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MICHEL SERRES

HISTOEIA
DE LAS

CIENCIA

CATEDMA
Historia de las Ciencias

Michel Serres (ed.)


Bernadette Bensaude-Vincent » Catherine Goldstein • Françoise Micheau
Isabelle Stengers • Michel Authier • Paul Benoit • GeofBowker
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Jean-Marc Drouin • Bruno Latour Pierre Levy • James Ritter

SEGUNDA EDICIÓN

CATEDRA
TEOREMA
T í t u l o original de la obra:
Éléments d'Histoire des Sciences

... jamás sabremos


Traducción: de dónde nos viene el Saber
entre tantas posibles fuentes:
Raquel Herrera: Prefacio, primera, tercera, cuarta, quinta, sexta y s é p t i m a bifurcaciones. ver, oír, observar,
Luis Puig: Segunda, octava y u n d é c i m a bufurcaciones. hablar, informa); contradecir,
Isabel París: Novena y d é c i m a bifurcaciones. simula); imitar, desear, odiar, amar,
. J o s é L ó p e z y J e r ó n i m a García: D e la b i f u r c a c i ó n d u o d é c i m a a la vigesimosegunda y A p é n d i c e s . tener miedo y defenderé,
arriesgarse, apostar,
vivir y trabajar juntos o separados,
dominar por posesión o por maestría,
doblegar el dolor, curar enfermedades
o asesinar por homicidio'o guerra
so)prendeise ante la muerte
orar hasta el éxtasis,
hacer con las manos,
fertilizarla Tierra, destruir...

...y nos inquieta no saber


hacia cuáles de estos actos, de estos verbos, de estos estados
o hacia qué otras metas ignoradas,
Reservados todos los derechos. El contenido de esta obra está protegido ahora se apresura, sin el saber...
por la Ley, que establece penas de prisión y/o multas, además de las
correspondientes indemnizaciones por daños y perjuicios, para
quienes reprodujeren, plagiaren, distribuyeren o comunicaren
públicamente, en todo o en parte, una obra literaria, artística
o científica, o su transformación, interpretación o ejecución
artística fijada en cualquier tipo de soporte o comunicada
a través de cualquier medio, sin la preceptiva autorización.

Ilustraciones:
© E d . Bordas
© Archivo Ed. Cátedra

© B o r d a s , París, 1989
Ediciones Cátedra, S. A . , 1998
Juan Ignacio Luca de Tena, 15. 28027 Madrid
Depósito legal: M . 23.090-1998
ISBN: 84-376-0988-7
Printed in Spain
Impreso en Gráficas Rogar, S. A .
Navalcarnero (Madrid)
Prefacio
que invita al lector
a no descuidar su lectura
para penetrar
en la intención de los autores
y comprender
la disposición de este libro

M l C H E L SERRES

á historia de las ciencias conoce hoy, tanto en el extranjero como


en Francia, un desarrollo considerable y suscita un interés crecien-
te. Esto se debe, sin ninguna duda, a que, al vivir en un mundo
en el que la ciencia y la técnica predominan, nos interrogamos cada vez
más acerca de su formación y su reciente advenimiento, y a veces hasta
sobre su legitimidad. Ahora bien, ni las fluctuaciones políticas o mili-
tares, ni aun la economía, aisladamente, bastan para explicar cómo han
terminado imponiéndose nuestras formas de vivir contemporáneas: es
necesaria una historia de las ciencias.

Ahora bien, por una sorprendente paradoja, tal historia no goza


todavía, en nuestro país, de una enseñanza ni de un currículo compara-
bles a los de las disciplinas usuales: se la encuentra sólo dispersa al azar
de las buenas voluntades. Aprendemos a menudo nuestra historia sin la
de las ciencias, la filosofía privada de todo razonamiento científico, las
letras espléndidamente aisladas de su entorno científico y, a la inversa,
las diversas disciplinas arrancadas del humus de su historia, como si
hubieran caído del cielo: en resumen, todo nuestro aprendizaje sigue
siendo ajeno al mundo real en el que vivimos y que, penosamente,
mezcla ciencia y sociedad, nuestras tradiciones sabias o insensatas con
novedades útiles o inquietantes. Comenzamos apenas a formular una
jurisprudencia y unas leyes en relación con las conquistas de la química
y de la biología.

1 libro que van a leer pretende contribuir a resolver la crisis


cultural en la que nos debatimos y que se debe, entre otras causas,
a esta ajenidad, a este divorcio entre dos mundos, que se convierte
a veces en hostilidad y a veces en adoración, ambas intempestivas.
También pretende favorecer el establecimiento de una enseñanza genera-
lizada de esta disciplina, tanto en el nivel secundario como en el
superior.

Se dirige, pues, a un público muy amplio:


— A l hombre común, primero, que se pregunta acerca de su entorno
y a quien nadie dijo jamás hasta qué punto la ciencia y la técnica,
Cómo explicar el amplio y cuya potencia experimenta a cada instante, fue un componente
difícil curso de una historia? . activo de su pasado. L o que hoy se toma por gran novedad data

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muchas veces de dos milenios, y lo que hoy parece irracional la inversa, a un naturalista versado en teología de la Edad Media, a una
preparó a menudo el triunfo de la razón: a partir del momento en investigadora en teoría de los números interesada por la historia de las
que resurge esta perspectiva, el mundo contemporáneo cobra matemáticas fuera de Occidente, a un ingeniero geólogo y físico de la
profundidad; se nos vuelve familiar. Tierra, a un sociólogo positivo y sin embargo teórico, a un especialista
A los maestros, a los estudiantes de todas las disciplinas que en comunicaciones y ordenadores y así otros: francés, americano, austra-
quieran dar a sus exposiciones o a sus estudios un marco más liano... Cada uno aportó su piedra al edificio, a menudo con el cuidado
amplio y un entorno conexo. de aportar también el cimiento. ¿De qué manera?
A los historiadores, filósofos, literatos, a los juristas, a los especia- Primero, y gracias a la generosidad de Mme. Annette Gruner-
listas en ciencias humanas o sociales, a quienes a menudo falta un Schlumberger, que recibió al grupo, sus integrantes vivieron juntos
complemento de cultura científica. varias semanas: para exponer cada uno su programa y criticar su
ejecución. U n a vez redactado, cada texto ha sido leído por todos,
A los mismos científicos, interesados por el pasado de su especia-
espulgado, discutido por todos; sentado en el banquillo, cada uno se
lidad que tan de prisa va, y en la que muchas veces se considera
sometió de buen grado al fuego duro y vivo de las preguntas de todos
obsoleto lo que data de veinte años: en esta historia fragmentada
los demás. Y redactó de nuevo su escrito teniendo en cuenta estos
en segmentos tan breves, olvidadiza, ¿existe un flujo continuo o
pedidos de aclaración. Dicho de otra forma, tal o cual texto que se
perspectivas más amplias? ¿Dónde y cómo leer, y comprender, en
refiere a las matemáticas o a la geología ha sido juzgado por una decena
la propia lengua, a los predecesores de los investigadores? De la
de personas que partían de puntos de vista muy diferentes, no especialis-
misma forma como, a veces, se sorprende uno al encontrar los
tas, y de la misma manera se procedió con cada uno.
mismos gestos o maneras semejantes en alguien que está a cente-
En segundo lugar, y en presencia de todos, cada uno expuso, como
nares de kilómetros, tanto como de su diferencia con el propio
docente, su texto a su auditorio de estudiantes cuyo nivel global puede
vecino, así disfrutará el lector al descubrir en la Media Luna fértil,
ser evaluado en un segundo año tras el bachillerato. Hacia fin de curso,
hace ya más de dos mil años, prácticas muy próximas, aunque
los estudiantes formularon sus críticas, a veces duras, a menudo perti-
extrañas, a su mundo cotidiano, o, por el contrario, las distancias
nentes. Los textos, entonces, fueron reescritos, para incorporar estas
infinitas que lo separan de la generación anterior. Así la historia
observaciones; y volvieron a ser presentados al año siguiente a la
de las ciencias abre nuestras ideas estancas acerca de nuestras
promoción que sucedía a la anterior para, una vez más, comprobar su
disciplinas y nuestro tiempo: sin duda, funda una cultura. E l
claridad. En su vida y su trabajo, escrito y oral, el grupo debió experi-
divorcio entre dos mundos y dos culturas sólo data, seguramente,
mentar las dispersiones inevitables que caracterizan la disciplina, y
de ayer, cuando nosotros lo imaginábamos milenario y sin re-
lealmente intentó reducirlas. Igualmente, ha querido probar la transpa-
torno.
rencia de su obra para facilitar su comunicación. Por cierto, no faltaron
las tensiones entre los que creen en la ciencia, los que creen en la
historia, los que no confían ni en ta una ni en la otra y, por fin, los que
a historia de las ciencias reúne, cuando puede y en caso de que
otorgan su confianza un poco a cada una. Y si ni la competencia ni la
todo vaya bien, a varios grupos de personas: a científicos, auténti-
buena voluntad bastan para dar coherencia a un saber compartido por
cos especialistas en diversas disciplinas; a historiadores, natural-
camaradas, en nuestro caso contribuyó, sin embargo, la convicción
mente, consagrados a ciertos periodos; también, provenientes de las
común de que la historia de las ciencias comienza a construir la cultura
ciencias sociales o humanas, a sociólogos, etnólogos o antropólogos,
de nuestro tiempo, porque sumerge el saber positivo, osamenta y motor
incluso psicólogos, apasionados por el problema de la invención; final-
de nuestro mundo, en el tejido vivo y colectivo de la aventura humana.
mente, a filósofos a los que su oficio ha entrenado en encuentros
similares. Esta lista, abierta, se completa felizmente con la presencia de <Pero la mayor tensión del grupo y de su libro provino, me temo,
ingenieros, virtuosos de las técnicas, de médicos, facultativos que ejercen menos de la disparidad de las especialidades que de la idea global que
su saber en organismos individuales, de economistas, de docentes, de cada uno de nosotros se hacía de la disciplina. En esto radica una de las
juristas y de periodistas, éstos últimos abocados a divulgar el saber. verdaderas originalidades del libro que van a leer: cada capítulo redacta-
Todos componen una disciplina que busca su unidad. Tengan o no lugar do no se contenta con relatar lo que sucede con tal materia en tal
estas reuniones, en efecto, sus participantes, al menos virtuales, exponen periodo, por ejemplo, la evolución de la química en el siglo pasado o la
la historia de las ciencias en una fragmentación brillante y lamentable. A de la geometría en la antigüedad griega, sino que defiende con toda
veces se busca en vano el vínculo que reuniría a un algebrista apasiona- precisión una tesis entre todas las que proponen los historiadores de la
do por la reconstrucción en griego de las enseñanzas de Platón o a un ciencia. Así el lector no estará sometido a una escuela de pensamiento al
naturalista botánico que sigue las huellas de los grandes viajeros que comprar' o consultar un libro entero consagrado a una única tendencia
recorrieron el mundo en el Siglo de las Luces, y a éstos con un experto no confesada, sino que podrá escoger entre la amplia gama de las que le
en política de las ciencias. E l libro que van a leer tiene, entre otras, la son lealmente propuestas.
finalidad de hacer que esos fragmentos se presten mutua cooperación.
¿Cómo fue escrito, pues? Y ante todo, ¿por quién? Por este colectivo ntes de proyectar o de escribir este libro, y, con mayor razón, en
dispar: entre sus autores, se encontrará a un físico teórico convertido a los umbrales de su publicación, no hemos dejado de formularnos
los jeroglíficos y a las tablillas cuneiformes, a un matemático que ha una pregunta de principio: ¿cómo concebir y redactar la historia
llegado al griego y al italiano, a una química filósofa y a un filósofo de las ciencias? ¿Hay que reconocer una o varias? ¿Cómo presentarlas?
químico, a un historiador de la Edad Media versado en tecnología, y, a Primera solución y opción usual: exponer el conjunto de las ciencias
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y su evolución durante el curso global de la historia. Comenzar con los que se llama científico y que, por lo mismo, sigue siendo intocable, y
chinos o con los babilonios, incluso con Stonehenge, construcción sin simétrica adoración por la historia. Incluso si se pretenden ateos o
escritura, y terminar con el último premio Nobel,' desarrollando a lo liberados, nuestros contemporáneos sacrifican de buen grado ante estos
largo de los tiempos la enciclopedia total de todas las ciencias exactas, dos altares ó se inclinan ante esta doble jerarquía. Nadie puede cuestio-
experimentales o sociales conocidas, munidas todas de sus técnicas, nar lo serio, la razón, las conquistas y el trabajo de la ciencia ni de la
desde la numeración o la astronomía primitiva a los últimos refinamien- historia sin verse acusado inmediatamente de abandonar lo racional.
tos de las ciencias —humanidades incluidas—, del momento, e inmersas Son dos tabúes de nuestro tiempo. Por consiguiente, la historia espontá-
en las condiciones y circunstancias históricas corrientes. Suponiendo que nea de las ciencias se reduce a menudo a una historia sacra o más bien
hayamos agregado un manual semejante a las guías e introducciones, ya sacralizada: en ella los genios se conducen como profetas, las rupturas
numerosas en el mercado, que pretenden exponer detrás de un cristal son revelaciones, las polémicas o debates excluyen a los herejes, los
liso un saber transparente en un tiempo dado, no habríamos comenzado coloquios remedan los concilios, la ciencia, poco a poco, se encarna en el
siquiera a responder a la pregunta. En un libro de este género se tiempo como antes sucedía con el espíritu. Ahora bien, los autores de
encuentran, por cierto, algunos enunciados de ciencia, a veces incluso un este libro pertenecen a una generación formada en la ciencia sin acarto-
poco de historia, pero aún no de historia de las ciencias. Conviene narse en el cientificismo y que, al haber vivido a la vez sus problemas y
hablar de ésta como de una disciplina autónoma, con sus compartimien- su creciente poder, experimenta hacia ella una apacible estima y cierto
tos y sus especialidades, que oscila entre varios estilos, cuyos métodos agnosticismo sin resentimiento. Para ellos, la ciencia no representa ni el
divergen, cuyas escuelas se oponen, a menudo conmocionada por sus bien absoluto ni el mal radical, ni Dios ni el diablo, sino que sigue
problemas específicos. N o cumple la función de un cristal transparente. siendo, ni más ni menos, una disciplina entre tantas otras y no un
Y porque los objetos de los que se ocupa abundan en información, dogma ni un infierno. Por lo tanto, la historia de las ciencias comienza,
ocurre que llega a cuestionar la historia ordinaria y las ideas habituales como en otros tiempos la lectura de los textos sagrados, por una crítica,
que uno puede hacerse de las ciencias mismas. y esto exige valentía y esfuerzo para hacer que estas dos instancias, estas
Pues existe una historia de las ciencias espontánea, como diría dos estatuas, bajen del pedestal epistemológico en el que las entronaron
Auguste Comte: y tan espontánea que sería practicada por una historia los turiferarios.
demasiado poco enterada de las ciencias y por ciencias muy mal instrui- Cuando el lector haya terminado de leerlo, no quedará en su espíritu
das en historia. Y justamente, esta progresión sin accidente del saber gran cosa de sus ideas formadas.
integral en un tiempo global, homogéneo e isotrópico, caracteriza esta
espontaneidad irreflexiva. Mirando bien, aparecen mil complicaciones:
entre el mapa a gran escala de una costa de rocas separadas por la e trata, pues, de un verdadero libro de historia de las ciencias, que
erosión y el recorrido del paseante por los guijarros del camino, se pasa tiende a ser más completo sobre ella misma, considerándola como
una disciplina autónoma con sus elecciones, sus intenciones, sus
de una curva continua a saltos caóticos y ciegos, que exploran y dan
compartimientos, su estilo propio y sus métodos, que sobre la exposi-
botes, como a veces hacen los investigadores. De la misma manera,
ción falsamente transparente de la enciclopedia completa de las ciencias
ninguna ciencia permanece única, reconocible y coherente, ni siquiera a
en el curso global de toda la historia.
medio plazo, a lo largo de un período que ella misma bifurca y hace
fluctuar. L a razón dentro de la historia científica se asemeja, pues, a una
ingenuidad. Lejos de trazar una sucesión lineal de adquisiciones continuas y
Esta espontaneidad supone aún mil cosas ciertas: que basta relatar la crecientes o una secuencia idéntica de bruscas rupturas, descubrimientos,
.serie de soluciones a problemas y de experimentos realizados para invenciones o revoluciones que precipitan en el olvido un pasado
inventos; trazar los retratos de los genios que suscribieron los descubri- súbitamente transformado, la historia de las ciencias corre y fluctúa
mientos; reconocer en el pasado las huellas de embriones o de sueños, sobre una red múltiple y compleja de caminos encabalgados y entrecru-
semillas o fundamentos de realizaciones contemporáneas; marcar neta- zados en nudos, cúspides o encrucijadas, intercambiadores en los que se
mente las rupturas o revoluciones que señalan el nacimiento de una bifurcan una o varias vías. Una multiplicidad de tiempos diferentes, de
ciencia o los momentos fuertes de sus transformaciones; describir las disciplinas diversas, de ideas de la ciencia, de grupos, de instituciones, de
querellas, debates, polémicas, cuyos fuegos alimentarían el motor de la capitales, de hombres en acuerdo o en conflicto, de máquinas y objetos,
vanguardia inteligente; o, a la inversa, colgar el capítulo de las ciencias de previsiones y de azares imprevistos componen un tejido fluctuante
en el libro corriente de la historia, definir el marco social, institucional, que representa de manera fiel la historia múltiple de las ciencias.
económico, cultural y político de los contenidos científicos... Supone Nada más simple y fácil que esta aparente complejidad: imaginemos
sobre todo este movimiento retrógrado de lo verdadero que proyecta en una especie de mapa de carreteras que dibuje las diversas vías que
el pasado los conocimientos de hoy, de forma que la historia se convier- atraviesan un país: pequeños caminos y grandes rutas conectan de cien
te en una preparación irresistible y casi programada del saber del maneras pueblos y metrópolis, y conducen hasta tierras desconocidas.
presente. A decir verdad, nada más difícil de imaginar que un tiempo, Cuidado: no olvidemos cambiar de mapa, de cuando en cuando, para
libre y fluctuante, no completamente determinado, en el que los sabios ponernos al día, porque en todas partes hay obras, siempre en actividad,
que investiguen no sepan todavía verdaderamente del todo lo que que mejoran, transforman, trastocan la red y la región y pueden volver
buscan, al tiempo que lo saben difusamente. obsoleto el mapa de rutas de ayer. Mañana no iremos de aquí a allí por
En el fondo esta espontaneidad tiene una doble raíz: la admiración los mismos medios. Incluso pueden superponerse diversos mapas, en
beata, literalmente religiosa, aunque a veces justificada, hacia todo lo diferentes escalas, redes camineras, ferroviarias, fluviales, marítimas,
aéreas, telefónicas, electrónicas, rutas por las que vuelan los satélites,
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PREFACIO

Red de neuronas.
Red de autopistas. Circuito impreso.
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etc., para poder elegir el transporte y el tiempo que se dedique, según los proviene de los algoritmos más antiguos pero también, para nosotros,
medios de cada cual, sus objetivos, y lo que se quiere transportar. más nuevos.
Cuando se comparan entre sí los mapas de este juego que guardamos en
un cajón y que todos tenemos en nuestra mente, se ve perfectamente que Fuera de.algunos escribas anónimos, del legendario Tales y del
lo más importante, lo que permanece estable en casi todos y lo que los estudioso Euclides, faltan aún retratos en un libro de una disciplina que,
asemeja, son los polos o las cumbres, los nudos de sus redes, los tradicionalmente, los amó: veamos el de Arquímedes, principe de los
intercambiadores o pasajes casi obligatorios de vías, a menudo emplaza- genios, tal como lo describen Plutarco y Polibio. ¿Qué ciencia practicó?
mientos de ciudades fundadas muy antiguamente. Las capitales se Pura, seguramente, aplicada, sin embargo, en el juicio de un platónico
construyen en torno a una catedral o a una plaza de l'Étoile donde exigente, pero sobre todo marcada por la proximidad del tirano de su
convergen y divergen algunas rutas que pronto tendrán bifurcaciones ciudad y por las máquinas de guerra que la defendieron. Cuarta bifurca-
múltiples, constan, además, de siete estaciones y cuatro aeropuertos, de ción, ya de una importancia trágica y siempre actual: ¿desde cuándo,
varios kilómetros de muelle a lo largo de un curso de agua, emiten líneas cómo, por qué la ciencia más pura contribuye a la muerte y a la
de ondas en mil direcciones..., tratan, pues, de conjuntos de vías. En destrucción, o, por el contrario, a la defensa de las poblaciones atacadas?
ningún mapa el conjunto de los caminos terrestres, marítimos, aéreos... Opción crucial propuesta al sabio y a su historiador: ¿saber o poder,
tiene mucha importancia: incluso pocas veces se los encuentra descritos. contemplación o violencia desencadenada? Como puede verse, el proble-
El libro que vamos a leer dibuja exactamente este tipo de mapa. ma deontológico no es de ayer: ¿guerra o paz en el mundo de las
ciencias?
Traducción: mientras las ciencias se escalonan, se bifurcan, separadas
o mezcladas, en mil disciplinas, mientras sin cesar cambian y fluctúan,
Así como los mapas no precisan los detalles de las rutas marítimas
produciendo tiempos diferentes, a menudo imprevisibles en su avanzada,
que van de Burdeos a Montevideo o a Boston, sino que proporcionan la
lo que permanece relativamente invariable en su fulgurante y desordena-
imagen de estos puertos en los que el tráfico diverge o converge, de la
da historia, son los lugares de convergencia y de bifurcación, donde se
misma manera este libro trata las cuestiones planteadas, y deja al lector
plantean los problemas y donde se toman las decisiones. ¿Qué proble-
la elección de la vía que prefiera en la cronología que encontrará al final
mas? ¿Qué decisiones? Éstos son los nudos y puntos culminantes de esas
de la obra. Rutas rápidas, lentas, cortas o interminables, conectan las
diferentes redes, encrucijadas bastante estables, también son los capítu-
encrucijadas, es decir, las dudas, las vacilaciones, los grandes interrogan-
los del libro.
tes de la historia de las ciencias, sus verdaderos elementos.
¿De dónde proviene la ciencia? ¿Dónde y cuándo nació? ¿En Grecia,
en Egipto, desde la más remota antigüedad? Primera cuestión planteada, De la misma manera, una vez que las matemáticas han tomado el
la de su surgimiento, por lo tanto, primer capitulo del libro, fechado en camino del que Edmund Husserl decía que ya no podía malograrse,
Babilonia, en el año 1800 a. de C. ¿Debemos concebir uno o varios ¿podríamos decir que, muy a largo plazo, un concepto conserva el
orígenes? Primera bifurcación: la discusión importa, ya que ha opuesto, mismo sentido? ¿Se trata siempre de la misma forma o de la misma
desde hace varios siglos, a varias generaciones de historiadores y científi- definición? ¿Estamos, por medio de la geometría, en comunicación
cos, la mayoría de los cuales se inclinaban en favor de los griegos. directa con el pasado más lejano? Conocemos mal los dioses y diosas
Nosotros hemos cambiado esta decisión, aportando cien matices, con la griegos, pero, ¿y el teorema de Pitágoras? ¿Brilla inmutable desde hace
lectura directa de las fuentes. Si, que se sorprenda el lector: en el
dos mil años, único ejemplo de perennidad? Quinta bifurcación, nuevo
momento, en el lugar de la propia fuente, ¿por qué dibujar una encruci-
capítulo: dada, por ejemplo, la gran figura del círculo, ¿podemos saber si
jada? Por la razón antedicha, por cierto, en el Mediterráneo o en la
se trata de la misma idea a lo largo de varios milenios? ¿Sí? ¿No?
Media Luna: ¿helenos o egipcios?, pero también para decir con la mayor
honestidad del mundo, que tomamos a la izquierda por el lado occiden- r Babilonios, griegos o egipcios: desde hace tanto tiempo nos referimos
tal, y elegimos ignorar la derecha, la historia de Oriente, en otras a sus legados que hemos terminado por unificar. Sabíamos que los
palabras, las ciencias tal como se desarrollaron, sobre todo en China. habíamos perdido durante mucho tiempo y que nos habían llegado por
Esto no obedece a ningún juicio de valor, pero para esto haría falta todo las tradiciones y culturas de lengua árabe: ¿deben considerarse éstas sólo
otro tratado. Finalmente: ¿habéis visto algún arroyo que, ya en su intermediarias? ¿Existe una ciencia árabe? De hecho, habíamos perdido
nacimiento, no forme una confluencia? a nuestro pariente, pero cuando lo encontramos, encontramos dos.
¿Cómo describir con justicia la originalidad del segundo, tan próximo a
Pero es necesario precisar qué es lo que surgió: con la astronomía y nosotros y a nuestras formas de pensar como el primero? Sexta bifurca-
la medicina, las matemáticas, naturalmente. ¿Pero por qué este plural? ción y una nueva confluencia de un río enriquecido con otro afluente.
¿Hay una o varias? Segunda cuestión planteada, segunda bifurcación, Encrucijada de la mayor importancia, ya que la historia del Mediterrá-
segundo capítulo del libro, en el que se podrá leer la historia comparada neo, tierra, me atrevería a decir, originaria de las ciencias, no deja de
de los algoritmos escritos en jeroglíficos sobre papiros, o en cuneiforme fluctuar entre las influencias semitas y las indoeuropeas: nuestro saber
sobre tablillas de arcilla. De donde se llegó a la conclusión de que hay reúne a ambas. Así, la historia de las ciencias se enriquece con ciertos
varios orígenes y varias ciencias, según las culturas en las que surgen. aportes y se deslastra de otros, a veces, como de brazos olvidados. Para
comprenderla mejor, basta ubicarse en las confluencias en las que se
Pero todavía hay que precisar qué tipo de abstracción. Grecia, con deciden las cosas.
todo derecho, se jacta de inventar la ciencia pura y la demostración.
¿Cómo? ¿Hay una o dos matemáticas griegas? Tercera bifurcación y Todos los mapas llevan un índice —siempre el mismo, o casi, sea
tercer capítulo del libro donde se ve cómo la geometría, en tierra helena, cual sea el mapa y su fecha— de ciudades y lugares, de las encrucijadas
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de la red. Este libro establece exactamente el índice de los mapas. Ha se sirve de ellas, y terminará por dominarlas. Tribunal ella misma, revisa
marcado los intercambiadores o puntos intensos, describe los problemas sin cesar, prescribiéndolas, las sentencias pronunciadas por la ciencia.
frecuentes, las vacilaciones, los grandes interrogantes de la historia de las Una vez más, nuestra pregunta: ¿cómo redactar, o presentar, una
ciencias, sus bifurcaciones, aún más, sus elementos. En lo que concierne historia de las ciencias? Respuesta: organizando una crítica, instaurando
a las vías, repitámoslo una vez más, el lector es invitado a escogerlas, a tribunales, las bifurcaciones permanecerían fijas sin la movilidad del
su voluntad, en la cronología. Así, como veremos, los viajeros naturalis- juego de agujas.
tas en el Siglo de las Luces buscarán y encontrarán, dispersos en el En el segundo prólogo a la Crítica de la razón pura, Emmanuel
espacio, las especies que, más tarde, Darwin ordenará en el tiempo. Kant pone en escena a Tales, Stahl, Torricelli y Galileo, inventores o
Hemos distribuido o clasificado los grandes problemas en un espacio de héroes fundadores, en geometría, química o mecánica, verdades primeras
representación que de igual forma reconstituirá, algún día, la temporali- de las que el tiempo y la historia están hechos: revoluciones sucesivas se
dad propia de la historia de las ciencias. cumplen en cadena, en la que los conocimientos inciertos toman uno a
uno el camino de la ciencia: comienza la matemática, luego sigue la
física, etc. Así Copérnico, mudando lo fijo y lo móvil, funda la astrono-
¿Estamos tan seguros de nuestra idea global de la ciencia que no mía científica. Toda la historia de las ciencias establece de pronto una
cambia jamás? ¿Qué es, esencialmente, la ciencia? Bifurcación totalmente visión magnífica inducida por el Siglo de las Luces y que a su vez induce
imprevista: nuestros predecesores, nuestras propias cátedras, imbuidas todas nuestras ideas formadas, pero sobre todo, derivada del hecho de
de una enseñanza similar, designaron con este nombre una disciplina a que el mismo Kant instaura una crítica y funda un tribunal de la razón.
la que tenían por reina y que el Siglo de las Luces nos hizo llamar, al Desde el momento en que se funda esta instancia, aparecen un tiempo y
contrario, ignorancia y oscuridad. Todas las vías seguidas hasta aquí se una verdad, un tiempo de lo verdadero, un antes y un después, una
desandan según se acepte o se rechace este tipo de decisión. Nueva- historia de las ciencias, el filósofo imita a las mil maravillas el gesto
mente, pues: ¿qué es ciencia? Cuando en París, en Oxford y en otras interior a cada disciplina y nos cree lo bastante ingenuos para hacernos
ciudades la Universidad medieval enseñaba teología bajo este admirable creer que descubrimos como un hecho lo que él produce como juez. L a
título, la aritmética y el álgebra, ignoradas por todos y despreciadas por historia de las ciencias sólo es así, sólo se cuenta así, desde el punto de
los doctos, se practicaban en las calles y en las ferias bajo el nombre de vista de esta Razón universal que constituye el tribunal que hemos
algoritmo, para los balances, los intercambios y las mercaderías. A la formado inconscientemente desde hace siglos y desde el cual pronuncia-
pregunta: ¿qué es la ciencia? la historia responde a menudo con otra mos nuestras sentencias.
pregunta: ¿dónde está la ciencia, en las plazas o en las clases? ¿Y en qué
lengua se formula? ¿Quién perora en su jerga, quién habla vulgarmente? Este libro critica y construye por medio de bifurcaciones, permanece
¿Qué se dice de nuevo en estos diferentes idiomas? Tenemos aquí dos atento sin descanso a esta continua función de mecanismo de agujas que
nuevas bifurcaciones, la séptima y la octava. cumplen ciertos tribunales, y sin descanso, reabre los expedientes de las
causas oídas y practica mil revisiones. Las decisiones, en ciencia, no son,
Dichas decisiones, así dibujadas en el esquema de un mapa, son
felizmente, nunca definitivas: por esto la red, inestable, fluctúa. E l tiempo
tomadas o no por una instancia que a menudo desempeña el papel de
de la inteligencia y de su poder coloca a Tales o a Stahl o a tantos otros
un tribunal. Sólo un pretorio tal dictamina. Las escuelas griegas, los
ya de un lado, ya del otro, en la balanza...
concilios de la Iglesia, los coloquios universitarios funcionan de forma
parecida y se arrogan el monopolio de la definición de las palabras, del
saber y de la verdad. Son tribunales y detentan el poder crítico: factor Tomemos, por ejemplo, «Los casos Galileo». Este capítulo, sobre
capital en la historia de las ciencias. Aquí se dibuja y¡ se define el sistema este punto, es modelo de nuestro esfuerzo yTo simboliza: en efecto, no
de agujas. describe ni tampoco relata una vez más el proceso ya célebre, sino que
Cuando un tribunal o alguna otra instancia da la razón o condena a lo cuenta varias veces y, me atrevería a decir, a varias voces: no se oye
tal o cual parte que comparece o ha sido citada ante ellos, dos cosas aquí sólo la causa de la libertad de pensamiento, sino también la de los
fundamentales cambian: el tiempo y la verdad. U n alegato posible, obcecados hechos contra la escritura, se oye incluso la de la Iglesia, pues
probable, sujeto a debate, a menudo ya zanjado, se convierte en verda- la evidencia de las experiencias no brilla tan claramente como uno cree,
dero o falso: súbitamente existen, nítidamente separados, el momento en sino que también brillan, muy especialmente, los debates de una ciencia
que los jurados estatuyen, y el momento en que se pronuncia la senten- nueva contra el saber tradicional, los de la física matemática, de la
cia, luego, un antes y un después. E l escribano lo registra. ¿Qué es la mecánica racional... y sumada a esto la propia inquietud del autor que
historia de las ciencias? E l tiempo, humano o social, de una clase de confiesa haber llegado al caso Galileo por la distancia que separa el
verdades debidamente registradas. Algunos dirán: el tiempo de la ver- segundo principio de la termodinámica y la igualdad entre causa y
dad, universalmente hablando. ¿Pero cómo puede la verdad aparecer, efecto tal como lo exige la mecánica clásica. ¿Cuántos procesos, numero-
transformarse, desaparecer, dejar su lugar a otra? Respuesta universal: a sos y complicados, se agitan en el interior de un caso como éste, cuántas
través de tribunales. Las sociedades humanas no han intentado muchos apuestas, cuántos historiadores están implicados desde su origen, y hasta
más medios que tales instancias para establecerse, para construir su hoy? E n esto reside su profundo interés, y no en tomar partido por tal o
historia, su entorno propio y su cultura, singular. Desde su aparición, las cual actor, lo que equivaldría a repetir indefinidamente el proceso, en
ciencias los sufren, los combaten, los adoptan, los cambian, los utilizan, tanto vale más comprenderlo. E l autor de este texto ha escrito aquí las
los dominan. Se convierten ellas mismas en instancias que deciden. historias de la historia, cruzando el tiempo, externo, de las causas y
L a historia de las ciencias describe a su vez, y para sí misma, estas enfrentamientos, y el interno de las cosas y ecuaciones. En esta novena
instancias, las sufre, las combate, se les adapta y las adopta, las cambia, bifurcación se insertan cien relojerías posibles y móviles.
20 21 PREFACIO

Idéntico cruce en el capítulo sobre Lavoisier que figura en deci- profunda, casi metafísica. L a academia hace un sistema de aquello con
moquinto lugar y que cito aquí por comodidad, una vez más símbolo y lo que los nobles,, despreocupados, habían hecho su solaz. ¿Cómo se
modelo de nuestro esfuerzo: la Revolución Francesa, política, se mezcla transforman las ciencias cuando cambian quienes las hacen? Los teore-
aquí con la revolución química, de la misma manera que, en el caso mas pasan del desafío por cartas al manual de clase o al tratado que
Galileo, se mezclaban el proceso religioso, el ideológico y el estricta- hace referencia. Todo cambia en esta encrucijada, hasta la idea de serio
mente científico. Asentista General en el Antiguo Régimen, Lavoisier o de fundamental. L a ciudad y el vestido, «Town or gown», dicen los
despliega en este cargo el mismo talento que en la investigación científi- ingleses, el salón o la cátedra: cada cual con su verdad, esto vale hasta
ca; condenado a muerte, se convierte en una víctima tanto de sus para los números.
adversarios políticos como de sus envidiosos colegas; en suma, maneja,
con un control asiduo y meticuloso, sus pesas y medidas, tanto en la
¿Hay que pensar que, al pasar cierto umbral, las ideas cambian? ¿Sí o
ciencia como en la sociedad, pero también en la historia, cuyo presente,
no? Sí y no. Newton descubre la atracción universal, evidente en la
pasado y futuro controla, apropiándose de ellos: las balanzas que utiliza
magnitud de los astros, pero se pierde en la investigación minuciosa de
deciden, como un tribunal objetivo, verdades químicas y del tiempo de
la intimidad de las reacciones químicas. L a afinidad provocó risa, pero
la química. Aquí se ve que los diferentes procesos que se discuten en este
está en el origen de la investigación de la fuerza que rechaza o atrae
libro tratan a la vez de las cosas y de sus causas, es decir, de las
ciertos cuerpos con respecto a otros. ¿Cómo una idea que parece
relaciones de fuerza entre diversas partes en conflicto y de la naturaleza
en sí misma: de aquí puede extraerse hasta una definición satisfactoria caducada pudo conducir al descubrimiento de la mayor explicación del
de la ciencia, como la instancia humana en la que las causas y las cosas mundo jamás aparecida en la historia? L o que hoy parece evidente ayer
están a veces tan cercanas que se interpenetran, y en la que los procesos, movilizaba y generaba enormes polémicas; pero, cuidado, mañana
entonces, deciden, en la más estrecha vecindad, sobre lo colectivo y lo quizás, nuevamente, genere otras gigantescas. Ayer la química desvirtua-
objetivo. Es sabido que la palabra cosa proviene etimológicamente de la ba la física, y hoy parece formar parte de ella. Pero, ¿y mañana? ¿Quién
palabra causa: la historia que hace nacer la primera de la segunda se nos asegura que el saber que sólo se aprende no comprenda jamás a la
confunde, sin duda, con la historia de las ciencias. E l lenguaje científico, ciencia que, ella sí, se comprende? L a duodécima bifurcación permanece
milagro, hace que - el resultado de los procesos y el objetivo de las abierta y el juego de agujas vacilante. E l tribunal decide ya aquí o bien
experimentos se superpongan casi perfectamente. allá, según obligaciones ya olvidadas: causas y cosas se intercambian y
cambian.
Décima figura en la bifurcación, cuando anula uno de sus brazos: la Otro ejemplo: nadie piensa en el tiempo, desde hace un siglo, sin
historia milenaria, griega, árabe, latina, moderna del problema de la referencia a Darwin. Todo evoluciona, los astros, las cosas, el mundo, y
refracción, por ejemplo, cae en la trampilla abierta por la duda de hasta la historia, y hasta la historia de las ciencias, según el modelo de
Descartes, quien pretende inventar todo mientras lo que hace es, simple-
las especies. ¿Gigantesca y decimotercera ruptura? Sí y no, y más bien
mente, no citar a nadie: operación que será clásica en la filosofía o en las
no. Pues en el siglo que precedió al viaje de Darwin en el Beagle hacia
ciencias y que será practicada por algunos ladrones de genio. Antes de 1
las Galápagos, mil y un exploradores realizaron el devisement del
mí, nada más que ignorancia y olvido de las cuestiones fundamentales,
mundo y recolectaron especies para reconocerlas, para nombrarlas:
por fin, he llegado para que, con el pensamiento, vuelvan a unirse el
bastará alinearlas, colocar de otra forma el plano de la clasificación.
descubrimiento y la invención: después de mí, la ciencia, o la filosofía.
Nada prepara mejor el tiempo que el espacio. Nada prepara mejor la
Seguramente el ego cartesiano sale fortalecido de este golpe publicitario,
pero deontológicamente debilitado. U n juego de agujas reúne el antes en evolución que una sucesión de bifurcaciones en las especies: nada
el rio de la historia con la posteridad del guardaagujas, olvidando en las prepara mejor para la historia de las ciencias que una serie de mecanis-
mazmorras a sus predecesores. Decisión judicial en cierta forma, pero mos' de agujas clave sobre los problemas y las decisiones. Por los
bastante compleja o equilibrada: un tribunal político mata a Lavoisier mismos ejemplos de los problemas, llegamos poco a poco al problema
pero su tribunal científico decide la muerte histórica de los demás mismo de la historia de las ciencias.
químicos, que no se opusieron a su condena; una instancia religiosa
condena a Galileo pero él, la víctima, condena al mismo tiempo a sus Pero además, desde hace dos siglos, nadie piensa el tiempo de las
jueces y a sus antecesores. ¿Entonces quién decide y sobre qué, quién ciencias sin referencia a lo que se hizo, sin que se viera, durante la
dictamina sobre el tiempo y la verdad? Así es como la historia de las Revolución Francesa, en la que los sabios unánimemente tomaron el
ciencias revisa continuamente los procesos instaurando una especie de poder. U n astrónomo en la alcadía de París, el inventor de la topología
tribunal móvil, dejando abiertas las decisiones, indecisas las bifurca- en la cumbre del Comité de Salud Pública, los doctos ocupan los
ciones. palacios antes que el pueblo y en lugar de él, antes que un geómetra,
minero sin embargo, accediera al título de Emperador. L a nobleza y el
clero se derrumban, la sociedad ya no vive con las mismas funciones ni
¿Qué es la ciencia? ¿Dónde se encuentra? Y ahora nos preguntamos:
con las mismas distribuciones, los sabios forman finalmente una clase c
¿Quién la hace? ¿Quién la decide, naturalmente, pero también, quién la
un género, reemplazan a los clérigos y construyen una nueva Iglesia. Le
inventa? Undécima bifurcación, nuevos juegos de agujas: durante el
historia de las ciencias es con frecuencia, después de este decimocuartc
clasicismo, aficionados ilustrados, ricos, que disponían de tiempo libre,
juegan con los números, no lejos de los salones, como otros juegan a la
ruleta. U n siglo más tarde, sabios profesores, en las universidades de 1
Término de Jacques Cartier para la exploración o el reconocimiento de tierras 3
Alemania, retoman la misma disciplina y la convierten en una teoría,
de mares.
PREFACIO
22 23

intercambiador, la nueva historia de un nuevo pero antiguo clero. Pero


aquél olvidará a éste, entregándose a los mismos gestos.

Olvido o memoria, una vez más la misma u otra bifurcación, la


decimoséptima en este libro. A menudo, la ciencia de punta, como se la
llama, encuentra con sorpresa un predecesor, del que se dice que había
quedado o caído en la oscuridad. ¿Verdadero, falso? Las dos cosas, por
lo general. Los abandonados no son aquellos que creemos y los que
encontramos rara vez fueron perdidos. Mendel no puede pasar por un
desconocido tal. U n tribunal puede reparar así falsas injusticias.

¿Quién olvida? ¿Quién recuerda? N o solamente los hombres o las


instituciones. También las cosas, pero sobre todo las teorías. Los hijos
de las arvejas señalan a sus padres con o en sus órganos, el sistema de
Euclides organiza la memoria de las obras antiguas de la geometría;
igual que Mendeleiev: su tabla proyecta la historia pasada de la química.
¿Programa el porvenir o resume lo que la antecede? Ambas respuestas,
pero más bien el segundo brazo de nuestra decimonovena bifurcación.
N o la aprendemos ni la admiramos por las mismas razones que la
construyeron, casi por sí misma. Las diversas ciencias muestran por
donde se mire tablas semejantes en las que se inscribe la memoria,
densas fuentes para la historia de las ciencias. A medida que el libro
avanza, cada capítulo modeliza mejor toda la disciplina como si, a
imitación de la propia ciencia, capitalizara su propia experiencia.

Una vez más, las rocas guardan la memoria de la Tierra, como la


ciencia y la historia de las ciencias. Los textos míticos dicen que tiene
una juventud de 4.004 años, desde el lunes a las 9 en punto de la
mañana, cuando Dios la creó con una palabra. Súbita bifurcación, la
decimosexta, allí: Lyell juzga la Tierra eterna, vieja como los caminos. Se
entabla entonces la polémica secular de la sincronización de los tiempos:
el del cielo, el de los astros, el de las cosas, el de los hombres, el del
mundo y el de su historia. Entramos también aquí en la geología como
en la historia de las ciencias, ya que todavía no sabemos sincronizar los
tiempos de las diversas ciencias desde los diversos nacimientos y durante
los ritmos diferentes de las invenciones, rupturas, olvidos, en una
palabra, de nuestras cien bifurcaciones o cambios de agujas o de los
fallos de otros tantos tribunales.

¿Por qué? Por los conflictos. Siempre las causas. Poneos frente a las
causas y observad cómo las cosas siguen o se transforman con ellas, o a
la inversa. Pasteur, con los microbios, combate a Pouchet, y los micro-
bios mismos se ponen a combatir la generación espontánea junto a
Pasteur. Quizás la más profunda bifurcación, que sobrepasa, en mucho, Destruir, circular, construir.
la polémica, interna a la historia de las ciencias, de los contenidos
internos, exclusivamente científicos, y de las condiciones externas, exclu- (El imperio de las
sivamente sociales, ya que, lejos de distinguirlas, las reúne y las mezcla. estaciones, acrilico sobre tela
Este capítulo, canónico, es una vez más símbolo y modelo, en este de Dominique Appio, obra
realizada para la exposición
punto, de nuestro esfuerzo, en tanto muestra cómo también la ciencia El tiempo de las estaciones,
pone en escena tribunales, pero dentro de una tal transparencia racional en 1979, en el CCI,
que las brillantes tesis quedan disimuladas. Las luchas de los hombres y departamento del Centro
de las instituciones desaparecen en un vaso de cuello recurvado. Aquí, nacional de arte y de cultura
Georges Pompidou.)
en la Asamblea que Pasteur convocó en la Sorbona para resolver de una
vez por todas sobre la heterogenia de su adversario, las causas se con-
vierten en cosas y las cosas en causas, como lo quieren nuestras lenguas
PREFACIO
PREFACIO 24 25

latinas desde, sus orígenes. Bifurcación eminentemente moderna, y sin que la historia, la historia de las ciencias, fueron en los hechos, mezclan-
embargo estable desde que nuestros lenguajes tienen uso de razón. Por do sus resultados y sus inventores, sus legados, confluencias y afluentes,
otra parte todas las cosas son iguales, los microbios de Pasteur se con- las duras disputas entre sus grupos de presión, cosas del mundo y causas
ducen como los átomos de Joliot en vísperas de la última guerra mundial, de los hombres mezcladas hasta la indecisión, sus decisiones temporal-
en la que el atomista se condujo —todas las causas son, por otra parte, mente definitivas, sus olvidos y sus recuerdos cambiantes y engañosos,
iguales— como el biólogo: se creará una Comisión de energía atómica su organización institucional, su determinación racional estricta y su
como se creó un Instituto Pasteur, y existe la microñsica, como existe entusiasmante improbabilidad: nuestro apasionante errar por estos
la microbiología. E l autor de los dos textos, en decimoctavo y vigesimo- mapas.
primer lugar, enlaza tan estrechamente conflictos e intereses, lo que en
general se llama circunstancias, que el nudo mismo, cada vez más denso,
que esta encrucijada o este intercambiador se asemeja, de manera ara hacer sensible la fluctuación de los pasajes a los cruces,
extrañamente convincente, a las cosas mismas, cosas que la ciencia
experimental interroga y considera. E l mapa de carreteras, por medio de
bifurcaciones y móviles cambios de agujas, relevaba las obras de los
hombres y los grupos: caminos trazados, vías edificadas por complejas
P abiertos o cerrados, que obligan a tomar a derecha o a izquierda o
que indistintamente invitan a los dos sentidos, he seguido, primero
por comodidad, el hilo usual del tiempo, pero también a veces lo he
doblado un poco, a mi voluntad: como quizás haya sorprendido, los
obras: pero estas rutas siguen también las vaguadas del relieve y, poco a números ordinales no aparecen siempre según su orden, el del libro, en
poco, estos atlas pasan a ser los del mundo. Convergen, de pronto, los este prólogo. Esto es así porque en el momento de este desfase, el
datos de las cosas y nuestras construcciones. discurso desarrollaba otro pensamiento, el de la memoria y el olvido; o,
como diría Bergson, el movimiento retrógrado de lo verdadero: es
Pero, una vez más, ¿qué ciencia, qué sabios, quién, dónde, cuándo? necesario haber pasado la Revolución Francesa, dice, para que la toma
Primero: ¿cuántos? Hace mucho tiempo ya que contamos con más de la Bastilla, que de alguna manera la inaugura, tome un cierto sentido
científicos en la industria que en ningún otro lugar. L a historia de las o incluso exista en la historia; en el momento preciso en que esto ocurre,
ciencias soñaría en voz alta si se quedara en las universidades o en las esta historia falta a la cita. Se cree que lo verdadero desciende por el
instituciones oficialmente abocadas a la investigación. L a bifurcación de flujo del tiempo, también lo remonta. De allí ese rizo en el orden de las
las ciencias y de la sociedad se enlaza con las mil técnicas desarrolladas cifras.
en las compañías con un alto nivel de sofisticación y un alto valor
agregado. Nueva y vigésima confluencia a la que afluyen, no solamente Más generalmente, esto quiere decir que este libro hubiera podido
t

hombres y capitales, sino también necesidades, el mercado, toda la seguir un orden diferente. U n a clasificación temática, por ejemplo,
economía contemporánea y sus fluctuaciones aún más lábiles y móviles habría mostrado, sin duda más ampliamente, el desplegado abanico de
que las de la red dibujada al comienzo. Aquí el saber se adapta al las opciones y las tesis y distribuido mejor sus tensiones. Pues la historia
tiempo real, de la misma manera que su puesta en práctica se adapta a de las ciencias reúne aquí a su historiador y sus pergaminos de la Edad
los golpes imprevistos de la coyuntura y de la demanda. Las relaciones Media, a su arqueólogo con sus tablillas y sus papiros, a sus sociólogos
entre el mapa y el mundo se afinan. y sus instituciones, a sus filósofos y sus conceptos, a sus antropólogos...,
pero, después de todo, el orden finalmente elegido se impuso por su
No hay ciencia sin técnica, sin máquinas, sobre todo sin aquellas que fidelidad a las cosas mismas: se diría que el mapa desciende lentamente a
Jacques-Louis Lions llamó útiles universales, porque tienen del útil la la Tierra y se funde con lo que quiere representar. Cabellera de una
eficacia, y la cientificidad de lo universal: los ordenadores. Todo el cuenca fluvial móvil de confluencias y lechos múltiples, donde las
mundo cree, y tiene mil razones para creerlo, que quienes los inventaron, corrientes, como las aventuras, chocan con obstáculos, barreras, cortes o
desde Leibniz y Pascal hasta Turing y von Neuman, los tenían ya hielos, se aceleran en corredores o pasajes y en los deshielos, sin contar
armados en su mente antes de construirlos en sus principios, materiales las turbulencias, corrientes pero bastante estables, y las contracorrientes,
y lógicos. N o . E l que busca no sabe, va a tientas, es rechazado, duda, que remontan el curso, las pérdidas y los brazos olvidados... ¿Podemos
deja sus propias opciones abiertas. N o , no construye, treinta años antes imaginar mejor modelo de mezcla y de percolación, para comprender el
.de su realización, la calculadora de pasado mañana, porque no la curso de la historia y la obra del tiempo?
prefigura, como nosotros, que la conocemos y la utilizamos, podríamos
deducir que la preveía. En realidad, él imita, como todos los actores, Les Treilles, 1985-1988.
individuales y colectivos, materiales o intelectuales, de este libro, sus
bifurcaciones y su red fluctuante. Llega, sí, casi milagrosamente, a un
resultado que no preveía del todo, y que sin embargo buscaba, previén-
dolo oscuramente.

Si el lector acepta esta apertura, esta búsqueda, esta ignorancia en el


fondo, de los auténticos sabios que investigan, que saben, pues, sin saber,
comprenderá la inopinada llegada al mercado de estas máquinas previs-
tas, pero imprevisibles, como de pronto captará la integridad de este
libro-mapa, de este libro-red, de este libro-índice, estable y fluctuante,
organizado pero abierto, construido precisamente para reproducir lo
Babilonia (1800 a. de C.)
JAMES RITTER

Donde se descubrirán las desconcertantes prácticas de una razón babilónica


que transcurre por senderos adivinatorios, médicos y matemáticos

sarhadon el gran rey, el poderoso rey, el rey del Todo, el rey del Nínive, 18 de abril

E país de Asiría, tiene problemas. Desde hace algún tiempo, su salud


decae, pero él quiere evitar a toda costa la amarga lucha sucesoria
que, por generaciones, ha marcado Asiría y su casa real. H a decidido,
de 672 a. de C.

pues, dividir el reino entre dos de sus hijos. Uno, Assurbanipal, le


sucederá a la cabeza del Imperio asirio, el otro, Samaá-sumu-ukin,
heredará el recientemente conquistado trono de Babilonia. Para que este
plan se lleve a cabo, es crucial que se informe de ello a los altos
funcionarios y a los dignatarios del Imperio, y que se les haga prestar un
juramento de lealtad a los dos príncipes herederos, tan pronto como sea
posible. Él jefe de los escribas reales, IStar-Sum-ere§, es el encargado del
proyecto.
E l 18 de abril éste escribe al rey para transmitirle las disposiciones
que se han tomado para la prestación del juramento de una clase de
funcionarios, los ummánü, los «expertos».

«Al rey, mi señor, tu servidor, IStar-sum-ere§:


¡Larga vida al rey, mi señor! ¡Los dioses Nabü y Marduk bendigan al
rey, mi señor!
Los tupSarrü, los barü, los aSipü, los asú y los dagilm-issüre, que viven
en el palacio y habitan la ciudad (de Nínive), entrarán en el pacto el 16.°
de Nisannu.
El Código de Hammurabi
Prestarán juramento mañana.» (a la izquierda).
El bajorrelieve de esta estela
N o son los reyes ni los príncipes quienes ocuparán nuestra atención de más de dos metros de
altura representa al rey
en este capítulo, sino más bien la pequeña lista de expertos. ¿Quiénes Hammurabi adorando al
eran? ¿Cuál era su función en la sociedad mesopotámica? Eran clara- dios-sol Samas, dios de la
mente importantes a los ojos de Esarhadon, y también muy claramente, justicia.
formaban un grupo particular que requería un día específico para el La época de este fundador
de un gran imperio, a
juramento. Vamos, pues, a partir a su descubrimiento, gracias a los comienzos del siglo xvm a.
indicios provistos por las tablillas de arcilla que esta civilización, que se de C, fue particularmente
desarrolló y floreció entre el Tigris y el Eufrates, nos ha legado. brillante en toda una serie de
Para saber dónde y cuándo aparecen como grupo profesional, ámbitos intelectuales, entre
ellos la jurisprudencia. Esta
debemos abandonar Nínive en el apogeo del Imperio asirio y volver al colección de más de
primer instante en el que entran juntos en la historia, más de dos mil doscientas leyes es, desde
años antes y más al sur, en el país de Babilonia. Es en la época que los cierto punto de vista, un
ejemplo típico de las «tablas»
asiriólogos llaman «paleobabilónica», durante los cuatrocientos prime- comunes a todas las
ros años del segundo milenio, donde podemos comenzar a seguir el disciplinas.
desarrollo de un campo de estudio y de práctica que los propios b
(S 8, época paleobabilónica,
mesopotamios percibieron, según parece, como unificado y privilegiado Babilonia (?).)

27
BABILONIA (1800 A. D E C.) 28 29 BABILONIA (1800 A. D E C.)

en cierto sentido. Las pruebas de que disponemos son indirectas y E l acceso al trono de Hammurabi hacia el año 1800 a. de C.
dispersas, pero suficientemente abundantes, sin embargo, para que su corresponde a la constitución de un nuevo Estado centralizado, en una
montaje delineemos grandes rasgos de un terreno intelectual particular, escala desconocida hasta entonces, incluso durante los imperios que en
quizás el primero de una clase que estaríamos tentados de llamar el tercer milenio se convirtieron en legendarios. Babilonia representa una
«racional». inmensa región pacificada desde Anatolia al norte hasta el golfo arábi-
¡A los hechos, pues! Assurbanipal y su hermano se convirtieron go-pérsico al sur, y desde Siria al oeste hasta Elam al este.
efectivamente en reyes y, al menos en parte, debemos alegrarnos por Una unificación tal. a varios niveles, a la vez política, lingüística,
ello, pues el primero pasó mucho tiempo reuniendo una de las mayores cultural, exige la instalación de una nueva red comercial y militar; en
y más completas bibliotecas del mundo antiguo. De hecho, fue precisa- este momento encontramos las primeras referencias sistemáticas a los
mente el descubrimiento, por parte del arqueólogo inglés Austin Henry diferentes grupos de sabios y expertos en los textos de que disponemos.
Layard, a mediados del siglo xix, de los restos de esta biblioteca en las Aunque haya razones para creer que estos grupos comenzaron a formar-
ruinas de Nínive, lo que condujo al nacimiento de la asiriología se durante el periodo de U r III, sólo en la rica documentación que
moderna. Entre los millares de documentos también se encontraba, Hammurabi y sus contemporáneos nos legaron podemos estudiar verda-
además de la carta de I§tar-sum-eres, un himno en forma de autopanegí- deramente la naturaleza y la función de nuestros protagonistas. Para
rico del mismísimo Assurbanipal, y sus pretensiones de ser un intelectual conocerlos mejor, vamos a ver lo que de sus actividades profesionales
del mismo nivel que los ummánü de su corte o de la de su padre: nos revelan las cartas de los archivos reales paleobabilónicos que han
llegado hasta nosotros.
«Marduk, sabio entre los dioses, me ha dispensado una vasta inteli-
gencia y una sabia comprensión;
Nabü, el escriba del Universo, me dio como presente los preceptos de su Mesopotamia en la época de Hammurabi.
sabiduría;
Ninurta y Nergal han munido mi cuerpo con una fuerza heroica y una
potencia sin igual;
Las aventuras del sabio Adapa, las he aprendido, la sabiduría oculta, el
arte del escriba, todo;
Sé interpretar los presagios del Cielo y de la Tierra, participo en el
consejo de Sabios;
Sé discutir "Si el hígado es el espejo del cielo" con hábiles adivinos;
Sé encontrar los inversos difíciles y los productos que no son de fácil
acceso (?);
Sé leer los textos complicados, en los que el sumerio es oscuro, y el
akkadio difícil de interpretar;
Sé descifrar las inscripciones en piedra que datan de antes del Diluvio...»

Babilonia,
1800 a. de C. En el transcurso de la primera mitad del segundo < milenio, en el
periodo paleobabilónico, el mundo es bastante diferente del que acaba-
mos de dejar. E l gran imperio fundado por los reyes de la tercera
dinastía de Ur, que hablaban (o al menos escribían) en sumerio, mantie-
ne su influencia sobre la imaginación de los mesopotámicos, más de
doscientos años tras su desaparición, después de que fuera barrido por
las oleadas de pueblos semíticos llegados del oeste para instalarse en la
región.
Pero esta inmigración aportó una nueva vitalidad a las riberas del
Tigris y del Eufrates y, cuando nuestras fuentes escritas vuelven a ser
más abundantes, se ha producido una nueva simbiosis. Numerosas
ciudades-estado, como las que predominaron durante la mayor parte del
tercer milenio, están nuevamente allí. Pero esta vez predomina la lengua
acadia, el sumerio ha sido relegado al rango de lenguaje jurídico y
erudito, un poco como el latín en el Occidente medieval. Las diferentes
ciudades-estado rivalizan por el poder; a veces vence Larsa, y en otras
ocasiones Isin. Pero lo que hasta ahora no era más que un pequeño
pueblo, Babilonia, será el gran vencedor de estos estados-combatientes,
bajo una dinastía semita venida del oeste, fundada en el transcurso de
las grandes migraciones del siglo xx a. de C.
BABILONIA (1800 A. D E C.) 30 31 BABILONIA (1800 A. DE C.)

Tomemos, pues, a los expertos mencionados en la carta de IStar-sum- E l asüm era maestro en su arte, gracias a su conocimiento de los
ere§ (en orden inverso al de su aparición), y busquemos sus equivalentes, remedios que formaban su farmacopea. Era importante, pues, al menos
si los hubiera, en el imperio de Hammurabi y sus contemporáneos.
para el paciente, que todo conocimiento en este campo fuera compartido
lo más ampliamente posible, como lo testimonia esta carta de ISme-
Los profesionales Los nombrados en último término, los dagil-issüré u «observadores Dagan, rey de Asiría, a su hermano Yasmah-Addu, a la sazón virrey de
de pájaros», son más fáciles de tratar. Eran especialistas que predecían el Mari:
futuro a partir del comportamiento de los pájaros y no hay ningún
testimonio de su existencia anterior al periodo neoasirio. Se trataba de «A Yasmah-Addu di esto: así habla ISme-Dagan, tu hermano:
un nuevo campo de competencia que, como la astrología por otra parte, Los medicamentos con los que me trató tu asüm son excelentes.
no fue fundado hasta el primer milenio: esto muestra, de paso, que a lo Si alguna enfermedad supura, este medicamento la domina enseguida.
largo de la historia mesopotámica continuaron apareciendo nuevas Por esto, ahora, te envío Samsi-Addu-tukulti, el asüm, para que se ponga
especialidades. En la época de Hammurabi, este dominio particular rápidamente al corriente de este medicamento, luego, envíamelo de
todavía está por venir y lo dejaremos, pues, de lado. nuevo.»
Los asú y los waSipü (forma paleobabilónica de aSipü) eran llamados,
ya sea separada o conjuntamente, en caso de enfermedad o accidente. Se Pero hay más que decir. U n mejoramiento de la farmacopea debe
reparten lo que nosotros llamamos «medicina» y si los asiriólogos valorarse empíricamente; que la puesta a prueba de los nuevos remedios
modernos tienen tendencia a traducir por «médicos» los primeros y por exige un control sobre el medio que se estudia era un hecho bien sabido
«exorcistas» los segundos, la manera en la cual los babilónicos veían sus en la época que nos interesa. Poco después de la carta que acabamos de
diferencias no está del todo clara para nosotros. Veamos, por ejemplo, mencionar, cuando el trono de Mari había sido arrebatado a los asirios
una carta escrita por el rey de los hititas a su aliado, el rey kasita de por una dinastía local, bajo el reinado de Zimri-Lim, un alto funciona-
Babilonia, que data del periodo que sigue a la caída de Babilonia (1595 rio, DariS-libur, escribía a su soberano:
a. de C ) , cuando los invasores kasitas rebautizaron el país Kar-DunyaS:
«Un mensaje de Hattusili, el gran rey, el rey del país de Hatti, tu «A mi señor di esto: así habla DariS-libur, tu servidor:
hermano: a Kadasman-Enlil, el gran rey, el rey de Kar-Dunya§, mi Con respecto a los medicamentos a emplear contra la "fiebre de seque-
hermano: dad", remedio del asúm de Mardaman y del asüm de la oficina de
Estoy bien, mi palacio, mi esposa, mis hijos, mis soldados, mis administración,... me ha escrito en estos términos: "Estos medicamentos
caballos, mis carros, ¡todo en mi país está verdaderamente bien! Ojalá que vienen que los he precintado con mi sello.».
todo vaya bien para ti, ojalá que tu palacio, tus esposas, tus hijos, tus
soldados, tus caballos, tus carros, y todo en tu país, estén bien... «Luego, con sus medicamentos, he despachado a estos asü y a
Y tengo otra cosa que decir a mi hermano. En lo que respecta al Lagamal-abum al palacio de mi señor. (Ahora) mi señor ya ha probado
asü(m) que mi hermano ha enviado aquí: la gente lo aceptó y él tuvo el medicamento contra la "fiebre de sequedad" (que es) del asüm de
éxito en sus curaciones, pero una enfermedad lo abatió. M e tomé Mardaman, y es excelente. Con Hammi-§agi§ lo probé perfectamente, y
Extispiscinas: adivinación - grandes trabajos por él y para él hice extispiscinas, pero, cuando llegó su es excelente. ... lo que ha bebido y es excelente. Ahora, quizás los ...
por el examen de las entrañas hora, murió. Ahora uno de mis mensajeros va a conducir a los servido- quieran mezclar estos medicamentos para beberlos. ¡Que prueben estos
de animales sacrificados.
res del asü(m) (a Babilonia) y mi hermano podrá interrogarlos y ellos le medicamentos por separado de manera que mi señor beba el que tiene
relatarán las curaciones que a menudo el asü(m) realizaba. Jamás habría que beber!»
pensado yo en retener al asü(m), ya que, cuando recibieron a un asü(m)
durante el reinado de mi hermano Muwatalli y quisieron retenerlo, yo El rey detentaba el poder de destinar al asüm al palacio o a otra
fui el primero en reñir con él: «¿Por qué quieres retenerlo?», diciéndole residencia; en Mari, ésta podía ser, por ejemplo, una clase especial de
que no es nuestra costumbre retener (a estas personas). Y ahora, ¿habría ciudades llamadas pattum, como se lee en la carta de un funcionario
yo retenido a tu asü(m)l De los anteriores expertos que se recibieron local, Yawi-ilá, al rey Zimri-Lim:
aquí, sólo el áSipü(m) ha muerto... L a mujer que desposó pertenecía a mi
propia familia, y estaba bien considerado... pero, si él hubiera dicho: «A mi señor di esto: así habla Yawi-ilá, tu servidor:
"Quiero partir a mi país natal", habría podido irse, por supuesto... [Otro asunto. Es en una ciudad pattum de mi señor donde yo resido
¿Habría retenido yo a un ilustre asü(m) de Marduk?» y el asúm ha muerto... .]
Que mi señor no retenga a un asüm, que venga a establecerse en la
L a proximidad de las dos profesiones, la importancia que el mismo "casa", aquí, en tu ciudad, y que cure a tus servidores...»
rey les otorga, todo esto se repite en numerosos documentos fechados en
el periodo postpaleobabilónico, y, sin ninguna duda, esto vale también
Hemos visto ya, en la carta dirigida por Hattusili a Kadasman-Enlil
para el periodo que nos ocupa. Sin embargo, estamos mucho peor
que, frente a la enfermedad de su médico babilonio, el rey hitita había
informados sobre las actividades del waSipum en Babilonia que sobre las
realizado o hecho realizar una extispiscina. Esto es estrictamente de la
de su colega, el asúm. E incluso para este último, principalmente del
competencia del barüm, palabra traducida a menudo por «adivino». L a
reino de Mari de donde obtenemos la documentación más rica, extraída
extispiscina era una d é l a s técnicas reconocidas de «adivinación», que
de las cartas de los archivos reales del palacio saqueado por Hammurabi
predecía el porvenir: coexistía con la observación de las formas adopta-
hacia 1760 a. de C.
das por el aceite vertido en el agua o con el examen de las direcciones
BABILONIA (1800 A. DE C.) 32 33 BABILONIA (1800 A. D E C.)

del humo producido por un quemador de incienso. Una vez más hacía «A mi señor di esto: así habla Sibatum, tu sirvienta:
aquí su aparición el waSipum: era a él a quien llamaban cuando se Y con respecto a..., en el sueño, un funcionario se puso de pie para
requería modificar un presagio desfavorable. declarar esto:
El rey paleobabilónico tenía el mismo poder sobre el barúm que Que la muchacha... Tagidnate sea llamada.
sobre el asúm. Aunque se trataba fundamentalmente de un asunto real, Esto es lo que me dijo. Ahora que mi señor consulte a un barúm, y si
otros ciudadanos, en particular los habitamentes de las ciudades pattum, este sueño fue (realmente) visto, que mi señor mande a buscar a esta
podían recurrir a sus servicios: durante la dominación asiría, Isme- niñita y que sea llamada.»
Dagan escribe una vez más a su hermano, a Mafri:
Los sueños son, como se ve, algo excelente, pero si uno quiere saber
«A Yasmah-Addu di esto: así habla Isme-Dagan, tu hemano: si la información fue (realmente) «vista», ¡más vale apelar a un experto
Con respecto a Naram-Sin, el barúm, con respecto al cual me has escrito. auténtico!
En el distrito de Situllum el rey es amo, y tú sabes que este distrito es
La primera categoría mencionada en la carta de IStar-Sum-ereS, la de
una pattum... . Ahora, que el rey envíe un barúm a la ciudad de Situ-
los tupSarrü, es paradójicamente la más difícil de identificar. L a palabra
llum... . L a ciudad de Situllum es una pattum. Una pattum sin barúm no
significa simplemente «escriba», pero no está claro lo que aquí parece
existe...»
comprender exactamente. Por ejemplo, cuando se escribió la carta, el
La tarea principal del barúm era predecir el porvenir en las cuestio- término tupSarrum era utilizado a menudo como abreviatura de tupiar
nes militares. U n adivino estaba destinado a cada ejército y no se enüma Anu Ellil —«escriba del libro Enüma Anu Ellil»—, es decir,
entablaba ninguna batalla sin haber consultado sus augurios. Esta vez astrólogo. Ahora bien, la astrología, aunque floreciente en el imperio
proveniente de Babilonia, tenemos aquí un memorándum de un funcio- neoasirio, constituía una novedad en el mundo mesopotámico, y no fue
nario a su subordinado en tiempos difíciles: autónoma hasta el primer milenio: cuando Asqudum, maestro barúm de
Mari en la época paleobabilónica, observaba un eclipse, su primer
«A BelSunu: así habla Qurdusa: pensamiento era el de realizar una extispiscina para saber lo que podía
¡Quiera el dios Sama§ guardar tu buena salud! significar exactamente este acontecimiento de mal augurio. En este caso,
Como seguramente has oído, la campaña está en desorden y el tanto el tupSarrum como el dagil-issüré debían de estar ausentes del
enemigo merodea. He enviado cartas a ibni-Marduk, a Warad — ... y a mundo paleobabilónico.
ti mismo. Toma un cordero del rebaño para el barúm y obten un Por otro lado, tupSarrum, en todas las épocas, tiene también un
presagio con respecto al ganado y los rebaños (para saber) si deben sentido literal, el de una persona instruida por necesidades profesionales,
acercarse a mí; si no hubiere aquí ningún ataque del enemigo, ni ningún capaz de leer, de escribir y —quizás muy especialmente aquí— de
ataque por parte de los ladrones, el ganado debe venir adonde estoy —si realizar cálculos. N o existe ninguna palabra en acadio para «matemáti-
no, llévalo a la ciudad de manera que el enemigo no pueda tocarlo. co», aunque, como veremos, los escribas tenían preparación aritmética, y
Además, lleva toda la cebada disponible a KiS y escríbeme un es posible, pues, que los escribas a los que hace referencia IStar-sum-eres
informe completo.» sean precisamente éstos.
Ahora que hemos conocido algo de la práctica cotidiana de estos
El mundo de la adivinación, e incluso el de la adivinación militar, expertos en la época paleobabilónica, podemos considerar el momento
temía también sus especializaciones, como lo prueba este reproche de de su formación, cuando se convirtieron en tupSarrü, durante su aprendi-
Zimri-Lin a su esposa, la reina Sibtu, que vemos frecuentemente consul- zaje escolar. Esto nos ayudará a dar consistencia a la escasa información
tar a los bdrü, pero que era, según parece, ella misma una bariatum: que hemos podido rebuscar en las correspondencias oficiales entre
notables que han llegado hasta nosotros.
«A Sibtu di esto, así habla su señor:
... Con respecto a lo que me has escrito en estos términos:
"Estoy especializada (?) en la adivinación de batallas."
«Una casa con cimientos como el cielo, Educación
Eso es lo que me has escrito. ¿Estás (pues) especializada (?) en la
Una casa que, como una escudilla-pisan, ha sido recubierta de lino,
adivinación de batallas (pero) no estás especializada (?) en la adivinación
Una casa que, como una oca, reposa sobre una base (sólida).
de la toma de la ciudad? ¿Y (por qué) no me has escrito (más bien) en
Entramos en ella con los ojos cerrados,
estos términos:
De ella salimos con los ojos abiertos.
"Esta ciudad será tomada" o bien "Esta ciudad no será tomada"?» Solución: la escuela.»
Que el pueblo mesopotámico hiciera claramente la distinción entre Este enigma es, en sí mismo, un ejercicio escolar que formaba parte
las actividades (serias) de los expertos y las entusiastas (más dudosas) de del curso obligatorio de lengua sumeria, base del cursus paleobabilóni-
los sacerdotes y de las mujeres, surge a través de las numerosas cartas co. Si esta descripción huele un poco a autopanegírico, también de ella
escritas por un miembro de la segunda categoría para referir un sueño, se desprende que, exactamente como ahora, la educación era la piedra
una inspiración o una posesión divinas y acompañadas de un mensaje al angular en la fabricación de una intelligentsia al servicio del poder.
rey. Estas informaciones eran cuidadosamente comunicadas a la espera Pero, ¿a qué se abrían, exactamente, los ojos del escriba? L a cuestión
de que el asunto fuera estudiado más a fondo por un barúm, para del contenido de los cursos de la «Casa de las tablillas» (eduba en
verificar su fundamento. Aquí Sibatum, quizás una hija de Zimri-Lin, sumerio o bTt-tuppTen acadio), no es fácil. Tenemos de hecho tres fuentes
escribe a este último con las noticias de un sueño que le han relatado: de información:
BABILONIA (1800 A. D E C.) 34 35 BABILONIA (1800 A. D E C).

— Las tablillas de ejercicios de los propios estudiantes, las más estudiar los textos escolares y los manuales de los propios prácticos.
fácilmente identificables eran las tablillas de forma lenticular utilizadas Tienen en común numerosas similitudes formales en su estructura
por el escolar debutante. Estaban formadas generalmente por ejercicios gramatical y en su organización interna, lo que los distingue de otros
de escritura de signos cuneiformes y de tablas de aritmética simples textos, literarios o religiosos por ejemplo, y proporcionan testimonios
(multiplicaciones, inversas, etc.), así como por algunas composiciones que ahora podemos recopilar acerca de la manera en que los mismos
literarias elementales en sumerio, y representan propiamente el A B C (o babilonios veían estas disciplinas.
mejor el tu-ta-ti) del cursus escolar. Esto no quiere decir, por otra parte, que otras disciplinas no puedan
— Los himnos reales. Hemos visto un ejemplo tardío en el himno de incluirse aquí con razón: los textos de jurisprudencia, por ejemplo,
Assurbanipal. Los que estaban en vigor en la época paleobabilónica parecen haber participado de muchas similitudes formales con los que
eran copiados y vueltos a copiar en las escuelas como ejercicios escola- acabamos de mencionar y, a partir de un periodo más reciente, también
res, y proporcionan información sobre los temas estudiados por el rey (y deberá agregarse a nuestra lista la astrologia.
por los demás, sin duda) cuando estaba en la escuela (véase el himno de
Sulgi). A l examinar este material, deberemos cuidarnos de nuestra natural
— Finalmente, los llamados textos de la eduba, que son los más tendencia a leer en esos textos nuestro propio juicio sobre su contenido.
reveladores. Son en realidad ejercicios literarios en sumerio de nivel más Y a que, sea cual fuere la apreciación babilónica acerca de ellos, ¡pode-
avanzado, presentados bajo la forma de un diálogo entre dos estudiantes mos estar prácticamente seguros de que no coincide con la nuestra! N o
o entre un estudiante y su maestro (o su padre): existen en Mesopotamia textos «filosóficos» que nos expliciten la mane-
ra de pensar de los babilonios. L a verosimilitud de nuestra hipótesis,
«El balance que paso en la escuela ha sido establecido (de esta según la cual estos temas formaban un ámbito de reflexión de un tipo
forma): mis días de vacaciones son tres por mes, las diferentes fiestas son particular para los escribas y los funcionarios de la época de Hammura-
tres por mes, con esto son veinticuatro días que paso en la escuela, el bi, deberá pues descansar fundamentalmente sobre la evidencia de las
tiempo no es mucho. relaciones internas, formales, de los propios textos mesopotámicos.
En un solo día el maestro ha dado cuatro veces mi sección.
L a cuenta (de los días de escuela), mi conocimiento del arte de la
escritura no desaparecerá, en adelante puedo aplicarme a las tablillas, a
las multiplicaciones y a los balances. Para los babilonios, los dioses podían escribir, y efectivamente Adivinación
E l arte de la escritura, la colocación de las líneas, evitar los cortes... escribían los designios del futuro en toda clase de materiales, gracias a
M i maestro ha corregido las bellas palabras. toda clase de signos: marcas de nacimiento sobre la piel, conformación
¡Debemos alegrarnos de la compañía (de los camaradas)! de los órganos de los animales sacrificados, formas del humo del
incienso, etc. Era, como hemos dicho, el ámbito del barüm —«vidente»,
Conozco perfectamente mi arte de la escritura, tengo facilidad para
literalmente— que estaba entrenado en la interpretación de estos signos
todo. en función de los problemas que sus clientes le presentaban. Este «arte
M i maestro me muestra un signo, agrego otros más de memoria. del barüm», que los asiriólogos modernos llaman «adivinación», es un
Después de haber asistido a la escuela hasta el tiempo previsto, estoy componente palpable del pensamiento babilónico a través de toda su
a la altura del sumerio, del arte de la escritura, del contenido de las historia: sólo el periodo paleobabilónico nos ha dejado más de cien
tablillas, del cálculo de los balances... textos de esta naturaleza. Veamos la primera parte de uno de éstos, que
¡Puedo hablar sumerio! trata de las formas del aceite mezclado con el agua por el barüm y de su
Quiero escribir tablillas: la tablilla (de las medidas) de 1 gur de significación para la persona, privada o pública, que lo ha consultado:
cebada hasta 600 gur, la tablilla (de los pesos) de 1 siclo hasta 20 minas
de plata, con los contratos de matrimonio que pueden llegarme, con los 1. «Si el aceite lo he vertido sobre el agua y el aceite ha descendido
contratos de sociedades, puedo elegir los pesos controlados de un y (luego) ha vuelto a subir y ha rodeado su agua:
talento, la venta de casas, de campos, de esclavos, las cauciones en plata, para la campaña (militar): aparición de calamidad;
los contratos de arrendamiento de campos, los contratos de cultivo de para el enfermo: mano de la divinidad, la mano es pesada.
los palmerales..., hasta las tablillas de los contratos de adopción; todo 2. Si el aceite se divide en dos partes:
esto sé escribir.» para la campaña: los dos campos marcharán uno contra el otro;
Resaltaremos aquí, aparte del acento puesto en el buen estilo sume- (lo) hago para el enfermo: éste morirá.
rio, la constelación de temas mencionados al final: metrología, contratos 3. Si del medio del aceite salió una gota hacia el este y se detuvo:
legales y cálculos económicos. (lo) hago para la campaña: obtendré botín;
Reuniendo los indicios obtenidos a partir de la práctica profesional y para el enfermo: sanará.
de los temas estudiados en la escuela paleobabilónica, podemos estable- 4. Si salieron dos gotas del medio del aceite, y una era grande y la
cer una lista (provisional) de tres disciplinas de entre las que parecen otra pequeña:
haber desempeñado un papel privilegiado en la vida intelectual babilóni- la mujer del hombre dará á luz a un varón;
ca: adivinación, medicina y matemáticas. para el enfermo: sanará.
Pero la información que contienen los documentos considerados 5. Si el aceite se-dispersó y llenó la copa:
hasta el momento no basta para establecer un cuadro verdaderamente el enfermo morirá;
claro de las relaciones entre estos ámbitos. Para ir más lejos, debemos para la campaña: se vencerá al ejército.
BABILONIA (1800 A. DE C.) 36 37 BABILONIA (1800 A. D E C.)

6. Si el aceite se dispersó hacia el este y 3 (!) gotas se desprendieron 20. Si el aceite ha cogido el lado derecho de la copa:
(de él): el enfermo sanará.
Samas pedirá al hombre un disco solar por su vida. 21. Si el aceite ha cogido el lado izquierdo de la copa:
7. Si el aceite se dispersó hacia el este y se desprendieron (de él) 4 el enfermo morirá.
gotas: 22. Si el aceite estaba rojo:
una antigua (deuda de) plata a Sima§ pesa sobre el hombre. lloverá.
8. Si el aceite se dispersó hacia el este y se desprendieron (de él) 5 23. Si el aceite formó una ... hacia la derecha:
gotas: el enfermo sanará;
una antigua (deuda de) plata a Sin pesa sobre el hombre. para la campaña: mi ejército vencerá al enemigo.
9. Si el aceite se dispersó hacia el este y se desprendieron (de él) 6 24. Si el aceite formó una ... hacia la izquierda:
gotas: el enfermo morirá;
situación del consejero de Dingir-mah para... para las armas: el dios del enemigo vencerá al ejército.
10. Si el aceite bajó y (luego) volvió a subir en dirección a mi 25. Si el aceite produjo espuma:
muslo: el enfermo morirá.
toma de Dingir-mah. 26. Si el aceite se dividió en 4 partes:
11. Si el aceite estaba verde: mi enemigo desmantelará las fortalezas de mi ejército.
toma de IShara. 27. Si el aceite dejó escapar una gota hacia el este y luego ésta se
12. Si el aceite formó una burbuja en dirección a mi muslo: quedó adherida al borde de la copa:
situación del dios-personal del hombre. para el enfermo: sanará.
13. Si el aceite salió a derecha e izquierda: para la campaña: venceré al enemigo.
situación de Sin y de Samas. 28. Si el aceite se convirtió en una película:
14. Si el aceite se dispersó hacia el este y se desprendieron (de él) 7 el enfermo morirá;
gotas: (pero si el aceite) se contrajo en el momento en el que lo vertí por
situación de Kubu para... segunda vez:
15. Si el aceite se dispersó hacia el este y se desprendieron (de él) 2 incluso si está muy enfermo, seguirá con vida.
gotas hacia la derecha y 2 gotas hacia la izquierda: 29. Si el aceite arrastró con él su agua:
situación de la divinidad gemela. el anatema del más allá alcanzará al hombre.
16. Si el aceite, sus dos ramificaciones se rompieron a derecha e 30. Si el aceite, en el momento en que es vertido por segunda vez,
izquierda: liberó su agua:
la mujer del hombre se irá. el anatema del más allá no llegará al hombre.
17. Si el aceite, su burbuja estalló hacia el este: 31. Si el aceite se extendió y formó una estrella en el centro de su
el enfermo morirá. agua:
18. Si el aceite se dividió en 2 partes: toma de SamaS.»
el enfermo morirá;
Hay varias cosas para señalar aquí. Primero, el texto, dede el punto
para la campaña: el ejército no volverá.
de vista de su forma, es muy rígido: casi todos los artículos comienzan
19. Si el aceite se fraccionó hacia el este:
por una frase invariable «Si el aceite...», a la que sigue la descripción de
el enfermo morirá.
una configuración posible del aceite en el agua. L a fórmula del comienzo
de cada inscripción es tan fija que está conservada incluso a costa de
una alteración de la estructura gramatical del resto de la frase, como por
ejemplo los presagios 16 y 17. Notemos que esta parte está escrita en
tiempo pasado, expone un estado de hecho, presenta una situación dada.
Maqueta de hígado. Una de A la vez, está seguida de una descripción del futuro, introducida habi-
las treinta y dos maquetas de tualmente por «para la campaña (militar)» o por «para el enfermo»,
hígado en barro cocido cuando, como sucede aquí, el significado de la forma del aceite se da
encontradas en el palacio de
Mari y que se utilizaban, para dos tipos diferentes de pregunta, ya sea que el rey, o el funcionario
probablemente, en la del palacio, quiera saber el desenlace de una de las perpetuas batallas, o
enseñanza del núcleo central bien que la persona se inquiete por el pronóstico de su enfermedad.
del arte del barúm, que era
la hepatoscopia. Se ilustra
una conformación particular
En segundo lugar, el texto es sistemático en varios niveles diferentes,
del órgano de un animal por ejemplo en el orden seguido para la presentación de los presagios 3,
sacrificado, y el comienzo del 4, 6, 7, 8, 9 y 14, en los que se trata de aceite que se dispersa hacia el este
presagio que lleva escrito: y deja escapar un número creciente de gotitas, de una a siete. Si esta
«Si im principe partió hacia
el llano o la montaña». serie está interrumpida por los presagios 5, y luego 10 a 13, esta
(AO 19 837, época desviación del orden estricto no hace más que resaltar mejor el alto
paleobabilónica, Mari.) grado de organización presente en otras partes. Podemos también
39 BABILONIA (1800 A. D E C.)
BABILONIA (1800 A. D E C.) 38

adivinar una estructura en la relación establecida entre la configuración ejemplo, muestran las diferentes consecuencias de un tic del ojo según
del aceite y los acontecimientos por venir; 20: «Si el aceite ha cogido el sea el derecho (malo), el izquierdo (bueno) —lo que es lo contrario del
lado derecho de la copa, el enfermo sanará»; 21: «Si (...) el lado izquier- presagio 21, pág. 25— o que estén afectados los dos ojos. L o mismo
do, el enfermo morirá»; el lado derecho es positivo, el lado izquierdo es sucede con el color de los cabellos (presagios núms. 12 a 15), siendo el
negativo (véanse también 23 y 24). O consideremos el 29 y el 30: si el rojo malo, el negro bueno, y el blanco depende de detalles específicos.
aceite «arrastró (...) su agua, el anatema del más allá alcanzará al Los demás textos de presagio son siempre de la misma naturaleza, sean
hombre», pero si, por el contrario, el aceite «liberó su agua, el anatema cuales fueren el tema o el tipo de pronósticos indicados.
del más allá no alcanzará al hombre»; se juega aquí con una relación El objeto de esta sistematicidad —que estará presente en todos los
entre la captura o la liberación del agua y las suertes futuras destinadas ámbitos que consideremos— es cubrir todo el dominio de lo posible con
al paciente. una tabla de ejemplos típicos, un procedimiento que permite al estudiante
Se suponía que el bárúm era también hábil para interpretar el sentido (y más tarde al bárúm práctico) localizar en este marco cualquier
augural de la apariencia general o de las acciones de su cliente. Aunque, problema nuevo, cualquier nuevo signo augural, y descifrar su sentido.
contrariamente a los textos sobre el aceite, no se trata en este caso de El babilonio accedía a la generalización no como nosotros, para descu-
una forma «provocada» de presagios —no hay ningún procedimiento brir y enunciar una regla que englobe cada caso, sino para interpolar a
especial, ninguna observación que cumplir fuera de la observación de un partir de modelos de resultados conocidos. Veamos cómo este método
«fenómeno natural»—, la naturaleza y la combinación de presagios es aplicable en medicina y matemáticas.
muestran las mismas tendencias que en el texto estudiado anteriormente.
Veamos un extracto de estos documentos:
Aunque no tenemos gran cantidad de documentos del ámbito de la Medicina
1. «Si un hombre no reconoce a otro hombre cuando lo mira: medicina durante el periodo paleobabilónico —nos queda sólo un
este hombre está librado a las manos de la muerte. puñado de textos médicos de esta época—, son suficientes para mostrar-
2. Si un hombre reconoce a otro hombre a (una distancia compren- nos su estructura formal, sobre todo si se comparan estos textos con los
dida entre) un codo y 30 nindan: que datan de épocas posteriores.
su dios personal estará siempre con este hombre. Uno de estos textos paleobabilónicos, aunque en un estado de
3. Si un hombre no puede focalizar su mirada, cuando mira: conservación bastante malo, presenta sin embargo un considerable
el espíritu de este hombre está perturbado. interés; daremos aquí sólo sus dos artículos más legibles:
4. Si un hombre, sus ojos se quedan fijos cada vez que mira:
le será infligida una confusión de espíritu. 1. «Si un enfermo, su mirada es temerosa más que en sus tiempos
5. Si un hombre, su manera de mirar es oblicua: de salud y su rostro parece fresco:
morirá de constricción. este enfermo no sanará.
6. Si un hombre, su manera de mirar es recta: 2. Si un enfermo, sus manos y sus pies le hacen daño (literalmente,
su dios estará siempre con él para su suerte; y vivirá en la verdad. "lo comen"), y no cesa de gritar y gritar, y su cuerpo no está caliente:
7. Si un hombre parpadea el ojo derecho cuando mira: (es) "obra de brujería".»
vivirá en la aflicción.
8. Si un hombre parpadea el ojo izquierdo cuando mira:
vivirá en la virtud.
9. Si un hombre parpadea los dos ojos:
su cráneo ha sido golpeado; exactamente como su cráneo será su
espíritu.
10. Si un hombre, sus cejas cubren sus ojos:
su alimento le es dado por los dioses.
11. Si un hombre, sus cejas no existen:
Impresión de un sello-cilindro
a este hombre no le está dado ni tan siquiera... de un médico. Estos sellos-
12. Si un hombre, su cabellera es roja como la lana teñida: cilindros, que se hacían rodar
este hombre vivirá en la paz del espíritu. sobre tablillas de arcilla
13. Si un hombre, su cabellera es negra como la ceniza: fresca, servían como «firma»
a sus propietarios. Este,
a este hombre, su dios dará alimento para comer. adornado con una esfinge,
14. Si un hombre, su cabellera tiene una mancha blanca y ésta tiene lleva grabada la siguiente
la forma de una llama: leyenda: «.Por la palabra de
este hombre vivirá en buena salud. Sin y de Marduk, los dioses
sus señores, que quien
15. Si un hombre, su piel tiene manchas blancas y está constelada imprima este (sello) esté
de...: saciado durante toda su vida.
este hombre es rechazado por su dios y rechazado por la humanidad.» Sellos de Makkur-Marduk,
asú, hijo de Sin-asared, asü.»
(AO 4 485, época kasita o
Notamos aquí la misma preocupación de cubrir todos los casos, de
neobabilónica (?).)
agotar la extensión de lo posible. Los presagios núms. 1 al 9, por
BABILONIA (1800 A. D E C.) 40 41 BABILONIA (1800 A. D E C.)

La semejanza con los textos de adivinación que acabamos de ver es gigantesca y universal, en la que los síntomas son multiplicados, por
patente. También aquí cada artículo comporta dos partes, la primera otra parte, de una forma irreal y hasta imposible. Este recorrido por
comienza invariablemente por «Si un enfermo...» y continúa con la toda la gama de colores de nalgas (roja, amarilla, negra), de su posición
descripción de la situación, en forma de una serie de síntomas de tipo (prominente, relajada), etc., y la integración del lugar de la afección
médico; la segunda parte es un pronóstico, ya sea directo (núm. 1), ya (según esté afectada la nalga izquierda, la derecha, o las dos) para llegar
sea a través de la identificación de la enfermedad (núm. 2) —en este caso a pronósticos diferenciados, cumplen un doble objetivo: no solamente
particular, por otra parte, son equivalentes: la enfermedad mencionada proporcionan al practicante una red de mallas lo bastante finas para
es, según sabemos por otras fuentes, mortal. L a clasificación de este capturar por interpolación todo signo realmente observado sino que,
texto como «médico» más que como «adivinatorio», por ejemplo, es además, engendran un nivel implícito de generalidad por la manera
moderna; comprenderemos mejor las dificultades de una clasificación tal sistemática en la que opera el desarrollo de todas estas permutaciones.
comparándolo al último texto estudiado en la parte anterior: esta Todo es igual, por otra parte, una afección en la nalga derecha es menos
división surge mucho más de nuestra idea de lo que es aceptable como seria que en la izquierda, el amarillo es menos preocupante que el rojo,
cadena causal que de una distinción clara en la presentación o en el mientras el negro es bastante peligroso, etc. Como en la adivinación, lo
contenido. general y lo abstracto no son enunciados sino mostrados, y de la misma
Este único ejemplo fragmentario no nos permite juzgar el grado de manera. Pero el ámbito médico ofrece también una nueva clase de
Para los asiriólogos la cara y
sistematización alcanzado en el periodo paleobabilónico. Pero podemos textos, que la adivinación aparentemente no provee —al menos no en el anverso de una tablilla
al menos estudiar su desarrollo en el breve extracto que sigue de la los textos paleobabilónicos que poseemos. Disponemos de tres textos de corresponden,
versión final (neoasiria) «canónica» —ocupa cuarenta tablillas consecuti- esta clase para este periodo; veamos una traducción del anverso del respectivamente, al recto y
vas y fue una de las joyas de la biblioteca de Asurbanipal: al verso.
mejor conservado de los tres.

«Si su nalga derecha está roja: [ .] 1. «Si un hombre es embrujado:


Si su nalga izquierda está roja: él (arrastrará) su enfermedad. el riñon de un cordero que todavía no haya comido hierba (y)
Si sus nalgas están rojas: (no hay) "golpe". erninum secarás, él comerá y sanará.
Si su nalga derecha está amarilla: su enfermedad cambiará. 2. Si un hombre está enfermo de ictericia:
Si su nalga izquierda está amarilla: su enfermedad será penosa. remojarás raíz de regaliz en leche, dejarás reposar durante la noche bajo
Si sus nalgas están amarillas: estará ansioso. las estrellas, mezclarás con aceite, se lo darás a beber y él sanará.
Si su nalga derecha está negra: su enfermedad será penosa. 3. Si a un hombre su diente le hace daño (literalmente "tiene un
Si su nalga izquierda está negra: estará ansioso. gusano"):
Si sus nalgas están negras: [ ] triturarás plantas de "excrementos de marino";
Si su nalga derecha está como magullada: irá tirando, luego morirá. si su diente de la derecha está enfermo, vertirás sobre su diente de la
[Si su nalga izquierda está como magullada: ] izquierda y él sanará:
Si sus nalgas están como magulladas: morirá. si su diente de la izquierda está enfermo, vertirás sobre su diente de la
[Si su nalga derecha está oscura: ] derecha y él sanará.
Si su nalga izquierda está oscura: su enfermedad cambiará. 4. Si un hombre está cubierto por una erupción:
[Si sus nalgas están oscuras: ] harina de malta poco a poco con aceite mezclarás, aplicarás y él sanará;
Si su nalga derecha está inflamada: su enfermedad cambiará. si todavía no está curado, aplicarás simtum caliente y sanará; si todavía
[Si su nalga izquierda está inflamada: ] no está curado, aplicarás el residuo caliente y sanará.
Si sus nalgas están inflamadas: su enfermedad cambiará. 5. Si un hombre, un escorpión lo ha picado:
[Si su nalga derecha está hundida: ] aplicarás los excrementos de un buey y él sanará.
Si su nalga izquierda está hundida: su enfermedad será larga. 6. Si un hombre, sus ojos están enfermos:
Si sus nalgas están hundidas: estará ansioso. aplastarás anémona (?), aplicarás y él sanará.
Si su nalga derecha está prominente: su enfermedad cambiará. 7. Si un hombre tiene la "fiebre de sequedad":
Si su nalga izquierda está prominente: su enfermedad será penosa. [...] ceniza, harina-isgSoum, planta ammaStakal [...] (y) un ladrillo viejo,
Si sus nalgas están prominentes: estará ansioso. eri el aceite de sésamo mezclarás, él beberá y sanará.»
Si su nalga derecha está relajada: su enfermedad cambiará.
Si su nalga izquierda está relajada: su enfermedad será fuente de Se trata verdaderamente de una nueva categoría de textos: claro está,
ansiedad (?) en ellos aún se habla de enfermedades, de su tratamiento y de pronósti-
Si sus nalgas están relajadas: morirá. cos. Como siempre, cada, artículo comienza por una forma gramatical
Si sus nalgas están en buen estado: sanará. muy rígida —«Si un hombre...»—, seguida de una descripción de los
Si sus nalgas están magulladas, a tal punto que no pueda dejar el síntomas o del nombre de la propia enfermedad si se conoce la causa
lugar en que se encuentra, ni emitir agua: ha sido "golpeado" por detrás; («picadura de escorpión»). Por el contrario, lo que sigue es nuevo y
morirá.» dirigido directamente al practicante: por esta razón, la forma utilizada es
la segunda persona del singular del tiempo simple (traducido según el
E l tipo de estructura que aparece aquí se repite en todo el texto para contexto por un presente o un futuro); esta parte dice al experto cómo
cada parte del cuerpo, del cráneo al tobillo. E l deseo de localizar cada tratar la enfermedad, o, dicho de otra forma, da la solución al problema
síntoma posible para cada posible parte del cuerpo conduce a esta red planteado. En los textos médicos, esta «solución» consiste generalmente
BABILONIA (1800 A. DE C.) 42 43 BABILONIA (1800 A. D E C.)

en una serie de directivas a seguir, incluyendo la preparación y la «He sumado la superficie y mi lado de cuadrado: 45.
aplicación de remedios y de plantas, es decir, lo que podríamos llamar Pondrás 1, la wasitum. Fraccionarás la mitad de 1 (: 30). Multiplica- Wasitum: palabra cuyo
una «prescripción». L a conclusión invariable es un pronóstico. rás 30 y 30 (: 15). "Agregarás 15 a 45: 1. 1 es (su) raíz cuadrada. Restarás sentido todavía hoy se
Como antes, el texto apunta a la sistematización. La exhaustividad discute.
el 30, que has multiplicado, de 1 (: 30).
de la presentación como sustituto de la generalidad está claramente 30 es el lado del cuadrado.»
ilustrada, por ejemplo, en el tercer artículo: «Si su diente de la derecha
está enfermo, vertirás sobre su diente de la izquierda... y si su diente de El objetivo del problema es simple: hay que hallar el lado de un
la izquierda está enfermo, vertirás sobre su diente de la derecha...» para cuadrado del que se dá la suma de la superficie y de un lado (todos los
expresar lo que nosotros diríamos como: «Aplicar en el lado opuesto al problemas de la tablilla son variaciones sobre este tema).
del diente enfermo.» E l problema está dividido en dos partes separadas tanto por su
Pero en vano buscaríamos en este texto, o en los demás del mismo gramática como por su contenido. L a presentación del problema se
periodo, una sistematización por enfermedad. ¿Es esto un reflejo exacto expresa en primera persona del singular y en pasado («He sumado...»),
del desarrollo de la medicina paleobabilónica o un simple «azar de la mientras que la solución en sí misma se da en segunda persona del
excavación»? Me inclinaría personalmente por la segunda explicación y singular y en tiempo futuro simple. Por esta causa distinguimos estos
creo que aquí estamos tratando sólo con selecciones, extractos, compila- textos de problemas de los textos de procedimiento.
ciones. Para los periodos que siguen al que nos ocupa, junto a textos Para ver más claramente la estructura de este procedimiento, reescri-
explícitamente intitulados «extractos», encontramos efectivamente docu- bámoslo en la forma esquemática siguiente (teniendo siempre presente
mentos que ofrecen un orden riguroso y sistemático de síntomas y que se trata de una representación moderna):
enfermedades, como lo atestigua este fragmento característico de sólo
doscientos años menos (he suprimido las últimas prescripciones para Número de etapa Cálculo
resaltar mejor la estructura de la organización): 1
1
2 72(U = 0;30
1. Si un hombre sufre un "golpe" en la mejilla:
3 0;30 x 0;30 = 0;15
amasarás (8 medicamentos) en el... y cerveza fuerte, harás hervir en una
cacerolita de cobre, lo extenderás sobre un vendaje y vendarás su boca. 4 0;15 + 0;45 = 1
2. Si un hombre está enfermo de un "golpe" en el medio, de tal 5
forma que no puede caminar más...: 6 1 - 0;30 - 0;30
secarás, triturarás, filtrarás... (4 medicamentos), (los) mezclarás en una
cacerolita de cobre, extenderás sobre una piel, vendarás y dejarás Aparece, pues, un orden lineal, en el que cada etapa está constituida
durante tres días... por una operación que utiliza como material de base los resultados de
3. Si un hombre sufre de un "golpe de muerte": las operaciones precedentes y (o) los datos de partida; es lo que hoy
4. Si un hombre está enfermo de un "golpe" en el costado: llamamos un algoritmo. Así, partiendo de 1 (etapa 1), debemos dividirlo
5. Si un hombre está enfermo de un "golpe" en el pie: » por 2 (etapa 2), multiplicar el resultado por sí mismo (etapa 3), agregar
este resultado al dato inicial (etapa 4), extraer la raíz cuadrada del
La introducción de esta segunda clase de textos, de los que los dos resultado (etapa 5), y, finalmente, sustraer de este resultado el obtenido
últimos documentos son típicos, distinta de la estudiada anteriormente, en la etapa 2 (etapa 6).
requiere una terminología apropiada. Llamaré tablas ios textos del N o es éste el lugar adecuado para entrar en una larga discusión
primer tipo, y textos de procedimiento los del segundo. La existencia de sobre los detalles técnicos de las matemáticas babilónicas, por ejemplo,
estas dos categorías y las relaciones entre ambas están, en cierto sentido, el hecho de que todos los números estén expresados en base «sesenta»,
en el núcleo de nuestra argumentación, según la cual existía en Mesopo- lo que explica los valores aparentemente extraños pero absolutamente
tamia una aproximación específica en algunos ámbitos privilegiados por correctos de los resultados de cada operación. Aquí diré solamente que
los babilonios. cada operación se efectuaba remitiéndose a tablas apropiadas: por
ejemplo, la multiplicación de la etapa 3 se ejecutaba utilizando una
tabla de multiplicación (o de cuadrados) y la raíz cuadrada de la etapa 4,
evidente en este caso particular, requería en principio una tabla de raíces
Matemáticas Conocemos varias centenas de textos matemáticos paleobabilónicos cuadradas.
y se dividen bastante claramente en nuestras dos categorías. L a primera Pero la especificidad de las matemáticas permitió a los babilonios
y, de lejos, la más importante cuantitativamente, está formada por tablas llevar el desarrollo de los procedimientos más allá de lo que podía
de multiplicación, de inversas, de cuadrados, de raíces cuadradas, etc. En hacerse en el terreno médico. ¿Cómo se suponía que el estudiante
cuanto a los textos de procedimiento (hay cerca de una centena), babilónico ponía en práctica el conocimiento que había adquirido
exponen un problema matemático, así como, en la mayoría de los casos, aprendiendo a resolver este problema particular, cuando era confronta-
su solución. De estos últimos textos hemos elegido nuestro primer do a un nuevo problema? Todo iba bien, en principio, cuando se le
ejemplo. proponía un problema de la misma naturaleza con una simple modifica-
Es un texto paleobabilónico formado, cuando estaba completo, por ción de los valores numéricos; pero supongamos que se le diera la
veinticuatro problemas separados en la tablilla por líneas trazadas con diferencia y no la suma de la superficie del cuadrado y de su lado. De
regla. Veamos el primero de estos problemas: hecho, esta variación constituye el tema del problema siguiente en
BABILONIA (1800 A. D E C.) 44 45 BABILONIA (1800 A. D E C.)

nuestra tablilla (en adelante, el texto estará dividido en las etapas,


numeradas,, del procedimiento):

«He sustraído mi lado de cuadrado de la superficie: 14 30.


1 Pondrás 1, la wasitum.
2 Fraccionarás la mitad de 1 (: 30).
3 Multiplicarás 30 y 30 (: 15).
4 Agregarás 15 a 14 30: 14 30 15.
5 29 30 es (su) raíz cuadrada.
6' Agregarás el 30, que has multiplicado, a 29 30 (: 30).
30 es el lado del cuadrado.»

Notemos que de la etapa 1 a la 5 los dos textos son idénticos en su


forma (pero no, por supuesto, en los valores numéricos utilizados). L a
etapa 6 está remplazada en el segundo problema por una etapa 6' en la
que interviene una suma y no una diferencia. En términos modernos
diríamos que las etapas 1 a 5 forman un subalgoritmo común a los dos
problemas mientras que las etapas 6 y 6' distinguen los problemas
planteados (suma o diferencia de la superficie de un lado dado al
comienzo).
Volvamos ahora al tercer problema de la tablilla:

«He sustraído el tercio de la superficie y luego he agregado el


tercio del lado del cuadrado a la superficie: 20.
1 Pondrás 1, la wasitum. Tablilla de problemas
matemáticos (a la derecha).
2 (Le) sustraerás el tercio de 1, la wasitum, (o sea) 20 (: 40). Un ejemplo de la clase de
3 Multiplicarás 40 por 20: inscribirás 13 20. textos de procedimientos en
4 Fraccionarás la mitad de 20...: (10). matemáticas. Esta tablilla
está grabada en dos
5 Multiplicarás 10 y 10 (: 1 40).
columnas de los dos lados y
6 Agregarás 1 40 a 13 20: 15. lleva una serie de
7 30 es (su) raíz cuadrada. veinticuatro problemas,
8 Sustraerás el 10, que has multiplicado, de 30: 20. separados por líneas
horizontales. Cada problema
9 Su cuarentavo (: 1 30). se divide en dos partes: una
10 Multiplicarás 1 30 por 20 (: 30). presentación y un algoritmo
30 es el lado del cuadrado.» de solución. El contenido de
la tablilla se da en las págs.
Esto equivale a dar la suma de los dos tercios de la superficie y del 42-46.
tercio del lado de un cuadrado. E l procedimiento de la solución consiste (BM 13 901, época
paleobabilónica, Iarsa (?).)
en una parte (etapas 1 a 3) cuyo resultado es cambiar la escala transfor-
mándolo entonces en un problema del mismo tipo que el primero que se
estudió. De hecho, las etapas 4 a 8 son identificables como el algoritmo
explícito en el primer problema para obtener el lado de un cuadrado del
que se conoce la suma de la superficie y de un lado. Habiendo encontra- I «He realizado la adición de la superficie y mi lado: 45
do de esta forma la solución al problema transformado, la última parte IT He sustraído mi lado de la superficie: 14 30
(etapas 9 y 10) está consagrada a la reconversión a la escala original, III He sustraído el tercio de la superficie, luego he agregado el
dando así la respuesta al problema de partida. En resumen, el procedi- tercio del lado a la superficie: 20
miento de base (con sus dos variantes) dado en los dos primeros
problemas, es el fundamento a partir del cual se pueden resolver proble- IX He sumado la superficie de mis dos cuadrados: 21 40.
mas que podrían parecer superficialmente más complicados. E l estudian- Un lado era superior al otro lado en 10
te ha aprendido a interpolar por la incorporación de estos subalgoritmos, X He sumado la superficie de mis dos lados: 21 15.
mediante un cambio a la escala apropiada. Esta forma de acceso se Un lado era superior al otro lado en un séptimo
repite en lo que resta de la tablilla, describiendo los problemas toda una XI He sumado la superficie de mis dos cuadrados: 28 15.
gama de posibilidades a partir de un cuadrado, y luego de dos y de tres, Un lado era superior al otro lado en un séptimo
con relaciones específicas entre ellos. L a riqueza del texto será percibida XII He sumado la superficie de mis dos cuadrados: 21 40.
gracias a esta simple lista de las primeras lineas de cada uno de los He multiplicado mis lados: 10
problemas tratados (¡y conservados en buen estado!) en el resto de la XIII He sumado la superficie de mis dos cuadrados: 28 20.
tablilla:
Un lado era el cuarto del otro lado
47 BABILONIA (1800 A. D E C.)
BABILONIA (1800 A. DE C.) 46

XIV He sumado la superficie de mis dos cuadrados: 25 25. veces 11 5 30


U n lado era los dos tercios del otro y 5 nindan veces 12 6
veces 13 6 30
XVI He sustraído un tercio del lado de la superficie: 5 veces 14 7
XVII He sumado la superficie de mis tres cuadrados: 10 12 45. veces 15 7 30
U n lado era el séptimo del otro lado veces 16 8
XVIII He sumado la superficie de mis tres cuadrados: 23 20. veces 17 8 30
U n lado era superior al otro lado en 10 veces 18 9
XIX He elevado al cuadrado mis lados, luego he adicionado l a veces 19 9 30
superficie. veces 20 10
Tanto como un lado excedía el otro lado, lo he elevado al veces 30 15
cuadrado. veces 40 20
L o he agregado a la superficie: 23 20. veces 50 25 »
He sumado los lados: 50
Incluso allí donde la sistematización debería haber sido menos
XXIII He sumado los cuatro lados y la superficie: 41 40. evidente, por ejemplo en las tablas donde están consignadas las igigubbü,
XXIV He sumado la superficie de mis tres cuadrados: 29 10. estas constantes asociadas a diferentes problemas, el orden de presenta-
U n lado era los dos tercios de un lado y 5 nindan » ción en la tablilla se hacía según el tema en cuestión —superficies,
volúmenes de montones dé arcilla, de ladrillos, de tierra, muros, silos,
La disposición sistemática es apreciable a primera vista. Después de etcétera.
una sección que trata de un solo cuadrado {I-VIIII), le sigue una que Como vemos, también el mundo matemático paleobabilónico estaba
trata de dos cuadrados {IX-XIV), y luego otra de tres (XVII-XVIII). L a hecho de tablas y de procedimientos. Éstos últimos se dirigían directa-
aparente inconsecuencia que constituye el artículo XVI cuyo lugar mente al estudiante (o al escriba), y le indicaban cómo seguir un
«natural» tendría que haber sido anterior se explica justamente por el algoritmo específico. Cada etapa de este algoritmo hacía implícitamente
tipo de procedimiento utilizado en su solución, procedimiento que lo referencia a una tabla en la que se podían encontrar los valores numéri-
vincula más bien a un problema que trata otro número de cuadrados cos efectivos necesarios para efectuarlos. E n cuanto a los textos de
(otro ejemplo es el artículo XXIII que utiliza un algoritmo de resolu- procedimiento, estaban ordenados de forma sistemática, teniendo esta
ción bastante diferente a los de la primera parte). disposición el papel que nosotros otorgamos a las fórmulas o reglas
Claro está, los textos de procedimiento matemáticos no están todos generales. De hecho, esta sistematización, tanto de las tablas como de
dispuestos de manera tan sistemática. Por otro lado, muchos de ellos no los textos de procedimiento, servía al mismofin:el de proporcionar una
contienen más que un único problema o, incluso si las tablillas constan red gracias a la cual se podía comprender el mundo matemático y
de varios problemas, los ejemplos cubren temas diferentes. Pero, hasta
en este último caso, los subgrupos de problemas siguen a menudo el
mismo modelo de presentación que en el texto considerado. Aquí
constatamos, una vez más, la diferencia entre nuestra manera de abordar
los problemas y la de los babilonios. Allí donde nosotros resolvemos
cuestiones, particularmente matemáticas, creando primero una regla
general y especializándola luego según los diferentes casos particulares,
los mesopotámicos podían lograr el mismo resultado construyendo un
cuadro de ejemplos típicos e interpolando luego para resolver nuevos
problemas.
Los cálculos necesarios para los procedimientos se efectuaban gene-
ralmente recurriendo a tablas. Éstas estaban también dispuestas sistemá-
ticamente como lo muestra el ejemplo siguiente de una tabla de multi-
plicar:
Tabla de raíces cuadradas.
« 30 veces 1 30 Esta tablilla lleva, en
columnas alineadas, típicas
veces 2 1 de una tabla, primero un
veces 3 1 30 númeo N y luego su raíz.
veces 4 2 «1: 1 es su raíz
veces 5 2 30 «4: 2 es su raíz
«9: 3 es su raíz», etc.
veces 6 3 Es a todas luces una tablilla
veces 7 3 30 escolar: el reverso lleva un
veces 8 4 ejercicio literario.
veces 9 4 30 (CBS 14 233, época
paleobabilónico, Nippur.)
veces 10 5
BABILONIA (1800 A. D E C.) 48 49 BABILONIA (1800 A. D E C.)

acceder a él, al menos en un sentido operativo. En un método como éste, sus logros. Más bien, hemos querido describir y caracterizar las prácticas
mientras más completa y exhaustiva es la red, más general y eficaz es de una razón babilónica, mostrar su coherencia y subrayar que el propio
su uso. ejercicio del conocimiento no escapa a las cuestiones históricas. Los
babilonios del segundo milenio no eligieron las mismas opciones que
nosotros —sus criterios no eran los mismos—, pero sus opciones, como
La mayoría de las sociedades privilegian un dominio cognitivo en el las nuestras, son una parte de la historia, la suya y la nuestra.
cual ordenan y clasifican el mundo circundante; esta elección es función
del tiempo y del espacio. Desgraciadamente para nosotros, los babilo-
nios no han dejado ninguna introducción explícita a su propia concep-
ción en este ámbito; el pensamiento reflexivo, consciente de sí mismo, no
formaba parte de su cultura escrita. A falta de esto, nos hemos visto
obligados a reconstruir su visión de las cosas, primero a partir de la
práctica social, luego de forma más detallada a partir de la estructura
formal de los textos relativos a las disciplinas que potencialmente
constituían este dominio.
De éstos hemos deducido, en particular, que en la Mesopotamia
paleobabilónica este ámbito estaba estructurado por dos clases de textos
identificables por su organización espacial: textos de procedimiento, que
enseñaban a su usuario los medios de resolver un problema dado; tablas,
a las que se referían los primeros, a título de índice o para realizar
cálculos, por ejemplo.
Los dos tipos de texto cobraban su eficacia en la creación de una red
que abarcaba de forma «exhaustiva» la parte correspondiente del mun-
do. A l menos en teoría, un problema dado podía ser localizado en la red,
ya sea directamente, ya sea por interpolación. L a extensión y el refina-
miento crecientes de estos textos en el curso del tiempo son, por otro
lado, indicadores del grado de comprensión y de maestría alcanzado por
los babilonios en las compilaciones sistemáticas.
Armados con este análisis, podríamos estudiar otros textos: la
astrología, como hemos dicho antes, es una buena candidata. Pero
incluso si el tema tratado no es de aquellos que la mayoría de los
asiriólogos asociarían a las disciplinas que hemos considerado, un
análisis tal puede revelarse fructífero. N o es una coincidencia que los
«códigos» de leyes mesopotámicas de que disponemos, y, en particular,
el muy largo Código de Amurabi, participen de todas las características
de las tablas. Las leyes comienzan con una frase invariable: «Si un
hombre...», escrita en pasado, y terminan con una «precripción» —un
castigo, en este caso— en tiempo simple. E l Código entero está dividido
en secciones por temas: falsos testimonios, robos, lesiones corporales,
etcétera. Cada uno de estos temas está analizado por medio de un sis-
tema de coordenadas cuyos parámetros son la clase social, el sexo, la
edad y la gravedad del perjuicio. L a filiación directa con las tablas de
adivinación y de medicina salta a la vista.
Pero esta categoría de documentos no es extensible al infinito y la
mayoría de los textos cuneiformes no se prestaría a un análisis tal. N i la
poesía mitológica, por un lado, ni los textos económicos, por otro, están
estructurados de esta forma.
Organización y clasificación: esto, más que su contenido efectivo, nos
ha servido de piedra angular para seleccionar las disciplinas objeto de
estudio. Haciendo esto, hemos intentado evitar las palabras «racional» o
«científico», con el fin de evitar al mismo tiempo juzgar sus cualidades
en relación a nuestra propia comprensión. N o se trata de ninguna
manera de hacer aquí una profesión de fe relativista, según la cual toda
estructuración del mundo por una cultura dada sería el equivalente a
cualquier otra: no hemos tratado de comprender una etapa del desarro-
llo de tal o cual ciencia, ni de valorar su eficiencia, sus límites, su validez,
A cada uno su verdad:
las matemáticas en Egipto
y en Mesopotamia
JAMES RITTER

En el que el escolar egipcio y el escolar babilonio comparan sus deberes


y descubren por qué las matemáticas se escriben en plural

as matemáticas gozan de una fama ambivalente entre los historia-

L dores de las ciencias.


Para unos, son un río: un flujo continuo de progresos gradua-
les, acumulativos, en el que cada individuo, generación, civilización,
añade su riachuelo al mismo gran río. Por supuesto que las condiciones
del terreno por el que pasa el río, morrenas de la ignorancia, escarpas
socio-políticas, pueden desviar momentáneamente su flujo o incluso
detenerlo. Pero muy pronto se reafirman la fuerza y el impulso interno
del dominio y el gran río puede comenzar de nuevo su curso.
Para otros, sin embargó, las matemáticas son exclusivamente la obra
de grandes hombres, esos genios brillantes que, gracias a su insondable
originalidad y a la profundidad de su pensamiento, han creado a su
imagen y semejanza lo que artesanos menores se contentarán con
desarrollar. Lo que ha modelado la topografía del dominio, esas cum-
bres que conquistar, esas llanuras en que abandonarse, son precisamente
las decisiones de esos pocos elegidos.
En ambos casos, el estudio de los orígenes del dominio no tiene gran
atractivo; para los primeros, lo que aún no es más que un arroyo
minúsculo apenas puede ofrecer informaciones prospectivas sobre la
naturaleza del ancho río tumultuoso en que se convertirá; para los
segundos, los genios desconocidos, no inscritos, que crearon la disciplina
vivieron demasiado pronto como para dar testimonio válido de su
trabajo. Por ello, los escasos historiadores que escrutan los rastros más
precoces de las matemáticas son considerados en general por sus colegas
como bichos exóticos, que se contentan con balbuceos pueriles, supera-
dos hace ya tanto tiempo y olvidados con razón por los matemáticos en
ejercicio y por los que los estudian.
Escriba de Egipto. Con el
Una posición como ésta es, sin duda, engañosa: hay algo que desarrollo de las primeras
aprender de un examen atento de los comienzos; las propias matemáti- civilizaciones centralizadas en
cas pueden iluminarse por esta mirada a sus fuentes. Y tal mirada los valles del Nilo y del
mostrará que las dos actitudes caricaturizadas antes dejan escapar Eufrates-Tigris, la escritura
se hizo esencial para la
ambas lo esencial: si una dinámica interior al dominio es responsable producción y la distribución
—sólo parcialmente, por otro lado— del desarrollo de las matemá- de los bienes; la función de
ticas, esta dinámica opera muy concretamente, ya que las técnicas que se los escribas era primordial.
mantienen suscitan nuevos problemas, más que al contrario. Y si las Aquí, un escriba egipcio hace
las cuentas de un dominio
elecciones que los matemáticos hacen contribuyen, sin duda, a la orien- funerario.
tación de su disciplina, en absoluto se trata de una elección individual, (Tumba de Akhet-Hotep,
«libre», sino de problemáticas colectivas detenninadas históricamente. Antiguo Imperio, Saqqara.)

51
LAS MATEMATICAS EN EGIPTO Y E N MESOPOTAMIA 52 53 LAS MATEMATICAS EN EGIPTO Y E N MESOPOTAMIA

Precisamente para comprender todo esto vamos a estudiar de cerca desarrolle la escritura, es central que haya necesidades materiales, en
los primeros testimonios directos de que disponemos de una actividad particular, la necesidad de guardar registros de transacciones. Este
matemática, los de Mesopotamia y el antiguo Egipto. extremo sólo se ha comprendido después de que los descubrimientos
arqueológicos de los últimos decenios nos hayan permitido seguir el
desarrollo, prácticamente a partir de cero, de dos sistemas de escritura,
Leer, escribir, contar... uno utilizado en el sur de Mesopotamia desde mediados del cuarto
Desde hace poco está claro que las matemáticas y la escritura
milenio antes de nuestra era, y otro, en la región de Susa, en Irán, algo
mantienen una relación simbiótica. Nacieron al mismo tiempo y sus
más tarde.
destinos han estado siempre estrechamente entrelazados, incluso si la
segunda se ha liberado, en gran medida, de las restricciones impuestas En las dos sociedades, el soporte material es la arcilla, prácticamente
por las primeras. Estamos tan habituados a ver los sistemas modernos indestructible, y los primeros documentos son cuentas. La necesidad de
de escritura como reflejos del lenguaje hablado que quizá sea saludable medir, dividir y repartir el poderío material ,de sus sociedades es, por
recordar que al principio las cosas no fueron así. tanto, lo que ha dado nacimiento a los primeros sistemas de escritura. E l
primero, en particular, que llamamos «cuneiforme», conocería un gran
Para que una sociedad desarrolle una matemática que vaya más allá
éxito durante los siguientes tres mil años. Usado para escribir no sólo el
del mero cálculo, hace falta un soporte material de uno u otro tipo. Sin
sumerio que lo origina, sino también el acadio, el hitita, el elamita, el
escritura, las limitaciones de la memoria humana restringen el grado de
hurrita y otros muchos lenguajes del antiguo Cercano Oriente, sólo se
complejidad numérica que se puede alcanzar. Esto es algo harto conoci-
eclipsaría al comienzo de nuestra era.
do desde hace mucho tiempo.
. En Egipto, donde una civilización independiente se expande rápida-
Egipto y el Próximo Oriente Lo que hemos sabido más recientemente, sin embargo, es que lo
en el segundo milenio a. de C. inverso también es cierto. Dicho de otra manera, para que una sociedad mente hacia el final del cuarto milenio, la situación por lo que respecta a
la escritura está menos clara. En primer lugar, el soporte material,
excepto para las inscripciones monumentales, es el papiro o la madera.
Además, la historia de las excavaciones arqueológicas es muy diferente
en este caso: como el valle del Nilo es estrecho y está densamente
poblado —y también porque Egipto, para su desgracia, ha producido un
arte muy apreciado por los coleccionistas occidentales—, la mayoría de
las excavaciones se han realizado en zonas desérticas, lejos de las
ciudades de adobe, y se han concentrado casi exclusivamente en cemen-
terios y templos de piedra. Egipto nos ha legado pues menos documen-
tos escritos que Mesopotamia —centenas de veces menos. Pero los
testimonios que quedan sobre la naturaleza del uso cotidiano de la
escritura muestran, también en ese caso, la existencia precoz de los
textos de economía y de las cuentas y su importancia. Los primeros
pictogramas sólo se han conservado en su aspecto original en las
inscripciones en piedra, y, desde los griegos, reciben el nombre de
«jeroglíficos»; estos «jeroglíficos» evolucionaron hacia la escritura cursi-
va, llamada «hierática», que es la que se utiliza casi exclusivamente en
todos los documentos corrientes.
Quizá no sea inútil precisar que, tanto la escritura egipcia como la
cuneiforme acadia, en las que están escritos todos los documentos que
estudiaremos, son esencialmente sistemas de escritura fonética. En el
primero, cada signo representa una consonante o varias (las vocales no
se escribían en el egipcio antiguo, como sucede también en el árabe o el
hebreo modernos); en el segundo sistema, cada signo representa una
sílaba.
A l final del tercer milenio, estas escrituras habían alcanzado lo que
parece ser una forma estable. Los signos y sus combinaciones, la
formación de las palabras, de los números, etc., se enseñaban en escuelas
reservadas casi exclusivamente para los niños de las clases sociales
dirigentes. Poseemos ejemplos de ambas civilizaciones de ejercicios
escolares y de textos pedagógicos de diferentes tipos (véase pág. 00) y,
entre ellos, textos y ejercicios matemáticos. Además, sabemos que el
aprendizaje de la aritmética comenzaba muy pronto en el currículo
escolar, al mismo tiempo que la escritura y la lectura, y que las matemá-
ticas, igual que hoy, estaban consideradas como una de las asignaturas
«más difíciles».
Alrededor del año 2000 a. de C , Sulgi, uno de los reyes del imperio
LAS MATEMATICAS E N EGIPTO Y E N MESOPOTAMIA 54 LAS MATEMATICAS E N EGIPTO Y E N MESOPOTAMIA
55
de U r III en Mesopotamia, era el héroe de un himno escrito, que se generalmente, de «prácticas» o de «empíricas» las matemáticas de esas
convirtió en un texto modelo, utilizado como ejercicio escolar durante la dos culturas. Y , en cierta medida, no deja de ser cierto.
primera mitad del segundo milenio. En ese documento, se vanagloria de Pero lo que esta observación deja sobreentendido exige un análisis
1
sus éxitos escolares y, en particular : más detallado. Los que adoptan esta terminología, y cuentan entre sus
filas con discípulos de cada una de las escuelas mencionadas al comien-
«Cuando era niño (en) la escuela, zo, suponen de hecho que no existe más que una matemática, en todas
En las tablillas de Sumer y de Akkad, aprendí el arte del escriba, partes igual, y solamente más o menos desarrollada. Las comparaciones
Entre los jóvenes, nadie sabe escribir una tablilla como yo entre matemáticas egipcias y matemáticas babilónicas se reducen enton-
Soy capaz de restar y de sumar a la perfección, (hábil en) calcular y ces, en general, a la pregunta: «¿Quiénes eran mejores?»
hacer cuentas. Pero una mirada más atenta sobre las matemáticas —digamos de la
La justa Nanibgal, (la diosa) Nisaba, primera mitad del segundo milenio— en las dos civilizaciones mostrará
Me dotaron generosamente de sabiduría e inteligencia.» que entonces había presentes dos matemáticas. De manera que, precisa-
mente en el punto en que se plantean problemas «idénticos», los méto-
Más de mil años después, el rey asirio Asurbanipal repetiría poco dos que se utilizan para resolverlos son muy diferentes. Y , lo que aún es
más o menos lo mismo en uno de sus himnos. más importante, esta diferencia de métodos tiene un efecto determinante
Encontramos los mismos sentimientos expresados en los textos sobre el desarrollo de esas dos matemáticas. Esto, de rechazo, nos
escolares egipcios. Uno de ellos, una «disputa entre escribas», género enseñará algo esencial sobre la propia naturaleza de la disciplina.
literario y pedagógico muy popular tanto eh Mesopotamia como en
Egipto, presenta a un escriba abrumando a otro con sus sarcasmos:
He aquí los dos primeros textos que examinaremos. Ambos datan Los dos graneros
«... Vienes aquí para encargarme tu trabajo. Voy a desvelar tu
del segundo milenio antes de nuestra era.
comportamiento jactancioso cuando se te da una misión. Voy a desvelar
tu arrogancia cuando dices: "Soy el escriba, jefe del equipo."
Texto egipcio Texto babilónico
Se te ha ordenado que excaves un lago y vienes a mí para averiguar
las raciones del equipo. «Ejemplo para hacer un granero
;
«El procedimiento para un
Me dices: "Calcúlalas", abandonando tu trabajo; enseñarte a llevarlo redondo de 9 (y de) 10. "tronco". 5, un codo, era su diá-
a cabo ha caído sobre mis espaldas Restarás % de 9: 1. Resta: 8. metro. ¿Cuánto vale en medida de
Te explicaré la orden del faraón aunque seas tú su escriba real. Multiplica 8 por 8; resulta 64. granos? E n tu procedimiento: pon
Te conducirán ante el balcón del palacio gracias a tus brillantes Multiplicarás 64 por 10; resulta la profundidad tanto como el diá-
realizaciones, cuando las montañas hayan vomitado grandes monumen- 640. Añádele su mitad; resulta 960. metro. Convierte 5; eso asciende a
tos para el Rey, Señor de los Dos Países. Porque eres un escriba lleno de Su cantidad en khar. 1. Triplica 5, el diámetro; eso as-
experiencia, a la cabeza del equipo. Tomarás 7 de 960: 48. E l
2 0
ciende a 15. 15 es la circunferencia
Una rampa de 730 codos (de largo) y de 55 codos de ancho debe ser montante de 100-cuádruple heqat; del "tronco". Cuadrado de 15; eso
construida con 120 compartimentos rellenos de cañas y vigas, de una trigo: 48 heqat. asciende a 3 45. Multiplica 3 45
altura de 60 codos en su cumbre, 30 codos en su mitad, con una por 5, el igigubbüm del círculo; eso
pendiente de 15 codos, con una base de 5 codos. Se pide al jefe del Forma de su procedimiento asciende a "18 45 como superfi-
equipo la cantidad de ladrillos. cie". Multiplica 18 45 por 1, la pro-
1 8 1 64 Vio 96 fundidad; eso asciende a "18 45
Todos los escribas se han reunido, pero ninguno sabe qué hacer.
Ponen su confianza en ti y dicen: "¡Tú eres un escriba hábil, amigo mío! 2 16 \10 640 V/20 48 como volumen". Multiplica 18 45
Decide rápidamente por nosotros; pues tu nombre tiene fama." No 4 32 por 1, la profundidad; eso asciende
dejes que digan: "Hay algo que no sabe."» 320 a "18 45 como volumen". Multi-
\ 8 - 64 VA
plica 18 45 por 6, (el igigubbüm de)
A l comienzo del segundo milenio, las dos culturas habían establecido Total 960 la medida de grano; eso asciende a
unas matemáticas complejas y eficaces, que podían ser aplicadas a los 1 52 30. E l "tronco" contiene 1
problemas de la sociedad en cuestión y lo eran efectivamente. Como panum, 5 sütum, 2 72 de gra-
Egipto y Mesopotamia eran en esa época estados burocráticos alta- no.
mente centralizados, con un comercio interior y exterior desarrollado, Éste es el procedimiento.»
cabe esperar que los problemas que traten unos y otros sean similares.
De hecho, la mayoría de los historiadores de las matemáticas califican, Antes de cualquier análisis detallado, podemos hacer algunas obser-
vaciones relativas a la forma de los textos más que a su contenido.
Lo primero que salta a la vista es hasta qué extremo esos textos nos
Signos de puntuación utilizados en la transcripción de los textos originales: resultan poco familiares. N o vemos en ellos nada del simbolismo mate-
( ): palabra añadida para una comprensión mejor del texto;
[ ]: laguna del texto;
mático —ecuaciones, fórmulas...— que es característico de los escritos
< >: palabra olvidada por el escribano. modernos. Sólo hay palabras y números, y, en el caso egipcio, trazos
palabra desconocida; para señalar.
: conjunto de palabras desconocidas. Pero al leer, nos encontramos en un universo más reconocible: un
LAS MATEMATICAS E N EGIPTO Y E N MESOPOTAMIA 57 LAS MATEMATICAS E N EGIPTO Y E N MESOPOTAMIA
56

El problema egipcio

Este problema se introduce como un «ejemplo» —lo que, por otra


parte, es típico. Se trata aquí de un granero «redondo» (es decir, de
sección circular) cuyas dimensiones se describen como 9 y 10. Como es
habitual en las matemáticas antiguas, las unidades de medida metrológi-
cas que se utilizan en el problema no se indican explícitamente más que
si difieren de la unidad básica. Para las medidas lineales, esta unidad
básica es, en Egipto, el «codo» (aproximadamente 52 cms.), que es, por
tanto, la medida usada en este texto: así que tenemos un cilindro de 9
codos de diámetro y 10 codos de altura. L a pregunta —aunque no se
expresa, está clara según las instrucciones— consiste en encontrar su
volumen, no en «codos cúbicos», una medida que sólo existía como
etapa intermedia en la solución de un problema, sino en una unidad de
medida «práctica», en esta ocasión la capacidad en grano. E l algoritmo
que se usa para ello estará más claro para nosotros si representamos sus
etapas sucesivas bajo una forma ligeramente simbólica:

Número . _ .,
C a l c u l
de etapa ° Operación
Cálculo del volumen:
1 '/ x9=l
9 multiplicación
2 9 — 1=8 sustracción
2
3 8 x 8 = 64 multiplicación; superficie de la base en « c o d o s »
3
Los dos graneros. A la 4 64 x 10 = 640 multiplicación; volumen en « c o d o s »
problema claro se presenta en ellos, el cálculo de la capacidad de un silo
izquierda, un modelo reducido
egipcio del Imperio Medio,
cilindrico de dimensiones dadas —aunque las unidades de medida sean Conversión en khar:
en barro cocido, presenta un difíciles de identificar a menudo. A esta definición del problema le sigue [5 y x 640 = 320
2 multiplicación]
patio de escanda menor, con una solución dada etapa a etapa, con la respuesta al final.
su portal y sus silos de 6 640 + 320 = 960 adición; volumen en khar
La estructura formal de los dos textos, egipcio y babilónico, ofrece
sección cilindrica abiertos en
su cima. A la derecha, una
un cierto número de rasgos comunes, que también se pueden encontrar Conversión en heqat
de las raras representaciones en los textos matemáticos de la antigua China y de l a India antigua. Se 720 x
7 5)60 = 48 multiplicación; volumen en 100-cuádruple-/iega£
de un granero en el Cercano caracteriza por una presentación retórica, en el sentido de que los
Oriente en el cuarto milenio^ problemas se expresan en palabras (a menudo las del lenguaje cotidiano) Evidentemente, sólo hemos vuelto a transcribir aquí las primeras
a. de C; esta impresión de
y no mediante símbolos; numérica, ya que los datos y los resultados son líneas del problema. Las seis líneas, puramente numéricas, que siguen,
un sello-cilindro elamita
ilustra el llenado de un silo números concretos y no abstracciones; algorítmica, con una serie bajo el título «Forma de su procedimiento», constituyen el trabajo
por un obrero. específica de etapas de resolución y sin demostraciones generales. técnico y volveremos a ellas más adelante.
Aún se puede ir más lejos en el estudio de estas semejanzas formales: L a resolución del problema se compone, por tanto, de siete etapas
la solución —o parte algorítmica— de cada problema está escrita en bien definidas (la quinta, a decir verdad, no aparece explícitamente en la
segunda persona (se interpela directamente al aprendiz de escriba) y parte retórica, pero para «añadir su mitad», es necesario, por supuesto,
unas veces en futuro y otras en imperativo (propone una serie de etapas ¡haberla calculado! Por otra parte, esta etapa está presente en la parte
que deben ser efectuadas y que, entonces, proporcionarán un cierto numérica que sigue).
resultado). En primer lugar, están los propios datos numéricos del problema: 9,
E l contexto en que se inscriben estos textos nos permite observar el diámetro del rilindro se utiliza dos veces (etapas 1 y 2); 10, la altura,
otros puntos de contacto. Cada uno de ellos está extraído de una una vez (etapa 4).
colección de problemas, reunidos, respectivamente, en un papiro y una L a mayor parte de los números restantes son los resultados de las
tablilla de arcilla. Tales colecciones se usaban, sin duda, como manuales diferentes etapas del algoritmo: por ejemplo, el 1, resultado de la etapa I,
escolares (todas nuestras fuentes matemáticas, tanto egipcias como se utiliza en la etapa 2; el 8, resultado de la etapa 2, se utiliza en la etapa
babilónicas, provienen, por otra parte, de un contexto escolar): si existió 3; etc.: en resumen, el resultado de cada etapa se utiliza normalmente en
algo análogo, fuera lo que fuera, a nuestros artículos de investigación y a la que le sigue a continuación.
nuestras comunicaciones científicas en la Antigüedad en el Cercano Quedan, finalmente, algunos números que no provienen de ninguna
Oriente, no ha dejado ni rastro directo ni referencia indirecta en otros de esas fuentes: en nuestro ejemplo, se trata del % de la etapa 1, el V de 2

textos. la etapa 5, y el V20 de la etapa 7. Son las constantes de la teoría


Una vez señaladas así las semejanzas formales y contextúales entre matemática egipcia, números perfectamente fijados que deben ser apren-
nuestros dos textos, vamos a interesarnos por las diferencias sustanciales didos (o leídos en algún lugar), y que se utilizan cada vez que se quiere
1
que los distinguen. resolver el problema específico correspondiente. E l / , por ejemplo, es la
g
LAS MATEMATICAS E N EGIPTO Y E N MESOPOTAMIA 58 59 LAS MATEMATICAS E N EGIPTO Y E N MESOPOTAMIA

operaciones, contentándose con exhibir sus resultados. E n cambio, las


otras tres operaciones principales utilizadas en esta colección de proble-
*S* t-nl
i-, t i" n mas —el papiro Rhind— multiplicación, división (ausente de nuestro
ltil«=* I I I
k -TI dd <j»n t •b ^ ^i mi n 11 k problema particular) e inversión, se desarrollan, en principio, explícita-
mente. Veamos, por tanto, cómo funcionan.
a n S ijTp i"i n 111 * ii V Tomemos como primer ejemplo la multiplicación (8 x 8) indicada en
II la etapa 3, cuyo cálculo detallado se encuentra en las columnas más a la
* f • P» k •(»&•»!
izquierda, tras la mención «Forma de su procedimiento». A l igual que
»D-"!r-»:¡!¡f S'
up r- s
1

f - í uif» todos los cálculos egipcios, éste está dispuesto en doble columna, la
primera comienza invariablemente por 1, la de la derecha por el valor
t'Ttjm » « r t - * ! km HA j y / ' . ^ f con el que se quiere operar, aquí 8.

Etapa 3
1
T IX/ '"'^•^ Cálculo Técnica
1 8 inicialización
2 16 duplicación
4 32 duplicación
\8 64 duplicación

A j ... , Ya que la operación es una multiplicación por 8, el objetivo es llegar


a 8 en la columna de la izquierda: esto se efectúa por simples duplicacio-
nes sucesivas de las dos columnas simultáneamente, bastando por
supuesto con tres duplicaciones para alcanzar en la izquierda el número
4 1 j.* !
deseado, 8: se inscribe entonces un trazo como señal (\) frente a esa línea
¡¡So? "nn ^
y se lee la respuesta final de la operación, 64, en la columna de la
fe i t£ 3 i derecha.
III " n n Este caso es particularmente simple. Si se hubiera tenido que multi-
•H m J - 4
plicar, pongamos, 8 por 12, el escriba hubiera señalado, con sendo
trazos en la izquierda, la casilla con el 4 y la casilla con el 8 (ya que
Ejercicios matemáticos 4 + 8 = 12), y el resultado deseado sería la suma de los valores corres-
fracción por la que debe multiplicarse el diámetro de un círculo en la
egipcios. Esta página del pondientes en la columna de la derecha (32 + 64 = 96). N o es difícil
primera etapa del procedimiento que sirve para calcular su superficie
papiro Rhind propone una 1 demostrar que, de hecho, si N y M son dos enteros cualesquiera, esta
serie de problemas (aquí, etapas 1 a 3). De la misma manera, / y V son constantes 2 2 0
2 técnica proporcionará su producto con tal de elegir uno de los números
matemáticos, cada uno de utilizadas para la conversión de los «codos cúbicos» en khar (etapas 5 y
ellos con una presentación y
como valor inicial de la segunda columna y duplicar las columnas un
6) y de los khar en hecta-cuádruple-/¡eqa£ (etapa 7), respectivamente.
un algoritmo de solución. número suficiente de veces.
Podemos resumir lo que acabamos de decir reescribiendo nuestro
algoritmo de forma más abstracta. En esta versión, representaremos los Estamos tan acostumbrados a no concebir una operación más que
I khar = 48 litros;
dos datos iniciales por Z), (9, diámetro del cilindro) y Z) (10, altura del como una etapa única que quizá sea necesario precisar claramente la
2
1 hecta-cuádruple/iegaf = 960 distinción entre las operaciones y lo que llamaré las técnicas. Las
litros. cilindro), los resultados de la etapa N, por R , y las constantes por sus
N

valores numéricos. operaciones egipcias, que incluyen nuestras cuatro operaciones familia-
res y algunas otras, disfrutan de una designación especial en egipcio; por
ejemplo, multiplicar N por M se dice «calcular a partir de N, M veces»
Número de etapa Cálculo
—¡iV y M son siempre números concretos! Pero la manera como se
1 % x Di calcula efectivamente una multiplicación dada depende totalmente del
2 tipo de números que haya que multiplicar: para los enteros, como en
3 R x R
2 2
nuestro ejemplo precedente, el método es siempre la duplicación. Si el
multiplicador no es un entero, pueden usarse otras técnicas. Tomemos la
4 R x D l
3 2
etapa J , en ella hay que multiplicar 640 por / : su ejecución aparece
2
5
explícitamente en el texto y tiene la forma siguiente:
6 Ri + R 5

Etapa 5
7 V20 x
^6
Cálculo Técnica
La serie de operaciones numéricas introducidas por la expresión [1 640 inicialización]
«Forma de su procedimiento» representa los métodos de cálculo em- \'/ 2 320 desduplicación
pleados por los egipcios para efectuar las operaciones exigidas por el
desarrollo del algoritmo. Todas las etapas se detallan en ella, excepto la L a técnica que se introduce aquí es la de la desduplicación, la
segunda y la sexta, que precisan una sustracción y una adición, respecti- recíproca de la de duplicación, que habíamos visto antes. Esta técnica se
vamente. De manera general, en escasas ocasiones se detalla ese tipo de puede reiterar para dar los Vs> Vi 6— del número inicial. Pero, a
LAS MATEMATICAS EN EGIPTO Y E N MESOPOTAMIA 60 61 LAS MATEMATICAS E N EGIPTO Y E N MESOPOTAMIA

diferencia de lo que sucede con la multiplicación de enteros por duplica- «Un granero redondo de 10 (y de) 10.
ción, no es posible obtener todas las fracciones de esta manera: por Sustraerás % de 10: 1 %. Resta: 8 % 7e Vis- Multiplicarás 8 % %
ejemplo, no se descompone en fracciones de este tipo. Hay aún otras Vis Por 8 / % 7
2
3 1 8 ; resulta 79 Vios 7 4- Multiplicarás 79 Vios V 4 por 32 3 2

técnicas representadas en este problema: la multiplicación de la etapa 4, 10; resulta 790 7 i s V27 Vs4- Añádele su mitad; resulta 1185. Multiplica
en la que hay que multiplicar 64 por 10, se efectúa de la manera 1185 por 7 i o 54 :
Eso es lo que va a entrar en 100-cuádruple heqat;
siguiente: trigo: 54 % 100-cuádruple heqat.

Etapa 4 Forma de su procedimiento:


Cálculo Técnica 1 8 7 3 Ve 7l8
[1
\10
64
640
inicialización]
decuplicación
2 17 % %
4 35 V 2 7l8
Por supuesto que el resultado hubiera podido ser obtenido por una \8 71 %
serie de duplicaciones y de adiciones (8 + 2 = 10), pero la reducción W 3
5 % Ve 7l8 727
producida por el uso de la decuplicación es evidentemente útil y simple 7 3
2 % Ve 7l2 ¡36 7 4
5

en un sistema de numeración decimal como el sistema egipcio (¡y el We 1 7 3 724 Il2 /l08
nuestro!). L a técnica recíproca, la desdecuplicación, se emplea también Wi8 % % 727 /l08 ¡324
en nuestro problema: Total 79 Vios 7 24
3

Etapa 7 1 79 Vios 7 24
3

Cálculo Técnica 10 790 7l8 727 754


[1 960 inicialización] [1 790 7l8 V27 7 ]
5 4
Vio 96 desdecuplicación
V 48 desduplicación V2 395 ¡36 7 4
5
/l08
20

Total 1185.
Vemos aquí cómo una combinación de técnicas, desdecuplicación y 1185]
[1
desduplicación, por ejemplo, permite al escriba alcanzar fracciones como 118
W10
V20. 1u e a
priori no son accesibles por la mera iteración de la desdupli-
cación. Por supuesto que hay aún otras técnicas que intervienen en las W20 59 % »
otras etapas del algoritmo, aunque, para este problema, no aparezcan E l problema es virtualmente el mismo que antes: se trata una vez
explícitamente en la parte «Forma de su procedimiento». más de calcular el volumen (en una unidad de capacidad en grano) de un
granero cilindrico. L o único que ha cambiado es el diámetro, de 9
Así, cada etapa del algoritmo corresponde a lo que hemos llamado (codos), se ha convertido en 10 (codos). ¡Pero qué diferencia por lo que
una operación. E n cada uno de los ejemplos anteriores, una única respecta a los cálculos! E l procedimiento es el mismo que el de antes; se
operación (multiplicación) corresponde a una única línea del algoritmo. 1
sustrae al diámetro / de él mismo, se eleva al cuadrado el resultado, se
9
Sin embargo, cuando se detalla en la parte del texto dedicada al cálculo, multiplica por la altura y se convierte, en khar, y luego en heqat. En la
esta operación puede necesitar diferentes técnicas: hemos 'distinguido la forma esquematizada que habíamos introducido antes, el algoritmo se
inicialización, la duplicación, la desduplicación, la decuplicación, la desde- presenta, por tanto, como sigue:
cuplicación, etc. Veremos otras en la continuación de este capítulo.
Estas técnicas forman el corazón del sistema matemático egipcio. Número
Permiten al escriba efectuar todas las operaciones aritméticas básicas de etapa Cálculo Operación
necesarias para la resolución de los problemas numéricos. Por supuesto Cálculo del volumen:
que ha de escoger, en cada caso, el conjunto de técnicas apropiadas para 7, x 10=1 y multiplicación
9

los valores numéricos particulares que tiene que tratar. Los números sustracción
10-1 V - 8 % Ve VlS
utilizados en el problema anterior, y, en particular, la elección de 9 9

8 7a '/«Vi,* 8% % 7i8 = multiplicación; superficie de la base


codos como diámetro, hacen los cálculos muy directos; el objetivo = 79 Vios lili
2
en « c o d o s »
pedagógico, el aprendizaje del algoritmo, se puede alcanzar de esta 79 y 7234*10 =
i o g
multiplicación; volumen
manera mediando un mínimo de dificultades calculatorias. =790 y y y (sfc) 1 8 2 7 54
3
en « c o d o s »
Conversión en khar:
y x79o y, y
2 8 2 7 y 4= S
multiplicación
El segundo silo =395 y 3 6 y 5 4 'Aos
790 Vis V27 V s + , adición; volumen en khar
t o c

Pero el panorama cambia con el problema que sigue en ese mismo + 395 7 36 V54 Vio8 = H85
papiro Rhind. De nuevo en él hemos restablecido algunas líneas: en Conversión en heqat
esta ocasión, las de inicialización, omitidas por el escriba en aras de la V x 1185 = 59 y
2 0 4
multiplicación; volumen en
economía. 1 OO-cuádruple-íie? at
LAS MATEMATICAS EN EGIPTO Y EN MESOPOTAMIA 62 63 LAS MATEMATICAS EN EGIPTO Y E N MESOPOTAMIA

La segunda etapa del algoritmo, la sustracción a 10 de su %, nos la única forma aceptable para un egipcio, es decir, bajo la forma de
introduce en el corazón de las técnicas matemáticas egipcias: la escritura cuantavos? L a solución adoptada en Egipto (y también, como lo vere-
2
y la manipulación de las fracciones. Para los egipcios, excepto / , no hay 3 mos más adelante, en Babilonia) es construir tablas para todas las partes
más fracciones que los «cuantavos». Donde nosotros escribiríamos 10 delicadas de las matemáticas; dicho de otro modo, organizar en forma
l
— 1 % = 8 %, el escriba ha de escribir 8 + % + / + %, transcrito 6 tabular ciertos tipos de resultados para facilitar su localización. E l
además no como una suma, sino como una yuxtaposición. L a descom- propio papiro Rhind posee una tabla de ese estilo, que ocupa práctica-
posición en cuantavos no es única, por supuesto, pero aparentemente se mente todo su recto, y da el doble de los cuantavos «impares» desde 7 5

realizaron algunas elecciones bastante pronto en la historia egipcia y los hasta 7ioi- También se encuentra un fragmento de esa misma tabla en
escribas se atuvieron a ellas de forma estricta: una posibilidad, por un papiro descubierto en Kahun. Veamos un extracto simplificado de
ejemplo, que no aparece nunca entre los egipcios consistiría en escribir este segundo documento:
para % una retahila de ocho %; de hecho, nunca se repite un mismo
cuantavo en la escritura de un número dado. Como en la parte «Forma «2(/)
de su procedimiento» no se hace explícito ningún procedimiento para la
3 7a
sustracción, la técnica mediante la cual se realizaba hemos de recons-
"5 Va y»
truirla gracias a las noticias obtenidas en otros lugares de los papiros
matemáticos. 7 % Iz8
9 Ve y..
11 Ve ¡66
Los cuantavos egipcios 13 Vs
No existen en Egipto, como tampoco en Mesopotamia, fracciones generales Si bien sabemos cómo trataba habitualmente el escriba los cálculos
como las nuestras. Sólo aparecen cuantavos que corresponden a lo que nosotros de cuantavos, sencillamente consultando tablas, no tenemos, en cambio,
denotaríamos 1/AT, y un símbolo especial que representa lo que nosotros denotaría-
2
mos / .
ningún indicio de cómo se fabricaron dichas tablas: por supuesto que no
3

La notación utilizada en Egipto sólo pone de relieve el número N, que nosotros han faltado especulaciones, pero no entraremos aquí en los largos
llamaremos, por abuso de lenguaje, el «denominador» del cuantavo: es decir, que las debates que éstas siguen suscitando. Lo único que nos es útil saber es
2
relaciones «evidentes» para nosotros, como / x 3 = 2, son mucho menos evidentes
3 que han sido copiadas y vueltas a copiar durante todo el Imperio
para los egipcios.
Medio. En nuestro caso, el escriba se ha referido a la casilla de la tabla
Todos los resultados de los cálculos fraccionarios deben ser expresados mediante
estos cuantavos. que da 2 veces 7 y leído en ella 7e Vis- E l doble de la segunda lí-
9
n a

nea es, entonces, 35 7 / / . Pero el escriba no se contenta con


3
1
6
1
18

ello: conoce (¡por ejemplo gracias a otra tabla!) la «identidad notable»


Para ver qué diferencia crea precisamente la necesidad de manipular V 7e Vz> de la que se sigue la tercera línea simplificada así.
3
=

estos cuantavos, volvamos a la etapa 3, la elevación al cuadrado de 8 7a En la quinta línea, aparece una nueva técnica, que consiste en sacar
Ve Vi 8' c u v a
realización se detalla en el primer bloque de cálculos los dos tercios de un número; nunca se descompone en pasos más
2
después del algoritmo. Presenta la estructura siguiente —en la que una simples. Si bien encontrar los / de un número entero no plantea 3
2
etapa que faltaba ha sido reconstruida: problemas particulares, no ocurre lo mismo con los / de una fracción. 3
2
En la quinta línea se trata de encontrar los / del número escrito en la 3

Cálculo Técnica primera, esto es, 8 / / V i s . expresándolo, por supuesto, en forma de


2
3
1
6
2 1

1 8 7a 76 •A. inicialización cuantavos. Los / de 8 dan fácilmente 5 / ; pero ¿para las fracciones?
3 3

2 17 7a % duplicación La respuesta, como siempre, es: «¡Consultad la tabla!», como la del


4 35 Vi duplicación papiro Rhind:
71 % duplicación
%
\8
«7 de %: Va
\7s 7a 7a
3
5 7,8 X
ln dos tercios
Va 2 7a 76 V,2 %e y4 desduplicación V de 7 :
3 3 Ve Vi8
S

V/6 1 7a 7l2 74
2 Vn /l08 desduplicación 7 de 7 :
3 6 Ve y»
1% 7a V. % In /l62 dos tercios] 7a de y : 6 V12 /a 6
Wl8 7a % y» /ios lili desduplicación % de su 7 : 2 Va
Total 79 /l08 kit suma
7 de su 7 :
3 2 Ve
L a operación es, por supuesto, una multiplicación. Reconocemos Ve de su %: V12
muchas de las técnicas que ya habíamos encontrado. L a desduplicación, 7i2 de su 7 2 V24
por ejemplo, de un cuantavo es sencilla, ya que basta con multiplicar su % sus 7 3
Via [V 4
«denominador» por 2. Por el contrario, la duplicación de una fracción S

puede plantear problemas, ya que la técnica más directa, que consiste en [ ] '
7? sus / :
2
dividir el «denominador» por 2, sólo puede utilizarse si éste es par. 3 Vl4 V42
7 su y :
2
¿Cómo duplica pues el escriba las dos primeras líneas? Dos veces / se 3 7 2 Vl4
expresa fácilmente como 1 7a- Dos veces 7e > también sencillamente, es

V i , (sus ) 7 : V22 Vee su V : Vas


7 . ¿Pero qué hacer con dos veces 79? ¿Cómo escribir el resultado bajo
3 3

7 n su V :
3
2 V22 su y : 7 4 »
4 4
LAS MATEMATICAS E N EGIPTO Y E N MESOPOTAMIA 64 65 LAS MATEMATICAS EN EGIPTO Y E N MESOPOTAMIA

El problema babilónico

Antes de interesarnos por el procedimiento del texto babilónico,


observemos que el diámetro del cilindro viene dado como «5 (es decir),
un codo». Suponemos pues, correctamente por otra parte, que si ese «5»
no está acompañado por ninguna unidad, es porque la medida que
representa está expresada en la unidad lineal de base del sistema
mesopotámico: se trata del nindan que vale doce codos (esto es, aproxi-
madamente" 6,24 m.). ¿De dónde viene entonces esa extraña afirmación
de que cinco nindan valen un codo? Henos aquí enfrentados a la primera
de las numerosas diferencias entre las matemáticas de nuestras dos
culturas. Mientras que los egipcios, como nosotros, utilizaban un siste-
ma de numeración de base diez, los babilonios emplean en sus textos
matemáticos (pero rara vez en sus textos económicos) la base sesenta. E l
«5» se debe leer pues como 0;5 = / 6 = Vi 2 de un nindan; es decir, un
5
0

codo.

8 t-3d i m 1 n í k-nh-bt; oí 9 nnbd < ! i T-ni ti pt


El sistema sexagesimal mesopotámico

41, m p-t-hiui k-jih-n! 41 nlrnph 8 uj-ps n 8 m pt-h;w/ L a elección de «sesenta», en vez de «diez», como base del sistema numérico
mesopotámico se remonta al sistema metrológico de los sumerios. Es fácil explicar
cómo hay que leer esos números.
En nuestro sistema de numeración de posición, que es decimal, tenemos diez cifras,
tu • n i h m ^ • H " m ^-flh-nph f n h {• i i)d 04b m j-nh-nph 0 i ps n
1, 2, 3..., 9 y O, y el valor de una cifra en la escritura de un número viene determinado
ni''. m"', 1^
1 0
—^ 9 D
! ¿v¿S&g!.cn ^ nnn9P?? AVVW
nn *= 1.- »'
, 3 por su posición, representando cada posición una potencia de diez particular; así, el
l l l i n n <
número 642 se puede analizar como sigue:
t-íKJjoOS* ¿át-Skh-4 m ^-n ujp t-2 !h 84 m o fcl „ 0 ¿ h-nh-ní
2 1
642 = 600 + 40 + 2 = 6 x 100 + 4 x 10 + 2x1 =6 x 10 + 4 x l 0 + 2 x 10°.
f. • 1• m 55 TI i) 1J
En el sistema sexagesimal mesopotámico (base «sesenta»), hay 59 cifras (pero no
onn99999 iWn 1M| mi / lili . hay cero hasta el siglo II a. de C ) . Así, el número escrito 642 en ese sistema
non 99?9 ""non «« un '
representará:
ofa"i drnd 4fc 8 8 1
2 I
innnnnn „„nnn 1
i in„ n
., 6 x 6 0 + 4 x 6 0 + 2 x 6 0 ° = 6 x 3600 + 4 x 60 + 2 x 1=21600 + 240 + 2 = 21842.
ni nnnn n ""nnn ¡n "
ti oi 4«> i I n i Por supuesto que, al haber 59 cifras, aparecen también números de la forma 32 26,
^ / "H999 _ / „nn .... que significa 32 x 60 + 26 x 1 = 1946 (expresado aquí mediante una transcripción
• innn nn nnsss» ¡n "n "" en cifras modernas que no eran, por supuesto, las que empleaban los babilonios). Los
asiriólogos modernos escriben esos números 32.26 o 06.04.02, respectivamente, para
84 0Í 04«. 01 23 4 evitar confundirlos con decimales.
Esta representación de los números es exactamente la que utilizamos aún para leer
la hora:
Oi3 i
1 h 4 min 23 s = 1 x 3600 + 4 x 60 + 23 x 1 = 6023 s.

Tabla matemática egipcia. Se procederá de la misma forma con las otras líneas para encontrar Las fracciones decimales se escriben con coma, según las potencias decrecientes
Papiro matemático Rhind. j y (séptima línea) y el Vis (octava línea) del número inicial, antes de de 10:
e g
r e m a
° ' reunir todos los resultados señalados con un trazo (\) para el cálculo 3,54 = 3 x 10° + 5 x 10- 1
+ 4 x 10" 2
= 3 + / 5
+ */,„„.
1 0

final.
Resumiendo: en cuanto las técnicas utilizadas por los egipcios necesi- Igualmente, las fracciones sexagesimales se escriben con potencias decrecientes
taban cálculos complicados, los escribas recurrían a tablas preestableci- de 60, y los asiriólogos las indican mediante un punto y coma:
das. Sin embargo, de ahí no se debería concluir que todos los problemas 3
0;30 = 0 x 60° + %o = Va!
estuvieran ya resueltos de golpe. U n vistazo a uno de los cálculos
2
efectuado (etapa 4), la decuplicación del cuadrado de 8 / % Vis» 3 o también,
testimonia la dificultad de gestionar fracciones complejas, incluso con las
tablas: el escriba, sencillamente, ha despreciado el cuantavo final, / . 1
81
0;5 = 0 x 60° + / 5
6 0 = %o = V
Abandonaremos ahora a los escribas del valle del Nilo para intere- Existía también una representación de las fracciones en forma de cuantavos,
sarnos por sus contemporáneos de Mesopotamia. ¿Cómo trataban éstos bastante análogos a los cuantavos egipcios.
su versión personal del problema de los graneros?
LAS MATEMATICAS E N EGIPTO Y E N MESOPOTAMIA 66 67 LAS MATEMATICAS EN EGIPTO Y E N MESOPOTAMIA

Volvamos a escribir ahora el algoritmo en forma más moderna: triplicación, conversión de unidades, se afrontan aquí como operaciones
con la misma carta de naturaleza que la elevación al cuadrado, y no
Número como objetos con un estatuto análogo al de los igigubbü. Observaremos
de etapa Cálculo Operación
de paso hasta qué punto sería anacrónico hablar del valor babilónico
Cálculo del volumen: —o, también, egipcio— de n.
0 Altura = diámetro convención Podemos ya volver a escribir el algoritmo babilónico en la forma
1 0;5 x 12 = 1 multiplicación; conversión de nindan en más abstracta siguiente —con notaciones similares a las del caso egipcio,
codos y usando (3 x ) para designar la triplicación y -» para la conversión de
2 3x0;5 = 0;15 multiplicación; circunferencia nindan en codos.
2
3 0;15 = 0;3.45 cuadrado
4 0;3.45x0;5 = 0;0.18.45 multiplicación; superficie de la base en nin- Número de etapa Cálculo
2
dan
5 0;0.18.45x 1=0;0.18.45 multiplicación; volumen en müSarum 0 =D i

1 -* i í j
Conversión en unidades de grano:
2 (3x)Dj
6 0;0.18.45x 6.0.0= 1.52;30 multiplicación; volumen en panum, sütum, 2
3 (K )
qüm. 2

4 Rx
3 0;5
Las etapas 0 y 1 del algoritmo determinan la altura del cilindro: 0 5 í xll|
4

afirma que esa altura equivale al diámetro, 1 la convierte, de los nindan 6 R x 6.0.0
5

en que estaba expresada a priori, ya que así lo estaba el diámetro, a


codos. Segunda diferencia, pues, respecto a Egipto: en el valle del Nilo, Las únicas operaciones utilizadas aquí, aparte de las dos menciona-
los volúmenes se calculan en primer lugar (como en nuestro sistema) en das anteriormente, son multiplicaciones (etapas 4 a 6) y la elevación al
unidades homogéneas (codos x codos x codos), luego se convierten, si cuadrado (etapa 3). Esto es, por consiguiente, muy parecido al ejemplo
es necesario, en medidas de grano. Pero la unidad de base babilónica, el egipcio; pero, aunque la operación «elevar al cuadrado» existe en el valle
nindan, es mayor que el codo y, si bien anchura y longitud se expresan del Nilo, allí se la reemplaza a menudo, como en los textos que hemos
con comodidad en esta unidad, es poco práctica para la altura o la estudiado, por la formulación «multiplicar N por N». Otra diferencia
profundidad de una estructura: la unidad de volumen de referencia es importante entre las dos civilizaciones aparece cuando intentamos
pues el müSarum cuyas dimensiones son nindan x nindan x codo, por lo comprender cómo llegaban los babilonios a sus resultados numéricos.
que resulta necesario convertir a codos la altura del cilindro. Ya que no hay nada entre ellos que se corresponda con los cálculos
E l cálculo efectivo del volumen es el objeto de las etapas 2 a 5: como egipcios reproducidos al final del algoritmo, ninguna «forma del proce-
en el caso egipcio, se empieza por calcular la superficie de la base del dimiento». ¿Qué técnicas se utilizaban entonces en Mesopotamia para
cilindro (aquí en «nindan al cuadrado»); después, ésta se multiplica por efectuar una operación dada?
la altura en codos para obtener el volumen en müSarum. Pero a diferen- L a respuesta es que el terreno cubierto por las técnicas en Babilonia
cia de allí, el cálculo babilónico de la superficie no es directo, sino que se corresponde exactamente con el terreno cubierto por las tablas. Y a
pasa por el cálculo de la circunferencia (etapa 2), seguido de la elevación habíamos visto cómo el escriba egipcio tenía el recurso de las tablas
al cuadrado de esa circunferencia (etapa 3); después, por la multiplica- para ciertas técnicas asociadas a las fracciones. Pero, entre el Tigris y el
ción del resultado por 0;5 (etapa 4). L a etapa 6, finalmente, da la con- Eufrates, la mayor parte de las técnicas se refieren, al menos en princi-
versión en unidades de grano, ya que la multiplicación por 6.0.0 pro- pio, a tablas: tablas de multiplicación, de cuadrados, de raíces cuadra-
porciona un número, 1.52;30, cuyo resultado en unidades de grano das, de cubos, de raíces cúbicas, etc. Veamos una típica tabla de
típicas puede deducirse directamente; la cifra de la columna de las cuadrados, como la que debió de ser utilizada en la etapa 3:
I panum 60 litros;
«sesentenas» (=1) indica el número de panum, la de las columnas de
1 sütum 10 litros; las «decenas» ( = 5) indica el número de sütum, la de las unidades « 1 1 1
1 qüm 1 litro. (=2;30=2 /6o = 272).
30 e l
número de qüm. 2 2 4
En la realización de este procedimiento, encontramos de nuevo las 3 3 9
tres clases de números que ya nos son familiares por el algoritmo 4 4 16
egipcio: los datos, los resultados de las etapas de los cálculos anteriores y 5 5 25
las constantes. A l contrario que los egipcios, los babilonios tenían una 6 6 36
designación especial para este último grupo: los igigubbü (plural de 7 7 49
igigubbüm), que aquí se mencionan como relativas «al círculo» (el 0;5 de 8 8 1 04
la etapa 4) o «al grano» (el 6.0.0 de la etapa 6). Observemos, por otra 9 9 1 21
parte, que el 12 de la etapa 1 o el 3 de la etapa 2, que nosotros 10 10 1 40
podríamos considerar como constantes, no son denominados igigubbü 11 11 2 01
por los babilonios; de hecho, no aparecen de forma explícita como 12 12 2 24
números en el texto, en el que se invita sencillamente al estudiante a 13 13 2 49
«convertir nindan en codos» y a «triplicar el diámetro» de un círculo 14 14 3 16
para obtener la longitud de su circunferencia: dicho de otra manera, lo 15 15 3 45
que intervienen son verbos y no números... Estas partes del algoritmo, 16 16 4 16
LAS MATEMATICAS E N EGIPTO Y E N MESOPOTAMIA 68 69 LAS MATEMATICAS EN EGIPTO Y EN MESOPOTAMIA

17 17 4 49 Multiplica 2 por 1 sila, el (contenido


en) grano, eso asciende a 2. 0;2xl=0;2 multiplicación
18 18 5 24
19 19 6 01 Multiplica 2 por 4 30, eso asciende a 9. 0;2x4.30 = 9 multiplicación
20 20 6 40 Calcula su raiz, eso asciende a 3. 3 es la
30 30 15 circunferencia de la medida —qüm. 79 = 3 raíz cuadrada
40 40 26 40 Toma un tercio de 3, eso asciende a 1
50 50 41 40» como diámetro. (V x)3 = l3
destriplicación
Éste es el procedimiento.»
Las propias constantes, los igigubbû, se recopilaban en tablas. Éste es
un ejemplo de ello: Reconocemos en este problema el recíproco (parcial) del problema
precedente: dada la capacidad en grano y la profundidad de un silo
: 5 igigubbûm del círculo cilindrico, calcular el diámetro y la circunferencia de su sección circular.
7 30 igigubbûm del... Observamos de paso que, si se ha de conservar a mano un resultado
2 13 20 igigubbûm del cesto para su uso ulterior (por ejemplo, el resultado de la etapa 2 que sólo se
1 40 igigubbûm de una carga de tierra vuelve a utilizar en la etapa ¿), el texto lo señala con una instrucción
4 30 igigubbûm de una carga de ladrillos especial «vuelve».
7 12 igigubbûm de un montón de ladrillos Las operaciones son la destriplicación (la recíproca de la triplicación)
6 igigubbûm del muro en la etapa 6, la extracción de raíces y la inversión (etapas 2 a 4). Sólo
5 igigubbûm de los ladrillos detallaremos la última. Para ver con más claridad cómo funciona el
6 igigubbûm de la medida de grano algoritmo, damos a continuación su forma simbólica con las notaciones
[...] igigubbûm del conducto habituales.
[...] igigubbûm Número de etapa Cálculo
4 [...] 8 igigubbûm del barco /
3 45 igigubbûm del muro de adobe -O.
2
30 igigubbûm de una carga de ladrillos cuadrados 3 0;5-'
3 igigubbûm de una carga de medios ladrillos 4 1
6.0.0"
45 igigubbûm del camino» 5 R xl¡j
4

6 R x£>
s 2

Observemos que el número 5 se designa aquí como «igigubbüm del 7. K x_R


6 2

círculo» y que 6 (por 6.0.0) es el «igigubbüm de la medida de grano»,


exactamente igual que en nuestro texto.
(7ÏX)R
Los babilonios, como los egipcios, juzgaban que la adición y la 8

sustracción eran demasiado elementales como para necesitar tablas o Constatamos que, en cada uno de los casos, el resultado de una
técnicas especiales. inversión se utiliza a continuación en una multiplicación: el resultado
de la etapa 2 se utiliza en la etapa 7; los de las etapas 3 y 4, en la eta-
pa 5. Dicho de otra manera, la inversión sirve, conjuntamente con
En sentido contrario una multiplicación, para formar lo que nosotros llamamos división
(N/M = 1/JV x M). En Mesopotamia, el papel funcional de la división
Miremos ahora la última parte de otro problema que proviene de la lo representa casi siempre la combinación de estas dos operaciones. E l
misma tablilla, seguido de su escritura simbólica: cálculo de los inversos, faltaría más, se efectúa por intermedio de una
tabla análoga a la siguiente (de la que sólo ofrecemos aquí el reverso):
Número
Texto babilónico Cálculo Técnica
de etapa 2
«1 sus / 3 40
«Si el (contenido en) grano era una sila su mitad 30
y mi profundidad, 1 6 40, ¿cuánto son 20
su 7 3
mi diámetro y mi circunferencia?
SU 74 15
Convierte 1 6 40, eso asciende a 13 20. -•1.6.40 = 13.20 nindan -•codos 12
su Vs
Encuentra el inverso de 13 20, eso as- su Va 10
su V
_1
ciende a 4 30. 13.20 =4.30 8 7 30
Vuelve. su % 6 40
Encuentra el inverso de 5 (el igigubbüm su Vio 6
del) círculo, eso asciende a 12. 0;5 _I
= 12 SU ' / l 2 5
Encuentra el inverso de 6 (el igigubbüm su Vis 4
de), la medida de grano, eso asciende a SU Vi 6 3 45
10. 6.0.0"'=0;0.0.10 mverso SU Vi 8 3 20
Multiplica 10 por 12, eso asciende a 2. 0;0.0.10x 12=0;2 multiplicación su V20 3 )
71 LAS MATEMATICAS E N EGIPTO Y E N MESOPOTAMIA
LAS MATEMATICAS E N EGIPTO Y E N MESOPOTAMIA 70

Por supuesto que hay «agujeros» en esta tabla, números para los que sencillamente a otro cuantavo [1/iV -* l/(2iV)], así como la duplicación
no existe ningún inverso en forma de su sexagesimal finito (de la misma de un cuantavo par [l/iV-> l/(N/2)]; en cambio, la duplicación de un
manera que V3 = 0,33333... no tiene expresión decimal finita). Números cuantavo impar no es en absoluto fácil, igual que no lo es, en ese
como 7, 11, 13, 14, sencillamente se evacuarán, por tanto, de las tablas contexto, el cálculo de los dos tercios de un número. Finalmente, la
babilónicas de inversos. En cuanto a los textos matemáticos, o bien adición de fracciones es una dificultad central. Recordemos que la
evitan utilizar tales números en sus ejemplos, o bien desarrollan técnicas manera de resolver estos problemas es construir tablas, de manera que
alternativas para tratarlos, como, por ejemplo, leer «al revés» una tabla no haya que efectuar los cálculos difíciles más que de una vez por todas,
de multiplicación (11 no tiene inverso en sexagesimal, pero 22 x 7 n y que uno pueda referirse a ellas desde entonces, para copiar de ellas el
puede calcularse a partir de la tabla de multiplicación por 11). Veamos resultado necesario.
otro ejemplo, relativo a la división de 70 por 7: Para los babilonios, por el contrario, la conversión inmediata en
sexagesimales permite evitar esos obstáculos. ¡Pero surgen de repente
otros problemas! E l uso de los sexagesimales sólo es útil cuando el
«El inverso de 7 no puede hallarse. número en cuestión tiene una expresión finita. Esto significa que las
¿Qué pondría yo para que me diera 1.10? técnicas de inversión o de extracción de raíces plantean problemas
Pon 10.» porque se corre el riesgo de que transformen sexagesimales finitos (por
ejemplo, enteros) en otros números que ya no lo son. Aquí es, por tanto,
El cálculo de las raíces cuadradas y cúbicas aboca al mismo tipo de donde cobra todo su sentido el uso de tablas. Las tablas de multiplica-
Situación. Con el asunto de los inversos, utilizados en los textos babiló- ción —operación que no suscita, sin embargo, dificultades técnicas
nicos frecuentemente y de manera esencial, llegamos a una de las comparables a las que acabamos de señalar— facilitan el trabajo en un
principales partes «duras» de las matemáticas babilónicas. Aunque haya mundo de base «sesenta» (en el que las multiplicaciones elementales van
habido tablas elaboradas disponibles y, más adelante, en la época desde 2 veces 2 hasta... ¡59 veces 59!); pero las tablas de inversos son en
seléucida (fin de primer milenio a. de C ) , el número de cifras propor- este caso algo más que una comodidad: son absolutamente necesarias
cionado por tales tablas se haya aumentado considerablemente, la ma- para que las técnicas vigentes puedan ser al menos un poco eficientes en
nipulación de los inversos se consideró siempre como una fuente de la resolución de problemas prácticos.
muy notables dificultades para el escriba, tanto aprendiz como profe- En resumen, la aparición inevitable de regiones del saber para las
sional. que una elección prefijada de técnicas creaba problemas específicos ha
dado nacimiento, en las dos civilizaciones de manera independiente, a
colecciones de resultados en forma tabular. Pero la mera existencia de
estas tablas en ciertos dominios proporciona también un espacio de
Un primer balance ¿Cuáles son las diferencias que han aparecido en las técnicas que reflexión privilegiado sobre la naturaleza de los resultados así cata-
desarrollaron las civilizaciones egipcia y babilónica? logados. Regularidades, modelos, relaciones aparecen en ellas con más
En el tratamiento de un mismo problema —por ejemplo, el cálculo claridad y parecen imponerse por sí mismos a los ojos del usuario. Las
del volumen de un cilindro— las operaciones utilizadas son diferentes. técnicas cesan de ser meras herramientas útiles para resolver problemas
El centro del problema consiste en determinar la superficie de la base: que vienen del «exterior», por ejemplo, planteados por las necesidades
los egipcios utilizan un algoritmo que consiste en hallar el cuadrado productivas de la sociedad en cuestión. D e l estudio de las tablas,
1
de una cantidad / menor que el diámetro de la sección; los babilonios,
9 subyacente a la ejecución de estas técnicas, empiezan a surgir nuevos
por su parte, empiezan calculando la circunferencia de esa sección, problemas, que esta vez provienen del «interior» de la propia práctica
luego multiplican su cuadrado por la constante Vi 2- Hay ya, pues, dife- matemática, problemas que señalan un nuevo nivel de autonomía y de
rencias considerables en el mero nivel de las operaciones utilizadas. abstracción en las matemáticas.
Pero la distinción más seria aparece en torno a las técnicas. E n los Por supuesto que ésta no es, probablemente, la única fuente de
lugares en que los egipcios utilizan las técnicas fundamentales de dupli- una autonomización de ese estilo: se puede suponer, por ejemplo, que
cación, decuplicación, sus recíprocas, y lo que hemos llamado inversión las necesidades pedagógicas, el entrenamiento en el uso de las diferen-
y dos tercios, los babilonios recurren a tablas de productos, inversos, tes técnicas, separadas cada vez más de la «práctica» cotidiana, es-
raíces. Incluso cuando la operación es idéntica, una multiplicación, por tán en el origen de muchos problemas. Pero, también en este caso, el
ejemplo, los métodos con que se efectúa pueden ser completamente desarrollo de las técnicas es el que engendra la evolución dinámica de
diferentes. la disciplina.
Y, lo que aún es más importante para nuestro propósito, esta
diferencia de técnicas tiene un alcance considerable por lo que respecta a
sus consecuencias tanto pedagógicas como conceptuales.
Y a que, para cada técnica, hay cálculos fáciles y cálculos complica-
dos, toda elección de una técnica conduce implícitamente a decidir qué
tipo de cálculos será difícil de efectuar. Dicho de otra manera, los
Hemos visto que ciertos cálculos, ligados a las técnicas de la dupli- Un paso más... del
cálculos no son intrínsecamente fáciles o difíciles, sólo lo son relativa-
cación de los cuantavos impares y a la búsqueda de los dos tercios de lado de Egipto
mente a la elección de una técnica.
una fracción, causaron problemas a los egipcios, quienes, para esos casos
En el caso de Egipto, hemos visto que las técnicas utilizadas condu-
en concreto, recurrían a tablas. Veamos el texto que está al lado de la
cen rápidamente a números fraccionarios, es decir, a cuantavos. Como
también hemos observado, la desduplicación de un cuantavo conduce tabla de los «dos tercios» en el papiro Rhind:
LAS MATEMATICAS E N EGIPTO Y EN MESOPOTAMIA 72 73 LAS MATEMATICAS EN EGIPTO Y EN MESOPOTAMIA

2
«Hacer los / de una fracción.
3 La determinación de los inversos es una de las «zonas de dificultad» Un paso más... del
Si se te dice "¿Qué son ¡ de V ? " :
2
3 s mayores de los babilonios. L a construcción de tablas de inversos está lado de Babilonia
2
Harás sus 2 veces y sus 6 veces. Eso son sus / . 3 precisamente en el origen de reflexiones y trabajos ulteriores sobre ese
Mira, eso es lo que se hace de la misma manera para cualquier asunto. Veamos, por ejemplo, una tablilla protobabilónica, acompañada
fracción que se presente.» por su reescritura simbólica:

Este breve texto es único entre todos los problemas matemáticos «El ibibüm era superior al igüm en 7. ¿Cuáles son el igüm y el igibúirí!
egipcios que conocemos. Sin embargo, como tantos otros, comienza Tú, el 7, en que el igibúm era superior al igüm, fracciónalo en 2: 3 30.
anunciando lo que trata: el cálculo de los dos tercios de una fracción. Multiplica 3 30 por 3 30: 12 15.
2
Sigue, como de costumbre, el ejemplo particular que será estudiado: / 3 A 12 15, a lo que esto ha ascendido para ti, añade 1 [...]: 1 12 15.
de 7 . Pero lo que viene a continuación no es habitual. E l texto dice:
5 ¿Cuál es la raíz de 1 12 15? 8 30.
«Harás sus 2 veces y sus 6 veces»; dicho de otra manera, se invita al Inscribe 8 30 y 8 30, su igual.
estudiante a multiplicar el denominador del cuantavo de partida por 2, y Separa 3 30, el takiltum, de uno de ellos, añáde(selo) al otro. E l
luego, de manera independiente, por 6. Los dos cuantavos formados, primero es 12, el segundo es 5.
sumados (es decir, en este caso, yuxtapuestos), serán sus «dos tercios». E l igibúm es 12, el igüm es 5.»
2
Hoy en día diríamos: / x 1/JV = 1(2N) + 1/(6N). ¡El caso concreto de
3

7 ha desaparecido por el camino! L o que tenemos en su lugar es, por


S
Número
tanto, una regla general. L a dificultad real que experimenta un egipcio Texto babilónico Cálculo Técnica
de etapa
para escribir una regla de esa naturaleza es visible en la torpeza de la
«El igibúm era superior al igúm en 7.
formulación, en la misma introducción de un ejemplo numérico que, de ¿Cuáles son el igúm y el igibúm!
hecho, no interviene. L a frase final, «Mira, eso es lo que se hace de la
Tú; el 7, en que el igibúm era superior
misma manera para cualquier fracción que se presente.» es la conclusión al igúm, fracciónalo en dos: 3 30. 1 (7 x)7 = 3.30
2
desduplicación
corriente de los procedimientos matemáticos (¡o médicos!): sirve en
Multiplica 3 30 por 3 30: 12 15. 2 3;30x3;30 = 12;15 multiplicación
principio para indicar que el mismo algoritmo podría utilizarse para
cualquier otro ejemplo numérico; ¡pero aquí parece completamente A 12 15, a lo que esto ha ascendido
para ti, añádele 1 ;[...]: 1 12 15. 3 12;15+1.0=1.12;15 adición
superflua, ya que el procedimiento está previamente establecido en una
¿Cuál es la raíz de 1 12 15? 8 30. 4 yi.l2;15 = 8;30 raíz cuadrada
forma completamente general! Todo esto tiende a probar que, si bien
está claro que para un egipcio era posible expresar este nivel de generali- Inscribe 8 30 y 8 30, su igual. 5 8;30 8;30 bifurcación
dad, ello constituía, no obstante, una novedad relativamente incómoda Separa 3 30, el takiltum, de uno de
de manipular. E l intento un poco irrisorio de encajar, esta idea nueva en ellos; añáde(selo) al otro. El primero 6y7 8;30-3;30 = 5 sustracción
es 12, el segundo es 5. 8;30+3;30=12 adición
el viejo molde de los algoritmos numéricos muestra precisamente hasta
qué punto era difícil. El igibúm es 12, el igúm es 5.»
De hecho, este ejemplo es un ejemplo aislado entre los textos que
poseemos; incluso mucho más tarde, en las obras matemáticas de los El algoritmo nos propone algunas operaciones que aún no nos son
períodos helenístico y romano, sólo en muy contadas ocasiones se familiares: la desduplicación en la etapa 1; la raíz cuadrada en la etapa 4
repitió la experiencia. y muy especialmente la bifurcación en el nivel de las etapas 5 a 7: esta
¿Pero por qué este intento? ¿Y por qué en este sitio? Y a he mencio- última, que opera en el nivel estructural del algoritmo, permite utilizar el
nado que el problema se encontraba precisamente a continuación de mismo dato en dos etapas diferentes y se usa frecuentemente en los
una pequeña tabla de «fracciones de fracciones», en una mayoría de algoritmos babilónicos —¡para convencernos de nuevo, si fuera necesa-
cuyos casos se calculaba los dos tercios de un cuantavo: junto al caso rio, del grado de sofisticación algorítmica alcanzado! Pero nuestro
fácil de TJ» encontramos / de %, de %, de % y de
2
3 Que esta tabla propósito esencial no es ése.
haya sido copiada o calculada no nos importa: las técnicas egipcias Los datos parecen incompletos a primera vista: tenemos que encon-
hacían necesarias esas tablas, ya que el cálculo de los dos tercios es uno trar dos números llamados igüm y igibúm, de los que lo único que
de los núcleos duros de las matemáticas de Egipto. ¿Acaso no se puede conocemos es su diferencia, 7. De hecho, la propia designación de los
concebir que la construcción y sobre todo el uso constante de esas tablas números proporciona una información suplementaria: el igüm y el
pusieran en evidencia regularidades en su formación? ¿Y que esas igibúm son los nombres de las dos columnas de una tabla de inversos;
observaciones pudieran intentar expresarse en el lenguaje de las mate- dicho de otra manera, sabemos, como cualquier estudiante babilonio,
máticas algorítmicas? que el producto de nuestros dos números es el l . 1

Dicho de otra manera, la «zona de dificultad» de las matemáticas De hecho, el problema en su conjunto parece extraído directamente
egipcias proporcionó, por la puesta a punto adyacente de tablas, a la vez de la observación de una tabla; todo indica esa fuente: el vocabulario, o
la posibilidad y la motivación para pergeñar avances conceptuales de los que el producto se dé implícitamente; en conclusión, la propia pregunta
que este texto, por ejemplo, da testimonio. se basa en las relaciones aparentes que existen en una tabla de inversos.

1
Más precisamente, en este caso, 1.0, una «sesentena». (Nota del Traductor.)
LAS MATEMATICAS E N EGIPTO Y E N MESOPOTAMIA 74 LAS MATEMATICAS E N EGIPTO Y E N MESOPOTAMIA

Ahora bien, este tipo de problema, bajo uno u otro disfraz, tendría que surge en una sociedad dada está, a fin de cuentas, ligado a las
un brillante porvenir en Mesopotamia. L a búsqueda de números cuyo técnicas que esa misma sociedad ha forjado? ¿Y, recíprocamente,
producto y cuya suma (o diferencia) se dan es un clásico de la educación que las matemáticas, igual que las sociedades, sólo pueden plan-
matemática babilónica. Sucede a menudo que se plantea la pregunta en tearse las preguntas para las que existe, al menos en potencia, una
términos del área de un cuadrado a la que se añade, o se resta, un lado respuesta?
La interpretación habitual entre los historiadores de las matemáticas
es que tales problemas son el testimonio de un álgebra naciente; es
indudablemente cierto que añadir superficies y longitudes, por ejemplo,
indica el camino de un nuevo nivel de abstracción para los números y
testimonia que se liberan de su uniforme dimensional. Pero esto muestra
sobre todo la importancia de las técnicas, desarrolladas a priori para
tratar un problema específico, en la invención de nuevos caminos que
explorar y, más concretamente aquí, el poder de sugestión que ha tenido
la organización tabular.
Varias de las conclusiones que hemos obtenido de esta discusión
sobre las matemáticas antiguas podrían ser de cierto alcance para las
matemáticas en general. La ventaja de mirar las épocas más primitivas
de una ciencia es que, a menudo, la combinación de la lejanía histórica y
cultural nos desembaraza de algunos de nuestros prejuicios, en particu-
lar del prejuicio según el cual la ciencia debe fundarse según lo que es
hoy en día. Los problemas tratados pueden parecer elementales a
nuestros ojos, y su estudio, menos gratificante que la reconstrucción
hipotética del modo de fabricación de las tablas utilizadas. Pero, como
tampoco en matemáticas, no hay camino real en la historia de las
ciencias; y si, por ejemplo, una parte importante de la actividad matemá-
tica se concentraba en torno a la lectura y la consulta de tablas, es
primordial estudiar en detalle las incidencias de este tipo de trabajo en el
desarrollo del dominio. M e limitaré a sugerir algunas pistas para
abordar una reflexión sobre estos asuntos:

— N o hay ninguna «necesidad interna» en la manera en que se


resuelve un problema matemático dado. Las técnicas de resolu-
ción están ligadas a la cultura en que nacen y culturas diferentes
resolverán el «mismo» problema por caminos diferentes, aunque
los resultados finales puedan, por supuesto, ser similares. Por otra
parte, esto no quiere decir que no haya problemas comunes a
varias civilizaciones. '
— Tampoco hay ninguna «línea directa» que conduzca inevitable-
mente de los problemas «prácticos» a los problemas abstractos.
Técnicas diferentes pueden sugerir direcciones diferentes que
explorar y éstas, a su vez, pueden presentar niveles diversos y
otros tipos de problemas y de enfoques más alejados de las
necesidades productivas inmediatas de la sociedad. Nuestros
ejemplos, sacados del antiguo Egipto y de Babilonia, indican
también la importancia, a este respecto, de los ejercicios de
adiestramiento y de las técnicas de aprendizaje.
— Finalmente, el desarrollo de las matemáticas en su comienzo pone
en evidencia la necesidad de un análisis más fino de la relación
entre las necesidades materiales de una sociedad y la naturaleza
de la investigación matemática, «que se engendra libremente». Si
las matemáticas antiguas nunca fueron «simplemente» prácticas y
empíricas, quizá también es igualmente cierto que las matemáti-
cas contemporáneas no son «puramente» abstractas y especulati-
vas. Si las técnicas sirven de intermediarios de los avances de un
dominio, ¿no debe pensarse que cualquier problema matemático
Gnomon:
los comienzos de la geometría en Grecia
MICHEL SERRES

La geometría griega surge, quizás, de la astronomía y de los algoritmos


corrientes en la Media Luna fértil

a diseminación de los puertos, de Apolonia sobre el mar Negro a


Cirene la Africana, o de Perga en Asia Menor a Sicilia o a Italia,
se extiende tanto como se concentran los productores de conoci-
mientos en escuelas rivales. L a sociedad docente y científica reproduce
desde su nacimiento a la sociedad real. Ciudades-estado se dispersan y
se enfrentan en las márgenes del mar: la pequeña ciudad ateniense de
Academia, por ejemplo, bajo la dirección de Platón, libra también
encarnizadas batallas contra diez sofistas, como sella alianzas tempora-
les con extranjeros de Crotona, Cnido, Lócride, Elea: Pitágoras, Eudoxo,
Timeo, Parménides, Teodoro de Cirene.

E l helenismo nunca logró la unidad, ni cuando florecieron las Del Imperio griego
hegemonías de Atenas, Tebas, Esparta, ni cuando las grandes potencias
de los cuatro puntos cardinales, medos y persas, macedonios, cartagine-
ses o romanos la amenazaron con la destrucción. Ninguna liga duró
mucho tiempo, porque los griegos, incansables rivales en las riberas del
mar, sólo se limitaron, como Alcibíades, a soñar un imperio unitario.
Las ciudades o los reyezuelos se detestaban con tanta valentía como los
filósofos. Sin embargo, el litoral se heleniza: las márgenes de los tres
continentes, Asia, África, Europa hablan griego. Pero la lengua común
del comercio náutico perece, como perecen las breves hegemonías, las
escuelas, los dioses menores, así como lo que nosotros llamamos eco-
nomía. N o quedará nada de nada. A este derrumbamiento llamamos
Antigüedad.
Ahora bien, en menos de cuatro siglos, de Tales de Mileto a Euclides
de Alejandría, y lo hayan querido o no los pensadores griegos, rivales de
ciudades y de escuelas, en economía y religión, siempre obstinados en
contradecir al otro, hijos de la tierra contra amigos de las formas o
pensadores de lo mutable contra filósofos de la eternidad, construyeron
juntos, de forma fulminante e inesperada, un imperio invisible y único
cuya grandeza perdura hasta nuestros días, una constitución sin paran-
gón en la historia, en la que aún trabajamos con los mismos gestos que
ellos, y sin abandonarla con el pretexto de la confusión de nuestras
Las pirámides de Egipto y
lenguas, ni siquiera cuando nuestros odios aumentan. ¿La humanidad
su estela de sombra.
formó alguna vez un acuerdo equivalente? Este insólito logro se llama (Vista aérea de las pirámides
• ' • '--•"il ? í matemáticas. de Gizeh.)

11
G N O M O N : LOS COMIENZOS DE LA GEOMETRIA EN GRECIA 78 79 G N O M O N : LOS COMIENZOS D E LA GEOMETRIA EN GRECIA

Salvo excepciones, los productores se agrupan en Escuelas. ¿Se parecían éstas a


centros de investigación y enseñanza, a sectas filosóficas, a comunidades religiosas, a
grupos de presión, partidos políticos, clubs o bandas? Lo ignoramos. Pero no importa
qué colectivo se parece poco o mucho a todo esto, considerado como conjunto,
incluso en la actualidad.

Las escuelas

Fin del siglo vn a. de C.


1. Físicos de Mileto: Tales, Anaximandro, Anaxímenes. Naturaleza como objeto
de ciencia.
2. Pitagóricos de Crotona: Pitágoras de Samos. Números; duplicación del cuadra-
do; aritmética, ciencia fundamental.

Fin del siglo iv - siglo v a. de C.

3. Escuela de Elea: Jenófanes de Colofón, Parménides, Zenón, Melisos. Unidad.

Mediados del siglo v a. de C.


4. Escuela de Quíos: Oinópides, Hipócrates. Cuadratura del círculo; duplicación
del cubo; trisección del ángulo; primeros elementos.
Siglo v a. de C.

5. Hipias de Elis, Euclides de Mégara. Cuadratriz.

Siglos v y iv a. de C.

6. Atomistas de Abdera: Leucipo, Demócrito. Primer algoritmo infinitesimal.

Siglo iv a. de C.
7. Escuela de Atenas: Platón, Espéusipo. Poliedros.
Vinculados a ella: Teodoro de Cirena, Teétetos. Irracionales.
8. Escuelas de Cízico: Eudoxo de Cnido (Egipto, Tarento) Aritmética; secciones
cónicas.

9. Peripatéticos: Aristóteles, Autólico de Pítane, Eudemo. Enciclopedia; historia.


Espacio
Fin del siglo iv a. de C.
E n una región muy restringida se concentran Samos, donde nació Pitágoras, el
Mileto de Tales, el Éfeso de Heráclicto, por no hablar de Patmos, la isla griega a la 10. Escuela de Alejandría: Euclides. Elementos.
que San Juan Evangelista se retirara más tarde: cuna de la aritmética, de la geometría
y de la física, es decir, tres definiciones del logos, número, relación o invariante, sin Siglo ni a. de C.
contar la del Verbo. Arquimedes de Siracusa (287-212): espiral; grandes números.
Ampliando un poco este circulo, encontramos otros lugares productores de Erastótenes de Cirene (276-195); geodesia; números primos.
matemáticas o de matemáticos, la isla de Quíos y todo el litoral del Asia Menor, de Apolonio de Perga (262-180); secciones cónicas.
Cnido a Cízico. En los mismos sitios, se cuenta que se inventaron la escritura Siglo n a. de C.
alfabética, el dinero y la moneda, la metalurgia del hierro; y, un poco más al sur,
apareció el monoteísmo. Hiparco de Alejandría: trigonometría.
Si ampliamos aún más el espacio, el Mediterráneo oriental, cuyo mapa se muestra
aquí, Jonia, Egipto, Grecia, Italia, sin contar a Palestina, configura la intersección de Siglos i y n d. de C.
Africa, Asia y Europa, territorio de ciudades marítimas que sufrían en sus espaldas la Ptolomeo de Alejandría (90-168): sistema del mundo.
presión de los grandes imperios, egipcio, medo y persa, y muy pronto también del Fin del siglo m d. de C.
romano, y que tenían su punto de encuentro en los intercambios marítimos. De esta Pappus de Alejandría: geometría.
grieta física y humana en actividad desde el principio de los tiempos, surgieron la Siglo iv d. de C.
ciencia, nuestras religiones, la historia y el grueso de las tradiciones de las que hemos
vivido hasta hoy. Diofante de Alejandría: aritmética y «álgebra».

Tiempo Siglo v d. de C.
Escuela de Atenas formada por Proclo (412-485): comentarios.
E l periodo más activo va desde fines del siglo vii a fines del m y un poco antes, o
sea más de trescientos años, lapso equivalente al que nos separa de Descartes.
Durante los siglos que siguieron, Hiparco, Ptolomeo o Diofante inventan la trigono- Tradición
metría, un modelo clásico del mundo, y la primer álgebra, pero el movimiento se hace
mucho más lento hacia fines del milenio que transcurre entre Tales y Proclo.
Faltan las fuentes directas de los resultados que preceden y preparan a Euclides, La historia, tal como hoy se escribe, prohibe hablar de milagro,
reconstruimos las cosas a partir de los textos de Platón y Aristóteles, de los Elementos como lo hizo Ernest Renán, para explicar el origen de la geometría en
y de autores todavía posteriores, autores de comentarios u otros, salvo rarísimos tierras griegas. Los científicos actuales admiten la existencia de aconteci-
fragmentos. Nuestros únicos testigos hablan, pues, a una distancia a veces tan grande mientos rarísimos en algunas disciplinas, los historiadores, por el contra-
como la que nos separa del Renacimiento, de allí la fragilidad de nuestras reconstruc-
ciones. rio, no los encuentran en la suya propia y sólo reconocen leyes. Como si
G N O M O N : LOS COMIENZOS DE LA GEOMETRIA E N GRECIA 80 81 G N O M O N : LOS COMIENZOS DE LA GEOMETRIA EN GRECIA

el tiempo monocorde hubiera cambiado de campo. Sin embargo, el


nacimiento del espacio abstracto constituye un acontecimiento total-
mente inesperado para quienes saben lo que sucedió en los cálculos de
Egipto o de la Mesopotamia; sin embargo la construcción de este
imperio griego al que aún estamos sometidos, puede parecer aún más
improbable: prueba de esto es que no figura, a pesar de su viva y
tangible realidad, en ningún libro de historia.
Todos, durante la infancia, hemos vuelto a hacer el viaje de Samos a
Mifeto, del cálculo de los enteros a los casos de igualdad entre triángu-
los, y de Mileto a Quíos o a Abdera, hacia la medición del círculo o del
cono y del cilindro, y, si hemos continuado, nuestra odisea nos condujo
a todos los puertos del mapa, retomando desde sus comienzos el tiempo
de construcción de esos objetos ideales, transparentes. ¿Existe desde
entonces una sola escuela en el mundo que haya dejado de enseñar a los
niños los mismos elementos en un mismo lenguaje? Matemáticas en
griego antiguo quiere decir lo que se enseña o aprende: ¿dónde y cuán-
do no se enseñan? Iraníes, españoles, franceses, ingleses, tamiles, todos
hemos hablado en griego al decir paralelogramo, logaritmo y topología.
Esta lengua en este sistema perdura aún y nos une. Nada queda en
aquellas ciudades, ni de Cirene ni de Perga, nada queda de esas escuelas,
ni de Elea ni de Cretona, ni templo, ni armas, ni comercio, ni talleres de
producción, pero la lista que va de los enteros a las secciones cónicas no
tiene ni una arruga, incluso si a veces, bajo los términos de número o
diagonal, no entendemos lo mismo que los antiguos griegos. ¿Quién
pudo burlarse mejor de la historia y de sus fluctuaciones que el pequeño
colectivo que, tan tempranamente, instituyó esta rúbrica única en el
tiempo y resistente a su usura? ¿Quién despreció más las batallas que
este grupo de irreconciliables enemigos, que forjaban una lengua común,
la única que supo detener los conflictos y que no tuvo jamás necesidad
de traducción? Todos los culturalismos del mundo nada tienen que concreta, la más ligera, la menos decible de todas? ¿De aquélla cuya Las pirámides de Gizeh.
hacer con esta comunidad o con la universalidad de su enseñanza. escritura no tiene ninguna importancia, y hasta su huella puede perderse
Estamos separados de la Antigüedad por todos los caminos posibles; sin pérdida alguna para el sentido, y hasta su memoria puede pasar o
pero a través de las matemáticas, sigue siendo contemporánea a noso- morir sin inconvenientes para la historia? Dibújala mal, no importa. No
tros. Sin ninguna extrañeza, ya que con ella no podemos cometer ningún la dibujes, no la escribas, qué más da. Más: destruye fuentes y testimo-
contrasentido. nios, arrasa monumentos, quema manuscritos parciales o bibliotecas
enteras, borra casi por completo el periodo en el que esta forma nació, y
permanecerá sin embargo contra toda anulación, invariable desde el
Duro y blando momento en que entró en el rigor, presente hasta en nuestros olvidos.
Hasta su concepto puede variar sin gran perjuicio: ya no entendemos
¿Tales fue al pie de las pirámides para evaluar las condiciones de la una razón semejante ni la misma similitud, y sin embargo, nada cambia
larga duración? ¿Qué es lo que hay que hacer para permanecer? L a de manera notable. Que de la pirámide quede un desplazamiento en el
guerra, el juego mortal del más fuerte, la tiranía, los intercambios, la espacio de las homotecias, teorema tan fugaz y suave como un rayo de Diógenes de Laercio:
esclavitud, los instrumentos, la producción, todo se detiene en algún sol acechado por sus sombras, y llenará finalmente la dimensión del
«Jerónimo dice que Tales
momento. E l más fuerte no es jamás lo bastante fuerte para tener tiempo. Trasladando la sombra de la tumba a la de un poste o a la suya midió las pirámides según su
siempre el tiempo. L a gigantesca masa de piedras se desgrana o se cubre propia, Tales enunciará la invariabilidad de una misma forma por sombra, observando el
de arena bajo los vientos, y sin embargo la tumba de Keops maximizaba variación de la altura. Su teorema comporta, pues, la progresión o momento en el que nuestra
todas las claves, estrategias, potencia y capital, religión, armamento y reducción infinitas de la dimensión conservando siempre una misma propia sombra se iguala a
nuestra altura.»
fortuna. Su volumen, cuyas piedras, según calculó Bonaparte, podrían relación. De lo colosal, la pirámide, a lo mediocre, poste o cuerpo, y así
circundar Francia con una muralla alta y continua, no accede sin tan lejos como se quiera hacia lo pequeño, el teorema expresa un logos o Plutarco:
embargo a la dimensión del tiempo. ¿Qué imperio llegará a él? En la una relación idéntica, la invariabilidad de una misma forma, del modelo «La altura de una pirámide
época de Tales, el viejo faraón estaba doblemente muerto, casi olvidado. gigante al modelo reducido, y, recíprocamente: ¡qué desprecio, de pron- se relaciona con la longitud
El más duro no dura. to, por la altura y por la fuerza, qué aprecio por la pequenez, qué de su sombra exactamente
Así como otras culturas, para perdurar, representaron el papel no del desaparición de toda escala o jerarquía, en adelante irrisorias, ya que como la altura de cualquier
objeto vertical mensurable se
vencedor sino de la víctima, Tales invierte el juego del más duro: sólo cada estadio repite el mismo logos o relación sin ningún cambio! relaciona con la longitud de
perdura el más blando. Todas las materias y potencias se desgastan, Tales demuestra la extraordinaria debilidad del material más pesado su sombra en el mismo
¿qué será de la forma pura? ¿De la imagen más desvanecida, de la menos jamás unido, así como la omnipotencia, con relación al tiempo que pasa, momento de la jornada.»
G N O M O N : LOS COMIENZOS DE LA GEOMETRIA E N GRECIA 82 83 G N O M O N : LOS COMIENZOS D E LA GEOMETRIA E N GRECIA

a ningún sistema lógico: al mismo logos, a condición de redefinirlo, no escribe sola sobre el mármol o sobre la arena, como si el mundo se
ya como palabra o decir, sino, sutilizándolo, como relación semejante; conociera a sí mismo.
más suave aún, porque los términos se desequilibran, se borran el uno al ¿Quién sabe, quién conoce? L a Antigüedad nunca formuló estas dos
otro de manera que no quede más que su pura y simple relación. De los preguntas. ¿Dónde colocar la cabeza o el ojo, en este observatorio? ¿En
restos máximos del poder máximo de la historia óptimamente conserva- la playa de sombra, en la fuen'e luminosa, en el sitio de la punta del
dos, Tales obtiene la suavidad y la ligereza mínimas. Hasta la medida se cuadrante? Estos son problemas modernos. Por ejemplo, el uso del
olvida en el nuevo logos de la similitud, en el que una relación entre anteojo astronómico -supone que se ha inventado el sujeto, que va a
pequeños es igual a otra entre grandes. Milagro: de medios casi nulos
colocarse en el lugar adecuado del objetivo, contemplando, observando,
nace el más perdurable de los imperios posibles, que se burla de la
calculando, ordenando los planetas: en lengua griega antigua no existe.
historia sin conocer la decadencia. Comenzamos apenas a estimar
En aquellos tiempos, el mundo mismo se llenaba de conocimiento, así
semejante economía, cuerno de la abundancia que provee infinitamente
como se dice que los cielos cantan la gloria de Dios. Para esta cultura, el
a partir de casi nada.
gnomon conoce: discierne, distingue, intercepta la luz del sol, deja
huellas sobre la arena como si escribiera en una página blanca, sí,
comprende. Entre el espacio exterior y sus acontecimientos claros u
Sol y Tierra ¿Toda esta aventura comenzó con la astronomía? ¿Cómo se observa- oscuros residen el conocimiento y el cuerpo entero; la vida, el destino y
ba en la Antigüedad? el grupo están inmersos en la extensión o en el mundo, del que ya no se
' L a aguja del cuadrante solar o gnomon proyecta sombras sobre el distinguen. Éste se aplica sobre sí mismo, se refleja en el cuadrante, y
suelo o plano de lectura, según las posiciones de los astros y el sol en el participamos en este acontecimiento ni más ni menos que una estaca, ya
curso del año. Desde Anaximandro, se dice, los físicos griegos saben que, de pie, también hacemos sombra, o, escribas sentados, estilete en
reconocer en estas proyecciones algunos acontecimientos del cielo. L a mano, también dejamos huellas. L a modernidad comienza cuando este
luz que llega desde lo alto escribe sobre la tierra o la página un dibujo espacio mundial real pasa a ser escena, y esta escena, dirigida por un
que imita su paso, que representa sus formas y sus lugares reales en el director, se vuelve del revés como un dedo de guante o un esquema de
Universo, por medio de la punta del estilete. Como en esos tiempos óptica simple ,y se sumerge en la utopía de un sujeto cognoscente
nadie tenía verdaderamente necesidad de reloj y las horas variaban interior, íntimo. Este agujero negro absorbe el mundo. Pero antes de
mucho, ya que los días de verano o de invierno, sean cuales fueren su esta absorción, el mundo como tal sigue siendo la sede del conocimien-
longitud o brevedad, se dividían invariablemente por doce, el cuadrante to. Y a no podemos comprender esta frase, nosotros que, además, des-
solar poco servía para indicar la hora, de forma que el reloj no lo ha truimos lo que conocemos.
desplazado en absoluto, sino que, en tanto instrumento de investigación
científica, mostraba un modelo del mundo, dando la longitud de la
sombra a mediodía en los días más largo y más corto, e indicando pues
equinoccios, solsticios y latitud del lugar, por ejemplo: más observatorio,
entonces, que reloj. N o sabemos verdaderamente por qué el eje o pivote
se llama gnomon, pero no ignoramos que esta palabra designa lo que
comprende, decide, juzga, interpreta o distingue, la regla que permite
conocer. L a construcción del cuadrante solar introduce la sombra y la
luz naturales que esta regla, aparato de conocimiento, intercepta.
Según un pasaje de Heródoto citado con frecuencia, parece que los
griegos heredaron de los babilonios el gnomon y la división del día en
dos partes: ¿quién podrá decir lo que debe la división sexagesimal de
estos últimos a la división del año en trescientos sesenta días, y quién
podrá decir lo inverso? E n suma, cada ángulo o segmento de treinta
grados divide el cielo en zonas que la lengua griega designa £¡oó8iov
{zódiorí), de £cpov (zóon), animal, y ó5óc, (odos), vía, es decir, figura de
animal o de cualquier otro ser vivo; el adjetivo correspondiente designa
la órbita, la ruta, el camino zodiacal. Recíprocamente, el sustantivo
expresa los signos del zodíaco. E l cielo se puebla de formas vivas, punto
por punto.
Remontar de las sombras a la luz que las formó, y de ésta a su fuente
única, es ésta una lección de Platón, cuando habla del conocimiento. N o
se trata de una imagen poética, sino del gesto cotidiano de los astróno-
mos, más precisamente de su método, que deduce mil indicaciones de la
longitud y de la posición de la huella o marca oscura. Ellos sabían
construir en esta óptica una regla tan precisa como el estilete que
escribe. L o negro de la tinta sobre la página blanca refleja la vieja Gnomon: aguja o eje del
sombra que nos llega del Sol por la aguja del gnomon. Esta punta cuadrante solar.
(Siglo i d. de C, Egipto.)
G N O M O N : LOS COMIENZOS DE LA GEOMETRIA EN GRECIA 84 G N O M O N : LOS COMIENZOS D E LA GEOMETRIA EN GRECIA
85

Remontar de las sombras a la luz y de las imágenes reproducidas o Nos cuesta traducir la palabra gnomon porque vibra con armónicos Máquina y memoria
proyectadas a su modelo, son éstas lecciones comunes a la astronomía en torno a la cosa que designa, y porque el conocimiento emite destellos
griega y a la teoría platónica del conocimiento. Que el instrumento que en la punta de su eje.
permite esta operación se llame, en la primera, gnomon, es lo que nos Literalmente significa, bajo una forma aparentemente activa: el que
ayuda a situar osadamente fuera de nosotros el centro activo del saber. discierne, el que regula, pero designa siempre un objeto. En su comenta-
Además, el firmamento se puebla de formas vivas, los signos del zodíaco. rio a la segunda definición del segundo libro de Euclides, Thomas L.
Si la luz proviene del sol, hasta cuando éste desaparece durante la noche, Heath lo describe como «a thing enable something to be known, observed
¿quién lleva entonces en sus espaldas las estatuas, de madera o de o verified», una cosa que permite que algo sea conocido, observado o
piedra, de los animales, en el alto camino del zodíaco, para que éstas se verificado. L a proximidad de estas dos cosas o su repetición tiene un
proyecten, inmensas, en la sombría pared del cielo? L a caverna platónica sentido: por si solas tienen relación entre ellas. En esta cosa o por ella,
describe el mundo mismo. N o sabremos jamás si Platón percibió prime- en el lugar que ésta ocupa, el mundo muestra el conocimiento.
ro, en la bóveda estrellada sobre su cabeza, la Osa y el Perro, antes de Como el eje del cuadrante se erguía perpendicular a su plano, la
concebir en su filosofía el cielo inteligible de las formas, que precede o expresión «a la manera del gnomon», expresaba entre los griegos, en un
condiciona la inteligencia de las cosas del mundo, pero vemos con período arcaico, el ángulo recto o plomada. De pronto, podríamos
claridad que las apariencias de las constelaciones se reducen a puntos. traducirlo casi por regla o escuadra, tanto más cuanto Euclides, en el
Nadie ha visto nunca, en realidad, Libra o Aries, sino simplemente, un pasaje indicado, llama gnomon a las áreas de los paralelogramos
simplejo: jamás una imagen continua y difuminada, sino clavos yuxta- complementarios de un paralelogramo dado, de manera que su adición
puestos. Como si los modelos celestes siguieran fieles a la teoría de los o sustracción haga a ambos semejantes entre sí. Así, una escuadra ofrece
pitagóricos, para quienes todas las cosas son números. ¿Pero de dónde dos rectángulos o dos cuadrados complementarios de un cuadrado o
salen estas estatuas que proyectan sombras centelleantes en el negro rectángulo dado; la propia palabra parece significar la extracción del
cielo? cuadrado o cuadrante.
Una vez más, ¿cómo describir el gnomon? Como un objeto, una caña
cuyo emplazamiento apropiado da sorprendentes resultados, latitud,
solsticio, equinoccio. Datos que suministra automáticamente. Esto
El perfil del Universo quiere decir que funciona solo, sin ninguna intervención humana, como
ElA
i gnomon o cuadrante solar sirve menos para indicar la hora, de la que todo el un autómata, sin sujeto motor: conocimiento maquinal, ya que inter-
mundo se burla desde la Antigüedad hasta nuestros abuelos, que para construir un cepta un movimiento, el del sol. Preferimos aquí máquina a instrumento,
modelo geométrico del Universo: a la vez observatorio y esquema cosmográfico del pues, para nosotros, el útil hace referencia al sujeto que lo utiliza o a la
mundo. acción voluntaria y terminada para la cual ha sido concebido y fabrica-
AB representa el estilete del gnomon, B C mide la sombra que produce el sol a Gnomon
do. Por el contrario, la actividad mental que designa la palabra gnomon
mediodía en el solsticio de verano, B E la del solsticio de invierno, B D la sombra
equinoccial. Las rectas y el círculo se dibujan entonces sobre el meridiano y lo definen, realiza uno de los primeros conocimientos automáticos de la historia, es
la línea F G representa el horizonte y el punto A, la Tierra, flotando en el centro de la la primera máquina que une material a sistemas lógicos. E l papel del
esfera del mundo. A partir de aquí, las líneas M J y K H siguen los trópicos y LI el sujeto, su función cognoscente o pensante, no tienen aquí nada en
ecuador, así como N O perpendicular a éste, el eje del mundo. El ángulo E N O igual a
común con los que adquirirán en lo que hasta hoy llamamos conoci-
B A D da exactamente la latitud del lugar y el ángulo D A E , igual a D A C , la inclinación Caja de paralelogramo
de la eclíptica, estimada en 24°, es decir, el segmento circular incidido por el miento científico.
pentadecágono regular. E l cálculo de las latitudes a partir de la sombra del sol en los
El conjunto de estas informaciones, descubiertas sucesivamente desde Anaximan- solsticios y en los equinoccios, primer vínculo matemático entre la
dro a Vitruvio (arquitecto romano del siglo i a. de C.) y de Piteas de Marsella
astronomía y la geografía, dio lugar, por otra parte, al establecimiento,
(navegante y geógrafo griego del siglo ív a. de C.) hasta Ptolomeo pasando por
Hiparco, se remonta en gran parte a una muy remota Antigüedad. Tales escribió dos por Ptolomeo o antes por Hiparco, de lo que la Antigüedad llamó
libros sobre los equinoccios y los solsticios; Oinópides dio sin duda la estimación en tablas de cuerdas: largas listas de relaciones entre la medida de los lados
24° de la inclinación de la eclíptica. Hay que leer este esquema como un perfil del de los triángulos rectángulos y la de sus ángulos, en estas tablas puede
mundo tal como lo concebían los sabios griegos, pero también como una suma de la
'Alejandría leerse el nacimiento trigonométrico. Memoria y gnomon: a la máquina
historia de su ciencia: cada generación, desde el siglo v, dedujo de él al menos una Caja de rectángulo
línea. corresponde la tabla, al conocimiento automático se asocia la mnemo-
• Siena Para dar una idea más exacta de las prestaciones que los griegos obtenían del tecnia. De la misma manera, en la ciencia de los babilonios coexisten los
O*' gnomon, veamos cómo calcula Erastótenes (276-2195 a. J. C). Coloca uno en Siena, procedimientos automáticos de cálculo y las tablas de medida. Dicho de
en Egipto, no lejos de la primera catarata del Nilo, ciudad situada sobre el trópico de
Cáncer.
otro modo y de forma más general, un pensamiento algorítmico muestra
En este lugar no produce sombra a mediodía el día del solsticio de verano. El siempre dos componentes, uno que se puede llamar maquinal, y otro al
mismo día a la misma hora, Eratóstenes mide el ángulo que hace el sol con un que hay que llamar mnemotécnico. Capitalización o recapitulación de
segundo gnomon situado en la ciudad de Alejandría, que él suponía situada sobre el los resultados de los procedimientos maquinales o condiciones de su
mismo meridiano. Los dos ángulos altemos-internos de la figura son iguales; luego, el
que ha medido vale la quincuagésima parte de un círculo, basta pues con multiplicar
reconducción. E l autómata y las tablas o los diccionarios. Material y
Caja de cuadrado
por cincuenta la distancia de Alejandría a Siena para obtener la longitud entera del sistemas lógicos.
nóXoq o polos: porción de meridiano terrestre, resultado grandioso obtenido con medios mínimos. Para mejorar
esfera hueca en cuya la medición, Eratóstenes estima la sombra del gnomon no ya proyectada sobre un
concavidad se proyecta la plano, sino sobre una esfera o quizás el noXos (polos) del que habla Heródoto en el
sombra del gnomon. pasaje ya citado.
G N O M O N : LOS COMIENZOS D E LA GEOMETRIA E N GRECIA 86 G N O M O N : LOS COMIENZOS D E LA GEOMETRIA E N GRECIA
87

Estamos habituados a interpretar el conocimiento como un doblete


Antiferesia o algoritmo de Euclides (procedimiento)
de sensación y formalidades abstractas, y los filósofos gustosamente
M C D . Sean dos números, 20 y 12. Si dividimos el primero por el segundo, queda repiten como loros que nada hay en el entendimiento que no haya
8 como resto; si se divide 12 por 8, queda 4, y si de nuevo se divide 8 por 4, la estado antes en los sentidos. Esto supone un sujeto, y después, un cuerpo
operación, exacta, no deja resto. Decimos entonces que 4 divide al mismo tiempo a 20 y todo un entrenamiento que agudice la sensación por medio de un
y a 12 en su calidad de máximo común denominador. Para encontrarlo, se han
dividido los dos números, uno por el otro, y el segundo por el resto de la división, material refinado. Aquí y en esta época, el gnomon y el plano de
luego éste por el segundo resto, el tercero por el segundo, y continuamos asi hasta que proyección reciben solos la información, no el ojo. E l receptor objetivo,
no quede ningún resto. Llamamos M C D al último número de la serie. eje y marcas, dejará lugar al cuerpo sensible, pero lo ocupa primero.
Euclides. Elementos.
Cuando relatan la historia de Tales, que fue al pie de las pirámides para
La antiferesia consiste en una sustracción que resta la menor de dos magnitudes de medir su altura, los historiadores o doxógrafos griegos confunden
la mayor y confronta la menor con el resto, y así sucesivamente. significativamente la sombra de un poste cualquiera y la de un cuerpo:
«VII, 1: Dados dos números desiguales, si resta siempre el menor del mayor, si el ya se trate de una formidable construcción, de un poste, o de quien
resto no tiene el mismo valor que el número anterior a él más que cuando se haya pensamos que observaba, qué importa, cada uno a su manera, piedra,
tomado la unidad, los números propuestos serán primos entre sí.»
X, 2: dadas dos magnitudes desiguales y restándose la menor de la mayor, si el madera o carne, asegura la función canónica del gnomon, la función de
resto no vale nunca el resto anterior, estas dos magnitudes serán inconmensurables.» discernir, objetiva. Ciencia sin sujeto, ciencia que prescinde de lo sensible
o que sencillamente no pasa por ello. Pongamos un poste en su lugar y
Música (tabla o máquina) no cambiará nada, construyamos una tumba de piedra en el sitio donde,
Arpad Szabo describe en los Comienzos de las matemáticas griegas la Sectio cadáver, se descompone, y el saber permanece. Que aquí podamos ver
canonis atribuida a Euclides. luz, sombras, y su contraste, toda una escena sensorial, quién podría
La cuerda entera se divide para producir la cuarta o la quinta. Se resta entonces el dudarlo, pero nada de ella transita a través de un sujeto, portador de
segmento pequeño del grande. Se sustrae el resto del segmento pequeño. Se puede facultades, filtrada o no por una teoría o a punto de lograr su construc-
proceder a esta sustracción dos veces para la quinta y tres veces para la cuarta (2/3 y
3/4). Así, después de haber sustraído el segmento pequeño del mayor, se sustraía el ción. En el diagrama del sol, fuente luminosa, rayos, estaca, y escritura
resto del segmento menor hasta la desaparición final de todo resto. sobre el suelo, no hay lugar para el ojo, ni sitio que se pueda llamar
Este es, según Szabo, el origen del algoritmo de Euclides. punto de vista. Y sin embargo la teoría se hace presente en él. L a
medida exacta o aproximada, a veces rigurosa, la reducción abstracta, el
pasaje sabio del volumen al plano meridiano y de éste a la línea, y de
ésta al punto, el modelo geómetra del mundo, se dibujan aquí sin que
¿Otra razón? intervengan órganos, funciones ni facultades. E l mundo se da a conocer
al mundo que lo ve: éste es el sentido de la palabra teoría. Más aún: una
Todo el conocimiento anunciado por la palabra gnomon y acumula- cosa —el gnomon— interviene en el mundo para que éste pueda leer en
do en torno a su estaca, todo este saber objetal y tabular, se distinguen sí mismo la escritura que traza sobre sí. Repliegue de conocimiento.
netamente de lo que, en matemáticas, agrupamos clásicamente en torno En sentido literal, el gnomon es inteligente, ya que reúne situaciones
a la demostración o a la deducción, y, en lo concerniente a la física, de la que elige entre mil, y por lo tanto discierne y comprende. Receptor
experiencia, según los criterios de rigor y de exactitud, así como en torno pasivo, ve la luz, activo, escribe sobre la página la raya de sombra,
al sujeto, personal o colectivo. Hay aquí otro logos, una episteme teórico, muestra el modelo del cielo. Para que volvamos a tener acceso a
diferente, en suma, otra razón, que nos gustaría llamar algorítmica. E l esta ciencia automática, nosotros, contemporáneos que hemos vuelto a
pensamiento algorítmico, eficaz y presente en egipcios y babilonios, conocer, sí, esta inteligencia artificial, debemos olvidar los prejuicios
coexiste en la Grecia antigua con la nueva geometría, aunque disimula- filosóficos del intervalo moderno: el hombre en el centro del mundo, en
do por su transparencia; así oculto por la matemática oficial, helena de el lugar del gnomon, el sujeto en medio del conocimiento, su receptor y
tradición, perdurará, fecundo, durante muchos siglos, antes de adqurir, su motor universal, más la reconstrucción imaginaria, en una oscura
ya en nuestros días, un rango paralelo al de la primera. intimidad en la que nadie jamás entró, salvo algunos filósofos trascen-
dentales provistos de una mítica vara de oro, de esta misma escena de
sombra y de luz reproducida a partir de un ojo real hacia el filtro de un
Una astronomía sin ojo legendario entendimiento. E n el fondo, nada más fácil que dejar esta
complicada facultad para simplemente leer lo que el sol escribe sobre el
suelo.
Un entendimiento formado en las ciencias modernas se sorprende de
E l gnomon no es un instrumento en el sentido en que lo es un palo
que haya podido existir, tan antiguamente, una astronomía sin vista ni
sostenido por un mono, que así prolonga su dominio, ni en el sentido de
mirada como la contemporánea. Si el cuadrante solar no funcionó casi
una lupa que aumenta el objetivo y aumenta las capacidades del ojo. E l
nunca como reloj, si debemos verlo más bien como un observatorio, la
artificio no se refiere al sujeto, que se orienta con él, sino que permanece
palabra misma, anacrónica y mal elegida, nos engañaría. E l gnomon es
objeto entre los objetos, entre el suelo y el sol, cosa que se ha vuelto inte-
tan poco el predecesor del teodolito como el cuadrante lo es del reloj.
ligente por su ubicación en un lugar singular del mundo que pasa por
Pues el astrónomo griego no observa como lo hicieron las edades clásica
ella para reflejarse sobre sí. Por medio del gnomon, el universo pien-
y moderna, en las que se construyeron cúpulas en torno a anteojos y
sa avxó Ka0'aúxó (auto kath'auto), se conoce a sí mismo por sí mismo.
telescopios. E l acto de ver no tiene aquí el mismo lugar ni ocupa el
mismo sitio que el de conocer. L a naciente idealidad matemática no se refirió jamás, en Grecia, a un
G N O M O N : LOS COMIENZOS DE LA GEOMETRIA E N GRECIA 89 G N O M O N : LOS COMIENZOS DE LA GEOMETRIA EN GRECIA
88

sujeto pensante ni se pensó por un idealismo. Por el contrario, el que en ella yace, el segundo, por un poste que estaba plantado allí y su
pensamiento que más se impuso siguió siendo el realismo. Ahora, el negra mitad. U n a leyenda cita este palo mientras otra nos habla de la
realismo de las idealidades, conocer la forma cosa o la cosa forma, se sombra proyectada por la geometría de pie. ¿Qué debemos preferir, el
muestra al pie del gnomon en la escena en la que las cosas ven las cosas. cuerpo o la estaca? Los ángulos son iguales y los lados proporcionales.
El punto, la línea, el ángulo, la superficie, el círculo, el triángulo, el L a misma relación hace que pirámide y los dos elementos que se
cuadrado... nacen allí como formas ideales en la tiniebla y en la claridad, yerguen se correspondan, razón idéntica, pero que se expresa en tres
en medio de las cosas mismas, en el mundo tal cual, reales como los enunciados.
rayos de luz, las franjas de sombra, pero sobre todo como sus límites En primer lugar, o más bien al fin de cuentas, define la homotecia,
comunes. literalmente, una misma forma de estar en un lugar, de posarse, o mejor,
un espacio de transportes, desplazamientos con o sin rotaciones. Tene-
mos un enunciado de ciencia rigurosa, que podemos leer a partir de aquí
Tablas o listas canónicas en esta historia que relata las mediciones de Tales en el curso de su viaje.
En segundo lugar, o mejor, por término medio, expresa el hecho
Que se correspondan tablas de números y el instrumento de observa- patente de que cada uno de esos piquetes rectos, comunes en el horizon-
ción del que se las extrae o en el que se encuentran, no sorprende a un te, puede pasar por un gnomon: el instante del mediodía, señalado por
historiador de la ciencia, habituado, de alguna manera, a que una una de las leyendas, marca la función principal del cuadrante solar de
ciencia comience en este estado: por ejemplo, el anteojo astronómico fijar el meridiano, y, sobre éste, los solsticios y los equinoccios, momen-
indica mil posiciones de otros tantos astros, y un registro las recoge. tos solemnes en los que la sombra se alarga hacia su extremo. Tales,
Bienvenida aunque tardía, una teoría comprensiva vuelve obsoleto este según se dice, había escrito dos libros sobre ellos. Para cumplir esta
estado: así, las leyes de Kepler y Newton borran todo este fárrago con función, la pirámide equivale aquí a la estaca o al palo clavado, que
una sola frase, pues a partir de ella ya no importa quién encuentre en un equivale a su vez al caminante inmóvil, absorto en la contemplación de
momento dado, como aplicación numérica, tal detalle local. la luz apical: todos son gnómones. Y la tumba entraña un pozo funerario Apex: punto del cielo hacia el
Una esperanza idéntica mueve a los químicos del siglo pasado, a que apunta a la ausencia de estrella que, en el cielo, marca el norte. c
l u e e l S o
' parece avanzar.
quienes su material lleva a construir experimentalmente tablas de Debemos llamar histórico a este enunciado medio que expresa la
cuerpos, y sueñan, como los astrónomos, que una ley general las borre al semejanza o la similitud, o mejor la homotecia en sentido literal, de todo
comprenderlas todas de una vez. Esta coexistencia de listas, tablas o lo que puede servir de eje a un observatorio tal, porque refiere la
rúbricas, y de un aparato, simple o complicado, nos parece caracterizar astronomía de los jonios y sus primeros modelos del mundo, así como lo
una era preteórica, en la que l a observación prevalecería sobre las leyes, que geométricamente resulta de ella. Sin duda, la equivalencia de los
a la espera de la inducción, todavía por llegar. gnómones de altura variable trae aparejada la homotecia de los triángu-
Tablas alfonsinas o toledanas: Cuando vemos coexistir, en la Antigüedad, tablas de cuerdas que los vinculados por un mismo mundo estable, según el enunciado de la
realizadas por orden de
dan los valores de un arco o de un ángulo a partir de las medidas de los geometría canónica, sin duda las rectas de ésta provienen de los rayos
Alfonso X el Sabio solares de aquéllos o de sus bordes ciegos de sombra, y los círculos de
(1291-1284), rey de Castilla y lados de un triángulo y este instrumento de observación que los griegos
llamaban gnomon, está presente en nuestra mente el esquema teórico las órbitas y los puntos sin dimensión de las marcas impalpables en los
de León, fueron compiladas
por un grupo de astrónomos que produjo l a llegada de Newton o Kepler respecto a las tablas solsticios o en los equinoccios: el milagro griego cae y desciende del
dirigidos por Isaac ben Sa'fd alfonsinas o toledanas. Percibimos entonces la figura de un saber cielo, la vieja cuestión del origen de la geometría se resuelve en este paso
en 1252 e impresas
experimental que asocia un instrumento y tablas de números a la espera luminoso de los astros por este eje, cuyo nombre proclama que él
repetidamente hasta el siglo conoce.
xvi. de una teoría que, con su poder unificador, vuelva obsoletos al mismo
tiempo el primero y las segundas. A través de este esquema comprende- Pero, en tercer lugar, o mejor, primero y arcaicamente, la meditación
mos la situación de la Antigüedad, y ésta, evidentemente, se le somete. E l antropológica que discurre lentamente en Estatuas hace coherente y
gnomon precede al telescopio, las tablas de cuerdas se asemejan a las pensable, sin el firmamento y antes de la geometría, una similitud
tablas toledanas. E l conjunto constituye una astronomía premoderna a fundamental entre la tumba y la momia del faraón, el cuerpo vivo
la espera de la teoría trigonométrica. erguido, mitad claro y mitad oscuro, y el piquete plantado en este sitio
Ahora bien, acabamos de adquirir un nuevo hábito viendo coexistir definido. Marcas, por la muerte y por lo que de ella se deriva, del lugar
una máquina y su memoria, un instrumento automático y programas. singular, del ser-allí, señales hechas por el piquete y el herma que se
Idéntico esquema, en cierta forma, pero muy diferente, ya que no yergue en las lindes, son tres estatuas, en el sentido que este libro ha
esperamos una ley teórica cuya comprensión global anule de un dado a esta palabra, tres mojones exactamente homotéticos, es decir,
plumazo nuestros sistemas lógicos y su relación con lo material. Se trata idénticamente erigidos allí, momias, cuerpo vivo, cairn, obelisco o
de una manera de saber auténtica y original, y no de un presaber o de menhir, staff o stock, que asumen la misma función de designar un
un estado que precede el saber, se trata de un conocimiento y no de su yacimiento, sepultura, habitat o frontera, ¡oh, milagro! de trazar el ins-
funcionamiento incompleto. L a astronomía griega nos proporciona más tante, gracias al sol, la exacta latitud de ese lugar. Este enunciado va
un ejemplo del segundo modelo que un paradigma del primero. más allá de la historia y funda el enunciado de la ciencia, pues dice la
misma cosa en otra lengua. E l enunciado medio dice la misma cosa en la
misma lengua, métrica, exacta, precisa, casi formal, y la geometría se
Geometría A l pie de las pirámides Tales, pero qué importa su nombre, demues- encuentra aquí ya nacida, como embrionaria. Pero el tercero o primero,
tra la similitud de los triángulos formados, el primero, por Keops y su el más recóndito y original, que descubre tres estatuas aparentemente
sombra, pero qué importancia puede tener la tumba elegida y el faraón disímiles, muestra la rigurosa homotecia en sentido literal de estos tres
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G N O M O N : LOS COMIENZOS DE LA GEOMETRIA E N GRECIA 90

testigos locales y mortuorios, de estas tres marcas de yacimiento, y la


expresa en una lengua primordial tan llena de sombras que todo nuestro
semejante al primero. Con esquemas en los que el ángulo recto se
inclina, se pueden producir también los números triangulares, pentago-
1
esfuerzo de pensamiento desde los orígenes de la geometría no fue nales... poligonales en general. Teón de Esmirna los llama números
gnomónicos. A través de estos procedimientos accedemos a disposicio-
1 1
suficiente para encontrarla, retraducirla o descifrarla tras la luz de los
teoremas. Entonces, esta claridad enceguecedora surge de esta ocuridad nes que anuncian el triángulo de Pascal. 1 2 1
como resucitan las estatuas de la tierra, de esta tierra primera y funda- Eje del cuadrante solar, el gnomon se convierte en escuadra: instru-
mental que, sin saberlo, repite desde hace más de dos milenios la palabra mento o artefacto en. ambos casos. E l primero dibuja sobre la arena 13 3 1
algunas posiciones del sol mientras una regla, llamada así por el latín
geometría. E l suelo, revuelto por la crecida del Nilo, conmoción, regresa
igualmente al caos y a las primeras tinieblas, de donde la medida lo rectus, ángulo recto o línea recta, como la escuadra, puede describirlas 1 4 6 4 1
devolverá a la claridad. Aquéllas no impiden que ésta aparezca, pero
siempre la luz impide que la oscuridad se vea. L a geometría brilla tanto
en una página. L a geometría será definida como la ciencia que sólo
permite regla y compás. ¿Qué pensar entonces de la categoría, lugar y
1 5 10105 1
que nos deslumhra y oculta asi su negra matriz. función de estos artefactos en un saber perfectamente puro? En segundo
lugar, escuadra o gnomon, bandas laterales acodadas, formas comple-
etc..
Sí, cae y desciende del cielo, por la historia gozosa de la astronomía,
mentarias de dos lados, magnifican o reducen, reproducen a voluntad Triángulo de Pascal.
Cátodo: en griego y caída y cátodo fácil y simple; pero sube desde la tierra, anábasis y
literalmente, vía que va de lo cuadrado o paralelogramo, conservando la semejanza. Se puede explicar
procesión, surge de la tumba, de la caverna donde danza la sombra de
alto a lo bajo. la historia de Tales en dos sentidos: el gnomon solar le hace descubrir la
Anábasis: en griego y
las estatuas, resucita de entre los muertos. Siempre dispuestos a reír y a
homotecia, o bien, por la homotecia, el crecimiento gnomónico le hace
literalmente, vía de lo bajo a estallar en burlas risueñas, los paisanos tracios de la fábula saben que el
pasar de la estaca, modelo reducido, a la pirámide gigante. Finalmente,
lo alto, ascensión. Palabra observador de los astros cae en el pozo: por ellas aprendemos que el
consagrada por una célebre el gnomon alinea series de números. ¿Cómo definirlo sino como una ley
lugar de Tales cede bajo sus pasos como una zapa. Sí, la geometría lleva
expedición militar por Ciro el justamente el nombre de su madre, la tierra, sobre la cual se mide lo que de serie? Agreguemos un impar, hagamos la suma de los impares, y
Joven narrada por Jenofonte. obtendremos cuadrados sucesivos. O bien, yuxtapongamos la banda
cae del cielo. Jalonada con la ayuda de gnomon, permanece en la
complementaria y aparecerá el paralelogramo semejante. E l gnomon se Euclides. Elementos. Libro I.
sombra como un fundamento, como una fundación cavada bajo la proposición 47. El teorema
define como una ley de formación, como la regla de una serie o su
ciencia, aquí reposa la momia, en entrañas negras donde se hunde el de Pitágoras.
generación. Regla automática, que funciona sola, que inscribe a volun-
piquete del que surge el saber. 'EJUOTT|UT), émoTr)u.a. (Manuscrito griego 2 344,
tad la cadena o-cada eslabón sin que intervengamos. Esta operación siglo XII.)
E l enunciado geométrico se desarrolla en el tiempo nuevo, moderno,
del saber científico; el enunciado astronómico se relata en el tiempo de la
historia de las ciencias que nace antes de los comienzos de la geometría,
el enunciado estatuario se expresa en el tiempo de la antropología o el
de las fundaciones que soporta los otros dos.

