Libertad Genuina

En una asoleada maana, dos alondras suban volando a lo alto. La alondra padre hablaba con su polluelo, hacindole ver lo maravilloso que es tener alas y poder volar hasta las alturas. Pero el pequeo, en su inexperiencia, escuchaba slo a medias, pues su atencin se fijaba en el tintinear de una campanita, que llegaba a sus odos desde la tierra. El pajarillo, curioso, baj al campo de donde provena el sonido que tanto le atraa, y vio a un hombrecillo que guiaba un carro mientras gritaba: Vendo lombrices! Dos lombrices por una pluma! A la pequea alondra le encantaban las lombrices; ya al nombrarlas se le haca agua el pico. Y sin pensar ms se decidi: arranc una pluma de sus alas y la cambi por dos lombrices. Cuando se las hubo comido volvi junto a su padre, muy satisfecha. Al da siguiente la alondra esper ansiosamente el sonido de la campanita, y al orla baj a realizar nuevamente su extrao negocio, dando otra pluma a cambio de dos lombrices. Esto lo repiti da tras da. Una vez ofreci al hombrecillo cinco plumas por diez lombrices. El vendedor acept entusiasmado y, desde entonces, por espacio de varios das ms, continu el intercambio. Al cabo la alondra bati sus alas intilmente: ya no poda volar! Estaba atada a la tierra y condenada a arrastrarse en lugar de volar! Haba cambiado sus alas, su libertad, por un puado de lombrices! Luther Burbank.