Periodismo, comunicación y derecho

Publicación exclusiva para la cátedra de Derecho de la Comunicación - UNLP

Cobertura de la Jornada Académica

“Proceso judicial, Prensa y Opinión Pública”
 ÍNDICE

pag. 4
Informe
La compleja relación entre la prensa
y el Poder Judicial
por Florencia Yanniello

pag. 8
Opinión - La página Negra
El juez no es periodista ni el periodista, juez
por Martín Landó

pag. 9
Opinión - La página Blanca
“La justicia secreta es de la Inquisición”
por Martín Landó

pag. 10
Informe
Peligrosa tensión
por Eva Quijano

pag. 12
Personajes: Carlos Rosanski
“El límite de la libertad de
expresión es el derecho del otro”
Staff por Bruno Verdeneli

Equipo de Redacción pag. 14

Eva Quijano Contracara
Florencia Yanniello El pícaro Rosanksi
Bruno Verdenelli por Lázaro Retta
Lázaro Retta
Martín Landó

Diagramación
Martín Landó

Entrevistas
Florencia Yanniello
Eva Quijano

codex@gmail.com
codex.googlepages.com
Derecho de la Comunicación
Cátedra II - Manuel Larrondo
(UNLP - Facultad de Periodismo)
La Plata - Buenos Aires
Argentina - CP 1900

3
Informe
La compleja relación entre
la prensa y el Poder Judicial
Por Florencia Yanniello
En el marco del Día Mundial de la Libertad de Prensa, se
llevó a cabo el pasado 6 de mayo la Jornada Académica
“Proceso Judicial, Prensa y Opinión Pública”, una actividad
organizada por el Instituto de Derecho de Medios de
Comunicación del Colegio de Abogados de La Plata, en la
que se debatió acerca de la repercusión de la información
transmitida por la prensa y sobre la compleja relación
entre el periodismo y la Justicia.
Los disertantes de la jornada fueron: el Doctor Carlos
Rosanski, Presidente del Tribunal Oral en lo Criminal
Federal Nº 1 de La Plata, el Doctor Ezequiel Klass,Vocero
de la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos
Aires, el Licenciado Hernán Cappiello, periodista del
Diario La Nación y el Dr. Manuel Larrondo y la Doctora
Analía Elíades; Director y Subdirectora del Instituto de
Derecho de Medios de Comunicación del Colegio de
Abogados, respectivamente.
Con este diverso panel de expositores y un auditorio
colmado de estudiantes de Periodismo y Comunicación
Social, se realizó un interesante intercambio sobre las
características actuales de la libertad de expresión, sus
alcances y limitaciones y sobre un tema central que
atravesó toda jornada: el acceso a la información pública
judicial por parte de la prensa, considerando a los medios
de comunicación como intermediarios entre la opinión
pública y los organismos y poderes del Estado.
Además se discutió sobre el tratamiento que la prensa le
da a la información judicial y los límites éticos y morales
que debe tener un periodista a la hora de publicar datos
que provenientes de una causa judicial.
El Doctor Manuel Larrondo comenzó señalando la
importancia que tiene el Derecho de Acceso a la
Información Pública en la actividad periodística y
remarcando que es un derecho contemplado en la
Constitución Nacional y en los pactos Internacionales de
Derechos Humanos, que actualmente genera conflictos y
tensiones, en cuanto a su ejercicio por parte de la prensa.
Larrondo se refirió a los “juicios morales” paralelos al
proceso judicial que se dan en la opinión pública cuando se
difunden las causas judiciales y a las posibles
consecuencias que puede tener la relevancia pública
sobre el resultado de los procesos.
Luego de esta introducción a cargo del Doctor Larrondo,
se exhibió de un video, en el que se reveló el tratamiento
que la prensa le dio al conocido “Caso Dalmasso”, durante
año 2007. El video muestra como el periodismo, en este
4
ADN
Lic. Hernan Carlos
Cappiello
Periodista del diario La Nación,
Es diplomado en Comunicación Social
e Imagen corporativa en la Universidad
Nacional Autónoma de México, tiene
numerosos cursos sobre Edición de
Periódicos, Periodismo, Comunicación
Social, es profesor de la carrera de
Comunicación Periodística de la UCA.
ADN
Dr. Ezequiel Klass
Director de Comunicación y Prensa de
la Suprema Corte Provincial con
poderes de Vocero Judicial de la
Provincia de Buenos Aires. Es docente
de la materia de Derecho a la
Información en la carrera de Ciencias
de la Comunicación de la Facultad de
Ciencias Sociales de la UBA y cuenta
con el título de Especialista en
Planificación y Gestión de la Actividad
Periodística de la UBA.
caso, traspasa las vallas de ética y no tiene límites a la hora
de difundir material de una causa judicial.
El breve documental sirvió de disparador, para que
comenzara su exposición el Doctor Ezequiel Klass, quien
se desempeña como Director de Comunicación y Prensa
de la Suprema Corte Provincial con poderes de Vocero
Judicial.
Klass centró su disertación en los beneficios que trajo a la
relación entre la prensa y el Poder Judicial la creación de la
figura del Vocero. Para Klass, las organizaciones cuyas
actividades no están dedicadas primariamente a la
información, como el Poder Judicial, deben de todas formas
fortalecer la comunicación con la comunidad, porque son

