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TEMA :
“R elación Médico en la
Realidad Hospi talaria”
SECCION :
07 -A
CODIGOS :
2006500470
2006502883
2006500607
2007502481
1
U N I V E R S I D A D D E
SAN MARTIN DE PORRES
INTEGRANTES :
Anónimo
2
INDICE
CAPITULO I Páginas
I. LA COMUNICACIÓN 06
• Veracidad y Virtudes 09
1.3 Habilidades Comunicativas 10
CAPITULO II
I. LA RELACIÓN MÉDICO-PACIENTE 12
1.1 Paciente 12
1.2 El médico 12
• Estado afectivo 16
CONCLUSIONES 18
BIBLIOGRAFÍA 19
LINKOGRAFIA 19
3
ANEXOS 21
INTRODUCCIÓN
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CAPÍTULO I:
La comunicación
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I. LA COMUNICACIÓN
Proceso de la Comunicación
Así como requerimos comida, agua y techo, también necesitamos, como animales
sociables, el contacto con otras personas. Dos individuos pueden conversar felizmente
durante horas, platicando asuntos intrascendentes que ninguno recordará después. Es
posible que, al separarse, hayan intercambiado muy poca información real e incluso
que nunca vuelvan a encontrarse, pero la comunicación ha cumplido el propósito de
satisfacer la importante necesidad de, simplemente, platicar con otro ser humano.
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Por medio de nuestra comunicación, aprendemos quienes somos, en que somos
buenos y en como reacciona la gente ante nuestro comportamiento.
No solamente logramos conocer a los demás comunicándonos con ellos sino que, más
importante aún, desarrollamos relaciones que crecen y se hacen más profundas, o en
el peor de los casos se estancan y marchitan.
Es poco probable que pase un día sin que busques ejercer tu influencia al intentar
convencer a tus amigos de ir a un restaurante en particular o de apoyar a un candidato
político.
• La informativa comunicativa.
• La reguladora comunicativa.
• La afectiva comunicativa.
¿De qué depende la dirección que puede tomar el acto comunicativo enmarcado
en una relación determinada?
Hay tres elementos o filtros de la comunicación que nos permiten entender el giro que
puede tomar determinada relación en función de la forma en que los participantes en la
misma se comuniquen entre sí: la imagen de sí mismo, la imagen que tenemos de los
otros y la definición de la situación.
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La imagen que de sí mismo tiene cada sujeto, depende en buena medida del resultado
de las interacciones e intercambios que haya tenido con personas significativas para él
o ella, en particular con padres y maestros. De la calidad de estos vínculos, de la
manera en que el sujeto ha sido confirmado o descalificado, depende la imagen de sí
mismo y también la autoestima; cómo nos vemos y cuánto nos estimamos son dos
factores que inciden positiva o negativamente en la forma en que nos comunicamos y
nos vinculamos con los demás.
Las experiencias del tipo de relación y de comunicación que hemos sostenido con
personas significativas para nosotros, de alguna manera contribuyen al desarrollo de
esquemas de relación que se activan cada vez que las interacciones con alguna
persona actualizan consciente o inconscientemente los “fantasmas” o huellas de
situaciones pasadas que se asocian con las presentes.
La visión o expectativas creadas en relación con una situación, con el sentido que
asignamos a la misma, puede determinar que nuestra respuesta o acto comunicativo,
tome una dirección constructiva o conflictiva.
La empatía: Habilidad comunicativa con alto nivel valorativo y que motiva de manera
extraordinaria el desarrollo relacional, la mayoría de los autores concuerdan en que
algo bueno. Implica la capacidad de ver un asunto desde la perspectiva del otro, la
capacidad de ponerse en su lugar, de meterse en la piel de la otra persona, de la
misma manera permite predecir de manera precisa el ánimo y los sentimientos de la
otra persona.
¿Cuál debe ser el tipo de relación entre las personas principalmente implicadas en el
acto médico, es decir, el profesional y el paciente?
El Dr. Francisco Maglio, conocido infectólogo, antropólogo y miembro de diversos
comités de ética médica, nos brinda algunos lineamientos basados en su vasta
experiencia y su profundo conocimiento del ser humano.
Desde el frío guardapolvo blanco, distante y aséptico, hasta la cercanía excesiva que
confunde los roles, existe una actitud que hace posible el respeto y la dignidad en la
relación médico-paciente: la empatía. Esta no consiste en "querer" al otro, ya que no
estamos obligados a ello. Pero sí ponerse en su lugar, sentir con su piel, ver con sus
ojos.
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Es necesario personalizar al otro, al paciente. La cómoda actitud pseudo-profesional de
tratar al paciente como un "objeto médico" tiende a cosificarlo. Si lo despersonalizo, me
despersonalizo: si niego al otro, desaparece el yo.
En el otro extremo se encuentra la tendencia a super-subjetivizar. Es una actitud de
excesiva responsabilidad, capaz de llenar de angustia al profesional, interfiriendo en su
buen juicio. "Hay que estar con el enfermo sin ser el enfermo" (Unamuno).
