Querido Dios, ven a socorrerme. Querido Dios, ven a devolverme el sueño.

Querido
Dios, o quien sea, por favor. Querido amigo, querido ejército. Querido fuego, querido
cuchillo, querido alcohol. Querida peste. Queridos todos.

Venid a romper mi suerte. Venid a rescatarme. Matad al dragón, guiadme por el

laberinto. Inventad algo, destruid alguna cosa. Hacedlo pronto, por favor. Venid.

Querida música. Devuélveme lo que nunca tuve. Querida poesía, hazme regresar allí de
nuevo. Querida tinta, queridos colores.

Volved para secar mis lágrimas, volved para siempre. Para ahogar el llanto, para curar
heridas. Queridos médicos etéreos.

No nos dejéis aquí. Volved, volved, volved, Volved o llevadnos con vosotros. Queridos
lugares, queridos maestros. El sitio que nos pertenece.

Querida esperanza, ven para matar al tiempo. Ven con tu espada y tu lanza, y
atraviésame el alma, y que los perros beban mi sangre. Y que los niños lloren al verlos y
sus madres les consuelen, y que los días sean brillantes aunque no vuelva a salir el sol y
llueva y me moje, y me cale hasta los huesos… Ven para arreglar esto, y márchate luego
a cualquier otro lugar, con tus armas llenas de sangre y óxido; y déjanos aquí,
agonizando y sonriendo. Y si ves a La Muerte dile que venga, que por aquí hace mucho
que no viene La Vida, pero que la última vez que la vi le andaba buscando. Y que traiga
su guadaña y su licor, y lo bebamos juntos y me enseñe historias nuevas, y me exprima
hasta la última lágrima, y que se la lleve en un frasco y se acuerde de mí cuando me
llegue la hora.

Querido destino, querida realidad, querida lógica. Os busca La Muerte.

Querida fortuna, querido absurdo, querido amor. Os buscaba La Vida.