Con el Juez Carlos Rosanski, el Doctor Ezequiel Klass y el periodista Hernán Cappiello como
disertantes, se realizó en el salón de actos del Colegio de Abogados de La Plata una jornada de debate
sobre el acceso a la información pública judicial por parte de la prensa, en vísperas de celebración del
Día Mundial de la Libertad de Prensa.
ADN
Dra. Analía Elíades
Abogada (UNLP). Licenciada en Comunicación Social (UNLP).
Docente de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social (UNLP).
Ha cursado el Doctorado en Problemas Contemporáneos de los
Derechos Informativos en la Universidad Complutense de Madrid.
Secretaria Ejecutiva de la Revista RAP Provincia de Buenos Aires.
también titulares del Derecho a la Información; deben
ejercer su derecho y cumplir su deber de informar. Klass
explicó que en los últimos años los principales estamentos
de la Justicia nacional y provincial han creado o
reformulado sus áreas de prensa y comunicación. Dijo
también, que la Corte Suprema de Justicia de la Nación
creó el Centro de Información Judicial (CIJ), como
consecuencia de una de las conclusiones que disparó la
Conferencia Nacional de Jueces del año 2006.
En este sentido, se manifestó a favor de una relación fluida
entre el periodismo y la Justicia: “Hay una tarea en común
con la prensa, y esto no significa que el Juez sea mediático,
sino que debe comunicar bien las decisiones para que la
gente las entienda y se puedan producir debates
Informe
ADN
Dr. Manuel
Larrondo
Abogado (UNLP). Docente de la
cátedra de Derecho de la
Comunicación, Facultad de Periodismo
y Comunicación Social (UNLP). Autor
de numerosos apuntes de discusión en
materia de derecho de la comunicación:
“Tecnología y derecho en la Sociedad
de la Información”, "Intimidad y
Privacidad en el Derecho" (Trabajo
premiado por la Academia Nacional de
Derecho), “Cuando la responsabilidad
profesional del periodista garantiza el
derecho a la información”, entre otros.
ADN
Dr. Carlos Rosanski
Juez de Cámara, presidente delTribunal
Oral en lo Criminal Federal Nº 1 de La
Plata, reconocido por la opinión
pública por los juicios que ha tenido
que tener a su resolución, el
juzgamiento de Von Wernich y
Etchecolatz, los más renombrados. Es
miembro fundador de la Asociación
Argentina de Prevención del maltrato
Infanto-juvenil, miembro fundador del
Foro para la Justicia Democrática, es
docente de postrado de la Facultad de
Psicología de la UBA, en la Carrera de
Especialización en Violencia Familiar.
racionales”.
Luego fue más preciso en su postura: “La Justicia en
general debe reconocer, como lo hizo la Suprema Corte
provincial, que la información judicial suscita interés social
y debe darse a publicidad. Ese es el principio, esa es la regla”.
El Doctor Klass manifestó que actualmente se está dando
una notable apertura por parte de la Justicia hacia los
medios de comunicación y que eso ayuda a que se ejerza
legítimamente el Derecho a la Información. Advirtió que,
de todas formas, la prensa debe ser delicada en el
tratamiento de la información judicial y que existen ciertas
5
Informe

restricciones a la hora de suministrar a los medios la

información que requieren: se debe salvaguardar el
principio de inocencia, honor de los implicados en juicio,
secreto de sumario y los datos que por un contenido
íntimo o familiar deban quedar reservados al
conocimiento exclusivo de la partes, sus letrados y los
magistrados y funcionarios judiciales.

“Muchos ejemplos que ocurren a diario nos dan la pauta de

que la relación entre justicia y medios es conflictiva, está en
permanente tensión, pero creo que esto no es algo para
alarmarse, en todo caso la idea es pensar si esas tensiones
se pueden abordar de una manera destructiva o de una
manera creativa y constructiva”, concluyó Klass optimista.

El Licenciado Hernán Cappiello, por su parte, brindó una

visión de la temática desde otro ángulo, habló desde su
lugar de periodista, e hizo hincapié en las trabas y
complicaciones que el reportero tiene actualmente para
acceder a datos judiciales.

