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1. Introducción
2. Fases des estrés
3. Condiciones que podrían causar el estrés
4. Factores de estrés en el anestesiólogo
5. Prevención
6. Educación
7. Bibliografía
INTRODUCCION
El estrés de trabajo se puede definir como las nocivas reacciones físicas y emocionales que
ocurren cuando las exigencias del trabajo no igualan las capacidades, los recursos, o las
necesidades del trabajador. El estrés de trabajo puede llevar a la mala salud y hasta la
herida.
El concepto del estrés de trabajo muchas veces se confunde con el desafío, pero estos
conceptos no son iguales. El desafío nos vigoriza psicológicamente y físicamente, y nos
motiva aprender habilidades nuevas y llegar a dominar nuestros trabajos. Cuando nos
encontramos con un desafío, nos sentimos relajados y satisfechos. Entonces el desafío es un
ingrediente importante del trabajo sano y productivo. (2)
Entre la variada fisiopatología del estrés Hans Selye describió tres fases o estados de
adaptación al estrés que progresivamente van minando la salud del profesional:
1) Reacción de Alarma:
A su vez otro mensaje que viaja por la vía nerviosa desde el hipotálamo hasta la médula
suprarrenal, activa la secreción de adrenalina. Estas hormonas son las responsables de las
reacciones orgánicas en toda la economía corporal.
2) Estado de Resistencia:
Durante esta fase suele ocurrir un equilibrio dinámico u homeostasis entre el medio
ambiente interno y externo del individuo. Así, si el organismo tiene la capacidad para resistir
mucho tiempo, no hay problema alguno, en caso contrario sin duda avanzará a la fase
siguiente.
3) Fase de Agotamiento:
El estilo de dirección.
Podemos hablar entonces que gracias a esta fisiopatología el individuo puede desarrollar dos
tipos de enfermedades dependiendo del estado de estrés en que se encuentre:
• Dispepsia
• Gastritis
• Ansiedad
• Accidentes
• Frustración
• Insomnio
• Colitis Nerviosa
• Migraña
• Depresión
• Agresividad
• Disfunción Familiar
• Neurosis de Angustia
• Trastornos Sexuales
• Disfunción Laboral
• Hipertensión Arterial
• Angina de pecho
• Adicciones
• Trombosis Cerebral
• Conductas antisociales
• Psicosis Severas
Los factores personales se vinculan por un lado a desajustes de las expectativas altruistas,
profesionales y sociales del anestesiólogo, sumado a la potenciación de una personalidad que
desarrolla un rol protagónico en su ámbito de trabajo, con una valoración de la personalidad
"sobre calificada", que muchas veces se sienten "dioses blancos" resistentes a la fatiga,
invulnerables, sin limitaciones, con grandes expectativas y con fuerte compromiso laboral, no
apreciando los efectos adversos de una vida estresante.
Los factores profesionales se vinculan por un lado al perfil del tipo de trabajo, que se
caracteriza por alta responsabilidad en cuanto a la seguridad del paciente, vigilancia
sostenida, manejo de pacientes críticos, manejo de pacientes complejos, decisiones de
emergencias, enfrentamiento con la muerte en definitiva en estas situaciones se
"transforman emociones naturales en emociones estresantes".
Por otro lado la modalidad laboral es un factor de importancia como generadora de estrés en
la actualidad ya que el anestesiólogo esta inmerso en una cultura laboral de "Alta Presión"
con presiones de alta productividad, competitividad, criterios de calidad sumado en general a
calendarios inapropiados con exceso de horas de trabajo tanto diurnas como nocturnas,
inadecuado descanso.
Los factores Institucionales en la generación de estrés laboral se vincula fuertemente a una
estructura jerárquica rígida, a una difícil comunicación con autoridades y mandos medios en
la organización donde es común la inseguridad laboral y la falta de políticas favorables a la
vida de familia del trabajador.
