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Hernán A.

Jove Quimper

MOVIMIENTOS INDIGENAS Y
EL MITO DEL DESARROLLO
PUNO

UNA-PUNO

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MOVIMIENTOS INDIGENAS Y EL MITO DEL DESARROLLO- PUNO (2009-
2010)

Hernán A. Jove Quimper


Sociólogo-UNAP.

RESUMEN (Abtract)

Con los movimientos de protesta indígenas de la selva y andinos en la


región de Puno, se ha puesto en debate los temas de los derechos de
los pueblos indígenas, el medio ambiente, la biodiversidad (flora y
fauna), desarrollo, el nacionalismo y la discriminación racial-étnica.

Los que están en protesta son 65 pueblos, 19 colegios y comunidades


indígenas de Inambari, San Gabán, Loro Mayo, Leche Mayo, Puerto
Manoa. En los distritos de Inambari Tambopata Madre de Dios),
Huepetue (provincia de Manú, Madre de Dios), Camanti (provincia de
Quispicanchis, Cusco), San Gabán, Ayapata (provincia de Carabaya).

La causa de los movimientos de protesta de los indígenas de la selva


de Puno, es el gobierno, que está concesionando e instrumentalizando a
través de EGASUR la construcción de la hidroeléctrica de “Inambari”,
que favorece el desarrollo industrial de Brasil, despojándolos de sus
recursos de vida, con el mito del desarrollo: el síndrome del “perro del
hortelano”. Excluyendo a las fuerzas endógenas, como agentes de
desarrollo, que podrían combinarse concertadamente con otras
alternativas de progreso.

El instrumento de la acción colectiva es la protesta: mítines, paros,


marchas de sacrificio, a través de comités de defensa de Inambari,
Asociación de agroexportadores del valle de Inambari, sociedad civil,
profesionales, autoridades locales y otras organizaciones gremiales,
políticas, educativas de la región sur del país. Enfatizando los valores e
ideales de la dignidad humana, a la vida y justicia. Con la racionalidad
de respeto a los derechos de los pueblos indígenas, por la tierra,
cultivos, bosques, biodiversidad, cultura nativa (Convenio Nº169). Los
indígenas y pobladores, rechazan la construcción de la hidroeléctrica de
Inambari, en forma rotunda ¡no! EGASUR, consorcio brasileño, le falta
completar los talleres informativos y obtener la concesión definitiva para
construir la C.H. Inambari, impulsado por el presidente A. Garcia.
Palabras clave: Indígenas, movimiento, actores, protesta, desarrollo.

3
INTRODUCCION

Con los movimientos de protesta indígenas de la selva y andinos en la


región de Puno, se han puesto en debate los temas de los derechos de
los pueblos indígenas, del medio ambiente, la biodiversidad (flora y
fauna), desarrollo, el nacionalismo y la discriminación racial-étnica.
Porque, se está ignorando intencionalmente los orígenes históricos de
los indígenas de la selva y del altiplano de sangre y residencia.

Los movimientos de protesta, son acciones realizadas por los pueblos


indígenas de Inambari, San Gabán, Loro Mayo, Leche Mayo y más de
65 centros poblados, 19 colegios y comunidades nativas, que se
encuentran en lucha. En los distritos de Inambari Tambopata Madre de
Dios), Huepetue (provincia de Manú, Madre de Dios), Camanti
(provincia Quispicanchis, Cusco), San Gabán, Ayapata (provincia de
Carabaya).

El origen de los movimientos de protesta, es la concesión de 1,700 Km2


del territorio nacional para la construcción de la represa de agua y la
central hidroeléctrica de Inambari para Brasil; que inundará 410Km2. a
cargo de EGASUR SAC, la concesión temporal para realizar estudios y
definitiva para la construcción.

Están luchando con el instrumento de la acción colectiva de protesta:


mítines, paros, marchas de sacrificio, enfatizando los valores e ideales
de la dignidad humana, a la vida y justicia. Con la racionalidad del
respeto a los derechos de los pueblos indígenas, por la tierra, cultivos,
bosques, biodiversidad, cultura nativa (Convenio Nº169). Los indígenas,
rechazan la construcción de la hidroeléctrica de Inambari, en forma
rotunda ¡no!

Porque, el modelo de desarrollo exógeno planteado, desde arriba con la


tesis del “perro del hortelano”, está generando inconformidad y
“rechazo” del proyecto Inambari, por parte de los indígenas, sociedad
civil, profesionales, autoridades locales y otras organizaciones de la
región sur del país. Las elites rectoras del estado, no reconocen en las
relaciones de poder a los indígenas, ni sus derechos como originarios, a
los quechuas, aymaras y amazónicos, excluyéndolos para eludir los
convenios internacionales con el estado peruano (Convenio OIT. Nº
169).

Los objetivos planteados de investigación fueron: describir y analizar los


movimientos de protesta indígena, su oposición a la construcción de la
central de Inambari y el mito del desarrollo. Los procedimientos que se
utilizaron para esta investigación, fueron: materiales impresos en los
diarios los Andes, el Eco de Puno, Correo, el diario Sur, revistas
especializadas, entrevistas, y página Wed- Internet. El método de
análisis utilizado es el cualitativo hipotético-deductivo e interpretativo. En
cuanto lugar, corresponde principalmente a las provincias de Carabaya,
Madre de Dios y secundariamente Sandia, durante los años 2009-2010.

