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ORACIÓN DE SANACIÓN

INTERGENERACIONAL
Padre Robert De Grandis
Consejo del Padre Robert DeGrandis:
“Tómalo con calma: La oración puede parecer algo
abrumadora y puede sensibilizar algunas áreas
dolorosas. Tómalo con calma. Relájate y recuerda que
Jesús es el arqueólogo. Tu no tienes que cavar. El
Espíritu Santo sacará a la superficie lo que esté
preparado para ser sanado”
* * *

NACIDO PARA SER LIBRE:


Señor Jesús, gracias por tu presencia hoy. Se que me
amas y que me estás llamando por mi nombre. Viniste a
liberar a los cautivos. Gracias por Tu amor y Tu piedad
que me liberan constantemente de vínculos y me llenan
de Tu vida abundante. Yo te alabo, te bendigo y te
adoro.
Me pongo bajo tu protección, Señor, y me cubro con Tu
Preciosa Sangre y pido a los Ángeles, a los santos y a
Tu Madre Bendita que intercedan por mi.

“Él te libra del lazo del cazador que busca destruirte; te


cubre con sus alas y será su plumaje tu refugio” (Sal. 91,
3 – 4)

AUNQUE TU ME HAYAS HERIDO:


Señor, me sumerjo en un perdón profundo para
limpiarme de cualquier raíz de amargura o resentimiento.
Centro mi oración ahora sobre la persona que más me
ha fastidiado en la última semana. Perdono a esa
persona desde lo más profundo de mi corazón y bendigo
a esa persona. Absuelvo de toda culpabilidad a cada
persona que me haya herido en el último mes. Jesús,
porque te amo, dogo a esas personas: “Aunque me
hayan herido, yo no los voy a herir. Los entrego a Jesús,
los perdono, los acepto y los amo tal y como son”. Por un
acto de voluntad, perdono a todos aquellos que me han
herido desde el principio de este año. Jesús, bendícelos.

“Arranquen de raíz entre ustedes los disgustos, los


arrebatos, el enojo, los gritos y toda clase de maldad.
Por el contrario, muéstrense buenos y comprensivos
unos con otros, perdonándose mutuamente, como Dios
los perdonó en Cristo.” (Ef 4, 31 – 32)

POR EL QUE MÁS ME HA HERIDO:


Señor, ahora te ruego por la persona que más daño me
ha hecho en la vida, la que es como el origen de todo mi
dolor. Elevo esta persona a Ti, para que reciba Tu
bendición.

“Sopórtense y perdónense unos a otros, si uno tiene


motivo de queja contra otro”. (Col 3, 13)

YO ME PERDONO:
Señor Jesús, te pido la gracia de perdonarme de verdad
por mi mayor pecado, por la mayor falta de fe en mi
relación contigo. Me perdono por eso, Señor. Tú me has
perdonado y ahora recibo de Ti la gracia de perdonarme
de verdad.

“Que la paz de Cristo reine en sus corazones” (Co 3, 15)


SEÑOR, TE PIDO PERDÓN POR ELLOS:
Señor, me pongo en Tu presencia y te pido por todos
aquellos que llevan mi sangre, que no están
perfectamente unidos a Ti. Señor, te pido perdón por sus
culpas. Me uno a la or4ación de Daniel cuando intercede
por su pueblo y digo: “¡Señor, Dios grande y temible, que
aguardas la alianza y el amor a los que te aman y
observan tus mandamientos. Nosotros hemos pecado,
hemos sido injustos y rebeldes y nos hemos apartado de
tus mandamientos y de tus leyes” (Dn 9, 4 – 5). “...
porque nos hemos sublevado contra Yahvé. De Él
esperamos solamente el perdón y la misericordia” (vs. 8
– 8). “Ahora, pues, oh Dios nuestro, escucha la plegaria
y las súplicas de tu siervo, y, por amor de ti mismo, haz
brillar Tu Rostro sobre tu santuario devastado. Dios mío,
inclina tus oídos y escucha. Abre tus ojos y mira cómo
está arruinada la ciudad sobre la cual ha sido
pronunciado tu Nombre. No nos apoyamos en nuestras
buenas obras, sino que derramamos nuestras súplicas
ante ti, confiados en tu gran misericordia. Señor,
escucha; Señor, perdona; Señor, atiende. Obra, Dios
mío, no tardes más, por amor de Ti mismo, ya que tu
Nombre ha sido invocado sobre tu ciudad y tu pueblo”.
(vs. 17 – 19)
“Sean constantes en la Oración...” (Col 4, 2)

