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Violencia intrafamiliar

1. Introducción
2. Diferentes formas de la violencia intrafamiliar
3. La selección de la metodología cualitativa
4. Conclusión
5. Bibliografía
6. Plan de escape para victimas de violencia doméstica
INTRODUCCIÓN
<>

La violencia intrafamiliar es un tema que en los últimos años ha crecido


notablemente debido a la falta de conciencia que tienen los ciudadanos.
Comprenderlo e identificarlo puede ser a simple vista, pero hasta con una simple
palabra se puede causar un daño irreparable.
Disminuir la incidencia y prevalencia de la violencia intrafamiliar es posible por
medio de planes, programas y actividades en conjunto con la secretaria de Estado y
la Sociedad Civil.
Es un problema social de grandes dimensiones que afecta sistemáticamente a
importantes sectores de la población especialmente a mujeres, niñas, niños,
ancianos y ancianas. Una forma endémica de la violencia intrafamiliar es el abuso a
las mujeres por parte de su pareja.
Las manifestaciones de la violencia íntima también denominadas "violencia
intrafamiliar" o violencia domestica, incluyen la violencia física, Psicológica y
Sexual. Según estudios realizados en América Latina, entre un cuarto y la mitad de
las mujeres informan haber sido abusadas por sus parejas.
La prevalencia significativa de la incidencia intrafamiliar, constituye un serio
problema de salud, un obstáculo oculto para el desarrollo socioeconómico y una
violencia flagrante a los seres humanos. La violencia intrafamiliar hacia la mujer
tiene un alto costo económico y social para el estado y la sociedad y puede
transformarse en una barrera para el desarrollo económico. Violencia intrafamiliar,
toda acción u omisión cometida por algún miembro de la familia en relación de
poder, sin importar el espacio físico donde ocurra.
Diferentes Formas De La Violencia Intrafamiliar:
a. Física: Golpes, mordidas, patadas, empujones.
b. Sexual: Relaciones Forzadas, amenazas con intimidación.
c. Psicológicas: Eres tonta, gorda, no sirve, bruta.
d. Patrimoniales: Destrucción de los muebles, ropas, etc.
Plan De Escape Para Victimas De Violencia Domestica:
a. Preparar una maleta o bulto y guardarla en casa de un familiar o amigo
cercano.
b. Pertenencias de primera necesidad.
c. Ropa para ella y sus hijos (a).
d. Artículos de aseo personal.
e. Tarjeta de seguro, dinero, certificados de nacimiento, documentos escolares,
etc.
Para dar apoyo a la mujer y demás individuos y así poder enfrentar,
esta gran problemática, se ha creado la secretaría de estado de la mujer
que no es más:
<>

Que la institución publica que garantiza el compromiso del estado con la igualdad
de derechos económicos, social y cultural. Como institución responsable de
promover políticas que tienden a incrementar la presencia de las mujeres en las
diferentes instancias del estado y de la sociedad dominicana y a garantizar que se
cumplan sus derechos humanos desarrolla una importante labor en promoción de
un mundo de libre violencia.
Se ha creado la Ley 24-27, para sancionar, todas agresiones que puedan
perjudicar la vida y seguridad del ciudadano (a).
Ej.
1. Secuestro de niños, niñas, adolescentes: Multas de 500-5 mil
pesos; 2 a 5 años de cárcel.
2. Atentado contra el ejercicio de la autoridad del padre o de la
madre: Multa de 5 mil pesos; 1 mes o un año de cárcel.
3. Si una persona encuentra a un niño menor y se queda con el o
ella. Dos meses ó 1 año de cárcel correccional, multa 500 a 5 mil pesos.
4. No declarar el nacimiento de un niño(a) ante el oficial de estado
civil después de los 9 días: De 500 a 5 mil pesos de multa.
5. Embarazar a una menor de 18 años a la fuerza o sin violencia:
Multa 500 a 5 mil pesos, de 1 a 5 años de cárcel.
LA SELECCIÓN DE LA METODOLOGÍA CUALITATIVA
Un tema central de esta investigación:
<>

Son las experiencias de las mujeres afectadas en su búsqueda de ayuda, el proceso


seguido las representaciones y los significados sobre la violencia que existen tanto
sobre las prestaciones de servicios como en las mismas mujeres afectadas.
Estas estrategias de investigación son particularmente apropiadas en el presente
caso ya que una de sus mejores fortalezas es que permite una mejor comprensión
de las dimensiones subjetivas y simbólicas del comportamiento humano.
La persona o las personas que ofrecen o tienen a su cargo brindar servicios de
apoyo para las mujeres afectadas en la violencia intrafamiliar en las localidades que
abarcan el estudio. Pueden ser personas afiliadas con instituciones de los sectores
Jurídicos – Legal, Policial, Salud, Educación y comunitario.
También se considera como prestatarios a aquellas personas con función social en
la comunidad y que desde la perspectiva de las mujeres afectadas forman parte de
su ruta, critican al ayudar con su secreto violento.
CONCLUSIÓN
<>

Al comienzo de esta investigación me propuse como objetivo comprender las


diferentes formas en las que se puede violentar a los miembros de nuestra familia.
Ojalá que junto con la secretaría de Estado de la Mujer, esta problemática pueda
reducirse hasta lo mínimo y así crecer en una sociedad más justa.

Proyecto de fortalecimiento de las relaciones familiares


1. NOMBRE DEL PROYECTO
Fortalecimiento de las Relaciones Familiares: “Al Encuentro Mío con los Míos: Recreando La
Convivencia
Familiar”
2. LOCALIZACIÓN
Las 16 comunas y los 5 corregimientos de la ciudad de Medellín.
3. DIAGNÓSTICO INICIAL
En el marco de la prevención de la violencia y como promoción a la solución pacifica de los
conflictos, el
respeto a los derechos humanos y la civilidad, la Secretaria de Gobierno propicia la elaboración de
un
programa dirigido a las familias de las comunas y de los corregimientos del municipio de Medellín,
que
permita acciones pedagógicas promotoras del fortalecimiento familiar y por tanto de las relaciones
que en
este espacio vital, la familia, se instalan.
4. JUSTIFICACIÓN
Las relaciones que se tejen en una familia, las interacciones que se producen entre sus miembros:
- padre,
madre, hijos e hijas; abuela y nieta o nieto, madre con su hijo o hija, entre otras -, las formas de
organizarse,
los afectos que se cruzan entre cada uno de sus integrantes, van configurando las practicas y
sentidos que
cada familia y cada integrante de ella va a colocar en el escenario familiar y social, esta puede
tener
extremos y matices en las formas de relacionarse y de potenciar o impedir el libre desarrollo de las
capacidades de todos sus integrantes. Si se tiene en cuenta que el mayor componente para
estructurar lo
que cada cual es, lo que va a valorar o no, es desarrollado en el escenario de la familia, y que es
allí mismo
donde se crea y Re-crea a diario su practica como escenario de convivencia, cobra importancia
repensar las
relaciones y practicas que generan desequilibrios, irrespeto por la dignidad del otro o la otra, que
“legitiman”
prácticas violentas, produciendo actos y hábitos de violencia al interior del grupo familiar, que no
solo
laceran la integridad física y psicológica de las personas individuales sino que además atropellan
los
derechos humanos con la transgresión del marco legal que regula la convivencia ciudadana.
5. ALTERNATIVA SELECCIONADA
La alternativa va en la vía de Intervenir la Violencia Intrafamiliar (VIF), problemática que se
enmarca en el
Plan de Desarrollo Municipal: En el programa de Seguridad y Convivencia, en el subprograma de
Prevención de la violencia.
Para el desarrollo de esta alternativa proponemos desarrollar acciones de Prevención y Promoción:
Prevención:
Para prevenir un asunto es necesario abordarlo como síntoma social de una comunidad específica,
que
tiene que ver con los estilos de vida, es decir, las maneras que tienen los individuos de incorporar y
vivir las
condiciones de su medio. Por ello toda promoción y prevención son específicas, deben ser
acciones
pensadas en una vía que intente pesquisar cuales son las condiciones sociales que han llevado a
que se
presenten determinadas problemáticas o comportamientos singulares y colectivos y a su vez
acciones que
vayan en pos del reconocimiento de la posición singular de cada persona en las situaciones
particulares a
tratar.
Promoción
Promoción pues, en esta perspectiva, es el conjunto de acciones que propenden por la
identificación,
control o minimización- reducción de factores de riesgo para intentar evitar que el fenómeno
individual o
conflicto social se instale o se reproduzca; en este sentido el objetivo se encamina a que haya
búsqueda de
alternativas de solución y/o control de estos asuntos problematizantes con la participación activa de
la
misma comunidad, para que lo sintomático (físico, psicológico y social) no se propague hasta
convertirse en
problemas de salud pública o de convivencia social.
6. OBJETIVO GENERAL
Contribuir al logro del objetivo general del proyecto “Fortalecimiento de las relaciones familiares”, el
cual
plantea “Facilitar un cambio positivo en las actitudes y comportamientos familiares y personales,
teniendo
como base la prevención mediante una estrategia pedagógica que llame a la discusión, reflexión,
formación
y concientización; para obtener como resultado hombres, niños, jóvenes y familias artífices de su
propia
transformación, en la que jueguen un papel protagónico la comunicación, la solidaridad, el respeto
por los
valores, el manejo claro de la norma al interior del grupo familiar, y el fortalecimiento de la figura
paterna
como referente de autoridad.” Banco de proyectos de inversión- Proyecto: Fortalecimiento de las
Relaciones
Familiares- Secretaria de Gobierno Municipal, Subsecretaria de Apoya a la Justicia.
OBJETIVO DEL PROYECTO
Promover espacios de reflexión y lúdica en torno a las relaciones familiares que contribuyan a la
promoción
del buen trato y a la prevención y reducción de la violencia Intrafamiliar en las 16 comunas de
Medellín, que
permita el mejoramiento de la convivencia familiar
Dar continuidad al desarrollo de actividades lúdicas, en los 5 corregimientos de la ciudad de
Medellín, que
contribuyan al mejoramiento y el fortalecimiento de las relaciones familiares.
7. OBJETIVOS ESPECÍFICOS.
�Caracterizar el estado inicial de la población beneficiada con respecto a las relaciones familiares
a
través del levantamiento de una línea base.
� Realizar 240 talleres formativo-reflexivos dirigidos a 960 personas entre niños, jóvenes y adultos
de las
16 comunas de la ciudad de Medellín.
� Realizar 21 actividades lúdicas dirigidas a un total de 9700 personas de las 16 comunas y los 5
corregimientos de la ciudad de Medellín.
� Desarrollar una campaña pedagógica alusiva a la prevención de la violencia intrafamiliar y al
fortalecimiento de los valores familiares en las 16 comunas y en los 5 corregimientos de Medellín,
utilizando
medios de comunicación comunitarios como canal de difusión.
� Efectuar la evaluación del impacto de las actividades realizadas con relación al mejoramiento de
la
convivencia y la prevención de la violencia intrafamiliar.
8. METODOLOGÍA
La propuesta se centra en crear y Re-crear espacios y condiciones adecuadas para que los y las
participantes activen y potencialicen su capacidad de establecer relaciones familiares inclusivas,
equitativas
y éticas, que promuevan condiciones dignas para la convivencia en el espacio familiar y sean
referentes
para que interactúen con otros espacios vitales de relación (trabajo, escuela, vereda, ciudad)
La metodología para la transmisión de las temáticas se propone a través de encuentros y talleres
lúdicoreflexivos,
donde se retomaran las propuestas que surjan de los y las participantes, que promuevan la
búsqueda y construcción de alternativas de convivencia individual y familiar que impacte procesos
colectivos de ciudad.
Actividades Lúdicas: permiten además del trabajo especifico de prevención de la Violencia
Intrafamiliar (VIF)
y de promoción de estilos de vida más dignos en su forma de convivir, encontrarnos e intercambiar
posturas, dilemas y soluciones al problema abordado, para hacer uso de espacios participativos
donde
todos y todas se sientan aportando a la solución de las problemáticas publicas y privadas.
Campaña pedagógica: Será transversal durante todo el proceso y esta diseñada para fortalecer los
valores
y principios que permiten Re-crear las relaciones familiares a partir de la prevención y / o la
reducción de la
violencia Intrafamiliar. Así, cada comuna adoptará un valor en el cual se es más débil, buscando
superarlo
de una manera dinámica en cada uno de los talleres, en su entorno familiar y comunitario. La
campaña
estará acompañada de un eslogan, nombre, recordatorio, difusión por medios de comunicación
comunitarios, concurso de pintura para niños
Talleres formativos-reflexivos poblacionales: Adultos, Jóvenes, Niños y Niñas.: El taller constituye
un
espacio más privado de análisis y reflexión a partir de las propias formas de interacción con la
familia y las
relaciones que se tejen en ella. Permite hacer conciencia del lugar y la posición que se asume y
leer
fortalezas y debilidades de cada participante para potenciar o minimizar lo requerido.
Ambos espacios contaran con el acompañamiento de profesionales de la psicología, ciencias
sociales y
humanas: psicología, pedagogía, desarrollo familiar, trabajo social, sociología, antropología y en
los
momentos destinados para ello diferentes artistas y recreacionistas harán su intervención. Estos
momentos
se intencionarán a la consecución de los objetivos propuestos para el programa.
Cuaderno Pedagógico Colectivo: Como un producto de los análisis y alternativas planteadas por
los
diferentes actores de este programa, proponemos consignar de manera pedagógica los aspectos
elaborados en los espacios de taller con los diferentes grupos partiendo del supuesto que las
comunidades
poseen un enorme saber y que este ha posibilitado que se tejan formas de relación, solidaridad o
cooperación que son validas de transferir a otras comunidades, en una especie de construcción
colectiva
donde todos aportemos a pensar los asuntos que son competencia de todos y todas.
El Cuaderno Pedagógico Individual: Es una herramienta de uso personal que posibilita dar
continuidad al
proceso reflexivo por fuera del tiempo real de los talleres, esto se logra mediante la asignación de
actividades.
LINEAMIENTOS TEMÁTICOS
�De lo privado a lo público: La familia como espacio vital individual y como grupo social.
� Autoridad, normas y castigo
� Los roles y lugares que se ocupan en la familia
� Función paterna y materna
� Las percepciones y las proyecciones
� La Valoración: Valores individuales, familiares y sociales.
� La Relación: Formas de relación.
� Sentires y sentidos de la convivencia en la familia.
� Procesos de socialización.
� Procesos de constitución subjetiva.
� Violencia Intrafamiliar
� Familia, escuela, comunidad y sociedad.
� Derechos humanos
10. ACTIVIDADES
ACTIVIDAD COMUNA CORREGIMIENTO TOTAL
Actividad Lúdica 16 5 21
Talleres 240 0 240
Campaña 1 1
11. ÁREA Y POBLACIÓN A BENEFICIAR:
Las 16 comunas y los 5 corregimientos de la ciudad de Medellín.
La población total a beneficiar con las Actividades Lúdicas y la Campaña Pedagógica son: 7.600
personas
de las Comunas y 2.100 en los Corregimientos.
La población total a beneficiar con los Talleres Lúdico Reflexivos son 960 personas entre adultos,
jóvenes y
niños de las 16 Comunas de la ciudad de Medellín.
12. DURACIÓN DEL PROYECTO:
6 meses.

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VIOLENCIA INTRAFAMILIAR:
EFECTIVIDAD DE LA LEY EN EL
BARRIO LAS FLORES DE LA CIUDAD
DE BARRANQUILLA*
Mónica Vásquez Alfaro**
Yadira Alarcón Palacio***
María Amarís Macías****
* Este artículo es resultado de investigación del proyecto “Análisis de la situación
de violencia intrafamiliar en el barrio Las Flores y la protección de la víctima frente a la
legislación actual”, ganador de la convocatoria interna de la Dirección de Investigaciones
y Proyectos de la Universidad del Norte en 2006.
** Abogada, Universidad del Norte. Especialista en Derecho Procesal Civil. Directora
del Consultorio Jurídico de la Universidad del Norte y docente de Procedimiento Civil
General en el Programa de Derecho de la la misma universidad. mvasquez@uninorte.
edu.co
*** Abogada, Universidad del Norte; Doctora en Derecho, Universidad Autónoma
de Madrid; profesora del Programa de Derecho de la Universidad del Norte.
yalarcon@uninorte.edu.co
**** Psicóloga; magíster en Proyectos de Desarrollo Social de la Universidad del
Norte; Magíster en Ciencias de la Educación de la Universidad de París XII Vall
de Marne. Docente del Departamento de Psicología de la Universidad del Norte.
mamaris@uninorte.edu.co
REVISTA DE DERECHO
Nº 29, Barranquilla, 2008
ISSN: 0121-8697
revista de derecho, universidad del norte, 29: 178-210, 2008 179
Resumen
La Violencia Intrafamiliar es una problemática que afecta cada día a
más familias en Colombia e imprime huellas imborrables en los afectados
y que generan malestar y comportamientos inadecuados, que llegan
hasta la vulneración de los derechos constitucionales fundamentales, y
a partir de esto se originan en las esferas sociales nuevas problemáticas
que se legitiman en el ámbito privado y que demandan nuevas acciones
del Estado, que ha dejado de lado la protección efectiva de la institución
más importante de la sociedad: La familia.
Palabras claves: Violencia intrafamiliar, la familia, medida de
protección.
Abstract
The Domestic Violence is a problem that affects every day more
families in Colombia and prints footprints in the affected are
indelible over time and generating unrest and bad behavior,
until they reach the violation of fundamental constitutional
rights, generated from this new social problem areas that are
legitimate in the private sphere and to demand new shares of
State, which has shelved the effective protection of the most
important institution of society: the family.
Key words: Domestic violence, family, protective law
measures.
Fecha de recepción: 5 de diciembre de 2007
Fecha de aceptación: 20 de mayo de 2008
180 revista de derecho, universidad del norte, 29: 178-210, 2008
Mónica Vásquez Alfaro, Yadira Alarcón Palacio, María Amarís Macías
INTRODUCCIÓN
En el barrio Las Flores de la ciudad de Barranquilla se presentan de forma
permanente diferentes situaciones de conflicto, y uno de los escenarios
más afectados es el hogar; es por esta razón que este estudio descriptivo
tiene como objetivo conocer la situación de violencia intrafamiliar que
se presenta en este sector vulnerable de la ciudad, y a partir de esto
analizar la efectividad de la protección institucional con bases en la
legislación sobre violencia intrafamiliar, y dentro de un contexto real
poder obtener de forma objetiva una visión crítica que permita el diseño
de planes y estrategias que aumenten la eficacia de la ley y a la vez se
garantice, como consecuencia de esto, la integridad y el cumplimiento
de los derechos de todos los individuos de la comunidad.
1. METODOLOGÍA PROPUESTA
Para adelantar esta investigación se recolectaron los datos a través de
diversas técnicas:
a. Encuesta: Dirigida a la población en general, con el objetivo de conocer
la construcción del concepto de “violencia” a través de vivencias
cotidianas de la propia vida o de los vecinos. También se empleó
esta encuesta ara abordar la percepción de la ley y la aplicación
de herramientas que poseen como ciudadanos para defenderse en
casos de violencia intrafamiliar y de paso el nivel de confianza que
la comunidad deposita en los funcionarios encargados de conocer
los casos de violencia intrafamiliar.
La muestra de la encuesta fue escogida aleatoriamente, para brindar
a todos los habitantes del sector la posibilidad de hacer parte de la
misma.
b. Grupos focales: Se realizaron dos grupos focales con madres de estudiantes
de sexto grado del CEB 174. El objetivo de dicha práctica fue
el análisis de las causas de violencia en el barrio Las Flores (tanto
familiares como sociales), retroalimentar la vivencias de dichas personas
en casos de violencia intrafamiliar al atreverse a denunciar o
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violencia intrafamiliar: efectividad de la ley en el barrio las flores
de la ciudad de barranquilla
ventilar las agresiones a instancias policiales y judiciales y los posibles
mecanismos de solución a la problemática de violencia.
c. Entrevistas semiestructuradas: Dirigidas a los funcionarios directamente
implicados en casos de violencia intrafamiliar dentro del marco de
competencia territorial de Las Flores. El objetivo era conocer de la
fuente de aplicación de la ley las problemáticas presentadas en el
trámite de la violencia intrafamiliar, la percepción sobre la efectividad
de las mismas, las causas de los casos de no efectividad, conocimiento
de funciones y cumplimiento de funciones que garanticen a la víctima
de violencia intrafamiliar observar el manejo de conceptos y demás
aspectos que competen a sus funciones y que deberían garantizar a
ésta y al ciudadano común en general un servicio de calidad.
Se hace énfasis en que los funcionarios entrevistados fueron escogidos
intencionalmente, ya que son los competentes para abordar los casos
de violencia intrafamiliar en Las Flores, y se hace salvedad de los
casos en que se entrevistó a los jueces de familia (cuya competencia
no está dada por los barrios de la ciudad), los cuales fueron escogidos
al azar de la lista de los jueces de familia de Barranquilla.
Durante el desarrollo de la investigación se estableció con los pobladores
del barrio Las Flores una relación cercana pero objetiva, lo cual
permitió conocer un poco más la dinámica de la violencia intrafamiliar y
aspectos socioeconómicos y jurídicos que permiten hacer una descripción
del fenómeno de estudio y tener cierta claridad acerca de las acciones
que se deben realizar para contrarrestar las causas y minimizar los
efectos, además de conocer el comportamiento de las medidas aplicadas
y analizarlas en términos de eficacia.
Se podría esperar que a partir de los hallazgos investigativos se
emprendan acciones que permitan que la ley cumpla su fin y se reduzcan
los conflictos sociales que merman la intervención de la ciudadanía.
2. TIPO DE INVESTIGACIÓN
Estudio descriptivo, ya que se buscó especificar las propiedades
importantes de las personas o grupos, comunidades o fenómenos,
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Mónica Vásquez Alfaro, Yadira Alarcón Palacio, María Amarís Macías
seleccionando una serie de cuestiones y midiéndolas de manera
independiente,
con las cuales se tiene la posibilidad de generar cambios y
hacer predicciones (Hernández, Fernández y Baptista, 2000).
3. POBLACIÓN
La población estuvo conformada por una muestra de 384 hombres y
mujeres, de la comunidad educativa conformada por padres de familia,
estudiantes, profesores y directivos de seis instituciones educativas
públicas y privadas ubicadas en el barrio Las Flores de la ciudad de
Barranquilla; siete funcionarios de: Comisarías de familia, inspectores de
policía, juez de familia, educadores de familia; veinticuatro pobladores
del barrio, entre los que se encuentran: líderes comunales, miembros
de asociaciones de padres de familia y madres.
Gráfico 1. Detalle de los encuestados según la edad
16%
41%
33%
7%
2%
0%
5%
10%
15%
20%
25%
30%
35%
40%
45%
0-14 14-26 27-40 41-56 57-80
Distribución por edades
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violencia intrafamiliar: efectividad de la ley en el barrio las flores
de la ciudad de barranquilla
4. TÉCNICAS
Se entiende por “triangulación metodológica” la combinación de dos o
más teorías, fuentes de datos, métodos de investigación, en el estudio
de un fenómeno singular.
Se asume convencionalmente que la triangulación es el uso de múltiples
métodos en el estudio de un mismo objeto. Esta es la definición
genérica (Arias, 2000).
A. Entrevista semiestructurada
El diseño de este tipo de entrevista es flexible y continuo y el entrevistador
tiene un plan general de investigación (preguntas claves), mediante el
cual establece una dirección general y sigue los temas que suscita el
entrevistado (Babbie, 2000, p. 242).
B. Grupo focal
Técnica o medio de investigación en el que se reúnen en una sala entre
7 y 12 personas aproximadamente para participar en una discusión
guiada sobre un tema. Este medio socialmente orientado capta datos
reales en un ambiente social, es flexible y de validez elevada (Babbie,
2000, p, 226).
C. Encuestas
Método popular de investigación que consiste en aplicar un cuestionario
a una muestra de sujetos tomada en una población. Las encuestas
son apropiadas para desarrollar estudios descriptivos a poblaciones
numerosas. Sus datos tienen fines explicativos (Hernández, Fernández
y Baptista, 2000).
5. PROCEDIMIENTO
Inicialmente se realizó un diagnóstico, que permitió conocer la
situación actual de violencia intrafamiliar de los pobladores del barrio
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Mónica Vásquez Alfaro, Yadira Alarcón Palacio, María Amarís Macías
Las Flores; para esto se realizaron visitas a las comisarías de familia,
comandancias, CAI y a las instituciones educativas. Para llevar a cabo
esto primero se hicieron visitas protocolarias con el propósito de conocer
y familiarizarse con la comunidad, lenguaje y hábitos e identificar los
líderes que permitirán las intervenciones futuras. Con base en la información
recogida con los profesores y líderes comunales nombrados
con anterioridad de las pertenecientes al barrio se identificaron los casos
y familias con problemas de violencia intrafamiliar. A los miembros de
estas familias se les realizaron encuestas para conocer, groso modo, las
ideas que poseían acerca de lo que es la ley y su aplicación, los efectos
y consecuencias que según su opinión tiene esta problemática sobre los
miembros de la familia.
Posteriormente se realizaron encuestas a los padres y estudiantes de
las instituciones educativas para averiguar sobre el conocimiento y la
visión que poseían acerca de esta problemática.
Por otra parte, se entrevistó a los educadores familiares preparados
por el ICBF, comisarías de familia, ICBF, Policía Nacional, Fiscalía, jueces
de familia.
Se efectuaron grupos focales con la comunidad, con el fin de reconocer
con mayor claridad cuáles son tipos de violencia más frecuentes, como
actúan en estas situaciones, adónde se dirigen y por qué, qué tanto
conocen de sus derechos y deberes y cómo los hacen valer en este caso
específico.
Se elaboró un documento básico en el que se reúnen las principales
conclusiones y los aspectos que se deben mejorar con base en la legislación
actual y las propuestas o variaciones a ésta a efectos de estudiar los
proyectos de ley presentados o proponer temáticas en los mismos.
Los resultados se socializarán con la comunidad a través de escuelas
de padres, talleres, charlas y conferencias, con el fin de provocar en ellos
una transformación y concienciación.
Así mismo, se insertarán en las prácticas del consultorio jurídico,
a fin de dejar constancia de la propuesta y para que los estudiantes
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violencia intrafamiliar: efectividad de la ley en el barrio las flores
de la ciudad de barranquilla
realicen prácticas educativas de prevención, protección e iniciación de
acciones legales pertinentes.
7. ANÁLISIS DE RESULTADOS
La familia es la base sobre la cual se edifica una sociedad (Gutiérrez,
Giraldo, Arango y Márquez, 2005), la cual se está viendo fuertemente
afectada por los diferentes ciclos de agresión, que manifiestan a su vez
los diferentes tipos de violencia: Física, psicológica y sexual. Para poder
analizar esta situación se debe considerar el modelo ecológico de
Bronfenbrennre, psicólogo del desarrollo, cuyo planteamiento sostiene
que ningún comportamiento puede ser comprendido o apreciado aislado
del contexto en el que ocurre (Monzón, 2003); es decir, los actos que
realiza el individuo deben ser analizados a partir de los roles, relaciones
interpersonales y de poder que establece con su entorno. Partiendo de
esto, se puede aseverar que los comportamientos de violencia intrafamiliar
(VIF) que se presentan en el barrio Las Flores se deben al hecho
de que los individuos viven sumergidos en una cultura patriarcal, en
la que las relaciones de poder entre los géneros son estructuradas por
situaciones que proporcionan a los hombres el control y el dominio en
el hogar, por ser éste el que suministra a los miembros de la familia los
recursos económicos y la alimentación, mientras que a las mujeres les toca
permanecer en el hogar, garantizar el orden del mismo, al tiempo que
deben mantener sexualmente satisfecho al esposo, porque de lo contrario
éste puede buscar otra pareja para satisfacer sus necesidades.
La Constitución Nacional de 1991 establece en su artículo 42 que la
familia es el núcleo fundamental de la sociedad, que se constituye por
la libre decisión de un hombre y una mujer de contraer matrimonio
por voluntad responsable de conformarla. Por esta razón, el Estado
y la sociedad tienen la obligación de protegerla. A partir de este
parámetro se han reivindicado los derechos de la familia, lo que ha
traído consigo modificaciones importantes en la visión de los roles,
las responsabilidades y tareas estipuladas. Por esta razón y con
el transcurrir del tiempo, y por la magnitud de la problemática de
violencia intrafamiliar, se ha incorporado en los lineamientos técnicos
y se le considera actualmente como un problema de salud pública que
afecta a la colectividad (Figueroa, Figueroa y Ortiz, 2004).
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En Colombia, la protección a la víctima por violencia intrafamiliar
jurídicamente se solicitaba por medio de la acción de tutela –establecida
en el artículo 86 de la Constitución Política–, debido a que se
vulneraban derechos fundamentales de todas las personas, tales como
los derechos a la vida e integridad personal y dignidad humanas.
Por su parte, el legislador le dio tratamiento especial al problema
mediante la expedición de La ley 294 del 96, que estableció que la violencia
intrafamiliar sería prevenida, corregida y sancionada por las
autoridades públicas y se le daría una “oportuna y eficaz protección
especial a aquellas personas que en el contexto de una familia sean o
puedan llegar a ser víctimas, en cualquier forma, de daño físico o psíquico,
amenaza, maltrato, agravio, ofensa, tortura o ultraje, por causa
del comportamiento de otro integrante de la familia”.
Dicha ley radicaba la competencia para conocer de los problemas
de violencia intrafamiliar en el juez de familia, quien estaba facultado
para dictar medidas inmediatas, dentro de las cuatro horas siguientes
al recibo de la medida de protección, siempre que estuviere en riesgo la
vida o integridad física de las víctimas. El reparto en la oficina judicial
era preferente y debía dictarse una medida de protección máximo a
los diez días hábiles de haber sido interpuesta la solicitud. La acción
caducaba a los ocho días hábiles a partir del último hecho de violencia
intrafamiliar.
Posteriormente, la Ley 360 de 1997, que modificó el Código Penal
colombiano, establece los tipos penales que atenten contra “la libertad
sexual y la dignidad humana”, y especifica que el delito de abuso
sexual se agrava cuando se comete contra la o el cónyuge o persona
con que se cohabita, o persona con que se haya procreado.1 Y en los
artículos 229 y 233 se establecen como delitos la violencia intrafamiliar
y la inasistencia alimentaria.
La norma especial de violencia intrafamiliar, La Ley 294 de 1996,
fue modificada en febrero de 2000 mediante de la Ley 575 (República
1 Código Penal, Art. 205.
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violencia intrafamiliar: efectividad de la ley en el barrio las flores
de la ciudad de barranquilla
de Colombia, 2000). Según esta Ley, la competencia para conocer de
los problemas de violencia recaía en el comisario de familia.
Además, la denuncia de hechos de violencia intrafamiliar se formula
en esta nueva Ley como una responsabilidad de la comunidad, y
específicamente de los vecinos, quienes tienen la obligación de acudir
a la Comisaría apenas identifiquen el caso. Este aparte es particularmente
importante en la medida en que reconoce el potencial de
la comunidad como instrumento de control social.
Por otra parte, en su artículo 5 dicha Ley establece un listado enunciativo
de las medidas de protección de las cuales se puede valer el
comisario de familia, e incluye de manera clara el desalojo del lugar de
habitación del agresor cuando comparta el espacio con las víctimas.
La Ley 599 de 24 de julio de 2000 del Nuevo Código Penal tipifica
como delitos sancionados con penas privativas de la libertad, la
Violencia Intrafamiliar y el Maltrato mediante la restricción de la
libertad. Por disposición de la Ley 600 de 2000 se establece en el Código
de Procedimiento Penal el delito de Violencia Intrafamiliar.
Por otra parte, el 5 de junio del 2007 se aprobó en la plenaria del
Senado el proyecto de ley No 171 de 2006, mediante el cual se reforman
los códigos Penal, de Procedimiento Penal y la Ley 294 de 1996 en
aquello que tenga que ver específicamente con violencia intrafamiliar
contra la mujer.
La “violencia” se define como aquellas formas de extrema agresividad
que consisten en acciones físicas y daños reales contra personas u objetos
(Lefrancois, 2000). La Ley 294 de 1996 la define en su artículo 3º como
todo daño físico o psíquico, amenaza o agravio, ofensa o cualquier forma
de agresión por parte de otro miembro de la familia. Es decir, cuando
un miembro de la familia abusa de su fuerza, su autoridad o poder para
violentar, dañar y deteriorar el estado de tranquilidad o integridad física
y psicológica del núcleo familiar afrentando la dignidad de éste.
El proyecto de ley No 171 del 2006 define la violencia contra la mujer
en los siguientes términos:
188 revista de derecho, universidad del norte, 29: 178-210, 2008
Mónica Vásquez Alfaro, Yadira Alarcón Palacio, María Amarís Macías
Por violencia contra la mujer se entiende cualquier acción u omisión, que
le cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual, psicológico, económico
o patrimonial por su condición de mujer, así como las amenazas de tales
actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, bien sea que se
presente en el ámbito público o en el privado.
En este orden de ideas, se debe establecer que existen diferentes
tipos de agresión dentro de la familia: La violencia física, psicológica,
sexual y la negligencia.
La Violencia Física: Es aquel tipo de violencia mediante la cual se
afecta directamente el cuerpo y la salud de una persona (Figueroa,
Figueroa y Ortiz, 2004). Se manifiesta a través de golpes con palos
o con otros objetos, puños, quemaduras, empujones, patadas, jalones
de pelo, correazos, puñaladas, disparos, etc. En los niños esto puede
causar el “Síndrome de bebé sacudido”, que consiste en sacudir como
látigo al infante, que tiene como resultado que el cerebro se golpea
contra las paredes interiores del cráneo, lo cual causa daño neurológico
y en ocasiones la muerte (Lefrancois, 2000).
El tratamiento por la vía penal tipifica en el artículo 229 del Código
Penal el delito de violencia intrafamiliar y aumenta la pena cuando
el maltrato recaiga sobre un menor. Estas conductas específicas no
excluyen tipos penales comunes, tales como el homicidio, tentativa de
homicidio, lesiones personales y tortura. De igual manera, se incluye
en el artículo 230 del Código Penal, que se refiere al maltrato mediante
restricción a la libertad física.
La Violencia Psicológica son aquellos hechos que afectan la salud
mental o la estabilidad emocional de una persona. Consiste en amenazar,
desconocer su valor, encierro (Figueroa, Figueroa y Ortiz, 2004, p.
20), avergonzar o ridiculizar, agredir con palabras soeces o insultos,
privarla del contacto emocional, aislarla, destacarle sus defectos
permanentemente.
En el Código Penal colombiano se establece el delito de tortura en
los siguientes términos:
revista de derecho, universidad del norte, 29: 178-210, 2008 189
violencia intrafamiliar: efectividad de la ley en el barrio las flores
de la ciudad de barranquilla
El que infrinja a una persona dolores o sufrimientos, físicos o psíquicos,
con el fin de obtener de ella o de un tercero información o confesión, de
castigarla por un acto por ella cometido o que se sospeche que ha cometido
o de intimidarla o coaccionarla por cualquier razón que comporte algún
tipo de discriminación incurrirá en prisión de ocho a quince años, multa
de ochocientos a dos mil salarios mínimos legales vigentes e inhabilitación
para el ejercicio de derechos y funciones públicas por el mismo término de
la pena privativa de la libertad.
Las penas previstas en el artículo 178 se aumentaran hasta en una
tercera parte en los siguientes eventos: Cuando el agente sea integrante
del grupo familiar de la víctima (Art. 179, Ley 599 de 2000).
Por otra parte, el artículo 182 del Código Penal consagra el delito de
constreñimiento en los siguientes términos: “El que, fuera de los casos
especialmente previstos como delito, constriña a otro a hacer, tolerar
u omitir alguna cosa, incurrirá en prisión de dieciséis a treinta y seis
meses”. La pena se aumentará en una tercera parte a la mitad cuando
el agente sea integrante de la familia de la víctima.
La Violencia Sexual consisten en obligar a una persona a realizar
actos o conductas sexuales en contra de su voluntad. Con esto se busca
una conducta dirigida a degradar, expresar dominio y ejercer poder.
En este sentido, los niños que corren mayor riesgo son aquellos que
viven con padrastros y aquellos cuyas madres trabajan (Lefrancois,
2000, p. 299). Además, este tipo de violencia consiste en obligar a una
persona a tener relaciones sexuales, el chantaje y el exhibicionismo.
El Código Penal establece en sus artículos 205 a 210 los tipos penales
que atentan contra la libertad, integridad y formación sexuales; dentro
de éstos se encuentran: el acceso carnal violento, acto sexual violento,
acceso carnal o acto sexual en persona puesta en incapacidad de resistir
que integran tipos penales en los que hay una completa anulación de la
voluntad de la víctima. Las penas se incrementan en una tercera parte
si estos actos se cometen contra el cónyuge o la persona con quien se
cohabite o se haya cohabitado o contra la persona con quien se haya
procreado un hijo.
190 revista de derecho, universidad del norte, 29: 178-210, 2008
Mónica Vásquez Alfaro, Yadira Alarcón Palacio, María Amarís Macías
Por último, la Negligencia es la omisión de aquellos elementos básicos
que pueden garantizarla la seguridad a un menor, como pueden ser el
abrigo, la alimentación, el vestido, la educación o la atención médica.
Este delito es el más difícil de detectar (Lefrancois, 2000, p. 298).
La Ley 575 del 2000, sobre violencia intrafamiliar, incluye la negación
del agresor a suministrar alimentos después de haber sido interpuesta
la medida de protección como desacato contra la misma.
Jurídicamente, el problema de violencia intrafamiliar se puede abordar
desde dos perspectivas: ante las comisarías de familia o ante la
Fiscalía. Estos instancias no son excluyentes, pues la Ley 575 de 2000
en su artículo 1 señala de manera clara que
Toda persona que dentro de su contexto familiar sea víctima de daño físico
o síquico, amenaza, agravio, ofensa o cualquier otra forma de agresión
por parte de otro miembro del grupo familiar, podrá pedir, sin perjuicio
de la denuncias penales a que hubiere lugar, al comisario de familia del
lugar una medida de protección inmediata que ponga fin a la violencia,
maltrato o agresión que evite que ésta se realice cuando fuere inminente.
En los lugares donde no existiere comisaria de familia, la competencia
recae en los jueces civiles municipales.
La ley permite la participación de la justicia comunitaria a fin de
mediar en el conflicto, sin embargo, es pertinente resaltar que tanto el
juez de paz y el conciliador en equidad están imposibilitados por la
ley para interponer medidas de protección cuando haya contumacia o
falta de ánimo conciliatorio del agresor en el trámite de conciliación;
en tales casos deben remitir el caso al comisario de familia para que dé
pleno cumplimiento a la ley.
La imposición de la medida de protección puede tener dos alcances:
Sanciones personales:
- La prohibición al agresor de realizar la conducta que dio lugar a la
queja.
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violencia intrafamiliar: efectividad de la ley en el barrio las flores
de la ciudad de barranquilla
- Desalojo de la casa de habitación, siempre que se compruebe que
su presencia es una amenaza para la vida e integridad física o salud
de todos o algún miembro de la familia.
- La prohibición al agresor de presentarse en cualquier lugar donde
se encuentre la víctima.
- La prohibición de esconder o trasladar de la residencia a niños o
personas discapacitadas en situación de indefensión.
- Si el agresor es reincidente, debe acudir a tratamiento reeducativo
o terapéutico en instituciones públicas y privadas. El tratamiento lo
debe cancelar el agresor.
- Cualquier otra medida de protección que el comisario estime
efectiva para evitar que se repita el acto de violencia.
Sanciones pecuniarias
El comisario de familia podrá imponer las siguientes medidas de protección
que tiendan al resarcimiento pecuniario de la víctima:
- Ordenar al agresor el pago de gastos médicos, sicológicos y síquicos
que requiera la víctima.
- Ante el incumplimiento por primera vez de las medidas de protección
impuestas por el comisario, el agresor puede ser condenado a
cancelar una multa entre dos y diez salarios mínimos legales mensuales,
convertibles en arresto equivalente a tres días de privación
de la libertad por cada tres días de salario mínimo.
En este estudio descriptivo se encontró que el hombre es el principal
generador de violencia en el hogar; esto coincide con lo manifestado
por Berkowitz, quien ha manifestado que más allá del aprendizaje de
los roles de género, los hombres son más agresivos que las mujeres en
todas las sociedades humanas (García, 2003).
192 revista de derecho, universidad del norte, 29: 178-210, 2008
Mónica Vásquez Alfaro, Yadira Alarcón Palacio, María Amarís Macías
Gráfico 2. Tendencias de la población a relacionar la violencia intrafamiliar
con la figura paterna principalmente, seguido éste por la madre, y
aparecen los hijos, aunque en un porcentaje bajo, como agresores
dentro del núcleo familiar
Según Clemencia Sarquis (1995), el agresor usa estrategias como
intimidación, malos tratos emocionales, aislamiento, coacción y amenazas;
este tipo de comportamientos son comunes entre los agresores de
sexo masculino que residen en el barrio Las Flores. Según los resultados
reportados por Medicina Legal en el 2005, el principal agresor es el
padre, seguido por la madre, y en tercer lugar el padrastro.2 También
se encontró que las mujeres no toleran pasivamente la agresión, ni la
aceptan como método de interacción válido; por el contrario, cada día
más mujeres de este sector de la ciudad se acompañan mutuamente
y se brindan apoyo para intentar solucionar de forma intuitiva esta
problemática. Y si los resultados legales no se hacen visibles es porque a
2Estos datos fueron publicados en El Tiempo .com. en un artículo titulado “En
153 por ciento se incrementó la denuncia de violencia intrafamiliar”, el 28 de marzo
de 2007.
54%
20%
15%
11%
8% 6% 5%
0,00%
0%
10%
20%
30%
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50%
60%
Padre Madre Padrastro Madrastra Hermanos Tios Hijos Abuelos
¿Qué miembro de la familia es más agresor?
revista de derecho, universidad del norte, 29: 178-210, 2008 193
violencia intrafamiliar: efectividad de la ley en el barrio las flores
de la ciudad de barranquilla
éstas les toca, como afirma Helena Alviar en en su artículo “La violencia
doméstica asunto de todos” (publicado en la revista Semana), hacer
peregrinaciones por diferentes instancias antes de que sus quejas para
obtener soluciones que se les permitiran preservar su integridad física
y salud mental.
Al hablar de las causas de violencia intrafamiliar, los resultados
de este estudio coinciden con el programa de VIF realizado por Nora
Quintero (1999) en la ciudad de Cali. Los hallazgos de este estudio
muestran que las causas principales de Violencia en los hogares son:
dependencia económica, desempleo, consumo de alcohol y de sustancias
psicoactivas; lo que varían son las proporciones, ya que en el barrio
Las Flores el consumo de alcohol y de sustancias ocupan los primeros
lugares, mientras que la dependencia económica no aparece entre las
causas sino entre los motivos para no denunciar. Algo similar ocurre
con el estudio realizado por Silvia Estrada (1999) titulado “Situaciones
socio-familiares que influyen en el ingreso de menores de 12 a 16 años
a los hogares María Goretti”, en el que, al igual que en este estudio,
se halló que la comunicación de las familias de la población objeto de
estudio se produce de manera alterada; un ejemplo de esto es el uso de
palabras soeces y la comunicación está cargada de ofensas y términos
hirientes. También coincidió el estudio realizado por Muñiz, Jiménez
y Ferrer (1998), “La violencia familiar, ¿un problema de salud? ”, y el
nuestro en lo que respecta a que en los hogares de los jóvenes analizados,
la violencia intrafamiliar se relacionó con el abuso del alcohol y abuso de
sustancias, además de que los padres poseen un bajo nivel educativo y
que en los niños se observan sentimientos ambivalentes hacia las figuras
paternas. Pero contrario a esto, en el barrio Las Flores los padres asumen
su rol en el hogar y no abandonan a las madres, sino que permanecen
en el mismo y toman su lugar dentro del núcleo familiar.
De forma similar al estudio de Paola Henao e Isabel Romero (1996),
titulado “Factores psicosociales más frecuentes generadores de violencia”,
y al estudio de violencia intrafamiliar realizado por Jaime
Herrera (2003), se encontró que la tercera causa de VIF son los celos,
entendiendo éstos como un comportamiento posesivo del ser humano.
En este barrio se manifiestan de dos formas: del hombre hacia la mujer
en acciones que limitan la libertad y la intimidad de ésta, como visitar a
194 revista de derecho, universidad del norte, 29: 178-210, 2008
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familiares, amigas, requerir permiso para realizar ciertas acciones, salir
únicamente acompañada del marido, y de la mujer hacia el hombre como
limitante de éste para establecer relaciones sociales con personas del
sexo opuesto, pero también como resultado del machismo que impera
en el sector, donde el hombre es poseedor de ciertas libertades que no
puede disfrutar la mujer.
Otra causa de VIF, no frecuente en otros estudios y que se puede
encontrar en este sector de la ciudad, es aquella que se relaciona con el
incumplimiento por parte de la mujer de los deberes que la sociedad le
ha asignado. En esta zona se ha generado una nueva cultura femenina de
adicción a los juegos de azar, lo que denota un agudo resquebrajamiento
de la familia.
Gráfico 3. Causas de violencia intrafamiliar identificadas por la población
En este estudio se encontró que el principal tipo de violencia en el
barrio Las Flores es el físico, seguido por el psicológico, que al igual
que en los resultados del estudio de Heno y Romero (1996) consiste
principalmente en maltrato verbal, celos, amenaza de abandono y
muerte.
72%
53%
26%
18%
22%
32%
19%
47%
0%
0%
10%
20%
30%
40%
50%
60%
70%
80%
AlcoholisDmroogadicción
Infidelidad
Incumplimiento
de debLerae ms ujer no
obedece
Falta de Atrbaabnadjoono del
hijo
Celos Otros
revista de derecho, universidad del norte, 29: 178-210, 2008 195
violencia intrafamiliar: efectividad de la ley en el barrio las flores
de la ciudad de barranquilla
Por otra parte, se hallaron índices mínimos de violencia sexual, que de
forma similar a lo encontrado por Figueroa, Rojas y Villamizar (1999) en
el estudio “Violencia contra la mujer que tiene un hogar constituido en
las comunas 13, 14 y 15 de Cali”, no indica que no se presente este tipo
de violencia sino que la sexualidad es considerada como una obligación
de la esposa, y por lo tanto la violencia relacionada con la misma no es
denunciada. Los ciclos de violencia son los típicos: el padre maltrata a
la madre y está a los hijos.
Gráfico 4. Tendencias de la población a relacionar la violencia intrafamiliar
con la violencia física principalmente
Con respecto a los menores, los padres suelen maltratar a los niños
psicológica y físicamente cuando intentan corregirlos. Por esta razón
se está generando un nuevo tipo de agresor en el barrio, diferentes de
los agresores comunes y que no se encuentra plenamente caracterizado
por los pobladores: los adolescentes que cuando se encuentran en
capacidad de defenderse lo hacen y agreden a sus padres, abuelos y
hermanos menores.
91%
57% 55%
14%
18%
28%
21%
12%
17%
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20%
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40%
50%
60%
70%
80%
90%
100%
golpes insultos jalones ignorar
al otro
burlas presión
para
tener
Términos relacionados con la Violencia Intrafamiliar
196 revista de derecho, universidad del norte, 29: 178-210, 2008
Mónica Vásquez Alfaro, Yadira Alarcón Palacio, María Amarís Macías
Es común que haga distinción entre ser un agresor y ser un buen
padre por el hecho de responder patrimonialmente con las obligaciones
del menor.
Al analizar las causas por las que las víctimas no denuncian los casos
de VIF, pobladores y autoridades competentes del barrio Las Flores
consideran que la causa principal es el miedo. Ligado a lo anterior se
encuentra la dependencia económica de la víctima respecto al agresor
y el desconocimiento del proceso.
La no denuncia en razón del miedo no sólo se origina en los sentimientos
de la víctima, la falta de apoyo de las autoridades a las que les
corresponde el trámite también favorece la determinación de iniciar el
trámite o desistir de él.
Es de notar que la actitud de ciertas autoridades propicia el ambiente
de violencia e impunidad; por ejemplo, la propia denuncia ante comisarios
de familia o fiscales se considera una causa de reincidencia de
la violencia intrafamiliar, debido a que el agresor, al no ser objeto de
sanción represiva por su conducta por parte de las autoridades, termina
castigando la “temeraria” iniciativa de denuncia.
Pobladores y autoridades coinciden en que el problema radica principalmente
en las autoridades de policía, quienes no prestan a la víctima
de maltrato la ayuda necesaria para impedir que se repitan los hechos
de violencia; por ejemplo, no la acompañan hasta su vivienda para que
pueda retirar sus pertenencias, y le toca regresar sola a casa, debido a
lo cual se expone a las retaliaciones del agresor3.
La falta de condiciones de seguridad en el proceso de denuncia
restringe de igual manera la iniciativa de control social por parte de
vecinos y en general terceros a la relación familiar, pues muchas veces
3El artículo 5 de la Ley 294 de 1996 establece en su literal f: “ Cuando la violencia o
maltrato revista gravedad y se tema su repetición el comisario ordenará una protección
temporal especial de la víctima por parte de las autoridades de policía, tanto en su domicilio
como en su lugar de trabajo, si lo tuviere”.
revista de derecho, universidad del norte, 29: 178-210, 2008 197
violencia intrafamiliar: efectividad de la ley en el barrio las flores
de la ciudad de barranquilla
son delatados por las propias autoridades ante el agresor y la víctima.
Es importante traer a colación el comentario de uno de los miembros
de la comunidad, quien señaló que ha sucedido “que los policías le
hacen saber al agresor quiénes fueron los denunciantes”, cuando es
un vecino4.
Los más afectados con este hecho son los menores de edad, víctimas
de violencia intrafamiliar, agredidos ya sea por sus padres o por
quien los cuida, o por una tercera persona con la aquiescencia de un
familiar, pues aquí se anula completamente la protección, debido a lo
cual le corresponde a la comunidad en general acudir en su ayuda, en
cumplimiento del artículo 44 de la Constitución Política, que establece
la prevalencia de los derechos de los niños.
Esta falta de compromiso no es exclusiva de las autoridades de
policía implicadas en estos casos, otros funcionarios identificaron el
mismo problema en comisarios de familia, quienes con los inspectores
de policía tienen a su cargo la atención primaria de la víctima.
Son varios los problemas que afectan la aplicación debida de la ley
por parte de estos funcionarios, unos de índole personal, otros debidos
al no apoyo completo de la figura, tal como está establecida en el Código
del Menor5; de hecho, según el artículo 297, “la Comisaría contará
preferentemente con un médico, psicólogo, trabajador social y los demás
funcionarios que determine el respectivo concejo municipal”.
4 El artículo 9 de la Ley 294 de 1996 establece que “Llevar información sobre
hechos de violencia intrafamiliar a las autoridades competentes es responsabilidad
de la comunidad, de los vecinos y debe realizarse inmediatamente se identifique el
caso. La petición de medida de protección podrá ser presentada personalmente por
el agredido, por cualquier otra persona que actúe en su nombre , o por el defensor de
familia cuando la víctima se hallare en imposibilidad de hacerlo por si misma”.
5 Las comisarías de familia fueron creadas por el Decreto 2737 de 1989, que en

