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Y DE ADMINISTRACION PÚBLICA
DE LA FSTSE
DERECHO ROMANO
TEMA:
ALUMNO:
1er CUATRIMESTRE
INTRODUCCION-----------------------------------------------------------------------------------------------3
EL PROCEDIMIENTO FORMULARIO----------------------------------------------------------------10
FASE IN IURE-----------------------------------------------------------------------------------------------11
LA SENTENCIA---------------------------------------------------------------------------------------------13
VÍAS DE EJECUCION-------------------------------------------------------------------------------------13
CONCLUSIONES------------------------------------------------------------------------------------------18
BIBLIOGRAFÍA---------------------------------------------------------------------------------------------20
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INTRODUCCIÓN
El sistema del derecho procesal romano ha pasado por tres fases históricas y son las
siguientes:
1. Legis actiones.
El primer hito relativamente fijo de la historia del derecho romano es la célebre Ley de las
XII Tablas en la que los mismos romanos veían el fundamento de toda su vida jurídica.
Una de las grandes influencias sobre la legislación de las XII Tablas fue el derecho griego.
En la ley de las XII Tablas no estaba regulada la organización política del Estado ni la
constitución judicial, lo único que quería el legislador era recoger el Ius civile, esta
delimitación tenía como finalidad otorgar seguridad al ciudadano romano.
Las Acciones de Ley son el primer sistema procesal romano, denominan de la ley con
referencia a la Ley de las XII Tablas, que reglamentó el procedimiento sobre las bases
consuetudinarias anteriores y posiblemente introdujo nuevas acciones.
Las dos primeras fases (legis actiones y el sistema formulario), están unidas bajo el
régimen de ordo iudiciorum privatoum (el orden de los juicios privados), el primero se
caracterizaba porque se desarrollaba el juicio ante un magistrado y se llamaba in iure, y
realizaba de manera oral como por la solemnidad de sus formas y también por la ventaja
que se daba a las partes sobre el magistrado; el otro sistema se caracterizaba porque se
desarrollaba ante un juez particular elegido por las partes o designado con intervención del
magistrado y se le llamaba in iudicio, o mejor, apud iudicem (delante del juez).
Las acciones de ley persistieron en vigor desde los orígenes de Roma hasta la lex
Aubutia, que dio entrada al procedimiento per formulam.
EL PROCEDIMIENTO FORMULARIO
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legales, después de ellos pasaremos a ver qué es y el origen del proceso formulario para
después conocer sus características y sus fases promisorias.
Este proceso es mas practico, se desarrollo dentro del sistema tradicional y paralelamente
a este. El pretor comenzaba a resolver la controversia en una sola instancia, in iure, sin
mandar el asunto a algún iudex, así sucedía en materia de alimentos, fideicomisos, etc; en
cuanto el emperador recupero todas las atribuciones imperiales, la administración de
justicia por parte de los funcionarios imperiales se dedicaban a investigar los hechos y
dictar sentencia sin recurrir a iudices privati ya que el ámbito privado se convirtió a lo
público.
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ANTECEDENTES DE ACCIONES DE LEY
El sistema de las acciones de la ley se remonta al origen mismo de Roma; quedó en vigor
durante los seis primeros siglos.
Este procedimiento se encontraba recogido en la Ley de las XII Tablas. De las cinco
acciones de ley, tres son declarativas y dos son ejecutivas.
El procedimiento se distinguía porque los ritos de cada acción se realizaban in iure delante
del magistrado. Las partes cuya presencia era necesaria procedían a sus riesgos y
peligros, el error más pequeño traía consigo la pérdida del proceso.
Bajo las acciones de la ley, nadie puede en asuntos de justicia figurar por otro, pero, en la
práctica, el empleo del adstipulator atenúa los inconvenientes de esta regla, y se hacía
excepción en los siguientes casos:
a) Pro libertate: cuando un ciudadano tratado como esclavo reclama la libertad, no puede
él mismo sostener su pretensión, porque un esclavo no puede sostener una acción de
justicia pero puede hacerse reemplazar por una persona libre, que hace el papel de
adsertor libertatis.
b) Pro populo: cuando los intereses del pueblo considerado como persona moral, deben
defenderse de algún proceso; o cuando se trata del ejercicio de una acción popular.
c) Pro tutela: si el tutor sostiene en justicia los derechos del pupilo infans, u otra conjetura,
si alguno intenta el crimen suspecti tutoris.