Artificios Euclides llama gnomon a ese complemento acodado en cuadrado


que los carpinteros llaman ordinariamente escuadra, palabra técnica que
describe a la perfección la extracción de un cuadrado en el mismo centro
de ese ángulo recto hueco. Aunque éste se devíe de la normal y se
•x „,- _ ^
incline hacia lo agudo o lo obtuso, el paralelogramo interior sigue
siendo semejante al exterior, obtenido agregando al primero el gnomon:
banda o corona en torno a una forma que de esta manera se reproduce

O +
tanto como se quiera.
o La aritmética geométrica de los pitagóricos se comprenderá cuando
se sepa que llamaban gnomon al complemento expresado en números
Humera
impares de los números cuadrados sucesivos. Lejos de escribir esta
4- + o situación como nosotros:

2
l 2
+ 3 = 2
o o o 2 2
+ 5 = 3 2

2
3 + 7 = 4 2

* # * * + (2n + 1) = (n + l ) 2

Cada signo semejante,


dispuesto en forma acodada,
cuenta los números impares ellos la dibujaban como se muestra en la figura de la derecha y como un
que hay que agregar simplejo o como estrellas en el cielo.
sucesivamente para construir
un nuevo cuadrado. Sobre los
Esto reproduce, sin diferencia notable, la definición de Euclides: los
números se encuentran las números impares forman una escuadra alrededor del cuadrado interior y
bandas de la escuadra. reproducen con él, indefinidamente, un cuadrado exterior evidentemente
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prescinde de sujeto activo o pensante, lo mismo que el eje de la estaca el origen de la ciencia, existen cosas, o estados de cosas, que la historia
escribe sobre el suelo en nuestra ausencia. de nuestras lenguas asocia a actividades mentales, como si estos artefac-
Todo el mundo reconoce dos clases de artefactos: los que dependen y tos, gnomon, plomada, regla o compás, escuadra, pasaran por sujetos
los que no dependen de nosotros. Los segundos funcionan solos sin del pensamiento.
parar, mejor dicho, no dejan nunca de ser artefactos. Ejemplos: la pared Esto no equivale a repetir la teoría pragmática del origen de las
y el techo nos protegen siempre, hasta cuando dormimos, pero cuando ciencias puras, según la cual la práctica precede constantemente al saber,
dejamos la laya y la pluma, éstas duermen, inútiles y aniquiladas, las cosas construidas por la mano del hombre detentan o contienen el
Extática: en sentido inteligentes exclusivamente en nuestras horas extáticas. En el fondo, los secreto de las especulaciones abstractas por venir, como si la serie y el
etimológico, lo caracterizado verdaderos útiles no dependen de nosotros, los demás descansan dema- sistema de los teoremas desplegaran, imitaran, sublimaran, reordenaran
por un estado contrario al siado a menudo para tener auténticamente derecho a este título. Llamar,
reposo.
una historia previa y oscura de actos y de gestos: hechos, antes del
pues, con un nombre idéntico, que expresa conocimiento, tres automa- derecho; nuestros ancestros, diestros pero groseros, hacían sin saber.
tismos, el del piquete erguido hacia el sol, el de la escuadra o de la Jamás podremos ni demostrar la falsedad ni tampoco verificar estos
banda lateral que se agrega o sustrae, y el de la operación cuya repeti- juicios sobre el pasado, falso y verdadero a voluntad como toda seme-
ción forma series de números, nos conduce a la inteligencia artificial. jante arbitrariedad. Nada probará ni tampoco invalidará jamás el
Vemos sus transformaciones, su devenir en estos tres estados: primero pragmatismo, teoría de profesores que creen que inventar consiste en
cosa, estaca o eje, útil especulativo, luego regla capaz de reproducir a copiar a la perfección un texto escrito por manos callosas o que el
voluntad rectas, ángulos, polígonos ideales, extraídos o mejor dicho descubrimiento se reduce a interpretación. No, la teoría no siempre se
abstraídos de esta regla, finalmente, operación formal con números, reduce a la explicación de lo que implica el trabajo manual. Sí a veces, a
regla automática, algoritmo. menudo no. M i l manipulaciones no guían, si acaso, más que a aquel que
ya ha encontrado. Pero qué importa. Grandes lingüistas pretenden que
el término popular charlatán surge de la práctica o del verbo griego Compárese charlatán y
Perpendicular y autómata correspondiente a nuestro verbo hacer, ya que el discurso favorito de los npártEiu, obrar, trabajar,
intelectuales consiste en exaltar la acción, de la que se guardan bien, en de donde viene nuestra
Según el gnomon, decían los antiguos: esto quería decir vertical- detrimento de la abstracción, de la que no se separan jamás. E l colmo de práctica.
mente. Traducimos: perpendicularmente, ya que esta palabra, en nues- la charlatanería consiste en hablar de hacer mientras sólo se diserta. En
tras lenguas y prácticas, se refiere al hilo de la plomada, esa cuerda que pocas palabras.
los griegos llamaban oráGu/ri (stathmé). Aquí, el aparato de albañil se Que nuestras lenguas nos conduzcan, por el conocimiento, a artefac-
denomina con una palabra cuya raíz designa la estabilidad, el equilibrio, tos tan primitivos y simples como la plomada o el gnomon, indica
como la de la palabra episteme, la ciencia misma. E n este objeto, este solamente que el sujeto humano del pensamiento data de una época
artefacto, se reúnen, por una coherencia y un concurso admirables, reciente: la inteligencia artificial es más antigua que la inteligencia sin
el origen estático de la geometría que encontré al releer las Defini- más, concebida como una facultad del espíritu, que se reduce, como la
ciones de Euclides en el Pasaje del Noroeste, y su fundación estatuaria: palabra lo señala expresamente, a una posibilidad de hacer. E l pienso
la epistemología y la antropología, la lingüística y la historia. N o tiene trescientos años mientras el gnomon dice que conoce desde hace
ya solamente la tierra y el cielo, sino el saber y la cosa. Tinieblas y más de tres milenios. Y encuentro que es más difícil concebir una
claridad, los enunciados más ideales, abstractos o formales y los más instancia virtual, interna al individuo, condición trascendental de las
carnalmente humanos conspiran a maravilla en esta sencilla y simple operaciones intelectuales, que ver la cuerda o el eje del cuadrante
plomada. Estable para la mecánica, masa o piedra pesada y densa, escribir automáticamente.
estatua recta que apunta hacia la tierra profunda, regla fina que dibuja
sobre el paramento una línea casi perfecta con tal de que se la tina de Utilizamos este último adverbio a la ligera. Para nosotros, un
color líquido (escribe, pues, como el gnomon), esta cosa nunca engaña y automatismo se cumple sin que la voluntad o la intención participen en
funciona automáticamente. él. Sin embargo, toda la familia a la que pertenece esta palabra hace
referencia a una raíz indoeuropea —men— que designa, por el contrario,
Según la plomada: perpendicularmente. Reconsideremos, sopesemos la actividad mental: vehemente, demente, comentario, mención, mentira,
este último adverbio que usamos a la ligera. ¿Qué? ¿El gnomon, vertical, memoria, monumento, monstruo, demostración, moneda, montre, se
significa al mismo tiempo inteligencia y artefacto? Pero la perpendicular alinean en el subconjunto latino que nace de esta raíz, mientras las
también. Por cierto, pende, como la cuerda del albañil, y pesa, lo mismo palabras anamnesis, manía y autómata forman parte de los parientes
que su plomo, goza, claro está, de la mayor pendiente, tanto como la griegos. Expresamos con una palabra de entendimiento una cosa que
unión de los platillos de la balanza, suspendida como un péndulo: pero pretendemos privada de él. E n esta familia, basta acercar algunos
piensa. E l verbo pensar no conoce otro origen que pesar, pender o parientes para obtener bonitos efectos de sentido. Ejemplo: como un
pendiente. Aunque nos afanemos en urdir el lazo del sentido propio y reloj (montre), el autómata comenta o demuestra gracias a su memoria,
duro al sentido figurado, muy tenue, por evaluación o estima, la decisión y monstruosamente remedia los actos mentales; frase ésta que parece
sobre el pesillo concerniente al tenor en oro de una pieza o de un meditar o decidir acerca de gestiones en apariencia osadas que plantea-
lingote, hasta la inquietud cercana del temor o de la espera, la referencia mos a propósito de la inteligencia artificial, mientras a ojos y oídos del
sigue siendo la balanza, el péndulo, siempre la plomada o stathmé: sí, la artesano de la lengua se reduce sólo a la repetición monótona de la
perpendicular piensa, o más bien, el gnomon mantiene con el conoci- misma unidad de sentido, a una especie de tautología o mejor dicho de
miento el mismo vínculo o relación, la misma razón que la perpendicu- redundancia. E l cuadrante solar le debe sin duda su comparación con
lar con el pensamiento. L a inteligencia artificial no data de ayer. Desde
G N O M O N : LOS COMIENZOS DE LA GEOMETRIA E N GRECIA 94 95 G N O M O N : LOS COMIENZOS DE LA GEOMETRIA EN GRECIA

nuestros relojes. Hace mucho tiempo que nuestras lenguas saben que los cultura colectiva al inconsciente personal, y un cuasi objeto, de los libros
autómatas piensan, al menos lo decían ya antes que los griegos, árabes y a los códigos: ¿pero qué significa semejante frase.en la que una palabra,
clásicos o modernos erigieran estatuas móviles, para ornamento o sujeto, cambia de lugar y no pueden fijarse entre su sentido propio o su
tormento de sus contemporáneos. contrasentido?
En suma, el autómata mantiene con la actividad mental la misma Construido por nosotros que nos encontramos construidos por él,
relación que el gnomon con el conocimiento, que la perpendicular o el colectivamente y en el transcurso de una larga historia, utilizado por
péndulo con el pensamiento o que el stathmé, plomada, con la episteme, nosotros, individualmente y en grupos, el lenguaje, ejercido en el uso
la estatua estable con la epistemología. Ciencia recta, pensamiento, cotidiano o en la experiencia rara y estilizada, nos enseña inmediata-
conocimiento, memoria, actos mentales, demencia o manía... la filosofía mente que se comporta como un artefacto que piensa. Con frecuencia su
que aprendimos nos induce a distribuirlos, como si fueran facultades, ya artesano es guiado por él. E n otros términos, forma parte de la inteligen-
funcionen bien o mal, en torno a un sujeto trascendental, casilla por cia artificial, como la moneda.
casilla o en corona, pero la lengua que escribe o habla esta filosofía
desde hace algunos miles de años los devuelve a sus lugares de origen, la
estaca del cuadrante solar, la escuadra, el cordel y la balanza... como si Materia y forma
describiera una inteligencia objetal. Si existen una o varias reglas para la Gnomon vertical, escuadra acodada, regla, compás, perpendicular,
dirección del espíritu, y si la lengua nota aún alguna redundancia entre péndulo, presentan todos una forma constante: recta vertical u horizon-
la. orientación que este espíritu debe seguir y la cosa que lo indica, ya tal en la balanza, normal o redonda, según los casos. Forma significa
que regla y dirección repiten el latín rectas que significa línea recta, tanto contorno, figura, bordes, definición y determinación en sentido
mientras el sujeto, en tercera posición, no hace más que imitar una literal como principio de organización del objeto. E l ángulo recto
forma objetiva. E l espíritu, en primer término, ¿reside ya en esta forma? describe tanto la apariencia de la escuadra como su esqueleto constituti-
Y por qué resistirse al refinado placer de destacar la etimología, absolu- vo, su construcción. Así, podemos considerar la forma fenómeno y
tamente científica, de poêle: palabra proveniente del latín balnea pensilia, esencia, aspecto y realidad. Que piedra, mármol, hierro o bronce sean
baños suspendidos. ¿Qué otra cosa hacer en un baño, sino decir «pien- las materias primas del eje del cuadrante, qué importancia tiene, con tal
so»? de que se yerga normal al plano del suelo. L a información que da o
Los filósofos que enseñan hoy en sus clases, de las que han desapare- muestra corresponde a su forma y varía con ella. Según sea ésta, se
Gnomon significa tanto cido las lecciones de cosas, al ubicar el sujeto en el lenguaje, para que altera la primera, el conocimiento reside en la forma. E l lenguaje,
escuadra como perpendicular.
(Estela decorativa de la sólo quienes peroren adquieran una situación privilegiada, se detienen nuevamente, asimila forma e información. En la primera reside la
tumba de un ingeniero tímidos a mitad de camino en este retorno a los objetos del mundo, ya segunda.
romano, presenta los que el lenguaje habita en nosotros, boca, garganta y gestos del cuerpo, y Las técnicas de otras épocas informaban la materia: el tornero
instrumentos de su oficio:
fuera de nosotros, en las bibliotecas y los semáforos, bandas sonoras y modelaba la tierra gredosa para que del círculo y de sus manos tangen-
plomada, compás, escuadra,
nivel y regla, siglo I d. de receptores de radio: interno-externo, artificial y natural, sin poder ciales surgiera la urna; así, de un montón de piedra el albañil levantaba
C.) separar uno u otro. E l sujeto, aquí, oscila entre un cuasi sujeto, de la la casa sobre el plano del arquitecto y el herrero violentaba doblemente
el pacífico metal, con el fuego y con el martillo. L a industria agregó un
suplemento de planos al artesanado, pero en la misma vía. Nosotros
hemos cambiado todo esto. Nuestras técnicas, hoy, tienden más bien a
explorar y a reconocer primero las formas finas y complejas dispersas en
las cosas del mundo y a elegir una de ellas o a mezclar varias cuando
esto responda a nuestros deseos o a las restricciones de la fabricación en
cuestión: y a veces hasta las preceden. Por supuesto, aún montamos
relojes de metal, como antes, pero tal cristal, tal molécula, incluso tal
átomo o tal isótopo, producen ahora mejores relojes, automáticos y
fieles, y tal otro cristal funciona como válvula o semiconductor. Las
formas informadas yacen en las cosas mismas, y basta reunirías, así
nuestras obras invierten los antiguos procedimientos en los que la
información sólo provenía de nuestras manos hábiles o del entendimien-
to experto. E l idealismo, narciso, encontraba en el mundo solamente su
propia imagen, y en él la imprimía a costa de un gran esfuerzo. L a
ciencia y la técnica reducían lo real a sus interpretaciones. Sin embargo,
la tierra blanda y gredosa, la piedra antes del aparato, el metal en su
nicho, en sí mismos y por sí mismos cristalinos, entrañan mil artefactos,
como un cuerno de la abundancia que las manos y las voluntades
antiguas ignoraban y obstruían. Nuestra inteligencia, nuestra empresa
un poco tonta, violenta, grosera, habían cerrado la puerta del tesoro,
cuando el mundo esconde mil veces más maravillas que nuestras deci-
siones. E l sentido, la dirección, el proyecto del trabajo cambian de
sentido. En este séptimo día de las técnicas, reconocemos ante todo que
G N O M O N : LOS COMIENZOS D E L A GEOMETRIA E N GRECIA 96 97 G N O M O N : LOS COMIENZOS D E L A GEOMETRIA E N GRECIA

el Universo ya ha inventado muchas cosas: es la fuente de la informa- SÓCRATES: Ahora, ¿un espacio cuadrado no es un espacio en el que son
ción. iguales todas las líneas, y son cuatro? E L SERVIDOR: ¡Y sí! Totalmente.
N o hay materia en el Universo. De otra forma, las ciencias físicas SÓCRATES: En este espacio, las líneas que lo atraviesan por su mitad no
habrían terminado por encontrar límites a su avance o a su historia, son también iguales? E L SERVIDOR: SÍ. SÓCRATES: Entonces, un espacio
límites previstos y planteados por la metafísica materialista. Ahora bien, de esta clase, ¿no puede ser tanto más grande como más pequeño? EL
ésta se desvanece a medida que las primeras progresan y no cesan de SERVIDOR: ¡Y sí! Totalmente. SÓCRATES: Ahora supongamos que este
revelar formas sin encontrar jamás una materia que no nombran, para lado tiene una longitud de dos pies, aquél dos pies también, ¿cuántos
reconocer sólo la masa. L a materia no existe, no se encuentran más que pies tendrá que tener todo el espacio? Procede al examen de la manera
formas, como los átomos, y hasta la menor partícula, con o sin masa, siguiente: supongamos que, por ahi, la longitud del lado sea de dos pies,
sólo formas sin número, más su mezcla, caótica u ordenada, sistema o y por allí, solamente de un pie; ¿el espacio no seria entonces de dos pies?
desorden que agita y sacude como en una cesta su innumerable multipli- E L SERVIDOR: SÍ. SÓCRATES: Ahora, ya que, por aquí, el espacio es de
cidad. N o hay más que información, cuya enorme reserva en el mundo, dos pies, ¿no hace esto dos veces dos? E L SERVIDOR: ESO es lo que mide.
expresable sin duda por un gran número, matemáticamente finito pero SÓCRATES: ¿Esto hace, pues, un espacio de dos veces dos pies? E L
físicamente infinito, deja la ciencia en una historia abierta. Hasta el peso SERVIDOR: SÍ. SÓCRATES: ¿Cuánto es dos veces dos pies? Haz el cálculo
cifra un campo de fuerzas, no importa incluso qué agregado, forma u y responde. E L SERVIDOR: Cuatro pies, Sócrates.
organismo, sobrecodifica un subconjunto de formas cifradas. Unica- «SÓCRATES: ¿Pero no podría haber otro espacio, que sería el doble
mente la mezcla y el desorden, confusión y caos, dan la ilusión de la de éste, por otra parte semejante a él, y que tenga, exactamente como
materia. éste, todas sus líneas iguales? E L SERVIDOR: Sí. SÓCRATES: ¿Ahora de
A partir de aquí la inteligencia es inmanente y, sin duda, coextensiva cuántos pies será? E L SERVIDOR: De ocho pies. SÓCRATES: ¡Veamos un
al Universo. E l mundo proporciona una enorme reserva de formas. L a poco! Intenta decirme cuál será la magnitud de cada una de las líneas de
nuestra no es una excepción, en un entorno oscuro que pasivamente este nuevo espacio. Cada línea de éste mide efectivamente dos pies;
esperaría a que lo informemos. Existe una inmensa inteligencia objetiva ¿cuánto medirá a su vez cada una de las líneas de éste, que mide el
de las que la artificial y la subjetiva constituyen pequeños subconjuntos. doble? E L S E R V I D O R : Está muy claro, Sócrates, que será el doble.
Conocer, para nosotros, consiste en introducirnos en una forma análoga SÓCRATES: L o ves, Menón, de esta forma no le enseño nada, ¿no es así?,
a la que conocemos. Cada objeto que construimos está forjado de todo lo que hago es preguntarle. En este momento, el muchacho se
manera análoga a ciertas cosas del mundo, definitivamente nuestros figura saber cuál es la línea partiendo de la cual se construirá el espacio
pilotos. Inteligente, el gnomon intercepta el flujo descendente del sol, y de ocho pies: ¿no eres de la opinión de que lo cree? M E N Ó N : ¡Por mi fe,
los dos, completamente solos, dibujan sobre la tierra, de la que surge sí! SÓCRATES: ¿Y lo sabe? M E N Ó N : ¡Por cierto que no! SÓCRATES: Se
esta estatua erguida, la información objetiva y parcial de la sombra, que figura incluso que este espacio se construye partiendo de una línea que
en parte habla de la forma global del mundo. sea el doble de la anterior. M E N Ó N : Sí. SÓCRATES: Contempla el espec-
La geometría dormitaba bajo la tierra o soñaba en el resplandor del táculo de su recordar progresivo, que es la manera como sé debe
sol: el gnomon de los antiguos griegos o de los babilonios la despertó recordar. Dime, muchacho, según tu parecer, ¿es partiendo de la línea
poco a poco a lo largo de las formas singulares comunes a la sombra y a doble como se construye el espacio doble? Mira de qué clase es el
la luz. espacio del que te hablo: que no sea largo en este sentido, y corto en este
otro, sino igual en los dos sentidos, exactamente como éste, el doble, sin
embargo, que él y con un área de ocho pies. ¡Y bien! mira si aún eres de
Menón « M E N Ó N : ¡ES esto, Sócrates! ¿Pero qué entiendes tú por este aserto, la opinión de que debe construirse partiendo de la línea doble. E L
que no aprendemos, y que lo que llamamos aprender, es recordar? SERVIDOR: E S mi opinión. SÓCRATES: Ahora, suponiendo que a partir de
¿Puedes enseñarme cómo ocurre esto para que sea asi? SÓCRATES: este punto, prolonguemos esta línea con una línea de la misma magni-
Menón, te decía yo hace poco que eras un mal bromista: ahora me tud, ¿resulta, verdad, esta línea, que es el doble de la primera? E L
preguntas si puedo darte una "enseñanza", a mí, que digo que no hay SERVIDOR: SÍ. SÓCRATES: Entonces, en tu opinión, partiendo de esta
enseñanza, sino recuerdo; tu intención evidente es ponerme sin demora línea, y cuando haya cuatro de la misma magnitud: ¿existirá un espacio
en mi lenguaje en contradicción visible conmigo mismo. M E N Ó N : ¡ N O , de ocho pies? E L SERVIDOR: SÍ. SÓCRATES: Tracemos pues cuatro líneas
por Zeus! N o es a esto a lo que apuntaba hablando así, ocurre, más iguales, partiendo de aquélla, ¿no sería éste el espacio que tú aseguras
bien, que me he dejado llevar por la costumbre, pero, si de alguna que vale ocho pies? E L SERVIDOR: ¡ESO, exactamente! SÓCRATES: ¿Pero,
manera, estás dispuesto a "mostrarme" que ocurre como tú dices, es que en este espacio no están los cuatro espacios éstos, cada uno de
¡muéstralo! SÓCRATES: N o es cosa fácil sin embargo; pero, por ti, accedo ellos igual al que habíamos dicho que tenía cuatro pies? E L SERVIDOR:
a aplicarme a ello con todo mi celo. ¡Y bien! Hazme el placer de hacer Sí. SÓCRATES: ¿Pero cuánto vale su área? ¿No es cuatro veces más
venir a alguien de tu numeroso séquito, nada-más que a uno, al que grande? E L SERVIDOR: ¿Y cómo no lo sería? SÓCRATES: ¿Y el espacio
prefieras de tu gente, con el fin de hacer con él una demostración. que es cuatro veces más grande es un espacio doble? E L SERVIDOR: ¡No,
M E N Ó N : ¡Perfecto! ¡Tú, adelántate! SÓCRATES: ¿Es un griego y habla por Zeus! SÓCRATES: Pero dime, ¿cuántas veces es más grande? E L
griego? M E N Ó N : S Í , estoy perfectamente seguro, nació en mi casa. SERVIDOR: E S cuatro veces más grande. SÓCRATES: Entonces, muchacho,
S Ó C R A T E S : A partir de este momento, presta mucha atención a la el espacio que se contruye partiendo de una línea doble no es un espacio
impresión que te causa: la de recordar o la de aprender de mí. M E N Ó N : doble, sino un espacio cuádruple. E L SERVIDOR: ¡Dices una verdad!
¡Y bien, prestaré atención! SÓCRATES: Dime, muchacho, ¿sabes que un SÓCRATES: Pues cuatro veces cuatro hacen dieciséis, ¿no es cierto? E L
espacio cuadrado es de esta forma? E L SERVIDOR: ¡SÍ, por supuesto! S E R V I D O R : SÍ.
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«SÓCRATES: Ahora ¿cuál es la línea partiendo de la cual se construye formularle preguntas sin enseñarle nada. ¡Vigílame bien, por si llegas a
un espacio de ocho pies? N o es aquélla a partir de la cual se construye encontrarme dándole una instrucción o una explicación, en lugar de
un espacio cuádruple. E L SERVIDOR: De acuerdo. SÓCRATES: Pero un preguntarle acerca de lo que piensa!
espacio de cuatro pies, ¿no es el que se construye partiendo de la línea «Dime, muchacho, ¿no tenemos aqui el espacio de cuatro pies? ¿Te
que es la mitad de ésta? E L SERVIDOR: SÍ. SÓCRATES: ¡Y bien! ¿El das cuenta? E L SERVIDOR: Pero sí. SÓCRATES: Ahora, ¿no podríamos
espacio de ocho pies, no es el doble del de cuatro, mientras es la mitad agregarle un segundo, éste, que es igual? E L SERVIDOR: SÍ. SÓCRATES:
del de dieciséis? E L SERVIDOR: SÍ. SÓCRATES: ¿ N O lo encontraremos ¿Luego un tercero, éste, igual a cada uno de los otros dos? E L SERVIDOR:
partiendo de una línea mayor que ésta que es de esta longitud, pero Si. SÓCRATES: ¿Pero no deberíamos, además, ocupar el espacio que está
menor que aquélla que tiene esa longitud? ¿No eres de esta opinión? E L aquí, en la esquina? E L SERVIDOR: ¡Eh, claro! SÓCRATES: Ahora, ¿cuatro
SERVIDOR: SÍ, soy de esa opinión. SÓCRATES: ¡Perfecto! Respondes en espacios iguales no estarían constituidos así, como esto? E L SERVIDOR:
efecto que ésa es tu opinión. Además, dime, ¿esta línea no era de dos pies SÍ. SÓCRATES: ¿Pero qué? E l espacio así determinado, cuántas veces es
y aquélla de cuatro? E L SERVIDOR: Sí. SÓCRATES: E S necesario entonces más grande que el primero? E L SERVIDOR: Es cuatro veces más grande.
que la línea.del espacio de ocho pies sea más grande que ésta, que es de SÓCRATES: Ahora, ¿era un espacio doble el que debíamos construir, no
dos pies, pero menor que la de cuatro pies. E L S E R V I D O R : L o es. te acuerdas? E L SERVIDOR: ¡Eh, claro! SÓCRATES: ¿Pero no está esta
SÓCRATES: Intenta decirme qué longitud tiene esa línea según tu parecer. línea que, de una esquina a otra, corta en dos cada uno de estos
E L SERVIDOR: Tiene tres pies. SÓCRATES: Ahora, si es exactamente de espacios? E L SERVIDOR: SÍ. SÓCRATES: ¿ N O hay aquí entonces cuatro
tres pies, entonces, quitando la mitad de ésta, ¿no obtendremos una línea líneas iguales, que circunscriben este espacio? E L SERVIDOR: Allí están.
de tres pies? Pues aquí tenemos dos pies, allí hay uno solo, y, partiendo SÓCRATES: Observa ahora: ¿cuál es la magnitud de este espacio? E L
de aquí, hay dos pies aquí y uno allá. Y aquí está construido el espacio SERVIDOR: ¡ N O me doy cuenta! SÓCRATES: Dados estos cuatro espacios,
del que hablas. E L SERVIDOR: Sí. SÓCRATES: Ahora, si hay tres pies en cada una de estas líneas, ¿no ha sustraído una mitad al interior de cada
este sentido, y tres pies en este otro, ¿no se llega, para el espacio entero, uno de ellos? Sí, ¿no es cierto? E L SERVIDOR: SÍ. SÓCRATES: Ahora, el
al valor de tres veces tres pies? E L SERVIDOR: Evidentemente. SÓCRATES: espacio circunscripto, ¿cuántas de esas mitades contiene? E L SERVIDOR:
Y tres veces tres pies, ¿cuántos pies hace? E L SERVIDOR: Nueve pies. Cuatro. SÓCRATES: ¿Y cuántas este espacio? E L SERVIDOR: DOS. SÓCRA-
SÓCRATES: ¿Y cuántos pies tenía que tener el espacio doble? E L SERVI- TES: Ahora, ¿qué es cuatro con respecto a dos? E L SERVIDOR: E l doble.
DOR: Ocho. SÓCRATES: N o es, pues, partiendo de la línea de tres pies SÓCRATES: Entonces, ¿de cuántos pies es este espacio? EL SERVIDOR: E S
como se construye el espacio de ocho. E L SERVIDOR: ¡Por cierto, no! de ocho pies. SÓCRATES: ¿Y partiendo de qué línea se construye? E L
SÓCRATES: ¡Y bien! ¿Partiendo de qué línea? Intenta responderme con SERVIDOR: Partiendo de ésta. SÓCRATES: ¿ N O es a partir de la que va de
exactitud. Y , si no quieres decir el número, muéstranos de todas formas una esquina a otra del cuadrado? E L SERVIDOR: SÍ. SÓCRATES: A esta
de qué línea hay que partir. E L SERVIDOR: ¡Pero, por Zeus! ¡En lo que a línea, los sabios la llaman "diagonal". En consecuencia, si su nombre es
mí respecta, no lo sé! "diagonal", entonces, servidor de Menón, es a partir de la diagonal
como se construye el espacio doble. E L SERVIDOR: ¡Y sí! Así es,
«SÓCRATES: Por tu parte, Menón, ¿no te das cuenta de hasta qué
Sócrates.»
punto ha llegado ya este muchacho, por la vía del recuerdo? ¿que, para
comenzar, no sabía cuál podía ser la línea del espacio de ocho pies, y a Debemos creer que el esclavo que aparece en el Menón de Platón es
pesar de todo, aún ahora tampoco lo sabe? Sea lo que fuere, entonces el testimonio de un mundo olvidado que recuerda ante nosotros, por un
creía conocerla y respondía con confianza, como un hombre que sabe, y ejercicio de reminiscencia, y también pensar que Sócrates y Platón
no se creía confuso; mientras en este momento está confundido, y así recuerdan oportunamente los inspirados ritmos de los poetas, que los
como no lo sabe, ¡tampoco cree que lo sabe! M E N Ó N : Estás en lo cierto. devuelven a aquellos tiempos perdidos. Pero además hay que describir
SÓCRATES: Pero, con respecto a la cosa que no sabía, ¿no está ahora en con precisión esos mundos y esos tiempos que resurgen en el transcurso
mejor situación? M E N Ó N : Pienso lo mismo. SÓCRATES: Ahora, haciendo de la demostración.
que se confunda, sumiéndolo en la torpeza a la manera del torpedo, ¿le Cuando los historiadores de las ciencias vuelven sobre el problema
hemos causado algún daño? M E N Ó N : ¡No, no lo creo! SÓCRATES: A l de la duplicación del cuadrado tratado aquí, buscan en este pasaje de Duplicar, en absoluto copiar
menos, hemos hecho, según parece, una obra útil con respecto al Menón y en la figura, huellas o testimonios de la geometría griega del para obtener un doble, sino
descubrimiento de la solución: ahora que sabe que no sabe, tendrá sin siglo V , olvidada hoy por todos, sino por ellos, porque no se han construir una misma forma
de superficie doble.
duda placer en buscar, mientras que antes, ya estuviera delante de conservado más que escasos fragmentos, entre los cuales se encuentra el
mucha gente, ya fuera en repetidas ocasiones, había creído, con toda citado.
tranquilidad, que respondía bien a la pregunta del espacio doble, al Reconstruir el esquema y mostrar la relación del lado con la diago-
declarar que éste debe tener como lado la línea que tiene el doble de nal permite reconstituir un saber perdido y un pasado caducado: trabajo
longitud. M E N Ó N : ¡Seguramente, eso es lo que hizo! SÓCRATES: Ahora, de reminiscencia. Ahora bien, la historia de las ciencias hace tan pocas
¿te figuras que hubiera emprendido la búsqueda de la solución, o referencias a la teoría en cuyo favor Sócrates llama a un ignorante y
hubiera intentado aprender lo que se imaginaba saber y no sabía, antes suscita para él este problema, que la historia de la filosofía, al tratar de
de haber llegado al estado de malestar en el que se encuentra después de la reminiscencia, hace referencia a la propia duplicación del cuadrado.
que ha pensado que no lo sabe, y antes de haber experimentado el deseo ¿Y si por ventura las dos memorias se identificaran? ¿Sócrates y el
de saber? M E N Ó N : ¡No, Sócrates, no lo creo! SÓCRATES: ¡Le ha sido esclavo se consagran a un esfuerzo idéntico al maestro, encaminados
beneficioso experimentar esa torpeza? M E N Ó N : ESO me parece. SÓCRA- todos a la recuperación de un saber olvidado? ¿Qué relaciones se pueden
TES: Considera ahora lo que va a descubrir como consecuencia de esta definir de la ciencia con la memoria?
confusión, investigando junto conmigo, que no haré otra cosa que Dado un cuadrado, buscamos doblar su superficie: ¿cuántos pies
G N O M O N : LOS COMIENZOS DE LA GEOMETRIA EN GRECIA 100 101 G N O M O N : LOS COMIENZOS DE LA GEOMETRIA EN GRECIA

medirá la superficie del nuevo cuadrado? Sea cual sea la respuesta, de ¿cuánto es dos veces dos?, y que cómodamente confirma que cuatro
tenemos que prolongar los dos lados del primero. Encontramos otra vez veces cuatro hacen dieciséis y que tres veces tres hacen nueve. Pero para
el gnomon, la vieja forma de la escuadra acodada cuyo hueco nos Sócrates y su escuela, este saber tabulario y numeral equivale a la
muestra el cuadrado inicial y cuyo aparato conforma en madera o hierro ignorancia. Conocer sus números es lo mismo que no conocer nada.
el suplemento a agregar. Duplicar la superficie dada consiste en cons- Pero leemos que el esclavo recita su tabla. ¿Qué es en verdad una tabla,
truir la escuadra: el problema del gnomon. ¿Puede resolverse así? A l sino una memoria? La más fácil de recuperar. El esclavo sigue la tabla y
menos el joven esclavo comienza, con Sócrates, a imaginarlo de esta el cuadro y el gnomon: recuerda. Recuerda un saber que el platonismo
manera: no cabe ninguna duda de que se equivoca debido a esta figura, oculta y desprecia. Dicho de otra forma, detrás de la geometría, precisa-
ya que la solución verdadera comienza cuando la abandona. Su error mente la que determina un cuadrado doble por medio de la diagonal del
proviene de que antes él se plantea la cuestión del gnomon. Hay que cuadrado simple inicial, se ocultan en el olvido la aritmética y el álgebra
llamar de esta manera, dice Herón de Alejandría, a todo lo que, agrega- geométrica que el despreciado recuerda. De pronto, testimonia con su
do a un número o a una figura, da un todo semejante a aquéllo a lo que cuerpo, su lengua y sobre todo su estado, el rango en el que había caído
#1 #2 #3 *4
ha sido agregado. La duplicación proporciona un caso particular trivial la antigua ciencia: en el orden de la ignorancia y la servidumbre, en el
campo de lo concreto en relación con lo abstracto. E l filósofo se reserva
*
de tal similitud.
*2 •X- Ahora, el terror tiene lugar dos veces y las dos veces por exceso. ¿Por el metalenguaje en el cual se define esta relación nueva entre lo puro y lo
qué? Partiendo de un lado A B de dos pies, luego, de una superficie de concreto, y luego a partir de aquí puede juzgar a su gusto el saber y su
cuatro, el esclavo prolonga primero al doble, le otorga cuatro pies, y historia, y hacer comenzar ambos por él.
#3
logra una superficie de dieciséis, mientras se le había pedido una de Pero Sócrates también recuerda cuando dice que no sabe. Y es cierto

*
ocho, el doble de cuatro, entonces vuelve atrás y elige un lado de tres que no sabe. Duda y busca. Y cuestiona. Y sobre todo separa en
*4 -96-16 pies para un cuadrado de nueve. Estos tiros demasiado largos se elementos y en trozos las grandes frases rapsódicas y las cuartas de
explican nuevamente por el problema del gnomon. Esta palabra significa enciclopedia. Soldado, peatón, quiere ir paso a paso. Primero esto, luego
escuadra, pero también, repitámoslo, la tabla pitagórica que exhibe los aquello. Pongamos primero esto fuera de toda controversia antes de
cuadrados perfectos, los números impares y la serie de los enteros: los pasar a lo que será examinado de la misma manera. Cortemos en dos,
primeros en el diagonal, los últimos en los lados. Los impares forman el procedamos por dicotomías. Sócrates sólo sabe estos procedimientos,
gnomon, sobe la escuadra que queda. método o vía prudente y circunspecto. Pero, una vez más, tomemos en
Luego, el joven ignorante salta de dos a cuatro y vuelve a bajar de serio la teoría divina que acaba de pedir prestada a Píndaro: ¿Y si
cuatro a tres: sigue, pues, los lados del cuadrado en números enteros en también él recordara un antiguo saber? Sócrates se acuerda de procedi-
el sentido del álgebra geométrica de los antiguos pitagóricos. Dicho de mientos de la teoría algorítmica paso a paso, y la representa por medio Algoritmo: contrariamente a
otra manera, el gnomon lo precede una vez más. de su personaje y su estado de hombre que habla y que no escribe. lo que parece, la palabra no
Desde la noche de los tiempos en la Media Luna fértil, la división por procede del griego sino del
árabe y significa conjunto
dos, privilegiada, permite calcular mentalmente con más facilidad. E l
finito de operaciones
Reminiscencias joven esclavo y Sócrates caminan juntos y van, acompañados, hacia un elementales que configuran
mundo desaparecido del que son prosopopeyas; el viejo maestro conver- un esquema de cálculo o la
sador interroga al ignorante que no sabe leer ni escribir, según los resolución de un problema.
Él recuerda. Recuerda primero tentativas de definición en el diálogo:
antiguos y exactos procedimientos que éste no ignora, sin quitar los ojos
debió de haberlas escuchado, oculto en algún rincón.' Recordemos, en
jamás del eslabón anterior cuando pasa al eslabón siguiente, y vuelve en
efecto, que el ejercicio paralelo a la definición de la virtud consistió en la
seguida hacia atrás si por casualidad se salta uno... regresando, así, a la
definición de la figura y en ponerse de acuerdo en rechazar ante todo los
casilla tres después del brusco paso de la dos a la cuatro.
dos primeros resultados: la figura no es ni la forma ni el color; sino que
se convino en decir que es el límite donde termina un sólido. L a línea En el juego no participan sólo dos, sino tres: no Sócrates, Menón y el
forma el borde de la figura como ésta forma el de un cuerpo. Por lo esclavo, puesto que los dos últimos se sustituyen el uno al otro, sino
tanto, el esclavo se equivoca porque sigue el borde, el del cuadrado Platón, Sócrates y el ignorante. La «paideia», educación e historia, pasa
dibujado por Sócrates y el del esquema numeral. Pero de la línea al área por tres estadios: el filósofo-rey, el soldado de infantería y el sirviente o
como del área al volumen, es decir, del límite a la variedad que lo campesino, según la antigua división. Platón piensa dentro del universo
engloba o define, la conclusión no es válida. E l esclavo se equivoca de la geometría, espacio puro, métrica rigurosa, irracionalidad domada:
porque recuerda la definición por el borde. Memoria inmediata. he aquí la diagonal, el «alogos» aliado al «logos» y mezclado con él, he
Recuerda, en segundo lugar, el estado en que se encontraba la aquí al Tejedor Real cuyo retrato cierra el Político; el esclavo, por lo que
geometría griega antes del descubrimiento de la diagonal, un mundo a él se refiere, cuenta mentalmente los números enteros en el algoritmo
olvidado. E l álgebra geométrica, los viejos pitagóricos, el reino de los tradicional, logística despreciable de mercaderes y productores, mientras
números enteros. E l mundo matemático de Platón, Teodoro, Teétetos, que Sócrates, razonando siempre según el estadio antiguo, sin escribir,
Eudoxo, está totalmente alejado de aquél. En aquellos tiempos se descubre el nuevo mundo del cuadrado que lleva la diagonal como
confiaba en el gnomon, cargado de conocimiento. L a nueva escuela ha insignia. Él establece el lazo entre los dos reinos; como un mensajero.
perdido este conocimiento, y éste se ha vuelto despreciable y, después de Platón asedia nuestros pensamientos, de los que no podemos desem-
todo, bueno para los esclavos. Y el joven lo sabe, lo dice, lo representa. barazarnos, o más bien, vivimos con los pensamientos que él concibió,
Conoce el cuadro del gnomon. ¿Verdaderamente? Quienes oímos y mientras que el pequeño esclavo no ha abandonado a los antiguos
leemos el diálogo, damos fe, a dos mil años de distancia, de que sabe su pitagóricos ligados aún a las tablas babilónicas; Sócrates no sabe nada,
tabla de multiplicar, ya que, sin vacilar, responde cuatro a la pregunta como el niño, y no escribe, como el esclavo; ellos dos conservan la moda
GNOMON: LOS COMIENZOS DE LA GEOMETRIA EN GRECIA 102 103 G N O M O N : LOS COMIENZOS D E LA GEOMETRIA E N GRECIA

antigua, de la que Platón y nosotros nos acordamos gracias a ellos, comprendemos nada antes de recordar el origen del torpedo: este pez se
momento arcaico sumergido en los métodos orales y los procedimientos llama así porque nos hunde no en el estupor sino en la torpeza. A l
paso a paso, pero acceden, de repente, maravillados, cogidos de la mano, tocarlo, uno se- desvanece. Parece dormir. Pero nuevamente no com-
a un nuevo mundo abstracto. prendemos nada si más allá del origen latino no recordamos que el
El pensamiento algorítmico se sepulta en el olvido y no constituye torpedo, en griego, lleva el nombre de vápKT] (narké), que lo emparenta
ya, con sus salmodias, más que la prehistoria de la ciencia. E l joven con la narcosis y los narcóticos. Es una extraña farmacia. E l choque que
esclavo se acuerda del gnomon y de sus leyes tabulares porque funciona provoca el contacto con el animal nos parece hoy electroquímico.
como una memoria, como la tabla de multiplicar. E l pensamiento Aclaramos esta experiencia por medio de varias ciencias, electrostática,
algorítmico, artificiable, se reduce, sin duda, a tales memorias. N o bioquímica, neurología, todo un refinado espectro desplegado. Ahora
digamos inteligencia artificial, sino mejor: memoria artificial. Antaño, bien, nuestra farmacia de narcóticos nos conduce nuevamente al torpedo
recordémoslo, el saber se reducía quizá al recuerdo. Pero la nueva como si la lengua, por su historia, hubiera seguido el mismo camino que
geometría revela sus lagunas: no se encuentra ningún número sobre el la ciencia misma que, desde hace al menos dos siglos, acumula experien-
gnomon entre 3 y 4 para los lados ni entre 4, 9 y 16 para la longitud de cia en torno a este sorprendente pez. Como si hubiera dos historias de
la diagonal. L a geometría completa sus fallos, anula un saber ligado al las ciencias, paralelas: la que da cuenta de las manipulaciones de la
recuerdo. Inventa otro mundo que pulula entre los números y del que se fisiología y la que recuerda el torpedo latino y la narcosis griega, el
pierde rápido la cuenta. F i n temporal de la lucha que opone abstracción sueño narcótico y la extraña torpeza en los que nos hunde la descarga.
y memoria, consideradas ambas como economías del pensamiento: aquí, Comprendemos gracias a nuestra ciencia algo que roza la electricidad,
donde la segunda huye, gana la primera. Pero si aquélla es aplastada en que Platón conoce poco, pero Platón nombra a un animal de manera
la batalla griega continúa la guerra, sin embargo, junto a los árabes en que comprendamos algo que roza nuestra farmacia, pero también la
la Edad Media, con los máximos matemáticos clásicos, como Pascal y suya. E l torpedo adormece como un narcótico. Narciso finalmente se
Leibniz, arquitectos de algoritmos más que de geometrías, y finalmente fascina hasta adormecerse en el total encierro en sí mismo, ante su
en la era contemporánea: acabamos de aprender a economizar el pensa- imagen que las aguas quietas de una fuente le devuelven. Narciso-
miento, por lo tanto a ganar, en los dos marcos: en aquel en el que aún narcosis lleva el nombre del pez, o lleva en él este animal, y se aniquila a
brilla la luz del sol platónico, la matemática pura, pero también en aquel sí mismo como un pharmakon totalmente solitario sin sociedad ni
en el que el recuerdo sojuzgó la propia velocidad de esta luz. Esclavos entorno. L a narcosis mantiene con el individuo la misma relación que la
objetivos trabajan en el seno de los ordenadores: todo el antiguo diálogo arcaica víctima que los griegos llamaban farmacéutico con el colectivo.
sigue procedimientos fáciles de inscribir en los sistemas lógicos. En el juego del autoconocimiento, ¿los yo van a matar al Yo como la
turba desatada lleva a la muerte al pharmakon! ¡Conócete a ti mismo!
¡Aniquílate, sujeto narcisista del pensamiento! Filosofía del sujeto, esta
droga de suicidas...
Medida y posición
Nuestro saber desarrollado en una serie, electricidad, química, farma-
cia, neurología, psicopatología, se cierra, cuando remontamos su histo-
La marcha de la discusión viró pronto de la aritmética a la geome-
ria, como se cierra un abanico, y nuestra lengua única, transmitida, nos
tría: si prefieres no hacer cálculos, ¡entonces muestra! Sócrates, evidente-
une al pasado como una línea negra. Los sabios contemporáneos se
mente, hace trampas. H a preguntado la longitud del lado. E l esclavo,
muestran orgullosos, de buen grado y con toda justicia, de haber
leal, responde cuatro o tres pies. Se requiere de él una medida, él da una
descubierto el origen bioquímico de la conmoción eléctrica. Muy cierto.
cantidad. Pero cuando aparece la diagonal como lado del cuadrado
Pero la lengua lo sabía ya, desde hace mucho tiempo. A veces, la historia
duplicado, no se habla más que de calidad: ¿sobré qué línea se construye
de la lengua no requiere más que una cierta memoria. L a memoria
el cuadrado de superficie doble? Sobre ésta. Interrogativos y demostrati-
artificial de la lengua.
vos abandonan a partir de este momento la cuantificación para calificar
lo que se muestra. Nadie pregunta al que pregunta: ¿qué longitud?
Sócrates pregunta, ignorándolo, acerca de un contenido a propósito del
cual, a su vez, nadie lo acosa. Encontró el lado, pero no lo ha medido. Par e impar: la demostración apagógica, por el absurdo
Hace trampas: sabe que no encontrará la longitud exacta. Los dos
errores por exceso habían tenido lugar al medir el lado del cuadrado por Sea un cuadrado de lado 1 y b su diagonal. Por el teorema de
medio de números enteros: el esclavo cuenta cuatro y obtiene dieciséis, 2 z 2
Pitágoras, sabemos que b = l + l = 2, de donde b = y/l. Como
vuelve a tres y obtiene nueve. Primer ensayo con el par y segundo con el 2 2
l = l y 2 = 4, b vale entre 1 y 2. Escribamos este valor m/n suponiendo 1
impar, dos tiros demasiado largos. E l número buscado no será, pues, ni
par ni impar. esta «fracción», reducida a su más simple expresión. Luego, la y/l =
2 2 2
m/n de donde deducimos que m = 2 n . Entonces m es par, luego m
también. Primera consecuencia: n es impar.
z
Ahora bien, un cuadrado par es divisible por 4, es el caso de m ,
Torpeza y narcosis 2 2
luego 2 n también es divisible por cuatro. Entonces, n es par y: n es
par. _
Callejón sin salida, confusión, el diálogo se interrumpe y Sócrates, en
un intermedio, recuerda a Menón su comparación del torpedo. L a Por consiguiente, n es par e impar, cosa imposible, la y/2 no puede
-metáfora expresa la contradicción y la turbación en la que en este punto pues expresarse en la forma m/n. Esta demostración por el absurdo se
se encuentra el interlocutor del filósofo. Pero nosotros mismos no llamó desde la Antigüedad demostración apagógica.
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Hace fracasar la aritmética pitagórica primitiva que sólo admitía los del alba griega. Es necesario comprender ahora la emergencia de estas
enteros o como máximo los racionales. De pronto el espacio muestra idealidades.
longitudes que el cálculo ya no comprende. Si no puedes calcular, Esta puede ir sin embargo más lejos que la aritmética, formalmente
entonces muestra: estas palabras de Sócrates, más hábil o profundo de lo hablando, pues sus procedimientos paso a paso dan, con constancia,
que parece, señalan exactamente la bifurcación. L a demostración apagó- pruebas de la seguridad deseada y controlada de su sistema. N o va a
gica muestra que los números hacen imposible lo que el espacio, a todas cualquier sitio y no pasa por no importa qué etapas. Podemos, pues,
luces, hace posible. imaginar un método, en el sentido etimológico de camino trazado, que
La demostración de Sócrates, en el Menón, dice que el espacio hace extienda su desarrollo a reglas más complejas o más generales que
posible lo que los números hacen imposible. permitirían avanzar, hecho ya previsto en un programa dado de antema-
Y ambas pasan por lo par y lo impar. no, que también indicaría lo que se encontraría, con exclusión de
El diálogo recuerda la demostración apagógica y la supera, si así cualquier otra alternativa. E l pensamiento algorítmico presentaría en-
puede decirse, en otro sentido. Y el torpedo fulmina por la contradicción tonces una primera muestra inocente de aquello en lo que se convertiría
o el absurdo. Apagógico significa llevado fuera del recto camino, desvia- como consecuencia de una demostración rigurosa. Del proceso paso a
do o seducido. He hablado de bifurcación. Seducido: fascinado por la paso a la prohibición de realizar ningún paso no previsto con anteriori-
torpeza. Ahora bien, el gnomon está dibujado por números enteros, dad, la distancia no parece infranqueable. Dicho de otra forma, la teoría
impares y pares: el joven esclavo los siguió. ¡Muestra, ahora, no cuentes y la práctica de la demostración suponen un algoritmo. Este prepara a
más, muestra la diagonal! Hela aquí: pasa por 1, 4, 9, 16..., por números aquélla en la historia.
que de aquí en adelante llamamos cuadrados perfectos. ¡Vamos, muestra
la diagonal lado de un cuadradp dé un área de ocho pies! Falta. N o Una vez más imagino que la escuela eleata debió de contribuir de Zenón de Elea
mostrable, indemostrable. manera decisiva a anular la distancia que parece separar la receta del
El gnomon sólo conoce los cpadrados perfectos. Ciencia perfecta del rigor y del espacio usual de la extensión ideal en la que nuevos objetos
logos, que ignora los irracionalefe; ciencia arcaica y muy imperfecta del manifiestan su aparición.
logos perfecto: la matemática en|su autenticidad demostrativa nace por Las paradojas de Zenón hacen olvidar su escenificación en beneficio
consiguiente fuera del logos, cuando se aparta dé él y puede medir de su manifestación. ¿Y si infinitamente nos condujeran de la una a la
rigurosamente esta desviación. L a ciencia comienza fuera del lenguaje. otra? L a flecha que vuela del arco al blanco, o Aquiles, cuya carrera se
El gnomon no conoce pues nada en absoluto. Se pueden medir o consagra a atrapar la tortuga, como lo hace la liebre en la fábula de
inventar conocimientos desconocidos de esta memoria que lleva el Esopo, ambos sin esperanza de éxito, toman cada uno una vía, o dicho
nombre de algo que conoce. Este es el flechazo que sale del torpedo. de otra forma, un método. Observemos con qué precisión se ordenan
Que fuera del gnomon, existan conocimientos autoriza a buscar lo que todos los elementos de un algoritmo: camino o método para lograr un
no se conoce —lo que el conocimiento mismo no conoce. objetivo, finalidad práctica y simple de un dispositivo, medida exacta del
Torpedeo del gnomon, torpedeo de las viejas prácticas, de su memo- segmento recorrido, descomposición del proceso en elementos, procedi-
ria, de la cuenta por el espacio, del logos por el alogos, de lo decible por miento paso a paso, y, es oportuno decirlo, repetición que en la figura y
lo indecible, del lenguaje por la ciencia, torpedeo del artificio, de la en la forma retoma el mismo gesto a realizar después del mismo gesto
memoria del lenguaje, del pensamiento algorítmico. realizado, derivación muy probable a partir de una fábula. Notemos
Antes juez, contraste, piedra de toque, el gnomon ya no decide ni también otra imitación de la antiferesis, de la sustracción algorítmica
conoce; ignorante como un niño esclavo, dos veces tonto. ¡Liberación! alternativa, proveniente de la tradición, y que aquí resta la mitad del
Existen conocimientos fuera de la memoria. todo, luego la mitad del resto, y así sucesivamente, como si Aquiles o la
N o existe demostración antes de los griegos, antes de la demostra- flecha operaran la sustracción al moverse. Observemos finalmente, en el
ción apagógica, antes de la geometría, antes de lo irracional. Cierta- otro sentido del tiempo, cuan poco innovará con respecto a sus procedi-
mente. N o hay otra cosa que contar. ¡Si prefieres no hacer cálculos, mientos el algoritmo infinitesimal aún por nacer, en Abdera un siglo
entonces muestra! Es una frase original. ¡Muestra, así demostrarás! después, o en la edad clásica pasados dos milenios. Toda la escenifica-
Inventar la geometría y la demostración consiste en llenar las lagunas ción, pues, la forma del comienzo, revelan un pensamiento algorítmico.
del gnomon, las del conocimiento, de la inteligencia artificial, del pensa- Aquiles corre o camina, la flecha vuela, toda esta receta fracasa. N i el
miento algorítmico. Este no demuestra. Sólo sabe contar. campeón corredor ni la punta sagital llegan a su objetivo. Por primera
vez, un procedimiento seguro de su resultado, una buena receta de
medida, se detienen en virtud misma de su perfecto funcionamiento y en
Surgimiento de las Tan fiel y refinada como se presenta la reconstrucción por algorit- un ejemplo luminoso y excelente. L a repetición sólo engendra repetición,
figuras ideales mos de la matemática griega en sus comienzos, le resta aún distinguirse el paso a paso se reitera sin detención posible. Podremos reír del héroe
de esta empresa por la geometría de las líneas y los sólidos, el espacio del coraje, imagen irrisoria del animal cobarde, la velocidad no le sirve
abstracto o los objetos ideales, una especie de otro mundo infinitamente ya de nada. De manera canónica, Zenón da muerte a la metrología
lejano. tradicional: el algoritmo milenario de la Media Luna fértil se extingue en
El pensamiento o la práctica algorítmica da cuenta de la teoría de Elea.
los números, de la medida, de pensamientos variables y profundos El recorrido de la flecha de Aquiles no tiende ya al objetivo prescrito,
acerca de los racionales y los irracionales provinientes de la duplicación sino que se desvía, atraída de pronto por una finalidad totalmente
del cuadrado o del cubo, pero supone, allí, cubo o cuadrado, lados sin nueva. Corriendo, volando, los dos vectores se hunden en la marisma
espesor y sólidos rigurosos, transparentes y perfectos, inexistentes antes angosta pero abisal del segmento, ligados al pegadizo algoritmo, pero
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ambos tienden a un punto único en el límite de todos los puntos que nos faltan, un joven esclavo, renaciendo de su ignorancia, calcula,
recorridos o posibles, filtrado por todas las estaciones pasadas. Esto cuenta, dobla una longitud y luego le sustrae una parte, incapaz de
significa que se eliminan o sustraen los lugares por donde se pasa o se llegar él solo a l a diagonal que se puede y no puede trazar, allí presente
puede pasar, se descalifica aquellos a donde se llega o se puede llegar, se pero irracional. E l esclavo piensa algorítmicamente, el maestro no olvida
desacreditan todos en los que se permanece o habita, en beneficio del la geometría.
único punto al que se va sin poder alcanzarlo. Y a se oyen los acentos La definición de lo abstracto geométrico, modelo de lo abstracto
platónicos. E l procedimiento, simple a fin de cuentas, discriminando teórico requerido por Platón para pensar o existir o percibir, emerge de
este punto de todos los demás, divide el segmento por una sola dicoto- Un método, o vía, infinito en el cual Aquiles y la flecha nos preceden y
mía, en suma: todos los puntos y uno solo. Por un lado, se puede ver y nos guían, dejando los algoritmos definitivamente atrás, empantanados.
tocar, pisar con los pies lugares concretos, actual o virtualmente, perma-
necer, acceder a ellos, partir, el mundo o el camino de esos lugares
concretos quedan abiertos a la carrera o al vuelo; por el otro lado, Generalización
emerge un punto inalcanzable, más allá del cual no se puede ir, inaccesi-
ble, que Aquiles no verá jamás, que la punta de la flecha no atravesará, E l razonamiento de Zenóñ se repite: antes de llegar a la meta, debe
que nadie habitará. Emerge en el mar inmenso de los demás puntos. E l pasar por la mitad del segmento, pero antes franquear el cuarto y
mundo, tan mensurable como se quiera, por aproximación y hasta con todavía antes pasar por su octavo, y así indefinidamente, de manera que
exactitud, linda con otro mundo infinitamente lejano, sin dimensión, ya Aquiles no puede comenzar. E l punto inicial asume, pues, el mismo
que la métrica se agota sin alcanzarlo: hueco ausente en el dibujo. rango que'el terminal. L a paradoja, por los mismos procedimientos paso
Tracemos pues sobre la arena la trayectoria del héroe o el vuelo del a paso, llega al punto medio por no importa qué puntos: entonces todo
vector, no marcaremosr sobre su órbita el lugar hacia el cual todos se segmento es ideal.
apresuran: nadie puede escribirlo ni dibujarlo. Si lo picamos sobre la Hay que llamar paradoja al conjunto de estas demostraciones por-
hoja o a la arena, Aquiles o la flecha pasarán por él, no puede ser el que que los elementos que se desprenden de ellas se alejan mucho de la
buscamos. Sostenemos en la mano la pluma, dicho de otra forma el opinión común.
dardo mismo, el trazo que vuela con el que escribimos en la página, y no
puede inscribir el punto tras el que siempre corre. L a ciencia nacía fuera
del lenguaje, nace fuera de la escritura. Es el primer lugar inteligible, Dado un cuadrado de lado 1 y su_ diagonal y/2.
atópico, al cabo de este corto camino igual al camino más largo posible. Si restamos uno.del otro, queda: y/2 — 1. _
La abstracción geométrica se convierte en el límite de la suma infinita de Y si resolvemos a efectuar la sustracción, queda: 1 — (y/2 — 1).
las sustracciones algorítmicas. y/2
Ahora bien, la relación de la diagonal al lado ——
Vemos una persona aquí, de tal aspecto o tal edad, vivo e individua-
do, con cien signos característicos; para pensarlo, dice Platón, hay que 1 - U/2 - 1)
es igual a la relación entre los dos restos —'—=
concebir en otro mundo completamente separado de éste, una idea de y/2-1
hombre o el hombre ideal. Aquél participa de éste. ¿Cómo concebir a Lo que se verifica multiplicando los medios y los extremos.
ambos, al teórico y al concreto juntos, responde Aristóteles, sin formar Luego, todo se repite infinitamente.
la idea abstracta de un tercero, de la que participarán los dos? Y cómo, Busquemos el_valor de y/2 comparado a la unidad.
una vez más, concebir a los tres, sin un cuarto que... este argumento al J2 = 1 + (y/2 - 1),
infinito, llamado del tercer hombre, lejos de criticar o destruir el lugar
El trazado de las diagonales
del pentágono vuelve a abstracto inteligible de las ideas o las formas, contribuye a describirlo y V5- • +
formar un pentágono cuyas fundarlo, igual que la escenificación de Zenón conduce infinitamente de y/2+l
diagonales hacen surgir, al Basta reemplazar y/2 por su propio valor:
la representación concreta o de la receta métrica a la vecindad, al límite , - 1 1
infinito, otro pentágono.
de la idealidad no representable y que no puede ni dibujarse ni escribir- ^2 = 1+ 1 =1 + 1
se, sustraída a toda aprehensión hasta el agotamiento: puntos visitados +1 2+ ^ -
o visitables en el objetivo invisible e inaccesible. Lo abstracto yace en el y/2+1 y/2+1
fondo de este abismo, infinitamente lejano, pero infinitamente próximo. r 1 1
Allí está, lleno de vida, el joven esclavo ignorante que, bajo el y/2=l + 1 = 1+ 1
torpedo de Sócrates, demuestra la duplicación del cuadrado construyen- 2+ ; 2+- —
do la diagonal irracional. Platón pretende que recuerda un mundo 1+—= +1 2+-
y/2+1 y/2+1
olvidado ya que sabe sin haber aprendido. Sin que Aristóteles inter-
venga, pondremos en escena al otro esclavo del otro mundo calculando y así sucesivamente:
el área de otro cuadrado, escena que a su vez reproduce abismalmente,
en el cuadrado retomado, una implicación infinita de diagonales, de V2=l+2+-
lados o de Sócrates venenosos. Acabamos de recordar, al inventarlo, el 1
2+-
conjunto de las cuestiones y problemas, matemáticos y filosóficos, que 1
entran en la clase del tercer hombre. Interminablemente, sobre una 2 +
iI
figura que se pliega o despliega sin cesar, de mundos en mundos, en
¿Teodoro? ¿Teétetos?
fuga, remontando la corriente, y de olvidos recomenzados en recuerdos
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Luca Signorelli. Empédocles. Pero tanto como estos elementos de lengua escrita, quiere significar
El cuerpo del filósofo parece
los del mundo, agua, tierra, a la manera de Empédocles que usa el
emerger de los cuatro
Elementos, sus raíces. término rizoma: raíz, origen radical de las cosas; elementos del Universo,
( Fresco de la capilla de la astros, planetas; de la gramática, sustantivos, verbos; de la lógica, de la
Virgen de San Brizio; retórica, de la geometría...
Duomo, Orvieto.)
En esta lista o en este cuadro, no parece que ninguna disciplina haya
buscado la supremacía: ni la lengua ni las ciencias prevalecen sobre las
cosas, los objetos mismos no preceden a sus propios signos. El cielo
nocturno despliega un conjunto de puntos; los átomos, elementos
puntuales de las cosas, son presentados a menudo como letras o como
cifras, inanalizables y para combinar. Además, tanto Proclo como
Aristóteles hablan de los elementos de la geometría como constituyentes
de la materia, como comienzan por ellos quienes la enseñan o aprenden:
fundamentos o rudimentos, según. No parece que los antiguos hayan
buscado o pensado elementos absolutamente primeros o últimos: los
1
hay en todas partes, en tablas locales.
El verbo correspondiente CTTSÍXG) (steichó) designa el acto de avan-
zar en fila, como la línea de la batalla de un ejército, de manera que el
nombre corresponde a línea, columna o fila. De esta familia, el francés
sólo ha retenido algunos nombres técnicos: el dístico, grupo doble de
versos alineados uno sobre otro o bien un hexámetro y un pentámetro;
la stichomythie, diálogo de la tragedia en el que los interlocutores se
responden verso por verso y como pie por pie. L a prosodia, que utiliza Prosodia: conjunto de reglas
estos términos/ cuenta por sílabas cortas o largas, dáctilos, troqueos, relativas a la cantidad de
anapestos, con puntos y rayas, como el alfabeto Morse. Átomo, elemen- vocales que rigen la
composición de los versos,
to: punto, raya. Nuevamente: ¿qué es un elemento? Esta marca, esta sobre todo en la lírica
huella, el guión, la raya, en general la nota, en el sentido que Leibniz griega y latina.
daba a estas palabras. Y en plural: un conjunto de estas notas. Conjunto
generalmente agrupado en una tabla o en un cuadro de puntos y de
rayas, en líneas y en columnas, bien ordenados. Que yo sepa, los
elementos de la geometría consisten también en puntos y rayas que
debemos aprender cómo trazar.
Hoy como ayer, vemos en todas partes, reunidos en tablas semejan-
tes: las letras de los alfabetos, las cifras en todas sus bases, los axiomas,
los cuerpos simples, los planetas, las manchas del cielo, las fuerzas y
corpúsculos, las funciones de verdad, los aminoácidos... Nuestra memo-
ria los conserva con tanta facilidad que constituyen, por sí mismos,
memorias: objetivas, artificiales, formales. Exactamente en el mismo
sentido que las viejas tablas de laTey. ¿Qué designa, en conjunto, el
término elementos? Una tabla, abierta a todas las tablas imaginables; la
memoria, en general: aquello a lo cual se refiere constantemente un
saber. Así, los Elementos de Euclides construyen un sistema en el sentido
lógico ordinario, deducido y fundado, pero también constituyen una
memoria en el triple sentido de la historia —de allí los comentarios—
del autómata y de los algoritmos.
Ahora, un sentido único se destaca, netamente, de este área de
sentido tan coherente: atoixsTov (stoichéion) significa la aguja que
marca la sombra en el cuadrante solar; el gnomon, quizá, pero sobre
todo la huella local que marca la hora. Esta hora, que la etimología
Elemento" E l término Elementos, que traduce en latín y en nuestras lenguas popular asocia al horizonte, entendido como límite, marca o raya de un
modernas el título utilizado por Euclides y sin duda antes que él por borde extremo, se ve aquí en la frontera de lo oscuro y de lo claro.
Hipócrates de Quíos, tiene origen en las letras L , M , N , de la misma Maravilla de profundidad, el tiempo se define como el borde común de
manera que el alfabeto recita, deletrea las primeras letras griegas: alfa, la sombra y de la luz. Es el bisel, la línea de bronce o de oro que guarda
beta, y que el solfeo canta las notas: sol, fa; pues el título original el recuerdo de un instante fugitivo; es la serie de estas huellas estabiliza-
STOi^eTa (Stoicheia) significa justamente las letras entendidas como das, gama de elementos a lo largo de la línea dibujada, que deletrea uno
elementos de la sílaba o de la palabra. tras otro el día más largo y el día más corto, la noche mediana, los
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solsticios y los equinoccios, la inclinación de la eclíptica, el eje del paralelas, el ángulo recto. Por este último, la escuadra desaparece, ya
mundo y la latitud del lugar... gama o tabla de elementos para el plano que basta inscribir, por medio de los dos útiles clásicos, un triángulo
del Universo: una vez más una memoria artificial esculpida sobre el rectángulo en un- semicírculo. Antiguamente llamada gnomon, la escua-
cuadrante, elementos de cosmología dispuestos en torno al gnomon y dra se disocia, pues, en dos componentes, capaces de trazar líneas o
marcados por él. En las líneas de la tabla, dispersas u ordenadas, a elementos: la regla y el compás, que llevan en ellos y conservan invaria-
menudo creemos leer quién las ha tirado o trazado. Como si, en este blemente en una forma de madera, bronce o mármol, la posibilidad, la
nuevo cuadrante, se descubrieran una luz, una sombra, una flecha. capacidad de trazar las rayas, huellas, marcas, puntos, líneas cortas o
curvas, elementos reales e intelectuales de la geometría.
Definiciones y Postulados conforman la tabla o el cuadro de los
Estática elementos o líneas, en el sentido formal, del lenguaje, puro o abstracto
de estos términos, sentido en el que se entienden desde entonces. Pero el
¿Sobre algún libro se ha escrito más, en el transcurso de los siglos, compás y la regla (o su suma, el gnomon) nos hacen ver esta tabla
que sobre los de Euclides, y sobre todo sobre el comienzo, Definiciones, concreta. Y a que permiten construirlas, tirarlas o trazarlas, contienen o
Postulados y Axiomas, elementos de los Elementos"! Casi tanto como implican en cierta forma una infinidad de rectas, círculos, puntos,
sobre la Biblia y a veces en términos semejantes: de historia y de lógica. ángulos rectos, paralelas y figuras posibles: constituyen verdaderamente
Y así como ocurre que un comentario de la Biblia se convierte a su vez la memoria en la que están inmersas o de la que podemos extraerlas a
en una Biblia, ocurrió también que un comentario de los Elementos de voluntad, abstraerías. Abstraer: sacar una línea de la tabla mencionada.
geometría se convirtió en una geometría. O en una lógica. L a línea abstracta, sin más dimensión que la suya propia, se extrae de la
Una descripción del mismo orden que la anterior, que analizaba el regla de madera o de mármol, se saca de ella, en todos los sentidos:
sentido de las palabras utilizadas, me llevó en algún momento a decir ¿cómo decir de otra forma que este elemento estaba comprendido en
que bajo el enunciado de las idealidades puras y formales, registradas ella? ¿Por qué despliega sus fastos la teoría de la abstracción en este
bajo la rúbrica de Definiciones, yacía un sustrato estático. Los términos espacio imaginario, separando los sentidos, groseros, del entendimiento
griegos que traducimos por plano y trapecio significan primero o tabla o puro? ¿Qué vienen a hacer aquí sensaciones y facultades del alma
lo que está al mismo nivel. De la misma manera, los verbos indican el cuando simplemente se trata de tirar líneas por medio de una regla o de
reposo o el equilibrio. Todo ocurre entonces como si la lista bien un canon, de una forma rígida, cuando podemos extraerlas sin cesar de
definida geométricamente construyera en secreto estabilidades cada vez esta memoria artificial como de un cuerno de la abundancia que jamás
más complejas a partir de las más simples, el trompo que gira sobre su se agota? Sí, el verbo abstraer tiene ese sentido verdaderamente elemen-
pie, al fin, a partir del punto más bajo, al principio. Los reposos se tal. Aún nos sorprendemos de la interpretación de estas cosas por las
alteran o se rompen por inclinaciones sucesivas para encontrar, paso a almas y los cuerpos. ¿Quién escribe, en efecto? E l gnomon, de pie como
paso, equilibrios cada vez más refinados. Como si los prolegómenos de una estatua. Dicho de otra forma: el elemento. ¿Qué escribe? Rayas,
una mecánica se ocultaran bajo las premisas de la geometría. Y este líneas, puntos o círculos, es decir, elementos. ¿Dónde se encuentran estos
espacio de estática que se une al vocablo griego de E7tio"Tf|UT| (episte- elementos? En Ta regla y el compás o en su resultante, la escuadra, es
me), que significa ciencia, conserva aún en él la huella de una invariabili- decir, el gnomon, dicho de otra forma, el elemento. E l elemento escribe
dad estable. elementos, abstrae elementos. Este es el comienzo. Tanto los sujetos
Persisto y afirmo este origen, tanto más cuanto, luego, los análisis de como los objetos de la disciplina habitan la inteligencia o la memoria
las Estatuas han remplazado y luego reforzado este fundamento positivo artificial de la que se abstraen.
por una base antropológica, que expresa contenidos próximos en otra
lengua diferente. L a episteme genera la estática en tanto provenía de las
estatuas. Aquí entretejo los dos libros anteriores y muestro que la
historia de las ciencias resulta habitualmente de la antropología de las Igualdad, comunidad
ciencias. Podía esperarse un tránsito tal. Las Estatuas surgen de la tierra,
¿Qué debemos pensar, ahora, para formar una comunidad? L a
lentamente, las Definiciones también, y, en suma, la geometría: final-
igualdad. Que nadie predomine sobre nadie y que los intercambios se
mente entendemos su nombre.
compensen unos a otros. Cuidado: «Olvidas que la igualdad geométrica
¿Quién traza la marca elemental, quién escribe la raya? E l sol sobre
reina, todopoderosa, entre los dioses como entre los hombres. Piensas
la tierra, cosa que escribe sobre una cosa; o bien el gnomon, de pie como
que hay que esforzarse en dominar a todos los demás: esto es porque
una estatua surgida de la tierra, en el cuadrante solar, artefacto que
desdeñas la geometría» trona Sócrates contra Gorgias, joven dinámico,
escribe sobre un artefacto. Los Elementos, por su título, parecen revelar
recién salido de las familias y de las Escuelas, lobo sediento de poder
un origen astronómico; las Definiciones, luego, por sus verbos y sus
sangriento, vanidoso, competitivo, y le muestra la sorprendente equiva-
sustantivos, permiten que se les adivine una raíz estática —diría mejor
lencia entre la geometría y la igualdad. N o hay ciencia sin signo igual.
un zócalo estatuario.
N o hay conocimiento sin esta invariante. Ahora bien, esta noción y esta
operación equivalen también y todavía al orden, a la justicia, a la
armonía, al vínculo social. L a igualdad condiciona la comunidad. Los
El gnomon o escuadra se descompone en regla y compás
que optan a favor de esta invariante votan por el orden social.
Aunque los antiguos no dicen nada al respecto, los Postulados El término Axiomas traduce pues lo peor posible el auténtico título
permiten trazar los Elementos de la geometría, literalmente sus líneas, de Euclides: Koivat éwoica (Nociones comunes), bajo el que se trata la
con regla y compás: la línea recta, finita o infinita, el círculo, las igualdad. Hay que creer ciegamente en un sujeto individual del pensa-
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miento para imaginar que se trata aquí de nociones que cada uno trae o ¿Las condiciones especiales de las ciencias —epistemológicas— Epistemología: teoría
detenta desde el nacimiento, genéticamente, de manera innata, por residen en las condiciones generales del conocimiento —gnoseológicas— particular del conocimiento
derecho o por milagro. N o hace falta una gran experiencia humana o científico.
y éstas mismas residen en las relaciones antropológicas, oscuras y Gnoseologia: teoría general
social para comprender, por el contrario, que la igualdad, en la compa- desconocidas hasta hoy, entre el colectivo y los objetos del mundo, la del conocimiento en general.
ración, la función o el intercambio, es la cosa del mundo menos compar- cultura y la naturaleza? Si es así, ¿cómo?
tida: en este sentido, la menos común. Si por ventura la encontráis, Nuestra tradición filosófica dictamina que el único sujeto individual
gritad al santo. E l hombre, ay, no puede pensar que es un hombre para o percibe o piensa, y constituye el objetivo. Por su lado, el colectivo sólo
el hombre y no sabe actuar según esta verdad. Quizás ni siquiera se se construye a sí mismo: nuestras relaciones no tienen como objeto más
deba hablar de hombre en general más que en esta frase. que nuestras propias relaciones. Vivimos tanto más lejos del mundo
Dicho esto, la igualdad se impone si se quiere fundar una comuni- cuanto más nos ocupamos los unos de los otros. Esta división que
dad. N o proviene de cada uno, sino de este proyecto. Común, a partir de otorga al solitario el rol heroico del encuentro con las cosas en el
ahora, no significa el denominador usual y corriente, sino que caracteri- silencio de la comunicación responde sin duda a la experiencia usual y
za lo público. E l conjunto de descripciones o de implicaciones de trágica de los hechos humanos masivos de la historia, pero no responde
igualdad, sus atributos, operaciones o propiedades, constituyen nociones en modo alguno a la novedad real del ejercicio científico con relación a
indispensables al establecimiento de dicha comunidad. De allí el título esos hechos. E l control y el consenso de la comunidad que define este
de Nociones comunes. Para comprender esta koiné, hay que dar vacacio- ejercicio constituyen el sujeto de la ciencia. Ésta piensa colectivamente.
nes al sujeto individual del pensamiento para pensar un sujeto colectivo. E l sujeto de este pensamiento sólo se hace individual en rarísimos
Que, en particular, constituye y funda la comunidad científica, la que momentos de crisis: cuando el grupo amenazado recoge al excluido
desarrolla la ciencia normal o elemental deduciendo y demostrando a fingiendo creer que lo ha enviado para esclarecerlo mientras en realidad
partir de sus principios, y se desarrolla por esta vía. lo había expulsado.
Se puede tener por una curiosidad histórica el hecho paradójico de
que en las fechas exactas en las que la ciencia comienza a constituirse en
Primeros principios grupo, si no aún en profesión, abocado a las cosas mismas, a la naturale-
za, a la física, aparece una filosofía del sujeto individual cognosciente,
En suma, los principios de Euclides implican su propia antropología. como si ésta subrayara la excepción ignorando soberanamente lo que se
;

E l propio título recuerda el gnomon, así como las líneas que trazan el convertía en ley común o en el reglamento de la comunidad. Sin
sol y el eje sobre la tierra primera que la geometría evoca; de esta tierra embargo, únicamente el tribunal de la asamblea científica, únicamente la
se levantan, por sucesivas inclinaciones, los equilibrios o reposos de una Iglesia de los expertos, controlándose los unos a los otros, deciden si la
estática fina descrita en las Definiciones, estatuas surgidas del suelo, de Tierra gira, y no el héroe aislado. Pues si solo este sujeto lo pensara, la
pie como el eje: comienza la episteme; los Postulados describen para qué Tierra no giraría o no habría ciencia. Todo ocurre como si el caso
sirve el gnomon, escuadra desaparecida en beneficio de la regla y el Galileo hubiera llevado al contrasentido a los filosóficos del conocimien-
compás, y cómo funciona; designan así quién traza las rayas o líneas o to, como si un mito fundador de la historia o de la hagiografía de las
mejor en qué objetos se implican estas líneas o trazos y de dónde se ciencias los hubiera llevado a olvidar que la ciencia piensa como una
extraen o se abstraen: objetos artificiales para la memoria de los elemen- asamblea, como un tribunal y que una Iglesia funciona como ellos, de
tos y de su inteligencia; el mismo lenguaje nos lleva a llamar abstractas a manera que de hecho la historia de las ciencias evoluciona tanto en lo
las líneas tiradas o construidas a partir de estos artefactos como si se particular como en las leyes de conjunto, como una réplica de la historia
extrajeran de ellos; finalmente, las Nociones comunes describen las de las religiones. Éstas avanzan por los herejes, aquéllas por los invento-
condiciones en el pensamiento del establecimiento de una comunidad, res, expulsados bastante regularmente. Nada hay de paradójico en esta
este todo del que cada uno, más pequeño que ella, sólo constituye una comparación: la religión proporciona el primer ejemplo de un sujeto
parte. En suma, está lo objetivo y lo colectivo, en ausencia de todo colectivo que piensa un objeto que trasciende las relaciones de la
sujeto en el sentido moderno. comunidad.
Lo trascendental está presente en los comienzos de Euclides, que nos En la ciencia, en efecto, el grupo igualitario de expertos que se
devuelven a los comienzos de la geometría o que los expresan y reto- reconocen unos a otros constituye el sujeto del conocimiento, como si
man, está lo condicional, allí, lo fundamental, exactamente lo elemental. este conocimiento tuviera por condición operativa el reconocimiento
Pero no residen ni en lo subjetivo, ni en los a priori, ni en lo formal o recíproco de los individuos así igualados; la ciencia piensa como tal y
lo puro, ni en los sentidos de Descartes y de Kant. Residen en el mundo, ofrece, por otra parte, garantías de que piensa los objetos del mundo
sol, Tierra, en lo artificial, eje, tabla, compás, regla, estatua, finalmente, trascendiendo sus relaciones. Ésa es la excepción que, seguramente, no
en la comunidad, en la intersubjetividad mal llamada, luego mal conce- concierne al individuo sino al colectivo. Pues el colectivo en general se
bida, a partir del sujeto individual. Si lo trascendental no añade más que conduce como si sus relaciones le bastaran, como si no hubiera mundo.
una abstracción vacía y estéril a las idealidades constructivas de la N o existe ningún objeto exterior a sus contornos. E l conjunto de sus
geometría o bases subjetivas a sus fundamentos formales, nada lo relaciones constituye su definición y la redefinición de cada relación
diferencia de una fábula, de un cuento, de un ornamento cosmético. Sí, y constituye el alimento del que se nutre, su impulso y su relevo. E l
cuando existe, saber cuando las condiciones que produce, más que idealismo que asegura que el mundo equivale a nuestras representacio-
necesarias, se hacen suficientes, se encuentra con la antropología: la nes es apropiado para algunas enfermedades mentales graves y, sin
génesis de los Elementos toma entonces realmente su referencia en las excepción, para todas las sociedades, cuyas relaciones se proyectan sobre
cosas del mundo y en la cultura societaria. el medio. Los sociólogos tienen razón cuando pretenden que los grupos
G N O M O N : LOS COMIENZOS DE LA GEOMETRIA EN GRECIA 114 G N O M O N : LOS COMIENZOS DE LA GEOMETRIA EN GRECIA
115
no conocen más que sus propias leyes: así hacen las hordas de animales ya que la tradición nos dice que no existe objeto de conocimiento más
y los animales políticos, pequeñas marionetas que sólo se agitan por los que para un sujeto individual, y que el colectivo no puede conocer
hilos que las unen entre sí. E l movimiento de una expresa o suma las objetivamente puesto que no tiene otro objeto que sus relaciones. Por
agitaciones de su entorno social bajo un cierto ángulo que la define. Esta cierto, la filosofía que permitía concebirlo, difícil, exigía pensar este lugar
caja de música no requiere ni resorte ni programa, ya que cada movi- trascendente donde coexisten Dios y los objetos del mundo, la experien-
miento, resultado de la suma, vuelve pronto a sumarse a los demás cia mística y la experimentación.
como causa de un nuevo movimiento. Nada está por encima de estos
N o se puede tener por una curiosidad histórica el hecho trágico y
hilos y el sociólogo siempre tiene razón en exigir la autonomía de su
fatal de que en las fechas en las que se anuncia la muerte de Dios, el
ciencia, ya que el conjunto se cierra sobre sí mismo y se autorreproduce.
mundo objetivo baje sus barreras, elimine sus obstáculos, alivie la vieja y
Esto produce en suma algunas fluctuaciones temporales a las que a
cruel necesidad, comience a perder sus batallas frente a nuestras técnicas
veces se les da el nombre de historia.
agresivas y triunfantes, y se retire, humillado, tras nuestras representa-
De pronto aparece, en dos milenios, en ese tiempo azaroso y monó-
ciones, en una palabra, entre en agonía. E l estruendo de la bomba grita
tono, un colegio paradójico que se da y piensa de algún objeto del
la muerte del mundo. Apenas medio siglo después de la muerte de Dios.
mundo que existiría independientemente de las redes, hilos y nudos que
Las dos trascendencias dejan el mismo lugar casi al mismo tiempo. Nos
sujetan a los hombres entre sí, como si este objeto los trascendiera. U n
vemos obligados así a escribir una filosofía de la agonía de la objetivi-
Trascendente: fuera del Dios trascendente acompaña, sin ocuparse de ellos, el caos, el mundo y
dad trascendental.
mundo y sin relación con él. ¡ átomos, en el texto de Lucrecio, cuando la física comienza. Nada de
o s

paradójico en esta doble afirmación: el Dios ausente, indiferente a las


relaciones entre los hombres, tiene la misma categoría que la nube de
átomos, en el sentido de que sus maniobras de solitario o de pluralidad Fundamentos
permanecen eternamente independientes de las que hace moverse a los
pueblos. E l objeto natural toma el lugar de Dios, incluso puede coexistir Las matemáticas fundan la física: aserción amplia y vaga, puesto que
con él en el mismo lugar, permaneciendo lo esencial de comprender bien fundan igualmente todas las ciencias. En este sentido trivial, se quiere
este lugar. Los sabios creen en la existencia del mundo exterior como el decir que la física sólo se convierte en una ciencia si es dicha en lengua
religioso cree en Dios: ninguno de los dos lo puede demostrar, pero no matemática. Sea. Pero una fundación es más profunda.
pueden ejercer ni su fe ni su ciencia sin este fundamento. En el caso A l leer elementalmente los comienzos de las matemáticas, principios
Galileo, todo lo que se juega reside en este mismo lugar. U n tribunal no en la historia y preliminares para el sistema, al leer también los elemen-
delibera más que para dictar su ley y sólo habla para producir resulta- tos de los Elementos de Euclides, se descubre un mundo desaparecido
dos, luego, para él, ese lugar no existe: hay causas, no cosas. Que en cuya memoria se ha perdido: un Sol y una Tierra, la sombra y la luz, la
medio de todos alguien se levante y afirme que la Tierra gira, y sigue sin marca del tiempo en el espacio; cosas pesadas y densas, que surgen
haber ciencia, pues sucede todos los días que en un grupo alguien se lentamente de la tierra como estatuas resucitadas de entre los muertos;
conduzca anormalmente. Pero una Iglesia reunida ya ha preparado este artefactos, cánones, reglas o cordeles, memorias objetivas que implican
lugar. Sólo un tribunal religioso podía dudar en esta ocasión. Condenar elementos o líneas que son extraídas o abstraídas de ellas; las condicio-
pero hacer posible. Alguien se levanta en su seno y afirma que la Tierra nes de constitución de una comunidad, de un consenso: el acuerdo sobre
gira y los juristas reaccionan como en presencia de un entusiasta que la verdad no podría sobrevenir sin igualdad. En suma, un mundo y un
grita su intuición mística. Por cierto, sigue sin haber ciencia, pero se grupo.
abre una posibilidad, existe una probabilidad de que, a pesar de sus Estas son las condiciones o fundamentos de la ciencia: existe un
pretensiones, los participantes de la asamblea se conviertan a la revolu- nosotros trascendental que tiene por objeto una Tierra trascendental. Trascendental: que se
ción astronómica, habituados a debatir razones reales, razones de Estos son los fundamentos del conocimiento científico en general, relaciona con las condiciones
Presencia Real sin ninguna relación con sus propios vínculos. U n abstracto o concreto. Tan concreto como lo son el mundo y las cosas. a p r i o r i d e l
ento. conocimi

tribunal ordinario carece de una plaza tal y no puede ceder, cerrado Así esta geometría funda la física porque ella es una física, porque el
sobre las causas; si es religioso, no cede, pero puede ceder, pero cederá, mundo es su condición trascendental, así como el objeto, natural o
abierto sobre este lugar. Súbitamente existen cosas y no solamente fabricado. Funda igualmente la técnica, puesto que es una técnica. Pero,
causas. L a religión se cierra sobre lo que une a los hombres pero se abre
por otro lado, tan abstracta como se quiera, ya que es productora de
a la experiencia directa de Dios: en ella se enfrentan los doctos y los
abstracciones. L a geometría pura nace del canon, de la regla o del,
místicos. E l caso Galileo continúa esta lucha canónica. Pero da la idea
compás, como las geometrías, más abstractas aún y más puras, surgirán
de crear una comisión de expertos encargados de las cosas mismas, otro
más tarde de la geometría de Euclides y de sus comienzos. La abstrac-
tribunal junto al antiguo tribunal: es la ciencia, que no habla para
ción hace un camino continuo que se asemeja muy simplemente, aquí, a
producir resultados, y en la que el antiguo debate se perpetúa.
la historia. L a primera se extrae del artificio y la segunda de lo que de
En suma, existen uno o varios objetos para nosotros, para el colecti- ello resulta, y así sucesivamente, como un abanico que se abre suave-
vo, para esta sociedad cuyas leyes de hierro, habitualmente, obligan a mente.
que uno se conduzca como si no existieran. L a ciencia forma un grupo
realista, paradójico, en una comunidad por lo común idealista. Por este
saber, nosotros, conjunto, tenemos relación con una cosa cuyas leyes no
¿Por qué los griegos, sin embargo, no inventaron la Física matemáti- Física
tienen ninguna relación con nuestras relaciones. Ninguna filosofía, hasta
ca? Se responde a veces: por la presencia de esclavos. Quien enajena los
el día de hoy, que yo sepa, nos permite concebir un acontecimiento tal,
brazos no se interesa por los útiles y se contenta con contemplar. Muy
G N O M O N : LOS COMIENZOS DE LA GEOMETRIA EN GRECIA 116 G N O M O N : LOS COMIENZOS DE LA GEOMETRIA EN GRECIA
117
bonito. ¿Creemos que en el Renacimiento, cuando surgió esta misma reduce a su expresión más simple, las bocas que lo dicen y las órdenes
física, los siervos habían desaparecido de Italia, de Holanda y de que lo imponen, de forma que se conserven solamente las relaciones del
Francia, se piensa que la máquina de vapor y la termodinámica apare- mundo al mundo y de la cosa a sí misma. E l nuevo logos se convierte en
cieron en el siglo pasado cuando cesó la explotación de los hombres por la relación entre dos antiguos logos o enunciados. Existen objetos cuya
los que no se consideraban sus semejantes? aparición y nacimiento no dependen de nosotros y que se desarrollan
Los griegos habrían vacilado ante la ley física porque algunos solos en relación a otros objetos del mundo. E l logos racional que repite
diosecitos acampaban en el espacio, cada uno en su departamento: dos veces, en griego y en latín, la proporción o la relación, habla sin
cuando una hamadríada cuida cada árbol, y una ninfa por fuente vela la boca humana como una ley fuera de la ley, a partir de esta trascenden-
expansión de las aguas, cuando el mar pulula de sirenas y los bosques de cia. Entre los físicos de las primeras épocas, lo que tomamos por una
faunos, mil singularidades se oponen al tránsito de la ley general. Habrá afirmación voluntaria de ateísmo y que sigue siéndolo, a fin de cuentas,
que esperar al Dios único para que la extensión se vacíe de pronto y consiste ciertamente en salir de las religiones y de la mitología, pero en
para que ninguna localidad obstruya el Universo homogéneo. U n Ser tanto éstas expresan y consagran relaciones sociales. E l mundo aparece,
más allá de los seres vivientes, es un universal sin discontinuidades que nace, tiene lugar, va, fuera de la ciudad, sin ella: ¿puede soportarse, en la
hace posible la existencia de las ciencias naturales y de las técnicas. L a polis antigua, semejante apolitismo? No. Para asumirlo, hará falta otra
transparencia y la unicidad suprimen toda singularidad. Por fin, la
trascendencia, conocer una religión que impulse a salir de lo sagrado, de
alianza de una fórmula con fenómenos experimentales supone que se ha
las asfixiantes restricciones de la sociedad.
admitido el dogma de la encarnación. Las condiciones de tipo religioso
El faraón Keops, divino, todopoderoso, representa el cuerpo social,
o metafísico pueden aparecer como más decisivas que las razones
hace construir su pirámide piedra a piedra por el pueblo y Tales la mide
económicas y sociales.
sin que la proporción descubierta tenga en cuenta de manera alguna al
Pero, sobre todo, los griegos no inventaron la física debido a las rey, su orden, su tumba, ni esa relación política de lo uno a lo múltiple.
ciencias humanas. Pues las ciencias humanas preceden a la ciencias El logos-proporción desaloja al logos discurso, existe una ley o un orden
físicas. Anteriores en el tiempo y condición de las segundas, las primeras que el orden o la ley social no conoce o no reconoce, el faraón muere
les impiden aparecer. Este conflicto, fuera de las facultades, asedia una vez más. Queda el poliedro vacío, una forma transparente.
nuestros primeros conocimientos. Nos ocupamos de nuestras propias Quiso la desgracia, y lo quiere todavía, que este logos insoportable
relaciones mucho antes de preocuparnos por el mundo. La humanidad, para los reyes, para las sociedades, para el lenguaje, se repartiera en las
ante todo socióloga, necesitó de toda su historia antes de hacerse física. bocas y las voluntades de poder, irresistiblemente: retorno al arcaísmo
Y a la inversa, la historia es esta lenta recuperación del mundo. Hemos casi inevitable que los griegos han visto o sufrido como lo sufrimos
interpretado tanto tiempo las religiones y las mitologías en términos de nosotros. E l logos-proporción retorna en el discurso y en el cercado
ciencias naturales, contrasentido impuesto por nuestra modernidad, que social: irracional o racional, ordena el entramado del Político, educa a
todavía creemos firmemente que nuestros ancestros ante todo tenían los guardianes de la República y Sócrates aplasta a Calicles en el
miedo al trueno, a los meteoros o a la noche, a la esterilidad de los Gorgias, por la igualdad geométrica todopoderosa entre los dioses y los
barbechos. No, temían al otro y al grupo, sus enemigos. Todas las hombres. Vuelve a ser matemáticas para las ciencias humanas. A pesar,
mitologías y las religiones son ciencias humanas de manera exquisita, o gracias al esfuerzo del Timeo, la invención inaugural de un objeto-
Thales Milesius. infinitamente más precisas, eficaces y llenas de sentido que lo que hoy mundo independiente de nosotros se derrumba otra vez en lo colectivo.
(Tales de Mlieto, grabado,
llamamos con ese nombre. Para llegar al mundo y luego a la física, L a política, las ciencias humanas, los mitos, unidos y en conjunto,
1616.)
había que atravesar aquella valla, tejida por los propios colectivos. impidieron el surgimiento de la física matemática.
Los números, primero, codifican los impuestos, el comercio o los
salarios: ningún problema de medida en toda la Media Luna fértil se
refiere a la naturaleza, como si los cuerpos no cayeran, todavía. Todos, «Los sabios, Calicles, afirman que el cielo y la tierra, los dioses y los hombres están
por el contrario, cuantifican lo que pasa por nuestras relaciones. Hasta todos unidos por la amistad, el respeto al orden, la moderación y la justicia, y por esta
la evaluación de los harpedonaptos de los campos cultivables, cuyos razón llaman Universo al orden de las cosas, camarada, no al desorden ni al
límites borró o alteró la crecida del Nilo, intenta zanjar los contenciosos desenfreno. Tú no les prestabas atención, creo, a pesar de toda tu ciencia, y olvidas
que la igualdad geométrica reina, todopoderosa, entre los dioses como entre los
entre vecinos por la fuerza del Estado, y restablecer en su integridad el
hombres. Piensas que hay que esforzarse en dominar a los demás: porque desdeñas la
catastro, o sea la determinación de la tasa. Esta geometría primera no geometría». (Platón, Gorgias).
mide cualquier tierra, sino que más bien, sopesa el debe y el haber, y sus
constantes errores de aproximación están dirigidos siempre en el mismo
sentido: el interés del faraón o del más fuerte.
Una cosa rara llena de agua, ésta es la inauguración de Tales: los
físicos jónicos descubren los objetos —el aire, el fuego, la tierra—
totalmente independientes de nuestras relaciones de voluntad o de
poder, de las cosas sin causas humanas. Existe un mundo fuera de las
sociedades cerradas, en el que las cosas nacen, del fuego, del agua o de
los átomos, sin normas ni leyes impuestas por un rey o un dios. N o se
conoce divinidad por la gravedad. Cuando el logos se convierte en una
proporción, anula, debido a su relación, un poco como una fracción se
Arquímedes: E l canon del sabio
M I C H E L AUTHIER

Donde se verá que la historia de las ciencias no data de ayer,


que a veces fue ocasión para relatos edificantes;
y cómo se ingenió Plutarco para hacer de un matemático,
físico y técnico ilustre, el ideal canoso del sabio

oscú, 1980. E l niño mimado de la física nuclear soviética,

M premio Nobel de la Paz, después de haber luchado por una


reducción de esos armamentos que él mismo había contribuido
a formar, es despojado de sus funciones y honores, para ser asignado a
reclusión. Sajarov está hoy rehabilitado.
Washington, 1954. E l «padre» de la victoria atómica de los Estados
Unidos sobre Japón, después de mucho bregar para que cesen las
investigaciones en esas armas que, de 1943 a 1945, fue el primero en
concebir, es relevado de la Comisión consultiva de energía atómica para
ser devuelto a la enseñanza. Oppenheimer está hoy rehabilitado.
París, 1950. E l premio Nobel de química, responsable de la primera
experiencia de radiactividad artificial que permitirá la concepción y
fabricación de armas atómicas, después de haberse opuesto a este uso
del átomo, es destituido de sus funciones de alto comisario de energía
atómica. Fréderic Joliot-Curie está hoy rehabilitado.
• ¿Hay que pensar que, independientemente de los países y de los
regímenes, las relaciones de los científicos con el poder son siempre
difíciles? ¿Esta lógica que, de la ambición científica, conduce a la
represión política, a través de los arcanos del éxito, de la culpabilidad y
de las resistencias heroicas es realmente nueva? Vamos a intentar
recordar el relato canónico que funda la relación de la ciencia con el
poder.
Se cuenta que mil trescientos años antes de nuestra era, un ateniense
astuto, contemporáneo de Egeo, vino a ponerse al servicio de Minos, rey
de Creta. Inventando un monstruoso simulacro, permitió a la reina
Pasífae concebir con el toro sagrado una quimera: el Minotauro, símbo-
lo del poder de Cnossos sobre las otras ciudades de la región. E l horror
era tal que el rey exigió al «aprendiz de brujo», Dédalo, una fortaleza
para controlar esa abominación, y esa fortaleza fue el Laberinto. Horro-
rizado por el exterminio de jóvenes atenienses al que su creación
contribuía, Dédalo dio a Teseo, por. intermedio de Ariadna, el secreto de Cada época concibe a!
la defensa, y se mató al monstruo. Minos encerró entonces al traidor en «genio» según su
conveniencia. Arquimides, el
su trampa... Y la continuación del mito expone, hasta el agotamiento, la matemático griego, ha sido
persecución y el ajuste de cuentas entre el sabio y el monarca. olvidado. La semejanza con
Tres siglos más tarde, Palamedes, el padre de los números, según la un Leonardo inventor está
leyenda, desbarató por medio de trampas la simulada locura de Ulises, subrayada por las actividades
representadas, y más aún por
obligándolo así a partir a la guerra de Troya. Terminará aplastado por la fisionomía; recuérdense los
un proceso de traición, impulsado por los mismos que le debían la autorretratos del gran pintor
victoria, por haber arrancado hacia su campo al rey de ítaca. en su vejez.

119
ARQUIMEDES: E L CANON DEL SABIO 121 ARQUIMEDES: EL C A N O N D E L SABIO
120

En el 510 a. de G , Pitágoras, gracias a su genio, ayuda a su ciudad Luego, si las áreas del círculo y del triángulo de altura R y de base P fueran
diferentes, la misma diferencia existiría siempre entre Si y S , lo que es absurdo puesto
de adopción, Crotona, a aplastar a su rival Síbaris... Será desterrado, E

que multiplicando el número de lados de los polígonos, la diferencia de su área puede


víctima de su éxito. reducirse tanto como se desee (según Euclides, XII,2).
Como vemos, no existe mito feliz en la relación entre ciencia y poder.
Y sin embargo, a pesar de tantos y tantos fracasos, seguimos creyendo
en una armonía, y mientras, cada generación ve cómo la razón de estado Las obras de Arquímedes:
Para nosotros que, desde la infancia, hemos sido formados en la
sacrifica algunos de los sabios que la sirvieron. L a rehabilitación, De la esfera y del cilindro,
utilización de las fórmulas referidas al círculo, esta proposición puede
generalmente, llega; ¿debemos ver en este «sacrificio» la apoteosis de una libros I y II; De los conoides
aparecer como una tautología. Como además la demostración es simple, y los esferoides; De las
carrera científica, gracias a la cual ya no se es más una gloria de la
ciencia, sino una gloria de la humanidad? ¿Cuál es el modelo de una muchos historiadores de las ciencias pasan sobre ella sin señalar su espirales; Del equilibrio de
los planos, libros I y II; El
pasión tal? aspecto realmente novedoso.
arenario; De ¡a cuadratura
L a ciencia de la época no había esperado el trabajo de Arquimedes de la parábola; De los
para proponer protocolos que permitieran calcular el área y la circunfe- cuerpos flotantes, libros I y
rencia de un círculo. Tanto los egipcios como los babilonios proponían II; el Stomachion; Del
Un sabio ejemplar E n su calendario para el desarrollo del género humano, anexo al ya algoritmos de cálculo eficaces.
método relativo a los
teoremas mecánicos; ¡os
catecismo positivista, Augusto Comte da al cuarto mes, consagrado al Lo que Arquímedes enuncia aquí implícitamente, es el parentesco Lemas; el Problema de los
culto de la ciencia antigua, el nombre de Arquímedes (287-212 a. de G). entre los problemas de cuadratura y de rectificación del círculo (es decir, bueyes.
En las ciencias exactas, es el único a quien puede caer en suerte un el descubrimiento de un cuadrado que tenga la misma área que un disco
honor tal. Con el mismo tratamiento que un Homero, un Moisés, un dado, y el de un segmento que tenga la misma longitud que el perímetro
César, el gran sabio de Siracusa está, en la estima del filosofo po- de un círculo). Lo que para nosotros quiere decir (¡desconfiemos de los
sitivista, por encima de Newton, Kepler, Galileo, y de todos los anacronismos!) que las constantes que permiten calcular el área y la
demás. circunferencia de un círculo están relacionadas con un mismo número
En su célebre pensamiento sobre los tres órdenes, Pascal no pone en (llamado n a partir del siglo XVII). Retomará este trabajo en el tratado
escena más que a dos personajes: Arquímedes y Jesucristo; aquél aparece Del método, donde escribe: «Puesto que todo círculo es equivalente a un
en el orden del espíritu de la misma manera que éste en el orden de la triángulo que tiene como base su circunferencia y por altura su radio,
caridad. Pocos sabios han sido tan venerados. ¡Honor insigne! uno de toda esfera es equivalente a un cono que tiene como base la superficie y
sus descubrimientos ha sido puesto en verso. E n efecto, los versos por altura el radio de la esfera.» Demuestra así, implícitamente, que la
medida de la circunferencia rige la de las áreas de los círculos, y las áreas
«Que j'aime á faire apprendre un nombre utile aux sages y volúmenes de las esferas.
Immortel Archiméde artiste, ingénieur...»

dan, con el número de letras de cada palabra, las cifras de la escritura Segunda proposición: «La relación del círculo al cuadrado circuns-
decimal del número n (que = 3, j = 1, aime = 4, etc.). Por esta crito es aproximada a la de 11 a 14.» Este resultado puede parecer
mnemotecnia, el pedagogo no solamente ha fijado un resultado matemá- banal, pero hay que comprenderlo en su época, cuando los cálculos del
tico, sino también el nombre del primero que encontró la forma de área del círculo se remitían a los de un cuadrado. Es lo que egipcios,
acercarse a la medición del círculo. En un pequeño tratado, probable- babilonios y griegos hacían antes que él. A éstos, Arquímedes da una
mente incompleto, la Medida del círculo, Arquímedes expone y demues- respuesta en el mismo estilo, y demuestra su verdad en la misma manera
tra tres posiciones importantes para la historia de las ciencias, cada una con la mayor precisión. Si muchas veces subestimamos esta proposición,
de manera específica: es porque no está dirigida a nosotros, sino a todos aquellos que prece-
dieron al siracusano, y sobre cuya huella caminó él mismo.
Si el cuadrado vale 14,
Primera proposición: «Todo círculo es equivalente a un triángulo entonces el círculo vale
cuyas altura y base son el radio y la circunferencia del círculo.» Tercera proposición: «El perímetro de todo círculo es igual al triple aproximadamente 11; para
establecer este resultado,
del diámetro aumentado con un segmento comprendido entre los diez Arquímedes utiliza su cálculo
EA área S de un polígono regular es igual a 1/2, O H . P, donde O H y P son
sesenta y un avos y el séptimo del diámetro.» Aquí Arquímedes provoca de la circunferencia, lo que
respectivamente la altura y el perimetro del polígono regular. la admiración de todos por una serie de cálculos que aún hoy asombra a refuerza la idea de una
En erecto, S = n x área (OAB) = n x 1/2 (OH x a) = 1/2 O H (n x a) = 1/2 quienes conocen el sistema de escritura de números de los griegos. Este reducción de la cuadratura a
O H x P. la rectificación.
resultado dio en nuestras escuelas el famoso 22/7 como valor aproxima-
Sean Pj, P E y Si, SE, S, respectivamente, los perímetros y las áreas de los polígonos do de n en el 2.500. A propósito de esto, el matemático francés del siglo
interno, externo, y del círculo. XV, Nicolás Chuquet, diría: «Es algo que no se puede probar por
Evidentemente: Sj < S < S y P < P < P ;
E t E
ninguna demostración»; esto equivale a proclamar el genio de Arquíme-
además, O h < R = O H , luego 1/2 Oh x P, < 1/2 R x P < O H x P . E des. Su técnica de aproximación a la circunferencia consiste en compri-
Según el primer parágrafo: 1/2 Oh x Pi = Si y 1/2 O H x P E = S .
E
mir el círculo entre dos polígonos cuyo número de lados podrá aumen-
tarse en la medida necesaria para lograr la precisión deseada. Esta
R
técnica se utilizaba aún en el siglo xvn.
A l reducir a un único y mismo problema el de la cubicatura de la
esfera, el de la cuadratura del disco y el de la rectificación del círculo; al
ARQUIMEDES: E L CANON D E L SABIO
ARQUIMEDES: E L C A N O N D E L SABIO 122 123

En el transcurso del siglo v m , colonos dóricos de Corinto llegaron a Siracusa y el resto


imponer contra los algoritmos precedentes su cálculo del área del disco;
instalarse a algunos cables de la costa jónica de Sicilia, en una isla de del mundo
al crear un método de aproximación exhaustivo, Arquimedes se inscribe
como el maestro pasado, presente y futuro de la figura-símbolo de la medio kilómetro cuadrado. L a llamaron Ortigia, antiguo nombre de
geometría. Sin embargo, estos logros, que bastarían para la gloria de los Délos, colocándola así bajo la protección de Apolo y Artemisa. La isla
mejores, pasan generalmente desapercibidos en las crónicas de los fue incorporada a Sicilia. Y la riqueza le vino de sus llanuras fértiles y
historiadores: Polibio, Tito Livio, Cicerón, Silio Itálico, Plutarco y del comercio. Desde el siglo v a. de C , bajo el imperio de los tiranos
tantos otros que han escrito sobre el matemático. Hierón I y Gerón, la ciudad, ya considerablemente extendida, era una de
Así estos escritores de los que se nutrieron los mejores espíritus de las más ricas de Grecia, y contaba con varios cientos de miles de
los siglos XVI, xvil, XVIII e incluso XIX, y que en consecuencia formaron habitantes.
el marco cultural en el que se desarrolló la ciencia occidental, no Durante tres siglos, la mayoría de las veces totalmente librada a su
intentaron dar una imagen fiel de Arquimedes. Será cuestión de mostrar, suerte, tomaría parte en todos los grandes conflictos de la cuenca
siguiendo en particular el texto de Plutarco, cómo se dibujó en estos mediterránea. Etruscos, medos, fenicios, cartagineses, atenienses, lacede-
relatos de historia griega y romana, no la imagen fiel de un hombre, sino monios, macedonios, romanos, todos, de cerca o de lejos, estuvieron
más bien la figura canónica del sabio. aliados o combatieron a Siracusa. Alianzas y sitios se sucedían, los
reinados, las tiranias alternaban con las democracias. A pesar de todo la
ciudad era cada vez más opulenta, se cubría de templos y de monumen-
tos donde se acumulaban las obras de arte. Los mecenas atraían a los
Un historiador ilustre «La historia de los grandes hombres es como un espejo que miro mayores espíritus de la Antigüedad. Allí se refugiaron los pitagóricos
para intentar en alguna manera dirigir mi vida y conformarla a la que huían del sur de la Península itálica. Platón vino para desesperar de
imagen de sus virtudes», escribe Plutarco en la Vida de Timoleón. sus sueños de república. Artistas y sabios aportaron su talento, contribu-
Nacido en el año 50 de nuestra era, en Queronea, murió allí mismo
cerca de ochenta años más tarde. Proveniente de una ilustre familia de la
ciudad, Plutarco se estableció en ella definitivamente, después de algu-
nos viajes de juventud a Roma. Quería, según sus propias palabras, que I V E T E K L T M SYRACU SARITMTYPUS
la estima y el favor que se unían a su nombre recayesen en la ciudad y
en sus compatriotas. Autor prolífico, escribió numerosas vidas —llama-
das paralelas, pues en ellas un griego es comparado siempre con un
romano—, largos tratados morales y ensayos varios.
Plutarco muestra en lo que hace y en lo que escribe una preocupa-
ción constante por la ejemplaridad como fundamento necesario de los
vínculos de los hombres entre sí. Sus conocimientos históricos, filosófi-
cos y científicos están puestos al servicio de esta moral. Discípulo de un
maestro platónico, estaba persuadido de la absoluta realidad del mundo
de las ideas y de su primacía sobre el de las cosas. Compenetrado con
esta idea, puede comprenderse que, en un mundo dominado por el
pragmatismo y organizado por lo jurisdiccional, Plutarco se haya
refugiado lejos del centro del poderío de la Pax Romana.
Sin ser él mismo un sabio, parece que poseía una vasta cultura
científica no desprovista de originalidad: prueba de ella es su muy
sorprendente y breve tratado, De la figura que aparece en la faz de la
luna, en el que al describir ciertas teorías cosmológicas expone, por
ejemplo, conceptos sobre la atracción universal, y la teoría de las mareas
que resulta de ella.
Fuente de inspiración de temas dramáticos y de pensamientos en Este plano muestra
Montaigne, Montesquieu, Rousseau, Shakespeare, y muchos otros, sus perfectamente las
obras estarán, en palabras del historiador de las matemáticas, Jean- proporciones de ¡a ciudad de
Siracusa, notables para su
Étienne Montucla, «en todas las manos». Es pues posible afirmar que época (el paso romano valia
fueron numerosos los científicos de las edades barroca y clásica que 1,47 m. y el estadio, utilizado
descubrieron, leyendo la vida del general Marcelo escrita por Plutarco, aquí, 177,60 m.); hay que
la decena de páginas consagradas a Arquimedes. E n 1654, el padre comprender también que su
situación topográfica la
Taquet constataría, a propósito del sabio, que «quienes lo alaban son hacia una ciudad de puerto
más numerosos que quienes lo leen, y quienes lo admiran más numero- muy protegido y de
sos que quienes lo comprenden». Señalaba así que la gloria de Arquime- pendientes fáciles de
des desbordaba ampliamente el estrecho círculo de los sabios. Siguiendo defender.
paso a paso el relato de Plutarco, se comprenderá cómo un matemático (Veterum syracusarum typus,
grabado anónimo.)
excepcional pudo convertirse en la figura canónica del «sabio genial».
ARQUIMEDES: EL C A N O N DEL SABIO 124 125 ARQUIMEDES: E L CANON D E L SABIO

yendo ampliamente a la creciente influencia y a la prosperidad de la Para controlar esa potencia un solo hombre: Arquímedes. E l sabio está
ciudad. al pie del muro, la crisis es máxima, ¿de qué será capaz? Es el problema
Gracias a su pujanza, Siracusa controlaba una gran parte de las que se va a plantear Plutarco.
llanuras de Sicilia, cuya fertilidad es aún hoy legendaria. E l trigo crecía Frente a los siracusanos, la potencia de Roma, enorme, bien armada,
en abundancia y los bueyes pastaban en cantidad. «Mídeme, amigo, el entrenada. Acaba de aplastar las ciudades vecinas y, según palabras de
número de bueyes de Helios que pastan en las llanuras de la isla Virgilio, a su cabeza «Marcelo se adelanta, orgulloso de sus despojos Despojos opimos: en Roma,
Trinacria, la Sicilia [...]», escribe Arquímedes en el comienzo del curioso opimos. ¡Ah! ¡Qué pequeños deja este vencedor a todos los héroes de la despojos que correspondían
a un general que había
Problema de los bueyes. En éste expone, en forma de poema, un enigma tierra!» Así, a pesar de la multitud de ciudadanos, de la masa de matado por su propia mano
que debía permitir a Eratóstenes (bibliotecario-geógrafo de Alejandría, guerreros, de las aterradoras máquinas, de las fortalezas inexpugnables, a un general enemigo.
que calculó el diámetro de la Tierra, y corresponsal de Arquímedes) de las trirremes y los penteros por docenas, para Plutarco la situación es Trirremes, penteros: navios
probar sus dotes en matemáticas. «Cuando hayas encontrado [...] debes de una simplicidad canónica. En este combate entra la gran última de guerra de
saber que se te juzgará llegado a la perfección en esta ciencia.» Si damos ciudad libre de Grecia y la potencia de Roma, el más grande de los respectivamente tres y cinco
filas superpuestas de remos.
crédito a un estudio de un matemático del siglo pasado, la escritura militares está frente al más grande de los sabios. ¿Qué va a pasar?
decimal de la solución ocuparía seiscientas páginas cubiertas de cifras.
Esto es proclamar, a guisa de broma, la riqueza de la campiña siciliana,
pero también es una ocasión para señalar una vez más la fabulosa
Evidentemente, la respuesta se encuentra en el orden de las ideas y El sitio de Siracusa
capacidad calculatoria de Arquímedes, a menos que, al no haber sabido
no en el de las relaciones guerreras entre los hombres. En este estudio lo
resolver integralmente su problema, lo haya propuesto, como tenía por
real es el texto de Plutarco, es él quien organiza lo imaginario cuyo
costumbre hacer en las cuestiones difíciles, a uno de los escasos matemá-
fundamento buscamos, no se trata pues de recrear una hipotética verdad
ticos capaces de ayudarlo. Eran poco numerosos en la época y los había
histórica. Intentaré mostrar, pues, cómo ha construido su relato el autor.
conocido a casi todos en su juventud durante una estancia en Alejandría
Cómo el uso que hace de sus conocimientos filosóficos y científicos le
que, con su célebre biblioteca, su museo y sus prestigiosos sabios, era el
centro científico en el que convergían el pensamiento griego, egipcio, permite trazar la imagen que desea de las relaciones entre la ciencia pura
babilonio y judío. y las fuerzas materiales. Cómo al ponderar los diversos episodios de la
historia, las múltiples facetas de la producción de Arquímedes, ha
En la lectura de las cartas de Arquímedes que encabezan muchos de podido, mediante torsiones, reforzamientos y aflojamientos, concluir en
sus tratados, descubrimos el pequeño mundo de los matemáticos del lo que se llamará el canon del sabio.
siglo III a. de C. en el que, a pesar de los miles de kilómetros, se E l relato de Plutarco, muy entretenido, alterna los episodios más
mantenían intercambios científicos. N o olvidemos que son necesarias la espectaculares con las hondas digresiones sobre el desarrollo de las
estabilidad y la Habilidad en los intercambios marítimos para confiar a ciencias y sobre las producciones de Arquímedes. E l comentario que
la mar los ligeros rodillos del saber. Aquí se puede valorar cuánto debía, sigue recortará este texto según sus momentos fuertes, y nos dará en
incluso en esa época, el trabajo matemático del siracusano al poderío de cada ocasión las informaciones que ayudarán a extirpar lo implícito. Las
su patria. Las miríadas de miríadas de bueyes, inscritas sobre papiros, principales obras y descubrimientos de Arquímedes serán presentadas
atraviesan los mares con total seguridad gracias a los miles de artesanos, siguiendo las alusiones de Plutarco.
de guerreros, de campesinos que se nutrieron de aquellos, bien reales,
que pastaban en las llanuras trinacrianas. Plutarco nos mostrará el
esfuerzo de Arquímedes y de las etéreas fuerzas de su espíritu para
devolver a las densas masas del mundo el tributo que les debía. Donde debemos convencernos de que la historia de las ciencias
En el momento en que comienza el relato, Siracusa está en crisis. E l es una premisa de la historia de las batallas
rey Hierón II, después de gobernar durante cincuenta y cuatro años, ha
muerto hace un año, precedido por su hijo Gelón que lo había secunda- La actitud de Plutarco es de las más sorprendentes: mientras Marce-
do. Después de una alianza desastrosa con Cartago al comienzo de la lo, en el mar, dirige sus sesenta penteros hacia el pequeño puerto vecino
primera guerra púnica, los siracusanos, en el 263 a. de C , se aliaron a a las murallas de Acradina y, por tierra, el enorme ejército romano se
Roma, estableciendo una paz de cerca de medio siglo. Cuarenta y siete aproxima a las fortificaciones de las Epípolas, su único comentario es:
años más tarde, el nieto de Hierón II, Hierónimus, hace una alianza con «Todo esto casi no contaba para Arquímedes y todas sus máquinas.»
Cartago, cuyos ejércitos, conducidos por Aníbal, acaban de invadir toda Luego, abandonando la batalla, comienza una larga digresión.
Italia; es la segunda guerra púnica. Partiendo del contexto militar, Plutarco, por etapas sucesivas, va a
Algunos meses más tarde, el asesinato del joven soberano dejará el elevarse hasta la esfera en la que sitúa a su héroe. Afirma ante todo que
reino sin rey, en guerra contra el antiguo aliado y aliado al antiguo las invenciones militares no tienen importancia para el sabio, que no son
enemigo. E l desorden político está en su punto culminante, y Plutarco más que divertimentos para hacer sensibles las nociones abstractas.
abre el relato del sitio de Siracusa, con una ciudad sin cabeza política. «Este gran hombre no consideraba obras serias a sus propias invencio-
Para defenderse tiene las fortalezas que en torno a ella se construyeron nes. Eran para él simples juegos de geometría, que había ejecutado sólo
en el transcurso de los siglos y de las décadas pasadas; pero también por ceder a las instancias de Hierón [...]. Éste había comprometido a
tiene esas sorprendentes máquinas de guerra que, exportadas desde el Arquímedes a desviar el impulso de su alma de las cosas inteligibles
siglo iv a. de C. a los cuatro rincones del Mediterráneo a Cartago, hacia las corporales, y a hacer sus razonamientos inteligibles al vulgo
Roma, Atenas, Rodas, hicieron una parte de la fortuna de la ciudad. [...].»
Sin embargo, la separación no es tan simple. En el núcleo mismo de
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ese mundo abstracto se planteaba un problema esencial a los matemáti- Después de recordar la leyenda, y exponer rápidamente las tentativas de
cos que ciertas máquinas eran capaces de resolver. Pero la excelencia de los matemáticos, el geógrafo aboga por la utilidad de su propio descu-
la geometría preconizada por Platón prohibía su utilización, sin duda brimiento un cierto tipo de mesolabio, afirmando: «Mi invención puede
porque lo material no puede ser un medio de acceder a las leyes ser útil también a aquellos que quieran aumentar el tamaño de las
trascendentales de las matemáticas. «Platón se indigna y les reprocha catapultas y de las balistas si queremos que el lanzamiento aumente en
enérgicamente (a Arquitas y Eudoxo que las utilizaron) que hubieran proporción. Lo que no es realizable sin la invención de las medianas.»
perdido y arruinado la excelencia de la geometría, que con ellos abando-
naba las nociones abstractas e inteligibles para pasar a los objetos
sensibles, y retornaba a la utilización de elementos materiales, que
exigen un largo y basto trabajo manual [...]. Es así como la mecánica
El mesolabio
defenestrada fue separada de la geometría; y, largo tiempo despreciada
por la filosofía, se convirtió en una de las artes militares.» Vemos Recordemos que una figura F tendrá un área doble que una figura / si cada lado
enunciada, probablemente por primera vez en un texto de historia, la A es igual a la diagonal de un cuadrado de lado a. Para los volúmenes no existe un
demasiado famosa separación, ciencia «pura», abstracta, inteligible y procedimiento tan simple. Algunos griegos como Eratóstenes utilizaron para doblar
los volúmenes una máquina llamada mesolabio.
«técnica» sensible, instrumental, grosera. Es el primer grito de un Sea, pues, que debamos aumentar el lado a de un volumen para obtener el lado de
conflicto que acompañará al desarrollo de la ciencia occidental. Conde- un volumen doble semejante.
nada de esta forma, la mecánica caía en el ámbito del genio militar. A l — Tomemos tres superficies rectangulares de longitud 2a, donde se trazan tres
señalar este problema, Plutarco pasa en algunas líneas del estrépito de diagonales.
las batallas a la música de las esferas. Su proyecto es persuadirnos de
que quien oiga ésta dominará a aquél. ¡Las ideas dominan el mundo!
Sigamos su discurso casi epistemológico. En primer lugar, las inven-
ciones técnicas no son sino aplicaciones de la geometría. L a teoría
domina a la práctica, lo abstracto a lo concreto, el artista al ingeniero. Si
el sabio debe mezclarse con los objetos materiales, no es sino por
cortesía hacia el monarca y por la preocupación de educar a la masa. E l
sabio debe respetar su anclaje social; notemos de paso su situación
excepcional: es el monarca quien lo compromete en esas prácticas,
«rebajándolo» a las trivialidades mecánicas.
— Desplacemos la del medio debajo de la de la izquierda y la de la derecha
Arquímedes no es por otra parte el primero en abordar estos proble-
debajo de la del medio, de tal forma que los puntos A, E, F y B queden alineados. Se
mas técnicos. Arquitas, durante diez años estratega de Tarento en el obtienen entonces las proposiciones:
siglo IV a. de C. y su discípulo Eudoxo, astrónomo y matemático,
inventor de métodos utilizados por Arquímedes, se habían aplicado ya a la y x
2 2
— = — = —, luego y = 2ax y x = ay\
ellos. «De esta mecánica tan famosa y tan ponderada, Eudoxo y Arqui- y x a
tas son los inventores. Querían adornar la geometría con una cierta
2 2 2 3 3 3
gracia, y apoyar en ejemplos sensibles y materiales problemas que era luego x°~ = a y = a (2ax) = 2 a x; en consecuencia x = 2 a.
difícil resolver por el razonamiento y la demostración geométrica.»
El volumen producido por x es el doble del producido por a.
«Tal es el problema de dos medianas proporcionales, a cuya solución
el razonamiento no basta, y que es el principio necesario de muchas
figuras, (para resolverlo, Arquitas y Eudoxo) han recurrido ambos a
medios mecánicos, y han compuesto mesolabios ajustados según las Las alusiones al mesolabio, a las líneas curvas y a las secciones
líneas curvas o las secciones cónicas.» muestran cómo Plutarco estaba al corriente de las soluciones más
Aquí Plutarco revela sus conocimientos matemáticos. Se trata en sutiles. Pero no destaca el alcance militar del descubrimiento matemáti-
efecto de uno de los tres grandes problemas de la matemática griega, co, en tanto que Siracusa tenía su templo de Apolo, sus balistas, y sus
siendo los dos restantes: la cuadratura del círculo (hemos visto cómo catapultas, y él no podía ignorar los estudios de Arquímedes sobre el
Arquímedes se ocupó de ella) y la trisección del ángulo (que trató de problema de la doble mediana. En efecto, en su tratado De la esfera y del
resolver en la octava proposición de su libro los Lemas si se acepta su cilindro, el matemático supone el problema resuelto cuando se trata de
autenticidad). E l tercer gran problema que nos interesa es una generali- construir un cono o un cilindro una vez y media más grande que un
cono o un cilindro dados. ¿Precisó Arquímedes de sus conocimientos
zación del de la duplicación del cubo, caso particular de los problemas
para las máquinas de guerra? Plutarco no da ninguna respuesta, pues
sobre el aumento de los volúmenes.
para él el sabio de Siracusa debía estar en el lado bueno de la separación
Una leyenda cuenta que los habitantes de Délos debieron solicitar la
impuesta por Platón. Mientras tanto, allí está Arquímedes, disculpado y
opinión de los matemáticos en estas cuestiones, pues el oráculo del
venerable, su ciencia no deriva del armamento sino que, por la voluntad
templo de Apolo (uno de los dioses tutelares de Siracusa) les había
del príncipe, el armamento deriva del poder. E l sabio no tiene nada que
ordenado doblar el volumen del alfar. En su comentario sobre las obras
ver, y para demostrarlo mejor Plutarco, abandonando el registro episte-
de Arquímedes, Eutocio, un matemático del siglo VI d. de C , cita una mológico, va a hacernos una breve exposición de «sociología de las
carta dirigida al rey de Egipto, Ptolomeo, escrita por Eratóstenes. ciencias».
ARQUIMEDES: EL C A N O N DEL SABIO 128 129 ARQUIMEDES: E L C A N O N D E L SABIO

Donde se verá cómo, desde el siglo ¡11 a. de C, el sabio debía A juzgar por lo que dice el historiador de la filosofía Émile Bréhier,
imponerse al rey «el platonismo de Plutarco está unido a una reacción muy fuerte a favor
de las tradiciones griegas al mismo tiempo que a una violenta critica de
«Ahora bien, un día Einstein escribió al presidente Roosevelt...» ¿Es
los grandes dogmatismos post-aristotélicos» y, en la situación que nos
realmente un lapsus? Notemos, en cualquier caso, la honestidad del
ocupa, debemos seguir al historiador de la ciencia griega, Charles
Plutarco «sociólogo» que, después de afirmar que el rey había ido a
Mugler, traductor de Arquímedes, cuando ve en la experiencia del
buscar a Arquímedes, confiesa sin embargo el intento de acercamiento
puerto de Siracusa un dispositivo que permite acabar de manera espec-
de éste, y su inaudita jactancia: «Ahora bien, un día Arquímedes escribió
tacular con uno de los fundamentos de la mecánica de Aristóteles.
al rey, su pariente y amigo [...]. Afirmó que, si hubiera otra tierra, era
capaz de levantar ésta pasando a la otra.» Ante todo, subrayemos el N o se trata, pues, únicamente de política científica, la que por cierto
perfecto conocimiento que Plutarco tiene de su personaje (quizás cono- permitía al sabio interesar al rey en sus actividades. Más sutilmente,
cía la biografía de Arquímedes, hoy perdida, pero aún legible en el si- percibimos el inextricable enmarañamiento de los problemas teóricos y
glo iv, de un tal Heráclito). Bajo la alusión del rey «pariente y amigo» y sociales que la ciencia debe resolver. Seamos más precisos. En su física,
bajo la de esa tierra que podía levantar, está la figura de Fidias, el padre Aristóteles afirma que la velocidad de un objeto es proporcional a la
de Arquímedes, que era, según se dice, pariente de la familia real y relación entre la fuerza ejercida y la resistencia al movimiento. Habrá
astrónomo asignado a palacio. Es justamente en un tratado donde habla que esperar a Galileo, según la historia comúnmente aceptada, para que
de astronomía, el Arenario, donde Arquímedes hace alusión a los el error sea denunciado (que los mecánicos medievales hayan superado
trabajos de su padre. al pisano en esta materia no es nuestro asunto). Para el mismo Aristóte-
les esta ley tenía una excepción. Esta era el tema de su segunda ley de la
En este curioso librito, Arquímedes, dirigiéndose al hijo del rey mecánica: «Si la fuerza fuera débil y la resistencia grande, entonces la
Hierón II, el rey Gelón, ataca la idea de infinito y se propone evaluar el velocidad será nula», el movimiento no podía producirse. Ahora valora-
número de granos de arena (de allí el nombre de la obra) necesarios para mos más la estupefacción del rey.
llenar una esfera grande como el Universo. Para resolver la dificultad
debe superar dos. E n primer lugar, dar las dimensiones del Universo. Esta tesis de Aristóteles era umversalmente admitida, y tanto más
Con tal motivo presenta los conocimientos astronómicos de su época, en cuanto parece corresponder al sentido común: ¿quién, en nuestros días,
particular el sistema heliocéntrico de Aristarco, y describe un dispositivo creería espontáneamente que la fuerza de un niño pueda poner en
Sistema heliocéntrico de movimiento un gran peso en reposo? Y sin embargo se trata justamente
Aristarco (hacia 290 a. de experimental que permite evaluar el diámetro del Sol. En segundo lugar,
C): en este sistema, la crear el medio de expresar el número colosal que busca. Recordemos a de eso. Eri una-época-en-la-que-la-ciencia-de_ Aristóteles-se-apoyaba en-el «¡Toca, y la moverás!» En
Tierra gira sobre si misma «sentido común», el intento de Arquímedes podía pasar_&ólo-por—una- este fin de un siglo XVII que
propósito de esto que la escritura griega de los números sólo permitía oyó el resonante «Eppur, si
describiendo una òrbita
expresar números inferiores a la miríada de la miríada (IOOTJOOOOO). E l locura. Es por esto por" lo quesu éxito barrió todas las dudas, imponien- muove!» de Galileo, este
circular alrededor del Sol. do el «poderío de la ciencia», puesto que no estaba loco, era un sabio.
Primer gran astrònomo de sistema que propone superará con creces su objeto. grabado ilustra pefectamente
la escuela de Alejandría, Fue, según el texto de Plutarco, el gran éxito de Arquímedes. Y , a la función de un «.punto fijo»
Aristarco de Samos es, con
Habiendo satisfecho al rey-hijo midiendo el Universo con granos de semejanza de lo que pasará veintidós siglos más tarde en Los Álamos, absoluto. El mundo y el
diecisiete siglos de adelanto, arena, es decir, lo más grande con lo más pequeño, Arquímedes comien- «el rey, en previsión de toda clase de sitios, encargó a Arquímedes
sabio están en los extremos
el precursor de Copernico. za otra vez con el rey-padre proponiendo que lo más ligero mueva lo de la regla de la razón
la construcción de máquinas, sea para la defensa, sea para el ataque. sostenida por la mano de
más pesado, que un solo hombre mueva esta tierra, que una pequeña Hierón no tuvo que servirse de ellas». ¡Buen defensor para una política Dios.
fuerza desplace una gran masa, ¡que él solo mueva un barco encallado de disuasión! (Grabado anónimo in P.
en la arena! Esta aproximación no es nueva, en los fines del primer siglo Varignon, frontispicio del
de nuestra era, el historiador de la segunda guerra púnica, Silio Itálico, Quizás es el momento de levantar un poco el velo que oculta los Proyecto de una nueva
escribía: «El contó los granos de arena de la tierra, él, que con las manos fundamentos del poder de Arquímedes. Evidentemente, la mecánica de mecánica, 1667.)
de una mujer podía poner a flote una galera.»
Asistamos a la aventura: «Hizo llevar a tierra, a costa de grandes
trabajos de una numerosa mano de obra, un navio de transporte de tres
mástiles de la marina real; hizo subir en él a un gran número de
hombres, además de la carga habitual, y, sentado a distancia, sin
esfuerzo, con un tranquilo movimiento de la mano, accionó una máqui-
na de numerosas poleas, para atraer hacia él el navio haciéndolo deslizar
sin sobresaltos, como si estuviera en el mar.» Según otros historiadores,
puso «simplemente» a flote un enorme barco construido en los astilleros
de Siracusa para el rey Ptolomeo. Pero, sea cual fuese, la hazaña fue tal
que, según Proclo —comentarista de Euclides del siglo v d. de C.—, «a
partir de este momento, a Arquímedes se le creía en todo lo que pudiera
exponer».
En el relato, lo que parece más importante, es la simplicidad de la
situación. L a galera (imagen del mundo que Galileo retomará en sus
diálogos) está llena a reventar, únicamente parecen quedar en la playa
Arquímedes y, sin duda, el rey, que observa, a menos que participara él
mismo en la maniobra como lo afirma Proclo.
A R Q U I M E D E S : E L C A N O N D E L SABIO 130 131 ARQUIMEDES: E L C A N O N D E L SABIO

las palancas, de las que fue teórico en el libro Del equilibrio de las figuras aumentaría aún más su gloria, ya que en esta dramática situación
planas confirma la posibilidad de desplazar enormes masas con la ayuda Siracusa podía al menos prevalerse de tener «aún al inventor de las
de vigas, de poleas fijas o móviles, del tornillo sin fin. Pero la Tierra no máquinas».
es en realidad una simple figura de geometría. Claro está que un nuevo
sistema de numeración permite escribir los números de el Arenario y los
del Problema de los bueyes, pero ¿qué dimensión de lo real hay que Desequilibrio del terror
ocultar para que todas estas posibilidades teóricas se vuelvan creíbles?
En el siglo XVIII, Adam Ferguson, filósofo escocés de la escuela del Una vez situado su personaje, Plutarco vuelve a la batalla. Como
«sentido común», tomando al pie de la letra la «promesa» de Arquíme- buen moralista, destaca el estado mental de las tropas presentes. N o se
des: «Dadme un punto de apoyo y moveré la Tierra», calculó el tiempo describe ninguna herida, ninguna muerte, y los desastres corporales
que tardaría un hombre que estuviera en un extremo de la palanca, el están siempre sobreentendidos. Por el contrario, con frecuencia señala el
opuesto al de la Tierra, y que se desplazara a la velocidad de una bala miedo: «Siracusa, helada de estupor, se quedó muda de espanto [...]. Los
de cañón para desplazar la Tierra una sola pulgada. E l resultado fue de romanos, de tal forma espantados, se dieron a la fuga gritando [...].
¡44 963 540 000 000 años! Todo se aclaraba, y el historiador Montucla Marcelo hizo sonar las trompetas, lo que provocó una huida y terror
lo vislumbró en la misma época: para aprovechar la superpotencia que desesperados [...].» Así, bajo los lanzamientos de piedras y los estruen-
las teorías de Arquímedes parecen ofrecer hace falta tiempo, tiempo, del dosos tiros, lo que en realidad se intercambian son el terror, el pavor, el
que ni el matemático ni su hagiógrafo nos hablan. En el espectacular estupor, el espanto... L o importante para Plutarco es lo que ocurre en el
efecto que produce el ocultamiento de la dimensión temporal, desapare- psiquismo de los combatientes.
ce la grandeza que se intercambia realmente con la de las grandes masas, Por el momento, la situación de los siracusanos, atacados por los
las grandes cantidades. Más generalmente, es este disimulo lo que funda dos flancos al mismo tiempo, no es muy brillante. L o que viene después
el poder de la abstracción, y sin él la mecánica de Aristóteles se mostrará cómo el poderío de las máquinas de Arquímedes lleva a que el Polemologia: ciencia de la
guerra.
impondría todavía. miedo cambie de bando.
E l dispositivo que Plutarco nos refiere hace de Arquímedes un Hasta ahora, el espíritu dominaba la materia; en adelante, Plutarco
ilusionista. Eg_gl papel que debe asyimir el sabio para imponers_p._aj_ nos muestra la especificidad de las batallas, en las que la materia,
poder. F.s en realidad una puesta en escena inesperada de esas relaciones actuando bajo sus formas más violentas, trastorna el orden del espíritu.
de lo espiritual y lo temporal que Platón, un siglo antes en la misma El estado de guerra debe entenderse pues como simétrico del que hemos
ciudad, y con respecto a los tiranos Denis y Dion, había intentado descrito más arriba. La separación entre el mundo de las ideas y el de las
dominar. ¡Sabemos que sobrevendrá el fracaso! (véase la Carta VII de cosas sigue siendo tan clara como siempre, es el dominio del uno sobre
Platón). Arquímedes, en cambio, no conoce el fracaso. Para Plutarco, la el otro lo que se ha invertido.
ciencia posee esas evidencias que nadie discute. L a defensa de la ciudad L a batalla comienza: estamos sumergidos en un mundo totalmente
se confió al sabio. Con respecto a esto hay que hacer algunas rectificacio- mecánico. Arquímedes, como gran relojero, pone en juego sus aparatos,
nes históricas. Plutarco no podía ignorar a Heródoto, y es por tan- y hasta la retirada de los romanos, ya no habrá ningún otro actor. L a
to deliberado el que ignore las fortificaciones comenzadas bajo Hierón I; aterradora maquinaria se describe como totalmente autónoma, sigue la
igualmente conocía a su Tucídides, ¿por qué, entonces, no dice nada de lógica propia de sus funciones destructivas sin que nadie intervenga. Es
Tucídides (hacia 460-395 a.
de C): historiador griego, las defensas organizadas durante el sitiode Siracusa que tuvo lugar exactamente lo que en polemología se llama la fatal lógica del engranaje.
autor de la Historia de la durante las guerras del PeloponesoJÍPara ensalzar a su héroe, el ilustre Sin duda, el sistema de Arquímedes es globalmente una máquina infer-
guerra del Peloponeso. historiador guarda silencio sobre todos los intentos de defensa anterio- nal. Leyendo las descripciones de Tito Livio o de Polibio^se comprende
res, así como sobre la tradicional producción de armamentos./ Otros mejor la originalidad del historiador de Oueronea. En sus relatos, las
historiadores, como Diodoro de Sicilia, anterior a Plutarco, se explayan máquinas actúan por sí mismas, mientras que para los otros dos los
sin embargo sobre las armas de estos siglos. Las elépolas, por ejemplo, hombres, en paticular Arquímedes y Marcelo, siguen siendo los actores
que, como su nombre lo indica, servían para la toma de las ciudades, responsables.
podían ser gigantescas torres rodantes de 25 m de lado por 50 m de Esto subraya en qué medida el proyecto de nuestro autor era sólo
altura, y debían ser transportadas por cerca de 3 000 hombres. E l mismo accesoriamente histórico. Así descrito, este mundo de máquinas solas
autor relata que, en el sitio de Rodas, Demetrio, un siglo antes de permite poner mejor de relieve el mundo de las ideas. Y la variedad de
Hierón II, empleó 30 000 ingenieros y obreros en la fabricación de las los mecanismos nos deja vislumbrar la complejidad de las técnicas de la
máquinas necesarias. A pesar de la posible exageración, esto subraya la época y la soltura de Arquímedes. L a batalla comienza: «Arquímedes
importancia considerable de la industria del armamento en la época, y hizo actuar sus máquinas. De inmediato la infantería fue asaltada por
cuando se conoce la de Siracusa, se comprenden las razones que impul- una lluvia de tiros de toda clase, por piedras enormes [...]», son las
saron a Arquímedes a asegurarse la confianza real. tropas de Appio que atacan por el norte bajo las murallas de las
Epípolas. U n diluvio de piedras y de tiros dirime rápidamente la
Incluso si el objetivo de Plutarco no reside allí, lo ubicamos mejor
situación. Cuando se trata del combate, se afina la descripción. L a flota
señalando lo que no nos dice. Imaginemos por un momento que el sabio
ha venido a atacar la ciudad bajo los muros del Acradino, barrio
haya podido aportar verdaderas innovaciones a la técnica militar. Estas
residencial y suntuoso, donde habitaba Arquímedes, si seguimos las
habrían asegurado durante un tiempo la seguridad de la ciudad, luego,
versiones de Polibio y'Tito Livio.
exportación mediante, ¿por qué no ver en las máquinas que los romanos
hacen avanzar las «hermanas» de las que Arquímedes concibió? Esto Es necesario imaginar que los barcos estaban lo más cerca posible de
las murallas, se entiende mejor entonces la caída de las vigas y sobre
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todo el trabajo de esa especie de brazos de hierro de los que Tito Livio vuelve a caer en tierra. L o que esta «explotación» nos muestra es la
nos ha dejado una descripción muy precisa: «Se utilizó una palanca diversidad de los registros utilizados: teorías de las cónicas, entonces
colocada a través del muro: dejaba caer sobre la proa un gancho de en sus comienzos, teorías de las relaciones y proporciones, fin del fin
hierro atado a una cadena sólida, y cuando el brazo que estaba en el de las matemáticas griegas, teorías de las palancas y los centros de equi-
interior de la muralla, movido por un pesado contrapeso de plomo, librio.
tocaba el suelo, el gancho tenía el brazo suspendido en el aire por la Y sin embargo Arquimedes concluye: «La proposición que antecede
proa, y lo hacía levantarse sobre su popa; entonces se hacía bascular no está por cierto demostrada con lo que acabamos de decir, pero da la
bruscamente el brazo del exterior de la muralla y el navio caía de nuevo idea de que la conclusión es cierta.» Es por esta razón por lo que califica
al agua, con gran espanto de los marineros.» Además de su precisión, su método como exploratorio, y presentará en su tratado De la cuadra-
este pasaje señala la importancia de los hombres en la manipulación de tura de la parábola dos demostraciones que él juzga auténticamente
las armas, mientras que nada de eso es mencionado en el texto de matemáticas.
Plutarco: «En cuanto a la flota, ya eran vigas que aparecían súbitamente Para comprender los peligros subyacentes en «el método», que
en lo alto de las murallas, y que descendían sobre los barcos [...] Y a consiste en identificar una superficie como la suma de los segmentos que
eran manos de hierro o picos de grúa que los levantaban [...] y que, por la componen, constatemos que cada uno de dos triángulos de igual base
un movimiento de reacción, los hacían girar sobre si mismos [...]. A está formado por una infinidad de segmentos paralelos a la base, igua-
cada instante se veía algún barco levantado, volando sobre el mar: les a los del otro, sin que tengan la misma área. Se toca aquí la para-
espectáculo estremecedor.» doja de la divisibilidad al infinito denunciada por Zenón. Además, tras
E l relato de Tito Livio, que retoma y afina el de Polibio, hace el vocabulario de pesos, palancas, equilibrio, centro de gravedad, se
aparecer claramente la técnica de la palanca de la que ya hemos transparentan los métodos experimentales que permitían, con la ayuda
hablado. Por este medio. Arquimedes no sólo era capaz de mover los de placas materiales, formarse una idea del resultado. Así, el tipo de
barcos, sino que, si creemos a Plutarco, le era igualmente posible argumentos utilizados en el Método muestra cómo el modelo de la
hacerlos volar. Notemos a propósito de esto que esas «vigas enormes» balanza es el fundamento del pensamiento de Arquimedes. Presentando
que se abatían sobre los navios podían ser muy bien las mismas que un «método que permite abordar ciertas proposiciones matemáticas por
habían servido de palanca para levantarlos. En el siglo xvi, el mecánico el recurso de la mecánica», expone una doble ruptura con la ortodoxia
Simón Stevin, retomando los estudios de Arquimedes sobre las palancas, matemática, primero volviendo a introducir una dimensión material en
elaborará una teoría sobre el equilibrio de las vigas. las identidades, luego jugando con el tabú de la divisibilidad al infinito.
A este respecto, el Método es el modelo reducido de la relación de
Arquimedes con el mundo cuando acepta encarnar la esencia de las
Divertimiento matemático matemáticas y evaluar la finitud del cosmos gracias al elemento más
pequeño.
Con la palanca llegamos al dispositivo técnico que, al instaurar la Esta exploración y los comentarios que inspira a Aristóteles revelan Atomismo: teoría
equivalencia de la relación de fuerzas y la de las longitudes, ilustra • su posición personal en el conflicto atomista-elementarista que atravesó cosmológica surgida en el
perfectamente la noción central de proporción en torno a la cual se siglo v a. de C . (Leucipo,
el pensamiento griego. Su alusión directa a Demócrito a quien, según Demócrito) y desarrollada
desarrolló la matemática griega. N o sorprende entonces ver al más dice en el Método,'debe atribuirse una notable parte en matemáticas, en por Epicuro (siglo iv a. de
grande matemático de la Antigüedad intentar el dominio de este concep- razón de sus intuiciones esclarecedoras, como por ejemplo la manera de C), que considera que el
to fundamental en las situaciones extremas. Situación de tener que calcular el volumen de un cono. Su cosmología, subyacente en el Universo está constituido
mover al más infinitamente grande de los mundos, situación de tener por un conjunto de átomos
problema de el Arenario, dando la medida del mundo a partir del menor discontinuos, infinitamente
que impresionar al más infinitamente espectacular de los monarcas, grano de materia: la arena. Su estudio sistemático del juego del stoma- duros, inalterables y eternos.
situación de tener que ganar la infinitamente más caótica de las batallas, chion, en el cual un conjunto de piezas de formas geométricas elementa-
situación de lo infinitamente pequeño de las matemáticas más sutiles. Sí, les permite obtener por medio de combinaciones una multitud de
Diferentes tipos de palancas sin dudar, es el mismo hombre el que hace naufragar los navios y el que figuras. Todo esto puede confirmar cuánto se interesaba por las teorías
(arriba y a la izquierda) mide el área de un segmento de parábola. atomistas. Como último argumento a posteriori, es cierto, Michel Serres
utilizadas durante los sitios. ha mostrado que en el De Natura Rerum del atomista Lucrecio se
El mismo Arquimedes realiza este acercamiento entre la mecánica y
("Armas y máquinas de
guerra, grabado in C. la matemática en un tratado, Del método relativo a las proposiciones encuentra subyacente el corpus matemático de Arquimedes.
Cantu, Storia universale, mecánicas, en el que evalúa el área de un segmento de parábola. Escribe Pero lo más sorprendente es que en la práctica científica de Arqui-
1838-1846.) a su amigo Eratóstenes: «He juzgado oportuno describirte las propieda- medes las dos teorías no se oponen. E l atomismo poseería una cualidad
des características de un método que te permitirá abordar ciertas Elementarismo: teoría
exploratoria que le permitía «abordar ciertas proposiciones» que no cosmológica surgida en el
proposiciones matemáticas por el recurso de la mecánica.» tendría el elementarismo que, por el contrario, sería el fundamento siglo vi a. de C , que
Vale la pena describir el método en cuestión, y para comprenderlo filosófico de las verdades matemáticas probadas por la demostración considera que el principio
mejor, nos ayudará sumergirnos un poco en el universo matemático del de las cosas es obra de un
euclidiana. elemento: el Agua (Tales,
defensor de Siracusa. Recordemos que una_paxáJiQla_es_una-cur-va- Es difícil cerrar esta digresión sobre la parábola sin hacer alusión a Anaximandro), el Aire
geométrica obtenida por la intersección de un cono recto conjrrLplaiux. los famosos espejos ardientes gracias a los cuales Arquimedes habría (Anaximenes), el Fuego
_
es lo qTie"3e^llamá uñasección cónica como aquellas a las que se hizo incendiado los barcos de Marcelo. Sobre todo cuando sabemos que la (Heráclito), o la
alusión más arriba, en el texto de Plutarco, a propósito del problema combinación de varios de
forma parabólica es la que mejor concentra los rayos del sol. E l hecho ellos, Tierra, Agua, Aire,
de las dobles medianas proporcionales. En nuestros días, la parábola es de que Plutarco no hable de esto bastaría para no mencionarlo. Agre- Fuego (Empédocles,
más conocida como la trayectoria que describe un objeto arrojado que guemos no obstante que ni Polibio ni Tito Livio hacen alusión a estos Aristóteles).
ARQUIMEDES: E L C A N O N D E L SABIO 135 ARQUIMEDES: E L C A N O N DEL SABIO
134

Como K L es el brazo de palanca que sostiene


El método de Arquímedes aplicado al área de la E G , será necesario un brazo de longitud K A para
parábola sostener EF. Por esto Arquímedes construye, en la
prolongación de K L , un segmento K T = K A (3) en
L a idea de Arquímedes, que conocía y practica- el extremo del cual coloca el peso RS = E F (4), de
ba la mecánica, es considerar la igualdad entre dos tal forma que T sea el punto medio de RS, es decir
a c su centro de gravedad.
relaciones — = — como análoga al estado de equili- Con ayuda de las igualdades precedentes, se de-
b d duce que:
brío de una palanca sometida a dos pesos, P y Pt 2

GB P 2 RS KL
de tal forma que: = —.
GA Pj EG KT
Cuando quiere evaluar una sección de parábola
AB, necesita encontrar una figura donde exista tal es decir, el equilibrio en torno a K del sistema peso-
proporción. palanca.
Encuentra esta proporción en la figura geométrica En consecuencia, todos los segmentos que compo-
de la derecha, en la que A D es tangente a la parábo- nen el triángulo se equilibran quedando en su lugar
la AB, y donde B D es paralelo al eje. Tomando todos los de la parábola transportados en T. K es
E F G paralelo a B D las propiedades específicas de la siempre el centro de gravedad.
parábola le permiten demostrar.
K es pues el sistema de gravedad del sistema
BE EF triángulo y parábola (bajo la forma de los segmen-
(1) tos transportados en K que la componen).
BA EG
1
El espíritu del «método» consiste en considerar (1)
como una igualdad entre una relación de longitud Además X, de tal forma que K X = - K A , es cen-
BE EF
tro de gravedad del triángulo (véase el tratado DI
y una relación de peso , todos los segmentos
BA EG KX 1
posibles E F y E G componen respectivamente la equilibrio de las figuras planas) luego = -.
sección de parábola y el triángulo A B D . KT 3
Llevando la analogía al extremo, Arquímedes va En el mismo tratado, Arquímedes muestra que la
a construir una palanca abstracta cuyo equilibrio relación de los pesos es inversa a la de las distancias
realizará la igualdad (1). Es la transformación del entre los centros de gravedad específicos (X y T) y el
problema de geometría en problema mecánico. centro general (K), luego:
parábola KX 1
Como los puntos medios de los segmentos E G
están todos situados sobre la mediana A K , el «pe- triángulo KT 3
so» está suspendido pues en su centro de gravedad Acabamos de ver cómo Arquímedes concluye que
L en el extremo del brazo de palanca K L . Además, la sección de parábola vale un tercio del triángulo
BD y E G son paralelos. A B D . De hecho, expresa este resultado diciendo que
vale los cuatro tercios del triángulo A B C (el mayor
BE KL de los contenidos en la sección). Esto se debe a las
Luego = (2) propidades de la parábola que permiten demostrar
BA
"* KA
que I y C son puntos medios de AB e IJ respectiva-
KL EF mente, luego que A B C vale 1/4 de A B D , lo que
Luego d') remata la demostración.
KA EG

espejos; el tema aparecerá mucho más tarde, en Diocles y los historiado- ¿La máquina de Marcelo derrotada?
res bizantinos. Todo lector de Descartes sabe que éste los consideraba
improbables. Es cierto que no conocía los trabajos ópticos de Arquíme- Frente a todas las máquinas con las que contaba Siracusa, Plutarco.
des. Los investigadores han confirmado recientemente que la Catióptri- no nos habla más que de una sola máquina romana. N o nos dice de
ca, obra hasta ahora atribuida a Euclides, debía de estar inspirada en el donde proviene, pero escribe que lúe erigida^óTMarcelo «en una gran
siracusano. plataforma formada por ocho barcos» ¿Qué significa, pues, esta única
Posteriores a Descartes, el padre jesuíta Kircher y Buffon realizaron sambuca en el texto de Plutarco? Para comprenderlo, hay que rernontafc
experiencias que hicieron sospechar la posibilidad técnica de incendiar a se a las fuentes del historiador. Hemos visto ya lo que Diodoro de Sicilia
distancia los barcos de Marcelo. Para terminar con el fuego, señalemos "decía de IasTñaquinas. brTcuanto a Tito Livio, escribe sobre las que,
que ciertos autores del Renamiento hasta sostuvieron la hipótesis de que numerosas, construyeron los romanos, «a costa de grandes esfuerzos»:
estos incendios, cuya existencia no está confirmada, serían el resultado varias parejas de penterás, «acopladas flanco a flanco, eran maniobradas
de maquinaria de artillería. ¡Esto haría de Arquímedes el inventor de la como un solo navio, y sobre ellas se levantaban torres de pisos y otras
pólvora y del cañón! ¡De verdad, sólo nos prodigamos con los ricos! máquinas para golpear los muros».
ARQUIMEDES: EL C A N O N D E L SABIO 136 ARQUIMEDES: EL C A N O N D E L SABIO
137

Polibio, generalmente conciso, ha dejado una descripción detallada que Arquímedes, solo, plantea un problema específico. ¿Pero debemos
de una sambuca: «[...] avanzaban (en el mar) otras ocho penteras creerle, cuando sabemos que durante todas las guerras anteriores, y
despojadas de remos en un costado, unas a estribor, otras a babor, y fueron muchas, Siracusa permaneció casi inexpugnable?
atadas de dos en dos por los costados desprovistos. Impulsadas por A lo largo de todo el relato, las máquinas se han reducido hasta
remeros sentados a los lados, transportaban al alcance de la muralla volverse invisibles. Este aligeramiento progresivo de lo material hace
estos ingenios a los que se llama "sambucas", y que están concebidos presagiar un cambio de registro por parte de Plutarco, atisbado en su
como sigue: se construyen primero escaleras [...] de una longitud alusión al combate contra los dioses. E l terreno, pues, cambia y pasa,
calculada para alcanzar la cima de la muralla; están provistas de con motivo de la derrota romana, de un mundo material a un universo
rampas, de paneles protectores [...], colocadas sobre el puente de los lógico. Marcelo, superviviente del peligro, es el primero en dar el tono:
navios, sobrepasan en mucho el extremo de las proas, se fijan además en abandonando el combate, depone las armas, y toma la palabra para
lo alto de los mástiles poleas con cables. Después, cuando llega el «cantarles cuatro frescas» a sus obreros, a sus ingenieros. Claro está, es
momento de servirse de estas pasarelas, unos hombres apostados sobre el grado cero de la información, pero sea lo que fuere, aquí está, ha
la popa las izan con la ayuda de cables atados a sus extremos y que se salido del combate aunque parezca imposible, para entrar, por el punto
deslizan por las poleas. Otros, colocados sobre la proa, aseguran la más bajo, en la disputa de las ideas.
estabilidad de las pasarelas sosteniéndolas con estays [...], una vez
levantadas, se mantienen en posición gracias a los cables que parten de
los navios.» (Lo que las hace parecerse a esas arpas triangulares griegas
que se llaman sambucas.) Combate de ideas
¿Al leer este largo extracto, podemos no ver que las técnicas descritas
derivan de las invenciones generalmente atribuidas a Arquímedes? Era muy difícil que, después de tales pruebas, Marcelo no hablara un
¿Cómo sorprenderse entonces de la facilidad con que las máquinas de poco. Esto es al menos lo que imagina Plutarco, ya que ningún autor
Arquímedes llegarán, según Plutarco, a eliminar la única sambuca de antes que él se había preocupado por explicar la génesis de la nueva
Marcelo? Todo ocurre como si dos generaciones diferentes de armas se estrategia del general. Ahora, Marcelo, vencido, «mofándose de sus
Aquí se puede juzgar la enfrentaran. En cuanto a la precisión de los tiros, casi milagrosa según obreros e ingenieros», habla: «No dejaremos de guerrear contra este
libertad que se tomaban los
ilustradores para representar
Plutarco, Polibio, siempre preocupado por la exactitud, da explicaciones gigante Briareo, que se sirve de mis barcos como de cubiletes para tomar
las máquinas de la que encuentran en nosotros un cierto eco: «Arquímedes ponía en acción el agua del mar, que ha eliminado de forma ignominiosa nuestra
Antigüedad; ¡sólo hay que balistas y catapultas muy potentes y de gran calibre [...]. Cuando el tiro sambuca, golpeándola de frente como después de beber [...].» En una
leer la descripción de de aquéllas comenzaba a llegar demasiado lejos, utilizaba otras, cada vez nota de su traducción, Flaceliére explica la alusión velada de esos
Polibio y luego comparar!
("Figura de la sambuca
más pequeñas, y elegidas cada vez en función de la distancia [...].» «cubiletes» y ese «después de beber». Es necesario saber que los griegos,
utilizada por Marcelo en el El soberbio poderío de los romanos primero espantó a los siracusa- después de haber bebido bien, jugaban a veces al «juego del cotabo».
sitio de Siracusa, grabado nos. Ante la ciencia de Arquímedes, la flota y las tropas romanas Era un juego que consistía en lanzar por el aire el contenido de una
de A. Humblot, siglo XVIII.) copa de vino sobre la superficie de una gran pila llena de agua sobre la
debieron replegarse. Valientes, volvieron por la noche intentando atacar
de más cerca, para escapar a los tiros de largo alcance. «¡Pero Arquíme- que flotaban copos de tierra que hacían las veces de barcos, con el único
des había previsto todo!» Tan hábil de cerca como lo había sido de lejos, objetivo de hundir la mayor cantidad posible...
había preparado máquinas de tiros de corto alcance, los «escorpiones», Las razones que llevan a Plutarco a poner tales palabras en boca de
también llamados manubalista, que permitían un tiro a repetición. un vencido son claras. Como no había tenido éxito en dominar la «dura
Una vez más hay que señalar que estos pequeños ingenios eran, de realidad», Marcelo va a intentar apropiarse de ella formándose una
alguna manera, modelos reducidos de los más grandes. Para el platónico imagen abstracta. Siendo el juego la figura clásica del paso de las
Plutarco la ley de las proporciones no sufría ninguna excepción. Quien relaciones concretas a las relaciones ideales, mediante esta imagen
conocía sus secretos dominaba las situaciones más variadas. A lo largo acuática, probablemente muy común en la época, imagina al general
de los combates las máquinas han aplastado, acribillado, rechazado a sumido en sus pensamientos.
los romanos que se acercaban cada vez más, y hemos visto cómo las A l hacer esto Marcelo se sitúa en la misma esfera que su enemigo,
proporciones se reducían sin cesar. Cómo sorprenderse entonces de que cuya exacta función en Siracusa finalmente comprende. «Toda la pobla-
en la última fase del combate, la forma última de la defensa de Arquíme- ción de Siracusa era el cuerpo, y Arquímedes, solo, el alma [...].» Es la
des se haya convertido en «una mano invisible que hacía llover mil metáfora clásica en el imaginario social romano de la cabeza y los
males sobre los romanos: se diría un combate contra los dioses». miembros. Está en la base de numerosos discursos sobre la legitimidad
El moralista puede concluir: hasta en el más aterrador caos material, del poder. Comprendiendo la extrema dependencia de la ciudad respecto
en el mayor desorden de la batalla, quien detenta la verdad es un dios de su «salvador», dependencia exagerada por el hecho de que las armas
contra su enemigo. Pasando por todos los grados del horror, cuando la no arquimedianas no son utilizadas —«todas las demás armas descansa-
situación llega a su desenlace, el terror cambia de campo. Los romanos ban»— el general romano debe de hallar el punto débil de su único
están dominados por el miedo, su espíritu se enloquece a l a menor adversario.
chispa, el combate ya no es posible. Es necesario que Marcelo renueve Más arriba he señalado el punto ciego que funda el poder exorbitan-
su estrategia y halle un nuevo terreno de maniobra. te de la teoría sobre el mundo. Es por esta dimensión oculta por lo que
Al escribir que después de haber sitiado Siracusa Marcelo obtiene Marcelo vuelve a sitiar la ciudad; «Marcelo renunció a todos sus
aplastantes victorias en Mégara y ante Aciles, Plutarco prueba que el combates, a todos los asaltos, y resolvió esperar del tiempo el desenlace
valor del general no se pone en cuestión y demuestra por esto mismo del sitio». ¿Cómo sorprenderse de esta estrategia? ¿El tiempo no es el
ARQUIMEDES: EL CANON DEL SABIO 138 139 ARQUIMEDES: E L C A N O N D E L SABIO

«no-dicho» de Arquímedes? ¿Y sus «necesidades», no justifican la pri- zas... hasta el rostro casi divino de un Leonardo que envejece, no hay
macía del político sobre el sabio y el filósofo? elementos que no estén presenten en el cuadro pintado por Plutarco.
Marcelo abandona, pues, la batalla, para establecer un sitio que Pareciera que al detallar la figura de su ídolo, Plutarco lanzó, a través
durará mucho tiempo; en este punto todos los historiadores están de de los siglos, los fragmentos del héroe sobre los rostros de los sabios por
acuerdo. Aprovechando el silencio de las armas, Plutarco traza un venir. En el retrato, aparece claramente la voluntad del moralista. Hay
retrato del vencedor. que hacer necesaria e irresistible la espiritualidad del mundo, imponer el
espíritu en la cumbre de la jerarquía de los valores. Luego, rechazando
las necesidades de la vida, haciendo el elogio de la belleza, definir un
El retrato del sabio dominio en el que la ciencia demostrativa será su summun. E n este
último pedestal reposará la excelencia absoluta. Arquímedes y su obra
El hombre que tantas veces salvó Siracusa, va a convertirse, por la matemática.
magia de este relato, en la figura canónica de todos los matemáticos por «Tal era la grandeza de alma de Arquímedes, la profundidad de su
venir. Pasando de un extremo a otro, el autor, después de haber descrito genio, el tesoro inagotable de su ciencia, que no quiso dejar ningún
un combate de máquinas en el que los actores humanos estaban casi escrito sobre las cosas que hicieron su celebridad, y que hicieron que se
ausentes, se eleva a partir de ahora a las altas esferas de «la inteligencia lo mirara como dotado de una inteligencia sobrehumana y casi divina.
sobrehumana y casi divina», de las que están excluidos la mayoría de los L a construcción de las máquinas, todo arte que sirva a las necesidades
hombres. A l dar un status sobrehumano al mundo en el que se mueve de la vida, no eran para él más que cosas sin nobleza y viles oficios.
Arquímedes, el historiador-filósofo refuerza sus convicciones platónicas. Puso toda su aplicación en el estudio de objetos cuya belleza y excelen-
Da a las ideas independencia y autonomía en relación al mundo de las cia no están mezcladas con ninguna necesidad y a las cuales ninguna El agua corre de derecha a
izquierda; haciendo girar el
cosas, mientras que la superioridad del poder del sabio da prueba del otra puede compararse: ciencia en la que la demostración rivaliza con el tornillo al hacer presión
dominio de aquéllas sobre éste. sujeto, éste proporciona grandeza y belleza, aquélla exactitud y poder sobre los alabes G , E y C
Así, el notable de Queronea, que ha renunciado a los honores del natural.» sumergidos, el agua penetra
Imperio, aprovecha su relato del sitio de Siracusa para establecer los por ¡a boca L . Aprisionada
Preocupado.por persuadir a su lector, Plutarco se pregunta sobre las por el tornillo,
términos del combate entre Grecia y Roma, entre el pensamiento y el razones que explicarían este fabuloso éxito: «Unos atribuyen este resul- constantemente atraída por
poder. En esta perspectiva, hay que entender Siracusa como una metá- tado al genio de. Arquímedes, otros a un exceso de labor.» Tal es la el punto bajo y cambiando
fora que representa lo espiritual, dominando las contingencias materia- alternativa propuesta: es la que, comúnmente, se impone siempre, y la sin cesar en cada vuelta,
les, insensible a las agresiones del mundo, distribuyendo, por el contra- respuesta hugoniana «5 por 100 de genio, 95 por 100 de trabajo» no ha saldrá por K cuando esta
boca sea orientada a la
rio, con eficacia, los efectos materializados de sus verdades inteligibles. cerrado el debate. A contrario, Plutarco no hace ninguna alusión a las derecha.
La tesis es simple: las fuezas del espíritu pueden materializarse y facilidades derivadas de la vecindad amistosa con el poder, a la educa- (Grabado in J. Cardan, De
actuar sobre el mundo. Confinado en su pequeña ciudad griega, en la ción debida al padre astrónomo, a los viajes a Egipto, a las condiciones Subtilitate, 1560.)
que, cuatro siglos antes, Filipo de Macedonia aniquiló las últimas de vida y de trabajo del gran sabio. ¿Tenía mujer, hijos, amigos,
esperanzas de autonomía política de la Grecia continental, Plutarco no sirvientes, esclavos, asistentes, locales? Jamás sabremos nada de todo
depone jamás las armas y defiende, pluma en mano, la supremacía del esto.
pensamiento griego sobre el imperio romano. Es este combate el que Para reforzar su alternativa genio/trabajo a favor del primer térmi-
engendra el arquetipo del sabio occidental. no, Plutarco utiliza un procedimiento cuyo éxito jamás se desmentirá en
Todos los tópicos estarán presentes en estas pocas líneas. Primero el las obras de historia de las ciencias: «¡Buscad la demostración, no la
desprecio por «todo arte que sirva a las necesidades de la vida», encontraréis nunca solos!»
indicada por la actitud de Arquímedes que «olvidando el beber, el Es de una eficacia terrible: si el lector no quiere pasar por un imbécil,
comer, el cuidado del cuerpo», alaba la ataraxia frente a las contingen- está obligado a otorgar a Arquímedes este pequeño extra que se llama
cias materiales. ¿Cómo no pensar aquí en todas las leyendas, más o genio. Plutarco se aleja aquí de su maestro Platón que, en el Menón,
menos fundadas, transmitidas por los hagiógrafos? Uno habría trabaja- presenta a un esclavo que recupera un saber olvidado, espoleado sola-
do tres días seguidos sin levantarse de su silla, otros olvidaban vestirse, mente por las preguntas de Sócrates. E l trabajo del genio está muy lejos
no llevaban nunca zapatos, escribían en la carrocería de una diligencia de la anamnesis platónica; aquí, búsqueda de un saber perdido, allí
las soluciones, que partían de viaje, abandonaban entre las hojas cubier- creación, invención.
tas de fórmulas restos de platos que jamás comieron... N i un gran libro Este proceso que implica por fuerza al lector en el mito del genio
agotaría todas estas anécdotas para psicólogos, que han fijado de alguna está en el origen de ciertas relaciones difíciles entre la ciencia y la
manera el comportamiento de los científicos. Leyendo por ejemplo la sociedad. Este juego que consiste en introducir un quídam en un
obra de Bell, titulada Los Grandes Matemáticos, descubrimos, repartida problema antes resuelto, ocultando todas las circunstancias de su resolu-
en más de quinientas páginas, repetida a lo largo de toda la historia, ción, en el peor de los casos ha traumatizado a generaciones enteras de
traspuesta en veinte países, impresa en cien rostros, la figura del mate- individuos obligándolos a hacer juramento de fidelidad sobre el abismo
mático de Siracusa que Plutarco fijó. Parece que, en una perspectiva de los siglos, o bien los ha conducido a un desprecio «literario» frente a
abisal, cada sabio de la cohorte aporta su rasgo particular a la pintura una ciencia de la que se sentían expulsados.
del modelo, el de la distracción, el de la ataraxia, otros como el poder de
Pero lo más violento de la argumentación de Plutarco está por venir:
concentración, de persuasión, de clarividencia, y aún otros más, la
«Cuando hayas encontrado (la solución), pensarás que habrías podido
alegría ante el descubrimiento, la reputación del genio, la insolente
encontrarla solo, tan simple es y tan unida está a la demostración». Esta
facilidad, la perseverancia en la dificultad, la travesura de las adivinan-
es una de las desastrosas «ideas recibidas» que las matemáticas deben
ARQUIMEDES: E L CANON DEL SABIO 140 141 ARQUIMEDES: EL C A N O N D E L SABIO

arrastrar consigo. En todos los tiempos, los mejores matemáticos (Pas- el baño se convierte por así decirlo en una balanza para medir volúme-
cal, Leibniz, Chuquet...), los especialistas más competentes (Ver Eecke, nes. En efecto, la cantidad de agua desplazada (la que sale de la bañera)
Itard, Mugler...), al estudiar a Arquímedes, reconocieron la extrema iguala el volumen del objeto introducido. Está tradicionalmente admiti-
dificultad de sus obras. Sin embargo, es la versión suavizada de Plutarco do que esta evaluación del volumen de un sólido por el de un líquido es
la que se impondrá. Y las matemáticas aparecerán, en consecuencia, la base del tratado De los cuerpos flotantes en el que Arquímedes se
como el arquetipo del conocimiento límpido, el paraíso de las verdades preocupa por la estática de lo.-: fluidos, y las condiciones de flotabilidad
cristalinas. Quienes no vean tras las demostraciones de sus pedagogos la de algunos sólidos. Ganará con él una reputación universal, demostran-
enceguecedora claridad de la evidencia, se excluirán por sí mismos del do que la superficie de todo líquido tiene la misma curvatura que la
reino, errarán en la selva oscura, lejos de las luces del espíritu. Como se Tierra, y enunciando el famoso principio que lleva su nombre.
ve, estas pocas líneas, leídas y releídas durante siglos por pedagogos y Después de haber impuesto su ascendiente sobre los números que
alumnos, forjaron un ideal que canalizó hacia la ciencia la mayor parte rigen el Universo, sobre los sólidos que, por su gravedad, imponen lo
de las energías intelectuales. ¿Qué gran sabio de los siglos pasados no ha real, el sabio gobierna los líquidos, cuyas leyes descubre en su baño. Se
reconocido en Arquímedes la figura emblemática de la excelencia? comprende mejor la confianza de Arquímedes en los navios que trans-
Continuando su labor de propagandista, el historiador nos muestra portaban sus mensajes científicos allende los mares, allende los siglos.
que una gloria tal debe permitir escapar a las preocupaciones bajamente Pero, probablemente, el interés más profundo del episodio de la tiara no
materiales, las del alimento y el aseo, y alcanzar la ataraxia. Cuando resida allí.
descubrimos al sabio «que traza figuras en la ceniza o sobre su cuerpo En ninguna parte de su texto Plutarco hace alusión al problema
frotado con aceite», llegamos a las raíces de este prejuicio que afirma financiero, descubrimos sin embargo, con ocasión del saqueo de la
que las matemáticas no necesitarían de créditos para hacerse, y que ciudad, su colosal riqueza. La determinación de una aleación es, desde el
según la expresión consagrada, apenas exigirían «papel y lápiz». Así, origen de las sociedades mercantiles, un problema fiduciario. Siracusa
cuando al comienzo de este estudio Arquímedes escribía al rey, era para tenía su propia moneda; e incluso si el método de Arquímedes no es
proponerle servicios materiales. Ahora, cuando se trata de la excelencia, utilizable, sigue siendo la teoría más segura que permite autentificar una
es decir, de las matemáticas, ya no es cuestión de súplicas y la autono- aleación. E l episodio será releído según esta perspectiva.
mía del sabio es total. Cómo no sorprenderse entonces de que en esta La relación de lo sólido con lo líquido es la fuente primera de la
hagiografía del sabio libre de todo apremio, la única presión externa a la riqueza de Siracusa. Ciudad rocosa, frente al mar, enviaba sus sólidos
que se ve sometido esté relacionada con el baño. «Arrastrado a su pesar navios a las aguas, y cuela su oro y su plata para fundir su moneda. El
al baño», escribe el autor. N o se trata de una broma. Dos siglos antes episodio de la tiara nos dice esto: la tiara del rey y Arquímedes, símbolos
¡Retrato de un investigador Vitruvio había escrito: «Un día que Arquímedes se metía en el baño...» del poder y de la inteligencia, son sumergidos ambos en el líquido,
en su laboratorio! ¿Qué hace sobrentender Plutarco al no retomar los términos de su
«Arquímedes, primer inventor
entonces, el primer griego que pensó una dióptrica se ve sobre el agua Dióptrica: ciencia de la
predecesor, al despojar a Arquímedes de la voluntad de lavarse, al pasar que desborda, descubre una tiara que se hunde, aplastada además por la refracción,
de la correspondencia entre
el peso y el volumen por la en silencio sobre el episodio del que Vitruvio habla? refracción de los rayos luminosos; y comprende...
experiencia del agua.» Recordemos que también fue «a su pesar» como se llevó a Arquíme- Comprende que es el único que controla el conjunto de poderes pues
(Grabado in W. H. Ryff:
[...] der arkitektur, 1547.) des a ocuparse de los problemas que se planteaban a la monarquía. Si sólo él sabe la falsedad de la tiara y, con esto, la débil autenticidad del
Plutarco empuja al sabio a su baño es porque no puede hacer otra cosa, brillo del monarca. Definitivamente, tiene todos los poderes en su mano.
porque hay allí un episodio fundamental que no puede quedar en La monarquía bien pudo derrumbarse, el mejor general intentar las
silencio. Es necesaria al menos una alusión, aunque no engrandezca al estrategias más sutiles: «Él era invencible y su ciudad con él, mientras él
héroe. Volvamos pues a Vitruvio: «Un día que Arquímedes se metía en tuviera su poder.»
el baño, notó por casualidad que a medida que se hundía en el baño, el
agua se escapaba por los bordes. Esta observación le hizo descubrir la
relación que buscaba y, sin tardar más, la alegría lo transportó de tal Falsificación del poder de Arquímedes
forma que salió del baño y, corriendo totalmente desnudo hacia su casa,
se puso a gritar que había encontrado lo que buscaba, diciendo en Impotente ante aquel que, detentando la inteligencia, controla el
griego: ¡Eureka! ¡Eureka!» (Es decir: ¡lo encontré! ¡lo encontré!) Encon- espacio y la materia, Marcelo, para jugar sobre el tiempo, organiza el
tramos aquí la alegría original, el trance beatífico que se apodera de bloqueo y parte hacia otras conquistas. «El tiempo pasaba», escribe
algunos sabios tras el descubrimiento; el extravío parece ser la caracte- Plutarco. De hecho, más de dos años. Hay que detenerse un instante
rística dominante en aquellos que tuvieron mucha inteligencia. Pero, ante esta lacónica elipse: «El tiempo pasaba [...].» Y sin embargo, ¡vaya
por fin ¿qué había ido a hacer en esa bañera? asunto! ¡Qué organización formidable por parte de los romanos, blo-
El rey había mandado hacer una tiara y sospechaba sin poder quear durante más de dos años una ciudad de más de 500.000 habitan-
probarlo que una parte del oro había sido reemplazada por plata. Hizo tes, rodeada por unas murallas de aproximadamente, según el historia-
llamar a Arquímedes para resolver el problema, extremadamente simple dor griego, 180 estadios de largo, o sea más de 30 K m ! ¿Cuántos
si se conocen el peso y el volumen de la tiara. Hemos dicho ya que el hombres hubo que movilizar? ¿Qué dirección hubo que desarrollar? En
sabio siracusano dominaba todo lo referente a las balanzas. Sin embar- el silencio del historiador griego medimos su voluntad de ignorar la
go, la forma complicada de la corona hacía que su volumen fuera difícil profunda originalidad de la república romana, la de la invención de una
de determinar. Había que inventar un método. E l baño es el dispositivo serie de dispositivos que permitían perennizar, tanto tiempo como fuera
de este descubrimiento. necesario, el control de un espacio, de una situación, de resistir a la
Siendo la masa y la capacidad de un volumen de agua equivalentes, usura del tiempo, al aumento del desorden. Plutarco pasa sobre la
ARQUIMEDES: EL C A N O N D E L SABIO 142 143 ARQUIMEDES: E L C A N O N D E L SABIO

institución y el hielo del sitio de Siracusa, episodio característico del el salvajismo que conllevó fueron una acusación que los romanos
genio romano, pues nada debe hacer sombra al predominio del espíritu formularon contra el general. Esta contradicción a pocas páginas de
griego. distancia es una "prueba suplementaria de que el pasaje sobre el sitio de
Masa, logística, disciplina, nada de esto debe contar, para Plutarco, Siracusa es sólo accesoriamente un relato histórico.
en las causas de la caída de Siracusa. Si el espíritu controla la materia, Haciendo del vencedor el más griego de los romanos; describiendo la
para que los romanos se apoderen de ella, es necesario definir otras derrota como el acto de un traidor entre medio millón de personas, el
dimensiones diferentes a las de las cosas, sobre las que gracias al saber, historiador de las ideas impone la lógica de la fatalidad que está en lo
la omnipotencia de Arquímedes es total. Toda la firmeza del filósofo va más profundo del pensamiento griego. Siracusa pierde a pesar de todo, y
a consistir en hacernos las ver ocultando, si es necesario, ciertos aconte- de una manera absurda, porque era ineluctable. Hija de los dioses de
cimientos. Délos, Siracusa perdió porque la diosa de la noche la ha traicionado y
Las tres causas de la derrota de la ciudad son los tres enemigos con porque el dios del sol no ha hecho nada (se explica sí, en el mito de
los que la ciencia contará a lo largo de todo su desarrollo: Plutarco, la ausencia del episodio de los espejos ardientes).
— E l tiempo, que, haciendo cambiar situaciones y vacilar estabilida- L a caída de «la ciudad más grande de Grecia», para la que Platón
des, descomponiendo objetos, multiplicando singularidades y transfor- concibió su República, estaba escrita desde su fundación. Esta verdad de
mando los problemas, impide que la ciencia haga aparecer sus móviles la que Plutarco nos convence no tiene, evidentemente, nada de histórico.
como inmutables. A tal punto que la ciencia, tal como la imagina la Por el contrario, intenta resolver el problema fundamental de la institu-
comunidad científica, sólo nacerá, en realidad, en el momento de la ción de las verdades del espíritu en el mundo. Si consideramos el
invención del tiempo lineal, inmutable, indiferente, vaciado de todas sus universo limitado del Imperio romano en el que vivía el hombre de
turbulencias, heredero sin duda alguna de la institución romana. Queronea, no podemos sorprendernos del pesimismo que manifiesta.
— Lo falso, la mentira, traidora que trastorna la percepción del «La ciudad del espíritu» no puede ser perdurablemente de este mundo,
mundo de las cosas y las coherencias internas. Es el enemigo normativo, se derrumbará por sí misma, traicionada por lo mismo que la fundó.
porque iguala todos los enunciados y prohibe por lo mismo la distinción Este amargo lamento acompañará el desarrollo de la ciencia occidental,
entre las proposiciones, la autentificación de las prácticas y la secesión hija razonable.de una síntesis entre el espíritu griego y la institución
de los territorios del saber. romana. L a institución feliz de la ciencia no existe de manera per-
— L a religión supersticiosa que sume a los hombres en un sistema durable.
sin razón, admite verdades no fundadas en la razón, cuestiona el poder
de la ciencia para dominar el mundo. Es el enemigo institucional que,
invocando otra profecía globalizadora, compite, al igual que la ciencia,
«Los soldados, desenfrenados, saquearon la ciudad [...]. E l ejército se Las muertes
por ser el espíritu mismo de la evolución humana.
apropió de las riquezas y de los esclavos [...]. E l tesoro real fue a parar del héroe
Plutarco va a hacer de estas tres fuerzas (tiempo, falsedad, religión)
al Estado romano [...].» E n medio de la inmensa alegría, dejando ver su
los aliados de Marcelo, miembro del colegio augurial romano y funda-
simpatía y su compasión por los vencidos, Marcelo quería ver a Arquí-
dor de templos. Habiendo pasado el tiempo, durante una fiesta en honor
medes. En este inolvidable día de su gloria, su deseo no fue satisfecho.
de Artemisa, la ciudad fue cercada, entregada por una traición. Así la
Las muertes múltiples son el privilegio de los mayores héroes.
diosa tutelar traicionó a los sitiados, que eran entonces presa de esos dos
¡Cuántas versiones de la muerte de Ulises, de Eneas, de Rómulo! Entre
enemigos del espíritu: la bebida y las diversiones. ¿Es tan sorprendente
las desapariciones, las apoteosis, los crímenes colectivos, no se sabe qué
que la diosa de los bosques, la diosa cazadora, hermana oscura de
muerte elegir. Por su parte, el deceso del sabio de Siracusa no termina
Apolo, dios de la luz y de la verdad, se haya puesto «al servicio» de
de ser relatado según múltiples cuadros. Parecería que la variedad de
Roma, esa ciudad nacida de los bosques? Así el fin trágico de Siracusa
relatos eterniza la muerte, dando al espíritu tiempo para liberarse.
desborda el simple derrumbamiento de un reino. Los romanos tomaron,
Plutarco nos relata:
primero, los dos barrios que se llamaban Nea y Tyké. Es decir, los
siracusanos perdían a la vez, la novedad y la fortuna. Con esta caída,
Plutarco pone en escena una formidable derrota, la de Grecia ante
Roma, y, más profundamente aún, la del espíritu de Grecia ante el poder La muerte
romano: es pues, en un último esfuerzo de abstracción, la derrota del
espíritu encarnado ante el poder instituido. Además, Marcelo es presen- «Ocurrió que Arquímedes estaba solo en su casa, reflexionando
tado como el primer romano que comprendió la necesidad de salvar el sobre una figura geométrica, espíritu y ojos absortos [...]. N o se había
legado griego. Se comprende mejor, entonces, que el general, viendo «en percatado de la toma de la ciudad. De pronto, apareció un soldado que
torno a él la grandeza y la riqueza de la ciudad» llorase mucho, afligido le ordenó seguirlo para presentarse ante Marcelo. Pero Arquímedes no
con el pensamiento de lo que iba a ocurrir... Esto ocurrió a pesar suyo y quiso salir sin antes resolver su problema [...]. E l soldado, irritado, sacó
porque fue obligado a consentir que el ejército se apoderara de «rique- su espada y lo mató [...].»
zas y esclavos». Sabemos, por haberlo visto ya, lo que este «a pesar L a inverosimilitud del relato, enorme ciudad tomada en el tiempo de
suyo» quiere decir, es siempre la marca del peso de las necesidades una reflexión geométrica, no debe distraernos. Esta pequeña escena
materiales frente a la voluntad del espíritu. muestra en algunas palabras el abismo que separa el mundo sutil del
Esta imagen de Marcelo es creada por Plutarco de pies a cabeza espíritu del vulgar de las armas. E l espíritu está en otro lugar, es el fondo
para este pasaje. Pues en la comparación que sigue a las vidas paralelas de la tesis de Plutarco. Nuestro proyecto de señalar en este escrito los
de Pelópidas y de Marcelo, el autor confiesa que el saqueo de Siracusa y tópicos que acompañan a la imagen que nos formamos de los matemáti-
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El crimen

«Según una tercera versión, Arquimedes llevaba a Marcelo sus


instrumentos de cosmografía en una caja, cuadrantes solares, esferas,
escuadras, que permitían representar ante la vista la grandeza del sol.
Unos soldados se encontraron con él; creyeron que llevaba oro y lo
mataron.»
E l realismo social de esta escena sorprende. N o encontramos es-
ta versión en ningún otro historiador, mientras que las dos ante-
riores hacen aparición de manera implícita en Tito Livio o en Valerio
Máximo. Necesitaríamos varias páginas para eliminar todas las alusio-
nes. Los instrumentos cosmográficos, por ejemplo, no están citados al
azar, sino que cada uno de ellos tiene un lugar en la obra de Arqui-
medes.
Entre otras cosas, entre estas esferas podría encontrarse aquella de la
que nos habla Cicerón en Las Tusculanas: «Una esfera que representa el
curso de la luna, del sol, de los cinco planetas, y por un único movimien-
to orbicular rige los diversos movimientos [...]. L a esfera de Arquimedes
La muerte de Arquimedes. es la obra de un espíritu divino.» Marcelo se habría apoderado de esta
(Probable copia de un esfera, antepasado de los planetarios y los autómatas. En efecto, Cicerón
mosaico antiguo, siglo
xvm.)
nos afirma en la República haberla visto en casa de un amigo descen-
diente de Marcelo: «Confieso que al primer golpe de vista no me pareció
extraordinaria [...]. Pero más tarde, no pude dejar de juzgar que en ese
siciliano había habido un genio de una talla que la naturaleza humana
no parecía capaz de alcanzar... Se veía cómo el sol desaparecía poco a
eos, debe llevarnos a recalcar que uno de ellos está manifiestamente poco y cómo la luna iba a sumergirse en la sombra proyectada por la
ausente. Se afirma comúnmente que la buena matemática es producto de Tierra [...]».»
los genios jóvenes, esta idea, probablemente surgida en el romántico
Resistamos al encanto de las largas descripciones de Cicerón y
siglo xix, está ausente de este texto. Arquimedes muere viejo, continúa
volvamos a nuestro texto. E l Arquimedes que muere en esta tercera
trabajando, y las cartas que acompañan sus tratados acreditan la tesis
versión es indiscutiblemente cercano al que hemos seguido a lo largo de
de una producción científica continua. Finalmente, de esta primera
todo el relato. Con él termina la construcción de este canon del sabio
muerte retengamos el extremo desapego del sabio. L a descripción
que Plutarco se ocupó de pulir a lo largo de todo su relato. Compren-
mecánica de la muerte, consecuencia desdichada pero inevitable de la
diendo que el poder y la riqueza no están ya en Siracusa, el sabio hace
situación.
su equipaje y lleva con él sus secretos. A semejanza de esos sabios
alemanes que, veintidós siglos más tarde, abandonarían su país en ruinas
para unirse a los vencedores, Arquimedes intenta pasarse al campo de
La ejecución Marcelo. Plutarco no se indigna por esto, parece decirnos que ya la
ciencia no tiene otra patria que la de los vencedores y la de la riqueza.
L a muerte del sabio es un accidente típico, consecuencia de la incom-
«Otros dicen que el romano, armado de una espada, se presentó con presión de los que ignoran, irresponsables, pues no saben lo que
la idea de matarlo allí mismo, que Arquimedes al verlo le rogó, lo hacen.
conjuró a esperar un instante, con el fin de no dejar su búsqueda
inconclusa e insuficientemente profundizada, y que el soldado, sin N o nos engañemos con la retórica del historiador, estas tres muertes
consideración a su petición, lo degolló.» E l patetismo en esta descripción sólo son distintas en apariencia. Tomadas en conjunto, en cada cuadro,
es patente. N o hay que hacerse ninguna ilusión, se trata de la ejecución se lee el espíritu que se evade ante la incomprensión, el cuerpo victima-
del que, por sus invenciones, retrasó la toma de la ciudad, matando rio degollado por la venganza y el saber tránsfuga perdido por la
tantos romanos. Se comprende mejor por qué el romano se precipita a torpeza de sus nuevos aliados.
matarlo. ¿Qué aterradora réplica no estará inventando el sabio? Por L a composición de estas perspectivas múltiples funda las tres figuras
otro lado, la humanidad de la descripción es conmovedora. Arquimedes en una sola persona; la trinidad del espíritu, del cuerpo y del individuo
aparece por primera vez como un ser humano, apasionado, claro está, social se unifica para instaurar «el canon del sabio», para hipostasiar el
por su ciencia, pero vivo, lo que está señalado por el degollamiento final. sabio canónico. Ante esta realización todas las partes pueden borrarse.
Por un instante, hemos adivinado al hombre bajo el sabio. Todo se E l hombre, su inteligencia y su obra se confunden en esta nueva especie
borra... de hombre.
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En el umbral de su puerta, mientras cae la tarde, un anciano dibuja medes, concerniente al cálculo de los volúmenes, de las áreas y de las
en el polvo. Piensa... Absorto y mudo, su cabeza está aún llena del furor longitudes con la ayuda de una unidad, inconmensurable con la uni-
y de la gloria que sus máquinas produjeron. En las líneas, los circuios y dad cuadrada, elcírculo de radio 1. De este círculo unidad es perfec-
las curvas con las que honra el suelo, busca el olvido rayando la tierra. tamente legítimo afirmar que es la forma arquimediana de nuestro nú-
La diosa lo ha traicionado, el reino ha caído, la ciudad está destruida, la mero n.
ciencia ha probado la acritud del poder... Sin embargo, necesita perpe- N o terminaremos jamás de sacar de este sombrero el recuerdo de las
tuar su obra, borrar su ultraje, inaugurar por siempre su «práctica» del obras de Arquímedes: conoides, esferoides, paraboloides (cuyos volúme-
pensamiento... Entonces, en el crepúsculo, el verdugo se adelantó, el nes y centros de gravedad se exponen en los libros Del método y De los
hombre levantó la cabeza, «y la sangre de Arquímedes se confundió con conoides y esferoides) aparecerán saliendo de sus matrices: el cono, la
la obra de su ciencia». esfera y el cilindro. Y luego, podríamos, por un movimiento envolvente y
ascensional, lograr con delicadeza el famoso tornillo que, inclinado y
«La aflicción de Marcelo fue muy grande; rechazó el crimen como sumergido en el agua, se convierte, según palabras de Montucla «en una
sacrilego [...], hizo buscar y trató honorablemente a los parientes de la máquina singular, en la cual la misma propensión del peso a caer parece
víctima [...].» Probablemente él mismo ordenó la sepultura. E l sabio ser empleada en ascender». Maravilla técnica cuya huella sobre el
«había rogado a sus amigos y parientes que colocaran sobre su tumba, cilindro es el de una hélice. Examinando de cerca este último objeto,
después de su muerte, un cilindro que encerrara una esfera y, como podríamos notar que todas las rectas (D), apoyándose en dos puntos A y
inscripción, la relación del sólido continente al sólido contenido». B de la hélice y cortando en Q. el eje (8) de ésta, atravesarán en T un
Marcelo hizo lo necesario, inaugurando así una hermosa serie de plano n perpendicular a este eje para trazar sobre éste una espiral de
epitafios geométricos. Más tarde, se grabó en la tumba de Gauss un Arquímedes.
polígono de diecisiete lados, y en la de Jacques Bernoulli, una espiral de Este parentesco entre la construcción del tornillo, heredado de los
Arquímedes que Bernoulli habia pretendido logarítmica. E l matemático egipcios, y de la espiral, podría hacer de ésta el objeto de estudio teórico
alemán había elegido este recuerdo de juventud, fruto de sus investiga- de aquél. Arquímedes establece algunas de sus más hermosas demostra-
ciones aritméticas, resultado que inauguraba relaciones profundas entre ciones acerca de la espiral: primera investigación sobre la tangente a una
el álgebra y la geometría; el suizo privilegió el símbolo del renacimiento curva diferente a la del círculo, área de cada vuelta, reducible, una vez
a pesar de las transformaciones; ¿qué quería significar el emblema de la más, a las áreas circulares.
tumba de Arquímedes?
Pero detengamos aquí la inagotable teoría de las obras arquimedia-
Escuchémosle una última vez en el Libro I del tratado De la esfera y nas y dejemos que hierbas y rocas invadan la tumba erigida por ese
del cilindro. Después de treinta y cuatro proposiciones largas y difíciles, general romano cuyo entendimiento de las matemáticas hubo de ser
un simple corolario: «Está claro que todo cilindro que tenga como base menos que escaso y que sin embargo había sufrido sus consecuencias
el mayor círculo de la esfera, vale una vez y media el área de esta esfera.» prácticas más letales.
Sigue una demostración de algunas líneas que extrae las consecuencias Pasaron dos siglos. U n biógrafo, un arquitecto, algunos historiadores
de las veinticuatro páginas anteriores. recordaron a aquel que defendió la metrópolis siciliana. Como una onda
Así el resultado hacia el cual converge todo este trabajo se califica de que al ampliarse se difumina, su renombre se difundió en la cuenca
corolario. Esta litote no debe engañarnos, es una coquetería muy mediterránea desvaneciéndose en su punto de origen. E l hombre que
matemática tratar como simple consecuencia el resultado de esforzadas cayó en el polvo bajo el golpe del soldado fue olvidado por sus conciu-
investigaciones. dadanos. «Una maraña de zarzas y de arbustos rodeaba y ocultaba la
Es difícil reconstituir lo que podia fascinar a Arquímedes en esta tumba», nos dice Cicerón en el Libro V de Las Tusculanas, en el cual
proposición, corramos el riesgo de intentarlo. En primer lugar, está la pretende haber encontrado la sepultura del sabio. «Un día que examina-
misma simplicidad de la relación, sorprendente a primera vista, sobre ba con la mirada todo el terreno situado en los accesos de la puerta de
todo cuando se piensa en la relación trascendente entre la esfera y su Agrigento [...], he aquí que mis ojos se posaron en una pequeña
cubo circunscrito. Luego, está sin duda el hecho de que este resultado, columna que emergía entre los arbustos: estaba coronada con una esfera
vislumbrado ya gracias al Método del que hemos hablado antes, permite y un cilindro [...] enviaron allí personas armadas con guadañas para
reducir el problema de la cubicatura de la esfera al de la cuadratura de limpiar y liberar el emplazamiento de arbustos [...]. La inscripción era
su círculo mayor, base del cilindro. Para terminar, lo más sorprendente irreconocible.»
es quizás esta constatación infinitamente improbable de que la relación Así, a pesar del tiempo, no se había borrado todo y «el emblema» de
de los volúmenes y la relación de las áreas de dos sólidos sean iguales. Arquímedes permitió al retórico encontrar la tumba. Gracias a esto se
Hay aquí un equilibrio tan sutil que únicamente la razón matemática permite concluir: «Así, la ciudad más célebre de Grecia e incluso, en un
puede persuadirnos. Veamos algunas razones para persuadirnos de la momento, la más sabia, habría ignorado el monumento del más genial
fuerza del resultado. de sus hijos si un hijo de Arpinum (Cicerón) no se lo hubiera hecho
En cuanto a la figura en sí misma, es el receptáculo completo de la conocer». Sin duda, hay que entender este término de monumento en su
obra de Arquímedes. Explorada en el tratado del Método que utiliza en sentido más amplio, e invertir la fingida modestia de Cicerón, haciendo
abundancia el concepto de palanca, es estudiada según la ortodoxia de la tumba la metonimia de la obra monumental del siracusano. E l
euclidiana en otro libro en el que se establecen las relaciones entre todas pasaje en el que se inscriben estas pocas líneas confirma esta hipótesis,
las figuras posibles (conos, troncos de cono, esferas, cilindros, segmentos ya que vemos a Cicerón anticiparse en particular a Plutarco, alaban-
de esfera, de círculo) y el círculo. Esta figura es una memoria donde se do la felicidad de los hombres de genio, comparándola a la de los ti-
inscribe de manera implícita todo el formulario, descubierto por Arquí- ranos.
ARQUIMEDES: E L CANON D E L SABIO
ARQUIMEDES: EL CANON DEL SABIO 148 149

Más allá de la muerte, el relato de Cicerón nos hace ver una vez más como una firma, más arriba una frase latina está en parte disimulada
el esquema fundamental del pensamiento de Arquímedes, el del efecto bajo residuos de mortero... Retomando de la profundidad de la noche el
minimo sobre lo máximo; cerca de la tumba, asistimos a una «adapta- largo trabajo del lapicida, el hombre desvela una a una las letras.
ción socio-histórica» de una experiencia de Arquimedes: un simple Cuando todo haya terminado, sus dedos podrán ya leer...
habitante de Arpinum, solo, es responsable del descubrimiento del
monumento del inmenso genio. Es, sin duda, la verdadera resurrección «Qui tollis peccata sCientiae»
de aquel que, la tarde de la derrota, cayó en el polvo con el compás en la
mano. Cicerón ya nos lo había prevenido, cuando compara la felicidad
efímera de un tirano como Dionisio a la imperecedera de un genio como
Platón. A l comenzar el relato de su descubrimiento en Siracusa, escribe:
Ex cadem urbe humilem homunculum a puluere et radio excitabe, qui
multis annis post fuit, Archimedem. L o que podría traducirse por: «De
esta misma ciudad, yo haría levantarse del polvo y del bastón (el compás
del geómetra), a un humilde mortal: Arquímedes, que existió muchos
años después (de Dionisio).» Estamos advertidos, el lector va a asistir,
subyugado por el poder del hechizo ciceroniano, a una verdadera
palingenesia, en la que Arquímedes resucitará de su círculo de polvo
blandiendo el instrumento emblemático del saber. De este modo, el
queroneo tendrá que compartir con el arpiniano el mérito del haber
«excitado» del olvido y de las cenizas a aquel que, gracias a sus relatos
legendarios y dorados, se convertirá siglos más tarde, en el parangón de
los sabios.

Han pasado dos mil años. En este día de 1988, un humilde historia-
dor vino a respirar en su polvareda de luz el aire leve que hace tanto
tiempo conoció la caída de la ciudad y la muerte del sabio. Ante él
el mar se difumina hacia el cielo, tiñendo de azul el contorno gredoso
de la península de Ortigia. E n torno a él, las moscas zumban sobre los re-
lieves del desaguadero que domina la ciudad, en algunas partes, un zó-
calo de piedra resiste a la onda pujante de los detritos. A algunos
pasos, el soñador ve una forma regular, un bloque de mármol blanco
que desafía arrogantemente la salinidad. Se acerca, se inclina para tocar-
lo, y siente su corazón reconfortado con el contacto liso y frío de la
piedra.
La columna está acostada en el suelo despejado, en su cima, toda-
vía se ve el emblema: esfera y cilindro de piedra. Aferrando cada uno
de ambos símbolos, hace acopio de fuerzas para levantar la columna.
Gastada y corroída por siglos de lluvia, decenios de gas, y años de po-
dredumbre, el mármol cede en el pie de la esfera. L a bola cae en su ma-
no... Estupefacto por el accidente, la deposita sin pensarlo en la bo-
ca del cilindro de piedra, entonces se hace la luz y la evidencia se
impone.
L a tarde empieza a caer, los pensamientos del historiador se ha-
cen más precisos, algo se vuelve en la bella imagen propuesta por Plu-
tarco. ¿Tan fuerte era la ajenidad entre el sabio y el poder, la cien-
cia y la guerra? ¿No quiso el mismo Arquímedes ser enterrado bajo es-
te símbolo de poder? Y luego este general construyendo este monu-
mento para gloria de las únicas matemáticas, ¿es verdaderamente
creíble? Absorto en sus reflexiones, el hombre acaricia pensativamente
la piedra... E n la base de la columna, precisamente en el punto don-
de estaba adherida al pedestal, la mano toca las marcas regularmen-
te espaciadas que hacen probable la presencia de una inscripción la-
pidaria.
Impaciente, exaltado, indiferente a la inmundicia, se tiende en el
suelo. E l ojo del paleógrafo ya ha adivinado el nombre de Marcelo
El uno es el otro: una historia del circulo
CATHERINE GOLDSTEIN

Algunos problemas matemáticos son tan antiguos que nos parecen


naturales. Aquí veremos que el concepto de círculo, como toda creación
humana, de hecho depende estrechamente de su contexto histórico'y
cultural

n el comienzo era el círculo. Omnipresente. Suspendido en el cielo

E en las noches de luna llena; soporte de carros, luego de carruajes;


rodeando de piedra las ciudades; decorando vasos que, con su
huella, lo dibujarían a su vez sobre la arena. Piensa en él, cierra los ojos,
ábrelos, búscalo: lo encontrarás hasta en las «o» de esta página. Y sin
duda, en tu cabeza, repetida guirnalda de los cursos de matemáticas.
Desde hace cuatro mil años. Inmutable.
Hace veintitrés siglos, el matemático Euclides proponía en los Ele-
mentos la siguiente definición: «Círculo es una figura plana delimitada
por una línea —llamada circunferencia— respecto de la cual, a partir de
un punto entre los situados en el interior de la figura, todas las rectas
que la inciden son —hasta la circunferencia del círculo— iguales entre sí.
Se llama a este punto centro del círculo.» A esta definición responde casi
palabra por palabra la de los diccionarios modernos como el Petit
Robert:
«Círculo: superficie plana delimitada por una curva (circunferencia) El circulo no ha dejado
cuyos puntos están todos situados a igual distancia del centro.» nunca de inspirar a pintores
y poetas. Linea o espacio
Presente mucho antes que la escritura, eternamente idéntico a sí del propio cuadro, solo o en
mismo, el círculo sería, pues, uno de esos objetos fuera de la historia al constelación, como en este
que las matemáticas, dispensadoras, según se nos ha inculcado, de de Paul Klee que oculta en
verdades eternas, han otorgado su favor. Astrónomos, filósofos, arqui- su engañosa simplicidad
complejas implicaciones. La
tectos, místicos, agrimensores, geógrafos o poetas lo habrían estudiado, misma complejidad marca
medido, descrito, con él habrían nutrido sus fantasmas, alimentado sus hasta su historia
polémicas, fertilizado su imaginación o amparado sus resultados sin matemática...
alterar radicalmente su serena imagen. Figura única y reconocible
rodando en el tiempo y el espacio, «el» círculo sólo se dejaría cobijar
por disciplinas y culturas diversas para que éstas iluminen algunas de
sus propiedades hasta entonces ocultas o le inventan inéditas aplica-
ciones.
¿Y si esto no ocurriera en absoluto? ¿Si el círculo, deshilando el
tejido del mundo, perdiera en él su identidad, angulara sus curvas? ¿Si
hasta reconocerlo, a veces, se volviera difícil? ¿Si se nos apareciera, a fin
de cuentas, múltiple, disperso, descendencia de una larga estirpe cuyos
complejos parentescos deben descifrarse pacientemente? ¿Si las miradas
humanas, a cada instante, no lo revelaran sino que lo (re)crearan?
Intentando captar lo que hay de común en todo lo que llamamos
«juego», el filósofo Ludwig Wittgenstein compara al hilado, en el que
unas fibras se torsionan con otras, a la forma de reunir cosas tan
diferentes bajo un mismo nombre: «[...] y la fuerza del hilo no proviene

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EL UNO ES EL OTRO: UNA HISTORIA DEL CIRCULO 153 EL UNO ES EL OTRO: UNA HISTORIA DEL CIRCULO
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de que una de las fibras lo recorra en toda su longitud, sino de que estas líneas pueden ser más o menos completas, y una estaca o un trozo
muchas se entrelacen.» de bambú ofician de compás. Daré como ejemplo la construcción del
Desenmarañar todas las fibras de este hilo tan sólido que llamamos cuadrado de 1 purusa (la medida de base), según Apastamba:
«círculo» sería, por supuesto, imposible: no se trata, por otra parte, de «Se mide (el agni) a la medida de un hombre (el que realiza el
agotar todas sus apariciones, sino de comprender algunos de los tumul- sacrificio). Se mide con una caña de bambú. He aquí lo que hay que
tuosos debates que su definición estándar disimula, y de hacer resurgir saber. A una distancia tal como la del oficiante con los brazos en alto, se
los objetos que nivela. Y de aclarar, si es posible, algunos enredos de hacen dos agujeros en el bambú y un tercero en el medio. Una vez que
hilos, algunas metamorfosis. Hay aquí flagrantes ausencias: los eruditos se ha colocado el bambú a lo largo de la prsthyá (línea este-oeste del
1 chinos estudiaron el círculo durante más de dos mil años y no los altar) al oeste de los huecos de los postes sacrificiales, y una vez que se
Al contemplar Saturno, han colocado estacas en los agujeros.
¿dudaríamos de que el mencionaremos; la propiedad del círculo de englobar la mayor superficie
circulo es un objeto posible para un perímetro dado se ha debatido, refinado y generalizado Después de liberarlo en el oeste, hay que trazar en círculo a partir de
absolutamente natural? Y sin desde la Antigüedad hasta nuestros días, tampoco será tratada aquí. la extremidad (1) hacia el sudeste; liberándolo al este y fijándolo en el
embargo... oeste, hay que trazar un círculo (2) desde la extremidad hacia el su-
Hay otras omisiones menos llamativas, quizás, pero son innumerables y,
por supuesto, arbitrarias: en estas comarcas tan fértiles, tan civilizadas, doeste.
no existen oasis inevitables, sino etapas cuya elección se deja librada el Liberando el bambú, fijando el agujero terminal del bambú sobre la
guía. Varias civilizaciones, fuera del perímetro mediterráneo —en la estaca mediana (3), colocando el bambú al sur del punto de intersección
Mesopotamia, en el Este o el Sur asiáticos, por ejemplo—, elaboraron y de las líneas (0), se fija una estaca en el agujero del extremo (4). Fijando
desarrollaron, en importante escala, útiles y problemáticas científicos: he allí el agujero mediano del bambú y ajustando los otros en el extremo de
elegido una rueda india para comenzar nuestro periplo. las líneas, se hunden estacas en los huecos.
Es el cuadrado de 1 purusa».
Se trata, como se ve, de la descripción minuciosa de un procedimien-
Donde se incorporan to operatorio, de una manipulación, y la mejor manera de imbuirse de
«He aquí lo que hay que saber: el que tiene rivales debe construir un ella y de comprender el texto es, quizás, armarse de estacas y de cañas de
socialmente algunos hogar de altar en forma de rueda de carro.» bambú (¡o de alfileres y una cerilla!) para hacer a mano la construcción
círculos Entre los siglos VIII y v i de nuestra era se compilan en la India los propuesta. Ésta Sirve para la fabricación de otros edificios: los textos
Sulvasütra, los Tratados del Cordel, que, en el marco del ritual védico, explican cómo convertir este cuadrado en otras figuras, y a la inversa,
De la India a Egipto, codifican las reglas de construcción y de orientación de los altares (vedi) conservando siempre la misma superficie impuesta por el rito. «Si
2000-100 a. J. C. y de los hogares (agni) destinados a sacrificios: como para la pronuncia-
quieres eliminar a tus rivales, debes construir un rathacakracit»: la
ción de los mantra, la eficacia del ritual reside en la estricta observancia
Mantra: verso, o frase, al cuestión del porqué, y en particular la significación religiosa o concreta
de estas reglas; los tratados reúnen y desarrollan, pues, entre otras,
que se atribuyen de la rueda, se pierde en los textos védicos; la cuestión del cómo, que nos
propiedades mágicas o técnicas que llamamos arquitecturales, geométricas o calculatorias según
ocupará aqui, recibe varias respuestas: veamos la de Apastamba:
religiosas: himno védico. el caso. L a figura de base para construir estos edificios, hechos de
«Si se quiere transformar un cuadrado en un círculo, se tiende (una
ladrillos de tamaño fijo es un cuadrilátero, en principio un cuadrado, a
cuerda) desde el medio (del cuadrado) a una esquina; se gira en torno al
partir del cual se reproducen las formas y las proporciones precisas
exigidas por el culto, según el objetivo buscado: lado, se traza un círculo con un tercio restante, esto equivale a decir que
lo hemos obtenido.
«He aquí lo que hay que saber: el que tiene el deseo del cielo debe Si se quiere transformar un círculo en un cuadrado, se divide el
construir un agni de forma de halcón. Tiene las alas encorvadas y la cola F
diámetro en quince partes, se quitan dos; quedan trece, esto da el
desplegada [...]. cuadrado necesario.»
«El que tiene rivales debe construir un agni en forma de rueda de
carro.»
Gracias a los comentarios posteriores que, por otra parte, a veces / "' :
\
contienen justificaciones de las construcciones propuestas, se pueden
Siguen a continuación los detalles de la fabricación a partir de los dilucidar los pasos que el texto sugiere: el segundo consiste en fabricar O
ladrillos de base, a costa de cálculos fraccionarios bastante extensos. E l un cuadrado cuyo costado tendrá por longitud los trece quinceavos del
instrumento fundamental es el cordel- (sulva o rajju), de cáñamo o
\
diámetro del círculo de partida; el primer paso puede ser ilustrado por el
bambú: ¿habría podido trazar círculos? ¿Y de qué manera? esquema de la derecha (OR es el radio del círculo buscado y F R los dos
La respuesta es menos inmediata de lo que podríamos pensar. Nos tercios de FE).
han sido transmitidas varias versiones de estos textos (de todas ellas las Es de notar que estas conversiones no sean recíprocas ni en el tipo
principales son las de Apastamba, Baudháyana, Kátyáyana y Manu), a de procedimiento empleado ni en sus resultados: el círculo que se
menudo acompañadas de comentarios más recientes: redactadas en obtiene realizando la conversión de un cuadrado por la primera cons-
versos sánscritos, en forma a veces elíptica, en un contexto de transmi- trucción, siendo a su vez este cuadrado obtenido a partir de un círculo
sión oral en el que son esenciales las técnicas de memorización, permiten por medio de la segunda construcción, difiere apreciablemente de este
la coexistencia de varios sinónimos según las exigencias de la métrica: último (es decir, más de lo que dejaría prever la precisión de los otros
así vrtta, mándala (que representa más generalmente unafigura),pariman- cálculos del texto). Otra versión, la de Baudháyana, propone un procedi-
dala (figura circular), rathacakracit (rueda de carro), sirven para designar miento de conversión más complicado, que podría responder mejor a
cosas redondas. Por otra parte, a título auxiliar, en las construcciones se nuestros deseos de conversiones recíprocas, pero los orígenes matemáti-
trazan también líneas circulares que a veces no reciben ningún nombre cos, religiosos, tecnológicos de estas preferencias no están del todo
específico, sino que están indicadas por un verbo («trazar en círculo»):
EL U N O ES E L OTRO: U N A HISTORIA D E L CIRCULO 154 155 EL UNO ES E L OTRO: UNA HISTORIA D E L CIRCULO

hayan producido textos semejantes a los Sulvásütra, se podría aceptar


muy bien, por el contrario, que en la India védica se realizaron cálculos
de superficie; nada menos claro, sin embargo, que un vínculo directo con
los que se pueden deducir de los Sulvásütra. En el 325 a. de C , Alejan-
dro Magno intenta conquistar la India: es la época en la que los
contactos con la ciencia griega se hacen corrientes, contactos como
siempre muy selectivos. Pero la influencia védica ya ha disminuido, y
con ella la importancia.de las construcciones rituales; la religión jaina,
surgida en la misma época que el budismo, en el siglo v i a. de C ,
desarrolla una cosmografía basada en el círculo, ya que suponía que el
sol y la luna giraban en círculos concéntricos sobre planos paralelos a la
Tierra, teniendo el monte Meru como centro. L a medición del círculo se
convierte entonces en una parte esencial de la literatura matemática
jaina en relación con la esfera religioso-astronómica, entre el siglo n a.
de C. y el siglo II d. de C ; si no hay razones para suponer que los
Sulvásütra y su contenido hayan permanecido desconocidos durante este
periodo, es en otros ámbitos, sin embargo, donde hay que buscar
En la cosmogonía '¡aína, el explicaciones al cambio de estilo, por ejemplo, en la influencia de la
mundo mediano, el
madhyaloka, tiene la forma astronomía babilónica tardía, transmitida por el intermediario griego, y
de un disco sobre el que se acogida con tanta mayor diligencia cuanto más cercanas parecían sus
despliegan una serie de preocupaciones: los procedimientos puramente calculatorios reemplazan
anillos concéntricos que
representan alternativamente
masivamente a las manipulaciones geométricas, y se abandona la escru-
océanos y continentes. Este pulosa precisión, ya que las necesidades explícitas del conocimiento de
bajorrelieve del templo de los movimientos celestes parecen, ¡oh, paradoja a nuestros ojos!, menos
Ramakpúr, que data del
exigentes desde este punto de vista que las necesidades rituales.
siglo xvii, muestra el
Nandisveradvipa, continente Diversas fórmulas, enunciadas en forma retórica, dan relaciones a
de regocijo, con sus veces aproximativas entre cuerda, arco, distancia al centro, diámetro, así
cincuenta y dos santuarios. como de la expresión de la superficie de un círculo como el producto de
su perímetro por el cuarto de su diámetro; el perímetro se calcula como
el producto del diámetro por -v/ÍO: se hacen alusiones a otras tradiciones
claros. Su discusión, sin embargo, sería estéril: se ha mostrado en otras
utilizando 3 en lugar de ^/ÍO. Provenga este valor de 3 de una transcrip-
páginas de este libro cómo dos civilizaciones contemporáneas entre
ción en cifras indias del valor babilónico o de una tradición metrológica
sí y muy anteriores a la India védica, la de Mesopotamia y la de
anterior propiamente india, es notable que no se mencionen los valores,
Egipto, se interesaron en su momento en nuestra figura favorita:
más precisos que 3, que nuestra mirada, demasiado sabia, podría hacer
los círculos trazados en el papiro Rhind, los grabados en las tabli-
surgir de los Sulvásütra.
llas de arcilla babilónicas, no hacen más que ilustrar los procedi-
Prudencia siempre, pues, al avanzar en terrenos en los que nuestros
mientos referentes a ellos, y, como en la India de los Sulvásütra no abren
conocimientos modernos, hasta aquellos que nos parecen más naturales,
caminos para una investigación teórica del círculo en sí; en los tres casos
liman peligrosamente peldaños diferentes, escamotean las divergencias o
los intereses están en otro lugar. Pero ya aparecen diferencias: la
las reducen a simples variantes, incluso a obcecaciones. Tres civilizacio-
cuestión fundamental a la que responden los textos del Cercano Oriente
nes diferentes (cuatro, si se distinguen las culturas védica y jaina)
es la del cálculo de la superficie del círculo; los egipcios directamente a
construyen objetos redondos, que no siempre llevan un nombre específi-
partir de su diámetro y los babilonios mediante el cálculo del períme-
co, no intervienen en los mismos contextos, no están sometidos al
tro; el cálculo explícito del perímetro de un círculo sólo figura, por otra
mismo tratamiento y no producen cálculos idénticos. De estos textos
parte, en un pequeño número de papiros egipcios que han llegado hasta
emerge ya una multitud de temas cuyos hilos va a entrelazar nuestra
nosotros. En cuanto al texto de Apastamba, sólo se ocupa de reconstruir
investigación sobre el círculo: cuestiones metrológicas relativas al cálcu-
un círculo a partir de un cuadrado, conservando siempre la misma
lo de su superficie y de su perímetro, donde pronto se insertará el tema
superficie, es decir, concretamente, los mismos ladrillos de base: pode-
punzante de la cuadratura; cuestiones morfológicas, concernientes a su
mos, por supuesto, deducir de esto cálculos potenciales de la superficie
aspecto explícito (¿Bajo qué formas gráficas, verbales se presenta el
de un círculo de un diámetro dado, dando los dos procedimientos de
círculo?) o a sus metamorfosis (¿A qué figuras es comparado el círculo?
Apastamba valores diferentes; pero sobre todo es importante subrayar
¿Qué otras son comparadas con él? ¿A qué procecimientos técnicos
que esta cuestión no parece interesar a los usuarios de Sulvásütra. Así, el
apelan estas conversiones, en qué contexto cultural se inscriben?); las
tratamiento del círculo, por discreto que sea, informa sobre la importan-
cuestiones aún más amplias de su habitat (¿En qué clase de textos se
cia relativa de intereses que pueden estarle relacionados, la exigente
estudian y por qué? ¿En qué clasificaciones está inscrito?). L a sección
prescripción de la arquitectura ritual o los cálculos económicos relativos
siguiente dará otras respuestas a algunas de estas preguntas. También
a la construcción de un pozo. Si, por los testimonios arquitectónicos o
surgirán otras nuevas, y nuestra curiosidad, desentumecida por la
religiosos de que disponemos, es poco probable que en Mesopotamia se
EL U N O ES EL OTRO: UNA HISTORIA D E L CIRCULO 156 157 EL U N O ES E L OTRO: UNA HISTORIA D E L CIRCULO

frecuentación de textos más exóticos, las planteará a aquel que nuestra E l Libro I comienza con veintitrés definiciones, la del círculo, la
educación ha fijado como arquetipo de toda matemática: los Elementos decimoquinta, viene después de las del punto, la línea, la línea recta, la
de Euclides. superficie y los ángulos; las definiciones siguientes se refieren al círculo:
«[...] 15. Círculo es una figura plana delimitada por una linea
—llamada circunferencia— respecto de la cual, a partir de un punto
Donde se define lo ¿Por qué Euclides una vez más? En gran parte, porque casi no hay entre los situados en el interior de la figura, todas las rectas que la in-
que es un círculo opción: no disponemos de ningún texto completo anterior, ya que si los ciden son —hasta la circunferencia del círculo— iguales entre sí.
filósofos del siglo IV a. de C , Platón y Aristóteles entre otros, así como Í6. Se llama a este punto centro del círculo.
De Atenas a Alejandría, comentaristas más tardíos como Proclus o Simplicius, toman conceptos 17. Diámetro del circulo es cualquier recta que atraviesa el centro
siglo v a. de C- de los matemáticos en Grecia desde el siglo v i a. de C. y de una que esté limitada por la circunferencia del círculo en sus dos extremos, y
siglo li d. de C. tradición de los Elementos presentada en forma deductiva y autónoma que divida el círculo en dos.
desde el siglo v a. de C , no subsisten de ellos más que fragmentos y 18. Semicírculo es la figura delimitada por el diámetro y por la
alusiones cuya Habilidad es a menudo difícil de evaluar. L a otra razón, circunferencia que éste divide. E l centro del semicírculo es el mismo del
quizás ligada a la anterior, es el renombre del texto euclidiano hasta circulo».
nuestros días y su impacto histórico, como modelo formal a la vez que Luego vienen las definiciones de las figuras rectilíneas (limitadas por
reserva de conocimientos de base y de problemas. ¿Qué nos dice del rectas), de los diferentes triángulos y cuadriláteros, y finalmente las de
círculo este (¿colectivo de?) matemático(¿s?) que sin duda trabajaba en las paralelas. A continuación, y claramente separadas de las definiciones,
Alejandría, en los comienzos de la época helenística, hacia el 300 a. de C? cinco demandas (o postulados, si no se da a esta palabra un tecnicismo

La metrología del círculo Procedimiento y resul-


Origen Problema tado (modernizados) Comentario
A l g u n o s métodos y resultados para el cálculo de la superficie de un círculo en algunas civilizaciones. A título
indicativo se incluyen (texto en cursiva) resultados de naturaleza no metrológica, pero pertinentes para nuestro Nueve capítulos del arte Medida de campos. Superficie del circulo: ' / i Numerosos comentarios
propósito. matemático, China, siglo i (circunferencia) x '/ (diá- 2
posteriores (entre ellos el
d. de C.
3
metro); o: /j (diámetro) 2
de L U Í H U Í en el siglo ni
u
(*); o incluso / i (circun-
2
d. de C.) dan justificacio-
Procedimiento y resul- 2
ferencia) . nes y valores más preci-
Origen Problema tado (modernizados) Comentario sos, a menudo con la ayu-
da de polígonos; en el
Papiro Rhind, Egipto, Cálculo de un campo re- [diámetro VB diame- Procedimiento exclusiva- siglo v d. de C , Zu
principios del II milenio dondo. 2
tro] . mente numérico; no hay Chaongzhi da una rela-
a. de C. nombre específico para el ción de 3,1416 para (*).
círculo; no hay cálculo de
circunferencia. Euclides, Alejandría, 300 La relación de las super- Por supuesto, no hay valo-
a. de C. ficies de los circuios al res numéricos.
Tablilla paleobabilónica, Cálculo de superficies re- l e triplica el diámetro) 2
Procedimiento exclusiva- cuadrado de sus diámetros
Mesopotamia, principios dondas. x Vil- mente numérico; se pasa es constante.
del II milenio a. de C. por el cálculo de la cir-
La Medida del circulo, Ar- Medida del círculo. La superficie es igual a la Primeras demostraciones
cunferencia; el '/i 2 S E

químedes, Alejandría, si- de un triángulo cuya base confirmadas sobre estos


identifica como constante
glo in a. de C. es el semidiámetro, y la puntos; método de apro-
del círculo.
altura, la circunferencia; ximación por polígonos.
Sulvasutra, de Apastamba, Conversión de un circulo la relación de la circunfe-
La superficie del cuadrado
India, milenio I a. de C. en un cuadrado rencia al diámetro está
obtenido vale aproximada-
comprendido entre 3 + '/ 7
mente 3,004 veces el cua-
drado del semidiámetro. y 3 + '%,.

François Viète, Francia, Cálculo de la relación de Valor aproximado de 9 Se dispone de numeración


Conversión de un cuadrado La superficie del circulo decimal; polígono de
siglo xvi. la superficie de un círculo decimales exactos:
en circido. obtenido vale aproximada- 393.216 lados (el método
con el cuadrado del semi- 3,141592653.
mente 3,088 veces el cua- diámetro. que da una serie infinita
drado de su semidiámetro. del texto es menos eficaz.
Jyof/skarandaka, texto Fórmulas sobre el círculo, Circunferencia^ Coexisten otras fórmulas. Ludolph van Ceulen, Ale- Cálculo de la relación de Valor aproximado de 35 ¡Uno de los récords del
jaina, India, siglo n a. de 2
, / l U (diámetro) . decimales exactos. método de los polígonos!
mania, siglo xvi. la superficie de un circulo
C.-siglo ¡i d. de C.
con el cuadrado del semi-
diámetro.
Aryabhata, India, siglo Circunferencia de un El valor aproximado de la La relación es, pues,
d. de C. círculo. circunferencia para un 3,1416 (1); la superficie se A partir del siglo xvni. Superficie de un círculo. Superficie del círculo: (*) El valor de n se deter-
diámetro" de 20.000 es calcula como en los textos S = TLR .
2 mina por métodos analíti-
62.832. jainas; método de aproxi- cos; hoy se conocen ¡varios
mación por polígonos. millares de decimales!
EL U N O ES E L OTRO: UNA HISTORIA D E L CIRCULO 158 159 EL U N O ES EL OTRO: UNA HISTORIA D E L CIRCULO

anacrónico), y las nociones comunes; sólo una de estas demandas nos qué. E n cuanto a la forma verbal, ignora los eventuales despistes de los
concierne, es la que autoriza al lector de los Elementos a construir estudiantes, ignora completamente hasta que hay estudiantes: ¿quién
círculos de radio y centro cualesquiera: «Postúlese [...] trazar un círculo traza el círculo? ~
a partir de cualquier centro y por medio de cualquier segmento». Las construcciones ocupan un lugar importante en los Elementos.
El círculo no interviene antes del tercer Libro en los enunciados de Como todas las proposiciones se acompañan, otra diferencia importante
las proposiciones: Euclides se interesa primero por las figuras rectilíneas con los Sulvasütra, de demostraciones cuya función es garantizarlas a
y su cuadratura, es decir, por la manera de construir geométricamente posteriori. ¿Ante quién? E l matemático griego ideal no está tan aislado
un cuadrado igual (en superficie) a la figura dada. Sin embargo, habla de ni es tan contemplativo como podría pensarse: se agita, construye, se
círculos en el desarrollo de algunas demostraciones. Veamos como justifica... N o es pues, por milagro, o por una exigencia interna al círculo
ejemplo el primer parágrafo del Libro I: mismo que un desarrollo, pretendidamente natural, se haya abstraído
^ «Dada una recta limitada, construir sobre ella un triángulo equiláte- finalmente de su nicho material, que el universo concreto, cotidiano,
//\ \ ^ \ r o e a
- ^ ^ ' a r e c t a
limitada dada; es necesario entonces que sobre la desaparezca; éste es deliberadamente mantenido a distancia, bloqueado
( // \\ \ recta A B se construya un triángulo equilátero. Por una parte, con el por las definiciones que lo describen, confinado a lugares precisos (las
K_ A JJg \ centro en A, por otra parte, por medio del segmento A B , debe construir- demandas), y en formas que canalizan sus ambigüedades y precisan su
\ / / se el círculo B C D , y luego con, por una parte el centro en B y por otra práctica. E l círculo euclidiano nace de este esfuerzo que condensa en una
V \ / / parte por medio del segmento B A , debe construirse el círculo A C E , y, a figura hasta el útil que antes lo trazaba. Lo que en este proceso da
&^^_^x^^^/E partir del punto en el que los círculos se cortan, trazar las rectas C A , cuenta de una concepción del sistema educativo y de las matemáticas, de
CB, hasta los puntos A y B. Y , como el punto A es el centro del círculo la presencia de un medio profesional, de un temperamento particular o
C D B , A C es igual a A B ; luego, como el punto B es el centro del círculo de las advertencias de los filósofos, es otro tema del que solamente he
C A E , B C es igual a BA. Se ha demostrado también que C A es igual a querido evocar su articulación con el nuestro.
AB; luego los segmentos C A , C B son iguales a AB; los segmentos iguales En la continuación de los Elementos el círculo aparece como un
a un tercero son también iguales entre sí; luego C A es igual a C B ; luego objeto de estudio en sí mismo: el Libro III estudia sus propiedades
los tres segmentos C A , A B , B C son iguales entre sí. intrínsecas (construcción del centro, comparación de los ángulos que
Luego el triángulo A B C es equilátero y ha sido construido sobre el intersectan el mismo arco), el Libro IV los problemas de inscripción y de
segmento A B dado. circunscripción de las figuras rectilíneas, fundamentalmente polígonos
Luego, se ha construido un triángulo equilátero sobre una recta regulares (entre ellas la del pentadecágono). Algunas proposiciones
dada, que es lo que queríamos obtener.» relativas al círculo están dispersas en los demás Libros, por ejemplo en
Esta construcción interviene más tarde para trazar una perpendicu- los consagrados a las relaciones o a las superficies:
lar a una recta en un punto, luego para fabricar un cuadrado dado uno «[...] XII, 1: las superficies de polígonos semejantes inscritos son
de sus lados (proposiciones 11 y 46): incluso si el triángulo equilátero no como los cuadrados de los diámetros de los círculos circunscritos [...];
aparece explícitamente en los Sulvasütra, la analogía de las construccio- XII, 2: las superficies de los círculos son como el cuadrado de los
nes incita a una comparación entre los dos textos: idéntico tipo de diámetros [...]»
planteamientos, idénticas restricciones, ya que las demandas sólo autori- Si la definición del círculo precede a las de las figuras rectilíneas, su
zan a trazar rectas y círculos, por lo tanto, a no emplear más que «regla estudio viene después del de éstas: se explicitan entonces las relaciones
y compás», como diríamos nosotros, o bambú, cuerda y estaca, como entre recta y círculo (ángulos, intersecciones de rectas y de círculos),
diría Apastamba. . luego entre el círculo y las figuras poligonales clasificadas por orden
¿Dónde mejor, sin embargo, que en todo este comienzo de los creciente del número de sus lados. Encontramos así en estas clasificacio-
Elementos, podría leerse el abismo cultural que separa a Apastamba de nes huellas de la duplicidad de su definición y de su status, ya que la
Euclides? E l sacrificante indio, con el brazo extendido para tomar la misma palabra designa a la línea auxiliar asociada a la recta en todas las
medida del altar que construirá, nos señala una desaparición en Eucli- construcciones y a la figura plana relegada a continuación de todas las
des, la del mundo exterior al texto. Los papiros egipcios, las tablillas de demás, cuyas propiedades sirven para demostrar las del círculo por el
arcilla babilónicas, tan poco prolijas, evocan con frecuencia granos, método de la exhaustión nos aproximamos al círculo por medio de
pozos y ciudades, designan un interlocutor y ordenan ante él el procedi- polígonos inscritos y/o circunscritos, de un número creciente de lados,
miento a seguir; por artificiales que sean estos detalles concretos, como como en la demostración del párrafo XII, 2.
las bañeras en fuga perpetua de la antigua pedagogía, reúnen a maestro A este respecto, si Euclides inscribe un cuadrado en un círculo (IV,6),
y a alumno en torno a un periódico: leamos más de cerca cómo se circunscribe un cuadrado a un círculo (IV,7), inscribe un círculo en un
despeja esto aquí. cuadrado (IV,8), circunscribe un círculo a un cuadrado (IV,9), no se
L a primera diferencia, todo menos inocente, concierne a la palabra plantea jamás cuadrar un círculo, es decir, construir un cuadrado igual
círculo: está utilizada sistemáticamente, hasta en las construcciones (en superficie) a un círculo dado, como lo hace con las figuras rectilíneas.
auxiliares como la descrita más arriba, en las que el sánscrito hubiera Para él, esto no tendría más sentido que el de construir con «regla y
podido conformarse con un verbo. Ahora bien, para Euclides, un círculo compás», con rectas y círculos, y hoy sabemos que es imposible. Es
es una figura plana y no una simple línea; es necesario, pues, trazar la interesante notar que útiles rudimentarios casi idénticos, bambú y regla,
figura completa antes de utilizarla. M á s aún, bambús, estacas, hasta el cuerda y estaca o compás, intervienen, independientemente se supone, en
compás, todos han desparecido con la imagen que trazaban: el postula- ausencia de toda evidencia contraria, en civilizaciones muy diferentes y
do que afirma que sabemos y podemos trazar un círculo no dice con que dejan en ellas huellas perdurables. No están claras las razones por
EL U N O ESE L OTRO: U N A HISTORIA D E L C I R C U L O 160 161 EL U N O ESE L OTRO: U N A HISTORIA D E L C I R C U L O

M E T Ó N : «Con la vara recta, mido de manera que el círculo pueda


convertirse en un cuadrado para tí.»
¿Debemos ver aquí un vivo testimonio de la antigua popularidad de
la cuadratura del círculo? Es más probable que las burlas apuntaran a
recientes proyectos arquitectónicos: plano redondo o redondeado de las
ciudades antiguas frente al plano cuadrilátero de las ciudades helenas,
esta apuesta concreta que aporta a nuestro discurso una fibra urbanísti-
ca, ¿no es aún más instructiva para nosotros?
Metón lanza al paso una palabra que casi habíamos olvidado:
medida. A falta de cuadratura geométrica de un círculo ¿no se puede
medir, al menos en Grecia, su superficie? Arquímedes, en la Medida del
círculo, propone una respuesta tanto más interesante cuanto entrelaza
varias fibras esenciales a mi exposición. Veamos lo que dice de este
problema Eutocio de Ascalón, autor de un Comentario sobre los- tra-
bajos de Arquímedes en el siglo v d. de C : «Arquímedes quiere demos-
trar a qué área rectilínea equivale el círculo, problema que desde
hacía largo tiempo los filósofos célebres anteriores a Arquímedes ha-
bían intentado resolver...». Arquímedes muestra, en efecto que todo
círculo es equivalente a un triángulo rectángulo en el cual uno de los
lados del ángulo recto es igual al semidiámetro del círculo, y la base
igual al perímetro del círculo: el resultado se inscribe en la más pura
tradición euclidiana y utiliza, por otra parte, la proposición XII, 2 de la
superficie del círculo; se trata de hecho de la primera prueba confirmada
de una relación entre radio, perímetro y superficie de un círculo. Esto,
sin embargo, no resuelve el problema de la cuadratura, ya que no hay
construcción, con círculos y rectas solamente, de la base del triángulo, es
decir, de un segmento rectilíneo igual al perímetro del círculo. L a misma
corriente euclidiana incitaría quizás a Arquímedes a inscribir el círculo
en una figura rectilínea, aunque ésta tenga 96 lados, como hace luego.
Según afirma la leyenda, las que Euclides se circunscribe a construcciones en las que no inter- Pero no hay cálculo explícito en los Elementos: ahora Arquímedes
Dido construyó Cartago en vienen más que rectas y círculos: respetuosa referencia a su antiguo y demuestra que la relación del diámetro del círculo al perímetro del
el emplazamiento circular
delimitado por una piel de
prestigioso uso, en astronomía, por ejemplo, deseo de probar que era polígono de 96 lados es superior a la relación de 4.673 1/2 a 14.688 (en
buey cortada en tiras. posible realizar cualquier movimiento en una composición de estos dos cifras modernas): para quien conoce cómo calculaban y escribían sus
Mítico o real, el plano elementos, considerados constitutivos en esta época, el movimiento números los griegos, es un trabajo impresionante; se basa en aproxima-
circular fue corriente en el rectilíneo y el movimiento circular, simple desconfianza ante la impreci- ciones fraccionarias de algunas raíces, por ejemplo en el valor aproxima-
urbanismo oriental. Aquí
Darabgird (Darab-la- sión teórica y tecnológica de los demás instrumentos, se han propuesto do 265/153 de.y/3, relación del lado de un dodecágono inscrito en un
redonda), ciudad sasánida o muchas explicaciones, sin que el estado actual de l a ' documentación círculo al radio de ese círculo; se procede luego por desdoblamientos
parta de Irán. permita verdaderamente zanjar la cuestión. Pero, por su impacto nor- sucesivos. Arquímedes también deduce de aquí que la superficie de un
mativo, el texto euclidiano va a a establecer esta obligación por siglos, o círculo al cuadrado de su diámetro está en la relación aproximada a 11
al menos va a llamar la atención de sus sucesores sobre estas exigencias. a 14. Huella de otra corriente, logística, la más extendida quizás, pues
Los Elementos aparecen aquí plenamente en su aspecto didáctico, que después de todo había que vivir, y en consecuencia medir distancias y
expone, reorganiza y da brillo a un saber ya experimentado, sin hacer construir pozos, y Eutocio agrega: «Este libro es útil por las necesidades
forzosamente justicia a otras investigaciones activas. Las tentativas de de la vida, ya que demuestra que la circunferencia del círculo es igual al
cuadratura transmitidas por Aristóteles, el éxito del matemático Hipó- triple del diámetro aumentado con un segmento entre diez setenta y un
crates de Quíos en la cuadratura de las lúnulas, es decir, porciones de avos y un séptimo del diámetro.»
espacio comprendidas entre dos círculos, la utilización de otros instru-
mentos además de la regla y el compás, por consiguiente la obtención de Problemas caros a los filósofos o a las necesidades de la vida, la línea
otras curvas además de la recta y del círculo, como la espiral, varias de demarcación no es más nítida en Arquímedes que en Aristófanes. E
indicaciones dan prueba de la obstinación y la imaginación que se incluso si Platón desea trazarla, ¿es para testimoniar una especialización
emplearon, sin embargo, en resolver el problema. Este no concierne sólo efectiva o un modelo a seguir? Sólo disponemos de fragmentos modifica-
a las matemáticas. " dos por los comentarios de la tradición logística antes de la época
arquimediana, y no es fácil saber a cuál de las corrientes (si no a las dos)
En los Pájaros, representada en el 414 a. de C , el mismo Aristófanes pertenecían los Arquitas o los Tales. Sólo a partir de la época helenística
pone en escena a nuestro actor favorito: aparecen indicios más precisos en los manuales escolares o en los textos
M E T Ó N : «De suerte que al aplicar aquí mi vara flexible y allá mi prácticos... Los más sotisficados se apoyan o se acompañan de resulta-
compás... ¿comprendes?» dos teóricos del tipo arquimediano: Herón de Alejandría (siglo I d. de C.)
PEISTHETARIOS: «NO.» compuso, por ejemplo, junto a las Definiciones sobre el modelo euclidia-
EL U N O ES E L OTRO: UNA HISTORIA D E L CIRCULO 162 163 EL UNO ES E L OTRO: UNA HISTORIA D E L CIRCULO

¿Dios es geómetra?
no, tratados de Pneumáticas y de medida, entre los que se encuentran las
Arquitecto supremo, Cristo
Métricas, donde a propósito del cálculo de las áreas se mezclan demos- dibuja aquí con el compás la
traciones por vía geométrica y aproximaciones numéricas: para el esfera, hasta entonces
círculo, utiliza los resultados de Arquímedes. Como Ptolomeo en el siglo informe, del mundo.
II d. de C , cuando calculaba en su Sintaxis matemática (conocido como (El Arquitecto del
Universo, miniatura extraída
el Almagesto en el mundo medieval) las cuerdas de las secciones circula- de un Antiguo Testamento,
res, los astrónomos han representado también ampliamente una tradi- mediados del siglo XIII,
ción mixta en la que el círculo ocupa un lugar importante: en la Francia.)
compleja teoría de los epiciclos elaborada y puesta a punto por los
alejandrinos, de Apolonio a Ptolomeo, los planetas describen órbitas
circulares alrededor de puntos que, a su vez, se mueven circularmente
alrededor de la Tierra. De este ejemplo, y del de la cosmología jaina
evocado más arriba, no habría que apresurarse a deducir un vínculo
obligado entre círculo y cielo: la astronomía babilonia, que hizo obser-
vaciones muy precisas, no las organizó en un esquema geométrico y el
círculo no figura en ellas.
Pero invadió el paisaje griego: metáfora de la eternidad o el mundo
para los filósofos, forma de los cuerpos celestes en las teorías cosmológi-
cas, incluso principio fundador de la palanca y de la balanza en las
Mecánicas de los siglos III y n a. de C , mucho tiempo atribuidas
erróneamente a Aristóteles, el círculo, palabra o imagen, línea o super-
ficie que la voluntad euclidiana asimiló, objeto inevitable de toda
cultura, unió innumerables caminos: «Y la fuerza del hilo no proviene de
que una de sus fibras lo recorra en toda su longitud, sino de que muchas
se entrelacen.»

Donde se siguen los Estamos en 1484. U n bachiller en medicina, convertido en maestro de


filamentos cada vez algoritmia en Lyon, escribe «un pequeño tratado de la práctica geométri-
más modestos ca que contiene la manera de medir todas las cosas». Salto de mil años,
salto a través de toda la cuenca mediterránea y más allá, desde el delta
La Europa medieval, del Nilo a las márgenes del Ródano. E n lo que descubrimos, habría que
siglos V-XV determinar la parte de elaboración local, independiente, como en los
casos ya vistos de Egipto y Mesopotamia, y la parte de transmisión,
Otra visión medieval del incluso de paciente recopiado.
círculo: Los romanos casi no manifestaron interés por las matemáticas
«El circulo es la figura griegas: las huellas de la herencia latina deben buscarse sobre todo en
perfecta de la unidad y de la
simplicidad. Ya se ha
los tratados de los agrimensores; recopilaciones como la Árs Grománica
mostrado antes que el (de groma, agrimensura) reúnen los resultados griegos más útiles, y cuadrado y en esto se esfuerza largo tiempo... En cuanto a la «fórmula
triángulo es un círculo: así, ejemplos numéricos acompañan la expresión retórica de las relaciones de los agrimensores» imagina, y está lejos de ser el único, ¡que proviene
la trinidad es unidad. Pero que se deben conocer: la superficie del círculo vale aquí 11/14 del de un recorte minucioso de un trozo de pergamino! Como este ejemplo
esta unidad es infinita, como indica, los problemas planteados por los matemáticos griegos no son en
cuadrado de su diámetro, como en los textos heronianos. Del hilo
es el círculo infinito.»
(Nicolás de Cusa.) euclidiano propiamente dicho, la Europa medieval no recibe primero modo alguno naturales: adquieren su sentido sólo en la cultura que les
más que retazos, quizás traducciones de algunos Libros de los Elementos dio origen. Ciertos intercambios epistolares medievales, que proponen
realizadas por Boecio en el siglo v, algunas alusiones en los textos de los otras expresiones para la superficie del círculo, muestran por otra parte
Padres de la Iglesia y de los comentaristas de Aristóteles. Casi no está que los resultados de las obras técnicas no son conocidas por todos los
preparada para recibir más: mientras la educación, sobre todo la clásica, doctos, o, al menos, que las razones teóricas de su validez no son
se extiende poco a poco, y se enseña aritmética seriamente, la geometría apreciadas tan fácilmente.
permanece ignorada: un ejemplo del siglo XI, analizado por el historia- L a situación va a cambiar cuando en esta fibra latina se inserten
La trigonometría permite
dor Paul Tannery, ilustra bien la situación. otras: el círculo, que habíamos dejado en Alejandría, siguió su camino a
determinar las relaciones de
Escolastra: director de la U n escolastra de Lieja, Francon, tuvo conocimiento del problema de través del mundo islámico en la huella de las obras heronianas y las los lados de un triángulo
escuela episcopal. la cuadratura del círculo por un tratado de lógica; para él, la expresión tablas de Ptolomeo: se encontrarán los detalles de las consecuencias como funciones de sus
utilizada por los agrimensores y consignada más arriba da una fórmula de este recorrido en otras páginas. L o que es importante recordar ángulos y recíprocamente.
para nuestro objetivo, es que es en la confluencia de los textos griegos, Estas funciones (seno,
exacta: por lo tanto es fácil construir un rectángulo que tenga como coseno, tangente...) son
superfice los 11/14 del cuadrado del diámetro de un círculo. Para él, indios y árabes donde la trigonometría se fija y se precisa. E l tratado llamadas trigonométricas o
pues, todo el problema se reduce a transformar este rectángulo en un de Euclides juega un papel de dispensador de verdades geométricas, circulares.
EL U N O ES E L OTRO: UNA HISTORIA D E L CIRCULO 164 165 EL UNO ES EL OTRO: UNA HISTORIA D E L CIRCULO

con las que la astronomía, la óptica y la metrología se enriquecen. la figura circular; diámetro, es una línea recta que pasa por el centro y
Aparecen también indicios más precisos de un público consumidor que divide el círculo en dos partes iguales.»
de estos trabajos matemáticos: junto a los Comentarios sobre Eucli- El conjunto está acompañado de un dibujo explicativo; aquí se trata
des, Abu-Al Wafa escribe, en el siglo ix, un tratado Sobre lo que los menos de definir un círculo que de recordar términos técnicos útiles.
artesanos precisan saber de las construcciones geométricas. Poco a «Para medir y saber reducir al verdadero cuadrado todas las figuras
poco, a medida que los contactos comerciales y científicos se desarrollan, circulares según lo que los antiguos nos dejaron entrever, hay varias
y que las obras griegas o árabes son traducidas al latín, estos trabajos maneras, entre las cuales está una como sigue: multiplica la circunferen-
son asimilados por Occidente. De estos círculos en continuo peregrinar, cia en sí, y de la multiplicación toma los 7/88, y estará hecho: ejemplo,
uno de los más representativos es quizás el astrolabio, a la vez instru- supongamos que la circunferencia sea 22 pies; multiplica pues 22 por 22,
mento de medición y sistema de proyección estereográfica, utilizado la multiplicación asciende a 484, que debe multiplicarse todavía por 7, y
en el cálculo de los movimientos celestes y construido por científicos luego partir por 88, y encontraremos 38 pies cuadrados y medio, como
árabes a partir de descripciones ptolemaicas. Su uso, y el de otros tantos contiene esta figura.»
instrumentos de este tipo, se extiende en Europa al mismo tiempo Lo que se nos propone aquí es pues el cálculo de la superficie del
que se asimilan los trabajos astronómicos anteriores; algunos tratados círculo a partir de su circunferencia; las otras maneras mencionadas son
enseñan el funcionamiento de estos aparatos e incluyen los resultados el cálculo a partir del diámetro, a partir de la mitad de la circunferencia
geométricos necesarios para comprenderlo: tímidamente, luego cada vez y de la mitad del diámetro. Cada vez, la presentación es idéntica, una
con mayor frecuencia, vuelven a aparecer las demostraciones: Práctica regla general se combina con un ejemplo, tradicionalmente 7 para el
geometriae de Leonardo de Pisa (Fibonacci), hacia 1220, Tratado del diámetro y 22 para la circunferencia, lo que simplifica el cálculo numéri-
Planisferio, de Jordanus Nemorarius (en el siglo xm), Práctica geome- co. He mostrado ya algunos de los caminos que importaron a Europa,
triae, de Dominicus de Clavasio en 1346, y muchos más, jalonan este muchas veces borrando las sutilezas teóricas, este fondo que los antiguos
camino, dan un nuevo aliento a una tradición. En 1484, un bachiller en nos dejaron entrever, del que sólo recordamos aquí el aspecto metrológi-
medicina, convertido en maestro de algoritmia en Lyon, también escribe co. Y Chuquet agrega: «Sin embargo, debe entenderse que todas estas
una geometría práctica: su nombre, Nicolás Chuquet; si bien su obra no reglas aquí expuestas de la figura circular, son coyunturales y muy
fue la más influyente, es totalmente representativa de este fin del siglo xv. próximas a la verdad; fueron usadas por los antiguos, y las usan aún los
«Aquí comienza un pequeño tratado de la práctica de la geometría modernos a falta de mejores reglas, ya que la cuadratura del círculo es
que contiene la manera de medir todas las cosas; de las cuales algunas se ciencia que no está lograda.»
miden por una dimensión, algunas por dos dimensiones, y otras por tres «¿A falta de mejores reglas?» Desde la adopción de la escritura
[...]. decimal de los números, la ciencia islámica y quienes la frecuentaron,
La línea recta se puede medir de dos maneras: una, naturalmente, como Fibonacci, mejoraron el cálculo de Arquímedes utilizando su
por toesas o por pies, o por otra medida, una tras la otra; la otra manera aproximación con polígonos de un número creciente de lados; pero la
de medir ésta es por el cuadrante de un astrolabio, como se muestra comunicación aún es incierta, quizás la tradición metrológica no integró
luego, o tratado de altimetría. La línea circular se mide de la manera estos cálculos complicados. Sobre todo, hay que pensar que el público al
como diremos en la mensura de las superficies circulares. Las otras que se quería llegar tenía más conocimiento de la aritmética que de las
líneas curvas se reducen tanto como sea posible a la línea recta o a la demostraciones more geométrico, que no debían de impresionar casi, ni
línea circular.» convencer a los comerciantes lioneses... Por el contrario, se manifiestan
El tono, desde el principio, es muy desenvuelto: Chuquet no escribe inmensos progresos calculatorios, las raíces cuadradas o cúbicas se
en latín, sino en francés, no es para los clérigos de la Universidad, sino manipulan sin explicación particular y los cálculos fraccionarios se
para los comerciantes cuya formación matemática se basaba en el multiplican a voluntad, como para probar el virtuosismo mental de
cálculo y en la práctica del abaco. De allí el título que precede la quien los realiza. E l ejercicio lúdico o la astucia y la rapidez prevalecen
primera parte de la obra: Cómo la ciencia de los números puede aplicarse entonces el doble sobre el resultado útil en la masson et le terraillon.
a las medidas de geometría, el estilo que lo inspira, de allí la sabrosa Pero la ciencia de los números no se manifiesta tan sólo a través de estas
mezcla de consideraciones teóricas y de descripciones técnicas. máscaras, también ayuda a releer problemas tan clásicos como el de la
inscripción de las figuras rectilíneas en un círculo: la construcción «con
En la sección sobre la mensuración de superficies, el círculo es
regla y compás», con rectas y círculos, impronta de la geometría griega,
presentado antes que las figuras rectilíneas, clasificación poco frecuente
ha desaparecido; Chuquet propone a priori, por ejemplo, una figura
en las «prácticas de geometría» medievales que conservan a menudo el
cuyos lados son de longitud conocida, y busca numéricamente el diáme-
orden creciente del número de lados, con el círculo al final. En Euclides,
tro del círculo en el que ésta puede inscribirse; para hacerlo, escoge una
el lugar que ocupa el círculo traiciona su doble función, útil-línea y
línea particular como línea desconocida que hay que determinar y
objeto de estudio-superficie. Esta distinción ya no es válida aquí: Chu-
transcribe todas las relaciones geométricas de la figura en función de
quet utiliza libremente línea e incluso compás; el orden adoptado parece
esta línea en forma algebraica, más precisamente bajo la forma algebrai-
más bien traducir el respeto y el conocimiento de una tradición más que
ca que él mismo ha perfeccionado en su Tripartita en la ciencia de los
una necesidad interna del texto; ¿revela el maestro de cálculo al bachi-
números (1484).
ller? Apenas.
«Para medir (las superficies circulares), debemos saber que en un E l círculo, pues, en este fin del siglo xv, parece haberse estabilizado:
círculo hay tres términos, a saber, centro, circunferencia y diámetro; la práctica, metrológica, arquitectural, astronómica, ha asimilado en él
centro, es el punto igualmente distante de todas las partes de la circunfe- las verdades euclidianas como propiedades operatorias. Pero otra mane-
rencia; circunferencia, es la línea circular que contiene en sí los límites de ra de operar, la algebraica, nacida en el mundo árabe y transmitida a
EL U N O ES EL OTRO: UNA HISTORIA D E L CIRCULO 166 167 EL UNO ES EL OTRO: UNA HISTORIA D E L CIRCULO

La expresión del área de un círculo de radio 1 por Francois Viéte (1593)


Inscripción de un pentágono regular en un círculo de Nicolás Chuquet (1484)
E l área del triángulo O A B es el producto de las longitudes O X x H A , luego el
Se quiere inscribir en un círculo un pentágono regular de lado ae = 4: ¿cuál debe área de un polígono de n lados es n sen a eos a, lo mismo que el área de un polígono
ser el diámetro del círculo? de 2n lados es 2n sen a/2 eos a/2. Se utilizan fórmulas de duplicación de las líneas cir-
1
Chuquet calcula primero de por: de x be + db x ce = de x be = de ; culares.
1 2
si de se plantea como x ( l en la notación de Chuquet), se tiene 4x + 16 = x 2
sen a = 2 sen a/2 eos a/2 y eos a = 2 eos a/2 — 1,
(4 - p 16 = l ), o sea x = 2 + y/%.
1 2

2 2 1
Se calcula luego g, pues ag = ac — ge , de donde ag = y/%)~+~j32lÍ, luego la relación de las áreas de los polígonos de » lados es, pues, cosa. Reiterando el
2 2 1
gh por gh x ag = bg x ge, y he por he = gh + ge . Finalmente, el diámetro ah está procedimiento, encontramos que la relación del área del polígono de n lados al área
1 2
dado por ah = ac + c/r, o sea ah = y/32 + ^/240 + 4/5. del círculo (polígono de un número infinito de lados) es eos a eos a/2 eos a/4 eos a/8...
Notemos la mezcla de cálculos matemáticos y resultados geométricos, teorema de Viéte elige un cuadrado (luego, n = 4 y a = rt/8) de superficie 2 para comenzar su
«Pitágoras» o relación de «Ptolomeo» entre lados y diámetros de un cuadrilátero cálculo y afirma, pues, que la relación de 2 a la superficie del círculo de radio 1 es:
inscrito en un círculo.

Occidente, donde el terreno es mucho más favorable a ella que a la


tradición euclidiana, comienza a renovar los viejos temas: se trata sólo
de mirar los mismos objetos con una nueva mirada. Sin embargo, los evitar toda extrapolación apresurada. Apoyado en las comodidades del
círculos de Chuquet, estilizando un tratado de albañilería o sirviendo de cálculo algebraico, el pasaje de lo finito a lo infinito ya no resulta
pretexto a un juego calculatorio, no ordenan ya el espacio... incómodo en este fin del Renacimiento; una larga lista de trabajos
expresa el área del círculo con la ayuda de un número infinito de
términos.
Del juego al envite Las traducciones de las obras griegas y árabes, sin embargo, conti- En el transcurso de los decenios siguientes se obtienen múltiples
núan afluyendo a Occidente: acompañadas de comentarios, completa- desarrollos de este género por diferentes métodos, de origen cada vez
Siglos xvi-xvu das, incluso reconstituidas hipotéticamente a partir de migajas de menos geométrico: no todos proporcionan, ni mucho menos, decimales
informaciones que dejaron antiguos compiladores, ponen el legado de la más numerosos y logrados más rápidamente que en la aproximación
Antigüedad a disposición de un público cada vez más instruido, cada arquimediana. En lo sucesivo, se pondrá en marcha otro deseo, más allá
vez más organizado, con sus redes de corresponsales, sus intercambios de la pura aventura numérica, que se aferra quizás a las mismas fuentes,
de libros y sus sesiones de discusión. Es en ese nuevo entorno donde que trabaja quizás en los mismos problemas, pero que busca otros fines:
debemos seguir las huellas del círculo. Para establecer la relación de Francois Viéte, por ejemplo, pretende recuperar los métodos reales del
un círculo con el cuadrado de su diámetro o para calcularla, los descubrimiento, el análisis de los problemas, borrado, quizás, por el
alejandrinos se acercaban al círculo mediante polígonos de un núme- método sintético de exposición euclidiana; sobre la huella de estos
ro de lados suficiente para que la superficie restante sea menor que trabajos se elabora toda una rama de las matemáticas, el análisis,
toda superficie dada de antemano: deducían entonces las propiedades dotado de un instrumento privilegiado, el álgebra, frente a la geometría,
del círculo de las propiedades de las superficies rectilíneas delimitadas aureolada aún con su prestigio clásico, pero cada vez más discutida. La
por los polígonos. He mencionado ya que los cálculos pudieron "ser herencia griega, convocada a las condiciones propias de la época, será
mejorados en el periodo medieval gracias a los progresos de la numera- revisada y sometida a la razón de los números.
ción decimal. En el siglo siguiente, la búsqueda de la precisión metroló- «Todos los problemas de la Geometría pueden reducirse fácilmente a
gica parece borrarse poco a poco ante la pura proeza, que algunos han tales términos, que, por esto, sólo hay necesidad de conocer la longitud
bautizado «la carrera de los decimales»: Adrien Romain (1561-1615) con de algunas líneas rectas para construirlas.
15 decimales, Ludolph Van Ceulen con 35 en 1609, ¿se trata aún de «Y como toda la aritmética no está compuesta más que por cuatro o
«necesidades de la vida»?. cinco operaciones que son la Adición, la Sustracción, la Multiplicación,
El entusiasmo calculatorio acompaña e ilumina el progresivo aban- la División y la Extracción de raíces, que se puede considerar como una
dono de las precauciones euclidianas: la demostración de la proposición especie de División; así en Geometría no hay que hacer más, en cuanto a
XII, 2 de los Elementos utiliza un pesado razonamiento para emparentar las líneas buscadas, para prepararlas a ser conocidas, que agregarles
el estudio del círculo con el de las figuras poligonales: en 1615, Johannes otras o quitárselas; o bien, teniendo una que llamaré unidad para mejor
Kepler simplemente asimila el círculo a «una figura poligonal de un referirla a los números, y que ordinariamente puede ser tomada a
número infinito de lados», y su superficie a una infinidad de triángulos. discreción, y luego teniendo otras dos más, encontrar una cuarta, que
En sus Diálogos sobre dos nuevas ciencias, Galileo, al revisar los proble- sea a una de estas dos lo que la otra es a la unidad, lo que es lo mismo
mas clásicos sobre la rodadura simultánea de dos círculos concéntricos, que la Multiplicación. Y no tendré temor en introducir estos términos de
estudia primero el caso de los hexágonos concéntricos, luego, de los Aritmética en la Geometría, con el fin de hacérmela más inteligible [...].
polígonos, ya que, dice, «los círculos son polígonos de infinidad de Pero a menudo no es necesario trazar estas líneas sobre el papel y
lados». Por supuesto, Euclides, al tratar la figura-círculo después de basta con designarlas .con algunas letras, cada una con una. Como para
todas las demás, testimonia implícitamente una visión cercana a ésta; agregar la línea B D a G H , llamo a una a y a la otra b y escribo a + b
pero, explícitamente, Euclides, muy por el contrario, se esforzaba por [...].»
EL U N O ES E L OTRO: U N A HISTORIA D E L CIRCULO 168 EL U N O ES E L OTRO: UNA HISTORIA D E L CIRCULO
169

L a geometría que acompaña el Discurso del Método de Descartes no En el renacimiento, se consagraron numerosos trabajos a la perspec- Donde la mirada nos
es, pues, tan innovadora en sus métodos como en su sistematización... tiva. Esta es vista en un comienzo como una degradación de una forma engaña
«Cuáles son los problemas planos. en otra, de la que hay que precisar sus reglas, cruciales a la vez para la
Si (una incógnita) puede ser resuelta por la Geometría ordinaria, es pintura y la cartografía, cuyos viajes y expediciones hacen que su Siglos XVI-XVII
decir, no utilizando más que líneas rectas y circulares trazadas sobre una dominio sea cada vez más necesario: los tratados de aritmética mercantil
superficie plana, cuando la última Ecuación haya sido totalmente tienen su contrapartida en las obras de Philippo Bruneleschi, Piero della
conocida, quedará como máximo sólo un cuadrado desconocido, igual Francesca, León Battista Alberti, Albrecht Dürer o Leonardo da Vinci.
círculo
al que se produce por la adición, o sustracción, de la raíz multiplicada En el Tratado de óptica de Euclides, un círculo visto de costado «tiene elipse
por alguna cantidad conocida, y de alguna otra cantidad conocida [...] diámetros desiguales», no se trata de identificarlo con una elipse: como parábola
por ejemplo: zz = az + bb.» nos enseñaron los pintores, el saber que poseemos muy a menudo rama de hipérbola
Primer tiempo: toda construcción con regla y compás (pero Descar- reconstruye lo que vemos, fabrica nuestras aproximaciones y nuestra
tes, que ha leído los clásicos, dice «con líneas rectas y circulares») da intuición. L a necesidad de representar tres dimensiones en dos se
A causa de la relación
2 2 2
pitagórica, x , + y , = R como máximo sólo una ecuación de segundo grado; se puede construir menciona frecuentemente al comienzo de los tratados y poco a poco, en
cuando M es un punto del un punto por medio de la geometría ordinaria por una cascada de el siglo X V I I , el ojo, el punto de proyección, se integra al plano del
círculo de centro O y de ecuaciones de este tipo y a partir de aquí se trata de estudiar las dibujo.
radio R.
ecuaciones mismas. En 1639, Girard Desargues, arquitecto familiarizado con los tratados
«La manera de diferenciar todas las líneas curvas en distintas clases griegos (en particular, con las Secciones cónicas de Apolonio) y asistente
[...]. habitual de reuniones científicas, hace una tirada de cincuenta ejempla-
«Para comprender en conjunto todas (las líneas curvas) que existen res de un libro que se inscribe en su proyecto de dar un método
en la naturaleza, y distinguirlas por orden en ciertas clases, no conozco universal para unificar las técnicas gráficas: el Borrador proyecto de un
nada mejor que decir que todos los puntos de aquellas que puedan alcance a los- acontecimientos del encuentro de un cono con un plano... Los
llamarse Geométricas, es decir, que entran en alguna medida precisa y términos técnicos-necesarios son expresados mediante metáforas florales,
exacta, tienen necesariamente alguna relación con todos los puntos de quizás en una tentativa concertada de depurar el lenguaje matemático
una línea recta, que puede ser expresada por alguna ecuación, todas por de sus .imprecisiones, pero este estilo desconcertante y su reducida
la misma. Y que, cuando esta cantidad sólo alcanza al rectángulo de dos difusión no favorecen su acogida en los medios que se dedican a tales
cantidades indeterminadas, o bien al cuadrado de una misma, la líne# actividades: los trabajos de Desargues no suscitan interés más que entre
curva es del primer y más simple género, en el cual sólo están compren- los matemáticos como Pascal y Philippe de la Hire, y en el impresor
didos el círculo, la parábola, la hipérbole y la elipse.» Abraham Bosse, que se encargó de defender las ideas del maestro. L o
Segundo tiempo: la curva en sí puede ser enteramente descrita por fundamental es que las secciones cónicas (bautizadas como «cortes de
una ecuación de segundo grado para el círculo. A l desaparecer el rodillo»), «formadas por las maneras en las que se corta un cono
soporte geométrico, a partir de esta ecuación serán definitivamente circular, deben participar de las propiedades del círculo». N o se tratará
descritas y calculadas las propiedades de la curva. E l círculo, aquí, sólo ya de estudiar la manera en la que las cosas se cortan por proyección,
es una línea circular: ya hemos notado, por el contrario, en los Elemen- sino, por el contrario, de deducir las propiedades que permanecerán
tos, el esfuerzo por no mencionar más que el círculo-superficie; el útil invariables; al reducir todas las cónicas al círculo por una proyección
algebraico y quienes lo utilizan otorgan preeminencia a lo que puede apropiada, el estudio separado de cada tipo de cónica podrá ser rempla-
lograr, es decir, a la línea que se puede expresar por una ecuación. Por zado por una teoría general que deducirá sólo de las propiedades del
otra parte, esta misma forma proporciona más categorías que el estudio círculo, a menudo más fáciles de establecer, sus análogas en cada cónica.
geométrico. Proclus distinguía en su clasificación las líneas planas (rectas ¿Es esto otorgar al círculo un poder de unificación que no poseía ya? N o
y circunferencias de círculos) de las líneas sólidas (las cónicas, que se del todo. E l acento, aquí, se ha desplazado del deseo de caracterizar una
obtienen al cortar un cono con un plano: la clasificación algebraica figura con sus particularidades al de tomar entre todos sus rasgos
reúne el círculo y las cónicas, cuyas ecuaciones son del mismo género. aquellos que son comunes a una clase más amplia de objetos, que, de
El círculo-superficie plana es un polígono de un número infinito de esta forma, será posible alcanzar y comprender: el hilo principal ya no es
lados, el círculo-línea es una ecuación, la tensión que unificaba la el círculo, sino lo que, en el círculo, es generador de todas las cónicas.
definición euclidiana no se ejerce más, incluso si la costumbre permite la U n círculo dibujado interesa sobre todo por sus transformaciones,
subsistencia de la' misma palabra. A l desenlace de estas fibras, a su por sus sombras. L o más importante es que hayamos podido desplazar-
nuevo entrelazarse en otro sitio, responden otras distensiones: metrolo- nos hasta las representaciones mentales que fijaban nuestra mirada en
gía y cálculo, ya, habrían podido separarse; después de muchos esfuerzos las cosas: un círculo, visto de perfil, será en adelante una elipse, no un
para hacer coincidir sus modelos teóricos con las muy precisas observa- círculo deformado. ¿Quién ha preparado la ruta, el geógrafo, el pintor, el
ciones astronómicas de Tycho Brahe, Kepler afirma que la trayectoria astrónomo, el matemático? N o es fácil saberlo, porque el movimiento se
de un planeta sigue una elipse: el cielo ya no está regido por el círculo; amplia por los éxitos que obtiene: el círculo es una cónica y hay que
Galileo, al estudiar la caída de los cuerpos, la describe con la ayuda de resistirse para no creer que siempre lo ha sido. Evocar las fibras perdidas
parábolas: la línea circular, obligatoria en última instancia para dar y encontradas de nuestra búsqueda puede ayudar a convencernos de que
cuenta de todo movimiento no rectilíneo, ya no es la alternativa a la no hay nada de ineluctable o de natural en estos acercamientos; pero sin
línea recta. Pero sobre todo, el círculo, dibujo geométrico cuyas huellas duda es mucho más impactante aún recordar las resistencias de los
el ojo educado descifraba en todo lugar es, en un proceso paralelo, mismos cuya contribución he mencionado: Kepler erró largo tiempo en
expulsado de la mirada. búsqueda de óvalos y no de elipses, en lugar de círculos, para expresar el
EL U N O ES EL OTRO: UNA HISTORIA D E L CIRCULO 170 171 EL U N O ES E L OTRO: U N A HISTORIA D E L CIRCULO

movimiento de los astros; en cuanto a Galileo, siguió utilizando las el auxilio de la regla, determina la posición de los puntos». E l autor
trayectorias circulares en sus trabajos cosmológicos... menciona en él que ha querido retornar a las fuentes de la geometría
para ver si no era posible simplificarlas todavía más, y que ha sido
alentado por los trabajos contemporáneos de astronomía, para lo cual el
Donde se En matemáticas, el éxito del punto de vista analítico algebraico, compás, más preciso, es un precioso auxiliar! Hasta fines del siglo xix y
orquestado por los cartesianos, conduce a la eliminación progresiva de pasado éste, centenas de artículos siguen acumulando nuevos resultados
pierden algunos hilos los dibujos, ya que se trata de' fundar la eficacia en la precisión y la sobre el círculo: diversas ramas y ámbitos todavía en formación, escue-
seguridad mecánica de los cálculos. Las cuestiones relativas a la cuadra- las, puntos de vista y objetivos diferentes se apropian de estas conclusio-
Siglo XVIII tura cambian entonces, una vez más, de aspecto: a partir del momento nes, según sus necesidades, o lo modelan a su imagen. Objeto corriente
en que las curvas se clasifican por su tipo de ecuación, el empleo del conocimiento, aprendido y enseñado en las escuelas, conserva siem-
restrictivo de la regla y el compás para las conversaciones del círculo en pre una función de contraste, proporciona ejemplos y contraejemplos
cuadrado no tiene ya casi sentido; las nuevas técnicas del cálculo fácilmente disponibles, o continúa presente en las matemáticas por la
diferencial e integral permiten ahora cuadrar, es decir, calcular las pervivencia de los problemas ligados a él y que sólo encontrarán
superficies comprendidas por diversas curvas a partir de su ecuación. solución ulteriormente, cuando estén inmersos en otras corrientes,
Cuando en 1754 el historiador Jean Étienne Montucla escribe la Histo- entremezclados con otras briznas, como es el caso de la cuadratura. Dos
ria de las investigaciones sobre la cuadratura del círculo, resume sin duda ejemplos, entre tantos otros, explicitarán mi propósito.
la opinión corriente: «¿Por qué motivo, en efecto, vemos el círculo como
una figura más simple que las demás? (Sólo es) una clase particular de
elipse [...]. L a igualdad de los diámetros no influye para nada en sus E l primer ejemplo está extraído de las Investigaciones aritméticas que Donde se dispersan
relaciones de ordenadas a abcisas, ni en la de los polígonos inscritos o Cari Friedrich Gauss publica en 1801 sobre los números enteros y las algunos círculos
circunscritos que lo delimitan. Las curvas en las que estas relaciones son ecuaciones de coeficientes enteros; allí se incluye un capítulo sobre «las
más simples, como la parábola, aunque menos regulares a nuestros ojos, ecuaciones que determinan las divisiones del círculo». Gauss comienza Siglo XIX
son cuadrables...» E l interés está, entonces, en la determinación de esta por subrayar la importancia de las funciones circulares en todas las
relación de la superficie de un círculo con el cuadrado de su radio, que ramas de las matemáticas, luego se interesa por el viejo problema de la
es también la de la circunferencia con el diámetro, y en esta época, inscripción de los polígonos regulares en el círculo «con regla y com-
finalmente, recibe un nombre, n = 3,14159... Frente a los milenios de pás». Euclides había tratado ya el caso del pentadecágono, pero la
aventuras del círculo, el número más famoso de la historia de las inscripción del polígono de 17 lados resiste a los estudiosos hasta el siglo
matemáticas es, pues, un niño; su cálculo abandona mi relato para xix. Gauss precisa el problema en estos términos: «[...] llamamos P a la
seguir otros hilos autónomos, ya que su determinación está mucho más circunferencia del círculo, o cuatro ángulos rectos... Limitaremos nuestro
ligada a las series infinitas de funciones coseno, seno, tangente, y más estudio al caso en que se deba dividir el círculo en un número impar de
recientemente aún al desarrollo de los ordenadores. L a metrología se lados». Inscribir un polígono regular de p lados, es repartir p puntos
2
quedará con una fórmula S = % R ¡y más decimales para TI de los que regularmente sobre la circunferencia, luego dividir P en p partes; tam-
jamás podrá utilizar! Pero sus propiedades lo devuelven un momento a bién es dividir el ángulo del centro (de 360°, o sea cuatro rectos) en p P
nuestra ruta: en 1766, el matemático Jean Henri Lambert demuestra que partes: los vértices del polígono corresponden a los ángulos P/p, 2P/p,... /s^
n no es un número racional. Siguen proponiéndose numerosas solucio- (p — 1) P/p, cuyas funciones circulares expone entonces Gauss. Demues- \ \
nes (falsas) para la cuadratura del círculo, pero en 1775 la Academia s
tra que éstas verifican ecuaciones de grado p — l, que estudia en detalle. v
/ \ ~ ^ / ' ~ "V^-"""/
decide no examinarlas más: se ha creado una profesión'que normaliza Si p — 1 sólo es divisible por 2 y sus potencias, las soluciones podrán I\ \7\j I
las actividades científicas, que identifica los problemas que la ciencia obtenerse por una cascada de ecuaciones de segundo grado, luego, ser \ \ / ~ \ /
reconoce como propios y los métodos válidos para abordarlos: lo que de construidas geométricamente, «con regla y compás»: es el caso del \ \ / \ IJ
aquí en adelante se intenta probar es la imposibilidad de la cuadratura
«con regla y compás» o más bien la imposibilidad de obtener n como polígono de 17 lados, ya que 17 — 1 = 16 = 2 x 2 x 2 x 2 , pero no -^K
solución de una serie de ecuaciones de grado 2 como máximo. Y , con el del polígono de 19 lados, ya que 19 — 1 = 18 = 2 x 3 x 3.
mucho, es la resolución de estas ecuaciones o las propiedades de sus E l desarrollo es ejemplar: un problema clásico es expuesto y resuelto
soluciones lo que apasiona a los especialistas. N o será hasta 1882, en términos algebraicos y la definición del círculo (cuatro rectos) sólo
cuando Ferdinand von Lindemann, que retoma los trabajos de Charles conserva la porción pertinente para el cálculo. L a aparición efectiva del
Hermite, probará que n no es la solución de ninguna ecuación algebrai- círculo se realiza únicamente en forma de funciones circulares. Además,
ca: la búsqueda de la imposible cuadratura terminará en ausencia, o casi, en el estudio mismo de las ecuaciones, se pone el acento en las relaciones
de la figura del círculo... entre las diferentes soluciones, relaciones transparentes geométricamente
(los vértices de un polígono regular se intercambian por rotación), pero
Casi, pues las técnicas que se elaboran, cálculo diferencial o desarro- transcritas aquí en forma algebraica. También la apuesta es ejemplar:
Una vez más, redonda, esta por la resolución de este problema, Gauss accede a la celebridad; sólo
Casa de guardas agrícolas
llos infinitos, tienen dificultades en resolver los problemas que su
imaginada por Claude crecimiento casi anárquico y sus triunfos iniciales hicieron proliferar: un tenue hilo lo une aún al círculo. L a potencia del método de resolu-
Nicolás Ledoux, arquitecto ¿son verdaderamente números las soluciones de las ecuaciones? ¿Tienen ción proviene de una teoría general que nació en otro sitio.
del Rey que se convertiría un sentido estas series infinitas de números? L a geometría tradicional
en la encarnación del
E l segundo ejemplo elegido es el de Gaspar Monge. Encargado de
arquitecto revolucionario.
ofrece a lo largo de todo el siglo x v m un molesto modelo de verdad introducir la geometría descriptiva en los programas de la Escuela
(Grabado de Van Maule, garantizada. En 1798 se publica el libro de Lorenzo Mascheroni, La Normal del año III, debe fijar las bases teóricas de los procedimientos
fines del siglo xvm .) Geometría del compás, «la que, por medio únicamente del compás, y sin gráficos útiles en el corte de las piedras, la perspectiva, el trazado de las
EL UNO ES EL OTRO: UNA HISTORIA D E L CIRCULO 172 173 EL UNO ES EL OTRO: UNA HISTORIA D E L CIRCULO

fortificaciones, en suma, realizar el viejo sueño de Desargues. Pero el Y, recíprocamente: si se impone que las transformaciones fijen los
público de Monge no está compuesto por prácticos reticentes o amigos puntos cíclicos definidos más arriba, conservarán automáticamente las
convencidos: ahora tiene estudiantes a los que debe formar, de allí la propiedades métricas y distinguirán los círculos de las otras cónicas; a
posibilidad de infundirles como natural, a su vez, otra manera de partir de ese momento, las figuras se clasifican según las transformacio-
abordar los problemas. En 1822, el geómetra Jean-Víctor Poncelet nes que las intercambian o las conservan. Una de las metamorfosis más
publica un Tratado de las propiedades proyectivas de las figuras, que se espectaculares desde este punto de vista es el pasaje de rectas a círculos
inspira en los cursos de Monge y de Lazare Carnot, y generaliza las por inversión: más aún, en el siglo XIX se construyen sistemas articula-
ideas de Desargues: pone en evidencia las propiedades que «permanecen dos que convierten el trazado de un círculo en el trazado de una recta:
indestructibles por efecto de la proyección»; se distinguen así cuidadosa- imposibilidad de la cuadratura del círculo con regla y compás, transfor-
El pabellón de reposo está
concebido como una
mente las propiedades métricas vinculadas a la distancia y a los ángulos, mación de un movimiento circular en un movimiento rectilíneo, el siglo
simbiosis dinámica de la que no son conservadas por proyección, y las propiedades proyectivas XIX obtuvo del círculo muchas más respuestas que los alejandrinos.
forma arquitectónica y del que sí lo son: en el pasaje por proyección de un círculo a una cónica, la
jardín. Al integrar el mundo igualdad de radio, propiedad métrica, no se conserva. Pero Jean Ponce-
exterior a nuestra
imaginación, ¿el circulo no
let quiere también liberar la geometría pura de las restricciones que le Algunas imágenes modernas del círculo
sigue abriendo a la creación impone el estudio de diferentes casos de figura; la apuesta consiste en
2 2
nuestros espacios humanos? ofrecerle la potencia unificadora de la que supo dotarse el análisis: desde E l círculo-ecuación es el conjunto de las soluciones de x + y = R con una
(Pabellón de reposo, siglo el punto de vista de su ecuación, círculos y elipses son asimilables; pero elección adecuada de coordenadas. Si R = 0, no se obtiene más que un punto; si sólo
xvi, jardín del Humilde se permiten x e y enteros, se obtienen varios casos diferentes según los valores de R. Y
administrador, Suzhou, si las elipses generales pueden cortarse en cuatro puntos, dos círculos
si se extienden los números posibles hasta los números complejos a + bj— 1, no hay
China.) sólo pueden tener dos puntos de intersección como máximo. Desargues 2 2 z 2 2 2
diferencia entre x + y = R y x — y + (^/—ly) = R ', entre los círculos figu-
ya había chocado con problemas análogos: para tratar uniformemente
ran también las hipérboles.
los diferentes tipos de proyección (central y paralela), introdujo el
«punto en el infinito», en el que rectas paralelas se encuentran —una En topología, sólo interesan los objetos y no su deformación continua: un círculo-
superficie, un disco, es idéntico desde este punto de vista a cualquier superficie plana
proyección paralelamente a una dirección dada puede así considerarse
sin huecos. El círculo-línea es idéntico a una línea cerrada de una forma cualquiera.
como una proyección central cuyo centro está desplazado al infinito.
Igualmente, Poncelet introduce los «puntos cíclicos», puntos ficticios Podemos observar que el círculo tiene un radio de curvatura constante: esta
donde se encontrarían todos los círculos del plano; dos círculos se propiedad es compartida con la recta y la hélice.
cortarán en estos dos puntos además de hacerlo en sus puntos de Uno de los modelos de la geometría no euclidiana es la esfera: en este modelo, las
intersección habituales. E l círculo de Poncelet, al obedecer a otras rectas, en su acepción de geodésicas (el camino más corto de un punto a otro), son
círculos que pasan por los dos polos.
premisas, da cabida a otros puntos distintos a los del círculo euclidiano.
Para perfeccionar el trabajo, sólo resta despojarlo de toda referencia
a las nociones métricas: ¿qué hacer con el círculo? Que se plantee la Lupa o astrolabio, elipse o recta, el círculo no tiene, pues, la transpa-
cuestión demuestra que todavía no se concibe hacer geometría sin sus rencia inerte de un objeto natural: a los sacerdotes, a los matemáticos, a
objetos habituales, aun cuando estén deformados o modificados con los pintores, hubo que pedirles prestada la mirada o la palabra que lo
relación al corpus euclidiano: pero es el ámbito el que determina la creó. Puede parecer cómodo reunir en una entidad unívoca los hilos
forma aceptable del objeto. Hay que mostrar la eficiencia de una heterogéneos, parcialmente enmarañados, algunos de cuyos desgarrones,
aproximación y radicalizarla, dar, pues, al círculo una definición sin algunos de cuyos lazos hemos explorado: pero no hay nada de común, a
distancia, ni medida, ni longitud: mediante esta definición se expresará veces, entre las realidades que estas definiciones múltiples, incluso
fácilmente la relación que la une proyectivamente a las cónicas. contradictorias, vuelven a descubrir, porque surgieron de fibras diferen-
Sacudido entre las diferentes corrientes de las matemáticas del siglo tes, hiladas por arquitectos, poetas o geómetras. L a que, sin agotar todas
XIX, ¿el círculo sigue siendo omnipresente? Lo que sucede es que más las imágenes del círculo, ha seguido, mal que bien, nuestra ruta, abriga
bien no está en ninguna parte: sirve a quien lo quiera y en la forma en desde ahora mucho más que la huella precisa de un milagro arcaico.
que se lo quiera: las fibras que lo formaban, sueltas, se entretejen con Cuando David Hilbert publica sus Fundamentos de geometría hacia
otros hilos y no están ya tan estrechamente unidas. Hemos evaluado la 1900, declara que no va a definir recta o punto; éstos deberán sólo
fragilidad de su posición en el último sitio donde sigue siendo un objeto cumplir las reglas que rigen sus relaciones recíprocas, enunciadas cuida-
crucial, si no organizador, la geometría pura. En 1872, el matemático dosamente, como: «Toda recta contiene al menos dos puntos». U n
Félix Klein definió un nuevo programa de esta rama, con ocasión de su círculo es todavía el conjunto de puntos tales que los segmentos trazados
admisión en la Universidad de Erlangen. Los ejemplos evocados más desde ellos a una extremidad fija sean iguales (Hilbert dice «congruen-
arriba subrayan el protagonismo creciente de las transformaciones en las tes»): pero a dos mil años de distancia, es en estos huecos y estas
matemáticas, desde las que intercambian las raíces de una ecuación a las ausencias donde hay que descifrar las de Hilbert: igual, cortar, que
. que conservan o no las propiedades métricas. Para Klein, son las Euclides no define, lo estarán de ahora en adelante. A la insistencia
Transformación: pasaje de transformaciones las que definen la geometría: «Hagamos abstracción de puesta en la descripción de las cosas, punto, línea o superficie, responde,
una figura o de una la figura material que, desde el punto de vista matemático, no es heredera del «Programa de Erlangen», la insistencia en las relaciones
expresión matemática a esencial», dice, «las propiedades geométricas se caracterizan por su entre sí, estar situado, ser igual, contener. En particular, debe precisarse
otra. Una proyección, una la noción de distancia: el círculo, entonces conjunto de puntos a igual
simetría, una permutación invariabilidad respecto a las transformaciones». Si se admiten más
son ejemplos de transformaciones, sólo una parte de las propiedades se conservarán: si se distancia de un centro, no será más que lo que le permita ser, exacta-
transformación. admiten proyecciones, deberán abandonarse las propiedades métricas. mente, círculo o cuadrado, si le place, árbol o pira...
¿El intermediario árabe?
P A U L BENOIT y FRANÇOISE M I C H E A U

Donde veremos que en el surgimiento de la ciencia europea, los diez siglos


de la Edad Media árabe y latina ocupan un lugar esencial, aunque negado
largo tiempo.
Donde describiremos las rutas que tomó la ciencia griega en su marcha
hacia el mundo occidental, por intermedio de los árabes.
Donde nos preguntaremos sobre el aporte específico de la ciencia árabe.