Una relación digna y respetuosa se basa además en la aceptación del enfermo, más
allá de aquello que el enfermo "hace". Muchas patologías cargan al paciente de ciertos
antivalores a los ojos de la sociedad, de la cual el profesional es un miembro
irrenunciable. El paciente vale y debe ser valorado por lo que es, una persona, un
sujeto, y no por lo que hace. El médico debe ser justo, sin ser juez. La actitud
moralizante de algunos profesionales no tiene ningún fundamento en las ciencias de la
salud, cuyo objetivo es prevenir y curar las enfermedades, y no juzgar actitudes
morales.
Por otra parte, una comunicación interpersonal efectiva requiere de mensajes claros,
coherentes, directos y precisos.
VERACIDAD Y VIRTUDES
La relación se basa también en el derecho del paciente a conocer la realidad de su
situación, por lo cual el médico tiene el deber de decirle la verdad. Pero deberá también
evaluar, en base a pautas culturales vigentes, el mejor momento para decirla. La
experiencia en el manejo de tantos casos en que el decir la verdad es un proceso
angustiante aunque necesario, nos hace aprender a decir esa verdad en forma
escalonada cuando sea dolorosa. El deber del médico es presentar los hechos en
forma verídica pero desde una perspectiva siempre esperanzada.
Hay que saber que el paciente también tiene el derecho a no saber, si así no lo desea,
lo cual no es poco frecuente.
Según el Dr. Maglio, la relación médico-paciente debe basarse en lo que este
profesional denomina las "tres C": comunicación, comprensión y confianza.
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El médico que se interese por construir una relación con estas características , necesita
desarrollar virtudes tales como:
• La integridad: si la relación entre el médico y el paciente es "una confianza que se
encuentra con una conciencia", la integridad consiste en ser fieles a esa confianza. El
paciente puede perdonar un error, pero no perdona el abandono.
• La ecuanimidad: el profesional debe poder atender con la misma dedicación y esmero
a todos sus pacientes, ricos y pobres, niños o adultos, lo cual es bastante fácil desde el
discurso, pero en la experiencia concreta no lo es tanto.
• El respeto a la persona, que tiene dignidad y no precio, es un fin en sí mismo y no un
medio, un sujeto y no un objeto. Respeto a la privacidad, por el cual debe ser
preservado de miradas indiscretas, por las cuales se "viola" simbólicamente sus
cuerpos enfermos. La imprescindible confidencialidad, por el cual el secreto de
consultorio es comparable al secreto de confesión.
La tarea de todo profesional de la salud es confortar al paciente, acompañarlo y
ayudarlo en la búsqueda del significado de su sufrimiento. Cuando se significa el
sufrimiento, este desaparece, y sólo queda el dolor físico. Así como en el sufrimiento
del parto, que cuando se escucha el llanto del bebé se disipa aunque siga doliendo.
Existen unas habilidades sociales básicas y otras más complejas. Sin las primeras no
podemos aprender y desarrollar las segundas. Cada situación requerirá mostrar unas
habilidades u otras, dependiendo de las características de la situación y de la dificultad
de la misma.
Para empezar a aprender estas habilidades tenemos que conocer primero las técnicas
básicas de la comunicación eficaz y luego incorporar esas conductas socialmente
deseables que son las habilidades sociales.
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CAPÍTULO II
Relación Médico - Paciente
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I. LA RELACIÓN MÉDICO-PACIENTE
1.1 PACIENTE
Es un ser humano que busca ayuda para mejorar su salud o para prevenir
enfermedades, y que en la medida de lo posible siempre lleva un grado de temor o
ansiedad.
1.2 EL MÉDICO
Es Una persona con amplia capacidad de entrega hacia los demás, con
capacidad de liderazgo e inteligente emocionalmente. El médico a parte de estar muy
entrenado en su especialidad, debe complementarse con una gran capacidad de
comunicación. La mayoría de las veces el médico no cura una enfermedad pero si
puede aliviarla.
Desde que el hombre primitivo sintió por primera vez los sufrimientos de una
enfermedad, recurrió a un semejante en busca de ayuda, este entonces trata de
ofrecérsela según sus posibilidades. Con el tiempo surgiría alguien que, por vocación,
características personales o designación del colectivo, se especializó en materia de
salud y comenzó a aumentar su arsenal terapéutico.
Durante sus interacciones con los otros seres humanos el hombre establece diferentes
tipos de relaciones, algunas de carácter superficiales y otras de carácter más complejo,
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donde al menos uno de los participantes debe saber ponerse en el lugar del otro, sentir
hasta cierto punto como él o ella, y disponerse a ayudarlo en cualquier dificultad.
La génesis de la capacidad para una actitud ética personal y profesional data desde los
albores de la humanidad, y presupone responsabilidades que elegimos adoptar en
relación con otros, y de este modo se establece una situación paralela entre el analista
y el paciente, y aunque ellos no son parejas iguales están en una situación de
mutualidad, subjetividad compartida e influencia recíproca.
13
El Juramento Hipocrático es el siguiente:
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relaciones interpersonales condicionales, la situación profesional más frecuente es la
entrega total, sin aspirar a reciprocidad alguna en los aspectos señalados.
