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INTRODUCCION al ENEAGRAMA

como camino de autoconocimiento y sanación.

El Eneagrama es una antigua enseñanza Sufí, que describe nueve tipos de


personalidad diferentes y la relación entre los mismos.

Orígenes:
Orígenes desconocidos
(En Babilonia o Medio Oriente, 2500 A.C)

Ordenes Sufíes (siglos XIV o XV D.C)


comunidad Sarmouni

George Gurdjieff Oscar Ichazo


(1910) (1960)

grupos de estudio Instituto Arica


de Gurdjieff (Chile)

Claudio Naranjo

Hellen Palmer, Armando Molina, Richard Riso

Claudio Naranjo desarrolló el eneagrama “traduciéndolo” a un lenguaje más


occidental e integrándolo con el conocimiento psicológico moderno.

Esencia (ser real) y personalidad (ser condicionado)

No es difícil comprender la idea de que todos/as hemos sido dañados/as y quizá


inconscientemente martirizados/as por el mundo en el transcurso de nuestra niñez.
El planteamiento básico de Claudio Naranjo es que “todos los eneatipos son
variaciones del malestar humano por el oscurecimiento óntico, que se traduce como una
pérdida del ser”, o sea, la ausencia de la experiencia directa o de la cognición del Ser.
Este proceso de “degradación de la conciencia” (la “caída del Paraíso”) es tal, que
finalmente el individuo no reconoce la diferencia, es decir, no sabe que ha existido una
pérdida, limitación o fracaso en el desarrollo de su potencial completo.
Es tal la “caída”, que la conciencia se ciega en relación a su propia ceguera y
queda limitada hasta el punto de creerse libre (la humanidad dormida).
Digamos que la manera como hemos llegado a ser en este mundo inferior, o sea,
la personalidad con la que nos identificamos y a la que nos referimos implícitamente
cuando decimos “yo”, es una manera de ser que adoptamos para defender nuestra vida
y nuestro bienestar mediante una “adaptación” que puede ser tanto una rebeldía como
un ponerse de acuerdo. Así, la vida no está guiada por el instinto, sino por la
persistencia de una temprana estrategia de adaptación o de sobrevivencia. A este
conjunto de pseudoaprendizajes adaptativos se lo llama “ego”, “personalidad” (como
distinto de “esencia” o “alma” de la persona), y Claudio Naranjo cree apropiado llamarlo
“carácter” (charaxo: grabar), pues hace referencia a lo que es constante en una
persona porque ha sido grabado en uno, es decir, los condicionamientos cognitivos,
emocionales y de comportamiento.

ESENCIA

Instinto
Libre

Conciencia
Despierta

Virtudes Ideas Divinas

Pasiones Fijaciones
Conciencia
Dormida o
disminuida

Instinto de
Conservación

Inst. Inst.
Sexual Social

PERSONALIDAD

Carácter o Personalidad.

El núcleo fundamental del carácter tiene una doble naturaleza: un aspecto


motivacional o “pasión dominante”, en interacción con un defecto cognitivo o
“fijación”. Esto significa que en cada estructura de carácter vamos a hablar de dos
rasgos centrales: uno, el rasgo de naturaleza mental, consistente en un modo
particular de distorsión de la realidad, es decir un rasgo cognitivo o “fijación”; y el
otro de naturaleza motivacional, una “pasión dominante”.
Eneagrama de las pasiones
9 PEREZA

1 IRA
8 LUJURIA

7 GULA 2 ORGULLO

6 MIEDO 3 VANIDAD

5 AVARICIA 4 ENVIDIA

El eneagrama de las pasiones representa gráficamente la idea que en cada


persona existen nueve formas básicas de motivación deficitaria, que llamaremos
pasiones. Pero en cada individuo domina, de entre todas, una de las pasiones y su
correspondiente fijación, que podemos decir es una racionalización de la pasión. Esto
significa que cada una de las nueve pasiones dominantes está asociada a una distorsión
cognitiva característica que llamamos fijación.

Podemos considerar el proceso como “una interferencia de la pasión en el instinto,


bajo la influencia continua de una percepción cognitiva distorsionadora”.

El tipo de personalidad está organizado, por lo tanto, alrededor de un “rasgo


característico” de doble naturaleza (emocional y mental). Es muy importante que en
cierta etapa de la autobservación identifiquemos nuestro rasgo característico o “debilidad
principal”, como eje alrededor del cual gira todo. La misma causa siempre motiva al
“rasgo característico”.

Esta visión del Cuarto Camino afirma que las pasiones son equivalentes, son todas
“prisiones del alma”. Lo que implica que el camino de transformación (de acuerdo con
los planteamientos tradicionales de trabajo en uno/a mismo/a), no es fundamentalmente
mejor ni peor para las diferentes personalidades.

La palabra pasión es apropiada para referirse a las emociones inferiores, no sólo


porque existen en independencia con el dolor, sino porque estamos sujetos a ellas como
agentes pasivos más que como agentes libres.

Lo que se espera es que al identificar nuestro rasgo característico principal


(que es la característica decisiva de nuestra personalidad y que puede considerarse su
núcleo), podamos aprender a observar las muchas formas en que este hábito ha
adquirido control sobre nuestras vidas.
Eneagrama de las fijaciones

9 Indolencia
Acomodación

8 Venganza 1 Perfeccionismo
Castigo Resentimiento

7 Planificacion 2 Adulación
Charlataneria Generosidad
egocéntrica

6 Cobardía 3 Falsedad
Duda Simulación

5 Distanciamiento 4 Melancolía
Aislamiento Falsa Necesidad

La palabra fijación sugiere la idea que es por la perturbación cognitiva por lo que
quedamos “enganchados”, siendo cada fijación algo así como una racionalización de la
pasión correspondiente. Podemos decir que el individuo ya no es libre de aplicar o no los
resultados de su aprendizaje. Es esta fijación de respuestas obsoletas, y la pérdida de la
capacidad de responder libre y creativamente en el presente, lo que más caracteriza el
funcionamiento psicopatológico.