su artículo 295 reza: “Créanse las comisarías permanentes de familia de carácter


policivo, cuyo número y organización serán determinados por los respectivos concejos
municipales o distritales. Estas comisarías funcionarán durante las 24 horas del día
en los municipios donde la densidad de población y la problemática del menor lo
requieran, a juicio del respectivo concejo municipal o distrital”. En Barranquilla sólo
la Comisaría Permanente atiende las 24 horas del día.
198 revista de derecho, universidad del norte, 29: 178-210, 2008
Mónica Vásquez Alfaro, Yadira Alarcón Palacio, María Amarís Macías
La falta de compromiso es identificada por los mismos funcionarios
como consecuencia de falta de estabilidad laboral de los comisarios
de familia, quienes son de libre nombramiento y remoción6 y no de
carrera administrativa, lo que acarrea que de alguna manera éstos no
se motiven por desempeñar sus funciones de manera idónea; de hecho,
parafraseando a uno de lo funcionarios entrevistados: cuando los
comisarios logran la formación debida, no sólo en el manejo de la ley
sino en la atención especial de la víctima, dependiendo de cada caso,
llega el reemplazo impuesto por el político de turno.
Esta falta de capacitación de los funcionarios incide directamente
en el desgaste que sufre la víctima al ser remitida de un lado a otro, al
agotar trámites innecesarios que van en desmedro de la fe y confianza
que las víctimas de violencia tienen en el sistema legal de protección.
Esto repercute también en el hecho de que no se brinde a la víctima
la atención que requiere según su caso específico. Los pobladores
del barrio Las Flores señalaron como etapa única del procedimiento
la audiencia de conciliación, que se convertía en una diligencia que
buscaba la reconciliación familiar en todos los casos, incluso los casos
graves de violencia doméstica en los que se ponen en riesgo la vida
e integridad física de la víctima. “Pretenden conciliar todos los casos
que llegan a su despacho sin estudiar más a fondo la problemática
presentada a su consideración, ya que sólo logran con la conciliación
tratar por encima el problema, es decir, apaciguar un poco los ánimos
de las facciones en disputa, pero siempre queda el aspecto esencial del
problema sin resolver”.
Por otra parte, el conocimiento de la ley y los procedimientos por
parte de los funcionarios no es completo; de hecho, muy pocos de los
entrevistados describieron de manera completa el trámite para la im-
6El artículo 297 del Decreto 2737 de 1989 expresa que “Las comisarías permanentes
de familia hacen parte del sistema nacional de bienestar familiar y estarán a cargo de
un comisario de familia designado por el alcalde mayor en el caso del Distrito especial
de Bogotá o por el respectivo alcalde en los demás municipios del país, con el carácter
de empleado público de libre nombramiento y remoción”.
revista de derecho, universidad del norte, 29: 178-210, 2008 199
violencia intrafamiliar: efectividad de la ley en el barrio las flores
de la ciudad de barranquilla
posición de la medida de protección; sólo uno avistó la posibilidad de
una segunda instancia y de la imposición de la medida de arresto, lo
que explica que en siete años de vigencia de la Ley 575 del 2000 no se
ha verificado el agotamiento de la segunda instancia ante los jueces de
familia, quienes además son los competentes para imponer la medida
de arresto.
Esta falta del conocimiento de la ley es compartida con la comunidad,
cuyos miembros sólo se preocupan por conocer la ley cuando necesitan
su aplicación urgente y sólo como un mecanismo inmediatista de
solución a sus necesidades, de forma que si la medida debe someterse
a un procedimiento posterior se pierde el interés y se forma un criterio
acerca de la aplicación de la misma que conduce a la frustración.
Esto parece pasar inadvertido para los funcionarios a los que corresponde
la atención primaria de la víctima, quienes consideran que
son ellos los llamados a asumir la guía total para el feliz término de la
interposición de la medida de protección.
La comunidad en general prefiere solucionar la situación en instancias
familiares. Sólo acuden ante la autoridad, en términos generales, cuando
la situación se torna grave e insostenible, es decir, después de que los
grados de violencia han venido en un constante crecimiento gradual.
Esta visión de la ley desde el punto de vista orgánico genera un
sistema de desconfianza en todo el sistema jurídico de protección, pues
considera la ineficiencia como una característica ínsita del sistema legal;
en sus propias palabras: “La ley es demasiado lenta”.
A pesar de todo, los funcionarios entrevistados consideran que las
víctimas confían en ellos; apreciación no compartida por la comunidad,
que ve en la remisión de un sitio a otro, la atención no adecuada, causas
de desgaste de la confianza de la víctima en el sistema de protección
institucional.
Al tocar el tema de la remisión de una entidad a otra sale a flote otra
condición que resquebraja la efectividad de las medidas de protección,
200 revista de derecho, universidad del norte, 29: 178-210, 2008
Mónica Vásquez Alfaro, Yadira Alarcón Palacio, María Amarís Macías
lo económico. El factor económico se percibe no sólo en no poder
enfrentarse con el agresor que mantiene y sostiene el hogar, sino en la
carencia de recursos para desplazarse de una entidad a otra.
Gráfico 5. Respuestas de los pobladores del barrio Las Flores.
Se puede observar que casi la totalidad de la población del sector desconoce
cuáles son las leyes que los protegen en caso de VIF, lo cual implica que
las personas no se acercarán a denunciar con la frecuencia necesaria
Con este marco, es preciso tocar otra problemática común: la inadecuada
ubicación de las comisarías de familia competentes, pues la
designada para el barrio Las Flores se encuentra en el centro de la ciudad
y la general opera en el barrio Montecristo. Como puede verse, las dos
están ubicadas lejos del sector objeto de esta investigación; adicional
a lo anterior, una de las funcionarias manifestó que Barranquilla “se
ha ido superpoblando y que deberían existir por lo menos un par de
comisaría más.”
Este problema es de ida y vuelta, pues los comisarios se quejan de
problemas de cubrimiento por la imposibilidad de transportarse a los
barrios más alejados de sus despachos geográficamente hablando.
6%
93%
0%
10%
20%
30%
40%
50%
60%
70%
80%
90%
100%
Sí No
¿Conoce las leyes que lo protegen en caso de VIF?
revista de derecho, universidad del norte, 29: 178-210, 2008 201
violencia intrafamiliar: efectividad de la ley en el barrio las flores
de la ciudad de barranquilla
Las inadecuadas condiciones de trabajo del comisario de familia se
ve reflejada en el servicio que prestan. Aunque al crear las comisarías de
familia se vislumbró que éstas contarían con recursos físicos y un equipo
interdisciplinario para atender los casos de violencia intrafamiliar, en
la actualidad observamos que estos funcionarios trabajan de manera
muy precaria, con escasos recursos para apoyar su labor.
Gráfico 6. Problemas que impiden la debida prestación del servicio
de las comisarías de familia
Con respecto a las consecuencias de la violencia intrafamiliar,
observamos que los pobladores del barrio son intuitivamente conscientes
de las consecuencias psicológicas o personales de la violencia en
la víctima, e incluso describieron ciertas conductas que pueden ser
indicativas de las mismas, sobre todo si se trata de menores de edad.
42%
29%
42%
29%
0%
5%
10%
15%
20%
25%
30%
35%
40%
45%
Falta de
capacitación
Falta de recursos Falta de
compromiso
Equipo
interdisciplinario
incompleto
202 revista de derecho, universidad del norte, 29: 178-210, 2008
Mónica Vásquez Alfaro, Yadira Alarcón Palacio, María Amarís Macías
Gráfico 7. Consecuencias de violencia intrafamiliar identificadas por la
población. Se puede ver con claridad que los efectos legales que recaen sobre el
agresor son ignorados, en comparación con los otros
Esta apreciación varía si hablamos de las consecuencias jurídicas,
pues desconocen el contenido de las medidas de protección específicas
consagradas en la ley, y la posibilidad de solicitar desacatos, interponer
recursos e incluso solicitar el arresto del agresor.
Para la mayoría de los funcionarios entrevistados, las medidas
de protección en general son efectivas. Destacan la efectividad de la
medida de desalojo, lo cual es curioso, pues para la comunidad es la
menos cumplida por el agresor, y además expone, como ninguna otra
medida, a la víctima a nuevos y más fuertes actos de violencia, pues la
protección policiva que garantiza el éxito de la medida no se cumple.
7 Las medidas de protección se encuentran consagradas en el artículo 5 de la Ley
37%
3%
44%
10%
4%
12%
1%
4%
0%
5%
10%
15%
20%
25%
30%
35%
40%
45%
Propbsliecmolaósgicos
BajAo craenddém. Diceosdterul hccoigóDanrllIon caodmecpu.ahduoisr del hogar
Nor seasbpeo/nndoe
Cárcel Muerte
¿Qué medida de protección es más efectiva?
revista de derecho, universidad del norte, 29: 178-210, 2008 203
violencia intrafamiliar: efectividad de la ley en el barrio las flores
de la ciudad de barranquilla
La falta de seguimiento de las medidas de protección7 por parte de
los funcionarios impidió que se obtuvieran datos sobre la percepción de
la efectividad del desalojo. Contrasta esta percepción con la siguiente
conclusión fruto de una investigación realizada en la ciudad de
Cartagena: “Mientras en el interior del país, los hombres, frente a los
conflictos domésticos, tienden a abandonar el hogar, dejándolo para no
dejar a sus hijos sin techo, en la Costa, el hombre contrariamente, tiende
a expulsar a la mujer y a los hijos de él” (Herrera Faría, 2003).
Después del desalojo, según las autoridades, el tratamiento psicológico
es destacado como medida de protección efectiva. En la práctica,
esta medida es casi inoperante, pues las comisarías no cuentan con el
equipo interdisciplinario y el sistema de remisiones a entidades de
salud no funciona, pues los costos del tratamiento corren por cuenta
del mismo agresor, quien cancela los costos que se deriven.
294 de 1996: “ Si el comisario de familia o el juez de conocimiento determina que el
solicitante o un miembro de un grupo familiar ha sido víctima de violencia o maltrato,
emitirá mediante providencia motivada una medida definitiva de protección, en
la cual ordenará al agresor abstenerse de realizar la conducta objeto de la queja, o
cualquier otra similar contra la persona ofendida u otro miembro del grupo familiar.
El funcionario podrá imponer, demás, según el caso, las siguientes medidas:Ordenar
al agresor el desalojo de la casa de habitación que comparte con la víctima, siempre
que se hubiere probado que su presencia constituye una amenaza para la vida, la
integridad física o la salud de cualquiera de los miembros de la familia; b) Ordenar
al agresor abstenerse de penetrar en cualquier lugar donde se encuentre la víctima,
cuando a discreción del funcionario dicha limitación resulte necesaria para prevenir
que aquél moleste, intimide, amenace o de cualquier otra forma interfiera con la víctima
o con los menores cuya custodia provisional le haya sido adjudicada; c) Prohibir al
agresor esconder o trasladar de la residencia a los niños y personas discapacitadas en
situación de indefensión, miembros del grupo familiar, sin perjuicio de las acciones
penales a que hubiere lugar; d) Obligación de acudir a un tratamiento reeducativo y
terapéutico en una institución pública o privada que ofrezca tales servicios, a costa del
agresor cuando éste ya tuviera antecedentes en materia de violencia intrafamiliar; h)
Si fuera necesario, se ordenará al agresor el pago de los gastos médicos, sicológicos y
síquicos que requiera la víctima; f) Cuando la violencia o maltrato revista gravedad
y se tema su repetición, el comisario ordenará una protección temporal especial de la
víctima por parte de las autoridades de policía, tanto en su domicilio como en su lugar
e trabajo, si lo tuviere, y g) Cualquier otra medida necesaria para el cumplimiento de
los propósitos de la presente ley”.
204 revista de derecho, universidad del norte, 29: 178-210, 2008
Mónica Vásquez Alfaro, Yadira Alarcón Palacio, María Amarís Macías
Gráfico 8. Respuestas de los funcionarios y educadores de familia.
Se observa que la efectividad del proceso de conciliación
no es tenida en cuenta
La reforma a la Ley 294 de 1996 y 575 del 2000 radican la competencia
en primera instancia en los jueces de familia, lo que garantiza acceso a la
administración de justicia y ejercicio de la autoridad frente a la policía
y permanencia en el servicio. Las comisarías de familia no pierden
competencia para conocer del caso, pero será necesario implementarlas
de acuerdo con lo dispuesto por el Código del Menor.
Con la reforma al régimen de protección a la víctima de violencia
intrafamiliar se crean además lugares de amparo donde la víctima pueda
protegerse del agresor hasta por seis meses; se da mayor prevalencia
a la medida de desalojo y se establece para las autoridades de policía
la obligación de acompañar a la víctima a tomar sus pertenencias y
volver por sus hijos cuando sea preciso que se marche de su lugar de
residencia.
71%
14% 14%
0%
10%
20%
30%
40%
50%
60%
70%
80%
Desalojo Tratamiento psicológico Todas son iguales
¿Qué medida de protección es más efectiva?
revista de derecho, universidad del norte, 29: 178-210, 2008 205
violencia intrafamiliar: efectividad de la ley en el barrio las flores
de la ciudad de barranquilla
CONCLUSIONES
Los pobladores del barrio Las Flores no poseen claridad sobre el concepto
de “violencia intrafamiliar”, y sus comportamientos cotidianos son
normalmente
agresivos; por esta razón comportamientos destructivos son
considerados como normales y no identifican ciertas señales de riesgo
que se pueden estar presentando en sus hogares.
La violencia intrafamiliar en el barrio las Flores es una problemática
que se presenta por ciclos, en la que el agresor pasa a ser víctima: el
padre golpea a la madre, ésta al hijo y éste cuando crece golpea al padre,
y de esta forma se termina el ciclo y aumentan los índices de violencia.
También se presentan ciclos respecto a los episodios violentos: el agresor
ofende a la familia y luego vuelve a ser un miembro tranquilo y confiable,
para después de un tiempo volver a agredirlos por períodos de tiempo
cortos pero de gran intensidad en cuanto al daño psicológico.
Las principales víctimas de violencia intrafamiliar en este sector de
la ciudad son las mujeres y los niños. Estos mantienen con el agresor
generalmente una relación de subordinación y dependencia económica.
Las causas principales de violencia intrafamiliar son el alcoholismo,
la drogadicción y los celos. Estos en sí mismos son consecuencias de
otras situaciones que caracterizan a este sector, como por ejemplo, el
desempleo, la pobreza, la resquebrajamiento de la estructura familiar
y el machismo, que estereotipa a los individuos.
Los pobladores del barrio Las Flores desconfían de las autoridades y
de la ley y dudan de su efectividad sumado al desconocimiento masivo
de mecanismos de protección de las víctimas, ya que los individuos
desconocen cuáles son los mecanismos que ésta les proporciona para
tener un mejor resultado que garantice la protección de la víctima.
Es necesario llevar a cabo programas de formación personal que
permitan disminuir en el sector los estereotipos de género, y concienciar
a las mujeres sobre sus capacidades y limitaciones, como un ser capaz
206 revista de derecho, universidad del norte, 29: 178-210, 2008
Mónica Vásquez Alfaro, Yadira Alarcón Palacio, María Amarís Macías
de promover cambios sociales importantes. No obstante, a pesar de
no manejar los conceptos y normas para orientar a las víctimas y no
representar a la autoridad, su visibilidad social y dispocisión de trabajo
aportaría evidentes mejorías al proceso.
Sería necesario promover la formación de la población respecto al
tema de violencia intrafamiliar, tratándolo de forma integrada: violencia
contra la mujer, derechos humanos, derechos de los niños y
cómo actuar en caso de que se llegue a presentar una situación de este
tipo en la familia.
Sería conveniente reestructurar el tejido social de las familias del
barrio, con el fin de crear redes que permitan agilizar la comunicación,
apoyo y toma de decisiones respecto a las víctimas, que al sentirse
respaldadas atenúan la sensación de temor e inseguridad y realizan
acciones más favorables que garanticen su seguridad.
Se debe capacitar a los funcionarios encargados y sensibilizarlos en
temas relacionados con la VIF, además de crear equipos interdisciplinarios
que puedan dar respuesta efectiva y hacer seguimiento a las denuncias
realizadas, con el fin de proteger por el mayor tiempo posible a la víctima,
garantizándole su integridad.
Sería pertinente realizar programas educativos y de sensibilización
dentro de las comunidades educativas, y el sector salud, de forma
que éstos aprendan a identificar los casos y a darles la adecuada orientación.
Por otra parte, la conciliación dentro del proceso que se delanta
en casos de VIF es mal entendida en el barrio Las Flores, ya que los
pobladores confunden el término “conciliar” con “reconciliar”, y esto
genera resistencia en las víctimas, que se sienten en muchas ocasiones
obligadas a “perdonar” al agresor. Además, no todos los casos pueden
resolverse a través de este medio. Hay situaciones que son de extrema
gravedad y no permiten llegar a un acuerdo; lo único que se consigue
es que se disminuye la intensidad del conflicto en esa instancia, pero
el problema de fondo queda sin resolver, lo cual produce en la víctima
revista de derecho, universidad del norte, 29: 178-210, 2008 207
violencia intrafamiliar: efectividad de la ley en el barrio las flores
de la ciudad de barranquilla
un sentimiento de impotencia y de rechazo a seguir los procesos que
estipula la ley, por lo cual se ve obligada a buscar otros que sean más
efectivos y que le permitan proteger sus derechos.
Es importante sensibilizar y capacitar sobre esta problemática a las
personas vinculadas al sector judicial y policial, para evitar la victimización
secundaria. Además de que éstos pudieran liderar procesos
y programas de rehabilitación de las víctimas.
La reforma a la ley que se vislumbra crea herramientas de tratamiento
e intervención respecto a la víctima y su familia y compromete a las
entidades territoriales a establecer políticas en tal sentido.
A su vez, devuelve a los jueces de familia la competencia para conocer
de los casos de violencia intrafamiliar, y el trámite de las medidas de
protección lo torna equivalente al de una especie de acción de tutela
especializada.
Por su parte, es necesario darles a las comisarías de familia un
nuevo aire, esta vez dotándolas de herramientas físicas para que los
funcionarios de éstas puedan desempeñar su labor a cabalidad, apoyando
el tratamiento integral a través de la real conformación del equipo
interdisciplinario y mejorando sus condiciones de trabajo, buscando
que la vinculación de los funcionarios deje de ser una herramienta
política e inestable y se conviertan en parte del sistema de carrera
administrativa,
para que así se puedan aprovechar su valiosa experiencia en
el tratamiento de los casos.
En las redes de apoyo que se logren constituir es preciso vincular de
manera comprometida a las autoridades de policía, porque su actuar
repercute directamente en la efectividad de la medida. Podría pensarse
en crear una policía especializada para estos casos, como ocurre con
la Policía de Menores, de grata aceptación entre los pobladores, por la
rapidez para la atención.
Se debe insistir en la capacitación de figuras comunitarias que poco
a poco conciencien a la comunidad sobre la gravedad del problema, a
208 revista de derecho, universidad del norte, 29: 178-210, 2008
Mónica Vásquez Alfaro, Yadira Alarcón Palacio, María Amarís Macías
fin de afincar raíces de control y prevención social, apoyar el programa
de educadoras de familia y difundir los deberes de la sociedad ante el
problema, tal como lo ordena el nuevo proyecto de ley.
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html#euycanada
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UNIVERSIDAD EXTERNADO DE COLOMBIA DIRECCIÓN DE DERECHOS HUMANOS Y ACCESO A LA


