El documento resume los cambios realizados a los artículos del Código Civil Dominicano por la Ley 189-01, los cuales ahora estipulan que tanto el marido como la mujer son administradores iguales de los bienes de la comunidad y requieren el consentimiento de ambos para vender, enajenar o hipotecar dichos bienes.
El documento resume los cambios realizados a los artículos del Código Civil Dominicano por la Ley 189-01, los cuales ahora estipulan que tanto el marido como la mujer son administradores iguales de los bienes de la comunidad y requieren el consentimiento de ambos para vender, enajenar o hipotecar dichos bienes.
Droits d'auteur :
Attribution Non-Commercial (BY-NC)
Formats disponibles
Téléchargez comme DOC, PDF, TXT ou lisez en ligne sur Scribd
El documento resume los cambios realizados a los artículos del Código Civil Dominicano por la Ley 189-01, los cuales ahora estipulan que tanto el marido como la mujer son administradores iguales de los bienes de la comunidad y requieren el consentimiento de ambos para vender, enajenar o hipotecar dichos bienes.
Droits d'auteur :
Attribution Non-Commercial (BY-NC)
Formats disponibles
Téléchargez comme DOC, PDF, TXT ou lisez en ligne sur Scribd
Ley 189-01 modificó varios artículos del Código Civil
Dominicano para, entre otros propósitos, incluir a la
mujer de manera igualitaria en la administración de los bienes comunes con su cónyuge.
Después de la promulgación de la ley 189, lo
legalmente correcto es lo siguiente: “el marido y la mujer son los administradores de los bienes de la comunidad. Pueden venderlos, enajenarlos o hipotecarlos con el consentimiento de ambos”.
Así lo establece el Art. 1421 modificado del Código
Civil, mientras que el artículo 1422, a partir de la modificación introducida por la citada ley, tiene el mismo texto anterior con excepción de que en lugar de decir: “no puede disponer intervivos…” refiriéndose al cónyuge, trae el verbo en plural para incluir a la mujer: “no pueden disponer intervivos…”
En definitiva, el régimen de administración de bienes
entre cónyuges quedó transformado a partir de noviembre del 2001. No importa lo “astuto y sabio” que se sea, siempre habrá que contar con el concurso de la socia conyugal para disponer de los bienes comunes, a menos que se quiera tentar el delito