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Entorno
Política y Sociedad
Los activistas anticorporativos creen que el aumento de las grandes corporaciones está
amenazando la autoridad legítima del estado y de los estratos públicos. Se siente que
esas corporaciones están invadiendo la privacidad de la gente, manipulando la política
y el gobierno, y creando falsas necesidades de consumo. El tipo de evidencia que
soporta estas opiniones incluye la publicidad invasiva (como el adware, el spam, el
Telemarketing, etc.), las gigantescas contribuciones económicas a candidatos en
elecciones democráticas por parte de las corporaciones, la interferencia en las políticas
de las naciones soberanas, y un sinfín de historias en el mundo acerca de corrupción
relacionada con las empresas. Los manifestantes anticonsumistas alegarían que las
grandes corporaciones solo tienen la obligación de responder ante sus accionistas,
dando a los Derechos Humanos y otros aspectos similares poca o ninguna importancia.
En la práctica, la dirección de una compañía sí tiene una responsabilidad primaria por
sus accionistas, pues cualquier actividad filantrópica que no sea útil para la empresa
podría generar diferencias y rupturas de confianza. Este tipo de responsabilidad
financiera significa que las corporaciones multinacionales usualmente buscan
estrategias que intensifican el trabajo y tratan de reducir costos. Por ejemplo, tratan
de encontrar (ya sea directamente o a traves de empresas de outsourcing o
Subcontratación) paises con economías basadas en bajos salarios y con leyes que no
sean exigentes con los Derechos Humanos, con las prestaciones laborales, con el
Medio ambiente, etc. (ver, por ejemplo, Nike).
(EFE) — Comprar sin mesura, gastar sin medida y sin necesidad se está convirtiendo
en una enfermedad que ataca en todas las culturas. El ¡Informe sobre el estado del
mundo en 2004! publicado por el Instituto Worldwatch afirma que el consumismo se
propaga generando graves consecuencias.
Síndrome de la moda
Las personas más propensas a padecer este síndrome son mujeres entre los 18 y los
35 años con un nivel económico medio-alto y estudios preferentemente medios e
incluso universitarios. El culto a la belleza motiva todo tipo de gastos de tiempo,
dinero y energía, y no hay mejor forma de demostración del propio estatus que la
utilización ostentosa del atuendo.
Para empezar, para los niños el dinero no está ligado a esfuerzo personal alguno. Es
como el Gran Manú que baja del cielo, se pone en sus manos y les sirve para adquirir
algún que otro capricho.