I. localización de los indígenas de la selva de Puno

La provincia de Carabaya, es una de las 13 provincias, de la región


Puno, con 161,000 habitantes, 12,266.40 Km2; limita al norte con la
región Madre de Dios, al este con la provincia de Sandia, al sur con la
provincia de Azángaro y la provincia de Melgar, y al oeste con el
departamento de Cusco. La Provincia de Carabaya consta de 10
distritos: Crucero, Ituata-Usicayos, Ajoyani, Coasa, Ollachea, San
Gaban, Corani, Ayapata y Macusani.

Ayapata, es un distrito de la provincia de Carabaya, tiene una población


de 6 450 habitantes (2000). Su etimología, proviene de voces quechuas
Aya-pata, “aya”: muerto y “pata”: altura, que quiere decir; “cima de los
muertos” o “lugar de los muertos” de pueblos gentiles. Ayapata, estuvo
habitada por los Kallawayas o Carabayas.

San Gabán, pertenece al distrito de la provincia de Carabaya, con 4


663 habitantes (2000). Su etimología, proviene de voces quechuas
“Sanga-Huasi”, lugar de fieras (viboras, pumas, osos, etc). En época
Inca, según Felipe Huamán Poma de Ayala, era "casa de fieras", lugar
de castigo de los prisioneros de guerra. El cronista Garcilaso de la
Vega, cuenta, que el “Apu” de los Collanas, fue apresado y echado a la
"Sanga Huasi" a merced de fieras, allí habría muerto; con el Inca: Túpac
Yupanqui en 1472. En la colonia, fue conocido como Sanyabamba,
nombre del límite más remoto del virreinato del río de la Plata o de la
real audiencia de Charcas (Sucre-Bolivia).

Hace cuatro siglos, la sed de oro empujó al español: Francisco Orellana


a surcar el río Amazonas e Inanbari. Orellana sabía poco del oro, no
tanto como los ingenieros de minas. El río Inambari, así como otros,
arrastra el oro, que se desprende de los Andes, que ya fue explotado
por los Incas y ahora con mayor vigor por los mineros informales,
aprovechando la fuerza hídrica de los ríos.

Hasta el año 1941, la región de la selva puneña, comprendida entre los


ríos Inambari y alto Madre de Dios, no había sido casi explorada y se
tenía escasos datos geográficos. La comunidad selvática de los
Mashcos, fueron numerosos y constituyeron una feroz tribu silvícola,
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defendía sus tierras, unos cuarenta mil kilómetros cuadrados, sin dejar
penetrar, ni menos establecer grupo alguno que le fuera extraño. La
zona del río Colorado, era emporio de arenas auríferas, vainilla, quina,
petróleo y existían grandes bosques del árbol de caucho, que no
pudieron explotar las empresas en la época del auge del “jebe”, por los
ataques indomables de los Mashcos a los extraños.

Los de la selva (yungas), dueños de estas tierras, hoy denominadas


comunidades nativas indígenas, de acuerdo a la crónica del misionero
padre José Alvarez (1940), además de los Mashcos, hay otras tribus
como los: Sirinairis, Chilive, Amarakeiris, Manukiaris (zona reserva de
Manú), Paijaja, Nanuene, Mukin, Huariakaime, Bakeneua, Darionjjembe,
Paureua, Buupin, Kandoreiua, Tai, Tisei, Yagoanua, Zagantaime, Pinkja,
Beok, Saakón, Kenenchi y Urinteua. Ya no eran salvajes, estuvieron en
la última etapa de la barbarie, cultivaban piñas, yucas, papayas,
granadillas, plátanos; y practicaban la pesca y la caza; trabajaban de
7am. a 1pm. El reparto de la economía de necesidad, se hacia de
conformidad con las unidades familiares.

Ricardo Paredes O. (2010), dice que en Puerto Manoa-Inambari, las


tribus Esee´jas (Inambari-Heath-Tambopata), han sido exterminadas por
los caucheros, hacia 1970. Asimismo, algunas partes de la ceja de
selva, son lugares de origen de las civilizaciones andinas prehíspanas
como son San Gaban, Ayapata, Ollachea y otros en la provincia de
Carabaya; luego, en la provincia de Sandia: Sina, Quiaca, San Juan del
Oro, San Ignacio, Paujil Playa, las pampas de Heath, etc.

Los indígenas del altiplano puneño de Macusani, Ayaviri, Azángaro y


Huancané; poblaron desde la época pre-colonial, la ceja y selva de
Carabaya y Tambopata- Sandia; luego, en la época colonial, la selva fue
refugio de los indígenas a causa de los españoles, obligaban la “mita” o
“tributo” del trabajo forzado, en las minas de plata en Potosí y Oruro
(Bolivia); luego, siguieron migrando los indígenas en la época
republicana, a causa de despojo de tierras por los gamonales
latifundistas a los indígenas de las comunidades, o por las grandes
sequías en el altiplano; y, luego recientemente, por la falta de trabajo
para los jóvenes y estudiantes, que se emplean en la actividad de
lavado de oro y cultivos tropicales. Los cultivos tropicales y la coca para
el “chacchado”, se practican desde la época prehíspana.