Cappiello abrió el juego con una pregunta retórica, que se

contestó él mismo: “¿Por qué nos interesa a los
periodistas lo que pasa en los tribunales? Porque por los
tribunales pasa la vida”. Con esta frase, se refirió al carácter
público que deberían tener las causas judiciales y a las
“consecuencias en lo cotidiano” que tienen las
resoluciones de los jueces.
“Creo que está claro que jueces y periodistas tenemos que
hablar, porqué existe una conveniencia mutua”, expresó
Cappiello con un tono irónico, y continuó: “los jueces
empezaron a darse cuenta de que en la lógica mediática el
espacio que no ocupan ellos lo van a ocupar otros. El
mensaje se va a difundir de todos modos, el espacio va a
quedar en manos de las partes, y las partes van a tener un
interés. Entonces el contenido del mensaje puede llegar
distorsionado o teñido de intencionalidad”.
Cappiello señaló tres problemas principales que, según su
criterio, atraviesa actualmente la comunicación entre
tribunales y periodismo. En primer lugar citó las
limitaciones en el acceso a la información y expresó que en
los casos en los que hay restricciones funcionales por parte
de los jueces en el acceso a los datos jurídicos, debe haber
una instancia de diálogo, para que puedan convivir ambos
intereses en un espacio de entendimiento. Esto es, que si
por ejemplo el Juez no le permite publicar cierta
información a un periodista porque podría llegar a afectar
la resolución del proceso judicial, entonces pueda
garantizarle que le concederá la exclusividad de la
información.
El segundo motivo conflictivo entre jueces y periodistas
que Cappiello señaló es el lenguaje en el que se manejan los
jueces en su actividad jurisdiccional. “El derecho les exige
usar ese lenguaje, que tiene que ser preciso porque esa
precisión es parte de su trabajo, igualmente esto no lo
exime de escribir en castellano”, ironizó Cappiello.
Declaró que los jueces deberían acercar el lenguaje de sus
resoluciones a la gente: “ellos no están sentenciando para
abogados de la contraparte sino para ciudadanos, y
nosotros estamos informando para ciudadanos”.
El último problema que Cappiello enumera es el de los
tiempos. “Los tiempos judiciales y los tiempos
periodísticos son diferentes”, argumenta el periodista,
señalando las diferencias existentes entre la velocidad de
una redacción y de los procesos judiciales.
Indicó, además, que la figura del Vocero Judicial ayuda a la
superación de estos conflictos y que existe también una
importante responsabilidad del periodista a la hora de
encontrar un punto de acercamiento y generar una
relación de respeto y beneficio mutuo.
El Doctor Carlos Rosanski, emitió una contundente frase
para abrir su ponencia: “Qué difícil que es bancarse la
libertad de expresión, el desafío más grande no es que haya
una norma que diga que hay que respetarla, sino bancarsela
en la práctica”. Con esa premisa guió su exposición, en la
que hizo referencia, al igual que el resto de los disertantes, a
la relación tensa entre justicia y medios, y realizó una
profunda autocrítica hacia el Poder Judicial.

