Se murió Don Luis

Don Luis de los Santos, 80 años, portero del Laboratorio de la Regional Norte de la Universidad,
encontrado muerto el 22/3/2001 a las 06:50 hs. en su puesto de trabajo. Jamás quiso jubilarse. Jamás
faltó. Jamás llegó tarde.

Salto, 24 de marzo de 2001

Se murió Don Luis. Teresita y Verónica lo encontraron derrumbado tras la heladera, los ojos abiertos,
los bifocales puestos, las llaves en su mano. Aquella mañana de lluvia y tormenta había marcado la
tarjeta a las 06:29. Como siempre había ido caminando. Como todos los días desde hace más años que
los que nadie recuerde.

Se murió Don Luis. Y con él muere una forma de ver el Laboratorio. Su laboratorio. Porque Don Luis
tenía el atrevimiento de pensar que las cosas eran de él, que debía controlarlas, ver cómo se iban, ver
cómo llegaban. El atrevimiento de considerar que el laburo es algo más que un sueldo. Que puede
llegar a ser la propia vida. El atrevimiento de ponerse a arreglar enchufes o microscopios, cuando a él
no le tocaba.

Se murió Don Luis. Ahora las hojas de la vereda podrán por fin bailar alegremente durante días o
semanas, sin el temor a que su escoba infalible las junte a la espera del barredor municipal. En adelante
el otoño tendrá mayor duración y menos preocupaciones, lejos de la mirada vigilante del portero a
quien nada escapaba.

Se murió Don Luis. Una extraña alegría me viene al corazón: la alegría del privilegio de haberlo
conocido, de haber tratado con un hombre identificado con su lugar de trabajo, un vivo símbolo del
Laboratorio. Un caballero de los de antes, de esos de camisa blanca y corbata, y reloj pulsera de
cuerda. De esos que jamás llegan tarde, y que si te dicen sí, es sí, y si te dicen no, sabés que es no y
que no puede ser sí.

Se murió Don Luis. Y un extraño pesar de andén mirando al tren que se aleja invade mi ser.

Don Luis se fue a su manera, como él lo quería. Mirando de frente, las llaves en la mano, cuidando la
portería.

Buen viaje, compañero.

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