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ENLACE QUIMICO
En general, la química no se preocupa de los átomos aislados. En la mayoría de los casos la química
estudia los átomos que se encuentran unidos por fuerzas de atracción, y también la naturaleza de las
fuerzas, las que reciben el nombre de “enlace químico”.
Una buena comprensión del enlace nos permite , por ejemplo, explicar la reactividad de un compuesto,
su estructura y sus propiedades.
Los enlaces se consolidad a través de los electrones de la capa de valencia de los átomos participantes.
Debido a que los electrones de las capas internas se encuentran atraídos con más fuerza por el núcleo,
no suelen participar en la formación de enlaces entre los átomos y son los electrones de la capa de
valencia los que participan en el proceso.
Con el fin de resaltar estos electrones, se suelen escribir sus configuraciones electrónicas de forma
abreviada, que consiste en indicar el gas noble anterior al elemento en el sistema periódico entre
corchetes y expresar únicamente los electrones de los orbitales más externos. Por ejemplo:
Sin embargo, se introdujo un simbolismo muy útil que consiste en representar por un punto o una cruz
cada uno de los electrones de la capa de valencia rodeando al símbolo del elemento. Esta
representación , se denomina “estructura de Lewis ó simbología de Lewis. Por ejemplo:
átomo de sodio Na +
..
átomo de cloro : Cl .
..
átomo de magnesio + Mg +
átomo de calcio Ca +
+
1. ENLACE IONICO
2. ENLACE COVALENTE
3. ENLACE COVALENTE COORDINADO
4. ENLACE METALICO
5. FUERZAS INTERMOLECULARES
1. ENLACE IONICO
La tracción electrostática que une los iones de cargas opuestas se denomina enlace iónico. Es decir, el
enlace iónico es un modelo electrostático basado en una transferencia de carga.
Por ejemplo
De los tres ejemplos anteriores y teniendo en cuenta la representación de Lewis, se obtiene una
estructura dipolar . Un dipolo se define como: una molécula eléctricamente asimétrica y que tiene
cargas opuestas en dos puntos.
Propiedades de los compuestos iónicos:
1.- Estructura.
Se ha dicho que el modelo del enlace iónico está basado en la transferencia de electrones y consiste en
la atracción entre iones positivos y negativos. Tal como se ilustra en la siguiente figura, la fuerza de
atracción electrostática en un compuesto iónico actúa en todas las direcciones, y cada ión, en un sólido
iónico cristalino, está rodeado por otros iones de carga opuesta. Por ejemplo, cada ión sodio, en el
NaCl, está rodeado de 6 iones cloruros y cada ión cloruro está rodeado de 6 iones sodio, constituyendo
una estructura gigante tridimensional.
(a) (b)
(b) modelo que muestra la disposición geométrica de los iones sodio y cloruros en la
red tridimensional. Las esfera más grandes representan iones cloruros y las más
pequeñas iones sodio.
2.- Lo anterior explica, además , los elevados puntos de fusión de los compuestos iónicos.
3.- En relación con la conductividad eléctrica, los compuestos iónicos sólidos presentan bajas
conductividades eléctricas , pero en estado líquido son buenos conductores de la electricidad.
4.- Los compuestos iónicos son, en general, muy duros pero quebradizos (frágiles)
5.- Muchos compuestos iónicos son solubles en agua. La solubilidad se debe a que las moléculas de
agua se introducen entre los iones que conforman la estructura iónica ( cristalina) y rodean a cada ión,
separándolos de los otros. Es decir, se produce una hidratación de los iones. Las moléculas de agua se
unen a cada ión formando una especie de jaula que impide que el ión vuelva a la estructura iónica.
2.- ENLACE COVALENTE
El enlace covalente se caracteriza porque los átomos que conforman un compuesto lo logran
compartiendo electrones ( pueden compartir un par , dos pares y tres pares de electrones.
