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Introducción a la

Enseñanza de: Historia


Horas/semana: 4 Créditos: 7.0
Programa

Introducción
Este curso tiene la finalidad de iniciar a los futuros maestros en el conocimiento de los
problemas y desafíos que implica la enseñanza de la historia en la escuela secundaria,
particularmente en relación con el papel del maestro, las formas de enseñanza, los
propósitos y contenidos educativos, y las características propias del conocimiento his-
tórico. Se espera que con el estudio de los temas y la realización de las actividades
sugeridas en el programa los alumnos normalistas adquieran un marco de referencia
general de los principales propósitos y retos pedagógicos que implicará su trabajo
como profesores de historia en la escuela secundaria. Es importante señalar que la
finalidad de este curso introductorio no es agotar el tratamiento de temas tan comple-
jos e importantes para la formación de los futuros maestros.
El curso tiene como punto de partida el análisis de las experiencias que los estudian-
tes normalistas han vivido en la primaria, la secundaria y el bachillerato, pues su estancia
en estos niveles educativos les ha permitido conocer diversos estilos de enseñanza. Al
analizar y comparar esos cursos podrán identificar aquellos con los cuales se obtienen
mejores resultados educativos y se fomenta el gusto y la curiosidad por la historia.
Además, a partir de la información obtenida mediante la observación del proceso esco-
lar, los futuros maestros podrán comparar sus propias experiencias con las que viven
actualmente los adolescentes, lo que les permitirá reconocer los retos que deberán
afrontar en los próximos semestres durante las jornadas de observación y práctica
docente.
Al analizar las formas de enseñanza y relacionarlas con las habilidades, nociones y
actitudes adquiridas, los estudiantes advertirán que la adquisición de conocimientos
está asociada con el ejercicio de las habilidades intelectuales, es decir, que no puede
existir una sólida adquisición de conocimientos sin la reflexión sobre su sentido y que
el desarrollo de habilidades y nociones no es posible si éstas no se ejercen en relación
con conocimientos específicos. De esta manera se espera que comprendan que la en-
señanza de la historia que privilegia la memorización de datos (nombres, fechas, lugares,
etcétera) no sólo tiene escasa influencia formativa en los alumnos sino que suele gene-
rar actitudes de subvaloración y rechazo del conocimiento histórico.
Los temas de estudio de este curso tienen estrecha relación con las siguientes asigna-
turas: La Enseñanza en la Escuela Secundaria, Propósitos y Contenidos de la Educación
Básica I y II, Desarrollo de los Adolescentes, Escuela y Contexto Social, y Observación del
Proceso Escolar.

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Organización de los contenidos
Los contenidos del curso están organizados en tres bloques temáticos. En cada uno
de ellos se incluyen los propósitos específicos, los temas, las bibliografías básica y
complementaria, los recursos audiovisuales y las actividades que se sugiere desarro-
llar para lograr los propósitos generales de la asignatura.
Antes de iniciar el estudio de los temas propios del programa conviene que los
alumnos conozcan el programa en su conjunto, así como el contenido de los materiales
de apoyo para el estudio; de esta manera sabrán lo que se espera lograr al final del
semestre y podrán identificar con anticipación los materiales de lectura que será nece-
sario solicitar en la biblioteca de la escuela normal.
El bloque I, “Situación actual de la enseñanza de la historia en la escuela secundaria”,
tiene la finalidad de promover la reflexión de los alumnos normalistas acerca de la
experiencia escolar que ellos mismos han tenido en relación con la enseñanza y el
aprendizaje de la historia durante la educación básica y el bachillerato.
Asimismo, se pretende que los estudiantes exploren y conozcan las opiniones de los
adolescentes acerca de las formas de enseñanza empleadas por sus maestros, así como
sus actitudes hacia el conocimiento histórico. La intención es que los futuros maestros
analicen y expliquen las posibles causas tanto de las actitudes de los adolescentes,
como de la calidad de los aprendizajes logrados.
Se espera que al realizar estas actividades los alumnos comprendan la trascendencia
que tienen el maestro y las formas de enseñanza para despertar el gusto, el interés y la
curiosidad por el conocimiento histórico.
Con los temas del bloque II,“Las finalidades de la enseñanza de la historia en la educa-
ción básica. Evolución y planteamiento actual”, los estudiantes normalistas identificarán
la importancia social del conocimiento histórico, de esta manera se espera que valoren la
trascendencia que tiene en la formación intelectual de los adolescentes para que se
desenvuelvan en el futuro como ciudadanos responsables. Para ello revisarán cuáles
han sido las finalidades de la enseñanza de la historia y la relación que éstas han tenido
con las necesidades políticas y sociales de cada época histórica; se trata de que los
estudiantes comprendan que dichas finalidades han evolucionado a lo largo del tiempo,
que en algunos momentos se ha puesto énfasis en la formación de la identidad nacional,
mientras en otros la preocupación ha sido el fomento de la unidad de los mexicanos.
Particularmente revisarán cuál es el planteamiento actual en los programas de estudio.
El bloque concluye con el análisis de la articulación del estudio de la historia entre la
escuela primaria y la secundaria; la finalidad es que los estudiantes normalistas conoz-
can la continuidad que existe en cuanto a los propósitos educativos, los temas, las
formas de enseñanza y, particularmente, la adquisición de conocimientos, el desarrollo
de habilidades y nociones temporales, y la formación de valores y actitudes; de esta
manera, valorarán la importancia que tiene la historia en la formación intelectual de los
niños y los adolescentes a lo largo de la educación básica, y la trascendencia de la labor

