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FILOLOGÍA HISPÁNICA Juan Gutiérrez Cuadrado

HISTORIA DE LA LENGUA ESPAÑOLA II Trabajo sobre correspondencia

HISTORIA DE LA LENGUA ESPAÑOLA II

TRABAJO SOBRE CORRESPONDENCIA

6.3.3. Carta de Ruy Fernández desde Santo Domingo (1587)

El onze de março entro en este puerto vn pataxe de aviso que el duque de


medinasidonia despacho por horrden de vuestra magestad con harmas y muniçion de
balas para esta fuerça las cuales me entrego pedro de aguirrre de dicho pataxe y
confforme a las que Reçevio no entregomas que las que aquy doi cuenta a vuestra
magestad como lo lleva el dicho maestro por testimonio y carta de pago mya de las
harmas y muniçiones que me entrego las quales harmas traxo muy mal tratadas y sin
provecho algunas y las que reçevi son quarenta arrcabuçes y los veynte sin prouecho
mas de solo los cañones porque todo lo demas vino hecho pedasos y los frascos de
todos estos arrcabuçes sin ningun provecho porque todos los traxo podridos.
Mosquetes entrego treyenta y vno con veyente y çinco frascos y sus horquetas.
Balas de harrtillerya entrego seieçientas y sinquenta las quinientas menudas y las
çiento y sinquenta gruesas que pezaron todas grandes y pequeñas ochenta y honze
libras.
De poluora y cuerda que tengo neçesidad no se me ynbia ninguna y en la nueba
españa se alla poca suplico umilmente a vuestra magestad mande se me proueya destas
dos cossas y de los materiales para fuegos arrtifiçiales porque aquy ny en la nueba
españa no se puede aver ninguno si no solo salitre y asufre y los demas materiales son
los mas neçesarios para tener hecho diuersidades de artifiçios dellos para la defensa
desta fuerça y agora no ai otra cossa de que dar quenta a vuestra magestad porque todo
lo demas desta fuerça punta y uilla esta peruenido para qualquier suçeso que sobreuenga
y vuestra magestad lo manda y de todo lo que el duque me a vizado e dado quenta al
birrey de la nueba españa para que con mas breuedad despache lo que para aquí tuuiere
horden de vuestra magestad de ynviar.
De cosarios no an paresido por estas partes este año ningunos mas de los que a
vuestra magestad tendo dado quenta y de qualquiera que se ofresçiere o sobreuiniere
luego despachare dello aviso a vuestra magestad t esta pataxe paso luego a la nueba
españa con los pliegos y despachos de vuestra magestad porque no estuvo aqui mas de
nuebe dias que no pudo haçer menos para descargar lo que traya y aderessar el navio
que traxo maltratado nuestro señor la corona Real de vuestra magestad guarde con
acreçientamiento de muchos mas reynos y señorios y con la Real y feliçisima salud y
vida que los mas fieles leales vasallos y criados de vuestra magestad deseamos de esta
fortaleça de vuestra magestad en san cristobal de la Hauana a 22 de março de 1587
años.
Sacra Catolica Real Magestad
Besa los rreales Pies de vuestra magestad su mas fiel vasallo y criado. Ruy
fernandes de quiñones. (Ed. de L.R. Choy López: Periodización y orígenes en la
historia del español de Cuba, Universutat de València, 1999)
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6.4.5. Comente los términos pedasos, sinquenta, pezaron, cossas asufre, paso, haçer,
aderessar, vasallo.

Introducción

La difusión de la imprenta fue extraordinariamente relevante y favoreció la


unificación lingüísitica del idioma.
Se habían iniciado los procesos fonéticos con consecuencias fonológicas del
ensordecimiento de /dz/ y /z/ y de /y/. Confluían con los sonidos [ts], [s], y [{]. Este
hecho provocó gran inseguridad en la grafía de la lengua como resultado paralelo.
Se confundirán z y c, ç; -s- y –ss-; g, j y x.
Castilla también dejó de aspirar la [h].
En Andalucía se producía una desafricación de /ts/ y /dz/ (c, ç, z en la grafía). Se
confundía la resultante fricativa dental con la apicoalveolar de /s/ (grafía s-, -ss-, -s) y
/z/ escrita con –s- en contexto intervocálico. Este proceso de desafricación también tuvo
consecuencias en las variantes septentrionales. Y provocará ceceo o seseo, y la aparición
de dos nuevos fonemas con un nuevo punto de articulación como lo son /0/
(adelantando la dentalidad de la desafricación de [ts] y [dz])y /x / (del retraso del punto
prepalatal a velar de [{] –fricativa prepalatal sorda-.).

