De acuerdo a la charla, la violencia sexual se registra en todos los países.

La violencia sexual
tiene efectos muy profundos en la salud física y mental. Además de las lesiones físicas, se
asocia con un mayor riesgo de experimentar diversos problemas de salud sexual y
reproductiva, cuyas consecuencias pueden ser inmediatas o de largo plazo. Las muertes
consecutivas a actos de violencia sexual pueden deberse al suicidio, la infección por el VIH o el
asesinato. La violencia sexual también puede afectar profundamente al bienestar social de las
víctimas, ya que pueden ser estigmatizadas y aisladas por su familia y otras personas por esa
causa.

También el coito forzado puede complacer sexualmente al agresor, pero muchas veces creo yo
que el objetivo subyacente es una expresión de poder y dominio sobre la persona agredida.
Aunque este tema es interesante, ya que a menudo los hombres que obligan a su cónyuge a
tener relaciones sexuales con ellos creen que este acto es legítimo porque se trata de su
esposa.

En muchos casos he visto noticias que la violación de mujeres y hombres se usa como un arma
de guerra, como una forma de ataque al enemigo que simboliza la conquista y la degradación
de las mujeres o de los combatientes varones capturados. También puede usarse para castigar
a las mujeres por transgredir las normas sociales o morales, como las que prohíben el adulterio
o embriagarse en público. Las mujeres y los hombres también pueden sufrir violaciones
cuando están detenidos por la policía o encarcelados.

Con frecuencia nos vemos sorprendidos por noticias protagonizadas por niños y menores que
son víctimas de alguna conducta de abuso o agresión sexual. En esos casos la sociedad entera
se conmueve, y muchas personas piden las penas del infierno para el autor de dicha agresión,
o conducta sexual más o menos aberrante.

Habría que preguntarse si nuestra sociedad es más pronta para condenar que para hacerse
una seria autocrítica, y saber si ella misma vive una sexualidad sana a nivel de cultura, de
ambiente general, de educación social. ¿Ayuda el ambiente general a promover una atmósfera
donde se respire cierto aire saludable a nivel de la sexualidad? La educación general de
nuestra población, en Piura, tanto la educación institucional, formal, como la informal ¿es una
educación favorable a un desarrollo sano de la sexualidad?

Nos hacemos las preguntas anteriores al presentar el tema que se refiere esta charla, al buen
trato en la sexualidad infantil, porque nos parece necesario tomar en cuenta la importancia de
la educación, como primera herramienta para la salud mental, y concretamente para la salud
psico - sexual. No puede existir una sana vida psíquica a nivel personal y social si no existe una
buena educación integral.

La salud preventiva sexual requiere de una buena educación sexual. Esta empieza en la familia
pero no termina en la familia. La familia tiene el primer deber y derecho en este campo. Su
responsabilidad es ineludible e insustituible, pero a la familia han de unirse todos los otros
medios con los que cuenta la sociedad para estos fines, y que van desde la educación formal
de la institución escolar, hasta la educación informal que nos viene a través de los medios,
sobre todo audiovisuales, de comunicación social, actividades artísticas (cine, teatro, música,
etc.).
La educación sexual en la familia se realiza casi por la mutua influencia, sobre todo en el
campo de las ideas, casi sin darnos cuenta, a través del ambiente que se respira en el hogar;
pero de la misma manera se inculca también la deformación sexual. Todo depende de la
atmósfera reinante en ese núcleo familiar. La educación infantil se logra por el aprendizaje
modélico, más que por el discurso. Son las actitudes de los adultos, su estilo de vida, su forma
sana o morbosa de vivir la sexualidad, lo que va a impregnarse en la conciencia del niño.