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del maestro de secundaria para ampliar y consolidar los conocimientos, habilidades y
actitudes de los alumnos que terminaron la educación primaria.
Con el estudio de los temas del bloque III, “Los retos de la enseñanza de la histo-
ria”, más las conclusiones obtenidas en los bloques anteriores y las experiencias
adquiridas en las jornadas de observación del proceso escolar, se pretende que los
alumnos normalistas identifiquen los retos que implica enseñar historia en la escuela
secundaria: un dominio amplio y profundo de los contenidos, de las características de
la producción del conocimiento histórico, así como de diversas formas de enseñanza
y evaluación; este dominio es la base fundamental para interesar a los alumnos y
contribuir no sólo a que adquieran conocimientos específicos sino también a que
desarrollen habilidades intelectuales y la capacidad para pensar históricamente.
El reconocimiento de estos retos constituye un punto de partida importante para
orientar la formación profesional a lo largo de la licenciatura.

Orientaciones didácticas y de evaluación

Orientaciones didácticas
En este apartado se presentan sugerencias para el tratamiento de los contenidos, así
como estrategias y actividades cuya puesta en práctica promueve el logro de los propó-
sitos generales del curso.
1. Este curso tiene un carácter introductorio, que permitirá el acercamiento a los
problemas y retos vinculados a la enseñanza de la historia; los temas abordados no se
agotan con esta asignatura sino que, por la importancia que tienen en la formación de
los futuros maestros de secundaria, continuarán estudiándose a lo largo de la licencia-
tura. Así, aunque el programa contiene temas relacionados con la didáctica de la espe-
cialidad, la teoría de la historia y el desarrollo de las nociones histórico-sociales de los
adolescentes, el objetivo no es la revisión puntual y exhaustiva de estos aspectos: se
espera que los alumnos inicien su estudio para que adquieran un referente global que
dará sentido a su formación en el campo de la especialidad.
2. Para lograr los propósitos del curso es necesario que los estudiantes realicen
actividades que favorezcan el desarrollo y la aplicación permanente de sus habilidades
intelectuales básicas,1 por eso se sugiere que el desarrollo del curso –sin menoscabo
de la acción del profesor– funcione como un taller en el que los alumnos lean e inter-
preten textos, identifiquen y analicen tesis de los autores, resuelvan problemas, plan-

1
Véase “Los rasgos deseables del nuevo maestro: perfil de egreso”, en Licenciatura en
Educación Secundaria. Plan de estudios. Documentos básicos 1999, México, SEP, 1999, pp.
7-13.

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teen hipótesis, redacten conclusiones y opiniones personales, etcétera. Asimismo, es
necesario revisar la conveniencia de ciertas prácticas que imperan en la escuela nor-
mal, como son la distribución de temas al inicio del semestre para su exposición por
parte de los alumnos y el papel de espectador –en la mayoría de los casos– del profe-
sor de grupo; el dictado de apuntes; la lectura sin propósito definido, etcétera. Como
la experiencia lo prueba, este tipo de actividades tienen escaso efecto formativo en los
estudiantes y, además, en los hechos se les transmiten formas de enseñanza que poste-
riormente reproducen en el aula.
Por lo tanto, es muy importante que se comprenda el sentido y la finalidad de las
actividades propuestas para el estudio de los temas del programa, ya que de lo contra-
rio se correrá el riesgo de que las sesiones sean un espacio en el que los alumnos sólo
expresen comentarios generales y vagos que no conduzcan a reflexionar y a obtener
conclusiones útiles sobre los temas o problemas analizados.
3. A continuación se proponen algunas actividades generales que pueden favorecer
el desarrollo del curso. Además, en cada bloque se incluyen sugerencias de actividades
específicas, que no constituyen secuencias didácticas rígidas ni completas, pues los maes-
tros y alumnos podrán seleccionar o agregar las que consideren convenientes de acuerdo
con los propósitos del curso y las características del grupo.
a) Análisis de las experiencias personales de los alumnos. Los estudiantes normalistas
han tenido varios cursos de historia a lo largo de la primaria, la secundaria y el
bachillerato, esto les ha permitido conocer diversos estilos de enseñanza y ex-
perimentar distintas actividades de aprendizaje que han influido en sus actitu-
des sobre el conocimiento histórico. Es importante que a esta actividad se de-
diquen varias sesiones para que los estudiantes puedan analizar a fondo las
experiencias expuestas y se supere el simple comentario anecdótico. Se requie-
re una participación muy activa del profesor de grupo para que plantee las
preguntas que sean necesarias, confronte opiniones, oriente las discusiones, et-
cétera, a fin de que el análisis sea lo más completo posible.
b) Lectura y análisis de textos. Para el desarrollo de este curso la lectura es una
actividad fundamental. A partir de los textos leídos pueden proponerse ejerci-
cios para identificar y comentar las hipótesis de un autor, elaborar resúmenes
y comprender las ideas principales de un texto, comparar argumentos de di-
versos autores, etcétera. De esta manera, los futuros maestros conocerán dife-
rentes estrategias que podrán aplicar en la escuela secundaria y tendrán más
opciones para utilizar adecuadamente los libros de texto y otros materiales
escritos.
c) Planteamiento y solución de problemas. Una forma de contribuir al desarrollo de
habilidades intelectuales es plantear problemas cuya resolución implique el aná-
lisis, la reflexión y la toma de decisiones a partir de información específica. La
principal característica de un problema es que para su solución no existen rutas

