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514 C13 EL existencialismo digresiones. Todavia de sus postreros afios se han publicado textos de discursos suyos en respuesta a diversos homenajes, como Kantsthese tiber das Sein (Francfort 1962), Die Frage nach dem Ding (Tubinga 1962 Die Technik und die Kebre (Pfullingen 1962), Zur Sache des Denken (Tubinga 1969) y otros escritores menores, articulos y conversaciones que retornan siempre al tema filoséfico’. Punto de partida. El problema ontol6gico.—Heideg- ger ¢s un estudioso incansable de Ia filosofia que ha Ilegado a un conocimiento muy vasto de las intas etapas del saber fi- loséfico: tanto de Ja filosofia antigua de grandes autores rie- gos como de la Escoléstica (de ésta muy parcialmente), de Kant y de los idealistas y, sobre todo, de las distintas cartientes fi loséficas de su tiempo. Y ha meditado muy profundamente en los grandes temas ontoldgicos y humanos. Las influencias que han obrado en Ja construccién de su pensamiento son por ¢s0 muy complejas. Pero hay unas cuantas Itneas de doctrina que han inspirado més especialmente Ia elaboracién de sus ideas y Ie han conducido a la construccién de su filosoffa como «uni- versal ontologia fenomenolégica», partiendo del andlisis de la existencia humana, como se diré luego. Ante todo, es patente Ia inspiracién de sus primeros estu- ios en Aristételes y en Ia Escoléstica, que han determinado su interés constante por el problema del ser, por la configuracién de Ia filosoffa como una ontologia. Su coleg Hartmann habia do también el retorno a la metafisica de lo real y a una ontologfa. Pero sus caminos son divergentes y no se advierten influencias mutuas. Heidegger, ademas, se adelant6 planteando 5 Véase en W. 1. Ricweensen, Heidenter. Throus re DaTS-oR ‘& [a crencie del furdumtento, te de A. Goulsh ie. Gancta Baccn (México 1940 De Manat en Suvancia fr de E. Gancts W rlovaa Avsenton ( fr, en Ercorial (1983), Replided® (Buenos ‘nines: Cinarnoe ig 199M te de RCo Madi la carn (iioenor Alves 1960) ek ios (Mex Martin Heidegger 515 primero estos temas. La constante preocupacién de nuestro fil6sofo por detvelar la verdad del ser, por enfocar toda la fi- losofia hacia el descubrimiento del ser y sus estructutas, le vie~ ne sin duda inspirada por su primera formacién en Aristoteles a través de Ia obra de Brentano y por su juvenil indagacién es- colistica sobre Escoto. Su segunda mayor influencia procede, sin duda, del descubrimiento de Kierkegaard y de su temética de la existencia concreta y singular del hombre, punto de par- tida del pensar existencialista, como se ha dicho. La influencia de la doctrina de M. Scheler sobre el hombre como fuente de todos los valores ha debido de ser también condicionante para la diteccién antropocéntrica de su pensamiento. Luego vino la asimilacién de la fenomenologia, que determind4u metodo exis- tencial, circunscrito al anélisis emocional de las dimensiones y del existir humano en su situacién concreta:'El camino para descubrir la realidad del ser, para este método fenomenolégico, es el puro andlisis descriptive de las estructuras sensibles tal como se presentan a la conciencia, abandonando como superada ya desde Kant toda investigacién racional de la Trascendencia, a que se remitia todo el estudio kierkegaardiano de la existen. cia 0 subjetividad humana, Solo que esta conciencia trascenden- tal de Husserl o el Cogito cartesiano han sido sustituidos por’el sum del existente humano como el lugar propio de Ja compren- sién del ser: De los andlisis sobre el tiempo de Kant en clave neokanti na y del historicismo de Dilthey ha recibido inspiracién Heideg- ger para su concepcién de la existencia humana como pura temporalidad ¢ historia, sin ningdn substrazo 0 ser sustancial, reducida a su realizacién contingente ¢ hist6rica. Asimismo se encuentra en general dependencia de la filosofia de la vida y sobre todo de Nietzsche. Nota comtin en ellos es el principi de la exaltacién del hombre y de los valores de la vida con- creta y existencial. Esta concepcién vitalista es esencialmente antiintelectualista y antiespiritualista, a la vez que actualismo negador de toda sustantividad, ya que hace consistir Ia existen- cia en puro proyecto y cuatinue proceso de realizacién bajo la sola norma de lo temporal Tales son las principales influencias que condicionan la nue- va cteacién existencialista. Heidegger ha elaborado, sin embar- go, un modo de filosofia propio y original.