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Prélogo Acerca de lo eve y lo liquido La interrapeién, la jncoberenciay In sorpeean son Tas ‘condiciones habituales de nuestra vida, Se ban conver: tido incluso en necesidades reales para muchas persd- fa, cuyas mentes slo ee slimencan [...] de cambios fabstos y- de estimulos permanentemente renovados [jo} Ya no toleramos nada que dure, Ya no sabernos ¢5- ‘mo hacer para lograr que el aburtimienco dé frato. Eatonces, 1odo el tema se ceduce a esta pregunta: {la mene humana puede dominar lo que mente bu- rana ha creado? Pau vateRy La “fluidee” és la eualidad de fos Kquidos y los gases. Segiin nos infor mma la autoridad de la Encyclopedia Britannica, lo que los distingue de Tos solids es que “en descanso, no pueden sostener una fuerza tangen- cial cortante” ¥, por lo tanto, *sufren un continue cambio de forma ‘cuando se los somete 2 esa tension”. Este continuo ¢ irtecuperable cambio de posicién de una parte det material con respecto a otta parte cuando es somes aura fea sién coctante constituye un flujo, una propiedad caracreristica de Tos Hoidos. Opuestamente, las fuerzas cortantes ejercidas sobre ‘um s6lide para doblarlo o jlexionarlo se sostienen, ye sélido 10 fluye y puede volver a su forma original, Los liquides, una variedad de fluidos, poseen estas notables cualidades, hasta el panto de que “sus moléculas son preservadas ex una disposicién ‘rdenada solamente en unos pocos dismetros moleculates”; en tanto, “le “amplia variedad de conductas manifestadas pot los s6lidos ¢> resuleado itecto del ipo de enlace que retine los stomos de los sdlidos y dela dis: ein de los dtomos”. “Enlace”, a si ver, es el sérmino que express Tr estabilidad de los sdlidos —la resistencia que ofrecen “a la separacion de los dtomos 4 MODERNIDAD LIQUIDA Hlasta agui lo que dice la Encyclopaedia Britannica, en una entrada aque apuesta a explicac la “fluidez™ como una metafoca regeare de la eta pa actual de [a era moderna En lenguaje simple, todas estas caracteristicas de los fuidas implican aque los Kquidos, a diferencia de los sélidos, no conservan facilmente st forma, Los fividos, por asi decirlo, no se fijan al espacio ai se atan al tiempo. En tanto los sélidos tienen ana clara dimensién espacial pero neuttalizan el impacto -y disminuyen la significacion- del tiempo (resisten Clectivamente su flujo 0 lo vuelven irrelevante), los fluidos no conservan tuna forma ducante mucho tiempo ¥ esti constantemente dispuestos (y proclives) a cambiarla; por consiguiente, para cllos ly que cuenta es el Finjo del tiempo mas que el espacio que puedan ocupar: ese espacio que, después de rodo, solo Henan “por in momento”, Ea sien sentido, os 0 Tice cancelan el tiempo; para los liquidos, por el contrario, to que itm porta es el tempo. En fa descripcién de los séidos, es posible ignorar ‘ompletamente el tiempos en la descripciGn de los fluides, se cometeria tin error grave si el tiempo se dejara de lado. Las deseripciones de un fluido soa coma instantineas, que necesitan scr fechadas al dorso. ‘Los fluidos se desplazan con facilidad. “Fluyen”, “se derraman”. “se dechordan”, “salpican”, “se vierten”, “se filtran”, “gotean”, “inundan”, yocian”, “chorrean”, “manan”, “exudan”; a diferencia de los s6tidos, noes posible detenerlosFicilmente -sortean algunos obsciculos, disuelven forax 6 se fitran a través de ellos, empapandolos-. Emergen incolumes de sus encventros con los salidos, en tanto que estos shims -si es que si iguen siendo sélidos tras el encuentro- sufren un cambioz se humedecen 0 Empapan, La extraordinaria movilidad de los fluidos es lo que los asocia on la idea de “levedad”. Hay liquids que en pulgadas cuibicas son ms pesados que muchos silidos, pero de todos modos tendemos a visualizar- Tos como mas livianos, mencs “pesados” que cualquier solido. Asociamos ‘Jevedad" 0 “liviandad” con movilidad e inconstancias Ia pedctica n0s de- smuestea que cianro menos cargados nos desplacemes, tanto mas rapido serd nuestro avance. ‘Fats razones justfican que consiceremos que la “fhuidez” ola “ligui dea” son metaforas adecuadas para aprehender la naturalsza de la fase factual “en muchos sentidos nuova- de la historia de la modrnidad. ‘Acepto que esta proposicion pueda hacer vacilar a cualquiera que este familiarizado con el “discurso de la modernidad” y