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4.2. FRICCIÓN.

La fricción es la resistencia al movimiento que ofrecen dos cuerpos en


contacto en movimiento relativo.

Sus efectos son apreciados en varios procesos de manufactura como


por ejemplo durante la operación de forjado, se forma lo que se
denomina abarrilamiento en la cual se impide el flujo del metal
debido a la fricción contra las superficies del dado. Ciertas
operaciones requieren fricción, por ejemplo, el laminado. Sin la
fricción el material de abajo no podría ser arrastrado dentro de la
estrecha separación entre los rodillos. Los efectos de la fricción
pueden redundar en un efecto positivo o negativo según lo que se
busque, y perjudicial en todos los procesos tribológicos.

La fricción se puede presentar de dos formas, el coeficiente entre la


fuerza necesaria para iniciar el movimiento y el peso, se le denomina
coeficiente de rozamiento estático, siendo mayor la fuerza requerida
para iniciar el movimiento que para mantener el movimiento, y a éste
se le denomina coeficiente de rozamiento dinámico.

Cuando el bloque esta a punto de moverse (movimiento inminente),


la fuerza horizontal F alcanza un cierto valor (llamado F s ) que vence
la fricción y el bloque comienza a deslizarse. Esto define el coeficiente
de fricción estática -µ s- :
El coeficiente de fricción cinético es el que se aplica en la mayoría de
los procesos por el movimiento relativo entre las superficies
involucradas. Esta se define como:

Donde µ k = coeficiente de fricción cinético, F k = fuerza cinética


(aprox. 75% de la fuerza estática) y N = fuerza normal.

Una explicación de la fricción aceptada comúnmente es la teoría de la


adhesión, la cual sostiene que dos superficies deslizantes (no
lubricadas) están en contacto una con la otra sólo en una pequeña
fracción del área aparente entre ellas. Esto es verdad aun cuando las
superficies sean bastante lisas. Cuando se observan en una vista
ampliada, cada superficie se caracteriza por asperezas microscópicas
que hacen contacto con su opuesta sólo en ciertos puntos. Estos
puntos comprenden el área real de contacto A r entre las dos
superficies las cuales soportan la carga normal incrementándose los
esfuerzos en dichos puntos ocasionando deformaciones plásticas y
adhesión en algunos casos, como se aprecia en la Figura.

Estos contactos están influenciados por el tipo de materiales en


contacto y su condición (qué tan limpia y seca está la superficie, por
ejemplo). Para romper estos enlaces adhesivos conforme las
superficies se mueven, una con respecto a la otra, se requiere un a
fuerza F , la cual se aplica contra las uniones como una fuerza
cortante. Estas conexiones suman un área equivalente al área real de
contacto. De la misma manera, la fuerza normal N implica la
resistencia a la fluencia del material (la resistencia a la fluencia del
material más débil) aplicada sobre el área real de contacto. Entonces
podemos definir el coeficiente de fricción de acuerdo a la teoría de la
adhesión como:
Donde T = esfuerzo cortante e Y = esfuerzo de fluencia a la
compresión de la aspereza. Para la mayoría de los materiales esta
ecuación predice un valor más alto que el normalmente observado.
Sin embargo, parece más realista cuando consideremos que la
adhesión ocurre probablemente en una cierta fracción de las
asperezas debido a la variación en la altura de dichas asperezas, a la
limpieza y otros factores. En los casos donde se fuerzan dos metales
en estrecho contacto, el coeficiente de fricción alcanza valores muy
altos.

4.2.1. Fricción Seca.

Se presenta por deslizamiento o por rodadura cuando un objeto


sólido seco, es movido tangencialmente con respecto a otra superficie
o cuando intenta hacer tal movimiento.

4.2.2. Fricción Fluida.

Es la resistencia al movimiento que ofrece un fluido interpuesto entre


dos superficies con movimiento relativo, debido al rozamiento entre
sus capas moleculares.

4.2.3. Causas de la fricción.

Los factores más relacionados con todos los procesos tribológicos


son:

Lubricación. Una película apropiada interpuesta entre dos


superficies reduce la fricción entre dos elementos.
Carga. Reduce el espesor de la película lubricante, pero incrementa
la cohesión entre sus capas. Influye directamente en la fricción y es
un factor que no se puede controlar, ya que hacen parte de los
mecanismos: su propio peso, y la carga que transmite.

Geometría de las partes. La forma de los elementos influye


considerablemente: por deslizamiento o por rodadura.

Perfil de la superficie metálica. El método y el proceso de


mecanizado y el estado de las superficies tienen una notable
influencia en la fricción y el desgaste, tanto de orden mecánico como
físico, la cual se manifiesta en: asentamiento, fijación y extensión de
la película lubricante, resistencia y continuidad de la película del
lubricante, proceso de desgaste, fenómenos de la fricción, régimen de
lubricación.

Materiales. Dependiendo del tipo de material y aleaciones presenta


un mayor o menor coeficiente de fricción.

También es importante conocer los tratamientos térmicos,


mecanizados, etc., una pieza metálica mecanizada no solo es definida
dimensionalmente, se ha de tener en cuenta el tipo de estructura, la
cual esta compuesta por la capa absorbida, superficial amorfa,
subyacente, y las internas.

Tolerancias en el diseño de elementos mecánicos. Se deben


calcular exactamente para evitar que se puedan producir daños
debido a la falta de película lubricante cuando las tolerancias son muy
reducidas. Unos de los factores que se deben tener en cuenta: la
temperatura de funcionamiento, carga, velocidad, lubricante a
emplear, contaminantes en la atmósfera, materiales empleados y las
áreas de contacto.

Acabado superficial. El coeficiente de rozamiento es mayor cuando


la superficie es áspera y menor para superficies pulidas.
Adhesividad. Esta relacionada con la capilaridad superficial del
lubricante el cual dependerá del acabado superficial. Las
irregularidades ayudan a retener el lubricante permitiendo una mayor
adherencia.

Temperatura de operación. Esta determinada también por el acabado


superficial, a mayor aspereza incrementa su temperatura.

Partículas abrasivas. Estas pueden ser causadas por desprendimientos


superficiales o por contaminación atmosférica; aumentando
directamente la fricción.

Toda máquina y elemento es diseñado y construido para realizar un


trabajo, el cual se puede ver afectado indirectamente por algunas de
las causa mencionadas anteriormente y las cuales las podemos
apreciar en: generación de calor, pérdida de potencia, y daños
superficiales. Esto ocasiona incrementos en los costos de producción
y mantenimiento del equipo.

El control de la fricción se realiza desde los diseños de la máquina o


elemento, materiales adecuados, acabados superficiales, propiedades
de los lubricantes.

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