‘Enlazando con la antigua metaffsica del ser, ha pretendido desarrollar en nueva perspectiva una ontologia fundamental que, no obstante, siguien- do los procedimientos de la fenomenologia, se ha limitado al 56 CL. El existencialismo anilisis fenomenolégico del ser de la existencia humana y del ser de los demas entes en relacién con éste y en cuanto se hacen presentes en ella, El método fenomenolégico, ailems, yne no es discursivo, sino de simple «mostracién» de lo que apa- rece, deviene una hermenéutica que se aplica al existente hu- mano para inferpretar su estructura fundamental. La filosofia set, pnes, una «ontologia fenomenoldgica universal» que arran- ca del anilisis existencial del hombre. + Tal es el cometido de la obra capital Sein tind Zeit (Ser y Tiempo), que se prolonga en los esctitos siguientes, al meaos hasta la segunda fase en que la investigacién se abre més a la verdad del ser en general, Tratemos de extraer su contenido principal en cuanto lo permite la dificil terminologia y el esote- rismo de los vocablos nuevos creados por nuestro filésofo, cuya explicacién sigue torturando a Jos comentaristas. La larga Introduccién de la obra se titula: «Exposicién de Ia pregunta sobre el sentido del ser» (Frage wach dem Sinu vom Sein), su necesidad, estructura y preeminencia, Esta pregunta plantea el problema ontolégico y la afirmacién de la merafis ca, y fue el tema de las meditaciones de Platén y Aristételes Pero «cayé en olvido» por las sucesivas deformaciones de Ia filosofia, y Heidegger trata de reiterarla restaurando Ia investi gacién ontolégica. Sobre todo, Ia ontologia medieval, «mxime de las escuclas tomista y escotista», que discutié tanto el pro- blema del ser sin Iegar a fundamental claridad, acabé por su: primir la pregunta, Tres razones dieron para darla por super- flua: 4que el ser es el mas universal de todos los conceptos, 4 el ser es indefinible y que ¢s, por otra parte, el mas comprensi: ble de todos. Pero Heidegger, invocando dos textos de Aristé teles y uno de Santo Toras, «deducen que si, en efecto, vivi mos en una comprensién imperfecta del ser, pero su sentido permanece en la oscurided y la misma indefinibilidad del con: cepto induce a reiterar la pregunta por el ser Se trata entonces de presentar adecuadamente «la pregunta fundamental» que interroga por el sentido del s iendo su estructura, pues ella habra de Hevarnos a la compren la respuesta, En ella ha de distinguirse primero «aa que se pregunta» (Erfragtes): lo interrogado o buscado es el set, «aquello que determina a los entes en cuanto entes» como objeto formal de todas kis cosas que «son> y Iamamos entes. «Aquel al que se interrog.i» por cl ser de los entes, que debe ser tun ser capaz. de responder, de comprender la pregunta y de dar tun sentido al set por el que se pregunta. Este ser interrogado lartin Heidegger 517 (Befragtes), un ser privilegiado, «él mismo determinado esen- cialmente por aquello por lo que se pregunta en él, que es el ser, es el ente que somos nosotros mismos (los que pregunta- mos) y que tiene, entre otras cosas, la posibilidad de ser del preguntar; lo designamos terminolégicamente como el Dasein» Este «ente del cardcter de Dasein tiene una relacién especial a Ia pregunta misma que interroga por el ser ®, Ya tenemos la palabra clave del pensamiento heideggeriano, repetida constantemente en la obra, Es el término de Daseint con que designa siempre al existente humano, el modo de ser que somos nesotros; en una palabra, el hombra’En la filoso! germana, en Kant, Hegel, y hemos visto en Hartmann, Dasein ignificaha simplemente la «existenciay en oposicién a Ia esen- cia (Sosein 0 Wassein) de todos los entes} Heidegger lo toma en su acepcién etimolégica y lo refiere siempre al hombre: Da-sein significa ser-abi y, a la vez, el abi del ser. Bs decir, el hombre esté abi como el abi del ser, como el lugar Sntico en donde el ser se revela. «El Dasein humano se comprende en su ser.» ‘A este ente que es el hombre le es peculiar a relacién especial al ser (das Sein), el estar abierto a él mismo, porque tiene la propiedad de hacer transparente (durchsichtlich = ver a través de él) el Ser en su sentido ontoldgico, «La comprensidn del ser (Seinsverstdndnis) es ella misma una determinacién de ser del Dasein. Lo Snticamente peculiar del ser-abé reside en que es ontol6gico» ’ lemente, y son llamadas ¢ tiene ese privile- gio de ser interrogante del ser (Sein) y de explicar esta pregun- ta, manifestando, a través de sus estructuias fundamentales, s constitucién del ser. Por eso afirma que el Dasein humano tiene sobre los demas entes «una preet Sntico-ontolégi 518 C13. El existencialismo cu», porque no solamente es un ente determinado en su set y «el més seftalado entre todos los entes», sino que es ademés un «ser ontolégico> cuya «modalidad esté en la comprensién ser», en la originalidad de comprender su propia existencia y de comprender el ser de todos los entes de una forma distinta de la de su ser-abi. Y