6

“El día que hablemos en castellano la Justicia
va a sermás creíble”,
frase del Dr. Rosanski que resume su postura sobre
las dificultades de comunicación de los magistrados
Rosanski adhirió a los tres problemas señalados por
Cappiello que traban el vínculo entre periodismo y justicia,
y agregó una cuarta razón por la cual esta relación es tensa:
el descrédito que tiene la justicia ante la sociedad.Además,
coincidió con Cappiello en que la Justicia tiene un lenguaje
particularmente complejo que imposibilita que se
comprendan algunas cuestiones. “El día que hablemos en
castellano la Justicia va a ser más creíble. El lenguaje
exclusivo es utilizado, muchas veces como una
manifestación de poder”, declaró.
El Doctor Rosanski habló sobre el acceso de los
periodistas a la información judicial y sobre las
repercusiones e influencias que puede llegar a tener la
publicidad de las causas judiciales en su resolución. En este
sentido, señaló que los medios de comunicación persiguen
intereses políticos y económicos que, muchas veces, al
intervenir en un proceso judicial pueden influir sobre la
resolución de los casos. “Los medios responden a
intereses económicos concretos, que se convierten en
lobbys que actúan sobre personas concretas”, aseveró
Rosanski.
También se refirió a la necesidad y el deber que tienen los
jueces de comunicar por fuera de las sentencias, siempre y
cuando mantengan un criterio y estudien con
detenimiento el tema. Asimismo, manifestó que
recientemente escribió un proyecto de ley que obliga a que
la televisión pública difunda los juicios de relevancia pública,
con ciertas limitaciones lógicas que tienen que ver con las
Día Mundial de la Libertad de Prensa
El 3 de mayo fue fijado como el Día Mundial de la Libertad
de Prensa en conmemoración de una reunión de
periodistas africanos en mayo de 1991 en Namibia, en
donde se pactaron las condiciones de funcionamiento de
este derecho. A raíz de esa reunión de periodistas, la
Asamblea Mundial de las Naciones Unidas dictó la
resolución que decretó que ese día se conmemoraría
como el día de la libertad de prensa. La resolución
"Fomento de la libertad de prensa en el mundo”, de 1991
estableció que una prensa libre, pluralista e independiente
era un componente esencial de toda sociedad
democrática.
El 20 de diciembre de 1993, la Asamblea General de las
Naciones Unidas, por recomendación del Consejo
Económico y Social, reconoció el día al declarar el 3 de
mayo Día Mundial de la Libertad de Prensa.periodismo, el
sistema judicial y los ciudadanos, porque sin ese
intercambio de información no se puede consolidar la
democracia.
pruebas. Según Rosanski, la televisación de los juicios sería
una manera de darle mayor transparencia a la Justicia y
ayudaría a que se legitime el Derecho a la Información. “La
Justicia secreta es de la Inquisición, estamos en otra época y
el panorama es diferente; el hecho de que hoy estemos
hablando de esto, y que la Suprema Corte tenga un vocero,
habla de que debemos ser optimistas”, concluyó Rosanski.
Hacia el final de la jornada, la Doctora Analía Elíades,
resumió los temas tratados y esbozó algunas conclusiones
sobre las principales problemáticas abordadas por los
disertantes. Manifestó que la “saludable y necesaria tensión
entre jueces y periodistas” debe existir para que,
justamente, se geste el diálogo. Expresó también que hacer
valer el Derecho a la Libertad de Expresión representa un
desafío de la cotidianeidad y que para que se concrete, se
debe dar el necesario diálogo entre el periodismo, el
sistema judicial y los ciudadanos, porque sin ese
intercambio de información no se puede consolidar la
democracia.
De esta manera culminó la jornada, por la que pasaron
distintas voces y puntos de vista que enriquecieron el
debate y posibilitaron que, en vísperas del Día Mundial de la
Libertad de Prensa, se abriera la discusión sobre temas tan
importantes y medulares para el fortalecimiento de una
sociedad democrática.
7
Opinión - Comunicación y Justicia - La página negra
Necesidad de transparencia en la figura del Vocero Judicial
El juez no es periodista,
ni el periodista, juez.
Por Martín Landó
La figura del vocero judicial propone un canal intermedio entre la prensa y la
corte para poner los temas en un lenguaje común. Sin embargo, así como los
traductores y embajadores de la antigüedad, la figura, centralizada como se la
propone, no está exenta de abusos.
El axioma de que los “jueces hablan por sus sentencias” se
coloca en el ojo de la tormenta: los magistrados han
comenzado a advertir que la actividad judicial ya no puede
desarrollarse encapsulada en los Tribunales, al margen de las
nuevas tecnologías de la información y de la exposición de
los medios de comunicación.
Como pudieron explicar los expositores, los magistrados
conocen el derecho efectivo a la información y saben que
los medios obtendrán una versión sobre sus causas, alguna
versión y que es preferible que esta surja de ellos, de la
fuente más directa, ya que también les resulta útil al
funcionario judicial la divulgación de sus fallos.
En la realidad, magistrados, fiscales y funcionarios no
acostumbrados al lenguaje mediático se suman a una
tendencia de los medios hacia malinterpretar o tergiversar
la información referente los casos que adquieren relevancia
pública. Como resultado, el público confundido forma una
opinión poco acertada sobre un fallo del que no ha sido
debidamente informado.
En el medio, surge la figura del vocero judicial, un agente de
prensa del 3er poder que negocia su posición entre la
vorágine de la inmediatez de la profesión periodística y el
delicado juego político de ciertos agentes judiciales que
prefieren mostrarse aún cuando su mensaje sea confuso,
carente de interés para el público o pueda traerle
problemas relacionados con su función.
El vocero entonces aportaría funciones escenciales al
proceso de comunicación:
- Transmitiría el contenido de las sentencias en forma clara
y adecuada.
- Buscaría que se garanticen los derechos de las personas
involucradas en el juicio.
- Evitaría que se emitan todo tipo de especulaciones sobre
circunstancias hipotéticas que pudieran surgir durante el
transcurso de una causa.
- Realizaría la negociación con el medio, evitándoles ser
sujetos de una exhibición innecesaria y quitando del
magistrado la presión de manejarse según tiempos
Inadecuados a su función.
8
Sin embargo, la relación en el día a día entre magistrados y
periodistas convierte a estas funciones en un caso idílico: gran
parte del trabajo del vocero entonces estará más cerca del
agente de prensa que filtra la presión constante y evita el
contacto directo hasta que el funcionario pueda emitir un
juicio de valor al respecto. Y dado que se trata de una figura de
reciente incorporación, el vocero judicial suele darse como
una figura única, centralizada, a cargo de una determinada
oficina de prensa dentro del ámbito al que pertenece.
De esto se desprende el peligro, más certero que potencial, de
jerarquización de la función del vocero: al ser el encargado de
portar el mensaje, todo funcionario judicial debería pasar por
su filtro antes de presentarse frente al medio, subordinandose
a que este le diga cómo tiene que decir lo que quiere decir y si
lo que va a comunicar resulta de su conveniencia.
Un caso puntual de esta desviación es lo ocurrido en el caso de
María Marta García Belsunce, donde quien era el vocero de la
Procuración General en aquel momento, Julio Vedio, convenció
al ex Procurador General De la Cruz de entregar información
en forma selectiva y parcializada a la prensa. Esto disparó que
la familia del imputado hiciera lo propio, lo que generó un juicio
mediático atiborrado de idas y vueltas que terminó por
debilitar aún más la imagen de la justicia.
Además, como contraparte, al ser una única oficina central,
funcionarios más alejados sufren la exposición al medio antes
de poder consultar una forma correcta de presentar un
determinado tema y terminan por presentarse ante el medio
sin tener una versión acabada y vulnerando muchas veces
garantías de las partes involucradas. A su vez, los voceros no
son más que agentes de prensa y el poder judicial no está
exento de intereses.
En base a esto, surge la inquietud, ¿es necesario un mecanismo
de oficinas de prensa locales para cada dependencia del poder
judicial? ¿No hay otras formas de sanjar el problema? ¿Una
formación interdisciplinaria para estudiantes de derecho o
periodismo no evitaría la necesidad de puentes?
Al menos, como una esperanza extinguida, siempre existe la
posibilidad de que se genere una relación de confianza entre un
periodista y un magistrado, sin relación contractual de por
medio, donde ambos comprendan la utilidad del otro.
 Opinión - Comunicación y Justicia - La página Blanca

