Vous êtes sur la page 1sur 5

EL CULTO A LA EMOCIÓN

Michel Lacroix

Montse Núñez Simpson

4º Psicología
Psicología del Pensamiento y del Lenguaje

Universidad de Ramon Lull


(Blanquerna)
Resumen

El culto a la emoción trata de abarcar una tendencia actual, especialmente practicada en


jóvenes de la cual, éstos, buscan reencontrarse con la emoción en frente a la racionalidad
excluyendo cualquier componente sentimental. Buscan la felicidad en base a una exaltación y
sucesión de experiencias artificiales dejando de lado la capacidad de empatía, comprensión y
escucha a todo aquello que les rodea.

Diariamente, cualquier acontecimiento hace florecer la emoción y, si no sobrepasa nuestro


umbral emocional acabamos por recrearlo mediante la ficción. Queremos renovar nuestra vida
emocional en todos los ámbitos, tanto en la ecología, prácticas religiosas, fenómenos paranormales
como las aglutinaciones de masas que produciéndonos nostalgia y fervor. Pero, esta emoción, puede
resultar una amenaza o un enriquecimiento de nuestra vida interior, de la cual se divide en emoción-
choque o emoción-sentimiento o contemplativo.

Antaño, la emoción, en contra de la supremacía de la razón, era una perturbación del


comportamiento, algo irracional y poco funcional en nuestras vidas. Actualmente, esta visión
cartesiana ha perdido su valor. Hemos pasado de ser Homo sapiens a Homo sentiens lo que se
considera un peligro ya que nos desviamos solo por la emoción-choque, de aquello que nos
hacemos vibrar y nos conmueve, y no tanto por el contemplativo, de la cual nos dispone al mundo.
Estas emociones de tipo intensas las experimentamos mediante los estados modificados de
conciencia, abuso de drogas, actos violentos, deportes de riesgo, música trepidante lo que
corresponde a una carencia sentimental que, aunque a corto plazo nos lleve a un efímero éxtasis, a
largo plazo, nos deja en un vacio existencial.

La emoción resulta la clave de hoy en día para despertar nuestro interés. Desde las campañas
publicitarias hasta las peliculas de cine en 3D, la cultura de masas condiciona nuestra vida
emocional. Actividades deportivas tales como el surf o cualquier actividad que consista en
“deslizar” reemplaza la fuerza muscular por un mayor dominio de nuestro cuerpo, captando
mediante los sentidos aquello que nos rodea. Tenemos la ansía de vivir como sea experiencias
vívidas e insólitas para “vivirlas y contarlas”. Nos sumergimos en la nostalgia, el terror, la atracción
por lo imposible, pero compartidas por una colectividad identitaria, étnica, religiosa o política.

La restitución de la emoción, es sin duda causa de varios factores. La primera es dada por un
mecanismo de recompensación; la emoción-choque sustituye aquella esperanza inocente perdida
que teníamos en cuanto a las utopías, luchas de clase o proyectos de futuro. Esta esperanza se
concentra en nuestro interior, fermentando dando un resultado que es la emoción. Al principio de las
generaciones románticas tuvieron que resignarse y dejar a un lado la acción de lucha derrivando a
sentir emociones más contemplativas. Actualmente, la sensibilidad romántica deja paso a las
emociones que nos hace vibrar en nuestro interior. Además, este mecanismo de recompensación no
sólo tiene función paliativa sino que tambíen deja la persona, a través de la emoción pueda ser ella
misma.

El Homo sentiens auténtico, gestiona sus emociones reduciendo la influencia del cerebro
izquierdo por el derecho, emocionándose a través de lo corporal. Éste trata de conocer el mundo a
través de los sentidos en base a la filosofía hedonista e individualista de nuestra época. Pero, ¿cómo
llegamos a fructificar estas emociones-choque? Mediante la lucha de las represiones sociales del
siglo XIX, liberamiento selectivo de las emociones que rigan este principio hedonista y trabajar con
los cinco sentidos. Si llegamos a negar estas emociones, acaban volviéndose en contra de nosotros,
reapareciendo de manera patológica.

Las nuevas terapias del siglo XXI, tiene un factor común que son la ejercitación de la
emociones, tales como las terapias verbales, corporales o emocionales, bioenergéticas o mediante la
meditación o catársis en la que las vives intensamente.
En los años 50 y 60, el darwinismo afirmaba que la emoción era sólamente una reacción
vital de supervivencia lo que fue criticado por Goleman. Koestler, influenciado por McLean,
afirmaba que la razón que residía en el neocortex se situaba por encima del mesocortex y del
paleocortex, donde se sitúa la emoción. En el contexto de la Segunda Guerra Mundial, hubo
motivos de tener miedo a la emoción por ser el que controlaba el comportamiento destructivo
inhumano de personajes célebres.

Por el otro lado, Edgar Morín, habla sobre el Homo demens quien es creativo por medio de
la emoción. Además, Antonio Damasio considera que la razón y la emoción son por igual
complementarias; la consciencia del Yo se consigue por medio del cuerpo. Pero, si duda alguna, la
emoción es el que dirije el pensamiento abstracto, es decir, cuanto más sintamos, más
conocimientos obtendremos.

Si bien la emoción-choque es como se describe en el libro experimentado individualmente,


tambíen tiene una función social y comunicacional creando verdaderos movimientos sociales
guiadas por la emociones palpitantes. Estas emociones compartidas surgen, más allá de la
reciprocidad y contacto, para consolidar la adherencia entre personas. Sin embargo, en el momento
que se termina la emoción compartida cada uno vuelve a conmoverse individualmente sin sentir la
presión del colectivo.

