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Hiram A.

Soto Palomo

So we maybe gorgeous
So we maybe famous
Come back when we're getting old
(…)
Clone us in a test tube
Sell us to the multitude
Guess that's the price of fame
(…)
Here we come this is our destiny calling
We're freaks
This is our destiny calling
Unique
This is our destiny calling now
James, Grupo musical
Deporte y ciencia
En un primer momento, el quehacer científico y el deporte nos parecen
ser totalmente distintos, pero al analizarlos más detalladamente,
podremos ver que poseen muchas similitudes en sus acciones ( Dogan y
Pahre, 1993), y es que no podemos olvidar que ambas actividades están
supeditadas a nuestra sociedad, es decir, no pueden ser vistas como dos
entes fuera de la esfera de la condición humana cuya característica
principal es la abstracción, la cual las re-simbolizará en acciones
comparables.

Partiendo de la propuesta de Dogan y Pahre (1993), el deporte y la


ciencia comparte grandes similitudes, pues en ambas encontramos esa
extraña atracción, que nos hace seguirlas-casi con una fe ciega-. Son, en
varios momentos, el foco de atención de la humanidad.

Al parecer, esto tiene mucho que ver con esa ruptura de la


homogeneidad que nos domina y que nos constriñe, y que en un
momento dado y por la acción de una jugada de un deportista o una
invención científica, se rompe es continuidad. Es algo especial, es algo
místico; ya que representa una cualidad excepcional, algo parecido a lo
que sentimos por lo divino como lo explica Eliade (1964) en " lo sagrado y
lo profano".

De tal suerte que somos impelidos a la contemplación ciega, a la


abstracción y a la veneración tanto de la ciencia como del deporte. El
hombre, escribía Fromm (1970) tiende a enajenarse de los objetos y de
las personas. Ahora, la ciencia (científicos, productos emanado de ésta) y
el deporte ( jugadas, jugadores) están por encima de nosotros, sus
acciones no pueden ser ya igualadas. Son hombres y mujeres superiores.
De ahí que los arropemos con dinero, con fama, con poder.
Construyéndoles así un mundo ( centros de investigación, verdad
absoluta, equipos denotados, etc. ) que significará el parámetro para que
cualquier otro que quiere accesar a este nivel lo tome en cuenta.

Sin embargo, como suele pasarnos, vemos sólo los destellos, los
picos de los iceberg, lo que sobresale, pero no es que sean mejores, son
simplemente, dentro de una estructura, una parte que tiene esa función,
sobresalir. Es cierto, hay talentos que no debemos olvidar, pero al fin y al
cabo lo que no descubrió este científico u otro, lo descubrirá un posterior (
Tamayo, 2002), y esto aplica también a los deportes, lo que hizo
Maradona, pudo ser hecho por otra persona. Lamentablemente, estos
personajes opacan al grupo en el que están inmersos. Es decir, la ciencia
es conocida por nombres como Pasteur, Flemming, Planck, etc. al igual
que el deporte por: Maradona, Pelé, Baby Ruth entre otros. Pero la ciencia
y el deporte son ante todo acciones de grupo, la función de cada parte es
sustancial para el éxito.

Podemos concluir que la similitud entre la ciencia y el deporte tiene


mucho que ver con la abstracción que hacemos de ellas, es decir, la
supeditación de nuestras vidas a esas dos actividades ha hecho que
creamos en súper hombres ya sean científicos y/o deportista, y de ahí que
les demos pleitesía, así la singularidad se impondrá al grupo. La ciencia y
el deporte tiene muchas cosas parecidas, ambos son concebidos para
unos cuantos ( illuminati), y de éstos sólo algunos serán dignos de nuestra
atención.

Bibliografía

Dogan, M. y Pahre, R. Las nuevas ciencias sociales. Ed. Grijalbo, México,


1993.

Eliade, M. Lo sagrado y lo profano. Ed. Guadarrama, México, 1964.

Fromm, E. Psicoanálisis de la sociedad contemporánea. Ed. FCE, México,


1970.

Pérez TR. Acerca de minerva.3era Ed. FCE, México, 2002.

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