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d) Ex lege Hostilia; cuando un ciudadano cautivo o ausente en interés del Estado ha sido
víctima de un robo.
El proceso empieza por el acto que tiene por objeto llevar a las partes delante del
magistrado: la in jus vocatio se opera con sencillez, es el mismo demandante quien ordena
a su adversario seguirle in jus, el demandado debe obedecer y acudir a la reunión, o dar
un vindex que garantice su presencia en el día fijado. De lo contrario el demandante toma
testigos, antestatur, desde entonces puede obligarle por vía fuerza y conducirle a pesar de
sus resistencia. El domicilio del demandando es para él un asilo inviolable.
Llegadas las partes delante del magistrado y después de haber expuesto el asunto, tienen
que cumplir el rito de la acción de ley que se aplica al proceso, se designa un juez y se
comprometen a comparecer al tercer día delante de él, comperendinus dies.
Todo el procedimiento delante del magistrado se hacía oralmente, se tomaban por testigos
a las personas presentes con objeto de que pudiesen suministrar ante el juez el testimonio
de que había ocurrido delante del magistrado, (la elección de testigos se llamaba litis
contestatio), señalaba el fin de la primera parte de la instancia, y producía efectos
importantes. Bajo las acciones de ley, el derecho del demandante se extingue siempre
ipso jure, por la litis contestatio, que crea un nuevo derecho a su beneficio.
Delante del juez, in judicio, se terminaba el proceso sin que hubiera que señalar nada de
particular. Todo se celebrara ya hasta la sentencia.
Las acciones ejecutivas son aquellas que derivan de un documento con cualidades
específicas que permite, desde que se ejercitan, antes de la sentencia definitiva, afectar
provisionalmente el patrimonio del deudor.
La característica más destacada de este modus agendi, que da nombre a esta acción, es
la apuesta que hacen las partes y que tiene valor de un verdadero juramento de carácter
sagrado (sacramentum), la puesta de la parte que pierde el proceso se consagra a las
necesidades del culto, cualquiera que sea el objeto del litigio. Todo el ritual, que se realiza
delante de un magistrado.
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Se aplicaba en los casos en que no había una acción específica prescrita. Tenía dos
modalidades: la legis actio sacramento in personam y la legis actio sacramento in rem. Los
detalles de la primera modalidad son poco conocidos
El juez después de examinar las pretensiones de los adversarios, declara quién ha ganado
la apuesta. El que ha ganado recoge su apuesta, si la ha entregado, y la apuesta de quien
la pierde se destina a los gastos del culto, hasta que una ley Papiria de la mitad del siglo V
la hizo caer en el aerarium.
Esta declaración bastaba para cerrar el proceso cuando era favorable al demandado, es
decir al poseedor interino, se queda con el objeto del litigio y todo está terminado. Pero
cuando el que gana es el demandante necesita otra satisfacción, además de no perder su
apuesta.
La Ley de las XII Tablas introdujo para casos determinados un modus agendi más
progresivo y con ventajas notables respecto de la legis actio sacramentum: la acción por
petición de un juez o un árbitro. Esta acción de ley se aplicaba:
1) En los casos en que había una promesa solemne (sponsio) de pagar una cantidad de
dinero.
Se ignora si esta acción es tan antigua como la actio sacramenti. Lo cierto es que parece
que fue establecida, bien en su origen, o bien en una fecha anterior a la ley de las XII
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tablas. El dominio de la judicis postulatio se extendía a las acciones de partición y fijación
de los límites y a la acción ad exhibendum. Se conjetura que se aplicaba también a las
obligaciones que tenían por objeto una datio, por las cuales se podía obrar per
sacramentum.