E l 29 de marzo de 1883, Ernest Renán afirmaba, en una conferencia


dictada en la Sorbonne sobre el tema «El Islamismo y la ciencia»:
«Tal es este gran conjunto filosófico, que acostumbramos a llamar
árabe, porque está escrito en lengua árabe, pero que en realidad es
grecosasánida. Seria más exacto decir griego; pues el elemento verdade-
ramente fecundo de todo esto provenía de Grecia [...]. Grecia era la
Fuente única del saber y del correcto pensamiento...»
Hace un siglo, Renán, en la cumbre de su gloria y de su autoridad,
resolvía así el problema de los orígenes, más precisamente de las
influencias y de las filiaciones que permitieron la aparición de una
ciencia europea de la que surge la ciencia mundial, actual. L a contun-
dencia de la afirmación de Renán podría clasificarse entre los florilegios
del antisemitismo si los mismos temas no se transparentaran, en térmi-
nos más velados, en los textos de historiadores de las ciencias más
cercanos a nosotros, algunos de los cuales proclaman su antirracismo.
Una posición tal se debe no sólo al eurocentrismo cultural de los
historiadores occidentales, sino también a la fuerte convicción de la
mayoría de ellos, de que no existe más que una sola ciencia, la ciencia
clásica, verdadera y positiva. Aunque actualmente discutida, fundamen-
talmente por historiadores de la ciencia extra-europeos, este punto de
vista sigue siendo aceptado por muchos. ¿Resiste a la prueba de los
hechos históricos? Ualeno traducido en el siglo
ix y leído por Avicena: ¿el
Negarse a retomar sin discusión la afirmación de Renán lleva a intermediario árabe? En esta
plantear toda una serie de preguntas referentes al origen de la ciencia página de título de un
europea. Tenemos una visión relativamente coherente de la historia de manuscrito árabe (a la
las ciencias desde Galileo, incluso desde Copérnico, hasta nuestros días. izquierda), se puede leer en
la primera linea, «Libro del
Aparecen evoluciones, filiaciones, rupturas. Establecer los lazos existen-
eminente Galeno sobre las
tes entre la ciencia clásica y la ciencia del fin de la Edad Media es ahora sectas médicas para uso de
posible, aunque aún quede por hacer un trabajo considerable. Falta los estudiantes», en la
determinar los factores que permitieron a la Europa cristiana constituir segunda linea, «Traducción
su propia ciencia entre los siglos XIII y XV. Entre estos factores: la de Abu Zayd Hunayn ibn
Ishaq el médico» y a la
asimilación de un legado antiguo. Pero ¿por qué vías llegó este legado a derecha, «(Entrado en)
Occidente? ¿En qué momento? ¿Bajo qué forma? ¿No sufrió modificacio- posesión del humilde
nes en este traspaso? ¿La griega es la única herencia que la ciencia Husayn ibn Abd Allah ibn
europea recibió en su nacimiento? Sina (Avicena) el médico en
el a ñ o 407 (1016).»
Intentar responder a estas preguntas es proporcionar los datos para (Manuscrito árabe 2 859,
tratar un tema histórico localizado en el tiempo y en el espacio: el fol. 1.)

175
¿EL INTERMEDIARIO ARABE? 176 177 ¿EL INTERMEDIARIO ARABE?

surgimiento de una ciencia europea; pero también es abordar un proble- los números y su naturaleza, lo par y lo impar para comenzar. Tampoco
ma más general, el de las transferencias del saber científico. hay nada de instrumental en la música, ciencia de las armonías. Boecio
Todos estos interrogantes recibirán aquí sólo respuestas limitadas, da, a principios del siglo vi, una visión de lo que entonces podía quedar
insuficientes, que dejarán al lector con su sed de conocimiento. Las de ciencia en Roma. Nacido en la alta aristocracia romana, ocupa
incertidumbres serán más numerosas en este capítulo que en otros. Pues funciones de primera línea junto al rey ostrogodo de Italia, Teodorico I.
la historia de la ciencia es ante todo historia, se funda en una erudición, Boecio todavía conoce el griego, traduce las Categorías y De la inter-
en el establecimiento de textos y de hechos, en una cronología. En pretación de Aristóteles. H a dejado también una aritmética y una
nuestro campo no disponemos de estas bases. Falta de documentos, geometría que muestran que Euclides y Ptolomeo no habían sido
quizás, pero también falta de investigadores, historiadores y lingüistas. totalmente olvidados, pero el conjunto se queda en un nivel muy
Los manuscritos duermen en las bibliotecas y en los fondos de archivos elemental. Tan limitada como se quiera, la obra de Boecio es esencial,
del Cercano y Medio Oriente y de la India, de Europa occidental y de hasta el siglo x n constituye el principal medio de acceso a la ciencia
los Estados Unidos, pero faltan los medios de acceder a ellos. Lengua, griega. Los vestigios conservados son una parte miserable del inmenso
formación, restricciones políticas, ausencia o escasez de financiación se edificio, pero, para los hombres de la Edad Media, no dejan de ser el
suman al escaso interés por la historia de las ciencias de demasiados testimonio de la existencia de una verdadera ciencia, que los antiguos
especialistas en el antiguo Oriente. U n ejemplo, el siriaco: la literatura poseían. Casiodoro, discípulo de Boecio, retoma las obras de su antece-
teológica y hagiográfica, las crónicas, han sido objeto de estudios, pero sor y consagra la división de las artes liberales en las Instituciones, que
siguen ignorándose los textos científicos. Todos estos factores se conju- escribe para los monjes del monasterio que había fundado. Las Etimo-
gan y perjudican la elaboración de la historia de las transferencias de la logías del obispo de Sevilla, Isidoro (560-636), reúnen bajo el nombre de
cultura científica en la Edad Media. L a historia que presentamos es una filología, conocimientos de toda clase, científicos en particular. Mediocre
historia provisional. a nuestros ojos, esta compilación tuvo gran renombre a lo largo de los
primeros siglos de la Edad Media. L a vida científica de Occidente en la
época de las invasiones bárbaras se reduce, pues, a muy poco. L o
¿Dónde se encuentra ¿Dónde está la ciencia cuando el Imperio romano de Occidente se esencial del legado antiguo ha caído en el olvido, ha escapado de la
la ciencia griega en derrumba, en el siglo v d. de C? Hablar de ciencia griega en esta época memoria de poblaciones incapaces de comprenderlo. Las traducciones
el siglo VI e s
arriesgado. De Tales y de los milesios de los siglos v i y v i l a. de C. a de Boecio se quedan sin continuadores, pero serán copiadas una y otra
Diofante de Alejandría, que probablemente vivió en el siglo iv d. de C , vez durante toda la Edad Media. L a decadencia de la ciencia va a la par
no hay más de un milenio. Ciencia en múltiples aspectos, la ciencia de la de la ciudad. Occidente sufre en esta época una profunda muta-
griega se desarrolla en contextos muy diferentes. Surgida en la ciudad, ción. Emerge entonces un mundo rural, en el cual la cultura habita en
celosa de su independencia, florece en el seno de imperios cuya pobla- los monasterios, cultura literaria y religiosa, no ya cultura científica. L a
ción es en su mayoría no griega; apareció bajo un monoteísmo poco Alta Edad Media no precisa sabios.
importante, pero conoció, en sus últimos siglos, monoteísmos de voca- Él Imperio romano desaparecido en Occidente se mantiene en
ción totalitaria. En 529, el emperador Justiniano cierra las escuelas de Oriente. Mundo aún urbanizado donde el Estado perdura, mundo en el
Atenas por su paganismo. Sin embargo, la ciencia griega presenta aún que las élites urbanas hablan griego, ahora lengua oficial, mundo en el
una cierta unidad. Unidad de lengua ante todo, pues el griego se que las escuelas subsisten: todo lo distingue de Occidente. Pero, frente al
expandió más allá de la Hélade y del Asia Menor, y vehiculiza una griego, otras lenguas, en particular el siriaco, lengua semítica, se convier-
tradición cuyas obras son respetadas: Aristóteles y Euclides, Ptolomeo e ten también en lenguas de cultura. E l griego, sin embargo, sigue siendo
Hipócrates. conocido por todos los sabios. Pues, a pesar de las lagunas en las fuentes
En Occidente, desde antes de la caída del Imperio, el conocimiento y la insuficiencia de la investigación, se aprecia una cierta actividad
científico involuciona. Con el debilitamiento de los poderes, la deca- científica. En el siglo VI, la fecha más probable, Pappus de Alejandría
dencia de las ciudades y el repliegue hacia los campos, la cultura clásica escribe una Colección matemática, vasta compilación en la cual la Edad
disminuye, se pierde el uso del griego. E l cristianismo, sin embargo, no Media beberá una parte importante del legado griego. En el siglo
rechaza la ciencia griega de manera sistemática, pero limita su empleo. siguiente, Alejandría ve llegar estudiantes desde todo el Cercano Oriente
San Agustín, cuyo pensamiento marcó más que cualquier otro la Edad para seguir enseñanza en derecho, en medicina, en matemáticas, en
Media antes del siglo XIII, insiste sobre el hecho de que, para acceder a filosofía. Se destacan algunas figuras de sabios: la matemática Hypatia,
la ciencia cristiana, es decir, a la comprensión de la palabra divina, es asesinada con ocasión de un tumulto en 415, Juan Filópono, convertido
necesario poseer una información de base, la que reciben los hijos de la al cristianismo, autor de un tratado contra los paganos, de comentarios
aristocracia del Bajo Imperio romano y que es impartida por el retórico. aristotélicos, de obras de óptica y de matemáticas, o incluso Pablo de
Esta enseñanza se describe en el tratado de Marciano Capella, Bodas de Egina, que redacta bajo el título Siete Libros de medicina una compila-
Mercurio y el Sol, leído a lo largo de toda la Edad Media. Trata sobre ción de escritos de Galeno. En el siglo v, Proclo comenta a Euclides en
las artes liberales que se dividen en trivium y en quadrivium. E l trivium, Atenas. Sin duda mediocre, seguramente mal conocida, en las grandes
propedéutica para el arte de leer y de interpretar correctamente los metrópolis del Imperio de Oriente, Atenas, Constantinopla, la capital,
textos, está compuesta por la gramática, la retórica y la lógica, mientras Alejandría en Africa, Antioquía en Asas perdura una vida científica
el quadrivium, que parece más científico, comprende la aritmética, la formada por comentarios y compilaciones.
geometría, la música y la astronomía. Los términos no deben engañar- En los límites orientales del Imperio, en Edesa, en Harrán, en Ras el-
nos. L a aritmética no es una práctica de cálculo, como se la entiende en Ain, en las vías de circulación entre el golfo Pérsico y el Asia Menor, se
las escuelas actuales, sino una aritmética especulativa, que trata sobre desarrolla una vida intelectual en las ciudades de cultura semítica. Los
¿EL INTERMEDIARIO ARABE? 178 ¿EL INTERMEDIARIO ARABE?
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con el aporte de maestros y estudiantes de Edesa; a principios del siglo


VI, en vísperas de la conquista árabe, este centro del sudeste iraní
fundada por Shapur I, de allí su nombre, se transforma en un gran
centro científico gracias a los sabios nestorianos que llevaron consigo
sus traducciones en siriaco, entre otras las de Sergio de Ras el-Ain;
impulsan una escuela de medicina, según el modelo de Alejandría y de
Antioquía, y un hospital; la ciudad se convierte en un importante centro
que permanecería activo hasta el siglo X, un sitio en el que convergían el
legado griego, tradiciones científicas indias, la cultura semítica. Persia no
solamente acoge a griegos. E n la época de Khosroes, recibe igualmente
la influencia de la civilización de la India; conocemos mejor los contac-
tos literarios que las transferencias de tradiciones astronómicas o médi-
cas. Sin embargo, este mismo Khosroes envía a India a su médico
Burzoe para copiar manuscritos, y ordena la revisión de grandes tablas
astronómicas a la luz de los datos aportados por los tratados sánscritos.
Las conquistas de Alejandro, que habían llegado hasta la India,
habían desarrollado los lazos entre el mundo greco-persa y la India. En
el siglo II d. de C. en Bactriana, en los límites entre India y Persia, se
desarrolló una civilización aún muy marcada por la influencia griega.
Bajo el imperio Gupta, del siglo III al IV d. de C , la India vive un
periodo particularmente positivo. N o hablaremos aquí de la ciencia
india, solamente indicaremos algunos de sus rasgos. Se manifiestan
influencias griegas, en medicina en el arte del diagnóstico, en astrono-
mía, donde el sistema de Ptolomeo remplaza poco a poco el sistema
del mundo tradicional. E n cambio, los hindúes sobresalen en la as-
tronomía de observación. Para sus mediciones utilizan el seno del
ángulo, la primera tabla de senos conocida es india y data del siglo v,
mientras los griegos empleaban la cuerda del ángulo doble. Una as-
tronomía tal favorecerá el surgimiento de la trigonometría. Los hin-
dúes son calculadores; bajo el término de ganita, que significa cálculo,
engloban lo que nosotros podríamos denominar aritmética y álge-
Oriente próximo en vísperas traductores se multiplican: Sergio, médico y sacerdote jacobita, formado bra. A comienzos del siglo v i , Aryabhata utiliza la numeración decimal
de la conquista árabe (h. 630). e nAlejandría, trabaja en Ras el-Ain, donde traduce un gran número de de posición, la que dará origen a las cifras árabes. Dedica un tratado a
obras del griego ai siriaco, antes de terminar sus días en Constantino- las operaciones elementales: comienza por la adición, la sustracción, la
pla en 536. En Edesa se desarrolla en el siglo v una escuela, llamada multiplicación y la división, prosigue con la elevación al cuadrado y la
«Escuela de los Persas»; allí Probo, Cumas y el obispo Ibas traducen al extracción de la raíz, termina con el cubo y su raíz. Pero también sabe
siriaco a Aristóteles y a sus comentaristas. Pero e l emperador de resolver las ecuaciones de segundo grado y escribe acerca de las ecuacio-
Constantinopla, irritado por las orientaciones nestorianas de esta escue- nes indeterminadas. En el siglo siguiente, Brahmagupta utiliza letras en
la, ordenaría su destrucción. L a actividad de Harrán, mal conocida y las ecuaciones para designar las incógnitas, calcula con números nega-
difícil de establecer, parece volcada sobre todo hacia la filosofía platóni- tivos.
ca. Pero la vitalidad de este centro del helenismo se mantendría; Thabit En el siglo Vil, el pensamiento científico griego, ampliamente difundi-
ibn Qurra, gran astrónomo y matemático árabe del siglo IX, es origina- do, si bien no produce ya obras originales, se. encuentra largo tiempo
rio de Harrán. confrontado a otras tradiciones, a otras culturas, a otras ciencias.
Frente al mundo greco-romano, el Imperio persa sasánida incluye
tierras de antigua cultura, las mesetas de Irán y fundamentalmente
Mesopotamia. Las conquistas de Alejandro las convirtieron, por un En estas condiciones surgen los árabes. L a conquista árabe, fenóme- La conquista árabe
tiempo, en tierras griegas, helenísticas según el vocabulario de los no brutal, sorprende todavía; en algunas décadas, un pueblo, hasta y los fundamentos
historiadores. También aquí hay inmensos desgarrones en el tejido de entonces desconocido, destruye los grandes imperios que dominaban el ¿ ¡ desarrollo
e

nuestros conocimientos; la ciencia persa y lo que ésta debe a diversas Medio Oriente y expande hasta la India una nueva religión. Explicar la ¿ i ciencias
e as

tradiciones, se conoce mal todavía. Existe sin embargo un medio científi- expansión del Islam requiere otra historia, pero lo que aquí importa es
co. Los nestorianos exilados de Edesa tras el cierre de su escuela en rescatar sus principales fases y deducir el alcance que tuvo en la vida
489, los filósofos expulsados de Atenas en 529, encuentran refugio en el científica.
imperio sasánida. Bajo el reinado del emperador Khosroes Anushirwan En el año 632, a la muerte del profeta Mahoma, el Islam ha unifica-
(531-578), la capital, Ctesifonte, en las márgenes del Tigris, conoce una do el oeste de la península arábiga. Los años siguientes son testigos de
brillante vida intelectual; en su corte se reúnen numerosos hombres de fulgurantes victorias: en el 635, Damasco cae en manos musulmanas,
letras, sabios, astrólogos. Nisibis, en la Alta Mesopotamia, se beneficia luego Jerusalén en 637; dominan entonces toda Siria-Palestina. En la
¿EL INTERMEDIARIO ARABE? 180 ¿EL INTERMEDIARIO ARABE?
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misma época, avanzan hacia el norte y toman, en 637, Ctesifonte, capital Mansur continúan esta política; un descendiente de Jurjis funda en
del imperio persa; se conquista toda Mesopotamia. L a expansión árabe Bagdad, en los comienzos del siglo VIH, el primer hospital digno de ese
se extiende a Armenia y llega a las mesetas de Iraq e Irán. Tercer frente, nombre, según el modelo del de Gondeshapur.
Egipto es sometido entre 639 y 646. En menos de quince años desapare- Al-Mamún, que reina desde 813 a 833, es el modelo de los príncipes
ce el imperio sasánida, el imperio bizantino subsiste aunque mermado ilustrados, amantes de las letras y de las ciencias. Si bien no la inició, dio
considerablemente. Desde esta época, todos los grandes centros intelec- un fuerte impulso a la actividad de la Casa de la sabiduría. En esta vasta
tuales de Medio Oriente, centros de alta tradición científica, han pasado biblioteca, trabajan y se reúnen astrónomos, matemáticos, pensadores,
a manos de un pueblo que ignoraba la ciencia. letrados, traductores. Sus trabajos son alentados y financiados por el
Después de un tiempo de suspenso, la expansión se reinicia a fines califa. Los fondos se enriquecen entonces con obras de ciencia y de
del siglo vn principios del siglo vin, por impulso de los califas omeyas. filosofía griegas, provenientes del imperio bizantino, pero sobre todo de
U n avance hacia el oeste lleva a los árabes al Africa del Norte, donde en las bibliotecas del Cercano Oriente; traducciones y copias las ponen a
670 fundan Kairuán, que se convertirá en un gran centro intelectual del disposición de la élite cultivada. E l papel, procedimiento de origen
Islam. Una vez asegurado su dominio en el Magreb, atraviesan en 711 el chino, es introducido en Bagdad a fines del siglo vm; material más
estrecho de Gibraltar, conquistan España y multiplican sus incursiones sólido que el papiro y menos costoso que el pergamino, permite desarro-
en Galia. L a caballería franca frena una avanzada en Poitiers, en 732. llar un verdadero mercado del libro. E l califa Al-Mamún patrocina
También llevada hacia el este, Boukhara es conquistada en 709, Samar- igualmente los primeros grandes trabajos de observación astronómica; a
kanda en 712; la dominación musulmana se extiende a la Sogdiana y a su cargo, se reúne a sabios y se les encomienda un programa de
la Transoxiana, en los confines del Asia central. E l Islam llega a la India, verificación de los datos del Almagesto de Ptolomeo, que tiene como
pero se detiene a sus puertas. Los contactos directos con la ciencia iridia
resultado el establecimiento de nuevas Tablas. Ejemplar, y de ninguna
se hacen entonces posibles.
manera aislada, la política de Al-Mamún es seguida por numerosos
Como en muchos otros ámbitos, los conquistadores respetaron la califas, visires, emires, sultanes. Desde el siglo v m , se hacen sentir los
situación anterior. Hay que destruir el mito del incendio de la biblioteca primeros signos de desmembramiento del imperio instaurado por los
de Alejandría por los musulmanes. L a conquista, en sus primeros omeyas y los abasíes. Los jefes regionales, los emires convertidos en
tiempos, casi no cambió las condiciones de la vida científica, pero da a amos del poder político, los califas de E l Cairo y de Córdoba, se
los árabes acceso a los textos griegos, ya que las principales bibliotecas imponen frente a los abasíes. Sus capitales intentan rivalizar con Bagdad
del mundo greco-romano están, a partir de este momento, en sus manos. que, durante un tiempo, pretendió tener el monopolio de la vida intelec-
Se prosigue y amplía la obra de traducción. A fines del siglo Vil, Teófilo tual y cultural. Repartir hombres de ciencia sobre un mapa, es encontrar
de Edesa traduce obras de Aristóteles del griego al siriaco, exactamente las grandes fases de la historia del islam: en la época del apogeo del
como su contemporáneo Yahya ibn al-Batriq. A comienzos del siglo califato abasí (siglos vm-x), Bagdad es el gran polo hacia el que afluye la
siguiente, Job de Edesa, médico destinado en la corte del califa al- mayoría de los sabios. Pronto otras ciudades toman su lugar: en el oeste,
Mamún, debe su renombre a sus traducciones de obras de Galeno al E l Cairo y Córdoba, capitales de califatos rivales de los abasíes; en el
siriaco y a su gran enciclopedia de las ciencias naturales. Todos estos
sabios son cristianos. Con el correr de las décadas, sobre todo a partir
del siglo vill, se producen mutaciones decisivas. E l árabe se afirma como
lengua de cultura y lengua administrativa. E l reinado de Abd al-Malik Al-Hariri, escritor de
(685-705) es decisivo; por orden de este soberano el árabe suplanta al comienzos del siglo XII, es
célebre por su relato de las
griego, al pehlevi y al siriaco en todos los actos oficiales. Se difunde aventuras de un bohemio
entonces el árabe, m á s tarde llamado clásico; en todos los países cínico y bribón. El autor
dominados por el islam los sabios musulmanes, judíos o cristianos, conduce aquí a su héroe a
árabes o iraníes, hablan, piensan y escriben en árabe. Dos de los la biblioteca pública de
Hulwan, cerca de Bagdad.
mayores nombres de la ciencia de los países del islam, Al-Biruni e Ibn En ella los libros están
Sina, el Avicena de los occidentales, son persas, su obra científica está en directamente colocados sobr,
árabe. Nace una comunidad intelectual y científica, alentada por una nichos excavados en el mun
sociedad ávida de saber y mantenida por numerosos mecenas. En primer plano, seis
estudiantes siguen una clase
La sucesión del Profeta es difícil, estallan los conflictos, la capital uno de ellos lee una obra
pasa de Medina a Damasco. La toma del poder por parte de los abasíes que el profesor, sentado en
en 750, que responde a la voluntad de crear un imperio no solamente el extremo derecho, comente
Saber acumulado, saber
árabe sino musulmán, que cobije a creyentes de todo origen, se expresa enseñado: las bibliotecas,
en la creación de una nueva capital, Bagdad, por el califa Al-Mansur numerosas en el mundo
en 762. Éste atrae a los sabios a la capital, deseoso de asegurar sus árabe, desempeñaron una
servicios y de sentar el prestigio de su nuevo régimen. Enfermo de función esencial de
conservación y de
dispepsia, manda a buscar a Jurjis, médico famoso de Gondeshapur, y, transmisión.
una vez curado, intenta retenerlo en su corte. De esta forma, se instalan (Miniatura de al-Wasiti
en Bagdad hombres de ciencia que le aportan sus libros, sus conocimien- para las Sesiones de al-
tos y sus experiencias. Los grandes califas abasíes que suceden a A l - Hariri, Escuela de Bagdad,
1237.)
¿EL INTERMEDIARIO ARABE?
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este, las metrópolis de Persia, donde en los siglos X y XI se constituyen remplaza a la p ausente en los alfabetos semíticos). U n tratado árabe del
los principados iraníes o persas. C o n su conquista por los turcos siglo XI da como título a uno de estos capítulos: Fi ibilimsiyá es decir, al-
Seldjukidas, que ocupan Bagdad en 1058, el papel de Iraq se diluye. En sar'. Esta última palabra se deriva de un verbo árabe que significa hacer
los siglos xill y xiv, la gran dinastía local de los ayyubíes fundada por caer a alguien por tierra. Algunas décadas más tarde, la palabra transli-
Saladín, y la de los mamelucos, aseguran el poder de Siria y Egipto, terada del griego cayó en desuso; el término propiamente árabe basta y
primero ante los cruzados, frente a los mongoles después. A lo largo de es el único empleado entonces; desde ese momento pertenece a una
toda la Edad Media, Arabia está ausente de la escena de la historia, terminologia unificada y conocida por todos.
mientras Andalucía, provincia fronteriza, que posee una vida económica En la cadena que conduce del griego al árabe, el siriaco es un
y cultural original y animada, es un puente hacia el mundo cristiano. L a eslabón esencial. En efecto, la mayoría de los traductores son cristianos,
actividad científica es continua en el tiempo y prosigue mucho más allá que usualmente manejan el griego y el siríaco, las lenguas científicas de
del apogeo de Bagdad. E l estallido del imperio y la expansión de las la época, y que desprecian ligeramente el árabe, al que acusan de carecer
metrópolis regionales favorecen la difusión geográfica de la cultura. de un método adecuado. Hablan en árabe sólo cuando los comandita-
Astrónomos, médicos, matemáticos, filósofos viven con frecuencia en la rios, sabios o notables musulmanes se lo piden, y luego más tarde, una
corte de un principe, dependiendo de su buena voluntad y de sus vez que el árabe se haya impuesto a todas las lenguas. Hunayn ibn Ishaq
larguezas. Toda la carrera de Avicena transcurre entre las grandes cortes es uno de estos traductores, su actividad es modélica de las condiciones
iraníes de los siglos x y xi: Bukhara, Isfahan, Samarkanda, Hamadhan, de la transferencia de la ciencia antigua a los países del islam. Nacido en
Rayy. E l sabio es efusivamente apreciado por sus consejos en medicina y 808 en el seno de una familia cristiana nestoriana de Hira, en el bajo
en política; ya envidiado y requerido, ya perseguido por sus enemigos, Eufrates, es bilingüe; el árabe es la lengua hablada en su ciudad natal, el
siempre implicado en las intrigas políticas del momento, conoce toda siriaco es su lengua materna. Atraído, como tantos otros, por el prestigio
clase de tribulaciones, pero también largos periodos de seguridad y de de la capital abasí, acude a ella para estudiar medicina.
trabajo junto a los príncipes mecenas, en Rayy y en Hamadhan, donde Pronto aprende el griego, quizás en Alejandría. De regreso en
muere en 1037. Bagdad, trabaja como médico y traductor. A él se deben varios tratados
Pues el movimiento intelectual depende, directa o indirectamente, de médicos y un número impresionante de traducciones de obras de Platón,
los favores del príncipe. L a ciencia jamás es gratuita. No se podían Aristóteles, Hipócrates, Ptolomeo, Porfirio, Rufo de Éfeso, Pablo de
fundar bibliotecas, construir hospitales, realizar programas de observa- E.gina, Galeno. Durante una temporada en la cárcel en 856, redacta un
ción, sin la financiación de un comanditario: soberano, visir, notable, opúsculo en el que relata cómo tradujo ciento veintinueve tratados de
personaje influyente de la corte, emir. En cierto sentido, la principal Galeno. Conoce, pero critica las traducciones anteriores, pues son
institución científica del mundo árabe medieval es el mecenazgo. Esta numerosas las que vuelve a hacer; tiene predilección por el siriaco, ya
atracción de los príncipes por la ciencia no es un entusiasmo pasajero de que casi nunca traduce directamente al árabe y descarga a menudo en
motivaciones más o menos oscuras; se inscribe en un verdadero proyec-
to político: acrecentar el prestigio y el poder dando al islam los medios
para ponerse al nivel de las civilizaciones vencidas militarmente, sobre- Del griego al árabe: Hunayn, traductor de Galeno
pasarlas incluso, permitir el nacimiento de una cultura científica que
E n una carta fechada en el año 856 d. de C , Hunayn Ibn Ishaq explica por qué
pueda remontarse a la altura de las ciencias griega, siriaca, india.
vias llegaron las 129 obras de Galeno al mundo árabe. Pero de 16 de ellas no conoce
De esta forma se desarrolló una ciencia, llamada habitualmente ningún manuscrito, y de 9, sólo cita versiones que no ha realizado él mismo. El
ciencia árabe. L a expresión puede ser juzgada abusiva: una gran parte cuadro siguiente muestra, pues, el trabajo de traducción de Hunayn de 104 tratados
de los hombres que la practicaron no eran árabes. Pero hablar de de Galeno.
ciencia islámica está viciado de ambigüedad, el término da a la actividad
científica una connotación religiosa que no posee, y los sabios son 26. versiones siriacas
musulmanes, pero también cristianos o judíos. E l rasgo común, que da en el siglo vi
una unidad externa a estas actividades científicas, es simple. L a lengua,
principal factor de unidad, puede servir legítimamente para caracterizar
la ciencia de los países del islam en la Edad Media, es el vehículo de las
ideas, de los conceptos, de los conocimientos. Por otro lado, si se quiere
45 versiones siriacas
en los siglos vra y ix
1
7 versiones árabes
por Hunayn
discutir la expresión ciencia árabe, se hace necesario, por las mismas
razones étnicas y religiosas, volver a cuestionar el término de ciencia
TEXTO 51 nuevas versiones 22 versiones árabes
griega. GRIEGO siriacas por Hunayn por Hunayn
Los primeros textos científicos en lengua árabe son traducciones: del
43 nuevas versiones 49 versiones árabes
griego, del siríaco, del sánscrito, del pehlevi, que retoman, acrecentándo- por Hunayn por contemporáneo o
la, la actividad de los centros helenísticos y persas. Estas obras permiten discípulo de Hunayn
la elaboración de un vocabulario científico, inexistente en una lengua
que era la de los beduinos de la Arabia preislámica, y que el Corán 3 versiones árabes
transformó en la lengua de la Revelación. U n ejemplo: la palabra griega por Hunayn
ÉJtiA.ni])ía que designa la epilepsia, está en un primer tiempo, simplemente
transcripta en siriaco, y luego del siriaco al árabe: ibilimsiyá (la b
EL INTERMEDIARIO ARABE? 186 187 ¿EL INTERMEDIARIO ARABE?

uno de sus discípulos la tarea de trasladar el texto del siríaco al árabe. tica y ciencia de las balanzas, ocupan un lugar importante en los países
La actividad de Hunayn y de sus émulos dio a los árabes acceso al saber del islam. Más prácticas, más vinculadas a las realidades del contexto
antiguo: las grandes obras griegas de filosofía, de lógica, de medicina, de económico y social, abren nuevas vías sin cuestionar el monumento
astronomía, de matemáticas, de botánica, de mecánica, son, a partir de aristotélico.
ese momento, accesibles.
Traducción del griego al árabe. Pero también del sánscrito y del
pehlevi al árabe, el movimiento es menos conocido, y con seguridad Astronomía
menos gigantesco, pero no puede permanecer ignorado. Uno de los más
importantes tratados astronómicos de la tradición india, el Mahasid- Se dispone de una edición de la traducción latina de, una traducción
dhanta, es traducido del sánscrito en los años 770, por iniciativa del árabe de Ptolomeo, con anotaciones de puño y letra de Copérnico.
califa Al-Mansur; junto con otras obras indo-persas, está en la base de Hermoso ejemplo que muestra el lugar de los árabes como inter-
una corriente de la astronomía árabe que se desarrolla durante largo mediarios entre la ciencia griega y la ciencia de Occidente. E l mismo
tiempo en Andalucía. nombre de Almagesto que dan los occidentales a .la Gran creación
ptolemaica viene del árabe. Sin embargo, el mundo islámico conoce una
astronomía diferente de la que proviene de los griegos. L a primera
Originalidad Los árabes tienen conciencia de la originalidad de su ciencia y de la astronomía árabe se desarrolló en principio a partir de fuentes indias y
herencias herencia que recibió. En el siglo x i , en España, Sa'id al-Andalusi persas, y, más allá, mesopotámicas. E l Zij al-Sindhind (la Tabla del Sind-
discierne en su libro, las Categorías de las naciones, cuáles son aquellas hind), redactada hacia 830 por Al-Kwarizmi, está concebida según el
que cultivaron las ciencias. Entre éstas reconoce ocho: los indios, los modelo indio, que se hace evidente cuando expone su cálculo de las
persas, los caldeos, los griegos, los bizantinos, los egipcios, los árabes y posiciones de los planetas. E l Almagesto se traduce al árabe a comienzos
los judíos. Desde la segunda mitad del siglo IX, Al-Razi, el Razes de los del siglo IX; a partir de ese momento, la obra del sabio alejandrino
autores latinos, médico de primera fila, físico y alquimista, autor de unas domina la historia de la astronomía. Casi todas las interpretaciones y
cincuenta obras, declara que el progreso científico sólo es posible si se los modelos desarrollados por los árabes parten de Ptolomeo, cuyo
sigue la huella de los antiguos, porque «el más reciente se beneficia con sistema del mundo se impone, como se había impuesto en el mundo
las adquisiciones de sus predecesores, a las que agrega su estudio helenístico. Por una compleja combinación de movimientos circulares,
personal». Vuelve a situar la ciencia en su historia. Para Al-Razi, la da cuenta del desplazamiento de los astros con una precisión muy
conciencia de una herencia no impide de ninguna manera la afirmación superior a la de los modelos anteriores. E l recurso a movimientos
de una ciencia contemporánea. ¿Cuáles son los grandes rasgos de esta circulares uniformes, luego perfectos, y solamente concebibles en el
ciencia? ¿Qué debe a las civilizaciones que la precedieron? ¿Qué tiene de mundo supralunar, permite ubicar a la astronomía en la cosmología y la
original? ¿Cuál es su función en la elaboración y la transferencia de física dominantes, la de Aristóteles. Sin embargo, esta necesidad de
conocimientos? L a originalidad, la parte de novedad y de creación, en expresar por movimientos circulares órbitas que no lo eran, condujo a
los sabios de los países del islam, varía según las épocas. Los primeros Ptolomeo a un sistema cuya compatibilidad con la física es discutible, y
siglos, época de las grandes traducciones, son los de una ciencia tomada que fue discutido desde la época helenística. En la segunda mitad del
de las civilizaciones de los países conquistados o de tierras vecinas. Hay siglo ix, Al-Battani comenta, pero también corrige y completa el Alma-
que esperar al siglo IX, con Al-Khwarizmi, matemático y astrónomo, y gesto apoyándose en nuevas observaciones; se impone como el primero
Al-Kyndi, filósofo y geómetra, para que se desarrolle una ciencia propia- de los grandes continuadores árabes de Ptolomeo. L a obra del astróno-
mente árabe. Todas las ramas, física, astronomía, medicina, matemáti- mo alejandrino, modelo matemático descriptivo, también es criticado, en
cas, presentan caracteres comunes, que explican el contexto político y particular en nombre de un retorno a los principios de Aristóteles.
económico, el entorno cultural, las instituciones científicas; pero que Resultado de esta oposición, los trabajos de la Escuela de Maragheh
beben en fuentes diversas y se desarrollan según métodos propios. U n a (Irán) en el siglo xvni, en particular los de Nasir al-Tusi, estarían en el
reflexión sobre la ciencia • árabe debe hacer lugar a un estudio de los origen de la concepción planetaria de Copérnico.
grandes sectores científicos. Por el contrario, los astrónomos árabes pueden poner en marcha
medios de cálculo y de observación más potentes que aquéllos de que
disponían los griegos. Bebiendo en las fuentes indias, utilizan la numera-
Física ción decimal y desarrollan la trigonometría; construyen importantes
observatorios; confeccionan tablas astronómicas —se cuentan más de
Fundamento de la obra de los presocráticos, esencial en Aristóteles, una docena— muy superiores a las de sus predecesores; de amplia
la física desempeña un papel preponderante en la ciencia griega hasta difusión en Occidente, sólo serán superadas en precisión por las de
Arquímedes, y más allá. Los árabes la llaman la «ciencia de las cosas Tycho Brahe en la segunda mitad del siglo XVI. Sin embargo, la influen-
naturales» y la retoman dentro de sus propios métodos. Los comentaris- cia ptolemaica sigue siendo considerable, hasta en las controversias que
tas de Aristóteles se interesan por la física y, a su vez, los sabios suscita. De los griegos, la astronomía árabe heredó las concepciones
consideran que cuatro «elementos», fuego, aire, agua y tierra, componen cosmológicas y un modelo matemático que eficazmente da cuenta de las
el mundo; pero esta física tributaria de los griegos no conduce a apariencias. Retomó los problemas planteados en el mundo helenístico,
desarrollos particulares concernientes a la estructura del Universo. En y encontró para ellas respuestas originales e innovadoras, basándose en
cambio, algunas disciplinas relacionadas con la física, la óptica, la está- nuevos métodos de cálculo y de observación.
¿EL INTERMEDIARIO ARABE? 188 189 ¿EL INTERMEDIARIO ARABE?

Sobre el disco inferior de este muestra el islam. L o atestigua el número de tratados de astrolabio y de
astrolabio del siglo xvi se instrumentos conocidos en nuestros días. E l aparato no sirve para
distinguen las lineas que
representan la proyección de observar el cielo, sirio para interpretar, su fabricación precisa un conoci-
la Tierra sobre el lugar de miento sólido del mapa del cielo y del movimiento aparente de los
utilización, cubierto por el astros. E l astrolabio se compone de un plato circular sobre el cual gira
disco ahuecado que lleva,.en un disco calado, la araña. L a pletina lleva la proyección de la esfera
el extremo de cada punta, el
emplazamiento de una terrestre en un lugar propio; la araña es un mapa del cielo, en el que se
estrella. representan las principales estrellas fijas, entre ellas el sol. Permite
determinar el acimut y la hora de la salida y de la puesta del sol, la
posición de las estrellas sobre el horizonte y muchos otros datos
indispensables a la astrología.
s

Los observatorios del islam medieval

Las obras de los astrónomos árabes se apoyan tanto en la observación como en


los modelos teóricos y el arte del cálculo. La fabricación de instrumentos de cobre de
gran precisión y la construcción de observatorios les son, pues, indispensables.
Aunque un estudio más minucioso obligue a distinguir dos periodos.
Hasta el siglo xi, los trabajos astronómicos, patrocinados por los soberanos de
Bagdad, de Chiraz, de Isfahan, de El Cairo, tuvieron por marco simples puestos de
observación instalados con miras a programas limitados en el tiempo. Asi, los
mayores sabios del momento fueron reunidos a cargo del califa AI-Mamún para
verificar los datos del. Almagesto, de Ptolomeo. Con sus instrumentos de medida, se
instalaron simultáneamente en el barrio norte de Bagdad y en la colina que domina
Damasco. La muerte del califa en 883 Ies impidió efectuar todas las mediciones
previstas.
Hay que esperar ajos últimos siglos del periodo medieval para que se edifiquen
verdaderos observatorios que funcionaron durante largos años. La magnificencia de
las construcciones y el renombre de los sabios que allí se afanaban crearon el prestigio
de estas fundaciones, poco numerosas, es cierto. En Maragheh, ciudad de Azerbayán,
el nieto de Gengis Khan hizo construir un observatorio dotado de una rica biblioteca
y de instrumentos de gran perfección técnica; esfera armilar, cuartos de circulo de
diferentes tipos, reglas paralácticas, sextante, globo celeste, astrolabio, cuadrante
solar, etc. Este gran centro cientifico de la segunda mitad del siglo XIH atraía a sabios y
estudiantes, y se puede hablar, en el campo de la astronomía y de las matemáticas, de
una «Escuela de Maragheh», de la que Nasir al-Tusi fue el más ilustre representante.
De este prestigioso complejo hoy sólo queda un muro de fundación. En cambio, el
observatorio de Samarkanda, fundado a mediados del siglo xv por el nieto de Timur
—nuestro Tamerlán— ha sido objeto de numerosas excavaciones. Se restauraron
importantes vestigios: el fragmento de un gnomon de 40 m de radio, utilizado para
determinar la altura del sol según la longitud de la sombra, un vasto edificio de forma
cilindrica de más de 30 m de altura, coronado sin duda con una cúpula con un
¿Por qué este desarrollo de la astronomía de observación? U n a agujero en su cima para dejar pasar los rayos del Sol, una suntuosa decoración de
curiosidad científica, sin duda, pero ligada a hechos sociales y culturales. mosaicos esmaltados.
Las mediciones astronómicas son indispensables en la práctica del islam. Pero la pobreza de fuentes escritas, la dificultad para interpretar los escasos
vestigios arqueológicos, la ausencia de monografías, hacen que la organización y el
E l culto necesita conocer las horas de la salida y puesta del sol, el funcionamiento de estas fundaciones permanezcan en la sombra. Verdaderas institu-
calendario islámico, un calendario lunar, implica saber calcular el ciones científicas desempeñaron sin embargo un papel decisivo en el desarrollo de las
comienzo y el fin de los meses, en especial del mes de ramadan. L a ciencias exactas en el islam: confección de Tablas revisadas sin cesar, formación de
aparición del cuarto creciente, que señalaba el comienzo del mes, plantea estudiantes, punto de concentración de sabios, financiación de numerosas observacio-
nes. Ejercieron verdadera influencia en las construcciones similares de Estambul y de
un problema práctico al que Thabit ibn Qurra consagra un tratado la India mugahla, y, punto más discutido, en los laboratorios de Tycho Brahe.
científico, en el que astronomía, física y óptica intervienen. Las mezqui-
tas deben estar orientadas hacia L a Meca. Todo lleva a multiplicar las
relaciones de datos, a precisarlas cada vez más. E l islam se desarrolló en
gran medida en tierras que, en un momento u otro, practicaron cultos Alquimia
astrales, de esto son testimonio tanto los ziggurat de Mesopotamia
como el templo de Artemisa en Éfeso. L a astrología, herencia tanto del Astronomía y astrología, alquimia y química, distinciones que, en el
mundo griego como del mundo oriental, tiene gran desarrollo. También siglo XX, forman un abismo que separa ciencia y charlatanería, distincio-
aquí, hay que ser capaz de prever los movimientos de los planetas, su nes que no se imponen para un hombre de la Edad Media de Oriente o
posición entre ellos y con respecto al sol. U n mundo de observación, de Occidente. En todas las clasificaciones, química o alquimia, pues sólo
desde el simple cuadrante hasta el observatorio del príncipe, así se existe una sola palabra árabe para ambas, comprende tanto las ciencias
INTERMEDIARIO ARABE? 190 191 ¿EL INTERMEDIARIO ARABE?

de la naturaleza como la medicina. De la misma manera, Ptolomeo Existen cinco espíritus, el azufre, el arsénico, el mercurio, el amoníaco y
proporciona el modelo más importante a partir del cual se desarrolla la el alcanfor, que componen los cuerpos minerales. Los metales están
astronomía árabe, la concepción del mundo y de la materia de los formados por azufre y mercurio. En una de las mayores colecciones del
griegos, en particular la de Aristóteles, sirven de marco teórico a la corpus, los Libros de los Balances, Jabir define los principios del arte:
química y a la medicina árabes. reducir todos los fenómenos de la naturaleza a leyes de cantidad y de
El mundo sublunar, el de la generación y la corrupción, que se opone medida. Su alquimia no está alejada del mundo, como un químico de
al mundo inmutable, el de las estrellas fijas, está compuesto por fuego, nuestros días, busca sus aplicaciones en la metalurgia, en la farmacopea,
aire, agua y tierra, que provienen de «calidades», «elementos» para en la clasificación de tinturas. A l inscribirse en un marco conceptual que
Aristóteles, y que son lo caliente, lo frío, lo húmedo y lo seco. L a nos resulta extraño, la química de la Edad Media permanece muy mal
combinación de estos cuerpos elementales da nacimiento a todos los conocida y difícil de penetrar.
cuerpos que se encuentran en la naturaleza. Los cuerpos naturales
pueden ser modificados. Las bases teóricas de una química existen. L a
teoría aristotélica había encontrado ya en el mundo griego otra tradi- Medicina
ción, que actualmente llamamos alquimia. Sus orígenes se han buscado
en Egipto o en Mesopotamia, también en China; es probable que todas Teoría y práctica, esta dualidad también se encuentra en la medicina
estas hipótesis tengan su parte de verdad, los hombres siempre soñaron árabe. Herencia de Aristóteles, pero también y fundamentalmente de
tener poder sobre la materia por métodos que van de la magia a la Hipócrates y de Galeno, sus fundamentos teóricos deben mucho a
experimentación. La tradición alquímica árabe pudo nutrirse de múlti- Grecia. De Hipócrates, la medicina árabe toma la teoría de los humores.
ples fuentes, pero, según parece, fundamentalmente de los alquimistas E l fuego, producto del calor y de la sequedad, da la bilis que se sitúa en
alejandrinos que ya habían asimilado una parte de las ideas de Aristó- la vesícula. L a sangre proviene del aire, combinación del calor y la
teles. humedad, y reside en el hígado. L a flema emana del agua, que es fría y
La compilación de comienzos del siglo x, atribuida a Jabir ibn húmeda, y se asienta en los pulmones. L a atrabilis deriva de la tierra,
Hayyan, muy conocido en Occidente con el nombre de Geber, muestra luego, del frío y de la sequedad, y ocupa el bazo. L a salud depende del
una nueva concepción de la alquimia. De los griegos, toma la física de equilibrio entre los humores, equilibrio variable según los individuos. L a
los elementos y la creencia de la posibilidad de la transmutación de los
metales, pero da su propia clasificación de los minerales, que se reparten
en tres grandes categorías: los espíritus, «sustancias que se volatilizan»,
los metales, «sustancias fusibles que se pueden batir», los cuerpos,
«sustancias fusibles o no, que no pueden batirse y que se pulverizan».

Los elementos en Aristóteles y en la ciencia árabe

orno hay cuatro elementos, y las combinaciones posibles de cuatro términos


son de número seis, como, sin embargo, los contrarios no pueden ser combinados
entre sí, lo caliente y lo frío, lo seco y lo húmedo no pueden confundirse en una misma
cosa, es evidente que no habrá más que cuatro combinaciones de elementos, a saber, Tratamiento de un leproso.
la de lo caliente y lo seco, de lo caliente y lo húmedo, de lo frío y lo húmedo, de lo frío Charaf-ed-Din, cirujano del
y lo seco. Esto es una consecuencia lógica de cuerpos que aparecen simples, el fuego, hospital de Amasya en Asia
el aire, el agua y la tierra. El fuego, en efecto, es caliente y seco, el aire es caliente y Menor, presentó en 1466 a
húmedo, siendo una especie de vapor; el agua es fría y húmeda, la tierra es fría y Mehmed II el conquistador
seca.» (Aristóteles, De la generación y la corrupción, siglo iv a. de C.) su Tratado de cirugía,
traducción al turco de la
«A los partidarios de las dos doctrinas, responderé que Aristóteles ya se había obra de un médico andaluz
adelantado a ellos en su tratado intitulado La Lógica, el cual es una de sus más del siglo XI, al-Zahrawi.
maravillosas obras; lo ha dividido en cuatro libros llamados: Categorías, Sobre la Proveniente de la tradición
interpretación, Analíticos y Tópicos. Los hizo preceder de una introducción y produjo griega, el tratamiento por
asi el primer tratado de las pruebas, tema en el que no había sido precedido por cauterización está
ningún filósofo. Así los filósofos se prosternan de admiración ante Aristóteles, creador recomendado en numerosas
de esta ciencia. [...] En cuanto a las dos luminarias, el Sol y la Luna, Dios, después de afecciones. La lepra de
haber creado todas las cosas con cuatro elementos: el fuego, el agua, el aire y la tierra, variedad elefantiásica es
hizo surgir de los mundos antiguos las cuatro calidades: el calor, el frío, la humedad y tratada por cauterizaciones
múltiples, cuya localización
la sequedad. La combinación de estos elementos produjo el fuego, que contiene calor
se indica en la figura,
y sequedad; el agua, que tiene el frío y la humedad; el aire, que tiene el calor y la
mientras que al-Zahrawi las
humedad; la tierra, que tiene el frío y la sequedad. Con la ayuda de estos elementos
limitaba al bazo y al cráneo
Dios creó el mundo superior y el mundo inferior. Cuando entre sus naturalezas hay
(paciente de la izquierda).
equilibrio, las cosas subsisten a. pesar del tiempo, sin ser consumidas por las dos
Herencia y originalidad de
luminarias, ni enmohecidas por el agua de los estanques; tal es el oro, que la una medicina empírica.
naturaleza templó y purificó en todas sus partes, sin tener drogas, análisis o (Manuscrito supl. turco 693,
afinación.» (Jabir ibn Hayyan, El Libro de los Balances, siglo x.) fol. 46.)
¿EL INTERMEDIARIO ARABE? 192 193 ¿EL INTERMEDIARIO ARABE?

Ciencias de cálculo
La teoría de los humores en la medicina árabe
Las ciencias de cálculo, lo que nosotros llamamos álgebra, aritmética
« E l primer humor es la bilis. Deriva del fuego, que es el resultado del calor y la
sequedad. La bilis reside en el cuerpo del hombre, cerca del hígado, en la vesícula de y trigonometría, deben mucho menos a Grecia que a Oriente. Ciencias
la hiél. El segundo humor es la sangre. Deriva del aire, que se debe a la combinación de lo práctico, de lo concreto, hay que saber evaluar el área de un
del calor y la humedad. Su asiento, en el hombre, es el hígado. El tercer humor, la campo, repartir una herencia o prever su beneficio, se desarrollan muy
pituita (o flema o linfa), deriva del agua, creada por la combinación del frío y de la pronto, fuera de la tradición helénica. En el siglo IX de nuestra era, A l -
humedad. Reside en los pulmones. El cuarto humor, la atrabilis (o bilis negra), deriva
de la tierra, que es un compuesto de frío y sequedad. Ocupa el bazo. Estos cuatro
Khwarizmi escribe una «aritmética», según el nombre habitualmente
humores constituyen los materiales del cuerpo: determinan su estado de bienestar o dado a su obra de cálculo, basada en la utilización de la numeración
malestar.» (Al-Suyuti, Libro de la misericordia en el arte de curar las enfermedades.) decimal según el modelo indio. Con su obra, y probablemente a través
de otros escritos y de otros contactos, la numeración india se expande en
el mundo árabe y de allí pasa a Occidente, luego al mundo entero. E l
tratado de Al-Khwarizmi otorga un lugar importante a la práctica.
curación pasa, pues, por un diagnóstico exacto que constate el desequili- Además de esta aritmética, escribe varias obras, entre las que se encuen-
brio, y por un tratamiento que tenga en cuenta a la persona, su tra el tratado de Al-Jabr wa l-muqabala, que gozó de una gran celebri-
temperamento, sus hábitos alimentarios y sus enfermedades anteriores. dad a través de los siglos. Aparece por primera vez una nueva disciplina,
Junto a esta teoría omnipresente, los árabes bebieron de otras fuentes. que trata del cálculo con incógnitas, en posesión de su nombre: el
Los médicos del islam acrecientan su farmacopea al contacto con la término de álgebra deriva del título mismo de este tratado. Es verdad
India. Al-Razi, en su enciclopedia médica, el Libro que todo lo contiene, que la técnica algebraica sigue siendo elemental; el recurso a las solucio-
enuncia respecto de cada enfermedad las opiniones de los griegos, de los nes figuradas impide concebir las raíces negativas y, sobre todo, no
sirios, de los indios, los persas y los árabes, que completa y critica con existe ningún simbolismo algebraico, todo pasa por la expresión retórica
sus propias anotaciones y observaciones. Y a no se trata aquí únicamente o por la figuración. Esto no impide que la sistematización del razona-
de teoría. Al-Razi es también el director del hospital de Bagdad. Los miento, el agrupamiento de diferentes ecuaciones en cierto número de
médicos árabes desarrollan, a partir de una compleja herencia, una ecuaciones tipo, cuya solución se encuentra en seguida, abren camino a
medicina práctica y observadora. L a muy precisa descripción de la un álgebra que no debe nada a los griegos. L a obra de Al-Khwarizmi se
viruela y de la rubéola por Al-Razi, el descubrimiento de la pequeña enmarca en una tradición de cálculo algorítmico cuyos antecedentes se
remontan, quizás, a las civilizaciones mesopotámicas. E l tipo de cálculo
circulación por el egipcio Ibn al-Nafis a fines del siglo XIII, los constan-
para resolver las ecuaciones de segundo grado, lleva a establecer compa-
tes progresos de la anatomía y de la fisiología de la visión son el
raciones con la India.
resultado de una reflexión fundada ante todo en la medicina y en la
práctica. Ibn Sina, el Avicena de los occidentales, médico, pero también
gran comentarista de Aristóteles, escribe en el siglo X una obra mayor, el
Canon de la Medicina, que permanecería como una de las bases de la
cultura médica de los países del islam, y también de los países del El Kitab al-jabr wa l-muqabala de al-Khwarizmi
Occidente cristiano.
E l Pequeño libro de al-jabr y de al-muqabala fue escrito en la primera mitad del
siglo ix por Muhammed ibn Musa Al-Khwarizmi, originario de Khiva, en el Khwa-
rezm, en Asia central; trabajó y escribió en Bagdad. Sabemos poco de su vida.
Geometría Confeccionó tablas astronómicas. Su aritmética, traducida al latín en el siglo xn por
Roberto de Chester y por Adelardo de Bath, contribuyó ampliamente a dar a conocer,
en el Occidente cristiano, las llamadas cifras árabes y los métodos de cálculo que las
L a geometría está considerada como la ciencia por excelencia de la posibilitan. Es el primero en escribir un tratado que lleva el nombre de álgebra, el
Grecia clásica: «Que nadie entre aquí, si no es geómetra», afirma la Kitab al-jabr wa l-muqabala.
tradición hablando de la academia de Platón. Conoció un desarrollo En su introducción, Al-Khwarizmi define las razones que lo impulsaron a escribir
considerable en la época helenística, época de Euclides y de Apolonio de su libro: «El imam y emir de los creyentes Al-Mamún... me ha alentado a redactar una
obra concisa sobre el cálculo al-jabr y al-muqabala, limitado al arte del cálculo y de
Perga. Muchos matemáticos árabes comentan y enseñan los libros de gran interés, que las gentes precisan constantemente para sus herencias, sus testamen-
sus antecesores. E n ciertos puntos, no carecen de originalidad. L a tos, sus sentencias, sus transacciones, y toda clase de negocios que realizan entre ellas,
aplicación del cálculo a la geometría se inscribe en un contexto de sobre todo la medición de las tierras, la construcción de canales, la geometría, y otras
trabajos algebraicos muy innovadores. Permite determinar el valor cosas del mismo género.»
Los términos de al-jabr y al-muqabala significan respectivamente reducción y
exacto de n, hasta el decimosecto decimal. L a geometría de los árabes
comparación; definen el método utilizado por el autor, se trata, en un primer tiempo,
está marcada, desde el siglo ix, por la investigación sobre las paralelas, de trasladar una ecuación a una de tipo conocido y que tenga solución. Al-Khwarizmi
que ya había sido objeto de estudio de los sucesores helenísticos de propone seis ecuaciones tipo o ecuaciones canónicas que, traducidas en términos
Euclides. Al-Khayyam le consagra una parte de sus trabajos, e influye en contemporáneos, son las siguientes:
la Exposición sobre Euclides, de Nasir al-Tusi. N i uno ni otro pretenden 2
ax — bx,
cuestionar el postulado de Euclides, pero sus investigaciones abren la vía ax 1
= c,
para ello. Incluso si la geometría griega es controvertida en algunos bx = c,
puntos, la discusión se realiza dentro del marco instituido por los 2
ax + bx = c,
2
antiguos. ax + c = bx,
bx + c = ax
¿EL INTERMEDIARIO ARABE? 194 195 ¿EL INTERMEDIARIO ARABE?

Para llegar a este tipo de ecuaciones, que contienen todas sólo números positivos, contiene una exposición de la teoría del cálculo algebraico caracterizada
hay que proceder primero por al-jabr, es decir, equilibrar convenientemente los por la extensión de las operaciones aritméticas a los polinomios. Se basa
2
términos de la ecuación; así una ecuación que se escribiría como 2x + 100 — 20.v =
2
58 da, por al-jabr: 2x + 100 = 58 + 20xv que por al-muqabala, es decir, por al mismo tiempo en el álgebra de Al-Khwarizmi, desarrollada por sus
2
simplificación, se transforma en: x + 21 = lOx. sucesores, y en la traducción de las Aritméticas de Diofante, de las que
Los algoritmos, fundados sobre una prueba de tipo geométrico, proporcionan la extrae numerosos problemas. Por boca de su heredero Al-Samawal,
solución de las ecuaciones. El ejemplo que se toma para encontrar el valor del afirma sin vacilar que hay que «operar sobre las incógnitas por medio
2
algoritmo que permite resolver una ecuación del tipo x + bx = c es el siguiente:
«Que el cuadrado y diez raíces igualen 39 unidades», es decir, en lenguaje retórico,
de todos los instrumentos aritméticos, como el aritmético opera sobre
el cuadrado de la incógnita y diez veces la incógnita valgan 39, o, en lenguaje los datos». E l esquema trazado tiende a enmascarar todas las considera-
2
matemático actual: x + lOx = 39, o sea la cuarta ecuación canónica. bles lagunas que subsisten y hacen difícil separar los caracteres específi-
«La regla es que divides las raices en dos mitades, aquí se obtiene 5, que cos de la ciencia árabe y lo que ha tomado de culturas anteriores, lo que
multiplicas por sí mismo, tenemos 25, que agregas a 39 y se obtiene 64. Tomas la raíz desarrolla por sí misma. Parece, sin embargo, que el mundo helénico,
que es 8, restas la mitad del número de las raíces que es 5, queda 3, que es la raíz del
cuadrado que buscas, el cuadrado es 9.» Grecia clásica y el mundo helenístico, proporcionó a los árabes una
Algoritmo que expresamos en esta forma: parte decisiva de los fundamentos de su vida científica. En primer lugar,
un modelo de sistema del mundo. A través de las obras de Aristóteles y
íb\2
b de Ptolomeo, los sabios del islam formaron la idea de un Universo
x= /Ir +c--. dividido en un mundo sublunar, de la generación y la corrupción, y un
mundo inmutable, el de las estrellas fijas. De Aristóteles, toman también
Al-Khwarizmi da la prueba planteando un cuadrado a b, que representa el una lógica, un método de razonamiento particular: de Grecia viene la
cuadrado de la incógnita, su lado es, pues, la incógnita. Se prolongan en una longitud
abstracción.
de la mitad de 10, o sea 5, dos lados perpendiculares del cuadrado. Pueden construirse
entonces sobre los lados del cuadrado dos rectángulos, rectángulos g, h, k, t, uno de Las influencias indias, iraníes, las tradiciones estratificadas en el
cuyos lados vale la incógnita y el otro 5. El total de los dos rectángulos vale entonces
Oriente Medio a partir del mundo mesopotámico, son mucho más
diez veces la incógnita, y el de la figura formada por el cuadrado planteado al
principio y los dos rectángulos vale 39, ya que corresponde al valor del cuadrado de la difíciles de localizar, de determinar, de clasificar. Aparecen, sin embargo;
incógnita y diez veces la incógnita. Ahora, si se completa esta figura para formar un algunas, en particular en un ámbito al que los árabes hicieron grandes
cuadrado agregando un cuadrado de 5 de lado, la superficie de este último tendrá por
2
aportes, el del cálculo. Los modelos de algoritmos utilizados por A l -
área 5 , o sea 25, que se agregan a 39 para dar 64, el lado del cuadrado grande d e Khwarizmi, ¿provienen de Mesopotamia, de la India, o se los puede
vale entonces ,/64, o sea 8. Para conocer la incógnita, queda restar 5 del 8, lo que hace vincular a un conjunto más vasto de tradiciones calculatorias? Incluso si
3. El algoritmo que permite encontrar la respuesta se expresa pues, en lenguaje la ciencia griega, sobre todo la ciencia helenística, se mostró con
moderno, en esta forma:
frecuencia más atenta a la práctica de lo que se suele decir, la ciencia
árabe bebió en tradiciones netamente más pragmáticas, más utilitarias y
x= /gy c4 +
más calculatorias. Es probablemente a partir de estas bases diferentes
como desarrollaron los árabes las ciencias de observación, la astrono-
Solución que implica solamente una raíz positiva. mía, la medicina, las ciencias naturales y la química. Influencias múlti-
Los algoritmos que dan la solución de las otras ecuaciones canónicas se prueban ples, complejas y todavía mal determinadas, que dieron una parte de sus
mediante métodos del mismo tipo. caracteres propios a la ciencia árabe.

Pero la investigación de las fuentes de Al-Khwarizmi está lejos de


estar cerrada. Personaje que marcó la historia del cálculo, Al-Khwarizmi En el momento en que la ciencia árabe, la ciencia de los países del Rutas hacia el
inaugura una corriente de investigaciones matemáticas, ininterrumpidas islam, está en su apogeo, ¿qué sucede con la ciencia en la Europa Occidente latino
desde entonces. Después de Al-Khwarizmi, se multiplican los tratados de cristiana? Vegeta, y, según Guy Beaujouan, no se pone en marcha hasta
cálculo, siempre siguiendo la misma tradición. el último cuarto del siglo xm. Pero la sed de conocimientos se manifiesta
¿Una geometría calcada de los griegos, opuesta a una ciencia original con mucha anterioridad. Antes de producir sus propios desarrollos
de cálculo, construida a partir de un resultado oriental? Tal propuesta es científicos, Occidente hizo un largo llamado al saber que provenía de
demasiado simple. Roshdi Rashed, en sus Investigaciones sobre la histo- Oriente.
ria de las matemáticas árabes, afirma que después de Al-Khwarizmi el Los primeros contactos entre la ciencia árabe y el mundo occidental
álgebra tomó una doble dirección: geometría y aritmética. Al-Khayyam son marginales. Marginales porque se sitúan en los confines del islam y
basa sus investigaciones concernientes a las ecuaciones cúbicas en una la cristiandad; marginales porque no afectan más que a grupos muy
concepción geométrica; pero, en su álgebra, las figuras solo desempeñan restringidos. Se ignoran aún muchos hechos y, a pesar de los esfuerzos
una función auxiliar, y considera la soluciones de las ecuaciones como la desplegados, seguirán ignorándose, a falta de suficientes fuentes. El siglo x,
intersección de curvas: Según Roshdi Rashed «la aritmetización del momento del establecimiento de estructuras de larga proyección para
álgebra» marcó una etapa decisiva; «por aritmetizar, precisa, se entiende Europa, es el siglo peor conocido de nuestra historia, aquel cuyos
transponer y extender operaciones de aritmética elemental, algoritmos escritos son los más escasos. Sin embargo, surgen algunos acontecimien-
como la división euclidiana, o la extracción de la raíz, a las expresiones tos y algunos hombres a los que hay que remitirse para recuperar la
algebraicas y fundamentalmente a los polinomios». historia, a falta de una documentación más extensa. Las obras de
Incluso si este concepto es enérgicamente rechazado por algunos Gerbert d'Aurillac prueban que, desde la segunda mitad del siglo x, la
especialistas, no es menos cierto que la obra de Al-Karaji, en el siglo x i , ciencia árabe se introduce ya en Occidente. Gerbert, nacido hacia
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940-950, es monje, y luego escolastra (director de la escuela episcopal) en revela compuesta esencialmente por traducciones de tratados griegos y
Reims; arzobispo de la misma ciudad, se convertirá en papa en 999 con árabes que se enseñaban en Kairouan. Difundidos por la Escuela de
el nombre de Silvestre II. Este personaje fuera de lo común visitó Salerno, estos textos están en la base de la enseñanza médica en Europa
España, Cataluña al menos, donde estableció contactos y con la que durante siglos.
conservó lazos epistolares. Si la obra maestra que se le ha atribuido En el siglo XII, a estos primeros contactos sucede la obra de los
puede ser discutida, sus cartas indican que pidió libros a sus correspon- grandes traductores. Los lugares siguen siendo los mismos; el Oriente
sales, entre ellos un De multiplicatione et divisione, de sugestivo título. En latino, surgido de la primera cruzada, no dejó prácticamente ninguna
la misma época aparecen las cifras «árabes» en los manuscritos latinos. huella de contactos científicos entre cruzados y musulmanes, todo se
El más antiguo, fechado y conocido, fue copiado en 976 en un convento hace en las márgenes occidentales del islam. Sicilia, en manos de los
del norte de España. Desde comienzos del siglo XI, los testimonios se musulmanes desde el siglo IX, sufrió anteriormente cuatro siglos de
multiplican, sobre todo en ejemplares de la Geometría de Boecio. ¿Pri- dominación bizantina. Conquistada por los normandos entre 1061 y
meros signos de una influencia árabe? Probablemente, otros hechos la 1091, en 1194 pasa a formar parte de las posesiones del emperador
atestiguan. A fines del siglo x y a comienzos del x i se hace mención a Federico II. L a isla se convierte en una encrucijada de hombres, de
astrolabios, desconocidos hasta ahora en Occidente; Gerbert habría productos y de ideas entre los mundos latino, árabe y griego. Paralela-
traído uno de España. mente a las traducciones, mayoritarias, del árabe al latín, se traducen
España es, sin lugar a dudas, la principal vía de paso de la influencia textos directamente del griego. En España, Cataluña sigue siendo lugar
árabe, pero no la única. E n Salerno, cerca de Ñapóles, la tradición de intercambios, pero, con la Reconquista, se desarrollan otros polos.
cuenta que la escuela de medicina local fue fundada por cuatro profeso- Toledo, desde las vísperas de su toma por los cristianos en 1085, se
res, un griego, un latino, un judío y un árabe, y que cada uno enseñaba convierte, por iniciativa del obispo Raimundo, en un gran centro de
en su propia lengua. Los hechos son falsos, pero la leyenda es significati- traducción. Allí se afanan mozárabes, españoles de lengua y de cultura
va. Italia del sur se encuentra en una situación de encrucijada en el árabes, judíos, conversos o no, y extranjeros que de toda Europa iban a
centro del Mediterráneo, marcada por múltiples influencias. En las estudiar allí. E l más prolífico es el italiano Gerardo de Cremona, que
primeras obras médicas surgidas de la Escuela de Salerno, la influencia tradujo en Toledo alrededor de ochenta obras, en su mayoría de
árabe es imperceptible. Todo cambia con Constantino el Africano. disciplinas científicas. E l papel de los judíos es determinante. Pocos
Nacido en Africa del Norte, en Túnez, habría vivido tribulaciones de cristianos conocen el árabe, de allí que se recurra a un intermediario, a
todo tipo —viajero en Oriente, sabio envidiado, comerciante en el menudo un judío; la traducción se realiza, entonces, en dos tiempos, es
Mediterráneo— antes de ganar Italia, llevando consigo numerosos obra de dos hombres; el primero traduce del árabe a una lengua vulgar,
manuscritos. Se convirtió al cristianismo y se hizo monje en la abadía de y el segundo redacta eñ latín. Deseosos de enriquecer sus propias
comunidades, los judíos traducen y escriben en hebreo; algunas de sus
, , , .,, , , Monte Cassino. Si la biografía de Constantino suscita polémicas, su
r obras se retraducen al latín. L a obra de traducción se desarrolla rápida-
Los contactos intelectuales , , , . , . ^ .
entre el islam y la actividad hizo de el uno de los mas fecundos traductores. Deja una mente en el curso del siglo xii. Algunos textos son objeto de traduccio-
cristiandad en Occidente. voluminosa obra, realizada entre 1065 y 1085 que, en el estudio, se nes sucesivas: los Elementos de Euclides por Adelardo de Bath, Hermann
de Carintia y Gerardo de Cremona; el Almagesto de Ptolomeo por
Gerardo de Cremona y Eugenio de Palermo. L a Aritmética de A l -
Khwarizmi, traducida por Adelardo de Bath, sufre numerosas adapta-
ciones: el Alghoarismi de arismetrice de Juan de Sevilla, el Algorismus de
Sacrobosco, y, finalmente, el muy conocido Carmen de algorismo de Un traductor en su trabajo,
en Italia, lugar privilegiado
Alejandro de Villedieu, redactado en verso para su mejor memorización. de las transferencias hacia
Hasta el origen de los traductores citados muestra que, si bien los Occidente.
lugares preferentes del encuentro entre Occidente y la ciencia de los (Manuscrito latino 6 912,
1279-1282, aprox., Ñapóles.)
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A fines del siglo XII, Occidente ha asimilado una parte muy impor-
tante de la filosofía y de la ciencia greco-árabes, lo esencial de la obra de
Los Elementos de este a oeste, o Euclides en paralelo Aristóteles con su legión de comentaristas, los Elementos de Euclides, las
Cónicas de Apolonio, el Almagesto traducido del árabe, pero también del
¿Cómo llegaron a Occidente los Elementos de Euclides, base de la historia de las
matemáticas europeas? La historia de este tránsito se remonta muy lejos. No se
griego, Hipócrates y Galeno, asi como Al-Khwarizmi, el Alhazén de los
conserva ningún manuscrito de los Elementos cercano al tiempo de su redacción. No latinos, Jabir ibn Hayyan, conocido por Geber, Avicena y Averroes.
se sabe quién es Euclides, para algunos se trataría de un individuo, para otros, los Diofante, conocido entre los árabes, es citado por primera vez por
Elementos serían el producto de una escuela. El texto inicial dataria de fines del siglo Bombelli en su Álgebra en 1572 y traducido cuatro años más tarde;
iv o de principios del ni a. de C. Su primer comentarista conocido es Herón de
Wallis conocerá a Nasir Al-Tusi recién en el siglo XVII; habrá que
Alejandría, dos siglos más tarde, pero parece cierto que Apolonio de Perga conocía a
Euclides. Los textos fundadores de la tradición euclidiana provienen de la latinidad esperar a 1851 para que Europa pueda acceder al Algebra de A l -
tardía. Los comentarios de Pappus (300-350 d. de C.) y de Proclo (410-485) enmarcan Khayyam.
la edición de Teón de Alejandría, que escribió en la segunda mitad del siglo vi. El
La obra en latín de un italiano formado en las matemáticas árabes
texto de Teón, la edición teonina, fue base de las principales ediciones hasta el siglo xix.
Muy pronto los árabes se apropiaron de los Elementos. De ello hicieron un asunto
permanecerá desconocida en su mayor parte. E l hombre, Leonardo
de Estado, ya que el califa Al-Masur (754-775) obtuvo una versión griega del Fibonacci, llamado Leonardo de Pisa, pasa por el ser el matemático más
emperador bizantino. Algunas décadas más tarde, bajo el reinado de Harun Al-Rashid importante de la Edad Media europea. Comerciante, sus viajes lo hacen
(786-809), Hajjaj efectuó la primera traducción, a partir de una versión siriaca, de la viajar a Egipto, Siria, Grecia, Sicilia y Provenza; de ellos trae numerosos
que hizo una adaptación abreviada, de carácter pedagógico, a petición del califa A l -
Mamún (813-833). Desde el primer tercio del siglo ix, el mundo árabe se encontraba
manuscritos. De regreso a Pisa en 1202, escribe. Su Liber abbaci conoce
en posesión de una versión de los Elementos, en especial gracias a la intervención de una amplia difusión. Tratado de aritmética a la manera de los árabes, in-
los principes. El texto no debió de parecer suficiente, ya que Ishaq ibn Hunayn, el hijo tegra en él todo el aporte de Al-Khwarizmi; el libro se divide en quince
del gran traductor Hunayn ibn Ishaq, se asoció con un matemático, Thabit ibn Qurra, capítulos, desde la numeración en cifras árabes hasta problemas de álge-
para producir una nueva versión, más cercana al texto griego. E l mundo árabe bra y de geometría; pero la parte esencial se refiere a la aritmética operato-
produjo un número considerable de obras referentes a los Elementos de Euclides.
Traducciones, pero también resúmenes, como el que Avicena introdujo en su Kitab al- ria y a sus aplicaciones al comercio. El Liber abbaci será una de las fuen-
Shifa, y comentarios; los más conocidos datan del siglo xiu. tes esenciales de las aritméticas comerciales europeas de fines de la Edad
En la misma época, Occidente no había perdido la huella de Euclides por Media. Su Geometría, Practica geometriae, también se difunde amplia-
completo. Es citado por los autores de la baja Antigüedad, Marciano Capella, mente en los países latinos. Las otras obras de Fibonacci permanecen
Cassiodoro, una recopilación a la manera de los agrimensores, y fundamentalmente
Boecio. La tradición no se ha perdido; una traducción de Adelardo de Bath, a partir
casi desconocidas en Occidente hasta que el príncipe Baldassare Bon-
del árabe, contiene las huellas de Euclides y de Boecio. Un manuscrito italiano del compagni las exhuma en los años 1850. Fibonacci, que vivía en Pisa,
siglo x da un fragmento de una traducción, desconocida por otra parte, de los Ele- pagni las exhuma en los años 1850. Fibonacci, que vivía en Pisa,
mentos. Su mediocridad y la incompetencia de su autor pueden explicar este olvido; mantiene estrechos contactos con la corte de Federico II en Sicilia. Dos
por el contrario, otra traducción, muy precisa, de un manuscrito teoniano por un de los problemas del Flos Leonardi son soluciones a un desafio plantea-
salernitano, alrededor de 1160, no parece casi haber sido más conocida.
Las traducciones que impusieron los Elementos en Occidente provienen de los do por Juan de Palermo en presencia del emperador; igualmente, el
árabes. Las dos tradiciones se unen, Gerardo de Cremona se sitúa en la línea del texto Libro de los cuadrados responde a otro desafio: encontrar un número
de Ishaq y de Thabit, luego, la del texto árabe más cercano al original griego. Menos cuadrado que, cuando se le aumente o disminuya 5, dé un cuadrado
fieles, las tres traducciones y adaptaciones de Adelardo de Bath a partir de Hjjaj perfecto. Los lazos con las matemáticas árabes a través de la formación
tuvieron una influencia mucho m á s vasta. L a segunda versión, un comentario
abreviado, tuvo mucho éxito. Los trabajos de Adelardo sirvieron como base a los de
del matemático, a través del medio palermitano que frecuenta, a través
Campano de Novara, que dio su propia versión de los Elementos en los años 1250. de los problemas que aborda, parecen evidentes. Pero, sin duda dema-
Adelardo y Campano estuvieron en la base de todos los trabajos ulteriores. En siado científica, la obra de Fibonacci permanece en gran parte descono-
1482, se imprimieron los Elementos en Venecia, la versión era la de Campano. Hay cida para sus contemporáneos.
que esperar a 1505 para que surja de las imprentas una nueva traducción del griego,
por Bartolomeo Zamberti, y a 1533 para que se imprima el texto griego en Basilea. La El acceso al pensamiento helénico no se hace únicamente a través de
traducción de Campano anula, sin embargo, esta referencia hasta 1572, cuando la vía árabe. La lengua griega jamás se perdió del todo en Italia del sur,
Comandino publica una traducción latina que fue una autoridad hasta el siglo xix.
La historia de los Elementos permite precisar y matizar nuestra historia. La
y algunas obras antiguas pasaron directamente a Occidente ignorando
influencia de los soberanos fue decisiva. Las múltiples traducciones realizadas en el intermediario árabe. Una parte de los escritos de Aristóteles, transmi-
Bagdad no dieron origen a obras originales más que al cabo de varios siglos. Las más tida a través de Boecio, fue conocida siempre en los países latinos, va-
importantes son las de un persa, Nasir Al-Tusi, y un magrebí, Muhyi Al-Maghribi. rias obras menores de Euclides provienen de la adaptación del griego.
Anque los Elementos no hayan caído nunca en el olvido, a pesar de las traducciones
del griego realizadas en Italia meridional, la ciencia árabe desempeñó una función A partir del siglo XIII, se multiplican las traducciones directas, sin
esencial en la transmisión de Euclides a Occidente. Hay que esperar a la segunda duda en atención a una traducción más fiel. Guillermo de Moerbecke
mitad del siglo xvi para que una nueva versión, a partir del griego, haga olvidar la (1215-1286 aprox.) da una versión latina de lo esencial de la obra de
tradición árabe-latina. Cuando Gerardo de Cremona y Adelardo de Bath traducían Aristóteles y traduce también a Arquímedes, Herón de Alejandría y
a los traductores árabes, la obra de Euclides no era una obra muerta para los matemá-
ticos de los países del Islam, los grandes comentaristas Al-Tusi y Al-Maghribi no habían
Galeno. Pero, signo de un nuevo rigor, el trabajo de Guillermo de
nacido. Entre los dos modelos, uno vivo y el otro muerto, Occidente eligió la vida. Moerbecke se sitúa en la época en la que la ciencia occidental se
expande, después de asimilar una parte decisiva del aporte greco-ára-
be, traducciones, comentarios y obras de sabios de los países del islam.
países del islam se sitúan en los márgenes de la cristiandad, el movimien- Occidente no puede asimilar el conjunto de ciencia que el mundo
to de traducción y de adaptación movilizó a intelectuales que provenían islámico le ofrece. ¿Por qué? En la época en que las traducciones se
de toda la Europa occidental. Esfuerzo importante, que contrasta con multiplican, Europa vive una excepcional expansión. Primer signo: la
las limitadas relaciones de los siglos precedentes. multiplicación de las personas. A l crecimiento demográfico se correspon-
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de la ampliación de las comarcas; la devastación de bosques y el secado monumentales, como las de Aristóteles o las de los grandes pensadores
de pantanos multiplican las superficies cultivables. árabes, las obras de los maestros del siglo XIII carecen de consistencia.
La expansión espacial se basa en mutaciones técnicas que, si bien no La explicación del mundo está en otras obras, tentadora, pero también
tienen ningún vínculo directo con la evolución de las ciencias, modifican amenazadora, porque está dicha por infieles o paganos. L a necesidad de
completamente los medios de producción. E l arado de reja asimétrica saber está presente en este Occidente conquistador del siglo xii, como lo
reemplaza al arado común; desde su utilización, el aire y el agua circulan estaba en el Islam conquistador de los siglos v i l y v m . Occidente
mucho más libremente, los suelos duros se hacen más fáciles de cultivar necesita no una religión, el cristianismo domina su vida intelectual, no
y los rendimientos aumentan. Innovaciones también en el ámbito de la una literatura, está en vías de formar una, no referencias jurídicas, las
energía, con la aparición del collar rígido que permite un aprovecha- encuentra en el derecho romano, sino bases filosóficas y científicas,
miento más racional de la fuerza del caballo y con el aumento del necesita una explicación del sistema del mundo, una física, una astro-
número de molinos de agua. La energía hidráulica sirve a la molienda nomía, unas matemáticas, riquezas que los árabes poseen.
del grano y a muchos otros usos, en particular, para batir las lupas de Del siglo x al x m , los árabes sirven de intermediarios entre la ciencia
hierro que salen de los hornos de reducción. Innovación esencial en la griega y Occidente. Por ellos pasa la primera corriente en los siglos x y
aplicación de la fuerza del agua a la producción de hierro modificó XI, también a través de' ellos se transmite la gran masa de textos que, en
totalmente las condiciones de producción del metal que sirve tanto para el siglo XIII, están en la base de la renovación intelectual de Occidente.
forjar arados y el metal de los molinos, como armas. La transferencia afecta a todas las disciplinas: matemáticas o física,
También crecimiento territorial de Occidente, que lo pone en contac- astronomía o medicina, química u óptica. L a parte de transmisión
to con los países del islam. E l espectacular fracaso de las lejanas directa del griego al latín sigue siendo muy inferior, aún cuando, en una
cruzadas pesa relativamente poco frente a la expansión de la cristiandad segunda fase, los latinos juzguen útil recurrir al texto original.
occidental a partir de sus fronteras. En el este, los eslavos paganos Pero a través de traducciones y contactos directos, Occidente tam-
retroceden bajo el avance germánico, abriendo nuevas tierras a la bién toma conocimiento de ciencias que no provienen del mundo griego.
colonización. En el sur, a comienzos del siglo XI,' los normandos, hijos Se tradujeron igualmente versiones árabes de libros helénicos y escritos
menores de familias aristocráticas establecidas en Normandía, llegan a de sabios árabes. Estos comentan o completan obras de la Antigüedad
Italia meridional. Expulsan a los bizantinos, cuya última plaza fuerte, clásica, pero también presentan investigaciones completamente nuevas,
Barí, cae en 1071. Luego pasan a Sicilia, entonces tierra islámica, los diferentes al saber griego. En particular, éste fue el caso del cálculo:
normandos realizan su conquista en treinta años. Se constituye así el numeración decimal, trigonometría, procedimientos algebraicos. ¿Hay
reino normando de Sicilia, que hereda Federico II. que concluir que existió una ciencia mediterránea? Se debe ir más allá,
También al siglo XI se remontan los comienzos de la Reconquista en los árabes transmitieron, a través de sus escritos, conocimientos que les
España. En esta empresa, varias veces secular, marcada por fracasos habían llegado de Oriente, en particular de la India. E l intermediario
momentáneos, los siglos XII y XIII ocupan un lugar esencial. En 1085, la árabe se afirma, pues, como un correo que relaciona a varios clientes, en
antigua capital del reino visigodo, Toledo, cae en manos del rey de todo caso más de dos. Modifica, además, mejora, transforma, crea a
Castilla, Alfonso VI y, en 1212, un ejército formado por caballeros de partir de riquezas asimiladas y a partir de los recursos de su propia
todos los reinos que entonces integraban España, pero también por civilización. L a ciencia que los árabes transmiten a Occidente tiene su
cruzados que acudieron de toda la cristiandad occidental, aplasta a los propia identidad, profundamente original con relación a sus iniciadoras
musulmanes en Las Navas de Tolosa. Victoria decisiva, que confina el griegas o indias, como diferente será la ciencia del Occidente medieval.
Islam ibérico al pequeño reino de Granada. En España como en Sicilia, Si demasiados elementos nos faltan para poder estudiar los pasajes
los cristianos se ven confrontados a civilizaciones de un nivel intelectual de las ciencias orientales hacia el Islam, las transferencias de Grecia al
y científico muy superior a lo que puedan conocer. En estas encrucijadas mundo árabe y del mundo árabe a Occidente merecen compararse. N o
culturales, Occidente encuentra los recursos científicos que le faltan. se parecen en nada a las transferencias actuales que han impuesto la
Crecimiento rural, multiplicación del número de personas, apertura ciencia europea al mundo. Imperios en crisis entregan su saber a
hacia otros mundos, todo en Occidente favorece el desarrollo urbano. civilizaciones conquistadoras, victoriosas. Los árabes acaban de apode-
Nuevas murallas, más anchas, rodean las ciudades, se levantan catedra- rarse de una gran parte del mundo conocido cuando se convierten en
les, surgen nuevas parroquias, otros tantos signos de expansión. Los amos del saber antiguos; en el siglo XII, la Europa occidental amplía su
hombres que se reúnen en las ciudades tienen nuevas necesidades. En propio espacio y se expande en detrimento de sus vecinos. A lo sumo
Reims, en Chartres, se desarrollan las escuelas episcopales. En París, los hay que señalar que a una ciencia antigua que se repite más de lo que
canónigos de Saint-Victor y los monjes de Sainte-Geneviève dispensan innova, se opone una ciencia árabe, aún creadora en la época en que
una enseñanza paralela a la de los canónigos de la catedral. E l papado, nutre a Occidente. N o se trata de saber impuesto sino de ciencia cap-
restaurado, favorece la instrucción de los clérigos; en 1079, Gregorio VII tada, como si la dinámica de civilizaciones privadas de bases científicas
prescribe a todos los obispos hacer estudiar las «artes literarias»; un las condujera a buscarlas en otras tierras para colmar sus carencias. Sin
siglo más tarde, el tercer concilio de Letrán (1179) exige que cada iglesia embargo, la ciencia trasmitida exige ser comprendida para ser adoptada:
catedral confie su escuela a un clérigo especializado, el escolastra. varios siglos fueron necesarios, tanto al Islam como a la Europa cristia-
¿Pero sobre qué edificar este saber? Persiste el recuerdo de la ciencia na, para construir su ciencia propia con aportes exteriores.
antigua; está presente en todas las escuelas del siglo xn. Pero cuartas Transferencias reales, pero mucho más complejas de lo que se haya
enteras siguen desconocidas. L a física de los chartrianos se funda sobre dicho. Los árabes fueron mucho más que simples intermediarios. Su
el Timeo de Platón y la lógica parisiense sobre una parte limitada del ciencia no debe ser considerada simplemente una posta, un relevo, sino
Organon de Aristóteles y de sus comentaristas. Frente a las sumas toda una época en la historia de la ciencia euro-asiática.
La teología en el siglo xm:
una ciencia diferente a las demás
P A U L BENOIT

Donde veremos cómo la teología, gracias a Aristóteles, accedió al rango de


ciencia y cómo lo perdió cuando una nueva ciencia nació en la Europa
medieval; donde veremos también que la definición de ciencia es un
concepto mutable.

-w- -rtrum sacra doctrina sit scientia? ¿La teología es una ciencia?

¿ ' I I Para muchos hombres del siglo XX, una pregunta tal produce
KmS un sonido extraño, y sin embargo Tomás de Aquino la plan-
teaba desde las primeras páginas de su obra maestra, la
Summa Theologica. E l respondía afirmativamente, la colocaba en la cima
de la jerarquía de los conocimientos y fundaba todo su desarrollo en
esta posición. ¿Cómo se pudo considerar la teología, en el siglo x m ,
como una ciencia, y una ciencia dominante? ¿Cómo explicar que,
después de haber accedido a este rango, haya dejado de ser tenida por
tal, mientras la historia del desarrollo del saber está, en general, conside-
rada como la historia de la ampliación de este campo por la aparición
de nuevas disciplinas? E n suma, ¿puede determinarse lo que confiere a
una disciplina intelectual el título de ciencia en una época determinada?
E l concepto varía según las épocas, el término ha englobado realidades
muy diferentes, su sentido ha tomado acepciones más o menos precisas,
su definición ha sido siempre difícil. N o es pertinente pues, en un texto
que versa sobre la teología en el siglo Xffl, considerar la ciencia según las
normas actuales, sino, por el contrario, se trataría de determinar las
diferentes concepciones que de ella pudieron tener los hombres de la
Edad Media.
Una tras otra, la sociología, la psicología, la lingüística, la crítica
literaria, han reivindicado y han hecho reconocer su rango de ciencias.
La expresión «ciencias humanas», institucionalmente consagrada en la
denominación de las facultades de letras, traduce esta extensión. ¿El
hecho es irreversible o podemos concebir que una disciplina pierda su
categoría de ciencia? ¿A través de qué criterios epistemológicos, pero
también políticos, sociales, institucionales, una ciencia puede ser consi-
derada como tal? L a historia de la teología medieval ofrece a quien
quiera estudiarla un caso ejemplar de una disciplina que impuso su
condición científica y luego prácticamente la abandonó. Viendo cómo El Cristo representado en
Tomás de Aquino (1224-1274) y sus contemporáneos plantean la pre- este fresco ostenta las
características iconográficas
gunta: ¿La teología es una ciencia?, podemos intentar comprender lo que que la Edad Media atribuye
los hombres de la Edad Media entendían bajo el término de ciencia en el al maestro: mano derecha con
momento en que la cristiandad occidental dispone de una parte conside- dos dedos en alto, mano
rable del legado griego y árabe, y en la época, también, en la que se izquierda sosteniendo el libro.
crean nuevas estructuras. E l siglo xm, el de San Luis y el de la hegemo- Nueva representación de un
Dios que ya no es solamente
nía francesa, es también el siglo del triunfo del papado sobre el imperio un Dios de justicia.

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LA TEOLOGIA EN E L SIGLO XIII: UNA CIENCIA DIFERENTE A LAS DEMAS 204 205 LA TEOLOGIA E N EL SIGLO XIII: UNA CIENCIA DIFERENTE A LAS DEMAS

del desarrollo de la monarquía pontificia y de la creación de las órdenes torno a la catedral, se convierte entonces en el principal centro de
mendicantes; siglo del florecimiento de las ciudades, es el siglo de las estudios, principalmente teológicos. E l obispo y el cabildo controlan la
catedrales, el de Dante y el del Román de la Rose. enseñanza según modalidades que, en lo que respecta al siglo XII,
En los oscuros tiempos de los siglos X y XI, cuando comienza el escapan en gran parte a nuestra comprensión. L a expansión de las
crecimiento económico y demográfico de Europa, la cultura es un escuelas lleva a los maestros a instalarse sobre los puentes que unen la
asunto de clérigos, de gente de Iglesia; se refugió en los monasterios y en Cité a la margen izquierda, y luego sobre la misma ribera izquierda,
los claustros de las catedrales. En una religión del libro, había que entre las viñas. Medio de escapar a la superpoblación de la Cité, medio
formar un clero que no fuera iletrado. E l Occidente de los siglos X y XI de escapar, también, a las restricciones impuestas por la jerarquía.
ignora en gran parte la escritura y, en los comienzos del siglo XII, saber Para expresar sus opiniones fuera de la jurisdicción del obispo de
leer y escribir, ya es, en ciertas regiones, ser un sabio. Se explica por esto París, Pedro Abelardo enseña, durante un tiempo, en tierras de la abadía
la importancia que se otorga al lenguaje correcto, a la gramática, el de Sainte-Geneviève. Este hijo de la pequeña nobleza bretona, hombre
primero de los conocimientos: recién en 1231, el papa ordena que se de carácter sombrío y al mismo tiempo fogoso, del que la tradición ha
enseñe a Prisciano, el gramático latino por excelencia, en la universidad conservado sobre todo la historia de sus amores contrariados, anuncia
de París. Por esto se explica también, la veneración por la cultura tiempos nuevos. Intelectual remunerado, vive de su trabajo de maestro,
antigua, por una edad de oro del saber que ya no se puede recuperar; los recibe dinero de sus alumnos. Dialéctico, su obra parece haber jugado
manuscritos son conservados y copiados con respeto. un papel decisivo antes de la llegada del nuevo Aristóteles. Somete los
textos que estudia a la criba de la lógica formal, y aplica este método a
las Escrituras. Ningún maestro de fines del siglo XII alcanzará el renom-
bre de Abelardo, pero las escuelas se desarrollan. Escuelas que enseñan
Teología: la palabra y la cosa primero las artes liberales agrupadas, según una tradición que se re-
monta a la Antigüedad, en el trivium y el cuadrivium. De hecho, las
E l término aparece en la República de Platón (II, 379 a) con el sentido .general de disciplinas científicas, en el sentido actual del término, han sido rele-
historias referentes a los dioses, estas historias podían ser ya mendaces e inmorales, gadas a favor del estudio de la lengua, gramática, retórica, y la dialéc-
como las que transmite la mitología, ya razonables y edificantes, como las que Platón
pretendía imponer a los sacerdotes. Aristóteles en Los Meteoros (II, I) lo utiliza para tica, consagrada por el estudio de los textos entonces conocidos de la
calificar la mitología. lógica de Aristóteles. Primera formación que prepara a las enseñanzas
En los Padres de la Iglesia, a finales de la Antigüedad, el término «teología» sólo teológicas, entre las que se encontraba la teología. La teología del siglo
ocupa un discreto lugar. Así san Agustín presenta, bajo el título De doctrina christiana, XII, rica y compleja, busca ante todo determinar los signos de la
su concepto de lo que nosotros llamaríamos su «teología», pero él mismo no utiliza el
término en ese contexto. Por otro lado, en la Ciudad de Dios, habla de teología a
Revelación, esclarecerlos gracias al aporte de la tradición de los Padres
propósito de los conceptos de los platónicos o incluso con referencia a las mitologías de la Iglesia. Se trata más de un ordenamiento y de una organización de
paganas. Hay que esperar a Abelardo para que aparezca un sentido cercano al actual. los elementos de las Escrituras que de una síntesis doctrinal. E l comen-
En el transcurso de los siglos xn y xm, la teología, al tiempo que se integra en la tario, el discurso sobre el texto sagrado, conduce a exponer las cuestio-
clasificación de las disciplinas, se desdobla; por un lado, una teología natural, más o
nes derivadas, a presentarlas, a intentar ordenarlas. Es la época de las
menos confundida con la metafísica, que trata de Dios, tal como puede ser conocido
solamente por el ejercicio de la razón, y por otro lado una teología revelada explícita recopilaciones de sentencias y de las primeras sumas. Su aparición
los artículos de fe. Para designar esta última, los autores del siglo xm, y el mismo traduce la actividad intelectual que florece en París en los primeros años
Tomás de Aquino, prefieren emplear la expresión de sacra doctrina, reservando el del siglo XII.
término de teología a la teología de los filósofos. Sólo a finales del siglo y en el siglo
siguiente, el término «teología» se impone con su sentido actual.

En medio de esta efervescencia surge la universidad. Universitas, La Universidad


reunión, unión, comunidad, en la Edad Media el término es habitual
Las escuelas Pero la situación evoluciona con rapidez. En el curso del siglo XI se para designar diversas asociaciones. En París, la Universitas magistrorum
en el siglo XII multiplican los discursos sobre el lenguaje, su exactitud, su significado. et scolarium, cronológicamente la primera de las universidades europeas
Los siglos XI y x i i son los siglos de la dialéctica, de la lógica del lenguaje. con la de Bolonia, reúne a maestros y estudiantes, a los que saben y a
Los grandes cambios se producen no en los monasterios, sino en las los que sabrán. Asociación profesional, oficio, como los que en las
ciudades. E l siglo XII es testigo de una expansión urbana sin precedentes, ciudades medievales comienzan a unir a los artesanos, hombres que,
que se completará en el siglo x i l l . L a supremacía de París sucede a la según la fórmula de Rutebeuf, son «obreros de sus manos». Nueva
influencia de las escuelas episcopales de Laon, Reims o Chartres, flore- asociación urbana que, como lo hicieron a menudo las comunas, se
cientes en la primera mitad del siglo x n . Ciudad de los Capetos, París, afirma oponiéndose. N o se sabe en qué fecha exacta se formó la Univer-
bajo el reinado de Felipe Augusto, es la residencia del rey y de sus sidad de París, los trabajos más recientes la sitúan entre los años 1170-
servicios, la capital. L a expansión del reino y de su monarquía da a la 1180. En esta época, no se trataba de una institución organizada sino de
ciudad un dinamismo que en el siglo XII atrae a maestros y estudiantes. una asociación no reconocida, cuestionada por los poderes y mal
En París enseñan o estudian ingleses como Juan de Salisbury, italianos integrada en la ciudad. Ën 1220, a consecuencia de una riña, los
como Pedro Lombardo, pero también alemanes y escandinavos. Las sargentos del preboste de París, representante del gobierno real en la
escuelas de los monasterios o de los cabildos regulares, las de Sainte- ciudad, matan a cinco estudiantes. Inmediatamente, Felipe Augusto
Geneviève o Saint-Victor, que brillan en el transcurso de la primera destituye al preboste, lo castiga y otorga a los scolares un privilegio que
mitad del siglo, dejan paso a otro tipo de enseñanza. L a escuela catedral, despoja al preboste de toda jurisdicción sobre los universitarios. A partir
el «claustro Notre-Dame», es decir, la residencia de los canónigos en de entonces, estos sólo responderán al poder eclesiástico, al del obispo.
LA TEOLOGIA E N E L SIGLO XÍII: UNA CIENCIA DIFERENTE A LAS DEMAS 206 LA TEOLOGIA E N E L SIGLO XIII: UNA CIENCIA DIFERENTE A LAS DEMAS
207

Con esto, el rey otorga al mundo de las escuelas independencia ante su existe una gran diferencia entre los oficios de artesanos y la Universidad.
propio poder y también frente al de una ciudad con la que las relaciones Esta se compone exclusivamente de clérigos, de hombres de Iglesia.
eran a menudo tensas. Incluso si la mayoría no ha recibido las órdenes mayores, incluso si
El oficio se organiza. E l obispo de París y el canciller del cabildo de algunos ni siquiera han recibido las órdenes menores, están todos
Notre-Dame se convierten en los principales enemigos de la Universi- sometidos, al menos por el tiempo que duren sus estudios, a la jurisdic-
dad. De conformidad a las decisiones del tercer concilio de Letrán ción de la Iglesia. La clericatura da a la Universidad una gran indepen-
(1179), poseen el derecho de otorgar la licencia docendi, licencia para dencia con respecto al poder civil y garantías frente a una población
enseñar, lo que se les confiere el control de los estudios. Frente al urbana en cuyo seno no está perfectamente integrada. La lucha contra el
monopolio de la colación de grados, los maestros quieren imponer su obispo y el canciller no aleja a la Universidad de la Iglesia, la somete al
propia autoridad. E l desarrollo del conflicto no se conoce bien aún pero poder del papa, poder lejano y benévolo.
los resultados señalan la victoria de los universitarios. En 1212-1213, el Inscrita en el movimiento de organización de oficios, el rápido
canciller es obligado a otorgar la licencia a los candidatos considerados establecimiento de la Universidad plantea diversas preguntas al historia-
aptos por los maestros. En 1215, el legado pontificio, Robert de dor. ¿Cómo un grupo de intelectuales sin estatutos, sin poder organiza-
Courcon, da estatutos a la Universidad. La última gran crisis, concer- do, que no se apoyaba en ninguna fuerza económica, pudo llevar a cabo
niente a las libertades, estalla en 1229. En su origen, siempre una riña y las aspiraciones del poderoso obispo de París y del cabildo catedralicio?
la muerte de estudiantes en el curso de enfrentamientos con los sargen- ¿Cómo pudo afirmar su autonomía frente a un poder real en expansión
tos del rey. La Universidad responde a la violencia del poder con la
en una ciudad que estaba convirtiéndose en la capital del reino? Varios
huelga y la dispersión. Maestros y estudiantes abandonan París para
factores intervienen para explicar este estado de hecho. Primero, el
instalarse en Orleáns, Oxford, Toulouse y las ciudades del norte de
número siempre creciente de maestros y estudiantes, signo del renombre
Francia. Tal reacción sólo puede explicarse por la voluntad de reparar la
de París, también de la necesidad de saber que se manifiesta en una
muerte de los desdichados estudiantes. La intervención del papa Grego-
Francia en plena expansión. Más directamente, la universidad de París
rio IX, prueba de la importancia de la cuestión, pone fin al conflicto.
recibió el apoyo del rey de Francia; al formar intelectuales, preparaba a
Una bula pontificia, la bula Parens scientiarum, consagra la victoria de
la Universidad. Es el regreso a París. E l contenido de la bula muestra los que serían los dirigentes del estado naciente. Existe un vinculo
con claridad lo que está en juego. Se confirman los privilegios otorgados directo entre el desarrollo del saber y el de una administración, incluso si
Sello de la Universidad de
París, en 1292. El sello es en 1212-1213 y en los años siguientes. L a Universidad se hace autóno- ésta aparece como muy modesta a los ojos de un hombre del siglo xx.
la manifestación de la
ma, confiere los grados y decide libremente sus contrataciones. Puede L a decisiva intervención de Inocencio III y de Gregorio IX es la de los
personalidad jurídica y por papas que desarrollaron la monarquía pontificia, que dieron a la Iglesia
tanto de la independencia de establecer sus propios reglamentos, elige a sus representantes. Estos
la universidad. privilegios, a los que habría que agregar otros, jurisdiccionales y fiscales, una administración más eficaz, finanzas, y una justicia que abarcaba a
no tienen nada de exorbitante. Los oficios de artesanos los poseen, como toda la cristiandad.
también el derecho de otorgar la maestría, eligen sus jurados y sus L a época de la fundación de las universidades es la del tránsito de la
magistrados, y, si bien sus estatutos son expedidos por la autoridad cruzada a la enseñanza, la época de una Iglesia que predica e instruye,
pública, en realidad, con frecuencia ellos mismos son sus autores. Pero que representa en los vitrales de la catedral de Amiens el Cristo maestro,
el «Buen Dios». Es necesario saber convertir al infiel, vencer al hereje
razonador, llevar otra vez a la buena senda al pueblo de las ciudades.
Así, en este momento, cuando se afirma el centralismo de la monarquía
Tres siglos de creaciones universitarias
y del papado, la Iglesia intenta desarrollar la fe cristiana y, al mismo
tiempo, controlar todas las fuerzas nuevas, todo el dinamismo del
Durante los siglos xn y xm, maestros y estudiantes se organizan poco a poco en crecimiento de la Europa occidental. Como la creación de las órdenes
diferentes regiones de Europa occidental. Es imposible atribuir una fecha precisa a la mendicantes, franciscanos y dominicos, el apoyo del papa a las nacientes
fundación de las primeras universidades, pues los textos oficiales no hicieron más que universidades entra en este proyecto, la política científica del papado se
consagrar una realidad vigente. Desde el siglo xn se asocian los estudiantes de derecho
de Bolonia, a menudo ya introducidos en la vida profesional. Dan caracteres propios inscribe en este contexto. E l término puede parecer anacrónico, sin
a lo que será su universidad: enseñanza del derecho romano y del derecho canónico, embargo, Gregorio IX, en la bula Parens scientiarum, afirma el carácter
gobierno de estudiantes. En París, en Oxford y en Valence, estas estructuras se científico de los estudios sacros: «Paris, madre de las ciencias... Aquí el
establecen en los comienzos del siglo xm, fruto de la iniciativa de educadores y hierro se extrae de la tierra pues, mientras la fuerza moral da firmeza a
educandos.
la fragilidad terrestre, con él se prepara la armadura de la fe para la
A estas creaciones espontáneas, a menudo surgidas de la lucha contra las autorida-
des locales, suceden fundaciones establecidas por el poder. Desde 1224, la universidad milicia de Cristo, la espada del espíritu y las otras armas, poderosas
de Ñapóles nace por voluntad de Federico II, que quiere dar funcionarios a sus frente a las potencias del bronce» (H. Denifle y E . Châtelain, Chartula-
Estados, mientras que la de Toulouse es establecida por el papado en 1229, y tiene por rium Universitas Parisiensis, 1889).
misión proporcionar las personas y los argumentos que harán volver a la fe católica
las regiones invadidas por el catarismo. Las universidades se multiplican a partir de la Para el papa, la ciencia por excelencia es la de las cosas divinas, no
segunda mitad del siglo xiv. Necesarias al prestigio del príncipe, le aseguran la es gratuita en absoluto, debe exaltar la grandeza de Dios y preparar el
formación de un personal letrado, capaz de hacer funcionar los engranajes de un combate contra las fuerzas del mal. L a voluntad política del poder
Estado todavía en formación. Al cabo de tres siglos, hacia 1500, de Upsala a Valencia,
de Coimbra a Cracovia, se contaban más de cincuenta universidades. El predominio pontificio hace de la teología una ciencia. Condición no suficiente, pero
de la de París en teología e incluso artes, o el de la universidad de Bolonia en derecho sí condición determinante para que sea acogida como tal. Es en la
habían desaparecido. A los centros de saber de la cristiandad habían sucedido las Universidad, emanación del poder pontificio, donde esta categoría le
universidades nacionales. puede ser conferida. La idea que una sociedad se forma de una ciencia
depende en gran medida de su reconocimiento institucional.
LA TEOLOGIA E N E L SIGLO XIII: U N A CIENCIA DIFERENTE A LAS DEMAS 208 209 LA TEOLOGIA E N E L SIGLO XIII: UNA CIENCIA DIFERENTE A LAS DEMAS

La carrera de Tomás de Aquino, el Doctor Común


Las órdenes mendicantes y la Universidad
Tomás de Aquino nació a comienzos del año 1225 o afinesde 1224 en el castillo
A comienzos del siglo xm aparecen nuevas órdenes religiosas en Occidente. de Roccasecca, cerca de Ñapóles, de una estirpe de señores feudales. Último de los
Conocidas con el nombre de órdenes mendicantes, están representadas por los hijos de Landolfo de Aquino, éste le ofreció, en 1230, como oblato, la gran abadía
franciscanos y los dominicos. Aunque nacidas en condiciones muy diferentes, respon- vecina de Monte Cassino, la misma que había sido la cuna de la orden benedictina.
den a un deseo de renovación de la Iglesia frente a un mundo en transformación que Los conflictos políticos lo condujeron, en 1239, a dejar la abadía, en teoría por algún
no podía conformarse con el monacato tradicional. Los mendicantes deben vivir en la tiempo, prácticamente por "toda la vida. Es enviado entonces a Ñapóles donde
pobreza de los apóstoles, no pueden poseer nada, ni personal ni colectivamente, lo que comienza sus estudios universitarios, pasa cinco años en esta ciudad. En 1224, a pesar
los distingue de las órdenes monásticas. Religiosos sometidos a una regla, y por lo de la muy violenta oposición de su familia que no vacila en secuestrarlo, entra en la
mismo regulares, viven sin embargo en contacto con el mundo, en su siglo, para el orden de los padres predicadores, la de los dominicos. En 1245 llega a París, al
cual deben ser un ejemplo y al que deben convertir. Predicadores y misioneros, debían convento Saint-Jacques, y prosigue su carrera de estudiante de teología, en particular
recibir una buena formación intelectual. bajo la dirección de Alberto Magno. Sigue a su maestro, que había sido enviado en
Los dominicos se instalaron en París en 1217, los franciscanos en 1219. Muy 1248 a Colonia, para tomar la dirección del Studium genérale creado por la orden.
pronto, los hermanos siguieron las enseñanzas de los maestros seculares. Obtuvieron Tomás permanece en esa ciudad hasta 1252, regresa entonces a París para preparar su
graduación universitaria; en 1229, el dominico Rolando de Cremona se convierte en magisterio en teología, al mismo tiempo que la enseña. Allí comenta la Biblia y las
maestro regente. También entran en las órdenes maestras seculares: en 1230 Jean de Sentencias de Pedro Lombardo y recibe el magisterio en 1256; enseña en París como
Saint-Gilles en los dominicos, en 1231 Alejandro de Hales en los franciscanos. Hacia maestro hasta fines de 1268. Su estadía en Italia fue particularmente fecunda: allí
1240, sobre doce cátedras de teología, los dominicos poseían dos, los franciscanos una comenzó la redacción de la Summa Theologica, escribió los comentarios de varias
con seguridad, muy probablemente dos. El éxito de las órdenes mendicantes en la obras de Aristóteles y una parte de sus comentarios bíblicos.
Universidad, su sumisión al papado, el modo de nombramiento de maestros por la Sú renombre ya es considerable en el mundo de las escuelas cuando en 1268
orden, todo llevaba a los seculares a levantarse contra dominicos y franciscanos. El regresa a París, donde retoma su cátedra de teología. Es llamado por su orden en
conflicto estalla en la década de 1250; Tomás de Aquino entre los predicadores, San ocasión de una grave crisis que sufre la Universidad, debida a la diferente inter-
Buenaventura entre los menores, es decir, los más renombrados entre los maestros pretación de las ideas de Aristóteles y a su radical oposición. De 1269 a 1272
regulares, toman parte en el conflicto. El papado, finalmente, zanjó la cuestión a desarrolló una actividad considerable. Lucha al mismo tiempo contra los aristotélicos
favor de los mendicantes. radicales y contra la tendencia conservadora hostil al pensamiento del filósofo griego.
Los mendicantes ocuparon un lugar determinante en la historia intelectual de Termina entonces la Summa Theologica, publica diversos comentarios de Aristóteles y
Europa en el siglo xm. Dominan la historia de la teología y de la filosofía parisinas. de la Biblia, y diferentes obras, entre las que se encuentra la De unitate intellectus
Los dominicos representan la corriente aristotélica moderada con Alberto Magno y contra averroistas parisienses.
Tomás de Aquino, y los franciscanos con San Buenaventura expresan la tradición En 1272 parte nuevamente a Italia, para dirigir los estudios de teología en
agustiniana. En Oxford, los franciscanos, en particular Robert Grosseteste y Roger Ñapóles. Muere en camino al concilio de Lyon el 7 de marzo de 1274.
Bacon, también vinculados a un platonismo agustiniano, fueron los iniciadores dé Sus ideas condenadas en parte en 1277, rápidamente volvieron a primer plano.
una corriente científica más matemática y muy orientada hacia la óptica. Fue canonizado en 1323.

En el siglo xm, la universidad de París y las otras universidades se La escolástica


construyen sobre modelos a menudo comparables, se organizan en
facultades. Una facultad de artes, especie de propedéutica, abre camino a L a teología accede al rango de ciencia por su lenguaje y por sus
tres facultades superiores: medicina, derecho y teología. E n París, la métodos. Los universitarios escriben, leen y piensan, al menos dentro de
universidad de derecho sólo enseña derecho canónico, el de la Iglesia, su actividad profesional, en latín, en un mundo en el que la lengua
del derecho civil se ocupaba la universidad de Orléans. Por el contrario, vulgar ha adquirido ya carta de ciudadanía. En francés se dicen las
la facultad de teología tiene influencia sobre toda la cristiandad occiden- frases de la lengua cotidiana, en francés se expresan los poetas, los
tal, si el poder pontificio reside en Roma, la doctrina se define en París, literatos o los moralistas, incluso los historiadores. E l renacimiento del
«la ciudad más noble de todos los estudios», todos los grandes teólogos teatro pasa por la lengua vulgar. E l siglo de Tomás de Aquino es
del siglo pasaron por París. Aún es «la ciudad de los filósofos», según también el de Rutebeuf, el de Joinville y el del Román de la rose. E l latín
Alberto Magno, o «la nueva Atenas», según un dominico de fines del se convierte en la lengua de las escuelas, el latín escolástico, que debe ser
siglo xm. L a facultad de artes también goza de un renombre excepcional. útil, técnico, apto para crear un discurso científico y en consecuencia,
ante todo, debe ser preciso. Hay que determinar el significado propio de
Los estudiantes comienzan muy jóvenes, entre doce y catorce años a la palabra; las mismas fórmulas sirven, sin pretensión literaria, para
veces, asisten a la facultad de artes durante seis a ocho años, y obtienen introducir las diferentes partes del discurso. E l sed contra anuncia por lo
sus grados. U n a vez bachilleres, pueden obtener la licenciatura, licencia general la tercera parte de una pregunta abierta por un utrum. Lengua
docendi, autorización a enseñar, luego convertirse en maestros, grado del conocimiento, perfeccionada tanto por los miembros de las escuelas
alcanzado a una edad mínima de veinte años. Los estudios de teología de artes como por los teólogos, más adecuada para la demostración que
duran mucho m á s tiempo; hacen falta quince años para acceder al para la emoción; monótono, el latín escolástico surge en el siglo xm
doctorado, o sea que un individuo que realiza los estudios perfectamente como un instrumento eficaz. Está lejos de ser una lengua muerta
tendrá treinta y cinco años. L a teología es un asunto de los profesionales establecida sobre modelos antiguos. Lengua de traductores que no
del saber, encargados de establecerla y transmitirla. Ahora bien, según poseen los equivalentes de los términos griegos y árabes, lengua de
Aristóteles, una característica esencial de la ciencia es poder ser enseña- creadores que se mueven en un universo muy alejado del de Cicerón,
da. Adquiere así un carácter científico suplementario. Situada en la cima debe crear y perfeccionar su propio vocabulario. Instrumento de una
del currículo, llega a ser una ciencia por muchas razones. ciencia fundada sobre el análisis de textos, el latín escolástico es el
lenguaje científico del siglo xm.
LA TEOLOGIA E N E L SIGLO XIII: UNA CIENCIA DIFERENTE A LAS DEMAS 210 LA TEOLOGIA E N E L SIGLO XIII: UNA CIENCIA DIFERENTE A LAS DEMAS
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de Dios que hay que comprender, y saber explicar; el mismo san Agustín
reconocía la necesidad de recurrir a la cultura clásica para acceder a las
Escrituras. L a herencia escrituraria de los Padres de la Iglesia encuentra
otra igualmente basada en el libro.

La escolástica

Los métodos de enseñanza y de exposición en uso en las escuelas, la escolástica,


comienzan por la lectio, la lectura, término que entonces tenía un sentido muy técnico.
El docente, que podía ser un simple bachiller, lee el texto pero también lo comenta. En
esta lectura se distinguen tres niveles de interpretación: según la Huera (letra), se trata
de explicar simplemente las palabras y las frases; según el sensus (sentido), se debe
ahora buscar la significación del texto, incluso traducirlo en un lenguaje más confor-
me a los hábitos de los alumnos; por fin, encontrar su sentido profundo, lograr
verdaderamente su inteligibilidad por la sententia. Primer estadio, indispensable, de la
escolástica, la lectura da nacimiento a la quaestio (cuestión). Esta surge de las
dificultades encontradas en el texto, luego, viene a servir de marco, de método para
exponer un tema puesto en cuestión, no porque se dude en realidad de él, sino porque
el procedimiento permite desarrollar mejor la argumentación. Yendo más lejos, la
cuestión se transforma en disputatio (debate), ejercicio menos frecuente, en el curso del
cual el maestro, siempre un doctor, abría el debate con una exposición; intervenían
entonces, para discutir las propuestas, los demás maestros, luego los bachilleres y por
fin los estudiantes. El bachiller del maestro que había hecho la exposición debía
responder a las preguntas, el maestro guardaba silencio. En una segunda sesión, el
propio maestro «determinaba»; retomaba los argumentos, los clasificaba y extraía sus
propias conclusiones.

En el mundo profundamente cristiano en el que la fuente de toda Aristóteles


verdad religiosa emana de un libro, la Biblia, en un mundo en el que la
ciencia es la heredera de un pasado prestigioso y venerado, se compren- En el siglo XII, el Occidente cristiano recibió el choque brutal de la
de bien que la primera empresa científica haya estado basada en el ciencia antigua y árabe, masa de conocimientos de la que una gran parte
estudio de auctoritates, término difícil de traducir, puede corresponder llega en forma de comentarios. A la época del establecimiento de las
tanto a autoridades como a autores. L a auctoritas es una obra que sirve Universidades, corresponde el «auge del aristotelismo». Europa, en los
de referencia, que se cita, que se comenta. Pues los comentarios se comienzos del siglo x i n , posee lo esencial de los escritos del gran
multiplican, tratan sobre la Biblia y sobre las obras de Aristóteles, sobre filósofo. Primero las obras lógicas a la logica vetus se agregan los otros
las de los Padres de la Iglesia y Ptolomeo, y hasta sobre las de Pedro libros del Organon: Analíticos, Tópicos, Refutación de los sofistas. Los
Lombardo, maestro parisino del siglo XII, autor de un Libro de senten- Libri naturales luego: la Física, el Tratado de la generación y de la
cias antes de ser obispo de París, y de Johannes Sacrobosco, sin duda el corrupción, el Tratado del cielo, el Tratado de los meteoros, los Parva
más célebre de los matemáticos y astrónomos de la Europa del siglo XIII. naturalis. Fragmentos importantes de la Metafísica y de la Ética a
La Edad Media creó sus propias autoridades. También las obras nuevas, Nicómaco, también fueron traducidos. E l trabajo de traducción prosigue
tratados o sumas, están llenas de referencias que sirven como base a la a lo largo de todo el siglo xill. Aristóteles no viene solo, lo acompañan
argumentación.
E l estudio de los textos es, para los escolásticos, fundamento del
saber, de la ciencia. Se aplicaban los mismos métodos tanto a las Las cuatro causas de Aristóteles
Escrituras como a las obras profanas. Tomás de Aquino realizó comen-
L.iase ae teología en París.
tarios sobre las obras físicas de Aristóteles, Física, Tratado del cielo. L a obra de Aristóteles constituye una verdadera enciclopedia filosófica del
Tratado de la generación y de la corrupción, así como comentarios de la mundo, que toca todos los campos del conocimiento: moral, político, poético, lógico,
El maestro lee, es decir,
historia natural, física y metafísica. Uno de los temas dominantes de todos ellos es la
comenta el texto, Biblia. teología de las cuatro causas. Así, en la creación de un objeto intervienen:
manuscrito, que tiene ante
los ojos. Los estudiantes
Chenu destaca que en las doce primeras cuestiones de la Summa — la causa material: lo material;
siguen sus propios Theologica, el maestro dominico utiliza ciento sesenta citas: cincuenta y — la causa eficiente: el obrero, el artesano que actúa sobre esta materia;
ejemplares. Importancia de cinco de Aristóteles, cuarenta y cuatro de Agustín, veinticinco de Dioni- — la causa formal: la forma que se da a un objeto;
lo escrito, que se aprecia en — la causa final: el uso al que se destina el objeto.
sio, veintitrés de los padres latinos, cuatro de los padres griegos y nueve Estas cuatro causas se encuentran en los procesos naturales: las sustancias,
esta miniatura del siglo XV,
pero que es ya real en el
de autores profanos. compuestas de materia y de forma, están sometidas a toda clase de cambios. Los
siglo xill. Este proceder intelectual se comprende en una civilización sin cultu- cuerpos celestes no sufren cambios y están animados por un movimiento regular y
circular. Más allá de la periferia del mundo, la causa primera, el primer motor, Dios,
(Miniatura en N. de Lyre, ra científica propia, en la que se mezclan dos tradiciones fundadas sobre permanece inmóvil y eterno.
Postules, siglo xv.) el libro. L a autoridad suprema sigue siendo siempre la Biblia, la palabra
LA TEOLOGIA E N E L SIGLO XIII: UNA CIENCIA DIFERENTE A LAS DEMAS
212 213 LA TEOLOGIA E N E L SIGLO XIII: UNA CIENCIA DIFERENTE A LAS DEMAS

y de la razón, lo que añade nuevas tensiones. Los libros físicos de


Aristóteles, los Libri naturales, plantean en principio la eternidad de un
mundo increado radicalmente diferente al mundo de los cristianos.
E l entusiasmo experimentado particularmente por los jóvenes maes-
tros en artes, que a menudo se oponen a los teólogos, conduce a
conflictos propios de la Universidad.
Faltan noticias sobre la acogida de las obras de Aristóteles en los
primeros decenios del siglo XIII. Los maestros en artes dejaron muchos
menos escritos que los teólogos; al ser más jóvenes, y al ocupar siempre
un lugar transitorio, parece que sus cursos raramente fueron seguidos de
publicaciones. Son las declaraciones y los discursos hostiles los que
permiten apreciar mejor el impulso aristotélico en el interior de la
Universidad de París. Desde 1210, un concilio provisional celebrado en
París, prohibe «leer los libros naturales de Aristóteles o sus comentarios».
Térininos notablemente idénticos surgen de los estatuto de Robert
de Courcon (1215). Leer, es decir, en el sentido técnico del término,
enseñar. Únicamente se condena la enseñanza de los textos, no su uso
por los universitarios para apoyar sus escritos. L a medida parece haber
sido tomada en razón del peligro que para la fe representan las obras de
física y de metafísica del filósofo griego y de sus comentaristas árabes.
Medidas en defensa de cierta tradición del estudio de los textos sagra-
dos, medidas que señalan la importancia de las amenazas que entrañan
una nueva filosofía y una nueva ciencia. E n el mundo inmortal e
increado de Aristóteles, Dios es el primer motor, la causa última de
todos los cambios, nada indica que se interesa por los hombres, nada
sugiere una relación de paternidad. Las múltiples prohibiciones fueron
efectivamente obedecidas, según los conocimientos actuales. Los estu-
Aristóteles, tocado con el diantes de artes parisienses, hasta la década de 1240, no oyeron leer más
bonete de los filósofos,
sosteniendo un libro en su
que el Organon y los tres primeros libros de la Ética a Nicómaco. París
mano y apuntando su índice representa un caso particular en el que la intransigencia de los poderes
para enseñar, Aristóteles fue más difícil de vencer que en otras Universidades, quizás debido a la
está representado en la intensa actividad intelectual que allí se desarrollaba, sin duda a causa
cúspide de la pirámide del
saber; su nombre se lee en del peso de una facultad de teología garante de la doctrina. E n Toulou-
el circulo más alto. Extracto se, donde el papa, en vísperas de la cruzada de los albigenses, había
de una obra del historiador creado una universidad «para purgar el país de la depravación herética»,
y polígrafo flamenco Jacob
Van Maerlanl, esta un opúsculo que alababa la nueva institución declara: «Se leerán aquí
representación expresa la los libros de filosofía natural prohibidos en París, y todos los que
visión que de Aristóteles quieran estudiar los secretos de la naturaleza podrán escuchar su
tenían muchos hombres
cultivados de su época.
lectura.» Circular de propaganda o ejercicio de escuela, la cuestión se
(Miniatura in J. Van discute, aunque el texto afirme bien alto que las obras prohibidas en
Maerlant, Der Naturem París son allí objeto de estudio. L a novedad es menos revolucionaria
bloeme, principios del siglo vista desde Oxford, donde los maestros comentaban los Libri tiaturales
xiv.)
desde principios de siglo, con el total consentimiento de la jerarquía.
E l primer testimonio de la enseñanza del nuevo Aristóteles a los
estudiantes de arte de París proviene de un joven universitario formado
todos sus comentaristas griegos, judíos o árabes; se traducen la Isagoge en Oxford, Roger Bacon, que obtuvo en París el grado de maestro en
de Porfirio, las obras de Al-Farabi, de Avicena y de Averroes. artes hacia 1240. Enseñó en esta ciudad hasta 1245 y comentó diversas
Entre todas las obras griegas y árabes que invaden Occidente, la de obras hasta entonces prohibidas del filósofo, entre ellas la Física y el
Aristóteles ocupa un lugar aparte. Proporciona un sistema coherente de Tratado de la generación y de Ifl corrupción. L a estadía de Roger Bacon
explicación del mundo, fundado sobre un método científico cuya base es en París coincide en parte con la del dominico alemán Alberto Magno,
el Organon. L a distancia entre el monumento aristotélico y las obras que el fututo Doctor Universal, que fue allí a obtener sus grados en teología.
se conocían en la Europa del siglo XII es inmensa. Para el pensamiento Bachiller sentenciario de 1240 a 1242, se convertirá en uno de los
occidental en plena efervescencia, el descubrimiento de Aristóteles es una grandes maestros regentes dominicos de 1242 a 1248. Su gran obra de
revelación. Revelación científica, pero también filosófica, que plantea de comentarios de Aristóteles es posterior pero hace un amplio uso de los
una manera completamente nueva el problema de las relaciones de la fe libros naturales en sus obras teológicas. Alberto no es un caso único
LA TEOLOGIA E N E L SIGLO XIII: UNA CIENCIA DIFERENTE A LAS DEMAS
LA TEOLOGIA EN E L SIGLO XIII: UNA CIENCIA DIFERENTE A LAS DEMAS 214 215

entre los teólogos. Se explica un cambio de postura tal. La hostilidad de ella misma, mientras que la ciencia de lo que está causado no existe por
los teólogos merma con las décadas, al rechazo de una obra que por sí misma, dado que las cosas causadas se remiten a la causa de las
otro lado el mundo puede conocer sucede la necesidad de crear o causas y de ella dependen. De allí surge que la teología, que es la ciencia
simplemente el atractivo de un pensamiento excepcional. de Dios, y tiene por objeto la causa de las causas, sólo se ordena a sí
misma; y en consecuencia, el término ciencia no conviene, en sentido
estricto, más que a la ciencia de las cosas causadas, mientras que el de
sabiduría debe reservarse a la ciencia de la causa de las causas. Por esto
La teología como A mediados del siglo x m , cuando la obra de Aristóteles comienza a el mismo Aristóteles afirmó que la filosofía primera, que no se ordena
ciencia imponerse en su casi totalidad, la teología domina las estructuras de la más que a sí misma y trata de la causa de las causas, debe ser llamada
universidad de París, está en la cima del currículo científico, tiene su sabiduría. Por la misma razón, la doctrina de la teología que trasciende
lugar en las clasificaciones de las ciencias, género que florece en los todas las ciencias, bien merece el mismo título». (Santo Tomás de
siglos XII y x m . Es necesario poner orden en estos conocimientos. Los Aquino, Summa Theologica, la Teología, hacia 1266.)
cristianos de Occidente tienen a su disposición ejemplos aportados por
las traducciones, ya sean de Aristóteles o de Al-Farabi. Sigue existiendo
una tradición nacida en la baja Antigüedad, Boecio (480-524 aprox.)
había propuesto una clasificación de las ciencias que durante mucho
tiempo fue un modelo. Situaba ya la teología en la cima de los conoci-
mientos. E n París, en el transcurso de la primera mitad del siglo x n ,
Hugues de Saint-Victor presenta una clasificación en su Didascalicon;
para él, «la filosofía se divide en teórica, práctica, mecánica y lógica,
estas cuatro ramas abarcan todo el conocimiento científico». L a teología
se coloca a la cabeza del saber teórico. Hacia 1150, el archidiácono de
Segovia, Dominicus Gundissalinus, escribió un Tratado de la división de
la filosofía, que da una clasificación de las ciencias heredera al mismo
tiempo del pensamiento griego y de las clasificaciones árabes. E n esta
obra, se sitúa la teología en la cúspide, pero netamente distinguida del
saber humano. E l último en fecha de los tratados medievales consagra-
dos al tema es el de Robert Kilwardby, Sobre el origen de las ciencias.
Este dominico inglés, maestro en artes en París hacia 1250, escribía para
la formación de los estudiantes de su orden; como sus antecesores,
coloca la ciencia divina en la cima.
En ninguna clasificación el concepto de ciencia es neto, tampoco el
de teología. E l conocimiento científico que Hughes de Saint-Victor
quiere abarcar en su integridad comprende la fabricación de armas y las
artes del teatro. Kilwardby incluyó en la suya la cocina y la construc-
ción. Más que una división de las ciencias, se trata de un inventario
razonado de los conocimientos humanos. L a teología puede ser ordena-
da junto a las demás ciencias sin dificultad, hasta que intervenga un
mayor rigor, el concepto de ciencia se revise, y el lugar de la teología
pueda ser puesto en cuestión.

Tomás de Aquino

La teología posee los rasgos de una disciplina de carácter científico,


pero ¿es una ciencia? En 1245, cuando el hermano Tomás de Aquino, de
veinticinco años, llega al convento Saint-Jacques de París, para conti-
nuar sus estudios, la cuestión está a la orden del día. Más allá del propio El triunfo de santo T o m á s
de Aquino. El maestro
rango de la teología, plantea el problema de una definición de la ciencia
dominico, sentado, está
que, hasta entonces, no parece haber sido abordado en el Occidente rodeado por Aristóteles, a su
cristiano. Alejandro de Hales, ese maestro secular que había tomado los derecha, y por Platón, a su
hábitos de franciscano, hizo conocer su punto de vista: la teología no es izquierda; expresión de la
herencia antigua y de la
una ciencia.
superioridad de la teología
«Hay que señalar que hay una ciencia de la causa y una ciencia de lo cristiana.
que está causado. Ahora bien, la ciencia de la causa sólo tiene por fin a
LA TEOLOGIA E N E L SIGLO XIII: UNA CIENCIA DIFERENTE A LAS DEMAS 217 LA TEOLOGIA E N E L SIGLO XIII: UNA CIENCIA DIFERENTE A LAS DEMAS
216

E l maestro franciscano utilizaba la autoridad de Aristóteles para esos principios; la teología no está en condiciones de fundarlos ella
negar a la teología el rango de ciencia, y esto mismo lo lleva a proponer misma, en cuyo caso no se distinguiría en nada de la filosofía natural y
límites al concepto de ciencia opuesto a la sabiduría. Basándose en esta la Revelación sería inútil. Estos principios no son evidentes en sí
misma autoridad, Tomás de Aquino plantea la proposición inversa; para mismos, si no, todo el mundo los aceptaría. La solución consiste pues en
el maestro dominico, la teología es ciencia. considerar estos principios que son los artículos de fe como fundados
Desarrolló su argumentación en tres ocasiones, en su primera obra, por una ciencia superior, la de los bienaventurados. Así, la versión
su comentario sobre las Sentencias de Pedro Lombardo, fundamento de beatífica, versión intelectualista del paraíso, no es solamente el fin último
su enseñanza como bachiller sentenciario entre 1254 y 1256 y en el de la especulación teológica, también es su fundamento epistemológico.
comentario del De trinitate de Boecio, fechado también en 1256. Las Tomás de Aquino explica su posición por una analogía significativa, la
afirmaciones del joven maestro son las mismas del doctor en la cúspide relación entre la teología revelada y la ciencia de los bienaventurados es
de su autoridad. Los primeros artículos de la primera cuestión de la la misma que existe entre la música y la aritmética, la música no
Summa Theologica retoman la demostración. Aunque los argumentos demuestra sus principios de base que están tomados de las matemáticas.
estén desarrollados más extensamente en el comentario de De trinitate, Así la doctrina sacra no tiene que argumentar sus principios, que son
consideraremos el texto de la Summa, cuya primera parte fue redactada competencia de la fe; en cambio, arguye para demostrar otras verdades
entre 1266 y 1268, pues representa el último estado de una reflexión y el que se desprenden de ellos:
pensamiento más ampliamente difundido. «Las demás ciencias sólo argumentan con el fin de demostrar sus
Ya para sus predecesores, la ciencia de las cosas divinas se divide en principios; pero argumentan a partir de ellos para demostrar otras
dos. Primero, el legado del pensamiento griego, lo que en términos verdades que están comprendidas en la ciencia. Así, la ciencia sacra no
actuales se llama «teología natural», incluida en la filosofía, y que por el pretende, por medio de la argumentación, probar sus propios principios,
razonamiento se eleva de los efectos sensibles a las causas divinas. L a que son las verdades de la fe, sino que los toma como punto de apoyo
metafísica de Aristóteles nos ofrece un ejemplo. Luego, una doctrina para manifestar otra verdad, como el apóstol, en la primera Epístola a
sacra, según los términos de la época, disciplina nueva que puede utilizar los Corintios, se apoya en la resurrección de Cristo para probar la
los elementos de la teología natural, como lo prueba la misma Summa resurrección común.» (Santo Tomás de Aquino, Summa Theologica, la
Theologica, cuya materia propia es partir de los artículos de la fe Teología.)
tomados como axiomas. Esta división tiene dos consecuencias epistemo- Esta misma solución, llamada subalterñación, integra la teología en
lógicas. Para justificar la existencia de dos ciencias que tratan del mismo el corpus aristotélico de las ciencias al propio tiempo que justifica su
sujeto, en este caso Dios, Tomás de Aquino es llevado a precisar que las carácter revelado. Tomás de Aquino es llevado a desarrollar, a partir de
ciencias no se distinguen tanto por la diversidad de su objeto como por algunas líneas de Aristóteles, toda una teoría que define, a través de la
la diferencia de sus principios. E l cosmólogo, astrologus, éñ el texto de subalterñación, la categoría de las ciencias. Solución brillante pero frágil,
Tomás, y el físico, naturalis, demuestran ambos la esfericidad de la que puede poner en tela de juicio toda modificación del paisaje intelec-
Tierra, el primero por las matemáticas, el segundo por los argumentos tual, tanto en el ámbito de la teología, de la epistemología, luego de la
que se deducen de la naturaleza de las cosas. filosofía, como en el de las ciencias.
Una vez sentado este punto, falta aún afirmar que la teología, la Los teólogos tomistas de la primera generación, los alumnos del
doctrina sacra, es una ciencia. Para aclarar la situación paradójica de Doctor Angélico, siguieron fielmente su doctrina, salvo en un punto. L a
una disciplina científica cuyos principios son revelados, Tomás de teología no era para ellos una ciencia en el sentido exacto del término.
Aquino desarrolla sus tesis. Para él, no precisa mayor demostración que ¿Cómo explicar este viraje, este abandono del pensamiento del maestro
la teología basada en la revelación define, argumenta, razona, demues- en un punto que había establecido con tanto celo? Faltan estudios de
tra, a partir de artículos de fe tomados como principios; en consecuen- base para que sea posible dar una respuesta totalmente satisfactoria.
cia, su carácter científico, en una óptica aristotélica de la ciencia, no se Demasiados puntos permanecen oscuros, demasiados textos inéditos,
pone en cuestión. L a dificultad reside en el rango que se debe otorgar a demasiadas fuentes no exploradas. Unicamente podemos adelantar los
elementos más probables de una explicación.
Primero estaban las incertidumbres del pensamiento de Tomás de
Aquino. E l rango de la teología se basaba, en particular, en el hecho de
¿Utrum sacra doctrina sit scientia? que tomaba sus principios de un conocimiento superior, la ciencia de los
¿Es la teología una ciencia?
bienaventurados, es decir de la Revelación. Ahora bien, si la teología
Tomás de Aquino presenta un cierto número de argumentos a favor o en contra, toma sus principios de la ciencia de los bienaventurados, hecho admiti-
y luego responde: do por todos, sus principios no se desprenden de ella, son los mismos.
«Respondo que hay que decir que la teología es una ciencia. Pero debe saberse que N o hay exactamente una subalterñación. E l fallo es de importancia,
hay dos clases de ciencias. Unas proceden de principios conocidos por la luz natural
del intelecto, como la aritmética, la geometría, etc. Otras proceden de principios que puede explicar por qué el razonamiento de Tomás de Aquino no fue
se conocen a la luz de una ciencia superior, así como la óptica proviene de principios seguido, pero no el momento en que se abandonó su punto de vista.
conocidos por la geometría y la música de principios conocidos por la aritmética. De
esta manera la teología es una ciencia, ya que procede de principios conocidos por
una ciencia superior, a saber la ciencia que Dios y los bienaventurados poseen. Así, de La condena de 1277
la misma forma en que la música da fe a los principios que la aritmética le transmite,
la teología da fe a los principios que le son revelados por Dios.» (Santo Tomás de
A la debilidad interna del pensamiento del maestro se suman elemen-
Aquino, Summa Theologica, la Teología.) tos exteriores. E n marzo de 1277, el obispo de París, Étienne Tempier
condenaba en un decreto ciento diecinueve proposiciones filosóficas }
LA TEOLOGIA E N EL SIGLO XIII: UNA CIENCIA DIFERENTE A LAS DEMAS 218 219 LA TEOLOGIA EN E L SIGLO XIII: UNA CIENCIA DIFERENTE A LAS DEMAS

teológicas calificadas «de errores execrables que algunos estudiantes de tocaban algunas posiciones de Tomás de Aquino, quien había muerto
la facultad de artes no temen tratar y discutir en las escuelas». Los tres años justos antes de la aparición del decreto. Ninguno de los
partidarios de las doctrinas combatidas tenían una semana para recono- artículos condenados buscaba saber si la teología era una ciencia, pero
cer y abandonar sus errores bajo pena de excomunión. E l documento, la condena al aristotelismo daba un golpe a la credibilidad del sistema
redactado de prisa, mezclaba proposiciones de toda clase, enunciados edificado por Tomás de Aquino. Para defenderlo, era necesario no
sin orden pero, a través de sus confusiones, manifestaba una violenta basarse más que en lo sólido. Sobre todo, la condena por parte de la
ofensiva contra el aristotelismo que se había difundido ampliamente a autoridad episcopal marcaba una ruptura; institucionalmente el lugar de
mediados de siglo. A l periodo de condena de los libros naturales había la teología ya no estaba junto a las otras ciencias del corpus aristotélico.
sucedido el triunfo de un aristotelismo cristianizado. A través de la obra El acontecimiento se inscribe en un conflicto más antiguo, sucede a
de Tomás de Aquino, algunos integraban una visión bíblica del hombre otras condenas, pero marca por su violencia y el recuerdo que ha
y de la salvación en una concepción aristotélica del mundo material. En dejado. E l físico y muy católico historiador de las ciencias Pierre Duhem
la década de 1260, surgió un aristotelismo más radical en el seno de las hacía de esta condena el acta de nacimiento de la ciencia moderna, el
facultades de artes, cuyo representante más notable fue Siger de Braban- gesto que, rompiendo definitivamente los lazos que existían entre ciencia
te. La parte que pudo tener la influencia de los comentarios de Ibn y teología, las liberaba una de la otra. L a Iglesia se convertía así en la
Roch, el Averroes de los latinos, sobre el aristotelismo heterodoxo de los iniciadora de un movimiento que, partiendo de un pensamiento medie-
latinos es discutida. Partiendo de una lectura muy precisa de Aristóteles, val, iba a desembocar en la ciencia clásica y contemporánea. E l argu-
en el sentido técnico del término, algunos estudiantes de artes constatan
mento de Duhem es atractivo, pero para que sea además convincente
contradicciones entre la verdad filosófica y la verdad revelada. Incluso si
habría que demostrar que la ciencia occidental había nacido en vísperas
para Siger los límites del espíritu humano le impiden llegar a la verdad y
de la condena de 1277.
si, entre la verdad percibida por la razón y la verdad revelada, prevalece
siempre la revelación, muy pronto se muestran los daños para la fe. Los
temas más discutidos se referían a la eternidad del mundo y sobre todo a
la individualidad del alma humana. Tomás de Aquino atacó enérgica- En el transcurso del tercer cuarto del siglo xm, la época del apogeo La «otra» ciencia
mente las posiciones de los heterodoxos en los tratados sobre la Unidad del tomismo, pero también la época de los acontecimientos que desem-
del intelecto y la Eternidad del mundo. La amenaza despertó al partido bocarían en la condena de Étienne Tempier, Europa Occidental se da
antiaristotélico y el decreto de Étienne Tempier alcanzó a todos los una ciencia. Después de haber asimilado y plagiado, más o menos, los
defensores de Aristóteles, tanto a los moderados como a los radicales. Se modelos greco-árabes, un pensamiento científico original se manifiesta
en lugares y condiciones muy diversas. De 1254 a 1270, Alberto Magno
emprende una inmensa obra que le vahó el título de «Doctor Univer-
sal». L a funda sobre un comentario de Aristóteles, cuyo saber quiere
Pierre Duhem y el nacimiento de la ciencia moderna poner al alcance de los cristianos. Pero en lugar de comentarios literales,
como los que hace Tomás de Aquino, amplía el texto del filósofo
Pierre Duhem (1861-1916), físico y químico francés, marcó su época por sus introduciendo las observaciones de otros comentaristas así como las
trabajos en los campos de la termodinámica, de la química, de la física y de la
hidrodinámica. Enseñó en las universidades de Lille, Rennes y Bordeaux. La intransi- suyas propias. Su obra científica original es la de un gran naturalista.
gencia de sus posiciones y sus conflictos con Marcellin Berthelot lo alejaron de la Gran observador, escribe a partir de un tratado apócrifo atribuido a
capital. En nuestros días, Duhem es más conocido por su obra histórica y filosófica Aristóteles, un Tratado de los vegetales o plantas, en el que intenta
que por sus trabajos de física y de química. Su obra cumbre es Sistema del mundo, clasificar los vegetales, comprender su fisiología, al tiempo que da
historia de las doctrinas cosmológicas de Platón a Copérnico, que consta de diez
gruesos volúmenes, y sigue siendo obra de consulta aunque profundamente marcada consejos prácticos sobre la vinificación o la conservación del abono. Su
por la ideología del autor. Clerical, nacionalista y conservador, Duhem opone al Tratado de los animales comienza por un comentario de Aristóteles pero
cientificismo entonces dominante una forma de positivismo cristiano. Para él, las desarrolla puntos de vista mucho más personales. Practica disecciones
teorías científicas no pueden pretender una verdad absoluta, deben limitar sus en el ojo del topo o en el escorpión, cuyo sistema nervioso estudia, y
ambiciones a dar una imagen racional que permita la explicación de los fenómenos. Al
limitar la pretensión realista de la ciencia, al prohibirle limitar la potencia creadora de compara los huevos de los peces y los de los pájaros.
Dios, la metafisica cristiana habría permitido de esta manera el surgimiento de la Alberto es uno de los grandes teólogos del siglo xm. Enseñó en
verdadera actuación científica. Las intervenciones de las autoridades eclesiásticas, París, pero a diferencia de lo que ocurre en teología, París no es, en el
habitualmente presentadas como otras tantas manifestaciones de oscurantismo,
aparecen así, relatadas por Duhem, como la traducción de una clarividencia positivis-
terreno científico, el centro del mundo. Los franciscanos de Oxford, al
ta bastante paradójica. Así, escribe a propósito de la condena de 1277: rechazar a Aristóteles, afirmaron su confianza en la experimentación. E l
«Si debiéramos asignar una fecha al nacimiento de la ciencia moderna, elegiría- más célebre de todos, Roger Bacon, proclamaba que «el razonamiento
mos, sin duda, la de 1277. Entendida como una condena al necesitarismo griego, esta no prueba nada, todo depende de la experiencia».
condena llevará a numerosos teólogos a afirmar como posibles, en virtud de la Pero su obra se revela menos original de lo que su leyenda hace
omnipotencia del dios cristiano, posiciones científicas o filosóficas tradicionalmente
juzgadas imposibles en virtud de la esencia de las cosas. Al permitir experiencias creer. Profesaba una profunda admiración por un tal Pierre de Maricourt,
mentales nuevas, la noción teológica de un Dios infinitamente poderoso liberó los al que tenía por uno de los grandes matemáticos de su tiempo. Fuera
espíritus del marco finito en el que la ciencia griega había incluido el Universo.» (P. de este elogio, nada más sabemos de la vida de Pierre de Maricourt que
Duhem, Estudios sobre Leonardo da Vinci, 1906-1909.)
lo que quiso confiarnos en uno de los dos textos que se le conocen: la
Si bien las opiniones de Duhem han sido discutidas y ya no son admitidas en su
totalidad, mostraron con vigor la importancia de la ciencia medieval y plantearon en Epístola de Magnete; el otro sólo está editado parcialmente, es un
términos nuevos la cuestión de los orígenes de la ciencia moderna. tratado sobre el astrolabio. Pierre de Maricourt escribe su misiva en
1269, bajo los muros de Lucera asediada por Carlos de Anjou, el
LA TEOLOGIA E N E L SIGLO XIII: U N A CIENCIA DIFERENTE A LAS DEMAS 220 LA TEOLOGIA EN E L SIGLO XIII: UNA CIENCIA DIFERENTE A LAS DEMAS
221

hermano de San Luis. Por muchas razones, habría sido ingeniero militar
al servicio del príncipe, uno de estos ingeniatores como los que todos los
ejércitos poseían entonces. L a hipótesis es plausible, no encontramos su
úuCÍ'iS&'-ffi'foVfea »)«Siir*<S<»«aíFSüf tyTfrtíe recusen VsS ^sttolV huella en ningún sitio en el mundo universitario. E l De Magnete es un
opúsculo cuya edición alcanza apenas una quincena de páginas, pero su
importancia no reside en su longitud. Primera originalidad, las referen-
cias a las auctoritates son inexistentes. Y esto se explica porque el
discurso de Fierre de Maricourt se apoya esencialmente en la observa-
ción y la experiencia, no en la experiencia en el sentido aristotélico del
término, es decir, la confirmación de un hecho por su reproductividad
observada en la naturaleza, sino en la experiencia científica, es decir,
provocada y repetida voluntariamente. E l hecho de quebrar un imán
para observar la composición de los polos de ambos fragmentos es una
operación experimental. Nueva forma de actuar que se manifestó fuera
de la Universidad.

El De magnete de Pierre de Maricourt (1269)

« c orno se ha dicho, la parte norte de la piedra atrae, pues, la del sur y


recíprocamente. En esta atracción, la piedra (dotada) de una mayor fuerza es el agente
y la (dotada) de una fuerza más débil, el paciente. Ahora, pienso que la causa de esto
se plantea de la manera siguiente: en efecto, el agente no tiende sólo a asimilarse al
paciente sino a unírsele, para que del agente y del paciente se produzca un objeto
numéricamente único. Y tú mismo puedes realizar esta experiencia en esta piedra
maravillosa, de la manera siguiente: toma una (sola) piedra, que representas por la
línea A D , en la que A sea el norte, D el sur, y divide la piedra en dos partes, de
manera que dos piedras resulten de aquélla. Luego, pondrás la piedra marcada con A
en el agua, de forma que flote; verás que A gira hacia el norte como antes (de que se
haya dividido la piedra). En efecto, la fracción no disminuye las propiedades de las
La óptica de Roger Bacon. partes de la piedra, si ésta es homogénea; y as! es necesario que la parte de esta piedra
Con ayuda de esquemas situada en la misma rotura, y que llamaremos B, sea meridional. Luego esta piedra, de
geométricos, Roger Bacon la que acabamos de hablar, estará representada como AB. En cuanto a la otra piedra
reconstruye los diferentes marcada con D, verás, si se le posa sobre el agua, que D será el polo sur como antes
medios que atraviesa la luz porque girará hacia el sur, si la (piedra) es depositada sobre el agua, la parte opuesta,
en un ojo, lo que permite asi del lado de la rotura, será septentrional, la designaremos por C; esta piedra estará
poner en evidencia la pues (representada por) C D ; (supongamos) que la primera piedra AB sea el agente y
curvatura de los medios C D el paciente, y de esta manera ves que las dos partes de las dos piedras que, antes
refringentes, es decir, los de la separación, existían de una manera continua en la piedra única, después de la
sitios en los que la luz sufre separación, una se encuentra septentrional y la otra meridional. Que si de nuevo se
fenómenos de refracción aproximan las dos parte, una atraerá a la otra hasta que se unan en el punto BC,
(Dibujos in R. Bacon, Opus donde estaba la fractura.» (in P, Radelet-de Grave y D. Speiser, 1975.)
majus, siglo xm.)

Profundas mutuaciones también en el dominio de la óptica. E l


Roger Bacon (aprox. 1216-1292) silesiano Witelo (1220-1275 aprox.), que estudió en París y en Padua,
parece haber trabajado en Italia y sin duda en Bohemia. Buen conoce-
Roger Bacon comienza sus estudios en Oxford, donde obtiene el magisterio en dor de las obras antiguas y árabes, Witelo experimenta, construye sus
artes, luego va a enseñar a París. De regreso en Oxford hacia 1247, entra en la orden
de los franciscanos hacia 1257. Discípulo de Robert Grosseteste, deja una obra propios espejos parabólicos y, partiendo de trabajos de Ptolomeo y de
científica esencialmente consagrada a la óptica, pero es conocido fundamentalmente Al-Hazen, perfecciona un método que le permite medir el valor de los
por sus declaraciones en favor de la ciencia. Atribuye un lugar preeminente a la ángulos de refracción de la luz a través del aire, el agua y el vidrio
experiencia y afirma que el hombre puede hacer funcionar máquinas que anden solas
sobre la tierra, el agua y hasta por los aires. Piensa que todo este saber humano debe haciendo variar el ángulo de incidencia de los rayos. Intenta dar de ellos
ser puesto al servicio de la Iglesia para vencer al infiel y al Anticristo, cuya llegada una expresión matemática.
está, en su opinión, próxima. De hecho, el pensamiento de Bacon es menos innovador En los mismos años debe de estar fechado el Líber Jordani de ratione
que lo que hacen pensar algunas de sus fórmulas. Su concepto de la experiencia no es
el de la ciencia actual. Según él, las máquinas que anuncia, excepto la máquina que
ponderis, que desarrolla los trabajos que Jordano de Némora emprendió
vuela, ya han existido todas y existen, sin duda, en su propia época, en lugares que no en la primera mitad del siglo. Se interesa particularmente por las
conoce. Muy abierto a las innovaciones, está profundamente arraigado en su tiempo, palancas acodadas y por el plano inclinado. H a nacido la estática
no es el genio visionario que algunos creyeron ver en él. medieval, estos trabajos de mediados del siglo xm habrían influido en los
mecánicos del siglo xvi, en particular a Simón Stevin (1548-1620).
LA TEOLOGIA E N E L SIGLO XIII: UNA CIENCIA DIFERENTE A LAS DEMAS
LA TEOLOGIA E N E L SIGLO XIII: U N A CIENCIA DIFERENTE A LAS DEMAS 222 223

Otra novedad, la Theoria planetarum de Campano de Novara, de acción eficaz de conversión. L a posición de la Iglesia, del papa en
personaje del que se conoce poco, este italiano escribió su obra en el particular, pero también de los clérigos, reposaba sobre una ambigüedad
tercer cuarto del siglo XIII, probablemente en medio de la corte pontifi- de vocabulario, sobre una ausencia de definición del concepto de ciencia,
cia. A diferencia de los tratados De la esfera anteriores, que presentaban como lo muestran las diferentes «clasificaciones de ciencias».
consideraciones a menudo muy simplificadas del sistema de Ptolomeo, Para que la teología se constituyera en una ciencia, el mismo Tomás
su obra es la primera en exponer en latín el sistema del maestro de Aquino se vio obligado a dar al concepto de ciencia una acepción
alejandrino en detalle, y en ciertos puntos, como la manera de calcular mucho más estricta, la define en relación a su objeto, a sus métodos y en
las dimensiones y las distancias de los planetas, es superior al Almagesto. sus relaciones con las demás ciencias. Por lo mismo, otorga un rango
Campano de Novara propone, y una vez más es el primero en hacerlo, particular a la teología, para distinguirla de las otras disciplinas y de la
un modelo de ecuatorial, aparato complejo que apunta a reproducir el filosofía. Contribuye a definir la ciencia en el momento en que ésta nace
movimiento de los planetas y de las estrellas a partir de la teoría en Occidente.
ptolemaica. Pero esta definición chocaba con dos obstáculos. E l primero se debe
Conocer la posición de los astros en la bóveda celeste era indispensa- a una definición demasiado aristotélica, peligrosa en consecuencia, lo
ble para el astrólogo, el ecuatorial daba una solución, la otra estaba que explica que las autoridades se vuelvan contra ella; la verdad científi-
dada por las tablas astronómicas. Los progresos de la astronomía de ca corre el riesgo de enfrentarse a la verdad revelada, la separación se
observación permitieron establecer otras. hace necesaria. E l segundo surge cuando, frente a la ciencia definida por
Estos ejemplos revelan el surgimiento de una ciencia nueva. Esta el teólogo dominico, aparecen las premisas de otra ciencia, basada en la
muy a menudo hace referencia a los antiguos, algunos de estos discursos, observación y la experiencia, que resalta los fallos epistemológicos del
como el de Alberto Magno, están aún plagados de referencias antiguas, razonamiento tomista.
otros las ignoran, como Pierre de Maricourt, pero la observación y la
experiencia, el recurso de las matemáticas, van más allá del aporte
greco-árabe. La ciencia ya no se contenta con el comentario o el
resumen de las obras del legado del pasado. Por cierto, siguen escribién-
dose en latín, por cierto, persiste la reverencia a Aristóteles pero el
ambiente cambia, al razonamiento sobre los auctores sucede el razona-
miento sobre los datos adquiridos por el sabio.
La tentativa de Tomás de Aquino, que desea constituir la teología en
ciencia, se saldó con un fracaso. Mientras su obra teológica y filosófica
fue ampliamente rehabilitada tras los acontecimientos de 1277, ya que el
maestro dominico fue canonizado en 1323, su discurso sobre el carácter
científico de la teología no ha sido reanudado. Como disciplina aparte,
la teología, que extrae sus elementos de base de la fe, no participa en una
ciencia fundada sobre la observación y la razón. Alejandro de Hales
conocía un triunfo postumo. Los fundamentos epistemológicos de la
posición de Tomás eran demasiado débiles en sí mismos para que
pudiera resistir el ataque que sus adversarios habían lanzado contra
todo su sistema de pensamiento. Por otra parte, la idea que se hacía de
la ciencia reposaba sobre el concepto muy libresco, escolástico del saber,
concepto que se encontró pronto cuestionado por el surgimiento de una
ciencia nueva.
Sin duda, más importante que encontrar las razones, evidentes para
nosotros, de este fracaso, es preguntarse por qué un espíritu tan singular
como el de Tomás de Aquino, hizo todo para que la teología se
constituyera en ciencia. Jamás se explicó sobre este tema. E l hecho
responde, según parece, a una necesidad de oponer al saber organizado
y científico de Aristóteles y sus comentaristas, considerado un modelo,
otro saber, también completamente organizado, igualmente científico,
pero más verdadero, que repose en la palabra divina. Ahora, la cuestión
es posible en tanto la ciencia repose sobre un discurso, se defina sobre el
modelo escolástico, el habitual de Tomás de Aquino. Ser sabio, es
razonar sobre la Biblia como sobre Aristóteles, es utilizar en ambos
casos un mismo lenguaje científico.
Ahora bien, la voluntad de Toníás de Aquino coincidía con la de la
autoridad religiosa, hacer de la teología una ciencia, algo que se enseña-
ra, que probara. Hacer de la teología una ciencia era asegurarse medios
Cálculo, álgebra y mercancía
P A U L BENOIT

De cómo, a finales de la Edad Media, los matemáticos, habiendo sido


encargados por los mercaderes de Florencia y otros lugares de enseñar
el cálculo a sus hijos, practicaron el álgebra y lo que de ello se siguió.

a ciencia griega era geometría, su física razonaba, deducía, pero


apenas calculaba. E l cálculo es hoy en día un fundamento esencial
Jpara todas las ciencias, pero también para las técnicas y la activi-
dad económica. Verdad evidente en el tiempo de la informática, sin
embargo la voluntad de poner el mundo en ecuaciones se remonta a
tiempos muy anteriores. Aún hacia falta saber resolver una ecuación, y
primero plantearla. Se puede discutir exactamente sobre el valor del
cálculo griego, sobre los antecedentes posibles en la obra de Diofanto, se
puede mostrar que Arquímedes y los mecánicos de Alejandría utilizaban
el cálculo; no es por ello menos cierto que el cálculo algebraico sólo se
desarrolló en la Europa cristiana a partir del final de la Edad Media y el
principio de los tiempos modernos. Según un punto de vista común-
mente admitido, el álgebra nace en Europa occidental con Viéte, el
primero, se dice, que empleó letras para representar la incógnita. Viéte
no habría podido llegar a estos resultados más que gracias al descubri-
miento en el siglo x v i de la obra de Diofanto de Alejandría. ¿Es así de
simple el asunto? ¿Se puede hacer de un hombre el padre del álgebra
porque su simbolismo sirvió de modelo? Antes de Francois Viéte, otros
intentaron expresar realidades algebraicas mediante símbolos: Jeróme
Cardan, Raffaele Bombelli o Nicolás Chuquet. E l caso de Nicolás
Chuquet, matemático francés que vivió en la segunda mitad del siglo xv,
hace entrar en un mundo muy diferente del de Viéte. Chuquet escribió
su obra en francés, y no en latín, lengua de los sabios durante la épo-
ca medieval y la época clásica, y, sobre todo, formó parte de los pro-
fesores de matemáticas que intentaban traspasar una parte de su
ciencia a los hijos de mercaderes a finales de la Edad Media. Chuquet
no es un caso aislado. En Italia, más en concreto en Florencia y en
Venecia, matemáticos como él vivieron, trabajaron, produjeron obras
que marcarán sin duda la historia del cálculo aritmético y algebraico.
Que marcarán, porque esa historia se está elaborando, se hace gracias a
investigadores italianos o alemanes, americanos, ingleses o franceses.
Historia ingrata, ya que los textos son numerosos, a menudo cercanos Establecimiento de un
unos a otros, casi siempre manuscritos, en ocasiones mal escritos. E l comerciante en el siglo xv.
Un gran personaje, vestido
pensamiento de algunos autores resulta confuso a veces, los errores son con un ropaje con cuello de
frecuentes. Por un Chuquet o un Benedetto de Florencia, cuántos armiño, discute con el
anónimos cuyas obras carecen de originalidad, pero pueden contener comerciante; hay que saber
vender. Sobre la mesa en la
indicios de evolución. La historia que aquí se pretende exponer no que están dispuestas las
presenta a grandes sabios de imagen canónica, es, más bien, la historia joyas, una caja de pesos .
de un medio científico. En efecto, lo que se trata de buscar no son los necesaria para el uso de la
orígenes del álgebra en Europa occidental, sino las condiciones bajo las balanza; hay que saber
pesar, y luego, contar.

225
227 C A L C U L O , ALGEBRA Y MERCANCIA
C A L C U L O , ALGEBRA Y MERCANCIA 226

cuales las ciencias del cálculo pudieron desarrollarse en un tiempo dado


—los últimos siglos de la Edad Media— y en un medio dado, el de los
mercaderes que practicaban el comercio a gran escala. Queda, más allá, • sucursal: de los Peruzzi (h. 1336)
el resituar los resultados obtenidos en un marco más general, el de la
historia del cálculo en el mundo mediterráneo. Incluso si las conclusio- _ filial de los Mécidis
V (2* mitad del siglo xv)
nes que se proponen sólo son parciales, pueden permitir plantear en
términos un poco más claros el problema de las relaciones del desarrollo 4JH casa matriz
científico y la evolución socio-económica.

El comercio E l crecimiento de la Europa medieval, el auge de la producción


mediterráneo agrícola el desarrollo de las ciudades y la difusión de la monedas se Venencia
acompañan de una expansión comercial en todos los niveles. L a multi-
plicación de los mercados locales va pareja con el establecimiento de
una red internacional. L a Europa occidental comercia en particular con \ @ ä Florencia v
el Oriente bizantino y musulmán. Exporta sus telas, sus metales, su plata
e importa productos de lujo como la seda o las especias traídas de V RomaQ ^-aBarletta.
Extremo Oriente, o algunas materias primas necesarias para su industria <^ Nápolesq 3 ^
1
textil tales como el alumbre , un mordiente indispensable para la Mallorca
preparación del teñido de las telas, o de los productos de tinte. E l Palermo
Occidente europeo también comercia con el Occidente musulmán: el ->(/
trigo de Africa del Norte o de Sicilia, la lana, el cuero, el coral del Túnez [
Magreb, las telas de Italia o de Cataluña, el oro y las especias de África,
Roda
la plata europea animan el tráfico. Italia, por su posición geográfica y
MEDTERRANEO
sus tradiciones, tiene un lugar de privilegio en el comercio internacional,
que hizo la fortuna de las grandes ciudades, Venecia, Genova, Pisa o
Florencia.
Desde el siglo xn, venecianos o genoveses se organizan, se asocian
200 400 km
para llevar a cabo operaciones ultramarinas. U n capitalista suministra I '
los fondos a un comerciante itinerante que aporta su trabajo y, en
ocasiones, también una parte de los fondos. Comienza a hacer falta
saber contar, repartir los beneficios o las pérdidas en función del
producción y los precios se hunden en el momento en que guerras, sobre Implantación de las grandes
contrato. A partir del siglo XIII, grandes compañías, creadas para compañías italianas en los
todas ellas la guerra de los Cien Años, asolan el continente. E l fenómeno
perdurar, se organizan en las ciudades del interior de la península siglos xiv y xv.
es complejo. Incluso antes de que la peste se manifestara en Florencia,
italiana. Los miembros de un grupo familiar y sus aliados proporcionan
los Bardi y los Peruzzi habían quebrado, víctimas de los préstamos que
el capital, el corpo, se reparten los beneficios a prorrata según sus
habían concedido a príncipes, entre ellos al rey de Inglaterra, incapaces
inversiones, asumen que se les cargue las pérdidas eventuales. L a com-
de devolverlos. En la segunda mitad del siglo XV, el comercio se reorga-
pañía acepta también las imposiciones de particulares, a las que corres-
niza según nuevas estructuras. Las compañías con sucursales se reempla-
ponde una renta fija. Asociaciones de este estilo tomaron una considera-
zan por compañías con filiales, es decir, que un mismo grupo capitalista,
ble amplitud, la de los Bonsignori de Siena en el siglo XIII, las de los
grupo familiar igual que antes, controla compañías jurídicamente inde-
Bardi y de los Peruzzi de Florencia en el xiv. Las grandes empresas
pendientes: en términos actuales se podía hablar de holding. E l sistema
florentinas tenían sucursales en todo el Mediterráneo y en los países de
es más flexible, un fracaso local no arrastra la quiebra del conjunto.
Europa occidental. Para ellas, el comercio está acompañado de una
Cosme de Mediéis (1389-1464) construyó su imperio comercial e indus-
intensa actividad bancaria, que las introduce ante los más grandes: el
trial según este modelo.
Papa o los soberanos utilizan sus servicios.
E l tamaño de los negocios exigía correspondencia y contabilidad, los
A mediados del siglo xiv, una crisis de amplitud excepcional sacude capitales arriesgados exigían seguros. Los últimos siglos de la Edad
Europa. Crisis demográfica: después de siglos de crecimiento, la pobla- 2
Media ven aparecer la contabilidad «por partida doble» y multiplicarse
ción se estanca o comienza a disminuir cuando la azota la peste negra los contratos de seguros. Hacían falta también medios de pago, por lo
(1348). Europa pierde en un siglo, según las estimaciones más verosími- que las grandes compañías comerciales italianas son también compañías
les, alrededor de la mitad de su población. Este hundimiento se inscribe bancarias: ponen a punto la letra de cambio, texto breve por el que un
en un contexto de depresión económica y de conflictos políticos. L a hombre se compromete a devolver en una fecha ulterior, en otro lugar y
1
Alumbre: sulfato doble que se utilizaba como mordiente en la industria textil. El 2
tinte podía coger, morder, en los tejidos o los hilos después de tratarlos con alumbre. Contabilidad por «partida doble»: contabilidad compleja, que utiliza numerosas
Producto indispensable para la industria textil, el alumbre fue objeto de un comercio cuentas, y que utiliza, como rasgo característico, dos anotaciones para cada opera-
muy importante en la Edad Media. ción, una en el debe y la otra en el haber, de forma que el saldo sea siempre nulo.
C A L C U L O , ALGEBRA Y MERCANCIA
228 229 C A L C U L O , ALGEBRA Y MERCANCIA

preciso aprender. Se puede describir a grandes rasgos la formación de


los futuros mercaderes italianos de Pisa, Venecia, Genova o, sobre todo,
Florencia. Hacia la edad de los siete años, los niños entraban en una
escuela elemental durante dos o tres años en la que aprendían la lectura,
la escritura y los rudimentos de la gramática. Donato Velluti, un
florentino del siglo x i v , decía de su hijo: «Al haber aprendido a leer en
poco tiempo, llegó a ser un buen gramático... después pasó al abaco»; el
abaco, es decir, el cálculo. E l término había evolucionado, desde el
sentido primitivo de tablero contador, tabla sobre la que se desplazaban
las cuentas para efectuar las operaciones, había adquirido el significado,
más amplio, de cálculo. Los maestros enseñaban entonces, además de la
aritmética, «lo que es útil para el comercio». Esta enseñanza pudo ser
impartida por preceptores o maestros que sólo instruían a unos pocos
alumnos. Así, Nicolás Chuquet, que, antes de ser calificado como
«algorista» en los libros fiscales de Lyon, aparecía como «escritor»,
nombre dado en esa ciudad a los que enseñaban a los hijos de los
patricios y de los grandes comerciantes. Luca Pacioli (aprox. 1445,
aprox. 1517), autor de una célebre Summa arithmetica impresa en Vene-
cia en 1494, comenzó su carrera como preceptor de los hijos de un rico
mercader veneciano, Antonio Rompiani. Pero, en las ciudades italianas,
los futuros comerciantes pasaban casi todos por la escuela. En Floren-
cia, en 1338, «[...] los niños que estaban aprendiendo el abaco y la
algoritmia en seis escuelas eran de mil a mil doscientos», según el
cronista Giovanni Vilani. Cifras impresionantes para una ciudad de
menos de cien mil habitantes, quizá excepcionales a causa de la impor-
tancia de Florencia como ciudad mercantil y como centro intelectual.
Pero; en 1345, en Lucca había escuelas públicas de abaco; en Milán, en
1452, treinta y siete hombres de negocios envían una petición al duque
para que financie la enseñanza de la contabilidad a sus hijos; en 1486, en
Genova, el Arte de la Lana, la agrupación de los productores y comer-
ciantes de textiles de lana, abre una escuela.
Las escuelas florentinas son las mejor conocidas, a causa, sin duda,
de la importancia de la ciudad, pero también porque la enseñanza de las
matemáticas tenía en ellas un lugar especial. Incluso los venecianos,
Florencia en el siglo xvt. La
competidores de Florencia, y, a menudo, sus enemigos, reconocían a la
ciudad está rodeada de ciudad toscana su superioridad en la materia. Las escuelas florentinas,
murallas. La concentración Una letra de cambio las botteghe dell'abbaco, literalmente las boticas de cálculo, parecen
de ¡a población se refleja en haber sido todas privadas. Maestre Paolo dell'Abbaco, a mediados del
la elevación de las casas y la «« E
Unn el nombre de Dios, el 18 de diciembre de 1399, pagaréis por esta última
riqueza de la ciudad en la letra a! vencimiento, a Brunacio di Guido y Cía, C C C C L X X I I libras X sueldos de siglo x i v , es propietario de la suya, la lega a un colega y amigo y la
importancia de las Barcelona, las cuales 472 libras 10 sueldos que valen 900 escudos a 10 sueldos 6 herencia comprende el local y el conjunto del material útil para la
construcciones de piedra. La dineros por escudo me han sido pagados aqui por Ricardo degl'AIberti y Cia. enseñanza. Su testamento, mejor que cualquier otra fuente, muestra con
catedral actual aún no está Pagadlas en buena y debida forma y ponedlas a mi cuenta. Que Dios os guarde.
Ghuiglielmo Barbieri. Salud de Brujas.» (en J. Le GoíT, 1986).
claridad la vida de un matemático florentino del siglo xiv. Redactado en
construida, pero podemos
reconocer el Baptisterio, a la El vencimiento era el plazo habitual de cobro de una letra de cambio de un lugar a 1367, probablemente poco antes de la muerte de su autor, nos muestra
derecha de la puerta del otro. De Brujas a Barcelona el vencimiento era, en el siglo xv, de treinta días. Una un hombre acomodado, propietario de dos casas en la ciudad y de otra
recinto. letra de cambio como ésta cubría operaciones de cambio, de transferencia y de en el campo, poseedor de un capital estimado de alrededor de 1.000
crédito. Se convirtió en uno de los instrumentos esenciales del comercio italiano a florines, en una época en que un sirviente ganaba anualmente 10
finales de la Edad Media.
florines; un maestro albañil, 40, y un notario, alrededor de 300. Una
fortuna nada despreciable. Entre sus ejecutores testamentarios figura un
maestro de abaco, pero también un rico mercader de sedas. Lo que los
en otra moneda, una cantidad que le ha sido adelantada; esto es, un documentos dejan traslucir de los recursos de sus colegas muestra que
medio de crédito, de transferencia y de cambio. Paolo no era una excepción. De menor fortuna que los grandes comer-
ciantes a los que frecuentaban, los maestros de abaco reputados poseían
rentas superiores a las de los artesanos, que los situaban entre los más
Aprender la Se comprende la fórmula «No se debe tener pereza de escribir» de ricos de la clase media.
mercadería ese mercader anónimo de Florencia en el siglo XIV. Letras y cifras el Otros, por el contrario, tienen un nivel de vida inferior, aparecen en
trabajo del comerciante necesita de la escritura. U n oficio que era las cuentas de las obras de construcción por haber medido el trabajo
C A L C U L O , ALGEBRA Y MERCANCIA
C A L C U L O , ALGEBRA Y MERCANCIA 230 231

realizado, calculado el volumen de los materiales utilizados. Su salario,


poco elevado, completa los ingresos de la enseñanza. U n contrato de La utilidad de las matemáticas para los mercaderes según le Kadran aux marchans de
Jehan Certain (1485)
1517 muestra las condiciones de contratación de un joven enseñante por
un maestro de mayor renombre, Francesco Galigai, que necesita un «Y compararía mi tratado a un cuadrante y por tanto quiero llamarlo el
adjunto: la condición del que empieza resulta ser de lo más mediocre, el cuadrante de los mercaderes, porque igual que el cuadrante es guía, conductor y
salario mínimo que se le garantiza se compara al de un peón de albañil. camino de todo tipo de agentes para conocer la limitación del tiempo y del día. Así
En Florencia existe un grupo de profesores, de profesionales que viven este pequeño tratado será guía, enseñanza y declaración de todos los mercaderes del
buen saber contar para coger y dar justamente al vender y comprar a cada uno según
de las matemáticas y, más en concreto, del cálculo. Su posición en la su leal derecho.
ciudad se reconoce y se estima. A finales del siglo XV un florentino, Luca [...] hablará esta segunda parte de pesos, medidas, compañías, cambios y otros
Landucci, al definir a los hombres «más nobles y valerosos» de su contratos y por tanto es necesaria para cualquiera que quiera usar mercaderías [...].»
ciudad, coloca entre ellos, junto a Cosme de Mediéis, a siete artistas y
dos obispos, pero también a dos maestros de cálculo.

Un nuevo cálculo

Los manuales permiten hacerse una idea de la enseñanza que se Otro rasgo común, otra novedad: todos utilizan el cálculo de lápiz y
impartía en estas escuelas. E n Florencia, ya en el año 1340, Paolo papel. E l método acababa de empezar a imponerse en ciertos circuios: el
dell'Abbaco escribe una aritmética para mercaderes. Las obras de este de los astrónomos, junto al de los mercaderes. L a casi imposibilidad de
tipo se multiplican en Italia, en particular, en Florencia y en Venecia. L a operar en cifras romanas hizo necesario durante siglos el recurso al
imprenta se hace cargo de ellas, la primera aritmética comercial se abaco y el cálculo con cuentas. Las prácticas de la contabilidad pública
imprime en 1478 en Treviso; otra, tres años más tarde, eri Florencia. son todavía éstas durante el Renacimiento. Y a la llegada de las cifras
Algunas de ellas tienen gran éxito: la Nobel opera de arithmetica de árabes había aportado modificaciones sensibles: la operación se plan-
Piero Borghi, un veneciano, conoce dieciséis ediciones entre 1484 y 1577. teaba, aunque inscrita en cera, arena o polvo; los resultados inter-
L a Summa de arithmetica, geometría, proportioni et proportionalita de medios se iban borrando, no se indicaba lo que se lleva. L a difusión
Luca Pacioli, obra monumental que contiene, entre otras cosas, una del papel en Occidente, al dar a la escritura un soporte mucho más
aritmética comercial, se imprime en 1494 en Venecia. L a primera aritmé- barato que el pergamino, cambió radicalmente las condiciones materia-
tica comercial alemana sale de la imprenta en Bamberg, en 1482, les del cálculo, pero también toda una práctica de las operaciones. Las
algunos años antes de la obra del más célebre de los maestros de cálculo cifras se escriben, los resultados intermedios se mantienen, nuevas
alemanes, Johanes Widman. En Niza, Francés Pellos publica el Compen- maneras de presentar las operaciones y, por tanto, nuevas prácticas
dion de VAbaco, escrito en lengua nizarda; la obra data de 1497. Fran- operatorias se hacen posibles.
cesch Sanctcliment hace imprimir su aritmética práctica en catalán en
1482. Se conoce un manuscrito provenzal de mediados del siglo xv.
Aunque Italia haya dejado el mayor número de obras y las más famosas, El tronco común
el movimiento desborda el marco de la península e incluso de la Europa
mediterránea. Los tratados empiezan por una aritmética que, excepto en la obra de
En el estado actual de la investigación, cinco manuscritos franceses Nicolás Chuquet, trata de entrada de los problemas mercantiles. Con
se inscriben en esta tradición. Datan de la segunda mitad del siglo xv. diferencias de detalle, sus planes están construidos sobre la misma
Le Kadran aux marchans fue escrito por Jehan Certain en 1485, un año trama. U n ejemplo: Le Kadran aux marchans. Se divide en cuatro partes.
después de que Nicolás Chuquet terminara su Triparty en la science des L a primera comienza por la numeración en cifras árabes, continúa por
nombres, cuya última parte se titula Comment la science des nombres peut la adición y la sustracción, sus pruebas; la multiplicación, la división y
servir au fait de marchandise. las pruebas del 7 y del 9. Enseguida pasa a las fracciones, que llama
«quebrados»: reducción, adición, sustracción, multiplicación y división;
Todas estas obras están escritas en lengua vulgar y no en latín como
sólo aborda la simplificación al final del capítulo. A continuación
lo esencial de la literatura científica anterior y contemporánea. Hecho
empieza la segunda parte, consagrada, según su autor, «a los pesos,
determinante que muestra que estos tratados se dirigen a un público
medidas, compañías y cambios», con lo que muestra sus ambiciones
diferente, que no es el de la universidad, ni el del humanismo naciente,
prácticas, y que trata de la regla de tres y de sus aplicaciones. L a
sino un público para el que el saber no se confunde con la cultura
división en capítulos está hecha en función de criterios prácticos y no
heredada de la Antigüedad. L a lengua que utilizan, formada a partir de
matemáticos. E l autor aborda en ellos los problemas ligados a la regla
los lenguajes popular y culto, aún no está fijada: los términos varían de
de tres compuesta. Se interesa a continuación, pero en forma mucho más
un manual a otro, signo de la juventud de una disciplina que no ha 3
breve, por los problemas de falsa posición simple y doble y por la regla
definido todavía su vocabulario.
Están escritos con finalidad práctica. Chuquet quería aplicar la 3

ciencia de los números al comercio y Jehan Certain deseaba que su libro La falsa posición permite resolver un cierto número de problemas sin recurrir al
uso del simbolismo algebraico. El método consiste en encontrar una incógnita a partir
fuera «guía, enseñanza y declaración de todos los mercaderes del buen de una o dos soluciones, una o dos posiciones, fijadas arbitrariamente. Cálculos que
saber contar...». En cuanto a Borghi, escribía su obra para los «jóvenes son difíciles de ejecutar y que pueden provocar errores, permiten llegar a la solución.
destinados a la mercadería». L a preocupación por una pedagogía prácti- Al dejar su lugar a las ecuaciones algebraicas, el método de la falsa posición está, hoy
ca se afirma en la mayoría de los tratados. en día, olvidado.
C A L C U L O , ALGEBRA Y MERCANCIA
232 233 C A L C U L O , ALGEBRA Y MERCANCIA

metalli. E l libro termina con una serie de problemas, algunos de los


El abaco
cuales tratan del comercio, mientras otros se sitúan en una tradición
L a Edad Media conoció varios tipos de abacos, es decir, de tablas o tableros que
JL/a diferente. Como, por ejemplo, el de la serpiente que trepa por una torre
sirven para efectuar cálculos, como se usa, aún en nuestros días, el abaco de bolas en durante el día, recorre una cierta distancia, pero vuelve a descender por
la Unión Soviética o en Extremo Oriente. El más frecuente es el abaco lineal, que se la noche, mientras duerme, una distancia menor; la pregunta es saber al
presenta en la forma de una plancha sobre la que unas líneas materializan la unidad y
las potencias de diez. Entre las lineas se puede colocar una cuenta intermedia, que vale
cabo de cuantos días alcanzará Ta cima. Algunas diferencias en la
5 en el espacio entre la linea de las unidades y la de las decenas, 50 en el espacio entre presentación, pero escasas: la multiplicación y la división se presentan
las decenas y las centenas, etc. Cada cuenta colocada en una línea vale una vez lo que antes que la adición y la sustracción, en Borghi faltan los párrafos que
indica su lugar: tres cuentas en la línea de las unidades valen 3; 5 en la línea de los tratan sobre los métodos de falsa posición y la «oposición y remoción»,
millares, 5.000 (la cruz indica la línea de los millares). Así, 5.807 se dispone así:
así como el capítulo final.
centenas de millar Pero las semejanzas son mucho más patentes y se vuelven a encon-
50 000 trar en todos los tratados. Los autores, en función de su formación, del
decenas de millar
medio o de sus intereses propios, construyen sus libros, sin modificar
9 5 000
apenas un conjunto de conocimientos matemáticos que se refieren a
^ —
operaciones comerciales semejantes y que constituyen un tronco común
unidades de millar
© de conocimientos que se juzgan indispensables para la formación del
500
-
O ©--(5
futuro mercader.
centenas
50


0-9
5
decenas Las operaciones

unidades 5
L a numeración de posición , acompañada en ocasiones por una
mJ¿?
mucho mas
a d C I n y
. ' ° , f - , f a c c i o n e s son fáciles de realizar, las otras operaciones son
difíciles.
Por ejemplo, la adición de 17.617 y 4 861 cuy^resultarin
breve disertación sobre las diferentes maneras de escribir los números,
no se trata extensamente, parece que se considera como algo ya adquiri-
Y resultado
ciertamente es 22.478, se dispone de la siguiente manera- do. L o mismo sucede con la adición y la sustracción. Se presentan y
resuelven, con diferencias ínfimas, como hoy en día. Los ejemplos se
Q refieren a operaciones con monedas, más delicadas. Los números deci-
—(ü^-^p decenas de millar
males no se conocen, y los submúltiplos de las diferentes monedas en
5 000 circulación varían. En el sistema de monedas imaginarias dominante,
—^p— ^ unidades de millar una libra vale veinte sueldos; un sueldo, doce dineros. La mera adición
0 500 de dos sumas requiere pues el uso, al menos en teoría, de divisiones y
Q JÜ&k
—w~m~w~w— centenas sustracciones. L a prueba de la adición se hace por sustracción y vice-
0 50 versa.
o _ ®
—0~
decenas A los autores les resulta difícil a veces definir la multiplicación, pero
® 5 la practican con soltura. Coexisten varios tipos de multiplicaciones, que
0-0 . 0.
— — ^ unidades llevan nombres variables según los manuscritos. Se puede multiplicar en
cruz, método que exige recordar un número considerable de resultados
parciales y comporta el riesgo de cometer muchos errores: por gelosia o
carrat, disponiendo en un entramado los resultados intermedios, de
4
denominada de «oposición y remoción» , antes de terminar, de forma manera que no haga falta recordar lo que se lleva; o, finalmente, según
aún más breve, con las progresiones. «El hecho de las monedas y una técnica muy similar a lo que se utiliza hoy en día. Y aún existían
vellones, del oro y de la plata», título de la tercera parte, afirma la otros métodos, ya que la imaginación de los abaquistas italianos fue
preocupación por la economía. Contiene los métodos que un mercader muy fecunda.
necesita para saber resolver, gracias al cálculo, todos los problemas que La multiplicación en cruz aparece como una herencia caduca de
le plantea el manejo de monedas y metales preciosos. L a última parte, cálculo sobre arena, que borraba los resultados intermedios. L a huella
completamente específica de este libro, titulada «Aleaciones y análisis», del pasado es más visible todavía en la más difícil de todas las operacio-
posee un carácter netamente técnico y enseña los métodos que permiten nes, la división. Hasta aproximadamente los años que van de 1460
afinar los metales preciosos. Se sale pues de nuestra historia. a 1470 en Italia, 1485 en Francia, se practica, por divisiones sucesivas,
E l plan de Borghi presenta muchas semejanzas con el de Jehan rayando lo que ha sido dividido y conservando los restos, lo que Jehan
Certain: la numeración, las cuatro operaciones elementales de la aritmé- Certain llama en el Kadran aux marchans, «partir por galera». E n
tica, las fracciones, la regla de tres, las aleaciones de metales, De ligar
5
La numeración de posición es la nuestra; está ligada al uso de los guarismos
4

cporom nd
ido p o r m uc
hos aut
o r
e s
, e
s u n esm
teedpiorocd
Oposición y remoción o aposición y remoción:
pr
e ed
eimeiennctoontd
r
aer csoál"cuucloioLmal
s en er
a Ta
llamados árabes. Se habla de numeración de posición ya que la cifra tiene, en el
número, un valor que depende de su posición: el 1, colocado a la derecha de un
blemas indeterminados de dos ecuaciones con tres incógnitas número, significa la unidad; en la segunda posición, siempre a partir de la derecha,
significa la decena, etc.
C A L C U L O , ALGEBRA Y MERCANCIA
C A L C U L O , ALGEBRA Y MERCANCIA 234 235

vez de borrar los resultados intermedios como en la arena, el calculista


los tacha. L a nueva forma de la división, que, como en nuestros días, La división de tipo antiguo
conserva los resultados de las restas sucesivas, transforma completa-
mente la práctica de la operación. Más clara, por tanto más segura, División de tipo antiguo, tachando los resultados intermedios (manuscrito francés
limita considerablemente los errores. L a verificación de las multiplica- 2050, aprox. 1460).
ciones y de las divisiones se efectúa gracias a las pruebas del 9 y del 7.
«Resto 17
n
n
La multiplicación número partido
JÍÍL
número que resulta de la partición 133
L a multiplicación de 578 por 76589 se inscribe en una rejilla (a la izquierda) y se
el partidor
dispone como se muestra a la derecha. Basta con multiplicar una cifra del multiplica- ?3 resulta 347 »2

dor por una cifra del multiplicando y colocar el resultado en la casilla que se
encuentra en el cruce de la fila y la columna en cuyo comienzo se encuentran esas
cifras. Como no hay números que se lleven, la operación puede comenzarse en 11
La operación se descompone así: 4539 o sea, 45 — 34 = 11.
cualquier orden. El resultado se obtiene sumando las cifras en diagonal. El resultado
se lee 44268442. ~1

5 7 8 5 7 8
1
?
m o sea, 3 x 3 = 9, restado de 11,
Se divide entonces por 34. 4¿39
resto 2, que da 23; luego 3x4=12,
13
restado de 23, resto 11.
m
Ì,

n
n
nn
4 4 2 La operación se termina
reiterando el procedimiento: 133
3444
?3

Las fracciones La operación no es difícil, pero su disposición puede conducir a un buen numero
de errores; ocupa un espacio considerable en cuanto el dividendo y el divisor se
De las operaciones con los enteros, los tratados pasan a las fraccio- componen de números grandes. Hasta tal punto recuerda su forma a un barco, que se
nes, rotti de los textos italianos, «números routz» o «números rompus» la calificó a menudo de «galera».
de los textos franceses. Los autores conocen las fracciones incluso si les
resulta delicado dar su definición. L a reducción a común denominador
es algo corriente, así como la simplificación. L a adición, la sustracción y
la multiplicación de fracciones apenas parecen plantear dificultades; la
división, por el contrario, seguirá siendo durante mucho tiempo una
fuente de errores. A finales del siglo XV, incluso un buen calculista como La división de tipo moderno
Jehan Certain no sabe que puede dividir multiplicando por la fracción
inversa, cuando varios de sus contemporáneos practican ese método. D ¡visión de tipo moderno, Kadran aux merchans (1485).

«Se quiere partir 6.753 libras para 12 personas...

La regla de tres
6753 67
0562 60
A excepción de las divisiones, sobre todo de las divisiones de fraccio- 12 75
nes, los maestros de cálculo dominan perfectamente las operaciones 72
elementales. A través de vacilaciones, de experiencias, crean. De su 33
tiempo data, en un lenguaje matemático muy simple, una primera
presentación de las operaciones básicas de la aritmética tal y como se
practicarán hasta nuestros días. Pero la mayor parte de los tratados se 9
O sea, un resultado de 562 /i ° 562 / - 3
2 4

consagra a la regla de tres, «dama y señora... de las proporciones de los Sólo la disposición y la ausencia de decimales difieren del método que se emplea
números» según Chuquet. Se utiliza en la mayoría de los problemas a en las escuelas francesas. Esta presentación se utiliza en los países anglosajones.
causa de sus múltiples posibilidades de aplicación al comercio, sirve para
C A L C U L O , ALGEBRA Y MERCANCIA 236 237 C A L C U L O , ALGEBRA Y MERCANCIA

Complejidad de los cálculos


fraccionarios. El problema calcular precios, evaluar monedas, repartir beneficios y pérdidas de una
consiste en encontrar por la sociedad, y para un buen número de otras cosas útiles para el mercader.
regla el valor de 3 varas de Si bien todos la aplican a los mismos problemas, no la plantean, no la
un género del que sabemos practican pues, de la misma manera.
que II varas 5 cuartas y
1/2 valen 9florines.La «La regla de tres se llama regla de tres porque siempre hay tres
presentación de la operación números, a saber dos semejantes y uno contrario. Y si hay más se deben
contiene en si misma reducir a esos tres y se debe multiplicar la cosa que se quiere saber por
numerosas posibilidades de
error.
su contenido y después partir por su semejante.»
Así aparece la definición de la regla de tres en el Kadran aux
merchans. Jehan Certain continúa con un ejemplo: «Como decirte si 3
florines valen 2 francos de rey cuánto valdrán 20 florines de Avignon.»
Según la regla, los 20 florines, es decir, «la cosa que se quiere saber»,
deben multiplicarse por 2 francos, «su contrario», y dividirse por 3, «su
semejante». Él plantea í'a operación y su solución:

«Si 3 ff 2 fr 20 ff
valen 13 fr 6 s 8 d»

Esfuerzo de presentación, de clarificación, que, del discurso, pasa a


una forma de representación abreviada, pero la regla de tres no se
plantea como una razón, lo que no facilita la simplificación.
A estas recetas, se oponen formas más evolucionadas, el Compendion
de lAbaco de Francés Pellos emplea términos familiares a un escolar del
siglo XX:
«Si 4 valen 9, cuánto valdrán 5 [...] multiplica 5 por 9, resulta 45, que
divides por 4 y encontrarás 1J y un cuarto.»
Después de haber presentado el principio y la práctica de la regla de
tres en forma retórica, expone un método «mediante el cual puedes con
rapidez encontrar lo que pides», la expresión, entonces, es diferente:
«Si tres y medio valen 6, ¿cuánto valen 4? Plantea tu operación de la
manera siguiente:

La división de fracciones 48
Jehan Certain en el Kadran aux merchans (1485):
«Para partir un número quebrado (fracción) en primer lugar hay que reducir y 4 el número que hay que dividir es: 48
saber lo que vale lo que queréis partir (dividir) y aquello por lo que lo queréis partir y
después partir como si fuesen enteros.»
El ejemplo que pone es la división de 1/2 por 1/3. Reduce a común denominador y
llega al resultado. «Y 1/3 y medio resulta la parte», lo que es falso. 1
IVIanuscrito francés 2050, Sur de Francia (aprox. 1460): 7 el divisor es: 7
6x4
« 8 Mientras que actualmente se escribiría = . Pellos escribe la
Partido 2 6 12
Por razón — de la forma —, y, a continuación, efectúa la multiplicación
Resulta.. 8/9
12 12 x 4 '
~~7 '
Se trata de dividir 2/3 por 3/4. El autor reduce las dos fracciones a común
denominador, esto es, 8/12 por 9/12. Indica el valor del denominador bajo la barra A l reducir su fracción a un entero, evita lanzarse a hacer cálculos que
vertical y coloca los numeradores que resultan de la reducción a común denominador podrían ser fuente de errores.
sobre los numeradores iniciales. Basta con dividir los numeradores uno por otro, lo De la regla de tres simple, se pasa a la regla de tres compuesta, con
que equivale, simplificando, a multiplicar la fracción que hay que dividir por la
inversa de la fracción que divide.
sus problemas habituales de los cambios de monedas más diversos.
«Si 100 libras de Módena valen 150 de Venecia, y 180 de Venecia,
IVIanuscrito francés 1339 (aprox. 1460): 150 de Corfú y 240 de Corfú, 360 de Negroponto, cuántas libras de
Módena valen 850 de Negroponto.» Este ejemplo dado por Borghi
« 3
28 8 utiliza ciudades con las que Venecia había establecido comercio; Chu-
7/8 por 1/4 (resulta) 3 4/8» quet trata el mismo ejemplo, pero elige París, Lyon y Ginebra.
Sin embargo, la regla de tres no puede resolver todos los problemas
C A L C U L O , ALGEBRA Y MERCANCIA 238 239 C A L C U L O , ALGEBRA Y MERCANCIA

planteados a los matemáticos. Los tratados consagran, en su mayoría,


un capítulo o dos a la regla de falsa posición simple o doble, y a veces El trueque según el Kadran aux marchans (1485):
otro a la extracción de raíces cuadradas o cúbicas; pero esos temas,
aunque demuestran los conocimientos matemáticos del maestro que ha « D os mercaderes quieren cambiar o baratar su mercancía uno a otro. Uno tiene
una tela, el otro tiene pimienta. El de la tela quiere vender la vara a 12 sueldos al
redactado el manual, no tienen que ver directamente con las prácticas cambiar que no vale más que 10 sueldos en dinero contante, ¿a cuánto le debe vender
mercantiles. L a parte que se les reserva es escasa. el otro la libra de pimienta que no vale más que nueve sueldos en dinero contante?

El tronco común de todos estos tratados está constituido, pues, por


conocimientos matemáticos que a nuestros ojos son muy someros: intercambiar productos utilizando la moneda como unidad de cuenta
operaciones elementales con números enteros y fracciones, regla de tres. que permite evaluar su precio. U n ejemplo propuesto por el Compendion
Su enseñanza plantea, no obstante, problemas; algunos de los cuales, lo de ¡Abaco consiste en cambiar telas que valen a 3 florines la «cana» por
que es difícil de apreciar, vienen de la novedad de lo que se propone. L a lana a 16 florines el quintal. Pero el asunto se complica por el hecho de
ignorancia de los signos más, menos e igual no parece haber sido una que el mercader propone su producto a un precio evaluado en «dinero
remora fundamental para la enseñanza; en cambio, la ausencia de los contante», es decir, en efectivo, pretendiendo pues venderlo más caro,
números decimales multiplica el uso de fracciones, pesadas de manejar. pedir un precio más elevado en un trueque.
El esfuerzo pedagógico es real. Los capítulos comienzan por la exposi-
En una época en que las especias escasean y en que los medios de
ción de una «regla», es decir, que proporcionan un método susceptible
pago aplazado, como las letras de cambio, sólo alcanzan al comercio
de resolver un tipo de problemas. Después de la regla, vienen los
internacional, el uso del dinero en efectivo se paga. Nicolás Chuquet, a
ejemplos numéricos, de lo más simple a lo más complejo. L a noción de
pesar de ser un auténtico matemático, pasa revista a todos los casos
demostración se ignora por completo, al ser los autores gente que busca,
posibles confiando en que «nadie será engañado». En ocasiones, su
ante todo, decretar un algoritmo eficaz.
preocupación práctica le conduce incluso a desaconsejar que una opera-
Pese a los esfuerzos de los autores, parece que no todos los mercade- ción se realice en algunos casos.
res alcanzaron el nivel matemático exigido para aplicar a los asuntos
mercantiles las lecciones de los manuales. M u y a menudo, Nicolás
Chuquet insiste en las dificultades del cálculo y propone reglas «sencillas
Las asociaciones
y breves», recetas que consisten ya sea en reemplazar las divisiones por
6
una serie de demediaciones , ya sea en encontrar razones simples entre
Otros problemas concretos que plantean todos los autores: las
las unidades de cuenta y de medida. Francés Pellos recomienda el uso de
asociaciones de mercaderes. Evocan numerosos casos de compañías,
simplificaciones que exijan «menos trabajo».
todas con estructuras muy simples; así, asociaciones de mercaderes en
las que uno aporta el capital y el otro el trabajo, o en las que cada uno
tiene una participación diferente, o la retirada de un socio durante el
Aritmética y práctica E l lado práctico resalta aún más nítidamente en los ejercicios y transcurso de una operación mercantil, permiten multiplicar los ejerci-
comercial problemas. Los ejemplos de operaciones se dan en unidades monetarias cios matemáticos y resolverlos mediante la regla de tres. Pero, más allá
imaginarias, libras, sueldos, dineros; o en monedas reales, florines, del ejercicio aparece el aspecto práctico; Chuquet, al encontrar varias
ducados o escudos. Una gran parte de los problemas tratan de precios: posibilidades de repartir las ganancias de una empresa, proporciona
hay que encontrar un precio total cuando se conoce el precio unitario; o varias soluciones matemáticamente exactas, pero declara, «tome cada
lo contrario: calcular el precio de coste o el beneficio. Otros ejercicios uno la que le parezca más jurídica».
tratan del valor de un producto en función de sus dimensiones, como un
paño a tantos dineros la vara; problemas concretos que no son única-
mente ejercicios escolares.
Un problema de sociedades, según Nicolás Chuquet (1484)

El trueque e trata de un mercader que ha entregado a un corredor suyo 500 libras para
gobernar y conducir en mercancías con un acuerdo según el cual el corredor ha de
coger los 2/5 de la ganancia. Sucede que el corredor además y por sobre esos pactos
Tanto más que algunos problemas, que se refieren a operaciones (acuerdos) y con el consentimiento de su señor, pone 100 libras en compañía de su
comerciales practicadas a finales de la Edad Media, reaparecen en todos señor. Se quiere saber qué parte de la ganancia debe tener el corredor por los
los manuales. primeros pactos no corrompidos. Respuesta: primero por los pactos hechos el
corredor a causa de su servicio debe coger los 2/5 de la ganancia de las 500 libras que
En primer lugar, los trueques: Troques et changements de marchandi- ha puesto su señor. Ahora bien, resulta que las 500 libras son los 5/6 de todo el
ses según Chuquet; baratti de Borghi, o De barati et usso in fra mercanti cuerpo de la compañía asi que el corredor a causa de su servicio debe coger de la
di baratare de Gori, ya en 1571. L a cuestión es sencilla, se trata de ganancia los 2/5 de 5/6 que son 1/3 de toda la ganancia. Y después por las 100 libras
que ha puesto él y que son 1/6 de la compañía debe coger la sexta parte de toda la
ganancia y así el corredor debe coger 1/3 y 1/6 de la ganancia que son 1/2. Y se ha de
6
La demediación, es decir, la división por 2, y la duplicación, la multiplicación por entender que en esta manera de hacer (el mercader) no pierde (ni) gana de las 100
2, todavía se usan mucho en esta época. Son una herencia del tiempo en que el cálculo libras que su corredor pone en compañía. Así ya que el corredor ha tenido la carga y
con lápiz y papel se desconocía. La considerable dificultad que suponía entonces el esfuerzo de todo y que el mercader no interviene en ello en nada no debe tampoco
realizar las operaciones de multiplicar y de dividir implicaba el uso de operaciones participar en nada.»
simples, multiplicar o dividir por dos, repetidas varias veces.
C A L C U L O , ALGEBRA Y MERCANCIA 240 241 CALCULO, ALGEBRA Y MERCANCIA

metal precioso contenido en una moneda cuya ley conoce, saber compo-
ner una aleación de una ley especificada. Algunos aún van más lejos: las
condiciones técnicas, el desgaste de las piezas hacía que no todas
tuvieran el mismo peso. Chuquet indica el medio de calcular el peso de
las piezas que hay que enviar a la Casa de la Moneda, quedándose con
las más ligeras. Operación totalmente ilegal, pero sin duda corriente.

Las lagunas

Matemáticas sencillas que se corresponden con operaciones comer-


ciales de nivel elemental. Desde el siglo XIV, los italianos conocían la
contabilidad por «partida doble». Podía interesar a los maestros de
cálculo, sin embargo, por lo que se sabe hasta ahora, hay que esperar
a Pacioli para que un matemático añada a su aritmética un tratado
de contabilidad; ahora bien, el caso de Pacioli es particular en la
medida en que su Summa contiene mucha más información que los
tratados que le son contemporáneos. De igual manera, el interés com-
puesto no se estudiaba como tal en las aritméticas, en un momento en
que era corriente la práctica del préstamo con interés.

A pesar de su carácter práctico, los manuales no contienen todos los Del comercio
conocimientos necesarios para la formación del futuro mercader. Éste la al álgebra
Comercio de lujo y comercio de La moneda completa con la práctica como aprendiz en una tienda o en las oficinas
plata. Las monedas y las piezas de las sociedades. E n esa práctica, se inicia, en particular, en las sutilezas
llegan al mostrador del Finalmente, las cuestiones monetarias están presentes permanente- de la contabilidad por partida doble. Si esta enseñanza ha de servir a
ittercüuGt" una formación a la vez general y técnica, no es sorprendente que, junto a
mente, en casi todos los problemas. Los asuntos de cambio son los más una aritmética práctica dominante, algunos autores hayan añadido
7
específicos de la época. L a moneda era de metal , compuesta de piezas a capítulos susceptibles de aguzar las facultades de razonamiento. Muchos
base de oro y plata; las cuentas se efectuaban en moneda imaginaria, manuales contienen problemas que pertenecen a una tradición muy
libras, sueldos y dineros. Cada pieza tenía su propio valor, o sus propios antigua, como el de la serpiente que trepa por una torre durante el día y
valores, ya que su curso comercial no era siempre el curso legal fijado desciende por la noche una distancia menor, y hay que averiguar el
por los poderes públicos. Circulaban numerosas monedas, piezas extran- tiempo que le costará llegar a la cumbre. Incluso se pueden encontrar, a
jeras, piezas en teoría ya sin valor, pero que se seguían aceptando en la veces, problemas que se resuelven sin recurrir al cálculo, como el del
práctica. E l cambio formaba parte del trabajo cotidiano del mercader de hombre que ha de llevar en una barca al otro lado de un río una col,
cierta envergadura. Pero los «negocios» necesitaban competencias suple- una cabra y un lobo, sabiendo que sólo puede cargar en ella dos de las
mentarias. Bajo títulos diversos, ligar..., es decir, alear oro y plata, hacer cosas cada vez y que no debe dejar juntos a la cabra y el lobo, porque
el sueldo en refino, u otras denominaciones, los manuales de cálculo éste se la comería, ni a la cabra y la col, porque aquélla se la comería.
describían actividades eminentemente prácticas con los metales precio-
sos. L a fabricación de nuevas monedas exigía que se llevara metal
precioso a los talleres de monedas para volverlo a fundir. L a autoridad
pública —en Francia, el rey; en Italia, la ciudad— ofrece un cierto precio Una geometría calculista
de compra del metal. Es muy importante para el mercader saber si le
interesa llevar su oro o su plata, qué piezas debe hacer fundir y cuáles Pero junto a estos juegos aparecen capítulos de una matemática
debe quedarse. Debe ser capaz de calcular la ley de la aleación contenida innovadora. En primer lugar, geometrías: son frecuentes, aunque se
en la moneda, determinar el sueldo en refino, es decir la cantidad de limiten a menudo a unas pocas hojas. Presentan muchos rasgos comu-
nes con las aritméticas. N o demuestran, pretenden ante todo dar solu-
7
La Edad Media utilizó monedas de metal, aleaciones de oro y plata, definidas ción mediante el cálculo a una serie de problemas muy concretos:
por su peso, su ley y su tipo. A partir del siglo xm, las monedas de oro de Florencia
encontrar la superficie de un campo o de una pieza de tela, o el volumen
eran los florines, las de Venecia, los ducados, el escudo era un tipo acuñado a menudo
por los reyes de Francia. Estas monedas, como las piezas de plata, que estaban más de un pozo o de un tonel. Las posibilidades de aplicación al comercio
extendidas, eran monedas reales. Las piezas no llevaban indicación de su valor, y su resultan evidentes. L a pedagogía emplea procedimientos conocidos: a
curso venía dado en función de un sistema de monedas imaginarias heredado de los ejemplos simples siguen casos más complejos, como embaldosar un
Carlomagno, en libras, sueldos y dineros. Una libra valía 20 sueldos; un sueldo, 12 edificio o perforar un pozo cuadrado en el centro de un patio. E l cálculo
dineros; así que una libra valía 240 dineros. La relación entre las monedas reales y las
monedas imaginarias la fijaba el poder.
domina, expresado siempre mediante ejemplos numéricos.
C A L C U L O , ALGEBRA Y MERCANCIA 242 243 C A L C U L O , ALGEBRA Y MERCANCIA

Las listas de ecuaciones

En los textos italianos se añade a veces el álgebra bajo nombres JLas treinta y seis ecuaciones tipo de M de Florencia (1463) e

diversos: algibra, argibra. Por regla general, las álgebras italianas de (Las ecuaciones han sido transpuestas al lenguaje algebraico actual.)
finales de la Edad Media no son más que capítulos añadidos a tratados
de abaco, de aritmética o de algoritmia, según los términos del autor, es
decir, a las aritméticas mercantiles. Así, en el Trattato di praticha
2
1. x = bx x=b 19. x = bx + cx x =J(^J ^
i i 2 +C+

d'arismetricha de Benedetto de Florencia, grueso volumen de 506 folios


escrito en 1463, el álgebra ocupa tres libros de dieciséis. A menudo
2
2. x = c x = j~c 20. x = &x* 5
x=b
se limita a unas pocas páginas. Sin embargo, a partir del siglo xiv, en
Toscana aparecen obras que sólo tratan de álgebra, como el Aliabra 3. x = c x= c 21. x = cx 5 3
x = y/c
argibra, atribuida a Dardi de Pisa, manuscrito de 112 folios, compuesto
en los últimos años del siglo XIV. X= 21
Estas álgebras son, sobre todo, listas de ecuaciones y de algoritmos
2
4. x + bx = c ^/(f) + C
~ \ *5 = d x 2 X=
y~ d

que proporcionan la solución de cada una de ellas. N o hay ninguna


regla general para la resolución de las ecuaciones, sino una serie de
casos, a los que, como sucedía con Al-Khwarizmi, se debe poder referir
2
5. x = bx + c x=J^j + c +
\ 23 x = ex
'' x=^/e
cada problema. Los matemáticos de finales de la Edad Media ignoraron

i-J(^J" "" ^ ^
durante mucho tiempo la posibilidad de reducir el número de ecua- 2 X= C 24 x5= X=s
ciones. 6. x + c = 6x.
En las listas se encuentran, a menudo, ecuaciones del tipo:

ax3 2 2
+ bx = ex y ax + bx = c,
3
7. x = c x= fc 3
25. x + bx = cx s i i
x=J^j + c - ^
cada una con su algoritmo de solución, sin que parezca que nadie se
haya percatado de su identidad. 8. x = 3
fcx 2
; x= ft 5
26. x + cx = fex" x= -± 3 b
J^j -c
Al-Khwarizmi daba seis ecuaciones lineales y cuadráticas tipo.
En el siglo xiv, la búsqueda de soluciones para problemas de grado 3 5 í 3
superior condujo a una extensión considerable de las listas. E n 9. x = fex. x /fc ' = v 27. x = bx + cx x=J(^j +c+^
1328, en la primera álgebra italiana conocida, Paolo Gherardi da una
lista de 15 ecuaciones, 6 cuadráticas y 9 cúbicas; Dardi de Pisa llega a
198; Piero della Francesca, hacia 1480, se limita a 61 ecuaciones, una de
3
10. x + bx = cx 2
x
=J(^J +
c
-2 h
2 8 . x = hx 6 5
x= h

J^j
ellas de sexto grado. Según los algoritmos heredados de Al-Khwarizmi,
las soluciones que se dan para las ecuaciones de segundo grado son 3
11. x + cx = bx . 2
x=^± -c 29. x = bx 6 i
x = Jb y

positivas y distintas de cero. Más allá, los algebristas italianos impulsa-


ron sus investigaciones en la dirección de los problemas de grados
superiores. E l Aliabra argibra termina su lista de 198 ecuaciones con un
3
12. x =fcx + cx. 2
x=J^j +c+^ 30. x = hx 6 3
x=j/b
2
caso del tipo ax* + bx = y/c, para la que se propone la solución
siguiente: 13. x* = fex 3
x =h 31. x = bx 6 2
x=*¡b

2 6
14. x* = cx x = j~c 32. x = fcx x=*/b
jJ{2a)~ +
a 2a"
4
15. x = d x x=ifd 33. x" = h x=*fb
Los autores no demuestran nunca la validez de los algoritmos que
proponen. Las pruebas geométricas de las ecuaciones, en la línea de A l -
Khwarizmi y de Leonardo de Pisa, se abandonan cada vez más, incluso 16. x =e i
x=y~e 34. x + bx =cx 6 5 i
x=J^j +c- - b

si algunos autores, como Benedetto en la década de 1460, las conocen


y las retoman. Sólo eran convenientes para las de segundo grado. Por el
contrario, el cálculo algebraico se desarrolla. Pocos textos le consagran 17. x * + ò x = cx 3 2
x=J^j +c- - b
35. x + cx* = 6
fex 5
x=^± '-c
una parte importante, pero ya en el siglo xiv un manuscrito expone la
multiplicación de monomios, en un capítulo que comienza enunciando
la regla de los signos:
«En primer lugar digo que más por más es más y menos por menos
i
18. x + cx = bx 2 3
x= -± b
J(^j -c 36. x = bx +cx 6 5 i
x=J^j b
+c+ -

es más y más por menos es menos y menos por más es menos» (manus- (en L . Salomone, 1982).
crito Riccardiana de Florencia).
C A L C U L O , ALGEBRA Y MERCANCIA 244 C A L C U L O , ALGEBRA Y MERCANCIA
245

relación con el nuestro. Como en las aritméticas?• sus ejemplos son


La prueba geométrica de una ecuación, siempre numéricos, y los enunciados y las soluciones están expresados
c
según M Benedetto de Florencia (aprox. 1460) 2
siempre en lenguaje retórico. N o escribía x + c = bx, ni tan siquiera
2
c
E n su Trattato di praticha aritmetricha, M Benedetto de Florencia consagra una
x + 21 = lOx, sino el cuadrado (zenso) más 21 unidades (dramme)
parte de su obra a «la reghola de Algebra Almuchabale», retomando directamente los valen 10 cosas o raíces. Pese a esta remora que dificulta el desarrollo de
c
términos árabes. los cálculos, M . Benedetto de Florencia llega a tratar numerosos
«1 cuadrado (zenso) y 21 unidades (dramme) son iguales a 10 de sus raíces, es problemas de segundo grado y de grados superiores.
decir, 10 cosas.»
2
Lo que nosotros escribiríamos en la forma x + 21 = 10.x. Una obra excepcional sin duda, pero significativa de los esfuerzos de
los algebristas italianos, el De radice de' numeri e método di trovarla, fue
c
A partir de este ejemplo numérico, M Benedetto va a buscar el algoritmo que le
2
escrita por un desconocido, probablemente un toscano de la segunda
permitirá resolver las ecuaciones del tipo x + c = bx. mitad del siglo XV. Desarrolla un sistema de escritura al que, a partir de
El autor traza un cuadrado, figura geométrica, de lado igual a la cosa, la incógnita,
al que llama ab, por el nombre dado a dos de sus ángulos opuestos. Le añade un abreviaturas, le falta poco para llegar a ser un simbolismo:
rectángulo bg que tiene un lado común con el cuadrado y cuya superficie vale 21. El
b h\ área del rectángulo que se obtiene juntando los rectángulos ab y bg vale el cuadrado cossa, la incógnita: C,
más las 21 unidades, esto es, según los términos de la ecuación planteada, 10 cosas, es
decir, 10 incógnitas. Por tanto, los lados del rectángulo grande valen uno 10, y el otro,
zenso, su cuadrado: Z,
la incógnita. De esta manera, la ecuación está planteada en forma geométrica. qubo, su cubo: Q.
Se sitúa a continuación el punto i en el punto medio del segmento ag, y se baja la
perpendicular ih. El segmento hd es igual al segmento he. y el segmento ih es igual al Para expresar las potencias, multiplica sus símbolos: x se escribe 8

segmento ae, lado del cuadrado, y, por tanto, igual a be. 6


Z Z Z , o sea 2 x 2 x 2, y x , Z Q , o sea, 2 x 3 ; para las primeras
Luego, se prolonga el segmento ih una longitud igual a bit. sea rh. El cuadrado rg 5

(denominado as!, como de costumbre, por dos ángulos opuestos) tiene una superficie potencias impares, combina adición y multiplicación: x se escribe C Z Z ,
7
de 25, ya que su lado vale la mitad de ag, que vale 10. o sea 1 + (2 x 2), y x , C Z Q , o sea, 1 + (2 x 3).
La superficie del cuadrado rg vale pues 25, y la del rectángulo bg vale 21. La
diferencia de las dos superficies es, por tanto, 4. Se sitúa en hd un punto t tal que la Pero la aportación más novedosa del De radice de' numeri reside, sin
longitud td sea igual a ih, desde í se baja la perpendicular a rs, que lo corta en u. El
rectángulo du vale, por tanto, lo mismo que el rectángulo bi. Los 4 de diferencia entre duda, en otro sitio. E n vez de dar una lista interminable de casos
rg y bg corresponden, pues, a la superficie de rt, que es un cuadrado ya que ri es igual posibles de ecuaciones, las distribuye en 18 tipos básicos, y da, para cada
que hd y que se ha quitado be, que es igual a hi; queda ht, que es igual a hr. uno, una solución. Así, por ejemplo, aparecen agrupadas las ecuaciones
La superficie de este cuadrado es 4, así que su cuadrado y su raíz valen 2. Ahora
que, expresadas en nuestro lenguaje, se escriben:
bien, la longitud, de ri es 5, la mitad de 10, por tanto, la de hi vale 5 menos 2, esto es,
3, es decir, la raíz del cuadrado inicial, que es lo que queríamos encontrar.
2
«Por esta regla, tomar la mitad de las raíces y multiplicarla por ella, (o sea, para ax + bx = c,
3 2
ax + bx = ex,
nosotros, 1-1, y retirar el número (para nosotros, c); retira esta raíz de la mitad de las 4
a x + bx = ex , 3 2

5 3
raíces, resulta la cosa (la incógnita)» («en L . Salomone, 1982). ax + bx* = ex , etc.,
es decir, todas las ecuaciones del tipo:
+ 2 n + 1 n+1 n
ax" + bx + bx =cx .
O sea, en lenguaje actual, x --
4 El progreso es considerable, no sólo en la práctica y la comodidad de
la nueva exposición, sino también en el sentido de una concepción nueva
de la ecuación. Abandono de la tradición geométrica, desarrollo del
El desarrollo del cálculo algebraico cálculo algebraico y de un cierto simbolismo, esfuerzo, aislado sin duda,
por definir y tratar más sencillamente las ecuaciones, búsqueda de
En el transcurso de ese mismo siglo xiv, dos autores exponen soluciones para las ecuaciones de grado superior a 2, tales son las
sistemáticamente el cálculo con monomios y polinomios. L a multiplica- características principales del álgebra italiana en lengua vulgar, que se
ción se realiza según las técnicas usuales entonces en aritmética. Pese al desarrolla, sobre todo en Toscana, en los siglos xiv y xv.
uso de abreviaturas, la ausencia de un verdadero simbolismo no hacía
las operaciones fáciles y los tratados aún son escuetos a propósito de la
división de polinomios.
E l álgebra del siglo XIV y de lo esencial del XV se escribe en lenguaje El álgebra francesa de finales de la Edad Media fue mucho menos El caso Chuquet
retórico, es decir, casi siempre en toscano. L a incógnita se denomina prolífica; así, el nombre de Nicolás Chuquet aparece muy aislado.
cosa; su cuadrado, zenso; su cubo, qubo. Las potencias superiores se Condujo sus investigaciones por caminos comparables a los de los
expresan asociando esos términos básicos, lo que no deja de plantear italianos, pero poniendo de manifiesto una originalidad indudable. Creó
5
problemas. E l término «cuadrado de cubo» significa, para un autor, x ; una simbólica algebraica que expresa la incógnita, las potencias, las
6 2 + 3 3
para otro, x ; esto es, en el primer caso, x , y en el segundo caso, x x raíces; como muchos de sus contemporáneos, utiliza las abreviaturas
3
x x. paleográficas de más y menos (p y m) para expresar la adición y la
En el transcurso del siglo XV, el álgebra italiana evoluciona en el sustracción, yuxtapone los términos que hay que multipücar para dar el
e
mismo marco. En su Somme, M . Benedetto de Florencia retoma capítu- producto, expresa la división colocando el divisor bajo una raya de
los enteros de sus predecesores del siglo XV, y su lenguaje guarda poca fracción. Crea sus propios símbolos para designar las incógnitas, las
C A L C U L O , ALGEBRA Y MERCANCIA 246 247 C A L C U L O , ALGEBRA Y MERCANCIA

potencias y las raíces, no vacila en emplear exponentes negativos. A


partir de simbolismos, cuya paternidad no reivindica, Chuquet puede El lenguaje algebraico de Nicolás Chuquet y de sus sucesores
desarrollar los cálculos con monomios y polinomios y resolver un gran
número de ecuaciones. Es lo que él llama la regla de los primeros. E l uso de las letras para designar cantidades matemáticas no era totalmente
ignorado en la Edad Media. Hacia 1225, Jordanus de Nemore escribía: «[...] se da un
número a que se divide en b, c, d [...]», pero no había simbolismo algebraico
propiamente dicho, ya que esos valores no se utilizaban en los cálculos.

Luca Pacioli (1494), como la mayoría de los «algebristas» de su época, podía


La regla de los primeros o las bellezas del álgebra
escribir:
según Nicolás Chuquet (1484)
«1 número añadido a su cuadrado vale 12», lo que se traduce al lenguaje
2

orno dice Boecio en su primer libro o primer capítulo la ciencia de los algebraico actual por x + x = 12.
números es muy grande y entre las ciencias de quadrivium es aquella de la que todo Nicolás Chuquet, por el contrario, ya poseía un simbolismo que le permitía
hombre debe ser, si se le pregunta por ella, diligente. Y en otra parte dice que la escapar en parte al lenguaje retórico. Para designar la incógnita, que llama un
1

ciencia de los números debe ser preferida para ser adquirida antes que cualquier otra primero, Chuquet emplea la notación l , o sea, para nosotros, x; para designar el
2 2 4

por la necesidad de ella y por todos los grandes secretos y otros misterios que son de cuadrado de la incógnita, x , escribe l , etc. De la misma manera, escribirá 3 , en
4

las propiedades de los números. Todas las ciencias tienen relación con ella y ella no lugar de nuestro 3x . Ignora los signos +, — y =, pero reemplaza los dos primeros
necesita de ninguna. Y por lo tanto que ésta es ciencia de gran utilidad y también de por' las abreviaturas p y m, ya que adquieren valor de símbolo. Asi, pueden escribir:
1 2 2

gran necesidad en tanto que es conveniente y útil a clérigos y legos. Muchos sabios la «12 6 3 igual a 4 » , o sea, 12 + 3x = 4x .
han estudiado para alcanzar las grandes y maravillosas sutilezas de ella; muchas reglas Para designar la raíz, Chuquet utiliza la letra R, provista de un exponente; así,
2 3
se han hecho una de las cuales es la regla de tres que es dama y señora de las escribe R y R , en lugar de nuestros %[~y lf~-
proporciones de los números y de tan gran recomendación que por algunos filósofos El simbolismo algebraico que puso a punto le permitió emplear exponentes
ha sido llamada regla dorada. Similarmente la regla de una posición por la que se 2m
negativos: \2 , o sea, 12x~ . 2

hacen tantas cuentas bellas y deleitosas que no se podría estimar. También la regla de Por ejemplo, puede escribir:
dos posiciones que sirve para inquirir cosas profundas y de tan gran sutileza que 2 3m
«También quien parte 84 por 7 , el número partido por el número encuentra 12.
ninguna de las reglas antedichas podrá alcanzarla. Y similarmente está la regla de Después hay que substraer 3m de 2 más queda 5 como denominación asi la parte
oposición y remoción. Hay también la regla de los números intermedios de la que fui 84x 2

inventor hace poco por medio de la cual he hecho algún cálculo que por dos 5
resulta 12 .», o sea, en términos actuales, que da 12x . 5

posiciones no podía hacer. De todas estas reglas se ha hecho mención en la primera 7x~ 3

parte de este libro. Pero sobre todas estas reglas antedichas por excelencia maravillo- Jeróme Cardan, por el contrario, planteaba, en 1572, sus ecuaciones en forma
sas está esta regla de los primeros que hace lo que las otras hacen y hace además y
mucho más literaria:
por encima innumerables cuentas de inestimable profundidad. Esta regla es la llave y 3
« U n cubo p: 6 cosas igualan 20.», o sea, x + 6x = 20.
la entrada y la puerta de los abismos que están en la ciencia de los números.» (En A.
Con Raffaele Bombelli se vuelve a encontrar, en 1572, una notación muy cercana a
Marre, 1880.)
la de Chuquet:
6 3
« ^ p ^ igualan 20.», o sea, x + 8x = 20.
1 8 .
Francois Viéte escribe hacia 1590:
«1QC - 15QQ + 85 C + 225 Q + 274 N igualan 120», o sea, si C significa cubo,
3 2

Como el autor del De radice de' numeri, reagrupa las ecuaciones en por tanto, x ; Q , cuadrado, por tanto, x , y N , número, o sea, x, la ecuación siguiente:
6 4 3 2
x - 15x + 85x + 225x + 274x = 120.
un cierto número de grandes tipos. Nunca utiliza en el curso de sus
procedimientos el soporte geométrico como prueba de las soluciones
que preconiza. Por falta de datos suficientemente precisos, es imposible
saber con exactitud lo que Chuquet debe a sus predecesores y a sus
contemporáneos; parece que, además de la formación que recibió en los La práctica comercial
medios universitarios parisinos, conoció la tradición meridional france-
sa, y que también conoció los trabajos de los algebristas italianos, en Cabe preguntarse si la práctica comercial no exigía recurrir a opera-
Lyon o incluso en Italia, durante un probable viaje. Figura aislada en ciones algebraicas. Las necesidades de los mercaderes para fijar los
Francia, matemático original tanto por su vocabulario como por sus precios, repartir los beneficios y las pérdidas, traficar con monedas y
métodos y las soluciones que aporta, no es por ello menos cierto que metales preciosos se satisfacían con la regla de tres. N o obstante, ciertos
representa un caso significativo de una ciencia algebraica naciente en problemas más complejos eran difícilmente resolubles sin álgebra. Chu-
Occidente. quet sólo recurre a ella una vez, en su aplicación de la ciencia de los
números al hecho del comercio, para el cálculo de un interés compuesto;
se limita a dar el resultado y afirmar que lo ha encontrado aplicando la
«regla de los primeros».
El álgebra en Los hombres que desarrollan este álgebra naciente son los que Los autores italianos presentan un número destacadamente mayor
Europa enseñaban el cálculo a los hijos de los mercaderes. Si numerosos de casos desde el siglo xiv: «Un hombre presta 100 libras a otro y
aritméticos resultan ser, aunque sólo sea un poco, algebristas, todos los después de tres años recibe 150 libras por el capital y el interés compues-
algebristas citados, y cuya vida y obra se conoce, escribieron artiméticas to anual. Os pregunto cuál es la tasa mensual de interés por libra.»
comerciales, ya se trate de maestros florentinos o de Nicolás Chuquet. E l problema, tal como aparece en el Aliabra argibra, puede plantear-
Incluso el De radici de' numeri, tratado de álgebra y de geometría y no se en la práctica. Se expresa en términos de tercer grado.
de aritmética mercantil, contiene un capítulo sobre el préstamo con A los problemas de interés vienen a sumarse preguntas relacionadas
interés. Más allá de esta prueba, esencial, pero insuficiente, resulta más con otras operaciones comerciales. Cuando en el siglo xv, Benedetto de
difícil establecer correlaciones. Florencia expone 26 problemas de álgebra de tipo mercantil, 8 se refieren
249 C A L C U L O , ALGEBRA Y MERCANCIA
C A L C U L O , ALGEBRA Y MERCANCIA 248

a cambios; el mismo número, a viajes; 6, a cálculos de precios o de marcó las aritméticas mercantiles del norte de Francia en el siglo XV,
cantidades de mercancías y aleaciones; el cálculo de salarios, finalmente, signo de la influencia del modelo escolástico en las regiones próximas a
es objeto de un ejemplo. L a práctica comercial siempre está presente en París. Pero si la tradición de Sacrobosco pudo familiarizar a los occi-
grados diferentes. En un manuscrito, de 39 problemas, 20 son mercanti- dentales con procedimientos nuevos de cálculo, no contiene nada que
les; en otro, 20 de 44. haya podido conducir directamente a álgebra alguna.
Junto a esta relación directa, las nuevas técnicas comerciales creaban Otra vía de innovación en las ciencias del cálculo: la astronomía.
para el mercader, y para el matemático, condiciones nuevas. La evolu- También en ella, los manuscritos franceses atestiguan el desarrollo del
ción de la contabilidad, en particular de la contabilidad por partida cálculo con fracciones entre los astrónomos, y Paolo dell'Abbaco es
doble, que exige que cada deber se compense con un haber, e inversa- citado por sus contemporáneos como un astrónomo de renombre. L a
mente, pudo favorecer mucho el desarrollo del concepto de número habilidad para manejar fracciones pudo desarrollar la práctica del
negativo. Por regla general, las aritméticas mercantiles ignoran los cálculo; no obstante, no implica el recurso al álgebra.
números negativos, son inútiles para explicar los fundamentos matemá- La influencia de los matemáticos árabes había tomado ya desde el
ticos de las operaciones comerciales simples. Pero el desarrollo del siglo XIII caminos más directos. Algunos años antes de Sacrobosco,
cálculo algebraico, en particular las ecuaciones de segundo grado, Leonardo de Pisa, en su Liber abbaci, escrito en latín, había retomado
confronta al matemático con su existencia. Leonardo de Pisa rechazaba las bases del cálculo, pero desarrollando su obra de forma muy diferente.
las soluciones negativas, pero éstas aparecen en el algoritmo redactado L a parte práctica estaba desarrollada considerablemente, y es justo que
en provenzal en Pamiers, hacia 1430. Pellos los usa una única vez en el se considere la obra de Leonardo de Pisa como la principal fuente de
Compendion dell'Abacco; por el contrario, Nicolás Chuquet los utiliza inspiración de los tratados de aritmética comercial europeos de los
sistemáticamente. Éste propone considerar la raíz negativa de una siglos XIV y XV. Junto a cuestiones comerciales, el Liber abbaci consagra
ecuación como una deuda. Procedimiento pedagógico sin duda, sentido su decimoquinto libro a la geometría y al álgebra. Presenta diferentes
de lo concreto ciertamente y de una enseñanza muy ligada a la práctica; tipos de ecuaciones y su solución geométrica exactamente en la misma
pero el autor del Triparty tiene una concepción de los números negati- línea de Al-Khwarizmi. Ahora bien, entre los trabajos algebraicos de
vos que va mucho más allá. Los manipula igual que los positivos, los Leonardo de Pisa, sólo los que están contenidos en el Liber abbaci
multiplica y los divide, los usa como exponentes. Práctica mercantil y conocieron una amplia difusión en Occidente. Sus obras más cultas
desarrollo de un espíritu matemático están ligados, muchos ejemplos permanecerán desconocidas durante mucho tiempo.
confirman lo que parece evidente; pero, en un gran número de casos su
relación no deja de ser compleja, difícil de definir.

índice del Liber abbaci de Leonardo de Pisa (1202)


Tradiciones e intercambios
Leonardo Fibonacci, o Leonardo de Pisa, escribió su Liber abbaci en 1202. L a
obra, similar por su contenido a los tratados de los siglos xiv y xv, está escrita en latín.
Los modelos que pudieron utilizar los autores de las aritméticas y de
las álgebras aportan datos complementarios sobre los lazos que pudie- «1. Las nueve figuras de las Indias, las cifras y la numeración.
ron existir entre negocio y matemáticas. Muchos maestros de cálculo 2. La multiplicación de enteros.
3. La adición.
reconocen, en sus escritos, una deuda hacia sus predecesores o hacia 4. La sustracción.
grandes antepasados. En las introducciones, se cita a veces a Aristóteles, 5. La división.
prueba de la importancia del mito del sabio universal a finales de la 6. L a multiplicación de enteros y fracciones, la multiplicación de fracciones.
Edad Media, pero también a Boecio y Al-Khwarizmi. L a aritmética de 7. La adición, la sustracción, la división de enteros y fracciones y la reducción a
común denominador.
Boecio había iniciado a generaciones de alumnos formados en el molde 8. Las compras y las ventas.
de las tres artes liberales. Parte del quadrivium, junto a la geométrica, la 9. Las baratas (trueques).
astronomía y la música, no era calculista. Aritmética especulativa, según 10. Las sociedades.
los términos de la época, razonaba sobre lo par y lo impar, los números 11. El cambio de moneda.
12. Las soluciones de múltiples problemas.
triangulares o cuadrados, los números perfectos. La tradición se remon- 13. La regla de chatayn que permite resolver varios problemas.
taba lejos en la Antigüedad, había sido ilustrada en particular por 14. La extracción de raíces cuadradas y cúbicas y las operaciones con raices.
Nicómaco de Gerasa (finales del siglo I o principios del II, d. de C ) . 15. La geometría y las cuestiones de álgebra.» (en G . Libri, 1838-1841).
Borghi muestra su saber al afirmar que hay «números de varios tipos
como lo declara Boecio en su aritmética», pero no quiere tratar más que
los que son útiles para los mercaderes.
En el siglo xin, una nueva aritmética, venida del mundo árabe, se A la certeza de la vía italiana se unen las posibilidades de otros pasos
extiende por Occidente. Su gran divulgador es Sacrobosco, autor de un a través del Mediterráneo, en particular por España. Las aritméticas del
Algorisme que conoció un inmenso éxito durante toda la Edad Media. mediodía francés, en francés u occitano, presentan características que
Utilizaba los guarismos árabes y la numeración de posición, practi- están ausentes de los textos italianos, tales como el cálculo por oposi-
caba el cálculo borrando los resultados intermedios. Influido en gran ción y remoción, método aritmético para resolver problemas indetermi-
medida por los modelos árabes, la obra aritmética de Sacrobosco nados de dos ecuaciones con tres incógnitas. E l mismo Chuquet bebió
es el la obra de un universitario, destinada a universitarios. Detalles de esta fuente antes de entrar en contacto con las fuentes italianas. Esta
del plan general y un vocabulario particular muestran que el modelo tradición meridional es objeto de investigación en la actualidad. Una
C A L C U L O , ALGEBRA Y MERCANCIA 250 251 C A L C U L O , ALGEBRA Y MERCANCIA

hipótesis sólida la relaciona con el desarrollo de las matemáticas judías Presentes en la vida cotidiana, presentes en el arte, financiadas por
en el sur de Francia y en España. Su historia tiene orígenes lejanos, ya aquellos mismos cuya fortuna se basa en la práctica del comercio, por
que la primera obra que trata de álgebra escrita en Occidente data de la tanto, del cálculo, las matemáticas están en todas partes. Para el
primera mitad del siglo XII, redactada en hebreo por Abraham bar historiador del arte Michael Baxandall, la formación de los florentinos
Hiyya Ha-Nasi, y traducida rápidamente al latín. M a l conocida todavía, explica en gran medida el arte del quattrocento toscano. Para él, el hecho
esta tradición pudo influir tanto en las matemáticas españolas como en de medir los toneles mediante cálculos, de usar cotidianamente la regla
las de Francia meridional. L a solución negativa de una ecuación se de tres, y, por tanto, establecer proporciones, creaba «un mundo intelec-
acepta, por primera vez en Occidente, en el tratado en provenzal de tual absolutamente particular». Símbolo de ese mundo, Piero della
Pamiers (aprox. 1430). E l texto contiene también un enfoque nuevo de Francesca, uno de los creadores del nuevo espacio pictórico, escribió un
los números irracionales. Ahora bien, ese tratado es también, y sobre tratado de aritmética. E n la ciudad se reconoce el lugar del matemático
todo, una aritmética comercial. calculista, las condiciones económicas y sociales favorecen el desarrollo
La búsqueda de los orígenes muestra que los caminos seguidos por de una ciencia nueva a partir de lo adquirido del exterior, ya asimilado.
la difusión del álgebra de Al-Khwarizmi y de sus sucesores, por un lado, Mientras la Universidad se había apoderado de partes enteras de la
y de las aritméticas mercantiles, por otro, fueron a menudo los mismos. cultura greco-árabe, en particular en los dominios de la astronomía y de
Resulta más difícil establecer las influencias que pudieron manifestarse a la física, no había podido asimilar más que una ligera parte de las
finales de la Edad Media. L a ciencia árabe, incluso si ya no posee el matemáticas desarrolladas en los países del Islam, poco útiles para la
resplandor que le fue propio en los siglos precedentes, continúa existien- creación de un sistema del mundo. Por el contrario, los mercaderes
do, produciendo. E l esfuerzo hecho por los grandes algebristas orientales favorecieron la eclosión de una ciencia del cálculo fundando una institu-
de los siglos XI y XII para liberar al álgebra del dominio de la geometría ción, la escuela profesional, que daba a los matemáticos los medios de
se continuó en el Occidente musulmán, en el Magreb y en España, vivir, al crear un medio innovador, tanto en el dominio de las técnicas
durante los siglos x i n y x i v . Junto a las listas de algoritmos que comerciales como en el del arte, en el que las matemáticas tenían un
8

circulaban como en el mundo cristiano, matemáticos como Ibn Badr en lugar determinante. Había nacido un medio científico .
Andalucía o Ibn al-Banna en Bejaia desarrollaron una escritura simbóli- En la ciudad se reconoce la función del matemático, soporte social
ca, pensaron de nuevo la clasificación de las ecuaciones y propusieron de su actividad. Los lazos entre la historia del arte, la de las ciencias y la
soluciones nuevas. Es imposible hoy en día establecer cuáles fueron las de la ciudad aparecen en la cronología. En el siglo x v i , cuando Floren-
relaciones exactas, pero el álgebra progresó considerablemente en direc- cia deja de ser el gran centro artístico, y Roma y las cortes principescas
ciones comparables a los dos lados del Mediterráneo occidental: prime- atraen a los artistas de mayor renombre, en ese mismo momento, los
ro, según parece, en los países del Islam, en los siglos XIII y XIV; luego, en grandes matemáticos italianos, que continuarán desarrollando el álge-
los países cristianos, en los siglos XIV y xv. Ahora bien, las riberas del bra, dejarán de ser florentinos y de pertenecer al mundo de los mercade-
Mediterráneo eran el escenario de constantes intercambios comerciales. res. Se crea una dinámica distinta. N o es que los matemáticos abando-
nen el cálculo, Bombelli, Fontana, Tartaglia, Cardano o Viéte prueban
lo contrario, pero el medio cambia. E l comercio cede su lugar al
humanismo, el comerciante, al príncipe. En París, ya en 1495, Pedro
El peso del medio E l mundo de los mercaderes fue un intermediario indiscutible en la Sánchez de Ciruelo publica la Arithmetica speculativa de Bradwardine, y
transmisión de las matemáticas del mundo del Islam, del álgebra en el le añade una aritmética práctica muy similar a los tratados dirigidos a
sentido que le daban los árabes, al Occidente cristiano; también fue el los mercaderes, pero el texto está en latín. Los humanistas asimilaron la
lugar de elaboración de nuevas matemáticas. Este hecho, sólidamente aportación de las matemáticas comerciales, pero desgajándolas de sus
establecido hoy en día, plantea un buen número de preguntas. En primer raíces. En el siglo x v i , los grandes nombres que marcan la historia del
lugar, de cronologías. ¿Por qué fue preciso esperar al siglo xrv para que álgebra pertenecen a medios muy diferentes de los que conocieron Paolo
la obra algebraica de Al-Khwarizmi conociera una difusión amplia? dell'Abbaco y Chuquet. Tartaglia (1499-1557) comienza su carrera como
¿Por qué la innovación algebraica, que comenzamos a percibir, ligada en «maestro de abaco» y escribe en italiano. Sus centros de interés, que
particular al desarrollo del cálculo y al abandono de los razonamientos engloban las matemáticas, pero también la geografía, la astronomía, la
fundados en la geometría, no se desarrolló en Italia más que a partir del arquitectura y la óptica, le diferencian de sus predecesores. Cardano
siglo x i v , aún más tarde que en el resto de países? Hay que volver al (1501-1576) también enseña, pero debutó en una escuela humanista en la
hecho inicial: son unos mismos hombres, que viven en un mismo medio, que los alumnos aprendían el griego, la dialéctica y la astronomía, junto
los que produjeron las aritméticas mercantiles y los primeros tratados de a las matemáticas, para llegar a ser más tarde profesor de medicina en
cálculo algebraico en lengua vulgar. Los mismos hombres, es decir, un Padua. Sus obras esenciales, la Pratica arithmetice y el Ars magna, están
grupo de matemáticos profesionales, los primeros que haya conocido la en latín. Bombelli (1526-1572) escribía en italiano, pero era ingeniero y
Europa occidental, para los que las matemáticas no eran ni geometría ni arquitecto, al servicio de un importante noble romano. Fuera de Italia,
reflexión sobre la naturaleza de los números, sino cálculo y algoritmo. Viéte (1540-1603), consejero en el Parlamento, sirvió a Enrique IV en
Su profesión lo exigía: tenían que formar en la práctica del cálculo a numerosas misiones; también escribía en latín.
hombres cuya primera preocupación era la eficacia comercial, hombres
para los que contar rápido y bien era una necesidad cotidiana. Entonces
8
se comprende mejor el lugar del cálculo en una ciudad como Florencia, La utilización de resultados matemáticos por otros sectores de actividad, como
el comercio, puede, por tanto, estimular el desarrollo de una profesión científica. Pero
sede importante del comercio internacional del siglo xiv, centro de com-
hay otros escenarios posibles: en el siglo xix aparecerá en escena un tipo muy diferente
pañías que se extendían por el mar Mediterráneo y Europa occidental. de matemático profesional, ligado, en esta ocasión, a la Universidad.
C A L C U L O , ALGEBRA Y MERCANCIA 252 253 C A L C U L O , ALGEBRA Y MERCANCIA

Sin embargo, la enseñanza del cálculo para uso de jóvenes mercade- Viena fijará, más que nadie, las reglas del álgebra clásica. Desde esta
res pervivió, y durante siglos. Pero éste se hizo repetitivo y nada creativo óptica hay que considerar de nuevo el impacto de las traducciones de la
ya. Había modelos que bastaban. obra de Diofanto sobre la construcción del álgebra clásica.
Ahora bien, en los siglos XIV y XV, las innovaciones esenciales
Las conclusiones que se desprenden de este capítulo no deben aparecen fuera de la Universidad, donde el lugar de las matemáticas aún
llevarnos a engaño, sólo son provisionales. Quedan grandes incertidum- es limitado y se orienta más hacia el estudio de los movimientos, la
bres y lagunas considerables. Todavía quedan demasiados textos mal cinemática, que hacia el álgebra. En ella, las matemáticas son más el
conocidos o poco estudiados. Las relaciones entre el mundo de los medio de establecer las reglas de una física, que una ciencia como tal.
mercaderes y el desarrollo de las matemáticas sólo han podido capturar- Por otra parte, el álgebra no pertenece al modelo siempre presente en el
se en el marco privilegiado de Florencia, los ejemplos franceses nos espíritu de los universitarios: el de una ciencia griega simbolizada ante
obligan a matizar; ahora bien, habría que extender el estudio a Alema- todo por Aristóteles. E l único gran algebrista que escribió en griego,
nia, en donde el comercio fue floreciente en este final de la Edad Media Diofanto de Alejandría, permanece desconocido para la Europa medie-
y en donde matemáticos, maestros del cálculo, escribieron aritméticas val. Los principales artífices del auge del álgebra son, no obstante,
mercantiles. También habría que conocer mejor los lazos que se tejieron enseñantes, profesionales de las matemáticas, pero que prodigan más un
entre las matemáticas de los países del Islam, en primer lugar del saber que una cultura. Destinada a la formación de los hijos de los
Magreb, y de la Europa cristiana en un espacio comercial en que las mercaderes, su enseñanza tenía un carácter práctico indiscutible. Pero el
relaciones eran constantes. Aún más, habría que poder seguir los desti- mercader ante todo tenía que saber contar bien, así que los profesores
nos de estos matemáticos en el transcurso del siglo XVI, saber en qué debían ser calculistas. Más que a una exigencia precisa de los mercade-
medida contribuyeron a la formación de los algebristas del Renacimien- res, la innovación responde a condiciones nuevas. E l álgebra se desarro-
to, los cuales recibieron lo esencial de la obra de Diofanto y prepararon lla primero en Florencia, en un mundo en que el cálculo está presente
el establecimiento del álgebra clásica. Finalmente, habría que volver la por todas partes, en la vida cotidiana y en el arte: en que el cálculo se
vista al mundo exterior a los mercaderes: desde el siglo XIV, los físicos reconoce como un valor indispensable para la vida de la ciudad; un
parisinos, en su empeño de una primera matematización del mundo, se medio también en el que los matemáticos son numerosos y pueden vivir
vieron conducidos, como Nicolás de Oresme, a desarrollar un lenguaje de su ciencia. Se alcanza la masa crítica. Se crea un medio apto para la
matemático nuevo. N o obstante, la gran aventura del álgebra europea es indagación, un medio científico en cuyo seno se plantean problemas que
esencialmente, en los últimos siglos de la Edad Media, mercantil y superan, y de lejos, las necesidades prácticas del comercio.
mediterránea.
A finales de la Edad Media, las ciencias del cálculo franquearon un
paso decisivo en la Europa cristiana. Se fija por siglos lo que se llamará
más tarde aritmética elemental. Los mismos capítulos se encuentran una
y otra vez en los tratados destinados a la formación de los jóvenes
mercaderes del siglo XV y en los de los alumnos de las escuelas primarias
de la Tercera República: numeración, adición, sustracción, multiplica-
ción y división con sus pruebas, fracciones, regla de tres, falsa posición
simple y doble. Los métodos de cálculo tampoco cambiarán apenas, ya
que la difusión del papel permitió escribir los resultados intermedios y
conservarlos. Las formas actuales se establecen, rápidamente por lo que
respecta a la adición y la sustracción, algo menos para la multiplicación
y, sobre todo, para la división. Incluso la división de fracciones comien-
za a tratarse multiplicando por la fracción inversa. Sólo la regla de tres,
esencial sin embargo para la resolución de problemas, todavía no se
plantea como hoy en día.
A esta aritmética calculista casi establecida, se opone un cálculo
algebraico en plena mutación. Las diferencias con el álgebra que hoy se
enseña en los institutos son considerables. A menudo el lenguaje es aún
retórico y, cuando existe un simbolismo, varía de un matemático a otro.
L a demostración es una desconocida, el algebrista pone a punto algorit-
mos cuya validez se mide por su eficacia. Sin embargo, se produjeron
innovaciones decisivas. E l álgebra abandona la tradición geométrica
recibida de Al-Khwarizmi y transmitida, en particular, por Leonardo de
Pisa: desarrolla, por diferentes métodos, los cálculos con potencias y
raíces, los monomios y los polinomios, y puede atacar así la solución de
ecuaciones que superan, y de lejos, el segundo grado. Tomado el relevo
para siglos, desde entonces las ciencias del cálculo se desarrollan en
Europa occidental, sobre todo en Italia. Los italianos representan en el
siglo XVI un papel determinante a la espera del final del siglo en que
Los episodios galileanos
ISABELLE STENGERS

: :
.••: ..7-'-. -^í i
Donde se descubrirán multitud de episodios, poblados de diversos
personajes, presentándose cada uno como respuesta a la pregunta: ¿De qué
HG9 es fundador Galileo?
Donde se expondrá que esta multiplicidad nos habla al mismo tiempo de la
historia y de los historiadores.
-i-T."

n su obra Les atomes (Los átomos) Jean Perrin realiza una

E comparación entre los mapas que se pueden trazar de la costa de


Bretaña y los copos que producen al echar sal en agua con jabón.
En el primer caso se trata de un problema de representación: un mapa, a
una escala determinada, dibuja las costas como curvas regulares, en
cada uno de cuyos puntos se puede trazar una tangente. Si la escala es
menor, este segmento continuo será reemplazado, evidentemente, por un
contorno mucho más complicado, pero compuesto también de curvas
regulares. L a indeterminación de la posición de las tangentes depende,
pues de la elección, de la escala, del mapa que se quiera utilizar, ya que
«el mapa es un dibujo convencional en el que, por el hecho mismo de la
composición, toda línea tiene una tangente. Una característica esencial
de nuestros copos, en cambio (como del mismo litoral, por lo demás, si
en vez de estudiarlo en un mapa lo observáramos a mayor o menor
distancia) es que, a cualquier escala, se suponen, sin verlos, detalles que
impiden fijar' con precisión la tangente».
E l contraste que señala Perrin, ¿puede aplicarse también a las
relaciones que se establecen entre una situación histórica concreta y las
descripciones de los historiadores? Se impone una primera distinción: el
perfil convencional al que responde el relato del historiador no puede
caracterizarse en términos tan simples como su grado de amplificación.
Vamos a explorar múltiples «episodios galileanos» y esta multiplicidad
traducirá menos su nivel de precisión o grado de aumento, que los
puntos de vista heterogéneos de los historiadores y filósofos que los Galileo ante sus jueces. Aquí
refieren. el pintor subraya la simetría
¿Debemos concluir, entonces, que los relatos son inferiores a los y pone a la duda en escena.
¿Quién escribirá la historia?
mapas de Perrin, que la realidad, en este caso, no es inaccesible sola-
¿Quién será juzgado
mente en razón de la infinitud que envuelve hasta el menor detalle, sino finalmente, y en nombre de
también en razón de la posición de quienes la describen? Quisiera qué? A partir de aquí estas
mostrar que el «interés» que ofrece el «episodio de Galileo» para cada preguntas adquirieron
múltiples significados. En el
•uno de aquellos que lo examinan no puede ser comparado con el efecto
lugar y situación de Galileo
de una pantalla que ocultara la verdad y no nos mostrara más que defensor de ¡a doctrina
proyecciones subjetivas. Es cierto que existen relaciones polémicas entre heliocéntrica se pondrá a
las diferentes versiones, que quienes las presentan pueden creer que su Galileo librepensador, o
/ti ~r/\ verdad oscurece todas las demás. N o obstante, ninguna de ellas puede fundador de la ciencia
moderna, o de ¡a física
ser considerada como la versión definitivamente neutra, desinteresada matemática, o de la mecánica
del «episodio». Por ello, procederé explorando sus sucesivas bifurcacio- racional...