JUSTICIA
CAPACITACIÓN A FUNCIONARIOS Y FORMACIÓN DE
CIUDADANOS DE BOGOTA COMO MEDIADORES
COMUNITARIOS PARA EL DISTRITO CAPITAL
CONFLICTO Y VIOLENCIA
INTRAFAMILIAR
Bogotá, febrero de 2002
Alcaldía Mayor de Bogotá D.C.
Secretaría de Gobierno
2
CONTENIDOS
1: DIVERSAS NOCIONES SOBRE EL CONFLICTO 3
1.1. ASPECTO CONCEPTUAL
1.1.1. ABORDAJES DISCIPLINARIOS
1.1.2. REPRESENTACIONES SOCIALES
1.1.3. EL CONFLICTO COMO FACTOR DE DESARROLLO
1.1.4. UNA DEFINICIÓN DE BASE 4
1.4. ESTRUCTURA DEL CONFLICTO 4
2: ÁMBITOS Y DESENCADENANTES DEL CONFLICTO 7
2.1. FAMILIA 7
2.2. HÁBITAT 7
2.3. INCUMPLIMIENTO DE ACUERDOS Y OBLIGACIONES 8
2.4. TIPOS DE CONFLICTOS EN LAS UNIDADES DE MEDIACIÓN Y
CONCILIACIÓN (UMC) 8
3: FAMILIA Y CONFLICTO 9
3.1. CONCEPTO Y FUNCIONES DE LA FAMILIA 9
3.2. TIPOLOGÍAS DE FAMILIA 9
3.3. CONFLICTO FAMILIAR 10
3.4. TIPOS DE CONFLICTO FAMILIAR 10
4: VIOLENCIA INTRAFAMILIAR 12
4.1. DEFINICIÓN Y CARACTERÍSTICAS 12
4.2. TIPOS DE VIOLENCIA INTRAFAMILIAR 12
4.3. REPRESENTACIONES SOCIALES DE LA VIOLENCIA
INTRAFAMILIAR 13
5: EL CONFLICTO COMO FACTOR DE DESARROLLO 15
5.1. EL CONFLICTO ES HISTÓRICO 15
5.2. EL CONFLICTO ES EXPRESIÓN DE LO SOCIAL 15
5.3. EL CONFLICTO CONLLEVA RIESGO Y OPORTUNIDAD 15
5.4. EL CONFLICTO ADMITE MÚLTIPLES FORMAS DE EXPRESIÓN
Y RESOLUCIÓN 15
5.5. EL CONFLICTO ADMITE LA DIFERENCIA Y LA UNICIDAD 15
BIBLIOGRAFÍA 16
Atendiendo a las características específicas de los contenidos de cada capítulo de este
módulo, los dos primeros contiene un esquema común: se presentan primero los
elementos conceptuales que sirven de sustento al capítulo; posteriormente se desarrollan
algunos aspectos metodológicos y finalmente se plantean algunas acciones de tipo
procedimental a la manera de vivencias de los estudiantes que suponen una construcción
activa del conocimiento por parte de éstos. Los tres capítulos restantes desarrollan el
primero y el tercer aspecto, es decir, el conceptual y el procedimental. Las vivencias
dispuestas bajo el modo de talleres, han sido pensadas para ser desarrolladas con la
presencia de un tallerista facilitador y en ocasiones de un monitor, sin embargo, éstas
pueden ser aplicadas perfectamente por parte de grupos que autorregulen su
organización.
Aunque en esta cartilla se utiliza una secuencia temática común (conceptualmetodológico-
procedimental o conceptual-procedimental), dependiendo de los objetivos
del capítulo correspondiente, es propicio en algunos casos desarrollar primero la parte
vivencial como base precisamente de una problematización o profundización conceptual.
Mediante la apuesta del 'diálogo de saberes', los talleres constituyen una estrategia
pedagógica que enfatiza la sensibilización, el reconocimiento vivencial, el contraste de
representaciones sociales, la reflexión y la conceptualización, por parte de los y las
estudiantes, especialmente en dinámicas de grupo.
1. DIVERSAS NOCIONES SOBRE EL CONFLICTO
1.1. ASPECTO CONCEPTUAL
1.1.1. ABORDAJES DISCIPLINARIOS
Si un punto de vista generalizado es que el conflicto es inherente al ser humano, no en un
sentido negativo, sino como motor fundamental del dinamismo social, es entendible por
qué la totalidad de disciplinas de las ciencias sociales y humanas que han abordado la
comprensión de lo humano, han puesto simultáneamente su atención también en el
conflicto.
Sobre esa base, vamos a hacer una mención ilustrativa de ejes temáticos que algunas
disciplinas han desarrollado en torno al conflicto. La psicología, por ejemplo, ha abordado
en primer término el conflicto intraindividual, al estudiar las afectaciones que un individuo
experimenta a partir de tensiones entre pulsiones y normas, entre representaciones
contrarias o incluso en razón de escisiones de personalidad.
En segundo lugar, la psicología se ha preocupado por el conflicto interpersonal, al tratar
de entender, por ejemplo, las conductas agresivas, como una manifestación de nuestra
condición animal, como respuesta a las tensiones que crean las restricciones del mundo
exterior o como comportamiento instrumental que se convierte en un medio idóneo de
acción para obtener resultados.
4
La sociología comenzó a abordar el conflicto haciendo una crítica precisamente de las
miradas psicológicas, al considerar que éste no se crea únicamente a partir de las
personas individualmente consideradas, sino que existen unos factores estructurales
determinantes de la organización social que operan como caldo de cultivo del mismo. En
esa perspectiva, el estructural-funcionalismo, por ejemplo, ve a la sociedad tendiendo
naturalmente al equilibrio, contexto en el cual el conflicto equivale a una disfunción del
sistema, hasta cierto punto como un elemento exógeno, que debe ser superado para
recuperar el equilibrio natural.
El marxismo, entre tanto, cree que la sociedad tiende naturalmente al conflicto, es decir,
que es un elemento endógeno de la dinámica social y que, incluso, es necesario extremar
la lucha de clases para crear la posibilidad de la transformación estructural social con el
proletariado como clase única.
Corrientes más contemporáneas rompen la polaridad de posiciones al considerar que
tanto la cooperación como el conflicto son elementos consustanciales a la interacción
social y que incluyen en todo caso un juego de tensiones en torno al poder como
elemento de disputa fundamental.
La comunicación social, aunque sería más apropiado decir la comunicología, como
disciplina que se ocupa de la primera como objeto, ha estudiado los modos y niveles de
interdependencia entre las partes, la importancia de las percepciones en la construcción
del conflicto, la construcción comunicativa del poder y las implicaciones de los modos
comunicativos en los impactos residuales del conflicto.
La psicología social, que estudia la construcción social como una interacción entre los
ámbitos individual y colectivo, se ha interesado por entender las relaciones del conflicto
con las características y los mecanismos de creación de las representaciones sociales
sobre el mismo, con las emociones como construcciones culturales y con los vínculos
entre la actuación individual y las formas de la violencia colectiva.
La antropología ha intentado explicar al conflicto como comportamiento cultural, ha
examinado los niveles culturales de alta y baja conflictividad en comunidades específicas
y ha desarrollado todo un marco comprensivo para entender los contrastes interculturales
respecto del conflicto.
La filosofía, por su parte, ha abordado el conflicto como un principio dinámico de tipo
ontológico, es decir como elemento constitutivo del ser, y de tipo epistemológico, como
propiciador del conocimiento; por ejemplo, la mayéutica aristotélica como la contradicción
entre una tesis y una antítesis como bases de la síntesis, que es renovación creadora del
saber, o la dialéctica hegeliana, como el juego de los contrarios. Adicionalmente, ha
aportado un cuerpo denso de conocimiento axiológico, para encontrar en la ética una
base de regulación colectiva para los conflictos.
Finalmente, es necesario afirmar que circunscribirse a uno de los temas y disciplinas
anteriormente mencionados, o a otros, siempre constituirá una imagen recortada del
conflicto; es pertinente, entonces, desarrollar una visión interdisciplinaria del mismo con
miras a comprender su naturaleza compleja y multidimensional y a desarrollar mejores
formas de abordaje social que lo potencien como factor de desarrollo.
5
1.1.2. REPRESENTACIONES SOCIALES
Las representaciones sociales constituyen lo que las personas piensan acerca de un
objeto social (por ejemplo, el conflicto, la violencia, la salud, la enfermedad, etc.). Se trata
de un conocimiento de sentido común, elaborado socialmente, compartido por los
miembros de un grupo, que orienta su conducta ante dicho objeto.
Coincidiendo con Casas (1998) y Casas y Durán (1996), quienes plantean que las
representaciones sociales sobre un objeto determinado se componen de tres vertientes
psicosociales: la representación social sobre el objeto en sí (definición), la representación
social sobre los sujetos involucrados (características personales que generan una
situación) y la representación social sobre las alternativas consideradas como adecuadas
para atender la situación o el objeto social.
Cuando se explora con grupos de personas la representación social sobre el conflicto
como objeto en sí, es decir su definición, suelen surgir tres visiones predominantes del
mismo: la primera asimila el conflicto a diferencia y alrededor de ella despliega una
connotación negativa que se expresa en términos como discrepancia, controversia,
contradicción, pelea, enfrentamiento e incluso violencia.
La segunda percibe el conflicto como una oportunidad para alcanzar nuevas formas de
comunicación y entendimiento entre las personas, lograr consensos, acuerdos y sentar
bases para la construcción de una cultura democrática.
La tercera propone una combinación de las anteriores interpretaciones, entendiendo el
conflicto como una construcción compleja que integra tanto elementos negativos como
positivos.
Respecto de la representación social sobre los sujetos involucrados en los conflictos, o
sea, las características personales que coadyuvan a su generación, aflora una imagen
negativa de las personas como problemáticas, conflictivas, intolerantes e incapaces de
mantener unas sanas relaciones de convivencia. Otra imagen plantea que son personas
que mantienen unas relaciones armónicas con quienes les rodean, y que en algún
momento pueden resolver favorablemente situaciones en las cuales sus necesidades e
intereses pueden parecer incompatibles frente a las de otras personas.
En relación con la representación social sobre las alternativas consideradas como
adecuadas para atender el conflicto, esta resulta concordante con las dos
representaciones previas. Cuando el conflicto y las personas involucradas son percibidas
de manera negativa, las alternativas son de carácter punitivo, de imposición, de autoridad
e incluso de eliminación. Por el contrario, cuando existe una percepción positiva del
conflicto y de las personas, las alternativas se orientan a la concertación, el diálogo, el
establecimiento de acuerdos y a salidas que propicien el mantenimiento de relaciones
armónicas entre las partes.
6
1.1.3. EL CONFLICTO COMO FACTOR DE DESARROLLO
Si hacemos una recapitulación analítica de las representaciones sociales sobre el
conflicto, podemos calificarlas en cierta medida como bipolares puesto que legitiman y en
el mejor de los casos combinan una calificación negativa y positiva del mismo.
No obstante, es posible superar dicha binariedad y promover, en cambio, una asunción
decidida del conflicto como un factor de desarrollo, a través de la presentación y el
análisis de algunos postulados básicos:
El conflicto es histórico: las sociedades han vivenciado conflictos desde tiempos
remotos y han desarrollado formas cotidianas de resolverlas. La experiencia de cada
conflicto resuelto ha permitido el paso a un orden superior. Los conflictos se caracterizan
por evolucionar de manera distinta a través del tiempo.
El conflicto es expresión de lo social: El conflicto es inherente a la condición humana y,
como tal, forma parte de lo social, involucrando las esferas racional y subjetiva de la vida
del hombre. No constituye un hecho individual, sino eminentemente social.
El conflicto conlleva riesgo y oportunidad: El conflicto permite nuevas oportunidades
de interacción y comunicación entre las personas; pese a los riesgos que implica, también
constituye movimientos superiores hacia formas de crecimiento.
El conflicto conlleva múltiples formas de expresión y resolución: Cada sociedad
posee sus propias maneras de mantener, transformar y superar el conflicto. Dado que los
conflictos nunca son iguales, las formas de abordarlos tampoco lo son.
El conflicto admite la diferencia y la unicidad: El conflicto, al mismo tiempo que
expresa la diversidad, también es el reflejo de la unicidad de seres únicos e irrepetibles.
Hay que reconocer, por tanto, la diferencia, pero también las particularidades específicas
de cada conflicto y de las partes involucradas.
1.1.4. UNA DEFINICIÓN DE BASE
Habiendo constatado la complejidad del conflicto y, en forma consecuente, de los
abordajes disciplinarios y perspectivas sobre el mismo, se torna muy importante partir de
una definición de conflicto con un carácter integrador y general, que sirva como base de la
mediación. En ese sentido, se perfila como muy pertinente acoger una definición puesta
precisamente en la perspectiva de la mediación.
Robin Hocker y William Wilmot (1991: 12), por ejemplo, conciben al conflicto como la
“lucha expresada entre al menos dos partes interdependientes quienes perciben intereses
incompatibles entre sí, tensiones por recursos escasos, atribuciones de parte de la
contraparte e interferencias de esta última para alcanzar las metas”.
Dicha noción de base es complementada por Baruch-Bush y Folger (1996: 130), para
quienes “el conflicto es, ante todo, una ocasión de crecimiento en dos dimensiones
críticas e interrelacionadas: el fortalecimiento personal y la superación de los límites
7
personales para relacionarse con otros; el conflicto enfrenta a cada parte con otro situado
de diferente modo, que sostiene un punto de vista opuesto, lo que le da a la gente la
oportunidad de desarrollar y mostrar respeto y consideración mutuos”.
1.2. ASPECTO METODOLÓGICO: ESTRUCTURA DEL CONFLICTO
Habiendo recorrido diversas nociones sobre el conflicto, es útil ocuparse ahora de la
estructura misma del conflicto, la cual puede estudiarse desde diversas perspectivas, por
cuanto el ejercicio de la mediación supone siempre hacer un diagnóstico más o menos
rápido, un mapeo del conflicto.
1.2.1. ELEMENTOS CONSTITUYENTES
Un esquema básico de la estructura del conflicto que se ha extendido bastante es el
propuesto por Lederach (1997: 32-33) (ver gráfica 1).
Personas: partes del conflicto. Ello supone que aunque en todo conflicto hay siempre
otros afectados, se consideran como personas solo aquéllas en quienes radica
directamente la posibilidad de resolverlo.
Proceso: historia del conflicto. Es importante develar las situaciones y percepciones que
dan origen a un conflicto y cómo éstas se van transformando.
Problema: motivo que da origen al conflicto. El conflicto se crea a partir de la divergencia
de puntos de vista, intereses, necesidades, valores, etc. sobre un asunto más o menos
concreto, y sobre las diversas salidas posibles a dicha divergencia.
1.2.2. DIMENSIONES
Hay diversas dimensiones de orden tanto fáctico como perceptual que crean, potencian,
agravan o permiten una salida al conflicto. Las dimensiones básicas a abordar en una
perspectiva analítica son:
Sentimientos: pueden definirse como los diversos modos de la afectación interior que un
sujeto tiene a partir del conflicto. Suelen manifestarse a través de emociones explícitas
como rabia, dolor, tristeza, etc. o simplemente como sensaciones subjetivas como
frustración, desesperanza, nostalgia, etc.
PERSONAS
PROCESO PROBLEMA
Gráfica 1
MODELO DE LAS TRES P’S
8
Intereses: razones por las que diversas áreas de discrepancia o de incompatibilidad
importan significativamente a una persona; pueden comprenderse también como los
objetivos, puntos de llegada o ganancias finales que una persona percibe como salida a
una situación específica.
Necesidades: aspectos mínimos, indispensables, que satisfacen a una persona en
cuanto a lo sustantivo, lo psicológico y el proceso a seguir para resolver un problema. Una
manera posible de pensarlos es como carencias.
Posiciones: salida específica que cada parte propone con ocasión de un conflicto, es lo
que cada quien quiere que se haga en esa situación determinada. Un modo
complementario de entenderlas es como el lugar de sujeto desde el cual se habla, lo cual
implica el reconocimiento explícito de las paridades o, por el contrario, de las jerarquías
existentes en una relación interpersonal, por ejemplo padre-hijo, jefe-empleado o del eje
funcional de dicha relación, por ejemplo: arrendatario-arrendador, contratante-proveedor
de servicio, etc.
Valores: creencias y principios firmemente arraigados en una persona que organizan su
visión del mundo y de las personas, y que originan su posición y su comportamiento en un
conflicto. No se entienden aquí como un conjunto de actitudes humanas y sociales
evaluadas moralmente como positivas, sino que al tratarse de creencias combinan, si se
quiere ver de esa manera, elementos positivos y negativos que constituyen la cultura
personal, como la honradez, la justificación de la corrupción, la subordinación de género,
la legitimidad de la violencia física, etc., los cuales se convierten en los reguladores éticos
de la acción personal en sociedad.
1.2.3. PROCESO
Aparte de considerar los hitos o momentos significativos que constituyen la historia del
conflicto, el carácter dinámico del mismo puede entenderse a partir de dos nociones:
fases y escalamiento, que pueden representarse gráficamente en el siguiente esquema:
Gráfica 2: FASES Y ESCALAMIENTO DEL CONFLICTO
FASES ESCALAMIENTO
Inexistente Discusión
Incipiente Polarización
Latente Segregación
Manifiesto Violencia
Destrucción
Mediación
9
El proceso del conflicto se puede organizar para la comprensión en fases, que muestran
una transición en el siguiente sentido: en un primer momento las relaciones entre las
partes son cooperativas e incluso complementarias, por lo cual se considera que no existe
el conflicto, pero luego pueden desarrollarse factores causantes de la divergencia. No
obstante, inicialmente las partes pueden no tener conciencia sobre la misma, con lo que el
conflicto permanece de manera incipiente. Si las partes aceptan luego que tienen
pretensiones incompatibles, el conflicto se torna latente, y si, con posterioridad se
desarrollan comportamientos a partir de los intereses subjetivos en contraposición,
entonces el conflicto se vuelve manifiesto.
En la transición del conflicto latente al manifiesto y especialmente en este último, se sitúa
por demás la posibilidad de encontrar diversos grados de intensidad del conflicto, proceso
de gradación que puede denominarse escalamiento. Los grados van de la discusión
simple a la polarización, segregación, en ocasiones el ejercicio violento y la destrucción
sea de la relación original o a veces incluso de las partes enfrentadas, proceso en el cual
los antagonismos se agravan y las disputas se distancian de los motivos originales, se
intensifican sobre la dinámica de “no echarse para atrás” y pasan a centrarse en las
resistencias y rencores personales.
Es importante entender, no obstante, que la mediación siempre es un recurso posible, sea
en las fases iniciales del conflicto o sea durante los momentos de escalamiento del
conflicto, con miras a evitar consecuencias irremediables o muy negativas sobre las
personas.
1.3. ASPECTO PROCEDIMENTAL
TALLER No. 1
1: Diversas nociones del conflicto
Objetivo del taller:
! Reflexionar acerca de las representaciones sociales propias y ajenas en torno al
conflicto.
Tiempo:
! Trabajo individual: 10 minutos
! Trabajo en subgrupos: 40 minutos
! Plenaria: inquietudes y reflexiones: 30 minutos
Materiales:
! 24 marcadores de dos colores distintos.
! Cinta de enmascarar.
10
! 12 pliegos papel periódico.
GUÍA DE TRABAJO
1. El grupo se dividirá en subgrupos no superiores a siete personas; en cada uno de ellos
se escoge un relator o relatora.
2. A partir del término "conflicto" presentado por el tallerista, cada estudiante deberá
escribir en una hoja las cinco palabras asociadas que se le vengan primero a la mente.
3. Los subgrupos se reúnen y analizan las coincidencias y divergencias de las palabras
asociadas, y redactan una frase que identifica la tendencia principal de definición.
4. Cada subgrupo elabora una cartelera con esta frase y la fija en la pared, el relator o
relatora la presenta a los otros subgrupos.
5. Se realiza una discusión en plenaria sobre los consensos y disensos entre las
carteleras de los subgrupos. Se elaboran conclusiones.
2: ÁMBITOS DEL CONFLICTO
2.1. ASPECTO CONCEPTUAL
Aunque por su espectacularidad o trascendencia, solemos identificar los conflictos con
aquellos que difunden los medios de comunicación, lo cierto es que la inmensa mayoría
de conflictos se producen cotidianamente en el nivel de las relaciones interpersonales y
son resueltos en ese mismo nivel, sin que requieran la intervención del sistema judicial.
Se producen, además, en los propios entornos de las personas, como la escuela, la
familia, el vecindario y el trabajo. Estos operan no solo como espacios físicos sino que, en
combinación necesaria con el tipo de relaciones que allí se desenvuelven, constituyen los
que pueden denominarse ámbitos del conflicto.
Reconociendo que sobre la escuela se ha construido un importante acumulado
conceptual y metodológico para la mediación, en principio el mediador comunitario
operará menos allí, puesto que el sistema educativo desarrolla con frecuencia sus propias
instancias de mediación. En concordancia con ello, se puden definir como ámbitos del
conflicto para el ejercicio de la mediación comunitaria a la familia, el hábitat y el
incumplimiento de acuerdos y contratos.
Se debe tener en cuenta que si bien en términos comprensivos es pertinente la
separación entre ámbitos diferenciados, los casos que llegan hoy en día a las Unidades
de Mediación y Conciliación de la Secretaría de Gobierno del Distrito demuestran diversos
grados de combinación de tales ámbitos. Por ejemplo, un desacuerdo en el pago o en los
términos de un acuerdo económico al interior de una familia puede desencadenar un
conflicto sustantivo en la familia o la denuncia de incumplimiento en un contrato de
11
arrendamiento suele estar acompañada de un clima evidente de deterioro de las
relaciones personales entre los involucrados.
2.1.1. FAMILIA
Teniendo en cuenta que el conflicto familiar y la violencia intrafamiliar serán objeto de las
unidades tres y cuatro del módulo, respectivamente, aquí sólo se presenta una definición
general del conflicto familiar como la tensión o tensiones que se presentan entre los
miembros de la familia sobre diferentes aspectos (conyugales, parentales, domésticos,
generacionales, intergénero, etc.). El conflicto hace parte de la dinámica familiar y debe
ser entendido como algo "natural" en la medida en que no es exclusivo de una familia en
particular sino inherente a todos los grupos familiares de una sociedad.
2.1.2. HÁBITAT
El hábitat se entiende como el espacio de convivencia (habitacional, laboral o comercial)
que un sujeto apropia significativamente tanto en términos físicos como simbólicos.
Entendida de esta manera, la convivencia no alude exclusivamente a residir en una
misma vivienda, cuadra o barrio; tiene que ver también con la zona donde se comparte un
tiempo significativo por otras razones distintas de las habitacionales y sobre la cual se
hace, en consecuencia, un alto reconocimiento simbólico de pertenencia. Ese es el caso,
por ejemplo, de algunos integrantes de ‘parches’, los cuales se asumen como integrantes
de un parche ligado a una zona específica, para lo cual no se requiere que vivan en ella,
sino que en ella se sitúe su grupo de pares de referencia e identificación, con el que
realiza un alto número de sus actividades cotidianas, con preponderancia de las lúdicas
(García, 1998).
El conflicto en el hábitat se refiere a disputas que se presentan entre las personas que
residen o frecuentan un mismo vecindario o localidad en torno a intereses, principios y
recursos que se pueden percibir como antagónicos.
Algunos de los conflictos más frecuentes en el hábitat giran en torno de los siguientes
aspectos:
• Malas relaciones entre vecinos.
• Contaminación sonora: altos niveles de ruido.
• Mal manejo de basuras y desechos.
• Restricciones en el uso del espacio público.
• Uso inadecuado de las zonas recreativas.
• Mal manejo de mascotas.
• Desarrollo de actividades inadecuadas para zonas residenciales.
Una fuente adicional de conflictos surge por disputas acerca de la legitimidad o autoridad
para la representación de la comunidad; es lo que sucede, por ejemplo, entre los
fundadores y/o líderes históricos de los barrios y los nuevos moradores. En muchos casos
12
las discrepancias surgen realmente más que de un cuestionamiento a la necesidad de
que haya liderazgos a las formas particulares de ejercerlo.
2.1.3. INCUMPLIMIENTO DE ACUERDOS Y OBLIGACIONES
Aunque el incumplimiento de acuerdos y obligaciones en las relaciones económicas son
un espectro sumamente amplio de relaciones y transacciones sociales, se sabe que la
mediación comunitaria tiene una relación más estrecha con disputas motivadas por
opiniones divergentes en torno a los objetos, ganancias y procedimientos de las
transacciones (comerciales), por ejemplo, el incumplimiento en la prestación de servicios,
en la entrega de bienes adquiridos, en la devolución en buen estado de bienes confiados
a la otra parte y, principalmente, en el pago en los contratos de arrendamiento.
Respecto de estos últimos, el conflicto surge en razón de una dualidad: por un lado, las
desventajosas condiciones de algunas familias que no les permite tener una vivienda
propia o ganar los suficiente para cumplir con el pago de la que habita en arriendo. Por el
otro, el derecho del propietario de la vivienda a recibir el dinero pactado por el arriendo del
bien inmueble de su propiedad. Aunque los procedimientos en esta clase de contratos
están claramente regulados por la ley, dicha dualidad es la fuente de un deterioro
progresivo de las relaciones interpersonales, asunto en el cual la mediación comunitaria
puede cumplir un papel relevante para evitar un escalamiento del conflicto y posibilitar así
el logro de acuerdos.
También se presentan disputas por las malas relaciones que surgen entre las partes por
discrepancias en torno a salarios, prestaciones, horarios, condiciones de seguridad social
(laborales), entre otros aspectos. La mediación no se aplica a los derechos laborales
consagrados por las normas, que se consideran irrenunciables, sino precisamente al
campo exclusivo de las relaciones interpersonales, con el fin de que las partes mantengan
una comunicación respetuosa y armónica para el logro de los acuerdos a los que haya
lugar al amparo de la ley y con posterioridad a los mismos.
2.1.4. CONFLICTOS MÁS FRECUENTES EN LAS UNIDADES DE MEDIACIÓN Y
CONCILIACIÓN (UMC)
Es importante contrastar la caracterización de los ámbitos diversos en los que se presenta
el conflicto con los tipos de conflictos que llegan a las UMC de la Secretaría de Gobierno
de Bogotá. Un análisis de los tipos de casos presentados en varias UMC permite tipificar
su frecuencia en orden descendente (“Una opción..., 1999-2000: 6):
Arrendamiento: los conflictos derivados de este tipo de contratos.
Otros contratos civiles: los conflictos derivados de otros contratos civiles diferentes al
contrato de arrendamiento como compraventa, contrato de obra de construcción,
préstamo de dinero y deudas, electricidad y ornamentación, entre otros.
Obligaciones comerciales: los conflictos derivados de contratos comerciales como
sociedades o compraventa de negocios.
13
Conflicto intrafamiliar: diferencias y problemas entre adultos miembros de una familia
que no involucran ni afectan directamente la calidad de vida de los menores y no
requieren intervención terapéutica, de sicólogo o trabajador social.
Conflicto vecinal: los conflictos derivados de las relaciones de vecindad como propiedad
horizontal, utilización de zonas comunes, linderos, amenazas, agresiones físicas (sin
lesión) y verbales.
Laboral: los conflictos derivados de las malas relaciones, debido a las discrepancias en
asuntos prestacionales.
2.2. ASPECTO METODOLÓGICO
Los conceptos sobre la estructura del conflicto propuestos en el capítulo anterior se
disponen aquí en un formato que se puede denominar como 'mapa' de análisis del
conflicto en sus diversos ámbitos, el cual se presenta a continuación:
MAPA DE ANÁLISIS DEL CONFLICTO EN DIVERSOS ÁMBITOS
(Elementos constituyentes, dimensiones, fases y escalamiento)
1. Elementos constituyentes
PERSONAS PROBLEMA PROCESO
2. Dimensiones
Necesidades Intereses Posiciones Sentimientos Valores
3. Fases
14
4. Escalamiento
2.3. ASPECTO PROCEDIMENTAL
A partir casos seleccionados en Unidades de Mediación y Conciliación, a los cuales se les
modificaron los nombres y datos personales para proteger la identidad de las partes, y
tomando como base el instrumento metodológico ya presentado, se propone el siguiente
taller:
TALLER No. 2
Ámbitos del conflicto
Objetivo:
! Analizar la estructura de conflictos en los diversos ámbitos.
Tiempo:
! Análisis de casos y elaboración de relatoría. 1 hora
! Plenaria: análisis y conclusiones. 40 minutos
Materiales:
! Mapa de análisis del conflicto.
! Descripción de casos
! Hojas de papel
GUÍA DE TRABAJO
15
1. Se conforman subgrupos no superiores a siete integrantes.
2. Cada subgrupo recibe un caso y formatos de mapa del análisis del conflicto, con el fin
de discutir e identificar la estructura del conflicto.
3. Cada subgrupo nombra un relator o relatora para recoger los acuerdos del subgrupo
por escrito en uno de los formatos y presentar el caso analizado ante los demás
subgrupos.
4. Se realiza un debate en plenaria sobre el análisis de los conflictos en diversos
ámbitos. Se elaboran conclusiones.
3. FAMILIA Y CONFLICTO
3.1. ASPECTO CONCEPTUAL
Este capítulo pretende aportar al estudiante una serie de elementos básicos que le
permitan comprender la familia y los conflictos que se producen en este ámbito, por ello
se considera pertinente abordar la definición, funciones, tipologías y ciclo vital de este
grupo humano, al igual que la manera como se entiende el conflicto familiar y los tipos
que se reconocen.
3.1.1. DEFINICIÓN
Una concepción integral de la familia la define como un sistema complejo en que sus
integrantes desempeñan distintos roles y se interrelacionan para llevar a cabo una serie
de funciones importantes para cada individuo, para la familia como un todo y para
contribuir a la sociedad la que pertenece (Mejía y otros, 1990). Desde una visión
estructural (Barudy, 1998; Minuchin y Fishman, 1984), la familia es un conjunto de
miembros que mediante interacciones frecuentes se agrupan en subsistemas:
• Conyugal: conformado por los miembros de la pareja en cuanto cónyuges.
• Parental: conformado por los miembros de la pareja en relación con el ejercicio de
sus funciones como padres.
• Fraterno: integrado por los hermanos.
• Intergeneracional: compuesto en función de las diferencias generacionales al
interior de la familia.
Estos subsistemas están separados los unos de los otros por fronteras simbólicas, cada
uno contribuye con el funcionamiento del grupo familiar manteniendo su identidad
mediante el cumplimiento de roles, funciones y tareas que son necesarias para la
existencia y supervivencia de la familia (Minuchin, 1979, citado en Barudy, 1998). La
importancia de destacar estos subsistemas está relacionada con la posibilidad aparición
de conflictos en la familia cuando los roles, funciones y tareas específicas de cada uno de
estos subsistemas no se cumplen o se llevan a cabo de manera inadecuada.
16
3.1.2. FUNCIONES DE LA FAMILIA
La familia está llamada a cumplir con una serie de funciones de cuyo adecuado ejercicio
contribuye al desarrollo armónico de ésta. De acuerdo con diversos autores (Páez, 1984,
por ejemplo) las funciones de la familia son entre otras las siguientes:
• Satisfacción sexual de la pareja y la reproducción.
• Apoyo mutuo entre sus miembros en momentos de dificultades y en la vida diaria.
• La crianza de los hijos.
• La transmisión de valores, normas, actitudes y estrategias para la supervivencia en un
mundo complejo.
• Brindar cariño y afecto.
• Aportar al individuo un estatus que lo define en la sociedad.
Al analizar un conflicto de tipo familiar es preciso explorar si los distintos miembros de la
familia asumen, o no, las funciones que les corresponden o si lo hacen de forma
inadecuada, ya que ello puede estar incidiendo en la situación específica del grupo
familiar.
3.1.3. TIPOLOGÍAS DE FAMILIA
Cuando se tienen en cuenta la composición la familia se puede clasificar de la siguiente
forma (Quintero, 1994):
Familia nuclear: es la compuesta por los padres y los hijos que viven bajo un mismo
techo.
Familia extensa: varias generaciones conforman el grupo familiar (padres, hijos, abuelos,
tíos).
Familia reconstituida o recompuesta: aquella donde los miembros de la pareja vienen
de uniones previas, conviven con hijos de sus relaciones anteriores y de la suya propia.
Familia monoparental:1 conformada por uno de los progenitores, generalmente la madre,
y sus hijos.
Como puede observarse cada familia puede presentar características específicas
atendiendo a la tipología en la cual puede ubicarse, ello puede incidir en la caracterización
de los conflictos, las personas involucradas y en el proceso evolutivo de los mismos.
3.1.4. CONFLICTO FAMILIAR
Más allá de una visión romántica e idílica de la familia como un lugar y un grupo humano
en el que se recibe y se expresa amor, apoyo, colaboración y ayuda, el conflicto hace su
1 Quintero (1994) no registra esta tipología pero aquí se incluye dado en predominio de esta estructura familiar
en el contexto colombiano.
17
aparición en ella como una oportunidad de crecimiento y de transformaciones positivas
tanto para cada uno de sus miembros como para todo el conjunto, lo cual implica
distanciarse de una tendencia a escalar todos los conflictos y a impedir que lleguen a
situaciones de violencia.
Se entiende el conflicto familiar como las tensiones que se presentan entre los miembros
de una misma familia en torno a diferentes aspectos: conyugales, afectivos, domésticos,
parentales, intergeneracionales, intergénero, entre otros. Se trata de diferencia de
intereses, deseos, opiniones e incluso de valores.
Estas tensiones pueden aparecer en el marco del proceso de evolutivo de la familia que
se han denominado ciclo vital (véase cuadro), el cual comprende varias etapas. Estos
cambios evolutivos son transformaciones inevitables y necesarios que permiten a la
familia crecer, desarrollarse y adaptarse al contexto sociocultural en que se desenvuelve.
El paso de una etapa a otra del ciclo vital implica una crisis que puede resolverse de
manera "natural" o dar lugar a conflictos que requieran ayuda profesional o la
participación
del Mediador Comunitario.
Como puede verse, la familia es un ámbito "natural" para el conflicto, en opinión de Gelles
y Strauss, 19882 ello se debe a la presencia de los siguientes factores, que también
pueden incidir en la violencia intrafamiliar:
• La pertenencia involuntaria a una determinada familia.
• El largo tiempo que los miembros de la familia permanecen juntos.
• La diversidad de actividades e intereses y la interacción de los miembros de la
familia en múltiples contextos.
• La intensidad de los vínculos interpersonales que se generan entre los
miembros de un grupo familiar.
• Las diferentes opiniones de los miembros antes situaciones y decisiones que
afectan a la familia.
• Las diferencias de género y edad que constituyen dos variables claves en el
desequilibrio al interior de la familia.
• Los roles que se atribuyen a las personas en función de las dos variables
anteriores.
• El carácter privado de la vida familiar.
• El estrés y las tensiones propias de las distintas etapas del ciclo vital.
• Los cambios socioeconómicos, laborales y demás a que se enfrenta la familia.
• El conocimiento que tienen las personas de los otros miembros de la familia:
sus fortalezas, debilidades, intereses, miedos, etc.
3.2. ASPECTO METODOLÓGICO: TIPOS DE CONFLICTO FAMILIAR
Las descripciones previas sobre la definición, las funciones y las tipologías de familia, así
como una caracterización breve del conflicto familiar, constituyen bases para construir un
2 Citado en Corsi (1994)
18
esquema analítico de las situaciones conflictivas que se presentan al interior de un grupo
familiar.
Así, de la existencia de diversos subsistemas en el grupo familiar se deriva la tipología de
los conflictos considerada en el contexto de este módulo, es decir, según los sujetos
involucrados o las tareas respectivas de cada subsistema3:
Conflicto conyugal: se presenta entre los miembros de la pareja y puede estar
relacionado con exigencias de tipo personal y afectivo, problemas individuales,
inexistencia de acuerdos para el manejo del tiempo libre, de la intimidad, encuentros con
amigos, tiempo con la familia extensa y, en general, con aquellos temas que competen
única y exclusivamente a la pareja. En algunos casos se presentan conflictos por
intromisión de terceras personas en espacios y decisiones de la pareja. La transición de
una etapa a otra del ciclo vital puede generar conflictos en la pareja, por ejemplo, tras el
nacimiento del primer hijo (manejo de la sexualidad, entre otros).
Conflicto parental: se refiere a las tensiones, dificultades y problemas que surgen entre
los padres por temas relacionados con el ejercicio de las funciones parentales. La falta de
acuerdos o la existencia de acuerdos poco claros o inadecuados en torno al manejo de la
autoridad, horarios y permisos de los hijos son fuente de conflictos entre muchos padres.
Conflicto parento-filial: es aquel que se presenta entre padres e hijos. Las diferencias y
tensiones pueden estar asociadas a modos distintos de entender las cosas, a las normas
y reglas que los padres intentan imponer a los hijos, a la aceptación de los amigos. Este
tipo de conflicto que es también intergeneracional es frecuente en la adolescencia de los
hijos o en los casos en que, aun siendo adultos, algunos hijos viven con los padres ya
mayores y no aportan para los gastos de la casa o no acatan las normas que éstos les
exigen para continuar viviendo con ellos.
Conflicto entre hermanos: son los denominados conflictos entre iguales o entre pares.
Las disputas entre hermanos giran en torno a reclamos por el afecto de los padres,
objetos personales entre otros. El manejo adecuado de los conflictos fraternos puede
constituir una oportunidad de aprendizaje para la vida adulta.
Conflictos intergeneracionales: corresponden a los conflictos que se presentan entre
personas de diversas generaciones, como los que acontecen entre abuelos y nietos,
padres e hijos, padres y abuelos, tíos y sobrinos, etc. Los conflictos entre padres e hijos,
por ejemplo, pueden generar la conformación de diferentes subgrupos dentro de la familia
y polarizar las interacciones y las comunicaciones. El conflicto parento-filial es
básicamente intergeneracional. Por otra parte, los conflictos intergeneracionales son
frecuentes en las familias extensas.
Conflictos intergénero: el género constituye uno de los ejes generadores de conflicto en
la familia. Muchos conflictos familiares están sustentados en la jerarquía y posición de
superioridad de un género, generalmente el masculino sobre el femenino.
3 Minichiny Fishman (1984) señalan que los subsistemas familiares se articulan por los integrantes (miembros
de la pareja, por ejemplo) o por la tarea que cumplen (parentalidad, por ejemplo).
19
3.3. ASPECTO PROCEDIMENTAL
TALLER No. 3
Familia y conflicto
En este taller, además de identificar conflictos familiares y propiciar la reflexión y
sensibilización sobre ellos, se pretende utilizar los diversos elementos propuestos en los
aspectos conceptual y metodológico en el análisis de este tipo de conflictos.
Objetivo del taller:
! Identificar conflictos familiares y realizar una reflexión personal y colectiva sobre la
cotidianidad de los mismos.
Tiempo:
! Reflexión personal: 10 minutos.
! Intercambio con compañeros/as: 30 minutos
! Intercambio entre grupos: 10 minutos.
! Selección de una historia y preparación de dramatización: 30 minutos.
! Dramatización: 30 minutos.
! Reflexión sobre la experiencia: 10 minutos.
Materiales:
! Guía de trabajo
! Hojas de papel
GUÍA DE TRABAJO
1. Los estudiantes conformarán grupos de trabajo siguiendo el criterio de las sesiones
anteriores.
2. Cada estudiante realiza un proceso de reflexión personal sobre los conflictos en su
grupo familiar. Posteriormente, de manera voluntaria, las personas comparten en
cada grupo su reflexión y los sentimientos y emociones, que ello le produjo.
3. Cada grupo escoge entre las historias expuestas aquella que mejor refleje una
solución positiva y creativa del conflicto por parte de las personas involucradas.
Unos. Luego, con orientación del monitor, se juntan tres grupos, comparten dichas
historias y seleccionan finalmente una, sobre la cual realizan una dramatización. Las
dramatizaciones servirán de base para la problematización, complementación y
análisis hecho por el/la tallerista, en las que se resaltará las tipologías del conflicto
20
familiar presentadas en el apartado metodológico, así como los elementos
conceptuales presentados previamente.
21
4: VIOLENCIA INTRAFAMILIAR
4.1. ASPECTO CONCEPTUAL
4.1.1. DEFINICIÓN Y CARACTERÍSTICAS
La violencia intrafamiliar hace referencia a toda acción u omisión realizada por un
miembro sobre otro del mismo grupo familiar, que cause dolor o sufrimiento físico y/o
psicológico e incide negativamente en el desarrollo armónico de las personas, vulnera
sus derechos fundamentales y les afecta en los ámbitos personal, familiar y social
(Haz Paz, 2000). La violencia intrafamiliar se caracteriza por ser un fenómeno
histórico, del ámbito privado de la familia, difícil de detectar y cuantificar y, sobre todo,
porque puede ser entendida de manera distinta por diversos grupos culturales. Un
determinado comportamiento hacia un niño, un anciano o una persona discapacitada
puede ser considerado como violento en una cultura y como normal en otra4, por lo
cual es importante conocer qué se entiende en cada contexto por violencia, es decir,
las representaciones sociales de la población general acerca de este fenómeno5.
Considerando la magnitud y las secuelas de la violencia, ésta ha sido elevada a la
categoría de problema de salud en Colombia.
4.1.2. FORMAS DE EJERCICIO DE LA VIOLENCIA INTRAFAMILIAR
Teniendo en cuenta que la violencia corresponde a un espectro amplio de acciones y
omisiones, siempre y cuando haya una afectación de las personas involucradas, es
pertinente revisar las distintas modalidades que aparecen en la literatura
especializada6:
Maltrato físico: toda agresión física de carácter no accidental causada a un miembro
de la familia, la cual, además de producir daño físico a la persona, puede generarle
enfermedad o colocarlo en grave riesgo de sufrirla. El maltrato físico afecta a los
distintos miembros de la familia, siendo los más vulnerables los niños y niñas, las
personas discapacitadas y las mujeres. No obstante, parece ser que el número de
hombres que padece esta modalidad de malos tratos es cada vez más creciente, lo
cual constituye una de las caras ocultas de la violencia conyugal. Los indicadores más
frecuentes de esta tipología de malos tratos se resumen en el cuadro 1 (Arruabarrena,
De Paúl y Torres, 1994; Gracia y Musitu, 1993):
Cuadro 1: INDICADORES O ACTOS DE MALTRATO FÍSICO
" Patadas
4 Korbin,1977, 1996; Torres y Hernández, 1997; Jiménez, Moreno, Palacios y Saldaña,1995. 5 Además, siguiendo a
Rubiano (1998), el Modelo Modificado de Stress Social (MOSSAVI) destaca la
importancia de entender la violencia en el contexto específico en que ésta se produce, dada la influencia
simultánea de múltiples variables socioculturales y familiares en el origen de esta problemática. 6 Arruabarrena y De
Paúl, 1994; Arruabarrena, De Paúl y Torres, 1994; Cosi, 1994; De Paúl y
Arruabarrena, 1996; Dubowit, Black, Starr y Zuravin, 1991; Galvis, Bustamente y Sarmiento, 1999;
Garbarino, Gutman y Seeley, 1996; Gracia y Musitu, 1993; Haz Paz, 2000, Kempe y Kempe, 1985; López,
López Gómez, Fuertes, Sánchez y Merino, 1995; Starr, 1988, entre otros.
22
" Golpes con la mano
" Golpes con objetos o instrumentos
" Quemaduras o escaldaduras
" Raspaduras, pinchazos, cortes
" Heridas (ojos, labios, boca, encías, etc.)
" Magulladuras, moretones y hematomas
" Marcas de mordeduras humanas
" Exposición a la intemperie
" Fracturas (cráneo, extremidades, costilla)
" Torceduras o dislocaciones
" Lesiones internas (hígado, cerebros, bazo)
" Estrangulamiento
" Ahogamiento y envenenamiento
Maltrato psicológico: todos aquellos actos u omisiones que menoscaban la
autoestima de la persona y limitan sus relaciones con los demás; tales actos son
juzgados por los valores de la comunidad y por los profesionales de las instituciones
como inapropiados y dañinos para un ser humano. El maltrato psicológico se
caracteriza, tal y como señala Iwaniec (1995) es difícil de identificar. De acuerdo con
Garbarino, Guttman y Seeley (1986), los indicadores que permiten aproximarse a los
malos tratos psicológicos son los siguientes (ver cuadro 2).
Cuadro 2: INDICADORES O COMPORTAMIENTOS QUE INDICAN MALTRATO
PSICOLÓGICO
Indicadores Descripción
" Rechazar
" Aislar
" Aterrorizar
" Ignorar
" Corromper
" Conducta que implica abandono, negación de ayuda y exclusión de un
niño o de cualquier otro miembro de la familia. Es decir, no se le tiene en
cuenta y se le niega la posibilidad de formarse una imagen positiva de sí
mismo.
" Coartar las posibilidades de un miembro de la familia de entrar en
contacto con otras personas y establecer relaciones que son básicas para
su desarrollo. Con estas conductas se transmite a la persona afectada la
idea de que está sólo en el mundo.
" La persona recibe amenazas de castigos o intimidación de parte de sus
padres u otros adultos de la familia. Mediante estas conductas se crea en
torno a la persona afectada un clima de hostilidad y temor.
" Los padres o adultos que conviven con la persona objeto de este
comportamiento no están disponibles para atender a sus necesidades
psicológicas y afectivas. Cuando se trata de un niño, se halla en un medio
familiar donde no recibe estímulos ni respuesta a sus conductas.
" Inducir o exponer a la persona a conductas negativas o antisociales. Por
ejemplo, se fomenta o se intenta fomentar fomentar hábitos inadecuados
en un niño que pueden conducirlo a cometer conductas delictivas.
23
Abuso sexual: Hay abuso sexual cuando existe actividad de este tipo con una
persona que no da su consentimiento, ya sea porque no lo desea o porque es incapaz
de expresarlo. Esta tipología de abuso se caracteriza por el uso de la fuerza o la
amenaza y puede incluir o no contacto sexual. El abuso sexual varía en función de la
relación entre el abusador y la persona abusada, y en función del tipo de contacto que
se da entre ambos (De Paúl y Arruabarrena, 1996), tal y como se resume en los
cuadros 3 y 4:
Cuadro 3: ABUSO SEXUAL SEGÚN LA RELACIÓN ENTRE LA PERSONA
ABUSADA Y EL ABUSADOR
Incesto El abuso es protagonizado por un sujeto con el cual la persona abusada
tiene un vínculo consanguíneo lineal, o por otro miembro de la familia, como
puede ser un tío, hermano, abuelo. Los sustitutos de los padres también
son tenidos en cuenta como protagonistas de relaciones incestuosas.
Violación El perpetrador del abuso no pertenece al grupo familiar de la persona
abusada.
Cuadro 4: ABUSO SEXUAL SEGÚN EL TIPO DE CONTACTO
Tipo de contacto Descripción
La vejación sexual Tocamientos por parte de la persona que
abusa de las zonas privadas de la persona
abusada, quien también puede ser obligado a
acariciar las zonas erógenas de quien abusa.
El contacto sexual genital Relación sexual que incluye penetración
digital o del órgano sexual masculino en la
vagina o el ano, así como también la
penetración de objetos de diferentes tipos. El
sexo oral también se incluye en este tipo de
contactos.
Negligencia: comprende aquellas situaciones en las cuales las necesidades básicas
de la persona, niño, anciano o discapacitado, por ejemplo, no son atendidas de
manera temporal o permanente por parte de las personas que conforman su grupo
familiar. Algunos indicadores de negligencia se resumen en el cuadro 5 (De Paúl y
Arruabarrena, 1996; López, López Gómez, Fuertes, Sánchez y Merino, 1995; Dubowit,
Black, Starr y Zuravin, 1991):
Cuadro 5: INDICADORES O CONDUCTAS QUE INDICAN NEGLIGENCIA
" Ausencia de cuidados en cuanto a la salud física y mental.
" Hambre permanente en el niño/a, discapacitado o anciano.
" El niño/a, discapacitado o anciano sufre frío o calor y/o la ropa que usa no es adecuada a
las condiciones climáticas.
" Falta de suministro de los valores nutricionales adecuados a la edad del niño, a la
condición de la persona discapacitada o del anciano.
" Inexistencia de condiciones sanitarias y de seguridad en el medio familiar.
" Inadecuadas condiciones de higiene personal.
" Ausencia total o parcial de supervisión del menor en cuanto a la higiene personal y a
otros aspectos en general.
" Ausencia de establecimiento de límites, normas y pautas de comportamientos coherentes
24
al niño.
" El niño/a no asiste a la escuela o se ausenta frecuentemente.
" Incumplimiento de las responsabilidades de custodia y cuidado personal del niño.
Abuso económico: Se presenta cuando la persona de la familia que posee el poder
utiliza el dinero para controlar a los demás. Los ancianos son sometidos algunas veces
a este tipo de abuso por parte de sus hijos quienes controlan sus recursos económicos
sin que ello implique el buen trato y la preocupación por sus necesidades.
4.1.3. REPRESENTACIONES SOCIALES DE LA VIOLENCIA INTRAFAMILIAR
Como ya se expresó, las representaciones sociales constituyen lo que la gente piensa
o cree acerca de algo. En el caso de la violencia intrafamiliar, se refieren a lo que las
personas de una comunidad creen acerca de la violencia que se produce al interior de
un grupo familiar y, en particular, a las interpretaciones que se dirigen a las distintas
formas de ejercicio de la misma, a los niveles de gravedad que se les asigna y a las
características que se les atribuyen a los sujetos involucrados en episodios de
violencia.
De otro lado, aunque se presentan algunas variaciones en las representaciones
sociales sobre la violencia intrafamiliar de una cultura a otra, una de las ideas más
comunes en Colombia y en otros países es que el uso de la violencia constituye una
forma "normal" de corregir, por ejemplo, la conducta de un niño.
Las representaciones sociales de la violencia intrafamiliar se evidencian con
frecuencia a través de creencias como las siguientes (Gracias y Musito, 1993):
• “El maltrato es infrecuente”
• “La violencia y el amor no coexisten en las familias”
• “El maltrato es cometido por enfermos mentales o por personas con problemas de
alcohol o drogas”
• “La violencia familiar sólo se da en las clases más bajas”
• “El maltrato infantil se transmite de manera generacional”
En el caso específico de la violencia conyugal, coincidiendo con Haz Paz (2000), las
representaciones sociales más compartidas son:
• "La ropa sucia se lava en casa"
• "Si a la mujer la maltrata su marido es porque algo habrá hecho"
• "Porque te quiero te aporrio".
• "A las mujeres les gusta que les peguen".
• "Las mujeres golpeadas son masoquistas".
• "Si ésta tiene hijos, debe pensar primero en ellos y es preferible que se quede con
él".
• "Una mujer solamente es maltratada cuando el hombre tiene un problema
específico".
• "El hombre tiene el derecho de maltratar a su esposa: para eso es el marido".
• "La violencia conyugal es un problema que sólo se presenta en los barrios bajos".
• "Lo más importante es preservar la unidad familiar".
• "Si él es el único que trabaja, no se puede hacer nada".
25
• "Las violaciones se cometen en lugares oscuros y apartados, y "es imposible que
una mujer sea violada por su marido"
• "Si una mujer dice NO, quiere decir SÍ".
Visibilizar las representaciones sociales presentes en un grupo familiar, es muy
importante dado que ellas suelen constituir el piso de legitimidad de la violencia
intrafamiliar como modo de afrontamiento del conflicto.
4.2. ASPECTO METODOLÓGICO: TIPOS DE VIOLENCIA INTRAFAMILIAR
SEGÚN SUJETOS AFECTADOS
Teniendo en cuenta que en la unidad anterior, se clasifica el conflicto intrafamiliar en
función de los subsistemas como aporte metodológico al análisis del mismo, en esta
unidad se clasifica la violencia intrafamiliar considerando los sujetos afectados que
corresponden en general a los mismos subsistemas:
Si bien es cierto que existen diversas definiciones de violencia intrafamiliar en función
del ámbito desde el cual ésta es definida, o de los autores que elaboran dichas
definiciones, se observa cierta unanimidad en el establecimiento de las tipologías de
violencia en función de las personas afectadas, entendidas como aquellas hacia
quienes se dirigen las acciones u omisiones en el grupo familiar. Siguiendo a Haz Paz
(2000) estas tipologías son las siguientes7:
Violencia conyugal: Hace referencia a toda situación de abuso que se produce entre
los miembros de la pareja, de manera cíclica y cada vez con mayor intensidad. Un
patrón de interacción que lesiona la integridad física, emocional y sexual de las
personas que conforman la pareja (Haz Paz, 2000). Esta forma de violencia se puede
clasificar en tres categorías:
# Maltrato contra la mujer: se trata de una violencia basada en el género. Se
entiende como el maltrato (físico, sexual o psicológico) intencional provocado a
toda persona del sexo femenino por su esposo o por aquel hombre con quien ésta
mantiene una relación o vínculo íntimo (Corsi, 1994). También se puede entender
esta forma de violencia como cualquier acción u omisión basada en el género que
produzca la muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico a la mujer, ya
sea en el ámbito público o en el ámbito privado cuando el responsable es su pareja
(Vargas y Romero, 1999).
# Maltrato contra el hombre: hace referencia a los malos tratos, ya sean físicos,
psicológicos o sexuales, que padece el hombre en el ámbito de la relación íntima
que mantiene con una mujer. Esta modalidad de violencia conyugal es quizás la
menos visible dadas las representaciones sociales acerca del hombre, las
creencias e imaginarios sobre su poder y superioridad en la familia y en la relación
conyugal.
# Violencia cruzada o reciproca: se refiere a aquella situación en que los miembros
de la pareja se atacan física, sexual o psicológicamente de manera recíproca.
7 Aunque escuelas y autores en la literatura sobre la violencia intrafamiliar exhíben diversas posturas, se
observa cierta unanimidad en el establecimiento de las tipologías de la misma en función de las personas
afectadas, entendidas como aquellas hacia quienes se dirigen las acciones u omisiones en el grupo
familiar.
26
Maltrato contra los niños y niñas: aunque en los últimos años ha sido frecuente la
censura de diferentes sectores de la sociedad hacia comportamientos parentales
abusivos contra niños y niñas, hay que destacar que no siempre ha sido así. El
concepto de maltrato infantil es algo reciente, especialmente en países como
Colombia8.
Una definición bastante aceptada en nuestro medio define el maltrato hacia los niños
como “toda acción u omisión que interfiera negativamente en el sano desarrollo físico,
mental o emocional de un menor, causado por un adulto a cuyo cuidado se encuentra
en menor” (Vargas y Romero, 1999).
Maltrato contra los ancianos: afecta a las personas de la tercera edad. Está
representado por las acciones u omisiones que generen daño de tipo físico o
psicológico a un anciano, causados por personas que pertenecen a su mismo grupo
familiar. Muchos ancianos son víctimas de distanciamiento afectivo, rechazo e
invisibilidad en la vida familiar. Otros sufren el abandono y la explotación económica.
Datos de la Defensoría del Pueblo (1996) recogidos por Haz Paz informan que un
10.5% de la población de la tercera edad en Colombia es abusada por los miembros
de su familia.
Maltrato contra las personas discapacitadas: se inflige a los miembros de la familia,
sean niños o adultos, que padecen alguna discapacidad ya sea física o mental.
Acciones u omisiones que afecten física, psicológica o sexualmente a estas personas
suelen ser más frecuentes de lo que se cree. En el caso específico del maltrato infantil,
la evidencia empírica indica que el porcentaje de niños con discapacidad que sufren
malos tratos es superior al porcentaje de menores sin discapacidades (Goldson, 1997;
Verdugo, Bermejo y Fuertes, 1995).
Violencia entre hermanos: Esta forma de violencia también es denominada maltrato
entre iguales o entre pares. Hace referencia a aquellos actos u omisiones, ya sea de
tipo físico, psicológico o sexual, producidos por un hermano (biológico, adoptivo o de
crianza) en contra de otro.
Violencia intergeneracional: Es aquella que se produce entre personas de un mismo
grupo familiar que pertenecen a distintas generaciones: abuelos, padres y nietos.
8 Pese a la larga trayectoria del maltrato infantil en la sociedad, su reconocimiento social solo se produce
en el año de 1962 a raíz de la publicación del histórico artículo The Battered Child Syndrom, de Henry
Kempe y sus colegas. Gracias a este trabajo y al impacto del simposio en que se presentó, las
situaciones vividas por los niños, algunas de las cuales tenían carácter fatal, captó la atención de los
ciudadanos científica y de la población norteamericana. Después de lo anterior, se inició en Estados
Unidos y en muchos lugares del mundo, una movilización alrededor de los malos tratos a que eran
sometidos los niños y niñas (Arruabarrena y De Paúl, 1994; Corby, 1993; Cuadros, 2000; Díaz, 1997;
Kempe, Silverman, Steele, Drogemueller y Silver, 1992; Kempe y Kempe, 1985; Martínez-Roig y De Paúl,
1993; Ten Besbel, Rheimberg y Rabdill, 1997). En países como Colombia, el maltrato infantil ha sido
reconocido social, profesional e institucionalmente solo hace pocos años (Mejía, Melo, Rodríguez,
Morales y Martínez, 1997).
27
4.3. ASPECTO PROCEDIMENTAL
TALLER No. 4
Violencia intrafamiliar
Objetivo del taller:
! Identificar y cuestionar las representaciones sociales acerca de la violencia
intrafamiliar.
Tiempo:
! Análisis de frase: 30 minutos
! Construcción de nuevas frases: 30 minutos
! Plenaria: 30 minutos
Materiales:
! Tarjetas con frases asociadas a la violencia intrafamiliar
! Guía de trabajo
! Hojas de papel
GUÍA DE TRABAJO
1. Los estudiantes conforman grupos de trabajo siguiendo el criterio de las sesiones
anteriores y nombran un relator o relatora.
2. El monitor entrega una tarjeta con una frase asociada a la violencia intrafamiliar, por
cada grupo.
3. Los integrantes del grupo analizan dicha frase considerando los siguientes
aspectos:
- Significado de la frase.
- Nivel de frecuencia y aceptación de la situación descrita en la frase, en el
ámbito de sus comunidades.
- Creencias culturales que sirven de sustento a la frase propuesta.
4. Si el grupo plantea argumentos críticos en contra de la frase propuesta inicialmente,
deberá exponerlos y construir una nueva frase que pueda sustituir a la primera.
5. Cada grupo presentará su frase y los resultados de la reflexión realizada, en
plenaria.
6. El relator entregará la síntesis escrita de este trabajo al monitor/a.
28
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organizaciones, Paidós Empresa 15, Barcelona, Paidós.
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MALTRATO ENTRE IGUALES EN EL AMBITO ESCOLAR

DEFINICIONES:
MALTRATO ENTRE IGUALES
EN EL ÁMBITO ESCOLAR

El maltrato entre iguales se ha descrito como “un comportamiento


prolongado de insulto verbal, rechazo social, intimidación psicológica
y/o agresividad física de unos niños hacia otros que se convierten, de
esta forma, en víctima de sus compañeros” (Olweus, 1998).
“Un alumno es agredido o se convierte en víctima cuando está
expuesto, de forma repetida y durante un tiempo, a acciones
negativas que lleva a cabo otro alumno o varios de ellos” (Olweus,
1998).
“La victimización o maltrato por abuso entre iguales es una conducta
de persecución física y/o psicológica que realiza el alumno o alumna
contra otro, al que elige como víctima de repetidos ataques. Esta
acción, negativa e intencionada, sitúa a las víctimas en posiciones de
las que difícilmente puede salir por sus propios medios” (Olweus,
1983; citado por el Defensor del Pueblo, 2000).
Es difícil determinar cuándo se trata de un juego entre iguales,
incluso amigos, y cuándo de acciones violentas con intención de
hacer daño. Por eso, debemos entender que se considera maltrato
toda “acción reiterada a través de diferentes formas de acoso u
hostigamiento entre dos alumnos/as o entre un alumno/a y un grupo
de compañeros - cosa que suele ser más frecuente - en el que la
víctima está en situación de inferioridad respecto al agresor o
agresores” (Fernández y Hernández, materiales editados por el
Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid).
“La noción de maltrato por abuso de poder (…) se refiere a un tipo
perverso de relación interpersonal que tiene lugar típicamente en el
seno de un grupo y se caracteriza por comportamientos reiterados de
intimidación y exclusión dirigidos a otro que se encuentra en una
posición de desventaja” (del Barrio y otros, 2003).
“La intimidación es el hostigamiento, el acoso y/o la amenaza
sistemática de un escolar o grupo de escolares hacia un compañero o
compañera suyo. Su fin es producir daño, destruir, contrariar o
humillar al otro. Es una acción violenta que se ejerce por un grupo o
individuo que tiene más fuerza y poder, contra alguien en inferioridad
de condiciones. La víctima no puede defenderse por sí misma”
(Matamala y Huerta, 2005).

Terminología
Inicialmente, el término utilizado para referirse a este fenómeno fue
el sueco “möbbning”, que aludía al ataque colectivo de un grupo de
animales contra un depredador. Posteriormente, se han utilizado los
términos “bullying”, “maltrato”, “abuso”, “acoso”, “meterse con
alguien”, etc. A partir del Informe pionero del Defensor del Pueblo
(publicado en 2000) se generaliza la expresión “maltrato entre
iguales por abuso de poder” o más brevemente, “maltrato entre
iguales”.
Para saber más…

& Avilés Martínez, J. Mª (2000) Bullying. Intimidación y maltrato


entre el alumnado. STEE-EILAS.
& Del Barrio, C. y otros (2003) Del maltrato y otros conceptos
relacionados con la agresión entre escolares y su estudio psicológico.
Infancia y Aprendizaje, 26 (1), 9-24.
& Díaz-Aguado, Mª J. y otros (2004) Prevención de la violencia y la
lucha contra la exclusión social. La violencia entre iguales en la
escuela y en el ocio. INJUVE.
& Fernández García, I. y Hernández Sandioca, I. El maltrato entre
escolares. Guía para padres y Guía para jóvenes. Documentos
editados por el Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid.
http://www.dmenor-mad.es/
& Informe del Defensor del Pueblo sobre violencia escolar (2000)
http://www.defensordelpueblo.es/index.asp?destino=informes2.asp
& Matamala, A. y Huerta, E. (2005) El maltrato entre escolares.
Machado Libros.
& Olweus, D. (1998) Conductas de acoso y amenaza entre
escolares. Madrid: Morata.
& Ortega Ruiz, R. y otros. La convivencia escolar. Programa
educativo de prevención de maltrato entre compañeros y
compañeras. Junta de Andalucía.
http://www.juntadeandalucia.es/averroes/recursos/educacion_paz.ph
p3
GUIA PARA FAMILIAS:
ACTUACIÓN EN CASO DE MALTRATO ENTRE IGUALES

¿Cómo actuar cuando nos dicen que nuestro/a hijo/a sufre maltrato
en la escuela?
Si desde el centro escolar nos comunican que nuestro/a hijo/a sufre
acoso escolar, es porque se ha identificado una posible situación de
acoso, o maltrato en el alumno.
El objetivo de esta comunicación es poner en marcha todas las
medidas que lo frenen, y paliar el mal estar del menor, para lo que es
imprescindible la colaboración con la familia.
Recomendaciones:

· Acudid a la entrevista con los responsables del centro


educativo. Recibiréis la información sobre los hechos así como las
medidas tomadas en el centro.
· Tratad de evitar la confrontación; en este primer momento se
trata de recabar toda la información posible.
· Dad apoyo incondicional al hijo o hija, él no tiene la culpa de lo
que le está pasando.
· Si no entendéis claramente de todo lo que se está hablando,
solicitar el uso de un lenguaje más habitual, que os resulte
comprensible.
· Recordad que todos los hechos están bajo la más absoluta
confidencialidad y privacidad.
· No es conveniente buscar culpables de la situación, ni tener
una actitud sancionadora.
· Solicitad apoyo social y psicológico, si es preciso, para ayudar
a vuestro/a hijo/a.

¿Qué le está pasando a mi hijo/a?

· El maltrato entre iguales no forma parte de la evolución natural


para ser adultos.
· El maltrato genera sentimientos de soledad, infelicidad, temor,
falta de confianza.
· Los menores suelen callar esta situación por miedo a
represalias, soledad y vergüenza.

Podemos ayudar siendo padres: Promoción del buen-trato

Si tu hijo o hija tiene problemas con los compañeros de clase, o


muestra falta de seguridad en sí mismo/a, tú puedes ayudarle:

· Busca espacios y momentos para hablar, haciendo que se


sienta escuchado y acompañado.
· Comparte con él actividades de la vida cotidiana (compras,
elaboración de menús, paseo con el perro…) o de ocio (bici, paseos,
cine, música…).
· Enséñale a desdramatizar los problemas, todo tiene solución si
utilizas un pensamiento más positivo.
· Refuerza su autoestima valorando de modo positivo sus
cualidades y potenciándolas.
· Dale apoyo y seguridad, tiene que sentir que aunque te
enfades y estés en desacuerdo con él no le privas de tu amor y
confianza.
· No le sobreprotejas, él tiene que aprender a resolver sus
conflictos. Mantente cercano y accesible para hablar de estos temas.
· Enséñale a expresarse, a utilizar el dialogo como modo de
resolución de conflictos.

GUIA PARA FAMILIAS:


PAUTAS PARA PROMOVER EL BUEN-TRATO

Situaciones familiares que favorecen la aparición de violencia en


menores

Los padres debemos ser conscientes de cómo, a veces, trasmitimos


modelos de relación y de resolución de conflictos:

· Existe una valoración social positiva hacia modelos de relación


agresivos, que se apoyan en el mito de que una persona dominante y
agresiva tiende a ser más feliz porque sabe cubrir sus necesidades.
Genera la falsa seguridad de que en el futuro no tendrá problemas.
· Muchos chicos que presentan un comportamiento violento
están viviendo en contextos violentos. Si en la familia se ejerce la
autoridad a través de gritos, insultos, humillaciones y amenazas, se
favorece que los hijos reproduzcan este modo de relación para hacer
valer sus derechos.
· Hay que evitar modelos de relación familiar en los que no
existe tiempo para el diálogo y la supervisión de los hijos, y también
modelos en los que no se ponen límites claros a sus actuaciones.
· Las familias altamente autoritarias predisponen a sus hijos a
comportamientos agresivos.
· Hay que tener en cuenta que pueden producirse cambios de
diferente índole en la familia que generen inestabilidad, soledad e
indefensión en el menor (muerte de un familiar muy querido,
separaciones de padres, nuevo domicilio…), necesitando un mayor
apoyo por su especial vulnerabilidad.

Condiciones de la familia que previenen la violencia en menores

1. Utilización de modelos básicos basados en la empatía y la


democracia, que permitan establecer vínculos de calidad entre
padres e hijos y que ayuden a contener el conflicto generacional.
2. Superación de modelos de relación aprendidos como
consecuencia de los estereotipos sexuales tradicionales y su
contradicción con los actuales cambios sociales.
3. Desarrollo de habilidades de comunicación y de resolución de
conflictos que permitan enseñar a respetar limites sin caer en el
autoritarismo ni en la negligencia.
4. Comprensión de los cambios que viven los/as adolescentes.
5. Desarrollo de una representación de la violencia que ayude a
prevenirla. Rechazo de todas sus manifestaciones, incluido el castigo
físico o las que repetidamente presenta la televisión.
6. Prevención de la intolerancia y el sexismo y de actitudes y
creencias sociales que legitiman la violencia y tienen como
fundamento una creencia racista, xenófoba o sexista.
7. Mejora del clima familiar así como las relaciones que en la
familia se establecen.
8. Utilización de recursos locales de apoyo a la familia,
especialmente en situación de riesgo.

CUESTIONARIO PARA FAMILIAS:


EDUCACIÓN FAMILIAR PARA PROMOVER EL BUEN-TRATO

Los siguientes aspectos previenen la aparición de conductas


violentas en menores. Reflexiona sobre cuál es tu comportamiento
habitual respecto a los mismos.

Si, No, en
frecuenteme contadas
nte ocasiones.
Reconoces los
sentimientos de tus
hijos, sabes cuando
están enfadados o
alegres.
Planificas el ocio
familiar teniendo en
cuenta las opiniones
de todos los miembros
de la familia.
Conoces los intereses
y Hobbies de tus
hijos/as.
Comentas las
situaciones que no son
de tu agrado con tus
hijos/as sin llegar a
enfadarte.
El horario de llegada a
casa es el mismo para
tu hijo que para tu
hija.
Defiendes la opinión
de que hombres y
mujeres son iguales.
Tienes el mismo
criterio de paga
semanal para tus hijos
y para tus hijas.
Tienes conversaciones
con tus hijos sobre
temas al margen de la
escuela o de su
rendimiento escolar.
Procuras que tus
hijos/as resuelvan sus
problemas con tu
ayuda
Confías (y se lo haces
ver) en que si tus hijos
se esfuerzan, pueden
hacer bien las cosas.
A pesar de que a
veces se equivoquen
procuras valorar el
esfuerzo de tus hijos.
Cuando te sale algo
mal reconoces tus
propios errores.

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04 junio
Teoría penal del acoso moral II

La cuantificación en cada caso concreto, aun contando con criterios


orientativos, se confía en última instancia al prudente arbitrio del
tribunal. Para disminuir la incertidumbre valorativa es muy fructífera
la propuesta de Jesús Barquín (1999, folio 289), que presta atención
al grado de vulnerabilidad de la víctima. A mayor indefensión mayor
capacidad de sufrimiento. Es degradante todo lo que haga sufrir a un
ser humano y, por ende, más degradante cuánto más lo haga sufrir.
Desde luego, lo que es insostenible es el parámetro «sociológico» del
TEDH. Acaso sea razonable desde la perspectiva de este tribunal
internacional, que ha de aplicar varas de medir distintas a cada uno
de los signatarios del tratado. Ahora bien, en el ámbito interno, es un
disparate. Imaginemos que el Tribunal Supremo recurriera a
diferentes niveles de antijuridicidad en las torturas según la
Audiencia Provincial; y que lo hiciera con arreglo a la costumbre de
que «se les fuera la mano» en cada una de las comisarías de las
provincias españolas.