con el yocabulario cipleado habicualmente para narrar la historia modem. ¢Acaso la mo- ‘demidad no fue desde el principwo un “proceso de icuefacciGn"? ¢Acas0 ““errtir los sélidos” no fue siempre ss principal pasatiempo y su mayor PROLOGO, = logro? En otras palabras, gacaso la modernidad no ha sido “flida™ dese el principio? ‘Estas y otras objeciones son justificadas, y parecerdn més justificadas aun cuando recordemos que la famosa expresicn “derretir los sidos”, fcufada hace an siglo y medio por los autores del Manifesto comunista, Se referia al tratamiento con que el confiado y exuberante espiritu:mo- dlerno aluia @ una sociedad gue encontraba demasiado estancads para sn gusto y demasiado resistente a los cambios ambicionados, ya que t0- das sus pautas estaban congeladas. Sie “espiinu” era *moderno™, loera fn tanto estaba decidida a que [a realidad se emancipsta de la “mano rmuerta” de su propia historia... y eso silo podia lograrse derrriendo los Solides (es decir, scgiin la defiriién, disotviendo todo aquello que pee- Siste en el tiempo y que es indiferente a su paso e inmane asu fluir). Esa Jntenein requeria, 2 su vez la “profanacién de lo sagrado”: la desante Fizacibn y la negacién del pasado, y primordialmente de la “tradi: Gion” es deci, el sedimento y el residao del pasado en cl presente, Por To tanto, requeria asimismo la destruccion de la armadura protectora forjada por las convicciones y lealtades que permitia a los slides eesis- tirse a la “Kcwefacci6n’. Recordcmios, sin embargo, que todo esto no debia llevarse a cabo para acabar con los siidos definiivamente ni para liberar al nueve mundo de dllos paca siempre, sino para hacer espacio a rmeros y mejores slides: para reemplazar el conjunto beredado de sdlidos defectuosos y deficientes por off0, mejor o incluso perfecto, y por eso misino inalterable. Al lees el ‘Ancien: Regie [EI Antiguo Région y la Revolucion] de De Tocqueville, podriamos preguntarnos ademas hasta qué punto ¢308 “sélidos” no e5- taban de antemano resentides, condenados y destinados 2 la licuefac- i6n, ya que ve habian oxidado y enmohecido, toméndose frigiles y poco ‘confiables. Los tiempos modernos encontraron los solids premoderaos en un estado bastante avanzado de desintegraciéns y uno de los motivos ‘mas poderasos que estimolaha su disolucion era el desco de deseubir 0 inventarsdlidos cuya solider fuera -por unz ver—diradera, una solidez en Ja que se pudiera confiar y de la que se pudiera depencer, volviendo al ‘mundo predecible y controlable Los primerossSlidos que debian disolverse y las primeres pauras saga das que debian profanarse cram las Ieakades tradicionales, lor derechos ¥ fbligaciones acastumbrados que ataban de pies y manos, obstacalizaban los movimicntos y constredin Ia iniciativa. Para encarar seviamente bx tarea de construir un nucvo ordea (jverdaderamente sélido!), era nece- sario deshacerse del lacie que el viejo orden imponia« los conseructores: w MODERNIDAD LIQUIDA “Dercetr los sblidos” signiticaha, primordialmente, desprenderse de las obligaciones “ircelevantes” que sc interponian en ¢l camino de un caleu- fo racional de los efectos; tal como To expresara Max Weber, liberar la iniciativa comercial de los grilletes de las obligaciones domésticas y de la densa trama de los deberesétcos; sequin Thomas Carlyle, de todos los ‘vineulos que eondicionan Ia reciprocidad humana y la murua responsa- bilidad, conservar tan s6lo cl “nexo del dineso”, A la vew esa clase de *disolueion de los slides” Gestrababa toda la complejs erama de las re= laciones sociales, dejdndola desnuda, desprotegida, desarmada y expues tas incapaz de resistirse a las reglas del juego y a los criterios de raeionalidad inspiradox y mokleados por el comercio, y menos capaz aun de compete con cllos de manera efectiva, Esa fral desoparicon dejo el campo ibre 21a iavasidn y al dominio de (como dijo Weber) la racionalidad instcumental,o (como lo articulé Marx del rol determinante de la econornia: las “bases” de l vida social infundieron a todos los otros dmbizos de a vida ef status de “supen tiuetura” cs decin, un artefacto de esas *bases” cuya nica funcion era Contribuir a su funeionatniento acetado y constante-. La disclucion de Jos sdlidos conduje a una progresiva emancipacién de la economia de sus sradicionales ataduras politicas,éricasy