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J. Peña y A. Cabello
Fig.:1.2
La respuesta inespecífica o innata es la primera barrera defensiva del organismo y no
requiere sensibilización previa. La respuesta específica o adquirida se desarrolla solo frente a
la sustancia extraña que indujo su iniciación y en ella participan prioritariamente los linfocitos y
las sustancias liberadas por los mismos, anticuerpos y citocinas (Figura 1.2).
Fig.:1.4
TABLA 1.1
Inmunidad Innata
En este tipo de respuesta participa también el complemento (C´), que está formado por
una gran variedad de proteínas que se encuentran en el plasma. Los distintos componentes del
complemento interactúan en un determinado orden para ejercer su acción en la defensa del
organismo. Probablemente la fagocitosis es el principal elemento que actúa en este tipo de
respuesta. La fagocitosis se lleva a cabo en varias fases, aproximación, fagocitosis y lisis
(Figura 1. 5).
RESPUESTA INMUNE
ESPECÍFICA
La respuesta inmune
específica se caracteriza porque es
efectiva ante aquellos antígenos
frente a los cuales se ha iniciado y
desarrollado. Este tipo de
respuesta es mediada por
linfocitos y otras células como
células dendríticas, macrófagos etc.
Los linfocitos son de dos tipos: linfocitos B y linfocitos T. Los linfocitos T, a su vez,
pueden ser linfocitos T colaboradores (Th), linfocitos T citotóxicos (Tc) y por algunos autores
también se han propuesto los linfocitos T supresores/reguladores (Ts).
La respuesta inmune específica, se considera que puede ser de dos tipos: humoral y
celular. Aunque la separación de ambos tipos de respuesta es mas de tipo didáctico que real,
en general se considera que cuando los elementos implicados son los linfocitos B, se trata de
una respuesta tipo humoral mientras que cuando participan prioritariamente los linfocitos T
tanto colaboradores (Th) como citotóxicos (Tc), se trata de una respuesta tipo celular.
Reconocimiento del antígeno
Fig.:1.9
Interacción celular
Para que la activación del Ag se lleve a cabo se requiere que previamente se halla
producido la interacción entre las células presentadoras y las respondedoras. Este fenómeno
se lleva a cabo prioritariamente por las moléculas de adhesión que son un grupo muy
heterogéneo de sustancias que se encuentran en la superficie de las células presentadoras y
respondedoras y que como se ha dicho hacen posible la adherencia entre ellas y en
consecuencia permiten la unión entre el receptor de las células T y el complejo MHC-Ag de la
APC (Figura 1.10). De igual manera, estas moléculas participan en todo tipo de interacción
celular tanto en la respuesta celular como humoral.
Fig.:1.10
Fig.:1.11
Activación Th y Tc
Aunque existen excepciones, la separación de las funciones de los linfocitos Th y Tc
viene dada por el origen de los antígenos que reconocen. Los linfocitos Tc reconocen a los
antígenos presentados en superficie por moléculas MHC de clase I (Figura 1. 12), mientras que
los linfocitos Th interaccionan con el antígeno en el contexto de moléculas MHC de clase II.
Fig.:1.12
Fig.:1.14
Características respuesta inmune específica
La respuesta inmune específica se caracteriza por ser de carácter clonal, reconocer
unos antígenos y no otros (especificidad), desarrollar memoria y ser autorregulable.
Especificidad. Se sabe que cada antígeno estimula solo a aquel linfocito o grupo de linfocitos
que han desarrollado y en consecuencia poseen en su membrana los receptores capaces de
reconocer y unirse específicamente a él. Estos receptores, tal como se ha indicado
anteriormente, son las inmunoglobulinas de superficie cuando se trata de linfocitos B o el
TCR cuando se trata de linfocitos T.
Clonalidad. Cuando un linfocito o grupo de linfocitos es activado, este prolifera y se diferencia
en múltiples células derivadas, todas ellas con idénticos receptores de superficie. Se dice
entonces que todas estas células constituyen lo que se denomina clon celular. Tanto la
especificidad como la clonalidad de la respuesta inmune fueron originariamente definidos en
los años cincuenta por varios inmunólogos entre los que se encontraba Burnet y se conoció
después por la teoría de selección clonal de Burnet. Esta teoría decía que cada antígeno
estimulará a aquel linfocito o grupo de linfocitos que poseen en su membrana receptores
capaces de reconocer y unirse específicamente a él y que como consecuencia se producía su
proliferación y diferenciación en células con las mismas características de reconocimiento que
los linfocitos originales (Figura 1.15). Este carácter clonal, le confiere a este tipo de respuesta
el carácter de gran eficiencia en cuanto que cada individuo solo pone en marcha aquellos
elementos, celulares y moleculares, que le son necesarios para una determinada acción.