3.3.2 NATURALEZA OBJETIVA DE LAS CONDUCTAS

Hasta ahora hemos pergeñado el concepto desde un ángulo


cuantitativo. No obstante, es conveniente una mirada cualitativa. O
sea, la que se posa sobre la naturaleza de la conducta. Y aquí
irrumpen dos preguntas: ¿caerían dentro del tipo del artículo 173.1
actos que, pese a ser objetivamente degradantes, no causasen
sufrimiento a la víctima? y ¿estarían excluidos del tipo actos que, aun
produciendo sufrimiento, no fueran degradantes?

La tradicional concepción iusnaturalista predica la dignidad de todos


los seres humanos incluso de aquellos que, por los motivos que
fueren, estén contingentemente privados de entendimiento, voluntad
o capacidad de sufrir. Llevando estas premisas hasta sus últimas
conclusiones, sería lógico colegir que ciertos actos, por sí solos,
entrañasen un menoscabo de la integridad moral, aunque no turben
al sujeto pasivo.

Estas paradojas se muestran con toda su intensidad en el terreno


sexual. Históricamente el Derecho Penal había castigado a quienes se
solazaban en los placeres carnales. El Legislador no se proponía
tutelar la libertad de autodeterminación sexual del individuo, sino
que se empecinaba en la defensa de su dignidad. Se asumía que
determinadas prácticas libidinosas eran aborrecibles en cuanto tales.
Todo ello independientemente del consentimiento de los afectados.
Ilustrémoslo con un ejemplo literario. El escritor marroquí Mohamed
Chukri narra en su famosa novela «El Pan Desnudo» (1972) la historia
de un hijo que practica una felación a su padre anciano para
aplacarle los deseos de contraer nuevas nupcias; de esta manera se
aseguraba la herencia. ¿Qué diremos de un caso como éste? Nada,
siempre que medie el válido consentimiento de los adultos
participantes.

Las palabras de Tamarit son elocuentes: «el carácter degradante de


la acción no se encuentra en sí misma, sino en el hecho de que la
misma sea impuesta al sujeto pasivo » (citado por Jesús Barquín,
1999, página 301). Esto es, la humillación deriva de la circunstancia
de verse a merced de una voluntad ajena que constriñe a la víctima a
pasar por una situación que le causa sufrimiento. Si al sujeto pasivo
se le deja libremente la oportunidad de rechazar y no se doblega su
capacidad de autodeterminación, estamos fuera del Derecho Penal.
Cualquier otro punto de vista obviaría la «voluntad personal» del
sujeto pasivo, la cual ha sido reputada como la «piedra angular del
concepto» (DE LA MATA Y PÉREZ MACHÍO, 2005, página 20). Jesús
Barquin Sanz (1999, página 302) alerta contra la eventualidad de que
juristas «celosos de mantener las buenas y viejas costumbres
represivas de la intimidad que propusieran la calificación de
semejantes actos (los cuales son a todas luces impunes en el ámbito
de los delitos contra la libertad sexual) como delitos de graves tratos
degradantes». Por tanto, las paradojas no son tales, puesto que para
el Derecho Penal la degradación es inexistente siempre que medie el
válido consentimiento del sujeto pasivo.

Pero todavía hay que contestar el otro interrogante pendiente.


Nótese que la noción trato degradante ha sido concebida
exclusivamente por su capacidad de generar sensaciones aflictivas.
Por consiguiente, un mismo hecho merecerá calificaciones distintas
en función del sujeto que lo padezca. Llevada a sus últimas
consecuencias parecería abocarnos al absurdo. Supongamos que un
individuo extremadamente aprehensivo se sintiera torturado porque
le diesen un trato de «tú» en vez de «usted»; o que alguien se
horrorizara al presenciar una pareja besarse en la calle, por sentir
que su integridad moral hubiese sido pisoteada. No es de extrañar
que algunas sentencias hayan reclamado un mínimo de idoneidad
objetiva, como la citada de 22 de febrero del año 2005. En su
fundamento jurídico quinto hace residir ese matiz objetivo en la
«forma y modo en que se produce el ataque». ¿A qué se refiere? Lo
entenderemos atendiendo a la voluntad del sujeto activo. Si alguien
sabe lo que hay hacer para hacer resbalar a un ser humano por la
pendiente de la vergüenza, zozobra o hundimiento moral, da igual
cuál sea el contenido material de su actuar.

Lo importante es la idoneidad de la conducta para generar


sufrimiento. Esa idoneidad no viene dada de antemano, sino que se
ponderará en cada caso concreto, según la posición de la víctima.
Depende de las circunstancias. Ingerir ciertas clases de alimentos
será una indecencia para los fieles de algunos credos religiosos,
mientras que a los incrédulos los dejará indiferentes. Las relaciones
que victimario y victima hayan mantenido en el pasado dotarán de
un especial contenido emocional a determinadas situaciones a un
extraño le serán indiferentes. A quien sufra una fobia tal vez la mera
vista de un inofensivo insecto lo sumerja en un infierno psicológico.

No olvidemos que es factible la infracción del artículo 173 a través de


una serie de hechos que, aunque aisladamente observados estén
limpios de ilicitud alguna, en su conjunto sí que dañen la integridad
moral. Por otro lado, los supuestos de hipersensibilidad de los sujetos
pasivos rayanos en lo ridículo se acomodarán a la falta de vejaciones,
con tal de que haya antecedido una real voluntad maliciosa en el
autor.

En otro caso serán atípicos. Este rodeo nos devuelve al punto de


partida, a saber: que trato degradante es toda conducta apta para
causar sufrimiento. Este es el plano cualitativo del concepto.

3.4 Causas de justificación

Jesús Barquín Sanz (1999, página 323), en contra de la doctrina


mayoritaria, sostiene que: «no habiendo argumentos suficientes, a
nuestro juicio, para descartar la aplicabilidad de una causa de
exclusión de la antijuridicidad en el plano teórico, resulta prudente
dejar la puerta abierta». En apoyo de su opinión pone sobre la mesa
algunos ejemplos ingeniosos, como el de una legítima defensa que
sólo sea factible rociando de ácido el rostro del agresor (como es
sabido, aunque no lo diga autor, es frecuente en Extremo Oriente
desfigurar con substancias corrosivas la faz de las mujeres que no
hayan acatado los severos códigos de moralidad).

Esta argumentación confunde el hecho de repeler un ataque con el


de causar intencionadamente sufrimiento. En el ejemplo anterior el
objetivo es el cese de la agresión, no que el agresor sufra. Pese a
todo, siempre sería imaginable una especulación, aunque fuere de
laboratorio, en el que no hubiese más defensa efectiva que la
degradación moral del atacante. Sea como fuere, la cuestión ya esta
decidida inapelablemente.
El artículo 15 de la Constitución Española no autoriza «en ningún
caso» ni la tortura ni los tratos inhumanos o degradantes.

Ha sido recurrente la polémica de si es lícito torturar a un terrorista


para evitar una matanza (por ejemplo, con el fin de que confiese
dónde depositó el explosivo que todavía no ha estallado, o para que
suministre el antídoto al veneno que acaba de diluir en la red de
agua potable de una ciudad). El Estado de Israel se ha destacado por
dar una respuesta heterodoxa a estos dilemas. El Constituyente
español ha tomado cartas y ha optado por cerrar la puerta
definitivamente a cualquier solución favorable a la tortura. Tal vez
alguien siga rechazando la punibilidad de estas conductas, no
obstante la rotundidad de la Carta Magna. Pues bien, si quisiésemos
dar la razón a tal voz discrepante sin salirnos de nuestro marco
jurídico, sería menester echar mano de otras argumentaciones, como
la inexigibilidad de otra conducta o el indulto, pero nunca de la
exclusión de la antijuridicidad.
Sin perjuicio de lo anterior, diríase que todos los recelos deberían
decaer ante el libre ejercicio de un derecho, como sucede en la
educación o la sanidad. Es, empero, una conclusión apresurada. Ni el
maestro ni el médico pretenden el padecimiento de los educandos o
enfermos. El sufrimiento que ocasionalmente se les irroga no es sino
un efecto indeseado del proceso asistencial. Hay dos sentencias que
lo ilustran a la perfección.

El primer caso es el de una psicóloga de un centro de minusválidos


que había tapado con cinta adhesiva la boca de uno de los internos
en presencia de sus compañeros. El auto de nueve de octubre del
año 2003 de la Audiencia Provincial de Sevilla (ponente Ilustrísimo Sr.
don Francisco López Gutiérrez) no juzgó delictiva la acción.

En el primero de sus fundamentos jurídicos se lee literalmente: « (…)


la finalidad terapéutica que, acertada o desacertadamente, perseguía
la denunciada con la técnica utilizada nos permite descartar la
existencia de ánimo degradante en la acción denunciada o de
cualquier otro incardinable en un ilícito penal». Por otro lado niega
que la acción fuera objetivamente idónea para menoscabar la
integridad moral. Asintamos a esta afirmación con todas las reservas,
pues en otro contexto sí que lo sería (imagínese el de un profesor
universitario que amordazara a alguno de sus alumnos en presencia
de sus compañeros de clase).

El segundo, el del auto de 11 de febrero del año 2004, de la


Audiencia Provincial de Lérida (ponente, Ilustrísimo Sr. don Luis Aríste
López). Se había denunciado a los facultativos que atendieron a un
enfermo terminal por no haber hecho lo suficiente para «mitigar el
dolor, miedo y sufrimiento del paciente». El pronunciamiento fue
absolutorio. Se explicaba que faltaba la intención de humillar, aunque
sugiriendo a las partes una indemnización por daño moral en otro
procedimiento.

3.5 Concursos

El artículo 177 del Código Penal prevé el concurso de delitos con los
tipos que protegen la vida, la integridad física, la salud, la libertad
sexual o los bienes. Es una mención que sobraba, ya que las reglas
generales en materia concursal garantizaban idéntica conclusión. De
todas formas, tal vez la inclusión implícita mueva a pensar que, «a
sensu contrario», no sean viables otros concursos. No es así, ya que
el artículo 177 no deroga los principios concursales. Sea como fuere,
hay dos bienes jurídicos que suscitan serias incertidumbres: el honor
y la libertad.

El Derecho alemán distingue entre dos aspectos del honor, uno


interno y otro externo. Este último es el correspondiente en nuestro
Derecho a la integridad moral.
Aun cuando ésta no es un planteamiento mayoritario entre nosotros,
ayuda a comprender cuán cercanos están ambos derechos, por ser
las manifestaciones más directas de la dignidad humana. De ahí que
«los atentados contra la integridad moral absorben el menoscabo al
honor, puesto que éste último se hace extensible a una parcela muy
concreta de la esencia de la persona, de alcance más amplio» (DE LA
MATA Y PÉREZ MACHÍO, 2005, página 40). Esto es, el disvalor del
artículo 173 subsume al del artículo 208. Nos hallaremos, pues, ante
un concurso de normas del artículo 8.3. º Del Código Penal.

Otra forma de caracterizar la integridad moral es la de contemplarla


como la vertiente dinámica de la dignidad humana, lo que la ligaría
«al libre desarrollo de la personalidad». Esta perspectiva enlaza en el
requisito del forzamiento de la voluntad de la víctima, que había sido
erigido como la piedra angular para fundar la diferenciación de
aquellos actos que, aun siendo inmorales, no son acreedores de
sanción penal. Pero, ¿acaso este criterio no mete dentro del mismo
saco la integridad moral y las coacciones? Antes de nada es
conveniente clarificar que al hablar de «sometimiento» o «imposición
» no significa necesariamente «doblegamiento de la voluntad», sino
ausencia de consentimiento (JESÚS BARQUÍN, 1999, páginas 301 a
303). Aun así, hasta en aquellos casos donde la violación de la
integridad moral se ejecute mediante un acto genuinamente
coactivo, tampoco se confundiría con el tipo de coacciones. El
artículo 173 incorpora un «plus», que no es sino el sentimiento de
humillación, lo que determina la diferencia entre ambos. Estos son
los términos en los que se pronuncia en su fundamento jurídico
tercero la Audiencia Provincial de Ávila, en auto de 10 de enero del
año 2005 (ponente, Ilustrísimo Sr. don Ramón Villalain Ruiz).

De la Mata y Pérez Machío (2005, página 41) recuerdan que la


doctrina mayoritaria se inclina a favor de aplicabilidad conjunta del
artículos 173 y 172 (coacciones) cuando un solo hecho sea
encuadrable dentro de ambos preceptos. Más sensato, por el
contrario, sería la solución del concurso de leyes antes apuntada. Al
haberse situado el núcleo del artículo 173 en la falta de
consentimiento, la misma ratio legis inspira ambas normas. La
violencia insita en el artículo 172 no la dota de autonomía para
subsistir frente al quebranto de la integridad moral, ya que la
represión de esta última conducta siempre se desencadena ante el
desprecio a la capacidad de autodeterminación del ser humano.

Ilustremos este punto de vista con la sentencia del Tribunal Supremo


de 29 de septiembre del año 1998, cuyo ponente fue el Excelentísimo
don Diego Antonio Ramos Gancedo. El «factum» relata como un
individuo, al enterarse de que un compañero suyo de trabajo había
mantenido en el pasado relaciones sentimentales con su esposa,
indujo a este último mediante engaños a ir a su casa. Una vez que lo
tenía en su morada, lo amenazó con una escopeta, y le ató los brazos
en cruz mediante unas sogas que había colgado en lo alto. Luego le
bajo la ropa interior y le colocó un preservativo supuestamente
infectado de sífilis. Lo golpeó con un bate y lo obligó a que le relatara
los pormenores de los encuentros sexuales con su mujer, para
conminarlo finalmente a que se mudara de ciudad.
Aunque una de las penas impuestas fue la de detención ilegal, en vez
de castigarse por unas coacciones se acudió al artículo 173 del
Código Penal. En el fundamento de derecho tercero («in fine») se
explica que la violencia definitoria de las coacciones está implícita en
el tipo contra la integridad moral. Consiguientemente, la regla es el
concurso de leyes, no de infracciones.

(Continuará.)
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Teoría penal del acoso moral I

Teoría penal del acoso moral: «Mobbing», «bullying»,


«Blockbusting» (I)

Nec mala lis, necdum discordia nota,


nec fera seditio furiarat mobile vulgus,
saeva nec audaces fuerant freta pressa carinas.
Marcus Tullius Cicero, Phaenomena Aratea
ed. N.E. Lemaire, Poetae Latini minores, I.6.
Paris: Didot, 1826. (Bibliotheca classica Latina).
Versos 112 a 114

JESÚS MANUEL VILLEGAS FERNÁNDEZ


Magistrado del Juzgado de Instrucción
Número 2 de Bilbao (Vizcaya)
(Miembro del Observatorio Vasco del Acoso Moral en el Trabajo).
El artículo 173 del Código Penal, como garante de la integridad
moral, basta para reprimir cualesquiera conductas de acoso, tanto si
se producen en la empresa, en la escuela, o en otros contextos, como
el urbanístico. No es, por tanto, necesaria la creación de un tipo
penal nuevo, si bien en otras ramas del Derecho tal vez sería
provechosa una definición legal. A pesar de la aparente diversidad de
situaciones que caen bajo la denominación de «acoso», existe un
substrato ontológico que funciona como denominador común en
áreas tan distantes como la Lingüística o la Psicología. Sin embargo,
únicamente el Derecho Penal otorga al fenómeno la coherencia que
lo convierte en un concepto socialmente inteligible y apto para
elaborar una teoría general.

SUMARIO: I. El acoso moral: 1. Introducción. 2. Evolución del


concepto, del
«Mobbing» al «acoso moral». 3. El artículo 173 del Código Penal
como defensa de la integridad moral. 3.1 Bien jurídico protegido. 3.2
Menoscabo de la integridad moral. 3.3: Conducta delictiva. 3.3.1
Frontera de la tipicidad. 3.3.2 Naturaleza objetiva de las conductas.
3.4 Causas de justificación. 3.5 Concursos.

I. EL ACOSO MORAL

INTRODUCCIÓN

El Derecho Penal no es sólo un instrumento de represión, es también


una clave para descifrar la realidad. Lo vemos claramente en el
«Mobbing», que despierta la fascinación que envuelve a esas ideas
venidas de lejos, revestidas de un aura de exotismo y prestigio.
Sobre todo si su carta de presentación se hace en inglés. La inserción
de semejante término anglosajón en los titulares periodísticos
garantiza un aldabonazo a los lectores distraídos. De ahí que los
medios de comunicación lo empleen a profusión. Aunque inicialmente
popularizado en el mundo laboral, ahora invade otros ámbitos; así, se
habla de «Mobbing» inmobiliario («blockbusting») o «escolar»
(«bullying
»). Da la impresión de que estos barbarismos se manejan sin rigor, lo
que crea una cierta sensación de confusión.
El lenguaje, como un tejido vivo, rechaza tales injertos. Reemplaza
los vocablos extraños por otros familiares. «Mobbing» se traduce por
«acoso moral». Más aun, es un hallazgo terminológico que fusiona la
heterogeneidad, de tal suerte que una misma idea troncal se ramifica
en varias: acoso laboral («Mobbing»), acoso escolar («bullying ») y
acoso inmobiliario («blockbusting»). En definitiva, va cobrando
cuerpo un uso lingüístico. Nos preguntamos si esa reordenación
taxonómica, que sugiere un género (el acoso) comprensivo de
diversas especies (laboral, escolar, inmobiliaria), es mera apariencia;
o si, por el contrario hay algo mas, una misma sustancia que late
bajo la superficie del idioma. La respuesta está en el Derecho Penal.
Dicho uso lingüístico construye una expresión compleja compuesta
de varios elementos. El primero es un nombre: «acoso». El segundo
es un adjetivo: «moral».
Luego se añade otro, «laboral», muy frecuentemente trasmutado en
la locución «en el trabajo» (calco de la inglesa «at the workplace»).
Estas palabras, mientras permanecen confinadas en el uso no
especializado de la lengua se presentan resbaladizas, con contornos
demasiado difusos. Sin embargo, cuando se observan desde una
perspectiva jurídica, se tornan firmes y nítidas. La norma penal opera
cuál armazón óseo que cohesiona la materia blanda del habla
cotidiana. Ese papel vertebrador lo desempeña el artículo 173.1 del
Código Penal. Esta es su redacción:

«El que infligiera a otra persona un trato degradante, menoscabando


gravemente su integridad moral será castigado con la pena de
prisión de seis meses a dos años.»

Es un tipo penal que confiere su verdadero significado a la expresión


«acoso moral». La noción técnica «trato degradante» define la voz
«acoso», mientras que el menoscabo a la integridad moral dota de
sentido al adjetivo que lo acompañaba. No importa que el escenario
sea laboral, escolar o inmobiliario. Este artículo es un arma poderosa
para combatir cualesquiera situaciones de acoso moral,
independientemente de donde se produjeren.

EVOLUCIÓN DEL CONCEPTO: DEL «MOBBING» AL ACOSO MORAL

«Mob» pertenecía al principio al lenguaje común; era un vocablo que


de los que comprende cualquiera sin ser un experto. Luego pasó a la
jerga de los científicos. Se convirtió en una definición precisa. De ahí
saltó al ámbito laboral, donde encontró su sentido por antonomasia.
Finalmente, ha desbordado esta última parcela y ha retornado al
habla cotidiana, en un proceso de ida y vuelta en el que se le han
adherido, cuál red de arrastre, multitud de matices que lo han
enriquecido hasta dotarlo de una nueva dimensión. Recorreremos
este camino.

El término anglosajón «Mobbing» deriva de la expresión latina


«mobile vulgus» (HARPER, 2001). Transmite la idea de una
muchedumbre en movimiento («vulgo móvil »). Aparece en el siglo I
antes de Cristo en Cicerón (Phaenomena Aratea); luego en Boecio
(Philosophae Consolationes), ya en el siglo VI de nuestra era. Al
idioma inglés pasará en el siglo XV. Las peculiaridades fonéticas de
esta lengua la abreviarán hasta la escueta forma «mob», allá por el
siglo XVII cuando «mob» adquiere el significado de «populacho» (SU,
SEMANTICS HISTORIES). En el siglo XVIII se consolida esta acepción;
en el diccionario de Samuel Jonson de 1755 figura como «crowd, a
tumultous rout» (multitud, huida tumultuosa). Por entonces surge el
verbo«to mob», que se aplica al ataque proveniente de una masa
humana desbocada. Edmund Burke se sirve en 1790 del vocablo para
describir los tumultos de la marea revolucionaria durante la
Revolución Francesa (Reflections on the Revolution in France). Y este
es el significado que conserva en la actualidad. Para la Enciclopedia
Británica es: «to crowd about and attack» (arremolinarse y atacar),
«to crowd into/about» (asaltar una muchedumbre).

No se ha detenido su evolución, empero; en el siglo XIX amplia su


campo semántico a las bandas de carteristas y en el XX a las mafias.

Esto en lo que concierne a su uso no especializado. En el siglo XX,


además, la ciencia se apropió del término. El etólogo alemán Konrad
Lorenz alcanzó la fama observando el comportamiento animal.
Terminaría extrapolando con gran polémica sus teorías a los
humanos. Fue él quien trasplantó a la zoología ese vocablo para
referirse al hostigamiento en masa de ciertos animales a individuos
aislados, en concreto de los patos a algún zorro en la ribera de los
ríos (LORENZ, 1965). Asimismo se predicaría del maltrato de los
individuos de una misma especie hacia los congéneres más débiles.
Más tarde, en 1972, el psicólogo Heinemann usaría del término para
identificar el acoso a que los niños suelen someter a sus compañeros
de escuela; apareció en 1972 en su obra «Mobbing-Gruppenwalt
unter kindern und Erwachsenen» «Mobbing, violencia grupal entre
niños y adultos» (GANZER, 1998). Esta conducta había recibido en
inglés tradicionalmente el nombre de «bullying».

En la siguiente década, en los años 80 del siglo XX, el psicólogo


alemán Leymann llevó en Suecia el término al ámbito laboral. Como
el mismo cuenta, rehuyó la denominación de «bullying» para marcar
distancias frente al acoso escolar (LEYMANN, 1996).

He aquí lo que es el «Mobbing» para el citado autor:

«El psicoterror o Mobbing en la vida laboral conlleva una


comunicación hostil y desprovista de ética que es administrada de
forma sistemática por uno o pocos individuos, principalmente contra
un único individuo, quien, a consecuencia de ellos, es arrojado a una
situación de soledad e indefensión prolongada, a base de acciones de
hostigamiento frecuentes y persistentes (definición estadística, al
menos una vez por semana) y a lo largo de un prolongado periodo
(definición estadística, al menos durante seis meses). Como
consecuencia de la alta frecuencia y larga duración de estas
conductas hostiles, tal maltrato se traduce en un enorme suplicio
psicológico, psicosomático y social.» (LEYMANN, 1996).

El «Mobbing» a su vez, es considerado como la manifestación de una


situación más amplia: el estrés laboral, que ha sido definido como:
«el desajuste entre el trabajador, el puesto de trabajo y la propia
organización» (OLMEDA Y GARCÍA, 2004). El supraconcepto de estrés
laboral también abarca el síndrome del trabajador quemado
(«Burnout»), o «desgaste emocional», término de origen deportivo
que saltó al mundo de la psicología de la mano de Freudenberger, en
1974. Según las anteriores autoras es un cansancio emocional que
acarrea la pérdida de motivación y, a la postre, a sentimientos de
inadecuación y fracaso personal. Entre los primeros afectados que
fueron estudiados estaban los trabajadores que se pasaban largas
horas atendiendo al público.

Sin embargo, aun siendo el «Mobbing» una forma de estrés laboral,


«presenta la peculiaridad de que no ocurre exclusivamente por
causas directamente relacionadas con el desempeño del trabajo o
con su organización, sino que tiene su origen en las relaciones
interpersonales que se establecen entre los distintos individuos de
cualquier empresa» (GONZÁLEZ Y LÓPEZ, 2003). He aquí la primera
nota que anticipa la faceta jurídica, ya que no se trata de la
comprobación de una involuntaria conjunción adversa de
circunstancias, sino de la conducta torticera de un culpable. Entra en
juego, como consecuencia legal, la sanción jurídica, que se impondrá
a quien resulte jurídicamente responsable. Desde esta base se
entiende mejor la perspectiva más genérica que adopta la literatura
científica que subsume el «Mobbing» dentro del maltrato psicológico,
del que es una de sus formas, pero entre las que también están la
violencia de género y el acoso sexual (BALLESTEROS, 2004).

¿Dónde encaja el «bullying»? Tras la primera incursión de


Heinemann, el investigador sueco Olweus (1993) lo utilizó como
término específico para aquellos escolares victimizados cuando están
siendo expuestos «repetidamente a lo largo del tiempo a acciones
negativas por parte de uno o más estudiantes» («being bullied or
victimised when he or she is exposed repeatedly and over time to
negative actions on the part of one or more students»). Considérese
que la palabra «bullying» es la que se aplica en inglés hablado a lo
que en los demás países se llama «Mobbing». Y es que aunque el
verbo «to mob» nació espontáneamente en el siglo XVIII, la
substantivación «Mobbing» no pertenece al uso cotidiano, sino que
es una creación científica, fruto del lenguaje especializado. Algo
parecido sucede con «bullying», que en el ámbito internacional se
reserva al acoso escolar, lo que supone restringir su campo
semántico coloquial. En castellano ambos términos se traducen como
«acoso». Veamos por qué:
Para el diccionario de la Real Academia Española (DRAE), en su
vigésima segunda edición, «acosar» es «perseguir sin darle tregua o
reposo a un animal o a una persona». Etimológicamente procede de
«cosso», que en castellano antiguo significa «carrera». Hoy día es un
arcaísmo, pero en la prensa española del siglo XVII todavía se
encontraba. Por ejemplo, en 1662, en la Gaceta política y militar de la
imprenta de Julián de Paredes se lee en referencia a los ataques
corsarios sobre las costas de Portugal (REAL ACADEMIA ESPAÑOLA,
CORDE). Se advierte fácilmente cómo gravita la idea de una carrera
persecutoria, de un ataque sistemático. Pero este trasfondo
semántico se actualiza bajo la influencia de la corriente que se
originó con Leymann, de tal manera que los trabajos preparatorios de
la vigésimo tercera edición del Diccionario ya incluyen el acoso
«moral o psicológico» en estos términos: «practica ejercida en las
relaciones personales, especialmente en el ámbito laboral,
consistente en un trato vejatorio y descalificador hacia una persona,
con el fin de desestabilizarla psíquicamente ».

La definición de la Real Academia está en sintonía con las corrientes


científicas. No obstante, antes de profundizar en la esencia
semántica del concepto, surgen discrepancias en un nivel más
superficial, en el de la terminología. A veces se rechaza el adjetivo
«moral» por sus connotaciones ético-religiosas (PÉREZ MACHÍO,
2004, RECPC). De ahí que irrumpan otras voces, como «psicoterror
laboral», «presión laboral tendenciosa u «hostigamiento psicológico».

Es de elogiar el deseo de no contaminarse por influencias


ideológicas, sea del signo que fueren. Cuando la actividad intelectual
se circunscribe dentro de las ciencias naturales no suele cuestionarse
la neutralidad del investigador. Al cruzar el umbral de derecho, por el
contrario, sobreviene el riesgo de intoxicación partidista. Pero no
tiene que ser ineludiblemente así. El jurisconsulto mostrará los
hechos desnudos, sin más valoraciones que las jurídicas. Los juicios
políticos, éticos o religiosos, con ser legítimos, incumben a otras
esferas del espíritu humano y es allí donde deberán formularse.

Consecuentemente, como afirma Saturio Ballesteros Ramos, un


fenómeno tan complejo como el que nos ocupa «no debería ser
analizado en función del recurso a una metodología maniquea, sino
poniendo un especial cuidado en la selección de su (por más útil)
mejor modelo explicativo» (2004). Por eso hay que dejar desde el
principio claro el rechazo a orientaciones políticas; por ejemplo, la
que ve en el «Mobbing un episodio de la lucha de clases cuya toma
de conciencia moverá a los trabajadores a una suerte de revolución
pacífica de tintes ecológicos (BLANCO, 2002).

Claro está que tales planteamientos son respetables, pero sin perder
de vista que no constituyen más que una opción subjetiva
dependiente del credo del intérprete.
Con las debidas cautelas no existe inconveniente alguno en acoger la
denominación de «acoso moral», puesto que no empaña su carácter
jurídico. Recordemos que la cuarta de las acepciones del la palabra
«moral» es «el conjunto de facultades del espíritu, por contraposición
a lo físico» (DRAE, 22. ª Edición). No sólo eso, el término «acoso
moral» es especialmente útil a la hora ponerlo en contacto con la
integridad y el daño morales, perspectiva ésta que proporcionará la
clave del análisis penal.

Precisamente la misma literatura científica utiliza la expresión


«quiebra moral» para denominar la situación límite a que llega el
individuo acusado en la fase terminal del proceso de destrucción de
su personalidad. Esto es, al derrumbamiento de la estructura de su
integración personal merced a una persistente acción
«descalificadora» o «desvalorizadora» (BALLESTEROS, 2004).

El Diccionario de la RAE se refería a un «trato vejatorio o


descalificador», lo que está en línea con la modalidades
«descalificadoras o desvalorizadoras» que se acaban de citar.
También indica como efecto la desestabilización psíquica, situación
que entronca fácilmente con la quiebra moral. Y sentado este
esquema, encaja con la descripción típica del artículo 173.1 del
Código Penal, del que la jurisprudencia ha enseñado que se compone
de un «trato degradante» como elemento medial y de un grave
menoscabo de la integridad moral como resultado. Es aquí, como
veremos luego, donde despunta la piedra angular de toda la
construcción jurídica.

Pero, ¿qué tiene todo esto que ver con la evolución etimológica del
concepto? La palabra acoso sugiere la persecución a la que se
somete a un individuo, al recoger la carga semántica de «Mobbing»
(«mobile vulgus»): la acometida del gentío desbordado.

Por eso escogió la Etología esa palabra y no otra. Pues bien, la


conexión radica en la posición en la que se halla el trabajador al que
sus compañeros aíslan y humillan; lo mismo en el «bullying» con
respecto a los escolares. El acosado se siente abrumado por el grupo,
que lo hostiga compacta y sistemáticamente. Leymann (1996) lo
ejemplifica con un caso real en el que la jefa de cocina de una prisión
sufrió la hostilidad de sus subordinadas, las cuales la hundieron
psicológicamente hasta que fue despedida. Su quebranto moral llegó
al extremo de ser incapaz de volver a encontrar otro empleo.

Esta es una modalidad de acoso, pero no la única. Para la doctrina es


solamente una de las especies del género. Así, el acoso laboral será
«horizontal» («Mobbing» en sentido estricto) cuando lo realicen los
compañeros de trabajo entre sí «vertical» o «descendente»
(«bossing»), si lo ejerce el jefe contra los subordinados (aunque éste
es el más frecuente, en este trabajo, en contra de la tendencia
mayoritaria, se prestará más atención al horizontal, por ser el que
mejor explica la naturaleza del problema); y ascendente, en aquellos
casos en los que los subordinados acosan a quienes ocupan puestos
superiores en la escala jerárquica. Ese era el ejemplo de Leymann.
Por último, el término «mixto» se guarda para los supuestos en los
que se conjuntan elementos de los otros tipos (CARMONA, 2004).

Llegados a este punto se aprecia como la doctrina laboral ha sido el


taller donde se ha fraguado el concepto actual de «Mobbing». La
versión castellana funciona como una especie de síntesis de su
contenido. Por un lado «acoso» evoca el ataque sistemático.
Por otro, «moral» se refiere a la sensación que sufre quien es
abrumado mediante una persecución sistemática. El producto final es
un instrumento tan afortunado que se ha extendido hacía áreas muy
alejadas del ámbito donde nació. Desde la prosa de Cicerón hasta los
más recientes artículos periodísticos se ha ido aquilatando un
concepto que ha pasado ha enriquecer el imaginario intelectual de la
cultura occidental.

3. EL ARTÍCULO 173.1 DEL CÓDIGO PENAL COMO DEFENSA DE LA


INTEGRIDAD MORAL

3.1 Bien jurídico protegido

Premisa de toda esta exposición es que el Derecho pertrecha al


discurso intelectual con un rigor ausente en el uso extrajurídico del
lenguaje, mucho más impreciso.

No obstante, el artículo 173 del Código Penal parecería estar


aquejado de los mismos vicios. Durante su tramitación parlamentaria
ya fue marcada la propuesta gubernativa con el estigma de la
vaguedad. El grupo nacionalista vasco motejó el nuevo precepto de
«vaporoso» y «ectoplásmico» (BOLETÍN OFICIAL DE LAS CORTES
GENERALES, 6 de marzo de 1995). El hecho de que, pese a la
trabajosa gestación, terminara viendo la luz no ha sofocado todas las
voces críticas, ora académicas, ora jurisprudenciales. Dos buenos
ejemplos son las sentencias del Tribunal Supremo (sala 2. ª) De 14 de
noviembre del año 2001 y la 127/1990 (27-VI) del Tribunal
Constitucional.

Sea como fuere, la mayoría de la doctrina, con reconocer las


dificultades que encierra la norma, la ha acogido favorablemente. En
realidad, no era una absoluta innovación, puesto que encontramos
antecedentes en el artículo 27.3.c) de la Ley 2/1986 de la Ley de
Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, además de en la Ley
11/1991 del Régimen Disciplinario de la Guardia Civil (Art. 8.1 y 9.2.
º). Pero sobre todo, el artículo 104 del Código Penal militar: «El
superior que tratare a y un inferior de manera degradante o
inhumana será castigado con la pena de tres meses y un día a cinco
años de prisión».

A la vista de lo anterior, la dificultad no radica en la técnica de


tipificación, sino en la idea de «integridad moral». Es la propia
Constitución, en su artículo 15, la que la adopta. Por eso, si es válida
para el Derecho Constitucional, también lo será para el Penal. Es
menester, pues, erigir una teoría general de la integridad moral,
como reclama la sentencia de la sala segunda del Tribunal Supremo
de 22 de febrero del año 2005 (ponente excelentísimo Sr. don
Joaquín Jiménez García). El primer paso es averiguar qué sea la
integridad moral, ya que el citado artículo de la constitución no lo
hace.

Según Luis María Diez Picazo es «la inviolabilidad del ser humano, es
decir, la creencia de que éste merece siempre respeto, no debiendo
profanarse su cuerpo ni su espíritu» (2003, página 202). Esa
definición no nos sirve, ya que se confunde con la dignidad,
consagrada ésta en el artículo 10 de nuestra Constitución.

Ha de aclararse que la dignidad no es un derecho, sino un valor


supremo. Viene a decirnos que todos los seres humanos deben ser
tratados como tales. En Derecho Romano «dignitas» expresaba la
«disposición del que puede alcanzar los honores, es decir, la potestad
de las magistraturas» (DOMINGO, 2005, página 69). Era la cualidad
en virtud de la cual el funcionario estaba investido de unos poderes
que derivaban de su función y que, por ende, lo hacían merecedor de
un trato exclusivo. Existe un documento muy conocido de los
historiadores que ayuda a captar esta idea. Es la «Notitia
Dignitatum» (relación de cargos), un listado las unidades militares del
Imperio Romano. Le han dado ese nombre porque enumera
exhaustivamente los mandos del ejército. Esto es, los cargos o
«dignidades» que lo componían («comes» –condes–, «duces» –
duques–, etc.). En la Edad Media, consolidada la feudalización, los
cargos se tornarían hereditarios. La posición del individuo en el
estamento social fijaba por nacimiento sus deberes y derechos. Su
«dignidad» era una cuestión de origen. Y a la luz de esta perspectiva
histórica se entiende el artículo 10 de nuestra Constitución. En el
momento histórico actual todos los seres humanos, simplemente por
serlo, son considerados personas, lo que los convierte en acreedores
de un respeto, de un especial trato. ¿Cuál es ese trato? El que se
contiene en cada uno de los derechos fundamentales. De esta
manera, la dignidad solamente sería la obligación de respetar los
derechos de la persona. Por tanto, «no opera como argumento
autónomo a la hora de sustentar la lesión de derechos fundamentales
en tanto en cuanto resultará imposible causarle un menoscabo sin
antes perjudicar a uno de esos derechos que la sostiene y la
defiende» (SAGALÉS, 2003, folio 49). Los efectos prácticos son claros,
el artículo 10 de la Constitución no basta para fundamentar una
petición de amparo constitucional (sentencia del Tribunal
Constitucional 120/90, ponente Excelentísimo Sr. García-Mon y
González-Regueral).
El amparo se basará, por el contrario, en la lesión a uno de los
concretos derechos que emanan de la dignidad humana.

Uno de ellos es la integridad moral. El mismo autor la conceptúa


como el «receptáculo en el que reside la capacidad del sujeto para
determinarse frente a terceros, sin injerencias, quedando a salvo de
resultados repulsivos para el Derecho como la patrimonialización del
ser humano o el sufrimiento de tratos degradantes» (2003, folio 51).

Es una definición lo bastante sólida para asentar la teoría que


buscamos. El siguiente paso consiste en determinar cuáles son las
conductas aptas para llenar el tipo descrito en el artículo 173.1 del
Código Penal.

3.2 Menoscabo de la integridad moral

La Constitución proclama literalmente en su artículo 15:

«Todos tienen derecho a la vida y a la integridad física y moral, sin


que, en ningún caso, puedan ser sometidos a tortura ni a penas o
tratos inhumanos o degradantes. Queda abolida la pena de muerte,
salvo lo que puedan disponer las leyes penales militares para tiempo
de guerra.»

Esta norma proporciona los materiales con los que edificar el tipo
penal. Lo haremos con la clásica doctrina que distingue entre acción
y resultado delictivos. La acción es la manifestación de la voluntad; el
resultado la consecuencia externa derivada de aquélla (MUÑOZ
CONDE, 1993, páginas 211-211). Aquí la acción es la tortura o el
trato inhumano o degradante, mientras que el resultado es el
menoscabo de la integridad moral. Esto es, no es un delito de mera
actividad. En este punto, salvo Tamarit (2004, Página 908), la
doctrina es unánime. Por consiguiente son admisibles las formas
imperfectas y omisivas.

Nuestra jurisprudencia, siguiendo la línea de sentencias del TEDH


(Tribunal Europeo de Derechos Humanos) como la de 25 de abril del
año 1978 configura el trato degradante como el escalón más bajo de
una creciente escala de gravedad. Un peldaño más arriba está el
trato inhumano. Luego viene la tortura, que representa la mayor
intensidad de la lesión al injusto. El Tribunal Europeo de Derechos
Humanos ha acuñado los «criterios de apreciación relativa» como
instrumentos para medir la gravedad del agresión a la integridad
moral. Entre estos criterios se halla la duración de la conducta, la
situación de la víctima y un patrón sociológico, atinente al grado de
respeto a los derechos humanos en la concreta sociedad donde se
produce la lesión (DE LA MATA Y PÉREZ MACHÍO, 2005, página 15).

En cuanto al resultado, sentencias como las del Tribunal Supremo de


23 de marzo del año 1993 (sala quinta) o de ocho de mayo del año
2002 (sala segunda) insisten en la creación a la víctima de diversos
sufrimientos, consistentes en el terror, angustia, envilecimiento o
humillación. Semejantes padecimientos se muestran como la
consecuencia de haber atentado contra la libre capacidad de decisión
del sujeto. De haberlo hecho soportar una situación que le era
repulsiva y a la que se ha visto constreñido en contra su voluntad. He
aquí la clave, la imposición a un ser humano de un estado de cosas
que le produzca un rechazo anímico por ser incompatible con el
respeto que espera que se le profese como persona. Se lo envilece,
cosifica, humilla, rebaja o degrada porque se lo trata como un ser
inferior. «Humillación» y «humilde» son dos vocablos que en su
origen latino participaban de un mismo núcleo semántico.

Se humillaba a un individuo superior cuando se le daba el trato


correspondiente a un ser inferior, a un «humilde». Hoy día, en
cambio, la idea de dignidad ha igualado a todos los humanos, al
hacerlos ontológicamente equivalentes en su condición de tales.

Estudiemos a continuación como se acomodan estos presupuestos al


artículo 173 de nuestro Código Penal.

Lo primero que llama la atención es que el precepto hable sólo de


«trato degradante », contrariamente a lo que hace el artículo 10 de la
Constitución, que también recoge los «tratos inhumanos» y las
«torturas». Por tanto, dentro de esa denominación de «trato
degradante» han de entenderse incluidas las otras dos nociones. El
recorrido a lo largo de la escala de gravedad se efectuará dentro de
la horquilla punitiva prevista por esa misma norma penal. Además, el
vocablo «tortura» se reserva al trato degradante o inhumano
protagonizado por funcionarios públicos en las condiciones de los
artículos 174 a 176. Este uso lingüístico no está en plena sintonía con
el habitual del idioma, en el que también significa: «dolor o aflicción
grande» (tercera acepción, DRAE, 22. ª Edición).

Lo segundo es la inclusión del adverbio «gravemente». ¿Serán


atípicos los tratos degradantes leves? No. En tal caso nos
remontaríamos a la falta del artículo 620.2 del
Código Penal. Lo que ocurre es que esos menoscabos de escasa
importancia se conocen con el nombre de «vejaciones».

De esta forma, el artículo 620.2 aparece como el tipo básico del que
brota el artículo 173. Este, a su vez, ofrece dos subtipos específicos:
el de violencia doméstica de los puntos segundo y tercero del mismo
artículo 173, junto con el de torturas de los artículos 174 a 176. Estas
dos últimas infracciones implican atentados contra la integridad
moral modulados por circunstancias específicas que les han valido
para alcanzar la categoría de tipos autónomos.

En suma, de las vejaciones se pasa al trato degradante, del que son


modalidades los delitos de violencia doméstica y las torturas. El bien
jurídico, en todos ellos, es la integridad moral. El trato degradante se
llama inhumano cuando cobra una especial intensidad, pero no por
ello nos salimos del tipo penal básico.

Hasta aquí contamos con un esquemático marco formal dentro del


que encuadrar la acción delictiva. Aunque la polémica es de mayor
calado, nos hemos limitado a recoger las principales conclusiones de
la jurisprudencia.

3.3 Conductas delictivas

La meta no es la de amontonar ejemplos, sino la de abstraer la


esencia de todos ellos. Del vasto corpus jurisprudencial habría que
extraer un denominador común a cualesquiera situaciones de trato
degradante. Pero la variedad de actos vejatorios es inmensa.
Sorprende la imaginación del ser humano a la hora de concebir
métodos de atormentar a sus congéneres. De ahí que la esencia
radique en la idoneidad para hacer sufrir. Será, consecuentemente,
trato degradante toda aquella conducta intencionadamente apta
para causar sufrimiento. No hay, por tanto, sitio para las infracciones
culposas.
Al desarrollar el concepto hemos de prestar atención a dos
problemas: la barrera que separa los actos inocuos de aquellos que
tienen contenido penal y la naturaleza objetiva del trato degradante.
Lo veremos a continuación.

3.3.1 FRONTERA DE LA TIPICIDAD

La diáfana inteligencia de esta cuestión invita a una reflexión sobre


los interrogatorios policiales. El mensaje que el Legislador quiere
transmitir es que no basta con abstenerse de propinar palizas,
amputar miembros o sacudir con electrodos a los detenidos. Ha de
dispensárseles un trato exquisito. Al mentar las torturas nos asaltan
las imágenes de los calabozos de la inquisición medieval o las de las
dictaduras latinoamericanas. No hace falta tanto. La dignidad
humana se quiebra con mucho menos.
Buena muestra, al menos si damos crédito a las noticias de prensa,
es la situación de los presos afganos en Guantánamo o de los
iraquíes en la cárcel de Abu Ghraib.

Desde luego, no llegan ni de lejos a lo que se cuenta de otras zonas


del globo, como en Chechenia, donde circulan historias de
asesinatos, violaciones y mutilaciones masivos. Pero no por eso
hemos de olvidar que son igualmente atentatorias contra la
integridad moral. Es lo que se llama «tortura blanca».

Así, el diario «Washington Post» (2004) publica este testimonio


referente a Irak:«They came in the morning shift with two prisoners
and they were father and son.

They were both naked. They put them in front of each other and they
counted 1, 2, 3, and then removed the bags from their heads. When
the son saw his father naked he was crying. He was crying because of
seeing his father». («Vinieron en el turno matutino con dos
prisioneros, que eran padre e hijo, ambos desnudos. Los pusieron uno
enfrente del otro y contaron “uno, dos y tres“, tras lo que les quitaron
las bolsas de las cabezas. Cuando el hijo vio al padre desnudo se
puso a llorar. Lloraba por haber visto a su padre»).

Aparece claramente cuán sencillo es humillar, sin que sea menester


ni siquiera descargar un leve golpe. Pero habrá casos en los que la
intensidad del ataque a la integridad moral sea tan leve que no
permita tenerlo por tal. Se trata de trazar la frontera entre la
grosería, el reproche ético o la mera inconveniencia. Nos ayuda a
comprenderlo la sentencia de la Audiencia Provincial de Barcelona de
17 de octubre del año 2003 (ponente Ilustrísima Sr. doña Elena
Guindulain Oliveras).

Esta resolución niega en su fundamento jurídico tercero que sean


atentatorios contra la integridad moral los meros desaires, ultrajes
emocionales o dejación de obligaciones. En concreto: El «repentino
desinterés del acusado en acompañar a la denunciante al trabajo,
obligándola a utilizar los servicios públicos existentes en el lugar o a
resignarse a quedarse en casa». A la dejación de sus obligaciones de
abastecer la vivienda de alimentos.
A la instigación a la denunciante a participar en fiestas sexuales con
terceros que el acusado organizaba».

En el supuesto de autos la denunciante se sintió desamparada e


intentó suicidarse.
Alegaba que el denunciado: « (…) no la cuidaba, que estaba
abandonada, que la obligaba a beber y a ir a fiestas sexuales, caso
contrario, la dejaba sola en la casa, la maltrataba, no compraba
comida y que no la visitó cuando estuvo en el hospital (…).» En el
apartado anterior se había concluido que trato degradante era toda
conducta idónea para hacer sufrir a la víctima. Ahora bien, la
jurisprudencia recalca que es factible que la lesión emerja de la suma
de varios actos inocuos en sí mismos, pero que al agregarse en un
conjunto cobrasen virtualidad dañina. ¿No sería acaso este uno de
esos ejemplos?

No. La clave está en el consentimiento del sujeto pasivo. Si no media


la vulneración de la voluntad de la víctima no existe infracción penal.
Obsérvese como en este caso, aunque la denunciante relate que la
«maltrataba», no la forzaba a hacer nada que no quisiera. Le
proponía participar en orgías, pero si aquélla declinaba la invitación,
no violentaba su voluntad; simplemente no le prodigaba el afecto que
tanto anhelaba. Es una especie de chantaje ético. Desde la Psicología
se lo ha denominado «abandono emocional» (Martos, 2003). Muy
probablemente censurable desde la Moral, pero no cruza el umbral
del Derecho Penal. La sanción criminal sólo es aceptable cuando se
lesiona alguno de los bienes jurídicos expresamente tipificados. Sin
embargo, el abanico de actos inmorales es mucho más amplio que el
articulado del Código Penal. Criminalizar la inmoralidad conduciría al
totalitarismo.