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o procedimientos establecidos de antemano sino que se trata de situaciones
cuya respuesta debe ser explorada creativamente por los alumnos. Pueden plan-
tearse problemas que impliquen análisis crítico de textos, interpretación de
información, síntesis de datos obtenidos de varias fuentes, respuesta a pregun-
tas específicas, argumentación para un debate, etcétera. Es importante que, una
vez resuelto el problema planteado, se realice una valoración colectiva de los
resultados obtenidos por cada persona o equipo; ésta será la mejor manera de
comunicar a los estudiantes que gran parte del conocimiento social se elabora
a partir de interpretaciones e hipótesis propuestas que son aceptadas provisio-
nalmente, mientras se crean otras que las corrigen.
d) Observación del proceso escolar. Los estudiantes observarán el desarrollo de cla-
ses de diversas asignaturas que se imparten en la escuela secundaria, entre ellas se
espera que puedan presenciar algunas de historia. La observación de clases de
historia permitirá conocer y analizar las formas de enseñanza, los recursos
didácticos empleados, el tipo de actividades realizadas, los conocimientos y ha-
bilidades que se promueven y desarrollan, la organización del grupo, la actitud
de los adolescentes y del profesor, y las estrategias de evaluación, entre otros.
Como se señala en los programas correspondientes al área de acercamiento a
la práctica escolar, la finalidad principal de las jornadas de observación no es
calificar apresuradamente como “buena” o “mala” alguna clase, sino analizar y
valorar lo observado a partir de cuestiones como las siguientes: ¿cómo dirigió
el maestro la clase?, ¿en qué forma apoyaron los recursos didácticos empleados,
fueron útiles?, ¿cuál fue la actitud de los estudiantes y del profesor: de interés o
indiferencia?, ¿cómo organizó el maestro al grupo?, ¿la organización repercutió
en el desarrollo de la clase?, etcétera. De esta manera, los estudiantes se darán
cuenta de que existen distintos estilos de enseñanza y que los resultados que se
obtienen con cada uno de ellos también son diferentes; algunos atraen más la
atención y promueven una mayor participación de los adolescentes, mientras
que otros generan desinterés. Con base en las experiencias que obtengan me-
diante la observación y el análisis colectivo, los futuros profesores podrán valo-
rar las formas que conviene seguir para preparar y desarrollar las clases de
historia y definirán, progresivamente, su propio estilo de enseñanza.

Sugerencias para la evaluación


Es pertinente que el maestro de la asignatura acuerde con sus alumnos, desde el inicio
del curso, las formas de evaluar; de esta manera, todos podrán orientar su desempeño
según los compromisos establecidos. La evaluación tiene que ser congruente con el
enfoque del programa, los propósitos educativos y las actividades de enseñanza. Por
ejemplo, si de acuerdo con el enfoque de esta asignatura, durante la clase se promueve

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la realización frecuente de actividades en las que los estudiantes leen individualmente y
discuten en pequeños equipos, interpretan información, proponen hipótesis, etcétera,
sería poco acertado evaluar sólo con un instrumento que midiera la cantidad de datos
que fueron capaces de memorizar. En este caso, el examen elegido debe conciliar tanto
el enfoque del programa como el proceso de enseñanza empleado en el aula.
Para evaluar puede aprovecharse la valoración de los argumentos que los alumnos
expresan en clase, las preguntas que formulan, su intervención efectiva en los traba-
jos de equipo, así como los trabajos (ensayos, propuestas didácticas, registros de
lectura) e investigaciones realizadas. Si se aplican pruebas escritas, de preferencia
deben plantear a los estudiantes retos en los que apliquen la capacidad de análisis,
juicio crítico, comprensión, relación, síntesis, argumentación, etcétera. Las “pruebas
objetivas”, de correspondencia, opción múltiple y selección de enunciados falsos o
verdaderos, deben considerarse complementarias a los procedimientos de evalua-
ción sugeridos.
Antes de iniciar el curso, el maestro puede plantear los momentos en que realizará
actividades específicas de evaluación, así podrá dosificar los contenidos y prever el
tiempo y los recursos que se requieran. Lo importante es que la evaluación se realice
de manera permanente, se asuma como una extensión de las actividades de enseñanza
y sea formativa para estudiantes y maestros, es decir, que aporte información para
mejorar los resultados del proceso educativo.

Propósitos generales
Al desarrollar este curso se pretende que los estudiantes normalistas:
1. A partir de sus experiencias de aprendizaje, reflexionen acerca de la importan-
cia que tienen el maestro y las formas de enseñanza para propiciar el interés,
gusto y curiosidad por el estudio de la historia y para fomentar en los adoles-
centes actitudes favorables hacia el conocimiento histórico.
2. Identifiquen las finalidades de la enseñanza de la historia a lo largo del tiempo y
las relacionen con las necesidades políticas y sociales predominantes.
3. Reconozcan la continuidad de la enseñanza de la historia en el plan y programas
de estudio de la educación primaria y secundaria. Asimismo, valoren la impor-
tancia del conocimiento histórico en la formación intelectual y cívica de los
adolescentes.
4. Identifiquen los principales retos en la enseñanza de la historia relacionados
con las características propias del conocimiento histórico, la capacidad de com-
prensión de los alumnos y las formas de enseñanza y evaluación.

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Bloques temáticos

Bloque I. Situación actual de la enseñanza de la historia en la escue-


la secundaria

Propósitos
Al estudiar los temas y realizar las actividades propuestas se espera que los estudiantes:
1. Reconozcan la influencia de la labor del maestro y de las formas de enseñanza
en el desarrollo de las actitudes de los estudiantes.
2. Conozcan cuáles son las actitudes predominantes de los adolescentes respecto
al conocimiento histórico e indaguen sus posibles causas en ámbitos relaciona-
dos con los contenidos educativos, la enseñanza, los materiales educativos, la
organización del trabajo escolar y la competencia didáctica de los maestros.

