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Constitución de 1871

(16 de octubre de 1871)

En presencia de Dios, Supremo Legislador del Universo, y en nombre del pueblo


salvadoreño, el Congreso Nacional Constituyente decreta, sanciona y proclama la
siguiente Constitución.

Título I. De la Nación
Artículo 1.- La nación salvadoreña es la asociación política de todos los salvadoreños.

Es soberana, libre e independiente, y no podrá ser jamás el patrimonio de ninguna


familia ni persona.

Artículo 2.- La soberanía es inalienable e imprescriptible y limitada a lo honesto, justo


y conveniente a la sociedad; reside esencialmente en la universalidad de los ciudadanos;
ninguna fracción de pueblos o de individuos puede atribuírsela, y su ejercicio está
circunscrito originariamente a practicar las elecciones conforme a la ley.

Artículo 3.- Todo poder público emana del pueblo; los funcionarios son sus delegados
y agentes, y no tienen otras facultades que las que expresamente les da la ley. Por ella
ordenan, juzgan y gobiernan; por ella se les debe obediencia y respeto, y conforme a
ella deben dar cuenta de sus operaciones.

Artículo 4.- El territorio de El Salvador tiene por limites, al Este el Golfo de Fonseca;
al Norte las Repúblicas de Guatemala y Honduras; al Oeste el río de Paz y al Sur el
Océano Pacífico. La demarcación especial será objeto de leyes secundarias.

Artículo 5.- El Gobierno de la Nación Salvadoreña es republicano, popular,


representativo y alternativo; y será ejercido por tres poderes distintos e independientes
entre sí, que se denominarán Legislativo, Ejecutivo y Judicial.

Artículo 6.- La Religión Católica, Apostólica romana es la del Estado, y el Gobierno la


protegerá. Se tolera el culto público de las sectas cristianas en cuanto no ofendan a la
moral ni al orden público.
Título II. De los salvadoreños y ciudadanos
Artículo 7.- Son Salvadoreños naturales:

1. Todos los nacidos en el territorio de El Salvador, excepto los hijos de


extranjeros no naturalizados.

2. Los hijos de extranjero con salvadoreña o viceversa nacidos en el territorio


de El Salvador.

3. Los hijos nacidos en país extranjero de salvadoreños no naturalizados en él.

Artículo 8.- Son salvadoreños naturalizados: los extranjeros que conforme a las leyes
anteriores hayan adquirido esta calidad y los que en lo sucesivo la obtengan, según las
reglas siguientes:

1. Los hispanoamericanos que obtengan carta de naturaliza de la autoridad


gubernativa, quien la concederá al que compruebe un año de vecindario en la
República y su buena conducta.

2. Los demás extranjeros que soliciten y obtengan carta de naturaleza, ante


cualquier autoridad gubernativa, comprobando previamente dos años de
vecindario y buena conducta;

3. Los que obtengan carta de naturaleza del Cuerpo Legislativo.

Artículo 9.- Son ciudadanos todos los salvadoreños mayores de veintiún años y de
buena conducta, que tengan además alguna de las cualidades siguientes:

1. Ser padre de familia o cabeza de casa;

2. Saber leer y escribir, o tener un modo de vida independiente.

3. También son ciudadanos los mayores de dieciocho años, que obtengan grado
literario.

Artículo 10.- Los derechos de ciudadano se suspenden:

1. Por auto motivado de prisión en proceso criminal que no dé lugar a


excarcelación garantida;

2. Por ser deudor fraudulento legalmente declarado, o deudor a las rentas


públicas requerido ejecutivamente de pago;

3. Por conducta notoriamente viciada o vagancia calificada;

4. Por enajenación mental;

5. Por interdicción judicial.


Artículo 11.- Pierden la calidad de ciudadanos:

1. Los condenados por delitos que no admiten excarcelación garantida.

2. Los que, residiendo en la República, admitan empleos de otra Nación sin


licencia del Poder Legislativo.

3. Los que se naturalicen en país extranjero.

4. Los que vendan su voto en las elecciones populares.

Artículo 12.- Sólo los ciudadanos en ejercicio pueden obtener en la República destinos
o cargos públicos.

Título III. De los extranjeros


Artículo 13.- Los extranjeros residentes en cualquier punto de El Salvador, están
obligados a todos los impuestos ordinarios y deberes que tienen los salvadoreños; y en
el caso de ser indebidamente molestados en sus personas y propiedades, tendrán las
mismas garantías que los naturales, para perseguir en juicio a los atentadores y
ofensores; y serán oídos y atendidos como aquéllos en los tribunales.

Del mismo modo recurrirán los extranjeros, cuando tengan que deducir algún derecho
contra la Nación, al tribunal designado por la ley para igual caso a los salvadoreños.

Artículo 14.- Los extranjeros no tomarán parte bajo ningún pretexto en las elecciones
populares, ni en las cuestiones políticas del país; y en caso de contravención serán
penados conforme a la ley.

Artículo 15.- Los extranjeros pueden adquirir bienes raíces en la nación; pero no por
eso puedan exonerados dichos bienes de los cargos legales que pesarían sobre ellos, si
estuvieren en manos de salvadoreños.

La circunstancia de casarse un extranjero con salvadoreña, no quita a ésta su calidad de


salvadoreña, ni sus bienes quedan eximidos de los impuestos y contribuciones a que
están sujetos los de los demás salvadoreños.

Artículo 16.- Los hijos de extranjeros nacidos en la República y emancipados conforme


a la ley, deberán manifestar dentro de un año después de la emancipación ante la
autoridad respectiva, si aceptan o no la nacionalidad salvadoreña; mas si no lo verifican,
se tendrán por naturalizados.
Título IV. De las elecciones
Artículo 17.- Las elecciones de las Supremas autoridades, salvo las excepciones que
adelante se establecen, serán directas, y la ley reglamentará la manera de verificarlas.

Artículo 18.- La base del sistema electoral es la población. A este fin se dividirá el
territorio de la República, en círculos, distritos y cantones. Se formarán registros de los
ciudadanos de cada cantón; los inscritos en ellos tendrán voto únicamente.

Artículo 19.- Cada círculo constará de treinta mil almas y elegirá un Senador
propietario y un suplente; y cada distrito de quince mil y elegirá un Diputado
propietario y un suplente. Los círculos y distritos que no puedan formarse de los
números de almas expresados, con tal que no bajen los primeros de dieciséis mil y los
segundos de ocho mil, elegirán sin embargo Senador y Diputado. Si bajasen de estos
números se agregará a los más inmediatos para sufragar con ellos.

Título V. De las cualidades necesarias para obtener


destinos de los Supremos Poderes
Artículo 20.- Para ser Presidente de la República se requiere:

1. Ser natural de El Salvador;

2. Haber cumplido treinta y tres años de edad y no exceder de sesenta y cinco;

3. Estar en ejercicio de los derechos de ciudadano sin haberlos perdido cinco


años antes inmediatos a la elección;

4. Ser de notoria honradez e instrucción; y

5. Poseer una propiedad raíz libre de todo gravamen que no baje de diez mil
pesos situada en el territorio de la República.

El Presidente no podrá hipotecar ni enajenar estos bienes, durante el ejercicio, de sus


funciones ni dos años después. Los hijos de las otras secciones de Centroamérica
podrán ser electos presidentes de la República reuniendo las condiciones siguientes:

1. Tener quince años de vecindario en El Salvador, inmediatos a la elección y


no haber perdido cinco años antes la ciudadanía;
2. Poseer en El Salvador bienes raíces libres de todo gravamen que no bajen de
veinticinco mil pesos, sin poderlos hipotecar ni enajenar durante el período
presidencial ni dos años después.

3. Haberse casado con salvadoreña.

4. Haber prestado servicios importantes a la República; y

5. Tener treinta y tres años de edad y no pasar de sesenta y cinco.

Para ser vicepresidente se requieren las mismas cualidades en los respectivos casos.

Artículo 21.- Para ser Senador se requiere:

1. Haber cumplido treinta y tres años de edad;

2. Ser natural de la República con vecindario de un año en el departamento que


elige;

3. Tener un capital saneado que no baje de dos mil pesos en bienes raíces
ubicados en territorio de El Salvador;

4. Ser de honradez e ilustración notorias; y

5. No haber perdido los derechos de ciudadano en los cinco años anteriores a la


elección.

También pueden ser Senadores los naturales de las otras repúblicas de


Centroamérica, con tal que tengan cinco mil pesos en bienes raíces saneados y
ubicados en la República y diez años de vecindario en ella con el último en el
departamento que elige y reúnan las otras condiciones indicadas en el inciso
anterior.

Artículo 22.- Para poder ser electo representante a la Cámara de Diputados se requiere:

1. Ser mayor de veinticinco años,

2. De notoria honradez;

3. No haber perdido los derechos de ciudadano dos años antes de la elección; y

4. Ser natural de Centroamérica con vecindario de cinco años en El Salvador y


uno en el distrito que elige.

Los Senadores y Diputados suplentes tendrán respectivamente las mismas cualidades


que se exigen a los propietarios.

Artículo 23.- Ningún eclesiástico podrá obtener cargo de elección popular.


Artículo 24.- Los miembros del Cuerpo Legislativo son representantes de toda la
República y no del círculo o distrito que elige.

Artículo 25.- Para ser Magistrado del Supremo Tribunal de Justicia, se requiere:

1. Ser natural de la República o Centroamericano naturalizado en ella;

2. En actual ejercicio de la ciudadanía;

3. Tener treinta años de edad;

4. Ser abogado de esta República, de conocida honradez e ilustración;

5. Haber ejercido la profesión por espacio de cuatro años en El Salvador, o por


dos años la Magistratura o la Judicatura a satisfacción del público; y

6. Tener un capital de dos mil pesos, o prestar una fianza por igual cantidad.

Iguales condiciones se exigen para los Magistrados suplentes.

Artículo 26.- Es incompatible la calidad de Magistrado con la de empleado de los otros


poderes.

Artículo 27.- No podrán fungir simultáneamente como magistrados los consanguíneos


entre sí dentro del cuarto grado ni los afines dentro del segundo. Contraviniéndose a
esta disposición serán nulas las elecciones posteriores a la primera.

Artículo 28.- Ningún empleado de nombramiento del Ejecutivo podrá ser electo
Senador o Diputado sino después de seis meses de haber cesado en el ejercicio de sus
funciones.

Artículo 29.- Ni los Senadores ni los Diputados podrán obtener durante el periodo
porque han sido electos destino alguno de nombramiento del Ejecutivo ni pensión,
distintivo o emolumento acordado por el mismo poder, y si contraviniendo a esta
prohibición, aceptaren alguno, dejarán por el mismo hecho de ser representantes a las
Cámaras, y perderán los derechos de ciudadano por cinco años sin lugar a
rehabilitación.

Los jueces de primera instancia no pueden ser Diputados ni Senadores.

Título VI. Del Poder Legislativo y su organización


Artículo 30.- El Poder Legislativo será ejercido por dos Cámaras: una de Diputados y
otra de Senadores electos en los términos que quedan referidos, serán independientes
entre sí; se reunirán cada año sin necesidad de convocatoria del primero al quince de
enero y sus sesiones no podrán pasar de cuarenta. Un número menor de representantes
en cada una de ellas tiene facultad para tomar inmediatamente todas las medidas que
convenga, a fin de hacer concurrir a los demás hasta conseguir su plenitud.

Artículo 31.- La mayoría de los miembros de cada Cámara será suficiente para
deliberar pero cuando se hallen menos de los dos tercios de los electos, el
consentimiento de las dos terceras partes de los presentes será necesario para toda
resolución legislativa.

Artículo 32.- Abrirán y cerrarán sus sesiones a un mismo tiempo, ninguna de ellas
podrá suspenderlas ni prorrogarlas más de tres días sin anuencia de la otra, ni trasladarse
a otro lugar sin convenio de ambas.

Artículo 33.- La Cámara de Diputados se renovará en su totalidad cada año y siempre


podrán ser reelectos sus miembros.

La de Senadores será renovada por tercias cada año, de modo que a los tres quedará
completamente nueva. En los dos primeros años se hará sorteo por la misma Cámara
para designar los que hayan de ser renovados.

Título VII. De las facultades peculiares a cada Cámara


Artículo 34.- Corresponde a cada una de las Cámaras sin intervención de la otra:

1. Calificar la elección de sus miembros respectivos y aprobar o reprobar sus


credenciales.

2. Llamar a los suplentes en caso de muerte o imposibilidad de concurrir de los


propietarios.

3. Admitir la renuncia que les hagan por causas legalmente comprobadas.

4. Formar su reglamento interior, y exigir la responsabilidad a sus propios


miembros, estableciendo el orden porque deben ser juzgados, tanto por faltas
graves en el ejercicio de sus funciones, como en los casos que establece el
Artículo siguiente.

Artículo 35.- Los representantes de la Nación son inviolables. En consecuencia ningún


Diputado ni Senador será responsable en tiempo alguno por sus opiniones ya sean
expresadas de palabra o por escrito.

Desde el día de la elección hasta quince días después de haber recesado el Poder
Legislativo, no podrá seguirse ni iniciarse contra ellos ningún juicio civil.
Tampoco podrán ser juzgados desde el día de la elección hasta el receso por los delitos
graves que cometan sino es por su respectiva Cámara para sólo el efecto de deponer al
culpado y someterlo a los tribunales comunes.

Por los delitos graves que cometan durante los quince días subsiguientes al receso, serán
juzgados por el Juez común competente pero no podrán ser presos ni llamados a
declarar sino pasados dichos quince días.

Por los delitos menos graves y faltas que perpetren desde la elección hasta quince días
después del receso, serán también juzgados por el Juez común competente; mas no
podrán ser presos, ni llamados a declarar sino trascurridos los quince días referidos.

Cuando en el periodo indicado un representante sea tomado en flagrante delito, la


autoridad común podrá ponerlo preso dando cuenta con él y con las diligencias
instruidas a la respectiva Cámara dentro de veinticuatro horas si estuviere reunida; y si
no lo estuviere lo pondrá libre dentro del mismo término, no pudiendo volver a ser
preso sino trascurridos los quince días mencionados.

Título VIII. De las atribuciones del Poder Legislativo


Artículo 36.- Corresponde al Poder Legislativo:

1. Decretar, interpretar, reformar y derogar las leyes secundarias.

2. Erigir jurisdicciones y establecer en ellas, tribunales y jueces para que a


nombre de la República, conozcan, juzguen y sentencien sobre toda clase de
causas o negocios civiles y criminales.

3. Designar las atribuciones y jurisdicciones de los diferentes funcionarios.

4. Nombrar en Asamblea General a los Magistrados de la Suprema Corte de


Justicia.

5. Establecer impuestos y contribuciones sobre toda clase de bienes y rentas


con la debida proporción; y decretar empréstitos forzosos en casos de invasión
o guerra legalmente declarada, con tal que no basten las rentas públicas,
ordinarias, o no se pudieren conseguir empréstitos voluntarios.

6. Facultar al Poder Ejecutivo para que contrate empréstitos voluntarios dentro


o fuera de la República, cuando una grave y urgente necesidad lo demande, sin
poder exceder el valor de dichos empréstitos de la mitad de las rentas públicas
de un año, calculadas por el del precedente, y no se podrá negociar nuevo
empréstito sino hasta que esté pagado el anterior.
7. Fijar y decretar anualmente los presupuestos de los gastos de la
administración pública, arreglando el manejo e inversión de las rentas de modo
que sean atendidas de preferencia la instrucción pública y la pronta
administración de justicia; y consignar una renta suficiente para pagar el
presupuesto especial de los Poderes Legislativo y Judicial, la cual será
recaudada y manejada por un tesorero peculiar nombrado por el primero de los
poderes referidos.

8. Tomar en Asamblea General cuenta detallada y documentada al Ejecutivo de


todos sus actos oficiales, y en particular de la inversión de las rentas públicas
durante el año anterior. Calificar y reconocer la deuda nacional, designando
fondos para su amortización.

9. Crear y organizar el ejército y milicias de El Salvador y conferir los grados


de Coronel inclusive arriba.

10. Procurar el desarrollo de la instrucción pública en todos los ramos del saber
humano, decretando estatutos y métodos adecuados.

11. Arreglar los pesos y medidas, promover las vías de comunicación; decretar
las armas y pabellón de la República, y determinar la ley, peso y tipo de la
moneda.

12. Conceder a personas o poblaciones títulos, distinciones honoríficas y


gratificaciones compatibles con el sistema de gobierno establecido, por
servicios relevantes a la patria; asignar, aumentar o disminuir sueldos a los
funcionarios y empleados; crear y suprimir empleos.

13. Decretar y conceder premios o privilegios por tiempo determinado a los


introductores de industrias nuevas, provechosas al país y acordar privilegio
exclusivo para el inventor de un descubrimiento de grande utilidad.

14. Declarar la guerra y hacer la paz con presencia de los datos que le
comunique el Poder Ejecutivo.

15. Conceder amnistías, indultos y conmutaciones de penas, con vista, en los


dos últimos casos, del informe favorable a la parte solicitante, dada por el
Supremo Tribunal de Justicia.

16. Declarar y proclamar en Asamblea General la elección del Presidente y


Vicepresidente de la República y hacerla cuando no resulten electos
popularmente. Nombrar los Senadores que han de ejercer en su caso el Poder
Ejecutivo.

17. Juramentar en Asamblea General al Presidente y Vicepresidente de la


República y magistrados de la Corte Suprema de Justicia; y conocer de la
renuncia de estos funcionarios y de los Senadores designados, así como de la
dimisión de los grados de Coronel arriba.
18. Resolver en Asamblea General las dudas que ocurran o denuncias que se
hagan sobre las incapacidades del Presidente o Vicepresidente y demás
empleados electos por la misma Asamblea.

19. Conceder cartas de naturaleza a los extranjeros que la soliciten. También


puede conceder cartas de naturaleza y de ciudadanía a los grandes hombres por
sus servicios relevantes prestados a la causa de la República o de la humanidad.

20. Declarar el Estado de Sitio en los casos y por las causas que determinará
una ley constitutiva.

21. Rehabilitar a los que hayan perdido los derechos de ciudadano.

22. Emitir en Asamblea General contra los Ministros de Estado, Voto de


Censura cuando su conducta oficial no satisfaga a la opinión pública, en cuyo
caso quedarán separados de su destino.

23. Conceder o negar permiso a los salvadoreños que lo soliciten para aceptar
empleos de otra Nación, compatibles con el sistema de gobierno de El
Salvador.

24. Exigir la responsabilidad a los empleados superiores, siguiendo en su caso


el juicio correspondiente según esta Constitución y las leyes.

25. Ratificar, modificar o desaprobar los diferentes tratados y negociaciones


que celebre el Ejecutivo con las potencias extranjeras, y los concordatos
ajustados con el Sumo Pontífice.

Artículo 37.- El Poder Legislativo no podrá aumentar el sueldo del Presidente de la


República, Diputados y Senadores, sino es para tener efecto en el periodo siguiente.

Artículo 38.- Cuando las Cámaras sean convocadas extraordinariamente por el


Ejecutivo sólo podrán tratar de los asuntos que expresa la minuta consignada en el
Decreto de convocatoria.

Artículo 39.- El Senado podrá durar después de las sesiones, cuando tenga que conocer
de las acusaciones que le comete la ley, todo el tiempo necesario al fenecimiento de
aquéllas.

Artículo 40.- Las facultades del Poder Legislativo son indelegables; por tanto, los
decretos en que se trasmita alguna o algunas de ellas a cualquiera otro Poder, son nulas
y de ningún valor y aquel que usare de tal concesión será considerado como usurpador.
Los Senadores y Diputados que concurrieren con sus votos a su delegación antedicha,
serán reputados como coautores del crimen de usurpación, perdiendo desde la fecha del
decreto, por el mismo hecho, los derechos de ciudadanía por espacio de cinco años, sin
que puedan obtener rehabilitación durante este tiempo. Queda exceptuada de la
disposición anterior la facultad de juramentar al Presidente y Vicepresidente de la
República y Magistrados del Supremo Tribunal de Justicia.
Título IX. Del Poder Ejecutivo, regulación de los votos
para la elección del Presidente y durante el periodo
presidencial
Artículo 41.- El Poder Ejecutivo será ejercido por un ciudadano que recibirá el título de
Presidente de la República, nombrado directamente por el pueblo salvadoreño; pero
cuando no resulte electo por mayoría absoluta de votos, las Cámaras reunidas en
Asamblea General, lo elegirán entre los tres ciudadanos que hayan obtenido mayor
número de sufragios.

Artículo 42.- Habrá un Vicepresidente electo del mismo modo y forma que el
Presidente para que llene las faltas de éste en caso de muerte, renuncia, remoción o
cualquiera otro impedimento. En defecto del Vicepresidente entrará a ejercer el Poder
Ejecutivo por el orden de su nombramiento y durante el receso de las Cámaras uno de
los tres Senadores designados y en falta de todos los referidos, el Senador más
inmediato al lugar en que resida el Poder Ejecutivo; pero hallándose varios Senadores a
igual distancia, se hará el depósito en el que se juzgue más conveniente. Si el Cuerpo
Legislativo estuviere reunido, proveerá a la vacante nombrando al Senador que deba
ocupar la silla del Ejecutivo.

Artículo 43.- La duración del periodo presidencial será de dos años y la persona que
hubiere ejercido la Presidencia en propiedad, no podrá ser reelecta sino después de
haber transcurrido igual periodo, que comenzará y concluirá el primero de febrero del
año de la renovación, sin poder fungir un día más.

Artículo 44.- El ciudadano que ejerza la presidencia de la República, será Comandante


General del Ejército y armada.

Artículo 45.- Los decretos, acuerdos y providencias del Presidente de la República


deben ser autorizados por los Ministros de Estado en sus ramos respectivos. Habrá
cuatro Ministerios: de Relaciones Exteriores, de Gobernación, de Hacienda y Guerra y
de Instrucción Pública, entre los cuales distribuirá el Presidente los otros ramos según la
parezca más conveniente.

Artículo 46.- Para ser Ministro de Estado, se requiere:

1. Ser natural de Centroamérica;

2. Mayor de treinta años,

3. De notoria moralidad y aptitudes;


4. No haber perdido los derechos de ciudadano cinco años antes de su
nombramiento; y

5. Poseer un capital que no baje de dos mil pesos.

El carácter de Ministro es incompatible con el de cualquier otro empleo.

Título X. De las atribuciones del Poder Ejecutivo


Artículo 47.- Corresponde al Poder Ejecutivo:

1. Mantener ilesa la soberanía e independencia de la República y la integridad


de su territorio.

2. Conservar la paz y tranquilidad interior.

3. Publicar la ley y hacerla ejecutar, usando del veto según se establece.

4. Nombrar y remover a los Secretarios del Despacho, a los jefes de Rentas y


subalternos, a los Gobernadores de departamentos, a los Comandantes
generales, y locales y admitirles sus renuncias; a los oficiales del ejército de
Teniente Coronel efectivo abajo y concederles retiro; y a todos los demás
empleados del ramo administrativo.

5. Nombrar y remover a los Ministros y a cualesquiera otra clase de Agentes


diplomáticos y Consulares, cerca de los demás gobiernos. Recibir la misma
clase de Ministros y Agentes acreditados cerca del Gobierno de la República y
dirigir las relaciones exteriores.

6. Convocar extraordinariamente las Cámaras cuando los grandes intereses de


la Nación lo demanden, llamando en tal caso a los suplentes de Diputados, o
Senadores que hayan fallecido o estén legalmente impedidos.

7. Señalar antes de la instalación del Poder Legislativo el lugar de su reunión


cuando en el designado por la ley no haya suficiente seguridad o libertad para
deliberar.

8. Presentar por conducto de sus Ministros al Cuerpo Legislativo en Asamblea


General, en cada reunión ordinaria, dentro de ocho días de abiertas las sesiones,
un detalle circunstanciado y cuenta documentada de todos los actos de la
Administración pública en el año transcurrido y el presupuesto de gastos del
año venidero con los medios para llenarlo. Si dentro del término expresado no
se cumpliere con esta obligación, quedará por el mismo hecho suspenso en sus
funciones el Ministro que no lo verifique, lo que será inmediatamente
notificado al Ejecutivo para que en los ocho días siguientes presente por medio
del nuevo Ministro que nombre al efecto, la memoria y presupuesto referidos, y
si no lo efectuare quedará suspenso el Presidente de la República, asumiendo el
Poder Ejecutivo el Vicepresidente y a falta de éste el Senador que designe la
Asamblea General, quien dentro de veinte días cumplirá con aquel deber. En
este caso el Poder Legislativo podrá prorrogar sus sesiones por igual término.

9. Dirigir la guerra, pudiendo disponer al efecto, de las rentas públicas y


celebrar tratados de paz y cualesquiera otras negociaciones, sometiéndolas a la
ratificación de la Legislatura.

10. Dirigir la fuerza armada pudiendo mandar en persona el Ejército, en cuyo


caso encargará el Poder Ejecutivo, a quién corresponda.

11. Levantar la mayor fuerza necesaria sobre la permanente decretada por la ley
para repeler invasiones o sofocar rebeliones convocando inmediatamente al
Poder Legislativo para que, impuesto de la situación, disponga lo conveniente.

12. Conmutar penas en receso del Poder Legislativo con presencia del informe
favorable al solicitante, dado por el Supremo Tribunal de Justicia.

13. Dar a las Cámaras los informes que le pidan; pero si fuese sobre asuntos de
reserva, lo expondrá así, a no ser que estimen necesaria su manifestación; no
estando obligado a declarar los planes de guerra ni las negociaciones de alta
política, si no en el caso que los informes sean precisos para exigirle la
responsabilidad; entonces no podrá rehusarlos por ningún motivo ni reservarse
los documentos después de haber sido acusado por la Cámara de Diputados
ante el Senado.

14. Expedir reglamentos, decretos y órdenes, para facilitar y asegurar la


ejecución de las leyes, la buena administración de las rentas públicas y su legal
inversión, y sobre todos los ramos de su resorte, incluso su reglamento interior.

15. Vigilar sobre la exactitud legal de moneda y computar el valor de la


extranjera, cuya circulación se permita.

16. Todos los objetos de policía y de orden, los establecimiento de


beneficencia, de ciencias, letras y artes, las cárceles y presidios, están bajo su
dirección y suprema inspección, conforme a las leyes y estatutos, lo mismo que
la formación de censos y estadísticas.

17. Permitir o negar el tránsito de tropas de otros países en el República durante


el receso del Cuerpo Legislativo.

18. Rehabilitar puertos y establecer aduanas marítimas y terrestres, nacionalizar


y matricular buques.

19. Promover y proteger el desarrollo de la industria agrícola, febril y


comercial.
20. Ejercer el derecho de patronato.

21. Poner el pase, si lo tuviere a bien, a los títulos en que se confiera dignidad o
beneficios eclesiásticos, sin cuyo requisito los agraciados no pueden entrar en
posesión.

Las bulas, breves o rescriptos pontificios, los decretos y demás disposiciones


conciliares no tendrán fuerza de ley, ni podrán publicarse mientras no obtengan
el pase del Ejecutivo, quedando exceptuadas de esta formalidad las letras que
versan sobre dispensa para órdenes o matrimonios y las expedidas por la
Penitenciaría.

22. Proponer a las Cámaras, cuando el bien público lo exija, amnistías y


concederlas por sí en receso de aquéllas.

23. Rehabilitar durante el receso de la Legislatura, a los que hayan perdido los
derechos de ciudadano.

24. Dar a los funcionarios del Poder Judicial los auxilios y fuerza que necesiten
para hacer efectivas sus providencias.

Título XI. Del Poder Judicial


Artículo 48.- El Poder Judicial será ejercido por una Corte Suprema de Justicia,
tribunales y jueces inferiores, que establece esta Constitución. Se compondrá aquélla de
once individuos que llevan el título de Magistrados uno de los cuales será presidente,
nombrado por los demás en Asamblea General; pero primitivamente lo será por este
Congreso Constituyente.

Artículo 49.- En la Capital de la República habrá una Cámara de tercera instancia


formada por el presidente de la Corte y de los dos magistrados que le siguen en el orden
de su nombramiento; y dos Cámaras de segunda instancia compuesta cada una de dos
Magistrados. Estas tres Cámaras formarán Corte Plena según la ley.

Artículo 50.- Se establece en la ciudad de San Miguel una Cámara de segunda instancia
y otra en la de Santa Ana, organizadas de la misma manera que las anteriores.

Artículo 51.- Habrá siete Magistrados suplentes, tres para las Cámaras de la capital y
dos para cada una de las otras, que deberán ser electos como los propietarios, y entrarán
a ejercer las funciones de éstos indistintamente.

Artículo 52.- La potestad de juzgar y hacer ejecutar lo juzgado corresponde


exclusivamente a la Corte Suprema de Justicia y tribunales inferiores.
Artículo 53.- La Cámara de tercera instancia conocerá de todos los asuntos que le
competan según la ley. Las Cámaras de segunda instancia de la capital conocerán de
todos los negocios de su competencia; y su jurisdicción estará circunscrita a los
departamentos de San Salvador, La Libertad, Cuscatlán, Chalatenango, San Vicente y
La Paz.

Artículo 54.- La Cámara de segunda instancia de San Miguel conocerá en apelación de


todas las causas civiles y criminales sentenciadas por los jueces de primera instancia de
los departamentos de San Miguel, Usulután y La Unión, lo mismo que de los demás
recursos que le competan según la ley; y la de Santa Ana, conocerá de las causas civiles
y criminales falladas por los jueces de primera instancia de los departamentos de Santa
Ana, Sonsonate y Ahuachapán y de los demás recursos que le competan según la ley.

Artículo 55.- Los Magistrados propietarios y suplentes durarán cuatro años en el


ejercicio de sus funciones y podrán ser reelectos. Se renovarán por mitad cada dos años,
saliendo en el primer bienio por sorteo tres propietarios y dos suplentes en la Capital; y
un propietario y un suplente en cada una de las Cámaras de San Miguel y Santa Ana.

Artículo 56.- Corresponde a la Corte Plena:

1. Formar el reglamento para su régimen interior.

2. Nombrar a los jueces de primera instancia y conocer de sus renuncias.

3. Visitar los tribunales y juzgados por medio de un Magistrado para corregir


los abusos que se noten en la Administración de justicia.

4. Manifestar al Poder Legislativo la inconveniencia de las leyes o las


dificultades que haya notado para su aplicación, indicando las reformas de que
sean susceptibles.

5. Suspender durante el receso del Senado a los Magistrados por faltas graves
en el ejercicio de sus funciones con conocimiento de causa, y concederles las
licencias que soliciten con arreglo a la ley.

6. Practicar el recibimiento de Abogados y Escribanos, suspenderlos y aún


retirarles sus títulos por venalidad, cohecho a fraude con conocimiento de
causa.

7. Conocer de los recursos de fuerza.

8. Proponer al Cuerpo Legislativo el presupuesto de gastos del Poder Judicial.

9. Conocer en las causas de presas y en todas aquellas que no estén reservadas a


otra autoridad.

10. Vigilar incesantemente por que se administre pronta y cumplida justicia.

11. Dirimir las competencias que se susciten entre los tribunales y jueces de
cualquier fuero y naturaleza que sean.
12. Decretar y hacer efectiva la garantía del habeas corpus contra cualquier
autoridad.

13. Recibir el juramento a los jueces de primera instancia al posesionarlos de su


destino; lo mismo que a lo conjueces que se nombren para formar Cámaras en
los casos establecidos por la ley.

14. Conocer en las causas de responsabilidad de los Jueces de primera


instancia, Gobernadores departamentales y empleados subalternos del orden
judicial, pudiendo suspenderlos y destituirlos con conocimiento de causa y en
conformidad con las Prescripciones legales. Las atribuciones de la Corte Plena
las determina la ley.

Artículo 57.- Las atribuciones contenidas en los números 10, 11, 12 y 13 del Artículo
anterior, son comunes a las Cámaras de San Miguel y Santa Ana, en su respectiva
jurisdicción, quienes además tendrán la facultad de recibir las acusaciones o denuncias
que se hagan contra los funcionarios a que se refiere el número 14 del mismo Artículo,
para sólo el efecto de instruir el informativo correspondiente y dar cuenta con él a la
Corte Plena.

Título XII. De la formación, sanción y publicación de la


ley
Artículo 58.- La iniciativa de la ley es reservada exclusivamente a los Diputados,
Senadores, Presidente de la República, por medio de los ministros y Corte de Justicia.

Artículo 59.- Todo proyecto de ley, después de discutido y aprobado en una Cámara se
pasará a la otra para que lo discuta y apruebe, si le pareciere; si lo aprobase, se pasará al
Poder Ejecutivo el que no teniendo objeciones que hacerle, dará su sanción y lo hará
publicar como ley.

Artículo 60.- Si la Cámara que examina el proyecto lo enmendare o modificare, deberá


volver dicho proyecto a la de su origen para que, con las enmiendas adiciones o
modificaciones hechas, lo discuta de nuevo, y si lo aprobare lo pasará al Poder
Ejecutivo para que obre en los términos del Artículo anterior.

Artículo 61.- Cuando el Ejecutivo encontrare inconvenientes para sancionar los


proyectos de ley que se le pasen, podrá devolverlos dentro de cinco días a la Cámara de
su origen, puntualizando las razones en que funde su opinión para la negativa; y si
dentro del término expresado no los objetare, se tendrán por sancionados y los publicará
como leyes. En el caso de devolución, la Cámara podrá reconsiderar y ratificar el
proyecto con los dos tercios de votos, pero con la obligación de pasarlo a la otra para
que preste su asentimiento con los mismos dos tercios si le pareciere, y en este caso
pasándolo al Ejecutivo, éste lo tendrá por ley que ejecutará y publicará.
Cuando el Congreso emita una ley en los últimos cinco días de sus sesiones, y el
Ejecutivo encuentre dificultades para su sanción, es obligado inmediatamente a dar
aviso al Congreso a fin de que permanezca reunido hasta que se cumpla el término
expresado; y no haciéndolo se tendrá por sancionada la ley.

Artículo 62.- El Poder Ejecutivo no podrá hacer observaciones, ni negar su sanción a


las resoluciones del Poder Legislativo en ejercicio a las atribuciones de éste,
consignadas en los números 4, inciso 1 del 8, 16, 18, 22 y 24 del Artículo 36 y en todos
los del Artículo 34 de esta Constitución.

Artículo 63.- Cuando un proyecto de ley fuere desechado y no ratificado, no podrá


proponerse en las mismas sesiones, sino hasta en las de la Legislatura siguiente. En la
devolución que haga el Ejecutivo de los proyectos de ley, las votaciones de las Cámaras
para ratificarlos serán nominales y deberán constar en el acta del día.

Artículo 64.- Todo proyecto de ley aprobado en la Cámara de su origen, se extenderá


por triplicado, se publicará en ellas y firmados tres ejemplares por su Presidente y
Secretarios, se pasará a la otra Cámara. Si también ésta lo aprobare, reservándose un
ejemplar para su archivo, pasará los otros al Ejecutivo con esta fórmula: «Al Poder
Ejecutivo». Si no lo aprobare, lo devolverá a la Cámara de que procede.

Artículo 65.- Recibido por el Ejecutivo un proyecto de ley, si no le encontrare


objeciones que hacer, firmará los dos ejemplares y devolverá uno a la Cámara que se los
dirigió y reservándose el otro en su archivo, lo publicará como ley en el término de
cinco días.

Artículo 66.- Devuelto un proyecto de ley por el Ejecutivo y ratificado por la Cámara
de su origen, si ésta fuera la de Diputados, usará de la fórmula siguiente: «Pase al
Senado», y si fuere la del Senado: «Pase a la Cámara de Diputados» y si fuere ratificado
por las dos, usará de la fórmula siguiente: «Pase al Poder Ejecutivo». Si no ratificare
una u otra Cámara el proyecto, usará de esta otra: «Vuelva a la Cámara de Diputados o
de Senadores», según corresponda, por no haber obtenido la ratificación
constitucional».

Artículo 67.- La publicación de la ley se hará en esta forma: «El Presidente de la


República de El Salvador a sus habitantes: Sabed: que el Poder Legislativo ha decretado
(u ordenado) lo siguiente» (aquí el texto y firmas). «Por tanto: Ejecútese».

Título XIII. De los jueces inferiores


Artículo 68.- Habrá Jueces de primera instancia en todos los distritos para conocer y
fallar en lo civil y criminal; durarán dos años en el ejercicio de sus funciones; la
extensión del territorio en que ejerzan su jurisdicción y sus atribuciones serán
demarcadas por la ley.
Artículo 69.- Para ser Juez de primera instancia se requiere:

1. Ser mayor de veinticinco años;

2. Con vecindario de dos en El Salvador;

3. Ser Abogado de la República,

4. De conocida moralidad e instrucción; y

5. No haber perdido los derechos de ciudadano dos años antes de su


nombramiento.

Artículo 70.- Habrá jueces de paz en todos los pueblos de la República, que conocerán
en los negocios de menor cuantía y faltas cuyo nombramiento, cualidades y atribuciones
serán determinadas por la ley.

Artículo 71.- Los jueces de primera instancia y todo empleado del orden judicial,
dependen de la Suprema Corte de Justicia.

Título XIV. De los Gobernadores


Artículo 72.- Para la administración política se dividirá el territorio de la República, en
Departamentos, cuyo número y límites fijará la ley. En cada uno de ellos habrá un
Gobernador propietario y un suplente, nombrados directamente por el Presidente de la
República.

Artículo 73.- Para ser Gobernador propietario o suplente se requiere:

1. Ser natural o vecino del Departamento,

2. De honradez e instrucción notorias;

3. Tener treinta años de edad; y

4. No haber perdido los derechos de ciudadano salvadoreño dos años antes de


su nombramiento.

Los Gobernadores no podrán durar más de los dos años en el ejercicio de sus funciones
y cualquiera que sea el tiempo que tengan de fungir, cesarán el mismo día que concluya
el período presidencial y no podrán ser nombrados por el mismo Presidente. Serán el
órgano de comunicación entre el Poder Ejecutivo y concejos municipales y además los
primeros agentes del Gobierno en la ejecución de las leyes y en todo lo relativo al orden
y administración política del departamento en que residan; mas no se mezclarán en lo
económico y administrativo de las municipalidades, teniendo sin embargo la inspección
que en este ramo les da la ley. Ésta designará sus atribuciones, la manera de ejercerlas y
el sueldo que deben gozar.

Artículo 74.- La Comandancia General de un departamento es incompatible con el


empleo de Gobernador del mismo.

Título XV. Del Gobierno interior de cada pueblo


Artículo 75.- Habrá consejos municipales en todas las poblaciones que reúnan las
cualidades de ley; el número de concejales será proporcionado a los habitantes; serán
nombrados por medio de electores designados por elección popular y cuyo número
determinará la ley, tendrán un secretario y un tesorero que nombrarán y removerán
libremente, sin intervención de otra autoridad, lo mismo que los agentes de policía y
demás subalternos de sus nombramientos; administrarán sus fondos en provecho común
con entera independencia de cualquiera otra autoridad, quedando obligados a rendir
cuenta, legalmente comprobada, ante la autoridad que designe la ley; serán responsables
por los fraudes o malversaciones que cometan. Sus cualidades y atribuciones, y la
manera de llevar y glosar sus cuentas las determina la ley.

Artículo 76.- Corresponde a la Municipalidad de la cabecera de cada distrito, conmutar


conforme a la ley, las penas de arresto menor impuestas por todos los jueces de paz del
distrito.

Título XVI. De la fuerza pública


Artículo 77.- La fuerza pública se compone de la milicia nacional y del ejército
permanente de mar y tierra; es instituida para defender a la Nación de los enemigos
exteriores y para asegurar en el interior el mantenimiento del orden y la ejecución de las
leyes.

Artículo 78.- Todo salvadoreño, salvas las excepciones legales, está obligado a tomar
las armas para defender la independencia de la República y la integridad del territorio.

Artículo 79.- El ejército permanente se compondrá de voluntarios naturales o


naturalizados enganchados por el término y en el número que fijará la ley. En falta de
voluntarios se completa el número referido con milicianos sacados por la suerte. Es
destinado principalmente al servicio de las guarniciones, en los puertos, plazas y
fronteras.
Artículo 80.- La milicia nacional será organizada y disciplinada conforme a la ley. Su
número no podrá exceder del uno por ciento sobre la población.

Artículo 81.- La fuerza armada es esencialmente obediente, no puede deliberar, y los


individuos de ella no podrán ser electos Diputados ni Senadores.

Artículo 82.- Ningún cuerpo armado puede hacer requisiciones, ni exigir alojamientos,
bagajes, manutención, ni ninguna otra clase de auxilios, sino es por medio de las
autoridades civiles de las poblaciones o cantones y con orden formal de éstas.

Artículo 83.- Los militares que pertenezcan a cuerpo organizado y que estén en servicio
activo gozarán del fuero de guerra.

Título XVII. Del tesoro público


Artículo 84.- Forman el tesoro público del Estado:

1. Todos sus bienes muebles y raíces y créditos activos.

2. Todos los impuestos y contribuciones que pagan los salvadoreños o en


adelante pagaren por sus personas, industria y comercio o bienes.

3. Todos los derechos que adeuda el comercio.

Artículo 85.- No se podrá exigir ninguna clase de contribuciones ni impuestos que no


se hallen determinados con anterioridad por la ley.

Artículo 86.- Ninguna suma podrá extraerse, pagarse o abonarse del Tesoro Público,
sino en virtud de designación previa de la ley.

Una cuenta de los ingresos y gastos del tesoro público se publicará al principio de cada
año, y el Gobierno ordenará que la tesorería publique mensualmente un estado de los
ingresos y egresos de todas las rentas.

Artículo 87.- Ni el Gobierno, ni cualquiera otra autoridad, podrán celebrar contratos


que comprometan los fondos nacionales respectivos, si no es por medio de licitación
pública, exceptuándose los casos previstos por la ley orgánica correspondiente.

Artículo 88.- La nación no responde por compromisos que el Poder Ejecutivo


contraiga, desviándose de las leyes preexistentes, o para los cuales no se halle
expresamente autorizado, son nulos tales compromisos y las personas que hicieren
contratos con el Gobierno infringiendo alguna ley, no tendrán derecho a las utilidades
que ellos produzcan y responderán en todo tiempo con sus bienes por los daños y
perjuicios que se hubiesen causado a la República.
Título XVIII. De la responsabilidad de los funcionarios
públicos
Artículo 89.- Todo funcionario público al posesionarse de su destino, prestará
juramento de ser fiel a la República de cumplir y hacer cumplir la Constitución y
atenerse a su texto cualesquiera que sean las leyes, decretos, órdenes y resoluciones que
la contraríen, por cuya infracción serán responsables en todo tiempo con sus personas y
bienes.

Artículo 90.- Los Diputados y Senadores, el Presidente de la República, el


Vicepresidente y los Senadores, que hayan entrado en el ejercicio del Poder Ejecutivo,
las Magistrados de la Suprema Corte de Justicia, los Ministros de Estado, Agentes
diplomáticos y Consulares, empleados y demás depositarios de la autoridad pública, son
responsables en lo que concierne a cada uno de todos sus actos oficiales. La
responsabilidad de los Ministros será solidaria con la del Presidente, excepto en los
casos en que hayan salvado su voto, consignándolo en un libro que se llevará al efecto.

Artículo 91.- Toda medida por la cual el Presidente de la República disuelva el Poder
Legislativo o impida su reunión, es un crimen de alta traición.

Artículo 92.- Todo ciudadano salvadoreño tiene derecho de acusar ante la Cámara de
Diputados, al Presidente de la República, Magistrados de la Suprema Corte de Justicia,
Ministros del Gobierno y agentes diplomáticos o consulares, por traición, venalidad,
usurpación de poder, falta grave en el ejercicio de sus funciones y delitos comunes que
no admitan excarcelación garantida.

La Cámara acogerá siempre esta acusación y la instaurará ante el Senado por medio de
un fiscal de su seno que nombrará al efecto. Las personas que no puedan constituirse
acusadores tendrán los derechos de queja o denuncia conforme a la ley. En los delitos
que merezcan excarcelación garantida y faltas, se instruirá el sumario correspondiente y
se dará cuenta a la Corte Suprema de Justicia para que el juzgamiento se haga conforme
a la ley.

Artículo 93.- La instrucción de la causa y sus procedimientos se verificarán en el


Senado colectivamente o por una comisión de su seno; pero el juicio y pronunciamiento
se hará del primer modo, debiendo concurrir los dos tercios de votos para que haya
sentencia.

Artículo 94.- La sentencia o pronunciamiento del Senado en este género de causa tiene
por principal objeto deponer al acusado de su empleo, si hubiere lugar; debiendo
además declarar si hay mérito para que el culpado sea sometido a un procedimiento
ordinario ante los tribunales comunes, en cuyo caso remitirá el proceso al Juez o
tribunal que corresponda.
Artículo 95.- Desde que se declare en el Senado, que ha lugar a formación de causa, el
acusado queda desde este acto, suspenso en el ejercicio de sus funciones; y por ningún
motivo podrá permanecer más en su puesto sin hacerse responsable del crimen de
usurpación y ningún individuo deberá obedecerle.

Artículo 96.- Los decretos, autos o sentencias pronunciadas por el Senado en esta clase
de causas, deben cumplirse y ejecutarse sin necesidad de confirmatoria ni de sanción
alguna, debiendo el fiscal nombrado intervenir en el juicio hasta la sentencia.

Artículo 97.- Cuando el Ejecutivo en las cuentas que deba rendir por medio del
Ministerio al Poder Legislativo, omitiere alguno o algunos de los actos, que según la ley
debieran comprenderse en aquéllas, la Asamblea lo interpelará para que cumpla con su
deber a este respecto. No obstará en ningún tiempo, la aprobación en general de las
respectivas memorias, para exigir la responsabilidad correspondiente por los actos
emitidos.

Título XIX. Derechos y deberes garantidos por la


Constitución
Artículo 98.- El Salvador reconoce derechos y deberes anteriores y superiores a las
leyes positivas. Tiene por principios la libertad, la igualdad, la fraternidad; y por bases
la familia, el trabajo, la propiedad y el orden público.

Artículo 99.- Todos los habitantes de El Salvador tienen derechos incontestables para
conservar y defender su vida y su libertad, para adquirir, poseer y disponer de sus
bienes, y para procurar su felicidad sin daño de tercero.

Artículo 100.- Todo hombre es libre en la República. No será esclavo el que entre en su
territorio, ni ciudadano el que trafique en esclavos.

Artículo 101.- La República es un asilo sagrado para todo extranjero que quiera residir
en su territorio, con tal que se someta a sus leyes y obedezca a las autoridades
constituidas. Sin embargo, el Gobierno entregará a los reos de delitos comunes, que le
reclame el de otra nación, en virtud de tratados existentes, en que se haya estipulado la
extradición.

Artículo 102.- Todo ciudadano o habitante, libre de responsabilidad, puede emigrar a


donde le parezca sin necesidad de pasaporte y volver a la República cuando le
convenga.

Artículo 103.- Todo hombre, libre de responsabilidad, puede transitar por el territorio
de la República sin necesidad de pasaporte; y ninguna persona puede ser compelida a
mudar de domicilio o de residencia sino en virtud de sentencia ejecutoriada.
Artículo 104.- Sólo por los medios constitucionales se asciende al Poder Supremo; si
alguno lo usurpare por medio de la fuerza o de la sedición, es reo del crimen de
usurpación; todo lo que obrare será nulo y las cosas volverán al estado que antes tenían
luego que se restablezca el orden constitucional.

Artículo 105.- Todo hombre puede libremente expresar, escribir imprimir y publicar
sus pensamientos, sin previo examen ni censura y con sola la obligación de responder
por el abuso de esta libertad ante un jurado que establecerá la ley. Las imprentas no
estarán sujetas a ningún impuesto ni caución.

Artículo 106.- Igualmente pueden los salvadoreños reunirse pacíficamente y en buen


orden para tratar cuestiones de interés público; mas los autores de estas reuniones
responderán de cualquier desorden que se cometa.

Artículo 107.- Todo habitante de la República tiene derecho de dirigir sus peticiones a
las autoridades constituidas, quienes deberán tomarlos en consideración siempre que
sean hechas de una manera decorosa y con arreglo a la ley.

Artículo 108.- Las acciones y creencias privadas que no ofenden el orden público, ni
producen perjuicio de tercero, están fuera del imperio de la ley.

Artículo 109.- Queda abolida la pena de confiscación. Ninguna persona puede ser
privada de su vida, de su propiedad, de su honor, ni de su libertad, sin ser previamente
oída y vencida en juicio, con arreglo a las fórmulas que establecen las leyes, ni
enjuiciarse dos veces por el mismo delito. Las autoridades o individuos que
contravengan a esta disposición responderán en toda tiempo con sus personas y bienes a
la reparación del daño inferido, y las cosas confiscadas no podrán prescribirse en ningún
tiempo.

Artículo 110.- Todo habitante tiene derecho de estar al abrigo de inquisiciones;


pesquisas y apremios en su persona, en su casa, en sus papeles, familia y en todas sus
posesiones. La ley clasificará la manera de visitar lugares sospechosos, registrar casa
para comprobar delitos y aprehender delincuentes para someterlos a juicio; y ningún
individuo será juzgado en otra jurisdicción de aquella en que se cometa el delito, sino en
los casos que determina la ley y a juicio de la Corte de Justicia.

Artículo 111.- Todos los hombres son iguales ante la ley, ya proteja o castigue.

Artículo 112.- Las penas deben ser proporcionadas a la naturaleza y gravedad del
delito; la pena de muerte queda abolida en materia política y solamente puede
imponerse por los delitos de asesinato, asalto e incendio si se siguiere muerte.

Artículo 113.- Sólo los tribunales establecidos con anterioridad por la ley, podrán
juzgar y conocer en las causas civiles y criminales de los salvadoreños. Las comisiones
y tribunales especiales quedan abolidos, como contrarios al principio de igualdad de
derechos y condiciones. En consecuencia todos estarán sometidos al mismo orden de
procedimientos y de juicios que establece la ley.

Artículo 114.- Las causas de cualquier género que sean, excepto las eclesiásticas,
cuando no sea posible, se fenecerán dentro del territorio de El Salvador; no podrán
correr más de tres instancias y ningún ciudadano o habitante podrá sustraerse por
motivo alguno del conocimiento de la autoridad que la ley señala.

Artículo 115.- Ningún habitante de la República, puede ilegalmente ser detenido en


prisión y tiene el derecho de solicitar ante el Tribunal que corresponda el auto de
exhibición de su persona. El Tribunal lo decretará y hará que se cumplan sus
providencias, por todos los medios legales. Si fuere el Presidente de la República la
autoridad que resista el cumplimiento del auto de exhibición, el Tribunal protestará si
después de este acto no fuere obedecido publicará sus determinaciones y en último caso
instaurará la acusación respectiva ante el Poder Legislativo en su próxima reunión.

Artículo 116.- La correspondencia epistolar es inviolable, y no podrá interceptarse ni


abrirse, sino en los casos expresamente determinados por la ley y cuando lo exija la
seguridad y orden públicos; pero bajo las formas y requisitos que la misma ley
establece. Fuera de estos casos la interceptación y registro no presta fe en juicio ni fuera
de él contra persona alguna.

Artículo 117.- No será llevado ni mantenido en prisión el individuo que dé caución, en


los casos que la ley no lo prohíba expresamente.

Artículo 118.- Ningún ciudadano o habitante podrá ser obligado a dar testimonio en
materias criminales contra sí mismo. Tampoco será admitido a declarar contra sus
ascendientes ni descendientes, ni contra su hermano, o cuñado, ni contra su cónyuge; y
en todo proceso criminal tendrá el derecho de producir cuantas pruebas le sean
favorables, de ser careado con los testigos cuando lo pida, y de hacer su defensa por sí
mismo o por medio de su abogado o defensor.

Artículo 119.- La policía de seguridad no podrá ser confiada sino a las autoridades
civiles.

Artículo 120.- La facultad de nombrar árbitros y de transigir en cualquier estado del


pleito, es inherente a toda persona, salvo en los casos expresamente exceptuados por la
ley.

Artículo 121.- Unos mismos jueces no pueden serlo en dos diversas instancias; y
ninguna autoridad puede avocar causas pendientes para conocer de ellas, ni abrir juicios
fenecidos.

Artículo 122.- La propiedad de cualquier naturaleza que sea es inviolable. Sin embargo
el Estado puede exigir el sacrificio de una propiedad por motivo de utilidad pública
legalmente comprobada y mediante una justa y previa indemnización.

Toda propiedad es transmisible en la forma que determinan las leyes quedando en


consecuencia prohibida toda especie de vinculaciones.

Artículo 123.- La detención para inquirir en materia criminal, no excederá del término
que señala la ley. El presunto delincuente puede ser detenido por quien tenga facultad
de arrestar; pero en flagrante delito, por cualquiera persona, dando cuenta a la autoridad.
Artículo 124.- Nadie puede ser preso, sino en virtud de orden escrita de autoridad
competente. No podrá librarse esta orden sin que preceda justificación plena de haberse
cometido un delito, y sin que resulte al menos por semiplena prueba quién es el
delincuente.

Artículo 125.- Es libre la enseñanza secundaria y superior, pero estará sujeta a la


vigilancia de la autoridad. Esta vigilancia debe extenderse a todos los establecimientos
de enseñanza y educación sin excepción alguna. La instrucción primaria en la República
es uniforme, gratuita y obligatoria.

Todo individuo puede enseñar y establecer escuelas o colegios, siempre que reúna las
condiciones necesarias de ciencia y moralidad. Los alumnos de estos establecimientos,
serán en todo tiempo admitidos a los grados literarios en la Universidad Nacional
sufriendo los exámenes correspondientes.

Artículo 126.- Ni el Poder legislativo, ni el Ejecutivo, ni ningún tribunal o autoridad


podrá restringir, alterar o violar ninguna de las garantías enunciadas; y cualquier poder o
autoridad que las infrinja, será reputado como usurpador y responsables
individualmente al perjuicio inferido y juzgados con arreglo al título de responsabilidad
de esta Constitución.

Título XX. Revisión y reforma de la Constitución y otras


disposiciones
Artículo 127.- La reforma de esta Constitución sólo podrá acordarse por los dos tercios
de votos de los representantes electos a cada Cámara. Esta resolución se publicará por la
prensa y volverá a tomarse en consideración en la próxima Legislatura. Si ésta la ratifica
se convocará una Asamblea Constituyente para que decrete las reformas; pero no se
propondrá dichas reformas sino hasta pasados seis años después de promulgada esta
Constitución.

Artículo 128.- Sólo por los trámites prescritos en el Artículo anterior puede reformarse
o variarse esta Constitución. En consecuencia el poder que contravenga a este mandato
será considerado como usurpador, y reputado como traidores a la patria los individuos
que lo ejerzan. Las Corporaciones, municipalidades y vecinos no podrán celebrar actas
o representaciones en que se pida la no observancia del Artículo referido; y los que
firmen aquellas actas serán juzgados como sediciosos y responsables en todo tiempo
con su persona y bienes por los males que sobrevinieren a la República.

Artículo 129.- El Salvador queda en capacidad de concurrir con todos o con algunos de
los Estados de Centroamérica a la organización de un Gobierno nacional, cuando las
circunstancias lo permitan y convengan así a sus intereses, lo mismo que a formar parte
de la Gran Confederación latino-americana.
Artículo 130.- Queda abolida la Constitución de diecinueve de marzo de mil
ochocientos sesenta y cuatro. Las disposiciones de los Códigos, leyes y reglamentos
existentes que no sean contrarias a la presente Constitución permanecen en vigor hasta
que sean legalmente derogadas.

Artículo 131.- La Cámara de tercera instancia de la Corte Suprema de Justicia tendrá la


obligación de hacer el examen de toda la legislación secundaria existente, para que
comparándola con las disposiciones de esta Constitución presente a las Legislaturas el
catálogo de las leyes derogadas y los proyectos de ley que deben subrogarlas.
Constitución de 1880
(16 de febrero de 1880)

El Presidente provisorio de la República de El Salvador, a sus habitantes:

Que el Congreso Constituyente ha emitido la siguiente Constitución política de la


República de El Salvador en presencia de Dios y en nombre del pueblo salvadoreño, el
Congreso Nacional Constituyente decreta, sanciona y proclama la siguiente
Constitución. (Reformando la emitida el día 9 de Noviembre de 1872).

Título I

Sección 1. De la Nación

Artículo 1.- La Nación salvadoreña es soberana, libre e independiente. La soberanía


reside esencialmente en la Nación y será ejercida en la forma que prescribe esta
Constitución.

Todo poder público emana del pueblo y las personas que lo ejerzan no tendrán otras
facultades que las que expresamente les designe la ley; por ella se les debe obediencia y
conforme a ella deben dar cuenta de sus funciones.

Sección 2. Del territorio

Artículo 2.- El territorio de El Salvador tiene por límites: al Este, el golfo de Fonseca;
al Norte, las Repúblicas de Guatemala y Honduras; al Oeste, el Río de Paz; y al Sur el
Océano Pacífico. La demarcación especial será objeto de leyes secundarias.
Sección 3. Forma de Gobierno

Artículo 3.- El Gobierno de la Nación Salvadoreña es republicano, popular,


representativo y alternativo. Se compondrá de tres poderes distintos e independientes
entre sí, que se denominarán: Legislativo, Ejecutivo y Judicial.

Sección 4. Religión

Artículo 4.- Se garantiza el libre ejercicio de todas las religiones, sin que esto pueda
extenderse hasta ejecutar actos subversivos o prácticas incompatibles con la paz y el
orden público, ni dé derecho para oponerse al cumplimiento de las obligaciones civiles
y políticas; pero siendo la religión católica, apostólica, romana la que profesan los
salvadoreños, el Gobierno la protegerá.

Título II

Sección 1. De los salvadoreños naturales y naturalizados

Artículo 5.- Son salvadoreños naturales:

1. Todos los nacidos en el territorio de El Salvador; excepto los hijos de


extranjeros no naturalizados;
2. Los hijos de extranjeros con salvadoreña o de salvadoreño con extranjera
nacidos en el territorio de la República y residentes en ella;

3. Los hijos nacidos en país extranjero de salvadoreños no naturalizados en él y


domiciliados en El Salvador.

Artículo 6.- Son salvadoreños naturalizados los que, conforme a las leyes anteriores,
hayan adquirido esta calidad o que en lo sucesivo la obtengan según las reglas
siguientes:

1. Los hispano-americanos que se hayan domiciliado en la República sin


reservarse expresamente su nacionalidad; y

2. Los demás extranjeros que obtengan carta de naturaleza de cualquier


autoridad gubernativa.

Sección 2. De los ciudadanos

Artículo 7.- Son ciudadanos todos los salvadoreños mayores de veintiún años que sepan
leer y escribir o tengan un modo de vivir independientemente y los individuos de la
misma edad que se hallen alistados en las Milicias o en el Ejército de la República.
También son ciudadanos los mayores de dieciocho años que hayan obtenido algún título
literario y los casados aunque no hayan llegado a esa edad.

Artículo 8.- Los derechos de ciudadanos se suspenden:

1. Por auto motivado de prisión en proceso criminal que no dé lugar a


excarcelación garantida;

2. Por ser deudor fraudulento legalmente declarado;

3. Por conducta notoriamente viciada o vagancia calificada;

4. Por enajenación mental; y

5. Por interdicción judicial.

Artículo 9.- Pierden la calidad de ciudadanos:

1. Los condenados por delitos que no admiten excarcelación garantida,

2. Los que residiendo en la República admitan empleos de otra Nación, sin


licencia de la autoridad competente; y
3. Los que se naturalicen en país extranjero.

Sección 3. De los extranjeros

Artículo 10.- Los extranjeros residentes en El Salvador, están obligados a obedecer las
leyes y a pagar los impuestos ordinarios lo mismo que los salvadoreños y en caso de ser
indebidamente molestados en sus personas o intereses, tendrán las mismas garantías de
los naturales.

Artículo 11.- Cuando tengan que deducir algún derecho contra la Nación, ocurrirán a
los tribunales designados por las leyes.

Artículo 12.- Los extranjeros pueden adquirir bienes raíces en la Nación, no quedando
exonerados dichos bienes de las cargas legales que pasarían sobre ellos, si estuvieran en
manos de salvadoreños.

Artículo 13.- La circunstancia de casarse una salvadoreña con extranjero, no quita a


aquélla su calidad de salvadoreña, ni sus bienes quedan eximidos de los impuestos y
contribuciones a que están sujetos los de los naturales.

Título III

Sección única. De los derechos y garantías de los


salvadoreños

Artículo 14.- El Salvador reconoce derechos anteriores y superiores a las leyes


positivas; teniendo por principio la libertad, la igualdad, la fraternidad; y por base la
familia, el trabajo, la propiedad y el orden público.
Artículo 15.- Todos los habitantes de El Salvador tienen derecho incontestable para
conservar y defender su vida y su libertad, para adquirir, poseer y disponer de sus bienes
y para procurarse la felicidad sin daño de tercero.

Artículo 16.- Todo hombre es libre en la República. No será esclavo el que entre en su
territorio, ni ciudadano el que trafique en esclavos.

Artículo 17.- La República es un asilo sagrado para el extranjero que quiera residir en
su territorio; menos para los reos de delitos comunes que reclame otra nación, en virtud
de tratados vigentes, en los que se hubiese estipulado la extradición.

Artículo 18.- Todo habitante en el territorio de la República, libre de responsabilidad,


puede emigrar a donde le parezca, sin necesidad de pasaporte y volver cuando le
convenga.

También puede transitar por el territorio de la República, sin este requisito y ninguna
persona puede ser compelida a mudar de residencia sino en virtud de sentencia
ejecutoriada.

Artículo 19.- Todo hombre puede libremente expresar, escribir, imprimir y publicar sus
pensamientos, sin previo examen ni censura, y con solo la obligación de responder ante
el Tribunal del Jurado por el abuso de la libertad.

Artículo 20.- Igualmente pueden los salvadoreños reunirse pública y pacíficamente y


sin armas para tratar de asuntos de conveniencia general en la forma que la ley
prescriba.

Artículo 21.- Todo habitante de la República tiene el derecho de dirigir sus peticiones a
las autoridades constituidas; con tal que sean hechas de una manera decorosa y con
arreglo a la ley.

Artículo 22.- Queda abolida la pena de confiscación. Las autoridades que contravengan
a esta disposición responderán en todo tiempo con sus personas y bienes a la reparación
del daño inferido, y las cosas confiscadas son imprescriptibles.

Artículo 23.- Ninguna persona puede ser privada de su vida, de su libertad, de su honor,
ni de su propiedad sin ser previamente oída y vencida en juicio con arreglo a las leyes,
ni puede ser enjuiciada dos veces por la misma causa.

Artículo 24.- Todo habitante de la República tiene derecho de estar al abrigo de


inquisiciones, pesquisas y apremios en su persona, en su familia, en su casa, en sus
papeles y sus posesiones. La ley determinará la manera de visitar lugares sospechosos,
de registrar casas para comprobar delitos y de aprehender delincuentes para someterlos
a juicio.

Ningún individuo será juzgado en otra jurisdicción que en aquella donde se haya
cometido el delito; salvo los casos determinados por la ley a juicio de la Corte de
Justicia.

Artículo 25.- Todos los hombres son iguales ante la ley, ya proteja o castigue.
Artículo 26.- Las penas deben ser proporcionadas a la naturaleza y gravedad del delito,
su objeto es corregir y no exterminar a los hombres; en consecuencia, queda prohibida
toda pena infamante o de duración perpetua. La de muerte solamente podrá aplicarse
por los delitos de asesinato, asalto e incendio si se siguiere muerte y en los demás que se
especifique en el Código Militar, pero nunca en materia política. Tampoco podrá
imponerse apremio alguno que no sea necesario para mantener en seguridad a la
persona.

Artículo 27.- Sólo los Tribunales establecidos con anterioridad podrán juzgar y conocer
de las causas civiles y criminales de los salvadoreños conforme a la ley. Las comisiones
y tribunales especiales quedan abolidos.

Artículo 28.- Las causas de cualquier género que sean se fenecerán dentro del territorio
de El Salvador y no podrán correr más de tres instancias.

Artículo 29.- Ningún habitante de la República puede ser ilegalmente detenido en


prisión; todos tienen el derecho de solicitar ante el Tribunal que corresponda el auto de
exhibición de su persona. El Tribunal lo decretará y hará que se cumplan sus
providencias por todos los medios legales.

Artículo 30.- La correspondencia epistolar es inviolable y no podrá interceptarse,


abrirse ni revelarse; la que fuere interceptada o revelada no presta fe en juicio ni fuera
de él.

Artículo 31.- No será llevado ni mantenido en prisión el individuo que dé caución, en


los casos en que la ley no lo prohíba expresamente.

Artículo 32.- Ningún ciudadano o habitante de la República podrá ser obligado a dar
testimonio en materia criminal contra sí mismo. Tampoco será admitido a declarar
contra sus ascendientes ni descendientes, ni contra su cónyuge, ni contra su hermano o
cuñado.

Artículo 33.- La policía de seguridad no podrá ser confiada sino a las autoridades
civiles.

Artículo 34.- La facultad de nombrar árbitros y de transigir en cualquier estado del


pleito, es inherente a toda persona; salvo los casos expresamente exceptuados por la ley.

Artículo 35.- Unos mismos Jueces no pueden serlo en diversas instancias y ninguna
autoridad puede avocarse causas pendientes para conocer de ellas ni abrir juicios
fenecidos.

Artículo 36.- La propiedad de cualquiera naturaleza que sea es inviolable; sin embargo,
el Estado puede ocupar una propiedad por motivo de utilidad pública legalmente
comprobada y mediante una justa y previa indemnización.

Toda propiedad es trasmisible en la forma que determinan las leyes, quedando en


consecuencia prohibida toda especie de vinculación.
Artículo 37.- Nadie puede ser detenido ni preso sino en virtud de orden de autoridad
competente, librada con arreglo a las prescripciones de la ley; salvo que el delincuente
haya sido tomado infraganti, en cuyo caso puede ser detenido por cualquiera persona
para entregarlo a la autoridad respectiva.

Artículo 38.- La enseñanza es libre en la República, y la primaria gratuita y obligatoria.


El Poder Ejecutivo tiene la dirección de la enseñanza costeada por la Nación, pudiendo
al efecto dictar los estatutos y demás leyes que la reglamentan. Asimismo le
corresponde la suprema inspección sobre todos los establecimientos de instrucción
pública, aun cuando no sean sostenidos con fondos nacionales.

Artículo 39.- Toda industria es libre y solo podrá estancarse en provecho de la Nación y
para administrarse por el Ejecutivo, el aguardiente, el salitre y la pólvora.

Artículo 40.- Se garantiza el derecho de asociación y solo se prohíbe el establecimiento


de congregaciones conventuales y de toda especie de instituciones monásticas.

Artículo 41.- El trabajo es obligatorio.

Artículo 42.- Los ciudadanos salvadoreños tienen derecho a optar a todos empleos
públicos, sin más preferencias que su mérito, y sin más condiciones que las fijadas por
la ley.

Artículo 43.- Ningún poder, tribunal o autoridad podrá alterar ni violar ninguna de las
garantías enunciadas y el que lo hiciera será responsable y juzgado con arreglo al Título
de la responsabilidad de esta Constitución.

Título IV

Sección única. De las elecciones

Artículo 44.- Las elecciones de las supremas autoridades, salvas las excepciones que
adelante se establecerán serán directas y la ley reglamentará la manera de verificarlas.

Artículo 45.- El derecho de elegir es irrenunciable y su ejercicio es obligatorio.


Artículo 46.- La base del sistema electoral es la población sirviendo por ahora de norma
mientras se forman censos exactos, la división administrativa de la República en
departamentos, distritos y cantones.

Artículo 47.- Por ahora cada departamento elegirá un Senador propietario y un


suplente; y cada distrito un Diputado propietario y un suplente; y cuando se formen los
censos que prescribe el Artículo anterior, el Poder Legislativo dictará al efecto la
respectiva ley reglamentaria.

Artículo 48.- Ningún empleado de nombramiento del Ejecutivo podrá ser electo
Senador o Diputado sino después de seis meses de haber cesado en el ejercicio de sus
funciones.

Artículo 49.- Los Diputados y Senadores podrán admitir empleos de nombramiento del
Ejecutivo, pasado el término de su inviolabilidad, renunciando por este hecho su
carácter de Representante.

Artículo 50.- Ningún eclesiástico podrá obtener cargo de elección popular.

Artículo 51.- Una ley especial reglamentará la manera de practicarse las elecciones,
cualidades de los electores y elegidos e inscripción de ciudadanos.

Título V

Sección 1. Poder Legislativo y su organización

Artículo 52.- El Poder Legislativo será ejercido por dos Cámaras, una de Diputados y
otra de Senadores, las que serán independientes entre sí.

Artículo 53.- El Cuerpo Legislativo se reunirá en la capital de la República sin


necesidad de convocatoria, del primero al quince de enero de cada año; y
extraordinariamente cuando sea convocado por el Poder Ejecutivo.

Artículo 54.- El número de sus sesiones ordinarias no excederá de cuarenta; y el de las


extraordinarias será el necesario para resolver los puntos que expresa la minuta de su
convocatoria.
Artículo 55.- Tres Representantes en cada una de las Cámaras reunidas en junta
preparatoria, tienen facultad para tomar inmediatamente todas las medidas que
convengan, a fin de hacer concurrir a los otros hasta conseguir su plenitud.

Artículo 56.- La mayoría de los miembros de cada Cámara será suficiente para
deliberar; pero cuando se hallen menos de los dos tercios de los electos el
consentimiento de las dos terceras partes de los presentes será necesario para toda
resolución legislativa.

Artículo 57.- Las dos Cámaras abrirán y cerrarán sus sesiones a un tiempo; ninguna de
ellas podrá suspenderlas, prorrogarlas ni trasladarse a otro lugar sin anuencia de la otra.

Artículo 58.- La Cámara de Diputados se renovará cada año; la de Senadores será


también renovada por tercios cada año; y sus miembros podrán ser reelectos.

Sección 2. Cualidades

Artículo 59.- Para ser Senador se requiere:

1. Ser mayor de treinta años;

2. Estar en el ejercicio de los derechos de ciudadano, sin haberlos perdido en


los cinco años anteriores a la elección;

3. Ser natural o vecino del departamento que lo elige; y

4. Ser de honradez e instrucción notorias.

Artículo 60.- Para ser electo Representante a la Cámara de Diputados se requiere:

1. Ser mayor de veinticinco años;

2. De notoria honradez e instrucción,

3. No haber perdido los derechos de ciudadano en los cinco años anteriores a la


elección; y

4. Ser vecino del departamento a donde corresponda el distrito que lo elige.

Artículo 61.- Los Senadores y Diputados suplentes tendrán las mismas cualidades que
los propietarios.
Sección 3. Inviolabilidad de los Representantes

Artículo 62.- Los representantes de la Nación en ambas Cámaras son inviolables en


consecuencia ningún Diputado ni Senador será responsable en tiempo alguno por sus
opiniones, ya sean expresadas de palabra o por escrito.

Artículo 63.- Desde el día de la elección hasta quince días después de haber recesado el
Poder Legislativo, no podrá iniciarse ni seguirse contra los Representantes juicio alguno
civil. Tampoco podrán ser juzgados desde el día de la elección hasta los quince días
después del receso, por los delitos y faltas que cometan, sino es por su respectiva
Cámara para solo el objeto de deponer al culpado y someterlo a los tribunales comunes.

Artículo 64.- Las disposiciones de los dos Artículos anteriores serán extensivas a los
Congresos y Asambleas Constituyentes.

Sección 4. Facultades peculiares a cada una de las Cámaras

Artículo 65.- Corresponde a cada una de las Cámaras sin intervención de la otra:

1. Calificar la elección de sus miembros, aprobando sus credenciales;

2. Llamar a los suplentes en caso de muerte o imposibilidad de concurrir de los


propietarios;

3. Admitirles sus renuncias por causas legalmente comprobadas;

4. Formar su reglamento interior;

5. Exigir la responsabilidad a sus miembros, tanto por f altas graves en el


ejercicio de sus funciones como en los casos mencionados en el Artículo 63 y
establecer el orden porque deben ser juzgados.
Sección 5. Atribuciones generales del Poder Legislativo

Artículo 66.- Corresponde al Poder Legislativo:

1. Decretar, interpretar, reformar y derogar las leyes;

2. Erigir jurisdicciones y establecer en ellas funcionarios para que


respectivamente a nombre de la República, conozcan, juzguen y sentencien en
toda clase de causas o negocios civiles y criminales;

3. Designar las atribuciones y jurisdicciones de los diferentes funcionarios;

4. Establecer impuestos y contribuciones sobre toda clase de bienes y rentas


con la debida proporción; y decretar empréstitos forzosos en casos de invasión
o guerra legalmente declarada, con tal que no basten las rentas públicas
ordinarias, o no se pudieren conseguir empréstitos voluntarios;

5. Facultar al Poder Ejecutivo para que contrate empréstitos voluntarios, dentro


o fuera de la República, cuando una grave y urgente necesidad lo demande, en
la cantidad suficiente para satisfacer dicha necesidad;

6. Fijar y decretar anualmente los presupuestos de los gastos de la


administración pública;

7. Crear el Ejército de la República y conferir los grados de Brigadier inclusive


arriba con presencia de la respectiva hoja de servicio del agraciado;

8. Procurar el desarrollo de la instrucción pública, en todos los ramos del saber


humano, decretando estatutos y métodos adecuados;

9. Decretar las armas y Pabellón de la República, fijar la ley, peso y tipo de la


moneda; arreglar los pesos y medidas, y decretar la apertura y mejoramiento de
las vías de comunicación;

10. Conceder a personas o poblaciones títulos, distinciones honoríficas y


gratificaciones compatibles con el sistema de gobierno establecido, por
servicios relevantes prestigiosos a la Patria;

11. Asignar, aumentar o disminuir sueldos a los empleados y funcionarios;


crear y suprimir empleos;

12. Decretar premios o conceder privilegios temporales a los autores de


inventos útiles a los introductores de industrias de grande utilidad;

13. Declarar la guerra y hacer la paz con presencia de los datos que le
comunique el Poder Ejecutivo;

14. Conceder amnistías, indultos y conmutaciones de penas, con vista en los


dos últimos casos, del informe que dé el Supremo Tribunal de Justicia;
15. Conceder carta de naturaleza a los extranjeros que la soliciten;

16. Decretar el estado de sitio en los casos y por las causas que una ley
constitutiva determinará, el que deberá levantarse conforme a la misma ley;

17. Rehabilitar a los que hayan perdido los derechos de ciudadano;

18. Aprobar o reprobar los actos del Ejecutivo;

19. Decretar leyes sobre reconocimiento de la deuda nacional y creación de los


fondos necesarios para su pago;

20. Conceder o negar permiso a los salvadoreños que lo soliciten, para aceptar
empleos de otra nación, compatibles con el sistema de Gobierno de El
Salvador;

21. Exigir la responsabilidad a los empleados superiores, siguiendo en su caso


el juicio correspondiente según esta Constitución y las leyes;

22. Ratificar, modificar o desaprobar los diferentes tratados o negociaciones


que celebre el Ejecutivo con otras potencias.

Artículo 67.- Cuando las Cámaras sean convocadas extraordinariamente por el


Ejecutivo, sólo podrán tratar de los asuntos que exprese la minuta consignada en el
decreto de convocatoria.

Artículo 68.- El Senado podrá permanecer reunido después de la clausura de las


sesiones, cuando tenga que conocer de las acusaciones que le cometa la ley, todo el
tiempo necesario al fenecimiento de aquéllas.

Sección 6. Asamblea General

Artículo 69.- Las dos cámaras reunidas forman la Asamblea General, cuyas
atribuciones son:

1. Abrir y cerrar las sesiones del Cuerpo Legislativo y acordar los términos en
que se deba contestar el mensaje del Ejecutivo.

2. Abrir los pliegos que contengan los sufragios para Presidente de la


República; y hacer la regulación o escrutinio de votos por medio de la elección
del funcionario indicado previo el dictamen de la comisión escrutadora, en el
que deberá expresarse también ser idóneo el electo por reunir las cualidades
que requiere la ley.
3. Dar posesión al Presidente de la República; conocer de su renuncia y de las
licencias que para depósito solicite.

4. Elegir los Magistrados del Supremo Tribunal de Justicia y conocer de sus


renuncias.

5. Recibir las Memorias de los Ministros de Estado y pasarlas a las Cámaras


para los efectos del Artículo 66 nº 18.

6. Designar los Senadores que deben entrar a ejercer el Poder Ejecutivo en los
casos determinados por la ley.

7. Resolver acerca de las dudas que ocurran o denuncias que se hagan de


incapacidad del Presidente y de los demás empleados de elección de la misma
Asamblea.

Artículo 70.- Las facultades atribuidas a las Cámaras separadamente o reunidas en


Asamblea General, lo mismo que las que correspondan al Poder Legislativo en general
son indelegables, con excepción de la de dar posesión al Presidente de la República y
Magistrados del Supremo Tribunal de Justicia.

Sección 7. Formación, publicación y sanción de la Ley

Artículo 71.- Queda reservada exclusivamente la iniciativa de la ley a los Diputados y


Senadores, al Presidente de la República por conducto de sus Ministros y a la Corte
Suprema de Justicia.

Artículo 72.- Todo proyecto de ley, después de discutido y aprobado en una Cámara, se
pasará a la otra para que lo discuta y apruebe si le pareciere; si lo aprobare se pasará al
Poder Ejecutivo, el que no teniendo objeciones que hacerle le dará su sanción y lo hará
publicar como ley.

Los decretos que se dicten aprobando o improbando los actos consignados en las
Memorias de los Ministros de Estado, no necesitan la sanción del Ejecutivo, quien está
obligado a publicarlas.

Artículo 73.- Si la Cámara que examina el proyecto lo encomendare o modificare,


deberá volver dicho proyecto a la de su origen, para que con las enmiendas, adiciones o
modificaciones hechas, lo discuta de nuevo; y si lo aprobare lo pasará al Ejecutivo para
que éste proceda en los términos del Artículo anterior.

Artículo 74.- Cuando el Ejecutivo encontrare inconvenientes para sancionar los


proyectos de ley que se le pasen, podrá devolverlos dentro de diez días, a la Cámara de
su origen, puntualizando las razones en que funde su negativa, y si dentro del término
expresado no los objetare, se tendrán por sancionados y los publicará como leyes. En el
caso de devolución, la Cámara podrá reconsiderar y ratificar el proyecto con los dos
tercios de votos, pero con la obligación de pasarlo a la otra para que preste su
asentimiento con los mismos dos tercios de votos, si le pareciere; y en este caso,
pasándolo al Ejecutivo, éste los tendrá por ley que ejecutará y cumplirá.

Cuando el Congreso emita una ley en los últimos diez días de sus sesiones y el
Ejecutivo encuentre dificultades para su sanción, está obligado a dar inmediatamente
aviso al Congreso a fin de que permanezca reunido hasta que se cumpla el término
expresado; y no haciéndolo se tendrá por sancionada la ley.

Artículo 75.- Cuando un proyecto de ley fuere desechado y no ratificado, no podrá


proponerse en las mismas sesiones, sino en las de la Legislatura siguiente.

Todo proyecto de ley aprobado en la Cámara de su origen se extenderá por triplicado.

Título VI

Sección 1. Poder Ejecutivo y su organización

Artículo 76.- El Poder Ejecutivo será ejercido por un ciudadano que recibirá el título de
Presidente de la República, con los respectivos Ministros. Será nombrado directamente
por el pueblo salvadoreño; pero cuando no resulte electo por mayoría absoluta de votos,
la Asamblea General lo elegirá entre los tres ciudadanos que hayan obtenido mayor
número de sufragios.

Artículo 77.- En defecto del Presidente de la República, entrará a ejercer el Poder


Ejecutivo durante el receso de las Cámaras, uno de los Tres Senadores designados, a
elección del Presidente. Cuando este último esté en incapacidad de elegirlo, entrarán en
por el orden de su nombramiento. Si el Cuerpo Legislativo estuviere reunido, cuando
ocurra el caso de impedimento, proveerá a la vacante eligiendo al Senador que deba
ejercer el Poder Ejecutivo.
Sección 2. Duración del Período Presidencial

Artículo 78.- La duración del período presidencial será de cuatro años, sin reelección
inmediata sino después de haber transcurrido igual período, que comenzará y concluirá
el primero de febrero del año de la renovación sin poder fungir un día más.

Sección 3. Cualidades

Artículo 79.- Para ser Presidente de la República se requiere:

1. Ser salvadoreño nacido en el territorio de ella;

2. Ser mayor de treinta años de edad;

3. Estar en el ejercicio de los derechos de ciudadano, sin haberlos perdido en


los cinco años anteriores a la elección; y

4. Ser de honradez e instrucción notorias.

Sección 4. Ministros de Estado y sus cualidades

Artículo 80.- Habrá cuatro Ministros de Estado: de Relaciones Exteriores, de


Gobernación, de Instrucción Pública, de Hacienda y Guerra, entre los cuales el
Presidente de la República distribuirá los otros ramos como le parezca conveniente.

Artículo 81.- Para ser Ministro de Estado se requiere ser:

1. Natural de Centroamérica;

2. Del estado seglar;

3. Mayor de veinticinco años;

4. De notoria moralidad y de aptitudes; y


5. No haber perdido los derechos de ciudadano cinco años antes de su
nombramiento.

Artículo 82.- Los decretos, acuerdos y providencias del Presidente de la República


deben ser autorizados por los Ministros de Estado en sus respectivos ramos.

Artículo 83.- El Presidente de la República y sus Ministros son responsables


solidariamente de todos los actos del Ejecutivo.

Sección 5. Comandancia General del Ejército

Artículo 84.- El ciudadano que ejerza la Presidencia de la República será Comandante


General del Ejército. Cuando tenga que ponerse a la cabeza de él, depositará el Poder
Ejecutivo en uno de los Senadores designados.

Sección 6. Deberes del Poder Ejecutivo

Artículo 85.- Son deberes del Poder Ejecutivo:

1. Mantener ilesa la soberanía e independencia de la República y la integridad


de su territorio;

2. Conservar la paz y tranquilidad interiores;

3. Publicar la ley y hacerla ejecutar;

4. Presentar por conducto de sus Ministros al Cuerpo Legislativo dentro de los


ocho días subsiguientes a la apertura de las sesiones ordinarias, un detalle
circunstanciado y cuenta documentada de la Administración Pública en el año
transcurrido y el presupuesto de gastos del año venidero indicando los medios
de llenarlo. Si dentro del término expresado no se cumpliese con esta
obligación, quedará por el mismo hecho suspenso en sus funciones el Ministro
que no lo verifique, lo que será notificado el Ejecutivo inmediatamente, para
que en los ocho días siguientes presente por medio del Ministro que nombre al
efecto, la memoria y presupuestos referidos, y si no lo efectuare quedará
suspenso el Presidente de la República, asumiendo el Poder Ejecutivo el
Senador que designe la Asamblea General, quien dentro de veinte días cumplirá
con aquel deber. En este caso el Poder Legislativo podrá prorrogar sus sesiones
por igual término.

5. Dar a las Cámaras los informes que le pidan; pero si fueren acerca de asuntos
de reserva, lo expondrá así, a no ser que estime necesario su manifestación, no
estando obligado a declarar los planes de guerra, ni las negociaciones de alta
política, sino en el caso que los informes sean precisos para exigirle la
responsabilidad; entonces no podrá rehusarlos por ningún motivo ni reservarse
los documentos después de haber sido acusado por la Cámara de Diputados
ante el Senado; y

6. Dar a los funcionarios públicos del Poder Judicial el auxilio y fuerza que
necesiten para hacer efectivas sus providencias.

Sección 7. Facultades del Poder Ejecutivo

Artículo 86.- Son facultades del Poder Ejecutivo:

1. Nombrar y remover a los Ministros de Estado, a los Gobernadores de


Departamento, a los Comandantes Generales y locales, y admitirles sus
renuncias a los oficiales del Ejército de Coronel efectivo abajo y concederles su
retiro; y a todos los empleados del ramo administrativo;

2. Conferir grados militares de Coronel abajo;

3. Nombrar y remover a los Ministros y a cualquiera otra clase de agentes


Diplomáticos y consulares acreditados cerca de otros Gobiernos; recibir la
misma clase de Ministros y agentes de otras naciones y dirigir las relaciones
exteriores;

4. Convocar extraordinariamente las Cámaras cuando los grandes intereses de


la Nación lo demanden, llamando en tal caso a los suplentes de Diputados y
Senadores que hayan fallecido o estén legalmente impedidos;

5. Señalar antes de la instalación del Poder Legislativo el lugar donde deba


reunirse cuando el designado por la ley no haya suficiente seguridad o libertad
para deliberar;

6. Dirigir la guerra y organizar el Ejército del Estado, pudiendo disponer, al


efecto de las rentas públicas;

7. Celebrar los tratados de paz y cualesquiera otras negociaciones,


sometiéndolas a la ratificación de la Legislatura;
8. Levantar la fuerza necesaria sobre la permanente para repeler invasiones o
sofocar rebeliones;

9. Permitir o negar el tránsito de tropas de otros países por el territorio de la


República;

10. Habilitar y cerrar puertos y establecer aduanas marítimas y terrestres,


nacionalizar y matricular buques;

11. Ejercer el derecho de Patronato;

12. Suspender la ejecución de la pena de muerte en cualquier caso mientras


aparece el Cuerpo Legislativo;

13. Usar del voto en los casos de la Sección 7, Título 5 de esta Constitución;

14. Usar de las atribuciones 14, 15, 16, 17 y 20 del Poder Legislativo en
ausencia de éste, y con obligación de darle cuenta especial en su próxima
reunión.

Sección 8. Atribuciones del Poder Ejecutivo en la sanción de


ley

Artículo 87.- En la sanción y publicación de la ley el Poder Ejecutivo procederá de la


manera siguiente: cuando reciba un proyecto de ley y no encontrase objeciones que
hacerle firmará los dos ejemplares que de él se le hayan remitido y devolverá uno a la
Cámara respectiva, reservando el otro en su archivo y lo promulgará como ley en la
forma establecida, en el término perentorio de diez días.

Sección 9. Gobierno Político en los departamentos

Artículo 88.- Para la administración política se dividirá el territorio de la República en


departamentos; su número y limites lo fijará la ley.

Artículo 89.- Para ser Gobernador Propietario o suplente se requieren las condiciones
siguientes:
1. Ser ciudadano en ejercicio de sus derechos y no haberlos perdido en los dos
años anteriores a su nombramiento;

2. Ser mayor de veinticinco años y de honradez e instrucción notorias.

Sección 10. Gobierno interior de los pueblos

Artículo 90.- El Gobierno local de los pueblos estará a cargo de las municipalidades
electas popular y directamente por los ciudadanos vecinos de cada población. Cada
Municipalidad se compondrá de un Alcalde, un Síndico y dos o más Regidores en
proporción a la población conforme lo determine la ley.

Artículo 91.- Los Consejos municipales administrarán sus fondos en provecho de la


comunidad, rindiendo cuenta de su administración al Tribunal establecido por la ley.

Artículo 92.- Las atribuciones de las Municipalidades que serán puramente económicas
y administrativas, las determinará la ley, lo mismo que las condiciones que deben tener
sus miembros para ser electos.

Artículo 93.- Además de las atribuciones que la ley confiere a las Municipalidades, las
de cabecera de Distrito tiene la de conmutar conforme a la ley las penas impuestas por
faltas.

Artículo 94.- Las Municipalidades en ejercicio de sus funciones son enteramente


independientes; pero serán responsables ante la ley por sus actos, ya como personas
jurídicas o individualmente según los casos.

Título VII
Sección 1. Poder Judicial

Artículo 95.- El Poder Judicial será ejercido por una Corte Suprema de Justicia,
Tribunales, Jurados y Jueces inferiores que establece esta Constitución. Se compondrá
aquélla de once individuos que llevan el título de Magistrados, uno de los cuales será
Presidente nombrado como los demás en la Asamblea General.

Artículo 96.- Para ser Magistrado del Supremo Tribunal, propietario o suplente se
requiere:

1. Ser natural de la República o ser naturalizado en ella;

2. Estar en el ejercicio de la ciudadanía;

3. Tener treinta años de edad;

4. Ser abogado de la República;

5. Tener instrucción y moralidad notorias;

6. Haber ejercido la profesión de abogado por espacio de cuatro años en el


Salvador, o servido por dos años una Judicatura de 1ª Instancia.

Artículo 97.- Es incompatible la calidad de Magistrado y Juez de 1ª Instancia con la de


empleado de los otros poderes.

Artículo 98.- En la Capital de la República habrá una Cámara de 3ª Instancia formada


por el Presidente de la Corte y los dos Magistrados que le siguen, y dos Cámaras de 2ª
Instancia compuesta cada una de dos Magistrados.

Basta la mayoría de los Magistrados que componen estas tres Cámaras para formar
Corte Plena.

Artículo 99.- La Cámara de 2ª Instancia de San Miguel y Santa Ana se organizarán de


la misma manera que las anteriores.

Artículo 100.- Habrá siete Magistrados suplentes, tres para las Cámaras de la Capital y
dos para cada una de las otras, debiendo ser electos como los propietarios y entrar a
ejercer las funciones de estos indistintamente cuando sean llamados por la Corte o
Cámara respectiva.

Artículo 101.- La Cámara de Tercera Instancia conocerá de todos los asuntos que le
competan según la ley.

Las Cámaras de 2ª Instancia, de la Capital, conocerán de todos los negocios de su


competencia y su jurisdicción estará circunscrita a los departamentos de San Salvador,
de la Libertad, de Cuscatlán, de Cabañas, de Chalatenango, de San Vicente y de La Paz.

Artículo 102.- La de 2ª Instancia de San Miguel conocerá en apelación de todas las


causas civiles y criminales sentenciadas por los Jueces de 1ª Instancia de los
departamentos de San Miguel, de Usulután, de la Unión y de Gotera, lo mismo que los
demás recursos que le competan según la ley; y la de Santa Ana, conocerá las causas
civiles y criminales sentenciadas por los Jueces de 1ª Instancia de los Departamentos de
Santa Ana, de Sonsonate y de Ahuachapán y los demás recursos que le competan según
la ley.

Artículo 103.- Los Magistrados propietarios y suplentes durarán cuatro años en el


ejercicio de sus funciones, y podrán ser reelectos. Se renovarán por mitad cada dos
años, saliendo en el primer bienio, por sorteo, tres propietarios y dos suplentes en la
Capital; y un propietario y un suplente en cada una de las Cámaras de San Miguel y
Santa Ana.

Artículo 104.- Corresponde a la Corte Plena:

1. Formar el reglamento para su régimen interior.

2. Nombrar a los Jueces de 1ª Instancia y conocer de sus renuncias.

3. Visitar los tribunales y Juzgados por medio de un Magistrado para corregir


los abusos que se noten en la administración de justicia.

4. Manifestar al Poder Legislativo la inconveniencia de las leyes o las


dificultades que hayan notado para su aplicación indicando las reformas de que
sean susceptibles.

5. Suspender durante el receso del Senado a los Magistrados por faltas graves
en el ejercicio de sus funciones, con conocimiento de causa; y concederles las
licencias que soliciten con arreglo a la ley.

6. Practicar el recibimiento de abogados y escribanos, suspenderlos y aún


retirarles sus títulos por venalidad, cohecho o fraude, con conocimiento de
causa.

7. Conocer de los recursos de fuerza.

8. Conocer en las causas de presas y en todas aquellas que no estén reservadas a


otra autoridad.

9. Vigilar incesantemente porque se administre pronta y cumplida justicia.

10. Dirimir las competencias que se susciten entre los Tribunales y Jueces de
cualquier fuero y naturaleza que sean.

11. Decretar y hacer efectiva la garantía de habeas corpus contra cualquiera


autoridad.

12. Recibir la protesta que establece esta Constitución a los Jueces de 1ª


Instancia al posesionarlos de su destino, lo mismo que a los Conjueces que se
nombren para formar Cámara en los casos establecidos por la ley.
13. Conocer en las causas de responsabilidad de los Jueces de 1ª Instancia y
empleados subalternos del orden judicial, pudiendo suspenderlos y sustituirlos
con conocimiento de causa y en conformidad con las prescripciones legales.

Las demás atribuciones de la Corte Plena las determinará la ley.