La ceja y selva de Puno (Carabaya-Sandia), históricamente es emporio


de la biodiversidad, minerales y cultivos. Un espacio natural para
sistemas productivos para resolver los problemas de pobreza y
bienestar social en el altiplano. Favorece la renta personal en la gama
de opciones de producción lucrativa en las actividades industriales de
transformación en las ciudades (muebles, artesanía, Joyería, etc.), el
comercio local y de exportación (café, frutas, maíz, medicinas naturales,
etc.) y el desarrollo económico, orientada a la región y del sur del país.

Con la construcción de carreteras afirmadas de penetración a la selva,


trabajadas por el ejército e indígenas de las comunidades (ley de
circunscripción vial: Leguía), en la década de los 30s (siglo XX),
postergadas su mantenimiento y mejoramiento. Reemplazó al sistema
de transporte de arrieraje de camélidos, que tuvo mucha importancia
económica en el intercambio comercial con la montaña en tiempos
pasados. Estas vías son fundamentales ahora con el tráfico de
camiones de carga, en la integración económica y social, en ocasiones
produciéndose accidentes con muchas muertes en tiempo de lluvias.

Este problema, es otro agente movilizador de las protestas sociales,


quechuas y aymaras de la provincia de Sandia, que reaccionaron,
desarrollando un movimiento de más de 1,550 personas, que llegaron
de Sandia a Puno, el 15 de noviembre del 2010 en 30 camiones,
sitiando la altura de “Yanamayo”, tomando la carretera de entrada a la
ciudad capital Puno, sede del gobierno regional, en protesta por la
paralización de la construcción de la carretera Muñani-Saytococha,
Sandia-San Juan del Oro y Sina-Yanahuaya.

Identificando al principal causante del movimiento de protesta, al


presidente regional de Puno y al gobierno nacional. El presidente
regional (Hernán Fuentes), enterado de la ira de los protestantes; se
esconde y los movilizados bloquean la carretera reclamando el
presupuesto vial, amenazando agudizar su lucha y permanecen hasta
su solución.

Luego de diez días, de mítines y negociaciones, levantan y terminan el


movimiento, con el compromiso de que han sido restituidos los
presupuestos de la construcción de la carretera a Sandia. En la
elaboración de la protestas no se produjeron acciones de violencia; en
el desarrollo de la movilización los más afectados fueron los ciudadanos
locales, los estudiantes de Juliaca-Puno, los turistas, los transportistas
de pasajeros, de carga pesada y otros, que abastecen alimentos e
insumos industriales a la república de Bolivia. El movimiento vence,
entonces; la construcción de la carretera a Sandia, depende del
cumplimiento de los compromisos.

II. Movimiento de protesta indígenas de la selva de Carabaya:


construcción de la central hidroeléctrica de Inambari

El proyecto: “Hidroeléctrica de Inambari”, se ubica en los distritos de


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Camantí (provincia de Quispicanchis en Cusco); Inambari (provincia de
Tampopata en Madre de Dios) y Huepetue (provincia de Manú en Madre
de Dios); Ayapata y San Gabán (provincia de Carabaya en
Puno).

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Vista aérea de la ubicación del proyecto Inambari

a) Factores precedentes de los movimientos de protesta indígena


La ocupación de la selva puneña, se ha incrementado durante las
últimas décadas por la infraestructura vial, explotación maderera,
aurífera, tropícultura y forestales. La idea, de las concesiones de tierras
y recursos del potencial hidroeléctrico de la selva de Perú, surgió con el
gobierno antinacionalista de Francisco Morales Bermúdez (1976).

Los actores políticos desde arriba, en los años: 1976-1979, a través de


la dirección de electricidad del Ministerio de Energía y Minas del Perú,
con apoyo de la Cooperación Técnica Alemana (GTZ), autorizan
la evaluación del potencial hidroeléctrico nacional, eligiendo al río
Inambari como parte de diez proyectos para el desarrollo de centrales
hidroeléctricas en el Perú.

En el año: 2006 en el mes de noviembre, con memorándum de


entendimiento entre los Ministerios de Perú y Brasil, establecen una
comisión mixta permanente de energía, minería y geología.

En el año: 2007 en el mes de noviembre, la dirección general de


electricidad (DGE) del Ministerio de Energía y Minas presentó el informe
final: "Elaboración de resúmenes ejecutivos y fichas de estudios de las
centrales hidroeléctricas en el Perú, con potencial para la exportación a
Brasil", donde aparece la central hidroeléctrica del Inambari (CHI).

El año 2008 en el mes de Mayo. Por acuerdo bilateral entre Perú y


Brasil de cooperación energética, se acuerda la construcción de 15
hidroeléctricas en Perú, una de ellas Inambari.

Entonces, los presidentes Alan García del Perú y Luís Ignacio Lula Da
Silva del Brasil, difundieron, el acuerdo, el 28 de abril de 2009. La
puesta en operación de seis grandes represas en los ríos de la selva
alta peruana a fin de abastecer la demanda energética de Brasil. El
memorando de intención entre Brasil y Perú, dice, que: “El Brasil
estudie, financie, construya y opere hasta seis grandes hidroeléctricas
en territorio peruano”. Las hidroeléctricas por construir con represas de
agua son: Inambari (2,200 MW), Sumabeni (1,074 MW), Paquitzapango
(1,379 MW), Urubamba (940 MW), Vizcatán (750 MW) y Chuquipampa
(800 MW), con un costo conjunto de US$ 16 mil millones de dòlares.
Proyecto concebido por brasileros, con brasileros y para brasileros.
Aquí, empezó la política de la dependencia del pobre mendigo, colgado
de las compañias que viven de la energía eléctrica de los ríos.