La estrella de nueve puntas del eneagrama sugiere que existen nueve aspectos
principales del Ser. La experiencia inicial para la autobservación es una disciplina
elemental de la vida interior. Consiste en concentrar la atención hacia adentro y
aprender a estar más conciente de los impulsos, emociones y pensamientos, a reconocer
los patrones mecánicos o habituales y observar la tenacidad con que se repiten en
nuestra mente ciertas preocupaciones. Partiendo de la idea sufi de que las
preocupaciones de la personalidad son indicadores de los aspectos perdidos de la
esencia, se consideran una fuente útil de información para alcanzar los estados mentales
superiores.
Eneatipos: los tipos de personalidad según el Eneagrama

Eneatipo 1
Pasión: ira
Fijación: perfeccionismo
Rasgo característico: resentimiento

La ira es considerada la más escondida de las pasiones. El perfeccionista tapa la ira con
el perfeccionismo, “con buenas intenciones”, para corregir “lo que está mal”. Es el niño o
la niña que ha luchado por ser perfecto/a, no cometer errores, con el fin de obtener
afecto y aprobación, y de evitar el castigo. Intelectualiza para distanciarse de los
sentimientos propios. Evita la autoindulgencia. Inflexible, obsesivo. Dice no al placer, a
los impulsos, sí al deber. Lo importante es lo correcto, lo que “debe ser”. Tanto “bien
intencionados” como resentidos, exigentes, rígidos y críticos consigo mismos y con los
otros. Correctos, formales, severos, fríos, con poca espontaneidad, serios, autoritarios.
El perfeccionismo impide el reconocimiento de la ira. Son claros en sus razonamientos.
Les cuesta conectarse con sus emociones, con sus sensaciones físicas. Algunos son
vehementes y discutidores, polémicos. Otros se ven a sí mismos como “quien tiene la
razón”, imponiendo su modo de actuar, sin adaptarse al entorno. Y otros más bien
perfeccionistas, que se angustian y preocupan de que algo malo suceda.

En el nivel de la Esencia, la Virtud del 1 es la Serenidad y la Aceptación, en el sentido


de calma y paz para aceptar la realidad como está siendo ahora, dejar que la vida fluya
sin intervenirla, dándole tiempo para que se transforme y evolucione, viendo la belleza
en todo. La Idea Divina es la Divina Perfección, es la conciencia de que la Realidad es
un proceso que tiene dirección y propósito, y si la experimentamos tal como es -sin
distorsiones, juicios o preferencias-, percibimos su perfección intrínseca, que está bien
como está, está completa, y no hace falta corregir ni agregar nada.

Subtipo sexual:
Es más libre, puede ser hippie, muy político, moderno, persona que está con la época; el
celo, la vehemencia del impulso sexual la pone en su trabajo.
La Ira entra en el erotismo, invasividad, impaciencia de satisfacción.
Perfeccionadores, se enojan con los demás, polémicos.

Subtipo social:
Rigidez, no acomodación a los valores ambientales, se mira a sí mismo como que es el
único que está en lo correcto, impone su manera de actuar y siente desprecio por los
demás; pasión de tener la razón, “lo que yo digo es la verdad”.
Perfecto, nada le falta, no logra ver que tiene que adaptarse, todos los “verdaderos
valores” están en él/ella.

Subtipo conservación:
Preocupación, “¿lo he hecho bien?”, “¿se me olvida algo que puede ser fatal?”, sensación
de que la vida está amenazada, angustia de que algo malo suceda.
Perfeccionista.
Eneatipo 2
Pasión: orgullo
Fijación: adulación, falso amor.
Rasgo característico: generosidad egocéntrica

Crea estados emocionales para tapar otras cosas, para reprimir sus carencias. Evita la
sed de amar y el sentimiento de no merecerlo, tan característico de la envidia, mediante
una transformación inconciente de la envidia en orgullo, o sea: reprime su sed de amor
y lo transforma en: “Yo soy merecedora de amor y me siento amado/a”, “Mi deseo de
amor está saciado, no estoy frustrado en mi sed de amor”. Tiene gran necesidad de dar,
pero motivada por la necesidad personal de identificarse con “aquel que tiene”. Suele ser
hedonista, despreocupado y rebelde ante cualquier rigidez o restricción de la libertad. Es
soberbio: ocupa una posición de poder y ayuda. Proyecta en otros lo que le está
faltando. Actúa con coraje. Rompe las reglas. Tiene dificultad para aceptar la autoridad.
Adula, halaga. Seduce compulsivamente para manipular, en lugar de pedir lo que
necesita. Logra la atención de los demás (“Vean cuánto tengo!”, “Lo sé”). Emocionaliza
para distraer la atención de la conciencia de necesidad. Aparente libertad de expresión.
No sabe lo que siente. No quiere asumir responsabilidades.

En el nivel de la Esencia, la Virtud del 2 es la Humildad, simplemente ser lo que es, con
sencillez, sin tratar de probar o de conseguir algo. Humildad no entendida como ser
obediente o servil, sino como ser lo que se es, sin una autoimportancia falsa. La Idea
Divina del 2 es la Voluntad Divina y la Divina Libertad, el darnos cuenta que la
Realidad fluye con cierta fuerza, y que la verdadera libertad consiste en desplazarse con
ella, con esa fuerza que es conciencia viva y presente, pues existe una voluntad
unificada en el funcionamiento total del Universo. Nuestro funcionamiento y nuestros
actos humanos son inseparables del funcionamiento del todo, y están en armonía con
ello.