Artículo 105.- Las atribuciones contenidas en los números 9, 10, 11, y 12 del Artículo
anterior, son comunes a las Cámaras de San Miguel y Santa Ana en su respectiva
jurisdicción, quienes además tendrán la facultad de recibir acusaciones o denuncias que
se hagan contra los funcionarios a que se refiere el número 13 del mismo Artículo, para
solo el efecto de instruir el informativo correspondiente y dar cuenta con él a la Corte
Plena.

Artículo 106.- La potestad de juzgar y de hacer ejecutar lo juzgado corresponde


exclusivamente a la Corte Suprema de Justicia y Tribunales inferiores.

Sección 2. Jueces de 1ª instancia

Artículo 107.- Habrá Jueces de la 1ª Instancia propietarios y suplentes en todas las


cabeceras de Departamento para conocer y fallar en lo civil y criminal. La Corte de
acuerdo con el Ejecutivo, podrá también establecerlos en las de Distrito, siempre que lo
crea conveniente a la buena administración de justicia. Serán nombrados para dos años
y podrán ser reelectos.

Artículo 108.- Para ser Juez de 1ª Instancia se requiere:

1. Ser mayor de veinticinco años;

2. Con vecindario de dos en El Salvador;

3. Abogado de la República, de conocida moralidad e instrucción; y

4. No haber perdido los derechos de ciudadano dos años antes de su


nombramiento.
Sección 3. Institución del Jurado

Artículo 109.- Se establece el jurado de calificación en donde haya Jueces de 1ª


Instancia, para toda clase de delitos que sean de la competencia de éstos. Una ley
secundaria reglamentará dicha institución.

Sección 4. Jueces inferiores

Artículo 110.- Habrá Jueces de Paz en todos los pueblos de la República, que
conocerán en los Negocios de menor cuantía, y en los calificados de faltas en el Código
Penal. Su elección, cualidades y atribuciones, serán determinadas por la ley.

Título VIII

Sección 1. Tesoro Nacional.- Rentas que constituyen el Tesoro

Artículo 111.- Forman el Tesoro Público de la Nación:

1. Todos sus bienes muebles y raíces.

2. Todos sus créditos activos.

3. Todos los derechos, impuestos y contribuciones que paguen y en lo sucesivo


pagarán los salvadoreños y extranjeros.
Sección 2. Administración

Artículo 112.- Para la administración de los fondos públicos, habrá una sola Tesorería
General, recaudadora y pagadora, y un Tribunal Superior o Contaduría Mayor de
Cuentas, que glosará todas las de los que administren intereses del erario público.

Artículo 113.- La Tesorería General publicará cada mes el estado de los fondos que
administra; y la Contaduría Mayor cada año, un cuadro general de todas las rentas.

Artículo 114.- Ninguna suma podrá extraerse del Tesoro, pagarse o abonarse, sino en
virtud de designación previa de la ley.

Título IX

Sección única. Fuerza Armada

Artículo 115.- La fuerza armada es instituida para mantener incólume la integridad del
territorio salvadoreño, para conservar y defender la autonomía nacional, para hacer
cumplir la ley y guardar el orden público, y para hacer efectivas las garantías
constitucionales.

Artículo 116.- La fuerza armada es esencialmente obligatoria y no puede deliberar.

Artículo 117.- El Ejército de la República se compone de la milicia y marina


nacionales.

La fuerza permanente en tiempo de paz será fijada anualmente por la Legislatura.

Artículo 118.- Los individuos del Ejército de la República gozarán del fuero de guerra
con tal que pertenezcan a un cuerpo organizado; salvo en los casos de desafuero
establecidos por la ley, y por las infracciones de los reglamentos y leyes de policía.

Los que gocen del fuero de guerra estarán sujetos a los procedimientos y penas de las
ordenanzas y leyes militares.
Artículo 119.- En caso de invasión, de guerra, legítimamente declarada y de rebelión
interior, todos los salvadoreños de dieciocho a cincuenta años, son soldados.

Título X

Sección única. Responsabilidad de los Funcionarios Públicos

Artículo 120.- Todo funcionario público al posesionarse de su destino, protestará bajo


su palabra de honor, ser fiel a la República, cumplir y hacer cumplir la Constitución,
ateniéndose a su texto, cualesquiera que sean las leyes, decretos, órdenes y resoluciones
que la contraríen, prometiendo además, el exacto cumplimiento de los deberes que el
empleo le impusiere; por cuya infracción será responsable con su persona y bienes.

Artículo 121.- La responsabilidad de los Ministros de Estado será solidaria con la del
Presidente de la República; excepto en los casos en que hayan salvado su voto,
consignándolo en el libro correspondiente.

Artículo 122.- Toda medida por la cual el Presidente de la República disuelva el


Cuerpo Legislativo o impida su reunión es un crimen de alta traición.

Artículo 123.- Todo ciudadano salvadoreño tiene el derecho de acusar ante la Cámara
de Diputados, al Presidente de la República, Magistrados de la Suprema Corte de
Justicia, Ministros de Estado, Gobernadores de los Departamentos y Agentes
Diplomáticos o Consulares, por traición, venalidad, usurpación de poder, falta grave en
el ejercicio de sus funciones y delitos comunes, que no admitan excarcelación garantida.
La Cámara acogerá siempre esta acusación y la instaurará ante el Senado por medio de
un fiscal de su seno que nombrará al efecto. Las personas que no puedan constituirse
acusadores tendrán los derechos de queja, o denuncia conforme a la ley.

Artículo 124.- La instrucción de la causa y sus procedimientos se verificarán en el


Senado colectivamente, o por una comisión de su seno; pero el juicio y
pronunciamiento se hará del primer modo, debiendo concurrir los dos tercios de votos
para que haya sentencia.

Artículo 125.- La sentencia y pronunciamiento del Senado en este género de causas


tiene por principal objeto deponer al acusado de su empleo si hubiere lugar; debiendo
además declarar si hay mérito para que el culpado sea sometido a un procedimiento
ordinario, ante los Tribunales comunes, en cuyo caso, remitirá el proceso al Juez o
Tribunal que corresponda.

Artículo 126.- Desde que se declare en el Senado que ha lugar a formación de causa, el
acusado queda suspenso en el ejercicio de sus funciones; y por ningún motivo podrá
permanecer más en su empleo, sin hacerse responsable del crimen de usurpación, y
ningún individuo deberá obedecerle.

Artículo 127.- Los decretos, autos y sentencias pronunciadas por el Senado en esta
clase de causas, deben cumplirse y ejecutarse sin necesidad de confirmatoria, ni de
sanción alguna; debiendo el fiscal nombrado intervenir en el juicio hasta la sentencia.

Artículo 128.- Cuando el Ejecutivo en las cuentas que rindan sus Ministros al Poder
Legislativo, omitiere alguno de los actos que según la ley debiera comprenderse en
aquéllas, será interpelado por la Asamblea General para que cumpla con su deber a este
respecto. No obstará en ningún tiempo la aprobación en general de las respectivas
Memorias, para exigir la responsabilidad correspondiente por los actos omitidos en
ellas.

Título XI

Sección única. Disposiciones generales

Artículo 129.- El Salvador queda en capacidad de concurrir con todos o con algunos de
los Estados de Centroamérica a la organización de un Gobierno Nacional, cuando las
circunstancias lo permitan, y convenga así a sus intereses, lo mismo que a formar parte
de la gran Confederación Latino-Americana.
Título XII

Sección única. Revisión y reforma de la Constitución

Artículo 130.- La reforma de esta Constitución sólo podrá acordarse por los dos tercios
de votos de los Representantes electos a cada Cámara, debiendo puntualizarse el
Artículo o Artículos que hayan de alterarse. Esta resolución se publicará en el periódico
oficial y volverá a tomarse en consideración en la próxima Legislatura. Si ésta la
ratifica, se convocará una Asamblea Constituyente para que decrete las reformas.

Artículo 131.- Transitorio.

Por esta sola vez la Asamblea Nacional Constituyente elegirá y posesionará


directamente al Presidente de la República para el primer Período Constitucional, a los
Magistrados de la Corte Suprema de Justicia y a los tres designados a que se refiere la
fracción 7 del Artículo 69.

Asimismo convocará a los pueblos para las próximas elecciones de Representantes a la


Asamblea Legislativa.

Artículo 132.- En estos términos queda reformada y derogada la Constitución de 9 de


noviembre de 1872; quedando en su vigor y fuerza las disposiciones de los Códigos,
leyes y reglamentos existentes que no se opongan a la presente Constitución.
Constitución de 1883
(6 de diciembre de 1883)

El Presidente de la República de El Salvador, a sus habitantes, sabed:

Que la Asamblea Constituyente ha emitido y sancionado la siguiente Constitución


Política de la República de El Salvador. En nombre del pueblo salvadoreño, el Congreso
Nacional Constituyente, decreta, sanciona y proclama la siguiente Constitución.

Título primero. De la Nación


Artículo 1.- La Nación salvadoreña es soberana, libre o independiente. La Soberanía
reside esencialmente en la Nación y será ejercido en la forma que prescribe esta
Constitución.

Artículo 2.- El Salvador se considera como una sección disgregada de la patria


centroamericana, y está dispuesto a concurrir con todas o con algunas de las Repúblicas
en que se halla dividida, a la organización de un Gobierno Nacional, cuando las
circunstancias se lo permitan y convenga así a sus intereses, lo mismo que a formar
parte de la gran Confederación Latinoamericana.

Artículo 3.- Todo poder público emana del Pueblo y las personas que lo ejerzan no
tendrán otras facultades que las que expresamente les designe la ley; por ella se les debe
obediencia y conforme a ella deben dar cuenta de sus funciones.

Artículo 4.- El territorio de El Salvador tiene por límites: al Este, el golfo de Fonseca;
al Norte, las Repúblicas de Guatemala y Honduras; al Oeste, el río de Paz y al Sur, el
océano Pacífico.

La demarcación especial será objeto dé leyes secundarias.

Título segundo. Garantías Nacionales


Artículo 5.- En la República no se reconocen empleos ni privilegios hereditarios. Se
prohíben las vinculaciones; y toda propiedad es enajenable en la forma que determinan
las leyes.

Artículo 6.- No pueden imponerse contribuciones sino en virtud de una ley, en


proporción a las facultades del contribuyente y para el servicio público.

Artículo 7.- La ley determina las entradas y los gastos de la Nación. De cualquiera
cantidad exigida o invertida contra el tenor expreso de ella, será responsable el que
ordene la exacción o el gasto indebido; también lo será el ejecutor si no prueba su
inculpabilidad.

Artículo 8.- Todo el que ejerce cualquier cargo público, es directa e inmediatamente
responsable por los actos que practique en el ejercicio de sus funciones. La ley
determinará el modo de hacer efectiva esta responsabilidad.

Artículo 9.- Todo salvadoreño está autorizado para entablar reclamaciones ante el
Congreso, ante el Poder Ejecutivo, y ante cualquier autoridad competente, por
infracciones de la Constitución.

Título tercero. Garantías individuales


Artículo 10.- El Salvador reconoce derechos anteriores y superiores a las leyes
positivas, teniendo por principios la libertad, la igualdad, la fraternidad; y por base la
familia, el trabajo, la propiedad y el orden público.

Artículo 11.- Todos los habitantes de El Salvador, tienen derechos incontestables a


conservar y defender su vida, y su libertad; a adquirir, poseer y disponer de sus bienes y
a procurarse la felicidad sin daño de tercero.

Artículo 12.- Todo hombre es libre en la República. No será esclavo el que entre en su
territorio, ni ciudadano el que trafique en esclavos.

Artículo 13.- La República es un asilo sagrado para el extranjero que quiera residir en
su territorio, menos para los reos de delitos comunes que reclame otra Nación en virtud
de tratados vigentes en los que se hubiese estipulado la extradición.

La extradición nunca podrá estipularse respecto de los nacionales, ni por delitos


políticos.

Artículo 14.- Se garantiza el libre ejercicio de todas las religiones, sin más límite que el
trazado por la moralidad y el orden público.
Artículo 15.- Todo habitante del territorio de la República, libre de responsabilidad
puede emigrar a donde le parezca sin necesidad de pasaporte, y volver cuando le
convenga.

También puede transitar por el territorio de la República sin este requisito y ninguna
persona puede ser compelida a mudar de residencia, sino en virtud de sentencia
ejecutoriada.

Artículo 16.- Igualmente pueden los salvadoreños reunirse pública y pacíficamente y


sin armas, para tratar de asuntos de conveniencia general, en la forma que la ley
prescribe.

Artículo 17.- Todo habitante de la República, tiene derecho de dirigir sus peticiones a
las autoridades constituidas, con tal que sean hechas de una manera decorosa y con
arreglo a la ley. Asimismo tienen libre acceso ante los Tribunales del país, para ejercitar
sus acciones en la forma que prescriben las leyes. Los extranjeros no podrán ocurrir a la
vía diplomática sino en los casos de denegación de justicia. Para este efecto, no se
entiende por denegación de justicia, el que un fallo ejecutoriado no sea favorable al
reclamante.

Artículo 18.- Queda abolida la pena de confiscación. Las autoridades que


contravinieren a esta disposición, responderán en todo tiempo con sus personas y bienes
a la reparación del daño inferido, y las cosas confiscadas son imprescriptibles.

Artículo 19.- Ninguna persona puede ser privada de su vida, de su libertad, de su honor,
ni de su propiedad, sin ser previamente oída y vencida en juicio, con arreglo a las leyes,
ni puede ser enjuiciada dos veces por la misma causa.

Artículo 20.- Todo habitante de la República tiene derecho de estar al abrigo de


inquisiciones, pesquisas y apremios en su persona, en su familia, en su casa, en sus
papeles y en sus posesiones. La ley determinará la manera de visitar lugares
sospechosos, de registrar casas para comprobar delitos y de aprehender delincuentes
para someterlos a juicio.

Ningún individuo será juzgado en otra jurisdicción que en aquella en donde se hubiere
cometido el delito, salvo los casos determinados por la ley a juicio de la Corte de
Casación.

Artículo 21.- Todos los hombres son iguales ante la ley, ya proteja o castigue.

Las leyes no pueden tener fuerza ni efecto retroactivo.

Artículo 22.- Las penas deben ser proporcionadas a la naturaleza y gravedad del delito;
su objeto es corregir y no exterminar a los hombres; en consecuencia, queda prohibida
toda pena infamante o de duración perpetua. La pena de muerte solamente podrá
aplicarse por los delitos de traición, asesinato, asalto e incendio si se siguiere muerte y
nunca por delitos políticos.
Artículo 23.- Sólo los Tribunales establecidos con anterioridad podrán juzgar y conocer
de las causas civiles y criminales de los salvadoreños conforme a la ley. Las comisiones
y tribunales especiales quedan abolidos.

Artículo 24.- Unos mismos jueces, no pueden serlo en diversas instancias.

Ningún poder ni autoridad puede avocarse causas pendientes ante otro poder o
autoridad, ni sustanciarlas, ni hacer revivir juicios fenecidos contra los procesados.

Artículo 25.- Ningún habitante de la República puede ilegalmente ser detenido en


prisión; todos tienen derecho de solicitar ante el Tribunal que corresponda el auto de
exhibición de su persona. El Tribunal lo decretará y hará que se cumplan sus
providencias, por todos los medios legales.

Las cárceles son lugar de corrección y no de castigo. Queda prohibida toda severidad
que no sea necesaria para la custodia de los presos.

Artículo 26.- El trabajo es obligatorio, salvo en los días domingos o de fiesta nacional.

Artículo 27.- Todo hombre puede libremente, expresar, escribir, imprimir y publicar
sus pensamientos, sin previo examen ni censura, y con solo la obligación de responder
ante el Tribunal del Jurado por el abuso de la libertad.

Artículo 28.- La correspondencia epistolar y telegráfica es inviolable, y no podrá


interceptarse, abrirse ni revelarse, la que fuere interceptada no presta fe en juicio ni
fuera de él.

Artículo 29.- La propiedad es inviolable, bien sea material, intelectual, literario o


artística; a nadie se puede privar de la suya, sino por causa de utilidad pública
legalmente comprobada y mediante una justa y previa indemnización.

En caso de guerra la indemnización puede no ser previa.

Artículo 30.- La Nación garantiza la existencia y difusión de la enseñanza primaria, la


cual será gratuita, laica y obligatoria; lo mismo que el fomento de los establecimientos
públicos de ciencias, artes y beneficencia.

Todos los que ofrezcan garantías de capacidad y moralidad prescritas por la ley, pueden
ejercitar libremente la enseñanza ya dirigir establecimientos de instrucción pública, bajo
la inspección de la autoridad.

Artículo 31.- Toda industria es libre, y sólo podrá estancarse en provecho de la nación,
y para administrarse por el Ejecutivo, el aguardiente, el salitre y la pólvora.

Artículo 32.- Se garantiza el derecho de asociación y sólo se prohíbe el establecimiento


de congregaciones conventuales y toda especie de instituciones monásticas.

Artículo 33.- Los ciudadanos salvadoreños tienen derecho a optar a todos los empleos
públicos, sin más preferencia que su mérito y sin más condiciones que las fijadas por la
ley.
Artículo 34.- Por el hecho de aceptar un extranjero algún empleo público, salvo en el
profesorado, renuncia su nacionalidad, quedando naturalizado en el Salvador.

Artículo 35.- Ningún Poder, Tribunal o Autoridad podrá alterar ni violar ninguna de las
garantías enunciadas, y el que lo hiciere, será responsable y juzgado con arreglo al título
de responsabilidad de esta Constitución. Sin embargo, en los casos de invasión
extranjera o de conmoción interior, podrán suspenderse temporalmente aquellas
garantías que pudieran impedir la defensa y la conservación o restablecimiento del
orden. La declaratoria en estos casos, corresponde al Cuerpo Legislativo, o en su receso
al Ejecutivo.

Título cuarto. De los salvadoreños


Artículo 36.- Los salvadoreños lo son por nacimiento o por naturalización.

Artículo 37.- Son salvadoreños por nacimiento:

1. Los que nacen en el territorio de la República, salvo los hijos de los


Representantes Diplomáticos o de extranjeros que se hallen accidentalmente en
la República; y

2. Los hijos de padre o madre salvadoreña, nacidos en el extranjero que adopten


la nacionalidad salvadoreña, por voluntad de sus padres, durante su minoría, o
por la suya propia luego que hubieren llegado a la mayor edad, o que hubieren
sido emancipados.

Artículo 38.- Son salvadoreños por naturalización: los que conforme a las leyes
anteriores hayan adquirido esta calidad o que en lo sucesivo la obtuvieren según las
reglas siguientes:

1. Los hispanoamericanos, que se hayan domiciliado en la República sin


reservarse expresamente su nacionalidad; y

2. Los demás extranjeros que obtuvieren carta de naturaleza de cualquiera


autoridad gubernativa.

Título quinto. De los extranjeros


Artículo 39.- Los extranjeros desde el instante en que lleguen al territorio de la
República, están estrictamente obligados a respetar a las autoridades y observar las
leyes, y adquirirán derecho a ser protegidos por ellas.

Artículo 40.- Ni los salvadoreños, ni los extranjeros podrán en ningún caso reclamar al
Gobierno indemnización alguna por daños y perjuicios que a sus personas o sus bienes
causaren las facciones.

Artículo 41.- Los extranjeros pueden adquirir bienes raíces en la Nación no quedando
exonerado dichos bienes de las cargas legales que pesaren sobre ellos si estuviesen en
manos de salvadoreños.

Artículo 42.- La circunstancia de casarse una salvadoreña con extranjero no quita a


aquélla su calidad de salvadoreña, ni sus bienes quedan eximidos de los impuestos y
contribuciones a que están sujetos los de los naturales.

Título sexto. De la ciudadanía


Artículo 43.- Son ciudadanos todos los salvadoreños mayores de veintiún años, los
casados, y los que hayan obtenido algún título literario, aunque no hubieren llegado a
esta edad.

Artículo 44.- Ejercen el derecho de sufragio, todos los ciudadanos salvadoreños. El


ejercicio de este derecho, será arreglado por una ley.

Artículo 45.- El ejercicio de la ciudadanía se suspende:

1. Por hallarse sometido a juicio de quiebra;

2. Por hallarse procesado criminalmente y con mandamiento de prisión;

3. Por ser notoriamente vago, jugador de profesión o ebrio habitual;

4. Por enajenación mental;

5. Por interdicción judicial;

6. Por negarse a desempeñar sin justa causa, un cargo de elección popular.

Artículo 46.- El derecho de ciudadanía se pierde:

1. Por sentencia judicial que así lo disponga.

2. Por quiebra fraudulenta judicialmente declarada;


3. Por obtener o ejercer la ciudadanía en otro Estado; y

4. Por aceptar de un Gobierno extranjero cualquier empleo sin permiso del


Congreso.

Título séptimo. De la forma de Gobierno


Artículo 47.- El Gobierno de la Nación salvadoreña es republicano, democrático,
representativo y alternativo. Se compondrá de tres poderes distintos e independientes
entre sí, que se denominarán: Legislativo, Ejecutivo y Judicial.

Título octavo. Del Poder Legislativo


Artículo 48.- El Poder Legislativo será ejercido por dos Cámaras, una de Diputados y
otra de Senadores, las que serán independientes entre sí.

Artículo 49.- El Cuerpo Legislativo se reunirá ordinariamente en la capital de la


República, sin necesidad de convocatoria del primero al quince de enero de cada año; y
extraordinariamente cuando sea convocado por el Poder Ejecutivo.

Artículo 50.- El número de sus sesiones ordinarias no excederá de cuarenta; y el de las


extraordinarias será el necesario para resolver los puntos que exprese la minuta de su
convocatoria.

Artículo 51.- Tres representantes en cada una de las Cámaras, reunidos en junta
preparatoria, tiene facultad para tomar inmediatamente todas las medidas que
convengan a fin de hacer concurrir a los otros hasta conseguir su plenitud.

Artículo 52.- La mayoría de los miembros de cada Cámara, será suficiente para
deliberar, pero cuando se hallen menos de los dos tercios de los electos, el
consentimiento de las dos terceras partes de los presentes será necesario para toda
resolución legislativa.

Artículo 53.- Las dos Cámaras abrirán y cerrarán sus sesiones a un tiempo; ninguna de
ellas podrá suspenderlas, prorrogarlas ni trasladarse a otro lugar sin anuencia de la otra.

Artículo 54.- La Cámara de Diputados se renovará cada año; la de Senadores será


también renovada por tercios cada año, y sus miembros podrán ser reelectos.
Artículo 55.- Para ser Senador se requiere:

1. Ser mayor de treinta años;

2. Estar en ejercicio de los derechos de ciudadano, sin haberlos perdido en los


cinco años anteriores, a la elección;

3. Ser natural o vecino del departamento que lo elige; y

4. Ser de honradez e instrucción notorias.

Artículo 56.- Para ser electo representante a la Cámara de Diputados, se requiere:

1. Ser mayor de veinticinco años;

2. Ciudadano salvadoreño, de notoria honradez e instrucción, sin haber perdido


los derechos de ciudadano en los cinco años anteriores a la elección; y

3. Ser natural o vecino del departamento a donde corresponda el distrito que lo


elige.

Artículo 57.- Los Senadores y Diputados suplentes tendrán las mismas cualidades que
los propietarios.

Artículo 58.- Los representantes de la nación en ambas Cámaras son inviolables, en


consecuencia ningún Diputado ni Senador será responsable en tiempo alguno por sus
opiniones ya sean expresadas de palabra o por escrito.

Artículo 59.- Desde el día de la elección hasta quince días después de haber recesado el
Poder Legislativo, no podrá iniciarse ni seguirse contra los representantes juicio alguno
civil. Tampoco podrán ser juzgados, desde el día de la elección hasta quince días
después del receso por los delitos y faltas que cometan, sino es por su respectiva
Cámara, para solo el objeto de deponer al culpado y someterlo a los tribunales comunes.

Artículo 60.- Las disposiciones de los dos Artículos anteriores serán extensivas a los
Congresos y Asambleas Constituyentes.

Artículo 61.- Corresponde a cada una de las Cámaras sin intervención de la otra:

1. Calificar la elección de sus miembros, aprobando o reprobando sus


credenciales.

2. Llamar a los suplentes en caso de muerte o imposibilidad de concurrir de los


propietarios.

3. Admitirles su renuncia, por causas legalmente comprobadas.

4. Formar su reglamento interior.


5. Exigir la responsabilidad de sus miembros, tanto por faltas graves en el
ejercicio de sus funciones, como en los casos mencionados en el Artículo 63; y
establecer el orden porque deben ser juzgados.

Artículo 62.- Corresponde al Poder Legislativo:

1. Decretar, interpretar, reformar y derogar las leyes.

2. Erigir jurisdicciones y establecer en ellas funcionarios, para que


respectivamente y a nombre de la República, conozcan, juzguen y sentencien
en toda clase de negocios o causas civiles y criminales.

3. Designar las atribuciones y jurisdicciones de los diferentes funcionarios.

4. Establecer impuestos y contribuciones sobre toda clase de bienes y rentas,


con la debida proporción; y decretar empréstitos forzosos, en caso de invasión o
guerra legalmente declarada, con tal que no basten las rentas públicas
ordinarias, o no se pudieren conseguir empréstitos voluntarios.

5. Facultar al Poder Ejecutivo para que contrate empréstitos voluntarios fuera


de la República, cuando una grave y urgente necesidad lo demande, en la
cantidad suficiente para satisfacer dicha necesidad.

6. Fijar y decretar anualmente los presupuestos de los gastos de la


administración pública.

7. Conferir los grados de Brigadier inclusive arriba, con presencia de la


respectiva hoja de servicios del agraciado.

8. Decretar las armas y pabellón de la República; fijar la ley, peso y tipo de la


moneda; arreglar los pesos y medidas.

9. Concederá personas o poblaciones, títulos, distinciones honoríficas y


gratificaciones compatibles con el sistema de gobierno establecido, por
servicios relevantes prestados a la patria.

10. Asignar, aumentar o disminuir los sueldos a los empleados o funcionarios,


crear y suprimir empleos.

11. Decretar premios y conceder privilegios temporales a los autores de


inventos útiles y a los introductores de industrias de grande utilidad.

12. Decretar la guerra y hacer la paz, con presencia de los datos que le
comunique el Poder Ejecutivo.

13. Conceder amnistías e indultos con vista, en el último caso, del informe de la
Corte de Casación.

14. Conocer, en revisión de las conmutaciones de penas impuestas por delitos


graves, cuando sean denegadas por el Poder Ejecutivo.
15. Decretar el Estado de Sitio en los casos y por las causas que una ley
constitutiva determinará, el que deberá levantarse conforme a la misma ley.

16. Rehabilitar a los que hayan perdido los derechos de ciudadano.

17. Aprobar o reprobar los actos del Ejecutivo.

18. Decretar leyes sobre reconocimiento de la deuda nacional y creación de los


fondos necesarios para su pago.

19. Conceder o negar permiso a los salvadoreños que lo soliciten, para aceptar
empleos de otra Nación, compatibles con el sistema de gobierno de El
Salvador.

20. Exigir la responsabilidad a los empleados superiores, siguiendo en su caso


el juicio correspondiente según esta Constitución y las leyes.

21. Ratificar, modificar o desaprobar los diferentes tratados y negociaciones


que celebre el Ejecutivo con otras potencias.

Artículo 63.- Cuando las Cámaras sean convocadas extraordinariamente por el


Ejecutivo solo podrán tratar de los asuntos que expresa la minuta consignada en el
Decreto de convocatoria.

Artículo 64.- El Senado podrá permanecer reunido después de la clausura de las


sesiones, cuando tenga que conocer de las acusaciones que le cometa la ley, todo el
tiempo necesario al fenecimiento de aquéllas.

Artículo 65.- Las dos Cámaras reunidas formarán el Congreso o Asamblea General,
cuyas atribuciones son:

1. Abrir y cerrar las sesiones del Cuerpo Legislativo y acordar los términos en
que se deba contestar el mensaje del Presidente de la República.

2. Abrir los pliegos que contengan los sufragios para Presidente de la


República, hacer la regulación y escrutinio de los votos, por medio de una
comisión de su seno.

3. Declarar la elección del funcionario mencionado, previo el dictamen de la


comisión escrutadora, en el que deberá expresarse también ser idóneo el electo
por reunir las cualidades que requiere la ley.

4. Dar posesión al Presidente de la República, conocer de su renuncia, y de las


licencias que soliciten para ausentarse, por más de un mes, del territorio de la
República.

5. Elegir los Magistrados de la Corte de Casación y de las de apelaciones y


conocer de sus renuncias.
6. Recibir las memorias de los Ministros de Estado y pasarlas a las Cámaras
para los efectos del Artículo 62, número 17.

7. Designar las personas que deben entrar a ejercer el Poder Ejecutivo en casos
determinados por la ley, debiendo éstas tener las mismas cualidades que se
exigen para ser Presidente de la República; y

8. Resolver acerca de las dudas que concurran o denuncias que se hagan de


incapacidad del Presidente y de los demás empleados de elección de la misma
Asamblea.

Artículo 66.- Las facultades atribuidas a las Cámaras separadamente o reunidas en


Asamblea General, lo mismo que las que corresponden al Poder Legislativo en general,
son indelegables, con excepción de la de dar posesión al Presidente de la República y
Magistrados de los Tribunales de Justicia.

Título noveno. De la formación y promulgación de las


Leyes
Artículo 67.- Queda reservada exclusivamente la iniciativa de la ley, a los Diputados y
Senadores, al Presidente de la República por conducto de sus Ministros y a la Corte de
Casación.

Artículo 68.- Todo proyecto de ley, después de discutido y aprobado en una Cámara, se
pasará a la otra para que lo discuta y apruebe si le pareciere; si lo aprobare, se pasará al
Poder Ejecutivo, el que no teniendo objeciones que hacerle dará su sanción y lo hará
publicar como ley.

Los decretos que se dicten, aprobando o improbando los actos consignados en las
memorias de los Ministros de Estado, no necesitan la sanción del Ejecutivo, quien está
obligado a publicarlos.

Artículo 69.- Si la Cámara que examina el proyecto, lo enmendare o modificare deberá


volver dicho proyecto a la de su origen, para que, con las enmiendas, adiciones o
modificaciones hechas, lo discuta de nuevo; y si lo aprobare, lo pasará al Ejecutivo para
que éste proceda en los términos del Artículo anterior.

Artículo 70.- Cuando el Ejecutivo encontrare inconvenientes para sancionar los


proyectos de ley que se le pasen, podrá devolverlos dentro de diez días a la Cámara de
su origen, puntualizando las razones en que funda su negativa y si dentro del término
expresado, no los objetare, se tendrán por sancionados, y los publicará como leyes. En
caso de devolución, la Cámara podrá reconsiderar y ratificar el proyecto, con los dos
tercios de votos, pero con la obligación de pasarlo a la otra para que preste su
asentimiento, con los mismos dos tercios de votos, si le pareciere; y en este caso,
pasándolo al Ejecutivo, éste los tendrá por ley, que ejecutará y cumplirá.

Cuando el Congreso emita una ley en los últimos diez días de sus sesiones y el
Ejecutivo encontrare dificultades para su sanción, estará obligado a dar inmediatamente
aviso al Congreso, a fin de que permanezca reunido hasta que se cumpla el término
expresado y no haciéndolo, se tendrá por sancionada la ley.

Artículo 71.- Cuando un proyecto de ley fuere desechado y no ratificado, no podrá


proponerse en las mismas sesiones, sino en las de la Legislatura siguiente.

Todo proyecto de ley aprobado en la Cámara de su origen, se extenderá por triplicado.

Artículo 72.- El Ejecutivo no podrá hacer observaciones a las resoluciones o leyes que
dicte el Congreso en el ejercicio de sus atribuciones 1, 2, 3 y 5.

Artículo 73.- Para interpretar, modificar o derogar las leyes, se observarán los mismos
trámites que para su formación.

Título décimo. Poder Ejecutivo


Artículo 74.- El Poder Ejecutivo será ejercido por un ciudadano que recibirá el título de
Presidente de la República, con los respectivos Ministros. Será nombrado directamente
por el pueblo salvadoreño; pero cuando no resulte electo por mayoría absoluta de votos,
la Asamblea General, lo elegirá entre los tres ciudadanos que hayan obtenido mayor
número de sufragios.

Artículo 75.- En defecto del Presidente, entrará a ejercer el Poder Ejecutivo durante el
receso de las Cámaras, uno de los tres designados, a elección del Presidente. Cuando
este último esté en incapacidad de elegirlo, entrarán por el orden de su nombramiento.
Si el Cuerpo Legislativo estuviere reunido, cuando ocurra el caso de impedimento
proveerá a la vacante, eligiendo la persona que deba ejercer el Poder Ejecutivo.

En caso de ausencia o impedimento temporal del Presidente de la República, depositará


el mando en el Consejo de Ministros o en alguno de los designados a su arbitrio.

Artículo 76.- La duración del periodo presidencial será de cuatro años, que comenzarán
y, concluirán el primero de febrero del año de la renovación.

Artículo 77.- Para ser Presidente de la República, se requiere:

1. Ser salvadoreño por nacimiento,


2. Estar en el ejercicio de los derechos de ciudadano, sin haberlos perdido en
los cinco años anteriores a la elección;

3. Tener treinta años de edad; y

4. Ser de honradez e instrucción notorias.

Artículo 78.- El ciudadano que ejerza la Presidencia de la República, será Comandante


General del Ejército. Cuando tenga que salir del territorio a la cabeza de él, depositará el
Poder Ejecutivo.

Artículo 79.- Para el despacho de los negocios públicos, habrá los Ministros que
designe la ley, entre los cuales distribuirá el Presidente de la República los diferentes
ramos de la Administración, como le parezca conveniente.

Artículo 80.- Para ser Ministro del Gobierno, se requiere:

1. Ser salvadoreño por nacimiento;

2. Estar en el ejercicio de los derechos de ciudadano, sin haberlos perdido en


los cinco años anteriores a su nombramiento; y

3. Tener las aptitudes necesarias.

Artículo 81.- Los decretos, acuerdos y providencias del Presidente de la República,


deben ser autorizados por los Ministros en sus respectivos ramos.

Artículo 82.- Los Ministros pueden concurrir a los debates del Congreso, o de
cualquiera de las Cámaras, pero deben retirarse antes de la votación. Concurrirán
igualmente a la discusión, siempre que el Congreso o cualquiera de las Cámaras les
llame; y tanto en este caso, como en el anterior, contestarán a las interpelaciones que se
les hiciere.

Artículo 83.- El Presidente de la República y sus Ministros son responsables


solidariamente cada uno con el Jefe del Ejecutivo, por los actos que haya autorizado,
con su firma; y todos ellos, con aquel funcionario, respecto de los asuntos discutidos y
autorizados en Consejo de Ministros, exceptuando el caso de que hayan salvado su voto.

Artículo 84.- Son deberes del Poder Ejecutivo:

1. Mantener ilesa la soberanía e independencia de la República y la integridad


de su territorio.

2. Conservar la paz y tranquilidad interior.

3. Publicar la ley y hacerla ejecutar.

4. Presentar por conducto de sus Ministros al Cuerpo Legislativo, dentro de los


ocho días subsiguientes a la apertura de las sesiones ordinarias, un detalle
circunstanciado y cuenta documentada de la Administración pública, en el año
transcurrido y el presupuesto de gastos del año venidero, indicando los medios
de llenarlo. Si dentro del término expresado no se cumpliere con esta
obligación, quedará por el mismo hecho suspenso en sus funciones el Ministro
que no lo verifique, lo que será notificado al Ejecutivo inmediatamente para
que, en los ocho días siguientes, presente por medio del Ministro que nombre al
efecto, la Memoria y Presupuesto referidos, y si no lo efectuare, quedará
suspenso el Presidente de la República, asumiendo el Poder Ejecutivo, la
persona que designe la Asamblea General, quien dentro de veinte días cumplirá
con aquel deber. En este caso, el Poder Legislativo, podrá prorrogar sus
sesiones por igual término.

5. Dar a las Cámaras los informes que le pidan; pero si fueren acerca de asuntos
de reserva, lo expondrá así a no ser que estime necesaria su manifestación, no
estando obligado a declarar los planes de guerra, ni las negociaciones de alta
política, sino en el caso de que los informes sean precisos para exigirle la
responsabilidad; entonces no podrá rehusarlos por ningún motivo, ni reservarse
los documentos después de haber sido acusado por la Cámara de Diputados
ante el Senado; y

6. Dar a los funcionarios públicos del Poder Judicial, el auxilio y fuerza que
necesiten, para hacer efectivas sus providencias.

Artículo 85.- Son facultades del Poder Ejecutivo:

1. Nombrar y remover a los Ministros de Estado, a los Gobernadores de


Departamento, a los Comandantes generales y locales y admitirles sus
renuncias; a los oficiales del Ejército, de Coronel Efectivo, abajo, y concederles
su retiro, y a todos los empleados del ramo administrativo.

2. Crear el Ejército de la República y conferir grados militares de Coronel


abajo.

3. Nombrar y remover a los Ministros y a cualquiera otra clase de agentes


diplomáticos o consulares; recibir la misma clase de Ministros y agentes de las
otras naciones y dirigir las relaciones exteriores.

4. Convocar extraordinariamente las Cámaras, cuando los grandes intereses de


la Nación lo demanden, llamando en tal caso, a los suplentes de los Diputados y
Senadores que hubieren fallecido o estén legalmente impedidos.

5. Señalar antes de la instalación del Poder Legislativo, el lugar donde deba


reunirse, cuando en el designado por la ley no hubiere suficiente seguridad o
libertad para deliberar.

6. Dirigir la guerra y organizar el Ejército del Estado, pudiendo disponer al


efecto de las rentas públicas.

7. Celebrar los tratados de paz y cualesquiera otras negociaciones,


sometiéndolas a la ratificación de la Legislatura.
8. Levantar la fuerza necesaria sobre la permanente, para repeler invasiones o
sofocar rebeliones.

9. Permitir o negar el tránsito de tropas de otros países por el territorio de la


República.

10. Habilitar y cerrar puertos y establecer aduanas marítimas y terrestres,


nacionalizar y matricular buques.

11. Suspender la ejecución de la pena de muerte, en cualquier caso, mientras


aparece el Cuerpo Legislativo y conceder conmutaciones, previo informe de la
Corte de Casación.

12. Usar del veto conforme a la ley.

13. Usar de las atribuciones 11, 13, 14, 15 y 18 del Poder Legislativo, en
ausencia de éste, y con obligación de darle cuenta especial en próxima reunión.

14. Procurar el desarrollo de la instrucción pública en todos los ramos del saber
humano, decretando Estatutos y métodos adecuados.

15. Decretar la apertura y mejoramiento de las vías de comunicación, y

16. Conceder carta de naturaleza a los extranjeros que lo soliciten.

Artículo 86.- En la sanción y publicación de la ley el Poder Ejecutivo procederá de la


manera siguiente: cuando reciba un proyecto de ley, y no encontrare objeciones que
hacer, firmará los dos ejemplares que de él se le hubieren remitido y devolverá uno a la
Cámara respectiva, reservando el otro en su archivo y lo promulgará como ley, en la
forma establecida, en el término perentorio de diez días.

Título undécimo. De las elecciones


Artículo 87.- Las elecciones de las supremas autoridades salvas las excepciones que
adelante se establecen, serán directas y la ley reglamentará la manera de verificarlas.

Artículo 88.- El derecho de elegir es irrenunciable y su ejercicio es obligatorio.

Artículo 89.- La base del sistema electoral es la población sirviendo por ahora de
norma, mientras se forman censos exactos, la división administrativa de la República en
departamentos, distritos y cantones.

Artículo 90.- Por ahora cada departamento elegirá un Senador propietario y un


suplente; y cada distrito un Diputado propietario y un suplente; y cuando se formen los
censos que prescribe el Artículo anterior, el Poder Legislativo dictará al efecto la
respectiva ley reglamentaria.

Artículo 91.- Ningún empleo de nombramiento del Ejecutivo podrá ser electo Senador
o Diputado, sino después de seis meses de haber cesado en el ejercicio de sus funciones.

Artículo 92.- Los Diputados y Senadores podrán admitir empleos de nombramiento del
Ejecutivo, pasado el término de su inviolabilidad, renunciando por este hecho su
carácter de representantes.

Artículo 93.- Ningún Ministro de cualquier culto podrá obtener cargo de elección
popular.

Artículo 94.- Una ley especial reglamentará la manera de practicarse las elecciones,
cualidades de los electores y elegidos, e inscripción de ciudadanos.

Título duodécimo. Régimen interior de la República


Artículo 95.- Para la administración política se dividirá el territorio de la República en
Departamentos; su número y límites los fijará la ley.

Artículo 96.- Para ser Gobernador Propietario o suplente, se requieren las condiciones
siguientes:

1. Ser ciudadano en ejercicio de sus derechos, sin haberlos perdido en los dos
años anteriores a su nombramiento.

2. Ser mayor de veinticinco años y de honradez e instrucción.

Artículo 97.- El gobierno local de los pueblos estará a cargo de las Municipalidades,
electas popular y directamente por los ciudadanos vecinos de cada población. Cada
Municipalidad se compondrá de un Alcalde, un Síndico y dos o más Regidores, en
proporción a la población conforme lo determina la ley.

Artículo 98.- Los Consejos Municipales administrarán sus fondos en provecho de la


comunidad, rindiendo cuenta de su administración al tribunal establecido por la ley.

Artículo 99.- Las atribuciones de las Municipalidades, que serán puramente económicas
y administrativas, las determinará la ley, lo mismo que las condiciones que deben tener
sus miembros para ser electos.

Artículo 100.- Además de las atribuciones que la ley confiere a las Municipalidades, las
de cabecera de Distrito, tiene la de conmutar, conforme a la ley, las penas impuestas por
faltas.
Artículo 101.- Las Municipalidades en el ejercicio de sus funciones son enteramente
independientes, pero serán responsables ante la ley por sus actos, ya como personas
jurídicas o individualmente según los casos.

Artículo 102.- Es civil la policía de seguridad y orden y estará a cargo de las


autoridades locales. El nombramiento y renovación de sus empleados corresponde a las
Municipalidades, excepto en la Capital de la República, en donde el Poder Ejecutivo
ejercerá esta facultad, y tendrá la dirección suprema del ramo. Una ley secundaria lo
reglamentará.

Título decimotercero. Poder Judicial


Artículo 103.- El Poder Judicial será ejercido por una Corte de Casación, por Cortes de
Apelación y por los demás tribunales y jueces que establece la ley.

Artículo 104.- La Corte de Casación se compondrá de cinco Magistrados y las Cortes


de Apelación de dos cada una.

La Corte de Casación residirá en la capital de la República y las de Apelación, una en


San Miguel, otra en Santa Ana y dos en la misma capital.

Habrá dos Magistrados suplentes para la Corte de Casación, dos para las Cortes de
Apelación de San Miguel, igual número para la de Santa Ana; y tres para las de la
Capital, los que entrarán a funcionar indistintamente, en lugar de los propietarios, en los
casos determinados por la ley.

Artículo 105.- Para ser Magistrado propietario o suplente de las Cortes de Casación o
de las de Apelación se requiere:

1. Ser salvadoreño por nacimiento.

2. Estar en ejercicio de la ciudadanía sin haber perdido sus derechos en los


cuatro años anteriores a su elección.

3. Ser mayor de treinta años de edad.

4. Ser Abogado de la República.

5. Tener instrucción y moralidad notorias; y

6. Haber ejercido la profesión de abogado por espacio de seis años en el


Salvador, o servido por cuatro años una judicatura de primera instancia.
Artículo 106.- Los Magistrados Propietarios y suplentes durarán cuatro años en el
ejercicio de sus funciones y podrán ser reelectos. Se renovarán por mitad cada dos años,
haciéndose por sorteo la primera renovación.

Artículo 107.- Son atribuciones de la Corte de Casación:

1. Conocer de los recursos de Casación, conforme a la ley.

2. Formar su reglamento interior.

3. Nombrar a los jueces de primera instancia, recibirles la protesta que


establece esta Constitución, al posesionarlos de sus destinos, conocer de sus
renuncias y concederles las licencias que soliciten.

4. Visitar las Cortes de Apelación por medio de un Magistrado, para corregir


los abusos que se noten en la administración de justicia.

5. Hacer uso del derecho de iniciativa, manifestando al Poder Legislativo la


inconveniencia de las leyes o las dificultades y vacíos que hubiere notado para
su aplicación, indicando las reformas de que sean susceptibles.

6. Suspender durante el receso del Senado, a los Magistrados, por faltas graves
en el ejercicio de sus funciones, con conocimiento de causa, y concederles las
licencias que soliciten con arreglo a la ley.

7. Practicar el recibimiento de Abogados, suspenderlos del ejercicio de la


profesión, y aún retirarles sus títulos por venalidad, cohecho o fraude, con
conocimiento de causa.

8. Nombrar conjueces en los casos determinados por la ley.

9. Conocer en las causas de presas y en todas aquellas que no estén reservadas a


otra autoridad.

10. Vigilar incesantemente porque se administre pronta y cumplida justicia; y

11. Dirimir las competencias que se susciten entre los tribunales y jueces de
cualquier fuero y naturaleza que sean.

Las demás contribuciones de la Corte de Casación las determinará la ley.

Artículo 108.- Las Cortes de Apelación de la capital conocerán de todos los negocios
de su competencia, y su jurisdicción estará circunscrita a los departamentos de San
Salvador, de La Libertad, de Cuscatlán, de Cabañas, de Chalatenango, de San Vicente y
de La Paz.

La de San Miguel conocerá en apelación de todas las causas civiles y criminales


sentenciadas por los jueces de primera instancia de los Departamentos de San Miguel,
de Usulután, de La Unión, y de Gotera, lo mismo que de los demás recursos que le
competen según la ley; y la de Santa Ana conocerá de las causas civiles y criminales
sentenciadas por los jueces de primera instancia de los Departamentos de Santa Ana, de
Sonsonate y de Ahuachapán y de los demás recursos que le competen según la ley.

Artículo 109.- Corresponde a la Corte de Apelación decretar y hacer efectiva la garantía


del habeas corpus, contra cualquiera autoridad y recibir las acusaciones y denuncias que
se hicieren contra los jueces de primera instancia y empleados subalternos del orden
judicial, para solo el efecto de instruir el informativo correspondiente y dar cuenta con
él a la Corte de Casación.

Las demás atribuciones de la Corte de Apelación las determinará la ley.

Artículo 110.- Habrá jueces de 1ª instancia, propietarios y suplentes, en todas las


cabeceras de departamento, para conocer y fallar en lo civil y criminal. La Corte de
Casación, de acuerdo con el Ejecutivo, podrá también establecerlos en las de distrito,
siempre que lo crea conveniente a la buena administración de justicia. Serán nombrados
para un año y podrán ser reelectos.

Artículo 111.- Para ser juez de 1ª instancia se requiere:

1. Ser ciudadano en ejercicio con vecindario de dos años en El Salvador;

2. Abogado de la República, de conocida moralidad e instrucción; y

3. No haber perdido los derechos de ciudadano dos años antes de su


nombramiento.

Artículo 112.- Se establece el jurado de calificación en donde hubiere jueces de 1ª


instancia, para toda clase de delitos que fueren de la competencia de éstos. Una ley
secundaria reglamentará dicha institución.

Artículo 113.- Habrá jueces de paz en todos los pueblos de la República que conocerán
de los negocios de menor cuantía y en las infracciones calificadas y penadas como faltas
en el Código Penal y en los demás casos señalados por la ley. Su elección, cualidades y
atribuciones serán demarcadas por la ley.

Artículo 114.- Producen acción popular contra los Magistrados y Jueces:

1. La prevaricación.

2. El cohecho.

3. La abreviación u omisión de las formas judiciales; y

4. El procedimiento ilegal contra las garantías individuales.

Artículo 115.- Es incompatible la calidad de Magistrado y de Juez de 1ª Instancia con la


de empleado de los otros poderes.

Esta disposición no comprende a los suplentes, cuando no estén ejerciendo sus


funciones.
Título decimocuarto. Tesoro Nacional
Artículo 116.- Forman el Tesoro público de la Nación:

1. Todos sus bienes muebles y raíces.

2. Todos sus créditos activos.

3. Todos los derechos, impuestos y contribuciones que paguen y en lo sucesivo


pagaren los salvadoreños y extranjeros.

Artículo 117.- Para la administración de los fondos públicos habrá una Tesorería
General recaudadora y pagadora, y un Tribunal Superior o Contaduría Mayor de
Cuentas, que glosará todas las de los que administren intereses del erario público.

Artículo 118.- La Tesorería General publicará cada mes el estado de los fondos que
administra y la Contaduría Mayor cada año un cuadro general de todas las rentas.

Artículo 119.- Ninguna suma podrá extraerse del Tesoro, pagarse o abonarse, sino en
virtud de designación previa de la ley.

Título decimoquinto. Fuerza Armada


Artículo 120.- La fuerza armada es instituida para mantener incólume la integridad del
territorio salvadoreño, para conservar y defender la autonomía nacional, para hacer
cumplir la ley y guardar el orden público y para hacer efectivas las garantías
constitucionales.

Artículo 121.- La fuerza armada es esencialmente obediente y no puede deliberar.

Artículo 122.- El Ejército de la República se compondrá de la fuerza permanente,


milicias y marina nacionales.

La fuerza permanente en tiempo de paz, será fijada anualmente por la Legislatura.

Artículo 123.- Los individuos del Ejército de la República gozarán del fuero de guerra,
con tal que pertenezcan a un cuerpo organizado; salvo en los casos de desafuero
establecidos por la ley, y por las infracciones de los reglamentos y leyes de policía.
Los que gozan del fuero de guerra estarán sujetos a los procedimientos y penas de las
ordenanzas y leyes militares.

Artículo 124.- En caso de invasión, de guerra legítimamente declarada y de rebelión,


todos los salvadoreños de dieciocho a cincuenta años son soldados.

Título decimosexto. Responsabilidad de los funcionarios


públicos
Artículo 125.- Todo funcionario público, al posesionarse de su destino, protestará bajo
su palabra de honor, ser fiel a la República, cumplir y hacer cumplir la Constitución,
ateniéndose a su texto, cualesquiera que fueren las leyes, decretos, órdenes o
resoluciones que la contraríen, prometiendo además, el exacto cumplimiento de los
deberes que el empleo le impusiere, por cuya infracción será responsable con su persona
y bienes.

Artículo 126.- Toda medida por la cual el Presidente de la República disuelva el


Cuerpo Legislativo o impida su reunión es un crimen de alta traición.

Artículo 127.- Todo ciudadano salvadoreño tiene el derecho de acusar, ante la Cámara
de Diputados, al Presidente de la República, Magistrados de las Cortes de Justicia,
Ministros de Estado y agentes diplomáticos o consulares, por traición, venalidad,
usurpación de poder, falta grave en el ejercicio de sus funciones y delitos comunes que
no admiten excarcelación garantida. La Cámara acogerá siempre esta acusación y la
instaurará ante el Senado, por medio de un fiscal que de su seno nombrará al efecto. Las
personas que no pudieren constituirse acusadoras tendrán los derechos de queja o
denuncia conforme a la ley.

La responsabilidad de los gobernadores será deducida ante el Poder Ejecutivo.

Artículo 128.- La instrucción de la causa y sus procedimientos se verificarán en el


Senado colectivamente o por una comisión de su seno; pero el juicio y pronunciamiento
se hará del primer modo, debiendo concurrir los dos tercios de votos para que haya
sentencia.

Artículo 129.- La sentencia o pronunciamiento del Senado o del Ejecutivo en este


género de causas, tiene por principal objeto, deponer al acusado de su empleo si hubiere
lugar; debiendo además declarar si hay mérito para que el culpable sea sometido a un
procedimiento ordinario ante los tribunales comunes en cuyo caso, remitirá el proceso al
juez o tribunal que corresponda.

Artículo 130.- Desde que se declare que ha lugar a formación de causa, el acusado
quedará suspenso en el ejercicio de sus funciones, y por ningún motivo podrá
permanecer más en su empleo, sin hacerse responsable del crimen de usurpación y
ningún individuo deberá obedecerle.

Artículo 131.- Los decretos, autos y sentencias pronunciadas por el Senado en esta
clase de causas, deben cumplirse y ejecutarse sin necesidad de confirmatoria, ni de
sanción alguna, debiendo el fiscal nombrado intervenir en el juicio hasta la sentencia.

Artículo 132.- Cuando el Ejecutivo en las cuentas que rindan sus Ministros al Poder
Legislativo, omitiere alguno de los actos que según la ley debieran comprenderse en
aquéllas será interpelado por la Asamblea General para que cumpla con su deber a este
respecto. No obstará en ningún tiempo la aprobación en general de las respectivas
memorias, para exigir la responsabilidad correspondiente por los actos omitidos en ella.

Título decimoséptimo. Reforma de la Constitución


Artículo 133.- La reforma de esta Constitución sólo podrá acordarse por los dos tercios
de votos de los Representantes electos a cada Cámara, debiendo puntualizarse el
Artículo o Artículos que hayan de alterarse. Esta resolución se publicará en el periódico
oficial y volverá a tomarse en consideración en la próxima inmediata Legislatura. Si
ésta lo ratifica, se convocará una Asamblea Constituyente para que decrete las reformas.

Artículo 134.- La presente Constitución tendrá fuerza de ley desde el día de su


publicación en el periódico oficial, quedando derogada la emitida el dieciséis de febrero
de mil ochocientos ochenta.
Constitución de 1886
(13 de agosto de 1886)

Decretada por el Congreso Nacional Constituyente de 1886, con las Leyes Constitutivas
y Ley de Extranjería.

En nombre del pueblo salvadoreño, el Congreso Nacional Constituyente, decreta,


sanciona y proclama la siguiente Constitución.

Título I. De la Nación y forma de Gobierno


Artículo 1.- La Nación salvadoreña es soberana e independiente, y no podrá ser jamás
el patrimonio de ninguna familia ni persona.

La soberanía es inalienable e imprescriptible y limitada a lo honesto, justo y


conveniente a la sociedad; reside esencialmente en la universalidad de los salvadoreños
y ninguna fracción de pueblos o de individuos puede atribuírsela.

Artículo 2.- Todo poder público emana del pueblo. Los funcionarios del Estado son sus
delegados y no tienen más facultades que las que expresamente les da la ley. Por ella
legislan, administran y juzgan, por ella se les debe obediencia y respeto; y conforme a
ella deben dar cuenta de sus funciones.

Artículo 3.- El territorio de El Salvador tiene por límites: al Este, el Golfo de Fonseca;
al Norte, las Repúblicas de Guatemala y Honduras; al Oeste, el Río de Paz, y al Sur, el
Océano Pacífico. La demarcación especial será objeto de una ley.

Artículo 4.- El Gobierno de la Nación salvadoreña es republicano, democrático


representativo y alternativo. Se compondrá de tres Poderes distintos e independientes
entre sí que se denominarán: Legislativo, Ejecutivo y Judicial.

Título II. Derechos y garantías


Artículo 5.- En la República no se reconocen empleos ni privilegios hereditarios.
Toda propiedad es transmisible en la forma que determinan las leyes, quedando en
consecuencia, prohibida toda especie de vinculación.

Artículo 6.- No pueden imponerse contribuciones sino en virtud de una ley, y para el
servicio público.

Artículo 7.- Todo el que ejerce cualquier cargo público es directa e inmediatamente
responsable de los actos que practique en el ejercicio de sus funciones. La ley
determinará el modo de hacer efectiva esta responsabilidad.

Artículo 8.- El Salvador reconoce derechos y deberes anteriores y superiores a las leyes
positivas, teniendo por principios la libertad, la igualdad y la fraternidad y por base, la
familia, el trabajo, la propiedad y el orden público.

Artículo 9.- Todos los habitantes de El Salvador tienen derecho incontestable a


conservar y defender su vida, su libertad y propiedad, y a disponer libremente de sus
bienes de conformidad con la ley.

Artículo 10.- Todo hombre es libre en la República. No será esclavo el que entre en su
territorio, ni ciudadano el que trafique con esclavos.

Artículo 11.- La República es un asilo sagrado para el extranjero que quiera residir en
su territorio, menos para los reos de delitos comunes que reclame otra Nación, en virtud
de tratados vigentes, en los que se hubiese estipulado la extradición.

La extradición no podrá estipularse respecto de los nacionales en ningún caso, ni


respecto de extranjeros por delitos políticos aunque por consecuencia de éstos resultase
un delito común.

Artículo 12.- Se garantiza el libre ejercicio de todas las religiones sin más límite que el
trazado por la moral y el orden público. Ningún acto religioso servirá para establecer el
estado civil de las personas.

Artículo 13.- Toda persona tiene derecho de permanecer en el lugar que le convenga; y
de transitar, emigrar y volver sin pasaporte, salvo el caso de sentencia ejecutoriada y sin
perjuicio de lo dispuesto en el Artículo 28 de esta Constitución.

Artículo 14.- Igualmente pueden los habitantes de El Salvador asociarse y reunirse


pacíficamente y son armas con cualquier objeto lícito.

Artículo 15.- Nadie puede ser obligado a prestar trabajos o servicios personales sin
justa retribución y sin su pleno consentimiento salvo que por motivos de necesidad o
utilidad pública se establezcan por la ley. La ley no puede autorizar ningún acto o
contrato que tenga por objeto la pérdida o el irrevocable sacrificio de la libertad del
hombre, ya sea por causa de trabajo, de educación o de voto religioso. Tampoco puede
autorizar convenios en que el hombre pacte su proscripción o destierro.

Artículo 16.- Toda persona tiene derecho de dirigir sus peticiones a las autoridades
legalmente establecidas, con tal de que se hagan de una manera decorosa; y a que se
resuelvan y que se le haga saber el acuerdo que sobre ellas se dictare.
Artículo 17.- Ninguna persona que tenga la libre administración de sus bienes, puede
ser privada del derecho de terminar sus asuntos civiles por transacción o arbitramento.
En cuanto a las que no tengan esa libre administración la ley determinará los casos y
requisitos con que pueden hacerlo.

Artículo 18.- Se prohíbe la confiscación ya como pena o en cualquier otro concepto.


Las autoridades que contravengan a esta disposición, responderán en todo tiempo con
sus personas y bienes del daño inferido; y las cosas confiscadas son imprescriptibles.

Artículo 19.- La pena de muerte no podrá aplicarse, sino por delitos muy graves,
puramente militares y cometidos en campaña y que determinará el Código Militar; y por
los delitos de parricidio, asesinato, robo o incendio si se siguiere muerte.

Se prohíben las penas perpetuas, la aplicación de palos y toda especie de tormentos.

Artículo 20.- Ninguna persona puede ser privada de su vida, de su libertad, ni de su


propiedad, sin ser previamente oída y vencida en juicio con arreglo a las leyes, ni puede
ser enjuiciada civil o criminalmente dos veces por la misma causa.

Artículo 21.- Sólo podrá practicarse el registro o la pesquisa de la persona para prevenir
o averiguar delitos o faltas.

El domicilio es inviolable; y no podrá decretarse el allanamiento, sino para la


averiguación de los delitos o persecución de los delincuentes, en la forma y en los casos
determinados por la ley.

Artículo 22.- Ningún individuo será juzgado en otra jurisdicción que en aquella donde
se hubiere cometido el delito, salvo los casos determinados por tal ley, o aquéllos en que
la misma ley faculte a la Corte de Justicia para designar otra jurisdicción.

Artículo 23.- Todos los hombres son iguales ante la ley.

Artículo 24.- Las leyes no pueden tener efecto retroactivo, excepto en materia penal,
cuando la nueva ley sea favorable al delincuente.

Artículo 25.- Nadie puede ser juzgado sino por leyes dadas con anterioridad al hecho y
por el Tribunal que previamente haya establecido la ley.

Artículo 26.- Un mismo juez no puede serlo en diversas instancias en una misma causa.

Artículo 27.- Ningún poder ni autoridad puede avocarse causas pendientes, ni abrir
juicios fenecidos.

Artículo 28.- Ni el Poder Ejecutivo, ni el Judicial, ni ninguna otra autoridad, puede


dictar órdenes de detención o prisión, sino es de conformidad con la ley. Esta orden
debe ser siempre escrita, salvo en materia criminal, cuando el delincuente sea tomado
infraganti, en cuyo caso puede ser detenido por cualquiera persona, para entregarlo
inmediatamente a la autoridad respectiva. La detención para inquirir no pasará de
cuarenta y ocho horas y el Juez de Instrucción está obligado, dentro de dicho término, a
decretar la libertad o el arresto provisional del indiciado.
Artículo 29.- Todo hombre puede libremente expresar, escribir, imprimir y publicar sus
pensamientos sin previo examen, censura ni caución; pero deberá responder ante el
Jurado por el delito que cometa.

Artículo 30.- La correspondencia epistolar y telegráfica es inviolable. La


correspondencia interceptada no hace fe ni podrá figurar en ninguna especie de
actuación.

Artículo 31.- La propiedad de cualquier naturaleza que sea es inviolable. Ninguna


persona puede ser privada de sus bienes, si no por causa de utilidad pública legalmente
comprobada y previa una justa indemnización. En caso de expropiación motivada por
las necesidades de la guerra, la indemnización puede no ser previa.

Artículo 32.- Ninguna corporación permanente, civil o eclesiástica, cualquiera que sea
su carácter, denominación u objeto, tendrá capacidad legal para conservar en propiedad
o administrar por si bienes raíces, con la única excepción de los destinados inmediata y
directamente al servicio u objeto de la institución.

Artículo 33.- La enseñanza es libre: la primaria, es, además obligatoria. La enseñanza


que se dé en los establecimientos costeados por el Estado, será laica y gratuita, y estará
sujeta a los reglamentos respectivos.

Artículo 34.- Toda industria es libre, y sólo podrán estancarse en provecho de la


Nación, y para administrarse por el Ejecutivo, el aguardiente, el salitre y la pólvora.

No habrá monopolio de ninguna clase, ni prohibiciones a título de protección a la


industria. Exceptúanse únicamente los relativos a la acuñación de moneda y a los
privilegios que, por tiempo limitado, conceda la ley a los inventores o perfeccionadores
de alguna industria.

Artículo 35.- Se garantiza el derecho de asociación, y sólo se prohíbe el establecimiento


de congregaciones conventuales y toda especie de instituciones monásticas.

Artículo 36.- El derecho de insurrección no producirá en ningún caso la abrogación de


las leyes, quedando limitado en sus efectos, a separar en cuanto sea necesario, a las
personas que desempeñen el Gobierno, y nombrar interinamente las que deban
subrogarlas, entre tanto se llena su falta en la forma establecida por la Constitución.

Artículo 37.- Toda persona tiene derecho de pedir y obtener el amparo de la Suprema
Corte de Justicia o Cámara de Segunda Instancia, cuando cualquiera autoridad o
individuo restrinja la libertad personal o el ejercicio de cualquiera de los otros derechos
individuales que garantiza la presente Constitución. Una ley especial reglamentará la
manera de hacer efectivo este derecho.

Artículo 38.- Ninguno de los poderes constituidos podrá celebrar o aprobar tratados o
convenciones en que de alguna manera se altere la forma de Gobierno establecida o se
menoscabe la integridad del territorio o la soberanía nacional; lo cual se entiende sin
perjuicio de lo dispuesto en el Artículo 151 de esta Constitución.
Artículo 39.- Ni el Poder Legislativo, ni el Poder Ejecutivo, ni ningún tribunal,
autoridad o persona, podrá restringir, alterar o violar las garantías constitucionales, sin
quedar sujeto a las responsabilidades establecidas por la ley. La ley de Estado de Sitio
determinará las que pueden suspenderse y los casos en que esta suspensión deba tener
lugar.

Artículo 40.- Los derechos y garantías que enumera esta Constitución, no serán
entendidos como negación de otros derechos y garantías no enumerados; pero que nacen
del principio de la soberanía del pueblo y de la forma republicana de Gobierno.

Título III. De los salvadoreños


Artículo 41.- Los salvadoreños lo son por nacimiento o por naturalización.

Artículo 42.- Son salvadoreños por nacimiento:

1. Los nacidos en territorio de El Salvador, excepto los hijos de extranjeros no


naturalizados.

2. Los hijos legítimos de extranjero con salvadoreña, nacidos en territorio de El


Salvador, cuando dentro del año subsiguiente a la época en que lleguen a la
mayor edad, no manifiesten ante al Gobernador respectivo que optan por la
nacionalidad del padre; los hijos legítimos de salvadoreño con extranjera y los
hijos ilegítimos de salvadoreña con extranjero nacidos en El Salvador.

3. Los hijos legítimos de salvadoreño y los ilegítimos de salvadoreña nacidos


en país extranjero y no naturalizados en él.

4. Los descendientes de hijos de extranjeros o de extranjero con salvadoreña,


nacidos unos y otros en El Salvador.

Artículo 43.- Son salvadoreños por naturalización, los que conforme a las leyes
anteriores hayan adquirido esta calidad y los que en lo sucesivo la obtengan, según las
reglas siguientes:

1. Los hispanoamericanos que obtengan carta de naturalización del Gobernador


departamental respectivo, quien la concederá con solo la comprobación de la
buena conducta del solicitante.

2. Los extranjeros que soliciten y obtengan la naturalización de la misma


autoridad comprobando su buena conducta y dos años de residencia en El
Salvador.

3. Los que obtengan carta de naturalización del Cuerpo Legislativo.


4. Los que hayan adquirido la naturalización conforme al Artículo 48 de esta
Constitución.

Artículo 44.- También se consideran como salvadoreños naturalizados a los


Centroamericanos que manifiesten ante el Gobernador respectivo el deseo de ser
salvadoreños.

Título IV. De los extranjeros


Artículo 45.- Los extranjeros desde el instante en que lleguen al territorio de la
República, estarán estrictamente obligados a respetar a las autoridades y a observar las
leyes, y adquirirán derecho a ser protegidos por éstas.

Artículo 46.- Ni los salvadoreños ni los extranjeros podrán en ningún caso reclamar al
Gobierno indemnización alguna por daños y perjuicios que a sus personas o sus bienes
causaron las facciones, quedando expeditos sus derechos para entablar sus reclamos
contra los funcionarios o particulares culpables.

Artículo 47.- Los extranjeros pueden adquirir toda clase de bienes, no quedando estos
exonerados de las cargas ordinarias o extraordinarias que las leyes establezcan sobre los
bienes de los salvadoreños.

Artículo 48.- Por el hecho de aceptar un extranjero un empleo público con goce de
sueldo, salvo en el profesorado y la milicia, renuncia su nacionalidad, quedando
naturalizado en El Salvador.

Artículo 49.- Ningún pacto internacional podrá modificar en manera alguna las
disposiciones contenidas en este Titulo.

Artículo 50.- Los extranjeros quedarán sujetos a una ley especial de extranjería.

Título V. De la ciudadanía
Artículo 51.- Son ciudadanos todos los salvadoreños mayores de dieciocho años, los
casados y los que hayan obtenido algún título literario, aunque no hubiesen llegado a
esta edad.

Artículo 52.- El ejercicio de la ciudadanía se suspende:


1. Por auto de prisión en causa criminal que no admita excarcelación garantida.

2. Por conducta notoriamente viciada.

3. Por enajenación mental.

4. Por interdicción judicial.

5. Por negarse a desempeñar sin justa causa un cargo de elección popular. La


suspensión, en este caso durará por todo el tiempo que debiera desempeñarse
dicho cargo; y

6. Por sentencia judicial que así lo declarare.

Artículo 53.- Pierden los derechos de ciudadano:

1. Los condenados a una pena que traiga consigo la pérdida de la ciudadanía.

2. Los condonados por delito grave.

3. Los que se naturalicen en país extranjero.

4. Los que residiendo en la República admitan empleos de otra Nación sin


licencia del Poder Legislativo.

5. Los que vendan su voto en las elecciones.

6. Los que suscribieron actos o proclamas o emplearen otros medios directos,


promoviendo o apoyando la reelección del Presidente de la República; y

7. Los funcionarios que ejerciendo autoridad pública en el orden civil o militar,


coarten la libertad del sufragio.

Título VI. Del Poder Legislativo


Artículo 54.- El Poder Legislativo, será ejercido por una Asamblea Nacional de
Diputados.

Artículo 55.- El Cuerpo Legislativo se reunirá ordinariamente en la capital de la


República sin necesidad de convocatoria, del primero al quince de febrero de cada año;
y extraordinariamente cuando sea convocado por el Poder Ejecutivo en Consejo de
Ministros. La Asamblea podrá trasladarse a otro lugar para celebrar sus sesiones cuando
así lo acuerde.
Artículo 56.- El número de sus sesiones ordinarias no excederá de cuarenta y el de las
extraordinarias será el necesario para resolver los asuntos de su competencia que el
Ejecutivo le someta.

Artículo 57.- Tres representantes reunidos en junta preparatoria, tienen facultad para
tomar inmediatamente todas las providencias que convengan a fin de hacer concurrir a
los otros hasta conseguir su plenitud.

Artículo 58.- La mayoría de los miembros de la Asamblea será suficiente para


deliberar; pero cuando se hallen menos de los dos tercios de los electos, el
consentimiento de las dos terceras partes de los presentes será necesario para toda
resolución.

Artículo 59.- Los miembros de la Asamblea se renovarán cada año, pudiendo ser
reelectos.

Artículo 60.- Para ser electo Diputado se requiere:

1. Ser mayor de veinticinco años;

2. Ciudadano salvadoreño;

3. De notoria honradez e instrucción;

4. Sin haber perdido la ciudadanía en los cinco años anteriores a la elección; y

5. Ser natural o vecino del departamento que lo elige.

Artículo 61.- No podrán ser electos Diputados los contratistas de obras o servicios
públicos de cualquiera clase que se costeen con fondos del Estado, y los que de resultas
de tales contratas tengan pendientes reclamaciones de interés propio. Tampoco podrán
serlo los empleados con goce de sueldo de nombramiento del Ejecutivo, si no después
de seis meses de haber cesado en sus funciones.

Artículo 62.- Los Diputados suplentes tendrán las mismas cualidades que los
propietarios.

Artículo 63.- Los Diputados no podrán obtener empleo durante el tiempo para que han
sido electos; excepto los de Secretario de Estado, Representantes Diplomáticos y cargos
sin goce de sueldo.

Artículo 64.- Los Representantes de la Nación son inviolables. En consecuencia ningún


Diputado será responsable en tiempo alguno por sus opiniones ya sean expresadas de
palabra o por escrito.

Artículo 65.- Desde el día de la elección hasta quince días después de haber recesado el
Poder Legislativo, no podrá iniciarse ni seguirse contra los Representantes juicio alguno
civil.
Por los delitos graves que cometan desde el día de la elección hasta el receso no podrán
ser juzgados sino por la Asamblea para el solo efecto de deponer al culpable y
someterlo a los tribunales comunes.

Por los delitos menos graves y faltas que cometan durante el mismo período, serán
juzgados por el Juez competente; pero no podrán ser detenidos o presos, ni llamados a
declarar sino después del receso.

Si hubieren cometido un delito grave antes de la elección la Asamblea, una vez


averiguado el hecho, declarará nula la elección y someterá al culpable a los tribunales
competentes.

Si durante las sesiones fuere sorprendido algún representante en flagrante delito, podrá
ser detenido por cualquiera persona o autoridad y ésta lo pondrá dentro de veinticuatro
horas a disposición de la Asamblea.

Artículo 66.- Las disposiciones de los dos Artículos anteriores son extensivos a los
Congresos Constituyentes.

Artículo 67.- Corresponde a la Asamblea Nacional:

1. Calificar la elección de sus miembros, aceptando o desechando sus


credenciales.

2. Admitirles sus renuncias por causas legalmente comprobadas.

3. Exigirles la responsabilidad en los casos previstos por esta Constitución.

4. Llamar a los suplentes en caso de muerte, renuncia o imposibilidad de


concurrir de los propietarios; y

5. Formar su reglamento interior.

Artículo 68.- Son atribuciones del Poder Legislativo:

1. Abrir y cerrar sus sesiones y acordar los términos en que se debe contestar el
Mensaje del Presidente de la República.

2. Abrir los pliegos que contengan los sufragios para Presidente y


Vicepresidente de la República y hacer el escrutinio de votos por medio de una
comisión de su seno.

3. Declarar la elección de los funcionarios indicados, previo el dictamen de la


comisión escrutadora, quien deberá expresar también si los electos reúnen o no
las cualidades requeridas por la Ley.

4. Dar posesión al Presidente y Vicepresidente de la República, recibiéndoles la


protesta constitucional; conocer de sus renuncias y de las licencias que
soliciten.
5. Elegir por votación pública a los Magistrados del Supremo Tribunal de
Justicia y a los Contadores del Tribunal Mayor de Cuentas, recibirles la
Protesta Constitucional y conocer de sus renuncias.

6. Tomar la cuenta detallada y documentada que debe rendir el Ejecutivo por


medio de sus Ministros para los efectos del número 25 de este Artículo.

7. Designar tres personas que deban ejercer el Poder Ejecutivo en los casos
determinados por esta Constitución, debiendo aquéllas tener las mismas
cualidades que se exigen para ser Presidente de la República. Esta designación
puede recaer en miembros del Congreso.

8. Resolver acerca de las dudas que ocurran o denuncias que se hagan sobre
incapacidad del Presidente o Vicepresidente de la República y de los empleados
de elección de la misma Asamblea.

9. Decretar, interpretar, reformar y derogar las leyes secundarias.

10. Erigir jurisdicciones y establecer en ellas funcionarios que a nombre de la


República, conozcan, juzguen y sentencien toda clase de causas, o negocios
civiles o criminales.

11. Designar las atribuciones y jurisdicción de los diferentes funcionarios.

12. Establecer impuestos y contribuciones sobre toda clase de bienes y rentas


con la debida proporción si fueren directos; y en caso de invasión o guerra
legalmente declarada, decretar empréstitos forzosos con la misma proporción,
en caso que no basten las rentas públicas ordinarias, ni se puedan conseguir
empréstitos voluntarios.

13. Facultar al Poder Ejecutivo para que contrate empréstitos voluntarios dentro
o fuera de la República, cuando una grave y urgente necesidad lo demande.

Los empréstitos contratados de conformidad con este Artículo, deberán


someterse a la aprobación del Poder Legislativo.

14. Decretar anualmente el presupuesto de gastos de la administración pública,


debiendo arreglar la inversión de las rentas de modo que sean atendidas de
preferencia la instrucción pública, la administración de justicia y la policía.

15. Conferir los grados de Teniente Coronel, inclusive arriba, con presencia de
la respectiva hoja de servicios.

16. Decretar las armas y pabellón de la República.

17. Fijar la ley, peso y tipo de la moneda, y arreglar las pesas y medidas.

18. Conceder a personas o poblaciones títulos, distinciones honoríficas y


gratificaciones compatibles con el sistema de Gobierno, establecido, por
servicios relevantes prestados a la Patria.
19. Asignar, aumentar o disminuir sueldos a los empleados o funcionarios,
crear y suprimir empleos. Pero los decretos sobre aumento de sueldos a los
funcionarios de los Supremos Poderes Legislativo y Ejecutivo no podrán tener
efecto sino hasta el período siguiente.

20. Decretar premios o conceder privilegios temporales a los autores de


inventos útiles y a los introductores o perfeccionadores de industrias de utilidad
general.

21. Decretar la guerra con presencia de los datos que le comunique el Poder
Ejecutivo.

22. Conceder amnistías e indultos, con vista en el último caso, del informe y
dictamen favorable de la Suprema Corte de Justicia.

23. Decretar el Estado de Sitio en los casos y por las causas que una ley
constitutiva determinará, el que deberá levantarse conforme a la misma ley.

24. Rehabilitar a los que hayan perdido los derechos de ciudadanía.

25. Aprobar o desaprobar los actos del Ejecutivo.

26. Decretar leyes sobre el reconocimiento de la deuda nacional, y crear y


designar los fondos necesarios para su pago.

27. Conceder o negar permiso a los salvadoreños que lo soliciten para aceptar
empleos de otra Nación compatible con el sistema de Gobierno de El Salvador.

28. Conceder o negar carta de naturalización a los extranjeros que la soliciten.

29. Ratificar, modificar o desaprobar los tratados o pactos que celebre el


Ejecutivo con otras naciones; no pudiendo ser ratificados en ningún caso los
tratados o convenciones en que de alguna manera se restrinja o afecte el
ejercicio del derecho de insurrección o se viole alguna de las demás
disposiciones constitucionales.

30. Permitir o negar el tránsito de tropas de otros países por el territorio de la


República; y

31. Conocer en el juicio de responsabilidad de los empleados superiores y de la


manera que se dirá en el Título XIII de esta Constitución.

Artículo 69.- Cuando la Asamblea Nacional sea convocada extraordinariamente sólo


podrá tratar de los asuntos de su competencia que el Ejecutivo someta a su
conocimiento.

Artículo 70.- Las facultades de la Asamblea Nacional son indelegables, con excepción
de la de dar posesión al Presidente y Vicepresidente de la República, Magistrados del
Supremo Tribunal de Justicia y Contadores. Los decretos o resoluciones que se dictaren
en contravención a este Artículo serán nulos, cualquiera que sea la causa en que se
funden, sin perjuicio de la responsabilidad que esta Constitución establece para los
contraventores.

Artículo 71.- Tienen exclusivamente la iniciativa de ley, los Diputados, el Presidente de


la República, por conducto de sus Ministros y la Corte Suprema de Justicia.

Artículo 72.- Todo proyecto de ley, después de discutido y aprobado se pasará al Poder
Ejecutivo, quien no teniendo objeciones que hacerle, le dará su sanción y lo hará
publicar como ley. El Poder Ejecutivo no podrá hacer observaciones ni negar su sanción
a las resoluciones de la Asamblea Nacional en el ejercicio de las atribuciones
consignadas en el Artículo 67 y los números 3, 5, 7, 8, 25 y 31 del Artículo 68 de esta
Constitución.

Artículo 73.- Cuando el Ejecutivo encontrare inconvenientes para sancionar los


proyectos de ley que se le pasen, los devolverá dentro de ocho días a la Asamblea,
puntualizando las razones en que funda su negativa; y si dentro del término expresado,
no los devolviere, se tendrán por sancionados y los publicará como leyes.

En caso de devolución la Asamblea reconsiderará el proyecto; y si lo ratificare con los


dos tercios de votos, lo dirigirá al Ejecutivo quien lo tendrá por ley que sancionará y
publicará.

Cuando la Asamblea emita una ley en los últimos días de sus sesiones, y al Ejecutivo no
le quedase el término legal para devolverla, con observaciones, estará éste obligado a
dar aviso inmediatamente a la Asamblea, a fin de que permanezca reunida hasta que se
cumpla el término expresado; y no haciéndolo, se tendrá por sancionada la ley.

Artículo 74.- Cuando un proyecto de ley fuere desechado o no ratificado, no podrá


proponerse en las mismas sesiones sino en las de la Legislatura siguiente.

Artículo 75.- Todo proyecto de ley aprobado, se extenderá por triplicado; y firmados
los tres ejemplares por el Presidente y Secretarios, reservándose un ejemplar para su
archivo, pasará los otros al Ejecutivo.

Artículo 76.- Recibido por el Ejecutivo un proyecto de ley, sino encontrare objeción
que hacerle, firmará los dos ejemplares y devolverá uno a la Asamblea, reservándose el
otro en su archivo y lo publicará como ley en el término de ocho días.

Artículo 77.- Para interpretar, modificar o derogar las leyes, se observarán los mismos
trámites que para su formación.

Artículo 78.- Ninguna ley obliga sino en virtud de solemne promulgación.

Para que una ley de carácter permanente sea obligatoria, deberán transcurrir por lo
menos doce días después de promulgada. En esta disposición no quedan comprendidos
los nombramientos o declaratorias de elección que hiciere la Asamblea.

Artículo 79.- Siempre que un proyecto de ley que proceda de iniciativa de la Corte de
Justicia, tenga por objeto reformar o derogar cualquiera de las disposiciones contenidas
en los Códigos de la República, no podrá discutirse sin oír la opinión de aquel Supremo
Poder, quien la emitirá durante las mismas sesiones o en las del año siguiente, según la
importancia, urgencia o extensión del proyecto. Esta disposición no comprende las leyes
del orden político, económico o administrativo.

Título VII. Del Poder Ejecutivo


Artículo 80.- El Poder Ejecutivo será ejercido por un ciudadano que recibirá el título de
Presidente de la República, con los respectivos Ministros. Será nombrado por el pueblo
salvadoreño; pero cuando no resulte electo por mayoría absoluta de votos, la Asamblea
lo elegirá por votación pública entre los tres ciudadanos que hayan obtenido mayor
número de sufragios.

Artículo 81.- Habrá un Vicepresidente, electo del mismo modo y forma que el
Presidente, que llene las faltas de éste en caso de muerte, renuncia, remoción o
cualquier otro impedimento. En defecto del Vicepresidente, entrará a ejercer el Poder
Ejecutivo uno de los Designados por el orden de su nombramiento. Si el Poder
Legislativo estuviere reunido y hubiere caducado el nombramiento de los Designados,
corresponde a éste proveer la vacante.

Artículo 82.- La duración del período presidencial será de cuatro años; y el ciudadano
que hubiere ejercido la Presidencia en propiedad, no podrá ser reelecto ni electo
Vicepresidente sino después de haber transcurrido igual período que comenzará y
concluirá el primero de marzo del año de la renovación, sin poder funcionar un día más.

Tampoco podrá ser electo Presidente para el siguiente período, el ciudadano que hubiere
ejercido la Presidencia constitucional dentro de los últimos seis meses del tiempo
señalado en el inciso anterior.

Artículo 83.- Para ser Presidente o Vicepresidente de la República, se requiere:

1. Ser salvadoreño por nacimiento;

2. Del estado seglar;

3. Mayor de treinta años de edad;

4. Estar en el ejercicio de los derechos de ciudadano, sin haberlos perdido en


los cinco años anteriores a la elección; y

5. Ser de honradez e instrucción notorias.

Artículo 84.- El ciudadano que ejerza la Presidencia de la República, será Comandante


General del Ejército.
Artículo 85.- Para el despacho de los negocios públicos, habrá a lo más, cuatro
Ministros de Estado, entre los cuales distribuirá el Presidente de la República, como le
parezca conveniente, los diferentes ramos de la Administración.

Artículo 86.- Para ser Ministro de Estado, se requiere:

1. Ser originario y vecino de la República;

2. Mayor de veinticinco años;

3. De notoria moralidad y aptitudes;

4. No haber perdido los derechos de ciudadano cinco años antes de su


nombramiento; y

5. No ser contratista de obras o servicios públicos, o tener reclamaciones


pendientes de interés propio.

También pueden ser Ministros los ciudadanos originarios de las otras


Repúblicas de Centroamérica que reúnan las demás cualidades prescritas en el
inciso anterior y cinco años de residencia en El Salvador. El empleo de
Ministro es incompatible con cualquier otro.

Artículo 87.- Los decretos, acuerdos, órdenes y providencias del Presidente de la


República, deben ser autorizados y comunicados por los Ministros en sus respectivos
ramos, y en su defecto por los Subsecretarios de Estado, quienes tendrán las mismas
condiciones que aquéllos, sin estos requisitos no serán obedecidos.

Artículo 88.- Los Ministros concurrirán siempre que se les llame, a las sesiones de la
Asamblea y contestarán a las interpelaciones que les hicieren; pero deberán retirarse
antes de toda votación.

Artículo 89.- El Presidente de la República y sus Ministros o Subsecretarios son


responsables solidariamente por los actos que autoricen. Los Ministros y Subsecretarios
no quedan eximidos de responsabilidad aunque hayan salvado su voto.

Artículo 90.- Son deberes del Poder Ejecutivo.

1. Mantener ilesa la soberanía e independencia de la República y la integridad


de su territorio.

2. Conservar la paz y tranquilidad interior.

3. Publicar la ley y hacerla ejecutar.

4. Presentar por conducto de sus Ministros al Cuerpo Legislativo, dentro de los


ocho días subsiguientes a la apertura de las sesiones ordinarias, relación
circunstanciada y cuenta documentada de la Administración pública en el año
transcurrido, y el presupuesto de gastos del año venidero, indicando los medios
de llenarlos. Si dentro del término expresado no se cumpliere con esta
obligación, quedará por el mismo hecho suspenso en sus funciones el Ministro
que no lo verifique, lo que será notificado al Ejecutivo inmediatamente, para
que en los ocho días siguientes presente por medio del Ministro que nombre al
efecto, la memoria y presupuesto referidos, y si no lo verificare quedará
suspenso el Presidente de la República asumiendo el Poder Ejecutivo la persona
llamada según esta Constitución, quien dentro de veinte días cumplirá con
aquel deber. En este caso el Poder Legislativo podrá prorrogar sus sesiones por
igual término.

5. Dar a la Asamblea los informes que le pida; pero si fueren sobre asuntos de
reserva, lo expondrá así; mas si aquélla estimare necesaria su manifestación,
estará obligado a darlos, a no ser que se trate de planes de guerra o
negociaciones políticas, cuyo secreto sea indispensable; pero en el caso de que
los informes sean precisos para exigirle la responsabilidad, no podrá rehusarlos
por ningún motivo, ni reservarse los documentos después de haber sido acusado
ante la Asamblea; y

6. Dar a los funcionarios públicos del Poder Judicial los auxilios que necesiten
para hacer efectivas sus providencias.

Artículo 91.- Son facultades del Poder Ejecutivo:

1. Nombrar, remover y admitir sus renuncias a los Ministros de Estado, a los


Gobernadores de departamento, a los empleados del Ejército y a todos los del
ramo administrativo, con excepción de aquéllos cuyo nombramiento esté
reservado a otra autoridad, o que sean de elección popular.

2. Organizar el Ejército de la República y conferir grados de Capitán inclusive,


abajo.

3. Dirigir las relaciones exteriores; nombrar y remover a los Ministros y a


cualquiera otra clase de Agentes Diplomáticos y Consulares y recibir a los
Ministros de otras naciones.

4. Convocar extraordinariamente en Consejo de Ministros, al Poder Legislativo,


cuando los grandes intereses de la Nación lo demanden, llamando en tal caso a
los suplentes de los Diputados que hubieren fallecido o estuvieren legalmente
impedidos.

5. Señalar antes de la instalación del Poder Legislativo, el lugar donde deba


reunirse, cuando en el designado por la ley, no hubiese suficiente seguridad o
libertad para deliberar.

6. Dirigir la guerra y hacer la paz, sometiendo inmediatamente el tratado que


celebre con este fin a la ratificación del Poder Legislativo.

7. Celebrar tratados o cualesquiera otras negociaciones diplomáticas,


sometiéndolas a la ratificación de la Legislatura.
8. Llamar al servicio la fuerza necesaria, además de la permanente, para repeler
invasiones y sofocar rebeliones.

9. Habilitar y cerrar puertos, establecer aduanas marítimas y terrestres,


nacionalizar y matricular buques.

10. Conmutar penas, previo informe y dictamen favorables de la Corte Suprema


de Justicia.

11. Devolver con observaciones los proyectos de ley que se le pasen por el
Poder Legislativo de conformidad con el Artículo 72 de esta Constitución.

12. Expedir reglamentos, decretos y órdenes para facilitar y asegurar la


ejecución de las leyes y decretar su reglamento interior.

13. Fomentar la instrucción pública en todos los ramos del saber humano,
decretando estatutos y adoptando métodos adecuados.

14. Decretar la apertura y mejoramiento de las vías de comunicación; pero las


contratas que celebre para la construcción de muelles, caminos de hierro y
apertura de canales, no tendrán efecto mientras no sean aprobadas por el Poder
Legislativo.

15. Durante el receso del Poder Legislativo, rehabilitar a los que hubiesen
perdido los derechos de ciudadano; pero en ningún caso podrá hacerse respecto
de los empleados de su nombramiento que hubiesen perdido los derechos de
ciudadanía a consecuencia de un delito cometido en el ejercicio de sus
funciones.

16. Decretar en Consejo de Ministros el Estado de Sitio durante el receso del


Poder Legislativo, debiendo dar cuenta en su próxima reunión de las causas que
lo motivaron y de los actos que hubiere ejecutado, haciendo uso de las
facultades que las leyes le confiere. La prolongación indebida del Estado de
Sitio, constituye delito de lesa Nación.

17. Usar de las atribuciones 27 y 28 del Poder Legislativo en receso de éste, y


con obligación de darle cuenta en su próxima reunión.

Artículo 92.- Se prohíbe al Presidente salir del territorio de la República sin licencia del
Poder Legislativo, a menos que lo exijan las necesidades de la guerra; pero en un y otro
caso, depositará el Mando Supremo en la persona designada por la ley.

Artículo 93.- Todos los decretos, órdenes o resoluciones que el Poder Ejecutivo
emitiere, traspasando las facultades que esta Constitución establece, serán nulos y no
deberán ser obedecidos, aunque se den a reserva de someterlos a la aprobación del
Cuerpo Legislativo.
Título VIII. Del Poder Judicial
Artículo 94.- El Poder Judicial será ejercido por una Corte Suprema de Justicia,
Cámaras de 3ª y 2ª Instancia y demás tribunales y Jueces inferiores que establece esta
Constitución.

Artículo 95.- En la capital de la República habrá una Cámara de 3ª Instancia compuesta


de tres Magistrados y 2 Cámaras de 2ª Instancia compuesta cada una de dos. La Cámara
de 3ª Instancia será presidida por el Magistrado Presidente y las otras por el Primer
Magistrado electo para cada una de ellas. Estas tres Cámaras reunidas, bajo la dirección
del Presidente, formarán la Corte Suprema de Justicia. En este Tribunal basta la mayoría
de votos de los Magistrados que lo componen para que haya resolución y en caso de
empate decidirá el voto del Presidente. Las funciones del Presidente de la Suprema
Corte de Justicia, son:

1. Residir las sesiones de este Tribunal;

2. Llevar la sustanciación de los asuntos de la competencia del mismo, y

3. Ejercer las demás atribuciones que determina la ley orgánica respectiva. En


defecto o impedimento del Presidente ejercerán las funciones de tal los
Magistrados por el orden de su nombramientos.

El Primer Magistrado o en su defecto el segundo, llevará la sustanciación de los


asuntos de 3ª Instancia.

Artículo 96.- Se establece una Cámara de 2ª Instancia compuesta de dos Magistrados en


la ciudad de San Miguel, otra en la ciudad de Santa Ana y otra en la de Cojutepeque. El
Primer Magistrado electo para cada una de ellas, ejercerá las funciones de Presidente.

Cuando el Poder Legislativo lo crea conveniente, trasladará una de las Cámaras de 2ª


Instancia de la capital al departamento de San Vicente.

Artículo 97.- Habrá diez Magistrados suplentes, cuatro para las Cámaras de la capital y
dos para cada una de las otras, quienes entrarán indistintamente a ejercer las funciones,
cuando sean llamados según la ley.

Artículo 98.- Para ser Magistrado propietario o suplente se requiere:

1. Ser natural de la República o centroamericano naturalizado en ella.

2. Estar en el ejercicio de la ciudadanía sin haberla perdido en los cinco años


anteriores a su elección.

3. Ser mayor de treinta años.

4. Ser abogado de la República.


5. Tener instrucción y moralidad notorias; y

6. Haber ejercido en El Salvador por cuatro años la profesión de Abogado, o


servido por dos una judicatura de 1ª instancia en la República.

No obstante lo establecido en el número primero, los extranjeros naturalizados


en El Salvador, podrán ser Magistrados con tal que hubiesen hecho su carrera
de Ahogado en la República y reúnan las demás condiciones establecidas en
este Artículo.

Artículo 99.- No podrán ser Magistrados de la Corte Suprema de Justicia o de una


Cámara, los parientes dentro del cuarto grado civil de consanguinidad legítima o
ilegítima, o segundo de afinidad legitima.

Artículo 100.- Los Magistrados propietarios o suplentes durarán dos años en el


ejercicio de sus funciones, pudiendo ser reelectos.

Artículo 101.- La Cámara de 3ª Instancia conocerá de todos los asuntos que fueren de
su competencia, según la ley.

Las Cámaras de 2ª Instancia, conocerán en apelación, de todos los asuntos civiles y


criminales sentenciados por los Jueces de 1ª Instancia y de los demás que fueren de su
competencia, circunscribiéndose su jurisdicción en esta forma: la de la Sección de
Occidente, a los departamentos de Santa Ana, Sonsonate y Ahuachapán; la de la
Sección primera del Centro, a los departamentos de San Salvador y Chalatenango; la de
la segunda, a los departamentos de La Libertad y La Paz; la de la tercera a los
departamentos de Cuscatlán, Cabañas y San Vicente; y la de la Sección de Oriente, a los
departamentos de San Miguel, Gotera, La Unión y Usulután.