La importancia geopolítica, económica, social y ambiental, fue obviada


por el gobierno peruano. Las evaluaciones de las grandes
hidroeléctricas, como el complejo hidroeléctrico del río Madeira, cerca a
la frontera entre Perú, Bolivia y Brasil, que tienen escasez de agua, con
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la C.H. Inambari, Brasil ahorrarán US$ 216 millones al año.

La Central Hidroeléctrica del Inambari, seria la más grande del sur del
Perú y la quinta en América Latina, con una inversión de 16,000
millones de dólares. La capacidad instalada de generación será de 2200
MW. Los beneficios para el Perú estarían en función de las ganancias,
que genere la exportación de energía para el Brasil. También se espera,
que parte de la energía sea para el consumo nacional. Los porcentajes
de energía destinados a la exportación, serán 75% y consumo interno
25%. El beneficio es insignificante y asimétrico. Puno, desde el año
2000, tiene la hidroeléctrica construida en San Gabán a 2090 m.s.n.m,
que genera 110 MW.

Los posibles impactos, de acuerdo a los ingenieros de impacto


ambiental (EIA), serán afectados 161Km de la carretera
interoceánica por el embalse de la represa, 65 centros poblados, 19
colegios de los departamentos de Puno, Cuzco y Madre de Dios, que
deberán ser reubicados y compensados. Además, de los impactos
ambientales como la afectación de flora y fauna, interrupción de rutas de
peces migratorios, impactos sobre el caudal y la navegabilidad de los
ríos, entre otros.

En el mes de Junio, del 2008, el gobierno entrega en concesión


temporal a la Empresa de Generación Eléctrica Amazonas Sur SAC
(EGASUR), para la realización de estudios de la viabilidad de la Central
Hidroeléctrica Inambari (por 2 años). La empresa concesionaria
temporal y quizás definitiva de la C.H.Inambari, es EGASUR. Resulta
una empresa nacida en Puno, con domicilio en la calle Carabaya Nº
269, con ficha de inscripción Nº 1106878 en la SUNAP-Puno. El puneño
Ingº Victor Uría Bermejo fue apoderado de las empresas fundadoras
EGASUR con un capital inicial de S/. 10,000 soles, que ahora tiene un
capital de S/ 14´592.749 millones de soles (Los Andes: 13/12/09 y
FENTAP: 15/12/09). EGASUR, es propiedad de tres empresas
brasileras OAS (privada), Eléctrobas y Furnas (públicas), que cuentan
con 150 años de experiencia combinada. Así surge esta empresa
lucrativa en la capital de la región de Puno, que utilizaron el domicilio,
instituciones y la agencia de personas locales.

b) Los movimientos de protesta y oposición a la construcción de la


hidroeléctrica de Inambari.

Movimiento social, define Guy Rocher (2006), es una organización


estructurada e identificable, que tiene por objetivo agrupar a unos
miembros con miras a la defensa o a la promoción de ciertos objetivos
precisos, esencialmente reivindicativos, de ideales, intereses y valores.
Sztompka (1993) e Ibarra, P. (2005), utilizan tres conceptos distintos
para el análisis de movimientos sociales: comportamiento colectivo,
acción colectiva y movimiento social como redes, para comprender la
movilización de la sociedad civil.

Para el análisis de los movimientos de protesta indígenas en Puno,


planteamos dos teorías: 1) La acción irracional, y 2) la acción racional
(Ibarra: 2005). El primero, afirma la irracionalidad constitutiva de dichas
conductas, es decir; los conjuntos de personas que se movilizan, lo
hacen por razones emocionales; el segundo, afirma, la racionalidad
constitutiva de un movimiento obedece a una respuesta de un
determinado agravio. Por lo tanto, procura ganarse adeptos, llamar la
atención de un cierto público y de las elites rectoras.

Diccionario (2003), Indígena alude al originario del país de que se trata,


son naciones o aborígenes nativos. También es indígena, la persona
que desciende de la época de conquista o la colonización, conservando
sus instituciones sociales, económicas, culturales y políticas (IWGIA:
2009). Puno, es una región mayoritariamente plurietnica, pluricultural y
plurísocial, tiene pueblos originarios indígenas: quechuas, aymaras y
amazónicos. Esta caracterización es de suma importancia para la
comprensión de los pueblos indígenas.

En el Perú, las políticas neoliberales del estado a partir de los 90s,


abren paso para la acción colectiva originado fuertes protestas de los
movimientos indígenas a través de acciones directas con tomas de
carreteras, marchas de sacrificio, paros y mítines de protesta, con el
objetivo de defender su espacio cotidiano de existencia, medio
ambiente, la defensa de los derechos de pueblos indígenas y
ciudadanía, la vida, tierras y bosques por los agravios del gobierno
peruano (Bagua: 2009).

Los movimientos de protesta indígenas de grandes masas de gente


durante los años 2009-2010, en la región Puno, es a raíz de Inambari, la
contaminación de los ríos, la minería informal, por la construcción de la
carreteras ejemplo a Sandia, postergada por las elites de poder nacional
y local. Con los movimientos de protesta indígena de la selva, se han
puesto en debate el tema del medio ambiente, la biodiversidad, la
propiedad de las comunidades, el nacionalismo, la discriminación racial
y étnica.