En cuanto al rito de esta acción solo tenemos como indicio un texto de Valerio Probo: te
praetor judicem arbitrumve postulo uti des. Tales eran sin duda las palabras que el
demandante debía pronunciar in iure. El procedimiento estaba seguramente
desembarazado de las solemnidades del sacramentum. Además es muy probable que el
juez encargado del examen del litigio tuviera una libertad de apreciación más grande; que
reunía los poderes que pertenecían en la actio sacramenti al iudex y a los abitri, y que
debía no solamente judicare, sino también damnare, estimar el proceso y pronunciar una
condena pecuniaria.
Esta acción de ley fue creada por una lex Silia para las obligaciones de sumas
determinadas, certae pecuniae y por una lex Calpurnia para toda obligación de cosas
ciertas de omni certa re. Al parecer esta creación no tuvo por objeto llenar un hueco en el
procedimiento, por que los litigios sobre semejantes obligaciones podían haberse cortado
con ayuda de la actio sacramenti o de la judicis postulatio. El legislador quiso sin duda,
instituir para esta clase de asuntos tenga un procedimiento más sencillo, bien fuera por las
formalidades cumplidas in iure o por una abreviación del término. El nombre acción de ley
para citación a término (condici citar alguien a término) deriva del plazo de treinta días al
final del cual se ha de nombrar un juez. Las palabras que contienen la pretensión del
actor, aio te mihi sexterciorum decem milia dare oportere (afirmo que me tienes que dar
diez mil sestercios), expresan la diferencia más importante con la legis actio per iudicis
arbitrive postulationem: en este caso no se nombra la causa de la pretensión del actor.
No era necesario que el demandante expresara la causa, bastaba con que indicara una
ejecución de un crédito. Luego del intercambio de las palabras solemnes, y prescindiendo
de la apuesta, el magistrado cita a las personas para que luego del plazo de treinta días
volviesen a fin de elegir un juez.
Esta acción de origen antiguo tal como su estructura revela, sirve para la ejecución
personal; el acreedor cita al deudor delante del pretor y pronuncia unas palabras
solemnes, que indican que adquiere el poder sobre el ejecutado: Quod tu mihi iudicatus
sive damnatus es sextertium decem milia, quando non solvisti, ob eam rem ego tibi
sextertium decem milium iudicati manum inicio (como has estado condenado por diez mil
sestercios a mi favor y no has pagado, hago sobre ti la prensión corporal).
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judicatus o damnatus, sino también al que había reconocido su deuda delante del
magistrado, confessus in jure. Treinta días, dies justi, le estaban concedidos para
liberarse; si dejaba pasar este término sin haber pagado, quedaba expuesto a los rigores
de la manus injectio.
El condenado no se podía defender por sí mismo sino que era necesaria la intervención de
un tercero, el vindex, que, por su parte, si perdía el pleito tenía que pagar el doble al
acreedor. Si no intervenía un vindex, el magistrado atribuía solemnemente el deudor al
acreedor (addictio); éste le encarcelaba y, después de exhibirlo durante tres días de
mercado consecutivos, a ver si alguien se apiadaba y pagaba por él, transcurrido un cierto
plazo de tiempo ya lo podía vender como esclavo (trans Tiberim). La lex Poetelia Papiria
(año 325 a.C.) abolió le ejecución personal y estableció que a partir de ese momento
serían los bienes del deudor y no su cuerpo los que responderían de la deuda.
Otras leyes daban ciertos acreedores contra los deudores que no eran ni judicati ni
confeesi una manus injectio más simple y menos rigurosa, llamada manus injectio pura.
Era más simple, por que el acreedor no tenía necesidad de tratar al deudor como un
judicatus, y menos rigurosa, por que el deudor podía él mismo reconocer el derecho del
acreedor y sostener el proceso sin recurrir a un vindex. La ley furia testamentaria
autorizaba esta manus injectio contra quienes habían recibido a título de legado más de
mil ases, y una ley Marcia contra los usureros, que se habían hecho pagar los intereses.
Hacia el fin del siglo VI, una ley Vallia, favorable a los deudores pobres, extendió a los
casos de manus injectio pro judicato las reglas más suaves de la manus injectio pura.
Gracias a esta ley, el deudor podía rechazar personalmente el ataque del acreedor sin
recurrir a un vindex y provocar él mismo el proceso, que se terminaba por su condena al
doble o su absolución. La necesidad de establecer un vindex no subsistió más que en el
caso de manus injectio judicati, y para los recursos autorizados por la ley Publilia.