culturales. Sediment6 un nuevo bret, definido primactamenreen rérminos econtinicos. Ese nuevo orden ‘ba ser nds “Sona” qu tor rdenes que rermptzztba, porque -a dife- ena as op 2 Wehoanica loa Giles ve eal nae @ceuin ano FE ra econdmica, Casi todos los poderes politicos 0 morales capaces de trastocaro rformar ese nuevo orden habian sido destridos 0 incapacta. dos, por cebilila, para esa area, ¥ n0 porque cl orden econdmico, una vex etableido, hubiera colonizado, reeducado y converido au gusto el ‘esto Ge la vida social, sino porque ese orden legs 2 downinar ka ocalidad de la vida humana, volviendo irelevante ¢ inetectivo todo aspecto de la ‘ida que no contribuyera a su incesane y continua reproduecin. Esa etapa de la carrera de Ja modernidad ha sido bien descripta por Claus Off (en “The utopia ofthe zero option”, publicado por primera vez en 1987 en Praxis Intemational: las sociedades complejas “se han vuelto tan rigidas quc cl mero intento de renovar o pensar normative: Inente su ‘orden’ es deci, la naturaleza de la coordinacién de los pro- cesas que se producen cn cllas~ esta virtwalmente obturado en funcién de futilided practice y, por lo tanto, de ut inutilidad esencial”. Por I- bes y volatiles que sear, individual o grupalmente, los “subsistemas” de «orden se encuentra intertelacionades de mancra “tiga, fatal y sin rninguna posibilidad de libre elescion”. El orden general de las cosas n0 PROLOG 4 _admite opciones; ni siquiera esté claro cuales podian ser esay opciones, ¥ aun menos claro cémo podria hacesse real alguna opcién viable, en el Improbable caso de que la vida social fuera capaz de concebirla ¥ ges: tarla, Entre el orden dominance y cada una de las agencias, vehiculos y tstratagemas de cualquier accion efectiva se abre una brecha -un abismo cada ver ms infranqaeable, y sin ningtin puente a la viste~ ‘A diferencia de la mayoria de los casos distopicos, este efecto no ha sido consecuencia de un gobierno dictatorial, de la subordiacién, la ‘opresién ola esclavicuds tampoco ha sido consecuencia de la “coloniza- ion’ de Ia esfera privada por parte del “sistema”. Mas bien todo lo con- tario: la situacién actual emersid iaolucivn radical de aquellas marcas acusadas ~justa © injustamente- de linitar ia libertad individual de-elegir ¥ de actuar La rigides del orden ex etartepicto y el sediraenta de la libertad de Tos agentes humanos. Esa tigiez es dl producto general de “perder los frenos”s de la deseegulacion, la iberalizacon, la “flexibiliza- cia’, la creciente Fluide, la liberacion de los mercado financier, labo= ‘al ¢ Inmobiliario, la disminacion de las cacgas impositivas, etc: (Commo sefalara Offe en "Binding, shackles, brakes", publicado por primera ve cn 1987); 0 (citando a Richard Senneet en Flesh and Stone [Carney pie- dral), de las téenicas de “velocidad, huida, pasividad” en otras pala- bras, téenicas que permicen que ef siscema y los agentes libres no 36 comprometan cntre si, que se chudan en vez. de reunirse-. St ha pasado In epoca de las revoluciones sistémieas, es porque no existen edifcios par raalojar las oftcinas del sistema, que podrian ser invadidasy capturadas por los revolucionarioss tambien porque resulta extraordinariamiente Uificil incluso imposible, imaginar qué podrian hacer los vencedores, tuna vez dentro de ¢s08 edificios (si es que primero los hubieran encon- trad), para reverir la situzeidn y poner fin al malestar que los impals6 a rebelarse. Resulta cvidente la escaser de esos porenciales revolucion: rics, de gente capaz de articular el deseo de cambiar su siruacion indivi dual como parte del proyecto le cambiar el orden de la sociedad. La tarea de construit un nuevo orden rejor para ceemplazar al viejo y defectaoso no forma parte de ninguna agenca actual ~al menos no de ia agenda donde supuestamente se sia le accion politica. La “disolu iin de los sblidos”, el casgo permanente de la modernidad, ha adguicido por lo tanto un nuevo significado, y sobre todo ha side redirigida hacia tan nuevo blanco: uno de los efectos mas importantes de ese cambio de direccidn ha sido le disolucidn de las fuerzas que podeian mantener el tema del orden ¥ del sistema dentro de la agenda politica. Los sélidas {que han sido sometios ala disoluctén, y que s= estin deritiendo en este

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