Otras veces sí que habrá un menoscabo, pero no será grave. La


jurisprudencia suele aseverar que el artículo 173 es el tipo básico de
los que protegen la integridad moral. Es una afirmación acertada con
respecto a las modalidades de violencia doméstica y torturas, pero
no con carácter general. Jesús Barquín advierte certeramente que
ese precepto sólo sanciona los ataques «graves» (1999, páginas 279-
280). Como ya se ha apuntado, ese papel le corresponde a la falta
del artículo 620.2, residual ante infracciones leves. La sentencia de la
Audiencia Provincial de Tarragona de 26 de abril del año 2004 explica
claramente esta tesis (ponente Ilustrísimo Sr. don Joan Perarnau
Moya) que pone de relieve la «homogeneidad» entre el artículo 620.2
y el artículo 173.1.

Entrando en la frontera entre el delito y la falta, hemos de fijarnos en


el adverbio «gravemente». Una regla provechosa para disipar
incertidumbres es la de la reiteración de los actos ofensivos. El propio
artículo 173, al escoger el término «trato», parece estar refiriéndose
a una conducta temporalmente prolongada. Es decir, sería necesaria
una cierta habitualidad o incluso la acción sistemática del sujeto
activo para humillar a la víctima.

No obstante, no es una regla sin excepciones. Es concebible un


singular ataque de tanta magnitud que por sí solo quebrante la
integridad moral (JESÚS BARQUÍN, 1999, página 300). Este autor lo
explica claramente en el comentario a la sentencia del Tribunal
Supremo de 14 de noviembre del año 2001 (2002, RECPC). Se trata
de una resolución que, llevada a sus últimas consecuencias, casi
impediría en la práctica la aplicación del artículo 173.1 del Código
Penal.

El relato de hechos probados consigna cómo cuatro hermanos


desnudaron a su tía de 69 años, la golpearon y quemaron con un
cigarrillo, se le orinaron encima, la obligaron a lamer el trasero a un
individuo, a practicar dos felaciones con evacuación en la boca, a que
se introdujera un palo en la vagina, además de untarle el rostro con
heces. Mientras tanto se reían de ella y la insultaban. Querían que les
diera dinero.

El ponente tilda al artículo 173 de impreciso e innecesario,


redundante con los delitos contra el honor y las coacciones.
Precisamente esta resolución sólo le deja al citado tipo el papel
marginal de reprimir los actos reiteradamente ofensivos contra la
dignidad de la víctima: «aquellos hechos en los que la degradación
tenga una duración notoria y persistente, cuya gravedad ya no sea
posible recoger en la individualización de la pena del delito al que
acompañan, a través de las agravantes ordinarias». De ahí
enseñamiento o en la circunstancia primera del artículo 180.

La sentencia niega la existencia de un delito contra la integridad


moral, por considerar que basta la punición específica de los tipos
contra la libertad sexual. Jesús Barquín aplaude esta decisión, pero
plantea una hipótesis, que esa misma conducta estuviera exenta de
cualquier connotación sexual. Entonces sí que nos hallaríamos frente
a un meridiano ejemplo de grave menoscabo de la integridad moral.
Pues bien, la tesis de esta sentencia lo negaría, por ser un episodio
aislado. No es un planteamiento general en la jurisprudencia. Por
ejemplo, la sentencia del Tribunal Supremo de 29 de septiembre del
año 1998 prevé que un solo acto excepcionalmente cruel o
humillante baste para constituir por sí mismo un trato degradante.
Por otro lado, y para zanjar esta cuestión, tampoco hay obstáculo a la
coexistencia del artículo 173.1 y la agravante genérica de
ensañamiento.

En suma, el recorrido de la gravedad atraviesa una serie de hitos, a


saber: 1) Conductas atípicas; 2) Vejaciones; 3) Tratos degradantes; 4)
Tratos inhumanos; y 5) Torturas. La expresión «trato degradante» es
la que nuestro Legislador ha escogido para referirse a todos los
ataques contra la integridad moral. El tránsito del primero al segundo
demarcará el umbral del Derecho Penal. Los otros gradarán la
intensidad de la lesión delictiva al injusto.

Comtinua en Teoria del acoso penal II

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02 junio
VIOLENCIA CONTRA PROFESORES

TODAVIA EN CONSTRUCCION.

ESTUDIO CISNEROS VIII


VIOLENCIA
CONTRA PROFESORES

EN LA ENSEÑANZA PÚBLICA
DE LA COMUNIDAD DE MADRID

INSTITUTO DE INNOVACIÓN EDUCATIVA


Y DESARROLLO DIRECTIVO

www.acosopsicologico.com
Director del Equipo de Investigación:
Prof. Iñaki Piñuel (ipz@telefonica.net)
Móvil 670 77 66 19

DEFENSOR DEL PROFESOR


SINDICATO ANPE-MADRID
www.defensordelprofesor.com
-2006-

q Anpe-Madrid, viene haciéndose eco, desde hace años, de la


dificultad de “dar clase con normalidad” en la mayoría de los Centros
de Enseñanza Secundaria.
q Constata que se manifiestan en nuestras aulas, de forma creciente,
comportamientos antisociales, actos de indisciplina, vandalismo y
agresiones que entorpecen o impiden cotidianamente el normal
desarrollo de las actividades docentes.
q La gravedad de estos comportamientos afecta a la calidad de la
enseñanza que se imparte, a la salud laboral y al estado emocional
de alumnos y profesores.
q Anpe-Madrid viene denunciando la generalización y el
agravamiento de estas conductas a las que considera variantes de un
problema más amplio: la violencia escolar.

Por ello, ante la pasividad de la


Administración Educativa…

• Decide en el mes de diciembre de 2005 poner en marcha “EL


DEFENSOR DEL PROFESOR”, un servicio de apoyo al profesorado
víctima de violencia o acosado en los entornos escolares. Sus
actuaciones pretenden aliviar o paliar en parte estas situaciones
individuales mediante…

– El apoyo psicológico
– El apoyo jurídico.
– La intermediación sindical ante la Administración

“EL DEFENSOR DEL PROFESOR” ha recibido, en los cinco meses de


funcionamiento, 800 llamadas de profesores angustiados que
demandaban algún tipo de ayuda frente a las situaciones de violencia
padecidas.

Conscientes desde un principio de la gravísima situación que va


aflorando…

• “EL DEFENSOR DEL PROFESOR” decide evaluar y medir con


exactitud esta realidad y promueve la realización de un estudio
exhaustivo sobre la situación de violencia que padecen los profesores
en los centros escolares.
• Este estudio se encarga al Instituto de Innovación
Educativa y Desarrollo Directivo (IIEDDI) dirigido por el Profesor Iñaki
Piñuel, y es patrocinado por Anpe-Madrid. Sus resultados se
presentan hoy.

Los Barómetros Cisneros©


• 2001: Cisneros I “Violencia y Acoso en el Trabajo en España”
• 2002: Cisneros II, “Violencia y Acoso en el Trabajo en España”
• 2003: Cisneros III “Violencia y Acoso en el Trabajo en el sector
sanitario”.
• 2004: Cisneros IV, “Violencia y Acoso en el Trabajo en profesores
universitarios”.
• 2004: Cisneros V, “Violencia y Acoso en el Trabajo en la
Administración pública”
• 2005: Cisneros VI, “Riesgos Psicosociales en la Comunidad de
Madrid (Estrés, Mobbing y Burnout)”
• 2005: Cisneros VII “Acoso y Violencia Escolar” en la Comunidad de
Madrid.
• 2006: Cisneros VIII “Violencia contra los profesores de la CAM”.

CARÁCTER INNOVADOR DEL CISNEROS VIII


“VIOLENCIA CONTRA PROFESORES”

ESTUDIO PIONERO: PRIMER ESTUDIO QUE SE REALIZA SOBRE


LOSRIESGOS PSICOSOCIALES QUE AFECTAN A PROFESORES POR LOS
EFECTOS DE LA VIOLENCIA QUE SUFREN.

ESTUDIO INNOVADOR: POR PRIMERA VEZ SE EVALUA LA VIOLENCIA


QUE REFIEREN LOS PROFESORES DE LA ENSEÑANZA PÚBLICA.

ESTUDIO RIGUROSO: SE UTILIZAN ESCALAS CLÍNICAS PARA MEDIR EL


DAÑO PSICOLOGICO PRODUCIDO POR LA VIOLENCIA.

ESTUDIO VÁLIDO Y FIABLE: ESTADÍSTICAMENTE INATACABLE POR


SUS CARÁCTERÍSTICAS PSICOMÉTRICAS, POR LA SELECCIÓN DE LA
MUESTRA, LA VALIDEZ Y LA FIABILIDAD DE LA HERRAMIENTA
UTILIZADA:

ESTUDIO CON ALTO VALOR AÑADIDO: SE ENCUESTAN MAS DE 6.000


PROFESORES DE 237 CENTROS DE ENSEÑANZA PUBLICA Y SE MIDEN
235 VARIABLES QUE AFECTAN A SU TRABAJO COMO DOCENTES.
“VIOLENCIA CONTRA PROFESORES”
ÍNDICE

ESTUDIO CISNEROS VIII: FICHA TÉCNICA DEL ESTUDIO

LA VIOLENCIA COMO RIESGO LABORAL DE LOS PROFESORES: MITOS


Y REALIDADES QUE DESVELA EL ESTUDIO

LA INCIDENCIA DE LA VIOLENCIA EN LOS CENTROS EDUCATIVOS

LA INCIDENCIA DE ACTOS DE VIOLENCIA CONTRA PROFESORES

AUTORES DE ACTOS VIOLENTOS CONTRA LOS PROFESORES

MODALIDADES DE LA VIOLENCIA CONTRA PROFESORES

DAÑOS PSICOLÓGICOS DE LOS PROFESORES VÍCTIMAS DE ACTOS DE


VIOLENCIA

INCIDENCIA DE LA VIOLENCIA ESCOLAR CONTRA LOS ALUMNOS

VALORACIONES FINALES

I. FICHA TÉCNICA DEL ESTUDIO

Encuesta realizada mediante cuestionario presentado en un


documento escrito, distribuida internamente entre 6.000 profesores
pertenecientes a 237 Centros públicos de Educación Infantil y
Primaria e Institutos de Enseñanza Secundaria.
Los cuestionarios fueron devueltos de manera anónima a los
aplicadores en sobre cerrado.
La investigación se desarrolló entre los meses de Marzo y Abril de
2006 en la Comunidad Autónoma de Madrid.
Los investigadores garantizaron desde el principio el anonimato tanto
para los centros como para los trabajadores participantes que no
podrían quedar identificados de ningún modo en la aplicación del
cuestionario.
La tasa de respuesta fue del 35%, y el número de cuestionarios
válidos finalmente aceptados de N = 2 100.
Se utilizó como Universo el colectivo de profesores de la enseñanza
pública de la Comunidad Autónoma de Madrid N = 47 000 profesores.
La herramienta de evaluación aplicada fue el Barómetro Cisneros AVE
(P) ©, compuesto por 237 preguntas multi opción que los profesores
debían rellenar.
El error muestral del estudio fue de +/- 2,1 % para n =p =0,5 para un
intervalo de confianza del 95,5%.

ESTUDIO CISNEROS© VIII:


“VIOLENCIA CONTRA PROFESORES”
FICHA TÉCNICA

Barómetro Cisneros © VIII


Universo o Población Conjunto de 47.000 profesores
de estudio de centros públicos de la CAM
Ámbito geográfico Comunidad de Madrid
Barómetro Cisneros AVE (P) ©
Instrumento
(Piñuel y Oñate 2002)
Encuesta: Barómetro Cisneros
Tipo de Encuesta
(Octava Edición)
Evaluación de la Violencia y el
acoso Psicológico contra los
Objeto
profesores de la Enseñanza
Pública de la CAM
Fecha de Realización Marzo - Abril del 2006
N= 2100 profesores
Muestra pertenecientes a 237 centros
públicos
Muestreo Polietápico. Aleatorio
por conglomerados, con
Muestreo afijaciones proporcionales para
las 5 zonas geográficas
principales de la CAM
+/-2,1% para p = q = 0,50
Error Muestral
para un 95,5 de IC-

II. LA VIOLENCIA COMO RIESGO LABORAL


PARA LOS PROFESORES: MITOS Y REALIDADES
QUE DESVELA EL ESTUDIO

LOS 8 MITOS PRINCIPALES QUE EL


ESTUDIO DERRIBA:

1º Mito: La Violencia no ha aumentado en los centros: es la misma


que antes. Siempre ha existido violencia, solo que ahora hay más
sensibilidad.
2º Mito: La Violencia, si se produce, tiene una incidencia marginal. Se
trata de casos aislados o puntuales que no tienen un efecto
relevante.
3º Mito: La Violencia es trivial. No produce daños significativos en
quienes la padecen. Depende de la sensibilidad del profesor.
4º Mito: La Violencia se produce en los lugares en los que la tasa de
alumnos inmigrantes es importante.
5º Mito: La Violencia se produce en los centros pertenecientes a
zonas socialmente más desfavorecidas.
6º Mito: La violencia en los centros es principalmente física
(agresiones físicas).
7º Mito: Los padres no participan de la violencia en los centros.
8º Mito: La Violencia es un conflicto particular entre agresor y
agredido

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01 junio
Materiales de Prevencion en Secundaria

ANTICUADO Y ANTIGUO PERO VALIDO.


En construcción.....
Materiales Didácticos para la
Prevención de la Violencia de Género

Unidad Didáctica
para Educación Secundaria
1. INTRODUCCIÓN
Los malos tratos a la mujer en la pareja y en general la violencia
contra las mujeres, es un fenómeno que se ha dado y se da en todas
las culturas humanas. Sin embargo sigue siendo un fenómeno
invisible, y sobre todo, minimizado.
La violencia contra las mujeres o violencia de género, vulnera
algunos de los derechos más básicos de todo ser humano,
explicitados en la Declaración Universal de los Derechos Humanos:
Artículo 3. Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la
seguridad de su persona.
Artículo 5. Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles,
inhumanos o degradantes.
Artículo 16.3. La familia es el elemento natural y fundamental de la
sociedad y tiene derecho a la protección de la sociedad y del Estado.
En nuestro país, el asesinato de Ana Orantes a manos de su
exmarido, en diciembre de 1997, conmocionó a la opinión pública y
supuso un punto de inflexión en la conciencia de la sociedad ante los
malos tratos conyugales; desde entonces, los medios de
comunicación, muestran de forma cotidiana el sufrimiento de
mujeres con nombres y apellidos en todos los rincones de la
geografía española.
Como consecuencia de la alarma social creada, las instituciones
públicas decidieron tomar medidas urgentes para atender a las
mujeres víctimas de malos tratos y sensibilizar a la sociedad hacia
actitudes de rechazo a las agresiones.
Dentro de este contexto, el día 12 de febrero de 1998, el Parlamento
Andaluz aprueba una serie de medidas que dan cuerpo al Plan de
Actuación del Gobierno Andaluz para avanzar en la erradicación de la
violencia contra las Mujeres. Esta unidad didáctica es una de las
medidas de este Plan de Actuación y tiene como objetivo, prevenir la
violencia de género, potenciando en el ámbito educativo
comportamientos igualitarios y solidarios.
La violencia en la pareja es, sin duda alguna, producto de la
desigualdad profunda, mantenida y reforzada a través de los siglos
entre hombres y mujeres. Es por lo tanto un fenómeno con
arraigadas raíces culturales que dan lugar a una estructura social
basada en el sexismo, en el poder otorgado a los varones y a lo
masculino y en la desvalorización y sumisión de las mujeres y lo
femenino.
Las diferentes conductas que se aprenden como apropiadas para las
mujeres y los hombres en una determinada sociedad y momento
histórico, no se cuestionan y se consideran ciertas y biológicamente
naturales, siendo en realidad sólo la reproducción de unos
estereotipos sociales.
Históricamente, las mujeres han sido socializadas para la vida
doméstica (el cuidado de otras personas) y los varones para la vida
pública (el trabajo asalariado y la gestión de la política, la economía,
la ciencia y la cultura). Para cumplir estas funciones, hombres y
mujeres han desarrollado distintas capacidades y valores. Pero esto
es sólo una media verdad. La cultura femenina y masculina no son
sólo diferentes sino que son desiguales, hay una relación de poder y
dominio de lo masculino sobre lo femenino.
La socialización de género tiene como consecuencia el desarrollo
parcial tanto de mujeres como de hombres, pero sin duda alguna es
más doloroso pertenecer a una cultura o grupo social desvalorizado
que pertenecer a una cultura o grupo social prestigioso. Este hecho
explica la razón por la que el colectivo de mujeres esté siendo el
motor principal de cambio hacia una estructura social y de relaciones
humanas más igualitarias.
El sistema educativo implantado por la LOGSE, contempla la
necesidad de superar la socialización de género, promoviendo y
facilitando el pleno desarrollo del alumnado como personas:
"El objetivo primero y fundamental de la educación es el de
proporcionar a los niños y a las niñas, a los jóvenes de uno y otro
sexo, una formación plena que les permita conformar su propia y
esencial identidad, así como construir una concepción de la realidad
que integre a la vez el conocimiento y la valoración ética y moral de
la misma. Tal formación plena ha de ir dirigida al desarrollo de su
capacidad para ejercer, de manera crítica y en una sociedad
axiológica mente plural, la libertad, la tolerancia y la solidaridad".1
La LOGSE se dirige así hacia una educación integral de las personas
que, entre otros aspectos, conlleva lograr que sean críticas,
igualitarias, tolerantes y solidarias. A ello contribuye de especial
manera, la inclusión de las áreas transversales que conllevan
contenidos altamente educativos que impregnan el currículo de
valores éticos y cívicos.
Así, desde la escuela, se asume la responsabilidad de que se debe
educar y no sólo instruir, satisfaciendo la demanda social actual y
llevando a cabo una Educación en Valores que dé respuesta a los
problemas sociales más acuciantes, como el de la violencia de
género.
Ello se encuentra definido en los diferentes currículos que se han
establecido en Andalucía para cada etapa educativa.
El desarrollo y la organización de la Educación en Valores y de los
Temas Transversales del currículo, debe perseguir dinamizar el
tratamiento de estos contenidos en los centros educativos a través
de sus Proyectos Curriculares. Centros en los que la forma de
enseñar las relaciones personales, la organización del espacio, el
lenguaje y un largo etcétera, van conformando la personalidad de las
alumnas y los alumnos, inculcándoles valores, formando hábitos y
desarrollando pautas de conducta ante la vida social.
Como indican Taberner, J., Bolívar, A., Ventura, M:
"Cada centro escolar genera estructuras, roles, códigos de conducta,
normas, patrones de acción y comunicación, que dan lugar a una
cultura específica, con un sentido propio de identidad y coherencia,
constituido por aquellos valores (éthos o mores) compartidos por la
mayoría de los miembros".
El Centro docente, como espacio y organización social con unas
relaciones propias, es el que
a la larga– va a contribuir decisivamente, más allá del aula y pupitre,
a la educación ético-cívica.
Estas expectativas y patrones de acción permite, favorecen o no, una
cooperación o individualismo, coordinación de deseos, propuestas e
intereses, toma de decisiones colectivas, diálogo, debate,
"ponerse en lugar de otro", modelos, etc., que justamente
constituyen la vida moral del Centro.
En la medida que los valores, principios y normas son establecidos
por los alumnos, alumnas y profesorado, además de comprometerse
a respetarlos y generar un sentimiento de tomarlos como propios,
proporcionan una participación activa y democrática, de índole moral
en los asuntos de la escuela".2

2 TABERNER, J., BOLÍVAR, A. Y VENTURA, M. (1995): Formación Ético-


Cívica y Educación Secundaria Obligatoria,
Proyecto Sur de Ediciones, S.A.L.

El propio centro, además, por sus características y por su función


educativa, se convierte en un lugar idóneo para llevar a cabo un
análisis crítico de la realidad cotidiana del alumnado, así como de los
mensajes educativos no formales que le llegan por distintas vías
(medios de comunicación, familia, grupo de iguales, etc.)
Ciertamente, cuando en los centros educativos se trabaja en
Educación en Valores y Temas
Transversales, ya se está educando a las alumnas y alumnos en unas
relaciones igualitarias, solidarias, respetuosas, tolerantes,
comprensivas y críticas que promueven, por sí mismas, la
erradicación de cualquier tipo de discriminación y violencia,
incluyendo la violencia de género.
Específicamente, un trabajo adecuado en Coeducación, Educación
Afectivo-Sexual y Educación para la Convivencia, implica la
posibilidad de conseguir un buen nivel de autoestima, de lograr la
capacidad para analizar los sentimientos y conflictos para poder
resolverlos, de adquirir la habilidad de comunicación, así como de la
toma de conciencia de la opresión para poder modificarla, y, en
definitiva, de transformar las bases sociales y culturales que generan
en la actualidad la discriminación entre los sexos, y por tanto la
violencia de género.
Algunos de los objetivos, de estas Áreas Transversales, en la
Educación Secundaria Obligatoria son:
• Formarse una imagen ajustada de sí mismo, de sus características
y posibilidades y actuar de forma autónoma valorando el esfuerzo y
la superación de dificultades.
• Relacionarse con otras personas e integrarse de forma participativa
en actividades de grupo con actitudes solidarias y tolerantes, libres
de inhibiciones y prejuicios.
• Analizar los mecanismos y valores que rigen el funcionamiento de
la sociedad, especialmente los relativos a los derechos y deberes de
los ciudadanos.
• Potenciar la construcción del conocimiento sexual respecto al
conocimiento de sí mismos y de las demás personas, las relaciones
interpersonales y el conocimiento de las instituciones.
• Restablecer la comunicación en las relaciones de amistad,
relaciones de pareja, experiencias de enamoramiento y amor, para
aprender a compartir las preocupaciones, sentimientos y vivencias
sexuales.
• Promover una educación no sexista o no discriminatoria.

2. LA VIOLENCIA DE GÉNERO

Este apartado pretende aportar al profesorado, los conocimientos


básicos sobre el fenómeno de la violencia contra las mujeres en el
marco de las relaciones conyugales o de pareja, para poder realizar
junto al alumnado, las actividades que se proponen en la unidad
didáctica.
El artículo 1 de la "Declaración sobre la Eliminación de la Violencia
contra la Mujer" de las
Naciones Unidas (1979), considera que la violencia contra las
mujeres es:
"Todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino
que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico,
sexual o psicológico para las mujeres, inclusive las amenazas de
tales actos, la coacción o la privación arbitraria de libertad, tanto si
se produce en la vida pública o privada".
La violencia contra las mujeres es una expresión de la relación de
desigualdad entre hombres y mujeres. Es una violencia basada en la
afirmación de la superioridad de un sexo sobre el otro, de los
hombres sobre las mujeres. Afecta a toda la organización de la
sociedad y, por tanto, estos actos violentos deben ser analizados
dentro del contexto social.
El proceso de socialización a través del cual las personas asumen
reglas y normas de comportamiento se produce, fundamentalmente,
en dos ámbitos: la familia y la escuela. En este proceso intervienen,
además, las instituciones políticas, religiosas y administrativas, así
como el medio laboral.
Con todos estos mecanismos, la sociedad presiona para que las
personas piensen y actúen de forma diferente según sean mujeres u
hombres (socialización de género). Es decir, se espera que cada uno
y cada una ejerza el rol sexual asignado de manera "adecuada". No
hacerlo, supone romper, enfrentarse, cambiar las normas
fuertemente tejidas a lo largo de la historia, por lo que los costes
emocionales (culpa, miedo, inestabilidad, etc.) son muy altos y es
importante el apoyo grupal para no sentirse solas/os.

La violencia está incorporada culturalmente en la identidad


masculina. Desde pequeños los niños aprenden a responder
agresivamente y se entrenan en aspectos activos tales como ganar,
luchar, competir, apoderarse, imponer, conquistar, atacar, vencer,
etc., mientras que las niñas aprenden a ceder, pactar, cooperar,
entregar, obedecer, cuidar..., aspectos que no llevan al éxito ni al
poder y que son considerados socialmente inferiores a los
masculinos.
La violencia, tanto la física como la psicológica, es un modelo de
respuesta muy extendido a los problemas interpersonales y sociales,
como fruto de unos rasgos culturales que predominan en la forma de
vida y de pensamiento de las personas y grupos sociales, y que
genera unas consecuencias negativas y destructivas para las
personas.
Rasgos más destacados que sustentan una respuesta violenta:
– Imagen distorsionada de la realidad.
– Autoestima basada en la superioridad.
– Diagnóstico individualista de la realidad.
– Falta de reciprocidad de derechos y deberes.
– Irresponsabilidad individual.
– Insuficiente comprensión de los puntos de vista ajenos.
– Escaso interés por la mejora de las relaciones.
– Obsesión por triunfar individualmente.
– Escasez de conductas pro sociales.3
Los hombres han dominado el espacio público y también han ejercido
su poder en el ámbito privado. Este poder ha dado origen a un
sistema de jerarquías que se conoce como patriarcado. De acuerdo
con la organización patriarcal de la sociedad, ambos sexos han
desempeñado siempre papeles sociales diferentes. Así, las mujeres
han quedado reducidas al espacio doméstico de la familia.
Este reparto de papeles ha permitido que las mujeres sean
consideradas como una propiedad del hombre, de la misma forma
que lo son los hijos y las hijas. Afortunadamente, esta situación está
comenzando a cuestionarse; las mujeres, cada día en mayor medida,
se integran a otras esferas de la vida.
De ahí que hasta hace pocos años no se considerara como un delito
la violencia física o psíquica ejercida dentro del ámbito familiar o de
pareja, sino como "asuntos privados" de las parejas o "cosa de dos".
Las cifras sobre malos tratos a las mujeres4 no permiten seguir
manteniendo esta actitud:
A lo largo de 1997 en España:
• Se presentaron 16.194 denuncias por malos tratos. Se calcula que
representan entre un 5 y un 10% de la violencia real.

3 Ver: RODERO GARDUÑO, Luis: Educación para la Vida en Sociedad.


Sevilla: Consejería de Educación y Ciencia,
1999.
4 Datos del Ministerio de Interior, de la Dirección General de la
Guardia Civil, del Gobierno Andaluz y de la Federación
de Asociaciones de Mujeres Separadas y divorciadas.

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31 mayo
Proyecto Sevilla Anti Violencia Escolar (SAVE)
Proyecto Sevilla Anti Violencia Escolar (SAVE)
Violencia en la escuela
Por Rosario Ortega y Rosario del Rey Alamillo

XIII Congreso de la Sociedad Española de Medicina del Adolescente-.


1ª Mesa Redonda
El artículo incluye datos sobre el proyecto Sevilla Anti-Violencia
Escolar (SAVE) (Ortega, 1997) entre los cursos académicos 1996 y
1999, que ha sido un trabajo de investigación educativa en 26
centros escolares de Primaria y Secundaria afectando, de forma
directa e indirecta, a casi cinco mil escolares. La exploración del
problema de la violencia entre iguales, el establecimiento de perfiles
de centro en relación con este problema y la implicación de los
docentes de diez escuelas en un proyecto de prevención del maltrato
entre compañeros, han dado como fruto un modelo abierto, ecológico
y comprensivo de trabajo educativo que ha sido beneficioso para
mejorar la convivencia y prevenir la violencia tras el proceso de
evaluación (Ortega, R; Del Rey, R, 2001).
Introducción
El contexto educativo, como muchas otras instituciones en las que un
número de personas están reunidas con el objetivo de hacer algo
juntas, puede verse infectado de muchos virus para los que debe
estar preparado para prevenir y curar. Durante los últimos años está
siendo el virus de la violencia el que está provocando gran
preocupación a la comunidad educativa y la sociedad en general,
incluso anteponiéndola a los objetivos de los procesos de instrucción.
En nuestra aportación a esta mesa redonda sobre “Salud en la
escuela y adolescentes” nos detendremos en la definición y análisis
del fenómeno de la violencia escolar, las posibles consecuencias
físicas y comportamentales que pueden aparecer en los adolescentes
implicados y, por último, expondremos brevemente una de las
experiencias de prevención de la violencia que hemos desarrollado
en el seno de nuestro equipo de investigación dirigido por Rosario
Ortega.
La violencia escolar
El complejo problema de violencia escolar está siendo definido,
fundamentalmente, desde dos puntos de vista bien diferenciados. Por
un lado, se identifica con las agresiones físicas directas entre
personas y, por el otro, como un conjunto de fenómenos que afectan
la buena convivencia del centro. Desde nuestro punto de vista, entre
éstos podemos diferenciar cinco categorías (Ortega, 2001):
vandalismo, o violencia contra las pertenencias del centro;
disruptividad, o violencia contra las tareas escolares; indisciplina, o
violencia contra las normas del centro; violencia interpersonal y la
violencia que puede convertirse en criminalidad cuando las acciones
tienen, o pueden tener, consecuencias penales.
Concretamente, la violencia interpersonal puede hacerse presente de
muchas maneras, unas más explícitas que otras y por ello, unas más
fáciles de conocer que otras. En todo caso, este es un aspecto a
tener en cuenta para intentar evitar, en la medida de lo posible, que
aparezca; o bien, tener recursos para frenarla en el caso de que ya
esté presente en un centro, lo que podríamos llamar una enfermedad
social. Este virus puede estar presente entre los propios docentes si
se han establecido malas relaciones entre ellos, muchas veces sin
saber sus causas. También puede surgir en la relación entre un
profesor o profesora y sus alumnos, que se contamina gracias a
conflictos que no son afrontados de una manera positiva, es decir sin
buscar en esta situación de conflicto el aprendizaje y la superación
del grupo como tal. Lo mismo puede suceder entre familias y
profesores, que llegan a sentirse como contrincantes en el desarrollo
de una tarea, en este caso la educación de los niños y niñas, en lugar
de buscar formas de cooperación en las que la labor sea más fácil y
productiva. Últimamente, están apareciendo agresiones de alumnos
a sus profesores, que han aprendido a usar esta vía para solucionar
los conflictos o buscar sus intereses.
Pero una de las formas de violencia más complicadas de abordar,
quizá sea la que sucede dentro del grupo de los alumnos, que
consiguen mantener sus relaciones en un círculo cerrado al que los
adultos es muy difícil ascender. Este círculo puede estar mantenido
por lazos no muy deseados como son los problemas de violencia
interpersonal, malos tratos, amenazas, acosos y abusos, que
deterioran las relaciones entre iguales y, en definitiva, producen
efectos destructivos para la convivencia y las personas. Estos
problemas crean un entramado de relaciones de agresividad
injustificada y procesos de victimización que pueden llegar a ser
verdaderamente un infierno para la víctima y un entrenamiento en
crueldad para los agresores. Por otro lado, la figura de los
espectadores es muy importante en este juego cruel de la violencia.
Ellos pueden apoyar a los agresores y provocar que la situación sea
peor, o ser incluso ellos los que han impulsado a otro compañero a
realizar la acción, pero también pueden hacer todo lo contrario que
es defender a la víctima de manera directa, es decir interviniendo
ellos, o indirecta, haciendo que otros, por ejemplo profesores, lo
hagan. Con este tipo de respuestas los espectadores, que al mismo
tiempo son la mayoría de los alumnos, dejan claro que el agresor no
tiene derecho a hacer lo que está haciendo y que la víctima no está
sola ante lo que está sucediendo.
Repercusiones en la salud y comportamientos de alumnos y alumnas
Para analizar las repercusiones en la salud de los adolescentes que
sufren procesos de victimización en el contexto educativo nos
centramos en el reciente informe europeo elaborado por un amplio
grupo de expertos (Salomaki y otros, 2001) “Proposal for an Action
Plan to Combat Violence in Schools” bajo la coordinación de la
Comisión Europea y en colaboración con el Centro de Promoción de
la Salud de Finlandia, en el que hemos tenido la oportunidad de
participar (Ortega, 2001). En este informe se afirma que, como
respuesta a la violencia escolar, tanto víctimas como agresores
pueden padecer daño físico e incluso llegar a la muerte; aunque las
mayores consecuencias están relacionadas con la salud mental,
fundamentalmente, aparecen depresión, trauma y baja autoestima
que les impide mantener buenas relaciones con sus iguales, ya que
con frecuencia tienen a adoptar comportamientos de alto riesgo para
afrontar la ansiedad ante este tipo de situaciones. Entre los
comportamientos de riesgo este grupo de expertos señala el abuso
de sustancias, el absentismo escolar, las relaciones sexuales
prematuras, e incluso la autolesión.
Sin embargo, al igual que la violencia tiene consecuencias en la salud
de los adolescentes, en ocasiones, son los problemas de salud los
que pueden llevar a las personas hasta la violencia. Uno de los
predictores individuales más consistente, en este sentido, es la
hiperactividad. Por otro lado, la experiencia de vida de los
adolescentes influye en la posibilidad de verse implicados en
problemas de violencia. Por ejemplo, en el Encuentro de Expertos
sobre violencia contra las mujeres celebrado en Helsinki (2001), se
defendió la perspectiva del círculo de la violencia familiar, que afirma
que existe un alto riesgo de pasar generación tras generación la
violencia. Es decir, los adolescentes que han sufrido o presenciado
problemas de violencia en su familia tienen más riesgo de hacerlo en
su propia vida.
Vacunas para prevenir la violencia: Proyecto Sevilla Anti-Violencia
Escolar
La mejor vacuna para los problemas de violencia escolar es
considerar que la comunidad educativa (profesorado, alumnado,
familias y entorno social) es el agente de cambio en el centro. En
este sentido, la intervención de la prevención de la violencia y para la
mejora de la convivencia debe estar centrada en la cooperación entre
todos los implicados, para lo cual es imprescindible buscar tiempos y
espacios donde ésta sea posible. Esto demanda a los docentes abrir
el centro a las familias, y a éstas sentirse responsables, con el
derecho y la obligación de participar en la vida del mismo. También,
debemos ser conscientes de que no existen recetas para ello, el
hecho de que trabajemos con personas y no con objetos hace difícil
la labor, pero no imposible. Las intervenciones concretas deben ser
diseñadas por la comunidad educativa, intentando implicar a todos
sus agentes, para que estén adaptadas a las necesidades y
características de cada contexto. Es cierto, que este tipo de
intervenciones no cambia la convivencia de un día para otro ni
elimina los posibles problemas de violencia ya existentes, pero los
cambios reales son difíciles, costosos y, al mismo tiempo muy
gratificantes.
Por otro lado, para abordar la intervención debemos concebir al
centro educativo como un escenario en el cual la convivencia debe
gestionarse de forma democrática, la actividad instructiva ser
cooperativa y la educación ir más allá de la instrucción, penetrando
en la formación de valores mediante la educación de sentimientos y
emociones sociales.
Esto es lo que hemos desarrollado en el proyecto Sevilla Anti-
Violencia Escolar (SAVE) (Ortega, 1997) entre los cursos académicos
1996 y 1999, que ha sido un trabajo de investigación educativa en 26
centros escolares de Primaria y Secundaria afectando, de forma
directa e indirecta, a casi cinco mil escolares. La exploración del
problema de la violencia entre iguales, el establecimiento de perfiles
de centro en relación con este problema y la implicación de los
docentes de diez escuelas en un proyecto de prevención del maltrato
entre compañeros, han dado como fruto un modelo abierto, ecológico
y comprensivo de trabajo educativo que ha sido beneficioso para
mejorar la convivencia y prevenir la violencia tras el proceso de
evaluación (Ortega, R; Del Rey, R, 2001).
El proyecto SAVE propone principalmente intervención preventiva,
aunque no olvida a los alumnos que están implicados en situaciones
de violencia en el centro. Dentro de la prevención, hemos distinguido
tres líneas de actuación: la educación en emociones, sentimientos y
valores a través de la incorporación a los procesos curriculares de
objetivos, contenidos y estrategias que permitan a los alumnos/as
expresar sus emociones, tomar conciencia de sus sentimientos y
asumir actitudes y valores de respeto mutuo; el trabajo en grupo
cooperativo, es una línea de desarrollo curricular, que insiste en que
aprender de forma cooperativa produce, como efecto secundario, el
desarrollo de la comunicación, la atención al otro, la creación
conjunta de conocimiento, el respeto a las ideas propias y a las de los
demás, etc.; y la gestión democrática de la convivencia, estando
dispuesto a comprender el día a día de las relaciones y a diseñar
sistemas normativos que guíen el proceso de establecimiento de
hábitos y convenciones libremente elegidos por los protagonistas. Es
decir, existe un conjunto de pautas de conducta que hay que asumir
de forma obligatoria, pero que no deben ser impuestas sino auto
elegidas.
Como respuesta a los alumnos implicados en situaciones de violencia
hemos propuesto (Ortega, 2000) seis programas específicos a modo
de ejemplo: la resolución en conflictos, la ayuda entre iguales, los
círculos de calidad, los programas de desarrollo de la empatía, los
programas de desarrollo de la asertividad y el método Pikas. Todos
ellos, centrados en desarrollar las habilidades necesarias a cada uno
de los implicados y a desestructurar el entramado de relaciones que
existían en el grupo.
Los resultados más relevantes de la evaluación de los efectos del
proyecto SAVE (Ortega y Del Rey, 2001) son que las respuestas de
los alumnos cuatro años después, muestran que la participación de
los alumnos en situaciones de violencia había cambiado de forma
significativa. El número de espectadores había aumentado (de 86% a
92%), el de víctimas (de 9% a 4%) y víctimas provocativas (de 0.7%
a 0.3%) se había reducido más de la mitad y el de agresores también
había disminuido. Como conclusión, no nos gustaría terminar sin
agradecer este impulso a la interdisciplinariedad para velar por la
salud y ayudar a los adolescentes que, día a día, se enfrentan a
situaciones conflictivas ante las que tienen que tomar difíciles
decisiones.
Bibliografía
1. Ortega, R. (1997). El proyecto Sevilla anti-violencia escolar. Un
modelo de intervención preventiva contra los malos tratos entre
iguales. Revista de Educación, 313, 143-158.
2. Ortega, R. (2000). Educar la convivencia para prevenir la violencia.
Madrid: Antonio Machado Libros.
3. Ortega, R. (2001) The ANDAVE projet: A Ecological Educational
Aproach for a Cosmopolitan Citizenship. Conferencia Pronunciada en
el Connet fi06 Meeting. Brujas. Bélgica. Noviembre, 2001.
4. Ortega, R. & Del Rey, R. (2001). Aciertos y Desaciertos del
Proyecto Sevilla Antiviolencia Escolar (SAVE). Revista de Educación,
324, 253-270.

5. Salomäki, U. & otros (2001). The proposal for an Actino Plan to


Tackle Violence in the school in Europe. Report Finland. Finish Centre
for Health Promotion (Connect, 006-Fi).

FUENTE: http://www.miescuelayelmundo.org/article.php3?
id_article=73

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VIOLENCIA INTRAFAMILIAR
CONCEPTOS BÁSICOS
En la literatura relativa a la problemática de la violencia intrafamiliar
y fundamentalmente en la concerniente a las distintas formas que
adopta la violencia, coexisten, junto al de violencia intrafamiliar y
violencia familiar, otras definiciones como violencia de género,
violencia doméstica y violencia conyugal, las que aparentemente se
superponen y plantean permanentes dudas en relación a la
pertinencia de su aplicación. Las definiciones propuestas y utilizadas
en este sitio web no pretenden ser determinantes o excluyentes ni
cerrar la discusión al respecto, sino aclarar este panorama para
permitir una mejor comprensión y abordaje del tema y unificar
criterios al menos para la lectura de la información aquí expuesta,
comenzando por los conceptos de familia, violencia intrafamiliar,
violencia de género y violencia doméstica.
Familia
La familia, de una manera global, puede definirse como un grupo
social primario unido por vínculos de parentesco, estos pueden ser:
consanguíneos, de filiación (biológica o adoptiva) o de matrimonio,
incluyendo las alianzas y relaciones de hecho cuando son estables.
Se es parte de una familia en la medida en que se es padre o madre,
esposa o esposo, hijo o hija, abuela o abuelo, tía o tío, pareja,
conviviente, etc.
Podemos distinguir tipos de familias: conyugal (esposo y esposa),
nuclear (esposos e hijos), monoparental (un sólo progenitor con uno o
varios hijos), extendida (padres, hijos, abuelos y tíos) y ensamblada
(esposos, hijos comunes e hijos de anteriores uniones de uno o
ambos esposos).
La familia en la sociedad debe cumplir importantes funciones, que
tienen relación directa con la preservación de la vida humana, su
desarrollo y bienestar, estas son:
Función biológica: se satisface el apetito sexual del hombre y la
mujer, además de la reproducción humana.
Función educativa: tempranamente se socializa a los niños en cuanto
a hábitos, sentimientos, valores, conductas, etc.
Función económica: se satisfacen las necesidades básicas, como el
alimento, techo, salud, ropa.
Función solidaria: se desarrollan afectos que permiten valorar el
socorro mutuo y la ayuda al prójimo.
Función protectora: se da seguridad y cuidados a los niños, los
inválidos, los ancianos y en general a los miembros dependientes.
De acuerdo a estas funciones, la unión familiar debe asegurar a sus
integrantes, estabilidad emocional, social y económica, además de
prodigar amor, cariño y protección. Es allí donde se transmite la
cultura a las nuevas generaciones, se prepara a los hijos(as) para la
vida adulta, colaborando con su integración en la sociedad y se
aprende tempranamente a dialogar, escuchar, conocer y desarrollar
los derechos y deberes como persona humana.
Violencia Intrafamiliar
Por violencia intrafamiliar nos referimos a todas las situaciones o
formas de abuso de poder o maltrato (físico o psicológico) de un
miembro de la familia sobre otro o que se desarrollan en el contexto
de las relaciones familiares y que ocasionan diversos niveles de daño
a las víctimas de esos abusos.
Puede manifestarse a través de golpes, insultos, manejo económico,
amenazas, chantajes, control, abuso sexual, aislamiento de familiares
y amistades, prohibiciones, abandono afectivo, humillaciones o al no
respetar las opiniones, son estas las formas en que se expresa la
violencia intrafamiliar, comúnmente en las relaciones de abuso
suelen encontrarse combinadas, generándose daño como
consecuencia de una o varios tipos de maltrato.
Quienes la sufren se encuentran principalmente en los grupos
definidos culturalmente como los sectores con menor poder dentro
de la estructura jerárquica de la familia, donde las variables de
género y generación (edad) han sido decisivas para establecer la
distribución del poder en el contexto de la cultura patriarcal. De esta
manera las mujeres, los menores de edad (niños y niñas) y a los
ancianos se identifican como los miembros de estos grupos en riesgo
o víctimas más frecuentes, a quienes se agregan los discapacitados
(físicos y mentales) por su particular condición de vulnerabilidad. Los
actos de violencia dirigidos hacia cada uno de ellos constituyen las
diferentes categorías de la violencia intrafamiliar.
Si bien muchas acciones de violencia intrafamiliar son evidentes,
otras pueden pasar desapercibidas, lo fundamental para identificarla
es determinar si la pareja o familia usa la violencia como mecanismo
para enfrentar y resolver las diferencias de opinión. Un ejemplo
frecuente es una familia donde cada vez que dos de sus integrantes
tienen diferencias de opinión, uno le grita o golpea al otro para lograr
que "le haga caso" (sea niño, adulto o anciano el que resulte
agredido).
Violencia de Género y Doméstica
La violencia de género no se limita al ámbito familiar, es una
violencia estructural, basada en un sistema de creencias sexista
(superioridad de un sexo sobre otro), que se dirige hacia las mujeres
con el objeto de mantener o incrementar su subordinación al género
masculino hegemónico. Adopta variadas formas, como cualquier tipo
de discriminación hacia la mujer en los niveles político, institucional o
laboral, el acoso sexual, la violación, el tráfico de mujeres para la
prostitución, la utilización del cuerpo femenino como objeto de
consumo, la segregación basada en ideas religiosas y todas las
formas de maltrato físico y/o psicológico que puedan sufrir en
cualquier contexto, privado o público.

Estas conductas y actitudes, a través de las cuales se expresa la


violencia de género, intentan perpetuar el sistema de jerarquías
impuesto por la cultura patriarcal y acentuar las diferencias apoyadas
en los estereotipos de género, conservando las estructuras de
dominio que se derivan de ellos.
A la violencia hacia la mujer (violencia de género) ejercida en el
espacio doméstico se le denomina violencia doméstica o violencia
conyugal debido a que ocurre al interior de la pareja (cónyuges al
haber matrimonio) donde la mujer integra la población de mayor
riesgo. De esta forma, la violencia doméstica o conyugal persigue los
mismo objetivos que la violencia de género, aludiendo a todas las
formas de abuso, por acción u omisión, que ocasionan daño físico y/o
psicológico y que tienen lugar en las relaciones entre quienes
sostienen o han sostenido un vínculo afectivo relativamente estable,
incluyendo relaciones de noviazgo, pareja (con o sin convivencia) o
los vínculos con ex parejas, ya que el espacio doméstico no se
circunscribe a la casa u hogar sino que esta delimitado por las
interacciones en contextos privados.
FUENTE: http://www.violenciaintrafamiliar.org/espana/conceptos.php

CATEGORÍAS DE VIOLENCIA INTRAFAMILIAR


Las categorías de la violencia intrafamiliar se definen según el
contexto en que ocurren los actos y fundamentalmente de acuerdo a
la identidad de la víctima, la que generalmente se encuentra dentro
de los grupos definidos culturalmente como los de menor poder en la
estructura jerárquica de la familia.
Dado que en el marco de una cultura patriarcal las variables
decisivas para establecer la distribución del poder son género y edad,
los miembros de la familia en mayor riesgo y quienes son las víctimas
más frecuentes determinan las distintas categorías de la violencia
intrafamiliar, estas son: La violencia hacia la mujer (y en la pareja), el
maltrato infantil, el maltrato al adulto mayor y la violencia hacia los
discapacitados (físicos y mentales), estos últimos se consideran como
una categoría individual dada su particular condición de
vulnerabilidad.
Violencia hacia la mujer y en la pareja
La violencia en la pareja constituye una de las modalidades más
frecuentes y relevantes entre las categorías de la violencia
intrafamiliar. Es una forma de relación de abuso entre quienes
sostienen o han sostenido un vínculo afectivo relativamente estable,
incluyendo relaciones de matrimonio, noviazgo, pareja (con o sin
convivencia) o los vínculos con ex parejas o ex cónyuges. Se
enmarca en un contexto de desequilibrio de poder e implica un
conjunto de acciones, conductas y actitudes que se mantienen como
estilo relacional y de interacción imperante en la pareja donde una de
las partes, por acción u omisión, ocasiona daño físico y/o psicológico
a la otra.