Subtipo sexual:
Conquista, seducción; busca la confirmación a través de ser irresistible, hay una
necesidad de que el otro le necesite; tiene que ser preferido/a, no puede soportar la
indiferencia.

Subtipo social:
Ambición, es invasivo/a, persona que insiste y consigue, voluntarioso/a, es más
intelectual, seducción de grupo.

Subtipo conservación:
“yo soy lo más importante”, tipo de persona infantil, se siente con derecho a los
privilegios de la infancia, caprichoso/a, “quiéreme, no me pidas nada más que mi amor”,
amor que no se traduce en actos concretos.
Eneatipo 3
Pasión: vanidad
Fijación: falsedad, simulación.
Rasgo característico: engaño, autoengaño.

Necesidad de atención, se “ven” a través de los ojos de los demás. Busca reconocimiento
de los demás mediante sus logros, efectividad y dotes sociales. Buscan el éxito y temen
al fracaso. Son controladores y controlados. Falta de veracidad en relación a los
sentimientos. Se identifica con una autoimagen ideal construida como respuesta a las
expectativas de los demás. “No sé quien soy”. “Todo lo que sé es el papel que
represento, ¿hay algo más?”. Son actores que tienen el arte de saber qué mostrar y qué
no mostrar. Siente un gran vacío interior, por lo que evita centrar su atención en su
interioridad. Tienen dificultad para estar solos/as (consigo mismos/as), porque como
ellos/as “son” la imagen que dan a los demás, si no están los demás no tienen imagen y
entonces sienten que “no son”. Dificultad para recibir cualquier crítica, temen ser
humillados. Ante una confrontación directa se descolocan. Son narcisistas. Más que
experimentar las emociones, las actúan. Manipulan con la imagen física seductora, “de
plástico” (Barbie).

En el nivel de la Esencia, la Virtud del 3 es la Veracidad, en el sentido de mostrarse


como es, sintiendo lo que le pasa, conociendo su experiencia, sincerándose consigo
mismo/a y conectando con la vida interior más auténtica. La Idea Divina del 3 puede
entenderse de tres maneras interrelacionadas, y por eso tiene tres nombres: Divina
Armonía, Divina Ley y Divina Esperanza; trata del funcionamiento de lo que existe,
de la actividad, las transformaciones, movimientos, procesos; se trata de comprender la
unidad de la existencia, en el universo no existe la separación ni el tiempo, somos una
presencia dinámica que está cambiando continuamente, el flujo de la presencia re-
creándose a cada instante como un campo unificado, que se auto-revela
espontáneamente y sin esfuerzo.

Subtipo sexual:
gran capacidad de manipular la imagen física, seducir, magnetizar al otro para gustar;
es el menos eficiente de los tres, con menos compulsión de éxito. Con pasear la imagen
por el mundo le basta.

Subtipo social:
prestigio, gustar al mundo, querer que los propios valores sean reconocidos, va unido en
la práctica al sentido del dinero, sabe remontarse en el mundo social, desarrollar cierto
encanto, es eficiente, pero además de hacer, habla del hacer.

Subtipo conservación:
seguridad, en el plano material y en sentido psicológico, pasión de estar seguro de sí
mismo, se ve tan segura de sí misma que se torna en ayudadora de los demás, reprime
la inseguridad, es práctico, da confianza, es el más eficiente en términos concretos.
Eneatipo 4
Pasión: envidia
Fijación: falsa necesidad
Rasgo característico: melancolía

Predisposición a sufrir más de lo necesario. Gran dependencia del amor de los demás,
que se torna insaciable (“saco roto”). Víctima sufriente de las circunstancias de la vida y
de la gente. Autoimagen pobre, tendencia a la insatisfacción. El dolor le resulta familiar,
tendencia a la depresión. Percibe lo que está faltando, lo que no está sucediendo, la
parte vacía del vaso. Dificultad para valorar lo que si está. Masoquistas, dramáticos,
manejadores, “se tiran al suelo para que los recojan”. Magnifican sus emociones. Les
cuesta aceptar el amor, y luego se quejan de que no lo tienen. Especialmente sensibles a
las pérdidas. Sienten, sufren, todo emoción. Se sienten “especiales” y quieren ser
reconocidos como tales. Algunos son muy rabiosos, odiosos, insufribles, reclaman y se
quejan intensamente, competitivos. Otros más bien vergonzosos, se sienten inferiores al
compararse con los demás. Y otros más tenaces y esforzados, estoicos que se esfuerzan
para ser dignos de amor.

En el nivel de la Esencia, la Virtud del 4 es la Ecuanimidad y el Contentamiento, una


gratitud por lo que tiene, por lo que la vida le ha dado, con un ánimo equilibrado y
centrado, sin extremos emocionales, incluso frente a las “desgracias” podemos poner
buena cara. La Idea Divina del 4 es el Divino Origen, la conciencia de que todo
empieza o se origina en la divinidad, también los seres humanos hemos nacido de la
divinidad, ella es nuestra fuente y a ella retornaremos. Es la comprensión de que todo lo
que puede percibirse y experimentarse –incluso aquello que es doloroso-, es la
manifestación del Ser en su despliegue y en sus distintas formas. Y que estamos
conectados siempre e inseparablemente con lo divino, pues lo divino no está fuera de
nosotros.

Subtipo sexual:
competitivo, rabioso, odio; su vivencia de frustración es expresada intensamente con
reclamos; protesta, arma escándalo, voraz, tiene una postura más arrogante, genio
incomprendido. Es más vengativo, encolerizado, que quiere matar al otro por envidia
(explícitas vendettas)

Subtipo social:
sentimiento admirativo, comparación en desventaja propia, endiosa al otro; vergüenza,
se siente avergonzado de sí mismo, porque está muy lejos del otro; desvalorización por
la mala imagen, sufridor, los deseos son vergonzosos, hay que necesitar tanto para que
otra persona tome la iniciativa, el amor enfermedad, pasión melodramática, sufridora, se
queja, es un lamentoso.