Pedasos: la [s] y la [z] diferenciaban muy pocos pares mínimos y además se añadía la
grafía de [ts], que todavía diferenciaban menos pares mínimos. Con este hecho, añadido
al progresivo ensordecimiento de las sibilantes en las variedades septentrionales, las
confusiones de grafía eran múltiples. El resultado moderno de este vocablo es pedazo
[peda0o]. En la época del texto la pronunciación debía ser con la grafía ç: pedaços [ts].

Sinquenta: la <s-> inicial se neutraliza fonológicamente y en la grafía tamién hay


numerosas vacilaciones. En este caso es <s-> pero no representa [s] sino la
desafricación de [ts] que dará una fricativa dental que se confundía con la fricativa
alveolar de [s] y en consecuencia sus grafías. De çinquenta se confunde la grafía con
sinquenta. El sonido [k] ante e/i se escribía con el dígrafo <qu>.

Pezaron: 1140 del latín pensare. El conjunto consonántico latín <-ns-> dará en
castellano [z]. Entonces se pronunciaba [pezaron]. La graía <z> representaba el fonema
[dz], no obstante con la desafricación que afectaba a los sonidos africados de esta época
se confundía el fricativo dental con el fricativo alveolar [z]. Debemos recordar que el
ensordecimiento de las sibilantes también afectaba al sistema fonológico del castellano
y, es por esto que hoy nos llega [s]: [pesaron].

Cossas: esta grafía es producto del ensordecimiento que sufrían las sibilantes. La
confusión gráfica era una consecuencia inevitable si atendemos a la variedad de grafías
que confluían para sonidos tan parecidos (que ya no se diferenciaban fonológicamente).
La pronunciación antigua era con una <-s-> intervocálica que era sonora [z]; en catalán
sigue siendo sonora: [´kaza]. En francés también lo es: [{oz]. La ley 112 de C. Lleal en
el español moderno, desde el s. XV, es la de la pérdida de sonoridad.
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Asufre: en Libro de Apolonio y Libro de Alexandre en 1250 aparece <sufre>. Proviene


del latín sulphur. Corominas atribuye a la <-s-> una z debido a la influencia de una
pronunciación dialectal itálica importada por diferentes oleadas de inmigrantes y que
era zolfo. Se confunde, nuevamente, la grafía que debiera haber sido ç, ya que la <-z->
de azufre pronunciada [0] proviene de la desafricación de [dz] representada por dicha
grafía. La desafricación ya mencionada provoca confusiones en la pronunciación entre
fricativas dentales y alveolares y, en consecuencie, entre sus grafías que eran ç para [ts]
y s para [z]. Posteriormente, para distinguir el punto de articulación se hará, de la
desafricación de [dz] y [ts] (que por el otro proceso que se estaba dando en la lengua, el
del ensordecimiento, confluirán en [s] dental), el adelantamiento a interdental y darán
lugar a en [0].

Paso: <<el “aviso, buque de guerra ligero” (pataxe) pasó>>. En este caso, la fricativa es
sorda no sonora como muestra su grafia que hubiera representado [z]. Esto confirma
que en 1587 la confusión entre [s] y [z] era un hecho. Sólo observar el catalán nos
permite constatar que del mismo modo en este verbo la fricativa es sorda: passar. En
1335 paso ya era acción de pasar. Deriva la semántica léxica desde el latín pandere a
passus. Como apreciamos también era sorda la fricativa. En francés, que conserva
distinción fonológica entre [s] y [z], como el catalán, en posición de ataque silábico se
escribe: passer. Es evidente, pues, que se trata de confusión en la grafía debido al
ensordecimiento del par sonoro de las sibilantes.

Haçer: en realidad la grafía ç era representación del sonido [ts]. En otras ocasiones
hemos encontrado la escritura de hazer. Esta vacilación entre [ts] y [dz] es sin duda
consecuencia del ensordecimiento que se estaba produciendo en toda Castilla. Se debía
a que el habla dialectal tomado como vulgar en épocas pasadas del habla de Burgos,
más innovador y que ensordecía las sibilantes, se empezaba a imponer. Con la
desafricación que de igual modo sucede se confluye en la [s] dental que dará lugar a la
[0] de hoy. La [h] inicial ya no se aspira en Castilla. Se recupera la grafía en los lugares
que se había perdido. En los casos que se conserva [f] inicial se mantiene, sobre todo,
lengua culta. Muchas otras se han perdido, fuere [f] o [h]. En este caso la [f] inicial del
latín fere pasó a ser aspirada y ahora ya no se pronuncia en la mayor parte de Castilla.