Fig.:1.15
APORTACIONES DE LA INMUNOLOGIA
La Inmunología ha contribuido de forma notoria al progreso de la ciencia actual,
primero por aportaciones sobre bases empíricas y después sobre fundamentos sólidos, fruto
del intenso esfuerzo desplegado en el estudio de los mecanismos de actuación del sistema
inmune (Tabla 1.2)
TABLA 1.2
Áreas influencia de la Inmunología
Durante la fase empírica que podemos considerar anterior al comienzo del presente
siglo, la inmunología ofreció la solución a uno de los grandes problemas que ha azotado a la
humanidad, las pandemias. Ello fue posible gracias a Jenner quien a finales del siglo XVIII y a
Pasteur quien a su vez a finales del siglo XIX, prepararon las vacunas de la viruela y de la
rabia respectivamente. Posteriormente se desarrollarían, entre otras, las vacunas antitifoidea
(1898), anticólera (1892) y antidiftérica (1913).
Después, en lo que podríamos denominar fase científica, y debido a un mejor
conocimiento de las bases biológicas y celulares del sistema inmune, la inmunología se ha
desarrollado ampliamente, siendo una de las ciencias que más ha evolucionado en los últimos
años. Hasta aproximadamente los años sesenta los aspectos inmunológicos conocidos
aparecían, en el contexto de la Microbiología, como el sistema capaz de defender al organismo
frente a las infecciones. Desde entonces, los continuos avances en el conocimiento de los
mecanismos implicados en la respuesta inmune han dotado a esta disciplina de un sólido
cuerpo de conocimientos.
A este desarrollo han contribuido de manera especial la puesta a punto de técnicas
modernas, tales como los cultivos celulares, obtención de líneas celulares puras e híbridos
celulares, posibilidad de obtener animales trangénicos, disponibilidad de las técnicas de
biología molecular tales como clonaje de genes, técnica de PCR, el uso del láser y la
microscopía electrónica. En consecuencia, hoy día la Inmunología posee su propia contextura
interna y puede ser firmemente considerada como ciencia independiente al tiempo que hace
posible el desarrollo de otras áreas gracias a la aplicación de reactivos y técnicas puramente
inmunológicas, adquiriendo así una amplia proyección en Medicina, Veterinaria, Biología,
Bioquímica, Agronomía y Farmacia.
En resumen, la Inmunología ha influido en las siguientes áreas:
1. Enfermedades infecciosas. Haciendo posible la profilaxis de la mayoría de las
enfermedades infecciosas mediante un progresivo y espectacular perfeccionamiento de
las técnicas de vacunoterapia durante el presente siglo. Es de destacar a modo de
ejemplo el descenso drástico que se observan en las tasas de morbilidad declaradas
por poliomielitis, por sarampión o que la viruela ha sido completamente erradicada.
2. Transfusiones sanguíneas. La Inmunología hizo posible el descubrimiento de los
grupos sanguíneos y los anticuerpos séricos frente a los mismos, gracias a lo cual se
pueden realizar las transfusiones sanguíneas sin riesgo para el enfermo.
3. Trasplantes de órganos. Haciendo posible la prevención del rechazo de muchos de
los órganos trasplantados. Eso se ha debido a un perfeccionamiento de las técnicas
quirúrgicas pero, sobre todo, al descubrimiento de los antígenos responsables del
rechazo (antígenos de histocompatibilidad) y a un mejor conocimiento de los
mecanismos inmunológicos responsables del rechazo del trasplante, que están
permitiendo la utilización de modernas terapias inmunosupresoras de gran efectividad
en la actualidad. Los avances más recientes indican que pronto será posible el
trasplante de animales al hombre (xenotrasplante) con lo cual se podrá dar solución a
la escasez de donaciones de órganos.