Consecuencias Personales
Una característica importante del estrés es que sin importar si este es físico intelectual o
psicológico nuestro cuerpo siempre se moviliza por una reacción física. Cuando estos factores
se acumulan y superan la tolerancia del organismo surge el estrés excesivo y nocivo que se
manifiesta en:
• Enfermedades físicas entre las que destacamos gastritis úlcera gastro -duodenal
hipertensión arterial, arritmias, angor.
• Deterioro psíquico - emocional como angustia, depresión y ansiedad el que puede
llegar en algunos casos a ser el campo propicio para el suicidio,
• Trastornos en la conducta como alcoholismo y fármaco dependencia,
• Trastornos intelectuales como dificultad de concentración y trabajos de baja calidad
Consecuencias Familiares
Son muy graves caracterizándose por aislamiento, sentimiento de culpa, reproche familiar
por exceso de trabajo pobre participación en eventos trascendentes de la vida familiar,
fracaso vínculos con hijos, dificultades en la relación de pareja falta, de soporte afectivo,
divorcios y destrucción familiar
Consecuencias Laborales
Entre otras se destacan la falta de interés laboral, el ausentismo laboral, el trabajo de pobre
calidad pudiendo llegar mala praxis y los consiguientes problemas legales, llevando todas
estas situaciones a pérdida de imagen profesional y en algunas ocasiones el abandono o el
cambio del trabajo. Dentro del estrés crónico laboral hay algunas entidades clínicas, de las
que destacamos el Síndrome de Burn-out o "Estar Quemado".
Síndrome de "Burnout"
Este síndrome es un mal invisible que afecta y repercute directamente en la calidad de vida y
fue descrito por Maslach y Jackson en 1986, como un síndrome de agotamiento profesional,
despersonalización y baja realización personal, que puede ocurrir entre los individuos que
trabajan con personas.
La forma de manifestarse se presenta bajo unos síntomas específicos y estos son los más
habituales:
Existe un grupo de personas que sintomáticamente puede padecer esta enfermedad, estos
son los profesionales con contacto con personas, como el personal sanitario, de la
enseñanza, asistentes sociales, etc y que según Maslach son los profesionales de ayuda.
4.- Pérdida de vocación, decepción de los valores hacia los superiores (4).
Prevencion:
Como una regla general, las acciones para reducir el estrés deben dar prioridad al cambio
organizativo para mejorar las condiciones de trabajar. Pero hasta los esfuerzos más
concienzudos para mejorar las condiciones de trabajo probablemente no van a eliminar
completamente el estrés para todos los trabajadores. Por esta razón, una combinación de
cambio organizativo y el manejo del estrés muchas veces es el enfoque más útil de prevenir
el estrés en el trabajo.
A.- Cambio Organizacional: Estas son las recomendaciones del Instituto Nacional de Salud y
Seguridad Ocupacional (NIOSH), referente al cambio que debe dar la organización.
• Asegure que el volumen de trabajo coordine con las habilidades y los recursos de los
trabajadores.
• Diseñe los trabajos para proveer el significado, el estímulo, y las oportunidades para
que los trabajadores usen sus habilidades.
• Defina claramente los papeles y responsabilidades de los trabajadores.
• Dé oportunidades a los trabajadores de participar en las decisiones y acciones
afectando sus trabajos.
• Mejore las comunicaciones—reduzca la incertidumbre sobre el desarrollo de carrera y
las posibilidades de trabajo en el futuro.
• Provea oportunidades para la interacción social entre los trabajadores.
• Establezca los calendarios de trabajo que están compatibles con las demandas y
responsabilidades fuera del trabajo.
Aunque no es posible dar una receta general para prevenir el estrés en el trabajo, sí es
posible ofrecer unas pautas en el proceso de la prevención del estrés en organizaciones. En
todas las situaciones, el proceso para los programas para la prevención del estrés supone
tres pasos distintos: la identificación del problema, la intervención, y la evaluación. Para dar
resultado este proceso, tienen que prepararse suficientemente las organizaciones.