JESÚS ES SEÑOR:
Señor, ante ti, confieso que mis antepasados han podido
estar mezclados en ocultismo, espiritismo, brujería y toda
forma de buscar información en fuentes ocultas. Señor,
perdona. En nombre de Jesús y con el poder del Espíritu
Santo, tomo y uso la autoridad que Tu me has conferido
como cristiano lleno del Espíritu. Rompo el poder del mal
sobre mis antepasados con esa autoridad; acabo con
todas las maldiciones, brujerías, hechizos, malos
deseos, vudú, magia negra, secretos hereditarios,
conocidos y desconocidos. Deshago todos los votos
satánicos, pactos, ataduras y vínculos con fuerzas
satánicas, corto la transmisión de esos vínculos a través
de mis antepasados. Rompo los efectos de todos los
vínculos mentales que haya habido con clarividentes,
astrólogos, mediums, videntes ocultos y adivinos.
Renuncio a cualquier participación en sesiones de
adivinación y cualquier actividad con las cartas del tarot
o tabla ouija, astrología y juegos ocultos de todo tipo.
Renuncio a todas las formas en que Satanás me puede
tener cogido. Rompo con las transmisión de todas las
obras satánicas que hayan pasado a través de las
generaciones. Señor, por favor, remueve de mis
antepasados todos los efectos que hayan podido
provocar el estar involucrados en lo oculto. Recupero
cualquier territorio que haya sido entregado a Satanás
por mis antepasados, y lo coloco bajo el poder de
Jesucristo. Señor, por favor, c rea en mi familia hombres
y mujeres sanos que estén profundamente
comprometidos con Tu verdad.

“Por eso Dios lo engrandeció y le concedió el Nombre


que está sobre tono nombre, para que, ante el Nombre
de Jesús, todos se arrodillen en los cielos, en la tierra y
entre los muertos. Y toda lengua proclame que Cristo
Jesús es El Señor, para gloria de Dios Padre”. (Fil. 2, 9 –
11)

TOCA, CURA Y HAZNOS NUEVOS:


Ahora ruego para que las aguas de mi Bautismo fluyan a
través de todas las generaciones pasadas, a través de
mi árbol genealógico. Deja que fluya la Sangre de Jesús,
que limpia y da vida, a través de cada generación;
primera, segunda, tercera, cuarta, quinta, etc., hasta los
primeros tiempos. Deja que la Sangre de Jesús fluya
desde la Cruz a través de todos los padres y sus hijos
hasta la duodécima generación, tocando y sanando
íntegramente. Ahora coloco la Cruz de Jesucristo entre
mi persona y cada generación de mis antepasados, y
rompo la transferencia de todas las fuerzas opresoras de
la vida que obran contra mí, en mí o a través de mí.

“... porque ésta es Mi Sangre, la Sangre de la Alianza,


que es derramada por una muchedumbre para el perdón
de sus pecados” (Mt. 26, 28)

INTEGRIDAD EN EL MATRIMONIO:
En nombre de Jesucristo rompo todos los patrones de
profunda infelicidad matrimonial de mi árbol
genealógico.
Digo “NO” a toda supresión de la esposa y a todas las
expresiones de falta de amor en el matrimonio. Paro todo
odio, deseo de muerte, cualquier deseo o intenciones
malas en las relaciones matrimoniales. Acabo con toda
transmisión de violencia, venganza, rencor, todo
comportamiento negativo, toda infidelidad y decepción.
Pongo fin a toda transmisión codificada que impide
relaciones duraderas. Renuncio a esquemas de tensión
familiar, de divorcio y falta de sensibilidad, en el nombre
de Jesús; acabo con todos los esquemas que estén
profundamente arraigados en ese sentirse atrapado en
un matrimonio infeliz y todos los sentimientos de vacío y
fracaso. Padre, perdona a mis familiares por todas las
formas en que han deshonrado el Sacramento del
Matrimonio. Por favor, haz que en toda mi familia haya
muchos matrimonios bien avenidos, llenos de amor, fe,
fidelidad y cariño.