4. Oncología. En donde la inmunología ha permitido un mejor conocimiento de la
interrelación célula cancerosa-huésped. Estos conocimientos ya comienzan a
repercutir en una mayor supervivencia de ciertos pacientes cancerosos y existen
fundadas esperanzas de que en un futuro inmediato la inmunología pueda contribuir
aún más, ofreciendo nuevas vías de solución a esta enfermedad. El descubrimiento
reciente, por un lado, de oncogenes responsables de la malignización celular y, por
otro, de los mediadores químicos de la respuesta inmune, entre los que cabe destacar
las linfocinas y los interferones, ofrecen una amplia esperanza en la terapia de muchos
cánceres y de sus metástasis. En la actualidad se encuentran en vía de ensayo varias
vacunas terapéuticas con resultados verdaderamente alentadores.
5. Inmunopatología. En donde el conocimiento del sistema funcional, ha hecho posible
conocer la etiología y patogenia de una gran variedad de enfermedades surgidas por
alteración del propio sistema inmune, tales como inmunodeficiencias, alergias,
autoenfermedades, etc. Sin embargo, quedan problemas pendientes sin resolver,
como es el reto que actualmente tiene planteada la Inmunología con el Síndrome de
Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA), de una extraordinaria capacidad expansiva y alta
mortalidad, y frente al cual no se dispone de un remedio eficaz que elimine de manera
definitiva el virus HIV.
6. Métodos analíticos. Una gran variedad de métodos analíticos de gran precisión y
sensibilidad se han desarrollado gracias a los conocimientos inmunológicos. Entre
estas técnicas las más importantes que se pueden destacar son la
inmunoelectroforesis, radio-inmunoensayo, hemaglutinación, etc. Hoy se puede
considerar que, por ejemplo, la endocrinología moderna se ha podido desarrollar
gracias a la aparición de un método, el radioinmunoensayo, capaz de medir los niveles
de las distintas hormonas.
7. Biotecnología, industria y farmacia. Esto está siendo realmente posible gracias al
extraordinario grado de cooperación existente entre los inmunólogos y científicos
dedicados a la bioquímica, biología molecular, genética y farmacia, cuyos métodos
como, por ejemplo, la tecnología del DNA recombinante, hibridaciones celulares, etc.,
están permitiendo la obtención de manera industrial, de sustancias y factores de gran
interés farmacológico, entre los que podemos destacar, como mas sobresaliente, los
anticuerpos monoclonales (AcMo).
8. Otras aportaciones. Además de lo indicado anteriormente, la inmunología ha
contribuido a la solución de otros muchos problemas. Citemos, por ejemplo, la
prevención de la eritroblastosis fetal en casos de incompatibilidad Rh entre la madre y
el feto. Otra sensible y reciente aportación de la inmunología ha sido el
esclarecimiento de la etiología de múltiples enfermedades, al descubrir una estrecha
relación entre el padecimiento de las mismas y ciertos factores genéticos relacionados
con el control del sistema inmune. También la inmunología ha aportado conocimientos
y técnicas de gran utilidad en la Medicina Legal, alguna de cuyas áreas, como por
ejemplo la identificación, se benefició ampliamente después del descubrimiento de los
grupos sanguíneos y también durante la última década, gracias al descubrimiento de
los antígenos de histocompatibilidad.
La inmunología es una ciencia que actualmente se encuentra en pleno desarrollo, por lo
que es de suponer que en el futuro siga aportando nuevos conocimientos para la solución de
muchos de los problemas que tiene planteados la medicina y biología. En la Tabla 1.3 se
expone una lista de los Premios Nobel concedidos a investigadores en el campo de la
inmunología.
TABLA 1.3
Premios Nóbel en Inmunología
Año Investigador Aportación realizada
1901 E. von Behring Antitoxinas séricas
1905 R. Koch Inmuno-tuberculosis
1908 E. Metchnikolff Fagocitosis
P. Ehrilich
1913 C. Richet Anafilaxis
1919 J. Bordet Bacteriolisis por C’
1930 K. Landsteiner Grupos sanguíneos
1951 M. Theiler Vacuna fiebre amarilla
1957 D. Bovet Antihistamínicos.
1960 F.M. Burnet Tolerancia inmune
P. Medawar
1972 G. Edelman Estructura de las igs.
R.R. Porter
1977 R. Yalow Radioinmunoensayo
1980 G. Snell
J. Dausset Moléculas MHC
B. Benacerraf
1984 G. Koehler Acs monoclonales
C. Milstein
N. Jerne Inmunoregulación
1987 S. Tonegawa Genes de las igs
1991 E.D. Thomas Inmunología trasplante
J. Murray
1996 R. Zinkernagel MHC presentan ags.
P.C. Doherty
BIBLIOGRAFIA
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Síntesis