Al mínimo, la preparación para un programa de prevención del estrés debe incluir los pasos
siguientes:
Las investigaciones han mostrado efectivos estos esfuerzos participativos para tratar con
problemas ergonómicos en el lugar de trabajo. En parte es porque capitalizan en la
experiencia que tienen los empleados con los peligros encontrados en los trabajos.
Educacion
Es importante para la prevención de esta enfermedad saber que existe en nuestro ambiente
de trabajo y tener en cuenta sus consecuencias. Se debe educar al personal del área
quirúrgica sobre el estrés y sus manifestaciones. Se deberá elaborar contratos de trabajo en
los que se prevea este síndrome y sus posibles soluciones. Es importante Educar y enfrentar
este problema que está cada vez más latente entre los anestesiólogos.
Bibliografía
danielsanchez24@yahoo.com
Fármaco-dependencia en anestesiólogos, un
gran problema ocupacional actual
Gustavo Calabrese, MD*
RESUMEN
SUMMARY
Drug dependency in our specialty represents a big occupational problem, because it involves
the drug addiction in the labor scope of the anesthesiologist, with drugs whose responsibility
is to administer to his or her patients. These situations can derive in a process of progressive
decline from the physician in its standard of life and health, being one of the risk aspects
with higher impact for the health of the anesthesiologist. In it can interact diverse factors like
the genetic predisposition, psico – social and biological factors, family and personal history of
abuse, chronic stress labor (Burnout Syndrome) easy access and availability of the drug in
the work area. It can generate personal, familiar and labor consequences. The personal ones
are related to a progressive deterioration in his or her life and health status, syndrome of
abstinence, relapses, psychiatric disorders as depression, and suicide attempt and even
death by suicide and overdose. The familiar ones are related to a high incidence of divorces
and family disruption. Labor consequences include incapability to develop the habitual tasks,
probability of medical errors, malpractice and abandonment of the specialty.
Faced to the suspicion, identification and intervention must be made: including the victim in
a treatment program. In front to this reality, we must assume the concept of shared
responsibility from a triple perspective: the anesthesiologist, the scientific and union
societies, and the institutions which provide the jobs, in order to avoid or make lower these
risks.
INTRODUCCIÓN
El uso indebido de sustancias psicoactivas , tanto legales como ilegales, es considerado como
un problema de salud pública a nivel mundial. Cuando esta situación se centra en el ámbito
médico de trabajo, se transforma en una problemática compleja, con un alto impacto para el
médico involucrado, la comunidad y el hospital. La misma es aún más compleja y peculiar,
cuando involucra a médicos especialistas que se drogan con las fármacos psicoactivos que
tienen la responsabilidad de administrar en el desarrollo de su trabajo, como es el caso de
los anestesiólogos(1-3). Si bien éstos están expuestos a numerosos riesgos profesionales, en
la actualidad se destacan notoriamente aquellos relacionados a la fármaco dependencia, por
sus potenciales consecuencias personales, familiares, laborales y legales(4-7), lo que
representa un gran problema ocupacional. Aquí debemos subrayar que en anestesiólogos
puede haber consumo, abuso, adicciones, dependencia química a diferentes fármacos, como
hipnóticos, sedantes, analgésicos, etc.(8-9). Sin embargo, los opiáceos son los de mayor
frecuencia e impacto para la salud y la vida de este grupo de profesionales, por lo cual serán
de los que nos ocuparemos fundamentalmente.
Este artículo especial está dirigido a los anestesiólogos, buscando aportar información,
educar y crear una conciencia colectiva y organización para el manejo de estas situaciones.
INCIDENCIA
La incidencia en los residentes de anestesia mostró que el 33.7% del total de médicos
tratados en terapia por adicción eran residentes de anestesia, teniendo 7.4 veces mayor
incidencia que residentes de otras especialidades(23). También una encuesta de residentes
de la Sociedad Americana de Anestesiólogos A. S. A. evidenció una incidencia de abuso del
34.5%, con predilección por el fentanil(24).
