asunto argumental

arito

valeria (una quinceañera común) no pensó, en ningún momento, que un piercing en medio
de la lengua, desencadenaría una tarde de furia en su familia. cacho y marta, sus padres, re-
accionan ante el hecho consumado del arito en la lengua, con una progresiva escala de re-
proches, pasando por todos los lugares comunes de la recriminación. sin embargo, lo que
empezó como otra de esas discusiones de padres e hijos, se sale de su cauce: en el fragor de
la discusión, marta revela que valeria es el fruto de un embarazo no querido, que afectó, ne-
gativamente, su proyecto de vida. tras confesar lo inconfesable, ¿qué mejor que dar marcha
atrás y aceptar que el arito, no queda tan mal después de todo? aquí no ha pasado nada y
esta familia sigue como si aquellas palabras nunca fueron dichas.

sinopsis

marta prepara la mesa para el almuerzo familiar. valeria, su hija acaba de llegar de la calle.
marta le recrimina su retraso cuando percibe algo extraño en ella. la mira y se horroriza. a
gritos, llama a cacho, su marido, que está arreglando un auto en la calle. señala a su hija y
le hace ver a cacho, lo irremediable: valeria se ha puesto un piercing en medio de la lengua.

a partir de aquí, los padres reaccionan en forma desmedida, con una catarata de reproches
que, por momentos, roza lo tragicómico. el arito se transforma en un elemento demoníaco:
que la va a marcar a valeria para toda la vida, que no va a poder conseguir trabajo, que es
una forma de culpar a sus padres, que es una tragedia en la familia. valeria asiste atónita a
la escalada de recriminaciones, que empieza a tomar un giro imprevisto cuando cacho desli-
za, un inocente, “al final, no sé para qué tantos sacrificios”.

desde este momento, olvidándose del piercing de valeria, marta enfrenta a cacho, pasándole
viejas facturas por la manera que se desarrolló su vida. en el fragor de la discusión, marta
cruza un límite impensado: revela que valeria es el fruto de un embarazo no querido, que
los llevó a un casamiento forzado y a esta realidad gris que comparten. valeria, conmovida,
exige que le respondan si no fue querida, si hubieran preferido que no naciera. cacho y mar-
ta callan. ¿cómo seguir? ¿cómo retroceder y continuar con la vida de todos los días?

fácil. cacho recrimina a marta por su oposición por un arito, que “casi no se ve”. pega un
par de gritos y acuerdan que, en realidad, no queda tan mal después de todo y que hasta son
capaces de admirarlo, haciéndole abrir la boca a valeria para contemplarlo. señores: aquí no
ha pasado nada y esta familia sigue como si aquellas palabras nunca fueron dichas en el ca-
lor de la discusión.