¿Lenguaje judicial o hablar en “criollo”?

“La justicia secreta es

de la Inquisición”
Por Martín Landó

El juez Rosanski destacó la importancia de que los magistrados se manejen con un

lenguaje claro y transparente, afirmando que las causas deben ser de total
conocimiento público.
¿Es bajarse del estrado una alternativa para la comprensión?

“Las sentencias tienen que poder ser leídas por
cualquiera”. Bajo esa frase, Carlos Rosanski emitió su
opinión en la dicotomía entre la “escritura experta”,
esel lenguaje elevado, por momentos preciso (y muchas
veces confuso), utilizado al momento de emitir fallos, y
la necesidad de que la persona media pueda
comprender la intención detrás de las palabras del juez.
Mismo conflicto que se eleva a la difusión pública de lo
que sucede puertas adentro de los tribunales y el
derecho a la información, con el posible riesgo de que la
opinión pública interfiera en el desarrollo de causas en
proceso.
Según el magistrado, la interferencia mediática es el
resultado de una mala negociación, ya que toda
información que no vaya en contra de los derechos de
las partes debería ser de público conocimiento. En sus
palabras, “la persona media debería ser capaz de
juzgar cualquier caso”.
Sin embargo, se producen dos hechos, no menores, que
atentan contra la apertura de la información de la que
habla Rosanski.
Por un lado está la tradición de los jueces de mantener
la estructura de estrado. De situarse en una posición de
poder desde la cual sus sentencias, comprendidas por
unos pocos, no admitan crítica alguna que pueda dañar
la imagen del magistrado.
Por el otro lado, la falta de formación por parte del
periodista medio para levantar la información en forma
adecuada a partir de la lectura de un fallo, causando en
múltiples oportunidades un incremento de la
desinformación.
Básicamente, se puede resumir bajo la premisa de que
los jueces redactan en forma difícil y los periodistas han
demostrado no ser los mejores traductores capaces de
descifrar el intrincado lenguaje judicial.
Pero Rosanski no es el primero en tratar este tema.
Numerosos lingüistas y especialistas del derecho como
Alcaraz & Hugues o Eva Samaniego han abordado el
tema de la “opacidad” del lenguaje jurídico en
castellano, muchas veces justificando su necesidad de
manejarse dentro de parámetros tecnicistas, pero
reconociendo un claro abuso.
El reciente libro de Miguel Angel Campos, “El lenguaje de las
ciencias jurídicas: Nuevos retos y nuevas visiones” descarta
la teoría del “tecnicismo necesario”, adjudicando que la
verdaderas fallas en la redacción se provocan por:
- Abundancia de estructuras impersonales y pasivas, que
refuerzan la distancia jerárquica del magistrado.
- La construcción oraciones excesiva e injustificadamente
largas.; y, como consecuencia de ello anterior,
- La abundancia de oraciones subordinadas, encadenadas
mediante numerosos incisos, cláusulas absolutas y gerundios,
que permiten condensar grandes cantidades de información en
un mismo párrafo.
Pero, ¿existen soluciones?
Del Reino Unido, surgió en la década de los 70 el movimiento
Plain English Campaign, con el objetivo de luchar contra el
legalese, e lenguaje incomprensible empleado en el discurso
burocrático y jurídico. Esta iniciativa, emprendida por los
grupos de defensa del consumidor, tiene como finalidad
prioritaria garantizar el derecho de los ciudadanos a
comprender los documentos que les afectan directamente,
por lo que, en un primer momento, se aplicó sobre todo a
algunos formularios administrativos y documentos
comerciales emitidos por bancos, compañías de seguros y
empresas multinacionales.
En Argentina, el Ministerio de Economía dirige el proyecto
“Comunicación en Lenguaje Claro”, que se incluye en el
“Programa de asistencia técnica para el fortalecimiento
del sistema nacional de inversión pública” (FOSIP),
financiado por el Banco Mundial. El propósito, por el
momento, es mejorar la comunicación escrita nacional en el
marco del Sistema de la Administración Financiera
Gubernamental, siguiendo el modelo del Plain Language
Movement.
Sin embargo, estando atado el poder judicial argentino a la
figura del juez tradicional (y teniendo en cuenta que el
proyecto dentro del Fosip ya tiene un par de años), ¿cuanto
tiempo hará falta antes de que efectivamente veamos un fallo
escrito en cristiano?
(Y que, por supuesto, no sea de Rosanski)

