Una vez más, volviste a perder. Volviste a ilusionar,
volviste a dañar, volviste a engañar. Esa es tu historia de los últimos 31 años. Perder, fracasar, andar por el camino de la mediocridad, de la derrota. No se puede mas contigo, no hay respuestas a tantas caídas, solo queda para tus aficionados levantarse y apoyarte hasta el final, pero; ¿hasta cuándo?, ¿cuándo será el día en que las ilusiones, los sueños y los deseos los conviertas en realidad? Ya no pueden mas, te necesitan, te anhelan, te quieren, te aman. Pero tu desprecias ese amor y lo estas cambiando por odio, rencor y por dolor. Cada día tu historia de grandeza la dejas caer por los suelos, solo tú puedes salvar tu nombre, imagen y prestigio. Pero de esa manera no, jamás lo vas a poder hacer así, es decepcionante, en este deporte se gana, se empata o se pierde, pero, hay maneras de perder. Lo que hiciste el domingo fue simplemente el fiel reflejo de tu más reciente cuento, afuera siempre te ves mal, pero adentro te ves mucho peor. No cabe duda que si hubieras puesto el coraje, la determinación, el esfuerzo y empeño, que pusiste en la pelea, lo hubieras puesto en el juego, seguro estarías en la final, pero no, una vez mas tus elementos estuvieron por debajo de tu calidad. Hay muchos jugadores que no están a la altura de pertenecer a esta institución, pero el tiempo decidirá quienes son los que merecen estar ahí, en la historia de este club. No hay mal que dure cien años, ni mal que por bien no venga. Al final del día, tu historia va cayendo y tocando fondo. Seguirás siendo celeste, seguirás siendo Cruz Azul, la historia del eterno perdedor.