Subtipo conservación:
no se queja por nada, es sufrido, posición de sacrificio, “cueste lo que cueste”;
tenacidad, exigencia de devorarse a sí mismo/a, puede dar sus energías en forma
estoica, idealización del sufrimiento, “me voy a esforzar para llegar a ser digno de
amor”.
Eneatipo 5
Pasión: avaricia
Fijación: distanciamiento, aislamiento
Rasgo característico: tacañería, retención.

Racionales, con idealizaciones, misteriosos, no se conectan, no se abren, no salen de su


frialdad impuesta. Tremendamente hipersensibles, aunque se defienden de esta
hipersensibilidad emocional amortiguando el propio sentimiento. Desvían la atención de
los pensamientos y los sentimientos a fin de observar en forma imparcial. Son
mentalmente testigos sin la intervención de sus pensamientos y/o sentimientos.
Observadores, tiene facilidad para descubrir mentiras. Fobia a la falsedad. Atención por
separado (“partes”), con poca visión del “todo”. Tolerantes, pueden escuchar cualquier
cosa. Con pocas relaciones, en su soledad ni siquiera llegan a sentirse solos. Necesitan
mantener su privacidad, su autonomía. “Puedo pensar, puedo esperar, puedo ayunar”.
Sensibles a las expectativas de los demás. Necesitan confiar. Supersensibles a ser
absorbidos. Se autoabastecen. No permiten ser explotados. “No te pido, para no tener
que darte”, “Si te doy, me quedo sin nada, porque tengo muy poquito”. Hay una gran
exigencia interior hacia sí mismo como hacia los demás. Procuran minimizar sus
necesidades. Tímidos y con dificultad para expresar su rabia. Sentimiento de odio como
fortaleza. Supercontrol. Propensión a la culpa, aunque la “amortigua” para sentirla
menos.

En el nivel de la Esencia, la Virtud de 5 es el Desapego y la Generosidad, saber que


somos seres humanos temporalmente, que se está de paso en el mundo, y por tanto se
puede disfrutar de estar en él sin identificarse, sin renunciar y sin apegarse, dejando fluir
la vida. Con esto, no necesita retener los sentimientos, y puede tener la experiencia que
al dar, siempre viene de vuelta. La Idea Divina del 5 es la Divina Omnisciencia y
Divina Transparencia, la conciencia de que cada individuo está íntimamente conectado
con todo el Cosmos, con todo lo que hay; la conciencia que la separación entre los seres
no existe, eso es sólo una trampa de la mente; la comprensión de nuestro lugar como
seres humanos dentro de la Unidad de la existencia, cada uno como una parte
inseparable del todo, sostenidos por la totalidad en la que confiamos y a la que nos
entregamos.

Subtipo sexual:
es el que menos parece 5, por su emocionalidad similar al 4; pasión por establecer un
vínculo sumamente íntimo, con confianza, mostrarlo todo; relación particular de alta
exigencia, que por lo mismo suele fracasar.

Subtipo social:
hambre de significado, la única relación que le interesa es con un tótem, que le produce
un exceso de respeto y lo conecta con lo poco que vale, sentido de ser nadie, poca cosa,
vacío de la vida, lo insignificante.

Subtipo conservación:
gruesos muros, mecanismos de distanciamiento, privacidad tímida y frágil; guarida,
castillo/cueva, sentido del hogar-refugio.
Eneatipo 6
Pasión: miedo
Fijación: duda
Rasgo característico: cobardía (timidez)

Como en el caso de la ira (y otras emociones), el miedo no necesariamente se


manifiesta en la conducta de las personas de este eneatipo. Miedo a actuar
espontáneamente que paraliza los impulsos. Se acusa a sí mismo y acusa a los demás.
Se persigue a sí mismo y se siente perseguido. Esa sensación de ser vigilados, juzgados,
los hace maquinar mentalmente para controlar los “peligros” y pierden espontaneidad.
Creación fantasiosa de enemigos exteriores (ven fuera lo que está dentro). Controlado,
correcto, puntual, trabajador duro, responsable. Pueden manifestar agresión hacia
quienes están por debajo en la jerarquía de autoridad, y sumisión hacia quienes están
por encima (“Ley del gallinero”). Miedo que paraliza e inhibe. No es capaz de confiar en
su propio poder, en las propias aptitudes. Desconfianza de la capacidad de afrontar
situaciones. Inseguridad y necesidad de confiar en los otros. Algunos niegan el miedo, y
se defienden atacando primero de manera agresiva u hostil. Otros más evidentemente
cobardes, vacilantes, cautelosos y sumisos.

En el nivel de la esencia, la Virtud del 6 es el Coraje, la conexión con el corazón lleno de


amor para aceptar que la vida implica riesgo y que podemos “viajar sin mapa”.

La Idea Divina es la Divina Fuerza y Divina Fe; es la certeza profunda que la Esencia
existe en cada persona, reconociendo que es realmente nuestra verdadera naturaleza,
de origen divino. Es un saber en el corazón más que un conocimiento mental, y cuando
la fe está presente, sentimos confianza, seguridad, apoyo, relajación y valor, que nos
hace perseverar y nos da fuerza para seguir adelante en los momentos de adversidad.

Subtipo sexual:
negación del miedo, se defiende atacando, contrafóbico, va armado, se defiende de su
inseguridad atacando primero; es un huir hacia delante, enfrenta, tiende a ser agresivo,
beligerante, culpador, ve defectos propios en los demás, pone al otro en una posición
débil, asusta. Es fuerte.

Subtipo social:
se refugia en el deber, la doctrina, la razón, en una forma de entender las cosas; sentido
de la autoridad jerárquica; obediencia hacia arriba, tiranía hacia abajo; tipo prusiano.