Entonces, ¿qué características tienen los anestesiólogos adictos?. Los siguientes datos nos
marcan un perfil a saber: el 50% son menores de 35 años, con gran representación de los
residentes, siendo el 67-88% varones, el 75-96% de raza blanca, con 76-90% de adicción a
los opiáceos como droga principal, el 35-50% relacionado con uso de varias drogas, un 33 %
tenían familia con historia de drogadicción y 65% fueron asociados a departamentos
académicos(25,26).
FACTORES DE RIESGO
Factores generales:
Los factores generales son aquellos que se vinculan a cualquier tipo de dependencia a drogas
y se relacionan con la predisposición genética, factores psico-sociales, biológicos, historia
familiar de abuso o historia personal de abuso(2-3, 26-27).
Los factores generales son aquellos que se vinculan a cualquier tipo de dependencia a drogas
y se relacionan con la predisposición genética, factores psico-sociales, biológicos, historia
familiar de abuso o historia personal de abuso(2-3, 26-27).
Los factores generales son aquellos que se vinculan a cualquier tipo de dependencia a drogas
y se relacionan con la predisposición genética, factores psico-sociales, biológicos, historia
familiar de abuso o historia personal de abuso(2-3, 26-27).
Factores específicos
1. Al intenso estilo de vida laboral propia de la especialidad( 34), caracterizada por padecer
una modalidad laboral de «alta presión», con exceso de horas trabajadas, horas nocturnas,
con inadecuados calendarios laborales, con fatiga y deprivación del sueño como “moneda
corriente”(35-38).
DESARROLLO DE LA ENFERMEDAD
Para tener una real dimensión del problema, debemos saber que los adictos pueden llegar a
tener que inyectarse entre 80 a 100 ml de fentanil por día; en el caso del sufentanil, a las
pocas semanas de adicción pueden llegar a inyectarse de 10 a 20 ml por día, pudiendo así
llegar a la muerte por sobredosis(47).
También se nota descuido en el llenado de la hoja anestésica, prescriben cada vez más
cantidades de narcóticos, solicitan mayores cantidades de éstos que los requeridos para el
procedimiento que están realizando, no quieren tomar tiempo para comer o descansar, les
gusta trabajar solos para usar técnicas sin narcóticos y desviarlos para su uso personal. Son
difíciles de ubicar entre anestesia y anestesia, realizando breves «siestas» después de usar
la droga. Es muy común que se encuentren en el hospital aunque no tengan que trabajar,
para estar cerca de las drogas y evitar abstinencias.
Suelen usar ropa de manga larga para esconder las huellas de las agujas y además combatir
la sensación de frío que experimentan. Cuando la adicción está instalada, tienen pérdida
progresiva de peso y palidez, con pupilas puntiformes y finalmente son encontrados muertos
por sobredosis en sus cuartos de guardia o en baños(26, 47).
Los patrones de conductas característicos fuera del hospital son el aislamiento de la familia,
con cambios inusuales del comportamiento, peleas y discusiones en su casa con problemas
de conducta en sus hijos. Habitualmente esconden agujas y niegan la drogadicción.
CONSECUENCIAS
Consecuencias Personales
Las consecuencias personales son muy importantes y graves en algunos casos, llevando a un
progresivo deterioro en su estado de vida y salud, síndrome de abstinencia, la posibilidad de
recaídas, alteraciones siquiátricas como angustia, depresión, llegar a la muerte por suicidio y
por sobredosis(2 -6, 21, 47).