Para describir el enlace covalente se utilizan los símbolos de Lewis. La molécula de hidrógeno, H2 ,
proporciona el ejemplo más simple posible de enlace covalente . Se puede representar de la siguiente
manera:
El par de electrones compartidos provee a cada átomo de hidrógeno con dos electrones en el orbital
(1s) que constituye su capa de valencia, de modo que cada hidrógeno adquiere la configuración
electrónica del gas noble “helio”.
De manera similar, cuando dos átomos de cloro se combinan para formar la molécula de cloro:
Cada átomo de cloro, al compartir el par de electrones del enlace, completa ocho electrones en su capa
de valencia y adquiere así, la configuración electrónica del gas noble “argón”.
Las estructuras representadas utilizando los símbolos de Lewis de denomina “ estructuras de Lewis”.
Al escribir estas estructuras se acostumbra a representar el par de electrones compartidos mediante un
corto trazo. De esta manera, las estructuras anteriores se representan como:
Es posible formalizar la escritura de las estructuras de Lewis introduciendo la “regla del octeto”. Esta
regla establece que muchos elementos forman enlaces covalentes completando ocho electrones en su
capa de valencia. Aunque existe excepciones a la regla del octeto, ésta es útil a causa del gran número
de compuestos que obedecen dicha regla.
En general, tratamos de cumplir con la regla del octeto al escribir estructuras de Lewis a menos que
sea imposible hacerlo.
La regla del octeto tiene su origen en la estabilidad especial de la configuración tipo gas noble. Así,
por ejemplo, el carbono, el nitrógeno, el oxígeno, y el flúor alcanzan la configuración electrónica del
“neón” cuando ellos completan ocho electrones en su capa de valencia. Es posible predecir el número
de enlaces que formarán los no metales en sus compuestos covalentes, puesto que el número del grupo
indica el número de electrones de valencia , siendo el número de enlaces igual al número de elecrones
que faltan para completar ocho.
Así, los elementos del grupo VII A, tal como el flúor formarán 1 enlace covalente para completar el
octeto; los elementos del grupo VI A, tal como el oxígeno, formarán 2 enlaces covalentes; los del
grupo V A , tal como el nitrógeno, formarán 3 enlaces covalentes; y los del grupo IV A , tal como el
carbono, formarán 4 enlaces covalentes. Estas predicciones se cumplen en numerosos compuestos. Por
ejemplo, si consideramos los hídridos de los no metales del período 2, tenemos:
En todos los enlaces en que participa el hidrógeno, éste no puede, ciertamente, completar un octeto,
pues adquiere siempre la configuración electrónica del “helio” (con dos electrones).
Dos ejemplos interesantes son las moléculas de fluoruro de oxígeno, OF2 , y el fluoruro de nitrógeno,
NF3. Para escribir las estructuras de Lewis, se escribe primero los símbolos de Lewis, en cada caso.
Uniendo cada uno de los electrones desapareados del oxígeno con el único electrón desapareado de
cada flúor, se obtiene:
ENLACES MULTIPLES
Debido a que el átomo de nitrógeno tiene cinco electrones en su capa de valencia requiere compartir
tres pares de electrones a fin de completar el octeto.
El ejemplo más importante conteniendo “enlace doble” es la molécula de dióxido de carbono, CO2 :
La estructura de Lewis para el CO2 muestra claramente cómo esta molécula cumple la regla del octeto.
El total de electrones de valencia es 1 + 5 + (3 x6) = 24. Se ha señalado que en los oxiácidos el átomo
central está rodeado de átomos de oxígeno, y los hidrógenos que haya se unen a los átomos de
oxígeno. Luego, podemos escribir:
Los cuatro enlaces ocupan ocho electrones. Ubicamos dos pares de electrones en el
átomo de oxígeno que hay entre el H y el N, completándose un octeto. Con ello tenemos
doce electrones ubicados. Si, además, los otros doce electrones los ubicamos de a seis
en cada oxígeno tendremos
Completándose un octeto para cada átomo de oxígeno, pero el nitrógeno queda sólo con seis; por lo
tanto, debe haber un enlace doble entre el átomo de nitrógeno y uno de los de oxígeno.