Temas:
1. Experiencia escolar de los estudiantes normalistas:
• La función de los maestros en la clase.
• Las formas de enseñanza: tipos de actividades, participación de los alumnos,
uso del libro de texto y otros recursos.
2. Opiniones de los adolescentes acerca de las formas de enseñanza actuales.
3. Exploración de los conocimientos que poseen los adolescentes. Actitudes pre-
dominantes hacia el conocimiento histórico. Explicación de las posibles causas
de la calidad de los aprendizajes logrados y de las actitudes hacia el conocimiento
histórico.

Bibliografía y otros materiales básicos


Carrillo, Carlos A. (1998), “Indicaciones acerca del estudio de la historia”, en Cero en conducta,
año XIII, núm. 46, octubre, México, Educación y Cambio, pp. 67-71.
SEP, (1999), Cómo se enseña hoy historia, México, videocinta.

Sugerencias didácticas
1. Comentar en equipo algunas experiencias vividas en relación con la enseñanza y el
aprendizaje de la historia (conviene considerar desde la educación básica hasta el ba-
chillerato).

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a) Los comentarios deberán hacerse con base en cuestiones como las siguientes:
• Qué tipo de actividades realizaban los maestros para conducir la clase.
• Cuáles eran las formas de enseñanza empleadas, qué recursos educativos
utilizaban.
• Qué tipo de actividades proponían realizar a los estudiantes.
• Qué tipo de conocimientos les interesaba que se aprendieran, cómo promo-
vían la participación de los alumnos.
• Cómo evaluaban, cómo calificaban.
b) Analizar los comentarios expresados y elaborar en plenaria un listado en el que
se señalen las actitudes de los maestros, las formas de enseñanza, las actividades
realizadas, etcétera, que fomentaron el interés por la historia, y la relación que
existe con la decisión de ser maestros de esta asignatura.
c) Leer el texto “Indicaciones acerca del estudio de la historia” y señalar las prin-
cipales críticas que Carrillo hace a la enseñanza de la historia.
• Contestar las preguntas: ¿aún son vigentes las ideas de Carrillo?, ¿por qué?
Además de considerar los argumentos del autor, conviene tomar en cuenta
la experiencia personal.
d) Observar el video Cómo se enseña hoy historia (se encuentra en los Centros
de Maestros) y redactar un texto: “Carta a mi maestro(a) de …”, en el que
los estudiantes normalistas, a partir de los comentarios expresados y escu-
chados, rememoren alguna experiencia y formulen recomendaciones para
mejorar las formas de enseñanza de la historia en el aula.
2. Solicitar a estudiantes de secundaria que escriban una carta a su maestro de
historia en la que manifiesten opiniones respecto a lo que más les gusta de la clase, lo
que no les agrada, lo que modificarían para hacerla más interesante, lo que han apren-
dido, los temas que les gustaría estudiar, las formas de trabajo que preferirían emplear,
etcétera.
a) Comentar y analizar en grupo el contenido de algunas cartas: ¿qué tipo de co-
mentarios predominan?, ¿cuáles son las actitudes de los adolescentes hacia el
conocimiento histórico?, ¿cuáles serán las posibles causas de dichas actitudes?,
etcétera.
b) Tomando en consideración las opiniones de los adolescentes, escribir sugeren-
cias acerca de los aspectos que deberían modificarse para mejorar la enseñanza
de la historia.
3. Para realizar esta actividad se requiere que los estudiantes normalistas:
a) Conversen con adolescentes de diferentes grados de la educación secundaria
para obtener información acerca de los siguientes aspectos:
• Actividades que realizan los maestros para dirigir la clase.
• Actividades que realizan los alumnos.

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• Las formas de evaluar y las prioridades de los maestros en relación con el
aprendizaje de los alumnos (es decir, qué conocimientos les interesa que
sus alumnos adquieran).
b) Revisen los cuadernos de los alumnos para conocer el tipo de actividades que
contienen.
c) Comentar en equipo el tipo de información obtenida y definir criterios para
clasificarla; por ejemplo, si en general existe coincidencia en la forma como se
desempeña el maestro frente a la clase, éste puede ser un criterio para agrupar
la información.
d) Una vez ordenada la información, organizar un debate acerca de las semejanzas
entre las experiencias vividas por los estudiantes normalistas y los testimonios
de los adolescentes.
e) Con base en la información recabada elaborar hipótesis acerca del tipo de co-
nocimientos adquiridos y de las habilidades y actitudes desarrolladas por los
adolescentes según las actividades que realizan en el aula.
4. Escribir un texto en el que los estudiantes expliquen qué harían, y qué no harían,
para despertar en los adolescentes el gusto y la curiosidad por el conocimiento
histórico.

Bloque II. Las finalidades de la enseñanza de la historia en la educa-


ción básica. Evolución y planteamiento actual

Propósitos
Al estudiar los temas y realizar las actividades propuestas se espera que los estudiantes:
1. Comprendan la función social del conocimiento histórico.
2. Conozcan las finalidades que ha tenido la enseñanza de la historia a lo largo del
tiempo y las relacionen con las necesidades políticas y sociales predominantes
en cada época.
3. Conozcan las finalidades de la enseñanza de la historia en los programas de estu-
dio vigentes y analicen la secuencia y articulación de los contenidos de historia
entre la escuela primaria y secundaria.