Recaída
Muerte y Suicidio
Riesgos
Incidencia
Si analizamos la situación internacional, con respecto a la muerte por suicidio, así como la
muerte por sobredosis en la especialidad, vemos que es alarmante. En el informe de la
Comisión de Riesgos Profesionales de CLASA se registraron 24 muertes de anestesiólogos en
Latinoamérica por sobredosis a opiáceos en el período 2003-2005, 12 muertes de residentes
de anestesia también por sobredosis a opiáceos en los últimos 5 años, además de 25
consultas para asesoramiento y seguimiento de parte de las diferentes sociedades de
anestesiología por casos de adicciones, principalmente a opiáceos(54). Además, se han
registrado 7 muertes por suicidio relacionadas a fármaco dependencia a opiáceos en
México(55). Esta realidad también se viene evidenciando en países anglosajones. Desde hace
muchos años, varios estudios muestran que la muerte por sobredosis fue del 10% en 10
años sobre 285 casos(13) y del 16% en 5 años sobre 44 casos(14); reportaron 26 muertes
en 2 años en un Hospital de Nueva York(56). Recientemente en Australia y Nueva Zelandia,
sobre 44 casos de abuso a opiáceos encontraron muerte en el 24 % de ellos(21). En
definitiva, el suicidio por sobredosis, así como la muerte relacionada a las drogas, resultan
ser uno de los riesgos más significativos de mortalidad ocupacional del anestesiólogo en la
actualidad( 3-4).
Consecuencias Familiares:
Las consecuencias también afectan la vida familiar, mostrando altas tasas de divorcios, que
llegan al 24% en anestesiólogos desmejorados por las drogas, en comparación con el 5% en
aquellos no consumidores de drogas; es más frecuente el consumo y abuso de drogas en
familiares de anestesiólogos adictos, en comparación con aquellos de los no adictos(9). A
ésto se suma una mayor incidencia de importantes problemas familiares(21).
Consecuencias Laborales
Se puede afectar la actividad laboral, pues desarrollan incapacidad de realizar sus tareas
habituales, menor seguridad, mayor incidencia de incidentes anestésicos, pudiendo llegar a
la mala práctica y al abandono de la especialidad. Es difícil la reincorporación tanto en
especialistas como en residentes, ya que en algunos casos buscan la llamada cura
geográfica, se trasladan a vivir y trabajar donde no conocen su enfermedad(1-6 ,10, 13, 21,
57-59).
Consecuencias Legales
Las consecuencias legales que puede afrontar el anestesiólogo es un tema polémico, difícil de
abordar por lo complejo de la enfermedad(58) por un lado , y por otro por los diferentes
matices de las legislaciones entre los distintos países. Así, en EUA si alguna autoridad
sanitaria decide prohibir al anestesiólogo en recuperación regresar a la práctica, basándose
solamente en su historia de adicción, éste puede iniciar una acción legal. En EUA una ley
federal protege a los trabajadores discapacitados (ADA Acta de Americanos con
Discapacidad). Por definición, la adicción es una discapacidad; por ello, a un anestesiólogo en
recuperación que se ha sometido a tratamiento con éxito y entrenamiento adecuados y
controles normales, el empleador no puede negarle trabajo; por lo tanto, la decisión y sus
implicaciones legales son muy complejas. La ADA puede exigir una «reubicación razonable »
para aquel adicto calificado que quiere volver a la práctica médica(60).
Conductas
2. intermedia: se hacen terapias de grupo y de auto ayuda como Narcóticos Anónimos, con
el objetivo de total abstinencia.
3. avanzada: etapa en la cual, por un lado se le da el alta formal, pudiendo en algunos casos
firmar contratos de contralor y por otro, se recomienda no volver a ejercer su especialidad .
La Reincorporación
tanto al hogar como al trabajo, es un momento clave y difícil, ya que tiene amplia
repercusión en la futura vida del adicto.
Categoría II: son aquellos con posible retorno a su práctica profesional; han estado 1-2 años
fuera del trabajo en tratamiento, han comenzado su recuperación de recaídas, con una
familia que mejoró su apoyo, con compromisos con AA y NA (alcohólicos y narcóticos
anónimos), con mejoramiento en cuanto a su destreza o técnica para trabajar, con alguna
actitud negativa frente a la enfermedad, adecuado estado de ánimo, sin problemas
psiquiátricos.
