decreto 1135/2002, de 31 de

octubre, relativo a las normas mínimas para la protección
de cerdos, se produjo el 1 de enero de 2003, para todas las
explotaciones nuevas, y se hará extensible a todas las ex-
plotaciones a partir del 1 de enero de 2013. Las condiciones
para verracos también entraron en vigor el 1 de enero de
2003 para todas las explotaciones nuevas y son aplicables
en el resto de explotaciones desde el 1 de enero de 2005.
La prohibición de mantener atadas a las cerdas y cerdas
jóvenes es exigible desde el 1 de enero de 2006. En el Real
Decreto se marcan una serie de condiciones generales y
otras obligaciones más concretas para madres y verracos.
En particular esta normativa permite el raboteo parcial,
la castración de machos (en ambos casos con anestesia y
analgesia si se realizan después del séptimo día de vida),
la reducción uniforme de las puntas de los dientes en
lechones y el anillado del hocico. Todas estas operaciones
serán realizadas por personal veterinario o, en su defecto,
por personal debidamente cualificado.

La castración física de los lechones es una actividad común

en nuestras granjas. El motivo principal es facilitar el ma-
nejo de estos animales, así como asegurar la disminución o
eliminación del defecto del olor sexual y la producción de
carne con mayor cantidad de grasa intramuscular y sub-
cutánea.

De acuerdo con la Directiva de la U.E. (2001), los lechones

pueden ser castrados sin anestesia durante la primera se-
mana de edad. Después del día 7, la castración solo puede
realizarse bajo anestesia y una prolongada analgesia adi-
cional administrada por un veterinario. Sin embargo, existe
una inquietud en las administraciones comunitarias res-
pecto a este tema y se quiere establecer una nueva política
que regule esta práctica. Para ello se ha creado un proyecto
denominado “proyecto Pigcas” (Actitud, práctica y situa-

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PORCINO
La castración en ganado porcino; sus efectos y alternativas

ción de la castración porcina), cuyo objetivo es proporcio-

nar información sobre las repercusiones de la castración
física en el bienestar de los cerdos, teniendo en cuenta en
particular la práctica de la castración de cerdos en la UE, las
actitudes de las partes interesadas respecto a esta práctica
y las posibles alternativas a las intervenciones quirúrgicas
existentes. Este proyecto está coordinado por el Inra (Fran-
cia) y en el participan grupos de investigación de Bélgica,
Holanda, Noruega, Reino Unido, Alemania, Suecia, Italia,
Polonia y España.

En nuestro entorno existen países en los que se ha legislado

para prohibir la castración en un corto espacio de tiempo.
En Suiza, por ejemplo, hasta el año pasado se permitía a los
ganaderos la castración física sin anestesia durante las dos
primeras semanas de edad aún cuando en 1995 el Parla-
mento Suizo decidió que, a partir del 2009 queda prohibida
la castración sin anestesia. En Noruega, todos los lechones
deben ser castrados bajo anestesia por un veterinario y ha
sido aceptada una nueva ley que prohíbe la castración a
partir de este mismo año. También Holanda ha iniciado re-
modelaciones legislativas encaminadas a la prohibición de
la castración física en cerdos en el 2015.

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 consejos
Improvac®; la alternativa actual
a la castración física

Improvac®, la nueva vacuna para porcino de Pfizer Salud

Animal, posibilita, mediante la administración de dos inyec-
ciones, controlar el olor sexual de los machos porcinos, bene-
ficiándose los productores del crecimiento normal y de calidad
de carne de los animales enteros.

Protocolo de vacunación con Improvac®. La flecha negra indica el rango para la

administración de la primera dosis para un sacrificio estimado en la semana 24.

La parte en verde representa el periodo en que los cerdos pueden ser vendidos con la
certeza de que no tendrán olor sexual ej. entre 2 y 10 semanas tras la segunda dosis.

El producto se administra mediante dos inyecciones subcu-

táneas en el cuello, que se deben aplicar con un intervalo de al
menos 4 semanas, de modo que la segunda dosis se administre
entre las 4 y 6 semanas previas a la fecha esperada de sacrificio.
La primera dosis, que se debe aplicar a partir de la 8ª semana de
vida, simplemente sensibiliza al sistema inmune del cerdo, la se-
gunda produce una inhibición temporal de la función testicular,
permitiendo la eliminación rápida de las sustancias involucradas
en el olor sexual.

Una vez que al animal se le administra la segunda dosis, el

tamaño de los testículos es un excelente indicador del buen uso
del producto. Los testículos de estos animales se reducen de
forma visible para cualquier operario de la granja.

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 Consejos Pfizer

consejos Improvac®; la alternativa

actual a la castración física

E ntero Improvac
Aspecto de los testículos en un macho entero vs. macho
vacunado con Improvac®

BENEFICIOS DEL USO DE IMPROVAC®

Debido a que la vacunación con Improvac® se efectúa de
modo tardío, se posibilita que el animal alcance su poten-
cial normal de crecimiento, de modo que los productores se
benefician de los rendimientos productivos de un cerdo ente-
ro, incluyendo su mejor índice de conversión y rendimiento
magro de la canal, pero posibilitando que se lleve a más peso y
asegurando que el cerdo no presenta olor sexual.

Otros beneficios adicionales son el ser un método acorde con

el bienestar animal y con el medio ambiente, ya que al reque-
rirse menos pienso para el crecimiento de los animales se dis-
minuye la eliminación de purines por los mismos, y todo ello
evitando las pérdidas por mortalidad y hernias asociadas a la
castración física.

Castrados Improvac Enteros Hembras

Peso al matadero (kg) 119,4b 122,1a 110,4a 107,5a
Crecimien. diario (g/dia) 895b 921a 806a 778a
Consumo diario (g/dia) 2479c 2323b 2007a 2041a S
c
Índice de conversión 2,77c 2,53a 2,5a 2,63b a
M
Grasa dorsal (mm) 14,79d 12,84c 9,80a 11,17b s
t

y
Comparativa de rendimientos y características de la canal de animales castrados e
físicamente, animales vacunados frente al olor sexual, enteros y hembras. Resul-
tados obtenidos en una prueba realizada en nuestro país por el IRTA.

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