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m8 PUD WEBEL EH, HL que su contento por el regalo recibido, el hecho de que los buenos nego- cios de su marido le han permitide la compra del antoméyil. Vossler lo interpretaria como una falta de vida privada o como el predominio do ta vida publica en zonas en que lo normal seria dejarla en un segundo plano. El uso es tradicional argentino, y se extionde a todas las clases sociales. Quizk se note en las generaciones mds jévenes una leve tendencia a aban- donarlo, y a preferir el uso del nombre en todas las ocasiones. Podrian incluirse entre los modos familiares Jos tratamientos de campa- dre, comadre, que antes correspondian a un lazo de amistad o parentesco reforzado por el compadrazgo : dre», ucomadre, lo eran en realidad. Todavia se conserva abundante- mente en los campos: Cordoba, La Rioja, San Luis ires su uso se extendfa a todas las clases sociales, pero hoy un presidente de ria y firmaria sus cartas como lo hacia Sarmient y Mi estimade compadre », « Mil carifios a todas esas buenas gentes de s mpadre... », « Mi estimada sabrina y comadre ». Parcceria que el com- padrazgo ha perdido importancia como Iazo de amistad y que ya no st pone en primer plano como modo de relacién intima entre dos personas: Queda, aunque también ha disminuido, en las clases humildes. Por otra parte, compadre (y comadre ionalmente), 8 tratamiento amistoso entre jenes se trataban entre side « compa- .' En Buenos ta Repablica no encabe c desconocidos, simples conceidos personas: hgadas por un acercamiento ocasional, Tampoco este uso de compadre Tega muy alto en Ta eseala social. La Academia lo anota como de Andalucia y otras partes (16+ edi- cidn, 3° acepe:) y Malaret lo da como americano general. Probablemente compadre, campadréa, compadrito,-con sus notas de desestimacion y de- signaciin corriente entre el pueblo bajo, han contribuido a hacer olvidar a compadre como modo de tratamiento en ciertas clases sociales. Histor! mente, segtin el siguiente texto de Lopez, compadre legs a desiguar al hom- bre de pueblo, debido al uso que hacia de tal palabra en el trato amistoso : wNo s6lo eran propietarias: las clases acomodadas, sino que lo eran también las inferiores, que pasaban por pabres, y que por menosprecia se les Hamaba populacha © compadritor, por la denaminacién de eompadre con que se tratahan entre sf, en ver dela de amigo » ow camarada w, (Hucia 1810}. VF. Lives, Ifiébirial we fa Ftepidliow Acgentina, IIT (eae. «gi3). pigs ¥99), Padrino, madvina; ahijado, -a, tienen mas uso como narratives que como vocalivos. * La sefiors Barta Elona Vidal de Battin que so nota en San Duis la tendencia a sbandonarlo, So trata de una tendeneia general, que, menos ripida en tos campos. y pro- vineiag, va onmplienda actualmonte una evolucién ya terminada en ta eapital. AVI, HL rdw ULSI THATAMIEATO TA La EENGUA i BIRENOS Abus iy Dentro de In casa viven los modos de trato propios de los sitvientes : sefor y sefiora para los duefios de casa (nunca seforita hablando a la sefio- ra de la casa, come puede sucedor en Espaia). Cuando hay un matrimonio joven y en lamisma casa viven los padres, se les llama sefior mayor, sefiora mayor, La sirvienta diré: w El sefior no esti en casau, «La sefiora me mandé al almacén », pero hablando con personas que no son de la casa dird el palréa, te patrona, o con el posesivo, marcando una mayor deter- minacion, mi patrdn, mi pairona: eu ta dad patrén, -a no son yocati- vos, pero si lo pueden scr'en ol campa, de donde provienen y en donde su uso és mis amplio '. Niko, -4. — Los sirvientes tratan o Jos hijos de los duefios de casa, sol- lercs, grandes o pequefios, con nifio, -a, de uso general er América, lrala- 1 os (Juan Maria jderex. Eleapitia depatricios, 1843 —\a acciin transcurre en 1810 —+ +» un mate servido por el negrillo, quien asuamo...: Abi viene ii nite» ; Santiago Galvadilla, Las beldades de mi tiempo, ote. Bip ne én varios paises de América un matiz de distincién : Peri, aan de Arona, Dice, de peruanismos ; Méjico, Pedro Henriques Urena, Ei espaiiol en Méjico, los Estadas Unitlos.y la América Central, pig. 192, nota), La oposiciin sefialada en estos dos paises (muchacho, plebeyo, nifto para las clases acomedadis) no existe en la Argentina, pero eitv como forma yocn- tiva es