Categoría III: son aquellos que se redireccionan hacia otra especialidad; con prolongado uso
intravenoso de drogas, con tratamientos con fallos y recaídas, donde permanece activa la
enfermedad, con inadecuado entorno familiar, no cumplieron su contrato de contralor, con
deficiente recuperación de su estado de ánimo, no relación con AA, NA (alcohólicos y
narcóticos anónimos) y con severos problemas psiquiátricos.
Recomendaciones:
Estrategias:
Es determinante una estrategia integral que involucre a los anestesiólogos, a las sociedades
y federaciones de anestesiología, a las autoridades sanitarias y a los empleadores.
c) material bibliográfico.
En todos los casos debe haber una línea telefónica (hot line) con información para médicos y
familiares.
Recientemente se han identificado anestesiólogos adictos por el análisis del cabello, través
de la longitud, grosor y extracción de líquido conteniendo derivados opioides y su
procesamiento(74).
Todas estas medidas son para identificarlos y realizar la intervención para ingresarlos en
tratamientos, en algunos casos para salvarles la vida; adelantarnos a situaciones futuras por
el propio desarrollo de la enfermedad y buscar reorientar al residente o al estudiante de pre
grado a otra especialidad, pero siempre quedando claro el concepto de prevención y
protección al colega desmejorado o enfermo por su adicción.
a) Protocolos para el manejo del estrés crónico laboral(4, 26-27, 39, 70).
Basada en:
a. Disponer de ayuda siempre con líneas telefónicas abiertas las 24 horas, para ayudar tanto
a familiares como a adictos.
CONCLUSIONES
Estamos frente a una dura realidad para los anestesiólogos, preocupante y que avanza. La
misma produce desmejoramiento del estado de vida y salud, daño familiar y pérdidas
irreparables, por lo que debemos asumir una responsabilidad compartida desde una triple
perspectiva(27, 70, 76):
Finalmente una reflexión: «la adicción es una enfermedad para toda la vida, sus efectos
agudos pueden superarse, pero sus secuelas dejan sus marcas indelebles en cada víctima» .
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La primera institución seria que revisó y adoptó los estándares de seguridad en anestesia,
fue el Departamento de Anestesia del Harvard Medical School, en marzo 25 de 1985 los que
fueron adoptado por los Delegados de la Sociedad Americana de Anestesiólogos, en octubre
de 1986. Aquí, en nuestro país, recibimos el conocimiento y difusión de los lineamientos
referidos en 1987 y desde entonces se ha hecho un verdadero e intenso análisis de los
mismos, casi en todos los eventos científicos desarrollados hasta la fecha.
A pesar de los múltiples trabajos efectuados y publicados acerca del tema y de su intensa
difusión, todavía no se logra un equipamiento suficiente de nuestros quirófanos, por razones
que no vamos a analizar en esta comunicación. Esta situación controversial crea, por
consiguiente, un esquema binario con elementos de polos opuestos los cuales corresponden
al análisis de la conducta anestesiológica a nivel profesional tanto en la práctica privada
como institucional. Revisemos ambos fenómenos.
En el otro lado del espectro, se encuentra al anestesiólogo que dispone para su desempeño
profesional, con equipamiento adecuado en correspondencia a los mencionados estándares
de seguridad anestesiológica. Sea cual fuere el área de trabajo ejercida, lo habitual es que
estos colegas realicen una labor profesional con mejores resultados lo cual ha sido analizado
en estudios comparativos a nivel mundial. Pero lo que es indudable es que el desarrollo
laboral del anestesiólogo en estudio, se hace en un marco de seguridad, tranquilidad y
destrezas aumentadas, aún en presencia de algún incidente crítico concomitante.
En este segundo grupo de estudio, existe un número de colegas, afortunadamente cada vez
más reducido, que a pesar de tener a su disposición elementos diagnósticos de alta
tecnología, no tiene capacidad de interpretación debido principalmente a que no se ha
preocupado por lograr una actualización especializada o no tiene acceso a cursos de
educación médica continua. El estrés laboral será un factor constante cuando exista dificultad
para detectar e interpretar un ritmo cardíaco de tres tiempos, un trazado electrocardiográfico
inhabitual, una curva pletismográfica cambiante o quizá limitarse a aceptar el concepto de
que el registro capnográfico sólo sirve para cuantificar el bióxido de carbono al final de la
espiración.