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La pignoris capio era un camino excepcional del que sólo se podía usar en pequeño
número de casos determinados algunos por las costumbres, y otros por la ley. La ley de
las XII tablas le concedía al vendedor de una víctima contra el comprador que no pagaba
su precio; y una ley Censoria, a los publícanos, contra los que no pagaban impuestos.
El riguroso formalismo de las acciones de la ley las había hecho odiosas. Aún después de
la divulgación de los ritos, las partes a quienes incumbía la tarea de realizar delante del
magistrado las formalidades de este procedimiento, corrían el riesgo de perder su proceso
por el más ligero error. Por eso, antes del fin de la república y al principio del Imperio,
vinieron las disposiciones legislativas, si no a suprimir completamente las acciones de ley,
por lo menos a limitar su aplicación y hacer un nuevo procedimiento llamado formulario u
ordinario: el procedimiento de derecho común.
Fue ésta la obra de la ley Aebutia, que sin duda, procede del siglo VII y dos leyes Juliae
judicarae dadas bajo Augusto, esta ley introduce el cambio del procedimiento de las
acciones de ley al procedimiento formulario.
Por la falta de indicios se ignora la parte de cada ley en esta reforma. Pero lo cierto es que
en el intervalo que separa la ley Aebutia de las leyes Juliae, todas las fórmulas se
desarrollan, mientras que no han desaparecido ninguna de las legis acciones. La conjetura
más conforme con estos hechos consiste en admitir que la ley aebutia, aún sancionando
un nuevo procedimiento, habría dejado a las partes la facultad de escoger entre los dos
sistemas; que poco a poco, fueron abandonadas las legis actiones, a causa de las ventaja
de la fórmula, y que las leyes Juliae terminaron por suprimirlas, salvo en los dos casos
citados por Gayo: el damnum infectum y los procesos llevados delante de los centunviros.
El procedimieno per sacramentun solo desapareció después de la supresión del Tribunal.
EL PROCEDIMIENTO FORMULARIO
El proceso en mención, que caracterizó la segunda fase del desarrollo procesal en Roma,
encuentra su origen probablemente fuera de Roma, y fue adoptado por el pretor peregrini
ya que el antiguo procedimiento Legis Actiones muy rígido, no aceptaban errores, el
exceso de formalismo para aplicarlas2 y solamente se aplicaban entre romanos, el pretor
peregrini implemento un nuevo sistema para esclarecer casos entre romanos, entre
extranjeros y entre romanos y extranjeros, el nuevo sistema se caracteriza por ser un
procedimiento escrito o documental, dichos escritos (formulas) los realizaban los
magistrados del cual contenía los antecedentes y pretensiones de las partes y que servía
para que el juez tuviese una visión completa del problema existente. El pretor fue creando
formulas (escritos) para casos concretos con el paso del tiempo.
LEX AEBUTIA
Mediante la Ley Aebutia, aprobada en torno al 130 a. d .C., se permitió a las partes en
litigio elegir entre el antiguo procedimiento de la Legis Actiones y el procedimiento Per
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Formulas o Formulario, siendo la Lex Julia iudiciorum Privatorum (época de Augusto,
probablemente en el 17 a. C.) la que suprimió la posibilidad de elección imponiendo la
utilización obligatoria del proceso per formulas, estando vigente durante toda la época
clásica.
Dos leyes Julias de juicios públicos y privados, promulgadas por Augusto el año 17 a.
C., llevan a cabo transcendentales reformas. La ley Julia de juicios privados (Lex Iulia
iudiciorum privatorum) reconoció la legalidad del procedimiento formulario para toda clase
de reclamaciones, y las legis actiones quedaron abolidas. También confiere al juicio
formulario el carácter de “iudicium legitimum.”
Cuando falta alguna de las condiciones expresadas por Gayo, el juicio no es “iudicium
legitimum”, sino “iudicium quod imperio continens”. Es decir que no se funda en la ley sino
en el imperio del magistrado.
La fase in iure: que consiste en la redacción y aceptación de la formula entre ambas partes
ante el magistrado.