Los movimientos indígenas, identifican como causantes de su protesta y


movilización al gobierno peruano y las trasnacionales hidroeléctricas
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brasileras a través de EGASUR, que amenazan despojarles los
recursos de vida a más de 65 centros poblados, 19 colegios y
comunidades nativas, y lo mismo sucederá con las comunidades en
todo el anillo circunslacustre del lago Titicaca, que fueron
concesionados para la exploración y explotación de petróleo.

Los que están en lucha directa son los pueblos indígenas afectados por
la C.H. Inambari. La protesta ha movilizado a los indígenas y pobladores
de los distritos de Inambari (Tambopata Madre de Dios), Huepetue
(provincia de Manú, Madre de Dios), Camanti (provincia de
Quispicanchis, Cusco), San Gabán, Ayapata (provincia de Carabaya).
Estos movimientos están orientados por los valores de la dignidad
humana, a la vida y justicia. Con la racionalidad de la defensa del medio
ambiente y el respeto a las naciones, y pueblos indígenas, por la tierra,
cultivos, bosques, biodiversidad, cultura nativa (Convenio Nº169).
Rechazando la construcción de la hidroeléctrica de Inambari, en forma
rotunda ¡no!, con expresiones ¡Inambari no se vende, Inambari se
defiende!, ¡Puno no se vende, Puno se defiende! Son movimientos
orientados contra el neoliberalismo de mercado salvaje, contra el
consumismo y las amenazas de la expansión del capitalismo industrial
foráneo.

El 5 de marzo del 2009, se inicia el movimiento de protesta indígena, en


Loromayo, Inambari (o Iñapari) y San Gabán, 5,000 pobladores se
movilizan en grandes masas; porque, no han llegado a acuerdos
positivos en el conversatorio de información con la Empresa de
Generación Eléctrica Amazonas Sur (EGASUR). Los pobladores,
afectados con la construcción de la hidroeléctrica de Inambari, los
rechazan con ¡no!. Entonces EGASUR, solicita la prórroga, un año más
para la concesión temporal del proyecto.

El 10 de abril del 2009, en la localidad de Loromayo y Lechemayo,


distrito de San Gabán, provincia de Carabaya, se realizó la segunda
reunión informativa sobre la construcción de la C. H. Inambari, con
representantes de EGASUR, junto con un grupo de empresas
brasileñas, persuaden a los pobladores para que acepten la reubicación,
se fomenta la arbietrariedad, las respuestas fueron diversas y
concluyeron con el “¡no!”. La población no acepta la construcción de la
hidroeléctrica, porque afecta sus tierras de cultivo y sus pueblos.

El 18 de febrero del año 2010, la embajada peruana remitió al


ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil, el texto final del "Tratado
de integración energética Brasil-Perú". El construcción de C.H. Inambari
será privado, energía firme y constante por 30 años, el vendedor de la
energía eléctrica será la concesionaria. Resulta perjudicial a los
intereses puneños y entreguísta a favor de Brasil, impidiendo incluso al
congreso de la república modificar la ley en virtud del el art. 62 de la
constitución peruana.

Los movimientos de protesta desde abajo, son elevadas


significativamente, los días 12 al 14 de diciembre del 2009, con energía
expresiva, realizan grandes mítines de protesta pacífica de más de
7,000 indígenas y pobladores de San Gabán, rechazando la
construcción de la hidroeléctrica de Inambari, con la idea compartida:
¡No a la construcción de la hidroeléctrica!, ¡La patria se defiende!, la
¡Patria no se vende! En el accionalismo de estos movimientos, se está
expresando nuevos valores como son las expresiones de nacionalismo.

El 10 de marzo y 6 de abril, del 2010, las organizaciones gremiales y


políticas de la provincia de Carabaya y de Puno, se movilizan unos
10,000 ciudadanos; rechazando al personal de EGASUR, que realizaba
un censo entre las poblaciones ubicadas en el área de embalse del
proyecto, pidieron adhesión de otros gremios, los que se unieron de las
provincias además de Puno, fueron Melgar, Azángaro y Carabaya.

El 17 y 18 de junio del 2010, más de 2,000 pobladores de San Gabán,


Lechemayo, Loromayo, Puerto Manoa e indígenas de comunidades,
llegan a Puno y Juliaca. En masa realizan un paro de 48 horas, es la
más pronunciada y se solidarizan todas las instituciones gremiales,
educativas, trabajadores, barrios, autoridades locales y políticos. Con la
expresión de que el gobierno neoliberal está privatizando los recursos
naturales (el agua, el oxigeno, los bosques, la tierra y la biodiversidad).
Presentaron acción de amparo dirigido al presidente de la República y
consejo de Ministros. El fin compartido, fue la no construcción de
hidroeléctrica de Inambari.