255
LOS EPISODIOS GALILEANOS 256 257 LOS EPISODIOS GALILEANOS

nes. Con cada bifurcación se dibujará una nuevo panorama, no más o


menos preciso, como los mapas de Perrin, sino diferente, resultado de
las preguntas y razonamientos que han llevado al historiador o al «ite
filósofo al «episodio de Galileo».
En este sentido, cada uno de los episodios aquí presentados actúa
como una reacción química. E l interés del historiador o del filósofo, que
111
depende de la cuestión que considere fundamental en este asunto, •Bll <?'• Y-
jugaría el papel de reactivo. Este «interés», que enlaza el pasado con el
presente, no constituye un obstáculo, sino un operador activo, que abre
nuevas perspectivas, suscita problemas interesantes y construye relatos 3m :<s5.asï' îÊÊk
cuyas divergencias mismas dan relieve al pasado, de la misma manera
que la diversidad de posibilidades de reacción constituye la identidad de mmm
un cuerpo químico.
Las principales obras de Por lo demás, en este caso, la iniciativa no corresponde a los
Galileo: historiadores. Galileo era considerado como el sabio italiano más
De motu (Sobre el grande de la época. Sus libros, redactados —contrariamente a la cos-
movimiento); compuesta,
pero no publicada durante
tumbre— no en latín, sino en lengua vulgar, en italiano, se dirigen, más
el periodo de docencia de allá de los intelectuales, a todo hombre juicioso para anunciarle una
Galileo en Pisa (1589-1591); transformación radical del «sistema del mundo», el fin de una tradición
Sidereus Nuncius (El basada en la autoridad de Aristóteles, la práctica de una ciencia respe- : r ,

mensajero celeste) 1610; Il


• « ! « l fe. ^
tuosa de los «hechos» y no de los textos. L a condena de la iglesia a 3\ *
Saggiatore (El ensayista)
1623; Diálogo sopra i due Galileo —como ambas partes sabían —había de «marcar época», reso-
massimi sistemi del mondo, naría a través de toda Europa. E n definitiva, lo característico de los
Ptolemaico e Copernicano «episodios galileanos» es que sus protagonistas sabían que participaban
(Diálogo sobre los dos
principales sistemas del
en un «episodio» que haría historia. De manera que los intereses de los
mundo), 1632; Discorsi e narradores de hoy y de los protagonistas de ayer son profundamente
dimonstrazioni matematiche homogéneos. Estos últimos, frente a las rocas, los granos de arena y los
intorno a due nuove scienze copos —indiferentes a la omisión del cartógrafo— se dirigieron al
attenenti alla mecánica i
movimenti locali.
porvenir como los historiadores se dirigen al pasado. N o vivieron una
Espíritu Santo. Pero que Dios, que nos ha dotado de sentido, razón e Primavera de 1633: el
(Demostraciones y historia cuyo relato inventaría el historiador, sino que se preocuparon proceso de Galileo. La
intelecto, haya querido que prescindamos de ellos, que haya querido
consideraciones matemáticas por definir personalmente el contorno, abogaron por una cartografía escena representa sin duda la
sobre dos nuevas ciencias)... proporcionarnos otro medio de conocer lo que podemos conocer a asamblea plenaria de la
determinada, diseñaron la curva regular, la narración que justificara su
través de los mismos, no pienso que sea necesario creerlo...» Y Galileo Congregación del Santo
posición y condenara a sus adversarios en el futuro.
convoca a sus adversarios en el terreno de los hechos: «Pero si realmente Oficio ante la cual abjuró
Este capítulo no escapa a la norma. Como se verá, yo también tengo creen conocer el verdadero sentido de tal pasaje particular de la escritu- Galileo. En todo caso,
mi versión del episodio de Galileo, que no anula las demás, sino que traduce perfectamente las
ra, y en consecuencia, están seguros de tener en sus manos la verdad singulares consideraciones a
abre una nueva perspectiva. Y ello no es casualidad. N o se «estudia» a absoluta sobre la causa de la controversia, que me digan simplemente si las que tuvo derecho durante
Galileo por azar, como si fuera un episodio entre tantos otros. Quien se consideran que, en una disputa sobre una cuestión natural, aquel que el procedimiento.
dirige a Galileo, como Galileo se dirigió a su público, mantiene alguna sostiene la verdad no tiene una gran ventaja sobre aquel otro que se
tesis sobre la ciencia nueva, pretende discutir sobre su «racionalidad» o equivoca. Sé que a semejante pregunta responderán que sí; el que
novedad. sostiene la verdad —dirán— tendrá mil experiencias a favor suyo, mil
demostraciones necesarias, mientras que el otro no tendrá de su parte
más que sofismas, paralogismos y falacias. Pero si en lo que a ellos toca,
Primeros episodios: Eppur si muoue, habría murmurado Galileo, según la leyenda, en el en el límite de las razones naturales, y sin servirse de más armas que las
«Y sin embargo, se momento de su condena de 1633. E l poder de la iglesia no logrará de la sola filosofía, están convencidos de ser hasta tal punto superiores a
vencer al poder de los hechos. Los textos de Galileo lo afirman clara- su adversario, ¿por qué, llegado el momento de medirse con él, no
mueve»
mente desde antes de su condena: dos poderes se enfrentan, el de la empuñan inmediatamente el arma invicta y temible cuya sola visión
tradición, basada en la interpretación literal de las escrituras, y el de los espantaría al más diestro y arrojado de los luchadores?»
hechos, del que él mismo no es sino un humilde representante. L a iglesia Galileo finge aquí dirigirse exclusivamente al padre Castelli, pero
debe reconocer y ocupar su única plaza legítima de guardiana de la fe y sabe que la carta llegará a manos de su protector, el duque Cosme II de
abandonar el resto a la razón humana. Así, en su Carta a Castelli, Mediéis, y de su madre, la gran duquesa Cristina, que ha interrogado a
redactada en 1613, el físico escribe: «Puedo creer de buen grado que la Castelli sobre las tesis de Galileo. Sabe que la misiva está destinada a
autoridad de las Sagradas Escrituras no tuvo otra intención que la de circular, y lanza un verdadero desafío: ¡que los que se le oponen
enseñar a los hombres los artículos y proposiciones que, siendo necesa- expongan los hechos que demuestran su error! Galileo tiene miles de
rios para su salvación, y superando toda razón humana, no podían experiencias a su disposición, sus adversarios no poseen más que la
enseñarse y hacerse dignos de crédito sino por la boca misma del autoridad, improcedente, de las escrituras.
LOS EPISODIOS GALILEANOS 25S 259 LOS EPISODIOS GALILEANOS

Los tres «sistemas del mundo» rivales: apáreme, debido a la rotación de la


los sistemas de Tolomeo (90-168 d. de Tierra.
C: arriba, a la izquierda), de Copérnico
(1473-1543: abajo a la izquierda) y de Finalmente, el sistema del mundo de
Tycho Brahe (1546-1601: arriba.) Tycho Brahe está entre los dos
primeros: la Tierra está nuevamente
inmóvil en el centro del Universo y el
En el sistema geocéntrico de Tolomeo,
Sol gira en lomo a ella; la diferencia
la Tierra está inmóvil en el centro de
radica en que los (otros) planetas giran
Universo; las siete primeras esferas
alrededor del Sol, acompañándolo en su
contienen los «planetas» (incluidos el
movimiento alrededor de la Tierra.
Sol y la Luna), y la octava, las estrellas.
Estos grabados de 1661 ilustran con
Para Copérnico y su sistema claridad el conflicto de precedencia y de
heliocéntrico, el Sol está inmóvil en el magnificencia entre el Sol y la Tierra.
centro del Universo: la Tierra y su Los planetas, más que trayectorias,
satélite, la Luna, así como los (otros) tienen zonas de influencia. Se indican
planetas, giran en torno a él; el los satélites de Júpiter, descubiertos por
movimiento de las estrellas es sólo Galileo.

La doctrina heliocéntrica

E l primer «heliocentrista» conocido, el primero que se atrevió a pensar que la


tierra podría moverse alrededor, del sol fue Aristarco de Samos, cuya fecha de
nacimiento se suele fijar en el 310 a. de C. La única obra suya que conservamos es un
tratado sobre las dimensiones y distancias del sol y de la luna. La primera edición del
Libro sobre las revoluciones de los orbes celestes de Copérnico se publicó en 1543, el
mismo año de su muerte. Si normalmente se admite que el desfase manifiesto entre las
previsiones del alejandrino Ptolomeo y las observaciones astronómicas influyó en el
nacimiento de la revolución copernicana, a menudo se ignora, en cambio, cuan
complicado e imperfecto era el sistema de Copérnico, que utilizaba también órbitas
circulares. El sistema que «salvó las apariencias» de la forma más satisfactoria, hasta
que Kepler «rompió» el círculo y se atrevió a transformar las órbitas planetarias en
En 1616, después de una denuncia de la Carta a Castelli, el cardenal elipses (1605) fue el de su maestro Tycho Brahe: la tierra estaba en el centro, pero los
Belarmino comunicará a Galileo la prohibición de sostener pública- demás planetas giraban alrededor del sol, que a su vez lo hacía en torno a la tierra.
mente la verdad de la doctrina heliocéntrica. Se someterá a la prohibi- Sin embargo, las pasiones que levantó la revolución copernicana no se limitaron a
ción, pero con tal habilidad que en la afirmación misma de su obedien- estas cuestiones técnicas. Más que una «revolución científica», constituye una revolu-
ción cultural, y Galileo, que ignoraba por completo las elipses de Kepler, se convirtió
cia, ridiculiza a los que se la imponen. Su Diálogo sobre los dos principa- en heraldo de la misma.
les sistemas del mundo (1632) pone en escena a tres interlocutores,
LOS EPISODIOS GALILEANOS 260 261 LOS EPISODIOS GALILEANOS

Salviati, portavoz de Galileo, Sagredo, hombre cultivado, esclarecido, el derecho de utilizarla a título de hipótesis científica. ¿No debería
capaz no sólo de dejarse convencer por los argumentos de Salviati sino conformarse el matemático con demostrar que la hipótesis del movi-
incluso de prolongarlos o corroborarlos a partir de sus propias reflexio- miento de la tierra alrededor del sol es la que mejor salva las apariencias,
nes de «sentido común» y por último Simplicio, aristotélico limitado, sin necesidad de afirmar que el sol está realmente en el centro del
errado en todas sus opiniones, y de sumisión ciega a la tradición. Pues universo?
bien, no son ni Salviati ni Sagredo quienes concluyen el diálogo, sino Leída por Koestler, la Carta a Castelli cambia de sentido. Galileo
Simplicio, invocando la autoridad de un personaje «eminente y sabio» intenta en realidad denunciar, de manera unilateral, y en provecho
ante el cual conviene callar: según la doctrina de este último, todo lo que propio, las reglas a que deberán someterse quienes participen en la
ha sido presentado hasta ese momento como demostración cierta, no historia de las discusiones sobre el heliocentrismo. N o solamente afirma
tiene nada de verdadero ni de necesario, puesto que Dios, posee la la verdad absoluta de su tesis, sino que incluso desafía a sus oponentes:
facultad de producir esos «hechos» que parecen demostrar por medios ¡Que se atrevan a refutar su verdad! Koestler subraya el hecho de que si
que somos incapaces de imaginar. Por más que los dos interlocutores de Galileo precipita de tal manera el conflicto y rechaza el acuerdo que le
Simplicio, Sagredo y Salviati se inclinaran ante esta «doctrina angélica y propone Belarmino, es, sin duda, porque «no posee los medios con los que
admirable», el papa Urbano VIII, autor del argumento citado por demostrar que él salva mejor las apariencias» que el anciano astrónomo
Simplicio no dejó de sentirse —se dice— ridiculizado. Se puede decir de Ptolomeo. E l sistema copernicano, que admitía, como su precedente,
qUe con esta obra Galileo ha firmado su condena, que tendrá lugar sólo el postulado de la circularidad de los movimientos celestes sería —según
un año después de la aparición de la misma. el historiador— más complicado aún que el sistema ptolemaico.
Acabamos de ofrecer la versión clásica del «episodio» que enfrentó al Koestler cuestiona, así, al Galileo astrónomo. Sus descubrimientos
sabio con la iglesia, versión que corresponde a la puesta en escena del de los satélites de Júpiter y de las manchas solares hicieron del sabio
propio Galileo, que se autoerige en héroe del pensamiento libre, víctima italiano un propagandista de la hipótesis copernicana, pero, más de
de la persecución obscurantista. veinte años después de la publicación de la Astronomía Nova, de Kepler
Pero algunos historiadores escuchan a los otros protagonistas del (1609) el Diálogo se limita a hablar de las órbitas circulares, callando el
conflicto. Arthur Koestler considera al cardenal Belarmino como mode- hecho de que este modelo no permite del todo «salvar las apariencias».
lo de tolerancia. Este último habría prohibido al científico defender la Y Koestler concluye: «Durante cerca de unos cincuenta años Galileo
verdad absoluta de la doctrina heliocéntrica, pero le habría reconocido había evitado hablar de Copérnico, no tanto por temor de la hoguera
como para ahorrarse los disfavores de los medios universitarios. Sin
embargo, al llegarle la fama repentinamente, convirtió su adhesión a
La doctrina atomista y la eucaristía
aquella doctrina en una cuestión de prestigio. Había dicho que Copérni-
co tenía razón, y quien opinara de otro modo injuriaría la autoridad del
E l dogma de la transubstanciación en la Eucaristía fue proclamado en el siglo xvi más grande sabio de la época. He aquí la causa principal de la batalla de
durante el Concilio de Trento (es decir, en el marco de la Contrarreforma, ante la
negativa de los protestantes a admitir que, en manos del sacerdote, el pan y el vino se
Galileo... Aunque ello no justifica a sus adversarios, tampoco carece de
conviertan realmente en el cuerpo de Cristo). Este dogma incluía una referencia a la importancia, a la hora de examinar si el conflicto era históricamente
noción escolástica de substancia, que permitía no explicar pero sí afirmar que en inevitable.» Koestler piensa que no lo era, que sin el orgullo del sabio, el
virtud de un milagro, cuando la substancia se transforma, los «accidentes» del pan y el conflicto que él mismo desatara, entre una iglesia obscurantista y una
vino (textura, gusto, color) se mantienen. Sin embargo, Galileo en / / Sagyiatore (1623)
despojaba a los cuerpos de su realidad substancial, realizando una distinción entre lo
ciencia desde entonces identificada con la libertad de pensamiento,
que es necesario atribuirles —una figura geométrica, una posición y una velocidad— y habría podido evitarse, y que tal vez habría sido posible otra historia,
los sabores, olores y colores que el sujeto o el animal perciben a causa de unas que no asignara a la ciencia un papel heroico que no la define con
partículas mfimas emitidas por los cuerpos. Por lo tanto, si a pesar de la transubstan- exactitud.
ciación percibimos todavia en la hostia el sabor del pan, ello quiere decir que ésta
emite las mismas partículas mínimas que el pan... Tal es el trasfondo del «episodio» de Galileo para Koestler: el drama
de la divergencia entre «racionalidad» y «valores», que permite hoy día
El hermetismo a los hombres manejar la bomba atómica sin preocuparse por las
consecuencias de un poder semejante. L a ciencia ha hecho de Galileo el
E i hermetismo fue una doctrina mística propia del renacimiento. Sus adeptos,
que consideraban a Hermes Trimegisto, personaje semi-divino del antiguo Egipto,
símbolo de su libertad, pero este símbolo revela, antes que nada, la
como fundador de la misma, pensaban encontrar en la tradición judeo-cristiana, bajo incoherencia entre sus propias condiciones de desarrollo, violentamente
forma degradada, los «saberes secretos» de Egipto transmitidos por los «iniciados»: reivindicadas, y los valores de una sociedad sentidos como obstáculo,
Zoroastro, Orfeo, Platón y Pitágoras. E l hermetismo tenía también una dimensión resistencia y oscurantismo.
política. No sólo pretendía liberar la esencia divina de cada hombre, reencontrar la
analogía transparente entre el microcosmos humano y el macrocosmos, sino, por un
¿Puede identificarse la ciencia galileana con la libertad de pensamien-
retorno a la «verdadera filosofía», reunificar las iglesias divididas por las guerras de to, la luz luchando contra la oscuridad? Otros personajes van a entrar
religión. Los filósofos herméticos querían convertir a algún «monarca esclarecido» en escena. Hasta aquí nuestros historiadores han aceptado a los princi-
para que guiara al mundo hacia una edad de oro. Giordano Bruno (1548-1600), que pales protagonistas, Galileo y Belarmino, tal como ellos mismos se
describió un universo infinito compuesto de un número infinito de mundos habitados
y murió en la hoguera de la inquisición, fue uno de sus adeptos. También lo fue definieron. Pero la realidad del conflicto puede ser más compleja. ¿El
Tomaso Campanella (1568-1639), defensor de Galileo en 1616 y amigo de Urbano resorte secreto de la condena de Galileo no podría ser —propone el
VIII gracias a su reputación de mago y de astrólogo, abogó ante el papa por un historiador Pietro Redondi, que cree haber descubierto algún indicio de
catolicismo «reformado» y «natural», así como por una alianza con la Francia de Luis ello— una acusación mucho más grave, relacionada con la fe, y no con
XIII (y del edicto de Nantes).
una «cuestión natural»? Si lo que desencadenó verdaderamente el
LOS EPISODIOS GALILEANOS 262 263 LOS EPISODIOS GALILEANOS

«episodio de Galileo» fue la denuncia de la doctrina atomista aparecida poráneos del pisano. E l conflicto que no se sitúa ya en el siglo XVII sino
en i7 saggiatore (1623), si Galileo fue acusado por contradecir el dogma en el xx, enfrentará, ahora, a los historiadores y filósofos que reconocen
de la eucaristía, entonces el conflicto no se reduce ya —como afirmaba en los textos científicos de Galileo la primera expresión de lo que les
el físico— a la distinción entre cuestiones naturales y cuestiones de fe. interesa, la especifídad de la ciencia moderna.
De la misma manera —si creemos a Lerner y Gosselin— sus contempo- Este episodio galileano, ¿no es acaso el «episodio» de los filósofos
ráneos no habrían aceptado por completo la imagen que el sabio que utilizan a Galileo para discutir sobre la ciencia moderna en general?
proponía de sí mismo, sino que le habrían visto más bien como una Tal vez, pero un episodio tal no es ajeno a la historia de las ciencias; el
especie de Giordano Bruno resucitado. L a condena de Galileo debería sentido o la manera en que los historiadores lean la obra de Galileo
interpretarse, así, en el marco complejo de la política internacional, de depende de lo que se sientan autorizados a pensar de esa ciencia
las vacilaciones del Vaticano entre una alianza con Francia o con moderna de la que se le considera fundador. Así, a Pierre Duhem, el cual
España. E n 1632 la condena de un partidario de la alianza con Francia —como veremos— intentó minimizar el alcance del acontecimiento que
—país relativamente tolerante y ensalzado, después de Bruno, por los constituye la «fundación» por Galileo de la ciencia moderna, se le negó,
filósofos herméticos— habría sido un gesto de acercamiento a España. a fines del siglo XIX la cátedra de historia de la ciencia del Colegio de
¿Fue Galileo condenado «en lugar de» Campanella, que era demasiado Francia en favor de otros historiadores más respetuosos.
peligroso y «sabía demasiado» sobre las «simpatías herméticas» del papa? ¿Se puede describir, de manera simétrica las posiciones de Galileo y
. La denuncia habría permanecido secreta porque su revelación habría las de sus adversarios científicos? ¿Se puede leer al físico italiano sin
convertido el episodio en un juicio político de gran resonancia inter- pensar que los hechos le daban la razón? Aquí ya no se trata de
nacional. Aquí el historiador se distancia —o al menos lo pretende— de astronomía, sino de la teoría del movimiento de los cuerpos sólidos, que
los relatos de los protagonistas, interpretando el episodio de Galileo le valió el famoso título de «fundador de la ciencia moderna». Y ello es
como el resultado de un concurso de circunstancias que habrían escapa- lo que han intentado demostrar, entre otros, y a través de caminos
do a la propia víctima. L a escena se puebla de relaciones, problemas, y distintos, el filósofo Alfred North Whitehead —hace sesenta años— y el
personajes nuevos, que manejan los hilos del asunto y transforman las epistemólogo contemporáneo Paul K . Feyerabend.
narraciones oficiales en «engañabobos», siendo los bobos, por supuesto, En Science and the Modern World, Whitehead acepta sin reticencias
en primer lugar, aquellos que ven hoy en el episodio de Galileo el las pretensiones de Galileo: la «revolución histórica» que constituye la
«episodio» de nuestra cultura moderna, proyectando en él las cuestiones fundación de la ciencia moderna se basa en los hechos. «Galileo recurre
que les preocupan. Este episodio no puede ser sino el de los historiado- siempre al mismo argumento, "cómo" se producen los hechos, mientras
res profesionales. E l trasfondo del asunto de Galileo es también la que sus adversarios disponen de una teoría completa sobre la razón por
autonomía del historiador, que no debe dejarse atrapar por las versiones la que las cosas se producen. Desgraciadamente, las dos teorías no
interesadas de quienes creen ser sus protagonistas, e investigar los producían los mismos resultados. Galileo insiste en los hechos "irreduc-
indicios de otras verdades cuidadosamente disimuladas por otros perso- tibles y persistentes" mientras que su oponente Simplicio invoca razones
najes semiocultos, cuyo papel se revelaría decisivo. Es necesario que completamente satisfactorias, al menos para él. Interpretar esta revolu-
todo el mundo mienta, que reine la conspiración del silencio, para que el ción histórica como una llamada a la razón constituye un grave error,
historiador realice su función. pues ésta fue, muy al contrario, un movimiento anti-intelectual de parte
Sin descartar la posibilidad de que la aparición de un documento a parte. Supuso el retorno a la contemplación del hecho bruto, fundado
nuevo haga derrumbarse todo el edificio: otros especialistas italianos de en el rechazo del racionalismo inexorable del pensamiento medieval.»
Galileo, V. Ferrone y M . Firpo, después de un riguroso análisis de los Pobres teólogos italianos —concluye Whitehead— anclados en la época
presupuestos que guiaron la «investigación policial» de Redondi, presen- medieval, atacados por los protestantes, escarnecidos por Galileo y
tan una carta del físico posterior a su condena. Galileo responde a un despreciados hasta por los obispos -°-los cuales en el Concilio de Trento
corresponsal que, inocentemente, le ha sugerido que seria interesante les recomendaron evitar las discusiones superfluas e inútiles; ¡pobres
estudiar las relaciones entre la doctrina atomista y la de la ... eucaristía. teólogos, paladines de la causa perdida de un racionalismo desfasado en
En lugar de retroceder horrorizado el sabio considera la idea muy el seno de un mundo en guerra! Whitehead, como Koestler, que aquí
interesante. coincide con él, aboga por la reconciliación de la ciencia y la razón, por
Las tesis citadas a título de ejemplo, por discutibles que sean, nos una ciencia liberada de la fe ciega en los hechos, del uso fanático de la
aclaran el sentido de la primera bifurcación, una primera elección entre abstracción, que no niegue todo aquello que, por las esclavitudes
los intereses susceptibles de relacionar pasado y presente: o bien nos mismas de su método, no pueda interpretar. Galileo es fundador de una
atenemos a la historia «profesional», «desinteresada», considerada como ciencia incapaz de ver sus propias limitaciones, sus desdichados adversa-
la única capaz de purificar el episodio de preguntas contaminantes, o rios pueden esperar más justicia del futuro que propugna Whitehead.
bien, y es lo que vamos a hacer, seguimos a aquellos a quienes interesa En su tratado Contra el método, Feyerabend discute la tesis según la
ante todo la cuestión planteada con ocasión del conflicto, esa verdad cual Galileo habría respetado los hechos. Intenta demostrar que la
científica en nombre de la cual Galileo creyó, al menos, entrar en ciencia moderna no puede legítimamente aspirar a una verdad distinta,
conflicto con la iglesia. Primera bifurcación y cambio de escena. en esencia, de la de las otras formas de pensamiento, mítico o religioso.
Galileo no sólo interpreta los hechos, sino que —y ello constituye, para
Feyerabend, el vicio del que conviene despojar a la ciencia moderna—
La cuestión de la Segundo «episodio galileano», pues, que no surge como «comple- utiliza trucos psicológicos, maniobras de propaganda, para manipular el
ciencia moderna mentó del primero, revelado por un acercamiento más sutil, sino como hecho que interpreta, para hacer creer que los hechos le dan la razón de
el resultado de otras cuestiones, (que no se les plantearon a los contem-
LOS EPISODIOS GALILEANOS 264 265 LOS EPISODIOS GALILEANOS

manera unívoca ¿Cómo podrían probar los «hechos» que la tierra se dad de los planteamientos de Galileo, la incomprensión que éstos
mueve cuando la observación intuitiva indica que está inmóvil? Para habían de suscitar. Así, Alexandre Koyré hará comparecer a Descartes y
que los hechos «hablen» en su favor, Galileo necesita, en primer lugar, Mersenne, que «representan», a diferencia de los adversarios teológicos
enseñar a sus lectores, a sus interlocutores, a redefmirlos, a describirlos de Galileo, el «pensamiento moderno», y no aceptan, sin embargo, la
en un lenguaje nuevo... Feyerabend comenta el célebre ejemplo del física galileana.
barco: Galileo trata de convencer de que un marino embarcado, si no E l campo está, pues, a partir de ahora, purificado de todo «contex-
tuviera como punto de referencia el mar ni las orillas, no podría saber si to». Sólo los textos cuentan, pero éstos, a su vez, se encuentran en el
se encuentra o no en movimiento, y no sólo eso, sino que, además, hace centro de un «episodio» donde se plantea el problema de la teoría física,
aceptar a Sagredo —que encarna en los diálogos al hombre juicioso— de las nuevas relaciones entre descripción matemática y empírica que se
que se trata de una evidencia que todo el mundo ha sabido siempre, supone instauró Galileo.
aunque se pueda olvidar momentáneamente. A pesar de que su afirma- En sus Etudes Galileénes, Koyré, antes que Feyerabend, demuestra
ción no tiene nada de evidente, supone una transformación profunda de que Galileo no respeta los «hechos». Pero para él no se trata de
la noción de movimiento. L a tesis de Galileo implica que una piedra que propaganda, en cuyo caso estaría justificada una crítica «política» de las
caiga de lo alto del mástil de un barco debe caer al pie del mismo, esté o pretensiones científicas. L a física de Galileo no está «cargada de inter-
no el barco en movimiento. L a piedra, independizada del movimiento de pretación», como toda descripción, sino que inventa una relación nueva
la nave, conservará pues, sin motivo, ese movimiento, acompañando al experimental con los hechos.
barco al mismo tiempo que cae hacia el puente. E l movimiento conser- • Convencido de la necesidad de ir más allá de los fenómenos para
vándose por sí solo, he ahí lo que la hipótesis de la rotación de la tierra alcanzar su esencia y de que únicamente las matemáticas pueden expre-
forzaba a aceptar contra toda evidencia empírica (todos los movimientos sarla, Galileo pudo enunciar las leyes de la caída de los cuerpos sólidos.
que observamos tienden a disminuir) y contra toda tradición. He ahí la Y es este enunciado lo que distingue a Galileo tanto de Giordano
tesis que Galileo presenta, y de la que consigue convencer a Sagredo
Bruno, quien también había afirmado que puesto que la tierra gira, las
como de una evidencia de sentido común.
piedras caen al pie del mástil de un barco en movimiento, como de
Feyerabend no critica al pisano por haber introducido un nuevo Descartes, que enunció el principio de inercia —cosa que Galileo no
lenguaje observacional, cargado de teoría. L o que pretende demostrar es hizo jamás— pero rechazó la idea de que un cuerpo que cae pueda
que ninguno de los diferentes lenguajes observacionales —científicos, responder a una ley.
teológicos, míticos, etc.— puede jactarse de una relación unívoca con los «¡Que comprensible es la postura de Descartes, que "niega" todas las
hechos que le permita juzgar a los demás. «Una ciencia que se vanaglo- experiencias galileanas! ¡Cuánta razón tenía! Pues todas las experiencias
ria de poseer el único método correcto y los únicos resultados acepta- de Galileo, al menos todas las experiencias reales, reductibles a una
bles es una ideología [afirma] que debe ser separada del estado, y, sobre medida y una cifra, parecieron falsas a sus contemporáneos. Y sin
todo, de la enseñanza. Puede formar parte de la educación, pero única- embargo, Galileo tenía razón. Porque, acabamos de verlo, él no busca
mente de la de aquellos que hayan decidido aceptar esta superstición en absoluto en los datos experimentales el fundamento de su teoría; sabe
concreta. [...] Naturalmente, toda profesión tiene derecho a exigir que perfectamente que ello es imposible. Y sabe también que la experiencia,
sus practicantes sean formados de una manera particular, y puede incluso la experimentación, realizada en las condiciones reales —en el
incluso exigirles que acepten una determinada ideología. [...] Esto es tan aire y no en el vacío, sobre una plancha lisa y no sobre un plano
cierto para la física como para la religión o la prostitución. Pero geométrico, etc.—, no puede producir los resultados previstos por el
ideologías tan particulares, talentos tan específicos no tienen lugar en el análisis del caso abstracto. Tampoco lo pretende. E l caso abstracto es
proceso de la educación general que prepara a un ciudadano para su un caso supuesto. Y la experiencia debe confirmar que esa suposición es
papel en la sociedad. U n ciudadano responsable no es un hombre buena con sus medios limitados. O mejor, con nuestros medios
instruido en una ideología concreta. [...] un ciudadano adulto es aquel limitados.»
que ha aprendido a tomar decisiones por sí mismo y que ha elegido lo L a física galileana estudia casos abstractos: la concepción de un
que piensa que más le conviene.» plano absolutamente liso, de una esfera absolutamente esférica, del vacío
La ciencia que ocupa a Whitehead y Feyerabend se define global- perfecto, no procede de la experiencia, pero permite juzgarla en nombre
mente por las relaciones (difíciles) que mantiene con la filosofía, el de un ideal matemático. «Tampoco hay que sorprenderse de ver que la
pensamiento mítico, etc. Siguiendo otras pistas saldrían a relucir nuevas realidad de la "experiencia" no puede concordar enteramente con la
relaciones, por ejemplo, entre hombres de ciencia, razón de estado e deducción. Sin embargo, esta última tiene razón; con sus conceptos
«intelectuales» (véase la Vida de Galileo de Bertolt Brecht). Pero también "ficticios" nos permite comprender y explicar la naturaleza, plantearle
se abre otro panorama posible, que vamos a explorar. Y a no se trata de preguntas, interpretar sus respuestas.»
la cuestión ¿qué es la ciencia moderna? en general, sino ¿qué es esta Koyré considera que estos argumentos bastan para vencer a dos
disciplina más singular que llamamos «física matemática»? tipos de adversarios: los historiadores marxistas, «que ven en la física
galileana la traducción de los nuevos imperativos técnico-económicos
del capitalismo naciente», y los empiristas, que la explican por la
sumisión del juicio a la observación. Queda un tercer adversario, tan
La cuestión de la Nuevo episodio, nuevo enfoque de los textos. Y a no nos interesa la temible que Koyré se apoya de hecho en sus análisis: se trata de Pierre
física matemática confrontación de Galileo con la iglesia o de la ciencia con otras formas Duhem. Los Études galiéennes de Koyré aluden periódicamente a la
de pensamiento. Los adversarios desaparecen de nuestra vista y no tercera parte de los Études sur Leonardo da Vinci de Pierre Duhem,
vuelven a aparecer, llegado el caso, más que para testificar la originali-
LOS EPISODIOS GALILEANOS 266 267 LOS EPISODIOS GALILEANOS

subtitulada: Les précurseurs parisiens de Galilée, los precursores parisien- podría serlo un calor determinado que disminuyera de manera lineal en
ses de Galileo. Pero estas alusiones no permiten suponer con qué cautela el transcurso de) tiempo. U n rectángulo representará una cualidad
debe actuar Koyré, cuan cerca de Duhem y de su teoría de los precurso- uniforme.
res le conduce su argumentación sobre el carácter abstracto de los Su representación gráfica —explica Oresme— permite, imaginar con
conceptos galileanos. mayor velocidad y perfección las propiedades de la cualidad estudiada.
La hipótesis que conduce a Duhem es clara y explícita: la ciencia De esta manera, conseguirá, sobre todo, demostrar geométricamente
galileana no marca una ruptura con la ciencia cristiana medieval. E l una regla que los maestros del Merton College de Oxford (sobre todo
esfuerzo que permitió la sustitución de la física de Aristóteles por la Thomas Bradwardine, Richar Swineshead y William Heytesbury, a la
física moderna «se apoyó en la más antigua y resplandeciente de las vez filósofos, teólogos y matemáticos) habían enunciado ya en la prime-
universidades, en la universidad de París. ¿Qué parisiense no estaría ra mitad del siglo xiv: «Toda cualidad uniformemente diforme tiene la A
orgulloso? Sus más eminentes productores fueron, en el siglo XIV, el
picardo Jean Buridan y el normando Nicolás Oresme. ¿Qué francés no
misma cantidad total que si afectase uniformemente al sujeto según el A
grado de su punto medio.» L a cantidad de la calidad tiene como medida
experimentaría un legítimo orgullo? L a ciencia galileana es el resultado la superficie formada por las altitudes que se suceden durante un lapso
de la lucha sin cuartel que la universidad de París, verdadera guardiana de tiempo o en un espacio dado: Es evidente que las superficies respecti-
en aquella época de la ortodoxia católica, llevó a cabo contra el vas tanto del triángulo, que representa la cantidad de la cualidad unifor-
paganismo peripatético y neo-platónico. ¿Qué cristiano no daría gracias memente diforme, como del rectángulo, que representa la cantidad de
a Dios por ello?». una cualidad uniforme de la misma extensión e igual intensidad a la de
El panorama se ensancha brutalmente. Las controversias teológicas la cualidad uniformemente diforme, son iguales en su punto medio.
A
A
medievales, resucitadas en la tesis de Duhem, amenazan con devorarnos. L a cualidad a la que Oresme se refiere explícitamente no es otra que
Llegados a este punto, debemos resistir, y ceñirnos al objeto de la la velocidad, que crece o disminuye de manera uniforme en el transcurso
controversia entre Duhem y Koyré: ¿Estaba el fruto lo suficientemente del tiempo. Y en este caso, la regla de Merton conduce a establecer una
maduro —según sostiene Duhem— al declinar de la Edad Media, como relación de equivalencia entre la cantidad de un movimiento acelerado y
para que el más leve roce con Galileo lo hiciera caer? ¿O bien, mantiene la de un movimiento uniforme. Se trata, entonces, de una de las reglas
Koyré, Galileo no tuvo un verdadero precursor y merece legítimamente sobre el movimiento acelerado que se enseñan hoy en los colegios: «la
el título de inventor de la física matemática? velocidad media de un determinado movimiento es equivalente a la
:

Por fin debemos abordar el contenido de la física galileana, y, más media entre su velocidad inicial y su velocidad final.» Galileo, por su
concretamente, las leyes del movimiento naturalmente acelerado, cuya parte, la expresará del siguiente modo: «El tiempo en el cual un espacio
formulación descubre Duhem en la obra de los pensadores del siglo XIV. dado es recorrido por un móvil, que parte del reposo con un movimien-
Con ello, llegamos a uno de los momentos más arriesgados en cualquier to uniformemente acelerado, es igual al tiempo en el que aquel mismo
historia de la ciencia, cuando la escena, abandonada por sus protagonis- espacio habría sido recorrido por el mismo móvil con un movimiento
tas, y ocupada por un problema similar al que deben afrontar los uniforme cuyo grado de velocidad fuese la mitad del grado de velocidad
principiantes en física amenaza con dejar de ser histórica para hacerse máximo alcanzado al final del movimiento uniformemente acelarado
pedagógica. En este caso, sin embargo, el concepto de «cualidad unifor- precedente. *»
memente diforme», inventado en la Edad Media, no nos devuelve a los L a equivalencia del enunciado medieval y el enunciado moderno
pupitres de nuestras escuelas sino a ese momento especulativo en que el supone que, cuando la cualidad es la velocidad, su cantidad, la superficie
calor y el frío, lo seco y lo húmedo, dejan de mantener las relaciones de producto de la latitud por la longitud, no es otra que el espacio
oposición que caracterizaban la física aristotélica. recorrido en el tiempo medido por la longitud. Duhem está forzosa-
¿Qué es una cualidad para Oresme? L a caridad puede ser una mente obligado a reconocer que Oresme no identifica nunca de modo
cualidad, del mismo modo que la velocidad o el calor. Una cualidad se explícito cantidad y espacio. Pero supone que ello le parecía evidente «y
caracteriza por su grado, por su intensidad. U n cristiano no es caritati- en cualquier caso —señala— los alumnos de Oresme comprendieron sin
vo, sino que lo es en mayor o menor medida. U n cuerpo no es caliente o problemas que la "cantidad común" al movimiento uniformemente
A frío, es más o menos frío, o, de la misma manera, más o menos caliente.
Pero, toda cualidad tiene también una extensión, califica un espacio y un
acelerado y al movimiento uniforme de velocidad media que se desarro-
A tiempo. L a caridad califica la vida del cristiano. U n determinado grado
llan en el mismo lapso de tiempo no era otra cosa que el espacio».

A
A de calor califica cierta región de un cuerpo, o bien cierto cuerpo, durante
A l observar hoy el diagrama de Oresme no podemos dejar de leer en
él las leyes galileanas del movimiento acelerado, la descripción de una
un determinado intervalo de tiempo... ¿Cómo representar el «devenir»

A
A de una cualidad, la manera en que crece o disminuye de instante en
velocidad que varía de manera lineal a lo largo del tiempo. E inmediata-
mente surge la pregunta: ¿Por qué Oresme no fue más lejos? ¿Por qué
instante, o de uno a otro punto? Oresme representará este devenir en un no comprendió que «poseía» los medios con los que establecer relacio-
A gráfico de dos dimensiones. L a línea horizontal derecha, o longitud, nes físicas mensurables entre el espacio recorrido con un determinado
A representa una extensión de la cualidad, tiempo o espacio. A partir de movimiento (la superficie del triángulo) y el tiempo? ¿No es evidente que
A cada punto de la línea horizontal, se traza una vertical, la latitud: su
altura representa la intensidad de la cualidad en ese instante o en ese
el espacio crece como el cuadrado del tiempo? ¿Y la aplicación de la
regla de Merton a las diferentes secciones de la figura, correspondientes
lugar. L a sucesión de las intensidades se traduce, pues, en una figura
plana. Una figura triangular (o trapezoidal, si la intensidad inicial no es
de valor nulo) representa una cualidad «uniformemente diforme», como * Galileo Galilei, Consideraciones y demostraciones matemáticas sobre dos nuevas
ciencias. Ed. y had. de C. Solís y J. Sádaba. Ed. Editora Nacional col. B. L . P. U.,
LOS EPISODIOS GALILEANOS 268 269 LOS EPISODIOS GALILEANOS

a intervalos de tiempos iguales, no permite, acaso, enunciar una forma «nuestro» Galileo, abandonando toda hipótesis física para enunciar la
equivalente de esta relación entre el espacio recorrido y el cuadrado del esencia matemática del movimiento acelerado.
tiempo empleado en ello? En un movimiento uniformemente acele- En 1604 Galileo se equivoca. En términos modernos, atribuye la
rado los espacios recorridos durante lapsos iguales equivalen a la aceleración no al tiempo, sino al espacio. L a cuestión será saber si,
sucesión de los números impares. De hecho, Clagett señala que, en sus como pretende Koyré, est- error confirma la tesis de la «influencia
Questions sur les Élements d'Euclide, Oresme enunció, refiriéndose al filosófica»: Galileo se habría dejado arrastrar por la pasión geométrica,
caso general de una cantidad uniformemente diforme, la regla según la pero aparte de este «detalle», el Galileo que se equivoca en 1604 sería «el
cual, si se divide la longitud en partes iguales, las cualidades sucesivas mismo» que escribe en una hoja de papel (que los historiadores fechan
resultantes de esta división serán como la serie de los números impares. en 1604) la demostración «correcta», la que figurará prácticamente
¿Por qué hubo que «esperar» la llegada de Galileo para comprender que palabra por palabra en el Discurso publicado en 1638.
el espacio recorrido por los cuerpos en caída libre crece efectivamente
como el cuadrado del tiempo de caída?
Al plantear estas preguntas estamos presuponiendo, precisamente, lo
que Koyré discute, cuando niega que la teoría física del movimiento L a historia de las ciencias no responde a la lógica de los mapas de El episodio de 1604
uniformemente acelerado naciera en la Edad Media. Este último recono- Jean Perrin. Este episodio abarca cinco años, de 1604 a 1609. L a escala
ce que seguramente Duhem haya podido localizar en la obra de algún temporal se reduce, como los textos implicados en la investigación:
que otro medieval ilustre la noción abstracta de cualidad uniformemente esbozos de notas en los que el sabio intenta precisar sus ideas y las
diforme para el caso de la caída de los cuerpos. Pero afirma que a nadie implicaciones de las mismas. Y como cada vez que se plantea la cuestión
se le ocurrió pensar que el análisis puramente matemático de un concep- de saber qué es lo que Galileo «persigue», el problema no se aclara, sino
to pudiera servir como explicación física, permitiera expresar la caída de que se transforma de nuevo.
los cuerpos. Galileo no tiene precursores —afirma Koiré—, la Edad Hemos pasado, sucesivamente, de la libertad de pensamiento a la
Media no dominó la teoría de la caída de los cuerpos, porque ningún ciencia moderna, y, después, a la física matemática. Como se verá, la
teórico medieval dio el paso decisivo que daría Galileo en 1604: abando- cuestión que, en mi opinión, se ventila, al comparar al Galileo de 1604
nar toda explicación física de ese movimiento, renunciar a descubrir por con el del Diálogo y los Discursos, es la de la especificidad de la mecánica
qué el cuerpo que sube disminuye su velocidad mientras que el cuerpo racional en relación con la física matemática. Ese es mi «episodio
que desciende la aumenta. Identificar la explicación y la esencia matemá- Galileo», pero para introducirlo hay que aprender, primero, a leer los
tica. Galileo no tuvo precursores porque fue el primero en concebir la escritos de 1604.
investigación de las leyes en términos platónicos, ley matemática y no «Supongo (y podría tal vez demostrarlo) que el grave que cae
explicación física. Una influencia de carácter filosófico, la de Platón, naturalmente aumenta sin cesar su velocidad en la medida en que
determina, según Koyré, la singularidad de la física galileana, y, a través (secundo) aumenta su distancia respecto al punto de partida. Así, por
de ésta, la invención de la física matemática, que explica lo empírica- ejemplo, si el grave parte del punto A y cae por la línea A B , supongo
mente observable a través de conceptos matemáticos inobservables. que el grado de velocidad en el punto D , será mayor que el grado de
velocidad en C, en la misma medida en que la distancia D A sea mayor
La réplica de Koyré admite, sin embargo, en lo esencial, la tesis que
que C A . De este modo, el grado de velocidad en C será al grado de
combate. Si el acto de nacimiento de la física matemática obedece a una
velocidad en D , como C A a D A , y así en cada punto de la línea A B el
decisión filosófica, no tiene sentido preguntarse cómo inventó Galileo la
grave tendrá un grado de velocidad proporcional a la distancia que
esencia matemática abstracta del movimiento acelerado, de la cual
separa ese mismo punto del extremo A . Este principio me parece muy
deduciría las leyes fenomenológicas que describen la caída de los graves
natural y responde adecuadamente a todas las experiencias constatadas
(las dos reglas más arriba citadas). Parece pues que, de manera implícita,
con las máquinas e instrumentos que actúan por choque, siendo tanto
Koyré admite que Galileo la recibió directamente de la tradición medie-
mayor el efecto del choque cuanto lo sea la altura de la caída. Y
val. Duhem y Koyré comentan la misma historia, uno o subraya la
admitido este principio, demostraré todo lo demás.»
continuidad del análisis matemático, mientras el otro insiste en la
innovación radical que supone la explicación de un movimiento físico a Antes de continuar, comentemos esta entrada en materia. Galileo «se
partir de una esencia matemática abstracta. Por otra parte, la tesis de la equivoca», efectivamente, en tanto que describe una velocidad que crece
ruptura implica y presupone la de la continuidad aún más, en la medida con la distancia y no con el tiempo. Pero, ¿cómo no comprender a
en que Koyré niega, como hemos visto, todo papel a las experiencias Koyré para quien «todo» está ya en este texto? E l enunciado de un
sobre la caída de los cuerpos que Galileo dice haber realizado. principio matemático abstracto del que derivarán las propiedades obser-
Pero, ¿heredó Galileo de los medievales su concepción del movimien- vables, fenomenológicas, del movimiento de los cuerpos graves. ¿Debe-
to acelerado? Alcanzamos aquí la última bifurcación de esta historia. E l mos tomar en serio la referencia de Galileo a una experiencia puramente
paisaje y los textos vuelven a cambiar. Y a no se trata de escuchar al empírica, la de las máquinas que actúan por choques? ¿No se trata de
Galileo del Diálogo o de las Consideraciones y demostraciones matemáti- una simple búsqueda de plausibilidad, paralela al razonamiento? Galileo
cas sobre dos nuevas ciencias..., el Galileo que expone al público las sólo cuando habla de los «grados de velocidad» afirma que éstos
conclusiones a las que había llegado decenios antes. Se trata del Galileo crezcan con la distancias y que este crecimiento además es una función El texto italiano permite
de la «decisión eventual». Para ello debemos remontarnos a esa fecha lineal de la distancia. suponer que, de hecho, las
velocidades son aquí el
fatídica de 1604, cuando el sabio expone en una carta a Paolo Sarpi el «Si la línea A K formaun ángulo cualquiera con la (linea) A F y desde tema: «Las velocidades
principio que rige el movimiento de los cuerpos graves. A partir de esa los puntos C, D , E y F se trazan las paralelas C G , D H , E l , F K , puesto aumentan, pues, los grados
fecha, según Koyré, Galileo, con cuarenta años de edad, se convierte en que las líneas F K , E l , D H y C G son entre ellas como las (líneas) F A , de velocidad...»
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EA, D A , y C A (entre sí), de ello se sigue que las velocidades en los aumentar la velocidad es lo mismo que disminuir el tiempo) se sigue que
puntos F, E, D y C, son como las líneas F K , E l , D H y C G . Los grados la duración del movimiento a lo largo de A D y la duración del movi-
de velocidad crecen pues, en todos los puntos de la línea A F en la miento a lo largo de A C están en relación sub-doble (subduplicata
medida en que aumentan las paralelas que salen de esos mismos proporzione) respecto de la que existe entre la distancia A D y la
puntos.» distancia A C . Las distancias del punto de partida son pues, como los
Galileo acaba de enseñarnos a construir un esquema que aparente- cuadrados de los tiempos y, en consecuencia, los espacios atravesados en
mente, se parece mucho al de Oresme: los «grados de velocidad», las tiempos iguales son entre ellos como los números impares ab unitate
«intensidades» que adquiere sucesivamente el movimiento acelerado son (partiendo de 1); lo cual corresponde a lo que he dicho siempre y a las
las paralelas que salen de cada punto de la «longitud». Pero, ¿qué experiencias observadas. Y así todas las verdades concuerdan.»
representará, entonces, la superficie del triángulo, la «cantidad» del Una vez más, Koyré se muestra extraordinariamente comprensivo:
movimiento medieval? N o puede ser el espacio, como en el esquema de reprocha a Galileo no haber visto que la relación entre las velocidades
Oresme, puesto que el espacio ya está representado por la vertical es la inversa de la relación entre los tiempos únicamente en el caso de
derecha. A partir de aquí las cosas se complican un poco más. que los espacios recorridos sean idénticos, pero no observa que esta
«Por otra parte, dado que la velocidad a la que se ha desplazado el relación se limita a los movimientos uniformes. Aún más, ni siquiera
móvil desde A hasta D , está compuesta por todos los grados de veloci- señala que incluso si se admitiera, esta relación no permitiría pasar a las
dad que ha adquirido en todos los puntos de la línea A D , y que la relaciones siguientes entre distancias y tiempos, que corresponden —
velocidad a la que ha atravesado la línea A C está compuesta por todos según Galileo—, a las experiencias observadas. Es imposible hablar aquí
los grados de velocidad que ha adquirido en todos los puntos de la línea de error «conceptual». Son las matemáticas elementales las que permiten
AC, se sigue que la velocidad a la que ha atravesado la línea A D está, concluir que las verdades no concuerdan.
respecto a la velocidad a la que ha atravesado la línea A C , en la misma Caben dos explicaciones: o bien por aquel entonces Galileo no sabía
proporción que mantienen todas las líneas paralelas que salen de todos razonar, desconocía, incluso, cómo pasar de una relación matemática a
los puntos de la línea A D hasta A H , respecto a todas las paralelas que otra, o bien esta lectura es errónea y el Galileo de 1604 no era el mismo
salen de la línea A C hasta la línea A G ; y esta proporción es la del del Diálogo y los Discursos.
triángulo A D H respecto al triángulo A C G ; así, la velocidad a la que la Llegados a este punto vuelve a entrar en escena el historiador
línea A D ha sido atravesada, mantiene, respecto a la velocidad a la que profesional, ya no para poner en duda las descripciones de los protago-
ha sido atravesada la línea A C , una proporción doble a la que existe nistas, sino porqué en 1604 Galileo no se «describía» o poco. E l estudio
entre D A y CA.» de los textos publicados por él no nos permite saber «quién» era Galileo
Aquí, bruscamente, el doble parecido del Galileo de 1604 con «nues- en 1604.
tro» Galileo, por una parte, y con Oresme, por la otra, se derrumba. L a Y a el historiador Stillman Drake había contradicho en un punto
«cantidad» del movimiento acelerado, la superficie del triángulo, no esencial a Koyré, demostrando que Galileo, con los medios de los que
sería otra cosa que la velocidad misma. Pero entonces, ¿qué son esos disponía podía realizar experimentos mucho más precisos de lo que
grados de velocidad, de cuya suma resulta una velocidad? Si pretende- piensa el historiador, experimentos susceptibles de resultados si no
mos a toda costa que Galileo pensó en un aumento uniforme de la exactos, al menos significativos. En concreto, la relación en virtud de la
velocidad en función del espacio recorrido, ¿cómo es posible que de la cual los espacios atravesados en tiempos iguales crecen como la serie de
suma de los grados de velocidad que aumentan en función del espacio, los números impares seria, sin ninguna duda, de origen empírico, como
resulte una velocidad? L o que se suma de tal forma, para nosotros como afirma Galileo.
para «nuestro» (futuro) Galileo, son las aceleraciones. Pero los grados de L a demostración de Drake se basaba en la reconstrucción del
velocidad de 1604 no pueden ser «nuestras» aceleraciones, puesto que dispositivo descrito por el físico, pero también en el estudio de sus notas.
esos grados aumentan con el espacio mientras que para nosotros, las Las doscientas hojas revelan a un Galileo que pasa de un problema a
aceleraciones son uniformes. L a indulgencia de Koyré al respecto, otro, bosquejando series de cifras, diagramas, esquemas de razonamien-
lindante con la ceguera, revela hasta qué punto le interesa mantener que tos; Galileo escribe «afirmo que...», pero no se dirige al público sino que
todas las extravagancias del texto de Galileo derivan de su «error reflexiona, perplejo para sí mismo. Además, las hojas no están fechadas,
inicial». A l remitirse al análisis de Duhem, acepta tácitamente, como este de modo que su estudio requiere la labor de un historiador profesional,
último, la explicación del triángulo y el error de Galileo a partir de capaz de la tarea detectivesca que supone su ordenación cronológica.
esquemas medievales. Curiosamente, admite que la velocidad total del A l finalizar este trabajo «policial», Drake nos propone una imagen
móvil sea la suma de las velocidades instantáneas (¿y las intensidades muy diferente del Galileo de 1604. E n esta época, el científico no habría
medievales?) que adquiere en cada punto, y se limita a señalar que las intentado realmente deducir consecuencias observables a partir de una
sumas de las velocidades que crecen en función lineal del espacio pueden definición matemática a priori. Ello implicaría un espacio de significa-
ser representadas mediante triángulos. ción homogénea, donde estuviese establecida la articulación entre los
Puntualicemos de nuevo, que Galileo no habla, en lo que concierne a diversos términos de la definición. Y es precisamente esta articulación lo
las velocidades proporcionales al cuadrado de las distancias recorridas, que Galileo trata de construir. L a «demostración» de Galileo no es otra
de velocidad en un punto, sino de la velocidad a la que el cuerpo ha que la búsqueda de una «coincidencia» entre las diferentes relaciones de
atravesado esa distancia. Y pasemos a la continuación, que es todavía que dispone, concernientes al movimiento. E n otros términos, Koyré y
peor si cabe. Duhem se habrían dejado engañar por el parecido entre las definiciones
«Y puesto que la relación entre velocidad y velocidad es inversa medieval y moderna, ignorando hasta qué punto el Galileo de 1604
(contraria proporzione) a la relación entre tiempo y tiempo (puesto que escapaba a esta continuidad, hasta qué punto los «grados de velocidad»
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presentados por las paralelas de su triángulo diferian de las intensidades choque proporciona la medida del grado de velocidad. Los grados de
medievales. velocidad crecen, pues, proporcionalmente con el espacio. La idea de
Volvamos a la definición medieval del movimiento uniformemente que la suma de i o s grados de velocidad pueda identificarse con la
diforme. Ésta implica que, como toda cualidad, la velocidad debe velocidad espacio-temporal, la del cuerpo al atravesar un espacio efecti-
definirse mediante dos dimensiones, la longitud y la latitud, la extensión vo, no resulta entonces tan absurda como lo seria si Galileo hubiera
y la intensidad. L a velocidad se define, pues, como una magnitud pensado que sus grados de velocidad no eran otra cosa que las intensi-
relativa al espacio y al tiempo (sus extensiones), mensurable en términos dades medievales, y sus futuras velocidades instantáneas. Frente a las
del espacio recorrido y del tiempo empleado en el movimiento. E l afirmaciones de Koyré; los grados de velocidad del Galileo de 1604 no
espacio y el tiempo, para los hombres medievales como para nosotros, son velocidades instantáneas. L a velocidad hace referencia a un espacio
son magnitudes continuas: se puede decir que un cuerpo está en determi- atravesado, el grado de velocidad corresponde al del cuerpo en un
nado punto en un instante determinado. Pero ello no significa que la
punto. Galileo propone una definición de dos nociones cuya articulación
velocidad sea una magnitud continua, que se pueda decir de un cuerpo
no está fijada a priori: la velocidad con la que un cuerpo en caída libre
que «tiene» determinada velocidad (instantánea). E l grado de velocidad
atraviesa una distancia dada resulta de la acumulación de los grados de
medieval expresa una consecuencia lógica de la definición conceptual de
velocidad que ese cuerpo ha adquirido en los distintos puntos de su
un movimiento acelerado, «diforme», tal como pudo plantearse a priori.
caída.
No se trata de una magnitud física mensurable: carece de extensión, y
¿La velocidad de descenso de un grave a lo largo de una distancia
por tanto, de medida espacio-temporal. Oresme y sus sucesores, cuando
dada correspondería, entonces, al cuadrado de esa distancia? En nuestra
describen cómo aumenta la velocidad de un movimiento, lo descompo-
opinión tal proporción debería ser verificada (o más bien refutada) a
nen siempre en una sucesión de movimientos uniformes, cuya intensidad
través de la observación. Pero ¿cómo averiguar, sin la idea de velocidad
de velocidad varía de manera discontinua después de un intervalo de
instantánea, de qué modo varía la velocidad de un movimiento non
tiempo determinado: la velocidad durante cada intervalo se puede
uniforme referido a espacios y tiempos variables? Es posible que las
definir por la relación entre el intervalo recorrido y el tiempo empleado
velocidades varíen con las distancias, pero la única magnitud que
en recorrerlo. Para los hombres medievales la medida de una velocidad
podemos medir directamente es el tiempo empleado en atravesarlas.
implica —incluso en el nivel de la abstracción conceptual— la puesta en
Galileo midió las distancias recorridas sucesivamente en intervalos de
relación del movimiento que esta velocidad caracteriza con un movi-
tiempo iguales. De ello dedujo que las distancias son entre sí como el
miento uniforme de la misma extensión. L a velocidad de un movimiento
cuadrado de los tiempos empleados.en recorrerlas. ¿Cómo articular esta
uniformemente diforme no puede cuantificars'e sino por intermedio de un
relación entre él espacio y el tiempo con la relación que hay que
movimiento uniforme, por la equivalencia entre la cantidad del movimien-
establecer entre el espacio y la velocidad? Es aquí donde Galileo nos
to uniformemente acelerado y la cantidad del movimiento uniforme de
«engaña» simulando plantear una relación entre velocidad y tiempo
grado medio.
cuando, en realidad, es su intento de establecer una correspondencia
Según Drake, Galileo no puede ser considerado como un fiel herede- entre las dos proporciones que posee —las relaciones entre las velocida-
ro de la tradición medieval (que además, en la época, toda Italia des equivalen al cuadrado de las distancias recorridas; las relaciones
consideraba ridicula). L a definición medieval plantea el movimiento entre los tiempos equivalen a la raíz cuadrada de las distancias recorri-
uniformemente diforme como concepto aprioristico. Galileo, en cambio, das— lo que dará contenido a la «proporción contraria» entre velocidad
intenta caracterizar los movimientos acelerados de caída tal como se y tiempo. Como recuerda Drake, la idea de «proporción contraria» no
producen, dar una definición física, mensurable, de la idea de que tales tiene, sin duda, para Galileo, ningún significado técnico determinado a
movimientos ganan velocidad. Intenta describir esos movimientos no priori. Ésta hace posible proporcionar a una noción de-sentido común
como susceptibles de descomposición, a posteriori, en términos de una —para un mismo espacio recorrido aumentar la velocidad viene.a ser
sucesión de movimientos uniformes de velocidades crecientes, sino como disminuir el tiempo— el aspecto de una premisa, y poder afirmar así lo
el producto de la acumulación de lo que el cuerpo «gana» en cada punto que necesita: en relación con el espacio, velocidad y tiempo juegan, en
de su caída. Este planteamiento supone que Galileo, frente a la tradición cierto modo, papeles «contrarios», cuadrado y raíz cuadrada.
medieval, que definía la velocidad de un movimiento acelerado por su
El Galileo de 1604 sería entonces más que un matemático, un físico
equivalencia con la de un movimiento uniforme, fue capaz de concebirla
perplejo —según Drake—. Intenta articular entre sí las determinadas
como producto de una acumulación de cantidades mensurables en sí
medidas de las que es susceptible un movimiento acelerador, principal-
mismas.
mente la medida por el choque y la regla de los números impares ab
Así se aclara el sentido del texto de 1604, al menos en su primera unitate, que fija las relaciones entre los espacios recorridos y los tiempos
parte: Galileo propone una medida local —basada en el choque— del empleados en recorrerlos. Intenta conciliar entre sí esas diferentes
grado de velocidad «en» un punto. Koyré no se toma la molestia de medidas, es decir, comprender qué es lo que se mide en cada caso. L a
comentar este argumento empírico, aunque aquí no pueda tener la solución no llegará hasta más tarde, en 1607 —afirma Drake— cuando
función de convencer a ningún público: para sí y sólo para sí mismo, Galileo averigüe qué es lo que está midiendo. Y si llega a averiguarlo
señala Galileo que en el caso de las máquinas de percusión el efecto será, no en virtud de una decisión filosófica, sino gracias al salto
depende de la altura de la caída de la pieza que golpea. He aquí, en cualitativo que a los alumnos de hoy en día les cuesta tanto dar: disociar
consecuencia, una medida que no hace referencia a un movimiento la velocidad de su medida espacio-temporal. Como dirá Salviati en la
producido en un espacio y durante un tiempo. E l choque se produce en tercera jornada del Discurso, en un movimiento acelerado, el móvil no se
un punto de la misma manera que el grado de velocidad que se quiere retrasa, durante ningún espacio de tiempo, en un grado de velocidad. Y
medir se adquiere en un punto. Admitamos entonces el «principio»: el sin embargo a cada instante, en cada punto de su caída, ese móvil
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«tiene» una velocidad instantánea. E l grado de velocidad es, a partir de matemáticas gobernaban la naturaleza y la física debía conformársele. Galileo y el plano inclinado:
escena simbólica, se trata de
ese momento, la velocidad instantánea, una velocidad que no caracteriza Más bien las matemáticas se le fueron imponiendo gradualmente en la convencer a un principe, a
ningún movimiento efectivo, una velocidad con la cual el cuerpo no cuestión espinosa del cambio literalmente continuo.» Galileo no se pesar de ¡os argumentos de
recorrerá ningún espacio en ningún tiempo. L a velocidad ya no es el convirtió en «nuestro Galileo» por decisión filosófica, ni porque tomara quienes no miran, pero
atributo de un movimiento, sino de un cuerpo en un instante (o en un la determinación de considerar cuerpos abstractos, esferas perfectamente consultan a los autores. La
escena transcurre en Pisa,
punto) determinado. esféricas y duras, planos perfectamente lisos. Tampoco bastaba con donde Galileo enseñó entre
En 1608 Galileo intenta realizar experimentos en los que la velocidad abandonar la explicación física de la caída de los cuerpos para definir el 1589 y ¡591; se ve ¡a torre,
final (instantánea) de un cuerpo se convierta en movimiento uniforme: fenómeno a partir de una ley matemática. Faltaba todavía que esta ley desde lo alto de la que,
empalma un canal oblicuo con un canal horizontal, de modo que la matemática tuviera un sentido físico. Faltaba todavía saber cómo según se dice, realizó su
adaptar al concepto puramente matemático de «grado de velocidad» la célebre experiencia.
velocidad con la que el móvil se deslice a lo largo del canal horizontal
sea la velocidad que tenía en el punto de enlace entre los dos canales. L a velocidad mensurable y observable. Koyré y Duhem habrían subestima-
medida de la variación de la velocidad en el curso de un movimiento de do, pues, el problema que se le planteaba al físico: concebir una veloci-
caída ya no plantea problemas. Basta con hacer variar el punto de dad independientemente del movimiento que permite medirla, es decir,
partida del móvil en el canal oblicuo para obtener la relación entre la inventar también un carácter físico, una manera de determinar, de
distancia recorrida y la velocidad resultante del descenso a lo largo de medir, una velocidad a la que no corresponde ningún movimiento.
esa distancia (las velocidades son entre sí como las raices cuadradas de
las distancias recorridas). Galileo procede incluso a la reconversión del
movimiento uniforme (una experiencia cuyas posibilidades verificaron ¿Qué nos ha enseñado este nuevo «episodio Galileo», el episodio de La medida del
Drake y sus colegas): el canal horizontal conduce al borde de una tabla su error de 1604? ¿En qué contribuye, como los otros episodios exami- movimiento acelerado
y la bola cae, estableciéndose una relación numérica entre la distancia nados, al esclarecimiento de aquello que persigue el científico? Stillman
que separa el punto de caida del borde de la tabla y la altura de salida Drake podría parecer a primera vista uno de esos historiadores empiris-
sobre el canal oblicuo. H a nacido el Galileo experimentador: a partir de tas «que criticaba Koyré». ¿No nos devuelve acaso la imagen de un
ahora sabe qué es lo que está midiendo. Galileo que «mide», que establece relaciones empíricas? Pero tal vez
Aludiendo a Koyré, Drake concluye: «Es un error pensar que podamos también extraer de su análisis lo que a un tiempo callan y
Galileo partió desde el principio de la hipótesis de que las ciencias presuponen esas categorías filosóficas opuestas, empirismo y racionalis-
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mo: la posibilidad de «nombrar» los hechos, de conocer aquello que partida», harían referencia entonces, si el cuerpo adoptara un movimien-
«caracteriza» una relación, ya sea empírica o teórica. Pues es precisa- to uniforme, a una velocidad infinitamente lenta. Y Salviati responde
mente eso lo que en 1604, Galileo ignora. En otros términos, antes de efectuando la transición de la medida basada en el movimiento uniforme
que los filósofos —incluso el mismo Galileo cuando se dirige al público a la medida basada en el efecto de un choque: estudia el efecto de un
y comenta su evolución— lo discutieran, hubo que resolver un problema mazo lanzado sobre una estaca desde una altura cada vez menor: «[...]
aparentemente mucho más humilde: ¿cómo medir el movimiento acele- Y finalmente si la elevamos a la altura de un dedo, ¿qué diferencia habrá
rado sin supeditarlo a las categorías del movimiento uniforme, el espacio con dejarla simplemente encima, sin que se de golpe alguno? Poquísima,
recorrido y el tiempo empleado en ello? sin duda alguna; y una operación absolutamente imperceptible sería si se
Koyré hace de Galileo el inventor de la física matemática y de la elevara a una altura equivalente al grosor de una hoja. Y dado que el
física experimental, el primero que osara someter la observación y el resultado del golpe depende de la velocidad del cuerpo que golpea,
razonamiento físicos a las condiciones ideales de las matemáticas. N o ¿quién podrá dudar que el movimiento será lentísimo y casi mínima la
vio el problema que provocaba esta sumisión. ¿Cómo dar al concepto velocidad allí donde su actuación sea imperceptible?» ". Es la relación de
lógico-matemático de movimiento acelerado un carácter físico? N o causa a efecto lo que convierte a las velocidades instantáneas en tanto
basta con atreverse a imaginar una velocidad instantánea «física», es que cantidades crecientes de manera estrictamente continua, en magni-
necesario también relacionarla con magnitudes observables, espacio- tudes con la misma categoría que el tiempo o la altura.
temporales. Es necesario pues redefinir el espacio y el tiempo de tal suerte Todavía no se trata aquí de medición cuantitativa. En la definición
que caractericen algo distinto de la velocidad de un movimiento efectivo, abstracta de Galileo es el tiempo de caída lo que mide la velocidad
que permitan la medida de un movimiento en otros términos que no adquirida, mientras que la otra articulación posible, entre velocidad y
sean los mismos que convienen al movimiento uniforme: espacio recorri- altura de la caída del mazo, no sirve más que para apaciguar la
do y tiempo empleado en recorrerlo. imaginación desconcertada de Sagredo. Sin embargo, después de una
Con este objeto, Galileo, en 1604, incorporó un nuevo tipo de serie de intervenciones variadas de los dos personajes, que Salviati
medida, una medida del movimiento acelerado basada en el espacio aprovecha para enumerar las dudas e incluso los «errores» cometidos
independientemente del tiempo. Se refería al efecto de las máquinas de por el «autor», una vez que puede considerar que la definición ha
percusión, que no depende más que de la altura de la que cae el peso. quedado aclarada y definitivamente «establecida», llega el momento de
Debo mostrar ahora cómo este tipo de medida —que yo llamaría causal demostrar la «concordancia rigurosa» entre las propiedades que pueden
porque caracteriza lo que un cuerpo ha ganado por el efecto del que ese inferirse de la definición y los resultados de la experiencia, que permitirá
cuerpo es, en consecuencia capaz, porque transforma lo que hay que «establecer la diferencia» frente a las definiciones arbitrarias abstractas.
evaluar cuantitativamente en causa de un efecto que permite evaluarlo— Es entonces cuando Salviati pide que se acepte como verdadero un solo
aparece en su obra a partir de 1604, en los textos que confieren a Galileo principio: «ios grados de velocidad alcanzados por un mismo móvil, en
el título de «fundador» de la física en el sentido moderno. planos diversamente inclinados, son iguales cuando las alturas de los
Trasladémonos unos treinta años después del episodio que hemos mismos planos son también iguales»
estudiado, a la época en la que Galileo, tras la condena vaticana, Salviati va a intentar demostrar la «probabilidad» de este principio
compone su última gran obra, verdadero testamento científico, sus por argumentos analógicos. Algunas páginas más adelante, llegado el
Consideraciones y demostraciones matemáticas sobre dos nuevas ciencias... momento de utilizarlo, propondrá una demostración: se trata de la
En el transcurso de la tercera jornada se estudia la cuestión del «reestructuración en forma de diálogo», efectuada por su alumno Vivia-
«movimiento naturalmente acelerado». Aquí se puede hablar de Méto- ni para la edición de 1656, de un texto que Galileo dictara en 1639. Este
do. Salviati, Sagredo y Simplicio están presentes, como en el Diálogo, anexo confirma la importancia esencial del «principio». En efecto, la
pero sus discusiones ya no estructuran el texto; sirven simplemente para definición que Galileo ha propuesto anteriormente •—el cuerpo recibien-
comentar los puntos que a Galileo le interesa especialmente esclarecer. do en tiempos iguales grados iguales de velocidad— no tiene efectividad
Cuando «todo ha quedado claro», se encadenan teoremas, proposicio- operacional más que a la hora de comparar movimientos caracterizados
nes, corolarios y escolios, impersonales y necesarios, como en un ma- por la misma aceleración, mientras que el plano inclinado, el instrumento
nual. experimental por excelencia, permite hacer variar el grado de inclina-
Así, Galileo utiliza a Sagredo para subrayar el abismo que se ción, y, por tanto, la aceleración. ¿Cómo «medir» una velocidad de tal
extiende entre su definición y una «pura abstracción» de tipo medieval. manera que la medida integre como variable la aceleración que el plano
Salviati acaba de enunciar una definición abstracta: inclinado permite manipular? ¿Cómo comparar el movimiento acelerado
«Llamo movimiento igualmente, o, lo que es lo mismo, uniforme- de dos cuerpos que se deslizan por planos con diferentes grados de
mente acelerado a aquel que partiendo del reposo, adquiere, en tiempos aceleración?
iguales, iguales incrementos de velocidad» Y Sagredo objeta: «Aunque Es aquí donde la utilización de la altura de la pendiente como
no sería razonable que me opusiera a esta o aquella definición dada por medida de la velocidad adquirida por el móvil va a jugar un papel
el autor, puedo, sin embargo, sin ofender por ello, dudar que tal decisivo. Cuando se trata de planos inclinados, el tiempo de descenso
definición, concebida y establecida en abstracto, se adapte, coincida y carece de significación, no permite establecer ningún tipo de relación,
verifique en esa especie de movimiento acelerado que se da en los puesto que varía con la pendiente. En cambio, si la altura de la pendien-
cuerpos graves que caen naturalmente.» te permitiera medir la velocidad adquirida al final de la misma, sería
Sigue la exposición de las dificultades que suscita, por otra parte, la posible, conociendo la longitud del plano, deducir el tiempo que el móvil
definición: si el tiempo es divisible hasta el infinito, los grados de ha empleado en la caída. L a medición de la velocidad adquirida a través
velocidad correspondientes a los «instantes más próximos al punto de de la altura de la pendiente, permitirá, en efecto, a Galileo —en una serie
LOS EPISODIOS GALILEANOS
278 279 LOS EPISODIOS GALILEANOS

de teoremas, proposiciones y escolios— relacionar los tiempos de caída los dos cuerpos que se inter-equilibran: su reposo significa que cada
por planos inclinados que difieren, primero, en longitud, después, en
cuerpo es detenido por el otro, que cada uno consigue resistir a la
altura, y por último, en longitud y altura.
propensión al movimiento del otro, gracias a su propia propensión al
¿Cómo justifica Galileo la relación unívoca entre los grados de movimiento. A partir de ahí, Galileo, que había estudiado mecánica en
velocidad adquiridos al término de una pendiente y la sola altura de la Padua (no se sabe si conocía los trabajos, casi contemporáneos, del
misma? Con dos explicaciones diferentes —como ya he dicho— pero matemático e ingeniero holandés Simón Stevin), puede afirmar que las
que muestran, ambas, que ya no nos encontramos frente a la caracteri-
propensiones al movimiento son proporcionales al grado de inclinación
zación de un movimiento en términos de espacio y de tiempo, sino frente
de los planos sobre los que reposan los cuerpos que hay que equilibrar.
a la caracterización de una velocidad instantánea a través de aquello de
No nos entretendremos en los detalles de la demostración. Lo que aquí
lo que ella misma hace capaz al cuerpo, es decir, frente a lo que yo he
importa es que el equilibrio, el contrapeso que cada cuerpo ejerce sobre
llamado la medida causal, presuponiendo la igualdad entre la causa a
el otro, fue concebido por Galileo como anulación mutua de movimien-
medir y el efecto que permite medirla.
tos, como instrumento, pues, de una medida causal. Cada cuerpo, en
La primera explicación de Galileo se basa en el movimiento pendu- tanto que caracterizado por una «propensión al movimiento», puede ser
lar. E l científico describe una experimento mostrando que la altura hasta definido como la causa de un efecto que no es sino la anulación de la
la que sube un péndulo no depende de su trayectoria sino exclusiva-
propensión al movimiento del otro cuerpo.
mente de la altura de la que ha partido. U n clavo incrustado en el
¿Qué mide el ascenso del péndulo a la altura de su punto de partida?
recorrido del hilo transforma la curva ascendente, pero deja invariada la
altura. E l experimento prueba que la intensidad (momento) [nt], adqui- ¿Qué mide la balanza? .
rida en el descenso, que es «evidentemente» igual a la que hace al En ninguno de los dos casos Galileo establece de modo explícito la
péndulo capaz del ascenso simétrico, le hace igualmente capaz de todo igualdad. En el primer caso será Christian Huyghens quien determine la
ascenso de la misma altura. Así pues, la intensidad (momento) adquirida relación exacta: los cuadrados de las velocidades son entre sí como las
2
en el descenso, no depende tampoco de la curva, sino solamente de la alturas de caída, es decir, mv /2 = mgh, siendo v la velocidad, h la
altura. altura, m la masa, y g la aceleración gravitacional. En el segundo
Gottfried Wilhelm Leibniz, que asimilará sistemática y explícitamente la
La demostración de 1639 hace intervenir la estática, la ciencia del «propensión» o «momento de inclinación» (intensidad*) al «primer * En el original francés, el
equilibrio entre los cuerpos. E n ella identifica el equilibrio con una movimiento», a la velocidad que un cuerpo adquiere en el primer término que aparece es
medida de la «propensión al movimiento» (o del impeto, o de la energía, momento de su caída, anulada y adquirida de nuevo en cada instante, en
«momento», he preferido
o de la intensidad (momento) de la pendiente) respectiva de cada uno de utilizar la traducción de este
virtud del equilibrio, es decir, lo que los físicos llaman hoy la aceleración. mismo término que suele
Cuando mide la causa por su efecto, Galileo no necesita determinar explicar J. Sádaba en su
explícitamente los términos de la igualdad. L o que cuenta es el signo tratado de las
consideraciones... (op. cit.)
« = » , la situación en la que una causa pueda medirse por su efecto, de que es «intensidad» en unos
tal modo que estemos seguros de que la medición es exhaustiva, no deja casos, e «incremento de
escapar nada. En Huyghens y Leibniz, la identidad de la causa y el velocidad» en otros.
efecto —de lo que se conserva, podemos decir— no precede a la (N. del T.)
medición, pero se infiere de ella. Lo que interesa a Galileo es que en las
situaciones planteadas, el efecto agota en toda su integridad la causa que
lo produce: el péndulo que vuelve a su punto de partida ha agotado la
velocidad adquirida en el descenso, las propensiones de velocidad son
anuladas por el equilibrio. Y ello permite «medir» cada situación en el
sentido de establecer una correlación entre dos magnitudes que no
Demostración de Simón
Stevin del equilibrio sobre pueden ser definidas mediante un movimiento efectivo, producido en el
planos inclinados por el espacio y en el tiempo. L a primera permite medir la velocidad instantá-
absurdo del movimiento nea, la segunda, la propensión al movimiento, primera definición física
perpetuo: si una bola sale de
01
de lo que nosotros llamamos aceleración.
un plano, otra volverá a
subir por el otro, y, al
reproducirse la configuración
inicial, debería reproducirse
también el movimiento, lo Muchos historiadores, siguiendo a Koyré, definen a Galileo por su La cuestión de la
que es absurdo. La relación con Aristóteles y Newton al mismo tiempo. Su obra habría mecánica racional
demostración de 1587 supone
el mismo tipo de idealización
supuesto la destrucción del cosmos aristotélico y de las cuestiones que
que la de Galileo. Wonder éste autorizaba: Galileo sustituye las «razones» aristotélicas por la
en is gheen wonder significa cuestión matemática de saber cómo cae en cuerpo. Pero el científico se
«Maravilloso, y no es una habría detenido en el umbral de la tierra prometida. N o habría sido
maravilla»: la mecánica
abandona el reino del capaz de concebir el espacio homogéneo e isótropo donde el movimien-
artificio para entrar en el de to uniforme y rectilíneo de un cuerpo aislado prosigue hasta el infinito.
¡as leyes. La física galileana sería una física de cuerpos pesados en un espacio
sometido a la gravedad. E l fundador de la nueva ciencia se habría
LOS EPISODIOS GALILEANOS LOS EPISODIOS GALILEANOS
280 281

limitado a describir los efectos, de aquello que Newton, a través de la determinando una aceleración a). En la definición de Euler la fuerza,
noción de fuerza habría explicado matemáticamente y generalizado: la cualquiera que sea su valor fenomenológico (por ejemplo / = min/r , 2

pesadez. Galileo habría, pues, purificado la física de su antigua causali- siendo / l a fuerza dé atracción entre dos cuerpos de masa m y m' que se
dad, pero Newton habría inventado el nuevo tipo de causalidad que encuentran a una distancia /•) está sometida a una identidad a priori. En
permite pasar de la descripción matemática (cinemática) a la explicación tanto que causa, la fuerza es igual a su efecto, la aceleración. E l « = » que
matemática. figura en « / = ma» es la igualdad racional que se puede plantear a
¿Por qué se aceleran los cuerpos? Galileo en realidad no se planteó priori, entre la causa y su efecto, el « = » inventado por Galileo. Mauper-
la pregunta. N o postuló el espacio homogéneo e isótropo que corres- tuis, contemporáneo de Euler, no se equivoca cuando hace remontar el
ponde al movimiento inercial, rectilíneo y uniforme. ¿Pero se puede principio hasta Galileo, no hasta Newton.
entonces describir el espacio galileano a la manera de Koyré, como ¿Pero qué ocurre, entonces, con la fuerza en el sentido de Newton?
«todavía» solidario de una física de los cuerpos pesados, a la espera de Este último, que escribió «No construyo hipótesis. M e atengo a los
Newton? N o se trata aquí, por supuesto, de negar la importancia de la fenómenos» fue, como se sabe, el héroe del pensamiento positivo. Desde
fuerza newtoniana, de la idea de interacción recíproca que introduce en entonces multitud de estudios han revelado a un Newton especulativo.
la física. L a atracción recíproca de la tierra y el sol es una idea profunda- Pero, paradójicamente, ios mismos estudios permiten comprender que,
mente innovadora. Sin embargo, no bastaba con afirmar que el espacio en efecto, Newton tenía que atenerse a los fenómenos porque el mundo,
galileano no es homogéneo e isótropo, hay que señalar también su tal como él lo concebía no podía ser inteligible a partir de un principio
radical novedad. Se trata de un espacio configurado por el signo « = », racional planteado a priori. Newton se inscribía, pues, fuera del campo
por la igualdad entre la causa y el efecto que permite caracterizar la de la mecánica racional que inventó Galileo: para Newton las fuerzas
velocidad. Dime de qué punto vienes, y hayas seguido el camino que expresan y traducen la actividad actual de Dios en el mundo, pueden ser
hayas seguido te diré qué velocidad has ganado y también, por lo tanto, reconocidas fenomenológicamente, a través de la observación, pues
hasta dónde puedes ir con esa velocidad. E l signo « = » entre causa y determinan una aceleración que permite reproducir los movimientos
efecto, que permite la definición de la velocidad instantánea, articula un observables. Pero su identidad, su razón, no corresponde a su efecto,
pasado determinado con el conjunto de los futuros de los que ese sino a algo a lo que la física no tiene acceso, Dios. E l signo « = » que
2
pasado hace capaz al cuerpo; contrapesa su pasado y sus futuros figura e n / = mm/r no es el mismo que figura en / = ma. Planteado a
posibles. E l físico pisano destruyó tal vez el cosmos aristotélico, pero lo priori, el segundo convierte al físico en un juez que ofrece a sus pregun-
sustituyó por otro, también enteramente racional, sometido a lo que tas un objeto racional a priori. E l primero se inscribe en una definición
Leibniz, lector de Galileo, llamará «el principio de razón suficiente». fenomenológica, convirtiendo al físico en lector de un mundo creado por
Leibniz constató el papel clave de la igualdad entre causa y efecto, y Dios, libre de toda constricción racional. L a mecánica racional es
el nombre que dio a su principio tradude con fidelidad el carácter también, por supuesto, hija de Newton, en tanto que el espacio que
racional que puede reivindicar la medida causal: ¿quién, sino un loco, regirá sus cálculos no se da de una vez por todas, como el espacio de los
negaría que el efecto puede no ser igual a su causa? Pero comprendió cuerpos pesados galileanos. L a configuración del espacio galileano era
también su alcance operacional: la aplicación del principio de razón uniforme, como función de l a pesadez. E n la mecánica racional el
suficiente hace del cuerpo en movimiento un objeto mensurable, determi- espacio deberá ser redefinido en cada instante, puesto que en cada Función potencial:
na la manera en que debe ser interrogado, independientemente de que la instante varían las distancias relativas entre los cuerpos y, por tanto, las introducida en la Mecanique
experiencia sea efectiva o conceptual. En el enunciado «la causa es igual fuerzas de interacción de los mismos. Sin embargo ese espacio de Analytique de Joseph
Lagrange (1788) describe
al efecto» es el signo « = », como hemos visto, lo que precede a la configuración variable descrito a partir de Lagrange según una función
globalmente un sistema
definición de la causa y el efecto. L a medida de la causa por el efecto, «potencial» no es el espacio homogéneo e isótropo de Newton. E l mecánico en función de las
garantiza, pues, que causas y efectos sean definidos de manera completa, espacio homogéneo e isótropo corresponde al movimiento uniforme; el masas puntuales que lo
independientemente del punto de vista o de las elecciones particulares del de la mecánica racional corresponde a la concepción, liberada de las componen y de las
distancias entre las mismas.
que las describe: Su definición «objetiva» no deja escapar nada. E l categorías del momento uniforme, de una velocidad instantánea, y
Las fuerzas de interacción a
principio de razón suficiente define el movimiento en tanto que sometido determinada por aquello de lo que ella misma hace al cuerpo capaz. las que es sometida cada
a sus propias razones, en tanto que auto-determinado. ¿Por qué la distinción entre la categoría general de «física matemáti- masa en cada instante se
La subordinación de las formulaciones físicas a un « = » planteado a ca» y la rama singular de la mecánica racional me interesa hasta el definen como derivadas de
la función potencial. Esta
priori define no la física matemática sino una rama singular de la física, punto de considerar que provoca un nuevo «episodio galileano»? Podría función tiene las
que recibe el nombre de «mecánica racional». C o n ello llego a la limitarme a opinar prudentemente que ésta explica mejor la historia de dimensiones de una energia
conclusión de «mi episodio Galileo». Para mí, el físico pisano, frente a la mecánica del siglo xvm, es decir el problema que tuvieron que (también recibe el nombre
resolver los Euler, d'Alembert, Lagrange, etc. y articula los dos tipos de de energía potencial).
quienes afirman que «preparó» a Newton, como un Moisés llevando el
Permite enunciar de manera
pensamiento hasta el umbral de la tierra prometida es el inventor de la causalidad, la inventada por Galileo, y la introducida por las fuerzas general la conservación
mecánica racional, del espacio configurado por la igualdad de la causa y newtonianas. Pero, como en el caso de Koestler, Whitehead, Feyera- mecánica de la causa en el
el efecto al que en el siglo xvin, mecanicistas tales como Euler, d'Alem- bend, Koyré y Duhem, mi interés no es puramente histórico. Koyré efecto: Todo aumento de la
intenta descubrir el origen de una física típicamente «post-einsteniana», energia potencial «se paga»
bert y Lagrange someterán las fuerzas newtonianas.
con una disminución de la
Para evitar entrar ahora en un «episodio Newton» debo limitarme a una física que ha abandonado su imagen de ciencia que procede por energía cinética (unida a las
realizar afirmaciones. E n primer lugar, debemos recordar que Euler no generalización a partir de «hechos», para afirmarse como ciencia con- velocidades de las masas
formula hasta 1737 lo que nosotros llamamos la segunda ley de Newton, ceptual, inventando la significación de los hechos observados a partir de que componen el sistema) e
una hipótesis. Pero la cuestión problemática —en mi opinión— es que inversamente.
/ = ma (donde f es la fuerza que se aplica sobre un cuerpo de masa m,
LOS EPISODIOS GALILEANOS 283 LOS EPISODIOS GALILEANOS
282
La ley de Fourier (1822) en el seno de la física matemática no todas las leyes son «equiparables», nal de la igualdad de las causas y los efectos no se inscribe en el cielo de
describe la velocidad de
difusión del calor entre dos no todas tienen el mismo estatuto. L a ley de la difusión del calor de las ideas, sino en un campo histórico concreto donde suscitará tensiones
puntos de un cuerpo, en Fourier es una ley matemática, y sin embargo la mayor parte de los y nuevos intereses implicando a nuevos protagonistas y nuevas relacio-
función de la diferencia de físicos la consideran «exclusivamente fenomenológica»: la medida causal nes entre ellos, a todos los cuales, ingenieros, físicos, filósofos —yo
temperatura entre esos dos inventada por Galileo no tiene aquí ningún sentido. misma incluida— les interesa, o les ha interesado la pertinencia de la
puntos. La difusión del
calor es el ejemplo típico de La escena se puebla de nuevos protagonistas. M i «episodio de igualdad entre la causa y el efecto, que constituye la identidad de la
proceso que anula su propia Galileo» parecía competir exclusivamente a lo que se llama la «historia mecánica racional.
causa: una vez que las interna»: no más jesuítas, guerras de religión, diplomáticos, papas, ni
temperaturas se han
pensadores medievales, ni siquiera tradición platónica. U n hombre
uniformado, el proceso se
detiene. frente a un cuerpo en movimiento que descubre cómo definirlo con
¿Cómo evaluar un movimiento? ¿Por su cantidad (mv), como pro- La pertinencia de la
objetividad, cómo articular con una medida coherente sus variables. Y 2
ponía Descartes, o por su «fuerza viva» (mv ), como propuso Leibniz, mecánica racional
sin embargo, la distinción «interna», y «externa» no se sostiene. Por más
enlazando con Galileo y Huyghens? ¿Cómo justificar esta velocidad al
que la mecánica racional proceda de una «idea», la proyección operacio-
cuadrado extraña a la ideas claras de la geometría? Nos encontramos
frente al objeto de la disputa llamada «de las fuerzas vivas» que durará
muchos decenios. N o pretendemos aquí relatar los pormenores de esta
discusión, que implica, hasta Kant y Lagrange, cuestiones de física y
filosofía. Señalemos simplemente hasta qué punto ilustra la singularidad
Galileo. de la mecánica racional. Descartes admite, sin duda, que el efecto iguala
a la causa. Pero entiende que se debe ofrecer una definición racional de
2
la causa, darle un sentido claro y distinto; «mu » no tiene ningún
significado racional. Para los cartesianos —enfrentados con Leibniz— el
efecto debe ser identificado a partir de una causa racional, que no
2
corresponde, por lo tanto, a la que designa mv . «El señor. Leibniz se
equivoca» sostiene en 1686 el abad Catelan, cartesiano, protestando que
el filósofo mide la «fuerza» de un cuerpo en movimiento únicamente por
la distancia que esa misma fuerza le hace capaz de recorrer y no tiene en
cuenta el tiempo que empleará en hacerlo. Leibniz responde que el
tiempo no tiene nada que ver con el asunto, que ello equivaldría a
afirmar que un hombre es más rico cuanto más tiempo le haya costado
ganar su dinero.
¿Cómo evaluar el efecto? Si duplicamos la velocidad con que un
cuerpo es lanzado hacia arriba, ¿el efecto sería tal que subiría cuatro
veces más alto —como sostiene Leibniz— o bien, como sostiene Samuel
Clarke, discípulo de Newton, pero transformado, en esta ocasión, en
cartesiano, sería solamente doble, puesto que emplea el doble de tiempol
¿Cómo evaluar el efecto? Esta pregunta no concierne sólo a los
filósofos, sino también a los ingenieros. Problema clásico: ¿a qué veloci-
dad, es decir, en cuanto tiempo, se debe alzar un cuerpo de modo que el
«coste» de la operación se reduzca al mínimo posible? L a pregunta
combina lo que después de Galileo separa la mecánica racional. Efectiva-
mente, desde el punto de vista galileano, el tiempo de caída (o de
ascenso) «importa», pero no para evaluar la «fuerza» de un cuerpo en
movimiento desde el punto de vista de su efecto potencial, es decir, de
aquello de lo que la velocidad de su movimiento le hace capaz en cada
instante. Desde ese punto de vista basta con calcular el desnivel: el
camino recorrido por el móvil para superar el desnivel, el tiempo que
emplea en hacerlo, son indiferentes. E l tiempo «importa» a la hora de
caracterizar el camino particular a lo largo del cual el cuerpo debe
aprovechar el efecto del que su velocidad le hace capaz: de la mayor o
menor verticalidad del plano, de su inclinación, de las curvas, dependerá
la cantidad de tiempo empleado en subir. Aquí volvemos a encontrar la
configuración del espacio galileano: hay que escoger entre la descripción
de un movimiento acelerado en el espacio y el tiempo, en términos de
sus aceleraciones sucesivas, o bien hacerlo exclusivamente desde el punto
de vista de la altitud de las equivalencias que permiten a las causas y los
285 LOS EPISODIOS GALILEANOS
LOS EPISODIOS GALILEANOS 284

efectos interdeterminarse. Espacio-tiempo o altitud, hay que escoger, Desde entonces, físicos y filósofos discuten sobre el «estatuto» del
pero los dos no pueden mezclarse. segundo principio en el seno de la física: ¿es el producto de nuestras
Cuando abandonamos el mundo ideal de la mecánica racional por el descripciones aproximativas de un mundo «objetivamente» sometido a
de los ingenieros, donde los cuerpos rozan, hay que tener en cuenta, la razón suficiente y en tal caso «solamente fenomenológico» o cuestiona
siempre y en todos los casos el tiempo. L a evolución de Galileo vacia, el principio de razón suficiente? Tanto los defensores cartesianos de la
pues, de sentido, la cuestión que interesa a los ingenieros. L a razón cantidad de movimiento, como los ingenieros de la escuela Politécnica
definida por la medida causal no configura solamente el espacio, tam- pertenecen al pasado. Pero son las discusiones actuales, a un tiempo
bién delimita a priori el campo definido por el problema común a los científicas, especulativas y políticas (quien dice estatuto dice jerarquiza-
ingenieros y a los especialistas en la mecánica racional. ¿Qué puede un ción: dominación y subordinación) sobre la diferencia entre leyes físicas
movimiento? Su teoría lleva implícito un juicio que sitúa las preocupa- fundamentales y fenomenologías los que me han llevado, después de
ciones de los ingenieros, definiéndolas como relativas a la división que tantos otros, a un «episodio galileano».
separa su mundo del ideal racional de los mecanicistas matemáticos. En
la medida en que los cuerpos rozan, el efecto mecánico es siempre
inferior a su causa. ¿Cómo minimizar, entonces, la pérdida?
El concepto de razón suficiente marcaba un momento fundamental
en la historia de la filosofía en tanto que ponía en cuestión la evidencia
geométrica de la cantidad de movimiento. En lo que concierne a la
ingeniería, la cuestión que planteaba era distinta: ¿cómo reaccionarían
los ingenieros ante semejante «racionalización» que relegaba sus proble-
mas, si no al plano de lo irracional, al menos a un lugar apartado del
ideal racional en cuyo seno debían plantearse? L a mecánica racional
suscita pues, por sí misma, un problema profesional y político, el de la
subordinación eventual de los ingenieros a los dictámenes de quienes
gobiernan su práctica. Limitémonos a indicar algunas referencias histó-
ricas: en 1775 la Academia de ciencias de París se atrae el odio de los
«inventores» al anunciar el rechazo, a partir de ese momento a priori, y
sin examen, de toda propuesta de motor perpetuo, como pretensión que
contraviene a la idea de la conservación de la causa en el efecto; a inicios
del siglo x i x la formación profesional de los ingenieros franceses se basa
en los principios de la mecánica racional: el funcionamiento efectivo de
las máquinas se juzga por su separación del ideal. Los inventores han
desaparecido prácticamente, la mecánica aplicada gobierna el arte de la
ingeniería.
Pero la historia no termina ahí. L a ley de Fourier, enunciada en
1822, describe como se nivela una diferencia de temperatura en el
transcurso del tiempo. L a difusión del calor será, en el siglo xix, el
ejemplo tipo de proceso irreversible, en el sentido del segundo principio
de la termodinámica, en tanto que proceso que anula sin retorno posible
su propia causa: la diferencia de temperatura desaparece sin generar un
efecto que permita reproducirla. E l segundo principio define un proceso
irracional desde el punto de vista de la razón suficiente de la igualdad de
causas y efectos.

El segundo principio de la termodinámica

E l segundo principio ha recibido las más variadas formulaciones, que ilustran la


complejidad de su nacimiento (reinterpretación realizada en 1850 por Rudolph
Clausius y William Thomson (futuro Lord Kelvin) del rendimiento óptimo de la
transformación del calor en movimiento mecánico que había enunciado Sadi-Carnot
en 1824). L a formulación más extendida es la de Clausius (1865): »La entropía del
universo tiende al máximo.» El segundo principio de la termodinámica define la clase
de procesos llamados «irreversibles» por el crecimiento de una función, la entropía.
Ningún proceso natural puede traducirse en una disminución espontánea de la
entropía, lo que significa que si un sistema físico-químico ha sufrido, a partir de un
estado determinado, una evolución de entropía creciente, ningún proceso natural
podrá devolverle a su anterior estado.
La refracción y el «olvido» cartesiano
M I C H E L AUTHIER

¿Es posible, sobrevolando islas y continentes, describir el nacimiento de una


ley de la física, y revelar, una tras otra, las realidades que oculta una
fórmula, sin olvidar las nuevas posibilidades que abre?

a propagación circular del aire alrededor de las tierras no es

L un fenómeno de nuestros días, sino una ley de la naturaleza, y,


como tal, es lógico suponer que se produzca desde la funda-
ción del mundo. En consecuencia, es razonable pensar que no ha habido
época sin refracción.»
De este modo presenta Kepler, al alba del siglo X V I I , en la Ai
Vitellionem Paralipomena universalidad del fenómeno responsable de
tantas maravillas. «Auroras de rosáceos dedos», crepúsculos purpúreos,
halos, glorias, soles múltiples y arco iris que encantaron a los poetas.
Astros visibles antes de la hora prevista, desviaciones anormales de las
estrellas, o lunas coloreadas que durante siglos sorprendieron a los
astrónomos. Oasis, palmerales, ciudades maravillosas surgidas sobre las
dunas; costas, faros y barcos visibles a larga distancia cuando el tiempo
es cálido, fenómenos conocidos desde siempre por los nómadas y
marineros.
Responsable de errores considerables en los cálculos astronómicos
(pues la observación de la posición recíproca de los objetos celestes
depende de la incidencia de su luz en la atmósfera) la refracción preocu-
pó desde muy temprano a los sabios. Cuántas veces Arquímedes, hijo de
astrónomo y brillante observador a su vez, desde las costas de Alejand-
ría y Siracusa, vio a la luz desviarse en el límite del cielo para precipitar-
se en el mar. Fue él, probablemente, el primero en proporcionarnos una
descripción experimental del fenómeno:
«Si colocas un objeto en el fondo de un recipiente, y alejas el
recipiente hasta que le objeto ya no se vea, lo verás reaparecer, a esa
misma distancia, si llenas el jarro de agua.». Gracias a la extrema
simplicidad del dispositivo se ve claramente lo que el experimento
intenta demostrar. Sustituyendo el agua por la atmósfera, el recipiente
por el cielo, y el objeto por el sol, obtenemos el modelo reducido de un
fenómeno astronómico. Más tarde, la utilización de modelos geométri-
cos y sus posteriores cuantificaciones se perfeccionarán hasta permitir
que los sabios discutan sobre la refracción sin referirse a un fenómeno Heredero del Renacimiento,
concreto. En las páginas que siguen intentaremos reconstruir ciertas el jesuíta Kircher concibió
tramas del tejido que abrigará, bajo un mismo manto, las auroras este frontispicio según los
princios del arte de ¡a
homéricas y la ley de los senos. memoria. Todas las
Sucede bastante a menudo en la historia de las ciencias que se modalidades de la luz,
presente un problema sin que durante largo tiempo los estudiosos material y espiritual, están
aquí representadas en su
encuentren lo que se suele llamar su «solución» (que corresponde, muy a relación mediada o no con
menudo, a la disolución de su envoltura emocional). Ello puede respon- las de Dios, de Apolo (Sol)
der, sin duda, a dificultades intrínsecas. L o cual, por otra parte, no o de Diana (Luna).

287
LA REFRACCION Y E L «OLVIDO» CARTESIANO 288 289 LA REFRACCION Y EL «OLVIDO» CARTESIANO

significa gran cosa, puesto que dificultad de un problema se mide a que la luz se desplace hasta nuestros ojos, que hoy día nos parece
menudo por el tiempo que requiere su resolución. En otros casos la evidente, no lo era tanto cuatro siglos atrás. Empeñados en excluir al
problemática no se mantiene con continuidad, sino que reaparece hombre de toda explicación de la naturaleza, los atomistas, Leucipo,
imponga un planteamiento regular —o al menos, lógico— del asunto en Demócrito, Epicuro y Lucrecio fueron los únicos filósofos de la anti-
cuestión. L a refracción, en cambio, es un fenómeno que se caracteriza güedad que pensaron que eran los objetos los que manifestaban su
por la permanencia de las cuestiones que suscita. Desde los griegos a los presencia. Cosa que harían enviando a través del espacio, los eidola, una
sabios del Siglo de las Luces, del golfo Pérsico a la Inglaterra medieval, especie de sombras, apariencias, o simulacros, que en un tiempo extraor-
en las sociedades más heterogéneas, encontraremos hombres preocupa- dinariamente breve (la palabra subraya bien la simultaneidad) penetra-
dos por su comprensión. ría los ojos imprimiéndose en la retina con sus formas y colores,
simultaneidad) penetrarían los ojos imprimiéndose en la retina con sus
formas y colores.
En su época, y hasta un pasado reciente, esta teoría ha sido sistemá-
Las variaciones en las observaciones astronómicas ticamente ridiculizada. Seria conveniente, sin embargo, leer con atención
el libro IV del De Rerum Natura, de Lucrecio, donde se expone la misma
ángulo de desviación d es provocado por la refracción de la atmósfera. Este
varia desde 1' cuando a está cerca de 45° hasta unos 40", en las proximidades del largamente: «Por lo cual es preciso que confieses / / las emisiones de los
horizonte (cuando a > 80°), lo que explica el aparente «aplastamiento» del sol al simulacros / / que hieren muchos ojos y producen / / la visión [...] Tanta
atardecer; la dirección real del astro forma, pues, con el cénit, un ángulo de a + d. certeza / / tenemos de que envían emisiones // de sí todos los cuerpos de
continuo / / que a todas partes giran sin pararse [...] y la imagen nos
hace que veamos // la distancia que media hasta las cosas porque al salir
impele y echa el aire // que medie entre la imagen y los ojos...» (Tito
La luz de Antes de convertirse en «objeto de ciencia», la luz ha sido una Lucrecio Caro, De la naturaleza de las cosas, Trad. del abate Marchena,
los filósofos preocupación filosófica y artística. A pesar de su «eficacia» las solucio- Espasa-Calpe, Col. Austral 1969.)
nes electromagnéticas y cuánticas de la física contemporánea o moderna
Como se ve^esta teoría resuelve el problema de la permanencia de la
no resuelven las preocupaciones originales. Todavía podemos preguntar-
forma en la visión. Además, postula una independencia total entre el
nos, sin cuestionar la existencia de las radiaciones (lumen), si la luz,
sujeto y el objeto, concepción que está muy alejada de las otras teorías
identificada con la noción necesaria y suficiente de la visibilidad de las
griegas.
cosas, existiría sin intervención de la psique.
Para el historiador de la ciencia, la obra de Platón es una red que ha
N o olvidemos cómo en la Teogonia de Hesiodo las parejas Erebos/-
recogido lo poco que sabemos de sus predecesores. N o expondremos
Nux y Aither/Hemeré se unen, una y otra, para crear los principios
aquí lo problemas que ello plantea. Que el lector recuerde, sin embargo,
absolutos de la tiniebla y la luz. N o olvidemos a Dante, que escribió en
este simple hecho: no existe casi ninguna fuente original sobre la ciencia
su Convivio: «Los filósofos suelen llamar "claridad", a la luz, cuando se
griega, todo lo que sabemos sobre la misma procede de una documenta-
encuentra en su principio naciente, "rayo", cuando corre por el espacio
ción secundaria. Independientemente de su excelencia, los textos de
intermedio, y "esplendor", cuando se refleja sobre otro lugar al que
Platón son de este tipo. En ellos descubrimos que, en el siglo v i antes de
ilumina». N o olvidemos, tampoco, a Kepler, cuando escribe: «El rayo de
Cristo, los pitagóricos postularon la existencia de un quid que salía del
luz no es en absoluto la luz misma que emana.» Y , sin embargo, no
ojo para dirigirse hacia el objeto y tantearlo. Así pues, frente al oído y el
parece posible escapar a esa progresiva absorción de la lux por el lumen.
olfato, la vista era, como el tacto, un sentido activo —hecho que
La descripción física de los fenómenos modifica la percepción de los
Aristóteles explicará más tarde por la forma convexa del ojo, opuesta a
mismos, las sensaciones se transforman con el conocimiento de las
las formas cóncavas de las orejas y de la nariz. Ésta será, con diversas
teorías, hasta el punto de que ya no es fácil admitir el origen común de
adaptaciones, la concepción dominante durante cerca de dos mil años.
la psique y de la lux, condiciones fundamentales para la comprensión de
un mundo que se concibe, principalmente, a través del sentido de la Empédocles, por otro lado, empeñado en adaptar su teoría de los
vista. semejantes al problema de la visión, concibió un sistema de dobles
emanaciones que, partiendo del órgano y del objeto se encontraban en el
Condición previa de la visión, la luz es, en el pensamiento griego, el aire: «Cuando la luz del día rodea al rayo visual, éste se desborda —el
intermediario por excelencia entre el espíritu y el mundo: «Pues la vista semejante buscando al semejante— y se funde con ella; un solo cuerpo
'—siguiendo con lo enunciado— es para nosotros la causa de mayor —combinado con el nuestro— se constituye a lo largo de la línea que
beneficio, puesto que no habríamos obtenido ninguno de los conoci- sale de nuestros ojos, donde quiera que el fuego que surge de nuestro
mientos que hoy poseemos sobre el universo, si no hubiéramos podido interior se encuentre con el que procede de los objetos exteriores [...].
ver los astros, ni el sol, ni el cielo (...)», dice Platón en el Timeo. Más Transmite los movimientos por todo el cuerpo hasta el alma, y le
adelante añade: «De ahí, hemos obtenido un género de filosofía que procura esa sensación en virtud de la cual declaramos ver.» (Platón,
constituye el mayor bien que haya otorgado jamás a la raza de los Timeo).
mortales la liberalidad de los dioses.» Veamos ahora de qué modo el
Pero el trabajo del filósofo ático no se limita a estas admirables
pensamiento, hijo de la luz, se aplicó en comprender a aquella que le
exposiciones poéticas de las concepciones ajenas. En el libro V I de la
engendrara.
República podemos leer una teoría óptica preliminar al mito de la
Una de las mayores ventajas de la historia de las ciencias es, tal vez, caverna, que define, la vista como un sentido independiente de la luz,
la de hacernos comprender hasta qué punto la evidencia de lo «natural» cuya fuente universal es el sol. Ello permite a Platón, en el plano
está condicionada por nuestro medio científico y cultural. E l hecho de filosófico, determinar las relaciones entre el saber, la realidad, y el bien, y
LA REFRACCION Y E L «OLVIDO» CARTESIANO 290 LA REFRACCION Y EL «OLVIDO» CARTESIANO

separar —al mismo tiempo— la concepción de la luz de las de la vista y »11. Que la figura que forman los rayos visuales es un cono cuya
el sol. Esta distinción contiene el germen de una renovación de la física cúspide se encuentra en el ojo y cuya base se halla en los límites de las
de la luz, que influirá considerablemente en el pensamiento occidental. magnitudes observadas.
Es sabido que Perseo, antes de enfrentarse con Medusa, se proveyó »111. Que las magnitudes sobre las que caen los rayos visuales son
de un espejo para evitar recibir directamente su mirada de fuego. visibles mientras que aquellas sobre las que no caen no lo son.
Gracias a esta estratagema se libró del fluido maléfico y pudo eliminar a »IV. Que las magnitudes vistas desde los ángulos mayores (lo
la repelente criatura. Esta simbología de la mirada permanece en mismo para los menores) aparecen como mayores (o menores).
multitud de expresiones populares y poéticas. Architas de Tarento (430- »V y VI. Que las magnitudes vistas desde ángulos más altos (lo
348 a. de C.) la sistematizará, estableciendo una explicación simple de las mismo para los más bajos, o más a la derecha, o más a la izquierda)
relaciones entre el rayo visual y el rayo solar: un fuego sale del ojo en aparecen como más elevadas (o más bajas, más a la derecha, o más a la
línea recta y va a tocar los objetos observados. E l fuego, la línea recta y izquierda).
el sentido desde el ojo hasta el objeto serán características comunes a »VII. Por último, las magnitudes vistas desde un mayor número de
todas las teorías posteriores, exceptuando —como hemos visto— las de ángulos se distinguen con mayor claridad.»
los atomistas y la de Aristóteles —como vamos a ver. Esta lista testimonia cuan cerca se hallaba el físico de la luz del
Es difícil exponer en pocas líneas la teoría del estagirita, tal como matemático, hasta el punto de que es probable que los conceptos de
aparece, por ejemplo, en los capítulos II y III de su breve tratado De la recta y rayo fueran gemelos. También la relación entre el cono y el
sensación y de lo sensible. E n ellos critica sistemáticamente todas las tamaño de los objetos permite adivinar estrechas relaciones entre la
concepciones anteriores. Nada puede emanar del ojo ni del objeto, pues, óptica naciente y la teoría de las proporciones geométricas, ya presente
en el primer caso, la emisión haría posible la visión nocturna; y en el en la astronomía. Comprendemos, además, que esos conos que salen del
segundo, la más pequeña aguja sería visible en medio de un montón de ojo ofrecen una gran simplicidad geométrica en comparación con el
paja. Para Aristóteles no existe sino una alteración del espacio inter- modelo, según el cual los haces de rayos surgen de cada punto de los
medio que imprime una presión sobre el ojo y desaparece con las objetos. Señalemos, por último, la ausencia de alusiones al papel de la
tinieblas: «Así como se ha explicado en esta obra {Del Alma, II, 6-11), la visión binocular.
luz es el color de lo transparente por accidente... Pero aquello que Esta óptica, que no es otra cosa que perspectiva, no nace evidente-
llamamos transparente no corresponde propiamente al aire o al agua, ni mente ex nihilo, en la ciudad de Alejandría, donde existía la concentra-
a ningún otro de los cuerpos así denominados, sino que es una cierta ción de hombres y medios indispensable para la «política científica» de
naturaleza, una cierta fuerza común, que no existe separadamente pero un Alejandro formado por Aristóteles. Parece claramente demostrado
que está en los cuerpos [...] L a naturaleza de la luz está, pues, en lo que el arte de la perspectiva se utilizaba ya desde tiempo atrás. Vitruvio
transparente indeterminado.» A l principio de su breve tratado, Aristóte- en su Arquitectura recuerda que, desde la época de Esquilo, se podía
les subraya la dificultad de conciliar los cinco sentidos con los cuatro recrear en los decorados de teatro una ilusión de realidad, jugando con
elementos. ¿No podría ser el medio transparente un quinto elemento en la divergencia de las líneas de huida, y cualquiera que haya visto un
gestación? Hasta comienzos del siglo XX los físicos de la luz caerán a templo griego sabe cómo los arquitectos ensanchaban las extremidades
menudo en la tentación de identificarla con un sustrato distinto de de los frontones para equilibrar los monumentos.
cualquier otro. Comparado con la tradición precedente, el esquema de Euclides es
En conclusión, la filosofía griega no posee concepciones estables y de una simplicidad extraordinaria. La luz pierde toda substancia, los
unánimemente compartidas sobre la naturaleza de la luz. L a primacía rayos se rigen por una geometría elemental, un solo ojo participa en la
concedida a la vista sobre los demás sentidos (hasta el punto de que en visión y el mundo se reduce a una representación visible desde la
Aristóteles el nombre que designa a la imaginación phantasia, procede derecha o la izquierda, desde arriba o abajo. Paradójicamente, este
del de la luz phaos), colocará los problemas relacionados con la visión texto, que no es sino una síntesis obtenida por empobrecimiento de
en el centro de las preocupaciones de los grandes «científicos» griegos. otros saberes, extrae su riqueza de ese mismo empobrecimiento, defi-
niendo, para los fenómenos ópticos, un espacio descarnado y de reglas
abstractas. Probablemente encontramos aquí los primeros elementos de
una física matemática. L a óptica seguirá ocupando siempre —por así
Primera física Ver en los eidola lucrecianos o en el «medio transparente» de decir— el papel de la ciencia física más abstracta —seguida muy de
de la luz Aristóteles y su alteración, los lejanos antepasados de los fotones, del cerca por la mecánica que tan imprescindible le resulta.
éter y de las ondas, no es tanto un contrasentido como un sinsentido, Atribuido a Euclides durante largo tiempo, el primer tratado de
que confunde teorías de la sensación y físicas de la materia. Los prime- catóptrica que conocemos es muy probablemente la recensión de una
ros pasos hacia esta física se darán ya en época helenística. obra perdida de Arquímedes, quien también estudió metódicamente la
Aunque aristotélico, Euclides se apoyará en el modelo de Architas refracción. Recordemos que el gran matemático fue astrónomo (véase
para elaborar su primera óptica geométrica. Para ello, despojará al Arquímedes: el canon del sabio, págs. 101-127) y que la refracción tiene
modelo de toda referencia a la teoría de los elementos —y, por tanto, al una importancia considerable en las observaciones celestes. Desgracia-
registro de la sensación. Sólo se mantiene la línea recta y el sentido de la damente no nos ha quedado ninguno de los trabajos concernientes al
propagación. A l igual que en sus Elementos de Geometría, su tratado se fenómeno que nos ocupa —salvo el dispositivo elemental del recipiente
basa en una serie de postulados: y el objeto que hemos enunciado más arriba, y que figura en la catóp-
«I. Supongamos que las líneas rectas que emanan del ojo se propa- trica pseudo-euclidiana. Si creemos a Apulio, otras obras del sabio
gan de modo divergente respecto a las magnitudes. incluían un estudio sobre el arco iris y la refracción. Como nos es
LA REFRACCION Y EL «OLVIDO» CARTESIANO 292 293 LA REFRACCION Y E L «OLVIDO» CARTESIANO

imposible verilear la exactitud de estas informaciones, debemos sor- más exactamente, del Mediterráneo. Origen de las génesis del mundo, ya
prendernos, sobre todo, por la puesta en relación de los dos fenómenos. fueran egipcias, babilónicas, bíblicas o hesiódicas, la luz iría perdiendo
Siglos más tarde, abandonando toda consideración sobre la natura- gradualmente substancia y unidad. Esta labor de separación fue causan-
leza de la luz, el mecánico-matemático Herón de Alejandría y el mayor do a lo largo de los siglos la escisión de la óptica en diversas secciones:
astrónomo de la Antigüedad, Claudio Ptolomeo, establecieron tablas de psicológica, fisiológica y física. Confundiéndola con su modelo de rayo
medida de los ángulos de refracción. Éstas nos han llegado a través de rectilíneo, los mecánicos y los astrónomos —sobre todo los alejandri-
los árabes, que las perfeccionaron. En el siglo IV de nuestra era Damia- nos— descargaron a la luz de los problemas considerables que su
nus será el último de los griegos conocidos —cuando ya la decadencia naturaleza plantea. Su mayor preocupación fue establecer una geometría
de la ciencia helénica sea un hecho consumado— en perfeccionar el del desplazamiento del rayo visual al que reducían la luz. En consecuen-
edificio de la óptica alejandrina. Según el historiador Vasco Ronchi, fue cia, se extendió el hábito de dividir esta óptica física en tres apartados:
éste quien, comparando la luz del sol y los rayos visuales, demostró la perspectiva, catóptrica y dióptrica. Así la ciencia se estabilizaba y, a
identidad de sus propiedades. Postuló, además, que la vista alcanza el semejanza de la astronomía, sólo las tablas de medición podían todavía
objeto visible a la mayor velocidad, y apoyándose en ese «principio perfeccionarse. De este modo, escindida, vacía de substancia y geometri-
unitario» demostró la ley de la reflexión. zada, la teoría alejandrina de la luz podía, mal que bien, resolver los
Así, durante unos ocho o nueve siglos, la luz fue una preocupación problemas que le planteaba la astronomía.
central del pensamiento mitológico, filosófico y científico de Grecia o,

M u y lejos de ser una simple intermediaria, la ciencia árabe va, La óptica árabe
Los arcos primario y secundario de un arco iris literalmente, a reestructurar la óptica. Es difícil explicar las razones de
una mutación tan importante en una sociedad que renuncia a la imagen
Desde una época muy temprana, se observó la constancia de los ángulos representativa. Según una hipótesis difícilmente verificable, esta renuncia
formados por los arcos primario (alrededor de 42°) y secundario (alrededor de 50°).
Ello explica los siguientes hechos:
sería la condición misma que permitió el abandono del cono perspectivo
y su sustitución por un rayo de luz que sale del objeto para penetrar en
— El sol está siempre a la espalda del observador. el ojo. A partir, de esta concepción radicalmente nueva, los ópticos
— Los arcos no son visibles (según la latitud) más que por la mañana o al final de
la tarde; cuando el sol está por encima de los 43°, los rayos del arco primario pasan
árabes no sólo mejorarán la calidad de las tablas numéricas, sino que,
por encima de la superficie de la tierra; lo mismo ocurre con el arco secundario sobre todo, volverán a unificar la ciencia óptica. E l gran artesano de esta
cuando el sol está por encima de los 50°. empresa será Alhacam, conocido en Occidente bajo el nombre de
— Contrariamente a las apariencias (perceptibles sólo para el observador), el arco Alhacén, nacido en Basora en el 965, y muerto en E l Cairo en el 1039.
iris no es el arco que envuelve un circulo en un plano, sino la resultante de todas las
gotas que pasan por el espacio comprendido entre dos conos (representados por A l invertir el sentido de propagación del rayo, la óptica árabe aporta
lineas) que apuntan hacia el ojo del observador, y una serie de ejes paralelos a los respuestas innovadoras, pero —lo que es más importante— suprime
rayos solares. La apertura aproximada de los arcos es de unos 42° para el primario, y antiguos problemas e incorpora otros. Con el ojo convertido en recep-
unos 50° para el secundario.
tor, ya no se plantean los problemas de la emisión ni de la visión
conjunta de objetos muy distantes entre sí. E l problema de la percep-
ción, en cambio, se renueva, aunque enormemente complicada por el
principio de la descomposición puntiforme del objeto en una multitud
de rayos que el ojo debe recomponer. Esta dificultad situará al órgano
visual en el centro de los problemas, promoviéndolo, durante más de
seis siglos, al primer rango entre las máquinas ópticas.
¿Aceptaron inmediatamente los árabes esta concepción de una luz
que emite rayos desde cada punto visible? Es difícil responder, dada la
escasez de documentos anteriores. En la época del nacimiento de Alha-
cam, la ciudad de Basora, que había sido próspera entre los siglos v i l y
IX, hasta el debüitamiento del poderío abasida, se encontraba en deca-
dencia. Fue probablemente la mezquita-Universidad del Cairo, que se
encontraba en pleno renacimiento, donde el sabio tuvo ocasión de
conocer los trabajos de la escuela de Alejandría —modelo de los grandes
centros científicos árabes. L a óptica alejandrina, geométrica, metrológica
y más bien vacía de consideraciones sustanciales, no chocaba con esta
nueva concepción. Pero, por otra parte, la cantidad de argumentaciones
y el tono a menudo polémico de la obra de Alhacam nos permite pensar
que sus ideas no eran, sin duda, las que dominaban en la época.
Con virtiendo al ojo en un aparato óptico, Alhacam afirma con
convicción la idea, perceptible en Aristóteles, de que «en el mecanismo
visual todo es refracción», y aunque no tenga en cuenta la inversión de
la imagen retiniana, ni la focalización operada por el cristalino, con él
LA REFRACCION Y E L «OLVIDO» CARTESIANO 294 295 LA REFRACCION Y E L «OLVIDO» CARTESIANO

aparece la estructura general del mecanismo de la visión tal como A lo largo del siglo x m , mientras la Antigüedad y la civilización Óptica divina
todavía hoy se enseña. árabe ven desaparecer la óptica de los grandes centros intelectuales y
A partir de este momento, la refracción se convertirá en el problema políticos, el estudio de la luz irá desarrollándose en los confines de
clave de la óptica, tanto de la fisiológica como de la geométrica. L a Europa, lejos del centro que la domina. En París, capital intelectual y
concepción de Alhacam en este dominio es innovadora. Como el ojo no temporal del mundo occidental, los escolásticos de la Sorbona, fieles a la
realiza ningún esfuerzo particular en el momento de la emisión, los concepción antigua de la visión y absorbidos en el estudio de los
griegos podían difícilmente concebir el rayo visual según un modelo auctores —sobre todo del Aristóteles lógico y metafisico— ignoran el
mecánico, a pesar de las tentativas de Herón y Damianus. L a inversión estudio de la visión.
operada por la ciencia árabe, en cambio, permitirá explotar al máximo En el extremo contrario, los sabios de la escuela de Oxford, y más
la metáfora mecánica, justificada por la fatiga que produce en el ojo el concretamente, su fundador, el obispo de Lincoln, Roberte Grosseteste
exceso de luz. (1168-1253) sitúan la óptica en el centro de su búsqueda de la verdad.
En la obra de Alhacam cada rayo, representado como una flecha- Recogiendo la concepción agustiniana de una luz análoga a la gracia
esfera y sometido a velocidades extremas, funciona según los principios divina realizan una lectura de Aristóteles bien distinta de la de los
de propagación lineal e igualdad de los ángulos de reflexión (en virtud escolásticos parisienses. Una vez establecida la distinción, en el seno de
de un modelo mecánico). Todavía más sorprendente resulta su descrip- la ciencia, entre el conocimiento de los hechos y el de las causas,
ción del fenómeno de la refracción entre dos medios de diferente natura- Grosseteste señala tres aspectos fundamentales de la investigación
leza como el agua y el aire, según la cual el movimiento del rayo se científica: el inductivo, el experimental y el matemático. Preconiza el
descompone en dos líneas, la una paralela y la otra perpendicular al control de las hipótesis y sus consecuentes por medio de la experimenta-
plano de separación de los medios. ción y afirma, para legitimar sus métodos, un principio de economía de
la naturaleza: «Toda operación de la naturaleza se realiza de la manera
Así explica el sabio árabe en su Discurso sobre la luz la desviación del
más determinada, más breve, más perfecta posible.» L o que resulta,
rayo luminoso por efecto de la refracción: «Las luces que se propagan
aplicado a la luz: «La naturaleza actúa por el camino más corto
por los cuerpos transparentes lo hacen con un movimiento muy rápido,
posible.»
inapreciable a causa de su velocidad. Sin embargo, su movimiento a
través de los cuerpos finos, es decir, de los diáfanos es más rápido que su Con tales premisas, el estudio de la luz, no sólo se sitúa en el centro
movimiento en los cuerpos espesos [...]. De hecho todo cuerpo diáfano de su concepción del mundo físico, sino que, además, estableciendo un
opone, a la luz que lo atraviesa, una pequeña resistencia que depende de estrecho paralelo con su metafísica, cuya clave reside en la emanación de
su estructura.» Aquí aparece por primera vez la explicación en términos los seres a partir de la unidad, Grosseteste convierte la luz en el
de velocidad que ocupará a la ciencia occidental durante decenios. Con problema central de todo conocimiento: «Todo es uno, surgido de la
ésta, la óptica se libera de una geometría estática para convertirse en perfección de una única luz y las cosas no son múltiples sino gracias a la
«punta de lanza» de una mecánica que en gran parte inaugura. multiplicidad de esa misma luz.» Las consecuencias son considerables,
ya que siendo la óptica inseparable de la geometría, toda filosofía es
Otro rasgo particular de Alhacam, es la descripción del fenómeno
imposible sin esta matemática, «porque todas las causas de los efectos
con ayuda de reglas que no son, contrariamente a lo que hacían los
naturales deben expresarse mediante líneas, ángulos y figuras, o de otro
alejandrinos, esencialmente numéricas, sino que determinan a los diver-
modo sería imposible llegar a conocer la razón de esos efectos». En el
sos ángulos que se forman en el curso de la refracción en función de sus
marco de esta óptica, concebida como la primera de las ciencias, cuya
relaciones:
«forma elemental» es la luz, «primer principio de la causalidad eficien-
te», dos fenómenos preocupan a los oxfordianos: el arco iris y las lentes
— Cuando crece el ángulo de incidencia crecen también los ángulos
esféricas. L a elección de esos dos objetos no es, por supuesto, arbitraria.
de refracción r y de desviación d (Si ¿i < ¡2 entonces di < ¿2 y >i < ri)-
E l primero, maravilla de la naturaleza feliz, símbolo de la alianza con
— Pero esta variación es mayor para los ángulos de incidencia i,
Dios, encuentra en el segundo, producto sofisticado de las técnicas de
que para los ángulos de desviación d (¿2 — d\ < ¿2 — ii).
vidrio estimuladas por el arte del vitral, su modelo de laboratorio. L a
— L a relación de la desviación con el ángulo de incidencia d/i es refracción, clave de los dos fenómenos, se asocia a través de ellos con el
mayor cuanto mayor lo sea la incidencia 1" (¿2/12 > diA'i)- problema del color.
— Para una refracción desde un medio raro (medio 1) hacia un
medio denso (medio 2), d < 0,5 i; inversamente, para la refracción desde «La función de la óptica consiste en determinar qué es el arco iris,
un medio denso hacia un medio raro d > 0,5 (i — d). porque al hacerlo demuestra su razón en la medida en que se explique,
— U n medio menos denso desvía la luz más lejos de la normal (n). junto a la descripción del mismo, cómo puede producirse esa suerte de
— U n medio más denso desvía la luz más cerca de la normal (n). concentración en la luz que viaja desde un cuerpo celeste luminoso a un
lugar determinado por una nube, y después se dirige por medio de
Nos encontramos, pues, ante una ley de la refracción despojada de refracciones y reflexiones particulares de los rayos, desde ese lugar
toda referencia al fenómeno natural, reducida a una serie de principios, determinado hasta el ojo.» Esto es lo que escribe Teodorico de Friburgo
de reglas. Aunque -no se publicarán antes de 1572, los trabajos del (1250-1310) en su De Iride, donde por primera vez se expone la explica-
matemático-físico tendrán un alcance considerable entre los escasos ción del fenómeno —dejando aparte la ley matemática de la refracción.
individuos que hagan evolucionar la óptica a lo largo de la Edad Media: A ningún hombre del siglo XX puede dejar de sorprender el hecho de
En el mundo árabe, por otra parte —frente al declive muy anterior de que se le diese tanta importancia a un fenómeno que, por majestuoso
las otras ciencias—, la óptica gozará de enorme vitalidad hasta el si- que sea, se nos aparece como una simple ilusión óptica. Conviene
glo XIV. recordar, a este respecto, el papel fundamental de la teología en las
LA REFRACCION Y E L «OLVIDO» CARTESIANO 296 297 LA REFRACCION Y EL «OLVIDO» CARTESIANO

ello, formula en su propio De Iride una ley de la refracción según la cual


\(n)
Y a en el siglo xm, Roger Bacon, y más tarde Teodorico de Friburgo tuvieron la el rayo refractador sigue la bisectriz del ángulo formado por la normal
idea de que los arco iris se producían por efecto de las reparticiones y reflexiones en (n) con el rayo "incidente (i). E l principio dice bastante respecto de la
las gotas de lluvia, utilizando recipientes esféricos de vidrio Henos de agua, consiguie-
ron realizar mediciones precisas.
ligereza con que consideran la experimentación los primeros defensores
En cada pequeño recipiente (modelo de gota de agua desmesuradamente aumenta- de la misma. Y a muchos siglos antes Alhacam había sostenido que la
da) se ve cómo se forman los rayos de los colores extremos de los arcos primario y relación de los ángulos que forman r e i con (n) es constante. Determi-
secundario. Se puede observar también que los rayos del arco primario sufren una nando esta relación en 1/2, el inglés demuestra incontestablemente que
reflexión, y los del arco secundario dos reflexiones: lo que explica la inversión de los la preocupación por la armonía de la geometría divina supera los
colores. La coloración se debe a la refracción que experimentan los rayos de luz
blanca que penetran cada gota. El tamaño de las gotas tiene su importancia; por imperativos de una racionalidad experimental. Continuando el trabajo
debajo de una décima de milímetro, la coloración no es visible y puede aparecer un de su maestro, Roger Bacon (1219-1292), el «doctor admirable», estudia
rayo blanco. la velocidad extrema de la luz comparándola con el sonido del cañón
Rayos solares (luz blanca), rojo, violeta, observador, arco secundario, arco pri- que se percibe largo tiempo después de haber observado el humo, y
mario.
perfecciona la explicación del arco iris. Enlazando con los trabajos
de los árabes Alhacam y Al-Kindi sobre las lentes, afirma que el arco
iris está compuesto por multitud de gotas diminutas y describe geo-
métricamente su posición en el cielo.

Pseudorrealismo del
racionalismo. ¿Quién más que
el «experto» puede concebir
una imagen tal, que, con el
propósito de probarnos una
verdad, distorsione a tal
punto lo real que todos
conocen? Ni siquiera el .
pequeño personaje que, al no
estar en el plano
perpendicular al de los arcos
en su centro, no puede ver
nada de lo que se supone
que ve.
Esta escena imaginaria (a
juzgar por el doble Sol)
presenta, veinticinco años
antes de Della Porta,
numerosos fenómenos de
Magia Naturalis: refracción
de los arco iris, lente
convergente, piernas
quebradas; perspectiva que
cambia la apariencia de las
formas, reflexión de espejo
deformante.

Hacia la misma época, el físico y filósofo polaco Witelo (aprox. 1230-


1275), alias Vitelión, dominico nacido en Silesia, realiza dos aportacio-
nes fundamentales a la historia de la óptica. A l establecer, gracias a un
cuidadoso trabajo experimental, tablas precisas de las refracciones entre
diferentes medios en función de los distintos colores, proporciona un útil
precioso para la fabricación de instrumentos de óptica. Sus cuidados
experimentos le llevan a suponer, como hiciera Alhacam, que la desvia-
ción del rayo luminoso aumenta en función de la densidad del medio. A
relaciones sociales a lo largo del siglo XIII, y repetir de nuevo, que, como pesar de ello su obra será poco conocida; es cierto que en la época la
símbolo de la alianza, el arco iris fue objeto de múltiples disputas entre difusión de obras científicas es rara y azarosa. L a publicación conjunta
los teólogos. de sus trabajos y los del sabio árabe no tendrá lugar hasta 1572. Más
adelante veremos la enorme repercusión de las mismas en la obra de
Es sabido que Aristóteles veía en el arco iris el resultado de la
Kepler.
reflexión de la luz en una nube. Grosseteste da un paso más, haciéndolo
depender de la refracción, cuyo mecanismo se propone descubrir. Para A otro dominico, Teodorico de Friburgo, corresponde la paternidad
LA REFRACCION Y E L «OLVIDO» CARTESIANO 298 •299 LA REFRACCION Y EL «OLVIDO» CARTESIANO

de la explicación del arco iris. E l hecho de que no formulara la ley de la Así, exceptuando a algunos hombres que tuvieron contacto —no se
refracción (que no llegará hasta tres siglos después) no debe detenernos. sabe muy bien cómo— con los trabajos de los árabes, la óptica medieval
Al establecer la lista completa de los efectos ópticos (composición global se mantiene hasta el siglo XV en una concepción escolástica del mundo,
por multitud de gotas de agua, desplazamientos rectilíneos de los rayos según la cual la luz, intermediario común entre los mundos celeste y
del sol, reflexiones, refracciones, ángulos de aparición...) que producen el sublunar, forma superior de toda comunicación, no sufre perturbaciones
arco iris, se puede decir que el dominico define el fenómeno. ni conoce intermediario. Desde el punto de vista de la relación directa
A ello añade, además, la explicación del arco secundario que se con Dios, la vista es el sentido por excelencia.
puede observar en ocasiones por debajo del primario. E n continuidad
con los trabajos de Bacon, determina las variaciones de color elevando
recipientes de vidrio llenos de agua por encima de su cabeza. Gracias a
este dispositivo puede fijar con precisión el valor de los ángulos bajo los Saliendo de las iglesias y los monasterios para dirigirnos a los Óptica comercial
que aparecen los colores. mercaderes, banqueros y condotieros, la pintura va a ser el gran vector
Al-Shirazi y Al-Farizi ofrecen, en la misma época, una explicación de la transformación de la óptica, y sobre todo, quizás, de sus relaciones
similar —demostrativa, no sólo de la fertilidad de las propias ideas de con la sociedad. Vulgarizando los problemas de la perspectiva y sus
Alhacam, sino también del hecho de que la producción científica de perversiones —las anamorfosis principalmente— la pintura arranca a la
Oriente medio continuaba viva cuando en Occidente estaba ya parcial- óptica de manos de los filósofos y teólogos para convertirla en objeto
mente periclitada—. A fines del siglo xrv, la óptica árabe está muy lejos profano.
de agonizar. Al-Farizi renueva las investigaciones de su ilustre predece- Alrededor de 1500 Leonardo da Vinci realiza una serie de experi-
sor sobre la cámara oscura —trabajo que Leonardo da Vinci emprende- mentos sobre la cámara oscura —sin que sepamos si conocía las investi-
rá también más adelante— y propone una explicación de la refracción gaciones de Alhacam al respecto. Comparando el funcionamiento de
sosteniendo que la velocidad de la luz debe estar en proporción inversa dicha cámara con el del ojo, descubre la inversión de la imagen en la
a la densidad de los medios. retina. E l gran pintor-ingeniero, precursor inspirado en numerosos
A l convertir el sentido de la vista en el único que permite acceder dominios, inaugura, desde comienzos del siglo XVI, la renovación de los
directamente a la verdad del mundo, los aristotélicos de la Sorbona estudios de óptica que partiendo de Italia alcanzarán toda Europa.
desconfiaron siempre de las apariencias. Ello les condujo a una actitud Confinados hasta, entonces en los estudii de algunos clérigos, éstos
que puede parecemos paradójica. Aunque fascinados por las ilusiones de alcanzarán, durante la segunda mitad del siglo XVI, una enorme popula-
la óptica, ya analizadas por los árabes, los sabios medievales —excep- ridad.
ción hecha de los ya mencionados— se negaron durante más de tres En 1558 se imprime por vez primera la Magia Naturalis de Giovanni
siglos a considerar las lentes oculares como objeto de estudio. «Las Battista Della Porta (1534-1615). ¡Éxito considerable! Aumentada sin
cosas que se ven a través de ellas no son objetos de la creación», cesar, la obra conoce numerosas ediciones: 23 latinas y más de una
afirman. Algunos residuos de esta resistencia se mantendrán hasta veintena en lenguas vulgares (francés, italiano, español, holandés,
principios del siglo XVII, época en la que Galileo intentará imponer el árabe...). Como su título deja suponer, la Magia Naturalis es una obra
anteojo astronómico, o, más exactamente, la realidad que se ve a través en la que la espectacularidad domina a menudo sobre el discurso
del mismo. estrictamente científico; la vulgarización excesiva era tal vez necesaria, si
Descubiertas probablemente por artesanos vidrieros, las lentes con- tenemos en cuenta el impacto que causó. L o importante es que esta
vergentes que mejoran la vista del présbita se utilizaron desde principios exhibición de lo maravilloso y de la «magia» autorizaba la introducción
del siglo xili. Aunque éstas proporcionaban a la época un modelo de numerosas consideraciones sobre las lentes. De este modo se modifica
adecuado para el estudio del cristalino, habrá que esperar hasta media- la actitud de la ciencia de la época frente a tales objetos, que se
dos del siglo x v i para que se realice un estudio serio. Curiosa situación convierten rápidamente en el problema central de la óptica. Y a través
la de esos hombres que, provistos de lentes, escriben página tras página de vidrios de todo tipo se renueva el estudio de la refracción.
sobre el sentido de la vista sin darse cuenta de que tienen en la punta de En 1593 Della Porta publica su segunda obra de óptica, el De
la nariz la clave de la solución. Hay que pensar que el problema no se Refractione, donde recoge todos los estudios relativos a diversos fenóme-
les planteaba en los mismos términos que a nosotros. N o olvidemos que nos: formación de la imagen retiniana, arco iris, lentes cóncavas, conve-
la óptica árabe era desconocida para la mayoría y que a la concepción xas y esféricas. Pero sus argumentaciones a menudo están atrasadas
griega de un quid que sale del ojo no le interesa la mediación que opera respecto a las de los oxfordianos o los alemanes del siglo XIII. Ello
la lente ocular. denota, por si todavía hiciera falta, el carácter extremadamente indivi-
Pero la difusión de una teoría particular sobre el sentido de la dual de sus trabajos. En Della Porta, la concepción del rayo luminoso es
propagación del rayo visual no basta para explicar el escaso papel muy confusa. Además no incorpora de modo definido la teoría de
concedido a las lentes. E l mismo Dante, que renuncia en gran parte a la Alhacam sobre la composición puntiforme de la imagen, cuando ya han
teoría de Architas para enlazarcon las tesis de Aristóteles, poco conside- transcurrido veinte años de la publicación, en Basilea, junto a las obras
radas en la época, declara en su Convivio: «Las cosas visibles llegan al de Witello, de las del sabio árabe. E n conjunto, este medio siglo ha visto
interior del ojo no realmente sino intencionalmente», y más tarde, transformarse considerablemente el panorama óptico. Los problemas y
comentando con mucho detenimiento la presbicia y los medios de soluciones, las «maravillas» y los aparatos salen de su confinamiento
remediarla, afirma que se debe alejar el objeto de los ojos, «para que la para hacerse públicos. En 1590 se fabrican en Italia las primeras gafas de
imagen entre en ellos más ligera y sutil.» Y sin embargo, no hace vidrios divergentes. Y en 1571 nace, en un pequeño pueblo de Wurtem-
ninguna alusión a los vidrios correctores. berg, el que será el fundador de la óptica moderna: Johannes Kepler.
LA REFRACCION Y E L «OLVIDO» CARTESIANO 300 301 LA REFRACCION Y E L «OLVIDO» CARTESIANO

Kepler y la óptica En 1604, el gran astrónomo alemán dedica a Rodolfo II, archiduque trataba de experiencia y observación, se disolvían a la vista de los
barroca de Austria, rey de Bohemia y de Hungría, la obra que acaba de terminar problemas relacionados con la naturaleza de la luz y de la atracción.
y cuya composición le ha ocupado durante muchos años, Ad Vitelionem Los descubrimientos presentados en los Ad Vitelionem Paralipomena
Paralipomena... E l libro estudia la parte óptica de la astronomía que son legión. Sobre el calor, se nos dice que la luz calienta más o menos
plantea dos problemas: la refracción de la luz de los astros en la los cuerpos según sean blan :os o negros, y que este calor no es material.
atmósfera y la disminución del diámetro de la luz en los eclipses de sol; L a visión binocular se estudia bajo todos sus aspectos de óptica geomé-
se puede reconocer en ambos temas el resurgir de las preocupaciones de trica. Gracias al triángulo medidor, se explica definitivamente la posi-
los alejandrinos. Lector atento de Alhacam y Witelo, Kepler, como el ción de las imágenes en el espejo. Casi exclusivamente la refracción
danés Ticho Brahe (1546-1601), comprendió la influencia considerable resiste a ese maremoto donde todas las antiguas cuestiones encuentran
de los fenómenos ópticos en los estudios astronómicos. Recordemos que respuesta. Haciendo gala de una rara generosidad intelectual (Kepler
son las observaciones de este último, de una precisión extraordinaria, las expone todo con profusión) anuncia en su dedicatoria al rey Rodolfo II:
que permitirán a Kepler establecer sus leyes astronómicas sobre bases «Como hacía falta dar una explicación completa de la visión implicada
perfectamente seguras. L a recurrencia del vínculo entre óptica y astro- en la refracción, en los simulacros de objetos vistos y en los colores, no
nomía no puede dejar de sorprender. Una vez más la refracción, cuyas debe resultar sorprendente que realice digresiones [...] a propósito de las
nuevas tablas ha establecido Brahe, constituye el problema clave de los secciones cónicas [...], a propósito de las maravillas ópticas [...], sobre la
cálculos astronómicos. naturaleza de la luz y los colores y, en general, sobre otros temas.
Modestamente calificada de «suplemento de Vitelo», la extensa obra Incluso si estas cuestiones no aportan nada a la astronomía merecen ser
de Kepler expone en una larga serie de definiciones, proposiciones, estudiadas por sí mismas».
demostraciones, digresiones y observaciones sobre los dispositivos expe- Su obra es como un enorme caldero donde se agitan todas las teorías
rimentales, su concepción global de la óptica. Con este fin critica, una a heredadas: «He realizado este trabajo inmenso y austero llegando hasta
una, las antiguas teorías, al tiempo que evoca las de Alhacam y Witelo, el núcleo de cuestiones abandonadas hace siglos, cada una de las cuales
cuyas tablas de refracción utiliza junto con las de Brahe. Introducidas podría componer un libro particular.» Más adelante añade, dirigiéndose
por un estudio sobre la cámara negra como simulación del difícil al monarca: Cada uno de estos trabajos habría obtenido «—no tratán-
problema del eclipse, van a comprender las Paralipomena... todos los dose de'mí—, el correspondiente patrocinio». Como es perfectamente
dominios de la óptica y la matemática, sin contar las consideraciones consciente de la tarea colosal que acaba de asumir, comparándose al rey
metafísicas. en guerra contra los turcos, apela «a la generosidad del príncipe»: «Así
Utilizando la esfera como imagen de la trinidad divina,, arquetipo de ya no tendré que temer que el más pernicioso enemigo de la ciencia, la
la luz que se difunde desde el centro hacia la superficie emitiendo rayos indigencia, me obligue a abandonar, constreñido por el hambre, esta
que se propagan instantáneamente, Kepler expone sus concepciones tarea que me es propia, esta fortaleza confiada a mi honor, y no pondré
sobre la naturaleza de la luz, señala accesoriamente las relaciones de ésta en duda que vuestra majestad ha de procurarme, en tiempo oportuno,
con el calor y erige al sol, «cuerpo en el que reside la facultad de las ayudas y los víveres cuyo envío me permita mantener el asedio [...].»
comunicarse a toda cosa», en centro del mundo. Señalemos que toda esta larga metáfora estratégica ilustra la muta-
En su Astronomía nova, de 1609, el filósofo desarrolla una teoría ción del estatuto del sabio desde la época de los franciscanos y domini-
sobre la atracción recíproca de los cuerpos, y afirma que «el sol emite cos del siglo X I I I . Para adular al príncipe en ese siglo de mecenazgos, el
por la amplitud del mundo una especie inmaterial de su- cuerpo, análoga sabio debe sustentarse con "el único pensamiento digno de un alemán, el
a la especie inmaterial de la luz.» Numerosos historiadores de la ciencia de que es bello morir por tan gran principe". Más tarde, en su Astrono-
se sorprenden de que, valiéndose de esta analogía y de su ley de la mía Nova, suplicará aún: «Piense su majestad que el dinero es el nervio
inversión de los cuadrados de las distancias en la propagación de la luz, de la guerra, y tenga a bien pedir a su tesorero que envíe a vuestro
Kepler no propusiera una ley similar sobre la atracción. A riesgo de general las sumas para el levantamiento de nuevas tropas.»
resultar sentenciosos, recordemos al menos que la evidencia a posteriori Confiado por sus éxitos en la explicación de la reflexión y por el
es el guía más engañoso para el historiador. E l camino seguido por análisis etimológico del vocabulario griego y latino (donde los términos
Newton —que hoy, hollado por miles de pasos, nos parece «natural»— referentes á la reflexión y la refracción se asemejan bastante) intenta
no existía en la época de Kepler. Y cuando Augusto Comte escribe sobre identificar esta última con una serie de reflexiones en espejos de super-
este último: «las consideraciones metafísicas retrasaron su marcha ficies muy especiales que, por otra parte, no consigue definir con
considerablemente», parece lógico que nos preguntemos qué puede exactitud. Investiga entonces sistemáticamente, a partir del cálculo de las
significar un retraso cuando no se sabe hacia dónde se va. Kepler no llega a la ley de
refracciones, la relación entre uno y otro medio. Finalmente, repitiendo refracción, pues en lugar de
Constantemente Kepler se interroga a sí mismo sobre esta posible a Alhacam, deduce la proporcionalidad de los dos ángulos, resultado
analogía, que termina por rechazar. Según el filósofo, la ley fotométrica casi exacto para los ángulos pequeños, y por tanto para la astronomía. considerar el ángulo tí o r

no puede aplicarse a la capacidad motriz del sol sobre los otros planetas. Pero ello resulta insuficiente para los otros fenómenos, y la refrac- comparándolo con i o n,
Pues esta vis motrix aplicándose tangencialmente, no puede disminuir ción sigue resistiéndose a este impresionante esfuerzo que le ha permiti- considera el ángulo r o y,
sino de manera lineal (es decir, proporcionalmente a 1/r, donde, r es la do «sudando y resoplando, seguir las huellas del creador». A pesar de la que es el ángulo de
distancia entre el sol y el planeta considerado) mientras que la luz, al enormidad del trabajo, la revisión de los fenómenos ópticos no es desviación que interesa a los
difundirse linealmente disminuye superficialmente (es decir, proporcio- exhaustiva; ni una sola vez, por ejemplo, en toda la obra, menciona la astrónomos. La misma
2 astronomía, que ha
nalmente a 1/r ). Ello constituye una evidencia incontestable para el utilidad de las lentes convergentes en el estudio del cristalino. estimulado al sabio, oculta el
astrónomo de comienzos del siglo x v n . Curiosamente los vínculos En la misma época los ópticos holandeses empiezan a fabricar resultado lo más cerca del
profundos que se imponían entre la astronomía y la óptica cuando se anteojos astronómicos según el modelo italiano de 1590. Cinco años objetivo.
LA REFRACCION Y E L «OLVIDO» CARTESIANO 303 LA REFRACCION Y E L «OLVIDO» CARTESIANO
302

más tarde, en 1610, Galileo realiza con este instrumento, simple curiosi- primero huía de Constantinopla, atacada por los turcos; un siglo más
dad de la «magia natural», el último asedio que rinde el edificio peri- tarde toda la Europa del este, donde vivía el segundo, luchaba contra los
patético. N o hace falta comentar la influencia considerable del Mensaje- mismos invasores. ¿Es posible imaginar que esta floreciente óptica
ro astral; al exponer los descubrimientos derivados del anteojo, el libro islámica, compartiendo la fortuna de las diversas ciudades de Oriente
revela un cielo desconocido donde se abren nuevas estrellas. haya llegado a Occidente por los pasos de Turquía? Habría que recono-
Es sabido que, a pesar de sus alianzas sucesivas con los mercaderes, cer en la tesis de la ruptura el resultado de nuestra ignorancia. Bajo esta
los burgueses, la nobleza, y ciertos elementos del clero, Galileo tuvo que hipótesis arriesgada la,caída de Constantinopla adquiere un sentido
luchar, sobre todo, contra el peripatetismo presente en la iglesia y nuevo. N o seria la primera ironía de la historia.
omnipotente en la universidad. Resultado de esté enfrentamiento fueron
la prohibición de 1616 y la posterior condena de 1633, pero ello consti-
tuye ya otro asunto. Para la historia estricta de la refracción, la apor- Sólo un francés de este siglo puede ignorar que, alrededor de 1620, el La «inversión»
tación de Galileo es más bien débil; sin embargo, el empleo del anteojo, holandés Willebrord Snell, llamado Snellius (1591-1626) coronaba el cartesiana
que permite el descubrimiento de los satélites de Júpiter, tendrá un edificio kepleriano estableciendo la ley de la refracción que lleva hoy día
efecto inesperado en las teorías de la luz. Gracias a los satélites descu- su nombre. E n el artículo «Descartes (ley de)» del Gran Diccionario
biertos por Galileo, Ocaiüs Römer podrá, en 1675, obtener la primera Enciclopédico Larousse, el nombre de Snell está ausente, de la misma
medida de la velocidad de la luz, 308.000 km/s, clausurando así la manera que el de Rene Descartes en el artículo que la Enciclopedia
disputa bimilenaria sobre la propagación instantánea o no. Británica dedica a la ley de Snell.
Aunque con algunas reticencias, Kepler comprende rápidamente el . L a primera parte de la historia de la refracción termina, pues, en este
interés del anteojo de Galileo. A partir de 1611 escribe un tratado sobre comienzo del siglo XVII. Como ya hemos visto, casi todos los problemas
las lentes la Dióptrica, donde se expone por primera vez el principio del de óptica elemental e instrumental cuya principal explicación se encuen-
telescopio. Es una obra clara y simple que se beneficia de la difícil tra en la refracción han encontrado ya una respuesta. Y curiosamente, es
gestación de los Paralipomena y donde se explotan las consecuencias de en el mismo momento en que el «instrumento» refracción pierde su
la óptica geométrica y los principios de reflexión y refracción desarrolla- utilidad, cuando aparece la formulación de la ley, que ya no cambiará:
dos siete años antes. Aunque no consigue establecer todavía la ley de la
refracción, describe en cambio perfectamente el funcionamiento de todos
los aparatos ópticos. L a relación entre los senos es constante para cualquier ángulo i.
Llegados a este punto, podríamos preguntarnos, con un poco de sen i
impertinencia, sobre la utilidad de una ley de la refracción, cuando todos
Puesto que, gracias al empleo de tablas de una enorme precisión las
los misterios que se supone que la misma desvela, unos lustros más
tarde, en los escritos de Descartes estarán ya resueltos. Podríamos consecuencias de esta ley se conocían ya antes incluso de la enunciación
también extender esta impertinencia a la «revolución» que representará de la misma, la cuestión principal que se plantea es el estudio de sus
el desmoronamiento de las viejas concepciones de la óptica. ¿Es obra de razones. E l giro radical que se produce en este primer tercio de siglo
Galileo empujando a los «dirigentes» a echar un vistazo al anteojo? ¿Es modifica el panorama: ya no se trata de saber lo que produce la
la victoria del «genio barroco» de Kepler que, removiendo todas las refracción, sino qué la produce. E n consecuencia, reaparecen en el
teorías anteriores, pudo proponer un nuevo paradigma? ¿O fue un Deila escenario los problemas de la naturaleza dé la luz. En este cambio de
Porta, divulgador de éxito, quien permitió la maduración de las nuevas perspectiva, la ley de Snell, que será el resultado de la evolución de la
ideas? A menos que no hubiera en realidad ruptura de ningún tipo — óptica, se convierte —según la exposición de Descartes— en la piedra
llámese ideológica, epistemológica o sociológica. angular de una óptica desprovista de génesis, en contacto directo con la
E n su Historia de la luz, Ronchi escribe que poco menos de un siglo naturaleza por el solo intermedio dé la razón.
antes de la aparición de la Dióptrica de Kepler, en. 1532, en. un monaste- Si la barbarie se caracteriza por un rechazo sistemático de la historia,
rio perdido de Apulia, Francisco Maurolico —un abad de Mesina— no hay que tener miedo de afirmar que la aparición, hace trescientos
terminaba una pequeña obra de óptica que no sería publicada hasta cincuenta años del Discours de la méthode suivi de ses trois essais, la
1611. ¿No resulta extraño encontrar, con ochenta años de adelanto, la dioptrique, les metéores, et la géométrie, (Discurso del método acompaña-
exposición de muchos de los descubrimientos de Kepler, así como una do de tres ensayos, la dióptrica, los meteoros y la geometría), es el acto
concepción de la luz y un estilo de demostración bastante cercanos? bárbaro —pero no por ello menos necesario— que instituye el raciona-
N o se pretende poner en cuestión la honestidad de Kepler, que cita lismo científico. Se niega toda utilidad al trabajo de los predecesores.
con profusión a sus predecesores, atribuyéndoles, incluso, en ocasiones Podemos leer, por ejemplo, en la sexta parte del Discurso: «Y no me
méritos que no siempre les corresponden. Además, la obra de Maurolico vanaglorio tampoco de ser el inventor de ninguna (opinión), sino más
no se había publicado y según Ronchi, que le consagra numerosas bien afirmo que jamás las he aceptado, ni porque otros las hubieran
páginas, sólo algunos dignatarios de la iglesia habrían tenido acceso a dicho, ni porque sean nuevas, sino porque la razón me ha persuadido de
ella. Ante la imposibilidad de un conocimiento directo sólo queda la ellas.» (Rene Descartes, Discurso del método, Ed. Revista.de Occidente,
hipótesis de una filiación común. 1974, trad. Rissieri Frondizzi, p. 135.) ¡Gloria a la razón pura, a Descar-
Recordemos que en pleno siglo XIV la óptica del Medio Oriente, tes le basta con razonar un poco! Así, dos mil años de trabajos y de
cuyos centros urbanos sufrieron la misma suerte que todos los de la descubrimientos desaparecen para ser reescritos según el nuevo orden.
época, estaba aún muy activa. U n solo hecho relaciona al abad del sur Algunas líneas más adelante: «Y si escribo en francés, que es la
de Italia con el astrónomo alemán: a fines del siglo XV el padre del lengua de mi país, y no en latín, que es la de mis preceptores, se debe a
LA REFRACCION Y E L «OLVIDO» CARTESIANO 304 LA REFRACCION Y EL «OLVIDO» CARTESIANO
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padre Maurolico, poco conocido en el mundo de los sabios, y citado


Desearles, en su Discurso Octavo sobre los meteoros, segundo ensayo del Discurso únicamente con intenciones críticas.
del método, se atribuye «conocimientos que aquellos cuyos escritos poseemos no Es pues imposible considerar el Discurso de otro modo que como un
alcanzaron jamás». Esta actitud del filósofo, que consiste en ocultar los descubrimien-
tos que le preceden, se manifiesta a lo largo de toda su obra.
manifiesto cuyo lema sería: «¡Hagamos tabla rasa del pasado!» (El lector
La ilustración de la derecha es reveladora de su manera de pensar. La escena en volverá a encontrar esta estratagema en otros «genios fundadores»,
cuestión es totalmente irreal: Lavoisier, por ejemplo. Hemos intentado demostrarlo: en tanto que
En primer lugar, los dos arcos, primario y secundario, vistos por un mismo hecha por hombres, en contextos particulares y en función de filiaciones
observador, no pueden ser producidos, en ningún caso, por la misma gota de agua.
más o menos bien conocidas, no hay revolución en la historia de la
Por otra parte, y ello es lo más importante, es totalmente imposible ver al sesgo el
arco observado por otra persona. L a pretensión de objetividad de esta imagen me óptica. L o que aparece con Descartes no es una revolución científica,
parece representativa del método cartesiano, que nos invita a ponernos en el lugar del sino más bien una revolución en el mundo de la exposición de resulta-
sujeto que observa para persuadirnos de la razón de sus opiniones: «Porque yo no dos. Todos los descubrimientos anteriores están presentes, pero sus
defiendo como nuevas las opiniones que me son propias, pues si se consideran
autores desaparecen. En este nuevo género, la historia se disuelve y
atentamente las razones en que se fundan se las hallará tan sencillas y conformes al
sentido común que parecerán menos extraordinarias.» (op. cit. p. 135). la naturaleza se convierte en la única referencia, la experiencia se
subordina a la razón y la erudición al buen sentido. L a lengua de la
burguesía se impone a la de los clérigos y profesores de la Sorbona,
unlversalizando el juicio científico: que la naturaleza pueda descri-
que espero que los que se sirven únicamente de su pura razón natural birse según las reglas de la razón es un misterio que hay que aceptar.
juzgarán mejor de mis opiniones que los que sólo creen en los libros El. nuevo filósofo oculta la historia de todos aquellos que han hecho
antiguos.» (idem op. cit., p. 136). Que nadie se llame a engaño. Descartes posible el trabajo de la razón y yacen en los fundamentos de la nueva
es todo salvo un ignorante, conoce perfectamente a Kepler, Witelo y ciencia. Se invierten, a un mismo tiempo, los principios epistemo-
Alhacam, así como las teorías de De Dominicis sobre el arco iris que lógicos, la alianza social y el sentido de interpretación de los hechos. L a
recoge Teodorico de Friburgo; además, en todas las escuelas de la época naturaleza, el sentido común y la intuición van a determinar una
se estudian obras como la de Froidmont sobre los meteoros... Y sin definición de la luz: todos los fenómenos serán interpretados, deductiva-
embargo, jamás, en el Discurso ni en los Ensayos se mencionan los mente, en virtud de la ley de la refracción, derivada de está definición.
nombres de esos sabios ni los de ningún otro, a pesar de que sus Hacia la misma época, la universidad peripatética termina de disolverse
descubrimientos recorren toda la obra. L a estrategia de Descartes es participando en una intensa caza de brujas. Nunca las hogueras han
clara: no quiere reconocer ninguna deuda, sólo honrará con una men- sido tan numerosas, los jóvenes científicos se forman con los jesuítas y,
ción particular a «un tal Jacques Metius que no estudió jamás» y al en torno al padre Martin Mersenne (1588-1648) se instituye una de las
primeras redes de comunicación científica en Europa.
Se produce una transformación radical de la práctica científica.
Responsabilidad, sin duda, de las nuevas instituciones, que aportan
dinero, seguridad e información, pero también del discurso cartesiano.
Al desligar los resultados de su génesis, Descartes inventa un nuevo tipo
de sabio que, siendo ignorante de la historia de las ciencias, puede
practicarla como un juego lógico cuyas piezas son productos de la
naturaleza, cuya armonía dispone únicamente la razón. Este hombre
nuevo, a menudo más ignorante y arrogante que sabio, esclavo de su
práctica hasta el punto de que llevará su nombre, es el científico.
A l final del Discurso encontramos las «tablas de la ley» de esta nueva
práctica: Téngase la paciencia de leer la totalidad con atención y espero
que se quedará con ello satisfecho: pues me parece que las razones se
entrelazan en una sucesión tal que, así como las últimas son demostra-
das por las primeras, que son sus causas, éstas lo son recíprocamente
por aquéllas, que son sus efectos. Y no hay que imaginar que por ello
cometo la falta que los lógicos llaman círculo vicioso, porque al mostrar
la experiencia que la mayor parte de estos efectos son muy ciertos, las
causas de que los deduzco sirven más para explicarlos que para probar-
los, y en cambio, dichas causas quedan probadas por tales efectos» (op.
cit., p. 135). He aquí, expuesto con toda claridad, el antepasado de la
cadena —hipótesis, principios lógicos, resultados, controles experimenta-
les y validación de la hipótesis— a la que hoy en día se pretende reducir
todo conocimiento científico. Sin ninguna alusión a aquellos que le han
precedido en el camino de este método, Descartes traza ex nihilo el
círculo mágico de la ciencia, de donde quedan definitivamente excluidos
El arco iris de Descartes. la historia y el mundo.
LA REFRACCION Y E L «OLVIDO» CARTESIANO 306 LA REFRACCION Y E L «OLVIDO» CARTESIANO
307

Repitámoslo, a riesgo de cansar, el gran genio de Descartes es su los colores, la luz que era una pelota muy pequeña, se convierte en
ausencia total de escrúpulos frente a las teorías anteriores. E l «nuevo virtud de las «necesidades de la causa» en un montón de esférulas que
filósofo» plagia, remienda, amaña, invierte y pervierte fragmentos, ruedan las unas sobre las otras.
retazos de ideas, para construir su argumentación; suprime lo que le Cuando se trata de explicar la ley de la refracción, se recurre al
molesta, engorda el sentido de las palabras, las estira o encoge a su modelo mecánico. Debemos seguir la demostración detenidamente para
conveniencia, despacha en tres líneas tres siglos de trabajo o se entretie- persuadirnos de la «omnipotencia» y «ahistoricidad» de la razón. En el
ne en una fruslería durante tres páginas. Su Dióptrica es un buen curso dé la refracción la luz, que no se mueve, se comporta como una
ejemplo de ello. L o que en este ensayo, anexo del Discurso, ha sido más pelota lanzada hacia el agua a enorme velocidad por un jugador de
criticado, tanto por los historiadores de la ciencia como por los mismos frontón. Una bola «en cuyo recorrido no influyen ni su pesadez o
cartesianos, es su exposición inaugural sobre la naturaleza de la luz. Se ligereza, ni su grosor, ni su forma, ni ninguna otra causa ajena».
trata también de la única aportación del filósofo que pueda parecer A partir de ahí, explica la refracción suponiendo que la tendencia a
original. Presenta sucesivamente tres concepciones sobre la luz, descrita moverse de la luz es menos contrariada en el agua que en el aire: «Lo
a un mismo tiempo, como un bastón, un fluido muy sutil y una serie de que de todas formas dejareis de encontrar extraño si recordáis la
esferas diminutas en constante movimiento. Todas estas imágenes, que naturaleza que he atribuido a la luz [...] un movimiento o una acción
sería impropio juzgar contradictorias, puesto que la coherencia global recibida en una materia muy sutil [...] y si consideráis que, de la misma
no parece ser una preocupación mayor en el filósofo de la razón, forma que una pelota, ésta pierde su agitación en mayor medida al
servirán, en múltiples ocasiones, para resolver diversos problemas. encontrarse, con un cuerpo blando (el aire) que con un cuerpo duro (el
¿El de la sensación? Nada es más simple: «sin duda os ha ocurrido a agua).» Como consecuencia de ello, los sucesores de Descartes dirán que
veces caminando de noche sin una lámpara por lugares un poco difíciles, la velocidad de la luz es mayor en el agua que en el aire, afirmación que
que os fuera necesaria la ayuda de un bastón para guiaros» [...] ¡Mara- no tiene sentido realmente según la ortodoxia cartesiana, para la cual, la
villosa explicación en virtud de la cual la noche más negra se abre paso luz no tendría sino una inclinación a moverse.
sobre la luz! E l quid de los pitagóricos no se encuentra, por otra parte,
muy distante. Pero el aire que separa al ojo del objeto está muy lejos de
tener la consistencia de la madera. Esquema de la demostración de Descartes
¿Qué ocurre entonces con la substancia del «espacio intermedio»?:
«Véase una cuba en tiempo de vendimia, toda llena de uvas medio E l círculo que aparece a lo largo de toda la explicación, que aquí reducimos al
mínimo, permite razonar, al igualar la longitud de los recorridos en los dos medios, de
aplastadas [...] Pensad que no existiendo el vacío en la naturaleza [...] es
modo que la variable constitutiva del fenómeno sea la velocidad (o tendencia al
necesario que los poros estén llenos de alguna materia muy sutil y fluida movimiento).
[...]. Comparados con el vino de esta cuba [...] debéis juzgar que los Una pelota parte de A, en el aire, a una velocidad que aumenta un tercio cuando
rayos de esta luz no son otra cosa que las líneas que esta acción tiende a penetra en el agua. L a componente horizontal permanece invariable. Como las
seguir.» He aquí, en forma de metáfora, ¡vino que sacude los espíritus!, distancias AB y BI son inversamente proporcionales a las velocidades (esta es la
utilidad del círculo) los tiempos empleados en recorrer AB y BI son inversamente
la teoría del medio transparente de Aristóteles. Descartes no la mencio- proporcionales a las velocidades, es decir, que GI será un tercio más pequeño que A H
na para nada, y pasa a otro nivel, porque —no lo olvidemos— todo y, por lo tanto, la relación C B / B E será constante cualquiera que sea el punto A (si el
rayo tiende siempre a estrellarse sobre un obstáculo, a quebrarse en un círculo es de radio 1, C B y B E son los senos de los ángulos / y r).
campo de gravitación, como sugiere Descartes.
Esta es la razón de que «cuando encuentran algún cuerpo estén
sujetos a que éste los desvíe o amortigüe, de la misma manera que Teniendo en cuenta la influencia de Descartes en la evolución de las
ocurre con el movimiento de una pelota». Se trata de la concepción de ciencias, y dado que, en última instancia, la ley de la refracción es
Alhacam en virtud de la cual, la luz, convertida en una pequeña pelota probablemente el único resultado científico que pueda reconocérsele, nos
obedecerá a las leyes del movimiento en las que trabaja todo el siglo interesa saber hasta qué punto su aportación puede considerarse real-
X V I I . Curiosamente controlada por los esquemas del bastón y del mente original. ¿Nos encontramos ante una verdadera demostración o
espíritu de vino, la pelota no se moverá en acto, sino que tendrá ante el producto de una manipulación tendente a disimular el plagio de
simplemente inclinación a hacerlo. ¡Sorprendente paradoja ver a las las conclusiones de Snell, como supone Huygens? En este punto debe-
leyes del movimiento explicar los efectos de una luz inmóvil! mos citar en toda su integridad el corazón mismo del razonamiento.
¿Debemos todavía sorprendernos? ¿No es el mismo que pretendía no «Por último, en tanto que la acción de la luz obedece a las mismas
deber nada al pasado quien acaba de plagiar tres veces la tradición? ¿No leyes que el movimiento de esta pelota, hay que decir que cuando sus
es el mismo que pretendía fundar todo sobre la razón quien propone rayos pasan oblicuamente de un cuerpo trasparente a otro que los recibe
una luz a la vez sólida como un bastón, líquida como el vino, y con mayor o menor facilidad que el primero, tendrán siempre una
discontinua como esferas inmóviles y sin embargo móviles? En último menor inclinación en aquella parte de la superficie donde se encuentra el
término importa poco que las hipótesis sobre la naturaleza de la luz cuerpo que los recibe con mayor facilidad, que en aquella parte donde se
parezcan contradictorias, ahí, al menos, Descartes actúa como precur- encuentra el otro; y en la misma proporción que aquel que los recibe
sor, pues la física más moderna nos enseña a no sorprendernos de las con mayor facilidad lo hace el otro. Solamente hay que prestar atención
pretendidas contradicciones de las apariencias. L o esencial es tener la al hecho de que esta inclinación debe medirse por la cantidad de las
suficiente cantidad de modelos para deducir de algunos de ellos los líneas rectas como C B o A H y E B o I G [...]. Pues la razón, o propor-
efectos que la experiencia podrá verificar. Cuando se trata de explicar ción, que existe entre las líneas A H e I G o, similares, permanece igual en
todas las refracciones causadas por los mismos cuerpos.»
LA REFRACCION Y E L «OLVIDO» CARTESIANO 309 LA REFRACCION Y E L «OLVIDO» CARTESIANO
308

Que cada uno juzgue si se puede llamar a esto una demostración tres naturalezas completamente contradictorias: sólido y etéreo, conti-
fundada «únicamente en la razón», o si Descartes, cierto día, al ojear las nuo y discontinuo, móvil e inmóvil. Pero ¿hemos mirado bien? ¿No será
notas de Snell en el curso de un viaje a Holanda, no habrá establecido la posible salvar el conjunto considerando que las tres constituyen una
proporción como una finalidad a conseguir por todos los medios: escala progresiva de sutilidad? Y, por último, considerándolas de esta
sofismas, metáforas o contradicciones empleados con el único fin de forma, ¿no supondría ello una evolución en la historia de la luz?
disimular la tautologia: «la ley de la refracción se demuestra por el Al leer la Dióptricá de Descartes como una metafísica de la luz nos
hecho de que la proporción de A H a I G permanece invariable en todas vemos tentados de realizar algunas identificaciones arriesgadas. En
las refracciones» (lo que no es otra cosa que la ley misma). primer lugar, el bastón, por su rectitud, encaja bien en el conjunto de la
¿Es posible hoy día burlarse abiertamente de esta luz a un tiempo óptica geométrica que ha precedido al siglo XVII; a continuación, el
bastón, vino temprano y esférulas? Si los argumentos físicos de Descar- fluido sutil, se adecúa a las concepciones relacionadas con el éter y las
tes pueden ser juzgados con severidad, ¿no convendría, en cambio, ser ondas, que regirá las explicaciones de los fenómenos en el curso de los
prudente frente al metafísico? Hemos visto en las tres comparaciones dos siglos siguientes; y, por último, los corpúsculos, que se agitan y

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La primavera de Millet. El
arte del pintor engaña aquí
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placer encontramos ¡os arcos
§§»1 primario y secundario, tan en
Isl su lugar, que un cálculo
preciso permitiría situar el
punto exacto donde estaba
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LA REFRACCION Y E L «OLVIDO» CARTESIANO 310 LA REFRACCION Y E L «OLVIDO» CARTESIANO
311

arremolinan, anuncian esos fotones aparecidos a principios del siglo XX Unos veinticinco años después de la aparición del Discurso estalló
y que, asociados a frecuencias, spins y probabilidades, integran hoy el una importante polémica entre los cartesianos (empeñados en defender
conjunto de las explicaciones de los fenómenos relativos a la luz. uno de los más bellos florones de su maestro) y uno de los grandes
Hay que considerar, por otra parte, que si los presupuestos básicos matemáticos del momento, Pierre de Fermat, co-inventor, junto a
de Descartes son de orden metafisico, no tendrán valor a menos que Pascal, del cálculo diferencial, del cálculo de probabilidades, y célebre,
encuentren su sentido profundo en el conjunto de su pensamiento. U n sobre todo, como teórico de los números. Recogiendo el principio que
filósofo de nuestro siglo ha intentado resolver este problema. Se sabe afirma que la luz emplea en desplazarse el menor tiempo, y postulando
que Descartes distingue dos operaciones del pensamiento: la intuición y que su velocidad es mayor en los cuerpos menos densos, el matemá-
la deducción. Partiendo de que intueor, en latín, significa mirar atenta- tico probaba la exactitud de la ley de la refracción. Ello tenía lugar
mente, observar, considerar, Michel Serres recuerda que en la novena de al término de un difícil demostración de geometría cuyos principios
las Regles pour la direction de l'esprit (Reglas para la dirección del procedían de Euclides, pero cuyo espíritu anunciaba ya los cálculos
espíritu, 1628), Descartes simboliza la intuición «que nace exclusiva- de mínima y máxima.
mente de la razón», mediante un bastón de ciego. Además, la intuición Constatando que el resultado «del maestro» se obtenía con ayuda de
no es sólo la base que posibilita el trabajo de la deducción, sino que es hipótesis tan contradictorias, los cartesianos «clamaron contra el mila-
también su resultante. En efecto, para Descartes el ejercicio frecuente de gro de que una misma verdad pudiese hallarse al término de dos ca-
una cadena deductiva, recorrida lo bastante rápido y lo bastante a minos enteramente opuestos» afirmará Fermat en una carta publicada
menudo «desarrollando el espíritu como se desarrolla la vista», transfor- después de su muerte. Pero sobre este asunto habría que escribir otra
ma el movimiento de la razón a lo largo de la cadena en una inteligencia
historia, cuya clave sería no ya la exactitud sino la pertinencia... Vería-
inmediata: la intuición. Ello permite a Michel Serres concluir que, en
mos, entonces, a aquellos que consideren a la luz gobernada por su
ciertas condiciones, el bastón-intuición es una cadena-deducción cuyos
naturaleza supuesta (corpuscular u ondulatoria) frente a aquellos que
eslabones han desaparecido en tanto que unidades independientes.
crean que se rige por un principio de mínimum casi divino (tiempo,
Esta novena regla, escrita diez años antes del Discurso, que unifica resistencia o acción) —sabios como Huygens, Newton o Grimaldi de
deducción e intuición ayuda a comprender cómo las tres naturalezas de una parte, y otros como Fermat, Leibniz y Maupertuis, de la otra—,
la luz, sin duda físicamente contradictorias, son metafisicamente cohe- encontrar, respectivamente, en las causas eficientes o finales, la explica-
rentes en el pensamiento cartesiano. Probablemente gracias al «trabajo» ción del fenómeno. Estas disputas durarán más de un siglo, hasta que
de este pensamiento, pocas personas encuentran hoy en día escandaloso triunfe el modelo ondulatorio propuesto por Huygens... Habrá que
el hecho de que la luz haya podido ser considerada bajo el doble esperar la llegada del siglo xx y la física cuántica para que se disuelva el
aspecto, o, en apariencia contradictorio, de ondas o de'partículas. dilema entre eficiencia y finalidad.

Superados los problemas que planteaba —no su naturaleza pero sí


su medida—, la refracción, que durante siglos ha frenado a la astrono- El modelo ondulatorio de Huygens (1690)
mía, va a convertirse en el fenómeno que gobierne la construcción de
aparatos con una capacidad de observación cada vez más precisa. Desde L a onda plana A D encuentra la superficie de contacto entre los medios 1 y 2. Al
mismo tiempo que las ondas pequeñas D , llegan a D las ondas pequeñas A , se han
el punto de vista de la eficacia, pues, no es casual que el «Essai de 2

propagado con un radio R, el frente de la onda plana A D es tangante a las ondas


dioptique» («Ensayo de dióptica») del Discurso del método finalice con el pequeñas, y por tanto A , A es perpendicular a A D ; señalamos que:
2 2 2
2 2

estudio de «las figuras que deben tener los cuerpos transparentes para — el tiempo del recorrido D , D es igual al de A , A , de donde D D /v
2 2 = A, í 2 i

desviar los rayos por refracción de todas las maneras que sirven a la A / u , siendo v¡ y v , respectivamente, las velocidades de propogación de la onda de
2 2 2

vista» (Discurso 8), «La descripción de los anteojos» (Discurso 9), y los medios 1 y 2; (n)
— los ángulos A , D A , y D , A , D son, respectivamente, iguales a r e / .
«Sobre la forma de tallar los vidrios» (Discurso 10). 2

" D|E>
2

2 A,A 2

Inaugurando una dialéctica que se desarrollará entre la comprensión de donde sen i = — y sen r = -
RD, RD 2

de los fenómenos, el perfeccionamiento de los principios físicos y de los


instrumentos, la ley de la refracción, los anteojos, microscopios y A,A 2

de donde
telescopios van a hacer aparecer fenómenos nuevos como la coloración D,D 2

de las láminas delgadas, las franjas de Grimaldi, los anillos de Newton, medio i
los cristales birefringentes... y conceptos nuevos como la difracción, la La relación entre los senos es, por tanto, igual a la relación entre las velocidades.
El experimento, realizado en 1849 por Jean Foucault, e Híppolyte Fizeau mostrará
doble refracción, las interferencias, la polarización, etc.
que la velocidad de la luz es proporcional al índice de refracción del medio, como
Por otra parte, independientemente de sus logros técnicos, la ley no sugiere el modelo de Huygens, poniendo punto final a la problemática inaugurada
ha revelado nada sobre las «razones» del fenómeno. A pesar de los casi un milenio antes por el gran sabio árabe Alhacam.
reproches que se le pueden hacer a Descartes, hay que decir que Este modelo ondulatorio sirve también para explicar otros fenómenos como las
refracciones de las olas próximas a la orilla, o la de las ondas sonoras cuando varían
tratando de justificar «racionalmente» la refracción quiso comprender su las temperaturas de las capas de aire cercanas.
porqué. E l hecho de que fracasara no és, probablemente, lo más impor- (n)
tante, pues en su tentativa definió el campo de reflexión sobre el que
trabajarían sus sucesores, partidarios o enemigos. Porque debemos
reconocer que las explicaciones de Descartes no satisfarán ni siquiera a
aquellos que, como Maupertuis, se apoyen en sus hipótesis.
El oficio de los números en los siglos xvn y xix
CATHERINE GOLDSTEIN

Ciertos dominios matemáticos, en particular la teoría de los números,


parecen no ser otra cosa que juegos gratuitos.
Aquí se verá, tanto en los cambios internos de la disciplina,
como en su integración económica y social,
lo que indica y acompaña la transformación de los aficionados en profesionales.

n la primera mitad del siglo xvn, un consejero del parlamento de


Qjt J^O It'tiy ¿i\/<z.
XAMtKf C^^P^Jtl^UA
Cíusl tvuy /o£U\fa^'(ri«s-—
y ^ / L t g 'ULITIS -&+vuíes?uZ ¿Ly
E Toulouse, amante de la poesía latina e italiana, anota en el margen
de una traducción latina de un tratado de matemáticas griego que
no es posible «dividir un cubo en otros dos cubos, un bicuadrado en dos
bicuadrados, o, en general, una potencia cualquiera superior al cuadrado
en dos potencias del mismo grado» y que ha descubierto «una prueba
verdaderamente maravillosa que el margen es demasiado exiguo para
contener». En 1850, un profesor de matemáticas de la universidad de
Breslau publica en el volumen X L del Journal fur die Reine und Ange-
wandte Mathematik una demostración general de que «la ecuación
x" + y" = z" no es resoluble en números enteros» para exponentes n
sometidos a ciertas hipótesis técnicas; esos trabajos le valdrán a su autor
el ser propuesto para una medalla de oro en la Academia de Ciencias
francesa.
Aficionado o profesional, hombre que juega o que trabaja, no
siempre es fácil etiquetar con precisión a los que se ocupan de ciencias
—incluso al margen del caso seductor, pero mítico, del desconocido,
completamente aislado e inculto, que hace, fuera de los caminos oficia-
les, el descubrimiento del siglo. Han podido ser calificados como «aficio-
nados», según la época y el estado de su disciplina, tipos totalmente
diferentes: lectores ocasionales de revistas de divulgación científica o de
colecciones de juegos, consumidores ilustrados y (o) apasionados de
ciencia hecha por otros; astrónomos del sábado noche y botánicos
domingueros, que exploran el cielo o el sotobosque a la búsqueda de
observaciones o especies nuevas, recolectores de datos para trabajos más
oficiales; investigadores a tiempo completo gracias a recursos personales
que les permiten dedicarse a ello por propia voluntad, pero con igual
interés, formación, publicaciones, trabajo cotidiano, y juzgado según los
mismos criterios, que los científicos pagados por las universidades... Las
relaciones entre estos «aficionados» y los «profesionales» más cercanos
varían sin embargo desde la pura y simple absorción de una categoría
por otra, hasta una relación de ayuda mutua jerarquizada, o incluso Los matemáticos
hasta una total indiferencia recíproca... profesionales a la búsqueda
de su pasado: este autógrafo
E l ejemplo doble que abre este capítulo representa un tipo particular de Fierre de Fermat fue
de interacción en la que las cuestiones planteadas por los aficionados publicado, en el Diario de las
Matemáticas de Crelle, con
proporcionan, unos siglos después, la materia prima para el trabajo pro- la esperanza de encontrar de
fesional. Pero ¿cómo caracterizar y distinguir esas dos etapas? L a esta forma algunos de sus
elección de las matemáticas, y, más en particular, la teoría de los núme- manuscritos perdidos.

313
EL OFICIO D E LOS NUMEROS EN LOS SIGLOS XVII Y XIX
EL OFICIO DE LOS NUMEROS E N LOS SIGLOS XVII Y XIX 314 315

ros, como terreno de estudio es, a este respecto, tanto más interesante
cuanto que es un caso extremo: entre las ciencias, las matemáticas, y,
dentro de ellas, ese dominio particular, tiene, con razón o sin ella, una
reputación de inmutable y espléndido aislamiento, propicio para des-
animar las explicaciones demasiado apresuradas sobre su desarrollo
profesional; en efecti, ¿para qué puede servir la prueba de que un cubo
no es la suma de dos cubos?
A priori, sirve para tan poco que uno está tentado de olvidarla para
limitarse a contar una historia de hombres, instituciones, dinero. L a
pertinencia de la nota marginal o del teorema de matemáticas puras se
reservaría entonces a otro tipo de historia, en la que sólo se trataría de
teoremas y en la que no serían pertinentes, por el contrario, ni el lugar
que les dio cobijo, ni los hombres que los produjeron: en esa historia, el
margen sólo sería famoso por las nostalgias que engendraría («¡ojalá
hubiera sido más grande y figurara en él la prueba!»), la revista sería
sólo una ocasión para narrar anécdotas divertidas sobre su fundador.
Pero estas dos historias posibles, que serían, la una para la otra, su
«pequeña historia», su reducto de detalles pintorescos, su vertiente
soleada, son, de hecho, una única historia: existen lazos, y son discerni-
bles, entre una disciplina, las formas sociales que la moldean, los
problemas que inspira, las fuentes de las que se nutre, los modos de
expresión, de comunicación, de protección que adopta.
Más allá de lo idiosincrático, hay que tomar, por tanto, para distin-
guirlos mejor, al Homo ludens y al Homo faber tanto en su tiempo como
en sus matemáticas. Pierre de Fermat, consejero
en el parlamento de Tolosa,
miembro de la Comisión del
edicto de Castres, escritor,
El Homo ludens ¿Qué pasa, pues, con esa nota manuscrita garabateada al margen de reza una noticia necrológica,
un tratado? Más que las respuestas por fuerza incompletas que da,, «para satisfacer la curiosidad
de mis amigos».
retendremos las cuestiones que suscita: ¿quién escribe o habla de núme-
(Pintura atribuida a A.
ros en el siglo XVII? ¿De qué fuentes bebe? ¿De qué manera y en qué Durand, siglo xvn.)
marco se expresa? ¿Cómo y en qué medida, finalmente, las matemáticas
implicadas reflejan o producen respuestas particulares? Las formas de la actividad matemática, paralelamente, no están
unificadas en el siglo xvn; por otra parte, su especificidad se expresa
quizá mejor precisamente en esa multiplicidad, incluso en sus contra-
Hombres y matemáticas dicciones. Acabmos de encontrar una manifestación importante de
ello: la traducción de las obras de la Antigüedad. Prosiguiendo el
U n consejero del parlamento de Toulouse, Pierre de Fermat, anota
un ejemplar, traducido en latín y abundantemente comentado por
Claude Gaspard Bachet de Mézíriac, de la Aritmética de Diofanto... Algunos nombres esenciales para nuestro propósito
Se conoce a Fermat actualmente como matemático, tan inventor de
Diofanto (s. iv d. de G ) , Alejandria Huygens, Christiaan (1629-1695), Paris, Holanda
la geometría analítica como Descartes; pero también era miembro de la Leibniz, Gottfried Wilhelm (1646-1716), Hannöver
Ramus, Pierre L a Ramée, llamado (1515-1572), Paris
Comisión del edicto de Castres y del consejo general de Beaumont. E l La familia Bernoulli, Bale
Bombelli, RafTaele (1522-1572), Italia
noble Bachet de Méziriac, nieto de un consejero de Enrique II, debe a su Dee, John (1527-1607), Inglaterra Goldbach, Christian (1690-1746), San Petersburgo
talento de mitólogo un puesto en la Academia francesa, poco después de Xylander, Wilhem Holzmann, llamado (1532-1576), Euler, Leonhard (1707-1783), Berlin, San Petersburgo
Lagrange, Louis de (1736-1813), Turin, Berlin, Paris
su creación por Richelieu en 1635. E n los siglos xvi y xvn, hay que Heidelberg
Legendre, Adrien-Marie (1752-1833), Paris
buscar a los autores o informadores de las investigaciones sobre los Viète, François (1540-1603), Burdeos
Bachet de Méziriac, Claude-Gaspard (1581-1638), Lyon, Gauss, Karl Friedrich (1779-1855), Göttingen
números entre los diplomáticos, como Kenelm Digby; los consejeros en Mersenne, Marin de (1588-1648), Paris Humboldt, Alexander von (1769-1859), Prusia
los parlamentos, como Pierre de Carcavi o Francois Viéte, o en la Casa Descartes, René (1596-1650), Paris, Holanda Crelle, August Leopold (1780-1855), Prusia
de la Moneda, como Bernard Frénicle de Bessy; los ingenieros al Carcavi, Pierre de (1600-1684), Toulouse, Paris Jacobi, Carl (1804-1851), Berlin, Königsberg
Fermat, Pierre de (1601-1665), Toulouse Dirichlet, Gustav (1805-1859), Berlin, Göttingen
servicio del rey o de un príncipe, como Rafaelle Bombelli o Philippe de Kummer, Ernst Eduard (1810-1893), Breslau, Berlin
Roberval, Gilles Personne de (1602-1675), Paris
Girard; los tutores o secretarios de nobles, como Jean Beaugrand o Billy, Jacques de (1602-1679), Champagne Borchardt, Carl Wilhelm (1817-1880), Berlin
Simón Stevin; incluso los soldados, como Rene Descartes, y los religio- Frénicle de Bessy, Bernard (1605-1675), Paris Eisenstein, Ferdinand Gotthold Max (1823-1852), Hei
sos, como Antoine de Lalouvére, Marín de Mersenne o Jacques de Billy. Wallis, John (1616-1703), Oxford delberg
Pascal, Biaise (1623-1662), Paris Kronecker, Leopold (1823-1891), Berlin
Lo irregular de sus trabajos en matemáticas da testimonio a veces de los
imperativos de su vida social y de los acontecimientos políticos.
EL OFICIO D E LOS NUMEROS E N LOS SIGLOS XVII Y XIX 316 317 EL OFICIO D E LOS NUMEROS E N LOS SIGLOS XVII Y XIX

trabajo iniciado en el mundo mediterráneo, los eruditos descifran, haga que un amigo la vigile) para obtener un resultado conveniente, y
traducen en latín, incluso restauran a partir de indicaciones frag- esto a su propio cargo; las obras de Viéte no se editarán hasta mucho
mentarias y confusas, contenidas en compilaciones tardías, las obras después de su muerte, y las notas marginales de Fermat nos han llegado
de los principales matemáticos griegos: Euclides, Apolonio, Arquímedes, gracias a su hijo Samuel, que reeditó en 1670 la Aritmética, con los
Diofanto... Por supuesto que se trata de volverse a apropiar de la famosos comentarios marginales anexos. A la vista de estas dificultades,
herencia antigua, de asimilarla y de comprenderla, pero también, cada sólo se publican generalmente tratados completos o, por supuesto,
vez más, de criticarla y de escribirla de nuevo al gusto de los tiempos. comentarios a una traducción... Por otra parte, es corriente resaltar en
Esta fuente prestigiosa de problemas no es la única: los ingenieros, los las cartas las condiciones precarias de la transmisión de la información,
artilleros, los especialistas en navegación y de las fortificaciones utilizan como en ésta de Fermat a Mersenne: «Sería muy dichoso, le escribe, si
resultados matemáticos y, a veces, los desarrollan. Aún otra corriente se supiera por su intermedio los Tratados o Libros nuevos de Matemáticas
inscribe en la tradición «cosista» (de cosa, la cosa, la incógnita), que que han aparecido desde hace cinco o seis años. [...] Y os diré, sin
ahora llamaríamos «algebraica», heredada de los árabes e implantada embargo, que he restablecido completamente el Tratado de Apolonio:
con fuerza, en primer lugar, en Alemania e Italia; los cosistas, que dan De locis plañís. Hace seis años que di al Sr. Prades, a quien quizá usted
también consejos a la comunidad mercantil, privilegian los métodos conozca, la única copia que tenía, escrita por mi mano.»
eficaces presentados en forma de problemas concretos, que se consideran
Pero también podemos detectar en ella la importancia de las relacio-
ejemplares. Otra forma de pasión por los números completamente
nes personales, tanto directas como epistolares. L a ausencia de una
distinta se expresa en las recopilaciones esotéricas: se busca en sus
tradición unificada de las matemáticas y, en particular, de las investiga-
propiedades ocultas los secretos mágicos del mundo... Con los comenta-
ciones sobre los números, ya indicaba que el lugar en que instruirse,
rios eruditos y los manuales de todo tipo, coexisten también colecciones
reflexionar, informarse, es esencialmente un lugar privado: si bien los
de pasatiempos, que rebosan de adivinanzas numéricas disimuladas bajo
colegios jesuítas, como el de L a Flèche, del que Descartes fue alumno,
disfraces variados, según las modas y los públicos. En el prefacio de su
dan importancia a las matemáticas, las universidades francesas permane-
Récréation mathématique, composée de plusieurs problèmes plaisants et
cieron durante mucho tiempo al margen de las nuevas corrientes. Así
facétieux, en faict d'Arithmeticque, Géométrie, Mechanicque, Opticque et
que uno sólo puede estar informado de los problemas, e, incluso, de los
autres parties de ces belles sciences, el jesuíta Lerrechon afirma que «la
libros recientes por contactos personales. Fermat conoció los trabajos de
nobleza no estudia Matemáticas para aumentar su bolsa o por la
Viéte, por ejemplo, probablemente por alumnos de éste, y pudo entrar
ganancia que espera de ello, sino para contentar su espíritu, emplear el
en contacto con Mersenne, gracias a su antiguo colega del parlamento
tiempo honestamente y tener con qué entretener a una compañía con
de Toulouse, Carcavi. Conocer a Mersenne no tenía precio, ya que éste
discursos decorosos y sin embargo recreativos». Las Femmes savantes
se carteaba sobre todo tipo de asuntos filosóficos y científicos con
están bien cerca-
personas repartidas por toda Europa, e incluso en Turquía. También
Placer del cálculo astuto y rápido, sutil desciframiento de manuscri-
reunía, en su convento de los Mínimos, en la plaza de los Vosgos, a una
tos antiguos, divertimento o atracción de los misterios herméticos, esta
compañía prestigiosa, que incluía a Gilles Personne de Roberval, Pascal,
mezcla apenas nos extrañaría si no fuera porque, a menudo, se presenta
Hobbes, Descartes y Gassendi. Tales academias florecieron en Europa
en una misma biblioteca, incluso en una única cabeza: John Dee, ducho
en esta época: inspiradas por sus homologas italianas, nacidas a partir
en alquimia y numerología, era también consejero para los viajes de
del siglo xvi por iniciativa privada, en el surco abierto por la renovación
exploración y para la navegación; Bachet de Méziriac no se contenta
platónica, dirigidas entonces contra el Aristóteles de la Iglesia y de la
con traducir como sabio a Diofanto: sus Problèmes plaisants et delecta-
Universidad, estas sociedades cultivadas se especializaron poco a poco,
bles qui se font par les nombres, mina de juegos de sociedad y de enigmas
algunas en poesía, otras en arte, otras más en la exploración de los
numéricos, publicado en 1612, se reeditará hasta 1959.
fenómenos naturales. Según la personalidad del anfitrión, las reuniones
Venidos de horizontes intelectuales y sociales tan diferentes, atraídos podían estar acompañadas de comidas y conciertos, de disecciones u
por ocupaciones tan opuestas, ¿consiguen estos hombres comprenderse, observaciones astronómicas. E n Francia, las más célebres y más produc-
sin embargo? ¿Lo intentan, siquiera? tivas por los intercambios que anudaron fueron, sin duda, las que se
mantuvieron en torno a Nicolas Peiresc, los hermanos Dupuy, Mersen-
ne y, posteriormente, Pierre Rémond de Montmor.
Márgenes y redes Estas vastas redes de correspondencia y los nudos de transmisión
que son las sesiones de las academias tejen, a través del país y mucho
Ya tenemos dos indicaciones sobre los intercambios matemáticos, más allá, la comunicación matemática: las cartas se copian de nuevo
contradictorios a primera vista: «El margen es demasiado exiguo para cuidadosamente, se vuelven a expedir a otra parte, a veces con gran
contener (la demostración)», escribe Fermat. Más que buscar qué prueba esfuerzo; Digby, encargado por Frénicle de enviar un escrito a Fermat,
fue amortajada así, al historiador le gustaría comprender si lo fue añade: «He hecho que lo copie mi secretario, porque no lo hubierais
realmente y por qué: ¿qué soledad total, más aún, qué ardiente solipsis- podido leer: (Frénicle) normalmente escribe en trozos de papel y tan
mo autorizó a un matemático a no escribir en ningún sitio una «demos- deprisa que el único que puede leer su escritura es él mismo.» Si es
tración tan maravillosa»? L a segunda pista, por el contrario, es la necesario, los interlocutores publicarán versiones retocadas (a su gusto)
evidencia de ese ejemplar de Diofanto, aparecido en 1621, entre las de las cartas recibidas, versiones que, a veces, son el único rastro que
manos de Fermat: al menos se transmitían escritos. Pero ¿cómo? queda de ellas actualmente: así está compuesto el Inventum Novum, los
Las publicaciones en el siglo xvn aún no son fáciles, ni apenas se Nouvelles découvertes en la science de l'analyse recueillies par le révérend
difunden: a menudo es necesario que uno mismo vigile la edición (o père Jacques de Billy prêtre de la société de Jésus dans les diverses lettres
EL OFICIO D E LOS NUMEROS E N LOS SIGLOS XVII Y XIX 318 319 EL OFICIO D E LOS NUMEROS EN LOS SIGLOS XVII Y XIX

qui lui ont été envoyées à différentes époques par Monsieur Pierre de eos particulares, se propone en la Aritmética una solución explícita,
Fermât conseiller au parlement de Toulouse*, obra de título bien explí- acompañada a veces por un procedimiento para obtenerla.
cito, que contiene algunos desarrollos de Fermât de los problemas de Pero hay otros tipos de cuestiones sobre los números que se debaten
Diofanto.
Podemos sentirnos tentados, pues, de hablar de una comunidad en
formación, pero, aunque sea cierto que ése es el sueño de un Mersenne y
de algunos más, la realidad es algo menos idílica, sobre todo por lo que
en el siglo xvn: los lectores de los libros VII, VIII y IX de los Elementos
de Euclides tienen a su disposición la definición de los números pares e
impares, un estudio sobre la divisibilidad y, comprendido en él, un
estudio sobre los números primos, es decir, sin más divisores propios
Ifglp
respecta a las cuestiones numéricas. En 1640, Roberval escribía a Fermât que el 1, como 5 o 7, y los números perfectos, es decir, suma de sus
que, para descubrir más fácilmente los «grandes misterios» de los divisores propios, como 6 = 1 + 2 + 3. Y cada una de las tradiciones
números, «sería preciso estar juntos varios, de acuerdo y sin celos, y matemáticas, cuya coexistencia hemos descrito, aporta consigo su lote
cuyo genio se dedicara naturalmente a esa especulación, lo que es muy de preguntas privilegiadas, que, por otra parte, en ocasiones, bajo
difícil de encontrar». L a forma ordinaria de los intercambios, en efecto, disfraces variados, son comunes: así, Fermat y Frénicle se descubren al
bajo las protestas de amistad y admiración recíprocas, es la del desafío; comienzo de su correspondencia una pasión compartida por los cuadra-
huellas de un combate entre serio y lúdico, en el que se exige pruebas de dos mágicos, esas tablas de números cuya suma de filas y columnas es £/ cuadro mágico. La suma
la destreza del otro, las cartas proponen a menudo problemas cuya un-número fijo; cuadrados mágicos que, por otra parte, también se de las lineas, de las columnas
solución se guardan mucho de desvelar: queda «para los más hábiles» el usaron como talismanes. y de las diagonales vale 34.
resolver las cuestiones propuestas. Uno de los episodios más característi- «Creo que no hay nada más
Los niveles de dificultad de esas múltiples cuestiones nos pare-
cos de este estado de ánimo es el de los «Desafíos a los Matemáticos», hermoso en Aritmética»,
cen actualmente muy diferentes, y no es la menor de nuestras sorpre- escribe Fermat a Mersenne,
lanzados por Fermât en 1657 (con la esperanza, quizá, de encontrar un sas el encontrárnoslas yuxtapuestas sin más. Cualquier clasificación a propósito de este cuadro,
interlocutor competente), y dirigidos, en particular, a los ingleses John se apoya evidentemente en la formulación que se decide utilizar o en las en 1640. (Grabado, detalle
Wallis y William Brouncker y a Frénicle. Después de enunciar los herramientas que se usan para resolver los problemas. E l de la descom- de La melancolía, A. Durero,
problemas, Fermât concluye: «Espero la solución de estas cuestiones: si 1514.)
posición en suma de cuadrados puede colocarse en una perspectiva
no la proporciona Inglaterra, ni la Galia belga o céltica, la dará la algebraica: su generalización versará entonces, como en el comentario de
narbonense» (es decir, la dará el tolosano Fermât en persona); dicho de
otra manera, no se trata en general de problemas abiertos, sobre los que
se preguntaría a otros especialistas, sino de adivinanzas sofisticadas,
cuyas respuestas ya conoce el que plantea las preguntas. Además, Las partes alícuotas
incluso si a lo largo del siglo xvn comienzan a coagular movimientos y E n el siglo xvn, las «partes alícuotas» son los divisores propios de un número
técnicas que caracterizarán enseguida a la comunidad científica, las entero. Se dice que un número es «perfecto» si es la suma de sus partes alícuotas (por
cuestiones ligadas a los números apenas son apreciadas: a Digby, que le ejemplo, 6 = 1 + 2 + 3), «submúltiplo» si la divide (en general en una razón fijada
transmitió el desafío de Fermât (¡y a pesar de que finalmente lo como 2, 3, 5). Se dice que dos números son «amigos» si cada uno es la suma de las
resuelve!), Wallis escribe: «A (Fermât) parecen gustarle en especial (las partes alícuotas del otro (por ejemplo, 220 y 284, ya que 220 = 1 + 2 + 4 + 71 + 142
y 284 = + 2 + 4 + 5 + 10 + 11 + 20 + 22 + 44 + 55 + 110).
cuestiones sobre números); pero confieso que, por lo que a mi respecta,
no tienen un atractivo tan poderoso como para conducirme a consa- En los Elementos de Euclides se encuentra ya una prueba de que todo número de
+ 1 + 1

grarles mucho tiempo y trabajo, y no las considero tan importantes la forma 2" (2" — 1) es perfecto a condición de que el término 2" — 1 sea primo;
así, 6 = 2 x 3 = 2 x (4 — 1). En el siglo xvn e incluso antes, se sabe que los números
como para, a expensas de las otras investigaciones en Geometría que me 2" + 1 2 +1
(18 x 2 " — 1) y 2" (3x2"— 1) (6x2" — 1) son amigos, a condición de que
complacen más, desviarme hacia esas especulaciones sobre los todos los términos entre paréntesis sean números primos: para n = 3, se tiene, por
números.» 4 6
ejemplo, el par 18416 = 2 (18 x 2 - 1) y 17296 = 2* (3 x 2 - 1)(6 x 2 - 1). _ 6 6

r 1
Si n = p , siendo p un número primo, los divisores propios de n son 1, p, p ..., p'~
¿Por qué esta especificidad de los problemas numéricos? por tanto, la suma de las partes alícuotas de n es 1 + p + p + - + p ~ \ como 2 r

2 r r
(p — 1)(1 + p + p + - + p ~') = p — 1, se entiende que el estudio de las partes
alícuotas condujera al de los divisores de los números de la forma a' — 1. Fermat
enuncia su «proposición fundamental de las partes alícuotas»: si q es primo y a
De los números y su(s) potencia(s) cualquiera, q divide forzosamente a uno de los números a — 1, a — 1, a — 1, etc.; si 2 3

r
a — 1 es el número al que divide q, entonces r divide a q — 1; entonces, q divide
R
L a nota de Fermat comenta un problema de Diofanto sobre la también a a — 1, para todo múltiplo R del menor r posible. Así, para a = 2 y q = 7, 7
3
divide a 2 — l y r = 3 divide efectivamente — 1 = 7 — 1=6; además q = 7 divide
descomposición de un número cuadrado en suma de dos cuadrados, 6 9
a todos los 2" - 1, siendo R múltiplo de r = 3, como 2 - 1 = 63, 2 - 1 = 511... Un
como 25 = 16 + 9. Es una pregunta típica de la Aritmética, en la que, en 37
divisor q de 2 — 1 = 137438953471 debe ser tal que 37 divida a q — 1; el primer
general, se trata de encontrar números (enteros o fraccionarios) que candidato que hay que probar es, pues, 149 (que no funciona); el segundo, 223 (¡que sí
verifican ciertas condiciones o relaciones como: funciona!): esta proposición permite, pues, economizar mucho tiempo y muchos
r
cálculos en la búsqueda de los posibles divisores de números del tipo a — 1, y, por
— encontrar dos números, dados su suma y su producto; tanto, buscar números perfectos, amigos, etc.
. —encontrar tres números tales que el producto de dos de ellos
añadido a un número dado sea un cuadrado, etc. Para valores numéri- Fermat se interesó también por los divisores de a* + 1, conjeturando en varias
2
ocasiones que 2 ' + 1 es siempre primo, como 3, 5, 17, 257. Desgraciadamente para él,
2
2 ' + 1 es divisible por 641; lo que se puede demostrar por una variante sencilla del
* Nuevos descubrimientos en la ciencia del análisis recogidos por el reverendo método descrito arriba, pero parece que Fermat cometió un error en los c á l c u l o s -
padre Jacques de Billy, sacerdote de la compañía de Jesús en las diversas cartas que le Hecho harto clarificador del estado de la disciplina, ese error no fue detectado hasta
fueron enviadas en diferentes épocas por M . Pierre de Fermât, consejero del parlamen- un siglo más tarde por Euler.
to de Toulouse. (JV. del T.)
EL OFICIO DE LOS NUMEROS EN LOS SIGLOS XVII Y XIX 320 321 EL OFICIO D E LOS NUMEROS E N LOS SIGLOS XVII Y XIX

Fermat, sobre el caso de las potencias superiores, cubos, bicuadrados tendencia, que, por otra parte, está perfectamente adaptada a ello: se
(cuartas potencias), etc. Pero también puede expresarse de forma total- escoge para el adversario potencial los datos numéricos más extra-
mente diferente: según el teorema llamado de Pitágoras, la relación vagantes, que le pondrán en apuros. De rechazo, este aspecto específi- Uno de los problemas
2 2 2
a = b + c define un triángulo rectángulo de lados a, b y c (siendo a la co del dominio repele a los que se interesan por estudios en apariencia sometidos por Fermat a sus
hipotenusa); entonces, el interés se dirigirá hacia triángulos que verifi- más generales, «no es, escribe Descartes, que las cuestiones ligadas a la interlocutores en 1657
quen propiedades particulares, cuya área añadida a una perpendicular consiste en encontrar
Aritmética sean más difíciles que las de Geometría, sino que pueden a 2
enteros x e y, tales que x
sea un cuadrado y el perímetro, un cubo; o cuya área esté en una razón veces ser resueltas por un hombre laborioso, que examine obstinada- 2
— N y + 1, para un entero
dada con el área de otro triángulo. En ausencia de una iniciación común mente la serie de los números, más que por la destreza del mayor N fijado. A Frénicle le
a los nuevos métodos algebraicos, prevalece a menudo esta antigua sugiere en particular que
espíritu que pueda darse.» Círculo vicioso, pues, en.el que el tipo de
estudie los casos N = 61 y
vestimenta. Frénicle, que redactó un Traite des triangles rectangles y preguntas y de respuestas que sé esperan aparta a los que tendrían los N = 109, «para que no le
cuyo papel como interlocutor de Fermat es cualquier cosa menos medios para cambiar la naturaleza de unas y otras... sea demasiado penoso».
despreciable, conoce mal, incluso no conoce en absoluto, las técnicas Tomemos de nuevo el caso de nuestra nota favorita: «No es posible Esos son, precisamente, los
algebraicas; así que esas técnicas estarán ausentes de la correspondencia casos cuyas soluciones más
dividir un cubo en otros dos cubos, un bicuadrado en dos bicuadrados, pequeñas tienen más de
entre ellos. L a discordancia entre formaciones es aún más notable en el o, en general, una potencia cualquiera superior al cuadrado en dos nueve cifras...
caso de otro interlocutor de Fermat, el padre Jacques de Billy: la obra potencias del mismo grado.»
de este último citada más arriba y redactada «a partir de» las cartas de
A l estar presentada en forma negativa, excluye que se aporte una
Fermat está plagada de errores, el dominio por Billy de las técnicas
respuesta numérica al problema que plantea.
implicadas es incierto, y éste parece apilar variantes anodinas del mismo
procedimiento sin dilucidar sus principios. En ninguna otra parte de la correspondencia de Fermat se menciona
el caso general y es, por tanto, razonable leer en esta nota un ejemplo
De conformidad con las tradiciones de las que surgieron los proble- suplementario de esas extrapolaciones apresuradas que permite la
mas, las soluciones se proponen casi siempre de forma puramente ausencia de redacciones detalladas o de discusiones rigurosas. Pero el
numérica: las demostraciones son aún patrimonio de la geometría. Para caso de los cubos y los bicuadrados se repite en varias ocasiones y
los números, de ordinario se procede por inducción, es decir, estudiando poseemos al menos el principio de una demostración: Fermat la llama
y calculando ejemplo tras ejemplo; a menudo acompaña a los ejemplos «el descenso infinito». Admitiendo que exista una solución del problema,
un enunciado más general, pero sin ninguna justificación añadida: la se puede conseguir, mediante diversas manipulaciones algebraicas, dedu-
prueba de la competencia del autor residirá en su capacidad para cir otra solución, pero que sea estrictamente menor; ahora bien, no
encontrar todas las respuestas numéricas que se le pidan y, más en puede existir una sucesión de enteros infinitamente decreciente. Por
concreto, encontrarlas enormes. A propósito del número de disposicio- tanto, la hipótesis de partida es falsa y el problema no tiene solución,
nes posibles de un cuadrado mágico de dimensión dada, Fermat escribe como se quería demostrar. Si el principio se enuncia con facilidad, su
a Mersenne: «Para mostraros hasta dónde alcanzan los conocimientos puesta en práctica no es siempre inmediata; ahora bien, es precisamente
que tengo del asunto, el cuadrado de 8, que es 64, puede disponerse de eso lo que Fermat evita hacer más explícito:
tantas maneras diferentes como unidades hay en el número
«No añado la razón que infiero (que habría una solución más
1004144995344, lo que sin duda os asombrará ya que Bachet y los otros
pequeña) porque el discurso sería demasiado largo y porque ahí reside el
que he visto no dan más que una sola.» Y , de la misma manera, para
secreto de mi método. Tendría mucho gusto en que los Pascal y los
convencer a un interlocutor escéptico de que posee un resultado general
Roberval y tantos otros sabios la buscaran siguiendo mi indicación.»
que le ayuda a fabricar números submúltiplos, precisa: «[...] Habiendo
Incluso cuando la forma de la pregunta parece prestarse menos a
encontrado y enviado, hace ya muchísimo tiempo, las proposiciones de
ello, nos la volvemos a encontrar sometida a las condiciones ordinarias
los dos números 17296 y 18416, por necesidad era precisó que hubiera
de la práctica aritmética del siglo xvn. Más aún, la reacción de los que se
pasado por la proposición.»
cartean con Fermat es poco alentadora: al proceder mediante tablas de
La especificidad de estas cuestiones numéricas es, por tanto, que, al ejemplos, están desorientados ante estas proposiciones «negativas»,
contrario que en los problemas geométricos, aún parece suficiente apenas se interesan por ellas, incluso, en algunos casos, se quejan
exhibir una solución particular, o como mucho una receta, para conven- abiertamente.
cer; como dice Descartes repitiendo a Fermat, «No serviría para nada Mezcla sin armonía, aunque quizá burbujeante, discordancia de
ajustar la demostración de esto» (es una cuestión numérica) «pues puntos de vista y enfoques, que subrayan y afirman las lagunas de las
ahorro tiempo y en materia de problemas, basta con dar su facit, demostraciones o lo azaroso, material e intelectualmente, de las comuni-
después los que lo han propuesto pueden examinar si está bien resuelto caciones: ¿cómo se transformó todo eso al cabo de dos siglos?
o no.» «Ahorro tiempo» nos recuerda ese margen demasiado exiguo
para acoger en él una demostración; el leitmotiv de la falta de tiempo, de
espacio, de disponibilidad recorre todos los intercambios del siglo xvn y
ya hemos evocado las condiciones materiales de las que es indicio;
Hombres y una teoría de los números en lo cotidiano El Homo faber
justifica un modo de expresión más laxo, menos detallado y preciso, de Nuestro punto de partida, en esta ocasión, es el famoso artículo de
lo que exigiría, en principio, la redacción de una obra; justifica, sobre un universitario laureado por la Academia de las ciencias. Si, en el siglo
todo, que uno pueda contentarse con ejemplos, ya que éstos bastan para xvn, hacía falta buscar rastros fugaces de los aficionados a los números
resolver el problema dado, a la vista de los propios términos en que está en sus cartas o en los márgenes de sus libros, desde la primera mitad del
planteado: «encontrar números tales que...». siglo xix se publica sobre el tema abiertamente en el Journal für die
La emulación entre los que se cartean, los «desafíos», refuerza esta Reine und Angewandte Mathematik: más de ciento cincuenta notas,
EL OFICIO D E LOS NUMEROS E N LOS SIGLOS XVII Y XIX 322 323 EL OFICIO D E LOS NUMEROS E N LOS SIGLOS XVII Y XIX

E l autor del artículo mencionado al comienzo de este capítulo, Ernst


El descenso infinito Eduard Kummer, tiene, desde este punto de vista, una carrera ejemplar:
entra en la universidad para estudiar teología, pero se orienta finalmente
S e necesitan dos propiedades sencillas de los enteros: en primer lugar, el hecho de
hacia las matemáticas que, según escribe a su madre, «le asegurarán el
que todo entero se descompone de forma única en producto de números primos, por
ejemplo, 28 = 2 x 2 x 7. La consecuencia fundamental que utilizaremos es que si dos sustento». Primero enseña en el instituto de Liegnitz, mientras no deja
números no tienen divisores comunes y si su producto es un cuadrado, entonces de escribir artículos de matemáticas; miembro de la Academia de
ambos son cuadrados. El otro hecho es que no puede existir una sucesión de enteros Ciencias de Berlín en 1839, es nombrado profesor en Breslau, en 1842,
estrictamente decreciente. Vamos a probar ahora, por «descenso infinito», que no luego, en Berlín. Durante todo ese periodo trabaja en la teoría de los
existen cuadrados que sean suma de dos bicuadrados, es decir, enteros x, y y z, tales
2 4
que z = x + y*. Esto muestra a fortiori que un bicuadrado no es suma de dos
números, obteniendo, entre otros, los resultados ya evocados sobre las
bicuadrados, lo que es un caso del «teorema» de Fermat. proposiciones de Fermat. Correspondiente de varias academias de
4 4 2 2
Decir que x + y = (x ) + (y ) = z , es lo mismo que decir que x , y y z son 2 2 2 2 2
ciencias europeas, llega a ser también rector de su universidad, anima
los tres lados de un triángulo rectángulo (siendo z la hipotenusa), cuyos dos catetos cursos y un seminario de investigación (el primero en matemáticas
son números cuadrados. Para simplificar nuestras notaciones, sólo buscaremos las creado en Berlín), es presidente del tribunal de tesis de treinta y nueve
soluciones tales que x, y y z sean primos entre sí.
Necesitaremos la caracterización de los números (a, b, c), primos entre sí y que estudiantes, diecisiete de los cuales obtendrán puestos en la universidad;
forman un triángulo rectángulo, es decir, tales que a + b = c . Esta caracterización, 2 2 2
además, entre éstos figuran Immanuel Lazarus Fuchs, Leopold Kronec-
conocida desde mucho antes del siglo XVII, enuncia que exactamente uno de los ker, Paul Bachman, que publican también en el Journal für die Reine und
2 2
números i o n e s par y que es posible escribir a, fe y c en la forma a = p — q , Angewandte Mathematik... Se instauran, pues, filiaciones de investigado-
2 2 2 2 2 2
b = 2pq y c = p + q (o bien a = 2pq, b = p — q y c = p + q ), si b (o bien a) es
par. Los números enteros p y q se llaman números generadores del «triangulo de
números» (a, b, c); son primos entre sí y. exactamente uno de los dos es par. Por
res-enseñantes, que ocupan tanto las páginas de la revista como los
puestos disponibles en la universidad.
a
ejemplo, a = 3, 6 = 4 y c = 5 son primos entre sí y forman un triángulo rectángulo, Todo ello exige, no cabe duda, .paciencia y trabajo: ¡sólo en el Ernst Eduard Kummer,
ya que 3 + 4 = 5. 2 2 2
Ahora bien, a = 4 — 1 = 2 — l , 6 = 2 x 2 x 1 y 2 2
rector de la universidad de
2 2
c = 4 + 1 = 2 + l , es decir, la forma prescrita con p = 2 y q = 1.
número X L de la revista aparecen tres artículos de Kummer con un Berlin. «Las matemáticas le
Vamos a proceder ahora por etapas sucesivas: supondremos al principio que total de más de cuarenta páginas de gran altura! Por otra parte, esas dieron de qué vivir».
4 4 2 2 2 2
x + y = (x ) + (y ) = z y, en cada paso, construiremos un nuevo triángulo2
cualidades son apreciadas claramente. En 1846, Kummer escribe a (Heliograbado, 1980 aprox.)
rectángulo, menor que el precedente. Kronecker: «Nuestra literatura matemática se compone como usted
a 2 2
1. etapa: podemos escribir x , y y z en una de las formas características dadas sabe de tratados, más pequeños y más grandes. Por ello, quisiera darle
2 2 2 2 2 2
antes; por ejemplo, a = x = p — q , b = y = 2pq y c = z = p + q , con p impar y q
par, primos entre sí (la prueba sería análoga en los otros casos; por ejemplo, si q fuera
este consejo amistoso de maestro: desde el principio, prosiga sus estu-
impar y p par). Tenemos, pues, un nuevo triángulo rectángulo (x, q, p), ya que dios matemáticos de manera que pueda producir tratados, es decir, que
2 2 2
x + q = p . Por otra parte, ya que p y 2q son primos entre sí y que su producto, usted debería trabajar algunos temas hasta pulirlos suficientemente, de
2 2
2pq, es un cuadrado, y , cada uno de ellos es un cuadrado, así que p = z' y suerte que, incluso si ofrecen, desde diferentes puntos de vista, materia
2 2
2q — u = (2¡/) (siendo 2q par, ha de ser el cuadrado de un número par).
de progreso, a pesar de todo puedan constituir como tales un todo
2. " etapa: aplicamos las fórmulas de caracterización a nuestro nuevo triángulo
rectángulo (x, q, p); sea, pues, x = p' — q' , q = 2p'q' y p = z = p' + q' , con p' y q' 2 2 12 2 2 acabado.» E l matemático Richard Dedekind, por su parte, habla de su
primos entre sí. Tenemos así un tercer triángulo rectángulo (p', q', z). Ahora bien, el propia áurea mediocritas, cuya fuerza sólo reside, añade, en una perseve-
producto de los dos números p' y q' es q/2 = u' , un cuadrado, así que p' y q' son 2
rancia obstinada.
cuadrados. Por tanto, acabamos de encontrar un nuevo triángulo rectángulo cuyos
Investigación y enseñanza aparecen aquí más estrechamente ligadas,
catetos son cuadrados, es decir, una nueva solución a nuestro problema de partida,
solución que es estrictamente inferior a la solución de la que habíamos partido. proporcionando la segunda, de paso, nuevos reclutas para la primera;
Así que, ¡podremos comenzar de nuevo! Dicho de otra manera, si existiera una aunque asistir a una reunión administrativa, leer un artículo, buscar un
solución, habríamos encontrado un medio de construir más soluciones, enteras y cada nuevo resultado, dar un curso sean tareas muy diferentes, todas ellas
vez más pequeñas; y esto indefinidamente; lo que es imposible, como habíamos dicho contribuyen a mejorar el organismo que las genera... Las universidades
al principio, así que no puede existir ninguna solución de partida que dé pie a iniciar
el proceso. Esto acaba esta prueba, en la que vemos cómo el uso de propiedades
están en el corazón de la investigación matemática: la creación, en 1810,
específicas de los enteros está coordinado con las manipulaciones algebraicas. de la universidad de Berlín testimonia la nueva importancia que se le
concede en Prusia, ligada con otras reformas del sistema educativo.
Gustav Dirichlet forma parte de la última generación que viaja a París
porque es imposible estudiar en Alemania las matemáticas de vanguar-
artículos, textos de problemas o informes figuran bajo la rúbrica «Teoría
dia. Después de él (y, en parte, gracias a él), los estudiantes encontrarán,
de los números» del índice recapitulativo de sus cincuenta primeros
si no en todas partes, al menos en Berlín o en Góttingen, los cursos
números.
básicos, las explicaciones, las figuras modélicas que les iniciarán en los
Acabamos de dejar a un «consejero del parlamento de Toulouse», métodos más nuevos. Rastros perceptibles de esta actividad de forma-
señores, diplomáticos; ahora, los autores se suceden a lo largo de los ción, los libros de texto son, junto a cortas notas en las revistas
Privatzodent: encargado de números en una retahila monótona: Privatdozent en la universidad de especializadas, la otra vertiente de la escritura matemática: los Vorlesun-
curso en las universidades Berlín, profesor en la universidad de Breslau, profesor de matemáticas
alemanas, remunerado, en gen über die Zahlentheorie de Dirichlet y Dedekind aparecen en 1863, y,
esa época, por los
en Halle, Braunschweig, Brandebourg, París, Oxford, profesor en el mucho antes, cursos completos sobre la teoría avanzada de los números
estudiantes. Instituto Politécnico de Karlsruhe, etc. Se recluta a los autores en un se ofrecen en Berlín. Esta reunión cotidiana de las fuerzas matemáticas
medio cerrado: los pocos que no tienen puestos en la universidad, ya sea en los mismos lugares unifica, por supuesto, los problemas que se
como profesor o como privatdozent, en general tienen, al menos, el título abordan: se bebe en las mismas fuentes, Euler, Lagrange y los matemáti-
de doctor, lo que supone una formación universitaria, o enseñan en cos de la escuela francesa (considerada como la mejor del mundo), y,
institutos de enseñanza media, con lo que, según las leyes en vigor en la sobre todo, Gauss, que publicó, en 1801, sus Disquisitiones Arithmeticae,
época, también han cursado estudios superiores.
EL OFICIO D E LOS NUMEROS E N LOS SIGLOS XVII Y XIX 324 325 EL OFICIO D E LOS NUMEROS EN LOS SIGLOS XVII Y XIX

biblia de la teoría de los números en el siglo xix. E l nombre de Gauss es ción del artículo de Kummer es, pues, un acontecimiento, banal y
frecuente en los artículos sobre el tema, que precisan o generalizan sus significativo a la vez, de su vida cotidiana. ¿Y la recompensa académica?
trabajos, retoman sus notaciones y sus problemáticas. L a función unifi- Tiene una historia larga e instructiva, cuyo relato tomamos prestado del
cadora de esta formación es también una función normativa: una cultura historiador Harold Edwards.
común nace, con su lenguaje y sus reglas. Y a conocemos a los hombres Todo comienza lejos de Alemania, en una sesión de la Academia de
que componen esta comunidad, pero ¿cómo interactúan? las ciencias de París: un matemático, Gabriel Lame, anuncia que posee
una demostración general de la proposición de Fermat. Recordemos que
se trata de probar la imposibilidad, para enteros x, y, z, de verificar una
De la revista de Crelle a la Academia de las ciencias relación del tipo x" + y" = z", salvo si n = 2 o si uno de los enteros es
nulo. E l método del descenso infinito permite resolver los casos n = 3 y
L a primera revista importante consagrada exclusivamente a las n = 4; se habían obtenido demostraciones complicadas y/o parciales
matemáticas la publica el matemático Joseph Gargonne, en Montpellier, para otras potencias, pero parecía que se estaba lejos del caso general.
en los primeros años del siglo xix; se trata de los Annales de mathémati- En su presentación, Lame afirma haber usado ideas de Lagrange y de
ques purés et appliquées, que, por otra parte, desaparece muy rápida- Gauss, y reconoce la aportación esencial de una conversación con
mente, pero constituye la referencia explícita para las revistas matemáti- Liouville (¡observemos de paso que las referencias a otros colegas lejos
cas posteriores, la de Joseph de Liouville en Francia, la de Crelle en de empalidecer el mérito del que las hace, coadyuvan desde entonces a la
Alemania, cuyos nombres son, además, traducción exacta unos de otros: seguridad de una acogida favorable!). Por desgracia para Lame, Liouvi-
Journal de mathématiques purés et appliquées. lle en persona declina la ofrenda, remitiendo a otros ilustres predeceso-
August Leopold Crelle, formado como ingeniero, sirvió en la admi- res como origen de su modesta contribución; Liouville está inquieto, y
nistración prusiana; más o menos autodidacta en matemáticas, obtuvo con razón, por algunas generalizaciones apresuradas en el trabajo de
finalmente un doctorado en Heidelberg y trabajó, desde 1828, en el Lame. Éste, volveremos sobre ello más en detalle, extendía a todo tipo
Ministerio de Educación como especialista de matemáticas y, sobre de números las propiedades usuales de los enteros, la divisibilidad, la
todo, de su enseñanza. En el preámbulo del primer número de su revista, descomposición en factores primos, etc. Gauss había seguido un camino
aparecido en diciembre de 1825, Crelle explica que en Alemania se análogo en un caso análogo, pero justificando cuidadosamente la validez
aprecian las matemáticas y que es necesario responder a la demanda de de esas propiedades en cada etapa. ¿No se habría embarcado' Lame, por
un público interesado haciendo accesibles a todo el mundo los trabajos imprudencia, en un terreno friable?
recientes en ese dominio, «independientemente de cualquier moda, En la misma sesión de la Academia, decididamente muy movida,
autoridad, escuela»; incluso figurarán en la revista, si hay necesidad de otra persona toma la palabra, es Augustin-Louis Cauchy: recuerda que
ello, traducciones al alemán y comentarios de otros artículos. A l corregir ya ha hablado sobre ese tema varios meses antes; no ha tenido tiempo
al menos la presentación de algunos textos, al reclutar simultáneamente de desarrollar completamente sus ideas, pero apenas tardará en hacer-
matemáticos para las universidades y colaboradores para su revista, al lo... Y de hecho, los meses siguientes están repletos, en el lado francés, de
admitir, uno junto a otro, artículos de diferentes autores sobre el mismo una actividad febril: ¿quién completará la demostración?
tema, Crelle ofrece un espacio en que neutralizar y hacer públicas al Entonces, Liouville recibe una carta de Kummer; éste, puesto al
mismo tiempo las controversias posibles entre matemáticos sobre méto- corriente de la situación seguramente por Dirichlet, zanja por la negativa
dos y prioridades, y contribuye en gran medida a la constitución de un la cuestión objeto de litigio de los trabajos de Lame; no, las propiedades
dominio más regulado y mejor unificado. de los enteros no se extienden con tanta facilidad. Pero, en la misma
Por supuesto que continúan los intercambios de cartas entre especia- carta, Kummer anuncia también dos artículos, uno de próxima apari-
listas o conocidos; ya hemos visto un ejemplo a propósito de Kummer y ción, en que ese problema sería resuelto gracias a la introducción de un
Kronecker. Pero la revista, por escasa que sea su difusión, cuenta con la nuevo tipo de números, llamados por Kummer «números ideales»; el
existencia de lectores anónimos, pero capaces de entender los artículos otro (que será el de 1850), sobre las aplicaciones de esta nueva teoría a la
que se publican: perentorios «es harto conocido» y notaciones sin definir cuestión planteada originalmente por Fermat.
son el testimonio de la existencia de un lugar implícito, quizá la universi- La historia bien podría acabar aqui; están ya presentes todos los
dad, que proporciona los conocimientos necesarios. Todo saber, por ingredientes para convertirla en un cuento eterno, la victoria del bueno
supuesto, opacifica lo que dice para quien no posee las claves; Fermat, (desde cualquier punto de vista, Kummer) sobre el feo (Lame) y el malo
en su correspondencia, también usaba abreviaturas y alusiones, pero él (Cauchy). Todo bajo la mirada vigilante del prudente (Liouville). Tam-
conocía personalmente a sus interlocutores y los límites de sus conoci- bién están ya todos los ingredientes para resaltar el valor del funciona-
mientos. E n el siglo xrx existe, al menos en potencia, una comunidad y se miento de un medio profesional: problemas extraídos de las mismas
distingue precisamente porque sus miembros pueden leer y/o publicar en fuentes, que, simultáneamente, se juzga que son esenciales; sesiones
esa revista: ese nudo de información, como cualquier otro, señala los públicas locales para anunciar, confirmar, intercambiar, regular investi-
límites de un mundo en el que entran a la vez una concepción de las gaciones individuales; contactos con otras escuelas y otros países para
matemáticas y de los medios para decirla, incluso para vivirla. Los estimular y controlar la actividad nacional; revistas, por supuesto,
cambios en la organización científica podrán medirse tanto por el lugares de compromiso y de paz, de los que la carta que Liouville
porcentaje creciente de universitarios como por el de las publicaciones escribió en su revista como acompañamiento de un artículo de Kummer
en las revistas científicas especializadas. Los diversos reclutamientos, las es un modelo. Cauchy, incluso si continúa protestando en otras ocasio-
plazas disponibles en Berlín, o por Crelle, tejen conjuntamente, y unas nes del valor de su propio trabajo sobre este asunto, resume perfecta-
con otras, los espacios comunes de la actividad matemática. L a publica- mente el ideal del matemático: «Si el Señor Kummer ha hecho que la
E L OFICIO D E LOS N U M E R O S E N LOS SIGLOS XVII Y XIX 326 327 EL OFICIO D E LOS N U M E R O S E N LOS SIGLOS XVII Y XIX

cuestión avance algunos pasos, si, incluso, hubiera suprimido todos los La ley de los números
obstáculos, yo sería el primero en aplaudir el éxito de sus desvelos, Para saberlo, aún hace falta conseguir dominar, ahora, su forma.
porque lo que debemos desear por encima de todo es que los trabajos de Hemos evocado la relectura permanente del pasado, que suministra el
todos los amigos de la ciencia concurran en hacer que la verdad se alimento cotidiano del trabajo aritmético: éste lo sepulta, a la vez, bajo
conozca y se propague.» las nuevas notaciones que traducen las nuevas maneras de abordarlo.
La historia, que prosigue, aún es más ejemplar. En el siglo xvii, se buscaban los divisores primos de a' — 1: para tal
En 1850, la Academia de las Ciencias de París se decidió a ofrecer un divisor primo, q, el resto de la división de a' por q es, por tanto, 1.
premio a una demostración completa del «teorema» de Fermat; Kum- Desviar el acento hacia los restos de las divisiones se traduce en la
mer, en efecto, sólo había conseguido establecerlo para enteros n que notación =, que se debe a Gauss. Se dice que dos enteros a y b son
verifican ciertas hipótesis técnicas (en particular, para n hasta 100, congruentes módulo el entero q, y se escribe a = b mod q, si a y b tienen
excepto 37, 59, 67 y 74). Siete años después, al no haber llegado a la el mismo resto al dividirlos por p. L a «proposición fundamental de
Academia ninguna solución satisfactoria, se pensó en dar el premio a las partes alícuotas», es decir, el hecho de que todo primo q divide a
Kummer; el comité formado para estudiar el informe estaba compuesto r
uno de los números a — 1, para un r conveniente (divisor de q — 1),
por... Cauchy y Lame. E l primero expresó algunas reservas sobre la x
se escribe entonces a = 1 mod q, para un r tal que q=l mod r.
Matemáticas... ¿Se trata
prueba de Kummer. Después de algunos vaivenes e intercambios de Los restos (y, por tanto, las congruencias) se suman y se multiplican
verdaderamente del mismo
problema? A la izquierda, la
cartas, orquestadas, de nuevo, por Dirichlet, un nuevo artículo de entre sí, facilitando así la búsqueda del menor r posible: 25 = 4 mod 7,
observación marginal de Kummer vino a salvar la situación, artículo publicado en 1857, como, 5 5 5
luego 25 = 4 mod 7, ¡el cálculo de 25 es inútil! También se enuncian
Fermât reproducida en la siempre en el Journal jur die Reine und Angewandte Mathematik, que resultados análogos para congruencias módulo un número «, no necesa-
edición de Diofante que
rellenaba todas las lagunas eventuales del primer artículo, pero por un riamente primo. Por otra parte, aparecieron gran cantidad de tablas
publicó su hijo; a la derecha,
un extracto del articulo de
camino muy diferente. Ejemplo característico del tipo de presiones que numéricas sobre estas cuestiones, para diferentes valores de n, en la
Kummer. se ejercen para precipitar las publicaciones, de los controles que se revista de Crelle, varias de ellas debidas al mismo Crelle. Esas tablas
(A la izquierda, in establecen desde el momento en que está en juego un resultado que se numéricas sirven de reserva de ejemplos en que bucear a la búsqueda de
Diophanti Arithmeticorum juzga que es importante. Vemos, pues, que los resultados ligados a los propiedades que demostrar. Aunque así el discurso es quizá menos
libri..., 1670. A la derecha, in
números han llegado a adquirir esta categoría: ¿hay también señales de inmediatamente descifrable, la actividad inductiva, el cálculo de casos
Journal de Mathématiques
de Crelle, 1850.)
ello en el propio dominio? particulares, faceta característica del estudio de los números en el siglo
xvn, encuentra así un lugar integrado en la elaboración de la obra
Arithmeticorum Liber II. 6i
hismwrr. Ilm rix, dtifs J-, y u. i in JT + j J = 1
nicht ganze Zahlt» tritt können. J 3 3 común: se trata ahora de una porción preliminar de la actividad y de un
inrenallum nomeranno i . minor autem Chic i ¿& uatÇm* hm t* hit *t fT-JA- llirillinr sein müssen, so ist
servicio público, y no, como antes, un juego individual, que proporciona
i N . aiqoc ideo maiortN.-4-3. O porrti mm igi «edaJc / * fpróAtc J* tp-AaurknK
iciqacj N . -*-4-tripkn titead 3.& ad- Î& ffff.t fri Cafa"" «"* '• *£Î( 9. (a-|-6)p ==r Ar, mod. i~ enigmas inencontrables para adversarios eventuales.
irne fspoa&crt 10. Terigittir i.adfcí- Kp&k ff$ M* r. Swf «ïî» K ' J 1

.\oniil mnn nun / : diejenige ganze Zahl, welche der Congruem


t ñ n ú o E & n to. separai^ N . -*• 4- Se La descomposición de los números en suma de cuadrados (o, como
fitiN.j. Erit ergo minor 3. maiorj.flt *i* M* j \ i A «nife* M-' H «J *W»J< T ¡ 10. {a-\-b)k = b, mod.A,
CuhAcBOt qtefliont.
»ciifi»i, ist k von r unnliliängig und p— k.r, also gtcfal die Congraeni (7.)
todavía se habría dicho, l a búsqueda de hipotenusas de triángulos
II. tr
n~ {u-\-a'v) ~ a (u'-\-a~ v'), itr r
mod. I.
rectángulos), se convierte sencillamente en el estudio de la forma
JH SjTAESTtON EM rit. 2 2
x + y , siendo, por otra parte, la clasificación de las formas de ese tipo
C Il cp« ft tppofítx pi «tuli mi qatflïonî, ml « i m
O-»,TIO I*ür dnn brsondern Knll r = 0 bat man, da ntchl = 0 , mod. I, sein
t ^i^otf
úmdtKfñrh tphat UÈ eidemimmolli
TT qcKÎritPi n lorumEt
auronconi
ourrv Gì min ot io t tradii o qtudtgorum.lc
Uc tñsra tonna hiixbunt.rtramftftaoitfi. kann, niis der Congnienz (9.): p = 0, mod.i, also uno de los problemas cruciales planteados por Euler, Lagrange, y luego
OY-ESTIO v i n . 12. t i - f r = w'-fP'» mod.A, Gauss. E l álgebra se ha convertido, pues, en un lenguaje en el que se

P T
und dn u, w in der gegebenen Gleicbung u J - f o -J-ttrs=0 beliebig ver- 1 ,

pueden expresar cuestiones, aunque sean aritméticas. Nuevos instrumen-


R o r o i i T V M <jnJd"nrom¿raiderr ON VbritfWZitTtmyM.rSnX** tic
radoen quadrato*. Imperattim fît vt /io rtTfSjmtb;. 'nntrijit* Jw T K ImiFclil werden können so ist auch
t í . d i u ü i r a r tndoo* qaadmoi. Ponan» ÌI\JHi ñ\ti*r*rfX)intn, v i TITOLO i
t
tos se ponen también a disposición de los problemas numéricos: Dirich-
t rimm i QXJpontrigìrtrriA—i Qjrqua- 9fj~r*t fatàfttat Mm- iff fip¿- u-\-w = u'-f"
13. mod. I, let, por ejemplo, utiliza series infinitas y los métodos analíticos elabora-
:* «Ce quadrato. Fìngo quadra tum a nu-
meri* qooeqoof libucirt, orni dcfeäu tot r&fmp. T+ttw r ttrfi)mm "£ai{t &KN>
!v~\-w ~ o'-{-io'f
•nitzxan qüod cominci luu* ipGui 16. und mis diesen Congruenzcn folgen die drei einfacheren:
dos a lo largo del siglo xvm para probar que, para dos enteros ay n, sin
eftoaj N.—4. ¡pfe igirar quadrami exit M1 1t* ( t / f A»r4»i ir J\
1
divisores comunes, existe una infinidad de primos p, tales que p = a mod
4 Q¿,*+ l i . —16 N . f i z c njuabnnnrr fni- i f i i i Tïf«>»»t>ç içti / i » 4 > » / #t T i
!

ndbia Ì6 —t Qj_Communi» sditcìaxur >M'4M te iC- « T T B í/n /OTMi rr AH-JN I-Î. e = v' S mod. I n. Estas series infinitas se convertirán, a su vez, en objetos de estudio
»trímqüedefediM,& i fimilibui :uiferan-
tur fimilii, Rent j Q^zquales 16 N .fitfit fundamentales en el dominio. Pero esta complejidad creciente se puede
^ ìh» itiw r l/tnc JKX*LMH; ì fny
i N . VEritígíínr alter quadraiorem
alter retò Vi Se «riufqne fumroa cÌl-S.* ftu
Hiernach verwandelt sich die för jeden beliebigen Werth von r gellende Con- gestionar gracias a la unificación de los objetivos que se presentan:
gniciiE (11.) in folgende:
lit. & «erque quadntxu eft. aunque los lenguajes, las notaciones, las técnicas sean más delicadas de
»#âuc4vvrw7a» f » * fa—Ukf K. » * )fa»«1 M t o t f t V I W i é a¿ / ¿ nuTiSnncj S O M 15., a- '(u-\-a D)
l
r
= u ,, '{u-f-a"" r D), mod. i>
oder in
utilizar, también organizan más firmemente un corpus de temas privile-
O B S E R V A T Î O D O M I N I PETRI D E F E R M A T . 1 I ,
ufa * — o- ')+n<o» - ' — o^'-'J'} = 0, mod.i. I ,r giados al servicio de una disciplina especificada porfin,que tiene como
rim» émttm in Jmtt euht , « i f tutirtttintlrttun in i*»t ^mtirttttntlrtttt
C ér gtmtTälilir wmlhm imiafviimta ytirt lutitttmw fifßttt* ¡m ¿m*i timf-
itm ntminìi fat tß diatdrri tmiut rti itmt*frati»tuia mirsHltm fâwt Jtttxi,
Ich setze r ^ l und r = 2, und erhalte dadurch: misión el estudio de las propiedades de los enteros. Nuestro problema
favorito hemos de volverlo a leer bajo esta nueva luz.
Heat marciati 'ixigmitat pam taf trat.

QVvESTIO I X .
und wenn die erste dieser beiden Congmenzen mit n-}-*" mnlliplicirl und die 1 0 1
La herramienta hueva necesaria para dar cuenta de él son los

E
números complejos. Introducidos algunos siglos antes en el estudio
R V n » i oporttat quadratnm 16
dinidert in duoi quadrato!. Fona-
tur nrrfns primi Urti» 1 N . alttrìni vero •
X T O A w i i r rîr 17 ttrfiymm Ji*~

«y«rT*v xAi6pj> (* irî(, » J T3 trif»


zweite davon abgezogen wird, so ist nach Wegbebnng des gemeinschaftlichen
Fnctors r, welcher nicht durch 1—« iheilbar, also in 1 relative Primzahl ist. de las ecuaciones algebraicas, en primer lugar sirvieron como auxilia-
qnotconque numero rum cum dcfeOu tot _ « ( n i / n n i AvrfNtt 1 ira» l?Já ri fi^- l 1
(rt f o-'Xo* -" — o-t'-'O-f (a'' -"—a-" - ') = 0, mod.i, 1 1 1

res de cálculo. Así los usaron Lagrange y Euler, por ejemplo, en el estu-
Tnrtaxom, qnot conflat Unii diaidendJ.
Eiio i r a q o e i N . — 4. enmt quadrali, hic
ft*rt *£f¿. In A
tCffAM'4R H\ f. also 2 2 3 3
dio de ciertas expresiones como a + b o a + b . Igual que
S
'demiQ^ilIeTeTO^ Q^-* té. — téS. If JWvUMT /" «• *r An'^H <f /f". 0M~ (o'-' — «-"-'OCo'-f-o- — a ' — a-*»-") == 0, mod.i, 4 1 1
2 z
tonta TOIO rmrmquefirmai.arquaxi
folglich
a — b = (a — b) x (a + b), se puede escribir:
«itniiboi itf. Icircr j Q^-t- Ì6.~I6 N . #r. / B » ¿ M I C ¿91 • u t f Aft<{« et i f frif
1

squittir m Luti DUI i$. &fit1 N . " ehi ^ *r. ) 3 w w ¡ ¿yStt\tr¡r wi/nfírnt, 17. („*-« _tfHi-'i^a-*_ ) s= 0, mod. i. 2 2
v

H iij Crtile't Journal f. d. M. ßd. XL. Heft 3,


a

18 a + b = (a - b V ^ T ) x (a + b V ^ l ) ,
EL OFICIO D E LOS NUMEROS E N LOS SIGLOS XVII Y XXX 328 329 EL OFICIO D E LOS NUMEROS E N LOS SIGLOS XVII Y XIX

siendo y/—l un número complejo (o «imaginario») de cuadrado —1. En este marco, más amplio que el de Lame, trabaja Kummer: el
Gauss fue más lejos al mostrar que los números complejos de la forma artículo que trata de la proposición de Fermat sólo tiene ocho pági-
a + b y/—í, con a y b enteros ordinarios, tienen un comportamiento nas de las cuarenta publicadas en el volumen X L ; la solución parcial
muy parecido al de los enteros: se pueden multiplicar, sumar, e, incluso, que Kummer aporta en él viene del rodeo afortunado por una proble-
descomponerlos de forma única en números complejos «primos», que no mática más ambiciosa. Puesta en práctica ejemplar del consejo de K r o -
pueden descomponerse a su vez. Estos nuevos enteros (bautizados necker —al pretender atacar un problema global, el trabajo cotidiano
«enteros de Gauss») pueden ser intermediarios útiles en el estudio de los debe explorar los detalles, hurgar a la búsqueda de posibles aplicacio-
enteros auténticos; en efecto, si p es una suma de dos cuadrados, se nes—, al allgemeiner Beweis (demostración general) del comienzo del
escribe: título del artículo evocado, responden como eco las restricciones técni-
cas del final, que precisan su validez, es decir, las potencias alcanzadas
2 2
p = a + b = (a-b yf^l) x {a + b y/^i), efectivamente por la demostración.
El cambio es, pues, considerable, tanto en la visión general de la
es decir, se descompone en producto de enteros de Gauss: el estudio de disciplina, como en los medios para practicarla. E l dominio, cuyo
la descomposición en productos reemplaza, pues, al estudio de la prestigio se apoya, por supuesto, en el de los profesionales que trabajan
descomposición en suma de cuadrados, un número primo suma de dos en. él, no se contenta con utilizar los desarrollos de otras disciplinas,
cuadrados, deja de ser primo como entero de Gauss, por ejemplo, coordina el suyo propio, incluso estimula los de otros. Los lazos entre la
4

5 = (2 + b — x (2 — b y/—í) se descompone, pero 3 y 7 siguen integración de funciones como 1/y/l — x y las soluciones de
2 4

siendo «primos» como enteros de Gauss. Como ya hemos visto en otros y = 1 — x abren nuevas perspectivas de investigación y, en sus traba-
casos, esos «enteros» complejos pueden llegar a ser una fuente de interés jos sobre las funciones analíticas, el matemático alemán Karl Theodor
por sí mismos: ¿los que proceden de otras descomposiciones (a + 5b , 2 2 Wilhelm Weierstrass pudo inspirarse en las investigaciones sobre la
por ejemplo) tienen también las propiedades usuales de los enteros? factorización, cuya importancia acabamos de subrayar. L a teoría de los Este grabado de la
números se convierte en la «reina de las matemáticas», dice Gauss. Academia de las Ciencias,
Precisamente estas cuestiones y la búsqueda de leyes generales de en el siglo XVII, conserva
descomposición son muy apreciadas en Alemania en el siglo xrx. ¿Cuál Esta reina determinó su corte: se fijaron fronteras que precisan y la atmósfera de las
es su relación con nuestro teorema? endurecen las condiciones de acceso. Y a hemos visto qué formación asociaciones espontáneas de
Lo que proponía Lame, precisamente, era descomponer x" + y" = z" implícita era la única que autorizaba la comprensión de los textos: el aficionados a la ciencia, que
dieron origen a aquélla.
con la ayuda de números complejos en la forma: propio Fermat hubiera tenido quizá algunas dificultades para reconocer CAcademia de ciencias y de
sus problemas, pero los teóricos de números del siglo xix lo señalan bellas artes, S. Leclerc,
x" + f = (x + i^y) (x + C y)... (x + í„y) = z",
2 claramente (pese a que no siempre lo han leído directamente) como su 1698.)

donde los £¡ son las n raíces enésimas complejas de 1. E l argumento de


Lame consistía en otorgar a los números (x + C,¡y) las mismas propieda-
des de factorización que tienen los enteros usuales, en particular, admitir
que el producto anterior sólo podía ser una potencia n-ésima si cada
uno de los términos lo era —tipo de razonamiento que se usaba
continuamente en un clásico «descenso infinito». Por desgracia para
Lame, esta propiedad, esencialmente cierta para los enteros naturales y
los «enteros de Gauss», falla en el caso general: este problema específico
es el que Kumiñer ataca y resuelve en los artículos evocados anterior-
mente.