Las relaciones médico-pacientes son una parte integral principal de la ética médica. Ello
explica el carácter específico del oficio del médico, al que el enfermo le confía
voluntariamente, con esperanza, su salud y su vida; le confía todo, incluso lo más
íntimo. Esta confianza sin límites del enfermo al médico le exige a este último tener
altas cualidades morales. El paciente no es solo un objeto de influencia profesional,
sino también, y en primer lugar, un sujeto racional, es una personalidad. Él no es
indiferente a los problemas de su propio bienestar físico y psíquico, y quiere
comprender la esencia de los procesos fisiológicos y patológicos que transcurren en su
organismo.
Muy a menudo el hombre acude al médico no solo para recibir la asistencia médica,
sino simplemente para hablar de él, de su vida, confesarle qué le duele, o pedirle
consejos. Por muchos conocimientos profesionales que tenga el médico, no podrá
establecer los contactos necesarios con el paciente y sus familiares, no gozará de su
respeto y admiración si no sabe nada de las particularidades de su trabajo y su vida, si
no tiene erudición en otras ramas del conocimiento. Se dice que el médico debe tener
las cualidades del científico, el pintor, el filósofo y el artesano, de mucha práctica. Así
podrá encontrar la forma adecuada para comprender la vida y la personalidad del
hombre.
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El médico, por tanto, debe ser consciente de que su relación profesional interpersonal
debe estar caracterizada por:
El médico debe estar plenamente consciente de sus propias cualidades como persona
y como profesional, es decir, conocer sus "talones de Aquiles" en el carácter -si es que
los hay- así como las situaciones en que pueda sentir inseguridad, angustia y
hostilidad, así como percatarse de sus mecanismos psicológicos para enfrentar dichas
contingencias. Igualmente importante es el nivel de información de que disponga el
médico sobre los aspectos del carácter y sociodemográficos de sus pacientes. Debe
también tener en cuenta el gran significado profesional de su prestigio científico y
social.
En esencia, el paciente pretende aliviarse, curarse o rehabilitarse, así como saber qué
tiene y cuál es su pronóstico. El médico, sin embargo, persigue establecer una buena
comunicación que le permita diagnosticar y tratar adecuadamente la afección que
motiva la consulta.
Es contra la ética, en tanto en el ejercicio privado como en el público, propiciar y/o dar
atención descuidada, superficial o incompleta. El médico debe disponer del tiempo
necesario para la aplicación de sus conocimientos en una exploración adecuada al
paciente. El acto médico apresurado o irresponsable constituye abuso de la confianza o
ignorancia del paciente, lo cual es falta grave a la ética.
El médico debe emplear todos los métodos y medicamentos que pueda disponer
mientras exista esperanza de aliviar, detener la evolución o curar la enfermedad. No es
su obligación mantener la vida superficialmente cuando existe pronóstico definitivo de
muerte, pero si se debe tratar de emplear toda medicación que éste a su alcance para
aliviar la condición del paciente.
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o practicar intervenciones que puedan afectarle física o psíquicamente o dejar
secuelas, de las cuales deberá estar informado el paciente y/o sus familiares.
• ESTADO AFECTIVO
17
CONCLUSIONES
18
BIBLIOGRAFÍA
LINKOGRAFIA
http://www.cnr.berkeley.edu/ucce50/agro-laboral/7libro/12s.htm.
http://www.relaciones-humanas.net/articulos.html.
http://www.monografias.com/trabajos16/medico-paciente/medico-paciente.shtml
http://www.mipediatra.com.mx/infantil/medico-paciente.htm
http://www.latinsalud.com/articulos/00303.asp?ap=2
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ANEXOS
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U N I V E R S I D A D D E
SAN MARTIN DE PORRES
Marque y Responda:
6. Cree que el tiempo que le brindo el médico es el suficiente para resolver sus dudas.
Si No
21
Hospital
Clínica
Consultorio
Porque:_________________________________________________________________
_______________________________________________________________________
RESULTADOS DE ENCUESTA
25
20
15
10
0
SI NO
Serie1 27 3
22
2. ¿Prefiere acudir a un médico que le
inspira confianza como profesional?
40
30
20
10
0
SI NO
Serie1 30 0
20
15
10
0
Enfermedad Enfermedad y otros
Serie1 20 10
23
4. Prefiero al médico que cuando me
atiende muestra por mi caso:
30
25
20
15
10
5
0
Interes Desinteres
Serie1 27 3
25
20
15
10
0
Si No
Serie1 23 7
24
6. Cree que el tiempo que le brindo el
médico es el suficiente para resolver sus
dudas
30
20
10
0
Si No
Serie1 12 18
Serie1 4 9 17
25
8. Como califica usted el trato que le
brinda su médico:
30
25
20
15
10
5
0
Buena M ala Regular
Serie1 19 1 10
Serie1 9 13 8
¿Porque?
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Hospital: porque son personas aseguradas, por bajos recursos económicos,
la variedad de especialidades y por traslados externos.
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