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Actas de las II Jornadas Internacionales de Estudios Clásicos y Medievales (2004) Neuquén

EL TRATAMIENTO DEL SYMPOSION EN UN FRAGMENTO DE


CALÍMACO: "EL BANQUETE DE POLIS "
(A ET. LIB. INC. FR. 178)

DANIELA RITA ANTÚNEZ∗

El objeto de esta comunicación es el de comentar los aspectos más


sobresalientes referidos al symposion en un fragmento de los Calímaco:
"El banquete de Polis", Aitia, libro incierto, fr. 178, del que ofrezco mi
traducción:

Y no se olvidaba al alba de la apertura de las tinajas ni cuando a los esclavos


las jarras de Orestes les traen un blanco día.
Y cuando celebró el sacro rito anual de la hija de Icario
-tu día, Erigone, de la que más se apiadan las mujeres de Ática-
al banquete invitó a sus amigos, y entre ellos 5
a un extranjero que recientemente andaba por Egipto,
llegado para algún asunto privado. Él era por nacimiento
icio, y yo compartía el diván con él 1 ,
no por mandato, sino por no ser falso el dicho homérico de que al igual
siempre junto al igual el dios conduce. 10
Pues él también odiaba el uso tracio de apurar de un largo trago
el vino puro, y en cambio disfrutaba de una pequeña copa.
Esto fue lo que le dije, mientras el jarro circulaba
por su tercera ronda, cuando supe su nombre y linaje:
"Muy cierto es ese dicho, de que no sólo una porción de agua 15
el vino desea, sino también de conversación.
Y a ésta nosotros -pues en cazos no se la transporta
ni hacia las altivas cejas de los coperos-
mirando la solicitarás, cuando el hombre libre adula al esclavo:
echémosla, fármaco en la penosa bebida, 20


Universidad Nacional de Rosario.
1 A partir de una fecha no totalmente cierta (para Murray, 19992: 6, ya desde el siglo
VIII a. C.), los griegos cambiaron la habitual práctica de sentarse a la mesa por la más
distintiva de reclinarse en divanes: actitud cuyo origen es probablemente del cercano
Oriente, y que luego pasaría a los etruscos. Para la evidencia arqueológica de esta
costumbre, cf. Bergquist, 19992: 43 n. 7, quien data la costumbre desde el siglo VII a.
C., Bookidis, 19992: 88 y n. 17, Boardman, 19992: 122 y 129 y Cooper-Morris, 19992:
66-67. Estos dos últimos críticos remarcan que, en realidad, ambas costumbres se
mantenían, y que el reclinarse en divanes era característico de un estilo de vida lujoso o,
como en Macedonia, un privilegio reservado a los varones adultos.
C ENTRO DE ESTUDIOS CLÁSICOS Y MEDIEVALES. FACULTAD DE HUMANIDADES. UNIVERSIDAD NACIONAL
DEL C OMAHUE. ARGENTINA .
EL TRATAMIENTO DEL SYMPOSION EN UN FRAGMENTO DE CALÍMACO...

Teógenes, y cuanto mi corazón escuchar de ti


desea, díme en respuesta [a mis preguntas]:
"¿Por qué entre vosotros es [costumbre] honrar al rey de los mirmidones,
a Peleo? ¿Cómo a Ico son comunes [los usos de Tesalia]?
¿Y por qué llevando un puerro… llevando 25
del héroe la procesión [la muchacha]…
como dicen los que saben…
aquélla que en torno a tu…
ni otra he conocido…
[atentos] los oídos a los que desean contar la historia. 30
Tras haber dicho esto…
"¡Tres veces dichoso! Afortunado eres como pocos,
si tienes una vida ignorante de la navegación. Pero, la mía
más que una gaviota tiene su casa entre las olas."