siempre tratamiento de abajo arriba; el portero de la casa de depar- tamentos, el mozo de la confiteria (en-este caso wifia alterna con seforita y aun con chica —v. infra —, nifio solo con sefior). En estos usos nifio, -a 10 tisnen limite de edad, pero silo se wsan para los solteros, aunque occasional mente |legen a hacerse extensives 4 la mujer casada, y, tanto para el hom- bre como para la mujer, perduran indefinidamente en boca de sit antignos. Los amos llamana los criados por el nombre, y de por o usted modos personales de encarar las relaciones con los sirvientes, ito que daban los negras esclavos alos. hijos de los a Gu Mobos be DIKIGINgE ¥ KEPERINSE A LOS NIN0s.— Hay siempre mayor efu- sin que enel trato de las personas mayores. Para hablar a los nifios se hace uso de una sorie de palabras carifiosas: monada, tesoro, encanto, rico, ricura, precioso, preciosura, viejo, viejilo(v. supra), vida, vidita, mi vida, santo, -a, ete. Frecuentes como vocativos son también moeosa, pibe, chico, + Blamo, micro hu desaparecide por complato de ta Lengua de Buenos Aires Se usé en el siglo pasado catre los megros esclavos y «quind hayan sida los sirvientes no esclavas, nmichos de ollox traidon de la campana, los que contribuyecon al mayor uso de jratriny a la desaparicién do.amo, En for beldades ce mi tiempo, Calzadilla dice amo yarian yeoes cunndo linen hablar « negros esclavos, pero pone pain en boca da una sirvienta (go ogee): «cg Palrm? esth muy bonito aguello que esceibi la esto me pide es nada menos «que Juanita mi sirvionta,.. » ma vex... vy quien, b20, FRIDA WEEER NF, 11 nene. El dltimo se uss mas en ta casa (quizd de laclase acomodada hacia arriba), los otros se oyen sobre todo en la calle, también en boca de des- conocidos. Los padres, hablando de sus hijos pequefios, dicen: «mis chicas », « mis nenes », « mis chiquitos», 0 con desconocidos, y con me- nos familiaridad, «mis hijos#. Segin la confianza, se oye preguntar: ag Cémo estan: sus hijos?», a¢Cémo estin sus nenes?», «g¥ sus chicos Mn, ag ¥ sus pibes?o. La palabra aifo s6lo se usa en la escuela. Maestras, directoras, etc., dirdn: 4j Nitios, no canversen!n (del habla familiar ha desaparecida, salvo. en boca de los criados, y. supra). Aun fuera dela escuela, los maestros lo usan refiriéndose a los alumnos: ¢ Hay que tener en cuenta que los niiios se pasan la mafiana sin tomar nada ». En lis tiendas se usa también : «sec: n nifios n, w topes para nifios », ete. ; la palabra siusa, pues, on todas las ocasiones en que hay que referitse ala infancia de modo impersonal wu oficial, y en que ya la palabra infancia misma no puede usarse. Em suma : va siendo casi un término téenico. Poro hasta hace poco, durante el siglo pasado y comienzos del presente, parece que hemos estado mis cerea del uso tspaiiol general de nifio, -a, Asien Las de Barranco, acto |: Vor de Manuelu. — ; Ln idiota sos vow! ¢ Qué te has creido? Dofia Marta eon toro de reeonvencién). — ; Manuela | de Manuela. —1 Estiipida ! Deita Maria fsofocada). — Disclpemie usted. Gian {jm i 1180 se consérva en el interior: por ejemplo, se emplea toda- én San Juan ¢ indudablemente en otras provincias '. Las mujeres usan el vocativo este nifio, esta nifa, etc. wn los que este se va apartando de! sistema que forma habitualmente con ese y agmel. Se oye mucho ontre las maestras én la esedela y fuera de ella, nosblo con nif, -a, sino Lambién con chico, -a (su squivalente fuera del ambiente escolar), muchatho, -a, ele., y naturalmente, se aplica més alla de ln infaneia: Esta chica, pero", alednceme el centimetro!n, «] Rosalia, esta chica, aptireso fy. Y una moestra, fuerw de la escucld, dirigiéndose a una senorita: Mire, esta chica, el libro no se lo puedo prestar». A veces, esta nlfia y sis equivalentes sustituyen al nombre desconocido de la persona a quien se invoca, olras es una formula rdpida que sefala y sustituyeal nombre, en ol ebal por el momento no se piensa; otras lo acompaiia. No sousa en la narracion *, + Ségdm dates de don Pedro Honviquer Urerta nifa, -« lo san et Chilo tas mujeres como vocative anite iguulés: Tambidn en Tax Antilles, pero sélo para clortos efectos on el didlogo : « —; Ay, no, nifio lx; « —Nifia :¢ sabes lo que ha pasado Px. Paro ae va usar do mis muehacho,,

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