La violencia en la pareja es ejercida mayoritariamente hacia la mujer,


realidad que es constatable y cruda, a nivel de estudios e
investigaciones en casi la totalidad de los países que registran algún
dato al respecto, se señala que en al menos el 75% de los casos esta
se presenta como una acción unidireccional del hombre hacia la
mujer y salvo un 2% (razón por la cual no es considerado un
problema social) representativo de los casos en que son los varones
los agredidos física y en su mayoría psicológicamente, el porcentaje
restante hace referencia a la violencia bidireccional (también
denominada recíproca o cruzada) que es aquella donde ambos
miembros de la pareja se agreden mutuamente. Se debe resaltar que
para utilizar esta última clasificación, es necesario que exista
simetría en los ataques y paridad de fuerzas físicas y psicológicas
entre los involucrados.
Las cifras explican y justifican los esfuerzos e iniciativas que apuntan
a la mujer como víctima principal y dado que el espacio de mayor
riesgo de una mujer para sufrir violencia es su propio hogar, contrario
al de los hombres para quienes el espacio de mayor riesgo es la calle,
en la variada literatura existente al referirse a la violencia hacia la
mujer en el contexto doméstico o al interior de la pareja se suelen
utilizar los conceptos de violencia doméstica, violencia conyugal e
incluso violencia intrafamiliar.
La violencia sobre la mujer puede tomar muchas formas, desde las
más sutiles y difíciles de diferenciar hasta las más brutales. Puede
ocurrir en cualquier etapa de su vida, incluyendo el embarazo y
afectar tanto su nivel físico como mental.
La violencia hacia el varón al interior de la pareja, dada la
excepcionalidad de los casos, no se consideran un problema social y
menos una categoría específica de la violencia intrafamiliar. Todo lo
anterior a los ojos de un hombre que sufre maltratos puede resultar
irrelevante, además se debe considerar que gran parte de los
resultados expuestos se basan en la cantidad y tipo de denuncias
recibidas y es un hecho establecido que el hombre agredido en
general no denuncia las situaciones de maltrato.
En que no se produzcan estas denuncias influyen la ignorancia de la
ley, la escasez de instituciones relacionadas dirigidas a los varones,
su prejuicio hacia la imparcialidad de los, y principalmente, las
profesionales (asistentes sociales, psicólogas, etc.), pero son
determinantes los aspectos socioculturales como el machismo y la
vergüenza, consecuencia de una ideología patriarcal de estereotipos
rígidos con respecto a lo que se espera del varón dentro de la
relación de pareja. Otras razones, y que también limitan a la mujer,
son el amor a la pareja, a los hijos o el temor a las consecuencias
económicas y judiciales que puede implicar una separación.

Maltrato infantil
El maltrato infantil, de manera general, puede definirse como todo
acto no accidental, único o repetido, que por acción u omisión (falta
de la respuesta o acción apropiada) provoca daño físico o psicológico
a una persona menor de edad, ya sea por parte de sus padres, otros
miembros de la familia o cuidadores que, aunque externos a la
familia, deben ser supervisados por esta.
El maltrato infantil incluye el abandono completo o parcial y todo
comportamiento o discurso adulto que infrinja o interfiera con los
Derechos del Niño (Declaración Universal de la ONU, 1959). La
violencia, ya sea física, sexual o emocional es una de las más graves
infracciones a estos derechos, por las consecuencias inmediatas, a
mediano y largo plazo que generan en el desarrollo del menor.
Dentro de esta categoría podemos clasificar también el abuso fetal
que ocurre cuando la futura madre ingiere, deliberadamente, alcohol
o drogas, estando el feto en su vientre. Producto de lo cual el niño(a)
puede nacer con adicciones, malformaciones o retraso severo, entre
otros problemas.

Violencia hacia el adulto mayor


La violencia o el maltrato al adulto mayor, de manera general, puede
definirse como todo acto no accidental, único o repetido, que por
acción u omisión (falta de la respuesta o acción apropiada) provoca
daño físico o psicológico a una persona anciana, ya sea por parte de
sus hijos, otros miembros de la familia o de cuidadores que, aunque
externos a la familia, deben ser supervisados por esta. Estas
situaciones de maltrato son una causa importante de lesiones,
enfermedades, pérdida de productividad, aislamiento y
desesperación.
El maltrato hacia los ancianos es producto de una deformación en
nuestra cultura, que siente que lo viejo es inservible e inútil. Los
ancianos son sentidos como estorbos o como una carga que se debe
llevar a cuestas además de la familia a sostener, por eso no es de
extrañar que el tipo más frecuente de maltrato sea el abandono y la
falta de cuidados.
Por otra parte la ausencia de registros o estimaciones reales de la
dimensión de este problema, así como la escasez de denuncias,
debido al miedo, la depresión, la incapacidad de moverse por si
mismos y la poca credibilidad, ha permitido que este fenómeno sea
casi invisible.
Violencia hacia los discapacitados
La violencia o el maltrato a los discapacitados, de manera general,
puede definirse como todo acto que por acción u omisión provoca
daño físico o psicológico a personas que padecen temporal o
permanentemente una disminución en sus facultades físicas,
mentales o sensoriales, ya sea por parte de miembros de la familia o
de cuidadores que, aunque externos a la familia, deben ser
supervisados por esta. Este tipo de violencia afecta a personas que
por su condición de mayor vulnerabilidad se encuentran en una
posición de dependencia que los ubica en una situación de mayor
riesgo en relación al maltrato.

FUENTE: http://www.violenciaintrafamiliar.org/espana/categorias.php

FORMAS DE VIOLENCIA

Algunas acciones de maltrato entre los miembros de la familia son


evidentes, generalmente las de que tienen implicancia física, otras
pueden pasar desapercibidas, sin embargo todas dejan profundas
secuelas. la violencia intrafamiliar puede adoptar una o varias de las
siguientes formas: violencia física, violencia psicológica, abandono,
abuso sexual y abuso económico.
Violencia física
La violencia, maltrato o abuso físico es la forma más obvia de
violencia, de manera general se puede definir como toda acción de
agresión no accidental en la que se utiliza la fuerza física, alguna
parte del cuerpo (puños, pies, etc.), objeto, arma o sustancia con la
que se causa daño físico o enfermedad a un miembro de la familia.
La intensidad puede variar desde lesiones como hematomas,
quemaduras y fracturas, causadas por empujones, bofetadas,
puñetazos, patadas o golpes con objetos, hasta lesiones internas e
incluso la muerte.
Violencia psicológica
La violencia psicológica o emocional, de manera general, se puede
definir como un conjunto de comportamientos que produce daño o
trastorno psicológico o emocional a un miembro de la familia. La
violencia psicológica no produce un traumatismo de manera
inmediata sino que es un daño que se va acentuando, creciendo y
consolidando en el tiempo. Tienen por objeto intimidar y/o controlar a
la víctima la que, sometida a este clima emocional, sufre una
progresiva debilitación psicológica y presenta cuadros depresivos
que en su grado máximo pueden desembocar en el suicidio.
Algunas de estas acciones son obvias, otras muy sutiles y difíciles de
detectar, sin embargo todas dejan secuelas. Un caso particular de
este tipo de abuso son los niños testigos de la violencia entre sus
padres, los que sufren similares consecuencias y trastornos a los
sometidos a abusos de manera directa.
La violencia psicológica presenta características que permiten
clasificarla en tres categorías:
Maltrato: puede ser pasivo (definido como abandono) o activo que
consiste en un trato degradante continuado que ataca la dignidad de
la persona. Generalmente se presenta bajo la forma de hostilidad
verbal, como gritos, insultos, descalificaciones, desprecios, burlas,
ironías, críticas permanentes y amenazas. También se aprecia en
actitudes como portazos, abusos de silencio, engaños, celotipia
(celos patológicos), control de los actos cotidianos, bloqueo de las
iniciativas, prohibiciones, condicionamientos e imposiciones.
Acoso: se ejerce con una estrategia, una metodología y un objetivo,
la víctima es perseguida con críticas, amenazas, injurias, calumnias y
acciones para socavar su seguridad y autoestima y lograr que caiga
en un estado de desesperación, malestar y depresión que la haga
abandonar el ejercicio de un derecho o someterse a la voluntad del
agresor.
Para poder calificar una situación como acoso tiene que existir un
asedio continuo, una estrategia de violencia (como cuando el agresor
se propone convencer a la víctima que es ella la culpable de la
situación) y el consentimiento del resto del grupo familiar (auque
también de amigos o vecinos) que colaboran o son testigos
silenciosos del maltrato, ya sea por temor a represalias, por
satisfacción personal o simplemente por egoísmo al no ser ellos los
afectados.
El acoso afectivo, que forma parte del acoso psicológico, es una
situación donde el acosador depende emocionalmente de su víctima,
le roba la intimidad, la tranquilidad y el tiempo para realizar sus
tareas y actividades, interrumpiéndola constantemente con sus
demandas de cariño o manifestaciones continuas, exageradas e
inoportunas de afecto. Si la víctima rechaza someterse a esta forma
de acoso, el agresor se queja, llora, se desespera, implora y acude al
chantaje emocional como estrategia, amenazando a la víctima con
retirarle su afecto o con agredirse a si mismo, puede llegar a
perpetrar intentos de suicidio u otras manifestaciones extremas que
justifica utilizando el amor como argumento.
Manipulación: es una forma de maltrato psicológico donde el agresor
desprecia el valor de la víctima como ser humano negándole la
libertad, autonomía y derecho a tomar decisiones acerca de su propia
vida y sus propios valores. La manipulación hace uso del chantaje
afectivo, amenazas y críticas para generar miedo, desesperación,
culpa o vergüenza. Estas actitudes tienen por objeto controlar u
obligar a la víctima según los deseos del manipulador.
Abandono
El abandono se manifiesta principalmente hacia los niños, adultos
mayores y discapacitados, de manera general, se puede definir como
el maltrato pasivo que ocurre cuando sus necesidades físicas como la
alimentación, abrigo, higiene, protección y cuidados médicos, entre
otras, no son atendidas en forma temporaria o permanente. El
abandono también puede ser emocional, este ocurre cuando son
desatendidas las necesidades de contacto afectivo o ante la
indiferencia a los estados anímicos.
Abuso sexual
El abuso sexual dentro de una relación de pareja, de manera general
se puede definir como la imposición de actos o preferencias de
carácter sexual, la manipulación o el chantaje a través de la
sexualidad, y la violación, donde se fuerza a la mujer a tener
relaciones sexuales en contra de su voluntad, esta última acción
puede ocurrir aún dentro del matrimonio pues este no da derecho a
ninguno de los cónyuges a forzar estas relaciones y puede
desencadenar la maternidad forzada a través de un embarazo
producto de coerción sexual.
El abuso sexual afecta también a niños y adolescentes cuando un
familiar adulto o un cuidador los utiliza para obtener algún grado de
satisfacción sexual. Estas conductas abusivas pueden implicar o no el
contacto físico, su intensidad puede variar desde el exhibicionismo, el
pedido de realizar actividades sexuales o de participar en material
pornográfico, hasta la violación. Discapacitados y adultos mayores
pueden verse afectados de igual forma, al ser violentados
sexualmente por familiares o cuidadores sirviéndose de su
incapacidad física o mental.
Abuso económico
El abuso económico ocurre al no cubrir las necesidades básicas de los
miembros de la familia en caso de que esto corresponda, como con
los hijos menores de edad y estudiantes, la mujer que no posee
trabajo remunerado, los adultos mayores u otros miembros
dependientes. También sucede cuando se ejerce control,
manipulación o chantaje a través de recursos económicos, se utiliza
el dinero, propiedades y otras pertenencias de forma inapropiada o
ilegal o al apropiarse indebidamente de los bienes de otros miembros
de la familia sin su consentimiento o aprovechándose de su
incapacidad.
FUENTE: http://www.violenciaintrafamiliar.org/espana/formas.php
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26 mayo
ASOCIACION 11M

Asociación 11M Afectados de Terrorismo


Correo recibido para difundir en este espacio.
Copiadlo y enviadlo por correo a todos tus contactos.

El día 19 de junio a partir de las 19:00 horas la Asociación 11M


Afectados
del Terrorismo ha convocado una concentración en la Puerta del Sol.

Con ella queremos homenajear a las víctimas del atentado de


Hipercor en
Barcelona en el 19 aniversario.

También queremos reivindicar con esta concentración nuestro


derecho a
personarnos como Acusación Popular en el sumario 20/2004, así
como el
hecho de ser tratados con total igualdad por nuestra Comunidad
Autónoma
como víctimas que somos.

Pásalo!

Un cordial saludo,

Asociación 11M Afectados de Terrorismo


C/ Puentelarra, 7 locales 3 y 4
28031 Madrid
Telf.: 91.332.04.44
Fax: 91.331.93.82

CONVOCATORIA DE CONCENTRACIÓN EL 31 DE MAYO A LAS 12H.


ANTE LA SEDE DE LA AUDIENCIA NACIONAL, PARA EXIGIR LA
ACUSACIÓN POPULAR DE LA ASOCIACIÓN 11-M AFECTADOS DE
TERRORISMO.

Tras los abominables atentados del 11 de Marzo de 2004, la mayor


parte de los familiares de los asesinados y la mayor parte de los
afectados por los mismos se asociaron en la Asociación 11M,
afectados de Terrorismo, cuyo principal objetivo es la asistencia
integral a las víctimas del atentado y la reparación de aquellos,
mediante la búsqueda de la verdad de lo que ocurrió y la justicia.

El 27 de Junio de 2005, esta asociación intentó personarse en el


Sumario 20/04, que se sigue en el Juzgado Central de Instrucción (en
adelante JCI) nº 6 de la Audiencia Nacional (en adelante AN)
ejercitando la Acción Popular, prevista en los artículos 101 y 270 de
la Ley de Enjuiciamiento Criminal, contra las personas responsables
de los atentados del 11 de Marzo de 2004.

El 26 de Julio de ese mismo año, el Juzgado Central de Instrucción 6,


emitió Auto en el que se admitía la personación de la Asociación 11-M
Afectados de Terrorismo, siempre y cuando, lo hiciera actuando con
los mismos abogados de la Asociación de Víctimas de Terrorismo (en
adelante AVT), y realizando las mismas actuaciones procesales.

El Juzgado obligaba a esta asociación a someterse a los dictados de


la AVT durante todo el procedimiento, impidiendo que se pudieran
realizar actuaciones procesales distintas.

En las dos querellas de 12 y 23 de marzo del 2004 interpuestas por la


AVT, se atribuía la autoría del atentado a ETA, y se solicitaba la
realización de una serie de diligencias consistentes en declarar país
enemigo a Marruecos, el cierre de locales musulmanes, la entrada y
registro en una mezquita, el control de las fronteras etc.

La Asociación 11-M, ni ha compartido, ni comparte, lo manifestado y


lo solicitado por la AVT en las dos querellas presentadas, las
diferencias de criterio entre ambas asociaciones son absolutamente
insalvables, y por este motivo nos hemos negado a actuar bajo una
misma representación letrada.
La actitud de la AN frente a nuestras solicitudes de personación como
acusación popular, son absolutamente incomprensibles. Existen
procedimientos en la AN, en los que se han llegado ha admitir hasta
ocho acusaciones populares, así ha sucedido en el caso del Genocidio
de Guatemala, el Caso Silingo, Caso Escuchas del CESID, el Caso Lasa
y Zabala etc.

Las más de 900 personas miembros de esta asociación, de las cuales


837 son víctimas directas del atentado, no comprenden esta
diferencia de trato, máxime cuando se trata del Sumario en el que se
van a dilucidar las responsabilidades derivadas del atentado del que
hemos sido perjudicados directos.

Ante la reiterada negativa de la AN de admitir a esta asociación como


Acusación Popular, decidimos presentar un recurso ante el Tribunal
Constitucional, que no se va a resolver hasta dentro de por lo menos
dos años, y comenzar a personarnos a título individual, como
acusaciones particulares. Hasta el momento se han presentado más
de 400 acusaciones particulares.

La respuesta del JCI nº 6 ante las primeras personaciones de los


afectados miembros de esta asociación, fue emitir una resolución por
la que se ponía en duda la condición de perjudicados de 113
personas, de las cuales 69 son familiares directos de fallecidos, 22
son familiares de heridos y 15 son heridos directos. La mayoría de
estas personas habían pasado hasta en tres ocasiones por la oficina
de atención a las víctimas del 11 de marzo y por la AN.

Al trato discriminatorio sufrido desde la AN, se debe añadir el hecho


de que, algunos de los miembros de la asociación llevan más de una
año recibiendo amenazas por correo, electrónico y ordinario, y por
teléfono e insultos desde algunos medios de comunicación.

A la vista de todo lo que ha estado sucediendo se ha decidido


convocar una concentración ante la sede de la Audiencia Nacional el
día 31.05.06 a las 12h, para pedir que se nos deje personarnos como
Acusación Popular.

Asociación 11-M Afectados Terrorismo


C/ Puentelarra, 7 – locales 3 y 4 · 28031 Madrid
Tel.: 91.332.04.44 · Fax: 91.331.93.82 |

e-mail: buzon@asociacion11m.org · web: www.asociacion11m.org


Marzo desnivelado por las cifras
del desaliento. Marzo de muerte,
triste marzo de trenes y extrarradios marchitos,
marzo de sueños rotos y niños deshabitados,
de pronombres sin nombre, de apellidos
quebrados y relojes sin hora, marzo de los teléfonos
enmudecidos.
Mi ciudad asolada. Mis tierras y mis trenes,
asolados, mis ojos y mis manos
y mis brazos,
asolados. Muerte sembrada bajo la luz
de un Madrid lateral
hecho de andenes periféricos, de seres menesterosos,
de mujeres crecidas en la sombra diaria
del tiempo inabarcable del trabajo,
de hombres cultivados
en el silencio anónimo de las factorías,
de humildes bachilleres y de párvulos,
de viejos azorados por noticias de muerte,
de bares conmovidos por la niebla y la sangre,
de juguetes sin niño,
de huérfanos sin ira,
de vacías acequias,
de fogatas sin lumbre.
Madrid de hospitales, de lutos y de marzo.
Capital de la niebla y del dolor. Ciudad de los estanques
del silencio.
Madrid desbaratado y mío. Madrid nuestro.
Como los muertos, nuestro.
Dueño de un mes de marzo
descolorido y turbio, pero nuestro.
Entre muertos y lágrimas,
es más nuestra y cercana la ciudad. También más triste

QUE ESTO NUNCA SE OLVIDE

NO SIRVEN DE NADA LAS PLACAS CONMEMORATIVAS SI DESPUES NO


SE AYUDA A LAS VICTIMAS DE ESTE ATENTADO SANGRIENTO Y SIN
PERDON
QUE ESTAS VELAS ESTEN SIEMPRE ENCENDIDAS

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PROYECTO ANDAVE

El proyecto Andalucía Anti-Violencia Escolar: ANDAVE


ROSARIO ORTEGA, catedrática de la Universidad de Córdoba,
directora del proyecto ANDAVE y ROSARIO DEL REY, profesora
colaboradora en la Universidad de Sevilla e investigadora del
proyecto ANDAVE

En este artículo se explica el desarrollo del proyecto ANDAVE, el


primero en dar respuesta a la demanda social de paliar los
fenómenos de violencia escolar desde las instancias de los gobiernos
autonómicos.

Los estudios sobre maltrato entre escolares han tenido la precaución


de distinguir el problema de la violencia de otros fenómenos como la
indisciplina, la falta de motivación académica, los conflictos más o
menos puntuales y un conjunto de problemas sociales que acontecen
en el ámbito escolar y con los que no conviene confundir el más
grave problema de los malos tratos, la exclusión social y, en general,
la violencia interpersonal. A su vez, la mayoría de las iniciativas
educativas surgidas a partir de estas investigaciones han tratado de
aportar una dimensión de carácter preventivo, focalizando la mejora
de la convivencia como marco amplio para evitar la violencia. En este
sentido, desde nuestro grupo de investigación, comenzamos
trabajando en un extenso proyecto en diez centros educativos,
Sevilla Anti-Violencia Escolar (Ortega, 1997), que nos ha aportado
conocimiento y experiencias para proponer y desarrollar un
programa a nivel regional en cooperación con la Consejería de
Educación de la Junta de Andalucía y que solemos conocer como el
Proyecto Andalucía Anti-Violencia Escolar –ANDAVE, en adelante-
(Ortega y colbs, 1998 y Ortega y otros, 2000).

El proyecto ANDAVE ha sido el primero de los planes regionales que


han dado respuesta a la demanda social de paliar los fenómenos de
violencia escolar desde las instancias de los gobiernos autonómicos.
De hecho, como hemos podido comprobar (Ortega, Del Rey y
Fernández, 2003), la respuesta de los gobiernos regionales está
siendo progresiva y, aún, no todas las comunidades han implantado
el programa que han diseñado. La mayoría de las administraciones
regionales ha establecido medidas orientadoras o normativas
destinadas a sensibilizar al profesorado con campañas de
información y formación ligeras y extensas, en algunas ocasiones, y
algo más profundas mediante cursos especializados en otras, donde,
en los últimos años, la preparación parece estar orientándose hacia
el conflicto y los programas de mediación en conflictos.

El proyecto Andalucía Anti-Violencia Escolar: ANDAVE

El marco de realización del proyecto ANDAVE es un acuerdo entre la


Consejería de Educación de la Junta de Andalucía y la Universidad de
Sevilla para que nuestro equipo de investigación (Grupo de
Investigaciones Psicopedagógicas, hoy en la Universidad de Córdoba)
realizara el diseño y la supervisión de una investigación sobre el
fenómeno del maltrato entre escolares (bullying) y propusiera
medidas educativas preventivas y paliativas.

Se trató, pues, de un trabajo de investigación ligado a un programa


de intervención institucional, en el cual la responsabilidad de los
investigadores fue la de hacer la exploración, valorar los resultados y
diseñar las iniciativas educativas, así como la formación del
profesorado que se implicaría en llevarlas a cabo, mediante acciones
directas y también indirectas como la producción de materiales
didácticos que sirvieran de modelos a seguir. El proyecto estuvo
vigente desde febrero de 1997 a junio de 2001. Desgraciadamente,
fue suspendido antes de la evaluación general del mismo, prevista
para el año 2002; sin embargo, se han realizado evaluaciones
parciales y se dispone de informes sectoriales que dan una idea de
su éxito.
Naturaleza, diseño y desarrollo del proyecto ANDAVE

Los principios teóricos con los que se diseñó el ANDAVE estaban


basados en los que habían sustentado el proyecto SAVE (Ortega,
1997), que se desarrollaba con éxito en escuelas de Sevilla (Ortega y
Del Rey, 2001). Estos principios se pueden resumir, de forma muy
sumaria, en la conjunción de dos grandes planos de la cultura y la
actividad escolar: el plano de enseñanza-aprendizaje y el plano de las
relaciones interpersonales. Una concepción sistémica y ecológica de
la convivencia escolar, donde cada proceso puede ser causa o efecto
de la aparición de otros. Una visión que incluye la idea de que la
enseñanza y el aprendizaje no son actividades técnicas sino un
proceso complejo de interacción formativa que se soporta sobre una
red de relaciones interpersonales en la que hemos distinguido
(Ortega y Mora-Merchán, 1996) microsistemas humanos articulados
entre sí. El microsistema de relaciones profesor/alumnado, o ámbito
del aprendizaje; el de relaciones docentes o ámbito de planificación
de la enseñanza y el microsistema de los iguales, o ámbito del
conocimiento y los valores compartidos.

Sobre este esquema, que aquí hemos simplificado, se ha ido


diseñando una intervención ecológica, que valora como muy
necesaria la adaptación de sus propuestas al contexto concreto en el
cual estas se han de pensar. Todo ello ha supuesto la necesidad de
que los docentes y, en general, los agentes educativos, se impliquen
en procesos de toma de decisiones propias, después de la recepción
de información y formación desde la cual valorar la idoneidad de las
iniciativas. El modelo SAVE establece una suerte de participación de
toda la comunidad educativa en el análisis del clima y las relaciones
interpersonales que acontecen en el centro escolar para, desde este
análisis, tomar las decisiones que se valoran como más oportunas y
convenientes.

Sin embargo, esta concepción ecológica no implica que no se puedan


utilizar elementos fijos en la estructura social de participación y en
los modelos instruccionales y de aprendizaje. Muy al contrario, en el
proyecto SAVE se habían establecido ciertas estructuras de
participación que se consideraban necesarias y útiles para desarrollar
las iniciativas propuestas. Así, se exigía, del equipo docente, una
actitud activa en la asunción de su propio proyecto de cambio; se
establecía que el grupo-aula era la unidad para la que se diseñan las
actividades y la interacción docente/grupo-aula como el escenario
donde deberían acontecer los procesos de cambio. Procesos que
deberían incluir una clarificación consciente sobre el tipo de
convenciones y normas de relaciones interpersonales que rigen en
dicho escenario, referidas no solo a la convivencia sino también al
tipo de enseñanza. En este sentido, el desarrollo curricular en grupo
cooperativo se marcó como la línea instruccional básica, aunque
cada docente era libre de desplegar su estilo educativo personal
dentro del modelo.

El modelo SAVE establece la necesidad de atender a las relaciones de


convivencia y al clima del centro señalando las normas generales y
las convenciones y rutinas que organizan la vida escolar como
ámbitos culturales a analizar y a comprender antes de establecer los
cambios que se proyectan. Igualmente, se atiende a las relaciones
que el centro suele establecer con las familias de los estudiantes y,
en general, con la vida social del barrio en el que se ubica el centro.
La forma gráfica con la que hemos representado la interacción de
redes y grupos de relaciones o microsistemas, recibió el nombre de
olla a presión (ver gráfico). Hemos denominado así el conjunto de
factores complejos que rodean la presencia del fenómeno del
maltrato entre escolares, en un intento de describir un entorno que
puede, sin ser percibido, estar influyendo en la existencia de
fenómenos de victimización y agresión entre escolares. En la olla a
presión se describen, en una serie de círculos, varios niveles sociales
que tienen distinto grado de influencia sobre el fenómeno de la
violencia interpersonal entre escolares. Es útil aquí hablar de ella en
la medida en que explica hasta qué punto, aunque el objetivo central
del proyecto ANDAVE ha sido tratar de prevenir y paliar el problema
de la violencia interpersonal entre iguales, esta no puede ser
entendida más que como un punto de alta concentración de efectos
negativos que provienen de otras instancias pero que pueden
cristalizar en el fenómeno del maltrato entre escolares.

Violencia interpersonal en las escuelas

Un modelo así estimula a los docentes a adquirir una mentalidad


investigadora en el sentido de que deben, en primer lugar, apreciar
la necesidad de explorar, en todos los sistemas escolares, los
procesos que podrían estar presionando a los escolares a verse
envueltos en problemas de malas relaciones. Un sistema así no
culpabiliza a nadie, sino que observa la violencia entre escolares
como expresión extrema de otras violencias, menos manifiestas y
directas pero que ejercen una influencia negativa en los sujetos que
se ven directamente afectados. Un sistema así implica la percepción
de la necesidad de cambio e innovación referida tanto a la acción
instructiva como a la acción organizativa por parte de los docentes.
Un sistema así permite una acción indirecta sobre los escolares
implicados en términos de favorecer el clima general de convivencia
y, por tanto, poner en evidencia hasta qué punto es disruptiva,
además de moralmente perniciosa la violencia.

En la implementación de este modelo, el tiempo es un factor


importante. Es necesario disponer de tiempo suficiente para que los
agentes que tienen que llevar a efecto los cambios tomen conciencia,
por sí mismos, de la naturaleza compleja del sistema escolar. Así,
este modelo conceptual fue dialogado y negociado con las
autoridades administrativas cuyos técnicos coincidieron en gran
medida con él y aceptaron que este sería un proceso lento de
involucración progresiva de agentes educativos y de acciones
coordinadas respetando las formas de hacer y proceder de los
agentes educativos.

De este modo fue como pusimos en marcha un modelo de acción


coordinada cuya principal fue mejorar el clima y las relaciones de
convivencia en los centros educativos de Andalucía, proporcionando
estrategias educativas e instrumentos psicoeducativos para la
detección, análisis diagnóstico, intervención y mejora de los
problemas de violencia y maltrato entre iguales. Concretamente, los
dos objetivos generales fueron, por un lado, sensibilizar, informar y
formar a los agentes educativos para la prevención de la violencia
mediante la educación de la convivencia, y por otro, establecer
procesos de atención directa e indirecta a los escolares afectados e
implicados en problemas de violencia escolar, haciendo especial
atención al maltrato entre iguales.

Con esta finalidad el ANDAVE se diseñó en cinco líneas de trabajo,


consideradas como líneas de actuación para la Administración y para
el equipo investigador que tenía la responsabilidad de planificarlas y
ofrecer el apoyo técnico y de personal especializado para que se
llevaran a cabo. Por otro lado, la Administración debía sufragar los
gastos que ocasionara la puesta en funcionamiento de lo
programado. Las cinco líneas de trabajo eran: a) investigación; b)
sensibilización social; c) formación de agentes educativos; d)
producción de materiales didácticos; y d) atención directa a
escolares, mediante una línea permanente de teléfono de ayuda.
La investigación, primera línea de actuación del proyecto ANDAVE

El ANDAVE proporcionó al equipo la posibilidad de extender la


investigación sobre el nivel de violencia interpersonal entre iguales,
pero también sobre el nivel de bienestar/malestar de los escolares en
los centros andaluces. El trabajo exploratorio se realizó durante el
curso académico 1997-98. Con la ayuda de los psicopedagogos
escolares se recogieron datos de un centro de Educación Secundaria
en cada una de las ocho provincias de Andalucía. Los datos fueron
recogidos a lo largo del mes de febrero y, en junio, estaba disponible
un informe para cada centro con el perfil de su escuela en términos
de un conjunto de ítems que iban desde la percepción de
bienestar/malestar a la autopercepción de ser víctima de sus iguales.
Para la realización de la investigación se utilizó un cuestionario de
nuestro propio diseño (Ortega, Mora-Merchán y Mora, 1995) (1) que
fue administrado a 2.894 escolares.

Una síntesis de los resultados de esta exploración puede verse en


Ortega y Angulo (1998), por lo que destacaremos aquí solo los
acontecimientos que se refieren a violencia escolar. Hay que recordar
que la exploración permite diferenciar dos grandes tipos de
problemas de malos tratos: los episodios que suceden algunas veces
(violencia episódica) y los que acontecen muchas veces (violencia
persistente) según la percepción del que hace el autoinforme, es
decir, del que se siente a sí mismo como una víctima de sus
compañeros y habla de ello. En el primero de los supuestos,
encontramos que el 22,5% de los escolares se autonominaron
víctimas y el 27,25% agresores episódicos, es decir, chicos y chicas
que manifestaron que a veces se veían involucrados en la dinámica
bully/victim. En el segundo caso, es decir lo que consideramos malos
tratos persistentes, hallamos que el 3,5% de los escolares se
consideran víctimas frecuentes de sus compañeros, mientras el 1,5%
de ellos se proclaman agresores persistentes de sus iguales.

Los tipos de malos tratos que se describen en este estudio son los
que se pueden agrupar en las categorías de violencia directa (verbal,
física y psicológica) y violencia indirecta como la exclusión social. La
tabla 1 expresa estos datos en porcentajes directos que indican la
nominación de las formas más frecuentes de maltrato observadas
por los escolares con independencia de que ellos las hayan padecido
o provocado así como independientemente de la severidad o no del
problema. Como vemos, es la agresión verbal injustificada la que
está más presente, pero también resulta preocupante la presencia de

formas psicológicas de violencia como son las amenazas y de formas


sociales e indirectas como la exclusión social.
Tabla 1: Tipos de malos tratos en escuelas de Educación Secundaria
en Andalucía. (Tomado de Ortega y Angulo, 1998) (Datos
redondeados. Porcentajes directos de nominación del tipo. Elección
abierta).
Curso/Edad
1º 2º 3º
Tipos de malos
(12- (13- (14- 4º (15-16)
tratos
13) 14) 15)
13
No sabe y otros 22% 19% 9%
%
63
Maltrato verbal 51% 53% 70%
%
32
Abuso físico 27% 33% 27%
%
Robo 4% 3% 4% 3%
34
Amenaza 28% 29% 27%
%
32
Exclusión social 18% 15% 41%
%

El perfil de género y agrupamiento social de los agresores, en


relación con su víctima, dibuja un cuadro que es el descrito en otros
muchos estudios sobre violencia y malos tratos: los chicos varones y
actuando en grupo son los que protagonizan más episodios de
violencia (el 35% de los agresores actúa en grupo y es varón, frente
al 4% que es chica y actúa en pequeño grupo).
En general, este estudio puso de manifiesto que las escuelas de
Secundaria de Andalucía no estaban más afectadas que otros centros
educativos del país y de Europa y que el perfil de satisfacción con la
convivencia escolar, medida mediante preguntas sencillas a los
escolares, no solo no era muy malo sino que en algunos aspectos se
presentaba claramente más positivo que en las escuelas de Primaria,
en las que habíamos trabajado (Ortega y Mora-Merchán, 1997 y
Ortega y Mora-Merchán, 2000).
Sensibilización social y escolar para la prevención en el proyecto
ANDAVE

La segunda línea de actuación del ANDAVE fue un programa de


sensibilización social y escolar dirigido a divulgar la naturaleza
perniciosa de la violencia interpersonal y la necesidad de luchar
contra ella. Esta línea tenía dos funciones distintas y claras. La
primera o directa destinada a prevenir enseñando, a todo el que
leyera los folletos o viera los demás elementos de sensibilización, a
reconocer y actuar contra la violencia y, la segunda, intentar que a
través de los mensajes sencillos y llamativos impresos en los folletos
se apoyara el interés y el acceso a los otros materiales didácticos e
instrumentos educativos más complejos. De esta forma, se transmitía
a los docentes y familias la existencia de los programas y su
posibilidad de ser beneficiarios de ellos si lo deseaban. Esta segunda
función de apoyo resultó particularmente interesante para realizar las
actividades de formación docente (línea 3 del programa) y las que
ofrecía el teléfono de ayuda (línea 5 del programa).

La línea de sensibilización estaba destinada a hacer visible y a crear


interés ante este problema. Se redactó un primer y único folleto (el
folleto blanco) destinado a presentar en sociedad el programa de
estudio y prevención del maltrato entre escolares. Un juego de tres
líneas de folletos: para escolares, docentes y familias, fue
apareciendo con periodicidad anual. El folleto rojo, destinado a
escolares, expresaba mediante un cómic y mensajes sencillos y
claros qué era el abuso entre iguales y qué podían hacer los propios
escolares para prevenirlo. En esta colección roja se incluyeron
pegatinas y marcadores de libros, con la finalidad de que se hicieran
conocidos y populares el logotipo y los anagramas del programa y
sobre todo el número de teléfono gratuito que estaba a su servicio
con ayuda experta si se sentían intimidados u hostigados por sus
compañeros. El juego de folletos para docentes, de contenido algo
más extenso y con mensajes sencillos, daba información a los
agentes educativos sobre el problema de la violencia escolar y la
necesidad de mejorar el clima de relaciones interpersonales e
intervenir para prevenir. Igualmente, la línea de mensajes a la familia
seguía una secuencia ordenada y en progreso de información a
padres y madres sobre su propio papel en la prevención de la
violencia escolar. Los folletos para escolares, docentes y familiares,
fueron cambiando sus contenidos cada año para transmitir el foco
principal del programa ANDAVE en cada uno de los años que estuvo
abierto.

A lo largo de los casi cuatro años de existencia, se han realizado tres


campañas de reparto y difusión de las tres grandes líneas de
información. Cada campaña ha estado centrada en un logotipo único,
pero fue transformando sus contenidos al servicio del proceso de
mentalización que intentábamos conseguir. Tres han sido los
mensajes globales de cada una de las tres campañas distribuidoras.
La primera se centró en el mensaje: “Compañerismo sí. Maltrato No.
No te calles”. Este mensaje se centró en la explicación sencilla y
gráfica sobre qué es y cómo prevenir el abuso entre escolares y la
necesidad de informar de ello al profesorado y los familiares y pedir
ayuda directa al teléfono que estaba al servicio de las víctimas. El
mensaje central de la segunda campaña fue: “Educar la convivencia
para prevenir la violencia”. Esta edición estuvo especialmente
destinada a dar a conocer la existencia de unos materiales didácticos
específicos disponibles para todos aquellos que desearan
implementar programas educativos sobre el tema. Finalmente, la
tercera campaña se realizó sobre la idea de “Construir la convivencia
para prevenir la violencia” tratando de transmitir que no hay un
camino único para actuar contra la violencia escolar, sino un camino
que hay que construir entre todos de forma original e innovadora. Se
trataba de volver sobre la necesidad de articular el esfuerzo de todos
en todos los sentidos, desde la intervención directa a la indirecta.
Formación de agentes educativos en el proyecto ANDAVE

El problema de los malos tratos, el abuso, el hostigamiento o la


exclusión social puede permanecer oculto a los ojos de los docentes,
pero también puede, una vez que se ha revelado, dejar impotentes a
los que tienen que actuar porque suele parecer un asunto que solo
afecta a los escolares y a sus redes más o menos ocultas. Siendo
todo ello bastante cierto, no lo es del todo. Muchos programas y
acciones de cambio pueden realizarse, pero para ello los docentes
necesitan adecuar sus instrumentos educativos tradicionales a las
problemas nuevos con los que se enfrentan. El ANDAVE reconoció,
como había hecho el SAVE, que era necesario que los docentes
dispusieran de recursos de formación tanto desde la ayuda externa,
como desde la que puede proporcionar el trabajo de autoayuda y la
cooperación profesional con los compañeros del propio centro
escolar.

El proyecto ANDAVE contó, desde el principio, con la colaboración


estrecha de los Centros de Profesores (CEPs). Se diseñaron y llevaron
a cabo cursos y seminarios sobre cómo actuar para prevenir la
violencia escolar, qué herramientas de diagnóstico, evaluación y
seguimiento podían seguirse para desplegar programas escolares en
esta línea, cómo trabajar con víctimas y agresores, etc. Pero,
posiblemente, la línea más exitosa de la formación fue la de los
programas de formación en el propio centro, modalidad en la que se
obtiene el reconocimiento institucional de la Administración y
aumentan los méritos profesionales de quienes realizan estas
actividades. Seminarios y jornadas de estudio y profundización de
carácter regional se celebraron con una participación
razonablemente activa de los inspectores, orientadores escolares,
equipos directivos, asesores de CEPs, etc. Estas jornadas y
seminarios, así como la más extendida campaña de cursos en CEP de
los dos últimos años del proyecto, contó ya con la existencia de un
material didáctico elaborado expresamente para el proyecto ANDAVE
y que fue publicado por la Administración Educativa Regional con
gran profusión, ya que cada centro escolar de la Comunidad recibió
una carpeta con iniciativas educativas que podían ponerse en
práctica (línea 4 del programa).
Materiales didácticos para la prevención en el proyecto ANDAVE

Al igual que el resto de las líneas de actuación, la producción de


materiales supuso un gran apoyo a la tarea de mejorar la convivencia
en los centros educativos. Aunque la mayoría de ellos estaban
especialmente diseñados para apoyar la acción educativa de
prevención de la violencia por parte de los docentes, también
sirvieron de ayuda a familias y otros agentes educativos. Los
docentes y orientadores escolares fueron sensibles a este tipo de
apoyos y los seguían utilizando tras finalizar los seminarios
formativos o divulgativos del proyecto. En ellos se podían encontrar
desde datos sobre investigaciones realizadas con resultados
interesantes hasta artículos divulgativos de experiencias docentes
exitosas en temas cercanos a los que nosotros estábamos tratando.
Así, se presentaron y discutieron programas y actividades sobre
habilidades sociales, sobre control de la conducta disruptiva o la
indisciplina, etc.

Sin embargo, el material que resultó ser de mayor utilidad para el


profesorado fue La convivencia escolar: Qué y cómo abordarla
(Ortega y colbs., 1998), un libro que fue elaborado por el equipo
completo de la Universidad que venía colaborando en el proyecto
ANDAVE y que disponía de experiencia previa en el desarrollo del
SAVE. La Administración Educativa Regional financió y distribuyó de
manera gratuita por todos los centros escolares de la Comunidad
Autónoma dicho material. En él los docentes pueden encontrar desde
textos teóricos sobre investigaciones realizadas sobre el problema de
la violencia escolar, hasta propuestas de actividades para realizar en
el aula, proyectos educativos y técnicas específicas a llevar a cabo
con agresores y víctimas, además de una lista de bibliografía
comentada de recursos que pueden resultar interesantes para
docentes y orientadores escolares.
La atención directa a víctimas escolares en el proyecto ANDAVE
Posiblemente la línea de trabajo estrella o, al menos, la que ha
consumido más recursos económicos y humanos ha sido el
establecimiento, dentro del proyecto ANDAVE, de un teléfono de
ayuda directa y gratuita a víctimas de la violencia escolar: El Teléfono
Amigo.

El Teléfono Amigo fue un servicio telefónico gratuito que se mantuvo


desde febrero de 1997 hasta junio de 2001, era atendido por
especialistas en el tema de la prevención de la violencia escolar y
estaba abierto a todos los posibles usuarios de la Comunidad
Autónoma. Se diseñó para que cualquier chico/a que, viéndose
implicado en problemas de violencia o abusos por parte de sus
compañeros, no encontrara, por distintas razones, otra vía que le
ayudara a salir de ellos. Este servicio atendía directamente
proporcionando ayuda y consejo a quienes llamaban y también
informando a los servicios centrales de Inspección educativa cuando
el caso lo demandaba. Los servicios centrales registraban el riesgo
que podría significar la llamada y actuaban según lo establecido por
la Administración Educativa.

El Teléfono Amigo prestó un servicio de atención de 24 horas al día,


cinco horas diarias (entre las diez de la mañana y las tres de la tarde
o entre las dos y las siete de la tarde) eran de atención directa por
parte de un asesor o asesora (miembro del grupo de investigaciones
psicopedagógicas), y el resto del tiempo estaba disponible un
contestador donde se podían dejar demandas que posteriormente
serían atendidas. En síntesis, los servicios ofrecidos se pueden
resumir en: servicio de escucha, de asesoramiento psicológico
(resolución de conflictos, habilidades sociales, autoestima, cambio de
expectativas sociales, técnicas de afrontamiento); servicio de
asesoramiento educativo, servicio de asesoramiento administrativo, y
asesoramiento docente. Así, a través del Teléfono Amigo se ha dado
información y se ha prestado apoyo a todos aquellos docentes y
familias que necesitaban orientación sobre cómo abordar casos de
violencia escolar. De esta forma, el teléfono se articulaba con las
otras cuatro líneas de actuación produciéndose la red de
coordinación entre las líneas del ANDAVE, tal y como indica el modelo
ecológico en el que se sustenta.(ver Gómez y Palacios, 1998; Ortega,
Kulis, Ortega, 2001).
Concluyendo: la importancia de involucrar a la Administración
Educativa

En este artículo hemos querido hacer una breve exposición de la


naturaleza y el desarrollo del proyecto Andalucía Anti-Violencia
Escolar (ANDAVE) en el que nos hemos visto involucradas
respectivamente como directora académica e investigadora del
mismo a lo largo de un proceso de colaboración con la Administración
Educativa de Andalucía que ha durado casi cuatro años. Nuestra
experiencia ha sido muy enriquecedora aunque hayamos pasado por
momentos difíciles e inseguros. El investigador que colabora con la
acción pública suele estar a expensas de cambios de orientación en
las políticas en general que afectan a su trabajo. Pero ha valido la
pena.

El ANDAVE ha sido el proyecto investigador y de intervención que ha


sustentado el llamado, por la Administración Educativa, Programa
Educativo de Prevención de los Malos Tratos entre Escolares. Esto ha
supuesto, para el equipo de investigación, un gran estímulo a la par
que un gran reto porque se trataba de ir suministrando, paulatina y
secuenciadamente, aquellos instrumentos, tanto conceptuales como
procedimentales que pudieran ser implementados por la
Administración. Algunas de las orientaciones y sugerencias, que
intentábamos siempre sustentar en trabajos previos y actuales de
investigación, eran realizadas y otras no, o incluso algunas eran
modificadas a partir de las condiciones que la Administración
disponía para su desarrollo. Todo esto ha llevado a que la
Administración, cuya renovación de cargos y posiciones está abierta
a las eventualidades electorales, haya decidido clausurar el convenio
antes de que se haya podido realizar la evaluación completa. Sin
embargo, se ha podido realizar una evaluación parcial gracias a la
disponibilidad de ciertos datos, como los que nos proporcionó el
teléfono de ayuda.
No todo ha resultado perfecto, pero muchas cosas han cambiado en
la sensibilidad social y escolar que hoy se tiene hacia el problema de
la violencia entre los propios compañeros de clase. Andalucía y el
ANDAVE han contribuido en gran medida a ello. Muchos procesos,
como los de formación autónoma de los propios docentes en sus
centros escolares continúan desarrollándose. Los Centros de
Profesores son cada vez más receptivos a organizar cursos,
seminarios y actividades que ayuden a los docentes a enfrentarse a
la convivencia escolar con un método que incluye la exploración, la
toma de conciencia sobre la realidad concreta de cada centro y la
intervención de manera ordenada, global y ecológica.

Se ha contribuido a reducir la alarma social ante un problema, el de


la violencia escolar, que es muy importante pero que no está
invadiendo, como a veces se cree, nuestras escuelas. Finalmente, se
empieza a considerar que aunque la escuela está aquejada de
múltiples problemas no todos son igual de serios, y la violencia es
uno de los más perversos y uno de los que necesita una intervención
más seriamente planificada en la que hay que involucrar a todos los
que se ven implicados o afectados por ella, es decir los escolares, los
docentes, las familias y la sociedad en general. El ANDAVE ha
contribuido a dicha toma de conciencia social y escolar.