Se sabe por Ateneo (XI 477c) que el banquete que aquí se


representa, tiene lugar presumiblemente en Alejandría, en la casa del
ateniense Polias, quien, aún en Egipto, celebraba con frecuencia las
fiestas áticas tradicionales. El fragmento comienza haciendo alusión a la
fiesta dionisíaca de las Antesterias (Burkert, 1981: 158-177). La
festividad comenzaba con las Pithoigia, "la apertura de los pithoi" (Plu.
2.655e, 735e), en las que se destapaban las tinajas con el vino nuevo: a
ellas se refiere el primer verso del fragmento. Luego seguían las Choes,
los "Jarros" (Ar. Ach. 961, 1211), ceremonia de carácter funerario en la
que se expulsaban los espíritus de los muertos, y se bebía el vino en
silencio y en mesas separadas. El aition correspondiente a este rito era
conectado con la presencia de Orestes en Atenas: dado que el joven
aún no se había purificado por el asesinato de su madre, no podía
participar en el simposio común, entonces, el rey de Atenas, deseoso de
cumplir con los ritos de hospitalidad, ordenó que cada uno bebiera
separadamente y en silencio de su jarro 2 . En este día se concedía gran
libertad a los esclavos. Tanto a la festividad como al aítion mismo se
refieren los dos primeros versos del fragmento. El tercer día era la fiesta
de los Chytroi, las "Ollas" (Ar. Ach. 1076, Ra. 218), con la que tal vez se
identifica la fiesta de Erigone y de su padre Icario mencionada en vv. 3-
4. Icario obtuvo la vid como regalo de Dioniso (Ath. XVI, 10; Apollod.
III, 14, 7; Paus. I, 5, 2-4), pero cuando ofreció el primer vino a los
ciudadanos áticos, éstos, luego de haber bebido el vino puro no

2 Nótese que, en esta fase de las Antesterias, era costumbre sentarse a la mesa y no
reclinarse en divanes: cf. Bremmer, 19992: 139.
DANIELA RITA ANTÚNEZ

mezclado con agua, pensaron que aquél quería envenenarlos y lo


mataron. Su hija Erigone 3, al encontrar, luego de largo vagabundear, el
cadáver de su padre, se ahorcó. Dioniso castigó la impiedad enviando
un furor suicida a muchas doncellas áticas, quienes también se colgaron
de los árboles. Como expiación, los ciudadanos áticos instauraron la
fiesta de los Aiora, los "Columpios" (Arist. Fr. 515), o Aletis, el
"Vagabundeo" (Ath. 14. 618e; Hani, 1978: 107-122).
La mención de Icario y Erigone, así como la posible -aunque no
explícita- alusión a la fiesta de los Aiora puede ser relevante en relación
a lo apuntado sobre las ventajas de la moderación, tal como lo señalan
los vv. 11-12, "… él también odiaba el uso tracio de apurar de un largo
trago / el vino puro, y en cambio disfrutaba de una pequeña copa", lo
que constituye un tema tópico de la poesía simposial desde la edad
arcaica.
Calímaco menciona a los tracios quienes, por otro lado, eran de
proverbial intemperanza (Pl. Leg. 637 d-e, X. an. VII, 3, 21-33, Hor.
carm. I 36, 14, Ath. X 442f ). El rechazo por parte de la persona loquens de
la desmesura en el beber alude a las normas rituales propias del
simposio, que regulaban un elaborado ars bibendi. Estas reglas
determinaban la necesidad de un balance que buscaba la moderación en
el beber (metron), entre los extremos de la abstinencia del vino (néphein) y
la nociva ebriedad (methúesthai, paroínein, kraipalan) (Pellizer, 19992: 178).
Ahora bien, lo que aquí interesa es determinar si estas normas rituales
simposiales siguen teniendo el mismo valor en la representación del
simposio dentro del fragmento que aquí es objeto de estudio. Al
respecto, teniendo en cuenta la simbología del agua pura en Calímaco,
una tradición epigramática posterior ha desarrollado una oposición
sistemática entre los poetas "calimaqueos" bebedores de agua y los
poetas que toman la inspiración del vino (AP XI 20; Knox, 1985: 107-
119), pero, en realidad lo que la persona loquens y su interlocutor -el
forastero icio- desprecian es la costumbre bárbara de beber el vino no
mezclado con agua: la oposición que se establece no es la de "vino" /
"agua", sino la de "vino puro" / "vino mezclado con agua". La mezcla
del vino con el agua es, precisamente, uno de los actos rituales
obligatorios en el marco del simposio, y este rito no es en ningún
momento desestimado por Calímaco, puesto que es el consumo del

3En otras versiones es hija de Egisto, muerto por Orestes: cf. Paus. II, 18, 6-7;
Apollod. Epit. VI 25; 28.
EL TRATAMIENTO DEL SYMPOSION EN UN FRAGMENTO DE CALÍMACO...