Temas
1. Importancia social del conocimiento histórico.
2. Finalidades de la enseñanza de la historia: una recapitulación histórica.
3. La relación entre las finalidades y las necesidades políticas y sociales. La forma-
ción de la identidad nacional.

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4. Continuidad de la enseñanza de la historia entre la educación primaria y secun-
daria. Las finalidades de la enseñanza de la historia en los programas vigentes:
• La prioridad a los fines formativos. Relación entre información y formación.
• La comprensión del pasado como elemento para la explicación del presente. La
capacidad de “pensar históricamente”.
• El desarrollo de habilidades intelectuales y la comprensión de nociones para el
estudio de la historia y los hechos sociales.
• El papel de la enseñanza de la historia en la formación ética y cívica.

Bibliografía básica
Braudel, Fernand (1994), “El vino”, en Bebidas y excitantes, México, Consejo Nacional para la
Cultura y las Artes/Alianza Editorial, pp. 12-20.
Florescano, Enrique (1994), “Valor y uso del pasado”, en Memoria mexicana, México, FCE, pp.
177-184.
— (1997), “La función social del historiador”, en La historia y el historiador, México, FCE (Fondo
2000), pp. 63-88.
Ginzburg, Carlo (1998), El queso y los gusanos; el cosmos según un molinero del siglo XVI, México,
Océano, pp. 35-42.
Krauze, Enrique (1995), “Donde el agua se arremolina”, en El amor a la tierra: Emiliano Zapata,
México, FCE, pp. 29-37.
Le Goff, Jacques (1996), “Algunas observaciones sobre cuerpo e ideología en el Occidente
medieval”, en Lo maravilloso y lo cotidiano en el Occidente medieval, Barcelona, Gedisa,
pp. 40-42.
Ramírez Raymundo, Rodolfo (1998), “La enseñanza de la historia en la escuela primaria”, en Cero
en conducta, año XIII, núm. 46, octubre, México, Educación y Cambio, pp. 25-41.
SEP (1994), Plan y programas de estudio, 1993. Educación básica. Secundaria, 2ª ed., México.
— (1993), Plan y programas de estudio, 1993. Educación básica. Primaria, México.
Taboada, Eva (1995), “Los fines de la enseñanza de la historia en la educación básica”, ponencia
presentada en el Primer Encuentro de Profesores de Historia en Educación Básica,
México, Escuela Normal Superior de México.
Trepat, Cristófol (1995), “Virtudes educativas de la historia”, en Procedimientos en historia. Un
punto de vista didáctico, Barcelona, Graó, pp. 128-135.
Vázquez, Josefina Zoraida (1970), “La enseñanza de la historia, 1859-1889”, “La enseñanza de
la historia, 1889-1917”, “La enseñanza de la historia, 1917-1940” y “La enseñanza
de la historia, 1940-1960 ”, en Nacionalismo y educación en México, México, El Cole-
gio de México, pp. 68-91, 111-141, 182-223 y 241-284.

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Bibliografía complementaria
González y González, Luis (1998), “Qué historia enseñar”, en Cero en conducta, año XIII, núm. 46,
octubre, México, Educación y Cambio, pp. 5-12.
— (1998),“De la múltiple utilización de la historia”, en Carlos Pereyra et al., Historia, 17ª ed., ¿para
qué?, México, Siglo XXI, pp. 53-74.
Sánchez Quintanar, Andrea (1991), “¿Para qué enseñar y estudiar historia?”, en Cero en conducta,
año IV, núm. 28, México, Educación y Cambio, pp. 10-18.
Villoro, Luis (1998),“El sentido de la historia”, en Carlos Pereyra et al., Historia, ¿para qué?, 17ª ed.,
México, Siglo XXI, pp. 33-52.

Sugerencias didácticas
1. Leer las siguientes afirmaciones para comentarlas y analizarlas en equipo. Después,
organizar un debate en el grupo y resumir las opiniones expresadas.
• “La historia es maestra de la vida” (Cicerón).
• “...toda unidad nacional, así sea en Francia, en Inglaterra o en México, sólo se
consigue a través de una conciencia nacional. A su vez, la conciencia nacional es
resultante del conocimiento del origen, desarrollo, vicisitudes, gloriosos hechos
y tradiciones de un pueblo” (L. Chávez Orozco).
• “El estudio de la historia permitirá al ciudadano sensato deducir el probable
desarrollo social en el futuro próximo” (G. Childe).
• “El conocimiento histórico enseña que desde los tiempos más remotos los
seres humanos se organizaron en grupos, tribus, pueblos y naciones dotados de
un profundo sentimiento de solidaridad e identidad” (E. Florescano).
• “Los ilustrados franceses creían que [la historia] podía emplearse para denun-
ciar la tiranía y la superstición, para abrir los ojos de los hombres a la realidad y
educar las conciencias” (J. Fontana).
• “El saber histórico prepara para el gobierno de los Estados” (Polibio).
• “El conocimiento de la historia es absolutamente indispensable para entender
la vida social presente y para encauzar rectamente la vida futura de la huma-
nidad. El aprendizaje de la historia favorece, pues, la buena ciudadanía” (R.
Ramírez).
• “Al historiador le interesa, como a cualquier científico, conocer un sector de la
realidad; la historia tendría como objetivo el esclarecimiento racional de ese
sector. [...] Porque, aunque no se lo proponga, la historia cumple una función: la
de comprender el presente” (L.Villoro).
Después de participar en el debate y de conocer las conclusiones, cada estudiante
redactará un texto que responda a la pregunta: ¿para qué sirve el conocimiento histórico?
2. Para realizar la siguiente actividad se requiere leer los textos de F. Braudel, E.
Florescano, C. Ginzburg, E. Krauze y J. Le Goff.