En el caso de establecerse nuevos departamentos o distritos, el Poder Legislativo


determinará las jurisdicciones a que deban estar sujetos.

Artículo 102.- Son atribuciones de la Suprema Corte de Justicia:

1. Formar su reglamento interior y el de las Cámaras de 2ª y 3ª Instancia.

2. Nombrar al Juez de Hacienda, Jueces de 1ª Instancia, Fiscal de la Corte,


Fiscales del Jurado, Procuradores de pobres de la capital y subalternos de su
oficina: conocer de sus renuncias y concederles las licencias que soliciten.

3. Visitar los tribunales y Juzgados por medio de un Magistrado para corregir


los abusos que se noten en la administración de justicia.

4. Hacer uso del derecho de iniciativa, manifestando directamente al Poder


Legislativo la inconveniencia de las leyes y vacíos que hubiesen notado para su
aplicación, indicando las reformas de que sean susceptibles.

5. Ejercer las atribuciones que esta Constitución le designa en el Título de la


«Responsabilidad de los funcionarios públicos».
6. Practicar el recibimiento de Abogados, suspenderlos con conocimiento de
causa, del ejercicio de la profesión, y aun retirarles sus títulos por venalidad,
cohecho, fraude o por conducta profesional o privada notoriamente inmoral.
Igual facultad podrá ejercer respecto de los escribanos públicos en lo que sea
aplicable.

7. Nombrar conjueces en los casos determinados por la ley.

8. Conocer de las causas de presas y de aquellas que no están reservadas a otra


autoridad.

9. Dirimir las competencias que se susciten entre los Tribunales y Jueces de


cualquier fuero y naturaleza que sean.

10. Vigilar incesantemente porque se administre pronta y cumplida justicia.

11. Decretar y hacer efectivo el recurso de amparo establecido por el Artículo


37 de esta Constitución, en los casos y de la manera prevenida por la ley.

12. Recibir por sí, o por medio de los funcionarios que designe, la protesta
constitucional a los Jueces de 1ª Instancia y demás empleados de su
nombramiento, al posesionarlos de su destino; lo mismo que a los conjueces
que se nombren para formar Cámara en los casos establecidos por la ley; y

13. Formar y presentar al Cuerpo Legislativo el presupuesto anual de los gastos


de la administración de justicia.

Las demás atribuciones de la Corte Suprema de Justicia las determinará la ley.

Artículo 103.- Las atribuciones contenidas en los números 9, 10, 11 y 12 del Artículo
anterior, son comunes a las Cámaras de 2ª Instancia que no tengan su asiento en la
capital, quienes además tendrán facultad de nombrar al Fiscal, Procurador de pobres,
Médicos forenses y empleados de su oficina; lo mismo que de recibir las acusaciones y
denuncias que se hagan contra los funcionarios, respecto de los cuales tiene la Suprema
Corte la facultad de declarar si ha lugar a formación de causa, para el solo efecto de
instruir el informativo correspondiente y dar cuenta a aquel Supremo Tribunal.

Artículo 104.- La potestad de juzgar y de hacer ejecutar lo juzgado, corresponde


exclusivamente a la Corte Suprema de Justicia, Cámaras de 2ª y 3ª Instancia y
Tribunales inferiores.

Artículo 105.- Habrá jueces de 1ª Instancia propietarios y suplentes, en todas las


cabeceras de departamento para conocer y fallar en lo civil y criminal. La Suprema
Corte de Justicia, de acuerdo con el Ejecutivo, podrá también establecerlos en las de
distrito, cuando lo crea conveniente a la buena administración de justicia. Serán
nombrados por dos años y podrán ser reelectos.

Artículo 106.- Para ser Juez de 1ª Instancia se requiere:

1. Ser ciudadano en ejercicio con vecindario de dos años en El Salvador;


2. Abogado de la República;

3. Mayor de veintiún años;

4. De conocida moralidad e instrucción; y

5. No haber perdido los derechos de ciudadano dos años antes de su


nombramiento.

Artículo 107.- La Suprema Corte de Justicia, de acuerdo con el Ejecutivo, podrá


establecer, cuando sea necesario, en las cabeceras de departamento o de distrito, Jueces
de 1ª Instancia que conozcan separadamente de los asuntos civiles y criminales.

Artículo 108.- Se establece el Jurado de calificación en donde hubiere Jueces de 1ª


Instancia para toda clase de delitos que fueren de la competencia de éstos. Una ley
secundaria reglamentará dicha institución.

Artículo 109.- Habrá jueces de Paz en todos los pueblos de la República. Su número,
elección, cualidades y atribuciones serán determinadas por la ley.

Artículo 110.- Es incompatible la calidad de Magistrado y de Juez de 1ª Instancia con la


de empleado remunerado de los otros poderes. Esta disposición no comprende a los
suplentes cuando no estén ejerciendo sus funciones; pero si aceptaren algún empleo,
incompatible con éstas, caducará por el mismo hecho el nombramiento de suplente.

Título IX. Gobierno departamental y local


Artículo 111.- Para la administración política se dividirá el territorio de la República en
departamentos cuyo número y límites fijará la ley. En cada uno de ellos habrá un
Gobernador propietario y un suplente, nombrados por el Poder Ejecutivo.

Artículo 112.- Para ser Gobernador propietario o suplente se requiere:

1. Ser ciudadano en el ejercicio de sus derechos sin haberlos perdido en los dos
años anteriores al nombramiento;

2. Tener veinticinco años de edad; y

3. Ser de honradez e instrucción competente.

Artículo 113.- El Gobierno local de los pueblos estará a cargo de las Municipalidades
electas popular y directamente por los ciudadanos vecinos de cada población. Cada
Municipalidad se compondrá de un Alcalde, un Síndico y dos o más regidores,
proporcionalmente a la población conforme lo determine la ley.
Artículo 114.- Los Consejos Municipales administrarán sus fondos en provecho de la
comunidad, rindiendo cuenta de su administración al tribunal establecido por la ley.

Artículo 115.- Las atribuciones de las Municipalidades, que serán puramente


económicas y administrativas, las determinará la ley lo mismo que las condiciones que
deben tener sus miembros para ser electos.

Artículo 116.- Además de las atribuciones que la ley confiere a las Municipalidades, las
de cabecera de distrito, tiene la de conmutar, conforme a la ley, las penas impuestas por
faltas.

Artículo 117.- Las Municipalidades en el ejercicio de sus funciones, son enteramente


independientes; pero serán responsables por sus actos, ya como personas jurídicas o
individualmente según los casos. Los empleados subalternos de las Municipalidades
serán nombrados por ellas mismas sin intervención de ninguna otra autoridad.

Artículo 118.- Corresponde a las Municipalidades el nombramiento y remoción de los


Agentes de Policía de seguridad y orden, la cual será civil; pero en la capital de la
República ejercerá esta facultad el Poder Ejecutivo, quien tendrá la dirección suprema
del ramo. Una ley secundaria la reglamentará.

Título X. De las elecciones


Artículo 119.- El Presidente de la República, el Vicepresidente y los Diputados serán
electos popularmente.

Artículo 120.- En estas elecciones tendrán voto directo todos los ciudadanos.

Artículo 121.- El derecho de elegir es irrenunciable y su ejercicio obligatorio.

Artículo 122.- Ejercerán el derecho de sufragio todos los ciudadanos salvadoreños. El


ejercicio de este derecho será arreglado por una ley.

Artículo 123.- La base del sistema electoral es la población, sirviendo por ahora de
norma, mientras se forman censos exactos, la división administrativa de la República en
departamentos, distritos y cantones.

Artículo 124.- Cada departamento elegirá tres Diputados propietarios y dos suplentes;
pero cuando se formen los censos que prescribe el Artículo anterior, se elegirá un
Diputado propietario y un suplente por cada quince mil habitantes.

Artículo 125.- Ningún Ministro de cualquier culto religioso podrá obtener cargo de
elección popular.
Artículo 126.- Una ley especial reglamentará la manera de practicar las elecciones.

Título XI. Tesoro nacional


Artículo 127.- Forman el tesoro público de la Nación:

1. Todos sus bienes muebles y raíces.

2. Todos sus créditos activos.

3. Todos los derechos, impuestos y contribuciones que paguen y en lo sucesivo


pagaren los salvadoreños y extranjeros.

Artículo 128.- Para la administración de los fondos públicos habrá una Tesorería
General recaudadora y pagadora, y un Tribunal Superior o Contaduría Mayor de
Cuentas que glosará todas las de los que administren intereses del Erario público.

Artículo 129.- La Tesorería General publicará cada mes el estado de los fondos que
administre, y la Contaduría Mayor cada año un cuadro general de todas las rentas.

Artículo 130.- Ninguna suma podrá extraerse del Tesoro, pagarse o abonarse sino en
virtud de designación previa de la ley.

La ley determinará las entradas y los gastos de la Nación. De cualquier cantidad exigida
o invertida contra el tenor expreso de ella será responsable el que ordene la exacción o
el gasto indebido; también lo será el ejecutor si no prueba su inculpabilidad.

Artículo 131.- El Poder Ejecutivo no podrá celebrar contratas que comprometan los
fondos nacionales, sin previa publicación de la propuesta en el periódico oficial y
licitación pública. Exceptuándose las que tengan por objeto proveer a las necesidades de
la guerra y las que, por su naturaleza, sólo pueden celebrarse con persona determinada.

Título XII. Fuerza Armada


Artículo 132.- La fuerza armada es instituida para mantener la integridad del territorio
salvadoreño y para conservar y defender la autonomía nacional, para hacer cumplir la
ley, guardar el orden público y hacer efectivas las garantías constitucionales.
Artículo 133.- La fuerza armada es esencialmente obediente y no puede deliberar en los
asuntos del servicio militar.

Artículo 134.- En caso de guerra todos los salvadoreños hábiles, de dieciocho a


cincuenta años, son soldados.

Artículo 135.- El ejército de la República se compondrá de la fuerza permanente,


milicias y marina nacionales. Cada pueblo contribuirá a su formación
proporcionalmente al número de sus habitantes.

La designación de los individuos de tropa que deban componer el ejército, deberá


hacerse por sorteo.

La fuerza permanente en tiempo de paz, será fijada anualmente por la Legislatura y


limitada a lo estrictamente necesario para guardar los puertos, plazas y almacenes de
guerra.

Artículo 136.- Solamente gozarán del fuero de guerra, los individuos del Ejército de la
República que estuvieren en actual servicio y por delitos puramente militares. Queda
abolido el fuero atractivo.

En el juzgamiento por Consejos de guerra que establecen las leyes militares, la


designación de los vocales se hará en todo caso, por sorteo, entre los oficiales hábiles
según la ley.

Artículo 137.- De las resoluciones de los Consejos de guerra, se admitirán los recursos
legales para ante el Comandante General de la República, o el respectivo Jefe
expedicionario en campaña.

Título XIII. Responsabilidad de los funcionarios


públicos
Artículo 138.- Todo funcionario civil o militar, al posesionarse de su destino,
protestará, bajo su palabra de honor, ser fiel a la República, cumplir y hacer cumplir la
Constitución, ateniéndose a su texto, cualesquiera que fueren las leyes, decretos,
órdenes o resoluciones que la contraríen, prometiendo además el exacto cumplimiento
de los deberes que el empleo le impusiere por cuya infracción será responsable con su
persona y bienes.

Artículo 139.- El Presidente de la República o el que haga sus veces, los Magistrados,
los Ministros de Estado, o Subsecretarios en el ejercicio del Ministerio, los Ministros
Diplomáticos y los Gobernadores departamentales, responderán ante la Asamblea por la
violación expresa de la Constitución, o cualquier otro delito que cometan en el ejercicio
de sus funciones. La Asamblea, oyendo a un Fiscal de su seno y al acusado, si estuviere
presente, o a un defensor especial, en su caso, declarará si ha o no lugar a formación de
causa; en el primer caso, se pasarán las diligencias a la primera Cámara de 2ª Instancia
de la capital para que pronuncie la sentencia correspondiente. De esta sentencia se
admitirá apelación para ante la Cámara de 3ª Instancia. Cualquiera persona tiene
derecho de denunciar los delitos de que habla este Artículo y de mostrarse parte si para
ello tuviere las cualidades requeridas por la ley.

Los Diputados serán juzgados en iguales casos por la Asamblea, observando las mismas
formalidades.

Artículo 140.- Por los delitos y faltas comunes que cometan los representantes, durante
las sesiones del Cuerpo Legislativo, serán juzgados de la manera establecida en el
Artículo 65 de esta Constitución. Si cualquiera otro de los funcionarios enumerados en
el Artículo precedente, cometiere algún delito común, se le acusará o denunciará ante la
Asamblea, quien, observando los trámites del mismo Artículo, declarará si ha lugar o no
a formación de causa; y en el primer caso, someterá al acusado a los tribunales
comunes.

Artículo 141.- Los Contadores del Tribunal Mayor de Cuentas, el Juez General de
Hacienda, y Jueces de 1ª Instancia y de Paz y demás funcionarios que determina la ley,
serán juzgados por la Corte Suprema de Justicia, por los delitos que cometan en el
ejercicio de sus funciones. Este juicio tendrá por objeto someter al acusado a los
tribunales comunes, en caso de que haya lugar a formación de causa. Por los delitos y
faltas comunes que cometan los antedichos empleados, estarán sujetos a los
procedimientos ordinarios.

Artículo 142.- Desde que se declare por la Asamblea, o por la Corte Suprema de
Justicia, que ha lugar a formación de causa, el acusado quedará suspenso en el ejercicio
de sus funciones y por ningún motivo podrá permanecer más en su puesto sin hacerse
reo de usurpación y ningún individuo deberá obedecerle.

Si la sentencia definitiva fuere absolutoria el acusado volverá al ejercicio de su empleo;


en caso contrario quedará por el mismo hecho, depuesto.

Artículo 143.- Los decretos, autos y sentencias de la Asamblea, en esta clase de causas,
deben cumplirse y ejecutarse sin necesidad de confirmatoria ni de sanción alguna.

Artículo 144.- Cuando el Poder Ejecutivo en las cuentas que rindan sus Ministros al
Poder Legislativo, omitiere alguno de los actos que según la ley debieren comprenderse
en aquéllas o no presentare el presupuesto y las Memorias, será requerido por la
Asamblea para que cumpla con su deber a este respecto, y si no lo hiciere, se observará
lo dispuesto en el Artículo 90, número 4 de esta Constitución.

Artículo 145.- La prescripción de delitos y faltas oficiales, comenzará a contarse desde


que el funcionario culpable hubiese cesado en sus funciones.

Artículo 146.- Los Representantes de las Asambleas Constituyentes se equipararán, en


cuanto a su juzgamiento, a los Diputados del Poder Legislativo. El proceso en este caso
se decidirá por la misma Asamblea Constituyente, la que nombrará una comisión de su
seno para que instruya el informativo correspondiente, procediendo en todo lo demás
según su reglamento interior.

Artículo 147.- Si a la clausura del Poder Legislativo éste no hubiere sentenciado en las
causas de que conozca, delegará sus facultades en una comisión de su seno, compuesta
de siete miembros, con el fin de que resuelva en conformidad con lo dispuesto en este
Tribunal.

Título XIV. Reforma de la Constitución y leyes


constitutivas
Artículo 148.- La reforma de esta Constitución sólo podrá acordarse por los dos tercios
de votos de los Representantes electos a la Asamblea, debiendo puntualizarse el
Artículo o Artículos que hayan de reformarse. Esta resolución se publicará en el
periódico oficial y volverá a tomarse en consideración en la Legislatura del año
siguiente. Si ésta la ratifica se convocará una Asamblea Constituyente compuesta de tres
representantes por cada departamento para que, si lo tuviere a bien, decrete las reformas.
Pero se estatuye que en ningún caso podrán reformarse los Artículos 80, 81 y 82 que
tratan de la prohibición de la reelección del Presidente, Vicepresidente y Designados y
de la duración del período presidencial.

Artículo 149.- Son leyes constitutivas, la de Imprenta, la de Estado de Sitio, la de


Amparo y la Electoral.

Estas leyes pueden reformarse por una Asamblea Constituyente, o bien por la
Legislatura ordinaria, con los dos tercios de votos; pero en este caso las reformas no
tendrán fuerza de ley si no fuesen ratificadas por la Legislatura ordinaria del año
siguiente, con igual número de votos.

Artículo 150.- Cualquier otro medio de reforma distinto de los establecidos en los
Artículos anteriores, es ilegal y nulo.

Título XV. Disposiciones generales


Artículo 151.- Siendo El Salvador una parte disgregada de la República de
Centroamérica, queda en capacidad de concurrir con todos, o con alguno de los Estados
de ella, a la organización de un Gobierno Nacional cuando las circunstancias lo
permitan y convenga así a sus intereses, lo mismo que a formar parte de la gran
Confederación Latinoamericana.

Artículo 152.- Queda derogada en todas sus partes la Constitución de 6 de diciembre de


mil ochocientos ochenta y tres.

Al Poder Ejecutivo.

Dada en el Palacio Nacional: en San Salvador, a los trece días del mes de agosto de mil
ochocientos ochenta y seis.

Constitución de 1939
(20 de enero de 1939)

Constitución Política de la República de El Salvador, decretada por la Asamblea


Nacional Constituyente el 20 de enero de 1939.

Los representantes del pueblo salvadoreño reunidos en Asamblea Nacional


Constituyente, puesta su confianza en Dios, ordenan, decretan y proclaman la siguiente
Constitución.

Con el objeto de organizar la vida del país sobre bases justas y firmes, que armonicen
los derechos individuales con los de la sociedad y del Estado, a fin de que sean una
garantía positiva para la realización de los principios, libertad y solidaridad.

Título I. De la Nación y forma de Gobierno


Artículo 1.- El Salvador es una nación libre, soberana e independiente. Su forma de
gobierno es republicana, democrática y representativa. Aspira a formar, con las demás
naciones del Continente, una democracia solidaria en América.

La soberanía es inalienable e imprescriptible y limitada a lo honesto, justo y


conveniente a la sociedad. Reside esencialmente en la universalidad de los
salvadoreños, y ninguna fracción de pueblos ni de individuos puede atribuírsela.

Artículo 2.- Todo poder público emana del pueblo. Los funcionarios del Estado son sus
delegados, y no tienen más facultades que las que expresamente les da la ley.
Artículo 3.- El Gobierno de El Salvador, se compone de tres Poderes distintos e
independientes entre sí, que se denominarán: Legislativo, Ejecutivo y Judicial.

Artículo 4.- Los límites de El Salvador serán determinados por la ley, basada en los que
tradicional e históricamente han sido reconocidos.

Artículo 5.- Ninguno de los Poderes constituidos podrá celebrar o aprobar tratados o
convenciones en que de alguna manera se altere la forma de gobierno establecida, o se
menoscabe la integridad nacional; debiendo entenderse esto sin perjuicio de lo dispuesto
en el siguiente Artículo.

Artículo 6.- Siendo El Salvador una parte disgregada de la antigua República de


Centroamérica, queda en capacidad de concurrir con todos o alguno de los Estados de
ella, a la organización de un Gobierno Nacional cuando las circunstancias lo permitan y
convengan así a sus intereses.

Título II. De los salvadoreños


Artículo 7.- Los salvadoreños lo son por nacimiento o por naturalización.

Artículo 8.- Son salvadoreños por nacimiento:

1. Los nacidos en territorio de El Salvador, de padre o madre salvadoreños, o


de padres desconocidos.

2. Los hijos nacidos en país extranjero, de padre o madre salvadoreños, por el


solo hecho de avecindarse en la República o estar inscritos en el registro
consular respectivo.

3. Los descendientes de hijos de extranjeros, nacidos en El Salvador y que no


hayan optado por la ciudadanía de sus padres.

4. Los hijos de centroamericanos por nacimiento, nacidos en la República.

Artículo 9.- Son salvadoreños por naturalización los que, conforme a las leyes
anteriores, hayan adquirido esta calidad y los que en lo sucesivo la obtengan, de
conformidad con las reglas siguientes:

1. Los centroamericanos por nacimiento, de buena conducta, que manifiesten


ante la autoridad competente el deseo de ser salvadoreños.

2. Los españoles e hispanoamericanos por nacimiento, que obtengan la


naturalización de la autoridad competente, quien la concederá al comprobarse
la buena conducta del solicitante y su residencia de tres años en el país.
3. Los extranjeros de cualquier otro origen que obtengan carta de
naturalización, también de autoridad competente, comprobando su buena
conducta, seis años de residencia en el país y tener profesión, oficio u otro
modo honesto de vivir.

4. Los que obtengan carta de naturalización del Poder Legislativo por servicios
notables prestados a la República.

5. Los hijos de extranjero, nacidos en El Salvador, que dentro del año siguiente
a su mayor edad, manifiesten ante la autoridad respectiva que optan por la
nacionalidad salvadoreña y comprueben su buena conducta.

6. La mujer extranjera que se case con un salvadoreño, salvo que en el acto de


contraer matrimonio manifieste que desea conservar su nacionalidad de origen.

La autoridad ante quien deberá hacerse la manifestación a que se refieren las reglas
primera, segunda y quinta de este Artículo, es el Poder Ejecutivo en el Ramo de
Gobernación; siendo esa misma autoridad la que deberá extender la carta de
naturalización en el caso de la regla tercera. La ley establecerá las formalidades
respectivas.

Artículo 10.- La mujer salvadoreña que contraiga matrimonio con extranjero


conservará su nacionalidad, salvo que opte por la de su marido.

La mujer salvadoreña por nacimiento que al casarse cambie su nacionalidad por la del
marido, podrá recuperarla al disolverse el vínculo matrimonial.

Artículo 11.- Pierde la calidad de salvadoreño el que voluntariamente se naturalice en


país extranjero; pero se considerará que la recobra si renueva su residencia en el
territorio de la República, sin el propósito de regresar al país en que se hubiere
naturalizado. El propósito de no regresar se presume de derecho, por su residencia de
más de dos años en El Salvador.

Título III. De los extranjeros


Artículo 12.- Los extranjeros desde el instante en que lleguen al territorio de la
República, estarán obligados a respetar a las autoridades y a observar las leyes, y
adquirirán derecho a ser protegidos por éstas.

Artículo 13.- Ni los salvadoreños, ni los extranjeros, podrán, en ningún calo, reclamar
al Gobierno indemnización alguna por daños y perjuicios que sus personas o bienes
sufrieren por cualquier movimiento faccioso; pero quedarán expeditos sus derechos para
entablar sus reclamos ante las autoridades del país, contra los culpables.
Artículo 14.- Los extranjeros no podrán ocurrir a la vía diplomática, sino en los casos
de denegación de justicia y después de agotados los recursos legales que tengan
expeditos. No se entiende por denegación de justicia el que un fallo ejecutoriado sea
desfavorable al reclamante. Los que contravengan esta disposición perderán el derecho
de habitar en el país.

Artículo 15.- Las leyes establecerán los casos y la forma en que pueda negarse al
extranjero la entrada al territorio nacional, o su permanencia en éste.

Los extranjeros que directa o indirectamente participen en la política interna del país, o
propaguen doctrinas anárquicas, antisociales o contrarias a la democracia, perderán el
derecho de residir en él.

Artículo 16.- Ningún pacto internacional podrá modificar las disposiciones contenidas
en este Título.

Título IV. Ciudadanía


Artículo 17.- Son ciudadanos todos los salvadoreños mayores de dieciocho años.

Artículo 18.- La calidad de ciudadano se suspende:

1. Por auto de prisión en causa criminal que no admite excarcelación


garantida, o por sentencia que lleve consigo la suspensión de este derecho.

2. Por conducta notoriamente viciada;

3. Por enajenación mental;

4. Por interdicción judicial;

5. Por negarse a desempeñar sin justa causa, un cargo de elección popular. La


suspensión en este caso durará por el tiempo que debiera desempeñarse el
cargo rehusado.

Artículo 19.- Pierden los derechos de ciudadanos:

1. Los condenados por delitos graves;

2. Los que, residiendo en la República, acepten empleos de otra nación, sin


licencia del Poder Legislativo;

3. Los que vendan su voto en las elecciones.


4. Los que promovieren o apoyaren directamente la violación de los preceptos
de este Estatuto; y

5. Los funcionarios que, ejerciendo autoridad pública en el orden civil o


militar, coarten la libertad del sufragio.

La suspensión o la pérdida de los derechos de ciudadanía corresponde acordarlas al


Poder Ejecutivo en el Ramo de Gobernación, cuando no constituya pena accesoria
conforme a la ley.

Artículo 20.- Son derechos de los ciudadanos: el sufragio y la opción a los cargos
públicos, conforme a la ley; y, deberes: el de servir a la Nación de conformidad con la
Constitución y demás leyes de la República, respetar a las autoridades, contribuir para
los gastos públicos de la manera proporcional y equitativa que dispongan las leyes, y
cumplir todas las demás obligaciones dictadas en esta Constitución.

Artículo 21.- El ejercicio del derecho de sufragio por las mujeres será reglamentado en
la Ley Electoral.

Título V. Derechos y garantías

Capítulo I
Artículo 22.- Las autoridades están obligadas a hacer efectivas las garantías de orden
individual, social y nacional consignadas en esta Constitución. Los ciudadanos están
obligados al cumplimiento de los deberes implícitos en el ejercicio mismo de sus
derechos.

Artículo 23.- En la República no se reconocen empleos ni privilegios hereditarios.


Todos los salvadoreños tendrán derecho a optar por cualquier puesto en la
administración pública, siempre que reúnan las condiciones que la ley exija.

Artículo 24.- Solamente podrán imponerse contribuciones en virtud de una ley y para el
servicio público. La base del sistema tributario será la distribución equitativa y justa de
las cargas en relación con las capacidades económicas de los contribuyentes.

Artículo 25.- Todos los habitantes de El Salvador tienen derecho a conservar y defender
su vida, su honor, su libertad y su propiedad libremente de sus bienes, de conformidad
con la ley.
Se prohíbe toda clase de vinculaciones, exceptuándose las siguientes:

1. Los Fideicomisos, cuando sean constituidos a favor de la Nación, de


instituciones benéficas o culturales del país que existan o haya que crearse, de
personas naturales inhábiles conforme a la ley para manejar sus intereses, o de
personas que estén por nacer, hallándose ya en el vientre materno; y

2. El Bien de Familia.

Artículo 26.- Toda persona tiene derecho a, entrar en la República, permanecer en su


territorio y transitar por él, sin más limitaciones que las que establezcan las leyes.

Artículo 27.- Se garantiza el libre ejercicio de todas las religiones, sin más límite que el
trazado por la moral y el orden público.

En el ejercicio de sus funciones deberán abstenerse los ministros de los cultos


religiosos, de poner su autoridad espiritual, al servicio de intereses políticos.

Ningún acto religioso posterior a la creación del Registro Civil en la República, servirá
para establecer el estado civil de los salvadoreños.

Artículo 28.- Se garantiza la libertad de reunirse pacíficamente, sin armas, y la de


asociarse para cualquier objeto lícito. Pero se prohíbe el establecimiento de
congregaciones conventuales y toda clase de instituciones monásticas.

Artículo 29.- Nadie puede ser obligado a prestar trabajos o servicios personales sin
justa retribución y sin su pleno consentimiento, salvo que por motivos de necesidad y
utilidad públicas se establezcan por ley. La ley no puede autorizar ningún acto o
contrato que tenga por objeto la pérdida o el irrevocable sacrificio de la libertad del
hombre. Tampoco puede autorizar convenios en que el hombre pacte su proscripción o
destierro.

Artículo 30.- Toda persona tiene derecho de dirigir sus peticiones en forma decorosa a
las autoridades legalmente establecidas; a que se resuelvan y a que se le haga saber la
resolución que sobre ellas se dictare.

Artículo 31.- Ninguna persona puede ser privada del derecho de terminar sus asuntos
civiles por transacción o arbitramento. La ley establecerá las formalidades especiales
que deberán llenarse para el caso, cuando los interesados o alguno de ellos no tenga la
libre administración de sus bienes.

Artículo 32.- Se reconoce la libertad de contratación conforme a las leyes. Para evitar la
usura el Estado queda obligado a fomentar la oferta del capital por medio de las
instituciones de crédito, y el desarrollo de cooperativas de toda clase.

Artículo 33.- Nadie podrá ser privado de su libertad por deudas.

Artículo 34.- Se prohíbe la confiscación ya sea como pena o en cualquier otro concepto.
Las autoridades que contravengan a esta disposición, responderán en todo tiempo con
sus personas y bienes del daño inferido. Los bienes confiscados son imprescriptibles.
Artículo 35.- La pena de muerte podrá aplicarse por delitos de carácter militar o por
delitos graves contra la seguridad del Estado: traición, espionaje, rebelión, sedición,
conspiración o proposición para cometer éstos, y por los delitos de parricidio, asesinato,
robo o incendio si se siguiere muerte en cualquiera de estos dos últimos casos.
Prohíbense las penas perpetuas, las infamantes, las proscriptivas y toda especie de
tormento.

Artículo 36.- Todos los hombres son iguales ante la ley.

Artículo 37.- Ninguna persona puede ser privada de su vida, de su libertad, de su


propiedad ni de su posesión, sin ser previamente oída y vencida en juicio con arreglo a
las leyes, ni puede ser enjuiciada civil o criminalmente dos veces por la misma causa.

Artículo 38.- Solamente podrá practicarse el registro o la pesquisa de la persona para


prevenir o averiguar delitos o faltas.

El domicilio es inviolable; únicamente podrá decretarse el allanamiento para la


averiguación de los delitos, persecución de los delincuentes o para fines sanitarios, en la
forma y en los casos que determine la ley.

Artículo 39.- Nadie puede ser juzgado en otra jurisdicción que en aquella donde se
hubiere cometido el delito, salvo los casos que la ley determine.

Artículo 40.- Ninguna persona podrá ser juzgada en otra jurisdicción que en aquella
donde se hubiere cometido el delito, salvo los casos que la ley determine.

Artículo 41.- Ningún poder ni autoridad puede avocarse causas pendientes, ni abrir
juicios fenecidos.

Artículo 42.- Las leyes no pueden tener efecto retroactivo, excepto en materia penal,
cuando la nueva ley favorezca al delincuente.

Artículo 43.- Ningún poder ni autoridad pueden dictar órdenes de detención o prisión,
si no es de conformidad con la ley. Esta orden debe ser siempre escrita, salvo cuando el
delincuente sea tomado infraganti, en cuyo caso puede ser detenido por cualquiera
persona, para entregarlo inmediatamente a la autoridad respectiva.

A todo detenido deberá notificársele personalmente el motivo de su detención y


recibírsele su indagatoria dentro de cuarenta y ocho horas. La detención para inquirir no
pasará de seis días y el juez respectivo está obligado a decretar la libertad o el arresto
provisional del indiciado dentro de dicho término.

Artículo 44.- Nadie debe permanecer detenido o preso en otros lugares que los
destinados al efecto por la ley. Sin embargo, el Estado podrá dedicar a los presos a
trabajos públicos fuera de dichos lugares conforme a la ley.

Se prohíbe la incomunicación de los detenidos por más de cuarenta y ocho horas.

Artículo 45.- La extradición sólo podrá concederse cuando se trate de reos de delitos
comunes que reclame otro Estado en virtud de tratados vigentes, o, en caso de no existir
tratados, cuando sean reos de delitos graves, a juicio de la Corte Suprema de Justicia.
No podrá concederse por delitos políticos, ni por delitos comunes anexos con delitos
políticos, ni respecto de los salvadoreños.

Artículo 46.- Un mismo juez no puede serlo en diversas instancias en una misma causa.

Artículo 47.- Toda persona puede libremente expresar de palabra o por escrito,
imprimir y publicar sus pensamientos en la forma que mejor le conviniere, sin previo
examen, censura ni caución; pero deberá responder conforme a la ley, por el delito que
cometa.

Los autores o reproductores de impresos calumniosos o injuriosos contra naciones


extranjeras, sus gobiernos o representantes diplomáticos acreditados en el país, serán
juzgados a base de reciprocidad, observando las leyes salvadoreñas para la imposición
de la pena.

En ningún caso podrá secuestrarse la imprenta ni sus accesorios, como instrumentos de


delito.

Artículo 48.- Se prohíbe la circulación de toda clase de publicaciones que tiendan a la


disolución de la sociedad salvadoreña o al relajamiento moral de sus costumbres.

El Estado podrá someter a censura, conforme a la ley, los espectáculos públicos y la


radiodifusión.

Artículo 49.- La correspondencia epistolar y telegráfica es inviolable. La


correspondencia interceptada no hace fe ni podrá figurar en ninguna especie de
actuación, salvo las excepciones legales.

Artículo 50.- La propiedad es un derecho inviolable. En consecuencia ninguna persona


puede ser privada de sus bienes, sino por causa de utilidad pública legalmente
comprobada y previa una justa indemnización. Solamente cuando se trate de la apertura
de carreteras nacionales, provisión de agua a ciudades o pueblos, y de fines militares en
caso de guerra, bastará la fijación previa del precio y el establecimiento de la forma de
pago, aunque esta última haya de ser posterior a la ocupación. Para estos últimos casos,
la ley fijará un procedimiento especial.

Artículo 51.- Sólo los salvadoreños por nacimiento y las sociedades formadas por éstos,
podrán ser propietarios de inmuebles y tener derechos reales sobre ellos, en una faja de
quince kilómetros de ancho, a lo largo de las costas y fronteras. Los actuales
propietarios extranjeros podrán continuar siéndolo por un período no mayor de
veinticinco años.

Artículo 52.- La riqueza artística, histórica y arqueológica del país, forma parte
integrante del tesoro cultural de la Nación; estará bajo la salvaguardia del Estado y
sujeta a las leyes especiales para su conservación.

Artículo 53.- Ninguna corporación cualquiera que sea su carácter, denominación u


objeto, tendrá capacidad legal para conservar en propiedad o administrar por sí bienes
raíces, con excepción de los destinados, inmediata o directamente, al servicio u objeto
de la institución o al servicio público.

Artículo 54.- La enseñanza es libre; la primaria es, además, obligatoria. La enseñanza


que se dé en establecimientos costeados o subvencionados por el Estado o las
municipalidades, será laica. La que se imparta en escuelas o colegios particulares estará
sujeta a la vigilancia y al control del Estado.

La enseñanza procurará la formación moral, la educación cívica y el perfeccionamiento


personal y profesional de los salvadoreños.

El Estado y los Municipios están obligados, de manera especial a incrementar la


enseñanza primaria, costeando las escuelas necesarias al efecto en las cuales se
impartirá gratuitamente.

También deberá el Estado fomentar la enseñanza secundaria y profesional de artes y


oficios y toda actividad cultural; pero los establecimientos que costee o subvencione,
con tal objeto, serán organizados y controlados directamente por el Poder Ejecutivo.
Sólo el Estado podrá expedir o autorizar títulos académicos para el ejercicio de
profesiones liberales en la República de conformidad con la ley.

En ningún establecimiento de enseñanza podrá hacerse distinción alguna para admitir


alumnos, a menos que tal distinción se refiera a los fines especiales del establecimiento.

Artículo 55.- El ejercicio del comercio y la de la industria es libre; pero el Estado podrá
estancar, por medio de la ley, en provecho de la Nación para administrarlos por el Poder
Ejecutivo, el salitre, los explosivos, las armas y cartuchos; el alcohol y bebidas
alcohólicas; el tabaco elaborado, los fósforos y toda clase de carburantes; así como
deberá fomentar el ejercicio del pequeño comercio y de las pequeñas industrias en favor
de los salvadoreños.

No habrá monopolios de ninguna clase, ni prohibiciones a título de protección a la


industria; pero la ley podrá conceder privilegios por tiempo limitado a los inventores o a
los perfeccionadores de inventos y a los que establecieren alguna industria nueva en el
país.

Los privilegios a que se refiere la parte final del inciso anterior no podrán concederse
por más de diez años, ni tendrán carácter prohibitivo para las industrias análogas o
similares.

Artículo 56.- Corresponde al Estado el régimen exclusivo de los siguientes servicios:


acuñación de moneda, correos, telégrafos, teléfonos y radio. La emisión de billetes se
hará exclusivamente por un solo banco concesionario del Estado.

Artículo 57.- Toda persona tiene derecho de pedir y obtener el amparo de la Corte
Suprema de Justicia o de las Cámaras de Segunda Instancia en su caso, cuando
cualquiera autoridad o individuo restrinja la libertad personal o el ejercicio de los
derechos que garantiza la presente Constitución.

Una ley especial reglamentará la manera de hacer efectivo este derecho.


Artículo 58.- Ningún poder ni autoridad podrá restringir, alterar o violar las garantías
constitucionales, sin quedar sujetos a la responsabilidad que establezcan las leyes. La
Ley de Estado de Sitio determinará aquellas cuyo ejercicio pueda suspenderse y los
casos en que esta suspensión proceda.

El plazo de la suspensión de garantías constitucionales no excederá de noventa días;


cualquier prórroga necesitará acuerdo previo de la Asamblea Nacional o del Poder
Ejecutivo en Consejo de Ministros, cuando aquélla no estuviere reunida.

Artículo 59.- El Salvador reconoce derechos y deberes anteriores y superiores a las


leyes positivas, teniendo por principios la libertad, la igualdad y la fraternidad y por
base, la familia, el trabajo, la propiedad y el orden público.

Los derechos y garantías que enumera esta Constitución, no se entenderán como


negación de otros derechos y garantías no enumerados, pero que nacen del principio de
la soberanía del pueblo y de la forma republicana de gobierno.

Capítulo II. Familia y trabajo


Artículo 60.- La familia, como base fundamental de la Nación, debe ser protegida
especialmente por el Estado, el cual dictará las leyes y disposiciones necesarias para su
mejoramiento, para fomentar el matrimonio y para la protección de la maternidad y de
la infancia.

Artículo 61.- Se establece el Bien de Familia en beneficio de los salvadoreños; una ley
especial lo reglamentará.

Artículo 62.- El trabajo gozará de la protección del Estado por medio de leyes que
garanticen la equidad y la justicia en las relaciones entre patronos y empleados u
obreros.

El trabajo de las mujeres y de los menores de dieciocho años deberá ser especialmente
reglamentado.

También el ejercicio de las profesiones será reglamentado por la ley.

Artículo 63.- Los conflictos que surgieren entre el capital y el trabajo o entre patronos y
empleados u obreros, serán resueltos por el tribunal de arbitraje o de conciliación que
una ley especial determinará.

Artículo 64.- El nombramiento de los empleados de la Administración Pública, deberá


hacerse siempre sobre la base del mérito, dando preferencia a los salvadoreños por
nacimiento y en su defecto, a los salvadoreños naturalizados o a los centroamericanos
por nacimiento. Igual preferencia se observará para otorgar concesiones o comisiones
del Gobierno en que no sea indispensable la calidad de ciudadano.

Título VI. Poder Legislativo

Capítulo I
Artículo 65.- El Poder Legislativo será ejercido por una Asamblea Nacional de
Diputados, que se reunirá en la capital de la República.

La Asamblea Nacional celebrará dos períodos de sesiones ordinarias al año: del quince
de febrero al quince de mayo, y del quince de octubre al dos de enero del año
subsiguiente, sin prórroga de ninguna clase y sin necesidad de previa convocatoria.
Podrá recesar antes de la fecha final señalada para cada período.

También podrá reunirse extraordinariamente cuando la convoque el Poder Ejecutivo, en


consejo de Ministros. En este caso sólo podrá tratar de los asuntos que le someta el
mismo Poder Ejecutivo, y las sesiones serán las que se necesitan para resolverlos.

La Asamblea Nacional podrá trasladarse a otro lugar de la República para celebrar sus
sesiones cuando así lo acordare.

Artículo 66.- Tres representantes reunidos en Junta Preparatoria, tienen facultad para
tomar inmediatamente todas las providencias que convengan a fin de hacer concurrir a
los otros hasta conseguir su plenitud.

Artículo 67.- Tres cuartos del total de los miembros de la Asamblea, por lo menos, será
suficiente para sesionar; y las resoluciones se tomarán por mayoría de los electos.

Artículo 68.- Los miembros de la Asamblea Nacional Legislativa se renovarán cada


año, pudiendo ser reelectos. El Período de sus funciones comenzará el primero de
febrero y terminará el treinta y uno de enero del año subsiguiente.

Artículo 69.- Para ser electo Diputado se requiere:

1. Ser mayor de veinticinco años,


2. Salvadoreño por nacimiento;

3. De notoria honradez e instrucción, sin haber perdido la ciudadanía en los


cinco años anteriores a la elección; y

4. Originario o del domicilio del departamento que lo elija, con dos años por lo
menos, de residencia en éste, en el último caso.

Artículo 70.- No podrán ser electos Diputados:

1. Los funcionarios con goce de sueldo de los otros Poderes, sino después de
seis meses de haber recesado en sus funciones

2. Los que hubieren administrado o manejado fondos públicos, si no hubiesen


obtenido el finiquito de sus cuentas;

3. Los contratistas de obras o servicios públicas de cualquiera clase que se


costeen con fondos del Estado; y los que, de resultas de tales contratos, tengan
reclamaciones pendientes;

4. Los parientes, dentro del primero y segundo grados de consanguinidad


legítima o ilegítima, o segundo de afinidad legítima de la persona que ejerza la
Presidencia de la República; y

5. Los deudores de la Hacienda Nacional o Municipal que estuvieren en mora.

Artículo 71.- Los diputados suplentes tendrán las mismas cualidades y gozarán de las
mismas prerrogativas que los propietarios; y respecto de las prohibiciones para ser
Diputado, les es aplicable la disposición anterior.

Artículo 72.- Los Diputados que dejen de concurrir a las sesiones no tendrán derecho a
sus dietas correspondientes, a menos de haber faltado con justa causa.

Artículo 73.- Los Diputados no podrán obtener cargo ni comisión del Ejecutivo durante
el tiempo para que han sido electos, excepto los de Secretario o Subsecretario de Estado,
Ministro Diplomático, Profesor de Enseñanza, o cualquier otro que no goce de sueldo.

Si los Diputados aceptaren cualquiera de los cargos a que se refiere el párrafo anterior,
excepto el de Profesor de Enseñanza, cesarán en el de Diputado.

El Diputado que renunciare a su cargo después de haberse incorporado en Asamblea


Nacional, al serle admitida la renuncia, quedará inhabilitado para cualquier otro empleo
de nombramiento del Ejecutivo, durante el año de su elección.

Artículo 74.- Los Representantes de la Nación son inviolables. En consecuencia ningún


Diputado será responsable en tiempo alguno por sus opiniones, ya sean expresadas de
palabra o por escrito.

Artículo 75.- Los Diputados por los delitos graves que cometieren desde el día de su
elección hasta el fin del período para que fueren electos, no podrán ser juzgados sin que
la Asamblea Nacional declare previamente que ha lugar a formación de causa; en cuyo
caso depondrá al culpable y los someterá a los tribunales comunes.

Por los delitos menos graves y faltas que cometan durante el mismo período, serán
juzgados por el Juez competente; pero no podrán ser detenidos o presos, ni llamados a
declarar sino después de concluido el período de su elección.

Si se tratare de un delito cometido por un Diputado, antes de ser electo como tal, la
Asamblea Nacional, en caso de que en el proceso respectivo hubiere mérito para ser
detenido, declarará nula su elección.

Si un Diputado fuere sorprendido en flagrante delito durante el período para que fue
electo, podrá ser detenido por cualquiera persona o autoridad, con la obligación de
ponerlo inmediatamente a disposición de la Asamblea Nacional, si ésta estuviere
reunida, o a disposición de la Corte Suprema de Justicia, si estuviere en receso.

Artículo 76.- Las disposiciones de los dos Artículos anteriores son extensivos a los
Diputados de las Asambleas Constituyentes.

Artículo 77.- Corresponde a la Asamblea Nacional:

1. Calificar la elección de sus miembros aceptando o desechando sus


credenciales; y recibirles la protesta constitucional;

2. Admitirles su renuncia por causa justa legalmente comprobada;

3. Deducirles la responsabilidad en los casos previstos por esta Constitución;

4. Llamar a los suplentes en caso de muerte, renuncia o imposibilidad de


concurrir de los propietarios;

5. Mandar a reponer la elección de los propietarios que hayan sido declarada


nula, llamando mientras tanto a los suplentes respectivos;

6. Decretar su Reglamento Interior;

7. Decretar la apertura y clausura de sus sesiones ordinarias y extraordinarias;


y acordar los términos en que se deba contestar el Mensaje al Presidente de la
República;

8. Abrir los pliegos que contengan los sufragios para Presidente de la


República, y hacer el escrutinio de votos por medio de una comisión de su
seno;

9. Declarar la elección del funcionario indicado previo el dictamen de la


comisión escrutadora, la que deberá expresar también si el electo reúne o no
las cualidades requeridas por la ley;
10. Elegir por votación pública al Presidente de la República, cuando ningún
ciudadano haya obtenido mayoría de votos de conformidad con el escrutinio
practicado;

11. Dar posesión de su cargo al Presidente de la República, o al respectivo


Designado a la Presidencia de la República en su caso; recibirles la Protesta
Constitucional; conocer de sus renuncias y de las licencias que soliciten;

12. Elegir por votación pública al Presidente de la Corte de Cuentas de la


República; recibirles la protesta constitucional y conocer de sus renuncias;

13. Recibir la cuenta detallada y documentada que debe rendir el Ejecutivo por
medio de sus Ministros, y aprobarla o desaprobarla;

14. Designar tres personas que hayan de ejercer la Presidencia de la República,


en los casos determinados por esta Constitución; debiendo éstas tener las
mismas cualidades exigidas para el ejercicio de la Presidencia;

15. Resolver acerca de las dudas que ocurrieren o denuncias que se hicieren
sobre la incapacidad del Presidente de la República o de los funcionarios
electos por la misma Asamblea Nacional;

16. Decretar, interpretar, reformar y derogar las leyes secundarias;

17. Erigir jurisdicciones y establecer en ellas funcionarios que, a nombre de la


República, conozcan, juzguen y sentencien toda clase de causas o negocios
civiles y criminales, a propuesta de la Corte Suprema de Justicia; y, a
propuesta del Poder Ejecutivo; para que conozcan, juzguen y sentencien en
toda clase de asuntos administrativos;

18. Designar las atribuciones y jurisdicciones de los diferentes funcionarios,


cuando por esta Constitución no se hubiere hecho;

19. Decretar impuestos y contribuciones, en relación equitativa y justa, sobre


toda clase de bienes y rentas; y, en caso de guerra, decretar empréstitos en la
misma relación si no bastaren las rentas públicas ordinarias;

20. Facultar al Poder Ejecutivo para que contrate empréstitos voluntarios,


dentro o fuera de la República, cuando una grave o urgente necesidad lo
demande. Los empréstitos contratados de conformidad con esta disposición,
deberán ser sometidos al conocimiento del Poder Legislativo y aprobados por
éste con los tres cuartos, por lo menos, de los votos nominales y escritos de los
Diputados electos;

21. Decretar anualmente el presupuesto de entradas y gastos de la


Administración Pública, debiendo arreglar la inversión de las rentas de modo
que sean atendidas de preferencia la salubridad, la educación, la
administración de justicia y la Policía;
22. Conferir el título de General del Ejército, con presencia de la respectiva
hoja de servicios y a propuesta razonada del Poder Ejecutivo;

23. Decretar el Escudo de Armas y el Pabellón de la República;

24. Acuñar moneda nacional y fijar su valor, ley, tipo, peso y denominación y
resolver sobre la admisión y circulación de la extranjera;

25. Fijar y unificar las leyes de Pesas y Medidas sobre la base del sistema
métrico decimal;

26. Asignar, aumentar o disminuir sueldos a los empleados o funcionarios,


crear y suprimir empleos. Pero los decretos sobre aumento de sueldo a los
funcionarios de los Poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial no podrán tener
efecto sino hasta en el periodo siguiente;

27. Decretar subvenciones, premios o privilegios temporales a los autores de


inventos útiles y a los introductores de industrias nuevas; y fomentar
especialmente la agricultura y la industria manufacturera;

28. Declarar la guerra con presencia de los datos que le comunique el Poder
Ejecutivo;

29. Conceder amnistías por delitos políticos o comunes conexos con éstos, o
por delitos comunes cometidos por todo un pueblo o por un número de
personas que no baje de veinte; y conceder indultos, previo informe favorable
de la Corte Suprema de Justicia;

30. Decretar, prorrogar y levantar el Estado de Sitio conforme al Artículo 58


de esta Constitución;

31. Decretar leyes sobre el reconocimiento de la deuda nacional, y crear y


designar los fondos necesarios para su pago;

32. Ratificar o desaprobar los tratados o pactos que celebre el Ejecutivo con
otras naciones; no pudiendo ser ratificados en ningún caso los tratados o
convenciones en que de alguna manera se restrinjan o afecten las disposiciones
constitucionales. La aprobación de todo tratado o pacto en que se sujete a
arbitraje un asunto relativo a límites de la República, deberá ser acordada con
el voto favorable de las dos terceras partes, por lo menos, de los Diputados
electos;

33. Dictar leyes o disposiciones que tiendan a restringir el expendio y uso de


las bebidas alcohólicas; y de los estupefacientes y drogas heroicas;

34. Crear y organizar la marina mercante y de cabotaje y la aviación civil;

35. Conceder a personas o poblaciones, títulos, distinciones honoríficas y


gratificaciones compatibles con el sistema de Gobierno establecido por
servicios relevantes prestados a la Nación;
36. Rehabilitar a los que hayan perdido los derechos de ciudadanía;

37. Conceder o negar permiso a los salvadoreños que lo soliciten para aceptar
empleos de otra Nación, compatibles con el sistema de Gobierno de El
Salvador;

38. Conceder o negar carta de naturalización a los extranjeros que la soliciten,


en el caso del inciso cuarto del Artículo 9;

39. Conocer en el antejuicio de responsabilidad de los funcionarios y de los


empleados superiores, conforme se establece en esta Constitución;

40. Fijar cada año la fuerza armada permanente en tiempo de paz, conforme al
Artículo 170;

41. Permitir o negar el tránsito de tropas de otros países por el territorio de la


República;

42. Convocar al pueblo para las elecciones de Altos Poderes, de conformidad


con la ley; y

43. Aumentar, a iniciativa de la Corte Suprema de Justicia, el número de las


Cámaras de Segunda Instancia y de los Magistrados que las integren; trasladar
su residencia a otras Poblaciones y modificar su jurisdicción cuando así lo
estime conveniente para la menor administración de justicia.

Artículo 78.- Las facultades de la Asamblea Nacional son indelegables, excepto las de
dar posesión al Presidente de la República y a los funcionarios de su elección. Los
decretos o resoluciones que se dictaren en contravención a este Artículo serán nulos.

Capítulo II. De la ley


Artículo 79.- Tienen exclusivamente la iniciativa de ley, los Diputados, el Presidente de
la República, por medio de sus Ministros, y la Corte Suprema de Justicia.

Artículo 80.- Todo proyecto de ley, después de discutido y aprobado, se pasará, a más
tardar dentro de diez días, al Poder Ejecutivo, quien si no tuviere objeciones que
hacerle, le dará su sanción y la hará publicar como ley.

Artículo 81.- Cuando el Poder Ejecutivo encuentre inconveniente para sancionar los
proyectos de ley, los devolverá a la Asamblea Nacional dentro de ocho días
puntualizando las razones en que funda su negativa; si dentro del término expresado no
los devolviere se tendrán por sancionados y los publicará como leyes.
El Poder Ejecutivo no podrá hacer observaciones, ni negar su sanción a las resoluciones
de la Asamblea Nacional emitidas en el ejercicio de las atribuciones consignadas en los
números 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14 y 38 del Artículo 77.

En caso de devolución del proyecto de ley con observaciones, la Asamblea Nacional lo


reconsiderará y si lo ratificare con los dos tercios de votos, por lo menos, de los
Diputados electos, lo enviará de nuevo al Ejecutivo, dentro del plazo indicado en el
Artículo anterior, para que lo sancione y publique.

Cuando la Asamblea Nacional emita una ley en los últimos ocho días de su primer
periodo de sesiones, el Ejecutivo podrá devolverla en los primeros ocho días del
segundo período de sesiones; y cuando la Asamblea Nacional emita una ley en los
últimos ocho días de su segundo período de sesiones, el Ejecutivo podrá devolverla en
los primeros ocho días de sesiones de la Asamblea Nacional del año siguiente, para los
efectos del primer inciso de este Artículo.

Artículo 82.- Cuando la devolución sea porque el Poder Ejecutivo considere


inconstitucional el proyecto de ley, y el Poder Legislativo lo ratificare en la forma
establecida en el Artículo que antecede, inciso tercero, deberá el Ejecutivo dirigirse a la
Corte Suprema de Justicia, dentro de tercero día, y esta última, oyendo las razones de
ambos Poderes, decidirá si es o no constitucional, a más tardar dentro de quince días. Si
la decisión fuere por la constitucionalidad, el Poder Ejecutivo estará en la obligación de
sancionarlo y publicarlo como ley.

Artículo 83.- El término para la publicación de las leyes será de quince días. En caso de
no publicarlas el Poder Ejecutivo, ni devolverlas con observaciones, el Presidente de la
Asamblea Nacional, las sancionará y publicará en el Diario Oficial, o en cualquier otro
diario de los de mayor circulación en la República.

Artículo 84.- Cuando un proyecto de ley fuere desechado a no ratificado, no podrá


proponerse en las mismas sesiones, sino en las de la Asamblea Nacional de cualquiera
de los años siguientes.

Artículo 85.- Todo proyecto de ley aprobado se extenderá por triplicado, firmados los
tres ejemplares por el Presidente y Secretarios; se reservará un ejemplar para el archivo
de la Asamblea Nacional y se pasarán los otros dos al Ejecutivo.

Artículo 86.- Recibido por el Ejecutivo un proyecto de ley, si no encontrare objeción


que hacerle, firmará los dos ejemplares y devolverá uno a la Asamblea Nacional,
reservándose el otro en su archivo, y lo publicará como ley en el órgano oficial
correspondiente, en el término de quince días.

Artículo 87.- En caso de evidente error en la impresión de la ley, se volverá a publicar


ésta, a más tardar, dentro de tercero día, en el órgano oficial del Gobierno, debiendo
tenerse esta última publicación como su texto auténtico; y de la fecha de la nueva
publicación se contará el término para su vigencia.

Artículo 88.- Para interpretar, modificar o derogar las leyes, se observarán los mismos
trámites que para su formación.
Artículo 89.- Ninguna ley obliga sino en virtud de su promulgación. Para que una ley
de carácter permanente sea obligatoria, deberán transcurrir, por lo menos ocho días
después de publicarla. En esta disposición no quedan comprendidos los nombramientos
o declaratorias de elección que hiciere la Asamblea Nacional.

Artículo 90.- Siempre que un proyecto de ley, que no proceda de iniciativa de la Corte
Suprema de Justicia, tenga por objeto interpretar, reformar o derogar cualquiera de las
disposiciones contenidas en los Códigos de la República, no podrá discutirse sin oír
previamente la opinión de aquélla que deberá emitirla en las mismas sesiones o en las
siguientes, según la importancia, urgencia o extensión del proyecto.

Título VII. Poder Ejecutivo


Artículo 91.- El Poder Ejecutivo será ejercido por un ciudadano que recibirá el título de
Presidente de la República, con los respectivos Ministros.

El Presidente de la República será electo por voto directo y público de los ciudadanos
salvadoreños conforme la ley; pero cuando del escrutinio que practique la Asamblea
Nacional no resulte mayoría absoluta de votos, ésta lo elegirá por votación pública entre
los ciudadanos que hayan obtenido mayor número de sufragios.

Excepcionalmente, y por exigirlo así los intereses nacionales, el ciudadano que habrá de
ejercer la Presidencia de la República del primero de marzo del corriente año hasta el
primero de enero de 1945, según esta Constitución, será electo por los Diputados a la
Asamblea Nacional Constituyente, sin que por esta única vez tengan aplicación las
incapacidades a que se refiere el Artículo 94.

Artículo 92.- La duración del período presidencial será de seis años, que comenzará y
terminará el primero de enero, sin que la persona que lo haya ejercido pueda funcionar
un día más.

Artículo 93.- En caso de falta absoluta del Presidente de la República por muerte,
renuncia, remoción o cualquiera otra causa, caducará el período presidencial, y entrará a
ejercer el cargo uno de los Designados electos por el Poder Legislativo, únicamente para
mientras se inicie el nuevo período presidencial, previas las elecciones
correspondientes.

El término dentro del cual deberán efectuarse las elecciones no excederá de seis meses,
contados desde la fecha en que el Designado se hiciere cargo de la Presidencia de la
República y el nuevo período presidencial comenzará el primero de enero inmediato
después de haberse practicado las elecciones.
En caso de falta temporal del Presidente de la República, por licencia que se le
concediere, entrará a ejercer dicho cargo uno de los Designados por el tiempo que dure
la licencia, el cual no podrá exceder de seis meses.

El designado que deba ejercer la Presidencia de la República, de conformidad con los


incisos anteriores, será electo por los Ministros de Estado y Presidentes de la Corte
Suprema de Justicia y del Poder Legislativo, entre los tres que este último hubiese
oportunamente elegido, de conformidad con la fracción 14 del Artículo 77 de esta
Constitución.

Artículo 94.- El ciudadano que hubiere ejercido la Presidencia de la República en


propiedad no podrá ser reelecto Presidente de la República, ni electo Designado sino
después de haber transcurrido igual período, que comenzará el primero de enero del año
de la renovación.

Ni el Designado que estuviere ejerciendo la Presidencia de la República, en los casos


previstos en el Artículo anterior, ni sus parientes dentro del cuarto grado de
consanguinidad legítima e ilegítima o segundo de afinidad legítima, podrán ser electos
Presidente de la República para el período inmediato que se iniciará.

Artículo 95.- El período de los Designados a la Presidencia de la República electos por


el Poder Legislativo será de un año, contado desde el primero de enero.

Artículo 96.- Para ser Presidente de la República, se requiere:

1. Ser salvadoreño por nacimiento e hijo de padres salvadoreños, también por


nacimiento;

2. Del estado seglar;

3. Mayor de treinta y cinco años de edad,

4. Estar en el ejercicio de los derechos de ciudadano, sin haberlos perdido en


los cinco años anteriores a la elección y ser de honradez e instrucción notorias.

No podrán ser Presidente de la República:

1. Los parientes dentro del cuarto grado de consanguinidad legitima e


ilegítima, y segundo de afinidad legítima de la persona que hubiere ejercido
dicho cargo en el período anterior;

2. Los que hubieren administrado o manejado fondos públicos, mientras no


obtengan el finiquito de sus cuentas;

3. Los contratistas de obras o servicios públicos de cualquier clase que se


costeen con fondos del Estado; y los que, de resultas de tales contratos, tengan
reclamaciones pendientes;

4. Los deudores de la Hacienda Nacional que estuvieren en mora; y


5. Los que hubieren ejercido una Secretaría o Subsecretaría de Estado, durante
los últimos seis meses del período anterior.

Artículo 97.- Los cargos de Presidente de la República o de Designado a la Presidencia,


sólo son renunciables por causa grave, debidamente comprobada, que calificará la
Asamblea Nacional.

Artículo 98.- El Presidente de la República será el Comandante General del Ejército.

Artículo 99.- Para el desempeño de los negocios públicos habrá cinco Ministros de
Estado, entre los cuales distribuirá el Presidente de la República, como le parezca más
conveniente, los diferentes Ramos de la Administración Pública. Habrá el número
necesario de Subsecretarios, para conocer de los asuntos que les sean encomendados, y
para sustituir a los Ministros en los casos que determine la ley.

Artículo 100.- El Presidente de la República podrá, libremente, nombrar, remover,


aceptar las renuncias que interpusieren o concederles las licencias que solicitaren los
Ministros y Subsecretarios de Estado.

Artículo 101.- Para ser Ministro o Subsecretario de Estado, se requiere:

1. Ser salvadoreño por nacimiento e hijo de padre o madre, también


salvadoreños por nacimiento;

2. Mayor de treinta años;

3. Del estado seglar,

4. De notoria moralidad y aptitudes; y

5. Estar en el ejercicio de sus derechos de ciudadano sin haberlos perdido en


los cinco años anteriores a su nombramiento.

No podrán serlo:

1. Los parientes del Presidente de la República, dentro del cuarto grado de


consanguinidad legítima o ilegítima o segundo de afinidad legítima;

2. Los que hubieren recaudado o administrado fondos públicos; si no hubieren


obtenido el finiquito de solvencia respectivo;

3. Los contratistas de obras o servicios públicos y los que tengan contra el


Estado reclamaciones pendientes, o que las tengan sus parientes dentro del
cuarto grado de consanguinidad legítima o ilegítima o segundo de afinidad
legítima.

El cargo de Ministro o Subsecretario es incompatible con los de Director,


Administrador o representante legal de sociedades anónimas o de
responsabilidad limitada, si tales sociedades persiguen fines lucrativos, así
como también, con cualquiera otro cargo público remunerado.
Artículo 102.- Los decretos, acuerdos, órdenes y providencias del Presidente de la
República, deberán ser autorizados y comunicados por los Ministros en sus respectivos
Ramos, o por los Subsecretarios de Estado, en su caso. Sin estos requisitos no tendrán
fuerza legal ni serán obedecidos.

Artículo 103.- Los Ministros pueden asistir, sin voto, a las deliberaciones de la
Asamblea Nacional, y deberán concurrir siempre que se les llame para contestar las
interpelaciones que se les hicieren; pero se retirarán antes de toda votación.

Artículo 104.- El Presidente de la República y sus Ministros o Subsecretarios son


responsables solidariamente por los actos que autoricen. De las resoluciones tomadas en
Consejo de Ministros, serán responsables todos los Ministros y Subsecretarios, aunque
hubieren salvado su voto, a menos de presentar su renuncia inmediatamente después de
salvarlo.

Artículo 105.- Son deberes del Poder Ejecutivo:

1. Mantener ilesa la soberanía e independencia de la República y la integridad


de su territorio;

2. Conservar la paz y tranquilidad interior, dictando inmediatamente las


medidas necesarias para el restablecimiento del orden público, cuando fuere
perturbado;

3. Sancionar y promulgar las leyes, y hacerlas ejecutar;

4. Presentar, por conducto de sus Ministros, al Poder Legislativo, dentro de los


primeros quince días del primer período de sus sesiones ordinarias, relación
circunstanciada y cuenta documentada de la Administración Pública en el año
transcurrido.

El Ministro de Hacienda presentará, además, la cuenta general del último


Presupuesto, y el estado demostrativo de la situación del Tesoro Público, y del
patrimonio fiscal;

5. Elaborar anualmente el Presupuesto de Ingresos y Egresos para el año


venidero, que someterá a la Asamblea Nacional para su aprobación, por lo
menos un mes antes de que termine su segundo período de sesiones ordinarias;

6. Dar a la Asamblea Nacional los informes que le pida; pero si fuere sobre
asuntos de reserva lo expresará así; mas si la Asamblea Nacional lo estimaré
necesaria su manifestación, estará obligado a darlos, a no ser que se trate de
planes militares o negociaciones políticas cuyo secreto juzgue indispensable;

7. Hacer levantar, durante los dos primeros años de vigencia de esta


Constitución, el censo de la República, rectificándolo cada diez años;

8. Mantener la salubridad pública en el país y mejorar las condiciones


higiénicas de sus habitantes;
9. Dirigir y fomentar la educación pública, dando a este Ramo la debida
preferencia, y fomentar de modo especial las actividades culturales, agrícolas e
industriales del país;

10. Proteger la maternidad y la infancia; organizando al efecto la institución


respectiva;

11. Fomentar la educación militar necesaria para cumplir el primer deber


establecido en el presente Artículo; y

12. Proporcionar a los funcionarios del orden judicial, los auxilios que
necesiten para hacer efectivas sus providencias.

Artículo 106.- Son facultades del Poder Ejecutivo:

1. Dirigir las relaciones exteriores; nombrar y remover a los Ministros y a


cualquiera clase de Agentes Diplomáticos y Consulares; recibir a los
Representantes Diplomáticos que acreditaren otras naciones, y autorizar a los
Cónsules extranjeros para el ejercicio de sus funciones;

Los Representantes Diplomáticos y Consulares de Carrera, que acredite la


República en el extranjero, deberán ser salvadoreños por nacimiento e hijos de
padre o madre salvadoreñas, también por nacimiento.

2. Nombrar, remover y admitir sus renuncias a los funcionarios y empleados


del Ramo Administrativo y del Ejército, con excepción de aquellos cuyo
nombramiento corresponde a otras autoridades o sea de elección Popular;

3. Organizar el Ejército de la República, la Guardia Nacional y la Policía y


conferir grados hasta de Coronel inclusive;

4. Señalar antes de las instalaciones del Poder Legislativo, el lugar donde deba
reunirse, cuando en el designado por la ley no hubiere suficiente seguridad o
libertad para deliberar;

5. Convocar extraordinariamente, en Consejo de Ministros, al Poder


Legislativo, cuando así convenga a los intereses de la Nación;

6. Celebrar tratados y convenios internacionales sobre cualquier materia,


sometiéndolos a la ratificación del Poder Legislativo, y vigilar su
cumplimiento;

7. Dirigir la guerra y hacer la paz, sometiendo inmediatamente el tratado que


celebre con este fin a la ratificación del Poder Legislativo;

8. Disponer de la fuerza armada para el mantenimiento del orden y


tranquilidad en la República, y llamar al servicio la fuerza necesaria además de
la permanente, para repeler invasiones y sofocar rebeliones.
9. Decretar su Reglamento Interior y expedir decretos, reglamentos y órdenes
para facilitar y asegurar la aplicación de las leyes;

10. Devolver con observaciones los proyectos de ley que le pase el Poder
Legislativo, de conformidad con el Artículo 81 de esta Constitución;

11. Conmutar penas, previo informe y dictamen favorables de la Corte


Suprema de Justicia;

12. Establecer nuevas vías de comunicación y mejorar las existentes, así como
los servicios de correos, telégrafos, teléfonos, radio y otros análogos; pero los
contratos que celebre para la construcción de ferrocarriles, muelles, puentes,
caminos y aperturas de canales, no tendrán efecto mientras no sean aprobados
por la Asamblea Legislativa;

13. Hacer que se recauden debidamente las rentas del Estado y reglamentar su
inversión con arreglo a la ley;

14. Nacionalizar y matricular buques, habilitar y cerrar puertos y establecer


aduanas marítimas y terrestres;

15. Vigilar la exactitud legal de la moneda circulante y la uniformidad de


pesas y medidas;

16. Decretar, prorrogar y levantar, en Consejo de Ministros, el Estado de Sitio,


cuando no estuviere reunida la Asamblea Nacional, debiendo dar cuenta a ésta
en sus próximas sesiones de las causas que lo motivaron y de los actos que
hubiere ejecutado haciendo uso de las facultades que las leyes le concedan; y

17. Ejercer las otras atribuciones que le da esta Constitución y demás leyes.

Artículo 107.- Se prohíbe al Presidente de la República salir del territorio nacional, sin
licencia del Poder Legislativo, a menos que lo exijan las necesidades de la guerra; pero
en uno u otro caso deberá depositar el mando supremo en la persona que corresponda,
conforme a esta Constitución excepto cuando salga de visita a un país centroamericano,
si su ausencia de la República no hubiere de exceder de ocho días.

Artículo 108.- Todos los decretos, órdenes o resoluciones que el Poder Ejecutivo emita,
traspasando las facultades que esta Constitución establece serán nulos y no deberán ser
obedecidos aunque se den a reserva de someterlos a la aprobación de la Asamblea
Nacional.

Título VIII. Poder Judicial


Artículo 109.- El Poder Judicial será ejercido por una Corte Suprema de Justicia,
Cámaras de Tercera y Segunda Instancia, que establece esta Constitución y demás
tribunales y Juzgados inferiores que establezcan las leyes secundarias. A este poder
corresponde exclusivamente la potestad de juzgar y hacer ejecutar lo juzgado.

Artículo 110.- La Corte Suprema de Justicia residirá en la Capital de la República; y


estará compuesta de un Presidente y seis Magistrados de las dos Cámaras de Tercera
Instancia. Formará resolución con el voto de la mayoría de sus miembros.

Artículo 111.- El Presidente de la Corte Suprema de Justicia presidirá las sesiones del
Tribunal y tendrá las facultades que determine la ley. En defecto del Presidente,
ejercerán sus funciones los Magistrados por el orden de su nombramiento.

Artículo 112.- Son atribuciones de la Corte Suprema de Justicia:

1. Formar su Reglamento Interior y el de las Cámaras de Segunda y Tercera


Instancia;

2. Nombrar a los Jueces de Primera Instancia del fuero común, de Hacienda y


Militares, Fiscal de la Corte, Fiscales del Jurado, Procuradores de Pobres de la
Capital, Médicos Forenses, Secretarios del Tribunal y demás empleados
subalternos del mismo; conocer de sus renuncias y concederles licencias;

3. Vigilar incesantemente porque se administre pronta y cumplida justicia;

4. Visitar los Tribunales y Juzgados, por medio de un Magistrado para corregir


los abusos e irregularidades que se noten en la administración de justicia;

5. Hacer uso del derecho de iniciativa, manifestando directamente al Poder


Legislativo, la inconveniencia de las leyes y los vacíos que hubiere notado
para su aplicación; sugerir las reformas de que sean susceptibles; y someterle
los proyectos de ley que juzgue convenientes;

6. Practicar recibimientos de Abogados, inhabilitarlos o suspenderlos y


rehabilitarlos en el ejercicio de su profesión por los delitos de prevaricato,
cohecho, fraude, falsedad o por conducta notoriamente inmoral, con sólo
robustez moral de prueba, procediendo sumariamente para establecer los
hechos. Igual facultad ejercerá respecto de los notarios y de los procuradores;

7. Nombrar conjueces en los casos determinados por la ley;

8. Conocer de las causas de presas y de los suplicatorios de extradición, sin


perjuicio de lo dispuesto en los tratados vigentes;

9. Dirimir las competencias que se susciten entre los Tribunales y Jueces de


cualquier fuero y naturaleza que sean;

10. Decretar y hacer efectivo el recurso de amparo establecido por esta


Constitución, en los casos y de la manera prevenida en la ley respectiva;
11. Recibir por sí, o por medio de los funcionarios que designe, la protesta
constitucional a los Jueces de Primera Instancia demás funcionarios y
empleados de su nombramiento; lo mismo que a los conjueces que nombre en
los casos establecidos por la ley;

12. Formar el presupuesto anual de los sueldos y gastos de la Administración


de Justicia y remitirlo en su oportunidad al poder Ejecutivo para su inclusión
en el Presupuesto General que aquél remita a la Asamblea Nacional;

13. Declarar si son o no constitucionales los proyectos de ley en el caso del


Artículo 82 de esta Constitución y la ineficacia de los Reglamentos del
Ejecutivo, en cuanto invadan las atribuciones y facultades de los otros
Poderes; y

14. Instruir el informativo que corresponda, y disponer lo conveniente para la


seguridad del indicado, en el caso del inciso cuarto del Artículo 75.

Las demás atribuciones de la Corte Suprema de Justicia, las determinará la ley.

Artículo 113.- Las facultades indicadas en los números 4, 10 y 11 del Artículo 112, son
comunes a las Cámaras de Segunda Instancia que no tengan su asiento en la capital de la
República. Tendrán además, las de nombrar Fiscal, Procurador de Pobres y demás
empleados subalternos, lo mismo que la de recibir las acusaciones y denuncias que se
hagan contra los funcionarios, respecto de las cuales tiene la Corte Suprema de Justicia
la facultad de decretar, si ha lugar a formación de causa para sólo el efecto de instruir el
informativo.

Las Cámaras de Segunda Instancia que residan en la Capital de la República, nombrarán


a sus respectivos secretarios y demás empleados.

Artículo 114.- Se establecen dos Cámaras de Tercera Instancia, primera de lo civil y


segunda de lo criminal, con residencia en la Capital, compuesta cada una de tres
Magistrados propietarios. Se establecen además, seis Cámaras de Segunda Instancia,
compuesta cada una por dos Magistrados propietarios, distribuidas así: una para la
Sección de Occidente, con residencia en Santa Ana; una para la Sección de Oriente, con
residencia en San Miguel; dos, que se denominarán de la Primera y de la Segunda
Sección del Centro, y conocerán de lo civil y de lo criminal, respectivamente, con
residencia en la Capital, y tendrán la misma jurisdicción; otra más, de la Tercera
Sección del Centro, con residencia en la ciudad capital; y otra, de la Cuarta Sección del
Centro, con residencia en la ciudad de Cojutepeque. Cada Cámara será presidida por el
Magistrado primero en número.

Una ley secundaria reglamentará dichas Cámaras, estableciendo su jurisdicción y demás


atribuciones no determinadas en esta Constitución.

Artículo 115.- Para ser Magistrado de la Corte Suprema de Justicia o de las Cámaras de
Segunda Instancia, se requiere:

1. Ser salvadoreño por nacimiento, del estado seglar, en ejercicio de sus


derechos de ciudadano, sin haberlos perdido cinco años antes de la elección;
2. Ser abogado de la República;

3. Ser mayor de treinta y cinco años; y

4. Haber servido un Juzgado de Primera Instancia durante cuatro años por lo


menos, o haber ejercido efectivamente la profesión de Abogado, con notoria
moralidad y competencia, por más de ocho años.

Artículo 116.- Para las Cámaras de Tercera Instancia se designarán seis Magistrados
Suplentes y dos para cada una de las Cámaras de Segunda Instancia, que deberán tener
las mismas cualidades que los propietarios. Los suplentes entrarán indistintamente a
ejercer las funciones en sus respectivas Cámaras cuando sean llamados según la ley para
sustituir a los propietarios.

Artículo 117.- Los Magistrados de la Corte Suprema de Justicia y los de las Cámaras de
Segunda Instancia, serán electos por la Asamblea Nacional; durarán en el ejercicio de
sus funciones tres años, pudiendo ser reelectos. Su período comenzará el primero de
abril de cada tres años.

Artículo 118.- No podrán ser electos Magistrados de la Corte Suprema Justicia ni de


una misma Cámara de Segunda Instancia, los parientes entre sí, comprendidos en el
cuarto grado de consanguinidad legítima o ilegítima, o segunda de afinidad legítima.

Artículo 119.- La Cámara de Segunda Instancia de la Primera Sección del Centro, en el


ramo civil, conocerá en primera instancia de los juicios que se entablen contra el
Estado; y, en segunda instancia, conocerá de ellos la Cámara de Tercera Instancia del
mismo ramo.

Artículo 120.- Habrá Jueces de Primera Instancia Propietarios y Suplentes en la


República, cuyo número, residencia, naturaleza y asuntos de su competencia,
jurisdicción, atribuciones y demás requisitos necesarios para su funcionamiento,
determinará la ley.

Artículo 121.- Para ser Juez de Primera Instancia propietario o suplente, se requiere:

1. Ser salvadoreño por nacimiento y del estado seglar, o centroamericano por


nacimiento, naturalizado en la República, o casado con salvadoreña;

2. Estar en el ejercicio de sus derechos de ciudadano, no habiéndolos perdido


tres años antes de su nombramiento;

3. Mayor de veinticinco años;

4. Abogado de la República; y

5. Tener moralidad e ilustración notorias.

Artículo 122.- Los jueces de Primera Instancia serán electos por dos años, pudiendo ser
reelectos. No podrán ser removidos antes de terminar su período sino en los casos de
delito, notoria mala conducta pública o privada o incapacidad manifiesta. La Corte
Suprema de Justicia calificará las dos últimas circunstancias, conocidas o averiguadas
por cualquier medio racional.

Artículo 123.- La calidad de Magistrado o de Juez de Primera Instancia es incompatible


con la de funcionario o empleado remunerado de los otros Poderes, excepto con la de
profesor de instrucción pública.

Artículo 124.- Los tribunales y funcionarios que ejerzan jurisdicción militar serán
determinados por las leyes respectivas y además de las atribuciones, calidad y
jurisdicción que en dichas leyes se les confieren, conocerán de los delitos comunes que
cometen los militares o los civiles contra la paz, independencia y soberanía del Estado y
contra el Derecho de Gentes; atentados contra las supremas autoridades; espionaje,
traición, rebelión, sedición y proposición o conspiración para cometer éstos; atentados
contra la autoridad civil o militar con ocasión de las funciones que desempeñe por razón
de alguna calamidad pública; del delito de incendio y de los delitos relativos a caminos
o sus bodegas, muelles, puentes, ferrocarriles, telégrafos, teléfonos, plantas eléctricas e
hilos conductores de electricidad, depósitos de combustibles o de explosivos, presas y
cajas de agua, estaciones inalámbricas y aviación civil o militar.

Artículo 125.- Los administradores de Rentas y de Aduanas y cualquier otro


funcionario público que se establezca, en la instrucción de informativos por los delitos
contra la Hacienda Pública, y los Alcaldes Municipales y Jueces de Policía, en el
juzgamiento de las faltas de policía, tendrán las atribuciones que las leyes y reglamentos
respectivos les concedan.

Artículo 126.- Habrá Jueces de Paz en todas las poblaciones de la República, su


número, elección, calidad y atribuciones serán determinadas por la ley.

La Asamblea Nacional Legislativa, podrá a iniciativa de la Corte Suprema de Justicia,


cambiar o modificar, total o parcialmente, el sistema de administración de justicia que
sirvan los Jueces de Paz, por otro que esté en mejor armonía con las necesidades
sociales, teniendo por base los principios de justicia gratuita y la idoneidad de los
funcionarios que la administren.

Artículo 127.- Se establece el jurado para los delitos de que conozcan los Jueces de
Primera Instancia del fuero común; pero la Asamblea Legislativa, podrá ampliar o
restringir la competencia del jurado determinando los casos en que deba conocer tal
Tribunal.

Una ley secundaria reglamentará la institución del Jurado.

Artículo 128.- Dentro de la potestad de administrar justicia, corresponde a los


tribunales declarar la inaplicación de cualquiera ley o disposición de los otros Poderes,
contraria a los preceptos constitucionales, en los casos en que se tenga que pronunciar
sentencia.

Artículo 129.- Podrá también entablarse ante la Corte Suprema de Justicia el recurso de
amparo, fundado en la inconstitucionalidad de una ley que se refiere a asuntos no
ventilables ante los Tribunales, por su aplicación en un caso concreto y por toda persona
a quien se perjudique en sus legítimos derechos.
Título IX. Ministerio fiscal
Artículo 130.- El Ministerio Público o Ministerio Fiscal, es el representante del Estado
y de la Sociedad. Se instituye para velar por el cumplimiento de la ley, por la pronta y
eficaz aplicación de la justicia y para la defensa de la persona e intereses de menores,
indigentes e incapaces a que leyes especiales no hayan proveído; y la vigilancia de esa
defensa, en caso de haberse encomendado por la ley a determinada persona.

Estará constituido:

1. Por el Procurador General de la República;

2. Por el Procurador General Militar;

3. Por el Fiscal de la Corte Suprema de Justicia y de las Cámaras;

4. Por los fiscales adscritos a los tribunales del fuero común;

5. Por los fiscales de fuero especiales; y

6. Por los síndicos municipales y de las entidades colectivas autónomas


creadas por el Estado.

Artículo 131.- El Procurador General de la República será nombrado por el Poder


Ejecutivo; deberá reunir las condiciones establecidas por esta Constitución para ser
Magistrado de la Corte Suprema de Justicia, y estará bajo la inmediata dependencia del
Ministerio de Justicia.

Los demás miembros del Ministerio Fiscal, que no sean de nombramiento de otros
Poderes o electos popularmente, conforme esta Constitución, serán nombrados por el
Poder Ejecutivo, en el Ramo correspondiente.

Artículo 132.- Una ley especial determinará la forma de nombramiento, condiciones,


distribución y funciones de los miembros del Ministerio Fiscal.

Título X. Régimen departamental y local


Artículo 133.- Para la mejor administración, se divide el territorio de la República en
departamentos, cuyo número y límites fijará la ley. En cada uno de ellos habrá un
Gobernador propietario y un suplente, nombrados por el Poder Ejecutivo.

Artículo 134.- Para ser Gobernador propietario o suplente se requiere:

1. Ser ciudadano salvadoreño por nacimiento;

2. En el ejercicio de sus derechos, sin haberlos perdido en los dos años


anteriores al nombramiento;

3. Del estado seglar;

4. Mayor de treinta años de edad; y

5. De honradez e instrucción notorias.

Artículo 135.- El Gobierno Local de los pueblos estará a cargo de las Municipalidades,
las cuales serán integradas por un Alcalde de nombramiento del Ejecutivo y un Concejo
electo popular y directamente por los ciudadanos vecinos de cada población. Cada
Concejo Municipal se compondrá de los miembros que determine la ley.

Artículo 136.- El Alcalde administrará los fondos municipales en provecho de la


comunidad, y rendirá cuenta circunstanciada y documentada de su administración al
tribunal correspondiente.

Artículo 137.- Para ser Alcalde se requieren las mismas condiciones que para ser
Gobernador.

En caso de licencia entrarán a ejercer las funciones de Alcalde los miembros del
Concejo Municipal por el orden de su elección.

El Cargo de Alcaldes es incompatible con cualquier otro cargo público remunerado.

Artículo 138.- La ley determinará las atribuciones de las Municipalidades, que serán
puramente económicas y administrativas; también fijará las condiciones que deben tener
los miembros del Consejo para ser electos y el tiempo que durarán en el ejercicio de sus
funciones.

Artículo 139.- Las municipalidades, en el ejercicio de sus funciones, son enteramente


independientes; pero serán responsables por sus actos, ya como personas jurídicas o
individualmente, según los casos.

Nombrarán, sin intervención de ninguna otra autoridad, los empleados de su


dependencia.

Artículo 140.- Para llenar sus funciones, las Municipalidades tienen derecho de
establecer o crear arbitrios locales, conforme a la ley. También tienen derecho de emitir
acuerdo sobre policía, higiene y educación popular.
Artículo 141.- Las Municipalidades tendrán facultad de conmutar, conforme a la ley,
las penas impuestas por faltas.

Artículo 142.- El Poder Ejecutivo velará porque las Municipalidades cumplan las leyes
que les corresponden, respetando el principio de independencia municipal.

Título XI. Función electoral


Artículo 143.- El Presidente de la República y los Diputados a las Asambleas
Nacionales Constituyentes o Legislativas, así como los miembros de los Concejos
Municipales, serán electos por medio del voto directo y público de los ciudadanos
inscritos conforme a la ley.

Artículo 144.- El derecho de elegir es irrenunciable, y su ejercicio, obligatorio, salvo


para las mujeres que es voluntario.

Artículo 145.- Las elecciones periódicas establecidas por esta Constitución deberán
practicarse en el tiempo fijado por la ley, aun cuando, por cualquier motivo, dejare de
hacerse la convocatoria respectiva.

Artículo 146.- Cada departamento tendrá derecho a elegir tres Diputados propietarios y
dos suplentes. La ley podrá autorizar la elección de Diputado propietario y un suplente
más a cada departamento, cuyo número de habitantes exceda de ciento cincuenta mil,
por cada cincuenta mil habitantes de exceso.

Artículo 147.- Las elecciones se practicarán en el tiempo y forma que lo establezca la


Ley Electoral.

Artículo 148.- Ningún Ministro de cualquier Culto religioso podrá ser elector ni obtener
cargo de elección popular.

Artículo 149.- Todos los actos electorales deben ser públicos y libres.

Una ley especial reglamentará la manera de practicar las elecciones.

Título XII. Hacienda Pública nacional


Artículo 150.- Forman la Hacienda Pública:

1. Todos sus bienes, muebles y raíces;

2. Todos sus créditos activos;

3. Todos los impuestos, tasas y contribuciones que paguen y que en lo


sucesivo pagaren los salvadoreños y extranjeros; y

4. Los ingresos que a cualquier otro título perciba o percibiese el Estado.

Artículo 151.- Todos los ingresos del Estado constituirán un solo fondo, que estará
afecto de manera general a las necesidades y obligaciones del mismo Estado. Sólo se
podrá efectuar recursos con fines especiales para el servicio de la Deuda Pública; para
compra y parcelación de tierras y construcción de casas baratas con fines de
mejoramiento social; y para las instituciones de beneficencia o de instrucción pública y
empresas oficiales a que la ley conceda autonomía. En este último caso, la afectación se
limitará a los recursos producidos por la empresa o institución de que se trate.

Artículo 152.- La Hacienda pública será administrada por los funcionarios que la ley
designe.

Artículo 153.- El Presupuesto General contendrá todas las entradas y gastos de la


Nación para cada año. Sin embargo, las instituciones y empresas que gocen o gozaren
de autonomía, podrán regirse por presupuestos especiales aprobados por el Poder
Legislativo.

En la ley de Presupuesto se autorizará el monto de la deuda Flotante en que el Gobierno


podrá incurrir durante el año de que se trate, para remediar deficiencias temporales de
ingresos; deuda que deberá cubrirse en el mismo ejercicio y no podrá exceder del diez
por ciento de las rentas estimadas para el año.

Una ley especial reglamentará todo lo concerniente a la preparación, votación, ejecución


y liquidación de los presupuestos.

Artículo 154.- El Poder Ejecutivo, por medio del ramo respectivo, tendrá la dirección
de las finanzas generales de la República y estará especialmente obligado a conservar el
equilibrio del Presupuesto.

Artículo 155.- Para la administración de los fondos públicos, habrá una Tesorería
General recaudadora y pagadora.

Ninguna suma deberá pagarse o abonarse por el Tesoro si no es dentro de las


limitaciones de un crédito presupuestado y en la forma prescrita por la ley.

Tampoco podrá comprometerse, autorizarse o aprobarse ningún gasto si no es con cargo


a un crédito presupuestado. Sólo podrán comprometerse fondos de ejercicios, futuros,
con autorización legislativa, por medio de presupuesto extraordinario, para la
adquisición o construcción de obras de interés público o administrativo, o para la
consolidación o conversión de la Deuda Nacional.
Las subvenciones y remuneraciones que afecten a los fondos públicos serán objeto de
una ley especial. También una ley especial fijará las reglas en virtud de las cuales se
acordarán las pensiones y jubilaciones.

De cualquier cantidad de que se disponga en contravención a lo dispuesto en los incisos


anteriores, será responsable el funcionario que autorice u ordene y también lo será el
ejecutor si no prueba su inculpabilidad.

Por excepción cuando la Asamblea no estuviere reunida, puede el Ejecutivo, con los
trámites especiales que la ley establezca, autorizar sumas no incluidas en los
presupuestos, siempre que ellas se destinen a los siguientes fines:

a) Guerra o amenaza de la misma;

b) Perturbaciones graves del orden público o inminente peligro de ellas;

c) Calamidades públicas.

Al reunirse la Asamblea deberá solicitársele la aprobación de los créditos necesarios


para cubrir las sumas autorizadas por el Ejecutivo, de conformidad con el inciso
anterior.

También podrá el Ejecutivo, con las formalidades de ley, efectuar transferencias entre
partidas de un mismo capítulo del Presupuesto. Cada Capítulo corresponderá a un
organismo administrativo.

Artículo 156.- En el caso de escasez o de calamidad pública, podrá el Ejecutivo, en


Consejo de Ministros, acordar la liberación de impuestos, temporalmente, a los artículos
de primera necesidad, sometiendo dicho acuerdo a la aprobación de la Asamblea
Nacional, inmediatamente, si ésta estuviere reunida o en sus primeras sesiones, si
estuviere en receso, quien lo aprobará si lo estimare justificado.

Artículo 157.- El Poder Legislativo puede disminuir o rechazar los créditos solicitados;
pero nunca aumentarlos.

Artículo 158.- La fiscalización técnico legal de la gestión de la Hacienda Pública en


general, y de la ejecución del Presupuesto en particular, estará a cargo de un organismo
independiente del Poder Ejecutivo, que se denominará Corte de Cuentas de la
República.

Tendrá las funciones siguientes:

1. Inspeccionar y vigilar la recaudación, custodia, compromiso y erogación de


dineros públicos;

2. Autorizar toda salida de fondos del Tesoro Público, de conformidad con el


Presupuesto e intervenir preventivamente en todo acto que de manera directa o
indirecta afecte al Tesoro Público o al patrimonio del Estado, y refrendar los
relativos a la Deuda Pública;
3. Dirigir, inspeccionar y glosar las cuentas de los funcionarios que manejen
fondos públicos, así como las relativas a cualesquiera otros bienes del Estado;
y fallar sobre ellas;

4. Controlar la gestión económica de los establecimientos públicos, de las


entidades oficiales, inclusive las autónomas y de las corporaciones de derecho
público;

5. Preparar y ejecutar su Presupuesto;

6. Decretar los reglamentos que sean necesarios para el cumplimiento de su


cometido; y

7. Nombrar sus empleados.

Además de las funciones enumeradas, ejercerá las que las leyes señalen.

Siempre que un acto sometido a conocimiento de la Corte de Cuentas en el ejercicio de


sus funciones legales, viole alguna ley o reglamento en vigor, ha de advertirlo así a los
funcionarios que se lo comuniquen, quedando suspenso el acto, mientras tanto, en sus
efectos legales.

El Ejecutivo puede ratificar el acto total o parcialmente, por medio de resolución


tomada en Consejo de Ministros y publicada en el Diario Oficial.

La ratificación publicada en el Diario Oficial, da por terminada la suspensión legal del


acto, siempre que las observaciones de la Corte de Cuentas no consistan en falta o
insuficiencia de crédito presupuestado, a donde aplicar un gasto; pues en tal caso, la
suspensión sólo cede hasta que la deficiencia de crédito se haya llenado.

Artículo 159.- La Corte de Cuentas estará formada por una Cámara Superior y las
Inferiores que establezca la ley.

La Cámara Superior se compondrá de un Presidente y dos Magistrados. Habrá además


los suplentes que la ley determine.

Tanto los propietarios como los suplentes serán electos por la Asamblea Nacional para
un periodo de cuatro años, pudiendo ser reelectos; y sólo serán removidos por causa
justa, mediante resolución de la Asamblea.

Los jueces de las Cámaras inferiores serán nombrados por la Cámara Superior. Los
demás empleados de la Corte de Cuentas serán nombrados por el Presidente de la
misma.

La organización y funcionarios de la Corte de Cuentas serán objeto de una ley especial,


pero en todo caso, las funciones de carácter administrativo corresponderán al Presidente
de la misma, quien podrá delegarlas en los otros Magistrados.

Artículo 160.- El Presidente y los Magistrados de la Corte de Cuentas, deberán ser


1. Salvadoreños por nacimiento;

2. En pleno ejercicio de sus derechos de ciudadano;

3. Mayores de treinta años; y

4. Tener la capacidad y honorabilidad necesarias.

Artículo 161.- El Presidente de la Corte de Cuentas rendirá anualmente a la Asamblea


Nacional un informe detallado y documentado de sus labores.

Artículo 162.- Cuando el Estado o las Municipalidades tengan que celebrar contratos en
los cuales se comprometan rentas o bienes nacionales o municipales, deberá publicarse
la propuesta en el Diario Oficial y sacarse a licitación pública; excepto en los casos
determinados por la ley.

En ningún caso se celebrarán contratos en que la decisión, en caso de controversia,


corresponda a un tribunal extranjero; y en la interpretación se estará siempre al texto
español.

Artículo 163.- En toda concesión que otorgue o contrato que celebre el Estado para el
establecimiento de muelles, ferrocarriles y canales o de cualquier obra de utilidad
pública se estipulará la condición de que esas obras transcurrido cierto tiempo que no
podrá ser mayor de cincuenta años, pasarán en perfecto estado de servicio, al dominio
del Estado, sin indemnización alguna.

Artículo 164.- Ni el Poder Legislativo ni el Ejecutivo, podrán dispensar el pago de las


cantidades reparadas a los funcionarios y empleados que manejen fondos nacionales o
comunales, ni las deudas a favor del fisco o de los municipios.

Artículo 165.- De la fiscalización técnico legal de la Corte de Cuentas de la República,


a que se refiere la fracción cuarta del Artículo 158, están exentas las instituciones de
crédito; y las demás entidades que la misma fracción se refiere, no estarán sujetas a la
preventiva, sino solamente a la fiscalización anual de sus cuentas, a menos que la ley, en
caso necesario disponga lo contrario.

Título XIII. Ejército Nacional


Artículo 166.- El Ejército Nacional es una institución destinada a mantener la
integridad del territorio salvadoreño, a conservar y defender la autonomía nacional, a
cumplir la ley, guardar el orden público y hacer efectivas las garantías constitucionales.