9
Informe
PRENSA, JUSTICIA Y OPINIÓN PÚBLICA
PERMANENTE TENSIÓN
Problemas de comunicación entre la prensa y los jueces. Complicado lenguaje
de las sentencias. Descrédito de la justicia en la sociedad. Influencia en la
opinión pública.
Con motivo de la conmemoración del Día
Mundial de la libertad de expresión, 3 de mayo,
homenaje a una reunión de periodistas africanos,
en esta ocasión, se juntaron reconocidos
disertantes para hablar de la relación entre
procesos judiciales, prensa y opinión pública.
Como representante de la justicia, el Doctor
Rosansky sostuvo que el descrédito de la justicia
en la sociedad es lo que hace compleja la
comunicación con la prensa que influye en la
opinión pública.A su vez, en torno a la complicada
relación de los medios con la justicia, agregó que
en la actualidad es imprescindible la formación
del periodista ya que las sentencias tienen un
lenguaje exclusivo, aunque reconoció que
deberían ser leídas por cualquiera, “hablar en
castellano, no en latín” y declaró que eran una
demostración de poder por parte de los jueces.
10
Por Eva Quijano
El periodista de La Nación, Capiello, sostuvo que
la relación entre la prensa y la justicia es de
conveniencia mutua. Explicó que existían tres
problemas de comunicación entre los tribunales
y los periodistas: el acceso a la información ya que
se trata de un diálogo para cubrir respectivos
intereses por lo que se establece un límite al
llegar a la opinión pública; por otro lado, al igual
que lo planteado por el reconocido juez, sostuvo
que el lenguaje preciso de las sentencias obliga al
periodista a capacitarse para cubrir las
cuestiones del derecho. Como último problema
dijo que los tiempos del periodismo no son los
mismos que los judiciales, por tal motivo se
deben buscar las formas de conciliar estos dos
extremos tan importantes para la sociedad.
El doctor Klass, vocero de la corte suprema,
también reconoció la tensión entre los medios y
la justicia pero destacó, con esperanza de ser
revertida, que no está carente de discusiones
constructivas como la que se estaba llevando a n

cabo. Dijo que la información judicial debe darse
a conocer a la comunidad para insertarse en ella
y probar así su función social. Desde su posición
sostuvo también que hay predisposición para
colaborar con los medios y contó la creación del
Centro e Información Judicial que da las
informaciones de este tipo a nivel nacional. En
relación a esta última oficina, Capiello hizo
referencia y sostuvo que aún le faltaba mucho
por mejorar.
Sumada a la posición positiva y esperanzada de
Klass, al cierre de la exposición, la abogada
Elíades concluyó que la relación tensa entre el
periodismo y la justicia era una cuestión
saludable y necesaria, que no era un tema nuevo
pero si pasional y que era necesario el diálogo
para conciliar estas posiciones y lograr una
democracia.
Informe
Varios puntos en común hubo entre los
expositores que reconocieron la complicada
s i t u a c i ó n d e e s t o s á m b i t o s d e b i d o,
principalmente, al lenguaje cerrado e
inentendible de la justicia, la falta de colaboración
de ésta para con los medios, la falta de
autorregulación de los periodistas en el
tratamiento de las noticias, entre otras razones.
Aunque resulte complicada, esta situación puede
ir mejorando. El mejor punto de partida es el
debate de la problemática, otra posible solución
puede encontrarse en televisar los juicios, para
demostrar transparencia y la responsabilidad
social de la prensa y la justicia. Lo importante es
que se llegue a encontrar un equilibrio y una
conciliación en el trabajo conjunto de ambas, sin
perseguir intereses particulares y pensando en la
democratización de la opinión pública.
11
Personajes: Carlos Rosanski