“No apagarán el amor ni lo ahogarán océanos ni


ríos”( Cant. 8, 7)

SANANDO NIÑOS HERIDOS:


Señor, ahora disuelvo todos los esquemas que hirieron a
los niños en mi linaje. Voy contra todas las formas
hirientes, los abortos, embarazos (interrumpidos)
perdidos, embarazos no deseados, bebés que no hayan
sido bienvenidos y nacimientos concebidos fuera del
matrimonio. Renuncio a todas las formas de no valorar la
vida; rechazo todos los hábitos de destrucción,
abandono y secuestro, emocional y físico de niños. Digo
“no más” a todos los tipos de partos difíciles o
problemáticos y de gestaciones anormales. Señor, te
pido perdón por todas las formas en que mis
antepasados han ocasionado daño a los niños. Te pido,
Señor Jesús, que intervengas personalmente, para sanar
las heridas y detengas la continuidad de este modelo
satánico. Padre, haz que la gente de mi linaje respete y
ame a sus hijos y que les eduquen de forma que te
honren. Haz que los futuros hijos de mi familia sepan lo
que es ser amados profundamente.

“Dejen a esos niños y no les impidan que vengan a mi


porque el Reino de los Cielos es de los que se asemejan
a los niños” (Mt. 19, 14)
SANACIÓN SEXUAL:
De nuevo me pongo ante Ti, Señor, por los pecados de
mis antepasados. Ahora pongo fin a todos los caminos
profundamente surcados de pecado sexual. Digo “NO” a
todas las tendencias de exhibición indecente, violación,
fornicación, masturbación, acoso sexual, incesto y
perversión. Renuncio a toda bestialidad, masoquismo,
sadismo, ninfomanía, lujuria y prostitución en mi familia.
Pongo fin a toda agresión sexual, desórdenes de mi
personalidad, traumas sexuales y desviación en el
comportamiento. Ordeno a cada demonio que esté
enganchado en estos esquemas que se marche ahora,
en nombre de Jesús. Tomo la espada del Espíritu Santo
para romper esta cadena de vínculos malignos. Padre,
perdona y trae salud sexual e integridad donde había
enfermedad. Padre, deja que todo mi linaje tenga una
sexualidad sana. Deja que cada expresión sexual sea
pura y agradable a ti, Señor. Te bendigo, te adoro y te
alabo. Gracias por ver Tu Luz, Tu integridad y Tu
bendición a través de toda esta área de mi genealogía.

“La voluntad de Dios es que se hagan santos... que cada


uno sepa buscarse una esposa con santidad y respeto”
(1 Tes. 4, 3 – 4)

SALUD MENTAL:
Con el poder de la Sangre de Jesús rompo todos los
esquemas de enfermedad mental y locura que puedan
estar codificados en mi sistema ancestral. Rompo todo
comportamiento anormal, antisocial, paranoias,
esquizofrenias, patrones pasivos o agresivos,
desórdenes de la personalidad y tics nerviosos. Rompo
toda la inflexibilidad, perfeccionismo (obsesivo), patrones
de comportamiento maníaco – depresivo y rarezas.
Interrumpo toda herida y represión de la masculinidad;
llevo a fin todas las formas generacionales de opresión y
daño al espíritu femenino. Sello los caminos escondidos
de autodestrucción que haya habido en mi historia
familiar. Señor, llena estas áreas con tu perdón y paz.
Padre, imprime en mi linaje la salud mental y la
integridad. Haz que cada uno tenga la mente en Cristo.
Haz que broten esquemas de mente clara, equilibrio
emocional y relaciones sanas. Acaba con todos los
modelos profundamente oscuros de pesadez emocional
y espiritual, incapacidad de jugar, de divertirse y de
expresar alegría. Te pido, Jesús, que entre en mi linaje
un espíritu risueño y alegre. Gracias, Señor Jesús.