Artículo 167.- La fuerza armada es esencialmente obediente y no puede deliberar ni


ejercer el derecho de petición si no es de conformidad con la ley.
Artículo 168.- Los militares en servicio activo no tienen derecho de sufragio, ni pueden
obtener cargos de elección popular, salvo para Presidente de la República.

Artículo 169.- El servicio militar es obligatorio para todo salvadoreño desde la edad de
dieciocho años hasta cincuenta años.

En caso de guerra, agotada esa clase, son soldados todos los salvadoreños hábiles para
portar armas.

En tiempo de paz, para el servicio de guarnición, sólo podrá llamarse a los salvadoreños
comprendidos entre dieciocho y veinticinco años de edad.

Artículo 170.- El Ejército Nacional se compone de las armas y servicios que exijan la
Ley Orgánica respectiva.

La designación de los individuos que deben prestar sus servicios en tiempo de paz en el
Ejército, deberá hacerse por sorteo de conformidad con la ley.

La fuerza permanente en tiempo de paz, será fijada anualmente por la Asamblea


Nacional y limitada a lo necesario para cumplir lo indicado en el nº 40 del Artículo 77.

Artículo 171.- Los que ingresaren a las filas activas del Ejército prestarán en el tiempo
que la ley señale, el juramento de fidelidad a la Bandera Nacional y a la Constitución.

Artículo 172.- El título militar será adquirido y conservado personalmente, en


propiedad y de por vida, sin que pueda privarse de él sino por condena judicial.

Los ascensos se verificarán rigurosamente de grado a grado y para llenar las vacantes
que ocurran.

Una ley reglamentará los ascensos, retiros y pensiones de los miembros del Estado.

Artículo 173.- Se establece el fuero de guerra para los delitos militares.

En los juzgamientos por Consejo de Guerra, que establezcan las leyes militares, la
designación de los vocales se hará en todo caso, por sorteo, entre los jefes y oficiales
hábiles según la ley.

Artículo 174.- El Comandante General del Ejército será el jefe supremo de la fuerza
armada y tendrá las facultades siguientes:

a) Conocer en última instancia de las resoluciones de los Consejos de Guerra;

b) Conocer de los recursos que las leyes establezcan de lo resuelto en las


peticiones de los miembros del Ejército; y

c) Ejercer el mando supremo del Ejército o delegarlo en caso de guerra y las


demás facultades que en las leyes y ordenanzas militares se les confieran.
Artículo 175.- De la resolución de los Consejos de Guerra conocerá también, en su
caso, el respectivo Jefe en Campaña, conforme a la ley.

Título XIV. Responsabilidad de los funcionarios


públicos
Artículo 176.- Todo funcionario civil o militar, antes de tomar posesión de su destino,
protestará, bajo su palabra de honor, ser fiel a la República, cumplir y hacer cumplir la
Constitución ateniéndose a su texto, cualesquiera que fueren las leyes, decretos, órdenes
o resoluciones que la contraríen, prometiendo además, el exacto cumplimiento de los
deberes que el cargo le impusiere por cuya infracción será responsable conforme a las
leyes.

Artículo 177.- El Presidente de la República o el que haga sus veces, el Presidente y los
Magistrados de la Corte Suprema de Justicia, y Cámaras Seccionales, los Ministros y
Subsecretarios de Estado, el Presidente y los Magistrados de la Corte de Cuentas de la
República y los Ministros Diplomáticos, responderán ante la Asamblea Nacional por los
delitos oficiales y comunes que cometan. La Asamblea, oyendo a un Fiscal de su seno y
al acusado si estuviere presente, o a un defensor especial si no lo estuviere, declarará si
ha lugar o no a formación de causa. En el primer caso; se pasarán las diligencias a la
Cámara de Segunda Instancia respectiva, para que pronuncie la sentencia, previa la
tramitación del juicio correspondiente, y en el segundo caso se archivarán. De la
sentencia que pronuncie la Cámara se admitirá apelación para ante la Corte Suprema de
Justicia.

Cualquiera persona tiene derecho de denunciar los delitos de que habla este Artículo, y
de mostrarse parte si para ello tuviere las cualidades requeridas por la ley.

Artículo 178.- Respecto a los Diputados se estará a lo dispuesto en el Artículo 75 de


esta Constitución, por los delitos comunes, y por los oficiales, conforme al Artículo
anterior.

Artículo 179.- Los Jueces de Primera Instancia, los Gobernadores Departamentales, los
Jueces de Paz, y demás funcionarios que determine la ley, serán juzgados, por los
delitos oficiales que cometan, por los tribunales comunes, previa declaratoria de haber
lugar a formación de causa hecha por la Corte Suprema de Justicia. Por los delitos y
faltas comunes que cometan los antedichos empleados, estarán sujetos a los
procedimientos ordinarios.

Artículo 180.- Desde que se declare por la Asamblea Nacional o por la Corte Suprema
de Justicia que ha lugar a formación de causa, el acusado quedará suspenso en el
ejercicio de sus funciones y por ningún motivo podrá permanecer más en su puesto; en
caso contrario, se hará culpable del delito de usurpación de funciones. Si la sentencia
fuere condenatoria, por el mismo hecho quedará depuesto del empleo; pero si fuere
absolutoria, volverá al ejercicio de sus funciones, si el empleo o cargo fuese de aquellos
que se confieren por tiempo determinado y no hubiere expirado el período de la elección
o del nombramiento.

Artículo 181.- Los decretos, autos y resoluciones de la Asamblea Nacional, en esta


clase de causas, deben cumplirse y ejecutarse sin necesidad de confirmatoria ni de
sanción alguna.

Artículo 182.- Cuando el Poder Ejecutivo, en las cuentas que rindan sus Ministros al
Poder Legislativo, omitiere algunos de los datos que según la ley debieren
comprenderse en aquéllas o no presentare el presupuesto y las Memorias, será requerido
por la Asamblea Nacional para que cumpla con su deber a este respecto, y si no lo
hiciere en el plazo que le señale la Asamblea Nacional, quedará suspenso por el mismo
hecho el Ministro que no lo verifique, lo cual será notificado al Ejecutivo
inmediatamente para que, en los ocho días siguientes, presente, por medio del Ministro
que nombre al efecto, la Memoria y Presupuesto referidos.

Artículo 183.- La prescripción de los delitos y faltas oficiales comenzará a contarse


desde que el funcionario culpable hubiere cesado en sus funciones.

Artículo 184.- No obstante la aprobación que dé el Poder Legislativo a los actos del
Poder Ejecutivo, el Presidente, los Ministros y Subsecretarios podrán ser acusados por
delitos oficiales mientras no transcurra el término de la prescripción.

La aprobación de las Memorias y cuentas que al Legislativo presente el Poder


Ejecutivo, no da ningún valor mayor a los contratos a que dichas memorias o cuentas se
refieran que el que tengan conforme a las leyes comunes.

Artículo 185.- Los Representantes de las Asambleas Constituyentes quedan


equiparados en cuanto a su juzgamiento a los Diputados de las Asambleas Legislativas.
El proceso en este caso, se decidirá por la misma Asamblea Constituyente, la que
nombrará una comisión de su seno, para que instruya el informativo correspondiente,
procediéndose en lo demás según el Reglamento Interior. Si la Asamblea Constituyente,
cesare en sus funciones pasará el juicio a la Asamblea Legislativa para que lo resuelva
conforme a las reglas establecidas.

Artículo 186.- Si a la clausura del Poder Legislativo, éste no hubiere sentenciado en las
causas que conozca, se continuará la tramitación por la Asamblea Legislativa del año
siguiente.

Artículo 187.- La violación, la infracción o la alteración de las disposiciones


constitucionales serán especialmente penadas por lo ley; y las responsabilidades en que
incurrieren los funcionarios públicos con tal motivo, no admitirán amnistía durante el
período presidencial dentro del cual se cometieren.
Título XV. Reformas de la Constitución y leyes
constitutivas
Artículo 188.- La reforma de esta Constitución podrá hacerse:

1. Por una Constituyente convocada por acuerdo en actas plebiscitarias


autorizadas por los dos tercios, por lo menos, de los ciudadanos hábiles para
votar;

2. Por una Constituyente que deberá convocarse cada veinticinco años para
introducir en ella las innovaciones que la experiencia exija. La Constituyente,
en este caso y en el anterior, no tendrá ninguna limitación de facultades.

3. Por dos Asambleas Legislativas consecutivas; pero en este caso, la primera,


con no menos de dos tercios de votos de los Diputados electos, deberá señalar
concretamente el Artículo o Artículos que han de suprimirse o reformarse,
publicándose tal resolución en el Diario Oficial; y la segunda con igual
número de votos, si ratifica lo resuelto por la anterior, decretará las reformas,
las que, para entrar en vigencia deberán ser publicadas en el mismo órgano
oficial. Se estatuye que en esta forma no podrán alterarse de ninguna manera
los Artículos comprendidos en los Títulos I, V, VI, VII, VIII y XII, y en este
mismo Título XV, los que sólo podrán ser reformados por una Asamblea
Constituyente.

Artículo 189.- Son leyes Constitutivas las de Imprenta, Estado de Sitio, Amparo y
Electoral.

La reforma de estas leyes se hará con las mismas formalidades prescritas en el número
tercero del Artículo anterior.

Artículo 190.- Cualquier otro medio de reforma distinto de los establecidos en los
Artículos anteriores, es ilegal, y nulo.

Artículo 191.- El número de los Diputados a las Asambleas Constituyentes será el


mismo de los Diputados a las Asambleas Legislativas; y las cualidades que deben tener
serán fijadas en el Decreto de convocatoria respectivo que al efecto expida la Asamblea
Legislativa.

Título XVI. Disposiciones generales transitorias


Artículo 192.- El Presidente de la República, que elegirá esta Asamblea Constituyente,
de conformidad con el inciso tercero del Artículo 91 de esta Constitución, no llenará un
período completo de seis años, sino que solamente ejercerá el cargo durante cinco años
diez meses. La duración del período presidencial, establecida en el inciso primero del
mismo Artículo, se hará efectiva totalmente en los períodos sucesivos.

Artículo 193.- La nueva organización del Poder Judicial, que por esta Constitución se
establece, así como la del Ministerio Fiscal, comenzarán a surtir sus efectos desde el
primero de julio del corriente año. El Poder Judicial continuará entre tanto con la
organización actual, para mientras se decretan las reformas necesarias de la Ley
Orgánica respectiva, las que deberá proponer la Corte Suprema de Justicia a la
Asamblea Legislativa, en su próximo periodo de sesiones ordinarias; como también el
proyecto de ley especial en que se determinará la forma de nombramiento, condiciones,
distribución y funcionamiento de los miembros del Ministerio Fiscal.

Los actuales Presidentes de la Corte Suprema de Justicia y Magistrados de las Cámaras,


continuarán en el ejercicio de sus funciones hasta el día treinta de junio del corriente
año; debiéndose tener como electos, al efecto, por esta Asamblea Constituyente, para el
ejercicio de sus cargos durante esta ampliación de su periodo.

Artículo 194.- La actual Asamblea Nacional Constituyente por haber transcurrido el


tiempo en que debieron verificarse las elecciones de Diputados a la Asamblea Nacional
Legislativa del presente año, y no haberse dictado todavía la nueva Ley Electoral,
asumirá las funciones del Poder Legislativo durante el mismo, iniciando sus labores el
quince de febrero próximo entrante, y reduciéndose las dietas de sus miembros y los
gastos de representación de la Mesa Directiva, así como los sueldos de los empleados de
la Secretaría, a los señalados en el Título I, Capítulo Único, parte III, de la Ley de
Presupuesto vigente (Decreto Legislativo nº 66, de fecha 30 de junio de 1938, publicado
en el Diario Oficial nº 138, de la misma fecha.)

La organización y funcionamiento de esta Asamblea, en carácter de Legislativa, en los


períodos de sus sesiones ordinarias, se sujetarán al Reglamento Interior decretado el
trece de marzo de 1934, en lo aplicable.

Artículo 195.- Mientras no se dicte la Ley Orgánica a que debe sujetarse, en su


organización y funcionamiento, la Corte de Cuentas creada por esta Constitución, el
Tribunal Superior de Cuentas y la Auditoría General de la República, continuarán en el
ejercicio de sus actividades de conformidad con las leyes y reglamentos que
actualmente rigen a tales Instituciones. La nueva Ley Orgánica y el nuevo reglamento
que deberán regir a la Corte de Cuentas, podrán dictarse de una sola vez o por partes,
para facilitar la fusión del Tribunal Superior de Cuentas con la Auditoría General de la
República; pero deberán ser dictados, en su totalidad, a más tardar, durante el año en
curso.

El Presidente del Tribunal Superior de Cuentas, el Auditor y Sub-Auditor General de la


República, continuarán en el ejercicio de sus cargos hasta el quince de abril de 1942;
debiendo tenerse por electo el actual Presidente del Tribunal Superior de Cuentas, por la
Asamblea Nacional Constituyente, para ejercer su cargo hasta aquella fecha; y
sujetándose todos estos funcionarios, en el ejercicio de sus funciones, a la nueva Ley
Orgánica y reglamento que se dicte para la Corte de Cuentas.
Artículo 196.- La organización y funcionamiento de las Municipalidades de la
República, conforme a esta Constitución, se iniciarán al concluir el periodo para el que
las actuales corporaciones han sido electas; debiendo la Asamblea Nacional Legislativa
introducir en la Ley del Ramo Municipal, las reformas al efecto.

Artículo 197.- Las leyes y reglamentos vigentes en cuanto no se opongan a la


efectividad de los principios básicos de esta Constitución y mientras no se deroguen o
se reformen, armonizándolos detalladamente con la misma Constitución y entre sí,
continuarán siendo de obligatoria aplicación en la República.

Artículo 198.- La presente Constitución entra en vigor desde el día en que sea
publicada en el Diario Oficial, y deberán rendir protesta de cumplirla todos los
funcionarios públicos. En Consecuencia, desde ese mismo día queda derogada en todas
sus partes la Constitución Política de 13 de agosto de 1886.
Constitución de 1945
(1886-1946)

Constitución Política de 1886 con las Enmiendas introducidas por la Honorable


Asamblea Nacional Constituyente por Decreto Numero 251 de fecha 29 de noviembre
de 1945.

Título I. De la Nación y forma de Gobierno


Artículo 1.- La Nación salvadoreña es soberana e independiente, y no podrá ser jamás
el patrimonio de ninguna familia ni persona.

La soberanía es inalienable e imprescriptible y limitada a lo honesto, justo y


conveniente a la sociedad; reside esencialmente en la universalidad de los salvadoreños
y ninguna fracción de pueblos o de individuos puede atribuírsela.

Artículo 2.- Todo poder público emana del pueblo. Los funcionarios del Estado son sus
delegados, y no tienen más facultades que las que expresamente les da la ley. Por ella
legislan, administran y juzgan; por ella se les debe obediencia y respeto; y conforme a
ella deben dar cuenta de sus funciones.

Artículo 3.- El territorio de El Salvador es irreductible y está comprendido entre el


Océano Pacífico y las Repúblicas de Guatemala, Honduras y Nicaragua. Los límites con
la República de Guatemala están determinados por el Tratado celebrado entre
Guatemala y El Salvador el 9 de abril de 1938. Los límites con Honduras serán
determinados por la ley de conformidad con la tradición e historia. La colindancia con
Nicaragua es en aguas marítimas.

La República de El Salvador reconoce el Golfo de Fonseca como Bahía Histórica o Mar


Cerrado, cuyas aguas pertenecen en proindivisión a las Repúblicas de El Salvador,
Honduras y Nicaragua.

Artículo 4.- El Gobierno de la Nación Salvadoreña es republicano, democrático,


representativo y alternativo. Se compondrá de tres Poderes distintos e independientes
entre sí, que se denominarán: Legislativo, Ejecutivo y Judicial.
Título II. Derechos y garantías
Artículo 5.- En la República no se reconocen empleos ni privilegios hereditarios.

Toda propiedad es transmisible en la forma que determinan las leyes, quedando, en


consecuencia, prohibida toda especie de vinculación, exceptuándose las siguientes:

1. Los Fideicomisos cuando sean constituidos a favor de la Nación, de


instituciones benéficas o culturales del país que existan o hayan de crearse, de
personas naturales inhábiles conforme a la ley para manejar sus intereses, o de
personas que estén por nacer, hallándose ya en el vientre materno.

2. El Bien de Familia.

Artículo 6.- No pueden imponerse contribuciones sino en virtud de una ley, para el
servicio público.

Artículo 7.- Todo el que ejerce cualquier cargo público es directa e inmediatamente
responsable de los actos que practique en el ejercicio de sus funciones. La ley
determinará el modo de hacer efectiva esta responsabilidad.

Artículo 8.- El Salvador reconoce derechos y deberes anteriores y superiores a las leyes
positivas, teniendo por principio la libertad, la igualdad y la fraternidad, y por base la
familia, el trabajo, la propiedad y el orden público.

Artículo 9.- Todos los habitantes de El Salvador tienen derecho incontestable a


conservar y defender su vida, su libertad y propiedad, y a disponer libremente de sus
bienes, de conformidad con la ley.

Artículo 10.- Todo hombre es libre en la República. No será esclavo el que entre en su
territorio, ni ciudadano el que trafique con esclavos.

Artículo 11.- La República es un asilo sagrado para el extranjero que quiera residir en
su territorio, menos para los reos de delitos comunes que reclame otra Nación, en virtud
de tratados vigentes, en los que se hubiese estipulado la extradición.

La extradición no podrá estipularse respecto de los nacionales en ningún caso, ni


respecto de extranjeros por delitos políticos, aunque por consecuencia de éstos resultase
un delito común.

Artículo 12.- Se garantiza el libre ejercicio de todas las religiones, sin más límite que el
trazado por la moral y el orden público. Ningún acto religioso servirá para establecer el
estado civil de las personas.

Los templos y sus dependencias estarán exentos de toda clase de contribuciones sobre
inmuebles.

El Estado reconoce la personalidad jurídica de la Iglesia Católica, representativa de la


religión que profesa la mayoría de los salvadoreños. Las demás iglesias podrán obtener
el reconocimiento de su personalidad jurídica de conformidad con la ley.
Artículo 13.- Toda persona tiene derecho a permanecer en el lugar que le convenga; y
de transitar, emigrar y volver sin pasaporte; salvo el caso de sentencia ejecutoriada y sin
perjuicio de lo dispuesto en el Artículo 28 de esta Constitución.

Artículo 14.- Igualmente pueden los habitantes de El Salvador asociarse y reunirse


pacíficamente y sin armas con cualquier objeto lícito.

Artículo 15.- Nadie puede ser obligado a prestar trabajos o servicios personales sin
justa retribución y sin su pleno consentimiento, salvo que por motivos de necesidad o
utilidad públicas se establezcan por la ley. La ley no puede autorizar ningún acto o
contrato que tenga por objeto la pérdida o el irrevocable sacrificio de la libertad del
hombre, ya sea por causa de trabajo, de educación o de voto religioso. Tampoco puede
autorizar convenios en que el hombre pacte su proscripción o destierro.

Artículo 16.- Toda persona tiene derecho a dirigir sus peticiones a las autoridades
legalmente establecidas, con tal de que se hagan de una manera decorosa; y a que se
resuelvan y que se le haga saber el acuerdo que sobre ellas se dictare.

Artículo 17.- Ninguna persona que tenga la libre administración de sus bienes puede ser
privada del derecho de terminar sus asuntos civiles por transacción o arbitramento. En
cuanto a las que no tengan esa libre administración, la ley determinará los casos y
requisitos con que puedan hacerlo.

Artículo 18.- Se prohíbe la confiscación, ya como pena o en cualquier otro concepto.


Las autoridades que contravengan a esta disposición responderán en todo tiempo con
sus personas y bienes del daño inferido; y las cosas confiscadas son imprescriptibles.

Artículo 19.- La pena de muerte no podrá aplicarse sino por delitos muy graves,
puramente militares y cometidos en campaña, y que determinará el Código Militar; y
por los delitos de parricidio, asesinato, robo o incendio si se siguiere muerte.

Se prohíben las penas perpetuas, la aplicación de palos y toda especie de tormentos.

Artículo 20.- Ninguna persona puede ser privada de su vida, de su libertad, ni de su


propiedad, sin ser previamente oída y vencida en juicio, con arreglo a las leyes, ni puede
ser enjuiciada civil o criminalmente dos veces por la misma causa.

Artículo 21.- Sólo podrá practicarse el registro o la pesquisa de la persona para prevenir
o averiguar delitos o faltas.

El domicilio es inviolable; y no podrá decretarse el allanamiento sino para la


averiguación de los delitos o persecución de los delincuentes, en la forma y en los casos
determinados por la ley.

Artículo 22.- Ningún individuo será juzgado en otra jurisdicción que en aquella donde
se hubiere cometido el delito, salvo los casos determinados por la ley, o aquellos en que
la misma ley faculte a la Corte de Justicia para designar otra jurisdicción.

Artículo 23.- Todos los hombres son iguales ante la ley.


Artículo 24.- Las leyes no pueden tener efecto retroactivo, excepto en materia penal,
cuando la nueva ley sea favorable al delincuente.

Artículo 25.- Nadie puede ser juzgado sino por leyes dadas con anterioridad al hecho y
por el Tribunal que previamente haya establecido la ley.

Artículo 26.- Un mismo Juez no puede serlo en diversas instancias en una misma causa.

Artículo 27.- Ningún poder ni autoridad puede abocarse causas pendientes, ni abrir
juicios fenecidos.

Artículo 28.- Ni el Poder Ejecutivo, ni el Judicial, ni ninguna otra autoridad, puede


dictar órdenes de detención o prisión, si no es de conformidad con la ley. Esta orden
debe ser siempre escrita, salvo en materia criminal, cuando el delincuente sea tomado
infraganti, en cuyo caso puede ser detenido por cualquier persona, para entregarlo
inmediatamente a la autoridad respectiva. La detención para inquirir no pasará de
cuarenta y ocho horas, y el Juez de instrucción está obligado dentro de dicho término, a
decretar la libertad o el arresto provisional del indiciado.

Artículo 29.- Todo hombre puede libremente expresar, escribir, imprimir y publicar sus
pensamientos sin previo examen, censura ni caución; pero deberá responder ante el
Jurado por el delito que cometa.

Artículo 30.- La correspondencia epistolar y telegráfica es inviolable. La


correspondencia interceptada no hace fe ni podrá figurar en ninguna especie de
actuación.

Artículo 31.- La propiedad es inviolable. Ninguna persona puede ser privada de sus
bienes sino por causa de utilidad pública legalmente comprobada y previa una justa
indemnización. En casos de guerra, calamidad pública, apertura de nuevas carreteras o
modificación a las existentes y provisión de aguas, la indemnización podrá no ser
previa.

Cuando lo exijan las necesidades de una guerra internacional, el Estado podrá intervenir
la administración de los bienes pertenecientes a nacionales de países enemigos; podrá
enajenarlos y aplicar su producto como indemnización de guerra, según las
circunstancias y previo decreto en que se expresen los motivos.

La ley reglamentará la forma de hacer efectivas estas disposiciones.

Artículo 32.- Ninguna corporación permanente, civil o eclesiástica, cualquiera que sea
su carácter, denominación u objeto, tendrá capacidad legal para conservar en propiedad
o administrar por sí bienes raíces, con la única excepción de los destinados inmediata y
directamente al servicio u objeto de la institución.

Artículo 33.- La enseñanza es libre; la primaria es, además, obligatoria. La enseñanza


que se dé en establecimientos costeados por el Estado será gratuita y estará sujeta a los
reglamentos respectivos.
Artículo 34.- Toda industria es libre, y sólo podrán estancarse en provecho de la
Nación, y para administrarse por el Ejecutivo, el aguardiente, el salitre y la pólvora.

No habrá monopolio de ninguna clase, ni prohibiciones a título de protección a la


industria. Exceptúanse únicamente los relativos a la acuñación de moneda y a los
privilegios que, por tiempo limitado, conceda la ley a los inventores o perfeccionadores
de alguna industria.

Artículo 35.- Se garantiza el derecho de asociación, y sólo se prohíbe el establecimiento


de congregaciones conventuales y toda especie de instituciones monásticas.

Artículo 36.- El derecho de insurrección no producir caso la abrogación de las leyes,


quedando limitado en sus efectos a separar en cuanto sea necesario, a las personas que
desempeñen el Gobierno y nombrar interinamente las que deban subrogarlas, entre tanto
se llena su falta en la forma establecida por la Constitución.

Artículo 37.- Toda persona tiene derecho de pedir y obtener el amparo de la Suprema
Corte de Justicia o Cámara de Segunda Instancia, cuando cualquiera autoridad o
individuo restrinja la libertad personal o el ejercicio de cualquiera de los otros derechos
individuales que garantiza la presente Constitución. Una ley especial reglamentará la
manera de hacer efectivo este derecho.

Artículo 38.- Ninguno de los poderes constituidos podrá celebrar o aprobar tratados o
convenciones en que de alguna manera se altere la forma de Gobierno establecida o se
menoscabe la integridad del territorio o la soberanía nacional; lo cual se entiende sin
perjuicio de lo dispuesto en el Artículo 174 de esta Constitución.

Artículo 39.- Ni el Poder Legislativo, ni el Poder Ejecutivo, ni ningún tribunal,


autoridad o persona podrá restringir, alterar o violar las garantías constitucionales, sin
quedar sujeto a las responsabilidades establecidas por la ley. La Ley de Estado Sitio
determinará las que, puedan suspenderse y los casos en que esta suspensión deba tener
lugar.

Artículo 40.- Los derechos y garantías que enumera esta Constitución, no serán
entendidos como negación de otros derechos y garantías no enumerados; pero que nacen
del principio de la soberanía del pueblo y de la forma republicana de Gobierno.

Título III. De los salvadoreños


Artículo 41.- Los salvadoreños lo son por nacimiento o por naturalización.

Artículo 42.- Son salvadoreños por nacimiento:


1. Los nacidos en territorio de El Salvador, excepto los hijos de extranjeros no
naturalizados;

2. Los hijos legítimos de extranjero con salvadoreña, nacidos en territorio de El


Salvador, cuando dentro del año subsiguiente a la época en que lleguen a la
mayor edad, no manifiesten ante el Gobernador respectivo que optan por la
nacionalidad del padre; los hijos legítimos de salvadoreño con extranjera y los
hijos ilegítimos de salvadoreña con extranjero, nacidos en El Salvador;

3. Los hijos legítimos de salvadoreño y los ilegítimos de salvadoreña, nacidos


en país extranjero y no naturalizados en él;

4. Los descendientes de hijos de extranjeros o de extranjero con salvadoreña,


nacidos unos y otros en El Salvador.

Artículo 43.- Son salvadoreños por naturalización los que, conforme a las leyes
anteriores, hayan adquirido esta calidad y los que en lo sucesivo la obtengan, según las
reglas siguientes:

1. Los hispanoamericanos que obtengan carta de naturalización del Gobernador


Departamental respectivo, quien la concederá con sólo la comprobación de la
buena conducta del solicitante.

2. Los extranjeros que soliciten y obtengan la naturalización de la misma


autoridad, comprobando su buena conducta y dos años de residencia en El
Salvador.

3. Los que obtengan carta de naturalización del Cuerpo Legislativo.

4. Los que hayan adquirido la naturalización conforme al Artículo 48 de esta


Constitución.

Artículo 44.- También se consideran como salvadoreños naturalizados a los


centroamericanos que manifiesten ante el Gobernador respectivo el deseo de ser
salvadoreños.

Título IV. De los extranjeros


Artículo 45.- Los extranjeros, desde el instante en que lleguen al territorio de la
República, estarán estrictamente obligados a respetar a las autoridades y a observar las
leyes, y adquirirán derecho a ser protegidos por éstas.

Artículo 46.- Ni los salvadoreños, ni los extranjeros podrán, en ningún caso reclamar al
Gobierno indemnización alguna por daños y perjuicios que a sus personas o sus bienes
causaren las facciones, quedando expeditos sus derechos para entablar sus reclamos
contra los funcionarios o particulares culpables.

Artículo 47.- Los extranjeros pueden adquirir toda clase de bienes, no quedando éstos
exonerados de las cargas ordinarias o extraordinarias que las leyes establezcan sobre los
bienes de los salvadoreños.

Artículo 48.- Por el hecho de aceptar un extranjero un empleo público con goce de
sueldo, salvo en el profesorado y la milicia, renuncia a su nacionalidad, quedando
naturalizado en El Salvador.

Artículo 49.- Ningún pacto internacional podrá modificar en manera alguna las
disposiciones contenidas en este Título.

Artículo 50.- Los extranjeros quedarán sujetos a una ley especial de extranjería.

Título V. De la ciudadanía
Artículo 51.- Son ciudadanos todos los salvadoreños mayores de dieciocho años, los
casados y los que hayan obtenido algún título literario, aunque no hubiesen llegado a
esta edad.

Artículo 52.- El ejercicio de la ciudadanía se suspende:

1. Por auto de prisión en causa criminal que no admita excarcelación garantida;

2. Por conducta notoriamente viciada;

3. Por enajenación mental;

4. Por interdicción judicial;

5. Por negarse a desempeñar sin justa causa un cargo de elección popular. La


suspensión en este caso durará por todo el tiempo que debiera desempeñarse
dicho cargo; y

6. Por sentencia judicial que así lo declare.

Artículo 53.- Pierden los derechos de ciudadano:

1. Los condenados a una pena que traiga consigo la pérdida de la ciudadanía;

2. Los condenados por delito grave;


3. Los que se naturalicen en país extranjero;

4. Los que residiendo en la República admitan empleos de otra nación sin


licencia del Poder Legislativo;

5. Los que vendan su voto en las elecciones;

6. Los que suscribieren actas o proclamas o emplearen otros medios directos,


promoviendo o apoyando la reelección del Presidente de la República; y

7. Los funcionarios, que ejerciendo autoridad pública en el orden civil o militar,


coarten la libertad del sufragio.

Título VI. Del Poder Legislativo


Artículo 54.- El Poder Legislativo será ejercido por una Asamblea Nacional de
Diputados.

Artículo 55.- La Asamblea Nacional se reunirá en la Capital de la República. Celebrará


dos períodos de sesiones ordinarios al año: del primero de febrero al treinta de junio, y
del primero de agosto al treinta y uno de diciembre, sin necesidad de convocatoria.

También podrá reunirse extraordinariamente en los meses de julio y enero cuando lo


convoque el Poder Ejecutivo en Consejo de Ministros, para tratar los asuntos que dicho
Poder someta a su consideración.

Podrá trasladarse a otro lugar de la República para celebrar sesiones cuando así lo
acordare.

Artículo 56.- El número de sus sesiones ordinarias no excederá de cuarenta y el de las


extraordinarias será el necesario para resolver los asuntos de su competencia que el
Ejecutivo le someta.

Artículo 57.- Tres Representantes reunidos en junta preparatoria, tienen facultad para
tomar inmediatamente todas las providencias que convengan a fin de hacer concurrir a
los otros hasta conseguir su plenitud.

Artículo 58.- La mayoría de los miembros de la Asamblea será suficiente para


deliberar, pero cuando se hallen menos de los dos tercios de los electos, el
consentimiento de las dos terceras partes de los presentes será necesario para toda
resolución.

Artículo 59.- Los miembros de la Asamblea se renovarán cada año, pudiendo ser
reelectos.
Artículo 60.- Para ser electo Diputado se requiere:

1. Ser mayor de veinticinco años;

2. Ciudadano salvadoreño;

3. De notoria honradez e instrucción, sin haber perdido la ciudadanía en los


cinco años anteriores a la elección; y

4. Ser natural o vecino del departamento que lo elige.

Artículo 61.- No podrán ser electos Diputados los contratistas de obras o servicios
públicos de cualquier clase que se costeen con fondos del Estado, y los que de resultas
de tales contratas tengan pendientes reclamaciones de interés propio. Tampoco podrán
serlo los empleados con goce de sueldo de nombramiento del Ejecutivo, sino después de
seis meses de haber cesado en sus funciones.

Artículo 62.- Los Diputados suplentes tendrán las mismas cualidades que los
propietarios.

Artículo 63.- Los Diputados no podrán obtener empleo durante el tiempo para que han
sido electos; excepto los de Secretario de Estado, Representantes Diplomáticos y cargos
sin goce de sueldo.

Artículo 64.- Los Representantes de la Nación son inviolables. En consecuencia ningún


Diputado será responsable en tiempo alguno por sus opiniones, ya sean expresadas de
palabra o por escrito.

Artículo 65.- Desde el día de la elección hasta quince días después de haber recesado el
Poder Legislativo, no podrá iniciarse ni seguirse contra los Representantes juicio alguno
civil.

Por los delitos graves que se cometan desde el día de la elección hasta el receso no
podrán ser juzgados sino por la Asamblea para el solo efecto de deponer al culpable y
someterlo a los tribunales comunes.

Por los delitos menos graves y faltas que cometan durante el mismo periodo, serán
juzgados por el juez competente; pero no podrán ser detenidos o presos, ni llamados a
declarar sino después del receso.

Si hubieren cometido algún delito grave antes de la elección, la Asamblea, una vez
averiguado el hecho, declarará nula la elección y someterá al culpable a los tribunales
competentes.

Si durante las sesiones fuere sorprendido algún Representante en flagrante delito, podrá
ser detenido por cualquier persona o autoridad y ésta lo pondrá dentro de veinticuatro
horas a disposición de la Asamblea.

Artículo 66.- Las disposiciones de los dos Artículos anteriores son extensivas a los
Congresos constituyentes.
Artículo 67.- Corresponde a la Asamblea Nacional:

1. Calificar la elección de sus miembros, aceptando o desechando sus


credenciales;

2. Admitirles sus renuncias por causas legalmente comprobadas;

3. Exigirles la responsabilidad en los casos previstos por esta Constitución;

4. Llamar a los suplentes en caso de muerte, renuncia o imposibilidad de


concurrir de los propietarios; y

5. Formar su reglamento interior.

Artículo 68.- Son atribuciones del Poder Legislativo:

1. Abrir y cerrar sus sesiones y acordar los términos en que se deba contestar al
Mensaje del Presidente de la República;

2. Abrir los pliegos que contengan los sufragios para Presidente y


Vicepresidente de la República y hacer el escrutinio de votos por medio de una
comisión de su seno;

3. Declarar la elección de los funcionarios indicados previo el dictamen de la


comisión escrutadora, quien deberá expresar también si los electos reúnen o no
las cualidades requeridas por la ley;

4. Dar posesión al Presidente y Vicepresidente de la República, recibiéndoles la


protesta constitucional; conocer de sus renuncias y de las licencias que
soliciten;

5. Elegir por votación pública al Presidente de la Corte Suprema de Justicia y


Magistrados de las Cámaras de Tercera y Segunda Instancias y al Presidente y
Magistrados de la Corte de Cuentas de la República; recibirles la protesta
constitucional y conocer de sus renuncias;

6. Tomar la cuenta detallada y documentada que debe rendir el Ejecutivo por


medio de sus Ministros para los efectos del número 25 de este Artículo;

7. Designar tres personas que deban ejercer el Poder Ejecutivo en los casos
determinados por esta Constitución, debiendo aquéllas tener las mismas
cualidades que se exigen para ser Presidente de la República. Esta designación
puede recaer en miembros del Congreso;

8. Resolver acerca de las dudas que ocurran o denuncias que se hagan sobre
incapacidad del Presidente o Vicepresidente de la República y de los empleados
de elección de la misma Asamblea;

9. Decretar, interpretar, reformar y derogar las leyes secundarias;


10. Erigir jurisdicciones y establecer en ellas funcionarios que a nombre de la
República conozcan, juzguen y sentencien en toda clase de causas o negocios
civiles o criminales;

11. Designar las atribuciones y jurisdicciones de los diferentes funcionarios;

12. Establecer impuestos y contribuciones sobre toda clase de bienes y rentas


con la debida proporción, si fueren directos; y en caso de invasión o guerra,
legalmente declarada decretar empréstitos forzosos con la misma proporción,
en caso que no basten las rentas públicas ordinarias, ni se puedan conseguir
empréstitos voluntarios;

13. Facultar al Poder Ejecutivo para que contrate empréstitos voluntarios,


dentro o fuera de la República, cuando una grave y urgente necesidad lo
demande.

Los empréstitos contratados de conformidad con este Artículo deberán


someterse a la aprobación del Poder Legislativo;

14. Decretar anualmente el presupuesto de gastos de la administración pública,


debiendo arreglar la inversión de las rentas de modo que sean atendidas, de
preferencia la instrucción pública, la administración de justicia y la policía;

15. Conferir los grados de Teniente Coronel inclusive arriba, con presencia de
la respectiva hoja de servicios;

16. Decretar las armas y pabellón de la República;

17. Fijar la ley, peso y tipo de la moneda, y arreglar las pesas y medidas;

18. Conceder a personas o poblaciones títulos, distinciones honoríficas y


gratificaciones compatibles con el sistema de Gobierno establecido por
servicios relevantes prestados a la patria;

19. Asignar, aumentar o disminuir sueldos a los empleados o funcionarios,


crear o suprimir empleos. Pero los decretos sobre aumento de sueldo a los
funcionarios de los Supremos Poderes Legislativos y Ejecutivo, no podrán tener
efecto sino hasta el periodo siguiente;

20. Decretar premios o conceder privilegios temporales a los autores de


inventos útiles y a los introductores o perfeccionadores de industrias de utilidad
general;

21. Decretar la guerra con presencia de los datos que le comunique el Poder
Ejecutivo;

22. Conceder amnistías e indultos, con vista en el último caso del informe y
dictamen favorables de la Suprema Corte de Justicia;
23. Decretar el Estado de Sitio en los casos y por las causas que una ley
constitutiva determinará, el que deberá levantarse conforme a la misma ley;

24. Rehabilitar a los que hayan perdido los derechos de ciudadanía;

25. Aprobar o desaprobar los actos del Ejecutivo;

26. Decretar leyes sobre el reconocimiento de la deuda nacional, y crear y


designar los fondos necesarios para su pago;

27. Conceder o negar permiso a los salvadoreños que lo soliciten para aceptar
empleos de otra Nación, compatibles con el sistema de Gobierno de El
Salvador;

28. Conceder o negar carta de naturalización a los extranjeros que la soliciten;

29. Ratificar, modificar o desaprobar los tratados o pactos que celebre el


Ejecutivo con otras naciones; no pudiendo ser ratificados en ningún caso los
tratados o convenciones en que de alguna manera se restrinja o afecte el
ejercicio del derecho de insurrección o se viole alguna de las demás
disposiciones constitucionales;

30. Permitir o negar el tránsito de tropas de otros países por el territorio de la


República; y

31. Conocer en el juicio de responsabilidad de los empleados superiores y de la


manera que se dirá en el Título XV de esta Constitución.

Artículo 69.- Cuando la Asamblea Nacional sea convocada extraordinariamente sólo


podrá tratar de los asuntos de su competencia que el Ejecutivo someta a su
conocimiento.

Artículo 70.- Las facultades de la Asamblea Nacional son indelegables, excepto la de


dar posesión al Presidente y Vicepresidente de la República y a los funcionarios de sus
elecciones. Los decretos o resoluciones que se dictaren en contravención a este Artículo
serán nulos.

Artículo 71.- Tiene exclusivamente la iniciativa de la ley de los Diputados el Presidente


de la República por conducto de sus Ministros y la Corte Suprema de Justicia.

Artículo 72.- Todo proyecto de ley, después de constituido y aprobado, se pasará al


Poder Ejecutivo, quien no teniendo objeción que hacerle le dará su sanción y lo hará
publicar como ley. El Poder Ejecutivo no podrá hacer observaciones ni negar su sanción
a las resoluciones de la Asamblea Nacional en el ejercicio de las atribuciones
consignadas en el Artículo 67 y en los números 3, 5, 7, 8, 25 y 31 del Artículo 68 de
esta Constitución.

Artículo 73.- Cuando el Ejecutivo encontrare inconvenientes para sancionar los


proyectos de ley que se le pasen, los devolverá dentro de ocho días a la Asamblea,
puntualizando las razones en que se funda su negativa; y si dentro del término
expresado no los devolviere, se tendrán por sancionados y los publicará como leyes.

En caso de devolución, la Asamblea reconsiderará el proyecto; y si lo ratificare con los


dos tercios de votos, lo dirigirá al Ejecutivo, quien lo tendrá por ley que sancionará y
publicará.

Cuando la Asamblea emita una ley en los últimos días de sus sesiones, y al Ejecutivo no
le quedase el término legal para devolverla con observaciones, estará éste obligado a dar
aviso inmediatamente a la Asamblea a fin de que permanezca reunida hasta que se
cumpla el término expresado; y no haciéndolo se tendrá por sancionada la ley.

Artículo 74.- Cuando un proyecto de ley fuere desechado o no ratificado, no podrá


proponerse en las mismas sesiones, sino en las de la legislatura siguiente.

Artículo 75.- Todo proyecto de ley aprobado se extenderá por triplicado; y firmados los
tres ejemplares por el Presidente y Secretarios, reservándose un ejemplar para su
archivo, pasará los otros al Ejecutivo.

Artículo 76.- Recibido por el Ejecutivo un proyecto de ley, si no encontrare objeción


que hacerle, firmará los dos ejemplares y devolverá uno a la Asamblea, reservándose el
otro en su archivo y lo publicará como ley en el término de ocho días.

Artículo 77.- Para interpretar modificar o derogar las leyes, se observarán los mismos
trámites que para su formación.

Artículo 78.- Ninguna ley obliga sino en virtud de su solemne promulgación.

Para que una ley de carácter permanente sea obligatoria deberán transcurrir por lo
menos doce días después de promulgada. En esta disposición no quedan comprendidos
los nombramientos o declaratorias de elección que hiciere la Asamblea.

Artículo 79.- Siempre que un proyecto de ley que no proceda de iniciativa de la Corte
de Justicia tenga por objeto reformar o derogar cualquiera de las disposiciones
contenidas en los Códigos de la República, no podrá discutirse sin oír la opinión de
aquel Supremo Poder, quien la emitirá durante las mismas sesiones o en las del año
siguiente, según la importancia, urgencia o extensión del proyecto. Esta disposición no
comprende las leyes del orden político, económico o administrativo.

Título VII. Del Poder Ejecutivo


Artículo 80.- El Poder Ejecutivo será ejercido por un ciudadano que recibirá el título de
Presidente de la República, con los respectivos Ministros. Será nombrado por el pueblo
salvadoreño; pero cuando no resulte electo por mayoría absoluta de votos, la Asamblea
lo elegirá por votación pública entre los tres ciudadanos que hayan obtenido mayor
número de sufragios.

Artículo 81.- Habrá un Vicepresidente electo del mismo modo y forma que el
Presidente, que llene las faltas de éste en caso de muerte, remoción o cualquier otro
impedimento. En defecto del Vicepresidente entrará a ejercer el Poder Ejecutivo uno de
los designados por el orden de su nombramiento. Si el Poder Legislativo estuviese
reunido y hubiere caducado el nombramiento de los designados, corresponde a éste
proveer la vacante.

Artículo 82.- La duración del periodo presidencial será de cuatro años; y el ciudadano
que hubiere ejercido la Presidencia en propiedad no podrá ser reelecto ni electo
Vicepresidente sino después de haber transcurrido igual período, que comenzará y
concluirá el primero de marzo del año de la renovación, sin poder funcionar un día más.

Tampoco podrá ser electo Presidente para el siguiente período el ciudadano que hubiere
ejercido la Presidencia Constitucional dentro de los últimos seis meses del tiempo
señalado en el inciso anterior.

Artículo 83.- Para Presidente o Vicepresidente de la República se requiere:

1. Ser salvadoreño por nacimiento;

2. Del estado seglar;

3. Mayor de treinta años de edad;

4. Estar en el ejercicio de los derechos de ciudadano, sin haberlos perdido en


los cinco año anteriores a la elección; y

5. Ser de honradez e instrucción notorias.

Artículo 84.- El ciudadano que ejerza la Presidencia de la República será Comandante


General del Ejército.

Artículo 85.- Para el despacho de los negocios públicos habrá los Ministros de Estado
que se estime necesarios, entre quienes distribuirá el Presidente de la República los
diferentes Ramos de la Administración. Habrá el número necesario de Subsecretarios
para conocer de los asuntos que les sean encomendados y para sustituir a los Ministros
en los casos que determine la ley. La creación de Ministerios o Subsecretarías se hará
por Decreto Legislativo.

Artículo 86.- Para ser Ministro o Subsecretario de Estado se requiere:

1. Ser originario y vecino de la República;

2. Mayor de veinticinco años;

3. De notoria moralidad y aptitudes;


4. No haber perdido los derechos de ciudadano cinco años antes de ser
nombrado; y

5. No ser contratista de obras o servicios públicos o tener reclamaciones


pendientes de interés propio.

El empleo de Ministro o Subsecretario de Estado es incompatible con cualquier


otro, excepto el de profesor de enseñanza.

Artículo 87.- Los decretos, acuerdos, órdenes y providencias del Presidente de la


República deben ser autorizados y comunicados por los Ministros de sus respectivos
ramos, y en su defecto por los Subsecretarios de Estado, quienes tendrán las mismas
condiciones que aquéllos. Sin estos requisitos no serán obedecidos.

Artículo 88.- Los Ministros concurrirán siempre que se les llame a las sesiones de la
Asamblea y contestarán a las interpelaciones que se les hicieren; pero deberán retirarse
antes de toda votación.

Artículo 89.- El Presidente de la República y sus Ministro o Subsecretarios son


responsables solidariamente por los actos que autoricen. Los Ministros y Subsecretarios
no quedan eximidos de responsabilidad, aunque hayan salvado su voto.

Artículo 90.- Son deberes del Poder Ejecutivo:

1. Mantener ilesa la soberanía e independencia de la República y la integridad


de su territorio;

2. Conservar la paz y tranquilidad interiores;

3. Publicar la ley y hacerla ejecutar;

4. Presentar por conducto de sus Ministros al Cuerpo Legislativo dentro de los


ocho días subsiguientes a la apertura de las sesiones ordinarias, relación
circunstanciada y cuenta documentada de la Administración Pública en el año
transcurrido, y el presupuesto de gastos del año venidero, indicando los medios
de llenarlos. Si dentro del término expresado no se cumpliere con esta
obligación, quedará por el mismo hecho suspenso en sus funciones el Ministro
que no lo verifique, lo que será notificado al Ejecutivo inmediatamente, para
que en los ocho días siguientes presente por medio del Ministro que nombre al
efecto, la memoria y presupuesto referidos, y si no lo verificare quedará
suspenso el Presidente de la República, asumiendo el Poder Ejecutivo la
persona llamada según esta Constitución, quien dentro de veinte días cumplirá
con aquel deber. En este caso el Poder Legislativo podrá prorrogar sus sesiones
por igual término;

5. Dar a la Asamblea los informes que le pida; pero si fueren sobre asuntos de
reserva, lo expondrá así; mas si aquélla estimare necesaria su manifestación,
estará obligado a darlos, a no ser que se trate de planes de guerra o
negociaciones políticas, cuyo secreto sea indispensable; pero en el caso de que
los informes sean precisos para exigirle la responsabilidad, no podrá rehusarlos
por ningún motivo, ni reservarse los documentos después de haber sido acusado
ante la Asamblea; y

6. Dar a los funcionarios públicos del Poder Judicial los auxilios que necesiten
para hacer efectivas sus providencias.

Artículo 91.- Son facultades del Poder Ejecutivo:

1. Nombrar, remover y admitir sus renuncias a los Ministros de Estado, a los


Gobernadores de departamento, a los empleados del Ejército y a todos los del
ramo administrativo, con excepción de aquellos cuyo nombramiento esté
reservado a otra autoridad, o que sean de elección popular;

2. Organizar el Ejército de la República y conferir grados de Capitán inclusive


abajo;

3. Dirigir las relaciones exteriores, nombrar y remover a los Ministros y a


cualquiera otra clase de Agentes Diplomáticos y Consulares, y recibir a los
Ministros de otras naciones;

4. Convocar extraordinariamente en Consejo de Ministros, al Poder Legislativo,


cuando los grandes intereses de la Nación lo demanden, llamando en tal caso a
los suplentes de los Diputados que hubieren fallecido o estuvieren legalmente
impedidos;

5. Señalar antes de la instalación del Poder Legislativo, el lugar donde deba


reunirse, cuando en el designado por la ley, no hubiese suficiente seguridad o
libertad para deliberar;

6. Dirigir la guerra y hacer la paz, sometiendo inmediatamente el tratado que


celebre con este fin a la ratificación del Poder Legislativo;

7. Celebrar tratados y cualesquiera otras negociaciones diplomáticas,


sometiéndolas a la ratificación de la Legislatura;

8. Llamar al servicio la fuerza necesaria, además de la permanente, para repeler


invasiones y sofocar rebeliones;

9. Habilitar y cerrar puertos, establecer aduanas marítimas y terrestre,


nacionalizar y matricular buques;

10. Conmutar penas, previo informe y dictamen favorables de la Corte Suprema


de Justicia;

11. Devolver con observaciones los proyectos de ley que se le pasen por el
Poder Legislativo de conformidad con el Artículo 72 de esta Constitución;

12. Expedir reglamentos, decretos y órdenes para facilitar y asegurar la


ejecución de las leyes, y decretar su reglamento interior;
13. Fomentar la instrucción pública en todos los ramos del saber humano,
decretando estatutos y adoptando métodos adecuados;

14. Decretar la apertura y mejoramiento de las vías de comunicación; pero las


contratas que celebre para la construcción de muelles, caminos de hierro y
apertura de canales, no tendrán efecto mientras no sean aprobadas por el Poder
Legislativo;

15. Durante el receso del Poder Legislativo, rehabilitar a los que hubiesen
perdido los derechos de ciudadano; pero en ningún caso podrá hacerlo respecto
de los empleados de su nombramiento que hubiese perdido los derechos de
ciudadanía, a consecuencia de un delito cometido en el ejercicio de sus
funciones;

16. Decretar en Consejo de Ministros el Estado de Sitio durante el receso del


Poder Legislativo, debiendo dar cuenta a éste en su próxima reunión de las
causas que lo motivaron y de los actos que hubiere ejecutado, haciendo uso de
las facultades que las leyes le confieren. La prolongación indebida del Estado
de Sitio constituye delito de lesa Nación;

17. Usar de las atribuciones 27 y 28 del Poder Legislativo en receso de éste, y


con obligación de darle cuenta en su próxima reunión.

Artículo 92.- Se prohíbe al Presidente salir del territorio de la República sin licencia del
Poder Legislativo, a menos que lo exijan las necesidades de la guerra; pero en uno y
otro caso, depositará el Mando Supremo en la persona designada por la ley.

Artículo 93.- Todos los decretos, órdenes o resoluciones que el Poder Ejecutivo
emitiere, traspasando las facultades que esta Constitución establece, serán nulos y no
deberán ser obedecidos, aunque se den a reserva de someterlos a la aprobación del
Cuerpo Legislativo.

Título VIII. Del Poder Judicial


Artículo 94.- El Poder Judicial será ejercido por la Corte Suprema de Justicia, Cámaras
de Tercera y Segunda Instancia y demás Tribunales que establezca la ley. A este Poder
corresponde exclusivamente la potestad de juzgar y hacer ejecutar lo juzgado en materia
civil, comercial y criminal.

El Presidente de la Corte Suprema de Justicia es el representante del Poder Judicial.

Artículo 95.- La Corte Suprema de Justicia residirá ordinariamente en la Capital de la


República; y estará compuesta de un Magistrado Presidente y de los seis Magistrados de
las dos Cámaras de Tercera Instancia; formará resolución con el voto de la mayoría de
sus miembros, y en caso de empate, decidirá el voto del Presidente.

Artículo 96.- El Presidente de la Corte Suprema de Justicia presidirá las sesiones del
Tribunal y tendrá las facultades que determine la ley. En defecto del Presidente, ejercerá
sus funciones el Magistrado que designe la ley.

Artículo 97.- Son atribuciones de la Corte Suprema de Justicia:

1. Formar su Reglamento Interior y el de las Cámaras de Segunda y Tercera


Instancia.

2. Nombrar a los Jueces de Primera Instancia del fuero común, a los de


Hacienda y Militares, Fiscal y Procurador de Pobres de la Corte, Fiscales y
Procuradores de Pobres de las Cámaras de Segunda Instancia, Fiscales del
Jurado, Médicos Forenses, Secretario del Tribunal y demás empleados
subalternos del mismo; removerlos, conocer de sus renuncias y concederles
licencias.

3. Vigilar porque se administre pronta y cumplida justicia.

4. Visitar los Tribunales y Juzgados por medio de un magistrado, para corregir


los abusos e irregularidades que se noten en la administración de justicia.

5. Hacer uso del derecho de iniciativa, manifestando directamente al Poder


Legislativo, la inconveniencia de las leyes y los vacíos que hubiere notado para
su aplicación; sugerir las reformas de que sean susceptibles, y someterle los
proyectos de ley que juzgue convenientes.

6. Practicar recibimientos de Abogados, inhabilitarlos o suspenderlos en el


ejercicio de su profesión por los delitos de prevaricato, cohecho, fraude,
falsedad o por conducta notoriamente inmoral, con sólo robustez moral de
prueba, procediendo sumariamente para establecer los hechos y rehabilitarlos
cuando procediere. Igual facultad ejercerá respecto de los Notarios y de los
Procuradores.

7. Nombrar conjueces en los casos determinados por la ley.

8. Conocer de las causas de presas y de los suplicatorios de extradición, sin


perjuicio de lo dispuesto en los tratados vigentes.

9. Dirimir las competencias que se susciten entre los Tribunales y Jueces, de


cualquier fuero y naturaleza que sean.

10. Decretar y hacer efectivo el recurso de amparo establecido por esta


Constitución, en los casos y de la manera prevenida en la ley respectiva.

11. Recibir por sí o por medio de los funcionarios que designe, la protesta
constitucional a los Jueces de Primera Instancia y demás funcionarios y
empleados de su nombramiento, lo mismo que a los conjueces que nombre en
los casos establecidos por la ley.

12. Formar el Presupuesto anual de los sueldos y gastos de la Administración


de Justicia y remitirlo en su oportunidad al Poder Ejecutivo para su inclusión en
el Presupuesto General que aquél remita a la Asamblea Nacional.

13. Conocer de la responsabilidad de los funcionarios públicos que le


corresponde según esta Constitución, por infracciones cometidas en el ejercicio
de sus funciones.

Las demás atribuciones de la Corte Suprema de Justicia las determinará la ley.

Artículo 98.- Las facultades indicadas en los números 4, 10 y 11 del Artículo anterior
son comunes a las Cámaras de Segunda Instancia que no tengan su asiento en la Capital
de la República. Tendrán, además, la de recibir las acusaciones y denuncias que se
hagan contra los funcionarios respecto de quienes tiene la Corte Suprema de Justicia la
facultad de decretar si ha lugar a formación de causa, para sólo el efecto de instruir el
informativo y dar cuenta con él a dicho Tribunal.

Todas las Cámaras de Segunda Instancia nombrarán sus respectivos Secretarios y demás
empleados subalternos.

Artículo 99.- Se establecen dos Cámaras de Tercera Instancia, una de lo Civil y la otra
de lo Criminal, con residencia en la Capital, compuesta cada una de tres Magistrados.
Se establecen, además, seis Cámaras de Segunda Instancia, compuestas cada una de dos
Magistrados, distribuidas así: una para la Sección de Occidente, con residencia en Santa
Ana; una para la Sección de Oriente, con residencia en San Miguel; dos de la Primera
Sección del Centro, que se denominarán: Cámara de Segunda Instancia de lo Civil de la
Primera Sección del Centro, y Cámara de Segunda Instancia de lo Criminal de la
Primera Sección del Centro, ambas Cámaras son con residencia en la Capital y con la
misma jurisdicción; otra, que se denominará Cámara de Segunda Instancia de la
Segunda Sección del Centro, con residencia en Cojutepeque; y otra que se llamará
Cámara de Segunda Instancia de la Tercera Sección del Centro, con residencia en San
Vicente. Cada Cámara será presidida por el Magistrado primero en número.

No obstante lo dispuesto en el inciso anterior, podrá establecerse otras Cámaras de


Segunda Instancia de conformidad con la ley, a iniciativa de la Corte Suprema de
Justicia.

Una ley secundaria reglamentará las Cámaras, estableciendo su jurisdicción y las demás
atribuciones no determinadas en esta Constitución.

Artículo 100.- Para ser Magistrado de la Corte Suprema de Justicia o de las Cámaras de
Segunda Instancia, se requiere:

1. Ser salvadoreño por nacimiento, en ejercicio de sus derechos de ciudadano y


haber gozado de ellos durante los cinco años anteriores a la elección.

2. Ser Abogado y Notario de la República, o incorporado legalmente.


3. Ser mayor de treinta y cinco años.

4. Haber servido un Juzgado de Primera Instancia durante cuatro años por lo


menos, o haber ejercido efectivamente la profesión de Ahogado y Notario, con
moralidad y competencia notorias por más de ocho años.

Artículo 101.- Para las Cámaras de Tercera Instancia se designarán seis Magistrados
suplentes y dos para cada una de las Cámaras de Segunda Instancia, que deberán tener
las mismas cualidades que los propietarios. Los suplentes entrarán indistintamente a
ejercer las funciones en sus respectivas Cámaras cuando sean llamados según la ley para
sustituir a los propietarios.

Artículo 102.- Los Magistrados de la Corte Suprema de Justicia y los de las Cámaras de
Segunda Instancia, serán electos por la Asamblea Nacional; durarán en el ejercicio de
sus funciones dos años, pudiendo ser reelectos. Su periodo comenzará el primero de
abril de cada dos años.

No podrán ser electos Magistrados de la Corte Suprema de Justicia ni de una misma


Cámara de Segunda Instancia los parientes entre sí comprendidos en el cuarto grado de
consanguinidad legítima o ilegítima o segundo de afinidad legítima.

Artículo 103.- La Cámara de Segunda Instancia de lo Civil de la Primera Sección del


Centro, conocerá en primera instancia de los juicios que se entablen contra el Estado, y
en segunda instancia, conocerá de ellos la Cámara de Tercera Instancia de lo Civil.

Artículo 104.- Habrá jueces de Primera Instancia Propietarios y Suplentes, cuyo


número, residencia, naturaleza y asuntos de su competencia, jurisdicción, atribuciones y
demás requisitos necesarios para ejercer sus funciones determinará la ley.

Artículo 105.- Para ser Juez de Primera Instancia Propietario o Suplente se requiere:

1. Ser salvadoreño por nacimiento o centroamericano naturalizado en la


República;

2. Estar en el ejercicio de sus derechos de ciudadano, habiendo gozado de ellos


durante los tres años anteriores a su nombramiento;

3. Ser mayor de veinticinco años, ahogado y notario de la República o


incorporado legalmente; y

4. Tener moralidad notoria.

Los Jueces de Primera Instancia serán electos por dos años, pudiendo ser reelectos. No
podrán ser removidos antes de terminar su período sino en los casos de delito, notoria
mala conducta pública o privada o incapacidad manifiesta. La Corte Suprema de
Justicia calificará las dos últimas circunstancias, conocidas o averiguadas por cualquier
medio racional.
Artículo 106.- La calidad de Magistrado o de Juez de Primera Instancia es incompatible
con la de funcionario o empleado remunerado de los otros Poderes, excepto con la de
profesor de enseñanza.

Artículo 107.- Los administradores de Rentas y de Aduanas y cualquier otro


funcionario público que se establezca en la instrucción de informativos por los delitos
contra la Hacienda Pública y los Alcaldes Municipales y Jueces de Policía en el
juzgamiento de las faltas de policía, tendrán las atribuciones que las leyes y reglamentos
respectivos les concedan.

Artículo 108.- Habrá Jueces de Paz en todas las poblaciones de la República; su


número, elección, calidad y atribuciones serán determinados por la ley.

La Asamblea Nacional Legislativa, podrá, a iniciativa de la Corte Suprema de Justicia,


modificar, total o parcialmente, el sistema de administración de justicia que sirven los
Jueces de Paz por otro que esté en mejor armonía con las necesidades sociales, teniendo
por base los principios de la justicia gratuita y la idoneidad de los funcionarios que la
administren.

Artículo 109.- Se establece el Jurado para los delitos de que conozcan los Jueces de
Primera Instancia del fuero común; pero la Asamblea Nacional Legislativa, a iniciativa
de la Corte Suprema de Justicia, podrá ampliar o restringir la competencia del Jurado,
determinando los casos en que deba conocer tal Tribunal.

Una ley secundaria reglamentará la institución del Jurado.

Artículo 110.- Dentro de la potestad de administrar justicia, corresponde a los


Tribunales declarar la inaplicación de cualquier ley o disposición de los otros Poderes,
contraria a los preceptos constitucionales, en los casos en que se tenga que pronunciar
sentencia.

Podrá también entablarse ante la Corte Suprema de Justicia el recurso de amparo,


fundado en la inconstitucionalidad de una ley que se refiera a asuntos no ventilables
ante los Tribunales, por su aplicación en un caso concreto y por toda persona a quien se
perjudique en sus legítimos derechos.

Título IX. Gobierno departamental y local


Artículo 111.- Para la administración política se dividirá el territorio de la República en
departamentos cuyo número y limites fijará la ley. En cada uno de ellos habrá un
Gobernador propietario y un suplente nombrados por el Poder Ejecutivo.

Artículo 112.- Para ser Gobernador propietario o suplente se requiere:


1. Ser ciudadano en el ejercicio de sus derechos sin haberlos perdido en los dos
años anteriores al nombramiento;

2. Tener veinticinco años de edad; y

3. Ser de honradez e instrucción competente.

Artículo 113.- El Gobierno local de los pueblo estará a cargo de las Municipalidades
electas popular y directamente por los ciudadanos vecinos de cada población. Cada
Municipalidad se compondrá de un Alcalde, de un Síndico o dos o más Regidores,
proporcionalmente a la población, conforme lo determine la ley.

Artículo 114.- Los Concejos Municipales administrarán sus fondos en provecho de la


comunidad, rindiendo cuenta de su administración al tribunal establecido por la ley.

Artículo 115.- Las atribuciones de las Municipalidades, que serán puramente


económicas y administrativas, las determinará la ley lo mismo que las condiciones que
deben tener sus miembros para ser electos.

Artículo 116.- Además de las atribuciones que la ley confiere a las Municipalidades, las
de cabecera de distrito tienen la de conmutar, conforme a la ley, las penas impuestas por
faltas.

Artículo 117.- Las Municipalidades, en el ejercicio de sus funciones, son enteramente


independientes; pero serán responsables por sus actos, ya como personas jurídicas o
individualmente según los casos. Los empleados subalternos de las Municipalidades
serán nombrados por ellas mismas sin intervención de ninguna otra autoridad.

Artículo 118.- Corresponde a las Municipalidades el nombramiento y remoción de los


agentes de Policía de seguridad y de orden, la cual será civil; pero en la capital de la
República ejercerá esta facultad el Poder Ejecutivo, quien tendrá la dirección suprema
del ramo. Una ley secundaria la reglamentará.

Título X. De las elecciones


Artículo 119.- El Presidente de la República, el Vicepresidente y los Diputados serán
electos popularmente.

Artículo 120.- En estas elecciones tendrán voto directo todos los ciudadanos.

Artículo 121.- El derecho de elegir es irrenunciable y su ejercicio obligatorio.

Artículo 122.- Ejercerán el derecho de sufragio todos los ciudadanos salvadoreños. El


ejercicio de este derecho será arreglado por una ley.
Artículo 123.- La base del sistema electoral es la población, sirviendo por ahora de
norma mientras se forman censos exactos, la división administrativa de la República en
departamentos, distritos y cantones.

Artículo 124.- Cada departamento elegirá tres Diputados propietarios y dos suplentes;
pero cuando se formen los censos que prescribe el Artículo anterior, se elegirá un
Diputado propietario y un suplente por cada quince mil habitantes.

Artículo 125.- Ningún Ministro de cualquier culto religioso podrá obtener cargo de
elección popular.

Artículo 126.- Una ley especial reglamentará la manera de practicar las elecciones.

Título XI. Hacienda Pública


Artículo 127.- Forman la Hacienda Pública:

1. Todos sus bienes, muebles y raíces.

2. Todos sus créditos activos.

3. Todos los impuestos, tasas y contribuciones que paguen y que en lo sucesivo


pagaren los salvadoreños y extranjeros.

4. Los ingresos que a cualquier otro título perciba o percibiere el Estado.

Artículo 128.- Todos los ingresos del Estado constituirán un solo fondo, que estará
afecto de manera general a las necesidades y obligaciones del mismo Estado. Sólo se
podrá afectar recursos con fines especiales, para el servicio de la Deuda Pública, para
compra y parcelación de tierras y construcción de casas baratas con fines de
mejoramiento social, y para las instituciones de beneficencia o de instrucción pública y
empresas oficiales a que la ley conceda autonomía. En este último caso, la afectación se
limitará a los recursos producidos por la empresa o institución de que se trate.

Artículo 129.- La Hacienda Pública será administrada por los funcionarios que la ley
designe.

Artículo 130.- El Presupuesto General contendrá todas las entradas y gastos de la


Nación para cada año. Sin embargo, las instituciones y empresas que gocen o gozaren
de autonomía, podrán regirse por presupuestos especiales aprobados por el Poder
Legislativo.

En la Ley de Presupuesto se autorizará el monto de la Deuda Flotante en que el


Gobierno podrá incurrir durante el año de que se trate, para remediar deficiencias
temporales de ingresos, deuda que deberá cubrirse en el mismo ejercicio y no podrá
exceder del diez por ciento de las rentas estimadas para el año.

Una ley especial establecerá todo lo concerniente a la preparación, votación, ejecución y


liquidación de los presupuestos.

Artículo 131.- El Poder Ejecutivo, por medio del Ramo respectivo, tendrá la dirección
de las fianzas generales de la República y estará especialmente obligado a conservar el
equilibrio del Presupuesto.

Artículo 132.- Para la administración de los fondos públicos, habrá una Tesorería
General recaudadora y pagadora.

Ninguna suma deberá pagarse o abonarse por el Tesoro si no es dentro de las


limitaciones de un crédito presupuesto y en la forma prescrita por la ley.

Tampoco podrá comprometerse, autorizarse o aprobarse ningún gasto si no es con cargo


a un crédito presupuesto. Sólo podrán comprometerse fondos de ejercicios futuros, con
autorización legislativa, por medio de presupuesto extraordinario, para la adquisición o
construcción de obras de interés público o administrativo, o para la consolidación o
conversión de la Deuda Nacional.

Las subvenciones y remuneraciones que afecten a los fondos públicos, serán objeto de
una ley especial. También una ley especial fijará las reglas en virtud de las cuales se
acordarán las pensiones y jubilaciones.

De cualquier cantidad de que se disponga en contravención a lo dispuesto en los incisos


anteriores, será responsable el funcionario que autorice u ordene y también lo será el
ejecutor si no prueba su inculpabilidad.

Por excepción, cuando la Asamblea no estuviere reunida, puede el Ejecutivo, con los
trámites especiales que la ley establezca, autorizar sumas no incluidas en los
presupuestos, siempre que ellas se destinen a los siguientes fines:

a) Guerra o amenaza de la misma.

b) Perturbaciones graves del orden público o inminente peligro de ellas.

c) Calamidades públicas.

Al reunirse la Asamblea deberá solicitársele la aprobación de los créditos necesarios


para cubrir las sumas autorizadas por el Ejecutivo, de conformidad con el inciso
anterior.

También podrá el Ejecutivo, con las formalidades de ley, efectuar transferencias entre
partidas de un mismo capítulo del Presupuesto. Cada Capítulo corresponderá a un
organismo administrativo.

Artículo 133.- En el caso de escasez o de calamidad pública, podrá el Ejecutivo, en


Consejo de Ministros, acordar la liberación de impuestos, temporalmente, a los artículos
de primera necesidad, sometiendo dicho acuerdo a la aprobación de la Asamblea
Nacional, inmediatamente, si ésta estuviere reunida o en sus primeras sesiones, si
estuviere en receso, quien lo aprobará si lo estimare justificado.

Artículo 134.- El Poder Legislativo puede disminuir o rechazar los créditos solicitados;
pero nunca aumentarlos.

Artículo 135.- La fiscalización técnico legal de la gestión de la Hacienda Pública en


general, y de la ejecución del Presupuesto en particular, estará a cargo de un organismo
independiente del Poder Ejecutivo, que se denominará Corte de Cuentas de la
República.

Tendrá las funciones siguientes:

1. Inspeccionar y vigilar la recaudación, custodia, compromiso y erogación de


dineros públicos.

2. Autorizar toda salida de fondos del Tesoro Público, de conformidad con el


Presupuesto e intervenir preventivamente en todo acto que de manera directa o
indirecta afecte al Tesoro Público o al patrimonio del Estado, y refrendar los
relativos a la Deuda Pública.

3. Dirigir, inspeccionar y glosar las cuentas de los funcionarios que manejan


fondos públicos, así como las relativas a cualesquiera otros bienes del Estado, y
fallar sobre ellas.

4. Controlar la gestión económica de los establecimientos públicos, de las


entidades oficiales, inclusive las autónomas y de las corporaciones de derecho
público.

5. Preparar y ejecutar su Presupuesto.

6. Decretar los reglamentos que sean necesarios para el cumplimiento de su


cometido.

7. Nombrar sus empleados.

Además de las funciones enumeradas, ejercerá las que las leyes le señalen.

Siempre que un acto sometido a conocimiento de la Corte de Cuentas en el ejercicio de


sus funciones legales, viole alguna ley o reglamento en vigor, ha de advertirlo así a los
funcionarios que se lo comuniquen, quedando suspenso el acto, mientras tanto, en sus
efectos legales.

El Ejecutivo puede rectificar el acto total o parcialmente por medio de resolución


tomada en Consejo de Ministros y publicada en el Diario Oficial.

La ratificación publicada en el Diario Oficial, da por terminada la suspensión legal del


acto, siempre que las observaciones de la Corte de Cuentas no consistan en falta o
insuficiencia de crédito presupuesto, al cual aplicar un gasto, pues en tal caso, la
suspensión sólo cede hasta que la deficiencia de crédito se haya llenado.

Artículo 136.- La Corte de Cuentas estará formada por una Cámara Superior y las
inferiores que establezca la ley.

La Cámara Superior se compondrá de un Presidente y dos Magistrados. Habrá además


los suplentes que la ley determine.

Tanto los propietarios como los suplentes, serán electos por la Asamblea Nacional para
un período de dos años, pudiendo ser reelectos; y sólo serán removidos por causa justa,
mediante resolución de la Asamblea.

Los Jueces de las cámaras inferiores serán nombrados por la Cámara Superior. Los
demás empleados de la Corte de Cuentas serán nombrados por el Presidente de la
misma.

La organización y funcionamiento de la Corte de Cuentas serán objeto de una ley


especial, pero en todo caso, las funciones de carácter administrativo corresponderán al
Presidente de la misma, quien podrá delegarlas en los otros Magistrados.

Artículo 137.- El Presidente y los Magistrados de la Corte de Cuentas, deberán ser:

1. Salvadoreños por nacimiento;

2. En pleno ejercicio de sus derechos de ciudadano;

3. Mayores de treinta años; y

4. Tener la capacidad y honorabilidad necesarias.

Artículo 138.- El Presidente de la Corte de Cuentas rendirá anualmente a la Asamblea


Nacional un informe detallado y documentado de sus labores.

Artículo 139.- Cuando el Estado o las Municipalidades tengan que celebrar contratos en
los cuales se comprometan rentas o bienes nacionales o municipales, deberá publicarse
la propuesta en el Diario Oficial y sacarse a licitación pública; excepto en los casos
determinados por la ley.

En ningún caso se celebrarán contratos en que la decisión, en caso de controversia,


corresponda a un tribunal extranjero, y en la interpretación se estará siempre al texto
español.

Artículo 140.- En toda concesión que otorgue, o contrato que celebre el Estado para el
establecimiento de muelles, ferrocarriles y canales o de cualquier otra obra de utilidad
pública se estipulará la condición de que esas obras, transcurrido cierto tiempo, que no
podrá ser mayor de cincuenta años, pasarán, en perfecto estado de servicio, al dominio
del Estado, sin indemnización alguna.
Artículo 141.- Ni el Poder Legislativo ni el Ejecutivo, podrán dispensar el pago de las
cantidades reparadas a los funcionarios y empleados que manejen fondos nacionales o
comunales, ni las deudas a favor del fisco o de los municipios.

Título XII. Fuerza armada


Artículo 142.- La fuerza armada es instituida para mantener la integridad del territorio
salvadoreño, para conservar y defender la autonomía nacional, para hacer cumplir la
ley, guardar el orden público y hacer efectivas las garantías constitucionales.

Artículo 143.- La fuerza armada es esencialmente obediente y no puede deliberar en los


asuntos del servicio militar.

Artículo 144.- En caso de guerra todos los salvadoreños hábiles, de dieciocho a


cincuenta años, son soldados.

Artículo 145.- El ejército de la República se compondrá de la fuerza permanente,


milicias y marina nacionales. Cada pueblo contribuirá a su formación
proporcionalmente al número de sus habitantes.

La designación de los individuos de tropa que deban componer el ejército, deberá


hacerse por sorteo.

La fuerza permanente en tiempo de paz, será fijada anualmente por la Legislatura y


limitada a lo estrictamente necesario para guardar los puertos, plazas y almacenes de
guerra.

La carrera militar es profesional y sólo se reconocen los grados militares obtenidos por
escala rigurosa, de conformidad con la ley.

El título militar será adquirido y conservado personalmente, en propiedad y de por vida


sin que pueda privarse de él sino por condena judicial.

Los ascensos se verificarán rigurosamente de grado a grado y para llenar las vacantes
que ocurran.

Una ley reglamentará los retiros y pensiones de los miembros del Ejército.

Artículo 146.- Solamente gozarán del fuero de guerra, los individuos del Ejército de la
República que estuvieren en actual servicio y por delitos puramente militares. Queda
abolido el fuero atractivo.
En el juzgamiento por Consejos de guerra, que establecen las leyes militares, la
designación de los vocales se hará en todo caso, por sorteo, entre los oficiales hábiles
según la ley.

Artículo 147.- De las resoluciones de los Consejos de guerra se admitirán los recursos
legales, para ante el Comandante General de la República o el respectivo Jefe
expedicionario en campaña.

Título XIII. Ministerio Público


Artículo 148.- Se establece el Ministerio Público, el cual será ejercido por el
Procurador General de la República y por los demás funcionarios que determine la ley,
quienes actuarán como auxiliares del Procurador.

Artículo 149.- El Procurador General de la República gozará de independencia de


acción en el ejercicio de sus funciones.

El Presidente de la República nombrará, removerá, resolverá su renuncia y concederá


licencias al Procurador General de la República. Este funcionario deberá reunir las
condiciones establecidas por la presente Constitución para ser Magistrado de la Corte
Suprema de Justicia. Los demás miembros del Ministerio Fiscal también serán
nombrados y removidos por el Presidente de la República a propuesta del Procurador
General. Las comunicaciones respectivas las expedirá el Procurador General de la
República.

El personal técnico y el subalterno de cada una de las organizaciones y dependencias del


Ministerio Público, será nombrado y removido en la misma forma ya expresada.

El Presidente de la República nombrará a un Procurador General Suplente quien


sustituirá al propietario en los casos determinados por la ley, y deberá tener las mismas
condiciones que él para ser electo.

Artículo 150.- Corresponde al Procurador General de la República, directamente o por


medio de sus auxiliares, la representación y defensa de los intereses del Estado y de la
sociedad; velar por el cumplimiento de la ley, por la pronta y eficaz administración de
justicia, por la defensa de las personas e intereses de los menores, indigentes o
incapaces, que leyes especiales no hayan proveído, o vigilar esa defensa en caso de
haberse encomendado por la ley a determinada persona; debiendo en estos casos el
Procurador promover de oficio si fuere necesario, por sí o por medio de sus auxiliares,
con su orden, ante autoridad competente, los juicios o diligencias que proceda conforme
a derecho.

Artículo 151.- El Procurador General de la República es responsable de sus actos en el


ejercicio de sus funciones, en los mismos términos que los Ministros del Estado.
Artículo 152.- Una ley secundaria reglamentará las funciones del Procurador General
de la República y determinará los miembros que constituyan el Ministerio Público, con
sus atribuciones y deberes.

Título XIV. Familia y trabajo


Artículo 153.- La familia, como base fundamental de la Nación, será protegida
especialmente por el Estado, el cual dictará las leyes y disposiciones necesarias para su
mejoramiento moral, físico, económico, intelectual y social, para fomentar el
matrimonio y para la protección de la maternidad y de la infancia.

La delincuencia de menores estará sometida a régimen jurídico especial.

El Bien de Familia será objeto de una ley.

Artículo 154.- El Estado protegerá y fomentará la adquisición y conservación de la


pequeña propiedad rural y la construcción de viviendas cómodas e higiénicas para la
población rural y urbana.

El inquilino será reglamentado por la ley.

Artículo 155.- El trabajo es un deber y un derecho, ambos de carácter social. El Estado


empleará los recursos que estén a su alcance para proporcionar ocupación a todo el que
carezca de ella y el trabajador gozará de su protección para asegurarle una existencia
digna.

El Estado dictará las disposiciones convenientes para prevenir y reprimir la vagancia.

Artículo 156.- El Código del Trabajo que al efecto se promulgue, respetando el derecho
de los empresarios o patronos y procurando la armonía entre el capital y el trabajo,
estará basado principalmente en los siguientes principios generales:

1. Protección del salario mediante el establecimiento de un sistema equitativo y


obligatorio para la fijación de un salario mínimo, determinado periódicamente
para cada zona, tomando en cuenta la naturaleza del trabajo y las diversas zonas
del país. La regulación se hará mediante comisiones compuestas de igual
número de patronos y asalariados y un representante del Estado quien presidirá.
De lo resuelto por las comisiones se admitirá los recursos que la ley indique.

2. A igual trabajo deberá corresponder salario igual a base justa de calidad y


responsabilidad.

3. Establecimiento de la jornada máxima de trabajo según el sexo y la edad.


El trabajo extraordinario será regulado.

4. El derecho a un día de descanso después de seis días de trabajo, sin perjuicio


de los días de fiesta nacional establecidos por la ley siendo estos últimos
pagados.

Las vacaciones serán pagadas después de un año de trabajo.

5. Protección especial del trabajo de las mujeres y los menores.

6. Indemnización adecuada en los accidentes de trabajo, enfermedades


profesionales y despidos injustificados.

7. Irrenunciabilidad de los derechos que la ley concede a los trabajadores; pero


los contratos de trabajos individuales o colectivos podrán establecer a su favor
prestaciones mayores.

8. Derecho del trabajador para que se señalen las condiciones que deben reunir
los locales de trabajo y las seguridades que deben adoptarse para garantizar su
vida y su salud.

Artículo 157.- Una ley establecerá el Seguro Social obligatorio con el concurso del
Estado, de los patronos y de los trabajadores.

Artículo 158.- El Estado fomentará las instituciones de auxilio social, los


establecimientos de crédito y ahorro y favorecerá la formación de toda clase de
cooperativas.

Artículo 159.- El Poder Ejecutivo creará los organismos que considere indispensables
para mantener el necesario equilibrio entre los factores de la producción.

Artículo 160.- El derecho de huelga de los trabajadores y el de paro de los patronos


serán reglamentados por la Ley.

Título XV. Responsabilidad de los funcionarios públicos


Artículo 161.- Todo funcionario civil o militar, al posesionarse de su destino, protestará
bajo su palabra de honor, ser fiel a la República, cumplir y hacer cumplir la
Constitución, ateniéndose a su texto, cualesquiera que fueren las leyes, decretos,
órdenes o resoluciones que la contraríen, prometiendo además el exacto cumplimiento
de los deberes que el empleo le impusiere, por cuya infracción será responsable con su
persona y bienes.
Artículo 162.- El Presidente de la República o el que haga sus veces, los Diputados a la
Asamblea Nacional, el Presidente y los Magistrados de la Corte Suprema de Justicia y
Cámaras Seccionales, los Ministros y Subsecretarios de Estado, el Procurador General
de la República, el Presidente y los Magistrados de la Corte de Cuentas de la República
y los Representantes Diplomáticos, responderán ante la Asamblea Nacional por los
delitos oficiales y comunes que cometan. La Asamblea, oyendo a un Fiscal de su seno y
al acusado, si estuviere presente o a un defensor especial si no lo estuviere, declarará si
ha lugar o no a formación de causa. En el primer caso, se pasarán las diligencias a la
Cámara de Segunda Instancia respectiva, para que pronuncie la sentencia, previa la
tramitación del juicio correspondiente, y en el segundo caso se archivarán. De la
sentencia que pronuncie la Cámara se admitirá apelación para ante la Corte Suprema de
Justicia.

Cualquiera persona tiene derecho de denunciar los delitos de que habla este Artículo, y
de mostrarse parte si para ello tuviere las cualidades requeridas por la ley.

Artículo 163.- Por los delitos y faltas comunes que cometan los representantes durante
las sesiones del Cuerpo Legislativo, serán juzgados de la manera establecida en el
Artículo 65 de esta Constitución. Si cualquiera otro de los funcionarios enumerados en
el Artículo precedente, cometiere algún delito común, se le acusará o denunciará ante la
Asamblea, quien, observando los trámites del mismo Artículo, declarará si ha lugar o no
a formación de causa; y en el primer caso someterá al acusado a los tribunales comunes.

Artículo 164.- Los Jueces de Primera Instancia, los Jueces de Paz, y demás
funcionarios que ejerzan jurisdicción, serán juzgados, por los delitos oficiales que
cometan, por los tribunales comunes, previa declaratoria de haber lugar a formación de
causa hecha por la Corte Suprema de Justicia. Por los delitos y faltas comunes que
cometan los antedichos funcionarios estarán sujetos a los procedimientos ordinarios.

Los Gobernadores Departamentales y demás funcionarios del orden administrativo


serán juzgados, por los delitos oficiales que cometan, por el Poder Ejecutivo en el Ramo
correspondiente, para el solo efecto de declarar si ha lugar o no a formación de causa.

Por los delitos y faltas comunes que cometan los antedichos funcionarios estarán sujetos
a los procedimientos ordinarios.

Artículo 165.- Desde que se declare por la Asamblea, por el Poder Ejecutivo, o por la
Corte Suprema de Justicia, que ha lugar a formación de causa, el acusado quedará
suspenso en el ejercicio de sus funciones, y por ningún motivo podrá permanecer más
en su puesto sin hacerse reo de usurpación, y ningún individuo deberá obedecerle. Si la
sentencia definitiva fuere absolutoria, el acusado volverá al ejercicio de su empleo; en
caso contrario quedará por el mismo hecho depuesto.

Artículo 166.- Los decretos, autos y sentencias de la Asamblea, en esta clase de causas,
deben cumplirse y ejecutarse sin necesidad de confirmatoria ni de sanción alguna.

Artículo 167.- Cuando el Poder Ejecutivo en las cuentas que rindan sus Ministros al
Poder Legislativo, omitiere algunos de los actos que, según la ley, debiera
comprenderse en aquéllas, será requerido por la Asamblea para que cumpla con su
deber a este respecto, y si no lo hiciere, se observará lo dispuesto en el Artículo 90,
número 4 de esta Constitución.

Artículo 168.- La prescripción de delitos y faltas oficiales les comenzará a contarse


desde que el funcionario culpable hubiese cesado en sus funciones.

Artículo 169.- Los Representantes de las Asambleas Constituyentes se equipararán, en


cuanto a su juzgamiento, a los Diputados del Poder Legislativo. El proceso en este caso
se decidirá por la misma Asamblea Constituyente, la que nombrará una comisión de su
seno para que instruya el informativo correspondiente, procediendo en todo lo demás
según su reglamento interior.

Artículo 170.- Si a la clausura del Poder Legislativo, éste no hubiere sentenciado en las
causas de que conozca, delegará sus facultades en un comisión de su seno, compuesta
de siete miembros, con el fin de que resuelva en conformidad con lo dispuesto en este
Título.

Título XVI. Reforma de la Constitución y leyes


constitutivas
Artículo 171.- La reforma de esta Constitución sólo podrá acordarse por los dos tercios
de votos de los Representantes electos a la Asamblea, debiendo puntualizarse el
Artículo o Artículos que hayan de reformarse. Esta resolución se publicará en el
periódico oficial y volverá a tomarse en consideración en la Legislatura del año
siguiente. Si ésta la ratifica se convocará una Asamblea Constituyente compuesta de tres
Representantes por cada departamento para que, si lo tuviere a bien, decrete las
reformas. Pero se estatuye que en ningún caso podrán reformarse los Artículos 80, 81 y
82 que tratan de la prohibición de la reelección del Presidente, Vicepresidente y
Designados y de la duración del período presidencial.

Artículo 172.- Son leyes constitutivas, la de Imprenta, la de Estado de Sitio, la de


Amparo y la Electoral.

Estas leyes pueden reformarse por una Asamblea Constituyente o bien por la
Legislatura ordinaria, con los dos tercios de votos; pero en este caso las reformas no
tendrán fuerza de ley si no fuesen ratificadas por la Legislatura ordinaria del año
siguiente, con igual número de votos.

Artículo 173.- Cualquier otro medio de reforma distinto de los establecidos en los
Artículos anteriores, es ilegal y nulo.
Título XVII. Disposiciones generales
Artículo 174.- Siendo El Salvador una parte disgregada de la República de
Centroamérica, queda en capacidad de concurrir con todos, o con alguno de los Estados
de ella, a la organización de un Gobierno Nacional cuando las circunstancias lo
permitan y convenga así a sus intereses, lo mismo que a formar parte de la gran
Confederación Latinoamericana.

Decretos y Leyes constitutivas


(1886-1946)

(Los Artículos subrayados son los correspondientes a los Decretos.)

Decreto número 251


(29 de noviembre de 1945)

En nombre del Pueblo Salvadoreño, la Asamblea Nacional Constituyente, intérprete de


la voluntad soberana, en cumplimiento del sagrado mandato que le ha conferido con el
objeto de asegurar la justicia, la libertad y la paz y procurar el bienestar general,
invocando el nombre de Dios, fuente de toda verdad y Supremo Legislador del
Universo, decreta:

Artículo 1.- Tiénese como Constitución Política de la República, la decretada el 13 de


agosto de 1886, con las siguientes enmiendas:

A) El Artículo 3 se sustituye por el siguiente: «El territorio de El Salvador es


irreductible y está comprendido entre el Océano Pacífico y las Repúblicas de
Guatemala, Honduras y Nicaragua. Los límites con la República de Guatemala están
determinados por el Tratado celebrado entre Guatemala y El Salvador el 9 de abril de
1938. Los límites con Honduras serán determinados por la ley de conformidad con la
tradición e historia. La colindancia con Nicaragua es en aguas marítimas.
La República de El Salvador reconoce el Golfo de Fonseca como Bahía Histórica o Mar
Cerrado, cuyas aguas pertenecen en proindivisión a las Repúblicas de El Salvador,
Honduras y Nicaragua.»

B) Al inciso 2 del Artículo 5 se añade: «Exceptúanse los siguientes:

1. Los Fideicomisos, cuando sean constituidos a favor de la Nación, de


instituciones benéficas o culturales del país que existan o haya que crearse, de
personas naturales inhábiles conforme a la ley para manejar sus intereses, o de
personas que estén por nacer, hallándose ya en el vientre materno.

2. El Bien de Familia.»

C) Se agregan al final del Artículo 12 los siguientes incisos: «Los templos y sus
dependencias estarán exentos de toda clase de contribuciones sobre inmuebles.

El Estado reconoce la personalidad jurídica de la Iglesia Católica, representativa de la


religión que profesa la mayoría de los salvadoreños. Las demás iglesias podrán obtener
el reconocimiento de su personalidad jurídica de conformidad con la ley.»

CH) El Artículo 31 se sustituye por el siguiente: «La propiedad es inviolable. Ninguna


persona puede ser privada de sus bienes sino por causa de utilidad pública legalmente
comprobada y previa una justa indemnización. En casos de guerra, calamidad pública,
apertura de nuevas carreteras o modificación a las existentes y provisión de aguas, la
indemnización podrá no ser previa.

Cuando lo exijan las necesidades de una guerra internacional, el Estado podrá intervenir
la administración de los bienes pertenecientes a nacionales de países enemigos; podrá
enajenarlos y aplicar su producto como indemnización de guerra, según las
circunstancias y previo decreto en que se expresen los motivos.

La ley reglamentará la forma de hacer efectivas estas disposiciones.»

D) El Artículo 33 queda redactado así: «La Enseñanza es libre: la primaria es, además,
obligatoria. La enseñanza que se dé en establecimientos costeados por el Estado será
gratuita y estará sujeta a los reglamentos respectivos.»

E) El Artículo 55 se sustituye por el siguiente: «La Asamblea Nacional se reunirá en la


Capital de la República. Celebrará dos períodos de sesiones ordinarias al año: del
primero de febrero al treinta de junio y del primero de agosto al treinta y uno de
diciembre, sin necesidad de convocatoria.

También podrá reunirse extraordinariamente en los meses de julio y enero cuando lo


convoque el Poder Ejecutivo en Consejo de Ministros, para tratar los asuntos que dicho
Poder someta a su consideración.

Podrá trasladarse a otro lugar de la República para celebrar sesiones cuando así lo
acordare.»
F) El numeral 5 del Artículo 68 se sustituye por el siguiente: «Elegir por votación
pública al Presidente de la Corte Suprema de Justicia y Magistrados de las Cámaras de
Tercera y Segunda Instancia y al Presidente y Magistrados de la Corte de Cuentas de la
República, recibirles la protesta constitucional y conocer de sus renuncias.»

G) El Artículo 70 queda redactado así: «Las facultades de la Asamblea Nacional son


indelegables, excepto las de dar po sesión al Presidente y Vicepresidente de la
República y a los funcionarios de su elección. Los decretos o resoluciones que se
dictaren en contravención a este Artículo, serán nulos.»

H) El Artículo 85 se sustituye por el siguiente: «Para el despacho de los negocios


públicos, habrá los Ministros de Estado que se estime necesarios, entre quienes
distribuirá el Presidente de la República los diferentes Ramos de la Administración.
Habrá el número necesario de Subsecretarios para conocer de los asuntos que les sean
encomendados y para sustituir a los Ministros en los casos que determine la ley. La
creación de Ministerios o Subsecretarias se hará por Decreto Legislativo.»

I) El Artículo 86 queda redactado así: «Para ser Ministro o Subsecretario de Estado se


requiere:

1. Ser originario y vecino de la República;

2. Mayor de veinticinco años;

3. De notoria moralidad y aptitudes;

4. No haber perdido los derechos de ciudadano cinco años antes de ser


nombrado; y

5. No ser contratista de obras o servicios públicos o tener reclamaciones


pendientes de interés propio.

El empleo de Ministro o Subsecretario de Estado es incompatible con cualquier


otro, excepto el de profesor de enseñanza.»

J) Se sustituyen los Artículos del 94 al 110 por los siguientes:

«Artículo 94.- El Poder Judicial será ejercido por la Corte Suprema de Justicia,
Cámaras de Tercera y Segunda Instancia y demás Tribunales que establezca la ley. A
este Poder corresponde exclusivamente la potestad de juzgar y hacer ejecutar lo juzgado
en materia civil, comercial y criminal.

El Presidente de la Corte Suprema de Justicia es el representante del Poder Judicial.

Artículo 95.- La Corte Suprema de Justicia residirá ordinariamente en la Capital de la


República; y estará compuesta de un Magistrado Presidente y de los seis Magistrados de
las dos Cámaras de Tercera Instancia; formará resolución con el voto de la mayoría de
sus miembros, y en caso de empate, decidirá el voto del Presidente.
Artículo 96.- El Presidente de la Corte Suprema de Justicia presidirá las sesiones del
Tribunal y tendrá las facultades que determine la ley. En defecto del Presidente, ejercerá
sus funciones el Magistrado que designe la ley.

Artículo 97.- Son atribuciones de la Corte Suprema de Justicia:

1. Formar su Reglamento Interior y el de las Cámaras de Segunda y Tercera


Instancia.

2. Nombrar a los Jueces de Primera Instancia del fuero común, a los de


Hacienda y Militares, Fiscal y Procurador de Pobres de la Corte, Fiscales y
Procuradores de Pobres de las Cámaras de Segunda Instancia, Fiscales del
Jurado, Médicos Forenses, Secretario del Tribunal y demás empleados
subalternos del mismo; removerlos, conocer de sus renuncias y concederles
licencias.

3. Vigilar porque se administre pronta y cumplida justicia.

4. Visitar los Tribunales y Juzgados por medio de un Magistrado, para corregir


los abusos e irregularidades que se noten en la administración de justicia.