Nada de ello hubiera sido posible sin el hecho, muy relevante, de


haber trabajado directamente con la Administración Educativa que
tiene el poder para tomar decisiones que afectan de forma directa o
indirecta a las escuelas y a los escolares y docentes. Cuando desde
instancias internacionalistas, como el Consejo de Europa, se insiste
en que la lucha contra la violencia es algo que afecta a todos, se
suele concretar en que son las Administraciones de los Estados y las
Regiones las que tienen la responsabilidad de hacerlo. En nuestra
opinión esta es una opción que no puede ser marginal, sino central,
de ahí que valoremos positivamente haber trabajado tan cerca de los
poderes públicos, aunque no es fácil ni sostenible.
Referencias

GÓMEZ, B; PALACIOS, R. (1998). Ayudamos desde fuera: el Teléfono


Amigo. En: R. Ortega y Cols. (1998). La convivencia escolar: qué es y
cómo abordarla. Sevilla: Consejería de Educación y Ciencia. Junta de
Andalucía.
ORTEGA, R. (1997). El proyecto Sevilla Anti-violencia Escolar. Un
modelo de intervención preventiva contra los malos tratos entre
iguales. Revista de Educación, 313: 143-158.
ORTEGA, R. y ANGULO, J.C.. (1998). Violencia escolar. Su presencia
en Institutos de Educación Secundaria de Andalucía. Revista de
Estudios de Juventud, 42: 47-61.
ORTEGA, R. y Colbs (1998). La Convivencia Escolar: qué es y cómo
abordarla. Sevilla, Consejería de Educación y Ciencia.
ORTEGA, R.; DEL REY, R. (2001). Aciertos y desaciertos del proyecto
Sevilla Anti-violencia Escolar (SAVE). Revista de Educación, 324: 253-
270.
ORTEGA, R.; DEL REY, R.; FERNÁNDEZ, I. (2003). Working together to
prevent school violence: The Spanish response. En P. K. Smith (Ed).
Violence in schools: the response in Europe. London.
RoutledgeFalmer.
ORTEGA, J.; KULIS, M; ORTEGA, R. (2001). The Educational Authority
Responses to Bullying in Schools Telefono Amigo in Andalucia. Paper
presentado en International Conference Violence in Schools and
Public Policies. París.
ORTEGA, R. y MORA-MERCHAN, J.A. (1996). El aula como escenario de
la vida afectiva y moral. Cultura y Educación, 3: 5-18.
ORTEGA, R. y MORA-MERCHÁN, J.A. (1997). Agresividad y violencia. El
problema de victimización entre escolares. Revista de Educación,
313: 7-27.
ORTEGA, R. y MORA-MERCHÁN, J.A. (2000). Violencia escolar. Mito o
realidad. Sevilla, Mergablum.
ORTEGA, R. y otros (2000). Educar la convivencia para prevenir la
violencia. Madrid, Antonio Machado Libros.
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20 mayo
DEFINICIONES

DEFINICION DE:
BULLYING: Anglicismo procedente de la palabra inglesa bully
traducida como matón o abusón. Se aplica a los problemas
provocados por niños y adolescentes en colegios e institutos, cuando
éstos provocan y agreden a otros compañeros más débiles ante la
complicidad de otros escolares y la impotencia e inclusive desidia de
profesores, padres y educadores.
MOBBING: Conocido como acoso moral también utilizado con este
termino ingles o el de burn-out es una enfermedad, define el miedo o
terror del afectado hacia su lugar de trabajo. Esta persona o grupo de
personas reciben una violencia psicológica injustificada de sus
compañeros o superiores, de forma sistemática o recurrente, durante
un tiempo prolongado como meses e incluso años. Pretender
hostigar, intimidar, o perturbar hasta el abandono del trabajo de la
victima.
VIOLENCIA DE GÉNERO: La Conferencia Mundial de la ONU en 1993
sobre Derechos Humanos establece que la violencia de género es la
violencia que pone en peligro los derechos fundamentales, la libertad
individual y la integridad física de las mujeres.
Violencia contra la mujer significa cualquier acto de violencia basado
en la pertenencia al sexo femenino, que tenga o pueda tener como
resultado un daño físico, sexual o psicológico para la mujer, que
incluye las amenazas de tales actos, la coacción o la privación
arbitraria de la libertad, tanto en la vida publica como en la privada.
VIOLENCIA DOMESTICA: Es en lo más básico la violencia que se
produce en un hogar, tanto a una mujer, hombre, niño/a o persona
mayor.
MOBBING INMOBILIARIO: Este termino según José- Ramón Jiménez
González, se hace servir para identificar situaciones en que una
persona o grupo de personas ejercen un conjunto de
comportamientos caracterizados por una violencia psicológica,
aplicada de forma sistemática durante un tiempo sobre otra persona
con la cual mantiene un vinculo contractual a través de un
arrendamiento urbano.
MALTRATO A PERSONAS MAYORES: En general el maltrato puede
definirse como toda acción u omisión que de manera directa o
indirecta, cause daño físico o psicológico, con o sin lesión visible, a la
persona adulta mayor.
DEFINICIÓN DE GÉNERO:
► Es el conjunto de características culturales o de valores atribuidos
a una persona según su sexo. El género dice que ser hombre o mujer
está determinado no sólo por la asignación biológica (de sexo), sino
por valores que se crean y reproducen a través de la cultura, y que
dictan socialmente lo que es o debe de ser “lo femenino” o “lo
masculino” en una sociedad determinada.
► Cuando Simone de Beauvoir afirmó en 1949 que “una mujer no
nace sino que se hace”, su reflexión llevaba a afirmar que las
características humanas consideradas como “femeninas” no derivan
de una supuesta naturaleza biológica, sino que son adquiridas
mediante un complejo proceso individual y social. El género hace
referencia a la construcción sociocultural de los comportamientos,
actitudes y sentimientos de hombres y mujeres. ...
► El profesor Schooyans enfoca ese término utilizado por las
feministas radicales como una "ideología según la cual, los roles del
hombre y la mujer no están dentro de la naturaleza, sino que son el
resultado de la historia y de la cultura. Según ellas y sus seguidores
"la sociedad inventó los papeles del hombre y de la mujer", esta
ideología intenta desmaternizar a la mujer e indirectamente
patrocinaría el matrimonio entre personas del mismo sexo.
► Concepto de contenido social que describe un conjunto de
diferencias conductuales y de oportunidades de desarrollo personal
entre individuos en un grupo social, por razón de su sexo. "Género es
hablar de feminidad y masculinidad, y es importante diferenciar entre
sexo y género. Al hablar de sexo estamos en el terreno de las
diferencias biológicas, de las características naturales e
inmodificables de hombre y mujer. ...
11:20 | Agregar un comentario | Enviar un mensaje | Vínculo
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19 mayo
EJEMPLO A SEGUIR.....
Hoy una mala experiencia donde de nuevo un hombre no tenia en su
conocimiento el significado de la palabra NO...No llegó al término que
él pretendía porque supe ejercer con firmeza mi derecho a decir,
repito NO y exigir el respeto a mi decisión...pero ha dolido en mi alma
y he sentido la necesidad de transmitir mi experiencia porque quiero
que sea un grito de esperanza a toda aquella PERSONA que sufra
actualmente consecuencia del abuso del poder del dolor más grande,
que es el abuso a su dignidad....
Necesito manifestar que se puede fluir con la vida y que se puede
volar con la libertad de los pensamientos sin miedos, que todos
tenemos derecho a ejercer la libertad de poder ser respetados en
nuestras decisiones personales, escuchadas........el derecho a ser una
persona
Yo fui una mujer maltratada, mi marido acabó en la cárcel por ello,
hace tan sólo seis años...me revelé harta de tanta miseria y decidí
luchar contra todo ello que minaba poco a poco mi espíritu y mis
sentimientos...mis hijos debían saber que siempre hay que luchar por
los principios y valores de nuestro corazón, vivir con la libertad de
vivir, me enfrenté a la gran batalla con miedo pero gritando alto, muy
alto que mi vida y la de mis hijos valían lo suficiente así como las de
todas las personas vejadas, humilladas, maltratadas y repito
PERSONAS con toda intención...luché duro, muy duro y me
desencadené de mi esclavitud impuesta por mi exmarido y hasta
ahora asumida, resignada y sufrida en las heridas de mi alma, que en
verdad dolían mucho más que las de mi cuerpo.
Ahora soy otra, independiente, digo sí cuando quiero decir sí, digo no
cuando quiero decir no, coopero desde mi modesta persona, en todo
lo que puedo por cambiar lo injusto de la sociedad en que
vivimos...acabé obteniendo un cargo de representación en CGT, una
de las organizaciones sindicales de la empresa en la que trabajo, con
la cual yo me sentía más identificada,..
.la responsabilidad del cargo, es cierto que me inquietaba, pero
acepté el reto porque ahora ya creía en mis aptitudes y en mi valía,,
era lógico había descubierto la libertad de mi alma para intentar
hacer frente a tantas miserias gritando alto, alto porque quería ser
escuchada, colaboro en todo lo que mi organización necesita, aunque
ello fuera difícil en un pasado para mí, mujer llena de temores y de
inseguridades, ahora mi espíritu necesita volar
he tenido que hablar en público, manifiestos contra la violencia de
género en varias ocasiones, no importaba que yo dejara de ser a
partir de ese momento una mujer maltratada más anónima, porque
en mi interior pensaba que sólo con mi presencia en ese acto y con
mi vida actual, los que oyen y saben mirar, verían en mí la creencia
de que si luchas de verdad con fe y sin perder esperanza sales
adelante, fuerte y firme, creciendo, como me había pasado a mí y
con la sabiduría de saber en carne y alma que la anterior debilidad,
miedo y frustración no llevaba a nada, sólo al vacío y la
desesperación de malvivir día tras día y llorar siempre llorar, todos
los días llorar...
participo en manifestaciones y concentraciones por la lucha de
nuestros derechos e incluso, hace poco he empezado a realizar
asambleas en mi empresa donde puedo reivindicar la lucha contra
tantas miserias laborales y expresar lo que es justicia bajo mi
ideología y la del sindicato al cual represento, lo hago sin miedo,
sabiendo que la libertad de defender los derechos de los trabajadores
y lo que considero justo es esencial, asambleas con media de 300
trabajadores por turno, en su mayoría hombres, es una empresa de
automoción por tanto es de imaginar que la inmensa mayoría de su
personal es masculino, empresa donde yo mujer maltratada en mi
pasado que no deja de resultar curioso y casi surrealista, me he ido
haciendo mi sitio con constancia y trabajando, creyendo en mí y en
aquello por lo que lucho, y al final soy escuchada, criticada, odiada o
querida, pero sobre todo me siento respetada por todos mis
compañeros.....
He ido superando los retos que yo misma tenía como imposibles en
mi pasado,
Quién me lo diría verdad? todavía lo estoy relatando ahora, es mi
vida y sin embargo me parece mentira que yo haya sido capaz de
lograr dar un cambio tan grande en el camino de mi vida, porque he
cogido el más difícil, el más largo, el de más piedras, pero el que más
bella senda tiene al caminar el destino que hay al final, frente a mí,
es el de la defensa de los principios y valores humanos perdidos por
el capital, la globalización, el egoísmo, la crueldad, el abuso del
poder....
Te das cuenta que cambio? mi vivencia pasada llena de dolor, malos
tratos, abusos de privación de mis derechos...me hizo reflexionar,
tanto que ya ves ahora nadie diría que yo fui una mujer maltratada,
porque fluí con la vida y saqué la fuerza más grande del ser humano,
la fuerza del espíritu, con ella engañé al temor, decidí defenderme
como solo una persona debe hacerlo, sin tomar justicias por otras
vías, denunciando, la única defensa legal, tapando los oídos ante los
entredichos de vecinos, incluso familia y soportando la prepotencia y
el escepticismo e incluso la incredibilidad ante mis denuncias por
parte de "las fuerzas del orden", curioso lo del termino orden, en mi
caso que alguien me explique a santo de que...pero dejo este tema
porque tendría también para largo y tendido .....Lo cierto es que no
desistí LA VERDAD ES SIEMPRE VERDAD, EL TIEMPO.....
mantener dos hijos es difícil en esas circunstancias, entonces yo
estaba "afiliada" al INEM , es decir que estaba en el paro
vamos...pero pronto, aquí pensaré que mi ángel de la guarda se
apiadó de mí dado lo difícil que es un trabajo estable en este país,
encontré trabajo CURIOSO EN UNA FABRICA DE COCHES, pensé en
las personas que me habían minusvalorado y que tanto me habían
criticado y juzgado por denunciar al padre de mis hijos, la falsa moral
está a la orden del día, que diría mi expareja ante esto? y los
criticones de mis vecinos? y la parte de la familia que censuraba?, y
seguidamente, lo bueno también viene junto tras tanta penuria, el
Tribunal Supremo dicta sentencia firme mi ex deja de ser presunto
para pasar a ser MALTRATADOR en mayúsculos, sentencia firme e
irrevocable, con condena de 24 meses--dato importante: mi marido
pertenece a una familia importantísima con grandes influencias y con
alto poder adquisitivo aquí en la ciudad donde vivo, con un imperio
de grúas conocido gran decepción porque desde luego habían
intentado evitar este desenlace a toda costa y no puedo decir más
sin presencia de mi abogado..
.para evitar que su hijo Jesús José Mendiluce fuera a la cárcel,...pongo
el nombre porque no es presunto, hecho condenado y probado a
pesar de los esfuerzos y otros menesteres en un
tribunal...CAUSALIDAD? Ya callaban todos ahora, ya nadie criticaba
más., .LA VERDAD ES SIEMPRE VERDAD

Ahora me siento plena...llena de alegría, de fuerzas de ganas de


vivir...de luchar por las cosas en las que creo y defenderlas con
respeto...me siento satisfecha porque ahora ya sé que jamás tengo
que tener miedo a defender vivir con dignidad, siendo,...la voz clara y
alta para que todos me escuchen, inculcando a mis hijos todos estos
valores...
Hoy de nuevo, una persona se había intentado comportar
imponiendo su voluntad ante la mía pero esta vez supe defender mi
derecho a elegir y tomar mis decisiones personales...volvieron los
fantasmas, lo he pasado mal, el pasado es también mi vida y no
puedo renegar de él, pero confieso que todavía duele...pero hoy no
era esa mujer débil, insegura llena de temores...lo enterré cuando me
defendí de mi agresor conyugal...

Quiero ser capaz de transmitir a quien lea esto la importancia de la


lucha por los derechos al respeto de las personas, tolerancia,
comunicación, libertad de elección.....

HE QUERIDO CONTAR TODO PORQUE QUIZÁS PUEDA SERVIR MI


TESTIMONIO PARA HACER VER QUE HAY SALIDA,
LA IMPORTANCIA DE DISFRAZAR EL MIEDO VENCIENDO A LA
AGONIA...
PERDER EL TERROR Y DAR PASÓ AL AIRE
DARPASO A LA LIBERTAD DE PENSAMIENTOS
RESPIRAR....RESPIRAR HONDO

QUIERO QUE SEA UN GRITO A LA ESPERANZA PARA AQUELLOS QUE


SUFREN CUALQUIER TIPO DE ABUSO PORQUE TODOS TENEMOS
DENTRO DE NOSOTROS LAS FUERZAS PARA FLUIR EN LA VIDA
FLOTAR...
DESNUDAR EL ALMA....
Con todo mi cariño mi experiencia ya no es anónima, no es una
utopía, es mi realidad, y puede ser la de otras muchas que al leerlo
les de un atisbo de esperanza porque aunque sea difícil demuestra
que la constancia y las ganas de vivir una vida mejor hace todo
posible

No dejemos nunca de buscar nuestra propia libertad

QUE ESTE alegato HOY SEA UN CLAMOR POR LA LUCHA CONTRA LA


EXCLAVITUD DEL ALMA...........un abrazo
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18 mayo
LA OPINION

Necedad

Hay un magnífico artículo de opinión publicado por Rafael Argullol en


El País de hace unas semanas. Éste comienza tratando sobre las
agresiones en los colegios, obra de los conocidos “matones”, para
luego hacer una reflexión más profunda acerca de las posibles
causas de este problema. El texto no tiene desperdicio alguno, y me
ha incitado a la reflexión y, sobre todo, al recuerdo. He tenido que
sufrir en mi infancia y adolescencia a este tipo de imbéciles
-masculinos y femeninos en similar cuantía-. Como si fueran un
producto de mercado (que en definitiva es lo que son), hay una
época en la que suben como la espuma y son populares, "queridos" y
hasta venerados. Llegados a este punto, el mayor peligro que corres
no es que te golpeen o se burlen de ti -hecho que, admito y he vivido,
puede ser muy duro- sino que te llegues a creer que efectivamente
están por encima o un paso por delante que los demás. En teoría, la
sabiduría de la sociedad y, sobre todo, del tiempo, debería ponerlos
donde les corresponde. El problema es que, a pesar de contar con el
tiempo, esa sabiduría social brilla a menudo por su ausencia. De este
modo, la necedad sigue brillando en la Universidad -resulta
complicado no convertirse en un empollón por utilizar un par de
vocablos “desconocidos” o “palabras raras” en clase, o comportarse
de modo “excesivamente educado”: hablar de “usted” a un profesor
es ya toda una utopía en la institución universitaria-. “Hablar bien”
hoy día supone, sobre todo para la primera impresión, un motivo de
rechazo o fácil categorización. La licenciatura, el trabajo y la madurez
no impiden que la ignorancia y la estupidez coronen a este tipo de
bacilos que tan triunfantes creen pasar por estas etapas. Además de
asquerosos productos de mercado –pues sin un público que les
aplauda las estupideces, las gracias y su animal comportamiento no
existirían- son claramente un reducto del esquema social: el tipo de
sociedad en que vivimos los genera necesariamente. Y es que los
imbéciles acaban produciendo imbéciles, es una de las tristes
consecuencias de la reproducción humana. Contra esta pescadilla
que se muerde la cola (miles de imbéciles en periódicos, radios,
televisiones, partidos políticos, escuelas, familias…) resulta
tremendamente difícil luchar. Sólo una profunda transformación
social y un cambio radical en el modo de educación de las masas –
jóvenes y no tan jóvenes- resultaría una alternativa efectiva. Mientras
tanto, los seguiremos sufriendo, en silencio o sin él.

Cedido y publicado a finales de julio por El Cuarto Oscuro:


http://spaces.msn.com/bigotespain/

LA OPINION

Antes de nada como cualquier ser humano siento la muerte de Rocío


Jurado y les acompaño en el sentimiento a su familia, amigos y fans.

Estoy cabizbajo y pensativo ante la gran avalancha de información y


el gran despliegue de medios de todas las cadenas de televisión y
radio respecto a la muerte de Rocío Jurado, yo no lo veo normal, es
lamentable que se cubra con tantas horas y tantas paginas esta
muerte, mientras tanto a España y al mundo entero nos afecta una
pandemia como el acoso, el maltrato, la violencia, el sida, las
guerras, etc. y simplemente dedican unos segundos de pequeña
información a cualquier victima inocente de esta lacra que cada día
nos inunda mas y mas, es triste que toda una ministra de cultura
haya hecho varias declaraciones respecto a este tema y sin embargo
tenga miles de problemas en su cartera, que miles de españoles
reclaman a diario, es triste que el alcalde de Madrid no se persone en
un suceso de violencia de genero cualquiera, cualquier día y a
cualquier hora para dar el pésame a la familia de la victima y reciba
in situ a la familia de la artista para darles el pésame, no tengo
adjetivos para describir la impotencia que siento ante tal despliegue
de una muerte como puede ser otra cualquiera, ¿Esta es la España
que queremos? ¿Hasta donde va a llegar la España de la pandereta y
los famosos?
Una cosa es dar el respeto que esta persona merece y otra es
insultar a las miles de victimas diarias por cualquier otro motivo,
terrorismo, violencia, maltrato, acoso, etc.

Siento respeto pero a la vez mucha vergüenza, solo me queda decir


que como cualquier otro ser humano, descanse en paz, simple y
llanamente.

Acosono.

HE ABIERTO UN FORO PARA ESTA COMUNIDAD QUE ESTAMOS EN


CONTRA DEL ACOSO EN GENERAL, ESPERO QUE PARTICIPEIS

http://miarroba.com/foros/ver.php?id=949759

PODEIS EXPRESAR CUALQUIER TEMA RELACIONADO CON EL ACOSO


ESCOLAR, LABORAL Y DOMESTICO.
OS ESPERO.

A PARTIR DE AHORA LAS NOTICIAS DIARIAS LAS TENDREIS EN LA


DERECHA EN NOTICIAS DE ULTIMA HORA.

LA IGLESIA DICE QUE HAY QUE PERDONAR


PERO
YO LO UNICO QUE QUIERO PARA MIS ACOSADORES ES FACILITARLES
UNA ENTREVISTA CON LA JUSTICIA, ESPERANDO QUE ME DEN LA
RAZON.

Lo más atroz de las cosas malas de la gente mala es el silencio de la


gente buena"
Mahatma Gandhi

MI HUMILDE PERO VALIDA OPINION.

Artículo publicado en la hoja parroquial Aleluya, que se distribuye en


la mayoría de las iglesias valencianas, Este artículo está firmado por
un colaborador, Gonzalo Gironés, un catedrático de Teología jubilado,
Asegura que «más de una vez» las víctimas de malos tratos
«provocan con su lengua» y considera «peor» los abortos que la
violencia contra las mujeres.

Bueno según este “catedrático” ahora quien tiene la culpa de que les
peguen y les maten son las mujeres por su lengua, osease para
cualquier discusión en el ámbito familiar, a la mujer habrá que
taparle la boca con una mordaza para así poder evitar que el hombre
se enfade y acabe matándola, y ya esta solucionado, parece ser que
si la mujer habla ofende y que si ofende el hombre la puede
maltratar, esto desde el punto de vista de un “catedrático de
teología”, hasta donde vamos a llegar, por favor un poco de vista a la
hora de publicar en una revista que la ven miles de valencianos.
Cualquier hombre que tuviera dudas sobre la manera de tratar a su
mujer, ya se las quitado presuntamente este señor, incitándole a una
violencia gratuita solo por el mero hecho de que una mujer hable,
mucho se ha hablado sobre el tema del aborto pero de ahí a
compararlo con la violencia de genero y decir que es peor el aborto
que la violencia domestica hay un abismo.

Añade que «el varón, generalmente, no pierde los estribos por


dominio, sino por debilidad, no aguanta más y reacciona
descargando su fuerza que aplasta a la provocadora».

Dice también que claro al ser mas fuertes y herirnos con su boca,
nuestra tendencia natural es de aplastarles, y yo me pregunto donde,
cuando y como este señor se hizo catedrático de teología, quien se
cree este teólogo para generalizar asi de los hombres, yo como
hombre desmiento categóricamente esta manera de pensar
generalizada, por supuesto en seguida el arzobispado ha visto la
metedura de pata de este señor y ha rechazado los términos en que
se expresa el articulo recordando el sentir de la iglesia frente a este
tipo de situaciones absolutamente injustificables, pero aun hay mas

En ese texto, Gironés afirma que en el año 2005 hubo 63 mujeres


muertas a manos de sus parejas en España y añade que «por cada
mujer muerta a manos de un hombre, hubo 1.350 niños asesinados
por voluntad de sus madres. Es peor».

Lo que realmente ha hecho este hombre supuestamente es cometer


un delito de apología de la violencia de genero, simple y llanamente,
a parte de justificar al maltratador le anima, y habrá que depurar
responsabilidades tanto al autor del escrito como de quien lo ha
publicado, porque se supone que todo lo que se publica pasa antes
por un embudo, la red de asociaciones feministas esta estudiando si
iniciaran acciones legales y me parece lo mejor que pueden hacer,
porque una cosa es la libertad de expresión y otra muy distinta el
libertinaje.

Y por eso y muchas cosas más yo me declaro aconfesional y


apolítico.

Acosono.

REFLEXION:

Puede ser que esta sea la gota que colma el vaso para los señores
administradores de MSN, pero no me preocupa tengo copias de
seguridad y volveré a abrir otro espacio idéntico al actual, total es
fácil, si lo pueden hacer pederastas y otra calaña por el estilo a los
cuales voy denunciando cada vez que les pillo con las manos en la
masa, porque no puedo hacerlo yo, así que tengo ya el vaso tan lleno
de agua, que me parece que con esta gota se va a desbordar, puede
ser que mi opinión no le guste a mucha gente, pero es mi opinión y
estoy en mi derecho, así que comenzare. Hoy domingo iba dándome
una vuelta por los espacios y he topado con uno de estos de los
famosos, y me he acordado que en su día cuando comenzaba con
esta cruzada contra el acoso y la violencia acudí a ellos inocente de
mi para que me ayudaran en mi lucha contra toda esta maldad y
crueldad en la que vivimos y que por desgracia para nosotros cada
día va a mas, y cual ha sido mi sorpresa cuando veo que muchos de
ellos llevan ya 150.000 visitas, que llevan 538, 1610, 771, 1414
comentarios en sus blogs, que bonito verdad, gente que no dice nada
de nada, gente que se va jactando de acudir a citas benéficas para
ayudar a diferentes causas y son incapaces de acudir a la llamada de
un simple mortal como soy yo. ¿Realmente son ellos los que escriben
sus blogs? ¿Y si no son ellos, la persona que lo hace no debería
decirles que hay una causa en la red con muy buenos propósitos que
necesita de su granito de arena? ¿Qué hay de verdad en todo esto,
aparte del marketing y los beneficios?
No os preocupéis los que estéis conmigo, como soy cabezón por
naturaleza algún día el proyecto que he empezado será tan grande
que gente como esta u otra parecida querrá participar de una
manera u otra en cualquier acto benéfico que se haga, y os puedo
prometer y prometo que no se harán ninguna foto, al menos con la
asociación que se fundara en breves, es mas les recordare que si en
su día no fueron capaces de aportar su granito de arena después que
no vengan con el cubo de la playa, porque para mi es mas
importante un simple mortal como nosotros que cientos de ellos, por
cierto les recuerdo desde mi mas absoluta humildad que este espacio
solo con 37000 visitas lleva mas o menos 1800 comentarios y todos
ellos diciendo BASTA YA DE ACOSO ESCOLAR, BASTA DE ACOSO
LABORAL Y BASTA YA DE TANTA VIOLENCIA DE GENERO.

Raúl (Acosono)

QUE ES EL ACOSO ESCOLAR O BULLYING


Anglicismo procedente de la palabra inglesa bully traducida como
matón o abusón. Se aplica a los problemas provocados por niños y
adolescentes en colegios e institutos, cuando éstos provocan y
agreden a otros compañeros más débiles ante la complicidad de
otros escolares y la impotencia de profesores, padres y educadores.
FORMAS
FISICA
VERBAL
PSICOLOGICA
1. Cualquier tipo de agresión FISICA como pueden ser puñetazos,
escupitajos, empujones, collejas, patadas, zancadillas, etc.
2. Como VERBAL podemos entender los motes, insultos, burlas,
rumores para menospreciar, etc.
3. Como PSICOLOGICA pueden estar incluidas las amenazas, los
chantajes y cualquier manera para apartar al acosado/a de la
convivencia diaria en su centro de estudios.
CONSECUENCIAS
Para el acosado/a
Fobia a acudir a su centro escolar, inventándose cualquier excusa
para quedarse en casa.
Ansiedad, depresión, baja autoestima que en el fondo son grandes
problemas para la salud y que suelen dejar secuelas a largo plazo.
El acosado se siente solo, indefenso, infeliz, atemorizado y con una
apatía generalizada.
La consecuencia mas grave puede ser el suicidio o el mero hecho de
pensarlo para acabar con todo de una vez.
Para el acosador/a
Habituarse a controlar mediante amenazas a cualquiera que se le
ponga por delante con sus conductas agresivas.
Sus conductas probablemente sean la antesala para un futuro
delictivo, para crear un futuro acosador laboral o futuro acosador
domestico.
Para los que miran y les da igual
Acabaran acostumbrándose a ver cualquier tipo de maltrato y a
tolerarlo sin hacer absolutamente nada, es mas acabaran viendo la
violencia como una forma de éxito social.
NO DEBES DEJAR QUE
Te humillen, te insulten, te menosprecien, te pongan motes por llevar
gafas, por no llevarlas, por estar gordo por estar delgado, etc. y sobre
todo no debes dejar que el maltrato sea físico.
MALTRATO ESCOLAR
TOLERANCIA CERO
¿A que esperas para pedir ayuda?

Tienes muchos medios a tu alcance, os dejo aquí los más


importantes.
Línea de ayuda anti-bullying del defensor del menor de la comunidad
de Madrid
Asociación PROTEGELES (es una Asociación sin ánimo de lucro que
surge como organización en el año 2002, si bien la Línea de Denuncia
Contra la Pornografía Infantil que le da nombre funciona desde
octubre de 2001.)
Atención personalizada: e-mail
Actualmente trabajo con ellos desde este espacio

Teléfono gratuito las 24 horas del día, el teléfono del menor de ANAR
900 20 20 10

Y por si esto no te sirviera yo puedes acudir aquí, ASCEME yo te


dirigiré hacia donde más te convenga y al sitio más cercano de tu
comunidad autónoma.

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16 mayo
ESTADISTICAS 2

MUJERES MUERTAS POR VIOLENCIA DE GÉNERO A MANOS DE SU


PAREJA O EXPAREJA (1) POR CCAA (NÚMEROS ABSOLUTOS)
199 200 200 200 200 200 200 2006
9 0 1 2 3 4 5
10
MAYO
ANDALUCIA 13 10 12 10 13 19 9 7
ARAGON 0 0 1 3 2 2 4 1
ASTURIAS 1 0 2 0 2 0 1 1
BALEARES 3 1 2 4 4 2 4 1
CANARIAS 2 5 5 7 6 2 6 2
CANTABRIA 1 0 0 0 1 2 0 0
CASTILLA LA
5 3 2 0 2 3 2 1
MANCHA
CASTILLA
3 3 1 4 4 3 4 2
LEON
CATALUÑA 9 8 7 7 12 11 8 4
C.VALENCIAN
6 7 9 9 7 9 9 3
A
EXTREMADUR
1 1 0 1 1 2 0 0
A
GALICIA 2 4 0 3 5 2 1 1
MADRID 4 17 6 4 5 5 4 4
MURCIA 1 1 2 0 3 4 2 2
NAVARRA 1 1 0 1 1 1 3 0
PAÍS VASCO 1 2 1 1 0 4 3 1
LA RIOJA 1 0 0 0 2 1 0 0
CEUTA 0 0 0 0 1 0 0 0
MELILLA 0 0 0 0 0 0 1 0
TOTAL 54 63 50 54 71 72 61 30

Fuente: elaboración a partir de noticias de prensa y datos del


ministerio del interior.
Nota: datos permanentemente actualizados
(1) se incluyen aquellos casos en los que el agresor es el cónyuge,
excónyuge, compañero sentimental, excompañero sentimental, novio
o exnovio.

21:48 | Agregar un comentario | Enviar un mensaje | Vínculo


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UNA DE TANTAS INJUSTICIAS EN ESPERA 2.......
Somos muchas personas las que tenemos hijos con extranjeros, de
los cuales estamos desprotegidas legalmente. No se trata de entrar a
cuestionar la ética moral de nuestras ex parejas, porque hombres y
mujeres, ambos dos, estamos expuestos a ver como nuestros hijos
desaparecen un día.
No hay medidas legales, cuando no hay malos tratos en medio,
cuando no hay delitos de sangre no existen orden de alejamiento, y
legalmente no podemos obligarles a que no los saquen fuera de
nuestro territorio.
Vivimos con el alma pendiente todos los días, acudiendo a la policía
nacional, a los mossos de esquadra, a los abogados, a los jueces
para intentar saber los derechos del menor.
Pero no hay derechos, padre y madre tienen los mismos,
independientemente de la custodia, porque la Patria Potestad suele
ser compartida, así que lo
único que nos toca cuando llegan los días de visita estipulados en el
convenio regulador, es pedir a la Santa Inquisición que no sea uno
de esos días en que se gire el cerebro de nadie y perdamos el
mundo de vista.
No se puede invalidar un pasaporte, ni registrarlo en aduanas, ni
obstaculizar que se permita uno nuevo, no hay nada de ello, solo nos
queda la Fe, Fe en nosotros mismos, en nuestra fuerza, en creer que
los miles de niños desaparecidos fuera de nuestras fronteras solo
han sido una pesadilla, que los padres que les siguen llorando son
meros espectadores de una
Película de terror, y que esa madre que lleva doce años sin ver a su
hijo, que le fue arrebatado con 3 añitos recupere la cordura, porque
ya no sabe donde buscar, porque sabe que tiene un hijo perdido en
alguna parte del mundo, un hijo al que no podrá reconocer ni aun
teniéndolo frente a frente, un hijo que ha sembrado en ella la raíces
del dolor, la impotencia y la rabia.
Un ser que has llevado en tus entrañas y que te lo han arrebatado,
porque no hay ninguna ley que proteja sus derechos, ya no de los
adultos, sino del menor, que le cambian de vida, de mundo, de
costumbres, que lo condenan a vivir con el vació de saber que una
parte de si mismo no volverá jamás.
Esa es la justicia? Así estamos llegando a este mundo donde cada
vez mas son los que se toman la justicia por su mano, y luego
hablaran de países tercermundistas, voy a empezar a creerme que
África empieza en los Pirineos.

Marta

Esta es la carta o alegato de una de tantas madres desprotegidas por


nuestra fantástica jurisprudencia, gracias a nuestras leyes, cada día
que pasa vive atemorizada e indefensa, como miles de personas, una
vez más gracias a la “democracia” en España.
Que sigan los temas de interés que tanto “nos preocupan” el mundial
de fútbol, el devenir diario de artísticas y frikis de la pantalla y las
revistas del corazón, el tripartito, las negociaciones con ETA
olvidándose de las victimas y familias destrozadas, el enfrentamiento
entre politicos demostrando su incultura y analfabetismo, y tantos,
tantos temas de interés, mientras tanto los temas realmente
importantes se olvidan y archivan, pero desde este espacio
seguiremos denunciando todas estas injusticias y yo personalmente
sigo pensando que cada vez somos mas parte del tercer mundo que
de una Europa desarrollada y modernizada como nos quieren hacer
ver, cual será el siguiente error de la justicia española, soltaran a otro
de los asesinos del 11-M, no os preocupéis no tardaran mucho en
lucir sus despropósitos.

Firmado: acosono.

10:03 | Agregar un comentario | Enviar un mensaje | Vínculo


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15 mayo
ESTADISTICAS 1
DENUNCIAS POR MALOS TRATOS PRODUCIDOS POR LA PAREJA O
EXPAREJA (1), SEGÚN GRUPOS DE EDAD
Mujeres Datos
absolutos (Delitos 2002 2003 2004 2005 2006
+ faltas)
Hasta
Marzo
Menor de 16 168 250 323 356 97
16 - 17 345 462 607 771 182
18 - 20 1.659 2.037 2.583 2.911 707
13.60 16.09 18.77 19.83
21 - 30 4.615
1 1 6 1
16.01 18.29 20.48 20.74
31 - 40 4.823
7 0 7 2
10.12 10.44
41 - 50 7.831 8.869 2.470
5 8
51 - 64 2.955 3.277 3.658 3.680 889
Mayor de 64 737 814 969 1.019 244
43.31 50.09 57.52 59.75
Total 14.027
3 0 7 8
Hombres Datos
absolutos (Delitos 2002 2003 2004 2005 2006
+ Faltas)
Menor de 16 48 64 68 88 15
16 - 17 27 25 33 36 8
18 - 20 155 141 190 177 56
21 - 30 1.824 1.889 2.115 2.629 622
31 - 40 3.181 3.539 3.695 4.177 917
41 - 50 1.837 1.980 2.157 2.542 531
51 - 64 922 957 986 1136 255
Mayor de 64 222 246 273 295 64
11.08
Total 8.216 8.841 9.517 2.468
0

Fuente: http://www.mtas.es/mujer/mujeres/cifras/violencia/index.htm
(1) Se incluyen todos aquellos casos en los que la autoría de la
agresión corresponde a: Cónyuge, excónyuge (incluido separado/a –
divorciado/a, compañero/a sentimental, excompañero/a sentimental,
novio/a o exnovio/a.
(2) En el país vasco, Girona y Lleida se incluyen datos en relación
con las denuncias presentadas ante los cuerpos y fuerzas de
seguridad del estado.
DENUNCIAS POR MALOS TRATOS DE MARIDOS A SUS ESPOSAS
Denuncias Denuncias
Denuncias
malos tratos malos
malos tratos TOTAL
psíquicos y tratos
físicos
físicos psíquicos
11.51
1983 (*) 3.930 2.581 5.005
6
16.44
1984 (*) 5.667 3.691 7.083
1
16.81
1985 (*) 5.695 3.879 7.236
0
17.05
1986 6.363 3.813 6.880
6
15.19
1987 5.887 3.642 5.667
6
14.46
1988 5.607 3.671 5.183
1
17.73
1989 7.179 4.722 5.837
8
16.08
1990 (*) 6.849 4.384 4.856
9
16.94
1991 (*) 7.122 4.851 4.974
6
16.52
1992 (*) 6.934 4.814 4.774
0
15.90
1993 6.555 4.874 4.479
8
16.28
1994 6.650 5.052 4.582
4
16.12
1995 6.779 4.882 4.441
2
16.37
1996 6.785 5.105 4.488
8

Fuente: http://www.mtas.es/mujer/mujeres/cifras/violencia/index.htm
(*)
1983: Datos a partir de abril
1984: Falta agosto
1985: Falta julio
1990: falta julio
1991: falta agosto
1992: Falta abril
NOTA: Todos los meses que faltan han sido estimados a partir de las
medias anuales corregidas con el mismo mes del año anterior y
posterior.

AUTORES (VARONES) DE DELITOS DE HOMICIDIO/ASESINATO SOBRE


SU PAREJA O EXPAREJA, CON RESULTADO DE MUERTE, POR GRUPOS
DE EDAD
199 200 200 200 200 200 200
AÑOS 2006
9 0 1 2 3 4 5
10 de
Mayo
Menor de
0 0 0 0 0 0 0 0
16
16-17 0 1 0 0 0 1 0 0
18-20 0 1 0 0 0 2 1 1
21-30 7 7 9 10 7 14 15 2
31-40 19 19 17 14 24 17 15 15
41-50 9 14 9 11 16 13 12 5
51-64 8 6 5 5 11 6 4 1
Mayor de
4 7 6 11 7 15 9 4
64
Desconoci
7 8 4 3 5 4 5 2
da
TOTAL 54 63 50 54 70 72 61 30

Fuente: a partir de noticias de prensa y datos del ministerio del


interior
Nota: datos permanentemente actualizados.

Mujeres muertas por violencia de género a manos de su pareja o


expareja (1). Totales mensuales
199 200 200 200 200 200
20052006
9 0 1 2 3 4
ENERO 4 6 5 5 8 2 6 10
FEBRERO 3 5 2 3 4 5 7 4
MARZO 4 5 4 2 6 6 4 9
ABRIL 9 2 5 9 5 6 3 5
MAYO 2 6 9 3 6 8 4
JUNIO 4 8 3 3 8 6 6
JULIO 3 6 1 6 8 7 5
AGOSTO 5 4 4 7 8 6 6
SEPTIEMBR
3 7 5 3 4 7 5
E
OCTUBRE 4 7 4 5 2 7 5
NOVIEMBRE8 2 3 4 9 4 7
DICIEMBRE 5 5 5 4 3 8 3
TOTAL 54 63 50 54 71 72 61 28
Fuente: a partir de noticias de prensa y datos del ministerio del
interior, datos permanentemente actualizados.
(1) Se incluyen aquellos casos en los que el agresor es el cónyuge,
excónyuge, compañero sentimental, excompañero sentimental, novio
o exnovio

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13 mayo
UNA DE TANTAS INJUSTICIAS EN ESPERA....

Este apartado es nuevo y con el me quiero solidarizar con esta


madre, como ella hay muchísima gente en la actualidad, gracias a las
lagunas de la jurisprudencia española y el mal hacer de los politicos y
juristas.
Poco a poco iré metiendo cosillas, siempre con el permiso de la
madre, para haceros participes de esta historia.

Yo soy una madre separada desde el año 1997, mi hijo contaba con
tan solo 2 años y pocos meses. Desde mi separación, lo primero que
me planteé en como hacer para que las relación padre-hijo fueran de
lo más enriquecedora y con unas visitas de casi día a día; pues
siempre he pensado que los hijos deben tenernos a ambos, tanto
para su formación, crecimiento, etc. Pese a que mi relación con mi ex
no era nada agradable, yo siempre he evitado que eso influenciara a
mi hijo, situación que mi ex siempre aprovechaba para sacar mejor
tajada. Que equivocada y que horror cuando descubrí las terribles
vejaciones que sufría el niño, cada vez que le tocaba las visitas con
su padre... Por todo esto y dado la indefensión de mi hijo, se publica
todo esta historia, para pedir el apoyo de todos los que se sientan
solidarizados con mi hijo y conmigo.
"Como verán, todo lo que aquí se expone, está apoyado por
documentos. Todo los documentos aquí expuesto, están
debidamente protegidos; se ha procedido a borrar cualquier dato que
pueda identificar a las personas implicadas en este relato y sobre
todo, para salvaguardar la identidad del menor".

Para cualquier ser humano que haya leído todo esto, con cada una de
las documentaciones que he publicado, se preguntarán una y mil
veces ¿cómo es posible que con tantas evidencias aportadas no se
haya investigado el caso de este niño? y para más INRI actualmente
está todo "archivado" por lo cual este niño está totalmente
indefenso y existe un desamparo total por parte de la justicia. Por
todo eso, mi ex marido tiene toda la libertad para llevarse al niño y
seguir en manos de un "presunto"... lo que sea...
Es obvio mi impotencia; pero seguiré luchando contra todos los
obstáculos y amenazas... y si he llegado ha salir en los medios de
comunicación, fue porque el mundo tiene derecho a saber sobre
casos como este, porque estamos en un país democrático y estoy en
mi derecho de hacer eco de estas reiteradas irregularidades por
llamarlo de alguna manera.
Y pese a quien pese, yo seguiré con todo el coraje de una madre que
tan solo se limita a proteger a su hijo. Lucharé hasta la saciedad,
pero no permitiré más injusticia. No puedo seguir viendo como mi
niño que ha sufrido en silencio (por todos sus terrores) Un niño que
desde los 4 años ha sufrido una y otra vez reiteradas agresiones,
vejaciones... nadie me hará callar y defender los derechos de mi hijo.

Como tantas mujeres, me pregunto una y mil veces como pude


seguir viviendo con un ser que llegó a forzarme y agredirme
sexualmente. Pero sus lágrimas y sus argumentos "juro que no era
consiente de lo que me pasó" "juro que pediré hora al psiquiatra" "
juro que todo esto es porque estuve mucho tiempo destinado en la
Prisión de Alicante y me ha dejado mentalmente desequilibrado"
juro......juro...... y más lágrimas.
Yo seguí con el, reconozco que le creí, estaba enamorada y ciega.
Como tantas personas le cree inocente actualmente. Esa
personalidad engañosa, cínica, calculadora, y a la vez esa gran
simpatía que desprende.... ese perfil tan estudiado....Pero con el
tiempo se que Dios pone cada cosa en su lugar y se descubrirá la
verdad y pagará por todo el daño que nos ha ocasionado, tanto a su
hijo, como a mi misma.
Ese día jamás lo olvidaré, la forma en que me forzó pese a mis
ruegos de que me dejara, el estaba como loco y no paró hasta verme
desangrándome, el mismo me llevó al servicio de Urgencia del
Hospital Materno de Ginecología.
Los médicos sabían que había sido violada y me decían que
denunciara, que no tuviera miedo, pero yo no abría la boca, estaba
como en trance... se que muchas mujeres que han pasado lo mismo
que yo, pueden comprender como nos sentimos... y hasta ese
síndrome de culpabilidad....
Me llamo Juan Carlos y todo comenzó con apenas 4 añitos
Mi hijo cuenta que su padre le dice que se tire de una "rampa" y que
era mas divertido de cabeza... el niño se negaba y el padre le dijo
que el lo recogería al llegar abajo... pero no lo hizo, por lo que mi hijo
perdió una pieza dental y sufrió diversos golpes en la cara y cuerpo.
CON 4 AÑOS, Y YA COMIENZA SU MAS TERRIBLE PESADILLA
El día 17 de diciembre de 1999, mi hijo como cada viernes se iba a
pasar el fin de semana con su padre, al día siguiente por la noche, le
llamo para darle las buenas noches. Pero el niño casi no podía
hablar, estaba desolado y lloraba con una angustia que me produjo
una sensación muy extraña... el, entre el llanto me pedía una y otra
vez que le "fuera a buscar, que quería estar en casa con mami" Yo
intentaba tranquilizarlo, luego hable con su padre al cual le
preguntaba que le ocurría al pequeño y este decía que nada... y no
daba explicaciones. Le pedí que me trajera al niño.
Cuando el pequeño llegó a casa, no quiso despedirse de su padre y
huyó de el escondiéndose en una habitación, ya luego me senté a su
lado y solo le dije
"mami te quiere mucho y siempre está a tu lado"
... le abracé y mi hijo comenzó a llorar de nuevo, hasta que con
mucho temor me dijo que tenía "una pupa en sus partes".
Cuando le miro y veo una llaga en el pene, me fui directamente al
Hospital Materno Infantil. Pues quiero mencionar que en ese mes de
diciembre dos semanas antes, también cuando vino de pasar el fin
de semana con su padre, tenía una inflamación en sus genitales y le
dolía, yo llamé a su pediatra y este por teléfono me recetó una
crema, diciendo que si al día siguiente le seguía doliendo entonces si
lo llevara a la consulta, pero que estimaba que era una irritación sin
mas precedentes.
En el Hospital mandaron a llamar al pediatra del niño (estaba de
guardia en su planta) y en el informe puso presunto malos tratos y
que presentaba irritación del glande, irritación del prepucio... etc. Se
remitió al Juzgado de guardia un parte informando de las lesiones
del niño y agresiones sexuales.
Segunda denuncia que interpone el Hospital Materno Infantil. El niño
después de volver de la casa de su padre, presentaba un golpe en el
pene, por lo que tuve que llevarlo a los servicios de Urgencias. Según
contó el niño, su padre le estaba duchando y este le propinó un
puñetazo en el pene porque el niño le había mojado la cara. Debido a
este traumatismo se remitió a los cirujanos, pues debido a la fimosis
que ya tenía el niño con el golpe se le inflamó tanto sus partes que
no podía ni hacer pis.
Actualmente ya ha sido operado.
CONTINUARA.................

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12 mayo
ESTADISTICAS

MUJERES MUERTAS POR VIOLENCIA DE GÉNERO. TOTALES


MENSUALES. 1999-2006

199 200 200 200 200 200 200 200


9 0 1 2 3 4 5 6
ENERO 5 9 6 7 9 4 8 11
FEBRERO 4 8 3 6 5 9 7 8
MARZO 7 11 6 6 8 11 6 12
ABRIL 10 2 9 11 7 11 7 6
MAYO 2 6 10 8 8 11 5
JUNIO 4 11 5 4 10 9 9
JULIO 4 7 4 7 11 9 7
AGOSTO 7 5 7 9 13 8 6
SEPTIEMBRE 4 8 8 4 7 8 5
OCTUBRE 4 7 4 8 4 11 8
NOVIEMBRE 12 2 5 7 12 6 9
DICIEMBRE 6 11 7 6 8 8 4
TOTAL
69 87 74 83 102 105 82 37
ACUMULADO

Fuente:http://www.mtas.es/mujer/mujeres/cifras/violencia/index.htm
Datos permanentemente actualizados.
Se incluyen aquellos casos en los que el agresor es el cónyuge,
excónyuge, compañero sentimental, excompañero sentimental, novio
o exnovio. También aquellos en los que existe una analogía evidente
con los descritos, a pesar de no existir vinculo matrimonial. Por
ejemplo, hija o madre de la compañera sentimental o novia, etc. Y
por ultimo, también aquellos en los que la muerte se ha producido
como consecuencia de una agresión de genero, a pesar de que no
existía una relación afectiva estable entre el agresor y la victima
(amigos o conocidos) o, simplemente, no exista ningún tipo de
relación.

