¡Oh! cuánto tiempo silenciosa el Pero, ¿qué es este mar? ¿qué es el
alma espacio, mira en redor su soledad que qué la distancia, ni los altos montes? aumenta Ni qué son esos turbios horizontes como un péndulo inmovil: ya no que mira desde aquí; cuenta las horas que se van! si al través del espacio de las No siente los minutos cadenciosos cumbres, a golpe igual del corazón que adora de ese ancho mar y de ese aspirando la magia embriagadora firmamento, de tu amoroso afán. vuela por el azul mi pensamiento y vive junto a tí: Ya no late, ni siente, ni aún respira petrificada el alma allá en lo interno; Si yo tus alas invisibles veo, tu cifra en mármol con buril eterno te llevo dentro del alma estás queda grabada en mí! conmigo, Ni hay queja al labio ni a los ojos tu sombra soy y donde vas te sigo llanto, por tus huellas en pos! muerto para el amor y la ventura Y en vano intentan que mi nombre esta en tu corazón mi sepultura olvides; y el cadáver aquí! nacieron, nuestras almas enlazadas, y en el mismo crisol purificadas En este corazón ya enmudecido por la mano de Dios. cual la ruina de un templo silencioso, vacío, abandonado, pavoroso Tú eres la misma aún; sin luz y sin rumor; cual otros días suspéndense tus Embalsamadas ondas de armonía brazos de mi cuello; elevábanse a un tiempo en sus veo tu rostro apasionado y bello altares; mirarme y sonreír; y vibraban melódicos cantares aspiro de tus labios el aliento los ecos de tu amor. como el perfume de claveles rojos, y brilla siempre en tus azules ojos Parece ayer! ...De nuestros labios mi sol, ¡mi porvenir! mudos el suspiro de ¡"Adiós" volaba al Mi recuerdo es más fuerte que tu cielo, olvido; y escondías la faz en tu pañuelo mi nombre está en la atmósfera, en la para mejor llorar! brisa, Hoy... nos apartan los profundos y ocultas a través de tu sonrisa senos lágrimas de dolor; pues mi recuerdo de dos inmensidades que has tu memoria asalta, querido, y a pesar tuyo por mi amor suspiras, y es más triste y más hondo el de tu y hasta el ambiente mismo que olvido respiras que el abismo del mar! te repite ¡mi amor! ¡Oh! cuando vea en la desierta playa, con mi tristeza y mi dolor a solas, el vaivén incesante de las olas, me acordaré de tí; Cuando veas que una ave solitaria cruza el espacio en moribundo vuelo, buscando un nido entre el mar y el cielo, ¡Acuérdate de mí!