“El límite de la libertad de

expresión es el derecho del otro”
Por Bruno Verdenelli

El juez que se hizo

f a m o s o p o r
encabezar los
procesos legales
contra los represores
Etchecolatz y Von
Wernich dialogó con
Codex, y manifestó la
necesidad de que se
propague a través de
los medios la labor de
la justicia. “El hecho
de que se pueda
difundir que la justicia
trabaja es una forma
de luchar contra la
impunidad”, explicó.

Carlos Rozanski viste prolijo. Su manera de expresarse
denota una seguridad intelectual que pocos tienen, y su
pelo largo parece distinguirlo de sus colegas
estereotipados. El juez, que hoy en día es reconocido por
haber sido presidente de los tribunales que condenaron al
ex - comisario y represor de la policía bonaerense, Miguel
Etchecolatz, y al ex - capellán de la misma institución,
Christian Von Wernich, tiene un largo recorrido en la
profesión del derecho, y es además especialista en el tema
de las violaciones sexuales de adolescentes. Rozanski
parece un abogado distinto...
Carlos, usted sabe que la justicia está desprestigiada en la
Argentina. ¿Cree que mediante la tarea ejemplificadora de
los jueces se puede “popularizar” la justicia?
Yo considero que hay cosas sobre las que un juez puede y
debe hablar. Prohibirle que hable de ellas es seguir
manteniendo ese hermetismo que hace que un juez hable
en difícil, y si habla en difícil no lo entiende nadie. Entonces
así no podemos avanzar nunca.
Pero muchas veces para no dar información clara, los

12
 Personajes: Carlos Rozanski

jueces directamente no hablan y escudan en el secreto de

sumario...

Cuando dicen que es secreto de sumario, es secreto de

sumario y es en aquel período inicial del proceso en que no
conviene que se difunda la información porque pude
perjudicar la investigación. Sacando eso, todo el resto hay
que decirlo. Pero hay que decirlo bien. Es imprescindible
que haya responsabilidad en ese sentido, porque sino la
información es distorsionada.

¿Y qué rol jugaría la prensa en esa interacción entre los

jueces y la sociedad?. Los periodistas tienen el deber de
transmitir claramente la información, pero siempre se trata
de analizar y buscar una mirada crítica.

La responsabilidad del periodista está en poder formarse

en lo que está haciendo. A veces hay noteros que salen a
cubrir una nota o un tema determinado y no se han
informado y terminan preguntando cosas que son
absurdas. Me ha pasado, lo viví y a veces me quedo
pensando qué contestarles. La inquietud y la solvencia del
periodista no sólo le hacen bien a su trabajo, sino que le
hacen bien a la justicia y a cualquier otro trabajo. Es
importante por eso que se formen, que se preocupen y que
se informen también.
Los juicios que usted presidió contra los ex - represores
fueron bastante mediatizados
¿Cree que esto ayuda o limita los procesos legales?
El hecho de que se pueda difundir que la justicia trabaja y
termina sancionando a personas que han cometido delitos
es una forma de luchar contra la impunidad, y es una forma
de prevenir que ese delito no suceda más. Si por el
contrario, nadie se entera, lo que se sigue leyendo es que en
la esquina han violado una señorita, al lado de la Estación, y
siguen violándola. Entonces, de ahí la importancia que tiene
difundir. No es una cosa secreta la justicia, pero se ha
manejado históricamente así, y eso está mal. El juicio tiene
que ser televisado. Freud decía que el ser humano es capaz
de cometer casi cualquier delito si sabe que puede hacerlo
sin castigo y siempre ha sido así. La estadística que se da es
que de las personas que van a juicio, o una parte
importante, terminan condenados.Televisar juicios o dar a
conocer en los medios de difusión el transcurso de ellos, y
que terminen de la manera en la que deberían terminar,
porque se supone que la mayoría de las personas que van a
juicio terminan condenadas, ya que hay un proceso
anterior de filtro, ayuda a luchar contra la impunidad.
Rozanski es claro. Parece ser miembro de una corriente
progresista dentro del derecho, y no sólo por haber sido
uno de los responsables de las condenas históricas de
Etchecolatz y Von Wernich, sino porque en los conceptos
que pregona se puede divisar una cuota de sentido crítico
de la realidad socio-cultural argentina, y de la relación que
la justicia y la información tienen con la prensa, actor que
reconoce como determinante en la actualidad a la hora de
transmitir los hechos a la sociedad.
Por último, usted, que se ha transformado para la sociedad
en una especie de paladín defensor de los derechos
humanos, ¿cree que existe el respeto de la libertad de
expresión en la Argentina? Teóricamente este derecho
constituye uno de los pilares más sólidos de la
democracia...
-Es un tema muy amplio, porque la libertad de expresión es
muy difícil de bancar porque está atravesada por muchos
prejuicios. El límite de la libertad de expresión es el
derecho del otro. Es decir, hay ciertas cosas de la intimidad
de las personas que de ningún modo integran el tema
libertad de expresión, porque son absolutamente
personales e íntimas.Y además, sólo se quieren develar por
daño, por morbo o por negocio, pero no porque sea
correcto. Entonces, es un tema que hay que analizar.Yo creo
que tiene que ser en su sentido amplio aplicado el derecho
con la sola limitación del daño que se ocasione
a la sola persona sobre la que se está
difundiendo información.
.
13
Contracara