La fase apud iudicem: Es el desarrollo del juicio ante el juez para que se desahoguen las
pruebas y los alegatos y el estudio de la fórmula para después emitir una.
FASE IN IURE
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Dicha fórmula puede tener elementos accesorios tales como:
• Las excepciones pueden ser objetadas por una réplica del actor, a la
cual puede oponer el demandado una duplica, y todavía cabe que el
actor interponga un triplicatio.
La litis contestatio
Es el último acto llevado a cabo por el magistrado; el cual se terminaba la primara fase del
procedimiento (fase in iure), también es considerada como la piedra angular del proceso,
es la aceptación de la formula por el actor y el demandado. Debido a ello, los efectos que
producen pueden ser agrupados de la siguiente manera:
1. Efecto regulador, Una vez fijadas y aceptadas las pretensiones de ambas partes
ninguna podrá efectuar cambio alguno.
2. Efecto cosuntivo, Consume o extingue la acción. Puede operar de dos formas:
a. acción personal: el magistrado tiene la facultad de rechazársela al
demandante para que vuelva a intentarlo.
b. acción real: se podrá rechazar si existe una excepción interpuesta por el
demandado (excepción de cosa juzgada).
3. Efecto creador, Por ser la litis contestatio una especie de contrato entre las partes,
ambos deben sujetarse a las consecuencias que nazcan de esta nueva relación.
Gayo dice que se da una especie de novación, la obligación anterior a la fórmula
es reemplazada por el acuerdo de las partes.
Se desarrolla ante un juez y en gran parte se mantuvo como en la etapa de la actio legis;
pero aquí el juez se basa primero en la fórmula, en las pruebas y alegatos de las partes, El
uso de la escritura permite la aportación de documentos como medios aprobatorios.
Además, los plazos de sentencia son más amplios, es decir, si el proceso es entre
romanos se ha designado un solo juez, el plazo máximo de la litis contestatio y la
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sentencia será de dieciocho meses, pero si el proceso se lleva acabo ante los
recuperatores, será necesario que la sentencia se dicte mientras el pretor permanezca en
funciones, es decir, en el plazo de un año.
1. Re, Tiene que ver con las cosas, por ejemplo alguien pide 10,000 ases y sólo le
debía 5,000.
2. Tempore, Se refiere al tiempo. Por ejemplo cuando se reclama antes del
vencimiento de la deuda.
3. Loco, Se refiere al lugar, es decir, se prometió entregar algo en Roma y el
demandante quiere que lo entregue en lugar distinto.
4. Causa, Reclamación de mas por la causa, cuando se establece una obligación en
cuanto al género se reclama la especie, o bien cuando el deudor puede cumplir
una de varias prestaciones, el acreedor designe cual.
Minus petitio. El demandado pide menos de lo que le debe. Sólo obtendrá lo que pide
pues el juez está impedido o limitado para condenar más de lo establecido en la intentio.
Pero el demandado podrá reclamar por lo que le hace falta.
LA SENTENCIA
La fase apud iudicem termina con la sentencia, la cual deberá ser dictada por el juez en
forma pública y en voz alta. Para su ejecución abra de dirigirse al magistrado, pues es
aquel quien goza del imperium.
Hasta finales de la República, la sentencia tenía fuerza de cosa juzga y no podía tenerse
una nueva decisión. Sin embargo en casos de excepción encontramos revocatio in
duplum y la in integrum restitutio. En la primera el afectado por la sentencia podía reclamar
la nulidad de la misma, si la reclamación era mal fundada era acreedora a una condena de
los doble de lo debido. El segundo creyéndose lesionado por la sentencia podía solicitarlo,
es un recurso extraordinario con carácter rescisorio.
En la época imperial nace una vía en contra del recurso de la sentencia, la apelación, que
corresponde al procedimiento extraordinario.
VÍAS DE EJECUCION
El deudor tiene un plazo de sesenta días para cumplir con la sentencia, en caso contrario,
el acreedor ejercía la actio iudicati y se ejerce sobre los bienes del deudor mediante
cualquier de las tres medidas:
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I. Bonorum venditio, es la venta en bloque del patrimonio del deudor, y entraña para
el mismo la nota de infamia, aunque para evitarla el deudor podía hacer cesion
voluntaria de sus bienes (bonorum cessio).