“... transfórmense por la renovación de su mente” ( Ro.


12, 2)

AMOR SIN TEMOR:


Ahora acabo con todas las clases de miedo en mi árbol
genealógico. Tomo autoridad sobre todo miedo de
rechazo y miedo al fracaso. Digo “NO” a todos los
miedos al agua, a los hombres, a las alturas, a los éxitos
o a los fracasos, al gentío, a las mujeres, a Dios, a la
muerte, a salir del hogar, a lugares cerrados, a espacios
abiertos, a hablar públicamente, a viajar en avión y al
dolor. Señor, deja que mi familia en todas las
generaciones, sepa que no hay temor en el amor. Deja
que tu amor perfecto llene toda mi historia familiar y que
todo recuerdo de temor desaparezca. Te alabo, te
bendigo, Señor.
“En el amor no hay temor. El amor perfecto echa fuera el
temor” (1 Jn. 4, 18)
SANANDO HÁBITOS INCORREGIBLES:
Tomo la espada del Espíritu Santo y corto los efectos de
hábitos incorregibles. Pongo fin a todas las formas de
adicción al juego, a comprar, a hablar, a la bebida, a la
comida y al abuso de fármacos. Rompo todos los moldes
de acumular y derrochar recursos y talentos. Me opongo
a la mezquindad y al robo. Padre, perdona y libera a mi
familia de los vínculos de todos los hábitos incorregibles
por Tu piedad, gracia y generosidad.

“...Me han enviado... para sanar los corazones heridos,


para anunciar a los desterrados su liberación y a los
presos su vuelta a la luz” (Is. 6, 1 – 1)

SANANDO TODAS LAS ENFERMEDADES:


Ordeno a todas las clases de enfermedades de mi
código genético que dejen de existir. Tomo la espada del
Espíritu Santo y corto todos los vínculos de cualquier
clase de enfermedad: enfermedades del corazón,
enfermedades de la sangre, de los riñones, hígado,
páncreas, cáncer y problemas digestivos; enfermedades
relacionadas con la comida (anorexia, bulimia, obesidad,
peso muy bajo), úlceras y tendencias a formar tumores.
Me opongo a todos los tipos de enfermedades de la
mujer, problemas menstruales, hormonales, infertilidad y
frigidez sexual. Rompo el vínculo de todos los problemas
sexuales masculinos, impotencia, problemas de próstata
y enfermedades transmitidas. También rompo las
deformidades físicas, problemas de oído,
inmunodeficiencias, enfermedades raras, ojos delicados,
mala dentadura, pies planos. Me opongo a todo tipo de
migraña, convulsiones, retraso mental, problemas
pulmonares y respiratorios, alergias, artritis, reumatismo,
enfermedades de la piel o de los huesos. Renuncio a
toda clase de traumas físicos que hayan llegado a mí a
través de las generaciones. Corto esa conexión. Extirpo
la raíz, causa de todas las enfermedades físicas y
debilidades inexplicables. Señor, libérame de los efectos
de esos caminos de enfermedad grabados en mis
antepasados. Pon fin a su propagación. Padre, perdona
a aquellos en mi familia que han elegido la enfermedad
para evitar la vida; por las formas con que han afrontado
las necesidades de manera insana. Haz que un nuevo
modelo de “elegir la vida” fluya como río a través de mi
genealogía. Te alabo, Señor.
“...Y todos los que lo tocaban quedaban sanados” (Mc. 6,
53)

DEL CRIMEN A CRISTO:


Me enfrento ahora al Maligno por todo el daño hecho
por estafadores, explotadores, torturadores, chantajistas
y extorsionistas en mi árbol genealógico. Cierro la puerta
al daño hecho por toda clase de criminales. Toda
corrupción y brutalidad que haya existido a través de mi
linaje, tiene que cesar ahora, en el nombre de Jesús.
Corto todas las ligaduras de venganza, comportamiento
violento y explosivo y todo perjuicio causado con
malicia.