vino en su justa medida, la ocasión (cháris) del canto (Slater (19992: 213-
220) y de la conversación, esto resulta evidente a partir de la lectura de
los vv. 15-16: o(/ t' ou) mo/non u(/datoj ai)=san, / a)ll' e)t/ i kai\
le/sxhj oi)=noj e)/xein e)qe/lei, "… no sólo una porción de agua / el
vino desea, sino también de conversación". El rechazo calimaqueo al
beber el vino puro puede ser vinculado con la alusión a Icario y
Erigone: el impiadoso crimen de los ciudadanos áticos fue producto de
haber bebido vino no mezclado. Es, de tal modo, como el rito
simposial de la mezcla del vino y el agua se relaciona con el rito festivo
de las Aiora 4 .
Volviendo sobre el tema de la conversación (le/sxh), ella es
iniciada por la persona loquens, cuando el jarro circulaba por la tercera
ronda (13-14). En tal sentido, es significativo un fragmento de Eubulus
(fr. 93 K-A = ap. Ath. II 36b), en el que se señala la tercera crátera
como límite de los prudentes, en tanto que la cuarta ronda indica el
inicio del beber inmoderado. Podría conjeturarse que, cumplido ya el
rito de la triple libación, se da inicio a la conversación, que tiene un
estatuto ligado a lo erudito, pues ella se centra en el origen del culto a
Peleo en Ico, culto propiamente tesalio.
Fue apuntado por Bergquist (19992: 39), en relación al término
symposion que el prefijo syn- subraya la camaradería de los que participan
en él. Calímaco, como parte del grupo de estudiosos nucleado en el
Museo de Ptolomeo Filadelfo, era miembro de una organización cultual
que, casi ciertamente, compartía la mesa real (Murray, 1995: 284) y
formaba parte de los simposios que se desarrollaban en la tienda
simposial de Ptolomeo II (cerca del 275-270 a. C.) 5. Cameron ha
sugerido que el principal forum para el epigrama durante el temprano
siglo III a. C. era el simposio (Cameron, 1995: 79); en tal sentido resulta
revelador el Epigr. XXXV del propio Calímaco.
Volviendo sobre el fr. 178, si se acepta, como lo hace la mayor
parte de los críticos, que él junto al fr. 43 vv. 1-55 conformaban una
sola narración ofrecida por el poeta a las Musas, en el curso del sueño
que parece haber ocupado los libros I y II, resulta interesante conjeturar
que la narración del banquete de Polis podría reenviar a la figura del
4 Sobre la cuestión de si las Aiora eran parte de las Antesterias, no hay acuerdo entre los
críticos. Para la discusión, cf. Hunter, 1996:17-26.
5 Cf. la reconstrucción de la tienda de simposios de Ptolomeo II, por parte de Onians,

1996: 147, fig. 104, a partir de F. Studniczka, Das Symposion Ptolemaios II, Leipzig, 1914.
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poeta que se ha dormido, tal vez, luego de haber bebido en un simposio


(Hunter, 1996: 26 n. 26).
Y para concluir con estas hipótesis, cabe reflexionar sobre la imagen
de Polis que, aún en Egipto, todavía festejaba las antiguas fiestas
atenienses. ¿No se podría, acaso, encontrar en este personaje ficcional
una imagen del propio Calímaco?, puesto que ambos efectúan la misma
operación, la de recrear, en un nuevo contexto cultural e histórico, los
ritos de la tradición cultural griega; ritos que, a partir de la de la imagen
poética, se revisten de una nueva sacralidad, la de la metáfora misma.

Bibliografía citada

BERGQUIST, B. "Sympotic Space: A Functional Aspect of Greek Dining-


Rooms", en MURRAY (19992), 37-65.
BOARDMAN, J. "Symposion Furniture", en MURRAY (19992), 122-131.
BOOKIDIS, N. "Ritual Dining in the Sanctuary of Demeter and Kore at
Corinth: Some Questions", en MURRAY (19992), pp. 86-94.
BREMMER, J. "Adolescents, Symposion, and Pederasty", en MURRAY (19992),
135-148.
BURKERT, W. Homo Necans. Antropologia del sacrificio cruento nella Grecia Antica.
Torino, 1981.
CAMERON, A. Callimachus and his critics. Princeton, 1995.
COOPER, F.-MORRIS, S. "Dining in Round Buildings", en MURRAY
(19992), 66-85.
HANI, J. "La fête athénienne de l'aiora et le symbolisme de la balançoire".
REG 91 (1978), pp. 107-122.
HUNTER, R. L. "Callimachus Swings (Frr. 178 and 43 Pf.)". Ramus 25 (1996),
17-26.
KNOX, P. "Wine, Water, and Calimachean Polemics". HSCP 89 (1985), 107-
119.
MURRAY, O. (ed.). Sympotica. A symposium on the Symposion. Oxford, 19992.
MURRAY, O. "Simpotic History", en MURRAY (19992), 3-13.
ONIANS, J. Arte y pensamiento en la época helenística. Madrid, 1996.
SLATER, W. J. "Sympothic Ethics in the Odyssey", en MURRAY (19992), 213-
220.

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