Vous êtes sur la page 1sur 3

El chivo expiatorio

Fecha Miércoles, 06 agosto a las 13:00:00


Tema Opinión

Opinión

Michael A. Galascio Sánchez (*)

• Realmente, el significado de “chivo expiatorio” ha evolucionado en nuestros días


hacia una práctica social-psicológica hostil y perversa, a través de la cuál, las
naciones y los individuos evaden la culpa y responsabilidad propia sobre cuestiones
críticas de sus respectivas sociedades

El concepto del chivo expiatorio, tiene su raíz en los tiempos antiguos,


basándose en que, se le puede culpar a un animal, una imagen o Ser,
por los pecados de otros. El término viene de un ritual Hebreo que está
descrito en el Viejo Testamento de la Biblia [1]. Cada año, un
sacerdote simbólicamente transfería al cordero, los pecados de las
gentes de Israel. El cordero era lanzado desde un precipicio a las
afueras de la ciudad de Jerusalén, y se pensaba que su sacrificio
quitaba los pecados de la nación. Originalmente, el ritual se realizaba para pacificar a
Azazel, un ángel caído que se convirtió en el demonio que habita en el desierto.

En nuestros días, la palabra es más ampliamente utilizada como metáfora, refiriéndose a


alguien que se culpa por las desgracias, generalmente como manera de distraer la
atención de las causas verdaderas.

En éste sentido, los Hebreos no eran los únicos en practicar los rituales del chivo
expiatorio. [2]En la Atenas antigua, dos hombres feos (criminales) eran escogidos como
“chivos expiatorios” durante el festival de Targelia, que se celebraba durante el mes de
mayo en honor al hermano de Artemisa, Apolo que era el dios purificador por
excelencia, al que se le ofrecía una especie de pastel o sopa de cereales llamado
targelos.[3] El primer día, el 6, la ciudad se purificaba mediante el rito de los
fármacoi[4] . Los hombres escogidos, recorrían las calles de la ciudad y se les golpeaba
con ramas de higuera y tallos de cebollas de agua (scillas) para luego, echarlos de la
ciudad y así, alejar con ellos, las impurezas, los miasmas que les imputaban.

Por otro lado, los Mayas de Centroamérica también celebraban una ceremonia anual que
implicaba a un “chivo expiatorio”. Al finalizar el año, los Mayas hacían un modelo del
demonio Uuayayah[5] . Luego, situaban la figura ante la imagen de la deidad
responsable de gobernar el siguiente año. Entonces, cargaban la figura de Uuayayah
fuera de la villa, para rechazar el mal.

Como ejemplo, más cercano a nosotros, está en la teología cristiana, la historia del
chivo expiatorio en el Levítico, que se interpreta como prefiguración simbólica del
autosacrificio de Jesús, que toma los pecados de la humanidad en su propia cabeza,
siendo conducido al “yermo”, fuera de la ciudad, por orden de los altos sacerdotes.[6]

Sin embargo, hoy día, las cosas han cambiado y “existen chivos expiatorios” en todo el
mundo. Se trata, de los inmigrantes, en ocasiones contribuyendo más de lo que reciben,
son los blancos más fáciles de los países que les acogen.[7]En honor a la verdad, no
existe ningún país industrializado que pueda negar la contribución de la fuerza laborar
de inmigrantes a su prosperidad. Ni siquiera Japón, donde hay 300,000 trabajadores
indocumentados.

No obstante, a pesar del rápido ritmo de globalización, el incremento en los


movimientos migratorios y la tendencia acelerada hacia sociedades cosmopolitas, los
trabajadores inmigrantes todavía son los chivos expiatorios perpetuos y universales, sin
mayor protección, con respecto a sus predecesores de hace un siglo.

Con éste panorama, las voces xenófobas se alzan con el apoyo de una masa carente de
criterio propio. De ahí, los slogan[8] lamentables: ¡Nuestra gente primero! (Bélgica),
“¡Hacia fuera con la inmundicia!” (Austria), “¡Los húngaros son como el SIDA!”
(Rumania), “¡Francia para el francés!” (Francia) y otros, que no deseo mencionar.

Realmente, el significado de “chivo expiatorio” ha evolucionado en nuestros días hacia


una práctica social-psicológica hostil y perversa, a través de la cuál, las naciones y los
individuos evaden la culpa y responsabilidad propia sobre cuestiones críticas de sus
respectivas sociedades. De éste modo, las dirigen hacia un grupo “diana”. Esta práctica
de proyectar el odio, los sentimientos de impotencia, la propia incapacidad
administrativa, en el caso de los políticos y burócratas, otros sentimientos de
frustración, fomenta la xenofobia, la persecución, el rechazo, creando monstruos,
vampiros que nos vienen a chupar la sangre, a arrancarnos la vida, las oportunidades, el
futuro.

Este tipo de distorsión de la realidad es criminal pues en países cuyas autoridades miran
hacia el otro lado, las víctimas terminan siendo linchadas, sacrificados para mitigar el
odio-miedo creciente, de perder hasta su identidad nacional. En ésta línea, deberíamos
recordar a los kurdos. Hay innumerables ejemplos de “chivos expiatorios”, sino leer,
“El Proceso” de Kafka o “Días Malignos, Treinta años de Guerra y Hambre en Etiopía”.
Ahí, el “chivo expiatorio” era “la sequía” para justificar un hambre que había
comenzado muchísimos años antes.

Finalmente, les dejo con un fragmento del “Manual de los Rudimentos de la Teología”:
“Después, el “chivo expiatorio” se trajo ante él; y poniendo ambas manos sobre su
cabeza, solemnemente confesó sobre ella, todas las iniquidades de los hijos de Israel, y
todas las transgresiones en todos sus pecados, poniéndolos sobre la cabeza del chivo.”
La víctima estando cargada, como estaba, de la culpa de las personas, fue despedida al
desierto, y se llevó consigo, todas las iniquidades del pueblo”.[9]

Sagrada Biblia Nacar-Colunga (1980) Levítico, capítulo 16, versículos 3 y 22.

Frazer, Sir James.: (1993) The Golden Bough. “A Study in Magic and Religion”
Worsworth Reference Series. Lóndres. Página, 578.

Thargelia. (2006) Britannica Concise Encyclopedia, Encyclopædia Britannica, Inc.

Farmacoi. Magos, astrólogos, encantadores y caldeos. En hebreo mekashshepím.


Posiblemente de una raíz semítica que significa “cortar”; de ahí cortar componentes
para pociones mágicas, fórmulas. De ahí el farmacoi griego, esto es farmacéuticos. En
Pfeiffer, C.F.: El Comentario Bíblico Moody, Antiguo Testamento, Página 765.

Demonio Maya.

Sagrada Biblia Nacar-Colunga (1980) Hebreos, capítulos 9-10.

Cruz, A.: (1998) UNESCO, Courier. Nov.

Según el diccionario Webster, la palabra slogan se utilizaba originalmente para referirse


a un grito de guerra de los clanes escoceses. Quizás las campañas políticas son el
equivalente moderno de la guerra de clanes.

Smith, J.B.: (1830) “Manual of the Rudiments of Theology”. London. Gilbert &
Rivington, Printers. St. George’s Square.

(*) Licenciado en Ciencias Políticas, doctorando en Psicología de la Salud y Clínica

Vous aimerez peut-être aussi