Subtipo conservación:
el cobarde evidente, vacilante, cauteloso, débil, no confía en su propio poder, tímido,
que guarda distancia, inseguro, tabú a la agresión, obsesivo; amistoso, compra la no
agresión con calor.
Eneatipo 7
Pasión: gula
Fijación: charlatanería, indulgencia.
Rasgo característico: planificación, fraudulencia.

En este eneatipo encontramos una máscara alegre que esconde la ansiedad, suavidad
que esconde la agresión, generosidad que esconde la explotación. La gula oculta
fraudulentamente la insuficiencia con falsa abundancia.
Humor alegre, hedonista, narcisista, rebelde, falta de disciplina, optimista, persuasivo,
entusiasta. Compensa la frustración y la insaciabilidad con el entusiasmo que lo lleva a
buscar experiencias de un “allá” (futuro) prometedor, ante la sensación de un “aquí”
(presente) insuficiente. O sea, como escape a las crudas realidades de la vida, encuentra
atracción por lo futuro y potencial. Actitud más concientemente estratégica que el resto
de los eneatipos. Parece vivir más imaginariamente, absorto en su planificación,
proyectos e ideales, más que en la realidad de aquí abajo en la Tierra.
Eminentemente seductor, siendo “feliz y libre de problemas”, necesita encantar a través
de su intelecto. Solícitos. Sortea los obstáculos para el placer. Esta propensión feliz se
mantiene a expensas de la represión y evitación del dolor, y origina un empobrecimiento
de la experiencia. Narcisista, “bien informado”, intelectualmente superior, por la
autoidealización. Niegan las culpas. No es culpador. Crea indulgencia de sus deseos
mediante “buenas razones”: “yo estoy bien, tu estás bien”. Fraudulento: no inhibe los
impulsos sino por el contrario los fundamenta, haciendo que esas acciones parezcan
buenas y nobles.

En el nivel de la Esencia, la Virtud del 7 es la Sobriedad, templanza, trabajar con


sencillez para lograr un estado de satisfacción que le permita no estar a merced de los
apetitos; ser más moderado en la búsqueda del placer, y no verlo como la única meta de
la vida. La Idea Divina es la Sabiduría Divina y el Plan Divino; es la conciencia que la
Realidad existe como sucesión de momentos, cada uno de ellos experimentado como “el
presente”, y que sólo en el presente podemos experimentar el constante despliegue del
diseño del Cosmos, la evolución real. No necesitamos crearnos fantasías o planes de
cómo vamos a ser. Si estamos realmente en el presente, no estamos en nuestra mente
planificadora, las cosas son espontáneas, confiamos en que suceden según el Plan
Divino.

Subtipo sexual:
sugestionabilidad, encantador, encantado, soñador, idealista, entusiasta y
entusiasmador. Vendedor de “pomada”.

Subtipo social:
es el más sobrio, parece menos 7, trabajador, acepta límites, servicial, sacrificio; afán de
reconocimiento, popularidad.

Subtipo conservación:
es el menos seductor, más antisocial, narcisista con lo suyo, la familia, su propia mafia,
oportunista, práctico y sacador de ventaja.
Eneatipo 8
Pasión: lujuria
Fijación: venganza
Rasgo característico: insensibilidad, dominación.

Tiene especialmente desarrollada la capacidad de mantener tanto el dolor como la culpa


fuera de la conciencia. Impulsivo, poderoso, intimidador, se endurece para sobrevivir.
Vengativo, negador, sádico, castigador, embaucador, antisocial. Es el más rebelde.
Anticonvencional (igual que el 7), pero la rebeldía del 7 es más intelectual, de “ideas
avanzadas”, mientras que el 8 “mandón” es el prototipo del activista revolucionario. Es
una persona orientada hacia el poder, la dominación y la violencia. Pasión por el exceso
(lujuria), por la intensidad de todo, más que por el placer en sí. Ansia de excitación,
impulsividad, busca la intensidad con todo tipo de estímulos: alta velocidad, música, las
especias, el poder, todo lo intenso. Este aspecto del lujurioso se entiende como un
sentimiento de “no estar lo bastante vivo excepto por sobreestimulación” y también
como una evitación de su interioridad. Niegan sus limitaciones personales. Siente que
tiene y puede todo. Lo que no tiene, lo toma, no lo pide. Quiere la verdad “cara a cara”.

En el nivel de la Esencia, la Virtud del 8 es la Inocencia, en el sentido de ver al mundo


sin dobles intenciones, estando en el aquí y ahora, con una visión desprejuiciada al vivir,
como los niños y niñas, que viven el momento espontáneamente, confiadamente. Es
como perder la vergüenza de desenterrar al niño/a ingenuo, renunciando a la dureza. La
Idea Divina del 8 es la Verdad Divina, la conciencia de que el Cosmos existe
objetivamente, más allá de nuestros filtros y prejuicios, lo comprendamos o no. Y que
podemos experimentar la Verdad de la Realidad de un modo más completo cuando
vemos cada momento de un modo fresco, sin preconcepciones sobre lo que debe
suceder. Así, los hechos de nuestra situación adquieren sentido, riqueza y profundidad,
puesto que nos ubican en el ámbito de lo que realmente existe, más allá de la superficie
de las cosas.

Subtipo sexual:
más emocional, dramático, rebelde, posesivo, controlador, contestatario y contrario a los
valores del mundo.

Subtipo social:
aparentemente el menos malo, tolera todo para ser tolerado y dominar, abusar,
satisfacer su deseo fálico y narcisista a través de la amistad, la complicidad; es tan
hermano que nadie se da cuenta que invade, manda, arremete, agrede, porque no se
enoja.