Los números ideales

¿ C ó m o puede la creación de los números ideales permitir recuperar una


propiedad fundamental de los enteros, la factorización única en factores primos? Para
intentar comprenderlo mejor, imaginemos por un instante que sólo se consideran los
números de la forma 4fe + 1. Estos números se pueden descomponer en producto de
factores primos del mismo tipo, pero no necesariamente de forma única, por ejemplo,
441 = 21 x 21 = 9 x 49, y 21, 9 y 49 no se pueden descomponer en producto de
números de la forma 4k + 1. Si se quiere recuperar la unicidad de la descomposición,
hay que «inventar» los números de la forma 4k + 3; entonces, se tendrá 9 = 3 x 3 ,
2
21 = 3 x 7, 49 = 7 y 441 se descompondrá en números primos, de forma única,
2 2
441 = 3 x 7 . Fenómenos análogos a éstos son los que hacen necesaria la introduc-
ción de los «números ideales» de Kummer.
Además de la puesta a disposición de la teoría de los números de herramientas y
técnicas nuevas, este ejemplo subraya c ó m o cuestiones antaño aisladas encuentran su
lugar en el panorama unificado que la disciplina ofrece desde entonces.
EL OFICIO DE LOS NUMEROS EN LOS SIGLOS XVII Y XIX 330 331 EL OFICIO D E LOS NUMEROS EN LOS SIGLOS XVII Y XIX

precursor. ¿Cómo y por qué se transmitió precisamente su herencia? ellas, es que no encontrará entre sus contemporáneos ningún Arquímedes
¿Cómo y por qué fructificó de esta manera? Hay que volver a las fuentes inglés que complete o desmienta sus conjeturas, ni siquiera un Cauchy
para comprenderlo. que exprese dudas sobre su validez; que nadie le ayudará a redactar, ni
siquiera a publicar sus trabajos sobre números (los intentos de Carcavi
tropezarán con la inercia.de Huygens y, tras la muerte de Fermat, el
Perspectivas Fermat, ya lo hemos dicho, meditó sin duda sobre los trabajos y el propio Carcavi parecerá poco dispuesto a ofrecer al hijo de Fermat las
enfoque algebraico de Viéte. Ahora bien, su Défi aux mathématiciens copias de las cartas preciosas que recibió de su padre); que sus ardientes
suena como una profesión de fe que vale la pena estudiar: «Apenas hay defensores en este terreno, el padre de Billy en cabeza, parecen más
quien proponga cuestiones puramente aritméticas, apenas hay quien impresionados por el número de soluciones que él pudo obtener, que
sepa resolver (los problemas sobre los números). ¿Acaso se debe a que por la manera como las obtuvo; que, sobre todo, lo que es mucho más
hasta ahora la aritmética se ha tratado más mediante la geometría que grave, un desdén general por parte de los matemáticos de mayor talento
por sí misma? Ésta es la tendencia que aparece en la mayoría de las de la época, los que comienzan a formar lo que llegará a ser una
obras, tanto antiguas como modernas, y en el mismo Diofanto. Pues él comunidad científica, acompaña a sus actividades numéricas. Y a hemos
se apartó de la geometría algo más que los otros al constreñir su análisis mencionado la reacción de Wallis o la de Descartes; Frans von Shooten,
a no considerar más que números racionales, pero no se desprendió de por su parte, remacha el clavo; burlándose del tono usado por Frénicle
Las Zetéticas de Viéte: Viéte ella por completo, como lo prueba abundantemente las Zététiques de 3 al anunciar su solución a las cuestiones de Fermat, escribe: «[...] Vemos
consideraba el análisis como Viéte, en las que el método de Diofanto se extiende a la cantidad que París da esta solución a problemas que ni vosotros ingleses ni los
la verdadera fuente de
continua y, por consiguiente, a la geometría. belgas han podido encontrar de ninguna manera; la Galia céltica está
descubrimientos matemáticos orgullosa de quitarle la palma a la narbonesa, etc. Como si fuera un
(por oposición a la N o obstante, la aritmética tiene un dominio que le es propio, la
exposición sintética de la asunto de Estado conocer esos números y que todo el mundo debiera
teoría de los números enteros; esta teoría sólo fue ligeramente esbozada
geometría euclidiana). acordar tanta importancia a esta solución que no supiera en qué
por Euclides y apenas ha sido cultivada por sus sucesores [...]; por
Distinguía tres clases de emplear más útilmente su tiempo.»
análisis, entre los cuales la tanto, los aritméticos tienen que desarrollarla o renovarla.»
Zetética corresponde a Aquí hay, pues, un tema y una unidad; aquí hay, pues, una línea de A finales del xvn, como se presiente al leer correspondencia, se forma
hallar la ecuación de un pensamiento, mantenida con bastante firmeza en otros lugares de su un medio, las academias se ponen una A mayúscula y reciben subvencio-
problema, la Porística a la nes del rey; la de las ciencias se funda en Francia en 1666, contando
verificación y la Exegética a correspondencia: al considerar los métodos extensibles a las cantidades
la determinación continuas («geométricas»), las particularidades de los números enteros entre sus miembros con Carcavi, Frénicle, Roberval; en Inglaterra, la
propiamente dicha de las desaparecen. Por tanto, hay que poner a punto un método más adapta- Royal Society publica sus Philosophical Transactions a partir de 1665,
soluciones de una ecuación. do. Ése es el papel que representa exactamente el célebre «descenso donde «podrá aparecer que numerosas manos y espíritus numerosos
En particular, aplicó sus trabajan industriosamente en muchos lugares», para el «beneficio gene-
esfuerzos a la relectura infinito» del que hemos hablado: indica cómo hacer entrar la especifi-
algebraica de las obras cidad de los enteros en un razonamiento algebraico. Y a hemos mos- ral de la humanidad». E l bien público está en el orden del día, los
griegas, entre ellas, la trado cómo este tipo de procedimiento, al convertirse en habitual, progresos del hombre dependerán del progreso de la ciencia puesto al
Aritmética de Diofante.
condujo a inquirir más a fondo la propia noción de entero y de sus servicio del Estado; se pone el acento en la utilidad social y en las
características; podemos comprender a la vez cómo una selección ventajas sociales, leídas a menudo en función de las nuevas clases
que operara según los criterios profesionales del siglo xix tenía que sociales y de las prioridades de la revolución industrial. Por tanto,
distinguir a Fermat. aunque se constituye una comunidad matemática, no incluye la aritméti-
A falta de examinar otros rasgos más, éste recuerda a esos teóricos ca entre sus temas básicos. Hecho altamente simbólico a este respecto, el
de los números del siglo xix, cuyo comportamiento hemos dilucidado: primer volumen de las Transactions contiene una necrológica de Fermat,
¿acaso no es su restauración de los tratados griegos la obra típica de en la que se evocan sus obras principales, y su cargo de consejero, pero
devoción paciente al avance de la ciencia? Esos intentos de convencer a prácticamente nada de sus trabajos sobre los números. ¿Cómo pudieron
Pascal y a Carcavi hacia el fin de su vida de ayudarle a publicar, incluso entonces ser objeto de un premio dos siglos más tarde? ¿Dónde están los
a escribir y a completar, sus trabajos numéricos, ¿no son acaso la herederos de Fermat?
expresión, al menos arrepentida, de una preocupación por la difusión Los propios profesionales nos dan una primera respuesta: ellos han
para la comunidad? ¿Acaso no descubre, con ocasión del episodio de los estudiado y meditado a Euler, y luego a Lagrange, Adrien-Marie Legen-
Défis aux mathématiciens, informaciones preciosas sobre sus investigacio- dre y Gauss. Euler constituiría, por otra parte, el ejemplo de un caso de
nes en marcha, al decir, por ejemplo, «Se sabe que Arquímedes no transición ideal: su educación matemática se realiza con los Bernouilli,
desdeñó trabajar sobre proposiciones de Conon, que eran verdaderas, luego obtiene y ocupa brillantemente varios puestos en las academias de
pero no estaban probadas, y que supo dar demostraciones para ellas de San Petersburgo y de Berlín; publica innumerables artículos en sus
gran sutileza. ¿Por qué no esperaría yo un socorro semejante de las memorias, por ejemplo, en las Acta eruditorum creadas por Leibniz
eminencias con quienes os carteáis; por qué, Conon francés, no encon- según el modelo de las Transactions. Pero su contribución a la teoría de
traría yo Arquímedes ingleses?», y enunciar explícitamente sus conjetu- los números no ocupa «más que» cuatro volúmenes de los alrededor de
2
ras sobre el carácter primo de 2 " + 1? setenta de sus obras completas: Federico II no le paga precisamente
Lo que esto nos enseña, en cambio, es que las condiciones de para que consagre a ella la mayor parte de su energía, sus actividades
validación de una actividad como ésa no pertenece a un individuo incluyen más bien consejos a los ingenieros militares, trabajos de
aislado. E l «tejido» matemático, aritmético, está demasiado deshilacha- balística y artillería, y levantar cartas geográficas —trabajo este último
do: lo que es cierto, en concreto, y sean cuales fueren las declaraciones que le perjudicará la vista gravemente. Por una correspondencia con
de intención de Fermat y las múltiples lecturas que se pueda hacer de Christian Goldbach, uno de esos nudos de la comunicación científica
EL OFICIO D E LOS NUMEROS E N LOS SIGLOS XVII Y XIX 332 333 EL OFICIO D E LOS NUMEROS E N LOS SIGLOS XVII Y XIX

cuyas huellas hemos encontrado en otros periodos, descubre la conjetu-


ra de Fermat sobre las potencias de 2 y se engancha al... juego: dedicará
la mayor parte de sus trabajos aritméticos a reconstruir o a completar
afirmaciones de Fermat, llegando incluso a hacer buscar (en vano, por
otra parte) restos de cartas o de indicaciones que Fermat hubiera dejado
eventualmente sobre sus demostraciones. L a antorcha, reavivada por
intercambios con Lagrange, ya no se apagará desde entonces.
Pero estos nombres de famosos sólo permiten balizar los cambios de
métodos. Si.Goldbach evoca en una carta a Euler, de manera insistente, Universo-cerrado de
las hipótesis de Fermat, es porque siguen existiendo, durante los siglos investigación y de enseñanza,
la universidad de Berlín fue
xvn y xvin, amantes de los números que transmiten la herencia e impiden durante mucho tiempo,
que no se dilapide en el mayor de los olvidos. L a llegada en masa de los incluso más allá de Prusia,
profesionales hará recular definitivamente incluso a los Billy y los un modelo indiscutido.
(Grabado de F. A. Schmidt,
Frénicle. Y esto por partida doble: una exclusión histórica les borrará
según un dibujo de F. A.
las filiaciones establecidas para identificar a los precursores, en esta Calau, 1825, aprox.)
ocasión, Fermat; una exclusión sociológica, de la que hemos detalla-
do antes algunos aspectos, les expulsará del medio que se está constitu-
yendo; en otro lugar, en las revistas de pasatiempos, en las cartas a las Academia de Federico II, y no Euler; las ideas francesas de la Ilustración
academias, acogidas con un suspiro de diversión o de aburrimiento proporcionan las referencias ideológicas más extendidas; se lee a los
cuando anuncian la cuadratura del círculo o la demostración general del franceses, se les admira y se les detesta. Las derrotas alemanas ante
teorema de Fermat por métodos elementales, se dispersarán los auténti- Napoleón constituyen el punto culminante de este estado de cosas;
cos aficionados supervivientes, cuyos múltiples recorridos y orígenes y Gauss, siempre representado, probablemente sin falta de razón, en su
cuyas complejas motivaciones ofrecen pocas indicaciones a quien quiere torre de marfil, se manifiesta sobre ello con horror y fuerza. Ante ellas,
identificarlos; sus contomos se difuminan, sus historias se individualizan, una respuesta de los generales, que es a la vez una explicación, una
al haberlos exilado la «toma en masa» de un medio a los márgenes, de excusa y un remedio: la formación científica de sus militares es el motivo
nuevo, de nuestro propósito. Fijaremos nuestra atención, pues, en el por el que Francia ha vencido; escuelas como la Politécnica o las es-
centro. Se haya dicho lo que se haya dicho, una universidad no la cuelas centrales, establecidas durante la Revolución, son la causa de
constituyen sólo profesores: también estudiantes, secretarios, responsa- que Prusia haya perdido. L o que nos sorprende hoy en día es que este
bles de la administración y del mantenimiento; una universidad es discurso funciona: se recurre a los hermanos Humbold —sobre todo
también dinero para los cursos, los salarios, la expedición del correo, la Alexander, que conoce a los matemáticos franceses y está a favor del
acumulación de bibliotecas. ¿Cómo y en qué medida todo esto pudo desarrollo de la disciplina en Alemania— y a Crelle.
finalmente movilizarse, descifrarse, comprenderse, en términos de una Este último es enviado a Francia. Su informe, en su conjunto muy
propiedad de los números? Dicho de otra manera, por retomar la positivo, emite una harto extraña reserva, sobre todo viniendo de un
expresión de Schooten, ¿cómo los números se convirtieron en un «asun- especialista en cuestiones técnicas: le parece que en Francia se insiste
to de Estado»? sobremanera en los problemas inmediatos, concretos y prácticos, en
A finales del siglo xvm, la teoría de los números no es más que un detrimento de una auténtica formación, propia para el desarrollo de la
camino rural, cuyas margaritas ignoran olímpicamente las grandes persona.
autopistasrnatemáticas. E l primer historiador moderno de las matemáti- Para comprender mejor esta crítica, hay que recordar que las priori-
cas, Jean-Étienne Montucla, todavía puede escribir: «La geometría es la dades en Francia y en Prusia en el siglo xix son muy diferentes. Respecto
llave general y única de las matemáticas.» Una mujer, Sophie Germain, a Francia, y, más en general, respecto a los países del oeste europeo,
excluida por su sexo de la educación superior, todavía puede resolver Prusia tiene un retraso tecnológico considerable; pero, en el momento
con éxito, por métodos elementales, algunos casos del problema de del declinar de la influencia francesa, ninguna «clase industrial» está aún
Fermat, y mantener con Gauss un intercambio real. Este último, por su preparada para tomar el relevo; las actividades intelectuales, además, y
parte, después de la publicación de las Disquisitiones, cuya importancia es aún otra diferencia con el caso francés, durante mucho tiempo han
ya hemos señalado, busca un puesto más independiente de la generosi- permanecido en el descrédito. Hay que dar, pues, a las nuevas clases
dad de su protector: tiene entonces que consagrarse, así lo dice, a ascendentes, a la vez, los medios para su instrucción y un sentimiento de
ocupaciones más útiles (a la astronomía). Sea cual fuere la atracción integración en la sociedad que se construye. E l resentimiento, cargado
siempre encendida de Gauss por los problemas de números, sea cual de admiración, hacia Francia, exacerbado por las derrotas militares,
fuere la complejidad y la dificultad de las técnicas que emplea, todavía se impulsa a rechazar el racionalismo impuesto según el modelo de la
está muy lejos de la actitud de un Kummer, que emprenderá sus Ilustración; se tomarán entonces los temas y los modelos de expresión
investigaciones en este dominio después de su nombramiento en la del sentimiento nacionalista a la filosofía «neo-humanista». Postulando
universidad. Parece que el punto de vista bascula sólo en una genera- la unidad fundamental del ser, del pensamiento, del desarrollo del
ción; el mundo, durante ese tiempo, bascula también por tormentas individuo y del bien social, esta nueva manera de pensar los problemas
revolucionarias... se lee en un gran número de lugares de la vida prusiana del siglo xix.
A lo largo del siglo xvm, Francia ocupa en Europa una posición L a misma carta ya citada en que Kummer exhortaba a su alumno a
política e intelectual destacada. U n francés, Maupertuis, preside la avanzar poco a poco, continúa con estas palabras significativas: «Lo que
EL OFICIO D E LOS NUMEROS EN LOS SIGLOS XVII Y XIX 335 EL OFICIO D E LOS NUMEROS EN LOS SIGLOS XVII Y XIX
334

digo aquí es válido en general, concierne a todo lo que tiene que ver con xix, todopoderosa; estos radicales son el testimonio, dice Kummer, de la
el desarrollo; sí, en efecto, tanto a la historia del mundo como a la vida presencia de un fenómeno físico, aunque no puedan ser aislados. Luego,
de los Estados o de los individuos.» añade: «No hay que considerar estas analogías como entretenimientos
Kummer, hijo de pastor, que llega a ser rector de la universidad de intelectuales; al contrario, encontramos en ellas un buen fundamento de
Berlín, es un ejemplo típico de ascensión social en la Alemania del siglo que, tanto la química como la teoría de los números, de la que se trata
xix, igual que, por su parte, lo fue Fermat, hijo de un comerciante aquí, tienen, incluso si están en esferas diferentes del Ser, el mismo
acomodado que accede a la nobleza de toga, en la Francia del siglo xvn. concepto básico como principio, a saber, el de la composición [...]. La
A este respecto, es instructivo comparar la composición de la sociedad química de los materiales naturales y la química tratada aquí de los
matemática francesa con lo que sabemos de los matemáticos alemanes: a números complejos deben ser vistas como realizaciones del concepto de
los universitarios hijos de pastores, corresponden ingenieros y artilleros... composición y de las esferas conceptuales que dependen de él: aquélla,
Se comprende mejor entonces que, en 1810, en la recién creada como una (realización) física, ligada a las condiciones de existencia
universidad de Berlín, sean los departamentos de filología los que exterior y, por consiguiente, más rica; ésta, como una (realización)
proporcionan los modelos científicos que se juzgan de validez universal matemática, perfectamente pura en su propia necesidad, pero por ello
y los que, paralelamente, pagan los salarios más altos. Gauss, por otra más pobre que aquélla.»
parte, deseaba en su juventud consagrarse a esa disciplina, y esa discipli- , Descomponer una potencia en suma de dos potencias similares...
na es la que estudian muchos de nuestros teóricos de los números al Demostrar que este problema no admite solución si las potencias
entrar a la universidad. En varias ocasiones, Kummer, por su parte, implicadas verifican ciertas condiciones... L a filiación aparente no ha
afirma que matemáticas y filosofía no son sino dos formas de la misma hecho más que subrayar mejor las diferencias de estatuto de estos dos
actividad... L a misma interpretación se vuelve a encontrar, por otra enunciados: la ciencia de encaje y puntilla y la atracción siempre viva de
parte, más allá de orígenes sociales o diferencias políticas: Cari Jacobi, las adivinanzas entretenidas, propuestas a la sagacidad de los aficiona-
primer profesor de origen judío nombrado en Alemania, y tan radical en dos a los números, se amarraron progresivamente a un lenguaje técnico
política como conservador era Kummer, escribe al matemático francés inaccesible a los no especialistas; el perfume de la aventura se esfumó en
Legendre: «Es cierto que el Sr. Fourier opinaba que el objetivo principal el polvo académico, el juego intelectual se garantizó mediante distincio-
de las matemáticas era la utilidad pública y la explicación de los nes universitarias, en pocas palabras, se accedió a la seriedad y al
fenómenos naturales; pero un filósofo como él hubiera debido saber que reconocimiento social de las matemáticas profesionales.
la única meta de la ciencia es el honor del espíritu humano y que, por Identificar los rasgos característicos del aficionado y del profesional
razón de esto, tanto vale una cuestión de números o una cuestión del ha permitido mostrar cómo estas distinciones sólo adquieren sentido en
sistema del mundo.» la medida en que una comunidad identificable fije sus definiciones, sus
A las exigencias económicas del momento, a la necesidad de la intercambios y sus reglas. Se ha visto también que una disciplina, para
formación profesional, del aprendizaje, y, por tanto, del desarrollo de las desarrollarse profesionalmente, debe movilizar un número importante de
universidades, se unen las restricciones impuestas por los propios grupos recursos, que no se expresan por fuerza, de la mejor manera, en términos
que se implantarán en ellas y la voluntad de pureza de la disciplina. de estricta utilidad. O más bien, el hecho, concreto si alguno lo es, de la
Encargados de curso en la universidad o en la Escuela militar, los inserción preferente, en Alemania, de las matemáticas puras nos ha
teóricos podrán consagrarse a la investigación que quieran, ya que, de obligado a buscar formas de utilidad pública más inesperadas. L a
todas maneras, una armonía obligatoria les garantiza su interés social. profesionalización de las disciplinas sin aplicaciones inmediatas no tiene
E l asunto mandarinal de la libertad académica vuelve una y otra vez lugar sencillamente «al amparo» de las que las tienen, incluso si está
como un leitmotiv apropiado en los discursos oficiales: nada debe poner claro que el interés marginal de profesionales ya instalados contribuye a
trabas al libre caminar del espíritu, visto, por otra parte, menos como un la implantación, cuando llega el momento, de una disciplina despreciada
progreso racional que como un elemento constitutivo de la buena hasta entonces. Tampoco se trata forzosamente de que una sociedad
marcha del mundo. L a teoría de los números y, en general, las matemá- suficientemente desarrollada acepte el riesgo de que un dominio produz-
ticas llamadas «puras» se implantan, por tanto, con preferencia a las ca a largo plazo resultados utilizables: aún habría que precisar por quién
disciplinas orientadas hacia aplicaciones prácticas inmediatas en las y para qué: N i de lujo inevitable que acompaña el «progreso» y anima,
universidades en que predominaban lo que llamaríamos hoy ciencias con el mismo impulso, cualquier actividad desinteresada, artes, música o
humanas, o dominios literarios: eran sus aliadas casi naturales al teoría de los números. E l movimiento de repliegue disciplinar y el
defender su avance y su estututo profesional con los mismos argumen- reconocimiento público de actividades son menos a menudo azares
tos. E l cambio de métodos, por otra parte, hacía más fácil esta adopción, felices que resultados de tensiones, unas veces contradictorios, a veces
ya que las técnicas matemáticas más sofisticadas se estaban usando en conjuntados, que intentan acordarse.
ellas desde ese momento y, por tanto, podían ser aprendidas en ellas. Nosotros también somos herederos del siglo xix, y el discurso de
Este estado de opinión fragua hasta en el corazón del artículo de sus teóricos de números, descifrado aquí, aún flota en nuestras cabezas;
Kummer sobre los números ideales: ya que su historia nos ha permitido de ellos hemos tomado también algunas maneras de mirar las matemá-
comprender mejor el comportamiento de un profesional en teoría de los ticas y su extraña relación con el mundo. Sin embargo, éste ha cambiado,
números, es cuanto menos justo que nos permita también detectar las como han cambiado las alianzas sutiles que ligan con sabiduría l a teoría
condiciones particulares en que esta disciplina se convirtió en una de los números, la economía pública y la promoción social entre ellas.
profesión. Después de haber explicado por qué se vio obligado a Hemos apartado en varias ocasiones las explicaciones por la simple
introducir los números ideales, Kummer los compara a los radicales de inercia o el azar: ¿bajo qué oropeles deslustrados del siglo xrx, qué hilos
la química, ciencia ascendente y, en breve, en la segunda mitad del siglo manejan a su antojo la teoría de los números moderna?
La afinidad ambigua: el sueño newtoniano de la
química del siglo xvm
ISABELLE STENGERS

Donde nos preguntaremos cómo «caducó» un concepto que, durante un


siglo, organizó el lenguaje, las operaciones y los razonamientos de una
ciencia. Donde veremos cómo, en dos ocasiones, la química se «moderniza».

roblema de método: ¿habría que hablar de historia de «la» ciencia

P o de historia de las ciencias? Cualquiera de estas expresiones


puede tildarse de simplificadora. Historia de la ciencia puede
denotar que existe un método científico que se bifurca en una serie de
campos, siguiendo un sencillo criterio de división del trabajo, pero que,
por encima de las particularidades de cada ciencia, existe «la» ciencia,
una identidad común que supera las barreras de la diversidad. E l
término de historia de las ciencias, por su parte, puede entrañar, asimis-
mo, numerosos juicios previos: en este caso, cada ciencia crea su propio
método que debe ser identificado como un todo independiente, por
encima de la similitud aparente y, en particular, de las operaciones de
unificación que se calificarán de artificiales o ideológicas. Según esta
hipótesis el historiador estudia la especificidad del objeto y de sus
instrumentos conceptuales y técnicos.
Desde este punto de vista, el caso de la química es sumamente
interesante, dado que permite desplazar la cuestión y transformar su
significado. La ciencia o las ciencias, no se trata en principio de una
cuestión metodológica planteada por los historiadores, sino de una
cuestión planteada por los propios químicos a lo largo de la historia.
¿Cuándo obtuvo la química el «título» de ciencia? ¿Cómo «descubrió» la
naturaleza de su relación con la física? ¿Cómo consolidó su autonomía
con respecto a la producción artesanal y, ya en el siglo xix, a la
industrial? Y, por último, ¿es la química una ciencia específica o debe
concebirse como una rama especializada de «la ciencia» en general? L a
respuesta a estas preguntas incumbe aparentemente al historiador. Pero, Obsesionado, devorado por su
en realidad, se encuentran asimismo involucrados en ellas algunos de los pasión, descubrir el Absoluto,
actores de esa historia que el historiador desea comprender, y estos más allá de la diversidad de
actores se han referido, al igual que el historiador, a la historia de su los elementos, Baltasar Claes
se destruye y arruina a su
ciencia para encontrar las respuestas, para argumentar sobre el futuro, familia: constituye una
sobre la identidad de la química. extraña amalgama de dos
Si en este momento fuera necesario formular de nuevo el problema personajes ya anticuados en
la época de Balzac: el
«metodológico» del historiador, me atrevería a decir que debe evitar alquimista y el químico del
convertirse en un actor más, es decir, comprender los interrogantes que siglo xvm. El hijo de Cláes
acabo de citar —los cuales implican juicios de valor— no como pregun- seguirá sus estudios en la
tas a las que él mismo debe responder, sino como elementos de la intriga Escuela politécnica: él será
un «verdadero» científico.
que pretende esclarecer. (Grabado de A. Bertall, in
¿Es la química una ciencia singular? Y en caso afirmativo: ¿en qué H. de Balzac, La búsqueda
estriba dicha singularidad? Escuchemos al primer actor, Fontenelle, del Absoluto, 1846.)

337
LA QUIMICA D E L SIGLO XVIII 338 LA QUIMICA D E L SIGLO XVIII
339
1699: «La Química, a través de operaciones visibles, descompone los el diagnóstico contemporáneo sobre la química, es decir demostrar que
cuerpos en unos principios genéricos y palpables, sales, azufres, etc., no se trata de una culminación, sino de la solución actual a un problema
pero la Física, a través de delicadas especulaciones, actúa sobre los inherente a esta ciencia, desde que lo científico se convirtió en fuente de
principios igual que la Química lo hace sobre los cuerpos; los descompo- controversias. Este problema es que el plantea la historia respecto a la
ne a su vez en unos principios todavía más sencillos, en pequeños noción de afinidad.
cuerpos dotados de formas y movimientos infinitos... L a esencia de la
Química es más confusa, más intrincada; se asemeja más a las mezclas,
en las cuales los principios están más entrelazados unos con otros; la En la actualidad, cuando los químicos recurren a la noción de ¿Sería la afinidad un
esencia de la Física es más sencilla, más clara y se remonta a los afinidad, se sitúan en el ámbito de la «termodinámica química», forma- concepto caduco?
primeros orígenes del mundo, mientras que la otra se queda a medio lismo creado en la segunda mitad del siglo xix, a raíz de los trabajos de
camino.» físico-químicos como Cato Guldberg, Peter Waage, August Horstmann,
Pequeños cuerpos dotados de forma y movimiento: se trata de una Henry Le Chatelier, Jacobus Van't Hoff, Josiah Willard Gibbs, Pierre
alusión a la química cartesiana, pero si vamos más allá de esta precisión, Duhem, etc. Este formalismo constituye una extensión de la descripción
que permite situar el texto cronológicamente, si sustituimos, por ejem- de las reacciones químicas de la termodinámica, es decir de una ciencia
plo, «principios genéricos» por «elementos químicos» y «pequeños física. En otras palabras, la historia de la noción de afinidad desde los
cuerpos» por «funciones de onda cuántica», muchos físicos contemporá- años 1860 hasta nuestros días se remite a la física, al igual que ocurre
neos, e incluso algunos químicos, aceptarán un mismo diagnóstico: con la interpretación de la tabla de Mendeleev desde el primer decenio
resulta, en efecto, imposible distinguir, de forma absoluta, la química de del siglo xx.
la física; esta última ha brindado la posibilidad de interpretar la tabla de Sin embargo, en este caso, no se trata de una simple interpretación.
Mendeleev, que constituye al mismo tiempo la culminación y los cimien- Como veremos seguidamente, la .afinidad de los químicos del siglo
tos de toda práctica química (cf. Mendeleev: historia de un descubri- xvin englobaba problemas relativos al «enlace químico» y a la reac-
miento); la verdadera diferencia que puede justificar la distinción in- ción química, durante la cual una serie de enlaces se crean y otros se
existente desde el punto de vista absoluto, se resume en la bien cono- destruyen. L a afinidad termodinámica, por su parte, se referirá exclusi-
cida frase: «La física se comprende, la química se aprende». E l «espíritu vamente al sentido en que se producen las reacciones químicas. L a
del físico» le conduce a elucidar las relaciones entre los «primeros termodinámica no se ocupa de las razones que provocan las reacciones
principios» y sus consecuencias, mientras que los químicos se inte- químicas, competencia del análisis cuántico. L a afinidad termodinámica
resan por las «mezclas», por los casos complicados en los que estos contempla la reacción química como una función de las condiciones
principios se encuentran realmente «entrelazados», donde los razona- generales (termodinámicas), mientras que para la mecánica cuántica se
mientos se reducen a una mezcla entre inteligibilidad teórica y aproxi- trata de una operación de creación y de destrucción de enlaces entre
maciones guiadas por la experiencia. L a química sería pues específica, en átomos.
tanto que las operaciones que lleva a cabo y las preguntas que plantea
Esta separación entre la reacción y sus condiciones es suficiente para
no vienen determinadas por la teoría, sino por su utilidad. La química es
afirmar que la afinidad de los químicos actuales no es la misma que la
un híbrido resultante del compromiso entre la inteligibilidad física y las
afinidad de los químicos del siglo xvm. Esta última, lejos de tratarse de
preocupaciones prácticas.
una «primera aproximación» a la afinidad moderna, murió sin dejar
Criticar este modo de caracterización, insinuar que, tal vez, los huella y, del remoto pasado de su ciencia unos químicos desempolvaron
compromisos impuestos a los químicos se deben menos a su dedicación el término, cincuenta años después.
a intereses de utilidad, que a los límites de esos famosos «primeros L a afinidad de los químicos del siglo xvm es, pues, un ejemplo claro
principios» (cuánticos), constituye una tentación en la que nada nos de lo que un historiador y filósofo, como Gastón Bachelard calificaría de
impediría realmente caer, siempre y cuando estemos dispuestos a pagar noción caduca, es decir, una noción puramente parásita, que traduce un
el precio de convertirnos en actores y, como los demás actores, a utilizar obstáculo epistemológico, susceptible de ser eliminado sin que afecte a la
todos los argumentos disponibles, teóricos, históricos, epistemológicos y verdadera historia de las ciencias, la que pone en juego la dinámica de la
sociopolíticos, para tratar de consumar una operación que, en este caso, razón científica. Pero veamos además como juzga Bachelard en Le
consiste en transformar la imagen de la química. Venzamos pues la matérialisme rationnel, al que será uno de nuestros principales protago-
tentación y seamos fieles a.la condición de historiadores, conscientes, sin nistas, el químico Berthollet:
embargo, de que la «historia de las ciencias» en sí misma forma parte de
«Cómo es posible que un gran químico como Berthollet, experimen-
la historia de las distintas ciencias. Y esta intervención se realiza tanto
tador nato, se contentara con un punto de vista como el siguiente:
en sentido ascendente, con las preguntas que el historiador planteará,
"Todas las fuerzas que provocan los fenómenos químicos proceden de la
con la selección, siempre por establecer, siempre por replantear, entre lo
atracción recíproca de las moléculas, a la que denominamos afinidad,
catalogado de «sujeto a elucidar» y lo que compone el fondo considera-
para distinguirla de la atracción astronómica. Es probable que ambas
do «natural»; como en sentido descendente, con la utilización de los
constituyan una misma propiedad."»
frutos de la narración histórica en la creación de las imágenes que los
- Bachelard «juzga» a Berthollet en nombre de una evidencia propia
científicos ofrecen de sí mismos o en las controversias que les separan.
del siglo xx: el enlace químico no tiene nada que ver con la fuerza de
Llegados a este punto, yo plantearía ün problema «estrictamente históri-
atracción entre masas. Y enfatiza su condena recurriendo al contexto
co», que todos los actores actuales de la ciencia consideran que ha sido
histórico: para «mostrar lo vanidoso de estas interpretaciones que en un
resuelto, pero que permite «legitimar» desde el punto de vista histórico
alarde literario establecen un vínculo entre la astronomía y la química»,
LA QUIMICA DEL SIGLO XVIII LA QUIMICA D E L SIGLO XVIII
340 341

Bachelard cita otro ejemplo de «síntesis gratuita», la comparación entre Pues es sin duda la importación de la química newtoniana la que
las relaciones humanas y «afinidades o relaciones químicas» a la que, en preocupa a los químicos franceses, una importación cuanto menos
la misma época, se libra el escritor francés Louis de Bonald. «Compara- problemática, ya que la Francia intelectual es oficialmente cartesiana y
ciones entre dos conceptos tan alejados, privan a ambos conceptos de rechaza las fuerzas propuestas por Newton, por formar parte de esos
todo su valor cultural.» Bonald no es más que un ejemplo y Bachelard poderes ocultos —actuar a distancia— que, precisamente, la física
hubiera podido citar otros nombres, como Schelling, Hegel o Nietzsche, cartesiana había conseguido eliminar de los cuerpos. Geoffroy no se
que consideraron el problema de la relación entre afinidad y atracción proclama «newtoniano», pero visitó Londres en 1698 y fue nombrado
física digno de atención. Hubiera podido, sobre todo burlarse de las miembro de la Royal Society, posteriormente se convirtió en el miembro
Afinidades electivas de Goethe que, como veremos más adelante, con- corresponsal de la Académie des sciences en la academia británica y,
vierte la «atracción química» en la clave de una intriga, en la cual la entre 1706 y 1707, presenta la Óptica de Newton a la Académie, en el
fatalidad de la pasión se opone a la legitimidad tranquila del matrimo- transcurso de diez sesiones. ¿Qué elementos intervienen en la Tabla de
nio. En cualquier caso, la afinidad es víctima de una doble condenadla las diferentes relaciones observadas entre diferentes sustancias de Geof-
del progreso de la ciencia y la derivada de que su significado no quedara froy? Las reacciones químicas denominadas de «desplazamiento»: un
circunscrito a una disciplina científica, demostrando que encerraba otros cuerpo se convierte en otro al establecer un enlace con un tercero. Este
muchos intereses ajenos a la ciencia. «tercer cuerpo» es el que figura al principio de cada columna, seguido
Pero el veredicto de Bachelard plantea un problema que coincide por todos los cuerpos que pueden combinarse potencialmente con él, en
con el del presente texto. Sin duda alguna, a finales del siglo x v i n y a un orden determinado por sus desplazamientos mutuos: un cuerpo
principios del XIX, la noción de afinidad no era «pura». Representaba, desplaza a todos los que le siguen y es desplazado por todos los que le
por el contrario, la relación entre enlace químico y fuerza de interacción preceden. Ahora leamos el siguiente fragmento de la Óptica: «Una
newtoniana, es decir, la posible especificidad del objeto de la química, e solución de hierro en agua fuerte disuelve el cadmio que sumergimos en
interesó, por consiguiente, a todos aquellos que discutían sobre el ella y desprende el hierro; una solución de cobre disuelve el hierro y
alcance y el significado de los «primeros principios» de la física. Pero en desprende el cobre; una solución de plata disuelve el cobre y desprende
este caso, el carácter «irremediablemente caduco» de esta noción de la plata; si vertemos una solución de mercurio en agua fuerte sobre
afinidad, a pesar de haber sido recuperado por los termodinámicos hierro, cobre, estaño o plomo, el metal se disuelve y el mercurio se
cincuenta años después, no puede desvincularse del destino de la rela- precipita.»
ción entre la física y la química. E l problema queda planteado así: ¿por Consultemos la tercera columna de la tabla de Geoffroy, la relativa
qué ha perdido vigencia la cuestión de la afinidad y por qué esta pérdida al ácido nitroso (agua fuerte). Encontramos en ella lo esencial de las
de vigencia ha sido tal que hoy podemos observar una extraña resonan- observaciones de Newton (el hierro desplaza al cobre, que desplaza al
cia entre el diagnóstico de Fontenelle y la opinión dominante de los plomo, que desplaza al mercurio, que desplaza a la plata), pero las
físicos contemporáneos: la química ¿es una rama de la física caracteriza- conclusiones de ambos son distintas. Según Newton: «¿Estas experien-
da por lo aproximativo o elemental de sus operaciones intelectuales y cias no muestran acaso que las partículas acidas del agua fuerte son
prácticas al mismo tiempo? «La física se comprende, la química se
aprende.»
TABLE DES DIFFERENTS RAPPORTS
observes entre liifjh'etUrs subslmnxs.

La química ¿De dónde procede la noción de afinidad? Normalmentefijamossu >© - 0 -© V ©V ©A SM $1 ? 3 d v


newtoniana en origen en la Tabla de las diferentes relaciones observadas entre diferentes
territorio cartesiano sustancias, publicada por Geoffroy en 1718. ¿Relaciones en lugar de ©V KD KD >© ©V o 3 K m cT
afinidad? E l que rápidamente un término sustituyera a otro es, como
9 PC 9 V ©
9
3
9
veremos, menos significativo que la ausencia de un tercero: el de atrac- ©V KD KD KD KB- 3
ción.
L a «afinidad» pertenecía, en esa época, al vocabulario tradicional de
V 9 ©* > © K9 >©
9
la química y al de la alquimia. Como precisa, retrospectivamente, Louis
Bernard Guyton de Morveau en el artículo «Afinidad», publicado en el
SM 3 V rx 9
Suplemento de 1776 de la Enciclopedia de Diderot: «Durante mucho "3 i 3

tiempo este término sólo tuvo un significado vago e indeterminado que VÊ3
indicaba una suerte de simpatía, una verdadera propiedad oculta, por la 9
cual distintos cuerpos se unían con mayor o menor facilidad.» Resultaría 3
inútil tratar de precisar los antiguos significados, alquímicos o químicos,
de la afinidad: son significados olvidados, ignorados y, sobre todo, o O
despreciados por todos aquellos que, en el siglo xvni, recuperan un lr\. Erpri¿r ¡teiWe.* • ^? Tertr •¡¿.vrkmtr • Ç Ûu'vrt - Q Soitfrr rntneni/ . La tabla de relaciones de
término procedente de lo que consideran la prehistoria de la química. »-Q Acide Hu .v/ mann . SM Suh.rtmnv.i mrttiUujues Q* Fer. Claude Joseph Geoffroy
>•© Ad Je wtmtx • Íj$ ßfereiuv î\ Plomh. •fy Esprit JifvituiurtY . presentada a la Academia de
Para ellos el término «afinidad» es ante todo «neutro», pertenece -O Acule vibicliqtu . /¿cnit/e OAniinuunc . '2¿r Ehun \y E,ut . ciencias en 1718.
sencillamente a la tradición de los químicos y, por ende, no prejuzga StlateaUfixe - Q Or. \ Zim- . e •« (Academia de ciencias,
ningún tipo de relación entre esa ciencia y la física newtoniana. SW a/ñt/t ivfttít/ . J Anient. PC Pierre Ciilaiiun.uiv Paris.)
LA QUIMICA D E L SIGLO XVIII LA QUIMICA D E L SIGLO XVIII
342 343

atraídas con más fuerza por el cadmio que por el hierro, con más fuerza En 1758, el natural philosopher Roger Boscovitch propondrá incluso
por el hierro que por el cobre, por el cobre que por la plata; que reducir esta masa inerte a la noción de punto sin extensión. Todas las
experimentan una atracción más fuerte por el hierro, el cobre, el estaño propiedades químicas son relaciónales. Ninguna puede atribuirse a un
o el plomo que por el mercurio?» L a atracción newtoniana, contraria- cuerpo concreto, sino que todas dependen de sus relaciones.
mente a la «relación» que presenta con prudencia Geoffroy, desempeña El que las propiedades químicas sean «relaciónales» choca con toda
un papel doble: explica al mismo tiempo el enlace químico y la reacción, la tradición química desde Aristóteles, con todo lo que se denomina
durante la cual se transforman los enlaces. «química de las sustancias». L a sustancia química era un sujeto que la
La presentación agnóstica de Geoffroy no engañó a casi nadie. E l reacción se limitaba a calificar. E l cuerpo químico newtoniano sólo es
cartesiano Fontenelle observaba én su Éloge de Geoffroy, en 1731, hasta un sujeto por aproximación lingüística. E l único sujeto real es el
qué punto estas afinidades «preocuparon a algunos que temieron que se conjunto de cuerpos que intervienen y entre los que se establece una
tratara de atracciones ocultas, peligrosas al extremo que gentes habilido- interacción.
sas habían conseguido dotarlas de formas seductoras.» Cuando se crea una palabra nueva, su destino escapa a menudo al
Abramos un paréntesis. Según la interpretación actual de la vida de control de sus creadores. E l término «afinidad» que, al principio, se
Newton, el estudio de las asociaciones y disociaciones entre cuerpos limitaba a ser oficialmente «agnóstico», será adoptado, de hecho, por el
químicos ocupó gran parte de su investigación. Además se ha señalado conjunto de protagonistas, tanto por los newtonianos como por los que
que Newton pasó más horas experimentando en el laboratorio que defienden que la afinidad no tiene nada que ver con la atracción
calculando. Según esta misma interpretación, la idea de una fuerza que newtoniana. Sin embargo, aunque el término en sí mismo no pueda
actúa entre los cuerpos no es el fruto directo de una práctica hipotético- servir de distintivo, su función en la práctica de los químicos traducirá,
deductiva encaminada a explicar el movimiento de los planetas. En por su parte, la ambigüedad profunda que la propia afinidad conlleva: se
realidad, Newton se interesó por la astronomía como caso particular y, pondrá de manifiesto que la afinidad se impone como concepto newto-
según esperaba él, más sencillo, intentando expresar matemáticamente niano por su calidad de noción «puramente empírica», neutra, guía
las atracciones entre los cuerpos; y esta noción antimecanista de atrac- práctica de los «creadores de tablas».
ción la extrajo de la química. Pero la traducción matemática del cielo
trajo consigo esta sorpresa gigantesca: una única fuerza universal basta
para explicar todos los movimientos. Las atracciones no son exclusivas
de un planeta. Una fuerza, universal, directamente proporcional a las Todo parece indicar que las tablas de afinidad química pueden ¿Un programa de
masas de los cuerpos que intervienen e inversamente proporcional al desvelar la solución del problema propio de la química, ciencia de las investigación para la
cuadrado de la distancia que los separa, basta para explicar los movi- combinaciones. Combinación, en las dos acepciones del término: la química?
mientos de los planetas. combinación como reacción que permite comparar combinaciones, o
Esta interpretación del razonamiento de Newton explica en cierto enlaces; comparar la fuerza de los enlaces potenciales entre cuerpos. Las
modo su alejamiento del problema kepleriano inherente a la noción de tablas debían, pues, satisfacer a los químicos, que podían ver en ellas
fuerza. E l problema «kepleriano» clásico, idéntico al de Huygens o de una representación económica de las reacciones conocidas y un princi-
Leibniz, implica que los planetas giran, independientemente, alrededor pio de organización para las que quedaban por descubrir. Pero la
del sol. E l problema estriba en explicar cada órbita, y, bajo este prisma, afinidad supone igualmente para los químicos del siglo x v i l i un proble-
se considerará en un principio la propuesta de Newton: el sol «atrae» a ma relacionado con su causa, y de ahí que ofrezca a los newtonianos la
cada uno de los planetas. Pero para Newton, esto no es más que una oportunidad de situar el progreso de la química empírica en la perspecti-
descripción aproximativa. Las fuerzas son recíprocas: en realidad los va de su posible fundamento como ciencia explícitamente newtoniana:
planetas se atraen entre sí y atraen al sol que, a su vez, los atrae. una vez resuelto el problema de la afinidad en su relación con la fuerza
Mientras que el problema kepleriano se centraba en el movimiento de de atracción newtoniana, podrá interpretarse y comprenderse el conjun-
los distintos planetas alrededor del sol, Newton planteó el problema de to de conocimientos químicos recogido en torno al principio de las
la «comunidad» de cuerpos celestes, de su sistema. Si bien esta idea de tablas.
sistema de masas atraídas mutuamente unas por otras constituye una L a afinidad fue adoptada tanto por los antinewtonianos como por
innovación radical en astronomía, sorprende menos al emanar de un los newtonianos, pero sólo el químico newtoniano se dedicará a la
químico, el cual sabe que en una reacción química cada cuerpo que elaboración de tablas. Sólo él podrá fijarse el objetivo de experimentar
interviene desempeña un papel determinado en relación con los demás. todas las relaciones posibles entre los cuerpos. Para él los cuerpos
De esta manera, para Newton, el disolvente, que hace posible la reacción considerados independientemente unos de otros no presentan ningún
entre dos cuerpos, es un «intermediario», una middle nature: las partícu- interés, al igual que es imposible calificar el comportamiento de la Tierra
las «insociables» se convierten en «sociables por mediación de un sin tener en cuenta al sol y a los demás planetas. En cambio, para el
tercero». químico discípulo de Georg Ernst Stahl, artífice de la doctrina que
rivalizó con la química newtoniana durante el siglo X V I I I , los cuerpos
N o obstante, si bien la hipótesis «química» esclarece y sitúa el
químicos poseen un poder intrínseco y la reacción química es el instru-
descubrimiento de Newton en el campo de la mecánica celeste, provoca
mento que revela dicho poder, que pertenece al cuerpo propiamente
igualmente una transformación muy profunda de la noción tradicional
dicho. Es pues inútil establecer todas las relaciones posibles, basta con
de cuerpo químico. L a idea dé que las reacciones químicas pueden
las que ilustran de forma más característica el poder de un cuerpo
explicarse a partir de una «fuerza newtoniana» implica que los cuerpos
determinado. Para aquellos que achacan la responsabilidad de una
en sí mismos son inertes, desprovistos de cualquier propiedad específica.
reacción al poder de un elemento, las tablas son inútiles. L a afinidad se
LA QUIMICA D E L SIGLO XVIII LA QUIMICA D E L SIGLO XVIII
344 345

declara, por consiguiente, newtoniana como instrumento de una investi- operaciones químicas no conseguirá predecir jamás las asociaciones:
gación empírica sistemática. determinar los efectos producidos por los distintos edificios químicos
«La física se comprende, la química se aprende»: éste es un primer queda fuera del alcance de la mente humana. Por el contrario, Buffon
significado de esta distinción. E l descubrimiento de la universalidad de anuncia que nuestros «nietos» estarán en condiciones de calcular las
la fuerza y de la uniformidad de la materia que ésta implica concilio a reacciones químicas como Newton calculó la trayectoria de los planetas.
Newton con el mecanismo, por lo menos en sus posibilidades de expre- Será entonces posible deducir las afinidades a partir de las formas de las
sión: los distintos cuerpos celestes pueden considerarse independiente- partículas constituyentes y predecir las posibilidades de reacción. Así
mente de su naturaleza, teniendo en cuenta únicamente la «cantidad de pues, dos teorías equivalentes desde el punto de vista lógico se inter-
materia» que mide la masa. Pero la química newtoniana, carente de la pretan de forma opuesta: mientras que la Inglaterra newtoniana califica
posibilidad de calificar los cuerpos por su «naturaleza», debe aprender; una de ellas de especulativa, totalmente irrelevante para el progreso de
deben experimentarse sistemáticamente todas las posibilidades de reac- la química, los franceses descubrirán en la otra el camino que debe
ción entre los cuerpos. Sólo cabe excluir las posibilidades que puedan seguir la química para convertirse en una verdadera ciencia.
deducirse matemáticamente, como el movimiento de la Tierra y de los ¿Por qué el «sueño newtoniano» de una química cuantificada se
planetas puede deducirse una vez conocida la fuerza de atracción. concibió como una quimera en Inglaterra y como un programa de
Para que la química se libere de la etiqueta de empírica y se desarrollo en Francia? E l historiador Arnold Thackray alega que la
convierta en una ciencia deductiva, que se comprenda en lugar de revolución industrial en Inglaterra suscitó un nuevo tipo de químico que
aprenderse, es menester, por supuesto, que se interpreten las afinidades y no se atribulaba por problemas matemáticos ni por programas especula-
que se elucide su especificidad, por oposición a la atracción universal. tivos. E l interés que despertó la química en Inglaterra dio lugar, asimis-
¿Cómo establecer el nexo de unión entre la fuerza de atracción, que sólo mo, a la aparición de maestros divulgadores, proclives a difundir las
depende de las masas y de la distancia, y la afinidad, que depende de la ventajas prácticas de esta ciencia, en lugar de sus problemas conceptua-
especificidad química de los cuerpos afectados? Este es precisamente el les (según Thackray, Dalton pertenece a esta nueva categoría, lo cual
problema de la afinidad newtoniana. explicaría el carácter «simplista», desde el punto de vista newtoniano, de
A este problema se han aportado dos soluciones «newtonianas», una su concepción de los átomos químicos). L a especificidad de ,1a química,
propuesta por Boscovitch en Inglaterra y otra por Buffon en Francia. su autonomía y su interés se basarán, pues, en Inglaterra, en su utilidad
En su Teoría de la filosofía natural, publicada en 1758, Boscovitch efectiva y no, como ocurre en Francia, en la consecución de sus preten-
interpreta la diversidad de las afinidades a través de la intervención de la siones de alcanzar el rango de ciencia. Esta interpretación hace referen-
2
En la fòrmula 1/r , r 2
fuerza universal. L a fórmula 1/r sólo es válida para largas distancias, cia a las tesis más generales del historiador Joseph Ben-David, a tenor
representa la distancia entre de las cuales la Inglaterra del siglo x v m mide el valor de la ciencia por
los dos cuerpos.
mientras que los fenómenos químicos tienen lugar en distancias cortas,
donde la fuerza puede ser, según la distancia, atractiva o repulsiva. Así su contribución virtual al desarrollo técnico, económico y social: ciencia
Boscovitch puede remitirse a la tesis de Newton: lo que denominamos «útil», fiel al modelo de Francis Bacon, ciencia que debe su prestigio no
cuerpo químico es un edificio complicado, montado y desmontado por tanto al servicio de la verdad o al progreso de la razón como al servicio
las reacciones. Las fuerzas de atracción que caracterizan las relaciones de la sociedad.
entre dos cuerpqs son, en ese caso, específicas porque vienen determina-
das por el edificio, porque son la resultante de las fuerzas de cada uno de
los puntos que forma parte de dicho edificio: una parte de una «partícu-
la-edificio» puede atraer a una partícula, mientras que otra parte la El modelo de Francis Bacon
:

repele. E n esta perspectiva es incluso posible explicar la función de los Francis Bacon (1561-1626), gran canciller de Jaime I, rey de Inglaterra, destacó
cuerpos que favorecen una reacción química. U n intermediario podría, como autor de libros influyentes (el más conocido Novum Organum, 1620), instigado-
por ejemplo, anular, mediante su relación con una partícula, la repulsión res de una nueva concepción (antiaristotélica) del conocimiento y de su papel en la
que impide que esta partícula atraiga a una tercera. historia de la Humanidad. La tradición (es decir, principalmente los lectores de Bacon
en el siglo xvm) ha perpetuado su hostilidad para con los sistemas, la observación
Buffon, al que Voltaire califica de «jefe del partido newtoniano en minuciosa de los fenómenos individuales, la generalización prudente a partir de éstos
Francia», adoptará la otra solución lógicamente posible (hipótesis (se conoce a Bacon como el «padre del método inductivo») y, por último, el carácter
publicada en 1765, en el volumen XIII de la Historia natural). L a única práctico del conocimiento, que permite poner a la naturaleza al servicio del hombre.
2
fórmula de la fuerza newtoniana es, por supuesto, 1/r , pero los cuerpos
químicos están mucho más próximos entre sí que los planetas, y la
aproximación aplicada a la astronomía newtoniana, que reduce las
En este sentido, la noción de afinidad estaría destinada a revelar la
masas a puntos, no resulta válida a esta escala. L a especificidad y la
divergencia entre el significado de esta actividad que denominan «cien-
diversidad de las acciones químicas se explican, por consiguiente, por la
cia» en Francia (y en los países donde los monarcas crean academias a
diversidad de las formas de los cuerpos.
imagen y semejanza de la Académie des Sciences) y en Inglaterra. En
Las dos soluciones son equivalentes desde el punto de vista lógico:
ambos casos, los «sabios» se dedican, sin duda alguna, a un gran
una explica la diversidad de afinidades a través de la variedad de los
número de actividades prácticas, pero las Academias continentales
efectos de la fuerza de interacción, dependiendo de la distancia entre los
marcan la diferencia entre estas actividades y el estudio de una ciencia
cuerpos, y la otra, a través de una fuerza de interacción simple que actúa
«racional», de una ciencia que conquista su dignidad mediante la
entre cuerpos de formas distintas. Sin embargo, los dos autores llegarán
promoción de la razón como tal, mientras que los miembros de la Royal
a conclusiones muy diferentes. Boscovitch concluye que la teoría de las
Society se recrean en una ciencia cuyo valor depende de su utilidad, de
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LA QUIMICA DEL SIGLO XVIII 346

su función en el desarrollo de las técnicas. E l que la química se convierta


en una ciencia «racional», libre del empirismo, una ciencia que compren-
de en lugar de limitarse a aprender, constituye un reto fundamental
desde el punto de vista de la condición del químico y del prestigio de su
ciencia en Francia, pero carece de toda importancia en Inglaterra.
La primera «tabla de afinidad» permitió a Geoffroy importar clan-
destinamente la química newtoniana a Francia. Pero el éxito creciente
de las «tablas de afinidad» en el continente puede valorarse como la
representación específica de las teorías de Newton, verdadera realización
del «sueño newtoniano», frente a una Inglaterra oficialmente newtonia-
na. Entre 1718 y 1750 sólo se publicarán dos nuevas tablas, pero se
publicarán tres en los años 50, cuatro en los 60 y cinco en los 70. L a
multiplicación de las tablas a partir de 1750 puede relacionarse con la
publicación de Eléments de chinde de Pierre Joseph Macquer (1755),
donde se expone por primera vez, de forma sistemática, la doctrina de
las afinidades. Macquer hace hincapié en el carácter empírico de las
tablas de afinidad, libres de teoría, punto de partida de las distintas
interpretaciones. Alude, con prudencia, a la interpretación newtoniana,
pero recurre asimismo a interpretaciones aportadas por Stahl, remitién-
dose a la noción de elemento portador de propiedades cualitativas
intrínsecas. En 1766, debido sin duda a que Macquer había adoptado la
posición de Buffon, su muy influyente Dictionnaire de Chymie calificará
de probable la interpretación newtoniana de la afinidad, y concluirá en
un llamamiento a aquéllos con conocimientos suficientes de química y
de matemáticas para impulsar una cuestión tan vital, clave de los
fenómenos más remotos de la química...
Pero el punto culminante tanto de la investigación sobre la afinidad
como de la consolidación de su carácter newtoniano se encuentra en la
obra del químico sueco Torbern Bergman acerca de lo que no dudará en
llamar «atracción electiva». Las tablas publicadas entre 1775 y 1783 por una perspectiva que exige un gigantesco esfuerzo colectivo: aprender Una tabla de atracciones
Bergman coordinan los resultados de varios miles de reacciones quími- para lograr comprender, acumular «datos» empíricos, por supuesto, electivas de Torbern
cas, constan de 49 columnas (27 ácidos, 8 bases, y 14 metales y otros Bergman (atracciones
pero que, como las observaciones astronómicas anteriores a Newton, simples, en las que
elementos) y presentan una doble clasificación: las reacciones en solu-
constituyen el caldo de cultivo en el cual florecerá, por deducción, la «AB + C» da « AC + B», poi
ción y las que se producen por «vía seca», es decir «causadas por el oposición a las atracciones
teoría. Este programa es, precisamente, el que cumplen aquellos que se
fuego». dobles, en las que
interrogan, a la sazón, sobre la química. Es bien sabido que Lavoisier «AB + CD» da «AC + BD».
En palabras del historiador Maurice Daumas, Bergman «emprendió intentará encontrar otros cimientos para la química y dejará, como Podemos comparar la tercera
su tarea con esmero, como un artesano aplicado que espera dar cuenta escribe en su Traite élémentaire de chimie, el problema de las afinidades columna con la tercera
poco a poco.del inmenso quehacer que se extiende ante él. Se diría que columna que parece
a su colega Guyton de Morveau; no obstante, observa que la ciencia de corresponderle («ácido
estaba dispuesto a efectuar todas las reacciones químicas imaginables, a las afinidades es para la química lo que la «geometría transcendental» nitroso») en la tabla de
comparar sus resultados y a clasificar cada cuerpo con respecto a los para la geometría elemental. Pero resulta suficientemente claro que, para relaciones de Geoffroy. Y las
demás... A l parecer no quedó muy satisfecho con los resultados: estima- Lavoisier, la química no tiene por qué plegarse al modelo de la geometr- casillas vacias prometen
ba que quedaban pendientes más de treinta mil experiencias exactas nuevas experiencias...
ía o de la mecánica celeste para convertirse en una ciencia racional. L a (In T. Bergman, Tratado de
para conferir un cierto grado de perfección a su tabla...». esperanza es remota y, a finales de siglo, el modelo newtoniano no las afinidades químicas o
A l trabajo de Bergman responde el contemporáneo de Guyton de constituye el único camino hacia el título de ciencia. atracciones electivas, 1788.)
Morveau. Uno marca el apogeo de la química que «aprende», el otro da Sin embargo, el problema no se limita, ni por asomo, a la alternativa
los primeros pasos hacia la «comprensión», especialmente al tratar de entre la estrategia «newtoniana» de Guyton de Morveau y la que
cuantificar la fuerza de afinidad: Guyton de Morveau mide, por ejemplo, Lavoisier atribuye al filósofo francés Étienne de Condillac. Más allá de
las fuerzas necesarias para separar láminas de distintos metales del baño la ambigüedad de la afinidad denunciada por Buffon, al escribir que
de mercurio en el que flotan, y descubre con satisfacción que dichas eran demasiados los químicos que utilizaban las tablas de afinidad sin
fuerzas siguen el mismo orden que las afinidades químicas. entenderlas, es decir, sin comprender que las afinidades no son más que
L a química de finales del siglo XVIII no vincula de forma inmediata el efecto de la atracción universal, se plantea si la química de las
la afinidad química y la atracción; esta relación ya había suscitado afinidades está abocada a convertirse, de una manera o de otra, en una
arduos trabajos y constituye un verdadero programa de desarrollo de la ciencia que cede sus leyes a la actividad química de la materia. ¿Traduce
química. Ésta no se define tanto por un territorio (así la definió el el empirismo, como Guyton y Lavoisier convendrían en afirmar, la
químico Gabriel-Francois Venel como veremos más adelante) como por calidad de una ciencia en espera de entrar en razón?
LA QUIMICA D E L SIGLO XVIII 348 349 LA QUIMICA D E L SIGLO XVIil

Afinidades y Ahora ya estamos en condiciones de leer las Afinidades electivas micas, al igual que las pasiones humanas, escapan a toda previsión ra-
circunstancias (1809) de Goethe. Escuchemos primero cómo describe «el Capitán» la cional.
actividad química: «Es preciso ver actuar ante sus propios ojos a esos La afinidad electiva, según Goethe, es un problema que incumbe a la
seres aparentemente muertos y, sin embargo, siempre prestos a entrar en razón y no una candidata a la comprensión científica y a la ley racional,
actividad; es preciso contemplar con simpatía cómo se buscan uno a por lo que debe reconocerse, un nuevo tipo de ciencia. Hay que aceptar
otro, cómo.se atraen, se juntan, destruyen, devoran y consumen y cómo, que el conocimiento adquirido a través del aprendizaje, basado en la
después de la más íntima unión, se manifiestan de nuevo bajo una forma experiencia real, no es inferior al conocimiento deductivo, basado en las
renovada, nueva e inesperada: sólo entonces se les asigna una vida leyes, sino que responde a una necesidad irreductible, impuesta por la
sempiterna, sí, y hasta sentido y razón, pues advertimos que nuestros actividad química, por las afinidades y por las pasiones de la materia.
sentidos apenas logran observarlos y que nuestra razón apenas logra ¿Debe convertirse la química en una ciencia creadora de leyes, a
comprenderlos.» semejanza de la mecánica celeste, o debe conservar, «arte dejado al
¿Cómo definir a partir de esta afirmación la química en su calidad de cuidado de los químicos», el vínculo privilegiado con la actividad
ciencia? Escuchemos la opinión al respecto de «Mittler», el mediador. artesanal que la caracteriza? ¿Puede el «progreso racional» ser obra de
Mittler corre y se afana, interviene donde las personas no se entienden, los matemáticos en menoscabo de los «obreros», como ocurrió con la
contribuirá al acercamiento entre los protagonistas, Carlota, su marido mecánica, o depende de un nuevo tipo de colaboración entre «concien-
Eduardo, la joven Otilia y el Capitán, pero se niega a predecir el cia de sistema» y «saber artesanal»? Estos interrogantes, que podrían
resultado de los encuentros que auspicia, porque cada uno es una inferirse de los escritos de Goethe, aparecen de forma explícita en la
aventura. En cuanto se trata de contactos entre cuerpos, es menester Enciclopedia de Diderot.
centrarse en el acontecimiento en sí, es decir, renunciar a deducir y a
prever. Y Carlota parece estar de acuerdo con esta opinión al decir a En la Enciclopedia de Diderot o Diccionario razonado de las ciencias, Aprender química
Eduardo, cuando se dispone a invitar al Capitán a compartir su vida: las artes y los oficios (1751-1772) existen numerosos artículos dedicados
«¡Qué hombre más extraño es nuestro Mittler! Pero al fin y al cabo o relacionados con la química y las opiniones vertidas en ellos no son
siempre tiene razón. Todas esas decisiones son siempre arriesgadas. unánimes. E l artículo «Atracción» de d'Alembert anuncia que la atrac-
Nadie puede pronosticar su desenlace. Situaciones nuevas de esta índole ción newtoniana deberá explicar las operaciones de la química. Pero el
pueden ser fecundas en dichas y en desdichas sin que en ello tengamos artículo «Química» traduce claramente el papel, totalmente distinto, que
nosotros mérito ni culpa.» N o obstante en otro caso, Carlota olvida la Diderot prétende atribuir a esta ciencia. Confió este artículo al químico
lección: ella y Eduardo creen poder concluir de un encuentro anterior y médico Gabriel-François Venel, antiguo alumno, al igual que el propio
con Otilia, en otras circunstancias, que Eduardo no podía sentirse Diderot, de Hilaire Rouelle, heraldo de la química de Stahl en Francia.
atraído por esa joven. L a aventura revelará que estaban equivocados, En este artículo, precisamente, veremos por primera vez la identidad
sin que nadie sea culpable de ello. de la química tratada como problema que une indisolublemente el
¿Era acaso Goethe «newtoniano» en materia de química? ¿Revierte saber, la filosofía y la política.
la ignorancia en el carácter relacional de las afinidades? L o esencial El artículo «Química» se publica en el tercer volumen de la Enciclo-
parece ser más bien oponer el reinado de las leyes, con sus efectos pedia, en 1753, y, en ese mismo año, Diderot, en Pensées sur l'interpréta-
previsibles y periódicos, a la actividad química. Cuando el Capitán tion de la nature, se libra a un análisis básicamente similar: aboga por
describe a Carlota, bastante pomposamente, el arte químico de la una práctica científica abierta, en la que los que «piensan» se dignarían
separación y de la reunión, la manera en que el ácido sulfúrico diluido por fin asociarse a los que «actúan», en la que los que tienen «muchas
ataca a la cal presente, en estado de combinación, en una tierra calcárea, ideas y ningún instrumento» aprenderían a colaborar con los que tienen
mientras se desprende el segundo elemento de esta combinación, un «muchos instrumentos y pocas ideas». Y denuncia, más que las hipótesis
ácido más débil, Carlota responde: «No podría percibir en este ejemplo especulativas de los matemáticos, el menosprecio que los que piensan
una elección, sino más bien una necesidad natural,y aun no del todo, demuestran para con los que aprenden a partir de la experiencia.
pues tal vez se trate de un acontecimiento ocasional. L a ocasión origina Asimismo, en Principes Philosophiques sur la matière et le mouvement
relaciones de igual modo que hace al ladrón; y en lo que se refiere a sus (1770), escribirá: «¡Qué me importa lo que pasa por vuestra cabeza! ¡Qué
sustancias naturales, la elección me parece residir únicamente en las me importa que consideréis la materia homogénea o heterogénea! ¡Qué
manos del químico que estas sustancias reúne. Solo que, una vez unidas, me importa que, haciendo abstracción de sus cualidades y limitándoos a
¡Dios se apiade de ellas!» Carlota ha comprendido que la química no es su existencia, la consideréis en reposo! ¡Qué me importa que, como
una ciencia de leyes, sino un arte de circunstancia. Le queda por consecuencia, busquéis la causa de su movimiento! Haréis de la geome-
aprender que la unión entre dos seres, legitimada por las leyes del tría y de la metafísica lo que os plazca; pero yo, que soy físico y químico,
matrimonio y por la armonía de la conciencia de cada uno, de los que tomo los cuerpos de la naturaleza y no de mi imaginación, com-
intereses y de la razón, puede tambalearse, contra toda lógica, por la pruebo su existencia, su diversidad, los veo dotados de propiedades y de
intervención accidental de un tercero. Carlota, «en unión perfecta con acción, agitándose en el Universo como en el laboratorio... Para que la
Eduardo», se sentirá relegada por la complicidad que se establece entre materia entre en movimiento, se dice también, se precisa una acción, una
éste último y el Capitán, como el ácido débil de la parábola. Otilia, a la fuerza; sí, exterior a la molécula o inherente, esencial, íntima a la
que se recurre para consolar a Carlota del alejamiento de Eduardo, molécula, que constituya su naturaleza de molécula ígnea, acuosa,
como un cuarto cuerpo que se une al tercero abandonado, ejercerá una nitrosa, alcalina, sulfurosa... L a fuerza que actúa sobre la molécula se
acción completamente distinta. Las uniones y las separaciones quí- agota; la fuerza íntima no se agota jamás. Es inmutable, eterna.»
LA QUIMICA DEL SIGLO XVIII 350 LA QUIMICA D E L SIGLO XVIII
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de la «observación directa» que revela indicios, que evalúa circunstan-


cias.
L a química exige un aprendizaje que es, simultánea e indisoluble-
mente, un aprendizaje de los sentidos, del cuerpo (llevar el termómetro
en la yema de los dedos y el reloj en la cabeza, dice Venel) y del espíritu.
En este sentido, se trata de una pasión. De esta manera se explica, según
Venel, que se hubiera-tildado a la química de pasión de locos, al químico
de excéntrico y anormal, devorado por un placer que consume su salud,
su fortuna, su tiempo y su vida. (Es también el drama narrado por
Balzac en En busca de lo absoluto.) Pero «estas mismas dificultades y
estos mismos inconvenientes deben ser motivo suficiente para que se
contemple a los sabios, con el valor necesario para desafiarlos, como
ciudadanos merecedores de todo nuestro reconocimiento».

L a singularidad de la química como pasión, basada en su diferencia La química, ciencia


con la deducción sosegada, radica en el apego de los químicos a las de lo heterogéneo
propiedades intrínsecas de los cuerpos, mientras que los físicos se limitan
a lo superficial, a «lo que ven los asnos y los bueyes». Venel, como
Diderot, no se interesa por la afinidad en sí misma, sino que se aplicará
El laboratorio del químico, Mientras que Goethe defendía, en boca de Otilia, una concepción a demostrar la diferencia entre la naturaleza de los agregados, objeto de
ilustración del artículo relacional de la afinidad y describía, al mismo tiempo, cuerpos con una
«Química» de Gabriel- la física newtoniana y cartesiana, y de las mezclas, concepto impuesto
Francois Venel en la disposición interna para la actividad, Diderot acepta una concepción de por la química. Las partes que conforman los agregados sólo están
Enciclopedia de Diderot. Los la materia similar fundamentalmente a la de Stahl —propiedades inhe- unidas por vínculos de «vecindad», cualquier modificación debe expre-
utensilios son los de la rentes, esenciales y no relaciónales—, y adopta el término de «fuerza». sarse en términos de cambio en la disposición espacial, alejamiento o
antigua tradición alquimica. En esta segunda mitad del siglo x v m , la oposición entre relaciones y
No hay balanza, ni tampoco, acercamiento, sin que las partes sufran alteraciones internas. Las propie-
todavía, recintos para aislar
principios es menos radical que la existente entre las tesis sobre la dades que se deducen de este tipo de modificaciones son «externas» o
los gases. La mayoría de los química en tanto que ciencia. Bajo este prisma estudiará Venel, en un «físicas». Pueden variar sin que se transforme la naturaleza de los
químicos del siglo xvm principio, la singularidad de la química y de las dificultades con las que corpúsculos que componen el agregado y no responden a la pregunta
trabajaban en su domicilio, se enfrenta.
en una habitación de la casa. que se plantearon los autores de la época ante los fraudes de la alquimia,
(•Enciclopedia de Diderot, A l igual que Diderot, Venel descifra estas dificultades desde el punto «¿por qué el oro es oro?». Por el contrario, las cualidades «internas
a
facsímil de la 1. edición, de vista político, es decir, examinando si el título de ciencia cuenta con el califican realmente al cuerpo, le otorgan su condición de cuerpo, hacen
1751-1780.) reconocimiento de la sociedad o no. Es cierto que suspira por una que el agua, el oro, el salitre, etc., sean agua, oro, salitre, etc.» Además,
«revolución que sitúe a la Química a la altura que merece, que la estas cualidades pertenecen intrínsecamente a los corpúsculos, partes
coloque por lo menos junto a la física de cálculo», pero esta revolución integrantes del agregado.
no constituye para él el «nacimiento» de la química a la ciencia. E l Las acciones mutuas ejercidas entre corpúsculos constituyen, pues, el
químico hábil, entusiasta, osado, capaz de desencadenar esta revolución objeto de la química. Estas acciones «dependen de las cualidades inter-
será el que «desde una posición favorable, aproveche hábilmente las nas de los corpúsculos, entre las cuales la homogeneidad y la heteroge-
circunstancias propicias para despertar el interés de los sabios, en primer neidad merecen atención prioritaria, por su calidad de condiciones
lugar con una ostentación estridente, con un tono decidido y afirmativo esenciales: el agregado sólo se establece entre sustancias homogéneas
y, posteriormente, con razones, en caso de que sus primeras armas [...] la heterogeneidad de los principios, en cambio, es esencial para que
hubieran suscitado recelo». L a química es víctima, al principio, del se produzca una mezcla». A diferencia de los agregados estudiados por
menosprecio de los «sabios» y el «nuevo Paracelso» deberá, ante todo, el físico, las mezclas, «nudo» en el que confluyen los principios de los
ser un agente de propaganda. corpúsculos, producen efectivamente un resultado homogéneo, dotado
Pero, l a virtual «revolución» no transformará l a práctica de la de propiedades intrínsecas, a partir de algo heterogéneo. «Las masas se
química. E l químico más brillante, el más instruido, seguirá precisando adhieren en razón de su cercanía, de su tamaño y de su forma; los
ese «genio» que, cuando se manifiesta en la persona de un obrero, se corpúsculos desconocen totalmente esta ley: las uniones se deben a su
denomina sencillamente sentido común. Pues, sólo este sentido común relación o afinidad; y, recíprocamente, las masas no están sometidas a
ayudará al químico sin experiencia a superar los obstáculos que encuen- las leyes de las afinidades [...], y de la unión de una masa con otra de
tra en su camino: variedad de medios químicos y de productos, singula- naturaleza distinta nunca resultará un nuevo cuerpo homogéneo.»
ridades, paradojas aparentes, fenómenos aislados difícilmente reproduc- Venel define pues la afinidad por oposición a la física. N o sabe qué
tibles, etc. Ninguna teoría deductiva conseguirá despojar a la química de es el «nudo» de la mezcla, no pretende especialmente que los «princi-
aquello que la solidariza con una larga práctica, onerosa, ardua y pios» de Stahl lo expliquen, pero sí sabe que la unión, que denomina
paciente. Ninguna verdad abstracta a priori conseguirá reducir a la afinidad, no puede reducirse al agregado. Y se niega a considerar que la
química, arte de circunstancia, al modelo de ciencia pertrechada de leyes, ausencia de una explicación intuitiva de esta unión, la ausencia de un
es decir, doblegarse ante la «facultad de juzgar en base al sentimiento», agente mecánico que la provoque, constituya un defecto, ya que, según
LA QUIMICA D E L SIGLO XVIII 352 353 LA QUIMICA D E L SIGLO XVIII

observa, los que apelan a esta ignorancia para acusar a los químicos de los conocimientos empíricos y cuantificación de las afinidades, encami-
oscuridad, son los que intentan justificar el miedo a lo desconocido. Los nadas a deducir los conocimientos encerrados en esas tablas.
químicos, por su parte, tienen el valor de anteponer la oscuridad al
error. Siguen, en este punto, el ejemplo de Newton y de todos los que,
antes que él, sabían «que la naturaleza obtiene la mayoría de sus efectos La afinidad relacional imponía un estudio exhaustivo de todas las Afinidades electivas
por medios desconocidos; que nos es imposible enumerar sus recursos; y reacciones posibles y no únicamente de las reacciones «interesantes», o funcionales
que lo verdaderamente ridículo sería pretender limitarla, reduciéndola a reacciones que habían despertado el interés de los artesanos. N o obstan-
un cierto número de principios activos y de medios operativos: les te, estas reacciones «interesantes» eran las que demostraban la distinción
bastaba con haber observado un cierto número de efectos relacionados y cualitativa entre mezclas («química») y agregados («física»). Las reaccio-
del mismo orden para inferir una causa. ¿Acaso los químicos hacen otra nes privilegiadas respondían, en efecto, a la necesidad de contar con un
cosa?» Los que quieren «racionalizar» la química manifiestan un horror procedimiento capaz de crear un producto lo más homogéneo y puro
altamente irracional para con lo desconocido, horror que Newton no posible.
compartía, y lo demostró al explicar la trayectoria de los planetas y de L a selección de estos procedimientos es precisamente la base de uno
los cuerpos graves mediante una fuerza de acción a distancia. de los aspectos de la concepción de todo lo relacionado con las mezclas:
El artículo «Química» de la Enciclopedia es pues un contraataque si un cuerpo experimenta con respecto a otro una afinidad más fuerte
contra todos aquellos que opinaban que el único destino de la química que la que este último experimenta con un tercero, con el cual se
estribaba en someterse explícitamente a los principios físicos. Y este encuentra unido, el primero repele totalmente al tercero. Si hacemos
contraataque se caracteriza por extenderse por distintas facetas que abstracción de los obstáculos determinados por el agregado, cabe
automáticamente articula entre sí: presentación de la especificidad social suponer que la reacción química es completa, la elección de un cuerpo
y práctica del saber de los químicos, de su aprendizaje necesario y por parte de otro, a expensas de un tercero, responde a la ley cualitativa
apasionado; revelación de la especificidad de los fenómenos químicos; y, del todo o nada. Bergman habla de atracción electiva para explicar la
por último, afirmación de una contrateoría del conocimiento, como diferencia cualitativa entre mezcla y agregado, vigente en sus tiempos.
consecuencia de la cual se invierte el significado del contraste entre la Las tablas de Bergman, que engloban un gran número de reacciones,
racionalidad inteligible de la mecánica y la oscuridad de la química. no contempladas en el corpus tradicional, multiplican los casos de
La distinción que señala Venel entre lo que denomina «agregados» y «anomalías»: Bergman debe explicar continuamente que ciertos factores
«mezclas» era, en realidad, generalmente aceptada por todos los quími- físicos interfieren en la afinidad «verdaderamente química» e impiden
cos del siglo XVIII, incluidos aquellos que, como Bergman y Guyton de que la reacción se complete o incluso hacen que se produzca en un
Morveau, tenían la ambición de interpretar la afinidad a través del mismo sentido «equivocado». Periódicamente, debe reconocer que se ve obliga-
tipo de fuerza que explica los agregados. L a idea de que una reacción do a utilizar varias veces la cantidad que debería ser suficiente para
química siempre tiene un sentido bien definido, definido por la afinidad completar la reacción.
más fuerte, aunque circunstancias relacionadas con la física, como el Contrariamente a lo que pensaba Bachelard, quien, como hemos
estado de agregación, puedan impedirla y que otras, como el calor, la visto, parecía convencido de que un «buen experimentador» compren-
desagregación, la disolución, puedan levantar esa barrera, es aceptada dería que la afinidad no tenía nada en común con la atracción, el
por todos, sin duda alguna, porque se remite a los procedimientos enriquecimiento del saber experimental no supondrá el abandono de la
propiamente dichos de la química artesanal de esa época. Además, Venel tesis por la cual afinidad y atracción son una misma cosa, sino, por lo
afirma claramente que este corpus de conocimientos se ha perpetuado menos al principio, su confirmación. Hasta ese momento sólo los críticos
como si de un bien común se tratara: «El obrero dice: él ácido nitroso de la química newtoniana, como Venel, habían afirmado que la atrac-
demasiado concentrado no ataca la plata, pero diluido con una cierta ción no podía explicar por qué dos cuerpos heterogéneos forman un
cantidad de agua y excitado por un cierto grado de calor, la disuelve. L a tercer cuerpo homogéneo, no podía justificar la diferencia cualitativa
ciencia dice: el agregado del ácido concentrado es superior a su relación entre agregados y mezclas. Como veremos a continuación, esta imposi-
(su afinidad) con la plata y el agua añadida al menstruo (al ácido) libera bilidad se convertirá en una virtud cuando la química newtoniana la
este agregado que el calor libera aún más, etc. E l obrero nunca generali- utilice para negar el carácter electivo de las afinidades, y la diferencia
zará; pero la ciencia concluirá: en todo acto de disolución, la tendencia a cualitativa que pone de manifiesto la «elección». L a duda experimental
la mezcla supera la tendencia al agregado.» de la noción de reacción completa, que responde a la ley del todo o
Veremos cómo este bien común, este lenguaje doble, pero coinciden- nada, confirmará las implicaciones de la interpretación newtoniana de
te, de la química de «los sabios» y de «los obreros», se pondrá en tela de las afinidades, hasta entonces ignoradas por sus defensores.
juicio a principios del siglo XIX. E l corpus, tanto artesanal como propia- Así llegamos a la obra del químico Claude Louis Berthollet y a la
mente científico, de los químicos del siglo xvni justificaba, como acaba- Revolución francesa. L a importancia de esta última no estriba en las
mos de ver, la distinción cualitativa entre mezclas y agregados, estos ideas ni en la muerte de Lavoisier, sino en los nuevos problemas que se
últimos, en su caso, debían ser «superados» para que se produjera una plantean al químico y en las transformaciones institucionales que pro-
mezcla. Pero a principios del siglo XIX esta distinción será cuestionada vocó la creación de cátedras dedicadas a la enseñanza sistemática de
por los «sabios», partidarios de la afinidad newtoniana. A partir de la química.
entonces, tocará a su fin la armonía que existía en Francia entre el saber Durante la Revolución, Berthollet centró su atención en un proble-
de los químicos y la afinidad newtoniana, el programa de doble progreso ma ajeno a la tradición de la química artesanal: racionalizar la produc-
complementario: enriquecimiento de las tablas de afinidad que reflejan ción de salitre utilizado para fabricar pólvora para cañones. En lugar de
recoger el salitre in situ, como se venía haciendo hasta entonces, se
LA QUIMICA D E L SIGLO XVIII 354 355 LA QUIMICA D E L SIGLO XV11I

trataba de producirlo mediante un proceso industrial controlado. Ahora Venel tenía razón. L a fuerza newtoniana de atracción no permite
bien, Berthollet, al lavar las rocas de salitre, observa que cuanto mayor justificar una distinción cualitativa entre fuerzas «físicas» y «químicas»,
es la cantidad de salitre disuelta en el agua, menos eficaz es el lavado: es distinguir las «mezclas» de los «agregados». Berthollet comprendió que
mejor lavar varias veces las rocas con agua limpia. Así, en cada lavado era preciso elegir entre la tradición química y las repercusiones, hasta el
se disuelve una menor cantidad de salitre. momento no explicitadas, de la afinidad newtoniana. L a afinidad sólo
En un curso que impartió en 1795 en la «École nórmale» del año III, será para él un factor más, de forma que, jugando con los demás factores
Berthollet concluyó que la tendencia de un cuerpo a combinarse con se puede provocar una reacción en uno u otro sentido. Más concreta-
otro disminuye proporcionalmente al grado de combinación ya estable- mente, Berthollet se afanará por suprimir la distinción entre el sentido
cido. Esto significa que la afinidad, en lugar de caracterizar a un cuerpo «natural» de una reacción y lo que interfiere en dicho sentido. Para
en su relación con otro, se convierte en una función del estado físico- Berthollet, las reacciones químicas carecen de «sentido natural». E l
químico del medio en que se encuentra y, en particular, de la concentra- químico no tiene por qué «jugar» con las «circunstancias» para que las
ción de los reactivos presentes. afinidades químicas se pongan de manifiesto. E l químico manipula una
función: el sentido de una reacción química es función de una afinidad
En 1800, Berthollet expresa la misma idea, pero de forma más puramente química, que depende de las concentraciones y, también, de
radical. Entretanto, participa en la expedición a Egipto y la tradición la temperatura, de la cohesión entre los productos presentes, etc.
narrativa remonta sus convicciones acerca de la afinidad a una curiosa En esta función, la afinidad «química», fruto de las fuerzas de
observación del viaje: un «lago de sodio». L a sal que contiene el agua atracción, no desempeña el papel privilegiado que le permitiría hacer
del lago, al contacto con el carbonato de calcio del fondo, produce frente a las «circunstancias», sino que forma parte del conjunto de las
carbonato de sodio que se posa en las orillas del lago. Pero en el circunstancias que el químico debe tomar en consideración. «La acción
laboratorio, esta reacción no tiene lugar en ese sentido. Berthollet química de una sustancia no depende únicamente de la afinidad propia
achacará ésta diferencia a dos circunstancias: la cantidad de s a l y de de las partes que la componen y de la cantidad; depende además del
carbonato de calcio, y el que los dos productos de la reacción se estado en el que se encuentran estas partes, ya sea por una combinación
eliminen continuamente del medio reactivo, pues el cloruro de calcio es actual que hace desaparecer una parte más o menos grande de su
absorbido por el suelo y el carbonato de sodio se precipita en la orilla. afinidad, o por su dilatación o condensación, que hace variar la distan-
A su regreso a París, Berthollet empezará a invertir sistemáticamente las cia entre ellas; se trata de condiciones que, al modificar las propiedades
categorías fruto del razonamiento experimental de la química. E l medio de las partes elementales de una sustancia, integran lo que yo denomino
reactivo (temperatura, concentración de los reactivos) se consideraba, su constitución; para lograr analizar el acto químico es menester apre-
generalmente, fuente de interferencias que permitía explicar las anoma- ciar no sólo cada una de estas condiciones, sino además todas las
lías; a partir de entonces, una reacción anómala es aquella en la cual un circunstancias con las que mantienen alguna relación», afirma Berthollet
cuerpo es totalmente desplazado por otro cuerpo; ésta es la que debe en las primeras páginas de la Statique chimique.
explicarse a través de factores especiales (por ejemplo, eliminación de los Pero Berthollet irá más lejos en la confirmación del análisis de Venel:
productos por volatilización o por precipitación). la fuerza de atracción puede explicar la mezcla y sus proporciones, pero
Berthollet revela, pues, la singularidad de los procedimientos tradi- no la combinación química que produce nuevos cuerpos homogéneos a
cionales de la química artesanal, el hecho de que hayan sido selecciona- partir de cuerpos heterogéneos. Berthollet negará, pues, la singularidad
dos en función del carácter completo de las reacciones que en ellos de las mezclas. E l producto de una reacción química no es más que un
intervienen. Se basa, además, en la tabla de Bergman para demostrar estado de equilibrio en el que coexisten los distintos tipos de componen-
que el famoso orden irreversible de los desplazamientos no es más que el tes en estado de mezcla. Y estos componentes no pueden tener una
grado de solubilidad de los productos. Las «reacciones completas» se identidad propia bien definida. Aunque un cuerpo atraiga a otro con
explican por la volatilidad o por la escasa solubilidad de uno de los mayor fuerza que un tercero, no puede alejar a este último de él; sino
productos, que se escapa del medio reactivo. que se limitará a existir en una cantidad más importante que su rival
A su regreso a Francia, Berthollet se encuentra en una situación más débil. Así pues, todo cuerpo es una mezcla, y una reacción química
privilegiada para lograr el máximo impacto posible de sus ideas. Es, no puede, por regla general, afectar a un producto puro. Y lo que es
junto con Laplace, uno de los miembros fundadores de la «Société peor, las combinaciones que resultan de una reacción no se caracterizan
d'Arcueil», sociedad privada que reunirá a los científicos más brillantes por contener proporciones bien definidas de los cuerpos que las forman:
del momento y editará una publicación titulada Mémoires de Physique la composición de un cuerpo depende de su historia, de los distintos
et de Chimie de la Société d'Arcueil. Es, además, senador de Napoleón. factores que determinan el medio reactivo en el que se han formado.
Laplace y él encarnan el trato preferencial que reserva el Imperio a los
«grandes hombres de ciencia»: función política, control de las nuevas
instituciones docentes y conquista del poder financiero, que les permiti-
rá, en particular, montar los laboratorios privados de Arcueil. L a Cuando Bachelard se asombra de que Berthollet, experimentador La controversia
doctrina oficial de la «Société d'Arcueil» es la física newtoniana y nato, haya comparado la afinidad y la atracción, adopta el punto de
Berthollet, experimentador nato, demostrará en 1803, en su obra Stati- vista generalizado sobre la controversia que suscitaron las tesis de este
que chimique, que el carácter generalmente incompleto de las reacciones último. Generalmente, se explica que el químico Joseph Louis Proust
químicas y su dependencia intrínseca con respecto a las circunstancias, demostró experimentalmente el error de Berthollet al establecer que los
son consecuencias directas de identificar la afinidad con la fuerza de cuerpos químicos responden efectivamente a proporciones definidas, y
atracción newtoniana. esta demostración se convierte en la victoria de la química experimental,
LA QUIMICA DEL SIGLO XVIII 356 357 LA QUIMICA D E L SIGLO XVIII

del «hecho» sobre las añejas especulaciones del siglo x v m . Esta descrip- proporciones definidas de los productos puros que integran un producto
ción es errónea por dos motivos. compuesto y, por otro, la de la reacción. Todas las reacciones crean
En primer lugar, la idea de las proporciones definidas es una idea cuerpos que responden a unas proporciones definidas, pero todas las
tradicional. Proust en su primer artículo de 1799, antes de la controver- reacciones son incompletas y producen una mezcla de reactivos y de
sia, sacaba conclusiones generales de algunas experiencias; pretendía productos de reacción, mezcla cuya composición, como ya mostró
demostrar que la composición es independiente de la procedencia del Berthollet, depende de las condiciones de la reacción.
producto. Para ello trabajó con óxido de mercurio, producido en el Esta fue la conclusión «racional» de la controversia y, por deducción
laboratorio, y con el mineral procedente de las minas de Perú. A l mismo de la misma, se podría afirmar que la afinidad del siglo x v m fue un
tiempo que Berthollet «descubre», durante su viaje, la prueba de la concepto fecundo, que engendró una distinción insospechada, ajena a la
singularidad de lo que la química tradicional consideraba normal, física newtoniana, entre enlace y proceso de transformación de los
Proust hace viajar los productos para demostrar la solidez del funda- enlaces, entre el «enlace» sobre el cual el químico no tiene ningún
mento de las opiniones tradicionales. E n el artículo de 1799, Proust cita, control, y el Mentido de las reacciones en las que se transforman estos
además, a Stahl a propósito del pondus naturae: las proporciones enlaces, que puede manipular a través de las condiciones de la reacción.
definidas traicionan la mano invisible de la Naturaleza que actúa tanto Paralelamente, se confirma la singularidad del enlace quimico: los que,
en las profundidades del globo como en el laboratorio y fija, de forma como los ingleses Humphry Davy y Michael Faraday o el sueco Jons
invariable, las proporciones de los componentes de un producto. E l Jacob Berzelius, tratarán de sustituir las fuerzas newtonianas por la
químico no tiene ningún poder sobre el pondus naturae, como tampoco hipótesis de un enlace «eléctrico», serán derrotados por el desarrollo de
lo tiene sobre la ley de elección que rige todas las combinaciones. la nueva química orgánica.
Tendemos a pensar que la ley formulada por Proust es nueva por el
A finales de la década de 1830, Jean Baptiste Dumas demuestra que
simple hecho de que la consideramos cierta, pero en realidad tiene sus
el ácido acético de cloro es el resultado de sustituir un hidrógeno,
raíces en la química del siglo XVIII y, ya entre 1792 y 1802, sirvió de base
supuestamente electropositivo, del ácido acético por un cloro, que por
al químico alemán Benjamín Richter para evaluar en términos numéri-
su parte es electronegativo. L a teoría de la sustitución surgida de la
cos algunas afinidades.
necesidad de desentrañar la maraña de productos de la química orgáni-
Lo nuevo de la controversia reside pues, sobre todo, en que porfinla ca, se impuso a la última interpretación general de los procesos químicos
afinidad relacional, en el sentido newtoniano, y la afinidad reveladora de (a pesar de Berzelius, que seguirá defendiendo que esta teoría sólo es
principios químicos, en el sentido de la química de Stahl, llegan al punto válida en-química orgánica...).
que las separa, el punto en que finalmente habrá que optar por una o Sin duda más interesante que la conclusión racional de la controver-
por otra. sia, propiamente dicha, es el hecho de que esta conclusión ya no le
Entre 1799 y 1807 se sucederán experiencias y contraexperiencias, interesara prácticamente a nadie, incluidos Gay-Lussac y Thénard. Esta
pero ninguno de los dos adversarios reconocerá en ningún momento que indiferencia se mantendrá hasta la segunda mitad del siglo XIX, cuando
el otro ha «probado un hecho» que le haga merecedor de la victoria. el problema de los rendimientos penetra en una química que, a partir de
Por supuesto, Proust no ceja en su convicción de que los hechos le dan entonces, practicará la síntesis a escala industrial. En ese momento, los
la razón, se trata de su única arma contra la autoridad de la teoría químicos se ocupan de nuevo de la posibilidad de jugar con las concen-
newtoniana y el prestigio de Berthollet. Y, retrospectivamente, los que traciones y con las condiciones físicas de la reacción, con objeto de
«saben» que tenía razón se muestran impresionados por su tono «mo- modificar la proporción de los productos de la misma. Así aparecerá el
derno»: los científicos, repite sin cesar, tienen el deber de no elaborar término «afinidad» para designar la función (termodinámica) que deter-
teorías contrarias a los hechos. Pero los hechos, por su parte, sometidos mina el sentido de una reacción, es decir, para definir en función de las
a las limitaciones de los métodos aplicados en esa época, eran ambiguos. concentraciones, de la presión, de la temperatura, etc., lo que la antigua
L a química de Proust y de Berthollet sigue siendo la química del siglo afinidad cualitativa saludaba como «elección» de un cuerpo por parte de
xvill y no la química analítica que nacerá diez años después: para un otro, a expensas de un tercero.
análisis en el que Proust utilizaba cientos de kilos de óxido, bastarán
E l interés de la controversia entre Berthollet y Proust no reside tanto
unos pocos gramos. Pero, ahora, sabemos que la precisión experimental
en «quién» tenia razón, sino en descubrir por qué se consumió ante la
era, a la sazón, indispensable: la mayoría de los compuestos metálicos
indiferencia general. Berthollet no cayó ante Proust, sino ante la trans-
que analizaron Berthollet y Proust eran, según podemos afirmar hoy,
formación de los intereses de los químicos.
mezclas de varios tipos de óxidos, por lo cual cada uno de los protago-
nistas interpretaba los «hechos» a su gusto y acusaba al otro de
distorsionarlos, de presentar hipótesis, paralelas.
L a controversia cesará hacia 1807 sin alcanzar ninguna conclusión Diderot y Venel, al defender la autonomía de la química, asociaron Un siglo XVIII
definitiva, ambas partes se consideran vencedoras. E n 1832, Louis varias facetas: análisis de lo que sabemos acerca de la combinación caduco
Jacques Thénard y Joseph Louis Gay-Lussac propusieron una inter- química, análisis de la relación entre teoría y práctica, y filosofía del
pretación del equilibrio químico de Berthollet que respetaba el principio conocimiento científico. Su estrategia podría tacharse de ilegítima desde
de las proporciones definidas. Se disoció lo que la química del siglo XVTII el punto de vista científico: el valor y el significado de una noción como
y el propio Berthollet englobaban en el problema de la «causa» de las la de afinidad, por prometer una «racionalización» de la química,
reacciones. Para ellos la fuerza newtoniana era responsable, al mismo deberían depender únicamente de consideraciones intrínsecas a esta
tiempo, del enlace y de la causa de la transformación. Gay-Lussac y ciencia. Sin embargo, el destino de la afinidad, su carácter definitiva-
Thénard distinguen por un lado la cuestión del enlace, es decir de las mente caduco, se deduce de la confluencia de todas estas facetas. E l
359 L A Q U I M I C A D E L SIGLO XVIII
L A Q U I M I C A D E L SIGLO XVIII 358

carácter caduco de la afinidad no se debe en ningún caso a que habría sencillas, adquirieron un significado distinto al de la química del siglo
de considerarse una noción absurda: en otro contexto podría haber XVIII y al de Proust: no son reglas relativas al mecanismo de la reacción
sobrevivido, si el acercamiento entre afinidad y atracción hubiera goza- química, sino principios del análisis de los elementos que constituyen un
do de un respeto histórico similar al de la hipótesis atómica de Dalton, cuerpo. L a química analítica ya no es la ciencia de las reacciones, sino el
por ejemplo. Se convirtió en un concepto caduco porque la química análisis de las combinaciones de los productos: la reacción en sí misma
cambió en todas sus facetas al mismo tiempo, porque se transformaron sólo tiene un interés instrumental, es el instrumento de análisis que
tanto las cuestiones planteadas por los químicos a partir de 1810, como permite acceder a la composición química de un producto. L a Química
las técnicas de la química, e incluso los propios químicos. «moderna», regresa, en cierto sentido, a la situación vigente antes del
desarrollo de las tablas de afinidad, antes de lo que yo llamo el «progra-
Los historiadores franceses han visto en el desarrollo de la química
ma de desarrollo de la química newtoniana»: un número reducido de
analítica una consecuencia normal de la obra de Lavoisier. Otros han
«buenas» reacciones entre reactivos estandarizados y lo suficientemente
hecho hincapié en la importancia de las «leyes» que rigen todas las
potentes, bastan para separar los cuerpos combinados. Hasta la segunda
combinaciones químicas, descubiertas por Dalton y por Gay-Lussac.
mitad del siglo XIX, los químicos no emprenderán de nuevo el sendero
Una vez confirmada la ley de Dalton, la balanza, instrumento en torno
de los interrogantes y el seguido por Berthollet en lo que a las reacciones
al cual Lavoisier había articulado la química, se convierte en un instru-
«incompletas» se refiere. Y , tal como recuerda el químico Wilhelm
mento eficaz para la exploración de las combinaciones químicas. Permi-
Ostwald, la química de síntesis, en el origen de este nuevo interés,
te verificar que nada burla los controles, traspasa clandestinamente las
imponía recurrir a toda la gama de reacciones posibles. Sin embargo, la
fronteras del territorio de la reacción, es decir partir de cero como si la
reacción incompleta vuelve a la química, no como referencia a la física
química antigua no hubiera existido. Pero, permite además caracterizar
newtoniana, sino como caso particular de la física general de las trans-
las combinaciones, según el peso de los reactivos combinados y los
formaciones físico-químicas: la termodinámica.
reactivos según su relación ponderal en las distintas combinaciones
posibles. Esta primera aproximación de principios del siglo xix a la transfor-
mación de la química es suficiente para justificar la precaución con la
que debe analizarse la relación entre una ciencia y lo que podríamos
denominar «desarrollo industrial». L a química analítica interesa, sin
Las proporciones sencillas lugar a dudas, a la industria y viceversa. Sin embargo, cuando Berthollet
«tomó en serio» las consecuencias de la interpretación newtoniana de la
Fue probablemente hacia 1803 cuando John Dalton demostró que las distintas afinidad, planteó un problema crucial para la producción «racionaliza-
combinaciones químicas responden a relaciones ponderales determinadas de los da» de salitre, que se convirtió en esencial para la química de síntesis de
reactivos. Si se producen diversas combinaciones a partir de los mismos reactivos, los
pesos de un reactivo que se unen a un mismo peso del otro, están en una relación de
la segunda mitad del siglo XIX: el de las condiciones de una reacción que
números enteros sencillos, como por ejemplo I, 2, 3, etc. garantizan el mejor rendimiento. L a química analítica de principios del
En 1805, Louis Joseph Gay-Lussac y Alexander von Humboldt demostraron que, siglo xix vuelve, como ya hemos visto, a las «reacciones privilegiadas»
en idénticas condiciones de presión y de temperatura, son necesarios dos volúmenes que forman el corpus artesanal, cuya especificidad había puesto de
de hidrógeno y un volumen de oxígeno para obtener un volumen de agua. En 1809,
Gay-Lussac generalizó esta observación: existe siempre una relación sencilla entre los
manifiesto el trabajo de Berthollet. En este sentido, vemos como el
volúmenes de los gases que se combinan, así como entre la suma de estos volúmenes y «desarrollo industrial», tras abrir el horizonte de Berthollet, tuvo diver-
el volumen del gas resultante. , sas implicaciones: centrar la atención en los «métodos válidos», los que
permiten extraer el producto deseado de la mezcla resultante de la
Dalton publicó sus resultados en 1808, en System of Chemical Philosophy, donde reacción, o bien, como en tiempos de Ostwald, resucitar el problema del
presentará su «ley ponderal» como prueba de la hipótesis atómica. Los átomos de
Dalton, que se consideraba a sí mismo «newtoniano», no tenían nada en común con rendimiento, de las formas de influir en la composición de dicha mezcla.
los complejos edificios que constituían para Isaac Newton los cuerpos químicos N o obstante, también en este caso, se trata de generalidades que sólo
cuando reaccionaban (lo que explicaba la creación de oro a partir de otros metales,
por composición y recomposición de dicho edificio). Dalton no se basó, como hiciera
pueden enunciarse a posteriori. Deben tenerse en cuenta otros factores,
Amadeo Avogadro, en la ley de Gay-Lussac para desarrollar su hipótesis. La tesis de otras circunstancias: no hay que deducir la transformación de la química
Avogadro no obtuvo el reconocimiento y la aceptación general hasta después del del contexto social e industrial, o de una distinción a priori entre
congreso internacional de química de Karlsruhe celebrado en 1860. «química especulativa», propia del siglo XVIII, y «química positiva»,
propia del XIX, sino seguirla, un poco como el químico de Goethe debe
aprender la lección de la puesta en contacto real entre cuerpos químicos.
Entonces las múltiples «circunstancias» adquirirán un significado pro-
L a noción de proporción indefinida que implicaba la afinidad de
pio. Cabe preguntarse si la química analítica habría desempeñado el
Berthollet resulta, pues, contradecir «leyes» que, para la química analíti-
papel que le correspondió si, en esa época, no se hubiera abierto un
ca, no son leyes experimentales cualesquiera, sino leyes que se derivan de
nuevo campo de exploración, ese verdadero «nuevo continente» de
los nuevos dispositivos experimentales y de la interpretación de sus
productos y de reacciones, denominado química orgánica. Pero, ante
resultados. Si seguimos las ideas de Berthollet, serían las propias condi-
todo, debemos preguntarnos si la ruptura más eficaz, la que convirtió a
ciones de la práctica analítica las que se derrumbarían: nunca podríamos
la química del siglo XVIII en una ciencia caduca no se debe acaso a la
saber a ciencia cierta, al analizar un producto a través de su reacción
transformación de la identidad práctica de la química y del químico.
con otro, si la experiencia es reproductible. Ningún producto sería fiable
como patrón, todos ellos, al haberse formado en condiciones diferentes, Venel, que defendía la «observación directa», la facultad de «inter-
podrían tener una composición diferente. pretar los indicios» que caracteriza al químico experimentado, escribió
A partir de entonces, las proporciones definidas y, sobre todo, que un químico armado con un termómetro sería tan ridículo como un
LA QUIMICA DEL SIGLO XVIII 360 361 LA QUIMICA DEL SIGLO XVIII

las «conjeturas», según palabras de Diderot, sobre una falsa inteligibili-


dad simplificadora, que reuniera en torno a una nueva modalidad a los
especialistas en la teoría y en la práctica. L a química de Liebig ya no es
la ciencia de las dos interpretaciones: la de los sabios y la de los obreros.
E l «hecho químico» se establece en los recintos cerrados de los laborato-
rios académicos y, muy pronto, industriales. Los químicos que allí
trabajan no han estudiado la historia, caduca, de su ciencia, ni las
prácticas de la química artesanal de su propia época. Y a no aprenden a
jugar con las circunstancias, múltiples y singulares, sino que disponen de
los medios necesarios para vencerlas, para «crear», según palabras de
Marcellin Berthelot, objetos nuevos, relacionados con los instrumentos y
con los protocolos que desarrollan.
L a química triunfadora del siglo xix se vanagloria de ser una ciencia
activa, que ya no se somete a la naturaleza múltiple y circunstancial,
sino que domina los procedimientos; se vanagloria asimismo de ser una
ciencia autónoma, desinteresada, en una palabra, académica. Liebig es el
primero en pronunciarse abiertamente contra la concepción de Bacon,
que todavía imperaba en Inglaterra: la química no debe estar al servicio
de la industria, sino que debe ser fiel a sus propias inquietudes, el
resultado de las cuales favorecerá el desarrollo industrial.
. L a química del siglo XIX conquistó, pues, su título de ciencia por un
camino que difiere del de Venel y del de Buffon. Se convirtió en un
modelo de ciencia positiva, en torno al cual se articula la ciencia pura y
la aplicada, representación por excelencia del dominio racional y crea-
dor del hombre: sobre la Naturaleza. L a química no es deducción ni
pasión. Es acción, racional por ser práctica, apasionante por crear
productos nuevos que transforman la sociedad y la vida de los indivi-
duos.
El laboratorio de Liebig en médico armado con un termómetro. L a generación de los Gay-Lussac y Partimos de la cuestión de la extraña resonancia entre el menospre-
dessen, hacia 1840. La
de los Liebig asistirá a una mutación radical de las prácticas —generali- cio por la química de Fontenelle y por la del químico contemporáneo.
disposición es semejante a la
de los modernos laboratorios zación de los instrumentos y de los productos que facilitan la recons- L a afinidad no nos ha permitido resolver la cuestión, pero sí precisarla.
de enseñanza. Muchos de los trucción de las experiencias y la elaboración consiguiente de protocolos Durante el siglo XIX, la química no sólo alcanzó su condición de ciencia
«estudiantes-investigadores» experimentales— que, en unos años, relegará a la prehistoria al químico autónoma, sino la de ciencia de vanguardia, ciencia reina, modelo de
representados se harían «apasionado» descrito por Venel. L a química depende de técnicas
célebres, sobre todo August
ciencia positiva, ilustrando una concepción y una práctica efectivas de la
Wilhelm von Hofmann, el
métricas cada vez más precisas y el químico experimentado, forjado tras ciencia pragmática y empírica. Queda en manos de la historia del siglo
primero a la derecha, que, en años de arduos esfuerzos, será suplantado por químicos con una forma- xx el comprender cómo el éxito de esta estrategia se ha vuelto contra
1845, introducirá en ción de cuatro años adquirida en el laboratorio de Liebig en Giessen y ella, cómo a los ojos del público y de algunos científicos, la química se
Alemania la química «al en los laboratorios que se crearán a partir de ese modelo, químicos que
estilo Liebig», y en cuyo
ha convertido en una ciencia «únicamente práctica» y, por ende, someti-
laboratorio William Henry
habrán aprendido, fundamentalmente, a seguir los protocolos y a utili- da a los intereses sociales y económicos.
Perkin preparará el primer zar instrumentos cada vez más sofisticados.
colorante sintético. La química del siglo xix ya no es una ciencia de experiencias, sino de
(Según un dibujo de M. von
experimentos. Sigue siendo una ciencia que «se aprende», pero no como
Trautschold y H. von
Ritgen.) decía Bergman, a través de un aprendizaje en espera de la deducción que
demostrará su inutilidad, ni como decía Venel, a través de un aprendiza-
je apasionado del cuerpo y del espíritu. Se aprende, como alegó Liebig,
con un entrenamiento sistemático, con el manejo de los instrumentos y
de los protocolos experimentales: formación acelerada de químicos que
comparten los mismos «hechos», las mismas técnicas, los mismos méto-
dos y las mismas lecturas. Químicos, procedentes de todo el mundo, van
a «aprender» a Alemania. L a química será, simultánea y sucesivamente,
la primera ciencia en establecer una comunicación normalizada entre los
resultados de l a investigación y los resultados de los investigadores, es
decir, conducirá a los estudiantes por un camino que «imita» la trayec-
toria de la investigación, y la primera ciencia realmente internacional.
Venel y Diderot habían luchado por una ciencia abierta, que respetara
la complejidad de los fenómenos, que diera prioridad a la oscuridad, a
De Linneo a Darwin:
los viajeros naturalistas
JEAN-MARC DROUIN

Donde se verá que los viajeros naturalistas que surcaron el mundo para
inventariar las especies vivas trajeron de sus periplos los materiales de una
geografía de las plantas y de los animales y, por tanto, las bases de una
teoría de la evolución.

e ha señalado a menudo la coincidencia de fechas: un siglo justo

S separa la fijación de la nomenclatura de Linneo, en 1758, en la


décima edición del Systema naturae, y la primera exposición pública
que realizó Darwin de su teoría de la evolución el primero de agosto de
1858, en la Sociedad Linneo de Londres. A los ojos de ciertos autores,
un siglo parece bien poco, habida cuenta de lo que separa a estos dos
momentos cumbres de la historia de la biología. En efecto, Linneo no
propone solamente un código para designar las especies vegetales o
animales, y un sistema para clasificarlas, tiende a hacer de cada una de
ellas los datos fundamentales e invariantes de la creación. Por el
contrario, Darwin, al reconstruir el «origen de las especies», pone en
cuestión su fijeza, de suerte que está tentado de ver en el paso de una a
otra una mutación radical.
Se habla de evolución darwiniana. Así se evita amortiguar la nove-
dad del acontecimiento con la acumulación de precursores, y se sugiere
al mismo tiempo una analogía con la revolución operada en la cosmo-
logía doscientos años antes y a la cual están ligados los nombres de
Copérnico o de Galileo. ¿Hay que considerar, por tanto, la historia
natural predarwiniana como una suerte de prehistoria a la que habría
puesto fin brutalmente la teoría de la evolución?
Desde hace ya bastante tiempo, los historiadores han subrayado el
papel jugado por los naturalistas de principios del siglo xix. L a contro-
versia, entre Lamarck y Cuvier en particular, ha suscitado una abundan-
te literatura. Algunos autores han pintado a Lamarck, el filósofo natura-
lista, blanco de los sarcasmos del muy conservador barón Cuvier, como
un «precursor francés de Darwin». Otros autores, por el contrario, han
insistido en la modernidad de Cuvier, «fundador de la paleontología»,
recordando cómo, gracias a su conocimiento de las correlaciones entre
órganos, podía reconstruir un esqueleto entero a partir de algunos
huesos. En definitiva, más allá de su enfrentamiento sobre la transforma-
ción o la fijeza de las especies, lo más seguro que Lamarck lega a sus £/ canal de Beagle, que
atraviesa Tierra de Fuego
sucesores es quizá una nueva clasificación de los invertebrados, mientras de este a oeste y cuyo
que lo esencial del aporte de Cuvier está sin duda en sus estudios sobre nombre evoca el recuerdo del
la anatomía comparada de los vertebrados. navio comandado por Robert
Fitz-Roy.
Queda claro que si Darwin ha escrito la historia de los seres vivos, (Acuarela original de C.
otros habían empezado ya a descifrar sus archivos. Sin embargo, cual- Martens, pintor de la
quiera que sea su prestigio, el estudio de los fósiles y la anatomía expedición.)

363
365 D E LINNEO A DARWIN: LOS VIAJEROS NATURALISTAS

comparada no son las únicas disciplinas movilizadas por la teoría de la


evolución.
Al leer El origen de las especies salta a la vista la frecuencia con que
aparecen argumentos tomados de la biogeografía. E l papel desempeñado
por esta disciplina, que estudia los problemas de la distribución de la
flora y la fauna, del aislamiento de las barreras y de las migraciones, ha
constituido durante los últimos decenios el foco de atención y de análisis
de muchos historiadores de las ciencias. Si examinamos la biogeografía
de Darwin, vemos hasta qué punto su formación de naturalista se
inspira en sus años de navegación a bordo del Beagle (1831-1836). De
forma significativa, Alfred Russel Wallace que, independientemente de
Darwin, alcanzó conclusiones similares acerca del papel de la selección
natural, dedicó muchos años a explorar Amazonia y el archipiélago
malayo. L a aventura de los viajeros naturalistas, iniciada en el siglo xvn,
vive su momento de mayor apogeo a finales del siglo xvm y principios
del xix. Cronológica y lógicamente ¿no se trata acaso de uno de los hilos
conductores que vinculan la clasificación de Linneo con la transforma-
ción de Darwin en genealogía?

N o todos los viajeros eran naturalistas ni todos los naturalistas eran Viajes y viajeros
viajeros, ni siquiera en el sentido más amplio de estos dos términos:
siempre han existido viajeros indiferentes a la fauna y a la flora, y
naturalistas de salón o de jardín que sólo viajaban con el pensamiento.
En ocasiones, para hacer carrera en el mundo de las ciencias naturales
era incluso preferible no alejarse demasiado de la capital. Con todo y
con eso, muchos son los viajeros célebres por su contribución a la
historia natural. Resultaría imposible hablar de todos ellos, pero sí
recordaremos algunos de sus periplos. Encontramos tanto empresas
colectivas patrocinadas por gobiernos, como aventuras individuales, que
a veces surgen a partir de las primeras.
Uno de los primeros viajes, y tal vez el arquetipo de todos los demás,
es sin duda el de Joseph Pitton Tournefort (1656-1708). E l botánico
francés, que recorrió durante dos años (1700-1702) Anatolia y las islas
griegas con dos compañeros de viaje, se revela a través de sus cartas
como un escritor con gran sentido del humor. L a recopilación de esas
cartas constituye un verdadero diario, reeditado en 1982 en una edición
resumida de bolsillo bajo el título Voyage d'un botaniste. N o sólo
describen los paisajes y la vegetación, sino también los habitantes y la
situación política y religiosa de los países visitados. Este viaje no es
sencillamente la aventura de tres hombres, es además una empresa
financiada y protegida por el poder real, como se refleja claramente en
una nota, fechada el 16 de enero de 1700, del inspector general de la
Hacienda Pública, Pontchartrain al abbé Bignon, secretario de la Acade-
mia de las ciencias.
En esta carta encontramos, condensados y desde una perspectiva
administrativa, todos los elementos políticos del viaje naturalista. Se
define un itinerario: un circuito por la cuenca mediterránea. En realidad,
este itinerario sólo se cubrirá parcialmente. Los objetivos son claros: se
trata de conocer mejor los recursos naturales que encierra el Imperio
otomano. Se forma un equipo de tres hombres, uno de los cuales debe
ser un dibujante, personaje fundamental en toda expedición científica
anterior a la invención de la fotografía. En este caso, el elegido fue el
pintor Claude Aubriet; el tercer miembro del equipo es un botánico
alemán, André de Gundelsheimer. E l viaje estará en parte financiado,
viaje de! Beagle dentro de ciertos límites y con la condición de que se entreguen los
DE LINNEO A DARWIN: LOS VIAJEROS NATURALISTAS 366 367 DE LINNEO A DARWIN: LOS VIAJEROS NATURALISTAS

desgraciado final, pero que marcará profundamente a la Francia de


La misión de Tournefort aquella época. Estos vínculos entre el descubrimiento geográfico y el
dominio imperialista o los intereses comerciales facilitan, en ocasiones, el
Nota de Monsieur Phélypeaux, conde de Pontchartrain, al abbé Bignon, secreta- trabajo del naturalista. U n botánico solitario con pocos recursos finan-
rio de la Academia de las ciencias, a 16 de enero de 1700, citada por Stéphane
Yérasimos en la introducción de Voyage d'un botaniste.
cieros —como algunos discípulos de Linneo o como el francés Michel
«He dado cuenta al rey de la propuesta realizada contemplando la posibilidad de Adanson— puede viajar en barcos mercantes y alojarse en locales
enviar a M . Tournefort, botánico de la Academia de las ciencias, a Grecia, Constanti- comerciales de ultramar. N o obstante, la rivalidad entre países europeos
nopla, Arabia, Egipto y a las costas de Barbaria, para dedicarse a la búsqueda de y, a veces, la desconfianza o la hostilidad de los autóctonos aumentan
plantas, metales y minerales, instruirse acerca de las enfermedades de esos países y de
los remedios aplicados, así como acerca de todo aquello relacionado con la medicina
los riesgos de los viajes ya de suyo peligrosos.
y con la historia natural; Su Majestad ha aprobado fervientemente la idea, desea que A este respecto, las grandes expediciones no son siempre las más
se lleve a cabo y no duda que resultará de gran utilidad para el perfeccionamiento de seguras. Sabemos que L a Perouse desapareció en el Pacífico en 1788. En
la medicina y el progreso de las ciencias; por ello, Su Majestad me ordena escribiros
para que le comuniquéis su pronta partida, en compañía de un hombre competente
1791, Francia envía en su búsqueda otra expedición dirigida por Antoi-
que la Academia elegirá para trabajar con él, así como de un dibujante; Su Majestad ne d'Entrecasteaux en la que participa el botánico La Billardiére. La
se compromete a reembolsarle a su regreso todos los gastos en que haya incurrido, expedición finaliza en Java, debido a disensiones políticas, sin haber
contra la presentación de la memoria correspondiente, siempre y cuando dichos encontrado ni rastro de L a Perouse, pero con una buena cosecha de
gastos respondan a unas pautas de máxima economía; no obstante, hoy mismo
remitiré un adelanto de 3.000 libras, que se le entregarán antes de su partida;
nuevas especies. Diez años después, la expedición por los mares del Sur,
considero innecesario decir que, durante su ausencia, la Academia no interrumpirá el confiada al comandante Nicolás Baudin, que reúne a un gran número de
pago regular de su asignación y que, a pesar de estar en el extranjero, conservará el jóvenes científicos, se ve asolada por una sucesión de enfermedades, de
derecho a la concesión de aumentos y privilegios que Su Majestad pudiera otorgar a abandonos y de muertes, y por encarnizados conflictos entre científicos y
los demás académicos; es menester que me visite para que pueda presentarle al rey; le
remitiré asimismo todos los pasaportes y cartas de recomendación que pudiera militares.
necesitar, en vistas a que el viaje se realice con todas las garantías y comodidades que
nos encontramos en condiciones de procurarle.»

Jr rincipales fechas y expediciones relevantes de los grandes viajeros de los siglos


XVIII y xix.
justificantes correspondientes; entre tanto se concede un adelanto. Por 1700-1702: viaje de Joseph Pitton Tournefort a Levante (Grecia, Turquía).
1732: viaje de Cari von Linneo a Laponia.
último, se ofrecen algunas garantías a Tournefort: su carrera no se verá
1735-1770: estancia, de Joseph de Jussieu en América del Sur; embarcó en la expedi-
perjudicada por su larga ausencia, sino todo lo contrario. Además, la ción dirigida por Charles Marie de La Condamine y prolongó su estancia
historia natural sólo es un aspecto del viaje: las ruinas antiguas, los durante 35 años.
modos de vida, la organización política y religiosa tienen el mismo 1749-1754: Michel Adanson reside en Sénégal como empleado de la Compañía de
interés para nuestros viajeros que la vegetación y las rocas. Indias..
1763-1775: gracias a los viajes del capitán Cook, el inglés Joseph Banks y, más tarde,
Treinta años después en Suecia, un país no tan rico como la Francia los alemanes Johann y Georg Forster, estudian la flora austral.
de aquella época, el viaje de Linneo a Laponia fue más modesto que el 1767- 1771: viaje alrededor del mundo de Louis Antoine de Bougainville con Philibert
de Tournefort. Se trata de un periplo estival, que uno de sus últimos Commerson como botánico de la expedición.
1768- 1774: expedición a Siberia bajo la dirección del zoólogo alemán Peter Simon
biógrafos, Wilfrid Bunt, compara con las «expediciones emprendidas
Pallas.
hoy en día por los estudiantes con imaginación para escapar del aburri- 1785-1789: expedición encabezada por Jean-François de La Perouse que acaba con la
miento de las vacaciones». Sin embargo, este periplo estival, para el cual desaparición de dos naves, Boussole y Astrolabe.
recibió una modesta subvención de la Sociedad real de las ciencias, 1791-1794: expedición al mando de Antoine d'Entrecasteaux enviada a la búsqueda
desempeñará un papel nada despreciable en la carrera del botánico de la anterior.
1799- 1804: viaje de Alexander von Humbóldt y de Aimé Bonpland a Latinoamérica.
sueco, pues gracias a él se dará a conocer. Su diario de viaje, Voyage en 1800- 1804: expedición del comandante Nicolas Baudin a los mares del Sur.
Laponie, nos permite seguirle paso a paso y apreciar el número, la 1832: muerte de Victor Jacquemont en Bombay.
precisión y la variedad de sus observaciones. 1831-1836: viaje de Charles Darwin a bordo del Beagle.
1848-1852: viaje de los ingleses Alfred Russel Wallace y H . W. Bates a Amazonia.
En la segunda mitad del siglo X V I I I , asistimos a grandes expediciones
científicas. Aquella que la emperatriz Catalina II de Rusia envió, bajo la
dirección del zoólogo alemán Peter Simón Pallas, a explorar Siberia ha
pasado a la posteridad por el descubrimiento de restos de mamíferos En la misma época en que se acometen estas grandes empresas
conservados en el hielo. Sin embargo, la atención de los historiadores se colectivas, muchos naturalistas se embarcan, solos o casi, en periplos
centra, sobre todo, en la rivalidad franco-inglesa: las grandes circunnave- muy fructíferos. Citemos únicamente tres casos entre los más conocidos:
gaciones de Bougainville, de Cook y de L a Perouse se tradujeron en el físico y geógrafo alemán Alexander von Humbóldt y el botánico
descubrimientos de nuevas especies animales y vegetales, de las que francés Aimé Bonpland parten a América del Sur en 1799 y regresan en
encontramos dibujos, descripciones y especímenes conservados vivos o 1804, tras un viaje excepcionalmente fecundo; en los primeros años del
disecados en Londres o en París y permitieron a las dos potencias siglo, Jean-Jacques Audubon, pintor y ornitólogo americano de origen
aumentar sus conocimientos sobre las rutas marítimas, con la consi- francés, recorre Estados Unidos; en 1832, el francés Víctor Jacquemont
guiente hegemonía comercial o militar... pasa cuatro años estudiando la Hora de la India y morirá en Bombay a
La mayor compenetración entre demostración política y empresa la edad de treinta y un años...
científica se alcanza, sin duda, en la expedición a Egipto. U n areópago En definitiva, si bien puede observarse una evolución hacia grandes
de científicos acompaña al ejército en una aventura que tendrá un expediciones mejor organizadas y con medios cada vez más importantes,
D E LINNEO A DARWIN: LOS VIAJEROS NATURALISTAS 368 369 DE LINNEO A DARWIN: LOS VIAJEROS NATURALISTAS

hasta mediados del siglo XIX, por lo menos, muchos de los naturalistas transmite la literatura del siglo de los filósofos y, más tarde, del periodo
viajeros son individuos aislados, entre los que encontramos, además, un romántico. A partir de 1748, el abbé Prévost elabora una Histoire
gran número de religiosos y misioneros. genérale des voyages en la que recoge y resume relatos de un gran
Más allá de las imágenes a menudo trágicas, a veces idílicas y número de viajeros. Aunque hoy en día se le conozca eminentemente
siempre llenas de colorido de estas epopeyas, lo importante es medir el como autor de Manon Lescaut, su historia fue, como pone de manifiesto
alcance del trabajo realizado. En primer lugar e íntimamente ligado a la Niíma Broc, fuente de una abundante literatura que influirá incluso en
aventura propiamente dicha, cabe hablar de los relatos de viaje, impor- la del siglo siguiente. E n otro orden de cosas, el viaje de Bougainville,
tante aportación a la cultura europea de los siglos xvm y xix. No todos con su escala en Tahiti o Nueva Citerea, inspira a Diderot la idea y la
los viajeros escriben tan bien como Tournefort, capaz de convertir con oportunidad de ese Suplemento en el que la agradable ficción filosófica
su pluma una mera anécdota en un cuento digno de Voltaire; sin toma el relevo de la descripción etnográfica.
embargo, todos los relatos con sus descripciones de paisajes y de Los naturalistas viajeros como, a la postre, todos los viajeros «erudi-
pueblos lejanos marcarán profundamente la imagen que del mundo nos tos», no se limitaron a suministrar nuevos elementos narrativos a la
literatura, sino que contribuyeron al éxito de las ideas filosóficas acerca
de la diversidad y lá relatividad de los modos de pensamiento, y
alimentaron debates sobre un hipotético estado natural, aportando
argumentos favorables y desfavorables al «mito del buen salvaje».
A través de sus descripciones de la vegetación tropical enriquecieron,
de forma más directa, la cultura europea sobre un tema cuya importan-
cia ha perdurado hasta nuestros días.
Sin embargo, los naturalistas no regresaban de sus periplos exclusi-
vamente cargados de relatos, sino que traían numerosas especies hasta
entonces desconocidas: pieles de animales exóticos, herbarios acompaña-
dos incluso de semillas y, a veces, plantas sembradas en tiestos. Sabemos
que muchas plantas alimenticias y ornamentales cultivadas actualmente
fueron introducidas en Europa procedentes de Asia o de América;
mientras que otras especies, como el café, se transportaron de África a

El material

Rene Lesson (1794-1849), naturalista francés y farmacéutico de marina, que


participó en el viaje de la Coquille (1822-1825) encabezado por Louis-Isidore Dupe-
rrey, es el autor del artículo «Taxidermie» del Dictionnaire des sciences naturelles
(Levrault, 1828). Inicia el artículo con esta extensiva definición: «La taxidermia es el
arte de preparar y conservar, a efectos de colección, objetos de historia natural» y
concluye con una lista de los «Objetos necesarios para la conservación de las
colecciones de historia natural en los viajes de descubrimiento»:
«[...] antes de embarcar en una campaña de descubrimientos, de una duración
prevista no inferior a tres años, es menester procurarse todos los objetos indispensa-
bles para garantizar el éxito de la empresa:
«Espíritu de vino incoloro, trescientos litros [...];
«Bocales de vidrio fuerte y blanco, trescientos [...];
(Los bocales y el alcohol permiten transportar ajámales de pequeñas dimensiones.)
«Masilla [...], veinticinco kilogramos [...];
«Sublimado corrosivo, contenido en un recipiente de vidrio con tapón esmerilado y
afianzado en el interior de una caja de medicamentos, quinientos gramos.
(El «sublimado corrosivo», al igual que el «jabón de arsénico», servía para tratar
las pieles y evitar la putrefacción.)
«Otros objetos indispensables son:
«1. Plomo laminado del espesor de una hoja fina de cartón, para las etiquetas,
tres pies cuadrados;
«2. Un sacabocados del tamaño de una moneda con una serie de diez números
en las puntas. Los números grabados en el plomo por este procedimiento servirán
Una lámina ' para designar cada bocal y se consignarán en una lista con todas las notas referentes
extraída del herbario de al objeto que éste contiene;
Philibert Commerson, el «3. Tres fusiles de caza con fornituras [...];
naturalista del viaje de «4. Dos cajas de hojalata bastante planas para la caza y la botánica;
Bougainville (1766-1769). Se «5. Jabón de arsénico, un barrilete de veinticinco kilogramos;
trata de la teca (Tectona «6. Doce cajas con interior de corcho para insectos, que encajen unas en otras;
grandis), una planta de la «7. Quince resmas de papel para plantas y cincuenta kilogramos de papel usado
isla Mauricio, en esa época para envolver los minerales.»
isla de Francia.
DE LINNEO A DARWIN: LOS VIAJEROS NATURALISTAS 370 371 D E LINNEO A DARWIN: LOS VIAJEROS NATURALISTAS

América. En tres siglos, la dimensión del mundo viviente, la idea de su En una primera etapa, amplía el trabajo de sus predecesores y, en
diversidad alcanzaron magnitudes insospechadas. Si nos limitamos al particular, el de Tournefort: fija una serie de reglas para determinar los
reino vegetal, en el siglo XVI el número de especies conocidas y descritas distintos géneros y, más tarde, las especies, y las aplica para elaborar,
por los botánicos no supera unos pocos miles. A finales del siglo XVII, primero un catálogo del jardín botánico de un rico aficionado anglo-
Tournefort puede describir más de diez mil plantas. En 1833, Alire holandés, George Clifford, y luego el inventario de todas las especies
Raffeneau-Delile, que participó en la expedición a Egipto, habla, en su vegetales y animales que consigue recopilar. Asigna a cada especie un
clase inaugural de botánica en Montpellier, «de los descubrimientos de
nombre de género, común a las especies vecinas, y una frase «específica»
los infatigables observadores, de los viajeros que recorren nuevas tierras
que la distingue de las demás. Hasta aquí, como dice Rousseau, «había
que exploran día a día» y añade: «A su celo debemos el conocimiento de
determinado el mayor número de plantas conocidas, pero no les había
más de cincuenta mil especies vegetales, en el estado actual de la
dado ningún nombre: ya que definir una cosa no equivale a darle un
ciencia.» Hoy habría que multiplicar, probablemente, esta cifra por cinco
nombre». L a segunda etapa, la creación de nombres de verdad, en lugar
como mínimo. Precisemos, a título comparativo, que el reino animal
de frases, se desarrolla de forma subrepticia y por motivos ante todo
supera ampliamente el millón de especies conocidas, la mayoría de las
cuales son insectos. pedagógicos. Progresivamente, Linneo disocia el nombre propiamente
dicho de la descripción, todavía llamada diagnosis. Para facilitar la Ejemplo de diagnosis:
memorización y la designación práctica introduce los «binomios» que «Vinca caulibus
seguimos utilizando actualmente y en los que cada especie se identifica procumbentibus, foliis
Dar nombre y Los inventarios de especies no se elaboran por sí solos. Suponen la por un nombre genérico y un adjetivo o sustantivo específico. Así, el lanceolata ovatis floribus
clasificar existencia de especímenes recogidos, preparados, dibujados, descritos y roble se denomina Quercus robur, la encina Quercus ilex, el alcornoque
pedunculatis», es decir:
reunidos en recintos, museos, jardines, herbolarios o gabinetes de histo- «Vinca rastrera, con hojas
Queráis súber, etc. Y a en 1745, Linneo empieza a utilizar esta nomencla- lanceoladas ovaladas, con
ria natural, donde todos puedan verlos, observarlos, compararlos... tura dual para algunas especies, en 1753 la generaliza a todo el reino flores pedunculadas» (se
Viajes y colecciones constituyen pues los dos polos de la historia trata de la hierba doncella;
vegetal en Species plantarum y, en 1758, a todo el reino animal en la
natural. N o obstante, entre estos dos polos, no ocurriría nada si no nos in C. Linneo, Species
décima edición de Systema naturae. plantarum, 3." edición, 1764).
molestáramos en asignar un nombre a todos los especímenes aportados
y en clasificarlos. Entre la aventura de los viajes y la poesía de los Naturalmente, no todo queda solucionado por arte de magia y la
jardines, la nomenclatura y la clasificación no son impedimento ni sinonimia sigue planteando algunos problemas. Por una parte, el princi-
digresión, sino el intercambiador que, al unirlas, condiciona la adquisi- pio por el que cada especie adopta el nombre atribuido por el primer
ción de conocimientos sobre los seres vivos. naturalista que la describió y la bautizó según la nomenclatura de
Desde el principio, muchos fueron los que intuyeron esta realidad, en Linneo, supone un conflicto de prioridades que a veces causa muchas
especial Jean-Jacques Rousseau, que dedicaba su tiempo libre a la dificultades. Por otra parte, algunos géneros propuestos por Linneo se
botánica y, en 1774, emprendió la redacción de un Dictionnaire des fragmentaron en varios subgéneros, lo que modifica automáticamente la
termes d'usage en botanique. designación. A pesar de todo ello, las incógnitas y los errores que
«[...] Pregunto a cualquier lector con sentido común cómo es posible subsisten no son nada comparados con la confusión que reinaba antes
dedicarse al estudio de las plantas, rechazando el de la nomenclatura. Es de la existencia de esta nomenclatura. E l riesgo de que una misma
como si quisiéramos ser expertos en una lengua sin estar dispuestos a especie vegetal o animal sea «descubierta» varias veces por viajeros
aprender las palabras. [...] Se trata de ver si la botánica debe perder distintos y se registre en varios museos con nombres diferentes no
trescientos años de estudios y de observaciones, si trescientos volúmenes desaparece, pero se reduce en tales proporciones que la nomenclatura de
de figuras y de descripciones deben quemarse en la • hoguera, si los Linneo constituye una de las etapas decisivas en la historia de las
conocimientos acumulados por todos los sabios que dedicaron su ciencias naturales.
dinero, su vida y sus desvelos a viajes inmensos, costosos, extenuantes y En los jardines botánicos, en los herbolarios y en los gabinetes de
peligrosos deben ser inútiles para sus sucesores, y si cada uno de historia natural, así como en los libros, ya es teóricamente posible saber
nosotros, partiendo siempre de cero, podrá adquirir los mismos conoci- si una planta o un animal pertenece a una especie conocida. Pero no
mientos de los que el género humano se ha hecho merecedor tras una basta con etiquetar los especímenes, también hay que ordenarlos, y para
larga cadena de investigaciones y estudios. [...] Admitir el estudio de la ello es preciso clasificarlos. L a determinación del género constituye un
botánica y rechazar el de la nomenclatura, es pues caer en la más primer paso hacia la clasificación, ya que varias especies vecinas pertene-
absurda de las contradicciones.» cen al mismo género. Por ejemplo, el asno y el caballo se clasifican
En otras palabras, la botánica, al igual que la zoología, aunque dentro del género Equus, la oreja de oso y la primavera dentro del
Rousseau no se refiera directamente a esta última, sólo puede convertir- género Prímula. Pero este primer paso no es suficiente; toda colección,
se en un saber acumulativo si todos aquellos que se interesan por ella, por pequeña que sea, exige una clasificación más completa. ¿Se ha de
viajeros, aficionados, jardineros y coleccionistas, adoptan una nomencla- agrupar a los animales en función del medio en el que viven, terrestre,
tura común. Pero, según Rousseau, dicha nomenclatura ya existe y es la aéreo, acuático, con el peligro de poner los murciélagos con los pájaros
propuesta por Linneo; tuvo que enfrentarse a los frenos impuestos por y las ballenas con los peces, cuando en su gestación y amamantamiento
las «envidias nacionales», pero acabó imponiéndose «incluso en París», se parecen más a los ratones y a los elefantes? ¿Podemos clasificar las
donde «recientemente M . de Jussieu la adoptaba en el Jardín du Roi, plantas en hierbas, matas, arbustos y árboles, agruparlas según su
inclinándose así por la utilidad pública en detrimento de la gloria de una habitat o siguiendo criterios basados en su estructura? La cuestión que
nueva reestructuración...» ocupaba a los naturalistas desde hacía muchísimo tiempo, alcanza su
L a aportación de Linneo a la nomenclatura se divide en dos tiempos. punto culminante en el siglo xvm, precisamente porque de ella depende
DE LINNEO A DARWIN: LOS VIAJEROS NATURALISTAS 373 D E LINNEO A DARWIN: LOS VIAJEROS NATURALISTAS
372

existentes tienen todas un nombre propio. L a polémica sobre los méto-


dos esconde una jerarquía implícita de las disciplinas y de los objetos.
La desgracia de un naturalista
Las divergencias que surgen en la clasificación de los animales se
« c ommerson era un hombre de una actividad infatigable, procedente de la circunscriben, sin embargo, a la época de Linneo. En cambio, la clasifi-
ciencia más profunda. Si hubiera publicado él mismo la recopilación de sus observa- cación de las plantas será objeto de una importante controversia a la estigma
ciones, ocuparía uno de los primeros puestos entre los naturalistas. Murió, por que dedican su atención todos los historiadores de la biología.
desgracia, antes de completar la redacción de sus escritos; y los depositarios de sus
manuscritos y su herbario adoptaron una postura despreocupada digna de reproche. Llevado ante todo por el rigor lógico e interesado, al mismo tiempo, estilo
[...] Su herbario cayó en un principio en manos de sus herederos; luego recaló en el por la importancia de la sexualidad vegetal recientemente descubierta,
Jardin des Plantes, donde aún se conserva. Tal vez contiene muchas plantas nuevas, Linneo propone su «sistema sexual»: divide las plantas con flor en
aunque en estos últimos tiempos ha sido examinado por hábiles botánicos como de veintitrés clases según el número de órganos masculinos o estambres, y
Jussieu y Lamarck. Los peces que Commerson había recogido permanecieron en sus
cajas hasta hace unos veinte años, época en la cual M . Duméril los descubrió en una luego subdivide cada una de estas clases en órdenes, según el tipo de
azotea de la casa de Buffon. Los manuscritos se entregaron a Lacepéde, que sacó gran pistilo, es decir de órgano femenino. Si consideramos, por ejemplo, un
partido de ellos para su Histoire des poissons, donde no los publicó íntegramente, sino cólquico, observaremos que tiene seis estambres alrededor de tres
que los fundió con su propio trabajo. [...] Las descripciones son fieles al estilo de pequeñas columnas o estilos, por encima de los ovarios y coronados por
Linneo con un máximo de detalles y de precisión. [...]. Van acompañadas de dibujos,
algunos realizados por el propio Commerson, otros por Sonnerat y otros por artistas Ios-estigmas donde se recoge el polen. Si a continuación examinamos
que participaron en la expedición de Bougainville. Todos estos dibujos, entregados una flor de azafrán, de apariencia similar, sólo observaremos un estilo
igualmente a Lacepéde, fueron incorporados, en forma de grabados, a su Histoire des rodeado de tres estambres. E n el sistema de Linneo, el cólquico pertene-
poissons [...]. Por otra parte, puesto que Commerson no uniformó su nomenclatura, se
ce a las Hexandria Trigynia, seis maridos para tres esposas, y el azafrán a estambre
ha dado el caso de multiplicar un mismo ser hasta tres veces: la primera basada en la
figura, la segunda en la frase característica escrita sobre la figura y la tercera en la las Triandria Monogyna, tres maridos para una esposa. Esta metáfora
descripción. Lacepéde escribía en el campo, donde se había refugiado del Terror etnográfica ligeramente erotizada no es del gusto de todos sus contem-
revolucionario, no contaba pues con los papeles originales, sino sólo con notas, por lo poráneos: algunos se ofenden, otros se burlan. N o obstante, lo más Órganos masculinos y
que no pudo efectuar las comparaciones necesarias para evitar estos errores. Los
grave no es eso, sino la arbitrariedad de las divisiones. Como observará femeninos de una flor.
viajeros que perecieron en sus empresas y no enviaron en orden el fruto de sus
trabajos, los cuales fueron depositados en establecimientos públicos para su posterior Antoine Laurent de Jussieu en 1773 en un artículo publicado en los
utilización, están condenados a la desgraciada suerte que corrió Commerson.» Comptes rendus de l'Académie des sciences: basta con un estambre
(Georges Cuvier y Magdeleine de Saint-Agy, «Voyages scientifiques», Histoire des abortado o adicional para poner en un aprieto a «los sectarios del
sciences naturelles, 1841-1845).
sistema sexual». Además, el sistema sexual obligaba a renunciar a
grupos establecidos desde hacía mucho tiempo y a colocar en su lugar
otros, en ocasiones, con poco fundamento.
la explotación en jardines y en colecciones de las cosechas de los viaje-
ros, y la consiguiente redacción de catálogos, guías y floras, gracias a los
cuales otros viajeros sacarán partido del trabajo de sus predecesores.
Una vez más, Linneo se erige en legislador e, inspirándose en sus
predecesores, ordena los animales en seis grandes clases: «Mamíferos», Muy cercanos en apariencia,
«Aves», «Anfibios», «Peces», «Insectos» y «Gusanos». Estas clases se el crocus (Crocus sativus) y
subdividen a su vez en órdenes. En la décima edición de Systema el cólquico (Colchium
autumnale) se diferencian
naturae, citada por William Stearn, la clase de los «Anfibios», por
por el número de sus
ejemplo, comprende tres órdenes: los «Reptiles», entre los que encontra- órganos sexuales. Por este
mos nuestros actuales batracios y reptiles, excepto las serpientes, que motivo, en el sistema de
forman parte del segundo orden, mientras que el tercero, los «Anfibios Linneo se encuentran ubicados
en clases muy diferentes.
nadadores», corresponde, aproximadamente, a nuestros actuales peces
(In abate H. Coste, Flora
cartilaginosos. Muchos de estos grupos han sido objeto de discusiones y descriptiva e illustrada de
modificaciones, destinadas, en particular, a adaptarlos a la evolución de Francia, de Córcega y de
la anatomía comparada. las comarcas limítrofes,
1901.)
Buffon, por su parte, prescinde de todo tipo de clasificación en su
Histoire naturelle: «¿No es mejor acaso colocar al caballo, que es Colchicum autumnale Crocus sativus
solípedo, delante del perro, que es fisípedo, y que efectivamente suele irle
detrás, que delante de una cebra que nos resulta poco conocida, y que Botánicos como Adanson, los Jussieu y luego Candolle opondrán al
tal vez el único punto en común que tiene con el caballo es que también «sistema sexual» y a los sistemas anteriores a éste, un «método», más
es solípedo?» empírico tal vez, que consiste en agrupar los géneros de las familias
En realidad, el antropocentrismo de esta declaración no tiene nada naturales que presentan una mayor afinidad: las Umbelíferas, las Com-
de ingenuo, sino que traduce la importancia que otorga Buffon a los puestas, las Rosáceas... Estas familias se ordenan a su vez en clases. Y a
factores geográficos y, en particular, a la acción del clima. N o obstante, no existe un único criterio como el número de órganos sexuales en el
Cotiledón: hoja o lóbulo
el autor de la Histoire naturelle sólo puede permitirse el lujo de prescin- sistema de Linneo, sino una combinación de caracteres tomados de seminal que nace en el eje
dir de nomenclaturas y clasificaciones si se limita a grupos como los distintas partes de la planta: número de cotiledones (uno o dos), modo del embrión (reserva
mamíferos o las aves, en los cuales el número limitado de especies de inserción de los estambres, número de pétalos, etc. Parece que el nutritiva de la plántula).
D E LINNEO A DARWIN: LOS VIAJEROS NATURALISTAS 374 DE LINNEO A DARWIN: LOS VIAJEROS NATURALISTAS
375

propio Linneo fue consciente de la necesidad de una clasificación menos Lamarck contesta negativamente a este interrogante y se otorga así
artificial y aportó algunas indicaciones para la división en familias total libertad para proponer una clave de determinación que no oculta
naturales. en absoluto su carácter artificial. Una planta puede estar determinada
El punto débil del sistema de Linneo, como de todos los demás, es por una serie de preguntas con dos respuestas posibles, justificadas
sin duda alguna el querer desempeñar dos funciones incompatibles. Por únicamente por la comodidad que ello supone. Otros seguirán muy
una parte, permitir la localización de cualquier especie como colofón de pronto el ejemplo de Lamarck. L a clasificación, una vez liberada del
una serie finita de operaciones sencillas: preguntas con múltiples opcio- objetivo de clasificar, sólo pretenderá agrupar las especies de la forma
nes y bifurcaciones. Por otra parte, se presentan como un medio de más «natural» posible. Sistemas como el de Linneo caerán en el abando-
agrupar a los seres vivos en virtud de sus afinidades. L a primera de estas no y el método natural se inscribirá en los jardines botánicos.
funciones supone tomar en consideración caracteres fáciles de reconocer
y fáciles de combinar; la segunda, caracteres con una importancia
E l jardín botánico, aun más que el herbolario, es un lugar de Distribución y
determinante en la estructura del organismo; los dos tipos de caracteres
engañosa simplicidad; un espacio que encierra el tranquilo zumbido de genealogía
no tienen por qué coincidir.
la vida y desprende un discreto encanto. Junto a cada planta, una
Por esa razón, la publicación en 1778 de la Flore française de
etiqueta indica su nombre científico, asignándole así la tarea de repre-
Lamarck marca un hito decisivo en esta historia. E n el «Discours
sentar a toda la especie de ese nombre. A su alrededor, en el mismo
préliminaire» distingue precisamente los dos «objetos» que pueden
arriate, se congregan plantas que suelen vivir en lugares completamente
asignarse a una clasificación y, a continuación, plantea la siguiente
distintos, incluso en otros continentes. L a mayoría de esas plantas no
pregunta:
habrían entrado nunca en contacto, si la clasificación no las hubiera
«¿Es posible alcanzar a la vez estos dos objetivos? Es decir, ¿es
confinado a una misma familia. Este sistema deja, sin embargo, una
posible que el medio por el que descubrimos el nombre que los botáni-
cuestión pendiente: ¿dónde podemos encontrar estas plantas en la
cos han atribuido a una planta pueda, al mismo tiempo, proporcionar-
Naturaleza? L a clasificación se establece sin tener en cuenta ese tipo de
nos la gradación de todas las relaciones específicas que existen entre las
consideraciones, limitándose a criterios morfológicos; sin embargo una
plantas?»
de las cosas que más sorprenden a los naturalistas viajeros es que no
todas las especies se encuentran en todos los lugares. L a pregunta y la
posterior afirmación entrañan dos problemas distintos: por una parte, en
qué medio vive la planta (en el agua, en el desierto, en alta montaña,
La clave de las flores
etc.), por otra parte, en qué región del globo está presente y de qué
Ljamarck
a explica en el «Discours préliminaire» de la Flore française (1778) la región está ausente.
trayectoria que debe seguirse para encontrar el nombre de una planta. Para ello L a práctica de la aclimatación, cuya finalidad es ante todo funcional,
empieza imaginando que sólo existen once especies de plantas, que figuran en el texto se apoya totalmente en esta distinción y equivale a la realización de una
con los nombres latinos que les asignó Linneo, que serian los siguientes: vellosilla,
camomila, helécho macho, pamplina de canarios, salvia de prados, champiñón, peral, serie de experimentos que pongan de manifiesto su existencia. Cuando
un tipo de musgo (Bryum murale), pamplina roja, ciertos tipos de setas y el cardo recogemos una planta exótica en un país lejano, pueden ocurrir tres
mañano. A continuación se coge una cepa de una de estas plantas, supuestamente cosas: puede ser incapaz de sobrevivir en las condiciones normales de su
desconocida, por ejemplo la Pamplina de canarios, y se contesta una serie de
preguntas:
nuevo medio ambiente; puede convertirse en una planta cultivada; y, por
— flor cuyos estambres y pistilos pueden distinguirse fácilmente;
último, puede «naturalizarse» e integrarse en la flora local. E l primer
— flor que carece de estambres y pistilos o en la que no se distinguen fácilmente. caso es el más sencillo: una planta procedente de Amazonia, por ejem-
plo, sólo podrá cultivarse en Francia si se coloca en el interior de un
Hay que elegir la segunda opción que nos remite a la siguiente pregunta:
— numerosas florecillas reunidas en un cáliz común; invernadero en el que se reproduzcan las condiciones adecuadas de calor
— flores libres y no reunidas en un cáliz común. y de humedad. E l papel de factores climáticos tan importantes es fácil de
Elegimos la segunda respuesta y pasamos a: comprender. E l segundo caso, el de las plantas importadas y cultivadas
— corola monopétala; —fundamental en la historia material de nuestras sociedades—, presenta
— corola polipétala. el interés adicional de ilustrar la influencia de factores físicos muy sutiles:
Respondemos «corola polipétala» y llegamos a la última pregunta: el labrador o el jardinero adaptan cuidadosamente el suelo y el microcli-
— diez estambres o menos; ma a la planta cultivada y luchan contra especies más fuertes que
— once estambres o más. pudieran perjudicarla. E l tercer caso, el de la completa naturalización
El álsine de los pájaros La primera opción es la correcta y nos indica el nombre de la especie: Pamplina de tiene gran importancia teórica. Tomemos un ejemplo citado por Linneo
(Stellaria media), forma parte canarios o álsine, denominada por Linneo Alsina media y a la que los botánicos del en 1744 en el «Discours sur Faccroissement de la terre habitable»: la El Erigeron canadiensis fue
de la docena de plantas con siglo xx llaman Stellaria media.
Erigeron canadensis, transportada a mediados del siglo XVII de América introducido en Europa a
las que Lamarck explica al En la flora propiamente dicha, que comprende cientos de páginas, este análisis se
lector cómo utilizar la clave lleva a cabo a través de sucesivos envíos de una tabla a otra, al final de los cuales, si del Norte a Francia e introducida en algunos jardines botánicos, se fines del siglo xvui. Se
convirtió en una de las
de determinación de su Flora no hemos cometido ningún error, obtendremos la especie correcta entre las descritas e había convertido un siglo después en una de las plantas silvestres más plantas más comunes de
francesa publicada en 1778. identificadas por el autor. Para el lector que considera el camino demasiado largo, comunes en nuestras regiones. Podemos mencionar asimismo los cactos ruinas, terrenos baldíos, etc.
(In abate H. Coste, Flora Lamarck recuerda «la naturaleza de las progresiones geométricas. En efecto, si se
descriptiva e ilustrada de divide sucesivamente por 2 el número 4.096, a partir de la undécima división
americanos que penetraron en la flora mediterránea y todas las plantas (In abate H. Coste, Flora
Francia, de Córcega y de llegaremos a la unidad». En otras palabras, basta con unas diez preguntas para cubrir europeas implantadas en Estados Unidos. Estas plantas, dado el éxito descriptiva e ilustrada de
Francia, de Córcega y de
las comarcas limítrofes, miles de especies. de su adaptación a otros países, echan por tierra la explicación basada las comarcas limítrofes,
1901.)
exclusivamente en la acción del medio ambiente: ¿cómo explicar que no 1901.)
DE LINNEO A DARWIN: LOS VIAJEROS NATURALISTAS 377 D E LINNEO A DARWIN: LOS VIAJEROS NATURALISTAS
376

existieran en la flora local cuando su naturalización demuestra que el Todas estas observaciones permiten al autor destilar el concepto de
medio ambiente es adecuado para ellas? Si bien el cultivo de especies región botánica que define en los siguientes términos:
exóticas revela, a través de las dificultades que supone, la importancia «Del conjunto de estos hechos podemos colegir que existen regiones
del determinismo físico en la distribución de las especies, el éxito de la botánicas; doy este nombre a espacios que, si prescindimos de las
naturalización de especies introducidas marca los límites de dicho especies introducidas en ellos, presentan un cierto número de plantas
determinismo y exige otra explicación. específicas que merecen el calificativo de aborígenes.»
Paralelamente a las migraciones vegetales, provocadas o accidenta- De Candolle señala que muchos son los géneros que comprenden
les, se construye una ciencia, la geografía botánica, que aborda precisa- una especie norteamericana y otra europea o asiática. A continuación
mente la distribución de las especies vegetales por la superficie terrestre. entra en lo que constituye, para nosotros, el meollo de la cuestión y,
Augustin Pyrame de Candolle, botánico suizo descriptor y clasificador, para él, el aspecto más oscuro:
interesado en agronomía, participó en la creación de esta nueva discipli- «Toda la teoría de la geografía botánica se basa en la idea que
na, cuya problemática expone en el artículo «Géographie botanique» del tenemos del origen de los seres organizados y de la permanencia de las
Dictionnaire des sciences naturelles, publicado en 1820. Se ocupa en especies.» Concreta su postura diciendo: «El artículo que acabamos de
primer lugar de los factores que afectan a la distribución de las diferen- leer se ha redactado fiel a la opinión de que las especies de seres
tes especies vegetales, luego de las «estaciones», es decir del medio organizados son permanentes y que todo ser vivo procede de otro
ambiente en el que se encuentran y, por último, de las «habitaciones», semejante a él.»
refiriéndose con este término a las regiones en las que se desarrollan Esta afirmación fijista nos asombra un poco a posteriori porque
naturalmente. sabemos que la geografía de las plantas y de los animales suministró
Este texto coincide en muchos puntos con el Essai sur la géographie muchos argumentos a la teoría de la evolución. L a explicación basada
des plantes, publicado en 1807, en el cual Alexander von Humboldt en prejuicios religiosos, panacea de la historia de las ciencias, no puede
explicaba la influencia de la temperatura en la vegetación, apoyándose aplicarse en este caso: nada en el texto o en Mémoires et souvenirs de
en observaciones realizadas en los Andes, junto con Aimé Bonpland, Augustin Pyrame de Candolle, publicados por su hijo en 1862, induce a
durante su viaje por Latinoamérica. De Candolle no es realmente un pensar que defendiera el carácter fijista de las especies, para poner a
viajero naturalista, aunque circuló bastante por Francia y por Suiza, y salvo la interpretación literal del Génesis. De Candolle, ginebrino
su artículo se basa en gran parte en el material recopilado en viajes de protestante y liberal, parece hallarse a menudo más cerca del libre
altura. Ello se pone de manifiesto, especialmente, en la tercera parte, pensamiento que del fundamentalismo religioso. E n realidad, para
dedicada a las «habitaciones» y, que tal como indica de antemano, se comprender su oposición, es preciso considerar el objeto de dicha
refiere a hechos que escapan «a todas las teorías actuales», porque oposición. Aunque no lo haga constar explícitamente, se intuye que
atañen «al origen mismo de los seres organizados, es decir, al aspecto pone la mira en un concepto que asocia l a transformación de las
más oscuro de la filosofía natural». especies y la generación espontánea, es decir, un concepto que, en cierta
Una vez demostrada la influencia de la temperatura, de Candolle manera, hace recaer sobre el medio ambiente todo el poder de producir
escribe: seres vivos y de modelarlos. En esta visión mecanicista de la evolución,
«Hasta aquí he querido demostrar que las habitaciones en su conjun- atribuida con mayor o menor acierto a Lamarck, la singularidad de las
to parecen estar determinadas por la temperatura. Probablemente es regiones botánicas es inexplicable. Algunas de estas regiones poseen,
preciso tener en cuenta, también, consideraciones deducidas de las efectivamente, un clima análogo ¿cómo explicar pues que no hayan
estaciones; pues está claro que cuanto más arenoso sea un país, más producido las mismas especies?
plantas de arena encontraremos en él, etc. Pero, incluso si otorgamos a «[...] los partidarios de formaciones espontáneas me parecen [...]
estas causas toda la importancia que merecen, ¿podremos acaso explicar incapaces de explicar el hecho general e incontestable por el cual
íntegramente los hechos mejor conocidos? N o estoy muy seguro de ello muchas especies bien determinadas sólo se encuentran en una región, y
y opino que es necesaria una nueva discusión.» no aparecen, en estado silvestre, en países donde todas las condiciones
Especies fanerógamas: Llama la atención sobre «el reducido número de especies faneróga- les son favorables y donde viven perfectamente una vez sembradas.»
especies que en un momento L a comparación, junto con los capítulos del Origen de las especies
mas presentes en más de un continente». Así 1/80 de las especies
determinado de su
desarrollo forman flores y vegetales observadas en Nueva Holanda —es decir, Australia— se dedicados a la «Distribución geográfica», es esclarecedora.
que se reproducen por encuentran también en Europa. Estudia, a continuación, los medios de Darwin confirma también la insuficiencia de una explicación exclusi-
semillas. Etimológicamente, transporte de las semillas, luego se centra en la flora de las islas y vamente basada en factores físicos —el suelo o el clima— y aduce como
las especies fanerógamas son prueba «que la distinción de la Tierra en Antiguo y Nuevo Mundo
propone la siguiente fórmula: «Las plantas de las islas están presentes en
especies con los órganos
sexuales visibles, a diferencia la vegetación de los continentes en una proporción aproximadamente constituye una de las divisiones más fundamentales de la distribución
de las criptógamas, cuyo inversa a la distancia que los separa.» geográfica», cuando, «por decirlo así, en el Antiguo Mundo no existe
modo de reproducción se Habla, igualmente, de la acción del hombre como causa de modifica- ningún clima ni condición que no tenga un equivalente en el Nuevo
mantuvo mucho tiempo Mundo».
oculto.
ción de l á f l o r a insular y lanza la siguiente advertencia en forma de
programa de investigación: Las similitudes no son menos asombrosas que las diferencias. Las
Algunas especies de pinzones
«Apresurémonos, pues, antes de que sea demasiado tarde, a elaborar especies de la zona ecuatorial de América del Sur tienen mayor afinidad de ¡as Galápagos.
floras exactas de países lejanos; recomendemos sobre todo a los viajeros con las de la zona templada de América del Sur que con las de África. (In C. Darwin, Viaje de una
islas poco frecuentadas por los europeos: su estudio nos proporcionará En definitiva, del ejemplo americano y australiano se desprende «la naturalista alrededor del
afinidad que existe entre las producciones de un mismo continente». mundo, 1875.)
la solución a una multitud de cuestiones sobre geografía vegetal.»
D E LINNEO A DARWIN: LOS VIAJEROS NATURALISTAS 379 DE LINNEO A DARWIN: LOS VIAJEROS NATURALISTAS
378

Hasta aquí, podemos decir que Darwin se limita a generalizar al de América, y por las relaciones geológicas existentes entre los habitan-
conjunto de seres vivos la problemática de la geografía botánica, al tes actuales y los habitantes ya desaparecidos de ese continente. Estos
mismo tiempo que afina los análisis para comprender mejor el papel hechos [...] parecen dilucidar algunos aspectos del origen de las especies
desempeñado por la topografía: las barreras, los pasos, las islas, los [-3»
archipiélagos... Compara la tierra que separa dos faunas marinas con el E l nexo de unión entre la clasificación y la geografía, que hasta
océano que separa dos faunas terrestres. Tal vez en este punto se entonces procedía de la estadística —número de especies o de familias
trasluce con más fuerza la faceta de viajero naturalista de Darwin. E l propio de un continente:—, pasa a depender de la «teoría de la descen-
diario de su viaje a bordo del Beagle está repleto de anotaciones dencia con modificaciones» o, como decimos actualmente, de la teoría de
biogeográficas; sabemos, en particular, el interés que despiertan en él las la evolución. En el preciso instante en que la bíogeografia se concibe
diferentes especies de «pinzones de las Galápagos» y su distribución por como término de una historia, la clasificación se define como una
el archipiélago. Si bien, después de esta etapa de viajero, no abandonará genealogía. En el capítulo «Las afinidad.es mutuas de los seres organiza-
ya la campiña inglesa, sigue estudiando las condiciones que favorecen el dos [...]», que sigue a los dos capítulos dedicados a la distribución
desplazamiento de las especies, examinando la acción del agua del mar geográfica, Darwin, tras discutir los diferentes principios en los que se
en el transporte de semillas o calculando el número de éstas que pueden basan los sistemas de clasificación, escribe:
transportar las aves en sus patas. Pero la verdadera labor innovadora de «Todas las reglas, todas las dificultades, todos los medios de clasifi-
Darwin se pone de manifiesto cuando interpreta la distribución de las cación citados se explican, a menos que me equivoque de forma extraña,
faunas y las floras: «Estos hechos denotan la existencia de un vínculo si admitimos que el sistema natural se basa en la descendencia con
orgánico íntimo y profundo que prevalece en el tiempo y en el espacio, modificaciones y que los caracteres que, según los naturalistas, indican
en las mismas extensiones de tierra y de mar, independientemente de las las afinidades reales entre dos o más especies proceden, por vía heredita-
condiciones físicas. Un naturalista tendría que mostrarse muy indiferente ria, de la existencia de un genitor común. Una clasificación verdadera es
para no intentar descubrir este vínculo.» por tanto genealógica; la descendencia común es el vínculo oculto que
los naturalistas siempre han buscado inconscientemente, con el pretexto
de descubrir un plan desconocido de la creación, de enunciar propuestas
generales o de reunir cosas semejantes y separar cosas diferentes.»
Un medio de dispersión
Al presentar la ¡«descendencia común» como el principio subyacente
Para comprender la distribución actual de las faunas y las floras, Darwin estudia en los sistemas de clasificación, que sus predecesores persiguieron
los «medios de dispersión» de las especies animales y vegetales y, para ello, realiza incluso inconscientemente (unconsciously seeking), Darwin define su
múltiples experimentos en los que simula las condiciones de un transporte accidental. postura con respecto a la tradición naturalista.
Somete, por ejemplo, una serie de semillas a la acción del agua del mar. De las 87
semillas sumergidas durante veintiocho dias en agua del mar, 64 se encuentran en En definitiva, como ocurre en muchos viajes, el itinerario que va de
condiciones de germinar. Por otra parte, seca plantas y observa durante cuánto Linneo a Darwin resulta ser circular. A l principio, se impone una
tiempo flotan: 19 de 94 (no todas pertenecían a las mismas especies que en el reforma de la nomenclatura y de la clasificación, destinada a designar la
experimento anterior) flotan, una vez secas, durante más de veintiocho días. A l
masa de especímenes recogidos por los naturalistas en sus viajes y a
combinar los dos resultados deduce que «el 14 por ciento de las plantas de una región
determinada pueden ser transportadas durante veintiocho días por corrientes marinas clasificarlos, con objeto de que la historia natural sea una descripción de
sin perder por ello su capacidad de germinar.» Teniendo en cuenta la velocidad media la Naturaleza y no se limite a ser un inventario heteróclito iniciado una
de las corrientes, las semillas podrían recorrer más de mil kilómetros en busca de una y otra vez. Dado que cada viaje contribuye a la creación de un saber
costa propicia... (C. Darwin, El Origen de las especies, 1876). '
acumulativo sobre los seres vivos, surge un nuevo programa de investi-
gación: cómo se distribuyen las especies vegetales y animales por la
superficie del globo. Los europeos se afanan en modificar esta distribu-
Para Darwin «este vínculo no es otro que el de la herencia». En ción a través del fenómeno de la aclimatación y al mismo tiempo tratan
otras palabras, la afinidad entre especies de una misma región biogeo- de explicarla. Los viajes, las migraciones que el hombre impone a las
gráfica se explica por la existencia de una comunidad original, y las especies marcan los límites del determinismo geográfico. Las afinidades
diferencias dimanan, sobre todo, de la selección natural que, en medios de las producciones naturales de una misma región, al igual que las
distintos, ha provocado variaciones diferentes. L a fauna y la flora de las irregularidades de la distribución geográfica, remiten a un proceso de
islas, parecidas y distintas a la vez a las del continente, ilustran perfecta- evolución en el que se mezclan el azar y la inexorabilidad. L a geografía
mente este proceso. Aunque la proximidad en la clasificación y la de los seres vivos debe interpretarse como el término actual de una
proximidad geográfica no siempre coincidan, una cosa es cierta, «las historia de los seres vivos. Esta historia traza las líneas de un gran árbol
diferentes especies de un mismo género, aunque vivan en extremos genealógico. L a tabla de clasificación se limita a ser el corte transversal
opuestos del globo, deben tener el mismo origen». En este caso, es practicado en el árbol en un momento dado. E l camino que va de
preciso buscar los antepasados comunes, rastrear sus migraciones. E l Linneo a Darwin pasa por las colecciones y por los atlas geográficos y
geógrafo se convierte en historiador de la vida. En la experiencia del coincide, en gran medida, con el que trazaron los viajeros naturalistas.
Darwin viajero, la bíogeografia entronca con la paleontología, como
recuerdan las primeras líneas de la introducción:
«Durante mi viaje, a bordo del navio Beagle, en calidad de naturalis-
ta, quedé profundamente impresionado por hechos relativos a la distri-
bución de los seres organizados que pueblan las regiones meridionales
París 1800
M I C H E L SERRES

La historia de Francia coincide y se asemeja a la historia de las ciencias:


durante la Revolución, los sabios toman el poder.

1 origen de las matemáticas, al menos las occidentales, tiene una


situación excepcional en el mapa, a lo largo del eje o de la grieta
que cruza Grecia y Turquía y se extiende desde Constantinopla a
la Meca. E l antiguo Egipto, Babilonia, Persia y la Palestina de los judíos
se encuentran en las inmediaciones de esta línea en torno a la cual nacen
el profetismo bíblico, el cristianismo y el islam, es decir, las grandes
religiones monoteístas, la filosofía griega y las ciencias helénica y árabe,
sin olvidar la escritura, la moneda, la industria del hierro y del bronce.
¿Existirán en el espacio centros, densos cual gérmenes, donde la inven-
ción adquiere mayor intensidad? ¿Cuál seria si no la razón de este
fenómeno? L a triple tangente formada por África, Europa y Asia, punto
de convergencia único en todo el mundo, o bien el apasionante encuen-
tro de las culturas semitas e indoeuropeas, y los contrastes y mestizajes
que de él resultaron.

En este mismo sentido, ¿existirán en el tiempo momentos singulares Singularidades en el


igual de relevantes y de similar intensidad productora? En apenas dos tiempo y el espacio
generaciones, en el siglo V antes de J.C., Atenas se cubre de obras
hermosas y de textos ejemplares: los artesanos de la cerámica, llegarían
incluso a la genialidad. Del mismo modo, París, en la época clásica y la
Europa occidental a finales del siglo xix, en veinticinco o cuarenta años,
aportaron todo sobre creación intelectual y artística, como inesperadas
erupciones volcánicas que transformaran el paisaje circundante. ¿Cómo
explicar este fenómeno cuando hemos conocido tantos otros grupos
poderosos y afortunados que alcanzaron la cumbre y, sin embargo,
resultaron estériles, culturalmente miserables a pesar de su riqueza
económica y fuerza militar? Hay que destacar, en estas épocas, la
proliferación de grandes obras trágicas, ausentes sin embargo en otros
tiempos y lugares, y la presencia, asimismo, de cómicos formidables,
perdidos para siempre antes o después, pero testigos de la salud de sus
contemporáneos.
E l genio, no forzosamente individual, ¿obedecerá, como los meteo-
ros, a extrañas circunstancias de tiempo y lugar? «.Hemos olvidado el París de
1800, que vemos en el plano
de Turgot: una de las más
sorprendentes acumulaciones
París de bellezas construidas que
jamás baya tenido lugar en
Alrededor de 1800, desde el final del Antiguo Régimen hasta la la historia.»
Restauración (1789-1814) se produce en París tal acumulación de acon- (Detalle del plano de Turgot,
tecimientos políticos, sociales, intelectuales, científicos, religiosos y 1734.)

381
PARIS 1800 382 383 PARIS 1 8 0 0

antropológicos, de una intensidad y trascendencia tan extraordinarias, tarde, representará los palacios en ruinas mientras los matemáticos
que algunas filosofías posteriores encuentran un fundamento sólo en la concebirán la teoría del cálculo de las variaciones. Agasajado por el rey,
lectura de aquéllos. E l pájaro de Minerva, escribe Hegel, sólo alza el por el Terror y por el Emperador, ennoblecido, condecorado, Lagrange
vuelo al caer la noche: su relato fenomenológico quizás narre única- muere dos años antes de los Cien Días de Napoleón; fue un pensador de
mente lo que en aquel momento aconteció. Efectivamente, durante esos las ciencias, llegó a hablar varios idiomas y alternó con todo tipo de
años, París realizó lo que Hegel y Comte dijeron o pensaron. Como si a personalidades.
las generaciones futuras sólo les reservaran el derecho a comprender y
narrar o el celoso pesar de interpretar. Pero ¿qué nos cuentan estos Noble, marqués empedernido, Marie Jean Nicolás Caritat de Con-
filósofos historiadores? L a totalidad del saber abrazada por la totalidad dorcet se relacionó primero con los nobles de cuna, pero, hombre de
de la historia. ¿Qué ocurrió entonces en París hacia 1800? Algo tan talento desde muy joven, conoció en los salones y academias a los
sencillo y excepcional como el advenimiento de la universalidad de la hombres ilustres de la intelectualidad y de la oposición, mucho más
mano de una singularidad local y temporal. poderosos que los detentores del poder, Turgot, Voltaire, d'Alembert.
Erupción volcánica, terremoto, total transformación del mundo. Más tarde él mismo será elegido para la Asamblea legislativa y para la

En el olvido yace el París de 1800; sólo conservado en el plano


legado por Turgot: una de las más sorprendentes concentraciones de
bellezas construidas sin precedente en la historia. E l siglo x i x destruyó y Ciencias exactas
construyó con tal frenesí que, la ciudad de París que consideramos
y denominamos histórica es, en realidad, una ciudad muy nueva, más Matemáticas FOURCROY, Antoine François de ( 1 7 5 5 - 1 8 0 9 ) . Química de
los minerales.
reciente, por ejemplo, que Nueva York, a la vista de los últimos y ARBOGAST, Louis ( 1 7 5 9 - 1 8 0 3 ) . Cálculo simbólico. FOURIER, Joseph ( 1 7 6 8 - 1 8 3 0 ) . Teoría del calor.
precisos cálculos sobre la edad media de sus respectivos edificios ARGAND, Jean-Robert ( 1 7 6 8 - 1 8 2 2 ) . Imaginarios. GAY-LUSSAC, Louis-Joseph ( 1 7 7 8 - 1 8 5 0 ) . Física.
y monumentos. Iglesias, plazas, residencias, explanadas y elegantes y CARNOT, Lazare ( 1 7 5 3 - 1 8 2 3 ) . Cálculo infinitesimal. GERMAIN, Sophie ( 1 7 7 6 - 1 8 3 1 ) . Acústica, matemáticas.
CAUCHY, Augustin-Louis ( 1 7 8 9 - 1 8 5 7 ) . Análisis. HASSENFRATZ, Jean-Henri ( 1 7 5 5 - 1 8 2 7 ) . Química.
luminosos jardines como la Sainte-Chapelle, el Hôtel de Sens o la plaza ÇONDORCET, Marie-Jean Nicolas Caritat de ( 1 7 4 3 - 1 7 9 4 ) . HAÜY, René-Just ( 1 7 4 3 - 1 8 2 2 ) . Mineralogía.
des Vosges se agolpaban o extendían por decenas a ambas orillas del Álgebra. LAVOISIER, Antoine-Laurent de ( 1 7 4 3 - 1 7 9 4 ) . Química.
Sena, especialmente a la orilla izquierda, antes de quedar ocultos por las FOURIER, Joseph ( 1 7 6 8 - 1 8 3 0 ) . Ecuación en derivadas par- MALUS, Etienne Louis ( 1 7 7 5 - 1 8 1 2 ) . Óptica.
ruinas del Consulado y los dos Imperios. Precisemos las ideas, el barón ciales. NIEPCE, Nicéphore ( 1 7 6 6 - 1 8 3 3 ) . Fotografía.
FRANÇAIS, Jacques-Frédéric ( 1 7 7 5 - 1 8 3 3 ) . Imaginarios. PARMENTIER, Antoine Augustin ( 1 7 3 7 - 1 8 1 3 ) . Agronomía,
Haussmann derribó más de cuarenta capillas del mismo orden y estilo GERGONNE, Joseph-Diaz ( 1 7 7 1 - 1 8 5 9 ) . Dualidad. farmacia.
que la única que hoy se conserva en la île de la Cité, para abrir el LACROIX, Sylvestre-François (1765-1843). Geometría
PRONY, Gaspard Marie Riche de ( 1 7 5 5 - 1 8 3 9 ) . Ingeniero.
boulevard Saint-Germain. E l olvido al que relegamos esta ciudad de la analítica.
PROUST, Louis ( 1 7 5 4 - 1 8 2 6 ) . Química.
belleza, arrastró consigo a las ciencias que en ella florecieron. ¿Vandalis- LAGRANGE, Joseph-Louis de ( 1 7 3 6 - 1 8 1 3 ) . Análisis, mecá- ROMÉ DE L'ISLE, Jean-Baptiste ( 1 7 3 6 - 1 7 9 0 ) . Mineralogía,
nica.
mo? ¿Adaptación? ¿Dinamismo y poder de renovación? Se han baraja- LAPLACE, Pierre-Simon de ( 1 7 4 9 - 1 8 2 7 ) . Matemáticas, físi-
cristalografía.
do, como siempre, todas las teorías. Pero una cosa es cierta, la ciudad se SAVART, Félix ( 1 7 5 1 - 1 8 5 7 ) . Acústica.
ca, astronomía. THENARD, Louis Jacques ( 1 7 7 7 - 1 8 5 7 ) . Química.
transformó como no lo hizo ninguna otra. LEGENDRE, Adrien-Marie ( 1 7 5 2 - 1 8 3 3 ) . Álgebra.
MONGE, Gaspard ( 1 7 4 6 - 1 8 1 8 ) . Geometría descriptiva.
Biología, medicina
POINSOT, Louis ( 1 7 7 7 - 1 8 5 9 ) . Estática.
POISSON, Siméon-Denis ( 1 7 8 1 - 1 8 4 0 ) . Probabilidades. BICHAT, Marie-François-Xavier ( 1 7 7 1 - 1 8 0 2 ) . Histología.
Retratos PONCELET, Jean-Victor ( 1 7 8 8 - 1 8 6 7 ) . Geometría proyecti- BLAINVILLE, Henri Decrotay de ( 1 7 7 7 - 1 8 5 0 ) . Naturalista.
va. BRAVAIS, Louis (+ 1842). Botánica.
BRONGNIART, Alexandre ( 1 7 7 0 - 1 8 4 7 ) . Mineralogía.
En un cuarto de siglo pasaron por la ciudad todos los regímenes BROUSSAIS, François Joseph Victor ( 1 7 7 2 - 1 8 3 8 ) . Medicina.
Astronomía
posibles: monarquía, república e imperio, variedades de un mismo caos CABANIS, Pierre Georges ( 1 7 5 7 - 1 8 0 8 ) . Medicina.
BAILLY, Jean Sylvain ( 1 7 3 6 - 1 7 9 3 ) .
para todas las tiranías, como si París diera un repaso a la historia CANDOLLE, Augustin Pyrame de ( 1 7 7 8 - 1 8 4 1 ) . Botánica.
BORDA, Jean Charles ( 1 7 3 3 - 1 7 9 9 ) . CORVISART, Jean Nicolas ( 1 7 5 5 - 1 8 2 1 ) . Medicina.
universal de las instituciones. ¿Intensas conmociones? ¿Perpetuación de DELAMBRE, Jean-Baptiste Joseph ( 1 7 4 9 - 1 8 2 2 ) . CUVIER, Frédéric ( 1 7 7 3 - 1 8 3 8 ) . Geología.
la estabilidad? Se han barajado, como siempre, todas las teorías. LALANDE, Joseph Jérôme Lefrançois de ( 1 7 3 2 - 1 8 0 7 ) . DAUBENTON, Louis ( 1 7 1 6 - 1 8 0 0 ) . Naturalista.
MÉCHAIN, Pierre ( 1 7 4 4 - 1 8 0 4 ) . DUPUYTREN, Guillaume ( 1 7 7 7 - 1 8 3 5 ) . Medicina.
MESSIER, Charles ( 1 7 3 0 - 1 8 1 7 ) . DUTRÓCHET, Henri ( 1 7 7 6 - 1 8 3 5 ) . Medicina, osmosis.
En medio de estas contrariedades, Joseph-Louis Lagrange, nacido en
ESQUIROL, Jean ( 1 7 7 2 - 1 8 4 0 ) . Neurología.
Turín en 1736, sucede en 1787, después de fundar la academia de su Física, química G A L L , Franz Joseph ( 1 7 5 8 - 1 8 2 8 ) . Anatomía.
ciudad natal, a Leonhard Euler en la academia de Federico II de Berlín, ARAGO, Pierre-François ( 1 7 8 6 - 1 8 5 3 ) . Electricidad. ITARD, Jean Gaspard ( 1 7 7 4 - 1 8 3 8 ) . Endocrinología.
aceptando poco después la invitación de Luis X V I de instalarse en París. BERTHOLLET, Claude-Louis ( 1 7 4 8 - 1 8 2 2 ) . Química. JUSSIEU, Antoine Laurent de ( 1 7 4 8 - 1 8 3 6 ) . Botánica.
CARNOT, Nicolas Léonard Sadi ( 1 7 9 6 - 1 8 3 2 ) . Termodiná- LACEPÉDE, Etienne ( 1 7 5 6 - 1 8 2 5 ) . Naturalista.
Hubert Robert ( 1 7 3 3 - 1 8 0 8 ) : Alojan a este europeo italo-alemán exquisitamente francés, en un aparta-
pintor francés muy mica. LAENNEC, René Théophile Hyacinthe ( 1 7 8 1 - 1 8 2 6 ) . Este-
mento del Louvre muy próximo al taller donde dibuja Hubert Robert, toscopio.
aficionado a los jardines y COMTE, Auguste ( 1 7 9 8 - 1 8 5 7 ) . Mecánica, astronomía.
las ruinas. quien muy pronto subirá a la carreta de la guillotina, aunque se librará LAMARCK, Jean-Baptiste de Monet de ( 1 7 4 4 - 1 8 2 9 ) . Bio-
COULOMB, Charles ( 1 7 3 6 - 1 8 0 6 ) . Electricidad, magnetismo.
milagrosamente de ser decapitado. Mientras su vecino pinta, el algebris- logía.
DULONG, Pierre Louis ( 1 7 8 5 - 1 8 3 8 ) . Acùstica. LATREILLE, Pierre-André ( 1 7 6 2 - 1 8 3 3 ) . Entomólogo.
ta se dedica, quince horas al día, a redactar textos de mecánica o análisis
PINEL, Philippe ( 1 7 4 5 - 1 8 2 6 ) . Psiquiatría.
y a ver circular por el patío abrigos y sombreros que, con la moda, SAUSSURE, Théodore de ( 1 7 6 7 - 1 8 4 5 ) . Investigaciones quí-
cambian casi todos los años de color y de forma, sustituidos a veces por micas sobre vegetación.
cabezas que alcanzan una altura mayor de la habitual. E l dibujante, más
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Convención, entre los grandes del mundo político. Vive rodeado de de fuerza. Poco sabemos de él, de su juventud y de su genio. Del
grandeza y habla con fervor de la igualdad. lamentable naufragio de su existencia sólo rescatamos un manuscrito
Analista, mecanicista, incluso astrónomo, autor de textos sobre la sobre la potencia de las máquinas de fuego, donde inventa y crea la
inclinación de la eclíptica y el problema de los tres cuerpos, estadista termodinámica, cuyo ciclo describe enunciando el segundo principio.
precoz, llevando el cálculo de probabilidades hacia aplicaciones que Una nueva época acaba de nacer en el fango de los ultrajes y la miseria,
nosotros llamaríamos ciencias sociales, Condorcet cubre todas o paja, basura, soledad, en medio del excepcional y vulgar dolor de lo
casi todos las matemáticas rigurosas de su tiempo. Secretario de la sobrehumano abandonado.
Academia antes de su disolución, domina la ciencia. íntimo amigo La revolución política transcurre arrastrando sus dos principales
de Turgot, se encargará durante cierto tiempo de la Administración, corrientes, aleación de discursos y muertes, unos en lugar y a causa de
cuando a este último le nombran primer ministro. Durante la Revo- los otros, frente a las contracorrientes del Imperio, las jornadas popula-
lución, redactará la crónica parlamentaria en varios periódicos in- res y la Restauración, juego en el que el odio y los ideales sublimes e
fluyentes y dominará los medios de comunicación de su tiempo. Te- irreversibles dejan su huella: la guerra. L a revolución industrial acontece
nemos aquí al precursor del poder moderno, que hace uso del lenguaje en otra parte: carbón, capitales, acumulación de dinero y minas, máqui-
y los discursos: nadie podrá oponerse al saber, siempre verdadero, nas de vapor, férrea explotación de los miserables; de nuevo la guerra.
ni a la información circulante y seductora, presente por doquier, ni L a auténtica revolución científica surge en el silencio y el aislamiento,
a los gestores que organizan el orden social, so pena de incurrir en el ajena al poder, ajena a la gloria, ajena a la fortuna, en una celda de
error, el silencio o la ilegalidad. Condorcet habla con fervor de la manicomio, sumida en un infortunio sin perdón: ¿Ajena a la guerra? E l
libertad. padre triunfaba, cortaba cabezas y, estéril, levantaba ejércitos: creaba,
Arrestado, condenado a la guillotina, escondido en una calle secreta, como dicen, la historia. E l hijo, asolado por la desgracia, organizaba el
escribe Bosquejo de un cuadro histórico de los progresos del espíritu futuro.
humano, donde la ciencia y el lenguaje racional orientan y, en definitiva,
sostienen la historia general. L a razón universal o espíritu, materializada
en la ciencia, véase la de Condorcet, se adueña del poder en todo el Ciencia y potencia
espacio, en todos los tiempos y en todas las culturas. Habla con fervor
de la fraternidad. L a ciencia positiva toma el poder; los matemáticos: Lazare Carnot,
Amenazado de muerte, Condorcet errará durante dos días, solo, por Condorcet; los astrónomos: Bailly, primer alcalde de París, posterior-
los caminos del sur de París, hacia Bourg-FEgalité, antes Bourg-la- mente decapitado; los mecanicistas: Lagrange, Laplace; los físicos:
Reine, durmiendo al aire libre, con un nombre falso, sucio y sin afeitar, Fourier, Arago; los químicos: Fourcroy, Berthollet; algún médico: Caba-
comiendo en miserables albergues: aquí conocerá por fin el pueblo y la nis; un geómetra se apodera del poder militar y civil: Bonaparte, antes
miseria de los que tanto había hablado. Cuarenta y ocho horas de autor del problema denominado de Napoleón, que consiste en dividir un
experiencia en vivo a cambio de toda una vida de discursos, que le círculo en cuatro partes iguales con la ayuda de un compás siguiendo el
llevarán a la muerte (1794). elegante método del italiano Lorenzo Mascheroni. E l Emperador no
sólo encarna la primera batalla perdida entre la vencida Europa del sur
y la triunfadora Europa del norte, sino también el segundo combate
Analista, émulo de Lagrange, autor de Métaphysique du calcul ganado por la ciencia ante las humilladas humanidades. Chateaubriand,
infinitesimal, donde intenta vencer los diferenciales o cantidades infinite- emigrado; Beaumarchais, en prisión; Chamfort, se suicida; Chénier,
simales, Lazare Carnot reúne el éxito del matemático y el éxito del decapitado; Madame de Staél, exiliada. L a ciencia positiva toma el
filósofo. Elegido diputado en la Convención, no sólo esquiva las trampas poder: las humanidades lo pierden.
en las que cayó Condorcet, su colega de integrales y meditaciones, sino Guerra dentro de la guerra, revolución dentro de la revolución, este
que gobierna y reina, pasa al Comité de salvación pública, donde conflicto de facultades arrasa desde que se iniciara en la edad de las
encarna la ingeniería de la guerra, crea catorce ejércitos para la Repúbli- Luces sin, por el momento, haber desfallecido.
ca, calcula todos los planes de batalla, organiza las victorias, anticipa el L a ciencia se impuso a la razón y se convirtió, en ese momento, en su
destino de Bonaparte: triunfa, en definitiva, en todos los campos, desde única beneficiaría; fuera de sus límites sólo queda lo irracional. Todos
el análisis a la razón, pura y práctica, desde la política a la estrategia, y los demás temas del saber, de la cultura, incluso aquellos que prepara-
se granjea incluso el título de mártir ideológico cuando la Restauración ron el nacimiento del racionalismo, como la metafísica o la teología, o
le envía al exilio. Pocas son las ciudades del país, por muy pequeñas que aquellos que englobamos ahora bajo el nombre de ciencias humanas,
éstas sean, que no hayan puesto su nombre a una calle; pocos nombres abocados al mito y a las tinieblas, se ven expulsados de la recta razón.
propios en la historia han acumulado tanta gloria. Carnot la ciencia, E l movimiento romántico sólo acentuará y confirmará este leonino
Carnot el poder, Carnot la victoria, placas en las paredes. Nada o casi reparto, al tomarse en serio lo que no recibe otro nombre que el de
nada queda de su obra científica y muy bien sabemos de qué quedan tormenta y tumulto. Desde entonces vivimos con esta certeza, a saber,
cubiertos por la noche los campos de batalla. Su nieto será presidente de que lo racional y la ciencia forman un único y mismo universo, desde
la República, y conocerá la gloria y la violencia de la muerte. Vive que la segunda se apoderó del primero. Este éxito publicitario, bien
setenta años, de 1753 a 1823. fundado por el Aufklärung, alcanzó su apogeo en París alrededor de
Apenas treinta y seis años vivirá su primogénito, Nicolás Léonard 1800, con estas sucesivas tomas de poder. L a sociedad se consagra a la
Sadi (1796-1832), físico, que fallecerá en el manicomio de Charenton, razón, la razón se abandona a las ciencias, y las ciencias expulsan las
completamente loco, rugiendo de angustia, aprisionado por una camisa culturas. Lo universal se impone a lo singular.
PARIS 1800 386 387 PARIS 1800

Condorcet, Fourier,
Lagrange, Laplace, Lazare
Carnot. sabios en el poder,
revolucionarios, crean las
ciencias del pasado; Sadi
Carnot, que murió loco en el
asilo, prepara las del
porvenir.
Lazare Carnot, pintura
anónima, 1815 aprox.
Sadi Carnot.
Condorcet, pintura de la
escuela de Greuze.

Lazare Carnot Sadi Carnot

Lo universal Originada por una palabra griega inventada por Rabelais o por un cambiando su ubicación: lo que nos llevaría a pensar en un espacio y en
concepto clásico profundamente meditado por Leibniz, realizada por un tiempo homogéneos e isótropos, suposición que se contradice con
todo filósofo digno de tal nombre, desde Aristóteles a Auguste Comte, todo lo que sabemos de la historia y de sus variables circunstancias. Este
Ephraim Chambers (1680- inspirada en el modelo británico de Chambers, escrita en más de veinte centro puede cambiar de naturaleza y, en determinados y excepcionales
1740): lanzó en 1728, por años desde 1751, por d'Alembert y Diderot, a quienes ayudaron célebres momentos, puede no coincidir con el núcleo del poder. Habría que
suscripción, su Enciclopedia
y oscuros colaboradores, como Voltaire, Montesquieu, Rousseau o definir entonces un lugar donde se cruzaran los cosmopolitas y una
o Diccionario universal de
las artes y las ciencias, que Galiani, la Enciclopedia o «Diccionario razonado de las ciencias, las lengua que les permitiera entenderse: París, en aquella época, pierde
fue muy bien acogida en artes y los oficios» resume la edad de las Luces. E n ella se encuentra poder para ganar universalidad. Del mismo modo, Atenas, en otros
Inglaterra, convirtiéndose todo el saber por orden alfabético. tiempos, consiguió la segunda pero jamás el primero.
además en una de las
Originadas por el nombre de un héroe mítico del Ática, que acogía ¿Cuál es el significado profundo de la gigantesca batalla lidiada entre
principales fuentes de la
Enciclopedia de Diderot y en sus jardines a Platón y a sus discípulos, realizadas bajo la égida de los las Luces del siglo que acaba de terminar contra los fanatismos y las
d'Alembert. reyes de la edad clásica en la mayoría de las grandes capitales europeas, religiones? Sin duda, la lucha contra el poder. Pero también el olvido de
agrupando a hombres, que no libros, especialistas en sus respectivas culturas singulares en favor del advenimiento de un mundo racional
disciplinas, en un determinado lugar y en una determinada fecha, las universal, de una nueva lengua común. Europa, en este fin de siglo,
academias dominan la edad de las Luces. Todo el saber se Teúne en habla menos francés que este nuevo lenguaje. L o que, precisamente a
torno a una mesa o en una sala; de nuevo un orden convencional. partir del siglo xix, conocemos por identidades culturales, que se
Durante la Revolución, este saber será el equivalente a un consejo de expresan en lenguas regionales y están fundadas en religiones reconoci-
ministros. das por la antropología, y a las que normalmente nos referimos como
humanidades, son, en esta época, el principal obstáculo a la universali-
dad racional que se ve obligada, por lo tanto, a aniquilar estas particula-
Ciencia sin fronteras ridades: este es el verdadero combate de la razón cuando se adueña de la
historia universal, como por ejemplo, en Bosquejo de un cuadro de
Hoy diríamos sin reservas, Beccaria o Lagrange italianos, Gauss Condorcet. Asunto de dolorosa solución incluso en nuestros días.
alemán, Linneo sueco, Benjamín Franklin americano, d'Alembert fran- Quien impone un centro, sitúa en la cumbre de su insoportable
cés, Abel noruego y Euler, los Bernoulli o.los Saussure suizos. Sin jerarquía a un particular disfrazado de general. Nacional significa en esa
embargo, el siglo x v m desconoce estas categorías o adjetivos. L a época oponerse al centro, antirrealeza: ¿Cuál es el hombre singular, la
Europa del saber existe y Lagrange vive en el Louvre como Voltaire en cultura que puede proclamarse soberana? Ninguna. Fuera ombligos, ni
Prusia y Diderot en Rusia. Alrededor de esta singular fecha, 1800, París, ni Ferney, Turín, Potsdam, Berlín, o San Petersburgo. París, en
elegida por la redondez de sus cifras, París no llega a ser un centro como 1800, no está ubicada en Francia sino en el universo, en Europa.
lo fueron Londres o, más tarde, Estados Unidos, lugares donde se ¿Supera con éxito esta extraña empresa? Quizá no, pero no dejó de
toman las decisiones del mundo entero, sino un cruce de caminos en un intentarlo. Eso es lo que al menos creyó todo el mundo. L a razón se
espacio sin fronteras. Se ha dicho que con el tiempo ese centro ha ido materializa en un espacio descentrado. L a prueba es que París se suicida
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como centro. Abandona el derecho al poder en favor de la universalidad: omitido nada: desde las matemáticas a la economía, pasando por la
el poder a cambio del saber. física, la química, la historia natural y la medicina, toda la ciencia se
introduce de golpe en la política, no individualmente, sino en bloque.
Y con ella sus peleas y sus costumbres. En la muerte de Lavoisier no
La razón al poder habría que menospreciar la envidia de sus colegas y en los actos de Jean-
Paul Marat, el resentimiento que sufrió cuando sus Découvertes sur le
Eudoxio, Aristóteles en la antigua Grecia, Sacrobosco, Tomás de feu, l'électricité et la lumiére fueron condenadas en 1780 por un informe
Aquino en la Edad Media, Descartes y Galileo a principios de la época de la Academia de las ciencias firmado, entre otros, por Condorcet.
clásica, Newton y Leibniz al final de sus vidas, irrumpen como indivi- Muchas cuentas se saldaron en favor del exilio y la guillotina. Pero, a la
duos excepcionales pero, durante estos dos milenios, la ciencia nunca ha hora de esquivar el tormento de la revolución, la prudencia favoreció
tenido la tentación ni los medios de conquistar el centro ni de la filosofía mucho más a los hombres dedicados a la especulación que a aquellos
ni del estado, y aún menos de las sociedades o de la historia real o que se implicaron en temas delicados. L a casta no sólo es poderosa sino
narrada. Se mantiene servicial y periférica. París, en 1800, no se conside- que está sana y salva: en esta protección se reconoce, a pesar de todo, el
ra el centro de un espacio ni de un imperio desde el momento que da o verdadero poder y la concertación o solidaridad.
deja su puesto a la ciencia, en su conjunto. L a totalidad del saber como Es muy posible que alguno que otro, Condorcet, Bailly o Lavoisier,
tal, antaño materializado en la Enciclopedia o por las academias, agru- siguiera adelante movido por la ambición, el interés o la ideología. N o
paciones exentas todavía de orden, una vez concebida la universalidad hay duda. Pero el movimiento adquiere una magnitud demasiado
de la razón, una vez organizada la sociedad científica, se erigen en importante como para poder captarlo si no es en su totalidad. De la
conquistadores e intentan, desde estas fechas, tomar posiciones, ampliar ciencia surge de pronto un bloque que se prepara para hacerse con
al máximo su territorio y el centro del espacio. Europa así lo cree. París todos los puestos; los sabios piensan, viven, actúan dentro de un
1800, más que dar título a un capítulo de la historia de Francia, señala colectivo que obedece a sus propias leyes. Nadie pone en duda que este
un tiempo y un lugar decisivos en la historia de la ciencia y de la fenómeno se ha ido preparando lentamente durante dos siglos para
humanidad occidentales. N o es ni más ni menos que el dominio del acelerarse al final, aunque la Revolución francesa le brindó la ocasión de
conocimiento, encarnado por el colectivo de sabios, sobre la coyuntura. cristalizarse. E n nombre del saber, la ciencia tiende a convertirse en un
Amo y señor de la naturaleza durante el siglo x v n , el saber pretende hecho social íntegro.
hacerse señor y amo de los hombres. Este intento, visible ya en esa
época, se remató con un fracaso que habría que considerar temporal. L a
dirección, la orientación, incluso el motor ya existían, con lo cual el Recapitulación
movimiento iniciado aquí no cesará de seguir hacia su objetivo, hasta
una victoria hoy en día muy próxima. En efecto, fragmentos de discipli- De pronto leemos con otros ojos lo que precede a la batalla y sus
nas individualizados nacen aquí y ahora. Pero lo que emerge con una victorias temporales. Aproximadamente en esas mismas fechas grandes
fuerza asombrosa podría denominarse totalidad o colectividad u orden disciplinas establecidas, Análisis, Mecánica, Astronomía, Física, Química
o, mejor todavía, sociología de las ciencias. e Historia natural entran en un movimiento de recapitulación. Es la
Antes de esta fecha, el conjunto de la ciencia ofrece más que verdade- edad de los grandes tratados sistemáticos regionales firmados por los
ros sistemas, algunas colecciones informales: desorden convencional del nombres de aquellos que hasta hace poco perseguían títulos y cargos. L a
orden alfabético o reunión alrededor de una mesa. Para hacerse con el Enciclopedia, hasta el momento dispersa, se concentra como si de una
poder, es necesario clasificar todo esto. L a Enciclopedia cerrará el círculo revisión se tratara. Círculos locales para un gran círculo global. Esto
a su alrededor para conseguir y finalizar todas las cosas y lograr que su puede entenderse de diferentes maneras: el inventario, en primer lugar,
centro sea además un centro de decisión. ¿Se hará dueña la ciencia del precede y condiciona, sin duda alguna, la invención. Pero, del mismo
poder y la razón de la historia? Aquí nace Hegel antes de pasar al papel, modo, la recapitulación amasa un capital. O también: la concentración
y pasa al papel, incluso por anticipado, bajo la agonizante pluma de define y refuerza un centro. Finalmente: se pasa revista a la memoria y al
Condorcet. conocimiento, como si de tropas se tratara. L a ciencia toma conciencia
Nunca hubo tantos sabios tan cerca del poder central: se trata ahora de su poder interno y externo; al concentrarse se diría que se prepara.
de contemplar el fenómeno en su totalidad y no de forma dispersa. Jean N o llegará al poder por casualidad.
Sylvain Bailly (1736-1793), astrónomo, historiador de su propia ciencia, París no aspira a ser el centro, que desearía ver diseminado por
fue, como sabemos, el primer presidente de la Asamblea constituyente y doquier, de una enciclopedia cuya una inmensa circunferencia todo lo
el primer alcalde de París; en este mismo libro se habla de la trayec- engloba. L a totalidad del saber, dinámico, viaja. L a prueba: Bonaparte
toria intelectual y política de Lavoisier, asentista general del Anti- lo embarca y lo traslada a Egipto; las academias se reúnen a orillas del
guo Régimen que acabó decapitado; Condorcet pasó de la Asamblea Nilo, donde la Enciclopedia busca sus raíces. De nuevo, lo que más tarde
legislativa a la Convención, de la que Lacepéde también era miembro; se plasmará en el papel sucede, por el momento, sobre el terreno: la
Cabanis, amigo de este último, la aconseja; Lazare Carnot preside ciencia, en conjunto, parte en busca de su propia historia.
el Comité de salvación pública; Laplace, senador, Monge, ministro Otra universalidad: el mundo entero, el Universo, el globo, centro y
de Marina, Fourier, prefecto, Arago y Chaptal, ministros; los ejem- objeto del saber. Los grandes periplos de exploración, iniciados en el
plos son interminables. Si Bonaparte deja que la historia de la geometría siglo xiv, se cierran con Bougainville, Cook y d'Entrecasteaux. Los
resuelva un problema no hace más que repetir y copiar a Luis X I V marinos que recorren los mares en numerosas ocasiones ignorarán la
cuando dejó que las humanidades tradujeran a Julio César. No hemos Revolución. E l descubrimiento puntual de tierras llega a su fin, se han
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recorrido todos sus caminos. Los viajes han seguido todos los círculos: se reduce a un montón de piedras cuando se habla en términos de
ahora se recuperan en nombre de la Enciclopedia. Los nuevos explora- fechas, referencias e informes. L a ciencia superficial fulmina sin duda la
dores no buscan tanto la conquista como el saber: observar los astros cultura.
desde el Cabo, desdoblar las estrellas, triangular algún que otro arco de
meridiano. L a ciencia visita y explora una Tierra experimental y especu-
lativa, física, astronómica, en espera de que la etnología haga de los
hombres sus objetos. E l globo cambia: no es tanto un decorado o una Los grandes tratados
apropiación, como un círculo de círculos objetivados, soporte concreto
de la Enciclopedia. De aquí, el traslado de animales y plantas al Jardín o Sucesor reconocido de Euler y de d'Alembert, Joseph-Louis de
al Museo para poder ser estudiados: recopilación o inventario central Lagrange (1736-1813) escribe precisamente dos tratados que se converti-
que puede realizarse en cualquier lugar. rán en modelos. La Mecánica analítica de 1788 deduce a partir de un
solo principio, el de las velocidades virtuales, el conjunto de disciplinas
sobre el reposo y el movimiento, estático y dinámico, para los sólidos,
los líquidos y los gases. E l autor se jacta de no introducir en su libro
ningún tipo de figura, es decir, de no recurrir nunca a la intuición. E l
geómetra Sylvestre-François Lacroix (1766-1843) inventó, si no la cosa,
al menos la palabra geometría analítica; Lagrange escribió en 1797,
Teoría de las funciones analíticas, donde intentó ordenar el cálculo
diferencial e integral, desgraciadamente en torno a la noción de deriva-
da. L a suerte del epíteto analítico se decide en estas fechas: conseguir un
lenguaje claro y controlado que pueda elucidar sin ambigüedades las
cuestiones expuestas. E l ideal analítico nace aproximadamente al mismo
tiempo que el positivismo, dos escuelas totalmente modernas pero con
doscientos años de antigüedad.
Cada uno de estos dos grandes tratados constituye desde dos puntos
de vista una enciclopedia local. E n primer lugar, al añadir la disciplina
aplicada por Lagrange; pero también al resumir o recuperar toda la
historia de aquélla. Antes de construir el edificio, el arquitecto es el
artífice del tiempo que le precede y hace referencia, por ejemplo en
materia de mecánica, a los trabajos de Arquimedes y a los predecesores
clásicos, como Galileo, Stevin o Pascal. L a historia, en su totalidad,
acompaña a la totalidad del saber. Esto último y las expediciones de las
academias a tierras egipcias caracterizan a esta época. Hegel y Auguste
Comte sólo habrán de limitarse a copiar esta idea de doble integración
en los grandes tratados científicos de sus predecesores. L a única ciencia
es la ciencia y la historia. Es una característica también de ese otro
universo que se denomina universidad. E l sabio que toma el poder se
convertirá en profesor: funcionario de la historia o de la ciencia, exclu-
yendo todos los demás ejercicios.

En 1800, París apenas si se ha despertado del mito de la Revolución Las tres revoluciones
cuando emprende la leyenda napoleónica. ¿Sufrió realmente Francia una
convulsión política o, por el contrario, asistió a una concentración más
poderosa que el poder real? Seguimos sin saberlo. Por esa misma época,
Cuando Hubert Robert pinta L a invención de los museos coincide con la época de los inventarios Inglaterra es el teatro de esa revolución industrial a partir de la cual
La Gran Galería del Louvre y de los grandes tratados, no sólo de fauna y flora, sino también de
en ruinas, ¿llora, en realidad,
nada seria como antes. ¿Podría hablarse simultáneamente de una revo-
la expulsión' de artistas en obras humanas. Es también la época del bandolerismo cultural perpetra- lución científica? Y en caso afirmativo, ¿en qué sentido?
beneficio de historiadores y do por la naciones fuertes contra las débiles; la revisión exige estos Antes de que la política, la ciencia o la industria la utilizaran, la
administradores? expolios de monumentos vivos y hermosos. Del Louvre, fundado en palabra revolución sólo concernía al cielo: Copérnico publicó en 1543,
(Boceto para el cuadro del
salón de 1796.)
1791, serán desalojados los auténticos productores, como Fragonard o De revolutionibus caelestium libri VI, donde describe las órbitas de los
Robert, para dar paso a oficinas de conservadores como Vivant Denon. planetas alrededor del sol. Cuando se completa una revolución, los
Hay que organizar todas las Bellas Artes. E l cuadro de la Gran Galería cuerpos celestes llegan al punto en el cual nada distingue el principio de
de Hubert Robert ¿sería acaso un llanto a la expulsión de los artistas en un ciclo y su final. Si aplicáramos el término en este sentido diríamos,
favor de los profesores de historia y de los administradores? La belleza sin querer decirlo, que Francia no sufre ningún cambio tras las emocio-
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liantes y espectaculares variaciones del Consulado y el Terror. ¿Conser- bajo su ley a estos tres estados: licúa los sólidos, provoca la evaporación
varía la historia un cierto grado de reversibilidad en su transcurso de los fluidos. Joseph Fourier (1768-1830) dice en el prefacio de otro
irreversible? importante tratado, Théorie analytique de la chaleur (1822), que nada es
En 1796, Pierre-Simon de Laplace publica Exposition du systéme du ajeno al calor porque todo cuerpo lo contiene, lo recibe, lo difunde y,
monde y, más tarde, Mécanique celeste, entre 1798 y 1825: otros dos por tanto, es tan universal como la gravitación. N o le falta razón: antes
grandes tratados. Repitamos sus palabras: el mundo constituye un de Laplace, toda la ciencia se arrodillaba ante Newton por razones de
sistema. Por tres razones. L a primera, que podemos denominar matemá- peso; después de Fourier, la ciencia y la civilización quedan evidente-
tica e incluso euclidiana, toda figura y todo movimiento real o aparente mente bajo el dominio de los fenómenos térmicos. E l peso de la balanza
observable se deduce, sin excepción, de la ley de las fuerzas centrales, o pasará del reloj a la caldera, considerando estas dos máquinas como
newtoniana. E l mundo es un sistema por unicidad, deducción, coheren- modelos culturales. Segundo sentido del término revolución: ruptura,
cia: procede de un principio. Laplace hace el esfuerzo de demostrar con novedad, sustituyen los ciclos de ida y vuelta.
todo detalle la validez de este principio en regiones locales que parecían Sin embargo, el primer sentido intentará imponerse al segundo.
ajenos a él, como los satélites de Júpiter o los anillos de Saturno: los Veamos cómo. E n la nota VII de Exposition du systéme du monde,
lugares excepcionales se reducen a unos escasos modelos. Sin lugar a Laplace concluye su C o s m o l o g í a con una hipótesis cosmogónica. A los Cosmología: ciencia de las
duda, domina ahora esta ley universal de la atracción. L a segunda anteriores planteamientos de reducir todo al equilibrio, opone determi- leyes generales que rigen el
universo.
razón, se refiere al determinismo. E l cálculo presenta la ley en un sistema nadas circunstancias generales y residuales que no se compensan con Cosmogonía: teoría que
de ecuaciones diferenciales (obsérvese esta nueva aparición del término simetría alguna. Los astros y satélites giran y circulan de occidente a explica la formación del
sistema y sin duda alguna con el mismo sentido) en el que se combinan oriente sin efectuar ninguna rotación ni traslación en sentido opuesto; universo.
variables y constantes. Antes de Laplace, el caballero de Arcy planteó aunque débil, la excentricidad de las órbitas existe y las fuerzas centrales
sus dudas ante la posibilidad de integrar estas ecuaciones sin dificultad, se alejan del centro. Estas orbes elípticas se dibujan en diferentes planos
en cuanto el sistema planetario pone en juego tres o más cuerpos. U n levemente inclinados, unos en relación con otros. Así llegamos a unas
dios, que pronto se haría célebre, intervino para definir el determinismo desviaciones no compensadas.
de Laplace: suponiendo que en un momento dado conociera todos los Para comprender estas últimas, Laplace cambia de tiempo y abando-
parámetros, entonces podría resolver, mediante una serie de ecuaciones, na la hermética estabilidad del sistema. Así es, el mundo vibra y retorna,
todas las posiciones futuras y pasadas. E l mundo es un sistema, en pero esta oscilación es el resultado de una historia. Observemos una vez
primer lugar por deducción matemática y, después, porque es posible más, la obligada armonía de la historia y la ciencia. Hemos dejado a un
conocerlo íntegramente. lado que el Sol yacía en el hogar, palabra que significa no sólo el centro,
L a tercera razón, sin embargo, afecta a la revolución: basta con leer sino también el calor. Y nos encontramos de nuevo con el fuego. A l
en griego la palabra planeta para saber que el cielo nos muestra principio, todo ardía. E n el centro también yace el origen. Todo brota de
aberraciones. E n muy pocos casos podemos hablar de regularidad: una nebulosa caliente volátil que gira en espiral, como si Descartes
algunos astros vagan errantes, algunos ejes ñutan, la Luna se balancea precediera a Newton, como si la turbulencia se adelantara a la atracción.
en un movimiento de libración, por doquier aparecen anomalías. ¿Cómo Este magma se enfría en el transcurso de un nuevo tiempo, irreversible, y
inferir todo ello de una ley única? Llevándolo hacia un equilibrio. Las nadie sería capaz de remontar este camino. Todo se encamina hacia el
nutaciones pasarían a ser vibraciones y los movimientos errantes apa- frío, nada puede templarse sin ayuda externa. Gracias a este lento
rentes, oscilaciones de las que sólo habría que calcular la periodicidad: enfriamiento se abren paso los planetas, desgajados del bloque, y con
alguna de estas desigualdades requiere un año para desaparecer o ellos las circunstancias derivadas. E l tiempo reversible organiza las
resolverse, otras, diez o incluso un siglo; se han constatado incluso simetrías, en un régimen determinado, mientras que los desfases se
variaciones multiseculares de aproximadamente mil años, pero, al final, comprenden por el tiempo orientado. Por eso decimos que las excepcio-
siempre se regresa a la estabilidad. E l término sistema, conjunto armo- nes de la cosmología entrañan una cosmogonía.
nioso, donde confluyen peonzas o ruedas en un equilibrio individual o De este modo las desviaciones, las asimetrías dentro de las simetrías
colectivo porque giran sobre sí mismas o en conjunto, es el más apropia- globales del espacio, en una palabra, su orientación, remiten a un nuevo
do para un mundo invariable a través de sus variaciones. ¿Sería posible tiempo, irreversible, orientado, iba a decir expuesto, en el sentido
apreciar alguna diferencia entre el final de un ciclo y su comienzo? etimológico. Esta inquietud de las fuerzas y del fuego, esta orientación
Ninguna. Por enésima vez aparece esta situación, y no es la primera ni ¿es acaso una estructura común al espacio y al tiempo? Se diría que las
la última vez que lo veremos. Así fluye y refluye el tiempo reversible cosas que se vuelven simétricas descansan en origen sobre un plano
donde la antigüedad absorbe un futuro predecible únicamente por los inclinado como ya dijera Lucrecio. L a izquierda y la derecha alabean el
recuerdos. Las ecuaciones diferenciales graban la memoria de esta espacio e inician el tiempo.
máquina cíclica. N o , no se trata por el momento del eterno retorno, sino En una de sus memorias que pone fin a Eléments de statique, Louis
sólo de una revolución en el primer sentido de la palabra. E l mundo, Poinsot (1777-1859) termina la demostración de Laplace sobre la estabi-
estable, vuelve sobre sí mismo indefinidamente. lidad del mundo. Vincula todo el sistema solar a un plano fijo, que
Sin embargo, los objetos celestes no aparecen de forma homogénea. podríamos incluso denominar eterno, en medio del cual actúa la pareja
Obsérvese la Tierra: corteza sólida, abrigo de mares, toquilla aérea. A l general que engendra todos los movimientos del mundo, la rueda de
primero de estos estados materiales correspondería la más consolidada todas las ruedas. Pero; ¿qué es una pareja? En los dos extremos de un
mecánica; en esta época se conocían ya las ecuaciones armónicas de mismo segmento rígido hay dos fuerzas iguales, de sentido opuesto.
derivadas parciales, que muy bien podrían aplicarse a las mareas osci- Tenemos de nuevo, a fin de cuentas o en cabeza de serie, un operador a
lantes; todavía estamos lejos de los gases. Sin embargo, el fuego reúne la vez simétrico y asimétrico, es decir, orientado. Cuando Aristóteles, en
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su Metafísica, habla del primer motor inmóvil, ¿querría también descri- Lamarck
Oxímoron: figura retórica bir la orientación mediante ese oxímoron?
que combina de forma El tiempo nuevo sigue su camino sin volver sobre sus pasos: es la U n ejemplo entre mil. Los vertebrados tienen ojos: los topos los
ingeniosa dos palabras
contradictorias (de dos revolución que no vuelve sobre sí misma. Hay que poner frente a frente tienen muy pequeños, apenas perceptibles. E l aspalax, topo de Persia,
adjetivos griegos que los dos sentidos: el irreversible y el reversible. E l círculo de la ley de las carece de ojos, como el proteo, pequeño reptil acuático, que se refugia en
significan agudo-embotado). fuerzas gira a la derecha de la ley del calor. E l círculo de la cosmología las aguas profundas, bajo tierra. Los vertebrados tienen dientes: pero no
gira sobre la curva de la cosmogonía. Lo que significa que el mundo, la ballena con sus suaves barbas, ni el oso hormiguero alrededor de su
estable, continúa, a pesar de todo, su historia. Eterno pero cambiante. pegajosa lengua ni los pájaros dentro de su afilado pico. Algunas leyes
¿Llegará a resolverse esta tensión, a imponerse un sentido sobre el otro? plantean excepciones. Otras en cambio carecen de ellas: todos los
Las circunstancias inclinadas de Laplace lanzan o implican un vertebrados tienen orejas. E l sonido supera los obstáculos que detienen
tiempo, a su vez inclinado, que se puede compensar. Los océanos el paso de la luz.
friccionan la corteza sólida, los cuerpos celestes surcan el vacío salpicado Lamarck anuncia que la vida avanza según un plan de conjunto:
de pequeños y particulares obstáculos. Todo ello supone un freno. Poco irreversiblemente, el tiempo compone, complica, perfecciona, provoca la
a poco los movimientos reducen su velocidad y, de repente, los cuerpos admiración del progreso. Pero acá y acullá, causas extrañas o aberrantes
se precipitan hacia el centro todavía en llamas y todo se abrasa de se interponen, sin destruirla, en la ejecución de este plan. De ahí esas
nuevo. Conclusión, la nueva nebulosa es una réplica idéntica de la lagunas en la serie, esos topos ciegos, esas gallinas sin dientes. L a razón
primitiva, es el regreso eterno que Auguste Comte, extrapolando a de ser se encuentra en las circunstancias, en el clima, el medio ambiente,
Laplace, recupera después de Kant y mucho antes que Nietzsche. el suelo, los meteoros, en resumen, lo concreto se resiste, como si de un
Demasiado fácil dentro de la cosmología donde sólo es necesario tupido caos se tratara, al irresistible avance del plan único, iba a decir
recordar algunos ritmos de eclipses, de cometas o lunaciones, pero del espíritu o del impulso vital. Habría que volver a pensar en un
extraordinario dentro de la cosmogonía, pues conduce lo reversible cambio multicolor: Lamarck encuentra una segunda ley, que corta el
hacia el irreversible fuego. plan de conjunto o la primera ley. Los seres vivos se mueven, también lo
¿Se llegará a ver la orientación del origen como un fósil? Chateau- hacen las plantas, y se adaptan. Las necesidades cambian con el entorno,
briand deseaba que el mundo hubiera nacido viejo, ya en ruinas desde el surgen nuevas costumbres que, al cabo de mucho tiempo, alteran los
primer rayo de Sol. ¿Se reduce el punto de partida a un círculo límite? órganos. Lamarck emite la hipótesis denominada transformista, que
tanto seduce a los campesinos. L a teoría de Darwin, en cambio, fascina
a los sabios.
Sistema, evolución Se encontrarán dientes ocultos en las mandíbulas de los fetos de la
ballena, así como ranuras en los picos de los pájaros; el aspalax, como el
Dos revoluciones científicas reinan en París, hacia el año 1800: en proteo conserva bajo su piel señales de unos ojos: son huellas de la regla
ambos sentidos, recto y circular. Lagrange, Laplace, Fourier, Lavoisier, unidireccional plasmadas en la vertiginosa naturaleza, huellas de lo
Lamarck orientan sus esfuerzos hacia una recapitulación de las matemá- universal en lo singular, por muy raro que éste sea. E l término biogonía
ticas, la mecánica, la astronomía, la física, la química, la biología, describiría esta evolución, como la de Darwin, mucho mejor que el
revisión universal que ya vimos en el mundo de la política. Todo gran vocablo biología conservado a pesar del contrasentido que encierra.
sabio construye para cada una de las grandes disciplinas un gran
sistema universal dentro de su género. Llamémoslo x-logía: cosmología,
termología... Lo irreversible
Pero los grandes tratados que construyen estos sistemas comienzan
con un gran prefacio que narra todo lo producido anteriormente. L a La revolución que gira sobre sí misma forma unos sistemas; la otra
ciencia tiene su historia; al igual que el mundo, es un sistema originado. crea a veces soluciones de continuidad: ambos sentidos se dan cita en
Lagrange recupera a Arquímedes, Stevin, Galileo, Pascal y a la gran París, hacía el año 1800. Veamos el segundo.
antinomia Estática-Dinámica, cuya síntesis se forjará en su obra. Hegel Las matemáticas consagradas por Lagrange, Laplace, Lacroix, M o n -
podrá traducir o, mejor aún, copiar. Laplace ejecuta y Fourier sobrepasa ge hasta Comte, se nos presentan ahora concretas y aplicadas: la
la universalidad de Newton. E l círculo del sistema gira a la derecha de la geometría describe las formas y figuras, el algoritmo infinitesimal consi-
historia. E l círculo de círculos enciclopédico se enrolla por el caminQ del gue mediciones lo más aproximadas posibles: teoría para politécnicos.
tiempo, combinando lo irreversible con lo reversible. Vemos con nuevos L a escuela francesa aborrece la abstracción. A pesar de la herencia de
ojos cómo Bonaparte sube al mismo barco la totalidad del saber, las Condillac todavía no hay lugar para la lógica. Ésta llegará más tarde de
academias: el sistema de las ciencias remonta su génesis, hacia el origen la mano de Boole; poca aritmética, ausencia de una teoría de los
egipcio. L a historia, de repente, imita a las ciencias propiamente dichas, números que la escuela alemana del siglo xrx recuperará de Euler; aún
como si adquiriera una misma universalidad. menos álgebra pura, si exceptuamos la teoría de las ecuaciones: Abel y
Dicho esto, las ciencias y no sólo su historia o su prefacio, se Galois, muertos y olvidados, fundan poco después nuestras matemáticas,
adentran en el camino del tiempo irreversible y sin retorno. Denominé- olvidando prácticamente a sus predecesores. Una profunda grieta cruza
moslas x-gonías, como cosmogonía. Ya en aquella época geología y el frente de las matemáticas y aisla el estilo francés, descriptivo y
biología son contrasentidos, se trata evidentemente de biogonía o de práctico, de los futuros formalismos y teorías. Los grandes tratados
geogonía. ¿Cómo y hacia dónde se dirigen la Tierra y los seres vivos? adquieren de pronto el cariz de enormes sepulcros.
¿De dónde vienen y por dónde pasan? Lo mismo ocurre con la astronomía. Una vez perfilado el espectácu-
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lo del mundo ofrecido por Laplace y Poinsot, sólo nos queda adentrar-
nos en el Universo, lejos del nicho solar. E l amigo de Balzac, Savary, r'
desdobla algunas estrellas. Una enorme falla separa Borda, Lalande o
Cassini, todos ellos observadores de la edad de las Luces, de Messier,
cuyo catálogo reúne las manchas que salpican el cielo de forma fortuita frk. '•')
y como meras excepciones, aunque su organización se convertirá en la
regla de la astronomía moderna, a saber, las galaxias. Nuestra astrofísica
se aleja del mundo del mismo modo que en París, en 1800, la astronom- . ' A i - i 'fib&v.
ía abandonaba el Universo. De nuevo una clara ruptura: los hombres de
la Revolución son unos sabios conservadores.
Antes de esta época, la física .se limita a la geometría y a la mecánica:
describe y explica figuras, movimientos y fuerzas. E l punto de vista
dominante desde la época clásica hasta Maupertuis nos ofrece un
flagrante ejemplo. L a electricidad no va mucho más allá del magnetis-
mo, el cual, gracias precisamente a Charles Coulomb, remite a la ley de
Newton. Esta última sale vencedora en lo general por Laplace, y en las
interacciones próximas por la atracción de las masas magnéticas. Siem-
pre la mecánica, incluso en acústica. L o que hoy en día denominamos
física no verá la luz a finales del Renacimiento con Bacon y Galileo, sino
gracias al estudio efectuado por Fourier de los fenómenos del calor, que
queda patente tanto en los experimentos como en la teoría. Se aleja
poco a poco de la geometría y de la dinámica para alcanzar su propia
originalidad. L a brecha que separa a Carnot y su aún más revoluciona-
ria (en el segundo sentido de la palabra) creación de la termodinámica,
de Fourier, es más profunda que la que separa a este último de los
físicos que le precedieron. Y a no se trata, en efecto, de estudiar la
propagación del calor, sino de enfocarla como fuerza motora. Cruce de
caminos entre la revolución industrial y la revolución científica. Aquí
nacen la física moderna y la contemporánea, así como nuestra civiliza-
ción del calor. E l calor, irreversible dentro de su tiempo, provoca por su Fragonard. t i caballero
propia teoría, una brecha universal en el tiempo de la historia, el tiempo anatomizado, figura
anatómica desollada realizada
de la técnica y el de la historia de la ciencia. Bernard Belidor, ingeniero alrededor de 1765-1771 a
modelo antes de 1800, se dedica exclusivamente a la hidráulica y a la partir de cadáveres
arquitectura; cualquier hombre de técnica posterior a Carnot, sólo se verdaderos disecados y
preocupará de los fluidos cuando éstos afecten a las máquinas de fuego. embalsamados en estas
condiciones; procedimiento
desconocido.

Las ciencias del mundo vivo se adaptan tan bien al doble esquema
de la x-logía y la x-gonía que parecen sacadas directamente de él. Hemos la ciencia y la historia universales donde proyecta su filosofía, basándose
dicho que el siglo XIX se ocupa sobre todo de pensar en historia y en en dos únicos elementos: la clasificación del saber, sistema y recapitula-
tiempo, que la edad de las Luces se dedica a soñar en la función de las ción, colegio o museo, guoseología, y la ley de los tres estados, historia
nomenclaturas, taxonomía y sistemática y empezará a tomar conciencia del espíritu humano, progresivo o transformista, gnoseogonía. Todo
de lo que he denominado recapitulación: el Jardin du roi o el Muséum está dicho en estas palabras. Su revolución personal consistirá en in-
de historia natural almacenan seres vivos de la Tierra, la flora y la fauna, ventar esta nueva ciencia: la sociología. Pero ¿y si describiéramos antes
cuando se fundan los museos, con Vivant Denon, al regresar de Egipto. la sociología de aquella época?
La historia se pone de pronto a describir y a intentar explicar el avance,
el progreso, la transformación de los seres vivos: Buffon, Geoffroy Saint-
Hilaire, Cuvier, Lamarck, adelantándose a Darwin, participan en esta A mediados de siglo, el maestro de Condorcet, Turgot, pronunció en El nuevo clero
aventura que alteró para siempre la visión del mundo. Otro universal la Sorbona un discurso sobre «el panorama filosófico de los progresos
hace la síntesis de los seres vivos: no se trata de un sistema ni de una científicos del espíritu humano». Su discípulo, amigo y sucesor, prepara-
clasificación, sino del desarrollo. Llega un nuevo tiempo irreversible, rá veinte años después, en la Academia de las ciencias, un «Panorama
progresivo, contrario no sólo al tiempo reversible de los anteriores histórico del avance del espíritu humano en las ciencias». Abandona
sistemas, sino también contrario al tiempo irreversible de la termodiná- temporalmente su proyecto, pero pocos meses antes de morir, condena-
mica. N o dejamos de pensar en sus contradicciones. do y refugiado en casa de Mme Vernet, redacta Bosquejo de un cuadro
Con un cuarto de siglo de diferencia, Auguste Comte dibuja el histórico de los progresos del espíritu humano.
singular panorama de París en 1800 dentro del panorama universal de En estos tres textos, la historia y su tiempo recorren irreversible-
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mente, con un avance y progresión irresistibles, una línea recta; en el otorga a estos tres dioses el papel de tótem de nuestras clases o Georges Dumézil (1898-1986)
último lo hace en diez periodos —se acababa de imponer el sistema funciones sociales, nos permite comprender estas repeticiones generales reúne en la figura de Júpiter
la función de los sacerdotes
métrico—. Afortunadamente las descripciones históricas se limitan a o estas grandes maniobras verbales que abarcan todos los tiempos. U n y de los jueces, en la del
unos pequeños esbozos, trazados a grandes rasgos. Con frecuencia único y gigantesco esquema, desde los orígenes a nuestros días, que dios Marte la función de los
aparece la palabra espíritu que, desde Hegel a Bachelard, tendrá una muchos evitaríamos aconsejar a un joven estudiante por atentar contra militares y en el dios
suerte inversamente proporcional a la claridad de su sentido. Y a se trate la vergüenza intelectual, no sería del todo ingenuo si lo sumergimos en Quirino, la de los
del espíritu humano o del espíritu científico, pasando de la historia de productores. Ver por
el paso marcial de la lucha por el poder, o en el mundo manual de las
ejemplo, Mitos y epopeyas
las ciencias a la historia universal, esta palabra sólo trasluce una fuerzas productoras; aunque recobra su ingenuidad si lo elevamos al (1968-1973).
traducción laicizada, apenas oculta, del Espíritu Santo. Una vez asesina- empíreo de las ideas, al desplazarse y traducirse tres veces según los
do el padre y lejos de desear la encarnación, como el hijo, sólo queda el emblemas y funciones indoeuropeos: Júpiter, Marte y Quirino. Los
ave-lengua, paloma liviana, emblema de Minerva. Su alto vuelo permite novatos no saben reproducir una demostración geométrica cuando se
analizar la historia desde un punto lo suficientemente elevado que nos modifican las letras del dibujo: intentemos cambiar J por M y M o J por
permita ignorar todo intento de aproximación. Q, y viceversa, en todas las teorías de la historia y el resultado seria
El tiempo monodromo nace con el cristianismo. Teniendo como fin exactamente el mismo. Todo se puede decir y demostrar en el largo
último la salvación, arrastra irreversiblemente a la historia desde San plazo donde nada puede falsificarse. Sin duda, también se puede demos-
Agustín, quien recopiló las intuiciones de Platón y las enseñanzas de los trar la historia.
profetas escritores de Israel. En Grecia, al demostrarse la irracionalidad L a culpa es de Júpiter, afirma el propio Júpiter en la obra de
se rompe el círculo del Eterno Retorno y, en Israel, un dios único y Condorcet. En efecto, el dios de dioses tiene dos caras, rey y sacerdote,
trascendente irrumpe en la historia inmanente del pueblo elegido. E l legislador y potentado. U n a semifunción entra en guerra contra su
cristianismo, judeogriego como el nombre propio de su fundador, inicia función antisimétrica. L a filosofía lucha contra la superstición hipócrita
el tiempo lineal de la historia santa desde la confluencia agustiniana de cultivada transhistóricamente por todos los clérigos de la Tierra y «esta
estas dos fuentes. Sin embargo, el cristianismo, en aquellos días, es la guerra persistirá mientras existan clérigos y reyes». L a función y la clase
única cultura que permite el pleno desarrollo de todas las ciencias. L a cultas luchan contra la función legal y ritual encarnada por el mismo
religión laiciza en su propio seno la religión liberando así lo sagrado. En dios o la misma imagen dentro de la misma clase. ¿Cómo distinguir a
el Gran Siglo, Pascal, filósofo, cristiano y sin duda el primer sabio de su Voltaire de un monarca o un gurú y a Jean Jacques Rousseau de un
época, da el gran paso al unir en su pensamiento ese tiempo de salvación pastor? E l Condorcet matemático mata al antiguo alumno de los
y el continuo progreso de la ciencia. Condorcet lo editará en 1776. jesuitas que le enseñaron matemáticas, el Condorcet republicano mata al
Obsérvese que se plantea el tiempo progresivo a partir de un esquema marqués que hay en él, el filósofo igualitario asesina al académico, la
histórico que lo presupone. Convención detiene al convencional, y sus colegas, idénticos a él,
En las ciencias, la acumulación es experimental o demostrable, alabarán su texto pocos meses después de haber votado a favor de la
mientras que, fuera de ellas, se mantiene en el ámbito de la creencia. muerte de su autor. Asi es, Condorcet se suicida y su texto se asemeja a
Hasta nuestros días ha perdurado esta misma división, aunque variando su muerte. Todo ocurre en un círculo tan pequeño que es difícil apreciar
el sentido de la última palabra. En lugar de creer en la historia porque las diferencias. E l otro encerrado dentro del mismo está infinitamente
se cree en Dios, o mejor dicho en Jesucristo, creemos en la historia, próximo a él, se diría una fina dialéctica copiada del cálculo infinitesimal
extrapolando lo que se hace en las ciencias. L a única prueba que en el que a veces se basa el principio de la exclusión de un tercero.
tenemos para afirmar que la historia existe es la historia de las ciencias. Detenido en la calle la víspera de su muerte, Condorcet declarará en
Fuera de ella todo son dudas. Dios, razón infinita, garantizaba el el interrogatorio llamarse Pedro Simón, dos veces el mismo nombre
camino hacia la salvación; la ciencia, depósito y función de la razón, dentro de un contexto religioso, es decir del lado de Júpiter: apóstol
sólo garantiza con sus resultados, sus conquistas y sus triunfos, que desdichado de los caminos de Galilea, acompañando a los pecadores, los
existe un determinado progreso. E l esquema es el mismo. Dios ha . publícanos y las putas, carne y piedra, bautizado de nuevo por el Verbo
muerto pero resucita. L a ciencia progresa y basa la creencia en el tras ser alejado del bautismo, renegado, mártir, papa, primer jefe y
desarrollo general del espíritu. cabeza de toda la historia monodroma, prácticamente parte de sí mismo,
L a ingenuidad de Condorcet no llega al límite de hacernos creer que he aquí a Simón Pedro, al Júpiter de dos caras, judío y latino, como las
todo va siempre a mejor. Obstáculos y contratiempos retrasan y frenan. dos caras de Condorcet. E n 1800, en París, la Revolución y la historia se
Así como los fusiles no lograron acallar las acusaciones de Gavroche expresan primero a través del conflicto de Júpiter contra sí mismo:
contra Voltaire y Rousseau hasta que la agonía y las balas ahogaron el Pierre Simón Laplace sustituye, en el sistema espacio temporal del
grito en su garganta, Condorcet, con la cabeza casi bajo la cuchilla, mundo, el Dios creador por el dios laico del determinismo.
repite incansablemente, cual canto de cisne, el pecado de los clérigos y Otro proceso de laicización, hasta tal punto que ya no sabemos
los religiosos. E l muchacho de la calle y el filósofo de lengua francesa quién merece los aplausos, el que traduce la creencia religiosa en saber
viven el trabajo de lo negativo, no en la especulación espiritual, sino en científico o la religión que permite ese abandono religioso o esa traduc-
la agonía del cuerpo. E l Bosquejo implica una dialéctica ya que el ción. E n el siglo x v i l , encontramos esa misma simetría en Pascal,
religioso actúa aquí de forma negativa y a veces se invierte para orientada sobre todo hacia lo religioso; ahora la orientación da un giro
colaborar en el avance global: por ejemplo, desde Egipto y la India, los y pasa a la ciencia. Así como Pascal, analista y teórico de las probabili-
sacerdotes transmiten a Pitágoras el sistema del mundo. En cambio para dades, humilla el progreso que acaba de inventar, Condorcet, probabilis-
Júpiter, la falta, al ser transhistórica, es general. Repito: para Júpiter. ta y teórico del análisis, humilla a aquellos que le humillaron. Las
Hegel asignará esta función a Marte, y Marx a Quirino. Dumézil, que identidades grandiosas se diferencian sutilmente. Nosotros mismos,
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totalmente laicizados, consideramos que esta historia teórica, en el a él. Ocupar el lugar de algo equivale a destruirlo, hela aquí ocupando
sentido literal, es decir, como descripción de un desfile o una procesión en poco tiempo el territorio del clero católico del Antiguo Régimen,
irreversible, ya sea continua o discontinua, no es más que un nuevo gozando de la misma alianza, participando en el mismo reparto que el
nombre del Dios único judeocristiano, anunciado por su Espíritu. De tal ejército, la economía, el poder político, otorgando a los demás y a sí
modo que todo gira en torno a la función de Júpiter, lo que como misma la misma plausibilidad, a través de la verdad de la lengua y de la
veremos, sólo Auguste Comte percibió. Esto es todo en lo que a historia continuidad del tiempo, a través del fundamento social exterior. E n El
y sociología se refiere. genio del Cristianismo, Chateaubriand sacará de este último punto toda En El genio del Cristianismo
la fuerza de su argumentación. (1802), Chateaubriand
demuestra que la religión
Antes de la Revolución francesa, el clero de la Iglesia católica tiene L a Revolución francesa inicia el relevo de poderes. Los mismos cristiana favorece más que
prácticamente en sus manos el saber y la educación de los niños. hombres, a veces incluso sin moverse, ven cómo el iceberg gira en torno cualquier otra la creación
Durante el siglo XVIII, suministra incluso la mayor parte de los investi- a ellos. L a ideocracia no se traslada de lugar ni cambia de modo de intelectual y artística.
gadores y filósofos que participan en la época y en la ideología de las funcionar incluso, a veces, ni siquiera de manos, se limita a transformar Ideocracia: poder o
Luces, además de colaborar en la Enciclopedia de Diderot y d'Alembert. su nombre. Pero, como para hallar una transparencia que le permita gobierno fundado sobre
La alianza o el reparto del poder temporal, economía, ejército, institu- adquirir más poder, ño le preocupa adoptar un nombre nuevo, nadie ideas o sobre un dogma.
ciones y del poder espiritual, está a su favor, como luego lo estaría el reconoce aquel clero en este nuevo, cuerpo residual de la historia más
poder científico, su legítimo sucesor. antigua y de las más antiguas religiones. L a antropología de las ciencias
En los Estados generales encontramos hombres doctos en las tres conoce la respuesta a la siguiente pregunta: ¿Qué son, qué hacen los
clases, nobleza, clero y estado llano, aunque sobre todo en la segunda. sabios, considerados en conjunto? Pero lo sabe a partir de la Revolución
Sin embargo, durante la Revolución y el Imperio, después de una larga francesa, durante la cual los sabios ocuparon las posiciones que hasta
serie de decisiones, se disuelven primero las academias del Antiguo entonces eran patrimonio del clero.
Régimen para fundar después una educación pública controlada por el Consideremos por ejemplo los puestos que ocupan hombres concre-
Estado. A partir de este momento surgen las escuelas centrales, futuros tos y su respectiva distribución. L a Iglesia organiza a los cardenales,
liceos, la Escuela normal, la politécnica, además de la «Oficina de canónigos o vicarios en función de una jerarquía que gira alrededor de
longitudes» o l a Biblioteca nacional, embriones todos de la enseñanza un solo polo: Lazare Carnot, imitando a Richelieu o a Mazarin, Laplace,
secundaria o superior y primeras instituciones de investigación. En los Lagrange, Monge, senadores, Fourier, prefecto, barón, todos ellos aba-
nuevos proyectos, el contenido pasará de las letras demasiado trilladas, des de la corte, Arago, joven académico ambicioso e inquieto como
a las ciencias, sobre todo experimentales. L a Revolución desconfia de lo Aramis, y luego ministro; en torno a ellos se concentran Francia y la
abstracto, que en Francia nunca ha tenido muy buena reputación a ciencia, dominando desde su categoría a los representantes del bajo
pesar de lo que se diga: la decadencia de la ciencia en el siguiente siglo clero, al calculador Alexis Bouvard, por ejemplo y a otros mil pasantes
tiene su origen, en este país, en la importancia otorgada a la escuela y a ya olvidados con excepción del sombrío Auguste Comte, a quien el
las ideas politécnicas. E l antiguo poder espiritual empieza a perder parte aislamiento y la alienación, en todos los sentidos, permitieron vislum-
de sus funciones y de su dignidad, en favor de otra institución, aún sin brar el conjunto de la ciencia y el golpe de estado religioso que estaba
bautizar, paralelamente al inicio de una interminable guerra que durará llevando a cabo sin saberlo. L a Iglesia excluye a los herejes: Augustin
al menos doscientos años, donde se enfrentarán los organizadores de las Cauchy, exiliado, desterrado de su país, recorre toda Europa; reciente-
letras contra los de la iglesia, y exclusiva de los franceses: como no mente, en 1985, una nueva placa le ha asignado un nuevo título, el de
quieren a sus hijos, se vuelcan en los perros y en la guerra civil. matemático legitimista, como si la política se leyera a través del análisis;
Condorcet condena en la Academia la falsa ciencia de Marat, quien
podría haber pasado por Goethe y.Galileo al mismo tiempo. L a religión
Clases y puestos tuvo su propia inquisición: Fourcroy, Berthollet, Guyton de Morveau,
químicos próximos a Lavoisier, condenado al patíbulo, rebuscan en su
E l clero no es estrictamente una clase, sino más bien una orden casa y se apropian de sus aparatos. Condorcet, muere en la huida o se
dividida en dos géneros, alto y bajo, el primero próximo a la clase suicida al intentar salvarse de la guillotina. Por el contrario, Lakanal,
dominante y el segundo a la dominada. Fluctúa de uno a otro con un reformador de la enseñanza, muere miserablemente en Estados Unidos
juego resultado de mezclar lo espiritual con lo temporal, obligación e expulsado por la Restauración. Las guerras de religión continúan en
indiferencia. Rico, dueño de tierras, dominios, edificios, administrador de otro terreno, o quizás en el mismo. Quienes se preocupan de la prueba
importantes instituciones, numeroso y bien organizado, socialmente no se organizan ni mucho menos en una federación, como se ha dicho a
influyente, tan antiguo como la propia historia en todas las sociedades veces, ni en una república, sino en una Iglesia. Una Iglesia que olvida a
conocidas, el clero basa su plausibilidad en la lengua que defiende como los santos, víctimas en vida, aunque los canoniza después de su muerte
verdadera, en el tiempo de cuya continuidad se responsabiliza, en la para sobrevivir a través de ellos: Evariste Alois, encarcelado en numero- Evariste Galois (1811-1832)
inmortal belleza de la cultura por él inspirada. E n contrapartida, sas ocasiones por intrigas revolucionarias, muerto en duelo y Sadi descubre la función de los
consigue que la sociedad encerrada en sí misma sea a su vez plausible Carnot, que muere en el manicomio de Charenton, expiran muy jóvenes grupos en la resolución de
antes de ser consagrados como héroes o precursores del álgebra o de la ecuaciones de álgebra.
buscándole un fundamento ajeno a ella, veamos cómo.
Los eruditos y los maestros no forman una clase, sino que componen termodinámica. Y a hemos visto o veremos más adelante el culto del que Sadi Carnot (1796-1832)
más bien una orden, dividida en dos géneros, alto y bajo, desde el jardín fue objeto Lavoisier poco después de ser ejecutado. ¿Cuántos mesías escribe Réflexions sur la
de infancia hasta el Collège de France, fluctuando en un juego que la fundadores pasaron al recuerdo como víctimas de estos turbulentos puissance motrice du feu en
tiempos? Si hacemos un balance y ponemos sólo por un momento entre 1824.
hace relativamente independiente del grupo dominante pero que la une
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paréntesis los términos grandilocuentes, como Ciencia o Religión, obser-


CALENDRIER POSITIVISTE,
vamos claramente que el paisaje intelectual y erudito no sufre la más
mínima alteración con el cambio de poder y que se mantiene invariable POCR UNE ANNÉE QUELCONQUE ;
gracias a sutiles variaciones. Otros individuos, o los mismos, guiados
por nuevas o antiguas motivaciones, ocupan los puestos habilitados TABLEAU CONCIET D E L A P R É P A R A T I O N HUMAINE.
durante milenios, desde los cuales hablan de la verdad, del tiempo y de Tumtii na CCiTiiiii ses J rnucrtat seri KOTitrc BOU.
la historia, exactamente de las mismas cosas, pero con un nuevo lengua- H â Q E B E A B I S TOTE. ABCQZK3BDE. ! CES A H . PAESY-PAtHL. CIWARÏjIQSAGrTE.

je rescatado de otro más antiguo. Í


rnmctírt. TWopMittf. aiiLbdt. S û t - L a c . . . . Smml^/mrfma.
Tafanarla taCrui.
i ntrrxlr Tï«w. Tlttie Äja.. UaaUn. Kiiil-CTpHea.
Ese mismo anclaje temporal inician las instituciones y los edificios: la 3 íiuiimic.
Cd».
Ual-llklaur. Otto» \c-Cna4. Hn'-ro-tHrrr.
IBXUfttT. Idïal-Jirtar. likMM.
Escuela normal, la politécnica, el hospital de la SalpStriére, el Museo de • 1 lindo U. ïdaW-VOBjqBC. Doa J o » U U p » U . Jr*m Satinili
nani, Bmtutt Tïlntirocix.
historia natural y el Jardín Botánico, prácticamente toda la colina Sainte 7 ICBt- iAirr-*rccjni. u#Bza.

Geneviéve, en torno al Panteón, monumento funerario de los grandes turili*. HtidH. Cotuuxûx. Oi*rfc*-*irtrJ.
rkOlppr. TWO&M.
genios beatificados, pertenecerá en breve a la ciencia —¿a quién?— 10 klinat. Thñd»e-4e--tl jlfchilí. Dcnotlbttm. MlBi-Cki7raia»r. t i M . | n k
frali*. TincidUr. f t a l r ä « Ujcoi. StlBW-rakWtk.. . . . «mW», H a n rire.
como antaño dependiera de alguna que otra congregación. Los religio- 11
11 La DroUa. Ouiu.
«rtijut
* pol balo ir Triât.
nantit. Wilmut». Ul*U¡ CnterMn m twit.
KtbU-CrtfoMe^Crnd. i&wjorrqm*.. . ITríUr K-!cifiJ
iMLLOXm. miiiMf urini.
sos se dedican a la investigación y los seglares a la enseñanza. L a misma 14 eoçixmi. ratuu. rrnucou. nuiiun. coacriM,

vecindad existe en el poder político: los sabios se lanzan a la Revolución IS Te-HI. r*=pe. KJfi. liJat-Mùtl. . . Uimt-JwUát.H k l - U o i 1t Cm4. . Inm ¡r)
C n r i u u t u . Ulal>«Mitiec . Urt'Jitt*.
con gran entusiasmo, Lazare Carnot organiza la victoria, el marqués de II t w T n . ru* te.
Tarace Xitnirt,
l>ÜUM«ci. ÖoMe.
M-HUnr». 4***M¡i*. U-trwmo. Mem-TTmlie.
II U * [Momia la TU«. nUrr. tntHIbèar. San'fnr. Uelntae. . . . . £*ñt-J*Éttmt, Snitr. 5»¡»<-£j*i,"
Condorcet es elegido diputado a la Asamblea legislativa y a la Conven- 19 U * iWemW ta lipas.
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fatimi]. Floiísñ. rtst-tallr. ticoadn HI. . . T l O M l BrrklV
Lacln- Tirilr. UluWXftlBi K**¿r-Edii: l i n a i . Lit l.'mtiB. La attALia DD Jtm 1 [tJ.-Snrrrl.
Blf-PtBOtX.
ción, ocupan los palacios, Lagrange el del Louvre, Laplace el de Luxem- UDtnUIL Kaum. UMT-UMtW.

burgo, donde protege la adolescencia del joven Cauchy: abades de corte t! Si-rrincoii Xi<. tjma£t[*Fls.
lado. MUSO fjLtOIBJrif. aAaari\r, ÍU-»i Ik Ilíe. SI*fcf*f».-Vi- 7 — > <\
o cardenales ministros. a ummi.
ti Sii»t-J(a»-r/.TIs ¡Uñir. Sl»-Tbert«Jl*-C»aíT.^<--5irtw. lb*lkaae-d»4Jc«|. Mêll.Cttim.
u iute TiVeB«. KtlaWa'li*. . , . .WiMrrWf, S l n b n . intaala. Htrt-ÀwriU. M-»lttf_-d»-rTuIí. VthbtitrSfn.5¿latr-tiiul«a~de-HM (ríe.
» S4l» M 3 C H t-OIruttl rie.
La distancia nos permite comprender que un orden reemplaza a otro OftU.
17 ttHTOMWUxiAI. JUfnrntllt,Lanía. Plourqw . 1
tCBTitiaar. , , . Clntlr tfmj. tUxix it CiUKIr.
SiIH-rmlimikJ IH. <lfV-,*r X.
tt KtaOKTT. VUQLC aowt-tr.
porque algunas ideas pierden su eficacia con el paso del tiempo, otras,
en cambio, al igual que tropas de refresco, toman el relevo hacia el
mismo destino social. L a historia cambia de objetivo, desvelando más
que revelando, aunque siguiendo los mismos derroteros. Desde San
flXr»lt8E BOU. miin loi*. BOCirtHI BDOl
Agustín o Bossuet a Condorcet o Hegel, encontramos la misma ascen- • r m t s E voti OXUtMt KQK. TuuutiE moa
sión profética hacia un espíritu que sólo la vergüenza impide comparar
con la paloma. Se laicizan las imágenes con una segunda mano de Laadl. . Les Troobtdovn. lUrro-Polo Cícrdi*. JLop«daTeft Vo*Lalvan. llbert-40-Crtnd. /«ndiSciirirry. iuris de Molliu. Cápenle 7>dL>-¿irtU¿
iJicqaa Cœar. . . . . Grttkam. aoftr Bicoo. . . Rañund Lt¡te,\ Cocao da HiAiút I'todeo,
Mortis. . . . . Gmilm d> (kutre. Kepler. Htlitj.
estuco. Merrredi. Be. CXcacrr. U VojíiI™.| Bo]u. Curverà. 5tial-fioaimilore. . . Jatcíim, fWÜppe de Cocslsct. <r*¡cáerdr*L I
naribeai. y^iigwm.
mài. : . 01 V i f . IUBBJ. . . LÀ cannimi de Ctua. IitbcUe de CuUlle. l>cqaetBerootiIlli./eajii[<r«o^Ui.|
I Cerra l a . lUcaOle. Dtìaibrt. ¡LCMIBJ. MooUijor trotau, Ciirlo-QaliL . . . Stxtt-QaJmL IBradiej. Xoisur.
1

TndrnU. Cook. r í a n . CoCtbc CttsputJU. Afonu>.| neorí I V . volu. Sccmr.]


Toé. CcldatüX. COLOJJB. CUOCIOI. iUST-TIIDaxt-<3'iqui LOEIS XI. UULlK.
Di «lacas. UIOSTS.
El positivismo en su recta final
Ueaxrddsviad. . . . U TitUnJBeoTcnnto Cd Uní. Tin», coiipir V«ie. iforöil.
Bldid-Aajre. . . Pesi t'értm¿te.\
I arno» loci /fXcelifonf, vosdd. Puoi BiracrdJt.
Giordano Brano. wiiiii. — rimii,
UirriioD Kadoe. M*Utbmcke.\ CoiUTC'ildtJpbe. CU!«nU Peí««>í.
La filosofía de Auguste Comte sacará fruto de la Revolución francesa Pourri s. . . . . . Ltrrnnr.¡DoUood.
Pùrrc Leroy,
Croie». vol Hire.
Votât.
ViuTesirgoM - Vsu dr Ltroberi.
De Witt. Euter. Utmft,
VdXKTKX. . jfía*zo Cow. Artirighl. Jffcjvarí.1 Älfleri. . Mite. Diderot. Trocj. Rojter. CHeabert . .toMStrmtmiiU.
en función de los dos elementos de la ciencia y de la historia. M u y ¡Tísien . . . . BtlxKj.Conté. SdiSkr.
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Obuii Gevrçei Lercy.


COQUCCK I U . Ucraste JojfpA Pewrier.
UPtUCL. TACCAXtOX. Le Cbucetkr UCOI. •rarroa.
pronto sólo existirán estos dos saberes y estas dos filosofías: sólo será COIIPLli.
posible dedicarse a la ciencia o a la historia. L a universidad, mono-
Froimrt. JoimvUle.\[SUrtlB, . . . rorrìeeU£.||lUrcon. I Groüu CK>U. ,B«r|euaa Sdutte.
polizadora de la definición de inteligencia y de su contenido, muy L H ODBUDCiStei CsptSBOll.
Htrlolte. ,
Pi pi a. . .
. . . Sofie. deXolierBW. 3/vu KoUnd. FooteseUe. MOMptrïmii. ¡ s o « I ! * , ' . . PrioikT
. Oxtxtiitm.\ Lttttj.
Urae de5*i1rB¿ Lttif Moxtogne. ïlen HtrûtrA¡Colberi.. . CiTtadüb.
. Lcmii XI T.
pronto sólo se dedicará a ese ejercicio racional. CUtesnbrUau
Wdler-Seoll. Cooper. Jooffroj
ILTUCC . SUTM.I flint.
felini. U B O da f "*»' . V i a £(feevcrla.! Mcmlesqoiea
WóttJtrí»U£M.| Wilpole.'.
(fvíjwnaai, D'Annd«. .
CaTloo-norreia Grvgny.
BertimlleL
Los sucesores del positivismo discutieron durante mucho tiempo el Humai. DilUM TIMorier. ¡FleUlai fficAíTiDo«,j SaUba Otrs.||Torp>u . . oenälui Kitirr.
TUSE. WITT. BOUtSJL. ituum. Intern**.
sentido de esta palabra a la que dan una orientación empírica o
lingüística, dividiéndose en distintas sectas, todas ellas cientistas y tUrUi. . . ¡Mlrtrtroe. Scrsird de PÏILBJ. Vttftitte, PaUztríua ftüberuot) . Gibbon. Sidnej. , |ttu-rej Sri/.
Pilridl.. . jThomu 1'Ktajis.lcmü deGmoitÁ Cuilídcüal Rijwí. KueUal Grríry. lita Scaliti. . . . FmUEa. Botoure Stakt.
partidarias de la enciclopedia que elaborara el maestro, pero coinciden FlUíl. . . H R M da UíijeBe. . Mate de Stati]
Duhamel [do Hoacein).
Féodoo. SeiMt-Fmçoit-dtSaltt. Sitiuare
Claek. £Ml!f.\ Kanu . Fkkle. |wuiinstoo Ko*Hmia.\ i Btnutrd dt J*uün.
Fntridi. . Bot§*ir. ¡Beetborea HexUL,] Copdorcgt. . . . . JeSeraoa. Hilter. rirtf-f.iTjr.
con sus enemigos para condenar los delirios que perturban, ante sus Doaldi. . Kloptiset. Ctimr, Conlocob Bt«-ia.j ai. • Wrier. Joteph de aUltlre- . . . Bomatd. Bollw. . . Touuahtt-lau v*rUmirek
t u t, j BlainviUt.
ttilridl.. . »jroa. /lúa Verrarr.Ctraol Fcaiea iBeUtei Do*hxtli.\ lleceL Sopíií Germai*. Fraocit. troaiaii .Voryveai.
ojos, los últimos avances de su teoría de la historia y de la sociología, el eULTOI. •OITCOLnCX. EtOXUT. •DKL C&OBfWELL. G4LU

conocimiento de la religión de la humanidad, sus fiestas y su calendario,


(1 wlrraímtr rmí/íriifr, pnc 334.)
el catecismo y el fomento de lo afectivo; se ríen del último Auguste
loar iddiiiuDcH dn inaiti biiwiUle* J [Jauta el Bvmfsrti), naje teetotal pendasi U cre-
Comte sin haberlo leído. Si damos la vuelta a esta reacción superficial ( fliicfv áen^céocniioa.
£/ IÍÍIICO calendario tolerante
vemos aflorar una cierta y profunda verdad. y universal de nuestra
iprti ce» quatre ceJebritíon» lui Oil e» de U Fltr in Xfpramtxt, ce Joor exeepUoonel presdr* i l deiüaatíea
Boraiìe pour le culle sbtirait.
¿Cómo clasificar el saber? ¿Cuál será su evolución? Aquí Comte se historia expulsó, sin embargo,
equivoca. E l porvenir de cada una de las disciplinas quebranta su a Jesucristo y a todo arte
pronóstico. En lo que a las grandes leyes del tiempo se refiere, como la contemporáneo, en beneficio
de las ciencias triunfantes.
de los tres estados, siempre se apuesta sobre seguro pues no hay trampa («£/ calendario positivista»,
posible: no hay nada que impida hacer la historia de algo que se escape in A. Comte, Catecismo
a nuestra comprensión y control. E n otras palabras, el positivismo positivista, 1852.)
PARIS 1800 404 PARIS 1800
405

muestra su flaqueza precisamente donde todos le creían fuerte, es decir, muerto? Without Christianism... Es de lamentar también la total ausencia
en la ciencia y la historia, y su profundidad, en los ámbitos donde todos de las letras y las artes en la edad contemporánea: la ciencia se ha
le condenan, el conocimiento de la religión. ¿Quién promueve y transmi- adueñado de la totalidad del espacio. U n a vez trasladado Mozart al
te el saber? ¿Para qué sirve socialmente? L a respuesta, en este caso, por último domingo del décimo mes se acabó la belleza. Siniestro presenti-
muy insostenible o insensata que nos parezca, refleja cosas muy fuertes miento-
desde el momento que exige a la religión una respuesta a estas pregun- L a historia continua se aproxima a la historia discontinua y la
tas: Auguste Comte, sociólogo, describe lo que realmente sucede en las interna enlaza con la externa, el tiempo lunar de los meses y las semanas
colectividades y, al hacerlo, crea la antropología de las ciencias. Descu- se desgrana en estados interiores en cada campo o región, mientras el
bre en la religión aquello que transforma las ideas en fuerzas sociales. tiempo solar los asocia sin epacta, exteriormente. Esta viñeta reproduce
con ingenuos y abigarrados colores, grata a todos los ojos, a ignorantes,
incrédulos, eruditos u hombres píos sin distinción, en definitiva a todo el
La edad del calendario pueblo, la filosofía de la historia de las ciencias establecida por Comte
en el marco de París 1800, cantera que, sin decirlo, labrarán o explota-
Una consecuencia del paralelismo aquí descrito afecta directamente a rán sus sucesores.
la historia de las ciencias: no existe ningún modelo de esta última que no
haya servido anteriormente a la religión. Esta repetición resulta incluso
cómica desde el punto de vista de Marx, quien la compara, cuando Sobre la incompletabilidad
aparece en historia, a una caricatura. Sin embargo todos estos modelos
se renuevan en la crisis o crisol de la Revolución francesa. En Critique de la raison politique, Régis Debray aplica a los grupos
Es una época de mesianismos para los nuevos tiempos: Lavoisier sociales, o encuentra en ellos el teorema de la incompletabilidad, válido
anuncia una química completamente nueva, Carnot funda una termodi- en los sistemas formales, y muestra que las sociedades sólo se organizan
námica sin precedentes, Galois y Philippe Pinel, al reformar el álgebra y con la expresa condición de crearse a partir de algo ajeno a ellas, fuera
la psiquiatría, arrancan las nuevas disciplinas de los antiguos marcos. L a de su propia definición y frontera, es decir, no son autosuficientes.
mayoría de estos profetas mueren trágicamente, en el suplicio. Las Calificará esta creación de religiosa. A través de Godel se llega a
teorías discontinuas de la escisión pasan directamente de la referencia Bergson quien en Les Deux Sources de la morale et de la religión oponía
santa, evangélica o profética a la referencia verdadera, siendo la inven- las sociedades abiertas a las cerradas. N i mucho menos, afirmará
ción la que permite salir del error o de la sombra, en tanto que Debray, la coherencia interna está asegurada por la coherencia externa,
revelación, a la luz. En ningún momento anterior a esta fecha se pensó el grupo sólo se cierra si antes se abre. Los santos, genios, héroes,
en una revolución copernicana ni, en mi opinión, tampoco en Galileo. modelos y toda clase de campeones, no rompen las instituciones, sino
E l clero, como he dicho antes, es el soporte del tiempo: el calendario que las hacen posibles.
gregoriano queda anulado por el revolucionario adornado con flores, L a historia de las ciencias utiliza las palabras en el sentido opuesto al
nieves y vendimias —temas agrícolas en plena revolución industrial—, de Godel, Bergson o Debray, pero discute las mismas cosas denominan-
pero éste será sustituido por el positivista, donde los días, las semanas y do externo lo que ellos llaman interno y viceversa. Una historia externa-
los meses llevan el nombre de grandes hombres: Dante, Newton, Arquí- lista reduce una verdad o demostración científica al conjunto de sus
medes y Lagrange han ocupado el puesto y el nicho de los santos. Que condiciones u obligaciones sociales; las conduce en efecto al interior del
no cuajara no significa que lo olvidáramos: la historia de las ciencias grupo, mientras que la historia interna sigue la corriente exclusiva de
canoniza a los genios así como la historia santa reza á sus mártires y una disciplina sin más referencia que la suya propia. Se trata efectiva-
profetas. Catholicism without Christianism dijo Stuart M i l i del positivis-
mente del mismo debate que opone lo cerrado a lo abierto pero invir-
mo.
tiendo sus términos.
La finalidad de un calendario es borrar toda la historia anterior Sin embargo, a partir de Bergson, los historiadores más notables se Henri Bergson (1859-1941):
cuando el odio exaspera y remata a todos sus muertos, o celebrar su Les Deux Sources de la
han limitado a copiar Les Deux Sources donde se prevén expresamente morale et de la religión
continuidad. Tolerante, pluralista y laico, el de Auguste Comte subyuga el caso de la locura y el del saber: el recogimiento de Michel Foucault o (1932) opone una sociedad y
a la reconciliación intercultural y, por ello fracasó. Demasiado universal el paradigma de Thomas Kuhn, por citar las obras de mayor incidencia, una moral cerradas a una
para exaltar a una secta o a una banda. E l primer mes teológico de proceden de las mismas fuentes. En lugar de transcribir un modelo como moral y una sociedad
Moisés se enlaza con el cuarto de Arquímedes, con el sexto de San aquéllas, Régis Debray resuelve un problema. Ahí donde los historiado-
abiertas.
Pablo y con el último de Bichat, las religiones confluyen entre sí, res se limitan a describir fragmentos o transgresiones de los límites
Salomón y Confucio, San Bernardo y Mahoma, y luego se orientan
sociales o conceptuales, sin llegar a comprenderlos, pues han tomado de
hacia las ciencias, Abraham hacia Tales o Santa Mónica hacia d'Alem-
Bergson un esquema ya hecho, fabricado por Bergson a partir de Carnot
bert, sin que las segundas desprecien a las primeras, las dos comparten
y de la termodinámica, Régis Debray fabrica directamente, y por tanto
los mismos recuerdos con el arte o la industria, con Bernard Palissy y
comprende, un nuevo esquema a partir de Godel y de los sistemas
los trovadores. L a presencia en el tiempo y la historia de tal paz sólo
lógicos.
podía ser vista como una demencia, y esa amplitud de espíritu como una
La crucial contribución de Gódel-Debray, nos libera de los antiguos
enfermedad, dentro de un mundo académico o político obligado a un
modelos y de su repetición. Consideremos una historia externa de las
enfrentamiento sangriento. ¿Cuándo hemos podido contemplar mejor
ciencias, lo más radical posible, llevando una invención cualquiera hasta
representación del mejor de todos los tiempos posibles? Sólo es de
sus factores sociales: debates de ideas o intereses, impedimentos institu-
lamentar la ausencia de Cristo. ¿Quién fue el primero en decir Dios
cionales, estratégicos, financieros, económicos, acumulación local de
PARIS 1800 407 PARIS 1800
406

información, organización de escuelas o laboratorios, en resumen, todas acaban suavizándose, materiales pero cambiando de estado, de lo suave,
las fuerzas que entran en relación recíproca y las condiciones concretas de lo lógico, palabra, discurso, escritura. E l positivismo habla de materia
que tal acontecimiento pone en movimiento, como corresponde. ¿Por ordenada, el bergsonismo del desorden o del movimiento líquido, la
qué se ha producido este movimiento? ¿Cómo cristalizan estos conjun- posguerra abandona toda referencia objetiva y se dedica de lleno a la
tos? Por la verdad. L a verdad ¿de quién? ¿De ese Carnot genial y lengua, tanto en Francia como en el resto del mundo, donde el positivis-
ambicioso? ¿Del ministro Arago? ¿La verdad de los diferenciales y del mo lógico, nombre admirablemente apropiado, asegura la síntesis de
arco del meridiano? Sí y no, aunque más bien no. E n realidad por la todo lo anterior.
verdad a secas. Por la objetividad, al ser exterior a todos estos condicio-
nantes e impedimentos y por no proceder precisamente de ellos. Todo
proceso social se apaga desde el momento en que no se revela la verdad Ciencias y religión
objetiva en cuestión. L o interno (en este caso externo) se crea como
sistema eficaz y dinámico, productivo sólo si se basa en ese elemento Aplicando pues el teorema lógico de Gódel a las cuestiones de lo
absolutamente evidente y ajeno a él que habría que llamar externo (aquí cerrado y lo abierto, aproximándose a la sociología, Régis Debray
interno): la verdad o la objetividad. Todo gira alrededor de ella y por concluye y recapitula de golpe la historia y el trabajo de los doscientos
ella, entra en movimiento por su presencia y se detiene con su ausencia, años que le preceden. Dicho y demostrado todo esto, recurre a Auguste
todo se apoya por tanto en la trascendencia de lo verdadero o en esta Comte y al culto positivista. ¿Por qué?
condición de objetividad. Se denomina trascendencia el hecho de no Porque el sumo sacerdote de la religión humanitaria, por muy
pertenecer a un conjunto y a sus condicionantes. ridicula que nos parezca su aventurera forma de poner fin a su vida, ya
intentó decir o explicar, aunque admito que con poca fortuna, todo esto.
Pero si nos asustan las palabras filosóficas o los teoremas lógicos,
Como si en su dulce locura, Comte fundara su sociología sobre una
intentemos comprenderlo con otras imágenes. Llamamos catalizador,
antropología general sin conseguir darle un nombre. Es el único filósofo
por ejemplo, al elemento o cuerpo sin el cual una reacción química no
desde Kant que se preocupó de acumular todos los conocimientos
podría ni siquiera comenzar ni a fortiori desarrollarse, pero que no llega
a formar parte de la misma: exterior a ella y sin embargo condición científicos de su época: ni engaña, ni miente, ni inventa el concepto que
indispensable. Del mismo modo, los elementos verídicos de la ciencia, le dispensaría de esa tarea. E n el transcurso de esta filosofía heroica,
exteriores a su historia, son sus creadores y constituyen las condiciones escoge de entre las ciencias los modelos más seguros y asimila de una
sociales para que salga a la luz. forma tan sorprendente el gesto heurístico del saber local y global, que
continuará y completará el itinerario enciclopédico inventando una
Así el debate que opone lo externo y lo interno en nuestras discipli-
nueva ciencia humana, condicionada finalmente por todas las anteriores.
nas refleja un análisis insuficiente del vínculo social, y la historia que
abarca el tiempo de la ciencia en momentos de apertura y ciclos de E l descubrimiento garantiza siempre la autenticidad del trabajo.
cierre expresa, sin duda, la misma ignorancia. Así como los cronistas del Durante este recorrido tan genuinamente heroico, escribe la historia
saber o la sinrazón deben sus modelos a Bergson, nosotros debemos las interna de cada una de las disciplinas adquiridas dentro y a través del
soluciones al principio de Godel-Debray. tiempo. Nadie antes que él y tampoco después conecta de una forma tan
vigorosa lo interno con lo externo, ya que la historia de las culturas y de
las sociedades hace posible una clasificación enciclopédica de las ciencias
Abierto y cerrado, sólidos y fluidos y la historia de las ciencias hace posible la sociología, que nos remite a
la cultura y a la historia, completando un enorme círculo que encierra el
Pero esta genealogía de los esquemas, ideas o modelos, se remonta sistema, por el cual el exterior alimenta el interior y viceversa.
más allá de Bergson y de su discurso opuesto al positivismo. Sus dos Creo que se establece aquí una idea o un sentimiento que puede
fuentes proceden de la termodinámica del mismo modo que Auguste leerse o sentirse en la obra y en lá vida, en las actividades sociales o
Comte tomó de la mecánica clásica el binomio estadística/dinámica u especulativas de los sabios que asistieron a la Revolución francesa y
orden/progreso. De pronto, el sucesor supera a su antecesor paralela- pasaron el año 1800 en París. Sus grandes tratados, en general, son una
mente a la evolución del saber de referencia. L a cuestión de lo abierto y recapitulación de la historia interna de sus respectivas disciplinas, en
lo cerrado planteada en Les Deux Sources tiene el mismo origen que el primer lugar, y, después, una exposición del cuadro sistemático de las
título del libro y se esclarece con el paso de Carnot a Clausius y Gibbs. mismas: el progreso y luego el orden. Fourier, Laplace, Lavoisier, Haüy,
Por otra parte, Bergson critica la inteligencia de los sólidos y pide el Lamarck, Monge, y otros veinte más, saben o sienten que entran en un
retorno a los flujos de la duración o de la conciencia, así como Auguste tiempo nuevo donde la ciencia racional se convierte en el elemento
Comte se mostraba cauteloso ante lo nebuloso y lo vago, exigiendo a su social crucial que dominará la enseñanza, el ejército, la industria, la
vez la creación exclusiva de sistemas consistentes. De nuevo aparece la agricultura, las cuales, a su vez, producirán las condiciones de una
ciencia de referencia, se pasa claramente de la mecánica de los sólidos a razón: el orden científico condiciona el progreso social y el orden interno
la de los fluidos o de los gases, del cristal, dominado por la geometría a de este último condiciona el progreso científico. Su saber universal les
principios del siglo xix, a las moléculas en desorden, estudiadas por la lleva a un lugar sociopolítico singular en un crucial momento de crisis, a
física a principios del siglo xx. Bauticé esta evolución, hace ya un cuarto partir del cual se crearán al mismo tiempo la ciencia, la historia y la
de siglo, con el nombre de «ley de transformación de la materia meteóri- sociedad. Comte canoniza esta doble y única experiencia, acaparando
ca» (Hermés, III, 1974). Los filósofos hablan de sistemas sólidos, luego todos los puestos.
de corrientes o de flujos, finalmente hablarán de lenguaje: primero Su siguiente paso fue alejarse para apreciar, desde lejos, que se
cristales, fluidos después, todos ellos elementos de gran dureza que trataba de religión. N o de una religión ligada a una etnia o a una
PARIS 1800
PARIS 1800 408 409

cultura local, objeto de una posible antropología, sino de un incipiente Ninguna diferencia, funcional o estructural, separa pues la fe en un
lazo global, nacido para integrar al conjunto de la humanidad. Propia- dios trascendente de la creencia en la existencia de un objeto científico
mente universal. En otras palabras, el sistema general de las ciencias independiente de nosotros que puede expresarse en una verdad universal
positivas y de la historia, que inducen una u otra al conocimiento duro y para todos y objetiva en sí misma. L a trascendencia como tal es la
dulce, exacto y humano, progresivo y ordenado, no tiene fundamento ni misma en ambos casos. Y la consecuencia social no pierde su estabili-
se comprende por sí mismo. De forma ambigua, anunció a Gódel y a dad. Aunque los funcionarios cambien total o parcialmente, la función
Debray. Existe incluso un exterior de la totalidad autoalimentada que no se altera y las sociedades actuales se asemejan a las arcaicas: es lo que
da origen a la segunda. Comte dirá que esta creación es religiosa y no le quería demostrar. L o universal y lo singular coinciden siempre en la
falta razón, incluso si se limita a la inmanencia de la humanidad o del misma encrucijada, al igual que lo abierto y lo cerrado: ¿Hubo real-
Gran Ser en sí mismo. mente revolución?
Dicho esto, vivimos actualmente una crisis de la verdad. Tras la
muerte de Dios, ¿dónde reside la supervivencia del mundo? Uno y otra
¿Qué clérigos? comparten la misma agonía.
Regresemos por un instante al Antiguo Régimen o a las sociedades
que el positivismo denominaba teológicas. En aquellos tiempos, el clero
ocupaba un puesto muy preciso en la sociedad. Dominante y dominado,
ni dominado ni dominante, este puesto, interno a toda clase, dominada
o dominante, no pertenece a ninguna de las dos, ni a la dominada ni a la
dominante. Los clérigos aseguran mediante la situación intermedia de su
orden el cierre del sistema social a través de la garantía que les propor-
ciona una verdad trascendente, absolutamente externa a toda produc-
ción social. Internos, sin lugar a duda, pero representando lo externo,
podríamos denominarles funcionarios de la verdad. Sobre esta verdad se
crea el grupo. Sobre esta piedra se construye la iglesia. ¿Qué piedra? Ese
objeto inerte que se lanza fuera del grupo, pero que pasa a formar parte
del mismo, yaciendo por debajo de todo.
Cuando se creía en la naturaleza humana, o simplemente en la
naturaleza, se calificaba a esta verdad de sobrenatural, trascendente y
fundadora. Revelada. Ahora se muestra sin velo, pero, a pesar de todo,
trascendente. L a oposición de la historia interna de las ciencias y su
historia externa confirma la conservación de una trascendencia y el acto
fundador de la inmanencia social en ella misma. Esto se denomina
religión y Auguste Comte, al igual que Régis Debray, tenía razón.
Pero los sabios ocupan un puesto muy preciso en la sociedad.
Dominante y dominado, consejo de príncipes y pobreza, ni dominado ni
dominante, libertad de pensamiento, este puesto no pertenece a ninguna
de las dos clases. Los clérigos aseguran, dada la situación intermedia de
su orden, el cierre del sistema social por la garantía que supone su
verdad trascendente, absolutamente externa a toda producción social.
Cada vez que un tribunal, en nombre de otra ideocracia, interviene en
esta trascendencia para imponer su propio dogma, se cubre de oprobio y
vergüenza, desde Giordano Bruno a Lavoisier o Lyssenko: al perder
plausibilidad, tiembla sobre sus propios cimientos. Es una prueba a
contrario de la importancia capital de tal trascendencia, a la que nadie se
acerca sin peligro. Apenas decapitado el químico, la Revolución lo
santifica.
Definidos todos por una simple o compleja intersección de depen-
dencias sociales diversas, los investigadores y maestros más politizados
deben indicar, con un mismo ademán, ese elemento exterior que les
reúne y por el cual, desde ahora, reunirán a las sociedades contemporá-
neas, el mundo como tal considerado como otro mundo, absolutamente
independiente del grupo social: se les podría llamar funcionarios de la
verdad. Tienen en su mano el reino de ese otro mundo, el mundo tal
cual, ajeno a lo político. Sin esta verdad objetiva, no son ni harán nada.
Lo saben y todo el mundo lo sabe.
Lavoisier:
una revolución científica
BERNADETTE BENSAUDE-VINCENT

Donde veremos dos carreras, dos destinos. Héroe victorioso de la


revolución química, Lavoisier muere víctima de la Revolución francesa;
abandonado por sus colegas y venerado más tarde como fundador inmortal
de la química moderna.