5. Hacer uso del derecho de iniciativa, manifestando directamente al Poder


Legislativo la inconveniencia de las leyes y los vacíos que hubiere notado para
su aplicación; sugerir las reformas de que sean susceptibles, y someterle los
proyectos de ley que juzgue convenientes.

6. Practicar recibimientos de Abogados, inhabilitarlos o suspenderlos en el


ejercicio de su profesión por los delitos de prevaricato, cohecho, fraude,
falsedad o por conducta notoriamente inmoral, con sólo robustez moral de
prueba, procediendo sumariamente para establecer los hechos y rehabilitarlos
cuando procediere. Igual facultad ejercerá respecto de los Notarios y de los
Procuradores.

7. Nombrar conjueces en los caso determinados por la ley.

8. Conocer de las causas de presas y de los suplicatorios de extradición, sin


perjuicio de lo dispuesto en los tratados vigentes.

9. Dirimir las competencias que se susciten entre los Tribunales y Jueces, de


cualquier fuero y naturaleza que sean.

10. Decretar y hacer efectivo el recurso de amparo establecido por esta


Constitución, en los casos y de la manera prevenida en la ley respectiva.

11. Recibir por sí o por medio de los funcionarios que designe, la protesta
constitucional a los Jueces de Primera Instancia y demás funcionarios y
empleados de su nombramiento, lo mismo que a los conjueces que nombre en
los casos establecidos por la ley.
12. Formar el Presupuesto anual de los sueldos y gastos de la Administración
de Justicia y remitirlo en su oportunidad al Poder Ejecutivo para su inclusión en
el Presupuesto General que aquél remita a la Asamblea Nacional.

13. Conocer de la responsabilidad de los funcionarios públicos que le


corresponde según esta Constitución, por infracciones cometidas en el ejercicio
de sus funciones.

Las demás atribuciones de la Corte Suprema de Justicia las determinará la ley.

Artículo 98.- Las facultades indicadas en los números 4, 10 y 11 del Artículo anterior
son comunes a las Cámaras de Segunda Instancia que no tengan su asiento en la Capital
de la República. Tendrán, además, la de recibir las acusaciones y denuncias que se
hagan contra los funcionarios respecto de quienes tiene la Corte Suprema de Justicia la
facultad de decretar si ha lugar a formación de causa, para sólo el efecto de instruir el
informativo y dar cuenta con él a dicho Tribunal.

Todas las Cámaras de Segunda Instancia nombrarán sus respectivos Secretarios y demás
empleados subalternos.

Artículo 99.- Se establecen dos Cámaras de Tercera Instancia, una de lo civil y la otra
de lo Criminal, con residencia en la capital, compuesta cada una de tres Magistrados. Se
establecen, además, seis Cámaras de Segunda Instancia, compuestas cada una de dos
Magistrados, distribuidas así: una para la Sección de Occidente, con residencia en Santa
Ana; una para la Sección de Oriente, con residencia en San Miguel; dos de la Primera
Sección del Centro, que se denominarán: Cámara de Segunda Instancia de lo Civil de la
Primera Sección del Centro y Cámara de Segunda Instancia de lo Criminal de la
Primera Sección del Centro, ambas Cámaras con residencia en la Capital y con la
misma jurisdicción; otra, que se denominará Cámara de Segunda Instancia de la
Segunda Sección del Centro, con residencia en Cojutepeque; y otra que se llamará
Cámara de Segunda Instancia de la Tercera Sección del Centro, con residencia en San
Vicente. Cada Cámara será presidida por el Magistrado primero en número.

No obstante lo dispuesto en el inciso anterior, podrá establecerse otras Cámaras de


Segunda Instancia de conformidad con la ley, a iniciativa de la Corte Suprema de
Justicia.

Una ley secundaria reglamentará las Cámaras, estableciendo su jurisdicción y las demás
atribuciones no determinadas en esta Constitución.

Artículo 100.- Para ser Magistrado de la Corte Suprema de Justicia o de las Cámaras de
Segunda Instancia, se requiere:

1. Ser salvadoreño por nacimiento, en ejercicio de sus derechos de ciudadano y


haber gozado de ellos durante los cinco años anteriores a la elección.

2. Ser Abogado y Notario de la República, o incorporado legalmente.

3. Ser mayor de treinta y cinco años.


4. Haber servido un Juzgado de Primera Instancia durante cuatro años por lo
menos, o haber ejercido efectivamente la profesión de Abogado y Notario, con
moralidad y competencia notorias por más de ocho años.

Artículo 101.- Para las Cámaras de Tercera Instancia se designarán seis Magistrados
suplentes y dos para cada una de las Cámaras de Segunda Instancia, que deberán tener
las mismas cualidades que los propietarios. Los suplentes entrarán indistintamente a
ejercer las funciones en sus respectivas Cámaras cuando sean llamados según la ley para
sustituir a los propietarios.

Artículo 102.- Los Magistrados de la Corte Suprema de Justicia y los de las Cámaras de
Segunda Instancia, serán electos por la Asamblea Nacional; durarán en el ejercicio de
sus funciones dos años, pudiendo ser reelectos. Su período comenzará el primero de
abril de cada dos años.

No podrán ser electos Magistrados de la Corte Suprema de Justicia ni de una misma


Cámara de Segunda Instancia, los parientes entre sí, comprendidos en el cuarto grado de
consanguinidad legítima o ilegítima o segundo de afinidad legítima.

Artículo 103.- La Cámara de Segunda Instancia de lo Civil de la Primera Sección del


Centro, conocerá en primera instancia de los juicios que se entablen contra el Estado, y
en Segunda Instancia, conocerá de ellos la Cámara de Tercera Instancia de lo Civil.

Artículo 104.- Habrá Jueces de Primera Instancia Propietarios y Suplentes, cuyo


número, residencia, naturaleza y asuntos de su competencia, jurisdicción, atribuciones y
demás requisitos necesarios para ejercer sus funciones determinará la ley.

Artículo 105.- Para ser Juez de Primera Instancia Propietario o Suplente se requiere:

1. Ser salvadoreño por nacimiento o centroamericano naturalizado en la


República;

2. Estar en el ejercicio de sus derechos de ciudadano, habiendo gozado de ellos


durante los tres años anteriores a su nombramiento;

3. Ser mayor de veinticinco años, abogado y notario de la República o


incorporado legalmente; y

4. Tener moralidad notoria.

Los Jueces de Primera Instancia serán electos por dos años, pudiendo ser reelectos. No
podrán ser removidos antes de terminar su período sino en los casos de delito, notoria
mala conducta pública o privada o incapacidad manifiesta. La Corte Suprema de
Justicia calificará las dos últimas circunstancias conocidas o averiguadas por cualquier
medio racional.

Artículo 106.- La calidad de Magistrado o de Juez de Primera Instancia es incompatible


con la de funcionario o empleado remunerado de los otros Poderes, excepto con la de
profesor de enseñanza.
Artículo 107.- Los administradores de Rentas y de Aduanas y cualquier otro
funcionario público que se establezca, en la instrucción de informativos por los delitos
contra la Hacienda Pública y los Alcaldes Municipales y Jueces de Policía en el
juzgamiento de las faltas de policía, tendrán las atribuciones que las leyes y reglamentos
respectivos les concedan.

Artículo 108.- Habrá Jueces de Paz en todas las poblaciones de la República; su


número, elección, calidad y atribuciones serán determinadas por la ley.

La Asamblea Nacional Legislativa podrá, a iniciativa de la Corte Suprema de Justicia,


modificar, total o parcialmente, el sistema de administración de justicia que sirven los
Jueces de Paz, por otro que esté en mejor armonía con las necesidades sociales, teniendo
por base los principios de la justicia gratuita y la idoneidad de los funcionarios que la
administren.

Artículo 109.- Se establece el Jurado para los delitos de que conozcan los Jueces de
Primera Instancia del fuero común; pero la Asamblea Nacional Legislativa, podrá
ampliar o restringir la competencia del Jurado, determinando los casos en que deba
conocer tal Tribunal.

Una ley secundaria reglamentará la institución del Jurado.

Artículo 110.- Dentro de la potestad de administrar justicia, corresponde a los


Tribunales declarar la inaplicación de cualquier ley o disposición de los otros Poderes,
contraria a los preceptos constitucionales, en los casos en que se tenga que pronunciar
sentencia.

Podrá también entablarse ante la Corte Suprema de Justicia el recurso de amparo,


fundado en la inconstitucionalidad de una ley que se refiera a asuntos no ventilables
ante los Tribunales, por su aplicación en un caso concreto y por toda persona a quien se
perjudique en sus legítimos derechos.»

K) Se sustituye el Título XI, «Tesoro Nacional», por el siguiente, con el rubro:


«Hacienda Pública»:

«Artículo 127.- Forman la Hacienda Pública:

1. Todos sus bienes, muebles y raíces.

2. Todos sus créditos activos.

3. Todos los impuestos, tasas y contribuciones que paguen y que en lo sucesivo


pagaren los salvadoreños y extranjeros.

4. Los ingresos que a cualquier otro título perciba o percibiere el Estado.

Artículo 128.- Todos los ingresos del Estado constituirán un solo fondo, que estará
afecto de manera general a las necesidades y obligaciones del mismo Estado. Sólo se
podrá afectar recursos con fines especiales, para el servicio de la Deuda Pública, para
compra y parcelación de tierras y construcción de casas baratas con fines de
mejoramiento social, y para las instituciones de beneficencia o de instrucción pública y
empresas oficiales a que la ley conceda autonomía. En este último caso, la afectación se
limitará a los recursos producidos por la empresa o institución de que se trate.

Artículo 129.- La Hacienda Pública será administrada por los funcionarios que la ley
designe.

Artículo 130.- El Presupuesto General contendrá todas las entradas y gastos de la


Nación para cada año. Sin embargo, las instituciones y empresas que gocen o gozaren
de autonomía, podrán regirse por presupuestos especiales aprobados por el Poder
Legislativo.

En la Ley de Presupuesto se autorizará el monto de la Deuda Flotante en que el


Gobierno podrá incurrir durante el año de que se trate, para remediar deficiencias
temporales de ingresos; deuda que deberá cubrirse en el mismo ejercicio y no podrá
exceder del diez por ciento de las rentas estimadas para el año.

Una ley especial establecerá todo lo concerniente a la preparación, votación, ejecución y


liquidación de los presupuestos.

Artículo 131.- El Poder Ejecutivo, por medio del Ramo respectivo, tendrá la dirección
de las finanzas generales de la República y estará especialmente obligado a conservar el
equilibrio del Presupuesto.

Artículo 132.- Para la administración de los fondos públicos, habrá una Tesorería
General recaudadora y pagadora.

Ninguna suma deberá pagarse o abonarse por el Tesoro si no es dentro de las


limitaciones de un crédito presupuesto y en la forma prescrita por la ley.

Tampoco podrá comprometerse, autorizarse o aprobarse ningún gasto si no es con cargo


a un crédito presupuesto. Sólo podrán comprometerse fondos de ejercicios futuros, con
autorización legislativa, por medio de presupuesto extraordinario, para la adquisición o
construcción de obras de interés público o administrativo, o para la consolidación o
conversión de la Deuda Nacional.

Las subvenciones y remuneraciones que afecten a los fondos públicos, serán objeto de
una ley especial. También una ley especial fijará las reglas en virtud de las cuales se
acordarán las pensiones y jubilaciones.

De cualquier cantidad de que se disponga en contravención a lo dispuesto en los incisos


anteriores, será responsable el funcionario que autorice u ordene y también lo será el
ejecutor si no prueba su inculpabilidad.

Por excepción, cuando la Asamblea no estuviere reunida, puede el Ejecutivo, con los
trámites especiales que la ley establezca, autorizar sumas no incluidas en los
presupuestos, siempre que ellas se destinen a los siguientes fines:

a) Guerra o amenaza de la misma.


b) Perturbaciones graves del orden público o inminente peligro de ellas.

c) Calamidades públicas.

Al reunirse la Asamblea deberá solicitársele la aprobación de los créditos necesarios


para cubrir las sumas autorizadas por el Ejecutivo, de conformidad con el inciso
anterior.

También podrá el Ejecutivo, con las formalidades de ley, efectuar transferencias entre
partidas de un mismo capítulo del Presupuesto. Cada Capítulo corresponderá a un
organismo administrativo.

Artículo 133.- En el caso de escasez o de calamidad pública, podrá el Ejecutivo, en


Consejo de Ministros, acordar la liberación de impuestos, temporalmente, a los artículos
de primera necesidad, sometiendo dicho acuerdo a la aprobación de la Asamblea
Nacional, inmediatamente, si ésta estuviere reunida o en sus primeras sesiones, si
estuviere en receso, quien lo aprobará si lo estimare justificado.

Artículo 134.- El Poder Legislativo puede disminuir o rechazar los créditos solicitados;
pero nunca aumentarlos.

Artículo 135.- La fiscalización técnico legal de la gestión de la Hacienda Pública en


general y de la ejecución del Presupuesto en particular, estará a cargo de un organismo
independiente del Poder Ejecutivo, que se denominará Corte de Cuentas de la
República.

Tendrá las funciones siguientes:

1. Inspeccionar y vigilar la recaudación, custodia, compromiso y erogación de


dineros públicos.

2. Autorizar toda salida de fondos del Tesoro Público, de conformidad con el


Presupuesto e intervenir preventivamente en todo acto que de manera directa o
indirecta afecte al Tesoro Público o al patrimonio del Estado y refrendar los
relativos a la Deuda Pública.

3. Dirigir, inspeccionar y glosar las cuentas de los funcionarios que manejan


fondos públicos así como las relativas a cualesquiera otros bienes del Estado, y
fallar sobre ellas.

4. Controlar la gestión económica de los establecimientos Públicos, de las


entidades oficiales, inclusive las autónomas y de las corporaciones de derecho
público.

5. Preparar y ejecutar su Presupuesto.

6. Decretar los reglamentos que sean necesarios para el cumplimiento de su


cometido.

7. Nombrar sus empleados.


Además de las funciones enumeradas ejercerá las que las leyes le señalen.

Siempre que un acto sometido a conocimiento de la Corte de Cuentas en el ejercicio de


sus funciones legales, viole alguna ley o reglamento en vigor, ha de advertirlo así a los
funcionarios que se lo comuniquen, quedando suspenso el acto, mientras tanto, en sus
efectos legales.

El Ejecutivo puede ratificar el acto total o parcialmente, por medio de resolución


tomada en Consejo de Ministros y publicada en el Diario Oficial.

La ratificación publicada en el Diario Oficial, da por terminada la suspensión legal del


acto, siempre que las observaciones de la Corte de Cuentas no consistan en falta o
insuficiencia de crédito presupuesto, al cual aplicar un gasto, pues, en tal caso, la
suspensión sólo cede hasta que la deficiencia de crédito se haya llenado.

Artículo 136.- La Corte de Cuentas estará formada por una Cámara Superior y las
inferiores que establezca la ley.

La Cámara Superior se compondrá de un Presidente y dos Magistrados. Habrá, además,


los suplentes que la ley determine.

Tanto los propietarios como los suplentes serán electos por la Asamblea Nacional para
un período de dos años, pudiendo ser reelectos; y sólo serán removidos por causa justa,
mediante resolución de la Asamblea.

Los jueces de las cámaras inferiores serán nombrados por la Cámara Superior. Los
demás empleados de la Corte de Cuentas serán nombrados por el Presidente de la
misma.

La organización y funcionamiento de la Corte de Cuentas serán objeto de una ley


especial, pero en todo caso, las funciones de carácter administrativo corresponderán al
Presidente de la misma, quien podrá delegarlas en los otros Magistrados.

Artículo 137.- El Presidente y los Magistrados de la Corte de Cuentas deberán ser:

1. Salvadoreños por nacimiento;

2. En pleno ejercicio de sus derechos de ciudadano;

3. Mayores de treinta años; y

4. Tener la capacidad y honorabilidad necesarias.

Artículo 138.- El Presidente de la Corte de Cuentas rendirá anualmente a la Asamblea


Nacional un informe detallado y documentado de sus labores.

Artículo 139.- Cuando el Estado o las Municipalidades tengan que celebrar contratos en
los cuales se comprometan rentas o bienes nacionales o municipales, deberá publicarse
la propuesta en el Diario Oficial y sacarse a licitación pública; excepto en los casos
determinados por la ley.
En ningún caso se celebrarán contratos en que la decisión, en caso de controversia,
corresponda a un Tribunal extranjero y en la interpretación se estará siempre al texto
español.

Artículo 140.- En toda concesión que otorgue, o contrato que celebre el Estado para el
establecimiento de muelles, ferrocarriles y canales o de cualquier otra obra de utilidad
pública se estipulará la condición de que esas obras, transcurrido cierto tiempo, que no
podrá ser mayor de cincuenta años, pasarán, en perfecto estado de servicio, al dominio
del Estado sin indemnización alguna.

Artículo 141.- Ni el Poder Legislativo ni el Ejecutivo podrán dispensar el pago de las


cantidades reparadas a los funcionarios y empleados que manejen fondos nacionales o
comunales, ni las deudas a favor del fisco o de los municipios.»

L) Los Artículos 132, 133, 134, 135, 136 y 137 de la Constitución de 1886, se
denominarán por su orden, 142, 143, 144, 145, 146 y 147.

Se adiciona el Artículo 145, antes 135, con los incisos siguientes: «La carrera militar es
profesional y sólo se reconocen los grados militares obtenidos por escala rigurosa, de
conformidad con la ley.

El título militar será adquirido y conservado personalmente, en propiedad y de por vida,


sin que pueda privarse de él sino por condena judicial.

Los ascensos se verificarán rigurosamente de grado a grado y para llenar las vacantes
que ocurran.

Una ley reglamentará los retiros y pensiones de los miembros del Ejército».

LL) El Título XIII se denomina «Ministerio Público» y su contenido es el siguiente:

«Artículo 148.- Se establece el Ministerio Público, el cual será ejercido por el


Procurador General de la República y por los demás funcionarios que determine la ley,
quienes actuarán como auxiliares del Procurador.

Artículo 149.- El Procurador General de la República gozará de independencia de


acción en el ejercicio de sus funciones.

El Presidente de la República nombrará, removerá, resolverá su renuncia y concederá


licencias al Procurador General de la República. Este funcionario deberá reunir las
condiciones establecidas por la presente Constitución para ser Magistrado de la Corte
Suprema de Justicia. Los demás miembros del Ministerio Fiscal también serán
nombrados y removidos por el Presidente de la República a propuesta del Procurador
General. Las comunicaciones respectivas las expedirá el Procurador General de la
República.

El personal técnico y el subalterno de cada una de las organizaciones y dependencias del


Ministerio Público, será nombrado y removido en la misma forma ya expresada.
El Presidente de la República nombrará a un Procurador General Suplente, quien
sustituirá al propietario en los casos determinados por la ley, y deberá tener las mismas
condiciones que él para ser electo.

Artículo 150.- Corresponde al Procurador General de la República, directamente o por


medio de sus auxiliares, la representación y defensa de los intereses del Estado y de la
sociedad; velar por el cumplimiento de la ley, por la pronta y eficaz administración de
justicia, por la defensa de las personas e intereses de los menores, indigentes o
incapaces, que leyes especiales no hayan proveído o vigilar esa defensa en caso de
haberse encomendado por la ley a determinada persona; debiendo en estos casos el
Procurador promover de oficio si fuese necesario, por sí o por medio de sus auxiliares,
con su orden, ante autoridad competente, los juicios o diligencias que procede conforme
a derecho.

Artículo 151.- El Procurador General de la República es responsable de sus actos en el


ejercicio de sus funciones, en los mismos términos que los Ministros de Estado.

Artículo 152.- Una ley secundaria reglamentará las funciones del Procurador General
de la República y determinará los miembros que constituyan el Ministerio, con sus
atribuciones y deberes.»

M) El Título XIV se denominará «Familia y Trabajo» y su contenido es el siguiente:

«Artículo 153.- La familia, como base fundamental de la nación, será protegida


especialmente por el Estado, el cual dictará las leyes y disposiciones necesarias para su
mejoramiento moral, físico, económico, intelectual y social, para fomentar el
matrimonio y para la protección de la maternidad y de la infancia.

La delincuencia de menores estará sometida a régimen jurídico especial.

El Bien de Familia será objeto de una ley.

Artículo 154.- El Estado protegerá y fomentará la adquisición y conservación de la


pequeña propiedad rural y la construcción de viviendas cómodas e higiénicas para la
población rural y urbana.

El inquilinato será reglamentado por la ley.

Artículo 155.- El trabajo es un deber y un derecho, ambos de carácter social. El Estado


empleará los recursos que estén a su alcance para proporcionar ocupación a todo el que
carezca de ella y el trabajador gozará de su protección para asegurarle una existencia
digna.

El Estado dictará las disposiciones convenientes para prevenir y reprimir la vagancia.

Artículo 156.- El Código del Trabajo que al efecto se promulgue, respetando el derecho
de los empresarios o patronos y procurando la armonía entre el capital y el trabajo,
estará basado principalmente en los siguientes principios generales:
1. Protección del salario mediante el establecimiento de un sistema equitativo y
obligatorio para la fijación de un salario mínimo, determinado periódicamente
para cada zona, tomando en cuenta la naturaleza del trabajo y las diversas zonas
del país. La regulación se hará mediante comisiones compuestas de igual
número de patronos y asalariados y un representante del Estado quien presidirá.
De lo resuelto por las comisiones se admitirá los recursos que la ley indique.

2. A igual trabajo deberá corresponder salario igual a base justa de calidad y


responsabilidad.

3. Establecimiento de la jornada máxima de trabajo según el sexo y la edad.

El trabajo extraordinario será regulado.

4. El derecho a un día de descanso después de seis días de trabajo, sin perjuicio


de los días de fiesta nacional establecidos por la ley, siendo estos últimos
pagados.

Las vacaciones serán pagadas después de un año de trabajo.

5. Protección especial del trabajo de las mujeres y los menores.

6. Indemnización adecuada en los accidentes de trabajo, enfermedades


profesionales y despidos injustificados.

7. Irrenunciabilidad de los derechos que la ley concede a los trabajadores; pero


los contratos de trabajo individuales o colectivos podrán establecer a su favor
prestaciones mayores.

8. Derecho del trabajador para que se señalen las condiciones que deben reunir
los locales de trabajo y las seguridades que deben adoptarse para garantizar su
vida y su salud.

Artículo 157.- Una ley establecerá el Seguro Social obligatorio con el concurso del
Estado, de los patronos y de los trabajadores.

Artículo 158.- El Estado fomentará las instituciones de auxilio social, los


establecimientos de crédito y ahorro, y favorecerá la formación de toda clase de
cooperativas.

Artículo 159.- El Poder Ejecutivo creará los organismos que considere indispensables
para mantener el necesario equilibrio entre los factores de la producción.

Artículo 160.- El derecho de huelga de los trabajadores y el deparo de los patronos


serán reglamentados por la ley.»

N) El Título XIII «Responsabilidad de los Funcionarios Públicos» de la Constitución de


1886, pasa a ser Título XV; el Título XIV, «Reforma de la Constitución y Leyes
Constitutivas», pasa a ser Título XVI, y el Título XV, «Disposiciones Generales» pasa a
ser Título XVII.
Los Artículos del 138 al 152, pasan a ser por su orden del 161 al 175.

Ñ) El Artículo 162, antes 139, se sustituye por el siguiente:

«El Presidente de la República o el que haga sus veces, los Diputados a la Asamblea
Nacional, el Presidente y los Magistrados de la Corte Suprema de Justicia y Cámaras
Seccionales, los Ministros y Subsecretarios de Estado, el Procurador General de la
República, el Presidente y los Magistrados de la Corte de Cuentas de la República y los
Representantes Diplomáticos, responderán ante la Asamblea Nacional por delitos
oficiales y comunes que cometan. La Asamblea, oyendo a un Fiscal de su seno y al
acusado, si estuviere presente o a un defensor especial si no lo estuviere, declarará si ha
lugar o no a formación de causa. En el primer caso, se pasarán las diligencias a la
Cámara de Segunda Instancia respectiva, para que pronuncie la sentencia, previa la
tramitación del juicio correspondiente, y en el segundo caso se archivarán. De la
sentencia que pronuncie la Cámara se admitirá apelación para ante la Corte Suprema de
Justicia.

Cualquiera persona tiene derecho de denunciar los delitos de que habla este Artículo y
de mostrarse parte si para ello tuviere las cualidades requeridas por la ley.»

O) El Artículo 164, antes 141, se sustituye por el siguiente:

«Los Jueces de Primera Instancia, los Jueces de Paz, y demás funcionarios que ejerzan
jurisdicción serán juzgados por los delitos oficiales que cometan, por los tribunales
comunes, previa declaratoria de haber lugar a formación de causa hecha por la Corte
Suprema de Justicia. Por los delitos y faltas comunes que cometan los antedichos
funcionarios estarán sujetos a los procedimientos ordinarios.

Los Gobernadores Departamentales y demás funcionarios del orden administrativo,


serán juzgados por los delitos oficiales que cometan por el Poder Ejecutivo en el Ramo
correspondiente, para el sólo efecto de declarar si ha lugar o no a formación de causa.

Por los delitos y faltas comunes que cometan los antedichos funcionarios estarán sujetos
a los procedimientos ordinarios».

P) Se añade el Artículo 165, antes 142, después de la palabra «Asamblea», la frase «por
el Poder Ejecutivo».

Artículo 2.- Decláranse vigentes asimismo las Leyes Constitutivas de Estado de Sitio,
de Amparo, Electoral y de Imprenta decretadas en 1886.

La Ley Electoral se reformará especialmente para reglamentar el derecho de sufragio de


las mujeres.

Artículo 3.- Las leyes secundarias continuarán en vigencia en cuanto no se opongan a la


Constitución de 1886 con las enmiendas que contiene el presente Decreto.

Se reconoce la legitimidad de las sentencias, actuaciones judiciales, disposiciones


administrativas y demás actos jurídicos efectuados durante la vigencia de la
Constitución de 1939 y de sus reformas de 1944, y del Decreto de los Tres Poderes de
fecha 11 de julio de 1944, sin perjuicio de las acciones o recursos que las leyes
conceden a los interesados.

Asimismo se reconocen como válidos los nombramientos de empleados, los ascensos


militares y las elecciones de funcionarios que se hayan verificado hasta la fecha.

Artículo 4.- Quedan derogados en todas sus partes la Constitución de 20 de enero de


1939, las leyes constitutivas del mismo año, la Ley de Imprenta decretada el 1 de abril
de 1933, las reformas constitucionales de 24 de febrero y 9 de marzo de 1944 y el
Decreto de los Tres Poderes del Estado de 11 de julio de 1944.

Artículo 5.- El Presidente y Vicepresidente de la República electos en los comicios de


este año, concluirán su período constitucional el 1 de marzo de 1949.

Artículo 6.- El Presidente y Magistrados de la Corte Suprema de Justicia y los


Magistrados de las Cámaras de Segunda Instancia terminarán su período el 31 de marzo
de 1947.

El Presidente y los Magistrados de la Corte de Cuentas de la República, terminarán su


período constitucional el 12 de abril de 1946.

Artículo 7.- Se suspenden por un año los efectos del Artículo 113 de la Constitución de
1886 debiendo continuar en sus funciones los actuales Concejos Municipales hasta el 31
de diciembre de 1946. Los Alcaldes continuarán siendo nombrados por el Poder
Ejecutivo durante dicho lapso.

Artículo 8.- El presente decreto constitucional entra en vigor desde el día que se
publique en el Diario Oficial.

Dado en el Salón de Sesiones de la Asamblea Nacional; Palacio Nacional: San


Salvador, a los veintinueve días del mes de noviembre de mil novecientos cuarenta y
cinco.

Ricardo Rivas, Presidente, Diputado por el Departamento de San Salvador. Rubén


Montalvo, Diputado por el Departamento de San Salvador. Juan Mármol, Diputado por
el Departamento de San Salvador. Manuel Antonio Orellana, Diputado por el
Departamento de Cuscatlán. Manuel Alfonso Ruiz, Diputado por el Departamento de
Cuscatlán. Héctor Infante, Diputado por el Departamento de Cuscatlán. Eduardo
Antonio Vides, Diputado por el Departamento de Chalatenango. José Valentín Jaimes,
Diputado por el Departamento de San Vicente. Gustavo Acevedo, Diputado por el
Departamento de San Vicente. Rafael Bonilla, Diputado por el Departamento de San
Vicente. Eduardo López Jiménez, Diputado por el Departamento de La Paz. Rafael
Eduardo Gómez, Diputado por el Departamento de La Paz. Adalberto Cativo Molina,
Diputado por el Departamento de La Paz. Manuel Alfonso Fagoaga, Diputado por el
Departamento de San Miguel. Tomás Sánchez Zelaya, Diputado por el Departamento de
San Miguel. Juan Héctor Larios, Diputado por el Departamento de La Unión. Orlando
López Ayala, Diputado por el Departamento de La Unión. Florentín Meléndez,
Diputado por el Departamento de Morazán. Abel Salazar, Diputado por el
Departamento de Morazán. José Arístides Reyes, Diputado por el Departamento de
Morazán. Raúl Clemente Baires, Diputado por el Departamento de Usulután. Francisco
Rodolfo Osegueda, Diputado por el Departamento de Usulután. Daniel Aguilar, h.,
Diputado por el Departamento de Cabañas. Victor Manuel Alfaro, Diputado por el
Departamento de Cabañas. José Domingo Mendoza, Diputado por el Departamento de
Ahuachapán. José Miguel Arévalo, Diputado por el Departamento de Ahuachapán.
Miguel Castro Bethancourt, Diputado por el Departamento de Santa Ana. Rafael
Esteban Castaneda, Diputado por el Departamento de Santa Ana. Rubén Guerra Castro,
Diputado por el Departamento de Santa Ana. Jorge Mazzini, Diputado por el
Departamento de Sonsonate. José Ricardo Vilanova, Diputado por el Departamento de
Sonsonate. José Alfonso Díaz Barrientos, Diputado por el Departamento de Sonsonate.
Rafael Alfonso Rivas, Diputado por el Departamento de Ahuachapán. Hernán Cañas
Rivas, Primer Secretario, Diputado por el Departamento de San Miguel. Rodrigo
Eugenio Velasco, Segundo Secretario, Diputado por el Departamento de Cabañas. José
María López Ayala, Tercer Secretario, Diputado por el Departamento de Chalatenango.
Serafín Posada, h., Primer Prosecretario, Diputado por el Departamento de
Chalatenango. Víctor Panameño Coto, Segundo Prosecretario, Diputado por el
Departamento de La Unión.

Palacio Presidencial: San Salvador, a veintinueve de noviembre de mil novecientos


cuarenta y cinco.

Publíquese, Salvador Castaneda Castro, Presidente de la República.

Héctor Escobar Serrano, Ministro de Relaciones Exteriores.

Juan Benjamín Escobar, Ministro del Interior.

José E. Suay, Ministro de Economía.

Ranulfo Castro, Ministro de Cultura.

Manuel Antonio Castañeda, Ministro de Defensa.

Decreto número 18
(14 de marzo de 1945)

La Asamblea Nacional Constituyente de la República de El Salvador, considerando: que


el Artículo 63 de la Constitución Política en vigencia se ha prestado siempre a dudas,
sobre si en la prohibición que contiene están o no comprendidos los Diputados
Suplentes; y que es conveniente dictar la interpretación que corresponde, por tanto, en
uso de sus amplias facultades, decreta:

Artículo 1.- La disposición contenida en el Artículo 63 de la Constitución Política


vigente debe entenderse que no comprende a los Diputados Suplentes, sino cuando
fueren incorporados en la Asamblea, en sustitución de algún Diputado Propietario.

Artículo 2.- El presente Decreto tendrá fuerza de ley desde el día de su publicación en
el Diario Oficial.

Dado en el Salón de Sesiones de la Asamblea Nacional Constituyente; Palacio


Nacional: San Salvador, a los catorce días del mes de marzo de mil novecientos
cuarenta y cinco.

Ricardo Rivas Vides, Presidente.

Hernán Cañas Rivas, Primer Secretario.

Manuel Gutiérrez Serrano, Segundo Secretario.

Rodrigo Eugenio Velasco, Tercer Secretario.

Palacio Nacional: San Salvador, catorce de marzo de mil novecientos cuarenta y cinco.

Ejecútese, Salvador Castaneda Castro, Presidente Constitucional.

El Ministro de Justicia, E. Jovel.

Decreto número 289


(4 de enero de 1946)

La Asamblea Nacional Constituyente de la República de El Salvador, considerando:

1.- Que el Artículo 130 de la Constitución Política vigente establece que el Presupuesto
General contendrá todas las entradas y gastos de la Nación para cada año, sin indicar
cuándo comienza ese año para efectos fiscales;
2.- Que la fracción 4 del Artículo 90 de la misma Constitución ordena la presentación
del Presupuesto dentro de los ocho días siguientes a la apertura de las sesiones de la
Asamblea Legislativa;

3.- Que la primera disposición constitucional citada está contenida en la enmienda K)


del Artículo 1 del Decreto Constituyente de 29 de noviembre retropróximo, decreto que
puso en vigencia la Constitución de 1886 en el texto de la cual aparece la segunda
disposición constitucional citada;

4.- Que durante el primer período de vigencia de la Constitución de 1886 el año fiscal
comenzaba el primero de julio de cada año y había incongruencia entre este término y el
establecido por la fracción 4, del Artículo 90 Cn.;

5.- Que desde la vigencia de la Constitución Política de 1939, la Ley de Presupuesto


General se ha dado anualmente por la Asamblea Legislativa en el segundo período de
sesiones ordinarias, para regir en el año siguiente, del primero de enero al treinta y uno
de diciembre inclusive, por mandato expreso de esa Constitución, vigente al respecto
según el Decreto de los Tres Poderes de 11 de julio de 1944, cuando se dictó el Decreto
número 251 de 29 de noviembre retropróximo;

6.- Que no ha sido la mente de la actual Asamblea Nacional Constituyente volver al


sistema existente antes del año de 1939 en materia de Presupuesto General, sino
conservar el sistema vigente para evitar los trastornos al orden institucional que ordenó
evitar el citado Decreto de los Tres Poderes del Estado y en tal sentido conviene aclarar
que el año a que se refiere el Artículo 130 Cn., es el año civil que comienza el 1 de
enero y expira el 31 de diciembre; y que el Presupuesto General será votado por la
Asamblea Nacional en el segundo período de sus sesiones ordinarias para regir el
ejercicio del año siguiente;

7.- Que, en otro orden de ideas, al ordenar en el inciso 2 del Artículo 149 Cn., que los
miembros del Ministerio Fiscal sean nombrados y removidos por el Presidente de la
República, no se ha querido limitar la atribución de la Corte Suprema de Justicia
contenida en el numeral 2 del Artículo 97 Cn., ni el ejercicio del sufragio por los
ciudadanos, lo que debe aclararse así;

Por tanto, en uso de sus facultades, decreta:

Artículo 1.- Aclárase el Artículo 130 de la Constitución Política vigente en el sentido


de que la ley de Presupuesto General será dada anualmente por la Asamblea Nacional
en el segundo período de sus sesiones ordinarias, para regir en el año siguiente, del
primero de enero al treinta y uno de diciembre inclusive; al efecto, el Poder Ejecutivo
remitirá el Proyecto respectivo a la Asamblea Nacional a más tardar en la primera
quincena de diciembre, y quedará incurso en la sanción que ordena el numeral 4 del
Artículo 90 Cn., en caso de incumplimiento.

Artículo 2.- Aclárase el inciso 2 del Artículo 149 de la Constitución Política vigente en
el sentido de que los miembros del Ministerio Fiscal que puede nombrar y remover el
Presidente de la República, a propuesta del Procurador General, son sólo aquellos que
no sean de nombramiento de los Poderes Ejecutivo y Judicial o que sean de elección
popular.
Artículo 3.- Este Decreto aclaratorio se entenderá incorporado al texto de las
disposiciones constitucionales pertinentes y entrará en vigencia desde el día de su
publicación en el Diario Oficial.

Dado en el Salón de Sesiones de la Asamblea Nacional Constituyente; Palacio


Nacional; San Salvador, a los veintiocho días del mes de diciembre de mil novecientos
cuarenta y cinco.

Ricardo Rivas Vides, Presidente.

Hernán Cañas Rivas, Primer Secretario.

Rodrigo Eugenio Velasco, Segundo Secretario.

José María López Ayala, Tercer Secretario.

Palacio Nacional: San Salvador, a los cuatro días del mes de enero de mil novecientos
cuarenta y seis. Publíquese, Salvador Castaneda Castro, Presidente Constitucional.

Héctor Escobar Serrano, Ministro de Relaciones Exteriores.

Juan Benjamín Escobar, Ministro del Interior.

Ranulfo Castro, Ministro de Cultura.

Manuel Antonio Castañeda, Ministro de Defensa.

Ernesto Alfonso Núñez, Subsecretario de Economía, Encargado del Despacho por


Ministerio de Ley.

Ley de amparo
(25 de agosto de 1886)

El Congreso Nacional Constituyente, considerando: que conforme a los Artículos 37 y


149, fracción primera de la Constitución, debe reglamentarse por una Ley Constitutiva
el amparo acordado a los derechos individuales, decreta la siguiente Ley de Amparo.

Capítulo I. De la demanda de amparo y suspensión del acto reclamado


Artículo 1.- La respectiva Cámara de 2 Instancia es el Tribunal competente para
conocer y resolver el recurso de amparo que establece el Artículo 37 de la Constitución.

Artículo 2.- La demanda de amparo tendrá lugar contra los actos o providencias de
cualquier autoridad o funcionario que viole las garantías individuales, ya sea por sí o en
cumplimiento de una orden superior o de una ley.

Artículo 3.- La demanda de que habla el Artículo anterior puede interponerse por la
parte agraviada, o por su representante legal, o por cualquiera otra persona hábil para
comparecer en juicio.

La sentencia será siempre tal que se concrete a personas naturales o jurídicas,


limitándose a protegerlas y ampararlas en el caso especial a que se contrae el proceso,
sin hacer ninguna declaración general respecto de la ley o acto que lo motive.

Artículo 4.- La persona que solicite amparo se presentará por escrito explicando por
menor el hecho que lo motiva y designando la garantía individual que considere
violada.

Artículo 5.- Cuando el actor pidiere que se suspenda desde luego la ejecución del acto
que es objeto de la demanda, la Cámara, previo informe de la autoridad ejecutora, que
dará dentro de veinticuatro horas, correrá traslado al Fiscal respectivo, quien contestará
dentro de igual término.

Si la suspensión fuere de urgencia notoria, la Cámara resolverá, a la mayor brevedad


posible, y con sólo el escrito del actor. Esta resolución no admite más recurso que el de
responsabilidad.

Artículo 6.- Si notificada la suspensión del acto reclamado a la autoridad que trate de
ejecutarlo, no se contuviere ésta en su ejecución, se procederá en los términos de los
Artículos 18, 19 y 20.

Artículo 7.- No es admisible el recurso de amparo en asuntos judiciales puramente


civiles, ni respecto de sentencias definitivas ejecutoriadas en causa criminal.

Capítulo II. Sustanciación de la demanda

Artículo 8.- Resuelto el punto sobre suspensión inmediata del acto reclamado, o desde
luego, si el actor no la hubiere solicitado, la Cámara pedirá informe a la autoridad que
ejecutare o tratare de ejecutar el acto, quien deberá evacuarlo dentro de tercero día, con
las justificaciones que crea convenientes.

Recibiendo el informe se correrá traslado al actor y al Fiscal por tres días a cada uno.

Artículo 9.- Devueltos los traslados, si la Cámara creyere necesario esclarecer algún
punto de hecho, abrirá el juicio a prueba por ocho días.
Si la prueba debe rendirse fuera del lugar del juicio, se concederá el término de la
distancia, conforme al Pr.

Artículo 10.- Toda autoridad o funcionario tiene obligación de dar, con la oportunidad
necesaria, al actor, su abogado o procurador y al Fiscal, certificación de los documentos
que pidieren como prueba en estos recursos.

Si la autoridad o funcionario requerido se negase a expedir la certificación indicada,


quedará incurso en una multa de veinticinco a cien colones, sin perjuicio de las
responsabilidades en que incurra conforme al Código Penal.

Artículo 11.- Las partes producirán sus pruebas conforme a lo dispuesto en el Código
de Procedimientos Civiles.

Artículo 12.- Concluido el término probatorio se mandarán pasar los autos por cuatro
días a la Secretaría, para que las partes presenten por escrito sus respectivos alegatos.

Artículo 13.- Dentro de los tres días siguientes a la devolución de los traslados, a que se
refiere el Artículo 8, si la cuestión fuere de mero derecho o ha expirado el término que
prescribe el Artículo anterior, se pronunciará sentencia definitiva.

Notificada la sentencia, sin otro trámite, se remitirán los autos en revisión a la Suprema
Corte de Justicia.

Artículo 14.- La Suprema Corte de Justicia fallará con sólo la vista de los autos, dentro
de doce días de haberlos recibido, reformando, confirmando o revocando la sentencia
consultada.

Artículo 15.- Siempre que se resuelva denegando el amparo por falta de motivo para
decretarlo, se condenará a la parte que lo promoviere en las costas, daños y perjuicios,
sin perjuicio de la acción de calumnia.

Artículo 16.- Contra la sentencia de la Suprema Corte de Justicia no hay recurso


alguno, salvo el caso de responsabilidad por violación expresa de la Constitución.

Artículo 17.- Pronunciada la sentencia definitiva se devolverán los autos a la Cámara de


2ª Instancia, con la certificación respectiva para su ejecución.

Artículo 18.- La Cámara de 2ª Instancia hará saber sin demora la sentencia al quejoso y
a la autoridad contra quien se hubiere interpuesto la demanda, y si dentro de
veinticuatro horas dicha autoridad no procede a su cumplimiento, la Cámara se dirigirá
al superior inmediato requiriéndole, en nombre de la República, para que haga cumplir
la sentencia de la Corte.

Si la autoridad demandada no tuviere superior el requerimiento se entenderá, desde


luego, con ella misma.

Artículo 19.- Si a pesar del requerimiento no se cumpliere la sentencia, o no se


cumpliere del todo, la Cámara de 2ª Instancia, si el caso lo exigiera, pedirá al Poder
Ejecutivo la fuerza armada necesaria para hacer cumplir sus providencias.
Artículo 20.- Si no obstante la notificación hecha a la autoridad o funcionario, el acto
reclamado quedare consumado de un modo irremediable, la Cámara de 2ª Instancia
mandará encauzar, desde luego, al culpable o culpables, remitiendo certificación de las
diligencias a la autoridad o tribunal competente, si ella misma no lo fuere.

Si el culpable debe ser juzgado por el Cuerpo Legislativo, le dará cuenta con dicha
certificación en su próxima reunión.

Artículo 21.- El efecto de una sentencia que concede amparo, es que se restituyan las
cosas al estado en que estaban antes de ejecutarse el acto reclamado, salvo lo dispuesto
en el Artículo anterior.

Capítulo III. Disposiciones generales

Artículo 22.- Los términos que establece esta ley son perentorios, y su simple lapso, sin
causa justa, produce responsabilidad.

Transcurrido el término de un traslado se mandarán sacar los autos inmediatamente, de


oficio y aún por apremio personal.

Artículo 23.- La sentencia de amparo sólo produce efecto en el juicio en que hubiese
sido pronunciada.

Artículo 24.- La autoridad o funcionario demandado podrá intervenir en cualquier


estado del juicio, sin hacerlo retroceder.

Artículo 25.- El cumplimiento de la sentencia que se pronuncie en los juicios de


amparo, no obsta para que se proceda contra el culpable por el delito o falta que hubiere
cometido.

Artículo 26.- Si al revisar la Corte los juicios de amparo notare que se han cometido
faltas ligeras en el procedimiento, impondrá a los responsables, en la misma sentencia,
las penas disciplinarias que crea justas conforme al derecho común.

Artículo 27.- Si el amparo solicitado se fundare en detención ilegal o restricción de la


libertad personal de un modo indebido, sea por una autoridad o por un particular, se
observará lo que disponga el Código de Instrucción Criminal sobre la exhibición de la
persona.

Artículo 28.- En los juicios de amparo se usará de papel común.

Dada en el Palacio Nacional, en San Salvador, a veintiuno de agosto de mil ochocientos


ochenta y seis.

Al Poder Ejecutivo.

D. Jiménez, Vicepresidente.
Carlos Palma, Secretario.

Máximo Mancia, Secretario.

Palacio Nacional: San Salvador, agosto 25 de 1886.

Por tanto: Publíquese, Francisco Menéndez.

El Secretario de Estado en el Despacho de Gobernación, Baltasar Estupinián.

El texto de esta ley, como el de las leyes siguientes, todas ellas con carácter de
«constitutivas», ha sido reproducido del libro «Constitución y Códigos de la República
de El Salvador». Obra llevada a cabo por el Ministerio de Justicia, durante la
Administración del Presidente de la República, General Don Salvador Castaneda
Castro, 1947. Imprenta Nacional.

Artículo único
(25 de septiembre de 1886)

El Congreso Nacional Constituyente, considerando: que conforme a la fracción 11 del


Artículo 102 (1) de la Constitución corresponde a la Suprema Corte de Justicia decretar
y hacer efectivo el recurso de amparo que establece el Artículo 37: que por el Artículo
103 (2) de la misma Constitución aquella atribución es común a las Cámaras que no
tienen su asiento en la Capital.

Considerando: que por el Artículo 1 de la Ley de Amparo se establece que la respectiva


Cámara de 2ª Instancia conocerá el recurso que establece el Artículo 37, sin determinar
que también corresponde a la Suprema Corte, de Justicia decretarlo y hacerlo efectivo.

Considerando: que siendo la Ley de Amparo un desarrollo de los principios que


contienen los Artículos 37, 102, fracción 11 y 103 de la Constitución, aquella ley no
puede contradecir a ésta; y considerando: que es necesario hacer la aclaratoria
correspondiente, y en virtud de iniciativa de la Suprema Corte de Justicia, decreta:

Artículo único.- Se declara que el Artículo 1 de la referida Ley de Amparo, no restringe


en manera alguna la atribución que tiene la Suprema Corte de Justicia por la fracción 11
del Artículo 102 (1) de la Constitución, y que a ella corresponde también en el
cumplimiento de dicha atribución, la observancia de aquella ley en todo lo que sea
aplicable.

Dado en el Palacio Nacional: San Salvador, a los veinticuatro días del mes de
septiembre de mil ochocientos ochenta y seis.

Al Poder Ejecutivo.

D. Jiménez, Vicepresidente.

Máximo Mancia, Secretario.

Jeremías Guandique, Prosecretario.

Palacio Nacional: San Salvador, septiembre 25 de 1886.

Por tanto: Ejecútese, Francisco Menéndez.

El Secretario de Estado en los Despachos de Relaciones Exteriores, Justicia y Cultos,


Manuel Delgado.
Constitución de 1950
(8 de septiembre de 1950)

Decreto Número 14. Constitución Política de El Salvador


La Asamblea Nacional Constituyente, en nombre del Pueblo Salvadoreño, puesto su
confianza en Dios y en los altos destinos de la Patria, decreta, sanciona y proclama la
siguiente Constitución:

Título I. El Estado y su forma de Gobierno

Artículo 1.- El Salvador es un Estado soberano. La soberanía reside en el pueblo y está


limitada a lo honesto, justo y conveniente la sociedad.

Artículo 2.- Es obligación del Estado asegurar a los habitantes de la República el goce
de la libertad, la salud, la cultura, el bienestar económico y la justicia social.

Artículo 3.- El Gobierno es republicano, democrático y representativo.

Artículo 4.- El Gobierno se compone de tres Poderes: Legislativo, Ejecutivo y Judicial,


que actuarán independientemente dentro de sus facultades, las cuales son indelegables,
y colaborarán en el ejercicio de las funciones públicas.

Artículo 5.- La alternabilidad en el ejercicio de la Presidencia es indispensable para el


mantenimiento de la forma de Gobierno establecida. La violación de esta norma obliga
a la insurrección.

Artículo 6.- Todo poder público emana del pueblo. Los funcionarios del Estado son sus
delegados y no tienen más facultades que las que expresamente les da la ley.

Artículo 7.- El territorio de la República dentro de sus actuales límites, es irreductible;


comprende el mar adyacente hasta la distancia de doscientas millas marinas contadas
desde la línea de la más baja marea, y abarca el espacio aéreo, el subsuelo y el zócalo
continental correspondientes.
Lo previsto en el inciso anterior no afecta la libertad de navegación conforme los
principios aceptados por el Derecho Internacional.

El Golfo de Fonseca es una bahía histórica sujeta a un régimen especial.

Artículo 8.- Ninguno de los Poderes constituidos podrá celebrar o aprobar tratados o
convenciones en que de alguna manera se altere la forma de gobierno establecida, o se
menoscabe la integridad del territorio o la soberanía del Estado.

Artículo 9.- Siendo El Salvador una parte de la Nación Centroamericana, está obligado
a propiciar la reconstrucción total o parcial de la República de Centroamérica. El Poder
Ejecutivo, con aprobación del Legislativo, podrá realizarla en forma federal o unitaria,
sin necesidad de autorización o ratificación de una Asamblea Constituyente, siempre
que se respeten los principios republicanos y democráticos en el nuevo Estado, y que se
garanticen plenamente los derechos esenciales de los individuos y de las asociaciones.

Artículo 10.- El idioma oficial de la República es el castellano. El Gobierno está


obligado a velar por su conservación y enseñanza.

Título II. Los salvadoreños y los extranjeros

Artículo 11.- Son salvadoreños por nacimiento:

1. Los nacidos en el territorio de El Salvador, hijos de padre o madre


salvadoreño u originario de alguna de las Repúblicas de Centroamérica, o de
padres desconocidos;

2. Los hijos de padre o madre salvadoreño, nacidos en el extranjero, que no


hayan obtenido otra nacionalidad;

3. Los descendientes de hijos de extranjeros nacidos en El Salvador, que dentro


del año siguiente a su mayoría de edad no opten por la nacionalidad de sus
padres; y

4. Los originarios de los demás Estados que constituyeron la República Federal


de Centroamérica, que teniendo domicilio en El Salvador, manifiesten ante la
autoridad competente su voluntad de ser salvadoreños.

Artículo 12.- Son salvadoreños por naturalización:

1. Los hijos de extranjeros nacidos en El Salvador, que dentro del año siguiente
a su mayoría de edad, manifiesten ante autoridad competente que optan por la
nacionalidad salvadoreña;
2. Los españoles e hispanoamericanos de origen, que prueben ante la autoridad
competente su buena conducta y un año de residente en el país;

3. Los extranjeros de cualquier otro origen, que de conformidad con la ley


comprueben su buena conducta, cinco años de residencia en el país y tener
profesión, oficio u otro modo honesto de vivir;

4. Los que por servicios notables prestados a la República obtengan esa calidad
del Poder Legislativo;

5. El extranjero que teniendo dos años de residencia en el país, contraiga


matrimonio con salvadoreña, y la extranjera que en igual condición lo contraiga
con salvadoreño, cuando al celebrarse el matrimonio optaren por la
nacionalidad salvadoreña; y los extranjeros que casados con salvadoreños,
tengan dos años de residencia en el país y soliciten naturalización ante
autoridad competente;

Las personas que se naturalicen, deben renunciar expresamente a toda otra


nacionalidad.

La naturalización de los menores de edad será regulada por la ley.

Artículo 13.- La nacionalidad salvadoreña se pierde por adquisición voluntaria de otra.

Los salvadoreños por nacimiento que se naturalicen en país extranjero, recobrarán


aquella calidad al solicitarlo ante autoridad competente, probando dos años
consecutivos de residencia en el país después de su regreso. Sin embargo, si se hubieran
naturalizado en alguno de los Estados que formaron la República Federal de
Centroamérica, recobrarán su calidad de salvadoreños por nacimiento, al domiciliarse
en El Salvador y solicitarlo ante autoridad competente.

Artículo 14.- Podrá regularse por medio de tratados la condición de los salvadoreños y
demás centroamericanos que adopten la nacionalidad de cualquiera de los Estados que
formaron la República Federal de Centroamérica, para el efecto de que conserven su
nacionalidad de origen.

Artículo 15.- La calidad de salvadoreño naturalizado se pierde:

1. Por residir más de dos años consecutivos en el país de origen o por ausencia
del territorio de la República por más de cinco años consecutivos, salvo el caso
de permiso otorgado conforme a la ley;

2. Por sentencia ejecutoriada, en los casos que determine la ley. Quien pierda
así la nacionalidad, no podrá recuperarla.

Artículo 16.- Son salvadoreños las personas jurídicas constituidas conforme a las leyes
de la República, que tengan domicilio legal en el país.
Las regulaciones que las leyes establezcan en beneficio de los salvadoreños, no podrán
vulnerarse por medio de personas jurídicas salvadoreñas cuyos socios o capitales sean
en su mayoría extranjeros.

Artículo 17.- Los extranjeros, desde el instante en que llegaren al territorio de la


República, estarán estrictamente obligados a respetar a las autoridades y a obedecer las
leyes, y adquirirán derecho a ser protegidos por ellas.

Artículo 18.- Ni los salvadoreños ni los extranjeros, podrán en ningún caso reclamar al
Gobierno indemnización alguna por daños o perjuicios que a sus personas o a sus bienes
causaren las facciones. Sólo podrán hacerlo contra los funcionarios o particulares
culpables.

Artículo 19.- Los extranjeros no podrán ocurrir a la vía diplomática sino en los casos de
denegación de justicia y después de agotados los recursos legales que tengan expeditos.

No se entiende por denegación de justicia el que un fallo ejecutoriado sea desfavorable


al reclamante. Los que contravengan esta disposición perderán el derecho de habitar en
el país.

Artículo 20.- Las leyes establecerán los casos y la forma en que podrá negarse al
extranjero la entrada o la permanencia en el territorio nacional.

Los extranjeros que directa o indirectamente participen en la política interna del país, o
que propaguen doctrinas anárquicas o contrarias a la democracia, perderán el derecho a
residir en él.

Artículo 21.- Los extranjeros estarán sujetos a una ley especial.

Título III. Los ciudadanos y el cuerpo electoral

Artículo 22.- Son ciudadanos todos los salvadoreños, sin distinción de sexo, mayores
de dieciocho años.

Artículo 23.- El sufragio es un derecho y un deber de los ciudadanos, salvo las


excepciones consignadas en esta Constitución.

Son derechos de los ciudadanos: asociarse para constituir partidos políticos de acuerdo
con la ley e ingresar a los ya constituídos; optar a cargos públicos según sus
capacidades, y los demás que reconocen las leyes.

Son deberes de los ciudadanos: cumplir y velar por que se cumpla la Constitución de la
República, y servir al Estado de conformidad con las leyes.
Artículo 24.- Los ministros de cualquier culto religioso no podrán pertenecer a partidos
políticos, ni obtener cargos de elección popular.

Artículo 25.- Los derechos de ciudadanía se suspenden por las causas siguientes:

1. Auto de prisión formal;

2. Enajenación mental;

3. Interdicción judicial;

4. Negarse a desempeñar, sin justa causa, un cargo de elección popular. En este


caso, la suspensión durará todo el tiempo que debiera desempeñarse el cargo
rehusado.

Artículo 26.- Pierden los derechos de ciudadano:

1. Los de conducta notoriamente viciada;

2. Los condenado por delito;

3. Los que compren o vendan votos en las elecciones;

4. Los que suscriban actas, proclamas, o adhesiones para promover o apoyar la


reelección o la continuación del Presidente de la República, o empleen medios
directos encaminados a ese fin;

5. Los funcionarios, las autoridades y los agentes de éstas que coarten la


libertad de sufragio. En estos casos los derechos de ciudadanía se recuperarán
por rehabilitación expresa declarada por autoridad competente.

Artículo 27.- El cuerpo electoral está formado por todos los ciudadanos capaces de
emitir voto.

Artículo 28.- El voto será directo, igualitario y secreto.

Artículo 29.- Para el ejercicio del sufragio es condición indispensable estar inscrito en
el registro correspondiente.

Artículo 30.- El Presidente y Vicepresidente de la República, los Diputados a las


Asambleas Constituyente y Legislativa y los miembros de las Municipalidades, son
funcionarios de elección popular.

Artículo 31.- El territorio de la República se dividirá en circunscripciones electorales


que determinar la ley. La base del sistema electoral es la población.

La ley determinará la forma, tiempo y demás condiciones para el ejercicio del sufragio.

La fecha de las elecciones para Presidente y Vicepresidente de la República, deber


preceder por lo menos en dos meses a la de iniciación del período presidencial.
En ningún caso podrán efectuarse simultáneamente elecciones de Diputados y de
Presidente y Vicepresidente de la República.

Artículo 32.- La propaganda electoral sólo se permitirá, aun sin previa convocatoria,
cuatro meses antes de la fecha establecida por la ley para la elección de Presidente y
Vicepresidente de la República; dos meses antes, tratándose de Diputados, y un mes
antes, tratándose de miembros de las Municipalidades.

Artículo 33.- La ley establecerá los organismos necesarios para la recepción, recuento y
fiscalización de votos, y demás actividades concernientes al ejercicio del sufragio. Un
Consejo Central de Elecciones será la autoridad suprema en esta materia.

Los partidos políticos contendientes tendrán derecho de vigilancia sobre el proceso


electoral.

Artículo 34.- El Consejo Central de Elecciones estará formado por tres miembros,
elegidos por la Asamblea Legislativa, de los cuales uno será escogido de cada una de las
ternas que oportunamente propondrán el Poder Ejecutivo y la Corte Suprema de
Justicia. Habrá tres miembros suplentes elegidos en la misma forma. Durarán tres años
en sus funciones.

Título IV. Los Poderes Públicos

Capítulo I. Poder Legislativo

Artículo 35.- El Poder Legislativo reside en una Asamblea Legislativa.

Artículo 36.- El Cuerpo Legislativo se reunirá ordinariamente en la capital de la


República, sin necesidad de convocatoria, el primero de junio y el primero de diciembre
de cada año. Los respectivos períodos de sesiones durarán el tiempo que fuere
necesario.

Se reunirá extraordinariamente, cuando sea convocado por el Poder Ejecutivo en


Consejo de Ministros o por la Comisión Permanente de la Asamblea, para tratar los
asuntos señalados en el decreto de convocatoria.

La Asamblea podrá trasladarse a otro lugar para celebrar sus sesiones cuando así lo
acordare.

Artículo 37.- Cinco representantes, reunidos en junta preparatoria, pueden tomar las
providencias que convengan a fin de hacer concurrir a los otros.
Artículo 38.- La mayoría de los miembros de la Asamblea será suficiente para
deliberar; pero cuando hubiere menos de los dos tercios de los electos, el
consentimiento de las dos terceras partes de los presentes será necesario para toda
resolución.

Artículo 39.- Los miembros de la Asamblea se renovarán cada dos años, y podrán ser
reelegidos. El período de sus funciones comenzará el primero de junio.

Artículo 40.- Para ser elegido Diputado se requiere ser:

1. Mayor de veinticinco años,

2. Salvadoreño por nacimiento;

3. De notoria honradez e instrucción;

4. No haber perdido los derechos de ciudadano en los cinco años anteriores a la


elección; y

5. Ser originario o vecino de la circunscripción electoral correspondiente.

Artículo 41.- No podrán ser Diputados:

1. El Presidente de la República, los Ministros y Subsecretarios de Estado, los


Magistrados de la Corte Suprema de Justicia, los funcionarios de los
organismos electorales, los militares de alta y, en general, los funcionarios que
ejerzan jurisdicción;

2. Los que hubiesen administrado o manejado fondos públicos, mientras no


hayan obtenido el finiquito de sus cuentas;

3. Los contratistas de obras o empresas públicas que se costeen con fondos del
Estado o del Municipio, sus caucioneros y los que, de resultas de tales obras o
empresas, tengan pendientes reclamaciones de interés propio;

4. Los parientes del Presidente de la República dentro del cuarto grado de


consanguinidad o segundo de afinidad;

5. Los deudores de la Hacienda Pública o Municipal que estén en mora; y

6. Los que tengan pendientes contratos o concesiones con el Estado para


exploración de riquezas nacionales o de servicios públicos; así como los
representantes o apoderados de aquéllos, o de compañías extranjeras que se
hallen en los mismos casos.

Las incompatibilidades a que se refiere el número 1 de esta Artículo, afectan a


quienes hayan desempeñado los cargos indicados dentro de los tres meses
anteriores a la elección.
Artículo 42.- Los Diputados en ejercicio no podrán obtener cargo público remunerado
durante el tiempo para el que han sido elegidos, excepto los de Ministro y Subsecretario
de Estado, representante diplomático, profesor de enseñanza, y los cargos profesionales
en servicios de asistencia social.

Si aceptaren cualesquiera de los cargos a que se refiere el inciso anterior, exceptuados


los dos últimos, cesarán en el de Diputado.

El Diputado que renunciare sin causa justa, calificada como tal por la Asamblea,
quedará inhabilitado para desempeñar cualquier otro cargo público durante el período
de su elección.

Artículo 43.- Los Diputados representan al pueblo entero y no están ligados por ningún
mandato imperativo. Son inviolables y no tendrán responsabilidades en tiempo alguno
por las opiniones o votos que emitan.

Artículo 44.- Los Diputados no podrán ser juzgados por delitos graves que cometan el
día de su elección hasta el fin del período para que fueron elegidos, sin que la Asamblea
Legislativa declare previamente que hay lugar a formación de causa. En este caso
deberá destituir al culpable y someterlo a los tribunales comunes.

Por los delitos menos graves y faltas que cometan durante el mismo período, serán
juzgados por el Juez competente; pero no podrán ser detenidos o presos, ni llamados a
declarar, sino después de concluido el período de su elección.

Si un Diputado fuere sorprendido en flagrante delito, dentro del período de su elección,


podrá ser detenido por cualquier persona o autoridad, quien estará obligado a ponerlo
inmediatamente a disposición de la Asamblea, si estuviere reunida, o a disposición de la
Comisión Permanente, si aquélla estuviere en receso.

Artículo 45.- Las disposiciones contenidas en los Artículos 40, 41, 42, 43 y 44 de esta
Constitución, son extensivas a los Diputados de las Asambleas Constituyentes.

Artículo 46.- Corresponde a la Asamblea Legislativa:

1. Aceptar o desechar las credenciales de sus miembros, recibir a éstos la


protesta constitucional, y deducirles responsabilidad en los casos previstos por
esta Constitución.

2. Conocer de las renuncias que presentaren los Diputados, admitiéndolas


cuando se fundaren en causa justa legalmente comprobada.

3. Llamar a los Diputados suplentes en caso de muerte, renuncia, nulidad de


elección o imposibilidad de concurrir de los propietarios.

4. Decretar su Reglamento Interior.

5. Elegir por votación nominal y pública al Presidente y al Vicepresidente de la


República, cuando ningún ciudadano haya obtenido mayoría absoluta de votos
de conformidad con el escrutinio practicado, elección que deberá practicar entre
los dos ciudadanos que para cada uno de esos cargos hayan obtenido mayor
número de sufragios.

6. Recibir la protesta constitucional y dar posesión de su cargo al ciudadano


que conforme a la ley, deba ejercer la Presidencia de la República.

7. Resolver sobre renuncias interpuestas y licencias solicitadas por el Presidente


y el Vicepresidente de la República y los Designados, previa ratificación
personal ante la misma Asamblea.

8. Elegir por votación nominal y pública a los siguientes funcionarios:


Magistrados de la Corte Suprema de Justicia y de las Cámaras de Segunda
Instancia, miembros del Consejo Central de elecciones y Presidente y
Magistrados de la Corte de Cuentas de la República.

9. Recibir la cuenta detallada y documentada que debe rendir el Ejecutivo por


medio de sus Ministros y aprobarla o desaprobarla.

10. Elegir por votación nominal y pública a tres personas que, en carácter de
Designados, deban ejercer la Presidencia de la República en los casos y en el
orden determinados por esta Constitución.

11. Declarar con no menos de dos tercios de votos de los representantes electos,
la incapacidad física o mental del Presidente y Vicepresidente de la República y
de los funcionarios electos por la Asamblea, para el ejercicio de sus cargos,
previo dictamen unánime de una comisión de cinco médicos nombrada por la
Asamblea.

12. Decretar, interpretar, reformar y derogar las leyes secundarias.

13. Erigir jurisdicciones y establecer cargos, a propuesta de la Corte Suprema


de Justicia, para que los funcionarios respectivos conozcan en toda clase de
causas criminales, civiles, mercantiles o laborales y a propuesta del Poder
Ejecutivo para que conozcan en toda clase de asuntos contencioso-
administrativo.

14. Determinar las atribuciones y competencia de los diferentes funcionarios


cuando por esta Constitución no se hubiese hecho.

15. Decretar contribuciones o impuestos sobre toda clase de bienes e ingresos,


en relación equitativa; y en caso de invasión, guerra legalmente declarada o
calamidad pública, decretar empréstitos forzosos en la misma relación, si no
bastaren las rentas públicas ordinarias.

16. Facultar al Poder Ejecutivo para que contrate empréstitos voluntarios,


dentro o fuera de la República, cuando una grave y urgente necesidad lo
demande, y para que garantice obligaciones contraídas por entidades estatales o
municipales de interés público. Los compromisos contraídos de conformidad
con esta disposición deberán ser sometidos al conocimiento del Poder
Legislativo, el cual no podrá aprobarlos con menos de los dos tercios de votos
de los Diputados electos.

El Decreto Legislativo en que se autorice la emisión o contratación de un


empréstito deberá expresar claramente el fin a que se destinarán los fondos de
éste, y, en general, todas las condiciones esenciales de la operación.

17. Decretar el Presupuesto de ingresos y egresos de la Administración Pública,


en el cual deberá disponer la inversión de las rentas de modo que sean
atendidas de preferencia la cultura, la salud pública y asistencia social, la
administración de justicia y la policía.

18. Decretar el Escudo de Armas, el Pabellón y el Himno de la República.

19. Establecer y regular el sistema monetario nacional, y resolver sobre la


admisión y circulación de la moneda extranjera.

20. Fijar y unificar las leyes de pesas y medidas, sobre la base del sistema
métrico decimal.

21. Conceder a personas o poblaciones, títulos, distinciones honoríficas y


gratificaciones compatibles con la forma de gobierno establecida, por servicios
relevantes prestados a la Patria. No obstante, se prohíbe que tales títulos,
distinciones y gratificaciones se concedan, mientras desempeñan sus cargos, a
los funcionarios siguientes: Presidente y Vicepresidente de la República,
Ministros y Subsecretarios de Estado, Diputados de la Asamblea Legislativa y
Magistrados de la Corte Suprema de Justicia.

22. Conceder permiso a los salvadoreños para que acepten distinciones


honoríficas otorgadas por gobiernos extranjeros.

23. Crear y suprimir plazas; asignar sueldos a los funcionarios y empleados de


acuerdo con el régimen de servicio civil.

24. Decretar premios o privilegios temporales a los autores o perfeccionadores


de inventos útiles; beneficios también temporales a las industrias nuevas, y, en
caso de indispensable necesidad, subvenciones u otras formas de protección a
las industrias de utilidad general.

25. Declarar la guerra, con base en los datos que le proporcione el Poder
Ejecutivo.

26. Conceder amnistías por delitos políticos o comunes conexos con éstos, o
por delitos comunes cometidos por un número de personas que no baje de
veinte; y conceder indultos previo informe favorable de la Corte Suprema de
Justicia.

27. Suspender y establecer las garantías constitucionales de acuerdo con el


Artículo 176 de esta Constitución, en votación nominal y pública, con los dos
tercios de votos, por lo menos, de los representantes electos.
28. Decretar leyes sobre el reconocimiento de la deuda pública, y crear y
asignar los fondos necesarios para su pago.

29. Ratificar los tratados o pactos que celebre el Ejecutivo con otros Estados, o
denegar su ratificación. En ningún caso podrá ratificar los tratados o
convenciones en que se restrinjan o afecten de alguna manera las disposiciones
constitucionales. Para la ratificación de todo tratado o pacto por el cual se
someta a arbitraje cualquier cuestión relacionada con los límites de la
República, será necesario el voto de las tres cuartas partes, por lo menos, de los
Diputados electos.

30. Conceder o negar permiso a los salvadoreños para que acepten cargos
diplomáticos o consulares que deban ser ejercidos en El Salvador. Se exceptúa
el caso de representaciones diplomáticas o consulares de los Estados que
formaron la República Federal de Centroamérica, en el cual no habrá necesidad
de licencias.

31. Permitir o negar el tránsito de tropas extranjeras por el territorio de la


República, y el estacionamiento de naves o aeronaves de guerra de otros países,
por más tiempo del establecido en los tratados o prácticas internacionales.

32. Desconocer obligatoriamente al Presidente de la República o al que haga


sus veces, cuando habiendo terminado su período constitucional, continúe en el
ejercicio del cargo. En tal caso, si no hubiere persona legalmente llamada para
el ejercicio de la Presidencia, la Asamblea designará un Presidente Provisional.

Artículo 47.- La Asamblea Legislativa, quince días antes de cerrar su primer período de
sesiones ordinarias, elegirá de su seno, una Comisión Permanente, compuesta de nueve
miembros. Elegirá también nueve miembros suplentes. El Presidente de la Asamblea
será siempre el Presidente de la Comisión Permanente, y uno de los Primeros
Secretarios, Secretario de la misma. Esta Comisión ejercerá sus funciones en los
períodos de receso de la Asamblea.

Artículo 48.- La Comisión Permanente tendrá las siguientes atribuciones:

1. Tramitar los asuntos que hayan quedado pendientes en la Asamblea.

2. Convocar a la Asamblea a sesiones extraordinarias cuando lo demanden los


intereses nacionales y lo acuerden, por lo menos, cinco miembros de la
Comisión.

3. Elaborar proyectos de ley para su consideración por la Asamblea en las


sesiones inmediatas.

4. Declarar si hay lugar a formación de causa en los casos contemplados en los


Artículos 44 y 213 de esta Constitución, excepto cuando se trate de los
Presidentes de los Poderes Públicos.

5. Presentar la Asamblea informe detallado de las labores que realice; y


6. Las demás que le señale esta Constitución y las que le encomiende
expresamente la Asamblea.

Artículo 49.- Tienen exclusivamente iniciativa de ley los Diputados, el Presidente de la


República por medio de sus Ministros y la Corte Suprema de Justicia.

Artículo 50.- Todo proyecto de ley, después de discutido y aprobado se trasladará a


más tardar dentro de diez días al Poder Ejecutivo, y si éste no tuviere objeciones, le dará
su sanción y lo hará publicar como ley.

No será necesaria la sanción del Poder Ejecutivo en los casos de los números 1, 2, 3, 4,
5, 6, 7, 8, 9, 10, 11 y 32 del Artículo 46 de esta Constitución, y de los antejuicios en que
conozca la Asamblea.

Artículo 51.- Cuando el Poder Ejecutivo encontrare inconvenientes para sancionar un


proyecto de ley, lo devolverá a la Asamblea dentro de los ocho días siguientes al de su
recibo, puntualizando las razones en que funda su negativa; si dentro del término
expresado no lo devolviere se tendrá por sancionado y lo publicará como ley.

En caso de devolución la Asamblea lo reconsiderará y si lo ratificare con los dos tercios


de votos, por lo menos, de los Diputados electos, lo enviará de nuevo al Ejecutivo, y
éste deberá sancionarlo y mandarlo a publicar. Cuando el Poder Ejecutivo reciba un
proyecto de ley durante los últimos ocho días del primero o del segundo período de
sesiones de la Asamblea, y tuviere observaciones que hacerle, deberá devolverlo a la
Comisión Permanente dentro del término indicado en el inciso primero de este Artículo,
si la Asamblea hubiere recesado.

Artículo 52.- Cuando la devolución de un proyecto de ley se deba a que el Poder


Ejecutivo lo considera inconstitucional, y el Poder Legislativo lo ratifica en la forma
establecida en el Artículo que antecede, deberá el Ejecutivo dirigirse a la Corte Suprema
de Justicia dentro del tercero día, para que ésta, oyendo las razones de ambos Poderes,
decida si es o no es inconstitucional, a más tardar dentro de quince días. Si la decisión
fuere por la constitucionalidad, el Poder Ejecutivo estará en la obligación de sancionarlo
y publicarlo como ley.

Artículo 53.- El término para la publicación de las leyes será de quince días. Si dentro
de este término el Poder Ejecutivo no las publicare, el Presidente del la Asamblea lo
hará en el Diario Oficial o en cualquier otro diario de los de mayor circulación en la
República.

Artículo 54.- Cuando un proyecto de ley fuere desechado o no fuere ratificado, no


podrá ser propuesto en las sesiones del mismo año.

Artículo 55.- Todo proyecto de ley que se apruebe, se extenderá por triplicado; deberá
firmar la Directiva los tres ejemplares; se reservará uno para el archivo de la Asamblea
y se pasarán los otros al Ejecutivo.

Artículo 56.- Si el Ejecutivo no encontrare objeción que hacer al proyecto recibido,


firmará los dos ejemplares, devolverá uno a la Asamblea, dejará el otro en su archivo, y
hará publicar el texto como ley en el órgano oficial correspondiente.
Artículo 57.- En caso de evidente error en la impresión del texto de la ley, se volverá a
publicar, a más tardar dentro diez días. Se tendrá la última publicación como su texto
auténtico; y de la fecha de la nueva publicación se contará el término para su vigencia.

Artículo 58.- Para interpretar, reformar o derogar las leyes se observarán los mismos
trámites que para su formación.

Artículo 59.- Ninguna ley obliga sino en virtud de su promulgación y publicación. Para
que una ley de carácter permanente sea obligatoria deberán transcurrir, por lo menos,
ocho días después de su publicación. Este plazo podrá ampliarse, pero no restringirse.

Artículo 60.- Siempre que un proyecto de ley que no proceda de iniciativa de la Corte
Suprema de Justicia, tenga por objeto interpretar, reformar o derogar cualquiera de las
disposiciones contenidas en los Códigos de la República, no podrá discutirse sin oír
previamente la opinión de aquel Tribunal, quien deberá emitirla dentro del mismo o del
siguiente período de sesiones, según la importancia, urgencia o extensión del proyecto.

Capítulo II. Poder Ejecutivo

Artículo 61.- El Poder Ejecutivo será ejercido por el Presidente de la República y los
Ministros y Subsecretarios de Estado.

Artículo 62.- El período presidencial será de seis años y comenzará y terminará el día
catorce de septiembre, sin que la persona que haya ejercido la Presidencia pueda
continuar en sus funciones un día más.

Artículo 63.- Los Designados a la Presidencia serán elegidos para un período de dos
años.

Artículo 64.- En defecto del Presidente de la República, por muerte, renuncia, remoción
u otra causa, lo sustituirá el Vicepresidente; a falta de éste, uno de los Designados por el
orden de su nominación, y si todos éstos faltaren por cualquier causa legal, la Asamblea
designará la persona que habrá de sustituirlo.

Si la causa que inhabilita al Presidente para el ejercicio del cargo durare más de seis
meses, la persona que lo sustituya conforme al inciso anterior, terminará el período
presidencial.

Si la inhabilidad del Presidente fuere temporal, el sustituto ejercerá el cargo únicamente


mientras dure aquélla.

Artículo 65.- El ciudadano que haya desempeñado a cualquier título la Presidencia de la


República no podrá ser Presidente, Vicepresidente o Designado en el período
presidencial inmediato.
Artículo 66.- Para ser elegido Presidente de la República se requiere:

1. Ser salvadoreño por nacimiento;

2. Hijo de padre o madre salvadoreño;

3. Del estado seglar;

4. Mayor de treinta años de edad;

5. De moralidad e instrucción notorias;

6. Estar en el ejercicio de los derechos de ciudadano y haberlo estado en los


seis años anteriores a la elección.

Artículo 67.- No podrán ser Presidente de la República:

1. Los parientes dentro del cuarto grado de consanguinidad o segundo de


afinidad de cualquiera de las personas que hayan ejercido dicho cargo en el
período inmediato anterior;

2. El que haya sido Ministro o Subsecretario de Estado dentro del último año
del período presidencial inmediato anterior;

3. Los militares de profesión que estuvieren de alta o que lo hayan estado en los
seis meses anteriores al día de la elección;

4. El Vicepresidente o Designado que, llamado legalmente a ejercer la


Presidencia en el período inmediato anterior, se negaré a desempeñarla sin justa
causa;

5. Las personas comprendidas en los numerales 2, 3, 5 y 6 del Artículo 41 de


esta Constitución.

Artículo 68.- Lo dispuesto en los dos Artículos anteriores se aplicará al Vicepresidente


de la República y a los Designados a la Presidencia.

Artículo 69.- Los cargos de Presidente y Vicepresidente de la República y los de


Designados solamente son renunciables por causa grave debidamente comprobada, que
calificará la Asamblea.

Artículo 70.- El Presidente de la República es el Comandante General de la Fuerza


Armada.

Artículo 71.- Para la gestión de los negocios públicos habrá las Secretarías de Estado
que fueren necesarios, entre las cuales se distribuirán los diferentes Ramos de la
Administración. Cada Secretaría estará a cargo de un Ministro, quien actuará con la
colaboración de uno o más Subsecretarios. Los Subsecretarios sustituirán a los
Ministros en los casos determinados por la ley.
Artículo 72.- Corresponde al Presidente del la República nombrar, remover, aceptar
renuncias y conceder licencias a los Ministros y Subsecretarios de Estado, al Fiscal
General de la República y al Procurador General de Pobres.

Artículo 73.- Para ser Ministro o Subsecretario de Estado se requiere:

1. Ser salvadoreño por nacimiento;

2. Mayor de veinticinco años de edad;

3. Del estado seglar;

4. De moralidad e instrucción notorias;

5. Estar en el ejercicio de los derechos de ciudadano y haberlo estado en los


seis años anteriores a su nombramiento.

Artículo 74.- No podrán ser Ministros ni Subsecretarios de Estado las personas


comprendidas en los números 2, 3, 4, 5 y 6 del Artículo 41 de esta Constitución.

Artículo 75.- Los decretos, acuerdos, órdenes y providencias del Presidente de la


República, deberán ser autorizados y comunicados por los Ministros en sus respectivos
Ramos o por los Subsecretarios, en su caso. Sin estos requisitos no tendrán fuerza legal
ni deberán ser obedecidos.

Artículo 76.- Los Ministros y Subsecretarios deberán concurrir a la Asamblea para


contestar las interpelaciones que se les hicieren.

Artículo 77.- El Presidente de la República y los Ministros y Subsecretarios, son


responsables solidariamente por los actos que autoricen. De las resoluciones tomadas en
Consejo de Ministros, serán responsables los Ministros y Subsecretarios presentes,
aunque hubieren salvado su voto, a menos que interpongan su renuncia inmediatamente
después de que se adopte la resolución.

Artículo 78.- Corresponde al Poder Ejecutivo:

1. Mantener ilesa la soberanía de la República y la integridad del territorio.

2. Conservar la paz y tranquilidad interiores y la seguridad del individuo como


miembro de la sociedad.

3. Sancionar, promulgar y publicar las leyes, y hacerlas ejecutar.

4. Presentar por conducto de los Ministros, al Poder Legislativo, dentro de los


dos meses siguientes a la terminación de cada año de gestión administrativa,
relación circunstanciada y cuenta documentada de la Administración Pública en
el año transcurrido. El Ministro de Hacienda presentará, además, dentro de los
tres meses siguientes a la terminación de cada período fiscal, la cuenta general
del último Presupuesto y el estado demostrativo de la situación del Tesoro y del
Patrimonio Fiscal.
Si dentro de esos términos no se cumpliere con estas obligaciones, quedará, por
el mismo hecho, depuesto el Ministro que no lo verifique, lo cual será
notificado al Presidente de la República inmediatamente, para que nombre el
sustituto. Éste presentará dentro de los quince días siguientes, la memoria y la
relación y cuenta correspondientes. Si aun en este caso no se cumpliere con lo
preceptuado, quedará depuesto el Presidente de la República.

5. Elaborar el proyecto de presupuesto de ingresos y egresos y presentarlo a la


Asamblea por lo menos un mes antes de que se inicie el nuevo ejercicio fiscal.

6. Dar a la Asamblea los informes que ésta le pida, excepto cuando se trate de
planes militares secretos. En cuanto a negociaciones políticas que fuere
necesario mantener en reserva, el Presidente de la República deberá advertirlo,
para que se conozca de ellas en sesión secreta.

7. Proporcionar a los funcionarios del orden judicial, los auxilios que necesiten
para hacer efectivas sus providencias.

8. Dirigir las relaciones exteriores. Los representantes diplomáticos y


consulares de carreta que acredite la República, deberán ser salvadoreños por
nacimiento.

9. Nombrar, remover, aceptar renuncias y conceder licencias a los funcionarios


y empleados de la Administración y del Ejército, excepto aquéllos cuyo
nombramiento corresponda a otras autoridades.

10. Organizar y mantener la Fuerza Armada y los Cuerpos de Seguridad


Pública, y conferir los grados militares, de conformidad con la ley.

11. Convocar extraordinariamente en Consejo de Ministros, a la Asamblea


Legislativa, cuando los intereses de la República lo demanden.

12. Celebrar tratados y convenciones internacionales, someterlos a la


ratificación de la Asamblea Legislativa, y vigilar su cumplimiento.

13. Dirigir la guerra y hacer la paz, y someter inmediatamente el tratado que


celebre con este último fin, a la ratificación del Poder Legislativo.

14. Disponer de la Fuerza Armada para el mantenimiento del orden, seguridad


y tranquilidad de la República, y llamar al servicio la fuerza necesaria, además
de la permanente, para repeler invasiones o sofocar rebeliones.

15. Decretar su reglamento interior y los que fueren necesarios para facilitar y
asegurar la aplicación de las leyes cuya ejecución le corresponde.

16. Conmutar penas, previo informe y dictamen favorable de la Corte Suprema


de Justicia.

17. Suspender y restablecer, en Consejo de Ministros, las garantías


constitucionales a que se refiere el Artículo 176 de esta Constitución, si la
Asamblea estuviere en receso. En el primer caso dará cuenta inmediatamente a
la Comisión Permanente de la Asamblea, de las causas que motivaron tal
medida y de los actos que haya ejecutado en relación con ésta.

18. Ejercer las demás atribuciones que le confieren las leyes.

Artículo 79.- Se prohíbe al Presidente de la República salir del territorio nacional sin
licencia de la Asamblea o de su Comisión Permanente, cuando aquella estuviere en
receso.

Artículo 80.- Todos los decretos ordenes y resoluciones que el Poder Ejecutivo emita,
excediendo las facultades que esta Constitución establece, serán nulos y no deberán ser
obedecidos, aunque se den a reserva de someterlos a la aprobación del Poder
Legislativo.

Capítulo III. Poder Judicial

Artículo 81.- El Poder Judicial será ejercido por la Corte Suprema de Justicia, las
Cámaras de Segunda Instancia y los demás tribunales que establezcan las leyes
secundarias. Corresponde a este Poder la potestad de juzgar y hacer ejecutar lo juzgado
en materias constitucional, civil, penal, mercantil y laboral, así como en las otras que
determine la ley.

Artículo 82.- La Corte Suprema de Justicia estará compuesta de nueve Magistrados y


uno de ellos será el Presidente. Éste será el Presidente del Poder Judicial.

La ley determinará la organización interna de la Corte Suprema de Justicia, de modo


que las atribuciones que le corresponden se distribuyan entre diferentes Salas, y podrá
aumentar el número de sus miembros.

Artículo 83.- Habrá Cámaras de Segunda Instancia compuestas de dos Magistrados


cada una y Jugados de Primera Instancia. Su número, jurisdicción, atribuciones y
residencia serán determinados por la ley.

Artículo 84.- Habrá Juzgados de Paz en todas las poblaciones de la República. Su


organización, atribuciones y demás circunstancias serán establecidas por la ley.

Artículo 85.- La administración de justicia será siempre gratuita.

Artículo 86.- Para ser Magistrado de la Corte Suprema de Justicia y de las Cámaras de
Segunda Instancia se requiere:

1. Ser salvadoreño;
2. Del estado seglar;

3. Mayor de treinta y menor de setenta años de edad;

4. Abogado de la República, de moralidad y competencia notarias;

5. Haber servido una judicatura de primera instancia durante tres años o haber
ejercido la profesión de abogado durante seis años;

6. Estar en el goce de los derechos de ciudadano y haberlo estado en los tres


años anteriores a la elección.

Artículo 87.- No podrán ser elegidos Magistrados de la Corte Suprema de Justicia ni de


una misma Cámara de Segunda Instancia, los parientes entre sí, comprendidos dentro
del cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad.

Artículo 88.- Para ser Juez de Primera Instancia se requiere:

1. Ser salvadoreño;

2. Abogado de la República, de moralidad y competencia notorias;

3. Estar en el ejercicio de los derechos de ciudadano y haberlo estado en los tres


años anteriores a su nombramiento.

Artículo 89.- Son atribuciones de la Corte Suprema de Justicia:

1. Conocer de los juicios de amparo y de los recursos de casación.

2. Dirimir las competencias que se susciten entre los tribunales y jueces de


cualquier fuero y naturaleza.

3. Conocer de la responsabilidad de los funcionarios públicos en los casos


señalados por las leyes.

4. Emitir informe y dictamen en las solicitudes de indulto o de conmutación de


pena.

5. Conocer de las causas de presas, y de aquellas que no estén reservadas a otra


autoridad; ordenar el curso de los suplicatorios que se libren para practicar
diligencias fuera de la República y mandar a complementar los que procedan de
otros países, sin perjuicio de lo dispuesto en los tratados vigentes; y conceder la
extradición conforme a la ley.

6. Conceder, conforme a ley, el permiso necesario para la ejecución de las


sentencias pronunciadas por tribunales extranjeros.

7. Vigilar por que se administre pronta y cumplida justicia y hacer que


miembros de su seno visiten los tribunales y cárceles para evitar
irregularidades.
8. Nombrar a los jueces de primera instancia que conocerán en materias civil,
mercantil, penal, de Hacienda, militar y laboral; a los jueces de paz en los casos
determinados por la ley; a los médicos forenses, y a los empleados de las
dependencias de la misma Corte; removerlos, conocer de sus renuncias y
concederles licencias.

9. Nombrar conjueces en los casos determinados por la ley.

10. Recibir, por sí o por medio de los funcionarios que designe, la protesta
constitucional a los funcionarios de su nombramiento.

11. Practicar recibimientos de abogados y autorizarlos para el ejercicio de su


profesión; suspenderlos por incumplimiento de sus obligaciones profesionales,
por negligencia o ignorancia graves, por mala conducta profesional, o por
privada notoriamente inmoral; inhabilitarlos por venalidad, cohecho, fraude o
falsedad y rehabilitarlos por causa legal. En los casos de suspensión e
inhabilitación procederá en forma sumaria, y resolverá con solo robustez moral
de prueba. Las mismas facultades ejercerá respecto de los notarios y de los
procuradores.

12. Formar el proyecto de presupuesto de los sueldos y gastos de la


Administración de Justicia, y remitirlo en su oportunidad al Poder Ejecutivo
para su inclusión en el Presupuesto General que aquél remita a la Asamblea.
Las modificaciones que el Ejecutivo juzgue necesario hacer a dicho proyecto,
las consultará con la Corte.

13. Las demás que determine la ley.

Artículo 90.- Una de las Cámaras de Segunda Instancia de lo Civil de la capital,


conocerá en primera instancia de los juicios contra el Estado, y en segunda instancia
conocerá una de las Salas de la Corte Suprema de Justicia.

Artículo 91.- Se establece la carrera judicial.

Los Magistrados de la Corte Suprema de Justicia, los de las Cámaras de Segunda


Instancia y los Jueces de Primera Instancia, serán elegidos para un período de tres años,
y podrán ser reelegidos. Si un Magistrado o Juez mereciere una tercera elección
sucesiva, ésta será por todo el tiempo que faltare al favorecido para llegar a la edad de
setenta años. Durante estos períodos, ningún Magistrado o Juez podrá ser destituido,
suspendido o trasladado sino por causa legal. Una ley especial regulará esta materia.

Artículo 92.- La calidad de Magistrado o de Juez de Primera Instancia es incompatible


con el ejercicio de la abogacía y con la de funcionario o empleado de los otros Poderes,
excepto la de profesor de enseñanza y la de diplomático en misión transitoria.

Artículo 93.- Gozan del fuero militar los miembros de la Fuerza Armada en el servicio
activo por delitos y faltas puramente militares. Se prohíbe el fuero atractivo.

Artículo 94.- Se establece el Jurado para el juzgamiento de los delitos comunes que
determine la ley.
Artículo 95.- Dentro de la potestad de administrar justicia corresponde a los tribunales,
en los casos en que tengan que pronunciar sentencia, declarar la inaplicabilidad de
cualquier ley o disposición de los otros Poderes, contraria a los preceptos
constitucionales.

Artículo 96.- La Corte Suprema de Justicia será el único tribunal competente para
declarar la inconstitucionalidad de las leyes, decretos y reglamentos en su forma y
contenido, de un modo general y obligatorio, y podrá hacerlo a petición de cualquier
ciudadano.

Título V. Ministerio Público

Artículo 97.- El Ministerio Público será ejercido por el Fiscal General de la República,
el Procurador General de Pobres y los demás funcionarios que determina la ley.

Artículo 98.- Para ser Fiscal General de la República o Procurador General de Pobres
se requieren las mismas cualidades que para ser Juez de Primera Instancia.

Artículo 99.- Corresponde al Fiscal General de la República:

1. Defender los intereses del Estado y de la Sociedad.

2. Denunciar o acusar personalmente ante la Asamblea Legislativa o ante la


Corte Suprema de Justicia, a los funcionarios indiciados de infracciones legales
cuyo juzgamiento corresponde a esos organismos.

3. Intervenir personalmente o por medio de los fiscales de su dependencia, en


los juicios que dan lugar procedimientos de oficio.

4. Nombrar, remover, conceder licencias y aceptar renuncias a los Fiscales de la


Corte Suprema de Justicia, de las Cámaras de Segunda Instancia, de los
Tribunales Militares y de los tribunales que conocen en primera instancia, y a
los Fiscales de Hacienda. Iguales atribuciones ejercerá respecto a los demás
funcionarios y empleados de su dependencia.

5. Defender los intereses fiscales, y representar al Estado en toda clase de


juicios y en los contratos que determine la ley.

6. Promover el enjuiciamiento y castigo de los indicados por delitos de atentado


contra las autoridades, y de desacato.
7. Ejercer las demás atribuciones que establezca la ley.

Artículo 100.- Corresponde al Procurador General de Pobres:

1. Velar por la defensa de las personas e intereses de los menores y demás


incapaces;

2. Dar asistencia legal a las personas de escasos recursos económicos y


representarlas judicialmente en la defensa de su libertad individual y de sus
derechos laborales;

3. Nombrar, remover, conceder licencias y aceptar renuncias a los Procuradores


de Pobres de todos los Tribunales de la República, a los Procuradores del
Trabajo y a los demás funcionarios y empleados de su dependencia; y

4. Las demás atribuciones que establezca la ley.

Título VI. Régimen Administrativo

Capítulo I. Gobierno local

Artículo 101.- Para la administración política se divide el territorio de la República en


Departamentos cuyo número y límites fijará la ley. En cada uno de ellos habrá un
Gobernador propietario y un suplente, nombrados por el Poder Ejecutivo.

Artículo 102.- Para ser Gobernador se requiere:

1. Ser salvadoreño del estado seglar;

2. Mayor de veinticinco años de edad;

3. Estar en el ejercicio de los derechos de ciudadano y haberlo estado en los tres


años anteriores al nombramiento;

4. De moralidad e instrucción notorias; y

5. Ser originario o vecino del Departamento. En este último caso, serán precisos
dos años de residencia inmediata anterior al nombramiento.
Artículo 103.- Para el gobierno local, los Departamentos se dividen en Municipios que
estarán regidos por Concejos Municipales formados de una Alcalde, un Síndico y dos o
más Regidores cuyo número será proporcional a la población.

Los miembros de los Concejos Municipales serán elegidos para un período de dos años,
podrán ser reelegidos, y sus cualidades serán determinadas por la ley.

Artículo 104.- Los fondos municipales no se podrán centralizar en el fondo general del
Estado, ni emplearse sino en servicios de los Municipios.

Los Concejos Municipales administrarán sus recursos en provecho de la comunidad y


rendirán cuenta circunstanciada y documentada de su administración al tribunal
correspondiente.