Olga Cutipa (14/8/2010), presidenta del Frente de Defensa de los


intereses de Inambari y la Asociación de Agroexportadores del Valle de
Inambari, que rechazan la construcción del proyecto hidroenergético,
dice lo siguiente: “La concesión temporal otorgada a la empresa
brasileña, EGASUR venció el 7 de octubre de este año 2010. No
obstante haber presentado el estudio de factibilidad de dicho proyecto,
no existe actualmente ningún derecho vigente para la construcción de la
Central Hidroeléctrica de Inambari”, “Nosotros hemos venido a Lima en
marcha de sacrificio para dar a conocer nuestra posición al pueblo
limeño, de que no estamos de acuerdo con la construcción del proyecto
Inambari, que quiere hacer EGASUR, y que vamos a seguir luchando
hasta el último para hacer respetar nuestras tierras, donde vivimos y
trabajamos cultivando productos como el cacao, la piña, el café, papa,
maíz, arroz, además de plantas medicinales”
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Sonia Molina Cabala (2010), representante de la sociedad civil y de los
profesionales de Puno, sostiene que Puno ya no tendrá la carretera
transoceánica soñada durante varios años. Advierte que, la represa
enterrará vivas a miles de familias que no quieren irse, porque; son sus
tierras. “Ellas estaban seguras en los pueblos de Loromayo, Chaspa
Bajo, Chaspa Loromayo, Lechemayo chico, Lechemayo grande,
Salimayo, Carmen, Cuesta Blanca, Yahuarmayo, Challhuamayo, Puerto
Manoa, San Juan y otros más pequeños; junto a sus viviendas, cultivos
y animales domésticos, serán borrados del mapa, después de haber
costado prodigiosos esfuerzos para construirlos”.

El 20 de octubre del 2010, los actores cívicos intermedios, con una


delegación de profesionales de la sociedad civil por la Interoceánica
(Puno-Brasil) y colegio de ingenieros que vigilan la construcción de
esta carretera, pronunciaron su disconformidad por el daño ecológico
que sufriría la zona. La construcción de esta C. H. Inambari, afectaría
una extensión de 410 kilómetros cuadrados, lo que pondría en riesgo,
además de poblados, la inundación de la carretera Interoceánica en los
tramos 3 y 4, perjudicando las perspectivas del desarrollo vital para
Puno.

La carretera Transoceánica, que es un corredor proyectado, con una


longitud de 2,586 kilómetros entre los Estados de Acre y Rondonia
(Brasil) y los Puertos de Ilo, Matarani y San Juan de Marcona (Perú),
ideologizada como motor del desarrollo para el sur del país, que debía
haber culminado en noviembre 2009.

El área de embalse sepultará millones de árboles frondosos, acabará


con una cantidad innumerable de especies animales, vegetales, que
constituyen la biodiversidad de nuestra amazonía, dando lugar; a una
contaminación extensa y a la destrucción paulatina del Parque Nacional
Bawaja Sonene, en un momento en que los cambios climáticos azotan
el altiplano y a las naciones de la Tierra. Con hipotecar Inambari por 30
años, se le agrega otros beneficios, como poseer 1,700 Kilómetros
cuadrados, donde están las fuentes de agua de la cordillera de
Carabaya y Sandia, minerales, petróleo y otros recursos; además
proporcionarles materiales de construcción y pagar la obra con
contratos lesivos al país.

El 11 de noviembre del 2010, el gobierno de A. Garcia presentó al


congreso de la República, un proyecto de ley 04335-2010-PE, para la
construcción de la central hidroeléctrica de Inambari, sin el requisito de
impacto ambiental (EIA). En opinión de la congresista, puneña,
Margarita Sucari (2010), se está imponiendo la construcción de la
“Central Hidroeléctrica de Inambari”, ¡si! o ¡si!, contraria a los intereses
de sus pobladores para que sea aprobado por el poder Legislativo y
obtener la aprobación definitiva, porque ya invirtieron 22 millones de
dólares en los estudios de factibilidad, el consorcio brasilero EGASUR
(informe del presidente del proyecto Inambari, Evandro Miguel, del
consorcio brasileño EGASUR, 27/11/10).

La construcción de C. H. Inambari requiere inundar 410 kilómetos


cuadrados de bosques, flora, fauna y 65 poblados, en la selva puneña,
28 poblados en San Gaban, Ayapata; 27 poblados en la parte del
Cusco; 28 poblados en Madre de Dios (Diario: Los Andes: 12/11/,2010).
Después de haber llevado talleres informativos en Loromayo y
Lechemayo en el 2009, EGASUR, ha programado el 27 noviembre del
2010, el segundo taller informativo en Puerto Manoa, San Gabán-
Carabaya (Correo: 24/11/10). Para justificar el apremiante requisito de
consulta y el aval ficticio de la población residente para instalarse en un
área de 1,700Km2.

El 27 de noviembre del 2010, a causa del rechazo de la población de los


centros poblados y comunidades indígenas ribereños y adyacentes,
suspenden el taller programado (27/11/10), por EGASUR en San
Gabán, en el sector Charoplaya-Puerto Manoa, en la provincia de
Carabaya, debido al rechazo de la población, los pobladores de Puerto
Manoa denuncian en contra de los grandes intereses de las
transnacionales de apropiarse las riquezas forestales, el agua, la tierra,
el Parque Nacional Bahuaja Sonene y otros recursos como el oro,
petróleo, etc., que son recursos estratégicos de desarrollo local, por
intermedio de la agencia EGASUR, a cargo de la concesión del Estado
para realizar estudios definitivos en el área de Inambari.

La empresa EGASUR, saca un comunicado que no hay condiciones y


“posterga taller participativo en Puerto Manoa” (comunicado, Los Andes:
27/11/10). En días previos al pretendido taller, fue creciente el rechazo
por parte de la población puneña en general y de los habitantes de la
selva a través de los medios escritos. Asimismo, la expresión de los dos,
candidatos al gobierno regional (J. Luque y M. Rodríguez), han
planteado su desacuerdo en los debates de plan de gobierno, con la
construcción de la Hidroeléctrica del Inambari. Los candidatos de la
sociedad civil, rechazan la construcción de la hidroeléctrica de Inambari,
porque; el proyecto Inambari es un negocio brasileño que se va a
instalar en 1,700Km2.