Subtipo conservación:
es el más silencioso y callado, más maquiavélico, menos emocional y más activo, brutal
e insensible, va y coge lo que quiere, busca satisfacción sin tolerancia a la frustración.
Eneatipo 9
Pasión: pereza espiritual
Fijación: acomodación, olvido de sí.
Rasgo característico: indolencia, sobreadaptación.

Insensibilización que responde a un gran sufrimiento. Pérdida de interioridad. Rechazo


inconciente a ver y resistencia a los cambios. Escasez de experiencias interiores.
Carácter resignado y abnegado. Sobreadaptación, autonegación, autoabandono interior,
desatención de las necesidades personales, más bien una disposición de “control
excesivo”. La adaptación al mundo (a los otros) sería demasiado dolorosa sin el olvido de
sí. Es una abnegación compulsiva: “existo porque puedo hacer” o “existo porque soy
útil”. Reciben las críticas como una desvalorización. Falta de defensa de los propios
derechos. Al vivir simbióticamente, vive indirecta o sustitutivamente. Podría decir: “yo
soy tú, luego existo”. Concienzudo, responsable, termina siempre “cargándose el
muerto”. Es una persona fiable y generosa, siempre dispuesta a llevar una carga pesada
sobre sus hombros. Pospone su propio bien y la satisfacción de sus necesidades, en una
condescendencia excesiva hacia las demandas y necesidades de los demás. La búsqueda
del Ser en el “lugar equivocado” se da como en todos los otros caracteres. Una de sus
formas es la “sobre-materialidad”: una búsqueda inconciente del ser en el campo de las
comodidades materiales. Sufrido que no reclama. Cuando pasa el momento de alegría
puede venir depresión, que queda detenida, sin pedir nada.

En el nivel de la Esencia, la Virtud del 9 es la Acción Esencial, un hacer para la propia


esencia, no un hacer compulsivo o superficial, sino un hacer con sentido: conectado con
la propia necesidad, viéndose a sí mismo/a, atendiendo los deseos propios. La Idea
Divina del 9 es el Amor Divino, y es también la Idea más fundamental, pues las demás
Ideas no pueden establecerse sin ella. Es el corazón de la realidad, su cualidad amorosa
y placentera intrínseca, cuando la contemplamos sin distorsión, sin las dicotomías que
produce el filtro del ego.

Subtipo sexual:
es el más emocional, tendencia a la fusión expresada con la persona querida, una
pareja, unión, tendencia simbiótica con individuos, el ser de ese otro pasa a través del
propio ser. La única manera de ser querido es ser como otro.

Subtipo social:
simbiosis con un grupo, deseo de pertenecer en forma colectiva; activo, servicial y
disponible para ganarse la fusión; es el subtipo más práctico, eficiente y resolvedor.
Puede ser calculador, empresario y trabajador. Buen humor, que tapa la tristeza
inconsciente por tanta autopostergación.

Subtipo conservación:
sentido de la existencia dado a través de la satisfacción de las necesidades básicas;
actitud de tener que juntar cosas, que luego ni cuida, ni quiere. Sentir el afecto a través
de cosas materiales; Sancho Panza, apetito que da gordura y que puede confundirse con
gula, pero es un “como, luego existo”, sin el placer del 7.
BREVE CARICATURA DE LOS TIPOS DE CARÁCTER

1.- El Carácter Iracundo: es un apasionado de la virtud airada y de la perfección


obsesiva. Se enoja con la realidad imperfecta de las cosas mundanas que nunca se
casan con la perfección virtuosa o bien intencionada de los principios morales, de las
reglas, de los códigos de valores, de los ideales y patrones prestablecidos.
Irascible, impaciente e irritable, desarrolla un perfeccionismo corrector en búsqueda de
un mejor nunca suficientemente bueno. Dedicado, serio, formal y estricto, sobresale por
la rigidez con la que se identifica con las reglas correctas y, con los altos patrones de
exigencia con los otros y sobre sí mismo. Es un crítico riguroso de sí mismo, del otro y
de lo insatisfactorio de las cosas en general, que nunca están tan buenas como podrían y
deberían estar. Activo, esforzado y severo, tiene poca tolerancia a la imperfección,
perdiendo en espontaneidad, naturalidad y placer para amoldarse a los patrones de alta
exigencia y corrección. Puritano de principios y moralista en la acción, se comporta
como más civilizado, educado y correcto, esmerándose como modelo de buen ciudadano
y riguroso cumplidor de los roles socialmente establecidos. Frecuentemente resentido
por tomar todo más en serio que los demás.

Ideas locas: “sea lo que sea, puede estar mejor”, “la vigilancia rigurosa se acerca a la
perfección”, “nada es perfecto sin el rigor de la vigilancia correctiva”.

Personajes famosos: Ricardo Lagos Escobar, Srta. Rottermeier (Heidi), Doctor Spock
(Viaje a las Estrellas).

2.- El Carácter Orgulloso: es un carente sublimado. Transforma la carencia en


sensación de abundancia, negando la propia necesidad, presentándose como un ser
generoso, desprendido, optimista, libre y feliz. Hace creer y termina creyendo también
en la veracidad de la sensación de abundancia generosa y este “invento amoroso”
camufla la carencia de fondo. Es un generoso que se enorgullece de su propia
generosidad, esto sirve para perpetuar el juego: da recibiendo admiración y
reconocimiento y transforma esto en auto admiración que anula el contacto con la
sensación inicial de carencia. Se comporta como un auto adulador. Seduce para
sentirse amado y ama seductoramente. Dado a idealizaciones fantasiosas de la realidad,
se apasiona por la propia pasión y se entusiasma con el propio sentimiento, pudiendo
perder el vínculo de referencia con el objeto (persona) amado.
Voluntarioso y hedonista, sensible, impulsivo e intuitivo, se muestra por encima de las
necesidades prosaicas del mundo, atento a los privilegios del “trono” y sintiéndose él
mismo un privilegiado.
Más que un “amigo del rey”, se siente el propio rey y se considera predilecto de Dios.
Algunos religiosos pueden llegar a usar la oración con el propósito de “ayudar a Dios” a
resolver los problemas del pueblo ignorante.

