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Historia de nuestros barrios

Lunes,20 Diciembre 2010

elsuralavista.com
Blog Barrios del Sur
Por Rafael Torrech San Inocencio
torrech.rafael@gmail.com

http://www.elsuralavista.com/periodico/?p=31292

Barrio Ensenada, Guánica


Demografía:

El Barrio Ensenada es un barrio interior de Guánica, localizado al oeste del casco urbano del
municipio. Colina al sur y al oeste con el Barrio Montalva, al norte con el Barrio Ciénaga y al
este con el Barrio Carenero. Está ubicado al final de la alargada Bahía de Guánica, que define su
frontera suroeste. En su territorio aún existen las ruinas de la Central Guánica, una de las más
importantes del País.

Con 0.8 millas², Ensenada es el barrio más pequeño entre los nueve barrios de Guánica, con una
extensión idéntica a la de casco urbano del Municipio. Usualmente, la extensión promedio de los
cascos urbanos o barrios-pueblos de los municipios es muy pequeña en comparación con la
extensión promedio de los barrios regulares. La corta extensión de Ensenada es una de varias
características que lo asemejan a un barrio-pueblo.

Ensenada representa apenas el 2 por ciento del territorio de Guánica (37.1 millas²) pero su
población (2,184/Censo 2000) corresponde al diez por ciento de la población municipal
(21,888/Censo 2000). La población de Ensenada aumentó un diez por ciento entre los censos del
1980 y el 2000, mayormente entre el 1980 y el 1990, ya que en la última década (1990-2000) su
crecimiento poblacional fue de apenas un 3.6 por ciento.

En el Censo del 2000, la zona urbana de Guánica había absorbido el 72 por ciento (0.58 millas²)
del territorio del barrio y el 99 por ciento de su población. Por tanto y para todos los efectos,
Ensenada es un barrio urbano. Esto también es evidente en una densidad poblacional de 1,182
personas por milla², solo superada por la del barrio-pueblo de Guánica.

Ensenada es un barrio costero y llano, que combina tierras pantanosas con antiguos áreas
industriales para el procesamiento de caña de azúcar. Su geografía está generalmente
determinada por la colindancia con la Bahía. Sus vías principales son la ruta #116 que nace en la
Carretera #2 al norte, y en Ensenada empalma al oeste en dirección a Lajas. En su paso por el
Barrio, la Carretera #116 deriva dos vías secundarias, la Carretera #324 hacia Lajas; y de esta, la
Carretera #325 hacia la Punta Jorobado/Mar Caribe, ambas en el Barrio Montalva.
En el Censo del 2000, la proporción de residentes del Barrio Ensenada con ingresos bajo el nivel
de pobreza fue mayor a la registrada para todo Puerto Rico. Según ese mismo censo, la mediana
de ingreso de sus hogares ($10,425) era inferior al promedio para Puerto Rico ($14,412); y el 48
por ciento de los hogares del Barrio Ensenada reportaron ingresos menores a los $10,000
anuales. Según el Censo del 2000, más del cuarenta por ciento de sus habitantes no habían
obtenido un diploma de escuela superior, una incidencia más alta al promedio para Puerto Rico
(33%).

Historia:

A pesar de su antigüedad, por más de 350 años, Guánica fue parte del antiguo partido de San
Germán. En 1875 fue anexado como un barrio-poblado de Yauco, hasta que en 1914 logró
constituirse en un municipio aparte.

Sin embargo, desde los albores de la colonización, Guánica ha contado con personalidad propia.
Según los cronistas, Juan Ponce de León visitó la zona conocida como Guaynía o “lugar de las
aguas” en 1508, entonces parte de los cacicazgos de Agüeybaná y Huanicoy. Lugar del primer
asentamiento del malogrado Cristóbal de Sotomayor, se le menciona como el sitio de “cinco
arroyos que abundaban en oro”.

A pesar del entusiasmo con el potencial de la comarca, los colonizadores la abandonaron luego
de la rebelión indígena de 1511, la destrucción del poblado establecido por Sotomayor, los
subsecuentes ataques de indígenas, piratas y corsarios, y las plagas de mosquitos y otros insectos.
En 1530, el alguacil mayor Lando describió a Guánica como “un puerto frontero… sin
población ni contrataciones”.

En la memoria de Melgarejo de 1582 se mencionan las salinas de Guánica, con un alto potencial
productivo, impedido por la falta de gente para trabajarlas. Las salinas fueron una de las
primeras industrias estatales establecidas por los españoles, dado su valor como preservativo y
condimento, entre otros (sobre la importancia de los salitrales en nuestra historia, ver la historia
del Barrio Aguirre en elsuralavista.com del 4 de abril de 2010:
http://www.elsuralavista.com/periodico/?p=16751). El Canónigo Torres Vargas vincula el
nombre del barrio al salitral al señalar en 1647 que “en la ensenada que sale, hay una salina”.

Para finales del Siglo XVIII, Fray Íñigo Abadd y La Sierra destaca la presencia de condiciones
apropiadas y de suficientes colonizadores para establecer un poblado. Pero a pesar de múltiples
iniciativas, Guánica no logra conformar poblado en el Siglo XIX, aunque recibe autorización
para abrir su propio puerto, uno de los principales de la isla.

Fray Iñigo describió la villa y la Bahía de Guánica, que consideró la mejor de Puerto Rico por su
“entrada larga y angosta, sin bajo, ni escollo, que la dificulte ….formando una dilatada bahía
donde pueden fondear muchos navíos con toda seguridad y buen fondo”. Señaló también la
abundancia de aguas, maderas, frutos y otros efectos, que se negociaban como contrabando con
los extranjeros, y la existencia de una abundante salina, “franca al que quiere utilizarla”.
En la región constan menciones a varios hatos, como el de Guánica/Guánica Arriba, el de
Pastillo y el del Ojo del Agua, que se remontan a mediados del Siglo XVIII. Pero la
desaparición de las actas del Cabildo de San Germán priva a los historiadores de una de las
fuentes principales para identificar y localizar los antiguos hatos y asentamientos previos al Siglo
XIX en la región suroeste de Puerto Rico.

Los archivos del Buenaventura Quiñones, a quien se le atribuye la fundación del primer trapiche
azucarero en Guánica a principios del Siglo XIX, fueron publicados por Cayetano Coll y Toste
en 1921. En ellos se destaca la capacidad del puerto de Guánica, su buen fondeadero y defensa, y
otros atributos para que se constituyera en poblado aparte, incluyendo la eliminación de los
mosquitos mediante desmontes y cultivos. Quiñones propone sin éxito, en un documento sin
fecha, el establecimiento del pueblo de Nuestra Señora del Socorro y San Vicente Ferrer de
Guánica. En estos documentos no constan los nombres de los sitios o barrios de Guánica,
aunque se menciona una “pequeña y mal acondicionada salina” como parte del Hato de
Guánica. Unos años más tarde, se denuncia que los salitrales han sido cercados y apropiados de
forma arbitraria por varios vecinos.

En su valiosa descripción de los pueblos de Puerto Rico en 1824, Pedro Tomás de Córdova ubica
a Guánica como un barrio de San Germán, pero lo hace de forma unitaria, sin reconocer de
forma particular a ninguno de sus barrios. Describe su laguna, su carácter pantanoso, y su puerto
como el mejor de la isla “por su abrigo, estrecha entrada, fondo y capacidad”. En 1846, Don
Darío de Ormaechea recomienda el establecimiento de fábricas de sal para generar rentas al
gobierno en las salinas mayores de Cabo Rojo y Coamo, y en las menores de Ponce y Guánica,
todas de propiedad estatal.

Al no lograr su propio poblado, en 1873 los residentes de Guánica peticionaron con éxito al
gobierno español Sanz se separación de San Germán y su incorporación como un barrio de
Yauco. En su descripción topográfica y estadística de 1878, Manuel Úbeda y Delgado incluyó a
Guánica como uno de los barrios de Yauco, pero no menciona ninguno de los otros barrios. El
número de familias (290) y de casas (239) es la mayor a la de los demás barrios de Yauco, a
excepción de la que se reporta para el casco urbano de Yauco. Úbeda señala que el puerto de
Guánica generaba gran comercio de exportación e importación y contaba con una aduana y una
capitanía de puerto.

En 1899, como parte del primer censo efectuado por los estadounidenses, se incluye a Guánica
como una de las veinte unidades de barrios de Yauco. Este censo usualmente integraba barrios
existentes uniformizar la población de las jurisdicciones de los pueblos. Guánica, con 2,700
habitantes, fue la segunda unidad con más residentes de Yauco, con diez por ciento de su
población. En dicho censo no aparece Ensenada ni ninguno de los otros actuales barrios de
Guánica.

En 1912, como parte del Pacto de Santa Rita, delegados de Guánica y Yauco acordaron el
establecimiento del nuevo municipio de Guánica, lo que fue sancionado por la legislatura en
1914. El nuevo municipio reclamó las tierras tradicionales de Guánica y Ensenada y parte del
Barrio Susúa Baja de Yauco (ver Historia del Barrio Susúa Baja de Guánica en elsuralavista, 14
de marzo del 2010: http://www.elsuralavista.com/periodico/?p=14367). Poco después surgieron
los barrios actuales, a excepción del Barrio Limón que fue creado posteriormente y hoy se
conoce como Barrio Arena.

En sus inicios, Ensenada fue por poco tiempo un campamento de trabajo, a modo de un
conglomerado de inmigrantes itinerantes. Aproximadamente el 90 por ciento de los trabajadores
que construyeron la Central Guánica llegaron de diferentes lugares de Puerto Rico y del
extranjero, y el crecimiento inicial de Ensenada no fue planificado.