MUJERES MUERTAS POR VIOLENCIA DE GÉNERO, SEGÚN RELACIÓN


CON EL AGRESOR

199 200 200 200 200 200 200 200


9 0 1 2 3 4 5 6
PAREJA o
54 63 50 54 71 72 61 30
EXPAREJA
Conyuge 30 31 25 24 31 34 21 12
Exconyuge 2 4 2 2 4 5 3 3
Compañero
13 13 16 19 18 14 11 7
Sentimental
Excompañero
3 3 1 3 9 6 6 2
Sentimental
Novio 3 8 2 4 6 8 13 2
Exnovio 3 4 4 2 3 5 7 4

AMBITO
FAMILIAR
(Excepto 3 11 18 13 11 16 12 7
pareja o
expareja) (1)
Hija 0 5 3 0 2 3 1 1
Madre 3 5 9 6 5 4 6 3
Otro
0 1 6 7 4 9 5 3
Parentesco

SIN RELACION
10 9 4 11 16 14 6 1
FAMILIAR (2)
Se desconoce
si existe 2 4 2 5 4 4 2 1
relación
TOTAL 69 87 74 83 102 106 81 39

VICTIMAS
MASCULINAS 4 3 1 1 0 5 2 0
(3)

FUENTE: http://www.mtas.es/mujer/mujeres/cifras/violencia/index.ht
m
NOTA: DATOS PERMANENTEMENTE ACTUALIZADOS.
(1) SE INCLUYEN AQUELLOS CASOS EN LOS QUE EXISTE UNA
ANALOGIA EVIDENTE CON LOS DESCRITOS, A PESAR DE NO EXISTIR
VINCULO MATRIMONIAL. POR EJEMPLO, HIJA O MADRE DE LA
COMPAÑERA SENTIMENTAL O NOVIA, ETC.
(2) SE INCLUYEN AQUELLOS CASOS EN LOS QUE NO EXISTE UNA
RELACION AFECTIBA ESTABLE ENTRE EL AGRESOR Y LA VICTIMA
(AMIGOS O CONOCIDOS) O, SIMPLEMENTE, NO EXISTE NINGUN TIPO
DE RELACION.
(3) BAJO ESTE EPIGRAFE SE INCLUYEN LAS VICTIMAS MASCULINAS
(NORMALMENTE HIJOS) QUE MUEREN EN RELACION CON
AGRESIONES A MUJERES, CON RESULTADO DE MUERTE.

DENUNCIAS POR MALOS TRATOS PRODUCIDOS POR LA PAREJA,


SEGÚN RELACION CON EL/LA AUTOR/A

MUJERES. DATOS
ABSOLUTOS 2002 2003 2004 2005 2006
(DELITOS+FALTAS)
43.31 50.08 57.52 59.75 5.10
TOTAL
3 8 7 8 9
22.43 22.63 23.26 22.25 1.50
CONYUGE
0 8 3 2 2
1.50
EXCONYUGE (*) 4.674 5.605 6.289 6.466
2
COMPAÑERO 11.12 14.63 16.25 3.73
8.166
SENTIMENTAL 4 3 5 2
EXCOMPAÑERO 10.82 2.75
5.640 7.630 9.648
SENTIMENTAL 7 2
NOVIO/A 822 1.132 1.494 1.733 401
EXNOVIO/A 1.581 1.959 2.200 2.225 531
HOMBRES. DATOS
ABSOLUTOS 2002 2003 2004 2005 2006
(DELITOS+FALTAS)
CONYUGE 3.800 3.526 3.288 3.100 665
1.906
EXCONYUGE (*) 1.531 1.947 2.730 589
1
COMPAÑERO
1.249 1.376 1.688 1.946 455
SENTIMENTAL
EXCOMPAÑERO
1.245 1.597 2.037 2.664 617
SENTIMENTAL
NOVIO/A 127 146 157 216 44
EXNOVIO/A 264 310 401 424 98
11.08 2.46
TOTAL 8.216 8.861 9.518
0 8

( * ) Incluido Separado/a – Divorciado/a

Nota: En el País Vasco y Cataluña sólo se incluyen datos en relación


con las denuncias presentadas ante los cuerpos y fuerzas de
seguridad del estado.
Nota: Desde Enero del 2004, se incorporan nuevos tipos delictivos, a
partir de las modificaciones legales aprobadas durante el año 2003.
Así se añaden los delitos de “Mutilación Genital” y “Sustracción de
Menores”, concediéndosela a al 173 que pasa a tipificarse como
“Malos Tratos habituales en el ámbito familiar”. Por último, el delito
de “Coacción a la Prostitución” amplia su ámbito, al pasar a
denominarse “Coacción/Lucro sobre la Prostitución”. Además, buena
parte de las infracciones consideradas, hasta el momento como
faltas, pasan a tipificarse como “Delitos"
Fuente:http://www.mtas.es/mujer/mujeres/cifras/violencia/index.htm

DENUNCIAS POR MALOS TRATOS PRODUCIDOS POR LA PAREJA O


EXPAREJA (1), SEGÚN NACIONALIDAD

Mujeres datos
absolutos (Delitos + 2002 2003 2004 2005 2006
Faltas)
33.45 39.59 43.18 43.29 10.00
NACIONALES
2 5 6 4 4
10.49 14.34 14.46
EXTRANJERAS/OS 9.861 4.023
3 1 4
43.31 50.08 57.52 59.75 14.02
TOTAL
3 8 7 8 7
Hombres datos
absolutos (Delitos +
Faltas)
NACIONALES 7.389 7.877 8.303 9.644 2.106
EXTRANJERAS/OS 827 984 1.215 1.436 362
11.08
TOTAL 8.216 8.861 9.518 2.468
0

(1) Se Incluyen todos aquellos casos en los que la autoría de la


agresión corresponde a: cónyuge y excónyuge incluidos separado/a
– divorciado/a, compañero/a sentimental, excompañero/a
sentimental, novio/a.
(2) En el país vasco y Cataluña sólo se incluyen datos en relación
con las denuncias presentadas ante los cuerpos y fuerzas de
seguridad del estado.
(3) Desde enero del 2004, se incorporan nuevos tipos delictivos, a
partir de las modificaciones legales aprobadas durante el año 2003.
Así se añaden los delitos de “Mutilación genital” y “Sustracción de
menores”.
(4) Fuente:http://www.mtas.es/mujer/mujeres/cifras/violencia/index.h
tm

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11 mayo
EL ACOSO SEXUAL A LAS MUJERES

EL ITINERARIO DEL ACOSO SEXUAL

El acoso sexual a las mujeres trabajadoras no es una situación


aislada o agresión específica, sino que prevalecen de forma conjunta
diferentes situaciones de acoso, circunstancia que se incrementa a
medida que aumenta la intensidad del mismo.
De hecho, la gran mayoría (98,9%) de las mujeres que en la
actualidad padecen algún tipo de acoso en su puesto de trabajo
(independientemente de que lo perciban como tal), están expuestas
a conductas de compañeros que se podrían calificar de leves, algo
menos de la mitad a las graves (25,5%) y un 12,2% a las muy graves.

En este sentido, parece haber un itinerario in crescendo del acoso.


Prueba de ello es que las conductas muy graves están fuertemente
asociadas a otras menos agresivas: un 93,8% pasa por experiencias
de acoso leve y un 75,0% de acoso grave.

No obstante, hay dos trayectorias de acoso sexual: una para los


casos leves, mucho más cortos, menos estudiados y previsibles, y
otra para los casos graves y muy graves.

La secuencia del acoso sexual grave es la siguiente:

El acosador elige una víctima con un perfil bastante definido, basado


sobre todo en la vulnerabilidad percibida.
Se granjea su confianza: la apoya, le ayuda en aspectos relacionados
con su puesto de trabajo y la llena de halagos. Se convierte en una
especie de amigo- padre- protector.
A partir de aquí empieza a comportarse como algo más que un
compañero de trabajo/ jefe: aumento del número de llamadas –
incluso fuera del horario laboral-, incremento de las visitas al lugar de
trabajo de la víctima o los requerimientos para ser visitado en su
despacho, etc.
El resto de los trabajadores han percibido que existe una relación
especial entre acosador y acosada, que encuadran más en una
amistad o relación de privilegio que en una conducta de acoso, lo que
ayuda al rechazo de los compañeros y al aislamiento de la víctima en
el entorno del acosador. En este sentido, ella misma puede llegar a
sentirse como ‘la elegida’, lo que posteriormente incrementará las
consecuencias negativas del acoso y los sentimientos de culpa.
Empieza a hacer explícitas sus demandas, primero como evolución
‘natural’ de la relación, para pasar luego al chantaje, recordando a la
víctima el apoyo y los favores que ha obtenido de él, y el
agradecimiento que espera en compensación.
Recurre a las amenazas sobre la pérdida de las prerrogativas que la
trabajadora haya podido disfrutar ‘gracias a él’, e incluso sobre la
pérdida de su puesto de trabajo. En muchas ocasiones, la trabajadora
se ve privada efectivamente de dichas prerrogativas y sufre además
la humillación delante de los compañeros.
El acosador pasa al asalto con fuerza física.

A la trabajadora le resulta muy difícil poner nombre a lo que le está


sucediendo, y tarda mucho en asumir que está siendo acosada
sexualmente, no sólo por la gravedad objetiva del acoso, sino por la
sensación de traición y abandono proveniente de una persona por la
que le llegó a sentir afecto –y en ocasiones incluso admiración-, así
como por la pérdida de las prerrogativas que había disfrutado hasta
ese momento.

LAS REACCIONES DE LAS MUJERES TRABAJADORAS ANTE EL ACOSO


SEXUAL

Las reacciones de las mujeres que sufren algún tipo de acoso sexual
varían notablemente en función de las situaciones padecidas. Para
ilustrar esta afirmación, se han seleccionado seis diferentes
situaciones de acoso, características de los distintos niveles de
gravedad del mismo.

Como se puede comprobar, las líneas de actuación varían en función


del tipo de acoso, pudiendo afirmarse que a medida que se eleva la
gravedad de la situación, se incrementa la búsqueda de soluciones,
combinando diferentes estrategias de actuación.
Así, en los casos de acoso leve prevalece la táctica de la inacción
(especialmente en el caso de los piropos); en las situaciones de
acoso grave, se empiezan a articular medidas más amplias entre las
que destaca sobre el resto el evitar al acosador o enfrentarse al
mismo; y en el acoso muy grave, se articulan y combinan todo tipo
de acciones con el fin de reducir los efectos del acoso sexual sufrido.
Un dato a destacar es la baja confianza que se tiene en la estructura
empresarial como elemento de protección ante el acoso. De hecho,
sólo en los casos muy graves se acude al jefe superior, si bien en
niveles muy bajos (dos de cada diez mujeres que sufren abrazos no
deseados y una de cada diez que ha vivido acorralamientos).

EL RESULTADO DE LAS ACTUACIONES DE LAS MUJERES QUE HAN


SUFRIDO ACOSO SEXUAL

En aquellos casos en los que las mujeres tomaron algún tipo de


iniciativa ante el acoso sufrido, los resultados obtenidos no pueden
considerarse satisfactorios. De hecho, y aunque afortunadamente, en
un tercio de los casos cesó el acoso (31,8%), en un 35,8% sólo se ha
aliviado sin llegar a desaparecer y todavía queda un importante
grupo de mujeres que permanecen en la misma situación (15,7%) o
incluso que padece incidentes más graves (3,9%).

La respuesta más eficaz es “trasladar la queja a los jefes”: en casi 6


de cada diez casos que ha tomado esta iniciativa el acoso ha
desaparecido.

LAS REACCIONES DEL ENTORNO

Existe un fondo ideológico que no sólo actúa como caldo de cultivo


para que se produzcan este tipo de conductas, sino que de alguna
manera lo justifica y ‘normaliza’, sobre todo en sus manifestaciones
menos graves.

• Esta legitimación ideológica se produce fundamentalmente a través


de conductas sexistas, de las que las mujeres no son sólo víctimas,
sino también partícipes, dado que han recibido la misma educación
que los hombres. Esto implica también un mayor umbral de
tolerancia en las víctimas, que desemboca incluso en un bajo nivel de
concienciación.
• Los ámbitos de socialización y de formación de patrones de
conducta y los roles asociados a cada sexo, tales como la familia, la
escuela o los medios de comunicación, pueden promover la
‘aceptación’ del acoso sexual como herramienta de relación entre las
personas, al ser responsables en parte de la perpetuación de las
conductas sexistas y agresivas en las que se inscribe el acoso sexual.
Atendiendo a los datos de la encuesta, tres actitudes conviven en el
mundo laboral. La mayoritaria es apoyar incondicionalmente a la
víctima: el 40,6% de las mujeres que han vivido una situación de
acoso en el último año tienen esa percepción. Sin embargo, frente a
esta conducta solidaria, casi una tercera parte (el 30,7%) de los
trabajadores y trabajadoras tienden a minimizar el problema e
incluso un significativo 24% se pone frente a la mujer acosada, bien
dándola la espalda o bien culpabilizándola.
LA SOCIALIZACIÓN DEL ACOSO SEXUAL

Las mujeres que sufren acoso sexual en el entorno laboral tienden a


afrontarlo en solitario, ocultar lo ocurrido y circunscribirlo a la esfera
personal, aunque a medida en que aumenta la gravedad del mismo
se incrementa la búsqueda del apoyo del entorno cercano.

Prueba de ello es que sólo una cuarta parte (25,1%) de las


trabajadoras que han vivido alguna situación de acoso sexual en el
trabajo reconocen haber comentado esta situación con alguien de su
entorno.

Esta forma de proceder supone, por un lado, un agravamiento


notablemente de la vivenciación del acoso por parte de la mujer
trabajadora, que no dispone de ningún apoyo ni referente externo
para sobrellevar la situación y tomar decisiones ajustadas sin la
fuerza de la auto presión que sufren por la situación. Por otro, la
presencia de una bolsa de trabajadoras que sufren acoso sexual en el
trabajo, que permanece oculta, sin que sea detectada por la
sociedad, con la consiguiente creación de un grupo de riesgo y
marginación sobre el que no se puede llegar a actuar.

Ante la pregunta de ¿quienes son los interlocutores?, las mujeres que


han comentado con otras personas su situación de acoso sexual se
han dirigido mayoritariamente a otras mujeres, como amigas (56,3%)
y/o compañeras (46,7%). Con menos frecuencia lo han comunicado a
otros hombres: amigos (25,7%) y/o compañeros de trabajo (16,1%).

Deben destacarse dos aspectos:

• La familia es el recurso menos utilizado por las mujeres,


probablemente para evitar la pesadumbre que pudiese causarles. De
hecho, es el grupo social al que menos acuden a comentar las
situaciones de acoso: el 31,5% de las entrevistadas indican habérselo
contado a alguien de su familia, principalmente a sus padres (madre:
23,2% y padre: 22,5%), frente al 64,5% que se lo cuenta a alguna de
sus amistades y el 51,4% a personas relacionadas con su entorno
laboral.
• No aparecen los responsables o superiores jerárquicos de la
empresa como sujetos a los que las trabajadoras que sufren acoso
sexual comentan el problema: ninguna de las mujeres que han vivido
en el último año alguna situación de acoso sexual en su trabajo se lo
ha comentado a su superior jerárquico. Este proceder es una forma
indirecta por el que la mujer acosada transmite la opinión de las
enormes dificultades para acudir a la propia empresa y en todo caso,
de su falta de esperanza de que vaya a resolverse nada.
LA RESPUESTA DEL ENTORNO

Las recomendaciones que realizan las personas a las que se comenta


la situación de acoso coinciden con lo que en realidad –como se ha
visto anteriormente- declaran estas mujeres sobre su respuesta al
acoso sexual.
Los consejos que reciben son altamente conservadores y
escasamente proclives a un enfrentamiento con la situación. De
hecho, dos de cada tres consejos recibidos tienen un componente de
evitación, frente a una tercera parte que recomienda adoptar
acciones para solucionar el problema. Estos datos revelan la escasa
confianza de las trabajadoras en la posibilidad de solucionar la
situación de forma favorable para la mujer que sufre el acoso y que
ponen de manifiesto que existen factores que frenan una adecuada
repuesta de la propia mujer y de su entorno social cercano.

De forma concreta, las principales recomendaciones son de


pasividad: y evitación: “que se evite la persona” (43,9%), “que no se
haga nada” (16,6%), o “que cambien de
empleo/puesto” (8,7%).
En sentido contrario, al 20,0% de las mujeres que han comentado la
situación con personas de su entorno les han aconsejado que “se
enfrenten al acosador” y el 12,9%
“que pongan una denuncia”.

Un elemento que permite clarificar la posición de las diferentes


tipologías de personas relacionadas con la mujer que sufre acoso es
comprobar el tipo de recomendación que realizan.
Así, mientras que el entorno laboral y las amistades son altamente
proclives a aconsejar acciones de inacción ante el acoso, la familia se
decanta por aconsejar que se actúe frente al acosador.

LA RESPUESTA DE LA EMPRESA

El papel que juega la empresa en la actualidad en la prevención y


erradicación del acoso sexual es muy reducido, a tenor de las
respuestas de las trabajadoras entrevistadas. La trabajadora acosada
no encuentra apoyo en la entidad de la que depende
económicamente y para su desarrollo profesional: únicamente un
escasísimo 8,3% de las mujeres que están sufriendo acoso
consideran que la actuación de la empresa podría calificarse de
adecuada.

La actuación más habitual por parte de las empresas es inhibirse del


problema, es decir, no hacer nada al respecto. El 49,8% de las
trabajadoras que están sufriendo acoso en la actualidad perciben
esta situación, que en nada ayuda a paliar su situación.
La banalización de la situación (“lo ven normal”) o el intento de
ocultamiento de la misma aparecen igualmente en el repertorio de
las empresas ante el acoso sexual, si bien con una reducida
incidencia. Un dato a señalar es que, en algún caso, la empresa ha
decidido cambiar a la víctima de centro de trabajo, con el
consiguiente perjuicio de la víctima.

DIBUJO

En el plano de las actuaciones positivas, y desgraciadamente dentro


de su reducido número, las líneas de actuación más habituales son la
de cambiar al acosador de centro de trabajo (con lo que se consigue
trasladar también el problema, dado que el acosador no suele acosar
a una sola trabajadora, porque se encapriche de ella, etc., sino que
suele ser reincidente) (3,9%), despedirle o expedientarle. En algunos
casos, la situación de acoso ha conllevado una toma de conciencia
por parte de la empresa que la ha llevado a elaborar normas de
actuación ante el acoso sexual.
El discurso de los responsables de empresa ante el acoso sexual
confirman los datos anteriores, complementando la falta de apoyo a
las víctimas. De hecho, se emiten dos tipos de respuesta ante el
acoso sexual: el ocultamiento/ la negación de que se esté
produciendo un caso de este tipo, o bien la toma de partido por una
de las partes, normalmente por el acosador, que puede desembocar
incluso en el despido de la trabajadora afectada.

• La tendencia generalizada de sus directivos es el ocultamiento, e


incluso negarse a sí mismos que se esté produciendo un caso de
acoso sexual. Cuando el acoso se hace evidente, la dirección intenta
disuadir a la víctima de su intención de denunciar al supuesto
acosador, a cambio de mejoras laborales. Además, puede hacer
recaer sobre la víctima parte de la culpa, que suele ser trasladada de
centro de trabajo (a veces sin que ella lo haya solicitado), o incluso
despedida.
• Se critica la escasa implicación de los Departamentos de Recursos
Humanos de las empresas en torno al acoso sexual, así como la
resistencia de las mismas a tomar medidas contra el acosador y la
renuencia de los empresarios a incluir el tema en la negociación de
los Convenios Colectivos.
• Desde la propia empresa se reconoce que no se sabe cómo actuar
ante este problema, aunque también se deja traslucir el miedo a
establecer cauces que permitirían que este tipo de casos dejaran de
permanecer ocultos, salieran a la luz y repercutieran negativamente
sobre la imagen de la empresa.
EL ACOSADOR

Previamente a la presentación del acosador, parece necesario


recordar, como ya se ha visto y señalado anteriormente, que el
contexto psicológico del acoso sexual está conformado por una
relación de poder, ejercido por una de las partes, junto a una
reacción de sumisión, por parte de la persona que lo sufre.
Se trata de un modelo de relación que podría aplicarse a todo tipo de
relaciones basadas en abusos de poder. En este sentido, desde una
perspectiva feminista el acoso sexual se entiende más como un
abuso de poder que como una conducta sexual, al que se asocia un
valor instrumental de sometimiento de las mujeres, perpetuado a
través de la relativa impunidad en la que se ejerce.

Desde esta premisa, no existe un único perfil de acosador, aunque sí


determinadas características laborales, ya que lo ejercen en mayor
medida compañeros que superiores, y algunos patrones de
comportamiento comunes, sobre todo en los casos graves y muy
graves, tales como la tendencia al sexismo, la agresividad, la escasa
empatía o el carácter dominante.
Los datos de la encuesta ponen de manifiesto que el acoso sexual
tiene un carácter fundamentalmente horizontal:

• Del total de situaciones de acoso detectadas en el estudio


(independientemente de que la mujer las haya percibido como
acoso), en el 58,8% de los casos las han generado compañeros de
trabajo, frente a un 20,6% que indican que fueron/son sus superiores
directos. También puede provenir de fuera de la empresa a través de
los clientes con los que se relaciona la mujer acosada (14,3%).

GRAFICO

DIBUJO

Si se profundiza en las figuras que han acosado a las mujeres que


declaran haber sufrido acoso sexual, nuevamente se refleja el papel
predominante de los propios compañeros de la víctima. Tres de cada
cuatro mujeres que declaran haber sufrido acoso han sido acosadas
por un compañero; un 27,7% por su superior jerárquico y un
23,6% por clientes.

DIBUJO

Un dato que destaca de los resultados anteriores es observar que, en


algunos casos, en las situaciones de acoso que sufren las víctimas del
mismo aparecen varias figuras de diferentes posiciones jerárquicas.
De hecho, casi una cuarta parte del total de trabajadoras que
reconocer que sufren acoso sexual en su trabajo, en su proceso de
acoso intervienen varias personas de diferente rol profesional. Esta
situación cabe interpretarla desde dos visiones:
• Como un entorno laboral profundamente discriminatorio hacía la
mujer trabajadora, que cuanto menos, justifica las conductas sexistas
de los trabajadores hacia las empleadas del sexo contrario.
• La existencia de un prototipo de mujer trabajadora que, por sus
circunstancias personales, laborales o caracteriales constituyen un
grupo de riesgo de sufrir acoso sexual.
Igualmente resulta significativo comprobar que los superiores
jerárquicos (y, en menor medida, los clientes) aumentan su
protagonismo a medida que se eleva la gravedad (en los términos
conceptualizados en este estudio) de las situaciones de acoso. De
hecho, los superiores participan en aproximadamente la mitad de las
situaciones de acoso grave y muy grave.

DIBUJO

En este sentido, se puede señalar que…

* Los compañeros de la víctima suelen participar de manera más


intensa en los chistes o bromas de contenido sexual, en los piropos,
en pedir relaciones sin ejercer presión y en tocamientos y pellizcos;
* Los superiores directos de la trabajadora que sufre acoso adquieren
un mayor protagonismo en los abrazos y besos no deseados los
tocamientos y pellizcos, los acorralamientos y, en menor medida, en
realizar insinuaciones, tanto gestuales como verbales y en realizar
acercamientos excesivos;
* Los clientes muestran sus preferencias en realizar gestos y miradas
insinuantes a la trabajadora acosada, así como pedir relaciones, si
bien sin ejercer presión.

Profundizando en el acosador, aunque puede existir el acosador


psicópata, la mayoría de las personas que ejercen acoso sexual no
tienen por qué presentar ningún tipo de psicopatía ni responder a un
perfil definido.

Sin embargo, las entrevistas con expertos y profesionales y el


análisis de las historias de vida de trabajadoras que han sufrido
acoso sexual permiten establecer una aproximación a los dos perfiles
tipo de acosador: el de la persona que ejerce un acoso leve y el de
quien infringe acoso grave o muy grave.

En los casos leves no existe un perfil definido, dado que ‘cualquiera’


puede incurrir en una conducta de acoso ambiental, muchas veces
sin conciencia de ello. Sin embargo, sí se pueden establecer algunos
indicios: suele tratarse de compañeros con el mismo nivel en el
organigrama, o incluso inferior; presentan una conducta sexista en
general, son inmaduros y se suelen enorgullecer de ‘sus conquistas’.
Del discurso social se derivan dos caracterizaciones: el inseguro,
retraído, dominado por su pareja, y el atractivo y prepotente, que se
cree irresistible.

En los casos graves y muy graves, el perfil de acosador es el


siguiente:

• Datos sociodemográficos: la edad no parece ser un elemento


determinante, sí el estado civil, ya que suele tratarse de hombres
casados (o con pareja estable) y con hijos, que utilizan como
argumento el mal funcionamiento de su matrimonio.
• Situación laboral: suele ocupar un cargo superior a la acosada
(normalmente, mando intermedio) y cuenta con el respaldo
incondicional de la dirección de la empresa, así como con una larga
trayectoria laboral en la misma. Como jefe, presenta un carácter
dominante y es calificado de déspota y abusador, ya que utiliza su
poder para sus pretensiones personales y trata de manera incorrecta
a sus subordinados.
• Perfil psicosocial: se describe como una persona más fría que
impulsiva o pasional, ocupando un papel secundario y calificado
incluso de ‘perverso’ y ‘maquiavélico’.
Como en el perfil de acosador moral, su auto percepción no se ajusta
a la imagen que transmite, ya que desde fuera se percibe narcisista,
endiosado, soberbio, arrogante, prepotente, manipulador. Además,
se cree invulnerable.
• Presenta cierto carácter infantil y caprichoso. No acepta un ‘no’ por
respuesta y puede resultar vengativo si no consigue lo que pretende,
llegando a ejercer sobre la víctima acoso laboral, aislamiento,
insultos y vejaciones.
• Sexista y machista, en ningún caso considera a las mujeres como
sus iguales, dado que su acercamiento a ellas se produce desde el
embaucamiento, el abuso de poder y, finalmente, el chantaje.
• Muestra escasa empatía hacia los demás, especialmente hacia las
mujeres, ya que no las valora. Es consciente de estar infringiendo un
daño a la otra persona, sabe que se trata de una conducta ilícita o
reprochable, aunque no en todos los casos lo entienda exactamente
como acoso sexual (puede que se niegue a admitirlo, a pesar de que
la acosada haga patente su rechazo).
• Se suele observar en ellos cierta tendencia al acoso. Es decir, no se
trata de que se obsesionen con una trabajadora, de manera
excepcional, sino que suele presentar una conducta repetitiva de
menosprecio de género.
LA INFLUENCIA DEL ACOSO SEXUAL EN EL CAMBIO DE TRABAJO

El 8,5% de las trabajadoras entrevistadas reconoce haber sufrido


algún tipo de acoso sexual en otros trabajos anteriores. Preguntadas
acerca de que influencia tuvo el acoso sufrido para cambiar de
empresa, más de la mitad de las mismas reconocen que la situación
vivida fue un factor para dejar la empresa en la que trabajaba.

DIBUJO

Si bien es difícil extrapolar los datos a la situación actual, puede


realizarse una aproximación y señalar que más de 40.000 mujeres se
verán obligadas a cambiar próximamente de trabajo debido al acoso
sexual que están padeciendo.
En cuanto al origen del acoso y el tipo de situaciones vividas,
aquellas conceptualizadas como muy graves conllevan en la mayor
parte de las ocasiones el cambio de trabajo por parte de la mujer
víctima del acoso, al igual que también se observa esta circunstancia
en aquellos casos en que se produce una ruptura y el varón presiona
a la víctima para seguir manteniendo dicha relación.

Situaciones que más conllevan que las trabajadoras tengan que


cambiar de empresa
Realizar actos sexuales bajo presión de despido
Asalto sexual con fuerza física
Presiones para obtener favores sexuales a cambio de mejoras
laborales o bajo amenaza de despido
Presiones post-relación sentimental
Buscar estar a solas/Acorralamientos
Las situaciones anteriores son las que más generan movilidad, pero
no debe perderse de vista que, situaciones socialmente inocuas
como los chistes sexistas o los piropos probablemente influirán en
que más de 20.000 mujeres se vean obligadas a buscar un nuevo
empleo.

LAS REPERCUSIONES FÍSICAS Y PSICOLÓGICAS

En un plano físico y psicológico, en torno a una quinta parte (21,2%)


de las trabajadoras que sufren o han sufrido acoso sexual reconocen
que el mismo les ha supuesto padecer algún tipo de trastorno físico
y/o psicológico, a consecuencia de las agresiones sufridas.

DIBUJO

Entre los aspectos psicológicos se pueden citar todos aquellos que


afectan al bienestar mental de las trabajadoras y su rendimiento
laboral: como la apatía y desgana (10,5%), la baja autoestima (8,2%)
y otros síntomas relacionados con el sueño como las pesadillas
(7,5%) o el insomnio (7,6%).

Otros síntomas, son somatizaciones reflejo de sentimientos


profundos de ansiedad y miedo de difícil control. Las palpitaciones
(10,4%) junto con las dificultades para respirar (6,5%) o el aumento
de enfermedades en general (7,2%) son ejemplos de graves
consecuencias del acoso sexual.

EL APOYO SANITARIO

En relación con los problemas físicos y psicológicos, y en coherencia


con otros resultados de este estudio, la mujer que es acosada y
reconoce que ha tenido algún tipo de padecimiento físico o
psicológico, no suele acudir a la atención médica para solucionar sus
problemas. Solamente un…

… 24,2% afirma que acudió a un centro médico.


… 5,8% ha precisado ayuda psicológica

Cabe destacar que más de las dos terceras partes de las mujeres que
acudieron a un centro médico recibieron la baja laboral. Este
resultado es importante de considerar dado que, a lo largo de otras
fases del estudio, aparece como una reivindicación por parte de las
asociaciones y expertos que trabajan en este tema la consideración
del acoso sexual como una enfermedad laboral.
De hecho, el discurso de los profesionales y expertos enfatizan en
esta línea de actuación. Los argumentos son claros:

• El acoso sexual en el ámbito laboral viene siendo tipificado por la


Unión Europea como riesgo emergente en la seguridad y salud en el
trabajo desde el año 2.000. Sin embargo, la consideración de los
problemas de salud derivados del acoso sexual como accidente de
trabajo constituye, en estos momentos, una asignatura pendiente, al
igual que otras patologías que afectan en mayor medida a las
trabajadoras.
• La tipificación como riesgo laboral de los problemas derivados del
acoso sexual ayudaría a rebajar la actual inseguridad jurídica y
reduciría el margen de la actuación discrecional del juez.
• Dicha consideración permitirá, además, que las bajas médicas
provocadas por el acoso sexual sufrido por la trabajadora no sean
consideradas, como hasta ahora, bajas por enfermedad común, sino
por accidente de trabajo, lo que tendrá consecuencias positivas para
la víctima, especialmente desde el punto de vista económico.

En este sentido, la situación actual se encuentra lejos de ser la


óptima en la respuesta a esta problemática. De hecho, sólo….

… un 2,9% de las mujeres que declaran haber sido víctimas de acoso


sexual en el trabajo en el último año reciben la baja médica por esta
causa;
… un 16,7% de las que reconocen haber tenido síntomas físicos y/o
psicológicos reciben la baja médica.

EL PAPEL DE LAS INSTITUCIONES

El papel actual de las instituciones ante el acoso sexual en el trabajo


es meramente testimonial, ya que tan sólo el 1,6% de las mujeres
acosadas acuden a algún organismo institucional para exponer lo
ocurrido y las políticas de actuación en torno a las víctimas resultan
insuficientes. De ese porcentaje mínimo, las vías más utilizadas son
los sindicatos.

DIBUJO

A pesar de esta realidad, la actuación de las Instituciones se revela


crucial en el esfuerzo por atajar la expansión del acoso sexual a las
mujeres en el ámbito laboral y paliar los daños que produce.
■ Las Organizaciones Sindicales y las Asociaciones de Mujeres inciden
de forma determinante en los ámbitos jurídicos y social: investigación
social; protocolos de actuación/ guías de buenas prácticas; lucha por
la inclusión explícita del acoso sexual en los Convenios Colectivos;
cursos/ talleres de formación a trabajadores/ as; concentraciones de
denuncia y concienciación social; asesoramiento jurídico y actuación
como parte coadyuvante en las demandas de las víctimas de acoso
sexual; atención psicológica.
■ Las instituciones sanitarias tienen una gran responsabilidad, tanto
en relación con la atención primaria (diagnóstico, elaboración de un
informe donde aparezcan claramente las causas de lo síntomas que
presenta la víctima, derivación a especialistas, etc.), como en el
tratamiento especializado de psicólogos y psiquiatras.
■ El/ la psicólogo/ a resulta imprescindible para la restitución de la
salud mental de la víctima, en lo referente a la elaboración de la
experiencia traumática vivenciada y en la superación de las
consecuencias psicológicas secundarias al acoso. La intervención
psicológica puede ofrecer a las víctimas la oportunidad de asumir una
historia vital que aparece jalonada de experiencias que han
dificultado un desarrollo adecuado. Este trabajo va a permitir a la
mujer acosada desarrollar una estructura emocional sólida, no
dependiente de afectos externos, y capaz de evitar situaciones
futuras similares o, en su caso, afrontarlas convenientemente.
■ El/ la trabajador/ a social va a constituir otra de las figuras
fundamentales en la atención a la mujer acosada sexualmente, tanto
en lo que se refiere a la gestión de los recursos sociales y
asistenciales disponibles para ella, como en las labores de
acompañamiento de la víctima y seguimiento del proceso desde una
perspectiva global.

ORIENTACIONES Y RECOMENDACIONES

A raíz de los resultados del estudio, el equipo investigador propone


una serie de posibles actuaciones enfocadas en siete grandes líneas:

LÍNEA 1: POLÍTICAS DE ACTUACIÓN Y ESTRATEGIAS DE PREVENCIÓN


El primer paso es diseñar y desarrollar un programa global de
prevención del acoso sexual, en el que participen todas las
organizaciones implicadas en el tema (Ministerio de Trabajo y/ o
Instituto de la Mujer, Ministerio de Sanidad, Ministerio de Educación,
Ministerio del Interior, Organizaciones Sindicales, Organizaciones
Empresariales, Asociaciones).

• Un programa multidisciplinar que abarque todas las perspectivas


desde las que se puede abordar el acoso sexual.
• Que parta de la identificación de los elementos que intervienen en
este tipo de procesos, y en cuyo marco se establezcan pautas y
directrices institucionales para propiciar un entorno laboral seguro e
incidir en la conducta del acosador.
• Para ello es necesario realizar estudios sociológicos que abarquen
todo el contexto en el que se desarrolla el acoso, desde una
perspectiva amplia y profunda.

LÍNEA 2: ACCIONES DE SENSIBILIZACIÓN SOCIAL

Establecer medidas destinadas a la sensibilización social de la


existencia y alcance de la problemática en torno al acoso sexual en el
ámbito laboral.

Para ello se propone:


Realización de Campañas monográficas de Sensibilización de
carácter institucional que se podrían canalizar a través de los
Colegios Profesionales, las Asociaciones y las
Organizaciones Sindicales.
Concienciación de los agentes sociales: sindicatos, patronal,...
Sensibilización de las empresas.
Sensibilización de los trabajadores/ as.
Utilización de soportes y medios, tales como colocar carteles en
empresas, etc.
Presentaciones públicas y publicación del presente estudio.

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01 mayo
SENTENCIA POR ACOSO LABORAL

AQUI OS DEJO LA SENTENCIA DE MI CASO PARTICULAR, LUEGO LA


EXPLICARE DETALLADAMENTE, Y OS EXPLICARE TODAS LAS
LAGUNAS, MENTIRAS Y COSAS QUE SE OMITEN EN LA MISMA
STA. N° 117

N° AUTOS: DEMANDA 898 /2005

En la ciudad de ZARAGOZA a diez de marzo de dos mil seis.

ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA

D/ña. CESAR DE TOMAS FANJUL Magistrado-Juez del Juzgado de lo


Social n° 2 del Juzgado y localidad o provincia ZARAGOZA tras haber
visto los presentes autos sobre CANTIDAD entre partes, de una y
como demandante D/ña. RAUL PINILLA AVILA, que comparece
asistido de su Letrada Ana Matilde Martínez Sanz y de otra como
demandado LEAR CORPORATION ASIENTOS S.L. comparece
representado por el Letrado Arturo Acebal Martín, según consta en
autos, MINISTERIO FISCAL, que no comparece a pesar de estar citado
en forma.

EN NOMBRE DEL REY

Ha dictado la siguiente

SENTENCIA

ANTECEDENTES DE HECHO

UNICO.-Presentada la demanda en fecha dos de diciembre de dos


mil, cinco. correspondió su- conocimiento a este Juzgado de lo Social,
--dándose traslado al demandado y citando a las partes para la
celebración del correspondiente juicio oral, y en su caso previo acto
de conciliación judicial en fecha 9 de marzo de 2006 en que tuvieron
lugar las actuaciones, compareciendo las partes, que comparecen en
el acto de juicio solicitando sentencia de acuerdo a sus intereses,
practicándose las pruebas que fueron declaradas pertinentes y
elevando finalmente a definitivas sus conclusiones.

HECHOS PROBADOS

PRIMERO.- El actor D. Raúl Pinilla Ávila presta servicios para la


empresa Lear Corporation Asientos SL desde el 15-12-1994, con la
categoría profesional de especialista en cadena y salario bruto anual
por todos los conceptos de 15.803,84 euros.

SEGUNDO. - El actor desempeñó sus funciones en la sección de


montaje de respaldo delantero, y posteriormente en la de montaje de
respaldo y asiento trasero, siendo seleccionado en 1999 para ir a la
nueva filial de la empresa en Italia, regresando posteriormente a
España.

Desde el año 2001 el actor ha venido desempeñando sus funciones


en la Sección de Corte y Multiagujas, y concretamente en máquina de
corte. Según apreciaba el actor el resto de compañeros de la
máquina, según su opinión, trabajaban más lento introduciendo
plantillas que no correspondían con el orden del pedido, al objeto de
retrasar la producción, para hacer más horas extras, igualmente sus
compañeros de máquina prolongaban las pausas en el trabajo
mientras que el cumplía estrictamente las pausas de forma
voluntaria, dicha situación le ocasionaba disgusto por la forma de
trabajo que se efectuaba, manifestando dicha inquietud a la
Presidenta del Comité de Empresa, sin que en ningún momento le
manifestase la existencia de trato vejatorio alguno por parte de sus
compañeros de máquina. La presidenta del Comité ante la inquietud
manifestada por el actor se puso en contacto de forma verbal con el
Responsable de Recursos Humanos de la empresa Sr. M.E, el cual
tuvo tres conversaciones con el actor sobre finales del año 2003 y
principios del 2004, en las cuales le manifestó el actor su disgusto
con la forma de trabajar de sus compañeros, sin quejarse de trato
vejatorio por parte de sus compañeros.

Parece ser que no se enteraron del asunto o no se han querido


enterar, el acoso laboral al que he sido sometido se debe a mis
quejas por todos estos temas, pero principalmente y se le hace
constar al juez, por no rotar en tres años, mientras que otros 19
compañeros si que lo hacían, al dejar constancia de este hecho en la
empresa, es cuando se me empieza a excluir, vejar, insultar, chillar y
amenazar haciéndome la vida imposible, ese es el único fin de la
demanda.
La presidenta del comité no se pone en contacto con el jefe de
recursos humanos, sino al contrario, el jefe de recursos humanos
estando al corriente de todo se pone en contacto con ella,
preguntándole a Pilar si me podía llamar para hablar conmigo, vaya
preguntita de todo un responsable de recursos humanos.
Dice dicho responsable que nunca le hable del trato vejatorio al que
estaba siendo sometido. ¿Qué va a decir el? Que si que sabia todo,
hubieran perdido el juicio
A mis acosadores y encubridores si que les dan opción a palabra,
¿Por qué no se me da opción a mí que soy el implicado?
En esta primera conclusión de la sentencia hay muchísimas lagunas
¿¿¿¿¿¿¿?????????

El actor causó baja médica por Trastorno Adaptativo Mixto con fecha
4-2-2004, causando alta el 13-4-2004, siendo destinado por la
empresa al turno B, cuando antes desempeñaba su trabajo en el
turno A, de manera que no estaba en compañía de sus anteriores
compañeros de trabajo. El actor causó nueva baja médica del 28-6-
2004 al 6-7-2004, siendo colocado a instancia del actor en el turno
fijo de noche en otra sección, con reducción de jornada solicitada por
guarda legal de menor. En el referido turno tenía compañeros de
trabajo diferentes de los que había tenido en la máquina de corte.

La empresa no me cambio de turno por iniciativa propia, fui yo quien


lo pedí, debido a que no podía seguir de baja y perdiendo dinero día
tras día, inocente de mi creía que cambiando de turno iba a cambiar
la situación, pero no me quedaba otra salida estaba perdiendo
dinero.
Dice que no estaba en compañía de mis acosadores, mentira puesto
que una fabrica a tres turnos, hay cambios de turno, la gente se ve a
la entrada y a la salida y las risas continúan, eso sin contar el
entramado acosador que continua estando en cualquier turno que
este (primos, cuñados, hermanos, etc.)
En 10 líneas resume toda mi demanda, excluyendo datos, pruebas,
incluyendo a un testigo que afirmo todas las acusaciones echas por
mi, y que por cierto no aparece ni su nombre en la sentencia. QUE
RARO VERDAD.

El actor causa nueva baja médica con fecha 7 de marzo de 2005 por
presentar crisis de ansiedad, permaneciendo en situación de IT,
siendo diagnosticado de Trastorno Adaptativo Mixto depresivo
Ansioso reactivo a problemas laborales.
El actor entregó a la Presidenta del Comité un escrito con fecha 26-3-
2005, que está incorporado a las actuaciones en el folio 22, y cuyo
contenido se da por literalmente reproducido, y que fue leído en la
reunión de la Comisión Paritaria de fecha 5-5-2005, procediendo la
empresa a mantener conversaciones con los diferentes compañeros
del actor, para investigar si se había producido una situación de
acoso.
El actor considera que las veces que se paraba la tobera de la
máquina de corte, o que se encargaba de llamar por el telefonillo, al
tener un problema de tartamudez, o el hecho de no ayudarle en la
tarea de recogida de material, suponía una burla o menosprecio
hacia su persona, por parte de los compañeros de máquina de corte.
TERCERO.- Celebrado acto de conciliación resultó sin avenencia.

FUNDAMENTOS DE DERECHO

PRIMERO.- Que en el presente procedimiento se insta la resolución


del contrato de trabajo, al amparo de lo dispuesto en el Art. 50.1. c)
del ET, basado en la existencia de una situación de acoso o
"Mobbing", que el actor imputa a sus compañeros de trabajo.

Como sostiene el TSJ de Aragón en sentencia de 30-6-2003 R. 2227:


"El acoso moral (Mobbing) consiste en un agresión del empresario, o
de alguno de sus empleados con el conocimiento y tolerancia de
aquél, mediante hechos, órdenes o palabras, repetida y duradera en
el tiempo, con el fin de desacreditar, desconsiderar y aislar al
trabajador, que puede llegar incluso a deteriorar su salud, con objeto
de conseguir un auto-abandono del trabajo, produciendo un daño
progresivo y continuo a su dignidad. La resistencia del trabajador
ante este ataque depende de su fortaleza psicológica y de su
capacidad de sobreponerse a la adversidad.
CONTINUARA....................

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06 abril
VIOLENCIA DE GÉNERO 1

AÑO 2004

VICTIM FECH EDA LOCALID


NOMBRE Y APELLIDOS
A A D AD
1 01.01 Pilar Crevallentes 40
2 19.01 Matilde Agreda Moreno 81
3 04.02 Endurance 36
4 05.02 Mª Isabel Ferrer Segura 34
5 06.02 Laura Navarro 25
6 10.02 Dana Plugariu 26
Mª Belen Muro
7 16.02 34
Echegaray
8 23.02 Josefa F. L. 79
9 28.02 Verónica Caballero 27
10 20.03 S.S 24
11 20.03 Esmeralda Clavería 22
12 20.03 Rosa Bazán 46
13 23.03 Elena Bouzos 31
14 24.03 Ana López Ariza 37
15 25.03 Carmen C. U. 59
16 31.03 Encarnación Rubio 46
17 05.04 Margarita Pérez 53
18 09.04 M. A. T 76
19 27.04 Dolores García Ruiz 46
20 28.04 Irina P. 26
21 30.04 Jenny Lara Castillo 36
22 03.05 Melody L. 15
23 03.05 Silvia C. A. 31
24 06.05 Leonor Pérez 82
25 09.05 Isabel 60
26 16.05 Beatriz García 19
27 18.05 María del Carmen G. R. 40
28 18.05 Amelia Pallares 62
29 29.05 K. E. L. 24
30 31.05 Noelia S. O. 19
31 01.06 Carla R. M. 18
Casimira Martínez
32 10.06 63
Valero
33 10.06 Betty J. V. 42
34 23.06 Candelaria Segura 70
35 28.06 Josefa. A. F. 74
Ezequiela Mercedes
36 30.06 60
Galdeano
37 04.07 Josefa Alvarez Pajares 71
38 05.07 Ana Maria M. 15
39 05.07 F. G. N. 32
40 06.07 Manoli. M. C. 46
41 31.07 Julie Belvoir 34
42 31.07 Sandra Lorena Rendón 40
43 01.08 Mercedes Baeza Valero 39
44 01.08 Nadia L. D. 28
45 13.08 Ana Mª Suárez Pérez 42
46 19.08 Carmen Soria García 41
47 25.08 Agustina M. L. 52
48 30.08 Amalla P. L. 31
49 08.09 19
50 13.09 A. N. P 88
51 13.09 E. C. Z 35
52 17.09 T. H. A 40
53 17.09 27
54 05.10 María Teresa R. P. 55
55 05.10 Luz D. 41
56 08.10 Alfonsa Mohedano 35
57 14.10 49
58 22.10 María Teresa Otero 37
59 23.11 Sandra 17
60 23.11 Ana María 16
61 25.11 María Solernou
62 27.11 MV. L. L. 43
63 27.11 C. S. 60
64 28.11 Angeles G. B. 18
65 08.12 Mª del Carmen C. M. 33
66 12.12 82
67 12.12 María Victoria 54
68 14.12 Luisa I. R. 57
69 15.12 Alicia Rey Muiños 33
70 20.12 Simona E. 33
71 26.12 R. M. P. O. 31
72 26.12 E. T. T. 23
17:20 | Agregar un comentario | Enviar un mensaje | Vínculo
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