Ideas locas: “el Señor es mi guía y nada me faltará”, “me regocijo con el amor en
presencia de mis súbditos”.

Personajes famosos: Cleopatra, Elvis Presley, Benito Baranda.


3.- El Carácter Vanidoso: es un enamorado del desempeño, identificándose con los
roles representados, adecuándose a la imagen admirable reflejada en los ojos del otro.
Es un narcisista del desempeño, cualquiera sea su rol en el momento: por ejemplo, buen
amigo, modelo de esposa / marido, funcionario ejemplar, ejecutivo eficiente, etc., vive el
rol más que a sí mismo. Satisface la expectativa de un “otro generalizado”, poco atento
a su propia satisfacción verdadera, de ahí la falsedad intrínseca. Simula la actitud
adecuadamente esperada. Cambia como un camaleón, tomando los colores de la
situación en función de la expectativa externa más que por satisfacción propia. Piensa,
siente y hace aquello que se espera que haga, según los valores de moda. Ejecuta la
representación o “performance” adecuada al rol y es un buscador de “records”, corriendo
para superarse a sí mismo. Está siempre alerta, manteniendo la situación bajo control.
Vive en constante competencia para mejorar, desarrollar el rol del momento. Agil,
rápido y eficiente, midiéndose por el resultado del desempeño, como si su valor personal
estuviera directamente relacionado con sus realizaciones. Como una moneda que no
tiene valor intrínseco, pero vale por lo que compra, el vanidoso siente que tiene valor
por el éxito que logra.

Ideas locas: “soy lo que hago, valgo lo que demuestro”, “el éxito es mi meta y realizar
es mi nombre”.

Personajes famosos: Cecilia Bolocco, Barbie, David Copperfield (mago).

4.- El Carácter Envidioso: es un artista del sufrimiento, como estrategia de vivir y


para hacerse ver. Se siente único en su sensibilidad romántica, tendiendo a acariciar la
melancolía y privilegiar un sentimiento trágico de víctima, tanto de otro, como de la
situación o del mundo. Es una especie de orgulloso decaído, severo en las críticas y
autocríticas, experto en el reclamo, a veces abierto, a veces sutil en rol de enjuiciado o
de víctima desprevenida. Ve más la parte vacía del vaso con agua hasta la mitad, más
atento a lo que le falta que a lo que puede tener.
Domina el arte de reclamar o criticar como defensor de la virtud, haciéndose parecer
virtuoso o haciendo aparecer como virtud el apuntar la flecha hacia el otro.
La facilidad en crear necesidades falsas, hace que ponga siempre afuera el objeto de
satisfacción que nunca ocurre, postergando siempre el momento de sentirse contento y
grato con la realidad de la vida. Refinado y con sentimientos de originalidad, se siente
una persona muy especial, a pesar de la autoimagen rechazada y con tendencia a la
depresión ciclotímica.

Ideas locas: “¿cómo estar contento si existen tantas necesidades insatisfechas?”, “la
autenticidad de la vida es más intensa en la vivencia del sufrimiento”.

Personajes famosos: Joaquín Sabina, Violeta Parra, Frida Kahlo, Madrastra de


Blancanieves.

5.- El Carácter Mezquino: es un enamorado de la retención, se mantiene escondido


para no vaciarse de lo poco que siente que tiene. Evita involucrarse para no ser
devorado o engullido. Se siente más seguro observando desde afuera, sin
comprometerse en la acción. Con avaricia tiende a guardar para sí mismo sus
pensamientos, observaciones y sentimientos, manteniéndose distanciado y equidistante
de las contradicciones. No se expone, incluso cuando participa en grupos. Retraído al
contacto, poco dado a manifestaciones abiertas, prefiere la privacidad y el contacto
individual selectivo. Parco en su discurso y atento a no exponerse con transparencia,
prefiere ser encontrado que ir al encuentro de alguien. Oye más de lo que habla y
muestra menos de lo que ve. Aparenta concordar por fuera y por dentro hace sólo lo
que quiere. Nivela sus necesidades por abajo, para sentirse menos dependiente del
mundo exterior. Deja de dar en el presente para evitar el compromiso de dar en el
futuro. Tampoco recibe demasiado. En las relaciones humanas, su mercado de
intercambio opera siempre a la baja. No es un entusiasta de la convivencia.

Ideas locas: “mejor solo que mal acompañado”, “un día van a descubrir cuanto valgo”,
“nada merece mi manifestación de entusiasmo”, “las cosas son lo que son, no hay para
que manifestar entusiasmo”.

Personajes famosos: Sinead O’Connor, Quino, Albert Einstein.

6.- El Carácter Fóbico: es un enamorado de la incertidumbre y del miedo. Utiliza la


duda como principal método cognitivo y finalmente acaba por dudar de su propia duda.
Es dado a actitudes ambivalentes. Puede ser fanático y contra – fóbico para neutralizar
la desagradable sensación de miedo o incertidumbre. Protector y protegido. Acusador y
acusado. Tiene radar alerta al peligro que puede esconderse en cualquier aspecto del
presente y necesita ser evitado en el futuro. De ahí la necesidad de precaución
preventiva, intentando controlar el futuro y evitar lo peor. Visión jerarquizada del
mundo.
Sentimientos ambivalentes por la autoridad, que es necesaria para evitar el peligro del
caos, pero al mismo tiempo es algo de lo que no se puede confiar. Sumisión y
autoritarismo, se rige por la ley del gallinero: las gallinas que viven abajo reciben el
excremento de las de arriba. Frecuentemente prisionero de la angustia y ansiedad con
tendencia paranoica.