Artículo 105.- La ley determinará las atribuciones de las Municipalidades, que serán
puramente económicas y administrativas.

Las Municipalidades en el ejercicio de sus funciones son autónomas. Por sus actos
responderán ellas mismas, como personas jurídicas, o sus miembros individualmente,
según determina la ley.

Elaborarán sus tarifas de arbitrios, para proponerlas como ley a la Asamblea Legislativa,
la cual podrá decretar las modificaciones que juzgue necesarias.

Artículo 106.- Las Municipalidades nombrarán, sin intervención de ninguna otra


autoridad, a los funcionarios y empleados de su dependencia.

Artículo 107.- El Poder Ejecutivo velará por que las Municipalidades cumplan las
leyes, respetando la independencia municipal.

Capítulo II. Servicio Civil

Artículo 108.- Los funcionarios y empleados públicos están al servicio del Estado y no
de una fracción política determinada. No podrán prevalerse de sus cargos para hacer
política eleccionaria.

Artículo 109.- Se establece la carrera administrativa.

La ley regulará el servicio civil, y en especial las condiciones de ingreso a la


Administración; las promociones y ascensos a base de mérito y aptitud; la garantía de
permanencia; los traslados, suspensiones y cesantías; los deberes de los servidores
públicos y los recursos contra las resoluciones que los afecten.
No estarán comprendidos en la carrera administrativa los funcionarios o empleados que
desempeñen cargos políticos o de confianza, y, en particular, los Ministros y
Subsecretarios de Estado, el Fiscal General de la República, el Procurador General de
Pobres, los Secretarios de la Presidencia de la República, los Embajadores y Ministros
Diplomáticos, los Directores Generales, los Gobernadores Departamentales y los
Secretarios Particulares de dichos funcionarios.

Artículo 110.- Se prohíbe la huelga de los funcionarios y empleados públicos, lo mismo


que el abandono colectivo de sus cargos.

La militarización de los servicios públicos civiles procederá únicamente en casos de


emergencia nacional.

Artículo 111.- Las disposiciones de este Capítulo son extensivas a los funcionarios y
empleados municipales.

Título VII. Fuerza Armada

Artículo 112.- La Fuerza Armada está instituida para defender la integridad del
territorio y la soberanía de la República, hacer cumplir la ley, mantener el orden público
y garantizar los derechos constitucionales. Velará especialmente porque no se viole la
norma de la alternabilidad en la Presidencia de la República.

Artículo 113.- El servicio militar es obligatorio para todos los salvadoreños


comprendidos entre los dieciocho y los treinta años de edad.

En caso de guerra, son soldados todos los salvadoreños de dieciocho a sesenta años de
edad, y agotada esa clase, todos los salvadoreños capaces de prestar servicio militar. La
fuerza permanente del Ejército será fijada anualmente por la Asamblea. En ningún caso
será inferior a tres mil hombres.

Artículo 114.- La Fuerza Armada es apolítica y esencialmente obediente, y no puede


deliberar en asuntos del servicio. Su organización y el desarrollo de sus actividades
estarán sujetos a leyes, reglamentos y disposiciones especiales.

Artículo 115.- La carrera militar es profesional y en ella sólo se reconocen los grados
obtenidos por escala rigurosa y conforme a la ley. Quien haya obtenido legalmente un
grado militar lo conservará de por vida, y no podrá ser privado de él sino por sentencia
ejecutoriada.
Artículo 116.- De las resoluciones de las Cortes Marciales se admitirán recursos, en
última instancia, ante el Comandante General de la Fuerza Armada, o ante el respectivo
Jefe de Operaciones en campaña. Para el juzgamiento de los delitos militares habrá
tribunales y procedimientos especiales.

Artículo 117.- La importación y fabricación de armas y elementos de guerra sólo


podrán efectuarse con licencia y bajo la fiscalización del Poder Ejecutivo.

Título VIII. Hacienda Pública

Artículo 118.- Forman la Hacienda Pública:

1. Sus Fondos y Valores líquidos;

2. Sus créditos activos;

3. Sus bienes muebles y raíces;

4. Los derechos derivados de la aplicación de las leyes relativas a impuestos,


tasas y demás contribuciones, así como los que por cualquier otro título le
correspondan.

Son obligaciones a cargo de la Hacienda Pública, las deudas reconocidas y las que
tengan origen en los gastos públicos debidamente autorizados.

Artículo 119.- No pueden imponerse contribuciones sino en virtud de una ley y para el
servicio público.

Los templos y sus dependencias estarán exentos de impuestos sobre inmuebles.

Artículo 120.- Todos los ingresos de la Hacienda Pública formarán un solo fondo que
estará afecto de manera general a las necesidades y obligaciones del Estado.

La ley podrá, sin embargo, afectar determinados ingresos al servicio de la deuda


pública. Los donativos podrán asimismo ser afectados para los fines que indique el
donante.

Artículo 121.- Cuando la ley lo autorice se podrá separar bienes de la masa de la


Hacienda Pública o asignar recursos del Fondo General, para la constitución o
incremento de patrimonios especiales del Estado, destinados a instituciones públicas
que tengan fines culturales, de asistencia o seguridad social o de fomento económico, o
que tengan por objeto incrementar la pequeña propiedad urbana y rural.
Artículo 122.- El Presupuesto General del Estado contendrá, para cada ejercicio fiscal,
la estimación de todos los ingresos que se espera percibir de conformidad con las leyes
vigentes a la fecha en que sea votado, así como la autorización de todas las erogaciones
que se juzgue convenientes para realizar los fines del Estado.

El Poder Legislativo podrá disminuir o rechazar los créditos solicitados, pero nunca
aumentarlos.

En el Presupuesto se autorizará la deuda flotante en que el Gobierno podrá incurrir,


durante cada año, para remediar deficiencias temporales de ingresos.

Las instituciones y empresas estatales de carácter autónomo y las entidades que se


costeen con fondos del Erario o que tengan subvención de éste, excepto las instituciones
de crédito, se regirán por presupuestos especiales y sistemas de salarios aprobados por
el Poder Legislativo.

Una ley especial establecerá lo concerniente a la preparación, votación, ejecución y


rendición de cuentas de los presupuestos, y regulará el procedimiento que deba seguirse
cuando al cierre de un ejercicio fiscal no esté aún en vigor el Presupuesto del nuevo
ejercicio.

Artículo 123.- El Poder Ejecutivo, en el Ramo correspondiente tendrá la dirección de


las finanzas públicas y estará especialmente obligado a conservar el equilibrio del
Presupuesto, hasta donde sea compatible con el cumplimiento de los fines del Estado.

Artículo 124.- Para la percepción, custodia y erogación de los fondos públicos, habrá
un Servicio General de Tesorería.

Cuando se disponga de bienes públicos en contravención a las disposiciones legales,


será responsable el funcionario que autorice y ordene la operación, y también lo será el
ejecutor si no prueba su inculpabilidad.

Artículo 125.- Ninguna suma podrá comprometerse o abonarse con cargo a los fondos
públicos, si no es dentro de las limitaciones de un crédito presupuesto.

Todo compromiso, abono o pago deberá efectuarse según lo disponga la ley.

Sólo podrán comprometerse fondos de ejercicios futuros con autorización legislativa,


para obras de interés público o administrativo, o para la consolidación o conversión de
la deuda pública. Con tales finalidades podrá votarse un presupuesto extraordinario.

Habrá una ley especial que regulará las subvenciones, pensiones y jubilaciones que
afecten los fondos públicos.

Artículo 126.- Cuando la Asamblea Legislativa no estuviere reunida, la Comisión


Permanente podrá autorizar al Poder Ejecutivo para que éste erogue sumas que no
hayan sido incluidas en los presupuestos, a fin de satisfacer necesidades provenientes de
guerra, de calamidad pública o de grave perturbación del orden. Reunida la Asamblea
deberá solicitársele la aprobación de los créditos correspondientes.
El Poder Ejecutivo, con las formalidades legales, podrá efectuar transferencias entre
partidas de un mismo ramo u organismo administrativo, excepto las que en el
Presupuesto se declaren intransferibles.

Artículo 127.- Cuando el Estado tenga que celebrar contratos para realizar obras o
adquirir bienes muebles en que hayan de comprometerse fondos o bienes públicos,
deberán someterse dichas obras o suministros a licitación pública, excepto en los casos
determinados por la ley.

No se celebrarán contratos en que la decisión, en caso de controversia, corresponda a


tribunales de un Estado extranjero.

Lo dispuesto en los incisos anteriores se aplicará a las Municipalidades.

Artículo 128.- La fiscalización de la Hacienda Pública en general y de la ejecución del


Presupuesto en particular, estará a cargo de un organismo independiente del Poder
Ejecutivo, que se denominará Corte de Cuentas de la República, y que tendrá las
siguientes atribuciones:

1. Vigilar la recaudación, la custodia, el compromiso y la erogación de los


fondos públicos; así como la liquidación de impuestos y demás contribuciones
cuando la ley lo determine.

2. Autorizar toda salida de fondos del Tesoro Público, de acuerdo con el


Presupuesto; intervenir preventivamente en todo acto que de manera directa o
indirecta afecte al Tesoro Público o al patrimonio del Estado, y refrendar los
actos y contratos relativos a la deuda pública.

3. Vigilar, inspeccionar y glosar las cuentas de los funcionarios que manejen


fondos o bienes públicos, y conocer de los juicios a que den lugar dichas
cuentas.

4. Fiscalizar la gestión económica de las instituciones y empresas estatales de


carácter autónomo y de las entidades que se costeen con fondos del Erario o
que reciban subvención del mismo. Esta fiscalización se hará de manera
adecuada a la naturaleza y fines del organismo de que se trate, de acuerdo con
lo que al respecto determine la ley.

5. Examinar la cuenta que sobre la gestión de la Hacienda Pública rinda el


Poder Ejecutivo a la Asamblea, e informar a ésta del resultado de su examen.

6. Dictar los reglamentos necesarios para el cumplimiento de sus atribuciones.

7. Ejercer las demás funciones que las leyes les señalen.

Artículo 129.- Siempre que un acto sometido a conocimiento de la Corte de Cuentas, en


el ejercicio de sus funciones legales, viole a su juicio alguna ley o reglamento en vigor,
ha de advertirlo así a los funcionarios que se lo comuniquen, y el acto de que se trate
quedará en suspenso.
El Ejecutivo puede ratificar el acto total o parcialmente, siempre que lo considere legal,
por medio de resolución razonada tomada en Consejo de Ministros y comunicada por
escrito al Presidente de la Corte. Tal resolución deberá ser publicada en el Diario
Oficial.

La ratificación, debidamente comunicada, hará cesar la suspensión del acto, siempre que
las observaciones de la Corte de Cuentas no consistan en falta o insuficiencia de crédito
presupuesto al cual deba aplicarse un gasto, pues, en tal caso, la suspensión debe
mantenerse hasta que la deficiencia de crédito haya sido llenada.

Artículo 130.- La Corte de Cuentas de la República para el cumplimiento de sus


funciones jurisdiccionales, se dividirá en un Cámara de Segunda Instancia y en las
Cámaras de Primera Instancia cuyo número establezca la ley.

La Cámara de Segunda Instancia estará formada por el Presidente de la Corte y dos


Magistrados, cuyo número podrá ser aumentado por la ley.

Estos funcionarios serán elegidos para un período de tres años, podrán ser reelegidos, y
no podrán ser separados de sus cargos sino por causa justa, mediante resolución de la
Asamblea Legislativa.

La Cámara de Segunda Instancia nombrará, removerá, concederá licencias y aceptará


renuncias a los Jueces de las Cámaras de Primera Instancia. Igual facultad ejercerá el
Presidente de la Corte de Cuentas respecto de los demás funcionarios y empleados de la
Corte.

Las funciones de carácter administrativo corresponden al Presidente, quien podrá


delegarlas parcialmente en los Magistrados.

Artículo 131.- El Presidente y los Magistrados de la Corte de Cuentas deberán:

1. Ser salvadoreños;

2. Mayores de treinta años,

3. De honradez y competencia notorias;

4. Estar en el ejercicio de los derechos de ciudadano y haberlo estado en los tres


años anteriores a su elección.

Artículo 132.- El Presidente de la Corte de Cuentas rendirá anualmente a la Asamblea


Legislativa un informe detallado y documentado de las labores de la Corte.

Artículo 133.- Ni el Poder Legislativo ni el Ejecutivo, podrán dispensar del pago de las
cantidades reparadas a los funcionarios y empleados que manejen fondos fiscales o
municipales, ni de las deudas a favor del Fisco o de los Municipios.

Artículo 134.- Los bienes raíces de la Hacienda Pública y los de uso público sólo
podrán donarse o darse en usufructo, comodato o arrendamiento, con autorización del
Poder Legislativo, a entidades de utilidad general.
Título IX. Régimen Económico

Artículo 135.- El régimen económico debe responder esencialmente a principios de


justicia social, que tiendan a asegurar a todos los habitantes del país una existencia
digna del ser humano.

Artículo 136.- Se garantiza la libertad económica, en lo que no se oponga al interés


social.

El Estado fomentará y protegerá la iniciativa privada, dentro de las condiciones


necesarias para acrecentar la riqueza nacional y para asegurar los beneficios de ésta al
mayor número de habitantes del país.

Artículo 137.- Se reconoce y garantiza la propiedad privada en función social.

Se reconoce asimismo la propiedad intelectual y artística, por el tiempo y en la forma


determinados por la ley.

El subsuelo pertenece al Estado, el cual podrá otorgar concesiones para su explotación.

Artículo 138.- La expropiación procederá por causa de utilidad pública o de interés


social, legalmente comprobados, y previa una justa indemnización. Cuando la
expropiación sea motivada por necesidades provenientes de guerra o de calamidad
pública, y cuando tenga por objeto el aprovisionamiento de aguas o de energía eléctrica,
o la construcción de viviendas o de carreteras, la indemnización podrá no ser previa.

Cuando lo justifique el monto de la indemnización que deba reconocerse por los bienes
expropiados de acuerdo don el inciso anterior, el pago podrá hacerse a plazos, los cuales
no excederán en conjunto de veinte años.

Se podrá nacionalizar, sin indemnización, las entidades que hayan sido creadas con
fondos públicos.

Se prohíbe la confiscación, ya sea como pena o en cualquier otro concepto. Las


autoridades que contravengan este precepto responderán en todo tiempo con sus
personas y bienes del daño inferido. Los bienes confiscados son imprescriptibles.

Artículo 139.- Se prohíbe toda especie de vinculación, excepto:

1. Los fideicomisos constituidos a favor del Estado, de los Municipios, de las


entidades públicas, de las instituciones de beneficencia o de cultura, y de los
legalmente incapaces;
2. Los fideicomisos, constituidos por un plazo que no exceda de veinticinco
años, y cuyo manejo esté a cargo de bancos o instituciones de crédito
legalmente autorizados;

3. El Bien de Familia.

Artículo 140.- Ninguna corporación o fundación civil o eclesiástica, cualquiera que sea
su denominación u objeto, tendrá capacidad legal para conservar en propiedad o
administrar bienes raíces, con excepción de los destinados inmediata y directamente al
servicio u objeto de la institución.

Artículo 141.- La propiedad de los bienes raíces rústicos no podrá ser adquirida por
extranjeros en cuyos países de origen no tengan iguales derechos los salvadoreños,
excepto cuando se trate de tierras para establecimientos industriales.

Las compañías extranjeras y las salvadoreñas a que alude el inciso segundo del Artículo
16 de esta Constitución, estarán sujetas a esta regla.

Artículo 142.- No podrá crearse ni autorizarse ningún monopolio a favor de


particulares. La ley podrá otorgar privilegios por tiempo limitado a los inventores o
perfeccionadores de industrias. Pueden establecerse estancos o monopolios en favor del
Estado o de los Municipios, cuando el interés social así lo demande.

Corresponde al Estado prestar los servicios de correos y comunicaciones eléctricas.


Podrá tomar a su cargo otros servicios públicos cuando los intereses sociales así lo
exijan. También le corresponde la aprobación de las tarifas de servicios públicos
prestados por empresas privadas y la vigilancia de dichos servicios.

Artículo 143.- El Poder de emisión de especies monetarias corresponde exclusivamente


al Estado, el cual podrá ejercerlo directamente o por medio de un instituto emisor de
carácter público. El régimen monetario, bancario y crediticio será regulado por la ley.

El Estado deberá orientar la política monetaria con el objeto de promover y mantener las
condiciones más favorables para el desarrollo ordenado de la economía nacional.

Artículo 144.- El Estado podrá administrar las empresas que presten servicio esenciales
a la comunidad, con el objeto de mantener la continuidad de los servicios, cuando los
propietarios o empresarios se resistan a acatar las disposiciones legales sobre
organización económica y social.

También podrá intervenir los bienes pertenecientes a nacionales de países con los cuales
El Salvador se encuentre en guerra.

Artículo 145.- Serán fomentadas y protegidas las asociaciones de tipo económico que
tiendan a incrementar la riqueza general mediante un mejor aprovechamiento de los
recursos naturales y humanos, y a promover una justa distribución de los beneficios
provenientes de sus actividades. En esta clase de asociaciones, además de los
particulares, podrán participar el Estado, los Municipios y las entidades de utilidad
pública.
Artículo 146.- El comercio y la industria en pequeño son patrimonio de los
salvadoreños por nacimiento y de los centroamericanos naturales. Su protección será
objeto de una ley.

Artículo 147.- El Estado fomentará el desarrollo de la pequeña propiedad rural.


Facilitará al pequeño productor asistencia técnica, créditos y otros medios necesarios
para el mejor aprovechamiento de sus tierras.

Artículo 148.- Se declara de interés social la construcción de viviendas.

El Estado procurará que el mayor número de familias salvadoreñas lleguen a ser


propietarias de su vivienda. Fomentará que todo dueño de fincas rústicas proporcione a
su colonos y trabajadores habitación higiénica y cómoda y, al efecto, facilitará al
pequeño propietario los medios necesarios.

Artículo 149.- En toda concesión que otorgue el Estado para establecimiento de


muelles, ferrocarriles, canales u otros obras materiales de servicio público, deberá
estipularse como condición esencial, que después de transcurrido cierto tiempo, no
mayor de cincuenta años, tales obras pasarán por ministerio de ley, en perfectas
condiciones de servicio, al dominio del Estado, sin indemnización alguna.

Título X. Régimen de Derechos individuales

Artículo 150.- Todos los hombres son iguales ante la ley. Para el goce de los derechos
civiles no se podrá establecer restricciones que se basen en diferencias de nacionalidad,
raza, sexo o religión.

No se reconocen empleos ni privilegios hereditarios.

Artículo 151.- Todo hombre es libre en la República. No será esclavo el que entre en su
territorio ni ciudadano el que trafique con esclavos. Nadie puede ser sometido a
servidumbre ni a ninguna otra condición que menoscabe la dignidad de la persona.

Artículo 152.- Nadie está obligado a hacer lo que la ley no manda ni a privarse de lo
que ella no prohíbe.

Artículo 153.- El Salvador concede asilo al extranjero que quiera residir en su territorio,
excepto en los casos previstos por las leyes y el Derecho Internacional. No podrá
incluirse en los casos de excepción a quien sea perseguido solamente por razones
políticas.

La extradición no podrá estipularse respecto de nacionales en ningún caso, ni respecto


de extranjeros por delitos políticos, aunque por consecuencia de éstos resulten delitos
comunes.
Artículo 154.- Toda persona tiene libertad de entrar, permanecer en el territorio de la
República y salir de éste, salvo las limitaciones que la ley establezca.

Nadie puede ser obligado a cambiar de domicilio o residencia, sino por mandato de
autoridad judicial, en los casos especiales y mediante los requisitos que la ley señale.

No se podrá expatriar a ningún salvadoreño, ni prohibírsele la entrada en el territorio de


la República, ni negársele pasaporte para su regreso u otros documentos de
identificación.

Artículo 155.- Nadie puede ser obligado a prestar trabajos o servicios personales sin
justa retribución y sin su pleno consentimiento, salvo en los casos de calamidad pública
y en los demás determinados por la ley.

Artículo 156.- La ley no puede autorizar ningún acto o contrato que implique la pérdida
o el irreparable sacrificio de la libertad o dignidad del hombre. Tampoco puede
autorizar convenios en que se pacte proscripción o destierro.

Artículo 157.- Se garantiza el libre ejercicio de todas las religiones, sin más límite que
el trazado por la moral y el orden público. Ningún acto religioso servirá para establecer
el estado civil de las personas.

No se podrá hacer en ninguna forma propaganda política por clérigos o seglares,


invocando motivos religiosos o valiéndose de las creencias religiosas del pueblo. En los
templos, con ocasión de actos de culto o propaganda religiosa, tampoco se podrá hacer
crítica de las leyes del Estado, de su Gobierno o de los funcionarios públicos en
particular.

Artículo 158.- Toda persona puede libremente expresar y difundir sus pensamientos
siempre que no lesione la moral ni la vida privada de las personas. El ejercicio de este
derecho no estará sujeto a previo examen, censura ni caución; pero los que haciendo uso
de él infrinjan las leyes, responderán por el delito que cometan.

Queda prohibida la propaganda de doctrinas anárquicas o contrarias a la democracia.

En ningún caso podrá secuestrarse, como instrumentos de delito, la imprenta, sus


accesorios o cualquier otro medio material destinado a la difusión del pensamiento.

Los espectáculos públicos podrán ser sometidos a censura conforme a la ley.

Artículo 159.- La correspondencia de toda clase es inviolable; interceptada no hará fe ni


podrá figurar en ninguna actuación salvo en los casos de concurso y quiebra.

Artículo 160.- Los habitantes de El Salvador tienen derecho a asociarse y reunirse


pacíficamente y sin armas para cualquier objeto lícito.

Se prohíbe el establecimiento de congregaciones conventuales y toda especie de


instrucciones monásticas.
Asimismo se prohíbe el funcionamiento de organizaciones políticas internacionales o
extranjeras, salvo las que persigan por vías democráticas, la unión centroamericana o la
cooperación continental o universal a base de fraternidad.

Artículo 161.- Se reconoce la personalidad jurídica de la Iglesia Católica. Las demás


iglesias podrán obtener, conforme a la ley, el reconocimiento de su personalidad.

Artículo 162.- Toda persona tiene derecho a dirigir sus peticiones por escrito, de
manera decorosa, a las autoridades legalmente establecidas; a que se le resuelvan, y a
que se le haga saber lo resuelto.

Artículo 163.- Todas los habitantes de El Salvador tienen derecho a ser protegidos en la
conservación y defensa de su vida, honor, libertad, trabajo, propiedad y posesión.

Se establece la indemnización, conforme a la ley, por daños de carácter moral.

Artículo 164.- Ninguna persona puede ser privada, de su vida, de su libertad, ni de su


propiedad o posesión, sin ser previamente oída y vencida en juicio con arreglo a las
leyes; ni puede ser enjuiciada dos veces por la misma causa.

Toda persona tiene derecho al habeas corpus ante la Corte Suprema de Justicia o
Cámaras de Segunda Instancia que no residan en la capital, cuando cualquier autoridad
o individuo restrinja ilegalmente su libertad.

Artículo 165.- Sólo podrá practicarse el registro o la pesquisa de la persona para


prevenir o averiguar delitos o faltas.

La morada es inviolable; únicamente podrá efectuarse el allanamiento en caso de


incendio u otros análogos, para la averiguación de delitos y persecución de delincuentes,
y para fines sanitarios, en la forma y circunstancias que determine la ley.

Artículo 166.- Ningún Poder, autoridad o funcionario podrá dictar órdenes de detención
o prisión si no de conformidad con la ley, y estas órdenes deberán ser siempre escritas.
Cuando un delincuente sea sorprendido infraganti, puede ser detenido por cualquier
persona, para entregarlo inmediatamente a la autoridad competente.

La detención para inquirir no pasará de tres días, y el tribunal correspondiente estará


obligado a notificar al detenido en persona el motivo de su detención, a recibirle su
indagatoria y a decretar su libertad o detención provisional, dentro de dicho término.

Por razones de defensa social, podrán ser sometidos a medidas de seguridad


reeducativas o de readaptación, los sujetos que por su actividad antisocial, inmoral o
dañosa, revelen un estado peligroso y ofrezcan riesgo inminente para la sociedad o para
los individuos. Dichas medidas de seguridad deben estar estrictamente reglamentadas
por la ley y sometidas a la competencia del Poder Judicial.

Artículo 167.- Corresponde únicamente al Poder Judicial la facultad de imponer penas.


No obstante, la autoridad administrativa podrá sancionar las contravenciones a las leyes,
reglamentos u ordenanzas, con arresto hasta por quince días o con multa, y si ésta no
fuere pagada se permutará por arresto, el cual no excederá de treinta días.
Artículo 168.- Sólo podrá imponerse la pena de muerte por los delitos de rebelión o
deserción en acción de guerra, de traición y de espionaje, y por los delitos de parricidio,
asesinato, robo o incendio si se siguiere muerte.

Se prohíbe la prisión por deudas, las penas perpetuas, las infamantes, las proscriptivas y
toda especie de tormento.

El Estado, organizará los centros penitenciarios, con objeto de corregir a los


delincuentes, educarlos y formarles hábitos de trabajo, procurando su readaptación y la
prevención de los delitos.

Artículo 169.- Nadie puede ser juzgado sino conforme a leyes promulgadas con
anterioridad al hecho de que se trate, y por los tribunales que previamente haya
establecido la ley.

Artículo 170.- Un mismo juez no puede serlo en diversas instancias en una misma
causa.

Artículo 171.- Ningún poder ni autoridad puede avocarse causas pendientes ni abrir
juicios fenecidos.

En caso de revisión en materia criminal, el Estado indemnizará, conforme a la ley, a las


víctimas de los errores judiciales debidamente comprobados.

Artículo 172.- Las leyes no pueden tener efecto retroactivo, salvo en materias de orden
público y en materia penal cuando la nueva ley sea favorable el delincuente.

Artículo 173.- Toda persona tiene derecho a disponer libremente de sus bienes
conforme a la ley. La propiedad es transmisible en la forma en que determinen las leyes.
Habrá libre testamentifacción.

Artículo 174.- Se garantiza la libertad de contratar conforme a las leyes.

Ninguna persona que tenga la libre administración de sus bienes puede ser privada del
derecho de terminar sus asuntos civiles o comerciales por transacción o arbitramento.
En cuanto a las que no tengan esa libre administración, la ley determinará los casos en
que puedan hacerlo y los requisitos exigibles.

Artículo 175.- El derecho de insurrección, que esta Constitución reconoce, no producirá


en ningún caso la abrogación de las leyes; queda limitado en sus efectos a separar, en
cuanto sea necesario, a los funcionarios, mientras se sustituyen en la forma legal.

Artículo 176.- En casos de guerra, invasión del territorio, rebelión, sedición, catástrofe,
epidemia, u otra calamidad general, o de graves perturbaciones del orden público,
podrán suspenderse las garantías establecidas en los Artículos 154, 158 inciso primero,
159 y 160 de esta Constitución, excepto cuando se trate de reuniones o asociaciones con
fines culturales o industriales. Tal suspensión podrá afectar la totalidad o parte del
territorio de la República, y se hará por medio de decreto del Poder Legislativo o del
Poder Ejecutivo, en su caso.
El plazo de suspensión de las garantías constitucionales no excederá de treinta días.
Transcurrido este plazo, podrá prolongarse la suspensión, por igual período y mediante
nuevo decreto, si continúan las circunstancias que la motivaron. Si no se emite tal
decreto, quedarán de pleno derecho restablecidas las garantías suspendidas.

Artículo 177.- El Poder Ejecutivo, en Consejo de Ministros, podrá decretar la


suspensión de garantías cuando la Asamblea Legislativa se halle en receso. El decreto
correspondiente implicará la convocatoria a la Asamblea, para que se reúna dentro de
las cuarenta y ocho horas siguientes y para que apruebe o desapruebe dicho decreto.

Artículo 178.- Declarada la suspensión de garantías constitucionales, será de la


competencia de los tribunales militares, el conocimiento de los delitos de traición,
espionaje, rebelión y sedición, y de los demás delitos contra la paz o la independencia
del Estado y contra el Derecho de Gentes.

Los juicios que al tiempo de decretarse la suspensión de garantías estén pendientes ante
las autoridades comunes, continuarán bajo el conocimiento de éstas.

Restablecidas las garantías constitucionales, los tribunales militares continuarán


conociendo de las causas que se encuentren pendientes ante ellos.

Artículo 179.- Cuando desaparezcan las circunstancias que motivaron la suspensión de


garantías constitucionales, deberá la Asamblea Legislativa restablecer tales garantías, y
si estuviere en receso, corresponde al Poder Ejecutivo decretar dicho restablecimiento.

Título XI. Régimen de Derechos Sociales

Capítulo I. Familia

Artículo 180.- La familia, como base fundamental de la sociedad, debe ser protegida
especialmente por el Estado, el cual dictará las leyes y disposiciones necesarias para su
mejoramiento, para fomentar el matrimonio y para la protección y asistencia de las
maternidad y de la infancia. El matrimonio es el fundamento legal de la familia y
descansa en la igualdad jurídica de los cónyuges.

El Estado protegerá la salud física, mental y moral de los menores y garantizará el


derecho de éstos a la educación y a la asistencia. La delincuencia de los menores estará
sujeta a un régimen jurídico especial.

Artículo 181.- Los hijos nacidos dentro o fuera de matrimonio, y los adoptivos, tienen
iguales derechos en cuanto a la educación, a la asistencia y a la protección del padre.
No se consignará en las actas del registro civil ninguna calificación sobre la naturaleza
de la filiación, ni se expresará en las partidas de nacimiento el estado civil de los padres.

La ley determinará la forma de investigar la paternidad.

Capítulo II. Trabajo y seguridad social

Artículo 182.- El trabajo es una función social, goza de la protección del Estado, y no
se considera artículo de comercio.

El Estado empleará todos los recursos que estén a su alcance para proporcionar
ocupación al trabajador, manual o intelectual, y para asegurar a él y a su familia las
condiciones económicas de una existencia digna.

Se dictarán las disposiciones convenientes para evitar y reprimir la vagancia.

Artículo 183.- El trabajo estará regulado por un Código de Trabajo, que tendrá por
objeto principal armonizar las relaciones entre el Capital y el Trabajo, y estará fundado
en principios generales que tiendan al mejoramiento de las condiciones de vida de los
trabajadores, y especialmente en los siguientes:

1. En una misma empresa o establecimiento y en idénticas circunstancias, a


trabajo igual debe corresponder igual remuneración al trabajador, cualquiera
que sea su sexo, raza, credo o nacionalidad.

2. Todo trabajador tiene derecho a devengar un salario mínimo que se fijará


periódicamente. Para fijar esta salario se atenderá sobre todo al costo de la vida,
a la índole de la labor y a los diferentes sistemas de remuneración. Este salario
deberá ser suficiente para satisfacer las necesidades normales del hogar del
trabajador en el orden material, moral y cultural.

En los trabajos a destajo, por ajuste o precio alzado, es obligatorio asegurar el


salario mínimo por jornada de trabajo.

3. El salario y las prestaciones sociales en la cuantía que determine la ley, son


inembargables y no se pueden compensar ni retener, salvo por obligaciones
alimenticias. También pueden retenerse por obligaciones de seguridad social,
cuotas sindicales o impuestos.

Son inembargables los instrumentos de labor de los trabajadores.

4. El salario debe pagarse en moneda de curso legal. El salario y las


prestaciones sociales constituyen créditos privilegiados en relación con los
demás créditos que puedan existir contra el patrono.
5. Los patronos darán a su trabajadores una prima por cada año de trabajo. La
ley establecerá la forma en que se determinará su cuantía en relación con los
salarios.

6. La jornada ordinaria de trabajo efectivo diurno no excederá de ocho horas, y


la semana laborar de cuarenta y cuatro horas.

El máximo de horas extraordinarias para cada clase de trabajo será determinado


por la ley.

La jornada nocturna y la que se cumpla en tareas peligrosas o insalubres, será


inferior a la diurna y estará reglamentada por la ley.

La limitación de la jornada no se aplicará en casos de fuerza mayor.

La ley determinará la extensión de las pausas que habrán de interrumpir la


jornada cuando, atendiendo a causa biológicas, el ritmo de las tareas así lo
exija, y las que deberán mediar entre dos jornadas.

Las horas extraordinarias y el trabajo nocturno serán remunerados con recargo.

7. Todo trabajador tiene derecho a un día de descanso remunerado por cada


semana laboral, en la forma que exija la ley.

Los trabajadores que no gocen de descanso en los días indicados anteriormente,


tendrán derecho a una remuneración extraordinaria por los servicios que
presten en esos días y a un descanso compensatorio.

8. Los trabajadores tendrán derecho a descanso remunerado en los días de


asueto que señales la ley; ésta determinará la clase de labores en que no regirá
esta disposición, pero en estos casos, los trabajadores tendrán derecho a
remuneración extraordinaria.

9. Todo trabajador que acredite una prestación mínima de servicios durante un


lapso dado, tendrá derecho a vacaciones anuales remuneradas en la forma que
determinará la ley. Las vacaciones no podrán compensarse en dinero, y a la
obligación del patrono de darlas corresponde la del trabajador de tomarlas.

10. Los menores de catorce años, y los que habiendo cumplido esa edad sigan
sometidos a la enseñanza obligatoria en virtud de la ley, no podrán ser
ocupados en ninguna clase de trabajo. Podrá autorizarse su ocupación cuando
se considere indispensable para la subsistencia de los mismos o de su familia,
siempre que ello no les impida cumplir con el mínimo de instrucción
obligatoria.

La jornada de los menores de dieciséis años no podrá ser mayor seis horas
diarias y de treinta y seis semanales, en cualquier clase de trabajo.
Se prohíbe el trabajo a los menores de dieciocho años y a las mujeres en labores
insalubres o peligrosas. Se prohíbe también el trabajo nocturno a los menores
de dieciocho años. La ley determinará las labores peligrosas o insalubres.

11. El patrono que despida a un trabajador sin causa justificada está obligado a
indemnizarlo conforme a la ley.

Artículo 184.- La mujer trabajadora tendrá derecho a un descanso remunerado antes y


después del parto, y a la conservación del empleo.

Las leyes regularán la obligación de los patronos de instalar y mantener salas cunas y
lugares de custodia para los niños de las trabajadoras.

Artículo 185.- Los patronos están obligados a pagar indemnización, a prestar servicios
médicos y farmacéuticos y demás que establezcan las leyes, al trabajador que sufra
accidente de trabajo o cualquiera enfermedad profesional.

Artículo 186.- La ley determinará las empresas y establecimientos que, por sus
condiciones especiales, quedan obligados a proporcionar al trabajador y a su familia,
habitaciones adecuadas, escuelas, asistencia médica y demás servicios y atenciones
necesarios para su bienestar.

Artículo 187.- La seguridad social constituye un servicio público de carácter


obligatorio. La ley regulará los alcances, extensión y forma en que debe ser puesta en
vigor.

Al pago de la cuota del seguro contribuirán los patronos, los trabajadores y el Estado.

El Estado y los patronos quedarán excluidos de las obligaciones que les imponen las
leyes en favor de los trabajadores, en la medida en que sean cubiertas por el seguro
social.

Artículo 188.- El contrato de aprendizaje será regulado por la ley, con el objeto de
asegurar al aprendiz enseñanza de un oficio o profesión, tratamiento digno, retribución
equitativa y beneficios de previsión y seguridad social.

Artículo 189.- El trabajador a domicilio tiene derecho a un salario mínimo oficialmente


señalado, al pago e una indemnización por el tiempo que pierda con motivo del retardo
del patrono en ordenar o recibir el trabajo o por la suspensión arbitraria o injustificada
del mismo. Se reconocerá al trabajador a domicilio una situación jurídica análoga a la
de los demás trabajadores, tomando en consideración la peculiaridad de su labor.

Artículo 190.- Los trabajadores agrícolas y domésticos tienen derecho a protección en


materia de salarios, jornada de trabajo, descansos, vacaciones, indemnizaciones por
despido, y, en general, a las prestaciones sociales. La extensión y naturaleza de los
derechos antes mencionados serán determinadas de acuerdo con las condiciones y
peculiaridades del trabajo. Quienes presten servicios de carácter doméstico en empresas
industriales, comerciales, sociales y demás equiparables, serán considerados como
trabajadores manuales y tendrán los derechos reconocidos a éstos.
Artículo 191.- La ley regulará las condiciones en que se celebrarán los contratos y
convenciones colectivos de trabajo. Las estipulaciones que éstos contengan serán
aplicables a todos los trabajadores de las empresas que los hubieren suscrito, aunque no
pertenezcan al sindicato contratante, y también a los demás trabajadores que ingresen a
tales empresas durante la vigencia de dichos contratos o convenciones. La ley
establecerá el procedimiento para uniformar las condiciones de trabajo en las diferentes
actividades económicas, con base en las disposiciones que contenga la mayoría de los
contratos y convenciones colectivos de trabajo vigentes en cada clase de actividad.

Artículo 192.- Los patronos, empleados privados y obreros, sin distinción de


nacionalidad, sexo, raza, credo o ideas políticas tienen el derecho de asociarse
libremente para la defensa de sus respectivos intereses, formando asociaciones
profesionales o sindicatos.

Estas organizaciones tienen derecho a personalidad jurídica y a ser debidamente


protegidas en el ejercicio de sus funciones. Su disolución o suspensión sólo podrá
decretarse en los casos y con las formalidades determinadas por la ley.

Las condiciones de fondo y de forma que se exijan para la constitución y


funcionamiento de las organizaciones profesionales y sindicales, no deben coartar la
libertad de asociación.

Los miembros de las directivas sindicales deberán ser salvadoreños por nacimiento; y
durante el período de su elección y mandato no podrán ser despedidos, trasladados o
desmejorados en sus condiciones de trabajo, sino por justa causa calificada previamente
por la autoridad competente.

Artículo 193.- Los trabajadores tienen derecho a la huelga y los patrones al paro. La ley
regulará estos derechos en cuanto a sus condiciones y ejercicio.

Artículo 194.- Se establece la jurisdicción especial de trabajo. Los procedimientos en


materia laboral serán regulados en forma que permita la rápida solución de los
conflictos.

El Estado tiene la obligación de promover la conciliación y el arbitraje como medios


para la solución pacífica de los conflictos colectivos de trabajo.

Artículo 195.- La ley reglamentará las condiciones que deban reunir los talleres,
fábricas y locales de trabajo.

El Estado mantendrá un servicio de inspección técnica encargado de velar por el fiel


cumplimiento de las normas legales de trabajo, asistencia, previsión y seguridad social,
de comprobar sus resultados y de sugerir las reformas pertinentes.

Artículo 196.- Los derechos consagrados a favor de los trabajadores son irrenunciables,
y las leyes que los reconocen obligan y benefician a todos los habitantes del territorio.

La enumeración de los derechos y beneficios a que este Capítulo se refiere, no excluye


otros que se deriven de los principios de justicia social.
Capítulo III. Cultura

Artículo 197.- Es obligación y finalidad primordial del Estado la conservación, fomento


y difusión de la cultura.

La educación es atribución esencial del Estado, el cual organizará el sistema


educacional y creará las instituciones y servicios que sean necesarios.

Artículo 198.- La educación debe tender la pleno desarrollo de la personalidad de los


educandos para que presten a la sociedad una cooperación constructiva; a inculcar el
respeto a los derechos y deberes del hombre; a combatir todo espíritu de intolerancia y
de odio, y a fomentar el ideal de unidad de los pueblos centroamericanos.

Debe existir articulación y continuidad en todos los grados de la educación, la cual


abarcará los aspectos intelectual, moral, cívico y físico.

Artículo 199.- Todos los habitantes de la República tienen el derecho y el deber de


recibir educación básica que los capacite para desempeñar consciente y eficazmente su
papel como trabajadores, padres de familia y ciudadanos. La educación básica incluirá
la primaria y cuando la imparta el Estado será gratuita.

Artículo 200.- La alfabetización es de interés social. Contribuirán a ella todos los


habitantes del país en la forma que determine la ley.

Artículo 201.- La enseñanza que se imparta en establecimientos oficiales ser laica.

Los centros de enseñanza privados estarán sujetos a reglamentación e inspección del


Estado.

El Estado podrá tomar a su cargo, de manera exclusiva, la formación del magisterio.

Artículo 202.- Ningún establecimiento de educación podrá negarse a admitir alumnos


por motivo de la naturaleza de la unión de sus progenitores o guardadores, ni por
diferencias sociales, raciales o políticas.

Artículo 203.- Para ejercer la docencia se requiere acreditar capacidad en la forma que
la ley disponga.

En todos los centros docentes, públicos o privados, la enseñanza de la Historia, la


Cívica y la Constitución deberá ser impartida por profesores salvadoreños por
nacimiento.

Se garantiza la libertad de cátedra.


Artículo 204.- La riqueza artística, histórica y arqueológica del país forma parte del
tesoro cultural salvadoreño, el cual queda bajo la salvaguarda del Estado y sujeto a leyes
especiales para su conservación.

Artículo 205.- La Universidad de El Salvador es autónoma, en los aspectos docente,


administrativo y económico, y deberá prestar un servicio social. Se regirá por estatutos
enmarcados dentro de una ley que sentará los principios generales para su organización
y funcionamiento.

El Estado contribuirá a asegurar y acrecentar el patrimonio universitario y consignará


anualmente en el Presupuesto las partidas destinadas al sostenimiento de la Universidad.

Capítulo IV. Salud Pública y Asistencia Social

Artículo 206.- La salud de los habitantes de la República constituye un bien público. El


Estado y los individuos están obligados a velar por su conservación y restablecimiento.

Artículo 207.- El Estado dará asistencia gratuita a los enfermos que carezcan de
recursos, y, a los habitantes en general, cuando el tratamiento constituya un medio
eficaz para prevenir la diseminación de una enfermedad transmisible. En este último
caso toda persona está obligada a someterse a dicho tratamiento.

Artículo 208.- Los servicios de salud pública serán esencialmente técnicos.

Se establece la carrera sanitaria y hospitalaria para el personal especializado.

Artículo 209.- Un Consejo Superior de Salud Pública velará por la salud del pueblo.
Estará formado por igual número de representantes de los gremios médico,
odontológico y farmacéutico, y tendrá un Presidente y un Secretario de nombramiento
del Poder Ejecutivo, quienes no pertenecerán a ninguna de dichas profesiones. La ley
determinará su organización.

El ejercicio de las profesiones que se relacionan de un modo inmediato con la salud del
pueblo, será vigilado por organismo legales formados por académicos pertenecientes a
cada profesión. Estos organismos tendrán facultad para suspender en el ejercicio
profesional a los miembros del gremio bajo su control, cuando ejerzan su profesión con
manifiesta inmoralidad o incapacidad.

El Consejo Superior de Salud Pública conocerá en última instancia de las resoluciones


pronunciadas por los organismos a que alude el inciso anterior. En cuanto a la
suspensión de profesionales podrá resolverse por los organismos competentes con solo
robustez moral de prueba.
Artículo 210.- El Estado tomará a su cargo a los indigentes que por su edad o
incapacidad física o mental, sean inhábiles para el trabajo.

Título XII. Responsabilidad de los funcionarios públicos

Artículo 211.- Todo funcionario civil o militar, antes de tomar posesión de su cargo,
protestará bajo su palabra de honor, ser fiel a la República, cumplir y hacer cumplir la
Constitución, ateniéndose a su texto, cualesquiera que fueren las leyes, decretos,
ordenes o resoluciones que la contraríen, prometiendo, además, el exacto cumplimiento
de los deberes que el cargo le imponga, por cuya infracción será responsable conforme a
las leyes.

Artículo 212.- El Presidente y el Vicepresidente de la República, los Designados la


Presidencia, los Ministros y Subsecretarios de Estado, los Magistrados de la Corte
Suprema de Justicia y de las Cámaras de Segunda Instancia, el Presidente y los
Magistrados de la Corte de Cuentas de la República, el Fiscal General de la República,
el Procurador General de Pobres, los miembros del Consejo Central de Elecciones y del
Consejo Superior de Salud Pública, y los representantes diplomáticos, responderán ante
la Asamblea Legislativa por los delitos oficiales y comunes que cometan.

La Asamblea, oyendo a un fiscal de su seno y al indiciado, o a un defensor especial, en


su caso, declarará si hay o no hay lugar a formación de causa. En el primer caso, se
pasarán las diligencias a la Cámara de Segunda Instancia que determine la ley, para que
conozca en primera instancia, y, en el segundo caso, se archivarán. De las resoluciones
que pronuncie la Cámara mencionada conocerá en segunda instancia una de las Salas de
la Corte Suprema de Justicia, y del recurso de casación, la Corte en pleno.

Cualquiera persona tiene derecho de denunciar los delitos de que trata este Artículo y de
mostrarse parte, si para ello tuviere las cualidades requeridas por la ley.

Artículo 213.- El Artículo anterior se aplicará a los Diputados de las Asambleas


Legislativa y Constituyente por los delitos oficiales que cometan, y en cuanto los
comunes se estará a lo dispuesto en el Artículo 44 de esta Constitución.

Artículo 214.- Los Jueces de Primera Instancia, los Gobernadores Departamentales, los
Jueces de Paz y los demás funcionarios que determine la ley, serán juzgados, por los
delitos oficiales que cometan, por los tribunales comunes, previa declaratoria de que hay
lugar a formación de causa, hecha por la Corte Suprema de Justicia. Los antedichos
funcionarios estarán sujetos a los procedimientos ordinarios por los delitos y faltas
comunes que cometan.
Artículo 215.- Desde que se declare por la Asamblea Legislativa o por la Corte
Suprema de Justicia, que hay lugar a formación de causa, el indiciado quedará suspenso
en el ejercicio de sus funciones, y por ningún motivo podrá continuar en su cargo. En
caso contrario se hará culpable del delito de prolongación de funciones. Si la sentencia
fuere condenatoria, por el mismo hecho quedará depuesto del cargo. Si fuere
absolutoria, volverá al ejercicio de sus funciones, si el cargo fuere de aquellos que se
confieren por tiempo determinado y no hubiere expirado el período de la elección o del
nombramiento.

Artículo 216.- Los funcionarios públicos que tengan conocimiento de delitos oficiales
cometidos por funcionarios o empleados que les estén subordinados, deberán
comunicarlo a la mayor brevedad a las autoridades competentes para su juzgamiento, y
si no lo hicieren oportunamente, serán considerados como encubridores e incurrirán en
las responsabilidades penales correspondientes.

Artículo 217.- Los funcionarios y empleados públicos que se enriquecieren sin justa
causa a costa de la Hacienda Pública o Municipal, estarán obligados a restituir al Estado
o al Municipio lo que hubieren adquirido ilegítimamente, sin perjuicio de la
responsabilidad criminal en que hubieren incurrido conforme a las leyes.

Se presume enriquecimiento ilícito cuando el aumento del capital del funcionario o


empleado, desde la fecha en que haya tomado posesión de su cargo hasta aquella en que
haya cesado en sus funciones, fuere notablemente superior al que normalmente hubiere
podido tener en virtud de los sueldos y emolumentos que haya percibido legalmente, y
de los incrementos de su capital o de sus ingresos por cualquier otra causa justa. Para
determinar dicho aumento, el capital y los ingresos del funcionario o empleado, de su
cónyuge y de sus hijos, se considerarán en conjunto.

Los funcionarios y empleados que la ley determine están obligados a declarar el estado
de su patrimonio ante la Corte Suprema de Justicia, de acuerdo con los incisos
anteriores, dentro de los sesenta días siguientes a aquél en que tomen posesión de sus
cargos. La Corte tiene facultad de tomar las providencias que estime necesarias para
comprobar la veracidad de la declaración, la que mantendrá en reserva y únicamente
servirá para los efectos previstos en este Artículo. Al cesar en sus cargos los
funcionarios y empleados aludidos, deberán hacer nueva declaración del estado de su
patrimonios.

Los juicios por enriquecimiento sin causa justa, sólo podrán incoarse dentro de dos años
siguientes a la fecha en que el funcionario o empleado haya cesado en el cargo cuyo
ejercicio pudo dar lugar a dicho enriquecimiento.

Artículo 218.- La prescripción de los delitos y faltas oficiales se regirá por las reglas
generales, y comenzará a contarse desde que el funcionario culpable haya cesado en sus
funciones.

Artículo 219.- No obstante la aprobación que dé el Poder Legislativo a los actos


oficiales en los casos requeridos por esta Constitución, los funcionarios que hayan
intervenido en tales actos podrán ser procesados por delitos oficiales mientras no
transcurra el término de la prescripción.
La aprobación de las memorias y cuentas que se presenten al Poder Legislativo no da
más valor a los actos y contratos a que ellas se refieran, que el que tengan conforme a
las leyes.

Artículo 220.- La violación, la infracción o la alteración de las disposiciones


constitucionales serán especialmente penadas por la ley; y las responsabilidades en que
incurran los funcionarios públicos con tal motivo, no admitirán amnistía, conmutación o
indulto, durante el período presidencial dentro del cual se cometieron.

Título XIII. Alcances, aplicación y reformas de la Constitución

Artículo 221.- Los principios, derechos y obligaciones establecidos por esta


Constitución no pueden ser alterados por las leyes que regulen su ejercicio.

La Constitución prevalecerá sobre todas las leyes y reglamentos. El interés público


primará sobre el interés privado.

Artículo 222.- Toda persona puede pedir amparo ante la Corte Suprema de Justicia por
violación de los derechos que le otorga la presente Constitución.

Artículo 223.- La reforma de esta Constitución sólo podrá acordarse por los dos tercios
de votos de los representantes electos a la Asamblea Legislativa. En la resolución que se
adopte, se puntualizará el Artículo o Artículos que hayan de reformarse y se incluirá el
proyecto correspondiente. La resolución y proyecto de reformas se publicarán en el
Diario Oficial y volverán a tomarse en consideración en la Asamblea Legislativa
siguiente. Si ésta lo ratifica, se convocará a una Asamblea Constituyente para que, si lo
tuviere a bien, decrete las reformas.

Artículo 224.- Quedan derogadas las Constituciones y Leyes Constitutivas que han
regido en El Salvador, y el Decreto Número 6 del Consejo de Gobierno Revolucionario
de fecha 20 de diciembre de 1948.

Título XIV. Disposiciones Transitorias

Artículo 225.- Una ley especial, decretada por esta Asamblea, contendrá las
disposiciones transitorias que sean necesarias para poner en práctica el orden jurídico
que la presente Constitución establece.
Artículo 226.- Esta Constitución entrará en vigor el día catorce de septiembre de mil
novecientos cincuenta.

Dada en el Palacio Nacional: San Salvador, a los siete días del mes de septiembre de mil
novecientos cincuenta.

Decreto Número 15. Ley transitoria para la aplicación


del régimen constitucional
La Asamblea Nacional Constituyente, de acuerdo con lo dispuesto en el Artículo 225 de
la Constitución de la República, decreta la siguiente Ley Transitoria para la Aplicación
del Régimen Constitucional.

Artículo 1.- Durante el periodo presidencial que comenzará el 14 de septiembre de


1950, no habrá Vicepresidente de la República. Cuando por cualquier causa legal faltare
el Presidente de la República, durante el periodo mencionado, según lo establecido en el
Artículo 64 de la Constitución.

Artículo 2.- Las disposiciones del Capítulo III, Título IV de la Constitución, que dan
nueva estructura a la Corte Suprema de Justicia, suprimen la tercera instancia en el
procedimiento judicial y establecen el curso de casación, entrarán en vigor cuando se
expidan las leyes secundarias respectivas y, a más tardar, dentro de los tres años
siguientes a la fecha de vigencia de la Constitución. Mientras tanto, se mantendrá la
organización y los procedimientos vigentes.

Artículo 3.- Mientras se promulga el Código de Trabajo, podrá regularse por leyes
especiales las materias que contiene el Capítulo II, Título XI de la Constitución, y
continuarán en vigor las leyes que actualmente rigen. Los organismos dependientes del
Poder Ejecutivo que tienen potestad jurisdiccional en materia de trabajo, continuarán
ejerciéndola hasta que se creen los tribunales de trabajo que establece la Constitución.

Artículo 4.- Los actuales miembros del Poder Judicial y de la Corte de Cuentas de la
República, continuarán en el ejercicio de sus cargos, hasta que se efectúen las
elecciones y nombramientos respectivos de acuerdo con la Constitución.

Artículo 5.- Dentro de los dos años siguientes a la fecha en que entre en vigor la
Constitución, se efectuarán elecciones y nombramientos respectivos de acuerdo con la
Constitución.

Artículo 6.- Lo dispuesto en cuanto al Ministerio Público se aplicará a partir del


primero de enero de mil novecientos cincuenta y uno.

Artículo 7.- Las leyes y reglamentos vigentes, en cuanto no se opongan a la efectividad


de las disposiciones de la Constitución y de la presente Ley, y mientras no se deroguen
o reformen, continuarán siendo de obligatorio cumplimiento.

Artículo 8.- La presente Ley entrará en vigor el día catorce de septiembre de mil
novecientos cincuenta.
Constitución de 1962
(8 de enero de 1962)

Decreto Número 6. Constitución de la República de El


Salvador
La Asamblea Constituyente, en nombre del Pueblo Salvadoreño, puesta su confianza en
Dios y en los altos destinos de la Patria, decreta, sanciona, y proclama, la siguiente
Constitución.

Título I. El Estado y su forma de Gobierno


Artículo 1.- El Salvador es un Estado soberano. La soberanía reside en el pueblo y está
limitada a lo honesto, justo y conveniente a la sociedad.

Artículo 2.- Es obligación del Estado asegurar a los habitantes de la República el goce
de la libertad, la salud, la cultura, el bienestar económico y la justicia social.

Artículo 3.- El Gobierno es republicano, democrático y representativo.

Artículo 4.- El Gobierno se compone de tres Poderes: Legislativo, Ejecutivo y Judicial,


que actuarán independientemente dentro de sus facultades, las cuales son indelegables,
y colaborarán en el ejercicio de las funciones públicas.

Artículo 5.- La alternabilidad en el ejercicio de la Presidencia es indispensable para el


mantenimiento de la forma de Gobierno establecida. La violación de esta norma obliga
a la insurrección.

Artículo 6.- Todo poder público emana del pueblo. Los funcionarios del Estado son sus
delegados y no tienen más facultades que las que expresamente les da la ley.

Artículo 7.- Se reconoce el derecho del pueblo a la insurrección. El ejercicio de este


derecho no producirá en ningún caso la abrogación de las leyes y estará limitado en sus
efectos a separar en cuanto sea necesario a los funcionarios del Poder Ejecutivo, los que
serán sustituidos en la forma establecida en esta Constitución.

Artículo 8.- El territorio de la República dentro de sus actuales límites, es irreductible;


comprende el mar adyacente hasta la distancia de doscientas millas marinas contadas
desde la línea de la más baja marea, y abarca el espacio aéreo, el subsuelo y el zócalo
continental correspondientes.

Lo previsto en el inciso anterior no afecta la libertad de navegación conforme los


principios aceptados por el Derecho Internacional.

El Golfo de Fonseca es una bahía histórica sujeta a un régimen especial.

Artículo 9.- Ninguno de los Poderes constituidos podrá celebrar o aprobar tratados o
convenciones en que de alguna manera se altere la forma de gobierno establecida, o se
menoscabe la integridad del territorio o la soberanía del Estado.

Artículo 10.- Siendo El Salvador una parte de la Nación Centroamericana, está


obligado a propiciar la reconstrucción total o parcial de la República de Centroamérica.
El Poder Ejecutivo, con aprobación del Legislativo, podrá realizarla en forma
confederada, federal o unitaria, sin necesidad de autorización o ratificación de una
Asamblea Constituyente, siempre que se respeten los principios republicanos y
democráticos en el nuevo Estado, y que se garanticen plenamente los derechos
esenciales de los individuos y de las asociaciones.

Artículo 11.- El idioma oficial de la República es el Castellano. El Gobierno está


obligado a velar por su conservación y enseñanza.

Título II. Los salvadoreños y los extranjeros


Artículo 12.- Son salvadoreños por nacimiento:

1. Los nacidos en el territorio de El Salvador, hijos de padre o madre


salvadoreños u originario de alguna de las Repúblicas de Centroamérica o de
padres desconocidos;

2. Los hijos de padre o madre salvadoreño, nacidos en el extranjero;

3. Los descendientes de hijos de extranjeros nacidos en El Salvador, que dentro


del año siguiente a su mayoría de edad no opten por la nacionalidad de sus
padres; y
4. Los originarios de los demás Estados que constituyeron la República Federal
de Centroamérica, que teniendo domicilio en El Salvador, manifiesten ante la
autoridad competente su voluntad de ser salvadoreños.

Artículo 13.- Son salvadoreños por naturalización:

1. Los hijos de extranjeros, nacidos en El Salvador, que dentro del año


siguiente a su mayoría de edad, manifiesten ante autoridad competente que
optan por la nacionalidad salvadoreña;

2. Los españoles e hispanoamericanos de origen, que prueben ante la autoridad


competente su buena conducta y un año de residencia en el país;

3. Los extranjeros de cualquier otro origen, que de conformidad con la ley


comprueben su buena conducta, cinco años de residencia en el país y tener
profesión, oficio u otro modo honesto de vivir;

4. Los que por servicios notables prestados a la República, obtengan esa calidad
del Poder Legislativo;

5. El extranjero que teniendo dos años de residencia en el país, contraiga


matrimonio con salvadoreña, y la extranjera que en igual condición lo contraiga
con salvadoreño, cuando al celebrarse el matrimonio optaren por la
nacionalidad salvadoreña; y los extranjeros que casados con salvadoreño,
tengan dos años de residencia en el país y soliciten naturalización ante
autoridad competente.

Las personas que se naturalicen, deben renunciar expresamente a toda otra nacionalidad.

La naturalización de los menores de edad será regulada por la ley.

Artículo 14.- La nacionalidad Salvadoreña se pierde por adquisición voluntaria de otra.

Los salvadoreños por nacimiento que se naturalicen en país extranjero, recobrarán


aquella calidad al solicitarlo ante autoridad competente, probando dos años
consecutivos de residencia en el país después de su regreso. Sin embargo, si se hubieran
naturalizado en alguno de los Estados que formaron la República Federal de
Centroamérica, recobrarán su calidad de salvadoreños por nacimiento, al domiciliarse
en El Salvador y solicitarlo ante autoridad competente.

Artículo 15.- Podrá regularse por medio de tratados la condición de los salvadoreños y
demás centroamericanos que adopten la nacionalidad de cualquiera de los Estados que
formaron la República Federal de Centroamérica, para el efecto de que conserven su
nacionalidad de origen.

Artículo 16.- La calidad de salvadoreño naturalizado se pierde:

1. Por residir más de dos años consecutivos en el país de origen o por ausencia
del territorio de la República por más de cinco años consecutivos, salvo el caso
de permiso otorgado conforme a la ley;
2. Por sentencia ejecutoriada, en los casos que determine la ley. Quien pierda
así la nacionalidad, no podrá recuperarla.

Artículo 17.- Son salvadoreños las personas jurídicas constituidas conforme a las leyes
de la República, que tengan domicilio legal en el país.

Las regulaciones que las leyes establezcan en beneficio de los salvadoreños, no podrán
vulnerarse por medio de personas jurídicas salvadoreñas cuyos socios o capitales sean
en su mayoría extranjeros.

Artículo 18.- Los extranjeros, desde el instante en que llegaren al territorio de la


República, estarán estrictamente obligados a respetar a las autoridades y a obedecer las
leyes, y adquirirán derecho a ser protegidos por ellas.

Artículo 19.- Ni los salvadoreños ni los extranjeros podrán en ningún caso reclamar al
Gobierno indemnización alguna por daños o perjuicios, que a sus personas o a sus
bienes causaren las facciones. Sólo podrán hacerlo contra los funcionarios o particulares
culpables.

Artículo 20.- Los extranjeros no podrán ocurrir a la vía diplomática sino en los casos de
denegación de justicia y después de agotadas los recursos legales que tengan expeditos.

No se entiende por denegación de justicia el que un fallo ejecutoriado sea desfavorable


al reclamante. Los que contravengan esta disposición perderán el derecho de habitar en
el país.

Artículo 21.- Las leyes establecerán los casos y la forma en que podrá negarse al
extranjero la entrada o la permanencia en el territorio nacional.

Los extranjeros que directa o indirectamente participen en la política interna del país, o
que propaguen doctrinas anárquicas o contrarias a la democracia, perderán el derecho
residir en él.

Artículo 22.- Los extranjeros estarán sujetos a una ley especial.

Título III. Los ciudadanos y el cuerpo electoral


Artículo 23.- Son ciudadanos todos los salvadoreños, sin distinción de sexo, mayores
de dieciocho años.

Artículo 24.- El sufragio es un derecho y un deber de los ciudadanos, salvo las


excepciones consignadas en esta Constitución.
Son derechos de los ciudadanos: asociarse para constituir partidos políticos de acuerdo
con la ley e ingresar a los ya constituidos; optar a cargos públicos según sus
capacidades, y los demás que reconocen las leyes.

Son deberes de los ciudadanos: cumplir y velar por que se cumpla la Constitución de la
República, y servir al Estado de conformidad con las leyes.

Artículo 25.- Los ministros de cualquier culto religioso no podrán pertenecer a partidos
políticos, ni obtener cargos de elección popular.

Artículo 26.- Los derechos de ciudadanía se suspenden por las causas siguientes:

1. Auto de prisión formal;

2. Enajenación mental;

3. Interdicción Judicial;

4. Negarse a desempeñar, sin justa causa, un cargo de elección popular. En este


caso, la suspensión durará todo el tiempo que debiera desempeñarse el cargo
rehusado.

Artículo 27.- Pierden los derechos de ciudadano:

1. Los de conducta notoriamente viciada;

2. Los condenados por delito;

3. Los que compren o vendan votos en las elecciones;

4. Los que suscriban actas, proclamas, o adhesiones para promover o apoyar la


reelección o la continuación del Presidente de la República, o empleen medios
directos encaminados a ese fin;

5. Los funcionarios, las autoridades y los agentes de éstas que coarten la


libertad de sufragio.

En estos casos los derechos de ciudadanía se recuperarán por rehabilitación


expresa declarada por autoridad competente.

Artículo 28.- El cuerpo electoral está formado por todos los ciudadanos capaces de
emitir voto.

Artículo 29.- El voto será directo, igualitario y secreto.

Artículo 30.- Para el ejercicio del sufragio es condición indispensable estar inscrito en
el registro correspondiente.
Artículo 31.- El Presidente y Vicepresidente de la República, los Diputados a las
Asambleas Constituyente y Legislativa y los miembros de las Municipalidades, son
funcionarios de elección popular.

Artículo 32.- El territorio de la República se dividirá en circunscripciones electorales


que determinará la ley. La base del sistema electoral es la población.

La ley determinará la forma, tiempo y demás condiciones para el ejercicio del sufragio.

La fecha de las elecciones para Presidente y Vicepresidente de la República, deberá


preceder por lo menos en dos meses a la de iniciación del período presidencial.

En ningún caso podrán efectuarse simultáneamente elecciones de Diputados y de


Presidente y Vicepresidente de la República.

Artículo 33.- La propaganda electoral sólo se permitirá, aun sin previa convocatoria,
cuatro meses antes de la fecha establecida por la ley, para la elección de Presidente y
Vicepresidente de la República; dos meses antes, tratándose de Diputados, y un mes
antes, tratándose de miembros de las Municipalidades.

Artículo 34.- La ley establecerá los organismos necesarios para la recepción, recuento y
fiscalización de votos, y demás actividades concernientes al ejercicio del sufragio. Un
Consejo Central de Elecciones será la autoridad suprema en esta materia.

Los partidos políticos contendientes tendrán derecho de vigilancia sobre el proceso


electoral.

Artículo 35.- El Consejo Central de Elecciones estará formado por tres miembros
elegidos por la Asamblea Legislativa, de los cuales uno será escogido de cada una de las
ternas que oportunamente propondrán el Poder Ejecutivo y la Corte Suprema de
Justicia. Habrá tres miembros suplentes elegidos en la misma forma. Durarán tres años
en sus funciones.

Título IV. Los Poderes Públicos

Capítulo I. Poder Legislativo

Artículo 36.- El Poder Legislativo reside en una Asamblea Legislativa.


Artículo 37.- El Cuerpo Legislativo se reunirá ordinariamente en la capital de la
República, sin necesidad de convocatoria, el primero de junio y el primero de diciembre
de cada año. Los respectivos períodos de sesiones durarán el tiempo que fuere
necesario.

Se reunirá extraordinariamente, cuando sea convocado por el Poder Ejecutivo en


Consejo de Ministros o por la Comisión Permanente de la Asamblea, para tratar los
asuntos señalados en el decreto de convocatoria.

La Asamblea podrá trasladarse a otro lugar para celebrar sus sesiones cuando así lo
acordare.

Artículo 38.- Cinco representantes, reunidos en junta preparatoria, pueden tomar las
providencias que convengan a fin de hacer concurrir a los otros.

Artículo 39.- La mayoría de los miembros de la Asamblea será suficiente para


deliberar; pero cuando hubiere menos de los dos tercios de los electos, el
consentimiento de las dos terceras partes de los presentes será necesario para toda
resolución.

Artículo 40.- Los miembros de la Asamblea se renovarán cada dos años, y podrán ser
reelegidos. El período de sus funciones comenzará el primero de junio.

Artículo 41.- Para ser elegido Diputado se requiere:

1. Ser mayor de veinticinco años;

2. Salvadoreño por nacimiento;

3. De notoria honradez e instrucción;

4. No haber perdido los derechos de ciudadano en los cinco años anteriores a la


elección; y

5. Ser originario o vecino de la circunscripción electoral correspondiente.

Artículo 42.- No podrán ser Diputados:

1. El Presidente de la República, los Ministros y Subsecretarios de Estado, los


Magistrados de la Corte Suprema de Justicia, los funcionarios de los
organismos electorales, los militares de alta y, en general, los funcionarios que
ejerzan jurisdicción;

2. Los que hubiesen administrado o manejado fondos públicos, mientras no


hayan obtenido el finiquito de sus cuentas;

3. Los contratistas de obras o empresas públicas que se costeen con fondos del
Estado o del Municipio, sus caucioneros y los que, de resultas de tales obras o
empresas, tengan pendientes reclamaciones de interés propio;
4. Los parientes del Presidente de la República dentro del cuarto grado de
consanguinidad o segundo de afinidad;

5. Los deudores de la Hacienda Pública o Municipal que estén en mora; y

6. Los que tengan pendientes contratos o concesiones con el Estado para


explotación de riquezas nacionales o de servicios públicos; así como los
representantes o apoderados de aquéllos, o de compañías extranjeras que se
hallen en los mismos casos.

Las incompatibilidades a que se refiere el número 1 de este Artículo, afectan a


quienes hayan desempeñado los cargos indicados dentro de los tres meses
anteriores a la elección.

Artículo 43.- Los Diputados en ejercicio no podrán obtener cargos públicos


remunerados durante el tiempo para el que han sido elegidos, excepto aquellos cuya
elección corresponda a la misma Asamblea; los de Ministro y Subsecretario de Estado,
Representantes Diplomáticos, Profesor de Enseñanza y los cargos profesionales en
servicio de asistencia social.

Si aceptaren cualesquiera de los cargos a que se refiere el inciso anterior, exceptuados


los dos últimos, cesarán en el de Diputado.

El Diputado que renunciare sin causa justa, calificada como tal por la Asamblea,
quedará inhabilitado para desempeñar cualquier otro cargo público durante el período
de su elección.

Artículo 44.- Los Diputados representan al pueblo entero y no están ligados por ningún
mandato imperativo. Son inviolables y no tendrán responsabilidad en tiempo alguno por
las opiniones o votos que emitan.

Artículo 45.- Los Diputados no podrán ser juzgados por delitos graves que cometan
desde el día de su elección hasta el fin del período para que fueron elegidos, sin que la
Asamblea Legislativa declare previamente que hay lugar a formación de causa. En este
caso deberá destituir al culpable y someterlo a los tribunales comunes.

Por los delitos menos graves y faltas que cometan durante el mismo período, serán
juzgados por el Juez competente; pero no podrán ser detenidos o presos, ni llamados a
declarar, sino después de concluido el período de su elección.

Si un Diputado fuere sorprendido en flagrante delito, dentro del período de su elección,


podrá ser detenido por cualquier persona o autoridad, quien estará obligado a ponerlo
inmediatamente a disposición de la Asamblea, si estuviere reunida, o a disposición de la
Comisión Permanente, si aquélla estuviere en receso.

Artículo 46.- Las disposiciones contenidas en los Artículos 41, 42, 43, 44 y 45 de esta
Constitución son extensivas a los Diputados de las Asambleas Constituyentes.

Artículo 47.- Corresponde a la Asamblea Legislativa:


1. Aceptar o desechar las credenciales de sus miembros, recibir a éstos la
protesta constitucional, y deducirles responsabilidad en los casos previstos por
esta Constitución;

2. Conocer de las renuncias que presentaren los Diputados, admitiéndolas


cuando se fundaren en causa justa legalmente comprobada;

3. Llamar a los Diputados suplentes en caso de muerte, renuncia, nulidad de


elección o imposibilidad de concurrir de los propietarios;

4. Decretar su Reglamento Interior;

5. Elegir por votación nominal y pública al Presidente y al Vicepresidente de la


República, cuando ningún ciudadano haya obtenido mayoría absoluta de votos
de conformidad con el escrutinio practicado, elección que deberá practicar entre
los dos ciudadanos que para cada uno de esos cargos hayan obtenido mayor
número de sufragios;

6. Recibir la protesta constitucional y dar posesión de su cargo al ciudadano


que, conforme a la ley, deba ejercer la Presidencia de la República;

7. Resolver sobre renuncias interpuestas y licencias solicitadas por el Presidente


y el Vicepresidente de la República y los Designados, previa ratificación
personal ante la misma Asamblea;

8. Elegir por votación nominal y pública a los siguientes funcionarios:


Magistrados de la Corte Suprema de Justicia y de las Cámaras de Segunda
Instancia, miembros del Consejo Central de Elecciones y Presidente y
Magistrados de la Corte de Cuentas de la República;

9. Recibir la cuenta detallada y documentada que debe rendir el Ejecutivo por


medio de sus Ministros y aprobarla o desaprobarla;

10. Elegir por votación nominal y pública a tres personas que, en carácter de
Designados, deban ejercer la Presidencia de la República en los casos y en el
orden determinados por esta Constitución;

11. Declarar con no menos de dos tercios de votos de los representantes electos,
la incapacidad física o mental del Presidente y Presidente de la República y de
los funcionarios electos por la Asamblea, para el ejercicio de sus cargos, previo
dictamen unánime de una comisión de cinco médicos nombrada por la
Asamblea;

12. Decretar, interpretar, reformar y derogar las leyes secundarias;

13. Erigir jurisdicciones y establecer cargos, a propuesta de la Corte Suprema


de Justicia, para que los funcionarios respectivos conozcan en toda clase de
causa criminales, civiles, mercantiles o laborales; y propuesta del Poder
Ejecutivo, para que conozcan en toda clase de asuntos contencioso
administrativos;
14. Determinar las atribuciones y competencias de los diferentes funcionarios
cuando por esta Constitución no se hubiese hecho;

15. Decretar contribuciones o impuestos sobre toda clase de bienes e ingresos,


en relación equitativa; y en caso de invasión, guerra legalmente declarada o
calamidad pública, decretar empréstitos forzosos en la misma relación, si no
bastaren las rentas públicas ordinarias;

16. Facultar al Poder Ejecutivo par que contrate empréstitos voluntarios, dentro
o fuera de la República cuando una grave y urgente necesidad lo demande, y
para que garantice obligaciones contraídas por ente estatales o municipales de
interés público. Los compromisos contraídos de conformidad con esta
disposición deberán ser sometidos al conocimiento del Poder Legislativo, el
cual no podrá aprobarlos con menos de los dos tercios de votos de los
Diputados electos.

El Decreto Legislativo en que se autorice la emisión o contratación de un


empréstito deberá expresar claramente el fin a que se destinarán los fondos de
éste, y, en general, todas las condiciones esenciales de la operación;

17. Decretar el Presupuesto de ingresos y egresos de la Administración Pública,


en el cual deberá disponer la inversión de las rentas de modo que sean
atendidas de preferencia la cultura, la salud pública y asistencia social, la
administración de justicia y la policía;

18. Decretar el Escudo de Armas, el Pabellón y el Himno de la República;

19. Establecer y regular el sistema monetario nacional, y resolver sobre la


admisión y circulación de la moneda extranjera;

20. Fijar y unificar las leyes de pesas y medidas, sobre la base del sistema
métrico decimal;

21. Conceder a personas o poblaciones, títulos, distinciones honoríficas y


gratificaciones compatibles con la forma de gobierno establecida, por servicios
relevantes prestados a la Patria. No obstante, se prohíbe que tales títulos,
distinciones y gratificaciones se concedan, mientras desempeñen sus cargos, a
los funcionarios siguientes: Presidente y Vicepresidente de la República,
Ministros y Subsecretarios de Estado, Diputados de la Asamblea Legislativa y
Magistrados de la Corte Suprema de Justicia;

22. Conceder permiso a los salvadoreños para que acepten distinciones


honoríficas otorgadas por gobiernos extranjeros;

23. Crear y suprimir plazas; asignar sueldos a los funcionarios y empleados de


acuerdo con el régimen de servicio civil;

24. Decretar premios o privilegios temporales a los autores o perfeccionadores


de inventos útiles; beneficios también temporales a las industrias nuevas, y, en
caso de indispensable necesidad, subvenciones u otras formas de protección a
las industrias de utilidad general;

25. Declarar la guerra, con base en los datos que le proporcione el Poder
Ejecutivo;

26. Conceder amnistías por delitos políticos o comunes conexos con éstos, o
por delitos comunes cometidos por un número de personas que no baje de
veinte; y conceder indultos previo informe favorable de la Corte Suprema de
Justicia;

27. Suspender y restablecer las garantías constitucionales de acuerdo con el


Artículo 175 de esta Constitución, en votación nominal y pública, con los dos
tercios de votos, por lo menos, de los representantes electos;

28. Decretar leyes sobre el reconocimiento de la deuda pública y crear y asignar


los fondos necesarios para su pago;

29. Ratificar los tratados o pactos que celebre el Ejecutivo con otros Estados, o
denegar su ratificación. En ningún caso podrá ratificar los tratados o
convenciones en que se restrinjan o afecten de alguna manera las disposiciones
constitucionales. Para la ratificación de todo tratado o pacto por el cual se
someta a arbitraje cualquier cuestión relacionada con los límites de la
República, será necesario el voto de las tres cuartas partes, por lo menos, de los
Diputados electos;

30. Conceder o negar permiso a los salvadoreños para que acepten cargos
diplomáticos o consulares que deban ser ejercidos en El Salvador. Se exceptúa
el caso de representaciones diplomáticas o consulares de los Estados que
formaron la República Federal de Centroamérica, en el cual no habrá necesidad
de licencia;

31. Permitir o negar el tránsito de tropas extranjeras por el territorio de la


República, y el estacionamiento de naves o aeronaves de guerra de otros países,
por más tiempo del establecido en los tratados o prácticas internacionales;

32. Desconocer obligatoriamente al Presidente de la República o al que haga


sus veces, cuando habiendo terminado su período constitucional, continúe en el
ejercicio del cargo. En tal caso, si no hubiere persona legalmente llamada para
el ejercicio de la Presidencia, la Asamblea designará un Presidente Provisional.

Artículo 48.- La Asamblea Legislativa, quince días antes de cerrar su primer período de
sesiones ordinarias, elegirá de su seno, una Comisión Permanente, compuesta de nueve
miembros. Elegirá también nueve miembros suplentes. El Presidente de la Asamblea
será siempre el Presidente de la Comisión Permanente, y uno de los Primeros
Secretarios, Secretario de la misma. Esta Comisión ejercerá sus funciones en los
períodos de receso de la Asamblea.

Artículo 49.- La Comisión Permanente tendrá las siguientes atribuciones:


1. Tramitar los asuntos que hayan quedado pendientes en la Asamblea;

2. Convocar a la Asamblea a sesiones extraordinarias cuando lo demanden los


intereses nacionales y lo acuerden por lo menos, cinco miembros de la
Comisión;

3. Elaborar proyectos de ley para su consideración por la Asamblea en las


sesiones inmediatas;

4. Declarar si hay lugar a formación de causa en los casos contemplados en los


Artículos 45 y 212 de esta Constitución, excepto cuando se trate de los
Presidentes de los Poderes Públicos;

5. Presentar a la Asamblea informe detallado de las labores que realice; y

6. Las demás que le señale esta Constitución y las que le encomiende


expresamente la Asamblea.

Artículo 50.- Tienen exclusivamente iniciativa de ley los Diputados, el Presidente de la


República por medio de sus Ministros y la Corte Suprema de Justicia.

Artículo 51.- Todo proyecto de ley, después de discutido y aprobado se trasladará a


más tardar dentro de diez días al Poder Ejecutivo, y si éste no tuviere objeciones, le dará
su sanción y lo hará publicar como ley.

No será necesaria la sanción del Poder Ejecutivo en los casos de los números 1, 2, 3, 4,
5, 6, 7, 8, 9, 10, 11 y 32 del Artículo 47 de esta Constitución, y de los antejuicios en que
conozca la Asamblea.

Artículo 52.- Cuando el Poder Ejecutivo encontrare inconvenientes para sancionar un


proyecto de ley, lo devolverá a la Asamblea dentro de los ocho días siguientes al de su
recibo, puntualizando las razones en que funda su negativa; si dentro del término
expresado no lo devolviere se tendrá por sancionado y lo publicará como ley.

En caso de devolución, la Asamblea lo reconsiderará, y si lo ratificare con los dos


tercios de votos, por lo menos, de los Diputados electos, lo enviará de nuevo al
Ejecutivo, y éste deberá sancionarlo y mandarlo a publicar. Cuando el Poder Ejecutivo
reciba un proyecto de ley durante los últimos ocho días del primero o del segundo
período de sesiones de la Asamblea, y tuviera observaciones que hacerle, deberá
devolverlo a la Comisión Permanente dentro del término indicado en el inciso primero
de este Artículo, si la Asamblea hubiere recesado.

Artículo 53.- Cuando la devolución de un proyecto de ley se deba a que el Poder


Ejecutivo lo considera inconstitucional, y el Poder Legislativo lo ratifica en la forma
establecida en el Artículo que antecede, deberá el Ejecutivo dirigirse a la Corte Suprema
de Justicia dentro del tercero día, para que ésta, oyendo las razones de ambos Poderes,
decida si es o no es constitucional, a más tardar dentro de quince días. Si la decisión
fuere por la constitucionalidad, el Poder Ejecutivo estará en la obligación de sancionarlo
y publicarlo como ley.
Artículo 54.- El término para la publicación de las leyes será de quince días. Si dentro
de este término el Poder Ejecutivo no las publicare, el Presidente de la Asamblea lo hará
en el Diario Oficial o en cualquier otro diario de los de mayor circulación en la
República.

Artículo 55.- Cuando un proyecto de ley fuere desechado o no fuere ratificado, no


podrá ser propuesto en las sesiones del mismo año.

Artículo 56.- Todo proyecto de ley que se apruebe, se extenderá por triplicado; deberá
firmar la Directiva los tres ejemplares; se reservará uno para el archivo de la Asamblea
y se pasarán los otros al Ejecutivo.

Artículo 57.- Si el Ejecutivo no encontrare objeción que hacer al proyecto recibido,


firmará los dos ejemplares, devolverá uno a la Asamblea, dejará el otro en su archivo, y
hará publicar el texto como ley en el órgano oficial correspondiente.

Artículo 58.- En caso de evidente error en la impresión del texto de la ley, se volverá a
publicar, a más tardar dentro de diez días. Se tendrá la última publicación como su texto
auténtico; y de la fecha de la nueva publicación se contará el término para su vigencia.

Artículo 59.- Para interpretar, reformar o derogar las leyes se observarán los mismos
trámites que para su formación.

Artículo 60.- Ninguna ley obliga sino en virtud de su promulgación y publicación. Para
que una ley de carácter permanente sea obligatoria deberán transcurrir, por lo menos,
ocho días después de su publicación. Este plazo podrá ampliarse, pero no restringirse.

Artículo 61.- Siempre que un proyecto de ley que no proceda de iniciativa de la Corte
Suprema de Justicia, tenga por objeto interpretar, reformar o derogar cualquiera de las
disposiciones contenidas en los Códigos de la República, no podrá discutirse sin oír
previamente la opinión de aquel Tribunal quien deberá emitirla dentro del mismo o del
siguiente período de sesiones, según la importancia, urgencia o extensión del proyecto.

Capítulo II. Poder Ejecutivo

Artículo 62.- El Poder Ejecutivo será ejercido por el Presidente de la República y los
Ministros y Subsecretarios de Estado.

Artículo 63.- El período presidencial será de cinco años, y comenzará y terminará el día
primero de julio, sin que la persona que haya ejercido la Presidencia pueda continuar en
sus funciones un día más.

Artículo 64.- Los designados a la Presidencia serán elegidos para un período de dos
años.
Artículo 65.- En defecto del Presidente de la República, por muerte, renuncia, remoción
u otra causa lo sustituirá el Vicepresidente; a falta de éste, uno de los Designados por el
orden de su nominación, y si todos éstos faltaren por cualquier causa legal, la Asamblea
designará la persona que habrá de sustituirlo.

Si la causa que inhabilita al Presidente para el ejercicio del cargo durare más de seis
meses, la persona que lo sustituya conforme al inciso anterior, terminará el período
presidencial.

Si la inhabilidad del Presidente fuere temporal, el sustituto ejercerá el cargo únicamente


mientras dure aquélla.

El ciudadano que haya desempeñado la Presidencia de la República a cualquier título de


los mencionados en este Artículo no podrá ser Presidente, Vicepresidente o Designado
en el período presidencial inmediato.

Artículo 66.- Para ser elegido Presidente de la República se requiere:

1. Ser salvadoreño por nacimiento;

2. Hijo de padre o madre salvadoreño;

3. Del estado seglar;

4. Mayor de treinta años de edad;

5. De moralidad e instrucción notorias;

6. Estar en el ejercicio de los derechos de ciudadano y haberlo estado en los


seis años anteriores a la elección.

Artículo 67.- No podrán ser Presidente de la República:

1. Los parientes dentro del cuarto grado de consanguinidad o segundo de


afinidad de cualquiera de las personas que hayan ejercido dicho cargo en el
período inmediato anterior;

2. El que haya sido Ministro o Subsecretario de Estado dentro del último año
del período presidencial inmediato anterior;

3. Los militares de profesión que estuvieren de alta o que lo hayan estado en los
seis meses anteriores al día de la elección;

4. El Vicepresidente o Designado que llamado legalmente ejercer la Presidencia


en el período inmediato anterior, se negare a desempeñarla sin justa causa;

5. Las personas comprendidas en los numerales 2, 3, 5 y 6 del Artículo 42 de


esta Constitución.
Artículo 68.- Lo dispuesto en los dos Artículos anteriores se aplicará al Vicepresidente
de la República y a los Designados a la Presidencia.

Artículo 69.- Los cargos de Presidente y Vicepresidente de la República y los de


Designados solamente son renunciables por causa grave debidamente comprobada, que
calificará la Asamblea.

Artículo 70.- El Presidente de la República es el Comandante General de la Fuerza


Armada.

Artículo 71.- Para la gestión de los negocios públicos habrá las Secretarias de Estado
que fueren necesarias, entre las cuales se distribuirán los diferentes Ramos de la
Administración. Cada Secretaría estará a cargo de un Ministro, quien actuará con la
colaboración de uno o más Subsecretarios. Los Subsecretarios sustituirán a los
Ministros en los casos determinados por la ley.

Artículo 72.- Corresponde al Presidente de la República nombrar, remover, aceptar


renuncias y conceder licencias a los Ministros y Subsecretarios de Estado, al Fiscal
General de la República y al Procurador General de Pobres.

Artículo 73.- Para ser Ministro o Subsecretario de Estado se requiere ser:

1. Salvadoreño por nacimiento,

2. Mayor de veinticinco años de edad;

3. Del estado seglar,

4. De moralidad e instrucción notorias;

5. Estar en el ejercicio de los derechos de ciudadano y haberlo estado en los


seis años anteriores a su nombramiento.

Artículo 74.- No podrán ser Ministros ni Subsecretarios de Estado las personas


comprendidas en los números 2, 3, 4, 5 y 6 del Artículo 42 de esta Constitución.

Artículo 75.- Los decretos, acuerdos, órdenes y providencias del Presidente de la


República, deberán ser autorizados y comunicados por los Ministros en sus respectivos
Ramos, o por los Subsecretarios, en su caso. Sin estos requisitos no tendrán fuerza legal
ni deberán ser obedecidos.

Artículo 76.- Los Ministros y Subsecretarios deberán concurrir a la Asamblea para


contestar las interpelaciones que se les hicieren.

Artículo 77.- El Presidente de la República y los Ministros y Subsecretarios, son


responsables solidariamente por los actos que autoricen. De las resoluciones tomadas en
Consejo de Ministros, serán responsables los Ministros y Subsecretarios presentes,
aunque hubieren salvado su voto a menos que interpongan su renuncia inmediatamente
después de que se adopte la resolución.
Artículo 78.- Corresponde al Poder Ejecutivo:

1. Mantener ilesa la soberanía de la República y la integridad del territorio;

2. Conservar la paz y tranquilidad interiores y la seguridad del individuo como


miembro de la sociedad;

3. Sancionar, promulgar y publicar las leyes, y hacerlas ejecutar;

4. Presentar por conducto de los Ministros, al Poder Legislativo, dentro de los


dos meses siguientes a la terminación de cada año de gestión administrativa,
relación circunstanciada y cuenta documentada de la Administración Pública en
el año transcurrido. El Ministro de Hacienda presentará además, dentro de los
tres meses siguientes a la terminación de cada período fiscal, la cuenta general
del último Presupuesto y el estado demostrativo de la situación del Tesoro
Público y del Patrimonio Fiscal.

Si dentro de esos términos no se cumpliere con estas obligaciones, quedará por


el mismo hecho, depuesto el Ministro que no lo verifique lo cual será notificado
al Presidente de la República inmediatamente, para que nombre el sustituto.
Éste presentará dentro de los quince días siguientes, la memoria y la relación y
cuenta correspondientes. Si aún en este caso no se cumpliere con lo
preceptuado, quedará depuesto el Presidente de la República;

5. Elaborar el proyecto de presupuesto de ingresos y egresos y presentarlo a la


Asamblea por lo menos un mes antes de que se inicie el nuevo ejercicio fiscal;

6. Dar a la Asamblea los informes que ésta le pida, excepto cuando se trate de
planes militares secretos. En cuanto a negociaciones políticas que fuere
necesario mantener en reserva, el Presidente de la República deberá advertirlo,
para que se conozca de ellas en sesión secreta;

7. Proporcionar a los funcionarios del orden judicial, los auxilios que necesiten
para hacer efectivas sus providencias;

8. Dirigir las relaciones exteriores. Los representantes diplomáticos y


consulares de carrera que acredite la República, deberán ser salvadoreños por
nacimiento;

9. Nombrar, remover, aceptar renuncias y conceder licencias a los funcionarios


y empleados de la Administración y del Ejército, excepto aquéllos cuyo
nombramiento corresponda a otras autoridades;

10. Organizar y mantener la Fuerza Armada y los Cuerpos de Seguridad


Pública, y conferir los grados militares, de conformidad con la ley;

11. Convocar extraordinariamente en Consejo de Ministros, a la Asamblea


Legislativa, cuando los intereses de la República lo demanden;
12. Celebrar tratados y convenciones internacionales, someterlos a la
ratificación de la Asamblea Legislativa, y vigilar su cumplimiento;

13. Dirigir la guerra y hacer la paz, y someter inmediatamente el tratado que


celebre con este último fin, a la ratificación del Poder Legislativo;

14. Disponer de la Fuerza Armada para el mantenimiento de orden, seguridad y


tranquilidad de la República, y llamar al servicio la fuerza necesaria, además de
la permanente, para repeler invasiones o sofocar rebeliones;

15. Decretar su reglamento interior y los que fueren necesarios para facilitar y
asegurar la aplicación de las leyes cuya ejecución le corresponde;

16. Conmutar penas, previo informe y dictamen favorable de la Corte Suprema


de Justicia;

17. Suspender y restablecer, en Consejo de Ministros, las garantías


constitucionales a que se refiere el Artículo 175 de esta Constitución, si la
Asamblea estuviere en receso. En el primer caso dará cuenta inmediatamente a
la Comisión Permanente de la Asamblea, de las causas que motivaron tal
medida y de los actos que haya ejecutado en relación con ésta;

18. Ejercer las demás atribuciones que le confieren las leyes.

Artículo 79.- Se prohíbe al Presidente de la República salir del territorio nacional sin
licencia de la Asamblea o de su Comisión Permanente cuando aquélla estuviere en
receso.

Artículo 80.- Todos los decretos, órdenes y resoluciones que el Poder Ejecutivo emita,
excediendo las facultades que esta Constitución establece, serán nulos y no deberán ser
obedecidos, aunque se den a reserva de someterlos a la aprobación del Poder
Legislativo.

Capítulo III. Poder Judicial

Artículo 81.- El Poder Judicial será ejercido por la Corte Suprema de Justicia, las
Cámaras de Segunda Instancia y los demás tribunales que establezcan las leyes
secundarias. Corresponde a este Poder la potestad de juzgar y hacer ejecutar lo juzgado
en materias constitucional, civil, penal, mercantil y laboral, así como en las otras que
determine la ley.

Artículo 82.- La Corte Suprema de Justicia estará compuesta de diez Magistrados, y


uno de ellos será el presidente. Éste será el Presidente del Poder Judicial.
La ley determinará la organización interna de la Corte Suprema de Justicia, de modo
que las atribuciones que le corresponden se distribuyan entre diferentes Salas, y podrá
aumentar el número de sus miembros.

Artículo 83.- Habrá Cámaras de Segunda Instancia compuestas de dos Magistrados


cada una y Juzgados de Primera Instancia. Su número, jurisdicción, atribuciones y
residencia serán determinados por la ley.

Artículo 84.- Habrá Juzgados de Paz en todas las poblaciones de la República. Su


organización, atribuciones y demás circunstancias serán establecidas por la ley.

Artículo 85.- La administración de justicia será siempre gratuita.

Artículo 86.- Para ser Magistrado de la Corte Suprema de Justicia y de las Cámaras de
Segunda Instancia, se requiere:

1. Ser salvadoreño;

2. Del estado seglar;

3. Mayor de treinta años;

4. Abogado de la República;

5. De moralidad y competencia notorias;

6. Haber servido una judicatura de primera instancia durante tres años o haber
ejercido la profesión de bogado durante seis años;

7. Estar en el goce de los derechos de ciudadano y haberlo estado en los tres


años anteriores a la elección.

Artículo 87.- No podrán ser elegidos Magistrados de la Corte Suprema de Justicia ni de


una misma Cámara de Segunda Instancia, los parientes entre sí, comprendidos dentro
del cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad.

Artículo 88.- Para ser Juez de Primera Instancia se requiere:

1. Ser salvadoreño;

2. Abogado de la República;

3. De moralidad y competencia notorias;

4. Estar en el ejercicio de los derechos de ciudadano y haberlo estado en los tres


años anteriores a su nombramiento.