es, por eso, «la condicién de Ia posibili- dad de todas Jas ontologias» *. Heidegger va a barajar con fre- cuencia la distincién, siempre oscura, de lo éntico y lo ontolé- ico. Esta diferencia se funda en la diferencia entre el ser (Sein) y el ente (Seiend). Considerando el ente simplemente como lo lo que es, tenemos el punto de vista dntico. Pero podemos tra- tac de comprender el ser de este ente, en su estructura funda- mental y en su relacién constitutiva y manifestacién a través del Dasein, y entonces se pone el problema ontoldgico. Los en- tes son estudiados en su realidad fictica por las ciencias a tra- vés de las categorias, Ins cuales han de presuponer su constitu- cién ontolégica en ef mundo por mediacién del Dasein, que ha de dilucidar el sentido del ser en general, Por eso, advierte que «el preguntar ontoldgico es anterior al preguntar Sntico de las ciencias positivas» *. Y todavia afiade que a esta compren- sin del ser se presupone una primera comprensién «preonto- I6gica» © vulgar de nuestro ser, de donde parte, porque el Dasein nos es Gnticamente lo més cercano (pues ‘somos nos- otros), pero ontoldgicamente o como conocido «lo més lejano» . EI problema ontolégico, 0 del sentido del ser, pasa en se- guida a ser el problema existencial al definirse asimismo el Da- sein como existencia. La esencia del «ser-uhi» consiste en su existencia, afirma reiteradamente Heidegger"; La existencia (Existenz) tampoco es equivalente a la nocién tradicional de «existencia», sino que designa también la determinacién de ser peculiar del’ Dasein humano. Porque el «ser-ahi se comprende 4 sf mismo partiendo de su existencia, de una posibilidad de ser él mismo 6 no él mismo». La comprensién, pues, del ser gue constituye el Dasein deriva de su caricter de Existenz, de ser tarea de su propia realizacién, como un haz de posibilida- des. «El ser-abi es en cada caso su posibilidad... y, por ser esencialmente su posibilidad, puede este ente, en su ser, elegir- se a sf mismo», establecer su propio proyecto de existir. Por «so «el término ser-abi con que designamos este ente no expre- sa su qué es, como mesa, dhol, sino el ser", Heidegger afit- Martin Heidegger 319 ma no sdlo «la preeminencia de la existentia sobre la essentian en este ser del hombre, sino incluso que la propia sustancia del hombre es su existencia®. Pese a sus protestas posteriores, la ontologia de Heidegger es netamente existencialista,- En consecuencia, toda la ontologia heideggeriana, su esfuer- zo explicativo de que la pregunta sobre el sentido del ser ad. quiera una inflexidn existencial, se configura como una anali- tica del existente humano, «De ahi que la ontologia fundamen- tal... tenga que buscarse en la analitica existencial del ser-ahi» EL término de «analiticay lo toma de Kant, para quien seria el «negocio de los fil6sofos», el tema de hacer comprensibles «los secretos juicios de la razén comtin» = El método fenomenolégico sera el camino propio de esta analitica existencia, Paca*Heidegger, la fenomenologia «signi. fica primariamente un método que no caracteriza el gué mate. rial de los objetos materiales de la investigacién filoséfica, sino el cémo formal de ésta». Quiere atenerse a la maxima: ja las cosas mismas!, tratando de conocer «lo que es comprensible de suyo» en ellas, sin adoptar prejuicios 0 nociones preconce- bidas. El sentido de la misma intenta extraerlo del significado original de Ia palabra «fenémeno», que no es la simple apatien, cia, sino «lo que se muestra en sf mismo». Y logos, que implica In funcién de apophansis, de «sacar de su ocultamiento al ente de que se habla y permitir verlo, descubrirlo como no-ocults (alethes)», donde empieza a esbozatse la nocién de verdad como desvelamiento del ser. La fenomenologia, por tanto, como ciencia de los fenéme. nos, tratard de mostrar el ser de los entes «tal como se mues- tra en s{ mismo», Su procedimiento seta primero «desctipti- vo», que es la forma de aprehensién y explanacién «intuitiva y original de los fenémenos», muy distinta de su visién acci, dlental ¢ irreflexiva. Mas como fenomenologfa propia, tal des. criptiva tended el sentido de una interpretacion o hermencuti- ca, mediante Ia cual se dan a conocer el sentido propio del set del Dasein y sus estructuras fundamentals De ahi Ia dable definicién en que Heidegger concluye: que * «la ontologia slo es posible como fenomenologia». Y puesto que ontologia y fenomenologia no son dos disciplinas que pe fenecen con otras a la filosoffa, sino dos nombres que carac- terizan a la filosoffa misma, de ‘ahi la definicién general: «la filosofia es la ontologia universal y herrwacutica del "Dasein’ | “is Thidee na pdt a.

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