El primero de los riesgos, es decir, el del paciente, está relacionado, entre otros, con los
siguientes aspectos:
Adicionalmente, entre los riesgos a los cuales está sometido el anestesiólogo y las dolencias
que lo pueden aquejar, por su permanencia durante largos períodos de tiempo en la sala de
cirugía, sobresalen:
- Riesgo de infección, entre otros, por virus respiratorios, herpes, citomegalovirus, rubeola,
hepatitis B y SIDA.
- Riesgos derivados de la naturaleza propia del trabajo, lo cual puede producir enfermedades
mentales, especialmente estrés excesivo, adicción a drogas y suicidio, y otras enfermedades
como infarto del miocardio, lumbagias, cálculos renales y hernias de disco.
- Riesgos de tipo legal y laboral, por las demandas que puedan instaurarse en su contra,
como resultado de complicaciones del paciente durante el procedimiento anestesiológico.
1. Status profesional
3. Registros y estadísticas
5. Carga de trabajo
Debe existir un número suficiente de profesionales capacitados, para que se logre un alto
estándar de práctica. A estos profesionales debe asignárseles tiempo para el desarrollo
profesional, la administración, la investigación y la docencia.
6. Personal
Debe haber un anestesiólogo dedicado a cada paciente, el cual debe estar presente durante
todo el procedimiento, ya sea anestesia general, regional o sedación monitorizada; así
mismo, el anestesiólogo debe ser responsable del transporte del paciente al área de
recuperación y de la transferencia de su cuidado a personal adecuadamente entrenado.
7. Infraestructura y equipos
Deben existir infraestructura y equipos apropiados, tanto en cantidad como en calidad, en las
áreas dedicadas a la anestesia y la recuperación.
8. Cuidado pre-anestésico
9.1. Oxigenación
Suministro de oxígeno
Se recomienda en forma especial el suministro de oxígeno a todos los pacientes que reciban
anestesia general. El anestesiólogo deberá asegurarse de la integridad del suministro de
oxígeno.
También debe utilizarse un sistema que prevenga la conexión errónea de fuentes de gas.
La oxigenación tisular debe ser monitoreada, cuando sea práctico, por examen visual. Por lo
tanto, se requiere una adecuada iluminación y exposición del paciente, a menos que se use
un monitor apropiado.
Se recomienda, entonces, el uso continuo de un monitor cuantitativo de oxigenación, tal
como el oxímetro de pulso.
La adecuación de las vías aéreas y la ventilación deben ser monitoreadas continuamente, por
observación y auscultación cuando ello sea práctico.
Cuando se utilice un circuito respiratorio, se deben observar los movimientos de la bolsa del
reservorio. Se recomienda especialmente el monitoreo continuo con un fonendoscopio
precordial, pretraqueal o esofágico.
Cuando se utilice la ventilación mecánica, debe usarse una "alarma de desconexión" durante
todo el período de utilización.
9.3. Circulación
La circulación debe ser monitoreada continuamente; la palpación o registro del pulso y/o la
auscultación de los ruidos cardíacos deben ser permanentes.
Perfusión tisular
La adecuada perfusión tisular debe ser continuamente monitoreada por examen clínico.
Presión sanguínea
9.4. Temperatura
La profundidad de la anestesia debe ser establecida en forma regular, por medios clínicos.
Infraestructura y personal
Todo paciente que haya sido sometido a un procedimiento anestesiológico que afecte la
función del sistema nervioso central o determine la pérdida de los reflejos, debe permanecer
en la sala o ser transportado a un sitio específicamente diseñado para recuperación
postanestésica. Nuevamente se señala la responsabilidad del anestesiólogo en el transporte
del paciente y en su transferencia a personal debidamente capacitado para su cuidado.
Monitoreo.
