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¿Qué había ocurrido en cada uno de los casos anteriores?, sencillamente que
a veces aparentamos estar oyendo, lo cual no significa que por eso estemos
escuchando.
El escuchar requiere una actitud de esfuerzo físico, quiere decir que, tenemos
que prestar atención si queremos conseguir una escucha selectiva. Es lograr
entender lo que nos quieren decir, intentando comprender el mensaje,
mostrando además, un afán e interés de colaboración en el acto de escuchar.
3: El receptor debe:
• Concentrarse en el otro.
• Comprender el mensaje.
• Resumir los puntos importantes.
• Confirmar el mensaje.
Todos tenemos más o menos capacidad de escucha. Para descubrir hasta que
punto somos capaces de escuchar, es interesante el evaluamos en el siguiente
cuestionario (que es fruto de la experiencia profesional de casi medio siglo
acumulado de los autores).
Otra razón radica en el hecho de que tras algunos experimentos, los estudiosos
del conocimiento han descubierto que nuestra memoria procesa toda la
información temporalmente y la retiene durante pocos segundos, antes de
desecharla casi totalmente, además sólo somos capaces de retener cinco o
seis cosas a la vez.
También es más fácil para las personas hacer el menor esfuerzo personal,
adoptando una actitud de solo oír, que es el proceso físico de captar
simplemente los sonidos de las palabras. Todo lo contrario de lo que representa
el escuchar, que requiere un esfuerzo físico y una predisposición mental de
atención para captar el mensaje y su significado, lo cual implica un desgaste
mayor de energía.
E) La excitación emocional:
Cuando en un mensaje nos sentimos aludidos, atacados, manipulados, etc. , se
origina en nosotros una perturbación emocional y tendemos a desconectarlos
de la escucha. O todo lo contrario, contra atacamos, con lo cual, no estamos
procesando bien la escucha. Está demostrado que las personas retenemos
más cuando el mensaje nos resulta emocionalmente agradable. Debemos
controlar nuestras emociones y no perder la calma si queremos conseguir una
escucha activa.
Los puntos anteriores son obstáculos en los que alguna vez podemos incurrir.
Debemos esforzamos en eliminarlos, ya que, de esta forma, conseguiremos
una información de más calidad, y con ello, más probabilidades de dominar el
proceso de comunicación y poder influir en los resultados.
Hay que tender hacia una escucha objetiva, sin que se interpongan ideas
negativas con respecto al interlocutor. Debemos observan el len- guaje de los
signos en el otro, sin dejan que las apariencias externas nos hagan perder el
hilo argumental de lo que dicen. Hay que escuchan atentamente, fijándonos en
las palabras para poder evaluar el contenido global del mensaje.
Evitar cualquier distracción externa como ruidos, paso de personas, etc. Hay
que concentrase captando las ideas fundamentales que se exponen. Como la
mente va más rápida que la palabra hay que evitar perder- nos en otros
pensamientos. Hay que escuchan de igual forma que nos gustaría que los
demás nos escucharan; de este modo, el que habla y el que escucha logran la
máxima comunicación. La concentración es algo que se nota y el emisor se
dará cuenta de ello inmediatamente.
Otro aspecto importante es: Al conocer por adelantado por parte del receptor
algo del tema a tratar, durante el proceso de comunicación, se va directamente
a las cuestiones importantes, tardándose menos tiempo en la toma de
decisiones y en las acciones.
F) Escuchar y resumir:
Para desarrollar la escucha, conviene efectuar de vez en cuando un resumen y
síntesis de las ideas comunes, esto favorece la comunicación. Cuando el
resumen presenta algún punto de discrepancia, hay que pedir aclaraciones
antes de seguir adelante, permitiendo que el diálogo se desarrolle y
demostrando al interlocutor, que hay interés por el tema.
H) No adelantar conclusiones:
Hay que dejan que la otra parte termine de hablar antes de sacan
conclusiones. Otro defecto a veces es que nos precipitamos y terminamos las
frases del interlocutor, perdiendo la oportunidad de saber lo que quería decir
verdaderamente. Y luego estamos convencidos de que nos han dicho lo que
pensábamos que iba a decir. Originando que el emisor nos manifieste que le
hemos entendido mal.
Hay que respetar también los silencios y pausas que hace el emisor, y no
hablar de inmediato nosotros: Antes de intervenir reflexionar. Hay que escuchar
la totalidad del mensaje, y no solo, lo que nos es agradable, hay que evitar por
tanto, la escucha selectiva.
2.7. RESUMEN
Es útil que de vez en cuando como ejercicio de reflexión, volver a re- leer el
cuestionario y ver aquellas preguntas que tenemos más dificultad para
modificar nuestros hábitos de escucha. ¡El objetivo es mejorar constantemente
nuestra capacidad de escucha!
Los obstáculos que nos podemos encontrar en la escucha los podemos resumir
en: El tratar de oír solo lo que nos interesa; los prejuicios y los filtros nos
inducen a juzgar de antemano; el simular actitud de escucha manteniéndonos
en lo superficial; las barreras físicas como falta de audición, cansancio o clima
no apropiado, entre otras; la excitación emocional cuan- do en los mensajes
nos sentimos aludidos, atacados o manipulados; también las replicas y las
interrupciones. Estos obstáculos hay que eliminarlos si queremos una
información de más calidad.
Las ventajas principales que nos reporta la escucha activa así como las reglas
básicas para mejorarla las podemos resumir en el siguiente cuadro: