Ahuyenta el viento de la muerte, Custodia mi alma, y librame del infortunio. Escuchame madre Oya: No permitas que sobre mi, recaiga el dolor, Ni la enfermedad, ni el odio o el rencor.
A ti Oya, Reina y sen~ora mia,
Elevo mis ruegos. Protegeme del mal, Y desvia las penas de mi camino.
Ofrecele comida cabras y arroz o agua para que te proteja de los brujos de la las malas vibras