“... deseamos actuar bien en todo” (Heb. 12, 18)

AMOR, NO ODIOS:
Con el poder del Espíritu Santo pongo fin a todas las
respuestas profundamente enraizadas en el odio; odio a
otros, odio a uno mismo, odio a Dios, odio racial y
fanatismo religioso. Padre, perdona. Haz que mi árbol
genealógico esté poblado por hombres y mujeres llenos
de amor. Haz que de ellos brote la vida sana y sean
donantes de vida y sanadores.

“Mi Mandamiento es éste: Ámense unos con otros como


Yo los he amado” (Jn. 15, 12)

UNA MUERTE SUVE Y DULCE:


Ahora intercedo por todas aquellas personas en mi
familia que hayan muerto en temprana edad, que no
hayan sido amadas, que no hayan tenido funerales
adecuados u oraciones, y que no hayan tenido un
entierro lleno de amor cristino. También oro por todos
aquellos que han tenido muertes terribles, con largas
agonías; muertes violentas, envenenados, abaleados,
muertos por fuego, por explosiones o apuñalados,
ahorcados, ahogados, en acciones de guerra o matados
por animales. Pongo ante ti, Señor, a todos mis
antepasados que murieron de forma inexplicable y
misteriosas, por accidentes o por suicidio. Haz que la
transmisión de tendencias a muertes horribles y fuera de
lo normal, cesen ahora. Señor, haz que tu amor que
sana, que es misericordioso y que perdona, los toque
con ternura. T, Señor, haz que desde ahora solo tengan
una muerte dulce y suave. Haz que experimenten un
tránsito cristiano de la vida a la muerte. Padre, haz que
nadie en mi familia muera hoy sin conocer
personalmente a Nuestro Señor Jesucristo.
“El que vive por la fe en Mi, no morirá para siempre” (Jn.
11, 26)
SEÑOR, HAZNOS UNA FAMILIA UNIDA:
Ahora pongo fin a todo tipo de ruptura en mi genealogía.
Rompo con autoridad todos los caminos de separación
de la familia y de la Religión; pongo una barrera a
aquellos, niños, jóvenes, adultos y padres, que intentan
abandonar el hogar; me opongo a toso los que se
escapan para casarse, o se escapan a la legión (grupos
armados, bandas, asociaciones ilegales, etc.) o para
unirse a sectas religiosas. Disuelvo todas las raíces de
aislamiento, de huidas y fugas. Padre, rodea mi árbol
genealógico con Tu corazón que perdona y ama.
Codifica en mi familia un modelo de participación en una
comunidad sana. Haz que todos estén unidos. Permite
que seamos gente abierta y capaz de relacionarnos de
forma entrañable.

“¡Qué bueno y agradable cuando viven juntos los


hermanos!” (Sal. 133, 1)

JUSTICIA Y MISERICORDIA:
Ahora me opongo a todos los esquemas de injusticia en
mis antepasados. Sello todos los canales genéticos de
depravación, esclavitud, encarcelamiento injusto,
represión de cualquier tipo, pobreza, estrechez
económica y crimen, con la Sangre de Jesús. Me opongo
a todas las clases de injusticia social y política. Renuncio
a todos los tipos de rechazo social. Corto todos los
vínculos de brutalidad y de rechazo a la gente. Estoy en
contra de todo tipo de marginación, gente sin hogar y
desamparados. M e opongo a toda clase de sufrimiento
por condiciones abrumadoras, climas duros e inviernos
crudos. Rompo todos los patrones de hambre y
abandono, traición o vergüenza pública. Padre, pon el
óleo de tu Espíritu Santo en todos estos modelos de mis
antepasados y sana todo recuerdo de dolor. Padre,
perdona a toda la gente que les causó daño. Haz que
todo mi linaje conozca modelos de justicia, condiciones
de vida sana, suficiente comida, suficiente dinero,
comida, seguridad y calor.
“...lo que el Señor te exige: tan sólo que practiques la
justicia, que sepas amar y te portes humildemente con tu
Dios” (Mi. 6, 8)

