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Universidad Científica del Sur

Alumno: Daniel Iriarte


Diciembre 2010
Brevemente:

• Sentimiento de cansancio e irritabilidad.


• Sentimiento de tristeza, desesperanza y desamparo.
• Llantos abundantes.
• Falta de energía y motivación.
• Falta de apetito o exceso de apetito.
• Falta de sueño o exceso de sueño.
• Problemas de concentración, de memoria y para tomar
decisiones.
• Sentimientos de inutilidad y culpa.
• Pérdida de interés en actividades que antes eran
placenteras.
• Aislamiento de los amigos y la familia.
• Dolores de cabeza, dolores en el pecho, palpitaciones
(los latidos del corazón se aceleran y parece que
golpearan la caja torácica), o hiperventilación
(respiración rápida y poco profunda).
• Después del embarazo, los signos de depresión pueden
incluir miedo a lastimar al bebé, miedo a lastimarse ella
misma, o desinterés por el bebé.

Estos, son los síntomas a los que se debe prestar atención en


una madre reciente.

La mujer espada, es la última


puesta en escena escrita y
dirigida por Mariana de Althaus,
es una obra en la que explora como
en anteriores creaciones aquellos
dilemas de la vida que acechan a
la especie humana. En esta creación centra su mirada en la
mujer como ser creador, como ser individual y solo a su vez.

Esta es la historia de Ana (Érika Villalobos), quien queda


embarazada en medio de una situación poco motivadora: Su
esposo, Miguel, ha desaparecido. Esto ocasiona que Ana se vea
con la necesidad de pasar sus meses de gestación bajo el
techo de su excéntrica suegra Luisa (Ana Cecilia Natteri), y
los cuidados recurrentes de Antonio (Bruno Ascenso), el mejor
amigo de su ausente esposo. Ana, por cierto, es una mujer de
un carácter muy especial y un tacto bastante áspero. Es en
esta atmósfera disfuncional en la que los más oscuros
sentimientos pueden nacer. Vaya paradoja que nos plantea de
Althaus, el hecho que una acción creadora y vitalista, pueda
llegar a convertirse en desasosiego y dolor.

Esta es definitivamente una obra no


esperada, por su clara posición critica
y hasta negativa que se le da a este
fenómeno reproductivo.
Al parecer la autora toma como
inspiración su propia experiencia
materna para llevar a cabo esta
creación. Aspecto resaltante, pues
muestra lo recurrente que es
enfrentarse a situaciones como ésta en
una sociedad que evita tocar ciertos temas que son incómodos,
o mejor dicho que incomodan, a determinados grupos sociales.
La obra se monta la sala del C.c. El Olivar en San Isidro,
hasta el 19 de diciembre.

En cuanto a la dirección, es claro que


es producto de un proceso completo
basado en la propia dramaturgia, hecho
que marca claramente la linea creadora
que esta desarrollando Mariana de
Althaus. Mostrar la vulnerabilidad del
ser, mediante situaciones extremas o contradictorias. La
capacidad y responsabilidad de tomar decisiones.
Con un elenco preciso, que logra transmitir claramente el
punto de vista de la obra, sin embargo me parece que los
estilos de actuación que emplean los actores no encajan unos
con otros. Una de las razones puede ser el contraste
producido frente al desenvolvimiento directo y experimentado
de Ana Cecilia Natteri, no sólo por su trayectoria actoral,
sino también como mujer y como madre, lo cual no le quita
mérito a Érika Villalobos, quien retrata un personaje que no
escapa mucho de su situación actual, como joven madre.

De la misma manera el no poco


experimentado Bruno Ascenso, quien tiene
un acercamiento bastante peculiar, con
un estilo fresco que presta un espíritu
lúdico y entretenido a la obra.

En cuanto a los aspectos técnicos y de escenografía se


presenta de manera realista. La utilización del espacio es
otro punto resaltante en la obra, el uso de patas laterales,
como paredes de la casa desde donde se reproducen textos en
off, y que a su vez amplían el espacio de ficción que se
plantea.

Los cambios de escena son


claramente marcados, y los
acompañamientos musicales como
medio de expresión simbólica,
como resumen de lo anterior.
Puedo afirmar que ningún elemento
de utilería resulta en vano , sino por el contrario que cada
elemento que ingresa o es cambiado en escena, es justificado
de manera impecable.
Así mismo contiene una serie de efectos sonoros y musicales
que pertenecen a la diégesis de la obra; como la rádio,
elemento que se utiliza para marcar el inicio y final de la
puesta en escena; el sonido del teléfono, con el cual
acompañamos a la protagonista a resolver sus propias guerras;
el sonido de la televisión; y los llantos y risotadas del
bebé. Incluso encontramos musicalización instrumental
realizada con un xilófono. Una escena consta también de una
canción interpretada por Érika Villalobos, << La mar estaba
serena, serena estaba la mar...>> melodía que revolvió en mí,
recuerdos de la niñez y de mujeres quienes con simples
tonadas acompañaron primarios años de mi vida. Realmente me
conmovió.

Los atuendos que emplean los personajes son totalmente


coherentes con la naturaleza que proponen, una señora madre
bastante preocupada y hogareña que se desempeña como
corredora de inmuebles o eso se insinúa, elegante y pulcra,
hasta en los momentos de mayor cotidianidad. Una mujer,
joven, de mentalidad abierta y con un un estilo “underground”
ochentero, rebelde y suspicaz. Finalmente un joven hombre
idealista, “hippie”, o tradicionalista como se hace llamar,
quien va más por la linea retro.
“Se estima que en el Perú se producen cada año 352 mil
abortos inducidos, según un estudio realizado en el 2001.
Se calcula, además, que se registra un aborto por cada nacido
vivo, que la probabilidad de las mujeres peruanas de 15 a 49
años de provocarse un aborto es de 5.2% y que solo el 14% de
las mujeres que tienen un aborto se hospitaliza.
El aborto ocupa el cuarto lugar como causa de muerte materna
(7%), según el Ministerio de Salud; sin embargo, numerosos
estudios sostienen que dentro de las muertes por hemorragias
(60%) e infecciones (13%) se encuentran subregistradas muchas
muertes por aborto. En consecuencia, si existiera un buen
registro de las muertes maternas, el aborto ocuparía
posiblemente el primer lugar.
Todo esto hace que el aborto constituya en el Perú un grave
problema de justicia social y de salud pública que el Estado
debe enfrentar con la eliminación de la normatividad
punitiva, con políticas adecuadas y los recursos
correspondientes. El aborto es un tema complejo y despierta
sentimientos encontrados, pero que deben ser dejados de lado
para tener como primera prioridad la vida de las mujeres.”

(Fuente: ONG FLORA TRISTAN)

Por razones como éstas, La mujer espada es una obra


necesaria, que involucra más que una expresión artística y un
medio de entretenimiento, un llamado a la reflexión, poner la
mirada ante algo que no se quiere ni ojear.

Daniel Iriarte

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