Las elites rectoras de poder del estado, si excluyen a los indígenas


originarios: quechuas, aymaras y amazónicos, en la toma de decisiones
en las relaciones de poder, porque; no los consideran para eludir los
15
acuerdos internacionales con la OIT. De esta forma expropiar y
privatizar las riquezas de nuestras regiones a favor de las empresas
brasileras por el gobierno peruano, con concesiones lesivas y dañinas a
los intereses nacionales en la vorágine de la inversión privada.

Los movimientos de protesta son concertadas con el agolpamiento físico


en grandes masas de gente con la acción colectiva directa de protesta:
mítines, paros, marchas de sacrificio a la capital Puno, Juliaca y Lima-
Perú. Los valores movilizadores y los ideales, en el sentido de la
racionalidad, son de autodefensa y proporcionan guías fundamentales
de comportamiento colectivo hasta el momento, definiendo y regulando
las acciones con arreglo fines, por el respeto y la reivindicación de los
derechos de los pueblos indígenas, por la tierra donde viven, cultivos,
bosques, biodiversidad, cultura nativa, etc. (Convenio Nº 169). Estos
movimientos de protesta manifiestos llama la atención de los peruanos y
de los medios, cada vez mas latentes no han culminado.

III. El mito del desarrollo del “perro del hortelano”

El concepto de desarrollo, Wallerstein (1995), conceptúa a un cambio


endógeno, generado desde dentro de la sociedad (grupo, clase,
comunidad, sistema social) y que opera por medio del despliegue de
potencialidades inherentes.

PNUD define desarrollo humano (ONU: 2006), que el principal objetivo


es ampliar opciones de las personas, hacer más democráticas y
participativo al desarrollo. Las opciones pueden ser infinitas y cambian
con el tiempo. El desarrollo está asociado a la economía y al
incremento, a esto se ha incorporado sujetos sociales. Por lo tanto, la
noción de desarrollo, incluye procesos de desarrollo económico, el
político y social o cultural; al bienestar de las personas. El concepto de
desarrollo, fue antecedido por los términos progreso, civilización,
evolución, riqueza y crecimiento.

De acuerdo con estas definiciones de desarrollo, la tesis del modelo de


desarrollo del “perro del hortelano” (no come ni deja comer), es
confíscador y excluyente a los grupos sociales indígenas y no indígenas
de status bajo.

Es un enfoque desarrollista e infraestructural, para la expansión de la


industrialización exógena, es inversamente desproporcional al progreso
de los puneños. Es la propuesta de desarrollo neoliberal de mercado a
favor de los extranjeros, un mito perverso; generadora de falsas
expectativas. Al no valorar al ser humano, destruye pueblos, la
biodiversidad y control de recursos hídricos a favor de las aristocracias
del dinero, con políticas coloniales, que ya deberían ser del pasado por
las elites gobernantes.

Con el síndrome del “perro del hortelano”, si “no lo hago yo, que no
haga nadie”, la patria se está vendiendo, hipotecando, consecionando a
centros de capitalismo financiero. Existe una asimetría en la relación
social de trato desigual en las relaciones de poder con los indígenas,
considerados como subalternos por la sociedad mestiza en la elite de
poder. A los indígenas no se les reconoce como ciudadanos del estado,
ni como colectivos étnicos, ni culturalmente diferenciados. Con los
movimientos de protesta indígenas, estas todavía no han tenido efectos
positivos en la construcción de la ciudadanía y la democracia en nuestro
país.

La tesis del “perro del hortelano” (no come ni deja comer), sustentada
por A. García (2009), excluye la consulta que manda el Convenio OIT,
169 suscrito por el Estado. De este modo, con el D.L. 1090 del año
2009. Ley forestal y de fauna, que alienta la promoción de inversión
privada, los indígenas del país, han perdido sus derechos a sus tierras y
a las formas consuetudinarias de control de espacios de vida. El mito
del desarrollo y bienestar con los grandes proyectos hidroeléctricos a
construirse en la amazonia peruana, está orientada a la dependencia,
estancamiento o regresión del progreso alcanzado por estos pueblos.
Así como, las concesiones petroleras y mineras en todo el anillo
circunlacustre del lago Titicaca, donde habitan los indígenas quechuas y
aymaras de las comunidades campesinas de Puno, generarán
convulsión social.

El concepto de “desarrollo”, “perro del hortelano” es incompatible con la


cultura andina y amazónica. Es opuesto al desarrollo endógeno. La
acción colectiva institucional-convencional y no-institucional de la
sociedad civil, advierten que esta tesis es un paradigma excluyente del
desarrollo nacional. El falso desarrollo en este modelo hacia afuera, está
generando expresiones de descontento en las poblaciones indígenas,
por la agresión del imperante a través del poder ejecutivo (proyecto Ley
Nº 4335/2010-PE), que impone con astucia y engaño la erradicación de
zonas de vida; promoviendo las concesiones, con reglas antinacionales
a favor de las actividades eléctricas con Brasil.