SIRVIENDO A UN SOLO DIOS:


Ahora rechazo las idolatrías de las generaciones. Corto
los vínculos que conecta y me atan a esos tipos de
idolatría de mis parientes en épocas pasadas. Rechazo
los ídolos de mi hogar: joyas, formas de transporte,
comida, bebida, títulos, tierras, animales y posesiones de
toda clase. Padre, perdona todo esto. Hago una santa
elección para mi árbol genealógico: “so9lo serviremos a
un solo Dios, al Dios vivo”.

“... digan hoy mismo a quiénes servirán... por mi parte,


yo y los míos, serviremos a Yahvé” (Jos. 24, 15)

EL DOLOR DE SER DIFERENTES:


Renuncio a todos los efectos por ser diferente que estén
grabados en mi herencia. Tomo la autoridad sobre todos
los efectos de color de los ojos, de la piel, del tamaño,
del cuerpo y los talentos. Corto la transmisión del
sufrimiento por tener diferentes idiomas, cultura, raza,
color, por aquellos que han sentido que sus propios
padres son feos o raros; corto la ruta del dolor
transmitida por defectos visibles de nacimiento, así como
también por deformidades y retrasos. Padre, las
respuestas a estas y otras diferencias han podido
transmitirse a través de generaciones. Por favor, Señor,
cesa esta transmisión y perdona a aquellos que
causaron el daño. Envía tu amor a través de las
generaciones para que las toque y las sane plenamente.
Gracias, Jesús.

“... me tejiste en el seno de mi madre. Te doy gracias por


tantas maravillas que Tú has ejecutado; en efecto,
admirables son tus obras y mi alma bien lo sabe” (Sal.
139, 13 – 14)

SANANDO LA LENGUA:
Levanto mi voz para cortar la transmisión de todo
problema de comunicación, dificultad para comunicarse,
miedo a hablar en público, defectos en el habla y,
especialmente, el tartamudeo. Gracias, Señor, por sanar
a tu gente. Me opongo a todos los medios de herir a
otros verbalmente, la mentira, la calumnia, la injuria, el
rumor y el chisme; me opongo a toda blasfemia, maldad
y traición por la lengua. Padre, perdona; haz que mis
familiares sean gente que comunique la sanación y la
santidad. Gracias, Señor.

“Anunciaré todo el día tu justicia...” (Sal. 71, 4)

CORTAR DE RAÍZ:
Ahora corto todos los patrones de sufrimiento
interminable, incluyendo la necesidad de sufrir y la
necesidad de fracasar; rompo todos los caminos de
sufrimiento por sentirme inútil, indigno y sin esperanza.
Quito todos los patrones repetidos de sentirme
descorazonado, sin raíces y de no pertenecer a nadie.
Corto todas las raíces de desesperación e indignidad,
trauma emocional y parálisis. Digo “NO” a todos los
patrones de rechazo, amargura, resentimiento y faltas de
perdón. En nombre de Jesucristo renuncio a todos los
caminos del mal, negativismo y falta de amor en mis
antepasados. Señor, reclamo que quites de mi mente
cualquier pensamiento obsesivo y que Tú estés
dispuesto a sanar cualquier clase de vergüenza, dolor o
pena, a revelar los pecados ancestrales y que Tú digas:
Ahora es el momento de liberación”.

“Ya llega el hacha a la raíz de los árboles” (Lc. 3, 9)

Señor, reclamo que con un soplo de Tu Espíritu envíes


perdón a través de todas mis generaciones. Gracias por
tocar, sanar y hacerme nuevo, en Tu Nombre, Jesús.
Amén.

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