Aderessar: <<poner derecho en navío.>>. Se supone derivado del vocablo vulgar


directiare. La evolución histórica de la palabra, según las leyes de C. Lleal, sería según
las leyes 9>10>22>52>76>83>91>100 y aparece [deret{ar]. Si atendemos que en estos
momentos se produce la desafricación del par africado dental y de la confluencia en el
segmento sordo es posible que esto afectase a segmentos africados prepalatales como el
caso de [t{] producido por confusiones con [ts]. El hecho es que se esperara una
pronunciación en aderessar de [aderedzar] si más no inicialmente a los procesos de
desafricación y ensordecimiento. Después de estos la evolución lleva a confundir el
resultado de [s] dental con la alveolar y a confundir la grafía de ésta (-ss-) cuando
tendría que ser <-z->.

Vasallo: de nuevo se confunde la grafía de [z] con la que aquí correspondería de –ss-
del fonema, que ya no lo es tanto, de [s]. En catalán se mantiene la escritura con vassall;
vassallatge. Proviene del celta *vassallos, derivado de vassos (servir). La pronunciación
nunca fue la de [baza o] sino la de [basa o]. Como es habitual en la época la conusión
de las grafías es notable. Se mezclan las grafías de los segmentos sonoros y las de los
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sordos (ya no tenían apenas carácter distintio). Recordemos que –s- intervocálica en la
época alfonsí era un fonema sonoro [z]. Ahora y aquí se trata de uno sordo [s] pese al
error tipográfico.

­ Comentar desde el punto de vista gráfico-fonológico.

Veynte: deriva del latín viginti. En esta época, en cuando el segmento vocálico anterior
cerrado [i], se escribía indistintamente <i,j,y>. En cuanto tenía valor consonántico la
utilización variaba entre y o entre i,j. Podía referirse al fonema de [y] como el caso de
[yente]. La alternancia gráfica dependía de los escribas y de los tipos de letras.

Horquetas: del latín furca (horca). En catalán dará forca. En castellano la f- inicial se
aspiró y la grafía pasó a ser la <h>. Posteriormente la <h> deja de aspirarse y pasa a ser
muda.

Harmas: en este caso de <h> inicial no corresponde a ningún proceso fonético ni


fonológico. La <h> no se pronunciaba. Por el proceso, a veces, de ultracorrección de los
hablantes o, mejor dicho, de los escribas, se reponían grafías allí donde nunca antes
había habido. Podía deberse por analogías con otras palabras comenzadas con a- y que
anteriormente sí hubiesen tenído un segmento inicial aspirado o fricativo labiodental
como <hacer> o <facer>; o el caso anterior de [orketa]. Hay casos en los que <una>
aparece incluso con <h> inicial: huna.

Fuerça: del latín fortis para fuerte; pero “fuerza” proviene del vocablo del latín vulgar
de fortia del s. III. En romance diptongará y el grupo consonántico dará como resultado
[ts] escrito con ç. La f- inicial se ha mantenido. En algunas variantes sí que se había
aspirado y dio como resultado [hwertsa]. Se atestigua con f- inicial desde 1115 en
romance.

Ynbia: del latín tardío inuiare. Aparece “enviar” ya en 1140. La confusión ente [b]
oclusiva y fricativa es evidente. Por el betacismo del hablante castellano (proceso
temprano en el romance; ley 12 de C. Lleal). Este vocablo tenía la raíz de uia que sufrió
la anteriorización del wau como en todos sus derivados. Así esta –b- es consecuencia de
la confusión gráfica que existia a raíz de la confusión fonológica entre la fricación y
oclusión que en la época ya símplemente aparecía en contextos complementarios y no
ya concurrentes para ser productivas en la distinción de significados. La y- inicial es una
confusión provocada por las vacilaciones de timbre entre vocales átonas. Aquí se
confunden e- e y- que se representaba con esta grafía a causa de que, señalado arriba, el
segmento vocálico anterior cerrado se representaba con tres grafías distintas.

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