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La Historia para llorar

En una noche tenebrosa en la Hacienda Del Moral ocurri en la Ciudad de Fortn de las Flores una tragedia sin igual. En ese lugar cuenta la gente que viva el Hacendado Manuel de la Fuente, hombre rico y con mucho prestigio, su orgullo era su hija Anglica, joven hermosa y sumisa que adoraba a su padre, todos los domingos iban a misa, donde se alternaban con jvenes de la ms alta sociedad, el da 1 de noviembre de 1900, ellos realizaron sus compras en la Ciudad de Crdoba, Veracruz, y tomaron un caf con la familia Moya, Espaoles que radicaban en esa ciudad, Los amigos les dijeron a Don Manuel:- ltimamente se han desatado muchos asaltos en las veredas, deben irse temprano, por lo que terminaron de conversar y se dirigieron a su casa, pero muy cerca del cruce de las vas, hombres armados y con pocos escrpulos, acribillaron al padre y su hija qued mal herida, los vecinos se reunieron para tratar de salvar a la joven Anglica pero todo esfuerzo fue intil, pidi que fueran enterrados en su Hacienda. Al ser un hombre bondadoso que ayudaba a sus vecinos y trabajadores el da 2 fue enterrado, pero algunos aseguran que ese da en la noche lo vieron como todos los das haciendo el rondn a galope en su caballo negro azabache, saludando a la gente, los conocidos que no saban de la tragedia, lo saludaban. Das ms tarde lograron capturar a los asesinos gracias a que, afirman haban visto a don Manuel que los haba enfrentado y que sus espadas se hundan en su cuerpo y no le pasaba nada, pedan

que los perdonara pero poco a poco se fueron consumiendo hasta morir. Cruel fue su castigo. Cada ao aparecan asaltantes locos asegurando los mismos hechos ocurridos con anterioridad. En su hacienda los vecinos cada ao en esos das elaboran en la Hacienda del Moral, el da de muertos, elaborando un altar, y poniendo los majares ms exquisitos, que a esa familia le agradaban, todos se renen y recuerdan los momentos ms agradables que pasaron con ellos y se lamenta por la gran prdida, la joven Anglica se les haba aparecido y los enfrent con una arma y los haba herido, en sus celdas gritaban .

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