En ella se observa que de los cinco electrones de valencia del nitrógeno uno es compartido con uno del
oxígeno de la izquierda y dos son compartidos con dos electrones del oxígeno ubicado abajo formando
un enlace doble; los otros dos electrones los comparte con el átomo de oxígeno ubicado arriba, el que
no aporta ningún electrón puesto que tiene sus electrones ubicados a su alrededor en tres pares no
compartidos. Es decir, el enlace entre el nitrógeno y el oxígeno de la parte superior consiste en
compartir los electrones que han sido aportados, ambos, por el átomo de nitrógeno. Este enlace
covalente recibe el nombre de “enlace covalente coordinado y se indica a veces, cuando es necesario,
con una flecha en lugar del trazo que va del átomo que aporta los electrones al átomo que los recibe
para compartirlos:
No existe, por supuesto, ninguna diferencia entre un enlace covalente y un enlace covalente
coordinado salvo que sólo uno de los átomos aporta el par de electrones compartidos.
Otro ejemplo típico de enlace covalente coordinado se observa en los iones “amonio” (NH4+) y el ión
“hidronio” (H3O+).
El caso del ión amonio es interesante y, además muy importante. Como sabemos el ión amonio se
forma por la acción de un ácido sobre el amoníaco. El amoníaco, en su calidad de base, capta un
hidrógeno (o protón) del ácido:
Formando el ión amonio (que es el ácido conjugado de la base amoníaco). Esta reacción es posible,
puesto que como hemos visto, el amoníaco posee en su estructura un par de electrones no compartidos,
los cuales atraen al ión hidrógeno (sin electrones) para formar un enlace covalente coordinado.
Utilizando la simbología de Lewis, podemos representar esto como:
Otro ejemplo, de gran importancia, es el ión “hidronio”, H3O+. Su formación se representa utilizando
la simbología de Lewis, como:
Excepciones a la regla del octeto
Existen numerosas moléculas e iones que no cumplen la regla del octeto. Estas excepciones son de tres
tipos.
1.- Uno de ellos lo constituyen aquellas especies en que el número total de electrones de valencia es
impar. En la mayoría de las moléculas, como hemos visto, el número es par y se produce un
apareamiento completo de espines. Pero en moléculas como ClO2 , NO y NO2 , el número de
electrones es impar. Por ejemplo, el NO tiene 5 + 6 = 11 electrones de valencia. Por supuesto no puede
haber un apareamiento completo de electrones siendo imposible completar un octeto alrededor de cada
átomo. Estos casos escapan a nuestros objetivos de estudio.
2.- Octeto incompleto. Un segundo tipo de excepciones corresponde a aquellos casos en que hay un
número de electrones menor que ocho alrededor de un átomo. Estas moléculas reciben el nombre de
“moléculas deficientes en electrones o moléculas con octeto incompleto” y se presentan con los
elementos berilio (be), boro (B) y aluminio (Al). El caso más común corresponde al fluoruro de boro
(BF3), cuya estructura de Lewis es:
3.- Ampliación del octeto. Un tipo más numeroso de sustancias que no cumplen la regla
del octeto son aquellas que pueden acomodar más de ocho electrones en la capa de
valencia de un átomo. Un ejemplo común es el cloruro de fósforo (V), el cual se obtiene
haciendo pasar cloro gaseoso sobre cloruro de fósforo (III) a 300ºC.
Otras moléculas que presentan ampliación del octeto son el PF5 y el SF6. En general, podemos
reconocer las siguientes normas para la ampliación del octeto:
1. La ampliación de la capa de valencia aumenta con el aumento del tamaño del átomo central.
2. La ampliación de la capa de valencia se produce, en la mayoría de los casos, cuando el átomo
central se encuentra unido a átomos más pequeños que tienen gran atracción por los electrones
tales como el Flúor, el Cloro y el Oxígeno.
RESONANCIA
Existen numerosas moléculas e iones para los cuales es posible escribir dos o más estructuras de Lewis
correctas.
