6A Zócalo Saltillo Miércoles 23 de febrero de 2011
exposición e
Pedro Infante, en el corazón de los mexicanos
Recuerdos de
ídolo inmort
El Museo del
Noreste muestra
una exposición
sobre ‘el máximo
representante de la
mexicanidad’
Sylvia Estrada | Enviada
Zócalo | Monterrey
“
Amorcito corazón, yo tengo
tentación de un beso”. La
voz única e inconfundible
de Pedro Infante resuena
a lo lejos, una especie de canto de
sirena hipnótico que conduce a una
sala que ha convertido al Museo del
Noreste en una máquina del tiempo,
en un espacio para el recuerdo y la
nostalgia. No hay que dar muchos
pasos para encontrarse con una
enorme fotografía del hombre que,
como afirmara convencido Carlos
Monsiváis, es “el máximo repre-
sentante de la mexicanidad”.
Después de seis meses de traba-
jo, el Consorcio Artístico Infante
Cruz (CAIC), el Museo Itinerante
Pedro Infante y el Museo del No-
reste (Mune) lograron dar vida a
la exposición “Pedro Infante, Re-
cuerdos de un Ídolo”, la muestra
más completa sobre la trayectoria
del sinaloense que conquistó el co-
razón de los mexicanos con cancio-
nes como “Cien Años”, “Fallaste
Corazón”, “Te Quiero Así” o “Qué
Suerte la Mía”.
Hoy, a partir de las 17:00 horas,
el museo ubicado en el Paseo Santa
Lucía abrirá sus puertas al público
para unir la memoria con la ima-
gen gracias a la colección de Lupita
Infante, quien a lo largo de 35 años
logró reunir más de 350 objetos,
documentos, fotografías e informa-
ción sobre su padre que, después
de morir en un trágico accidente
de aviación en 1957, se convirtió en
un auténtico mito nacional.
El ídolo inmortal
Hace más de 50 años que México se
quedó sin su Pepe “El Toro”, pero
se niega a olvidarlo. Prueba de ello
es el trabajo museográfico de Ser-
gio Rodríguez, que evoca gracias
a la media luz, la música y las pro-
en la exposición se exhiben vestuarios que el actor utilizó en las filmaciones.
yecciones de distintas películas,
los recuerdos de quienes vivieron
el México dorado, cuando el cine
se convirtió en esa industria de los
sueños que generaba cifras millo-
narias y que transformaba a desco-
nocidos en seres casi divinos.
“Se me pone chinita la piel al
recorrer la exposición”, dice son-
riente Roberto Rivera, miembro
del CAIC y sobrino del cantante,
cuando observa ante él una enor-
me televisión en blanco y negro
que fue parte del mobiliario de una
de las casas de Infante, un objeto
que Rivera vio varias veces en la
residencia de su tía y que ahora
forma parte de este viaje por la
historia.
“Queríamos darle a cada pieza,
a cada objeto el valor que merece
y generar un ambiente adecuado”,
dice el joven a Zócalo en el primer
recorrido que se realiza por la mag-
na exposición en la que desfilan des-
de los lentes que usó Pedro en las 2
mil 989 horas de vuelo que acumuló
como piloto, hasta el traje que lució
en la película “Tizoc”, que le valió
el galardón a la Interpretación Mas-
culina del Festival Internacional de
Berlín, un premio que recibió de
manera póstuma en 1957.
“Estar aquí es recordar las plá-
ticas con mi familia, con mi abue-
lita, con mis papás”, comparte Ri-
vera. Y esa sensación de calidez
es una constante de la exposición,
fotografías de escenas de películas conforman la galería.
éste es uno de los boletos que el cantante repartía entre sus conocidos.
pues no faltan las anécdotas, las
cartas, o los objetos que guardan
en cada recoveco distintas histo-
rias ligadas al ídolo, como la má-
quina de coser que perteneció a su
madre, e incluso el sillón de bar-
bero que usó para ganarse la vida
antes de convertirse en la máxima
estrella del cine nacional.
La vida del actor pasó de las
charlas de sobremesa a un museo
itinerante, situación que no deja de
sorprender a la familia. “No nos
fuimos dando cuenta del fenóme-
no en que se estaba convirtiendo,
a medio siglo de su partida sigue
vivo, sigue presente en el corazón
de los mexicanos”.
Recuerdos
de una estrella
A medida que nuestros pasos avan-
Toda una
trayectoria
17:00
horas de hoy abrirá
sus puertas el museo
ubicado en el Paseo
Santa Lucía.
350
objetos entre
documentos, fotografías
y vestuarios se exhiben
en la muestra.
35
años pasaron para que
su hija Lupita Infante
recopilara los objetos.
zan por la galería, nos damos cuen-
ta de que a Pedro Infante le gusta-
ba coleccionar batas y redactar sus
correspondencia con una máquina
de escribir portátil; que tenía un
juego especial de cuchara, tenedor
y cuchillo que usaba durante sus
grabaciones; que no era muy alto,
pero sí tenía ese porte de galán
carismático que aún se percibe en
los trajes que se exhiben tras las
vitrinas. Una de sus pasiones era,
por supuesto, el cine, por esta ra-
zón se muestran los proyectores
que compró para tener funciones
privadas en su casa, así como los
boletos que imprimió para repar-
tir entre familiares y amigos.
La exposición está dividida en
varios apartados sobre las distin-
tas facetas del ídolo: “El Cine”,
“Los Primeros Años”, “Nace un
Ídolo”, “Su Voz y Reconocimien-
tos”, “Pedro Infante en Monterrey”
y “El Adiós”.
Con nostalgia, la mirada se pa-
sea por las fotografías de la infan-
cia del actor, en las que aparece
con sus padres, Delfino Infante
García y Refugio Cruz Aranda, en
Guamúchil, con sus amigos y en el
“detrás de cámaras”, que lo mues-
tran como un hombre simpático y
dicharachero, presto a jugarle al-
guna broma a una de sus guapas
compañeras de trabajo.
¿Quién no creció viendo y vivien-
do las películas de Pedro Infante o
escuchando una canción interpreta-
da por él? Para los realizadores de
esta exposición, el sinaloense “es el
único artista que ha través de va-
rias generaciones ha unificado los
sentimientos de jóvenes y adultos
llevándolos de la risa al llanto”.
Y ahí están, para mover emo-
ciones, el uniforme de tránsito
de Pedro Chávez, personaje que
interpretó en la película “A Toda
Máquina”, filmada en 1951, que
nos hace sonreír cuando imagi-
namos algunas de las escenas que
compartió con Luis Aguilar; el
vestuario que usó Infante para dar
vida al sombrío Lorenzo “Coyote”,
que aparece en “Los Tres Huaste-
cos”. Mención aparte merece el in-
olvidable Pepe “El Toro”, que tiene
un apartado especial en el que se
muestran los objetos que empleó