Se recomienda la realización del monitoreo clínico con los métodos cuantitativos antes
descritos para el cuidado del paciente durante la anestesia; igualmente se recomienda en
forma especial a la oximetría de pulso.
Seguridad para el anestesiólogo
Como antes se señaló, este aspecto de seguridad ha sido menos abordado por los
especialistas que el relacionado con la seguridad para el paciente; sin embargo, las acciones
principales que se han emprendido o que puedan emprenderse se describen enseguida:
Las principales acciones para controlar este problema son: la atención cuidadosa a las fugas
de gases, tanto en los sistemas de alta como de baja presión de las máquinas de anestesia;
la instalación de sistemas apropiados de medición de las concentraciones de gas y del
recambio de aire en la sala de operaciones y la atención a las técnicas de administración de
anestesia.
En este sentido, el Instituto Nacional de los Estados Unidos para la Seguridad y la Salud
Ocupacional (NIOSH) ha propuesto la norma de tener una concentración en la sala de menos
de 25 ppm (partes por millón) de óxido nitroso y de 0.5 ppm para anestésicos halogenados;
cuando estos últimos se utilizan solos la concentración puede ser de 2 ppm.
2. Control de radiaciones
Dado el uso cada vez más frecuente de elementos radioactivos en las salas de operaciones,
así como la utilización del anestesiólogo para la realización de procedimientos diagnósticos o
terapéuticos que requieren rayos X, el personal de Anestesiología que tiene manejo
frecuente de estos casos debe portar placas para medición de exposiciones y estas deben ser
monitoreadas. Se recomienda la no exposición en casos en que la medición haya sido alta, o
la utilización de protección con elementos plomados o de otras sustancias impermeables,
cuando esta situación no pueda modificarse.
Las máquinas de anestesia también producen radiaciones electromagnéticas, las cuales han
sido asociadas con problemas mentales en los anestesiólogos. Por esta razón, se sugiere
tener en cuenta la exposición a este elemento, con el fin de prevenir un efecto acumulativo
que pueda desarrollarse.
En este caso, el control debe hacerse en la fuente del ruido (máquinas, equipos, personas) y,
si ello no es posible, usar elementos protectores y limitar el tiempo y la frecuencia de la
exposición.
Aquí se describen, en forma breve, las medidas que deben tomarse para el control de las
principales infecciones que se pueden adquirir en las salas de operaciones.
Herpes viral
Citomegalovirus
La prevención del contagio puede hacerse con el uso de guantes durante el contacto con los
pacientes o sus fluidos. Se recomienda que las mujeres embarazadas no tengan contacto con
estos pacientes, por la posibilidad de que el virus produzca malformaciones congénitas.
Rubeola
Hepatitis B
SIDA
Adicionalmente, debe hacerse desinfección y esterilización de todos los equipos que hayan
tenido contacto con la sangre, las membranas mucosas o los líquidos orgánicos de todos los
pacientes.
Las condiciones especiales del trabajo del anestesiólogo que producen estrés excesivo son,
entre otras, la carga exagerada de trabajo, los turnos nocturnos, la fatiga, la creciente
necesidad de conocimientos tecnológicos, las tensiones interpersonales, la inducción
anestésica, la superposición de áreas de responsabilidad con el cirujano, el cuidado del
paciente severamente enfermo o moribundo y los problemas legales por mala práctica.
Las medidas de control, por ser casos complejos y de difícil manejo, se orientan hacia las
modificaciones de las condiciones laborales, tratamiento psiquiátrico, limitación de la
disponibilidad de drogas de control en la sala de operaciones, trabajo con la familia del
profesional y rehabilitación del adulto.
BIBLIOGRAFIA
2. Vega R: Medidas preventivas para los riesgos profesionales del personal de quirófanos.
XXVII Congreso Mexicano de Anestesiología. Memorias, 35-37, 1993.
6. Gravenstein JS: Pulse Oximetry. ¿Do We Really Need It? XXII Congreso Latinoamericano
de Anestesiología. Memorias, 261-264, 1993.