Utilizamos la emoción-choque de manera incontrolada y excesiva. El Homo sentiens anhela


vivir su sensibilidad egoístamente lo que modifica la verdadera definición de qué es emoción. La
persona que se emociona contemplando siente la necesidad de compartirla con alguien. Lo relativo
a las personas que se emocionan instantáneamente, acaban por tender a ser humanistas y
cooperativos con el resto del mundo. Aquello que altera las emociones es causada por el mero
hecho de estar sometido a las excitaciones sensoriales, el nuevo modelo a seguir del sensational-
seeker que recorre el mundo en busca de nuevas emociones y de la sutil incitación de los medios de
comunicación y cultura de ocio.

Pero, ¿qué es exactamente la diferencia entre las emociones choque y contemplativas? La


emoción choque se da al instante por medio de la acción, mientras que la emoción contemplativa
funciona de otra manera; se expresa en el interior. Es una conversación con uno mismo que se
asimila y además se transforma en recuerdo que engrandece el alma y conduce a tener sentimientos
duraderos. El Homo sentiens colecciona estas emociones choque mirando de disfrutarlos
nuevamente en el futuro, sin dejar que la pasión o emociones negativas interfieran.

Según Lacroix, para retornar a la emoción contemplativa cabe poner en práctica virtudes
perdidas, como la disponibilidad o la admiración, y deshabituandónos en cuanto a formas de ser que
dificultan su buen uso.

En cuanto a la disponibilidad, hemos de desarrollar la emoción contemplativa en un


ambiente lento, teniendo en cuenta nuestro ritmo natural de la vida. Asimísmo, la disponibilidad
radica en el desinterés, contemplar aquello de la cual no se desea, especialmente aquellas cosas que
están en nuestra cuotidianidad. Por ello, implica desistir al poder; no podemos contemplar el mundo
si además lo queremos poseer porque en cuanto lo tenemos en nuestras manos la emoción pierde
calidad y la desechamos. Tenemos que conmovernos en el proceso de las cosas y no solamente en el
resultado que ofrecen.

Sin embargo, existen inconvenientes para lograr desarrollar la disponibilidad, el peligro de


que se nos agite demasiado provocando un cambio personal; la presunción que nos creamos
pensando que autoretroalimentamos nosotros mismos; y de los malos principios sobre los cuales se
pueden llegar a estar dispuestos al entorno, como pueden ser las prácticas de la meditación.
Llegamos a enriquecer nuestra vida interior mediante los recuerdos de momentos en que hemos
estado contemplativos lo que requiere disponibilidad y atención hacia la exterioridad.

En cuanto a la admiración como virtud, Lacroix afirma que hay que admirar y conmoverse
por aquellos “objetos nobles dignos de admiración” ya desde la infancia. Admirar desde una
posición inferior a aquello supremo y bello de la cual se acercaría a un tipo de sentimiento religioso.

Siguiendo esta misma línea, la admiración tiene la característica de ser una manifestación
universal, pero en nuestra sociedad, la admiración se rechaza porque eso implica reconocer que
alguien o algo es superior y por ello, mostramos igualidad y/o indiferencia entre nosotros.
Acabamos por criticar y sospechar a lo ajeno antes que maravillarnos por ésto.

Por último, Lacroix afirma que será la admiración la que reeduque a nuestra sociedad y
cohesione la sociedad delante de aquello bello por naturaleza estando, al mismo tienmpo estando
dispuestos. En fin, ser un ipsitariano.

Valoración personal

Referente a la educación de los adolescentes, Lacroix tiene razón en que la sociedad se


presenta actualmente como una "feria de atracciones" donde nada es estable, y sus preferencias se
orientan hacia la artificialidad. Vivimos en la era de la inmediatez...

Por ello, es lógico que las personas acaben por darle más importancia a las emociones de las
cuales pueden experimentar de manera rápida y no por los conocimientos y largas horas de estudio
que cuestan sacrificio y mucho tiempo. Nadie quiere sacrificarse hoy en día para obtener la
información si por otras vías como en la emoción también puedes encontrarlas. Por eso, creo muy
apropiado cuando Lacroix explica actualmente que, cuanto más sintamos, más sabremos sobre las
cosas. La disponibilidad es importante para cualquier tipo de aprendizaje pero la edificación de las
emociones contemplativas presupone tiempo y lentitud. ¿Cómo, por consiguiente, un adolescente
se va a preocupar a leer un poema e incluso emocionarse ante éste?

Vivimos en un mundo donde nos emocionamos más visualmente lo que tendemos a


respuestas inmediatas e instantáneas y no a las respuestas flexivas desvalorando el esfuerzo
académico y la serenidad.

Al existir el pensamiento polarizado, he creido que (tomando el célebre frase “Pienso, luego
existe”) que también existe una polarización de emociones de la cual tenemos una percepción
errónea de la realidad como tal. Es decir, el mundo esta lleno de matizes pero solamente nos fijamos
en el blanco y el negro, que serían las emociones choques y contemplativas. Parece ser que ho hay
un grado intermedio; o quieres vivir muy deprisa a través de las emociones o apreciar las cosas
bellas que hay a nuestro alrededor.

Tendríamos que considerar a los fílosofos de antaño, en especial al movimiento estoico de la


cual afirma que hay que “vivir conforme a la Naturaleza”, distinguiendo lo que depende de
nosotros, y lo que no depende de nosotros; en este caso, no depender de nuestras emociones
perturbadoras, llamadas choque, y sometiendonos por debajo de ella, ya que se considera lo más
digno de amiración.

Vous aimerez peut-être aussi