Artículo 89.- Son atribuciones de la Corte Suprema de Justicia:

1. Conocer de los juicios de amparo y de los recursos de casación;


2. Dirimir las competencias que se susciten entre los tribunales y jueces de
cualquier fuero y naturaleza;

3. Conocer de la responsabilidad de los funcionarios públicos en los casos


señalados por las leyes;

4. Emitir informe y dictamen en las solicitudes de indulto o de conmutación de


pena;

5. Conocer de las causas de presas, y de aquellas que no estén reservadas a otra


autoridad; ordenar el curso de los suplicatorios que se libren para practicar
diligencias fuera de la República y mandar a cumplimentar los que procedan de
otros países, sin perjuicio de los dispuesto en los tratados vigentes; y conceder
la extradición conforme a la ley;

6. Conceder, conforme a la ley, el permiso necesario para la ejecución de las


sentencias pronunciadas por tribunales extranjeros;

7. Vigilar por que se administre pronta y cumplida justicia y hacer que


miembros de su seno visiten los tribunales y cárceles para evitar
irregularidades;

8. Nombrar a los jueces de primera instancia que conocerán en materias civil,


mercantil, penal, de hacienda, militar y laboral; a los jueces de paz en los casos
determinados por la ley; a los médicos forenses, y a los empleados de las
dependencias de la misa Corte, removerlos, conocer de sus renuncias y
concederles licencias;

9. Nombrar conjueces en los casos determinados por la ley;

10. Recibir, por sí o por medio de los funcionarios que designe, la protesta
constitucional a los funcionarios de su nombramiento;

11. Practicar recibimientos de abogados sin previo examen y autorizarlos para


el ejercicio de su profesión; suspenderlos por incumplimiento de sus
obligaciones profesionales, por negligencia o ignorancia graves, por mala
conducta profesional, o por privada notoriamente inmoral; inhabilitarlos por
venalidad, cohecho, fraude o falsedad, y rehabilitarlos por causa legal. En los
casos de suspensión e inhabilitación procederá en forma sumaria, y resolverá
con sólo robustez moral de prueba. Las mismas facultades ejercerá respecto de
los notarios y de los procuradores;

12. Formar el proyecto de presupuesto de los sueldos y gastos de la


Administración de Justicia, y remitirlo en su oportunidad al Poder Ejecutivo
para su inclusión en el Presupuesto General que aquél remita a la Asamblea.
Las modificaciones que el Ejecutivo juzgue necesario hacer a dicho proyecto,
las consultará con la Corte;

13. Las demás que determine la ley.


Artículo 90.- Una de las Cámaras de Segunda Instancia de lo Civil de la capital,
conocerá en primera instancia de los juicios contra el Estado, y en segunda instancia
conocerá una de las Salas de la Corte Suprema de Justicia.

Artículo 91.- Se establece la carreta judicial.

Los Magistrados de la Corte Suprema de Justicia, los de las Cámaras de Segunda


Instancia y los Jueces de Primera Instancia serán elegidos para un período de tres años,
y podrán ser reelegidos. Si un Magistrado o Juez mereciere una tercera elección
sucesiva, será considerado Magistrado o Juez vitalicio. Durante estos períodos, ningún
Magistrado o Juez podrá ser destituido, suspendido o trasladado sino por causa legal.
Una ley especial regulará esta materia.

Artículo 92.- La calidad de Magistrado o de Juez de Primera Instancia es incompatible


con el ejercicio de la abogacía y con la de funcionario o empleado de los otros Poderes,
excepto la de profesor de enseñanza y la de diplomático en misión transitoria.

Artículo 93.- Gozan del fuero militar los miembros de la Fuerza Armada en servicio
activo, por delitos y faltas puramente militares. Se prohíbe el fuero atractivo.

Artículo 94.- Se establece el Jurado para el juzgamiento de los delitos comunes que
determine la ley.

Artículo 95.- Dentro de la potestad de administrar justicia, corresponde a los tribunales


en los casos en que tengan que pronunciar sentencia, declarar la inaplicabilidad de
cualquier ley o disposición de los otros Poderes, contraria a los preceptos
constitucionales.

Artículo 96.- La Corte Suprema de Justicia será el único tribunal competente para
declarar la inconstitucionalidad de las leyes, decretos y reglamentos, en su forma y
contenido, de un modo general y obligatorio y podrá hacerlo a petición de cualquier
ciudadano.

Título V. Ministerio Público


Artículo 97.- El Ministerio Público será ejercido por el Fiscal General de la República,
el Procurador General de Pobres y los demás funcionarios que determine la ley.

Artículo 98.- Para ser Fiscal General de la República o Procurador General de Pobres
se requieren las mismas cualidades que para ser Juez de Primera Instancia.
Artículo 99.- Corresponde al Fiscal General de la República:

1. Defender los intereses del Estado y de la Sociedad;

2. Denunciar o acusar personalmente ante la Asamblea Legislativa o ante la


Corte Suprema de Justicia, a los funcionarios indiciados de infracciones legales
cuyo juzgamiento corresponde a esos organismos;

3. Intervenir personalmente o por medio de los fiscales de su dependencia, en


los juicios que dan lugar a procedimientos de oficio;

4. Nombrar, remover, conceder licencias y aceptar renuncias a los Fiscales de la


Corte Suprema de Justicia, de las Cámaras de Segunda Instancia, de los
Tribunales Militares y de los tribunales que conocen en primera instancia, y a
los Fiscales de Hacienda. Iguales atribuciones ejercerá respeto a los demás
funcionarios y empleados de su dependencia;

5. Defender los intereses fiscales y representar al Estado en toda clase de


juicios y en los contratos que determine la ley;

6. Promover el enjuiciamiento y castigo de los indiciados por delitos de


atentado contra las autoridades, y de desacato;

7. Ejercer las demás atribuciones que establezca la ley.

Artículo 100.- Corresponde al Procurador General de Pobres:

1. Velar por la defensa de las personas e intereses de los menores y demás


incapaces;

2. Dar asistencia legal a las personas de escasos recursos económicos, y


representarlas judicialmente en la defensa de su libertad individual y de sus
derechos laborales;

3. Nombrar, remover, conceder licencias y aceptar renuncias a los Procuradores


de Pobres de todos los Tribunales de la República, a los Procuradores del
Trabajo y a los demás funcionarios y empleados de su dependencia; y

4. Las demás atribuciones que establezca la ley.

Título VI. Régimen Administrativo


Capítulo I. Gobierno Local

Artículo 101.- Para la administración política se divide el territorio de la República en


Departamentos cuyo número y límites fijará la ley. En cada uno de ellos habrá un
Gobernador propietario y un suplente, nombrados por el Poder Ejecutivo.

Artículo 102.- Para ser Gobernador se requiere:

1. Ser salvadoreño;

2. Del estado seglar;

3. Mayor de veinticinco años de edad;

4. Estar en el ejercicio de los derechos de ciudadano y haberlo estado en los tres


años anteriores al nombramiento;

5. De moralidad e instrucción notorias; y

6. Ser originario o vecino del Departamento. En este último caso, serán precisos
dos años de residencia inmediata anterior al nombramiento.

Artículo 103.- Para el gobierno local, los Departamentos se dividen en Municipios, que
estarán regidos por Concejos Municipales formados de un Alcalde, un Síndico y dos o
más Regidores cuyo número será proporcional a la población.

Los miembros de los Concejos Municipales serán elegidos para un período de dos años,
podrán ser reelegidos, y sus cualidades serán determinadas por la ley.

Artículo 104.- Los fondos municipales no se podrán centralizar en el fondo general del
Estado, ni emplearse sino en servicio de los Municipios.

Los Concejos Municipales administrarán sus recursos en provecho de la comunidad, y


rendirán cuenta circunstanciada y documentada de su administración al tribunal
correspondiente.

Artículo 105.- La ley determinará las atribuciones de las Municipalidades, que serán
puramente económicas y administrativas.

Las Municipalidades en el ejercicio de sus funciones son autónomas. Por sus actos
responderán ellas mismas, como personas jurídicas, o sus miembros individualmente,
según determine la ley.

Elaborarán sus tarifas de arbitrios, para proponerlas como ley a la Asamblea Legislativa,
la cual podrá decretar las modificaciones que juzgue necesarias.

Artículo 106.- Las Municipalidades nombrarán, sin intervención de ninguna otra


autoridad, a los funcionarios y empleados de su dependencia.
Artículo 107.- El Poder Ejecutivo velará por que las municipalidades cumplan las
leyes, respetando la independencia municipal.

Capítulo II. Servicio Civil

Artículo 108.- Los funcionarios y empleados públicos están al servicio del Estado y no
de una fracción política determinada. No podrán prevalerse de sus cargos para hacer
política eleccionaria.

Artículo 109.- Se establece la carrera administrativa.

La ley regulará el servicio civil, y en especial las condiciones de ingreso a la


Administración; las promociones y ascensos a base de mérito y aptitud; la garantía de
permanencia; los de traslados, suspensiones y cesantías; los deberes de los servidores
públicos y los recursos contra las resoluciones que los afecten.

No estarán comprendidos en la carrera administrativa los funcionarios o empleados que


desempeñen cargos políticos o de confianza, y en particular, los Ministros y
Subsecretarios de Estado, el Fiscal General de la República, el Procurador General de
Pobres, los Secretarios de la Presidencia de la República, los Embajadores y Ministros
Diplomáticos, los Directores Generales, los Gobernadores Departamentales y los
Secretarios Particulares de dichos funcionarios.

Artículo 110.- Se prohíbe la huelga de los funcionarios y empleados públicos, lo mismo


que el abandono colectivo de sus cargos.

La militarización de los servicios públicos civiles procederá únicamente en casos de


emergencia nacional.

Artículo 111.- Las disposiciones de este Capítulo son extensivas a los funcionarios y
empleados municipales.

Título VII. Fuerza Armada


Artículo 112.- La Fuerza Armada está instituida para defender la integridad del
territorio y la soberanía de la República, hacer cumplir la ley, mantener el orden público
y garantizar los derechos constitucionales. Velará especialmente por que no se viole la
norma de la alternabilidad en la Presencia de la República.

Artículo 113.- El servicio militar es obligatorio para todos los salvadoreños


comprendidos entre los dieciocho y los treinta años de edad.

En caso de guerra, son soldados todos los salvadoreños de dieciocho a sesenta años de
edad, y agotada esa clase, todos los salvadoreños capaces de prestar servicio militar. La
fuerza permanente del Ejército será fijada anualmente por la Asamblea. En ningún caso
será inferior a tres mil hombres.

Artículo 114.- La Fuerza Armada es apolítica y esencialmente obediente, y no puede


deliberar en asuntos del servicio. Su organización y el desarrollo de sus actividades
estarán sujetos a leyes, reglamentos y disposiciones especiales.

Artículo 115.- La carrera militar es profesional y en ellas sólo se reconocen los grados
obtenidos por escala rigurosa y conforme a la ley. Quien haya obtenido legalmente un
grado militar lo conservará de por vida, y no podrá ser privado de él sino por sentencia
ejecutoriada.

Artículo 116.- De las resoluciones de las Cortes Marciales se admitirán recursos, en


última instancia, ante el Comandante General de la Fuerza Armada, o ante el respectivo
Jefe de Operaciones en campaña. Para el juzgamiento de los delitos militares habrá
tribunales y procedimientos especiales.

Artículo 117.- La importación y fabricación de armas y elementos de guerra sólo


podrán efectuarse con licencia y bajo la fiscalización del Poder Ejecutivo.

Título VIII. Hacienda Pública


Artículo 118.- Forman la Hacienda Pública:

1. Sus fondos y valores líquidos;

2. Sus créditos activos;

3. Sus bienes muebles y raíces;

4. Los derechos derivados de la aplicación de las leyes relativas a impuestos,


tasas y demás contribuciones, así como los que por cualquier otro título le
correspondan.
Son obligaciones a cargo de la Hacienda Pública las deudas reconocidas y las que
tengan origen en los gastos públicos debidamente autorizados.

Artículo 119.- No pueden imponerse contribuciones sino en virtud de una ley y para el
servicio público.

Los templos y sus dependencias estarán exentos de impuestos sobre inmuebles.

Artículo 120.- Todos los ingresos de la Hacienda Pública formarán un solo fondo que
estará afecto de manera general a las necesidades y obligaciones del Estado.

La ley podrá, sin embargo, afectar determinados ingresos al servicio de la deuda


pública. Los donativos podrán asimismo ser afectados para los fines que indique el
donante.

Artículo 121.- Cuando la ley lo autorice se podrá separar bienes de la masa de la


Hacienda Pública o asignar recursos del fondo general, para la constitución o
incremento de patrimonios especiales del Estado, destinados a instituciones públicas
que persigan fines culturales, de salud pública, de asistencia, seguridad social, de
fomento económico, o que tengan por objeto incrementar la pequeña propiedad urbana
y rural, el servicio de telecomunicaciones y el de correos.

Artículo 122.- El Presupuesto General del Estado contendrá, para cada ejercicio fiscal,
la estimación de todos los ingresos que se espera percibir de conformidad con las leyes
vigentes a la fecha en que sea votado, así como la autorización de todas las erogaciones
que se juzgue convenientes para realizar los fines del Estado.

El Poder Legislativo podrá disminuir o rechazar los créditos solicitados, pero nunca
aumentarlos.

En el Presupuesto se autorizará la deuda flotante en que el Gobierno podrá incurrir,


durante cada año, para remediar deficiencias temporales de ingresos.

Las instituciones y empresas estatales de carácter autónomo y las entidades que se


costeen con fondos del Erario o que tengan subvención de éste, excepto las instituciones
de crédito, se regirán por presupuestos especiales y sistemas de salarios aprobados por
el Poder Legislativo.

Una ley especial establecerá lo concerniente a la preparación, votación, ejecución y


rendición de cuentas de los presupuestos, y regulará el procedimiento que deba seguirse
cuando al cierre de un ejercicio fiscal no esté aún en vigor el Presupuesto del nuevo
ejercicio.

Artículo 123.- El Poder Ejecutivo, en el Ramo correspondiente, tendrá la dirección de


las finanzas públicas y estará especialmente obligado a conservar el equilibrio del
Presupuesto, hasta donde sea compatible con el cumplimiento de los fines del Estado.

Artículo 124.- Para la percepción, custodia y erogación de los fondos públicos, habrá
un Servicio General de Tesorería.
Cuando se disponga de bienes públicos en contravención a las disposiciones legales,
será responsable el funcionario que autorice u ordene la operación, y también lo será el
ejecutor si no prueba su inculpabilidad.

Artículo 125.- Ninguna suma podrá comprometerse o abonarse con cargo a fondos
públicos, si no es dentro de las limitaciones de un crédito presupuesto.

Todo compromiso, abono o pago deberá efectuarse según lo disponga la ley.

Sólo podrán comprometerse fondos de ejercicios futuros con autorización legislativa,


para obras de interés público o administrativo, o para la consolidación o conversión de
la deuda pública. Con tales finalidades podrá votarse un presupuesto extraordinario.

Habrá una ley especial que regulará las subvenciones, pensiones y jubilaciones que
afecten los fondos públicos.

Artículo 126.- Cuando la Asamblea Legislativa no estuviere reunida, la Comisión


Permanente podrá autorizar al Poder Ejecutivo para que éste erogue sumas que no
hayan sido incluidas en los presupuestos, a fin de satisfacer necesidades provenientes de
guerra, de calamidad pública o de grave perturbación del orden. Reunida la Asamblea
deberá solicitársele la aprobación de los créditos correspondientes.

El Poder Ejecutivo, con las formalidades legales, podrá efectuar transferencias entre
partidas de un mismo ramo u organismo administrativo, excepto las que en el
Presupuesto se declaren intransferibles.

Artículo 127.- Cuando el Estado tenga que celebrar contratos para realizar obras o
adquirir bienes, muebles en que hayan de comprometerse fondos o bienes públicos,
deberán someterse dichas obras o suministros a licitación pública, excepto en los casos
determinados por la ley.

No se celebrarán contratos en que la decisión, en caso de controversia, corresponda a


tribunales de un Estado Extranjero.

Lo dispuesto en los incisos anteriores se aplicará a las Municipalidades.

Artículo 128.- La fiscalización de la Hacienda Pública en general y de la ejecución del


Presupuesto en particular, estará a cargo de un organismo independiente del Poder
Ejecutivo, que se denominará Corte de Cuentas de la República, y que tendrá las
siguientes atribuciones:

1. Vigilar la recaudación, la custodia, el compromiso y la erogación de los


fondos públicos; así como la liquidación de impuestos y demás contribuciones
cuando la ley lo determine;

2. Autorizar toda salida de fondos del Tesoro Público, de acuerdo con el


Presupuesto; intervenir preventivamente en todo acto que de manera directa o
indirecta afecte al Tesoro Público o al patrimonio del Estado, y refrendar los
actos y contratos relativos a la deuda pública;
3. Vigilar, inspeccionar y glosar las cuentas de los funcionarios que manejen
fondos o bienes públicos, y conocer de los juicios a que den lugar dichas
cuentas;

4. Fiscalizar la gestión económica de las instituciones y empresas estatales de


carácter autónomo y de las entidades que se costeen con fondos del Erario o
que reciban subvención del mismo. Esta fiscalización se hará de manera
adecuada a la naturaleza y fines del organismo de que se trate, de acuerdo con
lo que al respecto determine la ley;

5. Examinar la cuenta que sobre la gestión de la Hacienda Pública rinda el


Poder Ejecutivo a la Asamblea, e informar a éste del resultado de su examen;

6. Dictar los reglamentos necesarios para el cumplimiento de sus atribuciones;

7. Ejercer las demás funciones que las leyes les señalen.

Artículo 129.- Siempre que un acto sometido a conocimiento de la Corte de Cuentas, en


el ejercicio de sus funciones legales, viole a su juicio alguna ley o reglamento en vigor,
ha de advertirlo así a los funcionarios que se comuniquen, y el acto de que se trate
quedará en suspenso.

El Ejecutivo puede ratificar el acto total o parcialmente, siempre que lo considere legal,
por medio de resolución razonada tomada en Consejo de Ministros y comunicada por
escrito al presidente de la Corte. Tal resolución deberá ser publicada en el Diario
Oficial.

La ratificación, debidamente comunicada, hará cesar la suspensión del acto, siempre que
las observaciones de la Corte de Cuentas no consistan la falta o insuficiencia de crédito
presupuesto al cual deba aplicarse un gasto, pues, en tal caso, la suspensión debe
mantenerse hasta que la deficiencia de crédito haya sido llenada.

Artículo 130.- La Corte de Cuentas de la República, para el cumplimiento de sus


funciones jurisdiccionales, se dividirá en una Cámara de Segunda Instancia y en las
Cámaras de Primera Instancia cuyo número establezca la ley.

La Cámara de Segunda Instancia estará formada por el Presidente de la Corte y dos


Magistrados, cuyo número podrá ser aumentado por la ley.

Estos funcionarios serán elegidos para un período de tres años, podrán ser reelegidos, y
no podrán ser separados de sus cargos sino por causa justa, mediante resolución de la
Asamblea Legislativa.

La Cámara de Segunda Instancia nombrará, removerá, concederá licencias y aceptará


renuncias a los Jueces de las Cámaras de Primera Instancia. Igual facultad ejercerá el
Presidente de la Corte de Cuentas respecto de los demás funcionarios y empleados de la
Corte.

Las funciones de carácter administrativo corresponden al Presidente, quien podrá


delegarlas parcialmente en los Magistrados.
Artículo 131.- El Presidente y los Magistrados de la Corte e Cuentas deberán ser
salvadoreños, mayores de treinta años, de honradez y competencia notorias; estar en el
ejercicio de los derechos de ciudadano y haberlo estado en los tres años anteriores a su
elección.

Artículo 132.- El Presidente de la Corte de Cuentas rendirá anualmente a la Asamblea


Legislativa un informe detallado y documentado de las labores de la Corte.

Artículo 133.- Ni el Poder Legislativo ni el Ejecutivo, podrán dispensar del pago de las
cantidades reparadas a los funcionarios y empleados que manejen fondos fiscales o
municipales, ni de las deudas a favor del Fisco o de los Municipios.

Artículo 134.- Los bienes raíces de la Hacienda Pública y los de uso público sólo
podrán donarse o darse en usufructo, comodato o arrendamiento, con autorización del
Poder Legislativo, a entidades de utilidad general.

Título IX. Régimen Económico


Artículo 135.- El régimen económico debe responder esencialmente a principios de
justicia social, que tiendan a asegurar a todos los habitantes del país una existencia
digna del ser humano.

Artículo 136.- Se garantiza la libertad económica, en lo que no se oponga al interés


social.

El Estado fomentará y protegerá la iniciativa privada, dentro de las condiciones


necesarias para acrecentar la riqueza nacional y para asegurar los beneficios de ésta al
mayor número de habitantes del país.

Artículo 137.- Se reconoce y garantiza la propiedad privada en función social.

Se reconoce asimismo la propiedad intelectual y artística, por el tiempo y en la forma


determinados por la ley.

El subsuelo pertenece al estado, el cual podrá otorgar concesiones para su explotación.

Artículo 138.- La expropiación procederá por causa de utilidad pública o del interés
social, legalmente comprobados, y previa una justa indemnización. Cuando la
expropiación sea motivada por necesidades provenientes de guerra o de calamidad
pública, y cuando tenga por objeto el aprovisionamiento de aguas o de energía eléctrica,
o la construcción de viviendas o de carreteras, la indemnización podrá no ser previa.
Cuando lo justifique el monto de la indemnización que deba reconocerse por los bienes
expropiados de acuerdo con el inciso anterior, el pago podrá hacerse a plazos, los cuales
no excederán en conjunto de veinte años.

Se podrá nacionalizar sin indemnización, las entidades que hayan sido creadas con
fondos públicos.

Se prohíbe la confiscación, ya sea como pena o en cualquier otro concepto. Las


autoridades que contravengan este precepto responderán en todo tiempo con sus
personas y bienes del daño inferido. Los bienes confiscados son imprescriptibles.

Artículo 139.- Se prohíbe toda especie de vinculación, excepto:

1. Los fideicomisos constituidos a favor del Estado, de los Municipios, de las


entidades públicas, de las instituciones de beneficencia o de cultura, y de los
legalmente incapaces;

2. Los fideicomisos, constituidos por un plazo que no exceda de veinticinco


años y cuyo manejo esté a cargo de bancos o instituciones de crédito
legalmente autorizados;

3. El Bien de Familia.

Artículo 140.- Ninguna corporación o fundación civil o eclesiástica, cualquiera que sea
su denominación y objeto, tendrá capacidad legal par conservar en propiedad o
administrar bienes raíces, con excepción de los destinados inmediata y directamente al
servicio u objeto de la institución.

Artículo 141.- La propiedad de los bienes raíces rústicos no podrá ser adquirida por
extranjeros en cuyos países de origen no tengan iguales derechos los salvadoreños,
excepto cuando se trate de tierras para establecimientos industriales.

Las compañías extranjeras y las salvadoreñas a que alude el inciso segundo del Artículo
17 de esta Constitución, estarán sujetas a esta regla.

Artículo 142.- No podrá crearse ni autorizarse ningún monopolio a favor de


particulares. La ley podrá otorgar privilegios por tiempo limitado a los inventores o
perfeccionadores de industrias. Pueden establecerse estancos o monopolios en favor del
Estado o de los Municipios, cuando el interés social así lo demande.

Corresponde al Estado prestar por sí o por medio de Instituciones Oficiales Autónomas,


los servicios de correos y de telecomunicaciones. Podrá tomar a su cargo otros servicios
públicos cuando los intereses sociales así lo exijan. También le corresponde la
aprobación de las tarifas de servicios públicos prestados por empresas privadas y la
vigilancia de dichos servicios.

Artículo 143.- El poder de emisión de especies monetarias corresponde exclusivamente


al Estado, el cual podrá ejercerlo directamente o por medio de un instituto emisor de
carácter público. El régimen monetario, bancario y crediticio será regulado por la ley.
El Estado deberá orientar la política monetaria con el objeto de promover y mantener las
condiciones más favorables para el desarrollo ordenado de la economía nacional.

Artículo 144.- El Estado podrá administrar las empresas que presten servicios
esenciales a la comunidad con el objeto de mantener la continuidad de los servicios,
cuando los propietarios o empresarios se resistan a acatar las disposiciones legales sobre
organización económica y social.

También podrá intervenir los bienes pertenecientes a nacionales de países con los cuales
El Salvador se encuentre en guerra.

Artículo 145.- Serán fomentadas y protegidas las asociaciones de tipo económico que
tiendan a incrementar la riqueza general mediante un mejor aprovechamiento de los
recursos naturales y humanos, y a promover una justa distribución de los beneficios
provenientes de sus actividades. En esta clase de asociaciones, además de los
particulares, podrán participar el Estado, los Municipios y las entidades de utilidad
pública.

Artículo 146.- El comercio y la industria en pequeño son patrimonio de los


salvadoreños por nacimiento y de los centroamericanos por naturaleza. Su protección
será objeto de una ley.

Artículo 147.- El Estado fomentará el desarrollo de la pequeña propiedad rural.


Facilitará al pequeño productor asistencia técnica, créditos u otros medios necesarios
para el mejor aprovechamiento de sus tierras.

Artículo 148.- Se declara de interés social la construcción de viviendas.

El Estado procurará que el mayor número de familias salvadoreñas lleguen a ser


propietarias de su vivienda. Fomentará que todo dueño de fincas rústicas proporcione a
sus colonos y trabajadores habitación higiénica y cómoda y, al efecto, facilitará al
pequeño propietario los medios necesarios.

Artículo 149.- En toda concesión que otorgue el Estado para establecimiento de


muelles, ferrocarriles, canales y otras obras materiales de servicio público, deberá
estipularse como condición esencial, que después de transcurrido cierto tiempo, no
mayor de cincuenta años, tales obras pasarán por ministerio de ley, en perfectas
condiciones de servicio, al dominio del Estado, sin indemnización alguna.

Título X. Régimen de Derechos Individuales


Artículo 150.- Todos los hombres son iguales ante la ley. Para el goce de los derechos
civiles no se podrá establecer restricciones que se basen en diferencias de nacionalidad,
raza, sexo o religión.
No se reconocen empleos ni privilegios hereditarios.

Artículo 151.- Todo hombre es libre en la República. No será esclavo el que entre en su
territorio ni ciudadano el que trafique con esclavos. Nadie puede ser sometido a
servidumbre ni a ninguna otra condición que menoscabe la dignidad de la persona.

Artículo 152.- Nadie está obligado a hacer lo que la ley no manda ni a privarse de lo
que ella no prohíbe.

Artículo 153.- El Salvador concede asilo al extranjero que quiera residir en su territorio,
excepto en los casos previstos por las leyes y el Derecho Internacional. No podrá
incluirse en los casos de excepción a quien sea perseguido solamente por razones
políticas.

La extradición no podrá estipularse respecto de nacionales en ningún caso, ni respecto


de extranjeros por delitos políticos, aunque por consecuencia de éstos resultaren delitos
comunes.

Artículo 154.- Toda persona tiene libertad de entrar, permanecer en el territorio de la


República y salir de éste, salvo las limitaciones que la ley establezca.

Nadie puede ser obligado a cambiar de domicilio o residencia, sino por mandato de
autoridad judicial, en los casos especiales y mediante los requisitos que la ley señale.

No se podrá expatriar a ningún salvadoreño, ni prohibírsele la entrada en el territorio de


la República, ni negársele pasaporte para su regreso u otros documentos de
identificación.

Artículo 155.- Nadie puede ser obligado a prestar trabajos o servicios personales sin
justa retribución y sin su pleno consentimiento, salvo en los casos de calamidad pública
y en los demás determinados por la ley.

Artículo 156.- La ley no puede autorizar ningún acto o contrato que implique la pérdida
o el irreparable sacrificio de la libertad o dignidad del hombre. Tampoco puede
autorizar convenios en que se pacte proscripción o destierro.

Artículo 157.- Se garantiza el libre ejercicio de todas las religiones, sin más límite que
el trazado por la moral y el orden público. Ningún acto religioso servirá para establecer
el estado civil de las personas.

No se podrá hacer en ninguna forma propaganda política por clérigos o seglares,


invocando motivos religiosos o valiéndose de las creencias religiosas del pueblo. En los
templos, con ocasión de actos de culto o propaganda religiosa, tampoco se podrá hacer
crítica de las leyes del Estado, de su Gobierno o de los funcionarios públicos en
particular.

Artículo 158.- Toda persona puede libremente expresar y difundir sus pensamientos
siempre que no se lesione la moral ni la vida privada de las personas. El ejercicio de este
derecho no estará sujeto a previo examen, censura ni caución; pero los que haciendo uso
de él infrinjan las leyes, responderán por el delito que cometan.
Queda prohibida la propaganda de doctrinas anárquicas o contrarias a la democracia.

En ningún caso podrá secuestrarse, como instrumentos de delito, la imprenta sus


accesorios o cualquier otro medio material destinado a la difusión del pensamiento.

Los espectáculos públicos podrán ser sometidos a censura conforme a la ley.

Artículo 159.- La correspondencia de toda clase es inviolable; interceptada no hará fe ni


podrá figurar en ninguna actuación, salvo en los casos de concurso y quiebra.

Artículo 160.- Los habitantes de El Salvador tienen derecho a asociarse y reunirse


pacíficamente y sin armas para cualquier objeto lícito.

Se prohíbe el establecimiento de congregaciones conventuales y toda especie de


instituciones monásticas.

Asimismo se prohíbe el funcionamiento de organizaciones políticas internacionales o


extranjeras, salvo las que persigan por vías democráticas, la unión centroamericana o la
cooperación continental o universal a base de fraternidad.

Artículo 161.- Se reconoce la personalidad jurídica de la Iglesia Católica. Las demás


iglesias podrán obtener, conforme a la ley, el reconocimiento de su personalidad.

Artículo 162.- Toda persona tiene derecho a dirigir sus peticiones por escrito, de
manera decorosa, a las autoridades legalmente establecidas; a que se le resuelvan, y a
que se le haga saber lo resuelto.

Artículo 163.- Todos los habitantes de El Salvador tienen derecho a ser protegidos en la
conservación y defensa de su vida, honor, libertad, trabajo, propiedad y posesión.

Se establece la indemnización conforme a la ley, por daños de carácter moral.

Artículo 164.- Ninguna persona puede ser privada de su vida, de su libertad, ni de su


propiedad o posesión, sin ser previamente oída y vencida en juicio con arreglo a las
leyes; ni puede ser enjuiciada dos veces por la misma causa.

Toda persona tiene derecho al habeas corpus ante la Corte Suprema de Justicia o
Cámaras de Segunda Instancia que no residan en la capital, cuando cualquier autoridad
o individuo restrinja ilegalmente su libertad.

Artículo 165.- Sólo podrá practicarse el registro o la pesquisa de la persona para


prevenir o averiguar delitos o faltas.

La morada es inviolable; únicamente podrá efectuarse el allanamiento en casos de


incendio u otros análogos, para la averiguación de delitos y persecución de delincuentes,
y para fines sanitarios, en la forma y circunstancias que determine la ley.

Artículo 166.- Ningún Poder, autoridad o funcionario podrá dictar órdenes de detención
o prisión si no es de conformidad con la ley y estas órdenes deberán ser siempre
escritas. Cuando un delincuente sea sorprendido infraganti, puede ser detenido por
cualquier persona, para entregarlo inmediatamente a la autoridad competente.

La detención para inquirir no pasará de tres días y el tribunal correspondientes estará


obligado a notificar al detenido en persona el motivo de su detención, a recibirle su
indagatoria y a decretar su libertad o detención provisional, dentro de dicho término.

Por razones de defensa social, podrán ser sometidos medidas de seguridad reeducativas
o de readaptación, los sujetos que por su actividad antisocial, inmoral o dañosa, revelen
un estado peligroso y ofrezcan riesgo inminente para la sociedad o para los individuos.
Dichas medidas de seguridad deben estar estrictamente reglamentadas por la ley y
sometidas a la competencia del Poder Judicial.

Artículo 167.- Corresponde únicamente al Poder Judicial la facultad de imponer penas.


No obstante, la autoridad administrativa podrá sancionar las contravenciones a las leyes,
reglamentos u ordenanzas, con arresto hasta por quince días o con multa, y si ésta no
fuere pagada se permutará por arresto, el cual no excederá de treinta días.

Artículo 168.- Sólo podrá imponerse la pena de muerte por los delitos de rebelión o
deserción en acción de guerra, de traición y de espionaje, y por los delitos de parricidio,
asesinato, robo o incendio si se siguiere muerte.

Se prohíbe la prisión por deudas, las penas perpetuas, las infamantes, las proscriptivas y
toda especie de tormento.

El Estado organizará los centros penitenciarios, con objeto de corregir a los


delincuentes, educarlos, y formales hábitos de trabajo, procurando su readaptación y la
prevención de los delitos.

Artículo 169.- Nadie puede ser juzgado sino conforme a leyes promulgadas con
anterioridad al hecho de que se trate, y por los tribunales que previamente haya
establecido la ley.

Artículo 170.- Un mismo juez no puede serlo en diversas instancias en una misma
causa.

Artículo 171.- Ningún poder ni autoridad puede avocarse causas pendientes ni abrir
juicios fenecidos.

En caso de revisión en materia criminal, el Estado indemnizará, conforme a la ley, a las


víctimas de los errores judiciales debidamente comprobados.

Artículo 172.- Las leyes no pueden tener efecto retroactivo, salvo en materias de orden
público, y en materia penal cuando la nueva ley sea favorable al delincuente.

Artículo 173.- Toda persona tiene derecho a disponer libremente de sus bienes
conforme a la ley. La propiedad es transmisible en la forma en que determinen las leyes.
Habrá libre testamentifacción.

Artículo 174.- Se garantiza la libertad de contratar conforme a las leyes.


Ninguna persona que tenga libre administración de sus bienes puede ser privada del
derecho de terminar sus asuntos civiles o comerciales por transacción o arbitramento.
En cuanto a las que no tengan esa libre administración, la ley determinará los caso en
que puedan hacerlo y los requisitos exigibles.

Artículo 175.- En casos de guerra, invasión del territorio, rebelión, sedición, catástrofe,
epidemia u otra calamidad general, o de graves perturbaciones del orden público,
podrán suspenderse las garantías establecidas en los Artículos 154, 158 inciso primero,
159 y 160 de esta Constitución, excepto cuando se trate de reuniones o asociaciones con
fines culturales o industriales.

Tal suspensión podrá afectar la totalidad o parte del territorio de la República, y se hará
por medio de decreto del Poder Legislativo o del Poder Ejecutivo, en su caso.

El plazo de suspensión de las garantías constitucionales no excederá de treinta días.


Transcurrido este plazo, podrá prolongarse la suspensión por igual período y mediante
nuevo decreto, si continúan las circunstancias que la motivaron. Si no se emite tal
decreto, quedarán de pleno decreto restablecidas las garantías suspendidas.

Artículo 176.- El Poder Ejecutivo, en Consejo de Ministros, podrá decretar la


suspensión de garantías cuando la Asamblea Legislativa se halle en receso. El decreto
correspondiente implicará la convocatoria a la Asamblea, para que se reúna dentro de
las cuarenta y ocho horas siguientes y para que apruebe o desapruebe dicho decreto.

Artículo 177.- Declarada la suspensión de garantías constitucionales, será de la


competencia de los tribunales militares, el conocimiento de los delitos de traición,
espionaje, rebelión y sedición, y de los demás delitos contra la paz o la independencia
del Estado y contra el Derecho de Gentes.

Los juicios que al tiempo de decretarse la suspensión de garantías estén pendientes ante
las autoridades comunes, continuarán bajo el conocimiento de éstas.

Restablecidas las garantías constitucionales, los tribunales militares continuarán


conociendo de las causas que se encuentren pendientes ante ellos.

Artículo 178.- Cuando desaparezcan las circunstancias que motivaron la suspensión de


garantías constitucionales, deberá la Asamblea Legislativa restablecer tales garantías, y
si estuviere en receso, corresponde al Poder Ejecutivo decretar dicho restablecimiento.

Título XI. Régimen de Derechos Sociales


Capítulo I. Familia

Artículo 179.- La familia, como base fundamental de la sociedad, debe ser protegida
especialmente por el Estado, el cual dictará las leyes y disposiciones necesarias para su
mejoramiento, para fomentar el matrimonio y para la protección y asistencia de la
maternidad y de la infancia. El matrimonio es el fundamento legal de la familia y
descansa en la igualdad jurídica de los cónyuges.

El Estado protegerá la salud física, mental y moral de los menores y garantizará el


derecho de éstos a la educación y a la asistencia. La delincuencia de los menores estará
sujeta a un régimen jurídico especial.

Artículo 180.- Los hijos nacidos dentro o fuera de matrimonio, y los adoptivos tienen
iguales derechos en cuanto a la educación, a la asistencia y a la protección del padre.

No se consignará en las actas del registro civil ninguna calificación sobre la naturaleza
de la filiación, ni se expresará en las partidas de nacimiento el estado civil de los padres.

La ley determinará la forma de investigar la paternidad.

Capítulo II. Trabajo y Seguridad Social

Artículo 181.- El trabajo es una función social, goza de la protección del Estado, y no
se considera Artículo de comercio.

El Estado empleará todos los recursos que estén a su alcance para proporcionar
ocupación al trabajador, manual o intelectual, y para asegurar a él y a su familia las
condiciones económicas de una existencia digna.

Se dictarán las disposiciones convenientes para evitar y reprimir la vagancia.

Artículo 182.- El trabajo estará regulado por un Código de Trabajo, que tendrá por
objeto principal armonizar las relaciones entre el Capital y el Trabajo, y estará fundado
en principios generales que tiendan al mejoramiento de las condiciones de vida de los
trabajadores, y especialmente en los siguientes:

1. En una misma empresa o establecimiento y en idénticas circunstancias, a


trabajo igual debe corresponder igual remuneración al trabajador, cualquiera
que sea su sexo, raza, credo o nacionalidad;

2. Todo trabajador tiene derecho a devengar un salario mínimo, que se fijará


periódicamente. Para fijar esta salario se atenderá sobre todo al costo de la vida,
a la índole de la labor, a los diferentes sistemas de remuneración y a las
distintas zonas de producción. Este salario deberá ser suficiente para satisfacer
las necesidades normales del hogar del trabajador en el orden material, moral y
cultural.

En los trabajos a destajo por ajuste o precio alzado, es obligatorio asegurar el


salario mínimo por jornada de trabajo;

3. El salario y las prestaciones sociales en la cuantía que determine la ley, son


inembargables y no se pueden compensar ni retener, salvo por obligaciones
alimenticias. También pueden retenerse por obligaciones de seguridad social,
cuotas sindicales o impuestos.

Son inembargables los instrumentos de labor de los trabajadores;

4. El Salario debe pagarse en moneda de curso legal. El salario y las


prestaciones sociales constituyen créditos privilegiados en relación con los
demás créditos que puedan existir contra el patrono;

5. Los patronos darán a sus trabajadores una prima por cada año de trabajo. La
ley establecerá la forma en que se determinará su cuantía en relación con los
salarios;

6. La jornada ordinaria de trabajo efectivo diurno no excederá de ocho horas, y


la semana laboral de cuarenta y cuatro horas.

El máximo de horas extraordinarias para cada clase de trabajo será determinado


por la ley.

La jornada nocturna y la que se cumpla en tareas peligrosas o insalubres, será


inferior a la diurna y estará reglamentada por la ley.

La limitación de la jornada no se aplicará en casos de fuerza mayor.

La ley determinará la extensión de las pausas que habrán de interrumpir la


jornada cuando, atendiendo a causas biológicas, el ritmo de las tareas así lo
exija, y las que deberán mediar entre dos jornadas.

Las horas extraordinarias y el trabajo nocturno serán remunerados con recargo;

7. Todo trabajador tiene derecho a un día de descanso remunerado por cada


semana laboral, en la forma que exija la ley.

Los trabajadores que no gocen de descanso en los días indicados anteriormente,


tendrán derecho a una remuneración extraordinaria por los servicios que
presten en esos días y a un descanso compensatorio;

8. Los trabajadores tendrán derecho a descanso remunerado en los días de


asueto que señale la ley; ésta determinará la clase de labores en que no regirá
esta disposición, pero en estos casos, los trabajadores tendrán derecho a
remuneración extraordinaria;

9. Todo trabajador que acredite una prestación mínima de servicios durante un


lapso dado, tendrá derecho a vacaciones anuales remuneradas en la forma que
determinará la ley. Las vacaciones no podrán compensarse en dinero, y a la
obligación del patrono de darlas corresponde la del trabajador de tomarlas;

10. Los menores de catorce años, y los que habiendo cumplido esa edad sigan
sometidos a la enseñanza obligatoria en virtud de la ley, no podrán ser
ocupados en ninguna clase de trabajo. Podrá autorizarse su ocupación cuando
se considere indispensable para la subsistencia de los mismo o de su familia,
siempre que ello no les impida cumplir con el mínimo de instrucción
obligatoria.

La jornada de los menores de dieciséis años no podrá ser mayor de seis horas
diarias y de treinta y cuatro semanales, en cualquier clase de trabajo.

Se prohíbe el trabajo a los menores de dieciocho años y a las mujeres en labores


insalubres o peligrosas. Se prohíbe también el trabajo nocturno a los menores
de dieciocho años. La ley determinará las labores peligrosas o insalubres.

11. El patrono que despida a un trabajador sin causa justificada está obligado a
indemnizarlo conforme a la ley.

Artículo 183.- La mujer trabajadora tendrá derecho a un descanso remunerado antes y


después del parto, y a la conservación del empleo.

Las leyes regularán la obligación de los patronos de instalar y mantener salas cunas y
lugares de custodia para los niños de las trabajadoras.

Artículo 184.- Los patronos están obligados a pagar indemnización, a prestar servicios
médicos y farmacéuticos y demás que establezcan las leyes, al trabajador que sufra
accidente de trabajo o cualquiera enfermedad profesional.

Artículo 185.- La ley determinará las empresas y establecimientos que, por sus
condiciones especiales, quedan obligados a proporcionar al trabajador y a su familia,
habitaciones adecuadas, escuelas, asistencia médica y demás servicios y atenciones
necesarias para su bienestar.

Artículo 186.- La seguridad social constituye un servicio público de carácter


obligatorio. La ley regulará los alcances, extensión y forma en que debe ser puesta en
vigor.

Al pago de la cuota del seguro contribuirán los patronos, los trabajadores y el Estado.

El Estado y los patronos quedarán excluidos de las obligaciones que les imponen las
leyes en favor de los trabajadores, en la medida en que sean cubiertas por el seguro
social.
Artículo 187.- El contrato de aprendizaje será regulado por la ley, con el objeto de
asegurar al aprendiz enseñanza de un oficio o profesión, tratamiento digno, retribución
equitativa y beneficios de previsión y seguridad social.

Artículo 188.- El trabajador a domicilio tiene derecho a un salario mínimo oficialmente


señalado, al pago de una indemnización por el tiempo que pierda con motivo del retardo
del patrono en ordenar o recibir el trabajo o por la suspensión arbitraria o injustificada
del mismo. Se reconocerá al trabajador a domicilio una situación jurídica análoga a la
de los demás trabajadores tomando en consideración la peculiaridad de su labor.

Artículo 189.- Los trabajadores agrícolas y domésticos tienen derechos a protección en


materia de salarios, jornada de trabajo, descansos, vacaciones, indemnizaciones por
despido, y, en general, a las prestaciones sociales. La extensión y naturaleza de los
derechos antes mencionados serán determinadas de acuerdo con las condiciones y
peculiaridades del trabajo. Quienes presten servicios de carácter doméstico en empresas
industriales, comerciales, sociales y de más equiparables, serán considerados como
trabajadores manuales y tendrán los derechos reconocidos a éstos.

Artículo 190.- La ley regulará las condiciones en que se celebrarán los contratos y
convenciones colectivos de trabajo. Las estipulaciones que éstos contengan serán
aplicables a todos los trabajadores de las empresas que los hubieren suscrito, aunque no
pertenezcan al sindicato contratante, y también a los demás trabajadores que ingresen a
tales empresas durante la vigencia de dichos contratos o convenciones. La ley
establecerá el procedimiento para uniformar las condiciones de trabajo en las diferentes
actividades económicas, con base en las disposiciones que contenga la mayoría de los
contratos y convenciones colectivos de trabajo vigentes en cada clase de actividad.

Artículo 191.- Los patronos, obreros y empleados privados empleados y obreros de las
Instituciones Autónomas o Semiautónomas, sin distinción de nacionalidad, sexo, raza,
credo o ideas políticas tienen el derecho de asociarse libremente para la defensa de sus
respectivos intereses formando asociaciones profesionales o sindicatos.

Estas organizaciones tienen derecho a personalidad jurídica y a ser debidamente


protegidas en el ejercicio de sus funciones. Su disolución o suspensión sólo podrá
decretarse en los casos y con las formalidades determinados por la ley.

Las condiciones de fondo y de forma que se exijan para constitución, la construcción y


fundamento de las organizaciones profesionales y sindicales, no deben cortar la libertad
de asociación.

Los miembros de las directivas sindicales deberán ser salvadoreños por nacimiento; y
durante el período de su elección y mandato no podrán ser despedidos, trasladados o
desmejorados en sus condiciones de trabajo, sino por justa causa calificada previamente
por la autoridad competente.

Artículo 192.- Los trabajadores tienen derecho a la huelga y los patrones al paro. La ley
regulará estos derechos en cuanto a sus condiciones y ejercicio.
Artículo 193.- Se establece la jurisdicción especial de trabajo. Los procedimientos en
materia laboral serán regulados en forma que permita la rápida solución de los
conflictos.

El Estado tiene la obligación de promover la conciliación y el arbitraje como medios


para la solución pacífica de los conflictos colectivos de trabajo.

Artículo 194.- La ley reglamentará las condiciones que deban reunir los talleres,
fábricas y locales de trabajo.

El Estado mantendrá un servicio de inspección técnica encargado de velar por el fiel


cumplimiento de las normas legales de trabajo, asistencia previsión y seguridad social,
de comprobar sus resultados y de sugerir las reformas pertinentes.

Artículo 195.- Los derechos consagrados a favor de los trabajadores son irrenunciables,
y las leyes que los reconocen obligan y benefician a todos los habitantes del territorio.

La enumeración de los derechos y beneficios a que este Capítulo se refiere, no excluye


otros que se deriven de los principios de justicia social.

Capítulo III. Cultura

Artículo 196.- Es obligación y finalidad primordial del Estado la conservación, fomento


y difusión de la cultura.

La educación es atribución esencial del Estado, el cual organizará el sistema


educacional y creará las instituciones y servicios que sean necesarios.

Artículo 197.- La educación debe tender al pleno desarrollo de la personalidad de los


educandos para que presten a la sociedad una cooperación constructiva; a inculcar el
respeto a los derechos y deberes del hombre; a combatir todo espíritu de intolerancia y
de odio, y a fomentar el ideal de unidad de los pueblos centroamericanos.

Debe existir articulación y continuidad en todos los grados de la educación, la cual


abarcará los aspectos intelectual, moral, cívico y físico.

Artículo 198.- Todos los habitantes de la República tienen el derecho y el deber de


recibir educación básica que los capacite para desempeñar consciente y eficazmente su
papel como trabajadores, padres de familia y ciudadanos. La educación básica incluirá
la primaria, y cuando la imparta el Estado será gratuita.

Artículo 199.- La alfabetización es de interés social. Contribuirán a ella todos los


habitantes del país en la forma que determine la ley.
Artículo 200.- La enseñanza que se imparta en los centros educativos será
esencialmente democrática.

Los centros de enseñanza privados estarán sujetos a reglamentación e inspección del


Estado.

El Estado podrá tomar a su cargo, de manera exclusiva, la formación del magisterio.

Artículo 201.- Ningún establecimiento de educación podrá negarse a admitir alumnos


por motivo de la naturaleza de la unión de sus progenitores o guardadores, ni por
diferencias sociales, raciales o políticas.

Artículo 202.- Para ejercer la docencia se requiere acreditar capacidad en la forma que
la ley disponga.

En todos los centros docentes, públicos o privados, la enseñanza de la Historia, la


Cívica y la Constitución deberá ser impartida por profesores salvadoreños por
nacimiento.

Se garantiza la libertad de cátedra.

Artículo 203.- La riqueza artística, histórica y arqueológica del país forma parte del
tesoro cultural salvadoreño, el cual queda bajo la salvaguarda del Estado y sujeto a leyes
especiales para su conservación.

Artículo 204.- La Universidad de El Salvador es autónoma, en los aspectos docente,


administrativo y económico, y deberá prestar un servicio social. Se regirá por estatutos
enmarcados dentro de una ley que sentará los principios generales para su organización
y funcionamiento.

El Estado contribuirá a asegurar y acrecentar el patrimonio universitario y consignará


anualmente en el Presupuesto las partidas destinadas al sostenimiento de la Universidad.

Capítulo IV. Salud pública y asistencia social

Artículo 205.- La salud de los habitantes de la República constituye un bien público. El


Estado y los individuos están obligados a velar por su conservación y restablecimiento.

Artículo 206.- El Estado dará asistencia gratuita a los enfermos que carezcan de
recursos, y, a los habitantes en general, cuando el tratamiento constituya un medio
eficaz para prevenir la diseminación de una enfermedad transmisible. En este último
caso toda persona está obligada a someterse a dicho tratamiento.

Artículo 207.- Los servicios de salud pública serán esencialmente técnicos.


Se establece la carrera sanitaria y hospitalaria para el personal especializado.

Artículo 208.- Un Consejo Superior de Salud Pública velará por la salud del pueblo.
Estará formado por igual número de representantes de los gremios médico,
odontológico y farmacéutico, y tendrá un Presidente y un Secretario de nombramiento
del Poder Ejecutivo quienes no pertenecerán a ninguna de dichas profesiones. La ley
determinará su organización.

El ejercicio de las profesiones que se relacionan de un modo inmediato con la salud del
pueblo, será vigilado por organismos legales formados por académicos pertenecientes a
cada profesión. Estos organismos tendrán facultad para suspender en el ejercicio
profesional a los miembros del gremio bajo su control, cuando ejerzan su profesión con
manifiesta inmoralidad o incapacidad.

El Consejo Superior de Salud Pública conocerá en última instancia de las resoluciones


pronunciadas por los organismos a que alude el inciso anterior. En cuanto a la
suspensión de profesionales podrá resolverse por los organismos competentes con solo
robustez moral de prueba.

Artículo 209.- El Estado tomará a su cargo a los indigentes que por su edad o
incapacidad física o mental, sean inhábiles para el trabajo.

Título XII. Responsabilidad de los funcionarios públicos


Artículo 210.- Todo funcionario civil o militar, antes de tomar posesión de su cargo
protestará bajo su palabra de honor, ser fiel a la República, cumplir y hacer cumplir la
Constitución, ateniéndose a su texto, cualesquiera que fueren las leyes, decretos,
órdenes o resoluciones que la contraríen, prometiendo, además, el exacto cumplimiento
de los deberes que el cargo, le imponga, por cuya infracción será responsable conforme
a las leyes.

Artículo 211.- El Presidente y el Vicepresidente de la República, los Designados a la


Presidencia, los Ministros y Subsecretarios de Estado, los Magistrados de la Corte
Suprema de Justicia y de las Cámaras de Segunda Instancia, el Presidente y los
Magistrados de la Corte de Cuentas de la República, el Fiscal General de la República,
el Procurador General de Pobres, los miembros del Consejo Central de Elecciones y del
Consejo Superior de Salud Pública, y los representantes diplomáticos, responderán ante
la Asamblea Legislativa, por los delitos oficiales y comunes que cometan.

La Asamblea, oyendo a un fiscal de su seno y al indiciado, o a un defensor especial, en


su caso, declarará si hay o no lugar a formación de causa. En el primer caso, se pasarán
las diligencias a la Cámara de Segunda Instancia que determine la ley, para que conozca
en primera instancia, y, en el segundo caso, se archivarán. De las resoluciones que
pronuncie la Cámara mencionada conocerá en segunda instancia una de las Salas de la
Corte Suprema de Justicia, y del recurso de casación, la Corte en pleno.

Cualquiera persona tiene derecho de denunciar los delitos de que trata este Artículo, y
de mostrarse parte, si par ello tuviere las calidades requeridas por la ley.

Artículo 212.- El Artículo anterior se aplicará a los Diputados de las Asambleas


Legislativa y Constituyente por los delitos oficiales que cometan, y en cuanto a los
comunes se estará a lo dispuesto en el Artículo 45 de esta Constitución.

Artículo 213.- Los Jueces de Primera Instancia, los Gobernadores Departamentales, los
Jueces de Paz y los demás funcionarios que determine la ley, serán juzgados, por los
delitos oficiales que cometan, por los tribunales comunes, previa declaratoria de que hay
lugar a formación de causa, hecha por la Corte Suprema de Justicia. Los antedichos
funcionarios estarán sujetos a los procedimientos ordinarios por los delitos y faltas
comunes que cometan.

Artículo 214.- Desde que se declare por la Asamblea Legislativa o por la Corte
Suprema de Justicia, que hay lugar a formación de causa, el indiciado quedará suspenso
en el ejercicio de sus funciones, y por ningún motivo podrá continuar en su cargo. En
caso contrario se hará culpable del delito de prolongación de funciones. Si la sentencia
fuere condenatoria, por el mismo hecho quedará depuesto del cargo. Si fuere
absolutoria, volverá al ejercicio de sus funciones, si el cargo fuere de aquellos que se
confieren por tiempo determinado y no hubiere expirado el período de la elección o del
nombramiento.

Artículo 215.- Los funcionarios públicos que tengan conocimiento de delitos oficiales
cometidos por funcionarios o empleados que les estén subordinados, deberán
comunicarlo a la mayor brevedad a las autoridades competentes para su juzgamiento, y
si no lo hicieren oportunamente, serán considerados como encubridores e incurrirán en
las responsabilidades penales correspondientes.

Artículo 216.- Los funcionarios y empleados públicos que se enriquecieren sin justa
causa a costa de la Hacienda Pública o Municipal, estarán obligados a restituir al Estado
o al Municipio lo que hubieren adquirido ilegítimamente, sin perjuicio de la
responsabilidad criminal en que hubieren incurrido conforme a las leyes.

Se presume enriquecimiento ilícito cuando el aumento del capital del funcionario o


empleado, desde la fecha en que haya tomado posesión de su cargo hasta aquella en que
haya cesado en sus funciones fuere notablemente superior al que normalmente hubiere
podido tener en virtud de los sueldos y emolumentos que haya percibido legalmente, y
de los incrementos de su capital o de sus ingresos por cualquier otra causa justa. Para
determinar dicho aumento, el capital y los ingresos del funcionario o empleado, de su
cónyuge y de sus hijos, se considerarán en conjunto.

Los funcionarios y empleados que la ley determine están obligados a declarar el estado
de su patrimonio ante la Corte Suprema de Justicia, de acuerdo con los incisos
anteriores, dentro de los sesenta días siguientes a aquél en que tomen posesión de sus
cargos. La Corte tiene facultad para tomar las providencias que estime necesarias para
comprobar la veracidad de la declaración, la que mantendrá en reserva y únicamente
servirá para los efectos previstos en este Artículo. Al cesar en sus cargos los
funcionarios y empleados aludidos, deberán hacer nueva declaración del estado de sus
patrimonios.

Los juicios por enriquecimiento sin causa justa, sólo podrán incoarse dentro de dos años
siguientes a la fecha en que el funcionario o empleado haya cesado en el cargo cuyo
ejercicio pudo dar lugar a dicho enriquecimiento.

Artículo 217.- La prescripción de los delitos y faltas oficiales se regirá por las reglas
generales, y comenzará a contarse desde que el funcionario culpable haya cesado en sus
funciones.

Artículo 218.- No obstante la aprobación que dé el Poder Legislativo a los actos


oficiales en los casos requeridos por esta Constitución los funcionarios que hayan
intervenido en tales actos podrán ser procesados por delitos oficiales mientras no
transcurra el término de la prescripción.

La aprobación de las memorias y cuentas que se presenten al Poder Legislativo, no da


más valor a los actos y contratos a que ellas se refieran, que el que tengan conforme a
las leyes.

Artículo 219.- La violación, la infracción o la alteración de las disposiciones


constitucionales serán especialmente penadas por la ley; y las responsabilidades en que
incurran los funcionarios públicos con tal motivo, no admitirán amnistía, conmutación o
indulto, durante el período presidencial dentro del cual se cometieron.

Título XIII. Alcances, aplicación y reformas de la


Constitución
Artículo 220.- Los principios, derechos y obligaciones establecidas por esta
Constitución no pueden ser alterados por las leyes que regulen su ejercicio.

La Constitución prevalecerá sobre todas las leyes y reglamentos. El interés público


primará sobre el interés privado.

Artículo 221.- Toda persona puede pedir amparo ante la Corte Suprema de Justicia por
violación de los derechos que le otorga la presente Constitución.

Artículo 222.- La reforma de esta Constitución sólo podrá acordarse por los dos tercios
de votos de los representantes electos a la Asamblea Legislativa. En la resolución que se
adopte, se puntualizará el Artículo o Artículos que hayan de reformarse y se incluirá el
proyecto correspondiente. La resolución y proyecto de reformas se publicarán en el
Diario Oficial y volverán a tomarse en consideración en la Asamblea Legislativa
siguiente. Si ésta los ratifica, se convocará una Asamblea Constituyente para que, si lo
tuviere a bien, decrete las reformas.

Artículo 223.- Quedan derogadas las constituciones y leyes constitutivas que han
regido en El Salvador antes de la vigencia de esta Constitución; así como también se
deroga el Estatuto del Directorio Cívico Militar de El Salvador contenido en el Decreto
número uno de fecha veinticinco de enero de mil novecientos sesenta y uno, publicado
en el Diario Oficial Número 17, Tomo 190, de esta misma fecha.

Título XIV. Disposiciones transitorias


Artículo 224.- El Código de Trabajo que se refiere el Artículo 182 de esta Constitución
deberá promulgarse dentro del plazo de un año a contar de la vigencia de esta
Constitución. Mientras tanto continuarán en vigencia las leyes laborales que
actualmente rigen, y podrá regularse por leyes especiales las materias que contiene el
Capítulo II, Título XI de esta Constitución.

Artículo 225.- Los miembros de la Corte Suprema de Justicia y Cámaras de Segunda


Instancia; de la Corte de Cuentas de la República y del Consejo Central de Elecciones,
continuarán en el ejercicio de sus cargos hasta que esta Asamblea en función legislativa
haga la elección correspondiente, de acuerdo con el ordinal 8 del Artículo 47 de esta
Constitución.

Artículo 226.- Dentro del período que termina el treinta de abril de mil novecientos
sesenta y cuatro, se celebrarán elecciones de miembros de Concejos Municipales,
quienes tomarán posesión de su cargo el día primero de mayo de mil novecientos
sesenta y cuatro. Mientras tanto estos funcionarios podrán ser nombrados, removidos o
sustituidos por el Poder Ejecutivo.

Artículo 227.- Esta Asamblea se constituirá en Legislativa el día en que entre en


vigencia la presente Constitución y terminará su período el día treinta y uno de mayo de
mil novecientos sesenta y cuatro.

Artículo 228.- Todo funcionario civil o militar deberá rendir la protesta a que se refiere
el Artículo 210 al entrar en vigencia esta Constitución.
Título XV. Vigencia
Artículo 229.- La presente Constitución entrará en vigencia ocho días después de su
publicación en el Diario Oficial.

Dado en el Salón de Sesiones de la Asamblea Constituyente; Palacio Nacional: San


Salvador, a los ocho días del mes de enero de mil novecientos sesenta y dos.

Rodolfo Cordón, Presidente. Diputado por el Departamento de San Salvador.

Francisco José Guerrero, Vicepresidente. Diputado por el Departamento de San


Salvador.

Salvador Ramírez Siliezar, Vicepresidente. Diputado por el Departamento de San


Salvador.

Juan Elías Ferman h., Primer Secretario. Diputado por el Departamento de San Miguel.

José Raúl Castro, Primer Secretario. Diputado por el Departamento de San Salvador.

Ernesto Mauricio Magaña, Primer Secretario. Diputado por el Departamento de Santa


Ana.

José Antonio Soto, Segundo Secretario. Diputado por el Departamento de San Miguel.

Augusto Ramírez Salazar, Segundo Secretario. Diputado por el Departamento de San


Salvador.

Julio Hidalgo Villalta, Segundo Secretario. Diputado por el Departamento de San


Salvador.

Héctor Alfredo Linares, Diputado por el Departamento de San Salvador. Francisco


Murillo, Diputado por el Departamento de San Salvador. Juana Cáceres De Vides,
Diputado por el Departamento de Santa Ana. Salvador Mendoza, Diputado por el
Departamento de Santa Ana. Roberto Antonio Castellanos, Diputado por el
Departamento de Santa Ana. José Pacas Casanova, Diputado por el Departamento de
Santa Ana. David Posadas, Diputado por el Departamento de Santa Ana. José Arístides
Paz, Diputado por el Departamento de San Miguel. Jesús Galileo Urrutia, Diputado por
el Departamento de San Miguel. Julio Rosendo Castro, Diputado por el Departamento
de Ahuachapán. Fabio Moran Calderón, Diputado por el Departamento de Ahuachapán.
Maximiliano Alberto Magaña h., Diputado por el Departamento de Ahuachapán.
Leopoldo Alberto Sandoval, Diputado por el Departamento de Sonsonate. Carlos
Alfredo Martínez, Diputado por el Departamento de Sonsonate. Alejandro Moran
López, Diputado por el Departamento de Sonsonate. Benjamín Simo Leiva, Diputado
por el Departamento de Cabañas. Arturo Marcos Fuentes López, Diputado por el
Departamento de Cabañas. Manuel Antonio Local Porras, Diputado por el
Departamento de La Libertad. Pablo Rubén Avelar Ceren, Diputado por el
Departamento de La Libertad. Miguel Ángel M k, Diputado por el Departamento de La
Libertad. Napoleón Quezada, Diputado por el Departamento de La Libertad. Carlos
Alberto Galdámez, Diputado por el Departamento de Chalatenango. Efraín López
Bertrand, Diputado por el Departamento de Chalatenango. Julio César Tejada, Diputado
por el Departamento de Chalatenango. Luis Enrique Zaldívar, Diputado por el
Departamento de La Paz. Alfonso Cruz Palacios, Diputado por el Departamento de La
Paz. José Vicente Gálvez, Diputado por el Departamento de La Paz. Vicente Amado
Platero, Diputado por el Departamento de San Vicente. Rene Portillo Velasco, Diputado
por el Departamento San Vicente. José Antonio Durán, Diputado por el Departamento
San Vicente. Armando Salinas Medina, Diputado por el Departamento de Usulután.
Rodolfo Jiménez Barrios, Diputado por el Departamento de Usulután. José Amadeo
Cedillos, Diputado por el Departamento Usulután. Antonio Galdámez Moran, Diputado
por el Departamento Usulután. Narciso De Jesús Mejía, Diputado por el Departamento
de Usulután. Héctor David Hernández, Diputado por el Departamento Morazán. José
Ociel González, Diputado por el Departamento de Morazán. Rogelio Arturo Quiroz,
Diputado por el Departamento de Morazán. Gregorio Valmore Iraheta, Diputado por el
Departamento de La Unión. José Antonio Hernández, Diputado por el Departamento de
La Unión. Manuel Pereira Paz, Diputado por el Departamento de La Unión. Jorge
Humberto Alas, Diputado por el Departamento de Cuscatlán. Tomás Escamilla,
Diputado por el Departamento de Cuscatlán. Juan Ramón Soler, Diputado por el
Departamento de Cuscatlán.

Publíquese:

Aníbal Portillo. Miembro del Directorio Cívico Militar. Feliciano Avelar, Miembro del
Directorio Cívico Militar. Mariano Castro Morán, Miembro del Directorio Cívico
Militar. Rafael Eguizabal Tobías, Ministro de Relaciones Exteriores. Ruy César
Miranda Lupone, Ministro del Interior. Jorge Mauricio Butter, Ministro de Justicia. José
Mendoza, Ministro de Hacienda. Víctor Manuel Cuéllar Ortiz, Ministro de Economía.
Hugo Lindo, Ministro de Educación. Armando Díaz Liévano, Ministro de Defensa.
Alberto Ulloa Castro, Ministro de Trabajo y Previsión Social. Eduardo Montes Umaña,
Ministro de Agricultura y Ganadería. Roberto Masferrer, Ministro de Salud Pública y
Asistencia Social. Julio Noltenius, Ministro de Obras Públicas. Ramón De Clairmont
Dueñas, Subsecretario de Relaciones Exteriores. Humberto Bernal h. Subsecretario del
Interior. Carlos Guerra, Subsecretario de Justicia. Juan Manuel Quinteros, Subsecretario
de Hacienda. Francisco Arguello Escolán, Subsecretario de Economía. Ernesto Revelo
Borja, Subsecretario de Educación. Joaquín Zaldívar, Subsecretario de Defensa.
Francisco Arturo Samayoa, Subsecretario de Trabajo y Previsión Social. Ángel Roberto
Vaquero, Subsecretario de Agricultura y Ganadería. José Isaías Mayen, Subsecretario
de Salud Pública y Asistencia Social. Guillermo Enrique Borja Nathan, Subsecretario de
Obras Públicas.
Constitución de 1982
(26 de abril de 1982)

Decreto Número 38
Nosotros, representantes del pueblo salvadoreño reunidos en Asamblea Constituyente,
puesta nuestra confianza en Dios, nuestra voluntad en los altos destinos de la Patria y en
ejercicio de la potestad soberana que el pueblo de El Salvador nos ha conferido,
animados del ferviente deseo de establecer los fundamentos de la convivencia nacional
con base en el respeto a la dignidad de la persona humana, en la construcción de una
sociedad más justa, esencia de la democracia y al espíritu de libertad y justicia, valores
de nuestra herencia humanista.

Decretamos, sancionamos y proclamamos, la siguiente Constitución:

Título I

Capítulo único. La persona humana y los fines del Estado

Artículo 1.- El Salvador reconoce a la persona humana como el origen y el fin de la


actividad del Estado, que está organizado para la consecución de la justicia, de la
seguridad jurídica y del bien común.

En consecuencia, es obligación del Estado asegurar a los habitantes de la República, el


goce de la libertad, la salud, la cultura, el bienestar económico y la justicia social.
Título II. Los derechos y garantías fundamentales de la
persona

Capítulo I. Derechos individuales y su régimen de excepción

Sección primera. Derechos individuales

Artículo 2.- Toda persona tiene derecho a la vida, a la integridad física y moral, a la
libertad, a la seguridad, al trabajo, a la propiedad y posesión, y a ser protegida en la
conservación y defensa de los mismos.

Se garantiza el derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen.

Se establece la indemnización, conforme a la ley, por daños de carácter moral.

Artículo 3.- Todas las personas son iguales ante la ley. Para el goce de los derechos
civiles no podrán establecerse restricciones que se basen en diferencias de nacionalidad,
raza, sexo o religión.

No se reconocen empleos ni privilegios hereditarios.

Artículo 4.- Toda persona es libre en la República.

No será esclavo el que entre en su territorio ni ciudadano el que trafique con esclavos.
Nadie puede ser sometido a servidumbre no a ninguna otra condición que menos cave
su dignidad.

Artículo 5.- Toda persona tiene libertad de entrar, de permanecer en el territorio de la


República y salir de éste, salvo las limitaciones que la ley establezca.

Nadie puede ser obligado a cambiar de domicilio o residencia, sino por mandato de
autoridad judicial, en los casos especiales y mediante los requisitos que la ley señale.

No se podrá expatriar a ningún salvadoreño, ni prohibírsele la entrada en el territorio de


la República, ni negársele pasaporte para su regreso u otros documentos de
identificación. Tampoco podrá prohibírsele la salida del territorio sino por resolución o
sentencia de autoridad competente dictada con arreglo a las leyes.

Artículo 6.- Toda persona puede expresar y difundir libremente sus pensamientos
siempre que no subvierta el orden público, ni lesione la moral, el honor, ni la vida
privada de los demás. El ejercicio de este derecho no estará sujeto a previo examen,
censura ni caución; pero los que haciendo uso de él, infrinjan las leyes, responderán por
el delito que cometan.

En ningún caso podrá secuestrarse, como instrumento de delito, la imprenta, sus


accesorios o cualquier otro medio destinado a la difusión del pensamiento.

No podrán ser objeto de estatización o nacionalización, ya sea por expropiación o


cualquier otro procedimiento, las empresas que se dediquen a la comunicación escrita,
radiada o televisada, y demás empresas de publicaciones. Esta prohibición es aplicable a
las acciones o cuotas sociales de sus propietarios.

Las empresas mencionadas no podrán establecer tarifas distintas o hacer cualquier otro
tipo de discriminación por el carácter político o religioso de lo que se publique.

Se reconoce el derecho de respuesta como una protección a los derechos y garantías


fundamentales de la persona.

Los espectáculos públicos podrán ser sometidos a censura conforme a la ley.

Artículo 7.- Los habitantes de El Salvador tienen derecho a asociarse libremente y a


reunirse pacíficamente y sin armas para cualquier objeto lícito. Nadie podrá ser
obligado a pertenecer a una asociación.

No podrá limitarse ni impedirse a una persona del ejercicio de cualquier actividad lícita,
por el hecho de no pertenecer a una asociación.

Se prohíbe la existencia de grupos armados de carácter político, religioso o gremial.

Artículo 8.- Nadie está obligado a hacer lo que la ley no manda ni a privarse de lo que
ella no prohíbe.

Artículo 9.- Nadie puede ser obligado a realizar trabajos o prestar servicios personales
sin justa retribución y sin su pleno consentimiento, salvo en los casos de calamidad
pública y en los demás señalados por la ley.

Artículo 10.- La ley no puede autorizar ningún acto o contra toque implique la perdida
o el irreparable sacrificio de la libertad o dignidad de la persona. Tampoco puede
autorizar convenios en que se pacte proscripción o destierro.

Artículo 11.- Ninguna persona puede ser privada del derecho a la vida, a la libertad, a la
propiedad y posesión, ni de cualquier otro de sus derechos sin ser previamente oída y
vencida en juicio con arreglo a las leyes; ni puede ser enjuiciada dos veces por la misma
causa.
Toda persona tiene derecho al hábeas corpus cuando cualquier autoridad o individuo
restrinja ilegalmente su libertad.

Artículo 12.- Toda persona a quien se impute un delito, se presumirá inocente mientras
no se pruebe su culpabilidad conforme a la ley y en juicio público, en el que se le
aseguren todas las garantías necesarias para su defensa.

La persona detenida debe ser informada de manera inmediata y comprensible, de sus


derechos y de las razones de su detención, no pudiendo ser obligada a declarar. Se
garantiza al detenido la asistencia de defensor en las diligencias de los órganos
auxiliares de la administración de justicia y en los procesos judiciales, en los términos
que las leyes establezca.

Las declaraciones que se obtengan sin la voluntad de la persona carecen de valor; quien
así las obtuviese y empleare incurrirá en responsabilidad penal.

Artículo 13.- Ningún órgano gubernamental, autoridad o funcionario podrá dictar


órdenes de detención o de prisión si no es de conformidad con la ley, y estas órdenes
deberán ser siempre escritas. Cuando un delincuente sea sorprendido infraganti, puede
ser detenido por cualquier persona, para entregarlo inmediatamente a la autoridad
competente.

La detención administrativa no excederá de setenta y dos horas, dentro de las cuales


deberá consignarse al detenido a la orden del juez competente, con las diligencias que
hubiere practicado.

La detención para inquirir no pasará de setenta y dos horas y el tribunal correspondiente


estará obligado a notificar al detenido, a recibir su indagatoria y a decretar su libertad o
detención provisional, dentro de dicho término.

Por razones de defensa social, podrán ser sometidos a medidas de seguridad re-
educativas o de readaptación, los sujetos que por su actividad antisocial, inmoral o
dañosa, revelen un estado peligroso yo ofrezcan riesgos inminentes para la sociedad o
para los individuos. Dichas medidas de seguridad deben estar estrictamente
reglamentadas por la ley y sometidas a la competencia del Órgano Judicial.

Artículo 14.- Corresponde únicamente al Órgano Judicial la facultad de imponer penas.


No obstante, la autoridad administrativa podrá sancionar, mediante resolución o
sentencia y previo el juicio correspondiente, las contravenciones a las leyes,
reglamentos u ordenanzas, con arresto hasta por quince días o con multa, la cual podrá
permutarse por un período igual.

Artículo 15.- Nadie puede ser juzgado sino conforme a leyes promulgadas con
anterioridad al hecho de que se trate, y por los tribunales que previamente haya
establecido la ley.

Artículo 16.- Un mismo juez no puede serlo en diversas instancias en una misma causa.

Artículo 17.- Ningún órgano gubernamental ni autoridad puede avocarse causas


pendientes ni abrir juicios fenecidos.
En caso de revisión en materia penal, el Estado indemnizará, conforme a la ley, a las
víctimas de los errores judiciales debidamente comprobados.

Artículo 18.- Toda persona tiene derecho a dirigir sus peticiones por escrito, de manera
decorosa, a las autoridades legalmente establecidas; a que se le resuelvan, y a que se
haga saber lo resuelto.

Artículo 19.- Sólo podrá practicarse el registro o la pesquisa de la persona para prevenir
o averiguar delitos o faltas.

Artículo 20.- La morada es inviolable y sólo podrá ingresarse a ella por consentimiento
de la persona que la habita, por mandato judicial, por flagrante delito o peligro
inminente de su perpetración, o por grave riesgo de las personas.

La violación de este derecho dará lugar a reclamar indemnización por los daños y
perjuicios ocasionados.

Artículo 21.- Las leyes no pueden tener efecto retroactivo, salvo en materias de orden
público, y en materia penal cuando la nueva ley sea favorable al delincuente.

La Corte Suprema de Justicia tendrá siempre la facultad para determinar, dentro de su


competencia, si una ley es o no de orden público.

Artículo 22.- Toda persona tiene derecho a disponer libremente de sus bienes conforme
a la ley. La propiedad es transmisible en la forma en que determinen las leyes. Habrá
libre testamentización.

Artículo 23.- Se garantiza la libertad de contratar conforme a las leyes. Ninguna


persona que tenga la libre administración de sus bienes puede ser privada del derecho de
terminar sus asuntos civiles o comerciales por transacción o arbitramento. En cuanto a
las que no tengan esa libre administración, la ley determinará los casos en que puedan
hacerlo y los requisitos exigibles.

Artículo 24.- La correspondencia de toda clase es inviolable, interceptada no hará fe ni


podrá figurar en ninguna actuación, salvo en los casos de concurso y quiebra.

Se prohíbe la interferencia y la intervención de las comunicaciones telefónicas.

Artículo 25.- Se garantiza el libre ejercicio de todas las religiones, sin más límite que el
trazado por la moral y el orden público. Ningún acto religioso servirá para establecer el
estado civil de las personas.

Artículo 26.- Se reconoce la personalidad jurídica de la Iglesia Católica. Las demás


iglesias podrán obtener, conforme a la ley, el reconocimiento de su personalidad.

Artículo 27.- Sólo podrá imponerse la pena de muerte en los casos previstos por las
leyes militares durante el estado de guerra internacional.

Se prohíbe la prisión por deudas, las penas perpetuas, las infamantes, las proscritas y
toda especie de tormento.
El Estado organizará los centros penitenciarios con objeto de corregir a los delincuentes,
educarlos y formarles hábitos de trabajo, procurando u readaptación y la prevención de
los delitos.

Artículo 28.- El Salvador concede asilo al extranjero que quiera residir en su territorio,
excepto en los casos previstos por las leyes y el Derecho Internacional. No podrá
incluirse en los casos de excepción a quien sea perseguido solamente por razones
políticas.

La extradición no podrá estipularse respecto de nacionales en ningún caso, ni respecto


de extranjeros por delitos políticos, aunque por consecuencia de estos, resultaren delitos
comunes.

Sección segunda. Régimen de excepción

Artículo 29.- En casos de guerra, invasión del territorio, rebelión, sedición, catástrofe,
epidemia u otra calamidad general, o de graves perturbaciones del orden público,
podrán suspenderse las garantías e establecidas en los artículos 5, 6 inciso primero, 7
inciso primero y 24 de esta Constitución, excepto cuando se trate de reuniones o
asociaciones con fines religiosos, culturales, económicos o deportivos. Tal suspensión
podrá e; afectar la totalidad o parte del territorio de la República, y se hará por medio de
decreto del Órgano Legislativo o del Órgano Ejecutivo, en su caso.

También podrán suspenderse las garantías contenidas en los Arts. 12 inciso segundo y
13 inciso segundo de esta Constitución, cuando así lo acuerde el Órgano Legislativo,
con el voto favorable de las tres cuartas partes de los Diputados electos; no excediendo
la detención administrativa de quince días.

El plazo de suspensión de las garantías constitucionales no excederá de treinta días.


Transcurrido este plazo, podrá prolongarse la suspensión, por igual período y mediante
nuevo decreto, si continúan las circunstancias que la motivaron. Si no se emite tal
decreto, que darán restablecidas de pleno derecho las garantías suspendidas.

Artículo 30.- Declarada la suspensión de garantías constitucionales, será de la


competencia de tribunales militares especiales el conocimiento de los delitos contra la
existencia y organización del Estado, contra la personalidad internacional o la
personalidad interna del mismo y contra la paz pública, así acomode los delitos de
trascendencia internacional. En el decreto de suspensión de garantías constitucionales,
podrá excluirse del conocimiento de los tribunales militares especiales, alguno o
algunos de los delitos antes mención dados en atención a las circunstancias que
motivaron la suspensión de dichas garantías.

Los juicios que al tiempo de decretarse la suspensión de garantías estén pendientes ante
las autoridades comunes, continuarán bajo el conocimiento de éstas.
Restablecidas las garantías constitucionales, los tribunales militares especiales
continuarán conociendo de las causas que se encuentren pendientes ante ellos.

Una ley especial de procedimientos regulará esta materia.

Artículo 31.- Cuando desaparezcan las circunstancias que motivaron la suspensión de


las garantías constitucionales, la Asamblea Legislativa, o el Consejo de Ministros,
según el caso, deberán establecer tales garantías.

Capítulo II. Derechos sociales

Sección primera. Familia

Artículo 32.- La familia es la base fundamental de la sociedad y tendrá la protección del


Estado, quien dictará la legislación necesaria y creará los organismos y servicios
apropiados para su integración, bienestar y desarrollo social, cultural y económico.

El fundamento legal de la familia es el matrimonio descansa en la igualdad jurídica de


los cónyuges.

El Estado fomentará el matrimonio; pero la falta de éste no afectará el goce de los


derechos que se establezcan en favor de la familia.

Artículo 33.- La ley regulará las relaciones personales y patrimoniales de los cónyuges
entre sí y entre ellos y sus hijos, estableciendo los derechos y deberes recíprocos sobre
bases equitativas; y creará las instituciones necesarias para garantizar su aplicabilidad.
Regulará así mismo las relaciones familiares resultantes de la unión estable de un varón
y una mujer.

Artículo 34.- Todo menor tiene derecho a vivir en condiciones familiares y ambientales
que le permitan su desarrollo integral, para lo cual tendrá la protección del Estado.

La ley determinará los deberes del Estado y creará las instituciones para la protección de
la maternidad y de la infancia.

Artículo 35.- El Estado protegerá la salud física, mental y moral de los menores, y
garantizará el derecho; a la educación y a la asistencia.
La conducta antisocial de los menores que constituya delito o falta estará sujeta a un
régimen jurídico especial.

Artículo 36.- Los hijos nacidos dentro o fuera de matrimonio y los adoptivos, tienen
iguales derechos frente a sus padres. Es obligación de éstos dar a sus hijos protección,
asistencia, educación y seguridad.

No se consignará en las actas del Registro Civil ninguna calcificación acción sobre la
naturaleza de la filiación, ni se expresará en las partidas de nacimiento el estado civil de
los padres.

Toda persona tiene derecho a tener un nombre que la identifique. La ley secundaria
regulará esta materia.

La ley determinará asimismo las formas de investigar y establecer la paternidad.

Sección segunda. Trabajo y Seguridad Social

Artículo 37.- El trabajo es una función social, goza de la protección del Estado, y no se
considera artículo de comercio.

El Estado empleará todos los recursos que estén a su alcance para proporcional
ocupación al trabajador, manual o intelectual, y para asegurar a él y a su familia las
condiciones económicas de una existencia digna. De igual forma promoverá el trabajo y
empleo de las personas con limitaciones o incapacidades; físicas, mentales o sociales.

Artículo 38.- El trabajo estará regulado por un Código que tendrá por objeto principal
armonizar las relaciones entre patronos y trabajadores, estableciendo sus derechos y
obligaciones. Esta fundamentado en principios generales que tiendan al mejoramiento
de las condiciones de vida de los trabajadores, e incluirá especialmente los derechos
siguientes:

1º En una misma empresa o establecimiento y en idénticas circunstancias, a


trabajo igual debe corresponder igual remuneración al trabajador, cualquiera
que sea su sexo, raza, credo o nacionalidad;

2º Todo trabajador tiene derecho a devengar un salario mínimo, que se fijará


periódicamente comente. Para fijar este salario sea tenderá sobre todo al costo
de la vida, a la índole de la labora los diferentes sistemas de remuneración, a las
distintas zonas de producción y a otros criterios similares. Este salario deberá
ser suficiente para satisfacer las necesidades normales del hogar del trabajador
en el orden material, moral y cultural.
En los trabajos a destajo, por ajuste o precio alzado, es obligatorio asegurar el
salario mínimo por jornada de trabajo v ajo;

3º El salario y las prestaciones sociales, en la cuantía que determine la ley, son


inembargables y no se pueden compensar ni retener, salvo por obligaciones
alimenticias. También pueden retenerse por obligaciones de seguridad social,
cuotas sindicales o impuestos. Son inembargables los instrumentos de labor de
los trabajadores;

4º El salario debe pagarse en moneda de curso legal. El salario y las


prestaciones sociales constituyen créditos privilegiados en relación con los
demás créditos que puedan existir contra el patrono;

5º Los patronos darán a sus trabajadores una prima por cada año de trabajo. La
ley establecerá la forma en que se determinará su cuantía en relación con los
salarios;

6º La jornada ordinaria de trabajo efectivo diurno no excederá de ocho horas y


la semana laboral de cuarenta y cuatro horas.

El máximo de horas extraordinarias para cada clase de trabajo será determinado


por la ley.

La jornada nocturna y la que cumpla en tareas peligrosas o insalubres, será


inferior a la diurna y estará reglamentada por la ley. La limitación de la jornada
no se aplicará en caso s de fuerza mayor.

La ley determinará la extensión de las pausas que habrán de interrumpir la


jornada cuando, atendiendo a causas biológicas, el ritmo de las tareas así lo
exija y la de aquellas que deberán media entre dos jornadas.

Las horas extraordinarias y el trabajo nocturno serán remunerados con recargo;

7º Todo trabajador tiene derecho a un día de descanso remunerado por cada


semana laboral, en la forma que exija la ley.

Los trabajadores que no gocen de descanso en los días indicados anteriormente,


tendrán derecho a una remuneración extraordinaria por los servicios que
presten en esos días y a un descanso compensatorio;

8º Los trabajadores tendrán derecho a descanso remunerado en los días de


asueto que señala la ley; ésta determinará la clase de labores en que no regirá
ésta disposición, pero en tales casos, los trabajadores tendrá derecho a
remuneración extraordinaria;

9º Todo trabajador que acredite una prestación mínima de servicios durante un


lapso dado, tendrá derecho a vacaciones anuales remuneradas en la forma que
determinará la le y. Las vacaciones no podrán compensarse en dinero, y a la
obligación del patrono de dar las corresponde la del trabajador de tomarlas;
10º Los menores de catorce años, y los que habiendo cumplido esa edad sigan
sometidos a en enseñanza obligatoria en virtud de la ley, no podrán ser
ocupados en ninguna clase de trabajo.

Podrá autorizarse su ocupación cuando se considere indispensable para la


subsistencia de los mismos o de su familia, siempre que ello no les impida
cumplir con el mínimo de instrucción obligatoria.

La jornada de los menores de dieciséis años no podrá ser mayor de seis horas y
de treinta y cuatro semanales, en cualquier clase de trabajo.

Se prohíbe el trabajo a los menores de dieciocho años y a las mujeres en labores


insalubres o peligrosas. También se prohíbe el trabajo nocturno a los menores
de dieciocho años. La ley determinará las labores peligrosas o i insalubres;

11º El patrono que despida a un trabajador sin causa justificada está obligado a
indemnizarlo conforme a la ley;

12º La ley determinará las condiciones bajo las cuales los patronos estarán
obligados a pagar a sus trabajadores permanentes, que renuncien a su trabajo,
una prestación económica cuyo monto se fijará en relación con los salarios y el
tiempo de servicio.

La renuncia produce sus efectos sin necesidad de aceptación del patrono, pero
la negativa de éste a pagar la correspondiente prestación constituye presunción
legal de despido injusto.

En caso de incapacidad total y permanente o de muerte del trabajador, éste o


sus beneficiarios tendrán derecho a las prestaciones que recibirán en el caso de
renuncia voluntaria.

Artículo 39.- La ley regulará las condiciones en que se celebrarán los contratos y
convenciones colectivos de trabajo. Las estipulaciones que éstos contengan serán
aplicables a todos los trabajadores de las empresas que los hubieren suscrito, aunque no
pertenezcan sindicato contratante, y también a los demás trabajadores que ingresen a
tales empresas durante e la vigencia de dichos contratos convenciones. La ley
establecerá el procedimiento para uniformar las condiciones de trabajo en las diferentes
actividades económicas, con base en las disposiciones que contenga la mayoría de los
contratos y convenciones colectivos de trabajo vigentes en cada clase de actividad.

Artículo 40.- Se establece un sistema de formación profesional para la capacitación y


calificación de los recursos humanos.

La ley regulará los alcances, extensión y forma en que el sistema debe ser puesto en
vigor.

El contrato de aprendizaje será regulado por la ley, con el objeto de asegurar al aprendiz
enseñanza de un oficio, tratamiento digno, retribución equitativa y beneficios de
previsión y seguridad social.
Artículo 41.- El trabajador a domicilio tiene derecho a un salario mínimo oficialmente
señalado, y al pago de una indemnización por el tiempo que pierda a con motivo del
retardo del patrono en ordenar o recibir el trabajo o por la suspensión arbitraria o
injustificada del mismo. Se reconocerá al trabajador a domicilio una situación jurídica
análoga a la de los demás trabajadores, tomando en consideración la peculiaridad de su
labor.

Artículo 42.- La mujer trabajadora tendrá derecho a un descanso remunerado antes y


después del parto y a la conservación del empleo.

Las leyes regularán la obligación de los patronos de instalar y mantener salas cunas y
lugares de custodia para los niños de los trabajadores.

Artículo 43.- Los patronos están obligados a pagar indemnización y a prestar servicios
médicos, farmacéuticos y demás que establezcan las leyes, al trabajador que sufra
accidente de trabajo o cualquier enfermedad profesional.

Artículo 44.- La ley reglamentará las condiciones que deban reunir los talleres, fábricas
y locales de trabajo.

El Estado mantendrá un servicio de inspección técnica encargado de velar por el fiel


cumplimiento de las normas legales de trabajo, asistencia, previsión y seguridad social,
a fin de comprobar sus resultados y sugerir la reformas pertinentes.

Artículo 45.- Los trabajadores agrícolas y domésticos tienen derecho a protección en


materia de salarios, jornada de trabajo, descansos, y vacaciones, seguridad social,
indemnizaciones por despido y, en general a las prestaciones sociales. La extensión y
naturaleza de los derechos antes mencionados serán determinadas por la ley de acuerdo
con las condiciones y peculiaridades del trabajo abajo. Quienes presten servicios de
carácter doméstico en empresas industriales, comerciales, entidades sociales y demás
equiparables, serán considerados como trabajadores manuales y tendrán los derechos
reconocidos a textos.

Artículo 46.- El Estado propiciará la creación de un banco de propiedad de los


trabajadores.

Artículo 47.- Los patronos y trabajadores privados, sin distinción de nacionalidad, sexo,
raza, credo o ideas políticas y cualquiera que sea su actividad o la naturaleza del trabajo
que realicen, tiene el derecho de asociarse libremente para la defensa de sus respectivos
intereses, formando asociaciones profesionales o sindicatos. El mismo derecho tendrán
los trabajadores de las instituciones oficiales autónomas.

Dichas organizaciones tienen derecho a personalidad jurídica y a ser debidamente


protegidas en el ejercicio de sus funciones. Su disolución o suspensión sólo podrá
decretarse en los casos y son las formalidades determinadas por la ley.

Las normas especiales para la constitución y funcionamiento de las organizaciones


profesionales y sindicales del campo y de la ciudad, no deben coartarla libertad de
asociación. Se prohíbe toda cláusula de exclusión.
Los miembros de las directivas sindicales deberán ser salvadoreños por nacimiento y
durante el período de su elección y mandato, y hasta después de transcurrido un año de
haber cesado en sus funciones, no podrán ser despedidos, suspendidos
disciplinariamente, trasladados o desmejorados en sus condiciones de trabajo, sino por
justa causa calificada previamente por la autoridad competente.

Artículo 48.- Los trabajadores tienen derecho a la huelga y los patronos al paro. Para el
ejercicio de estos derechos no será necesaria la calificación previa, después de haberse
procurado laso lució del conflicto que los genera mediante las etapas de solución
pacífica establecidas por la ley. Los efectos de la huelga o el paro se retrotraerán al
momento en que éstos se inicien.

La ley regulará estos derechos en cuanto a sus condiciones y ejercicio.

Artículo 49.- Se establece la jurisdicción especial de trabajo. Los procedimientos en


materia laboral serán regulados de tal forma que permitan la rápida solución de los
conflictos.

El Estado tiene la obligación de promover la conciliación y el arbitraje, de manera que


constituyan medios efectivos para la solución pacífica de los conflictos de trabajo.
Podrán establecerse juntas a administrativas especiales de conciliación y arbitraje, para
la solución de conflictos colectivos de carácter económico o de intereses.

Artículo 50.- La seguridad social constituye un servicio público de carácter obligatorio.


La ley regulará sus alcances, extensión y forma.

Dicho servicio será prestado por una o varias instituciones, las que deberán guardar
entre sí la adecuada coordinación para asegurar una buena política de protección social,
en forma especializada y con óptima utilización de los recursos.

Al pago de la seguridad social contribuirán los patronos, los trabajadores y el Estado en


la forma y cuantía que determine la ley.

El Estado y los patronos quedarán excluidos de las obligaciones que les imponen las
leyes en favor de los trabajadores, en la medida en que sean cubiertas por el Seguro
Social.

Artículo 51.- La ley determinar á las empresas y establecimientos que, por sus
condiciones especiales, quedan obligados a proporcionar, al trabajador y a su familia,
habitaciones adecuadas, escuelas, asistencia médica y demás servicios y atenciones
necesarias para su bienestar.

Artículo 52.- Los derechos consagrados en favor de los trabajadores son irrenunciables.

La enumeración de los derechos y beneficios a que este capítulo se refiere, no excluye


otros que se deriven de los principios de justicia social.
Sección tercera. Educación, Ciencia y Cultura

Artículo 53.- El derecho a la educación y a la cultura es inherente a la persona humana;


en consecuencia, es obligación y finalidad primordial del Estado su conservación,
fomento y difusión.

El Estado propiciará; la investigación y el quehacer científico.

Artículo 54.- El Estado organizará el sistema educativo para lo cual creará las
instituciones y servicios que sean necesarios. Se garantiza a las personas naturales y
jurídicas la libertad de establecer centros privados de enseñanza.

Artículo 55.- La educación tiene los siguientes fines: lograr el desarrollo integral de la
personalidad en su dimensión espiritual, moral y social; contribuir a la construcción de
una sociedad democrática más próspera, justa y humana; inculcar el respeto a los
derechos humanos y a la observancia de los correspondientes deberes; combatir todo
espíritu de intolerancia y de odio; conocer la realidad nacional e identificarse con los
valores de la nacionalidad salvadoreña; y propiciar la unidad del pueblo
centroamericano.

Los padres tendrán derecho preferente a escoger la educación de sus hijos.

Artículo 56.- Todos los habitantes de la República tienen el derecho y el deber de


recibir educación parvularia y básica que los capacite para desempeñarse como
ciudadanos útiles. El Estado promoverá la formación de centros de educación especial.

La educación parvularia, básica y especial será gratuita cuando la imparta el Estado.

Artículo 57.- La enseñanza que se imparta en los centros educativos oficia les será
esencialmente democrática.

Los centros de enseñanza privados estarán sujetos a reglamentación e inspección del


Estado y podrán ser subvencionados cuando no tengan fines de lucro.

El Estado podrá tomar a su cargo, de manera exclusiva, la formación del magisterio.

Artículo 58.- Ningún establecimiento de educación podrá negarse a admitir alumnos


por motivo de la naturaleza de la unión de sus progenitores o guardadores, ni por
diferencias sociales, religiosos, raciales o políticas.

Artículo 59.- La alfabetización es de interés social. Contribuirán a ella todos los


habitantes del país en la forma a que determine la ley.

Artículo 60.- Para ejercer la docencia se requiere acreditar capacidad en la forma que la
ley disponga.
En todos los centros docentes, públicos o privados, civiles o militares, será obligatoria
la en enseñanza de la historia nacional, el civismo, la moral, la Constitución de la
República, los derechos humanos y la conservación de los recursos naturales.

La historia nacional y la Constitución deberán ser en sentidas por profesores


salvadoreños.

