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Método: Expositivo.
INTRODUCCIÓN: Estamos casi al final del Cuatrimestre, semanas antes del segundo
examen parcial y del fin del programa, que consta de 10 Unidades. La clase se supone
dictada aproximadamente en la primera semana de Junio, a continuación de los teóricos y
prácticos correspondientes a la primera mitad de la Unidad, es decir, se dan por asimilados
los conceptos fundamentales del Materialismo Histórico. Ya vimos cómo, para Karl Marx,
'estructura' es el conjunto de las relaciones de producción, es decir el modo de producción
de una sociedad. Abarca las relaciones de los hombres con los medios de producción
(propietario/ no-propietario) como clases sociales. Esta estructura está a la base y determina
“en última instancia” a la superestructura, integrada por las formas jurídico-políticas y por las
manifestaciones ideológicas, que cumplen una función de justificación y encubrimiento.
EL CONTEXTO SOCIO-HISTÓRICO
La Europa Colonial había creado, por cientos de años, una relación unilateral de
compulsividad y violencia hacia los pueblos colonizados. Como la diversidad cultural
obstaculiza la expansión del potente aparato de producción originado en la segunda
revolución industrial, el sistema dominante tendió a homogeneizar la diversidad: desposeyó a
las culturas locales e introdujo una serie de presiones orientadas a convertirlas en culturas
dominadas, privadas de control sobre sus propios procesos históricos, forzadas a readaptar
sus hábitos de consumo, sus procesos de producción y distribución, su vida política y social y
su modo general de percibir y comprender el mundo.
EL PROBLEMA
Desde las primeras críticas al Evolucionismo, todo paradigma dominante en la
disciplina tenía por prioridad el eje sincrónico, único que garantizaba el respeto por la
diversidad... pero no disponía de instrumental teórico para explicar los procesos de cambio
en las formaciones sociales primitivas, ni tenía en cuenta la relación de dominación en la que
de hecho se encontraban inmersas todas aquellas culturas. En palabras de Néstor García
Canclini, ”El relativismo cultural naufraga, finalmente, por apoyarse en una concepción
atomizada y cándida del poder: imagina a cada cultura existiendo sin saber nada de las
otras, como si el mundo fuera un vasto museo de economías de autosubsistencia, cada una
en su vitrina, imperturbable ante la proximidad de las demás, repitiendo invariablemente sus
códigos, sus relaciones internas”.
Levi-Strauss temía, con razón, que la Antropología estuviese en vías de quedarse sin
Objeto, y propone soluciones que hoy parecen ingenuas, como “apresurar los estudios
creando métodos de observación cada vez más sutiles”... O recibiendo en Occidente, a los
“etnólogos africanos o melanesios que quisieran venir a estudiarnos, en una reciprocidad
altamente deseable”... Pero, dice, estos viejos pueblos colonizados, no nos quieren ni en sus
nuevas Universidades: “Temen que a la sombra de una visión antropológica de la historia
humana, se trate de hacer pasar por deseable diversidad lo que para ellos es insoportable
desigualdad (cursivas del autor) [...] dichos pueblos no tuvieron para nosotros otra realidad
que la de objetos, fuera objetos de estudio científico u objetos de dominio político y
económico. [...] (Actualmente) se afirman como sujetos colectivos que, en nombre de ese
título, reclaman su derecho a cambiar. Semejante transformación del objeto de sus estudios
(la desaparición de las sociedades no estaduales) implica también para la Antropología una
transformación de fines y métodos...”
UN NUEVO PARADIGMA
Si las teorías elaboradas no podían dar cuenta de esas transformaciones, existía ya
una teoría que, justamente, tenía una explicación sobre Occidente y sobre su relación con las
sociedades no occidentales: el Materialismo Histórico. Pero éste no podía ser aplicado
directamente a los nuevos problemas antropológicos; tuvo que ser reajustado, y el término
genérico de “Neomarxismo” refiere a las muchas variantes que se produjeron en las décadas
del '60 y '70.
La antropología debía -entre otros cambios- reacomodar su punto de vista del eje
sincrónico, al diacrónico, en el que se podría dar cuenta de los procesos de cambio.