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El propósito de la actividad es que los estudiantes normalistas se percaten y re-
flexionen acerca de las diversas funciones del conocimiento histórico, por lo tanto
conviene que los textos se lean con base en las siguientes indicaciones:
• Cuál es el tema o problema que aborda, explicarlo brevemente.
• A qué época o periodo histórico se refiere su contenido.
• A manera de hipótesis señalar la función que tiene la historia en cada caso
(tomar en cuenta las conclusiones de la actividad 1).
• Escribir un breve ensayo en el que se aborde el tema: “La función del conoci-
miento histórico”.
3. Leer el texto de E. Florescano, “La función social del historiador”, y realizar las
siguientes actividades:
• Explicar brevemente el tema que aborda el autor.
• Con enunciados breves y precisos indicar las funciones sociales que E. Florescano
le otorga a la historia. Comparar los argumentos del autor con las ideas expre-
sadas en el ensayo realizado en la actividad 2.
• Comentar en equipo y escribir una conclusión personal acerca de las siguientes
preguntas: ¿qué sentido tienen los planteamientos de Florescano para un futuro
maestro que enseñará historia a adolescentes en la escuela secundaria?, ¿cómo
contribuyen a su formación?
4. Para identificar las finalidades de la enseñanza de la historia a lo largo de la
historia de México deberán leerse los cuatro artículos de J. Vázquez; por lo tanto, es
importante que se programe el número de sesiones que se dedicarán a su análisis, de
tal manera que todos los alumnos lean y conozcan con profundidad los planteamien-
tos de la autora; la intención es evitar la práctica común de que los alumnos leen sólo
uno de los textos y de los otros se enteran mediante la exposición en equipos. Esta
forma de proceder, como lo muestra la experiencia, es poco formativa para los estu-
diantes.
a) Antes de iniciar la sesión conviene que los alumnos normalistas estudien el
contexto social, político y cultural del periodo abordado por la autora y elabo-
ren una síntesis al respecto. Para ello se sugiere analizar los propios elementos
expuestos por J. Vázquez o consultar algún texto de historia de México, por
ejemplo, Historia mínima de México, coordinado por Daniel Cosío Villegas, o
cualquier otro del acervo de la biblioteca de la escuela normal. Los resultados
obtenidos pueden exponerse en plenaria o mediante un panel, lo importante es
que los estudiantes logren conocer y sistematizar las características del perio-
do para después analizar su influencia en las finalidades de la enseñanza de la
historia.
b) Se sugiere estudiar los textos de J.Vázquez de la siguiente manera:
• Después de leer el texto elaborar un resumen en el que se destaquen las
finalidades de la enseñanza de la historia en el periodo estudiado.

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• Relacionar dichas finalidades con el ambiente político, social y cultural de la
época y, a manera de hipótesis, explicar de qué manera el contexto influyó
en las propuestas que los hombres de la época hicieron acerca de la ense-
ñanza de la historia. Exponer casos específicos que ilustren los argumentos
expresados.
• Presentar los resultados de las actividades anteriores a todo el grupo median-
te la forma que determinen el maestro y sus alumnos (panel, plenaria, mesa
redonda, conferencias, periódico mural, redacción de ensayos, etcétera).
• Cada estudiante deberá redactar sus propias conclusiones acerca del tema.
5. Considerando las conclusiones obtenidas con la lectura de Vázquez contestar la
pregunta: ¿por qué es importante, además de saber cuáles son las finalidades de la ense-
ñanza de la historia, conocer las prácticas de enseñanza? Argumentar la respuesta.
6. Leer los textos de E.Taboada, C.Trepat y el enfoque de la enseñanza de la historia
del plan de estudios de la educación secundaria.
a) Desde el punto de vista de Trepat, ¿cuáles son las finalidades de la enseñanza de
la historia?
b) Según E.Taboada, ¿cuáles son los principales elementos que se han incorporado
recientemente a las finalidades de la enseñanza de la historia?, ¿a qué se debe?
c) ¿Cuáles son las finalidades de la enseñanza de la historia expresadas en el plan
de estudios de secundaria?
7. Consultar en la biblioteca de la escuela normal planes y programas de estudio de
educación secundaria correspondientes a diferentes épocas y elaborar un cuadro que
concentre los contenidos de estudio en cada grado escolar. Después, contestar las
siguientes preguntas: ¿cuál es el tipo de temas que predominan (políticos, militares,
culturales, de vida cotidiana, etcétera)?, ¿qué tipo de recomendaciones didácticas se
hacen para su enseñanza?
8. Escribir un ensayo acerca de la evolución de las finalidades de la enseñanza de la
historia, desde mediados del siglo XIX hasta nuestros días.
9. Para realizar esta actividad se requiere leer los enfoques de los programas de histo-
ria de primaria y secundaria, y el texto de Rodolfo Ramírez.
• Enunciar cuáles son y en qué consisten los cinco rasgos del enfoque para la
enseñanza de la historia en la escuela primaria y secundaria.
• A partir de las lecturas anteriores, señalar los propósitos de la enseñanza de
la historia en la escuela primaria y secundaria.
• Para advertir la complejidad gradual de los temas de estudio de la primaria a la
secundaria se sugiere elaborar un cuadro en el que se transcriban los conteni-
dos relacionados con los temas “El descubrimiento de América” y “Conquista
y Colonia”.
• Revisar cómo son tratados dichos temas en los libros de texto de primaria y
secundaria (los estudiantes del grupo pueden organizarse para conseguir tex-

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tos de los dos niveles educativos). Analizar la finalidad de los elementos de los
libros: texto, fotografías, gráficas, ilustraciones, actividades, etcétera.
• Elaborar un cuadro a dos columnas en el que se destaquen los elementos co-
munes (enfoque, propósitos, características de los programas, tratamiento de
temas) que dan continuidad a la enseñanza de la historia entre la educación
primaria y secundaria.
10.Organizar un panel cuyo tema sea “Continuidad de la enseñanza de la historia
entre la educación primaria y secundaria”.