Considerar el ozono, O3 (estado alotrópico del oxígeno). Esta molécula es angular. Para ella tenemos
un total de 18 electrones de valencia (seis por cada átomo). Al escribir su estructura encontramos que
debe haber un enlace doble para completar un octeto alrededor de cada átomo.
Pero esta estructura en sí no puede ser correcta porque requiere que uno de los enlaces oxígeno –
oxígeno sea diferente del otro, lo cual es contrario a lo observado. Podríamos, también, escribir su
estructura de Lewis con el doble enlace a la izquierda:
Las dos estructuras de Lewis para el ozono son equivalentes, excepto por la ubicación
de los electrones. La longitud del enlace depende no solamente de la naturaleza de los
átomos enlazados; sino también si se trata de un enlace simple, doble o triple.
Sin embargo, la evidencia experimental indica que ambos enlaces oxígeno – oxígeno
son de igual longitud; así ninguna de las estructuras de Lewis mostradas representa
verdaderamente a la molécula. Para resolver el dilema, cuando se pide escribir la
estructura del ozono, se escriben ambas estructuras de la siguiente manera:
El hecho de que podamos escribir más de una estructura de Lewis correcta para una
especie química no debe conducirnos a pensar que la molécula exista realmente en dos o
más formas que oscilan rápidamente entre ellas. Existe una sóla forma de la molécula,
que es observada experimentalmente. El que necesitemos escribir dos o más formas
resonantes diferentes es simplemente una limitación del uso de las estructuras de Lewis
para describir la distribución de los electrones en las moléculas.
Los metales están constituidos por estructuras gigantes. En la estructura de un metal los
electrones de valencia de cada átomo se “mueven” libremente de uno a otro; durante
este movimiento cada átomo queda cargado positivamente (es decir, queda como ión) .
El resultado es una atracción entre iones metálicos y electrones libres móviles que los
rodean.
En los metales representativos los electrones móviles que participan en el enlace son
electrones “s” ó “s y p”. En este caso el enlace resultante es relativamente débil, lo cual
explica por qué estos metales son blandos, de aspecto ceroso y con puntos de fusión
relativamente bajos.
Este modelo sencillo y muy simplificado del enlace metálico es suficiente para explicar
la mayoría de las propiedades generales de los metales.
Cuando la luz cae sobre la superficie de un metal, los electrones móviles vibran a una
frecuencia igual a la de la luz que reciben. Estos electrones vibratorios se convierten en
fuente de luz, la cual es emitida inmediatamente. Esto da al metal su lustre característico
(o brillo metálico).
Propiedad K Ca Cu Cr Sn
Aunque las magnitudes de estas fuerzas varían dentro de un rango más o menos amplio
son, en general, bastante menores que las fuerzas de los enlaces iónico, covalente y
metálico.
Las fuerzas dipolo – dipolo, se presentan en todas las moléculas polares. Una molécula
polar es aquélla en que la carga se distribuye de tal manera que en un extremo de ella
tiene una pequeña carga negativa y el otro una pequeña carga positiva; naturalmente,
que la molécula en conjunto es neutra.
Esta polaridad aunque momentánea permite que atraiga otra molécula similar creándose
una fuerza de atracción instantánea entre las moléculas llamada “fuerza de London”. A
medida que desaparecen estas fuerzas momentáneas se crean nuevas fuerzas de este
tipo.
ENLACE DE HIDROGENO
El enlace de hidrógeno es una forma particularmente fuerte de atracción dipolo – dipolo. Esta fuerza
existe entre ciertos átomos de hidrógeno enlazados covalentemente y pares de electrones de otros
átomos.
Los electrones de cada enlace hidrógeno – oxígeno son atraídos por el átomo más electronegativo
(oxígeno), dejando parcialmente expuesta la carga del protón (el núcleo de hidrógeno). Como
resultado, este protón es atraído fuertemente por pares de electrones no compartidos de otros átomos.
En el caso del agua, el hidrógeno (protón) de una molécula de agua es atraído por un par de electrones
del átomo de oxígeno de otra molécula de agua. Comúnmente, el enlace de hidrógeno se representa
por una serie de puntos.