En 1901, la Guánica Land Co. recibe autorización ´para usar las aguas para riego, construir un
muelle y un ferrocarril privado en el puerto. Un año después, la South Porto Rico Sugar
Company inició la construcción de la Central Guánica, desarrollando en Ensenada un “company
town” (poblado de una compañía) urbanizando y reglamentando el poblado en torno a la central
azucarera. El poblado contó con hospital, iglesias, escuelas, tiendas, clubes sociales, facilidades
deportivas e instalaciones de vivienda propias, entre otras.

Ensenada fue organizado con una marcada división de clases sociales, tanto en la disposición de
las residencias, como en el uso que se les daba a sus instalaciones. Los estadounidenses vivían
en casas grandes, elegantes, estilo colonial inglés, lo cual era un tipo de construcción nunca antes
vista en los alrededores. Poseían guardias privados, aceras y muchas otras facilidades
exclusivas. A los obreros que no poseían casas propias, se les alquilaban unas casitas pequeñas;
y los empleados de la raza negra se agruparon en una sola calle o sector.

Aunque la Central era dueña de más de 24,000 acres de tierra, contaba también con una extensa
red de colonos que en su momento, generaban el 56 por ciento de la molienda. Su producción
llegó a sobrepasar las 150,000 toneladas de azúcar para el año 1933, más que toda la producción
azucarera de la Isla en 1898. La Central Guánica fue una de las más grandes del Caribe, y la más
grande del mundo después de la Segunda Guerra Mundial.

En 1933, la Central fue uno de los ejes de la gran huelga de trabajadores de la caña en Puerto
Rico, y Don Pedro Albizu Campos manifestó que el gobernador estadounidense de Puerto Rico
era un “títere de los administradores de la Guánica Central”. En la década de los cuarenta, el
gobierno local intervino para asegurar el cumplimiento de sus leyes en los ámbitos segregados de
la Central.

En 1948, el poblado contaba con la designación censal de “aldea”, posteriormente abolida. A lo


largo del Siglo XX, la concentración poblacional y la infraestructura disponible generó múltiples
propuestas para constituir a Ensenada como un municipio aparte, las cuales no prosperaron.

La Central cerró operaciones en 1982 y ya para entonces, era propiedad de la Corporación


Azucarera de Puerto Rico. Dos de sus chimeneas fueron declaradas monumentos históricos en el
año 2002. A través de los años, varias propuestas han sido articuladas para convertir las antiguas
ruinas de la Central en un proyecto eco-turístico o de turismo cultural. Su concreción ha
enfrentado el dilema de cómo hacerlo sin que se afecten negativamente sus vitales legados
históricos. La inacción al respecto, y el deterioro generalizado de sus predios, ha creado grandes
riesgos a la preservación de su historia. Recientemente, la Central volvió a ser foco del interés
público por la supuesta existencia de una gárgola, que abona a varias leyendas previas sobre
fantasmas y extraterrestres en el litoral.

Toponimia:

Ensenada es un topónimo que describe una formación topo/hidrográfica. Una ensenada es una
bahía, un muelle o un recodo que suelen formar las costas del mar. Aparte del barrio de
Guánica, Ensenada es también el topónimo de un barrio (Ensenadas) y una punta en Rincón; y de
un sector (Ensenada Fulladosa) en el Barrio Playa Sardinas II de Culebra.

Es muy frecuente el uso de elementos hidrográficos y topográficos en la denominación de barrios


en Puerto Rico. Sus denominadores a menudo identificaron una característica saliente para crear
un topónimo que la describiera. Al menos 319 barrios –que representan el 35 por ciento de todos
los barrios y el 67 por ciento de sus topónimos—cuentan con nombres relacionados a la
hidrografía del País.

Bibliografía Mínima:

Buró del Censo de los Estados Unidos (Censo 2000 de población y vivienda) Junta de
Planificación (Mapa de municipios y barrios, #44 – Guánica, 1955) Fray Íñigo Abadd y Lasierra
(Historia geográfica, civil y natural de la Isla de San Juan Bautista de Puerto Rico, 1979) Pedro
Tomás de Córdova (Memorias geográficas, históricas, económicas y estadísticas de la Isla de
Puerto Rico, Tomo IV, 1832) Adolfo de Hostos (Tesauro de datos históricos de Puerto Rico,
Tomo II, 1995) Cayetano Coll y Toste (Boletín histórico de Puerto Rico, Tomos I y VIII, 1914
y 1921) Manuel Ubeda y Delgado (Isla de Puerto Rico: estudio histórico, geográfico y
estadístico de la misma, 1878) Office of the Director, Census of Porto Rico (Report on the
Census of Porto Rico, 1899) César Ayala (American sugar kingdom: the plantation economy in
the Spanish Caribbean, 1999) María Vaquero y Amparo Morales (Tesoro lexicográfico del
español de Puerto Rico, 2005) Salvador Arana Soto (Diccionario geográfico de Puerto Rico,
1978) Rafael Torrech San Inocencio (Los barrios de Puerto Rico, 1999; y Orígenes,
configuración y toponimia de los barrios de Puerto Rico, 1994)

Barrio Ensenada, Guánica Puerto Rico

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