ño I de la química. Durante todo el siglo XIX, químicos, filósofos e


historiadores atribuyen el nacimiento de la química científica a
-Antome Laurent de Lavoisier (1743-1794). Los historiadores
contemporáneos, por su parte, descubren en ese episodio los elementos
que integran la estructura de una revolución: síntomas de crisis, apari-
ción de un nuevo paradigma, conflicto y división en el seno de la
comunidad química. Hoy en día se alude, incluso, a los trabajos llevados
i cabo por la generación de Lavoisier como a una «segunda revolución
científica».
L a palabra «revolución», ya pronunciada por Lavoisier, fue adopta-
da y difundida por sus contemporáneos. Nos encontramos en el lugar
idóneo para elucidar la noción de revolución científica y comprender los
mecanismos que intervienen en los episodios merecedores de esta desig-
nación.
E l caso de Lavoisier presenta un interés particular pues mantiene
una relación directa con el sentido político de la palabra «revolución».
La revolución química culmina en con la publicación del Tratado
elemental de química, en 1789, fecha de inicio de la Revolución francesa.
Lavoisier, que compagina sus tareas de administrador del Antiguo
Régimen con las de sabio, se encuentra implicado en los dos movimien-
tos. Pero, vencedor indiscutible de la revolución química, caerá víctima
de la revolución política. Trataré de explicar cada una de las carreras de
Lavoisier a través de la otra.
E l 19 de floreal del año II (8 de mayo de 1794), el Tribunal revolucio-
nario condena a muerte a Lavoisier, junto con otros veintisiete asentis-
tas generales, declarados culpables de un «complot destinado a favorecer Dos gases, que llegan cada
por todos los medios posibles la victoria de los enemigos de Francia». uno a través de un caño,
arden en una campana
En la tarde del mismo día son guillotinados en la plaza de la Revolu- cerrada y forman agua. Fue
ción. ¿Por qué dejaron morir al artífice de la formidable revolución que así como en Junio de 1783
acababa de vivir la ciencia? Silencio incómodo de unos, comentarios Lavoisier y Laplace
indignados de otros. Desde hace más de dos siglos este episodio poco demostraban a sus colegas dt
la Academia de ciencias que
glorioso de la Revolución francesa alimenta controversias entre historia- «el agua no es una sustancia
dores, resurgentes y apasionadas todas ellas. M e contentaré, por mi simple; está compuesta, peso
parte, con subrayar el contraste entre el abandono de que fue objeto por peso, de aire inflamable
y de aire vital». Esta
Lavoisier y el culto que se le reservó desde el mismo instante de su experiencia asestaba un
muerte. ¿Cómo se forja la imagen de un héroe fundador? ¿Podemos nuevo golpe a la teoría de
destilar de las diversas versiones de este episodio la evolución de la los cuatro elementos.
imagen de la revolución química a lo largo de más de un siglo? (Grabado del siglo XIX.)

411
LAVOISIER: UNA REVOLUCION CIENTIFICA 412 413 LAVOISIER: UNA REVOLUCION CIENTIFICA

1768, a los veinticinco años de edad, adquiere un derecho de cobro de


contribuciones y ejerce de asentista general hasta 1791, año de la
disolución de las instituciones fiscales del Antiguo Régimen. Por muy
intensas, por muy importantes que parezcan las investigaciones científi-
cas de Lavoisier, sólo les dedicaba su tiempo de ocio. Su actividad
principal, su razón social y su fuente de ingresos es el cargo de asentista
general. Lavoisier parece conjugar perfectamente los intereses de sus dos
carreras en la vida cotidiana: cuando llega a Rouen o a Amiens para
recaudar los impuestos, se pone en contacto con la academia local. Por
un lado recoge el dinero y por otro ofrece información científica y da a
conocer su faceta de sabio. Este armonioso arreglo dará paso en 1775 a
otro más eficaz y menos agotador. Lavoisier es nombrado inspector
general para el control de la fabricación de la pólvora y del salitre. Se
instala en el Arsenal donde, con su fortuna personal como siempre,
monta un laboratorio bien equipado con instrumentos de precisión
extraordinarios, encargados a los mejores fabricantes de París, Fortín y
Mégnié. Según palabras de su esposa, Marie-Anne Paulze —hija de un
asentista general, casada a los catorce años, totalmente dedicada a su
sabio esposo, al que secunda aprendiendo inglés y dibujo con objeto de
traducir e ilustrar obras de química—, Lavoisier organiza su tiempo en
base a un horario inflexible: investigación científica de 6 a 8; funciones
administrativas y académicas durante la jornada de trabajo; investiga-
ción de 19 a 22; y un día completo de ciencia a la semana. Estas dos
actividades se entremezclan más aún cuando Lavoisier, honrado con un
título nobiliario en: 1775, compra en 1778 una propiedad en Fréchines,
cerca de Blois, donde realizará trabajos experimentales de agronomía,
destinados a aumentar el rendimiento. L a ciencia se convierte así en
Dos carreras L a compaginación de tareas científicas y políticas no es un fenómeno instrumento de experimentación agrícola y •social. Lavoisier no es pues
infrecuente en la Francia del siglo XVIII. Lavoisier encarna los estrechos un sabio progresista por un lado, y un administrador del Antiguo
lazos que se crearon hacia el final del Antiguo Régimen entre los sabios Régimen por otro, sino que desempeña ambas funciones simultánea-
y el gobierno. L a monarquía comprendió la utilidad de las ciencias y mente y rentabiliza cada una de ellas gracias a la otra. Gestiona su
creó grandes organismos oficiales: Minas y Puentes y Carreteras. Las tiempo como gestiona su fortuna.
academias de provincias y la Académie royale des sciences, por su parte, En su carrera científica, Lavoisier también administra. Entra a
avivaban el interés de los científicos por el bien público, a través de formar parte de la Académie royale des sciences en 1768, a la edad de
concursos relacionados con problemas prácticos de acondicionamiento
del territorio.
Durante la Revolución se fortalece enormemente la interacción entre
científicos y políticos. Los sabios se movilizan masivamente. Pocos son La Académie royale des sciences
los que abandonan el país, pero muchos los que asumen responsabilida-
des políticas y participan en el Comité de salvación pública. Aunque las L a fundación de la Académie royale des sciences en 1666 forma parte de un plan
monárquico de desarrollo y de control de la vida intelectual, que se traduce en la
academias, órganos esenciales de la vida científica, son disueltas por un creación de siete academias por Richelieu, Mazarin y, a continuación, Colbert.
decreto de la Convención, fechado en agosto de 1793, la comunidad La Academia de las ciencias, espléndidamente dotada desde el principio, ofrece por
científica en su conjunto sale beneficiada de esta incursión en política. primera vez salarios que recompensan una actividad científica a tiempo completo, y
N o sólo alcanzará la gloria y la legitimación, sino que atesorará méritos, crea el primer semanario científico, el Journal des Scavans. La Academia de las
ciencias concede, además, el «privilegio real de máquinas», equivalente al actual
honores y riquezas. registro de patentes. Durante el siglo xvm, la Academia de las ciencias se acerca aún
Este bajorrelieve (arriba),
hoy desaparecido, representa
Pocos sabios salieron perdiendo en el juego de esta alianza. Si el más al poder real con la inauguración, en 1720, del sistema de concursos.
a Lavoisier y a su mujer, nombre de Lavoisier sigue ocupando un lugar de honor entre los que no Cuando Lavoisier ingresa en 1768 en la Academia, ésta comprende seis clases:
Marie-Anne Paulze, que lo tuvieron tanta suerte, se debe a que, en el plano científico, se hizo Geometría, Astronomía, Mecánica, Anatomía, Química y Botánica. En cada una de
asistía diligentemente, así ellas, los miembros se distribuyen de forma jerárquica. Como en ocasiones el rey
merecedor de un reconocimiento muy superior al de aquellos colegas designa a un miembro sin contar con el beneplácito de los académicos, la costumbre
como a un personaje esencial
en la vida del laboratorio, que triunfaron en la arena política. admite la creación de un puesto «no numerario» para dar cabida a un sabio de
olvidado con demasiada Perder, ganar, la diferencia es tan radical que invita a una compara- verdad.
frecuencia, el factótum. ción de la actitud de Lavoisier en cada campo. La reforma de 1785 supuso la abertura de dos nuevas clases: Física general y
CBajorrelieve del zócalo de Mineralogía, pero redujo de ocho a seis el número de académicos por clase. Así, bajo
¡a estatua de Lavoisier, por Observemos en primer lugar cómo logró Lavoisier imponerse en los la presidencia de Lavoisier; la Academia de las ciencias protege los privilegios de una
L. E. Barias, antiguamente dos mundos que frecuentó. N o desarrolló dos carreras independientes ni pequeña élite, consolidando al mismo tiempo la independencia con respecto a la
en la plaza de la Madeleine, sucesivas, sino que durante toda su existencia vivió intensamente una voluntad real.
París.)
vida de «funcionario» del reino y una vida de hombre de ciencia. En
LAVOISIER: UNA REVOLUCION CIENTIFICA 414 415 LAVOISIER: UNA REVOLUCION CIENTIFICA

veinticinco años, en calidad de «químico adjunto no numerario». V a Y a resulta claro que la ciencia promovida por Lavoisier no será la
ascendiendo los peldaños del escalafón interno hasta ocupar el cargo de que esperaba Venel. L a originalidad de la química no reside en una
tesorero vitalicio, lo que supone gestionar y administrar esta corpora- crítica en regla del espíritu de la mecánica, abstracto, especulativo y
ción de sabios. En 1785, Lavoisier, desde su cargo de presidente anual, limitado. Lavoisier, por el contrario, juega la baza de la unión, de la
elabora un proyecto de reforma de la Academia. Deja el asunto listo en reconciliación. N o rehabilita, en absoluto, la tradición mecanista que
diez días exactamente. Indignado porque el ministro del rey pretende criticaba Venel y deja de lado el problema central de las afinidades.
llevar a cabo una reforma para ampliar la Academia sin consultar a los En su obra escrita, Lavoisier apenas hace referencia a Newton. Pero
interesados, redacta un contraproyecto. Acepta la formación de dos quiere incorporar a la química los métodos de la física experimental.
nuevas clases, pero se opone a la creación de puestos adicionales,
abogando por reducir el número de académicos en cada clase y suprimir
los puestos «no numerarios», con vistas a no restar importancia al título En todos los libros puede leerse que Lavoisier revolucionó la quími- Un método único
de académico. «No son los sabios los que necesitan a la Academia, sino ca con la balanza. Esta afirmación sólo es cierta en parte. L a balanza ya
la Academia a los sabios», añade Lavoisier. existía en los laboratorios de química-; entre hornos, vejigas, retortas,
Más adelante, cuando la Revolución abolió el cargo de asentista alambiques, cucúrbitas y campanas. Pero no se convertirá en el elemen-
general, Lavoisier volcó su actividad en la Academia. Hizo lo imposible to esencial de las pruebas experimentales hasta 1770, cuando se empie-
por salvarla y mantenerla fuera del ámbito de aplicación del decreto del zan a estudiar los gases. Su utilización se impone junto con la de la «caja
8 de agosto de 1793, por el que se suprimieron todas las academias. neumática», un aparato cerrado que sirve para recoger los gases, y el
Lavoisier muestra gran apego a la vida académica, y es imposible gasómetro, que permite medir el volumen de los mismos. Joseph Black,
comprender su obra sin sumergirla en el contexto de esta institución. Cari Scheele, Henry Cavendish y Lavoisier apelan a toda la habilidad y
Por una parte, la Academia marca un estilo de investigación y auspicia el ingenio de los artesanos de su país para obtener balanzas cada vez
el trabajo en equipo. E n cada campo, Lavoisier colabora con especialis- más precisas y perfectas. Estimulados por las exigencias de Lavoisier,
tas en los métodos o temas tratados: Jean Bucquet en aire, Pierre Simón
Laplace en calor, Jean-Baptiste Meusnier en agua, Armand Seguin en
fisiología de la respiración, Louis Bernard Guyton de Morveau, Claude
Berthollet y Antoine Francois Fourcroy en nomenclatura, y por último,
el abbé Rene Just Haüy en el establecimiento de la unidad de masa del
sistema métrico. A través de los concursos y, sobre todo, de las comisio-
nes encargadas de una cuestión determinada, la Academia ampara
también la investigación planificada y programada. Lavoisier deja poco
espacio a la improvisación, al trabajo sobre la marcha. Organiza su
investigación, prevé largas series de experimentos escalonados en varios
meses.
Por otra parte, la Academia encauza la carrera científica de Lavoi-
sier. Si se hace químico, se debe un poco a la casualidad de que existiera
un puesto vacante en la sección de química. Sus primeros trabajos
versan sobre geología: bajo la batuta de Jean Étienne Guettard, entre
1762 y 1763 desarrolla estudios sobre el terreno en Francia y esboza una
teoría de la estratificación. Aborda, a continuación, la química como
ciencia auxiliar de la geología y, siguiendo los consejos de Guettard,
asiste a las clases de Guillaume-Francois Rouelle en el Jardín du roí,
como ya hicieran Diderot, Rousseau y Turgot. Pero Lavoisier se decan-
ta por las ciencias experimentales y no por las ciencias de observación
sobre el terreno. Cuando en 1764 aspira a un puesto en la Academia,
sugiere la creación de una cátedra de física experimental. Así pues, al
principio, se describirá a sí mismo como físico. Esta tendencia hacia la
física se refleja claramente en sus primeros trabajos: sus temas de
investigación preferidos son el calor y los estados de agregación de la A fines del siglo xvm, la
materia. Dos cuestiones que Gabriel-Francois Venel, en su artículo balanza se convierte en el
instrumento esencial del
«Química» de la Enciclopedia, calificaba precisamente de fronteras entre laboratorio de química, el
la física y la química. En 1774, Lavoisier titula la primera recopilación juez supremo de ¡as
de memorias, dedicadas a los fluidos aeriformes (gas) que se desprenden experiencias. Los artesanos
parisienses Mégnié y Fortín
de los cuerpos o se combinan con éstos, Opuscules physiques et chimi- construirán para Lavoisier
ques. E l análisis de la obra que figura en Histoire de l'Académie, que balanzas mucho más
presumiblemente fue redactado por el propio autor, presenta a Lavoisier perfeccionadas.
como el introductor del espíritu de la física en la química. (Balanza de laboratorio que
perteneció a Lavoisier.)
LAVOISIER: UNA REVOLUCION CIENTIFICA 416 417 LAVOISIER: UNA REVOLUCION CIENTIFICA

que dispone de los medios para construir los aparatos más costosos, fermentaciones incluido en un capítulo de su Tratado elemental de
fabricantes de París, como Mégnié y Fortín, se forjan una reputación química. N o obstante, cierto es que toda la práctica experimental de
internacional. Lavoisier se vio impulsada por la ley de la conservación de la masa. E l
La balanza de Lavoisier no aporta únicamente una mayor precisión principio, aunque implícito, condiciona toda la química de los cómputos
a las mediciones experimentales, sino que se convierte en el juez supre- y balances.
mo de los debates teóricos y adquiere su máxima importancia en el Economista y químico, la coexistencia de estas dos competencias en
marco de un programa metódico de investigación. Para cada tema un mismo individuo resultó, al parecer, de lo más fructífera. Pero, en
tratado, Lavoisier realiza un inventario sistemático de las publicaciones, lugar de una feliz coincidencia, ¿no se trató acaso de la coronación de un
francesas y extranjeras. Revisa las dudas, las contradicciones o las proyecto común llevado a cabo, con mayor o menor éxito, en distintos
controversias relativas a la cuestión y concibe una serie de experimentos campos?
que desembocarán en una decisión final. Todos los litigios se dirimen en
el laboratorio y la tradición se juzga mediante la balanza.
Lavoisier, gracias a sus balanzas, convierte el método experimental
en práctica de contable. Después de cada fase, hace balance de las Cronología de los trabajos de ñsica y química de Lavoisier
reacciones efectuadas. Pesa antes del experimento y vuelve a pesar una
vez finalizado. Pesa todos y cada uno de los elementos del sistema. Esta 1765: Memoria «Del análisis del yeso».
práctica de verificación global entraña el famoso principio «Nada se 1772: Experimentos sobre la calcinación; pliego lacrado entregado a la Academia.
1773: Calcinación del plomo y del estaño en una retorta.
crea ni se destruye», atribuido a Lavoisier, aunque en realidad no fue él 1774: Opuscules physiques et chymìques.
quien lo inventó. Y a en las obras de los atomistas de la Antigüedad 1777: Memoria « D e la respiración de los animales»;
encontramos un principio formulado en términos similares, citado memoria « D e la combustión en general».
especialmente por Lucrecio: «Nada nace de la nada; nada vuelve a 1780: Experimentos sobre los ácidos.
1781: Trabajos sobre el calor (en colaboración con Laplace).
la nada» Además, Lavoisier nunca elevó el «Nada se crea ni se des-
1783: Memoria: « D e la composición del agua»; «Reflexión acerca del flogisto».
truye, sino que se transforma» al rango de principio fundamental de 1785: Gran experimento de síntesis y análisis del agua.
la química. Menciona esta fórmula de pasada en el estudio de las 1787: Memoria: « D e la necesidad de reformar y de perfeccionar la nomenclatura
química».
1789: Trätado elemental de química; primer volumen de Annales de chimie.
1792: Trabajos para el sistema métrico.

A los conocedores de Lavoisier les llama poderosamente la atención Un proyecto


su conciencia, su voluntad, su firme resolución por cristalizar una revolucionario
revolución en química. L a formación de este proyecto revolucionario se
fecha normalmente en 1772, año crucial, según el historiador Henry
Guerlac.
Ahora bien, esta voluntad de revolucionar la química se manifiesta
justo un año después de la publicación de un ensayo de economía que
desalienta los proyectos revolucionarios. Si examinamos al azar las
Obras de Lavoisier y comparamos los escritos económicos y políticos
con las memorias científicas de una misma época, descubrimos que, con
frecuencia, Lavoisier concibe estas distintas cuestiones en los mismos
términos. Por ejemplo, en sus notas para el Elogio de M. de Colbert, de
1771, describe el comercio internacional como un sistema de inter-
Recuperar los gases, medir
su volumen y su peso, son cambio y de flujo, en el cual la cantidad de riqueza se mantiene
estas las operaciones que constante. E l «Nada se crea ni se destruye» funciona también en eco-
permitieron la revolución nomía. Pero, en este caso, el sistema tiende espontáneamente al equili-
química. El gasómetro
utilizado por Lavoisier para
brio, un equilibrio natural que Lavoisier denomina, atribuyendo las
determinar la composición del palabras a Colbert, «orden físico» y que deja a los ministros un margen
aire fue dibujado por su de acción muy reducido. L o más que pueden hacer es inclinar la balanza
mujer para ilustrar la parte en favor de un país, canalizar los excedentes hacia una región o un
tercera del Tratado elemental
de química, consagrado a la
sector determinado. Pero ningún esfuerzo político logrará poner en
«descripción de los aparatos peligro, salvo de forma pasajera, el equilibrio de la balanza comercial.
y operaciones manuales de Esta visión del orden económico no invita pues, precisamente, a la
química». revolución.
(In J.-B. Dumas y E.
Grimaux (dir.). Obras de L a química parece prestarse mejor a ella. Tras haber buscado en
Lavoisier, París.) varias direcciones, siguiendo la pauta marcada por los concursos de la
LAVOISIER: UNA REVOLUCION CIENTIFICA 418 419 LAVOISIER: UNA REVOLUCION CIENTIFICA

Academia, Lavoisier parece haber encontrado el lugar propicio: la una materia única y uniforme. Distingue varios tipos de átomos, suma-
combustión. E l 1 de noviembre de 1772 entrega a la Academia un sobre mente individualizados, que por su calidad, su individualidad y no por
lacrado en el que aborda la función del aire en la calcinación, sobre que sus propiedades geométricas, determinan las propiedades de las mezclas.
no se abrirá hasta el 5 de mayo de 1773 cuando las investigaciones ya se L a identificación de los átomos que componen dichas mezclas no se
encuentran más avanzadas. Lavoisier prosigue sus experimentos y, el 20 lleva a cabo aislándolos, como sugerían los cartesianos con sus átomos
de febrero de 1773, al principio de un nuevo diario de laboratorio, curvos y puntiagudos, dotados de forma y de movimiento, sino estu-
expone un programa de experimentos que, según escribe, debería provo- diando las propiedades que confieren a las mezclas. Estos últimos
car «una revolución en física y en química». corpúsculos son, en efecto, definitivamente incognoscibles. No se pueden
aislar, su presencia sólo se puede adivinar. Por ello, resultará vano todo
Abramos el misterioso sobre lacrado para tratar de comprender la
intento de deducir las propiedades de los cuerpos a través de sus
simiente revolucionaria que contiene:
supuestas formas. Por oposición a este vaivén imaginario, Stahl propone
«Hace unos ocho días descubrí que al quemar azufre, el peso de éste,
distintos niveles de composición. A partir de los «agregados», se inicia
en lugar de disminuir, aumentaba; es decir que de una libra de azufre
una escala de complejidad creciente de la materia: de los supercompues-
podíamos obtener más de una libra de ácido vitriólico, sin tener en
tos a los compuestos, a las mezclas y, por último, a los átomos. Esta
cuenta la humedad del aire; lo mismo ocurre con el fósforo: este
concepción otorga una atención extrema a los niveles más sutiles, a
aumento de peso proviene de la cantidad prodigiosa de aire que se fija
todas las etapas de la descomposición química. Los cuatro elementos,
durante la combustión y que se combina con los vapores. Este descubri-
La caja neumática de tierra, aire, agua y fuego, configuran el nivel esencial para la inter-
miento, resultado de una serie de experimentos que considero decisivos,
Stephen Hales se construyó pretación de las propiedades y de las reacciones químicas. Gracias al
para recoger los gases me indujo a pensar que lo que se observaba en la combustión del azufre
éxito de Stahl, la antigua concepción de los elementos-principios, com-
extraídos de distintas y del fósforo podía tener lugar, igualmente, con todos los cuerpos que
sustancias, como por ponentes universales de la materia y portadores de sus características, se
ganan peso tras la combustión o la calcinación; y me convencí incluso
ejemplo de vegetales o del encuentra todavía de actualidad en pleno siglo xvm. N o se trata de una
de que el aumento de peso de las cales metálicas respondía a la misma
salitre. Al calentar estas reliquia postrera de una tradición alquímica exhausta, sino de la base de
sustancias, el aire que se causa. E l experimento ha confirmado completamente mis conjeturas; he
una ciencia química ambiciosa y ávida por afirmar su originalidad. L a
desprende pasa por un largo procedido a reducir litargirio en recipientes cerrados, con el aparato de
tubo acodado hasta un fuerza de esta concepción es extraordinaria en Francia, donde se presen-
Hales, y he observado que, en el momento en que la cal se convierte en
recipiente lleno de agua. A ta como el resultado de prácticas experimentales de análisis. Testigo de
continuación, se recuperan metal, se desprende una cantidad considerable de aire, y que este aire
ello es el artículo «Principes» del Dictionnaire de Chymie de Pierre
las burbujas que se forma un volumen mil veces superior al de la cantidad de litargirio
Joseph Macquer, publicado en 1766:
producen en la cubierta. L a utilizada. Este descubrimiento me parece uno de los más interesantes
parte receptora del aparato, desde los de Stahl y, por ello, he considerado que era mi deber asegurar-
con algunas modificaciones,
«Se reconocerá sin duda con asombro que actualmente admitimos
permitió a Cavendish, me su autoría, depositando ante la Academia el presente sobre, para que como principios de todos los compuestos los cuatro elementos, el fuego,
Priestley y Lavoisier sea mantenido en secreto hasta que publique mis experimentos.» el aire, el agua y la tierra, que Aristóteles había designado como tales,
estudiar los gases desde el mucho antes de que se tuvieran los conocimientos químicos necesarios
punto de vista químico. A partir de dos experimentos, Lavoisier propone una explicación
general de todos los procesos de combustión y de calcinación, e introdu- para comprobar la veracidad de esta afirmación. E n efecto, sea cual
ce, inmediatamente, su descubrimiento en la historia, comparándolo al fuera la forma en que descompongamos los cuerpos, siempre obtenemos
de Stahl. ¿Qué doctrina es esa que Lavoisier está dispuesto a echar por estas sustancias: constituyen el colofón del análisis químico.»
tierra? Leamos bien. Los cuatro elementos no son principios vagos, pilares
de propiedades. Se definen como cuerpos simples, accesibles a la expe-
riencia. En el artículo «Élément», Macquer añade una noción de relativi-
Heredero de una E l flogisto es el principio del fuego responsable de las combustiones dad:
tradición que, al desprenderse, explicaría los fenómenos caloríficos y lumínicos «Es muy posible que estas sustancias, aunque se supone que son
producidos durante las mismas. Es invisible, está oculto y es imposible simples, se encuentren en realidad en un elevado estado de composición,
de aislar porque siempre se encuentra en estado de combinación. que resulten de la unión de varios principios, otras sustancias simples o
L a doctrina de Georg Ernst Stahl (1660-1734) se reduce a menudo a que sean transmutables unas en otras, tal como defiende el conde de
la teoría del flogisto como resultado de una especie de efecto distorsio- Buffon. Pero como la experiencia no nos enseña absolutamente nada al
nador provocado por la obra de Lavoisier. N o obstante, varios estudios respecto, podemos considerar sin ningún inconveniente, incluso debemos
históricos, emprendidos en Francia por Pierre Duhem (1902), Émile considerar en química, al fuego, al aire, al agua y a la tierra como
Meyerson (1902) y, sobre todo, desarrollados por Hélène Metzger (1930, cuerpos simples; porque en efecto actúan como tales en las operaciones
1932 y 1935) demostraron que la química de Stahl constituye un impor- científicas.»
tante sistema —el primer sistema químico adoptado en toda Europa— Así, la doctrina de los cuatro elementos triunfa en pleno siglo xvm, y
que permite interpretar un gran número de fenómenos: la formación de no lo hace en detrimento del desarrollo de la química analítica experi-
sales (sales neutras, acidas y alcalinas) es el resultado de una combina- mental ni por reacción contra éste, sino gracias a él. Más aún, las
ción de tierra y de agua por afinidad con sus semejantes; el flogisto, conquistas experimentales de esta joven ciencia consolidarán paradójica-
causa de la inflamabilidad, permite asimilar dos operaciones aparente- mente el triunfo de los viejos elementos-principios a través del desarrollo
mente muy alejadas entre sífla calcinación de un metal y la combustión de la química neumática.
de sustancias orgánicas. L a química de Stahl comprende una filosofía de Hasta mediados del'siglo xvm, no se atribuía al aire ningún papel en
la materia que, aunque corpuscular, se opone al mecanismo. Stahl las reacciones químicas. Con excepción de Robert Boyle, que formuló la
admite la existencia de partículas indivisibles, pero combate la idea de hipótesis de su importancia en la combustión, todos lo consideraban
LAVOISIER: U N A REVOLUCION CIENTIFICA 420 421 LAVOISIER: UNA REVOLUCION CIENTIFICA

como un agente mecánico. Con el auge de los estudios de fisiología A principios del año 1772, inicia sus estudios sobre el flogisto, con
vegetal, debido a la invención del aparato de Hales —la primera caja ocasión de la publicación de una memoria de Guyton de Morveau en la
neumática— los «fluidos aeriformes» empiezan a atraer la atención de que explica el aumento de peso del plomo o del estaño calcinado, con la
los químicos. En los años 1770 son objeto de análisis. En primer lugar, el hipótesis de que el flogisto tiene un peso negativo. E l aumento de peso
químico escocés Joseph Black estudia el «aire fijado» (actual C O ) ; z en la calcinación resulta, en efecto, difícil de interpretar si la calcinación
después, en 1772, Joseph Priestley publica una memoria titulada Obser- consiste en una liberación de flogisto. Pero este fenómeno se conocía
vations on Different Kinds of Air y en 1774 aisla y define las característi- desde hacía mucho tiempo y no había afectado a la buena acogida de la
cas del futuro oxígeno, mientras Scheele hace lo propio en Suecia; por teoría del flogisto. Contaba incluso con una explicación desde el siglo
último, Cavendish aisla el futuro hidrógeno en 1776. Pero en lugar de xvn: en 1630, un médico del Périgord, Jean Rey, atribuyó este aumento
invalidar la teoría de los cuatro elementos, el éxito de la química a una fijación del aire, en su obra Essdys sur la recherche de la cause
neumática, o química de los gases, contribuye, en un principio, a pour laquelle l'estain et le plomb calcines augmentent de poids; el inglés
fortalecerla. E l aire se descompone experimentalmente, pero Priestley John Mayow (1641-1679) aportaba la misma interpretación al esbozar
interpreta este experimento como una combinación del aire con el una teoría general de la respiración y de la combustión. Pero, aparente-
flogisto. Denomina al nitrógeno «aire flogisticado», al oxígeno «aire mente, Lavoisier ignoraba estos trabajos, cuando en 1772 entregó su
deflogisticado» y asimila el hidrógeno al flogistón. L a teoría del flogisto sobre lacrado a la Academia.
parecía salir beneficiada, pues el principio, hasta el momento invisible,
Aunque ya hubiera concebido un proyecto revolucionario, Lavoisier
podía ser equiparado a una realidad experimental. En el prólogo de la
no se expresó inmediatamente en términos revolucionarios. Durante los
segunda edición de la Critica de la razón pura (1787), Emmanuel Kant
diez años siguientes, sus publicaciones contra el flogisto son de una
cita a Stahl como héroe del método experimental, junto a Galileo y a
prudencia extrema. En 1777, en la memoria «De la combustión en
Evangelista Toricelli. En lo que a la teoría de los cuatro elementos se
general», redobla las precauciones. Para empezar señala la necesidad de
refiere, no se ve afectada por la descomposición efectiva de dos elemen-
ir más allá de los hechos a la hora de formular hipótesis y presenta la
tos aristotélicos, la tierra y el aire, pero será devastada por el fuego.
suya propia, fruto de una metodología inductiva, generalizadora, basada
¿Cómo llegó Lavoisier a dudar de esta teoría? A través de un en una serie de experimentos metódicamente dirigidos con mediciones
experimento y gracias a la balanza, por supuesto. Pero cabe precisar que precisas, repeticiones, variaciones y verificaciones. Lavoisier todavía no
la idea de este experimento no procede de una iluminación repentina, ha roto con la tradición que ha alimentado su obra.
sino que es el fruto de un estudio en profundidad, de más de diez años De hecho, su teoría de la combustión no es realmente una «revolu-
de duración, acerca de la química de los elementos-principios. ción en física y en química». N o suprime los elementos-principios,
E l éxito de la revolución de Lavoisier empañó durante mucho pilares de las propiedades. Lavoisier los necesita para explicar el des-
tiempo los lazos de unión entre Lavoisier y la química del siglo x v m , de prendimiento de calor y de luz en la combustión, que atribuye a un
los que depende, sin embargo, toda la empresa de Lavoisier. Si examina- desprendimiento del calórico contenido en el aire. L a explicación de
mos las primeras memorias de Lavoisier, inspiradas muchas de ellas en Lavoisier es opuesta a la precedente: la combustión libera el flogisto
problemas sometidos a la Academia, nos damos cuenta de que elimina contenido en el cuerpo combustible, para Lavoisier se trata de una
del campo de la química los principios o elementos. Estos estudios combinación con el aire; la fuente de calor ya no se encuentra en el
llevados a cabo por encargo, basados en cuestiones diversas de orden combustible (flogisto), sino en el aire (calórico). Ello supone la inversión
práctico, parecen, sin embargo, responder a un programa predefinido. del papel del calor: para Stahl, el calor, al fijarse, provocaba una
Su primer experimento químico, efectuado durante sus estudios de combinación o una condensación. Para Lavoisier, provoca una expan-
geología, es un análisis del yeso. Después de la tierra, el fuego. En 1764, sión, incluso una desagregación. Macquer, contemporáneo de Lavoisier,
Lavoisier presenta ante la Academia su primera memoria, en el ámbito no ignoró esta simetría y se afanó en minimizar el impacto de la
de un concurso titulado «Cómo mejorar el alumbrado de las calles de «revolución». Además, el calórico no es un simple vestigio de la química
París». En ella aborda todos los aspectos, combustible, forma y material antigua que el sistema de Lavoisier podría erradicar, sino la pieza clave
de la farola, elección de la mecha, modo de suspensión... U n bonito de su concepción de los estados de la materia, ya que el estado gaseoso
estudio de optimización, que, sin embargo, no saldrá adelante. En 1767, se explica a través de la proporción de calórico contenida en un cuerpo.
Lavoisier presenta un estudio acerca de la composición del agua de los La teoría de la combustión de Lavoisier se sitúa pues en la línea de
Vosgos. A continuación, centra su atención en las relaciones entre el la química de los principios. Supone una inversión de las ideas dominan-
agua y la tierra: el problema, ligado al sistema de suministro de agua de tes, más que una verdadera revolución de la química. Los trabajos de
París, estriba en determinar si el residuo sólido presente en el agua Lavoisier acerca de los ácidos (1772-1776) tampoco son abiertamente
procede, como sugerían Boyle y Van Helmont, de la transmutación del revolucionarios. Lavoisier convierte al oxígeno en principio ácido, como
agua en tierra. Lavoisier concluye, tras una serie de experimentos indica el nombre que le asigna (generador de ácido). De esta manera,
repetidos durante ciento y un días, que el depósito de sílice observado en Lavoisier supera la teoría newtoniana de los ácidos concebidos como
el agua se debe, no a una transmutación, sino a una disolución muy leve sustancias sumamente reactivas y corrobora la existencia, propuesta por
del cristal del pelícano que contiene el agua. Asimismo, según las notas Stahl, de un ácido universal, al que Viktor Meyer denominó acidum
manuscritas en 1766 y 1768, Lavoisier trabaja sobre las relaciones entre pingue. Esta concepción de los ácidos ilustra de forma muy clara el
el aire y el fuego, y, tras diversas lecturas, adopta la idea de que todas las apego de Lavoisier a la química de los principios que triunfa en el si-
sustancias pueden existir en los tres estados —sólido, líquido o aerifor- glo xvm.
me— dependiendo de la cantidad de materia del fuego que se combina.
Lavoisier ha examinado, uno por uno, los cuatro elementos.
423 LAVOISIER: UNA REVOLUCION CIENTIFICA
LAVOISIER: UNA REVOLUCION CIENTIFICA' 422

Tiempo para la A pesar de todo lo dicho, la teoría de Lavoisier es percibida como sustancias químicas, acuñados al filo de los siglos y sancionados por el
uso, perpetuaban perfectamente una tradición, pero transmitían, a veces,
creación (1783-1789) una revolución por la mayoría de sus contemporáneos. Desencadena
ideas falsas. Además, los descubrimientos de sustancias nuevas durante
una viva controversia entre los químicos franceses y, a continuación,
el siglo xvill exigían la creación de nuevas designaciones. En un intento
entre la «escuela francesa» y los químicos alemanes e ingleses, partida-
de racionalizar la química, Torbern Bergman y Guyton de Morveau
rios del flogisto. L a dureza y la duración de este enfrentamiento no
habían propuesto, sin éxito alguno, proyectos de reforma para tratar de
pueden explicarse sin tener en cuenta la dimensión creadora que Lavoi-
introducir denominaciones sistemáticas, basadas en parte en el modelo
sier quiso imprimir a su obra. Tras haber asestado un buen golpe al
de nomenclatura concebida por Linneo en botánica. Lavoisier, conven-
flogisto, Lavoisier se aplica en la creación de un nuevo sistema de
cido por sus lecturas del abbé Étienne de Condillac, de la importancia
química. Este trabajo constructor, iniciado en 1783, se encuentra prácti-
de las palabras en la formación de las ideas, aprovechó la ocasión que se
camente ultimado en 1789 con la publicación del Tratado elemental de
le brindaba para hacer realidad su deseo en química. L a supresión de los
química. E n seis años, Lavoisier consigue, no sólo hacer olvidar toda la
nombres usados corrientemente y la construcción de una lengua artifi-
química que le ha precedido, sino erigirse en único fundador de la
cial, basada únicamente en la teoría de Lavoisier, suponía la desvincula-
química moderna.
ción con el pasado. Mejor aún: un renacimiento a través del bautismo.
Tratemos de reconstruir las grandes etapas de esta operación. Ésta es la formidable empresa coronada en unos meses apenas por
La campaña arranca en 1783, cuando Lavoisier echa por tierra el Guyton de Morveau, Lavoisier, Berthollet y Fourcroy. E l resultado de
último de los elementos antiguos, al descubrir la composición del agua. esta labor colectiva, publicado bajo el título Método de nomenclatura
L a memoria de 1783, «De la composición del agua», sólo constituye, en química (1787), revela cómo se apropió Lavoisier de la reforma. E n
realidad, un primer paso, ya que establece la composición del agua a primer lugar consiguió que Guyton de Morveau renunciara a su proyec-
través de la síntesis y no del análisis. Pero Lavoisier se anima y pasa al to de nomenclatura concordista, aceptable por todas las escuelas de
ataque. Desde las primeras líneas de la memoria titulada «Reflexión química, en favor de una nomenclatura basada exclusivamente en la
acerca del flogisto», observamos un cambio de tono, así como de teoría antiflogística. Ello supone una primera labor de conversión en el
actitud. seno del equipo. A continuación, a la hora de repartir las tareas,
«Ruego a mis lectores, desde el comienzo de esta memoria, que se Lavoisier se reserva un papel director. Él será el que lea la primera
despojen, en la medida de lo posible, de cualquier tipo de prejuicio: que memoria ante la Academia, el que defina la filosofía del proyecto y
;

no vean en los hechos más de lo que presentan, que eliminen todo lo que siente los grandes principios. A Guyton de Morveau le asigna la respon-
el razonamiento ha dado por supuesto, que se trasladen a los tiempos sabilidad de exponer los detalles de su aplicación y a Fourcroy la
anteriores a Stahl, y que olviden, por un instante, de ser posible, la fastidiosa tarea de elaborar una tabla con las nuevas denominaciones.
existencia de su teoría.» L a obra se completa con un diccionario en el que figuran las equivalen-
Lavoisier ya no se conforma con anunciar un descubrimiento com- cias entre los nombres nuevos y los antiguos. Incluye, en anexo, un
parable al de Stahl, pretende borrar toda huella de su obra, aniquilarla nuevo sistema de símbolos, ideado por Pierre-Auguste Adet y Jean-
del patrimonio de la química. Invita, por consiguiente, a sus lectores a Henri Hassenfratz, en sustitución de los viejos símbolos alquímicos, pero
fingir la ignorancia para convertirse en sabios de verdad. Se trata del que nunca llegó a utilizarse. L a nomenclatura, en cambio, consiguió
instante crucial, pues Lavoisier cambia totalmente la naturaleza del imponerse en unos pocos años.
acontecimiento. Hasta el momento, era una revolución por inversión de
los esquemas dominantes. Ahora se erige en fundador que construye
sobre una tierra virgen en un diálogo íntimo con los hechos.
Los experimentos analíticos destinados a verificar la composición del extractos del Método de nomenclatura química (1787)
agua se desarrollan bajo los auspicios de la Comisión de estudios para el
perfeccionamiento de los aeróstatos, instituida por orden del rey. Entre «Nombres antiguos Nombres nuevos
los globos de aire caliente de los hermanos Montgolfier y el globo de Acido de azufre
hidrógeno del físico Jacques Alexandre César Charles, los académicos Ácido vitriólico Ácido sulfúrico
parecen inclinarse por el segundo. U n a de sus prioridades es: ¿cómo Aceite de vitriolo
Espíritu de vitriolo
fabricar hidrógeno en grandes cantidades? A principios de 1784, Lavoi- Álcali vegetal cáustico Potasa
sier, ayudado por un joven y dinámico ingeniero, Meusnier, concibe un Álcali volátil cáustico Amoniaco
primer procedimiento de producción de hidrógeno por descomposición Diana
del vapor de agua al pasar sobre un metal o un carbón incandescente. Luna Plata
Más adelante, Lavoisier y Meusnier perfeccionarán sus aparatos y a Plata
Ácido muriático oxigenado
finales del mes de febrero de 1785, invitan a los grandes de la ciencia y Espíritu de sal (futuro ácido clorhídrico)
de la casa real a un solemne experimento de análisis y de síntesis del Espíritu de vino Alcohol
agua, que dura una semana. Ante este noble público, se demuestra, que el Quermes mineral Óxido de antimonio sulfurado rojo
agua no es un elemento. E l hecho se considera probado y las adhesiones Oropimente Óxido de arsénico sulfurado amarillo
Oxigino
se suceden en cadena. En primer lugar, Berthollet, luego Fourcroy, Jean Oxígeno
Base del aire vital
Antoine Chaptal y, tras un año de resistencia, Guyton de Morveau. Principio acidificante
Una vez rodeado de aliados, Lavoisier inicia un profundo trabajo de Flogisto Principio hipotético de Stahl
Azafrán de marte Óxido de hierro ...»
zapa: la reforma del lenguaje. Desde hacía varios decenios, los químicos
se quejaban de lo imperfecto de su nomenclatura. Los nombres de las
LAVOISIER: UNA REVOLUCION CIENTIFICA 424 425 LAVOISIER: UNA REVOLUCION CIENTIFICA

Cabe decir que responde realmente a una urgente necesidad de salir sistema del autor. Lavoisier, por su parte, rechaza la confrontación con
del caos causado por la multiplicidad de denominaciones. Además, sus los sabios reconocidos, la crítica de los doctos. N o les reconoce ninguna
promotores saben cómo garantizar una buena difusión: Lavoisier tenía competencia:
la costumbre de publicar sus memorias en Observations de physique de «Las obras en las cuales se trate la ciencia con gran claridad, con
Rozier, con objeto de paliar los retrasos en las publicaciones de la gran precisión, con gran orden, estarán al alcance de todo el mundo.
Academia. Pero, como en 1787 esta revista mensual pasó a manos de un Los que no hayan estudiado nada las comprenderán mejor que los
partidario de la teoría del flogisto, J.-C de la Métherie, Lavoisier, grandes estudiosos y, sobre todo, que aquellos que han escrito mucho
Guyton de Morveau, Gaspard Monge, Berthollet, Fourcroy, Hassen- sobre las ciencias.»
fratz y Adet deciden crear juntos una nueva revista, Anuales de chimie, Estas palabras son en realidad del abbé de Condillac. Lavoisier sitúa,
distribuida inmediatamente en Francia y en Inglaterra. en efecto, su Tratado bajo el eminente patrocinio de este filósofo
A pesar de que los autores muestran su preocupación por mantener contemporáneo. E l «Discurso preliminar» se abre con un elogio a
una continuidad, conservando los nombres antiguos que no encierran Condillac, tachonado de largas citas extraídas de la Lógica, y concluye
ideas falsas, la reforma es una verdadera revolución de la que surge un -con una página de nuevas citas. ¡Una revolución científica que se inspira
espíritu nuevo. Es más bien «un método de designar» que una nomen- en una filosofía! Se trata de un caso altamente excepcional que merece
clatura. E l principio básico es una lógica de la composición: crear un nuestra atención. ¿Por qué Lavoisier, mientras se esfuerza por romper
alfabeto de palabras simples para designar sustancias simples; luego con la tradición, acepta someterse a un filósofo?
designar las sustancias compuestas con nombres compuestos, formados Pero, ¿existe un verdadero sometimiento a un sistema filosófico? L a
por yuxtaposición de nombres simples. L a composición es siempre táctica de Lavoisier es mucho más sutil. N o reconoce abiertamente
binaria y la proporción de los componentes se indica mediante un sufijo. haber adoptado ideas de Condillac. Arguye que siguiendo su propio
E l método ha demostrado su valía: dos siglos más tarde, después de camino ha dado con los principios expuestos en la Lógica. U n feliz
algunos ajustes, permanece vigente. L a nomenclatura es el elemento encuentro entre dos obras, una filosófica y otra química. E l Tratado de
esencial que transforma la naciente revolución química. N o se trata Lavoisier se presenta pues como una experiencia científica que corrobo-
sencillamente del manifiesto de una escuela, de una nueva teoría quími- ra las tesis de Condillac; y este último legitima la osadía de Lavoisier
ca. Se mantiene al margen de la tradición por un efecto de ruptura con un aval filosófico. Podemos observar en la Lógica de Condillac por
doble. Ruptura irreversible con el pasado: en una generación, los quími- lo menos tres aspectos muy propicios para los proyectos de Lavoisier:
cos olvidan su lengua natural consolidada por siglos de uso. Los textos — Lavoisier extrae de su obra una interpretación de la situación, un
anteriores a Lavoisier pasan a ser ilegibles y se ven relegados a una diagnóstico de las dificultades por las que atraviesa la química: la
oscura prehistoria. Ruptura, también, en el espacio social entre la dolencia es de origen lingüístico. Las ideas falsas se canalizan a través de
química académica que se desarrolla en el ámbito de la nueva nomencla- las palabras; los errores científicos son errores lingüísticos. Condillac
tura y la química artesanal de los drogueros o de los perfumistas que justifica así la elaboración de una nomenclatura.
siguen hablando de espíritu de sal, de vitriolo... Se acabó el tiempo de la — Lavoisier justifica, asimismo, a través de la obra de Condillac el
Enciclopedia, en el que un químico como Venel podía decir con orgullo menosprecio por la tradición, indispensable para sus ambiciones creado-
que «la química comprende un doble lenguaje, el popular y el científico». ras: una concepción negativa de la historia como urdimbre de errores y
La química posterior a Lavoisier puede enorgullecerse de otro tipo de prejuicios que es preciso apartar para redescubrir la naturaleza. L a
de universalidad, la que le confiere una lengua racional. cita de Condillac, al final del «Discurso» es sobradamente explícita:
Tercera y gloriosa etapa de la labor fundadora de Lavoisier: el «En lugar de observar las cosas que queríamos conocer, hemos
Tratado elemental de química, publicado en 1789. Lavoisier lo presenta querido imaginarlas. De suposición falsa en suposición falsa, nos hemos
como una continuación lógica y necesaria de la nomenclatura. En efecto, desorientado en una multitud de errores; y cuando estos errores se han
una vez finalizado el trabajo de erradicación del pasado, Lavoisier convertido en prejuicios, los hemos adoptado como principios; así nos
centra su atención en el futuro y vela por la correcta transmisión de su hemos desorientado cada vez más... Una vez que las cosas llegan a este
teoría. De ello dimana la necesidad de escribir un Tratado realmente extremo, que los errores se acumulan de esta manera, sólo existe un
elemental, destinado a los «principiantes» y no a los sabios. L a química medio para ordenar de nuevo la facultad de pensar; olvidar todo lo que
no sólo debe ser comprendida en lugar de aprendida, sino que, además, hemos aprendido, volver al origen de nuestras ideas, seguir el proceso de
resulta más inteligible a aquellos que no han aprendido nada, que no se generación y rehacer, como dice Bacon, el entendimiento humano.»
han visto sometidos a la influencia de juicios previos. U n juego de niños. Gracias a Condillac, el gran zafarrancho de las doctrinas químicas se
Lavoisier desea, pues, un público totalmente virgen. Las puertas del convierte en un renacimiento, en una vuelta a los orígenes.
saber se abren a una clase nueva, mientras que la antigua se ve apartada — Por último y más importante, Lavoisier se inspira en la teoría
de aquél. L a revolución química provoca así una subversión de los expuesta por Condillac en el Tratado de las sensaciones sobre la genera-
poderes que otorga el saber. ción de las ideas a partir de sensaciones elementales que se asocian
E l «Discurso preliminar» es una verdadera provocación al respecto. sucesivamente. E l proceso natural de formación de ideas, descrito por
Lavoisier enumera con orgullo todo lo que figura en los manuales Condillac, es similar a la formación de un cuerpo compuesto a partir de
tradicionales, pero que no tiene cabida en este Tratado: nada acerca de cuerpos simples, la química de Lavoisier. Esta similitud se ve potenciada
las afinidades, nada acerca de-las partes constituyentes de los cuerpos, por el hecho de que Condillac exalta las virtudes del análisis, al que
nada acerca de la historia de la disciplina. Tratado insólito, si se denomina «estímulo del espíritu».
compara con los grandes tratados científicos de la época, que empiezan Lavoisier encuentra pues, en Condillac, una metodología: puede
con una recapitulación del saber antes de exponer, en un orden lógico, el aplicarse el banal precepto «Para instruirnos sólo podemos proceder de
LAVOISIER: U N A R E V O L U C I O N CIENTIFICA 426 427 LAVOISIER: U N A R E V O L U C I O N CIENTIFICA

«Todo lo que podemos decir acerca del número y de la naturaleza de


NOMS NOUVEAUX. NOMS ANCIENS CORRESPONDANTS. los elementos se limita, a mi parecer, a discusiones puramente meta-
físicas; son problemas indeterminados para los que existen infinitas
Lumière. Lumière. soluciones, de las cuales, probablemente, ninguna en concreto está en
Cbaleur. total acuerdo con la naturaleza. Por lo tanto, me contentaré con decir
Principe de la chaleur. que si con el nombre de elementos pretendemos designar las moléculas
Calorique. Fluide igné.
Substances simples Feu.
sencillas e indivisibles que forman los cuerpos, es probable que no los
qui appartiennent
Matière du feu et de la chaleur. conozcamos:
aui trois règnes,
et qu'on
Air déphlogisliqué. «que si, por el contrario, ligamos al nombre de elementos o de
peut regarder
comme
les éléments des corps.
Oxygène.
Î
,
i
Air empiréal.
Air vital.
Base de l'air vital,
Gaz phlogisliqué.
principios de los cuerpos, la idea del último término al que llega el
análisis, todas las sustancias que no hemos conseguido descomponer
mediante método alguno constituyen elementos para nosotros; no es que
Azote. . Mofette. no podamos afirmar que estos cuerpos que consideramos simples no
I Base de la mofette. estén formados a su vez por dos o más principios, pero, dado que estos
Hydrogène. | Gaz inflammable. principios no se separan nunca, o mejor dicho, puesto que no contamos
Base du gaz inflammable.
Soufre
con ningún medio para separarlos, actúan, en lo que a nosotros respec-
Soufre.
Substances simplet PhoBphore Phosphore. ta, como cuerpos simples y no hay ninguna razón para suponer que sean
non métalliques, Carbone Charbon pur. compuestos, salvo si la experiencia y la observación así lo demuestran.»
oxydables Radical muriatique Inconnu.
et acidifiables. Se ha querido ver en estas lineas la primera definición moderna de
Radical fluorique Inconnu.
elemento químico. En ella encontramos, en efecto, la exigencia funda-
Radical boracique Inconnu.
Antimoine Antimoine. mental de simplicidad, concebida 3e forma totalmente relativa y provi-
Argent Argent. sional, pues se encuentra subordinada al poder de las técnicas de
Arsenic Arsenic. análisis. Desgraciadamente, podríamos citar una buena decena de defini-
Bismuth Bismuth. ciones análogas procedentes de químicos contemporáneos a Lavoisier,
Cobalt Cobalt.
como Guyton de Morveau o Macquer o incluso remontarnos a los
Cuivre Cuivre.
Étain Étain. químicos del siglo X V I I .
Substances simples,
Treinta y tres cuerpos métalliques, Fer Fer. Y, sin embargo, con esta definición, Lavoisier crea una química
simples, residuos del análisis, oxydables Manganèse Manganèse. completamente nueva. L a novedad no reside en los términos de la
et acidifiabli'S. Mercure. Mercure.
se clasifican según el tipo de definición, sino en el lugar que ésta ocupa. Lavoisier le reserva un lugar
compuestos que forman. Molybdène Molybdène.
Nickel Nickel.
central, el cuerpo simple es la culminación de la operación de anáfisis
Lavoisier supone que los
últimos serán descompuestos Or. Or. llevada a cabo en el laboratorio y el punto de partida, el alfabeto de la
pronto, pero otorga un rango Plaline Plaline. nomenclatura. De esta manera, la noción adquiere todo su valor.
privilegiado a los primeros, Plomb Plomb. Constituye el eje en torno al cual se construye la química, la articulación
que nombra como Tungstène Tungstène. entre la teoría y la experiencia. Sí, el nombre de una sustancia es, como
«elementos». Zinc. Zinc.
Chaux.. Terre calcaire, chaux.
escribe Lavoisier «el espejo fiel de su composición», pues el nombre
(«Cuadro de las sustancias
simples», lámina tomada de Magnésie Magnésie, base de sel d'Epsoni. constituye la imagen invertida del análisis efectuado en el laboratorio.
Substances simple
Tratado elemental de salifiables, terreuses. '
Baryte.. Barote, terre pesante. L a nomenclatura es más que un simple léxico, un reflejo de las prácticas
química, in J.-B. Dumas y Alumine. Argile, terre de l'alun, base de l'alun. de una química de laboratorio. Por supuesto, Lavoisier es un creador,
Grimaux (dir.). Obras de Silice. • . Terre siliceuse, terre vitrifiahle.
Lavoisier, París.)
ya que reproduce la acción característica de las creaciones antiguas,
mediante la delimitación de un espacio cerrado. Define un nuevo mundo
comprendido entre el análisis realizado por un experimentador y el
lo conocido a lo desconocido», otorgándole un nuevo significado. N o se catálogo de nombres recopilado por el autor del nomenclátor.
trata de partir de conocimientos adquiridos, sino de datos fiables: las
E l origen de los cuerpos, su frecuencia de aparición en la tierra o en
sensaciones elementales, los hechos. Lavoisier encuentra así en la teoría
el aire no interesan directamente al químico. Poco importa si el cobre
de Condillac la certeza de que la lógica aplicada a la nomenclatura es
procede de Chipre o de otro lugar. E l universo del químico no se sitúa
«la de la naturaleza», «la de todas las ciencias».
en la naturaleza. Tras haber roto con la historia de la química, Lavoisier
Vayamos aún más lejos. Con la influencia de Condillac, la palabra
rompe con la historia natural. «La química crea su objeto», podríamos
«naturaleza» adquiere un significado nuevo en química. Deja de tratarse
afirmar de antemano, fabrica su universo, transparente a la razón.
de esa materia salvaje que descubríamos bajo el azote del viento, para
Esta es la hazaña de Lavoisier. Crea una química elemental, en los
convertirse en un orden construido con paciencia en un espacio cerrado
dos sentidos de la palabra: construida sobre la base de los elementos y
donde reina el poder de la mesura. Crear ideas o nombres compuestos a
extremadamente sencilla, accesible a los principiantes.
partir de elementos simples es exactamente la operación inversa a la
efectuada por el químico cuando analiza un cuerpo. Los elementos de la
química no se extraen de la naturaleza, sino que son el resultado de una Tal simplicidad se paga de una manera u otra, cuesta algunos Límites y
operación de laboratorio. L a célebre definición que Lavoisier ofrece ya sacrificios. E n primer lugar, entre las reacciones que lleva a cabo el ambigüedades
en el «Discurso preliminar» lo expresa con gran claridad: químico, Lavoisier otorga una especial importancia al análisis y a la
LAVOISIER: UNA REVOLUCION CIENTIFICA 428 429 LAVOISIER: UNA REVOLUCION CIENTIFICA

operación inversa, a la síntesis. E l análisis se convierte para él en el «Esta teoría no es pues, como he oído decir, la teoría de los químicos
único objeto de la química, en su meta exclusiva: franceses, es mi teoría, y es una propiedad que reclamo ante mis contem-
«La química experimenta con los distintos cuerpos de la naturaleza poráneos y para la posteridad.»
con objeto de descomponerlos... L a química se dirige hacia su meta y La revolución química concluye con un acto de apropiación. Lavoi-
hacia su perfección, dividiendo, subdividiendo y resubdividiendo, y sier domina todo el territorio químico.
desconocemos dónde terminará esta campaña triunfal.»
Lavoisier, además, sólo retiene una interpretación de sus experimen-
tos de análisis: la comparación del estado inicial y del estado final. En Lavoisier no obtuvo tan buenos resultados en la gestión de los Reformador en la
lugar de prestar atención a todos los niveles de la descomposición, de asuntos públicos, aunque su estrategia en ese campo es más moderada, tormenta
señalar los peldaños, de multiplicar las distinciones, como hizo Stahl, Aspira, también, a controlar y a racionalizar, pero sólo propone refor- revolucionaria
Lavoisier sólo conserva dos términos: el compuesto y el simple. Instaura mas. En su calidad de economista liberal, desea atenuar la carestía la
en química una lógica binaria, de dos valores, 0 ó 1. intervención del Estado en el comercio de ganado para reducir la
En segundo lugar, Lavoisier no destruye ni relega toda la química carestía, crear talleres de hilados de cáñamo para evitar la exportación
del siglo xviii. Deja deliberadamente de lado el estudio de las afinidades de los productos brutos y crear empleo. Cuando participa en el Comité
y justifica su silencio refiriéndose al trabajo de Guyton de Morveau. de agricultura, fundado en 1785 para solventar la escasez de forraje,
Esta razón circunstancial esconde, no obstante, una dificultad más Lavoisier se indigna ante lo arcaico y la baja rentabilidad de la agricul-
profunda: la definición del elemento con su criterio negativo y total- tura francesa. Insiste ante el ministro para que Pierre Samuel Dupont de
mente provisional de indescomponible nó explica comportamientos Nemours pase a formar parte del Comité, pues, según dice, la agricultu-
químicos de características muy especiales. Le falta un carácter positivo ra requiere tanto competencias administrativas como científicas. Ilustra
para poder individualizar los cuerpos simples. esta tesis con la deducción de las causas del marasmo: pobreza de los
Recordemos por último algunas ambigüedades del sistema de Lavoi- agricultores, que no disponen del capital necesario para invertir y
sier. Aunque el «Discurso» de Lavoisier pretenda poner fin a la química modernizar sus explotaciones, carga fiscal excesiva que frena cualquier
de los principios, no elimina todos los elementos-principios: ¿acaso el tipo de progreso voluntarioso. Lavoisier denuncia también el abandono
calórico y el oxígeno no desempeñan un papel de principio propiamente al que se ven relegadas las clases más pobres de la sociedad por parte
dicho, mediador universal en todas las reacciones? Lavoisier condena los del gobierno, por considerarlo perjudicial para la organización racional
antiguos principios, pero les otorga un lugar eminente, en los palcos de de la economía francesa. Su política social está, sobre todo, motivada
honor de su cuadro de sustancias simples. Proclama una revolución por razones económicas. Lavoisier, próximo a los fisiócratas, entre cuyas
cuyo final se encuentra aún lejano. Por otra parte, si bien Lavoisier filas cuenta con algunos amigos, Dupont de Nemours, Emmmanuel
pretende renunciar a la antigua búsqueda de los elementos, conserva la Joseph Sieyés, Malesherbes, Turgot y Condorcet, opina que la agricultu-
palabra. ¡Curioso descuido en alguien tan atento a los errores transmiti- ra es la principal fuente de riqueza, pero no la única.
dos a través del lenguaje! N o descarta el uso de la palabra principio ni En 1787, con motivo de la convocatoria de los Estados generales,
de la palabra elemento, que utiliza como sinónimo de cuerpo simple. Lavoisier, llamado a representar al estado llano en la asamblea provin-
Así, el primer grupo del «Cuadro de sustancias simples» se denomina: cial del Orleanesado, redactó una memoria que refleja sus opiniones
«Sustancias simples que pertenecen a los tres reinos y que se pueden políticas en vísperas de la Revolución: aboga por un orden político
considerar como elementos de los cuerpos.» L a frecuencia de aparición basado en la razón y no en la autoridad. Se pronuncia en favor de una
en el mundo natural sigue siendo un criterio válido. Una nota de un monarquía parlamentaria en la que converja la voluntad del pueblo y la
manuscrito inédito titulado «Curso de química experimental ordenada del rey. Propone una representación equitativa de los tres órdenes de la
según el orden natural de las ideas» confirma este punto: sociedad en los Estados generales, insjste en la libertad de prensa y en la
«No basta con que una materia sea simple, indivisible, o por lo publicidad de los debates. Por último, reitera su fidelidad a Luis X V I ,
menos indescomponible, para que merezca el título de elemento; tiene «restaurador de las leyes», «padre del pueblo y bienhechor de la huma-
que encontrarse, además, ampliamente difundida por la naturaleza y nidad».
debe entrar, como principio esencial y constituyente, en la composición Cuando estalla la Revolución, Lavoisier se ve arrastrado inmediata-
de un gran número de cuerpos.» mente por el torbellino, ya que el Arsenal era un punto de gran valor
Vemos pues que en la química de Lavoisier tienen cabida algunos estratégico. A partir del 6 de agosto de 1789 debe enfrentarse a las re-
buenos y vetustos principios. L a ruptura con la tradición no es total ni vueltas populares, a causa de un «barco de pólvora». E l pueblo sospe-
clara. Pero, en opinión de la mayoría de químicos, la intención revolu- cha que la pólvora va destinada a los traidores, a los emigrados. Lavoi-
cionaria de Lavoisier prima sobre sus actos. Su obra actúa en la historia sier, conducido al Hotel de Ville con otro responsable del Arsenal, es
como si se tratara de una revolución. Revolución atribuida a un solo amenazado con una ejecución sumaria, pero toma la palabra, todos
hombre, aunque sea la labor de toda una generación. En efecto, sería escuchan y sale exento de culpa.
justo mencionar a todos los que contribuyeron al desarrollo de la En enero de 1791, es objeto de violentos ataques por parte de Marat
química neumática —Hales, Black, Scheele, Priestley, Cavendish, etc.— en L'Ami du Peupie. Todo le señala como sospechoso.
así como a los químicos franceses que colaboraron con Lavoisier. Este N o obstante, el ciudadano Lavoisier se integra en el movimiento
último confiesa, además, su deuda al apelar al reconocimiento de sus revolucionario: miembro de la guardia nacional, sección del Arsenal,
colegas, como muestra la dedicatoria de su Tratado, dirigida a Black en participa en la demolición de la Bastilla. Es elegido en la Comuna de
septiembre de 1789. Pero, poco antes de su muerte, reivindica celosa- París y, en septiembre de 1789, se une a un grupo de moderados, la
mente y con éxito la propiedad de la nueva química: «Sociedad patriótica de 1789». En 1791, Lavoisier figura entre los seis
LAVOISIER: UNA REVOLUCION CIENTIFICA 430 431 LAVOISIER: UNA REVOLUCION CIENTIFICA

inspectores del nuevo Tesoro nacional y redacta un informe acerca del Existieron, por supuesto, algunas intervenciones para tratar de librar
estado de las finanzas francesas: De la riqueza territorial del reino de a Lavoisier del Tribunal revolucionario: de la Oficina de consultas de
Francia. Artes y Oficios, que presidía Lavoisier, de algunos agentes de la inspec-
Por último, y más importante, participa en un gran proyecto de ción de pólvora y salitre y de un miembro de la Convención llamado
reforma del sistema de pesas y medidas, encargado en 1791 a la Acade- Pierre Loysel. Louis Claude de Bessicourt, Cadet y Antoine Baumé —
mia ante las numerosas reclamaciones recibidas. En esta su última obra, dos químicos hostiles a la doctrina de Lavoisier— certificaron que
Lavoisier presenta simultáneamente sus dos facetas: la de sabio ansioso Lavoisier no había incurrido nunca en el fraude de mojar el tabaco, tan
por crear medidas universales y la de economista administrador que corriente entre los asentistas generales. Una delegación del instituto de
lucha contra las aduanas y la disparidad de sistemas de pesas y medidas, las Artes se presentó en L a Conciergerie (prisión de París) y recibió
con objeto de facilitar el comercio. autorización para ver a Lavoisier cuarenta y ocho horas antes de la
Pero todas las instituciones en las que Lavoisier ha basado su ejecución. Pero ninguno de sus colaboradores más cercanos se inmutó.
carrera se vienen abajo. Tras la abolición del cargo de asentista general, ¿Fue una cuestión de miedo, de cobardía o de lealtad revolucionaria?
el 20 de marzo de 1791, Lavoisier se identifica cada vez más con la Las explicaciones apasionadas son infinitas. Algunos censuran despiada-
Academia. Elegido para el puesto de tesorero en diciembre de 1791, damente a Fourcroy, otros lo disculpan.
negocia con acierto el mantenimiento del salario de los académicos y, Una explicación sobresale un poco, por encima de la multitud de
para hacer frente a la desorganización completa de la hacienda pública, historiadores que expresan su opinión particular: la disolución de la
adelanta el dinero necesario para llenar las arcas de la Academia. Academia había debilitado unos vínculos profesionales, ya relajados con
El decreto de disolución, dictado por la Convención el 8 de agosto el paso de los años, afirma Roger Hahn en su libro sobre la Academia, y
de 1793, significa el principio del fin. En un último esfuerzo, trata de las pasiones políticas se impusieron, borrando todo rastro de solidari-
obtener la transformación de la Academia en «Sociedad libre y fraterna dad. Pero como observa también Hahn, los vínculos entre especialistas
para el progreso de la ciencia». Está a punto de salvar la Comisión de de una disciplina se habían consolidado, sobre todo en el mundo de la
pesas y medidas, ya que el 11 de septiembre, Fourcroy crea una «Comi- química, donde los artífices de la nueva nomenclatura debían enfrentarse
sión provisional de pesas y medidas» con los mismos miembros que la en bloque a sus adversarios. Pero estos vínculos son precisamente los
anterior —Lavoisier de tesorero, Jean Charles de Borda de presidente, que cedieron a la presión.
Haüy de secretario— y un salario para cada uno de los once miembros. ¿Qué relación; tenia Lavoisier con sus colaboradores? M u y cortés, si
Pero, el 24 de noviembre de 1793, Lavoisier es detenido junto con todos juzgamos la parte publicada de la Correspondencia. Pero ante la conduc-
los demás asentistas generales y el 28 de noviembre es recluido en la ta de sus colegas, cabe preguntarse si Lavoisier no despertaba sentimien-
prisión de Port-Libre (Port-Royal). E l 18 de diciembre, en nombre de la tos ambivalentes. Hay que reconocer que la labor creadora de Lavoisier
Comisión de pesas y medidas, Haüy protesta contra el arresto de se llevó a cabo de cara a la posteridad, haciendo caso omiso del pasado
Lavoisier. E l Comité de salvación pública responde con la depuración y del presente. A l final de una empresa que le llevó a apropiarse de la
de la Comisión de pesas y medidas: Lavoisier, Haüy, Borda, Maturin- química, cabe pensar que Lavoisier suscitaba estima y respeto, culto y
Jacques Brisson y Delambre son excluidos. L a instrucción del juicio de veneración, más que simpatía o solidaridad.
los asentistas generales se demora; luego, de pronto, en primavera, se En cualquier caso, Lavoisier, abandonado en el momento fatídico,
liquida en unos pocos días. Lavoisier es un hombre acabado. pasa a ser objeto de veneración desde el mismo instante de su muerte.
Una leyenda narra que Lavoisier, al solicitar un aplazamiento de la Los elogios se suceden desde 1795. E l 12 de agosto de 1796, grandes
ejecución para poder finalizar sus trabajos científicos, obtuvo la siguien- pompas fúnebres en el instituto de las Artes, Lavoisier es glorificado en
te respuesta: «La República no necesita sabios.» Esta «frase histórica» medio del boato y la suntuosidad de las fiestas del Etre supréme. «Al
parece apócrifa, ya que Fouquier-Tinville, al cual se le atribuye, no inmortal Lavoisier», la inscripción precede una pirámide de veinticinco
presidia el Tribunal en esa fecha y la petición de aplazamiento no se pies de altura, con una puerta sepulcral ornada de cariátides de mármol
menciona en las actas. Pero esta leyenda refleja perfectamente la impre- blanco; en la inmensa sala adornada de negros paños fúnebres cubiertos
sión de escándalo y de malestar que causó la condena. de armiño, cada una de las columnas lleva una placa que recuerda uno
de los descubrimientos de Lavoisier. Elogio vehemente de Fourcroy,
¿Estaban las instancias revolucionarias formadas por políticos inca- poema con música cantado por un coro de cien personas congregadas
paces de apreciar la obra de Lavoisier? Habría que olvidar que Four- ante el monumento. Por último, aparece un busto con la cabeza tocada
croy y Guyton de Morveau, ambos químicos y colaboradores de Lavoi- con una corona. Abandonado y luego guillotinado, Lavoisier queda
sier, eran miembros del Comité de instrucción pública de la Convención inmortalizado en una estatua.
nacional. Lavoisier debería haber encontrado el apoyo y la protección
de numerosos sabios con responsabilidades políticas: Carnot, Monge,
Hassenfratz, Guyton de Morveau, Fourcroy... Pero éstos son precisa- E l primero en dar una dimensión mitológica al personaje tendría, en La aparición de un
mente los que abandonaron a Lavoisier. E l último encuentro de Lavoi- realidad, todo el derecho de quejarse por haber sido apartado por mito
sier con sus colaboradores de antaño, en enero de 1794, tiene todas las Lavoisier: Guyton de Morveau. E n 1786, se publica el tomo I del
trazas de la comparecencia de un acusado ante los representantes de la Diccionario de química de la Enciclopedia metódica destinada a completar
ley. Fourcroy, Berthqllet, Guyton de Morveau, provistos de un mandato y a mejorar la Enciclopedia de Diderot. E l artículo «Aire», redactado por
del Comité de seguridad, acuden a casa de Lavoisier y confiscan todos Guyton de Morveau unos años antes, se basaba en el flogisto. Entre
los aparatos y documentos de utilidad para la Comisión de pesas y tanto su autor se había convertido a las ideas de Lavoisier, que defendió
medidas. con el ardor propio de un neófito en una «Segunda advertencia».
LAVOISIER: UNA REVOLUCION CIENTIFICA 432 433 LAVOISIER: UNA REVOLUCION CIENTIFICA

Lavoisier es presentado como un salvador, campeón de la verdad, «Unas palabras sobre Lavoisier, al que os presento en el momento
enemigo del dogmatismo; e inmediatamente comparado al «gran Des- en que, pronunciando su fiat lux, aparta con mano valiente el velo que la
cartes». Guyton describe la labor fundadora de Lavoisier como una química antigua intentó retirar en vano, en el momento en que, dócil
obra definitiva e inalterable. E l orden que Lavoisier ha instaurado en la ante su potente voz, la aurora penetra a través de las tinieblas que se
química es el orden de la naturaleza, un orden inmutable: desvanecerán con el fuego de su genio.»
«La posteridad verá alzarse el edificio del que ellos (los primeros U n dios del verbo creador y redentor, con casco, armadura de acero,
químicos) sólo habrán podido poner los cimientos; pero no procederá a invulnerable:
destruir lo que han hecho hasta que, con los mismos procedimientos, en «Os han dicho a menudo: la teoría de Lavoisier ha sido modificada:
las mismas circunstancias, la naturaleza deje de provocar los mismos ha sido abolida. ¡Craso error, señores, craso error! ¡No, no es cierto!
fenómenos.» Lavoisier se mantiene intacto, impenetrable, su armadura de acero no
Antes de la muerte de Lavoisier, su obra ya se inscribió en la eter- peligra.»
nidad. Apenas había entrado en la historia, cuando la retiraron de ella. Así, Dumas fustiga a todos los que se atreven a profanar la memoria
Sin embargo, la realidad de los trabajos efectuados en la «escuela del creador. Tan perfectamente encarna Lavoisier la revolución que
francesa», tras la muerte de Lavoisier, desmentirá esta idea de creación. después de él ninguna otra revolución es posible. De ahí se deduce el
Guyton de Morveau, al mismo tiempo que difunde la nueva nomencla- efecto paradójico que produce este culto al creador: al relegar toda la
tura, trabaja sobre la afinidad, al margen del sistema elaborado por química anterior a Lavoisier a las tinieblas del caos y de la prehistoria,
Lavoisier. Berthollet estudia las condiciones de las reacciones químicas, admitimos que la historia de la química empieza con Lavoisier. Pero no
un problema que Lavoisier dejó de lado. De la obra de Lavoisier, retiene existe historia alguna después de esta revolución, puesto que todo se
precisamente lo que se opone al mito del creador solitario: la investiga- inscribe definitivamente en la creación. Y, a fin de cuentas, la propia
ción colectiva que desarrolla al fundar la Société d'Arcueil con Laplace y revolución se mantiene al margen de la historia, por formar parte en su
otros asiduos del Arsenal. Fourcroy, por su parte, mantiene las distan- totalidad de una intuición primitiva. L a mitología positivista elimina la
cias. E n el artículo «Química» de la misma Enciclopedia metódica, historia: pasado, presente y futuro, todo se agrupa, se condensa en una
presenta la revolución como la obra colectiva de toda una generación. fórmula milagrosa: la revolución.
Digamos además que, poco después de la muerte de Lavoisier, un De hecho, si consideramos la química francesa del siglo xix en su
elemento esencial de su sistema se ve atacado, lo que debería haber conjunto, descubrimos una segunda paradoja en el legado de Lavoisier.
provocado el abandono de la palabra «oxígeno». En 1810, Humphry La búsqueda dé lo elemental, lejos de haber sido suprimida por Lavoi-
Davy, químico inglés que hasta el final de su vida estuvo convencido de sier, podría haberse visto estimulada por la definición negativa y provi-
que Lavoisier no había sustituido la teoría del flogisto, demostró que el sional que éste propuso para cuerpo simple. Dado que Lavoisier invita a
ácido muriático no contenía oxígeno y aisló el cloro. Descubrimiento la obtención de cuerpos cada vez más sencillos, nada impide suponer
capital, pues destrona al oxígeno como principio universal de acidez. que los actuales cuerpos simples podrán ser descompuestos a su vez con
Pero los ataques dirigidos realmente a la idea de creación de un métodos más potentes, y convertidos en un único elemento primordial.
sistema eterno no bastan para desprestigiar a Lavoisier a los ojos de los L a ambigüedad existente entre elemento y cuerpo simple deja gran
franceses. M u y por el contrario, en 1830, Lavoisier es ensalzado al rango libertad al razonamiento. A l tiempo que aclaman al héroe creador de la
de «Héroe de las ciencias positivas». Auguste Comte marca el tono en la química positiva, los químicos franceses, como Dumas, se libran a
trigésimo octava lección de su Curso de filosofía positiva: Lavoisier es el especulaciones muy poco positivas sobre los elementos. En nombre de la
«admirable genio» que ha llevado a la química del estado metafísico, prudencia, Dumas se niega a pronunciarse sobre la existencia de átomos,
Heno de quimeras y de especulaciones sin fundamento, al estado positivo porque ello supera los límites de la experiencia: «Si estuviera en mis
de una ciencia racional, experimental, cuantitativa. Comte admite que manos, borraría la palabra "átomo" de la ciencia», declara en el Collége
estudios posteriores introdujeron, ciertamente, revisiones en algunas de France. Pero da rienda suelta a las hipótesis sobre la unidad primor-
generalizaciones precipitadas del creador, pero las «eminentes verdades dial de la materia.
químicas descubiertas por el genio de Lavoisier han conservado necesa- Vemos pues que el culto de Lavoisier suscita en la química francesa
riamente todo su valor directo». una mezcla de censura y de libertad, de prudencia positivista y de
U n año después, en 1836, Jean-Baptiste Dumas dedica una de sus especulaciones desenfrenadas. Promueve el equivalentismo contra el
clases a Lavoisier, precisamente el día del aniversario de su muerte atomismo. Esta querella, que divide al mundo de la química durante
(Lecciones sobre la filosofía química). Dumas retoma el tema del genio medio siglo, durará en Francia hasta finales de siglo. E l último baluarte
creador y describe a Lavoisier como un ser inspirado. Una intuición equivalentista es denodadamente defendido por otro caballero de Lavoi-
primitiva le había encargado la reforma de la química y cumplió este sier: Marcellin Berthelot, que conmemora el centenario de dos revolucio-
destino con método y perseverancia, sin imitar a nadie. Así, Dumas nes con una obra titulada La Revolución química, Lavoisier.
escenifica la historia a través de un doble movimiento de concentración: Mientras tanto, el recrudecimiento de las tensiones nacionalistas en
no sólo la revolución química es obra de un solo hombre, sino que se Europa, junto al predominio cada vez más contundente, a finales del
encuentra condensada en un instante, en una intuición creadora. L a siglo XIX, de la industria química alemana, revive el mito del creador y
clase concluye con el relato patético de la muerte de Lavoisier y con la lo enriquece con un motivo suplementario. E l Lavoisier de Dumas era la
promesa de desagravio. Dumas se compromete a publicar las obras de encarnación de una metodología. E l destino político del sabio no hacia
Lavoisier con estas palabras: «Sí, dotaré a los químicos de un más que fortalecer la imagen del creador a través de la evocación de un
Evangelio.» Héroe investido de una misión, víctima sacrificada, Lavoi- mártir. Pero, en 1869, en vísperas de la guerra franco-alemana, el héroe
sier está listo para la apoteosis: nacional pasa a ocupar el lugar de la figura positivista.
LAVOISIER: UNA REVOLUCION CIENTIFICA 434
435 LAVOISIER: UNA REVOLUCION CIENTIFICA

anterior a Lavoisier para humillar mejor las pretensiones alemanas.


Pretende, en efecto, que si bien Stahl es el autor de la teoría del flogisto,
es un químico francés, Rouelle, el responsable de su éxito: «A la idea
alemana, larva de teoría, la dotó de las alas francesas.» L a química
siempre ha tenido una sola patria: Francia. Lavoisier renueva y rubrica
su identidad.
Tres imágenes se suceden en la literatura química francesa del siglo
xrx. L a primera no tiene ningún matiz político; Lavoisier es el creador
de un orden inmutable, célebre como salvador. A continuación, en los
años 1830 es el héroe de la ciencia positiva, víctima de la política, que
exige a través del sacrificio un culto redentor. Por último, bajo la III
República, Lavoisier es un héroe de la patria, honra a una Francia a
menudo humillada.
"•ANTOINE LAURENT .'LÀVOISIER,
Así, al suprimir a un asentista general, la Convención crea un ídolo.
FERMIER GENERAL ~NE A PARIS LE l6 AOUT IJ4<7i. Objeto de culto, sujeto a diversas interpretaciones, soporte de múltiples
ait 2 . valores, Lavoisier es un «lugar para el recuerdo», un monumento a la
gloria de la ciencia y de Francia.
(
(. /t>>/ii\ijjiwiv J'iittac/wit /'//M'/itir/ihi/tè/vj/ie/ifi à,///thf,rùv- foit.i /e.i /it'/it/tiej àçtu /eJ tu/e/u,/e.i i-e//ml ' L a figura de Lavoisier obtiene, en parte, su poder simbólico de la
if.iMtroie/if- Ai tv/iératio/i; ftJ /it>mmai/e.i de- feit/M ctm/e/n/iu/iii/ui ef de /n /wj/nvte'.<7 veJfi'//<eii1/ demi///i/n.i-interferencia entre su obra química y su trágico destino. Pero los
ivi/f Iiti>tHJttr.(7itet /itwime^fftf m i//èt/I/II.I %>er/ueiM'U/iie/ /u'/imie mé/i/it /ifirJ deJ ilei'e/nv.i r/ de,' tii/.i'f
elementos esenciales del mito fueron creados por el propio Lavoisier, a
/nii/e,( /é,r 6iwic/te\i deJ JethtetJ Mii//ié/iutti</iie,i t</-jf/iy,ii'i/ued-tw/wi/ de.t d/iu'M Atr >U\f wtY/e.i; e/ /'/ .ie/ii/i/od'' lo largo de una vasta aventura, dirigida de forma magistral.
de-'/i/ie il iv/i/ri/itter <yit/e//ie/if- nu-/vvy/vJ de A>u/i\i, /i'/\li/n'ime e<miiiii/ii/iee, fe//eijti'tY/ie,'e/i/ve.Wi/e yite Entre todos los sectores en los que participa —administración,
in/w/ie/i/ du/1,' Atf/à.l/eJ de• Y't\i/ir// /tit/iiitm ,dêe/da >>i>/i e/ttuW, /'ti//ne/in e,re/n,ui'e/iie/i/ il /il C/ii/tii/e ,e/ finanzas,
Ye agricultura, ciencias académicas—, Lavoisier delimita en pri-
eotid/iAiii' /•n/i/de/iiém'à' Y'ùii/iior/ti/t/è'.'Ylomi /////•/»//,' de Yn decotieer/e .'/ cè/è/uv de<< Q'/'YmdiV e/ii.'/n/iieri . mer lugar un campo de acción: la química le parece ser un terreno
it\»tlïïM{ i'e/ii'ii'/i/ de /îii/v I'IWI/V//Y fii/>rty/tt/J/eie//*'i//t //ui/ide
t
propicio* en particular la reciente química neumática y la arcaica
química de los principios que utiliza como marco teórico. V a cercando
poco a poco el territorio, gracias a un método experimental cuantitativo,
organizado, planificado, antes de proclamar la derrota de la tradición
Lavoisier arrancado de sus «La química es una ciencia francesa: fue creada por Lavoisier de
experiencias, durante e¡ secular y siempre vivaz de los elementos-principios. Concluye y comple-"
inmortal recuerdo.» ta la revolución con una tarea de creación que cambia radicalmente el
arresto de los asentistas
generales, el 24 de noviembre Esta declaración abre un Diccionario de química. E l autor, Adolphe significado histórico del acontecimiento. N o se trata de la sustitución de
de 1793. Este grabado, post Wurtz, es un químico alsaciano, educado en la tradición de la química un cuerpo de doctrinas o de prácticas por otro, sino de la creación de la
y contrarrevolucionario, francesa, pero con amplios conocimientos de los métodos alemanes, química como disciplina científica.
ilustra el culto, que nacía adquiridos en una estancia con Justus von Liebig, y uno de los pocos
entonces, al «ilustre En muchos aspectos, la empresa de Lavoisier ilustra los temas
fundador» de la química.
defensores de las teorías atomistas en Francia. L a llama patriótica de su
favoritos del siglo de las Luces: derrocar la tradición, apelar a lo natural,
(Arresto de Lavoisier, dibujo prólogo se percibe como una verdadera provocación en Alemania. Los
racionalizar el lenguaje, hasta la idea de revolución introducida en la
y grabado de J.-B. Duplessi- químicos alemanes replican: Lavoisier no es más que un aficionado, un
Bertaux. 1798-1799.) literatura científica por Fontenelle y banalizada en la Enciclopedia de
entusiasta, declara Jacob Volhard, profesor de Munich. Entre los acadé-
Diderot. Pero la originalidad de la revolución de Lavoisier reside, a mi
micos franceses cunde la indignación.
parecer, en la importancia acordada a una labor, en un principio
E l asunto cobra nuevas fuerzas en 1914 cuando se publica la traduc- específicamente administrativa, al control. E l éxito de Lavoisier estriba
ción francesa de una célebre obra de Wilhem Ostwald, La evolución de en controles sucesivos: control de un espacio a través del laboratorio en
una ciencia: la química. E l autor dedica a Lavoisier una página en la que lugar de la naturaleza; control de los objetivos: el único objeto de la
presenta su teoría como inversión de la de Stahl. Concluye, no obstante, química es el análisis; control de la práctica mediante la balanza; de la
diciendo que Lavoisier merece su gloria por la «libertad de espíritu» que teoría mediante conceptos forjados por reflejo de la experiencia; del
manifestó con las ideas vigentes. Pero esta última frase se omite insidio- lenguaje mediante la reforma de la nomenclatura; del futuro mediante el
samente en la traducción francesa. Además, Ostwald es uno de los Tratado elemental, que permite formar, en poco tiempo, ejércitos de
noventa y tres signatarios del «Llamamiento al mundo civilizado», químicos competentes; control, por último, del pasado gracias a una
lanzado por los intelectuales alemanes para defender el honor de los sol- filosofía que justifica la amnesia. Así Lavoisier no sólo renovó la
dados alemanes. E l patriotismo francés alcanza su punto culminante. realidad del trabajo de los químicos, sino que transformó su imagen a
Pierre Duhem inicia una contraofensiva y elige a Lavoisier para defen- través de la remodelación de su historia. Borrar las huellas, ignorar a los
der los colores de su país. La chimie est-elle une science frangaise? se predecesores, éstas son las acciones que moldean la estatua del creador y
publica en 1916. Duhem expone sus argumentos con gran destreza. otorgan el control de la imaginería de una ciencia.
Concede al adversario que los franceses exageran la importancia de
Lavoisier cuando confunden en una misma nube de oscurantismo la
alquimia y la doctrina de Stahl. Pero Duhem sólo rehabilita la química
Los orígenes del uniformitarismo de Lyell:
hacia una nueva geología
G E O F BOWKER

Donde veremos cómo, otorgando a la Tierra una edad infinita y sin asignar
ningún papel excepcional a la humanidad, Lyell trató de sentar las bases de una
geología realmente científica.

¿
ué significa «fundar» una ciencia? En la mayoría de los casos
1 É ha consistido en crear un mundo fuera del alcance de la
religión. Así, los conflictos de Galileo con la Iglesia católica se
compararon a menudo con la lucha de la racionalidad científica para
escapar de la persecución religiosa. Igualmente, cuando el físico inglés
Robert Boyle (1626-1691) intentó definir por primera vez las reglas de la
experimentación científica, una de sus mayores preocupaciones fue
cerrar la puerta de su laboratorio a cualquier consideración de tipo
religioso. Por su parte, Charles Lyell (1797-1875), geólogo inglés y autor
de una obra de síntesis fundamental, Principios de geología, considerada
el acta de nacimiento de la geología al mundo científico de la Gran
Bretaña de los años 1830, centró su labor de base en retirar a los El título completo de la
fundamentalistas religiosos el privilegio de interpretar la historia de la primera edición de su obra
Tierra. Dichos fundamentalistas partían de cálculos basados en la (1830-1833) es: Principios de
geología. Tentativa de
exégesis bíblica y, en particular, en las numerosas generaciones transcu-
explicación de las
rridas desde Adán, para fijar la edad de la Tierra en unos seis mil años. modificaciones de la
Según la medición más precisa, la Tierra se creó un lunes a las 9 de la superficie de la Tierra por
mañana en el año 4004 a. de C. Las pruebas geológicas no tenían mucho referencia a las causas que
peso frente a este análisis bíblico. Lyell halló su propia solución al actúan actualmente.
defender que el origen de la Tierra era sobradamente remoto para que
no quedara ningún rastro del mismo.
La otra gran tarea de base que se había impuesto Lyell era definir las
leyes generales en las que los demás geólogos podían inspirar de forma
empírica sus propios estudios. Enunció una regla general según la cual
las fuerzas que actúan en el mundo actual son las mismas que existían
en un pasado, cuyo límite viene marcado por los datos geológicos que se
poseen. Se trata de una regla capital que no permitía hablar de una
época en la que los seísmos eran más frecuentes que en la actualidad y
las cadenas montañosas surgían de forma instantánea. E r a preciso
encontrar causas ordinarias, de acción lenta, que sustituyeran a las
causas «catastrofistas» invocadas a menudo por sus adversarios, religio-
sos o no. A continuación examinaremos estas dos teorías. Retrato de Charles Lyell
N o defenderemos que Lyell fuera el verdadero fundador de la (1797-1875), el geólogo
profesión de geólogo. Trató ciertamente de dotarla de una posible base inglés que se atrevió a
desafiar el monopolio de los
intelectual: el título de su obra hace pensar en los Principia de Newton,
exégetas bíblicos, para
que en ese momento constituían el modelo de texto fundador. Lyell no quienes la Tierra había sido
fue, sin embargo, el primero en formular la hipótesis de una edad creada un lunes del año 4004
avanzada de la Tierra: otros geólogos británicos y de otros países a. de C.

437
LOS ORIGENES D E L UNIFORMITARISMO D E LYELL: HACIA UNA NUEVA GEOLOGIA 438 LOS ORIGENES D E L UNIFORMITARISMO D E LYELL: HACIA UNA NUEVA GEOLOGIA
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europeos del siglo anterior se le habían adelantado. Además, la geología acontecimientos ocurridos desde la última disolución: pero, dado que el
francesa de esa época y de todo el siglo xrx se mantuvo al margen de la número de disoluciones es ilimitado, la búsqueda del origen de la Tierra
influencia ejercida por los principios de Lyell. Algunos incluso pretendie- es totalmente inútil. Normalmente consideramos que la geología de
ron que dicha influencia apenas se manifestó en Inglaterra, ni siquiera a Lyell consagra el triunfo del tiempo «lineal», ya que en su sistema la
finales del siglo XIX, cuando varias de sus principales posturas se Tierra se situaba en una línea de longitud indefinida entre el pasado y el
defendían a capa y espada. Datos más recientes parecían indicar que la futuro. N o obstante, detrás de esta aparente linealidad, se vislumbra una
edad de la Tierra era sólo de cuarenta mil años —intervalo excesiva- morfología cíclica del globo.
mente corto según Lyell—. Además se negó a admitir la existencia de un Las citas que figuran a continuación ilustran el mecanismo de
fuego central (considerado como la prueba de una fusión original). Lyell cálculo de la regularidad temporal:
fue tildado, en general, de extremista, tanto por sus coetáneos como por «No cabe ninguna duda de que en todas las regiones del globo se
la generación siguiente. E n realidad, el único objetivo de sus trabajos han sucedido de forma cíclica períodos de movimiento y de reposo; pero
residía en crear una base científica para l a geología, combatiendo también puede ser cierto que, en relación a la Tierra en su totalidad, la
mediante sus escritos la supuesta «teología natural», imperante en energía de los movimientos subterráneos se haya mantenido uniforme.
Inglaterra en esos momentos, que pretendía demostrar, a través de la Sería posible que durante muchos años, la fuerza que produce los
metodología científica, la intervención divina en la naturaleza. seísmos se limitara, como ocurre en la actualidad, a grandes zonas bien
¿Qué camino emprendió para sentar esas bases y de dónde procedían definidas; y que, a continuación, se desplazara de forma imperceptible,
sus soluciones? de manera que una zona en reposo desde hacía siglos se convirtiera en el
escenario de la acción subterránea. [...] Pero para que nuestras especula-
ciones no superen los límites de la simple analogía, supondremos que:
1. la proporción entre mar y tierra siempre ha sido la misma; 2. el
Las fluctuaciones de la edad de la Tierra desde Charles Lyell volumen de tierra por encima del nivel del mar es constante y la altura
media, así como la altura extrema de dichas tierras sólo experimenta
u no de los ejemplos más claros de discontinuidad en la historia de las ciencias
atañe a la estimación de la edad de la Tierra desde Lyell. Podría pensarse que Lyell variaciones insignificantes; 3. la profundidad media y extrema del mar,
salió victorioso del conflicto y que sus conclusiones no diferían en demasía de las considerada de forma global y teniendo en cuenta los desplazamientos
aceptadas en la actualidad. En realidad, desde 1880, había perdido la partida, por locales, es invariable; y 4. la consolidación de tierras en continentes es Retrato de Charles Lyell, en
expresarlo de alguna manera. Lord Kelvin (1824-1907) y otros muchos físicos se una consecuencia lógica del principio de economía de la Naturaleza. [..] 1836. Es entonces el decano
basaron en los datos relativos al calor interno de la Tierra y a la velocidad de de los geólogos ingleses y
enfriamiento para proponer una edad estimada de la Tierra inferior a cuarenta mil Sobre esta base, alude a un «gran año» climático (esta expresión se quien inspira a Darwin.
años. Lyell estaba dispuesto a contestar la hipótesis de una Tierra eterna, pero no refiere al gran año de los estoicos, es decir al periodo que cubre un ciclo Hasta su muerte, en 1875, va
hasta ese extremo. Sin embargo, el descubrimiento del efecto de la radioactividad universal a partir del cual todos los acontecimientos históricos se a polemizar con los biólogos
sobre la temperatura del globo rehabilitó las teorías de Lyell, y la historia reciente, —sobre las teorías de
que le considera el fundador de la geología, ignora a la generación perdida de los
repiten). [...] Ahora hemos llegado al punto en que la historia de las
Darwin, que no puede
geólogos y de los físicos que creían que Lyell estaba equivocado. formaciones europeas alcanza el periodo en el cual un número reducido aceptar— y con los físicos,
de las especies actuales de testáceos poblaban los mares y los lagos, un sobre el tiempo.
periodo que hemos denominado Eoceno para recordar que se trata de la (Litografía de 1836, según
aurora del estado actual de la fauna. Aunque en aquel momento sólo un dibujo de J.-W. Wright.)
Un tiempo propio de En los trabajos de Lyell intervienen dos nociones de tiempo: en la existiera un número reducido de especies animales, hay buenas razones
la geología primera, el tiempo es un simple sistema de referencia pasivo destinado a para pensar que se encontraban perfectamente representadas todas las
establecer la cronología de la historia de la Tierra —es decir, a determi- grandes clases del reino animal tal y como las conocemos actualmente.
nar su origen o a renunciar a esta empresa por falta de pruebas [...] Cabía creer que las especies podían sobrevivir a revoluciones
contundentes—; en la segunda se trata de un proceso que permite completas de la superficie de la Tierra.» Las diversas citas de este texto
localizar determinados tipos de variaciones íntimamente ligadas a la se ordenan en realidad en torno a una estructura coherente. E n cada
historia de la Tierra en cualquier etapa de la misma, y que constituyen, caso, los elementos parciales se consideran variables y susceptibles de ser
en cierto sentido, una característica del tiempo propiamente dicho. creados o destruidos, mientras que el todo es inmutable y eterno. L a
¿Cómo se articulan estas dos nociones en el pensamiento de Lyell y interacción entre ambos se basa en un cambio cíclico: un «ciclo» de años
cómo creó a partir de ellas un tiempo propio de l a geología? Y más vinculado a una región, un gran año climático vinculado a la Tierra y
concretamente, ¿cómo combinó Lyell el tiempo religioso (historia sagra- «revoluciones» en la superficie del globo vinculadas a la evolución de las
da) y el tiempo humano (historia profana) para construir ese tiempo especies.
exclusivo de la geología y de los geólogos profesionales? El primer volumen de los Principios enumera una serie de causas del
Según Lyell, la Tierra puede considerarse eterna de facto, pues si cambio e ilustra de qué manera cada una de las causas destructoras
existe un origen, no queda el menor rastro de él. Esta ausencia de origen encierra su causa constructora correspondiente. Así por ejemplo, Lyell
puede explicarse por el hecho de que la Tierra es el resultado de la escribe a propósito de las corrientes marinas: «En el Mediterráneo, la
conjunción de fuerzas destructoras y creadoras complementarias. Mien- misma corriente que destruye rápidamente numerosas porciones de la
tras que las primeras (ríos, mareas, etc.) actúan en todo el globo, a través costa africana, entre el estrecho de Gibraltar y el Nilo, erosiona también
de procesos de erosión y de disolución, las segundas (sedimentación, el delta del Nilo y arrastra, en dirección este, los sedimentos de este gran
volcanes, etc.) redistribuyen esta materia informe que no conserva el río. Este fenómeno es sin duda alguna el causante de la rápida acumula-
menor rastro del estado en que se encontraba antes de la disolución. ción de aluviones que se produce en determinados puntos de la costa de
Cada una de las partes del globo muestra únicamente restos de los Siria. Asimismo, los volcanes subaéreos contribuyen aparentemente a
LOS ORIGENES DEL UNIFORMITARISMO D E LYELL: HACIA UNA N U E V A GEOLOGIA 440 441 LOS ORIGENES D E L UNIFORMITARISMO D E LYELL: HACIA UNA NUEVA GEOLOGIA

E l tiempo «catastrofista» defendido por estos geólogos suponía de


hecho la reconciliación entre los datos paleontológicos y geológicos, y la
Biblia. En efecto, si bien parecía difícil aceptar que todos los cambios
producidos en la superficie del globo se habían llevado a cabo en un
intervalo de seis mil años, la aceleración del tiempo en una época
anterior, con la consiguiente multiplicación de movimientos sísmicos,
volcanes, etc, salvaba la dificultad. Esta interpretación reservaba además
a la humanidad un lugar privilegiado en el proceso geológico. De esta
manera se alegaba que Dios había esperado que la Tierra estuviera en
reposo para poblar su superficie con seres humanos. A l defender la
existencia de un tiempo propio de la geología, Lyell negaba radical-
mente estos dos tiempos privilegiados.
A este respecto desarrolló dos series de metáforas, una se basaba en
las sociedades estadísticas en auge por aquel entonces, y la otra en la
imagen del «libro de la naturaleza», avalada por largos años de vigencia.
L a primera abordaba el problema de las grandes discontinuidades
observadas en el mundo de los fósiles, explicadas por la mayoría de
geólogos mediante cambios «catastróficos» producidos en el pasado.
Lyell argumentaba que sólo podia darse la fosilización allí donde
existían estratos sedimentarios en proceso de formación, y escribía al
respecto:
«Hemos visto que estos espacios cambian continuamente de lugar,
de manera que el proceso de fosilización, mediante el cual se conmemora
el estado del mundo orgánico en un momento dado, se encuentra, por
expresarlo de algún modo, en permanente movimiento, visitando una y
otra vez las distintas regiones. Para expresar mejor este modo de acción,
lo compararé con un caso prácticamente idéntico que podría producirse
en el transcurso de la vida humana. Supongamos que la mortalidad en
El mar abre un paso a ampliar la superficie de las tierras emergidas, mientras que los volcanes una amplia región provoca la desaparición de especies, mientras que la
través del pórfiro duro, o la submarinos provocan la subida del nivel del mar y anulan la acción de natalidad se traduce en la aparición de nuevas especies. Durante estas
fuerza destructiva del agua.
En cuanto a la fuerza los anteriores.» fluctuaciones progresivas, supongamos que unos estadistas van visitando
constructiva, se puede La afirmación de Lyell según la cual existe una serie determinada de las distintas zonas geográficas con objeto de contabilizar exactamente el
observar en los grandes cosas que no cambian nunca —la masa de tierra emergida, la intensidad número, el nombre y todas las particularidades de sus habitantes,
deltas, en donde la
de la actividad volcánica, etc.— contradecía directamente, según sus dejando en cada distrito un registro completo de los resultados de estas
acumulación de limo provoca
la formación de islas. El mar contemporáneos, los hechos geológicos observados y se encontraba muy observaciones. Si, una vez finalizado este censo, se inicia otro inmediata-
como perito en contabilidad. alejada del tipo de tiempo que, con toda probabilidad, podría haberse mente y siguiendo las mismas pautas, y así sucesivamente, cada zona
(Grabado de Lee, in C. asociado a la revolución industrial, en pleno apogeó cuando Lyell contará con una serie de documentos estadísticos. Si se ordenan crono-
Lyell, Principios de
geología, vol. 1, 1830.) formuló sus ideas. L a armonía y el equilibrio ineluctable entre la lógicamente todos los censos relativos a una misma zona, el contenido
creación y la destrucción eran contrarios a los hechos de los que de un censo con respecto al de los demás difiere en virtud de los
disponían los contemporáneos de Lyell. Algunas de estas contradiccio- intervalos transcurridos entre la fecha de realización de cada uno. Si, por
nes se deducían del esquema global, otras del lugar que ocupaba la ejemplo, se han estudiado sesenta zonas diferentes y todos los datos
humanidad en dicho sistema. En pocas palabras, el problema esencial recogidos eri un periodo de un año se renuevan anualmente, el número
era que, a pesar de que Lyell afirmara que las «causas presentes» de nacimientos y de muertes, en relación con el total de la población,
explicaban todos los acontecimientos geológicos pasados, parecía difícil sería tan reducido que el total de individuos mencionados sería práctica-
creer que las enormes cadenas montañosas todavía se encontraran en mente el mismo. Pero si, por el contrario, la inspección de estas sesenta
proceso de formación. L a naturaleza nos había legado una serie de zonas, ocupara a todos los estadistas durante un año completo, de
monumentos que constituían para todos vestigios de un cataclismo de forma que una zona sólo se examinara por segunda vez al cabo de
proporciones inimaginables. L a observación de los fósiles demostraba sesenta años, existiría una discordancia casi total entre las personas
que habían desaparecido especies enteras en un abrir y cerrar de ojos. inscritas en una misma zona en dos censos consecutivos.» Pueden
Era impensable que enormes continentes surgieran del mar a razón de producirse algunas divergencias debido a enfermedades y migraciones,
algunos centímetros por siglo: consecuencias impresionantes exigían pero la mayoría se debe a que:
causas impresionantes. L a mayoría de geólogos se inclinaba por la «Los estadistas deben visitar supuestamente las diferentes zonas de
hipótesis según la cual, en su juventud, el globo terrestre había desplega- forma sucesiva, mientras que el modo de acción en el cual está basada la
do una mayor actividad. L a imagen de una Tierra inicialmente activa, fosilización de los restos orgánicos, a pesar de que varía de un punto a
antes de alcanzar el sosiego de la madurez aparecía a menudo en las otro, responde a un proceso muy irregular», de manera que «la falta de
teorías de los rivales de Lyell, los catastrofistas. continuidad en las series puede adquirir proporciones infinitamente
LOS ORIGENES D E L UN1FORMITARISMO D E LYELL: HACIA UNA NUEVA GEOLOGIA 442 443 LOS ORIGENES D E L UNIFORMITARISMO D E L Y E L L : HACIA UNA N U E V A GEOLOGIA

grandes y [...] los monumentos geológicos que aparecen como conse- que supuestamente se escribieron en dicha lengua unos diez siglos antes.
cuencia inmediata no tienen por qué ser equidistantes desde el punto de Si resultara que no puede adivinar el significado de las nueve décimas
vista cronológico». partes restantes ¿no se vería impelido a admitir que, durante esos mil
La discontinuidad aparente es pues el resultado de una escasez de años, la lengua se ha mantenido inalterada! Pero, si consiguiera com-
conocimientos y no corresponde a una discontinuidad real. Por extra- prender sin gran esfuerzo la mayor parte de los textos de los documen-
polación, el aspecto extremadamente accidentado del globo terrestre tos antiguos, estaría convencido de que en el intervalo de diez siglos la
resulta de la forma en que la Tierra escribe su propia historia y no de las lengua ha experimentado profundas modificaciones. [...] Asimismo, si un
fluctuaciones producidas en el transcurso del tiempo de la naturaleza y estudioso de la naturaleza que, al examinar por primera vez los indicios
de la intensidad de las fuerzas que la rigen. de cambios sufridos por el globo terrestre, sólo observa una décima
Veamos a continuación la segunda metáfora utilizada por Lyell para parte de los procesos superficiales, subterráneos o submarinos que se
explicar la aparente disimetría entre el pasado y el presente. Esta desarrollan actualmente en la Tierra, creyera que comprende el significa-
metáfora pone de manifiesto la posición central que ocupa la humani- do de los signos de por lo menos la mitad o de todos los cambios que
dad en la geología de Lyell y en el conjunto de cuestiones que plantea. tuvieron lugar en esas regiones cientos o miles de siglos antes, podría
Hace referencia a una imagen consagrada por un uso generalizado en declarar sin vacilación que las antiguas leyes de la naturaleza han sido
los textos científicos: el concepto de «libro de la naturaleza». Muchos modificadas.»
escritores han desarrollado este tema particularmente rico. Para la L a lógica de este fragmento no se caracteriza tal vez por su claridad
teología natural, combatida por Lyell, el «libro de la naturaleza» era el inmediata —y no debe sorprender que se eliminara de las últimas
complemento perfecto de la Biblia. Lyell, por su parte, abordó este tema ediciones—. En realidad, Lyell pretende explicar que nuestros conoci-
de la siguiente manera: mientos acerca del «libro de la naturaleza» se circunscriben a los
«Por ello, si no se hubieran descubierto lugares que dan fe de la procesos que se llevan a cabo en las tierras emergidas y únicamente a
existencia de extraordinarias variaciones químicas y mecánicas, produci- una pequeña parte de los mismos^ Según él, si a partir de estos conoci-
das en un periodo anterior como consecuencia de un importante empu- mientos intentáramos reconstruir la historia de la Tierra, obtendríamos
je, de un calor intenso y de otras modificaciones muy distintas de las que un pasado muy diferente —dado que las pocas causas que conocemos
se produjeron en la superficie, se podría presentar un argumento deci- serían las únicas en que se inspiraría dicha reconstrucción—. E n la
sivo contra aquellos que no se contentan con las pruebas aportadas primera metáfora, la Tierra sólo conserva una muestra limitada y
hasta ahora para defender la variabilidad de la naturaleza. Con el fin de aleatoria de su propia evolución. Aquí sólo tenemos acceso a una
dejar las cosas claras, que el lector suponga que sólo posee una décima muestra limitada y aleatoria de las palabras contenidas en el «libro de la
parte de las palabras de cualquier lengua viva y que encuentra libros naturaleza».
Para defender su concepción del tiempo geológico contra las apa-
riencias contrarias, Lyell subraya, en primer lugar, que dichas aparien-
cias son necesariamente engañosas si su sistema es válido y, en segundo
lugar, que los geólogos de su época no tienen los conocimientos suficien-

Fisura profunda en las


cercanías de Polistena,
causada por el temblor de
tierra de 1783 (Calabria) y
Vista del Valle del Bove
desde la cima del Etna en
1828; los pequeños conos y
cráteres que se ven abajo
forman parte de los que se
crearon durante las
erupciones de 1810 y 1811.
La superficie de la Tierra
desciende con los temblores
de tierra y se eleva con los
volcanes: la Tierra como
perito en contabilidad.
(Grabados in C. Lyell,
Principios de geología, del
vol. 1 y del vol. 3,
respectivamente, 1830-1833.)
LOS ORIGENES D E L UNIFORMITARISMO D E LYELL: HACIA UNA NUEVA GEOLOGIA 444 445 LOS ORIGENES D E L UNIFORMITARISMO D E LYELL: HACIA UNA NUEVA GEOLOGIA

tes para explicar los cambios del pasado. Observamos que hasta ahora de hechos. Uno de nuestros poetas, al referirse a las fluctuaciones
Lyell ha negado toda posible relación entre el tiempo religioso y el incesantes de nuestro lenguaje desde tiempos de Chaucer, se lamenta así:
tiempo geológico, rechazando la hipótesis de la existencia del origen de «Escribimos eñ la arena, el lenguaje evoluciona
la Tierra y recurriendo a un nuevo tiempo geológico para proteger sus Y como la marea, nuestra obra desborda.»
ideas contra los posibles ataques procedentes de argumentos relativos a Qué diferencia con el futuro: «Cada año nos acercamos más al
la observación de los fenómenos geológicos. Una vez alcanzado este momento en que hechos nuevos procedentes de una generación de seres
punto de su razonamiento, está convencido de que ha sentado las bases
humanos, por muy importantes que éstos sean, sólo aportarán una
de una verdadera ciencia de la geología —hace hincapié, además, en el
contribución irrisoria al conjunto de conocimientos ya adquiridos; y
contraste que existe entre su propio lenguaje, rebosante de verdad, y el
cuando llegue ese momento, aquellos que no tengan la oportunidad de
falso lenguaje de los catastrofistas—: «Consideramos que estos temas
viajar o de permanecer en constante relación con personas que se
constituyen el alfabeto y la gramática de la geología; no porque ofrezcan
dediquen a la verdadera observación no sufrirán la misma desventaja.»
la clave para la interpretación de todos los fenómenos geológicos, sino
Ahora estamos en condiciones de unificar las concepciones formula-
porque constituyen la trama a partir de la cual abordaremos cuestiones
más generales relativas a los complejos resultados que pueden deducirse das por Lyell de la historia de la geología y de la historia de la Tierra.
de las causas de cambio que actúan en el intervalo indeterminado de las En el pasado, el saber se desarrollaba de manera catastrofista y los
edades.» análisis se formulaban en términos de catástrofes; ahora y en el futuro, el
saber se desarrollará de manera uniforme y los análisis se formularán en
Para defender su concepción del tiempo, dirigió sus esfuerzos en dos
términos de cambios regulares y continuos. Lyell confirma este aserto
direcciones: por una parte, hizo todo lo posible para que la geología se
con las siguientes palabras: «La relación entre la doctrina de las catás-
desarrollara como disciplina, tratando de atribuirle el mismo tiempo que
trofes sucesivas y la degeneración repetida del carácter moral de la raza
había utilizado para descifrar la historia de la Tierra; y por otra,
humana es más profunda y natural de lo que podríamos creer a simple
presentó una serie de argumentos destinados a combatir la idea según la
vista.» L a geología de Lyell, que emana de esta simetría casi perfecta
cual el tiempo geológico se había modificado, de una forma o de otra,
entre el pasado de la geología y el pasado de la Tierra, encierra una
con la aparición del hombre —se había calmado o transformado con su
poderosa fuerza moral: el lector advierte que todo iría mucho mejor si el
presencia.
tiempo al que se ha ceñido la naturaleza sirviera también de base a la
Según Lyell, así como la historia pasada de la geología se interesa sociedad humana.: Así, el mismo tiempo que sirve para defender la
por las catástrofes, la historia pasada de la disciplina es «catastrofista». investigación geológica contra el dogma religioso (mediante la separa-
Se trata de «la historia de una lucha constante y violenta entre las ción del tiempo religioso y del tiempo geológico, basada en que este
opiniones nuevas y las doctrinas antiguas, consagradas por la confianza último se interesa por los orígenes a diferencia del primero) serviría,
implícita de muchas generaciones y supuestamente basadas en la autori- asimismo, para definir la evolución de la historia de la nueva disciplina
dad de las escrituras». Lyell no abandona su concepción del tiempo por oposición a la evolución de la teoría religiosa.
geológico, ni siquiera cuando centra su atención en los geólogos. Una
En los Principios, encontramos una última aplicación del nuevo
serie de causas sencillas ejercen su acción casi imperceptible, dada su
tiempo utilizado por Lyell para elevar la geología al rango de disciplina.
lentitud, tanto sobre la Tierra como sobre los científicos: «Al tomar en
Se trata de resolver el problema de la virtual modificación de la escala
consideración estos aspectos, se desprende lenta y paulatinamente el
espíritu de las representaciones imaginarias de catástrofes y de confusión
caótica que atormentaban la imaginación de los primeros
;
cosmogonistas.» Para tener una idea más precisa de la duración del
El tiempo y las ciencias
periodo al que hace alusión, podemos recurrir a su siguiente afirmación
proto-jungiana: «Las supersticiones de una tribu no civilizada se propa- L a geología fue la primera ciencia que, ya a partir de principios del siglo xix,
gan sucesivamente por los distintos estratos de la sociedad, hasta que, al centró sus estudios en el tiempo. Desde Lyell hemos asistido a tres fases principales,
en cada una de las cuales la ciencia dominante en ese momento se ocupó del tiempo
enfrentarse a la mente del filósofo, ejercen sobre él una poderosa de una manera o de otra. Charles Darwin (1809-1882) fue el primero en tomar el
influencia.» Así, la historia catastrofista de la geología es en sí misma relevo y ello ocasionó una serie de debates acerca del papel del tiempo histórico en la
objeto de un cambio lento e imperceptible. Las dos formas de tiempo ciencia —Darwin se negó a considerar el problema del origen, como ya había hecho
(catastrofista y uniformitarista) rivalizan tanto en el ámbito de la Lyell—. A continuación, la segunda ley de la termodinámica asignó un tiempo
histórico a la historia del universo: los cuerpos astronómicos ya no podían contem-
historia de las ideas geológicas como en el de la historia de la Tierra. plarse como sistemas autorregulados de edad probablemente infinita, dado que la
Nuestra interpretación de la historia de la geología, así como del «libro entropía aumentaba con el tiempo y, por consiguiente, todos los sistemas presentaban
de la naturaleza», va aumentando constantemente su grado de uniformi- una tendencia a la desorganización. Por último, con la teoría de la relatividad y con la
tarismo. Volviendo al lenguaje metafórico, Lyell pone de manifiesto este mecánica cuántica, la física pasó de nuevo a primer plano: observadores ubicados en
sistemas de referencia distintos ordenan de forma distinta los acontecimientos, y un
cambio de naturaleza de la historia geológica. Durante una conferencia acto de observación presente puede engendrar acontecimientos que se producen en el
ofrecida a la alta sociedad londinense, alude al estado primitivo («catas- pasado —todo ello trastoca completamente la noción inmediata de presente y
trófico») de la geología: «Mientras la ciencia se encontraba en un estado pasado—. Mientras que la geología y la biología tendieron a negar la especificidad del
muy fluctuante, el filósofo, de.seoso de descubrir la verdad, prefería presente y el papel protagonista de la humanidad, la astronomía y la física atribuye-
ron al presente una nueva especificidad y al observador consciente una nueva posición
naturalmente penetrar en el campo de la investigación original en lugar central. En otras palabras, la geología y la biología destruyeron el tiempo religioso,
de dedicarse a su labor literaria y daba prioridad a la comparación y a mientras que la astronomía y la física crearon un tiempo nuevo, propio de la religión
la clasificación de observaciones imperfectas y de una colección limitada de la ciencia.
LOS ORIGENES D E L UNIFORMITARISMO D E LYELL: HACIA UNA NUEVA GEOLOGIA 446 447 LOS ORIGENES DEL UNIFORMITARISMO D E LYELL: HACIA U N A NUEVA GEOLOGIA

cronológica desde la creación del hombre. Contrariamente a todos los modificación futura de una determinada situación presente, que no sea
demás elementos de la teoría geológica de Lyell, el hombre irrumpe en compatible con la analogía, a menos que sea el resultado del desarrollo
la Tierra en un instante muy preciso y, lo que aún es más, ese instante se progresivo del poder humano o de nuevas relaciones entre el mundo
sitúa hace seis mil años, es decir, exactamente la fecha en la cual los material y moral. Asimismo, debemos admitir que, cuando especulamos
fundamentalistas bíblicos sitúan el origen absoluto de la Tierra, incluida acerca de las vicisitudes de la creación de la materia viva e inanimada en
la presencia humana. E l hombre no sólo protagoniza una aparición tiempos antiguos, no existe ninguna razón para creer que se producirán
singular, sino que suscita la aparición de la singularidad como tal. Así, resultados anormales^ a menos que aparezcan claramente indicaciones
en lo que respecta a los híbridos, con formas exteriores que revelan una de otra forma moral de modificación temporal.»
variabilidad extrema (y, por consiguiente, un ritmo de cambio demasia- Los dos argumentos relativos al tiempo humano pueden resumirse
do rápido para su geología), Lyell observa: «Se demuestra fácilmente de la siguiente manera: en la medida en que existe una interacción entre
que esta diversidad extraordinaria tenía pocas posibilidades de producir- la humanidad y el tiempo geológico, su parte animal es la que participa
se y, de no haber existido ningún tipo de civilización, ninguna secuencia en la «economía de la naturaleza» (expresión muy utilizada por Lyell),
imaginable de accidentes, hubiera conseguido perpetuarla a lo largo de mientras que su parte civilizada interviene a otro nivel y suscita la
numerosas generaciones. Podemos contemplarla como un caso extremo aparición temporal de anomalías en el «libro de la naturaleza».
resultado de la intervención humana, pero no como un fenómeno que En general, hemos visto que el trabajo de base de Lyell, destinado a
indica una capacidad infinita de transformación del mundo natural.» la creación de un tiempo geológico, pone en juego una serie de separa-
A l aceptar que la humanidad influye en el tiempo hasta el extremo ciones radicales. Si bien el tiempo del origen pertenece a la religión, el
de que éste parezca irreversible y rápido (e incluso «catastrófico»), Lyell resto del tiempo (de hecho, su totalidad) pertenece al geólogo. Si bien los
subraya mejor la uniformidad de la realidad subyacente. En general, la cambios catastrofistas proceden de la historia de las ciencias de la Tierra
humanidad tiende no sólo a leer, sino también a escribir erróneamente el antes de que Lyell fundara la geología, la nueva disciplina es uniformita-
«libro de la naturaleza», cayendo en los mismos errores en cada caso. rista. L a influencia «moral» de la humanidad se ejerce fuera del ámbito
Para reducir al máximo la influencia de la humanidad, Lyell recurre a del tiempo geológico y es totalmente reversible, mientras que su influen-
dos estrategias: asimilarla a lo natural y atribuirle otro nivel de existen- cia «física» se encuentra totalmente comprendida en ese tiempo. Ello
cia. justifica la creación de un tiempo único, adaptado a la historia de la
En virtud de su primera estrategia, Lyell observa que los cambios Tierra, al desarrollo de las ciencias de la Tierra y a la evolución huma-
introducidos por la humanidad no dejan de ser cambios naturales. L a na; se trata de un tiempo cuyo estudio incumbe al geólogo.
humanidad lleva a cabo su labor de siembra desde lejos, pero la simiente
se esparce por la acción del viento o de un ave migratoria. L a naturaleza Una vez creado un tiempo geológico independiente del religioso,
supervisa el proceso, organizando la flora y la fauna en «naciones»: nada ¿cómo creó Lyell una causalidad propia de la geología? Dos eran los
sobrevive mucho tiempo fuera de su nación. Este aspecto «natural» de la objetivos que tenia en mente: el primero, el argumento en virtud del cual
humanidad se opone radicalmente a su aspecto civilizado, como explica la búsqueda de la causa última estaba relacionada con la voluntad
Lyell en el siguiente fragmento: divina en la Naturaleza, y el segundo, el argumento por el cual la base
«Si el género humano fuera hoy destruido en su totalidad, a excep- de la causalidad científica era la causalidad física, dado que la física era
ción de una sola pareja que habitara el nuevo o el antiguo continente, la ciencia dominante.
Australia o incluso una isla de coral del Mar Pacífico^ cabe pensar que
sus descendientes, aunque no más ilustrados que los. insulares de los
mares del Sur ni que los esquimales, se multiplicarían al filo de los siglos Proseguiremos nuestra disertación comparando la obra de Lyell con Creación de un saber
por toda la Tierra, ya fuera por la tendencia de la población a aumentar dos de los escritos inspirados en l a teología natural y publicados en propio de la geología
en una zona determinada, por encima de los medios de subsistencia de Inglaterra en los años 1830 bajo el nombre de Tratados de Bridgewater.
dicha zona; ya fuera por medio del transporte accidental de canoas Se trataba de una importante serie de textos redactados por eminentes
impulsadas a costas lejanas por las mareas y por las corrientes. [...] Sin científicos de todas las disciplinas, en virtud de las disposiciones del
darnos cuenta contribuimos, como ellos (los animales inferiores), a legado del noveno conde de Bridgewater. E l conde había hecho fortuna
ampliar o a limitar la distribución geográfica y el número de algunas con la habilitación de canales situados en el norte industrial de Inglate-
especies, siguiendo las leyes generales de la economía de la naturaleza, la rra y había dilapidado la mayor parte de la misma con gran desenvoltu-
mayoría de las cuales nos resultan inaccesibles.» Así, tanto la prolifera- ra; sin embargo, en su testamento había previsto la publicación de una
ción de la humanidad, como su capacidad de actuar como agente de serie de obras piadosas. E l presidente de la Academia de las ciencias, con
dispersión, son totalmente naturales y se encuentran bajo el control de ayuda del obispo de Londres y del arzobispo de Canterbury, eligió a
la naturaleza. ocho hombres de ciencia que se encargaron de ensalzar «la potestad, la
La humanidad posee sin embargo otra característica: su facultad de sabiduría y la bondad de Dios, manifestadas en la Creación, ilustrando
transformar temporalmente el paisaje y las especies. Teniendo en cuenta de forma representativa todos los argumentos razonables». Charles
este aspecto, Lyell elaboró una segunda estrategia destinada a reducir al Babbage, inventor de un precursor del ordenador, escribió un no-
máximo la influencia de la humanidad: la hipótesis de partida es la total veno tratado renegador, al margen del legado. Todos los tratados
separación entre la humanidad civilizada y la naturaleza. Los cambios de la serie se basan en el razonamiento según el cual la existencia de
realizados por la humanidad «no son de tipo físico sino moral... U n Dios queda probada por el carácter perfectamente ordenado de la
hecho apenas discutible es que no tenemos derecho a prever una creación, e incluso las anomalías pueden concebirse como la expresión
LOS ORIGENES D E L UNIFORMITARISMO D E LYELL: HACIA UNA NUEVA GEOLOGIA 448 449 LOS ORIGENES DEL UNIFORMITARISMO DE LYELL: HACIA UNA NUEVA GEOLOGIA

de una voluntad inteligente. Aunque, supuestamente, dichos tratados sigue al anuncio del primer versículo.» Así, la primera noche «puede
debían abordar todas las ciencias, la mayoría contiene largos capítulos interpretarse como la conclusión del tiempo indefinido inmediatamente
que versan sobre geología, por aquel entonces en plena expansión. A posterior a la creación primordial anunciada en el primer versículo»,
continuación examinaremos el tratado del reverendo William Buckland, mientras que el segundo versículo «puede designar geológicamente la
dedicado a la geología, con objeto de profundizar en la causalidad destrucción del tiempo indefinido y las ruinas de un mundo anterior. En
religiosa que Lyell combatía, y seguidamente nos ocuparemos de Babba- este punto temporal intermedio, concluyen los periodos geológicos
ge, lo que nos ayudará a penetrar en la causalidad física, cuya prioridad indeterminados y se inicia una nueva serie de acontecimientos...».
rechazaba el fundador de la geología. Por consiguiente, la Biblia, al igual que la obra de Lyell, están
literalmente en lo cierto... en lo que a la edad de la Tierra se refiere.
En cuanto al «libro de la naturaleza», Buckland estima que también
éste es literalmente exacto. Según él, «el estudio de estos vestigios
La importancia de la geología en el siglo xix
constituirá nuestro principal objeto de investigación, así como el más
L a geología era, con diferencia, la disciplina científica que dominaba en esa instructivo, puesto que en ellos encontraremos la gran llave maestra que
época. Aimé Boué resume esta enorme expansión con las siguientes palabras: «Si nos abrirá las puertas de la historia secreta de la Tierra. Se trata de
comparamos el número de obras publicadas en 1833 con las publicadas en 1830, 1831 documentos que contienen las pruebas de revoluciones y catástrofes
y 1832, las proporciones aproximadas que obtenemos son 300, 450, 500 y 900»
(Bulletin de la Società géologique de France, 1833). En 1833, según el Echo du Monde muy anteriores a la creación de la raza humana; abren el libro de la
savant, se publicaron en Francia muchas más memorias dedicadas a geología y a naturaleza y multiplican los volúmenes de la ciencia (gracias) a los
paleontología que a todas las demás ciencias juntas: «Ciencias físicas y naturales (por recientes descubrimientos de la geología». A propósito de los árboles
ejemplo astronomía, fisica, magnetismo, meteorología, química, hidrografía e historia
natural): 144 obras, 276 memorias; paleontología y geología: 61 obras, 414 memorias»
petrificados que observó en una mina de carbón de Bohemia, escribe
[Echo du Monde savant, 20 de junio de 1834). La misma tendencia se manifestaba en que le parecen «poco deteriorados por las innumerables eras transcurri-
Inglaterra. das; y presentan las huellas exactas de los sistemas de vegetación
desaparecidos, que existieron en una época de la cual estas reliquias son
El Echo du Monde savant permite seguir paso a paso las peregrinaciones de los historiadores infalibles». U n simple canto liso y redondeado se encuen-
geólogos parisienses. «Este año en París, los sábados y los domingos son días
eminentemente geológicos. Los sábados: a las 9 de la mañana, M . Brongniart inicia su
tra «cargado de huellas de acontecimientos físicos». Mientras que, para
clase de mineralogía geológica en el Muséum; a las 9, M . Boué imparte su clase Lyell, la naturaleza es profundamente, y tal vez irremediablemente,
particular en la rué Guénégaud; a las 2, M . Élie de Beaumont ocupa su cátedra del desconocida, para Buckland es, por sí misma, totalmente conocida.
Collège de France; a las 7 de la tarde, M . Boué imparte su clase pública en la Société Según este último, el «libro de la naturaleza» es infalible y contiene las
de civilisation; y a las 8, encontramos a M . Rozet en el Athénée. Los domingos: M .
Constant-Prévost y M . Boué dirigen, cada uno por su lado, a su tropa, armada con
huellas indiscutibles de la voluntad de Dios, que garantiza el verdadero
martillos, bastones y sacos para rocas, que siembra, por doquier, el terror de la vínculo entre los acontecimientos geológicos; el Libro falible de Lyell,
República, o los cimientos del seminario, mientras M . Boué explica, de 3 a 4, en el por su parte, desfigura estas mismas huellas.
salón de la Société, las relaciones geológicas entre los terrenos de Europa a aquellos Para comprender mejor cómo descifra Lyell este Libro falible,
que, para no lanzarse a la conquista de pueblos ni a la dureza de los caminos,
prefieren viajar sobre los mapas que despliega ante ellos M . Boué. Sin embargo, cabe examinaremos su reacción ante el determinismo de Laplace adoptado
decir que los sábados acaban de perder a M . Rozet y los domingos a M . Boué, ya que por Babbage. Según Laplace, «una inteligencia que, en un momento
estos dos geólogos dieron por terminadas sus preciosas conferencias la semana dado, conociera todas las fuerzas que animan la naturaleza y la situa-
pasada; pero, como contrapartida, las clases inminentes de M . Cordier garantizarán ción respectiva de los seres que la componen, si fuera, además, lo
los sábados una sesión geológica, y las excursiones de M . Élie de Beaumont, que se
organizarán próximamente según se ha anunciado, animarán los domingos con una suficientemente vasta para someter estos datos a análisis, englobaría en
nueva pandilla de recolectores de rocas» {Echo du Monde savant, 10 de abril de 1834). la misma fórmula los movimientos de los cuerpos más grandes del
universo y del átomo más ligero: nada resultaría incierto para ella, y el
presente, así como el pasado, aparecerían claramente ante sus ojos». E l
noveno tratado de Bridgewater, fruto de la pluma de Babbage, prestaba
Si consideramos la obra de Buckland como representativa de la
mucha atención a este tipo de determinismo, que imitaba el funciona-
opinión de las autoridades religiosas de las altas esferas eclesiásticas (por
miento de las calculadoras que podían programarse para llevar a cabo el
oposición a los fundamentalistas), observamos que en dichas esferas
equivalente numérico de un milagro, con la única condición de que el
existía una predisposición a seguir a Lyell hasta un cierto punto; pero
algoritmo fuera bastante complejo. E l autor escribía: «Incluso el aire es
sin llegar al extremo de poner en duda la infalibilidad de la Biblia o del
una extensa biblioteca», ya que, cuando hablamos, «las ondulaciones del
«libro de la naturaleza». Buckland alude con frecuencia a los trabajos de
aire que provocamos recorren la Tierra y la superficie de los océanos, y,
Lyell y admite el principio de una Tierra que ha atravesado por un
en menos de veinte horas, cada uno de los átomos de la atmósfera
número indefinido de eras. Con el fin de reconciliar a Lyell con el Libro
adopta un movimiento degradado, debido a esta fracción infinitesimal
del Génesis, recurre a dos métodos. E l primero, que ha sobrevivido
del impulso primitivo que ha llegado hasta ellos a través de innumera-
hasta nuestros días, consiste en reconocer «que no existe ninguna
bles canales y que seguirá influyendo en su comportamiento futuro».
objeción crítica ni teológica válida que impida atribuir a la palabra
Según Babbage, si conociéramos la posición original de cada uno de los
«día» el significado de «largo período». Buckland propone entonces una
átomos de la atmósfera, podríamos determinar toda su vida futura. U n
interpretación más literal: «No será preciso proceder a esta ampliación
asesino está marcado por el crimen que ha cometido, «un movimiento
del significado, destinada a reconciliar el texto del Génesis con la
resultante del propio esfuerzo muscular desarrollado para cometer el
apariencia física, si conseguimos probar que el tiempo indicado por el
crimen». Para un oído muy sensible, «todas las palabras acumuladas
fenómeno geológico puede situarse en el intervalo indeterminado que
LOS ORIGENES D E L UNIFORMITARISMO D E LYELL: HACIA UNA NUEVA GEOLOGIA 450 451 LOS ORIGENES D E L UNIFORMITARISMO D E LYELL: HACIA UNA NUEVA GEOLOGIA

pronunciadas desde la creación del género humano resonarán simultá- se situaba a un nivel apenas superior al de un guarda de zoo o al de un
neamente en este órgano». domador de tigres. Esta intolerable vanidad, esta falta de sensibilidad
Lyell, tras haber recibido un primer manuscrito de la obra de ante la unidad y la magnificencia de la naturaleza, ante la estructura
Babbage, emitió, acerca de estos fragmentos, una serie de críticas que incomparable de los cuerpos terrestres y ante la belleza de las leyes de la
insistían, como en el caso de la voluntad divina, en la falibilidad del vida orgánica fueron tal vez la consecuencia y la causa del escaso
«libro de la naturaleza». Así, escribió a su amigo: «Si es cierto que todos desarrollo de las ciencias naturales durante los dos siglos precedentes.
los sonidos permanecen en el aire, extremo sobre el cual no puedo evitar Los hombres dotados de un genio sagaz y exuberante eran conducidos
tener mis dudas, es preciso aportar algunas precisiones en atención a los de forma natural a invertir su capital intelectual en investigaciones que
ignorantes [...]. ¿Podemos calificar al aire de historiador, cuando no es les ofrecían casi todas las garantías de obtener intereses sustanciales en
más que un depositario mudo que nadie ha conseguido leer ni escuchar? términos de reputación; y cabe reconocer que el cultivo de los campos
¿Acaso los círculos concéntricos del agua no acaban por desaparecer? E l más ricos de la ciencia se dejó durante mucho tiempo al cuidado de
lector medio (al cual van dirigidas sus obras) se sentirá contrariado si no trabajadores muy modestos.»
se le explica la razón de que las ondulaciones propagadas en un medio En este fragmento, encontramos la misma evolución que hemos
resistente no acaben por desaparecer, de que no se combinen con otras observado en la obra de Lyell a lo largo de todo este capítulo, es decir,
para formar sonidos, notas y palabras nuevas». E n pocas palabras, no -el auge de una nueva forma de saber propia de los sabios naturalistas,
sentía mucho aprecio por el libro y se pronunció en contra de su basada en la apreciación de la belleza de la naturaleza y de sus leyes, con
publicación. vistas a desarrollar la disciplina de las ciencias naturales que, de no ser
Babbage constituye indudablemente un caso extremo de adhesión al así, se hubiera visto condenada a languidecer a la sombra de otras
determinismo total, muy extendido en esos momentos. Buckland y formas dominantes del saber, en este caso, de las matemáticas y la física.
Babbage, cada uno a su manera, se erigieron en juglares de la esencia
totalmente cognoscible del «libro de la naturaleza». Uno amenazaba con
incorporar la geología a la teología y el otro a la física. Pero, ¿cómo
Para comprender mejor el origen de la profesión, examinaremos un La profesión de
logró Lyell adoptar una concepción del trabajo del geólogo que le
trabajo en el cual el vínculo se encuentra explicitado con sobrada geólogo
permitiera conocer la naturaleza sin convertirse por ello en teólogo ni en
claridad, la obra de un geólogo francés de esa época, Léonce Élie de
físico?
Beaumont, y lo compararemos con el de Lyell. Pero antes que nada
Para Lyell el papel de intérprete de la naturaleza es un papel clave:
leamos unas notas redactadas por de Beaumont con ocasión de una
Dios y la naturaleza son ambos fundamentalmente incognoscibles y el
conferencia preliminar sobre geología, celebrada en el Collège de France
sabio sólo puede penetrar sus misterios en un momento epifánico de
en 1839:
extrema perspicacia. Lyell alude a este momento en una cita del historia-
«Hoy que ya podemos llegar a San Petersburgo en cinco días, a
dor alemán Neibuhr: «El que devuelve a la existencia algo que había
Constantinopla en ocho o en diez días y a Nueva York en catorce; hoy
desaparecido experimenta una felicidad parecida a la que procura la
que con el telégrafo eléctrico podemos hablar por signos a una distancia
creación.» Cualquier tentativa humana, procedente o no de una motiva-
de cientos de leguas; asistimos al inicio de una nueva era en la cual la
ción religiosa, destinada a elaborar un método más directo para leer o
población de cada uno será mucho más grande que hasta ahora, porque
escribir el libro de la naturaleza merece el más profundo desprecio. A l
han aumentado mucho las posibilidades de desplazamiento y han
igual que los poetas románticos (por ejemplo, John Keats en su oda On
disminuido mucho los inconvenientes que suponía alejarse del hogar.
a Grecian Urn [1820] o lord Byron en el Childe Harold's.Pilgrimagé), Lyell
Vivimos un momento en el cual la población de un geólogo será el
califica a la captura de la tensión entre el instante fugitivo y las edades
globo terráqueo. Ahora un filósofo ya puede llamarse a sí mismo
eternas de respetable y sublime; así pues, todo aquel que viera «el fulgor
ciudadano del universo.» A continuación ofrece una lista «de hombres
de las nieves en la cima del Etna, que emerge con frecuencia y por breves
ilustres agrupados por constelaciones» y concluye así su conferencia:
instantes de entre las nubes antes de que éstas la devoren de nuevo»,
«Buffon puso punto final a la etapa heroica de la geología, durante la
captaría «la concepción más exaltada de la antigüedad de la montaña».
cual cada uno creaba su sistema completo. H a resultado imposible
Lyell, al establecer un vínculo entre su tiempo geológico y una teoría
seguir adelante sin poner la geología al alcance de otros muchos y, por
romántica del conocimiento, lo libera por fin de la tutela del teólogo y
consiguiente, hacer de ella un oficio dotado de sus propias reglas.» En
del físico. De esta manera, abre las puertas de una grandeza similar a la
una nota referida a esta frase, precisa: «Es después de él y no a través de
que se ensalza en el siguiente análisis de la contribución del geólogo
él como la geología se ha unido al grupo de las ciencias académicas, que
francés Georges Cuvier, publicado en 1936:
ve engrosadas gradualmente sus filas con los trabajos sucesivos de una
«El matemático y el físico se han reservado el mejor lugar en el
serie de individuos. Se trata de la aplicación del principio de la división
templo de la ciencia y han expulsado prácticamente de su recinto al
del trabajo.»
coleccionista y al clasificador. Han supuesto que la grandeza y el
En 1834 se celebró una conferencia similar, titulada «Especialidad de
alejamiento ennoblecen a los objetos materiales y revisten de sublimidad
la geología deducida de la especialidad del tipo de vida de los geólogos».
a las leyes que los rigen, han dado por sentado que las acciones
A continuación citamos algunas notas de dicha conferencia:
imponderables e invisibles de la naturaleza constituyen materia de
«Plan de la ciencia geológica deducido del orden que se establece por
investigación más delicada que los objetos groseros que podemos sabo-
sí mismo en el trabajo de los geólogos. [...] De las distintas categorías de
rear, tocar y acumular, y, como consecuencia de ello, han despreciado
sabios, el geólogo es el que se ve más obligado a desplazarse. [...] Esta
durante mucho tiempo al devoto y humilde naturalista que, a sus ojos,
circunstancia se traduce en una categoría distinta a las demás por el
LOS ORIGENES DEL UNIFORMITARISMO D E LYELL: HACIA UNA NUEVA GEOLOGIA 452 453 LOS ORIGENES D E L UNIFORMITARISMO D E LYELL: HACIA U N A NUEVA GEOLOGIA

mero hecho de exigir una presencia de ánimo muy especial. [...] L a influencia humana es nueva y anormal, deberíamos considerar cuidado-
geología es la ciencia que más depende del perfeccionamiento de los samente todos los poderes de los demás agentes animados que pueden
medios de transporte. Los medios de transporte son para el geólogo lo verse limitados ó suplantados por ella. Muchas de las personas dedica-
que las lentes para el astrónomo. Los nuevos caminos que se abren por das al estudio de este tema parecen haber olvidado que la raza humana
toda Europa constituyen en cierta manera una preparación geológica. ha logrado con frecuencia desempeñar funciones que anteriormente eran
Observaciones de M . Cuvier acerca de los barcos de vapor. Nuevas competencia de otras especies...»
costumbres que repercuten en toda la población. L a geología se ha Llegados a este punto podemos recurrir a los textos escritos por de
convertido en cierta manera en una profesión. ¿Dónde termina la Beaumont para explicar la postura de Lyell ante el principio de la
astronomía y dónde empieza la geología? Estas dos ciencias son herma- división del trabajo: su teoría geológica describe la organización racio-
nas y la línea de separación entre ambas procede sobre todo del tipo de nal del tiempo, implícita en este principio, y asigna un tiempo similar a
vida que imponen a aquellos que las practican. Los adelantos de la la naturaleza.
civilización se caracterizan e incluso se definen, entre otras cosas, por la ¿Por qué existe esta división del trabajo en la geología en su calidad
repartición de las tareas. [...] L a construcción del ferrocarril supondrá la de disciplina, en la sociedad y en la naturaleza? Lyell y de Beaumont
ampliación de las poblaciones geológicas, la reducción de la distancia insisten en que las revoluciones sociales y económicas de su época
que separa al geólogo del astrónomo.» generan una especie de explosión de información. Si contemplamos la
El propio Lyell prestó mucha atención a la necesidad de viajar, que geología de Lyell como sistema de clasificación de dicha información,
consideraba parte esencial de la actividad del geólogo; así, en su auto- comprenderemos mejor la articulación de su concepción del tiempo.
biografía afirma: «Debemos abogar en favor de los viajes, que deben Llevando la abstracción hasta el límite, Lyell no considera la geología
constituir la primera, la segunda y la tercera obligación del geólogo como una letanía de innumerables acontecimientos aislados (una especie
moderno.» de inmenso poema épico), sino que propone percibirla como la sistema-
Uno de los temas de los textos de de Beaumont gira en torno a la tización de un número restringido de acontecimientos tipo. Así, en lugar
idea de una división del trabajo en la geología moderna, similar en de contemplar una montaña determinada como resultado de un levanta-
varios aspectos a la idea de un tiempo geológico propio, desarrollada en miento masivo ocurrido en un momento preciso del pasado, prefiere ver
los Principios de Lyell. Si consideramos, por el momento, los puntos en ella un ejemplo tipico de un cambio que tiene lugar en el día de hoy.
comunes a los dos autores, observamos que ambos hacen exactamente N o existen instantes privilegiados. Su geología es un tipo de dispositivo
los mismos comentarios en lo que al desarrollo de la geología se refiere. contable que permite almacenar enormes cantidades de datos, ordenán-
Ha tocado a su fin la «etapa heroica» de los sistemas individuales, dolos en una especie de clasificador cuyos compartimentos correspon-
abandonados sucesivamente con una celeridad pavorosa. Para de Beau- derían a las distintas categorías de acontecimientos. A través de esta
mont como para Lyell, ha llegado el momento de la evolución lenta y interpretación puede comprenderse mejor por qué Lyell recurrió con
progresiva, consumada por un vasto grupo de trabajadores, ninguno de toda naturalidad a la metáfora de los estadistas —su geología no ofrece
los cuales domina la disciplina —disciplina cuyas bases, prácticamente más que una versión modificada de la tarea que éstos llevan a cabo.
matemáticas, desean sentar ambos autores en sus obras—. Para de Permite asimismo concebir de qué manera revoluciones sociales produ-
cidas a gran escala se traducen directamente en su concepción de la
Beaumont, ello refleja la división del trabajo, mientras que para Lyell
geología, mediante la organización de esta disciplina naciente (según el
está ligado al tiempo geológico uniforme.
principio de la división del trabajo) y el encauzamiento del flujo de
Nosotros podemos descubrir un nexo de unión adicional entre el datos, en el que se encontraban sumergidas todas las ciencias y las
principio de la división del trabajo y el del uniformitarismo. Lyell profesiones (tiempo uniformitarista).
consagra extensos capítulos de sus Principios a vituperar lo que podría-
mos llamar el «sistema heroico» de los cambios geológicos. Según él en Los Principios de Lyell no son, en efecto, más que un gran dietario
época alguna las cosas fueron diferentes: «Un examen minucioso de las de dos columnas: la suma de las fuerzas destructoras y creadoras
reliquias de la creación animada de las primeras épocas ejercía un (reflejadas en el debe y en el haber) es siempre igual a cero. Lyell, en sus
poderoso efecto al disipar la ilusión que había imperado durante mucho cuatro reglas relativas a la disposición de las tierras y los mares,
tiempo, según la cual no existía analogía posible entre el estado antiguo mencionadas anteriormente, extiende este principio mucho más allá de
y moderno de nuestro planeta». En efecto, «suponer que la naturaleza, los límites determinados por los hechos observados. E n resumidas
en una época anterior, había sido parca en tiempo y pródiga en violen- cuentas, estas reglas son las siguientes: la proporción de tierras emergi-
cia, iba en contra de la analogía». Nos encontramos aquí con un das con respecto a la extensión marina permanece siempre constante; el
equivalente directo del «sistema heroico» del que habla de Beaumont en volumen de tierras emergidas es constante; la profundidad media y
materia de geología. E n sus principios, Lyell propone en realidad una máxima del mar no varía de una época a otra; y, por último, «la
división razonable y racional del trabajo entre las diversas formas de la agrupación de tierras en grandes continentes constituye una parte
naturaleza. Toda fuerza creadora es a su vez destructora, y se precisa necesaria de la economía natural». Estas reglas son abiertamente absur-
una infinidad de cambios pequeños para engendrar un cambio grande das si no las situamos en el contexto del método contable de Lyell.
—en otras palabras, la economía política de la revolución industrial Nuestra interpretación está justificada además por las constantes refe-
debe reflejarse en el «libro de la naturaleza», de lo contrario la naturale- rencias de Lyell a la economía de la naturaleza, al plan de la naturaleza.
Por otro lado, ello nos ayuda a descifrar el enigma que encierra la
za será irracional—. Así pues, cuando la humanidad salió a escena se
siguiente opinión acerca de la idea, defendida por algunos filósofos, de
convirtió en parte integrante de la economía de la naturaleza, un
que unas pocas leyes bastan para producir «la infinita diversidad de
trabajador en la fábrica denominada Tierra: «Antes de declarar que toda
LOS ORIGENES DEL UNIFORMITARISMO D E LYELL: HACIA UNA NUEVA GEOLOGIA 454 455 LOS ORIGENES D E L UNIFORMITARISMO D E LYELL: HACIA UNA NUEVA GEOLOGIA

efectos»: «Tanto si admitimos como si rechazamos esta doctrina, debe- Para empezar leamos otro texto de de Beaumont, extraído en esta
mos por lo menos aceptar que la evolución progresiva de las opiniones, ocasión de notas incompletas redactadas para una conferencia celebrada
en relación con la serie de fenómenos que se produjeron en épocas el 20 de diciembre de 1832:
extremadamente remotas, son similares, de una forma especial, a la que «espacio sin límites... tiempo sin límites, periodos astronómicos...
han caracterizado el desarrollo de la inteligencia de todos los pueblos, oscilaciones periódicas con respecto a un estado medio. L a belleza de
en lo que respecta a la economía de la naturaleza, tal como se manifesta- este resultado constituye una primera razón para pensar que no se trata
ba en sus tiempos.» En la obra de Lyell, la metáfora de la economía de de una pura abstracción y que ha sido objeto de una realización efectiva
la naturaleza sólo se doblega ante la del «libro de la naturaleza». en la naturaleza. Sin embargo los cuerpos celestes no dejan ninguna
Lyell introduce, entonces, el principio de la división del trabajo en la huella de su paso en el espacio... sistema solar, un reloj... N o era un reloj
profesión de geólogo y en la economía de la naturaleza, creando un que la fábula había situado en la curia del tiempo como emblema de la
tiempo propio a cada una de ellas. Veamos por último cómo este tiempo duración. Especie de reloj de arena. Este reloj de arena es la superficie de
nuevo resulta ser un tiempo regular, que imitaba el tiempo social de la nuestro globo y los sabios que se ocupan de su funcionamiento, en lugar
revolución industrial. Llegados a este punto, utilizaremos otra particula- de llamarse astrónomos se llaman geólogos».
ridad de los textos de de Beaumont, que nos ayudará a entender mejor De la misma manera que los astrónomos redujeron el sistema solar a
la concepción del tiempo y del saber geológico expuesta por Lyell en sus un reloj de pared, los geólogos están en condiciones de reducir la Tierra
Principios, es decir, la estrecha relación entre la geología y la astrono- a un reloj de arena. Si consideramos la articulación del tiempo propues-
mía. A todas luces, Lyell no estaba en contra de este acercamiento cuan- ta por Lyell, veremos que eso es precisamente lo que hizo: cada aconte-
Fábrica de Trois-Fontaines -
do observaba: cimiento físico se produce con la regularidad y la suavidad de un
el pulimento (mediados del
siglo XIX )• Con la «Hasta que Descartes formulara la hipótesis de la extensión infinita movimiento de reloj; en resumidas cuentas sólo se trata de determinar
revolución industrial surge de los espacios celestes y suprimiera los supuestos límites del universo, los periodos adecuados. Reconoce sin embargo que este sistema presenta
una nueva época social. El no se empezó a tener una idea más exacta de las distancias relativas una dificultad: «Es obvio que si la acción de las causas inorgánicas es
ciclo de las estaciones se
entre los cuerpos celestes; y hasta que admitamos la posibilidad de una uniforme, tal como he supuesto, deben ejercer una influencia muy
pierde en la uniformidad de
la fábrica. La acción duración infinita de las edades que forman cada uno de los periodos más irregular en el estado de los seres organizados, de manera que la
repetitiva y mecánica modernos de la historia de la Tierra, corremos el riesgo de forjarnos una proporción de cambios que tengan lugar en ellos, en una región o en
reemplaza la acción heroica idea totalmente errónea y parcial acerca de la geología.» Existe sin otra, no sea la misma en periodos de tiempo idénticos»; pero el contraa-
del paisano. ¿Es la taque es inmediato: «No me cabe duda alguna, por el contrario, de que
inspiración del tiempo
embargo un vínculo más profundo en el que me gustaría insistir a
geológico de Lyell?) continuación. si pudieran compararse periodos considerables de una misma duración,
observaríamos que el número de cambios producidos en la naturaleza
viva, así como en el mundo inorgánico, sería prácticamente uniforme...»
L a precisión del reloj del sistema solar era digna de encomio, el reloj
dominaba la industria y, entre los dos, la geología sintetizadora de Lyell
transformaba la Tierra en un reloj, capaz de emitir su tic-tac regular y
fiable por poco que comprendiéramos su mecanismo. Desde este ángulo
es posible interpretar la articulación del vínculo entre el tiempo geológi-

El tiempo y la industria

L a industria relojera era el portaestandarte de la revolución industrial. A l igual


que otros, Babbage, amigo de Lyell, estimaba que el principio de la división del
trabajo había nacido en una fábrica de relojes, que esta industria precisaba máquinas-
herramienta de máxima precisión y se había mantenido así a la vanguardia. Babbage
tildaba a la máquina de «regulador del tiempo», por oposición a «la negligencia, la
ociosidad o la picardía de los agentes humanos» y al «esfuerzo irregular y fluctuante
de los animales o de las fuerzas naturales». En una obra gloriosamente excesiva,
Claude-Lucien Bergery observaba:
«Es pues menester que el obrero se muestre avaro con su tiempo; [...] apenas
puede consagrar 30 años o 262.800 horas a la obtención de los ingresos que precisará
durante su vejez»; «Cada minuto perdido le priva de unas tres milésimas de franco»;
[...] «todos los hombres son capaces de ejecutar por lo menos 5 movimientos por
segundo, teniendo en cuenta que una jornada de diez horas comprende 36.000
segundos, se pueden realizar 180.000 movimientos» (Économie industrielle, 1829).
El ritmo de la jornada de trabajo en una fábrica estaba marcado por los relojes,
desde los relojes de fichar que controlaban las horas trabajadas por cada obrero,
hasta los metrónomos que hacían funcionar las máquinas con regularidad (y a los
trabajadores con irregularidad). Entre 1800 y 1820, Inglaterra producía un mínimo de
100.000 relojes al año. Cuando Lyell subraya la importancia de la división de la
historia de la Tierra en periodos idénticos de tiempo, se limita a reflejar una obsesión
fundamental del naciente universo industrial.
LOS ORIGENES DEL UNIFORMITARISMO D E LYELL: HACIA UNA NUEVA GEOLOGIA
LOS ORIGENES D E L UNIFORMITARISMO D E LYELL: HACIA UNA NUEVA GEOLOGIA 456 457

co y el tiempo humano, expresado por Lyell. L a humanidad y la sin duda alguna, totalmente improbable. Como he intentado demostrar,
geología tal vez experimentaran un desarrollo desenfrenado en el pasa- la causalidad histórica no la ejerce, en este caso, un intelecto soberano
do, pero, con la llegada de la sociedad industrial (forma natural adopta- sobre la sociedad, a través de las ideas, sino la sociedad sobre el
da al asociarse, por parecerse a un movimiento de reloj), se han aproxi- intelecto, mediante el ejercicio cotidiano de la profesión de geólogo. L a
mado al tiempo industrial propio de su concepción de la geología. división del trabajo y la organización del tiempo en las fábricas y en
Además, dos métodos fundamentales de la producción industrial, a geología planteaban precisamente el mismo problema. A l crear la
saber, la división del trabajo y la segmentación del tiempo en unidades profesión de geólogo a imagen de la de administrador intermediario de
iguales, formaban parte integrante del tiempo que Lyell había concebido una empresa floreciente, Lyell introducía científicamente en la historia
para su nueva disciplina. Por último, hemos visto que esta utilización de de la Tierra el mismo tiempo que otros introducían socialmente en la
las técnicas industriales de producción se explicaba por el hecho de que sociedad industrial. Las metáforas utilizadas por Lyell y los vínculos
Lyell consideraba que eran las que mejor se adaptaban al ejercicio eficaz establecidos por de Beaumont no tienen, por consiguiente, nada de
de la profesión que deseaba crear. sorprendente: ambos eran mejores historiadores que un especialista en
En primer lugar es totalmente innegable que hemos recorrido un historia que reconoce como única contribución de Lyell la de haber
largo camino desde la imagen del sabio heroico en busca de los orígenes aumentado la edad de la Tierra.
de la Tierra. De habernos contentado con este resultado canónico, no
hubiéramos logrado situar la obra de Lyell en el contexto de la revolu-
ción industrial ni percibir su vínculo con el movimiento romántico que
se extendía a la sazón por Europa. N o hubiéramos conseguido entender
su concepción fundamental de la naturaleza del tiempo, su insistencia en
la existencia de periodos de idéntica duración en los mecanismos de la
industria, del sistema solar y del mundo, y su creencia en un momento
epifánico de comprensión global del tiempo. Este resultado no debe
mantenerse aislado: sólo si profundizamos en las obras de autores
científicos descubriremos las huellas de la realidad social en la que
encajan sus trabajos. De lo contrario corremos el riesgo de caer en esas
historias que los científicos se cuentan tan a menudo (y que los historia-
dores les cuentan tan a menudo) acerca de ideas que flotan en el aire y
que se transmiten intactas de generación en generación, mientras que
todo va cambiando a su alrededor. Así, el vínculo más claro entre Lyell
y la revolución industrial reside en la idea del cambio progresivo de la
sociedad; si hubiéramos aspirado a eso, no lo habríamos logrado, y
hubiéramos deducido que sus trabajos carecían de base social.
En otro sentido, no nos hemos alejado lo suficiente del mito de la
fundación, según el cual Lyell, al definir un nuevo tiempo geológico,
expulsó a los sacerdotes del templo de la ciencia. En realidad, Lyell
excluyó de la geología dos tipos de tiempos religiosos. E l primero
coincide con la representación pagana de un tiempo poblado de grandes
héroes cabalgando por el mundo de la geología como colosos, o de
grandes acontecimientos geológicos —seísmos, inundaciones, tempesta-
des— que eclipsan las mínimas y tranquilas variaciones enmarcadas en
el reposo que caracteriza a la época actual. En segundo lugar, Lyell
niega al autor cristiano del «libro de la naturaleza» el derecho de
interpretar su obra: el momento de la creación experimentado por el
geólogo en su calidad de nuevo sacerdote de la naturaleza constituye la
interpretación definitiva y correcta del libro imperfecto. Si Dios ha sido
el único ser capaz de existir fuera del tiempo y del espacio y de
supervisar el conjunto de la creación, el geólogo se ha unido ahora a él,
e incluso ha ocupado su lugar. E l mito de la fundación sólo representa
pues la taquigrafía de una realidad mucho más compleja, que observa
cómo la ciencia se convierte, a pesar de sus afirmaciones seculares, en la
nueva religión de los tiempos modernos.
Todo esto parece conferir a nuestro héroe, Charles Lyell, un enorme
poder. Sin ninguna ayuda especial, pertrechado únicamente de su perspi-
cacia' intelectual, consiguió alcanzar la separación de la Iglesia y del
Estado para crear la profesión de geólogo. Esta visión de la realidad es,
Mendel: faceta jardín
JEAN-MARC DROUIN

Donde veremos que la imagen piadosa, forjada durante el siglo XX, de un


monje checo que revoluciona la biología y funda la genética cruzando
guisantes en el jardín de su convento, puede ocultarnos lo que realmente le
relaciona con otros hibridadores del siglo xrx.

a historia se ha narrado muchas veces: cuando en 1900 publica los

L resultados de sus trabajos sobre la herencia de los vegetales, el


holandés Hugo De Vries señala que las leyes por él descubiertas
ya habían sido formuladas treinta y cinco años antes por un religioso de
Brünn, la actual Brno, llamado Gregor Mendel. Ese mismo año, otros
dos botánicos, uno natural de Tübingen y otro de Viena, Cari Correns y
Erich Tschermak, publican unos resultados similares. Todos reconocen
los trabajos del monje checo, aunque puntualizan que han llegado a las
mismas conclusiones por caminos totalmente distintos. En 1865 se lee la
memoria de Mendel ante la Sociedad de historia natural de Brünn y se
incorpora al panteón de la historia de las ciencias, convirtiéndose su
autor en el clásico ejemplo de genio desconocido.
Durante mucho tiempo se admitió, con más o menos matizaciones,
esta imagen piadosa actualmente muy discutida. A esta evolución han
contribuido estudios de muy diferente índole. En primer lugar, un
inventario de las referencias a los trabajos de Mendel entre 1865 y 1900
puso de manifiesto el carácter relativo de la oscuridad en la que habían
estado sumidos durante el siglo XIX. Después, una comparación con
otros autores preocupados igualmente por la hibridación o la selección,
permitió diferenciar con mayor claridad las cuestiones que podía plan-
tearse Mendel, de aquellas derivadas de la genética contemporánea.
Finalmente, un análisis detallado de los textos y de las posturas de los
«redescubridores» sirvió de apoyo para una nueva interpretación del
famoso redescubrimiento. Branningan, en particular, demostró que la
referencia a los trabajos de Mendel había sido introducida en el último
momento en la publicación de Hugo De Vries, seguramente para evitar
un conflicto de prioridades con Cari Correns y Erich von Tschermak.
Como ninguno de estos tres autores podía, sin que los otros dos se
enojaran, atribuirse la paternidad de un descubrimiento que habían
logrado simultánea e independientemente, era sin duda más conveniente
adjudicar de mutuo acuerdo dicho descubrimiento a un sabio desapare-
cido y supuestamente ignorado.
Tras este preámbulo, ¿podemos seguir presentando la memoria
legada por Mendel como un texto fundador y considerar que pasó
desapercibido a sus contemporáneos por su extremada singularidad? O,
por el contrario, ¿habría que analizarlo como un artículo entre tantos,
que nada permitiría diferenciar de otros trabajos análogos sobre hibri- Retrato de Mendel, por Alois
dación, hasta que los primeros genetistas —a principios del siglo x x — Zenker, en 1884.

459
MENDEL: FACETA JARDIN 460 461 MENDEL: FACETA JARDIN

decidieron reinterpretarlo a su manera y elevarlo al origen de su También se nombra con frecuencia al naturalista Christian-Carl
disciplina? André (1763-1831), consejero del conde Salm (1776-1861). E l conde,
Quizás fuera más acertado responder a estas preguntas relacionando promotor de la industria textil en Brno, presidía una sociedad regional
el texto de Mendel con las preocupaciones técnicas que, para sus de agricultura, de la que André era secretario. L a Sociedad Pomológica, Pomología: rama de la
contemporáneos, son las que le otorgan un significado esencial. L a filial de la Sociedad de agricultura, se ocupaba en particular de la arboricultora que se ocupa
del estudio de los árboles
actual evolución de la biotecnología no debería restar méritos a la fecundación artificial de árboles frutales y preconizaba ya la creación de frutales.
fundamental transformación sufrida por la agricultura y la horticultura semilleros. Uno de estos semilleros se creó precisamente en el convento
durante los siglos xvm y XIX. Mendel puede ser perfectamente conside- agustino de Brno. E l superior de dicho convento, Franz Cyril Napp, era
rado como uno de los actores de esta historia, ya que sus leyes encuen- uno de los miembros de la Sociedad Pomológica, de la que fue nombra-
tran un reflejo canónico en los procedimientos de selección e hibridación do presidente. E l abad Napp resumía el problema de la transmisión de
utilizados por los ganaderos y los productores de simientes. ¿Podría caracteres en estas dos preguntas: «¿Qué es lo que se transmite y de qué
decirse que estos procedimientos son la puesta en práctica de las leyes de forma se transmite?» Por otra parte insistía en la necesidad de efectuar
Mendel? ¿Sería quizás cierta la ocurrencia de Bateson cuando, durante investigaciones experimentales para resolver dichas cuestiones, con lo
la IV Conferencia internacional de genética (París 1911), dijo que, en que probablemente expresaba el deseo de cierta autonomía en la investi-
este campo, el hombre de ciencia «recibe del hombre de práctica las gación fundamental con respecto a las prácticas técnicas. Parece, en
ideas nuevas» y luego las digiere? L a obra de Mendel es uno de esos efecto, que los propietarios de tierras representaban para los naturalistas
nudos donde la historia de la agronomía coincide con la de la biología, moravios unos aliados eficaces, aunque algo agobiantes. Esta tensión
es un testimonio que muy bien puede servirnos de hilo conductor. conducirá en 1861 a la creación de una Sociedad de ciencias naturales,
independiente de la Sociedad de agricultura.

Mendel religioso, estudiante y maestro


Esbozo biográfico A imagen de esta confluencia, la infancia de Johann Mendel pertene-
ce tanto a la historia como a la leyenda. Nació en 1822 en el antiguo A l igual que sú superior, los agustinos de Brno mostraban un gran La orden religiosa de los
pueblo de Heinzendorf, conocido hoy por Hyncice en Moravia, una de agustinos fue fundada en
interés por la agricultura y las ciencias naturales, y dedicaban gran parte
1256 por Alejandro IV. Sus
las regiones de la actual Checoslovaquia, entonces provincia austríaca. de su tiempo a la enseñanza. Algunos se interesaban también por la miembros no son monjes
Su tío era maestro de escuela, su madre procedía de una familia de filosofía, y uno de ellos, el botánico Matthaeus Klacel (1808-1882), fue propiamente dichos pues no
jardineros de un pueblo vecino. Su padre era un antiguo soldado que incluso tildado de panteísta. N o todos apreciaban esta actividad intelec- están obligados a llevar vida
luchó en las guerras napoleónicas. L a familia de Mendel explotaba una tual. Aprovechando el clima reacccionario posterior a los acontecimien- de clausura. Se trata de una
granja de su propiedad. Por aquel entonces los campesinos estaban orden religiosa muy
tos de 1848, el abad de Brno intentó meter en vereda, o incluso disolver, próxima a la de los
obligados a trabajar tres días por semana para el propietario. E l padre esta comunidad. Napp defendió la vocación de su convento y, final- franciscanos o los
de Mendel poseía un vergel que cuidaba con gran esmero, animado por mente, el cardenal de Praga hizo caso omiso del abad. En realidad, las dominicos. Inspirada en los
el cura párroco, J. Schreiber. Este último, al igual que el maestro, intrigas de la jerarquía con esta comunidad religiosa habrían caído en el textos de San Agustín (354-
Thomas Makitta, se preocupaban por dar a conocer la historia natural y 430), la orden cuenta entre
olvido de no ser por la presencia entre sus miembros de Johann Mendel, sus teólogos con nombres
divulgar las técnicas para la mejora de los árboles frutales. E l ejemplo Gregor Mendel para la religión, que fue admitido como novicio en 1843. como Gilíes de Rome
del padre, reforzado por las enseñanzas del maestro y del cura, ayudaron Con frecuencia nos hemos preguntado qué opinaba realmente Mendel (fallecido en 1316),
probablemente a Mendel a asimilar desde su infancia, un considerable de la religión. Nada nos induce a suponer que no abrazara la fe cristiana comentarista de Aristóteles
saber hortícola, que no sólo incluía nociones prácticas sobre botánica, y discípulo de Santo Tomás
que profesaba pero, en realidad, ésta no intervino nunca en su trabajo
de Aquino.
sino también esa especial sabiduría que permite al jardinero jugar científico. En sus textos no hay ni rastro de la «teología natural» tan En Brno, la vocación
sabiamente con los vegetales. usual en aquella época. Por otra parte, no existe la menor duda de su intelectual de los agustinos
Mucho se ha insistido en el vínculo entre la infancia campesina de apego a la orden y al convento a los que tanto debía. E l cura Schreiber se vio especialmente
incitó a los padres de Mendel para que le dieran estudios. Pero, a pesar reforzada por un decreto
Mendel y su posterior dedicación a la hibridación, apicultura y meteoro- imperial de 1802 por el cual
logía. Ésta adquiriría un nuevo cariz si se relaciona, como ocurre en de los esfuerzos de la familia —su hermana rechazó incluso parte de su se les responsabiliza de
numerosos y recientes estudios, con el progreso de las técnicas agrícolas dote para ayudarle—, Mendel, agotado por las privaciones, se hubiera determinadas enseñanzas en
en la Moravia de principios del siglo XIX. visto obligado a abandonar después del segundo año el Instituto de los centros de la región.
Muchos nombres van asociados a este movimiento, a la vez intelec- filosofía de la Universidad de Olomouc de no ser por la intervención de
tual y económico. Uno de los más citados es el de un ganadero, un profesor que le permitió ingresar como novicio en el convento de los
Ferdinand Geisslern (1751-1824), autor de un tratado sobre los métodos agustinos de Brno. Aquí, Mendel estudió teología y ciencias naturales.
científicos de selección de ganado ovino. Estos métodos, procedentes de Enseñó en un colegio técnico y fue suplente en un Gymnasium.
Gymnasium: lugar donde se
Inglaterra, se basan en medir y registrar de forma sistemática las Entre 1851 y 1853 asistió a la Universidad de Viena para completar impartía la enseñanza
características de los animales y en constituir genealogías precisas y secundaria.
su formación. Las necesidades de la enseñanza secundaria —y quizás
completas. Su éxito refleja el papel de la transmisión hereditaria de los también sus inclinaciones intelectuales— llevaron a Mendel a estudiar
caracteres. E l impacto económico de este control de la reproducción es física y matemáticas, además de historia natural. En la Universidad de
considerable y, se sabe que en 1810, en Brno, el valor de mercado de un Viena, frecuentó en particular un curso en el que el físico Christian
carnero provisto de su pedigree era cien veces superior al de un carnero Doppler (1803-1853) enseñaba a un pequeño grupo de estudiantes la
ordinario. forma de realizar manipulaciones en física experimental. Por razones
MENDEL: FACETA JARDrN 462 463 MENDEL: FACETA JARDIN

mas de investigación. Por ello no es nada sorprendente que la memoria


de Mendel sobre hibridación se publicara en Verhandlungen des natur-
foschenden Vereines in Brünn (Resumen de los trabajos de la Sociedad de
historia natural de Brünn). Sin duda alguna, si se hubiera publicado en
cualquier revista extranjera más conocida o se hubiera editado en un
libro, la difusión habría sido mucho mayor. Por lo menos, el artículo de
Mendel no llegó a caer en el olvido. Hemos podido localizar al menos
doce referencias a Mendel entre los años 1865 y 1900, lo que demuestra
una audiencia modesta pero real. E l hecho de que se le cite entonces
como un hibridador más es otro problema...
En lo que a la última parte de la vida de Mendel se refiere, como
ocurrió con su infancia, la leyenda y la historia se confunden. Mendel
empezó a cartearse con Cari Naegeli (1817-1891). Parece que empezó a
nacer una amistad entre el religioso y el universitario, aunque sus
preocupaciones eran muy diferentes. Naegeli no llegó a apreciar real-
mente el interés del trabajo de Mendel; le animó a experimentar hibrida-
ciones con una flor silvestre (Hieracium), pero los resultados son de
difícil interpretación dado que esta planta se reproduce por partenogé-
nesis, algo que Mendel y sus contemporáneos ignoraban.
Mendel también se interesó por la meteorología y la apicultura. En
1868, le nombraron superior de su convento. Este importante cargo le
permitió ayudar económicamente a su familia, pero le impuso una serie
de obligaciones que no le dejaban el suficiente tiempo Ubre para dedicar-
se a sus investigaciones. Se vio envuelto en una lucha, perdida de
antemano, contra el Estado por cuestiones fiscales de las órdenes
Lejos de vivir en un retiro poco claras, Mendel fracasó en algunas pruebas y no consiguió el religiosas. Se opuso a sus amigos políticos liberales, hasta el agotamien-
monástico, Mendel tuvo diploma que esperaba. Muy apreciado por sus cualidades pedagógicas,
muchas veces ocasión de
to, por rechazar unos impuestos que juzgaba excesivos. Murió en enero
realizar viajes al extranjero.
pudo sin embargo seguir con la enseñanza. de 1884 a la edad de sesenta y un años.
Esta fotografía de 1862 lo Los historiadores nada han modificado de la imagen tradicional de
muestra en París, entre un
grupo de turistas, visitando un pequeño campesino obligado a ordenarse para proseguir sus estu-
¿Investigador solitario? dios, de un religioso dedicado a la enseñanza de las ciencias en un
la exposición industrial de
Londres. Participó también en colegio de provincia y consagrado durante años a pacientes trabajos de
los congresos de apicultura La sólida formación científica adquirida, sobre todo desde el punto hibridación y, por último, de un abad desazonado por las preocupacio-
de Brno en 1865 y de Kiel de vista metodológico, permitió a Mendel abordar sus experimentos
en 1871, lo que le brindó la nes de su cargo, que incluso le obligaron a descuidar sus queridos
oportunidad de conocer a sobre hibridación de guisantes. A este respecto, conviene precisar el experimentos. Se han limitado a añadir a este cuadro de encantadora
Johann Dzierzon, un cura significado del término «amateur» que tantas veces estamos tentados de ingenuidad —similar a las pinturas que Mendel mandó realizar en el
silesiano, cuyos aplicarle. Si por ello entendemos una persona que carece de un puesto techo de la sala capitular de su convento— algunas fotografías no
descubrimientos sobre el de investigación, de enseñanza o de dirección en una universidad o
modo de reproducción de las menos fascinantes: una región agrícola en plena evolución, unos agróno-
abejas son citados todavía en establecimiento equivalente, el término sería tan apropiado para él como
la actualidad. para Darwin. Por el contrario, si definimos al «amateur» como aquella
persona que no ha recibido ninguna formación universitaria en el campo
en cuestión, no podríamos incluir a Mendel en esta categoría. En otras Horticultura y botánica
palabras, podríamos considerarle un «filántropo» de la investigación
« E n estos momentos, la horticultura y la botánica están unidas por unos lazos
pero no un «autodidacta». Finalmente, en el convento tenía a su muy estrechos. La solidaridad entre ambas es tan fuerte, el apoyo mutuo que se
disposición un jardín experimental y la ayuda necesaria para los culti- prestan tan necesario, que deberíamos considerarlas dos miembros de un mismo
vos, sin contar con la biblioteca y los intercambios con otros religiosos cuerpo de ciencia y no dos ciencias distintas. La diferencia que existe entre ellas es en
naturalistas; en una palabra, contaba con unas facilidades que muchos realidad la misma que separa la práctica de la teoría. Si un botánico descubre un
nuevo hecho de fisiología vegetal, el horticultor se apropiará inmediatamente de él y, a
universitarios hubieran deseado. su vez, devolverá a la ciencia el equivalente de lo que ha recibido confirmando,
Por otra parte, la Sociedad de ciencias naturales que, como vimos, mediante ingeniosas experimentaciones, la verdad que acaba de adquirir, o mostrando
surgió de la Sociedad de agricultura, y ante la cual expuso el resultado al sabio el camino de nuevos descubrimientos. Idéntica reciprocidad cuando se trata
de hacer nuevas conquistas en el vasto terreno de la naturaleza. Los triunfos
de sus investigaciones, es un buen ejemplo de las sociedades eruditas alcanzados por una benefician a la otra, pues tanto la horticultura como la botánica
locales o regionales que florecieron en Europa en el siglo xix y que tienen sus propios recolectores intrépidos y entusiastas. Finalmente y con gran
protagonizaron un papel nada desdeñable: por un lado favorecieron los frecuencia, esta última tiene el control de las decisiones que toma la ciencia en el
contactos entre universitarios y «amateurs», así como entre especialistas espinoso tema de las especies, cuestión que la botánica, abandonada a sus propios
recursos, no siempre está capacitada para resolver.» (Charles Naudin, Revue horticole,
de diferentes disciplinas; por otro, abrieron el camino a las publicaciones 1852).
y representaron uno de los medios de difusión de las teorías y progra-
MENDEL: FACETA JARDIN 464 465 MENDEL: FACETA JARDIN

mos y ganaderos preocupados por los problemas de la herencia, una Paralelamente, Mendel destaca la amplitud y el alcance teórico que
breve estancia en la Universidad de Viena, una comunidad religiosa pretende dar a su trabajo:
dedicada a la actividad intelectual, enfrentamientos entre liberales y «La sorprendente regularidad con la que se repetían las mismas
conservadores, unas sociedades eruditas en plena actividad. En medio de formas híbridas cada vez que se producía una fecundación entre las
estos elementos que se superponen y entremezclan, aparecen sin cesar la mismas especies nos sugirió la idea de realizar nuevos experimentos que
agricultura y la jardinería. Con todo ello, muchos otros autores de la consistían en observar la descendencia de los híbridos».
época vincularon la horticultura a la investigación biológica. Mendel cita a continuación a «los concienzudos observadores como
¿Por qué ocupa entonces la obra de Mendel un lugar tan singular? Kólreuter, Gaertner, Herbert, Lecoq, Wichura y otros», que han «dedi-
¿Por haber sido rescatada del olvido? Sin duda, pero ¿qué poseía esta cado una parte de su vida al estudio de estos temas». Junto a este
obra que hizo posible su reutilización por aquéllos que le redescubrie- homenaje a sus predecesores, hace un balance crítico que es, a su vez, la
ron? presentación de un programa de investigación: «Si adoptamos una
visión de conjunto de los trabajos realizados en este campo, llegamos a
la conclusión de que, a pesar de los numerosos tratados, no hay ninguno
que haya sido ejecutado con la suficiente amplitud y método para poder
Memorias de Mendel Según los historiadores V. Kruta y Vitezslav Orel, la obra de Mendel fijar las diferentes formas de los descendientes de los híbridos, clasificar
sobre hibridación se compone de trece artículos, de cartas y de una veintena de textos estas formas con seguridad en cada una de las generaciones y establecer
concisos. De los trece artículos, nueve están dedicados a meteorología, las relaciones numéricas que existen entre ellas. N o hay duda de que
dos a los insectos devastadores y los dos restantes a hibridación. Estos hace falta un cierto valor para emprender un trabajo de esta magnitud.
últimos son los que se mencionan normalmente. E l primero, la memoria Pero éste es el único que puede permitirnos resolver una cuestión cuya
de 1865, Recherches sur des hybrides végétaux, publicado en 1866, importancia para la historia de la evolución de los seres organizados no
reproduce su intervención durante las dos sesiones del 8 de febrero y del podemos ignorar».
8 de marzo de 1865 en Brno. E l segundo, la memoria de 1869, Sur
quelques hybrides d'Hieracium obtenus par fécondation artificielle, leída en
Mendel puntualiza a continuación que su intervención no es más que
la sesión del 9 de julio de 1869, se publicó en Brno en 1870. una primera «prueba de experimentación limitada a un pequeño grupo
de plantas». A l cabo de ocho años, esta prueba estará «en-lo esencial,
finalizada».
Las «Notas preliminares» de la memoria de 1865

Hibridación y evolución
Desde que se introdujera en Europa a finales del siglo xvin, la fucsia
sedujo a muchos amateurs y horticultores que obtuvieron por selección y Lo más sorprendente de la citada introducción, desde nuestra pers-
por cruce las numerosas formas que hoy podemos admirar. Mendel, pectiva actual, es esta alusión sibilina a la evolución.
miembro de la Sección de horticultura de la Sociedad agrícola, compar- Podemos considerar que el término alemán empleado por Mendel,
Pinturas que Mendel hizo tía plenamente este entusiasmo. L a flor que sostiene en una fotografía de
realizar en la gran sala
Entwicklung, significa aquí solamente «desarrollo individual del organis-
1860 es precisamente una fucsia. U n horticultor de Brno le dedicó una mo». E l término evolución fue de hecho utilizado con este mismo sentido
capitular de los agustinos de
Brno; la de la izquierda
nueva variedad de esta flor como agradecimiento al trabajo que realiza- durante el siglo pasado, en una época en la que lo que nosotros
evoca su juventud y, quizá, ron en común. Pero Mendel no sólo se interesó por esta planta decorati- denominamos teoría de la evolución se conocía con el nombre de
hasta la figura de cura de su va. N o es de extrañar, pues, que iniciara una de sus conferencias transformismo. E n este caso, la expresión «historia de la evolución de los
parroquia; en el centro, las haciendo referencia al cultivo floral: «Los experimentos de fecundación
dos colmenas recuerdan el seres organizados» podría entenderse como «historia del desarrollo
artificial efectuados en las plantas ornamentales destinados a conseguir
interés de Mendel por la individual de las plantas y los animales». Uno de los problemas que
apicultura; a la derecha, la nuevos coloridos, han desembocado en las investigaciones que vamos a afectaba a la génesis del individuo y que en aquella época todavía daba
leyenda de San Isidoro. exponer a continuación». lugar a controversias, es el de la función respectiva del óvulo y el polen
en la fecundación vegetal. Para algunos botánicos, la función del óvulo
era simplemente nutricional, y atribuían en cambio el papel principal al
polen. Mendel interviene en esta cuestión presentando el resultado de
sus experiencias:
«Si la acción del óvulo sobre la célula polínica fuera simplemente
superficial, si se redujera a una función nutricional, el resultado de toda
fecundación artificial no podría ser otro que un híbrido similar o muy
parecido, exclusivamente, al de la planta macho. Y es lo que nuestros
experimentos están muy lejos de confirmar.»
Sin embargo, incluso si la frase «la evolución de los seres organiza-
dos» no se refiere directamente al debate sobre la teoría de la evolución
en el sentido que damos a dicha expresión, la práctica de la hibridación
en aquella época, está muy ligada a la cuestión de la estabilidad de la
especie. Dado que el hombre, al efectuar cruces entre las distintas
variedades y especies, parece crear nuevas flores, podría ponerse en duda
MENDEL: FACETA JARDIN 466 467 MENDEL: FACETA JARDIN

la inmovilidad de las formas naturales. De todos modos, en la medida en Algunos biólogos indican, por otra parte, que todos los genes que
que estas nuevas formas se muestran estériles o que su descendencia determinan los caracteres que Mendel decidió observar se encuentran en
tiende a parecerse a los tipos de los que proceden, la estabilidad de la cromosomas diferentes. Dado que, evidentemente, el razonamiento de
especie queda asegurada. En la conclusión de su memoria, Mendel deja Mendel no podía seguir estos cauces, debemos pensar en una feliz
:
abierta la cuestión, aunque se inclina probablemente hacia la tesis fijista casualidad o en la intervención de una intuición fundada en el saber
de Gaertner. empírico de los horticultores. Varios agrónomos ya habían efectuado
En la memoria de 1869, a propósito del género Hieracium, flores hibridaciones en los guisantes y algunos incluso habían publicado sus
silvestres en las que confluye una desconcertante multiplicidad de resultados.
especies vecinas, expone la tesis de aquellos que ven en esta variedad el A fin de cuentas, aunque no lo menciona en la memoria, el guisante
resultado de hibridaciones naturales; añade, asimismo, que para otros es una legumbre deliciosa y los experimentos de Mendel tuvieron como
autores esta hibridación es o bien imposible, o bien efímera. Por otra consecuencia práctica, según Orel, que se cultivaran en el jardín del
parte concreta: convento variedades especialmente sabrosas.
«En estos últimos años, el interés por la cuestión del origen de
numerosas formas intermedias constantes ha aumentado, desde que un
célebre especialista en Hieracium, adoptando un punto de vista darwinis- Los resultados
ta defendió la idea de que estas formas procedían de especies desapare-
t

cidas o todavía existentes.» Una vez justificada la «elección de las plantas de sus experimentos»,
Según Orel, este «célebre especialista» no podía ser más que Naegeli, Mendel presenta los siete caracteres diferenciales (Differirende
con el que Mendel mantenía correspondencia desde 1866. Merkmale) estudiados, que van desde el aspecto de las semillas, redon-
das o angulosas, hasta la longitud de los tallos, pasando por la forma de
las vainas. A continuación, expone el resultado de sus experimentos
La elección de los guisantes
indicando los efectivos de cada grupo a lo largo de varias generaciones.
En definitiva, no tenemos muchos elementos para situar a Mendel en En primer lugar, si cruza dos guisantes que sólo difieren en un
relación con Darwin. A pesar de todo, sus ideas coinciden en la ausencia carácter, y que son de raza pura para este carácter, por ejemplo, la
de una distinción fundamental entre especies y variedades. Igualmente, semilla redonda o angulosa, obtiene híbridos idénticos, y todos ellos de
la memoria de 1865 no contiene ninguna discusión erudita sobre la semilla redonda; se dice que este carácter es el «dominante» (dominiren-
clasificación del género Pisum. Esto contrasta con la insistencia con la de). Si hace que estos híbridos se reproduzcan por autofecundación,
que muchos autores diferenciaban la hibridación entre especies del obtiene guisantes redondos o angulosos en una proporción de 3 a 1.
simple cruce o mestizaje entre variedades o razas pertenecientes a una «253 híbridos han dado en su segundo año de experimentación 7.324
misma especie. Especies o variedades, las diferentes formas bajo las que semillas entre las cuales 5.474 eran redondas o redondeadas y 1.850
encontramos esta hortaliza ofrecen un material magnífico para los rizadas angulosas. De lo que se deduce una proporción de 2,96/1.»
experimentos de hibridación. El carácter anguloso persiste, pues, en estado latente en los híbridos
Así es como Mendel define las condiciones a las que deben responder ya que puede reaparecer en algunos de sus descendientes. Mendel
las plantas objeto de experimentos de hibridación: propone la denominación «recesivo» (recessive). Las formas que mani-
Hieracium aurantiacum. «deben poseer caracteres diferenciales constantes; . fiestan el carácter recesivo permanecen constantes, para este carácter, en
El género Hieracium «durante la floración, es necesario que sus híbridos estén natural- sus descendientes. Las que manifiestan el carácter dominante se dividen
comprende numerosas mente protegidos, o que sea fácil protegerlos contra toda'intervención de en dos grupos: los dos tercios actúan como híbridos (y en sus descen-
especies; Mendel emprendió un polen exterior; dientes volvemos a encontrar la proporción 3 a 1); el otro tercio produce
experiencias de hibridación unos descendientes donde el carácter dominante es constante. Después
en muchas de ellas. Estas
«no debe producirse en los híbridos y sus descendientes ninguna
experiencias no dieron alteración notable de la fertilidad al filo de las generaciones». de dar las cifras correspondientes a cada uno de los caracteres, Mendel
resultados análogos a los Añade también: concluye:
obtenidos con los guisantes.
«Desde el principio, las leguminosas han llamado la atención por la «Es evidente que los híbridos de cada par de caracteres diferenciales
(In abate H. Coste, Flora
descriptiva de Francia, de especial estructura de su flor. Algunos experimentos efectuados en varias producen unas semillas de las cuales la mitad reproduce la forma
Córcega y de las comarcas especies de esta familia demuestran que el Pisum responde plenamente a híbrida mientras que la otra da plantas que permanecen constantes y
limítrofes, 1901.) las condiciones expresadas.» adoptan, a partes iguales, unas el carácter dominante y las otras el
Todos los comentaristas hacen hincapié en la importancia de la carácter recesivo.»
La legumbre de la que elección de este material experimental en el éxito de la empresa. En Si se aplica esta fórmula, se puede prever que la proporción de
habla Mendel, cuyas
semillas se consumen con el
efecto, la autofecundación, normal en el guisante, es una excepción para formas híbridas tenderá a disminuir constantemente en los descendientes
nombre de «guisante», muchas otras plantas de flor. Esto significa que sin la intervención del de los híbridos, como demuestran los experimentos realizados a lo largo
pertenece al género Pisum. experimentador —o sin la llegada fortuita de un pequeño insecto—, el de varias generaciones. Mendel constata que estos resultados «confir-
polen de una flor de guisante se deposita en el pistilo de la misma flor. man lo que Gaertner, Koelreuter y otros autores observaron, y es que
Así Mendel pudo disponer de «razas puras», procurando simplemente los híbridos tienen tendencia a regresar a las especies originales».
que, al reproducirse por autofecundación a lo largo de varias generacio- Calculando la proporción teórica de las diferentes categorías, propone lo
nes, los guisantes conservaran las características del lote de semillas que que nosotros denominaríamos un modelo para poder formalizar y
poseían inicialmente. Esta particularidad del guisante, común a otras comprobar una regla que los otros hibridadores ya habían establecido
leguminosas, ya era conocida por los especialistas. de forma empírica.
MENDEL: FACETA JARDIN 468 469 MENDEL: FACETA JARDIN

actual, este principio no tiene más que un valor aproximado. Los caracteres definidos
por genes situados en un mismo cromosoma tienen, en efecto, mayor probabilidad de
Mendel y nosotros permanecer asociados, y esta probabilidad es aún mayor cuanto más cerca están los
genes.
E i simbolismo utilizado por Mendel nos puede resultar familiar. La letra A, por Concretando, esto quiere decir que si se hace el experimento de combinar unos
ejemplo, representa el carácter dominante, «semilla redonda», y a el carácter recesivo, caracteres cualesquiera de una planta cualquiera, es muy probable que los efectivos de
«semilla rizada». Es una notación que todavía se utiliza en nuestros días. Sin las diferentes combinaciones estén muy lejos de las proporciones canónicas.
embargo, la terminología y los símbolos de Mendel presentan, en relación con los En un sentido totalmente distinto, algunos autores han considerado que los
nuestros, ciertas diferencias que es necesario conocer para poder leer su texto.
resultados de Mendel eran demasiado bonitos para ser ciertos. En este sentido el
Nosotros representamos mediante AA los guisantes que sólo poseen el carácter especialista en genética de las poblaciones, R. A. Fisher, calculó en 1936 que Mendel
dominante y por aa aquellos que sólo poseen el carácter recesivo. Mendel los designa sólo tenía un.5 por ciento de posibilidades —teniendo en cuenta el tamaño de su
respectivamente por Aya, sin duplicar la letra. muestra— de lograr una proporción que se aproximara a la relación teórica del 3 a 1.
Cuando se cruzan estas dos variedades por fecundación artificial, se obtiene lo que ¿Habría hecho Mendel alguna trampa? Ello sería extremadamente improbable,
hoy denominaríamos una primera generación (o F l ) que anotamos Aa pues los máxime teniendo en cuenta que no duda en exponer un experimento que le ha dado
individuos que la componen poseen los dos caracteres, el recesivo y el dominante. «malos resultados» ni en confiar unos datos de difícil interpretación.
Mendel utiliza aquí la misma notación que nosotros, Aa para designar lo que De hecho, algunos autores ponen en duda los cálculos de Fisher, pues consideran
denomina «híbridos».
que no toman en consideración determinados datos biológicos, en particular los
Por autofecundación, estas plantas tienen a su vez unos descendientes que referentes al comportamiento de los granos de polen. Por otra parte, R. C. Olby
nosotros denominamos segunda generación (F2) que para Mendel es la «primera demostró que las cifras suministradas por Erich von Tschermak, uno de los «redescu-
generación de híbridos» (es decir la primera generación originada por los híbridos). bridores de Mendel», eran tan «buenas» como las de Mendel. Según él, el problema
En nuestros manuales, estos descendientes se distribuyen como sigue: una cuarta parte en ambos casos procede del método utilizado en aquella época para los recuentos.
de AA, la mitad de Aa y otra cuarta parte de aa. Para Mendel esta distribución se
expresa de la siguiente forma: una cuarta parte de A, otra cuarta parte de a y la mitad
de Aa.

Mecanismo y generalización
Todo lo anterior se refiere a las plantas que se diferencian en un solo
E l modo en que Mendel somete los caracteres a unas leyes de
carácter. ¿Qué ocurre cuando se cruzan dos guisantes que difieren en
combinaciones y calcula los efectivos teóricos de los diferentes grupos,
dos caracteres, por ejemplo la forma y el color de las semillas?
constituye el aspecto más original de su texto. Actualmente, su forma de
L a respuesta de Mendel es que los dos caracteres se separan y se
proceder se justifica explicando que cada carácter va incluido en un gen
combinan independientemente unos de otros. Si se cruzan, por ejemplo,
y que cada gen se presenta en el individuo en dos ejemplares. Esta
individuos de semillas redondas y amarillas con individuos de semillas
explicación era inconcebible en una época en la que ni siquiera se había
angulosas y verdes, se obtiene un total de 556 semillas que se distribuyen
introducido el concepto de cromosoma, Mendel sin embargo debía
de la siguiente forma:
proponer un modelo mecánico que le autorizara a aplicar este diseño
315 redondas y amarillas matemático a los productos de hibridación. En otras palabras, Mendel
101 angulosas y amarillas tiene que encontrar una hipótesis que le permita manipular los caracte-
108 redondas y verdes res como si fueran bolas dentro de un bombo. Esto le lleva a una nueva
32 angulosas y verdes serie de experimentos destinados a demostrar que el número de células
ovulares es exactamente igual que el de células polínicas, de tal forma
Después de dar los resultados para los guisantes que se diferencian que concluye:
en tres caracteres, Mendel muestra cómo todas estas cifras corresponden
«El azar designará cuál de las dos clases de polen se unirá con cada
prácticamente a las proporciones teóricas que se calculan con las
una de las dos células ovulares. Sin embargo, según el cálculo de
fórmulas de combinación de caracteres. Obtiene así esta regla general:
«Si n es el número de diferentes características en las dos plantas
originales, 3n es el número de términos de la serie de combinaciones, 4n
da el número de individuos que se encuentran en la serie y 2n el número C ó m o proceder para la hibridación de las judías
de combinaciones que permanecen constantes. De este modo, por Las leguminosas constituyen un material de experimentación privilegiado; por
ejemplo, si las plantas originales difieren en cuatro caracteres, la serie ello no es de extrañar que el maravilloso tratado de Henri Lecoq, De la fécondation
4 4 4
contiene: 3 = 81 términos, 4 = 256 individuos y 2 = 16 formas naturelle et artificielle des végétaux et de l'hybridation, publicado en 1845 y traducido
constantes; o bien, lo que.es lo mismo, de los 256 descendientes de los al alemán en 1846, dedique al género Phaseolus una de sus más hermosas páginas:
«[...] siempre resulta curioso para el amateur o fisiólogo intervenir en plantas tan
híbridos hay 81 combinaciones diferentes de las cuales 16 son constan- susceptibles de hibridación como las judías, con las cuales es posible tener rápida-
tes». mente la certeza, por el color de sus semillas, del éxito de la operación. Antes de que
se abra totalmente la flor, las anteras de las judías empiezan a repartir el polen, e
inmediatamente después la carena se da la vuelta, arrastrando con ella los filamentos
pegados que se alargan como si desearan alcanzar el estigma arrastrado por el estilo y
¿Cifras demasiado bonitas? el ovario, los cuales también inician el crecimiento. El pistilo se alarga menos que los
estambres y la fecundación no tarda en producirse. Para intervenir artificialmente
L a independencia de la disyunción y la nueva combinación de los caracteres basta con separar un poco la carena y depositar el polen en el estigma con ayuda de
constituye uno de los principios básicos del mendelismo. Desde el punto de vista un pincel. Este último lo retiene sin dificultad y, como el polen de las judías no es
práctico, explica por qué, al cruzar unos frutos grandes e insulsos con frutos pequeños excesivamente pulverulento, sino que es más bien pastoso, no es necesario eliminar los
y sabrosos es posible obtener, en su descendencia, frutos grandes y sabrosos. Desde el estambres, sino preocuparse solamente de fecundar el pistilo en cuanto el estado de la
punto de vista teórico, en este principio descansa todo el cálculo de las combinaciones flor permita llegar a él.»
posibles de caracteres. Sin embargo, paradójicamente, a los ojos de un genetista
MENDEL: FACETA JARDIN 471 MENDEL: FACETA JARDIN
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probabilidades, siempre ocurrirá, si tomamos la media de un gran cantidad de azúcar poseen para utilizarlas después como simientes.
número de casos, que cada una de las formas de polen A y a se ¿Sería posible mejorar todavía más esta técnica?
conjugará con cada una de las formas de células ovulares A y a.»
Por supuesto, presentadas de esta forma, las relaciones que se Louis de Vilmorin y la selección genealógica
observan en el género Pisum deberían reproducirse en otras plantas de
flor. Mendel inicia una generalización que somete su esquema a fuertes E l 3 de noviembre de 1856, Louis de Vilmorin lee ante la Academia
presiones. Expone primero los experimentos realizados con judías. de las ciencias una «Nota sobre la creación de una nueva especie de Louis de Vilmorin (1816-
remolacha azucarera» que editará en 1859 junto con otros artículos, en 1860) es el heredero de la
Cuando se cruzan judías de flores de distinto color, las flores de los familia Vilmorin-Andrieux y
híbridos y sus descendientes presentarán colores intermedios, con res- un folleto titulado Notices sur l'amélioration des plantes par semis, Cía. Su esposa y algunos de
pecto a los de sus padres. publicado por la Librairie agricole. En primer lugar, describe el procedi- sus descendientes también se
miento que permite evaluar con precisión la cantidad de azúcar conteni- dedicaron a la botánica. En
Para explicar este resultado que parecería responder más bien a la 1929, H . F. Roberts había
da en una raíz de remolacha sin tener que destruirla. Recuerda que es
localizado hasta trescientos
tesis de la herencia por mezcla que a la suya propia, Mendel debe posible aumentar esta cantidad por selección y que «la transmisión de la sesenta artículos publicados
suponer que el color de las flores se compone de varios caracteres. calidad azucarada» es un hecho establecido que, sin embargo, admite por siete generaciones
Finalmente las últimas páginas están dedicadas a un análisis de los «excepciones nada deleznables». Pero estas excepciones, añade, «son una sucesivas de la familia
resultados publicados por Joseph Koelreuter y Cari Friedrich Gaertner, Vilmorin.
puerta abierta a la cuestión general de la transmisión de caracteres en
y a una discusión sobre sus conclusiones acerca de la noción de especie. los vegetales».
La impresión que se desprende de la segunda parte del texto es que «De este modo, en el primer año de experimentación y, por consi-
Mendel confia en poder aplicar las leyes que ha descubierto en los guiente, ignorando por completo las cualidades que hubieran podido
guisantes al conjunto del mundo vegetal; incluso si cuatro años mas poseer los antepasados de las plantas con las que estaba trabajando,
tarde parece poner en duda que se adapten a plantas silvestres del tipo llegué a conservar, para la reproducción, una raíces de idéntica riqueza y
del Hieracium o a los sauces, esta esperanza muestra el alcance que da a a observar que estas raíces daban:
sus trabajos de hibridación. ¿Nos permitiría esto decir que, con ello, «a veces un lote de media muy elevada y sin diferencias acusadas, a
pretende crear una nueva disciplina? L a cuestión de si Mendel se veces unas diferencias considerables, con una media más baja, que
encuentra o no en el origen de la genética oculta otra cuestión, que producían unos máximos excepcionales,
afecta esta vez tanto a la historia de las técnicas como a la historia de las «y a veces, lotes decididamente malos con una descendencia que
ciencias, y que consiste en ubicarle en el programa de investigación había que abandonar por completo.»
situado en los límites entre la botánica y la agronomía, y que podríamos Para evitar estas variaciones y elegir los «patrones reproductores» en
resumir de la siguiente forma: cómo conseguir que la producción de la primera categoría, es necesario seleccionar una planta en función de
nuevas variedades vegetales se convierta en una técnica segura y eficaz. su descendencia. Louis de Vilmorin se ve obligado, según sus propias
En otras palabras, ¿qué aporta Mendel a los horticultores y a los palabras, a «poseer un estado civil y una genealogía perfectamente
seleccionadores? ¿En qué aspecto su trabajo afecta a las preocupaciones correctos» de todas sus plantas «desde el principio del experimento».
de estos últimos y qué podría él aportar que no hubieran encontrado Para efectuar esta selección genealógica, es necesario sembrar única-
ellos mismos? mente una pequeña muestra de semillas de cada una de las plantas y
conservar tan sólo aquellas que tengan una descendencia adaptada a las
cualidades requeridas. Esta selección es puramente maternal ya que el
Mendelistno y En muchos manuales y artículos de divulgación, la creación de razas polen sigue procediendo de cualquier remolacha, no suprime el azar
perfeccionamiento de y variedades nuevas se presenta como una puesta en práctica de las leyes pero sí lo reduce considerablemente. Gracias a esta selección, la cantidad
las plantas de Mendel. Si así fuera el «redescubrimiento» de estas leyes debería de azúcar alcanza el 18 por 100 hacia 1870. Si se aplica a plantas como
haber provocado una verdadera revolución en las técnicas de perfeccio- el trigo donde la autofecundación es la regla, y se combina con la
namiento de las plantas. De hecho, esta revolución sí se produjo, pero hibridación, la selección genealógica permitirá la creación de variedades
empezó mucho antes, en el preciso instante en que Mendel se dedicaba a nuevas que multiplicarán los rendimientos y contribuirán a la transfor-
sus experimentos, pero al margen de éstos. Una historia ejemplar al mación de los campos. L a simiente deja de ser una parte de la cosecha
respecto es la de la mejora de la remolacha de azúcar. de cada año que se conserva para el año siguiente, para convertirse
Desde hacía tiempo se utilizaba la remolacha como planta de forraje, ahora en el producto de una industria que, al controlar la reproducción
hasta que en el siglo XVIII el alemán André-Sigismond Margraff demos- vegetal, se sitúa por encima de la agricultura.
tró que contenía un azúcar muy similar al de la caña y que era posible
extraerlo. A finales de ese siglo, K a r l Franz Achard puso a punto la
Transmitir la facultad de transmitir
producción industrial de azúcar de remolacha. Sometida al bloqueo, la
Francia napoleónica buscó un sustituto del azúcar de caña. E n 1812, A imagen de los instrumentos del control estatal sobre el cuerpo
Benjamín Delessert presentó al Emperador unas muestras de azúcar de social —el estado civil— y los archivos de transmisión de bienes —
remolacha que en nada se distinguían de las de azúcar de caña. Sin genealogía— el seleccionador controla la herencia vegetal y reduce así
embargo, la rentabilidad del procedimiento era mediocre debido a la los azares de la genética. Esto ocurre incluso antes de que una teoría
escasa cantidad de azúcar contenido en las remolachas (menos de un 5 biológica pueda dar cuenta de los mecanismos en juego. Vilmorin
por ciento). Para mejorar su rentabilidad, se practica una selección presiente, de hecho, la necesidad de esta teoría. E n una «Nota sobre la
sistemática: se deja que crezca la flor de las remolachas que mayor herencia», destinada inicialmente a la Sociedad industrial de Angers y
MENDEL: FACETA JARDIN 473 MENDEL: FACETA JARDIN
472

publicada finalmente en 1859 en Notices sur l'amélioration des plantes 4. bordes ligeramente pronunciados
par semis, esboza una explicación. L a herencia es la resultante de dos 5. sabor dulce y muy ácido
fuerzas, una, el «atavismo», que relaciona al individuo con sus antepasa- Con el cruce de ambos tipos se podría esperar obtener un producto
dos y la otra la «herencia inmediata», que refleja la relación entre padres de carne y semillas amarillas con algunos caracteres intermedios. En
e hijos. Dos individuos dotados de las mismas cualidades pueden no cambio se obtienen híbridos que se presentan de la siguiente forma:
transmitirlas en el mismo grado a sus descendientes; e incluso, pueden
dotarles, «en grados muy diferentes, de la facultad de transmitir estas Caracteres del primer híbrido:
mismas cualidades a la generación siguiente.» 1. carne amarilla
Para ilustrar esta idea, Vilmorin recurre a la experiencia de los 2. semillas blancas
ganaderos: entre las cualidades que puede poseer un caballo existe la de 3. piel rugosa
ser un buen semental, es decir, no sólo transmitir sus cualidades a sus 4. bordes muy pronunciados
descendientes, sino también transmitir la facultad de transmitirlas. L a 5. sabor ácido
explicación descansa en la distinción entre atavismo y herencia inmedia-
ta, y en la analogía entre herencia animal y vegetal. Caracteres del segundo híbrido:
1. carne amarillenta
Del caballo al melón 2. semillas blancas
3. piel lisa
Desde hace mucho tiempo los caballos han sido objeto de una 4. sin bordes
selección cuidadosa por parte de los ganaderos. Por ello no sorprende 5. sabor dulce
encontrar este mismo argumento en el texto que otro agrónomo, Augus-
Hay que estudiar estos cuadros dentro de unos límites, sin sacar
tin Sageret, dedica a la cuestión de la herencia, y que se publicó en 1826
conclusiones precipitadas. Sageret no crea un modelo matemático, no
en los Annales de sciences naturelles, bajo el título «Consideraciones
sobre la producción de híbridos, variantes y variedades en general y indica unas relaciones numéricas, aunque su trabajo es uno de los
sobre la de la familia de las Cucurbitáceas en particular». Se recuerda en principales textos de la literatura sobre hibridación, conocido por
él que en la especie humana, las facciones del rostro y algunas enferme- Mendel a través, por lo menos, del libro de Gaertner. Se puede hablar
dades hereditarias «pueden no manifestarse en la primera generación, pe- sin temor a exagerar, de un linaje de hibridadores, puesto que ya Sageret
ro volver a aflorar en la segunda y en las sucesivas», y añade: «No sin ra- empieza su artículo indicando la coincidencia de sus resultados con los
zón los árabes conservan con tanto esmero la genealogía de sus caballos». de Koelreuter. E n cualquier caso, en su concepto sobre los híbridos,
Sageret está mucho más cerca de Mendel que un botanista francés
Sin embargo, no es su concepto del atavismo lo que atrajo la
frecuentemente citado como otro «precursor» de la genética, Charles
atención de los historiados en el texto de Sageret, sino más bien su
Naudin (1815-1899). Este último, ayudante naturalista en el Muséum de
concepto de la segregación y la combinación de caracteres. L a idea de la Villa Thuret: en 1856, el
herencia por mezcla, refutada por el trabajo de Mendel, ya era desmenti- París, antes de dirigir el jardín experimental de la «Villa Thuret» en
botánico francés Gustave
da por el agrónomo francés que escribe: Antibes, inicia, en 1854, una investigación sobre hibridación, que durará Adolphe Thuret (1817-1875)
unos veinte años y le valdrá los elogios de la Academia de las ciencias. mandó construir alrededor
«[...] me ha parecido que, en general, la semejanza del híbrido con
Probablemente nunca había oído hablar de Mendel quien, por su parte, de su casa un magnífico
sus dos antecesores consistía, no tanto en una fusión íntima de los jardín botánico en el que
diferentes caracteres propios a cada uno de ellos en particular, como en debía ignorar los trabajos de aquél.
introdujo un gran número
una distribución igual o desigual de dichos caracteres. Digo igual o de plantas ornamentales
desigual porque está lejos de ser la misma en todos los individuos Los híbridos de petunias y sus descendientes exóticas.
híbridos procedentes de un mismo origen y entre ellos existe una gran
diversidad.» Presentar a Naudin como aquel que fracasó donde Mendel triunfó
Para ilustrar sus palabras, reúne los numerosos experimentos de no es sin duda una forma original ni la más adecuada para abordar su
hibridación efectuados con las cucurbitáceas en un solo «ejemplo tipo». obra, pues corremos el riesgo de olvidar otros dos aspectos de su
Elige dos variedades de melones, una de carne amarilla y la otra de pensamiento, en particular, su concepción del origen de las especies. Sin
carne blanca y distribuye sus caracteres en dos listas paralelas: embargo, los genetistas de principios del siglo x x así lo percibieron y, de
hecho, es inevitable comparar la trayectoria de los dos autores.
Caracteres del melón de carne amarilla: Ambos se plantean una misma cuestión: ¿Qué ocurre con los descen-
1. carne amarilla dientes de los híbridos vegetales? Para responder, tanto uno como otro,
2. semillas amarillas poseen unos conocimientos hortícolas que les permiten elegir con
3. piel rugosa cuidado el material de sus experimentos y de casar las flores a su antojo.
4. bordes muy pronunciados Uno y otro ponen en relación las distintas formas que van obteniendo.
5. sabor suave Esto lleva a Naudin a presentar a sus lectores de la Revue horneóle, en
1861, algunos resultados de sus trabajos bajo el título «Sur les plantes
Caracteres del melón de carne blanca: hybrides». Describe «dos especies bien diferenciadas de petunias, la
1. carne blanca púrpura (Petunia violácea) y la blanca (Petunia nyctaginiflora)», expli-
2. semillas blancas cando a continuación que el cruce, que no presenta ninguna dificultad
3. piel lisa da unos híbridos fértiles, de color y forma intermedios. Estos híbridos se
MENDEL: FACETA JARDIN 474 475 MENDEL: FACETA JARDIN

asemejan entre sí. Precisa, además, que de cuatro cruces efectuados en creado las especies porque las necesitaba y que las ha organizado para
1854 entre estos dos tipos de petunias surgieron, al año siguiente, treinta funciones muy determinadas, no tiene ninguna necesidad de formas
y seis híbridos, de los cuales treinta y cinco poseían unas corolas híbridas que no respondan a su plan [...].»
prácticamente similares. A l sembrar las semillas obtenidas de uno de Así se explica la esterilidad de la mayor parte de los híbridos y el
estos híbridos, se llegaron a obtener cuarenta y siete individuos de los regreso de los descendientes no estériles a los tipos originales.
cuales uno solo se asemejaba realmente al híbrido, mientras que otros Así formulada, la hipótesis parece un poco aventurada. Henri Lecoq,
diez poseían unas flores muy similares a las de la Petunia violácea. Los más prudente y pragmático escribe, como respuesta a Naudin, en su libro
otros tenían formas intermedias, entre las que cabe distinguir cuatro ca- De la fécondation naturelle et artificielle des végétaux et de l'hybridation:
tegorías en función del color del polen, de la forma y del color de la coro- «No sabemos ni por qué ni cómo la naturaleza ha creado las especies
la. Naudin indica con precisión los efectivos de cada una de las catego- y ponemos en duda que necesite todas aquellas que ha creado; por
rías. Siembra las semillas de las plantas que más se aproximan al híbrido consiguiente tenemos más confianza en los pacientes e ingeniosos experi-
y obtiene ciento dieciséis ejemplares que distribuye de la siguiente forma: mentos realizados por ese sabio naturalista que en las ideas sobre las
«doce individuos prácticamente idénticos, por el tono de su colorido, necesidades de la naturaleza.»
la forma de la flor y el matiz del polen, al híbrido de 1854; Sin embargo, el propio Lecoq no se priva de dar un enfoque teológi-
«veintiséis individuos de flores blancas que se caracterizan por tener co al trabajo del hibridador:
un tubo de corola estrecho y un polen amarillento. Muchos de ellos son «Los híbridos son una prueba de la bondad y del poder de Dios, que
difíciles de diferenciar de la Petunia nyctaginiflora y los otros difieren permite al hombre modificar sus obras haciendo uso de la inteligencia
muy levemente. divina que le ha sido prestada durante su vida. Es imposible seguir las
«veintiocho de corola acampanada de color púrpura vivo, de polen mutaciones sucesivas de un vegetal, sometido a las influencias variadas
gris azulado o azul violáceo, que apenas se diferencian de la Petunia del cultivo y la hibridación, sin acabar mostrando el mayor reconoci-
violácea; miento hacia aquel que parece ceder al hombre parte de sus derechos y
«y, por último, cincuenta individuos difíciles de clasificar en una de que le autoriza a levantar una esquina del velo impenetrable que oculta
las tres categorías anteriores y que, por la forma y dimensiones de sus todos los secretos de su creación.»
corolas, así como por su colorido que varía del blanco rosáceo al lila E l hibridador es un Prometeo, un Prometeo que puede ser muy res-
púrpura, y por el tinte grisáceo del polen, parecen estar a mitad de petuoso con los dioses, pero un Prometeo a fin de cuentas, y Lecoq refle-
camino entre los dos tipos específicos, unos más próximos a la Petunia ja con tristeza que algunos horticultores británicos se oponen a la hibrida-
violácea y otros a la Petunia nyctaginiflora.» ción considerada como un intento de modificar la «obra del Creador».
Como puede observarse, Naudin no carece ni de precisión ni de En contraposición, se dice que la fuerza del modelo de Mendel es
cifras en abundancia. Mendel compara los datos que observa a los datos precisamente su pobreza. Mendel lo elabora para resolver la misma
que calcula. Naudin, dado el carácter puramente cualitativo de sus clase de problemas a los que se enfrentan Vilmorin, Sageret, Naudin o
hipótesis, se limita a registrar su información sin aspirar a prever ningún Lecoq, y responde a la cuestión de la descendencia de los híbridos
tipo de relación entre individuos. En términos modernos, diríamos que vegetales.
existe cuantificación sin modelo cuantitativo. Correlativamente, la orien- Pero no agota todos los matices de su respuesta, que permanece
tación del experimento no consiste en aislar un carácter asegurándose de susceptible de ser reutilizada, reinterpretada, ampliada y modificada.
su constancia durante varias generaciones, antes de iniciar las hibrida-
ciones, sino a partir de cualquier esqueje de una especie corriente de los Las leyes de Mendel no fueron redescubiertas, si por ello entendemos
jardines. Las plantas utilizadas (petunia, tabaco, cucurbitáceas) no son ni que fueron formuladas en 1865 en su sentido actual, olvidadas durante
mucho menos aquellas en las que la autofecundación es la regla general, treinta y cinco años y reencontradas en 1900. Mendel las propuso como
y con respecto a las cuales se puede hablar de raza pura. un modelo matemático comprobado experimentalmente para resolver
Retrospectivamente, todo ello explica por qué Naudin no pudo unos problemas que se planteaban a todos los hibridadores y que
observar las relaciones constantes descubiertas por Mendel. E n contra- solucionaban de forma más empírica. L a originalidad de Mendel es
partida, en aquella época, esto daba a su trabajo un carácter más incontestable y consciente: él mismo declara, en una carta, dirigida a
concreto, más próximo a las preocupaciones inmediatas de los horticul- Naegeli, del 16 de abril de 1867, que los resultados obtenidos no son
tores y botánicos. «fácilmente compatibles con el actual estado de las ciencias». Pero esta
originalidad no es la de un sabio solitario que se planteara con cincuen-
El que creía en la naturaleza y el que no ta años de antelación la pregunta que otros se harían después. N o es el
Además de la experimentación y de las enumeraciones, cabe referirse único que se pregunta en qué se convierten los descendientes de los
al sistema de conceptos e hipótesis creado por los dos autores, tanto por híbridos y que efectúa fecundaciones artificiales, pero sí es el único que
el naturalista parisino como por el religioso de Brno. Para este último, intercala, entre estas preguntas y estos experimentos, el entramado de
la utilización del cálculo de probabilidades tiene su justificación en la una combinatoria.
noción de dominación o recesividad de los caracteres, y en el principio Por otra parte, las leyes de Mendel han representado para los
de apareamiento al azar de las células reproductoras. Naudin, por su horticultores y los seleccionadores, no una regla práctica, sino un
parte, sustituye la cuestión de la constancia de los híbridos por el otro esquema explicativo de lo que ya practicaban. L a horticultura ha
problema más general de la especie en tanto que unidad fundamental del aportado mucho saber hacer y conocimientos empíricos a la investiga-
mundo vivo, que expresa de la siguiente forma: «La naturaleza que ha ción de la herencia.
Pasteur y Pouchet:
heterogénesis
de la historia de las ciencias
BRUNO L A T O U R

Donde veremos que en la historia de las ciencias no resulta tan fácil


separar vencedores de vencidos.
Félix Pouchet defendía la generación de seres vivos a partir de materia
inerte. Louis Pasteur la consideraba imposible. Su combate estuvo mucho
tiempo rodeado de incertidumbre.

i contemplamos las ciencias desde el exterior, a menudo parecen

S inaccesibles y frías. Afortunadamente, las controversias entre cien-


tíficos ofrecen una puerta abierta a ese mundo y al calor de la
historia. Cuando examinamos la historia natural de las controversias
eruditas, reconocemos varios casos típicos que podemos agrupar grosso
modo en dos categorías. Por una parte, algunas controversias se limitan
a lo que denominamos foros oficiales (Academia, prensa especializada,
grupos de expertos); otras desbordan ampliamente en foros llamados
oficiosos (prensa general, tribunales, Parlamento, opinión pública). L a
discusión sobre la cantidad de neutrinos que emite el sol forma parte del
primer grupo, la que aborda el modo de transmisión del SIDA pertenece
sin duda al segundo.
Todas las controversias, ya sean oficiales u oficiosas, pueden dirimir-
se de dos maneras. Algunas acaban con un rechazo implícito, es decir, se
abandona una opinión sin que existan indicios claros de dicho abando-
no; la controversia se desvanece en el horizonte, se extingue por asfixia o
se va olvidando a medida que toma el relevo una nueva generación
adiestrada en otros métodos. Otras, en cambio, son objeto de un
rechazo explícito (experimentos cruciales, medalla, leyes y normativas,
jurado, informes, juicios). L a polémica relativa a los O V N I (objetos
volantes no identificados) se mantiene en el foro oficioso y sólo recibe
esporádicamente rechazos explícitos, que podrían poner fin, de una vez
por todas, al debate. Por el contrario, la feroz controversia entre
Antoine Laurent de Lavoisier y Georg Ernst Stahl (véase Lavoisier:
una revolución científica, fue sancionada explícitamente por toda la
comunidad científica. Pero lo realmente interesante es examinar el
movimiento, en ocasiones muy complejo, de una misma controversia. Por
ejemplo, el peligro de las radiaciones nucleares en pequeñas dosis ha Félix Arquimedes Pouchet,
sabio ruanés, desdichado
experimentado numerosas idas y venidas y, a pesar de los diversos adversario de Pasteur. Los
«finales» que se le han atribuido, no ha dejado de salir de nuevo a la dos buscaban la «quinta pata
palestra. Lo mismo ocurre con los distintos debates sobre el carácter del gato» en las experiencias
hereditario de la inteligencia, que concluyen y arrancan de nuevo, del contrario.
(Dibujo y grabado de L.
pasando de un foro a otro. E l diagrama que figura a continuación Flameng, 1831-1911.)