Ideas locas: “es mejor ser precavido para que las cosas anden bien”, “es necesario un
buen cumplimiento de las reglas en el presente para evitar las decepciones en el futuro”,
“es necesario imaginarse lo peor para realizar lo mejor”.

Personajes famosos: Rambo, Michelle Bachelet, Ché Guevara.

7.- El Carácter Goloso: es un enamorado del placer y un fóbico del dolor. Entre los
dos impulsos tiende a desarrollar la comodidad del egocentrismo astuto. No es extraño
un cierto grado de fraudulencia disfrazado por una buena articulación del lenguaje. La
inquietud en el presente y la planificación en el futuro generan pluralidad de ideas e
inconstancia en la acción. La atracción por lo nuevo y la racionalización de los fracasos
sustituyen los sentimientos desagradables de frustración y perpetúan la constancia de la
inconstancia. Insaciables en un acá insuficiente, tienden a andar en búsqueda de un allá
más promisorio. La agilidad en el pensamiento y en la argumentación verbal le impiden
mantener la lengua en reposo. Tiende a un opinar insistente que alimenta la actividad
mental y el delirio auto referente, impidiendo el silencio de la mente y, frecuentemente
del habla.
Argumentador y con tendencia a persuadir, inventa fáciles justificaciones y explicaciones
para todo. Idealista de pensamiento, creativo en el habla y narcisista en la mente, es
poco simpático con el enfado del interlocutor, tendiendo a involucrarse en interminables
discursos. No ahorra a sus víctimas su compulsión a la charlatanería, usando los oídos
ajenos para las divagaciones sonámbulas sobre los temas que van entrando en cuestión
sucesivamente. Autocrítica e inconformidad no están entre sus puntos fuertes.

Ideas locas: “más de algo agradable, es siempre mejor”, “es hablando que se aclaran
los pensamientos”, “siempre hay un atajo para las cosas difíciles”.

Personajes famosos: Peter Pan, Piñera, Jack Nicholson.

8.- El Carácter Lujurioso: es un apasionado por el poder y el dominio. No acepta el no


como respuesta y no sabe medir consecuencias para satisfacer deseos y conquistar sus
propósitos. Coloca la moralidad por encima del bien y del mal y no se regula por los
parámetros convencionales de la legalidad establecida. Se orienta por el rumbo deseado
y se va posesionando del camino recorrido. Es un rompedor de límites y obstáculos. Se
estimula en el desafío y no nota lo que cae a su paso.
Divide el mundo en fuertes y débiles, vencedores y vencidos. Los fuertes son como el
granito, insensibles a la intemperie y de ellos no se saca cosa alguna. Y no se les impone
nada. Comandantes de sí mismos y patrones del mundo, se nutren de la intensidad y del
exceso en el deseo. Dado a la exageración y a las actitudes megalomaníacas, no se llena
con poco, ni con las conquistas fáciles o gratuitas. La acción forma parte del poder y de
la conquista. Apostador innato, frecuentemente juega con el todo o nada. Cómplice en
la amistad y duro en la revancha. Posesivo, no tolera frustración, ni insatisfacción.

Ideas locas: “mejor tomar que pedir”, “sólo gana quien vence”, “puedo lo que quiero”,
“imposible en la disculpa de la debilidad”, “puedo lo que veo, quiero, pienso y deseo”.

Personajes famosos: El Padrino (don Vito Corleone), Rasputín, Fritz Perls.

9.- El Carácter Indolente: es un rutinario apegado al hábito y adaptado a las


costumbres. Trata de evitar el conflicto interior a través del autoapaciguamiento, flojo,
perezoso y de la narcotización de los instintos. Dado a hábitos repetitivos, es un
prisionero de la inercia ya sea estando parado o en movimiento. Tiene dificultad en
iniciar, dejando para mañana. Y cuando ya está en movimiento, no sabe parar,
perdiéndose en la rutina detallista o en la acción superficial, ajeno a la propia
interioridad. Ciego para sí mismo, y sordo para su voz interior, se vuelve un sobre
adaptado y conformista sin cuestionamientos que provoquen desarmonías, se deja llevar
por la corriente como uno más en el flujo de la multitud. Atento a la rutina de aquello
que necesita ser hecho por obligación, más que por preferencias de un querer personal.
Es un abnegado disponible a las necesidades generalizadas del otro más que a las
propias. Pasa el tiempo con actividades distraídas de lo esencial, evitando el contacto
con el tedio interior de vivir mecánicamente y de hacer por obligación, sin atreverse a
elegir el placer personal. Acomodado y postergador de sí mismo, tiende a reducir su
mundo a la simplificación de un realismo concreto y palpable. La manía de lo concreto le
dificulta la lectura entre líneas, con un entendimiento literal y poco perceptivo de las
diferencias y las sutilezas.

Ideas locas: “para qué buscar cuernos en los caballos, si ya sabemos que nacen sin
cuernos”, “para qué complicar, si podemos simplificar”, “dejar como está para ver como
queda, es mejor que cambios desconocidos”.

Personajes famosos: Sancho Panza, March Simpson, Nelson Mandela.

NOTA: este texto es una recopilación realizada por participantes de los procesos SAT
dirigidos por Claudio Naranjo, en especial en las sesiones que él condujo durante los
años 2001 a 2003 (Chile y Argentina).

Para profundizar en el Eneagrama, se sugiere consultar el libro “Carácter y Neurosis, una


visión integradora”, de Claudio Naranjo (Ed. La Llave, 2002).

Para profundizar en los aspectos esenciales de cada eneatipo, se sugiere consultar el


libro “Facetas de Unidad. El Eneagrama de las Ideas Santas”, de A. H. Almaas. (Ed. La
Liebre de Marzo, 2002), y el libro “La Dimensión espiritual del Eneagrama, los nueve
rostros del Alma”, de Sandra Maitri.

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