Bloque III. Los retos de la enseñanza de la historia

Propósito
Al estudiar los temas y realizar las actividades propuestas se espera que los estudiantes:
1. Reconozcan que la enseñanza de la historia en la escuela secundaria implica cono-
cer las características propias de esa especialidad, así como el dominio de diversas
formas de enseñanza y evaluación y la comprensión del desarrollo de las nociones
histórico-sociales en los adolescentes.

Temas
1. Las características del conocimiento histórico y el conocimiento del desarrollo
de las nociones histórico-sociales en los adolescentes: su importancia para el
tratamiento de los contenidos de enseñanza.
2. Formas de enseñanza y de evaluación de la historia. Características centrales y
supuestos en que se fundamentan.

Bibliografía y otros materiales básicos


De Gortari, Hira (1998), “El reto de enseñar historia”, en Cero en conducta, año XIII, núm. 46,
octubre, México, Educación y Cambio, pp. 13-23.
Pozo, Ignacio (1985), El niño y la historia, Madrid, Ministerio de Educación y Ciencia, p. 32.
Sánchez Quintanar, A. (1995), “Didáctica de la historia”, audiocinta de la serie El conocimiento en
la escuela, núm 1, México, SEP [Entrevista].
SEP (1996), “La evaluación”, en Libro para el maestro. Historia, cuarto grado, México, pp. 87-99.

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Bibliografía y otros materiales complementarios
Delval, Juan (1987), “Las ciencias sociales”, en Crecer y pensar; la construcción del conocimiento en la
escuela, Barcelona, Laia (Cuadernos de Pedagogía), pp. 307-317.
— “El desarrollo de las nociones en el niño y en el adolescente”, audiocinta de la serie El conoci-
miento en la escuela, México, SEP [Entrevista].
Pozo, Ignacio et al., (1989),“Problemas y perspectivas en la enseñanza de las ciencias sociales: una
concepción cognitiva” y “La comprensión del tiempo histórico”, en La enseñanza de las
ciencias sociales, Madrid, Aprendizaje/Visor, pp. 13-29 y 103-137.

Sugerencias didácticas
1. Esta actividad tiene la finalidad de indagar acerca de los conocimientos, habilidades y
nociones que poseen alumnos de 11 a 15 años de edad. No se trata de identificar
errores o deficiencias para hacer juicios apresurados, sino de analizar y comprender el
tipo de respuestas, los problemas de aprendizaje que expresan y sus posibles causas.
Para ello se propone plantear los siguientes ejercicios:
• ¿Qué es una revolución?
• ¿Qué significa la siguiente expresión: “defensa de la soberanía nacional”?
• ¿Cuántos años transcurrieron desde la llegada de Cristóbal Colón a América
(1492) hasta la toma de México-Tenochtitlan (1521)?; o ¿cuántos siglos han
transcurrido desde la llegada de Cristóbal Colón a América (1492) hasta nues-
tros días (año 2000)?
• Mencionar el papel desempeñado en la historia de México por los siguientes
personajes: Benito Juárez, Miguel Hidalgo, Emiliano Zapata, Antonio López de
Santa Anna.
• Ordenar una secuencia cronológica de cinco acontecimientos.
• Indicar qué duró más años: la época de los cazadores recolectores nómadas o
la Edad Media.
• Mencionar tres causas de la guerra de independencia.
Para cada uno de los problemas anteriores se pedirá a los niños o adolescentes que
argumenten sus respuestas. Si es necesario, se deberán hacer preguntas adicionales. Lo
importante es obtener la mayor cantidad de información posible para analizarla des-
pués de realizar las siguientes actividades.
2. Para realizar estas actividades se requiere leer el texto de I. Pozo:
a) Desde el punto de vista de Pozo, ¿qué estudia la historia?, ¿por qué se requiere
el dominio de la noción tiempo histórico para la comprensión del pasado? Discu-
tir y argumentar en equipos y presentar las conclusiones en plenaria (conviene
que además de las ideas del autor se tomen en cuenta experiencias propias que
ilustren los planteamientos del equipo).