II. Bonorum distractio, es la venta al menudeo de los bienes del deudor; se lleva a
cabo para sustituir la nota infamante y la operación era efectuada por un curador
nombrado ex profeso para ello.
III. La toma de prenda o pignus in causa iudicati, procedimiento empleado por el
magistrado para asegurar el efecto de sus decisiones cuando juzgaba extra
ordinem, el acreedor se podía quedar con los bienes del deudor por un periodo de
dos meses después de eso los podía vender para cobrarse el adeudo y darle el
sobrante al deudor.
Especie de contrato, en cual el pretor creaba una obligación jurídica para las situaciones
que él en su edicto consideraba dignas de ser protegidas. Entre éstas estipulaciones
quedaron comprendidas las judiciales impuestas por el juez, de conformidad con el edicto
del pretor.
La in integrum restitutio:
Restitución por entero o íntegra. Consiste en una decisión tomada por el magistrado para
anular una situación que no se había realizado conforme al derecho. Tal hecho también
podía solicitarse para anular una sentencia.
Son órdenes dadas por el magistrado a petición de una particular, teniendo como fin, la
rápida solución jurídica. Los más importantes son aquellos que protegen el derecho de
posesión. Existen varias tipos:
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Es el último sistema de procedimiento que regulo el derecho romano, corresponde al
Imperio Absoluto, característico del derecho postclásico. Convivió con el procedimiento
formulario, se aplicaba en casos de excepción, es decir, de forma extraordinaria, para
resolver controversias que se suscitaban en relación con instituciones de nueva creación.
a) Notificación o litis denuntiatio, hecha a petición del actor por un empleado del
juzgado, quien le presentaba la demanda (libellus conventionis) al demandado.
b) Contestación de la demanda o libellus contradictionis por el demandado a través del
empleado del juzgado.
c) Litis contestatio, en la que las partes exponían sus argumentos.
d) Procedimiento probatorio, se ofrecían, desahogaban y valoraban las pruebas, la
reina de las pruebas es la confesional. Las más importantes testimonial, la
documental y la pericial.
e) Sentencia, la cual podía ser impugnada por el recurso de apelación. Conservó la in
integrum restitutio como recurso extraordinario.
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i. Acciones útiles, son aquellas que se inspiran en algún modelo del derecho civil,
modelo designado con el nombre de acción directa, como la Ley Aquilia
concedida al propietario para pedir los daños sufridos por la cosa y extendida
como acción útil al usufructuario.
ii. Acciones ficticias, también se inspiran en una acción civil, a cuya imagen se
creaban pero, además, el magistrado, ordenaba al juez, en la formula respectiva3
sustituir por un hechor real por una ficción.
iii. Las acciones in factum, no se basaban en ninguna acción análoga al derecho civil,
sino en una situación de hecho reconocida por él.
b. Acciones reales y acciones personales.
Las acciones reales protegían a los derechos reales, ósea los que autorizan nuestra
conducta sobre una cosa, ejemplo la acción reivindicatoria que protege el derecho de
propiedad, las acciones personales protegía los derechos personales que son los que
no autorizaban una conducta ajena, se utiliza para exigir algo que otra persona debe
realizar, ejemplo, la acción redhibitoria, por medio del cual exigimos la responsabilidad
del vendedor que nos entrego una cosa defectuosa.
Las acciones penales son las que se derivan de un delito, actio furti, que se da en
contra del ladrón a favor de la víctima, no para pedir la cosa si no la pena, que era una
multa privada que se entregaba a la propia víctima.
Las acciones penales mostraban unas características especificas muy bien definidas,
eran acumulativas, esto tiene dos significados: por un lado quiere decir que la acción
penal se acumula a la acción reipersecutoria, la víctima del robo podía ejercer la
acción reivindicatoria y el actio furti; por otro significa que si el delito es cometido entre
varios agresores, cada uno debía pagar la multa completa.
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Las acciones penales eran infamantes; esto es, traían aparejada la tacha de infamia.