Para explicar que una cultura dada pudiera sobredeterminar a las otras instancias
estructurales, era necesario que ejerciera sobre ellas algún poder. Se incorporó para esto el
concepto de hegemonía: Antonio Gramsci postuló que para sostener y reproducir las
condiciones del sistema social, de la explotación económica (de una clase sobre otra) no era
suficiente el uso del poder coercitivo (dominación), pues no hay clase dominante que pueda
asegurar por tiempo prolongado su privilegio económico solo con el uso del poder represivo,
que reposa monopólicamente en manos del Estado; se requiere además un poder sutil,
simbólico o cultural, un proceso de dirección político-ideológica-cultural (el poder
hegemónico) por el cual una clase logra la apropiación diferencial de las instancias de poder.
Esta asimilación del concepto de Cultura al de Ideología tiene por efecto un poder legitimado,
natural y dado, que cuenta con el consenso del “sentido común”.
Se trata, por lo tanto, de un poder simbólico. García Canclini toma de Louis Althusser
la idea de que ese poder se materializa en aparatos culturales (los aparatos ideo-
socializadores del estado), entre los que se cuentan la familia, la escuela, los medios de
comunicación y todas las instituciones y estructuras materiales por las cuales circula y en las
cuales se produce el sentido. Estos implantan la estructura en cada subjetividad, como
interiorización de estructuras significantes que crea hábitos (sistemas de disposiciones,
esquemas básicos de percepción, comprensión y acción).
Todo lo anterior vale para las sociedades de clases. Para analizar las sociedades sin
clases, las sociedades llamadas simples, es que Maurice Godelier (uno de los antropólogos
neomarxistas) propone un modelo diferente de causalidad estructural: afirma que en las
formaciones sociales precapitalistas, el elemento superestructural dominante (por ejemplo, el
parentesco) debe su capacidad de determinación causal al hecho de ser una estructura
plurifuncional común a la superestructura y a la estructura. Es decir, que además de regular
las relaciones sexuales, de filiación y de cohabitación, hace lo propio con las relaciones de
producción, sosteniendo así la determinación “clásica” marxista, “en última instancia
económica”.
Así vista, la ideología no es ya algo exterior a las relaciones sociales, aparece como
necesaria y puede sobredeterminar a la estructura. García Canclini afirma que no existen
prácticas humanas exclusivamente económicas, que toda práctica es también simbólica, es
decir, productora y soporte de sentido.
UN NUEVO OBJETO
Armada de estas herramientas conceptuales, la Antropología fue capaz de salvarse de
la muerte temida por Levi-Strauss, al construir para sí un nuevo objeto: el Otro desigual.
Tal como la diferencia (que expresa distintos grados de evolución) y la diversidad
(que expresa la heterogeneidad de las modalidades de la vida humana), la desigualdad es
un hecho empírico, constatable. Pero difiere de los otros dos en que está determinada
históricamente por una apropiación asimétrica, y las causas de esa desigualdad quedan
ideológicamente encubiertas por un efecto colateral de la naturalización de la diferencia y de
la diversidad. Al ser producto de una específica coyuntura histórica, la desigualdad puede y
debe ser explicada.
Gramsci, Antonio
Introducción a la Filosofía de la praxis; de. Península, Barcelona, 1972
Clastres, Pierrre
“Los marxistas y su antropología” En Investigaciones sobre Antropología Política; Gedisa,
Barcelona, 1981
Harnecker, Marta
Los conceptos elementales del Materialismo Histórico (Caps IV, V, VI y VII); Siglo XXI,
Buenos Aires, 1971
Lefebvre, Henry
“Las paradojas de Althusser” En Estructuralismo y Política; La Pléyade, Buenos Aires, 1973
ACTIVIDAD DE INTEGRACIÓN PRÁCTICA: UNA PROPUESTA
-Se recomendará a los estudiantes asistir a la clase siguiente habiendo leído la bibliografía.
-Se proyectará el filme “AFRICA MIA”.
-Se concederá tiempo hasta la fecha del siguiente examen parcial (unos doce días), para
presentar un informe individual sobre el film, en cuya confección (de extensión no inferior a
tres carillas) deberán aplicarse los criterios de análisis de Maurice Godelier y Néstor
García Canclini.
EVALUACIÓN:
Se estima que la actividad propuesta permitirá evaluar cualitativamente la incorporación de
todo el aparato conceptual de la asignatura, como también la dimensión procedimental
(aplicación de los conocimientos adquiridos) y actitudinal (posicionamiento subjetivo del
estudiante ante el objeto).