477
PASTEUR Y POUCHET: HETEROGENESIS D E LA HISTORIA D E LAS CIENCIAS 478 479 PASTEUR Y POUCHET: HETEROGENESIS D E LA HISTORIA D E LAS CIENCIAS

descubrimiento, la historia-condicionamiento, la historia-formación y,


Foros por último, la historia-construcción.
oficiales oficiosos

París, 7 de abril de 1864, gran anfiteatro de la Sorbona: Una conferencia en


implícitos
\ . OVNI «Voy a enseñarles, (señoras y) señores, por dónde han entrado los la Sorbona
Rechazos
\ ratones. [...]»

explícitos
Lavoisier»^^ Í
Jcontaaio del
«Apaguen todas las luces. Creemos una atmósfera nocturna, que nos
envuelva la oscuridad, e iluminemos únicamente estos cuerpecillos, así
Stahl SIDA los contemplaremos como si fuera de noche y estuviéramos contemplan-
Desplazamiento de una do las estrellas. Proyección. Vean, señoras y señores, la cantidad de
controversia en uno de los partículas de polvo que se agitan en este haz luminoso. Enfoque la paja.
cuatro cuadrantes. [...]»
«Recojamos estas partículas en un portaobjetos de vidrio y vean lo
resume los cuatro cuadrantes en los que puede enmarcarse una contro- que observamos en el microscopio. Monsieur Duboscq, proyecte la
versia. micrografía. [...]»
En este capítulo, abordaremos una controversia ejemplar, la que «Ven muchas cosas amorfas. Pero en el centro de estas cosas amor-
enfrentó, a mediados del siglo xix, a Louis Pasteur y a Félix-Archiméde fas, percibirán corpúsculos como éstos. Son, (señoras y) señores, gérme-
Pouchet, relativa a la posibilidad de asistir a la generación espontánea nes de seres microscópicos. [...]»
de seres vivos microscópicos en un laboratorio. «Para que la prueba a la que voy a someter la superficie de esta cuba
Cuando hablamos de controversia, suponemos la existencia previa de mercurio sea perfectamente visible, iluminaré únicamente la cuba y El mercurio evita la entrada
de adversarios claramente identificados; de un lugar para la confronta- espolvorearé sobre ella una cantidad considerable de partículas. Una vez - d e e n l a
- c u t > a

ción de sus argumentos; de un orden del día común con los puntos hecho esto, introduzco un objeto cualquiera en el mercurio de la cuba,
conflictivos; de una serie de pruebas consideradas determinantes; de por ejemplo un bastón de vidrio; inmediatamente todas las partículas
jueces aceptados por todos, que decidan quién gana y quién pierde; de avanzan y se dirigen hacia el lugar en el que he introducido el bastón de
un procedimiento de apelación destinado a zanjar definitivamente la vidrio y penetran en el espacio existente entre el vidrio y el mercurio,
controversia; y, por último, de historiadores independientes encargados porque el mercurio no moja el vidrio. [...]»
de buscar explicaciones al inicio y al fin de la controversia y que no se «¿Qué consecuencia tiene, (señoras y) señores, esta prueba tan
decanten con total parcialidad por ninguna de las partes. sencilla, pero tan crucial para el tema que nos ocupa? N o es posible
Ahora bien, estas condiciones, sobre todo la última, son difíciles de manipular la cuba de mercurio sin que penetren en el interior del
reunir tanto en el mundo del deporte, del derecho, de la estrategia recipiente las partículas de polvo que se encuentran en la superficie.
militar, como en el mundo de la ciencia. Encontrar al adversario y Cierto es que Pouchet eliminó el polvo mediante gas oxigenado, aire
desarmarlo definitivamente de forma inapelable ante los ojos de todos es artificial; eliminó los gérmenes que podían existir en el agua y en la paja;
muy poco frecuente. L a mayoría de disputas tiene lugar entre irreducti- pero lo que no eliminó fueron las partículas de polvo y, por consiguien-
bles. Se trata de combates lidiados en un túnel, donde a menudo se corre te, los gérmenes que se encontraban en la superficie del mercurio. Luces,
el riesgo de luchar contra su propia sombra. Por esta razón, la disputa por favor. [...]»
entre Pasteur y Pouchet constituye un caso sencillo y, por ende, intere- «Pero, (señoras y) señores, estoy impaciente por pasar a unos experi-
sante. Es una controversia explícita, donde cada uno de los protagonis- mentos, a unas demostraciones tan sobrecogedoras que despejarán todas
tas reconoce al otro como adversario. Oscila constantemente entre foros las dudas que pudieran tener sobre mis experimentos. Agitación entre el
oficiales y oficiosos, pero desemboca en una solución casi judicial, público. Gestos de aprobación. [...]»
examinada sucesivamente por dos comisiones de la Academia de las «Hemos demostrado hace un momento que Pouchet se equivocó por
ciencias, la primera en 1862 y la segunda en 1864. Pouchet acepta los utilizar una cuba de mercurio en sus primeros experimentos. Suprima-
principios experimentales de Pasteur por considerarlos científicos, pero mos el uso de la cuba de mercurio pues hemos reconocido que daba
rechaza las comisiones por la carga ideológica y política que encierran, y lugar a errores inevitables. Observen, (señoras y) señores, esta infusión
por mostrarse parciales a favor de Pasteur, por todo ello se niega incluso perfectamente nítida de materia orgánica. Miren la infusión. [...]»
a comparecer ante ellas.
«Ha sido preparada hoy mismo. Mañana ya contendrá animálculos,
Pero el principal interés de las controversias estriba en sacar a relucir pequeños infusorios o moho. Miren la infusión turbia. [...]»
la naturaleza de los objetos científicos resultantes. A l ofrecernos el «Pongo una parte de la infusión de materia orgánica en un recipiente
descubrimiento antes de que merezca tal apelativo, al relatarnos, en el de cuello alargado, como éste. Miren el recipiente. [...]»
fragor de la batalla, qué colectivo se decanta por el objeto o qué «Supongamos que hiervo el líquido y que, a continuación, lo dejo
pasiones e intereses despierta, los historiadores de las ciencias pueden enfriar. A l cabo de unos días, se habrán desarrollado en el líquido
distinguir distintas maneras de concebir las relaciones entre los sujetos y mohos o animálculos infusorios. A l hervir, he destruido los gérmenes
los objetos que protagonizan la ciencia. existentes en el líquido y en la superficie del casco del recipiente. Pero,
En este capítulo, nos serviremos de la controversia entre Pasteur y como la infusión ha entrado de nuevo en contacto con el aire, se altera
Pouchet, como si de material experimental se tratara, para contrastar como todas las infusiones. [...]»
cuatro maneras de reconocer la historia en las ciencias: la historia- «Ahora supongamos que repito el experimento, pero que antes de
PASTEUR Y POUCHET: HETEROGENESIS D E L A HISTORIA D E LAS CIENCIAS 48U 481 PASTEUR Y POUCHET: HETEROGENESIS D E LA HISTORIA D E LAS CIENCIAS

hervir el líquido estiro el cuello del balón con un soplete de esmaltador, dones diversas [...] ¡Pero permanece muda! Permanece muda desde hace
con objeto de afilarlo, aunque dejando el extremo abierto. [...]» muchos años, desde que estos experimentos empezaron. Murmullos [...]
«A continuación llevo a ebullición el líquido del balón y lo dejo Claro, he alejadode ella y sigo alejando de ella, en este preciso instante,
enfriar. Ahora bien, el líquido de este segundo balón permanecerá los gérmenes que flotan en el aire, he alejado de ella la vida, pues la vida
completamente inalterado, no durante dos días, tres o cuatro, ni durante es el germen y el germen es la vida. Nunca logrará la doctrina de la
un mes o un año, sino durante tres o cuatro años. ¿Qué diferencia hay generación espontánea recuperarse del golpe mortal que le ha asestado
entre estos dos recipientes? [...]» este sencillo experimento. Calurosa ovación.»
«Contienen el mismo líquido, ambos contienen aire, los dos están
abiertos. ¿Por qué entonces éste se altera y aquél no? L a única diferen-
cia, (señoras y) señores, que existe entre los dos recipientes es la siguien- En esta conferencia pública, Pasteur asesta efectivamente un golpe El final de la
te: en éste (a la izquierda) las partículas de polvo suspendidas en el aire mortal a la teoría de la generación espontánea y a Pouchet, su máximo controversia y la
y los gérmenes pueden caer fácilmente en el cuello del recipiente y entrar representante. Pero, ¿en qué consiste hacer historia? En distinguir entre historia-
en contacto con el líquido en el que encontrarán un alimento adecuado si antes y el después. E n dar golpes mortales, en crear situaciones descubrimiento
y se desarrollarán. Aquí, en cambio (a la derecha), no es posible, o, por irreversibles, en conseguir que el pasado sea totalmente distinto del
lo menos, es muy difícil que las partículas de polvo en suspensión entren presente, que la diferencia entre ambos sea clara. Escindir doctrinas o
en el recipiente. [...]» cortar cabezas, dos formas de evitar que los demás vuelvan al pasado; de
«La prueba de que ésta es la verdadera razón es que si agito obligarles a huir de la indecisión que impide que los años, los instantes,
El zoo de microorganismos, enérgicamente el recipiente dos o tres veces. Lo agito enérgicamente [...] los periodos se distingan unos de otros. «Saldrán de aquí convencidos de
tal como fue creado y luego dentro de dos o tres días contendrá animálculos y moho, ¿Por qué? que la generación espontánea de los seres microscópicos es una quime-
grabado por Pasteur (con porque la entrada de aire se ha producido bruscamente y ha arrastrado ra», advierte Pasteur. Si todos los presentes abandonan el anfiteatro de
anotaciones del autor) para
ilustrar su memoria sobre la partículas de polvo. Murmullos de aprobación. [...]» la Sorbona persuadidos de que la doctrina de Pouchet no levantará
generación espontánea. «Y por consiguiente, (señoras y) señores, también yo podría decir, cabeza «nunca jamás», una pequeña parte de la historia queda escrita.
Reconocemos el aparato para como Michelet, al mostrarles este líquido: "He tomado de la inmensidad Pueden distinguir dos épocas, el antes y el después. «Nosotros estába-
filtrar el aire, los balones de de la creación mi gota de agua, y la he tomado llena de fuerza fecunda. mos allí.» Si la batalla tiene un final indeciso; si las pruebas entorpecen
cuello de cisne y diversas
preparaciones que muestran Y espero, y observo, y la interrogo, y le pido que se sirva reconstruir la conclusión; si Pouchet echa por tierra fácilmente el experimento de
los gérmenes del aire. para mí la primitiva creación; ¡sería un espectáculo tan bello!" Exclama- los recipientes de cuello alargado, los asistentes perplejos no lograrán
recordar el día, él experimento, ni siquiera la actitud de Pasteur. N o ha
pasado nada. Nada ha quedado relegado al pasado. Todo permanece en
el mismo estado de confusión.
Pasteur quiere cortar con los siglos que le preceden; fijar una fecha;
marcar su tiempo y a su público. Durante siglos, se había creído que, en
determinadas circunstancias, podían surgir animales organizados de
mayor o menor tamaño en un recinto cerrado, sin la intervención de
genitores semejantes a ellos.
E l flamenco Jean Baptist Van Helmont escribía en el siglo XVH que
podían nacer ratones en un recipiente lleno de trigo cuya abertura se
había taponado con una camisa muy sucia. Como un prestidigitador
espontáneo, Van Helmont sacaba ranas o ratas de su recipiente en el
que nadie, ni siquiera él, las había visto entrar. Si sus progenitores no se
deslizaron bajo el trigo, de algún sitio tenían que proceder todos esos
ratones. Que aparecieran espontáneamente no era absurdo para Van
Helmont, para Buffon ni para Michelet; todos ellos atribuyen a la
materia una fuerza, una energía creadora suficiente para formar, a partir
de materia inerte u orgánica, ratones, o, por lo menos, animálculos, seres
primitivos como los que el microscopio descubre ante ojos asombrados.
L a creación continúa. «¡Qué bello espectáculo sería!» ¡Qué magnífico
descubrimiento reproducir en una probeta de laboratorio las condicio-
nes existentes en el origen de la vida, transmitir, ¡qué sé yo!, una centella
y, ¡pssssshtt! los elementos más rudimentarios aparecerían en el caldo
primitivo.
Pero Pasteur hace todo lo contrario que un prestidigitador. Desmon-
ta las torres de los demás. N o saca vida de su probeta ni ratones de
recipientes. Nos demuestra que los demás, todos los que le han precedi-
do, han sido prestidigitadores muy a su pesar. Dejaron entrar por un
orificio bien disimulado bichos diferentes de distintos tamaños que luego
aparecieron, como por arte de magia, ante la sorpresa de los asistentes y
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controla, a su antojo, la entrada y la salida de estos animales. Este es el


significado del episodio de los recipientes de cuello alargado. Y ahora,
una vez abierto el orificio, Pasteur puede disponer de recipientes con
contenido turbio y de otros con contenido nítido. En condiciones
exactamente iguales, la única variable es el contacto de las partículas del
aire con el líquido nutritivo. Si el cuello del balón es demasiado largo y
sinuoso, el aire pasa, pero las partículas no, y el líquido permanece
nítido; si el cuello es recto, corto o se agita el recipiente, el aire y las
partículas que éste transporta entran en contacto con el líquido nutritivo
que se corrompe inmediatamente. Allí donde Pouchet se deja manipular,
sin llegar a comprender nada, por los bichos que aparecen y desaparecen
a sus espaldas, Pasteur domina la situación e impone su voluntad
accionando una trampilla. Como consecuencia de este dominio, el que
controla con la misma exactitud la entrada y la salida de los animales,
controla igualmente la entrada y la salida de su público: «Pouchet no se
recuperará jamás; el juicio está visto para sentencia; el caso está cerrado;
la generación espontánea no existe.» Como ocurre siempre que quere-
mos hacer historia, no está de más contar la historia de lo que hacemos.
Pasteur no lo duda ni un instante: «Hay que decirlo, la creencia en la
generación espontánea ha existido en todas las edades; aceptada umver-
salmente en la Antigüedad y discutida en los tiempos modernos, sobre
todo en la actualidad. Y ésta es precisamente la creencia que acabo de
combatir. Su duración, por decirlo así, indefinida a través de las distintas
edades no me inquieta en absoluto, pues sin duda ya saben que la
vigencia de los errores más monumentales se mide en siglos.» Y a
tenemos delimitado el marco histórico: por una parte, una infinidad de
siglos, por otra, esta velada que se abre ante ustedes; por una parte, un
largo error, por otra, dos campeones, Pouchet y un servidor, discípulos
ambos del método experimental. Monsieur Pouchet es un hombre digno
de estima, «lo que admiro (de él), es que proclama que su pensamiento
está encadenado a los resultados de la experiencia». E l mío también: «La
abordé (esta cuestión) sin ideas preconcebidas, tan dispuesto a reconocer
que existían generaciones espontáneas, si la experiencia me hubiera
impuesto esta conclusión, como estoy ahora convencido de que los que
Pasteur, aquí en pose de
afirman tal cosa llevan los ojos vendados.» Todo el problema se reduce
sabio severo y ambicioso. a esto. E l bueno de Pouchet juega a la gallinita ciega con los microbios
(Pintura de Robert Tom, que no ve ni adivina. Yo sí veo, yo sí creo, yo sí he salido del error. Fin
tomada de Great moment; de la historia.
in Medicine.)
Como ocurre siempre que queremos hacer historia, es aconsejable
que historiadores profesionales confirmen la cronología, corroboren los
de los adiestradores de bichos. Pasteur es como el Rouletabille del acontecimientos, en pocas palabras, refuercen, desde su independencia,
Mystère de la chambre jaune. Si los animales no han entrado por ningún la irreversibilidad que nos hemos granjeado. Pasteur, por supuesto, no
orificio es que ya estaban allí desde el principio. L a historia se escribe
anda escaso de historiadores y, no digamos de hagiógrafos. L a historia
pues, como siempre, en un cruce de caminos: o los bichos no entran en
que contaba fue casi siempre ampliada por la de los profesionales.
el recipiente a escondidas y los asistentes no salen convencidos de que
Estimaba a Pouchet, reconocía que había llevado a cabo experimentos,
Pasteur ha puesto fin a muchos siglos de errores; o los bichos entran,
que era honrado, pero que se equivocaba. Cuando en 1875 la ciudad de
efectivamente, por un respiradero oculto y los asistentes salen conven-
Rouen decidió erigir un busto a Pouchet, Pasteur suscribió la iniciativa
cidos.
con las siguientes palabras: «El sabio concienzudo merece el reconoci-
Pasteur se burla de la credulidad de los que aceptan el nacimiento miento general por lo bueno y lo útil que ha logrado, e incluso, por sus
espontáneo de los animálculos, en lugar de compadecerse de su torpeza.
errores, tiene derecho a todo el respeto.» Los historiadores no prestaron
Pouchet creía haber tomado todas las precauciones posibles con su cuba
la mínima atención a este fair-play. ¡Pobre Pouchet, qué estúpido! N i
de mercurio. Su adversario demuestra que el mercurio está cubierto de
siquiera supo defenderse. Confunde los hechos sin más con el método
partículas de polvo. Luego demuestra que estas partículas transportan
experimental hipotético-deductivo. Lo mezcla todo. Permanece fiel a
gérmenes, es decir los progenitores de los minúsculos animales que
creencias de otra época. Escribe en una jerga incomprensible. N o , no
Pouchet ve aparecer «espontáneamente» en las probetas.
existe relación posible entre Pasteur y Pouchet. Aunque estuvieran muy
Para ridiculizar aún más la tesis que combate, Pasteur explica cómo
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cerca en el tiempo, les separaba un «abismo epistemológico». Por un que denomino principio de simetría. E n lugar de admitir un corte
lado, tenemos el sano método experimental y, por otro, un positivismo absoluto y radical entre los que se equivocan y los que están en lo cierto,
ciego y vacilante; por un lado tenemos a alguien que descubre los sólo reconoceremos vencedores y vencidos. Los vencedores no precisan
microbios y, por otro, a alguien que se obstina en decir que ha confirma- la protección del historiador, pero sí los vencidos, a los que, de alguna
do un descubrimiento, cuando en realidad no ha descubierto nada de manera, se les dará una segunda oportunidad ante el tribunal de la
nada. En resumidas cuentas, Pouchet se enfrenta a Pasteur y es derrota- historia. En esta ocasión, perderán de nuevo para mayor gloria de los
do. Bien merecido lo tenía. ¿Por qué se metió donde no le llamaban? héroes predilectos de los hagiógrafos; o no perderán, o perderán menos,
Fuera Pouchet. y tendremos la satisfacción de haber reparado una injusticia, de haber
Con los historiadores y, aún más, con los hagiógrafos, la irreversibili- recuperado a un candidato que no fue malo, sino desafortunado.
dad llega a tal extremo que no existe comparación posible entre el antes Pero Pouchet no era tonto. Naturalista eminente, profesor en Rouen,
y el después de Pasteur; no existe ningún patrón único para medir a académico correspondiente de la Academia de las ciencias, creyente
Pasteur y a su adversario Pouchet. Cada uno está en una esfera, en un convencido, a la edad de sesenta años (a la sazón Pasteur tenía sólo
estado distinto, dos «paradigmas» inconmensurables. E l segundo está en treinta y ocho), Pouchet es un experimentador meticuloso, como recono-
el error y el primero en la verdad. Así, efectivamente, la historia queda ce deferentemente Pasteur. E l tono de las primeras cartas intercambia-
escrita y bien escrita. Antes estábamos en un error, ahora, gracias a das por los dos futuros protagonistas dista radicalmente del que predo-
Pasteur, ya hemos salido de él. E l descubridor destapa con cuidado lo minará cinco años más tarde en la Sorbona.
que estaba cubierto. E l tiempo pasa, pero su paso ha contribuido a «des- «Señor, es para mí un gran honor que muestre cierta inclinación por
cubrir» la verdad que se ocultaba bajo la falsedad. L a historia de la mi opinión acerca de la generación espontánea. Los experimentos que
verdad procedente del error ayuda, sin duda alguna, a Pasteur y a los he llevado a cabo al respecto son demasiado escasos y debo reconocer
suyos, pero encierra en sí misma muy poca historia o, como dicen los que sus resultados han sufrido excesivas variaciones como para poder
filósofos, muy poca historicidad. Es un paso del tiempo que entraña forjarme una opinión digna de serle comunicada.»
pocos riesgos. E l antes y el después sólo se distinguen en que el segundo Después de esta extrema prudencia, Pasteur, ofrece en la misma
es más verdad que el primero. E l tiempo sirve para «rectificar» las carta una explicación contundente de los experimentos desarrollados
posturas. Van Helmont estaba muy equivocado, Buffon un poco menos, «con éxito» por Pouchet:
Pouchet menos todavía, Pasteur nada en absoluto. Los microbios, por «Sírvase, señor,: adoptar las disposiciones que le indico; en menos de
su parte, no han sido nunca capaces de reproducirse espontáneamente en un cuarto de hora, podrá poner en marcha un experimento, y adquirir el
un recipiente cerrado. ¿Para qué sirve, pues, la historia? Para retrasar convencimiento de que en sus recientes experimentos, se ha introducido,
más o menos el descubrimiento de lo que se encontraba al alcance de la accidentalmente, aire común y que las consecuencias extraídas no se
mano. Algún genio maligno jugaba con los hombres al zurriago escondi- basan en hechos de una exactitud irreprochable. Creo pues, señor, que
do y ocultó, aquí y acullá, las verdades científicas. Los sabios luchan por está equivocado, no por creer en'la generación espontánea, porque es
encontrarlas. E l genio maligno les dice «¡caüente!» o «¡frío!». Que gane difícil carecer de ideas preconcebidas en una cuestión tal, sino por
el más astuto. E l ganador se lo lleva todo; no hay segundos premios. confirmar la generación espontánea.»
Denomino a esta historia, exenta prácticamente de historicidad, historia- Pasteur practica el principio de la simetría y ofrece una lección
descubrimiento porque su única consecuencia es adelantar o retrasar la epistemológica tanto a Pouchet como a adversarios que se parecen
fecha en la que el sabio pondrá en conocimiento de la humanidad un bastante al propio Pasteur:
fenómeno que siempre había existido. L a utilidad de esta historia es «En las ciencias experimentales, es un error no dudar desde el
establecer las cronologías que figuran al principio de algunos manuales momento que los hechos no imponen una afirmación absoluta; pero me
científicos y que, en algunos medios, se consideran como la verdadera apresuro a añadir que cuando, ante los experimentos que acabo de
historia: «Fulano se interesó por el problema x; publicó su memoria con indicar, sus adversarios pretendan que en el aire se encuentran los
Mengano; luego descubrió y.» Perlas ensartadas en las necrologías sin gérmenes de las producciones organizadas de las infusiones, van más
que exista ninguna historia que contar. allá de los resultados de la experiencia; deberían limitarse a decir que, en
el aire común, hay algo que constituye una condición de la vida, es decir,
utilizar una palabra vaga que no prejuzgue la cuestión en su aspecto
más delicado. [...] A mi parecer, la cuestión está intacta y carece de
El principio de la ¿De qué sirve relatar la historia-descubrimiento cuando en el fondo pruebas decisivas. ¿Qué hay en el aire que provoca la organización?
controversia y la no ocurre nada? Para comprender la aportación de Pasteur a la historia, ¿Son gérmenes? ¿Es un cuerpo sólido? ¿Es un gas? ¿Es un fluido? ¿Es un
historia- aquellos que desean hacerse merecedores del insigne nombre de historia- principio como el ozono? Todo está por descubrir y por experimentar.
condicionamiento dores no deben limitarse a repetir lo que ya dijo él de sí mismo. Para [-]»
hacer honor a Pasteur, deben añadir un poco de riesgo, un poco de «A pesar de la invitación que ha tenido a bien dirigirme, casi me
duda. Aquella tarde en la Sorbona, la suerte no estaba echada. Pasteur atrevería a rogarle, señor, que me disculpe por haber tomado la libertad
hubiera podido, si no perder, al menos no convencer tanto. E n lugar de de decirle lo que pienso sobre un tema tan delicado y que sólo se ha
consolidar la ya fuerte posición de Pasteur, conviene consolidar la de cruzado accidental y ligeramente en el camino de mis estudios.»
Pouchet aunque sea recurriendo a artificios. Se trata, como mínimo, de
En cinco años, Pasteur sigue su camino entre «preconceptos» y
ejercer una justicia elemental que reúna a las dos partes de la controver-
«prejuicios», convierte la generación espontánea en uno de sus principa-
sia en una especie de pretorio y les otorgue la palabra por turnos. L a
les temas de investigación y sustituye las palabras «vagas», ese algo
aplicación de esta justicia elemental a las controversias científicas es lo
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presente en el aire, por palabras muy concretas: en un medio de cultivo visiblemente elementos que no tienen nada en común unos con otros. Su
no existe ningún organismo que no haya sido introducido allí por saber es tan heterogéneo como su libro; tanto uno como otro carecen de
progenitores similares a él. ¿Qué ocurrió durante estos cinco años? la bella homogeneidad que cabría esperar del saber científico. Sin embar-
Pasteur se lanzó a la arena, y forjó una doctrina y una práctica experi- go, si observamos a Pasteur, vemos que esta mezcla no le molesta en
mental que le permitieron redefinir lo que podemos esperar de un absoluto. E l historiador de las controversias científicas debe esmerarse
microorganismo. en no tratar esta política explícita de forma asimétrica y en analizar
Teniendo en cuenta que entra en una discusión hasta el momento únicamente la ideología de los vencidos. Veamos como ejemplo el inicio
«intacta y carente de pruebas decisivas», y que en cinco años de trabajo de la famosa conferencia que ya he presentado más arriba.
cambia completamente, cabe preguntarse si se vio influido o condiciona- «(Señoras y) señores,
do por factores nuevos, algunos de los cuales no fueron, como se dice en «Grandes son los problemas que reinan actualmente y mantienen
ocasiones, «estrictamente científicos». todas las mentes en alerta: unidad o multiplicidad de razas humanas;
creación del hombre fechada hace mil años o hace mil siglos; fijismo de
las especies o transformación lenta y progresiva de unas especies en
Los factores extracientíficos otras; la materia supuestamente eterna, fuera de ella, la nada; la idea de
un Dios inútil, éstas son algunas de las cuestiones que alimentan las
N o existe duda alguna de que la controversia encierra algo más que actuales disputas entre los hombres.
prácticas de laboratorio. L a política entra en fiza con la misma rapidez «No crean que me presento ante ustedes con la pretensión de
que los ratones, las ratas, las moscas o los microzoos entran en las resolver uno de estos graves problemas; pero en las cercanías, en los
probetas de los partidarios de la generación espontánea. ¿Es acaso aledaños de esos misterios, hay una cuestión directa o indirectamente
posible imaginar una pregunta más simple y directamente política que la
ligada a ellos y de la que tal vez yo pueda hablarles, porque se encuentra
de que somos siempre exactamente igual que nuestros padres? En otras
al alcance de la experiencia, y, desde este punto de vista, he hecho de ella
palabras, ¿existe una creación posible, independientemente del conserva-
el objeto de estudios serios y en profundidad.
durismo milenario de nacimientos y de generaciones?
«Es la cuestión de las generaciones espontáneas.
E l tema es muy delicado, máxime cuando Pouchet y Pasteur abor- «¿Puede la materia organizarse por sí misma? En otras palabras,
dan esta difícil cuestión en plena querella acerca del transformismo. ¿pueden venir al mundo seres sin padres, sin antepasados? Ésta es la
Cuando, dos años después, en 1862, Clémence Royer traduce El origen pregunta que hay que contestar.»
de las especies de Charles Darwin e incorpora un prefacio vehemente en
L a generación espontánea se convirtió, a sus ojos, en el tema favorito
favor del materialismo, del ateísmo y de la República, la disputa sobre la
de los ateos, de aquellos que quieren ofrecer a la materia el poder
generación espontánea se verá ligada a la de la evolución. Durante
suficiente para engendrar por sí sola, sin pasar por Dios, la sucesión
cincuenta años, por lo menos, hablar de Darwin o de las generaciones
continua y variable de seres vivos. Mientras Pouchet recurre a la
espontáneas era hablar, por la misma ocasión, de biología, de la cuestión
generación espontánea para defender a Dios y atacar el darwinismo,
social, de Dios y de las formas de gobierno.
Pasteur asocia a la postura de su adversario el materialismo, el ateísmo
Pouchet se lanza al campo de batalla. Cuando en 1859 publica la y el darwinismo, y sitúa su propia investigación «en los aledaños» de
controvertida obra Hétérogénie ou traite de la génération spontanée, estas grandes cuestiones.
pone todo su empeño en criticar el materialismo y el transformismo. L a Unos minutos después, Pasteur proyecta en la pantalla dibujos de
Homogenia, heterogenic homogenia u homogénesis supondría la existencia de padres exactamente
Pouchet utiliza el término
levaduras y añade, tomando la palabra en nombre de sus adversarios:
iguales desde el principio de la creación. Ahora bien, las catástrofes
«heterogenia» (otro « [...] ¿La veis todavía en la primera de estas veladas (la materia), en
geológicas ponen de manifiesto unas rupturas. ¿Cómo explicarlas? Es
nacimiento) para designar el esta exhibición de los fenómenos más bellos de la naturaleza? ¿La veis
nacimiento de un organismo preciso mantener una cierta plasticidad en la materia, una cierta aptitud
todavía tan poderosa y tan frágil, obedeciendo servilmente a la voluntad
a partir de un progenitor que denomina heterogenia o posibilidad de engendrar organizaciones
del sabio? Si sólo pudiéramos añadirle esa otra fuerza llamada vida, esa
no semejante a él (hetero), distintas de las condiciones que las provocan. Su doctrina de la genera-
en oposición al proceso vida que se manifiesta de forma distinta según las condiciones de
ción espontánea no exige al azar que produzca el nacimiento de ranas, o
habitual de nacimiento de
incluso de moscas, a partir de materia inerte, sino únicamente a Dios nuestros experimentos, ¿qué sería más natural, entonces, que divinizar la
niños semejantes a sus materia? ¿De qué serviría recurrir a la idea de una creación primordial,
padres, al que denomina que conserve en la materia la fuerza vital suficiente para formar, a partir
«homogenia». Los términos de materia orgánica, los huevos de los microorganismos. E l propio Dios ante cuyo misterio habría que inclinarse? ¿De qué serviría la idea de un
de Pouchet se utilizan aquí tendrá necesidad de ellos para reconstruir las especies después de cada Dios creador?»
metafóricamente para hablar
gran catástrofe geológica. Sin esta hipótesis, el transformismo sería Y a no es la balanza de las controversias científicas la que se inclina,
del nacimiento de ideas sino la del ángel del Juicio final. Decantarse por la generación espontá-
científicas a partir de ideas inevitable, pues seria imposible explicar cómo especies diferentes ocupan
similares (homogénesis) o de estratos diferentes, sin recurrir a la horrible hipótesis de Darwin sobre la nea equivale a abandonar a Dios. Pero Pasteur es un sabio, no un
prácticas muy distintas evolución de las especies. Para Pouchet, negar la generación espontánea, predicador. Una vez asociada la postura de sus adversarios con el
(heterogénesis). equivale a adoptar una postura ateísta y a abrazar el darwinismo. Hay materialismo, una vez colocado Dios en un platillo de la balanza y el
que aceptar la continuidad de la creación divina hasta nuestros días. L a materialismo en otro, los retira inmediatamente a los dos.
heterogénesis tiene que existir aunque sea, únicamente, por piedad. «Comprenden ahora el vínculo que existe entre la cuestión de las
generaciones espontáneas y los grandes problemas que enumeré al
Nos preguntaremos, tal vez, si es preciso hablar de Dios y de la principio. Pero (señoras y) señores, en un tema de este calibre, ya basta
creación, de la revolución y del conservadurismo para discernir el
de poesía, ya basta de fantasía y de soluciones instintivas; ya es hora de
pulular de bichitos en las probetas de vidrio. Ese Pouchet mezcla
que la ciencia, el verdadero método, recupere sus derechos y los ejerza.
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«Aquí no hay religión, filosofia, ateísmo, materialismo ni espiritualis- cuencias totalmente desdeñables. Pero invocar a Dios, sacar de nuevo la
mo que valga. Incluso podría añadir: como sabio, poco me importa. Es experiencia a la palestra, restituir a la teoría su derecho de ciudadanía,
una cuestión de hecho; la abordé sin ideas preconcebidas, tan dispuesto recordar el marcó moral y situar los derechos y deberes de la experien-
a reconocer que existían generaciones espontáneas, si la experiencia me cia, eso, en 1864, ante tal auditorio, equivalía a garantizar la máxima
hubiera impuesto esta conclusión, como estoy ahora convencido de que repercusión de su argumento.
los que afirman tal cosa llevan los ojos vendados.» El método experimental de la historia se concreta poco a poco. Si al
Pasteur ha proferido acusaciones terribles. Pouchet, buen católico y hablar de Pasteur nos hubiéramos limitado a narrar sus experimentos,
enemigo acérrimo del darwinismo, se ve acusado de ateísmo y de omitiendo que invoca a Dios y que acusa a Pouchet de ateísmo,
evolucionismo. Luego, Pasteur se retractará bruscamente de sus acusa- habríamos llevado a cabo una censura intolerable. Pero no aludir al
ciones. Los agitados platillos de la balanza se recuperan. Sólo quedan mecanismo por el que invoca la teología sólo para sus adversarios e
dos pobres esclavos de la experiencia esperando pacientemente el resul- independientemente de la sanción experimental, habría constituido una
tado de las carreras. ¿Qué microbios ganarán? ¿Los del dorsal «Pou- censura igualmente intolerable. Olvidamos con demasiada frecuencia
chet» o los del dorsal «Pasteur»? que el racionalismo y el sociologismo son hermanos gemelos. Sólo
Así hemos llegado a uno de los puntos más delicados de la historia obtenemos estas dos versiones de la historia de las ciencias si practica-
de las ciencias. Además de los sufridos microbios movilizados ante los mos una escisión en los textos y los archivos para revelar los finos
ojos del público a través de proyecciones, demostraciones y experimen- mecanismos a los que recurren los protagonistas en busca de ayuda, y
tos, ¿convocó Pasteur en la Sorbona a aliados nuevos que «no hubieran realizamos la segregación de estos protagonistas en «factores extra-
debido» encontrarse ahí? Sin duda alguna, ya que durante la tercera científicos» por una parte, y en «factores científicos» por otra.
parte de la conferencia le colgó a Pouchet el sambenito del ateísmo. Sin Los historiadores, si creemos sus palabras, tienen una aptitud espe-
embargo, luego se lo retirará, reconocerá las cualidades de su adversario cial para distinguir en torno a los protagonistas de la historia, no sólo
y estimará que Pouchet se limita, como él, a respetar los hechos. los aliados que tienen derecho a convocar, sino, además, el ángulo y la
Maniobra hábil, dirán algunos. ¿Qué mejor que enarbolar al principio el forma en que deben presentarse. Existiría una etiqueta que debe obser-
nombre de Dios para pretender, a continuación, que no debe intimidar- varse, este factor siempre delante de aquél y vestido con este traje —¡y
nos y que somos «totalmente libres» de llegar o no al convencimiento de tocado con este sombrero!—. Si un autor es propenso a racionalizar,
la generación espontánea? Pero hablar de maniobra, es alegar mala fe, dirá que Pasteur rio invocó a Dios (olvidando así que sí lo hizo) y si
suponer que Pasteur mantiene todavía en la balanza sus prejuicios, su tiende al sociologismo, dirá que Pasteur colocó el peso de Dios en la
conservadurismo, su fe católica, y que sólo finge retirarlos. Si quisiéra- balanza (olvidando que no lo hizo). Estas, dos familias de autores sólo
mos tomar partido, convertirnos en los vengadores de Pouchet, en otras están de acuerdo en una cosa: es posible trazar dos compartimentos
palabras, si olvidáramos el principio de simetría, podríamos, efectiva- perfectamente separados, uno de los cuales encerrará los factores científi-
mente, acusar a Pasteur de simulacro, de maniobra, de mala fe. Pasaría- cos y el otro los factores extracientíficos. Acto seguido, retoman su
mos así de una versión racionalista que sólo atribuye a Pasteur buenas disputa para decidir cuál de los dos es más importante.
razones, a una versión sociologista que añadiría otras muy malas. Antes de ver cómo abandonar estos principios de etiqueta, cómo
¿Cómo salvar esta dificultad y conservar la independencia de nuestro evitar la segregación y la escisión, cómo, poner punto final a las acusa-
análisis? Manteniéndonos más que nunca firmes en el principio expuesto ciones y a las imputaciones de error o de mala fe, tenemos que volver a
más arriba: ¿cómo definen explícitamente los actores la invocación y la Pouchet.
exclusión de los distintos aliados que necesitan para vencer? Pasteur En efecto, debemos respetar a todos los protagonistas que inter-
precisa perfectamente el uso que hace de Dios: se encuentra «en los vienen en la controversia y examinar de qué manera movilizan a sus
aledaños» de su problema, está «vinculado (a él) directa e indirectamen- aliados y, además, cómo evalúan las operaciones de su adversario, es
te», pero no podemos recurrir a Él para que enmiende un fracaso decir cuántos aliados tiene su adversario desde su punto de vista.
experimental. Se trata de un fusible que no garantiza la victoria, pero Pero Pouchet, por su parte, tampoco se anda con rodeos. Las cartas
que produciría un cortocircuito si, por desgracia, los microbios del que envía a sus colaboradores aluden continuamente a complots de la
adversario llegaran antes a la meta. Es un aliado que debilita al adversa- «ciencia oficial» contra él y sus microbios.
rio —«contemplen como están influidos por su voluntad de ateísmo»— «Querido amigo (escribe a Joly, profesor de la Escuela de medicina
sin contaminar en absoluto la posición de Pasteur —«como sabio, poco de Toulouse), he alcanzado la cima de la indignación. Es imposible
me importa», dice con altiva independencia este fiel hijo de la Iglesia—-. imaginar desvergüenza comparable a la de Paracelso II. ¡A qué viene Paracelso II: sobrenombre
A este respecto, no tenemos ningún derecho a decir que Pasteur miente, que nuestros experimentos del Maladetta confirman los suyos! Real- que daban a Pasteur
finge estar encadenado a la experiencia o, por ser un conservador amigo mente, resulta difícil creer tamaña audacia y falta de pudor... Es el Pouchet y sus
del emperador, desea demostrar que todos los organismos «nacen colaboradores.
colmo.»
siempre de padres similares a ellos». «En nuestra calidad de historiado- Y en otra carta, escribe:
res, poco nos importa», no tenemos que tomar partido por la verdad, la «He vuelto a mi laboratorio, mi noble y querido amigo, y, para
mentira, la mala fe o la buena fe. Sencillamente tenemos que comprender defender nuestra santa causa, voy a enarbolar la oriflama.
cómo consiguió Pasteur que la balanza se inclinara. Cómo dibujó, «Decís que no daréis el brazo a torcer. Y o tampoco. N o quiero que
perfiló, pulió, la invocación a Dios, ese aliado útil y molesto a la vez, con un sabio, nacido como yo en Carpentras o en Domfront, al que el azar,
el mismo cuidado con que dibujó, perfiló y pulió, la movilización de los más que el mérito, ha llevado a París, adopte delante de mí poses de
microbios del aire por los meandros de los recipientes de cuello alarga- gran señor.
do. Invocar a Dios, en 1864, en plena Sorbona, hubiera tenido conse-
«El señor Pasteur nos ha tachado de ignorantes en sus clases del
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Círculo químico. Pagará la afrenta de manera sangrienta. Como siento mente pecaría de falta de sinceridad si no confesara que al intentar
que ante él contamos con la fuerza de Anteo, no le abandonaré hasta atraer la atención del soberano, tengo el deseo secreto de obtener los
que se asfixie bajo el peso de las rocas de la heterogenia.» medios necesarios para desarrollar mis estudios con mayor libertad y
Simple académico correspondiente que trabaja en provincias, no se éxito.
ve en igualdad de condiciones para medirse con un académico parisino. «Este pequeño laboratorio, en el cual recibí el honor inesperado de
En dos ocasiones, en 1861 y en 1864, la Academia crea una comisión vuestra visita, cuando acudisteis a comprobar el resultado de estos
encargada de decidir «de una vez por todas» la cuestión de las genera- trabajos, ya no es suficiente para mis proyectos. [...]»
ciones espontáneas. L a institución de estas comisiones, práctica que Pasteur sabe perfectamente que existe una heterogénesis de las
posteriormente caerá en desuso, tenía por objeto zanjar el problema de ciencias. L a investigación está necesitada de laboratorios y los laborato-
los finales de las controversias y evitar que los colegas pudieran abrir rios de dinero, de apoyo y de patrocinio. Para poder observar el
indefinidamente un mismo debate, con la consiguiente pérdida de tiem- revoloteo de los bichitos en recipientes de cuello alargado, es preciso
po para la comunidad científica. Aunque sus conclusiones no tuvieran interesar no sólo a Dios sino al soberano e involucrarlos, de una manera
fuerza legal, revestían, sin embargo, cierto «valor de la cosa juzgada». u otra, en la controversia. «Tengo grandes interrogantes, grandes espe-
Entre los mecanismos disponibles para obtener un carácter de irreversi- ranzas acerca de' la vida, la enfermedad y la muerte, pero un laboratorio
bilidad, se trataba de un lastre bastante eficaz. Volver a abrir un debate demasiado pequeño.» N o digamos que Pasteur hace política, ya que
que dos comisiones habían dirimido definitivamente era como levantar sólo apela al soberano para obtener un laboratorio. Pero no digamos
la pesada losa de un sepulcro, era marginalizarse. Pero como estas tampoco que no hace política, porque si no se hubiera dirigido al edecán
comisiones estaban compuestas únicamente por colegas de Pasteur, casi del emperador y aproximado así al soberano, no habría conseguido un
todos convencidos de antemano, Pouchet consideró que no se le daba laboratorio más grande.
ninguna oportunidad.
Pouchet coincide con Pasteur en un punto: sean cuales fueren las
Pero lo que realmente irrita a Pouchet es que la comisión decida el grandes cuestiones que se ciernen sobre la generación espontánea, el
orden del día de los experimentos sin ni siquiera escuchar sus quejas. laboratorio debe actuar de arbitro inapelable. Podemos recurrir a Dios,
Pero, en la ciencia como en la guerra, elegir el terreno, las armas y el al soberano, a la Constitución, a la moral, a la herencia, pero es
trayecto, significa controlar el desenlace de la batalla. Pouchet quiere imprescindible ver si el líquido de las probetas y de los balones se También Félix Arquimedes
que se discuta toda la biología. L a comisión le insta a realizar, en primer enturbia o no. E l patrón común que Pouchet y Pasteur admiten sin Pouchet trabaja en su
lugar, un experimento, que considera crucial, siguiendo las instrucciones laboratorio. Es el terreno lo
reticencia como único medio de poner fin a las discusiones es la práctica que tiene en común con
de Pasteur. Pouchet abandona, asqueado, dice, por tanta mala fe. L a de laboratorio. Este acuerdo es el que permite a los historiadores Pasteur. la fotografía
comisión ve en este abandono una prueba de debilidad. distinguir las condiciones exteriores de los hechos experimentales. Dios y muestra su laboratorio en
Nuestro problema de justicia elemental se complica endiablada- el soberano pueden condicionar la disputa, pero no pueden enturbiar Rouen.
mente. L a comisión de la Academia ejerce funciones de tribunal delega- directamente los balones de cuello alargado.
do por la historia de las ciencias. Pouchet recusa sus resoluciones. E n Sin embargo, una vez que las grandes cuestiones entran en el
dos ocasiones, se felicita a Pasteur y se entierra el dossier de Pouchet. laboratorio, existen muchas formas de arbitrarlas. L a generación espon-
Nosotros que deseamos dar una segunda oportunidad al perdedor, tánea no es difícil de observar. Cualquier recipiente dejado varios días
¿cómo lograremos evaluar a los aliados de esta comisión? N o tenemos en reposo se llena como un acuario. L a vida revolotea en el laboratorio
derecho a erigirnos en vengadores de una causa perdida. Nos está de los años 1860. Si Pouchet quiere hechos, los recoge por recipientes
prohibido evaluar sólo los «factores extracientíficos» cuando se trata de rebosantes. Pasteur reconoce solícito, por lo menos en un principio, la
Pouchet y los «factores científicos» cuando se trata de Pasteur. Pero, extrema dificultad que entraña su posición: cómo reducir al máximo este
inversamente, cuando se trata de Pasteur no podemos tomar en conside- pulular de la vida y mantener estériles los balones llenos de productos
ración sólo los «factores extracientíficos» y cuando se trata de Pouchet que son verdaderos caldos de cultivo. Pero, no por ello, concluye que
sólo los experimentos. existe la generación espontánea. Afirma sencillamente:
La dificultad de medir la complejidad de los recursos que intervienen «No publiqué estos experimentos (porque) las consecuencias que
en una controversia aumenta si pasamos del foro oficial al foro oficioso. cabía extraer eran demasiado graves para no temer la existencia de
Dos años antes, en una carta dirigida al coronel Favé, edecán del alguna causa de error, oculta a pesar del cuidado que puse para
emperador, Pasteur acerca su investigación a Su Majestad: garantizar que fueran irreprochables.» Así pues, por lo menos al princi-
«Cuando se me brindó el honor de veros, hace algunas semanas, pio, Pasteur está falto de hechos y Pouchet los acumula. Pero Pasteur
tuvisteis la amabilidad de decirme, incidentalmente, que habíais tenido sabe que este hormiguero de bichitos en los medios de cultivo no se debe
la oportunidad fortuita, en Vichy, de hablar con el emperador de mi a la generación espontánea, sino a la contaminación de los cultivos por la
trabajo sobre las generaciones llamadas espontáneas. Por ello he pensa- acción de seres extraños. ¿Cómo lo sabe? ¿De dónde procede esta
do que, tal vez, no seria una indiscreción por mi parte ofrecer a Su suposición, este prejuicio, este a priori, esta teoría?
Majestad un ejemplar de la memoria en la que expuse el conjunto de La mayoría de historiadores reconoce que esta pregunta es total-
mis trabajos sobre este tema. Sabéis que estas investigaciones no han mente legítima. L a experiencia no decide nunca íntegramente. Desde
sido más que una digresión obligada de las que me ocupan desde hace Pierre Duhem (1861-1916), denominamos «subdeterminación» a la tesis
muchos años relativas a los misteriosos fenómenos de fermentación, según la cual la experiencia debe ir siempre acompañada de otra cosa
fenómenos tan íntimamente ligados a la vida, tal vez incluso más a la que la corrobore.
muerte y a la enfermedad, sobre todo a las enfermedades contagiosas. Duhem quería poner de manifiesto, especialmente, el papel de las
Me encuentro muy lejos del final de estos bellos estudios. [...] Probable- teorías en la lectura de los resultados experimentales. Otros historiado-
PASTEUR Y POUCHET: HETEROGENESIS D E LA HISTORIA D E LAS CIENCIAS 492 493 PASTEUR Y POUCHET: HETEROGENESIS D E LA HISTORIA D E LAS CIENCIAS

res contemporáneos más escépticos, como Thomas Kuhn, denominan igual que diversas tribus de racionalistas. Los relativistas sociales o
«paradigma» o, como Paul Feyerabend, «prejuicio», a lo que completa y macrosociológicos son los que sólo ponen en la balanza factores extra-
consolida la experiencia, siempre endeble por definición. Llamaré histo- científicos de gran peso y de gran tamaño. Los relativistas microsocioló-
ria-condicionamiento a la historia de las ciencias que reconoce todas las gicos son los que se contentan con pequeños acontecimientos sociales,
influencias que se ejercen fuera del laboratorio. Como si del embalaje de aparentemente insignificantes, pero que, colocados con acierto, son de
un producto industrial se tratara, estas influencias externas no carecen una eficacia tremenda a ía hora de inclinar la balanza.
totalmente de efecto sobre el producto final, pero tampoco constituyen Veamos cómo aplicar todo esto a nuestra controversia. Pasteur es un
el producto propiamente dicho. conservador nato; nada hay más conservador que el argumento por el
cual nacemos idénticos a nuestros padres; ergo, Pasteur prefiere la teoría
que rechaza la generación espontánea. Ésa sí es una buena ideología de
De la historia- Ahora que hemos restablecido las condiciones experimentales que dimensiones gigantescas, el «conservadurismo», que llega oportuna-
condicionamiento a pueden poner de manifiesto la desviación de la balanza, ahora que mente para inclinar la balanza del lado de Pasteur. La dificultad estriba
la historia-formación podemos identificar, sin prejuicios, el tipo de recursos que los dos en que Pouchet es tan conservador como Pasteur, mientras que éste no
campos añaden y retiran de los platillos, el astil se mantiene en suspen- vacilará ni un segundo én revolucionar la sociedad de su tiempo con sus
so, la historia vacila: puede inclinarse de un lado o de otro. Suspense; ¿a microbios demoledores. En realidad, es más un revolucionario, un
qué se debió la victoria de Pasteur? amante de las disputas, un irreverente ante los cuerpos constituidos
Tomemos la lista de los recursos que posee y consideremos las —por lo menos cuando no se trata de la emperatriz, sino de los micro-
distintas escuelas que se reparten la historia de las ciencias, cada una de organismos o de los médicos—. L a ideología, que parece un formidable
las cuales, como el hada madrina de los cuentos, coloca en el platillo el aliado, da mucha guerra. L a balanza no se inmuta. Los aires que soplan
don que llevará al héroe a la victoria. Llamamos racionalistas a los que son demasiado sutiles, demasiado universales, demasiado imprevisibles,
sólo otorgan al héroe facultades científicas o técnicas. Los racionalistas para desplazar ni un centímetro siquiera una columna de mercurio,
se dividen a su vez en dos grandes grupos. Para los primeros, llamados infusiones de paja o matraces de laboratorio.
acertadamente experimentalistas, la experiencia siempre es suficiente Quedan por examinar los factores microsociológicos. Pasteur es
para que la balanza se incline de un lado u otro; para los segundos, la miembro de la Academia, vive en París. Pouchet es académico corres-
experiencia no carece de importancia, pero no puede imponer por sí sola pondiente, vive en Rouen. Pouchet contradice los experimentos de
una decisión, hace falta que exista, además, una teoría. Aquel que posea Pasteur. Pasteur rechaza los hechos de Pouchet. Pouchet protesta ante
la teoría más coherente, más fecunda, cosechará el triunfo, aunque para este prejuicio. L a Academia nombra una comisión. Todos los miembros
ello se fuercen un poco los hechos. L a experiencia subdetermina. L a de la comisión son amigos de Pasteur. Ninguno es amigo de Pouchet.
teoría sobredetermina. L a comisión invita amablemente a Pasteur a repetir un experimento
Veamos en qué estado se encuentran los platillos de nuestra balanza bien conocido y bruscamente a Pouchet a renunciar a sus exigencias por
si detenemos en este punto los presentes de las hadas madrinas. Pouchet, considerarlas demasiado vagas y generales. Pouchet pierde la paciencia,
positivista aplicado, gran enemigo de la teoría, tiene a la experiencia de se opone al debate, regresa a su provincia maldiciendo la «ciencia
su lado. Sube a los Pirineos; reproduce la demostración que Pasteur oficial». Nada indica, sin embargo, que la connivencia imperante en la
había llevado a cabo con tanto éxito en el glacial del Montenvers (mar profesión conseguirá poner punto final a la controversia. París y la
de Glace) con los balones de cuello alargado. Las infusiones se entur- Academia son recursos importantes que desalientan a nuestro valiente
bian... Pasteur ha perdido. L a balanza se inclina del lado de Pouchet. Pouchet, pero no pueden desterrarlo para siempre a su provincia. Puede
Pero no, porque llega la teoría y cae pesadamente sobre el platillo. ¿Qué volver al ataque y con otras armas. E l propio Pasteur, durante mucho
podemos hacer con la teoría de Pouchet? Nada, porque los cultivos del tiempo desterrado en provincias, hizo todo lo posible por llegar a París
microbiólogo se verán siempre perturbados, interrumpidos, desviados y lo consiguió. ¿Qué ocurre? ¿Otra subdeterminación? ¿Sería posible no
por la contaminación espontánea. ¿Qué podemos hacer con la teoría de alcanzar nunca el triunfo? ¿Acaso la balanza no se decidirá a inclinarse
Pasteur, según la cual sólo nacen organismos a partir de progenitores definitivamente? ¿Qué queda por añadir además de hechos, teorías,
semejantes a ellos? Todo. ¡Qué importan los experimentos de Pouchet prejuicios ideológicos y organizaciones profesionales?
en los Pirineos! Deben de ser falsos. Aunque Pasteur no encuentre
L a forma que impone la historia-condicionamiento a este interrogan-
inmediatamente la tara de fabricación, está seguro de que se ha cometido
te no es lo suficientemente histórica para que podamos adelantar una
un grave error. ¿Acaso, contra la evidencia de los hechos indiscutibles
respuesta. ¿Qué podríamos decir de un historiador militar que, después
Matraz: recipiente de cuello que demuestran la generación espontánea en un matraz, nos decantamos
de haber pasado revista a la caballería, al cuerpo de ingenieros, a la
alargado de forma esférica u por una teoría que afirma a priori que dicha generación no existe? Pero
ovalada. artillería, a la intendencia, a los húsares y al estado de ánimo de las
se trata de la definición exacta de un prejuicio, o para ser menos tajante,
tropas, se asombrara aún de no comprender la suerte de la batalla? Que
de una suposición. L a balanza se equilibra de nuevo. E l prejuicio de
ha confundido el estado de las fuerzas presentes con el paisaje, la
Pasteur no puede revocar los hechos de Pouchet. Nos encontramos pues
estrategia y el movimiento. Algo le falta a nuestra historia. E l principio
ante una nueva subdeterminación: ni los hechos ni las teorías son
de subdeterminación generalizada al que hemos llegado es prueba de
suficientes para llevarse el gato al agua. Abramos la puerta a otras hadas
ello.
e incluso al hada maligna... Llamamos relativistas a aquellos que preten-
den que los hechos y las teorías no son nunca suficientes para hacerse ¿Qué falta? ¿Quién es el aliado «n + 1» del que aún no hemos
con la victoria y que las hadas que sólo otorgaran estos tesoros al héroe hablado? Y a sean racionalistas o relativistas, ya estén a favor de la
lo condenarían al fracaso. Pero existen diversas tribus de relativistas, al experiencia o de la ideología en el puesto de mando, todos los autores
presentados hasta ahora creen que existe en algún lugar un repertorio de
PASTEUR Y POUCHET: HETEROGENESIS D E LA HISTORIA D E LAS CIENCIAS 494 495 PASTEUR Y POUCHET: HETEROGENESIS D E L A HISTORIA D E LAS CIENCIAS

golpes decisivos que conducirían al triunfo científico. Hemos salido, en


efecto, de la historia-descubrimiento de partida. Los microbios no
aguardan en la oscuridad que Pasteur los ilumine con su proyector. H a
llegado la hora del suspense, de la vacilación y de las posibles bifurcacio-
nes. Pero esta historia, un poco más vivaz, desempeñaría, a pesar de
todo, un papel muy limitado si pudiéramos decir en cada controversia
«aquí gana la ideología», «allí, la experiencia», «en el otro caso, la
teoría», «más allá, la profesión». E l paso del tiempo no influye en la
composición de la lista de golpes autorizados, sino únicamente en el uso
de dichos golpes.
La historia-condicionatniento recurre a esta lista para explicar el i . *á-".
retraso o el adelanto de lo que deberíamos haber encontrado. Diremos,
por ejemplo, que la aceptación de la teoría de Pasteur se vio «facilitada»
o «amplificada» por el acento antimaterialista que le atribuyó. E l
envoltorio no influye en el contenido, pero no es completamente ajeno al
interés del cliente. Denominaré historia-formación a las explicaciones de
una controversia que se basan en un mismo repertorio para definir, no El mito Pasteur entre ciencia
la aceptación de un argumento, sino el origen de dicho argumento. y paciencia. El mundo del
Diremos por ejemplo que Pouchet construyó su noción de heterogenia laboratorio —probeta y
microscopio— salva al mundo
para acabar con el darwinismo ateo. Y a no se trata de retrasar o de de arriba, el de la humanidad
acelerar lo inevitable, sino de elegir algo que no tendría por qué haber sufriente. El ángel de la
sucedido necesariamente. En la historia-formación, existen bifurcaciones ciencia viene de abajo, es un
hombre, Pasteur.
de verdad. E l curso de los acontecimientos, el curso de las ciencias
("Pasteur en su gabinete de
podría haber sido distinto. trabajo, en la Escuela
normal superior, París.)

El poder de un Si Pasteur encuentra tantas dificultades, si se ve impelido por una


microbio: la historia- suposición defendida obstinadamente a rechazar la hipótesis, aun a podían ser, según Liebig, consecuencias, detonantes o complementos.
formación pesar de la «evidencia de los hechos» y a transformarlos en «errores Liebig y todos los químicos de su época habían trabajado «como locos»
experimentales», en «contaminación oculta», se debe a que Pouchet para encontrar causas químicas que explicaran las transformaciones más
contaba con materia prima para construir su hipótesis. Pouchet no importantes de la materia, incluida la materia orgánica, y así contradecir
inventa nada, podríamos decir que se alimenta del 90 por ciento de los las opiniones de los vitalistas; y ahora llegaba Pasteur, resucitaba el
casos rechazados por Pasteur. También para él, abundan los fenómenos vitalismo y sacaba de nuevo a relucir los bichitos que causaban la
en los que apoyarse. L a fuerza de su posición se beneficia al no verse reacción. Las prácticas que Pasteur impuso a Pouchet adquieren una
obligado a demostrar que siempre tiene razón. U n caso positivo basta fuerza adicional por ser las mismas que impuso a Liebig en una confron-
para corroborar su tesis, mientras que un solo caso negativo basta para tación en la que Pasteur ocupaba una posición parecida, en cierto modo,
arruinar la hipótesis de Pasteur. Así contemplamos el progreso de la a la de Pouchet. «Los bichitos no están ahí», dice Liebig. «Claro que sí»,
simetría. E l astil de la balanza tiende a la horizontalidad. Pouchet no dice Pasteur. «Pululan», dice Pouchet. «Claro que no», replica Pasteur.
estaba tan loco como se pensaba. Por eso Pasteur lucha contra él con Para él la respuesta es la misma en los dos casos: «Tanto si quieren que
tanto ahínco y vigor. L a calidad de los experimentos victoriosos de no estén ahí (Liebig), como si quieren que estén (Pouchet), son ustedes
Pasteur depende en parte de la calidad de Pouchet. En sus magníficas quienes los introducen sin darse cuenta.» N o controláis los conductos por
demostraciones, Pasteur anticipa y contradice precisamente esa energía los cuales circulan; yo sí. Todavía no habéis reorganizado vuestros
de Pouchet, su honestidad y su pasión. laboratorios, vuestras técnicas, vuestras probetas, recipientes y filtros,
para garantizar la inmigración o emigración, yo sí. Vuestra política
En febrero de 1859, Pasteur señala, en las notas de una memoria
científica no controla las fronteras que tan sencillamente establecéis
sobre la fermentación de la leche, que cada fermentación se debe a un
entre lo orgánico y lo inorgánico. L a mía, formada por redes y conduc-
fermento especifico introducido desde el exterior en el medio de cultivo.
tos, las domina a voluntad.
«La cuestión de la generación espontánea ha dado un gran paso adelan-
te», escribía. Pouchet reaccionó prontamente a esta alusión y, tras la En ciencia, como en todas las cosas, se trata de controlar y de poner
respuesta cortés pero firme de Pasteur, incorporó a sus propios experi- a prueba, controlar a las personas y poner a prueba las cosas, controlar
mentos las nuevas precauciones dictadas por éste. Para comprender la las cosas y poner a prueba a las personas. Pasteur desafia a Pouchet a
docilidad de Pouchet y la seguridad de Pasteur, hay que recordar que someter los cultivos a las mismas espantosas torturas que él les inflige.
este último acaba de salir de un debate muy similar que le ha enfrentado Pouchet acepta el reto. Calienta una pequeña gavilla de heno de 10 gra-
al químico más grande del momento, al alemán Justus Liebig. Liebig mos durante treinta minutos en un horno a una temperatura de 100 °C.
acusaba a Pasteur de ser un vitalista porque veía en los animálculos que ¿Qué microbio podría resistir? Y , sin embargo, cuando introduce la
proliferaban en el vino, en el vinagre, en la cerveza o en la leche gavilla bajo una cuba de mercurio en un medio estéril, al cabo de ocho
fermentada, la causa de las fermentaciones, cuando en realidad sólo días, los bichitos ya pululan, Pasteur ha perdido. Pouchet ha tomado
PASTEUR Y POUCHET: HETEROGENESIS D E LA HISTORIA D E LAS CIENCIAS 496 497 PASTEUR Y POUCHET: HETEROGENESIS DE LA HISTORIA D E LAS CIENCIAS

todas las precauciones exigidas por su adversario y, aun así, los organis- placer incluso mayor—. Los sabios, máxime si son grandes sabios, no
mos han surgido de la nada. Pouchet, fiel al método experimental, se ve piden que se vapulee a sus adversarios —eso saben hacerlo perfecta-
obligado a admitir la generación espontánea. Pasteur, en su conferencia 1
mente ellos mismos- —, sino que se haga justicia a su talento y, por ende,
de la Sorbona, reconocerá este éxito con fingida modestia antes de al de aquellos contra -los que luchan. En otras palabras, para hacer
contraatacar ferozmente: justicia al vencedor, hay que pasar por alto la simetría. Sólo si se ha
«En efecto, ¿qué podéis reprochar a Pouchet? Que el oxígeno que ha provocado previamente la subida de un platillo y, a continuación, se ha
utilizado contenía gérmenes. mancillado cuidadosamente el irreprochable equilibrio, la desviación del
«—Claro que no —responderá—, lo he obtenido de una reacción astil tendrá algún significado. Pero si se encuentra desviado desde el
química. principio, el desplazamiento sólo demuestra la rotundidad de la hipó-
«—Por supuesto, no podía contener gérmenes. Que el agua que ha tesis de partida.
utilizado contenía gérmenes. E l microbio de Pasteur se perfila para luchar contra Liebig y contra
«—Pero os contestará: si el agua se hubiera expuesto al contacto del Pouchet. Si sólo ataca a Liebig y pulula en los cultivos sin que el
aire, eso habría sido posible, pero la he introducido hirviendo en el microbiólogo pueda hacer nada para evitarlo, la microbiología no
recipiente y a esa temperatura, si hubieran existido gérmenes, habrían tendrá razón de ser. Nos contentaremos con observar la multiplicación
perdido su capacidad de reproducirse. de seres heterogéneos y con admirar el poder de Dios o de Darwin. Si
«—¿Y si fuera el heno? sólo ataca a Pouchet y en los cultivos sólo existen fenómenos químicos
«—Imposible: el heno salía de un horno calentado a 100 °C. Esta sin acciones de seres organizados semejantes a sus progenitores, la
objeción se explica porque existen seres especiales que soportan perfecta- microbiología tampoco tendrá razón de ser. Las fermentaciones y las
mente los 100 °C; corrupciones, la enfermedad y la muerte seguirán fuera de combate. E l
«—A lo que responde: ¡para que no se diga! calentaré el heno a 200 °, poder de un microbio es de todos desconocido. Para Pasteur debe ser
a 300°, incluso hasta la carbonización. capaz de producir fermentaciones propiamente dichas allí donde sea
«—Pues bien, lo admito, el experimento es irreprochable, pero única- necesario, cuando se trata de Liebig, y estrictamente incapaz de aparecer
mente con respecto a los puntos que ha puesto de manifiesto el autor.» de forma imprevista en cultivos bien elaborados, cuando se trata de
Pasteur demostrará a continuación que Pouchet cometió una torpe- Pouchet. L a historia de las ciencias se centra ahora en el microbio, pasa
za más monumental todavía que la de Van Helmont: ¡diantre! ¡claro que de los hombres a las cosas. Pasteur inventa un microbio polémico, capaz
sí! el mercurio era el que contenía los gérmenes: «Ahora les mostraré por de actuar en dos frentes y de resistir de forma permanente a la práctica
dónde entraron los ratones...» de laboratorio. Surgen bifurcaciones de verdad. Cualquier otro científico
Si Pasteur analiza la contaminación del mercurio y estira el cuello de hubiera definido otro microbio, es decir un actor capaz de ejercer otras
los balones es, por supuesto, para responder a Pouchet. Pasteur transige acciones, definido a través de otras pruebas y provocador de otras
ante Pouchet y ante el experimento. Prescindir de los adversarios, de los derrotas en otras disciplinas.
vencidos, de los demás, prescindir de la polémica, del clamor de la
controversia, prescindir de los hombres, equivale a ignorar todo lo
referente al contenido y a la forma de los experimentos. Esa tarde, ante En la historia-formación, el curso de las cosas empieza a adquirir un El microbio-red o la
el público erudito de la Sorbona, sobre la mesa de demostración, todos poco de historicidad independientemente de la que caracteriza a la historia-construcción
los objetos, todos los matraces, todos los recipientes, todas las micro- trayectoria de los hombres. U n Pasteur que quiere ocupar otras posicio-
grafías, hasta el más mínimo detalle, se perfilan para tomar en considera- nes, que sueña con otros objetivos, tendría necesidad de otro microbio.
ción a Pouchet, a sus colegas y a sus microbios. En éste sentido, la N o obstante, incluso en esta última forma de historia de las ciencias, se
elegante sinuosidad del recipiente es una forma histórica, el frente reserva un trato.distinto para los humanos y para los no humanos. Los
prolongado de una polémica. En cuanto se restablece un poco de primeros se agitan mucho, los segundos no tanto.
simetría, la historia ya no se limita a ser ese reloj perfeccionado que Las tres historias que hemos examinado sólo contribuyen a retrasar,
marca la hora en que los sabios descubrirán fenómenos con entidad por un periodo más o menos largo, y a explicar, con mayor o menor
propia; la historia influye en esos fenómenos; los condiciona, los forma, acierto, la irrupción de lo inevitable. Las cosas vistas a la luz del día no
tal vez incluso los construye. Restablecer la simetría significa despojar al son tan complicadas. Ahí están, siempre han estado ahí, microbios o
vencedor de la historia, impedir que se pronuncie en términos de fagocitos, anticuerpos o virus. Existe una historia de la humanidad, de
verdadero y falso, otorgarle la autonomía suficiente para que equilibre las creencias y de las sociedades que las descubren o las ignoran, pero no
una especie de balanza, cargando paulatinamente los dos platillos. Dar existen cosas, propiamente dichas, impermeables al tiempo. Para que la
toda la razón a Pasteur y reservar toda la sinrazón para Pouchet historia acuda a las ciencias y la historia de las ciencias se fusione con la
equivale a lanzar sobre la balanza la pesada espada de Breno. «¡Vae historia a secas, es preciso ir un poco más lejos y dotar a las cosas de
victis! ¡ay de los vencidos!» ¿Acaso hay alguien que no vea que saldría- agitación, de incertidumbre y de pasión, es decir, de historicidad. Para
mos perdiendo, no sólo en justicia, sino también en comprensión? ello, hay que volver, como siempre, a los protagonistas, reunir a Pasteur
Aceptar desde el principio la asimetría entre Pasteur y Pouchet, preten- y a Pouchet.
der que el primero rectifica los conceptos del segundo, que el primero Pero Pasteur no sabe si Pouchet tiene o no tiene razón, si los
tiene razón y el segundo está equivocado, que el primero no ve los microorganismos son capaces de resistir temperaturas superiores a los
fenómenos que saltan a la vista del segundo, todo ello sería ensañarse Taxonomía: clasificación,
100 °C o no; ignora si son lo bastante discretos y si su taxonomía es lo lista de elementos relativos
con el más débil —fuente de inmenso placer—, no comprender la causa suficientemente clara para considerarlos realmente específicos; tampoco a un campo o a una
de que la balanza se haya inclinado del lado de Pasteur —fuente de un sabe si el emperador y la emperatriz le apoyarán lo suficiente, si es ciencia.
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posible ser al mismo tiempo creyente y partidario del darwinismo, y si voluntad seres invisibles a lo largo de conductos minúsculos y hacer que
Pouchet es más débil o más fuerte que él. Pasteur vive en la incertidum- aparezcan en el microscopio en cortejos bien formados que confirman
bre y, por ello, aprovecha la mínima ocasión, se aferra al mínimo sus teorías. Si Pouchet tiene razón, todo el trabajo de Pasteur se
argumento, se apoya en sus amigos de la Academia, en Dios, en el encuentra comprometido: espontáneamente, sin que pueda hacer nada,
emperador, en los seres que no entran en los recipientes de cuello los gérmenes aparecen. Todo lo que le permite confiar en vencer la
alargado. E l aliado número «n + 1» es la incertidumbre, que no tiene enfermedad gracias a las fermentaciones y, por consiguiente, todo lo que
nada que ver con la elección de un factor entre una lista finita de causas. ha prometido al emperador como fruto de sus dones, todo lo que cree
Cien años después, los historiadores no están seguros de qué tipo de desde hace diez años, todo lo que sabe hacer en su laboratorio, se ve
historias y de qué tipo de explicaciones condujeron a lo inevitable; el superado, traicionado, debilitado. Hablar de prejuicios sería un eufemis-
propio Pasteur, en cuanto derrota a Pouchet, reescribe el relato de su mo. Si Rouen brilla en el mapa del mundo científico, Pasteur no es más
experimento como si hubiera sido inevitable. En plena batalla, sin que un brillante químico que ha dilucidado algunos aspectos del meca-
embargo, se muestra indeciso, y esta incertidumbre propia de la investi- nismo de las fermentaciones y de la disimetría de los cristales. La forma
gación y de la historia es precisamente la que se suprime cuando se de los microorganismos, sus competencias y sus logros determinan la
procede a escribir la historia de las ciencias. forma de Pasteur, sus competencias y sus logros. Se han unido uno a
Ésta sólo puede ser la historia de la incertidumbre relativa al curso otro y juntos han ligado su destino al de Dios, al de los vinos, los
de las cosas propiamente dichas. E l microorganismo es un actor en vías quesos, el Imperio, al destino de esa pequeña que vio morir ante sus ojos
de definición, al igual que el imperio liberal, la carrera sinuosa de mientras él permanecía impotente, al de Francia, tal vez. L a forma del
Pouchet, el laboratorio parisino de la rué d'Ulm o el darwinismo social. microbio es el punto que determina la ruptura o el afianzamiento del
¿Cómo se redefine? Pues igual que cualquier otro actor: a través de lo entramado. Ningún microbio puede pasar ni aparecer contra la volun-
que hace, de lo que soporta, de lo que le obligan a hacer, de lo que posee tad del maestro, de ser así habría que concluir que no hay maestro.
y de lo que quisiera conservar. Como el propio Pasteur. Como el La obstinación de Pasteur por mantener a toda costa la integridad
público de Pasteur, presente en esa velada de la vieja Sorbona. N o de su entramado, de su trabajo, despierta admiración y lleva a los
sabemos qué es el microorganismo. Si lo supiéramos perderíamos todo microbios a redefinirse en consecuencia. Pouchet y sus amigos están
el poder de la intriga, todo el coraje de Pasteur. Transformamos un ciertamente equivocados. En el informe que entregan en 1863 a la
actor en una esencia. Vaciamos retroactivamente la historia de las Academia omiten hacer constar el resultado de cuatro de sus matraces.
ciencias de su carácter histórico y conservamos únicamente la ciencia de Abrieron los balones con una lima al rojo vivo en lugar de utilizar una
hoy desplazada por anacronismo bajo la ciencia de ayer. No, en 1864 pinza. Debe haber algún error, es imposible, es impensable que tengan
nadie conpeía aún el poder de un microbio. razón. Si aparecen a pesar de todo en los experimentos de Pouchet tras
Pouchet de Rouen, Joly y su colaborador Musset, de Toulouse, no se la calcinación del heno, ¿quién debe ceder? ¿Pouchet o Pasteur? Res-
dejan intimidar por la primera comisión de la Academia. Pasteur se puesta: los microbios. Involucrados en la controversia, son víctimas de
trasladó al glacial de Montenvers para demostrar que los recipientes que una gran presión. ¿A quién se le hubiera ocurrido buscarlos en el
había transportado no se alteraban. Sus adversarios tampoco se alteran. mercurio? ¿A quién se le hubiera ocurrido ensartarlos en las briznas de
Reproducen el experimento en los Pirineos, en la cumbre del Maladetta, heno? Presentes hasta ahora en el aire que respiramos, helos aquí
más arriba aún que Pasteur. Realizan cuidadosamente los experimentos separados, por el experimento del recipiente de cuello alargado, del aire
y el microbio indefinido se reproduce espontáneamente en los ocho que los había transportado. Experimento aparentemente benigno, pero
matraces de Pouchet y sus amigos. Así pues, no es específico. Así pues, pervertido por la ausencia de fuego y de mercurio: el aire pasa y los deja
todo el trabajo de Pasteur se desmorona porque, en su' polémica con abandonados en los meandros del cuello del recipiente. ¡Traición! ¡No
Liebig y en su explicación de la fermentación, la especificidad es un pasaremos! ¡No pasarán! ¡Victoria! Pouchet vencido, el microbio redefi-
aspecto indispensable: un fermento para cada fermentación. Podremos nido; la carrera de Pasteur continúa; Dios no sufrirá con el darwinismo;
rechazar, dice Pouchet, el darwinismo, lapidar a Pasteur «bajo las rocas el público de la Sorbona aplaude; la emperatriz, en Compiégne, entusias-
de la heterogenia», salvar el honor de la provincia y alertar a la prensa. mada, le honrará con su visita. F i n de la controversia.
Dios desencadena catástrofes, pero la fecundidad inherente a la materia
Pasteur, seguro de sí mismo, reta a sus adversarios a que reproduz-
creada repuebla el mundo con una nueva diversidad. L a novedad puede
can sus experimentos ante la Academia. Ellos eluden el compromiso en
proceder de diluvios y de generaciones espontáneas y no del transformis-
dos ocasiones, pero apelan a la prensa diaria:
mo. Así, a los sesenta años, Pouchet consigue inscribir de nuevo la vieja
«La retirada del mes de marzo, escribe Pasteur, dejaba presagiar la
ciudad de Rouen en el mapa del mundo científico. Dios, Darwin,
del mes de junio. Sin embargo, confieso que no me lo creía. Pero
Pasteur y Rouen ocupan los lugares que les corresponden en una red de
igualmente extraña es la facilidad con la cual estos señores han envileci-
sólidos vínculos. Pero ¿y los microbios? ¿Se comportarán correcta-
do el sentido de la justicia de los diarios. N o sé si existe uno solo que no
mente? Sí, y con total diligencia. Pouchet logra que pululen incluso tras
denuncie ante sus lectores la parcialidad de la comisión de la Academia
haberlos sometido a la prueba de fuego —la calcinación— que ni
y la opresión de la ciencia oficial, como ellos la llaman.
siquiera Pasteur, su desafiador, exige de él. Pouchet, aliado a los
microbios dóciles que soportan los experimentos de su adversario, «Esta retirada del mes de junio constituye, en mi opinión, un acto
transforma las ciencias de su tiempo, es decir, da forma a su tiempo, es incalificable. Sabes que cuando los desafié a demostrar ante testigos la
decir forma. prueba experimental de sus afirmaciones se mostraron de acuerdo:
Aceptamos el reto. Si uno solo de nuestros recipientes permanece inaltera-
El entramado de alianzas de Pouchet rompe la carrera de Pasteur al do, confesaremos sinceramente nuestra derrota.
interferir en la especialidad de este último: detener y hacer circular a «¿Está claro? Recuerdas el resultado al que hace referencia esta frase.
PASTEUR Y POUCHET: HETEROGENESIS D E L A HISTORIA D E LAS CIENCIAS 500 501 PASTEUR Y POUCHET: HETEROGENESIS DE LA HISTORIA DE LAS CIENCIAS

Ése es el experimento por el que ha querido empezar la Academia, parte sólo contamos con los elementos de una historia (hombres, cultu-
porque de alguna manera hay que empezar. ¿Y cómo se hubiera podido ras, ideas e instrumentos) y, por otra, con los objetos no históricos.
empezar por un experimento que no fuera el que originó el reto y la Desde el punto dé vista de la historia-construcción es imposible com-
formación de la comisión? ¿Y quién sino ellos llamaron la atención de la prender el poder del microbio sin examinar la red heterogénea que lo
comisión sobre este experimento al comunicarle que, salvando todos los constituye íntegramente: amigo del emperador, instrumento de la micro-
obstáculos, habían reproducido el experimento en los glaciales del biología, respuesta a Liebig, destrozado por el calor, transportado por el
Maladetta, a tres mil metros de altitud, mientras que yo sólo había aire y la ropa, frenado por las sinuosidades del vidrio, rompedor de
subido a dos mil metros. [...]» ateísmo, padre e hijo de elementos estrictamente similares a sí mismo,
«Que hagan lo que quieran. Su experimento es falso y, de nuevo, les anaerobia, promesa de solución para la vida, la muerte y la enfermedad,
reto a que lo efectúen delante de testigos que comprueben la veracidad ausente de los glaciales, presente en París, dominado en la rué d'Ulm, de
de los resultados publicados.» esta manera es presentado por Pasteur en el fragor de la controversia.
Hemos llegado así a la mayor dificultad de la historia de las ciencias, Esta lista de acciones y de pruebas es exactamente lo que parece.
a saber, la reconstrucción retrospectiva del pasado a partir del final, Enemigo de la ciencia oficial, amigo de la prensa de oposición, presente
siempre provisional, de una disputa entre científicos. E l microbio, en los glaciales, necesario para Dios, frecuente en Toulouse y en Rouen,
dibujado multiforme por la polémica, se convierte en una esencia que, en resistente a la calcinación, desprovisto de un padre semejante a él, de
el fondo, siempre había estado ahí y que Pasteur descubrió, o que casi esta manera se perfila el microorganismo formado por Pouchet. Esta
adivinó, o que habría podido pasar por alto —elija la opción adecuada lista de acciones y de pruebas es exactamente lo que parece.
a cada uno de los tipos de historia descritos más arriba—. L a genera- La disciplina «Historia» se presta con demasiada facilidad a especia-
ción espontánea corre una suerte contraria; en el fondo, nunca había lizarse en el estudio de la historicidad, larga o corta: las costumbres, las
existido, aunque Pouchet la defendiera con obstinación. batallas, la demografía, el precio del trigo o las ideas. Olvida interrogar-
Si el microbio no es una esencia ¿cómo definirlo? Pues como la forma se acerca de esa división, practicada a expensas suyas, entre lo que tiene
provisional de una red que, según los casos, puede modificar local o y lo que no tiene historia. L a filosofía de las ciencias es la responsable de
permanentemente la definición de todos los actores que la componen. esta división y de abandonar en manos de Clío el vasto campo de
¿Descubrió Pasteur los microbios? Claro que no, ya que los formó. circunstancias contingentes que dejan de lado, fuera del tiempo, al
¿Cómo? ¿Los inventó de la nada a partir de su conservadurismo, sus mundo, a los números y a las cosas. L a historia-construcción obliga al
prejuicios y sus teorías? Claro que no, porque los microbios le han historiador a volver sobre sus pasos, a remontar hasta ese «Yalta» por el
formado a él, su carrera, su conservadurismo, su Imperio liberal y sus que le asignaron su territorio. A corto plazo, a largo plazo, a larguísimo
recipientes de cuello alargado. ¿Cómo? ¿Se trata de una coproducción, plazo, tendrá que añadir tiempos innumerables con tantas formas
de una composición? No, es mucho más que eso, ya que los actores que diferentes como ciencias y objetos. Ahora ya puedo llamar por su
intervienen no son los mismos que elegiríamos individualmente. N o verdadero nombre a esta forma de escribir la historia de las ciencias que
existe una lista finita de factores para explicar la historia, ni la historia he denominado historia-construcción: es la historia a secas, pero exten-
de las ciencias ni la historia a secas. Dejemos el conservadurismo en su dida a las cosas.
esencia y el microbio en la suya. Dejemos la razón. Conservemos
únicamente las redes formadas. De 1860 a 1864, la generación espontá-
nea se fue despojando de su carácter real, debilitando, perdió amplitud,
aliados y recursos. E l microorganismo que resiste los 100 °C y puede
separarse del aire fue haciéndose más real y penetró en los salones, en
los círculos imperiales, en Nótre Dame, en la consulta del cirujano inglés
Joseph Lister.
Cambiemos un sólo nudo de la red y modificaremos la forma global.
Añadamos una brizna que resista los 100 °C y tendremos que cambiar
toda la historia para dar la razón a Pouchet y tachar de ciego a Pasteur.
Los historiadores, desde Émile Duclaux hasta Gérard Geison, pretenden
que, si Pouchet se hubiera mostrado un poco más decidido y hubiera
reproducido sus experimentos ante la comisión, habría colocado a
Pasteur en una situación difícil. E l bacillus subtilis eliminado en los
experimentos de Pasteur estaba presente en las infusiones de Pouchet.
Dada su resistencia se habría reproducido a placer en el momento de la
apertura de los recipientes. Si los microbios pueden resistir nuevas
pruebas, ya no circularán como los demás, ya no atraerán los mismos
intereses, no apasionarán a las mismas personas, así que ya no se tratará
de los mismos actores.

Si admitimos que la historicidad aumenta a medida que se reduce el


número de datos intemporales, el análisis de las controversias nos ha
llevado de una historia de científicos a una historia de ciencias. Por una
Mendeleiev:
historia de un descubrimiento
BERNADETTE BENSAUDE-VINCENT

Donde descubriremos la aventura intelectual compleja e intrépida de un


profesor de química.
Dentro de su contexto, el descubrimiento de la clasificación periódica de los
elementos adquiere un significado muy distinto al que le atribuimos
actualmente.

n 1869, Dmitri Ivanovitch Mendeleiev clasifica todos los elemen-

E tos en un sistema periódico, según el orden de progresión del peso


atómico.
Actualmente su nombre figura aún en todos los libros, en todas las
aulas de química, junto a la tabla periódica. L a tabla de Mendeleiev
encarna una representación anticipada de las clasificaciones actuales,
basadas en el número atómico. Mendeleiev es saludado como un adivi-
no, un profeta que en una intuición fulgurante, en un destello de genio
no sólo se adelantó a la experiencia, al predecir la existencia de elemen-
tos desconocidos, sino a las teorías cuánticas del siglo XX.
Esta interpretación del pasado a partir de la ciencia contemporánea
es la whig history de los historiadores ingleses. L a «historia liberal» tiene
gran aceptación en cursos y congresos científicos. Buscando en el pasado
los jalones que conducen a las teorías actuales, los científicos tienden a
esquematizar y a tergiversar la historia. Eliminando las pistas falsas y los
callejones sin salida, inventan una senda regia que desemboque en la
ciencia presente.
E l descubrimiento de Mendeleiev es además una hazaña que despier-
ta admiración: los eslabones elementales que componen todo el universo
reunidos en una sola tabla. ¿Cómo pudo Mendeleiev descubrir el
principio adecuado de clasificación sin conocer más de setenta elemen-
tos, sin saber nada de la estructura electrónica de los átomos? ¡Qué
osadía prever lugares en blanco para elementos desconocidos, y aún
más, predecir sus propiedades! L a clasificación periódica se ha converti-
do en un episodio canónico de la epistemología positivista. Es el ejemplo
que se cita siempre junto a la previsión de Urbain Le Verrier de la
existencia del planeta Uranio, para ilustrar el contraste entre una ciencia
empírica, que colecciona hechos, y una ciencia racional, capaz de
organizar y de adelantarse a la experiencia.
Situemos a Mendeleiev en su siglo, en las claves y en los debates de
la química de entonces; resucitemos problemas ya resueltos. ¿Qué
significado tiene su proyecto? Descubriremos así la aventura intelectual
El profesor Dmitri
de un profesor de química de la universidad de San Petersburgo, Mendeleiev (a ¡a izquierda),
itinerario complejo, sembrado de tensiones y de paciencia, de duda y de de la universidad de San
certeza, de decisiones y de éxito. Petersburgo.

503
MENDELEIEV: HISTORIA D E U N DESCUBRIMIENTO 504 505 MENDELEIEV: HISTORIA D E U N DESCUBRIMIENTO

polonio... podrían actuar como pequeños soles que atraen a todos los
cuerpos de su alrededor. Si consideramos que el éter de los físicos es
precisamente un cuerpo extremadamente ligero, expandido por todo el
universo, podemos imaginar que modifica su comportamiento en presen-
cia de estos átomos pesados muy atrayentes. N o adopta el movimiento
armonioso de un planeta, pero puede empezar a girar en torno a estos
átomos pesados «como un cometa, que cae en el espacio dentro de un
sistema planetario, gira alrededor del sol y se escapa de nuevo por el
espacio».
De regreso a San Petersburgo, Mendeleiev perfecciona su inter-
pretación y redacta un opúsculo traducido dos años después al inglés
bajo el título de Towards a Chemical Conception of Ether. L a explicación .
propuesta de la radiactividad es el resultado particular de una formida-
ble construcción intelectual que unifica la mecánica, la física electromag-
nética y la química.
En 1902, la cuestión del éter está en plena actualidad. Durante todo
el siglo XIX, la importancia del éter en la física fue en aumento: amén de
necesario para que la fuerza, de gravitación se ejerza a distancia, se
revela indispensable para explicar la transmisión de las ondas luminosas.
Y después de James Clark Maxwell, es absolutamente imprescindible
para explicar los fenómenos electromagnéticos. E l omnipresente éter
constituye, sin embargo, un reto para la labor de los físicos. Su naturale-
Comentarios de Mendeleiev za sigue siendo misteriosa y contradictoria. Los montajes experimentales
sobre el descubrimiento del más perfectos, como los de Michelson y Morley, destinados a desentra-
radio, en ocasión de su visita
ñar su movimiento alrededor de la Tierra son un fracaso, a pesar de los
al laboratorio de Henri
Becquerel y de Pierre y múltiples intentos realizados.
Marie Curie, en abril de Mendeleiev resuelve, en unas páginas, todas las dificultades: trata al
1902. Perplejidad y temor a éter como elemento químico y lo incluye en la tabla periódica. Dado que
un rebrote de espiritismo,
tales son los sentimientos que el éter no debe reaccionar químicamente, parece normal situarlo en la
expresa en su cuaderno de columna de los gases inertes. E l principal problema surge de su supuesta
anotaciones. imponderabilidad. Mendeleiev lo soslaya a través de otra supuesta
propiedad del éter, su poder de penetrar en cualquier sustancia, que
Un error colmado impide que pueda aislarse y, por lo tanto, que pueda calcularse su peso
París, 1902. U n anciano de barba blanca, mirada alerta a despecho
de verdad atómico como en los elementos ordinarios. Así, Mendeleiev declara que
de sus setenta años, llama a la puerta de un laboratorio sito en la rué
el éter sólo es imponderable con relación a los medios de ponderación
Lhomond y, con un fuerte acento ruso, pregunta por Pierre y Marie
disponibles. N o olvida la lección de relatividad de Lavoisier y encuen-
Curie. N o es un desconocido el que visita a estos jóvenes investigadores
tra los argumentos en los que éste se basó para explicar la noción
predestinados a la celebridad, sino un químico famoso, respetado,
de calórico. Queda por resolver otra cuestión: el éter debe ser tan
doctor por varias universidades, director de la Oficina central de pesas y
ligero como indica su peso atómico y sin parangón dentro de la
medidas desde 1892. Sin embargo, este sabio, con prestigio en el mundo
tabla periódica. Mendeleiev salva esta nueva dificultad suponiendo la
entero, siente curiosidad, se muestra inquieto por la radiactividad y
existencia de un elemento intermedio, que espera poder asimilar rápida-
quiere juzgar por sí mismo. Observa con atención las radiaciones
mente al coronio, cuya existencia creía haber descubierto a través de las
emitidas por el uranio, el torio y el polonio, habla, pregunta.
líneas del espectro visible de la corona solar. Se afana, a continuación,
¿Transmutación de elementos? Una posibilidad que considera disparata-
por determinar un tamaño razonable en relación con el peso atómico
da. L a individualidad de los elementos, la inmutabilidad de los átomos,
del éter. Para ello recurre a la cinética de los gases y trata de evaluar la
la indestructibilidad de la materia son principios fundamentales de la
velocidad necesaria para liberarse de la atracción de las estrellas más
química que ha estudiado y ha enseñado. Principios garantes de una
pesadas, es decir, con una masa cincuenta veces superior a la del sol.
ciencia positiva y realista. Mendeleiev tiende a ver en estos misteriosos
Tras arduos cálculos, deduce que esta velocidad debe estar comprendida
rayos, y estos «granos de electricidad» o electrones de los que se habla
entre 2,24 y 3,00 m/s. Así pues el peso atómico del éter debia equivaler a
desde hace algún tiempo, un espejismo de fantasías alquimistas y un
una millonésima parte del correspondiente al hidrógeno. Y a tenemos
pretexto para iniciar una ofensiva oscurantista.
pues la tabla periódica delimitada por nuevos elementos un tanto
Ante las interpretaciones aún titubeantes de Pierre y Marie Curie, extraños que la amplían hasta los confines de lo material.
Mendeleiev propone una explicación más clásica. Esboza en la pizarra el
L a operación fue sin duda arriesgada, pero Mendeleiev no era un
bien conocido esquema de un sistema planetario y lanza su hipótesis: la
neófito en el mundo de las inducciones temerarias. N o se arredra, sino
radiactividad es una propiedad que se manifiesta únicamente a través de
que se crece, ante la adversidad. Y en esta ocasión, no tiene dónde elegir.
átomos pesados. Dado su peso, los átomos de uranio, de torio, de
MENDELEIEV: HISTORIA D E U N DESCUBRIMIENTO 506 507 MENDELEIEV: HISTORIA D E U N DESCUBRIMIENTO

La química está en peligro y Mendeleiev se rebela e intenta lo imposible de química de la universidad. A los treinta y tres años cuenta ya con un
por salvar las bases de la ciencia que ha cultivado durante toda su magnífico curriculum: tres memorias importantes que escalan todos los
vida. niveles que llevan hasta la tesis, una estancia en Heidelberg, Alemania,
N o veamos en ello un intento desesperado, sino un reto extraor- en el laboratorio de Robert Wilhem Bunsen, estudios sobre el petróleo
dinario. Mendeleiev concentra en este esfuerzo todas sus batallas, todas de Bakú, sobre los fertilizantes, una práctica de agricultura experimental
sus esperanzas. Asesta un golpe fatal a las corrientes espiritistas o en una propiedad privada y, por último, tres años de ejercicio de
paracientíficas que ha combatido sin cuartel. Cumple el deseo, abrigado profesor de química en el Instituto tecnológico de San Petersburgo. N o
durante mucho tiempo, de reunir la física y la química bajo la égida de obstante, se encuentra desarmado ante la preparación de su curso: no
la mecánica. Y por último y ante todo, consolida el prestigio de la dispone de ningún manual correcto de química general que aconsejar a
clasificación periódica, al ampliar su imperio hasta los límites del sus estudiantes. Acostumbrado a escribir —mientras estudiaba se gana-
universo material. ba la vida redactando artículos científicos para revistas—, decide elabo-
L a continuación de la historia es bien conocida. E l sueño era rar su propio manual. E l fruto de esta empresa será, dos años más tarde,
demasiado hermoso. Mendeleiev se equivocó, se equivocó estrepitosa- la clasificación periódica. Una urgencia pedagógica constituye, pues, el
mente. E n 1905, el principio de la relatividad, formulado por un joven origen del descubrimiento. Esta armoniosa complementariedad entre las
físico de Berna llamado Albert Einstein, suprimió la necesidad del actividades de investigador y de profesor no tiene nada de extraor-
hipotético éter. E l éter tuvo una aparición fugaz en la tabla periódica, de dinario en esa época, por lo menos en lo que a la química se refiere.
1903 a 1906. ¿Cómo presentar a los estudiantes el conjunto de los conocimientos
Normalmente para disculpar este error se aduce la edad avanzada de acumulados acerca de miles de sustancias? L a solución más obvia desde
Mendeleiev. Probablemente se encontraba cada vez más volcado en l a los tiempos de Lavoisier consiste en relacionar las propiedades de los
especulación filosófica, en la industria y en la divulgación. En pocas cuerpos compuestos con las de los cuerpos simples que los componen,
palabras, «no estaba al día». N o obstante, el opúsculo de 1902 no aunque no resuelve todos los problemas. Las limitaciones de la tabla de
adolece de resistencia a las innovaciones, de delirio megalómano ni de treinta y tres sustancias simples se pusieron de manifiesto tras la
falta de espíritu crítico. Mendeleiev irradia una imagen prudente y utilización de la pila de Alessandro Volta. L a pila, descubierta en 1800,
lúcida. Es consciente de que, si bien puede aplicar el mismo procedi- engendra una potencia técnica de análisis, la electrólisis, que es el
miento de previsión que le dio buenos resultados en el pasado, no puede desencadenante de una serie de descubrimientos: durante 1807 y 1808,
aspirar a alcanzar certezas absolutas. Humphry Davy aisla el sodio, el potasio, el estroncio, el boro, el calcio y
«No vuelvo los ojos hacia mi ensayo imperfecto para explicar la el magnesio. Enriquece la tabla con el sensacional descubrimiento del
naturaleza del éter, desde el punto de vista químico, como algo que va cloro en 1810, del yodo en 1812 y del bromo en 1826. E n Suecia, Jóns
más allá de la expresión de una serie de pensamientos que surgieron en Jacob Berzelius le da la réplica: aisla el cerio en 1801, el selenio en 1817,
mi mente, a partir de los hechos, y que he desarrollado con ánimo de el silicio y el circonio en 1824, el torio en 1828, y participa en otros
que no se pierdan [...]. Si encierran una parte de la verdad natural que descubrimientos. Consagra el poder de la electricidad en la química a
todos buscamos, mi esfuerzo no habrá sido vano; merecerá entonces ser través de una teoría electroquímica de las combinaciones que presupone
desarrollado, perfeccionado y corregido, y si mis principios de base la existencia en todos los compuestos, independientemente del número
resultan ser falsos, se evitará que otros cometan el mismo error.» de componentes, de dos partes, una cargada de electricidad positiva y
Empezando por este pequeño ensayo tardío, el menos glorioso de la otra de electricidad negativa. En 1829, en la primera edición de su
obra de Mendeleiev, no pretendo empañar el brillo de un gran hombre Tratado de química, identifica cincuenta y cuatro cuerpos simples. En los
—en este caso subrayaría sobre todo su valentía—. Pero es preciso años 1860, una nueva técnica de análisis espectral marca el inicio de
disolver de una vez por todas la solidaridad, aceptada con demasiada nuevos descubrimientos. E n 1869, la primera tabla de Mendeleiev
diligencia, entre la clasificación periódica y las modernas concepciones incluye sesenta y tres elementos que, a finales de siglo, ya rondan la
atómicas. Este «error» de Mendeleiev traduce la verdad acerca de la centena. Esta multiplicación de elementos es un fenómeno importante
clasificación periódica, elucida, a través de una especie de movimiento que caracteriza al siglo XIX en la larga historia de la química, aunque no
retrógrado, los principios que presidieron su construcción: fe inquebran- facilita en absoluto la labor del profesor de química. ¿Es inevitable tener
table en el carácter individual e intransmutable de los elementos quími- que presentar su disciplina mediante una lista interminable de mono-
cos; realismo positivo y profunda aversión hacia la metafísica o la grafías detalladas de cada uno de los elementos conocidos?
superstición; y por último, esperanza de reunir un día la física y la La mayoría de los químicos adoptan la división entre metales y
química en una ciencia nueva, basada en la clasificación periódica. N o , metaloides, pero el orden que siguen dentro de estas dos grandes
Mendeleiev no es un pionero de la química del siglo xx. N o anticipa ni categorías no es único. E l equilibrio entre las exigencias teóricas y
esboza sus progresos, muy al contrario, los combate con toda la fuerza y didácticas, logrado por Lavoisier en el Tratado elemental de química, se
la lógica de la ciencia del siglo XIX. ha roto. E l prólogo del Tratado de Berzelius trasluce una separación
entre lógica y didáctica. Berzelius aspira a una solución intermedia, pero
Las tribulaciones no consigue escapar de la interminable letanía de monografías:
Los adelantos de la química del siglo XIX plantean, de manera
«El plan que he adoptado no responde perfectamente al concepto de
de un profesor acuciante el problema de la clasificación de los elementos químicos.
sistematización. He creído oportuno abandonar este orden cada vez que
de química Muchos son los químicos que tratan de resolverlo. Mendeleiev no es un
marginal aislado en su lejana Rusia. sacrificarlo suponía facilitar el acceso a la ciencia. Existen dos formas de
exponer la química en un libro destinado a principiantes. [...]
San Petersburgo, octubre de 1867. Mendeleiev es nombrado profesor
MENDELEIEV: HISTORIA DE UN DESCUBRIMIENTO 508 509 MENDELEIEV: HISTORIA D E U N DESCUBRIMIENTO

situación. Pero los progresos en el campo teórico no van necesariamente


La «explosión demográfica» de los elementos en el siglo X I X acompañados de una mayor claridad. L a química del siglo xix, a
E s t a tabla ilustra la extraordinaria «explosión demográfica» de los elementos, que diferencia de lo que se dice con demasiada frecuencia, no es serena ni
tuvo lugar en el siglo X I X . Su número se duplicó con creces: a finales del siglo xvm se triunfante. L a imagen positivista de una ciencia pura, con las sólidas
conocían 33 cuerpos simples; entre 1800 y 1849 se descubrieron 24, y entre 1850 y bases inconmovibles del edificio de Lavoisier, que evoluciona sin trabas
1899, 24 más. De ahí la necesidad apremiante de encontrar un criterio de clasificación
para poner un poco de orden en esta diversidad (según A. Massain, Química y
y engendra, como si del cuerno de la abundancia se tratara, innumera-
químicos, 1952, modificado). bles aplicaciones agrícolas o industriales, pide a gritos una revisión.
En la primera mitad del siglo xix, la comunidad química inter-
Antes de 1700 1700-1799 1800-1849 1850-1899 nacional está profundamente dividida, sacudida por violentas querellas
sobre temas tan fundamentales como la existencia de los átomos o la
Antimonio Nitrógeno Aluminio Actinio naturaleza y el número de elementos químicos. En cada una de ellas,
Plata Berilio Bario Argón
Arsénico Bismuto Boro
Mendeleiev adopta posturas muy firmes que condicionan su trabajo de
Cesio
Carbono Cloro Bromo Disprosio clasificación.
Cobre Cromo Cadmio Gadolinio
Estaño Cobalto Calcio Galio
Hierro Flúor Cerio Germanio Én 1805, John Dalton formula la hipótesis atómica que explica, de la El peso de los
Mercurio Hidrógeno Erbio Helio forma más sencilla posible, la conjunción de las dos leyes que rigen las átomos y el impacto
Oro Manganeso Yodo Holmio combinaciones químicas: la ley de las proporciones definidas, enunciada ¿
e u coloquio
n
Fósforo Molibdeno Lantano Indio
Plomo Níquel Iridio Cripton por Joseph Proust en 1802, y la ley de las proporciones múltiples,
Azufre Oxígeno Litio Neodimio enunciada por el propio Dalton. Las combinaciones químicas, sugiere
Platino Magnesio Neón Dalton, deben llevarse a cabo átomo por átomo. E l átomo de Dalton es
Estroncio Niobio Polonio ante todo la unidad mínima de combinación y no, como su homónimo
Telurio Osmio Praseodimio
Titanio Paladio Radio en la física griega, el constituyente último de la materia. Su existencia
Tungsteno Potasio Rodio real sigue siendo tan hipotética como la del antiguo átomo, pero el
Uranio Rubidio Rutenio átomo de Dalton permite interpretar cuantitativamente las combinacio-
Itrio Selenio Samario nes químicas: en su New System of Chemical Philosophy (1808-1810),
Cinc Silicio Escandio
Circonio Sodio Talio Dalton construye, en efecto, un sistema de pesos atómicos basado en la
Tantalio Tulio elección del hidrógeno como unidad convencional (H = 1, en notación
Torio Xenón moderna). Dalton determina el peso atómico del oxígeno, del azufre, del
Vanadio Iterbio fósforo, del carbono y del nitrógeno, basándose en los compuestos que
forman con el hidrógeno, suponiendo que un átomo de hidrógeno se une
con un átomo de otro cuerpo. E l agua, por ejemplo, tiene un peso
«Siempre y cuando este método no suponga ningún inconveniente, atómico de 8, es decir un átomo de hidrógeno que pesa 1 y un átomo de
podemos dedicarnos a coleccionar monografías de cuerpos simples y oxígeno que pesa 7 (en notación moderna la fórmula sería HO). Cuando
ordenar las combinaciones en las que estos cuerpos pueden participar un elemento puede dar lugar a distintas combinaciones con el hidróge-
potencialmente, según un orden previamente determinado, con objeto de no, Dalton determina el peso atómico a partir del compuesto menos
no tener que describir un mismo compuesto dos o más veces. En mi hidrogenado. E l del carbono, por ejemplo, se establece a partir del
opinión, este método reduce la ciencia a su expresión más sencilla y hidrocarburo, formado por un átomo de hidrógeno que pesa 1 y por un
facilita la memorización. [...] átomo de carbono que pesa 5, es decir un peso atómico de 6. E l sistema
«También podemos tratar, en primer lugar, todos los cuerpos sim- de Dalton permite identificar cada elemento mediante un carácter
ples y examinar, a continuación, en un orden determinado, las combina- positivo y numérico. L a simplicidad y las ventajas de esta hipótesis
ciones de cada uno de ellos con todos los demás, para después estudiar dejan vislumbrar la aceptación universal de la que gozará, más aún tras
las combinaciones de estos compuestos entre ellos, es decir ir pasando de verse rápidamente corroborada por las leyes de los gases. Las proporcio-
lo simple a lo compuesto. A primera vista, este método parece cumplir nes fijas entre los volúmenes gaseosos definidas en la ley de Gay-Lussac
mejor los requisitos de un libro para principiantes.» revalidan la hipótesis atómica. Otra ley, formulada independientemente
A medida que la química progresa, el ideal de una presentación por Avogadro en 1811 y por Ampére en 1814, concilia los puntos de
racional y lógica parece desvanecerse. E l rápido progreso de la química vista de Gay-Lussac y de Dalton, al determinar el peso atómico a partir
orgánica, a partir de los años 1840, añade al problema de la población de la densidad gaseosa. Pero, en lugar de facilitar la adopción de la
elemental una multitud de nuevos cuerpos compuestos que deben ser hipótesis atómica, este apoyo procedente de los gases provocará dispu-
clasificados, si se desea evitar que resulte imposible, a corto plazo, tas y bloqueos. Dalton no acepta la ley de Gay-Lussac y la critica
transmitir conocimientos químicos. Así, la química se enfrenta a la abiertamente. Su actitud no impide que otros químicos, especialmente
dificultad de gestionar una demografía galopante de sustancias. E l Berzelius, se basen simultáneamente en las dos ideas para proponer en
problema, ya planteado y controlado a finales del siglo xvm, gracias a la 1818 un sistema de pesos atómicos que combina las proporciones
nomenclatura racional, surge de nuevo medio siglo después. volumétricas con las proporciones ponderales.
El capital de conocimientos acumulados acerca de cada una de las La oposición de los equívalentistas es más férrea y más duradera,
sustancias conocidas permite, sin duda alguna, controlar mejor la pues procede, paradójicamente, del entusiasmo por la hipótesis de
MENDELEIEV: HISTORIA D E UN DESCUBRIMIENTO 510 511 MENDELEIEV: HISTORIA D E U N DESCUBRIMIENTO

Dalton denomina peso Dalton. L a hipótesis atómica parece ser víctima de su poder heurístico: aplauso unánime de los químicos. A finales de los años 1850, la multipli-
atómico al peso de un
el peso atómico es una característica indispensable para el químico que cidad de sistemas vigentes dificulta la comunicación, hasta el extremo de
elemento que se combina en
una proporción fija o descubre un nuevo elemento. Pero ¿por qué cargar con la idea de átomo que varios químicos proponen la celebración de un congreso inter-
múltiple con otro elemento que encierra una larga tradición metafisica y escapa a la experiencia? En nacional para definir un sistema único de pesos atómicos. E l primer
para formar un compuesto, esa época en que dominan las consignas positivistas de prudencia congreso internacional de química, organizado por August Kekule, tiene
liado que resulta totalmente
experimental y de desconfianza ante las hipótesis, los químicos prefieren lugar en Karlsruhe (Alemania) en 1860. Acontecimiento decisivo que
imposible medir el peso de
un átomo, estos pesos una expresión más neutra. En 1814 el químico inglés William Hyde inaugura un nuevo tipo de funcionamiento en la comunidad científica
atómicos son relativos a Wollaston propone un término alternativo, «peso equivalente». Tras que, a finales de siglo, se extiende a todas las disciplinas científicas: las
una unidad convencional, el haber defendido celosamente la hipótesis de Dalton y haberla ilustrado
hidrógeno; a continuación
reuniones internacionales se multiplican, se repiten periódicamente, se
damos algunos ejemplos:
con sus propios trabajos, Wollaston se convirtió en su principal adver- institucionalizan como centros de arbitraje de conflictos y de normaliza-
sario. A l tiempo que explotaba al máximo los recursos del peso atómico, ción de conceptos y unidades. En química, este primer congreso inter-
Hidrógeno: 1 Cinc: 56 criticaba la incertidumbre de la hipótesis y reprochaba a Dalton la nacional pone fin a cuarenta años de disputas sobre los pesos atómicos.
Nitrógeno: 5 Cobre: 56 arbitrariedad de su sistema de pesos atómicos. Propuso pues un sistema Durante varios días las delegaciones de cada país discuten en Karlsruhe
Carbono: 5 Plomo: 95
de «pesos equivalentes» basado en otra unidad: el oxígeno, de símbolo las ventajas respectivas de las diferentes notaciones e intentan llegar a un
Oxígeno: 7 Plata: 100
Fósforo: 9 Platino: 100 O, igual a 100. Hasta el momento, el debate entre equivalentistas y acuerdo en la definición de conceptos básicos: átomo, molécula, equiva-
Azufre: 13 Oro: 140 atomistas parece puramente formal. E l conflicto es una cuestión de lente. E l congreso se clausura sin que se haya adoptado, ninguna deci-
Hierro: 38 Mercurio: 167 palabras y cambiar de sistema de medida no plantea ninguna dificultad. sión oficial. Sin embargo, gracias a la campaña insistente de Cannizzaro,
El asunto se agrava en los años 1840-1850, cuando los defensores de que se empeña en presentar la ley de Avogadro como una sólida
Ley de Gay-Lussac (1808): %

Los volúmenes de dos gases Avogadro consiguen imponer su ley. Los químicos habían ignorado inducción basada en numerosos datos experimentales e invita a los
que se combinan mantienen durante mucho tiempo esta ley por considerarla demasiado hipotética e químicos a preocuparse, no tanto por aceptar la realidad de los átomos
una proporción simple entre inútilmente complicada. Por una parte no se basa directamente en datos y las moléculas, sino por distinguirlos correctamente, el sistema de
sí.
experimentales, sino en la coexistencia de la ley de Gay-Lussac y de la Avogadro-Gerhardt sale victorioso. Mendeleiev forma parte de aquellos
Ley de Avogadro (1811)- hipótesis de Dalton, que induce otra hipótesis: «El número de moléculas que salen convencidos y definitivamente convertidos. Mientras juzga con
Ampére (1814): Dos que integran un gas cualquiera siempre es el mismo en un volumen reserva el átomo de Dalton, que tilda de convencional, considera la ley
volúmenes iguales de gas, idéntico o proporcional al volumen»; por otra parte, teniendo en cuenta de Avogadro «como la base más importante del estudio de los fenóme-
medidos a igual temperatura
la densidad de los gases, se obtienen pesos atómicos distintos de los de nos naturales». L a realidad del átomo y de la molécula no le interesa, le
y presión, contienen el
mismo número de Dalton (15 para el oxígeno en lugar de 7); todo ello obliga a Avogadro a preocupa más la distinción entre ambos:
moléculas. introducir una hipótesis adicional: para ajustar la densidad gaseosa «Con la aplicación de la ley de Avogadro-Gerhardt, la concepción de
estimada experimentalmente con la suma de los pesos atómicos calcula- la molécula queda perfectamente definida y, por ende, su peso atómico.
Ley del calor específico de
dos según la hipótesis, Avogadro supone que la molécula que se combi- Llamamos partícula, o partícula química, o molécula, a la cantidad de
Dulong y Petit (1819): L a
capacidad calorífica de los na se divide en dos moléculas de idéntica naturaleza. Distingue, pues, sustancia que interviene en una reacción química con otras moléculas y
átomos de los cuerpos entre «moléculas integrantes» —que existen en un número fijo en que, en estado de vapor, ocupa el mismo volumen que dos partes en
simples es exactamente la volúmenes iguales de gas— y «moléculas elementales». L a distinción peso de hidrógeno. [...] Los átomos son las cantidades más pequeñas, o
misma.
entre estas dos nociones —que posteriormente se denominarán molécula las masas químicas indivisibles de los elementos, que forman las molécu-
Ley del isomorfismo de y átomo— parece, a la sazón, arbitraria y superflua. Y , además, fuente las de los cuerpos simples y compuestos.»
Mitscherlich (1821): Los de confusión, puesto que Ampère propone otra terminología al distin- Después de 1869, Mendeleiev repite al filo de sus artículos que el
cuerpos isomorfos tienen guir entre «partículas» y «moléculas». L a ley de Avogadro y de Ampère,
una composición química
congreso de Karlsruhe fue el acontecimiento que le mostró el camino, le
indudablemente demasiado oscura y dependiente de hipótesis, caerá en hizo intuir la existencia de una posible periodicidad de las propiedades
análoga y contienen en
general el mismo número de el olvido. E n 1836, es condenada solemnemente por Jean-Baptiste de los elementos según un orden creciente de los pesos atómicos. A
átomos o «equivalentes». El Dumas en las clases que imparte en el Collège de France. partir de ese momento, bastaba con desarrollar esa intuición y salvar los
isomorfismo es un Pero un joven químico alborotador, Charles Gerhardt, se niega a
instrumento adicional para
obstáculos presentados por algunos pesos atómicos todavía incorrectos.
determinar el peso atómico. enterrar la ley de Avogadro. Con el fin de conciliar los resultados Mendeleiev se complace sin duda en reconstruir su labor, ofreciendo una
obtenidos con la ley del calor específico y la ley del isomorfismo, ilusión de continuidad y de evidencia, pero cierto es que el congreso de
Gerhardt duplica el peso atómico de una serie de metales. Su Tratado de Karlsruhe fue un factor decisivo en la elaboración de la tabla periódica.
química orgánica (1853-1854) actualiza la distinción de Avogadro utili-
zando los términos «átomo» y «molécula», y presenta un nuevo sistema
de pesos atómicos, en el cual C = 12 en lugar de 6 y O = 16 en lugar Mendeleiev adopta una postura todavía más clara en los debates A la conquista de la
de 8. Entre este sistema y el de pesos equivalentes ya no existe acuerdo acerca de la pluralidad de los elementos. Dos opciones se perfilan, en unidad perdida
posible. Hay que tomar partido por uno o por otro. efecto, para explicar la multiplicación de elementos: unos sugieren la
Ya en 1856 Mendeleiev había tomado partido. Su tesis, defendida en reducción de la multiplicidad a un solo elemento primordial, otros
la universidad de San Petersburgo, se basó en el sistema de Gerhardt. intentan subordinar esta multiplicidad a una ley única.
Mendeleiev se decanta por la teoría unitaria de las combinaciones L a idea de que toda la diversidad de cuerpos simples debe derivar
químicas y declara su repulsa hacia la teoría electroquímica y dualista del hidrógeno es presentada a principios de siglo por el doctor inglés
de Berzelius. E l sistema de Gerhardt cuenta también con el apoyo y la William Prout. En apariencia, se basa en el «sentido de la armonía de
aportación de Stanislao Cannizzaro, pero está lejos de cosechar el las cosas», pero recibe una ayuda inesperada del atomismo de Dalton.
Aunque la elección del hidrógeno como unidad de base sea puramente
MENDELEIEV: HISTORIA D E UN DESCUBRIMIENTO 512 513 MENDELEIEV: HISTORIA D E U N DESCUBRIMIENTO

convencional, se interpreta rápidamente como una confirmación de la los conocimientos experimentales sobre los elementos. Por una parte,
hipótesis y resiste, por consiguiente, a los ataques violentos y a las impone la primacía del peso atómico como criterio de clasificación,
impugnaciones experimentales. Ante el número excesivo de elementos desacreditando así la clasificación de Ampére, que había seleccionado
con pesos atómicos no equivalentes a números enteros, Prout propone, arbitrariamente propiedades químicas más o menos artificiales. Por otra
en 1831, una versión modificada de su hipótesis: los pesos atómicos parte, orienta las mentes hacia la búsqueda de estructuras de parentesco
deben ser múltiplos enteros de una fracción del hidrógeno. Con esta entre los elementos. L a clasificación química se diferencia ciertamente de
precisión, la hipótesis se ve libre de toda falsificación experimental y las naturalistas por contar con un principio clasificador único y cuanti-
alcanza un éxito considerable. tativo, el peso atómico; pero, en ambas, se llevan a cabo agrupaciones
En un principio, la hipótesis había ganado adeptos sobre todo en por familias a partir de indicios de filiación, se pretende construir una
Inglaterra, su país de origen. Los químicos del continente, bajo la especie de árbol genealógico de la materia inerte.
influencia de Berzelius, defensor acérrimo de la ortodoxia atomista y Este es el objetivo que subyace, salvo una o dos excepciones, en
pluralista, habían rebatido unánimemente la hipótesis de Prout. Pero a todos los trabajos de clasificación anteriores e incluso posteriores a
finales de los años 1830, la autoridad de Berzelius decae, el equivalentis- Mendeleiev. L a lista exhaustiva de sistemas elaborada por el historiador
mo está en pleno auge y la hipótesis gana terreno en Francia, Suiza y J. W. Van Spronsen (1969) refleja que las olas de clasificación se adaptan
Alemania. rigurosamente a los altibajos de la hipótesis de Prout. Las primeras
En los años 1850, cuando la precisión de los cálculos experimentales- pruebas se realizan en Alemania. U n profesor de Jena, Johann Doberei-
del peso atómico lleva a poner en duda la aritmética de los múltiplos ner, descubre en 1817 una relación asombrosa entre el peso equivalente
enteros, la hipótesis encuentra un nuevo punto de apoyo en la química de determinados cuerpos: el del óxido de estroncio (50) es igual a la
orgánica: se establecen correspondencias entre las series de radicales media aritmética entre el del óxido de calcio (27,5) y el óxido de bario
orgánicos y las series de elementos de la química mineral. Hacia 1860 (72,5), para H = 1 y O = 7,5. Doce años más tarde, armado con los
otros dos factores vienen a corroborar la hipótesis de Prout: la teoría de pesos atómicos más precisos de Berzelius, Dóbereiner generaliza la Br: bromo
la evolución de Darwin y el estudio espectral de los elementos. Ambos relación a tres cuerpos y propone una serie de tríadas basadas en la Cl: cloro
apoyan la idea de una evolución de la materia a partir de un elemento correlación entre analogías químicas y relaciones aritméticas: /: yodo
Na: sodio
original. Br = Cl+1/2; N a = L i + K/2; Se = S + Te/2 Li: litio
La hipótesis de Prout desempeña una doble función determinante en K: potasio
Poco después, Leopold Gmelin, profesor de Heidelberg, pasa de las
la historia de la clasificación de los elementos. En primer lugar, estimula Se: selenio
tríadas a las familias de elementos. Dado que su objetivo consiste en S: azufre
la investigación tendente a determinar el peso atómico. Si bien los
demostrar la veracidad de la hipótesis de Prout, centra toda su atención Te: telurio
partidarios de Prout, como por ejemplo Thomas Thomson en su Sistema
en los números, en detrimento de las analogías químicas. Agrupa los
de química, tienden a redondear los números deducidos de la experiencia
elementos bajo tres rúbricas: los que tienen visiblemente el mismo peso
para no enredarse con inoportunos decimales, sus adversarios, como
atómico; los que tienen pesos atómicos múltiplos unos de otros; y por
Berzelius o el químico belga Jean Serváis Stas, se afanan en buscar
último los que tienen pesos atómicos que forman medias aritméticas,
siempre unos resultados más precisos y distinguen perfectamente entre
según la teoría de Dóbereiner.
la experiencia y las especulaciones aritméticas. Pero esta estrategia
Tras estos dos trabajos, asistimos a una pausa en la historia de las
clásica fracasa, pues incluso los partidarios pasarán a cultivar la preci-
clasificaciones, hasta que en los años 1850, decenas de químicos de todos
sión y a invocar la experiencia. Así, un químico suizo, Jean Charles
los paises proponen súbitamente diversos tipos de clasificaciones. L a
Galissard de Marignac, tan conocido por la exactitud de, sus resultados
mayoría de ellas se basan en la comparación entre las series de radicales
como Berzelius, no vacila en fijar el peso atómico del cloro en 35,5. Lo
orgánicos y las series de elementos, que no dudan en denominar de
importante a sus ojos no es «la magnitud de la unidad que podría servir
nuevo «radicales de la química mineral» para transmitir mejor su
de divisor común al peso de los cuerpos simples... Tanto si este peso es el
complejidad. Éste es precisamente el hallazgo de Dumas, que, a pesar de
de un átomo de hidrógeno, como el de medio o el de un cuarto de
su prudencia en materia de teorías, apoya la hipótesis de Prout de forma
átomo, o incluso de una fracción más pequeña, 1/100 o 1/1000 por
que la convierte en inaccesible a la experiencia. En efecto, supone que
ejemplo, todas estas consideraciones mantienen el mismo grado de
toda la diversidad de cuerpos simples deriva de un elemento único,
probabilidad. L a única consecuencia sería una combinación de elemen-
todavía desconocido, con un peso atómico igual a la mitad o a la cuarta
tos expresada en proporciones más complicadas».
parte del peso del hidrógeno. Basa su conjetura en una clasificación
Sea cual fuere la relación numérica entre elementos, la hipótesis
comparativa de los radicales orgánicos y de las familias de cuerpos
queda protegida, ya que no se basa en el contenido de la relación
simples que revela una regularidad en la progresión aritmética.
existente, sino en su forma aritmética. Por ello es considerada por
Hay que reconocer que esta tentativa no contribuye en absoluto a
muchos químicos como una etapa avanzada del desarrollo de la química
resolver el problema de la clasificación: Dumas no construyó ninguna
cuantitativa. Ilumina la fascinante perspectiva de una ciencia aritmética
familia nueva y no clasificó, ni por asomo, todos los elementos conoci-
de la materia que liberaría al químico de la multiplicidad y de la
dos. Lo mismo podría decirse de los múltiples esfuerzos acometidos en
diversidad, que interpretaría los fenómenos a través de un simple
los años 1850 y 1860, recogidos por Van Spronsen: Gladstone, Cooke,
cálculo. De esta manera las estrictas reglas del método experimental, las
Lenssen, Carey Lea, que admite la existencia de pesos atómicos negati-
condiciones draconianas que imponía la epistemología positivista a las
vos, o Hinrichs, que establece una correspondencia entre las líneas
hipótesis ceden ante el despertar pitagórico.
espectrales de los elementos y los planetas, consiguen formar familias de
La hipótesis de Prout espolea, además, las tentativas de sistematizar
elementos, pero no tejer el entramado global.
MENDELEIEV: HISTORIA D E U N DESCUBRIMIENTO 514 515 MENDELEIEV: HISTORIA D E U N DESCUBRIMIENTO

Será un defensor de la hipótesis de Prout, mineralogista y no dientemente un sistema más completo —cincuenta y siete elementos de
químico, el que logre identificar una función que rija el conjunto. En los sesenta conocidos hasta el momento— y estrictamente fiel al orden
1862, Alex Béguyer de Chancourtois presenta ante la Academia de las de crecimiento de los pesos atómicos. Hace hincapié simultáneamente en
ciencias las líneas directrices de un sistema periódico de los elementos y la regularidad y en las diferencias de peso atómico y concluye con
declara: «Basándome únicamente en la ley de Prout llego a una teoría firmeza que «entre los miembros de cada grupo bien definido, la secuen-
perfectamente probada.» cia de propiedades y la secuencia de pesos atómicos son estrictamente ÍB4' «I

Se trata de una hélice en cuyo eje vertical figuran números enteros paralelas». Odling deja un gran número de lugares vacíos, especialmente
que corresponden a los pesos atómicos de los elementos. Béguyer de entre los pesos atómicos 40-50 y entre 65-75. Pero, curiosamente, en
Chancourtois da a su sistema el nombre de «vis tellurique» por dos lugar de mejorar su sistema en sucesivas publicaciones, Odling parece
razones: porque «el telurio ocupa un lugar central en el sistema y porque retroceder y, en 1868, presenta una nueva tabla menos completa.
el epíteto "telúrico" evoca acertadamente un origen geognóstico, pues Mendeleiev es el que va más lejos de los tres. En el preciso instante
tellus significa tierra en el sentido más positivo, más familiar, en el en que vislumbra el patrón de periodicidad, en marzo de 1869, extrae
sentido de la tierra que subviene a las necesidades». todas las posibles consecuencias de esta idea, y se afana por contrastarla
¿Fue el culto telúrico el que disgustó a los químicos? Sea cual fuere con la realidad conocida e incluso con la desconocida: predicciones de
la razón, la clasificación pasó desapercibida, fue totalmente ignorada por elementos, correcciones de pesos atómicos, inversiones... Mendeleiev
los químicos de los años 1860. En realidad presenta dos puntos débiles: debía tener una confianza ciega en su descubrimiento para permitirse
mezcla cuerpos simples con cuerpos compuestos y su representación tales libertades. Pero, a sus ojos, la ley periódica, y no la tabla, constitu-
gráfica es sumamente complicada. Pareció tan poco esclarecedora a los ye la parte esencial de su descubrimiento. Su confianza emana de una
ojos de los señores de la Academia que ni siquiera juzgaron oportuno concepción muy exigente de la ley científica. Una ley debe ser general o
incluirla junto a la publicación de la memoria en Comptes rendus. no es una ley:
Todo esto nos demuestra que si bien la hipótesis de Prout fomenta «Las leyes naturales no presentan excepciones y ello precisamente las
empresas de clasificación, no garantiza su éxito. A mi parecer, interpone distingue de reglas como las gramaticales, por ejemplo. Una ley sólo
dos grandes obstáculos en la consecución de todos los proyectos: centra puede confirmarse cuando todas las posibles consecuencias han sido
el interés en las relaciones aritméticas en detrimento de las analogías de sancionadas experimentalmente.»
propiedades químicas, y la búsqueda de la unidad primordial da priori- Esta epistemología se encuentra ligada al rechazo de la hipótesis de
dad a las relaciones de parentesco locales, eludiendo el problema en su Prout. Mendeleiev es el químico clasificador más hostil a esta idea. N o
conjunto. Ésta es por lo menos la interpretación que resulta al comparar se limita a rechazarla y a criticarla, sino que se ensaña con ella. Pero
estos proyectos con los escasos trabajos de clasificación no inspirados en ¿cómo combatir una hipótesis que saca partido de todos los resultados
la hipótesis de Prout. experimentales, esquivando todas las impugnaciones? Contentarse con
compararla al pluralismo como convicción filosófica es condenarse al
fracaso. Mendeleiev reacciona: la única arma capaz de luchar contra la
En busca de una ley Tres eran los que iban contracorriente: John Alexander Newlands,
seducción de la hipótesis de Prout es una ley general a la que se sometan
William Odling, ambos ingleses, y Mendeleiev. Trabajaban independien- todos los elementos. N o sólo porque la existencia de una ley única que
temente, pero sus proyectos tienen ciertos rasgos comunes que permiten rija todos los elementos puede compensar la pérdida de la unidad WsB
extraer un estilo de clasificación muy distinto al de los partidarios de material y proporcionar un desenlace a esta búsqueda frenética, sino,
Prout. Los tres adoptan el sistema de pesos atómicos de Gerhardt- sobre todo, porque la ley periódica es, para Mendeleiev, rival de la
Cannizzaro, consagrado en el congreso de Karlsruhe. Anteponen la hipótesis de Prout.
búsqueda de una ley general a la de una clasificación y, por ello, son los
«La ley periódica posee los hechos y tiende a profundizar en el
únicos que prevén la existencia de elementos todavía desconocidos.
principio filosófico que preside la naturaleza misteriosa de los elementos.
Newlands formula en 1865 una «ley de las octavas», a tenor de la "•KÍ-.-.}..
- ... f¿p
Esta tendencia pertenece a la misma categoría que la ley de Prout, con
cual las propiedades químicas se repiten cada siete elementos, como en
la diferencia esencial de que la ley de Prout es aritmética y el espíritu de
la escala musical. Para respetar las analogías químicas, invierte el orden
la ley periódica emana de una secuencia de leyes mecánicas y filosóficas
del telurio y del yodo, como haría Mendeleiev; es el primero en prever que conforman el carácter y el esplendor del impulso actual de las
elementos: una de sus previsiones, la de un elemento con peso atómico ciencias exactas.»
igual a 73, entre el silicio y el estaño, se asemeja mucho a la del eka-
Mendeleiev se erige pues en rival y vencedor de Prout. Pero, ironía
silicio de Mendeleiev, con un peso atómico de 72. ¿Por qué se vio
de la historia, los partidarios de Prout verán en su tabla una aplastante
relegado al olvido un sistema tan innovador? Cierto es que contiene
confirmación de la hipótesis de éste. Ironía muy amarga para Mende-
muchos pesos atómicos incorrectos y que sólo incluye cincuenta y un
leiev. Durante una decena de años, su descubrimiento es blanco de
elementos, pero la razón principal de su eclipse no reside en el sistema
repulsas y de críticas. Más adelante, tras la confirmación de sus previsio-
de Newlands, sino en la acogida que le reservaron sus colegas: cuando nes de elementos, suscitará el entusiasmo, pero al servicio de una causa
La «vis tellurique» (arriba)
en marzo de 1866, Newlands presenta su descubrimiento ante la muy construida en 1862 por Alex
que siempre combatió. William Crookes, por ejemplo, se ampara en la Béguyer de Chancourtois es
honorable Chemical Society of London, el profesor George Carey ley periódica para confirmar su hipótesis del protilo. uno de los primeros sistemas
Foster le pregunta con humor si una clasificación de elementos por periódicos. Fue un completo
Ante estas maniobras de recuperación, Mendeleiev no cesa de protes-
orden alfabético no hubiera revelado coincidencias igualmente intere- fracaso por su complejidad y
tar y proclama enfáticamente su fe en la individualidad de los elementos: por las imprecisiones de sus
santes.
«Kant creía que en el universo existen dos objetos que provocan la valores numéricos.
En 1865, Odling, a la sazón profesor en Oxford, construye indepen-
MENDELEIEV: HISTORIA D E U N DESCUBRIMIENTO 516 517 MENDELEIEV: HISTORIA D E U N DESCUBRIMIENTO

admiración y veneración de los hombres: "la ley moral en nuestro cualidades intrínsecas de los elementos que contienen, por otra, con
interior y el cielo estelar por encima de nosotros." Profundizando en la vistas a deducir del carácter ya conocido de un elemento todas las
naturaleza de los elementos y en la ley periódica, cabe añadir un tercer propiedades de todas sus combinaciones.»
objeto: "la naturaleza de los individuos elementales que se expresa por E l cuerpo simple que, desde Lavoisier, se había convertido en el
todo nuestro alrededor", teniendo en cuenta que sin esos individuos no concepto clave de la química, y en su objetivo a través de análisis cada
podríamos imaginarnos el cielo estelar y que la noción de átomo revela vez más precisos, queda destronado súbitamente en beneficio del ele-
tanto la singularidad de las individualidades como la reiteración infinita mento. L a distinción entre simple y compuesto, que constituía el eje
de los individuos y su sometimiento al orden armónico de la principal del sistema de Lavoisier, pasa a segundo plano. Ya no se trata
Naturaleza.» de explicar, como en tiempos de Lavoisier, las propiedades de los
compuestos a través de las de los cuerpos simples. E l cuerpo simple no
explica nada; queda relegado junto al cuerpo compuesto al mundo de
Cuerpos simples E l pluralismo de Mendeleiev se encuentra igualmente implicado en las apariencias, de las manifestaciones. E l elemento es el único principio
o t r o
o elementos motor oculto de su descubrimiento. Leamos con atención el enun- explicativo.
ciado de la ley periódica: ¿En qué sentido afecta la distinción entre cuerpo simple y elemento a
«Las propiedades de los cuerpos simples y compuestos dependen de la clasificación periódica? Primera observación, de sentido común:
una función periódica de los pesos atómicos de los elementos, por la cuando se quiere clasificar, es mejor saber qué se va a clasificar. Ahora
única razón de que estas propiedades son en sí mismas las propiedades bien, desde la famosa definición de Lavoisier, elemento y cuerpo simple
de los elementos de los que derivan dichos cuerpos.» son sinónimos oficiales. Se clasifican indistintamente cuerpos simples o
Normalmente consideramos una función periódica entre propiedades elementos. L a confusión se ve fomentada por los discípulos de Prout que
químicas y pesos atómicos sin precisar a quién pertenecen las propieda- aprovechan la falta de individualidad de los cuerpos simples para
des y el peso atómico. L a formulación de Mendeleiev, en cambio, es centrarse en un elemento único. Mendeleiev, por el contrario, clasifica
precisa. L a función periódica establece una relación entre cuerpos elementos y centra su atención en explicar el comportamiento de los
simples y compuestos por una parte, y elementos por otra. Mendeleiev cuerpos simples.y compuestos. L a distinción realizada por Mendeleiev
se esmera por explicitar la distinción entre los términos al principio del constituye una pieza clave en la lucha contra la hipótesis de Prout, ya
artículo en el que publica su descubrimiento: que impone la utilización del plural con la palabra elemento.
«Al igual que hasta Laurent y Gerhardt, se utilizaron indistinta- Además, resulta necesaria para alcanzar el nivel de abstracción
mente las palabras "molécula", "átomo", "equivalente", actualmente se indispensable para las operaciones de clasificación y de previsión. E l
confunden a menudo las expresiones "cuerpo simple" y "elemento". N o cuerpo simple es una cosa concreta, con propiedades físicas y químicas
obsta que cada una de ellas tenga un significado muy distinto y que sea determinadas por la experiencia. E l elemento, por su parte, no tiene
de importancia precisarlo con objeto de evitar confusiones en los existencia fenoménica, se encuentra siempre oculto en un cuerpo simple
términos de la filosofía química. U n cuerpo simple es algo material, o compuesto, circula, se desplaza y se conserva en las reacciones quími-
metal o metaloide, dotado de propiedades Físicas y capaz de intervenir cas. Se trata de una realidad abstracta, fruto de la mente, destinada a
en reacciones químicas. A la expresión de cuerpo "simple" corresponde explicar la conservación y la permanencia de las propiedades individua-
la idea de "molécula". [...] Es menester reservar, sin embargo, el nombre les. L a previsión es posible en lo que a elementos se refiere. E l cuerpo
de elemento para caracterizar las partículas materiales que forman los simple es demasiado concreto: puramente fenomenológico por defini-
cuerpos simples y compuestos, y que determinan la forma en que se ción, no puede existir sin antes haber sido aislado como resultado de un
comportan desde el punto de vista físico y químico. L a palabra "elemen- análisis. E l elemento es lo único previsible, porque viene definido por el
to" evoca la idea de átomo.» lugar qué ocupa en un entramado de relaciones.
Esta precisión de vocabulario refleja que la aportación del congreso Una rápida comparación entre la tabla de Mendeleiev y la de Julius
de Karlsruhe no reside únicamente en la adopción de un sistema de Lothar Meyer pone de manifiesto el papel de esta distinción conceptual
valores numéricos más correctos del peso atómico, sino también en la en las famosas previsiones de Mendeleiev. Meyer, como Mendeleiev, era
puntualización de nociones básicas. Partiendo de la distinción entre profesor de universidad, en Karlsruhe. A l igual que él, adopta los pesos
átomo y molécula, Mendeleiev establece una distinción paralela entre atómicos defendidos en el congreso de 1860 y decide elaborar un manual
elemento y cuerpo simple. Esta última es en apariencia menos importan- para sus estudiantes en el que presentará la química de forma racional y
te por ser más intuitiva e imponerse sólo en casos concretos: por ordenada. Pero se adelanta considerablemente a Mendeleiev, al publicar
ejemplo, el carbono que se presenta en forma de tres cuerpos simples la primera edición de su manual en 1864, con una tabla de elementos
—grafito, diamante y carbón—; el nitrógeno inactivo en estado libre, basada en la valencia. E n 1868, mientras prepara la segunda edición,
pero muy activo en combinación; o para explicar reacciones en las que Meyer elabora una segunda tabla que constituye una verdadera clasifi-
los cuerpos actúan en el estado naciente; o, por último, en casos de cación periódica de todos los elementos conocidos, incluidos los metales
isomería. de transición entre el hierro y el níquel, y los lugares vacantes para
N o obstante esta sencilla precisión de vocabulario casi trivial, trae elementos aún por descubrir. Desgraciadamente para Meyer, retrasos en
consigo un cambio completo del paisaje teórico de la química. Ello se la edición hacen que esta tabla, concebida antes que la de Mendeleiev, se
debe a que la distancia entre elemento y cuerpo simple organiza la publique un año después, en 1870. Ese mismo año, Meyer verifica la
investigación de Mendeleiev y dicta a la química su programa: periodicidad de las propiedades con un caso notable, el volumen atómi-
«Profundizar en las relaciones entre la composición, las reacciones y co, y la representa en una curva.
las cualidades de los cuerpos simples y compuestos, por una parte, y las
MENDELEIEV: HISTORIA D E UN DESCUBRIMIENTO 518 519 MENDELEIEV: HISTORIA D E U N DESCUBRIMIENTO

Inevitable conflicto de prioridad que, durante varios años, atormenta múltiples y más o menos arbitrarios: la frecuencia de aparición de íos
mucho a Mendeleiev. Sin pretender erigirnos en arbitros del conflicto, cuerpos simples en la Naturaleza o su grado de importancia en las
podemos señalar las diferencias esenciales entre los dos rivales: Meyer, al actividades humanas. Por otra parte, la tabla incluida en la introducción
igual que Mendeleiev, tiene una confianza total en su sistema y, en su enumera cuerpos simples y no elementos. E l estudio de cuerpos simples
manual de 1872, reorganiza toda la química mineral en torno a su no permite coleccionar y multiplicar las colecciones para tratar de
clasificación periódica. Mendeleiev no hizo lo propio. Meyer, por su adaptarse a todas las propiedades observables. La consecución de una
parte, no corrigió los pesos atómicos ni previo las propiedades de los ley general, de una clasificación sistemática exige la intervención del
elementos para los cuales reservó casillas en blanco. Ello se debe a que elemento, definido por su peso atómico. Así pues, la construcción de la
no distinguió entre cuerpo simple y elemento y, por lo tanto, carecía de tabla periódica y la distinción entre elemento y cuerpo simple forman
un medio válido para formular tales previsiones. Esta actitud se mani- parte de una misma empresa que se va perfilando al filo de los capítulos.
fiesta paralelamente a la duda que atañe a la individualidad de los Antes de presentar la ley periódica, Mendeleiev estudia el agua, luego
elementos y a la esperanza, que albergó hasta el final de sus días, de que el aire, a continuación algunos compuestos del carbono y, por último, la
se descubriría un elemento original que explicaría las analogías observa- sal de cocina. Aparentemente, conduce a sus estudiantes a través de un
das en la tabla. universo concreto y familiar. Pero este vagabundear permite pasar
Vemos pues que el proyecto de Mendeleiev, profundamente anclado revista a las propiedades del hidrógeno, del oxígeno, del nitrógeno, del
en los debates y en los problemas de la química de su tiempo, destaca, carbono, del sodio y del cloro. Todos ellos encabezarán, excepto el sodio
sin embargo, de los de sus precursores y rivales por la firmeza de sus que figura en segundo lugar, los distintos grupos de análogos en la
convicciones filosóficas. Su toma de partido en favor de un pluralismo futura clasificación. Mendeleiev empieza, pues, por estudiar los elemen-
material se traduce en la distinción entre elemento y cuerpo simple, así tos con propiedades bien definidas, que podrán servir como modelo,
como en la exigencia de una ley absolutamente general. como «patrones» para ordenar el resto. Mendeleiev los denominará más
adelante «elementos típicos». Este término recuerda los cuatro «tipos»
Los caminos del Múltiples fueron los obstáculos entre esta exigencia primitiva, «la identificados por Gerhardt para clasificar los compuestos orgánicos.
descubrimiento intuición de la periodicidad» en el congreso de Karlsruhe en 1860, y la Cabe pensar, por ello, que Mendeleiev se inspiró en este químico, al que
tabla periódica. Para llegar al sistema presentado en marzo de 1869 ante admiraba y al que rinde un homenaje permanente en los Principios. Es
la Sociedad química rusa bajo el título de «Relaciones entre las propie- posible que Gerhardt propusiera los elementos elegidos —ya que todos
dades y los pesos atómicos de los elementos», fue preciso un largo figuran en sus cuatro tipos, a excepción del carbono—, así como el
trabajo de investigación, un paciente alicatado tachonado de hallazgos, criterio de clasificación basado en la referencia a «tipos».
de vacilaciones y de compromisos. En esta lista de monografías, aparece un primer punto crítico en el
Mendeleiev se recrea en la narración de su labor. Relata cronológica- capítulo X dedicado al cloruro de sodio. E l cloro y el sodio plantean, en
mente su trabajo en innumerables artículos, escritos entre 1869 y 1889, efecto, un problema específico: son «típicos» de dos familias ya conoci-
con títulos similares, que reproducen, como si de un texto sagrado se das, los «halógenos» y los «metales alcalinos», que poseen la misma
tratara, las conclusiones del artículo de 1871. Por encima de estas valencia igual a 1, pero forman combinaciones químicas muy distintas.
reconstrucciones tardías, el manual que suscitó el descubrimiento, los A pesar de la diferencia patente en su comportamiento químico, Mende-
Principios de química, redactado entre 1868 y 1871, constituye una guía leiev decide compararlos y descubre, de esta manera, una regularidad
inestimable, teatro del descubrimiento. L a tabla periódica entra en interesante en la diferencia de pesos atómicos:
escena al final de la primera parte y traza el plan sistemático de la
segunda. N a = 23 K = 39 Rb = 85,4 Cs = 133
Li
Mendeleiev ofrece, desde el principio, una definición de la química F = 19 C l = 35,5 Br = 80 Te = 127
basada en la noción de cuerpo simple, acompañada de un vibrante Este es el esqueleto, el armazón de la tabla periódica: la serie de Li: litio
homenaje a su fundador Lavoisier. Queda patente, además, que Mende- elementos típicos y estos dos grupos de propiedades opuestas. E l estilo Na: sodio
leiev ignora todo lo que concierne a la obra de su compatriota, Mijail F: flúor
de los capítulos cambia súbitamente. Tras la vuelta de reconocimiento K: potasio
Vasilievitch Lomonossov, al que los historiadores soviéticos presentan empieza la progresión sistemática. Pasando de los casos extremos a los Cl: cloro
como un Lavoisier nacional. Mendeleiev termina la introducción con intermedios, Mendeleiev tejerá gradualmente una red: en el capítulo x i Rb: rubidio
una lista de cuerpos simples, «destinada a fijar el estado actual de presenta los halógenos; en los capítulos XII y x m , los metales alcalinos. Br: bromo
nuestros conocimientos». Una especie de clasificación provisional, ba- Cs: cesio
Para determinar qué elementos deben figurar en el capítulo xiv y junto Te: telurio
lance de conocimientos ya adquiridos y base de trabajo. Evaluando la a los metales alcalinos, Mendeleiev sigue las indicaciones de los pesos Ca: calcio
distancia que separa esta lista inicial de la clasificación suministrada al atómicos y completa su pequeña tabla inicial con la incorporación de Sr: estroncio
final del segundo volumen, se puede estimar el trabajo desarrollado por tres elementos: Ba: bario
Mendeleiev. L a tabla de partida contiene ya setenta cuerpos simples y,
en las ediciones de los años 1880, Mendeleiev introduce los elementos Ca = 40 Sr = 87,6 Ba = 137
N a = 23
descubiertos gracias a la clasificación. Ello equivale a decir que la Li = 7 K = 39 Rb = 85,4 Cs = 133
F = 19 Br = 80 Te = 127
diferencia no es de orden cuantitativo, sino que reside, en parte, en el Cl = 35,5
criterio de ordenación: la tabla de introducción no tiene pretensiones Los metales denominados «alcalino-terrosos» se clasifican pues tras
racionales. Mendeleiev no actualiza la tabla de sustancias simples de los metales alcalinos. Después de estas tres hileras, se deduce, como
Lavoisier ni ninguna tabla más reciente. Elige deliberadamente criterios consecuencia inmediata, la ley periódica formulada en el capítulo xv.
MENDELEIEV: HISTORIA D E U N DESCUBRIMIENTO 520 521 MENDELEIEV: HISTORIA D E U N DESCUBRIMIENTO

Este examen somero de la primera parte de los Principios invita a narra la aventura de un descubrimiento, las experiencias de un profesor
algunas observaciones. L a secuencia de capítulos reproduce fielmente la y su opinión sobre el desarrollo de Rusia.
estrategia efectiva de Mendeleiev, tal como la reconstruyó B. M . Kedrov,
basándose en los archivos depositados en el museo Mendeleiev de Mendeleiev da prioridad a la ley periódica frente a la tabla. ¿Significa De la ley a la tabla
Leningrado. Kedrov cuenta que el 1 de marzo de 1869, cuando se esto que la tabla se limita a ser una obra secundaria, la simple ilustra- periódica
disponía a abandonar San Petersburgo para ir a visitar una fábrica de ción de la ley?
quesos, Mendeleiev, preocupado por saber qué capítulo iba a incluir En cierto sentido, la ley dicta la tabla: delimita el marco general,
detrás de los metales alcalinos, tuvo de pronto la «idea crucial» de impone el orden de progresión de los pesos atómicos, exige correcciones
clasificar los diferentes grupos de elementos por pesos atómicos. De esta múltiples y significativas para el indio (peso atómico 114 en lugar de 75),
manera observó la regularidad periódica y entrevio la posibilidad de el uranio (240 en lugar de 120), el cerio... Y aún más, altera este orden al
clasificar los elementos de pesos atómicos intermedios. L a continuación colocar el telurio delante del yodo, inversión que Mendeleiev nunca
de la historia se recoge en una de las expresiones predilectas de Mende- contestó, aunque tampoco logró explicar. L a ley periódica determina
leiev, un «solitario químico», un juego de cartas en las que figuran los igualmente qué casillas deben dejarse vacías en previsión de elementos
nombres y las propiedades de un elemento dado y que había que por descubrir.
ordenar y combinar hasta completar el solitario. En pocas palabras, los Pero la ley periódica no dibuja la tabla y deja una cierta libertad a la
elementos típicos y las dos familias de los extremos proporcionan el hora de colmar los espacios intermedios. Las famosas previsiones de tres
perfil general de la tabla; las analogías locales surgen a medida que se elementos eka-aluminio, eka-boro y eka-silicio no dimanan de una
completa la tabla.
Este método de trabajo se confirma en los escritos del propio
Mendeleiev: considera que el secreto de su éxito estribó en la decisión de
comparar los halógenos y los metales alcalinos:
«Hacia 1860, el terreno para lograr esta ley estaba perfectamente 0 -u*.. . .
abonado, y si se formuló más tarde, se debió, a mi parecer, a que se
comparaban elementos semejantes, dejando de lado los que eran
distintos.»

En este fragmento se pone de manifiesto la desconfianza de Mende-


leiev ante la hipótesis de Prout. Los químicos que clasificaban los
elementos- para obtener su genealogía mostraban más interés en las
semejanzas que en las diferencias. En el mejor de los casos, conseguían >
formar familias de elementos análogos, grupos aislados. Mendeleiev, en tí*/. If-í. . f = 5 £ u-*¿& «4=/áV. 4 J&.
=

su búsqueda de una ley absolutamente general, centra su atención, en un /M*. "4*** ***íJí£ gíL¿s.
principio, en los contrastes y discrepancias, para así alcanzar un esque- /?=// .g-fg éi^ffá
ma lo más global posible.
La segunda observación se refiere a las sucesivas ediciones de los
Principios. E l texto de la primera edición reproduce fielmente el itinera-
(?=¿cr p~¿yg. .
rio del descubrimiento, pero, además, las ocho reediciones publicadas
antes de la muerte de Mendeleiev, reproducen fielmente el texto original.
Dadas las motivaciones pedagógicas iniciales, cabía esperar que revisara
completamente la obra para dar a la química una forma sistemática
basada en la clasificación periódica, como hiciera Meyer en 1872.
Mendeleiev se interna en otro camino: añade notas a pie de página
destinadas a actualizar los resultados, rebatir las objeciones, impugnar
las criticas, corregir las malas interpretaciones, así como ofrecer informa-
ción suplementaria y desarrollar consideraciones en materia de agricul-
tura, industria, astronomía, biología, etc. Con el paso de los años, las
notas se multiplican tanto que acaban por sofocar el texto y ponen en
peligro su eficacia pedagógica. Más extraño aún resulta que la segunda
parte de la obra —la que debería presentar la exposición sistematizada
por la ley periódica— no figura en la traducción inglesa ni en la
traducción francesa de los Principios. De hecho, es abandonada a partir Manuscrito de ¡a primera
7 tabla de Mendeleiev,
de la quinta edición rusa. Paradójicamente, la parte más moderna del concebida en 1869, revisada
manual cayó en desuso. ¿Cuáles fueron las razones de esa política y corregida ulteriormente,
editorial? Nadie lo sabe. Sin duda Mendeleiev juzgaba que una exposi- •"'rJittc&4i*¿\ jen «<n»-*^*v ; probablemente con miras a
ción sistemática era menos didáctica que un libro en el que el autor i-j^j íLí.i una publicación francesa.
MENDELEIEV: HISTORIA D E UN DESCUBRIMIENTO 522 523 MENDELEIEV: HISTORIA D E U N DESCUBRIMIENTO

aplicación mecánica, al margen de la ley. Para determinar las propieda- mente «diagonales», debido a la posición de los elementos en la tabla,
des de cada uno de estos elementos, Mendeleiev acomete un trabajo marcan los límites de la ley periódica.
delicado de aproximación a partir de las propiedades de los cuatro Podemos afirmar pues que, si bien en el enunciado de la ley periódi-
elementos que le rodean. Todo este razonamiento de vecindad se ocultó ca Mendeleiev demostró firmeza y confianza, rebuscó y tanteó para
cuando, unos años después, se descubrieron los elementos en cuestión construir la tabla periódica. A l principio dudó entre una tabla o una
con propiedades prácticamente idénticas a las previstas por Mendeleiev. espiral, pero la ley periódica impuso la primera: la originalidad de la
La precisión de las concordancias no era suficiente para olvidar que la función periódica, afirma, es la discontinuidad de los valores del peso
generalidad de la ley periódica impide que ésta rija cada caso individual. atómico, por lo que no se puede adoptar una representación que inspire
Mendeleiev hace hincapié en este aspecto al referirse a los químicos continuidad. L a vacilación se prolonga aún más cuando se trata de dar
descubridores de los elementos previstos como «consolidadores de la ley forma a la tabla. En 1871, propone dos soluciones y no parece inclinarse
periódica» y en ocasiones lo recuerda explícitamente: por ninguna de ellas: en un caso sitúa las series de forma horizontal,
«Al conocer únicamente el carácter de la función entre los pesos destacando así la variación periódica de las propiedades, especialmente
atómicos y las propiedades, no podemos explicar, por el momento, las la variación inversa de las formas de los óxidos y de los hidratos ácidos
desviaciones individuales. Sólo podemos determinar unos limites estre- que se menciona en la parte superior de la primera tabla. La presenta-
chos entre los que debe figurar la magnitud del peso atómico de un ción vertical de las series tiene la ventaja de poner los elementos típicos
elemento.» en primer plano. En 1879, Mendeleiev propone una tercera versión
Reconoce asimismo que la ley periódica omite algunas analogías fragmentada. L a tabla compacta está dividida en tres secciones: elemen-
sobradamente obvias: en particular entre el litio y el magnesio, el berilio tos típicos, series pares y series impares. De esta manera, se pone de
y el aluminio, el boro y el silicio. Estas analogías, denominadas actual- manifiesto la existencia de analogías más fuertes entre elementos perte-
necientes a series alternadas. Una de las ventajas más importantes de
esta presentación es que reserva un lugar más satisfactorio a los elemen-
tos del grupo VIII: Fe, Co, Ni... Pero, en contrapartida, rompe la unidad
redicciones de elementos de Dmitri Ivanovitch Mendeleiev (1872) de la función e interrumpe la progresión de los pesos atómicos. Tanto la
y sus determinaciones posteriores tabla compacta como la fragmentada poseen ventajas e inconvenientes.
Predicciones Determinaciones Mendeleiev no halló la tabla ideal, sino que, al parecer, optó por una
Eka*-aluminio Galio: solución intermedia que pudiera ofrecer el máximo de información y de
(descubierto en 1875 claridad con un mínimo de postulados.
por Lecoq de Boisbaudran)

Peso atómico: 68 69,9


Antes de la ley periódica, Mendeleiev había hecho un importante Puntos críticos
Peso específico: 6,0 5,96
Volumen atómico: 11,5 11,7 descubrimiento en materia de gases: identificó el fenómeno de «tempera-
tura crítica». Este concepto puede servir de guía para precisar la Temperatura critica:
Eka*-boro Escandio: situación histórica del otro descubrimiento, el de la tabla. temperatura a la cual un
(descubierto en 1879 gas, o un vapor, puede ser
por Misen) En resumen, el problema de la clasificación se plantea como conse- licuado por simple
cuencia del aumento del número de elementos durante la primera mitad aplicación de una presión.
Peso atómico: 44 43,79 del siglo y del desarrollo de los conocimientos correspondientes. A l final
Óxido: EB (0 ) Sc 0
Peso espec. del óxido: 3,5
2 3

3,864
2 3
de un período de agitación, testigo de debates de nuevas ideas, en 1860,
Sulfato: Eb (S0 )
2 4 3 Sc (S0 )
2 4 3
fecha del congreso de Karlsruhe, se alcanza el punto crítico. Según
palabras de Mendeleiev, tras las precisiones resultantes del congreso,
Eka*-silicio Germanio:
(descubierto en 1886
bastaba con aplicar la suficiente presión cerebral para que la clasifica-
por Winkler) ción periódica englobara, organizara y sistematizara todo este corpus de
conocimientos dispersos. Se inicia así lo que Mendeleiev denomina la
Peso atómico: 72 72,3
Peso específico: 5,5
«sistematización de los elementos». L a expresión admite dos inter-
5,469
Volumen atómico: 13 13,2 pretaciones: por una parte, la clasificación periódica organiza la química
Óxido: Es0 2 Ge0 2
en un sistema y, por otra, convierte al elemento en el concepto organiza-
Peso espec. del óxido: 4,7 4,703 dor del sistema, al ampliar la distancia que le separa del cuerpo simple,
Cloruro: EsCl GeCl
Punto de ebullición
4 4
consagrado por Lavoisier.
del cloruro: < 100 °C 86 °C Pero este punto crítico no es más que un punto frágil, un instante, un
Densidad del cloruro: 1,9 1,887 corto intervalo de algunos años. Desde los años 1870, varios son los
Fluoruro no gaseoso: EsF 4 G e F . 3 H O (sólido blanco)
4 z
descubrimientos que amenazan los postulados del trabajo de Mende-
Compuesto etílico: EsAe Ge(C H O)
Punto de ebullición
4 2 s 4
leiev, poniendo en peligro su viabilidad.
del compuesto etílico: 160 °C 160 °C En primer lugar cabe referirse a la multiplicación, en los años 1870,
Peso espec. del de las «tierras raras», serie de elementos con pesos atómicos y propieda-
compuesto etílico: 0.96 ligeramente inferior a 1 des muy similares, actualmente denominados «lantánidos», en virtud de
* prefijo que representa el número 1 en sánscrito. su posición en la tabla. En 1869, Mendeleiev sólo conocía cinco de estos
elementos, pero ya le planteaban grandes problemas. Cambió sin cesar
M E N D E L E I E V : HISTORIA D E U N DESCUBRIMIENTO 524 525 M E N D E L E I E V : HISTORIA D E U N DESCUBRIMIENTO

electrónica, la integración de estos elementos era tan difícil que cabe


rl Gmcrr II Cn'tn 1)1 Gior^n Ciotri V
pensar que si la tabla periódica no pudo elaborarse inmediatamente
después del congreso de Karlsruhe se debió a que no se conocían todas
mu t\Q :
no t: o no' n'o' i:o' u'O' r.o
las tierras raras.
La segunda serie de descubrimientos que plantean un problema son
t II = t
los gases raros. En 1895, William Ramsay aisla el argón y el helio. Dos
; Li = -. 1> = 9.1 n = ii i". - i; N = n O = x- Te «
ni ^33 Ug = 31 Al =. I T ] Si ^ IS P = 31 S - 33 l.l = 33.1
gases inertes, pero rebeldes ante la ley periódica. Mendeleiev no los
I K " -Ti lJ = 10 — = y. Ti = SS V - 31 l.r = 31 Mn = 33 J ftt — S6; I* = 59; había previsto y la ausencia de propiedad química dificulta la tarea de
( Kl - 39; I* = 63.
3 Iliu = 63) Zn - Ci — .= 6S — = 73 Al = 35 f- "5 Ilr = 60 encontrar elementos análogos. Además, el argón, con un peso atómico
0 ilb - 63 Sr = *7 JVi ~ H, Zr — 90 No - «1 Ho 90 — ™ 100 1 Ra = 104; tlb 103,; de 40, debería figurar entre el potasio y el calcio, algo inconcebible al no
[ Pli *s 100; Ap ™ IOS.

7 tA= IOS) l'A - II; |n j 113 Sn = II, Sli ~ 133 Fe =r US 1 = 117


existir casillas vacías entre los grupos I y II.
H C, = 133 Bl = 131 TI* - 13« ICe - 110
L a perplejidad cunde entre los químicos defensores del sistema
9 , periódico. Mendeleiev trata de salvarlo sugiriendo, al igual que otros,
II - . IEr - 171 1 U - ISO Ti = 1S3 IV = ISS ( Ol = IBS| Ir = 191; que tal vez el argón no fuera un elemento, sino una molécula triatómica
I Pt = I9S; AU = 199.
II
1 3 .
(Au = 199)

He, = ÍOO TI - 30i Pb - 307
Th ~ 1JI -
B¡ — 308
Or — 310 • . . . .
de nitrógeno, puesto que el nitrógeno destaca por su inactividad quí-
mica.
Finalmente, la ley periódica permitirá resolver la dificultad y poner a
salvo la obra de arte que peligraba. Basándose en la regularidad de la
LES GRANDES FÍMODES función periódica, Ramsay y John William Rayleigh prevén la existencia
K 39 Rb = 85 Cs <= 133 u
de un elemento entre el helio y el argón, crean un grupo O, que se
Ca = 40 Sr = 87 Ba = 137 „ completa rápidamente con los descubrimientos sucesivos del neón, del
?Yt == 88? ?Di = 138? Er = 1787 criptón y del xenón. Pero para Mendeleiev estos elementos extraños
Ti 48? Zr = 90 Ce = 140? La = 180? Til
V = 51 Nli = 94 Fa = 182
=
„ siguen siendo marginales. Este nuevo grupo perturba la simetría de la
Cr » tabla basada en los dos grupos extremos de elementos muy reactivos
= 52 Mn = 96 W= 184 Ur
Mn 55 ii • >
„ con propiedades distintas. L a incorporación de los gases raros se realiza
Fe = 56 Ru = 104 > Os = 195? ii

TYP1QUES
Co = 59 un = 104 » Ir = 197 lentamente, pero para Mendeleiev supone un trastorno considerable. L a
~———- -
Ni = 59 pd = 106 •i Pt = 1987 „ inercia de estos gases va en contra de la individualidad expresada a
H= 1 Li = 7 Na 23 Cu = 63 Ag = 108 u Au = 199? „
Be = 9.4 Mg 24 Zn = 05 Cd = 112 i. Hg = 200 „ través de intercambios y relaciones. De pronto, se pone en tela de juicio
La firmeza y confianza de B = 11 Al = 27.3 In = 113 ii Ti = 204 „ 'la pertinencia de la relación entre pesos atómicos y propiedades quí-
Mendeleiev en el enunciado C = 12 Si = 28 a Sn =.. 118 » Pb = 207 micas.
a
N = 11 P 31 As = 75 Sb = 122 ii Bi = 208
de la ley periódica Con los gases raros, llegamos a los límites extremos de la «sistemati-

u
0 — 16 s = 32 Se 78 Fe = 125? n
contrastan con sus F = 19 Cl = 35.5 Br = 80 I =. 127 »
vacilaciones en la confección
8 zación de los elementos». ¿No fue acaso la singularidad de estos gases
de la tabla. Cada forma raros la que en 1902 llevó a Mendeleiev a considerar el éter como un
presenta ventajas e elemento químico y a incluirlo en la tabla periódica?
inconvenientes: su primera
tabla (arriba), valoriza los I 11 III IV V VI Vil
elementos típicos que han La clasificación periódica marca pues el apogeo de una química
desempeñado un papel ÉLÉHF.NT5 T t P I O O K . ¡ L¡ ¡ Bí J B¡ Cj N j O; F; centrada en los elementos: recapitula los hechos y las leyes, sistematiza
importante en el Na los conocimientos y programa el desarrollo de la química elemental
descubrimiento.
La presentación en bloque hasta revelar sus límites.
(en el centro) resalta la N o se trata del descubrimiento puntual de un individuo aislado,
variación regular de las ll.lMrvT-; iMPuns
dotado del genio suficiente para situarse en la vanguardia científica de
formas de combinación. u.r.MtvNT- rutii
IV
En 1879, Mendeleiev dispone III IV V VII
su época; sino, por el contrario, de la respuesta a un problema específico
una presentación dispersa Mg Al Si P S Cl de la química del siglo XIX y de la culminación de una larga historia
(abajo, los números romanos K .. Ti V Cr Mn Fe co- Ni Cu Zu Ga As Se Ilr jalonada de pruebas y de errores.
designan los grupos o las llb Sr Yt Zr Nb Mo Bu mí Pil A¡5 Cd In Sn Sb Fe I Si Mendeleiev se mantiene un poco al margen de las corrientes
formas de combinaciones): Cs Ba La Ce ..
suministra una información Er Di? Ta \V Au Hg TI Pl> dominantes en la química de su tiempo, no se debe a que se proyecte
complementaria sobre las .. Th . . Ilr hacia el siglo XX y profetice el futuro de la química; sino a que rechaza la
analogías de los periodos transmutación de los elementos químicos. En lugar de un precursor,
pares, pero tropieza con el su posición, su peso atómico, introdujo y luego retiró el terbio, previo
orden de crecimiento de los
Mendeleiev sería, más bien, un heredero de la química del siglo x v m , ya
casillas vacías entre el cerio y el erbio. Pero no podía hacer más, ya que que reaviva la fe en la individualidad de los elementos y el interés en el
pesos atómicos.
(Cuadros in D. Mendeleiev, estas tierras raras son prácticamente imposibles de discernir siguiendo estudio de los intercambios y las combinaciones. Pero un descubrimien-
«La ley periódica de los los criterios de Mendeleiev. N o sólo carecen de entidad propia aunque to escapa al control de su autor. L a tabla periódica, reconocida por sus
elementos químicos». Le su comportamiento en grupo sea muy característico; sino que presentan,
Moniteur scientifique,
contemporáneos como prueba de la complejidad de los elementos
marzo de 1879, págs. 692,
además, una dificultad adicional: rompen la sucesión regular de los químicos, sufrirá nuevas interpretaciones basadas en las teorías atómicas
693, 700 y 701.) periodos y, más adelante, encontrarán su lugar a través de una fisura de modernas.
la tabla. En una época en que no se sabía nada sobre la estructura
El auge de la
investigación industrial
G E O F BOWKER

Donde veremos por qué la historia de la ciencia industrial y de sus


«héroes»
es tan poco conocida.

a historia es un inventario de éxitos. Nosotros, los historiadores,

L hablamos de los grandes guerreros y de los vencedores, de los


ricos y de los personajes célebres. En general, no nos ocupamos de
los pobres, de las mujeres ni de los esclavos. En la historia de las ciencias,
tenemos algunas anécdotas a propósito de inventores locos, pero son
los genios sublimes los que nos permiten ganarnos la vida: por cada
libro que aborda situaciones difíciles y experiencias malogradas, hay
mil dedicados a Kepler, Newton o Einstein. Y, sin embargo, entre los
grandes logros, algunos se omiten sistemáticamente. E l presente capí-
tulo trata sobre uno de ellos: el auge de la investigación industrial.

Con la invención de la bomba atómica, la confianza depositada en El discurso de


los recursos humanos y, especialmente, en la infantería, dio paso a la la ciencia industrial
confianza en la teoría atómica elaborada por los mejores físicos. Duran-
te la Segunda Guerra mundial, la fe en la ciencia llegó a tal extremo que
120.000 personas participaron en la fase cumbre del proyecto americano
Manhattan —y esto ocurría cuando nadie tenía la absoluta certeza de Proyecto Manhattan:
que la teoría atómica pudiera adaptarse a la ingeniería aplicada en la proyecto de fabricación de
fabricación de una ojiva explosiva—. N o obstante, esta movilización bombas atómicas. Iniciado
en 1942, culminó con la
masiva de recursos en favor de un arma de efectos devastadores no se explosión experimental del
menciona en los libros de física estudiados en escuelas y universidades, y 16 de julio de 1945 en
no merece apenas la atención de los historiadores de las ciencias. Alamogordo, en el desierto
de Nuevo Méjico.
Existe toda una gama de posibles razones para explicar este silencio:
el episodio tiene un cariz algo vergonzoso, deteriora la imagen que la
ciencia tiene de sí misma, el relato completo supone recurrir a documen-
tos aún confidenciales. E l primer paso consiste en abrirse camino a
través de este dédalo de factores para perfilar el desarrollo de la ciencia
industrial y militar y saldar sus cuentas.
Pozos de petróleo en los
años 1930 (Valle de San
E l rasgo común a las dos partes de nuestra empresa reside en el Joaquín, California). Un
estudio de la ciencia industrial producida por Schlumberger, sociedad bosque industrial reemplaza
centrada, por expresarlo de algún modo, en la investigación científica. la vegetación natural.
Trabajar en la mayor parte
Nos ocuparemos en particular de sus principios, es decir, del periodo
de los pozos representa un
transcurrido entre 1920 y la Segunda Guerra mundial, del cual proceden gran éxito para la sociedad
las técnicas y los inventos geofísicos en que se basó su éxito. Schlumberger.

527
EL A U G E DE LA INVESTIGACION INDUSTRIAL 528 EL A U G E D E LA INVESTIGACION INDUSTRIAL
529

Las curvas de Schlumberger


i
Porosidad (MV) Resistividad (Qm' }
Las principales técnicas utilizadas por la sociedad estaban relaciona- 40 20 4 6 S 10

das con la diagrafía de las perforaciones, que permitía obtener informa- I • I 'I
ción precisa sobre el contenido de los pozos perforados, a través de
mediciones de resistividad eléctrica. Todo aquel que haya practicado un
agujero en la tierra con una pala sabe que se retira materia informe,
heterogénea y muy difícil de describir. A medida que se profundiza, los
bordes del hoyo se desmoronan y una cantidad indeterminada de
materia inservible se mezcla con lo que retiramos. Los especialistas en
perforaciones petrolíferas tienen los mismos problemas, aunque a mayor
escala. E n efecto, deben asegurarse de que el Iodo de la perforación
circula adecuadamente, con objeto de elevar y eliminar por filtrado los
últimos escombros cortados por el trépano y de impedir que el petróleo
mane del pozo cuando la perforación alcance un yacimiento sometido a
altas presiones. Pero este lodo turbulento elimina a menudo, por efecto
de colada, el petróleo que contienen las muestras extraídas. Por esta
Representaciones ideal y real razón la toma de muestras reales es sustituida con frecuencia por la
del subsuelo: a la izquierda
un diagrama Schlumberger de diagrafía eléctrica. De hecho, esto conduce a una curiosa inversión: la
resistividad y de potencial operación de ensuciarse las manos a medida que se saca la arena
espontáneo tipo: a la derecha petrolífera se ha relegado al plano psicológico, mientras que el registro
ejemplo de un corte de de un diagrama eléctrico se ha convertido en una prueba material real.
tallado que ilustra la
estructura de una zona de U n ingeniero asesor en prospecciones petrolíferas precisó en 1939: «Se
esguisto petrolífero trata de una situación muy especial. U n buen número de estas personas
productivo. sienten la necesidad de ver directamente las muestras y, para un petrole-

Polencial espontáneo (MV) Resistividad Q..m')


perforación Yelkin n." I ¡Ü perforación Romalno n.°
< — — — •• >

ro, llamémosle de ejecución, que tal vez ha sido barrenador y se ha Ejemplos de curvas
convertido en operador independiente, una serie de trazos ondulados no Schlumberger que ilustran: a
la izquierda el descubrimiento
significa lo mismo que algo que sale de la tierra. Por consiguiente, de una arena petrolífera
. agua dulce o sulfurosa:
ocurre a menudo que extraen muestras de perforación que no me productiva (EE.UU., 1933);
interesan particularmente.» a la derecha la identificación
de una arena productiva no
Los trazos ondulados comercializados por Schlumberger se basaban señalada por los perforadores
en dos principios. E l primero consistía en medir la «resistividad median- (Rumania, 1934).
te dos electrodos, uno conectado a tierra en la superficie y otro dentro
gas del pozo, entre los cuales se provocaba una corriente a través del suelo.
Supongamos que, hasta 500 metros de profundidad, el subsuelo sea alta
e uniformemente conductor y que, bruscamente, su resistividad aumente
(como ocurre, por ejemplo, con el granito). En este caso se producirá
una fluctuación de la corriente que circula entre los dos electrodos,
petróleo fluctuación que aparecerá cada vez que surja una variación posterior de
la resistividad en los estratos vecinos. Dos electrodos secundarios sirven
esquisto para medir las variaciones del campo eléctrico mientras el primer
electrodo desciende por el pozo de perforación. Resulta pues posible
encontrar petróleo en las capas porosas, relativamente muy resistentes. Si
-agua; saladar la capa no es porosa, no puede contener petróleo. Si es porosa, pero
poco resistente, contiene probablemente agua salada, muy conductora.
Si es porosa y resistente, es posible que contenga petróleo.
Esta primera curva era excelente en sí misma, pero no permitía
formación dura distinguir entre una capa porosa y resistente (posiblemente petrolífera) y
una capa porosa no resistente (por ejemplo, el granito). Servía, no
C o m | e b a s a l
' /fi 'n^J /i íf^~\ p j° *v A obstante, para determinar la profundidad a la cual el petróleo daba paso
"J'/ / y l franciscano _ / )
al agua salada —bajo tierra como en el laboratorio, el petróleo flota
sobre el agua— y, por consiguiente, decidir la profundidad óptima de
EL A U G E D E L A INVESTIGACION INDUSTRIAL 530 531 EL A U G E D E LA INVESTIGACION INDUSTRIAL

El juicio
Principales mediciones Schlumberger realizadas
en perforaciones durante los años 1930
Sólo queremos saber la verdad. Tratemos de determinar quién tenía
razón en el caso Schlumberger contra Halliburton. En realidad todo
L a primera curva, es decir la curva de resistividad, obedecía al principio por el es muy sencillo. Tomemos una curva cualquiera de un diagrama de
cual las mediciones de la resistencia de un volumen dado de suelo, atravesado por una Schlumberger y comparémosla con una curva de un diagrama realizado por
corriente eléctrica, permitían distinguir las capas muy conductoras (por ejemplo,
estratos que contienen agua salada o metales diversos) de las capas resistentes (por
Halliburton, procedentes ambos del mismo pozo. Si los dos diagramas
ejemplo, estratos que contienen petróleo, sustancia muy resistente). Para efectuar la son equivalentes, parece probado a primera vista que los dos métodos
medición, se coloca un electrodo, B, en el lodo de la perforación, junto al pozo, con son idénticos. Examinemos a continuación la patente de Schlumberger.
objeto de contar con una toma de tierra; se desciende un segundo electrodo, A, al Si describe la técnica de trazado de las curvas y establece su prioridad
pozo que se va a perforar y se hace pasar una corriente entre ambos. Junto con A se
descienden al pozo dos electrodos secundarios, M y N, muy próximos uno de otro y
sobre cualquier otro método utilizado, Schlumberger tiene razón. Sin
situados por encima de A. Un potenciómetro, emplazado en la superficie, mide la embargo, los intereses en juego son enormes y no hay que precipitarse
diferencia de potencial entre M y N durante el descenso; el diagrama resultante en las conclusiones. L a actividad de Schlumberger es considerable. Entre
representaba las fluctuaciones de la aguja de dicho potenciómetro. Una discontinui- junio de 1932 y octubre de 1940, la empresa diagrafió 33 millones de
dad en la curva se interpretaba como signo de un cambio de la resistividad del estrato
atravesado por M y N .
metros, distancia equivalente a dos veces y media el diámetro de la
Durante varios años, ésta fue la única curva utilizada. En determinados terrenos, Tierra o a cuatrocientas veces el trayecto de ida y vuelta entre el
permitía identificar las arenas petrolíferas, mucho más resistentes que las arenas con domicilio del juez y la sala del tribunal. En aquel entonces, Schlumber-
agua salada, por ejemplo. En otros terrenos, ello no era posible —por ejemplo, ger cubría más del 95 por ciento de los trabajos en curso en el sector.
cuando existían demasiados estratos muy resistentes en las proximidades de las arenas
petrolíferas—. En este último caso, podía utilizarse, sin embargo, para establecer
Se abre la sesión. Tomemos en primer lugar una curva cualquiera.
correlaciones entre los pozos de un campo petrolífero dado. Las curvas de.resistividad ¡No es tan fácil como parece! E l primer problema que se plantea es que
suministraban, entonces, «horizontes» eléctricos, que constituían las referencias de un las curvas utilizadas en el juicio eran propiedad de las empresas petrole-
estrato determinado, localizables de pozo en pozo. De esta manera era posible ras, poco dispuestas a divulgar información valiosa relativa a sus pozos.
elaborar un mapa en tres dimensiones del campo en cuestión. En otros campos, sin
embargo, resultaban totalmente inútiles —porque eran demasiado complejos (con
Así, M r . Ennis, de la Oil Well Water Locating Company, designado por
excesivas fallas y escasos horizontes) o demasiado sencillos (los geólogos no precisa- Halliburton para demostrar la anterioridad (existencia simultánea de un
ban ayuda exterior). método antes de ser patentado), declaró que sólo podía presentar como
La segunda curva —denominada «curva de porosidad», «curva de permeabilidad», pruebas diagramas ya publicados: «Sólo hemos publicado registros una
«curva de potencial espontáneo», «curva de potencial de flujo» o sencillamente «curva
izquierda»—, medía originalmente la dificultad de estabilizar la lectura de la primera
vez obtenida la autorización pertinente, toda modificación introducida
curva. Se inspiraba en el principio general según el cual, por razones sin determinar, la en las formaciones mencionadas en dichos registros se efectuó por
actividad eléctrica es más intensa en las capas permeables que en las impermeables. El iniciativa de la persona habilitada para autorizar su publicación. Por
aspecto de esta curva era diferente al de la primera. En ella se observaban fuertes consiguiente, cuando hago una declaración concerniente a la exactitud
discontinuidades ante las arenas petrolíferas, al igual que en la curva de resistividad,
pero no reaccionaba al paso de los estratos impermeables muy resistentes. Aunque la
de la profundidad de un pozo, no estoy en condiciones de afirmar
combinación de estas dos curvas no permitiera descubrir siempre el petróleo existente, realmente que se trata de la verdadera profundidad del pozo. [...] — Y ,
constituían un método muy superior a cualquier otro. en su opinión, la, llamémosle presunta, perforación ¿correspondería al
avance exacto relativo a este factor? —Digamos, tal vez, con una
aproximación de 25, 30, 40 o 50 pies (de 8 a 15 metros).» Resultaba pues
difícil elegir una curva sin tener la certeza de que se trataba de una curva
perforación. Una segunda curva facilitaba la distinción entre capas
de verdad; nadie sabía qué curva era la verdadera —hasta tal extremo
porosas y no porosas. Para obtener dicha curva, se descendía un
que el geofísico M . Rust tuvo que admitir que las curvas publicadas
electrodo, pero sin provocar ninguna corriente. De esta manera se
registraban las variaciones locales de la actividad eléctrica. Las dos junto con una patente de la competencia eran, de hecho, diagramas de
Electro-filtración: reacción principales causas de discontinuidad, en esta curva, eran la electrofiltra- Schlumberger.
eléctrica provocada por el ción y la reacción electroquímica, fenómenos muy característicos de las Si bien existe un poco de confusión en torno a la realidad de las
paso de un fluido
capas porosas. Existía la posibilidad de que estas dos causas se anularan curvas, ello no es motivo suficiente para exagerar la importancia del
conductor, como el lodo de problema. Las dos partes obtuvieron finalmente la autorización de las
perforación, por los estratos mutuamente (tal vez como consecuencia de sus signos opuestos), pero
circundantes. gracias a ellas, los barrenadores podían cartografiar las capas petrolífe- sociedades petroleras que las apoyaban para utilizar diagramas reales.
ras con una precisión inconcebible cuando sólo disponían de una Pero, ¿eran las curvas equivalentes? L a defensa solicitó al experto
Reacción electroquímica: la presentado por la acusación, Martin Aiken, que interpretara un diagra-
diferencia de salinidad entre
maraña de datos extraídos de la superficie del orificio de perforación.
ma imaginario: «—Supongamos que la resistividad de una formación es
el lodo de perforación y el En resumidas cuentas, un grupo de científicos y de ingenieros em-
fluido presente en las rocas de 4 ohmios por metro. ¿Podría deducir Vd. la naturaleza de la forma-
pleados en la industria petrolera aplicó sus conocimientos científicos y
circundantes provoca la ción, en ausencia de cualquier otro dato? —¿Aquí, en Texas? — E n
aparición de una corriente aportó soluciones totalmente innovadoras a antiguos problemas; esto es
precisamente un arquetipo de ciencia industrial. ausencia de cualquier otra información —Siempre existen otras informa-
eléctrica.
ciones, M r . Martin. Es imposible utilizar un método físico aislándolo
Pero, ¿cómo proteger estos descubrimientos, estas patentes, cómo
totalmente de su contexto. Completamente imposible. Siempre se sabe
defenderlos ante la competencia?
algo más.» L a curva sólo existe en un contexto determinado.
En 1939, Schlumberger denuncia a Halliburton, una firma de la
N o podemos pues elegir una curva cualquiera: de ser así, prejuzga-
competencia, por fraude, alegando que había copiado los métodos de
ríamos el desenlace, al ponernos del lado de Halliburton y contra
ejecución de las dos curvas descritas más arriba.
EL A U G E D E LA INVESTIGACION INDUSTRIAL 532 EL A U G E D E LA INVESTIGACION INDUSTRIAL
533
Schlumberger. En efecto, según Halliburton, si las patentes hubieran me decidí a permitir que M r . Ennis utilizara algún folleto publicitario o
descrito un método válido, su aplicación sería generalizada, indepen- equivalente para ilustrar lo que hizo en un momento determinado, dado
dientemente del lugar. Según Schlumberger, el contexto tenia prioridad que sus actividades públicas eran las únicas relevantes.»
—ya se tratara de la interpretación de las curvas o de las patentes—. A efectos judiciales, no es posible «elegir una curva cualquiera». Las
Así, M r . Aiken, tras insistir en la especificidad de las curvas, hizo lo sociedades petroleras, Schlumberger y los demandados estarían total-
propio con las palabras. Le pidieron que definiera la palabra «paráme- mente en contra y, si creemos lo que dice Schlumberger, una curva
tro»: «Lo que entendemos por parámetro depende de qué estemos cualquiera es sencillamente sinónimo de ninguna curva. Una vez bien
hablando. En este caso hablamos de exploración geofísica. [...] Cuando definida la diferencia entre curva «tipo» y curva real, veremos a conti-
consideramos una palabra, debemos sumergirla en su contexto y no nuación en qué medida cada una de las curvas era alternativamente
atribuirle un significado que, a todas luces, la patente no pretendía local, decorativa y estaba sujeta a interpretaciones radicalmente distintas
atribuirle.» Este mismo problema de la dependencia de las palabras y de por parte de los afectados, es decir, los inspectores de pozos y las
los diagramas con respecto al contexto, surgió cuando Halliburton trató sociedades petroleras. E l Houston Geological Society Study Group o
de probar que el método de Schlumberger fue utilizado por primera vez
Electrical Logging suministró la curva tipo en cuestión, denominada:
por Fox en las minas de estaño de Cornualles en 1830.
«Diagrama tipo de potencial espontáneo y de resistividad.» Este diagra-
Es igualmente necesario situar estas posturas hermenéuticas de ma es efectivamente típico de un amplio abanico de representaciones de
Schlumberger y de Halliburton en su contexto. Tanto para el deman- diagramas eléctricos y ofrece, por ende, una ilustración clara del efecto
dante como para el demandado, la realidad y su interpretación no se ideal. Se trata de un ejemplo clásico.
tratan de la misma forma en una sala de tribunal, en una revista Observamos ciertas concesiones al realismo: el gas se encuentra por
científica o en un folleto publicitario. Ello plantea otra dificultad en la encima del petróleo y éste por encima del agua y del substrato rocoso.
elección de la curva. Una sala de tribunal no es un recinto hermético. Sin embargo, basta con examinar las curvas para darse cuenta inmedia-
Las últimas filas rebosan de individuos de la competencia que toman tamente de que algo no funciona. En efecto, a diferencia de la curva tipo,
notas y roban ideas. Worthington Campbell, representante de Schlum- las curvas reales se representan con líneas dentadas. Ello se debe a
berger en un caso contra Geoanalyser (caso que, por cierto, se zanjó con varios factores y, en particular, al fenómeno denominado «saltos de
un acuerdo amistoso), observó este hecho al resumir la estrategia registro». Los tres electrodos utilizados —digamos A, M y N — van
adoptada en esa ocasión: «Decidimos igualmente incluir la patente pasando uno tras ¡otro por estratos diferentes. Supongamos que A y M
relativa a la porosidad, convencidos de que así contaríamos, en caso se encuentran en una capa muy resistente y que N penetra en una capa
necesario, con una prueba más concluyente de la existencia de delito conductora. Esta situación provocará una sacudida en la curva. Segui-
contra la propiedad industrial. Pensamos que, tal vez, de no existir esta damente M penetrará en la capa conductora en la que todavía está N o
prueba clara y convincente, el juez pudiera verse desconcertado ante una de la que ya ha salido. Entre tanto, es posible que A haya atravesado
curva compuesta que agrupara valores de potencial espontáneo y de una capa conductora superior. En cada límite (y los límites no se
resistividad, ya que la misma curva serviría para justificar la denuncia encuentran necesariamente bien definidos), se observa una discontinui-
por delito contra las dos patentes, la relativa a la porosidad y a la dad en la curva, de manera que cada capa no produce un efecto único,
resistividad. Geoanalyser admitió en los interrogatorios la curva de sino una serie de efectos. L a curva es una interpretación compuesta de
resistividad o de resistencia, pero negó la influencia de la polarización estas fluctuaciones; y los ingenieros de Schlumberger disponían de una
espontánea.» colección de curvas ideales que les indicaban la secuencia más probable.
«[...] E l tribunal tal vez haya dicho ciertas cosas que pudieran En principio, el resultado era ilegible en caso de «configuración de
permitir a otros obtener una curva compuesta sin incurrir en fraude, electrodos separados por una magnitud del mismo orden que el espesor
aunque una persona competente puede haber sacado indicaciones relati- de las capas atravesadas», pero «esto implica claramente que conocemos
vas a la porosidad.» la naturaleza del terreno así como la amplitud del efecto obtenido». En
A pesar de que Schlumberger deseara, sin duda alguna, explicar y ciencias humanas, se habla de «círculo hermenéutico» y, en ciencias
defender sus curvas, había cosas que era mejor mantener en silencio. Así, puras, de «regresión experimental».
Mr. E. G . Leonardon, administrador delegado de Schlumberger en Una sonda de Texas no era idéntica a una sonda de Oklahoma y,
Estados Unidos, se negó a extenderse en la descripción de la separación por lo tanto, era menester utilizar configuraciones diferentes para
óptima de los electrodos para un metro cúbico ideal: «El experimento obtener la misma curva. L a «curva izquierda» era asimismo una curva Curva izquierda: remitirse al
que nos ha permitido determinar la mejor separación en lugares diferen- compuesta. Como ya hemos visto, su forma era el resultado de dos recuadro y al dibujo de la
tes ha sido largo y costoso, lo que me incita a no ofrecerles todos los efectos como mínimo: el efecto electroquímico y el efecto de electrofiltra- p a
8 i n a 5 2 9
-
detalles.» Una entrevista posterior revela que Halliburton se apoderó de ción que, como ya hemos visto, podían presentar signos opuestos y
una idea nueva no patentada, desvelada accidentalmente durante el anularse mutuamente. Además, el potencial espontáneo registraba un
juicio, de manera que Schlumberger tuvo que comprar el derecho de aumento relativamente regular en función de la profundidad, a medida
utilización de un descubrimiento propio. E l abogado de la Oil Well que subía la temperatura del fluido de perforación —otro factor local
Water Locating Company insistió explícitamente en la necesidad de que variaba de un campo a otro y de un pozo a otro. Para simplificar
mantener un cierto grado de confidencialidad: «Desaconsejé al testigo las cosas, capas de sal podían disolverse localmente en el lodo de
que revelara cualquier tipo de información; de hecho, cuando se solicita- perforación, de manera que el ámbito real de las dos curvas se limitaba
ron por primera vez diagramas o documentos equivalentes, mi respuesta al lodo propiamente dicho. En ambos casos, nos encontramos con
fue "No", y únicamente cuando el otro día se tomaron las declaraciones curvas compuestas que debían ser interpretadas sobre el terreno por el
ingeniero o por el geólogo. L a curva real (especialmente adaptada a las
EL A U G E DE LA INVESTIGACION INDUSTRIAL EL A U G E D E LA INVESTIGACION INDUSTRIAL
534 535

necesidades locales) precisaba un ajuste lo suficientemente preciso para Los números situados en la parte superior de los diagramas eran
que Halliburton resolviera el argumento a su favor: «En este juicio, el pues decorativos, ya que no eran indispensables para interpretar los
demandante, Schlumberger Well Corporation, ha ocultado al público diagramas. Servían en realidad para demostrar que las curvas eran el
americano los métodos y los aparatos utilizados con éxito sobre el fruto de un trabajo científico y no de las impresiones artísticas de unos
terreno.» franceses. Servían igualmente para distinguir una obra concreta, para
Lejos de presentar discontinuidades claras en los lugares adecuados, subrayar su originalidad, para reconocer su firma. Una de las mejores
en virtud de la teoría admitida por ambos, se sospechaba al principio iniciativas de Schlumberger durante el juicio consistió en reducir la
que las curvas no eran más que una hiedra decorativa que escondía la escala de uno de sus diagramas de manera que coincidiera con el
verdadera recogida de datos, que se llevaba a cabo en otro lugar: diagrama efectuado el mismo dia y en el mismo pozo por Halliburton, el
«Cuando el personal de Schlumberger intervino por primera vez, una trazado era tan parecido que Halliburton no discutió el paralelismo.
parte de nuestra actividad consistía en salir con camiones, hiciera el Este hecho provocó la pregunta relativa a las escalas utilizadas plantea-
tiempo que hiciera, y permanecer allí mientras efectuaban sus diagra- da por el abogado de la defensa al experto de Schlumberger: «—
mas, con objeto de asegurarnos de que los franceses no trataban de Considerando su última declaración, la escala utilizada por el demanda-
engañarnos.» do parece indicar que mide algo distinto de la resistividad; ¿significa esto
Schlumberger fue acusada, entre otras cosas, de añadir electrodos que la escala no indica el valor de la resistividad, la resistividad específi-
superfluos en sus equipos para disimular las configuraciones que real- ca? — Y a lo hemos dicho, se trata de una curva de resistividad. En mi
mente utilizaban. opinión, la única razón de introducir una escala arbitraria es la inten-
En el contexto del campo petrolífero no era lo ideal discutir las ción de que indicara que el demandado medía algo distinto.»
infinitas interpretaciones de la curva y la competencia del intérprete. L a Las curvas presentaban también una dimensión decorativa ligada al
retórica de la época y la política de las sociedades petroleras coincidían proceso de adquisición de una costumbre. La estrategia de los especialis-
en excluir al elemento humano, como afirmaba J. Boyd Best a propósito tas en diagrafia consistía en acostumbrar a las sociedades petroleras a
de Schlumberger: «Es un diagrama preciso, exento de cualquier elemen- consultar las curvas, independientemente de si éstas les proporcionaban
to personal, gracias al cual podemos detectar arenas no localizadas por información útil o no. Así, el responsable de las actividades de Schlum-
el corte de perforación, cartografiar fallas y estructuras, y establecer berger en Venezuela se dirigía, en 1934, a la sede central de la sociedad
correlaciones.» en París en los siguientes términos: «Propongo que no se modifiquen los
Esta ausencia del elemento personal se agudizaba aún más en el precios exigidos por este tipo de intervención (diagramas de pozos en
trazado de los diagramas suministrados a las sociedades. Ello se pone reparación). Los resultados suministrados, en estas circunstancias, por
claramente de manifiesto en el caso de otro elemento ausente en la curva las diagrafias efectuadas están influidos con frecuencia por la presencia
tipo, la escala que normalmente figura en la parte superior de un de trozos de objetos recuperados. Me parece, sin embargo, oportuno
diagrama. L a curva del potencial espontáneo se medía en milivoltios ayudar y alentar a compañías como la Gulf, que proceden sistemática-
3
(10" V) y la curva de resistividad, en ohmios por metro cúbico en los mente a diagrafiar todos los pozos que reparan, a pesar del riesgo de
diagramas de Schlumberger y en ohmios de impedancia en los de distorsionar los diagramas y, por consiguiente, de ofrecer datos
Halliburton. Las escalas que figuraban en los diagramas hacían referen- incompletos.»
cia a la medición de parámetros concretos, de manera que el juez quedó Este factor que consiste en acostumbrar a las compañías y en
un tanto perplejo ante la declaración de Blau, según el cual «[...] estas ofrecerles eso a lo que están acostumbradas devolvía a las curvas su
cosas que se miden no son resistividades ni potenciales de contacto forma original. «Una serie de diagramas de Schlumberger (resistividad y
concretos. E l tribunal: —Quiere decir que el demandante mide algo, que potencial espontáneo) es idéntica a un diagrama litológico corriente,
el demandado mide algo, pero que Vd. no está dispuesto a decirnos lo "traducido en código eléctrico" fácilmente descifrable con un poco de
que miden». Turner, por su parte, ingeniero de Halliburton, respondió experiencia.» A las sociedades de diagrafia no les convenía modificar con
de la siguiente manera a las preguntas relativas a las curvas: «—¿Y Vd. demasiada frecuencia las curvas, ni siquiera para introducir virtuales
ayudaba al cliente a interpretarlas? —Interpretando lo que significaban mejoras. Por ejemplo, existía una cierta configuración de electrodos para
las distintas curvas. —¿Y para qué sirven los números situados en la la cual, cuando los barrenadores inyectaban en el pozo de perforación
parte superior de las dos escalas, bajo potencial, en la prueba número un lodo a base de agua dulce, se observaba «un aumento de las
124, graduadas en milivoltios, menos 50, menos 150, menos 200? ¿Para discontinuidades frente a las capas de agua y una disminución frente a
qué sirve esto en su opinión? — E n mi opinión lo que figura en el lado las capas petrolíferas. N o cabe duda de que esta característica no
del potencial no tiene ninguna utilidad. — E n el lado de impedancia, en simplificaba el problema fundamental de la identificación de estas
esta misma prueba número 124, bajo "Ohmios de impedancia", figuran últimas». N o obstante, esta configuración daba resultados excelentes en
los números 75, 150, 225 y 300. — E n mi opinión esto representa la
materia de correlación y precisaba poca corriente, de forma que «final-
escala a la que se ha elaborado el diagrama. —Entiendo.» También se le
mente, fue necesario seguir utilizándola por razones de continuidad,
preguntó a Turner por qué cambiaban los números si se trataba de un
porque había permitido realizar numerosos diagramas en el pasado y los
agujero seco o húmedo. «—Bueno, pero creo no haber comprendido
geólogos se habían acostumbrado a ella.» Dado lo precario de las
completamente en qué se diferencian esas dos escalas. ¿Podría darme
relaciones entre geofísicos y geólogos —los segundos se sentían amena-
una explicación? -—Creo que eso demuestra claramente que la escala
zados por los primeros—, parecía oportuno realizar algunos sacrificios
carece de toda utilidad real. Sólo sirve para ilustrar la magnitud de la
discontinuidad.» para tranquilizar a los geólogos e infundirles una cierta sensación dí
importancia. L a solución consistió en añadir otra curva, libre de los
EL A U G E D E LA INVESTIGACION INDUSTRIAL 536 537 EL A U G E D E LA INVESTIGACION INDUSTRIAL

problemas mencionados, y en conservar la curva rudimentaria inva-


riable.

Los secretos de la ciencia

¿Qué hemos aprendido por el momento acerca del discurso de la


ciencia industrial? U n rasgo dominante se deduce de lo que acabamos
de decir: en la ciencia industrial, el saber no es inmediatamente accesible
a aquel que lo utiliza. L a sociedad Schlumberger, en este caso, tiene el
máximo interés en mantener secreta una parte de su saber y en elaborar
informes diferentes acerca de sus procedimientos en función del lector al
que van dirigidos. Esto es totalmente contrario al discurso de la ciencia
pura. Cuando en los años 1640, Robert Boyle fundó en Inglaterra el
primer laboratorio de investigación, propuso una serie de normas
relativas a la presentación de los datos. Su laboratorio debía ser todo lo
contrario de los «elaboratorios» de los alquimistas, recintos secretos a
los que nadie tenía acceso y en los que se llevaban a cabo trabajos
desconocidos, imposibles de reproducir en otro lugar. E l laboratorio de
investigación debía estar abierto a todos y los informes publicados de
los experimentos" debían ser lo suficientemente claros y explícitos para
que el lector pudiera reproducirlos con facilidad. En realidad, la repro-
ducción de los experimentos es algo muy difícil y los laboratorios de
ciencia pura están tan cerrados al público como los de ciencia industrial.
N o obstante, el discurso sobre la transparencia sigue siendo una carac-
terística esencial de la ciencia pura. Desde este punto de vista, los la cuestión planteada en el presente capítulo, es decir el poco interés de Thomas Alva Edison
especialistas en ciencia industrial están más cerca de la tradición alquí- (sentado en el centro, con
los historiadores por los logros de esta ciencia?
una boina), en su laboratorio
mica, basada en la obtención de resultados de los que sólo los iniciados E l historiador David Noble afirma en una afortunada frase que «las de Menlo Park, en 1880.
pueden comprender la génesis. E n esta línea de razonamiento, Leonar- patentes petrificaron el proceso de la ciencia, y los fragmentos congela- El laboratorio como fábrica.
don se negó a indicar la separación óptima de los electrodos, Hallibur- dos de ingeniería se convirtieron en armas de los arsenales de la Las lámparas forman parte
de las primeras lámparas
ton fue acusada de haber asignado un nombre falso a las mediciones industria basada en ella». L a historia precoz de la investigación en la eléctricas; fueron inventadas
realizadas por su personal y Schlumberger fue puesta en tela de juicio sociedad Bell (más tardé A T & T , American Telephone and Telegraph) en este laboratorio.
por haber añadido botones' a sus aparatos de medida con el único pone de manifiesto el papel estratégico desempeñado por las patentes.
objeto de despistar a la otra parte. En un principio, es decir en 1877, Alexander Graham Bell trató de
vender sus dos principales patentes de invención del teléfono a la
Por consiguiente, además de indicar esta diferencia en los discursos,
Western Union Telegraph Company, que las rechazó ante las dudas
es preciso matizarla, explicarla. Para ello, es interesante considerar el
relativas a la validez de las patentes (se enfrentaban a la reclamación de
principal producto de la ciencia industrial, la patente, e incluso compa-
un rival) y al valor comercial del teléfono. Bell y su equipo formaron
rarlo con el principal producto de la ciencia pura, el artículo científico.
entonces una sociedad, mientras que la Western Union creó una filial, la
Una patente fue el detonante del caso Schlumberger. ¿Qué son las
American Speaking Telephone Company, con objeto de explotar una
patentes? ¿Cómo se extendió su uso en el mundo de la ciencia industrial?
patente competidora. Se desencadenó una batalla legal. A l poco tiempo,
¿Cómo, a partir de las respuestas a estos interrogantes, puede resolverse
la Western Union se batió en retirada hasta que expiró el periodo de
validez de la patente de Bell (veinte años), a cambio del 20 por ciento de
las ganancias de esta última. L a Bell obtuvo prácticamente el monopolio
Los primeros laboratorios de investigación industrial del sector, que defendió con una estrategia doble: denuncias sucesivas
Según el historiador David Kevles, las primeras sociedades que se lanzaron a la por delito contra la propiedad industrial (seiscientas durante la vigencia
investigación industrial, durante los años 1890, fueron las que producían electricidad, de las dos principales patentes) y la adquisición, siempre que fuera
hierro y acero, fertilizantes, azúcar, productos farmacéuticos, colorantes y petróleo. posible, de todos los derechos sobre patentes que aportaban mejoras a
Steven Rae ofrece la siguiente cronología: 1875, Pennsylvania Railroad (según él fue el su invento (hasta 1904 se acumularon unas novecientas patentes relacio-
primer laboratorio de investigación industrial); 1876, Menlo Park (laboratorio de
Thomas Edison); 1886, Eastmann Kodak; 1889, Standard Oil; 1890, D u Pont de nadas con el teléfono). L a estrategia quedaba pues claramente definida:
Nemours (fabricantes de productos químicos); 1900, General Electric, en Shenectady; conservar el control del desarrollo del sector, sirviéndose de las patentes
y 1903, Westinghouse. como armas en una guerra comercial sin cuartel. Durante este periodo
Esta simultaneidad casi perfecta en la introducción de los laboratorios de investi- inicial, la Bell invirtió poco dinero en su propia investigación industrial.
gación es significativa. Además, si creemos al historiador de química J.R. Partington,
los sacerdotes egipcios fueron los primeros en acometer trabajos de investigación Según un informe de 1906, citado por Leonard Reich, la Bell practicaba
industrial. todavía «la política, a menudo, arriesgada de adquirir los derechos de
las principales patentes registradas por inventores ajenos a la sociedad»,
EL A U G E DE LA INVESTIGACION INDUSTRIAL 538 539 EL A U G E D E LA INVESTIGACION INDUSTRIAL

rutinario de laboratorio y los responsables dedicaban mucho tiempo a


preparar informes destinados a juicios por fraude. L a necesidad de
control y' de seguridad fue pues esencial en la creación de laboratorios
de investigación industrial por parte de la Bell y de la G E ; rápidamente,
la patente, como artículo manufacturado, se convirtió en el principal
producto de los laboratorios.

El desarrollo de la ciencia industrial

Otro factor inseparable de la fabricación de patentes es la influencia


de los laboratorios de investigación en la ramificación de las casas
matriz. E l laboratorio de investigación de la G E se fundó, por ejemplo,
en 1900 con la intención declarada de asegurar a esta sociedad el control
del mercado americano del alumbrado eléctrico. E n esa época, las
bombillas de la G E llevaban incorporado un filamento de carbono
ineficaz, ya que se calentaba demasiado y no alumbraba lo suficiente.
Durante los años 1890, científicos alemanes inventaron dos tipos de
lámparas que amenazaron la posición de la G E : las lámparas Nernst
(precursoras de nuestras lámparas fluorescentes) y las bombillas con
filamento de osmio. Tras largas negociaciones en el seno de la sociedad,
se creó un laboratorio bajo recomendación de Charles Steinmetz (1865-
1923) y dirección de Willis Whitney, ambos formados en Alemania. Los
primeros años se progresó lentamente en materia de alumbrado. Whit-
La radio: experiencia de Bell política que, en general, había funcionado hasta entonces, «porque su ney protegió el laboratorio centrándolo en la solución de problemas
y Tainter. en 1881. Con la fuerte posición en el sector convencía a los inventores de la dificultad relacionados con la cadena de producción y fabricando artículos cuando
revolución industrial, se tiene
necesidad de actuar a que supondría explotar sus patentes fuera del sistema construido por la el proceso de fabricación requería los recursos especiales del laboratorio.
distancia; con la Bell». Tan bien funcionó esta estrategia que, ya en 1903, el laboratorio contaba
investigación industrial se Dado el tiempo y la energía invertidos por sociedades como la Bell con diecinueve investigadores y veintiséis ayudantes.
dispondrá de los medios para
ello (la radio, el teléfono, los en esta política de adquisición y de protección de patentes, comprende- E l laboratorio de Whitney se aplicó sin tardanza en mejorar el
aviones, etc.). mos mejor la tendencia a la creación de laboratorios de investigación rendimiento de la lámpara con filamento de carbono, pero los resultados
(Grabado in Th. Dumoncel, industria], que garantizaran una producción continuada de estas armas. obtenidos en Europa por las lámparas de osmio, y luego de tantalio,
el Micrófono, 1882.) Y, en efecto, después de que, en 1907, A T & T se lanzara en serio a la parecían imponer la necesidad de un nuevo filamento. Whitney, influido
investigación industrial, estuvo rápidamente en condiciones de pasar al por su formación en electroquímica, se decantó por el tungsteno. Este
ataque. U n ejemplo claro es el del repetidor telefónico. L a necesidad de metal servía, pero era demasiado frágil para darle la forma deseada.
amplificar de forma regular las señales que circulaban por las líneas Entre 1907 y 1912, el laboratorio se dedicó a solventar este problema.
constituía uno de los principales problemas de la comunicación telefóni- Muchos de los métodos utilizados fueron empíricos: incluso pidieron a
ca a gran distancia. Además, como señalaba John Carty (1861-1932), en un herrero experimentado que intentara forjar el tungsteno. E l éxito
Repetidor: aparato formarlo aquel entonces director de investigaciones, el éxito del repetidor hubiera final supuso para la G E mantener su primacía en el sector del alumbra-
por uno o varios permitido tomar ventaja con respecto a un sector competidor naciente.
amplificadores insertados en
do gracias a sus patentes, no solamente ante la competencia europea,
un punto de un cable de
«Como consecuencia, un repetidor telefónico eficaz no nos permitiría sino también ante la amenaza de las leyes antimonopolio que ya habían
telecomunicaciones, solamente mejorar la calidad de nuestros servicios, sino que nos coloca- causado la fragmentación de enormes empresas, como la Standard O i l .
destinados a aumentar el ría en una posición ventajosa con respecto al sector de la telegrafía sin Como reflejo de la magnitud del éxito, en 1928 la G E controlaba el 96
nivel de las señales hilos, si éste llegara a adquirir más importancia.» Ello implicaba la
debilitado por la por ciento del mercado de lámparas incandescentes. Sobre esta sólida
transmisión.
necesidad de reclutar físicos familiarizados con los «descubrimientos base, el laboratorio extendió su campo de interés. Según Hughes,
recientes en física molecular y dispuestos a progresar con perseverancia «Whitney creaba una atmósfera que los doctores en ciencias apreciaban:
en esa vía». coloquios semanales, publicación de artículos científicos e incitación a
Este leitmotiv del control ejercido a través de las patentes no es, por adquirir una mejor comprensión teórica de los fenómenos tecnológicos».
supuesto, exclusivo de la Bell, es una constante en la historia de la Whitney mantenía la biblioteca al día, alentaba la afiliación a organiza-
ciencia industrial. Thomas Hughes subraya la incidencia de estas cues- ciones profesionales de físicos y químicos y, en la medida en que
tiones de patentes en la creación del laboratorio de la G E (General permitían las patentes, aprobaba la publicación de resultados. Se hacía
Electric). En esta sociedad, el abogado encargado de las patentes desem- todo lo posible para crear una atmósfera de investigación pura. Los
peñaba un papel esencial. Según él, la G E estaba así en condiciones de abogados encargados de las patentes, siempre vigilantes, se ocupaban de
elaborar sus propias patentes y de levantar un «cordón» de seguridad de la comercialización.
patentes que bloqueaba el acceso, cuya adquisición hubiera resultado Reich describe a los abogados de la G E especializados en patentes
demasiado costosa. Las patentes consumían gran parte del trabajo desmenuzando literalmente los informes de laboratorio y, con frecuen-
EL A U G E D E LA INVESTIGACION INDUSTRIAL 540 541 EL A U G E D E LA INVESTIGACION INDUSTRIAL

cia, entresacando soluciones azarosas a problemas secundarios para estudia la génesis de los objetos que le ocupan, ya se trate de clases
elaborar patentes perfectamente rentables. Así, un circuito fabricado con sociales, de religiones o de ideas. Una buena patente, un buen producto
los medios al alcance de la mano, destinado a facilitar el análisis de de la ciencia industrial, es una patente o un producto sin historia. Era
cristales por rayos X dio lugar a una patente que se convirtió en un pues natural que Schlumberger recusara toda filiación entre sus trabajos
punto de paso obligado para los fabricantes de radios. A la vista de las y los de Fox, que Halliburton negara la similitud entre sus aparatos de
nuevas investigaciones desarrolladas en el laboratorio, la sociedad medida y los de Schlumberger. Estas obligaciones dimanan de la organi-
acometió trabajos sobre los rayos X y la radio. En sus orígenes, el zación general de los laboratorios de investigación. La historia está llena
laboratorio de la G E estaba orientado a la resolución de problemas; de científicos industriales que vieron malogrados «sus» descubrimientos
Whitney, en su calidad de director, maniobró hábilmente para crear, en a causa de terceros, porque sus empresas les impidieron publicar resulta-
el seno de esta vasta sociedad, un espacio reservado a la investigación dos que podrían haber beneficiado a la competencia.
pura. La ciencia industrial había encontrado su camino. Se deduce así que la ciencia industrial pretende destruir su propio
pasado o, por lo menos, controlarlo. Este aspecto la distingue de la
ciencia académica, pero para comprenderlo es preciso apreciar hasta qué
La ciencia industrial y su historia extremo estas dos formas de ciencia son virtualmente equivalentes, tanto
desde el punto de vista de la estructura como del discurso.
Las patentes ejercían un doble efecto. Desempeñaban un papel
determinante en la protección de la industria ya establecida y servían,
además, de soporte a las industrias en vías de creación. Estos dos Ciencia «pura» y ciencia «aplicada»
factores son evidentes en el caso de Schlumberger. Antes de la elabora-
ción de las dos patentes defendidas en el juicio por fraude, la diagrafía La distinción entre los discursos de la ciencia «pura» y de la ciencia
de perforaciones no existia. Una vez creada esta práctica industrial, las «aplicada» es, en sí misma, una invención histórica ligada a la creación
patentes sirvieron para protegerla de competidores como Halliburton. de las disciplinas científicas durante el siglo X I X . Los científicos no han
¿De qué manera influyen estos dos factores en la percepción histórica observado siempre esta distinción, que hoy por hoy tiene menos funda-
del esfuerzo de investigación de un director de laboratorio industrial? mento que nunca. ¿Acaso la mayoría abrumadora de trabajos científicos
Obviamente, la historia que desea escribir se inscribe en el combate no tiene un origen industrial? Incluso las investigaciones emprendidas en
que lidia para protegerse. Schlumberger no deseaba suministrar explica- las universidades se enmarcan a menudo en contratos externos negocia-
ciones demasiado detalladas de sus procedimientos de investigación dos con el ejército o con grandes empresas. Para simplificar las cosas,
industrial, que hubieran podido dar ideas a sus competidores (como los expertos en ciencia industrial recurren a un discurso propio de los
ocurrió en el juicio ya mencionado). Aún peor, esto podría haber expertos en ciencia pura. Este es precisamente el caso de Whitney, que
anulado las patentes, como muestra la reclamación de Halliburton fomenta una atmósfera de investigación pura en los laboratorios de la
según la cual un análisis histórico minucioso revelaba que las técnicas G E . Siempre que los abogados especializados en patentes lo autorizaran,
utilizadas sobre el terreno no correspondían a las técnicas indicadas en los científicos podían publicar sus resultados. Podremos discurrir algu-
la patente. E l caso de Rudolf Diesel (1858-1913) constituye un ejemplo nas razones de este fenómeno si examinamos el apogeo de la investiga-
excelente. La parte esencial del trabajo de Diesel se centró en ofrecer ción industrial en la primera mitad del siglo X X . En la universidad, los
Ciclo de Carnot: ciclo una traducción material del ciclo de Carnot, expresión matemática del estudiantes oían constantemente celebrar los méritos de la ciencia y de
termodinàmico ditérmico mecanismo del motor térmico ideal. Había abordado esta cuestión la adquisición del saber por sí mismo. A esto se añadía el mito de la
reversible, integrado por dos comunidad científica, percibida como una comunidad racional que
transformaciones isotérmicas
durante sus estudios en la Berliner Technische Hochschule y, según sus
(a temperatura constante) y propias palabras, el problema de la expresión material del ciclo se compartía abiertamente sus resultados para beneficio de todos. L a
dos transformaciones convirtió en una obsesión para él. Cuando en 1892 registró su primera industria, por su parte, era una opción de segunda clase. Aportaba
adiabáticas (sin intercambio patente, creía, y otros muchos expertos compartían su opinión, que mucho más dinero, pero en detrimento de la gloria. Las empresas
de calor con el medio trataban de corregir esta tendencia ofreciendo condiciones de trabajo lo
ambiente). había dado con la solución, aunque bajo su forma «Carnot» el motor no
funcionara. Durante los años 1890, el motor fabricado por M A N más parecidas posible a las de la investigación pura. Animaban a los
(Maschinen Fabrik Augsburg Nürnburg) sufrió una serie completa de jóvenes licenciados, especialmente dotados, a trabajar con ellas en temas
modificaciones que, además de su forma, cambiaron la teoría del funcio- que fueran de su interés y les concedían gran autonomía por poco que
namiento. L a situación de Diesel se complicó, pues había basado su su trabajo fuera satisfactorio. Si la ciencia pura tenía a menudo un
origen industrial, la ciencia industrial se disfrazaba a menudo para
patente en una teoría irrealizable del funcionamiento de su motor; y
parecer académica.
cuando registró una segunda patente que describía un motor funcional,
tuvo que pasar por alto los cambios teóricos para así proteger su En ciencia pura existe también un proceso de destrucción del pasado.
primera patente, más importante que la segunda. Las dos patentes U n artículo científico tipo desencadenará dos procesos históricos con-
constituían la piedra angular de su fortuna y las diferencias entre ambas, cretos: la presentación del artículo en el marco histórico relativo a la
así como los motores fabricados, su talón de Aquiles. disciplina del autor, por una parte, y la destrucción del contexto históri-
A los productores de ciencia industrial les interesa, como vemos, co, por otra. E l primero proporciona la clave para distinguir entre
mantener la historia de sus productos lo más abierta y flexible posible, ciencia académica y ciencia industrial y nos ocuparemos de él más
intentando frenar la trayectoria de sus competidores. Ésta es la mejor adelante. E l segundo favorece la formación del estrecho vínculo que las
actitud que puede adoptarse ante los ataques procedentes de cualquier une. Para comprender mejor el sentido de la destrucción del contexto
dirección. Esto es precisamente lo que hace el historiador cuando histórico, consideremos la diferencia entre los dos enunciados siguientes:
EL A U G E D E LA INVESTIGACION INDUSTRIAL 542 543 EL A U G E DE LA INVESTIGACION INDUSTRIAL

— E n 1911, en una fría mañana de invierno, Conrad Schlumberger los aliados eran transportados hacia la victoria por una ola de petróleo.
efectuó una serie de experimentos en la Escuela de minas de París, en Bérenger, delegado francés para asuntos petroleros ante el consejo de
una bañera reformada, que había pertenecido a su hija; estos experimen- guerra, escribía: «Aquel que posea petróleo poseerá el mundo, ya que
tos revelaron que se podía localizar metal oculto en las bañeras de controlará el mar gracias al fuel, el cielo gracias al petróleo ultrarrefina-
cobre. do y la tierra gracias a la gasolina y al queroseno.» E l sector del petróleo
— Conrad Schlumberger demostró que era posible localizar yaci- experimentó un auge fenomenal entre 1918 y 1936, pasando su produc-
mientos metalíferos cartografiando las curvas de equirresistividad en la ción de un 21 por ciento a un 43 por ciento de la producción total de
superficie del suelo. energía. Los científicos participaron de forma decisiva en este fenómeno
E l segundo enunciado es, por supuesto, el que figurará, con toda y su contribución fue desde el proceso de localización de nuevos yaci-
probabilidad, en un artículo científico: ahora bien, según un reciente mientos hasta el refinado del petróleo bruto extraído de los yacimientos
análisis sociológico de las ciencias, la destrucción progresiva del contex- en explotación.
to histórico es precisamente lo que singulariza la escritura científica. E l Sin entrar en detalles sobre los primeros años de Schlumberger,
científico rival, al igual que la sociedad rival Halliburton, intentará podemos entresacar brevemente algunos elementos reveladores. E l méto-
demostrar que no se puede prescindir de las contingencias históricas, en do es determinante. En un principio, debía servir para definir la natura-
el primer caso, el frío y, en el segundo, el hecho de que Schlumberger leza del subsuelo a partir del examen de la superficie. L a circulación de
incluyera un disyuntor no mencionado en la patente. Así, en cierto una corriente eléctrica entre dos electrodos provocaba un campo eléctri-
sentido, tanto el discurso de la ciencia industrial como el de la ciencia co. L a medición de este campo proporcionaba una serie de indicaciones
pura implican la destrucción del contexto histórico. acerca de posibles yacimientos subyacentes —al igual que se las había
Su discrepancia es manifiesta, sin embargo, en lo que respecta a la proporcionado a Conrad Schlumberger antes de la guerra, cuando
segunda función del artículo científico: insertar el trabajo efectuado en el realizaba sus experimentos en una bañera instalada en el sótano de la
contexto de otros trabajos. Esto se consigue localmente, haciendo Escuela de minas—. Este método no estaba destinado inicialmente a la
referencia a artículos recientes relativos al campo en cuestión o, más prospección de petróleo, sino a la identificación de las capas metalíferas
globalmente, aspirando a participar en programas de investigación cada (de baja resistividad). Sin embargo, el petróleo y el capital eran insepara-
vez más importantes. Este proceso de inserción histórica produce gran- bles y los hermanos Conrad y Marcel Schlumberger (1878-1936; 1884-
des gigantes de la ciencia, obligados a controlar una enorme cantidad de 1953), con un puñado de colaboradores, trataron de adaptarlo a la
trabajos. Como consecuencia, todos podemos nombrar una docena de prospección. Los años 20 presenciaron una batalla en regla entre tres
científicos «puros», mientras que, por decirlo así, nadie está en condicio- métodos de prospección: sísmico, gravimétrico y eléctrico. Las socieda-
nes de nombrar un solo especialista en ciencia industrial. L a ciencia des que apostaron por los métodos sísmicos fueron las vencedoras por
industrial destruye su propio pasado a través de la creación de capital, y dos razones: estos métodos permitían localizar con gran precisión las
la ciencia pura a través de la creación de capital intelectual. Las dos
orientaciones coinciden en la utilización del mismo proceso de abstrac-
ción y difieren en que, a pesar de crear ambas objetos canónicos y
fuertemente individualizados, una le atribuye su marca de fábrica y la
otra el nombre de sus creadores. E l proceso es idéntico, pero los
resultados distintos. Historia en un caso y tecnología en otro. L a ciencia
industrial carece de pasado, su campo de batalla es el presente.

La naturaleza de la Ahora comprendemos mejor por qué los historiadores han menos-
ciencia industrial preciado hasta tal extremo la ciencia industrial, que sin embargo es, con
diferencia, la práctica científica más extendida. ¿Qué aspecto tendría una
historia de este tipo? ¿Cuáles son estos logros de los que nunca se habla? Una operación de logging en
Para responder a estos interrogantes tomaremos de nuevo como la cuenca de Maracaibo, en
punto de partida las dos curvas elaboradas por Schlumberger entre 1920 .;J- Venezuela. La precisión del
laboratorio en los campos de
y 1940. Durante este período la ciencia industrial alcanzó su plena petróleo de los países lejanos.
madurez. Aunque fue en la Segunda Guerra mundial cuando la investi- Bajo la amplia sombrilla, el
gación científica ocupó un lugar central en la práctica militar, ya había ingeniero vigila el grabador
hecho grandes progresos durante la Primera Guerra mundial. Así, las Schlumberger modelo 1929.
Gracias a una construcción
industrias químicas de los países aliados se desarrollaron durante la que encierra el potenciómetro
guerra para subvenir a las necesidades de munición y para romper el y a un sistema de manivela
monopolio alemán en el sector de los colorantes. Los diez años posterio- bastante complejo, es posible
res a la guerra fueron testigo del apogeo de la industria y de la ciencia trazar de manera continua el
diagrama de las medidas
industrial, especialmente en el sector del petróleo. E l control y valoriza- "•" " * " - ¿ :
\ !,
• ;• ' ' ' > sobre una tira de papel que
ción de los recursos petroleros tuvieron un papel clave en la Primera se desliza con la subida del
Guerra mundial; según la fórmula célebre de Lord Curzon (1859-1925), cable.
EL A U G E DE LA INVESTIGACION INDUSTRIAL 544 545 EL A U G E D E LA INVESTIGACION INDUSTRIAL

cúpulas de sal, con frecuencia asociadas a las reservas petrolíferas, y manos, si el terreno se prestaba a ello. Sobre los pozos de alzaba un
ofrecían, además, la posibilidad de introducir mejoras continuadas, lo torno con manivelas que servían para subir cubos de escombros. E l
que se traducía en el registro de nuevas patentes y en el control de la cubo se utilizaba además para subir y bajar al pocero birmano. E l
técnica por parte de una sociedad determinada. Los métodos gravimétri- tiempo que invertía cada birmano en excavar era variable, pero a
cos, aunque eficaces, eran estáticos, por lo que fueron incorporados por menudo se veía reducido por la constante presencia de gas. E l principal
las demás sociedades y su utilización se extendió entre los especialistas problema era subir un hombrecillo vivo y no un cadáver.
de la prospección eléctrica y sísmica. En lo que a los métodos eléctricos [...] Los ingleses, respetuosos de los usos y costumbres del lugar, no
se refiere, fueron los grandes derrotados: a pesar de las numerosas trataron de modificar en lo más mínimo estas instalaciones rudimenta-
modificaciones de los aparatos de medida, las señales recibidas eran rias y no usurpaban los derechos de los propietarios originales. Deci-
demasiado ambiguas. dieron simplemente que todos los hidrocarburos descubiertos por enci-
Tras este fracaso, Conrad Schlumberger pensó en abandonar el ma de la profundidad máxima de los pozos no pertenecerían a la B O C
proyecto. Siguió un periodo de adaptación similar al que había caracte- (British Oxygen Company), sin oponerse a la comercialización de este
rizado al motor de Diesel: se efectuaron una serie de mediciones, con la petróleo artesanal: así, en 1936, podía verse un cierto número de estos
esperanza de conseguir medir algo concreto, dada la ausencia de una pozos, en fase de explotación o de excavación, en medio de una selva de
teoría directriz. Esto desembocó finalmente en la creación de los disposi- torres de madera de la BOC.»
tivos descritos anteriormente, resultado ambos de transformaciones Esta larga cita ilustra muy bien las características fundamentales de
técnicas superficiales. Los dos electrodos, en lugar de situarse en la las actividades de la industria petrolera. Subraya, además, la casi total
superficie, se instalaban previamente en el interior del pozo perforado. ausencia de contactos con el Estado tradicional; los poceros birmanos
Así, lo que al principio era un método experimental de prospección de aislados son sencillamente ignorados, mientras la B O C excava por
metales, se convirtió en un mal método de prospección petrolífera y, por debajo de su territorio. Pone de manifiesto, también, la enorme superio-
último, en una técnica extremadamente eficaz, destinada a facilitar la ridad de la energía extraída a través de la red petrolera (la selva de
labor de los barrenadores de pozos petrolíferos. A l filo de esta evolución, torres frente al agujero excavado a mano), así como las nuevas configu-
Schlumberger registró una serie de patentes que le garantizaban el raciones del espacio social ligado a la red; el mercado internacional al
virtual control de los métodos eléctricos aplicables a un buen número de que va destinado el petróleo de la B O C se compara tácitamente con el
actividades propias de la industria petrolera. Los trabajos de laboratorio mercado local que le precedía. Por último, hace referencia a las nuevas
y sobre el terreno, pretendían precisamente lograr una perfecta articula- configuraciones del tiempo social: el birmano trabaja de forma irregular,
ción entre las exigencias de los prospectores, las señales que podían mientras que la B O C trabaja veinticuatro horas al día. Por consiguiente,
separarse del «ruido» eléctrico extremadamente complejo ligado a las si queremos describir cómo actuaban las sociedades petroleras en los
perforaciones y el dispositivo de medida. nuevos territorios, se impone considerar cómo canalizaban la energia de
De esta manera se llevaron a cabo una serie de ajustes recíprocos forma altamente concentrada, a través de vastas redes que funcionaban
antes de que fuera posible redactar manuales sobre la ciencia del con un tiempo social distinto al tiempo social tradicional.
petróleo. Algunas de las características generales de estos ajustes, por lo El mismo proceso de reajuste del espacio, del tiempo y de la energía
menos a mi parecer, pueden generalizarse a toda la ciencia y a toda la se puede percibir en el discurso científico de los prospectores de petró-
industria, y nos proporcionan un medio para comprender mejor el auge leo. Veamos por ejemplo un fragmento típico de un informe de geología
de la ciencia industrial. industrial redactado en 1930 con relación a un campo petrolífero de
Venezuela:

Los ajustes de la ciencia industrial «Campo de Río Tarra.


«Emplazamiento y accesibilidad: Estado de Zulia, distrito de Colón.
Las sociedades petroleras, por ejemplo, creaban nuevas formas de Accesible por barco de poco calado vía el lago Maracaibo, el río
espacios sociales, de tiempo y de energia, que les permitían intervenir en Catatumbo y el río Tarra hasta La Poloma. Vía férrea estrecha hasta el
el Estado tradicional. Este es el caso de la red viaria, comparable a campo.
filamentos muy finos que unen los centros de energía de un país (las «Fecha de descubrimiento: el pozo n.° 1 de la Colon Development
ciudades y los pozos de petróleo). L a configuración en forma de red de Company entró en fase de producción el 27 de agosto de 1916.
las carreteras, de las vías férreas y de los oleoductos presentaba la «Capas productoras: 50 pies (15 metros) de esquistos arenosos,
ventaja de permitir que las sociedades petroleras mantuvieran sus situados en la mitad del primer horizonte carbonífero, contienen petró-
actividades, reduciendo al máximo los contactos con los Estados afecta- leo ligero [...].
dos y con sus habitantes. U n ingeniero de Schlumberger, al rememorar «Estructura: el anticlinal del río Tarra es asimétrico en toda su
su estancia en Birmania, donde las sociedades petroleras habían creado longitud; su flanco oriental es vertical en algunos puntos y está ligera-
literalmente una infraestructura que socavaba la industria local desde mente invertido, mientras que su flanco occidental tiene una inclinación
sus cimientos, citaba un divertido ejemplo de esta voluntad de limitar menos marcada [...]. Grado Baumé: unidad
los contactos: «Características del petróleo: petróleo de asfalto, variable entre 23 y arbitraria del aerómetro
«Los birmanos tenían una forma muy particular de explotar los 32 grados Baumé. Petróleo de densidad superior extraído de las arenas Baumé, instrumento basado
yacimientos de petróleo. Excavaban un pozo cuadrangular (de aproxi- en el principio de
de Tabla, en la base del tercer horizonte carbonífero del Eoceno. Arquímedes y destinado a
madamente 1 m de lado). Era una operación manual, en la que se «Producción: el petróleo producido sirve para llevar a cabo las medir la densidad de una
utilizaban todo tipo de herramientas de mango corto e incluso las operaciones de perforación. E l almacenamiento está previsto en depósi- solución.
EL A U G E D E LA INVESTIGACION INDUSTRIAL 546 547 EL A U G E D E LA INVESTIGACION INDUSTRIAL

tos. N o se prevé la implantación de un sistema con vistas a la exporta- fin y al cabo, bajo su forma moderna, ambas se desarrollaron paralela-
ción del petróleo. Producción aproximada de 25.000 barriles en diciem- mente —lo sorprendente y lo que nos recuerda nuestra brújula, es que el
bre de 1925.» discurso histórico las separara—. Obviamente, la actividad de los
laboratorios es muy similar a la de las fábricas. Ambos fabrican produc-
Este informe hace referencia a tres tipos de mapas en el sector tos uniformes (leyes matemáticas en un caso y productos manufactura-
petrolífero: un mapa de las vías de acceso, una carta de la estructura dos en otro). Ambos alcanzan este resultado sometiendo materias
geológica y una carta de la estructura del subsuelo. Se mencionan primas, especialmente destinadas a este fin, a una serie de procesos
además tres tipos de fechas: la edad de formación del petróleo, la fecha reproductibles. Por último, los procesos desarrollados implican recurrir
de su descubrimiento y el año estadístico 1925. En cuanto a la energía, a condiciones extremas (de temperatura, de presión, etc.), a una regula-
parece más bien irónico que todo el petróleo producido se utilizara para ción precisa del tiempo y, a menudo, a una rapidez de ejecución
practicar las perforaciones. E l geólogo industrial forma parte integrante desconocida en la naturaleza. Estas condiciones extremas se reúnen en
del proceso de reajuste del espacio, del tiempo y de la energía, puesto en los laboratorios y en las fábricas. Por supuesto, no podemos llevar la
marcha por las sociedades petroleras. De forma altamente abstracta, analogía demasiado lejos; sin embargo, nos recuerda agradablemente la
estas sociedades crean ejes de redistribución de la energía por la super- similitud de discurso entre la fabricación de patentes y de objetos
ficie del globo. De esta manera, modifican la forma de trabajar de las técnicos y la escritura de artículos científicos ya citada.
personas, la forma de contacto con su entorno. Esto implica, en parte,
una nueva evaluación de la naturaleza del subsuelo, ya que el geólogo
industrial actúa con respecto a la naturaleza inanimada como la socie-
dad petrolera con respecto a sus trabajadores, es decir, creando un Ciencia e industria
tiempo y un espacio dentro de los cuales sea posible la explotación
Se afirma con frecuencia que los primeros laboratorios de investiga-
racional de los recursos.
ción industrial surgieron gracias al auge de la industria de los coloran-
Cuando la sociedad Schlumberger empezó a trabajar con las empre- tes, experimentado durante los últimos veinte años del siglo x i x y
sas petroleras, se vio obligada a modificar con frecuencia sus métodos correspondiente al periodo en el que el inventor solitario empieza a
con el fin de adaptarlos al tiempo y al espacio en los que se movían desaparecer ante la llegada del especialista en ciencia industrial.
dichas empresas. Sus métodos de superficie fracasaron en parte, a favor L a historia se inicia, oportunamente, en Inglaterra con un inventor
de los métodos sísmicos, dado que la aplicación de estos últimos no solitario, William Henry Perkin (1838-1907), que en 1857 descubrió un
exigía estar en posesión de ningún título de propiedad ni la adquisición nuevo colorante, la mauveína, durante unas vacaciones de su puesto de
previa de derechos de prospección. Los métodos sísmicos consiguieron trabajo en el Royal College of Chemistry, donde había tratado de
imponerse a los estudios geológicos, a pesar de que éstos eran más descubrir una nueva forma de sintetizar la quinina. Perkin estaba
completos, porque podían proporcionar resultados rápidos indispensa- convencido de que con este nuevo colorante haría fortuna y, a pesar de
bles en un mundo de encarnizada competencia —los geofísicos entrega- las dudas de August Wilhelm von Hofmann (1818-1892), director del
ban sus conclusiones en el plazo de una semana, mientras que los instituto de Perkin, renunció a su puesto para crear su propia empresa.
geólogos necesitaban un año.para una labor equivalente—. Schlumber- Tras las primeras dificultades inevitables, hizo, en efecto, fortuna. L a
ger tuvo que hacer malabarismos con sus métodos hasta que encontró historia de Perkin constituye, pues, una versión moderna de esas histo-
un espacio y un tiempo adecuados a la organización del trabajo de las rias de astucia tan apreciadas en la Inglaterra victoriana —con la
empresas petroleras. En esta vía, cambió el campo de acción de sus diferencia de que se inició en un instituto y no en una cabana—. Aunque
aparatos de medida, que pasó de las largas líneas por la superficie a este descubrimiento fuera accidental, estaba ligado al reciente progreso
cortas líneas introducidas en los pozos. Su personal aprendió a medir las de la química orgánica; en efecto, cuando el químico alemán August
variaciones de la actividad eléctrica engendrada por la perforación Kekule (1829-1896), en compañía de otros, formuló la teoría del hexágo-
propiamente dicha —la electrofiltración y las reacciones electroquímicas no del benceno, la puerta de la investigación sistemática de nuevos
fruto de la perforación y de la circulación del lodo de perforación—. A l colorantes quedó abierta.
adaptarse con éxito a estas limitaciones espaciales y temporales, Schlum-
En esta etapa precoz de nuestra historia, ya observamos una fuerte
berger participó en un proceso de gran magnitud iniciado por las
influencia alemana. Hofmann era discípulo y protegido de Justus von
empresas petroleras, que consistía en elaborar técnicas racionales de
Liebig, químico alemán, que durante su vida alcanzó un gran prestigio
explotación de los recursos energéticos, garantizando así el dominio del
gracias a sus trabajos de química analítica. L . F. Haber recoge las
subsuelo. L o que hasta el momento no eran más que paladas de lodo y
siguientes palabras de Justus von Liebig (1803-1873): «Un estudiante [...]
escombros heteróclitos se convirtieron en capas ordenadas y en yaci-
debe dedicarse de la mañana a la noche al estudio analítico de cada
mientos petrolíferos claramente localizables.
descripción» y, añade el siguiente comentario: «Liebig daba, con razón,
Este análisis de la evolución de los métodos de Schlumberger nos gran importancia al conocimiento del análisis cualitativo y cuantitativo,
incita a pensar que, a la hora de considerar el desarrollo de la ciencia y había inventado un equipo que activaba y facilitaba dicho procedi-
industrial, deberíamos determinar en primer lugar de qué industria se miento. Los análisis que anteriormente duraban meses o semanas se
trata, cuáles son sus logros y en qué medida la ciencia industrial forma efectuaban en unos días, y Liebig calculaba que en Giessen se llevaban a
parte integrante del proceso industrial. Ello nos evitaría caer en tópicos cabo unos cuatrocientos análisis al año.» Por ello, se fomentaba ardien-
tradicionales de la ciencia, en los que la industria aparece como el hada temente la realización sistemática de análisis, y muchos estudiantes de
madrina de Cenicienta. N o es tan sorprendente que la industria y la Liebig demostraban tendencias eminentemente prácticas. Muchos eran
ciencia puedan percibirse como dos aspectos de un mismo proceso. A l los que, como Hofmann, viajaban al extranjero, donde daban clases y
EL A U G E D E LA INVESTIGACION INDUSTRIAL 548 549 EL A U G E D E LA INVESTIGACION INDUSTRIAL

formaban a químicos, sin dejar de interesarse por los procedimientos da de nuevos productos químicos y, especialmente, la investigación
industriales que, más adelante, introdujeron en el Estado alemán en sistemática de derivados del benceno. Así, los químicos industriales se
gestación. apropiaron de un método íntimamente ligado al trabajo propio de una
En la propia Alemania, Heinrich Caro (1834-1910), partícipe en la fábrica, caracterizado principalmente por la división de las tareas en sus
fundación de la B A S F (Badische Anilin und Soda Fabrik), Carl A . partes elementales (por ejemplo, la distinción entre química orgánica y
Martinus y Wilhelm Meister, de la sociedad Höchst, recibieron clases de química mineral, efectuada en las fábricas en los años 1890) y generali-
química de Liebig o de uno de sus estudiantes. Y es precisamente en zarlas. Esta labor garantizó, además, el éxito de las empresas correspon-
suelo germano donde proseguirá la historia de la industria de los dientes. L a investigación generalizada y racional de nuevos colorantes
colorantes. Según el historiador John Joseph Beer, hacia 1875 empresas no competía con la recolección tradicional de añil en la India, que
como Höchst o Agfa empezaron a contratar químicos con estudios natural y socialmente se enmarcaba en un tiempo y en un espacio
universitarios. Bayer, que entró en escena un poco más tarde, contaba en distintos. Como en el caso de Schlumberger, si extrapolamos nuestro
1881 con 15 químicos encargados de investigación, con 58 en 1890 y con examen más allá de la ciencia producida en el contexto industrial,
104 en 1896. En 1891, construyó un espacioso laboratorio de tres pisos descubriremos nuevas modalidades de trabajo.
para albergarlos. Los primeros químicos debían mejorar las técnicas de
producción. E l descubrimiento de nuevos colorantes se consideraba
secundario, aunque en los años 1880, sus competencias en la materia Los nuevos métodos
lograron el debido reconocimiento. E l periodo transcurrido entre 1890 y
1914 supuso una diversificación y un desarrollo masivos: se contrataron , ¿En qué medida puede generalizarse esta afirmación y cómo puede
químicos especializados en química mineral para que se dedicaran a ayudarnos a descubrir a las glorias ignoradas de la ciencia industrial?
investigar sobre los productos minerales extraídos de las materias Veamos a continuación un último ejemplo, la historia de la Pennsylva-
primas y las empresas empezaron a ramificarse, orientando sus activida- nia Railroad Company, que en 1875 creó un laboratorio industrial,
des hacia productos farmacéuticos e insecticidas. Bayer y Agfa consoli- probablemente el primero en Estados Unidos de este tipo, recogida por
daron su posición en el sector de la película fotográfica y el método de el historiador de economía y comercio, Alfred Chandler. Estados Unidos
Haber para la fijación del nitrógeno lanzó a la empresa al mercado de asistió, de 1840 a 1860, a un extraordinario auge del ferrocarril, de forma
fertilizantes y de municiones. que «la red ferroviaria consolidada se convirtió en la mayor empresa
El trabajo habitual de los químicos industriales presenta dos aspec- comercial. del mundo». L a gestión de este enorme sistema exigía la
tos en los que me gustaría insistir. E l primero se refiere a la producción aplicación de nuevos métodos. Chandler señala dos de ellos: la normali-
de patentes. E n palabras de Beer, «durante los veinte años que precedie- zación y el control de los datos relacionados con la circulación. En
ron a la Primera Guerra mundial, las patentes dejaron de ser simples relación con el primero resume algunos de los principales cambios que
garantías que otorgaban a sus propietarios la posibilidad de ejercer un tuvieron lugar:
monopolio legal sobre nuevos métodos de fabricación, para convertirse «En la noche del 31 de mayo al 1 de junio de 1886, los ferrocarriles Cuatro pies ocho pulgadas y
en artículos manufacturados, producidos por los laboratorios de investi- que utilizaban, todavía, vías de gran ancho, situados todos ellos en el media: correspondientes a
casi un metro cuarenta y
gación de las grandes empresas». De esta manera, aunque la innovación Sur, adoptaron simultáneamente un ancho normal de 4 pies 8,5 pulga-
cuatro.
no constituyera el objetivo prioritario de la creación de laboratorios de das (alrededor de 1,44 metros). E l sábado 18 de noviembre de 1883, los
investigación, pasó a formar parte fundamental de su actividad. Más empleados de los ferrocarriles (y la mayoría de sus compatriotas)
adelante veremos cómo los laboratorios del sector de la electrónica adaptaron sus relojes a la nueva normativa legal. La adopción del Safety
experimentaron la misma evolución. Las patentes fabricadas por los Appliance Act de 1893 supuso la instalación de enganches automáticos y
químicos alemanes se regían por la ley de patentes de 1876 — l a diferen- de frenos de aire normalizados en todos los trenes. En 1887, el Interstate
cia entre las leyes de patentes inglesa y alemana, según Beer entre otros, Commerce Act generalizó la utilización de métodos de contabilidad
se traduce en una diferencia fundamental entre los dos países—. E l elaborados un cuarto de siglo antes. Estos cuatro acontecimientos eran
segundo aspecto se refiere al enorme número de pruebas efectuadas por fruto de veinte años de consultas y de cooperación entre los dirigentes
los químicos, siguiendo el ejemplo de los estudiantes de Liebig. Hacia de las compañías ferroviarias.»
1900, Höchst había probado tres mil quinientos nuevos colorantes, de L a normalización facilitó el control del trasiego de información.
los cuales sólo se comercializaron dieciocho. Era preciso probar el Chandler observa que, para los nuevos responsables, «el control ejercido
colorante en todos los tejidos posibles y en cada una de las condiciones a través de las estadísticas se convirtió rápidamente en una ciencia y en
a las que podía ser expuesto dicho tejido. Además, el laboratorio un arte al mismo tiempo. Esta necesidad de obtener información precisa
efectuaba las mismas pruebas con todos los colorantes de sus principales provocó la invención de métodos perfeccionados, para la recogida, la
competidores. E l número de pruebas era realmente monumental, pero clasificación y el análisis de los diversos datos engendrados por las
los intereses en juego también lo eran. A finales de los años 1860, según actividades diarias de la empresa». E l laboratorio de investigación
David Landes, la industria de los colorantes estaba poco desarrollada y industrial creado en Penn se inscribía en este proceso de normalización
muy dispersa; apenas diez años después, la industria alemana, en plena (a través de las pruebas de los materiales normalmente utilizados) y del
expansión, controlaba cerca de la mitad del mercado mundial; a finales control de la información circulante.
de siglo, controlaba el 90 por ciento. A l igual que en la industria química, se pasó progresivamente de la
La evolución del papel de los químicos industriales era fruto de la normalización en la empresa al control de dicha normalización a través
racionalización y de la normalización de los métodos industriales. Esta del laboratorio de investigación industrial, y seguidamente al reconoci-
evolución favorecía, a su vez, la investigación racionalizada y normaliza- miento del valor intrínseco de esta investigación como instrumento
EL A U G E D E LA INVESTIGACION INDUSTRIAL 550 551 EL A U G E D E LA INVESTIGACION INDUSTRIAL

«tecnología del mando». Y a hemos encontrado este proceso en el caso


de la evolución de Schlumberger: la industria petrolera, en plena expan-
sión hacia nuevos países y hacía yacimientos petrolíferos cada vez más
profundos, trató de normalizar sus actividades a través de la racionaliza-
ción del tiempo utilizado por la mano de obra y por los trépanos. Se
«impuso» un nuevo tiempo de referencia a los trabajadores y al subsue-
lo, y los diagramas caprichosos elaborados por los barrenadores se
sustituyeron por diagramas eléctricos fiables realizados por Schlumber-
ger —diagramas que, además, eran perfectamente comprensibles por los
dirigentes de las empresas—. Así, se ofrecía la posibilidad de utilizar
métodos de comparación estadística de los diagramas.
L a ciencia de Schlumberger formaba parte integrante del proceso
desencadenado por la industria petrolera, basado en la introducción de
nuevos métodos de trabajo para la distribución de energía. En general,
la ciencia industrial era el resultado de una nueva forma de trabajar; su
verdadera filiación no procedía de la mitología de los grandes sabios,
sino del poder de la revolución industrial.
. Esta es la segunda razón por la cual los anales de la historia pasan
por alto este tema.

A las empresas industriales les conviene no alejar la ciencia que


producen de sus cajas fuertes, con vistas a mantener su historia lo más
abierta y flexible posible. A medida que profundizamos en la andadura
de esta historia, observamos que se aleja del mito de la búsqueda
En 1936, en Texas, un normalizador del mundo natural a imagen del nuevo mundo social. L a desinteresada del saber, emprendida por los grandes pensadores. De esta
ingeniero de la sociedad ciencia militar experimentó una evolución similar, que se inició con los manera, se aleja también del mito que sostiene a sus propios protagonis-
Schlumberger prepara una
operación de logging. A trabajos de pionero de Vaquette de Gribeauval sobre la normalización y tas —mito fomentado por las industrias y respetado por los científicos
partir de entonces, un camión prosiguió, en la década de 1860, con la industrialización del sector arma- que en ellas trabajan.
abarrotado de instrumentos mentístico, y entre 1880 y 1890 con la elaboración del concepto de Hoy en día, como acabamos de ver, la ciencia industrial no tiene
científicos está siempre listo
para ir a cualquier lugar del historia, y preferiría probablemente no tenerla nunca. Podríamos pre-
mundo, a cualquier hora: una guntarnos de qué serviría dotarla de una. Antes que nada, ello nos
operación científico-industrial permitiría emprender la reintegración de esta ciencia en nuestra cultura,
promordial. El auge de los laboratorios de investigación industrial a título de objeto social fabricado, y comprender mejor nuestra sociedad
en Estados Unidos
y el mundo natural.
Según el historiador David Noble, «antes de 1900, era escasa la investigación
organizada en la industria americana, pero, desde 1930, la investigación industrial se
1
convirtió en un factor económico fundamental. Según un estudio fechado en 1928
basado en unas seiscientas empresas industriales, el 52 por ciento citó la investigación
entre sus actividades, el 7 por ciento señaló que había creado laboratorios de prueba,
el 20 por ciento participaba en actividades de investigación en cooperación con
asociaciones profesionales, sociedades de ingeniería y universidades o concedían
becas, y, por último, el 11 por ciento, cuya actividad en la materia era nula o casi nula,
expresó su intención de acometer trabajos de investigación».
Excluyendo esta última cifra, Noble pone de manifiesto la evolución que se
produjo entre una situación caracterizada por una investigación «muy poco organiza-
da» y otra en la que el 88 por ciento de las seiscientas empresas consultadas
participaban activamente en labores de investigación.
Según un estudio de 1931, citado por Leonard Reich, mil seiscientas empresas
americanas financiaban, en ese momento, laboratorios de investigación y empleaban a
un total de 33.000 personas. El esfuerzo de investigación se encontraba muy concen-
trado —Noble estima que, en 1938, trece empresas empleaban a una tercera parte de
los investigadores—. Este fenómeno de concentración queda patente en la evolución
observada en algunas empresas. Así, afirma que el laboratorio de General Electric
contaba con 8 personas en 1901, con 102 en 1906, con 301 en 1920 y con 555 en 1929.
En los laboratorios de Bell, creados en 1912, los gastos pasaron de 2,2 millones de
dólares en 1916 a 22 millones de dólares en 1930, y en 1925 tenían una plantilla de
más de 3.600 personas. ... .
Esta serie de cifras nos demuestra que, durante los treinta primeros años del siglo
XX, la ciencia industrial estadounidense experimentó una progresión exponencial,
concentrada, sin embargo, en las grandes empresas.
Joliot:
punto de encuentro
de la historia y de la fisica
BRUNO LATOUR

Donde veremos cómo sociedad y ciencia se convierten en dos conceptos


indisolubles a través del trabajo de numerosos sabios, políticos y militares.
El físico francés Joliot contribuye paralelamente a la historia de la física y
a la historia de Francia.

¡ n mayo de 1939, Frédéric Joliot, asesorado por sus amigos del El ejemplo de Joliot
Ministerio de Guerra y por André Laugier, director del jovencísi-
/mo C N R S (Centro nacional de investigación científica), inventa un
montaje jurídico extremadamente sutil con una compañía minera belga,
la Unión minera del Alto Katanga. Esta compañía, gran productora de
cobre, se había convertido, gracias al descubrimiento del radio por
Pierre y Marie Curie y al de un yacimiento de uranio en el Congo, en el
principal proveedor de los laboratorios del mundo entero, embarcados
en la aventura de la primera fisión nuclear artificial en cadena. Joliot,
como hiciera Marie Curie antes que él, había encontrado el medio de
despertar el interés de la compañía. En efecto, la Unión minera sólo
utilizaba sus minerales radiactivos para extraer el radio, que se vendía
acto seguido a los médicos, dejando en sus depósitos inmensas cantida-
des desperdiciadas de óxido de uranio. Para sus proyectos de pila
atómica, Joliot precisaba un enorme volumen de uranio y daba así una
utilidad a lo que, hasta el momento, no era para la Unión minera más
que desechos de la producción de radio. La compañía prometió a Joliot
cinco toneladas de óxido de uranio, ayuda técnica y un millón de
francos. A cambio de lo cual, todos los descubrimientos de los sabios
franceses se patentarían en nombre de un sindicato que repartiría los
beneficios a partes iguales entre la Unión minera y el C N R S .
En su laboratorio del Collège de France, Joliot y sus dos principales
colaboradores, Hans Halban y Lew Kowarski, buscan un acuerdo tan
sutil como el que liga, de manera informal, los intereses del Ministerio
de Guerra, del C N R S y de la Unión minera. Pero en esta ocasión se
trata de coordinar los comportamientos, aparentemente irreconciliables,
de las partículas atómicas. E l descubrimiento del principio de la fisión es
todavía reciente: un átomo de uranio, bombardeado por neutrones, se
rompe y libera energía. Esta radiactividad artificial tiene una conse-
Hacer avanzar la física.
cuencia que muchos físicos toman inmediatamente en consideración: si Hacer avanzar la paz.
cada átomo de uranio bombardeado libera dos o tres neutrones más, Frédéric Joliot ha de
que a su vez pueden bombardear otros átomos de uranio, se provoca involucrarse para ello, y
una reacción en cadena. E n esos momentos, esta posibilidad tenía sólo simultáneamente, en historias
de espías, de patentes, de
carácter virtual, pero el grupo de Joliot puso manos a la obra inmedia- publicaciones, de átomos, de
tamente para demostrar que una reacción de este tipo era factible y calados.

553
JOLIOT: PUNTO D E ENCUENTRO DE LA HISTORIA Y D E LA FISICA 554 555 JOLIOT: PUNTO D E ENCUENTRO DE LA HISTORIA Y D E LA FISICA

abría el camino hacia un nuevo descubrimiento científico y hacia una Halban hace hincapié en las ventajas decisivas del deuterio, isótopo del
nueva técnica para producir energía en cantidades ilimitadas. E l primer hidrógeno, con el doble de densidad pero idéntico comportamiento, que
grupo que consiguiera probar que, efectivamente, cada generación de puede ocupar el ~ lugar del hidrógeno en moléculas de agua, obteniendo
neutrones engendraba un volumen mayor de neutrones, sería merecedor así agua «pesada». Halban sabía, por haber trabajado anteriormente en
del reconocimiento de la sumamente competitiva comunidad científica, Copenhague con agua pesada, que ésta tenía un grado de absorción de
en la cual los franceses desempeñaban un papel protagonista. neutrones muy bajo. Desgraciadamente, este moderador ideal presenta
Convencidos de que se trataba ante todo de un descubrimiento un inconveniente capital: en el agua existe un átomo de deuterio por
científico importante, Joliot y sus colegas continúan las publicaciones, cada 6000 átomos de hidrógeno. L a obtención de agua pesada cuesta
haciendo caso omiso de los telegramas que Leo Szilard les envía desde una fortuna y, a escala industrial, sólo se lleva a cabo en una fábrica del
Estados Unidos. Szilard, emigrante húngaro y físico visionario, registró mundo, la de la compañía noruega Norsk Hydro Elektrisk, inmortaliza-
en 1934 en Inglaterra una patente secreta acerca del principio de da, para todos los cinefilos, en la película La Bataille de l'eau lourde.
construcción de la bomba atómica. Para evitar que los alemanes pudie- Raoul Dautry, diplomado del politécnico, alto funcionario y ministro
ran construir una bomba atómica en cuanto tuvieran la certeza de que de Armamento desde poco antes de la «debacle», estaba, desde el
la cantidad de neutrones emitidos era superior a la cantidad inicial, principio al corriente de las investigaciones de Joliot y de su grupo.
Szilard se esforzaba en imponer la autocensura a todos los investigado- Había apoyado el acuerdo de Joliot con la Unión minera, ayudaba en
res antinazis. N o obstante, no logró impedir que en abril de 1939 Joliot todo lo posible al grupo del Collège de France y amparaba los primeros
publicara un último artículo en la revista científica inglesa Nature, en el pasos del C N R S , mediante la integración, hasta el límite permitido por
que demostraba que era posible obtener 3,5 neutrones por fisión. A l leer la tradición francesa, de la investigación militar y la investigación
este artículo, los físicos de Alemania, Inglaterra y la Unión Soviética científica de vanguardia. Aunque no compartía ninguna de las opiniones
reaccionaron simultáneamente de la misma manera: orientaron sus políticas de Joliot, confiaba, como él, en el progreso del conocimiento y
investigaciones hacia la ejecución práctica de una reacción en cadena y era un apasionado de la independencia nacional. Joliot prometía un
escribieron inmediatamente a sus gobiernos para advertirles de la reactor experimental de uso civil que podría conducir, probablemente, a
extrema importancia de dichas investigaciones, de sus peligros y de la la fabricación de nuevo armamento; Dautry y otros grandes tecnócratas
necesidad de obtener cuanto antes los enormes recursos necesarios para le apoyaban incondicionalmente, pero le pedían que invirtiera el orden
llevar a cabo los primeros estudios de viabilidad. de prioridades: si la bomba era viable, éste era el objetivo que había que
alcanzar y cuanto antes mejor. Los cálculos de Halban acerca de la
La realización práctica de la primera reacción artificial en cadena
ralentización de los neutrones, los de Joliot acerca de la viabilidad de
entusiasma a la decena de equipos que se ponen a trabajar en todo el
una reacción en cadena y los de Dautry acerca de la urgencia del
La fábrica noruega de mundo, pero nadie, excepto Joliot y su equipo, está en condiciones de
Rjukan, decorado de la desarrollo de un nuevo armamento se confundieron todavía más cuando
pasar a la etapa práctica de aplicación industrial o militar. E l primer
película L a batalla del agua surgió el problema de la obtención del agua pesada noruega. E n plena
pesada, De Jean Dréville, en problema de Joliot consiste en aminorar la velocidad de los neutrones
«guerra boba», espías, banqueros, diplomáticos y físicos alemanes,
la que se reproduce, en 1947, emitidos en las primeras fisiones, ya que si van demasiado rápido no se
ingleses, franceses y noruegos lucharon por evitar que los alemanes se
la suerte de las produce la reacción. Joliot y sus amigos buscan un moderador que
investigaciones de Joliot. apoderaran de veintiséis recipientes de agua pesada, entregados por los
ralentice los neutrones sin absorberlos ni provocar rebotes. E l modera-
Olvido de la historia de las noruegos a los franceses. Tras unas semanas de gran agitación, los
ciencias: los medios dor ideal debe contar con una serie de propiedades difícilmente concilia-
recipientes llegaron a manos de Joliot. Durante la operación, los servi-
materiales suministrados por bles. En el taller de Ivry habilitado para la empresa, se prueban distintos
la industria. cios secretos franceses habían apartado de sus puestos a Halban y a
moderadores y distintas configuraciones: parafina, grafito, etc. Por fin
Kowarski, extranjeros ambos y, por lo tanto, sospechosos. Una vez
finalizada la misma fueron autorizados a reincorporarse al laboratorio
del Collège de France y, bajo la protección de Dautry y de los militares,
centraron sus esfuerzos en combinar el uranio de la Unión minera con el
agua pesada de los noruegos, basándose en los cálculos que Halban
modificaba diariamente a partir de los datos confusos del contador
Geiger.

¿Cómo comprender esta historia que el historiador americano Spen- Historia de Francia
cer Weart narró de forma tan magistral y de la cual he resumido un e historia de las
episodio? Podríamos dividirla en dos partes. Colocaríamos en un lado, ciencias
en una columna, los problemas jurídicos de la Unión minera, la «guerra
boba», el nacionalismo de Dautry, a los espías alemanes... En la otra
columna, nos ocuparíamos de los neutrones, del deuterio, del coeficiente
de absorción de la parafina... Obtendríamos así dos listas de personajes
correspondientes a dos historias; la primera sería la historia de Francia
entre 1939 y 1940; la segunda, la historia de la física atómica en el
mismo periodo. Una versaría fundamentalmente sobre política, derecho,
economía, instituciones y pasiones. L a otra, más bien sobre ideas,
JOLIOT: PUNTO D E ENCUENTRO D E LA HISTORIA Y D E LA FISICA
JOLIOT: PUNTO D E ENCUENTRO D E LA HISTORIA Y D E LA FISICA 556

principios, conocimientos o procedimientos. U n historiador profesional


no tendría dificultad alguna en interpretar la primera lista, pero dejaría
la segunda al cuidado de los científicos o de los filósofos de la ciencia. V/f Sfa

Factores humanos Factores no humanos •jjC '


Raoul Dautry Deuterio
CNRS Sección eficaz
Unión minera Reacción en cadena

Por supuesto, una vez realizada esta división entre factores humanos
y no humanos, quedaría un resto, una zona un tanto confusa de híbridos
que pertenecerían alternativamente a una u otra columna o a ninguna
de las dos: Joliot, Halban, Szilard, los artículos, las patentes, las cartas,
los discursos. Para interpretar esta zona gris e incierta la enfocaríamos
desde una u otra columna. Diremos, por ejemplo, que Joliot es una
«mezcla» de preocupaciones políticas y de intereses puramente científi- Frédéric Joliot reproduce su
propia historia en el
cos; que el proyecto de ralentización de los neutrones mediante el laboratorio que, por
deuterio es, sin duda alguna, un proyecto científico, pero se encuentra necesidades de la película La
bajo la influencia de factores extracientíficos; el proyecto de autocensura batalla del agua pesada de
de Szilard no es estrictamente científico, pues intervienen consideracio- Jean Dréville, se reconstruyó
en 1947. Mezcla de física y
nes militares en la libre comunicación de la ciencia pura. En resumidas
de política complicada por la
cuentas, explicaremos las mezclas a partir de uno de los dos componen- ficción.
tes puros, que serían, simplificando al máximo, la política o la ciencia. uJj l. s - -> /». ;•.* T T -. •• 'S>> t'.- 1 ' V* *F~^
Podremos imaginar incluso dos categorías de historiadores profesio-
nales, una optaría por la explicación de la política pura y la otra, de la basadas en los mismos elementos y en los mismos factores, pero siguien-
ciencia pura. La primera se suele denominar externalista y la segunda do un orden contrario. E l primero creía poder seguir los cálculos de
internalista. Aunque transcurran en el mismo periodo de tiempo, estas Halban sin tener que vérselas con la Luftwaffe, el segundo seguir a la
dos historias no tienen por qué tener ningún punto de intersección. Una Unión minera sin inmiscuirse en la física atómica.
hablará de Adolf Hitler, de Raoul Dautry, de Édouard Daladier, del Los dos estaban equivocados, pero el camino que trazaron, gracias a
CNRS, pero no de neutrones, de deuterio ni de parafina; la otra aludirá la apertura de este túnel, es mucho más interesante de lo que creían al
al principio de la reacción en cadena, pero no a la Unión minera ni a los principio. En efecto, siguiendo sin prejuicios los hilos entramados del
bancos propietarios de la Norsk Hydro Elektrisk. Como dos brigadas de razonamiento, los historiadores desvelan a posteriori el trabajo que los
obras públicas que trabajan en dos valles paralelos de los Alpes: ambas científicos y los políticos tuvieron que llevar a cabo para juntarse
llevan a cabo una labor colosal, pero no se encuentran nunca, ni siquiera intrincadamente unos con otros. N o estaba escrito de antemano que
Política Ciencia se conocen. todos los elementos del relato de Weart fueran a entremezclarse. L a
Unión minera podría haber seguido extrayendo y vendiendo cobre sin
Denomino historia social de las ciencias al proyecto intelectual
preocuparse por el radio ni por el uranio. Si Marie Curie y, más tarde,
destinado a evitar que se produzca esta división. La historia de Joliot
Frédéric Joliot no se hubieran preocupado de interesar a la industria en
narrada por Spencer Weart es un tejido sin costuras que no puede
los trabajos de su laboratorio, ningún analista de la Unión minera
separarse en dos sin que la física atómica y la política del momento
habría entrado en contacto con la física nuclear. E n lo que respecta a
pierdan todo su significado. En lugar de seguir dos valles paralelos, la
Joliot, Weart no habría tenido que hablar del Alto Katanga. Inversa-
historia social de las ciencias pretende formar dos brigadas que abran un
mente, Joliot, a la vista de la posibilidad de la reacción en cadena,
túnel, acometiendo el problema por extremos opuestos, con la esperanza
habría podido orientar sus investigaciones hacia otros objetivos, y
de encontrarse a medio camino. Siguiendo, sin prejuicios ni divisiones, el
fabricar una pila sin movilizar a todos los industriales y tecnócratas
Sección cruzada o razonamiento de Halban acerca de las secciones eficaces, que concluye
transversal: en el juego de ilustrados de Francia. E n cuanto a la Francia de antes de la guerra,
con la victoria sin paliativos del deuterio, el historiador llega, tras una
los bolos, la probabilidad de Weart no habría tenido que hablar de Joliot.
transición imperceptible, al despacho de Dautry, de éste pasa al avión de
que la bola golpee un bolo
Jacques Allier, teniente y banquero convertido en el agente secreto En otras palabras, el proyecto de la historia social no consiste en
depende del tamaño de los
bolos, del de la bola y de la destacado por Francia para distraer a los cazas de la Luftwaffe. Así, tras afirmar a priori la existencia de un vínculo entre la ciencia y la sociedad,
separación entre los bolos. haber salido del lado «científico» del túnel, pasa al otro lado y se dado que la existencia o no existencia de dicho vínculo depende de las
Asimismo, si lanzamos un encuentra con la guerra y con la política. Pero, durante el viaje, se cruza iniciativas de los actores para establecerlo o no. L a historia social se
haz de neutrones contra el
con un colega que, procedente de la estrategia industrial de la Unión limita a aportar los medios necesarios para rastrear este vínculo cuando
uranio, los neutrones
pueden golpear el núcleo del minera, ha llegado, tras otra transición imperceptible, a interesarse existe. En lugar de cortar el nudo gordiano —por un lado la ciencia
uranio o pasar a través del íntimamente por los medios de extracción del uranio 235 y por los pura y por el otro la política pura—, se esfuerza por deshacerlo. L a
átomo. La sección cruzada cálculos de Halban. Procedente del lado «político» se encuentra, ineludi- historia social de las ciencias no dice: «Buscad la sociedad oculta dentro,
determina la probabilidad
de que una bola toque un
blemente, inmerso en las matemáticas. En lugar de contar dos historias detrás y debajo de las ciencias», sino que propone sencillamente la
bolo. que no se superponen en ningún punto, narran dos historias simétricas siguiente solución: en una época determinada, ¿cuánto tiempo puede
JOLIOT: PUNTO D E ENCUENTRO D E L A HISTORIA Y D E LA FISICA 558 559 JOLIOT: PUNTO D E ENCUENTRO D E LA HISTORIA Y D E LA FISICA

seguirse una política sin abordar el contenido detallado de una ciencia?


¿Cuánto tiempo puede seguirse el razonamiento de un científico sin
tener que recurrir a detalles de una política? ¿Un minuto? ¿Un siglo?
¿Una eternidad? ¿Un segundo? N o cortemos el hilo de la historia. Todas
las respuestas son interesantes y se convierten en un dato capital para
aquel que desea comprender esta maraña de cosas y de personas que
conforma nuestra historia.