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b) En equipo, definir por escrito a qué se refiere el término tiempo histórico. Leer
las definiciones al resto del grupo para analizar el contenido y el sentido de cada
definición.
c) Elaborar un cuadro a dos columnas en el que se destaquen las diferencias entre
el tiempo personal y el tiempo histórico. Comparar los resultados obtenidos
con los de otros estudiantes.
d) Señalar las semejanzas que existen entre el tiempo personal y el tiempo his-
tórico.
e) Señalar los conceptos que, según el autor, forman parte de la noción tiempo
histórico. Explicar en qué consiste cada uno de ellos.
f) Explicar el desarrollo de cada uno de esos conceptos en los niños y los adoles-
centes y la forma como la enseñanza puede contribuir a estimularlos.
3. A partir de la lectura del texto de I. Pozo, analizar algunas respuestas obtenidas a
los ejercicios planteados en la actividad 1.
a) Conviene tomar como guía las siguientes preguntas:
• ¿Cuáles son los problemas más frecuentes?, ¿en qué consisten?, ¿cuáles son
sus posibles causas?, ¿qué relación tienen con el tipo de actividades que gene-
ralmente se realizan en el aula?
• De los ejercicios que implican nociones temporales, ¿cuáles fueron más difí-
ciles de resolver para los niños?, ¿existen diferencias en la forma de solución,
según la edad de los niños? Citar casos específicos que ilustren las opiniones
y los comentarios.
• De los ejercicios que implican explicaciones causales o conceptuales, ¿las
respuestas definen el término propuesto, lo definen parcialmente o la res-
puesta no tiene ninguna relación con él?, ¿las respuestas se relacionan con un
hecho concreto y cercano al niño o demuestran cierto nivel de abstracción?
Mencionar ejemplos específicos.
• ¿En qué consisten los logros de aprendizaje mostrados por los niños?
b) A partir de la lectura de Pozo y del análisis de las respuestas de los niños
escribir un ensayo sobre el tema: “Las nociones histórico-sociales y el aprendi-
zaje de la historia”.
c) Redactar una carta imaginaria, dirigida a un maestro de escuela secundaria, para
comentarle la importancia de tomar en cuenta las nociones de los alumnos en
la enseñanza de los contenidos histórico-sociales.
4. Describir y analizar la secuencia de una clase de historia impartida en la escuela
secundaria.
• ¿Cuál es el tema de la clase?
• ¿Cómo inició la clase el maestro?, ¿hace preguntas para indagar los conocimien-
tos previos de los alumnos sobre el tema?, ¿cuál es la actitud de los alumnos:
participan, expresan sus ideas, se mantienen callados?

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• ¿Qué tipo de actividades realizaron los alumnos?, ¿mostraron interés por la
clase?, ¿por qué?
• ¿Qué recursos se utilizaron?, ¿cómo se emplearon?, ¿facilitaron el desarrollo de
la clase?, ¿motivaron a los alumnos?
• ¿La forma de enseñanza propicia la adquisición de conocimientos y el desarro-
llo de habilidades, nociones y actitudes? Argumentar respuesta.
Si es posible, describir casos específicos de actividades que propician el desarrollo
de nociones temporales.
5. Esta actividad tiene el propósito de que los estudiantes analicen las prácticas de
evaluación a partir de la información y las evidencias recogidas durante las jornadas
de observación (exámenes, trabajos, cuadernos de los alumnos, etcétera).
a) Describir las formas de evaluación más frecuentes observadas durante las es-
tancias en la escuela. Conviene mostrar evidencias para fundamentar las opinio-
nes, por ejemplo, relatos de la clase o ejemplos de reactivos de exámenes. Es
importante que en las descripciones se comenten aspectos como: ¿en qué
momento se evalúa?, ¿qué tipo de instrumentos se utilizan para evaluar?, ¿para
qué se evalúa: para calificar, para saber si se lograron los propósitos, para mejo-
rar las formas de enseñanza?
b) En grupo, analizar los casos y obtener conclusiones acerca de la siguiente
pregunta: ¿en qué medida las formas de evaluación observadas en la escuela
secundaria coinciden con el enfoque de enseñanza propuesto en el plan de
estudios?
6. Leer el capítulo “La evaluación”, del Libro para el Maestro. Historia, cuarto grado y
realizar las siguientes actividades:
a) Elaborar un resumen de la crítica que se hace en el texto a las formas predomi-
nantes de evaluación.
b) Discutir y reflexionar sobre los siguientes asuntos:
• ¿La evaluación consiste sólo en medir los conocimientos adquiridos por los
alumnos o existen otros aspectos que también pueden, y deben, evaluarse?
• ¿En qué consiste la evaluación de habilidades, actitudes y valores?
• ¿Por qué es necesario evaluar el desarrollo de habilidades y actitudes?
c) Organizar un panel con el tema “La evaluación del aprendizaje de la asignatura
Historia”. Se sugiere debatir sobre los siguientes aspectos:
• Formas de evaluación más usuales: ventajas y desventajas.
• Los momentos de la evaluación.
• Otras formas de evaluación: la participación de los alumnos, la redacción de
textos, las “pruebas objetivas”.
d) Elaborar una recapitulación de las ideas principales expresadas por el grupo y
escribir cinco sugerencias para evaluar el aprendizaje de los adolescentes en la
asignatura Historia. Comparar sus propuestas con las de sus compañeros.

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7. Leer la entrevista a H. de Gortari y escuchar el audio “Didáctica de la historia”, de
A. Sánchez Quintanar.
a) Elaborar una síntesis de los principales argumentos relacionados con la ense-
ñanza y el aprendizaje de la historia expresados por los autores y a partir de
ellos y de las lecturas y comentarios realizados a lo largo del curso, escribir
cuáles son los retos que deben afrontar los maestros para enseñar historia en la
escuela secundaria. Se sugiere agruparlos de la siguiente manera:
Retos relacionados con:
• Las características propias del conocimiento histórico.
• Las formas de enseñanza y evaluación.
• El uso de los recursos didácticos.
• El desarrollo de las nociones histórico-sociales de los adolescentes.
b) Organizar un panel en el que se discuta y analice el tema “Retos para la ense-
ñanza de la historia”.
8. Redactar conclusiones generales acerca de los temas abordados en este bloque.

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