Por último las acciones penales eran intransmisibles pasivamente: solo podían
perseguir con una acción penal el delincuente, y no sus herederos.
Las acciones mixtas, se lograban tanto en una indemnización por el valor del objeto
como una cantidad adicional por la pena.
Las acciones populares, podían ser ejercidas por cualquier individuo en defensa del
interés público.
g. Acciones arbitrarias
La clausula arbitraria servía para lograr la cosa que el accionante quería recuperar, y
no una suma de dinero equivalente, esta clausula se insertaba en todas las acciones
reales.
En atención del plazo que se tenía para ejercer la acción, en el derecho preclásico, las
acciones perpetuas se identificaban con las civiles, que no prescribían nunca, y las
temporales se identificaban con las honorarias, que prescribían en un año, ósea el
tiempo que duraba el magistrado en su cargo.
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CONCLUSIONES
Este es el sistema que principia el derecho procesal romano, contiene alto grado de
caracteres de una civilización ruda en su infancia; el simbolismo material, un ritual de
pantomimas y palabras consagradas lo caracterizan. El carácter general de estas formulas
orales es que contenían una afirmación o una negación referente al derecho o al hecho de
la persona misma que las pronunciaba, de donde se seguía que este procedimiento
excluía toda representación.
Muy escasas son las fuentes de conocimiento de las legis actiones, la principal es el
comentario cuarto de las Instituciones de Gayo, fuente incompleta, pues es ilegible en
algunas partes, sobre todo cuando habla del sacramento referente a derechos de crédito.
También conocemos algunos rasgos de las legis actiones gracias a que el tribunal de los
centumviri duro casi todo el Principado. En estas legis actiones el papel del retor era
meramente pasivo no le permitía elaborar el derecho para los nuevos problemas que se
presentaban.
Las acciones y el formulario, fueron un sistema que integra al orden de los procesos
privados -ordo iudiciorum privatum, contrapuesto al extraordinario de la cognitio extra
ordinem, que fue el tercero y último gran sistema procesal conocido en el derecho romano.
Los caracteres que fueron comunes a los procedimientos ordinarios fueron:
• dividido en dos etapas, una ante el magistrado -in iure- y la otra ante el juez -apud
iudicem-.
• Sólo puede ser ejercitado por ciudadanos romanos, dentro de roma o en el radio
de una mella de sus murallas, ante magistrados y por jueces.
• Se utiliza para hacer valer derechos subjetivos reconocidos por el ius civile
romano.
• Las legis actiones solamente sirven para ejercitar acciones del antiguo ius civile
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peregrinos, crea un gran número de acciones, excepciones y recursos, muchos de los
cuales han pasado al derecho procesal moderno.
2.- Como consecuencia de la mayor sencillez del nuevo proceso, se produce una
recepción de estas formas arbitrales en la jurisdicción del pretor urbano, que se sirve de
ellas como arbitrios honorarios.
3.- La ley Aebutia legitima las fórmulas de la “condictio”, que eran las más utilizadas.
4.- A partir de la ley Aebutia, el pretor crea nuevas fórmulas, o bien directamente como
“arbitria honoraria”, o bien mediante ficciones a imitación de las acciones de ley.
5.- Las leyes Julias abolieron las acciones de ley y legitimaron los antiguos arbitria
honoraria, con lo que el procedimiento formulario queda definitivamente implantado.
El procedimiento extraordinario fue un método más sencillo y mas practico sin tener que
pasar los las fases in iure y apud iudiciem ya que el juez imperial se encargaba del
proceso, tenía la facultad de investigar el hecho, la litis contestatio solo surtía efectos
cuando ambas partes eran citadas para el primer debate contradictorio, el proceso duraba
máximo tres años, el juez dictaba sentencia la parte inconforme apelaba la sentencia del
juez, los procesos privados tuvieron el carácter de públicos.
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BIBLIOGRAFÍA
Cisneros, Farias, Germán, (2003). Diccionario de frases y aforismos latinos, México, D.F.
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3. García Garrido, Manuel; Derecho Privado Romano. Manuel García Garrido 1989
6. INTERNET:
www.derechofacil.net
www.universidadmonterrey.gob.mx
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