La traducción de las Decir que los innumerables vínculos entre la ciencia y la política Frédéric Joliot y Raoul
ciencias en historia forman una madeja harto enmarañada no es suficiente. Rechazar toda Dautry desempeñan sus
papeles dos veces: en 1940,
división a priori entre la lista de actores humanos o políticos y la de negocian la adecuación de la
ideas o procedimientos científicos no es más que una primera etapa, física y la política, que les
completamente negativa. Ahora debemos estar en condiciones de com- permitirá alcanzar sus
prender por qué cadena de operaciones y de transformaciones un objetivos: en ¡947, actúan en
industrial, que sólo quería hacer progresar su negocio, se ve obligado a la película L a batalla del
agua pesada de Jean
calcular la velocidad de absorción de neutrones por parte de la parafina; Dréville.
o cómo alguien que sólo aspiraba al premió Nobel acaba organizando
una operación de comando en Noruega. En ambos casos, el vocabulario
cial. Para Joliot no se trata de vender la fisión nuclear^ pues todavia no
de partida es distinto del vocabulario de llegada. Se ha llevado a cabo
existe. E l único medio de lograrla es precisamente conseguir que el
una traducción de los términos políticos en términos científicos y vice-
ministro de Armamento aporte los locales y los privilegios necesarios
versa. Para el director de la Unión minera «ganar dinero» significa
para obtener, en plena guerra, las toneladas de grafito, el uranio y los
ahora, en parte, «invertir en la física de Joliot»; para Joliot, «demostrar
litros de agua pesada que requiere la empresa. Los dos llegan a la
la viabilidad de la fisión en cadena» significa ahora, en parte, «estar al
acecho de los agentes nazis». E l análisis de estas operaciones de traduc- conclusión de que, al resultarles imposible alcanzar directamente sus
ción constituye la parte fundamental de la historia social de las ciencias. objetivos, al ser totalmente vanas las aspiraciones a la pureza política o
L a noción de traducción proporciona a los dos equipos de historiadores, científica, es conveniente llegar a un acuerdo.
uno procedente del lado político en dirección a las ciencias y el otro
R. Dautry ^ objetivo: independencia nacional
procedente del lado científico en dirección opuesta, el sistema de alinea-
Antes de la
miento y de control, que otorga a su empresa la probabilidad de un traducción
encuentro a medio camino. E l colmo de la ridiculez sería, en efecto,
destinar dos equipos a la apertura de un túnel, sin ofrecerles los medios F. Joliot
objetivo: ser el primero en lograr la fisión
necesarios para alcanzar un punto de intersección.
R. Dautry
= ^ ^ ( g )) camino cortad
cortado
Después de la 'laboratorio
laboratorio J( objetivo: independencia nacional
c

lado politi \ J ido científico traducción objetivo: ser el primero en lograr


J 'de Joliot . '. . la fisión
sistema de alineamiento F. Joliot
- B « ^ 4 J ^ % camino cortado

La traducción consiste en aunar dos intereses, a la sazón diferentes:


ganar la guerra y ralentizar los neutrones. Por supuesto, no existe
Examinemos paso a paso una operación elemental de traducción, ninguna garantía de que una de las partes no engañe a la otra. Tal vez
para así comprender cómo se pasa, en la práctica, de un léxico a otro. E l Dautry se vea obligado a dilapidar preciosos recursos para que Joliot
objetivo de Dautry consiste en garantizar la independencia energética de juegue con los neutrones, mientras los alemanes concentran sus tanques
Francia, así como su resistencia militar. E l objetivo de Joliot es llegar a en las Ardenas. O, por el contrario, tal vez Joliot se vea obligado, contra
ser el primer científico del mundo en realizar una fisión nuclear contro- su voluntad, a fabricar una bomba antes que el reactor civil. Incluso si la
lada en un laboratorio. Definir la primera empresa como puramente balanza está equilibrada, ninguna de las dos partes alcanzará el objetivo
política y la segunda como puramente científica carece de relevancia, ya exacto que se había fijado, tal como aparece en el esquema. Existe un
que la «impureza» es la única que permitirá culminarlas con éxito. E n efecto distorsionador, de distanciamiento, una desviación que, según los
efecto, cuando Joliot conoce a Dautry, no pretende desviarle necesaria- casos, puede ser ínfima o infinita. En el caso que nos ocupa, Joliot y
mente de su objetivo, sino exponer su proyecto de forma que Dautry Dautry tardarán quince años en alcanzar su objetivo, tras un fracaso
contemple la fisión nuclear en cadena como el medio más rápido de estrepitoso, cuando el general de Gaulle creó el C E A (Comisión para
alcanzar la independencia nacional. «Pasando por mi laboratorio, dice la energía atómica). L o importante en este tipo de operación de traduc-
Joliot, será posible tomar una ventaja considerable con respecto al ción no es únicamente la convergencia de intereses que supone, sino la
extranjero y planificar tal vez la producción de un explosivo superior a composición de un nuevo elemento híbrido, el laboratorio. En efecto, el
todo lo conocido hasta ahora.» Esta discusión no tiene carácter comer- hangar de Ivry encarnaba el camino hacia la independencia nacional a
JOLIOT: PUNTO DE ENCUENTRO DE LA HISTORIA Y D E LA FISICA 560 561 JOLIOT: PUNTO D E ENCUENTRO D E LA HISTORIA Y D E LA FISICA

la que aspiraba Dautry y hacia la materialización del proyecto de Joliot. más posible en el contenido científico; las segundas utilizan el vocabula-
Las paredes del laboratorio, el equipo, el personal y los recursos se rio del contenido y se mantienen en el interior del núcleo central. En las
deben tanto a los esfuerzos de Dautry como a los de Joliot. Una vez primeras, la sociedad explica las ciencias, aunque sólo se trate, en la
tejida la primera malla, ya no es posible distinguir perfectamente lo que mayoría de los casos, de la superficie de las ciencias; en las segundas, las
pertenece a Dautry y lo que pertenece a Joliot, en el conjunto de fuerzas ciencias se explican por sí mismas sin suplementos ni restos. Constituyen
movilizadas alrededor de la esfera de cobre llena de uranio y de para- en sí mismas su propio comentario, evolucionan gracias a sus propias
fina. fuerzas. E l entorno social sólo puede perjudicar o favorecer su desarro-
Estudiar una sola malla, es decir, una negociación, un encuentro, llo, nunca formarlas o constituirlas.
sería totalmente inútil. E l trabajo de Joliot no puede circunscribirse a los En el otro modelo, el de la traducción (parte inferior) resulta imposi-
despachos ministeriales, ha llegado la hora de negociar directa y deci- ble definir con precisión un contexto y un contenido. Lo único que
didamente con los neutrones. Conseguir que un ministro que desea podemos decir es que las cadenas sucesivas de traducción se unen, por
salvar a Francia libere una serie de stocks de grafito es una cosa; un extremo, a recursos exotéricos (más similares a lo que leemos
conseguir que un neutrón aminore lo suficiente su velocidad como para diariamente en los periódicos) y, por el otro, a recursos esotéricos (más
golpear un átomo de uranio y liberar tres neutrones más, ¿es exacta- similares a lo que leemos en los manuales de un curso preparatorio).
mente lo mismo? Sí y no. Para Joliot la diferencia es mínima. Por la Pero los extremos apenas cuentan. Todo lo importante tiene lugar entre
mañana se dedica a los neutrones y por la tarde al ministro. A medida los dos y las mismas explicaciones servirán para seguir las traducciones
que transcurre el tiempo, estos dos problemas se van convirtiendo en en un sentido y en el otro. En este segundo esquema, las mismas
uno solo: si se escapan demasiados neutrones del recinto de cobre y se operaciones nos permiten comprender una ciencia o una sociedad —lo
reduce así el rendimiento de la reacción, el ministro puede mostrarse que significa probablemente que comprendemos muy pocas ciencias y
impaciente. Confinar al ministro y a los neutrones a un mismo proyecto, todavía menos sociedades.
mantenerlos en acción e imponerles una disciplina no constituyen para
Joliot tareas muy distintas. Tanto unos como otros son fundamentales
para su proyecto. Recorre París de lado a lado, pasando de las matemá- Joliot se encuentra involucrado simultáneamente en historias de Cómo convencer
ticas al derecho, a la política, evitando que unos u otros le abandonen, espías, de patentes, de publicaciones, de átomos, de cálculos. ¿A qué se
telegrafiando a Szilard para que el flujo de publicaciones necesario para debe esta mezcla? Los historiadores de la ciencia, al igual que los de la
su proyecto siga adelante, telefoneando a su asesor jurídico para que la política, estarían encantados de poder prescindir de ellas. Las cosas
Unión minera siga enviando uranio, y calculando por enésima vez la estarían más claras, las narraciones serían más directas si, refiriéndose a
curva de absorción obtenida en su contador Geiger. En eso consiste su la evolución de las sociedades unos pudieran prescindir totalmente de
labor científica, en mantener juntos todos los hilos y ganarse los favores las técnicas y de las ciencias, o si, refiriéndose a la evolución de las
de todos: neutrones, noruegos, deuterio, colegas, antinazis, americanos, ciencias, pudieran prescindir de todo el resto. Para comprender por qué
parafina... Ser inteligente equivale a mover con inteligencia todos los estos dos sueños simétricos son imposibles (incluso si una gran parte de
hilos. Estar dotado de inteligencia científica es reconstruir esta madeja la literatura histórica se inspira en este cuento de hadas) es preciso
gracias a Joliot (y a Weart). considerar con mayor detenimiento la operación de convicción.
Ahora apreciamos con mayor facilidad la diferencia entre la historia Tomemos la frase: «Un neutrón libera 2,5 neutrones.» Esto es lo que
social de las ciencias y las dos historias paralelas a las que sustituye. Con leemos hoy en día en las enciclopedias. Se trata, como suele decirse, de
objeto de explicar todos los enredos político-científicos, los dos equipos un «hecho» científico. Tomemos ahora otra frase:
de historiadores observaban siempre una lamentable confusión entre dos «Joliot supone que un neutrón libera de 3 a 4 neutrones, es imposi-
repertorios con idéntico grado de pureza. Todas sus explicaciones se ble; y no aporta ninguna prueba; es demasiado optimista; muy propio de
hacían pues en términos de distorsión, de impureza o, en el mejor de los los franceses, dar por supuesto algo que todavía no han conseguido;
casos, de yuxtaposición: los factores propiamente científicos se combina- además es peligrosísimo, si los alemanes leen esto, creerán que todo es
ban con factores puramente políticos o económicos. Allí donde los posible y se lo tomarán en serio.»
demás sólo vislumbraban confusión, el historiador social observa una A diferencia de la anterior, esta frase no obedece a las normas
sustitución continua y totalmente explicable de un cierto tipo de preocu- estilísticas que rigen la presentación de los hechos científicos, no podría
paciones y de prácticas por otro. Existen, en efecto, momentos en los leerse en una enciclopedia. Resulta fácil descubrir la fecha en que se
que por controlar el cálculo de una sección eficaz del deuterio, también escribió (entre 1939 y 1940) e identificar al autor como un colega físico,
objetivo l
se controla, por sustituciones y transferencias, el destino de Francia, el probablemente Szilard, cobijado entonces en el laboratorio de Enrico
exotérico porvenir de la industria, el futuro de la física, una patente, un salvocon- Fermi. Observemos que estas dos frases tienen una parte común «un
ducto, etc. neutrón libera x neutrones» —el enunciado— y una parte que difiere
Gracias a otro diagrama, es posible comparar más de cerca el considerablemente, compuesta por un conjunto de situaciones, de perso-
abismo que separa los dos proyectos de investigación. La separación a nas, de opiniones —denominada la modalidad—. Pero, basta que desa-
la que me he referido anteriormente entre ciencia y política está ilustrada parezca esta segunda parte para que aflore un hecho científico. L a
aquí por la representación más corriente (parte superior): un núcleo consecuencia y, en ocasiones, el objetivo de la controversia científica es
central, el del contenido científico, rodeado de un entorno social, político precisamente eliminar estas modalidades, y suprimir y borrar, igual-

ASÓ objetivo 4:
exotérico
y cultural, el del contexto. A partir de este tipo de división, se pueden
aportar explicaciones sociales o explicaciones científicas. Las primeras se
basan en el vocabulario del contexto y pretenden (a veces) penetrar lo
mente, sus propias consecuencias. Por ejemplo, si Joliot y su grupo
realizan un buen trabajo, sus colegas pasarán, tras una transición
imperceptible, de la segunda frase a una tercera, más respetuosa: «El
JOLIOT: PUNTO D E ENCUENTRO D E L A HISTORIA Y D E LA FISICA 562 563 JOLIOT: PUNTO D E ENCUENTRO D E L A HISTORIA Y D E L A FISICA

grupo de Joliot parece haber demostrado que un neutrón libera 3 Curie», «Es demasiado optimista», «Como máximo podemos contar con
neutrones, muy interesante.» Dejemos transcurrir algunos años más y 1 neutrón, es decir, insuficiente para provocar una reacción en cadena»;
leeremos frases como las siguientes: «Numerosos experimentos han otra posibilidad más frecuente y más grave es que no comprenda el
demostrado que un neutrón libera entre 2 y 3 neutrones.» U n esfuerzo mensaje o, peor aún, que no le interese y lo sustituya por otro total-
adicional y nos encontramos con la frase de partida: «Un neutrón libera mente distinto: «He creado un nuevo patrón para definir la unidad
2,5 neutrones.» Dejando transcurrir otro corto periodo de tiempo, esta internacional del radio, pasa el mensaje»; también puede transmitir el
frase, sin rastro de modalidad, sin autor, sin opinión, sin polémica ni mensaje, pero asumiendo su autoría: «Me pregunto si un neutrón puede
controversia, sin tan siquiera alusión a su mecanismo experimental de liberar 3 o 4 neutrones», lo que corresponde a transmitir el enunciado
base, adoptará un estado más categórico todavía. Los atomistas dejarán con fidelidad, pero sin colmar las expectativas de Joliot, pues no será
de hablar de ella, cesarán incluso de escribir al respecto —excepto en un considerado como el autor del mismo. Si imaginamos una cadena lo
curso de introducción o en un artículo de divulgación—, ya que se trata suficientemente larga, en la que cada jugador adopta la misma postura
de algo demasiado evidente. De la polémica más airada al conocimiento que el segundo, tendremos una idea de campo científico y de la dificul-
tácito, el paso es progresivo y continuo —por lo menos cuando todo tad que supone convencer a alguien. E l caso ideal en el que cada colega
transcurre con normalidad, lo que por supuesto ocurre raramente. transmite el mensaje sin deformarlo, aprobándolo, utilizándolo y respe-
¿Cómo puede Joliot hacer abstracción de las modalidades que tando la autoría de Joliot es sumamente infrecuente.
rodean al hecho científico que desea establecer? L a respuesta a este Joliot, como todos los investigadores, necesita a los demás, necesita
interrogante explica por qué no puede existir una historia de las ciencias disciplinarlos, convencerlos, no puede prescindir de ellos y encerrarse en
distinta de la historia social (en el sentido descrito más arriba). Joliot el. Collège de France, convencido de que es el único en tener razón. Pero
puede estar íntimamente convencido de que la reacción en cadena es no por ello se encuentra totalmente desarmado. En las discusiones con
factible y que, en algunos años, hará posible la fabricación de una pila sus colegas puede apelar a otros recursos. Ésta es precisamente la razón
atómica. Sin embargo, si cada vez que menciona esta posibilidad, todos de que tenga tanta prisa en ralentizar los neutrones con el deuterio.
sus colegas corean las modalidades de su afirmación con frases como: Solo, no puede esperar que sus colegas le crean, pero si su pila pudiera
«Es ridículo creer que... (enunciado)», «Es imposible pensar que...», «Es entrar en una reacción en cadena, aunque sólo fuera por unos segundos,
peligroso imaginar que...», «Es contrario a la teoría pretender que...», y lograra captar pruebas suficientes de este suceso para que nadie
Joliot se encuentra desarmado. N o puede transformar, por sí mismo, el pudiera acusarle de haber visto visiones, Joliot ya no estaría solo. Los
enunciado en un hecho científico aceptado por los demás; por definición, neutrones.de la pila, inscritos en forma de diagrama, estarían junto a él,
les necesita para llevar a cabo dicha transformación. Szilard reconocerá apoyando sus palabras, disciplinados y controlados por sus colaborado-
por iniciativa propia: «Ahora estoy convencido de que Joliot puede res, y perfectamente alineados. E l experimento del hangar de Ivry es
lograr que la pila funcione.» Aunque añade acto seguido: «Mientras no muy caro, pero su coste es el que obligará a sus estimados colegas a
sea antes de que los alemanes ocupen París.» En otras palabras, el tomarse en serio su artículo publicado en Nature. Durante seis meses, es
destino del enunciado está en manos de los demás, de los estimados la única persona del mundo que dispone de los medios materiales para
colegas, que por esta razón son objeto de amor y de odio (un amor y un movilizar a sus colegas y a los neutrones alrededor y en el interior de
odio de mayor intensidad cuanto menos numerosos son y cuanto más una verdadera pila. L a opinión de Joliot, basada en los diagramas de
esotérico o más importante es el enunciado en cuestión). No se trata de Halban y de Kowarski, obtenidos a su vez a partir de la esfera de cobre
una desafortunada «dimensión social», que demostraría únicamente que suspendida en el hangar de Ivry, no puede rebatirse con tanta facilidad
los científicos también son humanos, demasiado humanos. L a contro- —prueba de ello es que tres grandes países en guerra, que hasta ahora
versia no es algo de lo que se podría prescindir si los investigadores apenas se habían manifestado, se ponen inmediatamente a trabajar.
fueran de verdad científicos. Aunque imaginemos a Joliot escribiendo Disciplinar a los hombres movilizando las cosas, movilizar las cosas
directamente un artículo de enciclopedia acerca del funcionamiento de disciplinando a los hombres, éste es el nuevo método utilizado para
una central nuclear, siempre será necesario convencer a los demás. Los convencer, denominado a veces investigación científica.
demás están siempre ahí, escépticos, indisciplinados, distraídos, desinte- E l enredo con el que habíamos iniciado este capítulo no es un
resados; forman siempre el colectivo al que Joliot no puede renunciar. Si aspecto desafortunado de la producción científica, sino el resultado de
nos dirigimos a un historiador, especialista en los alzamientos populares dicha producción. En todos los casos encontraremos una combinación
del siglo XVIII contra el hambre o en el sentimiento de decadencia del de hombres y cosas capaz de provocar o de zanjar una controversia. Si
siglo X I X , y le mostramos el artículo «neutrón» de la Enciclopedia Dautry, una vez que Joliot le expusiera su proyecto, no hubiera recibido
Larousse, le invadirá una sensación de total desamparo. Si por el opiniones favorables de sus asesores, Joliot no hubiera contado con los
contrario le sometemos la cuestión de la controversia de los neutrones, se medios de movilizar las toneladas de grafito necesarias para su experi-
sentirá en terreno conocido y en condiciones de analizar, sin ningún mento —y, por ende, no hubiera convencido a los asesores de Dautry,
esfuerzo descomunal, esta historia llena del ruido y la furia a los que está sus colegas—. Este mismo trabajo científico es el que le conduce a bajar
acostumbrado. al hangar, a subir al despacho de Dautry, a acercarse a sus colegas, a
Podemos imaginarnos la situación colectiva como una cadena de repetir sus cálculos una y otra vez. E l mismo esfuerzo de disciplina le
personas que se transmiten un mensaje, como en el juego del telegrama. obliga a ocuparse de la evolución del C N R S —sin el cual no existirían
Joliot empieza el juego diciendo: «Un neutrón debe poder liberar 4 colegas físicos lo suficientemente modernos para interesarse por sus
neutrones, pasa el mensaje.» ¿Qué dirá el siguiente colega? N o es preciso argumentos—; a celebrar conferencias en los círculos obreros comunis-
que sea un transmisor fiel del mensaje, en realidad puede decir muchas tas —sin lo cual la investigación científica no hubiera gozado del apoyo
cosas; por ejemplo, criticar el enunciado: «No es más que otra locura de necesario—; a rondar por los despachos ministeriales; a invitar a su
JOLIOT: PUNTO DE ENCUENTRO D E LA HISTORIA Y D E LA FISICA 564 565 JOLIOT: PUNTO D E ENCUENTRO DE LA HISTORIA Y DE

laboratorio a los directivos belgas de la Unión minera —sin los cuales los colegas, los aliados, el público y, por último, lo que denominaré
no podría confiar en obtener las toneladas de residuos radioactivos vínculos para evitar las palabras contenido y concepto, cargadas de
necesarios para fabricar su pila—; a escribir artículos en Nature —sin lo connotaciones del pasado. Cada una de estas cinco actividades es tan
cual el objetivo de su investigación carecería de sentido—; pero sobre importante como las demás y actúa sobre ella misma y sobre las otras
todo, es preciso, es indispensable que se produzca esta maldita reacción cuatro: sin aliado no hay grafito, y por ende, no hay pila; sin colegas, no
en cadena. L a energía que Joliot invierte con Szilard, Kowarski, Dautry hay aprobación por parte de Dautry y, por ende, no hay grafito; sin
y todos los demás es proporcional a la cantidad de recursos y de medio de calcular la tasa de producción de neutrones, no hay evaluación
intereses ya movilizados. Si la pila converge, es decir, cada neutrón sólo de la pila ni pruebas y, por ende, no hay colegas convencidos. Se podría
libera un neutrón, todos los recursos acumulados se separan y se esquematizar el trabajo de Joliot a través del rosetón adjunto, diferen- contexto
dispersan. Los esfuerzos desplegados no han valido la pena. Esta vía de ciándolo una vez más del modelo corriente compuesto por un núcleo y global^
investigación es costosa, inútil o prematura. ¿Es posible decidir si esta por un contexto.
evaluación es científica, fundamental, aplicada, política o militar? N o L a proeza de Joliot, en el centro del rosetón, consiste en encontrar el
importa; este tipo de división carece de interés. Por el contrario, el medio de mantener unidos los instrumentos, a los colegas físicos, los
trabajo que convierte un problema de independencia nacional en un intereses que ha aportado y al público; sólo podrá lograrlo si desvela el
problema de neutrones de acción más o menos lenta, sí es importante. mecanismo de la reacción en cadena, y debe hacerlo rápido, antes de que
Szilard se adelante, antes de que los alemanes invadan Francia, antes de
que se agoten los 200 litros de agua pesada procurados en Noruega,
¿Historia de las Las operaciones de traducción transforman cuestiones políticas en antes de que Halban y Kowarski, denunciados por extranjeros por sus
ciencias o historia de cuestiones técnicas y viceversa; las operaciones de convicción movilizan, vecinos, se vean obligados a huir. Existe, al igual que en el modelo
e n a
los científicos? ' misma controversia, a un grupo de actores humanos y no huma- superior, un «núcleo central», pero no está definido por las preocupacio-
nos. E l resultado de estas dos operaciones nos lleva a definir una especie nes más alejadas de las demás, sino que, por el contrario, es el que
de «derecho de seguimiento»: no existirá historia general comprensible si permite mantenerlas juntas, fortalecer la cohesión, acelerar la circula-
el historiador no acepta seguir todos los contenidos científicos y técnicos ción. Este famoso núcleo central es una especie de nudo de autopistas; el
que se han convertido en indispensables para el desarrollo de esta quinto círculo permite pasar rápidamente de una preocupación a otra.
historia; no existirá historia de las ciencias si el historiador no descubre Todo el cuidado que tenemos, toda la energía que invertimos en descu-
la multiplicidad de actores, de recursos y de desafíos que en ella brirlo y en cuidarlo no depende, como ocurre en el modelo corriente, de
intervienen. E n lugar de definir a priori una distancia entre el núcleo su distancia, sino del número de elementos heterogéneos que debe ser
central y un contexto dado, con lo cual los innumerables cortocircuitos capaz de abarcar. E l contenido debería denominarse, paradójicamente,
entre los ministros y los neutrones resultarían imposibles de explicar, la si se aplicaran reglas etimológicas, continente, lo que se «mantiene
historia social de las ciencias se basa, más bien, en hilos, nudos y unido».
trayectorias. E l historiador no debe establecer de antemano los grados Esta paradoja es únicamente fruto de la costumbre de contemplar la
de alejamiento que permitirán ir del infierno de las relaciones sociales al historia de las ciencias según el modelo superior, es decir, en términos de
empíreo de las teorías matemáticas, a través de círculos sucesivos. contexto y de núcleo. En este modelo, nos parece absurdo considerar los
Tampoco debe definir, de antemano, un acercamiento continuo y repeti- aspectos más técnicos del razonamiento de Joliot como los más directa-
tivo por el cual la sociedad se contemple siempre bajo la ciencia. En esta mente relacionados con las preocupaciones sociales, políticas e instru-
historia llena de ruido y de furia, las distancias no tienen tanta relevan- mentales. Sin embargo, un historiador, preocupado como tal por el
cia como los vínculos heterogéneos a menudo imprevisibles. E n ocasio- crecimiento y el desarrollo del enredo socio-técnico, elegirá rápidamente
nes será posible seguir un razonamiento durante varios minutos, pasan- entre uno de los dos modelos. ¿Por qué existe un núcleo central o un
do de una ecuación a otra, y derivar bruscamente en un problema de quinto círculo? Los defensores del primer modelo —unos basándose en
defensa nacional, para centrarse rápidamente en la grasa y el lubricante el contexto y otros en el contenido— tienen serias dificultades para
de un equipo, antes de dejarse llevar, con la misma prontitud, a través de responder a esta pregunta, ya que se enfrentan a dos historias, la del
una larga secuencia de fantasías técnicas, y volver, al cabo de cierto contexto y la del contenido, cada una con su propia lógica, dinámica y
tiempo, a cuestiones de honor profesional mancillado o a historias de periodicidad. E n el mejor de los casos los dos grupos ofrecerán dos
dinero. respuestas, una del lado científico y otra del lado social; en el peor de los
Si bien, por definición, es imposible describir en general, y una vez casos no ofrecerán ninguna y alegarán que existe un núcleo central
por todas, los vínculos heterogéneos e imprevisibles que explican la porque, pensándolo bien, las ciencias escapan a la acción del tiempo.
formación de un contenido técnico determinado, no es imposible, en Por el contrario, la historia social sólo aporta, en principio, una respues-
cambio, identificar rápidamente las distintas preocupaciones que todo ta posible: la existencia de un núcleo central, de un contenido técnico
investigador debe tener en mente en un momento dado. Para descubrir esotérico depende directamente de la amplitud de los demás círculos. Si
el camino a seguir bastará con retomar el episodio de Joliot que hasta consideramos, por ejemplo, el progreso del programa de investigación
ahora nos ha servido de ejemplo. Joliot debe lograr que su pila funcione; de Joliot desde el descubrimiento de la radiactividad artificial hasta los
convencer a sus colegas; interesar a los militares, a los políticos y a los años 50, con la creación del C E A y del programa francés de armamento
industriales; ofrecer al público una imagen positiva de su actividad; y, nuclear, podríamos definir, muy esquemáticamente, varios estados de
por último, algo tan fundamental como lo anterior, comprender lo que tecnicidad, pero cabría definir, además, varios conjuntos de equipos,
ocurre con estos neutrones tan importantes. Estos cinco enfoques permi- alianzas y políticas. Unos se cruzan con los otros, o mejor dicho, se
ten encuadrar perfectamente el trabajo del historiador: los instrumentos, cruzan porque los otros cruzan. A l principio, el descubrimiento de la
JOLIOT: PUNTO D E E N C U E N T R O D E L A HISTORIA Y D E LA FISICA 566 567 JOLIOT: PUNTO D E ENCUENTRO D E LA HISTORIA Y D E LA FISICA

de los historiadores con objeto de humillarlos recordándoles la existen-


cia de otro mundo, de un mundo fuera del alcance de la historia;
tampoco son un don exclusivo de los epistemólogos, que les permiten
menospreciar a los que desconocen las ciencias. Forman parte de
nuestro mundo, crecen en él porque son parte de él.
(&B3 C8 V4US23M CVtO

Ahora ya conocemos el papel que puede desempeñar la sociedad en Compendio de la


la ciencia; la ciencia y la sociedad son dos ejemplos de una misma cosa historia social de las
en dos estados diferentes de traducción. Tenemos, además, una idea más ciencias
clara del proyecto de la historia social de las ciencias, de las principales
nociones que utiliza y del tipo de vínculos que desea describir —a
w o ü . u n i - i a * ?. l n lene medida que avanzábamos también hemos podido vislumbrar de qué
otras historias paralelas se distingue—. Si generalizamos el esquema
obtenido a partir del modelo de Joliot, podremos dibujar a grandes
trazos el campo de acción de esta historia y el tipo de objetos que utiliza
AuJourJ'íiii 15 SVicbrc la^S 12 ücur.-.s Í 2 , la y que, en su mayor parte, resultan familiares a los historiadores. Para
pi-cuii-iv pile .-•l. t¿'"ij- XrT.ijt.ioc, óctiaíraitc ;--r Icn nolna
J
simplificar y ordenar este examen, me contentaré con describir muy
Su Coaa,ice<U'in'i, & l<"7.~r¿:c Ato¡.iBiie riu a'urt de CLátlllon, brevemente cada uno de los cinco círculos del conjunto que define el
estado de las operaciones de traducción y de convicción propias de una
r CÜ_BC:.C? J. fonetlou.er. .
comunidad científica. Por supuesto, tal descripción sólo tiene sentido en
Aa courr. *r. cr ¡¡¡valer co.'oi, plln & o?y£c -
( - un ejemplo empírico determinado, pero puede ser útil referirse, aunque
."ur.'citiai ct ci.u ¡.«.urce, -. "'.vloppí uso puissañoe 4e sea rápidamente, a todo el campo de la historia social de las ciencias con
l'srdiv- 2.- .•¡acl»u':p vr;6o. -n pleln focotio.-üiCü n» E S objeto de recordar sencillamente la inmensidad de lo que ignoramos. Es
f

obvio que para describir este tipo de rosetón, cualquier punto de partida
• f O i t c i t c c pourrn uV.clJiIrc qixclraf» Jtllovotta.
es válido, siempre y cuando se complete el recorrido.
•5."v:c pile R ?v? ccüsiruiin prlr.elpilen-nt osase
u». afpretil 3»C6sal üctílr.* * tonxr 1-r tccbnicie&a et £
Movilización del mundo
ríeouirc les proTaiiit» poi.«s p»y !•>' i.-o:t¡-:r.:ctlor. í c pilca
^ plue ^r-Mi^c piil<ií'.ftncc« Tille poun-o fitr* *!sploy5o ceáse. El primer campo de acción de la historia social de las ciencias se
propiciour "c p n i l 5 - i i l t . c j . t a a r t i f i c í e l a utllisis refiere a la movilización del mundo y a su puesta en contacto con las
*•»:!-. 1er. ¡i£pl tatúe «¡i Ir Wrr-toir." 8. v controversias. Denominaré este primer círculo, círculo del desplazamien-
to. Se trata de desplazarse hacia el mundo, de dotarlo de movilidad, de
La cadena de los enunciados encauzarlo hacia los puntos controvertidos, de protegerlo y adaptarlo a
y la cadena de los neutrones
coinciden: la muy joven CEA
tí ií»<»¿ un uso retórico. Algunas disciplinas, como la física nuclear de Joliot, se
anuncia a la prensa el ocuparán de la historia de los instrumentos y de los grandes equipos
nacimiento de la primera pila que, desde la Segunda Guerra mundial, forman la historia de la mega-
atómica francesa. ciencia. Para muchos otros, se tratará de la historia de las expediciones
iniciadas hace tres, e incluso cuatro, siglos por todo el mundo y destina-
Cámara de Wilson: dado que radiactividad artificial tendrá repercusiones en la cámara de Wilson, en das a recoger plantas, animales, rocas, trofeos y datos cartográficos.
las partículas son invisibles, Otras ciencias no se interesarán por los instrumentos ni por las expedi-
los lisíeos las reconocen por
algunos colaboradores, en el comité Nobel, en el físico francés Jean
las huellas que dejan sobre Perrin y en algunos periodistas. A l final, el programa nuclear francés ciones, sino por la historia de las investigaciones que permitieron
algo visible. El físico inglés repercutirá en el C E A , en la creación de una profesión de atomistas, en profundizar en el conocimiento de una sociedad o de una economía. E n
Wilson, que era el general de Gaulle y en todas las relaciones internacionales de la todos los casos, se trata de llevar a cabo lo que Emmanuel Kant
meteorólogo, tuvo la idea denominaba, en su calidad de filósofo, una revolución copernicana. E n
de seguir las partículas a
guerra fría. ¿Aumentó considerablemente el contenido técnico? Por
través de la condensación supuesto, pero ahora se trata de mantener unida a toda Francia. E l lugar de girar en torno a los objetos del mundo, el sabio los hace girar a
de pequeñas gotas de lluvia círculo central equivale a una intersección de carreteras; un sencillo su alrededor. E l geólogo se pierde en el escenario indescifrable del
en una nube de vapor de cruce es suficiente para carreteras regionales, pero si se trata de inmen- paisaje que recorre con su martillo. Si todas las formaciones geológicas
agua creada en el interior se encuentran cartografiadas, el geólogo que mide y recoge en su bloc de
de una cámara. Con la sas autopistas de ocho carriles, es necesario un complejo sistema de
fotografía de la trayectoria nudos con pasos a distintos niveles. Los que quieren escribir dos notas una colección de especímenes etiquetados y ordenados, proceden-
de las gotitas puede historias, una para la sociedad y otra para la ciencia, son como los que tes de una misma zona, ya domina mucho mejor la Tierra y su historia.
identificarse una partícula. pretenden comprender la evolución de los cruces de carreteras sin El historiador de este primer círculo debe ocuparse de las expedicio-
Joliot perfeccionó la cámara
de Wilson. preocuparse para nada de las carreteras, o peor aún, comprender la red nes, de las inspecciones, de los instrumentos y de los grandes equipos,
viaria prescindiendo de los cruces. Los contenidos técnicos no son pero también de los lugares que reúnen y mantienen unidos todos los
misterios asombrosos diseminados por los dioses a lo largo del camino objetos del mundo que le interesan. Las galerías del Museo de historia
JOLIOT: PUNTO D E ENCUENTRO D E L A HISTORIA Y D E LA FISICA 569 JOLIOT: PUNTO D E ENCUENTRO DE LA HISTORIA Y D E LA FISICA
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natural, las colecciones del museo del Hombre, los mapas del Servicio filósofos ha sido una ardua labor; así como obtener, mediante mezclas
geográfico, las bases de datos del C N R S , los archivos de la policía, el sutiles, neurobiólogos a partir de biólogos y de neurólogos, o psicosoció-
equipo de los laboratorios de fisiología del Collège de France, todos logos a partir de psicólogos y de sociólogos. E l conflicto entre facultades
estos objetos de estudio son necesarios a aquel que desea comprender a no es un aspecto perjudicial de las ciencias, sino uno de sus motores. E l
través de qué meditaciones pasamos gradualmente, hablando entre único medio de incrementar un poco el valor de una prueba presupone
hombres, a hablar de cosas. U n economista, desamparado hasta este la existencia de un colega capaz de criticarla y de utilizarla al mismo
preciso instante, empieza, gracias a un nuevo sondeo y a nuevos bancos tiempo. ¿De qué serviría, obtener de un satélite diez millones de imágenes
de datos, a generar estadísticas fiables a razón de miles de columnas por con colores falsos si sólo existieran en el mundo dos especialistas
minuto. U n ecologista a quien nadie tomaba en serio es de pronto capaz capaces de interpretarlas? U n especialista aislado es una contradicción.
de presentar en los debates la contundencia de bellas fotografías colorea- Nadie puede permitirse la especialización sin rodearse de un pequeño
das tomadas por satélite que le permiten seguir el avance del desierto de grupo autónomo de colegas.
Burkina-Faso sin salir de su laboratorio de Jussieu. U n médico, que L a historia de las profesiones científicas —por las que se inclinan los
solía tratar a cada paciente como un caso particular en su casa, se anglosajones— y la de las disciplinas —predilección de los franceses—
encuentra de repente frente a grandes tablas de síntomas basados en es, sin duda alguna, la parte más desarrollada de la historia social de las
cientos de casos, que la administración sanitaria le proporciona deferen- ciencias. Versa tanto sobre la historia de los cuerpos como sobre la de
temente. Si queremos comprender por qué estas personas empiezan a las sociedades eruditas de las grandes agrupaciones, como por ejemplo
hablar en un tono más alto y con mayor seguridad, sigamos la historia las asociaciones para el progreso de la ciencia, o pequeñas camarillas y
de esta movilización del mundo, gracias a la chai tienen a su alcance una otros «microcosmos» que forman la simiente de las relaciones entre
serie de cosas que pueden adaptar a sus argumentos. investigadores. En términos más generales, versa sobre lo que, en el
Además de los instrumentos, en el sentido amplio de la palabra, y de transcurso de la historia, permite distinguir a un sabio de un virtuoso, de
sus lugares de reunión, el historiador del primer círculo también debe un intelectual o de un aficionado. ¿Cómo organizar los valores de una
ocuparse de los sistemas metrológicos que garantizan el suministro nueva profesión, el control meticuloso de las barreras de acceso, de los
regular de datos. Con este término me refiero a la metrología en sentido títulos? ¿Cómo imponer el monopolio de la competencia, cómo regular
estricto, es decir, al mantenimiento de las constantes de medida, pero la demografía, interna y disponer a los discípulos y a los estudiantes?
también en un sentido un poco más amplio: establecimiento y manteni- ¿Cómo resolver los innumerables conflictos de competencia entre profe-
:

miento de las cadenas de equivalencia. En sentido estricto, estudiaremos sión y disciplina paralelas?
la historia del cálculo de pesas y medidas, y en el sentido amplio nos Además de la historia de las profesiones y de las disciplinas, el
ocuparemos de la historia del cálculo de costes y precios, por ejemplo. segundo círculo engloba la historia de las instituciones científicas. Deben
Examinaremos cómo se organizan las categorías socio-profesionales de existir organismos, medios, normativas y estatutos destinados a mante-
los sondeos del I N S E E (Instituto nacional de estadística y de estudios ner unida esta multitud de colegas. Es impensable que exista una ciencia
económicos), cómo se enseña a los naturalistas, embarcados en misiones francesa sin una historia de la Academia, del Instituto, de las grandes
concretas, a recoger especímenes sin estropearlos y, además, cómo las escuelas, del C N R S , del departamento de investigaciones geológicas y
señales de los relojes atómicos mantienen a lo largo de los años el ritmo mineras o de la dirección de puentes y caminos. Las instituciones son
del tiempo universal. Se llevarán a cabo monografías del observatorio de tan imprescindibles para dirimir controversias como el flujo continuo de
Greenwich o del de París tan detalladas como las del Museo nacional de datos obtenido en el primer círculo.
historia natural o del célebre jardín botánico de Kew Gardens situado al
oeste de Londres. L a historia del primer círculo resumida en una frase es Alianzas
la historia de la transformación del mundo en elementos móviles, Ningún desarrollo de instrumentos, ningún proceso de autonomía de
estables y combinables. Podríamos decir que es la historia del «gran disciplinas, ninguna creación de instituciones puede llevarse a cabo sin el
libro de la naturaleza» redactada por los científicos en caracteres tercer círculo, que denomino de las alianzas. Es menester despertar el
legibles, la historia de la logística. L a administración se adaptará a lo interés por la controversia de grupos a los que hasta el momento «les
que venga, pero ¿y el mundo? importaba un comino». Es preciso, aunque nada fácil, despertar el
interés de los militares por la física, el de los industriales por la química,
Autonomía el de los reyes por la cartografía, el de los maestros por la pedagogía, el
de los diputados por las ciencias políticas... Sin esta labor de incitación,
Poseer datos es fundamental para convencer, pero debe existir los demás círculos se limitan a ser un viaje sin salir de casa; sin colega y
alguien a quien convencer. E l objetivo de los historiadores del segundo sin mundo, el investigador no cuesta mucho dinero, pero lo que dice
círculo consiste en demostrar cómo un investigador se rodea de colegas. tampoco vale gran cosa. Vastos grupos, ricos y bien equipados, deben
Llamo a este círculo el círculo de la autonomía, pues atañe al esfuerzo ser movilizados para que la labor científica adquiera una cierta impor-
por el cual una disciplina, una profesión, una camarilla, un colegio tancia, las expediciones se extiendan y se consoliden, las instituciones se
invisible se independizan, crean su propio criterio de evaluación y de desarrollen, las profesiones se afiancen, las cátedras y otros cargos se
aptitud. Tendemos a olvidar que los especialistas fueron en su día abran. Recordemos que se trata de una operación de traducción que no
aficionados, al igual que los militares se recluían entre los civiles. N o permite saber de antemano quién saldrá favorecido o perjudicado en las
siempre han existido investigadores y sabios. Destilar químicos a partir alianzas, quién lleva el timón y quién va a remolque, quién alcanza sus
de alquimistas, economistas a partir de juristas, sociólogos a partir de objetivos y quién sacrifica los suyos. N o se trata de estudiar el impacto
JOLIOT: PUNTO D E ENCUENTRO D E L A HISTORIA Y D E LA FISICA 570 JOLIOT: PUNTO D E ENCUENTRO DE LA HISTORIA Y DE LA FISICA
571

de una infraestructura económica en el desarrollo de la superestructura por el mundo para dotarlo de movilidad, para convencer a sus colegas,
de las ciencias, sino de observar cómo un industrial transforma sus sitiar los ministerios y los consejos de administración, deben ahora
productos invirtiendo en un laboratorio especializado en la física de los normalizar sus relaciones con el público. Representación o escenificación
sólidos, cómo un servicio geológico logra ampliarse mediante su incor- es el nombre que reservo a la historia de este cuarto círculo. En él
poración a la dirección general de carreteras. Se trata asimismo de encontramos la historia de las representaciones que las sociedades se
estudiar cómo se resuelve la cuestión de la responsabilidad global, tras han creado, sucesivamente, de certezas científicas, de su epistemología
una serie de complejos procesos de traducción que pueden abarcar una espontánea. ¿Qué confianza se ha depositado en la ciencia? ¿Cómo se
gama completa (connivencia, traición, contratos, entusiasmo). ¿Quién mide esta confianza en los distintos periodos y disciplinas? Encontramos
dirige a quién? ¿Quién es el motor inmóvil de toda esa agitación: la también la historia agitada y altamente reveladora de cómo una socie-
ciencia o la política, la administración o el conocimiento, el derecho o el dad recibe una teoría o una disciplina: ¿cómo fue acogida la física de
hecho? Esta nueva controversia, centrada no en la composición de las Isaac Newton en Francia? ¿Cómo integraron los religiosos ingleses la
alianzas, sino en su balance, se une a todas las demás y sirve de recurso teoría de Charles Darwin a sus creencias? ¿Cómo fue aceptado el
para activar o ralentizar las operaciones científicas. sistema Taylor por los sindicalistas franceses durante la Primera Guerra
Estas alianzas adoptan innumerables formas según las circunstan- mundial? ¿Cómo se va integrando poco a poco la economía en el fondo
cias, pero existen cuatro que cubren la mayor parte de la historia de las común del periodismo? ¿Cómo la pedagogía cotidiana va absorbiendo
ciencias: alianzas con el Estado, con el ejército, con la industria, con el paulatinamente al psicoanálisis?
sistema de enseñanza. L a primera se resume en el estudio de la «tecno- Pero el interrogante más importante de este círculo, interrogante
cracia» y de la «burocracia», es decir, la creación de un poder competen- todavía intacto, concierne a la resistencia activa de millones de personas
te desde el punto de vista científico. Disciplinas infinitas, unas prestigio- ante la expansión, los privilegios, las pretensiones de las innumerables
sas, otras menos, se han adaptado a la administración, uniendo su disciplinas científicas. ¿Qué hacemos para no creer, para no entender,
estructura a la del Estado. Desde el punto de vista de las cifras y las para rechazar los resultados de las controversias científicas a las que nos
escalas, las dos alianzas más importantes y prácticamente indisociables encantaría dar curso como si fuéramos conductores fieles y fiables? Digo
son las establecidas con el ejército y con la industria, sin ellos no hay que esta historia está intacta porque los sabios tildan de escándalo el
ciencia, apenas un puñado de científicos. Esta enorme labor de persua- que su saber no goce de un apoyo universal. Inconscientes del inmenso
sión y de vinculación no era evidente; no existía ninguna razón natural trabajo necesario para difundir sus conocimientos, no contemplan nunca
que relacionara a un militar con una molécula química, a un industrial la resistencia de las multitudes como otro trabajo, tan interesante como
con un electrón. N o existía ninguna trayectoria natural que les llevara el suyo propio, aunque tenga por objeto minar la moral. Hablan de
hacia un punto de encuentro. Fue preciso crear esta trayectoria y su ignorancia y de divulgación, en lugar de aludir a la expansión y a la
inclinación, modelar el mundo social y material para que las alianzas resistencia activa. L a historia de las ciencias, desde el punto de vista de
fueran inevitables. Ello encierra una inmensa historia, apasionante, aquellos que la rechazan activamente, todavía no se ha escrito, aunque
probablemente crucial para comprender nuestras sociedades, y que, en por definición forme parte del sistema de investigación.
su mayor parte, queda aún por escribir. L a cuarta alianza, por último,
aunque menos espectacular es igualmente importante para la reproduc- Vínculos y elementos vinculantes
ción y la expansión de los demás círculos. N o hay nada que predisponga
a un niño del campo o de la ciudad al aprendizaje de las matemáticas, Llegar al quinto círculo no significa alcanzar por fin las ciencias.
de la química, de la física, de las ciencias naturales o de la crítica Desde el primer círculo, no nos hemos desviado ni un momento de la
literaria. Sin la enorme caja de resonancia de la enseñanza, aunque todo trayectoria de la inteligencia de los sabios aplicada al trabajo. N o
lo demás funcionara perfectamente, las ciencias serían incomprensibles, obstante, alcanzar el círculo que yo llamo, a falta de algo mejor, el de los
aisladas, incluso, tal vez, sospechosas. L a historia de la vinculación de vínculos y elementos vinculantes, consiste en tratar con algo que en efecto
una disciplina y de un sistema educativo es uno de los elementos es más consistente. La razón de esta consistencia adicional es bien
decisivos, al que afortunadamente los historiadores de la enseñanza han conocida. Mantener simultáneamente todos los recursos movilizados en
dedicado más horas de estudio que a otros muchos campos de la los otros cuatro círculos no es un juego de niños. Ahora es conveniente
historia social. atar sólidamente todos estos hilos que se encuentran todavía dispersos,
para evitar que cedan a las fuerzas centrífugas. Esta amalgama heterogé-
Representaciones nea sólo pretende desorientar; el mundo sólo trata de convertirse en algo
indescifrable y lejano; los colegas sólo hacen lo que Ies da la gana; los
Aunque los instrumentos estuvieran disponibles, los colegas forma- aliados pierden la paciencia o el interés; el público desea ardientemente
dos y disciplinados, aunque instituciones bien equipadas controlaran no comprender. A medida que aumenta el número de elementos así
esta armoniosa cohorte de colecciones y de colegas, aunque el Estado, la reunidos, se agudiza la necesidad de encontrar esa noción, ese argumen-
industria, el ejército y la enseñanza apoyaran incondicionalmente las to, esa teoría que los mantendrá unidos. La consistencia del vínculo
ciencias, quedaría aún mucho por hacer. Toda esta movilización de permitirá que la unión perdure.
objetos nuevos, de átomos, de fósiles, de bombas, de radares, de mate-
máticas nuevas, toda esta agitación y todas estas controversias trastocan
el circuito normal de las creencias y de los intercambios de opiniones; lo Esta relación esencial entre la consistencia y la duración explica por La enucleación de la
contrario sería sorprendente, ya que ésa es precisamente la razón de que qué siempre parece tan difícil desarrollar la historia de las ciencias. En historia
existan ciencias. Los mismos científicos que se vieron obligados a viajar efecto, la labor realizada en este quinto círculo es la que permitirá
JOLIOT: PUNTO DE ENCUENTRO D E L A HISTORIA Y D E LA FISICA 572 573 JOLIOT: PUNTO D E ENCUENTRO D E LA HISTORIA Y D E LA FISICA

distinguir, por primera vez, los agregados más sueltos de los más militares, siguiendo las sucesivas traducciones, se interesará inevitable-
compactos; los primeros determinarán lo que historiadores y filósofos mente por la historia del plutonio; más concretamente, esta inexorabili-
denominan «circunstancias» o «contingencias históricas», los segundos, dad es función del trabajo y del éxito de Joliot. Teniendo en cuenta la
lo que llaman «necesidad». L a historia social no sólo es más fuerte que labor desarrollada por los sabios durante tres o cuatro siglos, ¿cuánto
las historias a las que pretende sustituir, une con más firmeza la tiempo podemos estudiar a un militar sin pasar por un laboratorio? L a
inteligencia y el trabajo, es más razonable, sino que, además, es capaz de investigación será la encargada de responder a esta pregunta, pero
comprender los acontecimientos que las provocan y las razones de ello. podemos adelantar que el tiempo no será superior a un cuarto de hora.
En efecto, si no prestamos la suficiente atención al conjunto de la Sería absurdo, por consiguiente, elaborar una historia militar sin orien-
labor de los sabios, podemos pensar que existe, por una parte, una tarse hacia los laboratorios que forman parte de ella. N o se trata de
historia de las contingencias, y por otra, en el centro, una necesidad no saber si tenemos derecho o no a elaborar una historia sin prestar
histórica. En este punto, cualquier descuido o distracción puede echarlo atención a las ciencias y a las técnicas; se trata de una cuestión de hecho;
todo a perder. Los vínculos más estrechos se desharán y se separarán de ¿se han visto mezcladas las pasiones y la vida de los actores observados
los elementos que agrupan y mantienen unidos. Algo más de fluctuación por los historiadores con actores no humanos procedentes de laborato-
y el núcleo de los contenidos científicos se separa de lo que se convertirá, rios y de profesiones científicas? En caso afirmativo, resulta impensable
por oposición, en un «contexto» histórico contingente. prescindir del plutonio al que Joliot y los militares recurrieron en
El modelo del contenido y del contexto que tanto he criticado es el nombre de la paz y de la guerra.
resultado de la falta de atención y de la separación, a partir del trabajo Una enucleación previa de la historia provoca fatalmente la imposi-
heterogéneo y múltiple de los sabios. E l conjunto de este trabajo se bilidad de comprender las ciencias y, sobre todo, hace que la historia
convierte en una imagen opaca en la que no distinguimos el punto social sea imbécil, en el sentido etimológico de la palabra. ¿Por qué se
esencial, es decir, lo que plasman y agrupan las teorías y los conceptos. interesaron los militares franceses por las controversias entre Joliot y sus
En lugar de un recorrido continuo y tortuoso, el historiador sólo colegas con el fin de resolver sus propios conflictos con los adversarios
encuentra un telón de acero que separa las ciencias de los factores alemanes o ingleses? Este mismo interrogante se plantea en el caso de
extracientíficos. Como en Berlín, un nuevo muro de la vergüenza divide Joliot: ¿por qué tiene que pasar por el cálculo de las secciones eficaces
la fina trama de callejuelas y barrios. A l historiador, desalentado ante del deuterio para descubrir la viabilidad de una reacción en cadena?
estos objetos tan consistentes y duraderos que parecen proceder del más Una respuesta, sin;duda excesivamente esquemática sería: porque una
allá y de los que no comprende las teorías ni su objeto, sólo le queda la vez en posesión del deuterio, Joliot alcanza una situación irreversible;
opción de enviarlos al cielo de Platón y de reunirlos en una historia antes de 1940 podían existir dudas sobre la reacción, pero todas se
completamente fantástica que a menudo llamamos «historia de las disipan en esa fecha. E l coste de la prueba aumenta considerablemente.
ciencias», aunque no tenga nada de histórico ni, por lo tanto, de Dedicarse a la física sin disponer de una pila atómica ya no es posible.
científico. E l daño ya está hecho. Largas trayectorias de ideas y de Pero la respuesta al primer interrogante es similar: una vez seguros de la
principios atraviesan la historia contingente como si de cuerpos extraños viabilidad de la bomba atómica, los militares franceses podrán alcanzar
se tratase. Los historiadores, acostumbrados a estudiar todos los ele- también una situación irreversible; hasta ahora sus palomas mensajeras
mentos colectivos que acabo de enumerar, se desalientan ante tantas y su línea Maginot, que parecía un colador, eran objeto de burla; era
cosas extrañas y dejan las ciencias al cuidado de los sabios y de los fácil derrotarles y crearles problemas; pero a partir de ese momento las
filósofos, contentándose modestamente con estudiar el desenlace de las armas atómicas les protegerán; el coste de la guerra habrá aumentado
batallas, la vida cotidiana, las creencias populares o el precio del trigo. considerablemente. Lanzarse a una guerra sin disponer de físicos atómi-
cos ya no es posible. Esperabais ir a la guerra con una línea Maginot,
Diagramas del modelo E s t modestia les honraría si, al abandonar los contenidos científicos
a
pues os hemos derrotado. Tendréis que recurrir a la física atómica. Las
contenido/contexto y técnicos, no convirtieran en igualmente incomprensible esta pequeñísi- reservas fiables y disciplinadas no están en manos de los generales
ma historia que desean estudiar y a la que pretenden limitarse. En propensos a la traición, sino en manos de los neutrones. U n general más
efecto, lo más grave de esta separación entre el núcleo central y la una línea Maginot, más dos o tres traidores componen un ejemplo claro
corona, entre las teorías y su objeto, no estriba en que una historia de posición vulnerable. U n general y el C E A pueden constituir una
intelectual de las ideas científicas se desarrolle sin trabas, sino en la posición fuerte, más difícil de vencer en cualquier circunstancia (indepen-
creencia exactamente simétrica de los historiadores, según la cual sería dientemente del número de traidores y de las acusaciones contra la
posible, alineando los contextos previamente «enucleados», narrar la lealtad de Joliot).
historia social de nuestras sociedades sin ocuparse de las ciencias ni de las U n historiador que prescinda de los actores no humanos, moviliza-
técnicas. L a primera agrupación, de la que se deducen los sueños de la dos por las ciencias y las técnicas en las batallas humanas, se veta el
epistemología, es sencillamente irritante y pueril; la segunda, que implica camino hacia la comprensión de la irreversibilidad, es decir, el paso del
la ilusión de un mundo social, demasiado social, es mucho más perjudi- tiempo o el aspecto histórico de la historia. Si la historia fuera social en
cial, ya que rodea toda la historia moderna de un halo de oscuridad. el sentido corriente de la palabra, es decir, formada únicamente por
Supongamos, por ejemplo, que el laboratorio de Joliot se ha conver- humanos, sería reversible, totalmente reversible y no se pondría de
tido en una pieza clave de la investigación militar francesa a través de manifiesto el paso implacable del tiempo.
las operaciones de traducción, y que Joliot sólo puede conseguir su
famosa reacción en cadena si descubre un nuevo elemento radiactivo,
el plutonio, que facilitaría dicha reacción. E l historiador de temas
La invención del ordenador
PIERRE LÉVY

Donde veremos cómo el ordenador aparece al final de una cascada de


manipulaciones e interpretaciones de materiales heterogéneos y de
dispositivos varios; como colofón de una sucesión aleatoria de
oportunidades y circunstancias concretas, aprovechadas con distinta fortuna
por múltiples actores.

rimeros días de la posguerra. En todas las mentes, los monstruosos Historia informática

P hongos atómicos se ciernen todavía sobre Hiroshima y Nagasaki;


llegan imágenes indignantes de los campos liberados por los
aliados; se dice que sabios estadounidenses han fabricado un cerebro
electrónico, precisamente al servicio de la construcción de «la bomba».
E l ordenador podría haber nacido en el interior de las alambradas de
Los Álamos, justo antes de que, a su vez, los alemanes lograran cons- Los Álamos: centro
truirlo; los cascotes de una máquina incompleta yacen entre los escom- americano de investigación
en física nuclear, situado en
bros de un Berlín bombardeado. Imposible imaginar un nacimiento más el Estado de Nuevo Méjico,
patético para el emblema de la modernidad técnica. Como si el mal donde se fabricó la primera
absoluto y espantoso, revelado a la humanidad durante esa guerra, bomba A.
pudiera redimirse con los logros de la investigación militar. Como si la
bomba y el ordenador, bautizados en el mismo rio de sangre, fueran los
encargados de velar a partir de entonces por nuestro bienestar: una
aplazando indefinidamente el próximo conflicto mundial y el otro
multiplicando nuestro poder y nuestra inteligencia.

El suceso desencadenante

En una historia de los inicios de la informática se podría considerar


la Segunda Guerra Mundial como una de las principales «causas» de la
invención del ordenador. ¿Acaso no dispondríamos así de una condi-
ción, una determinación enorme, digna de las transformaciones econó-
micas y culturales inducidas por la informática? ¿Acaso para producir
un instrumento tan potente no era preciso movilizar todos los recursos
intelectuales y financieros de las naciones en guerra que luchaban por su
supervivencia? Esta tesis, la de un suceso desencadenante, presenta dos
puntos débiles. En lo que a la intención subyacente se refiere, las causas
y los efectos no son siempre proporcionados. Pequeños acontecimientos El inventor español Torres y
pueden engendrar importantes consecuencias. Pero, ante todo, la tesis de Quevedo (1852-1936)
escribió, en 1914, un
la guerra como causa de la invención no sale indemne de un análisis «Ensayo sobre el
minucioso de los avatares del cálculo automático en los años 30 y 40. L a automatismo». Construyó
guerra no favoreció de forma simple y unívoca la invención del ordena- varias máquinas de calcular.
La fotografía muestra al
dor. N o suscitó la producción en Japón. En Alemania, la llamada a filas inventor en un óleo que se
de Konrad Zuse, inventor de las primeras máquinas electromecánicas conserva en la Real
binarias programables, estuvo a punto de interrumpir su carrera. Pero Academia de las Ciencias.

575
LA INVENCION DEL ORDENADOR 576 577 LA INVENCION D E L ORDENADOR

gracias al apoyo de Helmut Schreyer, ingeniero nazi amigo suyo, aban- utilizable de energía, hasta tanto no consiga reunirse una masa lo
donó el frente y logró invertir la situación al captar fondos militares bastante densa. Pero las relaciones entre las primeras calculadoras
para sus fines. Este episodio no estuvo exento de contrariedades: ni Zuse electrónicas y la bomba de uranio que estalló en Hiroshima se limitan a
ni Schreyer consiguieron convencer a las autoridades de la necesidad de esta metáfora. E l arma atómica se construyó sin ayuda de ningún
construir una máquina electrónica ultrarrápida. E l estado mayor se negó ordenador.
a financiar un proyecto que no beneficiaría inmediatamente el esfuerzo
bélico del país. Pero sí lograron encontrar en la guerra un clima de
trabajo propicio... hasta que los bombardeos aliados empezaron a Precursores y genios fundadores
destruir las máquinas y convirtieron, de repente, el conflicto mundial en
algo más que una posibilidad de financiación. E l historiador de las ciencias y las técnicas que quiera escenificar la
En Francia, el proyecto de calculadora electromecánica programable invención del ordenador es víctima de una segunda tentación clásica: la
de Couffignal, vinculado a la firma Logabax, se interrumpió con el del individuo (o genio) fundador. Varios candidatos se disputan el
estallido de las hostilidades. estrellato, entre los cuales cabe citar a Charles Babbage, Alan Turing y
En Estados Unidos, cuando en 1942 John Atanasoff fue destinado a John von Neumann, aspirantes al papel con diferentes títulos.
un centro de investigaciones de la US Navy, se suspendió bruscamente Charles Babbage (1792-1871), sabio de gran prestigio, matemático,
la construcción, ya muy avanzada, de su calculadora electrónica. E l astrónomo, economista, vinculado a toda la vida científica de la Inglate-
matemático no captó los fondos del ejército, sino que éste captó el genio rra de la primera mitad del siglo XIX, sería un precursor ideal. Debe el
del inventor. También en Estados Unidos, al declararse la guerra, la privilegio de figurar en todas las historias de la informática a la concep-
compañía International Business Machines (IBM) interrumpió la labor ción de dos calculadoras, la máquinaHiferencial y la máquina analítica.
de investigación que los ingenieros Ralph Palmer y Byron Phelps L a primera era una calculadora conectada a una impresora, especializa-
desarrollaban sobre una multiplicadora electrónica. L a prioridad corres- da en operaciones muy frecuentes en cálculos astronómicos y en la
pondía a los encargos del gobierno, orientados todos ellos a aplicaciones creación de tablas matemáticas (logaritmos, senos, raíces cuadradas,
militares. etc.). Babbage la ideó hacia 1830. Su complejidad y su potencia supera-
El caso británico es otro ejemplo de lo ambiguo del papel desempe- ban con creces las de las sumadoras y multiplicadoras disponibles por
ñado por la Segunda Guerra mundial. U n nutrido equipo de sabios y de aquel entonces. N o llegó a construirla, a pesar de la inversión de
técnicos, movilizados en torno al servicio de transmisiones secretas, importantes sumas, incluyendo subvenciones del gobierno inglés entre
logró construir las primeras calculadoras electrónicas programables de otras. Trece años después, a principios del siglo XX, se construiría y se
grandes dimensiones. Gran Bretaña se dotaba así de un inestimable reproduciría en unos pocos ejemplares, gracias al trabajo del sueco P. G .
capital de experiencia y de saber hacer en este campo. Pero el carácter Scheutz. En cuanto a los planos de la máquina analítica, jamás construi-
ultrasecreto y estrictamente militar del invento resultó ser un arma de da íntegramente, describían una calculadora no especializada, cuya
doble filo, ya que impidió que los ingleses sacaran el máximo partido de configuración recuerda la de los ordenadores. E n efecto, Babbage
su ventaja. A diferencia de lo que ocurrió en Estados Unidos, se dificultó disocia, por vez primera, las funciones de cálculo y de memoria, y, sobre
el paso a la esfera científica e industrial, en las cuales se exigía una cierta todo, prevé un funcionamiento controlado por programas codificados en
tarjetas perforadas. Charles Babbage, tal como
publicidad de los resultados obtenidos.
se lo muestra, en 1871, en
Dos elementos ligados al conflicto desempeñaron, sin embargo, un De ahí a pretender que el astrónomo inglés inventó el principio del un diario inglés ilustrado.
papel indudablemente positivo en la invención técnica, en general, y en ordenador, pero que no pudo alcanzar su realización práctica porque se ¿Un «antepasado» de los
la aparición de calculadoras electrónicas, en particular. En primer lugar, había adelantado demasiado a las ideas y a las posibilidades tecnológi- informáticos»?
cas de su época, hay un paso... que no nos arriesgamos a franquear. (En The IUustrated London
por supuesto, el considerable aumento de las sumas dedicadas a la News, 1871.)
investigación y al desarrollo. Los créditos militares permitieron que En primer lugar, el proyecto de Babbage se circunscribe a una
algunos equipos cosecharan notables éxitos en el campo del cálculo atmósfera intelectual muy distinta de la que reinaba en los años 1950,
electrónico. En segundo lugar, se habían reunido grandes equipos de periodo en que aparecieron los primeros ordenadores. N o se trataba en
investigadores en torno a vastos proyectos, como por ejemplo los absoluto de construir un cerebro mecánico, ni siquiera una máquina
desarrollados en Los Álamos o los encaminados a la construcción de universal capaz de procesar información de forma automática. L a
radares perfeccionados. Las primeras grandes calculadoras electrónicas máquina analítica no es en su mente un soporte de programas, como lo
se construyeron en el seno de una de dichas concentraciones: en Blet- son para nosotros los ordenadores.
chley Park, sede del servicio británico de transmisiones secretas, depen- E l objetivo de Babbage consistía, ante todo, en elaborar tablas
diente del Balistic Research Laboratory (BRL) de Estados Unidos. Estas náuticas, astronómicas y matemáticas exactas, que sustituyeran a las
concentraciones alcanzaron la magnitud de una «masa crítica», particu- utilizadas hasta entonces, que estaban plagadas de errores. Para elabo-
larmente propicia a la invención. En efecto, creaban las condiciones rar tablas numéricas precisas, era menester mecanizar, al mismo tiempo,
necesarias para que una serie de actores detectaran, interpretaran y el-cálculo y la impresión. N o se trataba del sueño de la máquina
capturaran una multitud de ideas, de teorías y de objetos técnicos, pensante, sino de proponer un método industrial que redujera los plazos
destinados a fines múltiples. Estas reacciones en cadena de orden de ejecución, eliminara los errores de cálculo y de composición, y
tecnocientífico recuerdan a las producidas en los reactores o en las abaratara los costes de edición de tablas.
bombas atómicas. Los átomos de uranio no empiezan a emitir y a Babbage no contempló la supresión total de la intervención humana
recibir un número de neutrones suficiente para liberar una cantidad en las operaciones de cálculo. L a máquina analítica era sencillamente un
enorme instrumento de cómputo y de impresión al servicio de personal
LA INVENCION DEL ORDENADOR 578 579 LA INVENCION D E L ORDENADOR

especializado. En sus escritos nunca habla de automatización, tal y resiste incólume a todos los ataques. Para los personajes que suceden al
como la concebimos actualmente. L a Analytical Engine, impulsada por supuesto fundador o precursor, su obra es de nuevo un material reutili-
vapor, pertenece sin duda al contexto industrial del siglo XIX. zable. E l nuevo significado impuesto a una serie de materiales diversos,
Normalmente definimos el ordenador como una calculadora electró- en el que se basaba su mérito creador, será precisamente lo que menos
nica programable por programas internos. L a noción de programa se respete, ya que el resultado innovador encarnará el objeto de poste-
grabado internamente es fundamental, ya que, como veremos más riores reinterpretaciones, la entidad cuyo significado original se forzará y
adelante, es la que encarna la flexibilidad de uso y el carácter realmente se manipulará para incorporarla a una nueva realización y a nuevos
universal de los ordenadores. Ahora bien, la grabación de un programa proyectos. Babbage puede presentarse como el venerable progenitor de
sólo es una ventaja técnica si se dispone de una gran velocidad de los informáticos, el fundador de un linaje, pero podría asimismo repre-
cálculo, es decir, a partir de la invención de las máquinas electrónicas. E l sentar las ruinas sobre las cuales se apilan las piedras necesarias para
ordenador como tal era pues algo impensable para Babbage. Algunos construir el templo de una nueva religión.
fragmentos marginales de los escritos de lady Lovelace (principal cola- Además, para seguir con esta metáfora, las piedras sirvieron más
boradora de Babbage) han podido interpretarse como alusiones a una para decorar la fachada que para sostener el tejado. En efecto, el
posible incorporación de programas a la máquina analítica. Pero el astrónomo inglés inspiró directamente la construcción de una decena de
significado de esta idea en una máquina dotada de una memoria interna máquinas durante el siglo xix, pero la influencia efectiva de sus trabajos
mecánica, es decir, muy lenta, no es comparable al que tiene para en los inventores de las grandes calculadoras digitales de la década de Calculadora digital:
nosotros. 1930 y de los ordenadores de la década de 1940 fue prácticamente nula. distinguimos normalmente
entre calculadoras digitales
Inventor, fundador o precursor, la actividad del gran hombre está El caso Turing es más espinoso. Alan Turing (1912-1954) fue un y analógicas; las máquinas
orientada al futuro: anuncia, antecede, inaugura. Pero si invertimos la matemático y lógico inglés que murió en extrañas y trágicas circunstan- digitales funcionan
perspectiva, el fundador es también un heredero que utiliza, manipula y cias, fiel al estereotipo de sabio sacrificado, ya ilustrado en este libro esencialmente por etapas
por los ejemplos de Arquímedes y de Lavoisier. Con esta tarjeta de discretas y codifican de
reutiliza innumerables ideas y materiales ya disponibles. forma discontinua (ruedas
En el caso de Babbage, la idea de la máquina programable e incluso visita es, pues, un candidato especialmente apto para desempeñar dentadas, punzones, orificios
de la tarjeta perforada como soporte del programa procede de los telares el papel de fundador. Condenado en 1952 por la justicia británica en tarjetas perforadas,
tras un juicio por homosexualidad, tuvo que elegir entre la prisión y la circuitos abiertos o cerrados,
Jacquard, que a principios del siglo xix se aplicaron con éxito en la presencia o ausencia de
industria textil. Babbage había estudiado prolijamente el funcionamien- inyección de hormonas que supuestamente mejorarían su estado. Optó impulsos eléctricos) las
to de estos telares. A título anecdótico, poseía un retrato de Jacquard por las hormonas. Dos años más tarde se suicidó con una manzana cantidades que van a
tejido con un programa formado por 24.000 tarjetas perforadas. Obser- envenenada con cianuro. Su biógrafo, Andrew Hodges, da a entender procesar.

vemos además que, de forma independiente, las tarjetas perforadas que los servicios secretos americanos e ingleses, para los cuales había
fueron desviadas, una vez más, de su uso inicial en 1885 por Hermann trabajado Turing durante la guerra, no fueron ajenos a esta muerte
Hollerith, inventor de la mecanografía y fundador de la futura I B M . Las brutal, llevados por el temor de que los rusos se aprovecharan de su
íiilsliPlMIP «punto débil» para sonsacarle información o para hacerle cambiar de
1
. i r tarjetas perforadas se seguían utilizando en informática en los años 1970,
pero habían desaparecido de las fábricas desde hacía mucho tiempo. campo.
• . • : U i ' . ¡ . . ,
Otra bifurcación del camino inicial la encontramos en la idea de Turing interviene, en un principio, en la historia de la informática en
«manufactura de logaritmos» de Marie Riche, barón de Prony. Este calidad de teórico puro. En 1936 publicó un artículo acerca de un
último, director del catastro de París entre los siglos xvra y xix, complejo problema de lógica matemática. Este artículo contiene la
organizó una verdadera fábrica para el cálculo de tablas matemáticas, descripción de un autómata abstracto —la máquina universal— capaz
aplicando los principios más estrictos de la división del trabajo. Siguien- de efectuar todos los cálculos imaginables. Gracias a lo preciso de su
do el método de cálculo por diferencias finitas, los matemáticos conci- descripción, Turing logró demostrar la existencia de problemas no
bieron un plan general de trabajo, modulado por matemáticos de bajo solubles por la máquina universal y, por consiguiente, por ningún
Bastidor de Falcon, mecánico
francés que inventó en 1728 nivel de formación y ejecutado por operadores que sólo sabían realizar método de cálculo.
el principio del mando por sumas. Babbage, que había conocido a de Prony, se inspiró directamente Unos años después, Turing participó en varios aspectos de la con-
tarjeta perforada. Esta última cepción de las calculadoras electrónicas inglesas y, después de la guerra,
en este modelo para la máquina diferencial e indirectamente para la
seguirá en uso para la
programación de los máquina analítica. Una serie de sumadores pueden efectuar los cálculos en la construcción de los primeros ordenadores.
ordenadores hasta los años más complejos, siempre y cuando sigan planes estrictos y bien concebi- Desde el punto de vista puramente formal, y ciñéndonos a la cues-
setenta. dos. Babbage sustituyó los sumadores humanos por sumadores mecáni- tión de la calculabilidad, la máquina universal descrita en el artículo de
cos, ya de uso corriente. 1936 es el equivalente lógico exacto del ordenador, aunque se anticipe a
Podríamos enumerar una lista interminable de fuentes de inspiración éste en unos diez años. Encontramos, en particular, las nociones de
y de modelos en los que se basó Babbage, infatigable observador de programa interno, de cálculos sobre los programas y de generalidad
todas las máquinas y métodos de trabajo de su tiempo, tanto en el máxima, que buscamos en vano en la obra de Babbage. Es pues una
campo científico como en el industrial. Pero a pesar de todas las deudas tentación contemplar el ordenador como la encarnación del autómata
contraídas con sus contemporáneos y sus antepasados, ¿acaso el creador lógico de 1936, máxime cuando el mismo individuo se vio implicado
(y Babbage merece este título) no sacó a la luz nada original? Por sucesivamente en la concepción de ambos. E l ordenador se concibió
supuesto que sí, y lo logró precisamente dando un nuevo significado a primero bajo una forma ideal, antes de reflejarse en una máquina real.
las ideas y a los materiales heterogéneos que reutilizó y amoldó a su Pero no debemos caer en esa tentación. L a máquina universal de
propia empresa. Por esta razón la idea de fundador o de precursor no Turing, descrita en el artículo de 1936, no es, en el fondo, más que un
LA INVENCION D E L ORDENADOR 580 581 LA INVENCION DEL ORDENADOR

artefacto muy ingenioso de demostración centrado en un problema las máquinas electrónicas, del sistema nervioso de los seres vivos. Éste es
matemático de base. Tras haber visto funcionar durante la guerra las todo el sentido de la aventura cibernética, íntimamente ligada al mate-
calculadoras electrónicas ultrarrápidas (¡siempre cuestión de velocidad!), mático de Princeton. Eckert y Mauchly se limitan a ocupar el lugar de
Turing cambió radicalmente el sentido de su máquina universal; la «ingenieros» encargados del material. En realidad, von Neumann había
convirtió en el soporte, no sólo posible, sino concreta y fácilmente puesto el trabajo de equipo de la Moore School al servicio de sus
construible de una inteligencia artificial. propíos proyectos.
La máquina universal de Turing no inspiró a ningún constructor un En esta ocasión, el presunto fundador realizó una brillante síntesis de
autómata concreto. E l contexto en que había sido ideada se encontraba ideas, en su mayor parte emitidas por otros, pero que él organizó en
demasiado alejado de los problemas planteados a los inventores de torno a la nueva perspectiva de una teoría general de los autómatas. No
calculadoras de vidrio y de metal, para que pudieran sacarle provecho. se trata de negar la realidad o la originalidad de la aportación de von
A posteriori solamente, una historia de inspiración logicista pudo citar a Neumann a la historia de la informática, sino de poner en tela de juicio
Turing entre los fundadores de la informática. Como si la isomorfia la propia noción de fundación o de origen, que, cada vez que examina-
funcional abstracta entre los ordenadores y la máquina universal de mos un caso concreto, se revela como una operación de reinterpretación
Turing permitiera extraer una relación condicional de posibilidad, de o de captura de trabajos pasados o presentes. E l presunto fundador
causa a efecto, o de derivación. Suponiendo una serie de condiciones podrá ser víctima de dicha operación, al verse expulsado del resplandor
idénticas a las reales, sin la máquina universal, los ordenadores hubieran matinal del éxito hacia las tinieblas opacas de la prehistoria.
existido igualmente. Los fundamentos, de tipo teórico, deben distinguirse
de los cimientos, de orden genético.
El logicismo: ingenieros y matemáticos
Mientras que Turing personifica el tipo de héroe científico desgracia-
do, a menudo incomprendido e incluso perseguido durante su vida, el Para la historia de la informática, el problema general de la funda-
matemático John von Neumann (1901-1957), en cambio, representa la ción va íntimamente unido a la cuestión concreta del logicismo. Hemos
imagen del sabio reconocido y prestigioso, laureado con todas las observado, sin duda, que los tres principales candidatos al papel de
distinciones honoríficas, integrado en los círculos dirigentes del ejército y fundadores de la informática son matemáticos. Merecen todo nuestro
de la administración de Estados Unidos. Normalmente se considera a reconocimiento por haber ideado estructuras abstractas que caracteri-
von Neumann como el fundador de la informática por haber redactado zan, hoy por hoy^ a los ordenadores y posibilitan sus asombrosas
los planos de la EDVAC (Electronic Discrete Variable Automatic Calcu- prestaciones.
lator), primer documento que describe la disposición interna y los De esta manera, relegamos al olvido a los mecánicos, a los ingenieros
principios de funcionamiento de los ordenadores modernos. Hoy en día y a otros profesionales, cuya aportación fue igualmente capital, aunque
se sigue hablando de «la arquitectura von Neumann» para designar la se preste con menor facilidad a la escenificación del proceso de inven-
organización clásica de los ordenadores, vigente desde la Segunda ción.
Guerra mundial. Reconstrucción de una parte
En la galería de retratos individuales, tradicional en la historia de las de la máquina analítica de
El caso de von Neumann es claro porque surge, a todas luces, de una ciencias, la historia de la informática debe incluir una serie de parejas Babbage.
historia de caza y captura. Los planos de la EDVAC sintetizaban y unidas por relaciones a menudo tormentosas.
ofrecían de forma atractiva todas las ideas formuladas por un grupo de Junto a Babbage, Joseph Clement. E l fracaso de Babbage no se
trabajo de la Moore School of Electrical Engineering de la Universidad debió a las limitaciones de la técnica de su tiempo, sino a las malas
de Pennsylvania. Este grupo, que acababa de diseñar la primera calcula- relaciones que mantuvo con uno de los mejores mecánicos de Inglaterra.
dora electrónica americana, se dedicaba a la investigación de nuevos Uno de los motivos de la disputa fue el ansia de Babbage por mono-
principios de organización y de funcionamiento para una segunda polizar la máquina analítica, cuando, en realidad Clement había cons-
máquina, cuando von Neumann se unió a él. Sabemos que el concepto truido varias piezas, había diseñado algunas de ellas y había fabricado
de programa interno, así como otras muchas ideas originales que figuran todos los instrumentos necesarios para su realización. Los conflictos se
en los planos de la EDVAC, se deben a John Eckert y a John Presper fueron agravando hasta que el mecánico abandonó el proyecto. Babbage
Mauchly, principales animadores del equipo de la Moore School. A l ya había invertido demasiado dinero propio con Clement para empezar
firmar los planos de la EDVAC con su nombre de matemático de con otro mecánico, y el gobierno inglés, ya escarmentado, se negó a
prestigio, von Neumann les proporcionaba una audiencia y una legitimi- financiar la máquina analítica en vista de que Babbage ni siquiera había
dad inesperadas, muy útiles en el esfuerzo por obtener méritos militares, logrado completar la construcción de la máquina diferencial.
pero, por la misma ocasión, se atribuía toda la gloria de la invención del En la Inglaterra de los años 40, encontramos de nuevo la polaridad
ordenador. Y a a partir de entonces, se presentía perfectamente la entre matemáticos e ingenieros, aunque al parecer no surgiera ningún
importancia que el cálculo automático iba a adquirir en el mundo de la conflicto. Cabe decir que las realizaciones de los equipos de Bletchley
posguerra. Park se mantuvieron secretas durante más de treinta años, por lo que no
Von Neumann, a diferencia de Turing, desplegó durante su vida, con hubo lugar a querellas de prioridad o de atribución. L a concepción
un éxito parcial, una operación de captura que, mediante la redefinición general de las máquinas descodificadoras fue confiada a Turing y a Max
de la naturaleza y de la función de las calculadoras electrónicas, situaron Newmann, este último, especialista en fundamentos matemáticos y en
al personaje y a su disciplina en el origen «verdadero» de la informática. topología, había sido profesor de Turing en Cambridge. Pero la cons-
Los ordenadores se basarán a partir de ese momento en la teoría de los trucción efectiva de las primeras calculadoras electrónicas se debe al
autómatas, que se ocupa, amén de los objetos lógico-matemáticos y de físico C. E. Wynn-Williams, especialista en contadores electrónicos, y a
los ingenieros T. H . Flowers, S. W. Broadhurst y W. W. Chandler.
583 LA INVENCION D E L ORDENADOR
LA INVENCION D E L ORDENADOR 582
dor la «causa» esencial del éxito del ordenador personal? N o , no fue más
Todos ellos habían trabajado antes de la guerra en el campo de las
que un factor entre otros, interpretado y movilizado al servicio de una
telecomunicaciones. Las decisiones tomadas por los ingenieros, como
lucha contra los gigantes de la informática. Citemos de la lista heterogé-
por ejemplo adoptar la numeración binaria o sincronizar todas las
nea de agentes captados por los fundadores de las primeras empresas de
operaciones de las máquinas mediante un reloj interno, no pueden
microinformática: el lenguaje de programación Basic, las interfaces de
reducirse a detalles técnicos sin importancia. Sin la experiencia de la
comunicación diseñadas para usuarios no profesionales en informática,
electrónica y sin los recursos inventivos desplegados por T. H . Flowers y
el movimiento de contracultura en pleno apogeo en Estados Unidos en
los técnicos que le rodeaban, nunca hubieran existido los famosos
los años 70, las sociedades de capital riesgo al acecho de rápidos
Colossus ingleses que descifraron las comunicaciones alemanas en el
beneficios, etc. Las empresas innovadoras de Silicon Valley convocaron
periodo inmediatamente anterior al desembarco aliado.
a la historia de la informática a otros actores sociales distintos al
Ya hemos aludido al conflicto que enfrentaba, en Estados Unidos, a Estado, la ciencia y las grandes empresas. En 1976, I B M no enfocó el
von Neumann con el físico Mauchly y con el joven e ingenioso Eckert. microprocesador igual que Apple, no lo englobó en el mismo entramado
El primero consideraba que el ordenador era un descubrimiento científi- de alianzas. Este ejemplo sugiere que la explicación en términos de
co (su descubrimiento) que pertenecía al dominio público; mientras que «causas» (en este caso, una hueva etapa en la generalización de los
los otros dos mantenían con firmeza que se trataba de una serie de circuitos impresos) carece de relevancia en la historia de las técnicas.
inventos técnicos (sus inventos) que era preciso patentar para prote- Parece más interesante prestar atención a la manera en que los actores
gerlos. interpretan, desvían o captan para su propio provecho, situaciones,
La vacilación del historiador ante la identidad de los inventores disposiciones técnicas y fuerzas sociales. Los dispositivos materiales, si
(¿ingenieros o matemáticos?) traduce la ambigüedad del lugar que ocupa bien condicionan, por supuesto, importantes giros en la historia de la
actualmente la informática (¿ciencia o técnica?). Elegir a Babbage como informática, no proporcionan certezas más determinantes y unívocas
precursor y a Turing o von Neumann como fundadores, significa optar que los grandes acontecimientos (la Segunda Guerra mundial) o el genio
por la ciencia. Pero esta opción no refleja probablemente la eficacia de de los matemáticos.
los ordenadores, puesto que las estructuras lógicas y las arquitecturas
internas hubieran sido prácticamente inútiles sin una serie de materiales Además, la representación de generaciones de materiales sucesivas
y dispositivos físicos que permitieron alcanzar velocidades del orden de traduce mal el curso real de los acontecimientos. Así ocurre por ejemplo
milisegundos para efectuar complicadas multiplicaciones. Como de- con la relación entre las máquinas electromecánicas basadas en relés y
mostraremos más adelante, la cuestión de la velocidad o de la duración las máquinas electrónicas. Las primeras son, en principio, anteriores a
de las operaciones, aunque no resulte relevante desde el punto de vista las segundas, pero, desde 1935, incluso antes de las primeras pruebas
lógico, es crucial cuando se trata de construir una calculadora progra- realizadas por el alemán Konrad Zuse y el americano George Robert
mable apta para todos los usos. Stibitz con relés telefónicos, Atanasoff había previsto la construcción de
circuitos basados en diodos para utilizarlos en cálculo electrónico.
El logicismo considera el tiempo y la materia detalles accesorios o Atanasoff conocía los trabajos de los ingleses W. H . Eccles y F. W.
accidentales, mientras que los materiales y la velocidad pueden, por el Jordán, que ya en 1919 habían descrito una versión muy sencilla de
contrario, desempeñar un papel de base, determinante, como ocurre circuito de este tipo y se apropió de sus ideas para desarrollarlas a
precisamente en la historia de la informática. En la versión logicista de mayor escala. En 1942, la parte electrónica de su ordenador estaba en
la historia, los principios esenciales de la informática ya se encontraban estado operativo, pero su proyecto se vio interrumpido cuando le
presentes en las intuiciones geniales de precursores como Gottfried movilizaron. Vemos así claramente que las nociones de «generación» o
Wilhelm Leibniz (finales del siglo XVII), Babbage o el Turing de 1936, de «etapa» no describen la marcha normal del progreso técnico, sino
los cuales no podían, sin embargo, imaginar el destino que aguardaba a que ocultan sus múltiples superposiciones y su carácter incluso caótico.
sus intuiciones de la mano de válvulas y transistores.

La historia expresada en generaciones de materiales La causa futura


En este repaso a las distintas formas de narrar la historia de la
¿Debemos por todo ello basar la historia de la informática en la serie
informática, llegamos, finalmente, a la presentación teleológica. Según
de técnicas materiales utilizadas para el cálculo automático, como se
esta versión de los hechos, el ordenador, tal como lo conocemos actual-
hizo durante mucho tiempo? E l resultado sería una sucesión de «genera-
mente, estaba ya, de manera solapada, en el punto de mira de todos
ciones»: en primer lugar, máquinas mecánicas, luego electromecánicas y,
aquellos que trabajaban directa o indirectamente en la mejora de los
por último, electrónicas, que desembocaría en la era de los ordenadores
métodos de cálculo, de los primeros constructores de abacos al inventor
de verdad. Encontraríamos una sucesión similar en el interior de la
de los logaritmos. Toda la historia converge, desde el principio, en el
electrónica: la válvula, el transistor y el circuito impreso determinarían
estado actual de nuestras técnicas y de nuestro saber. N o existieron
la progresión lineal de los ordenadores hacia una mayor ligereza,
bifurcaciones, opciones ni reinterpretaciones del pasado encaminadas a
velocidad y fiabilidad. Pero esta visión simplista, ampliamente difundida
la realización de nuevos proyectos. Nuestro presente y, sobre todo,
por los grandes constructores, hace caso omiso de algunos aspectos de la
nuestra forma de entender dicho presente, es una especie de punto
informática, como por ejemplo los lenguajes de programación, los
omega que, desde el futuro, orientó el curso de la historia. Los innume-
programas o los dispositivos de comunicación entre la máquina y el
rables riesgos y contingencias que caracterizan a la historia sólo son
usuario, y no digamos nada de sus repercusiones sociales.
medios puestos al servicio de este proyecto. Las circunstancias se ven así
La aventura de la microinformática contribuyó a desmoronar el despojadas de su carácter decisivo, de su poder de orientación.
esquema lineal de las «generaciones». ¿Fue la creación del microprocesa-
LA INVENCION D E L ORDENADOR 584 585 LA INVENCION D E L ORDENADOR

La frase inicial de la obra de Robert Ligonniére ilustra perfectamente constructor potencial de la viabilidad del proyecto, en la disponibilidad Ramificación condicional de
inmediata de todas las piezas de su máquina. programa: posibilidad de
esta tendencia:
subordinar la ejecución de
«La creación de los ordenadores constituye la culminación de un Aiken recurrió a los contactos que tenía en Harvard, consiguió que una instrucción a 'una
antiguo sueño, inconsciente en un principio y posteriormente madurado le presentaran a Thomas Watson, presidente de I B M , y le convenció condición, comprobada a
durante veinte siglos, en el cual una máquina llevaba a cabo un trabajo para que fabricara el ASCC. I B M , en esa época, era el principal cons- través de una prueba
(ejemplo: si x<0 = x + l ,
intelectual. Esta aventura ha arrastrado a toda la humanidad, desde las tructor de tabuladoras, por delante de Remington Rand y de Bull. si no pasar a la instrucción
civilizaciones más antiguas hasta el periodo contemporáneo, caracteriza- Aunque Watson no creía en la existencia de un gran mercado para el siguiente).
do por una colección de potentes soluciones tecnológicas.» cálculo científico, esperaba incrementar con el ASCC el prestigio de su
¿Cómo admitir que el mismo sueño dirigiera subrepticiamente a empresa y adquirir un nuevo saber hacer para sus ingenieros. Además,
un creador chino de abacos del siglo x, a Nicolás Chuquet, a Leibniz I B M no corría con todos los gastos de la fabricación, pues se barajaba
y a Steve Jobs (fundador de la compañía Apple)? Objetos y conceptos la posibilidad de firmar un contrato con la US Navy, que experimentaba
cambian de sentido en función de los usos a los que los destinan los necesidades acuciantes en materia de cálculo científico. A l final, se
diferentes actores. Cada una de las creaciones de la historia del cálculo convino que la construcción se llevaría a cabo en la fábrica de I B M en
se enmarcan en un mundo imaginario, social y técnico determinado. Endicot (Estado de Nueva York), bajo la dirección de ingenieros propios
Las propias nociones de cálculo y de automatismo se han transfor- aceptados por la otra parte. Aiken desempeñaba al mismo tiempo el
mado radicalmente desde las maravillas de teatro montadas por los papel de cliente, como representante de Harvard, y de asesor, ya que
mecánicos de Alejandría o desde los primeros dameros aritméticos había diseñado los planos iniciales de la máquina.
trazados en las arenas de Egipto. L a crítica de las causas futuras en El ASCC se inauguró oficialmente en agosto de 1944, tras unos
historia debería basarse, prácticamente, en los mismos argumentos que meses de utilización por parte de la U S Navy. En su discurso de
la crítica de la teleología en la teoría de la evolución. N o existe ninguna presentación, Aiken no se refirió para nada al papel de I B M en la
razón para extenderse sobre este punto. financiación y, sobre todo, en la construcción del ASCC. Esta omisión
Con la noción de fundación, andamos en busca de una determina- provocó un violento conflicto entre Aiken y Watson, que se acusaron
ción procedente del pasado, buscamos el punto a partir del cual el mutuamente de robo de ideas y de saber hacer. L a disputa entre Aiken y
futuro queda establecido de una vez por todas. En la idea de una los dirigentes de I B M sobre la paternidad de la máquina se prolongó
presciencia del futuro que orienta solapadamente la actividad de nues- durante varios años.
tros antepasados hacia un presente en el que todo converge, creemos Como I B M había donado la máquina a Harvard, ésta fue rebautiza-
haber encontrado el punto fijo, el polo magnético de la historia. Se trata da con el nombre de Harvard-Mark 1. E l Mark 1, basado en una
en el fondo de la fábula del progreso. En ambos casos se elimina lo tecnología mixta mecánica y electromecánica, medía 16 metros de largo
indeterminado de la duración, las bifurcaciones imprevistas en las que se por 2,60 de alto y su sistema de refrigeración consumía varios quintales
modifica sin cesar el futuro y la contingencia que preside estas modifica- diarios de hielo. Multiplicaba dos números decimales de veintitrés cifras
ciones. en tres segundos y ofrecía las respuesta codificada en una tarjeta per-
forada.

El ASCC (Automatic Sequence Controled Calculator)

De 1936 a 1946: un En 1937, Howard Aiken (1900-1973), profesor adjunto en Harvard,


relato posible se encontraba en plena redacción de su tesis de física. Ante las largas e
ingratas horas que pasaba resolviendo ecuaciones, concibió la idea de
Calculadora analógica: las una calculadora especialmente destinada a solventar problemas científi-
máquinas analógicas cos. En esa época, en efecto, sólo existían máquinas mecánicas que
codifican de forma continua realizaban las cuatro operaciones básicas, multiplicadoras eléctricas,
las cantidades que van a tabuladoras destinadas a sencillas aplicaciones de contabilidad y de
procesar: reglas deslizaderas, Cuando Estados Unidos entró en guerra, el Computation Labora- La IBM-ASCC (Automatic
discos giratorios, diferencias estadística, y calculadoras analógicas. Ninguno de estos aparatos podía tory de Aiken en Harvard recibió varios encargos de la US Air Forcé y Sequence-Controlled
de potencial...; el dispositivo procesar números negativos y, aún menos, recurrir automáticamente a Calculator), denominada
de la U S Navy para la construcción de nuevas máquinas, primero también Harvard Mark-1,
analógico funciona tablas de funciones matemáticas en curso, ni actualizar automáticamente
simulando una función
electromecánicas y luego electrónicas. Aiken no se aventuró nunca a fue terminada en enero de
particular, por ejemplo «una
las variables de una función al final de cada una de las etapas de un lanzarse a una tecnología que no hubiera sido probada con anterioridad 1943. Medía 2,60 m de
integración» y el resultado cálculo. En la memoria que redactó ese mismo año, Aiken expuso el por algún otro. Ninguna de las máquinas de la serie de Harvard sirvió altura por 16 m de longitud.
se obtiene midiendo una de plan general de la calculadora que proyectaba. Aunque se invocó el Un eje de trasmisión,
de modelo a aparatos comercializados posteriormente, ya que después impulsado por un motor
las magnitudes físicas que precedente de la máquina analítica de Babbage, el dispositivo de control
intervienen en la máquina de la guerra toda la atención se centró en el ENIAC, el EDVAC y la de 5 cu, recorría la máquina
(longitud, ángulo, diferencia
previsto sólo se le parecía remotamente. Por ejemplo, la posibilidad de máquina del Institute of Advanced Studies de Princeton, que eran casi en toda su longitud y
de potencial); las ramificaciones condicionales de programas, presente en el diseño de mil veces más rápidas que el ASCC. accionaba una jerarquía de
calculadoras analógicas son Babbage, no figuraba en el de Aiken. En realidad, los planos del ASCC árboles de levas y de
casi siempre especializadas; L a desafortunada experiencia con Aiken llevó a Watson a construir engranajes que iban a dar en
combinaban varios dispositivos, como por ejemplo registros mecánicos, los registros (memoria) y en
antes de la aparición de la una calculadora gigante cien por cien I B M : el SSEC (Selective Sequence
contadores eléctricos o lectores de tarjetas y de cintas perforadas, ya los conmutadores (cálculo).
electrónica, las máquinas Electronic Calculator). Esta máquina, formada por componentes electró-
analógicas eran más rápidas utilizados en 1937, pero adaptándolos a las exigencias de una nueva
nicos, fue el único ordenador civil que se construyó en Estados Unidos
que las digitales. ambición. Aiken insistía además, en su empeño por convencer a un
entre 1948 y 1952. Se expuso en las vitrinas de la sede social de I B M ,
LA INVENCION DEL ORDENADOR 586 587 LA INVENCION DEL ORDENADOR

pero por razones idénticas a las del Harvard-Mark 1, no tuvo descen- Research Council, cada vez más potentes y con aplicaciones más exten-
dencia. sas. E l Model 5, último de la serie, era un verdadero ordenador «univer-
sal» programable con posibilidad de ramificaciones condicionales de
programa. Utilizado por primera vez en 1946 por la US Air Forcé, el
Los ordenadores basados en relés de la Bell Model 5, de 10 toneladas de peso, ocupaba una superficie de 300 m e 2

incluía 9.000 relés.


Contrariamente a Aiken, George Robert Stibitz no había realizado
ningún estudio exhaustivo sobre el cálculo automático cuando se lanzó
a la fabricación de su primera sumadora electromecánica (basada en
relés), un aparato muy modesto que fabricó en la cocina de su casa Las máquinas de Zuse
durante algunos fines de semana. Esta actividad constituyó, sin embar-
go, el punto de partida de una de las empresas más importantes en la Konrad Zuse, nacido en 1910, estudiante de ingeniería civil en la
construcción de calculadoras de grandes dimensiones durante los Technische Hoschule de Berlín, se desesperaba ante la cantidad de
años 40. cálculos que debía efectuar y decidió buscar un medio de mecanizarlos.
El nombre de Stibitz, nacido en 1940, va ligado a la primera aplica- Se puso a trabajar en ello en 1934 y, dos años después, patentó una
ción masiva y sistemática de los relés telefónicos al cálculo numérico. U n nueva calculadora capaz de manipular números expresados en base dos,
Conmutación: modificación relé telefónico es un dispositivo de conmutación utilizado desde finales con un registro de 16 palabras y controlada por un programa codificado Palabra: grupo de bits (0 o
de la configuración de un del siglo X I X . Esta tecnología se denomina electromecánica porque una 1) de longitud estándar;
circuito eléctrico que
en cinta perforada. Cada una de las instrucciones del programa estaba
señal eléctrica acciona el movimiento de una pieza mecánica. Tras las para un tipo de ordenador
establece o rompe formada por un código de operación, por dos direcciones de operandos
dado, una palabra
determinados contactos; en tarjetas y las cintas perforadas, la tecnología electromecánica ilustra otro y por una dirección de resultado. Este tipo de normalización de las corresponde generalmente a
un ordenador, el equipo ejemplo de interpretación paralela. Sería absurdo pretender que fueron instrucciones se sigue utilizando en la actualidad en la programación un número o a un carácter
utilizado para la precisos casi cuarenta años para «comprender» la posible utilización de
conmutación (por el cálculo) informática. Zuse previo asimismo en su proyecto de 1936 lo que alfabético.
puede ser distinto del los relés telefónicos en el cálculo numérico. Antes de que los especialistas denominamos cálculo «en coma flotante». Se trata de un procedimiento
Direcciones: las direcciones
utilizado para la grabación del cálculo se lanzaran a la captura del dispositivo «relé», este elemento que permite registrar números de muchas o de pocas cifras sin aumentar son códigos que indican la
(para la memoria); elemento pertenecía a un campo de actividad muy distinto. En realidad, a finales el tamaño de la; palabra estándar. ubicación de las palabras en
de conmutación: dispositivo
capaz de adoptar dos
de los años 20 circularon por Europa algunos proyectos y planos que Tras numerosos esfuerzos, Zuse encontró un constructor de calcula- la memoria o de los
preveían la incorporación de relés a las máquinas de calcular. Pero no registros de la máquina; las
posiciones, conectar o doras, Kurt Panke, dispuesto a fabricar su máquina. En 1938, el Z / instrucciones que componen
desconectar un circuito. tuvieron ninguna repercusión. L a única aplicación masiva del relé en un estaba listo. Mecánico casi en su totalidad y muy poco fiable, apenas los programas incluyen las
área distinta a la conmutación telefónica tuvo lugar en los hipódromos llegó a funcionar. Lejos de desalentarse, Zuse se lanzó con el ingeniero direcciones de los datos que
ingleses y americanos. A partir de la información recogida por cientos de Helmut Schreyer a la construcción de un nuevo ordenador, basado esta se van a procesar.
distribuidores de billetes, los «totalizadores» suministraban inmediata- vez en la tecnología de los relés telefónicos, el Z 2, para lo cual compra-
mente el número de. apuestas por caballo. E l funcionamiento de los ron un stock de relés de ocasión. E l relé no fue el único material que se
totalizadores era similar al del teléfono pues entraba en juego la comuni- utilizó para fines distintos a los normales. Schreyer, que proyectaba
cación instantánea a distancia. Podría parecer que la compañía america- películas en un cine como complemento a sus ingresos mensuales, tuvo
na Bell se encontraba demasiado implicada en la utilización normal del todo el tiempo del mundo para observar la similitud entre el paso
relé para desempeñar un papel innovador en su empleo al servicio de secuencial de las imágenes de una película y el de las instrucciones de la
otros objetivos. Si salvó ese obstáculo fue por la inesperada transforma- cinta perforada de la máquina de su amigo. Sugirió a Zuse que perforara
ción del pasatiempo de uno de sus ingenieros en un proyecto oficial. sus programas en una película de desecho de 35 mm, que además de ser
L a madre de Stibitz, profesora de matemáticas, le enseñó de muy más barata, resistiría más que las cintas de papel.
pequeño aritmética binaria. Gracias a estos conocimientos, el ingeniero La guerra interrumpió bruscamente la colaboración entre los dos
de la Bell descubrió el partido que podía sacar de unos dispositivos hombres cuando Zuse fue llamado a filas. Pero Schreyer envió un
binarios como los relés. Stibitz tuvo que vencer al principio un cierto informe a las autoridades militares en el que ensalzó todas las aplicacio-
escepticismo por parte de sus superiores, ya que no comprendían para nes posibles de la máquina de Zuse, presentándola como una máquina
qué podían servir máquinas que calculaban en forma binaria. Tras «universal»: cálculos de ingeniería, de laboratorio e incluso cálculos en Tiempo real: salida casi
intentar en vano diseñar una máquina que calculara en forma decimal, tiempo real si los conmutadores eran puramente electrónicos. L a máqui- instantánea de los resultados
se le ocurrió construir un pequeño y sencillo dispositivo para pasar de tras la entrada de la orden
na prometía ser útil en la producción y utilización de equipos militares,
de ejecución del programa.
decimal a binario en el momento de la introducción de datos y de por lo que las autoridades liberaron a Zuse y le proporcionaron exiguas
binario a decimal en la salida de los resultados. Su teclado especial subvenciones para llevar a cabo su proyecto. E l Z 3 debía servir sobre
recogía (con otros fines) un código ya utilizado en telecomunicaciones todo para resolver el problema de la vibración de las alas de los aviones,
desde principios de los años 30: decimal codificado en binario. Esta pero era en realidad un ordenador universal programable, el primero de
conversión garantizó el éxito de los proyectos de Stibitz. Así el Complex Europa. A continuación, Zuse construyó dos ordenadores especializados
Computer o Model 1 entró en fase operativa en enero de 1940. L a Bell para la Luftwaffe, destinados a la puesta a punto de bombas voladoras.
utilizó este ordenador para diseñar redes que comportaran el mínimo Todas estas máquinas fueron destruidas en los bombardeos de 1944 y
ruido posible. Con la guerra llegaron encargos procedentes del exterior 1945.
y, por ende, nuevas fuentes de financiación. E l equipo de Stibitz constru-
El gobierno alemán rechazó la propuesta de Zuse y de Schreyer de
yó cuatro nuevos modelos de ordenadores para el National Defense
construir una máquina completamente electrónica. E l proyecto preveía
LA INVENCION D E L ORDENADOR 588 589 LA INVENCION D E L ORDENADOR

la utilización de 1.500 válvulas electrónicas (el ENIAC, finalizado en Wynn-Williams que, trabajando simultáneamente en la concepción del
1946 en Estados Unidos incluía 19.000) y fue tachado de excesivamente radar, aportó a las calculadoras mejoras procedentes de los sistemas
aventurado. Además, incluso si tenía éxito, la guerra acabaría segura- radioeléctricos de detección.
mente antes de que estuviera listo. Esto ocurría antes de la batalla de Durante la construcción de los Robinson, Flowers, ingeniero de
Estalingrado. correos y telecomunicaciones, tuvo la idea de sustituir el dispositivo de
El Z 4, otra máquina electromecánica financiada por la Luftwaffe, lectura de cinta perforada, demasiado lento, frágil y difícil de sincronizar,
fue la única de las máquinas de Zuse que sobrevivió a la guerra; era por un sistema interno de registro en memoria electrónica. Así surgió un
también la más potente y la más perfeccionada. En 1949 fue alquilada nuevo tipo de máquinas, los Colossus, que podemos considerar como los
por la Escuela politécnica de Zurich y contribuyó a formar a la primera primeros ordenadores electrónicos de grandes dimensiones que llegaron
generación de informáticos suizos. a funcionar.
Flowers había diseñado, antes de la guerra, uno de los primeros
circuitos de conmutación telefónica basado en lámparas electrónicas. Su
labor, así como la de Wynn-Williams, pone de manifiesto la importancia
Las primeras calculadoras electrónicas: los Colossus
de buscar aplicaciones alternativas a elementos procedentes de campos
distintos al cálculo propiamente dicho. Los contadores Geiger, circuitos
Los primeros logros de importancia cosechados por Inglaterra en telefónicos y radares no pertenecen a las «raíces» normalmente atribui-
materia de cálculo automático se caracterizan por su concepción y das al «árbol genealógico» de la informática. L a metáfora dendrográfica
aplicación exclusivamente militar. debe dar paso a una representación horizontal del progreso, un rizoma
En 1940, el continente europeo estaba prácticamente bajo el control que obedece a una lógica que se aparta de los criterios de confluencia y
de las potencias del Eje. Gran Bretaña resistía gracias a su vinculación proximidad. E l «origen» o las «raíces» de los ordenadores se alimentan
con Estados Unidos a través de la red de comunicación marítima. Los tanto de trabajos anteriores de Turing como de la labor de los especia-
alemanes trataron de interrumpir el tráfico entre América e Inglaterra. listas del teléfono o de los inventores del radar.
Los convoyes americanos eran particularmente vulnerables al ataque de E l grupo de técnicos de comunicaciones dirigido por Flowers cons-
los submarinos alemanes, los U-Boote. N o se disponía aún de ningún truyó una serie de máquinas con características extraordinarias. Además
medio para detectarlos, salvo la interceptación y descodificación de sus de contener determinadas instrucciones en memoria, estaban programa-
comunicaciones. das mediante un cuadro de conexiones similar al de las centralitas
Cuando estalló la guerra, los servicios británicos de transmisiones telefónicas, tan familiar para los técnicos de telecomunicaciones. Se
secretas trataron de explotar al máximo la información que poseían contemplaba, además, la posibilidad de ramificaciones condicionales de
acerca del sistema de codificación de las comunicaciones militares programas. Los Colossus funcionaban en modo binario y el desarrollo
alemanas. Este sistema se basaba en parte en una máquina, el Enigma, de todas las operaciones estaba sincronizado por un reloj interno. Para
capaz de engendrar millones de claves diferentes, que imposibilitaban evitar que las lámparas se fundieran con demasiada frecuencia, los
casi totalmente la descodificación por métodos corrientes. Los servicios pragmáticos ingenieros que construyeron las primeras calculadoras
ingleses no tenían que descifrar sencillamente los mensajes juzgados electrónicas decidieron dejar los aparatos conectados en permanencia a
decisivos, sino todas las comunicaciones del adversario y el sistema la red.
completo del servicio secreto alemán. U n equipo de matemáticos, lin- E l primer Colossus fue operativo en 1943. Con más de 1.500 elemen-
güistas, ingenieros y programadores (más de cien) dirigido por Turing se tos de conmutación electrónica, fue la calculadora más potente de
enfrentaba pues al nuevo problema de la mecanización de la descodifica- cuantas se había construido hasta la fecha. Su velocidad de funciona-
ción de mensajes. En término medio debían descifrarse 6.000 mensajes al miento era mil veces superior a la de las Bombas electromecánicas. Antes
día. Turing ideó una máquina capaz de reconstruir la posición inicial de de finalizar la guerra, se construyeron más de diez Colossus, cada uno de
los rotores del Enigma a partir de cálculos basados en probabilidades y ellos más rápido y más perfeccionado que el anterior.
en algunas consideraciones lingüísticas. E l primer ejemplar de la Bomba, Buena parte de las primeras victorias aliadas en el frente occidental
basado en tecnología electromecánica, se completó a finales de 1940. L a fueron posibles gracias a la velocidad de descodificación de las distintas
programación de la máquina se fue mejorando sin cesar y las sucesivas versiones de la calculadora inglesa ultrarrápida. Pero, con objeto de
versiones lograron descifrar con mayor rapidez un número creciente de mantener en secreto su arma electrónica, el ejército británico aceptó, en
mensajes. ocasiones, enormes sacrificios, como por ejemplo no reaccionar ante el
El equipo de Turing sólo ocupaba la «Choza n.° 8» del edificio de los bombardeo de una ciudad para simular sorpresa. U n secreto absoluto
servicios secretos, sito en Bletchley Park, en las afueras de Londres. rodeó durante treinta años el trabajo desarrollado en Bletchley Park.
Unas 10.000 personas trabajaban allí día y noche, entre las que figura- Inglaterra impuso a sus aliados de la Commonwealth un sistema de
ban numerosos lingüistas, matemáticos, físicos e ingenieros. U n grupo codificación basado en uno análogo al Enigma-
encabezado por el matemático Max Newmann estaba enfrascado, rodea- Para seguir captando sus comunicaciones, los servicios secretos
do del máximo secreto, en la concepción de nuevas máquinas de calcular ingleses prohibieron a las empresas que conocieran y adaptaran las
destinadas a romper el sistema de codificación de la infantería alemana y armas electrónicas y lógicas fraguadas durante la guerra. Por esta razón,
a acelerar la descodificación de las comunicaciones de la Kriegsmarine. los ordenadores civiles británicos se construyeron siguiendo el modelo
Estas calculadoras, denominadas Robinson, comprendían unas 80 lám- de las máquinas americanas, a pesar de los esfuerzos desplegados por
paras electrónicas. E l responsable de su construcción fue un especialista sabios como Turing, que no podían servirse de trabajos en los que
en contadores electrónicos y en material de comunicación rápida: habían participado.
LA INVENCION D E L ORDENADOR 590 591 LA INVENCION D E L ORDENADOR

Tabla comparativa de las velocidades de cálculo

Velocidad de Cálculo de una


multiplicación de trayectoria de
2 números de 10 cifras una tabla de tiro

Manualmente o 5 minutos 2,6 días


máquina de Babbage
Calculadora de de 10 a 15 segundos 12 horas
escritorio (de 20 a 30 veces más rápido que
a mano)
Harvard-Mark 1 3 segundos 2 horas
(mecánico) (de 3 a 5 veces más rápido que
una calculadora manual)
Model 5 2 segundos 40 minutos
(electromecánico) (de 10 a 15 veces más rápido que
una calculadora manual)
Analizador 1 segundo 20 minutos
diferencial (de 20 a 30 veces más rápido
(analógico) que una calculadora manual)
Harvard-Mark 2 0,4 segundos 15 minutos
(electromecánico) (de 25 a 40 veces más rápido que
una calculadora manual)
ENIAC 0,001 segundos, es decir, 1 mili-
(electrónico) segundo 3 segundos
(1 millón de veces más rápido
que una calculadora manual, mil
veces más rápido que el Model 5)

La E N I A C (Electronic El ENIAC (Electronic Numerical Integrator and Computer) especialmente diseñadas para el cálculo balístico, máquinas cuyo resulta-
Numerical Integrator and
do fue perfecto. Con el estallido de la guerra, Gillon instituyó en la
Computer) es la primera
calculadora electrónica El Balistic Research Laboratory (BRL), principal laboratorio de Moore School un curso especial para formar en cálculo balístico a todas
americana. Inicialmente investigación de artillería de Estados Unidos, se encargó de la construc- las voluntarias que poseyeran diplomas en disciplinas científicas. Este
concebida para la confección ción de la primera calculadora electrónica americana. Entre las numero- curso se enmarcaba en el Engineering Science Management War Trai-
de cuadros de tiro y
bombardeo, sirvió, en un
sas funciones de este laboratorio, cabe destacar la elaboración de tablas ning (ESMWT), enorme programa de formación que ilustraba la crea-
primer momento, para de tiro y de bombardeo, que consumía una cantidad enorme de cálculos. ción de un inmenso sistema de gestión integrada de todos los recursos
resolver problemas de Las tablas de tiro servían principalmente para contestar preguntas del del país, en el que la defensa, la ciencia y la industria (el «management»)
hidrodinámica en el centro de tipo: «¿Qué ángulo de elevación debe tener mi cañón si el blanco se tenían unos objetivos comunes. A pesar de haber previsto la carga de
Los Alamos. Luego se utilizó
para el cálculo de diversos
encuentra a tal distancia?» Pero la tabla de tiro no se limita a convertir cálculo que se le venía encima, el B R L se vio desbordado desde los
problemas de física nuclear y distancias en ángulos, debe tener en cuenta la temperatura y la presión primeros meses de la guerra. E n 1942, Gillon nombró a Hermann
de meteorología. Su manual del aire, la dirección del viento, el peso del proyectil, la fuerza de Goldstine director de las actividades del B R L en la Moore School. Este
de mantenimiento no contaba propulsión de la carga explosiva, etc. Las tablas de bombardeo cubrían joven oficial de enlace, especialista en cálculo balístico, reorganizó con
menos de ¡cinco volúmenes
de trescientas páginas!. necesidades similares. U n nuevo modelo de bomba, de cañón, de obús o ayuda de su esposa Adèle, la formación de las calculadoras (humanas)
de explosivo recién salido de los arsenales del ejército americano, era del B R L . Goldstine conoció en la Moore School al físico Mauchly y al
inutilizable hasta que se calcularan las tablas correspondientes. ingeniero Eckert, que le pusieron al corriente de su proyecto de cons-
Una tabla normal suponía calcular 3.000 trayectorias y una trayecto- truir un ordenador electrónico basado en válvulas como elementos de
ria equivalía a 750 multiplicaciones de dos números de diez cifras. E l conmutación. L a nueva tecnología facilitaría una velocidad de cálculo
ordenador (analógico) más rápido del momento, el analizador diferen- mil veces superior a la de las máquinas electromecánicas o analógicas.
cial, calculaba una trayectoria en veinte minutos, lo que se traducía en Goldstine se dio cuenta de todo el partido que podía sacar de la
treinta días completos de trabajo para elaborar una sola tabla, sin máquina electrónica para el cálculo de las tablas de tiro y de bombardeo
contar con las averías y el tiempo, a menudo muy largo, que se invertía del que era responsable. N o le costó mucho convencer a los dirigentes
en la reprogramación de la máquina entre dos cálculos. del B R L , que pusieron todo su empeño en obtener, en el plazo de unos
meses, créditos sustanciosos para el nuevo proyecto.
En 1935, el B R L adquirió el único ejemplar de analizador diferencial
y fabricó otro para la Moore School of Electrical Engineering, con la ¿Por qué la tecnología electrónica es mil veces más rápida que la
condición de poder disponer de él en caso de urgencia. Antes de la tecnología electromecánica? Los componentes de base de los grandes
guerra, Paul Gillon, subdirector del B R L , se había puesto en contacto ordenadores digitales de los años 40 eran autómatas de dos posiciones
con I B M para obtener máquinas de tarjetas perforadas numéricas (interruptores, flip-flop, relés, etc.), que ingeniosamente colocados er
LA INVENCION D E L ORDENADOR 592 593 LA INVENCION D E L ORDENADOR

circuitos complejos permitían a las maquinas efectuar diversas operacio- Electronic Numerical Integrator and Computer acabó de construirse en
nes matemáticas o lógicas. Denominamos tiempo de conmutación al 1946.
tiempo que necesita el pequeño autómata de dos posiciones para pasar Bajo la dirección de Eckert y de Mauchly, el proyecto se transformó
de una a otra, para abrir o cerrar un circuito. en varias ocasiones, durante los tres años que duró la construcción de la
Ahora bien, la pieza mecánica que llevaba a cabo la conmutación en máquina. Se recurrió a la Bell para la producción de varias piezas
los relés telefónicos invertía aproximadamente un milisegundo ( io-3 s) (lectores de tarjetas, transcodificadores, impresoras, etc.), a la Radio
en la operación. Esta pieza pesaba cerca de un gramo y oponía una Corporation of America (RCA) para la fabricación de las lámparas
cierta inercia al movimiento. Además la distancia recorrida, del orden de ideadas por Eckert, así como a un gran número de asesores científicos,
un milímetro, no era desdeñable. En cambio, si los conmutadores eran entre los que cabe citar ingenieros de I B M y de R C A . Como en el caso
circuitos formados por válvulas electrónicas, todos los movimientos inglés, la gran experiencia práctica en electrónica de uno de los protago-
tenían lugar a escala microscópica. La masa de un electrón es de 9 x nistas del proyecto fue decisiva. Eckert conocía todos los secretos del
lO2 8
g, por lo que la inercia es prácticamente nula y la respuesta a las trabajo de los ingenieros de radio. Sabía, en particular, que para
señales casi instantánea. E l circuito electrónico se conmutaba en ún garantizar la larga duración de las lámparas de su órgano electrónico,
6
microsegundo ( 10- s). Pero, en la primera mitad del siglo XX, el área debía mantenerlo constantemente conectado a la red y no utilizar, en
normal de utilización de las lámparas electrónicas era la emisión y ningún caso, las válvulas a más del 80 por ciento de su capacidad
recepción por radio, campo que aparentemente no tenía ninguna rela- máxima de tensión. E l funcionamiento de todos los componentes del
ción con el cálculo automático. Las empresas y los ingenieros más órgano estaba, por otra parte, sincronizado por las pulsaciones de un
familiarizados con la electrónica se ocupaban de sonido y no de multi- reloj electrónico. Estos mismos principios garantizaron la fiabilidad de
plicaciones. la primera calculadora electrónica americana. Una vez más, los princi-
Además, la aplicación de varias unidades de válvulas sólo se había pios técnicos elaborados en un campo determinado (la radio y el órgano
llevado a cabo en determinados equipos electrónicos complejos, como electrónico) se desvían y son puestos al servicio de un proyecto total-
los contadores nucleares de Wynn-Williams. Su reputación de fragilidad mente diferente. Pero el cambio de finalidad, y sobre todo de escala,
era bien conocida: en general, era preciso cambiarlas diariamente. L a transformaba el significado de las ideas de base. Se pasaba de un
construcción de una máquina formada por miles de válvulas parecía a «artilugio» profesional, de estilo artesanal, a reglas sistemáticas para la
priori condenada al fracaso por razones obvias de fiabilidad y de construcción de enormes equipos extremadamente perfeccionados.
mantenimiento. L a fabricación de cada componente del ENIAC se supervisó con el
El relé telefónico, por el contrario, ya se había utilizado a gran máximo cuidado y cada uno de ellos se utilizó únicamente a la mitad o a
escala, y los innumerables problemas de ingeniería ligados a su utiliza- una cuarta parte de su capacidad, con vistas a reducir la frecuencia de
ción masiva ya se habían resuelto de forma satisfactoria. las averías. E l ENIAC contenía 19.000 válvulas interconectadas en
John Atanasoff, matemático del Iowa State College, es considerado virtud de un plan laberíntico, que la convertía en una de las máquinas
generalmente como el primer diseñador de un ordenador electrónico. más complejas construida hasta entonces. Los números estaban codifica-
Tras haber estudiado durante mucho tiempo los diferentes métodos de dos en la calculadora en modo «decimal unario» (cada cifra estaba
cálculo automático existentes a principios de los años 30, en 1935 se representada por el número de impulsos correspondiente a un «anillo»
lanzó a la construcción de una máquina electrónica. En 1939 recibió una de diez posiciones, y existía un anillo de unidades, un anillo de decenas,
pequeña subvención del Estado de Iowa, pero en 1941, su máquina etc.). E l ENIAC manejaba paralelamente varias líneas de cálculo, con-
seguía sin funcionar debido a un fallo en el lector de tarjetas. En 1942 tenía varias tablas para evitar la programación de cálculos repetitivos,
fue movilizado y destinado al Naval Ordnance Laboratory, y abandonó así como varios subprogramas cableados. Su programación era pues
su proyecto. Las cosas se hubieran mantenido en suspenso durante sumamente complicada, cada problema distinto exigía procedimientos
mucho tiempo si, en 1941, no hubiera tenido largas discusiones acerca concretos. L a programación era, ademas, el punto débil de la máquina,
del cálculo electrónico, en general, y de los planos de su máquina, en ya que con cada nuevo problema era preciso conectarla a una especie de
particular, con un físico, Mauchly, que al año siguiente entraría en la enorme centralita a través de decenas de conectores. Por ello, el Model 5
Moore School of Electrical Engineering de la universidad de Pennsylva- electromecánico de Bell, mucho más manejable, no se vio «superado por
nia. Mauchly coincidió allí con Eckert, técnico de unos veinte años, la nueva tecnología electrónica», porque podía resolver con mayor
apasionado por la electrónica, que pasaba el día desmontando los rapidez determinados problemas, si se tenía en cuenta en el tiempo de
primeros receptores de televisión, reparando radios y poseía un órgano resolución, el invertido en la programación.
electrónico, uno de los aparatos que contaba con un mayor número de
lámparas electrónicas (170).
En 1942, Mauchly envió a Goldstine y a Gillon un informe que El EDVAC (Electronic Discrete Variable Automatic Computer)
resumía las ideas de Atanasoff, de Eckert y las suyas propias. A princi-
pios de 1943, el gobierno americano firmó un contrato con la Universi- Cuando von Neumann encontró fortuitamente a Goldstine en el
dad de Pennsylvania para la construcción de un ordenador electrónico, andén de una estación, trabajaba desde hacía más de un año en Los
a despecho de las numerosas reservas mostradas por los distintos Álamos como especialista en dinámica de los fluidos y, más concreta-
comités científicos consultados. La principal objeción era que la guerra mente, en detonaciones y ondas de choque. L a solución a este tipo de
finalizaría antes de que la máquina estuviera lista (si llegaba a estarlo problemas, relacionados con la construcción de la bomba A , exigía
algún día) y que era mejor destinar los fondos a proyectos más seguros e cantidades enormes de cálculos largos y fastidiosos. Además, von Neu-
inmediatos. L a historia dio la razón a los adversarios del ENIAC: E l mann ayudaba a los físicos de Los Álamos a construir modelos materna-
LA INVENCION D E L ORDENADOR 594 595 LA INVENCION D E L ORDENADOR

ticos de sus problemas físicos y asumía el papel de calculador en jefe. un «atajo». Una máquina universal es muchísimo más lenta en la
Contribuyó, asimismo, a organizar el inmenso laboratorio de cálculo de ejecución de un cálculo -que un aparato especializado. Se necesitaría
Los Álamos, dotado de cientos de calculadoras basadas en tarjetas multiplicar por mil la velocidad de cálculo para compensar la construc-
perforadas. Ello explica que el matemático húngaro se interesara tanto ción de una máquina realmente universal; por ello la máquina teórica de
por las explicaciones de Goldstine sobre el ENIAC que calcularía a una Turing no inspiró la fabricación de ningún autómata concreto. Dos
velocidad mil veces superior que las máquinas más rápidas del momen- principios fundamentales ilustran la nueva orientación del cálculo auto-
to. Así entró en conocimiento por primera vez del proyecto ultrasecreto mático a partir de 1945: la secuencialidad y el programa interno.
de ordenador electrónico. Unos días después del encuentro entre los dos
.Los planos del EDVAC proponían una organización lógica sencillísi-
matemáticos, von Neumann fue a visitar al equipo de la Moore School.
ma, explícitamente inspirada en un modelo simplificado del sistema
Dos semanas después representaba los intereses del B R L en la construc-
nervioso del ser humano. L a unidad aritmética era la encargada de
ción del ENIAC.
efectuar los cálculos, la memoria contenía los programas y los datos, los
Incluso antes de la llegada de von Neumann, el grupo de la Moore órganos de entrada y salida controlaban las comunicaciones del ordena-
School planeaba la construcción de una nueva máquina con menos dor con su entorno y la unidad de control velaba por la ejecución de los
válvulas, a mejor precio y más fácil de programar. E l equipo había programas y las comunicaciones entre los distintos órganos de la
estudiado con gran interés el funcionamiento del Model 5 de Stibitz, máquina. Esta organización era distinta a la de las grandes calculadoras
cuyo programa estaba codificado de forma numérica en una tarjeta digitales de principios de los años 40. Estas últimas estaban formadas
perforada. E n cuanto a la reducción del número de válvulas, Eckert por una multitud de órganos de cálculo especializados que trabajaban
había inventado, para la fabricación de un nuevo modelo de radar, un simultáneamente, a cada uno de los cuales correspondían registros (o
Efecto piezoeléctrico: dispositivo electrónico basado en el efecto piezoeléctrico: la línea de memorias) distintos. E l EDVAC, al poseer un único órgano de cálculo,
deformación de un cristal retardo de mercurio. Pensó en aplicar esta técnica en la memoria de la
bajo la influencia de cargas debía efectuar las operaciones una tras otra, de forma secuencial. Y a no
eléctricas. nueva máquina. Utilizada correctamente, la línea de retardo de mercurio trabajaba en paralelo. L a extrema velocidad proporcionada por la
permitía dividir por cien el número de válvulas necesarias para almace- técnica electrónica, hacia inútil la multiplicación de los procesos simultá-
nar la información en los registros de la máquina. neos. E l dispositivo material de cálculo podía ser lo más sencillo posible,
En las tecnologías utilizadas en la memoria de los primeros ordena- formado por un mínimo de elementos de conmutación. Toda la comple- Conmutación: remítase a la
dores encontramos otro ejemplo de aplicación paralela o reinterpreta- jidad se confinaba a los programas, es decir a la memoria. En el aspecto página 585.
ción característica del mundo de la invención técnica. Para la memoria
técnico y económico, el ahorro era considerable y la fiabilidad de la
de su máquina del Institute of Advanced Studies, von Neumann subs-
máquina superior. Los planos del EDVAC reflejaban una inversión de la
traerá a R C A la idea de utilizar un «iconoscopio» o selectrón, especie de
tendencia seguida hasta entonces, según la cual el hardware de las
tubo catódico similar al que se incluía en los primeros televisores. En las
máquinas era cada vez más complejo. L a memoria, depositaría del
Conferencias Macy: conferencias Macy, propondrá, además, un modelo de memoria humana
conferencias pluridisciplinares soporte lógico, era el único elemento de hardware que seguía fiel a esa
inspirado en el iconoscopio. E l selectrón nunca llegó a funcionar correc-
organizadas entre otros por tendencia. E l EDVAC poseía una memoria interna cien veces superior a
W. McCulloch, N . Wiener y tamente.
la del ENIAC y un número de elementos de conmutación diez veces
J. von Neumann de 1944 a Las reflexiones del grupo de la Moore School progresaron con
1954; la mayoría de ideas inferior.
rapidez. Hasta entonces, la labor de concebir una nueva máquina de
en materia de cibernética sé La grabación de instrucciones en la memoria interna de la máquina
discutieron en este foro. calcular se presentaba más o menos de la siguiente manera: dado un tipo
hacía posible, teóricamente, la automodificación del programa durante
concreto de cálculo, ¿qué dispositivo material podría efectuarlo con
la ejecución y, en particular, el cambio automático de las direcciones de
mayor eficacia? Eckert, Mauchly y von Neumann plantearon un nuevo
los números sobre los cuales operaban las instrucciones. Así, las mismas
interrogante: ¿qué máquina será capaz de leer, interpretar y ejecutar
porciones de programa podían utilizarse para calcular distintos núme-
cualquier programa dado? E n este caso, la astucia técnica se pone al
ros, localizados en distintas partes de la memoria. En 1964, C. Elgot y A.
servicio de un objetivo de máxima generalidad y de óptima codifica-
Robinson demostraron que las máquinas sin programas internos (sin
ción/descodificación. En una frase del First Drqft of a report on the
posibilidad de automodificación del programa) no podían calcular todas
EDVAC, von Neumann resume con bastante claridad el nuevo enfoque:
las funciones calculables. Pero el programa interno no se limitaba a
«Si el aparato debe ser elástico, es decir lo más general posible, debemos
convertir la calculadora electrónica digital en máquina universal, sino
distinguir entre las instrucciones específicas para definir y solucionar un
que la convertía en un ordenador en el actual sentido de la palabra, es
problema concreto y los órganos de control general que leen y ejecutan
decir en un dispositivo de proceso de datos en el que la parte de
dichas instrucciones, independientemente de su naturaleza. Las primeras
software es la fundamental. En efecto, una vez generalizada la grabación
deben registrarse de una u otra manera, las segundas están representa-
de programas internos, los sistemas informáticos estarán formados
das por un órgano del aparato. Denominamos «Control central», exclu-
esencialmente por una compleja jerarquía de programas interrelaciona-
sivamente, a esta última función.»
dos por operaciones de traducción y de control. Gracias a ello, los
A decir verdad, inventores como Zuse, Aiken y Stibitz se habían usuarios y los programadores no tienen por qué conocer la infraestruc-
orientado correctamente hacia la máxima generalidad, pero no habían tura del equipo y del sistema de cableado de su ordenador. De esta
podido seguir esta tendencia hasta el final por razones de velocidad y de manera se abría un campo ilimitado para el desarrollo de «lenguajes» y
eficacia. A medida que aumenta el carácter universal de la máquina, la códigos primitivos dé programación a finales de los años 40, de lengua-
programación de un problema concreto se va haciendo más larga y se jes llamados «avanzados» en los años 50 y para el florecimiento de
multiplican los cálculos necesarios para resolverlo, ya que ningún múltiples lenguajes formales a partir de los 60.
sistema de cables, ninguna astucia técnica, puede llevar a la máquina por
Parece obvio que Eckert y Mauchly fueron los inventores del pro-
LA INVENCION D E L ORDENADOR
LA INVENCION DEL ORDENADOR 596 597

cidas por una serie de contingencias. Se convertirán así en objetos


Fieles a su orientación inicial, denunciaron a otras empresas informáti-
técnicos homogéneos y coherentes, y manifestarán de forma natural su
cas por uso indebido de inventos patentados. Tras un juicio que duró
evidencia funcional. E l ordenador, por ejemplo, parece actualmente el
más de diez años, el tribunal no reconoció sus demandas, al considerar
ejemplar terrestre de una idea platónica eterna. U n cierto toque artístico
que los dispositivos técnicos objeto del litigio pertenecían al dominio
en la escenificación no es ajeno al éxito obtenido. A l parecer, von
público. E l juicio se volvió contra ellos tras la declaración de Atanasoff,
quien apoyado por una serie de documentos, reveló a un jurado estupe- Neumann, sobre todo, estaba especialmente dotado para las presenta-
facto que él era el autor de numerosos inventos de los que Eckert y ciones convincentes. Impuso su idea de ordenador (y se apropió de la
Mauchly reclamaban la propiedad, y que ya tenían conocimiento de su idea de ordenador) incluso antes de que se construyera la primera
existencia antes de la construcción del ENIAC... máquina electrónica.
Capturas, ramificaciones e interpretaciones contrastan con las ideas
El ENIAC acabó de construirse en 1946. N o contribuyó, por tanto, a
la victoria de los aliados elaborando tablas de tiro y de bombardeo ni de algoritmos o de mecanismos predeterminados que normalmente, y
acelerando los cálculos necesarios para la fabricación de las bombas con razón, se asocian a la informática. Pero la historia de la informática
atómicas, que hicieron explosión los días 6 y 9 de agosto de 1945 en no se identifica para nada con la realización de un plan, de un progra-
Hiroshima y Nagasaki. E l EDVAC, por su parte, estuvo listo en 1951. ma, o incluso de un sueño, ya sea el sueño de Leibniz, de Babbage o de
Antes de finalizar la guerra, numerosos visitantes europeos y de otros Turing, precisamente porque se trata de una historia.
rincones del mundo desfilaron por la Moore School para contemplar el
ENIAC. A diferencia de los ingleses, que mantuvieron en secreto la
existencia de los Colossus, las autoridades militares americanas querían
rendir todos los honores posibles a las innovaciones científicas y técnicas
cosechadas durante la guerra. Los planos del EDVAC no cesaron de
circular y se celebraron numerosas conferencias y cursos en las universi-
dades americanas, destinados a exponer los principios fundamentales de
la construcción y programación de los ordenadores. De esta manera, el
británico Maurice Wilkes, uno de los inventores del radar, aprovechó
sin dilación la experiencia americana para fabricar, en 1947 en Cambrid-
ge, el EDSAC (Electronic Delay Storage Automatic Computer). Fue la
primera máquina electrónica que incorporó un programa grabado
internamente. Se construyó sobre los planos del EDVAC, utilizando
líneas de retardo de mercurio para la memoria e incluyendo un primiti-
Sistema operativo: programas VO sistema operativo.
que controlan la
organización interna y la . , . , . .
a
asignación de recursos de L historia de la informática (como tal vez todas las historias) se
un ordenador. vislumbra como una distribución indefinida de momentos y de lugares
creativos, una especie de meta-red agujereada, desgarrada, irregular, en
la que cada nudo, cada personaje define, en función de sus objetivos, la
topología de su propia red e interpreta, a su aire, todo lo que procede de
los nudos vecinos. Cada una de las mallas vivientes de este entramado
interpreta el pasado que ha recibido de las otras como si fuera a
conducirle a sus propias opciones, y proyecta un futuro donde desarro-
llarlas. Pero tanto el futuro como la imagen del pasado se encuentran en
manos de las mallas siguientes y así indefinidamente.
En esta visión de las cosas, las nociones de precursor o de fundador,
en un sentido absoluto, son poco relevantes. Por el contrario, podemos
discernir una serie de operaciones efectuadas por los actores, tendentes a
erigirse en fundadores o a buscar, en un pasado cercano o reciente,
antepasados prestigiosos de los que se proclaman únicos descendientes.
N o existen «causas» ni «factores» sociales unívocos, sino circunstan-
cias, oportunidades, a las que personas o grupos concretos confieren
sentidos distintos. N o existen «linajes» serenos, sucesiones pacíficas, sino
incursiones procedentes de todas direcciones, intentos de usurpación,
juicios interminables sobre una herencia (Aiken-IBM, Eckert-von Neu-
mann, Mauchly-Atanasoff).
La invención técnica es un hormiguero desordenado de apaños,
reutilizaciones, estabilizaciones precarias de disposiciones operativas.
Entre todas estas aglomeraciones de dispositivos heteróclitos y de ideas
dispares, algunas serán adoptadas por la mayoría y perdurarán, favore-
Cronología
MICHEL AUTHIER

Esta cronología se ha realizado en función del presente libro. Es una herramienta


que debe definir el marco en que se sitúan los descubrimientos científicos y las fuerzas
que los producen.
La operación de desglosar dentro de la historia, la cultura y la sociedad la faceta
denominada ciencia no se puede hacer sin violencia; un esqueleto no sabría ser un
cuerpo. Sin embargo se ha recopilado el mayor número posible de científicos y
descubrimientos (dentro de los límites del campo estudiado por este libro, es decir, las
ciencias occidentales), aunque la ciencia no esté constituida solamente por los autores
más conocidos ni sea una simple acumulación de hallazgos que nuestra época juzga
fundamentales.

Estos científicos, individuales o colectivos, humanos o institucionales, están


agrupados en la columna central. En la columna de la izquierdafiguranlas «creaciones
científicas» que les corresponden.
Con la idea de definir cada época de forma significativa, una tercera columna
señala los acontecimientos artísticos, sociales, políticos, religiosos: se sitúa bajo el
epígrafe «acontecimientos».
Por último, la cuestión de las fechas es fundamental en una cronología y desgra-
ciadamente uno de los aspectos que plantea más problemas. En el terreno de la ciencia,
es a menudo difícil y a veces imposible conocer fechas exactas. ¿En qué momento hay
que situar un descubrimiento, una especulación, una confirmación teórica o experimen-
tal, una enunciación oral o escrita? Hay, además, casos extremos, como se puede juzgar
por el siguiente ejemplo: el mecanicista Herón de Alejandría es emplazado cronológica-
mente en cada uno de los siglos que van del siglo III a. C. hasta el siglo III d. C. según
obras, diccionarios y cronologías.

Fuentes y agradecimientos

Una cronología nueva está inscrita en una línea de realizaciones —cada una de las
cuales aporta una nueva perspectiva, corrige inexactitudes, subraya ciertos aspectos,
pretende realizar una presentación original— que han permitido su existencia. Por
tanto debo decir que estoy en deuda con las cronologías de las ciencias y/o de la
técnica de F. Russo, M . Daumas, G. Canguilhem, R. Caratini, J. Rosmorduc, B. Gille,
así como a la más general de J. Boudet. No es necesario advertir que en el laberinto de
los descubrimientos científicos, de su relación con fenómenos culturales generales, y a
causa de la imprecisión de los temas, es un aüvio remitirse a una obra que pueda servir
599
CRONOLOGIA 601 CRONOLOGIA
600

de referencia. Por ello tampoco puedo olvidar mi deuda con dos obras de importancia: Antes del —3500. Sedentarización, selección de plantas
(trigo, cebada, mijo, VII milenio, Irak, Palestina). Silo de
los libros de R. M. Gascoigne, A Historical Catalogue of Scientists and Scientific Books, grano (VII milenio), domesticación de animales: oveja
Nueva York, Garland, 1984, y W. Stein, Kulturfahrplan, Munich-Berlin-Viena, Herbig (—9000), cabra ( — 7500, Irak del norte), cerdo y buey
Verlagsbuchhandlandlung, 1977). (Protoneolítico, Tesalia), asno, caballo, búfalo, cebra, ele-
fante (a. —3000). Se empieza a cultivar la vid (V milenio).
Vasijas ( — 6200 en Tesalia, —5200 en Chipre), cerámica
Esta cronología también tiene mucho que agradecer a los colaboradores del libro (VI milenio, Anatolia, Irán, Siria, Tracia). Espejo de obsi-
que han sabido, cada uno a su manera, contribuir con una parte de su saber, así como diana, plomo y cobre (Anatolia). Se extiende el uso de
vasijas de barro en Próximo Oriente (VI milenio). Tejidos
a X. Polanco y P. Doray. de lino, cestería, perlas de vidrio en Egipto.
- 5000 aproximadamente 5 M I L L O N E S D E H O M -
BRES.
Normas para la utilización de esta cronología
Ciencia, artesanado Historia, cultura y agricultura
* Debido a la ausencia de sabios conocidos durante los primeros milenios, la
— 3500 aprox. 20 millones de hombres
primera página sólo cuenta con dos columnas: «ciencia, artesanado» e «historia, — 3500. Herramientas de cobre, bóveda de piedra, prime-
Primeros dólmenes.
ros trabajos hidráulicos. Cobre en China. Bronce en Ur.
cultura y agricultura». Torre de barro en Mesopotamia. Fundación de Uruk, urbanización, periodo predinástico
* Desde 650 a. de C. aproximadamente hasta 1400 d. de C. las «creaciones en Egipto.
Utilización de la azada y el arado.
científicas», situadas a la izquierda, aparecen con su fecha frente a sus creadores, Cultivo y ganadería en el valle del Nilo.
«autores individuales y colectivos»; los «acontecimientos» van avanzando paralela- Hacia —3300. Inicio de la escritura en Mesopotamia y
mente dentro de cada siglo. sistemas meteorológicos.
* Desde 1401 hasta 1947 —fecha en la que, al igual que el libro, se detiene esta aprox. — 3200. Unificación de Egipto seguida del periodo
arcaico. Fundación de Troya, Tiro, Cartago, comienzo de
cronología— los autores se sitúan al lado de su fecha de nacimiento y durante el la civilización cretense.
periodo que separa el nacimiento del científico de su producción se mostrarán los h. —3100. Inicio de la escritura en Egipto y sistemas
acontecimientos, descubrimientos yfigurasdel momento que lo han acompañado. meteorológicos.
h. —2900. Primer mapa conocido (el de Egipto).
Se empieza a observar sistemáticamente el cielo (Mesopo-
Para simplificar la lectura de la cronología, que actúa como calendario, se han tamia, Egipto, India, China).
mantenido los enunciados más cortos o usuales para designar los títulos de las obras o aprox. —2900. Dinastía arcaica en Mesopotamia (civiliza-
los descubrimientos. ción sumeria clásica).
Nacimiento de las monedas de cobre y plata.
Pirámides escalonadas de Saggara.
Los nombres de los científicos aparecen siempre en negrita y los títulos de las h. —2850. Primer testimonio del calendario solar-lunar
obras (libros, revistas, pinturas, esculturas, películas...) en cursiva. (Troya).
h. —2700. Calendario egipcio de 365 días.
Las fechas que, como hemos visto, pueden resultar inciertas, van precedidas de h. —2750. Extracción del oro sustituye la obtención por
abreviaturas h. (hacia) e ül. (periodo de influencia). lavado (Egipto).
h. —2700. Testimonio de una reducción de fractura
h. —2700. Epopeya de Gilgamesh. Muralla de 900 vueltas
(Egipto).
a Uruk (9,5 km).

aprox. -2700. Imperio Antiguo, civilización clásica en


Egipto.
h. -2650. Esfinge de Gizeh: primeras momias egipcias,
h. —2600. Keops, construcción de pirámides.
h. —2500. Primeros textos de matemáticas en Mesopota-
mia.
En Babilonia se desarrolla la astronomía.
h. —2400. La rueda de radios sustituye a la rueda llena
(Próximo Oriente).
h. —2300. Imperio de Akkad bajo el reinado de Sargón.
h. —2050. Imperio de Ur III. Testimonio más antiguo del
caduceo.
Primeros códigos legales y de divinidades (Ur).
h. —2400. Textos de medicina (Ur III). h. —2000. Imperio Medio en Egipto.
h. —1850. Textos de medicina y primeros textos de mate- Periodo de apogeo de Mari en Mesopotamia.
máticas (Egipto). Paleobabilónico, invención del préstamo sobre cosecha a
33 por 100 (Babilonia).
Los Sesostris. Influencia de Egipto en Nubia, Creta, Pa-
lestina, mar Rojo.
CRONOLOGIA 603 CRONOLOGIA
602

h. —1750. Conjunto megalítico de Stonehenge. Escritura Creaciones científicas Nombres individuales y colectivos Acontecimientos
h. —1730. Hammurabi. Carro de dos ruedas asirio.
en China.
Hasta 1400, las «creaciones» apa- -750 loo MILLONES D E HOMBRES -776. Olimpiadas.
h. —1700. Problemas y tablas de matemáticas (Babilonia), recen en el lugar que les corres- — 753. Fundación de Roma. .
h. —1650. Presa de 5,4 km en la India. h. —1600. Invasión de los hicsos (Egipto). Primer periodo ponde frente a sus creadores. —733. Fundación de Siracusa.
intermedio. Los «acontecimientos» pueden
Primeras monedas griegas.
h. —1500. Textos de medicina del Imperio Nuevo (Egipto). h. —1500. Invasión casita de Babilonia. Imperio Nuevo leerse de forma independiente
(Egipto). dentro de un mismo siglo.
h. —1450. Obeliscos solares. Reloj solar de Tutmosis III. h. —1375. Akhenaton (primera religión monoteísta),
-700 Hesíodo (h. —700). Teogonia
h. —1300. Textos de medicina hititas y medio asirios. h. —1350. Asesinato de Tutankamon. Hacia —1315 Ram-
Según la mitología, Dédalo in- griega.
sés II.
venta un gran número de instru- Asurbanipal (—668, —626).
h. —1250. Huida de los judíos de Egipto. mentos.
h. —1200. Cuadrado mágico (China). Desarrollo del hie- h. —1200. Expedición egipcia hasta las minas de oro de -600
rro en Grecia. Sumatra. Alfabeto fenicio. — 570. Templo de Artemis en
La naturaleza se convierte en ob- Escuela de Mileto:
h. —1090. Utilización del gnomon y medición del ángulo h. -1100. Zigurat de Ur. jeto de ciencia. Tales prevé un «Tales (h. -625, h. -547), Ana- Éfeso.
de la elíptica (China). eclipse de sol. El agua es el ele- ximandro (h. —610, h. —545), Se intenta abrir el istmo de Co-
h. —1000. Abaco y libro de aritmética (China). h. —1000. El caballo hace su aparición en Grecia. Salo- mento primordial de su cosmo- Anaxímenes (ifl. h. —546)». rinto. El legendario Eupalino
món (h. -900, -931). gonía. Viaje a Egipto. Nacimien- construye el túnel de Samos (1,5
h. —900. Primera colonia griega en Asia Menor, to de la geometría griega. km).
h. —860. Zoo y biblioteca real de Assurnasirpal II. «Todo es número». Duplicación Escuela de Crotona: — 546. Ciro somete a Jonia.
del cuadrado. Descubrimiento de «alrededor de Pitágoras (h. Los griegos introducen la viña en
Homero (h. -850).
los inconmensurables. — 560, 480), Alcmeón, Hippaso de
h. —800. Textos de medicina neoasirios. h. —800. Herraduras y carros de cuatro ruedas con radios la Galia.
Metaponte».
(Celtas). — 522. Darío se convierte en rey
siglo —vm. Nacimiento certificado de la astronomía y de! h. —790. Los médicos se separan de la casta de los de Persia.
calendario chino. sacerdotes (India). Esopo escribe sus Fábulas.
—508. República romana.

Heráclito (ifl. h. -500). —490. Primera guerra médica:


Escuela de Elea: Arístides (-550, -469), Miltiade
Paradojas del movimiento y uni-
(—540, —489) ganan en Mara-
dad del ser. «Parmémdes (h. —544, h. —450),
tón.
Zenón (h. -490, h. -425), Jenó-
— 480. Segunda guerra médica:
fanes, Melisos de Samos».
Leónidas muere en las Termopi-
Anaxágoras (h. -500,-428).
las, Temístocles (h. -525, h. 460)
Teoría de los cuatro elementos. Empédocles (h. -490, -435). gana en Salamina y Pausanias
Problemas de la cuadratura del Escuela de Quíos: (en 479) en Platea.
círculo. Duplicación del cubo. «Hipócrates (fl. h. —460)» Nacimiento de Fidias (—490,
Trisección del ángulo. 430), Protágoras (-485, -411),
Se le atribuye el descubrimiento Enópidos. Heródoto (-484, -425). Teatro
de la oblicuidad de la elíptica, el de Esquilo ( — 525, —456). Tucídi-
periodo del ciclo Tierra-Luna (59 des (-460, -395).
años). Guerras del Peloponeso (—431-
Escuela de Abdera: -404).
Atomismo «Leucipo (-460, h. -370),
Democrito (-460, - 3 7 0 ) . » Construcción de los grandes tem-
Algoritmo infinitesimal (volumen plos griegos.
del cono)
Hipócrates de Cos (-460, h. 370). Leyes de las doce tablas en Ro-
Medicina: Teoría de los 4 humores.
ma.
Sofistas y megàricos:
Teatro de Sófocles (-496, 406).
Descubrimiento de la cuadratriz «Euciides de Megara (h. —450, h.
-443. Pericles (-495, -429) en
por la trisección del ángulo. -380),
Hippias de Elis (ifl. h. - 4 0 0 ) » . el poder.
Partenón. Teatro de Eurípides
(-480, -406).
—430. Peste en Atenas. Alcibía-
des (-450, -404).
—408. Platón asiste a las ense-
ñanzas de Sócrates (—470, h.
—399) hasta —399, luego se mar-
cha a Sicilia.
Teatro de Aristófanes (—450, h.
-387).
—404. Caída de la democracia
ateniense, consejo de los Treinta
tiranos.
CRONOLOGIA 604 605 CRONOLOGIA

Creaciones científicas Nombres individuales y colectivos Acontecimientos Creaciones científicas Nombres individuales y colectivos Acontecimientos

-400 —48. Batalla de Farsalia (César y


Problema de las medias propor- Arquitas de Tarento (h. —430, h. Pompeyo).
— 399. Condena de Sócrates.
cionales y duplicación del cubo -348). Dinis, tirano de Siracusa. — 31. Publicación de 10 libros de Vitruvio (th. -25). —46. Calendario juliano.
(mesolabio). Primeros diálogos de Platón. Arquitectura: mecánica, hidráuli- — 31. Batalla de Actio (Octavio
Trabajos sobre los inconmensu- Escuela de Atenas: h. —390. Nacimiento de tres es- ca, gnomònica. vence a Antonio).
rables. Investigación sobre los «Teodoro de Cirene, Platón cultores: Praxiteles, Scopas, Lisi- Trabajos de botánica. Nicolás de Damasco. — 29. La Eneida de Virgilio ( — 70,
poliedros. (-428, -348), Teeteto (-417, po. — 19), amigo de Mecenas ( — 69,
-369), Speusipo (-408, -339), — 381. Brenno en Roma: «Vae + 8). Poesías de Horacio ( — 65,
Menón.» victis!» - 8 ) y Ovidio (-43, +17).
Rotación de la Tierra sobre si Heráclito del Ponto (-388, Tito Livio (-59, +17), Diodoro
— 375. Templo de Epidauro.
misma. -312). de Sicilia ( — 30-+ 30) escriben ca-
— 359. Advenimiento de Filipo de da uno su historia.
— 387. Fundación de la Acade- Macedonia.
mia de Atenas. 0
-351. Demóstenes (-384,
Aritmética, secciones cónicas. Escuela de Cíclico: — 322), primera filípica. Historia natural. Plinio el Viejo (23-79). 1. Jesucristo tiene 7 años.
Egipcio planetario. A ñ o de 365 «Eudoxio de Cnido (—400, Pax Romana. Séneca (—2-+ 65).
Menandro (-340, -292). Botánica y Medicina. Desarrollo Dioscórides (ifl. 50-70).
días 1/4. — 347), Callippos».
— 338. Batalla de Queronea. de las ciencias de la naturaleza. 57. San Pablo (5-67) predica en
Enciclopedia de conocimientos — 355. Escuela de los peripatéti-
-331. Alejandro (-356, -323), Efeso.
científicos. cos (fundación del Liceo): «Aris-
tóteles (384, -322), Eudemio de se convierte en rey de Egipto, Geometría esférica. Menelao (90-170). 79. Destrucción de Pompeya.
Rodas (ifl. -320), Auticos de Pí- vence a los persas, funda Alejan- 80. Inauguración del Coliseo.
fano (ifl. h. 300)». dría. Plutarco (50-125) entra en Que-
Principio del jardín de Epícuro El navegante Piteas explora los ronea.
(-378, -287). mares del norte de Europa. 100
Sobre las secciones cónicas. Menecmo ( — 374, —325). Astronomía y óptica (La compo- Ptolomeo (90-170). 122. Muro de Adriano (76-138).
-300 sición matemática o Almageste). Principio de la teología cristiana,
Los elementos (colectivo) propor- Escuela de Alejandría: Apertura del Pórtico, escuela es- Matemáticas aplicadas (catóptri- Herón de Alejandría (h. 150). Tertuliano (160-245), Orígenes
ción, geometría plana, óptica, «Euclides (-322, - 2 8 5 ) » . toica de Zenón de Cirio (—355, ca, autómata, neumática, instru- (185-254).
música,... -264). mentos de medida, máquinas de Revuelta judía contra Roma.
— 290. Museo de Alejandría (y Teatro de Epidauro (15.000 per- guerra). 129. Composición del Edicto per-
biblioteca). sonas). Matemáticas útiles para leer a Teo de Esmirna (fl. 150). petuo de Salvio Juliano.
Teoría heliocéntrica. Aristarco (-310, -230). — 280. Faro de Alejandría. Platón. 160. Herejía montañista (fin del
Estudio sobre aire comprimido e Anatomía, medicina, psicopato- Galeno (130-200). mundo e intransigencia moral).
Ctesibíos (-296, -228). —264. Primera guerra púnica.
hidráulica. (-241). logía. 175. Pensamientos del emperador
Matemática, astronómica, mecá- Primer libro hebreo de geome- Neemías. Marco Aurelio.
Arquímedes (-287, -212). Los argonautas de Apolonio de
nica,... Rodas (-260, -186). tría.
Conon de Samos (ifl. —245). Comedias de Plauto ( — 254, 200
Geometría y astronomía. -184). Sobre la mezcla. Desarrollo de la teología cris-
Alejandro de Afrodisia (ifl. 270). tiana.
Filón de Bizancio (ifl. h. —250). -219. Aníbal (-247, -183) diri-
Trabajos de mecánica. ge la segunda guerra púnica Teoría de los números. Múltiples El emperador Probo deroga las
(-202). ecuaciones, concepto de la incóg- Diofanto (ifl. 270). restricciones sobre el cultivo de la
Se estima que la circunferencia de nita marcada por un signo. vid en Galia.
Eratóstenes (-276, -195). -212. Marcelo (-268, -208) to-
la Tierra mide 40.000 kilómetros ma Siracusa. Teoría neopitagórica de los nú- JámMico (250-333). Neoplatonismo: Porfirio (233-
y se redacta una Geografía. meros. 282) escribe la vida de su maestro
Trabajo sobre las secciones cóni- Apolonio de Pergamo ( — 262, Colección matemática. Pappus (280-340). Plotino (205-270).
cas. -180). Investigación sobre la alquimia Zósimo de Panópolis. Inicio de las invasiones bárbaras.
-200 ( Gran Obra).
Trabajos de matemáticas. Diocles (ifl. -190). — 186. 7.000 personas implicadas 300
en el escándalo de las Bacanales Teón de Alejandría (ifl. 364-377). 312. Conversión de Constantino.
Comentarios sobre Euclides, Ar-
de Roma.
químedes, Ptolomeo.
Explicación de las mareas. Seleuco de Babilonia. Comedias de Terencío ( — 194,
Enciclopedia de los conocimientos Oribasios (h. 325-h. 403). 325. Concilio de Nicea (condena
-159). del arrianismo).
de medicina.
Se aplica la geometría a la astro- Hiparco (in. -147, -127). -167. Polibio (-205, -125) lle- Trabajos sobre óptica. Heliodoro de Larisa 330. Constantinopla, capital del
nomía (distancia de la Tierra al ga a Roma. Primer (?) principio del mínimo. y su hijo Damiano. Imperio.
Sol, previsión de eclipses).
— 161. Roma: expulsión de filóso- Comentarios sobre Platón, Aris- 354. Santa Monica (332-387) da a
Hipaso (370-414).
fos. tóteles, Diofanto, Apolonio, Pto- luz a San Agustín (f430), autor
Obras de medicina. Asclepias de Bitinia (h. —130- — 149. Tercera guerra púnica de la Ciudad de Dios (427).
lomeo.
-40). (..., -146). 393. Ultimos juegos olímpicos.
-100 Vulgata de San Jerónimo (347-
Sobre la naturaleza. 420).
Lucrecio (h. -95, -55). — 73. Rebelión de los esclavos.
17 libros de Geografía (física, hu- Estrabón (-63, +5). -58. César (-100— 44) en Ga- 400 200 MILLONES DE HOMBRES
mana). lia, Alesia ( — 52). Comentarios sobre Platón. Proclo (412-485). 410. Alarico invade Roma.
CRONOLOGIA 606 607 CRONOLOGIA

Creaciones científicas Nombres individuales y colectivos Acontecimientos


Creaciones científicas Nombres individuales y colectivos Acontecimientos
India: utilización de números ne- Aryabhata (476-535). 415. Hipaso masacrado por unos Numerosas fundaciones de cate-
gativos, del 0, círculo, trigono- cristianos. Traducciones de ciencias y filoso- Ishâq ibn Hunayn (f 910). drales y abadías, centros de estudio
metría (seno). Posición de la L u - Traducciones latinas de Aristóte- fía. y archivos.
na y el Sol. Conocimiento de la les y Platón. Alquimia, medicina, farmacia. Al-Razi (Rhazes, h. 860-923).
rotación de la Tierra. Observación de la excentricidad de
449. El concilio de Éfeso condena A!-Battan¡ (856-929).
Enciclopedia de las ciencias grie- Boecio (480-525).
a Ibas por nestorianismo (dos la órbita solar.
gas. personas en Cristo). 900
Comentarios matemáticos sobre Eutocio (480-560). 451. Derrota de Atila (h. 395- Libro de las estrellas fijas. Al-Sufi (903-986). Fundación del monasterio de
Arquímedes, Apolonio, Eudemio, 453). Cluny.
Eratóstenes.
486. Santa Genoveva en París Tabla calculada de las tangentes y Abu-al-Qafà (940-998). Las mil y una noches.
Las bodas de Mercurio y del Sol Capella. durante el asedio de Clodoveo,
(Enciclopedia). cotangentes.
bautizado en 496 por San Remi-
Primeras influencias de la ciencia Gerbert de Aurillac (950-1003). Gerbert se convertirá en el papa
gio. Silvestre II en 999.
árabe en Occidente.
Óptica, visión, astronomía, meteo- Ibn al-Haytham (Alhazen, 965- 962. Restauración del Imperio de
Primer ataque contra la física y Juan Filopón. Teodorico (455-526) impone el 1039). Occidente.
ros.
la cosmología de Aristóteles. derecho romano a los bárbaros.
Medidas y pesos específicos de AI-Birûni (973-1050). 975. El califa al Aziz funda en
Matemáticas y arquitectura de Isidoro de Mileto (ifl. 532). 529. El emperador Justiniano
varias sustancias. Egipto una biblioteca que contará
Santa Sofía de Constantinopla (483-552) cierra la escuela de Ate-
nas donde da clases el neoplató- con 1.400.000 libros.
inaugurada en 537.
nico Simplicius (ifl. 525-545). Anatomía y fisiología del ojo. Ali ibn 'Isa (h. 940-1010). 987. Dinastía capeta.
Clasificación religiosa del conoci- Isidoro de Sevilla (560-636).
miento. Canon de medicina. Libro de la Avicena (ibn Sina, 980-1037).
531. Cosroes I, emperador persa
Matemáticas y astronomía (India). Brabmagupta (598-apr. 665). (?-578). curación.
Grupo de los «Hermanos de la 983. Fundación en Basra de «Ikhán
532. L a Iglesia instituye la era
Pureza» para reunir todo al saber. al-Safá».
cristiana concebida por Dinis el
joven. 1000
540. Monte Casino fundado por El obispo Fulbert funda la escuela Leif Ericsson descubre Vinlandia.
san Benito (480-547). de Chartres.
600 Enciclopedia filosófica y científica. M . Psellos (1018-1078). 1022. Aparición del catarismo.
Astronomía. Geografía en lengua Severo Sêbôckht 622. Egira de Mahoma (575-632). Primer gran actor déla transmisión Constantino el Africano (ifl. 1065- 1055. Los turcos toman Bagdad.
siriaca. Conquistas musulmanas: Siria del saber árabe en Occidente, trad., 1085). 1061. Los normandos conquistan
Medicina y cirugía. Pablo de Egina (640). (633-640), Mesopotamia (633- medicina. Sicilia (...1091). /

Cronología universal basada en Beda el Venerable (672-735). 637), Egipto (639-646). Astronomía: autor de las Tablas Ibn-Sa'id (1029-1070). 1066. Batalla de Hastings.
la era cristiana. Tratado de métri- 661. D i n a s t í a de los Omeyas (?- toledanas. 1077. Canossa.
ca. Erudición astronómica e his- 750). Matemáticas y astronomía. Al-Khayyami (1048-1131).
toria natural. 1079. Todas las catedrales han de
670. Fundación de Queruán. Enciclopedia teológica, lógica, ma- Adelardo de Bath (1090-1142). tener su escuela.
700 temáticas, filosofía: los conoci-
1085. Reconquista de Toledo.
Trabajos de alquimia. Heliodoro y Teofrasto. Conquistas: África del Norte mientos griegos y árabes se tradu-
1099. Primera cruzada a Jerusalén.
La ciencia de la India llega a los Al-Fazari (padre f h. 777, hijo en (687-702), España (711-716), Irán cen al latín.
Ecuaciones sobre los periodos Bbáshara (1114-1185). Abelardo (1079-1142) sabio y filó-
árabes: astronomía y astrologia. 800). oriental (714).
planetarios. sofo.
Alquimia, esoterismo, numero- Jabir ibn Hayyan (ifl. h. 800). 750. Poder de los Abasidas hasta
Política sistemática de traduccio- Hermann el Dàlmata (fi. 1138- 1148. El concilio de Reims conde-
logia. 1285.
nes (Al-Khwárizmi, Ptolomeo, 1143). na a Giliberto de la Porree (1076-
762. Fundación de Bagdad.
Euclides...). Juan de Sevilla (ifl. 1135-1153). 1154).
768. Carlomagno, rey (?-814).
Gerardo de Cremona (1114-1187). 1163. Empieza la construcción de
786. Haroun al-Rachid, califa A partir de 1150 premisas de la Notre Dame de París.
(?-809). fundación de las universidades de Libro de los perdidos de Maimó-
Paris, Oxford, Bolonia...
nides (1135-1204).
Primera traducción de Euclides Al-Hajjáj (ifl. 786-833). 813. Inicio del reinado de al-Ma- Sobre las ecuaciones de 2 ° grado. Savasorda (Abraham Bar-Hiyya,
1179. Introducción del papel en
al árabe. mun (786-833) que comienza una Fracciones. ifl. 1133-1136).
Europa.
Proyecto de un catálogo sobre 832. Fundación de la «Casa de la política científica: laboratorios, co- Traducción del Almageste. Averroes (Ibn-Rusd, 1126-1198).
1180. Reinado de Felipe Augusto
las estrellas. Academia de traduc- sabiduría», dirigida por Hunayan lecciones, biblioteca. (...1223).
ción de textos científicos. ibn Ishak (808-873). Periodo fasto del arte carolingio. 1200
Primer filósofo árabe (saber enci- Al-Kynd (h. 801-866). 845. Los vikingos asedian París. Libro sobre los abacos (1202). In- Fibonacci (Leonardo de Pisa, 1208. Cruzada contra los albigen-
clopédico). El teólogo Scot Erigéne llega a 1170-1240).
troduce los números árabes y el ses.
Principio de la posición de los Al-Khwárizm! (ifl. 800-847). Francia. cálculo algebraico. Libro de geo- Utilización generalizada de la
números. Tratado de «al-jabr». Fundación de la escuela de Sa- 867. Cisma de Fotíus (820-891) metría (1230). brújula.
Tablas de astronomía (seno). lerno. entre Roma y Bizancio. Óptica universal y experimental. Grosseteste (1175-1253) funda la 1212. Los cristianos derrotan a
Estrellas y movimientos celestes. Al-Farghani (f después de 861). universidad de Oxford.
868. Primer libro xilografiado co- los musulmanes en las Navas de
Noción de tangente en trigono-
nocido (sütra). Matemáticas, arte, mineralogía AI-Tusi (1201-1274). Tolosa.
metría.
Cantiléne de sainte Eulalie (escrito (1230). h. 1220. Palermo, capital «trilin-
Matemáticas, mecánica, medi- Thâbit ibn Qurra (836-901). en francés). Obras de matemáticas. J . de Hollywood (Sacrobosco, güe» de Federico II (1294-1350).
cina.
1190-1250). 1231. Constitución (laica) de Melfi.
CRONOLOGIA 608 609 CRONOLOGIA

Creaciones científicas Nombres individuales y colectivos Acontecimientos Creaciones científicas Nombres individuales y colectivos Acontecimientos

Geología, botánica, biología, Alberto el Grande (1206-1280). 1244. Hoguera de Montségur. 1432 Malatesta (1417-1468) condottie-
«química» bases-ácidos. 1258. Invasión mongol; el nieto re en Rímini.
Óptica, acústica... Arco iris. Bacon (1219-1292). de Gengis Khan saquea Bagdad (v.) Nicolás de Cusa plantea la 1435 Los Médicis en el poder en Flo-
Numerosas traducciones. Juan de Palermo (ifl. 1221-1240). (1160-1227). hipótesis del movimiento de la rencia.
Tierra. Polders de Zuiderzee.
1229. Universidad de Toulouse. 1271. Viaje de Marco Polo (1254-
1324). 1436 Regiomontanus (t 1476). Gutenberg inventa los caracteres
Traducción de al-Haytham y es- Witelo (1230-1275).
Universidad de Caen. móviles en Estrasburgo.
tudio de óptica (refracción). Se funda la Sorbona. 1277. Se condena la obra de san-
to Tomás de Aquino (1226-1274). 1439 Acondicionamiento de la costa
Libro de aritmética. Alejandro de Villedieu (t 1280). veneciana.
De magnete (1269). 1289. Dante (1265-1321), partida-
Pierre de Maricourt 1445 (v.) Pacioli (t 1517), Chuquet
Oposición a la física de Aristóte- rio de los güelfos, participa en la
Guillermo de Moerbeke (1230- guerra contra los gibelinos. (t 1500).
les. 1286).
1290. Cimabue (1240-1302) profe- 1446 Colón (t 1506).
Numerosas traducciones (por
sor de Giotto (1276-1336). 1447 Nicolás V (papa): amplia política
ejemplo, de Arquímedes). de mecenazgo.
Compilación de alquimia. Raimundo Lulio (1235-1315). Tratado de las máquinas de M . 1449
Obra de medicina en Montpe- Arnaud de Villeneuve (1240-1311). Taccola.
llier. 1450 (h.) Bruschwig (t 1512). Gutenberg en Maguncia.
Teoría del arco iris. Thierry de Freiberg (1250-1310). Biblioteca del Vaticano.
Astronomía, óptica, medicina. Al-Shîrâzi (Qutd al-Din, 1236- 1451 Fin de la guerra de los Cien
1311). Años.
h. 1270. E l rey Alfonso promueve 1289. Universidad de Montpe- 1452 Universidad de Valence (Fran-
la creación de unas tablas de as- llier. cia). Vinci (t 1519).
tronomía. (Judas ben Moses, Universidades de Padua, Ñ a p ó - 1453 Los turcos toman Constantino-
Isaac ibn Sid.) les, Toulouse, Roma. pía.
1454 Vespucci (t 1512) RENACIMIENTO
1300
1455 La tipografía de Gutenberg mul- italiano — pintura: Fra Angelico
Tablas de astronomía. Levi-Ben Gerson (1288-1344). 1307. Dante escribe La Divina (1387-1455), Masaccio (1401-
tiplica la difusión de obras cien-
1308. Universidad de Cracovia. Comedia (1307-1321). tíficas. 1464), Botticelli (1445-1510), Pie-
Trabajos de óptica y de matemá- Al-Farizi (Kamal al-Din, t e n
h. 1320. Primeros relojes mecáni- ro de la Francesca (1416-Í492),
1460 Destrucción del observatorio de
ticas. 1320). cos con peso. Mantegna (1439-1494), Vinci
Samarcanda (fin de la ciencia ára-
1327. Inicio de la guerra de los (1452-1519), Rafael (1483-1520),
Importantes reflexiones sobre físi- Bradwardine (1290-1349) be medieval).
Cien Años. Miguel Ángel (1475-1564), — ar-
ca. Buridan (1295-1358). 1462 (h.) Widman (f apr. 1498). quitectura, escultura: Bramante
Teoría del ímpetu. Matemáticas y Nicolás de Oresme (1302-1382). 1346. Batalla de Crécy.
1463 Universidad de Bourges. (1444-1514), — letras: Nicolas de
movimiento (circular). 1348. La peste negra llega a Occi- Cusa (1410-1464), Pico de la M i -
dente: por su causa moriría un Regiomontanus perfecciona la tri- 1464
Astronomía tolemaica. Jean de Lignières (ifl. 1320). gonometría plana y esférica. randola (1463-1494), Maquiavelo
Cálculo de los eclipses y teoría de tercio de la población, (1469-1527),
Jean de Murs (ifl. 1340). 1465 Escipión del ferro (f 1526).
la música. h. 1355. Bocaccio (1313-1373): el holandés — pintura: Van der
Decamerón. ' Producción de legumbres mejora- 1466
Filosofía natural y matemáticas. Domenico de Clavaso (iñ. 1346- Weyden (1400-1464), Memling
das en los jardines italianos (alca-
1357). 1389. Nacimiento de Cosme de (1433-1494), Bosch (1450-1516),
chofa, zanahoria, judías verdes,
Medicis (t 1464). coliflor). — letras: Erasmo (1469-1536),
1386. Universidad de Heidelberg.
A partir de 1401 los aconteci- 1401 Molinos de viento en Holanda. alemán — pintura: Durerò (1471-
Primera obra científica impresa 1469 Gama (t 1525).
mientos y creaciones se sitúan 1405 Armas de fuego portátiles. 1528),
(en Venecia): Plinio.
junto a su fecha correspondiente francés — pintura: Fouquet
1470 Primera imprenta en la Sorbona.
y los nombres frente a su fecha de (1415-1480), Clouet (1475-1540),
Vergilius (t 1555), Magallanes
«nacimiento». — escultura: Collombes (1430-
(t 1521).
1514), — letras: Villon (1431-
1471 (h.) Bartolomeo Díaz (t 1500), 1490), Ph. de Commynes (1447-
1409 Universidades de Aix-en-Proven- Durerò (f 1528). 1511), Budé (1467-1540), Rabelais
ce y Leipzig. Edición de obras de Aristóteles 1472 (1494-1553), Marot (1496-1544).
Batalla de Tannemberg. (Venecia).
Principio del sistema biela/mani- 1410
vela. Primera edición de Galeno (700 1473 Copernico (f 1543).
Azincourt. Queman a J. Hus ed. hasta 1600).
1415
(1369-1415). Tratado de mecánica: regulado- 1475
Cúpula de Florencia de Brune- res de bolas, turbinas hidráulicas,
1418 aparatos de elevación, vehículo
lleschi (1377-1416).
automóvil.
Carabela portuguesa.
1420 1476 Universidad de Upsala.
Reloj astronómico de Bourges. 1423 Puerbach (t 1476). 1478 Túnel del Viso (alt. 2.000 m).
1426 Universidad de Lovaina. 1479 Calcagni™ (f 1541).
Tratado anónimo de mecánica: 1430 1480 Bringuccio (f 1539).
molinos hidráulicos, máquinas de Ed. de Los Elementos de Euclídes 1482
perforar, de pulir. (Venecia).
CRONOLOGIA 610 611 CRONOLOGIA

Creaciones científicas Nombres individuales y colectivos Acontecimientos Creaciones científicas Nombres individuales y colectivos Acontecimientos

Chuquet: tripartición sobre la 1484 Scalinger (t 1558). Perfeccionamiento de la maqui- Paracelso (química,-alquimia, ma- 1527 Dee (t 1608) El escultor y orfebre B. Cellini
ciencia de los núneros. naria minera. gia, medicina, cirugía) se instala (1500-1571) organiza el asedio de
Ed. Lucrecio: De natura rerum 1486 Agripa (t 1535). Díaz llega al extremo sur de Áfri- en Basilea. Roma. Utilización de la pólvora
(Venecia). ca. en las minas.
Widman utiliza los signos 4- y —. 1489 1529 Colegio real (futuro Colegio de Pizarro (1475-1541) en Perú.
Francia).
(entre 1469 y 1575 se imprimirán 1491 J. Cartier (t 1557).
prácticamente todas las obras Agripa: Ocultismo y reflexiones 1530
científicas conocidas escritas en sobre las ciencias.
griego, árabe, hebreo, latín). 1531 Caída del imperio inca.
1492 Riese (t 1559). Colón «descubre» la isla de Gua- Jardín botánico de Padua. 1532 Xylander (t 1576).
nahani.
Conquista de Granada. 1533 Fabricio (t 1619). Holbein (1497-1543): Los Embaja-
dores.
1493 Paracelso (t 1541).
Tartaglia: ecuación de 3." grado. 1534 Della Porta (t 1615). Primeros pasos de la Compañía
1494 Agrícola (t 1555), Maurolíco Savonarola (1452-1498) a la cabe-
de Jesús de Ignacio de Loyola
(1575). za de la república florentina.
(1491-1556).
Durerò, trabajos sobre las pro- 1495 J. Cartier (1491-1557) explora el
porciones y la perspectiva. (h.) Vicary (t 1561). St. Laurent.
1497 Cisma anglicano.
Holbein (t 1543). 1535 Calvino (1509-1564) publica Ins-
1498 Vasco de Gama abre la ruta de tituciones de la religión cristiana.
las Indias.
1537 Clavius (t 1612)
Vergilius publica una obra de di- 1499 Vespucio llega a la Guayana. Pri-
Jardín botánico deJTouvois (cer- 1538 Olivier de Serres (f 1619).
vulgación. mera edición de La Celestina de
ca de Mans).
Rojas (h. 1473- dp. 1538).
Pirotechnia (metalurgia de Brin- 1539
Máquinas de vuelo de Leonardo 1500 Tartaglia (f 1557), Besson (f 1576). Aparecen las primeras prensas de quccio).
da Vinci. madera.
Rheticus publica un resumen de 1540 Viète (t 1603), Ceulen (f 1610). Roma reconoce a los jesuítas.
1501 Cardan (f 1576). la obra de Copernico.
a
1. fundación de la Academia de
1503 Se inventa el espejo veneciano. las ciencias de Padua.
1507 Rondelet (t 1566). Piccolomini: Sobre la esfera del
mundo.
1508 Piccolomini (f 1578).
Ed. póst. de Copernico: el Sol es 1543 Llegada de los portugueses a Ja-
Primeras ediciones de manuales 1509 Commandino (f 1575), Pare Primeros relojes. el centro de todas las órbitas ce- pón.
de ciencia y técnica. (t 1590). lestiales.
1510 Palissy (f 1590). Vesalio: Anatomía humana.
Servet (t 1553). Jardín botánico de Pisa.
1511
Cardan: (Ars magna) ecuación de 1544 Gilberto (t 1603). Ordenanza real sobre la tala de
1514 Vesaiio (f 1564), Rhéticus (f 1576). 3." grado. bosques.
1515 Ramus (f 1572). Francisco I (1494-1547). Inicio de Tesis de un ímpetu terrestre, Cal-
su reinado. cagnini (1479-1541).
1516 Gesner (f 1565). Maquiavelo (1469-1527): El Prin- Paré: Método para tratar las pla- 1545 Gérard (1612). Concilio de Trento (...1563).
cipe. Primer esclavo africano en gas.
América. J . Bock: Descripción de las plan-
1517 Belon (t 1564). Lutero (1483-1546): Publicación tas.
de tesis. Tartaglia: investiga sobre la tra- 1546 Tycho Brahé (f 1601).
1518 Importación de cochinilla (Méji- yectoria de un proyectil.
co). 1548 Stevin (t 1620), G . Bruno (f 1600).
1519 Cesalpino (f 1603). Carlos V (1500-1558), emperador. 1549 Francisco Javier (1506-1552) llega
Cortés (1485-1547) en Méjico. a Japón.
1520 Caída del imperio azteca y de Du Bellay (1522-1560), Défense et
Méjico. illustration de la langue française.
1521 Excomunión de Lutero. Ferrari: ecuación de 4 ° grado. 1550 Beguin (t 1620), Napier (f 1617). Goujon (1510-1569) esculpe la
S. el Cano (h. 1460-1526) termina A. Reise recomienda utilizar el fuente de los Inocentes.
1522 Ferrari (t 1565), Aldobrandini
(t 1605). el viaje iniciado por Magallanes cálculo escrito en lugar de las fi-
(1470-1521) en 1419. chas.
Durerò: Tratado de perspectiva. 1525 Se introduce la patata en Europa. Cardan: investiga sobre la caída 1551 Estandarización de los caracteres
Nacimiento de Brueghel el Viejo de los cuerpos. de imprenta. Primera patente de
(t 1569); le sucederán sus dos hi- Gessnen Historia animal. importación en Francia (vidrio).
jos conocidos por B. de Infierno Rheticus: noción de coseno.
(1564-1638) y B. de Terciopelo P. Belon: libro sobre Extraños pe-
ces marinos; más tarde sobre Los
(1568-1625).
pájaros (1555); y El cultivo de
1526 BombelU (t 1572). plantas (1558).
CRONOLOGIA 612 613 CRONOLOGIA

Creaciones científicas Nombres individuales y colectivos Acontecimientos Creaciones científicas Nombres individuales y colectivos Acontecimientos

1552 Ricci (t 1610), Sarpi (f 1623). Ronsard (1524-1585) escribe Los Cesalpino: primera, clasificación 1584 P. Vernier (f 1638). Viaje de W. Raleigh (h. 1554-
amores (...1555). coherente de las plantas. 1618) del que regresa con la plan-
M . ServeC primera idea sobre la 1553 Martirio de M . Servet (1511- ta de tabaco y escribe en 1614
circulación de la sangre. 1553). una Historia del mundo.
T. Brahé: abandono de las orbes 1585 Atlas del mundo (...1590) de Mer-
Rondelet: Sobre los peces marinos. 1554 El Lazarillo de Tormes (primera sólidas. cator (1512-1594).
novela picaresca). Benedetti: intuye el principio de
Palissy quema sus muebles para 1555 Paz de Augsburg. inercia.
cocer cerámica. Primera ed. de las 7 Centurias de Stevin: Aritmética decimal.
Nostradamus (1603-1666). Stevin: Estudio del plano inclina- 1586 Zucchi ((t 1670). El Greco (1541-1614) pinta el En-
«y por fin llegó Malahierba...», do tierro del conde de Orgaz.
murió en 1628.
Stevin: principios de mecánica. 1587 Froidmont (f 1653), Fabricius
Agrícola: De re metallica (tratado 1556 Se forma la Pléiade. (t 1615).
de metalurgia). 1588 M . Mersenne (t 1648), Beeckman La Armada Invencible.
Tartaglia: Tratado sobre números (t 1637), Hobbes (f 1672).
y medidas.
Galileo: De Motu (estudio sobre 1590
1557 Los portugueses llegan a Macao. la caída de los cuerpos).
Della Porta: Magia naturalis. 1558 Universidad de Jena. Sedición en Pert de J. Knox Jansen inaugura las invenciones
(1505-1572). sobre microscopio compuesto.
1559 Amyot (1513-1593) traduce Plu- Viéte: utilización de letras, fórmu- 1591 Desargues (t 1661).
tarco. la de álgebra en geometría, inves-
Nicot introduce el tabaco. tigación sobre el circulo.
1592 Gassendi (f 1655), Schickard
Primer observatorio giratorio. 1561 Bacon (t 1626), Roomen o Roma- Teresa de Ávila (1515-1582). Re-
nus (f 1615). forma de los carmelitas. (t 1635).
Roomen da el valor de 7r con 15 «¡París bien vale una misa!»
1562 Fundación del colegio de Cler- Comienza la trata de negros. 1593
decimales.
mont. Comienzan las guerras de reli-
gión. Ed. póst. del Teatro de los instru-
mentos matemáticos y mecánicos 1594
1563 Se inicia la construcción del Es- del fabricante Besson (1500-1576).
corial.
1595 A. Girard (f 1632), Beaugrand
1564 Galileo (t 1642). Se inventa el lápiz. (t 1640), Linus (f 1675).
Commandino. Centro de grave- 1565 Primera bolsa de comercio de Gérard: Catálogo de árboles (Lon- 1596 Descartes (t 1650).
dad de los sôlidos. Londres. dres).
Scalinger: Sobre las plantas (ed. 1566 Revuelta de las Provincias Uni- 1598 Cavalieri (t 1649) Edicto de Nantes. Fin de las gue-
pôstuma). das (...1574). rras de religión.
Rondelet: en Montpellier, primer Aldobrandini: Gran enciclopedia 1599 Recogida de la seda (O. de Serres).
anfiteatro de anatomia. zoológica (vocabulario, clasifica- Compañía inglesa de las Indias.
1568 Campanella (t 1639). ción, muestras...).
Ramus: Libros de geometría. 1569 Gilberto: De magnete. 1600 Cacavi (f 1684), De Lalouvère Martirio de G . Bruno (por here-
O. de Serres: Teatro de la agricidtu- (t 1664), Montmor (t 1679). jia atomista).
1571 Kepler (t 1630). Conquista de Filipinas.
ra.
Cervantes (1547-1616).
Fabricio: primer estudio de embrio-
Batalla de Lepanto.
logía.
Bombelli: Álgebra, estudio de 1572 Masacre de San Bartolomé.
1601 Fermât (t 1665). El emperador de China recibe a
Diofanto. Ricci.
1573 Scheiner (t 1650). 1602 Roberval (f 1673), De Guericke Manufactura (privada) de los Go-
Clavius: ed. comentada de Eucli- 1574 (1686), Kircher (f 1650), De Billy belinos.
des. (f 1679), Bosse (f 1676).
Fabricio: base de la fisiología cir- Van Helmont ataca la teoría de 1603 Digby (1668). Shakespeare (1564-1616), Hamlet,
culatoria. los 4 elementos; inventa la pala- Academia dei Lincei. Shogunato de Tokugawa (...1868),
1576 S. de Caus (t 1626). Bodin (h. 1530-1596) publica La bra «gas». la capital pasa de Kyoto a Tok-
República. yo.
1577 Van Helmont (f 1644), Guldin Viaje de F. Drake (1545-1595), Galileo: primera exposición (fal- 1604 Glauber (f 1668).
(t 1643). hasta 1580. sa) de la ley de la caída de sólidos.
1578 Harvey (t 1657). Kepler: Paralipómenos en Vitelio
(óptica).
Viéte: Canon mathematicus, trigo- 1579 Jo'it Brugbi: Primer acercamiento
nometría.
a los logaritmos.
B. Palissy: Estudio sobre los fósi- 1580 Snel (t 1626), De Peirsec (1637). Montaigne (1533-1592), Ensayos Bacon: empieza la publicación de 1605 Fernicle (f 1675). Belarmino (1542-1621) biblioteca-
les. (...1588).
su gigantesca enciclopedia. rio del Vaticano.
Galileo: Isosincronismo de las os- 1581 Gunter (f 1626), Bachet (f 1638). Conspiración de la Pólvora.
cilaciones del péndulo.. Cervantes: Don Quijote.
1582 J . Rey (t 1645). Calendario gregoriano (según los Shakespeare: Macbeth, El rey
cálculos de Clavius). Lear.
CRONOLOGIA 614 615 CRONOLOGIA

Creaciones científicas Nombres individuales y colectivos Acontecimientos Creaciones científicas Nombres individuales y colectivos Acontecimientos

Galileo: operaciones del compás. 1606 Invención del nonio. 1631 Wilson (t 1711). Se inicia la construcción de Ver-
1607 Orfeo de Monteverdi (1567-1643). salles.
Francia anexiona Navarra. Gazette de Renaudot (1586-1653).
Stevin: principio de los trabajos 1608 Torricelli (t 1647). Fundación de Québec. Mathurin Galileo: Diálogo sobre los dos sis- 1632 Leeuwenhoeck (t 1723). Rembrandt (1606-1669), Lección
virtuales e hidrostática. Régnier (1573-1613); Sátiras. temas máximos del mundo. de anatomía.
Métius: telescopio. 1609 Independencia de las Provincias Se inventa el termómetro de Cristina reina de Suecia.
Kepler: Astronomía novae, se rom- Unidas. agua.
pe el círculo: 1. Las órbitas plane- Reforma de Port-Royal. Proceso Galileo. 1633 Boccone (t 1704), Vauban (t 1707). Bernini (1598-1680): tabernáculo
tarias son elipses; 2. El aire barri- Se crea el banco de Amsterdam. de San Pedro en Roma.
do por el rayo del planeta sol es Se inicia la sumisión del Para- Mersenne traduce la Mecánica de 1634 Amman (t 1691). Vicente de Paúl (1581-1660): las
proporcional al tiempo. guay. Galileo. Hijas de la Caridad.
Bequin: Elementos de química. 1610 Bourdelot (t 1685). Asesinato de Enrique IV. Poussin (1594-1665): Helios y
Galileo: descubre los satélites de Francisco de Sales (1567-1622) Faetón.
Júpiter, con Scheiner las manchas funda la Orden de la Visitación. Cavalieri: Geometría de los indivi- 1635 Hooke (t 1702), Becher (t 1685). Instituciones de la Academia
del Sol.
sibles. francesa. Aislamiento de Japón.
Maurolico: Photisimi de lumine, 1611 Hevelius (t 1687), Pell (t 1685), Marsenne: primera medición de Lope de Vega (1562-1635) muere
ed. póst. (óptica). P. Perrault (1680). la velocidad del sonido. tras escribir 1800 obras de teatro.
Fabricíus: Manchas observadas en Roberval: tratado de mecánica y 1636 Glanvill (f 1680). Corneille (1606-1684), El Cid.
el Sol**. método para trazar tangentes. Fundación de Harvard.
1612 Tacquet (t 1660), Gascoigne Construcción de la mezquita de
Descartes: Discurso del método. 1637 Swammerdam (f 1680). Descartes: Discurso del método.
(t 1644). Isfahan.
Fermat: método para investigar
Beeckman: conservación del mo- 1613 Perrault (t 1688). las tangentes.
vimiento.
Galileo: Discurso sobre dos cien- 1638 Malebranche (t 1715). Los holandeses expulsan a los
Napier: invención de los logarit- 1614 WHkins (1672), promotor de la Estados generales, mayoría de cias nuevas. portugueses de Ceilán.
mos. ciencia inglesa. Luis XIII.
Desargues: Brouillon project (geo- 1639 Grundel (ifl. 1670-1680). Los ingleses fundan Madras.
Kepler: Sterometria (cálculo del 1615 Glaser (1672) Rubens (1577-1640) pinta La ba-
metría proyectiva).
aire y del volumen). talla de las Amazonas.
S. Caus: esboza la máquina de Pascal: Ensayo sobre las cónicas. 1640 La Hire (f 1718). Jansenio (1585-1638) publica el
vapor. Academia de Toulouse, Acade- Augustinus.
mia (privada). G . de la Torre (1593-1652): San
Exhortación de Galileo 1616 Wallis (t 1703), Bartholin (t 1680). Muerte de Cervantes y Shakes-
Bourdelot, París. Sebastián.
peare.
Guldin: sobre el baricentro. 1641 Grew (f 1712). Corneille: Polieucto.
Napien principio de la máquina 1617 Ashmole (t 1692). Van Dyck (1599-1641) pinta Je-
Descartes:- Meditaciones metafísi-
de calcular. sús en la cruz.
cas.
Primer microscopio. 1618 Grimaldi (t 1663), Blondel (t 1686). Empieza la guerra de los Treinta
Pascal: máquina de calcular. 1642 Newton (f 1727). Rembrandt: La ronda nocturna.
Años (...1648).
a Torricelli: barómetro. 1643 Gabrieli (t 1705). Fundación de Nueva Amsterdam
Keplen Harmonía Mundi (3. ley). 1619 Wing (t 1618). (Nueva York).
Galileo: Discurso sobre los come-
tas. Reinado de Luis XIV (1638-
1714).
Gunten tabla de senos y tangentes, 1620 Brouncker (t 1684), h. 1620 M a - Mayflower.
Molière (1722-1773) funda l'Illus-
principio de la regla de cálculo. nóte (t 1684). Primer periódico semanal (Ams-
¡
tre Théâtre.
terdam).
Torricelli: estudio sobre el peso 1644 Römer (f 1710). Los manchúes se instalan en Chi-
Se forma la corriente libertina.
del aire, los centros de gravedad na.
Snellius establece la ley de la re- 1621 Felipe IV (1616-1665), rey de Es-
y el movimiento.
fracción. paña.
Digby: Sobre la naturaleza de los
Zonca: Teatro de las máquinas. cuerpos, alquimia.
Campanella: Apología pro Galileo. 1622 Varenius (t 1650), Vivían! (1703). Bartolina trabajos sobre anato- 1645 Lemery (t 1715). Bosse: tratado sobre grabado.
Schickard construye una máqui- 1623 Pascal (t 1662). Urbano VIII (1568-1644), papa. mía. Fundación del Colegio filosófico Condena de los «ritos chinos».
na de calcular. en Londres (futura Sociedad real).
1624 Se introduce en Inglaterra el de- Kirchen Sobre la luz y la sombra. 1646 Leibniz (f 1716), Flamsteed (f Bernini: Éxtasis de santa Teresa.
recho de patentes. 1719).
Girard: enuncia el teorema funda- 1625 Cassini (t 1712). Van den Vondel (1587-1679) re- Pascal: nuevos experimentos so- 1647 El Lorenés (1600-1682), Huida a
mental de álgebra (sobre las raí- presenta Palaméde. bre el vacío. D . Papin (t 1714). Egipto.
ces de ecuación).
Pascal: experimento del pico de 1648 Tratado de Westfalia.
1626 La Quintinie (f 1688), Redi Se prohiben los duelos. Dome. Duverney (f 1730). Se inicia L a Fronda (...1653).
(t 1697). Urbano VIII indulta a Campa-
Redi: comentario sobre las ser- 1649 Ejecución de Carlos I (Inglate-
Creación del Jardín del Rey (futu- nella condenado desde 1599. Bídloo (f 1713).
pientes. rra).
ro jardín botánico).
Méjico: un millón y medio de ha-
Froidmont Libro de los meteoros 1627 Boyle (t 1691), J . Ray (1705). Richelieu (1585-1642) asedia L a bitantes; en 1521, la población
Rochelle. alcanzó los 11 millones.
Harvey: circulación de la sangre. 1628 Malpighi (t 1694). Velázquez pinta Cristo en la cruz.
De Guericke: invención de la má- 1650 500 M I L L O N E S D E H O M B R E S
Branca: Las máquinas. 1629 Huygens (t 1695). Paz de Ales con los protestantes. quina neumática. Actividad de la Academia Mont-
Rey: Sobre la calcinación del esta- 1630 Barrow (t 1677), Richer (t 1696). Servicio público de correos en to- Se reconoce por primera vez una mor.
ño y el plomo. da Francia. estrella doble.
CRONOLOGIA 616 617 CRONOLOGIA

Creaciones científicas Nombres individuales y colectivos Acontecimientos Creaciones científicas Nombres individuales y colectivos Acontecimientos

Cassini: Efemérides de los satéli- Academia de música y Ópera de


Mersenne: la óptica y la catóptri- 1651 Bion (f 1733). Hobbes (1598-1679): El Leviatán.
tes de Júpiter. Reconocimiento de París.
ca.
la doble refracción. Stradívarius (1644-1737), fabri-
Ashmole: Teatro de química britá- 1652 Rolle (f 1749). Scarron se casa con Françoise cante de instrumentos de música
nica. Academia de curiosos de la natu- d'Aubigné (1635-1719), nieta del en Cremona.
raleza (Leipzig, luego Breslau, poeta Agrippa d'Aubigné (1562- Newton: teoría corpuscular de la 1670 Miscellanea curiosa medicophysi- Pascal: Pensamiento (éd. póst.).
Nuremberg, Bonn, ver 1682). 1630), futura Mme. de Mainte- ca (Leipzig). Spinoza: Tractatus theologico po-
luz.
non, esposa de Luis XIV (1638- liticus.
Leibniz: teoría del movimiento.
1714).
Misión sobre la medición del sis-
Pascal: estudios sobre hidráulica. 1635 Hoffman (f 1727) miembro de la Cromwell (1599-1658) toma el tema solar.
anterior. poder. Leibniz: máquina de calcular 1671 Primera memoria de la Academia Milton (1608-1674), El paraíso
Pascal-Fermat: cálculo de proba- 1654 J . Barnouilli (t 1705). De Scudéry (1607-1701), Clélie. ( + ,-x,:). de las ciencias. perdido.
bilidades. Perrault: Historia natural de los Marquesa de Sévigné (1626-
Experimentos de semiesferas de 1655 Varignon (t 1722). Murillo (1617-1682), Nacimiento animales. 1696): Cartas.
Magdeburgo. de María. Newton: primer telescopio con 1672 E . F. Geoffrey (t 1731). Guerra franco-holandesa (1672-
cristal parabólico. 1678).
Huygens: perfeccionamiento de 1656 Halley (t 1742), de Maillet Pascal: Cartas provinciales.
vidrios ópticos. (t 1738), Tournefort (f 1708). Fouquet (1615-1680): Le Vau De Guericke: máquina para pro-
Wallis: aritmética de los infinita- construye el castillo de Vau-le- ducir electricidad estática.
mente pequeños. Vicomte (1612-1617), Le Nôtre Huygens: isocronismo del péndu- 1673
Descubrimientos: anillos de Sa- (1613-1700), Lebrun (1619-1690). lo, cicloidal, fuerza viva, fuerza
turno; nebulosa de Orion. Velázquez (1599-1659): Las meni- centrífuga.
nas. P. Perrault: Sobre el origen de ¡as 1674 Pontchartrain (t 1747). Fundación de Pondicherry.
Huygens: primer reloj de péndulo 1657 Fontenelle (t 1757), Academia del Scarron (1610-1660): La novela fuentes.
reversible. cemento. cómica. Leibniz: concepción del cálculo 1675 Clarke (t 1729). 540.000 habitantes en París.
Huygens: estudios de geometría 1658 Hobbes: De Homine. infinitesimal. Se funda el observatorio de Racine: Iphigenie en Aulide.
(desarrollo de curvas, catenaria). Spinoza (1632-1677) excluido de Huygens: regulador en espiral pa- Greenwich (meridiano).
la Sinagoga. ra reloj.
Lemery: Curso de química.
Boyle: máquina neumática. 1659 Gregory (f 1708). Molière: Las preciosas ridiculas.
Brandt: fósforo.
Vivianni: De máxima et mínima.
Römer: mide la velocidad de la 1676 Threlkeld (t 1728). Asunto de los venenos.
Hevelius: catálogo detallado de 1660 Stahl (t 1734). Vermeer (1632-1675): La carta.
luz.
1.500 estrellas.
Mariotte: Estudio sobre la nutri-
Hobbes: Sobre la naturaleza del 1661 Michel de L'Hospital (f 1704). Muerte de Mazarino (1601-1661). ción de las plantas.
aire; Sobre la duplicación del cu- Hambre en Francia.
Leeuwenhoeck: observación de es- 1677 S. Hales (t 1761), L . Lemery Ética de Spinoza.
bo.
permatozoides. (t 1743).
Boyle: The sceptical chemist.
Fermat: principio óptico del mí- Cassini: Sobre dos nuevos satélites 1678 Henckel (t 1744). Mme. de L a Fayette (1634-1693),
1662 Royal Society (Oxford). Cavalli (1602-1676): Ercole Aman-
nimo de tiempo. de Saturno. La princesa de Cléves.
te (ópera).
Boyle: establece la ley de los ga- Halley: catálogo de estrellas 1679 Wolff (t 1754). Hasta 1780 fueron llevados a Amé-
ses: P . V = Cte. australes. rica más de 2 millones de negros.
Glasen Tratado de química. 1663 Newcomen (f 1729). Nueva Francia en Canadá. Mariotte: ley de los gases.
Pascal: Sobre el equilibrio de los Fermat: Obras (ed. postuma).
fluidos (ed. póst.). Borelli: estudio de los músculos. 1680 Chambers (t 1740). Se prohiben los sínodos protestan-
Newton: inventa el cálculo de flu- Grundel: microscopio. tes.
1664 «Fiestas de la isla encantada» en
xiones. Se crea la Comédie Française.
Versalles.
Varenius: Geografía general. Aparecen los términos «Whigs» y
Colbert crea la Compañía de las
«Tories».
Glanvill: Sobre la nueva ciencia Indias.
experimental. Crisis en Port Royal. Grew: Anatomía de las plantas. 1681 Academia de las ciencias de Moscú. Bossuet (1627-1704): Sobre la histo-
Grimaldi: Física matemática de la 1665 Leeuwenhoeck descubre las bacte- ria universal.
Camerarius (f 1721). Gran peste en Londres (100.000
luz. Creación del Journal des savants muertos). Penn (1644-1788) funda Pensilva-
Kirchen El mundo subterráneo. (París), del Philosophical Transac- La Rochefoucauld (1613-1680): nía.
tions (Londres). Máximas. Halley: observación del cometa. 1682 Academia leopoldina (Viena). Máquina hidráulica ascensional de
Malpigbi: inicio de la biología mi- 1666 Colbert funda la Academia de las Leibniz: De arte combinatoria. J . Ray: primer método de botánica Acta Euditorum (Leipzig). Marly.
croscópica. Ciencias (1619-1683). Gran incendio de Londres. sistemática. Aparición del cometa llamado Ha-
La invención del micrómetro lley.
(Gascoigne) aumenta la precisión Blondel: El arte de tirar bombas. 1683 Reaumur (f 1757), Rameau Fontenelle: Diálogo con los muer-
de los telescopios astronómicos. (t 1746). tos.
Swarmmerdam: biología micros- 1667 Juan I Bernouilli (t 1748), Moivre Iluminación de las calles de Paris. Grégory: Sobre la dimensión de 1684 Puget (1620-1694) esculpe Andró-
cópica. (f 1754), Saccheri (f 1733). Racine (1638-1699), Andromaca. las figuras. meda.
Wallis: teoría del choque de los 1668 Boerhaave (f 1738). La Fontaine (1621-1695), Fabu- Ammán: Sobre la fructificación de Se termina el canal del Midi ini-
cuerpos. las. las plantas. ciado en 1666.
Redi: experimento sobre la gene- Bidloo: Anatomía de los cuerpos 1685 Taylor (f 1731), Clifford (f 1760). Disentería. Matrimonio secreto
ración de insectos. humanos. (Luis XIV-Maintenon). Se revoca
Wing: Astronomía británica (ed. 1669 Se funda el observatorio de París Ordenanza real sobre las aguas y el Edicto de Nantes (consecuen-
póst.). (meridiano). los bosques. cias económicas, comerciales).
CRONOLOGIA 618 619 CRONOLOGIA

Creaciones científicas Nombres individuales y colectivos Acontecimientos


Creaciones científicas Nombres individuales y colectivos Acontecimientos
Inicio de la disputa de las fuerzas 1686 Fahrenheit (f 1736). Se crea la manufactura de los go-
1702 Universidad de Breslau. Guerra de los camisards (1702-
vivas (...1740). belinos.
1714).
Mariotte: movimiento de las
aguas, estudio de los colores. 1703 Hall (t 1771), F. Rouelle (t 1770). Fundación de San Petersburgo.
Newton: Principia mathematica Newton: óptica, geometría analí- 1704 Cramer (t 1752), J . de Jussieu (t Galland (1646-1715) traduce Las
1687 Simson (t 1786). Fontenelle: Sobre la pluralidad de
(principio de la atracción univer- los mundos. tica. 1779). mil y una noches.
sal, acción-reacción, composición Hambre. Newcomen: primera máquina de
de fuerzas en mecánica). Fenelón (1651-1715) a la cabeza vapor.
del quietismo. Vauban: Tratado sobre fortifica- 1705
Muere Lully (1632-1687), superin- ciones.
tendente de música. 1706 Franklin (t 1790). Hardouin-Mansart (1646-1708):
Varignon: composición de fuerzas 1688 Bragelone (t 1744). La Bruyère (16945-1696): Carac- Inválidos.
en estática. teres. Stahl: teoría médica. 1707 Euler (t 1783), Buffon (t 1788), Bach (1685-1759) conoce a Mühl-
Leeuwenhoeck observa los glóbu- Lineo (t 1778). hausen.
los rojos. Boerhaave: Institución médica. 1708 Van Haller (t 1777). Haendel conoce a D. Scarlatti
TourneforC Catálogo de plantas. 1689 Purcell (1659-1695): Dido y Eneas (1685-1757).
(ópera). 1709 Vaucanson (t 1782). Se utiliza por primera vez coque
Jacques Bernouilli: cálculo dife- 1690 Goldbach (f 1764). Piano forte. en altos hornos.
rencial (ecuación diferencial). Halley: Tratado de los cometas 1710 Slmpson (t 1761). Invierno duro. Hambruna.
Huygens: Tratado de la luz (teoría Academia de Bolonia. Locke (1632-1704): Ensayo sobre (1710-1724). Sociedad Real de las Ciencias
ondulatoria). el entendimiento humano. (Upsala).
D. Papin: la máquina de vapor. Vauban (1633-1707) crea el cuer-
Moivre: cálculo de probabili- 1711 Wright (t 1786), Lomonossov Fin de Port-Royal.
La Quintinie: trabajos sobre fru- po del genio.
dades. (t 1765), Boscovitch (t 1787).
tas y verduras.
Réaumun estudio del acero. 1712 Venel (t 1778). Wolff (1679-1754). Inicio del
Rolle: teorema sobre las funcio- 1691 Gabrielli funda la Academia fisio-
Academia de Burdeos. Aufklärung.
nes continuas. crática (Siena).
Flamsteed: catálogo de las estre- 1713 Claírault (t 1765). Couperin (1666-1733): Fragmen-
1692 Stirling (t 1770), Musschenbroeck Proceso de brujería en Salem (19
llas. Real Academia Española. tos para clavicordio.
ahorcados).
(t 1761). Fundación de San Gobain. Fahrenheit: termómetro de mer- 1714 Instituto de las Ciencias y las Ar- Vivaldi (1687-1741): 24 conciertos
curio. tes de Bolonia. para violín.
Leibniz: teoría de los determi- 1693 Disentería. A. Scarlatti (1659-
nantes. Bradley (t 1762), Harrison (f 1776). 1725): Teodora. Taylon cálculo diferencial. Idea de una máquina de escribir.
1715 Guettard (t 1786). Tratado de Utrecht.
Camerarius: Carta sobre el sexo 1694 Se crea el banco de Inglaterra.
de las plantas. Quesnay (f 1774). Diccionario de la Academia fran- Billetes de banco de Law (1671-
Tourneibrt elementos de botánica. 1716 Daubenton (t 1800). 1729).
Hoffman: fundamento de medi- Jean Bernouilli: generalización Expansión de París (barrios de
cina. del principio de trabajos virtua- 1717 D'Alembert (t 1783). Saint Germain y Saint Honoré).
Leibniz: dinámica; Papin: Nuevas 1695 N . Bermouilli (t 1726). Dom Pérignon inventa el método les.
máquinas. de la champanización. Wolff: Primer léxico matemático.
Leeuwenhoeck publica los resulta- Reconocimiento del movimiento 1718 Macquer (t 1784), H . Rouelle Londres: primera logia masónica.
dos de sus observaciones micros- de las estrellas. (t 1799). Fundación de Nueva Orleans.
cópicas. GeoiTroy: primeras tablas de afi-
De L'Hospital: cálculo infinite- 1696 Cristina Kirch (f 1782). nidades.
simal. 1719 Defoe (1630-1731): Robinson Cru-
Stahl: teoría del flogisto. 1697 Belidor (f 1761). Ordenanza sobre el alumbrado soe.
Jean y Jacques Bernouilli: bra- público en Francia. Hambre en Francia.
quistócrona y cálculo de varia- Bayle (1647-1706): Diccionario 1720 Bonnet (t 1793). Peste en Marsella (85.000 muer-
ciones. histórico y critico. tos).
Boccone: museo de física, museo Bancarrota de Law.
de plantas.
Campana de buzo de Halley. 1721 Bicbat (t 1802). La masonería se introduce en
1698 Mac Laurin (f 1746), Mauperruis Savery inventa la bomba de va-
Francia.
(Î 1759), Bouguer (f 1758). por para minas.
Réaumur estudia la conversión 1722 Construcción del palacio de
Jacques Bernouilli: cálculo de 1669 Memorias de matemáticas y física Paz austro-turca de Karlowitz.
hierro-acero. Bourbon.
probabilidad. (París).
B. de Jussieu (t 1777). Fahrenheit la ebullición del agua 1723 Mayer (f 1762), A. Smith (t 1790), Bach: Pasión según San Juan.
Huygens: Estudio sobre la causa 1700 Daniel I Bernouilli (t 1782), varia con la presión. Brisson (f 1806).
de la gravedad. Trembley (f 1784). 1724 Academia de las Ciencias de San
Tournefort: viaje a Oriente con Academia de las Ciencias de Petersburgo.
Aubriet (1665-1742). Lyón. Kant (t 1804).
Se funda la academia y el obser- Bradley: estudios sobre la aberra- 1725 Montucla (t 1799), d'Arcy (t Primera industria con tarjetas
vatorio de Berlin. ción de la luz. 1779). perforadas.
Cassini emprende la medición del 1701 L a Condamine (f 1774), Celsio Guerra de sucesión en España Vico (1668-1744): La nueva cien-
meridiano (1701-1718). (t 1744). (1701-1714). cia.
Ralphson: Diccionario dé matemá- Primer número de Memorias de Swift (1667-1745): Viajes de Gulli-
1726 Hutton (t 1697).
ticas Trévoux. ver.
CRONOLOGIA 620 621 CRONOLOGIA

Creaciones científicas Nombres individuales y colectivos Acontecimientos Creaciones científicas Nombres individuales y colectivos Acontecimientos

Hales: sobre los intercambios ga- 1727 Adanson (f 1806), Comrnerson (t Los convulsionarios de san Me- Bornet descubre la partenogéne- 1745 Volta (t 1827). J. A. Poisson (1721-1764) se con-
seosos entre las plantas y el aire. 1773). dardo. sis. Memorias de la Academia de vierte en la amante de Luis X V
Threkeld: Treatise of native Nueva fundación de la Academia Desigualdades en el movimiento Berlin. (1710-1774) y futura Mme Pom-
plants. de Toulouse. de Saturno. padour.
Clairault: estudio de las curvas de 1728 Lambert (t 1777), Black (t 1799), E. Chambers: primera enciclope- Bradley: nutación del eje d ; la 1746 Monge (t 1818), Charles (t 1823), Ordenan la quema de obras de
doble curvatura. Baumé (t 1804). dia moderna. Tierra. Bucquet (f 1780). Diderot (1713-1804), Condillac
1729 Bezout (t 1783), Spallanzani Se prohibe el opio en China. (1715-1780), La Mettrie (1709-
Gray: sobre la distribución de la
(t 1799), Bougainville (t 1811), 1751) y Vauvenargues (1715-
carga eléctrica.
Foster (t 1798): 1747).
Moivre: fórmula trigonométrica.
Salon de Marie du Deffand Euler: Nueva geometría analítica. 11 Al Von Haller edita Göttingen Zei- Producción industrial de ácido
Réaumun reglas para la construc- 1730 Actas de ¡a Academia de Upsala.
(1697-1780). tungen. sulfúrico.
ción del termómetro.
Clairault: estudio sobre la mecá- Boucher (1730-1770) regresa de D'AIembert: la precesión de los 1748 C. Berthollet (f 1822), A. L . de Fundación de la Escuela de
nica celeste. Roma. equinoccios. Jussieu (f 1836), D . Cassini (f puentes y carreteras.
Abbé Prévost (1697-1763): Ma- 1845). Montesquieu (1689-1755): El es-
Bélidor: Tratado de balística. 1731 Cavendish (t 1810).
non Lescaut. píritu de las leyes.
Viaje de Lineo a Laponia. Poco
Buffon: Historia natural (...1789). 1749 Laplace (f 1827), Jenner (f Máquina de cardar algodón.
después intentaría una clasifica-
Needham: sobre la generación es- 1823), Goethe (f 1832), Delambre Tratado de Aix-la-Chapelle.
ción de los seres humanos.
pontánea. (t 1822), Sonnerat (f 1814). Wer- Discurso sobre las artes y las
Boerhaave: Elementos químicos. 1732 Lalande (t 1807), Kölreuter Nacimiento de Washington
Cramer: sistemas de ecuaciones ner (t 1817), Mascheroni (t 1800), ciencias (Rousseau).
(t 1806). (t 1799).
lineales. Forrin (t 1831), Baudin (t 1803). Invención de semillero mecánico.
Saccheri: estudios sobre el postu- 1733 Borda (f 1799). Guerra de sucesión en Polonia Adanson escribe una historia na-
lado de Euclides. (1738). tural de Senegal.
Réaumun estudio sobre los insectos. Querelle des Bouffons*. De 1750 a 1770 numerosos traba- 1750 Goldoni (1707-1793: El café.
Salida de expediciones hacia el 1734 Priestley (t 1804), Mesmer Canal de Picardía. jos de Euler sobre las máquinas Se utiliza el carbón en Creusot.
Perú (1770, L a Condamie, (t 1815), Rozier (f 1793). (tornillo de Arquímedes, ruedas Europa invadida por la moda
Bouquer...), Laponia (Maupertuis, de reacción, molino de viento...). chinesca.
Clairault), para verificar si la tie- D'Alambert &... trabajan en la 1751 Daniel Bernouilli (f 1834), Loy- Enciclopedia (Diderot).
rra es plana. Enciclopedia. sel (t 1813), Geisslern (t 1824). Hambre en el sur de Francia.
1735 Waring (t 1798), T. O. Bergmann Naveta volante de J. Kay (telar Maupertuis concibe la hipótesis Acta Helvetica.
(t 1784), Vandermonde (f 1796). industrial). Primera extracción de transformista. Sociedad Real de Goettingen.
Universidad de Gödringen. petróleo. Primer alto horno de Construcción de nuevos telesco-
coque. pios.
Euler: Mecánica racional. 1736 Lagrange (f 1813), Coulomb Pergolesi (1710-1736), Stabat Ma- Cálculo de la distancia y las irre- 1752 Blumenbach (f 1840). Franklin inventa el pararrayos.
(f 1806), Watt (f 1819). ter. gularidades de la Luna. Comentarios a los trabajos sobre Vaucanson: el flautista (autóma-
Apogeo del Imperio Manchú. Réaumur estudia la digestión de ciencias naturales y medicina, ta).
Galvani (f 1798), Parmentier Rameau (1683-1768), Castor y los pájaros como reacción quími- Leipzig (la revista más volumino-
D. Bernouilli: teoría cinética de 1737
Pólux. ca. sa de la época).
los gases, estudio hidrodinámico. (t 1813), Guy ton de Morveau (f
1816). Nomenclatura de Linneo para las 1753 L . Carnot (f 1823), Jacquart Rousseau: Diccionario de música.
W. Herschell (f 1822), Wolff Vaucanson construye su propio especies vivientes. (t 1834), Adet (f 1834), Achard
Rouelle: Curso de química. 1738
Bélidor: Arquitectura, hidráulica. (t 1794). pato (autómata). (t 1821).
Hume (1711-1776): Tratado de la Fundación del Museo Británico.
naturaleza humana. Euler: Institutiones calculi diffe- 1755 Fourcroy (f 1809), L a Biliardière Inicio de los fisiócratas, de la
Federico II (1712-1786), rey de rentialis. (t 1834), Hassenpratz (j 1827). Gran Logia de Francia, de la má-
Buffon dirige el Jardín del rey. 1739 Samuel (t 1817).
Prusia, escribe el Anti-Maquiavelo. Teoría del cielo de Kant. quina de coser.
Trembley: estudio sobre la hidra Academia de las Ciencias de Es-
de agua dulce. tocolmo. Black identifica «el aire fijo» (fu- 1755 5
Chaptal (f ! 8 2), Lacepède (t 1825). Invención del cemento.
1740 Saussure (f 1799). Guerra de sucesión de Austria turo gas carbónico).
(...1748). Von Hallen nacimiento de la fi- 1757 Actas de la Academia de Erfurt. Diderot: £ ! hijo natural.
Lenguaje de signos para sordo- siología moderna.
mudos. Fabricación de objetivo acroma- 1758 Especies comunes: 1.222 vertebra- Se condena a la hoguera Sobre el
MacLaurin: Conferencia sobre el 1741 Pallas (t 1811), L a Perouse Primer puente basculante. ticos dos, 677 moluscos, 2.119 artrópo- espirita de Helvetius (1715-1771).
método de las fluxiones. (t 1788). dos.
Celsio: escala termomètrica. 1742 Schelle (f 1786), Le Blanc (f 1706). Invención del fusil de cañón raya- Montucla: Historia de las mate- 1759 Academias de las Ciencias de Es- Voltaire (1694-1778): Cándido.
Clairault: dibujo de la Tierra, es- do. máticas. tocolmo, de Munich.
tudio sobre los fluidos. Regreso del cometa previsto por Mezclas friosóficas y matemáticas,
Maupertuis: principio de la míni- Halley. Turin.
Lavoisier (t 1794), Condorcet Nace J. Balsamo (alias Caglios-
ma acción. Wolf funda la embriología.
(Î 1794), Haüy (t 1822), Laméth- tro),
D'Alembert: mecánica de los flui- rie (t 1817). Lambert: geometría, trigonome- 1760 Blackwell mejora la raza ovina
1743
dos. Academia de Copenhague. tria, serie. (1760-1795).
Eulen cálculo de variación, movi- Euler: estudio sobre los cuerpos Construcción intensiva de carre-
en rotación. teras de peaje.
miento de los planetas.
Black: trabajos sobre calorime- Aparición de vías de fundición
Musschenbroeck, von Kleist: bote- Lamarck (t 1829), L. Crell (t 1816), Revuelta obrera en Lyón.
Marat (f 1793). Berkeley (1684-1755): Siris. tría. (Inglaterra).
lla de Leyde.
Eulen trabajos de astronomía. 1744 Lambert irracionalidad de it. 1761 Actas de la Academia de Siena. Rousseau: La nueva Eloísa.
CRONOLOGIA 622 623 CRONOLOGIA

Creaciones científicas Nombres individuales y colectivos Acontecimientos Creaciones científicas Nombres individuales y colectivos Acontecimientos

Scheele: glicerina. 1779 Berzelius (t 1848). Academia Real Goethe: Ifigenia en Tauride.
1762 Richter (f 1807). Ejecución de Calas (1698-1762).
Bezout: teorema general de álge- de Ñapóles. Gluck: Ifigenia en Tauride.
Euler, Lagrange: cálculo de varia- 1763 Chappe (f 1805). Kant: Nacimiento de un visiona- bra (intento de demostración, ver Segunda fundación de la Acade-
ciones. rio. 1625). mina de las Ciencias de Padua.
Catálogo de 10.000 estrellas. El tratado de París regula la si- Laplace-Lavoisien Memoria sobre 1780 Academia Americana de las Cien- Lessing (1729-1781): Sobre la edu-
Viaje de Cook, estudio de un tuación de las colonias. el calor. cias (Boston). cación del género humano.
gran número de especies. Libre circulación de grano en Haüy: estudio sobre los cristales. Crelle (f 1855), Doberei (t 1849). Fortin y Mégnié, primeros instru-
Francia. Herschell: Urano y el movimiento mentos de precisión.
1765 Níepce (f 1833). En Lyón: primera escuela de ve- del Sol.
terinaria. Coulomb: frotación y electricidad. 1781 Bolzano (t 1848), Poisson (t 1840), Abolición de la «cuestión prepa-
Voltaire consigue la rehabilita- Laennec (t 1826). ratoria».
ción de Calas. Kant: Crítica de la razón pura.
Rousseau (1712-1778) escribe Scheele: ácido cianhídrico. 1782 Memoria de matemáticas y física C. de Lacios (1741-1803): Las
Confesiones (...1770). (Verona). amistades peligrosas.
L . Carnot: Ensayo sobre la poten-
Primera máquina de vapor de cia de las máquinas.
Watt.
Cavendish: síntesis del agua. 1783 Sociedad Real de Edimburgo. Watt: máquina de rotación de
Cavendish aisla el aire inflamable 1766 Dalton (f 1814), WoIIaston (t 1828). Martirio del caballero de La Ba- Magendie (f 1755). doble acción.
(futuro hidrógeno). rre (1747). Creación de la Escuela de Minas. Tratado de Versalles.
Salida de la expedición de Bou- Actas de fisica de la Academia
Charles: trabajos sobre la dilata- 1784 Bessel (t 1846). Sociedad asiática Beaumarchais: Las bodas de Fí-
gainville. Euler: Álgebra. ( Manheim ).
ción de los gases. de Bengala. garo.
1767 W. v. Humboldt (t 1835), Seguin Gluck (1714-1787), Alceste (ópe- Marat Sobre el fuego, la luz, la Sociedad irlandesa de Dublín, David (1748-1825): El juramento
(t 1835), Bouvard (t 1843). ra). electricidad. Buckland (f 1771). de Horacio.
Exploración de Siberia (descubri- 1768 J . Fourier (t 1835), Seguin Encyclopaedia Britannica. Herschell: catálogo de 711 estre- 1785 Dulong (f 1838), Brianchon Alumbrado de gas. Primer ferro-
miento de mamuts). (t 1835), Bouvard (t 1843). Córcega francesa. lias dobles. (t 1864), W. Prout (t 1850), Gro- carril de Francia. Primer telar
Monge: inicio de la geometría 1769 Cuvier (f 1832), A. v. Humboldt Salida de la expedición La Perou- thus (f 1822), Audubon (f 1851). mecánico.
Primera patente Watt para la
descriptiva. (t 1859), Bonaparte (t 1821). se que conocerá un dramático fi- Memorias de ¡a Academia de Bos-
máquina de vapor.
Transacciones de la Academia de nal en 1788. ton. Memorias de la Sociedad de
Arkwright (1732-1792): máquina
Filadelfia. Manchester.
de hilar algodón.
Eulen Institución de cálculo inte- Bertollefc blanqueo mediante cío- 1786 Arago (t 1853), Fresnel (f 1827), Primeras vigas de hierro.
1770 A. Brongniart (t 1847). Holbach (1723-1789): El sistema
gral. ro. Chevreul (t 1889). Se sube el Mont Blanc por pri-
de la naturaleza. mera vez.
Scheele: Ensayos de química.
Vandermonde estudia la ecuación 1771 F. Rozier edita la futura Revista Haydn (1723-1789): seis cuartetos Construcción naval metálica.
de 5.° grado. de física, química, historia natural. de cuerda.
Lagrange: Mecánica analítica. 1787 Bergerie (t 1863). Constitución americana.
Gergone (t 1839), Bichat (t 1802). Gainsborough (1727-1788) pinta Mozart (1756-1791): Don Giovan-
Lavoisier, Guyton de Morveau,
Campesinos dirigiéndose al merca- Fourcroy y Berthollet reforman la ni.
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Lagrange: trabajos de álbegra 1772 Geoffroy Saint Hilaire (t 1844). Primer torno para alisar. Invención del paracaídas entre
Fourcroy: Elementos de historia 1788 A. C. Becquerel (f 1878), Boucher
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de Polonia. (t 1867). Abolición de la «cuestión pre-
dad.
Sociedad filomâtica. via».
Lavoisier: experimento sobre la 1773 Young (t 1829), Bonpland (f 1858), Clemente XIV disuelve la Com- Gmelin (t 1853), Ohm (f 1854),
Jussieu propone un m é t o d o de 1789 Parmentien Tratado sobre la pa-
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Priestley aisla el aire defiogistiza- Museo de Filadelfia. Inicio de la Revolución francesa
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Leblanc procesos de fabricación 1790
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Bergmann: cuadro de atracciones 1775 Ampère (t 1836), Malus (t 1812), Beaumarchais (1732-1799): El Journal der Physik (Halle, Leip- gros, 70.000 por año.
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Jennen primer experimento de 1776 Dalton (t 1844), Avogadro (f 1856), Declaración de independencia de Galvani: estudios de electricidad 1791 Faraday ( î 1867), Morse (t 1872), Se crea la comisión de pesos y
vacunación. Sofia Germain (t 1831). los Estados Unidos. anima] muscular en la rana. Petit (t 1820). medidas.
Primera vía de ferrocarril (en una Goethe: artículos sobre óptica. Bulletin des sciences de la Soc. La expedición científica organiza-
mina). filomâtica. da para buscar a L a Perouse se
Primer periódico de París. Fin de Transactions de la Soc. interrumpe por desacuerdos polí-
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espíritu.
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Rumford: sobre la relación frota- 1778 Gay-Lussac (f 1850), Davy Primer torno de aterrajar. (t 1856), Babbage (f 1871).
ción-calor. (t 1829), Herbert (f 1847), A . P. Francia apoya a los insurrectos Herschell concibe un telescopio 1793 Chasles (t 1780). L. Carnot «organizador de la vic-
de Candolle (t 1841), Raffeneau americanos. gigante. El Jardin del Rey se convierte en toria».
(t 1850). museo de historia natural. David pinta el Asesinato de Ma-
Revista de química (Lorenz Crell). rat.
CRONOLOGIA 624 CRONOLOGIA
625
Creaciones científicas Nombres individuales y colectivos Acontecimientos Nombres individuales y colectivos Acontecimientos
Creaciones científicas
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Blumenbach: Biblioteca médica M . Marx (t 1864), Mitscherlich (t fabricación de nitrato y pólvora. definidas en química. Sociedad de naturalistas de Mos- público de enseñanza).
(estudios de anatomía compara- 1863). Guillotinan a Lavoisier. Argand: sobre los números imagi- Bloqueo continental.
da). Creación de las escuelas: de Condorcet muere en prisión. narios.
Obras Públicas (en 1795 Politéc- Fichte (1762-1814): Sobre la doc- Laurent (t 1853), I. Holden Se prohibe la trata de negros en
Chaptal: Química aplicada a las 1807
nica), de Artes y Oficios, Central, trina de la ciencia. (t 1897), D . Alter (t 1881). Inglaterra.
artes.
Normal del año II (superiores). Sociedad de Arcueil y primera Fichte: Discurso sobre la nación
Davy obtiene por electrólisis el
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cuela). fìsica y química. Hegel (1770-1831): Fenomenología
Brongniart: Tratado de mineralo-
Journal de l'Agence de mines de la Sociedad geológica de Londres. del espíritu.
gía.
République.
Monge: geometría infinitesimal.
Lagrange: Geometría analítica. 1795 Lamé (t 1870). Sistema de pesos y medidas. Malus: polarización de la luz. 1808 C. Pritchard (t 1893), Klacel Metternich (1773-1859), ministro
Mascberoni: Geometría del com- Constitución del Instituto de Appert (1750-1841), invención de Dalton: ley de proporciones múl- (t 1882). de Asuntos Exteriores de Austria
pás. Francia (Las cinco academias). las conservas. tiples e hipótesis atómica. Sociedad de física y química (Er- (1808-1848).
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Wessel: representación geométri- (por carretera).
ca de los números complejos. L a - Goethe: Teoría de los colores. 1810 Fundación de la Universidad de Primeras conservas de alimentos.
grange: lecciones sobre el cálculo Davy aisla el cloro, teoría de los Berlín. A. von Arnim (1781-1831): La
de función. ácidos. Anales de matemáticas puras y condesa Dolores.
aplicadas (Gergonne).
Expedición a Egipto (Monge, 1798 Allgemeines Journal der Chemie Máquina para la fabricación de Regnault (f 1878), Kummer
Bertbollet, Geóffroy Saint-Hilai- (Leipzig). papel. (t 1877), Walter (f 1847).
re, Raffeneau Delile). Primera aparición de Philosophi- Malthus: Ensayo sobre el princi- Biot-Arago: polarización cromáti- 1811 Galois (f 1832), Le Verrier Fundación de las acerías de
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Viaje de Humboldt y Bonpland a 1799 Clapeyron (t 1864), Argelander Bonaparte, primer cónsul, fin de Avogadro: ley sobre la densidad zon (f 1906). Industrialización del telar.
América del Sur (estudio sobre la (t 1875). la Revolución. de los gases. El bloqueo continental conduce a
geogafia de las plantas). Instauración del sistema métrico. Watt fabrica más de 300 máqui- Fourien serie y ecuaciones de de- la búsqueda del azúcar de caña.
Annalen der Physik. nas en Inglaterra y en Europa. rivadas parciales.
334 autores han escrito en las Schelling (1774-1854): Filosofía de Berzelius aisla el silicio.
Philosophical transactions (Lon- la naturaleza. Joly (t 1895), Galle (t 1910), D a - Campaña de Rusia.
Laplace: Teoría analítica de pro- 1812
dres). El 33 por 100 de las revis- voine (t 1882). Grimm (1785-1863): Blancanieves
habilidades.
tas son especializadas. Academia de las Ciencias Natu- y los siete enanitos. Hegel: Ciencia
Cuvien Investigación sobre los
Cuvien Lección de anatomía com- 1800 J . B. Dumas (t 1884), Goodyear Se crea el Banco de Francia. huesos fósiles. rales (Filadelfia). de la lógica.
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Bichat: investigaciones fisiológi- Edwards (t 1885), Wöhler (t 1882). metálica. la luz.
cas sobre la vida y la muerte. Acta de unión de Irlanda y G . B. Primera espectrografía estelar y
Pila de Volta, primera electrólisis. del Sol.
Gauss: Investigaciones aritméti- 1801 Cournot (t 1877), Plücker (t 1868). Concordato entre Bonaparte y Laplace: Ensayo filosófico sobre 1814 Mayer (f 1878). Locomotora de vapor sobre rai-
cas. Pío VII. las probabilidades. Lermontov (f 1841). les metálicos.
Lalande: catálogo de 50.000 estre- Schillen La doncella de Orleans. Cauchy: Estudio sobre integrales Inauguración del Congreso de
llas. definidas. Viena (...1815).
Young: Sobre la luz y los colores. Gay-Lussac aisla el cianógeno. 1815 Weierstrass(f 1897), BooIe(f 1864), Confederación germánica.
1802 Bolay (t 1860), Wheatstone Francia: se crean los liceos de
Lamarck rechaza la invariabili- (t 1875), Abel (t 1829), Baiard Poinsot Sobre la rotación de los Naudin (f 1899). Los Cien Días... Waterloo...
chicos.
dad de las especies. (t 1876), Lecoq (t 1871). Primera ley sobre el trabajo: «los cuerpos alrededor de un punto fijo.
Anales del Museo de Historia niños ingleses (menos de nueve Fresnel: estudio sobre la difrac- 1816 C. F . Gerhardt (f 1856), Vilmorin Schubert (1797-1828): Cuarta y
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Poinsot: elementos de estática. siología animal. 1789). Bicicleta Drais.
1803 Liebig (t 1873), Strum (t 1855), Sade (1740-1814), de Sainte Péla-
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Doppler (f 1853). gie a Bicétre.
L. Carnot geometría de posición. Escuela politécnica de Viena.
El primer barco de hélice navega
por el Sena. Cuvien El reino animal. 1817 Wurtz (t 1884), Wichura (f 1866), Byron (1788-1824): Mandfred.
Venden la Luisiana a los ingleses Expedición alrededor del mundo Naegeli (f 1891), Galissard Banco Rothschild (París).
(80 millones de francos). de Freycinet. (t 1894), Borchardt (t 1880). Reacción católica en Francia.
Richter aisla el niquel. 1804 Jacobi (t 1851). Napoleón emperador. Geóffroy Saint-Hilaire partidario 1818 Joule (f 1889). M . Shelley (1797-1851): Frankes-
del transformismo. Thénard des- tein.
Grothus: teoría de los iones. 1805 Hamilton (t 1865), Lejeune-Di- Trafalgar, Austerlitz. cubre el agua oxigenada. Creación de la Caja de Ahorros.
richlet (t 1859). Me Adam (1756-1836) proyecta
A. v. Humboldt: Ensayó sobre la la pavimentación de las carrete-
geografìa de las plantas. ras.
CRONOLOGIA CRONOLOGIA
626 627
Creaciones científicas Nombres individuales y colectivos Acontecimientos Creaciones científicas Nombres individuales y colectivos Acontecimientos

Dulong y Petít: ley sobre los calo- 1819 Fizeau (f 1896), Foucault (f 1868), Epopeya de Bolívar (1783-1830). 1830 Marey (t 1904), C. W. Thomson Revolución de julio. Aplasta-
Controversia Geoffroy Saint-Hi-
res específicos de los cuerpos sim- Stokes (t 1903). Schopenhauer (1788-1860): El (t 1882), Royer (t 1902), Meyer miento de Polonia.
laire-Cuvier sobre el plan de or-
ples. Universidad de San Petersburgo. mundo como voluntad y represen- (t 1895). Representación de Hernani de
ganización de los mamíferos.
tación. Lyell: Principios de geología. Arago permite a los periodistas Hugo (1802-1885).
Mitscherlich: ley sobre isomorfis- 1820 Béguyer (t 1886), A. Ed. Becque- Galois: memoria sobre las ecua- asistir a las sesiones de la Acade- Comte: Curso de filosofía positiva
10 millones de habitantes en Es-
mo. rel (t 1891), Tyndall (t 1893). ciones. mia de las Ciencias. (1830-1842).
tados Unidos.
Faraday-Oersted-Ampére: múlti- Sociedad astronómica de Lon- Stendhal (1783-1842): El rojo y el
Lamartine (1790-1869): Medita- Sociedad geológica de Francia y
ples estudios sobre las relaciones dres. negro.
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Gauss: sobre los números com- 1831
De Candolle define un programa P. B. Shelley (1792-1822): Prome- Schumann (1810-1856): Maripo-
plejos. (t 1895), Dedekind (t 1916), Suess
de investigación para la geografía teo liberado. sas.
Darwin embarca en el Beagle pa- (t 1914).
botánica. Primera segadora trilladora
ra un viaje de cinco años.
Cauchy empieza su curso de ana- 1821 Helmholtz (f 1894), Boncompagni Independencia de México. Brown localiza el núcleo de una (EE. UU.).
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chütz. Gabis: carta testamento sobre el 1832 Koenig (f 1901), Crookes (t 1919). El cólera se cobra 18.500 vidas.
Fourien Teoría analítica del calor. 1822 Pasteur (f 1895), Mendel (f 1884), Champolión (1790-1832) descifra nuevo álgebra. Abstract of Philosophical Tran- Pixii (1808-1835): generador de
Fresnel: Teoría ondulatoria de la CIausius(t 1888), Hermiíe(t 1901). los jeroglíficos. sactions (primero del género). corriente eléctrica.
Aceleración de Coriolis.
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Poncelet: Propiedades proyectivas Primera foto (Niepce). Sociedad entomológica de Fran- tástica.
de las figuras. Comte (1798-1857): Plan de tra- cia.
bajos científicos para reorganizar Universidad de Zurich.
la sociedad. Liebig crea los Anales de farma-
Faraday: licuefacción de determi- 1823 Kronecker (f 1891), Eisenstein cia.
Fabricación industrial de jabón.
nados gases. (t 1852), Fahre (t 1913), Carrey- «Doctrina Monroe». Gauss-Weben telégrafo electro- 1833 Nobel (f 1896), P. Bert (t 1886), Pushkin (1799-1837): Eugenio
Chevreul: investigación sobre los lea (t 1897). «Repoblación» de Australia. magnético. Waage (f 1900). Oneguin.
cuerpos grasos. Beethoven (1770-1827): Novena Babbage: máquina analítica. Primer congreso de científicos en Se crea la «Trade-union» de
sinfonía. Bolay: geometría no euclidiana. Francia. Owen (1771-1858).
Dirichlet: primeros trabajos sobre Faraday: ley de electrólisis. Revista de las academias y socie- Abolición de la esclavitud en las
1824 Kirchhof! (t 1887), Kelvin (t 1907). Aparición de las primeras velas
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(Chevreul). Ley Guizot (1787-1874) sobre la
S. Carnot: Sobre la fuerza motriz Construcción del primer puente
del fuego. enseñanza primaria.
colgante.
Abel: sobre las ecuaciones. Leopardi (1798-1837): Canzoni. Müne-Edwards: Elementos de zoo- 1834 M e n d e l e ï e v (t 1907), Haeckel Balzac (1799-1850): La búsqueda
Aparición de lentes astronómicas logia. (t 1919), Weismann (t 1914), Vol- del absoluto.
con movimiento de relojería. A. C . Becquerel: Tratado de elec- hard (t 1910). Éxodo de los bóers.
tricidad y magnetismo (1834- Abolición de la Inquisición en
Faraday descubre el benzeno. 1825 Charcot (f 1893), Bates (t 1892). Leyes reaccionarias llamadas «du
Oersted aisla el aluminio. 1840). España.
sacrilège» y «du milliard aux émi- Primera red de vapor europea.
Función de Bessel. grés»*. Clapeyron: Sobre el rendimiento
K. M . Marx: Historia de la crista- de las máquinas mecánicas.
Primera línea de ferrocarril públi-
lografía. Hamilton: las ecuaciones de la
ca (Inglaterra).
mecánica.
Ampére: teoría matemática de la 1826 Riemann (t 1866), Z . Gramme Se sofoca la insurrección griega.
1835 Baeyer (t 1917), Foster (t 1919), Se inventa el revólver Colt (1814-
electrodinámica. (t 1901), J . Thomsen (t 1909), Berzelius: teoría de las proporcio-
Schubert: La Muerte y la donce- Schíaparelli (t 1910). 1862).
Lobatchevski: Geometría hiper- Lannizzaro (t 1910). nes químicas, introducción de la
lla. Primera edición del New York
bólica. Sociedades lineanas (Burdeos y palabra «catálisis».
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Gauss estudia las probabilidades Calvados). Regreso del cometa Halley.
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de los errores. Revista de matemáticas puras y sociales.
aplicadas (Crelle).
Aparición de la noción de vector. 1836 Guldberg (t 1902), Hinrichs Chopin (1810-1849): Valses y noc-
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Dumas: teoría de las sustitucio- (t 1923).
Banda de Mobius. Gladstone (t 1902), Cook (t 1894). la liberación de Grecia. nes en química. Liouville funda los Anales de mate- Primera hélice de palas.
Legendre: Tratado de las funcio- Lister (t 1912) Ingres (1780-1867): La apoteosis
Daniell: pila impolarizable de dos máticas puras y aplicadas.
nes elípticas. Universidad de Helsinki. de Homero.
líquidos. Boletín de la Academia de las Cien-
Gauss: Sobre las superficies ala- Heine (1797-1856): El libro délas cias de San Petersburgo.
beadas. canciones.
Lobatchevski: Geometría imagina- 1837 Kuhne (t 1900), Lenssen (f 1870). Dickens (1812-1870): Oliver
Baer reconoce la importancia del
Más del 70 por 100 de las revis- Twist.
huevo en la reproducción de los ria.
mamíferos. tas de química se dedican a far- Victoria, reina.
Jacobi-Spencer: galvanoplastia..
macia. Telégrafo de Morse (1791-1872).
Chasles: estudios sobre los méto-
Wohler: primera síntesis de una 1828 Cohn (f 1898). Independencia de Uruguay. Ferrocarril Paris-Saint-Germain-
materia orgánica (urea). dos de la geometría.
Universidad de Londres. Delacroix (1798-1863): Muerte de en-Laye.
Sardanápalo. 1838 Jordan (t 1922), Solvay (t 1922), Daguerre (1787-1851): fotografía.
Schleiden-Schwan: teoría celular
A. v. Humboldt: expedición a Si- 1829 Kékulé (f 1896), Odling (t 1921), Independencia de Grecia. Newland (t 1898), Perkìn (t 1907), Aparición de la química orgáni-
de los seres vivos.
beria. Moutier (f dp. 1894). C. Fourier (1772-1837): utopía fa- E. Mach (t 1916), Morley (t 1923). ca, agrícola (Liebig).
Poisson: teoría de las probabili-
Jacobi: estudio sobre las funcio- 300 revistas científicas creadas lansteriana. dades. Informes de la Sociedad de geo- Travesía del Atlántico sin velas.
nes elípticas. desde 1665. Se inaugura la línea Manchester- grafia de Bombay. Cartismo en Inglaterra.
Boucher de Perthes: trabajos pre-
Liverpool. históricos.
CRONOLOGIA CRONOLOGIA
628 629
Creaciones científicas Nombres individuales y colectivos Acontecimientos Creaciones científicas Nombres individuales y colectivos Acontecimientos

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jar más de 10 h./día. chelson (t 1931), Van t'Hoff cabana del tío Tom.
Goodyear vulcanización del cau- (f 1911), Flahault (t 1935), Kita-
cho. sato (t 1931).
Bessel: mide por primera vez la 1840 Dunlop (f 1921), Kohlrausch Guerra del opio en China. Cosmos, rev. para el progreso de
distancia de una estrella. (t 1910), Duclaux (f 1904). Braille (1809-1852) inventa una las ciencias (París).
Regnault: calor específico de los Congreso de físicos y naturalistas escritura para los ciegos. Haussmann (1809-1891) prefecto
J . Thomsen: nacimiento de la ter- 1853 H . A. Lorentz (t 1928), W. Ost-
cuerpos compuestos. húngaros. Primer martillo pilón. del Sena, se inician grandes
modinámica. wald (t 1932), Brillouin (t 1948),
Primer sello de correos. G. Ricci (t 1925), Roux (t 1933). obras.
Boole: teoría de la invaríanza y Gerhardt Tratado de química or-
1841 Graebeft 1927), J.Murrayft 1914). Fabricación industrial de cerillas Informe de la Sociedad filosófica Aspirina (Gerhardt).
de la covarianza. gánica.
Sociedad de química de Londres. químicas. de Adelaida (Australia). Guerra de Crimea (1853-1856).
Jacobi: trabajos sobre mecánica. Invención del saxofón.
Boole: Leyes del pensamiento. 1854 H . Poincaré (t 1912), Behring Preparación industrial del alumi-
Ley de Jule.
Helmoltz: sobre la radiación tér- (T 1917). nio.
Mayer-Joule: principio de la con- 1842 Rayleigh (f 1919), Darboux Plan estatal para siete líneas de Mommsen (1817-1903): Historia
servación de la energía. mica del sol. Deliberaciones de la Academia de
(t 1917), J . Deward (t 1923), S. ferrocarril que parten de París. de Roma.
Efecto Doppler-Fizeau. Riemann: cálculo integral, geo- las Ciencias de California.
Lie (t 1899), Horstman (f 1929). Gogol (1809-1852): Las almas
muertas. metría no euclidiana.
Hamilton: invención de las cua- Fabre: primera publicación sobre 1855 Mitchourine (t 1935), Appel Verdi (1813-1901): Vísperas sici-
1843 Bonnier (f 1922), W. Flemming ViolIet-le-Duc (1814-1879): inicio
ternaciones. (t 1930). lianas.
(f 1906), Koch (t 1910). de la restauración de Carcassone. los insectos.
Invención del puente de Wheats- Exposición universal en París.
Eugéne Sue (1804-1857): Los mis- C. Bernard: Lecciones de fisiología
Primer colorante artificial (Per-
tone. terios de París. experimental.
kin).
Grassmann: «Teoría de la exten- 1844 M . Noether (f 1921), Branly A. Comte: Discurso sobre el es- Bcrthelot: investiga la síntesis del
sión» (intuición de las estructuras (t 1940), Bolzmann (f 1906), Gol- píritu positivo. alcohol.
matemáticas). gi (t 1926). Primera línea de telégrafos (Was- Se descubre el hombre de Nean- 1856 J. J . Thomson (t 1940), Markoff Listz (1811-1886): Rapsodias hún-
hington-Bal timore). (t 1922). garas.
derthal.
Cayley: Cálculo matricial. Revista de Matemáticas y Física Ibsen (1828-1906): La fiesta de
1845 Cantor (f 1918), Metschnikov La crisis agrícola irlandesa pro- Wallace se retira al archipiélago
Telescopio gigante que permite (Leipzig). Solhaug.
(t 1916), Rontgen (f 1923). voca un éxodo de 2 millones de malayo de 1854 a 1862 y propone
descubrir las nebulosas espirales. Scientific American. irlandeses hacia E E . U U . una teoría de la evolución.
Adams aporta los primeros ele- Vilmorin: creación del «método
mentos de un hipotético 8." pla- genealógico» de selección de se-
neta (Neptuno). millas.
Le Verrier calcula la posición de 1846 Picard (f 1941), Van Beneden Pasteur: sobre la fermentación de 1857 H . Hertz (t 1894), Larmor (t 1942). Rebelión de los cipayos.
E E . U U . se extiende desde el
Neptuno que Galle observará un (t 1910), Tesla (t 1943). Pacífico al Atlántico. la leche. Museo de Londres. Baudelaire (1821-1867): Las flores
mes m á s tarde. Primera anestesia total. Riemann trabaja en lo que más del mal.
Faraday presenta la naturaleza Primera máquina de coser. tarde será la topología. Flaubert (1821-1880): Madame
electromagnética de la luz. Kirchhoff: espectrografía de los Bovary.
Ley de Kirchhoff. 1847 Le Bel (f 1930), Edison (f 1931), Ley sobre el trabajo en Inglate- astros.
Noción de ideal en matemáticas Bell (t 1922). rra: las mujeres y los niños traba- Boncompagni edita las obras de
(Kummer). Análisis matemático Die Fortschritte der Physik (revis- jarán menos de 10 h./día. Fibonacci.
de la lógica (Boole). ta sobre los abstractos). Sumisión de Abd el-Kader (1807- Planck (t 1947), Peano (t 1932). B. Juárez (1806-1876) presidente
Kékulé: teoría de la valencia en 1858
1883). química. Diesel (t 1915), E. Dubois (t 1940). de México (1863).
Bates pasa once años cerca del 1848 Eötvös (f 1919), de Vries (| 1935), Plücker: radiación catódica. £/ Geologo, revista popular (Lon- Lourdes: «aparición de la Vir-
Marx (1818-1883)-Engels (1820-
Amazonas, estudia los insectos y Henry (t 1905), Meyer (f 1897). dres). gen».
1895). Manifiesto del partido co-
extrae una teoría del mimetismo. Sociedad de biología (París), de munista. Boletín de la Sociedad de Quími-
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llo de las ciencias (EE. UU.). Constitución federal suiza. P. Curie (t 1906), Arrhenius E. Drake (1819-1880) abre su pri-
Darwin: Del origen de las especies. 1859
Abolición de la esclavitud en Cayley: síntesis de las geometrías (t 1927). mer pozo de petróleo.
Francia. no euclidianas. Especies conocidas: vertebrados: V. Hugo: Leyenda de los siglos.
Evaluación de la diferencia de ve- 1849 Pavlov (f 1936), J . A. Fleming Proclamación de una República 18.660; moluscos: 11.600; artró-
locidad de la luz en el agua y en (t 1945), Klein (f 1925). O. Hert- romana (1 año). podos: 5.770.
el aire (Foucault & Fizeau). wig (f 1922). Fin de dos siglos del monopolio
Berthelot química orgánica basa- 1860 Volterra (t 1940), Lummer(t 1925). Garibaldi (1807-1882), Cavour
Weiertrass: función continua no Naumannia (primera revista de británico del comercio marítimo
da en la síntesis. Revista de geología (París). (1810-1861). Unidad italiana.
derivable. ornitología). en sus islas.
Síntesis del acetileno. Primer frigorífico de amoniaco.
Se vuelve a definir el rendimiento 1850 1.200 MILLONES DE HOMBRES. Gran fiebre del oro en Australia.
definido por CarnoL Weierstrass: relación continua y 1861 G . M . Hopkins (t 1947), White- Dostoievski (1821-1881): Humilla-
Richet (t 1935), Goldstein (t 1930), Aprox. 6.000 km de vías de ferro-
Segundo principio de termodiná- derivados. head (t 1947), Zsigmondy (t 1885). dos y ofendidos.
J . Milne (t 1913), Le Chatellier carril en "Inglaterra.
mica (Kelving & Clausius). Sociedad de Entomología de San Abolición del vasallaje en Rusia.
(t 1936), Kowalevskaia (t 1891). Invención de los prismáticos. Pasteun estudio sobre los organis-
Gerhardt: teoría de los tipos quí- Petersburgo. Lincoln (1809-1865) presidente.
Existen aproximadamente 1.000 Dumas (1802-1870): El vizconde mos que viven en la atmósfera.
micos. Creación del Massachusetts Insti- Guerra de Secesión.
revistas científicas y 200 universi- de Bragelonne. Disputa sobre la generación espon-
dades. tánea con Pouchet. tute of Technology.
Riemann: función de variable 1851 Hilbert (t 1943). Bismark (1815-1898). Primer mi-
W. Reed (t 1902), Balfour (t 1882). La población australiana aumen- Catálogo de Argelander de 1862
compleja. Anales de matemáticas y física nistro.
ta un 150 por 100. 324.000 estrellas del hemisferio
Experimento del péndulo de Fou- (Roma). Motor de explosión.
Exilio de Víctor Hugo en Jersey. norte.
cault Hugo (1802-1885): Los miserables.
Primer ascensor hidráulico.
CRONOLOGIA 631 CRONOLOGIA
630
Creaciones científicas Nombres individuales y colectivos Acontecimientos Creaciones científicas Nombres individuales y colectivos Acontecimientos

Solvay: prodecimiento de fabrica- 1863 Painlevé (t 1913), Yersin (t 1943), W. Flemming descubre los cro- 1875 M . De Brogüe (| 1960), Lebesgue Bizet (1838-1875): Carmen.
Diccionario de la lengua francesa
ción de la sosa. Correns (t 1933), A . Lacroix (1863-1872), Littré (1801-1881), mosomas. (t 1941). Constitución de la Tercera Repú-
(t 1948). O. Hertwig establece un vínculo Sociedad de fisica de Londres. blica.
Renan (1823-1892): Vida de Jesús.
Lyell: Antigüedad del hombre de- entre el núcleo de la célula y la
Revista de cursos científicos de
mostrada por la geología. fecundación.
Francia y del extranjero.
Suess: Formación de los Alpes.
Spencen Principios de biología. 1864 Minkowski (t 1909), Wien (t 1928), Primera internacional obrera. 1876 Noguchi (t 1928), O. Diels (f 1954). Bell inventa el teléfono.
Wallace: Distribución geográfica
Maxwell: teoría dinámica de los Hernst (t 1941). Inicio de las guerras indias. Sociedad química de América. Primera Tetralogía en Bayreuth.
de los animales.
campos electromagnéticos. Anales de las É. N . S. (fundadas Metro de Londres. Toro Sentado derrota a Custer
Weierstrass: función de una va- Ramsay estudia el movimiento
por Pasteur). en Little Big Horn.
riable compleja. browniano de las moléculas.
Sociedad matemática de Moscú. 1877 H . N . Russell (t 1957), Soddy Fonógrafo de cilindro de Edison.
Gibbs: Teoría de química-física.
Primer congreso internacional de (t 1956). Idea teórica de una televisión.
botánica. Boltzmann: teoría cinética de los
gases. Informes de la Sociedad filosófica
Mendel: investiga sobre la hibri- 1865 Hadamard (t 1963), Weiss (t 1940), Wagner (1813-1883): Tristan. de África del Sur.
dación de las plantas. Zeeman (t 1943), Steinmete Manet (1832-1883): Olympia. Schiaparelli observa los «canales» 1878 J . Becquerel (t 1953), Fréchet, G . Creación de Kodak, película de
Pasteun patente sobre la conser- (t 1923). El velocípedo. de Marte. Bertrand (f 1953), K. Schlumber- gelatina bromuro.
vación de los vinos. Sociedad matemática de Londres. Guerra de Paraguay (finalizada Pasteun Los microbios: teoría de ger (f 1936). 16 millones de personas visitan la
C. Bernard: Introducción al estu- Enciclopedia de fisica (Munich). en 1870). Sólo quedará un hom- los gérmenes y aplicaciones a la Revista de matemáticas puras y Exposición universal de París.
dio de la medicina experimental. bre por cada 28 mujeres. medicina y a la cirugía. aplicadas (EE. UU). Rebelión nihilista en Rusia.
Lewis Carroll (1832-1898): Alicia Kuhne propone el término «enzi- Sociedad química de Tokyo.
en el país de las maravillas. ma». Brain, revista de neurología (Lon-
Nobel descubre la dinamita. 1866 Morgan (f 1945), E . W. Brown Larousse (1817-1875): Gran dic- dres).
Haeckel crea el término ecología. (t 1938), L a Vallée-Poussin cionario universal del siglo XX. Baeyen síntesis del índigo. 1879 Einstein (t 1955), O. Hahn (f 1968). Primera convención internacio-
Procedimiento Solvay de fabrica- (t 1962). Primer cable transatlántico. Crookes: tubo catódico (descarga Memorias científicas de la Uni- nal de patentes.
ción de la sosa. eléctrica en un gas rarificado). versidad de Tokyo. Lámpara eléctrica de Edison. L o -
Berthelot: Ensayo de mecánica Circulars de la Universidad J. comotora eléctrica (Siemens).
Livingstone descubre el nacimien- 1867 M . Curie (Sklodowska) (t 1934). Marx: El Capital. Zola (1840-
to del Congo. química. Hopkins.
1902): Teresa Raquin.
Balfoun Embriología comparada. 1880 Wegener (t 1936), Daurry (t 1951), Se empieza el canal de Panamá.
Descubrimiento de la alizarina 1868 Landsteiner (t 1943), Sommerfeld Fabricación del celuloide, prime-
P. y J . Curie: piezoelectricidad Freundlich (f 1941). Dostoïevski: Los hermanos Kara-
como sustituto de la granza. (t 1951), Hausdorff (t 1942), ra materia plástica.
del cuarzo. Cielo y Tierra, revista popular de mazov.
Kronecken teoría de los números. Wood (t 1955), Millikan (f 1953). Caída del gabinete de Disraeli
Hermite: función elíptica, teoría astronomía. Ascensor eléctrico.
Geological survey of India. (1804-1881).
de los números. C. Flammarion (1842-1915): As-
Deliveraciones del Instituto de
Charcot: sobre las enfermedades tronomía popular.
Nueva Zelanda. Fin del shogunato de Japón.
del sistema nervioso.
Mendeleiv: cuadro de los elemen- 1869 C . T. R. Wilson (f 1959), E . Car- A. Flemming (t 1955), Teilbar de Ministerio J. Ferry (1832-1893),
Pasteur: vacuna contra el carbun- 1881
tos químicos. tan (t 1951), C. Thomson (f 1959). Canal de Suez. Chardin (t 1955), H . Standinger (f seguido por el de Gambetta
co.
Nature, revista científica ilustrada Tolstoi (1828-1910): Guerra y 1965), Langmuir (f 1957). (1838-1882): leyes sobre la escuela
Definiciones internacionales de
(Londres). Paz. Zola elabora el plan de Rou- Sociedad de geología de Italia. obligatoria, la libertad de prensa,
unidades de electricidad.
Jordan: grupos de sustitución pa- 1870 J . Perrin (f 1942), Harrison gon-Macquart. Poincaré: funciones fucshianas. la libertad de reunión.
ra las ecuaciones algebraicas. (t 1959). Primer ministerio de la industria Michelson: resultados negativos
Primera revista de bacteriología en Japón. del experimento sobre el «viento
moderna (Breslau). Dogma de la infalibilidad papal. de éter» (repetido con Morlay en
Maxwell: teoría del calor. 1871 Borel (f 1956), Zermelo (t 1953), Comuna de París. 1887).
Pasteun patente sobre la conser- Tschermak (f 1962), E . Ruther- Schliemann (1823-1890) encuen- Lindemann demuestra la trascen- 1882 Eddington (f 1944), Geiger Alumbrado eléctrico de Nueva
vación de la cerveza. ford (t 1937). tra Troya. dencia de TI. (t 1945), Born (t 1970), E . Noe- York.
Proclamación del Imperio ale- Koch aisla el bacilo de la tubercu- ther (t 1935). Fin de las guerras indias.
mán. losis. Bertillon (1853-1914): antropo-
Klein: programa de Erlangen pa- 1872 B. Russel (t 1970), P. Langevin metría.
Primer vehículo automóvil (5 t.,
ra la geometría. (t 1946). 12 plazas, 40 km/h). Telsa estudia la corriente alterna- 1883 V . F . Hess (t 1964), Haworth Brahms (1833-1897): Tercera sin-
Dedekind: sobre los irracionales. Popular science monthly (Nueva Saboya unida a Francia. tiva. (f 1949). fonía.
Haeckel: hipótesis del pitecán- York). Tchaikovski (1840-1893): Segunda Koch: bacilo del cólera. Science (Nueva York). La onda de la erupción del Kra-
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Asociación para el desarrollo de de los conjuntos. Mach: La mecánica.
las ciencias (Francia). Van Beneden: cantidad constante Convención sobre protección in-
Hermite: «e» es un número tras- de cromosomas. dustrial.
1873 Estación de zoología marina de Crisis económica en Alemania,
cendente. Ñapóles. Inglaterra y E E . U U . Van't Hoff: sobre los equilibrios 1884 G . Funk (t 1967), A . Piccard Metralleta automática.
Golgi estudia las fibras nerviosas. W. D . Coolidge (f 1975), A. Cá- Charcot (1825-1893) en la Salpe- químicos. (t 1962), G . D . Birkoff (t 1944). Seda artificial.
Kelvin y W. Thomson: calculador rcel (t 1944), Levi-Civita (t 1941), triére. " Al distinguir el soma del germen, Sociedad matemática de Tokyo. Primer rollo de película fotográfica
analógico para ecuaciones dife- K. Schwarzcbild (t 1916). Weismann constata la no trans- Primer congreso internacional de Ley sobre asociaciones profesio
Rimbaud (1854-1891): Una tem-
renciales. Oficina internacional de pesos y ornitología. nales.
porada en el Infierno. misión de caracteres adquiridos.
medidas. Nietzsche (1844-1900): Considera- Appel: sobre las funciones abelia- 1885 N . Bohr (t 1962), H . Weyl (f 1955). Zsigmondy: La travesía de los Al
ciones intempestivas. nas. pes.
Kirchhoff: Análisis espectral de 1874 Marconi (f 1937), A. Debierne Pasteur cura a J . Meister (1867- Ferrocarril en Africa y Asia.
J. Verne (1828-1905): La isla mis-
los elementos. (t 1949). 1941) de la rabia. Estatua de la Libertad.
teriosa. Monet (1840-1926): Im-
Estereoquímica y química mole- Sociedad francesa de fisica. Charcot: centros funcionales de
presión, sol naciente.
cular (Le Bel, Van't Hoff). cerebro.
CRONOLOGIA CRONOLOGIA
632 633
Creaciones científicas Nombres individuales y colectivos Acontecimientos Creaciones científicas Nombres individuales y colectivos Acontecimientos

Hertr primeros trabajos sobre 1886 J . J . Thomson, Wein, Weichert: Primer congreso internacional de Primer T. S. F.: por encima de la
E. D . Kendall (f 1972), von Frisch El beso de Rodin (1840-1917). Re-
ondas electromagnéticas (radio). medida de la relación carga/masa matemáticas. Mancha (15 km).
(t 1982), Trumpler (f 1956). quiem de Fauré (1845-1924).
Goldstein descubre los rayos po- del electrón. Chejov (1860-1904): Tío Vania.
El tonelaje mundial de los stea-
sitivos. Larmon cálculo de la radiación
mers sobrepasa el de los veleros.
Volterra: análisis funcional. 1887 del electrón.
Moseley (f 1915), Schrodinger Debussy (1862-1918): La prima- Guerra de Sudán (Fachoda).
Kronecker: fundamentos de arit- P. y M . Curie descubren el polo- 1898 Lyssenko (t 1976), I. I. Rabi.
(t 1961). vera. Zola: Yo acuso.
mética. nio y el radio. Archivos de parasitología (París).
Sociedad francesa de astronomía. Se comienza la torre Eiffel (1887- Fiebre del oro hacia Alaska.
Forbes: estudio ecológico de un Memorias de la Academia ponti- Dewar licúa el hidrógeno.
1889). Primer submarino moderno.
lago. ficia dei Nuovi Lincei. Hilbert: Fundamentos de geome- 1899 C. H . Best (t 1978). Asociación
Primer coche de motor de gasoli- Industrialización de la produc-
Arrhenius: teoría iónica de los Guía general del Museo de Lon- tría. internacional de geodesia.
na de cuatro tiempos. ción de aspirina (Bayer).
electrolitos. dres. Krafft-Ebing (1840-1902): Psico- Fecundación química (huevo de Enseñanza matemática (publicada
Weismann: estudios sobre los cro- por la comisión internacional de Ravel (1875-1937): Pavane pour
Revista de bacteriología y parasi- patologia sexual. erizo).
mosomas. Rutherford: rayos alfa y beta. ens. mat.). une infante défunte.
tología (Jena).
Se habían creado aproximada-
Dedekind: aritmetización del ana- 1888 Waksman (f 1973), Tupolev Van Gogh (1840-1890): Autorre- mente 10.000 revistas científicas.
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S. Lie: teoría de los grupos conti- (t 1966). M . Planck: definición de los
ne (1839-1906): La montaña Santa 1958), H . Aiken (f 1973). Exp. universal en Paris y primera
nuos de transformaciones. instituto Pasteur. «cuantos».
Victoria. Los Informes de la Academia de linea de metro.
Berthelot edita los alquimistas Sociedad matemática de Nueva De Vries, Tschermak, Correns
Marey descubre el principio del las Ciencias se citan más de 2.000 Zeppelin (1838-1917), primer diri-
griegos. York. formulan las leyes de hibridación.
cine. veces/año. gible.
National geographic magazine Hilbert plantea veinte problemas
Dunlop inventa la cámara de Freud (1856-1939): La ciencia de
(Nueva York). en el Congreso de matemáticas
aire. los sueños.
de París.
Behring: antitoxina. 1889 Hubbe (f 1953), Ramanujan Bergson (1859-1941): Ensayo so- Insurrección de Boxers en China.
Peano: Axiomatización de la arit- (t 1920), Brillouin (t 1969). bre los datos inmediatos de la con- Primer concurso Lépine (1846-
Levi-Civita, G . Ricci: investiga- 1901 Se concede por primera vez el
mética. Primer congreso internacional de ciencia. ción sobre el cálculo tensorial. premio Nobel. 1933).
Branly inventa el cohesor necesa- psicología. Fundación de la segunda Inter- Se descubre la primera hormona Heisenberg (t 1976), Fermi (t 1954), Primer Mercedes.
rio para recibir ondas de radio. Sociedad americana de geología. nacional. (adrenalina); los grupos sanguí- Schreier (f 1929), G . G . Pincus (f Ley sobre asociaciones.
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como la muerte. Huggins, Pauling. Atlántico (Marconi).
Behring, Kitasato: suero antitetá- 1890 R. A . Fisher (f 1962), Holmes Christophe: El zapador Camem- Caja de investigaciones científicas M . Weber (1864-1920): Ética pro-
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ber.
Curva de Peano que pasa por to- Revista de matemáticas especiales. Primer vuelo del Eolo de C. Ader 1902 P. Dirac ( í 1984), A . Lwoff, Kas- Ostwald: Lecciones sobre la natu-
dos los puntos de un cuadrado. H . Poincaré: La ciencia y la hipó-
Departamento de agricultura (1841-1925). tler (f 1984), Barbara Me Clintoc, raleza de la filosofía.
tesis.
(EE. UU). Primer submarino. L . Néel. Méliès: Viaje a la luna.
Integral de Lebesque.
Dubois descubre en Java un pite- 1892 Banach (f 1945), L . de Broglie De Vries: mutación hereditaria. Amalen der Physik, primera re- Debussy: Peleas y Melisande.
Asunto del canal de Panamá.
cántropo. (t 1987), C. P. Thomson (t 1975). Ley de Mendel se extiende al rei- vista de física, 200 a 300 referen- Ministerio de Combes (1835-
Primer tractor de gasolina.
H . Poincaré: Nuevos métodos de no animal. cias por años. 1921).
la mecánica celeste (...1895). Trabajo de Rutherford sobre ra-
Frege (1848-1925): La lógica ma- diactividad.
temática. 1903 Delsartes (f 1968), K. Lorenz, G . Encuentro Schonberg (1874-
J . A. Fleming inventa el diodo.
Behring: suero antidiftérico. 1893 Se reconocen los cromosomas co- E . Hutchinson, von Neumann 1951). Mahler (1860-1911). Klimt
W. Baade (f 1960), Urey. Primer motor Diesel. (1862-1918).
Se inventa la célula fotoeléctrica mo soporte de la herencia. (t 1957), Kolmogorov.
Primera película de Edison y de Boletín de la Sociedad alemana de J. Conrad (1857-1924): Tifón.
en Alemania. Electrocardiograma.
los Lumiére (Augusto, 1862-1954, química, de 700 a 800 ref/año. Primer Tour de Francia.
Poincaré: curso sobre las proba- y Luis, 1864-1948).
bilidades. Los hermanos Wright (W., 1867-
Durkheim (1858-1919):So6re la 1912, y O., 1871-1948): primer
división del trabajo social. avión de motor.
E. Cartan: tesis sobre las álgebras 1894 J . Rostand (t 1977), W. Weiner Principio del caso Dreyfus (1859- 1904 Unión solar internacional. Hesse (1877-1962): Peter Camen-
de Lie. (t 1964). Principio del radar.
1935). H . Cartan, J . R. Oppenheimer zind.
Roux, Yersin: suero antipeste. Primer congreso internacional de Zemelo: axioma de la elección.
Nicolás II (1868-1918) se convier- (t 1967), Cherenkov, Gamow Se prosiguen las obras del canal
química. te en zar. Lorentz: grupo de transforma-
ción. (t 1965). de Panamá.
Lorentz: teoría electrónica de la 1895 Domagk (t 1964), Dam (f 1976), Revista de matemáticas yfisica,50 Guerra ruso-japonesa.
Se crea el África occidental fran-
materia. Licuefacción del aire. P. P. Grassé. cesa. a 60 ref/año.
Rontgen descubre los rayos X. Informes del congreso de socieda- Fundación de la Confederación Primera revolución rusa.
Tres artículos de Einstein sobre: 1905 C . D . Anderson, Kuiper (f 1973),
des sabias. general de trabajadores. Picasso (1881-1973), período rosa
Probabilidad y movimiento brow- E . Segré, M . S. Livingstone, Frö-
H. Becquerel descubre la radiacti- 1896 Carothers (t 1937), G . T. Cori niano; Luz y fotón; Relatividad lich. hasta 1907.
Se vuelven a celebrar los Juegos
vidad. (t 1957), C. F. Cori (f 1984). Consagración del fauvismo en
Olímpicos (Atenas). restringida, relación masa-energía
Hadamard y L a Vallée-Poussin: Primera película de Méliés (1861- (E = me ).2 pintura.
trabajos sobre los números pri- 1938). Hermanos Lumiére: prime- Separación de la Iglesia y el Esta-
mos. ra sesión pública de cine. do.
Zeemann: efecto del campo mag- Herzl (1860-1904) publica El Es- Lagerlof (1858-1940): Nils Hol-
Hopkins descubre lo que se cono- 1906 Majorana (t 1938), H . A. Bethe,
nético sobre la luz. tado judío. gerson.
cerán por vitaminas. Parenago, J . Dieudonné, K. Godei
Hollerith (1860-1929) crea la (t 1978), A . Weil, Tomonaga Se inventa la lámpara de tres
Fréchefc espacio abstracto, topo-
T M C (futura IBM). (t 1979), Maria Gopper Mayer. electrodos (triodo).
logía general.
Hilbert: sobre los cuerpos de nú- 1897 I. Joliot-Curie (f 1956), P. M . Primera turbina de gas.
E. Rostand (1868-1918): Cirano
meros algebraicos. Blackett. Terremoto de San Francisco.
de Bergerac.
CRONOLOGIA
CRONOLOGIA
634 635

Creaciones científicas Creaciones científicas Nombres individuales y colectivos Acontecimientos


Nombres individuales y colectivos Acontecimientos
Malkow elabora el concepto de Hardy y Ramanujan: teoria de los 1917 L . J . Rainwater, R. R. Porter, C. Revoluciones de febrero y de oc-
1907 Yukawa (t 1981), Tinbergen, Jen- Convención de L a Haya sobre
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sen (t 1973), Kowalski, J . Ber- los conflictos internacionales.
Hanison resucita el primer culti- nard. P. Langevin: detector ultrasono- Numerosas agitaciones en todos
Exposición cubista en París. los frentes.
vo de tejidos. ro.
Maerterlink (1862-1949): La inte- E E . U U . entra en guerra. Decla-
ligencia de las flores.
Licuefacción del helio. ración Balfour.
1908 Landau (t 1968), Alfen, Ambart- Puyi emperador de China duran-
Gigantesca explosión de un pro- sumian. te dos años. Se reconocen los genes dentro de 1918 Ryle (t 1984), R. Feynman, J . S. Paz.
bable núcleo de cometa en Sibe- Acción francesa. los cromosomas. Schwinger. O. Spengler (1880-1936): La deca-
ria. Rutherford: primera desintegra- Institutos de fisica, aeronáutica dencia de Occidente.
Geiger concibe un detector de ción artificial e hipótesis del neu- (Moscú); de psicotècnica, de ópti- Epidemia de gripe española
1909 C . Chevalley (t 1984), J . Her- Peary (1856-1920) llega al polo
partículas. trón. ca (Leningrado). (1.000.000 de muertes).
brand (t 1931). norte.
H . Baekeland inventa la baqueli- Research Information Service Sufragio universal en G . B. con
Instituto hindú de ciencia. Blériot (1872-1920) cruza el canal
ta. (EE. UU.). derecho al voto de las mujeres.
de la Mancha en avión. Reservas naturales del Ural y As-
Suess: fin de La faz de la Tierra, Se observa la curvatura de los 1919 Consejo internacional de investi-
Ballets rusos en París. tracán.
iniciada en 1883. rayos del Sol. gaciones.
Eccles y Jordán conceptualizan el Unión astronómica internacional. Movimiento espartaquista en
B. Russell y Whitehead: Principia 1910 Chandrasekhar, J . Monod (t 1976), Auge de la pintura abstracta. Oficina internacional de la hora. Alemania.
mathematica (fundamentos de Shockley. primer circuito electrónico.
TNT. Primera travesía transatlántica
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Se restablece el servicio militar de tubo catódico para producir imá-
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CRONOLOGIA 63< 637 CRONOLOGIA

Creaciones científicas Nombres individuales y colectivos Acontecimientos Creaciones científicas Nombres individuales y colectivos Acontecimientos

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Schrodinger propone una síntesis Berg. Abel Gance (1889-1981) acaba s Consejo superior de investiga- F. D . Roosevelt (1882-1945), pre-
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tón). la hablada. las relaciones de la población Leyes de Nuremberg contra los
Ejecución de Sacco y Vanzetti. presa-predador. judíos.
Invención de la goma sintética. G . Dorhagk descubre las sulfami- Stakhanov «extrae» 14 veces más
das. carbón que lo establecido por la
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da de Cthulhu. La experiencia confirma la exis- científica. Purgas estalinistas.
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Carothers crea la políamida 6-6 1932) (mat.). Eje Roma-Berlin.
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Lyot inventa el coronógrafo para ver, Mossbauer. país de los soviets. cos binarios y contactos eléctri- Se crea una subsecretaría para la mo en física.
observar la corona solar. Academia de ciencias agrícolas Liquidación de koulaks en la L cos. investigación científica. Catástrofe del dirigible Hinden-
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G . C. Pincus consigue la primera cio apostólico de Alemania se
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positrón (anti-electrón de carga mundo feliz.
Lansteiner descubre el factor 1940 B. D . Josephson, D . Quillen. Grecia resiste el ataque italiano.
positiva). Se crea la Arabia Saudi.
Rhesus. Entre 1940 y 1942 no se concede Helicóptero y televisión en color
Chadwick descubre los neutrones Se termina la primera zanja d
El equipo Joliot-Halban-Kowars- ningún premio Nobel de ciencias. experimental en E E . U U .
previstos. desecación del Zuiderzee.
ki muestra la posibilidad la una Se descubren las cuevas de Las-
Morgan: primera mutación expe- Exposición colonial de Vincen caux.
rimental. reacción en cadena y de la pro-
nes. Vichy decreta la «arianización»
ducción de neutrones.
De Valera (1882-1975) primer mi de los bienes judíos.
Se empieza a poder utilizar el ra-
nistro de Irlanda.
dar.
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probabilidades. alemanes serán expulsados de las A. N . Whitehead: Aventura de la Instituto nacional de higiene. Aparece la utilización de la peni-
Primer microscopio electrónico. universidades. ideas. cilina.
C R O N O L O G I A 638
Creaciones científicas Nombres individuales y colectivos Acontecimientos

Grassé: estudia la enjambrazón


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DECIMOTERCERA BIFURCACIÓN: ¿ESPACIO o TIEMPO?

De Linneo a Darwin: los viajeros naturalistas. Jean-Marc


Drouin 363
DECIMOCUARTA BIFURCACIÓN: ¿SABER o PODER? ¿QUÉ IGLESIA?

París 1800. Michel Serres 381

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DECIMOQUINTA BIFURCACIÓN: ¿QUÉ POLÍTICA ES D E L A CIENCIA?

Lavoisier una revolución científica. Bernardette Bensaude-


Vincent 411
DECIMOSEXTA BIFURCACIÓN: ¿TIEMPOS D E LA TIERRA O D E LOS CIELOS?

L O S orígenes del uniformitarismo de Lyell: hacia una nueva


geología. Geof Bowker 437
DECIMOSÉPTIMA BIFURCACIÓN: ¿OLVIDO O MEMORIA?

Mendel, faceta jardín. Jean-Mare Drouin 459


DECIMOCTAVA BIFURCACIÓN: ¿QUIÉN COMBATE? ¿LOS HOMBRES O LAS

COSAS?

Pasteur y Pouchet: heterogénesis de la historia de las ciencias.


Bruno Latour 477
DECIMONOVENA BIFURCACIÓN: ¿ANTICIPACIÓN O R E S U M E N D E L PASADO?

Mendeleiev: historia de un descubrimiento. Bernadette-Ben-


saude-Vincent 503
VIGÉSIMA BIFURCACIÓN-, ¿QUÉ CIENCIA? ¿UNIVERSITARIA O INDUSTRIAL?

El auge de la investigación industrial. Geof Bowker 527


VlGESIMOPRIMERA BIFURCACIÓN: ¿GUERRA O PAZ? ¿CIENCIA O SOCIEDAD?
Joliot: punto de encuentro de la historia y de la física. Bruno
Latour 553
VlGESIMOSEGUNDA BIFURCACIÓN: ¿MÁQUINA PROGRAMADA O TANTEOS
PROGRESIVOS?
La invención del ordenador. Pierre Lévy 575
CRONOLOGÍA 599

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