Se garantiza la libertad de cátedra.

Artículo 61.- La educación superior se regirá por una ley especial. La Universidad de El
Salvador y las demás del Estado gozar han de autonomía en los aspectos docente,
administrativo y económico. Deberán prestar un servicio social, respetando la libertad
de cátedra. Se regirán por estatutos enmarcados dentro de dicha ley, la cual se trate; los
principios generales para su organización y funcionamiento.

Se consignarán anualmente en el Presupuesto del Estado las partidas destinadas al


sostenimiento de las universidades estatales y las necesarias para asegurar y acrecentar
su patrimonio. Estas instituciones estarán sujetas, de acuerdo con la ley, a la
fiscalización del organismo estatal correspondiente.

La ley especial regulará también la creación y funcionamiento de universidades


privadas, respetando la libertad decretada. Estas universidades prestarán un servicio
social y no perseguirán fines de lucro. La misma ley regulará la creación y el
funcionamiento de los institutos tecnológicos oficiales ales y privados.

El Estado velará por el funcionamiento democrático de las instituciones de educación


superior y por su adecuado nivel académico.

Artículo 62.- El idioma oficial de El Salvador es el castellano. El gobierno está


obligado a velar por su conservación y enseñanza.

Las lenguas autóctonas que se hablan en el territorio nacional forman parte del
patrimonio cultural y serán objeto de preservación, difusión y respeto.

Artículo 63.- La riqueza artística, histórica y arqueológica del país forma parte del
tesoro cultural salvadoreño, el cual queda bajo la salvaguarda del Estado y sujeto a leyes
especiales para su conservación.

Artículo 64.- Los Símbolos Patrios son: el Pabellón o Bandera Nacional, el Escudo de
Armas y el Himno Nacional. Una ley regulará lo concerniente a esta materia.
Sección cuarta. Salud Pública y Asistencia Social

Artículo 65.- La salud de los habitantes de la República constituye un bien público. El


Estado y las personas están obligados a velar por su conservación y restablecimiento.

El Estado determinará la política nacional de salud y controlará y supervisará su


aplicación.

Artículo 66.- El Estado dará asistencia gratuita a los enfermos que carezcan de
recursos, a los habitantes en general cuando el tratamiento constituya un medio eficaz
para prevenir la diseminación de una enfermedad transmisible. En este caso, toda
persona está obligada a someterse a dicho tratamiento.

Artículo 67.- Los servicios de salud pública serán esencialmente técnicos. Se establecen
las carreras sanitarias, hospitalarias, paramédicas y de administración hospitalaria.

Artículo 68.- Un Consejo Superior de Salud Pública velará por la salud del pueblo. Es
Estará formado por igual número de representantes de los gremios médico,
odontológico, químico-farmacéutico y médico veterinario: tendrá un Presidente y un
Secretario de nombramiento del Órgano Ejecutivo, quienes no pertenecerán a ninguna
de dichas profesiones. La ley determinarás u organización.

El ejercicio de las profesiones que se relacionan de un modo inmediato con la salud del
pueblo, será vigilado por organismos legales formados por académicos pertenecientes a
cada profesión. Estos organismos tendrán facultad para suspender en el ejercicio
profesional a los miembros del gremio bajo su control cuando ejerzan su profesión con
manifiesta inmoralidad o incapacidad. La suspensión de profesionales podrá resolverse
por los organismos competentes con sólo robustez moral de prueba.

El Consejo Superior de Salud Pública conocerá y resolverá de los recursos que se


interpongan en contra de las resoluciones pronunciadas por los organismos a que alude
el inciso anterior.

Artículo 69.- El Estado proveerá los recursos necesarios e indispensables para el


control permanente de la calidad de los productos químicos, farmacéuticos y
veterinarios, por medio de organismos de vigilancia.

Asimismo el Estado controlará la calidad de los productos alimenticios y las


condiciones ambientales que puedan afectar la salud y el bienestar.

Artículo 70.- El Estado tomará a su cargo a los indigentes que, por su edad o
incapacidad física o mental, sean inhábiles para el trabajo
Capítulo III. Los ciudadanos, sus derechos y deberes políticos
y el cuerpo electoral

Artículo 71.- Son ciudadanos todos los salvadoreños mayores de dieciocho años.

Artículo 72.- Los derechos políticos del ciudadano son:

1º Ejercer el sufragio;

2º Asociarse para constituir r partidos políticos de acuerdo con la ley e ingresar


a los ya constituidos;

3º Optar a cargos públicos, cumpliendo con los requisitos que determinan esta
Constitución y las leyes secundarias.

Artículo 73.- Los deberes políticos del ciudadano son:

1º Ejercer el sufragio;

2º Cumplir y velar porque se cumpla la Constitución de la República;

3º Servir al Estado de conformidad con la ley.

El ejercicio del sufragio comprende, además, el derecho de votar en la consulta popular


directa, contemplada en esta Constitución.

Artículo 74.- Los derechos de ciudadanía se suspenden por las causas siguientes:

1º Auto de prisión formal;

2º Enajenación mental;

3º Interdicción judicial;

4º Negarse a desempeñar, sin justa causa, un cargo de elección popular; en este


caso, la suspensión durará todo el tiempo que debiera desempeñarse el cargo
rehusado.

Artículo 75.- Pierden los derechos de ciudadano:

1º Los de conducta notoriamente viciada;

2º Los condenados por delito;

3º Los que compren o vendan votos en las elecciones;


4º Los que suscriban actas, proclamas o adhesiones para promover o apoyarla
reelección o la continuación del Presidente de la República, o empleen medios
directos encaminados a ese fin;

5º Los funcionarios, las autoridades y los agentes de éstas que coarten la


libertad del sufragio.

En estos casos, los derechos de ciudadanía se recuperan por rehabilitación expresa


declarada por autoridad competente.

Artículo 76.- El cuerpo electoral está formado por todos los ciudadanos capaces de
emitir voto.

Artículo 77.- Para el ejercicio del sufragio es condición indispensable estas inscrito en
el Registro Electoral, elaborado en forma autónoma por el Concejo Central de
Elecciones, y distinto a cualquier otro registro público.

Artículo 78.- El voto será libre, directo, igualitario y secreto.

Artículo 79.- El territorio de la República se divide; en circunscripciones electorales


que determinará la ley. La base del sistema electoral es la población.

Para elecciones de Diputados se adoptará el sistema de representación proporcional.

La ley determinará la forma, tiempo y demás condiciones para el ejercicio del sufragio.

La fecha de las elecciones para Presidente y Vicepresidente de la República, deberá


preceder no menos de dos meses ni más de cuatro a la iniciación del período
presidencial.

Artículo 80.- El Presidente y Vicepresidente de la República, los Diputados a la


Asamblea Legislativa y los miembros de los Concejos Municipales, son funcionarios de
elección popular.

Cuando en las elecciones de Presidente y Vicepresidente de la República ningún partido


político o coalición de partidos políticos participantes, haya obtenido mayoría absoluta
de votos de conformidad con el escrutinio practicado, se llevará a cabo una segunda
elección entre los dos partidos políticos o coalición de partidos políticos que haya
obtenido mayor número de votos válidos; esta segunda elección deberá celebrarse en un
plazo no mayor de treinta días después de haberse declarado firmes los resultados de la
primera elección.

Cuando por fuerza mayor o caso fortuito, debidamente calificados por la Asamblea
Legislativa, no pudiere efectuarse la segunda elección en el período señalado, la
elección se verificará dentro de un segundo período no mayor de treinta días.

Artículo 81.- La propaganda electoral sólo se permitirá; aun sin previa convocatoria,
cuatro meses antes de la fecha establecida por la ley para la elección de Presidente y
Vicepresidente de la República; dos meses antes, cuando se trate de Diputados, y un
mes antes en el caso de los Concejos Municipales
Artículo 82.- Los ministros de cualquier culto religioso y los miembros en servicio
activo de la Fuerza Armada no podrán pertenecer a partidos políticos ni obtener cargos
de elección popular.

Tampoco podrán realizar propaganda política en ninguna forma.

El ejercicio del voto lo efectuarán los ciudadanos en los lugares que determine la ley
respectiva y no podrá efectuarse en los recintos de las instalaciones militares.

Título III. El Estado, su forma de Gobierno y sistema


político
Artículo 83.- El Salvador es un Estado soberano. La soberanía reside en el pueblo, que
la ejerce en la forma prescrita y dentro de los límites de esta Constitución.

Artículo 84.- El territorio de la República sobre el cual El Salvador ejerce jurisdicción y


soberanía es irreductible y además de la parte continental, comprende:

El territorio insular integrado por las islas, islotes y cayos que enumera la Sentencia de
la Corte de Justicia cia Centroamericana, pronunciada el... de marzo de 1917 y que
además le corresponden, conforme a otras fuentes del Derecho Internacional;
igualmente otras islas, islotes y cayos que también le corresponden conforme al derecho
internacional.

Las aguas territoriales y en comunidad del Golfo de Fonseca, el cual es una bahía
histórica con caracteres de mar cerrado, cuyo régimen está determinado por el derecho
internacional y por la sentencia mencionada en el inciso anterior.

El espacio aéreo, el subsuelo y la plataforma continental e insular correspondiente; y


además, El Salvador ejerce soberanía y jurisdicción sobre el mar, el subsuelo y el lecho
marinos hasta una distancia de 200 millas marinas contadas desde la línea de más baja
marea, todo de conformidad a las regulaciones del derecho internacional.

Los límites del territorio nacional son los siguientes:

AL PONIENTE, con la República de Guatemala, de conformidad a lo


establecido en el Tratado de Límites Territoriales, celebrado en Guatemala, el 9
de abril de 1938.
AL NORTE, y AL ORIENTE, en parte, con la República de Honduras, en las
secciones delimitadas por el Tratado General de Paz, suscrito en Lima, Perú, el
30 de octubre de 1980. En cuanto a las secciones pendientes de delimitación los
límites serán los que se establezcan de conformidad con el mismo Tratado, o en
su caso, conforme a cualquiera de los medios de solución pacífica de las
controversias internacionales.

AL ORIENTE, en el resto, con las Repúblicas de Honduras y Nicaragua en las


aguas del Golfo de Fonseca.

Y AL SUR, con el Océano Pacífico.

Artículo 85.- El Gobierno es republicano, democrático y representativo.

El sistema político es pluralista y se expresa por medio de los partidos políticos, que son
el único instrumento p ara el ejercicio de la representación del pueblo dentro del
Gobierno. Las normas, organización y funcionamiento se sujetarán a los principios de la
democracia representativa.

La existencia de un partido único oficial es incompatible con el sistema democrático y


con la forma de gobierno establecidos en esta Constitución.

Artículo 86.- El poder público emana del pueblo. Los órganos del Gobierno lo
ejercerán independientemente den dentro de las respectivas atribuciones y competencias
que establecen esta Constitución y las leyes. Las atribuciones y competencias que
establecen esta Constitución y las leyes. Las atribuciones de los órganos del Gobierno
son indelegables, pero éstos colaborarán entre sí en el ejercicio de las funciones
públicas.

Los órganos fundamentales del Gobierno son el Legislativo, el Ejecutivo y el Judicial.

Los funcionarios del gobierno son delegados del p pueblo y no tienen más facultades
que las que expresamente les da la ley.

Artículo 87.- Se reconoce el derecho del pueblo a la insurrección, para el solo objeto de
restablecer el orden constitucional alterado por la transgresión de las normas relativas a
la forma de gobierno o al sistema político establecidos, o por graves violaciones a los
derechos consagrados en esta Constitución.

El ejercicio de este derecho no producirá la abrogación n ni la reforma de esta


Constitución, y se limitará a separar en cuanto sea necesario a los funcionarios
transgresores, reemplazándolos de manera transitoria hasta que sean sustituidos en la
forma establecida por esta constitución.

Las atribuciones y competencias que corresponden a los órganos fundamentales


establecidos por esta Constitución, no podrán ser ejercidos en ningún caso por una
misma persona o por una sola institución.
Artículo 88.- La alternativa en el ejercicio de la Presidencia de la República es
indispensable para el mantenimiento de la forma de gobierno y sistema político
establecidos. La violación de esta norma obliga a la insurrección.

Artículo 89.- El Salvador alentará y promoverá la integración humana, económica,


social y cultural con las repúblicas americanas y especialmente con las de
centroamericana. La integración podría; efectuarse mediante tratados o convenios con
las repúblicas interesadas, los cuales podrán contemplar la creación de organismo con
funciones supranacionales.

También propiciará la reconstrucción total o parcial de la República de Centro América,


en forma unitaria, federal o confederada, con plena garantía de respeto a los principios
democráticos y republicanos y de los derechos individuales y sociales de sus habitantes.

El proyecto y bases de la unión se someterán a consulta popular.

Título IV. La nacionalidad


Artículo 90.- Son salvadoreños por nacimiento:

1º Los nacidos en el territorio del El Salvador;

2º Los hijos de padre o madre salvadoreños, nacidos en el extranjero;

3º Los originarios de los demás Estados que constituyeron la República Federal


de Centro América, que teniendo domicilio en El Salvador, manifiesten ante las
autoridades competentes su voluntad de ser salvadoreños, sin que se requiera la
renuncia de su nacionalidad de origen.

Artículo 91.- Los salvadoreños por nacimiento tienen derecho a gozar de la doble o
múltiple nacionalidad.

La calidad de salvadoreño por nacimiento solo se pierde por renuncia expresa ante
autoridad competente y se recupera por solicitud ante la misma.

Artículo 92.- Pueden adquirir la calidad de salvadoreños por naturalización:

1º Los españoles e hispanoamericanos de origen que tuvieren un año de


residencia en el país;

2º Los extranjeros de cualquier origen que tuvieren cinco años de residencia en


el país;
3º Los que por servicios notables prestados a la República obtengan esa calidad
del Órgano Legislativo;

4º El extranjero casado con salvadoreña o la extranjera casada con salvadoreño


que acreditaren dos años de residencia en el país, anteriores o posteriores a la
celebración del matrimonio.

La nacionalidad ad por naturalización se otorgará por autoridades competentes


de conformidad con la ley.

Artículo 93.- Los tratados internacionales regularán la forma y condiciones en que los
nacionales de países que no formaron parte de la República Federal de Centro América
conserven su nacionalidad, no obstante haber adquirido la salvadoreña por
naturalización siempre que se respete el principio de reciprocidad.

Artículo 94.- La calidad de salvadoreño naturalizado se pierde:

1º Por residir más de dos años consecutivos en el país de origen o por ausencia
del territorio de la República por más de cinco años consecutivos, salvo en caso
de permiso otorgado conforme a la ley;

2º Por sentencia ejecutoriada, en los casos que determine la ley. Quien pierda
así la nacionalidad, no podrá recuperarla.

Artículo 95.- Son salvadoreñas las personas jurídicas constituidas conforme a las leyes
de la República, que tengan domicilio legal en el país.

Las regulaciones que las leyes establezcan en beneficio de los salvadoreños no podrán
vulnerarse por medio de personas jurídicas salvadoreñas cuyos socios o capitales sean
en su mayoría extranjeros.

Artículo 96.- Los extranjeros, desde el instante en que llegaren al territorio de la


República, estarán estrictamente obligados a respetar a las autoridades y a obedecer las
leyes, y adquirirán derecho a ser protegidos por ellas.

Artículo 97.- Las leyes establecerán los casos y la forma en que podrá negarse al
extranjero la entrada o la permanencia a en el territorio nacional.

Los extranjeros que directa o indirectamente participen en la política interna del país
pierden el derecho a residir en él.

Artículo 98.- Ni los salvadoreños ni los extranjeros podrán en ningún caso reclamar al
gobierno indemnización alguna por daños o perjuicios que a sus personas o a sus bienes
causaren las facciones. Solo podrán hacerlo contra los funcionarios o particulares
culpables.

Artículo 99.- Los extranjeros no podrán ocurrir a la vía diplomática sino en los casos de
la denegación de justicia y después de agotados los recursos legales que tengan
expeditos.
No se entiende por de negación de justicia el que un fallo ejecutoriado sea desfavorable
al reclamante. Los que contravengan esta disposición perderán el derecho de residir en
el país.

Artículo 100.- Los extranjeros estarán sujetos a una ley especial.

Título V. Orden económico


Artículo 101.- El orden económico debe responder esencialmente a principios de
justicia social, que tiendan a asegurar a todos los habitantes del país una existencia
digna del ser humano.

El Estado promoverá el desarrollo económico y social mediante el incremento de la


producción, la productividad y la racional utilización de los recursos. Con igual
finalidad, fomentará los diversos sectores de la producción y defenderá el interés los
consumidores.

Artículo 102.- Se garantiza la libertad económica, en lo que no se oponga al interés


social.

El Estado fomentará y protegerá la iniciativa privada dentro de las condiciones


necesarias para acrecentar la riqueza nacional y para asegurarlos beneficios de ésta al
mayor número de habitantes del país.

Artículo 103.- Se reconoce y garantiza el derecho a la propiedad privada en función


social.

Se reconoce asimismo la propiedad intelectual y artística, por el tiempo y en la forma


determinados por la ley.

El subsuelo pertenece al Estado el cual podrá otorgar concesiones para su explotación.

Artículo 104.- Los bienes inmuebles propiedad del Estado podrán ser transferidos a
personas naturales o jurídicas dentro de los límites y en la forma establecida por la ley.

La propiedad estatal rústica con vocación agropecuaria que no sea indispensable para
las actividades propias del Estado, deberán ser transferidas mediante el pago
correspondiente a los beneficiarios de la Reforma Agraria. Podrá también transferirse a
corporaciones de utilidad pública.

Artículo 105.- El Estado reconoce, fomenta y garantiza el derecho de propiedad privada


sobre la tierra rústica, ya sea individual, cooperativa, comunal o en cualquier otra forma
asociativa, y no podrá por ningún concepto reducir la extensión máxima de tierra que
como derecho de propiedad establece esta Constitución.
La extensión máxima de tierra rústica perteneciente a una misma persona natural o
jurídica no podrá exceder de doscientas cuarenta y cinco hectáreas. Esta limitación no
será aplicable a las asociaciones cooperativas o comunales campesinas.

Los propietarios de tierras a que se refiere el inciso segundo de este artículo, podrá n
transferirla, enajenarla, partirla, dividirla o arrendar la libremente. La tierra propiedad
de las asociaciones cooperativas, comunales campesinas y beneficiarios de la Reforma
Agraria estará sujeta a un régimen especial.

Los propietarios de tierras rústicas cuya extensión sea mayor de doscientas cuarenta y
cinco hectáreas, tendrán derecho a determinar de inmediato la parte de la tierra que
deseen conservar, segregándola e inscribiéndola por separado en el correspondiente
Registro de la Propiedad Raíz e Hipotecas.

Los inmuebles rústicos que excedan el límite establecido por esta Constitución y se
encuentren en pro indivisión, podrán ser objeto de partición entre los copropietarios.

Las tierras que excedan la extensión establecida por esta Constitución podrán ser
transferidas a cualquier título a campesinos, agricultores en pequeño, sociedades y
asociaciones cooperativas y comunales campesinas. La transferencia a que se refiere
este inciso, deberá realizarse dentro de un plazo de tres años. Una ley especial
determinará el destino de las tierras que no hayan sido transferidas, al finalizar el
período anteriormente establecido.

En ningún caso las tierras excedentes a que se refiere el inciso anterior podrán ser
transferidas a cualquier título a parientes dentro del cuarto grado de consanguinidad o
segundo de afinidad.

El Estado fomentará el establecimiento, financiación y desarrollo de la agro-industria,


en los distintos departamentos de la República, a fin de garantizar el empleo de mano de
obra y transformación de materias primas producidas por el sector agropecuario
nacional.

Artículo 106.- La expropiación procederá por causas de utilidad pública o de interés


social, legalmente comprobados, y previa una justa indemnización.

Cuando la e expropiación sea motivada por causas provenientes de guerra, de calamidad


pública o cuando tenga por objeto el aprovisionamiento de agua o de energía eléctrica, o
la construcción de viviendas o de carreteras, caminos o vías públicas de cualquier clase,
la indemnización podrá no ser previa.

Cuando justifique el monto de la indemnización que deba reconocerse por los bienes
expropiados de conformidad con los incisos anteriores, el pago podrá; hacerse a plazos,
el cual no excederá en conjunto de quince años, en cuyo caso se pagará a la persona
expropiada el interés bancario correspondiente. Dicho pago deberá hacerse
preferentemente en efectivo.

Se podrá expropiar sin indemnización las entidades que hayan sido creadas con fondos
públicos.
Se prohíbe la confiscación ya sea como pena o en cualquier otro concepto. Las
autoridades que contravengan este precepto responderán en todo tiempo con sus
personas y bienes del daño inferido. Los bienes confiscados son imprescindibles.

Artículo 107.- Se prohíbe toda especie de vinculación, excepto:

1º Los fideicomisos constituidos a favor del Estado, de los municipios, de las


entidades públicas, de las instituciones de beneficencia o de cultura, y de los
legalmente incapaces;

2º Los fideicomisos constituidos por un plazo que no exceda del establecido por
la ley y cuyo manejo esté a cargo de bancos o instituciones de crédito
legalmente autorizados;

3º El bien de familia.

Artículo 108.- Ninguna corporación o fundación civil o eclesiástica, cualquiera que s ea


su denominación u objeto, tendrá capacidad legal para conservar en propiedad o
administrar bienes raíces, con excepción de los destinados inmediata y directamente al
servicio u objeto de la institución.

Artículo 109.- La propiedad de los bienes raíces rústicos no podrá ser adquirida por
extranjeros en cuyos países de origen o tengan iguales derechos los salvadoreños,
excepto cuando se trate de tierras para establecimientos industriales.

Las sociedades extranjeras y las salvadoreñas a que alude el inciso segundo del Art. 95
de esta Constitución, estarán sujetas a esta regla.

Artículo 110.- No podrá autorizarse ningún monopolio o sino a favor del Estado o de
los Municipios, cuando el interés social lo haga imprescindible. Se podrán establecer
estancos a favor del Estado.

A fin de garantizar la libertad empresarial y proteger al consumidor, se prohíben las


practicas monopolísticas.

Se podrá otorgar privilegios por tiempo limitado a los descubridores e inventores y a los
perfeccionadores de los procesos productivos.

Corresponde al Estado prestar por sí o por medio de institución es oficiales autónomas,


los servicios de correos y telecomunicaciones. Podrá tomar a su cargo otros servicios
públicos, cuando los intereses sociales así lo exijan, prestándolos directamente o por
medio de las mencionadas in situaciones o de los municipios. También le corresponde
regular y vigilar los servicios públicos prestados por empresas privadas y la aprobación
de sus tarifas, excepto las que se establezcan de conformidad con tratados o convenios
internacionales nacionales, las empresas salvadoreñas de servicios públicos tendrán sus
centros de trabajo y bases de operaciones en El Salvador.

Artículo 111.- El poder de emisión de especies monetarias corresponde exclusivamente


al Estado, el cual podrá ejercerlo directamente o por medio de un instituto emisor de
carácter público. El régimen monetario, bancario y crediticio será regulado por la ley.
El Estado deberá orientar la política monetaria con el fin de promover y mantener las
condiciones más favorables para el desarrollo ordenado de la economía nacional.

Artículo 112.- El Estado podrá administrar las empresas que presten servicios
esenciales a la comunidad, con el objeto de mantener la continuidad de los servicios,
cuando los propietarios o empresarios se resistan a acatar las disposiciones legales sobre
organización económica y social.

También podrá intervenir los bienes pertenecientes a nacionales de países con los cuales
El Salvador se encuentre en guerra.

Artículo 113.- Serán fomentadas y promovidas las asociaciones de tipo económico que
tiendan a incrementar la riqueza nacional mediante un mejor aprovechamiento de los
recursos naturales y humanos, y a promover una justa distribución de los beneficios
provenientes de sus actividades. En esta clase de asociaciones, además de los
particulares, podrán participar el Estado, los municipios y las entidades de utilidad
pública.

Artículo 114.- El Estado protegerá y fomentará las asociaciones cooperativas,


facilitando su organización, expansión y financiamiento.

Artículo 115.- El comercio, la industria y la prestación de servicios en pequeño son


patrimonio de los salvadoreños por nacimiento y de los centroamericanos naturales. Su
protección, fomento y desarrollo serán objeto de un a ley.

Artículo 116.- El Estado fomentará el desarrollo de la pequeña propiedad rural.


Facilitará al pequeño productor asistencia técnica, créditos y otros medios necesarios
para la adquisición y el mejor aprovechamiento de sus tierras.

Artículo 117.- Se declara de interés social la protección, restauración, desarrollo y


aprovechamiento de los recursos naturales. Es Estado creará los incentivos económicos
y proporcionará la asistencia técnica necesaria para el desarrollo de programas
adecuados.

La protección, conservación y mejoramiento de los recursos naturales y del medio serán


objeto de leyes especiales.

Artículo 118.- El Estado adoptara políticas de población con el fin de asegurar el mayor
bienestar a los habitantes de la República.

Artículo 119.- Se declarara de interés social la construcción de viviendas. Es Estado


procurará que el mayor número de familias salvadoreñas lleguen a ser propietarias de su
vivienda. Fomentará que todo propietario de fincas rústicas proporcione a los
trabajadores residentes habitación higiénica y cómoda, e instalaciones adecuadas a los
trabajadores temporales; y al efecto, facilitará al pequeño propietario los medios
necesarios.

Artículo 120.- En toda concesión que otorgue el Estado para establecimiento de


muelles, ferrocarriles, canales u otras obras materiales de servicio público, deberá
estipularse, como condición esencial, que después de transcurrido cierto tiempo, no
mayor de cincuenta años, tales obras pasarán por ministerio de ley, en perfectas
condiciones de servicio, al dominio del Estado, sin indemnización alguna.

Estas concesiones deberán ser sometidas al conocimiento de la Asamblea Legislativa


para su aprobación.

Título VI. Órganos del Gobierno, atribuciones y


competencias

Capítulo I. Órgano Legislativo

Sección primera. Asamblea Legislativa

Artículo 121.- La Asamblea Legislativa es un cuerpo colegiado compuesto por


Diputados, elegidos en la forma prescrita por esta Constitución, y ella compete
fundamentalmente la atribución de legislar.

Artículo 122.- La Asamblea Legislativa se reunirá en la capital de la República, para


iniciar su período y sin necesidad de convocatoria, el día primero de mayo del año de la
elección de sus miembros. Podrá trasladarse a otro lugar de la República para celebrar
sus sesiones, cuando así lo acordare.

Artículo 123.- La mayoría de los miembros de la Asamblea será suficiente para


deliberar.

Para tomar resolución se requeriré e; por lo menos el voto favorable de la mitad más
uno de los Diputados electos, salvo los casos en que conforme a esta Constitución se
requiere una mayoría distinta.

Artículo 124.- Los miembros de la Asamblea se renovarán cada tres años y podrán ser
reelegidos. El período de sus funciones comenzará el primero de mayo del año de su
elección.
Artículo 125.- Los Diputados representan al pueblo entero y no están ligados por
ningún mandato imperativo. Son inviolables, y no tendrán responsabilidad en tiempo
alguno por las opiniones o votos que emitan.

Artículo 126.- Para ser elegido Diputado se requiere ser mayor de veinticinco años,
salvadoreño por nacimiento, hijo de padre o madre salvadoreño, de notoria honradez e
instrucción y no haber perdido los derechos de ciudadano en los cinco años anteriores a
la elección.

Artículo 127.- No podrán ser candidatos a Diputados:

1º El Presidente y Vicepresidente de la República, los Ministros y


Viceministros del Estado, el Presidente y los Magistrados de la Corte Suprema
de Justicia, los funcionarios de los organismos electorales, los militares de alta,
y en general, los funcionarios que ejerzan jurisdicción.

2º Los que hubiesen administrado o manejado fondos públicos, mientras no


obtengan el finiquito de sus cuentas;

3º Los contratistas de obras o empresas públicas que se coste en con fondos del
Estado o del Municipio, sus caucioneros y los que, de resultas de tales obras o
empresas tengan pendientes reclamaciones de interés propio;

4º Los parientes del Presidente de la República dentro del cuarto grado de


consanguinidad o segundo de afinidad;

5º Los deudores de la Hacienda Pública o Municipal que estén en mora.

6º Los que tengan pendientes contratos o concesiones con el estado para


explotación de riquezas nacionales o de servicios públicos, así como los que
hayan aceptado ser representantes o apoderados administrativos de aquellos o
de sociedades extranjeras que se hallen en los mismos casos.

Las incompatibilidades a que se refiere el ordinal primero de este artículo afectan a


quienes hayan desempeñado los cargos indicados dentro de los tres meses anteriores a la
elección.

Artículo 128.- Los Diputados no podrá n ser contratistas ni caucioneros de obras o


empresas públicas que se costeen con fondos del Estado o del Municipio; no tampoco
obtener concesiones del Estado para explotación de riquezas nacionales o de servicios
públicos, ni aceptar ser representante o apoderados administrativos de personas
nacionales o extranjeras que tengan esos contratos o concesiones.

Artículo 129.- Los Diputados en ejercicio no podrán desempeñar cargos públicos


remunerados durante el tiempo para el que han sido elegidos, excepto los de carácter
docente o cultural, y los relacionados con los servicios profesionales de asistencia
social.

No obstante, podrán desempeñar los cargos de Ministros o Viceministros os de Estado,


Presidentes de Instituciones Oficiales Autónomas, Jefes de Misión Diplomática,
Consular o desempeñar Misiones Diplomáticas Especiales. En estos casos, al cesar en
sus funciones se reincorporarán a la Asamblea, si todavía está vigente el período de su
elección.

Los suplentes pueden desempeñar empleos o cargos públicos sin que su aceptación y
ejercicio produzca la pérdida de la calidad de tales.

Artículo 130.- Los Diputados cesarán en su cargo en los casos siguientes:

1º Cuando en sentencia definitiva fueren condenados por delitos graves;

2º Cuando incurrieren en las prohibiciones contenidas en el artículo 128 de esta


Constitución.

3º Cuando renunciaren sin justa causa calificada como tal por la Asamblea.

En estos casos quedarán inhabilitados para desempeñar cualquier otro cargo


público durante el período o de su elección.

Artículo 131.- Corresponde a la Asamblea Legislativa:

1º Decretar su reglamento anterior;

2º Aceptar o desechar las credenciales de sus miembros, recibir a éstos la


protesta constitucional, y deducirles responsabilidad en los casos previstos por
esta Constitución;

3º Conocer de las renuncias que presentaren los Diputados, admitiéndolas


cuando se fundaren en causas justas legalmente comprobada;

4º Llamar a los Diputados suplentes en caso de muerte, renuncia, nulidad de


elección, permiso temporal o imposibilidad de concurrir de los propietarios;

5º Decretar, interpretar auténticamente, reformar y derogar las leyes


secundarias;

6º Decretar impuestos, tasas y demás contribuciones sobre toda clase de bienes,


servicios e ingresos, en relación equitativa; y en caso de invasión, guerra
legalmente declarada o calamidad pública, decretar empréstitos forzosos en la
misma relación, si no bastaren las rentas públicas ordinarias;

7º Ratificar los tratados o pactos que celebre el ejecutivo con otros Estados u
organismos internacionales, o denegar su ratificación;

8º Decretar el Presupuesto de ingresos y egresos de la Administración Pública,


así como sus reformas;

9º Crear y suprimir plazas, y asignar sueldo a los funcionarios y empleados de


acuerdo con el régimen de Servicio Civil;
10º Aprobar su presupuesto y sistema de salarios, así como sus reformas,
consultándolos previamente con el Presidente de la República para el solo
efecto de garantizar que existan los fondos necesarios para su cumplimiento.
Una vez aprobado dicho presupuesto se incorporará al Presupuesto de Ingresos
y Egresos de la Administración Pública;

11º Decretar de una manera general, beneficios e incentivos fiscales o de


cualquier naturaleza, para la promoción de actividades culturales, científicas,
agrícolas, industriales, comerciales o de servicios;

12º Decretar leyes sobre el reconocimiento de la deuda pública y crear y


asignar los fondos necesarios para su pago;

13º Establecer y regular el sistema monetario nacional y resolver sobre la


admisión y circulación de la moneda extranjera;

14º Recibir la protesta constitucional y dar posesión de su cargo a los


ciudadanos que conforme a la ley, deban ejercer la Presidencia y
Vicepresidencia de la República;

15º Resolver sobre renuncias interpuestas y licencias solicitados por el


Presidente y el Vicepresidente de la República y los Designados, previa
ratificación personal ante la misma Asamblea;

16º Desconocer obligatoriamente al Presidente de la República o al que haga


sus veces cuando terminado su período constitucional continúe en el ejercicio
del cargo. En tal caso, si no hubiere ere persona legalmente llamada para el
ejercicio de la Presidencia, designará un Presidente Provisional;

17º Elegir, para todo el período presidencial respectivo, en votación nominal y


pública, a dos personas que en carácter de Designados deban ejercer la
Presidencia de la República, en los casos y en el orden determinados por esta
Constitución;

18º Recibir el informe de labores que debe rendir el Ejecutivo por medio de sus
Ministros, y aprobarlo o d desaprobarlo;

19º Elegir por votación nominal y pública a los siguientes funcionarios:


Presidente y Magistrados de la Corte Suprema de Justicia, Presidente y
Miembros del Concejo Centras de Elecciones, Presidente y Magistrados de la
Corte de Cuentas de la República, Fiscal General de la República y Procurador
General de la República;

20º Declarar, con no menos de los dos tercios de votos de los Diputados
electos, la incapacidad física o mental del Presidente, del Vicepresidente de la
República y de los funcionarios electos por la Asamblea, para el ejercicio de
sus cargos, previo dictamen unánime de una Comisión de cinco médicos
nombrados por la Asamblea;
21º Determinar las atribuciones y competencias de los diferentes funcionarios
cuando por esta Constitución no se hubiese hecho;

22º Conceder a personas o poblaciones, títulos, distinciones honoríficas y


gratificaciones compatibles con la forma de gobierno establecida, por servicios
relevantes prestados a la Patria.

No obstante, se prohíbe que tales títulos, distinciones y gratificaciones se


concedan, mientras desempeñen sus cargos, a los funcionarios siguientes:
Presidente y Vicepresidente de la República, Ministros y Viceministros de
Estado, Diputados a la Asamblea Legislativa, y Presidente y Magistrados de la
Corte Suprema de Justicia.;

23º Conceder permiso a los salvadoreños para que e acepten distinciones


honoríficas otorgadas por gobiernos extranjeros;

24º Conceder permisos o privilegios temporales por actividades o trabajos


culturales o científicos;

25º Declarar la guerra y ratificar la paz, con base en los informes que le
proporcione el Órgano Ejecutivo;

26º Conceder amnistía por delitos políticos o comunes conexos con éstos, o por
delitos comunes cometidos por un número de personas que no baje de veinte; y
conceder indultos, previo informe favorable de la Corte Suprema de Justicia;

27º Suspender y restablecer las garantías constitucionales de acuerdo con el


Art. 29 de esta Constitución, en votación nominal y pública, con los dos tercios
de votos, por los menos, de los Diputados electos;

28º Conceder o negar permiso a los salvadoreños para que acepten cargos
diplomáticos o consulares que deban ser ejercidos en El Salvador;

29º Permitir o negar el tránsito de tropas extranjeras por el territorio de la


República, y el estacionamiento de naves o aeronaves de guerra de otros países,
por más tiempo del establecido en los tratados o prácticas internacionales;

30º Aprobar las concesiones a que se refiere el Art. 120 de esta Constitución;

31º Erigir jurisdicciones y establecer cargos, a propuesta de la Corte Suprema


de Justicia, para que los funcionarios respectivos conozcan en toda clase de
causa s criminales, civiles, mercantiles, laborales, contenciosos-administrativas,
agrarias y otras;

32º Nombrar comisiones especiales para la investigación de asuntos de interés


nacional y adoptar los acuerdos o recomendaciones que estime necesarios, con
base en el informe de dichas comisiones;

33º decretar los Símbolos Patrios;


34º Interpelar a los Ministros o Encargados del Despacho y a los Presidentes de
Instituciones Oficiales Autónomas;

35º Calificar la fuerza mayor o el caso fortuito a que se refiere el último inciso
del artículo 80;

36º Recibir el informe de labores que deben rendir el Fiscal General de la


República, el Procurador General de la República, el Presidente de la Corte de
Cuentas de la República y el Presidente del Banco Central de Reserva de El
Salvador;

37º Recomendar a la Presidencia de la República la destitución de los Ministros


de Estado; o a los organismos correspondientes, la de los funcionarios de
Instituciones Oficiales Autónomas cuando así lo estime conveniente, como
resultado de la investigación de sus comisiones especiales o de la interpelación,
en su caso;

38º Ejercer las demás atribuciones que le señale esta Constitución.

Artículo 132.- Todos los funcionarios y empleados públicos, incluyendo los de


Instituciones Oficiales Autónomas y los Miembros de la Fuerza Armada, están en la
obligación de colaborar con las comisiones especiales de la Asamblea Legislativa; y la
comparecencia y declaración de aquellos así como las de cualquier otra persona,
requerida por las mencionadas comisiones, serán obligatorias bajo los mismos
apercibimientos que se observan en el procedimiento judicial.

Las conclusiones de las comisiones especiales de investigación de la Asamblea


Legislativa no serán vinculadas para los tribunales, no afectarán los procedimientos o
las resoluciones judiciales, sin perjuicio de que el resultado sea comunicado a la Fiscalía
General de la República para el ejercicio de acciones pertinentes.

Sección segunda. La ley, su formación; promulgación y vigencia

Artículo 133.- Tienen exclusivamente iniciativa de ley:

1º Los Diputados;

2º El Presidente de la República por medio de sus Ministros;

3º La Corte Suprema de Justicia en materias relativas al Órgano Judicial al


ejercicio del Notariado y de la Abogacía, y a la jurisdicción y competencia de
los tribunales;

4º Los Concejos Municipales en materia de impuestos municipales.


Artículo 134.- Todo proyecto de ley que se apruebe deberá estar firmado por la mayoría
de los miembros de la Junta Directiva. Se guardará un ejemplar en la Asamblea y se
enviarán dos al Ejecutivo.

Artículo 135.- Todo proyecto de ley, después de discutido y aprobado, se trasladará a


más tardar dentro de diez días al Órgano Ejecutivo, y si éste no tuviere objeciones, le
dará su sanción y lo hará publicar como ley.

No será necesaria la sanción del Órgano Ejecutivo en los casos de los ordinales 1º., 2º.,
3º., 4º., 14º., 15º., 16º., 17º., 18º., 19º., 20º., 32º., 34º., 35º., 36º. y 37º. del Art. 131 de
esta Constitución y en los antejuicios en que conozca la Asamblea.

Artículo 136.- Si el Ejecutivo no encontrare objeción al proyecto recibido, firmará los


dos ejemplares, devolverá uno a la Asamblea, dejará el otro en su archivo y hará
publicar el texto como ley en el órgano oficial correspondiente te.

Artículo 137.- Cuando el Órgano Ejecutivo vetare un proyecto de ley, lo devolverá a la


Asamblea dentro de los ocho días siguientes al de su recibo, puntualizando las razones
en que funda su veto; si dentro del término expresado no lo devolviere se tendrá por
sancionado y lo publicará como ley.

En caso de veto, la Asamblea reconsiderará el proyecto, y si lo ratificare con los dos


tercios de votos, por lo menos de los Diputados electos, lo enviaría; de nuevo al
Ejecutivo, y éste deberá sancionarlo y mandarlo publicar.

Si lo devolviere con observaciones, la Asamblea las considerará y resolverá lo que crea


conveniente por la mayoría establecida en el Art. 123, y lo enviará al Ejecutivo, quien
deberá sancionarlo y mandarlo publicar.

Artículo 138.- Cuando la devolución de un proyecto de ley se debe a que el Órgano


Ejecutivo lo considera inconstitucional, y el Órgano Legislativo lo ratifica en la forma
establecida en el artículo que antecede, deberá el Ejecutivo dirigirse a la Corte Suprema
de Justicia dentro del tercer día, para que ésta, oyendo las razones de ambos Órganos,
decida si es o no constitucional, a más tardar dentro de quince días. Si la Corte decidiere
que el proyecto es constitucional, el Órgano ejecutivo estará en la obligación de
sancionarlo y publicarlo como ley.

Artículo 139.- El término para la publicación de las leyes será de quince días. Si dentro
de ese término el Órgano Ejecutivo no las publicare, el Presidente de la Asamblea lo
hará en el Diario Oficial o en cualquier otro diario de los de mayor circulación en la
República.

Artículo 140.- Ninguna ley obliga sino en virtud de sus promulgación y publicación.
Para que una ley de carácter permanente sea obligatoria deberán transcurrir, por lo
menos, ocho días después de su publicación. Este plazo podrá ampliarse, pero no
restringirse.

Artículo 141.- En caso de evidente error en la impresión del texto de la ley, se volverá a
publicar, a más tardar dentro de diez días. Se tendrá la última publicación como su texto
auténtico; y de la fecha de la nueva publicación se contará el término para su vigencia.
Artículo 142.- Para interpretar, reformar o derogar las leyes se observarán los mismos
trámites que para su formación.

Artículo 143.- Cuando un proyecto de ley fuere desechado o no fuere ratificado, no


podrá ser propuesto dentro de los próximos seis meses.

Sección tercera. Tratados

Artículo 144.- Los tratados internacionales celebrados por El Salvador con otros
estados o con organismos internacionales, constituyen leyes de la República al entrar en
vigencia, conforme a las disposiciones del mismo tratado y de esta Constitución.

La ley no podrá modificar o derogar lo acordado en un tratado vigente para El Salvador.


En caso de conflicto entre el tratado y la ley, prevalecerá el tratado.

Artículo 145.- No se podrán ratificar los tratados en que se restrinjan o afecten de


alguna manera las disposiciones constitucionales, a menos que la ratificación se haga
con las reservas correspondientes. Las disposiciones del tratado sobre las cuales se haga
reservas no son ley de la República.

Artículo 146.- No podrán celebrarse o ratificarse tratados u otorgarse concesiones en


que de alguna manera se altere la forma de gobierno o se lesione o menos caben la
integridad del territorio, la soberanía e independencia de la República o los derechos y
garantías fundamentales de la persona humana.

Lo dispuesto en el inciso anterior se aplica a los tratados internacionales o contratos con


gobiernos o empresas nacionales o internacionales en los cuales se someta el Estado
salvadoreño, a la jurisdicción de un tribunal de un estado extranjero.

Lo anterior no impide que, tanto en los tratados como en los contratos, el Estado
salvadoreño en caso de controversia, someta la decisión aun arbitraje o a un tribunal
internacionales.

Artículo 147.- Para la ratificación de todo tratado o pacto por el cual se someta a
arbitraje cualquier cuestión relacionada con los límites de la República, será necesario el
voto de lastres cuartas partes, por lo menos, de los Diputados electos.

Cualquier tratado o convención que celebre el Órgano Ejecutivo referente al territorio


nacional requerirá también el voto de la s tres cuartas partes, por lo menos, de los
Diputados electos.

Artículo 148.- Corresponde a la Asamblea Legislativa facultar al Órgano Ejecutivo para


que contrate empréstitos voluntarios, dentro o fuera de la República, cuando un a grave
y urgente necesidad lo demande, y para que garantice obligaciones contraídas por
entidades estatales o municipales de interés público.

Los compromisos contraídos de conformidad con esta disposición deberán ser


sometidos al conocimiento del Órgano Legislativo, el cual no podrá aprobarlos con
menos de los dos tercios de votos de los Diputados electos.

El decreto legislativo en que se autorice la emisión o contratación de un empreste sitio


deberá expresar claramente el fin a que se destinarán los fondos de éste y en general,
todas las condiciones esenciales de la operación.

Artículo 149.- La facultad de declarar la inaplicabilidad de las disposiciones de


cualquier tratado contraídas a los preceptos constitucionales, se ejercerá por los
tribunales dentro de la protesta de administrar justicia.

La declaratoria de inconstitucionalidad de un tratado, de un modo general, yo


obligatorio, se hará en la misma forma prevista por esta Constitución para las leyes,
decretos y reglamentos.

Capítulo II. Órgano Ejecutivo

Artículo 150.- El Presidente y el Vicepresidente de la República, los Ministros y


Viceministros de Estado y sus funcionarios dependientes, integran el Órgano Ejecutivo.

Artículo 151.- Para ser elegido Presidente de la República se requiere: ser salvadoreño
por nacimiento, hijo de padre o madre salvadoreño; del estado seglar, mayor de treinta
años de edad, de moralidad e instrucción notorias; estar en el ejercicio de los derechos
de ciudadano, haberlo estado en los seis años anteriores a la elección y estas afiliado a
uno de los partidos políticos reconocidos legalmente.

Artículo 152.- No podrán ser candidatos a Presidente de la República:

1º El que haya desempeñado la Presidencia de la República por más de seis


meses, consecutivos o no, durante el período inmediato anterior, o dentro de los
últimos seis meses anteriores al inicio del período presidencial;

2º El cónyuge y los parientes dentro del cuarto grado de consanguinidad o


segundo de afinidad de cualquiera de las personas que hayan ejercido la
Presidencia en los casos del ordinal anterior;
3º El que haya sido Presidente de la Asamblea Legislativa o Presidente de la
Corte Suprema de Justicia durante el año anterior al día del inicio del período
presidencial;

4º El que haya sido Ministro, Viceministro de estado o Presidente de alguna


Institución Oficial Autónoma, dentro del ultimo año de período presidencial
inmediato anterior;

5º Los militares de profesión que estuvieren de alta o que lo hayan estado en los
tres años anteriores al día; a del inicio del período presidencial;

6º El Vicepresidente o Designado que llamado legalmente a ejercer la


Presidencia en el período inmediato anterior, se negare a des empeñarla sin
justa causa, entendiéndose que existe cuando el Vicepresidente o Designado
manifieste su intención de ser candidato a la Presidencia de la República,
dentro de los seis meses anteriores al inicio del período presidencial;

7º Las personas comprendidas en los ordinales 2º, 3º, 4º, 5º y 6º del artículo 127
de esta Constitución.

Artículo 153.- Lo dispuesto en los dos artículos anteriores se aplicará al Vicepresidente


de la República y a los Designados a la Presidencia.

Artículo 154.- El período presidencial será de cinco años y comenzará y terminará el


día primero de junio, sin que la persona que haya ejercido la Presidencia pueda
continuar en sus funciones un día más.

Artículo 155.- En defecto del Presidente de la República, por muerte, renuncia,


remoción u otra causa, lo sustituirá el Vicepresidente; a falta de éste, uno de los
Designados por el orden de su nominación, y si todos éstos faltaren por cualquier causa
legal la Asamblea designará la persona que habrá de sustituirlo.

Si la causas que inhabilite al Presidente para el ejercicio del cargo durare más de seis
meses, la persona que lo sustituya conforme al inciso anterior terminará el período
presidencial.

Si la inhabilidad del Presidente fuere temporal, el sustituto ejercerá el cargo únicamente


mientras dure aquélla.

Artículo 156.- Los cargos de Presidente y de Vicepresidente de la República y los de


Designados solamente son renunciables por causa grave debidamente comprobada, que
calificará la Asamblea.

Artículo 157.- El Presidente de la República es el Comandante General de la Fuerza


Armada.

Artículo 158.- Se prohíbe al Presidente de la República salir del territorio nacional sin
licencia de la Asamblea Legislativa.
Artículo 159.- Para la gestión de os negocios públicos habrá las Secretarías de Estado
que fueren necesarias, entre las cuales se distribuirán los diferentes Ramos de la
Administración. Cada Secretaría estará a cargo de un Ministro, quien actuará con la
colaboración de uno o más Viceministros. Los Viceministros sustituirán a los Ministros
en los casos determinados por la ley.

Artículo 160.- Para ser Ministro o Viceministro de Estado se requiere ser salvadoreño
por nacimiento, mayor de veinticinco años de edad, del estado seglar, de moralidad e
instrucción notorias; estar en el ejercicio de los derechos de ciudadano y haberlo estado
en los seis años anteriores a su nombramiento.

Artículo 161.- No podrán ser Ministros ni Viceministros de Estado las personas


comprendidas en los ordinales 2º, 3º, 4º, 5º y 6º del artículo 127 de esta Constitución.

Artículo 162.- Corresponde al Presidente de la república nombrar, remover, aceptar


renuncias y conceder licencias a los Ministros y Viceministros de Estado.

Artículo 163.- Los decretos, acuerdos, ordenes y providencias del Presidente de la


República deberán ser autorizados y comunicados por los Ministros en sus respectivos
Ramos o por los Viceministros, en su caso. Sin éstos requisitos no tendrán fuerza legal
ni deberán ser obedecidos.

Artículo 164.- Todos los decretos, acuerdos, órdenes y resoluciones que los
funcionarios del Órgano ejecutivo emitan, excediendo las facultades que esta
Constitución establece, serán nulos y no deberán ser obedecidos, aunque se den a
reserva de someterlos a la aprobación de la Asamblea Legislativa.

Artículo 165.- Los Ministros o Encargados del Despacho y Presidentes de Instituciones


Oficiales Autónomas deberán concurrir a la Asamblea Legislativa para contestar las
interpelaciones que se les hicieren.

Los funcionarios llamados a interpelación que sin justa causa se negaran concurrir,
quedarán por el mismo hecho depuestos de sus cargos.

Artículo 166.- Habrá un Concejo de Ministros integrado por el Presidente y el


Vicepresidente de la República y los Ministros de Estado quienes harán sus veces.

Artículo 167.- Corresponde al Concejo de Ministros:

1º Decretar el reglamento Interno del Órgano Ejecutivo y su propio


Reglamento;

2º Elaborar el plan general del Gobierno;

3º Elaborar el proyecto de presupuesto de ingresos y egresos y presentarlo a la


Asamblea Legislativa, por lo menos tres meses antes de que se inicie el nuevo
ejercicio fiscal;

También conocerá de las reformas a dicho presupuesto cuando se trate de


transferencias entre partidas de distintos Ramos de la Administración Pública;
4º Autorizar la erogación de sumas que no hayan sido incluidas en los
presupuestos, a fin de satisfacer necesidades provenientes de guerra, de
calamidad pública o de grave perturbación del orden, si la Asamblea
Legislativa no estuviere reunida, informando inmediatamente a la Junta
Directiva de la misma, de las causas que motivaron tal medida, a efecto de que
reunida que fuere ésta, apruebe o no los créditos correspondientes.

5º Proponer a la Asamblea Legislativa la suspensión de garantías


constitucionales a que se refiere el Art. 29 de esta Constitución;

6º Suspender y restablecer las garantías constitucionales a que se refiere el Art.


29 de esta Constitución, si la Asamblea Legislativa no estuviere reunida, En el
primer caso, dará cuenta inmediatamente a la Junta Directiva de la Asamblea
Legislativa, de las causas que motivaron tal medida y de los actos que haya
ejecutado en relación con ésta;

7º Convocar extraordinariamente a la Asamblea Legislativa, cuando los


intereses de la República lo demanden;

8º Conocer y decidir sobre todos los asuntos que someta a su consideración el


Presidente de la República.

Artículo 168.- Son atribuciones y obligaciones del Presidente de la República:

1º Cumplir y hacer cumplir la Constitución, los tratados, las leyes, y demás


disposiciones legales;

2º Mantener ilesa la soberanía de la República y la integridad del territorio;

3º Procurar la armonía social, y conservar la paz y tranquilidad interiores y la


seguridad de la persona humana como miembro de la sociedad;

4º Celebrar tratad os y convenciones internacionales, someterlos a la


ratificación de la Asamblea Legislativa, y vigilar su cumplimiento;

5º Dirigir las relaciones exteriores,

6º Presentar por conducto de los Ministros, a la Asamblea Legislativa, dentro


de los dos meses siguientes a la terminación de cada año, el informe de labores
de la Administración Pública en el año transcurrido. El Ministro de Hacienda
presentará además, dentro de los tres meses siguientes a la terminación de cada
período fiscal, la cuenta general del último presupuesto y el estado
demostrativo de la situación del Tesoro Público y del Patrimonio Fiscal.

Si dentro de estos términos no se cumpliere con estas obligaciones, quedará por


el mismo hecho depuesto el Ministro que no lo verifique, lo cual será notificado
al Presidente de la República inmediatamente, para que nombre el sustituto.
Este presentará dentro de los treinta días siguientes el informe correspondiente.
Si aún en este caso no se cumpliere con lo preceptuado, quedará depuesto el
nuevo Ministro;
7º Dar a la asamblea Legislativa los informes que esta le pida, excepto cuando
se trate de planes militares secretos. En cuanto a negociaciones políticas que
fuere necesario mantener en reserva, el Presidente de la República deberá
advertirlo, para que se conozca de ellas en sesión secreta;

8º Sancionar, promulgar y publicar las leyes y hacerlas ejecutar;

9º Proporcionar a los funcionarios del orden judicial, los auxilios que necesiten
para hacer efectivas sus providencias;

10º Conmutar penas, previo informe y dictamen favorable de la Corte Suprema


de Justicia;

11º Organizar y mantener la Fuerza Armada y conferir los grados militares de


conformidad con la ley;

12º Disponer de la Fuerza Armada para el mantenimiento de la soberanía, el


orden, la seguridad y la tranquilidad de la República, y llamar al servicio la
fuerza necesaria, además de la permanente, para cumplir tales fines;

13º Dirigir la guerra y hacer la paz y someter inmediatamente el tratado que


celebre con esta último fin a la ratificación de la Asamblea Legislativa.

14º decretar los reglamentos que fueren necesarios para facilitar y asegurar la
aplicación de las leyes cuya ejecución le corresponde;

15º Velar por la eficaz gestión y realización de los negocios públicos;

16º Proponer las ternas de personas de entre las cuales deberá la Asamblea
Legislativa elegir a los dos Designados a la Presidencia de la República;

17º Ejercer las demás atribuciones que le confiere las leyes.

Artículo 169.- El nombramiento, remoción, aceptación de renuncias y concesión de


licencias de los funcionarios y empleados de la Administración Pública y de la Fuerza
Armada, se regirán por el Reglamento Interior del Órgano Ejecutivo u otras leyes y
reglamentos que fueren aplicables.

Artículo 170.- Los representantes diplomáticos y consulares de carrera que acredite la


República deberán ser salvadoreños por nacimiento.

Artículo 171.- El Presidente de la República, el Vicepresidente de la República, los


Ministros y los Viceministros de Estado, son responsables solidariamente pos los actos
que autoricen. De las resoluciones tomadas en Concejo de Ministros serán responsables
los Ministros presentes o quienes hagan sus veces, aunque hubieren salvado su voto,
amenos que interpongan su renuncia inmediatamente después de que adopte la
resolución.
Capítulo III. Órgano Judicial

Artículo 172.- La Corte Suprema de Justicia, las Cámaras de Segunda Instancia y los
demás tribunales que establezcan las leyes secundarias, integran el Órgano Judicial.
Corresponde exclusivamente a este Órgano la potestad de juzgar y hacer ejecutar lo
juzgado en materias constitucional, civil, penal, mercantil, laboral, agraria y de lo
contencioso-administrativo, así como en las otras que determine la ley.

los Magistrados y Jueces, en lo referente al ejercicio de la función jurisdiccional son


independientes y están sometidos exclusivamente a la Constitución y a las leyes.

Artículo 173.- La Corte Suprema de Justicia estará compuesta por el número de


Magistrados que determine la ley, los que serán elegidos por la Asamblea Legislativa y
uno de ellos será el Presidente del Órgano Judicial.

la ley determinará la organización interna de la Corte Suprema de Justicia, de modo que


las atribuciones que le corresponden se distribuyan entre diferentes Salas.

Artículo 174.- La Corte Suprema de Justicia tendrá una Sala de los Constitucional a la
cual corresponderá conocer y resolver las demandas de inconstitucionalidad de la s
leyes, decretos y reglamentos, los procesos de amparo, el hábeas corpus, las
controversias entre el Órgano Legislativo y el Órgano Ejecutivo a que se refiere el Art.
138 y las causas mencionadas en la atribución 7ª del Art. 182 de esta Constitución.

La Sala de los Constitucional estará compuesta de cinco Magistrados designados por la


Asamblea Legislativa, uno de los cuales será el Presidente de la Corte Suprema de
Justicia, quien también la presidirá.

Artículo 175.- Habrá Cámaras de Segunda Instancia compuesta de los Magistrados


cada una, Juzgados de Primera Instancia y Juzgados de Paz. Su número, jurisdicción,
atribuciones y residencia serán determinados por la ley.

Artículo 176.- Para ser Magistrado de la Corte Suprema de Justicia se requiere: ser
salvadoreño por nacimiento del estado seglar, mayor de cuarenta años, abogado de la
República, de moralidad y competencia notorias; haber desempeñado un Magistratura
de Segunda Instancia durante seis años o una judicatura de Primera Instancia durante
nueve años, o haber obtenido la autorización para ejercerla profesión de abogado por lo
menos diez años de;os antes que su elección; estar en el goce de los derechos de
ciudadano y haberlo estado en los seis años anteriores al desempeño de su cargo.

Artículo 177.- Para ser Magistrado de las Cámaras de Segunda Instancia se requiere:
ser salvadoreño, del estado seglar, mayor de treinta y cinco años, abogado de la
república, de moralidad y competencia notorias, haber servido una judicatura de
Primera Instancia durante seis años o haber obtenido autorización para ejercer la
profesión de abogado por lo menos ocho años antes de su elección; estar en el goce de
los derechos de ciudadano y haberlo estado en los seis años anteriores al desempeño de
su cargo.

Artículo 178.- No podrán ser elegidos Magistrados de la Corte Suprema de Justicia ni


de una misma Cámara de Segunda Instancia, los cónyuges ni los parientes entre sí,
comprendidos dentro del cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad.

Artículo 179.- Para ser Juez de Primera Instancia se requiere: ser salvadoreño del
estado seglar, abogado de la República, de moralidad y competencia notorias haber
servido una judicatura de paz durante un año o haber obtenido la autorización para
ejercer la profesión de abogado dos años antes de su nombramiento; estar en el goce de
los derechos de ciudadano haberlo estado en los tres años anteriores al desempeñado de
su cargo.

Artículo 180.- Son requisitos mínimos para ser Juez de Paz; ser salvadoreño, del estado
seglar, mayor de veintiún años, de moralidad e instrucción notorias; estar en el goce de
los derechos de ciudadano y haberlo estado en los tres años anteriores a su
nombramiento. El período de sus funciones será de dos años.

Artículo 181.- La administración de justicia será gratuita.

Artículo 182.- Son atribuciones de la Corte Suprema de Justicia:

1º Conocer de los procesos de amparo;

2º Dirimir las competencias que se susciten entre los tribunales de cualquier


fuero y naturaleza;

3º Conocer de las causas d e presas y de aquellas que no estén reservadas a otra


autoridad, ordenar el curso de los suplicatorios o comisiones rogatorias que se
libren para practicar diligencias fuera del Estado y mandar a cumplimiento los
que procedan de otros países, sin perjuicio de lo dispuesto en los tratados; y
conceder la extradición;

4º Conceder, conforme a la ley y cuanto fuere necesario, el permiso parala


ejecución de sentencias pronunciadas por los tribunales extranjeros;

5º Vigilar que se administre pronta y cumplida justicia, para lo cual adoptará las
medidas que estime necesarias;

6º conocer de la responsabilidad de los funcionarios públicos en los casos


señalados por las leyes;

7º Conocer de las causas de suspensión o pérdida de los derechos de ciudadanía


en los casos comprendidos en los ordinales 2º y 4º del artículo 75 de esta
Constitución y en los ordinales 1º, 3º, 4º y 5º de artículo 75 de esta
Constitución, así como de la rehabilitación correspondiente;
8º Emitir informe y dictamen en las solicitudes de indulto o de conmutación de
pena;

9º Nombrar a los Magistrados de l as Cámaras de Segunda Instancia, Jueces de


Primera Instancia y Jueces Paz; a los médicos forenses y a los empleados de las
dependencias de la misma Corte; removerlos, conocer de sus renuncias y
concederles licencias;

10º Nombrar conjueces en los casos determinados por la ley;

11º Recibir, por sí o por medio de los funcionarios que designe, la protesta
constitucional a los funcionarios de su nombramiento;

12º Practicar recibimientos de abogados y autorizarlos para el ejercicio de su


profesión; suspenderlos por incumplimiento de sus obligaciones profesionales,
por negligencia o ignorancia graves, por mala conducta profesional, o por
conducta privada notoriamente inmoral: inhabilitarlos por venalidad, cohecho
fraude, falsedad y otro motivo que establezca la ley y rehabilitarlos por causa
legal. En los casos de suspensión e inhabilitación procederá en la forma que la
ley establezca, y resolverá con sólo robustez moral de prueba. Las mismas
facultades ejercerá respecto de los notarios;

13º Elaborar el proyecto de presupuesto de los sueldos y gastos de la


administración de justicia y remitirlo al Órgano Ejecutivo para su inclusión sin
modificaciones en el proyecto del Presupuesto General del Estado. Los ajustes
presupuestarios que la Asamblea Legislativa considere necesario hacer a dicho
proyecto, se harán en consulta con la Corte Suprema de Justicia;

14º Las demás que determine esta Constitución y la ley.

Artículo 183.- La Corte Suprema de Justicia por medio de la Sala de lo Constitucional


será el único tribunal competente para declarar la inconstitucionalidad de las leyes,
decretos y reglamentos, en su forma y contenido, de un modo general y obligatorio, y
podrá hacerlo a petición de cualquier ciudadano.

Artículo 184.- Las Cámaras de Segunda Instancia de la capital, de acuerdo a la materia,


conocerán en primera instancia de los juicios contra el Estado; y en segunda instancia
conocerán la respectiva Sala de la Corte Suprema de Justicia.

Artículo 185.- Dentro de la potestad de administras justicia, corresponde a los


tribunales, en los casos en que tengan que pronunciar sentencia, declarar la
inaplicabilidad de cualquier ley o disposición de los otros Órganos, contraria a los
preceptos constitucionales.

Artículo 186.- Se establece la carrera judicial.

Los Magistrados de la Corte Suprema de Justicia serán elegidos por la Asamblea


Legislativa para un período de cinco años, y por ministerio de ley continuarán por
períodos iguales, salvo que al finalizar cada uno de los períodos, la Asamblea
Legislativa acordare los contrario, o fueren destituidos por causas legales.
Los Magistrados de las Cámaras de Segunda Instancia y los Jueces de Primera Instancia
gozarán de estabilidad en sus cargos.

la ley regulará los requisitos y la forma de ingreso a la carrera judicial, las promociones,
ascensos, traslados y sanciones disciplinarias a los funcionarios incluidos en ella.

Artículo 187.- El Consejo Nacional de la Judicatura es el órgano encargado de proponer


candidatos para los cargos de Magistrados de las Cámaras de segunda Instancia y de
Jueces de Primera Instancia.

La ley determinará la forma de designación de sus miembros, sus requisitos, la duración


de sus funciones y demás materias atingentes al Consejo.

Artículo 188.- La calidad de Magistrado o de Juez es incompatible con el ejercicio de la


abogacía y con la de funcionario o empleado de los otros Órganos del estado, excepto la
de docente y la de diplomático en misión transitoria.

Artículo 189.- Se establece el Jurado para el juzgamiento de los delitos comunes que
determine la ley.

Artículo 190.- Se prohíbe el fuero atractivo.

Capítulo IV. Ministerio Público

Artículo 191.- El Ministerio Público será ejercido por el Fiscal General de la República,
el Procurador General de la República y los demás funcionarios que determine la ley.

Artículo 192.- Para ser Fiscal General de la República o Procurador General de la


República, se requieren las mismas cualidades que para ser Magistrado de las Cámaras
de Segunda Instancia. Ejercerán el cargo por un período de tres años y podrán ser
reelegidos.

Artículo 193.- Corresponde al Fiscal General de la República:

1º Defender los intereses del Estado y de la sociedad;

2º Promover de oficio o a petición de parte la acción de la justicia en defensa de


la legalidad y de los derechos humanos tutelados por la ley;

3º Vigilar la investigación del delito e intervenir en la misma desde la etapa


policial, y promover la acción penal de oficio o a petición de parte;
4º Denunciar o acusar personalmente ante la Asamblea Legislativa o ante la
Corte Suprema de Justicia, a los funcionarios indiciados de infracciones legales
cuyo juzgamiento corresponde a esos organismos;

5º Defender los intereses fiscales y representar al Estado en toda clase de


juicios y en los contratos sobre adquisición de bienes inmuebles en general y de
los muebles sujetos a licitación, y los demás que determine la ley;

6º Promover el enjuiciamiento y castigo de los indiciados por delitos de


atentados contra las autoridades, y de desacato.

7º Nombrar comisiones especiales para el cumplimiento de sus funciones;

8º Nombrar, remover, conceder licencias y aceptar renuncia a los Fiscales de la


Corte Suprema de Justicia, de las Cámaras de Segunda Instancia, de los
Tribunales que conocen en primera instancia, y a los Fiscales de Hacienda.
Iguales atribuciones ejercerá respecto de los demás funcionarios y empleados
de su dependencia;

9º Organizar y dirigir los entes especializados en la investigación del delito;

10º Velar porque en las concesiones de cualquier clase otorgadas por el Estado,
se cumpla con los requisitos, condiciones y finalidades establecidas en las
mismas y ejercer al respecto las acciones correspondientes;

11º Ejercer las demás atribuciones que establezca la ley.

Artículo 194.- Corresponde al Procurador General de la República:

1º Velar por la defensa de la familia y de las personas e intereses de los


menores y demás incapaces;

2º Dar asistencia legal a las personas de escasos recursos económicos, y


representarlas judicialmente en la defensa de su libertad individual y de sus
derechos laborales;

3º Nombrar, remover, conceder licencia y aceptar renuncia a los Procuradores


Auxiliares de todos los Tribunales de la República, a los Procuradores del
Trabajo y a los demás funcionarios y empleados de su dependencia;

4º Las demás atribuciones que establezca la ley.


Capítulo V. Corte de Cuentas de la República

Artículo 195.- La fiscalización de la Hacienda Pública en general y de la ejecución del


Presupuesto en particular, estará a cargo de un organismo independiente del Órgano
Ejecutivo, que se denominará Corte de Cuentas de la República, y que tendrá las
siguientes atribuciones:

1º Vigilar la recaudación, la custodia, el compromiso y la erogación de los


fondos públicos; así como la liquidación de impuestos, tasas, derechos y demás
contribuciones, cuando la ley lo determine;

2º Autorizar toda salida de fondos del Tesoro Público, de acuerdo con el


Presupuesto; intervenir preventivamente en todo acto que de manera directa o
indirecta afecte el Tesoro Público o al patrimonio del Estado, y refrendar los
actos y contratos relativos a la deuda pública;

3º Vigilar, inspeccionar y glosar las cuentas de los funcionarios y empleados


que administren o manejen bienes públicos, y a conocer de los juicios a que den
lugar dichas cuentas;

4º Fiscalizar la gestión económica de las instituciones y empresas estatales de


carácter autónomo y de las entidades que se costeen con fondos del Erario o
que reciban subvención o subsidio del mismo. Esta fiscalización, se hará de
manera adecuada a la naturaleza y fines del organismo de que se trate, de
acuerdo con lo que al respecto determine la ley;

5º Examinar la cuenta que sobre la gestión de la Hacienda pública rinda el


Órgano Ejecutivo a la Asamblea, e informar a ésta del resultado de su examen;

6º Dictar los reglamentos necesarios para el cumplimiento de sus atribuciones;

7º Informar por escrito al Presidente de la República, a la Asamblea Legislativa


y a los respectivos superiores jerárquicos de las irregularidades relevantes
comprobadas a cualquier funcionario o empleado público en el manejo de
bienes y fondos sujetos a la fiscalización;

8º Velar porque se hagan efectivas las deudas a favor del Estado y Municipios;

9º Ejercer las demás funciones que las leyes le señalen.

Artículo 196.- La Corte de Cuentas de la Re pública, para el cumplimiento de sus


funciones jurisdiccionales, se dividirá en una Cámara de Segunda Instancia y en las
Cámaras de Primera Instancia que establezca la ley.

La Cámara de Segunda Instancia estará formada pro el Presidente de la Corte y dos


Magistrados, cuyo número podrá ser aumentado por la ley.

Estos funcionarios serán elegidos para un período de tres años, podrán ser reelegidos, y
no podrán ser separados de sus cargos sino por causa justa, mediante resolución de la
Asamblea Legislativa. La Cámara de Segunda Instancia nombrará, removerá, concederá
licencias y aceptará renuncias a los Jueces de las Cámaras de Primera Instancia.

Una ley especial regulará el funcionamiento, jurisdicción, competencia y régimen


administrativo de la Corte de Cuentas y Cámaras de la misma.

Artículo 197.- Siempre que un acto sometido a conocimiento de la Corte de Cuentas de


la República viole a su juicio alguna ley o reglamento en vigor, ha de advertirlo así a los
funcionarios que en el ejercicio de sus funciones legales se lo comuniquen, y el acto de
que se trate quedarte; en suspenso.

El Órgano Ejecutivo puede ratificar el acto total o parcialmente, siempre que lo


considere legal, por medio de resolución razonada tomada en Consejo de Ministros y
comunicada por escrito al Presidente de la Corte. Tal resolución deberá ser publicada en
el Diario Oficial.

La ratificación debidamente comunicada, hará cesar la suspensión del acto, siempre que
las observaciones de la Corte de Cuentas no consistan en falta o insuficiencia de crédito
presupuesto al cual debe aplicarse un gasto, pues, en tal caso, la suspensión debe
mantenerse hasta que la deficiencia de crédito haya sido llenada.

Artículo 198.- El Presidente y los Magistrados de la Corte de Cuentas deberá ser


salvadoreños por nacimiento, mayores de treinta años, de honradez y competencia
notorias; estar en el ejercicio de los derechos de ciudadano y haberlo estado en los tres
años anteriores a su elección.

Artículo 199.- El Presidente de la Corte de Cuentas rendirá anualmente a la Asamblea


Legislativa un informe detallado y documentado de las labores de la Corte. Esta
obligación deberá cumplirse dentro de los tres meses siguientes a la terminación del año
fiscal.

El incumplimiento de esta obligación se considera como causa justa de destitución.

Capítulo VI. Gobierno local

Sección primera. Las gobernaciones

Artículo 200.- Para la administración política se divide el territorio de la República en


departamentos cuyo número y límite fijará la ley. En cada uno de ellos habrá un
Gobernador propietario y un suplente, nombrados por el Órgano Ejecutivo y cuyas
atribuciones determinará la ley.
Artículo 201.- Para ser Gobernador se requiere: ser salvadoreño, del estado seglar,
mayor de veinticinco años de edad, estar en el ejercicio de los derechos de ciudadano y
haberlo estado en los tres años anteriores al nombramiento, de moralidad e instrucción
notorias, y ser originario o vecino del respectivo departamento, en este último caso,
serán necesarios dos años de residencia inmediata anterior al nombramiento.

Sección segunda. Las municipalidades

Artículo 202.- Para el Gobierno Local, los departamentos se dividen en Municipios,


que estarán regidos por Consejos formados de un Alcalde, un Síndico y dos o más
Regidores cuyo número será proporcional a la población.

Los miembros de los Consejos Municipales deberán ser mayores de veintiún años y
originarios o vecinos del municipio; serán elegidos para un período de tres años, podrán
ser reelegidos y sus demás requisitos serán determinados por la ley.

Artículo 203.- Los Municipios serán autónomos en lo económico, en lo técnico y en lo


administrativo, y se regirán por un Código Municipal, que sentará los principios
generales para su organización, funcionamiento y ejercicio de sus facultades autónomas.

Los Municipios estarán obligados a colaborar con otras instituciones públicas en los
planes de desarrollo nacional o regional.

Artículo 204.- La autonomía del Municipio comprende:

1º Crear, modificar y suprimir tasas y contribuciones públicas parala


realización de obras determinadas dentro de los límites que una ley general
establezca.

Aprobadas las tasas o contribuciones por el Consejo Municipal se mandará


publicar el acuerdo respectivo en el Diario Oficial, y transcurridos que sean
ocho días después de su publicación, será obligatorio su cumplimiento;

2º Decretar su Presupuesto de Ingresos y Egresos;

3º Gestionar libremente en las materias de su competencia;

4º Nombrar y remover a los funcionarios y empleados de sus dependencias;

5º Decretar las ordenanzas y reglamentos locales;

6º Elaborar sus tarifas de impuestos y las reformas a las mismas, para


proponerlas como ley a la Asamblea Legislativa.
Artículo 205.- Ninguna ley ni autoridad podrá eximir ni dispensar el pago de las tasas y
contribuciones municipales.

Artículo 206.- Los planes de desarrollo local deberán ser aprobados por el Consejo
Municipal respectivo; y las Instituciones del Estado deberán colaborar con la
Municipalidad en el desarrollo de los mismos.

Artículo 207.- Los fondos municipales no se podrán centralizar en el Fondo General del
Estado, ni emplearse sino en servicios y para provecho de los Municipios.

Para garantizar el desarrollo y la autonomía económica de los municipios, se creará un


fondo para el desarrollo económico y social de los mismos. Una ley establecerá el
monto de ese fondo y los mecanismos para su uso.

Los Concejos Municipales administrarán el patrimonio de sus Municipios y rendirán


cuenta circunstanciada y documentada de su administración a la Corte de Cuentas de la
República.

La ejecución del Presupuesto será fiscalizada a posterior y por la Corte de Cuentas de la


República, de acuerdo a la ley.

Capítulo VII. Consejo Central de Elecciones

Artículo 208.- El Consejo Central de Elecciones estará formado por tres miembros
elegidos por la Asamblea Legislativa, de cada una de las ternas propuestas por los tres
partidos políticos o coaliciones legales que hayan obtenido mayor número de votos en la
última elección presidencial.

Habrá tres miembros suplentes elegidos en la misma forma. El Presidente será el del
partido mayoritario. Durarán cinco años en sus funciones.

Si por cualquier circunstancia no se propusiere alguna terna, la Asamblea Legislativa


hará la respectiva elección sin ella.

Artículo 209.- La ley establecerá los organismos necesarios parala recepción, recuento
y fiscalización de votos y demás actividades concernientes al ejercicio del sufragio. El
Consejo Central de Elecciones será la autoridad suprema en esta materia, sin perjuicio
de los recursos que establezca esta Constitución, por violación de la misma.

Los partidos políticos contendientes tendrán derecho de vigilancia sobre el proceso


electoral.
Artículo 210.- El Estado reconoce la deuda política como un mecanismo de
financiamiento para los partidos políticos contendientes, encaminado a promover su
libertad e independencia. La ley secundaria regulará lo referente a esta materia.

Capítulo VIII. Fuerza Armada

Artículo 211.- La Fuerza Armada está instituida para defender la soberanía del Estado y
la integridad de su territorio, mantener la paz, la tranquilidad y seguridad públicas y el
cumplimiento de la Constitución y demás leyes vigentes.

Velará especialmente porque se mantenga la forma republicana de Gobierno y el


régimen democrático representativo, no se viole la norma de la alternabilidad en la
Presidencia de la República, y se garantice la libertad del sufragio y el respeto a los
derechos humanos.

Colaborará con las demás dependencias del Órgano Ejecutivo en los programas de
desarrollo nacional, especialmente en situaciones de emergencia.

Artículo 212.- La Fuerza Armada de El Salvador es una Institución fundamental para la


seguridad nacional, de carácter permanente, esencialmente apolítica y obediente y no
deliberará en asuntos del servicio.

Artículo 213.- La organización y el desarrollo de las actividades de la Fuerza Armada


estarán sujetos a leyes, reglamentos y disposiciones especiales. Sus efectivos serán
fijados anualmente por el Órgano Ejecutivo en el Ramo de Defensa y de Seguridad
Pública, de acuerdo a las necesidades del servicio.

Artículo 214.- La carrera militar es profesional y en ella sólo se reconocen los grados
obtenidos por escala rigurosa y conforme a la ley.

Los militares no podrán ser privados de sus grados, honores y prestaciones, salvo en los
casos determinados por la ley.

Artículo 215.- El servicio militar es obligatorio para todos los salvadoreños


comprendidos entre los dieciocho y los treinta años de edad.

En caso de necesidad serán soldados todos los salvadoreños aptos para actuar en las
tareas militares.

Una ley especial regulará esta materia.

Artículo 216.- Se establece la jurisdicción militar. Para el juzgamiento de los delitos y


faltas puramente militares habrá procedimientos y tribunales especiales.
De las resoluciones de las Cortes Marciales se admitirán recursos en última instancia,
ante el Comandante General de la Fuerza Armada, o ante el respectivo Jefe de
Operaciones en campaña.

Gozan del fuero militar los miembros de la Fuerza Armada en servicio activo por delitos
y faltas puramente militares.

Artículo 217.- La fabricación, importación, exportación, comercio, tenencia y portación


de armas, municiones, explosivos y artículos similares, sólo podrán efectuarse con la
autorización y bajo la fiscalización directa del Órgano Ejecutivo en el Ramo de Defensa
y de Seguridad Pública.

Una ley especial regulará esta materia.

Título VII. Régimen administrativo

Capítulo I. Servicio civil

Artículo 218.- Los funcionarios y empleados públicos están al servicio del Estado y no
de una fracción política determinada. No podrán prevalerse de sus cargos para hacer
política partidista. El que lo haga será sancionado de conformidad con la ley.

Artículo 219.- Se establece la carrera administrativa.

La ley regulará el servicio civil y en especial las condiciones de ingreso a la


administración; las promociones y ascensos con base en mérito y aptitud; los traslados,
suspensiones y cesantías; los deberes de los servidores públicos y los recursos contra las
resoluciones que los afecten; asimismo garantizará a los empleados públicos a la
estabilidad en el cargo.

No estarán comprendidos en la carrera administrativa los funcionarios o empleados que


desempeñen cargos políticos o de confianza, y, en particular, lo Ministros y
Viceministros de Estado, el Fiscal General de la República, el Procurador General de la
República, los Secretarios de la Presidencia de la República, los Embajadores, los
Directores Generales, lo Gobernadores Departamentales y los Secretarios Particulares
de dichos funcionarios.
Artículo 220.- Una ley especial regulará lo pertinente al retiro de los funcionarios y
empleados públicos y municipales, la cual fijará los porcentajes de jubilación a que
éstos tendrán derecho de acuerdo a los años de prestación de servicio y a los salarios
devengados.

El monto de la jubilación que se perciba estará exento de todo impuesto o tasa fiscal y
municipal.

La misma ley deberá establecer las demás prestaciones a que tendrá derecho los
servidores públicos y municipales.

Artículo 221.- Se prohíbe la huelga de los trabajadores públicos o municipales, lo


mismo que el abandono colectivo de sus cargos.

La militarización de los servicios públicos civiles procederá únicamente en casos de


emergencia nacional.

Artículo 222.- Las disposiciones de esta Capítulo son extensivas a los funcionarios y
empleados municipales.

Capítulo II. Hacienda Pública

Artículo 223.- Forman la Hacienda Pública:

1º Sus fondos y valores líquidos;

2º Sus créditos activos;

3º Sus bienes muebles y raíces;

4º Los derechos derivados de la aplicación de las leyes relativas a impuestos;


tasas y demás contribuciones, así como los que por cualquier otro título le
correspondan.

Son obligaciones a cargo de la Hacienda Pública, las deudas reconocidas y las


que tenga origen en los gastos públicos debidamente autorizados.

Artículo 224.- Todos los ingresos de la Hacienda Pública formarán un sólo fondo que
estará afecto de manera general a las necesidades y obligaciones del Estado.

La Ley podrá, sin embargo, efectuar determinados ingresos al servicio de la deuda


pública. Los donativos podrán así mismo ser afectados para los fines que indique el
donante.
Artículo 225.- Cuando la ley lo autorice, el Estado, par a la consecución de sus fines,
podrá separar bienes de la masa de la Hacienda Pública o asignar recursos del Fondo
General, para la constitución o incremento de patrimonios especiales destinados a
instituciones públicas.

Artículo 226.- El Órgano Ejecutivo, en el Ramo correspondiente, tendrá la dirección de


las finanzas públicas y estará especialmente obligado a conservar el equilibrio del
Presupuesto, hasta donde sea compatible con el cumplimiento de los fines del Estado.

Artículo 227.- El Presupuesto General del Estado contendrá, para cada ejercicio fiscal,
la estimación de todos los ingresos que se espera percibir de conformidad con las leyes
vigentes a la fecha en que sea votado, así como la autorización de todas las erogaciones
que se juzgue convenientes para realizar los fines del Estado.

El Órgano Legislativo podrá disminuir o rechazar los créditos solicitados, pero nunca
aumentarlos.

En el Presupuesto se autorizará la deuda flotante en que el Gobierno podrá incurrir,


durante cada año, para remediar deficiencias temporales de ingresos.

Las instituciones y empresas estatales de carácter autónomo y las entidades que se


costeen con fondos del Erario o que tengan subvención de éste, excepto las instituciones
de crédito, se regirán por presupuestos especiales y sistemas de salarios aprobad os por
el Órgano Legislativo.

Una ley especial establecerá lo concerniente a la preparación votación, ejecución y


rendición de cuentas de los presupuestos, y regulará el procedimiento que debe seguirse
cuando al cierre de un ejercicio fiscal no esté aún en vigor el Presupuesto del nuevo
ejercicio.

Artículo 228.- Ninguna suma podrá comprometerse o abonarse con cargo a fondos
públicos, si no es dentro de las limitaciones de un crédito presupuesto.

Todo compromiso, abono o pago deberá efectuarse según lo dispongala ley.

Sólo podrán comprometerse fondos de ejercicios futuros con autorización legislativa,


para obras de interés público o administrativo, o para la consolidación o conversión de
la deuda pública. con tales finalidades podrá votarse un presupuesto extraordinario.

Habrá una ley especial que regulará las subvenciones, pensiones y jubilaciones que
afecten los fondos públicos.

Artículo 229.- El Órgano Ejecutivo, con las formalidades legales, podrá efectuar
transferencias entre partidas de un mismo ramo u organismo administrativo, excepto las
que en el Presupuesto se declaren intransferibles.

Igual facultad tendrá el Órgano Judicial en lo que respecta a las partidas de su


presupuesto, cumpliendo con las mismas formalidades legales.
Artículo 230.- Para la percepción, custodia y erogación de los fondos públicos, habrá
un Servicio General de Tesorería.

Cuando se disponga de bienes públicos en contravención a las disposiciones legales,


será responsable el funcionario que autorice u ordene la operación, y también lo será el
ejecutor, si no prueba su inculpabilidad.

Artículo 231.- No pueden imponerse contribuciones sino en virtud de una ley y para el
servicio público.

Los templos y sus dependencias destinadas inmediata y directamente al servicio


religioso, estarán exentos de impuestos sobre inmuebles.

Artículo 232.- Ni el Órgano Legislativo ni el Ejecutivo podrán dispensar del pago de


las cantidades reparadas a los funcionarios y empleados que manejen fondos fiscales o
municipales, ni de las deudas a favor del Fisco o de los Municipios.

Artículo 233.- Los bienes raíces de la Hacienda Pública y los de uso público sólo
podrán donarse o darse en usufructo comodato o arrendamiento, con autorización del
Órgano Legislativo, a entidades de utilidad general.

Artículo 234.- Cuando el Estado tenga que celebrar contratos para realizar obras o
adquirir bienes muebles en que hayan de comprometerse fondos o bienes públicos,
deberán someterse dichas obras o suministros a licitación pública, excepto en los casos
determinados por la ley.

No se celebrará contratos en que la decisión, en caso de controversia, corresponda a


tribunales de un estado extranjero.

Lo dispuesto en los incisos anteriores se aplicará a las Municipalidades.

Título VIII. Responsabilidad de los funcionarios


públicos
Artículo 235.- Todo funcionario civil o militar, antes de tomar posesión de su cargo,
protestará bajo su palabra de honor, ser fiel a la República, cumplir y hacer cumplir la
Constitución, atendiéndose a su texto cualesquiera que fueren las leyes, decretos,
órdenes o resoluciones que la contraríen, prometiendo, además, el exacto cumplimiento
de los deberes que el cargo le imponga, por cuya infracción será responsable conforme a
las leyes.
Artículo 236.- El Presidente y el Vicepresidente de la República, los Diputados, los
Designados a la Presidencia, los Ministros y Viceministros de Estado, el Presidente y
Magistrados de la Corte Suprema de Justicia y de las Cámaras de Segunda Instancia, el
Presidente y Magistrados de la Corte de Cuentas de la República, el Fiscal General de la
República, el Procurador General de la República, el Presidente y Miembros del
Consejo Central de Elecciones y los representantes diplomáticos, responderán ante la
Asamblea Legislativa por los delitos oficiales y comunes que cometan.

La Asamblea, oyendo a un fiscal de su seno u al indiciado, o a un defensor especial, en


su caso, declarará si hay o no hay lugar a formación de causa. En el primer caso, se
pasarán las diligencias a la Cámara de Segunda Instancia que determine la ley, para que
conozca en primera instancia, y, en el segundo caso, se archivarán.

De las resoluciones que pronuncie la Cámara mencionada conocerá en segunda


instancia una de las Salas de la Corte Suprema de Justicia, y del recurso que dichas
resoluciones admitan, la Corte en pleno.

Cualquier persona tiene derecho de denuncia r los delitos de que trata este artículo, y de
mostrarse parte, si para ellos tuviere las cualidades requeridas por la ley.

Artículo 237.- Desde que se declare por la Asamblea Legislativa o por la Corte
Suprema de Justicia, que hay lugar a formación de causa, el indiciado quedará
suspendido en el ejercicio de sus funciones y por ningún motivo podrá continuar en su
cargo. En caso contrario se hará culpable del delito de prolongación de funciones. Si la
sentencia fuere condenatoria, por el mismo hecho quedará depuesto del cargo. Si fuere
absolutoria, volverá al ejercicio de sus funciones, si el cargo fuere de aquellos que se
confieren por tiempo determinado y no hubiere expirada el período de la elección o del
nombramiento.

Artículo 238.- Los Diputados no podrán ser juzgados por delitos graves que cometan
desde el día de su elección hasta el fin del período para el que fueron elegidos, sin que
la Asamblea Legislativa declare previamente que hay lugar a formación de causa,
conforme al procedimiento establecido en el artículo anterior.

Por los delitos menos graves y faltas que cometan durante el mismo período no podrán
ser detenidos o presos, ni llamados a declarar sino después de concluido el período de
su elección.

Si el Presidente, Vicepresidente de la República o un diputado fuere sorprendido en


flagrante delito, desde el día de su elección hasta el fin del período para el que fueron
elegidos, podrán ser detenidos por cualquier persona o autoridad, quien estará obligado
a ponerlo inmediatamente a disposición de la Asamblea.

Artículo 239.- Los Jueces de Primera Instancia, los Gobernadores Departamentales, los
Jueces de Paz y los demás funcionarios que determine la ley, serán juzgados por los
delitos oficiales que cometan, por los tribunales comunes, previa de claratoria de que
hay lugar a formación de causa, hecha por la Corte Suprema de Justicia. Los antedichos
funcionarios estarán sujetos a los procedimientos ordinarios por los delitos y faltas
comunes que cometan.
Por los delitos oficiales o comunes que cometan los miembros de los Concejos
Municipales, responderán ante los Jueces de Primera Instancia correspondientes.

Artículo 240.- Los funcionarios y empleados públicos que se enriquecieren sin justa
causa o costa de la Hacienda Pública o Municipal, estarán obligados a restituir al Estado
o al Municipio lo que hubieren adquirido ilegítimamente, sin perjuicio de la
responsabilidad en que hubieren incurrido conforme a las leyes.

Se presume enriquecimiento ilícito cuando el aumento del capital del funcionario o


empleado, desde la fecha en que haya tomado posesión de su cargo hasta aquella en que
haya cesado en sus funciones, fuere notablemente superior al que normalmente hubiere
podido tener, en virtud de los sueldos y emolumentos que haya percibido legalmente, y
de los incrementos de su capital o de sus ingresos por cualquier otra causa justa. Para
determinar dicho aumento, el capital y los ingresos del funcionario o empleado, de su
cónyuge y de sus hijos, se considerarán en conjunto.

Los funcionarios y empleados que la ley determine están obligados a declarar el estado
de su patrimonio ante la Corte Suprema de Justicia, de acuerdo con los incisos
anteriores, dentro de los sesenta días siguientes a aquel en que tomen posesión de sus
cargos. La corte tiene facultad de tomar las providencias que estime necesarias para
comprobar la veracidad de la declaración, la que mantendrá en reserva y únicamente
servirá para los efectos previstos en este artículo. Al cesar en sus cargos los funcionarios
y empleados aludidos, deberán hacer nueva declaración del estado de sus patrimonios.
La ley determinará las sanciones por el incumplimiento de esta obligación.

Los juicios por enriquecimiento sin causa justa solo podrán incoarse dentro de diez años
siguientes a la fecha en que el funcionario o empleado haya cesado en el cargo cuyo
ejercicio pudo dar lugar a dicho enriquecimiento.

Artículo 241.- Los funcionarios públicos, civiles o militares que tengan conocimiento
de delitos oficiales cometidos por funcionarios o empleados que les estén subordinados,
deberán comunicarlo a la mayor brevedad a las autoridades competentes para su
juzgamiento, y si no lo hicieren oportunamente, serán considerados como encubridores
e incurrirán en las responsabilidades penales correspondientes.

Artículo 242.- La prescripción de los delitos y faltas oficiales se regirá por las reglas
generales, y comenzará a contarse desde que el funcionario culpable haya cesado en sus
funciones.

Artículo 243.- No obstante, la aprobación que dé el Órgano Legislativo a los actos


oficiales en los casos requeridos por esta Constitución, los funcionarios que hayan
intervenido en tales actos, podrán ser procesados por delitos oficiales mientras no
transcurra el término de la prescripción.

La aprobación de las memorias y cuentas que se presenten al Órgano Legislativo, no da


más valor a los actos y contratos a que ellas se refieren, que el que tengan conforme a
las leyes.

Artículo 244.- La violación, la infracción o la alteración de las disposiciones


constitucionales serán especialmente penadas por la ley, y las responsabilidades civiles
o penales en que incurran los funcionarios públicos, civiles o militares, con tal motivo,
no admitirán amnistía, conmutación o indulto, durante el período presidencial dentro del
cual se cometieron.

Artículo 245.- Los funcionarios y empleados públicos responderán personalmente y el


Estado subsidiariamente, por los daños materiales o morales que causaren a
consecuencia de la violación a los derechos consagrados en esta Constitución.

Título IX. Alcances, aplicación, reformas y derogatorias


Artículo 246.- Los principios, derechos y obligaciones establecidos por esta
Constitución no pueden ser alterados por las leyes que regulen su ejercicio.

La Constitución prevalecerá sobre todas las leyes y reglamentos. El interés público tiene
primacía sobre el interés privado.

Artículo 247.- Toda persona puede pedir amparo ante la Sala de lo Constitucional de la
Corte Suprema de Justicia por violación de los derecho s que otorga la presente
Constitución.

El hábeas corpus puede pedirse ante la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de


Justicia o ante las Cámaras de Segunda Instancia que no residen en la capital. La
resolución de la Cámara que de negare la libertad del favorecido podrá ser objeto de
revisión, a solicitud del interesado, por la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema
de Justicia.

Artículo 248.- La reforma de esta Constitución podrá acordarse por la Asamblea


Legislativa, con el voto de la mitad más uno de los Diputados electos.

Para que tal reforma pueda decretarse deberá ser ratificada por la siguiente Asamblea
Legislativa con el voto de los dos tercios de los Diputados electos. Así ratificada, se
emitirá el decreto correspondiente, el cual se mandará a publicar en el Diario Oficial.

La reforma únicamente puede ser propuesta por los Diputados en un número no menor
de diez.

No podrán reformarse en ningún caso los artículos de esta Constitución que se refieren a
la forma y sistema de gobierno, al territorio de la República y a la alternabilidad en el
ejercicio de la Presidencia de la República.

Artículo 249.- Derógase la Constitución promulgada por Decreto No. 6, de fecha 8 de


enero de 1962, publicado en el Diario Oficial Nº.110, tomo 194, de fecha 16 del mismo
mes y año, adoptada por Decreto Constituyente Nº. 3, de fecha 26 de abril de 1982,
publicado en el Diario Oficial Nº. 75, Tomo 275, de la misma fecha, su régimen de
excepciones, así como todas aquellas disposiciones, que estuvieren en contra de
cualquier precepto de esta Constitución.

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