El pícaro Rosanski
Por Lázaro Retta

El título de la jornada académica fue “Proceso Judicial, prensa y opinión pública”. Para debatir
acerca de cómo repercute la información transmitida por la prensa, los demás expositores
habían preparado una interesante disertación. Ellos, (Ezequiel Klass, vocero de la Suprema
Corte bonaerense, y Hernán Cappiello, periodista del diario La Nación), tenían todo planeado.
Él no.

El Doctor Carlos Rosanski, tercer disertante

invitado, no llevó su discurso escrito; se limitó
a escuchar a los demás participantes y a
realizar alguna anotación. Al momento de
tomar la palabra, esto se hizo evidente, no
porque no pudiera seguir el hilo conductor
de la charla, sino porque lo hizo casi
íntegramente a partir de las acotaciones a
algún pasaje de otro orador, y del relato de
varias anécdotas recolectadas durante
muchos años de ejercicio de la profesión.

Allí, el público pudo comenzar a conocer una

faceta poco mediática del juez, que tiene que
ver con el humor. Rosanski “se robó” la charla
al romper con simpatía -y siempre con altura-
la rigidez que envolvía una charla tan
interesante como lineal y estática. Lleno de
picardía, comenzó a graficar momentos de su
discurso con el relato de historias hilarantes
vividas por él mismo o adjudicadas con
permiso del protagonista.

Y repentinamente estaba en un pueblito

perdido de la provincia de Buenos Aires,
donde en la puerta de los tribunales, un
periodista le preguntó a un vecino qué
opinaba del juicio, y éste le contestó que ya
sabía qué había sucedido, y que solo venía a
ver si los jueces se daban cuenta.Y enseguida
estaba en Cuba, en donde pudo conocer los
tribunales mixtos; esos donde tres
integrantes del tribunal eran abogados y los
restantes eran vecinos, y aunque no pudo
conocerlos personalmente, se animó a
adivinar que una jueza era modista, y que un
juez era carpintero.
Ambos relatos fueron citados para hacer
referencia a la idea de que ser Juez no es
imposible, solo hay que tener sentido común.
Pero no necesitó explayarse mucho sobre
eso, porque los ejemplos fueron claros.
Entonces, en un santiamén, se fue a La Pampa,
donde analizó la sentencia de un caso de
violación.Allí un juez había pedido la pena
CARLOS
ROSANSKI,
JUEZ FEDERAL
caricatura de
ROBERTO BOBROW
mínima para el violador, y en su voto argumentó que en la vida se gana
y se pierde, y que, en este caso, “la víctima y el victimario perdieron
feo”.
Los ojos de Rosanski brillan en el escenario, la expresión con la que
cuenta la historia cuenta más que la historia misma. El auditorio
cautivado no quiere perder detalle. Pero es difícil seguirlo, porque
está dando una capacitación en una provincia, y se va a Estados
Unidos, donde de casualidad presencia el juicio a O. J. Simpson, quien
no mató, sino que “recontra mató” (sic) a su esposa. Entonces
apareció en Río de Janeiro, donde supo de esa muchedumbre que casi
apedrea a un suicida frustrado por haberse arrepentido de saltar al
vacío.
El pícaro Rosanski se cargó la charla al hombro, y sin discursos
preparados, viajó con ella por el tiempo y por el espacio. Luego de su
participación dos cosas quedaron en evidencia; por un lado, la
experiencia madura del Juez en eso de tomar la palabra. Por otra
parte, se hizo notoria la compatibilidad que existe entre el ejercicio
pleno de una profesión jerarquizada como la suya, y el hecho de
evitar las formas discursivas férreas que tradicionalmente rodearon a
la Justicia.

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UNLP - 2008