Los impactos a las bases estructurales del ecosistema y la


biodiversidad, ha calado hondo en la conciencia social de los actores
colectivos de todo tipo de organizaciones sociales racionales, que
sienten la utilidad de la amazonia, que serán destruidas por estas
grandes obras, miles de hectáreas de tierras de ceja y selva amazónica
17
en buen estado, ocasionando daños irreversibles a la biodiversidad. El
falso desarrollo económico, pretende eliminar el requisito de aprobación
del estudio de Impacto ambiental, en lo que respecta a las concesiones
definitivas en las actividades eléctricas en la selva peruana y en el
Inambari, para inundar caseríos y centros poblados.

La acción reivindicativa, con la emergencia de las protestas por parte de


los indígenas y la sociedad civil del departamento de Puno. Se enfatiza:
¿Por qué firmar un acuerdo con Brasil, un país gigante sudamericano,
que se llevará la energía del Perú y dejará, pocos beneficios y enormes
daños ambientales y sociales a los peruanos? esta es la gran
preocupación colectiva en las regiones afectadas, principalmente en el
sur del país, donde existen temores por la pérdida de territorios, que ya
fueron pretendidos por Brasil en la época colonial y en parte, en los
primeros años de la república.

Los ambientalistas han criticado, los efectos nocivos que generará la


destrucción del medio ambiente. Los movimientos de protesta, los paros
y huelgas se van incrementando en los pueblos indígenas de la selva y
andinos, no aceptan el desarrollismo del gobierno, referido a la inversión
extranjera en obras, que afectan su ambiente social, estructural y
geográfico en forma perversa. Los agentes promotores de aceptación
social promueven reuniones de erradicación, sin escuchar las
demandas sociales. Ofreciendo mejor desarrollo, construir casas, pagar
afectaciones, etc. considerando a los indígenas de ignorantes,
proponiendo como alternativa de solución que: “Sí tienen un sitio, un
paraíso para ellos” (ver testimonio de Olga Cutipa: 2010).

Sin embargo, queda planteada la pregunta: ¿Por qué, los indígenas,


siguen reclamando aún ciudadanía en los debates públicos por el
respeto a sus derechos y exigiendo nuevos estatutos, que garanticen su
existencia y su desarrollo? Los pueblos indígenas exigen desde luego,
respeto y participación en asuntos públicos, porque son originarios y
excluidos. Falta una relectura real de la pobreza, uso de recursos, las
inequidades socioculturales y la biodiversidad. Además se ha
abandonado la producción de información estadística sobre los efectos
medio ambientales, los nuevos propietarios de tierras y mineros, las
comunidades campesinas después de la reforma agraria, así como los
sistemas productivos agrarios en Puno.

Por otro lado, queda aún pendiente la discriminación racial y étnica,


practicada por la sociedad de castas y de status de origen occidental no
indígena, fundamentalmente en la capital Lima. Asimismo, los
problemas lingüísticos en la región andina y amazónica, conlleva
necesariamente al no entendimiento con los pares ciudadanos no
bilingües o trilingües, que solamente dominan la lengua europea. La
educación, la atención en la salud y la marginalidad rural, son otros
aspectos que faltan democratizar junto a los derechos logrados.
Finalmente, planteamos la pregunta: ¿Será posible que las elites de
poder rectoras del estado peruano puedan cumplir con las leyes y
acuerdos internacionales, que favorecen a los pueblos indígenas?

El modelo de desarrollo a plantearse, debe ser concertado, analizando


los factores internos y externos en un mundo globalizado a través de
referéndum. Es irracional disponer los recursos estratégicos fauna, flora
y otros, reduciendo el patrimonio nacional a favor de las empresas
trasnacionales, habiendo otras alternativas de generan ingresos para el
país.

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Conclusiones

Los movimientos de protesta indígena de la selva de Puno, tiene un


comportamiento colectivo en redes con diversas organizaciones
sociales, gremiales, educativas, políticas y gobiernos locales, que se
solidarizan con el problema de la erradicación y la oposición a la no
construcción de la hidroeléctrica de Inambari.

Estos movimientos de protesta indígena, son acciones de


comportamiento colectivo de acción racional, reivíndicativo con arreglo a
fines y valores, frente al agravio de despojo de recursos de vida, trabajo
y propiedad, que afecta a 65 poblados, originado por la elite del
gobierno “desde arriba” con las conseciónes de recursos hídricos y otros
en un área de 1700Km2. Es un movimiento orientado “desde abajo” por
valores, ideales, intereses y reivindicaciones. El movimiento tiene
adeptos, llama la atención de la ciudadanía y está cada vez más latente.

El desarrollo humano como la ampliación de gama de posibilidades,


asociada a la economía, la política y social o cultural, deben ser
democráticas y participativas al bienestar de las personas. Contraria a la
tesis del gobierno: “El perro del hortelano” (No come, ni deja comer),
confiscador y excluyente e irracional para los indígenas de comunidades
y de centros poblados de la selva, así como para los indígenas del anillo
circunslacustre de Puno.

Es un modelo impuesto desde arriba, hacia el mercado exterior


(exógeno), donde no toma en cuenta a los peruanos como los
verdaderos agentes de desarrollo, que podrían combinarse
concertadamente con otras alternativas de progreso en tiempos de
globalización. Por lo tanto, es un mito desarrollista, orientada a
favorecer el desarrollo de los centros de capital financiero, que esta
propiciando los movimientos de protesta. Así como los denuncios
mineros, sin consulta a comunidades, fomentando conflictos manifiestos
a falta de una política minera por parte del gobierno regional. Hasta
ahora no hay una estructura de oportunidad favorable para el cambio
en la visión del desarrollo humano.
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